Manejo de emociones

CALMATE ANTES DE HABLAR.

-Aquí vamos otra vez. Siempre lo hacemos a tu manera. ¡Ya me canse de esto….y me canse de ti!
-¡No puedo creer que lo volviste a hacer! ¡Grrrr! ¡Realmente me vuelves loco!

-Me rindo. Nunca vas a cambiar. Tengo que hacer todo acá.
Detrás de todas esas bolas de fuego verbales hay un cónyuge frustrado y enojado. La mayoría de las veces, este tipo de explosiones son contraproducentes para resolver los conflictos conyugales. Enfrentar el enojo de manera oportuna no significa solamente "estallar" desahogando tus sentimientos sin criterio. Las palabras cortantes e impulsadas por el enojo solo producen más dolor. En cambio, tomate tiempo para "enfriar el motor" como solemos decir. Ocúpate del conflicto con discernimiento y paciencia.

Cuando reaccionamos enojados y sin pensar, nos impacientamos. Una reacción emocional surge del instinto; es automática y algunas veces involuntaria. Una respuesta es consciente, planeada y tiene un propósito. Lleva más tiempo elaborar una respuesta, pero es mucho más efectiva que una reacción brusca. Como una persona sabia dijo una vez, la diferencia entre una reacción y una respuesta son unos tres segundos aproximadamente.
Además, hacer una pausa para calmarte te ayudara a determinar si puedes haber contribuido tanto o más que tu cónyuge en la formación del conflicto. Toma tiempo para humillarte y poner en práctica el discernimiento. Examínate con cuidado para ver si has ofendido a tu cónyuge. Creo que esto es lo que quiso decir Jesús cuando dijo: "¡Hipócrita! Primero sácate la viga para que puedas ver bien cuando le estés sacando la paja de tu hermano" Mateo 7:5 

CONTROLA LA LENGUA

Con la mirada fija en su esposo., los ojos de Angie parecían ponerse vidriosos. Después de que Jason hiciera un discurso de veinte minutos, todo lo que Angie pudo decir fue: "No puedo oírte"
Yo sí puedo oírlo, pensé mientras presenciaba el intercambio. Y seguro que las personas en la sala de espera y en la oficina contigua también la oyeron. El enojo de Jason había hecho erupción sobre su esposa. En algún momento estas dos personas habían sido felices, optimistas y planeaban una maravillosa vida juntos. Ahora había dolor en sus miradas, desesperación en sus corazones y futilidad en su comunicación. La explosión de Jason hizo que yo interviniera de una manera bastante inusual.
-Quiero describir lo que acabo de ver- le dije a la pareja- bueno tal vez suena un poco ofensivo, Jason pero tu arrebato fue algo así como si vomitaras sobre tu esposa.
-Eso es realmente ofensivo doctor- dijo Jason enojado y con cierta aspereza.

-Lo sé- dije – Es exactamente lo que quiero decir. Tu forma de hablar fue igual de insultante que mi ejemplo.
-Por eso no podía oírte Jason- intervino Angie, con lágrimas rodando por sus mejillas. Cuando estas de esa manera, no te puedo escuchar por el dolor que me produce lo que dices. Te oigo gritar y veo el odio en tus ojos y me encierro en mi misma.
Angie y Jason eran la personificación de la pareja frustrada por su incapacidad de manejar los sentimientos que Dios les dio. En lugar de controlar su enojo, solo dejaban que volara por las nubes.
Angie continuo diciéndome que cada vez que Jason volaba de furia, recordaba la imagen de su padre enojado y se cerraba de la misma manera que cuando niña.
Como Jason, muchos tenemos el problema de no saber controlar nuestra lengua. Ese pequeño músculo que está dentro de tu boca es capaz de hacer mucho bien y mucho daño. Tienes el poder de sanar una relación desecha con tu cónyuge o de quemarla hasta los cimientos con lo que dices y con la forma en la que lo dices. Proverbios 18:21 dice: "Los habladores sufrirán la consecuencia. Hay quienes han muerto por decir lo que no debían". El apóstol Santiago escribió. "De igual manera, la lengua es un miembro diminuto, ¡Pero cuánto daño puede hacer! Basta una chispa para hacer arder un inmenso bosque" Santiago 3:5.
¿Cómo puedes controlar tu lengua? Te damos algunas sugerencias.
TOMATE TIEMPO PARA COMUNICARTE. A veces estamos tan enojados que la boca se apresura a hablar antes de que el cerebro se ponga en marcha. De manera consciente e intencional habla más despacio cuando estés enojado, para darte tiempo a pensar antes de hablar.

