MANEJO DE PLAGUICIDAS EN LA AGRICULTURA

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Manejo de Plaguicidas en la Agricultura BOOK · APRIL 2015

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8 AUTHORS, INCLUDING: Carlos M. Orantes National Institute of Health of El … 26 PUBLICATIONS 50 CITATIONS SEE PROFILE

Eliette Valladares Cardoza SE-COMISCA: Council of Health … 28 PUBLICATIONS 974 CITATIONS SEE PROFILE

Available from: Alexandre Ribó Retrieved on: 15 August 2015

INSTITUTO NACIONAL DE SALUD Autoridades: Dra. Elvia Violeta Menjívar Dr. Julio Robles Ticas Dr. Eduardo Espinoza Dr. Ernesto Pleités

http://ins.salud.gob.sv/

Ministra de Salud Vice Ministro de Servicios de Salud Vice Ministro de Políticas de Salud Director del Instituto Nacional de Salud

UNIDAD DE PROMOCIÓN DE LA SALUD MINISTERIO DE SALUD Roxana Grimaldi - Técnico Jannethe Suarez - Técnico

PASANTES • Laura Esmeralda Rosales • Jackeline Emelina Sandoval • Xavier Cortés Amaya • Ricardo Esteban Mallorquín Valle

EJECUCIÓN INSTITUTO NACIONAL DE SALUD Departamento de Redes de Laboratorios Clínicos • Revisión: Carlos E. Hernández - Coordinador Unidad de investigación • Revisión: Carlos M. Orantes Navarro - Coordinador • Apoyo técnico: Wilfredo Martínez Ochoa - Pasante

Área de Salud Ambiental y Ocupacional • Redacción: Edgar Remberto Quinteros Martínez Técnico • Redacción: José Alejandro López Vásquez - Técnico • Redacción: José Roberto Mejía López – Técnico • Redacción: Alexandre Ribó Arnau – Coordinador • Apoyo técnico: Paola Villegas - Pasante • Apoyo técnico: Marcela Santos Torres - Pasante

Publicación realizada por Instituto Nacional de Salud, con la colaboración de Unidad de Promoción de la Salud, como uno de los resultados del II año de Proyecto Desarrollo y Fortalecimiento Institucional del Instituto Nacional de Salud. Esta publicación se realiza con el apoyo financiero de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID). Su contenido es responsabilidad exclusiva de Instituto Nacional de Salud y no refleja necesariamente la opinión de AECID.

Instituto Nacional de Salud

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MANEJO DE PLAGUICIDAS EN LA AGRICULTURA by Instituto Nacional de Salud, Ministerio de Salud de El Salvador is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional License. Este libro se publica bajo licencia Creative Commons de tipo de Reconocimiento No Comercial Sin Obra Derivada. Se permite su copia y distribución por cualquier medio siempre que se mantenga el reconocimiento del autor, no se haga uso comercial de la obra y no se realice ninguna modificación de ella. La licencia completa puede consultarse en: http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/ Referencia: INSTITUTO NACIONAL DE SALUD (2015). MANEJO DE PLAGUICIDAS EN LA AGRICULTURA. El Salvador.

MANEJO DE PLAGUICIDAS EN LA AGRICULTURA Índice 1. Prólogo y Agradecimientos............................................................................................................. 5 2. Introducción...................................................................................................................................... 7 3. Etapas del Manejo de los Plaguicidas............................................................................................. 7 3.1. Etapa 1 - Compra y Selección....................................................................................................... 8 3.2. Etapa 2 - Transporte de los Plaguicidas....................................................................................... 9 3.3. Etapa 3 - Almacenamiento de los Plaguicidas.......................................................................... 11 3.4. Etapa 4 - Formulación de los Plaguicidas................................................................................. 13 3.5. Etapa 5 - Aplicación de los Plaguicidas..................................................................................... 13 3.6. Etapa 6 - Remanentes y Desechos de los Plaguicidas.............................................................. 16 4. Principales plaguicidas en El Salvador: Clasificación y riesgo................................................... 21 5. Glosario............................................................................................................................................ 25 6. Bibliografía...................................................................................................................................... 28 7. Prácticas en el manejo de plaguicidas en la agricultura de El Salvador: Un ejemplo de 42 agricultores con Enfermedad Renal Crónica en el Bajo Lempa.................................................... 30

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura

1. Prólogo y Agradecimientos Este trabajo ha sido realizado por el Instituto Nacional de Salud dentro del marco del eje 10 de la reforma de Salud (Salud Ambiental), como una medida de prevención de las intoxicaciones ocupacionales por parte de los agricultores en el manejo de plaguicidas, de las intoxicaciones accidentales que sufre la población agrícola en general y de la contaminación del medio ambiente. Los plaguicidas son insumos que han permitido el desarrollo de la agricultura, desde mediados del siglo XX. Estas mejoras agrícolas han conseguido mitigar en parte el crecimiento de la demanda alimentaria que ha supuesto el incremento de población durante el siglo XX, que paso de 1,650 millones a 7,502 millones en siglo XXI. Los plaguicidas junto con los fertilizantes han permitido obtener mayor rendimiento en la producción agrícola sin la necesidad de incrementar la extensión del terreno agrícola con la misma proporción que el incremento de población. En los países en desarrollo la implementación de los plaguicidas junto con otros insumos agrícolas debe de realizarse conjuntamente con programas de transferencia de tecnología y conocimiento para que esta sea eficaz y no implique graves riesgos a la salud humana y al medio ambiente. Sin embargo en la mayoría de países en desarrollo, los plaguicidas inundaron el mercado pero las otras alternativas solo se implementaron parcialmente. En la mayoría de estos países la incorporación de los plaguicidas ha tenido un éxito a corto plazo, sin embargo se ha visto que el uso de éstos insumos sin la debida capacitación ha perjudicado a las poblaciones rurales a corto, mediano e incluso a largo plazo, convirtiendo estas sustancias en una amenaza a la salud humana y ambiental. Según la Organización Internacional de los Trabajadores, la agricultura es uno de los tres sectores productivos (junto con la minería y la construcción) más peligros que entrañan a los trabajadores. Las tasas de mortalidad agrícolas se han mantenido altas en la última década en comparación con otros sectores en los que la tasa de accidentes mortales ha disminuido en general. Millones de trabajadores agrícolas terminan gravemente heridos en accidentes de trabajo con maquinaria agrícola o envenenados por plaguicidas y otros productos agroquímicos. El trabajo agrícola, en general, es de tipo físico. Esta situación es especialmente alarmante en los países en vías de desarrollo en donde muchas veces la dureza de las condiciones laborales hace que el riesgo sea mucho más alto. El cansancio, herramientas mal diseñadas, las características del terreno, la exposición a condiciones climáticas extremas, la mala salud del trabajador junto con el trabajar y vivir en comunidades remotas y rurales en donde hay solo un acceso parcial a los servicios básicos hace aumentar el riesgo. El Salvador es un país en desarrollo cuyo principal sector económico es el agropecuario, y como otros países de la región los agricultores están sometidos a unas condiciones laborales muy duras, largas jornadas extenuantes, altas temperaturas, mecanización escasa, uso de grandes cantidades de plaguicidas tóxicos, etc.

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Instituto Nacional de Salud, El Salvador En general la población agrícola de El Salvador tiene un nivel de educación bajo y con capacitación escasa o nula en muchas de las tareas que implica la agricultura moderna, especialmente en el uso y manejo de sustancias tóxicas como los plaguicidas. Esta falta de conocimiento implica que los plaguicidas supongan una importante amenaza a la salud humana y ambiental en las áreas rurales y, en general, en gran parte de El Salvador.

El presente documento constituye una herramienta orientada al personal de salud y a otros capacitadores en áreas rurales para facilitarles la transferencia de conocimientos sobre uno de los componentes básicos de salud ocupacional en la agricultura, el manejo correcto de los plaguicidas y, por lo tanto, disminuir la exposición que conlleva a las intoxicaciones. Además se ha anexado la traducción de un artículo científico publicado en el año 2014 en la revista Occupational Diseases and Environmental Medicine que corresponde a los resultados finales de una investigación sobre el uso de plaguicidas que llevan a cabo agricultores con Enfermedad Renal Crónica en El Salvador. La investigación fue realizada por el Instituto Nacional de Salud de El Salvador dentro del marco de las líneas de investigación propuestas por el Ministerio de Salud. Agradecemos a la población del Bajo Lempa por su acompañamiento y especialmente a la Asociación de Comunidades Unidas del Bajo Lempa (ACUDESBAL), al equipo administrativo del Instituto Nacional de Salud por su apoyo y especialmente a la Dra. Margarita Valencia.

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Manejo de Plaguicidas en la Agricultura

2. Introducción Los plaguicidas son cualquier sustancia destinada a prevenir, destruir, atraer, repeler o combatir cualquier plaga, incluidas las especies indeseadas de plantas o animales, durante la producción, almacenamiento, transporte, distribución y elaboración de alimentos, productos agricolas o alimentos para animales, o que pueda administrarse a los animales para combatir ectoparasitos[1]. El termino no incluye los fertilizantes, nutrientes de origen vegetal o animal, aditivos alimentarios, ni medicamentos para animales. Una plaga es cualquier organismo que afecte economicamente los cultivos o que dañe la salud humana o la de los animales. Pueden alcanzar la categoria de plaga, los insectos, las hierbas, los hongos, los nemátodos, los acaros, las aves, las bacterias y los virus, entre otros. No todo organismo presente en un cultivo es una plaga; por el contrario, existen muchos que son benéficos al hombre, en forma directa o indirecta, como las abejas que producen miel y cera, asi como tambien los enemigos naturales de las plagas que ejercen un combate natural de ellas. El Manejo Integrado de Plagas (MIP) y el Manejo Integrado de Vectores (MIV) son estrategias que implican una o varias combinaciones de técnicas de control para optimizar el manejo de plagas o vectores segun las condiciones locales. Tales estrategias requieren la evaluación cautelosa de todas las técnicas de manejo de las plagas disponibles y la subsecuente integración de las medidas apropiadas que desalientan el desarrollo de poblaciones de plagas manteniendo el uso de plaguicidas u otras intervenciones en los niveles mas bajos para reducir y minimizar los riesgos sobre la salud humana y el ambiente. El uso inadecuado de los plaguicidas, conlleva consecuencias negativas sobre el ambiente. Estas consecuencias se deben principalmente a la utilización de sobredosis, las aplicaciones innecesarias, la aplicación en condiciones climáticas inadecuadas, el desecho inadecuado de envases y sobrantes de plaguicidas, el lavado de equipo de aplicación en rios u otras areas no apropiadas, lo cual ocasiona la contaminación directa o indirecta de los diferentes componentes ambientales con efectos a corto y largo plazo [2]. Por esta razon es necesario el manejo adecuado de los plaguicidas, lo cual se puede realizar en seis etapas diferentes.

