METODO TEOLÓGICO DE CORRELACIÓN PROPUESTO POR PAUL TILLICH COMO RESPUESTA AL DESAFIO ECLESIAL CONTEXTUAL: LA IGLESIA Y TEOLOGÍA DEL SIGLO XX AL SIGLO XXI

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METODO TEOLÓGICO DE CORRELACIÓN PROPUESTO POR PAUL TILLICH COMO RESPUESTA AL DESAFIO ECLESIAL CONTEXTUAL: LA IGLESIA Y TEOLOGÍA DEL SIGLO XX AL SIGLO XXI. Por Samuel Murillo

Contenido

Introducción ---------------------------------------------------------------------------------------- 3

TEMA I 1. Dialéctica – Hegel ----------------------------------------------------------------------------- 6 1.1. Dialéctica Cristiana ----------------------------------------------------------------------- 7

TEMA II 2. División del Cristianismo al comenzar el siglo XXI ------------------------------- 8 2.1. Implicaciones Litúrgicas ---------------------------------------------------------------- 8 2.2. Implicaciones Eclesiológicas --------------------------------------------------------- 10 2.3. Implicaciones Soteriológicas --------------------------------------------------------- 11

TEMA III 3. El llamado a la unidad del Cuerpo de Cristo --------------------------------------- 11 3.1. El Shalom Cumplido en la Perfecta Comunión del Padre, El Hijo y El Espíritu Santo – J. Moltmann --------------------------------------------------------- 12 3.2. Missio Dei durante el siglo XXI – Karl Barth -------------------------------------- 13

Conclusiones ------------------------------------------------------------------------------------- 14 Bibliografía ---------------------------------------------------------------------------------------- 15

Introducción

 

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¡Dios ha muerto!, ¡Ya nada me demuestra que el hombre puede llegar a creer en algo!, ¡No hay futuro para la iglesia y la fe cristiana!, a pesar de ser una generación de grandes teólogos y de proponer modelos filosóficos racionales formidables para responder a la crisis contextual de guerra, muerte y destrucción global, en donde cristianos mataron cristianos en nombre de sus países, gobiernos, e ideologías, varios de ellos expresaron no percibir futuro alguno para la Fe cristiana. Dicho concepto es una tensión teológica de fondo que debe ser analizada en profundidad y no solo de forma conceptual o estadística como un fenómeno sociológico, sino de igual forma, analizar sus dimensiones Bíblicas, eclesiológicas y soteriológicas en su tiempo y como bien lo hemos enfatizado en el titulo de este escrito, buscar correlacionar la historia del siglo que hemos dejado atrás en tiempo y espacio para relacionarlo con las ideologías que aun permanecen y los nuevos modelos en fondo y formas que han surgido como reto al cristianismo de nuestro tiempo. Algunos teólogos se arriesgaron a exclamar la extinción del cristianismo ante la barbarie

que

presenció

dicha

generación,

lo

cual,

sociológicamente

y

estadísticamente no fue del todo incorrecto, hoy podemos ver una Alemania que ya no es disputada por el Catolicismo Romano o la Iglesia Luterana, o a una Suiza que ya no es disputada por la Reforma de Calvino, Zwinglio o Lutero, o así como una Ciudad de Praga que ha dejado atrás el asedio de la inquisición o del comunismo dictatorial en disputa con el pensamiento y reforma de Jan Hus, sino que mas bien ahora lo que tienen en común los ejemplos mencionados y en lo que han logrado unificar a sus pobladores, efectivamente es en su mayoría indiferente a las Instituciones eclesiales y a la Fe misma (al menos como la Fe cristiana y el dogma lo instituyó por varios siglos), ahora predominan los agnósticos, los que expresan su fe mediante una filosofía o experiencia personal o incluso los que han afirmado que pueden vivir mejor sin fe, todo ello, concluye en que las expresiones de Bultmann, Nietzsche y/o Bonhoeffer fueron parcialmente correctas a lo que hoy es el contexto del hemisferio norte: La Secularización.

