Marmora Hispana: explotación y uso de los materiales pétreos en la Hispania Romana

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Descripción





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Edicidn del 'olunien: Trinidad Nogales Basarrate José Beltrin Fortes Coordinacidn editorial. M' José Perez del Castillo Eugenia Lopez Gonzalez Dpto. de InvestigaciOn del M.N.A.R, Disc/to y maquetarion: Ceferino LOpez

Proyccto PR106B286 Foros Ronanos de Extremadura. And/isis y DiJisiOn del Patrimonio Extreme/to. Vicepresidencia Segunda, Consejeria de Economfa, Comercio e InnovaciOn de Ia Junta de Extrernadura Proyecto 3PR05B003 Lusitania Ronana: lnvestigacidn pa/a La dJnsion delpasado cultural del Orcidente de La Pen/i/sn/a Ibdrica. Vicepresidencia Segunda, Consejeria de Economia, Comercio e lnnovación de Ia Junta de Extrernadura Ministerio dc Ciencia e tnnovación. Proyecto de I+D HLJM2005-02564 (ArqueologIa de risc/odes rama,as de La Bdtira) y AcciOn Complementaria HUM200627400-E (Marnora Ronana), cofinanciados con fondos FEDER. ConsejerIa de lnnovación, Ciencia y Empresa de Ia Junta de Andalucia. Plan Andaluz de lnvestigacion: Grupo de I+D HUM4O2 (Historiagra,fIay Patrinonio Andalnz) y Proyecto de Excelencia PO6HUM-0 1587 (Sen//a Arqueo/Ogica).

Hispaia Antigua, collana diretta da Jutidn Gonzalez, Universidad de Sevilla - Departamento de Filologia Griega y Latina Marnora Hispana. Explotación y uso de los materiates petreos en Ia 1-lispania Romana (Hispania Antigua. Serie ArqueolOgica, 2) ISBN 978-88-826E453-5 Copyright 2008 © L'ERMA> di BRETSCHNEIDER Via Cassiodoro. 19 -00193 Rorna http://svww.Ierma.it Tatti diritti riservati. B vietata Ia riproctuzione di testi e illustrazioni senza il permesso scritto dell'Editore Los textos e ilastraciones de este volumen son responsabilidad de sus respectivos autores

Marmora Hispana:

explotación y uso de los materiales pétreos en la Hispania Romana Trinidad Nogales José Beltrán Editores

INDICE

Presentación

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PATRIZIO PENSABENE: I marmi di Roma allo stato attuale della ricerca.

57 MARIA ELISA MICHELI: Luxuria: arredi in marmo pentelico nella Roma tardo-repubblicana. Una selezione di forme e di temi.

75 MARILDA DE Nucclo: Un rilievo con menade dall'area del Teatro di Marcello. 101 AURELI ALVAREZ, ROSARIO CEBRIAN, ISABEL RODA: El mármol de Aimadén de la Plata y los marmora importados del foro de Segobriga. 121 BEGOIIA SOLER HUERTAS: Los marmora de la Tarraconense y su difusión en Carthago Nova. Balance y perspectivas. 167 ANNA GUTIERREZ GARCIA-MORENO: Canteras del noreste de Hispania (actual Cataluña): propuesta de cronologIa y consideraciones generales.

197 VIRGINIA GARCIA-ENTERO, MARIA DEL MAR SALAN AsENslo, SERGIO VIDAL ALVAREZ: El marmor en ci yacimiento de Carranque (Toledo). Algunas consideraciones sobre las marcas de herramientas.

213 FERNANDO AMORES CARREDANO, JosE BELTRAN FORTES, DANIEL GONZALEZ ACU11A: Marmora de Hispalis. Estudio de los materiales pdtreos recuperados en las excavaciones arqueologicas de "La Encarnación" (Sevilla).

231 OLIVA RODRIGUEZ GUTIERREZ: Los marmora en ci programa arquitectónico y decorativo del Teatro Romano de Itáhca: antiguas hipótesis, nuevas propuestas y posibles certezas a ia luz de las aportaciones de los andlisis de microscopIa óptica de polarización.

261 JosÉ BELTRAN FORTES, MANUEL CORRALES AGUILAR, LUI5 EFREN FERNANDEZ RODRIGUEZ: Marmora del teatro romano de Malaca (Malaga). 285 THOMAS G. SCHATTNER v GOBAIN OVEJERO ZAPPIN0: Mármol en Munigua. 313 JosÉ BELTRAN FORTES, MARIA LUISA LOZAAZUAGA: La explotación romana del mármol de la "Sierra de Mijas" (Malaga). Un estado de la cuestión.

