\"Maestra de historiadores del arte\", Pulchrum. Scripta in honorem Mª Concepción García Gainza, Pamplona, Gobierno de Navarra, Departamento de Cultura y Turismo. Institución Príncipe de Viana, 2011, págs. 17-20

June 29, 2017 | Autor: R. Fernández Gracia | Categoría: Historia del Arte
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Descripción

PVLCHRVM

Scripta varia in honorem Mª Concepción García GainzA

Ricardo Fernández Gracia. Coordinador

PVLCHRVM Scripta varia in honorem Mª Concepción García GainzA

Título

Pvlchrvm Scripta varia in honorem Mª Concepción García Gainza Coordinador

Ricardo Fernández Gracia ayudante de coordinación

José Luis Requena Bravo de Laguna editan

Gobierno de Navarra Departamento de Cultura y Turismo Institución Príncipe de Viana Universidad de Navarra Facultad de Filosofía y Letras © Autores © Gobierno de Navarra © Universidad de Navarra diseño y maquetación. Elena Moreno Jordana impresión. Gráficas Lizarra S. L. ISBN . 978-84-235-3274-2 D. L. NA-1.760-2011 PROMOCIONA Y DISTRIBUYE

Fondo de Publicaciones del Gobierno de Navarra C/ Navas de Tolosa, 21 31002 Pamplona Teléfono: 848 427 121 Fax: 848 427 123 [email protected] www.navarra.es/publicaciones

PVLCHRVM Scripta varia in honorem Mª Concepción García GainzA Coordinador

Ricardo Fernández Gracia

Índice

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Presentaciones



Concepción García Gainza y su aportación al conocimiento y divulgación del Arte en Navarra,

por Miguel Sanz Sesma

Profesora universitaria, por Jaume Aurell Cardona



Maestra de historiadores del Arte, por Ricardo Fernández Gracia

21 Curriculum Vitae 33 Artículos

A 34

Aguiló Alonso, María Paz. El comercio de obje-

43

Aizpún Bobadilla, Javier. El retablo mayor ro-

tos de lujo entre los Países Bajos y España en el siglo XVII: los escritorios con pinturas de Amberes.

manista y el sagrario. El «oriente» del espacio de culto cristiano.

51

Alonso Abad, María Pilar. La vidriera contem-

60

Álvarez Martínez, Mª Soledad. Nuevo arte público: ampliación y revalorización del patrimoÁlvaro Zamora, María Isabel e Ibáñez Fernández, Javier. Arte para los jesuitas: el atril

Namban conservado en la iglesia de Santa María de los Corporales de Daroca (Zaragoza).

78

Azanza López, Javier. Catalogación y recupera-

ción del Patrimonio artístico en Navarra: un Apostolado atribuido a Francisco Palacios, discípulo de Velázquez.

B 142

Bartolomé García, Fernando R. y Zorrozua Santisteban, Julen. Antonio de Alloytiz y los re-

tablos mayores de la Antigua de Orduña (Vizcaya) y Santa María de Azkoitia (Guipúzcoa). Una traza del Hermano Bautista.

poránea en Burgos a partir del último tercio del siglo XX.

nio urbano.

69

130

150

Bermejo Lorenzo, María del Carmen. La obra fu-

159

Blasco Esquivias, Beatriz. Nuevo Baztán: el le-

170

Bonet Correa, Antonio. Un manuscrito inédito

Andrés Ordax, Salvador Manuel. Patrimonio

e Historia del Arte en Extremadura.

neraria del arquitecto Manuel del Busto en Asturias. gado imposible de Juan de Goyeneche.

filipino del siglo XVIII sobre advertencias y reglas de Arquitectura.

C

84

Andueza Unanua, Pilar. Virreyes, títulos nobi-

96

Aramburu-Zabala, Miguel Ángel. La imagen

177

Camacho Martínez, Rosario. Un legado patrimonial en continua recuperación: pinturas murales de Málaga.

