Málaga y su provincia en el relato manuscrito de Hieremias Gundlach

June 22, 2017 | Autor: C. Gozalbes Cravioto | Categoría: Relato De Viajes, Epigrafía romana, Siglo XVII, Historia de Málaga
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Descripción

REVISTA DE INGENIERÍA Y HUMANIDADES

P E N D V L O

COLEGIO OFICIAL DE INGENIEROS TÉCNICOS INDUSTRIALES DE MÁLAGA

Carlos V. Pantoja de la Cruz. España. Museo del Prado. Madrid

Málaga y su provincia en el relato manuscrito de

Hieremias Gundlach

Carlos Gozalbes Cravioto

Felipe II. Tiziano (1551). España. Museo del Prado. Madrid

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uran el siglo XVI urante el desarrollo de del imperio español y la impo importancia política que España tuvo en d de ese imperio, ese momento como sede hizo que la Península Ibérica fuese un destino frecuente de embajadas diplomáticas en las que habitualmente iba un relator en el séquito que especificaba la geografía recorrida y todos los elementos que llamaban la atención, tales como los monumentos, las costumbres, la geografía, etc. Estos relatores solían ser anticuarios, humanistas, con una enorme cultura y un gran dominio de la bibliografía de la época. El espíritu renacentista que les impregnaba les hacia que muchas veces incidieran excesivamente en copiar y trascribir las inscripciones romanas y en explicar la historia de la civilización romana en la Península. Como nos indica Esther Sánchez: “El estado moderno europeo que intentaba rescribir su historia y dotarse de una legitimidad solo posible a través de su entronque con el mundo antiguo”1, era el supuesto renacer de la legitimidad frente a la barbarie. Ideológicamente los nuevos hispanos eran descendientes directos de los primitivos romanos. Era un proceso de ennoblecer y buscar orígenes que se suponían honrosos que está en el fondo de todos los nacionalismos aunque en casi todos los casos, el proceso histórico que se supone está equivocado o falseado.

1.

SANCHEZ MEDINA, Esther. “El maestro Alvar Gómez de Castro y la epigrafía latina. Humanismo y pervivencia del Mundo Clásico III.1. 2002 pp.438

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2. NAVAGIERO, Andrés. Viaggio fatto in Spagna ed in Francia. Venecia 1563. 3 . Manuscrito de la Biblioteca Vaticana. Reg. Lat. 949. Cf. SALAMANQUÉS PÉREZ- M.VALLEJO GIRVÉS. “Bourdelot: un viaje diplomático-anticuarista por la Península Ibérica a finales del siglo XVI”. Actas V Congreso Internacional de Caminería Hispánica. Camineria histórica y turística. T.II. Madrid 2002 pp. 955-966. 4. Se han hecho varios estudios locales de este viaje. Respecto a la provincia de Málaga, véase: GOZALBES CRAVIOTO, Carlos. “La cartografía de Andalucia en la inédita obra de Diego de Cuelbis (1599-1600)”. Isla de Arriarán XV Málaga 2000 pp. 11-21; GOZALBES CRAVIOTO, C y GOZALBES BUSTO, Guillermo “Málaga y su provincia en el viaje de Diego de Cuelbis (1599)”. Revista del Centro Histórico de Granada y su Reino.X-XI Granada 1996-97 pp.157-176; “Antequera y su comarca según un viajero alemán del siglo XVI (1599)”. Revista de Estudios Antequeranos. VII-VIII Antequera 1996 pp.199-213. 5. Viajeros extranjeros por España y Portugal en los siglos XV, XVI y XVII. Trad. Felix Rozanski. Madrid 1880.

Estas embajadas convirtieron a España en un “país de moda” ante el humanismo europeo, a lo que contribuyeron enormemente las numerosas ediciones y posteriores copias de las vistas de ciudades de Hoefnagel, publicadas en las diversas ediciones de Civitatis Orbis Terrarum de Georgius Braun.