3. Etapas del Manejo de los Plaguicidas Las etapas que componen la cadena de manejo de los plaguicidas son: la Compra y Selección, Transporte, Almacenamiento, Formulación, Aplicación, Remanentes y Desechos (Figura 1). Las personas que estan involucradas en cualquiera de estas etapas, si no adoptan medidas de prevención y protección adecuadas, estan expuestas a un contacto directo con los plaguicidas, lo cual puede ser muy perjudicial para su salud, dependiendo del compuesto del que se trate. En cualquiera de las etapas mencionadas se puede generar contaminación ambiental si no existe un buen manejo. El aire se puede contaminar por el mal manejo de los polvos de plaguicidas o solventes evaporados. El agua, por derrames y corrientes de lavado y el suelo, por derrames y disposición inadecuada de residuos sólidos. 7

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COMPRA Y SELECCIÓN TRANSPORTE ALMACENAMIENTO FORMULACIÓN APLICACIÓN REMANTENTES Y DESECHOS Figura 1. Etapas del manejo de los plaguicidas. Fuente: Estudio del manejo de Plaguicidas. Universidad de El Salvador - Salud Ambiental 2011.

3.1. Etapa 1 - Compra y Selección Al comprar un plaguicida, se debe escoger el producto adecuado a la plaga a combatir. Lo ideal es comprar un plaguicida efectivo, de baja toxicidad y de poca persistencia en el ambiente.

que se va a trabajar incluyendo su nivel de toxicidad, síntomas de intoxicación y medidas de primeros auxilios. Asimismo, se deben conocer los riesgos que implica la manipulación de estos productos.

La etiqueta debe ser leída cuidadosamente antes de comprar el plaguicida, ya que ésta contiene información sobre los riesgos para las personas, los animales y el ambiente en general, así como la forma adecuada de utilizarlo (Figura 2). No se debe comprar plaguicidas que no contengan la hoja de seguridad (generalmente colgada al cuello del frasco) y la etiqueta ya que se debe conocer la naturaleza del material con

Las etiquetas indican el Equipo de Proteccion Personal (EPP) adecuado necesario para la mezcla, formulación y aplicación del plaguicida. Se debe evitar comprar cantidades mayores a las necesarias, para reducir de esta manera la inversión económica y los riesgos de intoxicación y de contaminación ambiental.

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Manejo de Plaguicidas en la Agricultura

Figura 2. Los plaguicidas que se adquieren siempre deben llevar etiquetas.

3.2. Etapa 2 - Transporte de los Plaguicidas Debido a las características de los plaguicidas, el transporte es un proceso en el cual se puede generar contaminación si no se realiza de forma adecuada. Esta actividad puede generar residuos e impactos negativos a la salud y al ambiente. En el transporte de plaguicidas se pueden generar algunos problemas como: rotura de envases, perdida de la carga por un inadecuado aseguramiento, derrames, incendios, contaminación de alimentos y, en pocos casos, explosiones.

al conductor o a sus acompañantes, a su vez los derrames que se producen sobre los asientos o en el piso son difíciles de limpiar adecuadamente y, por lo tanto, la contaminación perdurará durante un largo período, con el agravante que al tratarse de ambientes cerrados, la exposición es mayor.

Es necesario empacar debidamente los envases en material impermeable para disminuir los riesgos de derrame. Nunca se debe transportar plaguicidas en mochilas apoyadas en la espalda. Estos podrían provocar derrames y afectar directamente a la persona (Figura 3). Nunca se deben cargar plaguicidas en Figura 3. No transportar plaguicidas en la parte delantera de un vehículo, ya mochilas o bolsas apoyadas directamente en la que pueden liberarse gases que afecten espalda. 9

Instituto Nacional de Salud, El Salvador Nunca debe permitirse que otras personas especialmente niños o mascotas, puedan estar al lado o cerca de los plaguicidas durante su transporte. Los plaguicidas nunca se deben transportar junto a alimentos o cualquier sustancia que eventualmente se pueda transformar en alimento. Transportar los plaguicidas en sus envases originales, con sus etiquetas y sus cierres absolutamente sellados. Acomodar los productos de manera cuidadosa a fin de evitar golpes o pinchaduras.

Figura 4. Transporte correcto de plaguicidas.

Atar bien los plaguicidas a fin de evitar movimientos durante el transporte. El uso de cajas en el transporte brinda mejor comodidad y seguridad (Figura 4).

Proteger los plaguicidas contra la lluvia, para evitar escorrentías e infiltraciones en el suelo generando la contaminación de los mantos acuíferos (Figura 5).

No se debe transportar los plaguicidas en exposición a temperaturas extremas. En días de gran calor se puede generar presión dentro de los envases y deteriorar el envase causando derrames. 10

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura La ubicación del almacén será en algún lugar que no corra ningún riesgo de inundaciones y fuera de cualquier área ecológicamente sensible. Se debe tener especial cuidado de no ubicarlos en una zona donde haya riesgos de contaminación de aguas. Los principales riesgos son los derrames, incendios y vencimiento de productos. El área de almacenamiento de los plaguicidas, debe estar bien ventilada permanentemente.

Figura 5. Cubrir los plaguicidas de la lluvia.

3.3. Etapa 3 - Almacenamiento de los Plaguicidas Una de las principales actividades en el manejo de plaguicidas es el almacenamiento. Unos pocos envases se pueden guardar en un armario o caja de madera debidamente cerrada dentro de otro depósito mayor en un lugar fresco, ventilado, fuera de la casa y fuera del alcance de los niños y de los animales. (Figura 6) Si las cantidades a almacenar son mayores es necesario contar con un depósito especial, exclusivo para los plaguicidas. El tamaño del mismo también dependerá de la cantidad de productos a almacenar. Este puede ser una construcción ya existente, que deberá acondicionarse, o bien construirse específicamente para tal fin. En ambos casos se deben tener en cuenta la mayor protección. 11

Se debe proveer de una ventilación natural, por medio de aberturas situadas en la parte superior e inferior de los muros y en el techo. Se deben diseñar o proteger dichas aberturas de manera que impidan la entrada de los pájaros e insectos. La iluminación del área del almacenamiento de los plaguicidas, debe ser suficiente como para leer las etiquetas de los productos, esta puede ser artificial o natural, se pueden colocar lámparas al centro de la bodega para que la luz sea distribuida uniforme en toda el área, así como también se pueden colocar láminas transparentes en el techo para aprovechar la luz natural.

Figura 6. Almacenamiento adecuado de plaguicidas.

Instituto Nacional de Salud, El Salvador Los plaguicidas se deben almacenar en un lugar alejado de las actividades familiares, al cual se le deben colocar rótulos de advertencia que indiquen el peligro que corren las personas o animales que se acerquen a este sitio. Lo ideal es una bodega con llave, que tenga buena ventilación, piso inpermeable y techo en buen estado. Esta bodega debe ser limpiada frecuentemente y los utensilios utilizados en su limpieza (escobas, trapeadores, retazos de tela) no deben ser usados en ningún otro lugar.

Los plaguicidas deben ser colocados en estantes o tarimas para protegerlos del contacto con el agua en caso de inundaciones o lluvia. Deben ser colocados según el tipo de plaguicidas (herbicidas, insecticidas, fungicidas, nematicidas, etc.). No se deben almacenar los plaguicidas líquidos encima de los solidos para evitar contaminación por derrames. Los plaguicidas nunca se deben almacenar en envases de alimentos, o al contrario alimentos en envases vacíos que contuvieron plaguicidas. Tampoco es conveniente transferir plaguicidas a envases sin la etiqueta respectiva. Un porcentaje alto de intoxicaciones laborales y accidentales con plaguicidas se deben al almacenamiento inadecuado de ellos. Se deben cuidar las etiquetas y mantenerlas legibles; si una etiqueta se destruye es aconsejable hacer una nueva; no conviene tener los envases sin etiquetas, ni siquiera por períodos cortos. 12

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura

3.4. Etapa 4 - Formulación de los Plaguicidas El trabajo de diluir plaguicidas en agua u otros solventes es una tarea peligrosa, debido a que se trabaja con la sustancia concentrada. Durante la preparación de la mezcla, siempre se debe usar el EPP completo (Figura 7). La etiqueta del plaguicida debe ser leída cuidadosamente antes de preparar la mezcla, observando el grado de toxicidad, la forma correcta de mezclarlo y los primeros auxilios en caso de intoxicación. Nunca se debe emplear dosis mayores que la recomendada en la etiqueta, con lo cual se reduce el gasto económico, el riesgo de intoxicación y el daño al ambiente La mezcla debe ser realizada preferiblemente en compañía de otro trabajador debidamente protegido, en un lugar abierto, ventilado pero no ventoso. No se debe fumar, comer o beber cuando se manipulan los plaguicidas, tampoco se deben llevar las manos a los ojos o a la boca. Nunca se debe permitir la presencia de personas sin EPP, niños o animales. Es importante tener a mano agua limpia y jabón. En caso de salpicaduras o derrames en el cuerpo, debe quitarse la ropa contaminada y lavarse la parte afectada durante diez minutos. En caso de que el plaguicida caiga en los ojos, se deben lavar con un chorro liviano de agua durante quince minutos, luego se debe acudir al médico.

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Figura 7. Uso de Equipo de Proteccion Personal en la Formulación de plaguicidas .

Evite siempre derrames de plaguicida en el lugar de la mezcla. Si algo se derrama sobre el piso, cúbralo con tierra o aserrín y deseche estos elementos según indica la etiqueta.(Figura 8).

3.5. Etapa 5 - Aplicación de los Plaguicidas Es la etapa más delicada desde el punto de vista sanitario y ambiental, porque, en primer lugar, los trabajadores se exponen en forma permanente a riesgos de intoxicaciones y daños permanentes a la salud, si no adoptan las medidas de seguridad recomendadas. Por otra parte, es en esta etapa donde los productos son

Instituto Nacional de Salud, El Salvador liberados al medio ambiente con los consiguientes efectos sobre la flora y la fauna, el aire, los suelos, la atmósfera y los mantos acuiferos. La aplicación no controlada de plaguicidas puede ocasionar la contaminación del aire en los poblados próximos a las zonas agrícolas y causar intoxicaciones en las poblaciones expuestas. Durante la aplicación, ocurren pérdidas estimadas de plaguicidas del orden del 20-35% en volumen e incluso, pérdidas de hasta 50%. Esto se debe normalmente a la deriva y a las roturas o conexiones desajustadas en los pulverizadores. Es preferible realizar la aplicación de los plaguicidas en horas de la mañana, cuando la temperatura ambiental es menor de 30ºC; de esta manera, el calor no impide el uso del EPP y se reduce la probabilidad de una intoxicación.

Figura 8. Forma correcta de eliminar un derrame.

Medidas de prevención de la contaminación en la aplicación de Plaguicidas Las personas que no poseen la capacitación adecuada no deben aplicar plaguicidas. Antes de proceder a la aplicación del plaguicida, se debe constatar que el equipo se encuentra en buen estado y no presente derrames; si la boquilla de la bomba está atascada, se puede utilizar un palito desechable para limpiarla, nunca se debe hacer con la boca.

Un plaguicida nunca se debe aplicar cuando haya viento fuerte o lluvia, en zonas cercanas a pozos, arroyos, ríos o lagos, ni en áreas habitadas. No se deben aplicar los plaguicidas en contra viento, siempre se deben aplicar en el sentido del viento. (Figura 9). Si hay viviendas o animales cercanos a la zona de aplicación, y el viento esta en 14

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura dirección a estos, se debe evacuar la zona o reprogramar la aplicación para evitar intoxicaciones. No se debe trabajar más de cuatro horas seguidas en la aplicación de plaguicidas. El riesgo de una intoxicación se reduce al disminuir las horas de exposición.