Arbeteta Mira, Letizia. Objetos que cuentan

184

Casaceca Casaseca, Antonio. La escultura salmantina de finales del siglo xvi y el retablo de la iglesia de Santa María de los Caballeros.

113

Arce Oliva, Ernesto. El retablo mayor de la igle-

196

Castiella Rodríguez, Amparo. Elementos de

119

Arrué Ugarte, Begoña. La actividad de Fran-

203

Castillo Oreja, Miguel Ángel. Acerca de Juan Rodríguez de Perales, platero de oro en el Madrid de Felipe IV: apuntes sociológicos.

212

Chocarro Bujanda, Carlos. Antonio Solá, Sal-

105

8

liarios y casas solares en las tierras baztanesas del Bidasoa.

del noble en la escultura de Cantabria durante la Edad Moderna. historias: el jarro de Narciso, joya de la colección de Jeanne D’Albret. sia parroquial de Luco de Jiloca (Teruel), obra de los talleres romanistas de Calatayud y Daroca.

cisco Merino entre 1576 y 1578 y el legado de platería de fray Bernardo de Fresneda al convento de San Francisco en Santo Domingo de la Calzada.

adorno en la protohistoria navarra.

vatore Betti y el «saber ver la escultura».

221

Criado Mainar, Jesús. El Calvario de la capilla de Domingo Moros en la Colegiata de Daroca (Zaragoza), obra de Pedro Martínez el Viejo. 1605.

D

348

García Iglesias, José Manuel. La Virgen de

357

Gila Medina, Lázaro. El Apostolado, el Salvador y la Virgen de la parroquia-basílica de Nuestra Señora de las Angustias de Granada, obra de Duque Cornejo, a la luz de la documentación.

366

González de Zárate, Jesús María. Una breve nota sobre algunos relieves en el monasterio de la Piedad de Casalarreina.

Prima de la catedral de Santiago de Compostela.

230

Dabrio González, María Teresa. El platero

238

De la Peña Velasco, Concepción. El lugar elo-

373

248

Díaz Francés, Maite. Trajes y costumbres de España. Études d’après nature. Las fotografías de la casa Laurent en el Fondo Fotográfico Fundación Universidad de Navarra.

Gorricho Moreno, Julio. La creación de la archidiócesis de Pamplona (1956) y sus repercusiones artísticas.

382

Guijarro Salvador, Pablo. Plano y vista de Tu-

256

Díaz Moreno, Félix. El escultor Juan Muñoz: testamento, inventario y nuevas obras.

393

Gutiérrez Pastor, Ismael. Un pleito sobre las tra-

264

Díaz Quirós, Gerardo. Interiores burgueses en Oviedo: mobiliario y objetos artísticos.

274

Domeño Martínez de Morentin, Asunción.

cordobés Jerónimo de la Cruz.

cuente en la escultura barroca.

La presencia de la fotografía en la prensa navarra en la época de la implantación de los estudios fotográficos estables en Pamplona (1875-1910).

E 283

Echeverría Goñi, Pedro Luis. Las policromías del complejo siglo xvi en el País Vasco, Navarra y La Rioja.

293

Elizalde Marquina, Esther. La defensa patri-

monial del recinto amurallado de Pamplona: la Comisión de Murallas (1949-1958).

F 300

403

Heredia Moreno, María del Carmen. Artes

413

Hidalgo Sánchez, Santiaga. Aportación a la lectura iconográfica del mural del refectorio de Pamplona: la Compassio Mariae en la crucifixión y la subida al Calvario.

318

Fortún Pérez de Ciriza, Luis Javier. Algunas consideraciones sobre el monasterio de San Salvador de Leire.

tro del Tímpano del Amparo de la catedral de Pamplona. Nuevas obras.

decorativas en Navarra: la platería.

I 421

Iglesias Rouco, Lena S. De la creatividad barroca al funcionalismo neoclásico. En torno a la platería de Burgos durante el siglo xviii.

