Medios de Comunicación: Del dicho al hecho en materia de trata de mujeres con fines de explotación sexual en Tlaxcala (2014)

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Descripción

Medios de Comunicación: Del dicho al hecho en materia de trata de mujeres con fines de explotación sexual en Tlaxcala ___________________________________________ Ariadna Chávez Lara

Resumen

Pareciera que hablar de trata de mujeres con fines de explotación sexual es más una moda que una necesidad. En Tlaxcala durante los últimos años, los medios de comunicación han desatado un creciente interés por abordar el tema en sus notas diarias, siendo que esta problemática ha estado presente en la región desde hace más de cuatro décadas. La responsabilidad que ostentan los medios va más allá de la transmisión de información: son constructores de realidades sociales. Por ello la importancia y necesidad de que los medios de comunicación generen coberturas periodísticas y discursos adecuados respecto a la trata. 1    

Discurso mediático La importancia que tienen los medios de comunicación en nuestros días es innegable. Estos constituyen un conjunto de soportes tecnológico cuya función social es difundir las informaciones de los acontecimientos que se producen en el espacio público (Charaudeau, 2003). Por el papel que

desempeñan en la

generación del constructo cultural, son considerados mediadores entre los individuos y los acontecimientos sociales. Esas mediaciones se hacen a través de la información que ellos manejan y que dan a conocer por medio de discursos. Una de las características de esos discursos, es que construyen una representación de la realidad a la que aluden. Como lo menciona Miquel Rodrigo “es una realidad compleja, diversa y cambiante; es una realidad social poliédrica de la que sólo damos cuenta de algunas de sus caras” (Rodrigo, 2005, p. 47). De acuerdo con Guzmán y Sgro (2010, pp. 73-81) los medios de comunicación nos muestran la realidad y al hacerlo se apropian de la verdad y la difunden. Sin embargo, las dinámicas que se producen en la difusión de información implican asimismo, el establecimiento de criterios de selección a través de los cuales la realidad social se presenta segmentada; esto es, el mostrarnos un fragmento de la realidad implica la exclusión de otros. De esta manera, como punto de partida para la consideración del discurso mediático, se afirma que al pensar en los medios de comunicación no sólo estamos frente a un instrumento de transmisión de información, sino también nos encontramos ante un dispositivo donde la realidad social es construida. En cuanto constructo histórico, el ejercicio periodístico está inmerso en los procesos del medio social. Así como su producción debe situarse como una práctica simbólica que construye socialmente la realidad, el propio "objeto periodismo" debe ser visto como integrante de esa realidad socialmente construida (Pereira, 2007). Jean Charron y Jean de Bonville (Charron & Bonville, 2004) definen cuatro tipos de periodismo históricamente adaptados a las circunstancias sociales: de transmisión, de opinión, de información y de comunicación. Tales 2    

paradigmas se transforman a consecuencia de cambios en las estructuras sociales con las que la prensa se relaciona. González Reyna sostiene que la prensa ejerce su influencia en los lectores mediante estrategias argumentativas específicas. De este modo, cuando se argumenta, se busca justificar, explicar o fundamentar una opinión. Sin embargo, la argumentación periodística tiene además el propósito de influir en la opinión, en la actitud y en el comportamiento de los lectores. En consecuencia, la argumentación periodística nos remite más al proceso de construcción de un discurso verosímil que al de razonamiento. (González Reyna, 2010) Con lo anterior, la argumentación periodística se puede definir como una correspondencia de significados entre el emisor y el receptor, quienes construyen y reconstruyen los sucesos y los asumen como uno mismo. De acuerdo con Grize, este proceso está determinado por el cumplimiento de tres etapas que dependen de la fuerza de la argumentación, de la actitud y conocimientos que los lectores tienen respecto del discurso propuesto: la recepción de la información; el estar de acuerdo con ella y el asumirla como propia (Grize, 1990). Partiendo del enfoque de la argumentación periodística, cuando el lector obtiene la información se da por enterado de la misma. La relevancia periodística que tiene el “estar enterado”, es el alto grado de probabilidad de que el lector de por cierto lo emitido por el medio. La calidad moral que ejerce la prensa sobre el receptor, es suficiente para persuadirlo de que lo que ahí se menciona es real y además cierto. Cuando el lector, además de conocer la información y aceptarla como cierta, comparte lo que el medio de comunicación le dice, se está ante la segunda etapa de la argumentación periodística. En este caso, el discurso influye en la opinión del lector a través de la contundencia de los enunciados y su apego a la realidad. En suma, el discurso de la prensa es resultado de estrategias argumentativas; unas construidas por los actores relevantes en el acontecer social y que son fuente de información para la construcción del discurso que la prensa incorpora, y otras, las conformadas por el mismo periódico en su rutina de suprimir, incluir y ponderar el acontecer social y político cotidiano. 3    

