Los Voluntarios de la Libertad en la Ciudad de Cuenca (1868-1874). La Milicia ciudadana como garante del poder revolucionario.

June 24, 2017 | Autor: S. Barquín Armero | Categoría: Cuenca, Historia Contemporánea de España, Sexenio democratico
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Descripción

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA

Los Voluntarios de la Libertad en la Ciudad Cuenca (1868-1874)

La Milicia ciudadana como garante del poder revolucionario

Sinesio J. Barquín Armero

UNIVERSIDAD NACIONAL DE EDUCACIÓN A DISTANCIA

Los Voluntarios de la Libertad en la Ciudad Cuenca (1868-1874)

La Milicia ciudadana como garante del poder revolucionario

Sinesio J. Barquín Armero Curso 2011-12

MÉTODOS Y TÉCNICAS PARA LA ELABORACIÓN DE UN TRABAJO E INVESTIGACIÓN Profesora Florentina Vidal

Abreviaturas: Archivo Municipal de Cuenca (AMCU) Libros de Actas de las sesiones del Ayuntamiento de Cuenca (LAACU) Archivo de la Diputación Provincial de Cuenca (ADPCU) Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha (BIDICAM) Boletín Oficial de la Provincia de Cuenca (BOPCU) Portal de Archivos Españoles (PARES)

ÍNDICE Contenido 1.

INTRODUCCIÓN. ........................................................................................................................................................ 1 1.1. Los Voluntarios de la Libertad en la Ciudad de Cuenca. Justificación y relevancia. ............................................. 1 1.2. Ámbito geográfico cronológico. ............................................................................................................................ 1 1.3. Objetivos del estudio. Los Voluntarios de la Libertad como garantes del poder liberal revolucionario. .............. 1 1.4. Las fuentes documentales y materiales: Archivo Municipal de Cuenca, Archivos digitales y Bibliotecas virtuales. Fuentes impresas. La prensa conquense: el Eco de Cuenca. ........................................................................ 2 1.5. Exposición de los contenidos. ................................................................................................................................ 2 1.6. Metodología empleada. ......................................................................................................................................... 3 1.7. Estado de la cuestión e Historiografía. Voluntarios de la Libertad; la Milicia olvidada del Sexenio Democrático. ...................................................................................................................................................................................... 4

2. GESTACIÓN DE LAS JUNTAS REVOLUCIONARIAS Y MILICIAS POPULARES. Cambio de poder en los municipios españoles. ....................................................................................................................................................................... 13 2.1. Formación y funcionamiento de las Juntas Revolucionarias en las capitales españolas. Conflictividad entre el poder municipal y el Gobierno provisional. ................................................................................................................ 13 2.2. Los Voluntarios de la Libertad como garantes del poder revolucionario. ........................................................... 14 2.2.1. Voluntarios de la Libertad. La herencia de la tradición decimonónica de las Milicias Nacionales. .................................................................................................................................... ¡Error! Marcador no definido. 2.2.2. Decretos estatales que regulan el alistamiento y el funcionamiento de la milicia ciudadana. ¡Error! Marcador no definido. 2.2.3. ¿Monarquía Saboyana vs Milicia republicana?................................. ¡Error! Marcador no definido. 2.2.4. Voluntarios de la República, la milicia en la España republicana. ...... ¡Error! Marcador no definido. 2.2.5. Últimos pasos y disolución de la Milicia decimonónica. ..................... ¡Error! Marcador no definido. 3.

LOS VOLUNTARIOS DE LA LIBERTAD EN LA CIUDAD DE CUENCA. .......................................................................... 19 3.1. Cuenca, la vieja ciudad castellana en decadencia. ................................................. ¡Error! Marcador no definido. 3.2. La gloriosa revolución en Cuenca. Formación de la Juntas revolucionarias (septiembre 1868 - diciembre 1870). .................................................................................................................................................................................... 19 3.3. Organización y alistamiento de los Voluntarios de la Libertad en la Ciudad de Cuenca ..................................... 21 3.3.1. Procesos y ordenanzas de alistamiento. Constitución de la nueva Milicia. ..................................... 21 3.3.2. Estudio sobre la casuística entre las solicitudes de alta y baja, resoluciones de rechazo y expulsiones. ............................................................................................................................................................. 23 3.3.3. Actos lúdicos y de confraternización. ............................................................................................... 25

3.4. Los Voluntarios de la Libertad de Cuenca bajo la monarquía Saboyana (enero 1871-febrero 1873). ............... 26 3.5. Los Voluntarios de la República de la Ciudad de Cuenca. (febrero 1873 - julio 1874). ....................................... 29 3.5.1 La Milicia se torna republicana. ........................................................... ¡Error! Marcador no definido. 3.5.2. Primer ataque carlista a la Ciudad de Cuenca. ................................... ¡Error! Marcador no definido. 3.5.3. Organización y sufragio de la nueva Milicia Nacional ........................ ¡Error! Marcador no definido. 3.6. La defensa de Cuenca. Segundo ataque carlista a la ciudad. (julio 1874). .......................................................... 32 4.

CONCLUSIONES. ...................................................................................................................................................... 34

5.

RELACIÓN DE FUENTES ........................................................................................................................................... 36 5.1. Fuentes archivísticas y colecciones y otros recursos digitales ............................................................................ 36 5.2. Fuentes hemerográficas....................................................................................................................................... 37

6.

BIBLIOGRAFÍA .......................................................................................................................................................... 37 6.1. Bibliografía general sobre la España decimonónica. ........................................................................................... 37 6.2. Bibliografía general sobre el Sexenio Democrático ............................................................................................. 38 6.3. Bibliografía específica sobre la Ciudad de Cuenca y la Región. ........................................................................... 39

7.

ANEXO I. PROCESOS ELECTORALES Y ALISTAMIENTOS. .......................................................................................... 41

8.

ANEXO II. La toma de Cuenca en Le Monde Illustre: Dibujos de Daniel Vierge...................................................... 43

Resumen: Tras el triunfo de la Revolución de Septiembre de 1868 se inicia el periodo denominado Sexenio Democrático que modificará sustancialmente las estructuras políticas nacionales. Con dicho advenimiento se crearán las Juntas Revolucionarias y con ellas la fuerza ciudadana heredera de las Milicias Nacionales decimonónicas que velarán por los principios revolucionarios. Los Voluntarios de la Libertad serán del mismo modo el brazo armado antagónico del ejército regular. Con un funcionamiento democrático, paradigma del sexenio, serán los propios miembros de la Institución los que elijan a sus mandos. Del mismo modo, activarán desde las primeras semanas el recelo del Gobierno Central que tratará de desactivarlas. La Ciudad de Cuenca nos servirá para introducirnos en la idiosincrasia de la Milicia, así como de ejemplo para evidenciar que la fuerza ciudadana ejerció una fuerte influencia política siendo la institución armada del radicalismo democrático, en primer término y del republicanismo en la última fase del Sexenio.

Abstract: After the victory of the September Revolution in 1868, the so-called Sexenio Democrático starts and the national political structures will be substantially modified. Such coming will create the Juntas Revolucionarias and along with them the citizen force, heirs to the nineteenth-century Milicia Nacional that will watch over the revolutionary principles. The Voluntarios de la Libertad will be the military arm contrary to the regular army. With a democratic running, paradigm of the period of six years, it will be the members of the Institution the ones that choose their own commanders. In the same way, they will be regarded distrustfully by the Central Government that will try to deactivate them. The city of Cuenca will be useful to introduce ourselves into the idyosincrasy of the Militia and as an example to show that the citizen force was a strong political influence, in the beginning as the military arm of the Democratic Radicalism, and of the republicanism in the end of the Period of Six Years.

Palabras clave: Sexenio Democrático, Milicia Nacional, Voluntarios de la libertad, Juntas Revolucionarias, Voluntarios de la República, Cuenca, 1868-1874.

1. INTRODUCCIÓN. 1.1. Los Voluntarios de la Libertad en la Ciudad de Cuenca. Justificación y relevancia. El 18 de septiembre de 1868, se sublevaron en Cádiz las tropas de Topete al grito de “España con honra”. Diez días más tarde el ejército isabelino fue derrotado en Alcolea y la reina huyó a Francia. Se iniciaron seis años de esperanzas democratizadoras en un convulso ambiente socio-político. Se abrió un periodo “que representa en esencia el afán de cierta burguesía radical por democratizar el sistema liberal 1”. La revolución fue realmente varias revoluciones a la vez. Entre los revolucionarios cohabitaban diferentes proyectos de cambio. Comenzó un tiempo de esperanza. Las masas populares reclamaron la supresión de las quintas, el sufragio universal masculino y la derogación del impuesto de consumos. Las recién constituidas Juntas revolucionarias tomaron el poder municipal resucitando la vieja milicia decimonónica bajo la denominación de Voluntarios de la Libertad. Un nombre que guarda tras de sí un significado complejo de apoyo a la causa revolucionaria. Los Voluntarios de la Libertad han sido la milicia olvidada, el episodio en el que apenas se ha detenido la historiografía del Sexenio. Por ello, fijándonos en el ejemplo conquense, trataremos de arrojar algo de luz, adentrándonos en sus procesos electorales, en su organización, en sus celebraciones y en las polémicas que los rodearon.

