Metastasis traditionum en Cangrejos, golondrinas de José Lezama Lima
Descripción
Metastasis traditionum en Cangrejos, golondrinas
Cangrejos, golondrinas
Cangrejos, golondrinas
Traditio
Persona
No se podía saber si era griego o hijo de griegos.
Agudo y locuaz, le gustaba aparecer como lastimero y sollozante.
Así habló; y temió la veneranda Hera de ojos bovinos y callando se sentó su corazón refrenando, y gimieron en la casa de Zeus los dioses celestes1;
E inextinguible allí se excitó la risa a los dioses felices, cuando, por sus casas, vieron a Hefesto afanarse.2 agudo y locuaz aparecer como lastimero y sollozante.
sobre la influencia de la literatura birmana en el siglo II de la Era Cristiana.
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Ruben Bonifaz Nuño. (2005). I. En Obras de Homero: Ilíada (p. 17 v.568-570). México D.F.: UNAM Ibid. v. 599-600
La esposa del filólogo, Insignificante y relegada cuando su esposo estaba en casa, si éste viajaba adquiría una posición rectificadora y durante la ausencia del esposo presumía de modificar y humillar al mayordomo. Le había mandado que ayudase a fregar la loza, que abandonase el plumero y sus insistentes acudidas a la más lejana.
Cancer Cancer angrejos, golondrinas
Se sintió tan indeciso, después consideró la aparición de algo sagrado, luego respetaba más que nunca a su mujer, pero no la tocaba ya.
encontrará salida
de pronto, cuando llega el cangrejo, dijo el herrero tiritando, me veo obligado a retroceder y ya no puedo tocarte
como un metal. machina
me alegra el herrero y me voy a entretener en devolverle a su esposa Deus ex
hay que hacer primero túnel y después salida.
Después, vuelva. Algo tiene que ocurrir. Ya no se espera que algo ocurra. Antes, cuando tocaban la puerta, se sentía que podía ser Dios. Ahora se piensa que sea un cobrador y no se abre.
Metastasis
lo que se ramificaba interminablemente.
Le baroque: Profoundeurs de la apparence que incluye: 1) una deformación física, 2) disimulo, 3) frustración y, finalmente, 4) búsqueda de la compensación.
Desnuda se acercó a la pierna de la res, la contempló, acariciándola con los ojos desde lejos.
vino a reventar contra su seno. No reventó.
Recibe una claridad, la mañana comienza a acariciarla. Cree que aún separa a los grupos, pide permiso y nadie la rodea.
animales lentos, de cabeceo milenario
Me gusta más ver una luciérnaga de noche que arrancarles una chispa a esos hierros de día. Su hijo se mantiene ajeno y, tras la indiferencia de su familia, la mujer recurre de nuevo al negro Tomás. Él termina por hacer una última profecía: no puedo predecir el combate de la golondrina y la paloma. Ni en qué forma le hablarán. Sé que la golondrina no puede penetrar en la casa y conozco la sombra de la paloma. Sin embargo, una golondrina se obstinará en penetrarla y la paloma le hará daño. Siempre que pelean la golondrina y la paloma se hace sombra mala.
no sentían el paseo del cangrejo por su nuca o por el seno que había impulsado con levedad acompasada la flor del aretillo.
El simbolismo animal en la cultura medieval Con harta frecuencia las aves representan, asimismo, a las almas y así habría que interpretar el cuadro de Giotto que plasma a San Francisco de Asís — independientemente de las connotaciones de fraternidad zoológica— predicando a las aves.
Había brotado una protuberancia carmesí que trató de ocultar, pero el tamaño posterior la llevó a hablar con Sofonisco de la nueva vergüenza aparecida en su cuerpo. Mientras se aplica el aceite hirviendo, tiene que tocarla su esposo todos los días.
Bibliografía
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