Por otra parte, existe una notoria falta de interés de las organizaciones mediáticas por conocer al público al que se dirigen, más allá de la audiencia meta reflejada en números. Wolf ( 1987, p. 242) sostienen que los periodistas conocen poco a su público: aunque los aparatos realizan estudios sobre las características de la audiencia, sobre sus hábitos de consumo y sobre sus preferencias, los periodistas raramente los conocen y no suelen desear hacerlo. De esta manera, “se produce una cierta insensibilidad de los periodistas hacia los sujetos anónimos, de manera que la opinión pública puede verse reducida a la opinión de los profesionales de la comunicación frente a la opinión privada de los ciudadanos” (Dader, 1992, pp. 174-175). Lo anterior refleja el déficit social de los medios de comunicación así como la exclusión de los públicos en su actividad y funcionamiento (Herrera Damas, 2003). Pese a ello, estos juegan un papel importante en la formación de nuestros criterios, creencias, juicios, opiniones, emociones e incluso, se les podría atribuir muchas de nuestras conductas ante temas como la trata de personas.

La violencia y su representación mediática A través de los discursos periodísticos que circulan socialmente, se estructuran nuevos paradigmas para redefinir el mundo; estos discursos se encuentran articulados por el poder y la ideología. Estudiar el discurso, implica comprender las formas simbólicas a partir de las cuales los seres humanos crean y recrean sus relaciones con los otros (Thompson, 1998). Esto implica, al mismo tiempo, estudiar y entender las representaciones sociales, ya que es tanta la centralidad de los discursos en la vida social, que analizarlos implica adentrarse en las problemáticas políticas y sociales. Esas representaciones que nos ofrecen los medios de comunicación, y en especial la prensa, son determinadas por un lado, por la selección de las noticias, y por otro, por la contextualización de ellas, pues para que sean públicas y sean colocadas en la agenda mediática es necesario que tengan relevancia en el 4    

acontecer cotidiano. Las representaciones son sociales por un doble factor: son elaboradas por un grupo y son compartidas por el mismo, es decir, implican significados compartidos y consensos grupales que están presentes en los procesos de comunicación e interacción cotidianos (Vázquez González, 2008). Con los elementos mencionados anteriormente, se podría decir que los medios de comunicación son los que al dar cuenta de la realidad del mundo acaban conformando nuestra realidad, y se puede advertir, por ejemplo, de que la paz no es redituable ni mediática, en tal caso la guerra resulta más impactante e interesante, así como los son las conductas violentas o la violencia en general. La paz desde el punto de vista periodístico, no es un elemento que genere noticia; en cambio la guerra y la violencia, son fotogénicas y altamente atrayentes como lo señala Rivieré (Riviére, 2003). Para Johan Galtung (1985) citado por Jiménez-Bautista (2012, pp. 13-52) la violencia está presente cuando los seres humanos se ven influidos de tal manera que sus realizaciones afectivas, somáticas y mentales están por debajo de sus realizaciones potenciales. Este investigador formuló varias distinciones para ver cuáles son las dimensiones de la violencia; de ahí que para él existan tres tipos: la física, la estructural y la cultural. Vázquez González (2008, pp. 103-125) explica que la primera de ellas opera sobre el cuerpo y es fácil de entender porque hay un actor que comete la violencia; la violencia estructural o indirecta puede ser entendida como violencia en el sistema, por lo tanto no existe tal actor, dicha violencia está edificada en la estructura y se manifiesta como un poder desigual. La violencia cultural es la más invisible de todas, ya que son todos aquellos elementos de la cultura que nos permiten legitimar cualquier tipo de violencia; la violencia cultural justifica un sistema social con normas bien interiorizadas. También algunos autores, en particular Pierre Bourdieu, han prestado especial atención a los símbolos como elemento central en la construcción de nuestro lenguaje, conocimiento, actitudes y conductas y, en consecuencia, podríamos