Se hicieron algunas obras fundamentales basadas en estos viajes diplomáticos y en otros motivados por otras causas como las de los italianos Andrea Navagiero (en España hacia 1524)2, Bartolomeo Bourdelot3 (que viajó en España en 1581), el del seminarista (después religioso) alemán Jacob Cuelbis4 ( viajó en España en 1599-1600), el holandés Henri Cock (1585-1592) o el polaco Jacob Sobieski5 (1611). Esto por citar solo los viajes realizados en torno a principios del siglo XVII puesto que se multiplicaron posteriormente los viajes y sus relatos durante el barroco, la ilustración y sobre todo en el romanticismo. En todos estos autores el interés por el estudio de las inscripciones romanas es casi una obsesión, aunque las motivaciones difieran ligeramente en cada época así como la forma de estudiar las inscripciones, produciéndose una constante evolución. Es evidente que hasta la Ilustración el interés por la búsqueda de los orígenes de la nación hispana hace que no exista un espíritu crítico, admitiéndose las invenciones de los falsos epigráficos y de los que se equivocan al hacer las transcripciones o al indicar los lugares de procedencia.

Manuscrito de Hieremias Gundlach. Biblioteca Nacional de Austria

6. Queremos agradecer aquí a nuestro querido amigo Manuel Olmedo Checa el habernos facilitado la copia digital del manuscrito y al padre Laureano Manrique, que nos facilitó la traducción al castellano. 7.

GUNDLACH, Hieremias. Nova Hispaniae Regnorum Descriptio. Osterricheschen Nationalbibliohek. Cod. 6481. SALAMANQUÉS PÉREZ, V. “Alcalá de Henares en un manuscrito de la Biblioteca Nacional de Austria (15981599)”. Actas del VII Encuentro de historiadores del Valle de Henares. Guadalajara 2001 pp. 219-231.

8. H.Gimeno Pascual. “Corpus Inscriptionum Latinarum. Anticuarios y epigrafistas. Hieremias Gundlach” En la web: htpp://www2.nan.es/ imagines_cnn/Anticuarios/ Textos/ngundlach.n 9. RIHUERGA, Juán. Crónica de Antigüedades de España . Manuscrito de la Biblioteca Nacional 1529.

En la Biblioteca Nacional de Austria se conserva un manuscrito de un médico alemán, Hieremias Gundlach, que viajó también por la Península entre 1598 y 1599, que bajo el título de Nova Hispaniae Regnorum Descriptio, recoge datos históricos, geográficos y epigráficos de la Península. El manuscrito está escrito en latín6 y se conserva inédito habiéndose estudiado tan solo (que sepamos) el texto correspondiente a Alcalá de Henares7. Los datos los recoge supuestamente de su viaje, aunque como luego indicaremos, los numerosos errores y confusiones, al mismo tiempo que la ausencia de anécdotas, nos hace pensar que es posible que utilizara exclusivamente la bibliografía para el desarrollo de su obra y que no realizara el supuesto viaje. Al menos resulta evidente que Gundlach no estuvo en Andalucía. Gundlach nació en Nürmberg y ya de joven había logrado una sólida formación humanista. En palabras de Gimeno8:”su profesión, la erudición que emana de su obra, los medios bibliográficos de que dispuso y los viajes que realizó, apuntan a que Gundlach tenía una sólida formación, notables recursos económicos y disfrutaba de una posición acomodada”. El manus-

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crito viene reflejado en muchos repertorios y catálogos de manuscritos. Los eruditos humanistas del siglo XVI no mostraron ningún interés por la observación directa de los epígrafes que reflejan en sus obras, a pesar de que en ocasiones pasaron por las localidades en donde se hallaban. No existe en ellos la mínima crítica de los textos sino que se limitan a copiar exactamente las transcripciones de otros autores anteriores. Con ello no aportan nada a la investigación, aunque sí contribuyen a su difusión en los casos en los que se publican sus obras. Juan de Rihuerga9 es el primero que en 1529 intenta ver y observar las inscripciones en sus viajes. Gundlach no estudia las inscripciones de primera mano, pero en muchos casos indica el autor del que copia la transcripción del epígrafe. En este aspecto Gundlach es más “científico” que la mayoría de sus contemporáneos utilizando autores como Florian Docampo, Ambrosio de Morales, Johanes Gruterus, Carlos Clusio, Francisco Tarrafa, Jacobo Strada, Gómez de Castro y Andrés Schottus, que en muchos casos incluyen inscripciones falsas o inventadas. Como nos indica H.Gimeno: “Una intención clara de muchos falsos es confirmar topónimos o nombres de pueblos citados en las fuentes y en el Itinerario de Antonino”10.

10. GIMENO PASCUAL, Helena. Historia de la investigación epigráfica en España en los siglo XVI y XVII. Zaragoza 1997 p.28.