1.2. Ámbito geográfico cronológico. El ámbito geográfico elegido para la primera parte de los contenidos ha sido la totalidad de la Nación Española si bien se ha prestado especial interés en la capital y en municipios de la Región Castellano- Manchega o limítrofes. Para la segunda parte de los contenidos, nos hemos centrado en el ámbito puramente local abarcando en exclusiva la Ciudad de Cuenca con breves comentarios sobre determinados municipios de su provincia. El marco temporal se inicia con la creación de las Juntas revolucionarias tras el alzamiento de Topete en septiembre de 1868 y finaliza tras la toma carlista a la Ciudad de Cuenca y sus consecuencias en julio de 1874. Han sido igualmente necesarias, escuetas referencias a la situación anterior al proceso revolucionario así como a los meses posteriores a la invasión carlista anteriormente citada.

1.3. Objetivos del estudio. Los Voluntarios de la Libertad como garantes del poder liberal revolucionario. La milicia ciudadana surgida tras la septembrina no ha gozado apenas de relevancia en la historiografía del Sexenio. Existe un hilo argumental bastante extendido en el que se considera totalmente extinguida la Milicia pasados las primeras semanas post-revolucionarias. Este argumento implica y justifica en buena medida, que la milicia creada como Voluntarios de la Libertad no tuviera influencia ni relevancia, en parte, por su corta trayectoria vital. Por ello se hace necesario un estudio sobre la verdadera dimensión de la fuerza ciudadana en el contexto local y su posible influencia política e implicación en el devenir del agitado periodo revolucionario. El presente estudio tiene como punto de partida la intención de mostrar un panorama general de los municipios españoles y sus relaciones con el Gobierno interino durante la formación de las Juntas Revolucionarias como poder popular provisional. Para ello se ha realizado un breve recorrido por la geografía peninsular analizando los conflictos generados por la dualidad de poder entre las Juntas y el Gobierno Provisional. Punto capital del estudio lo conforma el seguimiento de la gestación, organización y reglamentación de la Milicia Nacional durante las diferentes etapas que conformaron el Sexenio y los recelos que provocaba desde el poder ejecutivo.

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SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. (Coord.): Castilla-La Mancha contemporánea (1800-1975). Madrid. Biblioteca Añil, 1998. p. 107.

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Las hipótesis iniciales tratan de verificar o refutar la línea historiográfica que relaciona los Voluntarios de la Libertad con el influjo republicano-federalista. Este argumento ha sido objeto de análisis al igual que se comprueba si realmente la Milicia fue disuelta y desactivada tras las primeras semanas de existencia. Se han analizado los sucesivos decretos que fueron surgiendo y su influencia en el funcionamiento de la fuerza ciudadana. Nos detendremos en la composición de la milicia y veremos la pertinencia o no de denominarla popular. La respuesta a otras cuestiones son igualmente objetivo de este trabajo; ¿Cuáles fueron los motivos del alistamiento; convicciones personales o motivos de subsistencia económica?; ¿Hubo acusaciones de fraude en los procesos electorales internos?; ¿Existió siempre consonancia ideológica entre la milicia y el consistorio?; ¿Era un cuerpo militar preparado y numeroso para la contención y defensa de los municipios ante los ataques carlistas?. Para tratar de obtener respuesta a estas hipótesis iniciales nos hemos centrado en un caso concreto, la Ciudad de Cuenca y su propia milicia. Para ello hemos analizado el proceso de alistamiento y formación de los Voluntarios de la Libertad en la capital conquense, así como sus procesos electorales, la filiación ideológica de sus mandos y si esta jugó un papel de encuadramiento, influjo y propagación de alguna tendencia política concreta. En definitiva se trata de arrojar luz sobre esta institución revolucionaria y sobre el papel que desempeñó en este convulso pero apasionante periodo histórico.

1.4. Las fuentes documentales y materiales: Archivo Municipal de Cuenca, Archivos digitales y Bibliotecas virtuales. Fuentes impresas. La prensa conquense: el Eco de Cuenca. Para la elaboración del trabajo se ha utilizado como principal fuente documental el Archivo Municipal de Cuenca. El grueso de la documentación de archivo consultada lo han compuesto los legajos relacionados con los antecedentes de altas y bajas de los Voluntarios de la Libertad, los procesos electorales y los libros de actas del Ayuntamiento de Cuenca entre los años 1868 y 1874. La búsqueda en otros Archivos provinciales no han aportado los frutos deseados. Las consultas bibliográficas a través de la red se han centrado en los portales virtuales de la UNED, UCLM, Teseo, Biblioteca Nacional (incluida la consulta en la Hemeroteca digital), Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha (BIDICAM) y Dialnet. El Portal de Archivos Españoles (PARES) también ha sido consultado, encontrando documentación primaria sobre la toma carlista a la Ciudad de Cuenca en 1874. Buena parte de las fuentes impresas contemporáneas se han podido consultar a través de copias digitales de consulta en línea. Por último se ha consultado la prensa local conquense a través del único periódico que se conserva, El Eco de Cuenca, a través del formato digital consultado a través de la Web del BIDICAM. La relación completa de las consultas realizadas viene detalladamente recogida en el capítulo quinto con los enlaces pertinentes para su consulta en línea.

1.5. Exposición de los contenidos. El presente trabajo se ha estructurado en cuatro partes fundamentalmente; la introducción, el desarrollo del trabajo, las conclusiones y la relación de fuentes y bibliografía consultada. Dentro del capítulo introductorio encontramos las fuentes consultadas y la metodología empleada durante el desarrollo del trabajo. El Estado de la cuestión cierra el capítulo de la introducción con un acercamiento a la bibliografía publicada sobre el tema que nos ocupa así como un análisis sobre las diferentes líneas historiográficas que se han ido produciendo en las últimas décadas. También se ha pretendido identificar las carencias detectadas, aquellas facetas del periodo estudiado que han sido más olvidadas. El grueso del trabajo está comprendido en el capítulo segundo y tercero. El capítulo segundo pretende hacer un escueto repaso al panorama socio-político a nivel nacional incidiendo en la formación de las Juntas revolucionarias, la creación, organización y evolución de las milicias urbanas. La estructura de esta sección se ha dividido a su vez en dos partes diferenciadas: una primera protagonizada por la formación de las Juntas Revolucionarias y los conflictos con el Gobierno central, y una segunda cuyo desarrollo se centra en los Voluntarios de la Libertad analizando sus diversas etapas, periodos coincidentes con las divisiones que se vienen estableciendo para el Sexenio Democrático (Gobierno Provisional de Serrano, Monarquía Saboyana, Primera República y República 2

Unitaria de Serrano) cuyas características difieren notablemente unas de otras. El capítulo tercero, núcleo del trabajo que nos ocupa, trata de ejemplificar a través de lo acontecido en la Ciudad de Cuenca lo expuesto en el capítulo anterior. Se trata de llevar los contenidos al terreno local para un mejor análisis de los objetivos marcados para este trabajo. Por último, cerramos los contenidos con las conclusiones, validando o refutando las hipótesis iniciales. El trabajo se concluye con la relación de fuentes, bibliografía consultada y un anexo donde se recogen diferentes tablas de elaboración propia con los procesos de alistamiento y las elecciones.

1.6. Metodología empleada. Para la realización del presente trabajo ha sido ante todo necesario el acercamiento a un periodo tan convulso como complejo, un acercamiento que permita tener un conocimiento más exhaustivo de cada etapa, de cada acontecimiento, de cada protagonista. Tras una primera revisión de la bibliografía más generalista se hacía necesario encontrar un tema que pudiera, con las características de este trabajo, tener un rendimiento provechoso y sobre todo una motivación personal, un tema que pudiera ser considerado atractivo y original. Una vez determinado el tema y su acotación espacio-temporal era necesario profundizar en tres pilares clave. La historia de las Milicias Nacionales decimonónicas, la historia de la Ciudad de Cuenca durante los años protagonistas de este estudio e inmediatamente anteriores, y por último un conocimiento más exhaustivo del Sexenio a nivel nacional. Para ello había que continuar con una profunda búsqueda de bibliografía y material de hemeroteca aprovechando fundamentalmente los recursos virtuales disponibles 2. Paralelamente había que indagar sobre la existencia de recursos documentales que hicieran viable la investigación entre los Archivos de la ciudad. Finalizada la primera fase de lectura, priorizando aquellos materiales más relevantes para el tema elegido, era el momento de elaborar las hipótesis previas de trabajo y los objetivos claramente acotados. Buena parte de ellos entrañaban cierta dificultad ante el constatado vacío que la historiografía había dedicado a la milicia ciudadana. Del mismo modo era el momento propicio para iniciar la búsqueda de fuentes primarias. Una primera visita al Archivo Municipal aportó cuantiosos frutos al disponer de abundante documentación referida al tema que nos ocupa. Especialmente interesantes y productivos fueron varios legajos con contenido exclusivo sobre las solicitudes de alta y baja, censos electorales y organización de los Voluntarios de la Libertad. También los libros de actas del Ayuntamiento del periodo comprendido entre 1868 y 1874 aportaban valiosa y abundante información. La búsqueda en el resto de archivos provinciales no arrojó apenas resultado puesto que tras la toma carlista de 1874 se perdieron importantes fondos documentales. La ingente cantidad de fotografías realizadas en las visitas al Archivo Municipal requería un análisis y procesamiento de la información con unas pautas previas que agilizasen la extracción de los datos más pertinentes. La elaboración del índice facilitó la organización y la estructura del trabajo, si bien dicho índice, ha tenido que ser varias veces modificado conforme se avanzaba en el trabajo. Paralelamente continuaba la profundización de la bibliografía, necesaria para elaborar el estado de la cuestión. Varios artículos que analizaban la historiografía del sexenio fueron el ideal punto de partida 3. Como complemento documental de valiosa aportación fue la consulta del único periódico local que se conserva de aquellas fechas, El Eco de Cuenca, cuyos números pueden consultarse digitalmente a través de la Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha (BIDICAM) 4, así como la consulta de la publicación oficial La Gaceta de Madrid 5 cuyo motor de búsqueda online ofrece innumerables ventajas. Otro recurso indispensable es la visita al