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hablar de una violencia simbólica como la elaboración más abstracta de las discriminaciones y marginaciones entre los seres humanos. Fernández (2005, pp. 22-23) cita a Bourdieu (2000) quien ha prolongado su elaboración del concepto de violencia simbólica en La dominación masculina, un ensayo sobre la división del trabajo entre los sexos, en cuyo prólogo afirma haber visto siempre en la dominación masculina y en la manera como se ha impuesto y soportado, el mejor ejemplo de aquella sumisión paradójica, consecuencia de lo que él llama “la violencia simbólica, violencia amortiguada, insensible, e invisible para sus propias víctimas, que se ejerce esencialmente a través de los caminos puramente simbólicos de la comunicación y del conocimiento o, más exactamente del desconocimiento, del reconocimiento o, en último término del sentimiento”. Romano (2012, p. 101) expone que ha sido el comunicólogo alemán Harry Pross el que ha desarrollado y aplicado el concepto de violencia simbólica en su relación con el proceso de socialización y la comunicación, en particular con los denominados medios masivos. Pross (1989) define la violencia simbólica como el poder para imponer la validez de significados mediante signos y símbolos de una manera tan efectiva que la gente se identifique con esos significados. La violencia mediática es una de las modalidades en que se manifiesta la violencia simbólica y se podría definir, desde una perspectiva de género, como aquella producida por los medios masivos de comunicación a través de publicaciones, difusión de mensajes e imágenes estereotipados, que promueven la explotación de mujeres o sus imágenes, o que

injurie, difame, discrimine,

deshonre, humille o atente contra la dignidad de las mismas, legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las mujeres (Universidad Nacional del Rosario, 2010). Uno de los elementos característicos de la violencia mediática y que predomina en los medios de comunicación, son los estereotipos.

Estos se encuentran

arraigados profundamente en nuestras mentes y perduran en el tiempo, tienen la característica de pasar inadvertidos, y por ello resultan potentes y eficaces; se 6    

imponen sin que nos percatemos, y así van forjando nuestras mentalidades (Ortiz, 2001). Estos estereotipos son principalmente de género, y en nuestro país, estas representaciones engloban un conjunto de imágenes vinculadas con la madre abnegada y santa, la madre esposa en el hogar, la familia pequeñoburguesa y la familia unida. Cada ideología y estereotipo se encuentran entrelazados entre sí y se mantienen unos a otros; es decir, la madre abnegada y santa se asocia con la imagen ideal de la esposa en el hogar; la familia pequeñoburguesa se constituye a través de la división sexual social del trabajo y el papel de la mujer dentro del hogar, reforzando así la realización de la mujer en función del matrimonio y de su hogar (2012, p. 59). Dentro de los convenios adquiridos en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, México se comprometió tanto a proyectar una imagen equilibrada y diferenciada de la mujer, como a eliminar la presentación de estereotipos de género e imágenes que susciten la discriminación y la violencia (Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, 1995). Por su parte, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia señala que le corresponde a la Secretaría de Gobernación vigilar que los medios de comunicación no fomenten la violencia contra las mujeres, así como sancionar, conforme a la ley, a los que no cumplan con lo estipulado (Ley General de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, 2014).

Trata, medios de comunicación e imaginario colectivo La trata de personas es una forma extrema de violencia, representa una violación a los derechos humanos y una manifestación de las desigualdades de género. Su complejidad y diversas modalidades se han naturalizado en una sociedad que las reproduce, evidenciando la errónea percepción de una problemática social que se ha vuelto cotidiana. Por ello, es primordial la comprensión de los problemas de abordaje, tratamiento y de lectura que la trata de personas tiene en la sociedad tlaxcalteca.