339 JUAN AURELIO PEREZ MAClAS: Lapicidinae ad Metalla.

365 ESTHER ONTIVEROS ORTEGA: Análisis petrográfico de los mármoles de la cantera de la Loma de los Castillejos y su aportación al estudio arqueométrico de las canteras romanas de Almadén de la Plata.

377 SALVADOR DOMINGUEZ BELLA: Huellas de canterIa romana de mármol en Almadén de Ia Plata (Sevilla), un patrimonio a conservar.

391 CARLOS FABIAO, THOMAS G. SCHArT'NER, AMfLCAR GUERRA: El mármol en el Santuario de Endovellicus. 407 TRINIDAD NOGALES BASARRATE, Luis JORGE GONcALVES, PILAR LAPUENTE: Materiales lapIdeos, mármoles y talleres en Lusitania.

467 VIcToR LAMBERTO Y PAULO SA CAETANO: Marble stones from Lusitania: the quarries of the Estremoz Anticline.

483 IRENE MARAS ROMERO, ARIANNA Fusco: Canteras de Lusitania. Un análisis arqueologico.

523 CATARINA COELHO: Colaride: a Roman quarry at the Municipium Olisiponensis.

PRESENTACION

Es bien conocida la cita que pone Suetonio (Aug. 28, 3) en boca del propio Augusto de que recibió una capital de ladrillo y dejó una Roma marmórea. Aunque bajo ello se esconde una gran dosis propagandIstica, es cierto que ese proceso iniciado por el princeps en Ia Urbs tuvo su pronta repercusión en las provincias y la "marmorización" se va desarrollando desde los inicios del Imperio romano especialmente en el marco de las ciudades de las provincias occidentales. Suponen un proceso de enorme trascendencia histdrica, que no solo conlieva un cambio trascendental de la imagen urbana, sino que supuso necesariamente desarrollar una nueva vertiente econOmica y profesional de gran alcance, que conilevaba la explotaciOn, el trabajo y la comercialización a diversa escala de los mármoles y otras piedras ornamentales. Los marmora eran el sImbolo de la romanización de cualquier territorio, incluyendo piedras de gran calidad y prestigio importadas desde punto lejanisimos a pesar de su coste, que coexisten con el uso de ciertas piedras locales allI donde eran posible, cuya explotación se potencia en esos momentos, como ocurre en algunos lugares de las provincias hispanas. El estudio de los marmora empleados en época romana en Hispania ya posee varias décadas de trayectoria, con importantes resultados obtenidos, que se han visto refrendados en trabajos nacionales e internacionales, en los que se han ido desvelando nuevos aspectos de enorme interés. Desde los pioneros artIculos que realizaban una exploraciOn del territorio y un análisis de visa de los materiales petreos, se ha ido avanzando además en la adopción de nuevas técnicas de análisis que certifican el origen del material. Los trabajos han ido adoptando nuevas vertientes multidisciplinares, dadas las nuevas tecnologias y especialidades incorporadas, desarrollando la colaboración entre especialistas de disciplinas diversas, y todo ello ha redundado en la consolidación de una importante lInea de investigación en los estudios de ArqueologIa en Espafla. Este volumen que hoy sale a la luz es resultado originalmente de una reunion cientifica de carácter internacional celebrada de forma coordinada en la Universidad de Sevilla y en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, como consecuencia de sendos proyectos de investigación desarrollados de forma paralela en ambas instituciones. En esa reunion se trató básicamente de los correspondientes territorios bético y lusitano, con una importante presencia de colegas portugueses, a la vez que algunos trabajos referidos a Roma, como referente obligado, pero para la edición se han incorporado importantes aportaciones que tienen como objeto de análisis el territorio tarraconense, con lo que se completa el ciclo hispano. Este nuevo trabajo en la colecciOn Hispania Antigua, serie Arqueológica, de la editorial L'Erma di Bretschneider de Roma, desea convertirse en un Otil repertorio que facilite al investigador el acceso a temas que, usualmente, se han restringido a un ámbito más local o regional, a la vez que incorporar novedades que esta ilnea de investigación ofrece en nuestro pals. Estudios que nos proporcionan una visiOn bastante completa de la explotaciOn y uso del mármol en Hispania, fenOmeno que explica no solo Ia monumentalizaciOn de las ciudades hispanorromanas, sino también importantes factores econOmicos y sociales del llamado proceso de romanización en nuestras provincias occidentales. Tras la salida al circuito cientifico, el volumen debe ser empleado, revisado y objeto del análisis de la crItica cientlfica, como un instrumento de trabajo que sirva para potenciar en el futuro este tipo de estudios en nuestro pals a la vez que ofrecer un estado de la cuestiOn actual. Este será el mejor sIntoma de que el trabajo cumple con su esencial objetivo, servir de herramienta para la investigacidn.