Cuando se aplican estos productos en el suelo, las mangas de la camisa deben estar sobre los guantes; si se aplican hacia arriba (árboles, enredaderas) las mangas deben estar dentro de los guantes.

Figura 9. Aplicación correcta de plaguicidas.

Se debe señalizar el área donde se aplicará el producto e impedir el ingreso al perímetro. El área se debe señalizar un tiempo antes de la aplicación para que la población esté al tanto de la fecha, hora y lugar de aplicación. (Figura 10). La señalización debe mantenerse en el área hasta que se haya cumplido el tiempo de reingreso establecido en la etiqueta del producto. Seguir cuidadosamente las recomendaciones señaladas en la etiqueta respecto a la dosis a aplicar, ropa protectora, momento de aplicación, fecha de vencimiento, tiempo de reingreso, etc. 15

Al concluir la aplicación de plaguicidas, se deben lavar siempre las manos y cara con abundante agua y jabón (Figura 11). La limpieza del equipo de aplicación debe realizarse siempre al final de la jornada de trabajo o cuando se cambia de un tipo de producto a otro. Nunca debe guardarse el equipo con mezcla sobrante, ya que ésta puede degradarse y ocasionar daños al equipo, por ejemplo deterioro de sellos y válvulas. Además debe considerarse que un equipo con mezcla es un riesgo para personas, animales y alimentos.

Instituto Nacional de Salud, El Salvador Para la limpieza del equipo es importante que el operador utilice EPP durante el proceso y que siga las siguientes recomendaciones de lavado: • Llenar el tanque del equipo con agua, agregar detergente y agitar hasta enjuagar todo el interior. Aplique la mezcla de agua con detergente en un terreno baldío, borde de camino, lejos de personas (especialmente niños) construcciones,

cultivos, animales y fuentes de agua. Repita el proceso al menos una vez más. • Remueva los filtros y boquillas, limpielos sumergiéndolos en un recipiente con agua. • Nunca sople con la boca filtros ni boquillas. • Limpie el exterior del equipo. Destine un trapo o una esponja sólo para este propósito [3].

Figura 10. Señalización área de fumigación.

Figura 11. Aseo personal después de la aplicación de plaguicidas.

3.6. Etapa 6 - Remanentes y Desechos de los Plaguicidas Las fuentes de generación de residuos y los aspectos ambientales deben analizarse en las distintas etapas del proceso de manipulación de los plaguicidas. Sin embargo, las medidas de seguridad que se deben adoptar para impedir contaminación en el medio ambiente o daños en la salud de las personas son comunes y de aplicación general. Debe evitarse disponer desechos o remanentes en ríos (Figura 12). 16

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura Entre las propiedades críticas de los plaguicidas esta su toxicidad, estabilidad, solubilidad en el agua y lípidos, y su persistencia.

Figura 12 . No eliminar residuos o remanentes en ríos.

Se debe tener especial consideración respecto al hecho de que los residuos de los plaguicidas y de sus envases son considerados como “residuos peligrosos”, debiendo por tanto ser tratados y/o dispuestos de forma correcta. Entre los problemas de contaminación ambiental ocasionados por los plaguicidas está el mal destino de los remanentes y envases de plaguicidas. Normalmente el destino final que tienen estos residuos no es adecuado. Es frecuente que los depósitos de plaguicidas se utilicen para acumular agua potable, lavado de vajilla o de ropa, con los consiguientes efectos a la salud de la población expuesta. Posterior a la aplicación de un plaguicida siempre queda un pequeño remanente 17

en el equipo, este debe ser minimizado preparando sólo la cantidad de mezcla de plaguicida para el área a tratar. Los remanentes de producto diluido en el tanque del equipo pueden ser eliminados diluyéndolos 10 veces en agua y posteriormente aplicándolos en terrenos baldíos, bordes de camino, etc. En el caso de remanentes sin diluir, es necesario asegurarse que éste permanezca en su envase original debidamente cerrado, etiquetado para que posteriormente se almacene el producto cuidadosamente. Nunca deberán colocarse sobrantes de plaguicidas fitosanitarios en envases de comestibles o de bebidas. La eliminación de envases y residuos puede ser realizada mediante:

Instituto Nacional de Salud, El Salvador La técnica del triple lavado. El triple lavado es una técnica para disminuir los riesgos de contaminación en la disposición final de envases de plaguicidas (Figura 13). Es sencilla y si se aplica correctamente, da la seguridad que el envase desechado no causará daño a las personas o al medio ambiente [4]. Después de su uso, en los envases quedan remanentes de los productos que contenían y por ende es necesario eliminarlos de una manera correcta y segura. Para ello se recurre al triple lavado que consiste en enjuagar tres veces el envase vacío esto significa: economía (por el aprovechamiento total del producto), seguridad (en la manipulación y disposición posterior de los envases) y protección ambiental (al eliminar o mininizar factores de riesgo). Los envases deben escurrirse totalmente manteniéndolos en posición de descarga por no menos de 30 segundos, sobre la boca de la máquina pulverizadora. La técnica se describe a continuación: Paso 1: Llenar el envase con agua hasta un cuarto de su capacidad total. Paso 2: Tapar el envase y agitarlo vigorosamente durante 30 segundos, asegurándose que el agua se mueva por todo el interior y que no se dejen espacios sin limpiar. Paso 3: Verter el contenido en la bomba de fumigación. Paso 1

Paso 2

Figura 13 . Técnica del triple lavado.

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Paso 3

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura El procedimiento descrito se repite tres veces, finalmente debe inutilizar el envase para evitar que sea reutilizado. Perforación del envase Los envases deben ser inutilizados para su uso como recipientes; se debe evitar botar un envase en buenas condiciones porque puede ser recogido y reutilizado por alguien más. Se recomienda perforar el fondo del envase y la tapa. Debe tratarse de mantener legible la etiqueta del producto. Posteriormente se debe llevar a un sitio elegido como depósito. Este depósito transitorio deberá estar ubicado en un sector aislado del campo, muy bien delimitado e identificado, cubierto, bien ventilado y al resguardo de factores climáticos. Solamente deberá tener acceso el personal capacitado, no pudiendo hacerlo mujeres embarazadas, niños, ni animales. No disponer los envases vacíos en pozos o basureros a cielo abierto. Quema Esta técnica no es recomendable desde el punto de vista medio ambiental. Se podrá realizar la quema solo en aquellos casos que no se cuente con otra técnica de eliminación y cuando no se encuentre prohibido el fuego al aire libre en el lugar y los volúmenes a eliminar sean restringidos. Mediante esta alternativa pueden ser eliminados los envases de papel o cartón y los envases plásticos que no estén elaborados con material PVC (policloruro de vinilo). La fogata deberá estar situada en un lugar aislado, lejos de viviendas, ganado, personas, bodegas y sobre suelo 19

impermeable. Para pequeñas cantidades se puede utilizar un barril. El fuego debe mantenerse constantemente avivado con abundante material combustible como madera, pasto seco, etc. Se debe tener especial cuidado que no exista riesgo que el humo o los vapores generados puedan alcanzar a personas, animales, viviendas o plantas y además se deberá cuidar que no exista peligro de que el fuego se salga de control y se extienda. Los residuos (cenizas) deberán ser enterrados en capas de no más de 10 a 15 cm de profundidad. Enterrado de envases El enterrado de envases, es una alternativa donde no se permite o no sea posible realizar fuego. La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) recomienda seguir estrictamente las siguientes indicaciones para el entierro de envases vacíos en pozos de depósito: El pozo de depósito debe ser localizado en un área no propensa a inundaciones y debe estar alejado de cursos de agua, acequias, viviendas o campos de pastoreo de animales. El área deberá estar cercada y con letreros de advertencia y peligro, así como con la identificación de los residuos y fecha en que se ha realizado el depósito de recipientes. La profundidad del pozo de depósito deberá ser por lo menos de 2 metros por encima del nivel de la tabla de agua y deberá poseer un diámetro de 2 a 3 metros y una profundidad de 1,5 a 2 metros. Se

Instituto Nacional de Salud, El Salvador debe destinar un área adyacente al pozo que permita originar otro pozo de depósito para el futuro en caso de ser necesario. Deberá evitarse destinar suelos arenosos para su establecimiento. De no ser posible, cubra el pozo con arcilla o con un material impermeable. Inicialmente el pozo deberá ser revestido con 5 a 10 cm de arcilla o polietileno y cubierto con 2-3 cm de cal, encima de ella se puede colocar una capa de envases, seguida por una de desechos orgánicos de granja y desechos de cosecha. Estas capas se alternan hasta llegar a un aproximado de 15 cm de la superficie para su uso y se tapa con una capa de tierra, se cerca y se pone un rótulo indicando que ahí se encuentran desechos tóxicos. Después de utilizar el contenido del envase de un producto es necesario asegurarse de que estos queden completamente vacíos antes de su destrucción. Nunca deben dejarse envases vacíos en cualquier lugar. Estos, en el caso de no ser eliminados inmediatamente, deben ser llevados a un lugar cerrado fuera del alcance de niños o personas ajenas para su posterior destrucción.

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4. Principales plaguicidas en El Salvador: Clasificación y riesgo. En El Salvador, los plaguicidas agrícolas se utilizan de forma inadecuada debido a la falta de control institucional sobre estas sustancias, una legislación escasa y débil aplicación de la misma. A esto se agrega la falta de capacitación técnica de los usuarios sobre el uso de plaguicidas, en general muchos de los campesinos no han recibido entrenamiento adecuado y una proporción remarcable son de bajo nivel educativo o analfabetos [5]. Teniendo en cuenta que El Salvador es un país agrícola y uno de los de mayor densidad de población de América (290 Hab./km2), este uso inadecuado supone un alto riesgo a la salud para la población en general y especialmente para la población rural. A continuación se presenta un listado (Tabla 1) de las familias de plaguicidas más utilizadas en el país según estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), los cuales son Bipiridilos, Triazinas, Carbamatos y Piretroides. Además se ha añadido las familias formadas por el Ácido Fosforoso y Fenoxiacetico debido a que en estudios recientes realizados por el Instituto Nacional de Salud del Ministerio de Salud en comunidades agrícolas [5,6], se han identificado entre las más utilizadas. De cada familia se han presentado ejemplos de los ingredientes activos de los plaguicidas más conocidos en El Salvador. A cada ingrediente activo se le ha añadido el nombre químico según la nomenclatura internacional propuesta por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada (conocida como IUPAC) y por el número de registro CAS (Chemical Abstract Service) propuesto por la Sociedad Química Americana, este

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número es un identificador permanente, inconfundible y único que se otorga a cada sustancia química [7]. Por otra parte, cada ingrediente activo se ha identificado según el organismo que controla, es decir el tipo de plaga objetivo (por ejemplo si la plaga son los insectos, son denominados insecticidas, si sirven para controlar la maleza, son herbicidas y los que controlan los hongos se llaman fungicidas). Y finalmente, la toxicidad de cada plaguicida se ha estimado a partir de la clasificación toxicológica propuesta por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se han presentado ejemplos de efectos crónicos a la salud humana. El grado de peligrosidad para el ambiente se ha determinado a partir de la persistencia en el suelo y la solubilidad en el agua. Finalmente se han añadido efectos adversos al medio ambiente descritos en la literatura. La clasificación de los plaguicidas según el grado de toxicidad y peligrosidad a los humanos propuesta por la OMS se basa en la Dosis Letal 50 (DL50). DL50 es la cantidad de miligramos de ingrediente activo por kilogramo de peso de un espécimen en experimentación (ratas o ratones), requerida para matar al 50% de la población de animales de prueba expuesta a la sustancia tóxica. En el caso de los plaguicidas, la dosis se determina para las diferentes rutas de exposición (oral, dérmica y respiratoria) y en diferentes especies de animales, esta clasificación organiza los plaguicidas en: Extremadamente Peligrosos (IA), Altamente Peligrosos (IB), Moderadamente Peligrosos (II), No representan ningun peligro (U)[8].