430

Itúrbide Díaz, Javier. El arte tipográfico en el

ras napolitanas en Navarra.

Fernández-Ladreda Aguadé, Clara. El maes-

zas inéditas de Pedro de Margotedo para las bóvedas de las Bernardas de Santo Domingo de la Calzada.

H

Fernández Gracia, Ricardo. Algunas escultu-

311

dela, por el ingeniero Alejandro de Retz: el estado del castillo y las murallas en 1800.

Reino de Navarra en el siglo xvi. Del libro áureo al artesano.

J 439

Jover Hernando, Mercedes. La dimensión gráfica de la catalogación del Patrimonio Cultural navarro.

L

G 328

Galera Mendoza, Esther. Luis Machuca, arqui-

448

Labeaga Mendiola, Juan Cruz. La obra del es-

341

García de la Torre, Fuensanta. Inventarios de una colección. Los dibujos del Museo de Bellas Artes de Córdoba.

456

Latorre Izquierdo, Jorge. Originalidad y tradi-

tecto e ingeniero militar.

cultor Diego Jiménez I en las parroquias de Viana y sus anejas de Bargota y de Aras. ción en la obra de Juan José Aquerreta.

9

464

Leahy Brajnovic, Kristian. La pintura en la

472

López Hervás, Mª Victoria y Rodríguez Peinado, Laura. Tapices de las series de la Escuela

N

primera década del siglo XXI. Diez pintores.

de Equitación y de la Historia de Escipión en el Ayuntamiento de Madrid.

481

López-Yarto, Amelia. El Catálogo Monumental

490

Lopezosa Aparicio, Concepción. El reloj de

611

Nieto Alcaide, Víctor. Tintoretto y los inicios

de la Maniera (La cena del Museo de las Real Academia de Bellas Artes de San Fernando).

P

de España y sus ilustraciones fotográficas.

música de San Fermín de los Navarros en el Paseo del Prado.

616

496

Lozano Bartolozzi, María del Mar. El imaginario navarro en la obra artística de Rafael Bartolozzi.

Paredes Giraldo, María del Camino. Antonio González Ruiz. Discurso y mensaje: la estética de la contención.

624

506

Lozano López, Juan Carlos. Dieciséis nuevas obras del pintor Vicente Berdusán.

Payo Hernanz, René Jesús. Bernal Sánchez y la escultura burgalesa de los años centrales del siglo xvi. Entre la tradicion siloesco-vigarniana y el influjo berruguetesco.

634

Pleguezuelo Hernández, Alfonso. Los inciertos comienzos de una obra de Luisa Roldán. Jesús Nazareno de Sisante.

643

Polo Sánchez, Julio Juan. Clasicismo y Con-

653

Portela Sandoval, Francisco José. Varias notas so-

M 510

519 523 532

Martín Ansón, María Luisa. A propósito de

unos esmaltes reutilizados ¿procedentes de la o las tumbas de los «Teobaldos» en la catedral de Pamplona?

Martinena Ruiz, Juan José. La desaparecida Martínez de Aguirre, Javier. Vidrieras, rejas,

tas» toledanos de fines del siglo xvi.

Menéndez Pidal de Navascués, Faustino.

545

Miguéliz Valcarlos, Ignacio. Fotografía para el recuerdo: las órdenes militares en el baile de trajes de los duques de Fernán Núñez de 1862.

555

Molins Mugueta, José Luis. Trazas y dibujos

568

Morales Martínez, Alfredo J. La Comisión Provincial de Monumentos y el sepulcro del cardenal Cienfuegos y Jovellanos en la catedral de Sevilla.

576 584 593 601

10

657

Mateo Gómez, Isabel. Pintores «bodegonis-

537

Ramallo Asensio, Germán Antonio. Intercambio artístico Asturias-Navarra. El navarro José de Huici Eiturren, sus actividades en la catedral de Oviedo y sus relaciones profesionales con Luis Fernández de la Vega.

