México en las Misiones de Paz de la ONU

México en las Misiones de Paz de la ONU
México, como país que se pronuncia en favor de la paz y la resolución pacífica de controversias, se ve ante la posibilidad de enviar elementos del Ejército a las operaciones de Mantenimiento de Paz de la Organización de las Naciones Unidas.
La participación de elementos del Ejército Mexicano en este tipo de misiones, representa beneficios tanto para los participantes como para el posicionamiento internacional de México. En primer lugar, los nacionales adquirirán otro tipo de experiencia y formación, misma que podrían transmitir a su regreso a las Fuerzas Armadas o la Marina y de esta forma, elevar la especialización del Ejército Mexicano. En segundo lugar, dicha participación fortalecería la presencia del país en el exterior como promotor de la paz y la resolución pacífica de controversias, al tiempo que se mostraría como un actor capaz de cooperar, no solo con recursos económicos sino humanos, y demostraría su capacidad y solidaridad en materia de seguridad internacional.
Por otra parte, la participación de elementos nacionales en dichas misiones podría interpretarse como una violación a los principios de política exterior, en este caso, del principio de libre autodeterminación de los pueblos. Lo anterior deriva de las funciones de dichas misiones, específicamente del intento de cubrir la ausencia de un poder legítimo efectivo.
La viabilidad de esta propuesta radica en el trabajo del Presidente y el Congreso para aprobar la participación de las Fuerzas Armadas en dichas misiones y de la coordinación de los efectivos y entrenamiento previo para que su trabajo en las mismas sea de utilidad.
La ejecución de esta iniciativa, libre de violaciones a los principios de política exterior, podría concretarse a través de la restricción de actividades de los enviados nacionales, es decir, sin que ellos participen de alguna actividad que impida la libre autodeterminación de los pueblos y se enfoquen únicamente en cuestiones de apoyo humanitario y resguardo del orden público. No obstante, lograr lo anterior es poco viable dado que quien coordina a estas misiones de paz es directamente la Organización las Naciones Unidas y no encomienda tareas específicas a los participantes sino que se hace un trabajo en conjunto que difícilmente permitiría a los participantes mexicanos cumplir su función de manera congruente con los principio de política exterior promovidos por México.