Instituto Nacional de Salud, El Salvador La solubilidad en el agua y la persistencia en el suelo son las principales características físicas que describen el comportamiento de los plaguicidas en el ambiente. La solubilidad de los plaguicidas en el agua es una importante característica física que puede indicar la cantidad máxima de plaguicidas disuelta en el agua. Teniendo en cuenta que el agua es una de las principales vías de movilidad de las sustancias en el ambiente, como mayor solubilidad mayor es la dispersión que puede tener la contaminación por el plaguicida y por lo tanto mayor exposición de los seres vivos. La solubilidad de un compuesto en el agua se expresa en mg/l a 20°C [9]. La Tabla 2 muestra la clasificación de la solubilidad. El concepto de persistencia está relacionado con el tiempo de permanencia o residencia de un plaguicida en una fase ambiental específica. A mayor tiempo de residencia, mayor es la persistencia de la sustancia [10]. La persistencia en el ambiente es una característica importante en la probabilidad y el grado de exposición

de los organismos a dicha sustancia. Con el tiempo casi todos los plaguicidas se descomponen o se degradan como resultado de distintas reacciones químicas y microbiológicas en el suelo, algunos se descomponen a causa de la acción de la luz solar. Estos procesos tienen como resultado la degradación final del compuesto en compuestos minerales [9]. Las tasas de remoción por procesos de degradación químicos, físicos y biológicos, se usan para determinar la “vida media” del plaguicida. Los compuestos cuyo periodo de degradación es extremadamente largo se consideran persistentes. El valor de la degradación está determinado por el tiempo de semidesintegración (DT50). El DT50 mide la cantidad de tiempo que tarda en desaparecer del suelo o del agua el 50 por ciento del compuesto de origen debido a su transformación [9]. En la Tabla 3 se clasifica la degradabilidad de los plaguicidas en el suelo expresada en DT50 por día.

Tabla 1. Clasificación de la degradabilidad en el suelo DT50(mg/L)

Clasificación

< 20

Fácilmente degradable

20–60

Bastante degradable

60–180

Ligeramente degradable

> 180

Muy ligeramente degradable

Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO 2000) Tabla 2. Clasificación de la solubilidad en el agua Solubilidad (mg/L)

Clasificación

< 0,10

No es soluble

0,1–1

Ligeramente soluble

1–10

Moderadamente soluble

10–100

Fácilmente soluble

> 100

Sumamente soluble

Fuente: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO 2000)

22

23

Glifosato

Paraquat

Bipiridilo

Metamidofós

Clorpirifos

Plaguicida (Nombre del Ingrediente activo)

Ácido Fosforoso

Organofosforados

Familia Química

Herbicida

Herbicida

II

U

IB

II

Insecticida

Insecticida

Toxicidad (OMS)

Según el organismo que controla

1071-83-6

4685-14-7

2-(phosphonomethylamino)aceticacid

1-methyl-4-(1-methylpyridin-1-ium-4-yl) pyridin-1-ium

10265-92-6

2921-88-2

0,0-dietil 0-(3,5,6-tricloro-2piridil), fosforotiotato

amino(methylsulfanyl) phosphoryl]oxymethane

N° CAS

Nombre Químico según IUPAC

Enfermedad de Parkinson [22] Daño a los riñones, el hígado y el esófago [24]

Probablemente cancerígeno Grupo A [21]

Genotoxicidad y daño al sistema endocrino [20].

Causa potencial de Enfermedad Renal Crónica [19].

La exposición crónica asociado al autismo, Parkinson [16].

Asociado a la enfermedad Celiaca e intolerancia al Gluten [16].

Nueropatía retardada [14]

Efecto Teratógeno [12].

Efectos en el sistema nervioso y en los músculos de las extremidades [11].

Efectos adversos a la salud

Tabla 3. Efectos a la salud y el medio ambiente de los plaguicidas, características físicas y químicas.

Teratógeno para animales [23]. Efectos asversos a las aves [25]

Genotoxico para anfibios [17] y peces [18].

Tóxico para organismos acuáticos [15], aves y abejas [13].

Es extremadamente tóxico para peces, invertebrados acuáticos, organismos marinos y estuarios, malformaciones congénitas en las especies expuestas [13].

Efectos adversos al medio ambiente

Fácilmente soluble

Fácilmente soluble

Fácilmente soluble

Moderadamente soluble

Solubilidad en agua

Muy ligeramente degradable

Bastante degradable

Fácilmente degradable

Ligeramente degradable

Persistencia en el suelo

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura

24

Atrazina

2,4-D

Herbicida

Herbicida

Insecticida, acaricida, nematicida.

U

II

IB

IB

Insecticida, acaricida

Metomyl

Carbofuran

Toxicidad (OMS)

Según el organismo que controla

Plaguicida (Nombre del Ingrediente activo)

1912-24-9

94-75-7

(2,4-dichlorophenoxy) aceticacid

6-chloro-4-N-ethyl-2N-propan-2-yl-1,3,5-triazine-2,4-diamine

1563-66-2

16752-77-5

methyl (1E)-N-(methylcarbamoyloxy)ethanimidothioate 2,3-dihydro-2,2-dimethylbenzofuran-7-yl methylcarbamate

N° CAS

Nombre Químico según IUPAC

No clasificable en cuanto a carcinogenicidad en seres humanos. Grupo 3 [21].

Genotóxico.

Disruptor endocrino para vertebrados [28].

Teratógeno para animales [23]. Efectos adversos para peces [29].

Disruptor endocrino [23, 26]. Cáncer endocrino, daño en la función renal [28]. Disruptor endocrino [30].

Extremadamente toxico para abejas y especies beneficiosas [13]

Daños en las aves, invertebrados y fauna acuática [27].

Efectos adversos al medio ambiente

Disruptor endocrino [23].

Disruptor endocrino [23, 26]. Daño neuronal [27].

Efectos adversos a la salud

Clasificación toxicológica OMS: IA: Extremadamente Peligroso, IB: Altamente Peligroso, II: Moderadamente Peligroso, U: No representa peligro

Triazina

Fenoxiacético

Carbamatos

Familia Química

Tabla 3. Continuación

Fácilmente soluble

Sumamente soluble

Fácilmente soluble

Sumamente soluble

Solubilidad en agua

Ligeramente degradable

Bastante degradable

Moderadamente degradable

Ligeramente degradable

Persistencia en el suelo

Instituto Nacional de Salud, El Salvador

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura

5. Glosario Acaricida: Sustancia utilizada para matar garrapatas, piojos y otros ácaros. Ambiente: El entorno, incluyendo el agua, el aire y el suelo, y su interrelación, así como las relaciones entre estos elementos y cualesquiera organismos vivos. Anfibio: Animal que puede vivir indistintamente en tierra o sumergido en el agua, como la rana y los sapos, viven en el agua cuando jóvenes por tener branquias, y en tierra cuando adultos, al perder dichos órganos adquiriendo pulmones. Dosis o concentración Letal 50 (DL50): Dosis, calculada estadísticamente, de un agente químico o físico (radiación) que se espera que mate al 50% de los organismos de una población bajo un conjunto de condiciones definidas. Enfermedad Celiaca: Error congénito del metabolismo caracterizado por la incapacidad para hidrolizar los péptidos del gluten. La enfermedad afecta a adultos y niños pequeños, y sus síntomas son distensión abdominal, vómitos, diarrea, pérdida de masa muscular y letargia extrema. Enfermedad de Parkinson: Trastorno neurológico degenerativo, lentamente progresivo, caracterizado por temblor de reposo, movimientos de los dedos que parece que están haciendo bolitas, facies de máscara, marcha torpe, flexión del tronco hacia delante y rigidez y debilidad muscular. Enfermedad Renal Crónica: Es la pérdida lenta de la función de los riñones con el tiempo. El principal trabajo de estos órganos es eliminar los desechos y el exceso de agua del cuerpo. Equipo de aplicación: Todo medio técnico, equipo, instrumento o maquinaria que se emplee para aplicar plaguicidas. Equipo de protección personal: Toda la ropa, materiales o instrumentos que protegen de la exposición a plaguicidas durante su manipulación y aplicación. Incluye los equipos de protección diseñados específicamente para tal fin y la ropa utilizada únicamente para aplicar y manipular plaguicidas. Estuario: Cuerpo angosto de agua ubicado en la desembocadura de ríos costeros que contiene salinidades variables debido a la intrusión y mezcla con el agua marina. Etiqueta: Cualquier material escrito, impreso o gráfico que vaya sobre el plaguicida o esté impreso, grabado o adherido a su recipiente inmediato, y también en el paquete o envoltura exterior de los envases para uso y distribución al por menor. Fungicida: Sustancia usada para eliminar hongos. 25

Instituto Nacional de Salud, El Salvador Genotóxico: Capaz de alterar el ácido desoxirribonucleico, produciendo así cáncer o mutación. Herbicida: Sustancia para eliminar hiervas nocivas. Ingrediente activo: Parte biológicamente activa del plaguicida. Legislación sobre plaguicidas: Cualquier ley o reglamento aplicados para regular la fabricación, comercialización, distribución, etiquetado, envasado, utilización de plaguicidas en sus aspectos cualitativos, cuantitativos de salud y ambientales. Lípidos: Son un grupo heterogéneo de sustancias, encontradas tanto en tejidos vegetales como animales, se caracterizan por ser relativamente insolubles en agua y solubles en solventes orgánicos, como el éter, cloroformo y benceno. Manejo Integrado de Plagas (MIP): Técnicas disponibles para combatir las plagas y la posterior integración de medidas apropiadas que disminuyen el desarrollo de poblaciones de plagas y mantienen el empleo de plaguicidas y otras intervenciones a niveles económicamente justificados y que reducen al mínimo los riesgos para la salud humana y el ambiente. Con el MIP se hace hincapié en el crecimiento de cultivos sanos, perturbando lo menos posible los ecosistemas agrícolas y fomentando los mecanismos naturales de control de plagas. Nematicida: Sustancia que mata nematodos. Plaga: Organismo que puede dañar la salud, atacar los alimentos u otros productos esenciales para la humanidad, o que afecta de forma adversa a los seres vivos. Plaguicida: Cualquier sustancia o mezcla de sustancias destinadas a prevenir, destruir o controlar cualquier plaga, incluyendo los vectores de enfermedades humanas o de los animales, las especies de plantas o animales indeseables que causan perjuicio o que interfieren de cualquier otra forma en la producción, elaboración, almacenamiento, transporte o comercialización de alimentos, productos agrícolas, madera y productos de madera o alimentos para animales, o que pueden administrarse a los animales para combatir insectos, arácnidos u otras plagas en o sobre sus cuerpos. El término incluye las sustancias destinadas a utilizarse como reguladoras del crecimiento de las plantas, defoliantes, desecantes, agentes para reducir la densidad de fruta o agentes para evitar la caída prematura de la fruta, y las sustancias aplicadas a los cultivos antes o después de la cosecha para proteger el producto contra la deterioración durante el almacenamiento y transporte. Plaguicida prohibido: Plaguicida del que se han prohibido todos los usos mediante una medida definitiva de reglamentación, con el fin de proteger la salud humana o el ambiente. El término comprende todo plaguicida que no haya sido aprobado para utilizarse por primera vez o que la industria haya retirado del mercado interno de examen ulterior en 26