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Los medios de comunicación, son los encargados de generar tramas discursivas de los hechos sociales en torno al sentido informativo de sus discursos. Estos discursos sociales, dinamizan los imaginarios que por su misma acción se crean y forman parte de la estructura social colectiva, debido a la atribución simbólica que los sujetos le prestan y a la forma que éstos reconstruyen los significados. De ahí la importancia de generar discursos mediáticos contundentes basados en una perspectiva de género, que sean capaces de influir en nuestra cultura, constituyendo un medio importante para el cambio social. Las noticias que se manejan en los medios de comunicación sobre la trata de personas parten de un discurso que existe y se reproduce de manera sistemática desde el Estado, los medios de comunicación y la sociedad, en un círculo vicioso que impide la visibilización de la problemática. Los medios de comunicación son los encargados de construir la percepción social acerca de la trata de personas a través de coberturas periodísticas que resultan limitadas frente a un escenario tan complejo. Es fundamental que sean conscientes del poder de influencia que detentan, para que el tratamiento periodístico que den acerca de este tema esté libre de mitos, prejuicios y moralismos; ya que sus alcances y consecuencias en el manejo de la información pueden propiciar un cambio positivo en la opinión y respuesta de la sociedad, o constituir un obstáculo para ello.

Metodología para el análisis mediático México ocupa el tercer lugar en trata de personas en América Latina y el Caribe y es un país de origen, tránsito y destino de trata de personas (Alcántara, 2012). En el caso del Estado de Tlaxcala, no existe un estimado de cuántas mujeres han sido y son explotadas sexualmente, pero es el grupo más vulnerable ante este problema que además es visible en la entidad. Soto (2008, p. 10) explica que Tlaxcala se ha convertido en un asentamiento fuerte de las redes de tratantes, de manera tan grave como sucede en las ciudades fronterizas del país, pero con 8    

características particulares. La trata de personas en Tlaxcala se expresa sobre todo en lo relacionado a la trata de mujeres y menores para la prostitución, ubicada principalmente en los municipios del sur, donde existen casas de seguridad en las que concentran a las víctimas para luego trasladarlas a estados del norte del país o Estados Unidos. En este contexto y con el objetivo de analizar el tratamiento informativo que los medios de comunicación en Tlaxcala dan al fenómeno de trata de personas en la modalidad de explotación sexual, se realizó el monitoreo y análisis en cuatro medios periodísticos digitales de la región. Para poder llevarlo a cabo, se parte de la utilización de la propuesta de análisis realizada por Gutiérrez Vidrio (Gutiérrez Vidrio, 2010) basada en las proposiciones de Beacco y Darot (Beacco & Darot, 1984). Ellos mencionan que el análisis puede ser aplicado a diferentes tipos de textos y que tiene como finalidad identificar un conjunto de características perceptibles a diferentes niveles de análisis y que llevan al reconocimiento de ciertas relaciones en diferentes tipos de textos. Así también, se toman algunos planteamientos de Thompson (Thompson, 1993) que permiten demostrar cómo se pueden interrelacionar de una manera sistemática diferentes enfoques del análisis de la cultura, la ideología y la comunicación de masas, y combinarse dentro de un movimiento coherente de pensamiento que ayude a explicar los diversos aspectos de estos fenómenos multifacéticos. De acuerdo al esquema analítico que propone Gutiérrez Vidrio (Gutiérrez Vidrio, 2010), se determina realizar el análisis bajo los siguientes niveles:

I. Reconstrucción de las condiciones de producción del discurso II. Nivel icónico III. Nivel discursivo

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Análisis mediático Para desarrollar el análisis se realizó el monitoreo en cuatro medios digitales: El Sol de Tlaxcala, La Jornada de Oriente, Gente Tlx y e-Consulta. Se hizo una exploración dentro del sitio web partiendo de la búsqueda de las palabras clave trata de mujeres en Tlaxcala, con la finalidad de delimitar la información. De los resultados arrojados en cada medio, se contemplaron las 5 primeras páginas de la búsqueda debido a que, en el caso concreto de Gente Tlx y e-Consulta después de las primeras 5 páginas ya no existe información relacionada con el tema a investigar; así también vale la pena mencionar que en el caso de Gente Tlx no se pudo obtener información del tema más allá del 2012 y en el caso de e-Consulta del 2013. Tomando de base el esquema de González Vidrio se presenta el siguiente análisis:

I.

Reconstrucción de las condiciones de producción del discurso

Esta reconstrucción es necesaria para ubicar claramente los actores, instituciones y hechos, es decir, el entorno material e institucional del discurso. Por lo general, los medios de comunicación tienen una línea editorial que se podría definir como un conjunto de valores y criterios que guían la redacción de acuerdo a los temas de actualidad. En este sentido, El sol de Tlaxcala es un medio con una línea editorial claramente identificada como de derecha, oficialista y conservadora; por su parte La Jornada de Oriente tiene una línea editorial de izquierda que casi siempre toma una posición crítica y de denuncia ante los acontecimientos políticos y sociales. Sin embargo, en Gente Tlx y e-Consulta no es posible identificar claramente su línea editorial. Conocer la postura que guarda cada medio para con la información, nos permite estar conscientes desde que perspectiva se maneja el discurso mediático.