674

Raya Raya, María Ángeles. La catedral adornada: el mecenazgo de los obispos de Córdoba.

684

Redondo Cantera, María José. La interven-

690

Requena Bravo de Laguna, José Luis. Una Alegoría de la Paz y la Justicia de Lazzaro Baldi en la antigua colección del marqués de Remisa.

698

Rincón García, Wifredo. La iconografía de la Pasión en los retablos de la Real Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud y su culminación en las esculturas de la capilla mayor.

707

Rivas Carmona, Jesús. La catedral de Pamplona y su tesoro: el testimonio de su historia.

Morales Saro, María Cruces. El patrimonio cul-

cultura: consideraciones y testimonios de maestros del Renacimiento en Tudela.

Morejón Ramos, José Alipio. Semblanza cul-

tural de Martín de Gurrea y Aragón, duque de Villahermosa (1526-1581)

Muniáin Ederra, Sara. Leopoldo Cicognara.

Escultura para la Storia.

Monumental como fuente de información para el estudio de las Órdenes de Jerusalén en Navarra.

666

de la antigua Casa Consistorial de Pamplona.

Morales Solchaga, Eduardo. En torno a la es-

Quintanilla Martínez, Emilio. El Catálogo

R

Historia de un cuadro.

tural en los libros de viajeros. El caso de Asturias.

bre el adorno del antiguo Hospital General de Madrid.

Q

Cruz del Mirador en Pamplona.

celosías y otros sistemas de cierre en ventanas góticas navarras.

trarreforma: la escultura funeraria en las Montañas Bajas del arzobispado de Burgos.

ción de Felipe Bigarny en el sepulcro de los Reyes Católicos.

718

Y

Rodríguez Gutiérrez de Ceballos, Alfonso. Tipos, usos y abusos de las imágenes sagradas.

S 726

Sádaba Cipriain, Silvia. La aportación a las

733

Sánchez-Rojas Fenoll, María del Carmen.

828

Z

artes de la familia Huarte-Beaumont.

La escuela de escultura barroca murciana como cruce de personalidades y estilos europeos.

739

Santelices Plaza, Daniel. Juan Pablo Neira:

743

Sanz Serrano, María Jesús. Transformaciones en el ajuar de la capilla de La Estrella en la catedral de Sevilla.

753

Segado Bravo, Pedro. La renovación ornamental del retablo barroco salomónico: la aportación de Lorca a finales del siglo xvii.

761

Serra Desfilis, Amadeo. Un libro de horas

773

Silva y Verástegui, Soledad. Imágenes sa-

interrogantes de un artista emergente.

Yzquierdo Perrín, Ramón. Noticias sobre sillerías de coro medievales en las catedrales de Galicia.

838

Zubiaur Carreño, Francisco Javier. Catálogo de miradas. La Navarra que fotografió Nicolás Ardanaz.

para el papa Alejandro VI y la miniatura flamenca del Renacimiento.

gradas, culto y devociones del cabildo en el claustro de la catedral de Pamplona durante la Edad Media.

T 782

Tarifa Castilla, María Josefa. Los modelos

791

Torre Val, Laura. Fotografía en la Sevilla del duque de Montpensier: álbum sevillano dedicado a los duques de Montpensier, de Louis Leon Masson.

y figuras de arte del escultor romanista Juan de Anchieta.

U 801

Urrea Fernández, Jesús. Identificación y pre-

808

Urricelqui Pacho, Ignacio J. Conciencia cul-

cisiones sobre dibujos de José Churriguera.

tural en la Navarra de entre siglos y actuaciones concretas en la Segunda República: el Consejo de Cultura de Navarra.

V 818

Vélez Chaurri, José Javier. Gregorio Fernán-

dez en el País Vasco. Clientes, oficiales, aprendices y seguidores.

11

Maestra de historiadores del Arte

P

resentar este libro-homenaje a la profesora García Gainza es, además de un reconocimiento merecido, un motivo de satisfacción, a la vez que un verdadero repaso de relación maestra-discípulo a lo largo de las últimas décadas.