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura el proceso nacional de aprobación, cuando haya pruebas claras de que esta medida se ha adoptado con objeto de proteger la salud humana o el ambiente. Plaguicida rigurosamente restringido: Todo plaguicida del que para proteger la salud humana o el ambiente, se han prohibido prácticamente todos los usos mediante una medida definitiva de reglamentación, pero siguen autorizándose ciertos usos específicos. Comprende todo plaguicida al que prácticamente para todos los usos se haya negado la aprobación o que la industria haya retirado ya sea del mercado interno o de consideración ulterior o en el proceso nacional de aprobación cuando existan pruebas claras de que esta medida se ha adoptado para proteger la salud o el ambiente. Peligro: Propiedad inherente de una sustancia, agente o situación capaces de provocar consecuencias indeseables (por. ej., propiedades que pueden causar efectos adversos o daños a la salud, el ambiente o los bienes). Polietileno: Es un polímero muy estable que se emplea sobre todo en las películas de empaques de comida congelada y otro tipo de envolturas. Policloruro de vinilo: Es un homopolimero, producto de la polimerización del cloruro de vinilo. Es el derivado del plástico más versátil. Residuo: Cualquier sustancia específica presente en o sobre los alimentos, productos agrícolas o alimentos para animales como consecuencia del uso de un plaguicida. El término incluye cualquier derivado de un plaguicida, como productos de conversión, metabolitos, productos de reacción, e impurezas consideradas de importancia toxicológica. El término “residuo de plaguicidas” incluye tanto los residuos de procedencia desconocida o inevitable (por ejemplo, ambientales), como los derivados de usos conocidos de la sustancia química. Riesgo: Probabilidad de la ocurrencia de un efecto adverso para la salud o el ambiente y de su gravedad por la exposición a un plaguicida. Solubilidad: Máxima cantidad de sustancia (soluto) que se puede disolver en una determinada cantidad de medio (disolvente). Teratógeno: Agente capaz de causar un defecto congénito. Generalmente, se trata de algo que es parte del ambiente al que está expuesta la madre durante la gestación. Puede ser un medicamento recetado, una droga de la calle, el consumo de alcohol o una enfermedad de la madre capaz de aumentar la posibilidad de que el bebé nazca con un defecto congénito. Toxicidad: Propiedad fisiológica o biológica que determina la capacidad de una sustancia química para causar perjuicio o producir daños a un organismo vivo por medios no mecánico.

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Instituto Nacional de Salud, El Salvador [1]. [2].

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Instituto Nacional de Salud, El Salvador

7. Prácticas en el manejo de plaguicidas en la agricultura de El Salvador: Un ejemplo de 42 agricultores con Enfermedad Renal Crónica en el Bajo Lempa Roberto Mejía1, Edgar Quinteros1, Alejandro López1, Alexandre Ribó1, Humberto Cedillos2, Carlos M. Orantes1, Eliette Valladares1, Dina L. López3 1 Instituto Nacional de Salud de El Salvador, San Salvador, El Salvador 2 Universidad de El Salvador, San Salvador, El Salvador 3 Departmento de Ciencias Geológicas, Universidad de Ohio, Athens, OH, USA Correo electrónico: [email protected] Recibido 17 Junio de 2014; revisado 20 de Julio de 2014; aceptado 10 de Agosto 2014 Copyright © 2014 by authors and Scientific Research Publishing Inc. This work is licensed under the Creative Commons Attribution International License (CC BY). http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Resumen Introducción: Los riesgos ocupacionales ocasionados por las actividades agrícolas en El Salvador afectan tanto a la salud humana y como a la ambiental. El objetivo de este estudio es describir el manejo de plaguicidas llevado a cabo por agricultores con Enfermedad Renal Crónica de causas no tradicionales (ERCnT) no asociada a Diabetes Mellitus e Hipertensión Arterial. Método: El estudio se realizó a 42 pacientes hombres mayores de 18 años, con ERCnT confirmada, que se han dedicado a actividades agrícolas y han participado en las diferentes etapas del manejo de plaguicidas. Este es un estudio transversal llevado a cabo de enero a junio de 2011 en tres comunidades del Bajo Lempa, El Salvador. Para ello se realizó una entrevista especialmente diseñada para investigar cuales plaguicidas se utilizaban y cuáles eran las prácticas agrícolas en diferentes etapas. Se realizó un análisis de estadística descriptiva de cada una de las variables consideradas. Resultados: Todos los entrevistados tuvieron una relación directa con actividades agrícolas. La mayoría de pacientes tienen un nivel bajo de educación, 19% son analfabetos y el 55% solo cuenta con educación primaria. Muchos de los pacientes con ERCnT han estado expuestos por más de 10 años a plaguicidas altamente peligrosos. El plaguicida más utilizado ha sido: Hedonal/2, 4 D (100%). 95% de los pacientes entrevistados mezclan diferentes tipos de plaguicidas y 63% desechan los frascos vacíos en los campos de cultivo. El 100% de los agricultores no utilizan equipo de protección personal. Conclusiones: Los pacientes entrevistados hacen un uso masivo de plaguicidas peligrosos, algunos de los cuales están prohibidos y otros son de uso legal en El Salvador pero prohibidos en otros países. Los pacientes con ERCnT entrevistados han tenido una alta exposición a plaguicidas altamente peligrosos debido a su mal uso en casi todas las etapas de manejo. En El Salvador hay una inadecuada legislación y aplicación escasa de la ley para prevenir el mal uso de los plaguicidas. Palabras claves: Bajo Lempa, Plaguicidas, El Salvador, ERCnT, Enfermedad Renal Crónica de causas no tradicionales.

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Manejo de Plaguicidas en la Agricultura 1. Introducción El uso de plaguicidas genera impactos negativos en la salud humana a nivel global. La cifra exacta de afectados es difícil de determinar debido a la variedad de productos químicos y a los tipos de exposición [1]. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido una categoría de peligrosidad de los plaguicidas: Ia Extremadamente peligroso, Ib Altamente peligroso, II Moderadamente peligroso, III Ligeramente peligroso y U no representa peligro [2]. Los efectos de la toxicidad se dividen en dos categorías: efectos agudos, que aparecen inmediatamente o poco después de la exposición; y efectos crónicos, que pueden manifestarse muchos años después, y su origen etiológico es a veces difícil de determinar [3]. Una alta proporción de intoxicaciones agudas y muertes ocurren en países en vías de desarrollo donde hay inadecuados estándares de seguridad, falta de Equipo de Protección Personal (EPP), poca o ausencia de condiciones higiénicas y de limpieza, una aplicación insuficiente, etiquetado inadecuado de plaguicidas, analfabetismo, e insuficiente conocimientos sobre peligros de los plaguicidas [4]. El manejo de plaguicidas por parte de los agricultores puede describirse y clasificarse en diferentes etapas: compra y selección, transporte, almacenamiento, aplicación y disposición de desechos. Muchos estudios han identificado numerosos contaminantes provenientes del mal manejo en estas etapas. [5, 6], especialmente en países en vías de desarrollo [7, 8].

Centroamérica es la región en el mundo que importa más toneladas de plaguicidas en el mundo [9]. Se estima que 400,000 casos de intoxicaciones por plaguicidas ocurren cada año [10]. El Ministerio de Salud de El Salvador reportó 9,981 intoxicaciones agudas entre 2007 y 2012 [11]. Entre el 2005 y 2010, El Salvador importó casi 16 millones de kg de plaguicidas, con un incremento de 171% en ese periodo [12]. De acuerdo con el Ministerio de Agricultura y Ganadería de El Salvador, en 2012, 109 diferentes tipos de insecticidas y 68 diferentes tipos de herbicidas fueron vendidos [13]. Paraquat es el plaguicida más vendido en El Salvador [14]. Este plaguicida ha sido prohibido desde 2009 en la Unión Europea [15]. El Salvador aceptó y firmó el Convenio de Rotterdam [16]. Este convenio es un tratado multilateral para promover la responsabilidad compartida en relación a la importación de químicos peligrosos. Sin embargo, como se discutirá más adelante, muchos plaguicidas incluidos en el Convenio de Rotterdam, todavía están en uso en El Salvador. La Enfermedad Renal Crónica de causas desconocidas (ERCnT) no asociada a diabetes mellitus o hipertensión, y reconocida como Enfermedad Renal Crónica Tubulointersticial por el Sistema de Integración Centroamericano en la declaratoria de San Salvador [17], afecta las comunidades agrícolas de El Salvador en proporciones endémicas y epidémicas, particularmente a hombres agricultores, aunque también afecta a mujeres y adolescentes con menor frecuencia [18-20]. Estudios llevados a cabo dentro del proyecto NEFROLEMPA observaron una alta prevalencia de ERCnT en la población del Bajo Lempa [21]. De acuerdo con recientes publicaciones, la ERCnT podría relacionarse con condiciones laborales, así como el intenso uso de plaguicidas, altas temperaturas e intensa 31

Instituto Nacional de Salud, El Salvador actividad física con baja hidratación, entre otros [18-20]. El Bajo Lempa es una región ubicada en la planicie costera oriental de El Salvador, en el lado sur de los departamentos de Usulután y San Vicente (Figura 1). Esta región se extiende a lo largo del delta del río Lempa, entre la costa pacífica salvadoreña y la carretera Litoral. El río Lempa es el más largo de Centroamérica y su cuenca se extiende a través del territorio salvadoreño, pero también drena parte de Honduras y Guatemala. La mayor parte de la cuenca del río Lempa está cubierta por áreas agrícolas y su cuenca drena las áreas más populosas de El Salvador, estas áreas presentan suelos muy fértiles debido a los nutrientes arrastrados por frecuentes inundaciones [22-23]. La población de esta región presenta un alto grado de pobreza [24]. La vulnerabilidad social en el Bajo Lempa se ha incrementado debido a que, en los últimos 20 años, han sido afectados por muchos desastres naturales, las más importantes han sido las inundaciones producidas por el Huracán Mitch y la Tormenta Ida [25]. Por otro lado, los servicios básicos de estas comunidades están parcialmente provehídos, por ejemplo, el agua potable, cuyo sistema de distribución fue instalado hace tan solo diez años. El Bajo Lempa es un área con importantes recursos ambientales. Esta región cuenta con la mayor superficie de agua salobre y bosques de agua salada en El Salvador; estos humedales están catalogados como un sitio Ramsar y Reserva de la Biosfera declarada por la UNESCO. Otra área importante es el bosque Nancuchiname, uno de los pocos bosques tropicales existentes en El Salvador [26]. Desde la última década del siglo XX, el uso del suelo en el Bajo Lempa es principalmente utilizado por: cultivo de subsistencia, algunos latifundios, ganadería y acuicultura. La agricultura de subsistencia (maíz, sorgo, vegetales, frijoles y otros cultivos) junto con el pequeño comercio constituyen la principal fuente económica de la población [25]. La agricultura a gran escala está enfocada principalmente en la caña de azúcar y cultivos de maíz administrados por cooperativas de organizaciones comunales. La presente publicación fue desarrollada dentro del marco del estudio NEFROLEMPA. El propósito de esta investigación fué describir los riesgos tóxicos en los lugares de trabajo a los que estuvieron expuestos de los pacientes con ERCnT que formaron parte del estudio NEFROLEMPA. 2. Métodos 2.1. Área de estudio y selección de la población Este es un estudio de corte transversal, y fue desarrollado de enero a junio de 2011, en las comunidades Nueva Esperanza, Ciudad Romero y Octavio Órtiz del Bajo Lempa que pertenecen al municipio de Jiquilisco, Usulután, El Salvador. Estas tres comunidades se caracterizan por la importante actividad agrícola desarrollada, principalmente la agricultura de subsistencia como el maíz, frijol y hortalizas, y la producción de caña de azúcar en cooperativas. De acuerdo al estudio NEFROLEMPA [21] estas comunidades presentan 320, 403 y 155 habitantes respectivamente.

