Métodos de extracción y lavado y medios de transporte en las minas de Udías (Cantabria)

May 23, 2017 | Autor: Gerardo Cueto Alonso | Categoría: Industrial Heritage, Spain, Patrimonio Industrial, Cantabria, Patrimonio Minero, Mining and Geological Heritage
Share Embed


Descripción

GONZÁLEZ REDONDO, F. A. (coord.) (2015) Ciencia y Técnica entre la Paz y la Guerra. 1714, 1814, 1914. Madrid, SEHCYT, pp. 1257-1264.

___________________________________________________________________________

MÉTODOS DE EXTRACCIÓN Y LAVADO Y MEDIOS DE TRANSPORTE EN LAS MINAS DE UDÍAS (CANTABRIA) Gerardo J. Cueto Alonso

(1)

(1) Departamento de Geografía, Urbanismo y Ordenación del Territorio, Universidad de Cantabria. Santander, Cantabria (España) [email protected]

Resumen Los yacimientos de mineral de zinc de Udías (Cantabria) fueron descubiertos a mediados del siglo XIX y de inmediato puestos en explotación por la empresa francesa Compañía de Minas y Fundiciones de la Provincia de Santander, poco tiempo después la belga Real Compañía Asturiana de Minas se sumó al negocio minero, a partir de 1885 será prácticamente la única que continúe en actividad en Udías, una vez adquirida las minas de sus competidores. La historia de estas minas refleja perfectamente los altibajos del mercado fluctuante de minerales de zinc, con épocas de auge a las que se suceden crisis profundas, como la que prácticamente paralizó la actividad en los años inmediatamente posteriores a la I Guerra Mundial y sobre todo la que llevó al cierre de las minas en 1932, que no se volverían a reabrir hasta casi un cuarto de siglo más tarde. Durante la primera etapa de explotación continuada desde 1855 hasta 1932 se fueron modernizando los métodos de explotación, preparación de minerales, lavado, transporte… pasando de un sistema muy rudimentario a ir incorporando aquellos adelantos técnicos más apropiados para realizar una explotación rentable de las minas. Los años veinte del siglo XX supusieron a culminación de este proceso innovador. Así, del sistema de explotación a cielo abierto de los primeros años se llegó a la generalización de la extracción subterránea con modernos pozos; de los métodos de lavado y calcinación primitivos se pasó a un acabado sistema con lavaderos mecánicos, hornos de cuba y de reverbero…; y de un sistema de transporte precario por caminos de tierra a la adopción de prácticamente todos los medios de transporte moderno que se empleaban en las minas de la época: un ferrocarril minero de más de tres kilómetros con varios ramales a las zonas de extracción, dos planos inclinados para bajar el mineral de la parte alta de las concesiones a los lavaderos, y un tranvía aéreo de casi tres kilómetros y medio para llevar el mineral una vez enriquecido hasta el puerto u otras instalaciones de la compañía. Palabras Clave: Minería, Zinc, Extracción, Lavado, Transporte.

EXTRACTION, WASHING AND TRANSPORTATION IN THE MINES OF UDÍAS (CANTABRIA) Abstract The zinc mines of Udias were discovered in the middle of the 19th century and immediately the French company Compañía de Minas y Fundiciones de la Provincia de Santander started their exploitation, soon after the Belgian Real Compañía Asturiana de Minas joined the mining business, from 1885 onwards it will be practically the only company which continued working in Udías, once they purchased the mines of their competitors. The story of these mines perfectly shows the ups and 1257

1258

Ciencia y Técnica entre la Paz y la Guerra. 1714, 1814, 1914

__________________________________________________________________________________________

downs of the fluctuating zinc market, with periods of growth followed by deep crisis, such as the one that practically stopped the activity in the years after the First World War and above all the crisis that provoked the closing of the mines in 1932, mines that would be reopened again nearly a quarter of a century later. During the first period of a continued exploitation from 1855 to 1932 the methods of extraction, preparation of minerals, washing, transportation were modernized, going from a very rudimentary system to add those most adequate technological advances to carry out a more profitable extraction. The twenties of the 20th century represented the zenith of this innovating process. It went from the open pit mining of the first years to the subterranean extraction with modern pits , the archaic washing and calcination methods gave way to a system with mechanical washing sites, shaft and reverberatory furnaces, from a precarious means of transport along dirt paths to adapt nearly all the modern means of transport used in the mines of that period: a more than 3 kilometer long mine railway with several branch lines to the extraction areas, two inclined planes to take the mineral from the top of the concession to the washing sites and a three-kilometer-long aerial tramway to carry the mineral to the port or to other company facilities. Keywords: Mining, Zinc, Extraction, Washing, Transportation.