 

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Por otra parte, apelando a la teología y Sacramentalidad misma de lo que la iglesia es, y la dinámica dependiente no directamente proporcional a sus miembros (al cuerpo) o a los creyentes sino en una dependencia profunda y arraigada en la Tradición Viva que ha permanecido por mas de 2,000 años, es decir, la presencia constante del Dios Creador, Renovador y Sustentador como quien sostiene, alienta, guía y acompaña el máximo proyecto de Vida lleno de misterio pero revelado a su vez para dar esperanza a todo lo que en el mundo habita, a todo lo que en su momento fue bueno y fue creado. En otras Palabras, la iglesia simplemente Es en El y ha de continuar siendo por El y no por nosotros pero a pesar de nosotros, por ello, la fe que se centralizó en imperios

y

poderes

corrompidos,

en

medio

de

guerras,

invasiones

y

manipulaciones, la fe que hasta el siglo XX se había mantenido en Europa como el origen, a partir de dicho clímax de destrucción, comenzó a sufrir ciertos cambios que pueden analizarse sociológica y estadísticamente hablando. El primer gran cambio es que ahora la iglesia como origen, no se encuentra mas en el hemisferio norte, sino que ahora reside en el hemisferio sur1, y de igual forma, las distintas tradiciones hoy se distribuyen a nivel global con una población de 2 billones de cristianos, en donde el 50% son Católicos Romanos, el 25% son Ortodoxos (Este y Oriente), los miembros de todas las Iglesias históricas de la Reforma (Luteranos, Reformados y/o Presbiterianos, Menonitas, Moravos, Anglicanos) y los miembros de las recién surgidas (a lo largo del siglo XVIII – XIX) iglesias Evangélicas en Estados Unidos de América (Bautistas, Metodistas, Evangélicos, etc.), y el ultimo 25% son las nuevas iglesias pentecostales en sus tres clasificaciones; clásicos pentecostales, carismáticos y neo pentecostales.2

                                                                                                                1  Research Center, Pew. Global Christianity – A report on the size and distribution of the Worlds Christian Population (The Pew Forum, 2011) p. 9.  

2  Ibid,  pp.  9-­‐10.    

 

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No es la primera vez que la fe cristiana traslada su origen global, en sus inicios podemos recordar comunidades de creyentes que se reunían en casas y que cada día eran añadidos aquellos que habrían de ser salvos, había diversidad en las comunidades de cristianos pero unidad en la Fe, Un bautismo, Un Señor y Padre de todos. En los primeros siglos el cristianismo se centro geográficamente en lo que hoy conocemos como medio oriente y norte de África: Antioquia, Etiopia, Jerusalén, Grecia, Siria, Sur de lo que hoy es Italia y Turquía, no fue hasta el siglo IV que por fenómenos sociológicos pero también políticos, el cristianismo se oficializa en el imperio Romano y es a partir de ahí y hasta el siglo XIX – XX que el origen del cristianismo permaneció centralizado geográficamente en Europa, inicialmente en la Ortodoxia (Roma, Constantinopla, Alejandría, Antioquia, Jerusalén), a partir del Concilio Ecuménico de Calcedonia (451 d.C.) se divide entre Ortodoxia del Este y Oriente, y a partir del año 1,054 centralizado en la misma región geográfica pero dividido entre la Ortodoxia del Este y la Iglesia Latina del Oeste (Centrado en Roma). Hasta el surgimiento del pensamiento de los Reformadores el Oeste de Europa comenzó a extenderse en diversidad pero en una mayor división entre los creyentes, surge la Reforma Checa con Jan Hus, la Reforma Alemana con Lutero, la Reforma Suiza con Zwinglio y Calvino y un par de siglos después, la Reforma de Inglaterra y la Iglesia Anglicana. A lo largo del segundo semestre del 2016 y a el año 2017 hemos de celebrar la el inicio de la Reforma, situación y auge cristiano que en su tiempo y hasta ahora ha dado frutos positivos, pero en las dimensiones de Unidad, como la Unidad que es otorgada como un don de Dios, me pregunto que tanto hemos omitido un análisis a consciencia conforme a la Fe al grado de que hoy celebramos los cismas, divisiones y muertes que han causado las divisiones humanas que hemos hecho al cuerpo de Cristo, cuerpo que por definición no puede ser dividido y fragmentado y que al pretender hacerlo simplemente hemos de terminar negando la Fe y la comunión misma con Dios. En otras palabras, ejemplificándolo en una dinámica familiar; seria como si