Desde tiempos de alumno interno del Departamento de Arte de la Universidad de Navarra hasta el día de hoy, he podido aprender mucho y he sido testigo de cómo otros muchos compañeros y alumnos hacían lo propio, ante un particular modo de enseñar y proceder. Sus saberes los ha sabido comunicar en sus numerosos libros, clases, seminarios, conferencias y en tantas y tantas conversaciones en el despacho, en un viaje, o en una salida de campo.

No me centraré, en estos breves párrafos de presentación, en su dilatado curriculum que, además de figurar en esta publicación, es de sobra conocido entre los profesores de Historia del Arte y cuantos aprenden y disfrutan junto al patrimonio. Además, su persona y obra fueron glosadas hace unos años, en 2001, en un Acto Académico dentro del Aula Magna de la Universidad de Navarra, en el que participaron los profesores Fernández-Ladreda, Rivas Carmona, Silva Verástegui, Bonet Correa y Bastero de Eleizalde. En sus intervenciones los mencionados profesores pusieron de manifiesto la contribución de doña Concepción a la Historia del Arte, su afán de perfección y su capacidad para la dirección de un departamento universitario. En la misma ocasión, la citada profesora Fernández-Ladreda fue la encargada de reunir distintos trabajos de la profesora García Gainza que bajo el título de Opera dispersa se editaron y presentaron pulcramente. Una presentación de una publicación como ésta, quisiera ser una laudatio clásica con su correspondiente Discurso que, como es sabido, suele comenzar con un exordio ad hoc que intenta captar la atención del auditorio, en este caso, los lectores de este libro. El exordio que hemos elegido es Labore et constantia, «con esfuerzo y constancia». Éste fue un lema harto utilizado, desde siglos ha, por humanistas, impresores y destacados prohombres de ciencia y saber, que se adapta como ningún otro al historial académico de doña Concepción. Basta repasar su amplio cursus honorum, publicaciones, premios y distinciones, para percatarse de que no ha perdido el tiempo, y de que el trabajo y la perseverancia ha sido su norma de conducta a lo largo de varios lustros. Especialistas nacionales e internacionales han valorado su aportación a la Historia del Arte. Desde la percepción de quienes hemos trabajado con ella, en el Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Navarra, con responsabilidades en docencia o distintos proyectos de investigación, sabemos de su capacidad de trabajo y de su sentido del deber, siempre muy por encima de apetencias o caprichos puntuales. Sin duda que ha tenido muy presente al famoso filósofo griego Platón, cuando trata del deber y el placer y escribe: «El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio». Y como nos hemos referido a la perseverancia, no podemos sino glosar el tesón con el que ha trabajado, contra viento y marea, en una de las tareas que ha llevado su nombre y buen hacer en el ámbito de la catalogación