1. APUNTES SOBRE LA HISTORIA DE LAS MINAS DE UDÍAS

1

El descubrimiento de las minas de zinc de Udías se enmarca en lo que los contemporáneos denominaron “mino-manía” o fiebre minera que afectó a la antigua provincia de Santander a mediados del siglo XIX. De hecho, la primera mención a una mina de calamina se debe a un informe redactado por el ingeniero de minas Pío Jusué y Barreda sobre una mina de plomo registrada en el 2 vecino pueblo de Comillas . En 1855 con el objeto de explotar el coto comillano, que se había ampliado hasta el municipio de Udías, se constituyó en París por iniciativa del banquero Jean Jacques Chaviteau la sociedad Minas y Fundiciones de Santander. De esta manera y gracias al acondicionamiento del puerto de Comillas para el tráfico mineralero con Bélgica, comenzó la historia de la explotación del mineral de zinc en el municipio de Udías, que se prolongaría con intermitencias durante más de un siglo. Esta discontinuidad se debía fundamentalmente a las fluctuaciones del mercado de minerales, que en épocas de recesión no aconsejaban mantener en explotación el coto de Udías. A la compañía francesa le saldría muy pronto un duro competidor, la poderosa Real Compañía Asturiana de Minas, que en los años cincuenta también comenzó a denunciar minas en el municipio de Udías, lo que años más tarde originaría algunos pleitos entre ambas por la propiedad de algunas minas. Aunque en los primeros años Minas y Fundiciones obtuvo unos resultados muy satisfactorios, se vio muy afectada por la retracción del mercado de minerales en los años sesenta; una situación de crisis de la que no se sobrepondría para terminar por tener que vender en 1885 sus minas a su gran rival la Asturiana, que de esta manera se convertía en la compañía hegemónica en Udías y en general en Cantabria. No obstante, los nuevos propietarios no realizarían grandes inversiones en el coto minero hasta los primeros años del nuevo siglo cuando la coyuntura de los mercados volvió a ser positiva; es en esa primer década cuando construyó, como veremos, unos nuevos lavaderos, nuevos ramales de ferrocarril y un cable aéreo. El auge de la minería zincífera en estos años explica la presencia de 1 2

Véase SIERRA ÁLVAREZ [2004], CUETO ÁLVAREZ [2008, 2010]. Revista Minera, 1864, p. 226.

Métodos de extracción y lavado y medios de transporte en las minas de Udías (Cantabria)

1259

__________________________________________________________________________________________

nuevas compañías mineras en Udías, varias de capital extranjero, como Sindicat Minier, la Compañía Minas de Zinc de Udías o la Sociedad Corona, cuya explotación se centró en minas marginales, por lo que cuando el mercado volvió a caer abandonaron el negocio. La I Guerra Mundial supuso un punto de inflexión en un mercado en caída. El estallido de la guerra en Europa que fue dramático para la otra gran minería de la región, el hierro, para el zinc tuvo el efecto contrario, con una asombrosa alza de las cotizaciones del zinc. Aunque para la Asturiana no fue tan positivo por cuanto su fundición de Auby (Francia) fue pronto ocupada por tropas alemanas, por tanto el mineral extraído en Udías se destinó en su totalidad a la fábrica de Arnao (Asturias). En este periodo reabrió algunas labores antiguas y acometió la construcción del Pozo del Madroño. Esta coyuntura favorable tuvo su punto final con el armisticio, que vino acompañado de una 3 depreciación de la moneda extranjera y un alza de los fletes que se prolongó hasta 1921. De nuevo, un alza del mercado permitió a partir de ese momento poner en explotación a gran escala las minas de Udías, que vivieron hasta principios de la década siguiente una nueva época de esplendor, hasta 4 que en 1932 las minas cerraron incapaces de rentabilizarse por la crisis mundial , que se prolongaría a causa de la Guerra Civil y la II Guerra Mundial hasta los años cincuenta. Una vez concluida la Guerra Civil, la Asturiana realizó una serie de sondeos en las antiguas minas, aunque los resultados debieron ser positivos la situación del mercado internacional no aconsejó su puesta en explotación hasta los años cincuenta. Fue el canto de cisne de las minas que fueron definitivamente cerradas en los años setenta. En definitiva, la historia de las minas de Udías, conocidas desde época romana seguramente y explotadas discontinuamente durante más de 120 años en época contemporánea, nunca tuvieron la riqueza de las vecinas minas de Reocín, por lo que siempre su explotación estuvo condicionada por los mercados, ya que sólo cuando los precios eran remuneradores convenía su apertura.