 

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celebráramos que el Padre ya no tenga relación con el Hijo, que la esposa no tenga comunión con el esposo y que el resto de los hijos odien al Padre. He mencionado detalladamente lo anterior como lo que considero elementos históricos trascendentales en la tensión de la correlación dialéctica que envolverán a lo largo de este escrito: Secularización, hemisferio sur y “nuevas iglesias cristianas” a la luz de la Sacramentalidad y Unicidad de la Iglesia como don de Dios correlacional solo en El y dependiente solo de El en la permanencia de la misma a lo largo del siglo XXI. TEMA I 1. Dialéctica – Hegel La tensión dialéctica que Hegel propone, depende de sus premisas que hacen un ciclo una y otra vez a lo largo de los distintos fenómenos contextuales y sociales de la vida humana: la Tesis, la Síntesis y la Antítesis. En donde la Tesis impone el orden y ruta a seguir hasta que por medio de nuevas síntesis la antítesis logra sobreponerse a la Tesis previa, una lucha constante que a lo largo de la historia se ha visto imperar en diversas circunstancias por medio de la imposición del poder, ideologías y nuevas propuestas de orden social, político, económico, etc., de esta forma puede analizarse y describirse toda la era cristiana desde casi todas las perspectivas contextuales y culturales, en donde incluso al pretender incluir los poderes centralizados en la iglesia e intereses humanos dentro de ella, de forma organizacional se ha dado pero pocas veces es que perdura cuando pretendemos no asumir y responder a nuestra posición dentro de la Creación, en otras palabras, considero que tal ciclo no puede continuar en la misma dinámica cuando se refiere a la comunidad de Fe, la cual esta conformada por seres humanos, pero a pesar de nuestra insistencia por secularizar a la Iglesia misma, persiste ahí la permanencia de Dios mostrándonos cual es el ciclo que ha de cumplirse como naturaleza del orden Creador, creación e ideas o iniciativas de la creación.

 

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1.1. Dialéctica Cristiana Desde la perspectiva cristiana en donde impera la Sacramentalidad del orden divino, siendo la iglesia en donde el cielo y la tierra convergen, en donde los misterios revelados de Dios y lo que pareciera ser una vida sin sentido al no tenerle, entiende entonces la creación su origen para poder así construir juntos el porvenir, en donde el Shalom ocupa un eje central en la vida ofrecida al hombre lleno de ideas, creatividad y diversidad. Por lo anterior, las variables Tesis, síntesis y antítesis adquieren un orden tal en donde aportamos premisas como síntesis a la Tesis Creadora, Renovadora y Sustentadora que se ejemplifica perfectamente en El Padre, El Hijo y El Espíritu Santo acompañando a pesar de que en muchas ocasiones a través de la historia hayamos ocupado el lugar de la antítesis al pretender usurpar el lugar que es por naturaleza divino, sin embargo, la invitación constante por medio de la síntesis se convierte en lo que en la ortodoxia se entiende como la Theosis, o lo que en términos protestantes o Wesleyanos entendemos como la perfección cristiana, el medio por el cual podemos estar en contra de Dios para aportar síntesis que glorifiquen y se centren en reconocer a la Tesis de todas las Tesis, al Dios que ha acompañado a la iglesia a través de todos los tiempos y por medio del cual la creación misma no se envuelve en una entropía caótica sino que por medio de las Tres Personas en Dios entendemos que el caminar en fe no es una utopía sino una Esperanza palpable en un Dios que ofrece en cada instante, cada paso y decisión, su mano para salir del demiurgo desesperanzador y destructor en el que nos hemos embarcado como antítesis destructora de la vida, del prójimo y de nuestra casa común, por ello, es que al buscar correlacionar y brindar un puente, es necesario, que entendamos las variables para así asumir nuestra posición no como predestinada o asumida previamente sino como nuestra posición natural dependiente de la libertad que encontramos en la máxima premisa que solidifico y nos mostro la posición de la Tesis al ser consumada por medio de la cruz.