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del patrimonio. Nos referimos al Catálogo Monumental de Navarra, el único finalizado y publicado de todas las Comunidades Autónomas Españolas, a la vez que verdadero crisol y escuela de historiadores del Arte. A nadie se le escapa que una obra que abarcó varias décadas, entre 1980 y 1997, tuvo sus dificultades por tener que aunar y armonizar las voluntades y criterios no sólo del equipo realizador, sino de las instituciones que lo patrocinaban, la Universidad de Navarra, el Arzobispado de Pamplona y el Gobierno de Navarra. El profesor Bonet Correa aludía en 2001 al «gran tino» que se requiere para llevar a la conclusión y éxito un proyecto, tan ambicioso y dilatado en el tiempo, como el Catálogo Monumental de Navarra. A este respecto, somos testigos de cómo algunos vaivenes en la política foral pudieron dar al traste con semejante empresa y únicamente su tesón pudo con todo tipo de obstáculos, los de fondo y los de forma. Como profesora, sus alumnos, mayores y más jóvenes, promoción tras promoción, evocan continuamente sus clases, preparadas a conciencia, expuestas con claridad, de manera magistral, de modo que transmitían algo más que conocimientos. Soledad Silva reconocía, en 2001, que muchos de sus alumnos habían «conservado como auténticos tesoros los apuntes de sus magníficas clases sobre pintura contemporánea…. como un material sustancioso», cuando doña Concepción encomendó a profesores de su generación la citada materia. La dirección de más de treinta tesis doctorales, memorias de licenciatura, tesis de máster, de distintos proyectos de investigación y el comisariado de exposiciones son también otros aspectos de su polifacético magisterio. A su innegable capacidad para el trabajo personal ha sabido unir siempre una simpar destreza para dirigir el trabajo de sus alumnos. Como investigadora, destacó tempranamente en los ámbitos universitarios, con su tesis doctoral sobre la escultura romanista en Navarra, cuyo modelo fue aplicado a otras regiones peninsulares. Sus colaboraciones en revistas especializadas, congresos, obras colectivas y la Gran Enciclopedia Navarra son fieles exponentes de dicha faceta. La dirección del Catálogo Monumental de Navarra, obra de referencia nacional e internacional, le ocupó más de dos décadas, sin abandonar otras líneas prioritarias como los estudios de orfebrería y de la plástica de la Edad Moderna en España y Europa. En la Comunidad Foral, la Historia del Arte tiene un antes y un después con su presencia en la Universidad de Navarra. Además de implantar la metodología propia de los estudios de Historia del Arte, su interés por el arte renacentista, barroco y contemporáneo ha hecho que todos esos periodos, antes apenas tratados e incluso infravalorados, se conozcan y valoren en su contexto, gracias a sus aportaciones y a los trabajos dirigidos por ella misma. El Departamento de Arte de la Universidad de Navarra, abierto a los de otras universidades nacionales e internacionales es, en su realidad actual, producto de su magisterio, de su calidad humana y científica. A lo largo de más de tres décadas ha dado unos frutos que no vamos a ponderar aquí, porque responden a unos hechos objetivos que hablan per se, en nada guiados por criterios de subjetividad. De ello son testigos otros departamentos universitarios de España e Iberoamérica, instituciones culturales de toda índole, así como la sociedad en general y la Navarra en particular. Su calidad científica y humana, su generosa dedicación y entusiasmo son razones que nos pueden explicar el fenómeno. Algunos dictámenes universales de comportamiento no parecen haber sido ajenos a este éxito. En primer lugar, el haber buscado la unidad en la diversidad, por aquello de que «Ubi concordia ibi victoria», y saber pasar por alto pequeñeces, ya que ha puesto en práctica el conocido aforismo que dice: «Saber olvidar, más es dicha que arte». Y por encima de todo, algunas observaciones sobre el gobierno de Séneca, diríase que han estado muy presentes en su comportamiento, buscándolas o no, muy en línea con su actuación al frente del Departamento y, en general de sus proyectos. Nos referimos a estas tres recomendaciones: «Imperare sibi maximun imperium est», «Nemo regere potest, nisi qui et regi» y «Multos reges, si ratio te rexerit». Como si todo lo anterior no fuese suficiente, durante estos últimos años ha sido promotora de la creación de la Cátedra de Patrimonio y Arte Navarro, adscrita al Departamento de Arte antes citado, mediante un acuerdo y convenio con el Gobierno de Navarra que la patrocina desde 2005, como proyecto puntero en su

