MANGA, MEMORIA E HISTORIA: SOBRE EL TEMPLO YASUKUNI DE KOBAYASHI YOSHINORI (2005-2006). TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE LICENCIADO EN HISTORIA

June 9, 2017 | Autor: Abdiel Revilla | Categoría: History, Cultural History, Japanese Studies, Manga and Anime Studies, Historia, Historia Cultural
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Descripción

MANGA, MEMORIA E HISTORIA: SOBRE EL TEMPLO YASUKUNI DE KOBAYASHI YOSHINORI (2005-2006).

TESIS QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE LICENCIADO EN HISTORIA PRESENTA ABDIEL ENRIQUE SÁNCHEZ REVILLA

DIRECTORA DRA. LAURENCE COUDART

CUERNAVACA, MORELOS

AGOSTO 2014

El historiador que está en el bando victorioso se inclina fácilmente a interpretar el éxito a corto plazo en términos de una teleología ex post a largo plazo. No así los vencidos. Su experiencia primaria es que todo sucedió de forma diferente de como se esperaba o se había planeado…Tienen mayor necesidad de explicar por qué ocurrió algo que no era lo que ellos pensaban que ocurriría. Esto puede estimular la búsqueda de causas de alcance medio y largo plazo que expliquen la…sorpresa… y generen percepciones interiores más duraderas de, por consiguiente, mayor fuerza explicativa. A la corta puede que la historia la hagan los vencedores, a la larga, los aumentos en la comprensión histórica han salido de los vencidos.1 Reinhart Koselleck

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Citado en: Eric J. Hobsbawm, “El presente como historia”, en: Eric J. Hobsbawm, Sobre la historia, Barcelona, Editorial Crítica, 1998, p. 241.

AGRADECIMIENTOS

Esta tesis es el resultado de la colaboración de muchas personas que contribuyeron de una u otra forma —a veces sin saberlo— en su elaboración. En primer lugar, agradezco profunda y sinceramente a la Dra. Laurence Coudart, mi directora de tesis, por enseñarme todo cuanto sé de este milenario oficio de historiar, por su constante y afectuosa atención tanto en la carrera como en la dirección de esta tesis. A mis sinodales: Dr. Luis Gerardo Morales Moreno, Dra. Beatriz Alcubierre Moya, Dr. Carlos Barreto Zamudio y Dr. Dominique de Voghel Lemercier quienes a través de su extenso conocimiento me hicieron observaciones oportunas que hicieron plantear el problema desde diferentes perspectivas. También a los profesores de la Facultad de Humanidades de la UAEM quienes a través de sus clases me hicieron advertir las posibilidades de hacer historia. A todos ustedes: ¡Muchas Gracias! Agradezco también a mis compañeros y amigos de la Facultad de Humanidades quienes a través de sus idas al cine, pláticas y juegos enriquecieron mi conocimiento historiográfico y al mismo tiempo, proporcionaron un aliciente para seguir trabajando en esta tesis. En especial agradezco a Claudia Cruz, Dante Aguilar, David Marbán, Isabel Gómez, Shailin Mendoza, Manuel Adame, Enrique Manriquez y Alejandro Ramos. Por supuesto, no podían faltar mis mejores amigos: David Brito, Ángel Nájera y Omar Benítez quienes han estado desde mi niñez en las buenas y en las malas. Quiero agradecer a quienes debo todo cuanto soy: A mi padre Alfredo Sergio Sánchez Meza quien en vida supo enseñarme valores y me alentó en todos mis intereses académicos y deportivos. A mi madre María Antonieta Revilla Soaib quien supo

impulsarme a través de sus conocimientos y quien me apoya incondicionalmente en todo lo que me propongo; esta tesis es el monumento que evidencia todo el soporte que he recibido de ustedes y una prueba del inmenso amor que les tengo. No podría dejar de agradecer el soporte afectivo y “logístico” que recibí de algunos miembros de mi familia. A mi hermano Alex y su familia, a mis tíos y primos quienes siempre constituyen una compañía agradable y fortalecedora que incentiva a seguir en el camino.

ÍNDICE INTRODUCCIÓN ...................................................................................................................................... 1 CAPÍTULO 1. LOS DEBATES SOBRE LA MEMORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN JAPÓN (1945-2005). ................................................................................................................................. 11 1.1. LA MEMORIA HISTÓRICA...................................................................................................................... 12 1.2. LAS BASES DE LA MEMORIA HISTÓRICA DE LA GUERRA DEL PACÍFICO EN JAPÓN (1945-2000) .............. 21 1.3. EL RECUERDO DE LA GUERRA DE LA GRAN ASIA ORIENTAL EN EL NUEVO MILENIO (2000-2005). . 31 1.4. EL GRUPO HISTORIOGRÁFICO LIBERAL ................................................................................................. 40 CAPÍTULO 2. EL MANGA: ORÍGENES Y EVOLUCIÓN ................................................................... 45 2.1. EL NACIMIENTO DE UN NUEVO GÉNERO (SIGLO XII-SIGLO XX). ............................................................ 46 2.1.1. Los orígenes gráficos del manga (siglo XII-XIX) .......................................................................... 46 2.1.2. La incorporación de nuevos formatos y la consolidación del manga (1853-1945). ...................... 52 2.2. DE LA RECONSTRUCCIÓN AL MERCADO MUNDIAL (1945-2005) ............................................................. 58 2.2.1. Manga y reconstrucción. ............................................................................................................... 58 2.2.2 De la politización del manga a la multiplicación de géneros (1960-1980) ................................... 66 2.3.- EL MANGA, ¿UN MEDIO EN CRISIS? (1990-2005). .................................................................................. 71 CAPÍTULO 3. EL JAPÓN DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI OBSERVADO POR KOBAYASHI YOSHONORI A TRAVÉS DE YASUKUNI-RON. .................................................................................. 75 3.1. EL ŖNUEVO MANIFIESTO ARROGANTISTAŗ DE KOBAYASHI YOSHINORI, UNA NOVEDOSA FORMA DE NEGACIONISMO HISTÓRICO. .......................................................................................................................... 77 3.2. ŖEL PROBLEMA DE YASUKUNI SE DEBE A LA ŘIGNORANCIAřŗ, YASUKUNI DESDE LA PERSPECTIVA DE KOBAYASHI YOSHINORI. .............................................................................................................................. 81 3.3. LOS EXTRANJEROS Y LOS JAPONESES VISTOS POR KOBAYASHI YOSHINORI. .......................................... 87 3.4. EL ORIGEN DEL PROBLEMA DEL PASADO SEGÚN KOBAYASHI YOSHINORI. ............................................. 99 CONCLUSIÓN ....................................................................................................................................... 106 ANEXO 1. ILUSTRACIONES............................................................................................................... 111 ANEXO 2. GLOSARIO ......................................................................................................................... 113 ANEXO 3. LISTA DE ABREVIATURAS ............................................................................................. 116 ANEXO 4. ÍNDICE DE FIGURAS ........................................................................................................ 117 FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA .............................................................................................................. 118

INTRODUCCIÓN

Desde la década de 1980, Japón está inmerso en grandes transformaciones económicas, políticas y culturales. En primer lugar, la influencia de la Ŗglobalizaciónŗ se hace presente y debido a ella, las relaciones con el mundo se multiplican y la influencia extranjera en el país también. Entonces, gracias a la Ŗglobalizaciónŗ, el papel de Japón en la arena internacional es cada vez más importante y la apertura comercial que resulta de ella aumenta las interacciones con los demás países asiáticos. Algunos de ellos se muestran cooperativos y entusiastas con la participación activa de Japón. Sin embargo, los países que durante la Segunda Guerra Mundial habían sufrido la Ocupación japonesa manifestaron su inquietud y pusieron especial atención en el tratamiento del conflicto bélico en las escuelas japonesas. En suma, si Japón quería llegar a representar el papel de líder en la estructura regional, tendría que llevar a cabo un análisis sobre uno de los temas tabú más Ŗintratablesŗ: el de la memoria. Después de la derrota de Japón en 1945, la memoria japonesa de Posguerra es impuesta por la ocupación norteamericana,1 memoria que hace énfasis en los crímenes de guerra de Japón y da un sentido negativo a la guerra. Este orden memorial es trastocado solamente hasta la década 1980, lo que da paso a un examen de consciencia sobre la identidad japonesa que se refleja en el regreso de un debate que se creía saldado, o por lo menos olvidado: el enfrentamiento entre la historiografía de derecha y la de izquierda. La primera se caracteriza por presentar la guerra en un sentido positivo y se centra en la justificación de las acciones bélicas de Japón. La segunda tiende al anhelo de que Japón 1

Después del final de la Segunda Guerra Mundial el 15 de agosto de 1945, Japón fue ocupado por Estados Unidos y los Aliados por espacio de siete años. En principio se trataba de una ocupación aliada compuesta por China, Francia, la Unión Soviética, Estados Unidos y Gran Bretaña, pero después de 1946 pasó a ser liderada por Estados Unidos por lo que llamarla Ocupación norteamericana no es erróneo.

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acepte la responsabilidad por comenzar la guerra pero hace énfasis en la victimización de la población japonesa, debido a ello presenta una posición ambigua. El debate fue particularmente visible en los medios de comunicación. Por lo que en 1990, periódicos, revistas y programas de televisión se ven inundados por la temática de la Segunda Guerra Mundial. Cabe destacar que tanto la visión historiográfica de derecha como la de izquierda encuentran apoyo en la Dieta, es decir, en el parlamento japonés, y también son secundadas por intelectuales y otros personajes destacados de la sociedad japonesa. Mientras este debate se lleva a cabo, a mediados de la década de 1990 surge una organización que tiene por nombre Grupo Historiográfico Liberal (en adelante GHL). 2 Un grupo que encabeza el profesor especialista en educación de la Universidad de Tokio: Fujioka Nobukatsu, nacido en 1943. También recibe apoyo de un conjunto de destacadas personalidades académicas, artísticas y políticas. Las premisas de este grupo son: que Japón o más bien los japoneses se encuentran en una crisis de representación como consecuencia de la globalización; es decir, que los miembros del grupo observan con desprecio a los jóvenes japoneses, que en su opinión imitan modas culturales occidentales. También el GHL se ha pronunciado por actitudes hostiles contra los extranjeros y hace críticas constantes sobre todo dirigidas a China, Corea del Sur y Corea del Norte. Cabe destacar, sin embargo, que si bien existe una conexión visible entre las ideas conservadoras tradicionales y las de este grupo, Fujioka ha recalcado en varias ocasiones la diferencia que supuestamente existe entre el GHL y la versión conservadora de la historia afirmando, que se trata de una nueva historiografía que busca superar a las dos anteriores.

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El Grupo Historiográfico Liberal (Jiyuushugi-shikan) es una corriente historiográfica que ha trabajado en la creación de nuevos libros de enseñanza de educación básica en los que los jóvenes puedan tener una visión positiva y sientan orgullo por su país.

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Uno de los seguidores más emblemáticos del GHL es el autor de manga (o sea, de cómic japonés)3 Kobayashi Yoshinori, nacido en 1953.4 Famoso por sus mangas infantiles de la década de 1970, es a partir de los años de 1990 que su interés se transforma y comienza a centrarse en los tabúes de la sociedad japonesa. Crea una serie de tiras cómicas de tendencia derechista en los que Ŗanalizaŗ los problemas de la sociedad japonesa y los publica en una conocida revista de actualidad llamada Weekly Spa¡, que le ofrece un espacio político e intelectual. De esta manera, nace la sección de la revista llamada ŖDeclaración Arrogantistaŗ (Gōmanizumu sengen). En estos mismos años, Kobayashi conoce a Fujioka, y es a partir de ello que Kobayashi inicia una serie de libros de manga llamada ŖNueva Declaración Arrogantistaŗ (Shin-gōmanizumu sengen) que se centra en el problema de la memoria. El primer libro de manga es publicado en 1998 y se titula Sobre la Guerra (Sensō ron). En este último, se hace un análisis de la Segunda Guerra Mundial y al mismo tiempo una crítica hacia la sociedad japonesa actual. Este libro pone al autor en la mira de los académicos por lo que después de su publicación salen a la luz gran cantidad de artículos que reprochan la forma en que Kobayashi relata los acontecimientos de la guerra y lo acusan de: [Intentar] reinscribir al individuo en lo público, en parte, con la representación del Japón de la era de la Segunda Guerra Mundial y sus ejemplos específicos ŕŕcomo

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El manga o cómic japonés, es un estilo característico de historieta que, como se verá más adelante, se desarrolla a finales del siglo XIX. 4 Kobayashi Yoshinori nace el 31 de agosto de 1953, casi ocho años después del final de la Segunda Guerra Mundial. Nacido en Fukuoka, Kobayashi es hijo de una madre devota budista, y de un padre Ŗconvertidoŗ al Comunismo. Desde muy temprana edad, Kobayashi trabaja para convertirse en mangaka y es en la década de 1970 que tiene éxito con algunos mangas infantiles ŕcomo Tōdai Itchokusen.

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los pilotos Kamikazesŕ como el ideal estándar para el orden moral de los individuos que sirven a la sociedad.5

Otras críticas se dirigen hacia su nacionalismo radical y su manera de promover Ŗactitudes hostiles contra los extranjerosŗ.6 No todas las críticas son negativas, también hay quienes alaban a Kobayashi porque se atreve a romper varios tabúes de la sociedad japonesa y de alguna manera los revive para su análisis, es por ello que incluso algunos académicos recomendaron su lectura.7 Después de la publicación de Sobre la Guerra, Kobayashi se convierte en una figura pública de relevancia. En este contexto, el presente trabajo trata sobre el manga de Kobayashi Yoshinori titulado ŖSobre Yasukuniŗ (Yasukuni-ron). Este manga se publica en 2005, en el marco de la conmemoración número sesenta del final de la Segunda Guerra Mundial, y tiene como misión aclarar las turbulentas visitas realizadas por el Primer Ministro de Japón al controversial templo Yasukuni. Un templo que funge como lugar de culto para los muertos que dieron su vida por el emperador y la patria desde 1853 hasta 1945. En el templo se venera a los espíritus de 2,466,532 soldados.8 El manga Sobre Yasukuni se convierte rápidamente en un éxito comercial y tiene varias reimpresiones pocas semanas después de su publicación inicial. El discurso de Kobayashi se centra en dos premisas fundamentales: La primera es que la ocupación

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Aaron Gerow, ŖConsuming Asia, consuming Japan: The New Neonationalist Revisionism in Japanŗ, en: Laura Hein y Mark Selden (eds.), Censoring history, citizenship and memory in Japan, Germany, and the United States, Nueva York, East Gate Books, 2000, pp. 74-95. 6 Sharon Kinsella, Adult manga, culture and power in contemporary Japanese society, Honolulú, University of Hawai Press, 2000, p. 89. 7 Frederik L. Schodt, Dreamland Japan, writings on modern manga, California, Stone Bridge Press, 1996, pp. 224-228. 8 Después de la Segunda Guerra Mundial el templo fue objeto de controversias menores, hasta que en 1970 el Ministerio de Salud Pública ordenó que se incorporaran al templo las almas de catorce criminales de guerra clase ŖAŗ, es decir, los criminales de primera categoría juzgados en los Juicios de Tokio.

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norteamericana promovió un Ŗlavado de cerebrosŗ 9 a través de la enseñanza de una historiografía que otorga a Japón toda la culpa del conflicto. Esta historiografía fue, de acuerdo con Kobayashi, repetida por los gobiernos que siguieron desde el final de la ocupación en 1952, hasta el año de publicación de Sobre Yasukuni. La segunda premisa es que Japón es víctima de un plan Ŗmalévolo-demoniacoŗ elaborado por sus vecinos (especialmente Corea del Sur, Corea del Norte y China) que busca hacer énfasis en los crímenes de guerra perpetrados por el ejército imperial japonés durante el conflicto para promover una ideología anti-japonesa en el mundo. Esta última postura, de acuerdo con Kobayashi, es la que ha impedido que Japón se posicione como líder económico y político de la región Asia-Pacífico. Entonces, para Kobayashi, es necesario negar y/o omitir todas las acusaciones que se imputan a Japón con el fin de lograr que los japoneses se sientan orgullosos de su nación. Para ello, propone un estudio Ŗcorrectoŗ de la historia que se basa en una historiografía Ŗlimpiaŗ de toda mención a los crímenes de guerra cometidos por Japón. 10 En cambio, presenta una línea discursiva que muestra los grandes sacrificios de los japoneses durante la guerra conjugando este discurso con la victimización del país. En suma, el manga de Kobayashi presenta una historia supuestamente Ŗnovedosaŗ donde se explica el porqué de la guerra, por qué se debe conservar al templo Yasukuni y algunas historias de victimización que se fusionan con una dura crítica hacia el sistema político y social del Japón contemporáneo.

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Kobayashi Yoshinori, Yasukuni-ron, Tokio, Gentōsha, 2005, p. 69. El término estudio Ŗcorrectoŗ de la historia obedece a la forma en la que según Kobayashi Yoshinori se debe estudiar la Segunda Guerra Mundial: borrando cualquier mención de los crímenes de guerra porque pueden desmoralizar a los niños y hacerlos sentir vergüenza de ser japoneses. Esta idea no es original de Kobayashi, sino que fue tomada prestada del profesor de Fujioka Nobukatsu de quién hablaremos en el primer capítulo de esta tesis. 10

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La elección de Sobre Yasukuni como tema de estudio tiene varias razones históricas que consideramos fundamentales. En primer lugar, llama la atención que se trata de un manga de carácter serio, es decir de una historieta que se utiliza en Japón como sustituto de los libros en las instituciones educativas. Un género libresco que se populariza a partir de los años de 1980 y que sigue en auge en el primer lustro del siglo XXI. Por otra parte, Sobre Yasukuni presenta un discurso historiográfico que busca ser novedoso pero que en la práctica difiere muy poco del discurso conservador tradicional. Como ya lo explicamos, Kobayashi tiene gran éxito en la promoción de sus mangas sobre todo en el público joven, mientras que los libros de la derecha son raramente leídos por este grupo de edad. Por supuesto, el hecho de que las ideas se presenten en formato manga ayuda porque se trata de un medio barato, fácilmente asimilable y que tiene gran auge en la época. Sin embargo, este medio ha sido tradicionalmente menospreciado por la derecha, por lo que su utilización como vector de transmisión por ésta constituye una novedad. En este sentido, esta tesis pretende estudiar el discurso propuesto por Kobayashi Yoshinori en Sobre Yasukuni como parte de un cambio fundamental en la forma de transmitir la memoria sobre la Segunda Guerra Mundial ideado por el conservadurismo japonés. Para ello, la presente tesis busca presentar una historización acerca de dos procesos paralelos que permiten la aparición de Sobre Yasukuni y explican su éxito: el manga y el nacionalismo japonés. Un postulado importante que se seguirá en este trabajo es el que propone que la Segunda Guerra Mundial es un Ŗpasado extrañoŗ, un pasado que como apunta el historiador Ernst Nolte Ŗno da muestras de estar sometido a ese desaparecer, a ese proceso de desvanecimiento, [ya que] parece tornarse cada vez más vivo e intenso […] como un

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pasado que se establece incluso como presente […]ŗ. 11 Es decir, que en esta tesis se considera a la Segunda Guerra Mundial como un Ŗacontecimiento límiteŗ que supera de alguna forma los límites de la memoria debido a la multiplicidad de recuerdos traumáticos que conlleva. Es aquí donde tomaremos extremas precauciones porque aunque el manga de Kobayashi es un fenómeno moderno, de hecho, se trata de un vector de transmisión de imaginarios sobre un pasado traumático, que gracias a la victimización que presenta, podría resultar en una transmisión de traumas e imaginarios erróneos sobre la Segunda Guerra Mundial. Entonces, se trata de analizar la construcción de la memoria traumática y su evolución hasta la forma de un manga que pretende cambiar Japón Ŕo la situación de los jóvenes japonesesŕ esparciendo varios traumas, y al mismo tiempo, ofreciendo una forma de superar ese trauma: sentirse orgulloso de Japón. Los estudios sobre el discurso del GHL son esencialmente publicados en lengua inglesa y se enfocan en la crítica de su discurso. Otros más en las consecuencias que podría tener en las relaciones internacionales, mientras que un número importante de investigadores lo usan como ejemplo de caso para señalar las fallas del sistema Ŗmemorial japonésŗ.

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Para el caso de la memoria japonesa, existe la obra documentada e

imprescindible de Philip A. Seaton titulada Japan‟s contested war memories cuyos estudios se enfocan en la relación de la memoria con los medios de Japón. Sin embargo, Seaton deja de lado el manga y solo estudia las películas, los periódicos y la televisión.13 En nuestra

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Jürgen Habermas, Ernst Nolte, Thomas Mann, Hermano Hitler, el debate de los historiadores, México, Herder, 2011, p. 19. 12 Al respecto veáse Gavan McCormack, ŖThe japanese movement to ʻcorrectř historyŗ, en: Laura Hein y Mark Selden (eds.), Censoring history, citizenship and memory in Japan, Germany, and the United States, Nueva York, East Gate Books, 2000, pp. 53-73. McCormack hace un recuento interesante sobre la historia del GHL e investiga algunos de sus postulados, aunque se centra demasiado en los crímenes de guerra. También véase, Gerow, op. cit., p. 83. 13 Véase Philip A. Seaton, Japan‟s contested war memories: The „memory rifts‟ in historical consciousness of World War II, Nueva York/Oxford, Routdledge, 2007.

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opinión, Seaton ignora un medio que para la sociedad japonesa se convierte en el segundo vector de transmisión de información más importante entre 1960 y 1990. Para el caso del manga, resaltan dos estudios pioneros sobre el tema. Ambas obras constituyen una especie de catálogo donde se pueden apreciar las más importantes tendencias de este medio. El primero es Dreamland Japan, writings on modern manga del autor Frederik L. Schodt y el segundo Adult manga, culture and power in contemporary japanese society de la profesora Sharon Kinsella.14 Me gustaría agregar aquí el grandioso libro L‟Art de la bande dessinée,15 publicado en 2012, obra que inserta al manga en el vasto mundo de la tira cómica. Durante mucho tiempo, los estudios sobre Japón en México han representado una minoría en el mundo académico mexicano que tradicionalmente se ha enfocado en el estudio del Ŗdesarrollo económico, político y social de Japónŗ.16 Los estudios culturales sobre Japón se han dejado de lado o han tenido algunas dificultades por salir a la luz debido a que existen pocos centros de estudio especializados más allá del Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México. Sin embargo, tenemos que destacar los numerosos estudios que sobre la cultura visual japonesa y la estampa ha llevado a cabo el historiador del arte Amaury García Rodríguez.17 Por otro lado, aún no existe un estudio sistemático del manga en México. En este sentido, la presente tesis busca cubrir tales debilidades. A lo largo de la investigación, encontramos varios obstáculos que obedecen a la falta de archivos pertinentes sobre el tema en México. Por ejemplo, hemos prescindido de estudiar la recepción del manga por encontrarnos en la imposibilidad de viajar a Japón. En

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Véase Schodt, op. cit. Véase también Kinsella, op. cit., p. 23. Pascal Ory, Laurent Martin , Jean-Pierre Mercier, Sylvain Venayre (dirs.), L‟Art de la bande dessinée, París, Editions Citadelle & Mazenod, 2012, p. 476. 16 Alfredo Román Zavala (comp.), Japón, perspectivas sobre su cultura e historia, México, El Colegio de México, 2011, p. 11. 17 Véase Amaury A. García Rodríguez, Emilio García Montiel (comps.), Cultura visual en Japón, once estudios iberoamericanos, México, El Colegio de México, 2009. 15

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cambio, esta tesis utiliza como fuentes primarias esencialmente al manga de Kobayashi y algunos postulados del GHL, de los cuales se puede obtener información concerniente a sus emisores, ideología y a quiénes está dirigido. Por otro lado, esta tesis también se basa en una revisión de fuentes bibliográficas, hemerográficas y electrónicas que proporcionan informaciones acerca del desarrollo del medio llamado manga, sus visiones, su historia y su trayectoria. Tales fuentes también dan una visión sobre la problemática de Kobayashi Yoshinori. Esperamos que esta tesis sea un primer paso para los investigadores que se interesen por el neo-nacionalismo japonés y sus ejemplos, además de servir de introducción a los estudios culturales sobre Japón. La estructura general de la tesis es la siguiente: el primer capítulo postula que la memoria sobre la Segunda Guerra Mundial en Japón es un tema que se ha convertido en un punto habitual de la agenda internacional asiática como consecuencia de la globalización. En este capítulo se verá cómo la memoria histórica y el nacionalismo japonés se van transformando a través del tiempo. Para poder estudiar esos cambios, entonces, se pretende en primer lugar definir la memoria para posteriormente centrarnos en mostrar la formación de la consciencia histórica sobre la Segunda Guerra Mundial durante la Posguerra. Enfocándonos en las siguientes preguntas: ¿Por qué cambia este orden memorial a partir de la década de 1980? ¿Cuál fue la transformación de la memoria durante la posguerra? ¿Cómo se define el GHL en la época de transformaciones que provoca la Ŗglobalizaciónŗ?. El segundo capítulo versa sobre el medio conocido como manga. Género de historietas japonés que tiene un origen bastante largo (quizás mil años), pero va incorporando nuevos estilos pictográficos hasta adaptar el estilo de los cómics estadounidenses de los últimos años del siglo XIX al gusto japonés. Es en el siglo XX, cuando varios artistas japoneses emprenden su propio camino en el mundo de las tiras 9

cómicas. Sin embargo, no es hasta la década de 1960, que este medio se desarrolla como un género independiente que ha penetrado en casi todos los aspectos de la sociedad japonesa. Cabe destacar que, aunque generalmente en Estados Unidos se le dé un valor menor que a una novela o a una película, en Japón frecuentemente tienen el mismo valor, por lo que la influencia de las informaciones publicadas en los mangas no se debe de subestimar. Las preguntas que busca esclarecer este capítulo son: ¿qué es el manga? ¿Cuál ha sido el desarrollo de este medio? En suma, se trata de observar el desarrollo del medio desde los inicios del siglo XIX hasta la supuesta crisis del medio en el primer lustro del siglo XXI, para contextualizar y entender mejor el éxito de Sobre Yasukuni. En el tercer y último capítulo, se pretende estudiar tres aspectos esenciales del discurso de Sobre Yasukuni lo que creemos puede dar una idea general sobre las ideas xenófobas y nacionalistas del autor, sin pretender totalizar en la explicación. El capítulo se centra en el discurso de Kobayashi sobre el problema del templo Yasukuni en el manga, también en las visiones sobre los extranjeros y por último, en el papel de la Ocupación norteamericana que describe Kobayashi Yoshinori. Entonces, esta tesis intenta profundizar en la utilización del manga como vector de transmisión de historia (en su sentido político), al ser utilizada por algunos mangakas 18 como transmisor de imaginarios y usos y costumbres que tratan de revivir a las que tenía la sociedad japonesa durante la guerra. A la vez se intenta Identificar cuáles son los cambios en el orden memorial que provocan las transformaciones de la arena internacional y que permiten que Sobre Yasukuni se convierta en un éxito.

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Autores de manga.

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CAPÍTULO 1. LOS DEBATES SOBRE LA MEMORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL EN JAPÓN (1945-2005).