2. EL PROCESO PRODUCTIVO

5

Como se ha indicado, el periodo entreguerras fue una de las épocas de esplendor de las minas de Udías, cuando funcionaban a pleno rendimiento gracias a los avances técnicos en materia de extracción, preparación y transporte que se habían implementado en años anteriores, pero que en ese momento alcanzaban su cénit. En las siguientes líneas se pretende realizar una aproximación al proceso productivo centrado principalmente en esa época. 2.1 El laboreo de las minas Como es frecuente en muchas minas, y en el caso de las de zinc de Cantabria aún más, en los primeros años de explotación predominaba la extracción a cielo abierto, aunque paulatinamente las labores subterráneas fueron adquiriendo más importancia a medida que era necesario extraer minerales a mayor profundidad. Así, en los años veinte del siglo pasado prácticamente toda la producción se extraía por medio de galerías y pozos: “Desde la hondura de la mies veía el monte, ondulante como las olas, señero y adusto sobre la ribera sativa, herido por anchurones que le desangraban en corazón” [ESPINA, 1969, p. 31]. En el laboreo de las minas de Udías no existían problemas de entibación, ventilación y desagüe. Debido a que la roca encajante era muy resistente, las galerías y los grandes vanos abiertos por la explotación (algunos de hasta 40 metros de altura) se sostenían sin necesidad de 3

Estadística Minera de España, 1919, p. 356. Estadística Minera de España, 1932, p. 359. 5 Véase DEL CAMPO [1929]. 4

1260

Ciencia y Técnica entre la Paz y la Guerra. 1714, 1814, 1914

__________________________________________________________________________________________

entibación. Por su parte, la ventilación y el desagüe se hacían de manera natural, este último gracias a la existencia de un gran soplado que daba lugar a un río subterráneo. El método de explotación era una variante del sistema de huecos y pilares en el que éstos no se colocaban de forma regular, sino en donde la metalización era pobre o se trataba de estériles. El mineral todouno arrancado se transportaba por medio de vagones basculantes por las galerías hasta el exterior traccionados a mano o por medio de caballerías. Para el barrenado la Asturiana disponía en esas fechas de cuatro martillos perforadores tipo Ingersoll, cuyo servicio se realizaba desde el Pozo del Madroño; como explosivo se empleaba la dinamita goma número 2. “Y de pronto, en lo sumo de la altura lejana, se enciende un hacho fulgurante que alumbra una caverna monstruosa: es el hueco del monte vaciado por la explotación. Han quedado allí erguidas las zonas estériles que forman columnas de sostén entre los respaldos del criadero, y están desnudos los huesos de la tierra, torcidos en contorsiones absurdas, atormentados en álabes dolorosos. La montaña, extirpada la carne de los senos, apoya su osamenta en llaves de dolomía, y construye en el vacío escollos, palacios, aras, sepulcros; erige monumentos, rasga balcones, traza caminos, cuela de sus ápices una sorprendente vegetación” [ESPINA, 1969, p. 38]. Para la salida del mineral al exterior se había abierto varias galerías y pozos, muchos de ellos no estaban operativos en los años veinte por cuanto desde la apertura del Pozo del Madroño la mayor parte de la producción salía por ese punto, ni siquiera el pozo de la mina Enriqueta parece que estuviera en uso en ese momento. El Pozo del Madroño (Figura 1) tenía una profundidad de 160 metros, de los cuales tan sólo estaban revestidos los primeros 16, por cuanto la caliza y dolomía que cortaba eran muy consistentes. Sus dimensiones eran de 4,175 por 3,30 metros divididos en dos compartimentos, uno más pequeño de 1,175 por 3,30 sonde estaban colocadas las escalas de madera y otro mayor de 3,00 por 3,300 por donde circulaban las dos jaulas capaces para dos vagonetas cada una.