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Los recursos más utilizados fueron las bibliotecas virtuales de UNED y Universidad de Castilla-La Mancha, ampliando posteriormente a la BNE, Dialnet, Biblioteca virtual Cervantes y otras de forma más puntual como la Compludoc o TESEO. 3 Fundamentalmente hay que citar; GUEREÑA, J.L.: “El Sexenio Revolucionario en la historiografía (1968-1978)”, en TUÑÓN DE LARA, M. (coord): Historiografía española contemporánea. Madrid. Siglo XXI, 1980; FUENTE MONGE, G.: “La Revolución de septiembre de 1868 en España: estado de la cuestión”, en ÁLVAREZ JUNCO, J. (coord): Populismo, caudillaje y discurso demagógico. Madrid. CIS-Siglo XXI, 1987; URQUIJO GOITIA, M.: “El Sexenio democrático, un balance historiográfico”, en Anales de Historia Contemporánea Nº 9. Actas de las Jornadas sobre el Sexenio revolucionario y el cantón murciano, Murcia. Universidad de Murcia, 1993 4 http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/ficha_pub.cmd?idPublicacion=10841 5 http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/gazeta.php

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Portal de Archivos Españoles 6 (PARES) cuyo ingente catálogo digitalizado no aportó para este trabajo las expectativas que había creado. Se ha recurrido igualmente a fuentes impresas contemporáneas a los hechos de fácil consulta a través de las bibliotecas virtuales. El análisis de la documentación tuvo en sí varias etapas, una primera lectura y clasificación permitía desechar aquella información poco relevante, conservando aquella que aportaba fiabilidad y adecuación para responder a las hipótesis planteadas. Para el procesamiento se hizo necesaria la elaboración de una serie de bases de datos que permitieran relacionar los registros (procesos electorales municipales y de la propia milicia, afiliaciones ideológicas de sus protagonistas, censos de altas y bajas…etc.). Por último había que interpretar aquellos datos tratando de arrojar luz sobre las hipótesis planteadas. Anterior a la redacción fue igualmente la elaboración de unas fichas con citas extraídas de la bibliografía consultada con una serie de palabras clave que permitiese un rápido acceso cuando se necesitase. La redacción del trabajo se iba desarrollando cuando surgió el problema capital de esta tarea. Las pautas marcadas por el equipo docente obligaban a sintetizar exhaustivamente los contenidos al tener casi el doble de extensión de la requerida. Una vez concluida la redacción y a falta de elaborar las conclusiones, se guardó la copia extensa para posibles ampliaciones futuras y comenzó la tarea de priorizar contenidos y resumir el resto. El punto segundo, encargado de analizar la situación de la milicia y las juntas a nivel nacional fue el que mayor recorte sufrió. El capítulo tercero también ha tenido que ser reducido considerablemente, eliminando tablas con censos y resultados electorales o bien destacando tan solo los principales cargos. Fueron varias las lecturas que hubo que hacer hasta conseguir la extensión deseada sin que faltasen las ideas principales, y la resolución de las hipótesis planteadas. Finalmente se redactó la conclusión con la validación o refutación de las hipótesis iniciales a través de la observación documental y la interpretación de los hechos acaecidos fundamentados en el análisis crítico de las fuentes consultadas.

1.7. Estado de la cuestión e Historiografía. Voluntarios de la Libertad; la Milicia olvidada del Sexenio Democrático. Resulta ciertamente desalentador comprobar como la Milicia Ciudadana, nacida al amparo del proceso revolucionario del Sexenio Democrático, apenas ha suscitado entusiasmo entre los historiadores que estudian esta época. La cada vez más ingente bibliografía sobre el Sexenio no va acompañada de la necesitada atención hacia su Milicia, quedando esta siempre en un plano bastante discreto. Del mismo modo, la bibliografía dedicada a la Historia de Cuenca en lo que se refiere al siglo diecinueve, adolece de igual forma del lamentable olvido. Para abordar este tema distinguiremos tres vértices diferentes que nos ayudarán al acercamiento de las publicaciones más pertinentes sobre el asunto que aquí nos ocupa y sobre las diversas interpretaciones que se han ido sucediendo. Iremos desde los más general a lo más concreto, por ello, abordaremos primero las publicaciones relacionadas con el Sexenio Democrático en España, observaremos la bibliografía sobre la Milicia Decimonónica, y por último nos detendremos en el ámbito puramente local, escrutando las publicaciones que existen sobre la Ciudad de Cuenca en lo referente al periodo comprendido entre 1868 y 1874. No he desdeñado para un primer acercamiento al Sexenio una bibliografía más generalista sobre el S.XIX que permita una visión global que nos acerque a los prolegómenos de los hechos acaecidos, necesaria para comprender cuáles son las claves para que se produzcan los revolucionarios acontecimientos. Para esta visión más general he recurrido desde clásicos como el de Raymond Carr; España, 1808 – 1975 7, a otros más actuales como el de Juan Pablo Fusi y Jordi Palafox; España 1808 – 1996 8. Ambos demasiado generalistas pero que aportan una visión de conjunto de los acontecimientos del S.XIX desde facetas económicas, sociales y políticas. Dentro de compendios

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http://pares.mcu.es/ Carr se muestra bastante parco en cuanto a comentarios sobre la milicia a la que daba por disuelta de 1869 hasta el advenimiento de la República. CARR, R.: España, 1808-1975. Barcelona. Ariel, 1982. p. 320. 8 FUSI, J. P. y PALAFOX, J.: España, 1808-1996: el desafío de la modernidad. Madrid. Espasa-Calpe, 1997. 7

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sobre la historia del S. XIX, se puede extraer algunos artículos sobre el Sexenio que aunque sintetizados, poseen interesantes aportaciones 9. Necesario igualmente es hacer una retrospectiva sobre las revoluciones liberales decimonónicas en España. Para ello, es indispensable detenerse en el libro de Miguel Artola; La burguesía revolucionaria (1808-1874) 10 libro de referencia dentro de la historiografía del S.XIX. Por su parte, Jover Zamora y Gómez-Ferrer exponen en “La Revolución Liberal (1834-1874) 11” un análisis exhaustivo sobre las claves de los distintos procesos revolucionarios del S.XIX español, sintetizando buena parte de los logros revolucionarios del S. XIX incluyendo los de la septembrina 12. Si exceptuamos el libro anteriormente citado, vemos cierto relajamiento en este aspecto en los últimos años, teniendo que recurrir a la historiografía de la década de los ochenta para encontrar volúmenes dedicados en exclusiva a las revoluciones liberales del diecinueve en su conjunto. El Sexenio Democrático ha sido un periodo que según sus últimos especialistas, no solo ha estado durante décadas denostado 13, sino que adolece de un significativo seguimiento si comparamos con las etapas inmediatamente anteriores y posteriores al mismo. El panorama va cobrando en los últimos años cierta dinámica cuyo motivo fundamental es la proliferación de historiadores que van centrando sus trabajos en este periodo tan convulso como apasionante. Son varias las controversias historiográficas que se han ido produciendo cuyas claves pasan por cuáles fueron las causas, que clases sociales tuvieron el protagonismo, hasta dónde llegó el alcance de las reformas, o discusiones terminológicas sobre si puede ser acertado hablar de revolución por la magnitud de los cambios producidos. Centrándonos ahora en la bibliografía que aborda este periodo de forma exhaustiva encontramos una larga historiografía que ha pasado por diversas etapas. Por ello, adentrarnos en la historiografía del Sexenio nos obliga a discriminar varios periodos relevantes con sus propias características. El primero de ellos se refiere al periodo cuyos autores, contemporáneos del Sexenio, escribieron destacando las connotaciones negativas de una etapa que tildaban de fracasada y caótica. Es el periodo de la Restauración canovista y de los regeneracionistas del noventa y ocho, tan críticos con el Sexenio como lo fueron con buena parte del Siglo XIX 14. Durante las primeras décadas del Siglo XX se fue relajando la inquina anterior, especialmente durante el segundo cuarto del siglo, hasta que llegamos a un hito destacado; la conmemoración del centenario con una profusión importante de publicaciones rememorando la Gloriosa y tratando de actualizar el conocimiento de dicho periodo. Tres revistas culturales; Cuadernos para el diálogo (Núms. 59-60), Revista de Occidente (Núm. 67), y Atlántida (Núms. 36-37), publican sendos monográficos coincidiendo con el centenario 15. Valeriano Bozal 16 por su parte, recopila una serie de textos revolucionarios que esclarecen los procesos que conllevaron a la formación de las Juntas revolucionarias. En las publicaciones del centenario, desde diversos enfoques, se constata que la amplia mayoría se centra en las causas de la Revolución, así como en los problemas de los que adoleció. Del mismo modo, 9