En las últimas dos décadas del siglo XX, el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial en Japón comienza a tener una presencia cada vez mayor. Varios factores internos y externos se traducen en grandes transformaciones a nivel mundial, regional y nacional que configuran la forma en la que este conflicto bélico se rememora en Japón. De esta manera, se evidencia que existe una ambigüedad en el tratamiento de la guerra por parte del gobierno japonés y varios grupos tanto de extrema derecha como de extrema izquierda aprovechan la ocasión para poder transmitir una visión de la historia que sustente sus programas políticos a una gran parte de la población. Una de las propuestas más radicales y novedosas es la que presenta el GHL, un grupo radical que exhibe una serie de ideas nacionalistas escudándose bajo la supuesta idea de que se trata de una propuesta Ŗliberalŗ. Este grupo tiene bastante éxito y como ya lo mencionamos, su conquista se basa en un programa propagandístico que hace uso de los principales medios de comunicación de Japón ŕcomo el manga. Ahora bien, este éxito no se puede comprender si no se estudia la forma en la que la memoria histórica sobre la Segunda Guerra Mundial se construye en la Posguerra y cómo y por qué este orden memorial es trastocado durante las últimas décadas del siglo XX. Éste capítulo busca aclarar qué es la memoria histórica para poder vislumbrar una historización sobre la forma en la que se construye la memoria histórica sobre la Segunda Guerra Mundial en Japón, así como los cambios ocurridos en esta memorización en el primer lustro del siglo XXI y cómo se inserta el GHL en este proceso. A partir de ello, se puede vislumbrar y entender el éxito que tiene el manga Sobre Yasukuni de Kobayashi Yoshinori. 11

1.1. La memoria histórica

La memoria histórica no es fácil de definir. Prueba de ello está en la gran cantidad de enfoques con los que los historiadores y otros científicos sociales se han enfrentado al término. De hecho, cuando no se busca una respuesta definitiva y la estudiamos tomando en cuenta las particularidades geográficas y temporales de la sociedad que la construye, la memoria se convierte en una herramienta útil que nos permite conocer aspectos importantes sobre sociedades alejadas de nosotros tanto temporal como espacialmente. La memoria está formada por diferentes elementos. Por ejemplo, la antropóloga Marcela Valdata la define de la siguiente manera: Hablar de memoria implica remitir a un pasado que en algún momento y por alguna situación determinada quedó en el olvido. Un pasado que entra en acción necesita de alguna articulación para devenir en memoria; de él surgen variedad de interpretaciones: pasado como tiempo anterior, pasado como estructura de la verdad, pasado como experiencia traumática, son ejes que vertebran este concepto.19

Entonces, de acuerdo con ella, la memoria es una selección consciente o inconsciente de elementos de un pasado que ya no está, y que necesita una articulación para poder regresar a nosotros en forma de relatos, imágenes, documentos y otros mecanismos de transmisión a través de los cuales se construyen representaciones sociales sobre el pasado. Para efectos de esta tesis, el concepto de representación será entendido como Ŗun acto cognitivo por medio del cual se produce un signo y un símbolo que se instaura como el Řdobleř de una presunta Řrealidadř o de un originalřŗ.20 Es decir que la memoria está construida de alegorías que se establecen como una copia de la realidad lo que constituye un principio de inteligibilidad y 19

Marcela Valdata, ŖMemoriaŗ, en: Monica Szurmuck y Robert Mckee Irwin (coords.), Diccionario de estudios culturales latinoamericanos, México, Instituto Mora/Editorial siglo XXI, 2009, pp. 173-177. 20 Felipe Victoriano y Claudia Darrigandi, ŖRepresentaciónŗ, en: Monica Szurmuck y Robert Mckee Irwin (coords.), Diccionario de estudios culturales latinoamericanos, México, Instituto Mora/ Editorial Siglo XXI, 2009, pp. 249-254.

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de comunicación con lo ya sucedido, a través del cual se cimientan imaginarios sobre el pasado, el presente y el futuro. Hasta aquí, podemos decir que la memoria es una especie de huella latente que se graba en torno a la experiencia y que solo puede aparecer en el presente por medio de representaciones ya que el original necesita estar alejado y/o desaparecer para que la copia aparezca. Otra característica de la memoria es que se construye de acuerdo a las condiciones del presente. Es decir, la memoria siempre está en presente, lo que la mantiene en evolución permanente y en cierto grado, en la inestabilidad. Gracias a esta condición, la memoria es susceptible a la manipulación, porque como explica el historiador Pierre Nora: Ŗ[la memoria es] sensible a todas las transferencias, pantallas, censuras y proyeccionesŗ.21 Por esta razón, la memoria parece estar en aparente oposición con la historia académica y su pretensión de decir la Ŗverdadŗ. Quizás por ello, a partir del siglo XIX, los historiadores desconfiaron y menospreciaron la información obtenida de ella. Raramente apareció en sus trabajos y cuando lo hacía era simplemente para juzgarla y acusarla de su alterabilidad. En este punto, el historiador Michel de Certeau relata así la diferencia entre la historia y la memoria: La historiografía occidental lucha contra la ficción. La guerra intestina entre la historia y las historias se remonta a muy atrás. Ésta es una querella familiar que, inmediatamente, establece las posiciones. Pero por su lucha contra la fabulación genealógica, contra los mitos y las leyendas de la memoria colectiva o contra las derivas de la circulación oral, la historiografía crea una distancia con relación al decir y al creer comunes, se aloja precisamente en esta diferencia que la acredita como sabia al distinguirla del discurso ordinario.22

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Pierre Nora, « prólogo », en: Pierre Nora (dir.) Les lieux de mémoire, 1 La République, Paris, Gallimard, 1984, p. XIX. 22 Michel de Certeau, ŖLa historia, ciencia y ficciónŗ, en: Historia y psicoanálisis, México, Universidad Iberoamericana, 2004, p. 1.

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Así, de Certeau pone de manifiesto que la memoria es tomada por los historiadores como parte de la ficción, porque está construida como parte del decir y el creer comunes. Este conflicto deja de ser funcional cuando los historiadores comienzan a estudiar otros tipos de comprensión del pasado. Así, identifican la ficción y la memoria como imágenes que pueden hacer presente al pasado de igual forma que la historia. A veces, incluso de manera Ŗmás poderosa que la que establecen los libros de historiaŗ.23 De esta manera, conforme los historiadores comprenden que las sociedades humanas tienen otros modos de relación con el pasado, la memoria se convierte en uno de los temas más importantes para la historiografía. Así, en las últimas décadas del siglo XX, se hacen grandes esfuerzos para su rescate y se hace énfasis en la creación de archivos, grabaciones y publicaciones que la salvaguardaran del olvido. La memoria también se convierte en un tema importante para los historiadores porque el Ŗgiro lingüísticoŗ,24 al centrarse en la simbología de la palabra como forma de inteligibilidad de las realidades sociales, hace conscientes a muchos de ellos del importante papel de la memoria comunicada en la formación de identidades culturales. En este punto,

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Roger Chartier, La historia o la lectura del tiempo, Barcelona, Editorial Gedisa, 2007, p. 34. El giro lingüístico constituye una respuesta coherente a la problemática que representa la aparición de una supuesta crisis de las humanidades en la década de 1970. En este sentido, varias ciencias sociales y humanas respondieron diversificando la temática y los enfoques de las investigaciones. La historia, por ejemplo, dejó de observar al pasado como un Ŗalgoŗ objetivo que existía independientemente del historiador (observador), y se convirtió en un medio que debía ser comunicado a través de las palabras. En este sentido, sobre el cambio de perspectivas de los historiadores el historiador intelectual Elías Paltí, en la introducción de su libro Giro Lingüístico e historia intelectual, afirma que Ŗ[Desde que el lenguaje dejó de ser concebido como un medio más o menos transparente para representar una realidad objetiva externa al mismo, el foco de la producción historiográfica en su conjunto, se desplazó decisivamente hacia los medios de producción, reproducción y transmisión de sentidos en los distintos periodos históricos y contextos culturalesŗ. Véase Elías José Paltí, Giro lingüístico e historia intelectual, Buenos Aires, Universidad Nacional de Quilmes, 1998, pp. 20-21. En el mismo sentido, el historiador Guillermo Zermeño Padilla apunta que ŖDentro de esta concepción metodológica [el giro lingüístico], el lenguaje no es percibido como un mero instrumento del habla, sino como algo constitutivo de nuestra forma de nuestra manera de observar o describir al mundoŗ, véase Guillermo Zermeño Padilla, La cultura moderna de la historia, una aproximación teórica e historiográfica, México, El Colegio de México, 2002, p. 22. 24

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el historiador Robert Darnton define muy bien lo que se puede obtener del estudio de las comunicaciones: [El género antropológico de la historia] se apoya en la premisa de que la expresión individual se manifiesta a través del idioma en general, y que aprendemos a clasificar las sensaciones y a entender el sentido de las cosas dentro del marco que ofrece la cultura. Por ello debería ser posible que el historiador descubriera la dimensión social del pensamiento y que entendiera el sentido de los documentos relacionándolos con el mundo circundante de los significados, pasando del texto al contexto, y regresando de nuevo a éste hasta lograr encontrar una ruta en un mundo mental extraño.25

En este sentido, el giro lingüístico crea las condiciones perfectas para el desarrollo de un género antropológico de la historia que desentraña la dimensión social del pensamiento y que se centra en el mundo circundante de los significados. No es de extrañar que con este nuevo enfoque, los historiadores comiencen a volver la vista hacia la memoria. Sobre todo porque se construye de comunicaciones que a su vez tienen elementos de olvido, recuerdo e invención. Es decir, el discurso de la memoria conlleva sensaciones que expresan cuestiones culturales como el trauma, el deseo, los sentimientos, las emociones y la felicidad. En otras palabras, el Ŗgiro lingüísticoŗ y la memoria se articulan estipulando que el pasado solo puede estudiarse a través de las comunicaciones que se hacen de él, y por ello la memoria en tanto que está erigida por una buena cantidad de observaciones comunicadas (archivos y testimonios), sirve como un primer acercamiento a las emociones, sentimientos y visiones culturales de las sociedades. En suma, el Ŗgiro lingüísticoŗ enseña que Ŗaquello de lo que se habla [en este caso la memoria] ya no es concebido como algo común, sino como algo que se puede ver desde distintos puntos de vistaŗ. 26 La toma de consciencia mencionada anteriormente, advierte a los historiadores que el aumento en los

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Robert Darnton, La gran matanza de gatos y otros episodios de la historia de la cultura francesa, México, Fondo de Cultura Económica, 1987, p. 13, las cursivas son mías. 26 Véase Alfonso Mendiola, ŖEl giro historiográfico, la observación de observaciones del pasadoŗ, Historia y Grafía, Núm.15, 2000, pp. 181-208.

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estudios sobre la memoria y su construcción y constitución significa también que quizá las sociedades ya no sientan una conexión tan fuerte con el pasado. 27 También se pone de manifiesto en los últimos años del siglo XX, el miedo por la desaparición de la memoria. Especialmente en los trabajos sobre historia de la Segunda Guerra Mundial concebida aquí como uno de los eventos más traumáticos y trascendentales de la humanidad (si no es que es el más trascendental). De esta manera, las memorias sobre este proceso histórico son ampliamente recogidas y resguardadas. Sobre todo las de los sobrevivientes de eventos traumáticos que sobrepasan los límites de la representación histórica. Por ejemplo, en el caso del Holocausto y los Bombardeos Atómicos de Hiroshima y Nagasaki.28 Por otro lado, no hay que olvidar que parte del temor hacia la pérdida de memoria también es una lucha constante por el control de la misma. La idea anterior nos enfrenta al uso de la memoria como Ŗarmaŗ capaz de infligir daños a través de su manipulación como forma de cancelar la voz del testigo.29 Sin duda, este es el caso de la importante lucha que hace el historiador Pierre Vidal-Naquet contra los Ŗrevisionistasŗ del Holocausto en su libro Los asesinos de la memoria. Por otro lado, en el caso japonés, gran parte de las críticas que recibe el GHL se relacionan con la omisión de los crímenes de guerra japoneses en los libros de historia publicados por ellos. Entonces, la memoria sirve como arma porque ésta también es invención. En este punto Paul Ricœur apunta que la memorización también es una actividad, por lo cual calificar a la memoria como un ente pasivo sería despojarla de su cualidad creativa o de

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Nora, op. cit., p. XXI. Nora se refiera a la historiografía sobre la Revolución Francesa, pero bien podríamos apropiarnos el término para aplicarlo a cualquier otro acontecimiento. 28 Compartimos la idea de que hay ciertos acontecimientos que sobrepasan la representación; cuya crueldad sobrepasa los límites de los límites del lenguaje para describirlos. 29 Véase Gisela Gutiérrez Castañeda, ŖLos retos de la memoriaŗ, en: Beatríz Alcubierre, Rodrigo Bazán, Leticia Flores y Rodrigo Mier (coords.), Oralidad y escritura, trazas y trazos, Cuernavaca, Editorial Itaca/UAEM, 2011, pp.33-43.

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acción. Es decir, una actividad que refiere al recuerdo y aprendizaje de las formas de actuar, experiencias e identidades, que en el último de los casos refieren a uno mismo.30 Como ya lo hemos mencionado, la memoria está implícita en el recuerdo de la experiencia como la fuente primaria de la identidad ŕsi no hay experiencias difícilmente se puede concretar una identidad. Además, como nos recuerda el historiador Roger Chartier, Ŗ[la memoria] es conducida por las exigencias existenciales de las comunidades para las que la presencia del pasado en el presente es un elemento esencial de la construcción de su ser colectivoŗ.31 De esta manera, la memoria dota a cierto grupo humano de un conjunto único de experiencias (haber vivido la guerra, el Holocausto, o el bombardeo atómico) que sirven para que el individuo sea aceptado como sobreviviente por una comunidad. Por ejemplo, de Hiroshima, del Holocausto o de la esclavitud. En este sentido, una de las experiencias más utilizadas por las naciones para su legitimación es el trauma, entendido como: Ŗuna herida psíquica causada por una experiencia aplastante producto de un evento catastrófico o límite cuyo recuerdo acarrea sentimientos que, además de ser muy dolorosos, pueden también ser utilizados para legitimar una identidad individual o colectivaŗ. 32 Por ejemplo, cuando la sobreviviente del Holocausto Dunia Wasserstrom adopta la siguiente tarea: El motivo, y el fin, que busco al dar a conocer testimonios de tan execrable proceder, padecido en carne propia y obligada a presenciar martirios y exterminios en otros, es pregonarlos para que se divulguen, para que se conozcan en sus detalles y puedan contribuir a formar, si es posible, una conciencia de repudio a todo acto de crueldad por mínimo que sea. Que cada individuo, en cada país se forje muy hondo el firme propósito de impedir los malos tratos, las matanzas, y oponerse por cuantos medios tenga a su alcance a que se desencadene cualquier guerra. Nunca jamás…33 30

Paul Ricœur, La historia, la memoria y el olvido, Madrid, Ediciones Trotta, 2003, pp. 83-84. Chartier, op. cit., p. 39. 32 concepto utilizado por Dominick LaCapra. 33 Dunia Wasserstrom, Nunca jamás, memorias de una sobreviviente de Auschwitz, México, Editores Mexicanos Unidos, 1979, p. 19. 31

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Lo que hace Wasserstrom es afirmar una identidad basada en una experiencia que solo ella sabe y solo ella vivió y de la cual muy pocos salieron con vida. Además, su tarea es dar a conocer su historia con la esperanza de que nunca vuelva a repetirse. En el mismo sentido, pero con un matiz diferente, un sobreviviente de Hiroshima retrata así la identidad de los sobrevivientes del bombardeo atómico: La gente de Hiroshima prefiere guardar silencio hasta el momento de enfrentarse a la muerte. Quiere sentirse dueña de su propia vida y de su propia muerte. Evitar que su tragedia personal se convierta en un dato o excusa para las luchas políticas, como las que se producen en torno a la prohibición de las bombas atómicas y de hidrógeno. No quieren dar la imagen de que mendigan por el hecho de ser víctimas […] Las personas que conocimos de primera mano el horror de la bomba atómica, preferimos callar. O al menos decir tan solo unas cuantas frases que queden registradas en documentos históricos. Es natural que los intelectuales contrarios a la guerra y a la proliferación nuclear que vienen a la ciudad sólo ese 6 de agosto no comprendan los sentimientos de las víctimas.34

Los anteriores ejemplos ilustran muy bien cómo el trauma vivido puede fungir como un generador de identidad. La diferencia radica en que, mientras uno calla como forma de apropiarse de su muerte, el otro trata de dar a conocer el horror vivido en los campos de concentración para que nunca jamás se vuelva a repetir. Hasta aquí hemos visto que el trauma como proceso de experiencia límite puede fundar una identidad y perpetuarla, ahora nos centraremos en el problema que plantea la transmisión del trauma y de la memoria; es decir, también son heredables. Por ejemplo, existen varios ejemplos de cómo un trauma no vivido directamente puede presentarse en personas que sientan afinidad o empatía por las víctimas directas. Sobre todo, este fenómeno se puede observar entre los familiares y allegados a los sobrevivientes, pero también aparece en personas cuya relación con la víctima no es directa. Este fenómeno es llamado transmisión intergeneracional del trauma 34

Kenzaburo Oé, Cuadernos de Hiroshima, Barcelona, Editorial Anagrama, 2011, pp. 15-16.

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por el historiador Dominick LaCapra e implica la idea de que el trauma es transmisible. Así cuando las fuerzas del nacionalismo se conjuntan con los sentimientos traumáticos que acarrea el recuerdo de ciertos eventos se convierte en un Trauma fundador; un evento que representa una coyuntura sobre la vida del ser humano y sobre el cual se puede fundar una identidad renovada. 35 La Segunda Guerra Mundial como experiencia traumática extrema introduce la importancia de los estudios sobre memoria y trauma al mismo tiempo que su recuerdo expone varios ejemplos de trauma fundador. Por ejemplo, la legitimidad de la República Federal Alemana estriba en su separación tajante de la supuesta Ŗanormalidad históricaŗ que representa el Tercer Reich para la historia del país. Lo hace bajo la premisa de nunca volver a cometer un acto como el Holocausto. De esta manera, el 8 de mayo, día de la capitulación alemana, se instituye como el día de la liberación de los alemanes del régimen Nacionalsocialista, aunque no debemos olvidar reflexiones como la del filósofo Jürgen Habermas que afirma: Hacemos memoria de ese día no solo con nuestro duelo por las víctimas de la barbarie protagonizadas entonces por nuestra propia nación y a la que solo pusieron término los aliados. Sino que en contra de la experiencia predominante de quienes vivieron aquel momento celebramos también en numerosos actos públicos el día de la capitulación no sin una cierta satisfacción por el giro que produjo hacia algo políticamente mejor.36

De esta manera, con la celebración del Ŗdía de la liberaciónŗ, la conmemoración del Holocausto y la introducción de un sistema democrático, las manifestaciones de nacionalismo alemán se convirtieron en algo prohibido tanto moral como políticamente. No

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LaCapra ilustra en su estudio sobre el trauma cómo ciertas formas de identidad traumática son Ŗheredablesŗ tanto en el proceso de transmisión consciente o intencionada a través de la escuela, de libros y de relatos y la transmisión inconsciente como la identificación, el mimetismo y la reactuación. Véase Dominick LaCapra, Historia en tránsito, Experiencia, identidad, teoría citica, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2006, p. 148. 36 Jürgen Habermas, Más allá del estado nacional, México, Fondo de Cultura Económica, 1998, p. 176-177.

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obstante, este trauma fundador se convirtió paradójicamente en un pilar de la identidad alemana de posguerra, retratada así en palabras del cineasta polaco Andrzej Wajda: ŖAlemania seguirá siendo entre muchas otras cosas, Auschwitz. En otras palabras: Goethe y genocidio, Bethoven y cámaras de gas, Kant y botas militares. Todo eso pertenece al indeleble patrimonio alemánŗ. 37 Aunque la observación proviene de un polaco, muchos alemanes afirmarían que Auschwitz está interiorizado en cada alemán.38 Como ya lo hemos mencionado, en el caso japonés, no existe tal sentimiento de vergüenza. La guerra culmina con los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki,39 hecho que ayuda a crear un sentimiento de victimización que es utilizado políticamente por la extrema izquierda japonesa para promover un sentimiento que ayuda a legitimar la ideología pacifista de posguerra. 40 Este hecho nubla muy pronto la posibilidad de reconciliación con los países que fueron conquistados durante el conflicto bélico. De hecho, estos bombardeos atómicos que parecen haber sido Ŗinnecesariosŗ41 hacen que en muchos japoneses nazca el sentimiento de victimización, lo que impide observar a Japón como un país agresor. Esta actitud ambigua respecto al pasado se mantiene hasta los últimos años de la década de 1980, cuando varios cambios políticos, culturales e internacionales permiten que el debate sobre la responsabilidad de guerra surja de nuevo. En este subcapítulo hemos visto cómo la memoria es una herramienta que tiene una amplitud de definiciones tal 37

Palabras de Andrzej Wajda citadas en: Ian Buruma, El precio de la culpa, cómo Alemania y Japón se han enfrentado a su pasado, Barcelona, Duomo Perímetro, 2011, p. 85. 38 Ídem. 39 Bombardeo atómico del 6 de agosto de 1945 a Hiroshima en el que murieron 140,000 personas y el bombardeo atómico de Nagasaki el 9 de agosto del mismo año en el que murieron 75,000 personas. 40 La nueva Constitución japonesa promulgada en 1946 en la que el artículo 9no estipula que el pueblo japonés renuncia a la guerra se convirtió en un símbolo de vanguardia en Japón, por ser la primera nación del mundo que renunciaba a la guerra y era completamente pacifista. 41 Existe una controversia historiográfica sobre la utilidad de las bombas atómicas en suelo Japonés en la cual no deseamos participar, sin embargo una corriente muy fuerte en la historiografía japonesa postula que las bombas atómicas fueron innecesarias en tanto que Japón estaba a punto de rendirse. Véase Michael J. Hogan, Hiroshima in history and memory, Cambridge, Cambridge University Press, 1996.

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debido a que se conforma de elementos diversos que obedecen a sus diversas funciones. Así, necesita una o varias articulaciones a través de las cuales se mantiene un diálogo con el presente y con el pasado. Al mismo tiempo que la memoria remite a algo que ya no está y que aparece como representación mental del pasado en el presente. De esta manera, se crean imaginarios del pasado sobre los cuales se puede fundar una identidad en torno a la experiencia que puede ser transmitida consciente o inconscientemente. En el siguiente subcapítulo veremos una aplicación concreta de todas estas explicaciones sobre la memoria en Japón, donde como ya hemos mencionado, el estudio de las políticas memoriales sobre la Guerra de la Gran Asia Oriental en Japón representa un tema doloroso de tratar, sobre todo porque conjuga sentimientos de culpa y victimización con varios problemas políticos, económicos, sociales, culturales y diplomáticos que se resolvieron deficientemente durante la Posguerra.

1.2. Las bases de la memoria histórica de la Guerra del Pacífico en Japón (1945-2000)

Poco tiempo después de la derrota japonesa en 1945, la Ocupación estadounidense implementa varias políticas que buscan la dislocación definitiva del poder imperial nipón. Se impone como meta la separación del Shintō42 y el Estado con miras a convertir a Japón en el taller industrial del lejano oriente. En concreto, la tarea de la ocupación es impedir que Japón se convierta en una amenaza para el poderío estadounidense en la región. 43 Para cumplir con este objetivo, la ocupación hace énfasis en la democratización y la 42

El Shintō es la religión original de Japón, la diosa principal es Amaterasu (diosa del sol) quien es ascendiente del emperador. Es una religión animista que posteriormente incorporó en el culto a los ancestros. Durante la restauración Meiji en el siglo XIX se institucionalizó y se convirtió en religión estatal. 43 Michiko Tanaka (coord.), Historia mínima de Japón, México, El Colegio de México, 2011, p. 290.

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desmilitarización del país. Como consecuencia de estas acciones, las organizaciones políticas se multiplican y varios partidos políticos surgen en este contexto.44 La desmilitarización fue una medida impopular para la élite militar que dirigió el país antes y durante de la guerra, pero para una población diezmada por ella significa el fin de una época traumática y tiene gran apoyo. Sobre el tema, el historiador Ienaga Saburō apunta: En realidad, la reacción [de la población hacia la desmilitarización] fue favorable porque la mayoría de los japoneses habían experimentado en carne propia la pérdida de seres queridos, los bombardeos o la inanición. Su apasionado odio a la guerra era un grito salido del corazón de un pueblo que había sido extraviado: no fue el camino de la gloria lo que encontraron, sino los horrores de la guerra.45

Además, dado que la principal tarea de Japón después de la guerra es la recuperación económica, el ahorro en gasto militar permite un crecimiento acelerado de la industria nipona lo que convence a muchos japoneses de que la paz es mucho mejor camino que la guerra. Con estos antecedentes, la Ocupación norteamericana no tiene muchos problemas para promulgar una Constitución que en su artículo noveno reza así: Aspirando sinceramente a una paz internacional basada en la justicia y el orden, el pueblo japonés renuncia para siempre a la guerra como derecho soberano de la nación y a la amenaza o al uso de la fuerza como medio de solución en disputas internacionales.46

Varios pensadores japoneses (entre ellos el famoso escritor Mishima Yukio) alegaron que esta medida era el equivalente a una castración nacional. Sin embargo el rápido auge económico desvía la atención de estos problemas, y de hecho, la derrota y sus condiciones 44

Alfredo Román Zavala, Internacionalización y partidos políticos en Japón, la crisis del Partido Liberal Demócrata en 1993 y sus secuelas, México, El Colegio de México, 2011, p. 103. 45 Ienaga Saburō, La Guerra del Pacífico, La Segunda Guerra Mundial y los japoneses 1931-1945, México, Editorial Diana, 1982. 46 ŖLa constitución de Japónŗ en Ficha informativa sobre Japón, página oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón, http://www.mofa.go.jp. (consultado el 3 de enero de 2013).

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pasan a formar temas de segundo orden. En esta primera etapa de la Posguerra, la transformación es tan evidente que entre 1947 y 1948 un partido socialista llega a encabezar Japón.47 Sin embargo, el desarrollo de la Guerra Fría,48 modifica las políticas iniciales de la ocupación norteamericana. Ésta se comienza a aliar con los conservadores japoneses para impedir la entrada del comunismo, este proceso se hace más fuerte con la llegada de Mao Tse Tsung (1893-1976) al poder en China, en 1949. Cuando la actitud de la Ocupación norteamericana hacia los conservadores se suaviza, éstos poco a poco escalan puestos. El historiador Alfredo Román Zavala afirma incluso que los partidos conservadores (los que llevaron al país a la guerra) comienzan a reorganizarse bajo distintos nombres en el nuevo orden Ŗdemocráticoŗ apoyado por la ocupación.49 Cuando termina la ocupación en 1952, solo es cuestión de tiempo para que lleguen al poder. Lo logran cuando en 1955 gana las elecciones el Partido Liberal Demócrata (en adelante PLD). El PLD es especialmente incisivo con la información presentada en los libros escolares de historia. Por ejemplo, cuando el historiador Ienaga Saburō, de orientación marxista, presenta su libro ŖNueva historia de Japónŗ (Shin nihonshi) éste es rechazado por el Ministerio de Educación por mostrar demasiada información acerca de la Guerra del Pacífico y sobre todo porque, según el ministerio, la forma en la que se relata la historia de Japón podía fomentar un sentido de inferioridad entre los alumnos.50 De esta manera, sin la

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Nakatita Kōji, ŖLa Ocupación Estadounidense de Japón: El proceso y alcance de la norteamericanización del paísŗ, Istor, año 13, núm. 51, México, CIDE, 2012, pp. 9.27. 48 El enfrentamiento político, económico y militar entre Estados Unidos y la Unión Soviética que tiene lugar después de la Segunda Guerra Mundial 49 Zavala, op. cit., pp. 101-111. 50 Yoshiko Nozaki, War memory, nationalism and education in Postwar Japan, the Japanese history text book controversy and Ienaga saburo‟s court challenges, Nueva York, Routdledge, 2008, p. 17.