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género, en este caso para la difusión del patrimonio cultural. Otras Universidades españolas y centros de investigación y difusión del patrimonio desean poner en marcha en sus respectivas Comunidades Autónomas alguna entidad similar. En las actividades de la Cátedra, como proyecto abierto y de participación han intervenido profesores de las siguientes Universidades: Complutense de Madrid, Valladolid, Zaragoza, Santiago de Compostela, País Vasco, Oviedo, Murcia, Sevilla, Alcalá de Henares, Santiago de Compostela, Autónoma de Barcelona, UNED, Toulouse, Politécnica de Madrid, Autónoma de Madrid, Granada, UNAM de México y BUAP de Puebla y de instituciones como el Museo Reina Sofía, Patrimonio Nacional, Real Academia de San Fernando, Milá y Fontanals, Museo de Navarra, Museo Nacional de Escultura de Valladolid, Madrid Intermediae, entre otras. En este último aspecto de proyección universitaria y social de la profesora García Gainza, hay que destacar también numerosos artículos de prensa, ora en relación con la conservación del patrimonio, ora en aras al mejor conocimiento de algunos bienes culturales de particular relevancia. Su participación como miembro promotor y fundador del Ateneo Navarro de Pamplona es otro dato que nos ilustra perfectamente sobre esa conexión y sensibilidad con los ambientes culturales que le rodean. Por unos y otros motivos se ha hecho acreedora de distinciones y premios. Además de académica correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, ha pertenecido al Consejo Navarro de Cultura (1992-1999), presidiendo su Comisión de Patrimonio entre 1995-1999. Obtuvo el premio Príncipe de Viana de la Cultura (2000), que le fue entregado en la abadía de Leire por S.A.R. el Príncipe de Asturias y de Viana. Hace unos meses ha sido galardonada como «Fiel Contraste» en el marco de la celebración del Curso San Eloy 2010 en la Universidad de Murcia, que ha cumplido su X edición, por el impulso de trabajos de platería en distintas regiones españolas a través de la dirección de distintas tesis doctorales y con trabajos propios. En definitiva, el ejemplo de profesor universitario, lo hemos vivido con su modus operandi, expresado en sus hábitos, rigor, madurez, su arte de bien hablar, su reflexión fuera de toda obstinación, su sensibilidad y educación estética, su equilibrio y, sobre todo a través de su exquisita prudencia, que al decir del Padre Gracián, es virtud que se conoce en la seriedad. En definitiva, ex operis suis se ha ganado el respeto de la comunidad educativa, del mundo de la investigación y de la sociedad, haciendo gala de reflexión, prudencia, seriedad y sensatez, como persona que ha vivido y vive su profesión con intensidad, gozo, y sin alardes, porque sabe muy bien que el bien no hace ruido y el ruido no hace bien. A través de la diligencia y el trabajo diario, la profesora García Gainza ha logrado la excelencia, de la que muchas veces se habla hoy, en tantos y tantos ámbitos, frecuentemente sin saber exactamente en qué consiste. Quienes estas líneas lean, saben muy bien que la excelencia es «esa superior calidad que hace ser digno de aprecio y reconocimiento a una persona, una institución, un trabajo o un proyecto». Según Aristóteles «no es suficiente el conocerla, debemos tratar de tenerla y usarla», aunque en muchas ocasiones como recuerda Goethe «es difícil de encontrar, pero más difícil de valorar». La excelencia de la obra de doña Concepción ha sido posible por una constancia y trabajo, sin treguas de ningún tipo. Quienes le conocemos de cerca, hemos tenido la oportunidad de percibir otras de sus cualidades: la delicadeza, el orden, la discreción, el refinamiento, el saber escuchar…, todo aquello que en nuestro Siglo de Oro calificaban como de «aliño». Y al respecto, nada mejor que recordar lo que escribió Baltasar Gracián al tratar de la dualidad cultura y aliño: «Cultura y aliño (refinamiento): El hombre nace bárbaro, debe cultivarse para vencer a la bestia. La cultura nos hace personas, y más cuanto mayor es la cultura. Gracias a ella Grecia pudo llamar bárbaro al resto del mundo. La ignorancia es muy tosca. Nada cultiva más que el saber. Pero incluso la cultura es grosera sin refinamiento. No sólo debe ser refinada la inteligencia, sino también la voluntad, y más aún la conversación. Hay hombres refinados por naturaleza, por dentro y por fuera, en ideas y en palabras, en