En esta línea podemos señalar MARTÍNEZ DE VELASCO FARINÓS, A. SÁNCHEZ MANTERO, R. y MONTERO, F.: Siglo XIX. Madrid. Historia 16, 1990. Donde además de hacer un rápido recorrido por el Sexenio, refleja su historiografía y varios párrafos dedicados a los Voluntarios de la Libertad que califica como “veladores del orden revolucionario” MARTÍNEZ DE VELASCO FARINÓS, A. SÁNCHEZ MANTERO, R. y MONTERO, F.: Idem, p. 282. 10 ARTOLA, M.: La burguesía revolucionaria (1808-1874). Madrid. Alianza editorial, 1983. 11 JOVER ZAMORA, J. M. Y GÓMEZ-FERRER, G.: “La Revolución Liberal (1834-1874)”, en JOVER ZAMORA, J. M., GOMÉZ-FERRER, G. y FUSI AIZPÚRUA, J. P.: España: Sociedad, Política y Civilización (Siglos XIX-XX). Areté, 2001. pp. 151-202. 12 “La revolución traerá consigo un principio que en lo sucesivo quedará incorporado con carácter irreversible a la política española: la extensión de la ciudadanía a todos y cada uno de los españoles, independientemente de su riqueza o de su nivel de instrucción”, en JOVER ZAMORA, J. M. Y GÓMEZ-FERRER, G.: Idem, p. 188-189. 13 Rafael Serrano advertía en 2001 dicho vacío: “Es significativo el que sólo haya habido, que sepamos, un congreso dedicado específicamente a esta etapa: las jornadas sobre el Sexenio Revolucionario y el Cantón Murciano en 1993, que impulsó el profesor Juan Bautista Vilar”. SERRANO GARCÍA, R. (Ed.): “El Sexenio Democrático”. Ayer, 44. Madrid. Asociación de Historia Contemporánea, 2002a, p. 11. 14 “Los escritores regeneracionistas la convertían poco menos que en el paradigma de la mentira o superficialidad del liberalismo decimonónico” en SERRANO GARCÍA, R.: España, 1868-1874. Nuevos enfoques sobre el Sexenio Democrático. Valladolid. Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, 2002b, p. 7. 15 ARTOLA, M.: op. cit., p. 417. 16 BOZAL, V.: Juntas Revolucionarias. Manifiestos y proclamas de 1868. Madrid, Cuadernos para el diálogo, 1968.

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van surgiendo las primeras controversias historiográficas que tienen habitualmente como protagonistas; las causas, el papel de la burguesía, o la propia denominación 17 del cambio producido. Entre las corrientes que van surgiendo, Rafael Serrano las divide en tres fundamentalmente; el enfoque marxista protagonizado por Tuñón de Lara y Jutglar, el enfoque liberal y democrático en el que sitúa a Jover y Artola entre otros, y el enfoque conservador con Nazario González y José Luis Comellas 18. En la década de los años setenta se constata un cierto relajamiento en las publicaciones sobre el Sexenio respecto a la ingente producción del centenario. Las principales publicaciones otorgan el protagonismo revolucionario sobre la burguesía 19. Cabría destacar la obra de Miguel Artola La Burguesía revolucionaria 20 anteriormente citada, editada por vez primera en 1973, donde el autor reabre el largo debate sobre el germen revolucionario, afirmando que las causas políticas fueron las que realmente sirvieron de detonante revolucionario, sin obviar la importancia de las causas de naturaleza social, relegando las causas económicas a un segundo plano en contraposición a las afirmaciones de Vicens y Sánchez-Albornoz 21. A finales de los setenta encontramos la publicación de Concepción de Castro La revolución liberal y los municipios españoles 22 donde se analiza la evolución de la administración local desde la concepción moderada y el modelo progresista 23. Castro no llega a profundizar sobre las relaciones de los Ayuntamientos y diputaciones con el gobierno central durante el Sexenio. Con la llegada de los ochenta, se publica un interesante estudio historiográfico de José Luis Guereña 24 fruto de los coloquios que se desarrollaron en la localidad francesa de Pau entre 1970 y 1979 impulsados por Tuñón de Lara con la intención de actualizar los estudios de la historia contemporánea de España e impulsar su investigación. Guereña muestra su optimismo destacando la importante producción bibliográfica con motivo del primer centenario, pero recomienda dirigir la investigación hacia los estudios regionales y locales 25. Es sin duda el primero y uno de los más exhaustivos análisis historiográficos sobre el Sexenio que se hayan escrito hasta la actualidad. Con objetivos afines, cabe también destacar el artículo de Fuente Monge; “La Revolución de septiembre de 1868 en España: estado de la cuestión” 26. Gregorio Fuente, sin ser tan exhaustivo en cuanto a comentarios bibliográficos como Guereña 27, hace una interesante síntesis de las causas que desembocaron en la Gloriosa recabando las diversas interpretaciones, incidiendo en la abundante bibliografía dedicada al germen revolucionario, que tuvo una lógica evolución, desde el voluntarismo que se apuntaba entre los autores del XIX y causas eminentemente ideológicas, a la actual historiografía que las circunscribe fundamentalmente a causas económicas y

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De la Fuente Monge recuerda que buena parte de los autores que han analizado el periodo utilizan la palabra revolución, pero encontramos también críticos con este término alegando que las transformaciones acaecidas no justifican tal denominación (Fontana, Tuñón de Lara o Vicens). Vid. FUENTE MONGE, G.: “La Revolución de septiembre de 1868 en España: estado de la cuestión”, en ÁLVAREZ JUNCO, J. (coord): Populismo, caudillaje y discurso demagógico. Madrid. CIS-Siglo XXI, 1987, p. 54-55. 18 Vid. URQUIJO GOITIA, M.: “El Sexenio democrático, un balance historiográfico”, en Anales de Historia Contemporánea Nº 9. Actas de las Jornadas sobre el Sexenio revolucionario y el cantón murciano, Murcia. Universidad de Murcia, 1993, p. 35. [En Línea] http://revistas.um.es/analeshc/article/view /90201 [Consultado el 11-I-12]. 19 A la obra citada del profesor Artola debemos añadir TORTELLA CASARES, G.: Revolución burguesa, oligarquía y constitucionalismo: (1834-1923). Barcelona. Labor, 1981. 20 ARTOLA, M.: op. cit. 21 Por su parte, Vicente Palacio Atard opina: “La Gloriosa, […] fue una revolución de carácter político, tal vez la más impolítica de las revoluciones políticas” PALACIO ATARD, V.: La España del siglo XIX, 1808-1898. Introducción a la España Contemporánea. Madrid. Espasa-Calpe. Vol. 32, 1981, p. 387. 22 CASTRO, C.: La revolución liberal y los municipios españoles (1812-1868). Madrid. Alianza, 1979. 23 La concepción progresista abogaba por dar más poder a los municipios a través de sus administraciones locales: Vid. CASTRO, C.: Idem, pp. 234-235. 24 GUEREÑA, J.L.: “El Sexenio Revolucionario en la historiografía (1968-1978)”, en TUÑÓN DE LARA, M. (coord): Historiografía española contemporánea. Madrid. Siglo XXI, 1980. 25 “Una reflexión sobre la historiografía del Sexenio pone precisamente de manifiesto la necesidad del análisis regional. La utilización de la prensa local y de los archivos […] debe proseguirse” en GUEREÑA, J.L.: Idem, p. 158. 26 FUENTE MONGE, G.: op. cit. 27 Juan Luis Guereña recoge un total de 244 títulos “de desigual extensión e interés, desde luego, pero que testimonian la indudable atracción de los historiadores hacia los periodos de crisis”, en GUEREÑA, J.L.: op. cit., p. 147.

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políticas, diluyendo en ellas las sociales que escasos estudios la califican como la principal 28. En 1987 ya advertía Gregorio de la Fuente de las dispares interpretaciones que podemos encontrar, así como concepciones historiográficas bastante diversas en otros aspectos. De la Fuente se muestra especialmente crítico con algunas denominaciones interesadas como hablar de Revolución Burguesa 29 y anima a desarrollar este debate conceptual. Otra publicación que debemos resaltar de esta década es la escrita por María Victoria López Cordón 30. Respecto a los municipios españoles, en 1985, Teodosio González 31 publica un análisis de índole más local, donde concluye que la respuesta a los cambios revolucionarios fue diferente según el arraigo y apoyo de determinadas fuerzas políticas. Así en municipios del País Vasco y Cataluña, con fuerte arraigo carlista, el apoyo a los cambios fue mucho menos generalizado que en los municipios con gran protagonismo de tendencias demócratas y republicanas donde se produjo un decidido apoyo al proceso revolucionario tras la Septembrina. Es en la década de los noventa cuando resurge el interés con la aparición de buena parte de los estudios más relevantes. Se profundiza en los análisis de carácter eminentemente más local y regional 32 y se vuelve la mirada a las clases populares y la recuperación de los factores políticos como germen revolucionario 33. Se publican las tesis doctorales de los profesores; Rafael Serrano, La revolución de septiembre de 1868 en Castilla y León 34; Gregorio de la Fuente Monge; Revolución liberal y élites revolucionarias en España35; y del profesor José Antonio Piqueras Arenas; La revolución democrática (1868-1874). Cuestión social, colonialismo y grupos de presión 36. Dentro de los análisis historiográficos publicados en los noventa debemos destacar el elaborado por Urquijo Goitia37. El Catedrático vasco alerta sobre la escasa importancia que la historiografía ha dado a estudios de ámbito local y regional 38. En los últimos años sobresalen los trabajos de varios autores especializados en el Sexenio que han contribuido notablemente a rellenar el vacío historiográfico existente. Cabe destacar en este sentido a Rafael Serrano García y Gregorio de la Fuente Monge que continúan una ingente labor investigadora. De la obra de Gregorio de la fuente debemos destacar artículos como “Elite política y Clientelismo durante el Sexenio democrático” 39 y Los revolucionarios de 1868. Élites y poder en la España Liberal 40 del año 2000 donde desgrana 28