 

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TEMA II 2. División del Cristianismo al comenzar el Siglo XXI Hemos comenzado el siglo XXI en nuestro papel de antítesis al continuar negando la unicidad del Cuerpo que en teoría ha de producir las premisas que testifiquen de la Tesis, ¿como pues una familia dividida ha de honrar el hogar al que pertenece? El Consejo Mundial de Iglesias define tal situación como una situación anormal en la que confesamos teóricamente la premisa del Credo Niceno; Una Iglesia, Santa, Católica y Apostólica pero al mismo tiempo vivimos sin la conciencia y lo que implica caminar en dirección contraria a la oración del Maestro3, y en lugar de consumar en nosotros la unidad de la Fe como Pablo nos invita a hacerlo4, pareciéramos negar la luz admirable de la Palabra implantada en las innumerables divisiones y discusiones que encaminan a los que nos rodean al ateísmo y la secularización de lo que es imposible de secularizar; la iglesia. Tan solo en nuestro país, son miles las asociaciones religiosas registradas como cristianas, algunas de ellas pretendiendo monopolizar la Tesis en la localidad de su asamblea o denominación, olvidando que es imposible asumir tal premisa para pretender tomar el control de la Tesis, sino que por el contrario, nos volvemos la máxima antítesis a la Tesis, que en lugar de ser reconciliadora para ensalzar la posición Creadora, Reconciliadora y Sustentadora, termina asumiendo sabiduría humana, antinatural y diabólica.

2.1. Implicaciones Litúrgicas Las implicaciones litúrgicas de lo anterior es de vital importancia para la correlación teológica para nuestro tiempo, ya que la pregunta inicial a los creyentes de hoy, seria, ¿Para que nos congregamos? ¿Cuál es la razón de ser                                                                                                                 3  Sagrada  Biblia,  RVR60,  Juan  17   4  Sagrada  Biblia,  RVR60,  Efesios  4:1-­‐7    

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del culto? Para muchos al ser parte de la Antítesis insustancial y superficial surge la insustancial y superficial respuesta ritual o legalista que esta llena de opiniones pero carece de sentido y argumento epistemológico en el ethos de la fe misma. Si analizamos en el origen y teología de la liturgia, la correlación inmediata con respecto a la Sacramentalidad de la asamblea, el ethos del congregarse era la celebración del Cristo vivo, tiempo que era consumado mediante la celebración en Unidad de la Eucaristía, como símbolo vital de comunión, unidad, y entendimiento de la Tesis Creadora, Reconciliadora y Sustentadora en perfecta estabilidad e interacción en dimensiones inimaginables pero palpables en la Vida de los creyentes. No fue hasta el siglo XVI que la centralidad en la Sacramentalidad de la comunidad dio un giro inesperado hacia la homilía, se buscaba que en la homilía se pudiera expresar verbal y racionalmente la Universalidad de la Tesis, ¡Oh Gran desgracia, temor y herejía! Asumir y centralizar en nuestra responsabilidad en el Kerygma, en nuestros labios, nuestra boca, nuestro ser, la centralidad de lo Sagrado y el mensaje de lo Eterno, la antítesis buscando definir por medio de la premisa a la Tesis, en lugar de continuar permitiendo a la Tesis revelarse en la Espiritualidad y deleite de la Sacramentalidad de la Asamblea por medio de los misterios divinos, los cuales habían sido experimentados hasta entonces por medio del ser completo como creyentes, es decir, el olfato, el gusto, el tacto, la vista, el oído eran parte de la completa experiencia y conocimiento de la Tesis, a partir de la Reforma se pretende que únicamente a través de la razón comprendamos o peor aun expresemos y expliquemos lo muchas veces incomprensible, no porque sea un mensaje oculto o no revelado, sino mas bien, ¿como podríamos nosotros como hijos definir y explicar lo que ha precedido a nuestro tiempo en relación con nuestros padres? ¿Podríamos dar una cátedra con respecto a la juventud y niñez de nuestra madre o padre? ¿O son nuestros abuelos y padres los que nos instruyen sobre todo lo que desconocemos? Muchos dirán, pero el Kerygma se basa en la Palabra y la Palabra es viva y trascendente, ¡Cierto!, pero gran parte de la falta de correlación en nuestros días es por la