32

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura

(a)

(b)

Figura 1. Ubicación geográfica de El Salvador en Centroamérica (a) mapa de El Salvador (b) ubicación de las comunidades estudiadas: Ciudad Romero, Nueva Esperanza y Octavio Ortiz (c).

33

Instituto Nacional de Salud, El Salvador Este estudio se realizó en 42 pacientes hombres mayores de 18 años de edad confirmados con ERCnT, tomando en cuenta que son agricultores y que han participados en diferentes etapas del manejo de plaguicidas: compra y selección, transporte, almacenamiento, formulación, aplicación y disposición de desechos de plaguicidas. En este estudio no se consideró incluir a mujeres debido a que generalmente se dedican a los quehaceres del hogar. La población fue tomada a partir del estudio NEFROLEMPA que identificó en sus resultados 54.7% de pacientes confirmados con ERCnT (Total=76; Hombres=51; Mujeres=25) [20]. 2.2. Diseño de la encuesta La encuesta se basó en un modelo de cuestionario diseñado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, sobre el manejo seguro de plaguicidas [27] y otras encuestas publicadas en estudios similares [5, 28]. A cada paciente se le realizó una entrevista de un tiempo estimado de 45 minutos. Todos los participantes seleccionados para el proyecto NEFROLEMPA, incluyendo los que participaron en este estudio dieron su consentimiento informado después de explicarles los objetivos del proyecto [21]. Algunas de las preguntas consultadas a los pacientes no fueron relevantes para el propósito de este estudio y no han sido incluidas en esta publicación. Todas las preguntas fueron cerradas y de selección múltiple, de esta forma los encuestados solamente podían seleccionar las respuestas que ellos estimaban convenientes. Algunas preguntas tenían múltiples respuestas. Este estudio no contiene ensayos clínicos ni datos de pacientes. El contenido de la encuesta se dividió en tres secciones. La primera sección sobre datos demográficos, la cual contenía preguntas sobre el tiempo de residencia en la comunidad, edad, estado civil y nivel de educación. La segunda sección contenía preguntas relacionadas con las prácticas agrícolas e incluía: número de años de utilizar plaguicidas, cuales son los nombres comerciales de plaguicidas adquiridos y si al momento de la compra se les proporcionaba hojas de seguridad. Las preguntas relacionadas al transporte de plaguicidas indagaban sobre el traslado de estos productos desde el lugar de venta hasta el lugar de almacenamiento. En la sección referente al almacenamiento se consultó si los plaguicidas se almacenaban fuera o dentro de la vivienda, condiciones del lugar de almacenamiento y si estos lugares están restringidos y fuera del alcance de los niños y animales. En la etapa de formulación, las preguntas incluyeron; lugar donde se realiza esta etapa, quienes llevan a cabo este proceso, si se realiza mezcla de plaguicidas y cuales se mezclan. Se preguntó sobre la forma de aplicación y disposición de envases vacíos y soluciones sobrantes de los plaguicidas. Finalmente, se les preguntó a los entrevistados si hacen uso de Equipo de Protección Personal (EPP), y como está compuesto ese equipo.

2.3. Análisis de datos Los datos obtenidos fueron analizados utilizando el software Microsoft Excel™ (Versión 2007). En primer lugar se hizo un resumen del total de respuestas (calculando frecuencias por respuesta, porcentaje por variable). Se calcularon promedio de edades y educación. Los diferentes valores de medias se calcularon tomando en cuenta un nivel de confianza del 95%. Después de las entrevistas, se realizaron visitas de verificación de datos proporcionados por los entrevistados. Esta verificación consistió en visitas de campo y visitas a los hogares para observar de primera mano el almacenamiento de plaguicidas y el manejo de plaguicidas en las etapas de formulación, aplicación y eliminación de residuos.

34

35

III

IB

Gesaprim (b)

Furadan (a)

Lannate (a)

IB

IA

Dieldrín** (a)

Metomil/

II

II

Látigo (b)

DDT** (a)

II

Rienda (a,c)

IV

III

Malatión (a)

Volatón (a)

IB

Temefós (a)

II

IB

Metamidofós (a, c)

IA

IA

Folidol (Paratión) (a)

Tamarón (a,c)

IA

Metil Paratión (a)

Diazinon (a)

Clasificación de OMS Peligrosidad de plaguicidas

Plaguicidas: nombre comercial

Tabla 1: Plaguicidas identificados

35.7

2.4

11.9

33.3

7.1

26.2

61.9

2.4

2.4

7.1

28.6

4.7

7.1

73.8

33.3

(%)

Uso

(E,Z)-metil N-{[(metilamino)carbonyl]oxi}etanimidotioato

2,2-dimetil-2,3-dihidro-1-benzofuran-7-yl metilcarbamato

6-cloro-4-N-etil-2-N-propan-2-yl-1,3,5-triazina-2,4-diamina

(1aR,2R,2aS,3S,6R,6aR,7S,7aS)-3,4,5,6,9,9-hexacloro-1a,2,2a,3,6,6a,7,7a-octahidro-2,7:3,6-dimetanonafto[2,3-b]oxirene

1,1,1-tricloro-2,2-di(4-clorofenil)etano

(E, Z) -N - [(dietil fosforil) oxi] benceno cianuro carbamimoil

O, S-dimetil fosforamidotioato

O, O-dimetil O- [4-metil-6- (propan-2-il) pirimidin-2-il] fosforotioato

2, 4 D: 2,4-Dichlorophenoxyacetic acid

Banvel: Ácido 3,6-dichloro methoxybenzoic

Triazofos: 1-Fenil-1,2,4-triazolil-3-(O,O-dietiltionofosfato)

Deltametrina: [(S) ciano (3-fenoxifenil) metil] (1R, 3R) -3- (acetato de 2,2-dibromo) -2,2-dimetilciclopropano-1-carboxilatode

Dietílico 2 - [(il fosforotioato dimetoxi) sulfanil] butanoato

O,O,O,O-Tetrametil O,O-sulfanediylbis(1,4-fenil) difosforotioato

O, S-dimetil fosforamidotioato

O, (4-nitrofenil) fosforotioato de O-dimetil O-

O’O-dimetil tio O-4-nitrofenil fosfato

Nombre químico

38

11.9

Triazinas

Carbamatos

30.9

81

(%)

Uso

Organoclorados

Oganofosforados

Familia química

(2). Daños en aves , invertebrados y fauna acuática [37]

(1) Daño neurológico [37]

(2). Daños en el sistema endócrino de anfibios [36]

(1). Daños en el sistema endócrino [32]

(2) En general afecta adversamente la vida silvestre y en especial para las aves y la vida acuática [35]

(1). Efectos neurotóxicos, Inmunotoxicidad y daños en el sistema endócrino [30, 32]

(2). Efectos adversos en la fauna acuática, aves, otros invertebrados [33] y mamíferos [34]

(1). Efectos neurotóxicos, Inmunotoxicidad y daños en el sistema endócrino [30-32]

Ejemplos de efectos adversos identificados por familia química

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura

36

U

IV

III

Roundup (b)

Root Out (b)

Batalla (b)

73.8

7.1

83.3

2.4

N- (fosfonometil) glicina

N- (fosfonometil) glicina

N- (fosfonometil) glicina Glifosato

Cloronicotinilos

Grupo de ácido Fenoxiacetico

Bipiridilos

Piretroides

Familia química

(a) Insecticidas (b) Herbicidas (c) Acaricidas (1) Efectos a la salud (2) Efectos en el medio ambiente

N-[1-[(6-Cloro-3-piridil)metyl]-4,5-dihidroimidazol-2-yl]nitramida

2,4-D: 2,4-Acido Diclorofenoxiacetico, Sal Picloram triisopropanolamine

Picloram: Sal Picloram triisopropanolamine

(2,4-diclorofenoxy) acido acético

1,1’-Dimetil-4,4’-bipiridina dicloruro

[Ciano-(3-fenoxifenil)metil]3-(2,2-dicloroetenil)-2,2-dimetilcyclopropano-1-carboxolato

Tiacloprid: {(2Z)-3-[(6-Cloropiridin-3-yl)metil]-1,3-tiazolidin-2-ylidene} cianamida

Ciflutrin: [(R)-ciano-[4-fluoro-3-(fenoxy)fenil]metil] (1R,3R)-3-(2,2-dicloroetenil)-2,2-dimetilciclopropano-1-carboxilato

Cihalotrin: [ciano-[3-(fenoxy)fenyl]metil] 3-[(Z)-2-cloro-3,3,3-trifluoroprop-1-enyl]-2,2-dimetilciclopropano-1-carboxilato

Nombre químico

* Ia Extremadamente peligroso, Ib Altamente peligroso, II Moderadamente peligroso, III Ligeramente peligroso y U no representa peligro. **Prohibido en El Salvador desde 2000 (Ministerio de Agricultura de El Salvador, Acuerdo No. 151 June 27, 2000) [29]

II

2.4

Imidacloprid (a)

Tordon (b)

2,4 D (b)

97.6

100

II

Paraquat / Gramoxone (b)

2.4

II

II

Cipermetrina (a)

4.7

57.1

(%)

Uso

III

II

Monarca (a)

Hedonal /

II

Clasificación de OMS Peligrosidad de plaguicidas

Karate (a)

Plaguicidas: nombre comercial

Tabla 1. Continuación

76.2

9.5

100

97.6

61.9

(%)

Uso

(2) Genotoxicidad en amfibios [49] y peces [50]

(1) Exposición crónica asociada al Autismo y Parkinson [46] y causa potencia de ERCnT [47] Genotoxicidad y daño en el sistema endócrino [48]

(2) Efectos adversos para otros invertebrados [45]

(1) Toxicidad aguda se relaciona con la insuficiencia respiratoria y nivel perdida de la conciencia [44]

(2) Efectos adversos en peces [43]

(1) Cancer endócrino, daños en la función renal [42]

(2) Efectos adversos en aves [41]

(1) Efectos adversos en pulmones, Sistema nervioso, cerebro, piel y ojos [39] e induce al daño renal [40]

(2) Efectos en fauna acuática [38]

(1) Daños en el sistema endócrino [32]

Ejemplos de efectos adversos identificados por familia química

Instituto Nacional de Salud, El Salvador

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura 3. Resultados Los entrevistados eran de edades comprendidas entre 18 y 84 años. Alrededor de la mitad de las respuestas (54%) fueron obtenidas entre los 45 y 70 años de edad. La edad promedio fue de 53 años. De acuerdo con el nivel educativo, el 19% son analfabetos y alrededor de la mitad (55%) sólo tienen educación primaria (escuela primaria), y podrían ser clasificados como semi-analfabetos con poco desarrollo en la habilidad de leer. Además de la agricultura, todos los entrevistados también practican otro tipo de actividades de subsistencia como la zapatería, albañilería y el comercio. La compra y selección de plaguicidas es llevada a cabo personalmente por casi la mayoría de los encuestados (98%); según las investigación en campo, estos plaguicidas suelen comprarse en pequeñas tiendas ubicadas cerca de las comunidades y en agroservicios al por mayor en Jiquilisco y Usulután. Pocos entrevistados manifiestan no recibir hojas de seguridad en el momento de la compra (17%). Los plaguicidas más utilizados son los siguientes: Hedonal / 2,4D (100%), Paraquat / Gramoxone (97,6%) y el Glifosato / Roundup (73,8%). Las familias de plaguicidas más utilizados son: Grupo Ácido Fenoxiacético (100%), Bipiridilos (97,6%) y Organofosforados (81%). La Tabla 1 muestra la lista de plaguicidas utilizados por los agricultores entrevistados, la proporción observada de su uso, su nombre químico, la familia química a la que pertenecen, la clasificación de peligrosidad según la OMS y los efectos adversos en la salud y el medio ambiente reportados en la literatura científica.