“Conviene aclarar que el proceso revolucionario iniciado en 1868 es difícilmente reducible a términos de conflicto de clases; de hecho, los intentos historiográficos en este sentido son muy escasos” en FUENTE MONGE, G.: op. cit., p. 32. 29 “El concepto burguesía, aunque útil, sigue resultando confuso” en FUENTE MONGE, G.: Idem, p. 42. 30 LÓPEZ CORDÓN, M. V.: La revolución de 1868 y la I República. Madrid. Siglo veintiuno, 1980. 31 GONZÁLEZ CASTAÑEDA, T.: “La Revolución de 1868 en 110 municipios españoles (proceso de formación y obra de las Juntas Revolucionarias, desde el 19 de septiembre hasta el 31 de octubre)”, Revista de Historia Contemporánea, Nº 3, 1984, pp. 55-86. 32 Para Rafael Serrano, desde los años ochenta a la actualidad: “La tendencia dominante […] ha sido la de contrastar en el plano local las visiones generales formuladas en años anteriores aunque esta línea de investigación no ha producido, salvo rara excepción, una revisión en toda regla de los supuestos, de los problemas a estudiar ni tampoco de la metodología histórica avanzados en torno al centenario de la revolución”. SERRANO GARCÍA, R. “La historiografía en torno al Sexenio 1868-1874: entre el fulgor del centenario y el despliegue sobre lo local”, en SERRANO GARCÍA, R.: op. cit., 2002ª, pp. 12-13. 33 Vid. SERRANO GARCÍA, R.: Idem, p. 15. 34 SERRANO GARCÍA, R.: La Revolución de septiembre de 1868 en Castilla y León. Problemas sociales durante el Sexenio Revolucionario. Universidad de Valladolid, 1990. 35 FUENTE MONGE, G.: Revolución liberal y élites revolucionarias en España (1868-1869), tesis doctoral. Madrid. Universidad Complutense, 1993. 36 PIQUERAS ARENAS, J.A.: La revolución democrática 1868-1874: cuestión social colonialismo y grupos de presión. Madrid. Ministerio de trabajo y Seguridad Social, 1992. El título originario de la tesis fue Orígenes sociales de la Restauración. José Antonio Piqueras realiza un formidable análisis sobre el Sexenio atendiendo especialmente las particularidades acaecidas en el levante peninsular. Libro indispensable para abordar la cuestión cubana en profundidad. 37 URQUIJO GOITIA, M.: op.cit. 38 “Intentaremos solventar una asignatura pendiente sobre la historiografía del Sexenio, que es el comentario de la bibliografía local, intentando perfilar los diversos comportamientos que se producen en las diferentes regiones españolas” en URQUIJO GOITIA, M. Idem, p. 34. Dichos estudios regionales arrancan con fuerza desde los noventa a la actualidad. 39 FUENTE MONGE, G.: “Élite política y clientelismo durante el Sexenio Democrático (1868-1874)”, en ROBLES EGEA, A. (comp): Política en penumbra, Patronazgo y clientelismos políticos en la España contemporánea. Madrid. Siglo XXI, 1996. El clientelismo político es un tema bastante olvidado por la historiografía en lo que se refiere al Sexenio, contrastando con la profusa atención que tiene durante el Canovismo. De la Fuente defiende en dicho artículo la existencia de clientelismo, no solo entre élites y sus clientes, también se produjo entre los propios jefes revolucionarios del 68. El autor también incide en el establecimiento de las oligarquías locales en las nuevas estructuras de poder y como estas fueron adaptándose a los nuevos tiempos. Vid. FUENTE MONGE, G.: Idem, p. 137.

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exhaustivamente la formación de la Juntas Revolucionarias así como el desarrollo del movimiento Juntista, realizando interesantes análisis sobre su composición social 41. De la Fuente ha publicado otros interesantes artículos donde aborda la continuidad del personal político isabelino tras la revolución de 1868 42. Por su parte, Rafael Serrano en 2001 coordinó un dossier monográfico sobre el Sexenio publicado en la revista Ayer 43 (Nº 44) con interesantes artículos que inicia el propio Serrano con un amplio repaso historiográfico. En 2002, Rafael Serrano aporta nuevos enfoques sobre el Sexenio 44, cuyo objetivo principal es “ofrecer al lector revisiones autorizadas de algunas de las facetas del Sexenio. […]. De este modo habremos contribuido a algo necesario como es la renovación de los enfoques sobre este periodo de la historia de España” 45. Del mismo modo, advierte que el periodo que aquí nos ocupa sigue ocupando un segundo plano respecto a la Restauración y continúa poseyendo cierto halo fatalista 46. A los supuestos fracasos de este periodo tan ambicioso Serrano García prefiere anteponer los logros (sufragio universal masculino, amplitud de derechos individuales del título I de la Constitución del 69 47, el librecambismo modernizando nuestras relaciones comerciales, libertad religiosa…etc) que, si bien fueron insuficientes en muchos casos, supusieron el cimiento de la modernización de la Nación Española 48. Rafael Serrano cuenta para esta publicación con un nutrido número de historiadores49 especializados en los últimos años en el Sexenio democrático y sus diferentes vertientes aportando una imprescindible y actualizada visión que prioriza aquellos puntos más olvidados por la historiografía. Otra publicación relevante de R. Serrano es Figuras de La Gloriosa: aproximación biográfica al Sexenio democrático 50 de 2006 donde recopila once artículos sobre personajes relevantes del Sexenio; Prim, Víctor Balaguer, Ruiz Zorrilla, Francisco Pi y Margal entre otras. Fruto de la colaboración conjunta de Serrano y De la Fuente se publica en 2005; La Revolución Gloriosa un ensayo de regeneración nacional (1868-1874): antología de texto 51, donde encontramos una interesante recopilación de discursos liberal-progresistas que muestran las claves e ideas que marcaron las aspiraciones de la Gloriosa. Respecto a los estudios regionales y locales, imprescindibles para analizar todos los matices y especificidades propias de la España plural, debemos remitirnos al trabajo de Urquijo Goitia 52, citado anteriormente, donde destaca los autores que han tratado las diversas regiones españolas; Rafael Serrano en Castilla, Baldomero Cores en Galicia, Josep Fontana en Cataluña, o el propio Urquijo Goitia en el País Vasco, entre otros. Para el autor vasco: “La realidad española del Sexenio vista desde el nivel microhistórico muestra la complejidad de la sociedad hispana, sus diferentes dinámicas, su multiplicidad social y política y sus diversos comportamientos 53”. Como es 40

FUENTE MONGE, G.: Los revolucionarios de 1868. Élites y poder en la España liberal. Madrid. Marcial Pons, 2000. “Hemos estudiado detalladamente la formación de las juntas revolucionarias, con especial atención al grado y tipo de participación popular, en la medida que existió”. Una participación popular que en cuanto a su relación con las nuevas estructuras de poder fueron, en palabras del autor, “un tanto decepcionante” FUENTE MONGE, G,: Idem, p. 12. 42 FUENTE MONGE, G.: “La Revolución de 1868 y la continuidad del personal político” en BURDIEL, I. (ed.): La Política en el Reinado de Isabel II. Ayer, Nº 29, Marcial Pons, Madrid 1998. 43 Encontramos artículos de Pere Anguera, Rosa Monlleó, Rafael Villena, Mikel Urquijo, Rosana Gutiérrez y Rafael Serrano como Editor. SERRANO GARCÍA, R.: op. cit., 2002a. 44 SERRANO GARCÍA, R.: op. cit., 2002b. 45 SERRANO GARCÍA, R.: Idem, p. 12. 46 “No cabe duda, además, de que sobre el Sexenio continúa pesando una suerte de fatalismo, de sino romántico que se aviene mal con enfoques como los que hoy priman, que buscan explicar los éxitos y limar o endulzar aquellas partes de nuestro pasado que resultan disonantes”. SERRANO GARCÍA, R.: Idem, p. 7. 47 La contradicción más escandalosa proviene del mantenimiento de la esclavitud en el ámbito colonial. Vid. SERRANO GARCÍA, R.: Idem, p. 8. 48 “Fue el escenario histórico de un ambicioso proyecto de transformación de la realidad española, algunas de cuyas dimensiones merecen ser puestas en resalte y constituyen contribuciones imprescindibles de cara a la construcción de la modernidad en nuestro país” SERRANO GARCÍA, R.: Ibídem. 49 Pedro Calvo Asensio, Gregorio de la Fuente, Andrés Hoyo, Santiago Díez, Julián Toro, Gloria Espigado, mercedes Suárez, José Antonio Piqueras Juan B. Vilar, Pedro Mª Egea, Marició Jauné, Enriqueta Sesmero, Manuel Suárez y el propio Rafael Serrano. 50 SERRANO GARCÍA, R.: Figuras de La Gloriosa: aproximación biográfica al Sexenio democrático. Valladolid. Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial, 2006. 51 FUENTE MONGE, G. y SERRANO, R.: La Revolución Gloriosa un ensayo de regeneración nacional (1868-1874): antología de textos. Madrid. Biblioteca nueva, 2005. 52 URQUIJO GOITIA, M.: op. cit. p. 35-41. 53 URQUIJO GOITIA, M.: Idem, p. 51. 41