 

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inversión en la responsabilidad teológica en el contexto geográfico expresado en la introducción de este escrito. Es decir, el analfabetismo teológico imperante en el hemisferio sur, limita por completo dicha responsabilidad en el Kerygma y nos ha llevado a la crisis litúrgica del presente, la herejía de basar la Sacramentalidad y comunión de la reunión de creyentes en la música de contenido desconocido, secular, ajeno a la Fe y por consiguiente contrario a la Tesis y promotor de la secularización y falsa expectativa de la experiencia cristiana. 2.2. Implicaciones Eclesiológicas Las implicaciones eclesiológicas son directamente proporcionales con la experiencia litúrgica, al no tener razón definida en nuestros días para congregarnos y haber pasado de celebrar al Cristo vivo consumando la comunión y unidad de la asamblea entre si y con Dios por medio de la Eucaristía y haber llegado a centralizar la fe en la música, surge la pregunta sobre ¿Qué es la comunidad de creyentes para nosotros? Después de ser la comunidad que era el cuerpo paso a ser el auditorio que escuchaba al predicador y ahora con la vertiente evangélica y pentecostal, se ha redimensionado a los creyentes simplemente como individuos, una especie de eclesiología definida por la ley de ‘sálvese quien pueda’ y quien se sienta salvo entonces hunda, agreda, lastime y ahuyente a los demás, que son vistos como pecadores, indignos y ajenos al mensaje del que cada quien se declara portador pero al mismo tiempo lo negamos como antítesis al haber pasado indiscriminadamente de la Universalidad de la Santa Iglesia a la experiencia personal de una persona que se siente salva por lo que canta, repite y escucha, pero muy pocas veces experimentando la función que históricamente la Tesis permanentemente ha expresado como Creador, Reconciliador y Sustentador.

 

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La premisa en dimensiones eclesiológicas nos lleva a un individualismo ajeno al Cuerpo, buscando cada miembro hacer y deshacer como le plazca, ignorando todo daño e incongruencia que la Tradición Viva nos muestra para hacernos volver a la Sacramentalidad que nos es ofrecida en donde Cristo es la cabeza. Pero en el nuevo orden eclesial se pretende que la Tesis sea utópica para pretender ser nosotros esa tesis secularizada, aplicando la dialéctica de Hegel como es aplicado a todo lo demás en el mundo pero imposible de aplicarse a la Santa Iglesia Universal. 2.3. Implicaciones Soteriológicas Es solo una vaga idea momentánea que nos lleva a darle vueltas a la idea, discutir, dividirnos, destrozarnos si es que así lo permitimos unos para con otros, mientras la Tesis en medio de nosotros presencia el duelo. Duelo a muerte que en los primeros siglos acompañaba a los que padecían en el circo romano ante las fieras que despedazaban a aquellos mártires que lo daban todo para alcanzar la Theosis cumplida siendo trigo en los dientes de las fieras para ser presentado como pan limpio de Cristo5 y ello implicaba la centralidad soteriológica como obra consumada para ser premisa que anunciaba de forma clara y concisa el mensaje de Vida, sin embargo, ahora la Tesis Creadora, Reconciliadora y Sustentadora ha de parecer confundida y dolerse por la antítesis que insiste en posicionarse en contra del mensaje, del banquete ofrecido, en donde pareciéramos aferrarnos a la vida de muerte en lugar de a la muerte de vida, la locura que la premisa divina ofrece cuando asumimos el orden eterno establecido.