Figura 1. Pozo del Madroño, en la actualidad (Fotografía del autor)

El castillete del pozo era de hormigón armado con una altura de 10 metros con el eje de las poleas a 7,50 metros sobre el suelo. Una cubierta de hormigón armado a cuatro aguas protegía el

Métodos de extracción y lavado y medios de transporte en las minas de Udías (Cantabria)

1261

__________________________________________________________________________________________

engranaje superior. Junto a él en un edificio también de hormigón armado se ubicaba la máquina de extracción con un motor eléctrico de 64 caballos de potencia permanente. En torno al castillete se encontraban los edificios característicos de cualquier explotación minera: compresor, lampistería, vestuario y almacén. “El suelo tiene apenas un suave declive, y en la parte que linda con la sombra lleva con él un río abandonado y espectral, a semejanza del Leteo: ha entrado allí por una grieta del monte y arrumba entre las cavidades silenciosas, dormido en los cadosos, apresurado en el 6 rebalaje que nunca se detiene” . 2.2 La preparación mecánica Una vez que el mineral se encontraba en el exterior se sometía a un primer escogido a mano. En una plaza habilitada para tal fin los obreros realizaban la primera separación reservando el mineral de mayor tamaño y ley que no necesitaba más preparación. El mineral restante era sometido a la monda, donde los obreros por medio de un martillo procedían a separar el mineral de la dolomía. El mineral escogido se almacenaba en pilas al aire libre en espera de ser transportado al lavadero o a los hornos, mientras la dolomía era arrojada a las escombreras. En estas labores se empleaban fundamentalmente a muchachas y chicos pequeños. En Udías había varias de estas plazas, una en Sel del Haya junto a la galería María, otra en la cabecera del segundo plano de La Rasa y la del Pozo del Madroño, ésta con un tendejón: “Llega arriba, perdiéndose de nuevo en el surco febril de las labores y entra maquinalmente en el taller de monda, un tinglado ancho y abierto donde las obreras, armadas de martillos tunden los pedruscos de la explotación para quitarles la ganga” [ESPINA, 1969, p. 34]. El mineral que no podía ser escogido a mano se transportaba por diversos medios, como veremos, hasta el lavadero, que en Udías contaba con todos los artefactos e instalaciones necesarios para un total aprovechamiento de las tierras mineralizadas. En los años veinte la Asturiana tenía varios lavaderos en Udías, uno en Cobijón, otro en La Gándara, sobre el que realizaremos la descripción del proceso, y otro en Canales, junto a la mina San Bartolomé. Las tierras eran tratadas en primer lugar en los trómeles deslodadores que las clasificaban en dos tamaños (menor y mayor de 10 milímetros). A cada lado del trómel se situaban sendos planchister, uno que clasificaba el mineral menor de 10 milímetros en siete clases y otro para los trozos mayores que se clasificaban en tres tamaños. Así separados pasaban a un sistema de cribas de émbolo lateral para separar por densidad el mineral de la dolomía, no obstante también había unas mesas de escogido a mano donde las mujeres procedían a la separación de la calamina de la blenda y la galena, así como de la dolomía. Al final de este proceso la calamina pasaba a los almacenes, la blenda y la galena se separaban para su transporte a Reocín donde la Asturiana disponía de los artefactos necesarios para su tratamiento y la dolomía se depositaba en las escombreras. Los lodos procedentes de las cajas pasaban a un laberinto donde se depositaba el mineral rico que era posteriormente tratado en una mesa Humboldt y una mesa giratoria. Por su parte, el agua sucia se pasaba por un clarificador para volver a ser empleada en el lavadero. “Es un enorme lavadero de mineral, un vertiginoso mecanismo que rueda y gira, choca y ruge con incesante clamor. Las mandíbulas de hierro devoran la calamina y la escupen en los coladores monstruosos para echarla después en un nuevo tamiz, a un inquieto canal, a un trémulo cajón. Aturden el vaivén continuo de las cribas, la rotación constante del tremel, que

6

ESPINA [1969, P. 44].