Su obra comienza con un capítulo dedicado a la historia y geografía de España, reproduciendo las conocidísimas imágenes renacentistas que intentan reflejar los mapas de Ptolomeo y Estrabón junto con los más evolu-

cionados (y casi contemporáneos de Gundlach): los mapas de Abraham Ortelio del que copia también parte del texto. Siguen tres capítulos en los que se trata de la España romana con su división por provincias: el segundo dedicado a la Bética, el tercero a la Tarraconense y el cuarto a la Lusitania. Incluye vistas de poblaciones copiadas de los dibujos de Hoefnagel, editados por Braun en Civitatis Orbis Terrarum (Colonia 1572). El quinto describe, finalmente, las costumbres y las gentes. Termina con un índice de los pueblos y ciudades citadas. La parte de Andalucia viene incluida en el segundo capítulo dedicado a la Bética. Lo comienza (fol.261) indicándonos: El nombre de esta provincia en sentido estricto, no lo aplicamos solo a la provincia de Andalucía, sino tambien a lo que está mirando hacia Cádiz y a la isla misma. Así pués el estudio de esta región constará de dos partes: la primer de las cuales expone lo relativo a la provincia misma de Andalucía y la segunda a la isla de Cádiz.

Aunque algunos indican que el Reino de Granada se formó en el 1013 d.C. tras la descomposición del califato y la creación del reino zirí de Granada, su orígen mas admitido es la formación del reino nazarí de Granada a finales del siglo XIII. Tras la conquista castellana el reino queda integrado dentro de los reinos de hegemonía castellana perdurando hasta la reorganización de 1883 en la que desaparece el Reino de

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Granada para integrarse en Andalucia. Gundlach incluye el Reino de Granada dentro de Andalucía cuando en estos momentos se trata, evidentemente, de dos demarcaciones distintas y además se equivoca al separar a Cádiz de la geografía andaluza. En el folio 292 habla de Hardales (Ardales), señalándolo como perteneciente al Campo Hispalense: A Hardales o Ardales en el campo hispalense más próspero de toda Hispania. Los árabes llaman Agarasto. Y por la ruta bética por la que se va de Jerez a Málaga, tienen los hispanos Burgada, plaza fuerte o mejor dicho albergue sin

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defensa y amplio. Tiene una fortaleza en una elevada roca construido en el pasado por los moros… Tiene un aguaducto que le beneficia desde los montes vecinos… Los recursos y razón de los víveres de ciudadanos se basa sobre todo en la agricultura y cuidados de animales…Hay abundancia sobre todo de frutos y de trigo, que guardan en grutas subterráneas o pozos y cuidadosamente conservan Aquí hay una casa una inscripción…

11. Véase el buen trabajo sobre este acueducto realizado por ORTIZ LOZANO, Francisco. Historia medieval de la tierra de Málaga. Musulmanes y cristianos en el Valle de Ardales. Ardales 2012 pp.300-310.

Sobre Ardales da algunos datos ciertos como la existencia del castillo roquero y del acueducto, ambos señalados en el grabado de Braun del Civitatis Orbis Terrarum y que copia casi exactamente Gundlach. Incluye aquí de una forma desordenada el pueblo de El Burgo del que nos da datos totalmente contradictorios (plaza fuerte y sin defensa). La inscripción que reproduce (LIBERALIS ET CURENA/MARS IVLLIANA V: FECER…) corresponde con una inscripción de la provincia de Noricum (Slovenia), estudiada por Hubner (C.I.L.III. 5254). Esto es un dato que nos indica la poca fiabilidad en la copia de las numerosas inscripciones que aporta Gundlach en su manuscrito. Llama la atención la cita del acueducto que llevaba hasta Ardales y que reproduce Hoefnagel y lo copia el propio Gundlach en su di-

bujo y puede seguirse en la actualidad. El nacimiento de agua se encuentra cerca de dos kilómetros de la población y aunque el acueducto está en desuso, el manantial sigue aportando agua a la villa11. Después de Ardales, Gundlach nos habla de Lora (fol.293), que podría pensarse de Álora pero se refiere a Lora del Río en Sevilla. La descripción del Reino de Granada comienza en el folio 197. La confusión geográfica de Gundlach resulta evidente cuando nos indica los límites del Reino de Granada: Por el oriente, el reino de Murcia, con el mar Ibérico por el mediodia, por el ocaso con Andalucía y por el Norte con Extremadura o Beturia con parte de Castilla.