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Ocupación norteamericana como contrapeso ideológico, los conservadores publican varios libros que afirman en un sentido positivo la actuación de Japón en la Segunda Guerra Mundial.51 No es de sorprender que a partir de 1960, la educación en las escuelas japonesas se incline por una tendencia conservadora de la historia de Japón y se enseñe la Segunda Guerra Mundial como una Ŗgesta heroicaŗ cuyo objetivo era liberación de Asia de la opresión de los países euroamericanos. Estos libros escolares difuminan la información sobre los crímenes de guerra cometidos por las fuerzas armadas de Japón. Esto da como resultado una confrontación política entre China, Corea y Japón que desemboca en una serie de marchas anti-japonesas en Beijing y en Seúl en 1985, proceso que se acelera con la visita del Primer Ministro japonés al templo Yasukuni. Los manifestantes asiáticos (en su mayoría chinos y coreanos) piden el pago de indemnizaciones de guerra y critican la falta de moralidad por parte del gobierno japonés en el tratamiento de los crímenes de guerra. Además, acusan a los ciudadanos japoneses de haber olvidado la Segunda Guerra Mundial. Una acusación que muchos académicos repiten en sus trabajos y que comúnmente llaman Ŗamnesia japonesaŗ. Frase que postula que los japoneses olvidan la guerra y sus crímenes.52 Quizás sea lícito acusar al gobierno japonés de evadir su responsabilidad, de esconder hechos trágicos en los libros de texto y de no pagar indemnizaciones. Pero, la Segunda Guerra Mundial marcó de tal manera al pueblo japonés que sencillamente no se le puede acusar de olvidar su pasado bélico sin caer en un absurdo. En primer lugar, porque las huellas de la guerra siempre estuvieron presentes en las personas y en las ciudades niponas. Por ejemplo, el investigador Ian Buruma apunta que

51 52

Ienaga, op. cit., p. 260. George Hicks, Japan´s war memories: amnesia or concealment?, Aldershot, Ashgate, 1997.

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hasta 1960 todavía era común encontrar antiguos soldados mutilados mendigando en las calles de Tokio, e incluso, una que otra ruina en las áreas más pobres de las ciudades japonesas. 53 Esta ambigüedad entre la victimización y la culpa fue lo que dejó a los japoneses con varias cuestiones problemáticas acerca de su pasado, su presente, su Constitución y su monarquía.54 Esta historiografía que tiende hacia la victimización y que esconde los crímenes de guerra comienza a desquebrajarse cuando las bases del PLD son trastocadas a principios de la década de 1980. Los procesos que tienen lugar entre 1980 y principios de la década de 1990 cambian al mundo radicalmente. Por un lado, la caída de la Unión Soviética y las constantes crisis económicas del liberalismo contribuyen a desarrollar la creencia de que las utopías absolutas ŕel liberalismo y el comunismoŕ dejan de tener sentido, lo que contribuye a generar grandes inquietudes existenciales entre la población mundial. Por otro lado, el mundo comienza a parecer más pequeño. Los adelantos tecnológicos (como los satélites) comienzan a unificarlo y así acercan a Japón a otras culturas, creando un espacio en el cual los gustos humanos ya no estarían ligados ni a la geografía ni a la etnicidad.55 Un mundo tan unificado como el que se comienza a formar en esta época hace temblar los cimientos de la nación. Por ejemplo, Tessa Morris-Suzuki apunta: En la ola actual de globalización están resurgiendo tensiones similares de un modo ligeramente diferente. El estado-nación ya no es el único locus de soberanía política, sino que está obligado a compartir su poder con instituciones internacionales y a veces también subnacionales. Por la misma razón, los derechos civiles ya no están garantizados simplemente a través de la Ŗciudadaníaŗ, la pertenencia al estado-nación […].56

53

Buruma, op. cit., p. 42. Ian Buruma, Inventing Japan: from empire to economic miracle, Londres, Orion Books, 2003, p. 126. 55 Véase, Kenichi Ohmae, The borderless world, power and strategy in the interlinked economy. Management lessons in the new logic of the marketplace, Washington, Harper business books, 1999. 56 Tessa Morris-Suzuki, Cultura, etnicidad y globalización: La experiencia japonesa, México, Siglo XXI editores/Universidad Nacional Autónoma de México, 1998.p. 235. 54

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La preocupación por la desaparición del Estado-nación, de las imaginerías cívicas o del desvanecimiento de la historiografía nacionalista, permite que un miedo sin precedentes se haga presente. Así, una de las paradojas de la globalización es el desarrollo de fundamentalismos y de nacionalismos que se intensifican en el mundo. De hecho, se trata de un nuevo tipo de nacionalismo totalmente adaptado a las vicisitudes del siglo XXI. Una de las razones de este nuevo nacionalismo renovado es la incertidumbre por el futuro. Al respecto el historiador Marc Ferro apunta: Hoy la incertidumbre por el futuro, la incapacidad de los dirigentes de entender la evolución económica y social favorecen el renacimiento del misticismo religioso y del fundamentalismo tanto en las sociedades occidentales como en los mundos árabe o persa, mientras que para los jóvenes la droga ha tomado el lugar del alcohol.57

En el mismo sentido, la incertidumbre por el futuro provoca el desarrollo de un periodo en el que la bipolaridad comunismo/capitalismo desaparece y en el que los efectos de la globalización comienzan a hacer estragos en Japón (como las crisis económicas de 1994). Así como lo señalan Jorge Alberto Lozoya y Victor Kerber Palma: [Esta crisis]Se manifestó con hechos antes impensables en la sociedad japonesa, tales como deserciones escolares, aumento exponencial en el índice de divorcios, mujeres rotundamente opuestas al matrimonio, muertes por exceso de trabajo (karōshi), adolescentes agresivos con las autoridades, suicidios colectivos ocasionados por el rechazo social y consumo de drogas.58

Aunque estas actitudes no son generalizadas, sí representan un cambio importante en el orden tradicional japonés de Posguerra. Cabe destacar que no todos los cambios y transformaciones que se deben a la globalización son negativos, más bien hay que entenderlos como efectos no deseados de un mundo que se conecta más y más. De todos modos, uno de los aspectos más desarrollado por la globalización es la economía y su 57

Véase Marc Ferro, Diez lecciones sobre la historia del siglo XX, México, Siglo XXI, 2003. Jorge Alberto Lozoya, Victor Kerber Palma, ŖJapón contemporáneoŗ, en: Michiko Tanaka, Historia mínima…, p. 335. 58

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dinámica que tiene que ser adaptada para responder a los retos de finales del siglo XX. Esta dinámica demanda una mayor competencia económica y política por parte de los países. La incertidumbre ante el futuro que se vive en los últimos años del siglo XX hace que muchos japoneses se sientan refugiados en nuevos sistemas de creencias como las nuevas religiones que se multiplican en el país. En este contexto, no sorprende que muchos busquen respuestas en el pasado, lo que produce un renovado interés por éste. El retorno del debate sobre la Guerra del Asia Pacífico (1931-1945), en los últimos años del siglo XX, viene acompañado de una mayor apertura historiográfica que se debe a diversos factores como la muerte del emperador Hirohito y la llegada de los primeros juicios sobre crímenes de guerra provenientes de otras naciones asiáticas.59 Además, a partir de 1996, el gobierno estadounidense decide juzgar en el mismo nivel a los crímenes de guerra japoneses que los nazis. 60 En los medios de Japón este debate recibe el nombre de Ŗdebate sobre la responsabilidad de la guerraŗ (sensō sekinin taiwa). En realidad, los debates son bastante fructíferos porque tocan varios temas tabúes, como la responsabilidad del emperador Hirohito en las acciones bélicas 61 , además de reavivar el debate sobre los crímenes de abducción, prostitución forzosa y las pruebas con armas biológicas realizadas en prisioneros chinos en Harbin.

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Es en la década de 1990 que llegan las primeras acusaciones por crímenes de guerra provenientes de naciones como Taiwán, Indonesia o Corea. En muchos casos, era la primera vez que las victimas podían hacer uso de los recursos legales para reclamar pensiones y justicia después de varias décadas terminado el conflicto. que provienen de otras naciones. 60 McCormack, op. cit., p.54. 61 Entre las acusaciones tabú más imputadas al emperador Hirohito se cuentan: La negativa de rendirse antes de agosto de 1945, y un esclarecimiento de quién es responsable por las acciones bélicas que llevaron al enfrentamiento con Estados Unidos en diciembre de 1941. La permanencia del emperador Hirohito después de la guerra como símbolo del estado y agente de cohesión nacional y estatal imposibilitó el debate acerca de estos temas, pero una vez fallecido el emperador la cuestión de la responsabilidad de guerra surgió una vez más.

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Mientras estos debates tienen lugar, el nuevo emperador Akihito y el gobierno japonés ponen de manifiesto su deseo de enmendar los errores del pasado. Por ejemplo, en 1993, el gobierno japonés denomina la guerra, por primera vez, como un Ŗacto de agresiónŗ, y el emperador Akihito se disculpa por los Ŗgrandes sufrimientos que había causado su país a Chinaŗ.62 No obstante estos intentos de resolución del conflicto, existe un intenso debate sobre la manera en que el gobierno debe aceptar su responsabilidad, y se le critica porque no paga indemnización alguna a las víctimas de crímenes de guerra cometidos por japoneses, alegando que es un gobierno distinto al de la guerra y que solo puede disculparse en nombre del pueblo japonés. Esta actitud ambigua, entre un gobierno más abierto al diálogo sobre las responsabilidades de guerra contrastaba con la falta de compromiso jurídico del mismo. Este comportamiento no tarda en ser retratado por la prensa como una Ŗcrisis de historiaŗ y los japoneses son acusados en varios artículos extranjeros de no haber respondido bien al desafío lanzado por su pasado.63 Cabe destacar, sin embargo, que no es la primera vez que Japón enfrenta una crisis historiográfica, pero con la nueva configuración mundial descrita más arriba, la memoria se convirtió en un problema global, una especie de freno que de no resolverse impide la creación de uniones económicas en la nueva configuración de Asia y el Pacífico. Como anotaba Isami Romero Hoshino en 2003, Ŗla memoria histórica [es] el motor de la política exterior y una razón del deterioro de las relaciones internacionalesŗ.64

62

Véase Seaton, op. cit., pp. 56-57. Durante 1990 una serie de publicaciones comenzaron a acusar a Japón de no haber actuado del modo en que lo hizo Alemania durante la posguerra, es decir de no haber pagado indemnizaciones y buscar una forma de disculparse y mostrar verdadero arrepentimiento por las acciones de la guerra. Véase Christophe Sabouret ŖLe négationnisme japonais sřaffiche dans les publications populairesŗ, en : Le monde, París, 31 de enero 1998. 64 Isami Romero Hoshino, ŖJapón, Norcorea y la memoria históricaŗ, en Istor, núm.13, México, CIDE, 2003, p.127. 63

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Es decir, la memoria se transforma en un punto habitual de la agenda diplomática entre Japón y sus vecinos. Esto impulsa el desarrollo de los estudios sobre la memoria histórica en Asia. Sin embargo, la mayoría de estos estudios se centran en lo que Philip A. Seaton ha llamado la Ŗinterpretación ortodoxa de la memoria japonesaŗ. Es decir, en el supuesto hecho de que el gobierno ha faltado a su palabra de indemnizar a las víctimas, cómo y dónde ha pedido disculpas y la forma en que lo ha hecho, y sobre todo, en la manera en la que Japón oculta sus crímenes en los libros de texto.65 Estos trabajos ignoran la actualidad de la Segunda Guerra Mundial en Japón y omiten un análisis sobre sobre las memorias locales y regionales que existen en el país, y sobre todo, las memorias familiares. Ignorar la manera en la que los japoneses han interiorizado su pasado, es decir la manera en la que rememoran y conmemoran el fin de la guerra y la desgracia atómica de Hiroshima y Nagasaki ha llevado a varios a autores como Romer Cornejo y Abraham Navarro a afirmar lo siguiente: La incapacidad de los líderes japoneses de procesar su pasado queda expuesta ante su postura ambigua respecto a la separación del Estado y el shinto, así como por su voluntad de involucrar al Estado en la promoción de la reivindicación histórica de militares calificados por los tribunales internacionales como ejecutores particularmente brutales de militares y población civil en China.66

En el mismo sentido, otros investigadores como Isami Romero, abogan por una rápida solución en la que Japón acepte su responsabilidad, pida disculpas y pague las indemnizaciones correspondientes, todo esto con el fin de que las uniones económicas y políticas del continente asiático se puedan llevar a cabo. Quizás la economía sea un punto apremiante, pero nos inclinamos por la idea de que apresurar el proceso de restructuración de la memoria histórica sobre la Segunda Guerra Mundial en Japón no es una solución 65

Seaton, op. cit., p.2. Juan José Ramírez Bonilla, Daniel Toledo Beltrán y Carlos Uscanga Prieto (coords.), Japón ante la nueva configuración de Asia del Pacífico, pro actividad y reactividad ante un orden internacional fluido, México, El Colegio de México, 2011, pp. 182-183. 66

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plausible y dejaría cuestiones irresueltas que indudablemente devendrán en nuevos problemas en el futuro. Sobre todo, ignoran esto los académicos que postulan que Japón debería de hacer lo mismo que Alemania hizo durante la posguerra, es decir, Ŗpedir perdón de rodillasŗ.67 La ambigua actuación del gobierno no ha hecho otra cosa que dejar insatisfechos tanto a quienes buscan que Japón indemnice a las víctimas, como a quienes se oponen a cualquier mención sobre los crímenes. De hecho, en opinión de varios grupos nacionalistas la actitud del gobierno ha sido Ŗdemasiado benevolenteŗ. Todo ello suscita un fuerte rechazo por parte de las asociaciones de extrema derecha. Entre estos grupos se cuentan la ŖAsociación para la Renovación de Libros de Textoŗ (atarashii rekishi kyōkasho wo tsukuru kai) y el GHL (ambos fundados por Fujioka). Estas asociaciones siguen de cerca el crecimiento de China como potencia económica y militar, al mismo tiempo que ponen atención en la forma en la que el mercado de Corea del Sur ocupa cualquier espacio abandonado por las empresas japonesas. Para estos grupos nacionalistas, esto representa una amenaza para la economía japonesa. Este es el caballo de batalla propuesto por estos grupos que influyen en la creación y publicación de varios métodos de propaganda novedosos que hasta esa época no se habían visto utilizados por los grupos conservadores. Gracias a esa propaganda, y al nuevo uso de los medios por parte de los grupos de derecha, un número considerable de japoneses se ha sentido atraído hacia las ideas patrioteras que propugnan la antipatía por las naciones extranjeras. Hasta aquí hemos visto cómo la ocupación norteamericana promulga una historiografía ambigua que seguirá siendo utilizada en la Posguerra por el gobierno del PLD. Esta historiografía promueve un sentimiento confuso que se intensificará cuando los gobiernos de los países vecinos pidan 67

Timothy W. Ryback, ŖJapan may have to bend its kneesŗ en The New York Times, 22 de abril de 2005, p. 1.

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cuentas a Japón sobre sus crímenes en el contexto de la globalización, cuando la memoria histórica se convierte en un punto crítico de las relaciones internacionales. También vimos cómo la globalización aunada a una serie de cambios internos y externos produce rupturas en el discurso sobre la Segunda Guerra Mundial que promoverán cambios en la forma en la que se produce la memoria histórica. En el siguiente subcapítulo veremos algunos de esos cambios en el orden memorial para poder observar cómo se inscriben en ellos el GHL y el manga de Kobayashi.

1.3. El recuerdo de la Guerra de la Gran Asia Oriental en el nuevo milenio (20002005).

La forma en la que el recuerdo de la Guerra de la Gran Asia Oriental es construido en Japón durante el primer lustro del siglo XXI, tiene que ver con los procesos que se comienzan a gestar en la década anterior. Es decir, con una integración económica y política más global que demanda una mayor consciencia del pasado. De hecho, el proyecto de la creación de una unión económica fuerte en la región Asia-Pacífico, sigue siendo perseguido por casi todos los países de la región. Sin embargo, a diferencia de la Unión Europea donde los términos de integración tenían una larga historia, en Asia-Pacífico las naciones muchas veces no comparten una visión política unificada, y la desconfianza es un elemento común producto de las heridas de la última guerra.68 No obstante, la necesidad de una relación más estrecha orientada hacia la organización y mediación de las relaciones económicas entre las naciones asiáticas surge a partir de la formación de la Unión Europea69 y del TLCAN70,

68

Román Zavala, Cinco percepciones…, p. 9. La Unión Europea (UE) es una instancia nacida para integrar los gobiernos de los países europeos, entra en vigor en 1993. 69

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como potenciales rivales. Estas uniones regionales amenazan con ensombrecer el desarrollo económico de Asia en una época que, como apunta el historiador Alfredo Román Zavala se caracteriza por Ŗuna creciente y muy dinámica actividad económica orientada hacia la organización de las relaciones económicas entre los países de la regiónŗ.71 Los problemas a zanjar son grandes y la afinidad política de los países es limitada por el deseo de liderar la región, de hecho, este proceso es conducido por un eventual choque de nacionalismos provocado por años de historia manipulada principalmente por China, Corea y Japón. Aunque las condiciones no son las mejores, se llegan a concertar importantes alianzas económicas en la región. Sin embargo, cuando el Primer Ministro de Japón Koizumi Junichirō72 visita el templo Yasukuni en el verano de 2001, es observado con recelo por los gobiernos de Pekín y Seúl. Esto provoca que la prensa de China y Corea comience a criticar al gobierno de Japón, lo que no hace más que empeorar la visión que tienen los países vecinos sobre este país. Sin embargo, consideramos que también existen intentos sensatos por parte de los gobiernos locales japoneses de mostrar una historia que se más objetiva. Por ejemplo, tras la reapertura del Memorial de la Paz de Hiroshima, en 1996, se ofrece una breve pero concisa ficha sobre los crímenes de guerra cometidos por los japoneses en Nankín en 1937. Además, se procura dejar en claro que la ciudad de Hiroshima era un puerto militar estratégico de Japón durante la guerra, poniendo de manifiesto que la ciudad era idónea para un bombardeo.73 Esta posición contrasta con las

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El (TLC) Tratado de Libre Comercio de América del Norte, es una unión económica entre México, Estados Unidos y Canadá que entra en vigor en 1994. 71 Ídem. 72 Koizumi Junichirō fue primer ministro de Japón desde 2001 hasta 2006, de aspecto desaliñado y moderno fue bien acogido ya que parecía un Ŗintelectual liberalŗ, sin embargo, había crecido a la tutela del ultraconservadurismo. Alcanzó cifras sin precedentes de aceptación con un 85%, sin embargo fue perdiendo popularidad por los problemas que trajo su visita a Yasukuni, y su intento de privatización del servicio postal japonés. 73 Seaton, op. cit., p. 57.

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actitudes historiográficas de China, Corea e incluso las de Estados Unidos.74 Sin embargo, la desconfianza de China y Corea hacia Japón se potencia por el problema de la memoria, lo que deteriora aún más las relaciones entre estos países. Por su parte, Japón busca las condiciones propicias para poder cambiar las opiniones de sus vecinos y poder reafirmarse como la principal potencia de la región. La creciente rivalidad con Estados Unidos es inevitable por la competencia económica y tecnológica, aunque la seguridad militar de Japón depende en gran parte de Estados Unidos. Por un momento parece que la firma de otro tratado de seguridad entre ambos países no ocurrirá. Sin embargo, Con el cambio de siglo y con la nueva configuración asiática aparecen las condiciones propicias para poder reactualizar las alianza económica, política y militar con su aliado principal de la Posguerra (Estados Unidos).75 Estas condiciones se deben principalmente a los ataques del 11 de septiembre de 2001 ya que después de ello, Estados Unidos busca desesperadamente aliados para involucrarlos en una eventual lucha contra el terrorismo. Koizumi no desaprovecha la ocasión para mostrar su apoyo militar, político y económico en la Guerra contra el Terrorismo. En realidad, los japoneses de ultra-derecha utilizan el pretexto del terrorismo para hacer una campaña cuyo fin es convencer a la opinión mundial de la supuesta necesidad del rearme de Japón. Así, los políticos que hasta hace poco observaron a Estados Unidos como una amenaza, desdeñaron su visión de la historia y enfatizaron su debilidad en libros como

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Esta posición contrasta con la forma en la que el Museo Smitsoniano de Washington se negó a presentar una exposición de objetos de Hiroshima, cuando en 1995 se iba a mostrar por primera vez el Enola gay, el avión que había arrojado la primera bomba atómica sobre población civil, alegando que la misión del museo era no avergonzar a los veteranos estadounidenses. 75 Román Zavala, Cinco percepciones…, pp. 15-16.

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El Japón que sabe decir no76, comenzaron a cambiar sus perspectivas sobre este país, en palabras de Seaton: Aquellos políticos de extrema derecha que causaron muchos antagonismos por su falta de voluntad en 1990 para aceptar la visión de la historia de los vencedores [de Estados Unidos] sobre la Guerra del Asia-Pacífico, se convirtieron en los más entusiastas para que Japón volviera a ser un país completamente armado que fuera compañero de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo.77 Como consecuencia de este cambio de perspectiva, desde 2001 hasta 2005 los gastos de las Fuerzas de Autodefensa de Japón (en adelante FAJ) crecen vertiginosamente; cabe destacar que Japón, aunque constitucionalmente no puede tener un ejército, mantiene desde 1948 un pequeño pero poderoso cuerpo de autodefensa. El presupuesto de defensa aumentó tanto que el historiador Alfredo Román afirma que en el año 2000, Japón es la tercera potencia militar del mundo.78 Ello muestra bien que el único freno para que Japón vuelva a ser una potencia militar y tenga un rol importante en la seguridad de la región es la Constitución de 1946.79 Los gobiernos de Pekín y Seúl siguen de cerca el crecimiento de las Fuerzas de Autodefensa de Japón (jieitai) durante el primer lustro del siglo XXI. No hay que olvidar que para algunos países asiáticos el recuerdo de la ŖGran esfera de Co-prosperidad de Asia Orientalŗ, el plan según el cual los japoneses unificarían Asia bajo su mando durante la Segunda Guerra Mundial aún está vivo y el resurgir militar japonés abre una vez más las heridas.

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Véase Ishihara Shintaro, El Japón que sabe decir no, Santiago de Chile, Editorial Sudamericana, 1992. Seaton, op. cit., p.61. 78 Román Zavala, Cinco percepciones…, p. 16. 79 Christopher W. Hughes, ŖJapanese military modernization: in search of a Ŗnormalŗ security role, en: Strategic Asia 2005-2006, Washington, The national bureau of Asian Reseach, 2006, pp.105-134. 77

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En estas condiciones resulta sorprendente que el gobierno japonés y el de Corea del Sur acordaran celebrar juntos el campeonato mundial de futbol en el verano de 2002. 80 El único incidente, si se le puede llamar así, fue la advertencia del gobierno coreano dirigida al emperador Akihito de no visitar Corea durante la inauguración del evento para no causar una indignación que nublara la celebración. Ambos países hacen grandes esfuerzos por vencer las rivalidades históricas y la canción de clausura ŖEstemos juntos ahoraŗ (Let‟s get together now), cantada en inglés, japonés y coreano retrata el ambiente internacional y de conciliación entre los dos países. Mientras este Mundial se lleva a cabo, un proceso interesante comienza a gestarse durante el evento: las muestras abiertas de nacionalismo japonés; la agitación de banderas y gritos de apoyo a la selección japonesa como Ŗ10,000 años a Japónŗ (banzai nippon¡). Cabe destacar que era la primera vez desde el fin de la guerra que se escuchaba esa frase y aunque seguramente los jóvenes japoneses lo ignoraban, ese grito era el grito de batalla del ejército japonés durante la última guerra. Al año siguiente las relaciones entre Japón y sus vecinos no son tan fructuosas. Una serie de malentendidos se desarrolla en 2003 debido a que Koizumi ofrece que una parte de las Fuerzas de Autodefensa partiera con la tarea de apoyo logístico durante la invasión a Iraq en marzo de aquel año. Es la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que una fuerza militar japonesa viaja al extranjero sin una orden de la ONU, y esa acción disgusta bastante a los demás países de Asia. Esta es, sin embargo, una de las estrategias de los conservadores para que Estados Unidos apoye el rearme japonés, por lo que se desea

80

Aunque la Federación Internacional de Futbol Asociación (en adelante FIFA) declaró que la razón de celebrar la copa en ambos países era por la poca tradición futbolística de ambos países, parece ser que el deseo sincero de ambos países era limar las asperezas de su pasado para llegar a buenos términos.

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mostrar que la FAJ es una fuerza responsable que puede tener un papel determinante en el mundo del siglo XXI. Durante 2004 y 2005 las relaciones entre Japón y sus vecinos se deterioran y ello provoca una serie de marchas y boicots anti-japoneses que aparecen en Pekín y Seúl, propiciadas por la participación japonesa en la invasión a Iraq en 2003. También, porque Koizumi sigue asistiendo al templo Yasukuni dando vagas explicaciones sobre la razón de sus visitas.81 Además, otro aspecto que irrita bastante a los gobiernos de China y Corea son las pretensiones de Japón para pedir un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y aunque la moción es denegada, pone de manifiesto las intenciones de Japón de tener un papel más protagonista en la esfera regional. Otro de los problemas más importantes es la rivalidad por el espacio territorial. Así, existe un conflicto por una pequeña isla que en japonés recibe el nombre de Takeshima y en coreano Dokdo. Ambos países reclaman la posesión de la isla porque posee importantes yacimientos de gas, el problema nunca es resuelto por la ONU y las relaciones Seúl-Tokio se enfrían. Estos problemas, sin embargo, ponen sobre la mesa el tema de la memoria una vez más y preparan el Ŗterrenoŗ de la conmemoración número 60 del fin de la Segunda Guerra Mundial, el 15 de agosto de 2005. Esta conmemoración tiene como trasfondo el deterioro de las relaciones internacionales por las razones arriba descritas. Al mismo tiempo, en Japón, Koizumi

81

Las visitas de Koizumi eran de carácter Ŗprivadoŗ, es decir Koizumi en su calidad de ciudadano japonés asistía a rendir culto a los muertos de guerra, y no en su calidad de primer ministro de Japón. Sin embargo, asistía pocos días antes o después del día oficial de la rendición de Japón (15 agosto) y esto irritaba tanto a los políticos de derecha, como a los de izquierda. Incluso es criticado por Kobayashi Yoshinori por ignorar el significado y la forma en la que se debe asistir a Yasukuni. Véase Kobayashi Yoshinori, Yasukuni ron, Gentōsha, 2005, pp. 8-9.