TEMA III 3. El Llamado a La Unidad del Cuerpo de Cristo                                                                                                                 5  Ignacio  de  Antioquia  rumbo  al  martirio,  recuperado  el  14  de  febrero  de:   http://www.adorarenespiritu.org/index.php?articulo=85    

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Nuestra responsabilidad entonces en la Theosis correlacional transitoria del siglo XX al siglo XXI es vital, no como dependiente a nosotros sino mas bien para dejar de una vez por todas de asumir nuestro papel de piedra de tropiezo para volver a ser aquellas piedras vivas como brazas encendidas en comunidad y dependientes solo de la Tesis Creadora, Reconciliadora y Sustentadora. Como parte de la antítesis cristiana no puede consumarse el ciclo de orden divino si no buscamos entender y asumir la comunión perfecta que nos es ofrecida, dejar a un lado la peste y las plagas de este mundo para deleitarnos del banquete ofrecido a todos aquellos que buscan no de forma individual posicionarse sobre el otro sino volver a la comunidad que ha de dejar de ser antítesis para convertirse en la premisa constante y dinámica que ha de anunciar las buenas nuevas de vida y libertad que hay en Su Verdad, esa premisa en comunidad Universal que no tiene apellidos denominacionales sino que busca de forma tan sencilla pero contundente mantener la comunión con la Tesis que la Crea, que la Reconcilia en comunidad y que la Sustenta para no volver a su condición de antítesis opositora a lo divino. 3.1. El Shalom Cumplido en la Perfecta Comunión del Padre, El Hijo y El Espíritu Santo – Moltmann Jürgen Moltmann después de 50 años de su Teología de la Esperanza y su concepción

Trinitaria

de

Dios,

sigue

cuestionándonos

¿Dónde

es

que

encontramos o concebimos la unidad de Dios?6 Dicha respuesta puede abordarse desde la perspectiva humana que como lo he explicado anteriormente es contrario a la apologética que buscamos hacer, ya que llegaremos a miles de respuestas, interpretaciones, gustos, formas y colores de unidad, los cuales son concebidos desde nuestra propia limitación, imperfección y naturaleza, sin embargo, si contemplamos dicha Unidad como el don Divino que en si misma es, lo encontramos esencialmente en la relación intrínseca, constante y perfecta la Tesis que asume su rol Creadora como la persona del Padre, Reconciliadora como la                                                                                                                 6  Moltmann,  J.  The  Living  God  and  the  Fullness  of  Life.  Geneva:  WCC  (2016).  pp.  62.      

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persona del Hijo y Sustentadora como la persona del Espíritu Santo, todo esto abarcado esencialmente en las obras ‘ad intra’ en donde El Hijo es como el Padre y El Espíritu procede del Padre el cual tiene contentamiento en el Hijo. Y es aquí donde toma sentido la permanencia de nosotros en El como El mismo lo es

en

si,

Moltmann

añade

explicando

las

obras

‘ad

extra’