Después de algunas disquisiciones históricas sobre el reino granadino comienza con la descripción de Granada y la Alhambra (fol.218), siendo Archidona la siguiente villa malagueña que describe (fol. 228) de la siguiente manera: Archidona en la provincia Bética del reino de Granada, lleva a Granada por un camino opuesto al de Sevilla, resplandece en un lugar

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llano y hermoso, junto al pie de uhn esbelto monte, se dedica seriamente al cuidado del campo y del ganado, al abundar en él los pastos y huertos. Asimismo un monte soporta en su cumbre una fortaleza ruinosa por la antigüedad, en la que los moros tuvieron presidios para mayor calamidad de los cristianos de su bárbara tirania…

Dentro del epígrafe de Archidona nos habla de la Peña de los Enamorados: Por el mismo camino que va de Sevilla a Granada hay una roca muy elevada que se levanta desde el llano del campo, que de tiempo inmemorial, pervive como ejemplo de amor, alcanzando fama y nombre, de modo que se llama entre los hispanos “la peña de los enamorados o la peña de los Amantes”.

Continúa contando la conocidísima leyenda, indicando que existían cruces en la cumbre de la roca y en los caminos en memoria del suceso de los amantes12. Analbor. Panoramio. Escapadarural.net

12. Sobre la leyenda véase: “La leyenda de la Peña de los Enamorados en textos literarios no dramáticos del siglo XIX”. Revista de Estudios Antequeranos. 11. Antequera 1996 pp.215-250.; ACEDO TAPIA, Eugenia Maria. “Historia y leyenda en la Antequera de Pedro Espinosa: sobre la leyenda de la Peña de los Enamorados”. Cervantes y su tiempo. Vol. II. pp. 271-280 con abundante bibliografía.

El Tajo de Ronda. Wikipedia.org.

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Respecto a Ronda, en el folio 232 inicia su descripción: Ronda, ciudad de Granada en la Bética, fue llamada por Tolomeo Arunda como opina Carlos Clusio, quien sin embargo, escribe tener antiguas inscripciones de este lugar, como después veremos. S.Aretino dice que es la Munda de César y Plinio, ahora dice se llama Mundecoram (fol. 223)…. .Sea lo que sea es un hermoso fuerte situdo en un lugar muy agradable, desde el que se abren muy lejanas perspectivas y ponen ante los ojos templos construidos según el antiguo estilo, torres y puertas, además de otras antigüedades.

Incluye dentro del epígrafe de Ronda dos de las inscripciones falsas atribuidas a la Munda pompeyana, dando por auténtica la de Iulius Nemesius (C.I.L. II.160): asimismo hay otras que algunos piensan son espúreas, respecto a la de Titus Batilius (C.I.L.II 161). Las dos inscripciones se dan por verdaderas incluso por Medina Conde (II, 92 y 93) a finales del siglo XVIII, y es el trabajo de E. Hübner el que determinó definitivamente su falsedad.

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Pasa a describir Estepona, con la que se demuestra la profunda confusión, tanto geográfica como conceptual: La ciudad de Estepona fue la Estepona de Granada de la provincia del Reino de la Bética, la Astapa de Plinio, según se piensa. De aquí en el segundo hito, según refieren los escritores, se encuentra la aldea de Alameda, en donde se ha encontrado esta inscripción…

La similitud del nombre de Estepona con la antigua Astapa lleva a Gundlach a identificar estas dos ciudades y, al mismo tiempo, con los hallazgos epigráficos que relacionan Ostipo-Astapa con la zona de Alameda (al Norte de Antequera, en el limite de la provincia malagueña) y Estepa, a pesar de su alejamiento geográfico. La inscripción, que con muchos errores de transcripción atribuye a Estepona, es la de Memmius Optati que en realidad fue encontrada en Estepa (Sevilla) (C.I.L.II 1459). La descripción de Marbella la inicia en el folio 240: Marbella a la que asi llama Floriano, es una fortaleza de la provincia Bética del Reino de Granada. Tolomeo la llama la ciudad de los Bastulos y llamada Barberola o Barbesola, Barbesul Molae, Barbesola está en el mismo cauce del nombre del río, según Ptolomeo y Plinio. En una moneda del emperador Galba se lee Barbesula…Su campo es muy fértil y feraz por igual en cereales y frutos.