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perdía popularidad porque trató de privatizar al Servicio Postal Japonés lo que desvía la atención de la conmemoración.82 La atención quizás estaba desviada, pero es importante destacar que esta conmemoración llevada a cabo en 2005, es importante por varias razones. En primer lugar, los sobrevivientes de la guerra están en proceso de desaparición, como ha apuntado Seaton, en 2005 tan solo el 20% de los japoneses tenía más de 65 años. Ello provoca una mayor preocupación por el olvido de la memoria y sus consecuencias.83 De esta manera, crece el debate sobre cómo se debe presentar la guerra en los medios de comunicación, mientras que una serie de mangas, películas y programas de televisión aparece rondando la temática de la Segunda Guerra Mundial. La presentación del conflicto bélico en los medios es variada y oscila entre la visión conservadora y la que pone el acento en los crímenes de Japón. Las razones de este renovado interés por la memoria y la historia son: por un lado, impedir el olvido y la deformación de la memoria y por el otro lado buscar respuestas sobre por qué el panorama político contemporáneo no es el esperado. Como vimos anteriormente, en el tema de la memoria histórica, la condición para que una memoria viva se convierta en representación es la desaparición de la primera. Así, mientras que las personas mayores de 65 años en Japón estaban desapareciendo, consideramos que la memoria sobre la guerra estaba en vías de convertirse en una memoria cultural. En este marco, las conmemoraciones son utilizadas por grupos de corte neo nacionalista para dar a conocer sus ideas sobre la guerra y sobre la política nacional a través de una serie de publicaciones entre los que se cuentan: el manga de Kobayashi Yoshinori

82 83

Seaton, op .cit., p. 63. Id.

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Sobre Yasukuni, y Odio a la Ola Cultural Coreana (Kenkan ryu) del mangaka Yamano Sharin.84 Estos mangas pronto se popularizan convirtiéndose en éxitos de ventas. El éxito y la fama de las publicaciones se debe a que explican la historia de la guerra de una forma fácilmente digerible. Además, de que la presentaban en un manga; un estilo de cómic que se puede leer muy rápidamente y que ha tenido un alto desarrollo en Japón. Varios políticos de la cámara alta del PLD han estado trabajando con estos grupos neo nacionalistas, lo que ha provoca que la desconfianza hacia el gobierno de Koizumi crezca y aparezcan artículos periodísticos que critican al gobierno japonés y alertan acerca de la reaparición del negacionismo en Japón. Por ejemplo: el periódico International Herald Tribune en su edición electrónica del 26 de abril de 2005, critica la forma en que los esfuerzos por disculparse de los japoneses habían sido: Ŗesporádicos, torpes y generalmente pasaban inadvertidos para la opinión pública mundialŗ. Por otro lado, en The New York Times aparece un artículo que propone que Japón debería de aprender de las lecciones de Alemania durante su incorporación a la esfera europea después de la guerra.85 Argumentos similares aparecen en otros periódicos como el Financial Times en su edición del 10 de mayo de 2005 titulado ŖLecciones alemanas para Japón en el trato de la historiaŗ (German lessons for japan in dealing with history) en el que se estipula que Ŗhay muchos aspectos de la experiencia alemana desde la cual Japón podría aprender, especialmente ahora que los países asiáticos están buscando nuevas formas de integración regionalŗ. 86 En estos artículos, las visitas de Koizumi a Yasukuni, son presentadas por la prensa extranjera de

84

Ibid., p. 202. Timothy W. Ryback, ŖJapan may have to bend its kneesŗ, en: The New York Times, Nueva York, 26 de abril de 2005. disponible en: http://www.nytimes.com/2005/04/25/opinion/25iht-edryback.html, revisado el 24 de julio de 2012. 86 Clemens Wergins, ŖGerman lessons for japan in dealing with historyŗ, en: Financial Times, Londres, 10 de mayo de 2005, disponible en http://www.ft.com/intl/cms/s/a279e21a-c0f0-11d9-a3da-00000e2511c8.html, revisado el 26 de Julio de 2012. 85

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manera somera, pero critican la actitud del PLD cuando en un comunicado de prensa declara: Ŗcreemos que es desafortunado que esos asuntos [las visitas a Yasukuni] no sean entendidos por los países vecinos como China y Coreaŗ.87 En algunos casos, los artículos eran tan inflamatorios que el Ministerio de Relaciones Exteriores tuvo que responder con un escrito titulado ŖPosición Básica del Gobierno Japonés al observar las visitas del Primer Ministro al templo Yasukuniŗ, publicado en octubre de 2005 y que declara que ŖEl primer ministro Koizumi tiene la firme convicción de que la paz y la prosperidad que disfruta Japón hoy en día, está fundada sobre los nobles sacrificios de aquellos que perdieron su vida en la guerraŗ.88 Es decir, que justifica las visitas de Koizumi al controversial templo, por otro lado, también aclara que es un error observar estas visitas como una forma de glorificar el pasado nipón. Más bien, se busca rendir homenaje y gratitud a tanta gente que perdió sus vidas durante la guerra. No obstante estas declaraciones, la opinión mundial no estaba satisfecha y siguió de cerca el desarrollo del neo nacionalismo japonés. En suma aquí vimos cómo las condiciones del nuevo milenio en Japón trastocaron el orden memorístico de una forma más profunda, sobre todo por la mayor integración regional y los desafíos de ésta. También, observamos cómo, si bien hay intentos por parte del gobierno de saldar cuentas por los crímenes de guerra, en realidad la postura gubernamental tiene una actitud bastante ambigua que los grupos de ultra-derecha aprovechan para promover su ideología y el rearme japonés. En el siguiente subcapítulo, veremos la evolución del GHL, el grupo al que pertenece Kobayashi Yoshinori y al que le debe la mayor parte de sus ideas sobre la Segunda Guerra Mundial. 87

ŖJapanese MPs visit war memorialŗ, en: BBC News, Londres, 22 de abril de 2005, disponible en: http://news.bbc.co.uk/2/hi/asia-pacific/4471455.stm, revisado el 30 de julio de 2012. 88 ŖBasic position of the government of japan regarding Prime Minister Koizumiřs visits to Yasukuni shrineŗ, en: Ministry of foreign affairs, disponible en: http://www.mofa.go.jp/policy/postwar/yasukuni/position.html, consultado el 8 de agosto de 2012.

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1.4. El Grupo Historiográfico Liberal

En 1995 el Grupo Historiográfico Liberal (GHL) es fundado por Fujioka Nobukatsu, un reconocido catedrático especialista en educación de la Universidad de Tokio. Este grupo se constituye bajo la premisa de que la historia que se enseña en las escuelas japonesas está atrapada entre las versiones de los conservadores y las de la izquierda radical. Como hemos mencionado anteriormente, el gobierno japonés y el emperador Akihito buscan desde principios de 1990, romper con esta visión historiográfica dual y reconocer los crímenes de guerra como una forma de construir una nueva realidad histórica que permita a Japón llegar a buenos términos con su pasado. Sin embargo, Fujioka desconoce estos intentos oficiales y proclama la historiografía propuesta por el GHL como la única vía capaz de lograr una nueva visión sobre Japón. En un primer momento, el plan original de Fujioka parece haber sido crear una nueva historiografía más objetiva que ayude a mejorar la relación de Japón con sus vecinos, o al menos eso hizo creer el término Ŗliberalŗ utilizado por el GHL, pero muy pronto se hizo evidente que esta palabra era un Ŗtruco publicitarioŗ para poder ofrecer la historia de ultra-derecha con un estilo renovado utilizando medios novedosos como los periódicos, libros escolares y el manga. En el término Ŗliberalŗ (jiyū) que utiliza Fujioka, estriba uno de los principales elementos de atracción del GHL. Por supuesto, esta palabra parece indicar que la ideología del grupo es la de Ŗliberarŗ la historia de las visiones historiográficas tradicionales con una historia menos tendenciosa. Pero, también, la palabra Ŗliberalŗ, como lo utiliza Fujioka, parece tener una connotación diferente, parecida a libertinaje. Es decir, parece ser que Ŗliberalŗ define una mayor libertad al escribir la historia. Esta forma Ŗliberalŗ de escribir la historia se caracteriza por la carencia de metodología y la presencia de olvidos y omisiones 40

en favor del único fin, de acuerdo con el GHL, que debe tener la historia en las escuelas: hacer que los niños japoneses se sientan orgullosos de su pasado. Por ejemplo, Fujioka define así la ideología Ŗliberalŗ: El grupo historiográfico liberal es un grupo de voluntarios que apunta al desarrollo de una nueva educación de la historia que permita revisar desde un punto de vista más justo los prejuicios arbitrarios que una visión masoquista de la historia hizo llevar a Japón.89

Por otra parte, el historiador Gavan McCormack ha apuntado que el término Ŗliberalŗ es utilizado por el GHL en un sentido meramente propagandístico. Es decir que lo utiliza para esconder la verdadera naturaleza del grupo y proponerse como una opción popular entre los jóvenes.90 Lo interesante es que gracias a este término, una gran cantidad de japoneses se sienten atraídos hacia esta ideología, lo que ha provocado que una amplia red de prominentes literatos, académicos y otras grandes personalidades, entre las que destaca el mangaka Kobayashi Yoshinori se haya sumado a las filas del GHL. Kobayashi ha ayudado a Fujioka a alcanzar grupos sociales que difícilmente tendrían interés por la historia. Por ejemplo, los jóvenes y niños que en épocas recientes han abandonado la lectura de libros. No hay que olvidar que mientras este grupo de edad abandona la lectura de libros, la lectura de manga está en auge, así en palabras del historiador Yoshimi Yoshiaki: ŖEn Japón donde muchos jóvenes ya no leen libros ni diarios, la influencia de los cómics no debe subestimarseŗ.91

89

ŖEl objetivo del GHLŗ jiyū shūgi shikan kenkyūkai no mokuteki (versión electrónica) disponible en http://www.jiyuushikan.org/tokai.html (consultado el 24 de agosto de 2012). 90 Véase Gavan McCormack, op cit., p. 57. 91 Yoshimi Yoshiaki, La esclavitud sexual durante el imperio japonés, Barcelona, Ediciones B, 2010. p. 12.

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La popularidad de los soportes 92 utilizados por el GHL, aunado a la oferta de abandonar el debate historiográfico derecha/izquierda, es lo que ha hecho que el GHL llegue a tener una gran influencia en la conformación de imaginarios sobre la guerra, y que la historiografía propuesta por el grupo rivalice con los esquemas historiográficos tradicionales. La visión de la historia del GHL parte de la premisa de que Japón está atrapado en una visión Ŗmasoquistaŗ de la historia. En esta versión historiográfica Ŗmasoquistaŗ Japón es señalado por sus crímenes lo que, de acuerdo con el GHL, no contribuye a otra cosa que a promover un sentido de inferioridad entre los japoneses. Sobre todo, este virulento discurso se propaga en esta época en la que las encrucijadas políticas y el panorama asiático parecen representar una potencial amenaza para Japón. En este contexto, el GHL propone cambiar la visión de la historia para que los japoneses se sientan orgullosos de su nación y desarrollen un nacionalismo renovado. Es decir, un nacionalismo que ayude a Japón a sentirse seguro y confiado con miras a tener un papel más protagónico en la política mundial del siglo XXI. Apoyando estas ideas, varios miembros del grupo hacen críticas que se dirigen hacia la situación actual de Japón y sobre todo, culpan a la visión historiográfica Ŗmasoquistaŗ de las supuestas desgracias que ocurren en el país. En cuanto a las ideas historiográficas del GHL, se han mostrado bastante incisivos en la idea de que los Juicios de Tokio representaron un evento injusto porque supuestamente se utilizó la ley retro-activamente para vengarse del pueblo japonés. Para apoyar esta idea, también han declarado que los crímenes de Japón no se equiparaban a los de Alemania, y que en este contexto muchos de los crímenes a los que se acusa a los japoneses como 92

Cuando se habla de soportes en esta tesis nos estamos refiriendo al material en el cual está impreso el manga, es decir, que nos referimos a la popularidad del libro de manga, especie de compilación gruesa que oscila entre las 100 y las 300 páginas que contiene ilustraciones en blanco y negro.

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bombardeo de civiles son imputables a los aliados también. Así, se acusa a los Juicios de Tokio de representar una visión impuesta desde afuera que llegó junto con la democracia y el liberalismo. Es por ello, que la visión de los Juicios de Tokio es ŕen opinión de Fujiokaŕ la culpable de que los japoneses desarrollen el individualismo de la Posguerra. En una época de grandes transformaciones sociales como el cambio de milenio, estas ideas parecen más atractivas, sobre todo en una época en la que la pérdida del viejo espíritu colectivo y disciplinado de los japoneses parece estar desapareciendo. En suma, hemos presentado un panorama sobre el nacionalismo japonés de Posguerra que se conjuga con una visión sobre las principales teorías historiográficas sobre la Segunda Guerra Mundial en Japón. Así, observamos cómo después de la capitulación japonesa la visión historiográfica sobre la guerra fue impuesta por la ocupación norteamericana y esta historiografía fue repetida por los gobiernos del PLD. Esto legó a los japoneses una postura ambigua que solo se pudo fracturar hasta los años de 1980, cuando la globalización y los cambios internacionales obligaron a Japón a analizar su pasado. De esta manera, en las postrimerías del siglo XX y los albores del siglo XXI se llevan a cabo varios proyectos importantes para rescatar la memoria histórica japonesa. En este contexto, la conmemoración del final de la Segunda Guerra Mundial, que se lleva a cabo en 2005, constituye un ejemplo de cómo el gobierno japonés realiza un trabajo exhaustivo de rescate memorístico que desemboca en el desarrollo de varios proyectos historiográficos y museográficos donde se muestra una visión más de la historia. Sin embargo, para una parte de la población, la historia promovida por el gobierno japonés era demasiado Ŗmasoquistaŗ, en el sentido de que hace énfasis en los crímenes de guerra, en lugar de mostrar las acciones heroicas que llevaron a cabo los japoneses durante la guerra. Este es el punto de partida del GHL, un grupo que gana popularidad a través de sus publicaciones que buscan contrarrestar 43

la historia oficial. El mangaka Kobayashi Yoshinori ofrece al grupo la posibilidad de presentar sus ideas en un medio barato, fácilmente asimilable y que tiene gran éxito en Japón: el manga. En el siguiente capítulo observaremos cómo este medio se desarrolla y cómo se convierte en uno de los medios de comunicación más importantes de Japón lo que explicará el éxito de Kobayashi para transmitir las ideas del GHL y la venta de Sobre Yasukuni.

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CAPÍTULO 2. EL MANGA: ORÍGENES Y EVOLUCIÓN

Durante las últimas dos décadas del siglo XX, Japón se convierte en el productor de tiras cómicas más importante del mundo. Es en este periodo que el crecimiento de la industria del cómic japonés sobrepasa por mucho a sus contrapartes europeas y americanas, y su zona de influencia se extiende primero hacia Asia, y después hacia los demás continentes. Las ganancias de esta industria cultural son tan grandes que, como bien ha dicho la historiadora del arte Koyama-Richard, Ŗsu volumen de negocios haría palidecer de envidia a los editores occidentalesŗ. 93 Además de su tamaño, el estatus del manga en Japón es mucho más serio que la forma en cómo se considera a la caricatura, al cómic e incluso a la ŖBDŗ94 en sus países de origen. No obstante, en su libro La novela gráfica, el estudioso de la caricatura Santiago García nos muestra cómo en Occidente también las tiras cómicas para adultos con carácter serio tienen una larga historia que se remonta hasta el siglo XIX.95 Pero, no nos engañemos, cualquier artista del cómic o de ŖBDŗ que visite Japón terminará en shock al ver no solo la popularidad del medio, sino que indistintamente se utiliza tanto en las universidades como alternativa al libro, como en las señales de tráfico e incluso en algunos funerales. A principios del siglo XXI, con ventas anuales que alcanzaron los cinco mil millones de dólares las ganancias de este medio fueron diez veces mayores a las de la ŖBDŗ en Francia.96

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Koyama-Richard, op. cit., p. 160. BD contracción de la palabra francesa Bande Dessinée es como se le conoce a las tiras cómicas francobelgas. 95 Véase Santiago García, La novela gráfica, Bilbao, Astiberri Ediciones, 2010. 96 Sylvain Venayre, « LřAvènement du Japon », en : Pascal Ory, Laurent Martin, Jean-Pierre Mercier y Sylvain Venayre, op. cit., p. 482. 94

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No es que el cómic estadounidense o la ŖBDŗ franco-belga no se hayan ocupado de temas serios como las ciencias duras, la historia o los problemas políticos del momento pero, como apunta Frederik L. Schodt: ŖJapón es la primera nación del mundo en otorgar al Řlibro de cómicsř Ŕoriginalmente una forma de entretenimiento Řhumorosař para gente joven- casi el mismo estatus social que las novelas y las películasŗ.97 Por lo tanto, en este capítulo nos proponemos comprender el desarrollo de este medio para poder explicar el sorprendente éxito que alcanzan los mangas de Kobayashi Yoshinori. Sobre todo, explicar el momento histórico del medio nos permite situar la obra de Kobayashi en un momento en el que el manga goza de gran popularidad en Japón y tiene un estatus similar al de una novela histórica o una película.

2.1. El nacimiento de un nuevo género (Siglo XII-siglo XX). 2.1.1. Los orígenes gráficos del manga (siglo XII-XIX)

Una vez que se aclara que la relación que mantienen los japoneses con el manga es mayor que la que tienen otros países con sus tiras cómicas. Se hace necesario explicar que aunque nos inclinamos por la idea de que el tamaño de la industria cultural del medio solo se puede alcanzar con los adelantos tecnológicos de la segunda mitad del siglo XX, además de que en este proceso es fundamental el ambiente democrático de la Posguerra. También es cierto que existe fuerte evidencia de que el manga constituye Ŗla continuidad [lógica] de la pintura y la cultura japonesasŗ tal como lo afirma el conocido mangaka Takahata Isao: No se puede explicar la existencia del manga y los dibujos japoneses únicamente por los animated cartoons (dibujos animados norteamericanos), los american comics (tiras cómicas norteamericanas), y menos aún por las caricaturas de Hogarth, Goya o 97

Schodt, op. cit., p. 19.

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Daumier. Hay que remontarse más allá, hasta el Rollo de las aves y los animales y el de la historia del monte Shigi.98

La concepción del manga como elemento de continuidad de la cultura gráfica japonesa contrasta con el de influencia. En este sentido, casi todos los estudiosos del manga pretenden observar la Ŗinfluenciaŗ del rollo gráfico japonés del siglo XII (emaki) en el manga actual. Sin embargo, Takahata va más allá al afirmar que el emaki no influencia al manga sino que de hecho éste es su continuidad lógica. En este punto, las representaciones gráficas japonesas tienen una larga historia que merece la pena revisar para entender el desarrollo del medio y su popularidad entre la sociedad de Japón. Ahora bien, revisemos este recorrido de la pintura japonesa y la conformación de la palabra manga. Esta palabra proviene de dos ideogramas que son: 漫 (man) que tiene un sentido de Ŗinformalŗ y 画 (ga) que significa dibujo, por lo que bien manga puede traducirse como Ŗdibujos informalesŗ o Ŗdibujos caprichososŗ. El famoso pintor Katsushika Hokusai (1760-1849) acuña el término para referirse a cierto tipo de dibujos cómicos en los cuales él parodiaba la vida cotidiana de la ciudad de Edo (actual Tokio). Estas caricaturas propias del siglo XIX, incluyen dibujos subidos de tono que hacen reír a quienes las adquieren y no es raro que los japoneses las peguen en las paredes de sus casas con el fin de divertir a sus invitados. Por otro lado, también informan y fungen como medio de publicidad. Sin embargo, aunque no se les conocía como manga no hay que olvidar que desde principios del siglo XVII existen grabados destinados al ocio de la clase samurái cuya temática comprende desde la sátira política y el cuestionamiento de la legitimidad del

98

Entrevista con Takahata Isao, en: Brigitte Koyama-Richard, Mil años de manga, Barcelona, Random-House Mondadori, 2007, p. 233. William Hogarth (1697-1764) Francisco de Goya (1746-1828) Honoré Daumier (1808-1879)

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poder, hasta los grabados eróticos conocidos como Ŗdibujos primaveralesŗ (shunga) cuya función es tanto divertir, como un paliativo para la disfunción eréctil.99 Esta nueva forma de entretenimiento es estimulada por el desarrollo de la cultura de los Ŗhabitantes de la ciudadŗ (chōnin) durante la época Edo (1603-1868). Éstos en tanto prestadores de servicios para la clase samurái quedan confinados a los castillos feudales para satisfacer las necesidades de las familias de los samurái. A su vez, éstas están literalmente atrapadas en la ciudad de Edo gracias al sistema de residencia alternada (sankinkōtai).100 Esto contribuye a que la clase samurái busque diversión y entretenimiento en las casas de citas, casas de juego y en los dibujos que los chōnin hacen de ellos. De esta manera, aunque el manga que se desarrolla desde finales del siglo XIX es un ejemplo perfecto de lo que los japoneses denominan (wakon yōsai) o Ŗespíritu japonés, técnica occidentalŗ, es obvio que cuando la caricatura occidental llega a Japón, su equivalente japonés tiene un largo desarrollo. Esto permite a los japoneses aprovechar al máximo los soportes occidentales en el siglo XIX. Entonces, ¿Hasta dónde podemos remontarnos para encontrar su origen? De acuerdo con Koyama-Richard el desarrollo del manga se puede rastrear hasta el siglo XII, cuando los rollos pictóricos (emakimono) aparecen primero como objetos sagrados, para luego ser secularizados y utilizados como medio de entretenimiento para los miembros de la corte 99

En los importantes trabajos de Amaury García Rodríguez se tocan ambos temas, tanto el de los grabados que implícita o explícitamente criticaban al gobierno Tokugawa durante la época Edo, hasta los usos de la estampa erótica Shunga como remedio para la impotencia sexual. Véase Amaury Alejandro García Rodríguez, ŖEl cuestionamiento de la legitimidad del poder y el grabado en Japón: siglos XVIII y XIXŗ, en: María Teresa Uriarte (dir.), La Imagen Política, México, UNAM, 2006, pp. 285-302. También se puede consultar el trabajo sobre la estampa erótica del mismo autor en Amaury A. García Rodríguez y Emilio García Montiel (comps.), op. cit. Sobre todo las ilustraciones de la página 123 y la parte que se dedica al Makura-e o cuadros de cabecera en las páginas 123-a 129 se pueden apreciar otros términos para referirse a los grabados eróticos. 100 Según este sistema instituido por el Shōgun o jefe militar samurái de Japón, los Daimyō (señores feudales) tenían que permanecer cierta época del año en Tokio, mientras que las familias de los Daimyō permanecían como rehenes en Edo (Tokio). Como era de esperarse, esta situación hizo que el mercado de bienes y servicios creciera vertiginosamente alrededor de Edo, incluyendo algunos pintores que se ganaban la vida pintando a los aristócratas del gobierno del clan Samurái Tokugawa.

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imperial japonesa. Los aspectos que Koyama-Richard considera que conectan al mundo del emakimono con el del manga actual abarcan tanto el uso del espacio, como la forma de leerse. Así, por ejemplo, la autora explica cómo el manga actual y el emakimono del siglo XII se leen de manera similar: El rollo, destinado a la élite aristocrática o a los religiosos, es un objeto precioso y frágil, pues requiere muchos cuidados. Es una banda larga de papel que puede medir hasta quince metros, enrollada alrededor de un palo, que se despliega de derecha a izquierda por secciones de cincuenta a sesenta centímetros, aproximadamente. Así, la mirada puede abarcar cada escena, que continua en la sección siguiente. Una sola obra consta de varios rollos.101

La forma de lectura continua evocada por Koyama-Richard parece que obedece tan solo al orden de escritura del idioma japonés, de arriba hacia abajo y de derecha a izquierda, pero ésta, no es la única similitud que crea un puente temporal entre el manga y el emakimono. El periodista Jason S. Yadao afirma que otro aspecto a tomar en cuenta es que Ŗel texto solo se utiliza si es necesario para informar qué es lo que está ocurriendoŗ. 102 Ahora bien, no es que no existan diferencias ya que debemos recordar que cuando se habla del emakimono se trata de un género libresco restringido a los palacios aristocráticos del siglo XII por lo que probablemente no eran leídas más que por la familia imperial, o en todo caso, por los altos funcionarios que tenían el conocimiento necesario para leer complejos ideogramas chinos conocidos como kanji.103 Por otro lado, el manga es un medio masivo que aprovecha la cultura democrática que florece en la Posguerra y que puede ser leído casi por cualquier persona. Entonces, este primer momento del desarrollo pictórico japonés está dominado por la lectura de largos rollos de varios metros de largo, con novelas ilustradas que se leen de derecha a izquierda. 101

Koyama-Richard, op. cit., p. 09. Jason S. Yadao, The rough guide to manga, Londres, Rough guides, 2009, p. 2. 103 En la época Heian las mujeres leían en Hiragana un silabario que fonéticamente puede representar todas las palabras japonesas en sílabas, por otro lado, los hombres leían ideogramas chinos conocidos como Kanji. En el japonés actual es normal encontrarlos juntos. 102

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Una segunda etapa del proceso pictórico japonés se encuentra en el desarrollo del comercio alrededor de las ciudades durante la época Edo. Es en esta era, bajo el shogunato Tokugawa (1603-1868), 104 que el país es cerrado casi en su totalidad a la influencia extranjera.105 Ello permite el desarrollo de una cultura distintiva japonesa que se refleja en casi todas las expresiones artísticas de la época. Durante este periodo, nace la ideología del mundo flotante (ukiyo). Esta forma de pensar característica de los chōnin está basada en el pensamiento budista homófono que significa Ŗel mundo de los sufrimientosŗ. Así, los dos significados de la palabra ukiyo se conjugan en una ideología que postula que la vida es algo temporal e irreal, por ello el disfrute de los placeres es una cuestión necesaria que sirve para afrontar las penas de la vida. Sin embargo, ante el riesgo de cometer Ŗpecadosŗ y/o ser sancionados por la autoridad del Estado en este libertinaje, la única forma de acceder a esos placeres es por medio de dibujos y otros mecanismos que excitan la imaginación. En este sentido, Amaury García describe así dicha ideología: […] este glamoroso Ŗmundo flotanteŗ funcionaba en mayor medida como una gran idealización, y que muchas de sus representaciones en la literatura y en la gráfica servían a manera de plataformas de despegue para la imaginación y las recreaciones mentales.106

Siguiendo con la búsqueda de dispositivos que estimularan la imaginación, a partir del siglo XVII, los japoneses idean el ukiyo-e o estampa del mundo flotante. En estos grabados bidimensionales, los japoneses buscan expresar escenas de la vida cotidiana, paisajes, calendarios, retratos de mujeres hermosas o de samuráis famosos, escenas de sexo para uso terapéutico y pornográfico, y también, son utilizadas como propaganda. El principal centro de producción del ukiyo-e es la ciudad de Edo, ya que gracias al sistema de residencia alternada y a la separación de los samuráis del trabajo de campo conocido como 104

Gobierno feudal de la familia Tokugawa. Excepto algunos comerciantes holandeses y portugueses en el puerto de la ciudad de Nagasaki. 106 Amaury García, Cultura popular y grabado en Japón, México, El Colegio de México, 2005, p. 43. 105

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heinōbunri107, se forma un fuerte sistema basado en el comercio de bienes. Así, separados del campo, varios samuráis se convierten en artesanos, cocineros, constructores de casas y pintores de cuadros y retratos para sobrevivir. Durante esta primera etapa, los retratos y pinturas se centran en retratar el estilo de vida samurái. 108 Pero, conforme los chōnin superan económicamente a los samurái, la temática del ukiyo-e se especializa en la vida cotidiana de esta clase. Es decir que a través de una serie de libros, estampas y objetos como vasijas de porcelana se comienzan a dibujar aspectos del acontecer diario de este estrato. Además, el ukiyo-e es utilizado ampliamente para promocionar algunos productos y servicios, además de dar a conocer costumbres y Ŗmodasŗ desarrolladas en las principales ciudades de la época ŔEdo, Osaka y Kioto. Así, Koyama-Richard resume muy bien las funciones de las estampas: La función de la estampa era múltiple. Con miras publicitarias […], daba a conocer o promocionaba sederías, productos de belleza y restaurantes o pregonaba los encantos de las cortesanas de las casas de citas. Antes de inventarse la fotografía, la estampa permitía adquirir retratos de actores de kabuki o de las cortesanas más bellas, que difundían las últimas modas en materias de peinados, maquillaje o quimonos. Como medio de comunicación, divulgaba noticias de actualidad, o daba recetas para curar ciertas enfermedades. De vocación pedagógica, servía para que los niños aprendiesen a escribir y a leer […].109

Se desarrolla así un medio visual que sirve tanto para el entretenimiento, como para el uso comercial, terapéutico, didáctico y de análisis político. Este ingenioso sistema mediático Ŕsi se me permite la palabra- fue el que predomina en el Japón desde el siglo XVII hasta 1853, cuando el comodoro de la armada estadounidense Matthew Calbraith Perry obliga a los

107

Una política que estipulaba la separación de la casta samurái de los campesinos. Gracias a esta ley muchos samurái perdieron su rango y se convirtieron en prestadores de servicios para los samurái. 108 Amaury García, Cultura popular… , p. 13. 109 Koyama-Richard, op. cit., p.38.