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lógico, cada región destaca los acontecimientos que fueron más determinantes, así en Murcia encontramos estudios sobre el cantonalismo, en Cataluña sobre el federalismo, o en el País Vasco encontramos abundante bibliografía sobre el carlismo, por poner algunos ejemplos. Entroncados con estudios locales, vemos abundantes publicaciones sobre las elecciones convocadas durante el Sexenio cuyo denominador común es el paulatino desencanto de los electores con mermas cada vez mayores en el número de sufragios fruto del descontento 54 así como se detecta un creciente interés investigador sobre la adscripción social de los protagonistas locales y a qué partidos estaban vinculados 55. En cuanto al periodo más estudiado del Sexenio es el referido a la primera República Española 56, sobre todo dedicado al federalismo 57 y los episodios derivados del Cantonalismo (ambos especialmente profusos en el arco mediterráneo) dentro de un marco más local. Referido al republicanismo y federalismo, existe un libro imprescindible recientemente reeditado y que ya es un clásico entre la historiografía republicana, se trata de La República Federal en España. Pi y Margall y el movimiento republicano federal, 1868-1874. De C.A.M. Hennessy 58 escrito en 1966 cuando era tabú en España hablar de dichos términos, justo cuando comenzaba a resquebrajarse la dictadura con la irrupción de ideas como las aquí expresadas 59. La lectura del libro es amena y esclarecedora. Como afirma Sisinio Pérez Garzón: “Su lectura, no cabe duda, nos permitirá conocer mejor aquellos seis primeros años de sistema democrático, nada fáciles, pues inventar la democracia se ha comprobado que históricamente nunca ha sido un proceso ni tranquilo ni regalado” 60. En torno al republicanismo no podemos obviar otros títulos. De lectura amena y con discurso apasionado, cabe destacar el análisis de uno de los protagonistas de la España republica: PI Y MARGALL con su obra El reinado de Amadeo de Saboya y La República de 1873 61. Por el contrario, la Monarquía Saboyana siempre se ha quedado en un discreto plano secundario 62 a pesar de la aparición en los últimos años de interesantes publicaciones 63. Rafael Serrano advierte en cambio, que el periodo donde hay un mayor vacío bibliográfico es el referido a la dictadura de Serrano 64. Los estudios políticos han proliferado en los últimos años; el carlismo ha sido profusamente estudiado por historiadores vascos y catalanes fundamentalmente 65 y van del mismo modo surgiendo estudios sobre la evolución de otras tendencias dentro de

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“La participación electoral fue descendiendo paulatinamente fruto del desencanto del electorado al ver sus expectativas defraudadas y del retraimiento de las diversas fuerzas políticas”. URQUIJO GOITIA, M.: Idem, p. 47. 55 Vid. SERRANO GARCÍA, R. (Ed.): op. cit., 2002a. p. 16. 56 A pesar de la enorme profusión de publicaciones dedicadas a la Primera República, autores como Santiago Díez advierte de la considerable ignorancia que aún subsiste sobre esta. DÍEZ CANO, S.: “¿Existió alguna vez la I República?. Notas para recuperar un periodo historiográfico”, en SERRANO GARCÍA, R.: Idem, p. 75-92. 57 Urquijo Goitia destaca de dichos estudios la evolución del movimiento federalista: “desde la participación entusiasta en los primeros momentos de la nueva etapa política hasta el desinterés por la frustración sufrida al no ver cumplidos sus deseos de reformas, con las consiguientes divisiones dentro del movimiento.”. URQUIJO GOITIA, M.: op. cit., p. 43. 58 HENNESSY, C. A. M.: La república federal en España: Pi y Margall y el movimiento republicano federal. Madrid. Los Libros de La Catarata, 2010. 59 Para su prologuista, Sisinio Pérez Garzón, no sólo contribuyó a abrir aún más las grietas del régimen, sino que sigue poseyendo una enorme vigencia: “Conserva la fuerza de su solidez documental, y también nos concierne en los asuntos que aborda para reflexionar sobre esta España del siglo XXI, porque la cuestión federal es un reto pendiente” en HENNESSY, C. A. M.: Idem, p. 7. 60 HENNESSY, C. A. M.: Idem, p. 9. 61 PI Y MARGALL, F.: El reinado de Amadeo de Saboya y La República de 1873. Madrid. Seminarios y Ediciones, 1970. Otros libros que analizan el republicanismo del Sexenio desde la actualidad: ESTEBAN NAVARRO, M. A.: “De la esperanza a la frustración, 1868-1873: los republicanos de la Revolución de 1868 a la República de 1873”, en TOWNSON, N. (ED): El republicanismo en España (1830-1977). Madrid. 1994. 62 Vid. SERRANO GARCÍA, R.: op. cit., 2002a. p. 21. 63 BOLAÑOS MEJÍAS, C.: El reinado de Amadeo de Saboya y la Monarquía Constitucional. Madrid. Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1999. 64 Vid. SERRANO GARCÍA, R.: op. cit., 2002a. p. 24. Para un actualizado y sintético análisis al respecto debemos consultar TORO MÉRIDA, J.: “La república unitaria de 1874: el –acto- del 3 de enero y sus consecuencias políticas”, en SERRANO GARCÍA, R.: Idem, p. 93-110. 65 En los años setenta, Julio Arostegui fue uno de los pioneros en el País Vasco con su obra El Carlismo alavés y la Guerra Civil de 18701876.- Vitoria. Diputación de Álava, 1970. Otra obra destacada es la de Jordi Canal donde incluye un repaso a la controversia historiográfica del carlismo. CANAL, J.: El carlismo. Dos siglos de contrarrevolución en España. Madrid. Alianza, 2000.

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posiciones más progresistas 66. Sobre la cuestión social, gran parte de las monografías enfocan sus estudios a la Asociación Internacional de Trabajadores y la conflictividad campesina 67. Para finalizar la parte referente al Sexenio, conviene apuntar algunas publicaciones en un estadio más divulgativo que académico pero que pueden servir para una primera introducción con una presentación muy cuidada y unos contenidos sintetizados pero bien aprovechados. En este sentido debemos citar la publicación de Ángel Bahamonde editado en 1996, España en Democracia. El Sexenio, 1868-1874 68. Otro de los pilares fundamentales con los cuales se sustenta este trabajo es la bibliografía acerca de las milicias decimonónicas y en especial, la que se refiere a los Voluntarios de la Libertad. En este caso, lamentablemente los estudios cuyo objetivo se centre en desentrañar las claves de los ejércitos populares son más bien escasos 69. La milicia suele imbuirse en estudios más generales y son tratados de forma trasversal. En este sentido, debemos destacar una imprescindible excepción y viene de la mano del Catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Castilla-La Mancha, Juan Sisinio Pérez Garzón. De inestimable ayuda ha sido su tesis doctoral 70, que si bien toma el caso madrileño como parte nuclear del trabajo y adolece de cierta antigüedad, diversas publicaciones posteriores actualizan la enorme dedicación de Pérez Garzón a las milicias decimonónicas 71. Se constata que la historiografía en este sentido siempre se ha mostrado más interesada en las milicias de la época isabelina que en la creada tras la Septembrina. Sobre publicaciones sobre el militarismo español, resulta de gran interés el libro del profesor Manuel 72 Ballbé de 1983, obra donde se realiza un exhaustivo análisis del ejército y el establecimiento del orden en nuestra España Contemporánea. La implicación de los militares en las cuestiones políticas especialmente del siglo XIX, hace de este libro una lectura necesaria para un mejor conocimiento de la España de los últimos dos siglos 73. En cambio, adolece de unas reflexiones más extensas sobre el papel de las milicias durante el Sexenio a las que apenas cita y de las cuales proyecta cierta imagen peyorativa 74. Dentro de las monografías sobre el militarismo español citaremos también los libros de Stanley G. Payne Ejército y sociedad en la España liberal 75, Carlos Seco Serrano Militarismo y civilismo en la España contemporánea 76 y Fernández Bastarreche; “El ejército en el Sexenio revolucionario (186874). El arma de infantería” 77. Existen en los últimos años varias monografías locales 78 donde aparecen los 66

HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Manuel Ruiz Zorrilla y el Partido Radical durante el reinado de Amadeo de Saboya: los procesos electorales de 1871-1872. (Tesina s. p.). Universidad de Castilla-La Mancha, 2010. 67 Vid. SERRANO GARCÍA, R.: op. cit., 2002a. pp. 27-28. 68 BAHAMONDE MAGRO, A.: España en Democracia. El Sexenio, 1868-1874. Madrid. Historia 16, 1996. 69 Rafael Serrano se muestra más optimista: “la atención se ha dirigido al análisis de la composición de las corporaciones locales y , especialmente, de los Voluntarios de la Libertad, que en diferentes momentos sirvieron de brazo armado del radicalismo popular […] ha sido objetivo preferente en algunas monografías locales”. SERRANO GARCÍA, R.: op. cit., 2002a. p. 16. 70 PÉREZ GARZÓN, J. S.: Milicia nacional y revolución burguesa: el prototipo madrileño 1808-1874. Madrid. Instituto "Jerónimo Zurita", 1978. 71 Entre las publicaciones posteriores debemos destacar: PÉREZ GARZÓN, J. S.: “La Milicia Nacional”, en VV.AA.: Sagasta y el liberalismo español. Madrid. Fundación BBVA. 2000; y PÉREZ GARZÓN, J. S.: Op. cit. (s.l.: s.n.:s.a). Del mismo modo, cabe citar del profesor Sisinío Pérez una interesante síntesis sobre el Sexenio donde la formación de las Juntas revolucionarias y sus milicias tienen un papel destacado: PÉREZ GARZÓN, J. S.: “El Sexenio democrático. 1868-1874”, en GUERRERO LATORRE, A., RUEDA HERNANZ, G. y PÉREZ GARZÓN, J. S.: Historia Política, 1808-1874. Madrid. Itsmo. 2004. 72 BALLBÉ, M.: Orden público y militarismo en la España Constitucional (1812-1983). Madrid. Alianza, 1985 73 Existe una réplica hacía la importancia del ejército en el devenir político decimonónico. Esa visión antagonista a la historiografía formalista la representan los que desmitifican el protagonismo del ejército en la vida política. Los militares por si solos no pueden cambiar el rumbo político del país. “La actuación militar no es más que la expresión por la fuerza de las aspiraciones de unos grupos sociales”. PÉREZ GARZÓN, J. S.: Op. cit. (s.l.: s.n.:s.a). p. 192. 74 “Como ya había ocurrido anteriormente con la Milicia, el cuerpo de ‘Voluntarios de la República’ iba a fracasar por su politización partidista y falta de profesionalidad” en BALLBÉ, M.: Idem, p. 218. 75 Stanley G. Payne destaca la importancia de lo que denomina como pretorianismo, identificándolo como el papel decisivo que adquiere el ejército en la vida política del S.XIX, muy diferente a las formas golpistas del XX. Respecto al tema que nos ocupa, Payne hace varias estimaciones sobre el número de Voluntarios de la libertad que cifra en unos 40.000. Vid. PAYNE, S.G.: Ejército y sociedad en la España Liberal, 1808-1936. Madrid. Akal, 1976, p. 61. 76 SECO SERRANO, C.: Militarismo y civilismo en la España contemporánea. Madrid. Instituto de Estudios Económicos, 1984. 77 FERNÁNDEZ BASTARRECHE, F. “El ejército en el Sexenio revolucionario (1868-74). El arma de infantería” en VV.AA. Aproximación a la historia militar de España. Vol. 2 Ministerio de Defensa, Dirección General de Relaciones Institucionales, 2006. pp. 495-510.

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Voluntarios de la libertad incidiendo principalmente en la averiguación de su adscripción social, militancia política y procesos de alistamiento. Respecto al acercamiento a la historiografía de la Ciudad de Cuenca, sorprende la falta de profundos estudios sobre el S. XIX. Los propios autores que se han interesado por la historia de la Ciudad, bien en su generalidad, bien por periodos más concretos, o parcelas más acotadas como su patrimonio, la historia de su Obispado, o la de algunos de sus personajes ilustres, coinciden en dichas carencias 79. Los primeros autores que debemos reseñar son Juan Pablo Mártir 80, Mateo López 81, Trifón Muñoz y Soliva 82 o Pedro Pruneda 83, si bien son estudios que poco aportan a este trabajo, es obligado citar por su contribución a la historia de Cuenca. Existen además monumentales publicaciones del S. XIX, como el clásico Noticias conquenses, del abogado y diputado liberal José Torres Mena editado en 1878 y cuya edición facsímil de 1985 nos permite adentrarnos en un ingente torbellino de datos estadísticos y geográficos con un resultado bastante irregular, como define su prologuista, José Luis Muñoz, en la edición de 1985: “de muy desigual valor intrínseco y de dispar utilidad como fuente a la que recurrir moderadamente” 84. Existen varias crónicas de la época sobre el cruento ataque carlista de 1874, de las que destacaremos las escritas por Santiago López Saiz 85, Germán Torralba 86 y Eugenio de la Iglesia 87. Son testimonios de gran interés donde resaltan la enorme violencia empleada por el ejército carlista, el propio Germán Torralba fue hecho prisionero por el ejército atacante. Por el contrario, con el sexagésimo aniversario, a través de publicaciones carlistas 88, se vuelve a analizar los hechos desde interpretaciones totalmente antagónicas donde se llega a afirmar que los datos aportados en aquellas publicaciones son “calumnias de los liberales 89”. Las primeras décadas del siglo XX adolecen de publicaciones trascendentales. Existen voluminosos compendios sobre los municipios de la provincia con datos estadísticos y breves repasos históricos como La Guía Larrañaga90, que se centra más en el patrimonio y las rutas turísticas que en la Historia de la capital a la que dedica escasas páginas donde se resalta por encima de acontecimientos históricos a los personajes más notables de la provincia desde Alonso de Ojeda a Fermín Caballero entre otros. Larrañaga continúa la línea de autores como Torres Mena. Mención aparte merece la tesis doctoral de Miguel Ángel Troitiño titulada Cuenca, la crisis de una vieja ciudad escrita en 1980. La extensa obra de más de 1500 folios hace un pormenorizado estudio de la ciudad con imprescindibles datos estadísticos sobre movimientos de población, migratorios, censos, análisis socio-económico, 78

ESPIGADO TOCINO, G.: La Primera República en Cádiz. Estructura social y comportamiento político durante 1873, Sevilla – Jerez, Caja San Fernando, 1993; JEREZ COLINO, J.: El Sexenio democrático en Albacete: juntas y procesos electorales (1868-1873). Tesis doctoral dirigida por Juan Sisinio Pérez Garzón. Universidad de Castilla-La Mancha, 2008; MORCILLO ROSILLO, M.: “Los Voluntarios de la Libertad en Albacete”, Revista de la Facultad de Educación de Albacete, Nº. 9, 1994, pp. 83-94; MUÑOZ NIEVA, R.: “El municipio de Calahorra al comienzo del Sexenio Democrático (1868-74) tras el exilio de Isabel II”, Kalakorikos Nº 2. 1997. pp. 165-172; NAVARRO MELENCHÓN, J.: La República federal en el municipio de Murcia. Universidad de Murcia (tesis doctoral), 2001. 79 “La historia de Cuenca no está aún escrita” afirma el escritor Pedro José Cuevas. CUEVAS, P. J.: Cuenca. Cuenca. Editorial Alfonsípolis, 1999. p. 8. 80 MARIT RIZO, J.P.: Historia de la muy noble y leal ciudad de Cuenca. Herederos de la viuda de P. de Madrigal. 1629. El Albir, edición facsímil, Barcelona, 1979. 81 La obra de Mateo López fue recopilada y reeditada por Ángel González Palencia en los años 1949 y 1953. GONZÁLEZ PALENCIA. A.: Memoria histórica de Cuenca y su Obispado. Biblioteca conquense. Instituto Jerónimo Zurita y Ayuntamiento de Cuenca. Tomos V y VI, Cuenca. 1949 y 1953 resp. 82 MUÑOZ Y SOLIVA, T.: Historia de la muy Noble y Leal e Impertérrita ciudad de Cuenca y del territorio de su provincia y Obispado, desde los tiempos primitivos hasta la edad presente. Libros I y II. Imprenta el eco. Cuenca, 1867. 83 PRUNEDA, P.: Crónica de la provincia de Cuenca. Editores: Rubio, Grilo y Vitturi. 1869. Gaceta conquense, edición facsímil, Cuenca, 1985. 84 TORRES MENA, J.: Noticias conquenses. Madrid, 1978. Edición facsímil, Gaceta Conquense. Cuenca, 1985. p. 6. 85 LÓPEZ, S.: Los sucesos de Cuenca. Cuenca. Imprenta de Manuel Mariana, 1874. 86 TORRALBA, G.: Cuenca. Episodio de la Guerra Civil del Centro. Imprenta J. Noguera, Madrid, 1876. [En línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/consulta/registro.cmd?id=11428 [Consultado el 17-I-12]. 87 IGLESIA, E.: Recuerdos de la guerra civil. Apuntes sobre el levantamiento del sitio de Bilbao en 1874. La defensa de Cuenca. Una excursión por el ejército del Centro. Imprenta P. Abienzo. 1878. 88 BORENTUS, T.: “En el sexagésimo aniversario de la toma de Cuenca”, en Tradición, II, Nº 38, Santander, 1934, pp. 319-320 y CORRALES, J. M.: “Una anécdota de la toma de Cuenca”. en Tradición, II, Nº 38, Santander, 1934, pp.- 321-322. 89 HERRERA GARCÍA, A.: Bibliografía básica para la Historia de Cuenca. Cuenca. Ayuntamiento de Cuenca, 1996. p. 63. 90 LARRAÑAGA MENDÍA, J.: Cuenca. Guía Larrañaga. Cuenca, 1929. Edición facsímil. 1990.