Es merecido reconocer nuestro reconocimiento a las instituciones que han auspiciado Ia edición de este volumen, en primer lugar, a la Universidad de Sevilla y al Museo Nacional de Arte Romano, como centros de investigación desde los que partió el proyecto. Además, al Ministerio de Ciencia e Innovación que merced a los correspondientes proyectos I + D nos ha permitido alcanzar este objetivo, asI como al Ministerio de Cultura, a las ConsejerIas de Innovación, Ciencia y Empresa y de Cultura de la Junta de Andalucla y a la Vicepresidencia Segunda, ConsejerIa de Economia, Comercio e Innovación de la Junta de Extremadura. Finalmente, a la Fundación Cajasol, a la Fundación de Estudios Romanos y a Ia Fundación Itálica de Estudios Cldsicos. Como editores, nos es grato asimismo expresar nuestro agradecimiento a las personas que han propiciado que este libro sea una realidad, a los autores que con la diligencia necesaria han remitido sus estudios en condiciones favorables, al diseñador D. Ceferino Lopez, que ha seguido la estela de su cuidado trabajo, y, por fin, a las responsables editoriales del Departamento de Investigacion del Museo Nacional de Arte Romano, Dna. Eugenia Lopez y Dfla. Maria José Perez del Castillo, que han trabajado con paciencia, cariflo y esfuerzo para hacer realidad esta nueva entrega editorial. Mdrida, 30 de noviembre de 2008 TRINIDAD NOGALES BASARRATE y JOSÉ BELTRAN FORTES

I MARMI DI ROMA ALLO STATO ATTUALE DELLA RICERCA Patrizio Pensabene

Resumen Ii presente contributo vLIole fare ii punto sulla storia degli studi suil'uso del marmo a Roma, sottolineando non solo Ic tematiche di riconoscimento e di uso, ma anche l'importanza del marmo come indicatore sociale. La presente ricerca s'indirizza sopratutto a Roma perchè è necessario conoscere quanto avveniva nella sua architettura pubblica e nei palazzi imperiali per capire le motivazione della sceita dci marmi da parte delle elites cittadine e dci governi delle città: l'imitatio Augusti è ii punto di riferimento percapire Ic sceltenell'edilizia pubblica del mondo rornano. Attenzione particolare inoltre ci fenorneno della produzione nelic cave di Luni di manufatti architettonici semilavorati, come basi e capitelli, anche di grand i dimens ioni, destinati all' esportazione. Vengono annalizzatti alcuni monumenti, conic Villa Adriana, ii Foro della Pace, le Terme di Caracalla. la villa dci Quintili, per illustrare Ic modalità d'uso non solo di marmi bianchi ma di grandi fusti di colonna in marmi colorati. Una speciale attenzione è stata posta all'importazione di grandi fusti di sienite e di granito del foro, dove si è individuato ii ruolo di Alessandria come statio marmorum.

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Gli studi negli ultimi vent'anni La conoscenza dei marmi utilizzati nella Roma antica è certamente progredita negli ultimi 20 anni. La felice collaborazione tra archeologia e archeometria e, nel caso che mi riguarda, tra me, Lorenzo Lazzarini e Bruno Turi, ha consentito di delineare un quadro generale che, nel caso dei marmi bianchi, ha sciolto molti nodi e superato veterate tradizioni ottocentesche che con termini come marmo greco, grechetto, marmo livido ecc. definivano i marmi bianchi piü usati in scultura e architettura, e quando l'unico marmo veramente identificato era ii marmo lunense a cui già nel 1880 L.Bruzza, con l'aiuto di Dressel, aveva dedicato uno studio monografico. Anche per ciô che riguarda I marmi colorati, ii fondamentale lavoro di Raniero Gnoli ha permesso di identificare le principali pietre colorate dell'antichità, integrando e superando le conoscenze rimaste ferme ai lavori ottocenteschi del Corsi. Pure in questo campo Ia ricerca sul loro impiego a Roma è stata ripresa da Lorenzo Lazzarini che ha rilanciato anche per i marmi colorati l'esigenza di studio delle cave per ambiti regionali, come mostra ii suo recente lavoro sulle cave della Grecia1. L'esposizione che, insieme a Marilda De Nuccio, L. Ungaro e L. Lazzarini abbiamo organizzato a Roma sul fenomeno del Marmo nella Roma antica ha tentato di fare il punto della situazione enfatizzando non solo le tematiche di riconoscimento e di uso, ma anche l'importanza del marmo come indicatore sociale: lo studio dei marmi, accompagnato, quando possibile, da calcoli volumetrici, fornisce informazioni indispensabili per capire I programmi alla base degli elevati architettonici e degli arredi scultorei, i costi dei materiali e della loro lavorazione, l'organizzazione delle officine, e, in una parola la committenza, la sua natura e le motivazioni delle scelte operate2. Ma per intendere le implicazioni che accompagnano la scelta dei marmi da parte delle elites cittadine e dei governi delle città dell'impero è necessario conoscere quanto avveniva a Roma nell'architettura pubblica e nei palazzi imperiali anche nel campo dell'uso dei marmi: Roma è 11 modello perle città delle province e nell'attività evergetica l'imitatio Augusti è la costante che indirizza le scelte dei committenti dell'edilizia pubblica delle province. II lavoro di identificazione dei marmi intrapreso a Roma è stato enormemente favorito dai cantieri di restauro aperti dalle soprintendenze romane negli anni '80 sui monumenti e in particolare proprio dalla necessità di intervenire sulle superfici marmoree fortemente degradate dallo smog. E' stato cosI possibile in diversi casi raccogliere sistematicamente piü campioni da uno stesso monumento che hanno consentito la fondazione di una banca dati che è alla base di tutte le ricerche successive. La campionatura ha riguardato naturalmente i fori con i relativi edifici, le colonne coclidi, gli archi di trionfo, le Terme di Caracalla, la Piramide Cestia, I templi di Apollo Sosiano, Bellona, di Ercole Olivario (cioè ii Tempio Rotondo del Foro Boaro), 1 Palazzi imperiali, ecc., e si è esteso anche a Villa Adriana e