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japoneses a comerciar con Estados Unidos y como consecuencia de ello, el país se incorpora a la arena internacional.110 2.1.2. La incorporación de nuevos formatos y la consolidación del manga (1853-1945).

Ante la amenaza de los barcos estadunidenses que llegan a Japón en 1853, los japoneses no tienen reparos en abrir sus fronteras al comercio internacional. Poco tiempo después, en 1868, el gobierno feudal de los Tokugawa cae víctima de una crisis de representación que es potenciada por la presencia militar extranjera, pero que presumiblemente de todos modos se hubiera dado.111 Con ello, el poder pasa a manos del emperador Mutsuhito (1852-1912) y así se funda la época conocida como Ŗgobierno ilustradoŗ o Meiji que dura desde 1868 hasta 1912. Pronto se hace evidente que la tecnología occidental está muy por arriba de la japonesa y los japonesas quedan conmocionados. Sin embargo, el miedo generalizado que se propaga cuando China queda convertida en un Ŗprotectoradoŗ, provoca que los japoneses lleven a cabo un proceso de occidentalización para convertir a Japón en una potencia que pueda competir, tanto económicamente como militarmente, en la época. El eslogan oficial del gobierno Meiji retrata este espíritu: Ŗcivilización e ilustraciónŗ (bunmei kaika). De esta manera, los japoneses estudian a occidente, a través de una maniobra conocida como Ŗcortinilla de bambúŗ (Sudare), instrumento que permite ver hacia afuera, pero impide que las miradas indiscretas se cuelen hacia adentro. Así, mientras Japón aprende a pasos

110

En Julio de 1853 una flota comandada por el comodoro Metthew Perry entró en la bahía de Edo y gracias a la superioridad de los barcos occidentales, los japoneses cedieron a comerciar con Estados Unidos para posteriormente hacerlo con los demás países occidentales. Curiosamente, uno de los regalos de Perry para el emperador fue una imagen del puerto de Veracruz donde se podía apreciar la eficacio de los cañones de los barcos. 111 Michiko Tanaka, Takabatake Michitoshi y Lothar Knauth (comps.), Política y pensamiento político en Japón 1868-1925, México, El Colegio de México, 1987. p.19.

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agigantados las técnicas y la tecnología occidentales, la mayor parte del mundo no es capaz de observar la velocidad con la que los japoneses avanzan hacia la Ŗmodernidadŗ. Para llevar a cabo el plan de modernización, el gobierno Meiji provee de becas a los japoneses que desean estudiar en las universidades extranjeras. Del mismo modo, implementa estímulos para que los artistas incursionen en las artes occidentales.112 Así, el recién creado Ministerio de Educación (monbushō) cuya filosofía principal consiste en Ŗadaptar las ideas occidentales, manteniendo los valores orientalesŗ,113 es de gran ayuda en la adaptación de las tecnologías occidentales para los usos de Japón. Es en esta misma época que los adelantos técnicos llevados al país permiten la aceleración de las comunicaciones. Por ejemplo, en 1873, el primer tren japonés completa la ruta TokioYokohama en tan solo 50 minutos, es gracias a ello que los primeros periódicos japoneses como el Yokohama Mainichi Shinbun y el Tokio Nichi Nichi Shinbun circulan en lugares muy alejados de su ciudad de origen. 114 Por otro lado, la implementación de prensas occidentales facilita y abarata los costos de producción respecto a la prensa tradicional japonesa. Gracias a ello, poco tiempo después, aparecen los primeros periódicos ilustrados con historietas como E Shinbun Nipponchi (1874) y Maru Maru Chinbun (1877) que se dedican tanto a temas de la vida cotidiana como a la política nacional. Como hemos visto hasta ahora, Japón cuenta con una rica tradición gráfica que durante siglos permite la creación y distribución de tiras cómicas de una gran variedad temática en el territorio japonés. Con la llegada de los primeros artistas de tiras cómicas llegados a Japón en el siglo XIX, el camino está dado para la incorporación de nuevos soportes e ideas que conectan a Japón con el vasto mundo exterior. Por ejemplo, durante 112

Koyama-Richard, op. cit., p.103. Bradley Smith, Japan a history in art, Tokio, Gemini Inc./Toppan printing co., ltd., 1964, p. 259. 114 Ibid., p. 265. 113

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esta misma época llegan al país el oficial británico Charles Wirgman (1832-1891) y el artista francés George Bigot (1860-1927). Ambos ilustran de manera divertida los acontecimientos de la vida cotidiana en Japón y los hacen más comprensibles para los occidentales que viajan al país en esta época. La importancia de ambos ilustradores radica en que enseñan su oficio a los artistas japoneses, quienes a su vez adaptan la gráfica y la sátira occidentales al gusto japonés. Este proceso de retroalimentación se intensifica en los años de la década de 1910, cuando un artista llamado Kitazawa Yasuji (Rakuten) retoma el término manga para nombrar a sus creaciones artísticas.115 Es en el año de 1912 cuando el emperador Meiji fallece y su hijo Yoshihito (1879-1926) toma el poder y así nace la era Taishō (1912-1926). La corta era del emperador Taishō, se caracteriza por un boom económico producto de la venta de bienes militares a los países occidentales durante la Primera Guerra Mundial, y por un gobierno si no débil, por lo menos bastante más permisivo que el de la era Meiji.116 Gracias a ello, se deriva en una serie de profundos cambios a nivel cultural que llevan a una segunda ola de occidentalización. Es en esta época, en la que el principal distrito comercial de Tokio, Ginza, se convierte en el centro cultural a través del cual se podía imitar la vida de París o de Nueva York. Al mismo tiempo, los jóvenes japoneses frecuentan cafés de estilo occidental donde discuten continuamente la filosofía alemana, o las novelas soviéticas. Estos grupos de jóvenes que se comienzan a interesar por el comunismo son llamados Marukusu booi (Marx boys). Es en este contexto de relativa

115

Sylvain Venayre, op. cit., p. 474. Las razones del debilitamiento de las leyes durante la era Taishō son variadas y entre las principales se cuentan: las diferentes rebeliones campesinas que demandaban una revisión de los términos de uso de tierras fértiles acordados durante la era anterior, la occidentalización de la política japonesa gracias a la muerte o el retiro de la vieja aristocracia de la administración Meiji, y por último, a la regencia de un emperador que no pocas veces ha sido descrito como falto de inteligencia. Véase Ian Buruma, Inventing japan, from empire to economic miracle, Orion books, Londres, 2005. 116

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libertad que muchos historiadores han llamado la “democracia” Taishō, 117 que se comienzan a reorganizar los partidos políticos y toman mayor fuerza y participación en la política nacional y poco después, se forma el Partico Comunista Japonés (PCJ) a principios de la década de 1920. El manga prolifera en este ambiente democrático al punto que Sharon Kinsella apunta: ŖLa década de 1920 fue una década de actividad social y política sin precedentes bajo la democracia Taishō lo que permitió una experimentación respecto a la ideología y el estilo de vida.ŗ118 Por un lado, se hace énfasis en la libertad y en la occidentalización del país, sin embargo, no hay que olvidar que el país está regido por la Constitución Imperial Japonesa que estipula que el poder total del país se concentra alrededor de la persona del emperador Ŕy en la práctica en los aristócratas y militares allegados a su persona. De todas maneras, esta época construye un puente cultural entre la caricatura occidental y el recién nacido manga japonés. Es en el año de 1919, en el que un reportero del periódico Asahi Suzuki Bunshirō, en su camino a la Conferencia de Paz llevada a cabo en Versalles, cruza Estados Unidos y los cómics llaman su atención. Poco tiempo después, en 1923, regresa a Japón con varios ejemplos de tiras cómicas que recopila en un viaje a Estados Unidos y Europa. Así, convence al editor en jefe el semanario Asahi gurafu (1923-2000) para poder serializar la adaptación japonesa del cómic Educando a papá (bringing up father) de George

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La historiadora Michiko Tanaka apunta: Ŗ[en el contexto de la constitución imperial japonesa] fue muy sorprendente que en el segundo año de Taishoo (1913), el gabinete del primer ministro Katsura Taroo, militar influyente del ejército y persona predilecta de Yamagata Aritomo [un influyente conservador japonés de la era Meiji] […], cayera ante la presión del Primer Movimiento en Defensa de la Política Constitucional, integrado por los partidos políticos de la oposición liberal y la prensaŗ, Es decir, que es en la era Taishō que comienzan a tener mayor influencia los medios de comunicación, e incluso se podría hablar de una opinión pública que podía influir en las decisiones políticas. Véase Michiko Tanaka, política y pensamiento..., p. 260. 118 Kinsella, op. cit., p. 21.

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McManus.119 No es hasta finales de 1923 que Suzuki crea su propio cómic Las aventuras de Schōchan, como novedad gráfica es este autor el que introduce el globo para el texto en el manga japonés.120 Al mismo tiempo que las tiras cómicas infantiles se popularizan, otro género de manga aparece en las revistas y periódicos de Japón; la caricatura política. En su mayoría estas tiras cómicas tiene orientación comunista y son utilizadas para criticar al gobierno, lo que ayuda a que se le considere una especie de arte del pueblo, en contraposición al arte burgués. Este nueva clase de manga se ve frenado gracias a la entrada en vigor de la Ley de Preservación del Orden Público (chian ishihō) en 1925. En principio, el objetivo de esta ley es eliminar las organizaciones y movimientos Ŗque atentaran contra el ente nacional y el régimen de propiedad privadaŗ. 121 Así, esta ley proporciona el marco legal idóneo para acabar con la libertad de prensa, primero encarcelando a los izquierdistas y liberales para posteriormente en 1928 castigarlos con la pena de muerte.122 Cuando la era Shōwa (1926-1989) comienza, se hace evidente que los cambios en la legislación permiten un mayor control gubernamental y militar que desembocan en un revés para las conquistas democráticas logradas durante la era anterior. En este contexto, el control es tomado rápidamente por los aristócratas y los altos mandos militares allegados al emperador Hirohito. Mientras éstos pugnan por una política agresiva que contempla la invasión de Asia y el Pacífico Oriental, el poder civil se mantiene. Pero, con el ŖIncidente de Manchuriaŗ en 1931, el gobierno militarista toma el poder y las libertades son acotadas una a una.

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Publicado originalmente en el periódico New York American en 1912. Sylvain Venayre, op. cit., p. 474. 121 Michiko Tanaka, Política y pensamiento…, p. 92. 122 Ibid., p. 93. 120

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Es en los años precedentes a la Segunda Guerra Mundial que el control gubernamental de los medios se endurece. La policía militar (kenpeitai) tortura y asesina a muchos mangakas de izquierda bajo el argumento de que incluían en sus mangas Ŗideologías peligrosasŗ.123 Al respecto de la censura y el auge del nacionalismo KoyamaRichard apunta: En vísperas de la guerra se reforzó el nacionalismo japonés y el manga se desvió de su primer objetivo, que era divertir a los niños. Debido a la presión del gobierno, los héroes del manga acabaron preconizando la defensa del país y fueron manipulados por la propaganda.124

En pocas palabras, Koyama-Richard nos recuerda que la propaganda imperialista modifica el primer sentido del manga y le da un eje formativo que se centra en fines militaristas.125 De esta manera, en 1940, al acercarse la guerra, el gobierno japonés funda la ŖNueva Sociedad del mangaŗ con la esperanza de unificar a todos los mangaka bajo el régimen militar japonés e impedir ideas subversivas. De hecho, esta unificación de artistas merma la producción de mangas porque de acuerdo con Sharon Kinsella: Ŗentre 1937 y 1944 el número de revistas de manga en Japón pasó de 16,788 a 942ŗ.126 Por supuesto, también influye el control gubernamental sobre el papel que se intensifica en 1943. Pero, no es hasta en 1944 que el número palidece después de que un bombardeo estadounidense acaba con la principal planta de impresión. Sin embargo, este mismo año aparece la primera animación hecha en Japón con el nombre de: ŖLas águilas del mar de Momotarōŗ, un pequeño cortometraje financiado por el Ministerio de Marina de Guerra en el que se relata a los niños japoneses cómo Singapur fue tomada por las fuerzas japonesas en 1942. Un año

123

Kinsella, op. cit., p. 22. Koyama-Richard, op. cit., p.126. 125 Uno de los mangas más famosos del periodo es Norakuro del autor Tagawa Suihō, una historia que trataba de un perro militar que tenía algunos episodios llenos de humor. 126 Kinsella, op. cit., p. 23. 124

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después de la aparición del cortometraje, el 2 de septiembre de 1945. Japón firma la rendición Ŗincondicionalŗ a bordo del acorazado USS Missouri, a partir de ese día el control queda en manos del Comando Supremo de los Poderes Aliados (SCAP por sus siglas en inglés). En este subcapítulo observamos cómo el arte gráfico-cómico japonés tiene una larga historia que se remonta hasta el siglo XII con los rollos emaki, después vimos cómo el mercado del ukiyo-e en el siglo XVIII funda las bases de la caricatura de entretenimiento y satírica en Japón, para posteriormente centrarnos en cómo los japoneses adaptan con gran éxito los formatos occidentales y se consolida el manga. En el siguiente subcapítulo veremos cómo el manga pasa de ser un medio de entretenimiento para las clases pobres a invadir el mercado mundial. 2.2. De la reconstrucción al mercado mundial (1945-2005) 2.2.1. Manga y reconstrucción.

Como ya lo vimos en el primer capítulo, el SCAP tuvo una actitud ambivalente para con los japoneses. En un principio, el SCAP evita el contacto directo con la población japonesa, pero como advierte el fotógrafo Tomotsu Shōmei: Ŗtengo la impresión de que América se filtró fuera de las rejas de las bases estadounidenses, para penetrar a todo Japónŗ. 127 Es obvio que a partir de este momento, el desarrollo de las caricaturas japonesas, al igual que casi todos los aspectos culturales japoneses son trastocados por el modo de vida estadounidense (american way of life). De esta manera, junto con los conceptos novedosos de demokurashii (democracia) y chuuingu gaamu (goma de mascar), la mayor parte de los japoneses se relaciona de alguna u otra manera con los cómics estadounidenses. Pero, la 127

Citado en: Harry Harootunian, ŖJapanřs long Postwar, the trick of memory and the ruse of historyŗ, en: Tomiko Yoda y Harry Harootunian (eds.), Japan after japan, social and cultural life from the recessionary 1990s to the present, Duke, Duke Univesity Press, 2006, p. 99.

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imposibilidad material de la época aunada a la necesidad de entretenimiento hace que renazca una forma de distracción que databa del periodo Edo: el kamishibai o teatro de dibujos. Algunos de los más grandes mangakas ŕcomo Shirato Sanpei y Mizuki Shigeruŕ de la posguerra comenzaron trabajando como ilustradores de kamishibai para los millones del soldados desmovilizados y heridos quienes encontraron en esta forma de entretenimiento una forma de sustento y trabajo. 128 Los ilustradores de la época no son famosos, pero los que mejor hacen su trabajo pueden recopilar sus dibujos y venderlos en revistas o en compilaciones cuya característica principal es la pasta de color rojo, por lo que son llamados libros rojos (akahon). Por otro lado, a pesar de la escasez del papel, a partir de 1946, se publican las primeras revistas de manga de Posguerra conocidas como mangashi. De esta manera, algunas revistas anteriores a la guerra como Shōnen kurabu y Yōji kurabu se reimprimen en ese mismo año, al mismo tiempo que aparecen novedosas publicaciones como la revista Shōnen de 1946. Un año después, la editorial Kodansha publica la primera revista infantil de Posguerra y en este ambiente Ŗdemocráticoŗ, la primera mujer autora de manga, publica la revista Sazae-san.129 La popularidad de los akahon aumenta debido a que Ŗla nación estaba ávida de alguna forma de entretenimiento que ayudara a olvidar el pasado y a ignorar el presenteŗ.130 Koyama-Richard describe así los libros rojos: ŖEstos libros, llamados así por su cubierta chillona con predominio del rojo, se vendían en las tiendas de juguetes o caramelos; el nombre del autor no solía figurar en la cubierta, ni tampoco el precio, que era ínfimoŗ.131

128

Koyama-Richard, op. cit., pp. 126-133. Sharon Kinsella, op. cit., p. 130 Yadao, op. cit., p. 2. 131 Koyama-Richard, op. cit., p. 133. 129

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A pesar lo accesible del precio de los akahon, muchos japoneses viven en la pobreza en esta época por lo que se hace poco factible la compra de revistas y periódicos de manga. La solución que idean varios libreros de Tokio y Osaka es el establecimiento de lugares de préstamo de libros a muy bajo costo llamados kashihon-ya. En ellos, se prestan libros, revistas y periódicos a una fracción de su costo real. Estos establecimientos proliferan hasta convertirse en puntos de sociabilidad importantes y están en auge hasta mediados de la década de 1950 donde, de acuerdo con Sharon Kinsella: […] el número de establecimientos que prestaban libros creció exponencialmente hasta alcanzar los 30,000[…]ŗ.132 El éxito de los kashihon-ya se debe principalmente a la imposibilidad de encontrar lugares de ocio en un país destrozado por la guerra. Además, la migración masiva de hombres del campo a la ciudad que se agudiza con las políticas de reconstrucción de las ciudades, también se puede considerar como un elemento a tomar en cuenta en la explicación del éxito de dichos establecimientos. En primer lugar, porque muchos de estos hombres gastan el poco dinero que ganan en la lectura de mangas y libros en los kashihon-ya. De esta manera, en este tipo de lugares muchos japoneses tienen un primer contacto con ŖEl diario íntimo de Macchanŗ (1946), ŖLa nueva isla del tesoroŗ (1947) y Las aventuras de Kimba las primeras obras de un, hasta ese entonces, desconocido médico llamado Tezuka Osamu (1926-1989). Tezuka es un visionario que sueña con hacer manga toda su vida si bien, para no fallar con la tradición familiar estudia medicina, logra convertirse en el más grande mangaka de todos los tiempos y dedica su vida a Ŗcrear sueñosŗ. De esta manera, como dice Frederik Schodt: Ŗ[Tezuka era un hombre] que generaba ideas y diálogos de una forma

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Kinsella, op. cit., p. 24.

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tan fácil como algunas personas respiranŗ. 133 Es en 1946 cuando comienza a dibujar mangas que se dirigen al público infantil, pero que en la práctica divierten a chicos y grandes. En un primer momento, el estilo de Tezuka está bastante influenciado por los cómics estadounidenses y la BD europea.134 Sin embargo, no pasa mucho tiempo para que este autor cree su propio estilo, estilo que es copiado y que caracteriza a todo el manga japonés. El estilo de Tezuka es tan característico que Koyama-Richard afirma que Ŗel manga no sería lo que es hoy sin la obra excepcional de Tezukaŗ. Por otro lado, el historiador francés Sylvain Venayre no deja de observar el tremendo parecido entre el héroe robótico ŖAstroboyŗ y el ratón Mickey Mouse de Walt Disney al remarcar que Ŗcomo el ratón de Disney, el robot de Tezuka aparece con el torso desnudo, un pantalón corto y unos zapatos demasiado grandes para élŗ (ver figura 13).135 Es importante remarcar la influencia de los cómics estadounidenses en el Japón de la Posguerra debido a que mientras los estadounidenses controlan el país ŕhasta 1952ŕ, muchos cines japoneses son obligados a exhibir películas animadas de Disney. Así, Tezuka y otros mangakas son influenciados por el estilo estadounidense de las tiras cómicas infantiles, pero Tezuka mejora este estilo con los pocos recursos que tiene a la mano. Eventualmente, eventualmente cambia el estilo totalmente conforme pasan los años, al respecto Koyama-Richard apunta: ŖA lo largo de su carrera se aprecia una evolución profunda y un refinamiento en los dibujos. Sin duda, primero influyeron Walt Disney y los hermanos Fleisher, pero no tardó en encontrar un estilo propioŗ.136 El estilo final de Tezuka, presente en sus obras posteriores a 1960, será el que conocemos como característico del

133

Schodt, op. cit., p. 233. Sylvain Venayre, op. cit., p. 476. 135 Id. 136 Koyama-Richard, op. cit., p. 148. 134

61

manga japonés, y que consta de ojos grandes, nariz respingada, cuerpos estilizados y mentón triangular. Fig. 1. Tezuka Osamu y la evolución de su estilo (1989).

Fuente: Foro sobre manga y anime137

137

En: http://animexinfo.foros.ws/t5442/osamu-tezuka-el-dios-del-manga-forever/ (consultado el 3 de abril de 2014).

62

Un elemento constante en las creaciones artísticas de Tezuka es la preocupación por la energía y la destrucción atómica, de ahí que el nombre en japonés de Astroboy es: ŖÁtomo, el brazos de aceroŗ (tetsuwan atomu). Esta inquietud por la atomicidad, producto del miedo a que Japón vuelva a vivir un holocausto nuclear, es un factor esencial que explica el éxito de Tezuka. De cierta manera, se podría decir que este autor, además de ser un buen dibujante, tenía la habilidad de sintetizar en formato manga los miedos, los sueños y los anhelos de los japoneses, característica por la que sería conocido como el Ŗdios del mangaŗ. Aunque el estilo de Tezuka es bien recibido por varios estratos de la población, su estilo infantil pronto deja insatisfechos a algunos lectores y los artistas pronto se dan cuenta. Ello da como resultado que varios mangakas como Tatsumi Yoshihiro y Saito Takao Ŗreaccionaran contra el estilo infantil promulgado por Tezukaŗ.138 El resultado es un estilo de dibujo más realista que acapara la atención del lectorado joven que proviene de las fábricas y/o obras de la construcción. Así es como nace un nuevo estilo de tira cómica llamada gekiga o Ŗimágenes dramáticasŗ. Este término que inventa Tatsumi, representa un nuevo nivel de realismo gráfico, además de la inclusión de temas relacionados con la sociedad, la política y la sexualidad.139 En un primer momento, la mayor parte del gekiga proviene de una pequeña unión de artistas conocida como Ŗla fábrica de gekigaŗ (gekiga kōjō). Quizás en la actualidad la palabra manga englobe cualquier tipo de tira cómica que provenga de Japón, pero en 1950 el gekiga y el manga tienen connotaciones diferentes como la historiadora Sharon Kinsella apunta:

138 139

Sylvain Venayre, op. cit., p. 480. Kinsella, op. cit., p. 25.

63

Mientras el uso contemporáneo de la palabra Řmangař es en general utilizado para describir todo tipo de caricaturas japonesas, tiras cómicas, y libros de manga y revistas. En 1950 la palabra tenía un segundo uso más especializado que distinguía al manga de la tradición del gekiga emergente. En este secundario uso, manga se refería al infantil, lindo, fantástico y a veces hasta educacional manga, asociado con Tezuka Osamu. Mientras el manga en este sentido, era percibido como una forma inocente de entretenimiento infantil, el gekiga era asociado con pequeños trabajadores urbanos pobremente educados y con políticos anti-establishment. No es sorprendente que los artistas ligados tanto al manga como al gekiga ocuparan dos territorios sociales y políticos diferentes y que ambos percibieran a sus contrapartes como enemigos.140

De esta manera, mientras el manga es apolítico e infantil, el gekiga se publica en revistas como Garo que se caracterizan por sus historias eróticas y su tendencia política hacia la extrema izquierda. Figuras 2 y 3. Diferencia entre el manga y el gekiga.

Fuente: (colección particular).

140

Ibid., p. 29.

64

En esta misma década, Japón cambia vertiginosamente en los terrenos político, económico y cultural. En 1952 la ocupación estadounidense se retira después de la firma del Tratado de Paz de San Francisco entre los aliados y Japón.141 Es en este momento en el que Japón se convierte en el principal proveedor de material militar de Estados Unidos en la región lo que permite la reactivación de la industria y una recuperación económica sorprendente. Gracias a ello, la producción de manga y gekiga crece a pasos agigantados porque con la economía reactivada de Japón los japoneses pueden adquirir libros, revistas y publicaciones. Venayre describe este proceso de la siguiente manera: ŖEn los años 1950, el despegue económico de Japón modifica las condiciones de difusión de los mangas. La población ahora se daba el lujo de comprar libros, por lo que las librerías de préstamo desaparecieron progresivamenteŗ.142 Por otro lado, este despegue económico está acompañado de un auge en la natalidad que ayuda a la aparición de un nuevo lectorado del manga. Al respecto, Koyama-Richard apunta: Después de la guerra, Japón también vivió un bum de natalidad. Los niños de esa generación son quienes crearon el manga contemporáneo o fueron sus lectores más fieles. El desarrollo económico y social, el progreso de la tecnología y la irrupción de la televisión en todos los hogares transformaron a fondo la vida de los japoneses.143

En suma, ambos autores hacen énfasis en las cambiantes condiciones de Japón de finales de la década de 1950 y principios de la década de 1960, para explicar cómo a partir del auge económico y sus principales consecuencias aparecen las condiciones bajo las cuales comienza a florecer la industria de libros y revistas de manga, lo que provoca que este medio se introduzca en los hogares japoneses y en su cotidianeidad.