La identificación de Marbella con Barbesola es errónea, aunque ambas eran ciudades costeras y en ello copia la identificación de Florián Docampo. El municipio latino de Barbesola se encontraba junto a la desembocadura del Guadiaro en la actual provincia de Cádiz pero muy cerca de los límites con la provincia malagueña.

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Después de Marbella nos habla de Huesca, confundiéndose con Oscua, municipio romano que se situaba en las cercanías de la actual Villanueva de la Concepción (Cerro León), al Sur de Antequera: Huesca en lengua vulgar Osca. Según Ortelio es una ciudad de la provincia Bética situada en el Reino de Granada, en los confines de Castilla la Nueva y el Reino de Murcia. Esta ciudad, aunque no es ciertamente grande ni amplia, es rica en montes y por lo fecundísima abundancia de pastos, de donde procede la riqueza de sus moradores. Biblioteca Nacional de Austria

Oscua desaparece tras haber constituido un municipio en época romana. No pervive en época medieval —al menos como núcleo importante— y resulta evidente que en el siglo XVII solo era un montón de ruinas. Hoy el solar que ocupó (Cerro León, ayuntamiento de Villanueva de la Concepción) está muy afectado por las distintas fincas y por las labores del campo. De Antequera, nos dice (fol.246): Antequera, ciudad del reino de Granada en la Hispania Bética, en otro tiempo fue sede de los moros llamada Singilia por Plinio. Singilia tiene inscripciones en mármol, como testimonia Carlos Clusio. Donde hoy está Antequera, sus habitantes se llamaron en el pasado Flavios, como escribe Morales. Además por su situación goza de sol muy agradable, lo que sacaba a luz, fecundaba en las canteras de piedra y sobre todo, famosa por su cerámica. Aquí lo primero digno de verse es “el Alcazaba” o “antiquisimo castro de los moros”, asi como el palacio real nuevamente edificado, en el que hay abundancia de todo por la majestad real…Fuera de la ciudad hay canteras de piedra llamada vulgarmente Las Yeserías… Biblioteca Nacional de Austria

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A continuación señala 11 inscripciones de Antequera, casi todas ellas copiadas de Grutero. La importancia de la producción cerámica de Antequera queda reflejada en el propio grabado de Hoefnagel. No llegó a existir un palacio real en Antequera. La cita de Gundlach debe tratar del palacio de los Marqueses de la Peña de los Enamorados, construido hacia finales del siglo XVI y que hoy pervive muy modificado convertido y transformado en un centro educativo. El texto de Vélez-Málaga, señala (fol.250): Velez-Málaga es una fortaleza de la Bética en el reino de Granadas cerca de Malaga que está junto al mar y situada apenas a una milla del mar Mediterráneo. En la montaña se puede ver una ciudadela edificada por africanos y bárbaros, donde hay abundancia de todo, sobre todo de frutos. En diversos lugares cultiva uvas que llaman “pasa de lexia”(uva recogida madura y escaldda con lejia) y “passa de sol”. Su riqueza consiste sobre todo en vino y seda…(fol.251). En los montes de alrededor hay muchisimas aldeas que son habitadas por moros bautizados (moriscos). Hay un puerto de mar muy seguro, construido de piedra, junto al que aparecen construidos de piedra muchos edificios acomodados para exigir los impuestos: se llama en lengua vulgar “La Torre de Vélez” (se trata de la

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Otras 6 inscripciones las coloca en un lugar impreciso entre Vélez y Málaga: cerca de la ciudad marítima de Málaga, se leen estas inscripciones (fol.253)… La siguiente población es Málaga de la que dice: Aduana). Aquí todas las naves que fondean alrededor están obligadas a descargar sus bienes y a pagar tributos al rey, antes de navegar a otro lugar.

En Vélez señala 8 inscripciones (fol.251 y 252)

Malace y Malaca según Ptolomeo; Malacha según Plinio y …Málaga según Clusio, plaza fuerte marítima en la Bética del Reino de Granada, asi llamada por los fenicios. Francisco Tarrafa presenta otro significado, los cuales

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en el año 840 a.C saliendo desde Asia a través del mar llamado Rojo, hasta la región de las Españas, todavía bárbaras, después de constantes y largas travesías la habitaron, se dice que construyeron la mayor parte de las ciudades. No tiene aún obispado. Esta ciudad es muy rica en vituallas que toda clase de naves aprovisionan abundantemente de todo en ella. Florece aquí un mercado de variadas clases de obra y se fabrican en ella costosísimas vasijas de barro. Se debe tener en cuenta que el arsenal real resplandece con la mayor suntuosidad sobre todas las ciudades marítimas de Hispania y de Africa13.