I Lazzarini. L.; Lithoi p. (2007). a cui si rinianda per gO anton citati. 2 Dc Nuccio. M.: Ungaro, L. (a cura di), Pensabene. P.; Lazzarini, L. (ideazione di) (2002). da vedei'e i contributi di P.Pensabene, L. Lazzarini. M. Bruno. P. Banresi, R. Schneider.

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I marmi di Rome cUe stem attuale del La decree

a Ostia3 , considerando gli stretti rapporti con Roma e l'uso degli stessi materiali (basti pensare ai bolli laterizi) che V Si riscontrano, a cui si aggiunge Ia presenza della statio marmorum a Porto4. Come è noto, i risultati principali per l'architettura SOflO Stati l'uso in eta tardo repubblicana del marmo pentelico in quegli edifici che per vane ragioni di preStigio sono costruiti del tutto o in parte in marmo d'importazione: cosI la periStasi del Tempio Rotondo sul Foro Boario, da identificare con ii tempio di Ercole Olivarius degli decenni del II sec.d.C., o ii fregio e l'acroterio con cespo d'acanto e tralci5 (Figg. 1 a,b) di uno dei templi di Largo Argentina, probabilmente ii Tempio Rotondo ben databile per la sua identificazione con l'aedes Fortuna huiusce diei dedicato da Lutezio Catulo nel 101 a.C. Non Sappiamo se gli edifici promossi da Pompeo, in particolare ii suo teatro, già utilizzaSsero ii marmo lunenSe, ii cui impiego Si UÔ presupporre invece nei progetti edilizi di Cesare: probabilmente era previSto già per il suo foro inaugurato in occasione del triplice tnionfo di Cesare su Africa, Gallia ed Egitto nel 46 a. C., ma terminato da Augusto inSieme alla nuova Curiae al contiguo Chalcidicum nel 29 a.C. A questa data sono attnibuibili alcuni elementi architettonici in marmo lunense rinvenuti recentemente negli scavi di questo foro, tra cui un raffinato capitello dorico con l'echino a gola dnitta decorato con foglie d'acanto alternate a foglie d'acqua , e un capitello corinzio, per dimensioni attnibuibili ad un interno (Figg.lc, d). Ricordiamo che ii tempio di questa fase è citato da Vitruvio (III, 3, 1-2) per il ritmo picnostilo della sua peristasi che possiamo presupporre costituita da fusti scanalati in lunense, come lo erano quelli del Tempio del Divo Giulio e le trabeazioni della Regia, ricostruita su iniziativa di Scribonio. Dominante è il marmo lunense in eta augustea e giulio-claudia, anche se la muratura del Tempio di Marte Ultore, Solo all' eSterno in blocchi di marmo, mentre nel nucleo interno, in travertino (Fig .2 a), mostra una certa attenzione nel suo impiego. Lo stesso fenomeno di Un USO misto di lunense e travertino Si riscontra nei templi di Apollo Sosiano e di Bellona, dove al marmo è riservata Solo la parte anteriore, mentre le colonne e le trabeazioni della parte posteriore SOflO scolpite in travertino stuccato. Inoltre la persiStenza di pietre beau, come il tufo e il peperino, nel nifacimento di antichi templi repubblicani, come l'aedes Magnae Matris, i templi di Juno Sospita del Foro Olitorio, confermano come in ogni caso il marmo è riservato ai programmi architettonici a cui Augusto aveva affidato particolari significati ideologici e celebrativi. Ciè è confermato dal fatto che il tempio di Apollo Palatino è del tutto in marmo lunense, con l'insenzione di obelischi in sienite nella piazza antistante, o dal fatto che i fregi figurati di monumenti importanti possono essere in pentelico, come mostra il fregio con le leggende della fondazione romulea della Basilica Emilia. Abbiamo già nilevato come l'età augustea è anche il peniodo dell'esplosione dei manmi colorati nell'architettura pubblica, non solo, come vednemo, nelle scene teatrali dei teatni di Marcello e di Balbo o nel foro di Augusto, ma anche nella casa di Augusto sul Palatino che include nel sun ambito importanti monumento come la Roma Quadnata, e dove, pen motivi ideologici si sceglie l'uso dell'ordine dorico, con colonne, a seconda dei lati del portico, del tutto in pontasanta , in giallo antico e in pavonazzetto, compreso i capitelli donici.6 3 Sui marmi di Ostia v. ora Pensabene (2007), con ii contributo archeometrico di L. Lazzarini. B.Turi. Maria Preite. 4 Pensabene, 1998a: 1-56. 5 Coarelli, 1981: p. 20. tav. 5.2: Gros, 1995, p.270. 6 Pensabene, 1997: 149-192.