141

Tratado firmado el 8 de septiembre de 1951 por 49 países (con la excepción de China y la Unión Soviética), es el tratado internacional con el cual se pone fin a la Segunda Guerra Mundial en el Pacífico. 142 Sylvain Venayre, op. cit., p. 476. 143 Koyama-Richard, op. cit., p.154.

65

2.2.2 De la politización del manga a la multiplicación de géneros (1960-1980)

La década de 1960 tiene gran importancia en la historia del desarrollo del manga. En primer lugar, la recuperación económica japonesa alcanza su clímax más alto lo que permite que las condiciones en las que se produce el manga sean diferentes a las de las décadas anteriores.

144

Por otro lado, la población japonesa crece y la tasa de natalidad,

anteriormente diezmada por la guerra, se estabiliza. Este hecho ayuda a que tanto los lectores jóvenes de manga como los adultos dejen de conformarse con revistas y libros de periodicidad mensuales.145 Los editores, en su búsqueda de nuevos formatos, comienzan a publicar semanarios como el Shōnen magazin y el Shōnen Sunday, ambos publicados en 1959. 146 Estas revistas tienen un éxito arrasador que se debe principalmente a la recuperación demográfica como lo apunta Koyama-Richard: Ŗ[los niños nacidos durante la guerra hicieron] la industria del manga o fueron sus lectores más fielesŗ.147 Este devoto lectorado es el que convierte a la lectura del manga en uno de los más importantes pasatiempos del país. No es que no existieran otros entretenimientos en Japón, pero poco antes de que se extendiera la televisión, los libros y revistas semanales de manga constituyeron el principal pasatiempo de chicos y grandes. La aparición de revistas de periodicidad semanal en la década de 1960, provoca que aumente la velocidad con la que se puede dar a conocer una información. De esta manera, las noticias, las historias y las tramas que anteriormente tardaban un mes en aparecer, ahora 144

El profesor Jun Nishikawa aclara que: ŖDesde el comienzo de la década de los cincuenta la economía japonesa ha experimentado una altísima tasa de crecimiento, que alcanza un 10% anualŗ. Para un estudio más detallado de la economía de Japón en el periodo de 1950 a 1970, véase Jun Nishikawa, ŖRestricción de recursos un problema de la economía japonesaŗ, en: Alfredo Román Zavala Japón, perspectivas sobre su cultura…, pp. 267-287. 145 Koyama-Richard, op. cit., p. 154. 146 Sylvain Venayre, op. cit., p. 478. 147 Koyama-Richard, op. cit., p. 154.

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aparecen semanalmente. Los otros medios de información no tardan en darse cuenta de ello y aprovechan las revistas de manga para dar a conocer ideologías lo que permite que éstas alcancen a una gran cantidad de personas en muy poco tiempo. Es gracias a este proceso que llamamos Ŗpolitización del mangaŗ que varias organizaciones políticas izquierdistas difunden sus ideas en revistas de manga.148 De esta manera, muchos japoneses comenzaron a observar el medio como un arte de protesta idóneo para mostrar inconformidad hacia el sistema político y proponer un giro hacia la izquierda. Ante estas acciones, los grupos de ultra-derecha protestaron sosteniendo que el medio podía Ŗincitar al desordenŗ por lo que pidieron una mayor censura. Tal como afirma Sharon Kinsella: Secciones conservadoras de la sociedad incluidas algunas ramas de la Asociación de Padres y Maestros reaccionaron fuertemente contra las manifestaciones de jóvenes y contra lo que fue considerado un hábito perverso: adultos jóvenes leyendo mangas para niños.149

Destacando que el manga al mismo tiempo que se convierte en un instrumento de lucha política, encuentra sus primeros detractores entre los grupos de ultra-derecha. Contrastando con la década de 1960, la década de 1970 parece ser una década bastante apática. La generación de jóvenes que una década anterior luchó por la reestructuración de un gobierno que tiene muchos elementos conservadores rápidamente cae en la calma y la desilusión producto de la reestructuración del Tratado de Seguridad de Estados Unidos y Japón.150 Esta generación conocida como Ŗgeneración de la melancolíaŗ (shirake jidai) promueve un estado de apatía en el que el uso de drogas no se puede descartar. En el terreno del manga, los editores japoneses dejan de incluir temas políticos porque la Ŗgeneración melancólicaŗ se interesa mucho más en los ámbitos de arte y diseño

148

Kinsella, op. cit., p. 131. Ibid., p. 34. 150 Yadao, op. cit., p. 22. 149

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influenciados por el movimiento hippie americano. Así, se decide implementar nuevos géneros como el shōnen y el shōjo, el primero dirigido a los chicos adolescentes, mientras que el segundo está dirigido a las chicas adolescentes. Estos géneros son revitalizados por los artistas de gekiga quienes comienzan a trabajar en un estilo más realista de manga. El resultado de la mezcla del manga y el gekiga puede verse reflejada en el clásico Mazinger Z del mangaka Nagai Gō, que aparece en 1972. Además, también es visible en Hadashi no gen, un manga autobiográfico del autor Nakazawa Keiji que toca la temática del bombardeo atómico de Hiroshima, publicado en 1974. Así, los mangas de la década de 1970, además de incorporar lo mejor del manga y del gekiga, establecen una nueva tendencia temática que se centra en el Ŗel reino de los sueños, las memorias colectivas y la psicología socialŗ. 151 Muchas de las creaciones de esta época, entonces, se enfocan en rescatar la memoria histórica, o en estimular los sueños tanto de las chicas, como de los chicos. Las últimas dos décadas del siglo XX cambian fundamentalmente la producción y la distribución del medio. En primer lugar, desde 1980, la temática del manga se transforma para abarcar nuevos mercados y responder a las particularidades de un lectorado cada vez más complejo. Las cuatro categorías152 que dominan la producción de manga desde 1960 hasta 1980, dejan de satisfacer los anhelos y deseos de una sociedad que se tipifica y diversifica cada vez más. De esta manera, nacen nuevas revistas especializadas que retratan las nuevas tendencias políticas, históricas, sexuales y amorosas. Es en esta época, en la que

151

Sharon Kinsella, op. cit., p. 37. El Shōnen especializado en temas de chicos, el Shōjo en temas para niñas, el Seinen para adultos jóvenes y las historias para mujeres adultas 152

68

la exploración del Ŗmundo de los sueños y la memoriaŗ, da sus más grandes frutos.153 De esta manera, en 1988 aparece la película titulada La tumba de las luciérnagas (hotaru no haka) del artista Takahata Isao, que relata la historia de dos hermanos huérfanos y su lucha por sobrevivir en el Japón de la Segunda Guerra Mundial. Al mismo tiempo, Toriyama Akira invade el terreno mediático con su éxito Dragon Ball. Tanto los mangas de Toriyama como la película de Takahata representan el comienzo de la Ŗglobalizaciónŗ del mercado del manga, porque se convierten en elementos de exportación y en algunos casos, representan el primer contacto que tienen los extranjeros con Japón. Este hecho no pasa desapercibido para una serie de organizaciones tanto gubernamentales como empresariales que comienzan a observar el manga como un medio efectivo y barato de propagación de ideas, capaces de popularizar ideologías de un modo mucho más rápido que un libro. En este punto, consciente de que el manga puede ser un aliado eficaz en la enseñanza, el Ministerio de Educación hace una alianza con las tres principales editoriales de manga de la década de 1980; Shōgakukan, Kōdansha y Shūeisha, en la búsqueda de Ŗnuevos canales de crecimiento culturalŗ. 154 Por otro lado, el manga también se transmite gracias a la alianza con otros medios de comunicación como la televisión y el internet. Es en este contexto en el que, algunas compañías editan su historia en formato manga, tal es el caso de Morita Akio y su libro Made in japan donde relata la historia de la fundación de Sony.155 El triunfo del manga fuera de las fronteras japonesas es un hecho sorprendente tanto por su rapidez, como porque atrae a una gran cantidad de jóvenes que de otra manera

153

reflejándose en los éxitos del mangaka Toriyama Akira: Arare chan (1980) (aparecido en México bajo el nombre de Dr. Slump) y Dragon ball (1984). 154 Ibid., p. 70. 155 Véase Akio Morita, Made in Japan, waga taikenteki kokusai shinryaku, Tokio, Asahi bunko, 1987.

69

tendrían poca o nula relación con la cultura de Japón. Este hecho se puede incluir en la larga historia de la fascinación occidental por las estampas y dibujos japoneses, como lo apunta Venayre: Ŗ[el éxito del manga] se inscribe, sin duda, en la larga historia de la seducción efectuada, en occidente, por las imágenes provenientes del extremo orienteŗ.156 Sin embargo, también se trata de un fenómeno moderno que aprovecha temáticas comunes a los jóvenes japoneses y los occidentales. Por otro lado, no se puede descartar que esta supuesta fascinación con los dibujos occidentales del manga es provocado por una campaña editorial en favor el medio como producto de la búsqueda de nuevos mercados como resultado de una pequeña caída en las ventas provocada por los adelantos tecnológicos. Así, el desarrollo de los medios electrónicos ŕcomo los videojuegosŕ suponen una baja en las ventas del manga, lo que obliga a las compañías editoriales a buscar mercados exteriores.157 La gran paradoja es que mientras las acciones de las editoriales por buscar nuevos mercados en el extranjero se deben a que las ventas de manga impreso bajan, la aparición de nuevo productos como juguetes, disfraces, videojuegos, condones y juguetes eróticos basados en personajes de manga potencia la popularidad de éstos. Así, tanto en Japón como en otros países la popularidad del medio crece. En este subcapítulo, observamos la forma en la que el manga está relacionado con la reconstrucción de Japón. Como elemento importante a tomar en cuenta encontramos la estrecha relación del crecimiento del medio con la democratización y la economía de la Posguerra. Además, también pudimos observar cómo el manga funge el papel de medio político lo que lo pone en contacto con el Ministerio de Educación y algunas instituciones escolares. No es hasta los años de 1980

156 157

Sylvain Venayre, op. cit., p. 485. Koyama-Richard, op. cit., p. 159.

70

que el medio se convierte en un bien de exportación que inunda el mercado mundial. En el siguiente subcapítulo se responderá a la pregunta de sí el manga está en crisis o no. 2.3.- El manga, ¿un medio en crisis? (1990-2005).

Las condiciones económicas de Japón a comienzos de la década de 1990 no son las mejores. Como lo comenta el economista Jorge Alberto Lozoya: Ŗla situación al inicio de la década parecía desoladora, con una economía endeble, un gobierno cuestionado y un ambiente mundial adversoŗ. 158 Para la industria del manga, ello significó una súbita caída en las ventas como consecuencia del endaka, condición económica que se da cuando el Yen japonés sube de precio y las exportaciones japonesas dejan de ser competitivas. Así, después de alcanzar el apogeo a finales de 1980, la industria mediática del manga impreso baja sus ventas debido a la implementación de nuevas tecnologías que permiten leer manga en dispositivos electrónicos.159 De esta manera, cuando las ventas comienzan a decaer, muchos artículos y libros se publican previendo que la industria del manga impreso estaría pronto en desaparición. El diagnóstico no es alentador como Sharon Kinsella dice: ŖEl medio masivo del manga ha florecido en el espacio de solo cuatro décadas y como la primavera en el desierto podría desaparecer completamente de la superficie de la sociedad tan rápido como aparecióŗ.160 En este periodo, entonces, el medio parece estar irremediablemente en crisis, aunque paradójicamente la popularidad de los personajes y sus productos derivados crece a pasos agigantados. Un aspecto que parecen ignorar Sharon Kinsella, y los demás investigadores

158

Tanaka, Historia mínima…, p. 331. Koyama-Richard, op. cit., p 160. 160 Kinsella, op. cit., p. 19. 159

71

de manga es que se trata de un medio que se presta a la digitalización por lo que para hacer sus afirmaciones, solamente se habían fijado en la Ŗcrisis del papelŗ. Es decir, en esta época el manga no está en proceso de desaparición, el impreso en papel sí. Es por ello que mientras el número de publicaciones en papel se mantiene estática, la popularidad del medio aumenta tanto en Japón, como en el mundo entero. Como derivado de esta popularidad, desde Tokio hasta París surge una nueva tribu urbana que se conoce con el nombre de otaku, palabra japonesa que define a todo fanático del manga y el anime. Esta tribu urbana invierte grandes sumas de dinero en casi cualquier producto relacionado con el manga. Esta generación provoca un crecimiento del mercado del manga, tanto en Japón como en el mundo, lo que convierte a Japón en un líder cultural, así como lo afirma Timothy J. Craig: Ŗla cultura pop de Japón no solo ha florecido en casa, sino que tiene una gran cantidad de seguidores en el extranjero, lo que ha otorgado a Japón un impacto cultural que complementa su poder económicoŗ.161 Por otro lado, la influencia del manga y el anime, al mezclarse con las culturas locales, forma nuevos modelos de tiras cómicas. Por ejemplo, en China y Corea se crean el Manhua y el Mamhwa respectivamente. En Europa y Estados Unidos, aunque los efectos de la expansión del manga en la producción autóctona no han sido estudiados, parece ser que este medio llega a influenciar varios trabajos artísticos tanto de la BD franco-belga como del cómic estadounidense.162 Sea esto cierto o no, de todos modos es innegable que el manga se convierte en un medio internacional que tiene un éxito arrollador que no deja de crecer e influenciar a los niños y jóvenes ŕy no tan jóvenesŕ de países tan distantes como México o Argentina. Es en estos países, que las 161

Timothy J. Craig, Japan pop¡ inside the world of Japanese popular culture, Nueva York, East Gate books, 2000, p. 4. 162 Santiago García, op. cit., p. 258.

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ventas de productos relacionados con el manga aumenta, aunque también es cierto que el medio es bastante cambiante y hay mangas que suponen grandes fracasos económicos a las empresas que se aventuran en su publicación. En este sentido, quizás es lo cambiante e impredecible del mercado del manga lo que parece dar la impresión de retroceso, si bien este único hecho es bastante engañoso para juzgar lo que ocurre con el mercado de las publicaciones en Japón, merece ser mencionado para poder entender las vicisitudes de este cambiante mercado. El mercado del manga está liderado por cuatro compañías ŕKōdansha, Shōgakukan, Shūeisha y Akitaŕ y en 1995, juntas representan más del 75% de las ventas totales de manga. El total de ventas de manga ese año alcanzó los 2000 millones de dólares.163 Esta cifra es impresionante, pero bastante menor que los cinco mil millones de dólares alcanzados en 1993. Las razones del retroceso del mercado manga ya las hemos mencionado, y resumiendo las principales son: el establecimiento de cafés de préstamo de manga y la competencia de los dispositivos electrónicos. Ahora bien, este diagnóstico solo toma como datos las ganancias totales e ignora los mecanismos de transmisión del medio. Por ejemplo, desconoce totalmente la práctica de lectura que consiste en el préstamo del manga entre familiares o amigos, varios investigadores del manga han afirmado que por lo menos cada manga que se vende es leído hasta por tres personas distintas. 164 De esta manera, de acuerdo con Schodt y Koyama-Richard, en 1995, la producción total de manga en Japón abarca el 40% del total de publicaciones japonesas, pero presumiblemente su lectura es tres veces mayor que la producción. Esto, por supuesto, sin contabilizar el dōjinshi, un mercado que ha crecido enormemente y que fundamentalmente está constituido

163 164

Schodt, op. cit., p. 23. Kinsella, op. cit., pp. 42-47.

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por fanáticos independientes que utilizando personajes de manga conocidos, crean historias subalternas. No existe un estudio que contabilice aun al trabajo de los dōjinshi, pero el sueño de convertirse en mangaka atrae a millones cada año. Ante estos datos, ¿estaba el manga en crisis? Las ventas, como ya lo vimos, bajaron; pero su popularidad estaba en auge y su uso en la vida cotidiana de los japoneses cada vez aumentaba más como lo afirma Koyama-Richard en la siguiente cita: Quien no haya ido nunca a Japón no puede tener conciencia del lugar que ocupa el manga en la vida diaria de sus habitantes. Aunque no todos los japoneses sean lectores asiduos de manga, como mínimo los han leído en su infancia. Los intelectuales pueden hablar de sus mangas preferidos con toda naturalidad. El manga, una nueva cultura por excelencia, […] está en todas partes. No hay que ir hasta una librería para conseguir uno; tienen los quioscos de estaciones o del metro, los combini, supermercados abiertos veinticuatro horas al día; están presentes como cualquier otra revista, en las consultas de los dentistas, las peluquerías, ciertas cafeterías, especialmente en los manga kissa, establecimientos donde es posible leer tantos mangas como se quiera a cambio de un módico precio por horas… Los adultos los leen en los trenes y los dejan en los portaequipajes para que los disfruten los siguientes viajeros […].165

Ahora bien, ¿Cómo es que el manga llega a permear en casi todos los aspectos de la vida cotidiana en el Japón de los albores del siglo XXI? Indudablemente se debe al apoyo del gobierno y otras instancias no gubernamentales como las empresas que buscan implementar nuevas formas de enseñanza. Es ahí donde el Ministerio de Educación comienza la utilización de mangas como vector pedagógico no solo en el nivel básico, sino que algunos libros de texto se utilizan en la Universidad. Seguro habrá quien abogue por la idea de que los libros de texto son más efectivos, pero la eficacia pedagógica del manga estriba en su fácil y rápida lectura. Cuando el GHL comienza a intentar transmitir su ideología en los principales medios de Japón, no es ninguna sorpresa que Kobayashi Yoshinori ideara una serie de mangas para poder llegar de manera más rápida y eficaz a los lectores.

165

Koyama-Richard, op. cit., p. 160.

74

CAPÍTULO 3. EL JAPÓN DE PRINCIPIOS DEL SIGLO XXI OBSERVADO POR KOBAYASHI YOSHONORI A TRAVÉS DE YASUKUNI-RON. En el año 2005, la serie de visitas que, desde 2001 realiza el Primer Ministro Koizumi al templo Yasukuni, se presenta como un grave problema diplomático. Conforme la presión exterior ŕsobre todo de China y Corea del Surŕ comienza a espesar las relaciones bilaterales entre Japón y sus vecinos, Koizumi cambia la estrategia y el discurso con el que justifica sus visitas. En primer lugar, desdeña la ceremonia de reverencia tradicional de la religión Shintō conocida como Ŗdos reverencias, dos aplausos, una reverenciaŗ y en su visita solamente hace una reverencia ante el altar mayor. 166 Por otro lado, el Primer Ministro asiste el 13 de septiembre, dos días antes de la fecha de conmemoración del final de la Segunda Guerra Mundial, con el objeto de no herir sensibilidades. Además, justifica de forma vaga sus visitas alegando que éstas tienen como fin rendir homenaje a las personas que dieron su vida por Japón, pero también reiterar la renuncia de Japón a la guerra como medio de solución de disputas internacionales. Estos cambios representan por un lado, el intento del gobierno japonés de mediar la situación entre una nación que necesita relaciones económicas y políticas con el exterior, y un pueblo que busca indagar sobre su pasado. Sin embargo, estas acciones no dejan satisfechos ni a los grupos de extrema derecha, ni a los grupos de extrema izquierda y el conflicto que se desata es retratado rápidamente por la prensa. Por ejemplo, el 17 de agosto de 2001 ŕcuatro días después de la visita de Koizumiŕ uno de los artículos del Sitio de la Red Mundial de Socialistas apunta: A pesar de los intentos por restar importancia al significado de la ceremonia, la visita realizada por el Primer Ministro Junichirō Koizumi al templo Yasukuni para los muertos de guerra tuvo un significado ambiguo. De hecho, marcó un paso más en la resurrección pública de uno de los símbolos de los regímenes militares de Japón, que 166

Kobayashi, Yasukuni…, p. 9.

75

antes y durante la guerra invadieron China y gran parte del Sureste Asiático y reprimieron brutalmente cualquier oposición tanto en casa como en el extranjero.167

Por otro lado, los grupos de extrema derecha ŕincluido el GHLŕ proclaman que los Ŗespíritus destacadosŗ (eirei) de Yasukuni merecen más respeto por parte de Koizumi, además expresan su descontento ante las declaraciones de Koizumi concernientes al rearme japonés. Es así que aparecen artículos en las revistas de derecha más destacadas del país como el del ex Primer Ministro Nakasone Yasuhiro que sugiere a Koizumi no ser tan condescendiente con China y Corea.168 Es en este contexto de ambigüedad y lucha política que aparece en las librerías el manga de Kobayashi Yoshinori titulado Sobre Yasukuni. En él, el autor busca hacer una defensa apasionada del templo que haga frente a las declaraciones que se pronuncian por la destrucción, restructuración o modificación del templo. Este manga invade las estanterías de las librerías más importantes de Japón, y aunque lamentablemente no disponemos de fuentes confiables para conocer el número de mangas vendidos en 2005, sabemos que la segunda reimpresión aparece tan solo diez días después de la publicación inicial. 169 En Sobre Yasukuni, Kobayashi presenta una visión del Templo Yasukuni, de la historia de Japón y al mismo tiempo de las supuestas Ŗmentirasŗ que se han dicho proponiendo la destrucción del templo. Además, como en casi todos sus mangas, hay una crítica que se dirige hacia los políticos japoneses ŕsobre todo hacia los de izquierda. En este capítulo, se presentan datos sobre Kobayashi Yoshinori y su serie ŖNuevo Manifiesto Arrogantistaŗ, además se pretenden estudiar tres aspectos fundamentales para entender el discurso de

167

Peter Symonds, ŖKoizumiřs visit to Yasukuni shrine legitimises japanese militarismŗ, en: World Socialist Web Site, s/l, disponible en; http://www.wsws.org/en/articles/2001/08/jap-a17.html, revisado el 19 de noviembre de 2013. 168 Yasuhiro Nakasone, ŖPequeño Koizumi, remueve el populismo de las relaciones con el extranjeroŗ (Koizumi kun, gaikō kara popyurizumu wo haijo shinasai) en en chuō kōron, Tokio, septiembre de 2005, p. 43. 169 Kobayashi, Yasukuni…, p. 208.

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Sobre Yasukuni. En primer lugar, nos centraremos en la historia del templo Yasukuni y la justificación que hace Kobayashi de su existencia, en segundo lugar, estudiaremos cómo Kobayashi plasma las imágenes de los extranjeros, manteniendo algunas visiones xenófobas y en tercer lugar nos centraremos en la visión del pasado propuesta por Kobayashi. Esto nos dará una visión más amplia de las ideas del GHL y de Kobayashi Yoshinori.

3.1. El “Nuevo Manifiesto Arrogantista” de Kobayashi Yoshinori, una novedosa forma de negacionismo histórico.

En el primer capítulo de esta tesis vimos cómo durante gran parte de la Posguerra se propone como discurso oficial una visión del pasado bélico japonés bastante parecida a la impuesta por los Juicios de Tokio. Por supuesto, esta visión incorpora los matices que el PLD idea durante la Posguerra, lo que la convierte en una visión ambigua y hasta cierto punto problemática. Así, mientras para los grupos de extrema derecha esta visión es demasiado Ŗmasoquistaŗ, para los grupos de extrema izquierda esta visión no permite indagar en los crímenes de guerra de Japón. Es la búsqueda de un discurso más adecuado por parte de historiadores, educadores e ideólogos de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, lo que los lleva a mostrar un interés cada vez más grande por su pasado. Es en este contexto que una gran cantidad de estudios, libros y otros vectores de información salen a la luz con la temática de la Segunda Guerra Mundial. La relación de los medios y de la memoria en Japón es tan estrecha que Seaton declara: Ŗ[…] [En Japón] los medios

77

públicos son el lugar crucial en la negociación de la memoria culturalŗ. 170 Casi todos los grupos políticos que proponen formas de recordar la Segunda Guerra Mundial hacen uso de los medios de comunicación más importantes del país. De esta manera, el manga como segundo medio más popular ŕdespués de la televisiónŕ es utilizado por ambas facciones para popularizar sus discursos memoriales. Es a través de este medio que muchos jóvenes japoneses tienen un primer contacto con los acontecimientos bélicos de Japón y es a este grupo de edad al que se dirige Kobayashi Yoshinori con su serie de mangas titulado ŖNuevo Manifiesto Arrogantistaŗ. Una serie de mangas que aparece a mediados de la década de 1990 y que se centra en el problema de la memoria histórica en Japón. De acuerdo con Kobayashi, el nombre es una parodia del Manifiesto del Partido Comunista de Karl Marx y Friedrich Engels, ideología a la cual Kobayashi toma aversión después que su padre lo obligara a leer El Capital.171 Los orígenes de la serie se puede rastrear hasta principios de la década de 1990, cuando aparece en una revista titulada Weekly spa¡, que se convierte en la primera revista en incluir una sección de mangas regular entre sus páginas. Poco después, en 1998, Kobayashi comienza a publicar libros de manga como Sobre la Guerra, lo que le aporta una plataforma desde la cual puede abordar y revisar los temas tabúes de la sociedad japonesa de manera Ŗfranca y sinceraŗ, según sus propias palabras. Cabe recordar que estas palabras y actitudes están de moda en el Japón de los últimos años del siglo XXI porque son promovidas por el nuevo sentimiento de seguridad que se produce por el nuevo papel de Japón en la arena mundial. 172 De esta manera, Kobayashi atrae una gran cantidad de lectores que apoyan sus ideas y comienzan a

170

Seaton, op. cit., p. 28. Kobayashi, Yasukuni…, p. 157. 172 Kinsella, op. cit., p. 89. 171

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adoptarlas, sobre todo las que conciernen a los temas tabúes de la sociedad japonesa como la situación de los burakumin ŕlas personas de escasos recursosŕ y la discriminación hacia ellos. Además, Kobayashi también revisa la supuesta Ŗpeligrosidadŗ de la igualdad entre hombres y mujeres por considerar que ello pone en riesgo el estado patriarcal japonés. Es gracias a estas actitudes radicales que la popularidad del autor se dispara. Todos los mangas del Manifiesto Arrogantista tienen el mismo formato: es Kobayashi quien hace preguntas acerca de un tema específico lo que lleva al autor a realizar una investigación, al final el autor puede proclamar una declaración Ŗarrogantistaŗ; una declaración concisa y definitiva acerca del tema. La frase que utiliza Kobayashi Yoshinori antes de terminar cada capítulo es Ŗ¿les molesta si sueno un poco arrogante?ŗ (gōman kamashite yokadesuka). Por ejemplo, en su libro Sobre la Guerra, después de dar una larga explicación sobre lo que Kobayashi considera que es la guerra termina abruptamente alegando que el mayor problema de la paz se debe a la confusión de este concepto con el individualismo que se vive en Japón en los últimos años del siglo XX.173 Los trabajos de Kobayashi Yoshinori están dirigidos hacia la juventud, un estrato de la población cada vez más alejado de los comportamientos y actitudes tradicionales que los pensadores de extrema derecha consideran elementales para los japoneses, como: la honestidad, el trabajo arduo y el esmero (majime, girikatai, kinben). Durante la Segunda Guerra Mundial, el gobierno japonés hace esfuerzos por implementar esta ideología entre sus ciudadanos, pero los jóvenes del primer lustro del siglo XXI están alejados de estas ideas y por lo tanto, Kobayashi se da a la tarea de Ŗadoctrinarlosŗ. Es por esa razón que Kobayashi se interesa por el pasado y gracias al apoyo de Fujioka, puede crear una serie de claras ideas nacionalistas y de adoctrinamiento para los jóvenes japoneses. 173

Kobayashi Yoshinori, sensō-ron, Gentōsha, Tokio, 1998, pp. 17-18.