1262

Ciencia y Técnica entre la Paz y la Guerra. 1714, 1814, 1914

__________________________________________________________________________________________

igualan el material y la trepidación de las mesas giratorias, el crujido de las ballestas y los ejes, el movimiento de los tambores y las planchas; zunchos y rodillos, cables y zubias, el aire y el polvo, el agua y las piedras, tienen ritmos, gestos, curvas, fauces, una delirante voz de orgullo y de poder, la tremenda armonía de un vaso torrencial. En el segundo piso una guirnalda de obreras se ciñe a los lados de la cinta sin fin donde la calamina corre, mojada y temblorosa, al paso de los ágiles dedos que la depuran. Todo muerde y canta sobre los dóciles bustos de las mujeres que sonríen empapadas en sangre de la mina, envueltas en el grifo soberbio de la Industria” [ESPINA [1969, pp. 32-33]. Para estos talleres se disponía de dos motores eléctricos, uno de 48 caballos y otro de 15 caballos de potencia, éste para accionar la bomba centrífuga destinada a elevar el agua necesaria en el proceso que se tomaba del arroyo Cobijón [MAZARRASA, 1930, p. 589]. El lavadero de la mina San Bartolomé era movido por una máquina de vapor de 40 caballos. A la calamina almacenada le restaba aún un último proceso: la calcinación con el objeto de trasformar lo más completamente posible el carbonato de zinc en óxido, lo que daba lugar al enriquecimiento del mineral y a su vez reducía en un 33 % el peso de mineral a transportar hasta el puerto. La calcinación de la calamina gruesa procedente directamente de la monda efectuada a bocamina y los gruesos del lavadero se realizaba en tres hornos de cuba, mientras el mineral menudo y los finos del lavado que no se podían tratar en éstos se calcinaban en dos grupos de dos hornos de reverbero cada uno. Tradicionalmente en los hornos de cuba de Udías se empleó carbón ordinario graso, si bien en los años veinte tras unos ensayos positivos se utilizaban las escorias de los hornos de reverbero, es decir una especie de coque imperfecto. “… se va acercando a los hornos puestos en fila, solemnes y abrasadores. Los de cuba arden con las bocas cerradas, altos y mudos, sin mostrar una chispa ni un fulgor. Los de reverbero reciben la mena por la parte lejana del hogar y la calcinan con ayuda de rastros y espetones que la conducen al través de toda la solera. Desde cada boquilla, un obrero hurga con la zaragata el encendido vientre del laboratorio y con el remo boga en las ascuas vivas hasta sacar purificada la tierra; cunde un río de brasas al impulso del rodo candente y fulgen las escorias extraídas por el horcón. Estos hombres abocados a los hornos tienen estuosa la piel, jadeante el respiro, enfermiza la traza” [ESPINA, 1969, p. 33]. Cuando se produjo el cierre temporal de las minas en 1932 el lavadero mecánico constaba de cuatro motores eléctricos, dos transformadores, una bomba horizontal, una mesa redonda de cinco metros de diámetro, una mesa Humboldt, una mesa Butchart, dos bombas centrífugas, 17 cribas de émbolo, dos trómeles, cuatro planchister, dos laberintos spitzkasten y otro material diverso. Por su parte, contaba con tres hornos de reverbero cubiertos y tres hornos de cuba. 2.3 Los transportes El transporte de mineral estaba dividido lógicamente en dos etapas: una primera que servía para llevar las tierras mineralizadas desde la bocamina hasta los diferentes lavaderos, y una segunda que permitía la salida del mineral enriquecido, en el caso de la calamina, o en bruto, en el de la blenda y la galena, hacia su destino, el puerto y los lavaderos de Reocín respectivamente. En el coto minero de Udías encontramos un repertorio variado de infraestructuras de transporte que tanto Minas y Fundiciones como la Asturiana fueron construyendo a lo largo del tiempo: desde

Métodos de extracción y lavado y medios de transporte en las minas de Udías (Cantabria)

