MEDITACION DEL EQUILIBRIO EN LOS EQUINOCCIOS por Guillem Català

Consulta la hora exacta del equinoccio. Realiza el ejercicio en coincidencia con la efeméride. Los equinoccios (primavera y otoño) son los dos momentos de más equilibrio del año. Meditar durante la efeméride es para trabajar esa armonía que tanto vitaliza. Por ello les propongo una meditación del equilibrio. En un equinoccio, la energía de orden (fuego, el sur, el verano, 180º) o yang, y la del poder (agua, el norte, invierno, 0º), o yin, están en equilibrio perfecto. Los equinoccios son los puntos medios del año con igual duración del día (yang) y a noche (yin). La energía viene equilibrada y es el momento para dos acciones, según qué personas. Para las personas que tienen una vida más o menos equilibrada es el momento para disfrutar de la paz y la armonía, pues el equilibrio de la energía las potencia. Para las personas que tienen en su vida un fuerte desequilibrio seguramente la energía les desorientará, pero es la oportunidad de que el organismo y la psique recuerden el imprescindible equilibrio para vivir bien. Según qué año, los equinoccios pueden venir acompañados de energía áspera o suave. La energía del equinoccio está al fondo, y si tenemos equilibrio apartar la energía áspera para reencontrase solo con la neutra y equilibrada del equinoccio es fácil. Si estamos desequilibrados no es fácil apartar la áspera, y si el lector, al hacer el ejercicio, se siente molesto lo mejor que puede hacer es abandonarlo. Con un poco de trabajo sobre uno mismo el apartar la áspera nos abre a una energía beneficiosa. Los equinoccios son el momento propicio para disfrutar del equilibrio porque la Naturaleza lo está y lo trasmite y es posible abrirse a ello de modo natural, si no ponemos impedimentos. El equinoccio de primavera es cuando llega al máximo la energía madera del año, que fluye desde el Este, a 90º exactos. El equinoccio de otoño es cuando llega al máximo la energía metal del año, que fluye en el Oeste a 270º. El sol viene representado por un punto sobre el horizonte que avanza un grado cada día. En el solsticio de invierno está a 0º, en el de verano a 180º. Solsticios y equinoccios vienen representados por puntos de la órbita de la Tierra. Pero mirado desde el punto de vista de la Tierra son posiciones del Sol sobre el horizonte. Por ello la meditación conecta con el Sol y con la región del espacio que en ese momento activa, el este en primavera y el oeste en otoño. Esta es una meditación solar sobre el yinyang. Lo mejor es que la meditación coincida con el momento exacto del punto del equinoccio. Se puede hacer como máximo dos días antes o después de la efeméride. Más alejados es difícil conseguir la sensación de equilibrio perfecto y que nos impregne. Se trata de sentir la energía, y cómo en equilibrio nos penetra, tonifica y fortalece. No obstante, el organismo percibe de manera inconsciente esta situación favorable para realizar una limpieza general previa. De modo automático y poco consciente, el día anterior, o dos días o como máximo tres días antes, tiene lugar dicha limpieza. Puede significar abandono de planes que no se ven interesantes, aunque también hay que cuidarse de abandonos precipitados. O dolores musculares o en las articulaciones, o un repentino brote de falta de coraje y ánimo (en primavera), o problemas de catarros o diarreas, o un mini-episodio depresivo (en otoño).O las mujeres tienen una regla avanzada. Todo ello es limpieza. No realizar el ejercicio que se propone si se está en dicha limpieza, pues se potenciaría innecesariamente. Céntrate y pregúntate si lo fuerte de la limpieza, con la que el organismo psicofísico nos prepara para el equinoccio, ha tenido lugar ya. Si no es así o estás rotundamente sano o hay problemas de fondo, porque la limpieza es imprescindible. Sea como sea estas limpiezas son saludables aunque sean molestas.