AUTORIZA A TU CONYUGE PARA QUE TE AYUDE A CONTROLAR TUS PALABRAS CUANDO ESTÁS ENOJADO. Cuando no estés en medio del enojo de un conflicto, pídele a tu cónyuge que te avise cuando tus palabras se están, saliendo de control. Pónganse de acuerdo para que algún tipo de señal (como por ejemplo que tu cónyuge se ponga el dedo sobre la boca) te recuerde que debes controlar la lengua.

DESPUES DE UN ENFRENTAMIENTO, PREGUNTALE A TU CONYUGE SI TUS PALABRAS LA OFENDIERON. Escucha y aprende, luego pon en práctica el aporte de tu cónyuge, que te será de ayuda para desarrollar técnicas más saludables a la hora de resolver conflictos. EJERCITATE EN USAR PALABRAS AMABLES. Proverbios 15:1 promete " La respuesta suave aparta el enojo, pero las palabras ásperas provocan disputas". La amabilidad y la paciencia en especial durante un conflicto, pueden suavizar la manera en que expresas el mensaje, de manera que tu cónyuge te escuche y responda positivamente. Un importante aspecto para disipar el enojo es como te hablas a ti mismo acerca de los conflictos y las heridas en tu relación. 

Libro: "Sana las heridas en tu matrimonio"

Segundo Principio básicos de comunicación 

Adáptate al estilo del género de tu cónyuge.

Después de once años de matrimonio, Eileen se sentía aislada y sola. Durante los primeros años, Bill la había cortejado bastante y Eileen había sido amorosa y atenta con las necesidades de su esposo. Pero durante los últimos años, su relación había perdido la mayor parte de la emoción. El matrimonio estaba e
n piloto automático y la pareja no hacía nada para mantener su relación. Ambos estaban ocupados en sus carreras y cubrían la mayor parte de su necesidad de compañerismo con amigos y compañeros de trabajo. Eileen estaba lista para cambiar a Bill por un modelo nuevo a causa de su constante falta de voluntad para escucharla y hablar con ella.

Al comenzar a desentrañar las causas de su conflicto en las sesiones de asesoramiento, se hizo evidente que tenían un problema fundamental: Eileen trataba a Bill como si él fuera una mujer y Bill esperaba que Eileen se relacionara con él como si fuera un hombre. Cada uno esperaba que el otro comunicara con el estilo correspondiente a su propio sexo; y como eso era imposible, estaban frustrados y cada vez se distanciaban más en su matrimonio.

Los hombres y las mujeres se comunican de manera diferente. Dios nos diseñó así. Las mujeres hablan más de 25.000 palabras por día. Mientras que el hombre promedio habla solamente 12.500. 
Lo que implicaba para Bill había usado cerca de 12.000 palabras de su asignación diaria con sus compañeros de trabajo y clientes en la oficina. Cuando llegaba a su casa, no le quedaba mucho para comunicarse. Pero Elieen que también usaba 12.000 palabras en su trabajo cada día, recién estaba entrando en calor a la hora que llegaba a la casa. A Bill ya se le habían agotado las palabras y trataba a Elieen como si ella tampoco quisiera hablar. Al mismo tiempo Eileen estaba lista para charlar toda la tarde.

El solo hecho de saber que hay una diferencia es de mucha ayuda. Esposa, date cuenta de que es probable que a tu esposo no le simpatice o tal vez no le interese tanto una comunicación prolongada y frecuente como a ti. Estar bien estar en casa y conducir juntos sin necesidad de estar hablando constantemente. Además esto permitirá que tu esposo concentre su comunicación en los momentos en los que necesitas hablar de ciertos conflictos en particular.

Esposo, comprende que tu esposa necesita hablar acerca de las cosas más que tú. Tal vez necesites guardar algo de "energía verbal" durante el día para usarla con tu esposa. Al hacer que sus necesidades de comunicación sean una prioridad, hasta puedes descubrir que tienes una mayor capacidad de diálogo de la que crees tener.