1263

__________________________________________________________________________________________

los caminos carreteros abiertos en los primeros años a modernos medios como planos inclinados, ferrocarriles o tranvía aéreo. Minas y Fundiciones disponía de dos lavaderos, uno de pequeñas dimensiones en Udías y el principal localizado en Comillas, por cuyo puerto también salía el mineral. Para el transporte de éste construyó un camino carretero, por cuanto entendemos que los caminos viejos no podían adecuarse al tráfico “pesado” de minerales que debían soportar. Desconocemos como realizaba la Asturiana el transporte en estas fechas, si bien cabe pensar que utilizaría caminos preexistentes para acarrear el mineral, por cuanto la rivalidad entre ambas compañías no invita a pensar en cualquier tipo de cooperación. Lógicamente a partir de 1885 y hasta la construcción del cable aéreo a Ontoria utilizó el viejo camino de Comillas. Naturalmente las compañías mineras construyeron sus propios caminos interiores de menor recorrido para conectar los tajos de arranque y bocaminas con los lavaderos, como el camino de La Rasa que recorría varias minas de este paraje hasta los hornos de Udías. En el conjunto sobresale la construcción de dos planos inclinados exteriores, uno desde La Rasa hasta una zona de escogido y otro desde este punto hasta los hornos, ambas de sólida factura pese a su escasa longitud (unos 350 y 300 metros respectivamente). Durante los primeros años del siglo XX, al albur de la mejora de las cotizaciones del zinc, se llevó a cabo el proceso de modernización de las infraestructuras de transporte. La construcción del Pozo del Madroño en 1915 vino acompañada de la construcción de un ferrocarril de unos 2.800 metros desde este punto hasta la plaza de hornos, cuyo trazado obligaba a la construcción de dos túneles, así como un ramal para conectar la galería María y las minas de Sel del Haya con la vía principal que sustituía a un camino carretero anterior (Figura 2). Asimismo, aunque probablemente sea más antiguo, también disponía de un ramal hasta el viejo lavadero de la mina Dolores. Para la tracción la Asturiana contaba con cuatro locomotoras, tres de vapor y una diesel.

Figura 2. Trinchera del ferrocarril entre el Pozo del Madroño y los hornos de calcinación (Fotografía del autor)

De mayor trascendencia en la organización del espacio minero fue el cambio adoptado por la compañía unos años antes en cuanto al destino del mineral. El puerto de Comillas a comienzos del siglo XX no se consideraba como un punto de embarque adecuado, ya que por una parte el transporte se realizaba en carros con la consiguiente limitación de capacidad de carga y su lentitud, y por otra parte, el puerto comillano no permitía un fácil acceso y salida a buques de cierto calado.

1264

Ciencia y Técnica entre la Paz y la Guerra. 1714, 1814, 1914

__________________________________________________________________________________________

La apertura del tramo entre Santander y Cabezón de la Sal del Ferrocarril Cantábrico en 1895 cuya línea discurría bastante próxima a las minas de Udías animó a la Asturiana a cambiar la orientación de la salida del mineral y concentrarla junto al de Reocín en el puerto de Hinojedo. En 1906 presentó un proyecto para la construcción de un cable aéreo que partiendo de los almacenes situados al pie de los hornos de calcinación de Udías siguiendo una alineación completamente recta de 3.410 metros terminara en una estación de descarga situada junto a la estación de Ontoria del citado ferrocarril; posteriormente presentó el proyecto para construir un ramal apartadero en este punto. El cable se apoyaba en 40 caballetes de madera y en las estaciones de carga y descarga, ambas también de madera. El cable entró en funcionamiento en 1910, para esa fecha también estaba concluido el necesario ramal entre el Ferrocarril Cantábrico y el Ferrocarril minero de Reocín a Hinojedo que partía de la estación de Puente San Miguel y permitía que la calamina se dirigiera hacia Hinojedo, mientras la blenda y la galena llegara a los lavaderos de Torres. En 1925, seguramente porque el tráfico de mineral había aumentado, la Asturiana decidió reforzar la infraestructura, para lo que sustituyó la mayor parte de los caballetes de madera por unos más sólidos de hormigón y construyó una nueva estación de descarga también de hormigón.

BIBLIOGRAFÍA CUETO ALONSO, G. J. (2008) “Una experiencia fallida en la minería del Norte de España: la Compagnie des Mines et Fonderies de la Province de Santander et Quirós, 1855-1888”. De Re Metallica, nº 10-11, pp. 47-56. CUETO ALONSO, G. J. (2010) “Siglo y medio de historia y organización de los espacios mineros del zinc en Cantabria”, en G. J. Cueto Alonso (ed.): La ruta del zinc del Cantábrico. Visiones sobre el patrimonio minero-industrial. Santander, Centro de Estudios Rurales de Cantabria, pp. 27-64, (edición en CD). DEL CAMPO, L. (1929) Minas de cinc de Udías. Manuscrito. Biblioteca Histórica de la Escuela de Minas de Madrid, PROY.30 CAM MIN. ESPINA, C. (1969) El metal de los muertos. Madrid, Ed. Magisterio Español (1º ed. 1920). MAZARRASA, J. M. (1930) “Estudio de los criaderos minerales de la provincia de Santander”, Boletín Oficial de Minas Metalurgia y Combustibles. SIERRA ÁLVAREZ, J. (2004) “Paisaje y patrimonio mineros en Udías, Cantabria”, Ería, nº 63, pp. 59-71.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.