Casi todos los agricultores realizan por si mismos el transporte de los plaguicidas adquiridos (98%) y lo hacen en sus recipientes originales (98%). Alrededor de la mitad de la población entrevistada transporta los plaguicidas por camión o pick up (59%), en autobús (49%), a pie (46%) o algunas veces, en bicicleta (27%). El medio de transporte utilizado depende de la proximidad del lugar de venta y del lugar de almacenamiento de plaguicidas de cada agricultor. La mayoría de los encuestados (66%) transporta los plaguicidas junto con otras personas, alimentos y / o animales. La mayoría de los pacientes almacenan plaguicidas en el área de la vivienda (74%). Los agricultores mantienen los plaguicidas en sus envases originales (94%) y no restringen el

Figura 2. Preparación de mezclas de diferentes plaguicidas

37

Instituto Nacional de Salud, El Salvador

Figura 3. Medidas preventivas realizadas por los entrevistados

acceso a las áreas de almacenamiento (97%). En pocos casos, se almacenan plaguicidas dentro de las viviendas, en lugares inseguros tales como la cocina y los dormitorios (10%), el resto almacenan los plaguicidas fuera de su casa, en estantes, armarios, letrinas y árboles, o directamente en el suelo del jardín y/o patio trasero. De acuerdo con las visitas de campo, estos lugares son accesibles a los niños, animales de granja (gallinas y cerdos) y animales domésticos. La mayoría de lugares de almacenamiento son cercanos al pozo doméstico situado en el jardín y/o patio trasero. Casi todos los entrevistados llevan a cabo la etapa de formulación en áreas de trabajo (campos de cultivo). La mezcla de diferentes plaguicidas es una práctica común en el Bajo Lempa (95%). En la Figura 2 se muestran las diferentes mezclas identificadas en este estudio de acuerdo a las marcas de plaguicidas. Las principales son: Hedonal – Paraquat/Gramoxone (43%) seguidos por Hedonal – Ranger y Hedonal – Batalla (14% respectivamente). Casi todos los entrevistados (95%) han aplicado plaguicidas personalmente. De estos solamente el 40% continúan realizando esta práctica hoy en día. Los plaguicidas son aplicados con bombas de mochila con una capacidad de 17L, la bomba es operada manualmente y está compuesta por una manguera y rociador de pulverización de válvula corta (100%). Pocos agricultores los aplican manualmente (5%).

Una buena proporción de entrevistados (50%) normalmente aplican soluciones sobrantes sobre áreas no cultivadas cercanas a cultivos. Algunos agricultores reaplican el plaguicidas sobrante en el campo ya tratado hasta vaciar el tanque de la bomba (23%) o almacenan la solución sobrante para utilizarlas en otras aplicaciones posteriores (20%) y unos pocos (15%) depositan las soluciones directamente en el suelo de la parcela o combinan diferentes formas de desecho. La mayoría de entrevistados (63%) abandonan los envases vacíos en los campos de cultivos. Algunos agricultores (28%) queman los envases vacíos al aire libre y pocos optan por enterrarlos (10%). Ninguno de los agricultores utiliza EPP diseñado expresamente para la prevención de intoxicaciones durante la preparación de soluciones (formulación) y aplicación de 38

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura plaguicidas (100%). Sin embargo, utilizan ropas como medida de prevención para evitar intoxicaciones, pero normalmente este equipo no es el recomendado por etiquetas o las hojas de seguridad. Tal y como se muestra en la Figura 3, los agricultores utilizan botas (30%), algunos visten pantalón y camisa manga larga (23%), pocos utilizan guantes (10%), mascarilla (10%) y/o gafas (3%). Para muchos agricultores la jornada inicia a las 5:00 am y finaliza a las 11:00 am (68%). Sin embargo, algunos de ellos también trabajan durante la tarde (38%). La jornada de trabajo es dedicada a diferentes actividades agrícolas (preparación de las semillas, labranza del suelo, quema de maleza y aplicación de plaguicidas). La mayoría de entrevistados aplican plaguicidas de 1 a 4 veces por año (72%), pocos los aplican de 5 a 8 veces (15%) y el resto (13%) los aplican más de 9 veces. Los agricultores dedican un promedio de 4 horas en la aplicación de plaguicidas, pero este periodo puede extenderse algunas veces hasta 12 horas. La Figura 4 muestra el número de años de exposición a plaguicidas considerando intervalos de 5 años. Tal y como muestra la Figura 4, los agricultores se involucran en el manejo de plaguicidas durante un importante periodo de su vida, 26% han manipulado plaguicidas entre 16 y 10 años, 19% han estado expuestos de 11 a 15 años, algunos en un periodo de 6 a 10 años (19%), otros en un periodo de 1 a 5 años (17%) y solamente pocos agricultores han manipulado plaguicidas más de 25 años (11%). Finalmente, algunos agricultores explicaron que durante las jornadas de trabajo, han estado expuestos a aplicaciones aéreas de plaguicidas (29%) de 1 a 8 veces por año. En la Tabla 2 se presentan los plaguicidas identificados que tienen algún tipo prohibición o restricción en El Salvador, Estados Unidos y la Unión Europea o de acuerdo a las recomendaciones de organismos y convenios internacionales (Convenio de Rotterdam 2010, Organización Panamericana de la Salud, Convenio de Estocolmo y la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos 2013).

4. Discusión Muchos agricultores han estado expuestos entre 6 a 10 años a plaguicidas extremadamente peligrosos (Grado Ia), Altamente peligrosos (Grado Ib) y moderadamente peligrosos (Grado II). La mayoría de plaguicidas peligrosos (Grado Ia y Ib) están clasificados en las familias químicas de los organofosforados y carbamatos. Las marcas de plaguicidas más utilizadas son los herbicidas Hedonal/2, 4-D (Grado II), Paraquat/Gramoxone (Grado II), Roundup (Grado U), y Batalla (Grado III) y el insecticida Folidol (Grado Ia). Todos estos productos son legales en El Salvador. Sin embargo, Paraquat y Folidol están prohibidos en otras partes del mundo tales como la Unión Europea [15].

39

Instituto Nacional de Salud, El Salvador

Tabla 2: Plaguicidas prohibidos o restringidos en El Salvador y en el mundo Plaguicidas utilizados en el Bajo Lempa

Plaguicidas prohibidos en El Salvador [29]

Red de acción de plaguicidas [51]

Convenio de Estocolmo [52]

Convenio de Rotterdam [16]

Agencia de Protección Ambiental

Unión Europea [15]

[53]

Paraquat / Gramoxone

X

Metil Paratión

X

X

X

X

Folidol/Paratión

X

X

X

X

X

Dieldrín

X

X

X

X

X

X

DDT

X

X

X

X

X

X

X 600 g/l (SL) formulación y superior

X 600 g/l (SL) formulación y superior

X

Tamarón / Metamidofos* Malatión

X **

Rienda (Contiene el ingrediente activo: Triazofos)

X

Furadan (Contiene el ingredient activo: Carbofurán)

X

X

Diazinon

X

Karate (Contiene el ingrediente activo: Cihalotrin)

X

* Prohibido por el convenio Rotterdam y EPA si las concentraciones son 600 g / l (SL) formulación y superior** Autorizado en España

40

Manejo de Plaguicidas en la Agricultura Del total de intoxicaciones agudas en El Salvador, el 22% han sido causadas por Paraquat [11]. No existen restricciones para Hedonal/2, 4-D, Roundup y Batalla, pero varios estudios los relacionan con problemas de salud. Cánceres relacionados con el sistema endócrino han sido asociados al Hedonal/2, 4-D [42]. Varias enfermedades como el Autismo, Parkinson y enfermedad renal han sido relacionadas al Glifosato, ingrediente activo del Roundup y Batalla [46]. El nombre químico y los ejemplos presentados ayudarán a entender los posibles vínculos entre los compuestos de los plaguicidas y sus posibles efectos agudos y crónicos. Es fácil encontrar literatura sobre los ejemplos de efectos de intoxicaciones agudas, sin embargo, publicaciones sobre efectos crónicos son menos numerosas, especialmente sobre plaguicidas incorporados recientemente en el mercado. El DDT y el Dieldrín están prohibidos en El Salvador, sin embargo, y de acuerdo a las respuestas obtenidas de los agricultores, estos afirman que aún se utilizan. Esto no pudo ser comprobado en las visitas de campo. Esta situación podría implicar una deficiente aplicación de la ley o es posible que se tenga acceso a estas substancias a través de contrabando o por otras vías ilegales. De la lista de plaguicidas sugeridas para su prohibición por el convenio de Rotterdam [16], El Salvador solo prohibió el DDT y Dieldrín pero aún se siguen utilizando otros cuya prohibición se recomendó. La ley salvadoreña [54] solamente establece ciertas restricciones (por ejemplo fumigación aérea no está permitida) para Metilparatión y Tamarón/Metamidofos. Pero, a pesar de todo, el Folidol/Paratión aún son comercializados sin ninguna restricción [54]. Generalmente los entrevistados están expuestos a los plaguicidas en todas las etapas de producción agrícola. Las etapas de formulación y aplicación, generalmente son las etapas más peligrosas [55], realizadas de 1 a 4 veces por año y se les dedica alrededor de cuatro horas por cada aplicación, que puede variar dependiendo del tipo y la extensión del área de cultivo. De acuerdo a los resultados obtenidos, la mayoría de pacientes realizan prácticas incorrectas en todas las etapas del manejo de plaguicidas. El nivel de educación juega un papel importante en la selección y compra de plaguicidas. Una investigación realizada en el Amazonas de Brasil [28] identifica problemas relacionados con la comprensión de las etiquetas como un común denominador en países en vías de desarrollo y lo relaciona con el bajo nivel cultural de los usarios y la excesiva dificultad de comprensión del lenguaje técnico de las etiquetas de plaguicidas. La población entrevistada no es una excepción a esta situación, cerca de la mitad de la población es semianalfabeta con habilidades de lectura deficientes y el 19% son analfabetas. Hay un porcentaje significativo de casos donde los vendedores de plaguicidas no proveen las hojas de seguridad a los agricultores. Generalmente, estas hojas de seguridad proporcionan las recomendaciones necesarias a través de diagramas estandarizados de fácil comprensión para quienes los adquieren. En algunos países existen requerimientos legales que implican que cada producto debe ser vendido con su respectiva hoja de seguridad [56] pero la ley de El Salvador, no exige a los vendedores proporcionar hojas de seguridad junto con el producto vendido.