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Fig. . a. Roma. Magarzini di Largo Argentina. Fig. I .b. Roma. Magazzini di Largo Argentina Fig.lc. Roma, Fojo di Cesare. Fig.ld. Roma. Foro di Cesare. Fig.Ic-f. Roma. Palatino, Domus Flavia, ingresso: a) IronIc. b) lianco.

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I iuiernii di Roma allo tato attuale del a liccica

Prevalente, ma non pii dominante tra i bianchi, in eta flavia è ancora ii marmo lunense, ma ora viene utilizzato anche ii Pentelico in alcuni monumenti chiave come gli archi di Tito sulla via Sacra e di Domiziano sul clivo Palatino, anche questo ad un unico fornice, di cui si conservano frammenti del cornicione alla base dell'atticO e della cornice d'imposta e ancora frammenti di rilievo storico, sempre in pentelico, o ii Foro Transitorio (nella trabeazione delle colonnacce), inoltre si registra la comparsa del proconnesio, che proprio in eta fiavia, anche se poco, compare nell'architettura pubblica di Roma 7 . In particolare va citato per la Domus Flavia 1' enorme elemento di fregio, intagliato insieme all' incorniciatura dell'architrave, conservato davanti all'Aula Regia (Fig.le-f), che doveva provenire dal propileo di accesso all'aula regia e far parte della trabeazione sostenuta dalle colonne che inquadravano ii portale, come prova uno dei fianchi ad angolo e ii retro solo semilavorato in quanto non visibile: probabilmente di marmo proconnesio (ma con inserzioni micacee), presentava ii campo del fregio liscio separato tramite tenia e gola rovescia dalla prima fascia di cui è intagliata insieme al fregio Ia parte superiore (alt. cm.92, largh. mass. cm .141, spess. inf. cm .96, sporgenza incorniciatura cm.12). Pertinente puà essere il grande troncone di cipollino (Fig.2 b) conservato insieme ad esso sempre davanti all'Aula Regia, dal diametro di cm.94 e l'altezza massima di m.4,48, ricostruita di m.6: la sua estremità superiore era fratturata già in antico, quando ii fusto era stata restaurato praticando due fori con tornio, profondi cm. 12/14, diam. rispettivamente cm.4 e 6. In ogni caso la Domus Flavia segna Ia ripresa del modello della Casa di Augusto per il grandioso dispiegarsi di marmi colorati, sia nel peristilio, con colonne scanalate, lastre di rivestimento pavimentale parietali, con le relative incorniciature, in giallo antico, pavonazzetto e africano, sia nelle grandi aule di ricevimento, con ordini architettonici su due piani applicati alle pareti e colossali statue di basanite nell'aula regia. Ma dalla congiunta attività di indagine archeologica e archeometrica è emerso anche ii fenomeno della produzione nelle cave di Luni di manufatti architettonici semilavorati, come basi e capitelli, anche di grandi dimensioni, destinati all'esportazione. Ii dato era emerso dal riconoscimento di alcuni capitelli semilavorati con sigla di cava conservati nell'Antiquario del Cello 8 ed è stato confermato dai ritrovamenti in cava, che negli ultimi hanno sempre pifl restituito semirifiniti architettonici,9 (Figg.2c, 2d) ancora da alcuni naufragi con carichi di marmo, come quello di St.Tropez, e dal gran numero di elementi architettonici in marmo lunense delle città principali della Gallia e della Hispania che solo si spiegano con una importazione dall'Italia di manufatti già lavorati, in tal modo consentendo ii trasporto di un numero maggiore di elementi e riducendo ii peso del carico sulle navi'°. Si tratta di una pratica già nota in eta tardo repubblicana per le cave del pentelico, in quanto sia la nave naufragata di Mandia, sia capitelli figurati a chimera di Pompei testimoniano l'uso di esportare non solo sculture figurate, ma anche elementi architettonici da Atene verso i mercati del Mediterraneo. Se la possibilità di calcolare ii numero delle importazioni di manufatti semilavorati in qualche modo potrebbe essere affrontato nelle province, a Roma tale calcolo diviene difficile anche per la precoce presenza di officine specializzate nella decorazione architettonica in marmo già fin dalla primissima epoca augustea, ma abbiamo iniziato Ia catalogazione del capitelli e delle basi non finite, cioè impiegate lasciando non rifinita Ia parte che si 7 Bruno. M.; Cancelliere, M.; Gorgoni, C.; Lazzarini. L.: Pallante. P.: Pensabene. P.. 2002: 289-300. 8 Pensabene, 1994: 202, 0g. 229. 9 Dolci, 1994: PP. 89-121. I() Pensabene, 2004: pp. 421-443.