ligadas

permanentemente con las obras ‘ad intra’ de la Trinidad, donde la representación judaica lo describe como Shekinah o mas adelante en la patrística se representa como la perichoresis7. Dicha invitación en medio de la división de nuestro tiempo que ha encaminado al ateísmo y la secularización permanece constante, volvernos a El no para definir la unidad como si surgiera de nosotros, sino permitir que el Dios Trino exprese con sencillez y majestuosidad la Unidad que caracteriza no únicamente a la Tesis, sino que da el sentido permanente y soteriológico a la premisa fiel que huye de ser antítesis, sino que busca honrar como premisa constante a la Tesis Trinitaria por excelencia. 3.2. Missio Dei durante el siglo XXI – Karl Barth Cuando el cristianismo se centralizaba en Europa se producía pensamiento, teología, filosofía que de una forma u otra buscaban correlacionar, renovar, crecer y ofrecer una opción de esperanza, sin embargo, ahora que la responsabilidad cristiana esta en el hemisferio sur, en pueblos e iglesias que se acostumbraron a depender social y políticamente de los pueblos que les han colonizado por siglos, pareciéramos permanecer estupefactos ante la responsabilidad del Kerygma como fuente de origen de la fe cristiana como referente global. Por ello, debemos recordar que no caminamos solos, que la Misión de Dios descrita por Barth sigue vigente y somos llamados a renovar nuestro pensamiento en El y nunca olvidar que es Dios mismo participando en la misión, de su misión de paz, justicia y amor para con un mundo que padece las mismas circunstancias de guerra que hace cien años. Es necesario redoblar esfuerzos no de predicación                                                                                                                 7  ibid,  pp.  63    

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verbal momentánea mediante la homilía (lo cual no es malo ni innecesario), sino mas bien, volvernos a nuestra condición de comunidad, quienes testifican por medio de la comunión que hemos encontrado y alcanzado en El, como fuente necesaria e incondicional de vida, testificando así no como un mensaje forzado que muchas veces ni siquiera nosotros mismos creemos, sino mas bien, deleitándonos en El y como aquellos salmistas expresar la dulzura, alegría, gozo y plenitud que es verdaderamente recobrar el sentido del Shalom cumplido en nosotros y reflejado a través de nuestras acciones llenas del amor de Dios, y de Esperanza en medio de la muerte, impunidad, corrupción, pobreza y dolor. Conclusiones La responsabilidad que tenemos en la correlación teológica, filosófica y contextual de nuestro tiempo trasciende en complejidad a la de tiempos y generaciones previas, la apologética que nos precede se rodeaba de argumentos solidos y en profundidad de reflexión, ahora, el discurso común esta lleno de opiniones y la mayoría de las decisiones o posiciones que asumimos con respecto al entorno contextual de nuestros ministerios son guiados por todo el bombardeo de información, manipulación mediática y opiniones sesgadas, sin embargo, al haber perdido la noción con respecto al papel del Dios Trino que tenemos para con Su iglesia, muchas veces también hemos olvidado que la apologética no parte de nuestra propia opinión en gustos y formas sino que es cuestión de fondo para con todo aquello que en su lenguaje, formas y planteamientos busca alejarnos aun mas de la Sacramentalidad divina que Dios nos ofrece como Creador, Reconciliador y Sustentador en perfecta comunión entre si para con los que le seguimos. Así como Tillich en su tiempo mediante su método de correlación y mas adelante apologética cristiana, es necesario que seamos pastores que acompañen mediante el intelecto el plan Divino de Dios para con su Iglesia, como un solo Cuerpo dependiente de El. Bibliografía - Moltmann, Jürgen; Trinidad y Reino de Dios: La doctrina sobre Dios (Salamanca: Sigueme, 1983).

 

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- Moltmann, Jürgen; The Living God and the Fullness of Life. (Geneva: WCC ,2016). - Tillich, Paul; Teología Sistemática, vol II: La existencia y Cristo (Barcelona: Ediciones Ariel, 1973). - Barth, Karl; Introducción a la Teología Evangélica (Buenos Aires: La Aurora, 1986). - Zahrnt, Heins; A vueltas con Dios: la teología protestante en el siglo XX (Hechos y Dichos: 1972). - Sagrada Biblia, RVR60. - Sauca, Ioan; First Schisms of Christianity. (Geneva: Bossey Lecture: 2015). - Research Center, Pew. Global Christianity – A report on the size and distribution of the Worlds Christian Population (The Pew Forum, 2011). - Ignacio de Antioquia; rumbo al martirio. recuperado el 14 de febrero de: http://www.adorarenespiritu.org/index.php?articulo=85

 

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