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La información que manejan dichos medios está dirigida a la sociedad tlaxcalteca que cuente o tenga acceso a Internet, aunque en el caso de El Sol de Tlaxcala y La Jornada de Oriente cuentan con su versión impresa. Las notas recabadas hablan acerca de la problemática de trata de mujeres con fines de explotación sexual en la región. No sería válido determinar un momento coyuntural para toda la información, pero si se destacan aquellos como la presión política nacional e internacional y la demanda de la sociedad civil para con el gobierno como momentos de mayor generación de información. Cabe resaltar que el primer gráfico propuesto no se podría dar por contundente en cuanto a la totalidad de notas referentes al tema, sin embargo, si se puede apreciar una tendencia a la alza en cuanto al abordaje del tema a partir del 2012. Esto permite considerar que tanto las acciones por cubrir el tema así como la discusión sobre el mismo han aumentado, lo que ha generado un involucramiento de los medios de comunicación para con la sociedad así como un monitor de las acciones del Estado frente al tema

Gráfico 1. Medios digitales y número de notas analizadas 20  

18  

15  

12  

10  

9  

10   5  

12  

11  

5  

6   4  

9  

6  

5   3  

3  

4  

3   0   0  

0   Sol  de  Tlaxcala  

La  Jornada  de  Oriente   2014  

2013  

0   0   0  

Gente  Tlx  

2012  

2011  

2010  

e-­‐Consulta   2009  

 Fuente:  prensa  digital.  Elaboración  propia.  

En cuanto a la sección en donde se ubica a la noticia, se pudo evidenciar que la mayor parte están ubicadas en secciones de generalidades como Tlaxcala, 11    

Destacadas y Sociedad y Justicia; y no menos importante el área de opinión de un medio en particular; no obstante, la tercera categoría pone en evidencia esta tendencia de los medios por analizar este fenómeno desde la Seguridad. Al momento de darles la clasificación en esta categoría, se corroboran los elementos de un imaginario que se centra únicamente en ver a la trata de personas y a la explotación sexual como un fenómeno encasillado en redes criminales, rodeadas y acompañadas por hechos sobre robos, homicidios, tráfico de drogas, entre otros delitos que no pueden ser igualados ni tratados de la misma forma. Esto muestra cómo los medios no pueden ir más allá de la información como mero espectáculo, cuando contrariamente esto surge de problemas estructurales no solo de escala local sino mundial como la desigualdad, la pobreza, la corrupción y la violencia de género; tal como lo indica Antunez (Antunez, 2010) al afirmar que “es esencial que sea superada la visión de que un fenómeno polifacético como el tráfico de personas, sea, por ejemplo, esencialmente una cuestión criminal, o todavía percibida a través de una óptica conservadora y moralista”. 26  

30  

Gráfico 2. Tipo de sección para la

20   10  

3  

1  

2  

Sociedad  

Opinión  

información

0   Policía  

Tlaxcala  

sobre

trata/

El

Sol

de

Tlaxcala

El  Sol  de  Tlaxcala  

Fuente:  El  Sol  de  Tlaxcala.  Elaboración  propia.   18  

20   10  

1  

14  

Gráfico 3.   Tipo de sección para la 1  

2  

información sobre trata/ La Jornada

0   Estado   Sociedad  y   Opinión   Educación   Tianguis   JusLcia  

de Oriente      

La  Jornada  de  Oriente  

  Fuente:  La  Jornada  de  Oriente.  Elaboración  propia.  

12    

  40  

 

21  

20  

1  

Gráfico 4. Tipo de sección para la

0   Destacadas  Opinión  

información sobre trata/ Gente Tlx   Gente  Tlx  

 

Fuente:  Gente  Tlx.  Elaboración  propia.

15  

13  

10   5  

5   1  

3  

2  

4  

1  

Gráfico 5. Tipo de sección para la

1  

0  

información sobre trata/ e-Consulta  

e-­‐Consulta  

Fuente:  e-­‐Consulta.  Elaboración  propia.