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Fig.2 a. Rorna. Foro di Auguto.Tempio di Marte Ultore. Fig.2b. Roma. Palatino. Dornus Flavia. Fig.2c. Carrara, Museo del Marmo. Fig.2d. Carrara, Museo del Marmo. Fig.2e. Villa Adriana, sala dci Pilastri Dorici. Fig.2f. Villa Adriana, Triclinio Imperiale.

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I niarnii di Rona ado stab attuale della ikerca

riteneva non visibile, per capire se si tratta di manufatti giunti nd cantiere già semilavorati o semirifiniti, quale strumento per un approfondimento di tale problema, cioè deIl'entità deli 'importazione di manufatti semirifiniti, rispetto a quella diblocchi grezzi poi lavorati sul posto d'impiego. Per l'età traianea e primo adrianea è emerso, sempre a Roma, un uso prevalente del marmo lunense (basti citare ii Foro Traiano e l'annessa colonna coclide), ma di nuovo insieme a un forte uso del marmo pentelico, soprattutto nei fregi figurati —basti citare il fregio traianeo reimpiegato nell'Arco di Costantino- 11 , ma anche in importanti monumenti come il Pantheon, del 118, dove nelle trabeazioni e nei rivestimenti parietali si verifica l'uso misto del lunense e del pentelico. Introduciamo con maggiore dettaglio alcuni dci risultati del nostro lavoro a Villa Adriana, perché servono ad illustrare una situazione intermedia tra quella dei grandi cantieri dei monumenti pubblici di Roma quali appunto il Foro Traiano e ii Pantheon, e invece quella dell'edilizia residenziale di lusso dove nell'uso del marmo e nella sua lavorazione emergono tendenze diverse. Il dato di fatto è il dominio tra i marmi bianchi usati negli elevati architettonici del lunense, che in molti edifici è l'unico utilizzato; tuttavia in altri è impiegato insieme al pentelico (Piazza d'oro, Edificio con triplice esedra), quest'uitimo piii raramente è usato da solo per tutto I'elevato architettonico (Peschiera). Ma la campionatura sistematica ci ha permesso di fare osservazioni anche sulle modalità di impiego. Quando ci si avvicina a Villa Adriana, l'associazione immediata è con il lusso e il dispendio di grandi risorse finanziarie e viene spontaneo ritenere che anche per quanto riguarda l'elevato e gli arredi architettonici in marmo vi debba essere stato un dispiegamento di qualita e di quantità di marmi in enorme misura. Tuttavia, quando ci si avvicina alla realtà archeologica la situazione non appare omogenea, perché ad edifici con trabeazioni e colonnati interamente in marmo (padiglione principale della Piazza d'Oro, Teatro Marittimo) se ne contrappongono altri dove i marmi sono usati con parsimonia, ad esempio con trabeazioni in muratura rivestite di lastre di marmo (Sala dci Pilastri Dorici) (Fig. 2 e), fino ad arrivare anche ad ambienti dove erano impiegati fusti e capitelli non solo monoliti, ma anche costituiti da un nucleo in pietra calcarea al quale erano applicati elementi di rivestimento in marmo, in modo da far apparire all' esterno che i pezzi erano interamente marmorei (Triclinio imperiale: Figg.2f, 3 a). Anzi nell'esplorazione dci van magazzini della Villa, sono risultati molto pta numerosi di quanto si potesse immaginare proprio elementi marmorei di rivestimento da adattare a nuclei in pietra o laterizio che evidentemente avevano lo scopo di risparmiare materiale. Inoltre nd Triclinio imperiale, nella Sala a Tre Navate ("Triclinio dci Centauri") (Fig.3b) presso il teatro, e altrove sono conservati pseudo-capitelli in calcare con la superficie scalpellata per ricevere un rivestimento in stucco: questa decorazione stuccata va distinta da quella parietale e delle volte, in quanto il suo scopo e quello di imitare e sostituire la decorazione marmorea, evidentemente di nuovo per completare dci compiessi nei cui cantieri era venuto a mancare il marmo. Che questa fosse una pratica abbastanza diffusa è testimoniato dal ritrovamento di una matrice in marmo nell'area delle Grandi Terme che appunto doveva essere utilizzata per creare basi in stucco. Tutto ciO tuttavia non sembra incidere sull'alta qualita delle maestranze che, pure essendo molto numerose e chiaramente organizzate in officine con un capo piü esperto che dava lo "stile" ai manufatti