41

Instituto Nacional de Salud, El Salvador El transporte de los plaguicidas realizado a través de buses con muchas personas o pickups amplía la exposición de estos productos a otras personas y animales. Los buses y pick-ups en los países en vías de desarrollo son el principal medio de transporte en áreas rurales. Este tipo de transporte se utiliza no sólo para llevar a las personas, sino también para el suministro de bienes a las comunidades [57]. El incorrecto almacenamiento de plaguicidas expone al agricultor y a su familia, como también al ganado y a los animales domésticos. Las cantidades de estos plaguicidas por lo general no son muy grandes, debido a que los agricultores suelen almacenar en sus viviendas los productos utilizados en los huertos familiares. Sin embargo, estos representan un riesgo importante porque los plaguicidas son accesibles a los niños. Esta exposición podría ser mucho mayor si se considera el almacenamiento de las soluciones sobrantes. Este almacenamiento también representa una situación de riesgo debido a su proximidad de los pozos domésticos y letrinas en la mayoría de las viviendas. Esta exposición puede considearse aún mayor debido a que en el Bajo Lempa tiene un nivel freático muy superficial y porque la región es muy vulnerable a las inundaciones, debido a las crecidas del río Lempa durante la temporada de lluvias [58]. La etapa de formulación se lleva a cabo en los campos de cultivos, esto minimiza la exposición a la familia del agricultor. Los entrevistados realizan diferentes tipos de mezclas sin tener conocimiento de la compatibilidad de estos, creando compuestos desconocidos cuyas implicaciones en la salud son desconocidas [59-60]. Varios organismos internacionales recomiendan mezclar únicamente plaguicidas química y físicamente compatibles [61]. La bomba con rociador manual utilizada por los agricultores encuestados los expone más que la aplicación realizada utilizando otros métodos como las bombas mecanizadas en tractores [62]. Las prácticas de eliminación de soluciones de plaguicidas sobrantes y otros residuos son muy contaminantes y peligrosas para el medio ambiente. La reaplicación de soluciones sobrantes realizada por la mayoría de los agricultores duplica las dosis recomendadas y, a menudo los cultivos resultan dañados, dejando residuos en los productos cosechados y/o residuos nocivos en el suelo [5]. La disposición final de los contenedores vacíos observada también representa un riesgo potencial para el medio ambiente; estas prácticas no seguras (disposición en el campo, quemas a cielo abierto o enterramiento) son reportadas como un problema muy importante en muchos otros estudios [63]. La mayoría de los pacientes no utilizan ningún tipo de EPP en las etapas de aplicación y formulación. El uso de EPP generalmente minimiza la absorción de plaguicidas a través de la piel, inhalación o ingestión [64-65]. La falta de uso de EPP es probablemente una de las principales causas de la exposición a los plaguicidas por parte de los agricultores. El clima de la zona influye en el uso de EPP, debido a que este equipo es incómodo en temperaturas tropicales. El uso de EPP también puede estar relacionado con el nivel de educación [66]. En general, estos resultados son consistentes con estudios realizados en otros países [67], especialmente en los países en desarrollo [7].

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Manejo de Plaguicidas en la Agricultura Los resultados obtenidos en este estudio podrían considerarse como patrones representativos del manejo de plaguicidas similares a otras comunidades rurales en el Bajo Lempa, y, en general, para otras áreas de El Salvador. De acuerdo con la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2012 [69] las zonas rurales en El Salvador presentan un 43,3% de habitantes bajo el umbral de pobreza y el 19,9% son analfabetos. Esto implica una situación de alta vulnerabilidad social similar a la de las comunidades estudiadas. Los efectos del mal manejo de plaguicidas pueden estar relacionados con intoxicaciones identificadas en las zonas rurales y la contaminación ambiental. Según el Ministerio de Salud de El Salvador, el 75,5% de las intoxicaciones agudas se han producido en las zonas rurales entre el año 2000 y 2012 [11]. En las familias de los agricultores, incluyendo niños, se han identificado intoxicaciones relacionadas con el mal uso de plaguicidas realizadas por agricultores [70]. En el Bajo Lempa el impacto de los plaguicidas en el medio ambiente se ha detectado en la Bahía de Jiquilisco, en el sitio Ramsar cercano a las comunidades estudiadas [71] y en el Estero de Jaltepeque [72]. Un medio ambiente contaminado aumenta la exposición de plaguicidas a la población. Algunos plaguicidas son persistentes en el medio ambiente y son bíoacumulables, algunos como el DDT, también crean productos tóxicos resultantes de su descomposición. La ingestión de plaguicidas a través del sistema digestivo por agua y comida contaminada (pescado, carne, verduras, leche) o a través de las vías respiratorias a causea de respirar aerosoles y polvo, producen intoxicaciones no ocupacionales agudas y crónicas. La importante exposición de los agricultores del Bajo Lempa a plaguicidas altamente tóxicos también podría estar relacionada con los posibles factores de riesgo de enfermedades crónicas como la ERCnT que presentan todos los entrevistados, pero, por el momento, las causas de este tipo de enfermedad crónica aún no se han determinado. Las Investigaciones publicadas acerca de esta enfermedad en El Salvador, constituidas solamente por estudios epidemiológicos transversales de tipo analítico [18, 20, 73] sólo determinan factores de riesgo relacionados con la exposición a los plaguicidas, agravados por condiciones de trabajo inadecuadas (deshidratación, estrés por calor). Hoy en día, todavía no se han publicado estudios de cohorte para evaluar el momento de la inducción de la enfermedad teniendo en cuenta estos factores de riesgo. Sin embargo, en El Salvador, este tipo de enfermedad renal crónica se ha descrito en informes de los hospitales nacionales desde los años 90 [74].

Las malas prácticas en todas las etapas del manejo de plaguicidas aumentan dramáticamente la exposición no ocupacional y ambiental. Estas malas prácticas están relacionadas con la falta de información y la falta de capacitación técnica de los agricultores sobre el uso adecuado de estas substancias. Esta situación es consistente con otros estudios llevados a cabo en los países en vías de desarrollo [62, 68]. En El Salvador, es necesario un esfuerzo para aplicar la ley para el control del uso de plaguicidas prohibidos, tal y como se ha realizado en otros países [75]. También es importante reconocer la magnitud del problema y emitir una ley que prohíba a las 43

Instituto Nacional de Salud, El Salvador empresas la importación y utilización de plaguicidas prohibidos internacionalmente y hacer cumplir la aplicación de la ley. Podrían proponerse iniciativas para sensibilizar a los agricultores sobre los riesgos potenciales del uso de plaguicidas y el manejo adecuado de estos productos similares a las propuestas realizadas por Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) [76]. De acuerdo a los lineamientos de la EPA, cada estado en los EE.UU. lleva a cabo un programa de capacitación y certificación que solo permite el uso de plaguicidas restringidos a personas que completen con éxito un curso de certificación. El gobierno y los productores de plaguicidas también tienen que promover iniciativas para prevenir la disposición final inadecuada de soluciones de plaguicidas sobrantes, los residuos y los envases vacíos. Los resultados presentados en este estudio, sólo representan una parte de la población expuesta a la peligrosidad de los plaguicidas. La exposición de plaguicidas en El Salvador es un problema complejo que se ve reflejado en el elevado número de intoxicaciones agudas reportadas por el Ministerio de Salud de El Salvador [11] y con un posible vinculo como factor causal de la ERCnT [17, 77]. Es necesario desarrollar experimentos específicos con animales considerando las combinaciones de plaguicidas que los agricultores realizan en el Bajo Lempa. Estos experimentos podrían proporcionar información sobre los mecanismos de la ocurrencia de la enfermedad y cuales plaguicidas son más tóxicos para el riñón. Por último, para hacer frente de manera completa a este problema de salud, también es necesario llevar a cabo un estudio que involucre a la población en general, y que también represente los riesgos no ocupacionales derivados del uso intensivo de plaguicidas en el Bajo Lempa. 5. Conclusiones Los pacientes de este estudio han estado expuestos más de 10 años a plaguicidas altamente tóxicos. Algunos de los plaguicidas están prohibidos y otros son legales pero prohibidos en otros países o convenios internacionales debido a su alta toxicidad para el ser humano y para el medio ambiente. Los agricultores con ERCnT han estado expuestos a plaguicidas altamente tóxicos debido al mal uso en casi todas las etapas del manejo de plaguicidas. Esta exposición tiene que añadirse a la exposición intrínseca que implica el uso adecuado de los plaguicidas. El manejo inadecuado de plaguicidas realizado por los pacientes, especialmente en la etapa de almacenamiento, también implica un remarcable riesgo no ocupacional, especialmente entre niños. La inapropiada disposición de desechos es una importante fuente de contaminación ambiental. La alta exposición producida por el uso masivo de plaguicidas peligrosos y su uso inadecuado en todas las etapas del manejo por parte los agricultores con ERCnT en el Bajo Lempa evidencia la importancia de la implementación de programas educativos enfocados a prevenir los riesgos tóxico ocupacionales en las comunidades agrícolas. Además, estos resultados muestran que en El Salvador hay una legislación incompleta y una mala aplicación de la ley para evitar el mal uso de plaguicidas.

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Manejo de Plaguicidas en la Agricultura La información obtenida en este estudio ha sido útil para el Ministerio de Salud de El Salvador para llevar a cabo programas educativos enfocados a prevenir el riesgos ocupacionales en las comunidades agrícolas, así como herramientas útiles para la toma de decisiones en la regulación y/o prohibición del uso de plaguicidas altamente peligrosos. Agradecimientos Esta investigación ha sido parcialmente financiada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), financiada por el proyecto de Desarrollo y Fortalecimiento del Instituto Nacional de Salud del Ministerio de Salud de El Salvador. Los autores queremos agradecer a los agricultores locales por su colaboración. Estamos profundamente agradecidos con la Asociación de Comunidades Unidas del Bajo Lempa (ACUDESBAL) por hospedarnos y guiarnos en las comunidades del Bajo Lempa. También tenemos que dar gracias al personal técnico del Instituto Nacional de Salud del Ministerio de Salud de El Salvador por su ayuda. Agradecemos las útiles sugerencias referentes al lenguaje propuestas por la Sra. B. Bustamante. Por último, nos gustaría dar las gracias especialmente a la Dra. María Isabel Rodríguez, ex ministra de Salud de El Salvador, por su apoyo estratégico. Referencias [1]. [2].

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El apartado 7 es una versión traducida al español, la versión original está en inglés El documento original puede ser descargado del sitio web de la revista Occupational Diseases and Environmental Medicine (ODEM): http://www.scirp.org/journal/PaperInformation.aspx?paperID=48900#.VNuecPmG-VM

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