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El primer éxito de Kobayashi Yoshinori es Sobre la Guerra aparecido en 1998, un manga que se enfoca en el concepto de la palabra guerra (sensō) en el contexto específico de la Segunda Guerra Mundial y la forma en la que esta palabra se entiende en la década de 1990. Es a través de este manga que Kobayashi propone una nueva visión de la historia que permite a los japoneses jóvenes sentirse orgullosos de Japón. Los crímenes japoneses son minimizados y/o omitidos. Por ejemplo, las Ŗmujeres de consueloŗ (ianfu), es decir, las mujeres obligadas a trabajar como prostitutas en los cuarteles japoneses, son retratadas en el manga de Kobayashi como mujeres ávidas de dinero que mienten en la Posguerra para poder reclamar indemnizaciones al gobierno japonés. 174 Sobre el manga, Mark Driscoll apunta: [el manga de Kobayashi es] una apelación para regresar al colectivismo del Japón militar de los años 30 con el fin de rechazar lo que Kobayashi ha llamado un individualismo consumista impuesto por Estados Unidos a través de la ocupación y una recomendación para los jóvenes a trascender su gusto por lo extranjero al ser parte de un nacionalismo remasculinizado.175

Driscoll resalta así los aspectos sexistas, xenófobos y chauvinistas del autor, además de resaltar su potencial influencia entre los jóvenes. Después del tremendo éxito de Sobre la Guerra, Kobayashi escribe una secuela en 2005 que lleva el nombre de Sobre Yasukuni y que se centra en el controversial templo Yasukuni. En el manga, el autor discute la supervivencia del templo pretendiendo hacer un estudio sobre su historia, y presentando una serie de ideas y razones tanto históricas como religiosas que permiten legitimar las visitas del Primer Ministro al controversial lugar. De esta manera, Sobre Yasukuni se convierte en un primer contacto, que ayuda a aclarar de forma simplista y sencilla los profundos problemas de Japón con su pasado bélico, razón por la cual es popular entre los 174

Yoshimi, op. cit., p. 12. Mark Driscoll, ŖKobayashi Yoshinori is dead: imperial war/sick liberal peace/neoliberal class warŗ, en: Mechademia, vol. 4, Minnesota, University of Minnesota Press, 2009, pp. 289-303. 175

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jóvenes. Así también, Kobayashi intenta desmentir en el manga las acusaciones provenientes de países vecinos e imponer su forma de pensar. En este subcapítulo vimos cómo la consciencia sobre la Segunda Guerra Mundial aparece como un problema cada vez más aplastante en los últimos años del siglo XX, motivado por algunas razones internacionales, nacionales y personales. Posteriormente, vimos cómo algunos grupos aprovechan esta coyuntura para poder presentar sus visiones sobre la Segunda Guerra Mundial y transmitirlas en los medios más importantes del país. De esta manera, Kobayashi Yoshinori publica su ideología en formato manga, lo que le proporciona un espacio público desde el cual puede influenciar a la población joven. En el siguiente subcapítulo, nos centraremos en la forma en la que Kobayashi pretende presentar el Ŗproblema del templo Yasukuniŗ.

3.2. “El problema de Yasukuni se debe a la „ignorancia‟”, Yasukuni desde la perspectiva de Kobayashi Yoshinori.

Uno de los objetivos principales de Kobayashi Yoshinori es el de explicar por qué Yasukuni se convierte en un problema. La cuestión es fundamental para Kobayashi porque el discurso total del manga se apoya en este punto. De acuerdo con Kobayashi, aunque al finalizar la Segunda Guerra Mundial hay un debate entre los dirigentes de la ocupación norteamericana para decidir la suerte del templo, no es sino hasta 1975, que el templo se convierte en un tabú. La razón argumentada por Kobayashi es que en ese año arriban las almas de los criminales de Guerra clase ŖAŗ.176 Es a partir de esa fecha que Yasukuni se convierte en un punto de debate habitual tanto fuera como dentro de Japón y se vierten 176

Kobayashi, Yasukuni…, p. 47.

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argumentos tanto a favor como en contra. En este punto, es fundamental para el autor demostrar que Yasukuni tiene un fuerte apoyo social para proclamar que destruir el templo Yasukuni sería un error. El apoyo social de Yasukuni es Ŗdemostradoŗ con razones vagas como cuando Kobayashi apunta que el Ŗfestival del noble espírituŗ (mitama matsuri) es ideado por los deudos de quienes dieron su vida en la guerra y posteriormente se convierte en un festival popular. Por otro lado, otro argumento que Kobayashi utiliza para justificar el apoyo social del templo es el del sostenimiento económico del mismo. Por ejemplo, Kobayashi explica que Yasukuni se sostiene de donaciones que hace el pueblo japonés para poder conservarlo.177 En suma, para Kobayashi, el apoyo de una parte del pueblo japonés justifica que el templo es parte integral de la cultura japonesa. Este argumento es la piedra angular del discurso del autor en contra de quienes discuten que el templo es un invento del gobierno militarista japonés y que no corresponde a ninguna tradición anterior a la era Meiji. El tema del apoyo popular a Yasukuni es recurrente y abarca casi todos los capítulos, así también menciona que el templo es visitado por una gran cantidad de personas diariamente quienes desean agradecer a los soldados que dieron su vida por Japón y el Emperador entre 1853 y 1945.178 Al demostrar que Yasukuni es parte integral de la cultura japonesa, Kobayashi resalta que el espíritu de controversia que rodea el templo es un absurdo porque esa es la forma Ŗnaturalŗ de rendir homenaje a los ancestros en Japón. Al respecto declara Kobayashi: ŖNo importa si son extranjeros o creyentes de otra religión, desde un punto de vista teológico sin

177 178

Ibid., p. 21. Ibid., p. 20.

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duda pueden comprender las formas de duelo de los japonesesŗ.179 Es con base en estos argumentos que para el autor, no respetar el templo Yasukuni, es similar a no respetar la opinión de los japoneses porque Ŗ[al criticar el templo] los políticos de izquierda de la Posguerra a través de los medios de comunicación utilizan Yasukuni como problema político y aplastan la opinión de los ciudadanosŗ. 180 Con estos argumentos, Kobayashi pretende dislocar el supuesto plan Ŗmalévolo-demoniacoŗ que idean China, Corea del Sur y la extrema izquierda japonesa. Por supuesto, probar el discurso de Kobayashi y confrontarlo con fuentes históricas los destruiría, pero la Ŗmagiaŗ de Kobayashi consiste en convencer a jóvenes y otros estratos de la población que se conforman con una explicación simplista. Un problema sobre el que Kobayashi hace bastante hincapié es el de demostrar que Yasukuni es un problema reciente cuyos orígenes no se pueden rastrear más allá de 1975. De acuerdo con Kobayashi, es en ese año en el que, ante las críticas exteriores, el Primer Ministro Miki Takeo declara: Ŗesta visita [a Yasukuni]

no se realiza en calidad de

Ministro, sino que la realizo individualmenteŗ.181 Para Kobayashi, esta declaración es el comienzo del problema, porque así el templo se convierte en un tabú que rápidamente China y Corea aprovechan para exigir indemnizaciones de guerra. Así, para Kobayashi, el templo no es el problema, sino que China y Corea del Sur lo utilizan como carta diplomática para poder obtener beneficios de Japón. Incluso, Kobayashi apunta que no es hasta 1985 que el periódico Asahi hace una enorme campaña contra Yasukuni que el templo se convierte en objeto de las negociaciones entre China, Corea del Sur y Japón.

179

Ibid., p. 48. Ibid., p. 20. 181 Ibid., p. 31. 180

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Además, Kobayashi culpa a la extrema izquierda de provocar que Ŗel Ministerio de Relaciones Exteriores de China por primera vez hiciese una declaración en contra de las visitas [a Yasukuni] de carácter públicoŗ.182 En suma, la idea principal del autor es que el templo Yasukuni no es un problema diplomático, ni hiere las sensibilidades de las supuestas víctimas de los crímenes de Japón, sino que más bien es un Ŗchantajeŗ ideado por China y Corea del Sur quienes son ilustrados como oportunistas. La idea de que el problema Yasukuni es un simple Ŗchantajeŗ es aunada a la supuesta separación que, según Kobayashi, existe entre la derecha tradicional y el GHL. Para remarcar esta separación, el autor critica al ex Primer Ministro Nakasone Yasuhirō quien es considerado como el principal político de derechas de los años 1980 y fundador del Neonacionalismo japonés. Sin embargo, para Kobayashi Yoshoninori lo único que logra Nakasone es Ŗvender el espíritu japonés a Hu Yaobangŗ Ŕel líder del partido comunista chino en la época.183 Es decir, que para Kobayashi, las declaraciones que hace Nakasone titubeando sobre sus visitas a Yasukuni son las que Ŗpromueven que las visitas de carácter público a Yasukuni quedaran prohibidasŗ.184 Con este tipo de argumentos, Kobayashi busca dislocar las explicaciones contrarias a las visitas a Yasukuni. De esta manera, el autor desdeña el papel de Yasukuni como un recordatorio doloroso para los países que fueron conquistados por Japón, pero también para algunos japoneses quienes observan al templo como un recordatorio del pasado militarista del país. Por otro lado, Kobayashi pretende borrar los intentos de historiadores y otros científicos sociales que buscan que Japón salde sus cuentas con el pasado y que el gobierno japonés haga frente a los crímenes de guerra cometidos durante la Segunda Guerra 182

Ibid., pp. 32-33. Ibid., p. 34. 184 Ibid., p. 35. 183

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Mundial. Si bien, esta guerra es un tema que no ha dejado de reinterpretarse toda vez que para Asia y parte de Oceanía forma parte de un pasado que se niega a desaparecer. Ahora bien, la periodización que hace Kobayashi sobre el problema del templo Yasukuni es hasta cierto punto correcta, en el sentido de que no es hasta 1985 cuando se convierte en un tema recurrente en las relaciones internacionales de la región. Pero, las razones son totalmente distintas y se deben principalmente a la globalización como lo vimos en el capítulo primero de esta tesis. Además, claramente la perspectiva de Yasukuni-ron está limitada a Japón, lo que impide que el mismo autor comprenda que se encuentra ante un tema que claramente es internacional y que abarca problemas tanto políticos como históricos. Además de que de alguna manera esconde las fuentes y los argumentos que derribarían su débil teoría. Ahora bien, también es cierto que Kobayashi no es historiador y que Ŗdesenmascararŗ una a una sus mentiras sería un trabajo dogmático que poco aportaría al objetivo de esta tesis. Solamente deseábamos mostrando la manera en la que manipula la información y presenta un problema global con historias y argumentos reducidos y la manera en la que ignora el problema desde una perspectiva global. En suma, Kobayashi pretende demostrar sin fuentes cómo el problema Yasukuni es claramente mediático y que no está basado en los sentimientos traumáticos que acarrea la Segunda Guerra Mundial sino que representa un intento por parte de China y Corea del Sur de obtener beneficios por parte de Japón. Otro aspecto ignorado por el autor, son los intentos del gobierno japonés por llegar a un arreglo con sus vecinos. Así, por ejemplo, en 1975 el emperador Hirohito declara en Washington D.C. ŖLos ciudadanos de ambos países [Estados Unidos y Japón] soportaron un breve e infortunado calvario que bramó como tormentas en las tranquilas aguas del Océano Pacífico. Hoy quisiera construir las bases de

85

una firme amistadŗ.185 En 1978 también se disculpa con Corea del Sur en ocasión de la visita del presidente Chun Doo Hwan a Japón. Por otro lado, en 1985, ante las Naciones Unidas, el Primer Ministro Nakasone declara: El 6 de junio de 1945, cuando la carta constitutiva de las Naciones Unidas fue firmada en San Francisco, Japón seguía peleando una guerra sin sentido contra 40 naciones. Desde el final de la guerra, Japón se ha arrepentido profundamente (kibishiku hansei) el imparable aumento de ultra nacionalismo y militarismo trajo como resultado la devastación para las personas alrededor del mundo, y para nuestro país también. Para reconstruir nuestra nación, mientras continuamos valorando nuestra cultura nativa y sus tradiciones, nosotros los japoneses hemos decidido una política nacional que valore los valores universales de la humanidad es decir, paz y libertad, democracia y para ese propósito se ha escrito una constitución.186

Lo que Kobayashi considera es una época de Ŗmal informaciónŗ provocada por los gobiernos de China y Corea del Sur, es de hecho, el comienzo de la época de Ŗreconciliaciónŗ y firma de tratados internacionales que demandan una revisión del pasado bélico japonés. Es este contexto de reapertura historiográfica lo que pone al templo Yasukuni en la mira de los medios tanto japoneses como extranjeros, lo que aviva las opiniones acerca de este problema. En este subcapítulo hemos visto cómo Kobayashi Yoshinori pretende presentar el problema del templo Yasukuni como un conflicto novedoso que es provocado por los gobiernos de China y Corea del Sur con el fin de reclamar indemnizaciones a Japón. También observamos las razones con las que el autor sustenta este razonamiento y también algunos argumentos que escapan de la visión de Kobayashi Yoshinori. En el siguiente subcapítulo veremos cómo las ideas xenófobas del autor no se limitan al discurso, sino que también están presentes en la forma en la que Kobayashi representa a los extranjeros.

185

Jane W. Yamazaki, Japanese apologies for World War II, a rethorical study, Routdledge, Oxon, 2006, p. 141. 186 Id.

86

3.3. Los extranjeros y los japoneses vistos por Kobayashi Yoshinori.

Una cuestión fundamental para Kobayashi Yoshinori es plantear una diferencia tajante entre los extranjeros y los japoneses. Esta diferencia es observable en el discurso, pero también en los dibujos como veremos en este subcapítulo. De esta manera, los japoneses son plasmados según ciertos rasgos que reviven los ideales raciales y de pureza que exaltaban los gobiernos militares durante la Segunda Guerra Mundial. Por ejemplo, las mujeres son retratadas como féminas delgadas y frágiles pero bastante fuertes para afrontar las dificultades de la guerra. Los hombres como padres amorosos en el Ŗfrente del hogarŗ, pero lo bastante valientes para no vacilar en dar la vida por la nación, por el Emperador y por la familia en el frente de batalla. Así, Kobayashi parece retomar estos ideales y presentarlos en formato manga, por ejemplo, en la siguiente imagen se puede observar la imagen estereotípica de los soldados japoneses en el momento de regresar a casa durante el final de la guerra con familias felices y trabajadoras.187 Por otro lado, en la segunda imagen, los políticos japoneses de izquierda son representados de manera similar aunque no faltan referencias al supuesto Ŗlavado de cerebroŗ llevado a cabo por la ocupación estadounidense al finalizar la guerra, solo hace falta ver los ojos y las bocas para darse cuente de este hecho.

187

Kobayashi, Yasukuni…, p. 119.

87

Fig. 4: Los japoneses que regresan de la guerra.

Fuente: Kobayashi Yoshinori, Yasukuni ron, Tokio, Gentōsha, 2005, p. 119.188 Fig. 5: La izquierda y el Ŗlavado de cerebroŗ.

Fuente: Kobayashi Yoshinori, Yasukuni ron, Tokio, Gentōsha, 2005, p. 88.

188

Traducción: Los japoneses creyeron que con esto[la rendición] se acabaría la guerra/ Los soldados se rencuentran a su familia con felicidad y alegría cuando regresan a Japón sin contratiempos.

88

La idea de que Estados Unidos lleva a cabo un plan de Ŗlavado de cerebroŗ durante la ocupación norteamericana es central en Sobre Yasukuni e implica la idea de que los japoneses de izquierda son víctimas de la mala información vertida por años de repetición historiográfica Ŗmasoquistaŗ. Sin embargo, Kobayashi les ofrece una solución: en el cintillo del manga se puede leer: Ŗlean este libro muy bien, y tendrán el mínimo de conocimientos sobre el problema Yasukuniŗ.189 De esta manera, los miembros de la extrema izquierda pueden llegar a formar parte de la comunidad idílica japonesa propuesta por Kobayashi. Por otra parte, en la representación de extranjeros, Kobayashi juega con estereotipos e ideas que finalmente crean una distinción con respecto a los japoneses. Ahora bien, entre los extranjeros también existe una diferenciación que obedece a los que apoyan el templo Yasukuni, y los que lo atacan y piden su destrucción. Esta distinción es marcada no solo por características raciales, sino también está basada en actitudes, formas de pensar y las respuestas frente a las cuestiones de las que habla nuestro autor. De esta manera, no todos los extranjeros que aparecen en Sobre Yasukuni son Ŗmalosŗ o representan una potencial amenaza para Japón, sino que existe un grupo de extranjeros que de alguna manera son elogiados por Kobayashi y presentados como personajes que entendieron la complejidad del templo Yasukuni y apoyaron su existencia. Es en este grupo de extranjeros que se encuentra el abogado indio Radhabinod Pal (1886-1967), el único juez que declaró que todos los acusados de los Juicios de Tokio eran inocentes. Por otro lado, también encontramos al teólogo alemán Bruno Bittel, enviado del vaticano a Japón quien según Kobayashi se pronuncia contra la destrucción de Yasukuni durante la ocupación norteamericana de Japón.190 Claramente la finalidad de estas representaciones gráficas es

189 190

Ibid., p. 12. Ibid., p. 47.

89

un intento de asimilación en el cual, Kobayashi desea acercar estas maneras de pensar a los japoneses jóvenes para borrar las diferencias ideológicas y proponer que solamente los chinos y los coreanos atacan al templo Yasukuni.

Fig. 6: Un juez hindú se arrepiente de los Juicios de Tokio.

Fuente: Kobayashi Yoshinori, Yasukuni ron, Tokio, Gentōsha, 2005, p. 122.191

191

Traducción: El juez Pal dijo esto/ Cuando se cambia el orden [de la ley] y se busca la venganza, la satisfacción dura solo un momento y en su lugar al final inevitablemente llega el arrepentimiento.

90

En la imagen anterior se puede observar a Pal afirmando que: Ŗlos juicios acompañados de venganza pueden traer la felicidad por un instante, pero al final son acompañados por un remordimiento extremoŗ, no podemos saber si esta declaración es verdadera o falsa, pero demuestra bastante bien la forma en la que Kobayashi pretende utilizar este discurso como base ideológica en la cual basar sus declaraciones para defender al templo Yasukuni y la memoria de los criminales de guerra japoneses. En suma, los extranjeros que son condescendientes con Japón o que apoyan la existencia del templo Yasukuni, están basados en fotografías y a nivel gráfico aparecen apacibles; se trata de dibujos de estilo realista. En cambio, los extranjeros que supuestamente representan una potencial amenaza para Japón son representados de manera muy diferente y tienden a presentar características gráficas en clara oposición a los japoneses. Por supuesto, ésta es una estrategia que busca infundir miedo hacia los extranjeros y es por ello que los plasma de manera amenazante. Para el GHL y otros grupos nacionalistas, hacer esta distinción es una prioridad toda vez que en Japón existe una cantidad de chinos y coreanos migrantes que viven de manera ilegal en el país. El historiador inglés Peter Burke dice que existen dos formas de plasmar en la imagen gráfica la imagen que una cultura hace de otra. Una es la que borra cualquier distinción y pretende dar una explicación Ŗfamiliarŗ a cualquier anormalidad que pudiera representar la descripción de la imagen del Ŗotroŗ. En cambio, la otra forma de representación del Ŗotroŗ conlleva la construcción de una figura opuesta que Ŗconsiste en la invención consciente o inconsciente de otra cultura opuesta a la propiaŗ.192 Esta imagen del Ŗotroŗ que consiste en una imagen opuesta de la cultura necesita la exageración de estereotipos y de la realidad

192

Peter Burke, visto y no visto, el uso de la imagen como documento histórico, Barcelona, Cultura Libre, 2005, p. 156.

91

para crear una figura que se oponga al nosotros. Kobayashi hace uso de este recurso para mostrar una contraposición entre los japoneses y China y Corea del Sur.193 No hay que olvidar que como dice Burke: Ŗel estereotipo puede no ser completamente falso, pero a menudo exagera ciertos aspectos de la realidad y omite otrosŗ. 194 En este sentido, Kobayashi exagera las características de los chinos y los coreanos, además de acentuar la supuesta victimización de Japón. Así, la proliferación de armas nucleares de Corea del Norte, el ascenso del nacionalismo anti-japonés en Corea del Sur y el alarmante rearme Chino son algunos de los elementos que caracterizan los dibujos de Kobayashi Yoshinori. Por ejemplo: en la siguiente imagen se puede ver la idea anterior ilustrada donde se puede observar al primer ministro Koizumi Junichirō haciendo una declaración afirmándose contra el rearme japonés mientras el desarrollo armamentístico de China, Corea del Sur y Corea del Norte sigue creciendo. Kobayashi explota así la idea de la Ŗvictimizaciónŗ, discurso que caracteriza todas las publicaciones del GHL. El objetivo central de este tipo de imágenes es que la gente japonesa apoye el rearme y la derogación del artículo 9 de la Constitución de Japón según el cual los japoneses renuncian a la guerra para siempre.

193

La rivalidad entre China y Japón se ha caracterizado por un antagonismo creciente toda vez que la lucha por el liderazgo de la región Asia-Pacífico se ha intensificado gracias al crecimiento y desarrollo comercial de ambos países véase Juan José Ramírez Bonilla, op. cit. 194 Peter Burke, op. cit., p. 158.

92

Fig. 7: Koizumi hace votos de paz, mientras China, Corea del Sur y Corea del Norte se rearman.

Fuente: Kobayashi Yoshinori, Yasukuni ron, Tokio, Gentōsha, 2005, p. 9.195

Pero la proliferación de armas en los países vecinos no es la única amenaza según Kobayashi. Así, también afirma que existe un plan para destruir la cultura japonesa por parte de China, Corea del Sur y Corea del Norte. Para llevar a cabo este Ŗmaligno planŗ los tres países hacen uso y Ŗabusoŗ de la memoria histórica manipulando la información y haciendo énfasis en los crímenes de guerra que supuestamente Japón cometió en la guerra. De esta manera, para Kobayashi, los ataques de China y las dos coreas contra las visitas de Koizumi al templo Yasukuni no son otra cosa que el comienzo de las acciones que buscan

195

Traducción: Un juramento contra la guerra ante una Corea del Sur que tiene conscripción militar obligatoria, contra Corea del Norte que sigue el desarrollo nuclear y contra China que es una gran potencia nuclear. Que el líder de un país haga un [Juramento contra la guerra] ¿no es un sinsentido?.

93

borrar las tradiciones autóctonas de los japoneses. En la siguiente imagen se puede observar cómo unos personajes no identificados obligan a Koizumi a cambiar el día de su visita. Fig. 8: La debilidad de Japón frente a Corea del Sur y China.

Fuente: Kobayashi Yoshinori, Yasukuni ron, Tokio, Gentōsha, 2005, p. 28.196

196

Traducción: La indecisión de Koizumi de no defenderse teóricamente y cambiar el día de visita del 15 de agosto solo puede entenderse como cobardía.

94

Siguiendo con el discurso de victimización, Kobayashi afirma que Ŗtodas las acusaciones por crímenes de guerra hechas contra Japón provienen solamente de China y Corea del Sur y que si aparecen algunas acusaciones hechas desde otros países como Singapur se deben a la diáspora chinaŗ Es decir, que son hechas por chinos que viven en Singapur o Malasia.197 En este punto, Kobayashi parece ignorar la gran cantidad de denuncias que provienen de Jakarta y Manila que llegan a las cortes japonesas en la década de 1990.198 De todos modos, la credibilidad de Kobayashi entre los jóvenes no es muchas veces cuestionada porque estas acusaciones provenientes del Sudeste Asiático muy pocas veces son noticia por lo que los jóvenes lectores no tienen acceso a esta información. Otra diferencia radical que Kobayashi marca entre japoneses y chinos es la concerniente al Ŗmaterialismo históricoŗ cualquiera que sea su significado para Kobayashi Yoshinori. Así, de acuerdo con el autor, los chinos son incapaces de entender la naturaleza del templo Yasukuni porque necesitan algo material y tangible para creer en los espíritus de Yasukuni. En la introducción, aparece Kobayashi en una conversación con un ciudadano de origen chino quien lo cuestiona acerca de la existencia de Ŗtumbasŗ o de Ŗhuesosŗ en Yasukuni a lo que Kobayashi responde que no hay nada de eso en Yasukuni, solo los espíritus. Ŗquizás ustedes por el materialismo histórico no lo entiendan, pero nosotros los japoneses creemos solamente en los espíritusŗ. En esta idea, se presenta el argumento de que los chinos son incapaces de comprender la cultura japonesa porque han sido inundados por el Ŗmaterialismo históricoŗ y es por ello que es natural que deseen destruir Yasukuni al no entender la naturaleza del templo y su función en la sociedad de Japón. Es ante esta

197

Kobayashi, Yasukuni…, p. 28. A partir de 1990 comenzaron a llegar varias acusaciones en contra de Japón por crímenes de guerra cometidos durante la Segunda Guerra Mundial, uno de los más sonados fue el de las Ŗmujeres de consueloŗ las mujeres de entre 13 y 50 años obligadas a prostituirse para el ejército japonés. 198

95

amenaza que los japoneses tienen que unirse y hacer frente para poder defender su cultura y sus tradiciones. Al plantear dibujos donde los chinos se observan como una potencial amenaza, gracia a los elementos temibles con los que se dibujan, se hace hincapié en la diferencia infranqueable entre los chinos, los coreanos y los japoneses, pero también la victimización como discurso ayuda a disipar en los jóvenes las dudas sobre Ŗquiénes supuestamente son los enemigosŗ. Además, Kobayashi también propone en sus dibujos que los chinos manipulan las fuentes de la historia y que durante la Posguerra hacen arreglos y cambios en el número de muertos en la Segunda Guerra Mundial. Así, de acuerdo con Kobayashi, China aumenta paulatinamente el número de víctimas mortales consecuencia de la invasión japonesa como se puede apreciar en la siguiente imagen: Fig. 9: Líderes chinos mienten en el número de bajas chinas durante la Segunda Guerra Mundial.