11 Pensabene. P.; Panella. C., 1999: p.171 ss.

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Fig.3 a. Villa Aciriana. Triclinio Imperiale. Fig.3b. Villa Adriana. Sala a Tre Navate. Fig.3c. Ostia, Capitoliarn. Fig.3d. Roma, Tempio di Vericre e Ronia. Fig.3e. Ostia. Terme del Foro. Fig.3f. Rorna, Portico di Ottavia. Propilei.

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I iiarmi di Roma ado stato attuale delia ricerca

messi in opera poi dalle squadre che dipendevano da lui, rivelano di essere tutte inserite nella tradizione artistica del decoro architettonico legato all' architettura ufficiale. Tuttavia, abbiamo potuto constatare come siano distinguibili due principali livelli qualitativi, uno piü aulico e attento alla raffinatezza formale, visibile ad esempio nei capitelli corinzieggianti del Triclinio imperiale e dell'Edificio con Triplice Esedra, un'altro piü corrente con minore interesse a valorizzare gli effetti plastici a favore di quelli chiaroscurali dovuti ad un intenso lavoro del trapano che abbreviava i tempi di lavorazione. Maestranze che seguono questi due diversi orientamento lavorano alle volte anche nello stesso edificio, vedi di nuovo il triclinio imperiale per i capitelli compositi nettamente contrapposti nell'esecuzione meccanica a quelli corinzieggianti molto pin originali e raffinati o ancora 1'Edificio con triplice esedra, dove ai raffinati capitelli corinzieggianti a registri sovrapposti impiegati nelle colonne in pavonazzetto con basi decorate della sala centrale, si contrappongono quelli sempre corinzieggianti ma assai piü comuni e correnti nella lavorazione impiegati su fusti in granito nelle tre esedre. Evidentemente la constatazione di quanto i fenomeni ora descritti sono diffusi nella Villa, acquista una notevole importanza per definire le modalità di approvvigionamento dei marmi e delle officine. Basil pensare non solo a maestranze di levatura diversa che lavorano nello stesso edificio, ma anche a maestranze esperte nella lavorazione dello stucco che lavoravano accanto a quelle specializzate nell' intaglio del marmo. Se a Villa Adriana manca il marmo proconnesio (Se non in pochissimi casi), a Ostia, proprio nella prima eta adrianea se ne registra un massiccio uso nel principale tempio della città, ii Capitolium ricostruito appunto in questo periodo: siamo di fronte perô di nuovo ad un uso misto, perché, se nella cornice si usa il proconnesio, nel fregio figurato, a ghirlande e bucrani si preferisce impiegare il lunense perché consentiva una maggiore raffinatezza nel rilievo (Fig.3c). Nelle adrianee terme di Porta Marina e di Nettuno si è nuovamente in presenza di marmo lunense e proconnesio utilizzati insieme, il primo ben testimoniato nei capitelli corinzi, forse delle stesse officine di alcuni gruppi corinzi di Villa Adriana, e il secondo nelle lastre di rivestimento: anche in questi due edifici spesso s'incontrano lastre in proconnesio o in lunense che servivano a rivestire gli architravi'2. Ma, tornando a Roma, a partire dalla media eta adrianea e per tutta l'età antonina l'uso del proconnesio aumenta enormemente e spesso si accompagna anche alla presenza di maestranze orientali e, vedremo, di fusti in granito e in cipollino di grandi dimensioni. Già con il tempio di Venere e Roma, tra le prime opere erette da Adriano a Roma, si era potuto constatare per le trabeazioni l'uso soltanto del marmo proconnesio e la presenza di motivi tipologici e stilistici microasiatici - è merito dello Strong aver riconosciuto l'attività di maestranze pergameno-efesine. Questo monumento, di grandiose dimensioni con il suo enorme periptero con 56 colonne scanalate in proconnesio dal diametro di m.l ,77 e alte circa 14 m -piü 8 dello stesso marmo tra le ante dei pronai delle due celle, queste con 40 fusti in porfido di diverse dimensioni ai lati delle edicole sulle pareti e delle absidi- (Fig.3d) e con il suo portico esterno sorretto da 112 colonne di granito del Foro alte quasi 9 m. –diam.inf. m.106-117- con due propilei sui fianchi di 8 colonne ciascuno in cipollino dal diametro di m.1 ,774 e alte circa 14 m., rappresenta inoltre,

