Más Allá del Suicidio

June 12, 2017 | Autor: LiLiana Velásquez | Categoría: Suicide prevention
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Descripción

Más Allá del Suicidio.
"Todo está en la mente" es lo que algunos afirman y bajo esta premisa es que nos movemos a la hora de actuar o tomar alguna decisión crucial en nuestra vida.
El punto no es descubrir si hay mentes que son mejores o peores que otras, al final de cuentas quienes somos nosotros para juzgar lo que es bueno o malo, mejor o peor y desprendiéndonos de estos juicios sin valor, es indispensable detenernos a pensar cuan importantes son nuestros ideales, sueños, metas, proyectos, aquello que deseamos con todas las fuerzas obtener, aquello que nos mantiene vivos, porque es esencial para nosotros como seres humanos tener algo que nos mueva y nos impulse a salir adelante; pero así como se tiene esto en cuenta, también debemos en ciertos momentos hacer un alto en el camino, una pausa prolongada en la que nos preguntemos ¿Qué hemos hecho por alcanzar los sueños?, ¿Hasta donde estaríamos dispuestos (as) a llegar para que sean alcanzables?
Si bien una de las razones que más nos inquieta a los seres humanos, es la de realizarnos personal o profesionalmente, lograr lo que nos da felicidad y nos hace sentir bien, estar rodeado de quienes queremos o simplemente hay quienes esperan dejar huella, sea cual sea nuestro objetivo hay que tener presente que somos agentes viajeros, que estamos de paso, que debemos tener la maleta preparada para cambiar de rumbo, que nada en este mundo nos pertenece, y con esto no quiero decir que debemos desistir de nuestros ideales, al contrario debemos luchar cada día con mayor esfuerzo, entregando lo mejor de sí y dando pequeños pero firmes pasos para conseguir lo que nos proponemos. Solo que en este aspecto también es importante esforzarse por aprender a vivir sin apegos, bien sea de tipo material o sentimental, porque en muchas ocasiones son esos mismos apegos los que limitan nuestra vida, los que sin sospecharlo nos desequilibran y cortan las alas. Es necesario tener presente que jamás se puede dejar de soñar, de tener ilusión, de vivir sin una esperanza, pero siempre se debe poner los pies sobre suelo firme y con esto hago alusión a que en la actualidad muchas personas se encuentran librando una batalla interna entre sus ideales, entre lo que quisieran llegar a ser, obtener y la realidad que deben enfrentar, esa que los golpea constantemente; ello no implica de ninguna manera ser conformistas ni pesimistas, se trata más bien de reflexionar sobre lo que somos, lo que nos motiva, cómo nos visualizamos y percibimos el mundo que nos rodea.
Cada persona tiene el potencial para transformar su realidad en algo mejor o peor según sean las intenciones que muevan sus actos; lo radical de esta situación es darnos cuenta de nuestro potencial y saber utilizarlo de manera adecuada, para esto es indispensable como las baterías de los celulares, recargarnos de energía positiva, aún por encima de las influencias del mundo externo, y con esto me refiero a que el primer paso en este proceso tiene que ser lograr despertar nuestro espíritu, lograr un cambio interno, las transformaciones más significativas tienen que darse internamente, no podemos seguir esperando que el mundo a nuestro alrededor mejore o se transforme sin lograr antes un proceso de catarsis o mejor de cambio individual.
En el camino hacia liberarnos de los apegos y de superar las barreras que en muchas ocasiones nos hemos impuesto, es importante hacer una limpieza de nuestro interior, suprimiendo los aspectos negativos, lo que nos atormenta, porque al final de cuentas todo esto son ataduras que difícilmente nos dejan movernos, haciendo de nuestra vida algo estático, inerte; pero la idea es no quedarse ahí, es necesario buscar por todos los medios una salida. Tampoco se trata se asumir una postura de resignación frente a lo negativo o lo difícil que podamos enfrentar en la vida, se trata de poner resistencia de saber superar esa situación con inteligencia, apelando a nuestras habilidades, porque al final tanto lo positivo como lo negativo son experiencias y de ellas debemos aprender, logrando no dejarse derrumbar como un castillo de naipes al contrario renovándose de fortaleza y seguir caminando, no se puede dejar de caminar.
Esto no busca ser un artículo de superación personal, pretende crear reflexión en quienes dediquen una parte de su tiempo a leer estas líneas, pretende reflejar que se puede encontrar una pequeña pero significativa luz aún en medio de la más grande oscuridad.
En Colombia desde el 2009 han aumentado hasta en un 40 % los casos de suicidio; un informe de la Organización mundial de la salud reveló que cerca de 3000 personas se suicidan cada día en el mundo (lo que equivale a una cada 30 segundos) y cada vez que se conoce sobre un nuevo caso de suicidio este se convierte en noticia, en parte de las estadísticas, pero seguramente no nos hemos detenido a pensar en el detonante de este asunto, porque más allá de ser un problema de salud pública, tiene que ser de interés general, pues al igual que una enfermedad física el suicidio no discrimina edad o condición social, es por esto que se necesita reflexionar acerca de lo vital que es reunir esfuerzos entre los dirigentes de la patria y nosotros como ciudadanos en pro de lograr una ley de salud mental que desde las EPS cobije y ayude a las personas que atraviesan esta difícil situación, pero también que haga constante prevención desde temprana edad con el fin de reducir los factores de riesgo que llevan a la decisión desesperada de quitarse la vida, porque aunque el rio este turbio siempre entre sus aguas corre la esperanza porque hay vida; con esto también quiero decir que sí existen aspectos importantes como generar empleo, mejorar la educación, aumentar el (PIB) pero este también es un asunto que merece ocupar la agenda nacional no solo con el anhelado objetivo de lograr reducir los casos de suicidio en el país sino también como un acto de demostrar que nos preocupa el bienestar de nuestra niñez y juventud ya que como anteriormente lo mencioné el suicidio no discrimina edad, género o condición social pero se ha demostrado que quienes han tenido planes suicidas no superan los 12 años de edad, es por este motivo que se debe tomar conciencia sobre qué podemos hacer por mejorar la calidad de vida de los niños, niñas y jóvenes, pues en ellos se encuentran depositadas nuestras esperanzas de un mejor futuro. Liliana Velásquez C.


Tomado de: http://www.asivamosensalud.org/inidicadores/estado-de-salud/grafica.ver/56



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