El periodismo, como método de interpretación de la realidad social, se sirve de géneros periodísticos que cumplen diferentes funciones para responder a las necesidades sociales. La nota periodística es uno de ellos y tiene como principal objeto formar la opinión del público a través de la información de un suceso. En este tenor, lo nota es el estilo primordial con el que se aborda la información en los medios analizados. Cabe destacar que solo uno de ellos le otorga un espacio importante al género de opinión. La forma en que se aborda el tema en este caso es a través de la columna y/o comentario, realizados principalmente por especialistas o periodistas que tienen un manejo más amplio respecto al tema y emiten su opinión sobre un aspecto determinado del fenómeno de trata. Sería pertinente no dejar de lado la posibilidad de utilizar géneros como el reportaje o la crónica como una alternativa a la forma tradicional de abordar este tema con la intención de profundizar en la información y dar otra cara de los hechos.

13    

Gráfico 6. Clasificación respecto a géneros periodísticos 35   30   25   20   15   10   5   0  

30  

29   21  

21   15  

2   El  Sol  de   Tlaxcala  

1   La  Jornada  de   Oriente   InformaLvos  

Gente  Tlx  

1   e-­‐Consulta  

     

Opinión  

  Fuente:  prensa  digital.  Elaboración  propia.  

Los periodistas basan su trabajo en las fuentes de información y a su vez, los medios de comunicación basan su trabajo en las notas generadas por sus periodistas y reporteros; y en ocasiones, también en la información generada por agencias especializadas. De ahí la responsabilidad que ostentan entre sí. Pero no solo son estas fuentes de las que los medios se valen para nutrir sus contenidos mediáticos, las informaciones generadas por la administración pública ocupa un lugar privilegiado.

De acuerdo al penúltimo párrafo del artículo 134 de nuestra Constitución, donde se plasman las reglas relativas a la publicidad del gobierno se menciona: La propaganda bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y las entidades de la administración pública y cualquier otro entre de los tres órdenes de gobierno, deberán tener caracteres institucionales y fines informativos, educativos o de orientación social. En ningún caso esta propaganda incluirá nombres, imágenes, voces o símbolos que impliquen la promoción personalizada de cualquier servidor público.

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A lo anterior, se debe resaltar que a no existir una definición unívoca del término publicidad oficial o gubernamental, el legislador trató de abarcar las técnicas publicitarias para poder establecer un marco de competencia de la publicidad oficial. Acertadamente el libro Publicidad oficial, transparencia y equidad, menciona que la ausencia endémica de una ética publicitaria, la incontinencia de los medios para aprovechar cualquier resquicio de la ley en su beneficio y en perjuicio del interés público, así como las confusiones de la autoridad para actuar, constituyen los mejores ingredientes para que la publicidad política –que se paga con los recursos del contribuyente- siga practicándose sin menoscabo-aunque disfrazada- en nuestro país (Villanueva, 2009, p. 52). Y esta publicidad disfrazada a la que se refiere Villanueva, es aquella que siempre ha sido utilizada en el caso de la prensa en forma de boletín y que en otros medios, se ha ido perfeccionando hasta el punto de aparecer en libretos de series aderezados de referencias político-publicitarias. La gente no sabe que está recibiendo gato por liebre y tiende a desconfiar menos de esa publicidad encubierta, con la cual se vulnera el derecho a la información del público. Por supuesto, los medios en ningún momento informan que se trata de propaganda o publicidad (2009, p. 53). En este sentido la publicidad oficial en los medios analizados se identifica de las notas informativas por la firma, es decir, la información generada por los reporteros es rubricada con su nombre; en el caso de la información proporcionada por las instancias gubernamentales, la firma se le adjudica a la redacción del medio. Como se puede apreciar en el gráfico, un número importante de las notas emitidas son generadas por la administración pública, lo que en cuanto al discurso supondría una determinada postura ante el manejo de la información; o como acertadamente menciona García López (2001) citado por Villanueva (2009, p. 32) “el Estado está convirtiendo a la publicidad en el medio que transforma en espectáculo de sí mismo a los problemas sociales”.

15    

Gráfico 7. Clasificación respecto a fuente de información 25  

21  

20  

16  

13  

15  

9  

10   5  

10  

8  

0  

0  

El  Sol  de  Tlaxcala  

La  Jornada  de  Oriente  

0  

Reportero  

Agencia  

9  

12  

   

2  

1  

Gente  Tlx  

e-­‐Consulta  

Redacción  

Fuente:  prensa  digital.  Elaboración  propia.    