12 Cfr. Pensabene, 2007: 226-250.

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I' \IIUZIO PENsllNE

ii lancio definitivo nell'architettura imperiale di Roma del marmo proconnesio e la continuazione della politica di sfruttamento in grande scala delle cave del deserto egiziano, nel cui distretto presso ii Mons Claudianus avveniva l'estrazione di questo granito. La moda era iniziata con i colossali monoliti estratti per ii tempio del Foro Traiano e parlo del tempio e non di un propileo perchd ho ancora difficoltà ad accettare che le gigantesche colonne facessero parte invece di un grande propileo d'accesso, in cui esse sarebbero state praticamente alte quasi ii doppio degli altri fusti impiegati nella basilica e in altre parti del complesso, mentre l'esistenza di monumenti, come il tempio della Gens Septimia a Gemila e il relativo portico mi fanno pensare che templi di grandi dimensioni all'intemo di un portico stretto sui lati e molto piii basso non erano inusuali. Abbiamo menzionato i fusti in "granito del Foro" del Foro Traiano, del Tempio di Venere e Roma a cui vanno aggiunti quelli ugualmente grandi del pronao del Pantheon non solo perché costituiscono la manifestazione tra le pid eclatanti dell'uso del granito egiziano' 3 , ma perchd istaurano Ia moda del granito grigio che ben presto darà luogo in tutto il Mediterraneo all'apertura di cave di graniti locali, delle quali alcune sviluppano un'enorme attività produttiva e di esportazione a carattere interprovinciale: mi riferisco al granito della Troade e a quello misio, i cui fusti sono esportati in tutte le provincie in di le elites locali potevano permettersi tali acquisti, come si verifica ad Astigi nella Baetica, dove sono stati ritrovati fusti di Granito del Foro, della Troade e misio di grandi e medie dimensioni. 14 Ma insieme alle cave di granito grigio —quello del Foro è soprattutto estratto per le esigenze di Roma e solo eccezionalmente si trova in altre città e in tali casi per motivazione politiche ed economiche ben precise- si verifica anche l'espansione del mercato delle colonne di sienite, cioè del granito roseo di Assuan, e di cipollino, cioè ii marmo caristio dell'Eubea, di cui ugualmente la produzione di fusti per l'esportazione proprio con il II sec.d.C. aumenta enormemente. Se l'uso del cipollino anche per le colonne è già noto fin dall'età augustea, insieme al portasanta, al giallo antico e all'africano- basti pensare alle colonne in africano della Basilica Emilia o a quelle sempre in africano di piii di otto metri di altezza dei propilei del Foro della Pace 15 (v.oltre), tuttavia rispetto a queste pietre la diffusione al di fuori di Roma di colonne in cipollino è molto maggiore e tale fenomeno pare coincidere con i grandi lavori intrapresi a Roma con l'età traiano-adrianea. Ricordiamo che a Roma gli unici templi noti nei quali il pronao non presenta colonne di marmo bianco, è proprio il Pantheon con fusti di granito e il Tempio di Antonino e Faustina con fusti di cipollino: in entrambi i casi i fusti hanno riscontro con fusti semilavorati delle stesse dimensioni abbandonati nelle cave per un qualche difetto della pietra' 6 . L'importanza di questi fusti è tale da determinare anche il progetto architettonico in base alla loro disponibilità: ciè è stato riscontrato nel pronao del Pantheon, il cui elevato è stato condizionato dal disporre di fusti meno alti di quelli previsti. A partire dalla media eta adrianea e per tutta l'epoca antonina l'uso del proconnesio come marmo bianco per le trabeazioni, le basi e i capitelli, aumenta enormemente e di nuovo si accompagna talvolta anche alla presenza di maestranze orientali. Anzi, in alcuni casi di architettura pubblica monumentale l'uso 13 Pensabene, 1999: 721-736. 14 Pensabene. 2006: 103-141. in particolare p.121. 15 Fogagnolo,2002: 36-137. 16 Pensabene (1994).

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