Maya textiles exhibition, Museo Nacional de Antropologia 2004

Con 4OO piezas de alta calidad, 'Arte textil: Colecciones del Centro de Textiles del Mundo Maya" es, simplemente, una de 1as m6s bellas muestras que se hayan realizado riltimamente sobre cualquier aspecto dei arte "popular" mexicano. I reconocimiento del

rzlor est6tico de

las artes denominadas "primitivas" o "populares" tulo que ver en gran parte con el crecimiento del nacionalismo durante el siglo xrx; en M6xico el fen6meno se magnific6 por la necesidad de forjar una pa tria a partir de las ruinas de la revoluci6n. Mientras la escultura azteca o Ios textiles tradicionales, por citar dos ejemplos, estaban asociados con una cultura indigena ajena a losT,alores eulopeizantes de la clase dominante, fue l6gico considerarlos menores, despreciables o hasta b6rbaros. Pero cuando empezaron a servt como simbolos de una culfura nacional, cuando llegaron a representar "lo nuestro" en vez de 1o del "otro", fue necesario considerarlos obras de arte, rinicas y maravillosas.

'Arte textil: Colecciones del Centro de Gxtiles del Mundo Maya", inaugurada en

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febrero pasado en las salas temporales del Museo Nacional de Antropologia, es simplemente una de las mls bellas muestras que se hayan realizado riJtimamente sobre cualquier aspecto del arte "popular" mexicano. Reine alrededor de 4OO piezas -en su mayoria hr-:i-

piles- provenientes de cuatro colecciones (Fomento Cultural Banamex, Cooperatiwa lolobil, fundaci6n Pellizzi y Francisco Zebadria). quejuntas conformaran la colecci6n permanente de un museo tertil (con talleres), el cual sera instaiado en un fufuro ai,n por definir en el convento de Santo Domingo en San Crist6bal de las Casas. Sna

La exposici6n incluye algunas obras prehisp6nicas -entre ellas, esculturas en barro y unos raros fragmentos de telas mayas carbonizadas, hallados en el cenote de Chich6n Itze-, pero pone 6nfasis en los mejores ejemplos de los textiles producidos en

Chiapas y Guatemala en el siglo xx. tl nrimero de piezas es exterro. Sin embargo, algunas sobresalen entre la asombrosa diversidad crometica y estitstica: un p6lido huipil matrimonial de Zinacanten, Chiapas (tzotzil), sutilmente bordado con p1um6n; una sobria fiinica lacaadona pintada con tinte de achiote, y recreaciones de los huipiles -de diseios puramente geom6tricos- que aparecen en los dinteles antiguos de Yaxchil6n. Casi todas las prendas est6n fechadas con

precisi6n, como Ia serie de ocho huipiles densamente lmrdados de Chichicastenango,

Guatemala (quich6),