Fuente: Kobayashi Yoshinori, Yasukuni ron, Tokio, Gentōsha, 2005, p.44.199

199

Traducción: Después de la guerra, inmediatamente el Partido Nacionalista Chino (Kuomin tang) declaró que las víctimas de la guerra sino-japonesa habían sido 3,200,000./ Sin ningún tipo de fundamentos, esta cifra

96

De esta manera, Kobayashi pretende descalificar los argumentos chinos e imponer su verdad. En esta figura se puede observar cómo los líderes del Partido Comunista Chino aumentan el número de bajas chinos mientras un Kobayashi Yoshinori se muestra enojado (abajo a la izquierda) ante tal falsedad. La descalificación de los discursos chinos y coreanos sobre la Segunda Guerra Mundial es bastante frecuente en el manga de Kobayashi y va de la mano con la idea de que Japón es el único país que sostiene la economía de Asia ŕpropuesta por el GHL. Si, de acuerdo con Kobayashi, China desea Ŗusurparŗ la posición de líder económico de la región, es obvio que para hacerlo debe descalificar a Japón con mentiras. Acusar a China de manipular la historia es una de las formas que utiliza el autor para poder demostrar que los crímenes de guerra nunca ocurrieron, lo que cancela de alguna forma la voz de las víctimas. Además del plano racial, se puede ver una distinción en el carácter ya que los chinos son ilustrados como personas malvadas carentes de valores que solo piensan en Ŗcomerse a sus enemigos y moler sus huesosŗ. 200 Para ello inventan mentiras como la Ŗviolación de Nankínŗ o los demás supuestos crímenes que cometió el ejército japonés durante la Guerra. Las representaciones gráficas peyorativas sobre los chinos y los coreanos no son las únicas que aparecen en Sobre Yasukuni. En el manga, también encontramos imágenes peyorativas que conciernen a los soldados holandeses que, de acuerdo con Kobayashi, masacraron a los soldados japoneses que se rindieron en las Indias Holandesas en 1945. Así, el autor destaca la crueldad de los actos de venganza llevados a cabo por los holandeses como se puede ver en la siguiente figura:

fue hinchada sin darse cuenta hasta llegar a los 10,000,000./ En 1985, en la ŖConmemoración del 40 aniversario de la victoria contra Japónŗ se publicó la cifra de 21,000,000./ Así, en la actualidad se convirtió en 35,000,000. 200 Kobayashi, Yasukuni…, p. 42.

97

Fig. 10: Soldados holandeses golpean a soldados japoneses rendidos.

Fuente: Kobayashi Yoshinori, Yasukuni ron, Tokio, Gentōsha, 2005, p. 42.201

Consideramos que este pequeño estudio sobre los los estereotipos utilizados por Kobayashi Yoshinori para plasmar a los extranjeros constituye un primer panorama que

201

Traducción: [Cuando a los prisioneros japoneses] se les ordenaba cargar una piedra enorme y sin querer la hacían caer, recibían patadas [de los holandeses] .

98

aclara las ideas que el autor y el GHL tiene sobre la presencia extranjera en Japón. Así, vimos cómo existen dos tipos de extranjeros para Kobayashi que se diferencian solamente si apoyan la existencia del templo y/o las ideas de Kobayashi. En el siguiente subcapítulo veremos cómo Kobayashi Yoshinori plasma la actuación de la ocupación norteamericana y el pasado bélico japonés. 3.4. El origen del problema del pasado según Kobayashi Yoshinori.

La ambigua actitud que Japón tiene acerca de su pasado, aunado al debate entre el Ministerio de Educación y la Liga de Profesores de Japón enturbian durante mucho tiempo la posibilidad de mostrar más detalladamente los crímenes de Japón en los libros escolares lo que provoca que los japoneses tengan relativamente pocos conocimientos sobre la Segunda Guerra Mundial. Es por ello que muchos jóvenes japoneses no pueden hacer frente a las declaraciones de Kobayashi Yoshinori. No es que no existan otros libros de historia, o incluso otros mangas que intenten abordar el pasado pero ciertamente Sobre Yasukuni debe su éxito a la promoción de una historia mucho más Ŗdivertidaŗ y amena y sobre todo a que Kobayashi es un verdadero artista del manga. Este discurso es bastante llamativo y atractivo para los japoneses que desesperadamente buscan una explicación más original acerca de los problemas económicos, sociales y políticos de la época y que se anclan en el pasado. Este pasado ocupa un lugar importante en Sobre Yasukuni porque una parte fundamental de su discurso está fundamentado en la idea de que la ocupación norteamericana de Japón representa una ruptura radical en la forma de pensar japonesa. Así, para Kobayashi, existe una diferencia tajante en la mentalidad de los japoneses de antes de la guerra y los de después de la guerra. Para el autor, esta idea se puede observar muy 99

claramente en las cartas de despedida de los soldados japoneses que se sacrificaron durante la Segunda Guerra Mundial. Estas son las únicas fuentes que el autor utiliza porque como Kobayashi afirma: Ŗ[es] en estas cartas se puede sentir la ruptura en el espíritu japonés de los japoneses de antes y después de la guerraŗ.202 De esta manera, Kobayashi ofrece una colección de cartas que además sirven para justificar la existencia del templo Yasukuni. Por ejemplo en la siguiente carta se puede observar tanto la voluntad del soldado por morir por su familia, como la de estar en Yasukuni: Chizuko, tu padre está alegre viendo como creces desde Yasukuni. Estudia mucho y sígueme haciendo feliz, cuando quieras verme ven a Yasukuni por favor.203

Las cartas que presenta Kobayashi Yoshinori también tienen elementos didácticos porque son presentadas como modelos a seguir para los jóvenes del primer lustro del siglo XXI. Además, como menciona Kobayashi: Ŗconstantemente los japoneses de la posguerra critican a los japoneses de antes de la guerra, pero ante esta tendencia tengo mis dudasŗ.204 En suma, Kobayashi propone modelos ideales para que los japoneses actuales actúen en favor de la colectividad japonesa imitando los sentimientos de sacrificio de estos soldados. En este punto para el autor se hace necesario explicar por qué en tan solo 60 años la mentalidad del pueblo japonés cambia tanto y se convierten en Ŗindividualistasŗ. Para ello, pretende explicar una historia de la ocupación norteamericana, de los Juicios de Tokio y sus implicaciones para el Japón de la Posguerra. De esta manera explica la época de la ocupación como un Ŗlavado de cerebroŗ.

202

Ibid., p. 8. . Ibid., p. 86. 204 Ibid., p. 8. 203

100

La ideología del Ŗlavado de cerebroŗ propuesto por Kobayashi, forzosamente conlleva la idea de que la ocupación norteamericana provoca un tajante cambio en la mentalidad japonesa ocurrido al final de la Segunda Guerra Mundial. Según Kobayashi, la ocupación norteamericana idea un plan para desaparecer los valores japoneses y fundamentar el uso de las bombas atómicas. Por otro lado, Kobayashi explica vagamente por qué los japoneses cambian de mentalidad tan fácilmente en la siguiente frase: Ŗal ser liberados de las desgracias de la guerra y ofrecerles comida los japoneses cambiaron sus puntos de vista sobre la guerraŗ. 205 El autor parece olvidar que los cambios en las mentalidades son procesos de Ŗlarga duraciónŗ y que aunque si existieron prohibiciones momentáneas durante la ocupación, poco tiempo después la mayor parte de los elementos de la cultura japonesa fueron restaurados. El cambio de actitudes hacia la guerra fue más bien paulatino y gradual y se basa en la idea de que la economía japonesa crece más en tiempo de paz. Kobayashi insiste en que es gracias a la ocupación estadounidense que la guerra se comienza a observar con desprecio por parte de los japoneses. Así, a partir de 1946, las opiniones impuestas por la ocupación son: Ŗcomenzar la guerra fue un acto maloŗ, Ŗlos dirigentes que nos llevaron a la guerra actuaron de manera interesadaŗ, Ŗnos escondían las noticias de las batallas perdidasŗ. En concreto, Kobayashi dice que los japoneses cambiaron sus puntos de vista gracias al engaño de la ocupación. Con el desvío de la atención de los japoneses, la ocupación norteamericana comienza un plan de venganza en contra de los dirigentes japoneses que guiaron al país a la Segunda Guerra Mundial; los Juicios de Tokio. El discurso de Kobayashi frecuentemente ataca la visión de los Juicios de Tokio y los retrata como un simple acto de venganza. Por ejemplo, según Kobayashi, cuando Japón 205

Ibid., p. 70.

101

acepta las condiciones de Potsdam el 15 de agosto de 1945,

los soldados japoneses

regresan a su país y después de varios años de lucha creyeron que podrían vivir tranquilos porque Ŗdespués de mucho tiempo comienzo a ver la luz de la esperanza, ahora hay que rehacer la vida desde la pobrezaŗ.206 Sin embargo, poco tiempo después una patrulla de la ocupación los apresa y nunca regresan a su casa. Tiempo después, en el periódico aparecen los nombres de los criminales de guerra clase ŖBŗ y ŖCŗ que también son colgados por la ocupación. En una imagen posterior se puede ver una hoguera con los cuerpos de los soldados japoneses juzgados en los tribunales de la Ocupación donde asevera que no se les permitió despedirse de sus familias y que los restos nunca fueron entregados a éstas. Es la crueldad y la impotencia que se puede observar en las familias japonesas lo crea un preámbulo para la declaración de Kobayashi en contra de los Juicios de Tokio. Ante estas declaraciones, lo que Kobayashi pone en tela de juicio es la credibilidad de los Juicios de Tokio porque los retrata como un acto de Ŗvenganzaŗ en contra de los japoneses. Por otro lado también muestra la idea de que la Ŗla guerra aun no terminabaŗ.207 Contra la creencia generalizada de que la guerra termina el 15 de agosto de 1945, Kobayashi afirma que la guerra termina el 27 de abril de 1952 con la partida de la ocupación norteamericana. Es decir, que mientras Japón cree que se encuentra en un estado de paz, la ocupación lleva a cabo actos de venganza y terrorismo en contra de los miembros de la armada imperial japonesa. Así, según Kobayashi, mientras los soldados japoneses eran asesinados y torturados se le dijo a la población japonesa que lo que se castiga son los crímenes de guerra y en contra de la humanidad. Así, de acuerdo con el autor, Ŗse esparció

206 207

Ibid., p. 119. Ibid., p. 120.

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una cruel ola de información entre los japoneses sin que estos pudieran hacer frenteŗ. 208 En otros países también se llevan a cabo juicios por crímenes de guerra en contra de los japoneses y para Kobayashi, es una arbitrariedad que aunque los aliados también cometen crímenes de guerra, solo los japoneses son hallados culpables. Así, dice Kobayashi: Durante el gran bombardeo de Tokio fueron asesinados más de 100,000 japoneses indefensos, pero los pilotos no fueron juzgados, en cambio durante estos bombardeos fue derribado un avión estadounidense y varios pilotos fueron hechos prisioneros y decapitados. Sólo los japoneses que decapitaron a unos cuantos pilotos fueron juzgados y ahorcados.209

Es de esta forma que Kobayashi plantea dudas acerca de la Ŗlegalidadŗ de los Juicios de Tokio. También argumenta que los abogados de los juicios hacen caso omiso a las menciones de Hiroshima y Nagasaki por lo que Kobayashi apunta: Ŗeso no es un juicio, sino un acto de linchamientoŗ.210 Así, según Kobayashi, 1068 personas fueron juzgadas arbitraria e ilegalmente en los Juicios de Tokio, estas personas nunca llegan a sus casas y sus cuerpos nunca son encontrados. Por lo tanto, rendirles homenaje en Yasukuni es la única forma que los familiares tienen de estar con sus seres queridos. En este punto, Kobayashi reitera que Ŗde esta manera, mientras la gente creía que la guerra había acabado, sus conocidos eran asesinadosŗ. 211 . Al poner en duda la legitimidad de los Juicios de Tokio, Kobayashi pretende mostrar que los criminales de clase ŖAŗ, ŖBŗ y ŖCŗ no son culpables, sino que fungen como mártires o víctimas de una guerra secreta llevada a cabo por la ocupación norteamericana después del supuesto final de la guerra en 1945. Por lo tanto, Yasukuni como templo donde se venera a las personas que dieron su vida por el emperador y la patria

208

Ibid., p. 121. Ibid., p. 123. 210 Id. 211 Ibid., p 125. 209

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entre 1853 y 1945, es el lugar idóneo para que los deudos de los criminales de guerra clase ŖAŗ, ŖBŗ y ŖCŗ se rencuentren con sus seres queridos. Así, Kobayashi legitima tanto su visión del pasado como el templo Yasukuni. Esta problemática visión tiene otra connotación que hiere las sensibilidades asiáticas sobre la Segunda Guerra Mundial. Si los criminales de guerra no son culpables, es decir, si la legitimidad de los Juicios de Tokio es puesta en duda, la credibilidad de los crímenes de guerra también. Por eso, Kobayashi incorpora la idea de que al no tener legitimidad los Juicios de Tokio y al ser Ŗsimples actos de venganzaŗ sus sentencias no son verdaderas y no deben de ser aceptadas por Japón. De esta manera, la visión de Kobayashi disloca el problema Yasukuni y el tabú que lo encierra. Aquí, tenemos que recordar que el ejército imperial japonés realiza actos deplorables durante la Segunda Guerra Mundial y que como vimos en el primer capítulo, Japón se ha mostrado bastante renuente a pagar indemnizaciones y/o reconocer su implicación en los crímenes, razón por la cual el manga de Kobayashi y sus explicaciones son tan polémicas en la arena internacional. La deslegitimación de los Juicios de Tokio y el supuesto Ŗlavado de cerebroŗ realizado por la ocupación norteamericana legitiman las visitas de los Primeros Ministros a Yasukuni. Es con este discurso totalizador y descalificador que Kobayashi descalifica a las víctimas y cancela su voz. De esta manera, el presente panorama de Sobre Yasukuni representa un primer diagnóstico sobre los recursos discursivos utilizados por Kobayashi Yoshinori para legitimar sus ideas y transmitirlas a la población joven del primer lustro del siglo XXI. Es así que en este en este subcapítulo hemos visto la ideología que Kobayashi Yoshinori tiene acerca del pasado con la que pretende deslegitimar los Juicios de Tokio, la construcción de la memoria histórica japonesa de Posguerra y al mismo tiempo imponer la visión del GHL para lograr que los japoneses se sientan orgullosos de su nación y puedan 104

enfrentar los supuestos retos que depara una época de competencia internacional más encarnizada.

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CONCLUSIÓN

La publicación del manga Sobre Yasukuni tiene lugar en un momento específico de la historia de Japón, que coincide con un proceso de grandes transformaciones geopolíticas que transmutan varios ámbitos de la cultura de aquel país. De esta manera, la Globalización, la muerte del Emperador Hirohito y la necesidad de aliados económicos en la región AsiaPacífico obligan a Japón a revisar su pasado bélico. Como consecuencia de ello comienza un contexto de revisión historiográfica en el que podemos observar la aparición de proyectos memoriales que van desde el más rígido nacionalismo, hasta la revisión de los crímenes de guerra cometidos por Japón, desde 1931 hasta 1945; un proceso de transformación historiográfica que rápidamente es aprovechado por grupos neo nacionalistas para presentar sus ideas sobre la Segunda Guerra Mundial y poder cambiar el presente. La historiografía nacionalista sobre la Segunda Guerra Mundial ŕen la que se inscribe el manga de Kobayashiŕ ha sido estudiada ampliamente, aunque, más bien ha sido criticada y gran parte de los estudios que sobre ella se han escrito, se limitan a evidenciar los errores y las incongruencias históricas del discurso nacionalista para frenar su influencia. Este ha sido el caso de Kobayashi Yoshinori y su manga Sobre Yasukuni. En cambio, esta tesis siempre tuvo como objetivo entender el discurso de Kobayashi Yoshinori y explicarlo a la luz de dos grandes ejes temáticos: el de la memoria histórica nacionalista que (re) aparece en el siglo XXI, y el de la trayectoria del medio conocido como: manga. Así, la tesis sigue un trayecto explicativo que comienza con una revisión del concepto de memoria histórica que sirve de base para entender cómo el recuerdo de la Segunda Guerra Mundial es impuesto, elaborado y reelaborado desde 1945 hasta 2005, para posteriormente, 106

seguir la trayectoria de la historia del manga. Así, entendiendo los orígenes del medio y su trayectoria, se puede ilustrar la relación que hay entre los medios de comunicación masiva y la memoria histórica. En la tesis, esta relación es reducida al estudio de Kobayashi Yoshinori y su Sobre Yasukuni. De esta manera, seguimos un trayecto historiográfico que comienza con una revisión del concepto de memoria histórica que sirve de base para entender cómo ésta es un ente inestable y volátil que es sensible a todas las manipulaciones que se hacen de ella, lo que nos permite conocer el peso que tiene el presente en la construcción de los discursos sobre el pasado. En la práctica, estudiamos cómo el discurso historiográfico japonés solo es transformado y revisitado cuando se conjuntan varios elementos del presente ŕcomo la Globalización, la muerte del emperador Hirohito y las alianzas económicas y políticas de la región Asia-Pacíficoŕ durante las últimas dos décadas del siglo XX. Como ya lo mencionamos, Kobayashi Yoshinori y el GHL aprovechan esta coyuntura de grandes transformaciones para proponer una historiografía nacionalista renovada que se apoya en un discurso atrayente y supuestamente novedoso. Aunque en la práctica, el discurso que presenta Kobayashi no se diferencia mucho del discurso nacionalista tradicional. La diferencia radica en la forma de presentar ese discurso; en el soporte. Mientras que el discurso nacionalista tradicional se presenta en libros de varios cientos de páginas, Kobayashi lo presenta en un formato que tiene gran popularidad en Japón: el manga. Un medio que tiene un avance considerable en las últimas décadas del siglo XX, y que para el primer lustro del siglo XXI, es el segundo medio de comunicación más importante en Japón. Así, recorriendo el trayecto historiográfico del manga podemos conocer cuáles son los avances de este medio que nace como una forma de entretenimiento, para convertirse en la época que nos concierne, en un medio de carácter informativo y hasta 107

académico que puede propagar su información de manera rápida y efectiva. No es ninguna novedad que los nacionalistas buscaran utilizar este medio para ganar adeptos y soporte social en una época que se caracteriza por una auto-definición en un mundo en constante transformación. De esta manera, desde nuestro punto de vista, creemos que el éxito de un discurso xenófobo y revisionista como el que se presenta en Sobre Yasukuni no puede ser explicado solamente a través de su discurso, su contexto geopolítico o su soporte material. Sin embargo, la conjunción de estos tres elementos si aporta luces sobre la forma en la que Kobayashi Yoshinori cautiva a una parte considerable del público lector japonés en 2005. Así, al ser reflexionado el lugar de Sobre Yasukuni en el contexto memorial japonés y en el recorrido histórico del manga podemos aclarar varios puntos que consideramos requieren seguir siendo pensados y que constituyen un primer paso en la explicación del renacer nacionalista del siglo XXI y las diferentes formas bajo las que regresa su discurso. Tema que si bien no ha pasado desapercibido para el mundo académico, el proceso es tan novedoso que no se ha dado luz definitiva sobre él. De la misma manera, no pretendemos dar por concluida la investigación sobre Kobayashi Yoshinori y su manga. Tema que es vasto y que puede introducirse en la larga historia del revisionismo japonés, pero también se puede considerar como un pionero en la reelaboración del Ŗser japonésŗ, en tanto que involucra la enseñanza de una forma de actuar, pensar japonesa que supuestamente se perdió al final de la Segunda Guerra Mundial. En este punto, tenemos que confesar que terminamos con más preguntas de las que empezamos esta tesis y aún hace falta revisar revisitar de manera más extensa este proceso por cuanto involucra el pasado, el presente y seguramente, tendrá repercusiones en el futuro. Así, esta tesis no tiene final, no es esa la finalidad en tanto que busca adentrarse en el tema y dar cuenta del contexto nacionalista, del manga y del discurso. Como ya lo explicamos, creemos que esa forma de 108

explicación da una visión más equilibrada sobre el proceso que esbozamos en esta tesis y sobre el problema que representa la existencia de este manga en un contexto de creación de uniones económicas y políticas regionales en el área económica de más alto crecimiento del mundo, a la que Japón pertenece. Pero, no pretendemos la totalidad de la explicación por la falta de datos y la imposibilidad de revisar archivos en Japón. En conclusión, esta tesis corresponde a un primer diagnóstico que se separa de la crítica llana de los textos de Kobayashi y los trata de explicar en sus respectivos contextos. De esta manera, se explica Sobre Yasukuni como una manifestación nacionalista que, gracias a que se presenta en un medio fácil de leer, se convierte en un formato efectivo y de fácil propagación. Se vende en grandes cantidades, lo cual también es explicable porque se publica en una época en la que la incertidumbre por el futuro se manifiesta como una crisis política, de representación y hasta generacional, problemas a los que Kobayashi da una sencilla solución. Pero, no hay que olvidar que Kobayashi Yoshinori y Sobre Yasukuni constituyen solamente la Ŗparte visible de un icebergŗ que dada su temporalidad no es posible observar su desenlace, pero que sin duda, es provocado por la transformación de la memoria sobre la Segunda Guerra Mundial en Japón y sus consecuencias. Es en este contexto de transformación y auto-definición que varios pensadores como Kobayashi Yoshinori pueden hacer públicas una serie de ideas que quizás guardaron durante muchos años y que solo pueden tener éxito y eco en el primer lustro del siglo XXI. En este punto, recordamos que el manga de Kobayashi es un vector de transmisión de una visión nacionalista ŕy hasta cierto punto revanchistaŕ entre muchas otras. Representa una parte visible del revival nacionalista de la época, pero al mismo tiempo un intento desesperado de Ŗcontrolarŗ los cambios y transformaciones de un Japón que se inserta en un mundo que abandona la visión bipolar de la ŖGuerra Fríaŗ y que se introduce en la una multiplicidad de 109

planes políticos que tienen lugar en el siglo XXI. Por otro lado, nos hace conscientes de que en un mundo que se supone cada vez más conectado, en el que las comunicaciones hacen que las informaciones y las noticias lleguen cada vez más lejos y más rápido, los discursos simplistas pueden llegar a ser efectivos. Desde el ámbito académico mexicano, Kobayashi Yoshinori constituye una novedad que ilustra bien este problema y que, por otro lado, nos enseña el peso del pasado en los países que vivieron momentos traumáticos en su historia y su peso en las acciones que toman los gobernantes de esos países.

110

ANEXO 1. ILUSTRACIONES. Fig. 11: Portada de Sobre Yasukuni.

Fuente: Kobayashi, Sobre Yasukuni…, 2005.

111

Fig. 12: Templo Yasukuni.

112

Fig: 13: Comparación entre Mickey Mouse de Disney y Astroboy de Tezuka.

113

ANEXO 2. GLOSARIO

Akahon 赤本. Libro rojo, libro de cómics de bajo costo que se hizo popular después de la Segunda Guerra Mundial en la Posguerra inmediata. Anime アニメ. Palabra japonesa para designar a los dibujos animados. Bakufu 幕府. Gobierno militar que controló Japón desde 1603 hasta 1868. Chōnin 町人. Habitantes de la ciudad, sector de la población de la época Edo conformado por artesanos, constructores y otros oficios que servían a la población samurái. Daitōa sensō 大東亜戦争. Guerra de la Gran Asia Oriental (1931-1945). Dōjinshi 同人誌. Adaptación hecha por los fans de una serie de manga a una historia inventada por éstos. Edo 江戸. Nombre con el que se conocía a la ciudad actual de Tokio. Además, era de la historia japonesa de 1603-1868. Emaki 絵巻. Rollos pictóricos del siglo XII. Gekiga 劇画. Reacción artística que buscaba más realismo en las tiras cómicas aparecido en la década de 1970. Heinō bunri 兵農分離. Política de la era Edo que estipulaba la separación de los samuráis de las tareas del campo. Jieitai 自衛隊. Fuerzas de Autodefensa de Japón fundadas en 1948. Jiyū shugi shikan 自由主義史観.

Grupo Historiográfico Liberal, fundado por Fujioka Nobukatsu a mediados de la década de 1990.

Kamishibai 紙芝居. Teatro tradicional de dibujos elaborados en papel que data de la era Edo, pero que se populariza en la Posguerra inmediata. Kanji 漢字. Pictogramas de origen chino utilizados en la escritura japonesa. Kashihon-ya 貸し本屋. Librerías de préstamo populares aparecidos hacia el final de la Segunda Guerra Mundial.

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Kenpeitai 憲兵隊. Policía militar japonesa que siguió en funciones hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial. Manga 漫画. Cómic japonés. Mangaka 漫画家. Autor de manga. Manga Kissa 漫画喫茶. Cafetería donde se reúnen los fans del manga popularizada en los últimos años del siglo XX. Manga-shi 漫画誌. Revista especializada en manga. Meiji 明治. Era de la historia japonesa moderna que dura desde 1868 hasta 1912. Monbushō 文部省. Ministerio de Educación. Samurái 侍. Casta de guerreros que mantuvo el poder en Japón hasta 1868. Sankin kōtai 参勤交代.Sistema de residencia alternada implementado en la era Edo, en el que las familias de los gobernantes locales tenían que permanecer cierto tiempo en el castillo del jefe militar de Japón para impedir que los gobiernos locales se levantaran en armas contra éste. Seinen-manga 青年漫画. Mangas dirigidos a un público adulto. Shintō 神道. Religión animista autóctona de Japón. Shōwa 昭和. Era de la historia japonesa moderna que duró desde 1926 hasta 1989. Shōjo-manga 少女漫画. Mangas dirigidos a un público joven femenino. Shōnen-manga 少年漫画. Mangas dirigidos a un público joven masculino. Shunga 春画. Dibujos primaverales, se les conocía así a las estampas eróticas del periodo Edo. Taishō 大正. Época de la historia moderna de Japón que duró desde 1912 hasta 1926. Ukiyo-e 浮 世 絵 . Estampa del mundo flotante. Producción xilográfica con temáticas urbanas características del periodo Edo. Yasukuni 靖国. Templo de protección del país, santuario ubicado en Tokio donde se venera a todos los que dieron su vida por el emperador y por Japón entre 1853 y 1945. Yokabon.余暇本. Compilación de mangas populares en los años 1960. 115

ANEXO 3. LISTA DE ABREVIATURAS

CEAA: Centro de Estudios de Asía y África. FAJ: Fuerzas de Autodefensa de Japón. GHL: Grupo Historiográfico Liberal. ONU: Organización de las Naciones Unidas. SCAP: Comando Supremo de los Poderes Aliados (Supreme Comander of the Allied Powers) TLCAN: Tratado de Libre Comercio de América del Norte. UE: Unión Europea.

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ANEXO 4. ÍNDICE DE FIGURAS Fig.1. Tezuka Osamu y la evolución de su estilo……………………………62. Fig.2. Diferencia entre el manga y el gekiga……………………………….. 64. Fig.3. Diferencia entre el manga y el gekiga……………………………….. 64. Fig.4. Los japoneses que regresan de la Guerra……………………………..88. Fig.5. La izquierda y el Ŗlavado de cerebroŗ………………………………...88. Fig.6. Un juez hindú se arrepiente de los Juicios de Tokio………………….90. Fig.7. Koizumi hace votos de paz mientras China, Corea del Sur y Corea del Norte se rearman………………………………………………………....93. Fig.8. La debilidad de Japón frente a Corea del Sur y China……………..…94. Fig.9. Líderes chinos mienten en el número de bajas chinas durante la Segunda Guerra Mundial………………………………………………….96. Fig.10. Soldados holandeses golpean a los soldados japoneses rendidos...….98. Fig.11. Portada de Sobre Yasukuni…………………………………………..111. Fig.12. Templo Yasukuni……………………………………………………112. Fig.13. Comparación entre Mickey Mouse de Disney y Astroboy de Tezuka.113.

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FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA

ACERVOS: Biblioteca Daniel Cosio Villegas de El Colegio de México, Ciudad de México. Biblioteca Central de la Universidad Nacional Autónoma de México. Ciudad de México.

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