II. Nivel icónico

A pesar de que la mayoría de las notas analizadas no cuenta con algún tipo de fotografía y/o ilustración, las que si lo hacen tiene sus particularidades. En nuestra cultura existe ya un privilegio de la imagen introducido por los medios, que contribuye a organizar una cultura y un conocimiento cuyo uso se está generalizando. De una reflexión similar Ignacio Ramonet (1996, p. 87) deriva los problemas de este predominio “el objetivo para el ciudadano, su satisfacción, ya no es comprender el alcance de un acontecimiento. Sino simplemente verlo, mirar cómo se produce bajos sus ojos. Esta coincidencia es considerada como feliz. De este modo se establece, poco a poco, la engañosa ilusión de que ver es comprender”. La mayoría de las fotografías que acompañan estas notas pertenecen a funcionarios y eventos públicos. Sin embargo, valdría la pena resaltar aquellas que son tomadas durante algunos operativos y que son generadas por instancias públicas, parecieran ser utilizadas como una especie de gancho amarillista. Las mujeres que ahí aparecen y que por el contenido de la nota se deduce que son las víctimas, son imágenes que satisfacen más una curiosidad que fotografías que ilustren y complemente la información presentada. Una mujer víctima de trata es 16    

revictimizada cuando es desacreditada, estigmatizada o culpabilizada por la situación en la que estuvo inmersa. El tratamiento de los hechos en forma morbosa y amarillista contribuye a la estigmatización de las mujeres que han sufrido trata y explotación sexual. Esto es una forma de violar nuevamente sus derechos y los medios de comunicación tienen una importante responsabilidad al respecto. Gráfico 8. Frecuencia de fotografías y/o ilustraciones 10  

7   7  

5  

5  

3   1  

0  

8  

7  

0  

0   0   0  

1   1  

2   0   0  

2   0  

El  Sol  de  Tlaxcala   La  Jornada  de  Oriente  

1  

4  

3  

2   2   0  

1  

1  

1  

Gente  Tlx  

2  

1  

2   0  

1  

e-­‐Consulta  

Funcionarios  

Eventos  

OperaLvo  

VícLma  

Inmueble  

ONG's  

Foto  ilustraLva   Tratante  

Fuente:  prensa  digital.  Elaboración  propia    

III. Nivel discursivo

Algo que también se pudo observar fue que la mayoría de estas noticias cubren las acciones del Estado donde los operativos y las actividades de lucha contra la trata son las primeras acciones que el periódico plasma. Lamentablemente se habla poco de las víctimas y de los procesos a los que son sometidas al momento y posteriormente de ser “rescatadas”. Esta predilección evidencia cómo los medios de comunicación se aferran al melodrama de la trata, mientras que el Gobierno se hace presente únicamente en el proceso judicial o punitivo, desligándose, en la omisión, de la atención y protección de las víctimas.

17    

A manera de conclusión Los medios de comunicación desempeñan un rol importante como formadores de la opinión pública. Es fundamental que al momento de generar información relacionada con el fenómeno de trata, realicen un abordaje que integre un enfoque de derechos humanos. Los periodistas deben reconocer que las niñas y mujeres por su condición, son más vulnerables a este flagelo y por lo tanto deben fomentar acciones asertivas en defensa de sus derechos por encima del interés mediático o de cualquier otra índole. Por esta razón, se deben evitar expresiones que les revictimicen o refuercen ideas falsas, negativas, ambiguas o inexactas. Es indispensable un tratamiento periodístico libre de mitos y prejuicios, dispuesto a hacer denuncia pública y a defender a las personas víctimas y sobrevivientes de este delito. Es importante también hablar de los esfuerzos que consiguen resultados en la prevención, persecución penal y sanción del delito, así como en la atención y restitución de derechos de las víctimas y sobrevivientes, qué se hace para enfrentar este delito y cómo se aplica la ley. Aún hay mucho por hacer en materia de medios de comunicación, se queda sobre la mesa el tema para seguir trabajando en él, no solo desde el ámbito académico sino desde el ejercicio periodístico con miras a generar contenidos que satisfagan las demandas y necesidades de nuestra sociedad.

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