Medidas de fuerza: un estudio sobre la legitimidad del régimen penitenciario

Una línea de análisis que atraviesa los estudios de la sociología de la prisión, tributaria del señero trabajo de Gresham Sykesde 1958 “La sociedad de los cautivos”,es la que enfoca el orden dentro de la prisión como mantenido por medio de una negociación constante entre los presos y los guardias (SYKES 1958: 42). Para el logro de ese orden se dan, al interior de la sociedad carcelaria, relaciones de intercambio, transacciones, acuerdos implícitos y se conceden informalmente beneficios o privilegios, que para algunos de los autores de esta perspectiva (SPARKS-BOTTOMS 1995), constituyen respuestas o ajustes a la ilegitimidad de la institución y de la autoridad que ostentan los guardias.El grado de legitimidad que ostenta del régimen que se les aplica a los detenidos, que resulta clave para el mantenimiento del orden, podría ser medido a partir de la percepción de los presos de que el mismo está de acuerdo con ciertos estándares de decencia y de que las privaciones y sufrimientos que experimentan no son exacerbados por el mismo o por el personal. El modo en que las personas privadas de la libertad califican el actuar del personal penitenciario –como justo o injusto- en asuntos cotidianos tales como los modales, la imparcialidad en la aplicación de normas y la calidad de las explicaciones dadas ante la existencia de problemas tendría una repercusión directa sobre el nivel de conflicto que se vivencia dentro de las prisiones.El indicador que se tomará para dimensionar ese nivel de legitimidad dentro del régimen penitenciario federal será la mayor o menor cantidad de reclamos planteados por los detenidos contra la administración de la prisión, en la forma de medidas de fuerza.