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las gracias físicas (que son como la corteza) y las cualidades espirituales (que son el fruto). Por el contrario, hay otros tan groseros que todas sus cosas, y a veces sus buenas cualidades, las deslucieron con una intolerable y falta de refinamiento». Hasta aquí el jesuita aragonés. Su capacidad de síntesis no ha pasado inadvertida a cuantos hemos trabajado con ella, síntesis que es propia de los verdaderos maestros, complementada con los ejemplos oportunos con los que hacer comprender y entender inmediatamente cualquier situación, problema o dilema, grande o pequeño. Con una dilatada experiencia en el trabajo de campo y en la gestión del patrimonio, ha sabido ejemplificar, valorar y contextualizar por doquier, ante las piedras milenarias de un castillo medieval, en el interior de una catedral española o delante de una obra maestra de la pintura universal, haciendo gala de aquella máxima, inherente al maestro experimentado, que dice: «Nihil recte sine exemplo, docetur aut discitur» (Nada se aprende o se enseña bien sin el ejemplo). La profesora García Gainza nos ha enseñado a mirar, ver, contemplar y reflexionar junto a la obra de arte en sus múltiples facetas, con lecturas que van más allá de las características formales, aunando cuestiones de promoción y mecenazgo, de iconografía, de técnicas, contextualización cultural y de uso y función. Siempre nos insistió en la observación perspicaz, en establecer un verdadero diálogo con el bien cultural que se analiza, para encontrar los últimos secretos que encierra, recordando con A. Dumas que afirma que quien lee aprende mucho, pero quien observa aprende más. Consciente de que el arte es reflejo del mundo en que se vive, un medio de comunicación entre los hombres y en definitiva, una «filosofía que refleja un pensamiento» (Antoni Tapies), ha tratado de inculcarnos desde los primeros años de formación la importancia de leer, conocer, investigar en fuentes inéditas, siempre con una carácter interdisciplinar, para que las conclusiones sobre el estudio de una obra sean lo más ajustadas en su interpretación. Para ir concluyendo estos párrafos, lo haremos con una peroratio, destinada a inclinar los afectos de los amables lectores, a fortiori, porque hemos comenzado con el preceptivo exordio y hemos proseguido con una especie de narratio-argumentatio, como partes del discurso. Y la peroratio no puede versar sino de agradecimiento por sus aportaciones al conocimiento de nuestro patrimonio cultural, sin el cual mal podemos comprender el presente. Gratitud desde el Departamento de Arte de nuestra Universidad, especialmente de los profesores Azanza y Domeño que, con quien escribe estas líneas, comparten las tareas de gobierno del citado Departamento. Gratitud para todos los que han participado en este volumen y aquellos otros que hubiesen deseado estar presentes y no lo han podido hacer por diversas circunstancias. En definitiva, deseamos evocar a esa virtud, por la cual reconocemos, interior y exteriormente, cuanto hemos recibido y correspondemos en algo por lo generosamente entregado. Dicen que, de todos los sentimientos humanos, la gratitud es el más efímero de todos. Y no deja de haber algo de cierto en ello. El saber agradecer es un valor en el que pocas veces se piensa. Nuestros mayores nos lo han repetido popularmente: «de gente bien nacida es ser agradecida». Don Juan de Palafox, con cuyos escritos me encuentro casi a diario, solía repetir: «Tres cosas me cansan mucho, y la cuarta aborrece mi alma: primera, el pobre soberbio: segunda, el rico avariento: tercera, el magistrado insolente, cuarta, el ingrato a los beneficios». Con el agradecimiento por la labor realizada y con una profunda admiración de parte de cuantos participamos en esta publicación, en cuyo nombre hemos dado forma a esta presentación, quiero repetir algo que, a nivel particular, le hemos expresado en múltiples ocasiones: ¡Gracias, ab imo pectore, muchas gracias!, Amicis quaelibet hora.

Ricardo Fernández Gracia Director del Departamento de Historia del Arte Universidad de Navarra

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