13. Sobre el arsenal o atarazanas malagueñas, véanse en las páginas de esta misma revista, el artículo: BARRIONUEVO SERRANO, Mª del R. y MAIRAL JIMENEZ, M. “Las Atarazanas malagueñas”. Péndulo XXII Málaga 1997. pp.90-105.

Incluye 12 inscripciones de Málaga. Historic-cities.huji.ac.il.braun.hogenberg

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Termina el capitulo dedicado a Andalucía y el Reino de Granada con la villa de Cártama (fol.257): Cártama, ciudad del reino de Granada en la Bética, distante dos millas de Malaga, que se extiende hasta el mar Mediterráneo, situada al pie de un grandioso monte, con un castillo en tierra firme, se dedica a la agricultura y al pastoreo de animales. En lugares cercanos tienen muchos bosques de bellotas y agallas, que usan para hacer tinta y curtir las pieles y se usa asimismo en medicina. Aquí es frecuente la caza de pájaros por el hermoso primor del lugar. Pues aquí comienzan a abrirse los campos cultivados y fecundos de Málaga, que se extienden en continuada fertilidad hacia el mar Mediterráneo y produce variedad de frutas y clases de plantas que se exportan a pueblos extranjeros. Y entre otras plantas, la planta que los italianos llaman “Stomacho” los hispanos “Sumagro”(planta de las anacardiáceas cuya trituración produce un polvo usado en medicina y como colorante), los belgas “Somach” y tambien “Smack”, aunque entre los latinos Plinio descarta este nombre. El uso de sus hojas sirve para curtir las pieles de machos cabríos y cabras y llaman “cordobotes”. Y a los que desagrada tener el pelo blanco, usan para poner negro el cabello un conocimiento de sus hojas. También hay aquí gran abundancia de “alcaparras” por todas partes y recogidas por gente sencilla, se comercian en Málaga estas mercancías y de allí, por mar, se exportan a Bélgica y a aquellas provincias. Finalmente, hay aquí un monte hacia el norte, con el que con-

fina Cártama, selvático del todo, aunque por otra ladera está llena de viñas, de cuya uva, en grata abundancia, proceden las uvas pasas de exquisito sabor. Entre los viñedos se pueden ver almendras y bastantes alimentos para los cerdos y en barcas exportan a otras provincias.

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Los viñedos y almendras nos señalan que este monte con el que confina Cártama hacia el Norte no puede ser la Serranía de Ronda sino las serranías que enmarcan el Valle del Guadalhorce. A pesar de la extensa dedicación a esta villa, incluye únicamente una sola inscripción que se corresponde con la de la sacerdotisa Junia Rústica. La ubicación geográfica de las inscripciones está equivocada en muchos casos, lo cual se debe esencialmente a que no conocía bien la geografía andaluza y cualquier indicación ambigua en sus fuentes documentales era suficiente para producir confusión. Tal es el caso de la confusión de Estepa con Estepona, o de

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Osqua (en Villanueva de la Concepción) con Huesca a pesar de que la incluye en el Reino de Granada. En otros casos no podemos comprender cómo indica inscripciones romanas de Cuenca, de Extremadura, de Valencia o de Lérida como pertenecientes a la provincia malagueña sin que exista una razón aparente para esta confusión. Gundlach no hace una mínima crítica y, sobre todo, se equivoca en las que realiza la copia de Strada, copiando también las falsas que incluye A. de Morales. Dado que también las transcripciones de las inscripciones tampoco son demasiado exactas, resulta que no todas las hemos podido identificar todas, a pesar de que hemos consultado el “Corpus Inscriptionum Latinarum” (C.I.L.) de Hübner14 y la enorme base de datos on line de “Hispania Epigraphica”. Los datos sobre las producciones económicas suelen ser genéricos, resaltando siempre la “fertilidad de los campos” tanto en cosechas como en ganados. Solo en el caso de Vélez o en el de Cártama señala datos interesantes sobre producciones específicas. En resumen, el texto de Gundlach no aporta nada nuevo ni a los estudios epigráfícos ni al estudio económico-social, pero es una muestra más del interés que existió hacia nuestro país en los humanistas del siglo XVI y XVII. 14. HÜBNER, E. Corpus Inscriptionum Latinarum. II. Berlin 1871 y Supp. 1901.

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