Hay excepciones a la regla, por supuesto. Algunos hombres son más hábiles y están más interesados en la conversación que sus esposas. Pero es notable cuan a menudo escuchamos a mujeres que quieren más comunicación y a hombres que quieren menos. El deseo de las mujeres es acercarse a sus esposos a través de la comunicación diaria. La clave es ser sensible al estilo de comunicación de tu cónyuge. Para una buena comunicación es ser sensible al estilo de comunicación de tu cónyuge 


CUANDO UN HOMBRE AMA A UNA MUJER"
ALBUM : PARA HIJOS, JOVENES, SOLTEROS Y PADRES 
Osea que tienes un novio formal y te preguntas si realmente te ama. Puedes averiguarlo comparando tu relación con la manera en que se describe el amor en la Biblia. En mi experiencia como consejera cristiana, si aplico los principios de 1 Corintios 13 descubro que cuando un hombre ama a una mujer…

Respeta su mente.
 Sus pensamientos y sentimientos son importantes para él. Da la bienvenida a una buena conversación con ella y desea saber cuáles son los sueños de su vida. Piensa que ella es una de las mujeres más inteligentes que conoce y busca sus opiniones. No se burla de sus ideas ni la insulta.

Respeta su cuerpo. Él no se comporta como si el cuerpo de ella fuera suyo. No la toca de maneras sexuales que están reservadas para los esposos. No le hace exigencias sexuales para hacerla sentir mal ni culpable. Más bien protege su pureza. No la golpea, nunca. Un hombre amoroso no empuja, ni pega, ni usa su fortaleza física para hacerle daño ni controlarla.

Respeta su alma. La ve como una persona separada y completa. La valora y la ve como alguien hermoso y significativo. Alimenta y cuida su corazón fomentando sus dones y talentos. Las necesidades y los sentimientos de ella son importantes para él. No le dan ataques de rabia ni la intimida con la mirada. No la manipula ni la hace sentir menos que una persona o sin valor.

Un hombre bueno y amoroso no es perfecto, por supuesto. Comete errores. Pero ¿está dispuesto a admitir sus errores, a pedir perdón con humildad y a esforzarse por cambiar?

Cuando un hombre dice que ama a una mujer, pero no lo demuestra en maneras tangibles, estamos antes una relación falsa y peligrosa. Si un hombre respeta tu mente, cuerpo y alma cuando son novios, hay buenas probabilidades de que lo siga haciendo si se casan. Lo contrario también es cierto. Si te trata mal mientras son novios, es muy probable que te trate de la misma forma si te casas con él.

El amor se ve en las cosas que hacemos, no sólo en las palabras que decimos (1 Corintios 13:4-7).
Gracias a todas las personas que les agrada nuestras publicaciones y a todos los que las comparten con sus amistades asi la Palabra de Dios llegara a mas personas


"…Sean dignos del cónyuge que escojan; respétenlo; infúndanle ánimo; amen a su compañero o compañera con todo su corazón. Ésta será la decisión más importante de sus vidas: el escoger a la
persona con quien se casarán.
"No existe nada que pueda substituir el casarse en el templo; es el único lugar bajo los cielos donde el matrimonio se solemniza por la eternidad. No se defrauden a sí mismos, ni defrauden a su compañero o compañera. No se conformen con menos. Cásense
con la persona apropiada en el lugar apropiado y en el tiempo apropiado.
"Seleccionen a un cónyuge que sea de la misma fe que ustedes; será mucho más factible que sean felices. Elijan a un compañero al que siempre puedan honrar, al que siempre puedan respetar, una persona que los complemente en su vida, alguien a quien le puedan entregar todo el corazón, todo su amor, toda su devoción, toda su lealtad…
"…No puedo desearles más que lo que yo he disfrutado en el compañerismo que he tenido con mi bella esposa.
"Un buen matrimonio requiere tiempo; requiere esfuerzo. Tienen que dedicarle esfuerzo; tienen que cultivarlo; tienen que perdonar y olvidar; tienen que ser absolutamente leales el uno al otro. La
mayoría de ustedes se casará y tendrá hijos. Ellos se convertirán en la fuente más grande de orgullo y felicidad para ustedes.
"Todo esto puede realizarse si toman esta importante decisión, una que sea guiada tanto por la oración como por el instinto, de elegir a un amado cónyuge que les pertenezca en las buenas y en las
malas, para siempre y por la eternidad" 
-Pdte. Gordon B. Hinckley.