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estructura urbana..etc. que abarca fundamentalmente el siglo XIX y buena parte del XX. Un exhaustivo panorama socio-económico de Cuenca cuya única carencia es la profundización de los hechos históricos acaecidos en la vieja ciudad castellana, carencia evidente al tratarse de un trabajo enfocado al área de Geografía. El otro hándicap es la falta de concreción de los años que nos ocupan. Dentro de la misma disciplina debemos también destacar el libro Familia, población y sociedad en la provincia de Cuenca. 1700-1970 91 del Catedrático David Sven Reher con un profuso estudio demográfico 92 de la provincia de Cuenca de los últimos tres siglos. Con el nombramiento de Cuenca por parte de la UNESCO como Ciudad Patrimonio de la Humanidad en diciembre de 1996 proliferan considerablemente las guías eminentemente turísticas que priorizan temas de carácter geográfico y artístico, especialmente sobre el patrimonio cultural. Respecto a estudios históricos estos quedan relegados a breves repasos insustanciales obviando flagrantemente cualquier referencia al Sexenio que nos ocupa y al siglo XIX por extensión. La única reseña destacada está relacionada con la Toma carlista de 1874 anteriormente mencionada. Entre las guías referidas debemos reseñar la del autor Pedro José Cuevas 93, que compila una correcta y seleccionada bibliografía pero recurre con facilidad a las leyendas sin adentrarse en la consulta de fuentes primarias. Fue un éxito de ventas dado su carácter más divulgativo que académico. Coincidiendo también con el año de la proclamación de la Ciudad como Patrimonio de la Humanidad, se publica un libro del profesor Antonio Herrera García 94 con una ingente recopilación de cuantas publicaciones han dedicado sus párrafos a la historia de Cuenca. A pesar de la enorme lista que sustenta el trabajo, el autor afirma categóricamente: “La historia de Cuenca está por hacer” 95. La bibliografía de Cuenca está compuesta por 663 referencias acompañadas de breves comentarios. De inestimable valor para los objetivos que aquí se buscan resulta el trabajo realizado por el joven investigador conquense Eduardo Higueras cuya tesina inédita tituló Manuel Ruiz Zorrilla y el Partido Radical durante el reinado de Amadeo de Saboya: los procesos electorales de 1871-1872 96. Dedica varios epígrafes a la Ciudad de Cuenca, haciendo un impecable estudio sobre las elecciones municipales, las formaciones políticas (con especial atención a la génesis y evolución del Partido Radical), la formación de la Junta Municipal, las asociaciones políticas…etc. Es el único trabajo de los analizados que dedica varios párrafos a los Voluntarios de la Libertad en Cuenca aportando interesantes conclusiones como la influencia del radicalismo en las filas de la Milicia ciudadana 97. Sobre la influencia de los partidos políticos en la ciudad, las personalidades más relevantes y los resultados de los procesos electorales acaecidos durante el Sexenio, toman buena cuenta de ellos las publicaciones de González Calleja y Moreno Luzón 98. Uno de los vacíos más dramáticos sobre la historia conquense era la olvidada prensa local 99. Isidro Sánchez Sánchez junto a Ángel Luis López Villaverde se propusieron rellenar este hueco con un formidable estudio sobre la hemeroteca conquense que abarca los últimos 200 años. Eficazmente planteado, la enumeración viene acompaña de abundante estadística, acertadas clasificaciones (por formato, contenidos, épocas…etc.) y una inestimable relación de fuentes y bibliografía consultada. También del autor Isidro Sánchez debemos citar la coordinación de la obra Castilla-La Mancha contemporánea (1800-1975) 100 de la que podemos extraer interesantes aportaciones sobre la época que aquí nos atañe.

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REHER, D. S.: Familia, población y sociedad en la provincia de Cuenca, 1700-1970. Madrid. Centro de Investigaciones Sociológicas, 1988. 92 El minucioso estudio incluye tasas relativas a densidad de población, población activa, natalidad y mortalidad, así como otras menos convencionales relacionadas con la nupcialidad y la estructura de los hogares en Cuenca. 93 CUEVAS, P. J.: op. cit. 94 HERRERA GARCÍA, A.: op. cit. 95 HERRERA GARCÍA, A.: Idem. p. 7. 96 HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: op. cit. 97 “Precisamente la institución de los Voluntarios de la Libertad resulta interesante para comprobar la amplia implantación del radicalismo en diferentes espacios de la vida política conquense” en HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Idem, p. 104. 98 GONZÁLEZ CALLEJA, E. y MORENO LUZÓN, J.: Elecciones y parlamentarios. Dos siglos de historia en Castilla-La Mancha. Toledo. JCCM, 1993. 99 “Este libro pone fin a un prolongado lamento” afirma José Luis Muñoz como prologuista en SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. y LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: Evolución de la Prensa conquense (1811-1939). Cuenca. UCLM, 1998. p. 15. 100 SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. (Coord.): Op. Cit.

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Ya entrados en el siglo XXI, el historiador conquense Miguel Romero, cuyas últimas publicaciones se interesan por el movimiento carlista, escribió en 2010 el saco de Cuenca 101, un ensayo que analiza pormenorizadamente la toma carlista a la Ciudad de Cuenca en julio de 1874. El libro aporta abundante bibliografía sobre el carlismo y se apoya en numerosos artículos de prensa de la época de diferente signo político, así como en las actas municipales donde se hacía referencia a la sangrienta noche del 15 de julio de 1874. Como hemos podido comprobar, el Sexenio revolucionario continúa despertando el interés de un gran número de historiadores con una cada vez mayor especialización local-regional que va cubriendo los vacíos historiográficos comentados. Respecto a las referencias, estudios y publicaciones sobre la milicia del Sexenio hemos podido reseñar que son más bien escasas. El problema se agudiza si nos centramos en el ámbito local de la ciudad de Cuenca 102 existiendo una verdadera laguna que debería despertar en los jóvenes investigadores locales un reto que solventase exitosamente dichas carencias.

2. GESTACIÓN DE LAS JUNTAS REVOLUCIONARIAS Y MILICIAS POPULARES. Cambio de poder en los municipios españoles. La existencia de Milicias Nacionales fue una reiterada constante en la España decimonónica. “La milicia ciudadana nació en momento de gravísimo peligro para España” 103 afirmaba el propio Sagasta. Desde las mismas Cortes de Cádiz, se produjo un profundo cambio en las estructuras militares. El ejército pasó de ser real y mercenario, a un verdadero ejército nacional104. Por su parte la Milicia, un cuerpo innovador, se gestó como “arma política específica para la defensa de los intereses revolucionarios” 105. Ejército y Milicia no tardaron en colisionar al representar cada uno la defensa de unos ideales que en periodos convulsos se mostraban todavía más antagónicos. La Milicia tras los procesos revolucionarios de 1808, 1820,1835, 1854 y 1868, fue configurándose como una institución de orientación progresista 106 y con una organización eminentemente local 107.

2.1. Formación y funcionamiento de las Juntas Revolucionarias en las capitales españolas. Conflictividad entre el poder municipal y el Gobierno provisional. El triunfo de la Gloriosa supuso un cambio sustancial en las formas de Gobierno de la Nación. Tras la derrota en Alcolea del ejército gubernamental, se inició un nuevo periodo donde las Juntas revolucionarias tomaron el mando en los principales Ayuntamientos mientras el ejército sublevado marchaba triunfante hasta Madrid. Una vez consumado el triunfo revolucionario se produjo una dualidad entre las Juntas revolucionarias populares y el Gobierno provisional con los militares sublevados al mando. Las Juntas estaban mayoritariamente formadas por dos de los tres partidos que derrocaron a Isabel II; progresistas y demócratas. Mayoritariamente, las Juntas representaban la parte más demócrata cuyas demandas afectaban sobre todo a las clases populares, las Juntas eran

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ROMERO SAIZ, M.: El saco de Cuenca. Boinas rojas bajo Mangana. Cuenca. Diputación de Cuenca. 2010. [En línea] http://www.miguelromerosaiz.com/html/publicaciones/ Libros/ElSacoDe Cuenca.pdf [consultado el 13-I-12]. 102 El profesor Ángel Luis López Villaverde sentencia al respecto: “La revolución que inició un Sexenio tan apasionante como el que transcurrió entre 1868 y 1874, […] no ha merecido ninguna atención por los historiadores conquenses. Y es lamentable porque parece que hay material documental suficiente para hacer un trabajo de investigación interesante” LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: “Inmovilismo versus modernización en la provincia de Cuenca (siglos XIX y XX)” en RECUENCO, F.: Histocuenca, Cuenca en la Historia. Ciclo conferencias. Cuenca. CCM, obra social y cultural, 2006, p. 118. 103 Decreto orgánico para la fuerza ciudadana de los Voluntarios de la Libertad. Barcelona. Establecimiento tipográfico L. Laso. 1868. p. 6.[consulta en línea] http://mdc.cbuc.cat/cdm4/document.php?CISOROOT=/fonsFerran&CISOPTR=17579 [consultado el 10-II-2012]. 104 Vid. PÉREZ GARZÓN, J. S.: Ejército nacional y Milicia nacional. (folleto) (s.l.: s.n.:s.a). p. 181. 105 PÉREZ GARZON, J. S.: Ibídem. 106 “En esta institución se refugiarán los progresistas y los republicanos para oponer por la fuerza sus exigencias al monopolio del poder por parte de los moderados”, PÉREZ GARZON, J. S.: Idem. p. 186. 107 “La Milicia nacía en cada localidad con la correspondiente Junta Soberana y como fuerza armada de ésta en sucesivas coyunturas revolucionarias”, PÉREZ GARZON, J. S.: Idem. p. 187.

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los baluartes del espíritu revolucionario de la Septembrina 108. El Gobierno provisional por su parte representaba la revolución más burguesa que a pesar de poder compartir algunos criterios con el poder municipal, la confrontación por otros planteamientos llevaría inexorablemente al enfrentamiento. El movimiento juntista se organizó en torno a divisiones territoriales jerarquizadas. Así encontramos Juntas provinciales, de partido judicial y locales. Las Juntas provinciales se constituyeron en las capitales extendiendo su poder sobre las locales 109. Los conflictos interjuntas fueron muy comunes en toda la geografía española pero el principio jerárquico impuso el peso de las provinciales sobre las locales a las que estaban subordinadas 110. Las Juntas fueron las únicas autoridades legítimas hasta la formación del Gobierno Provisional el 8 de octubre encabezado por el General Serrano. El Gobierno estaba compuesto por cinco progresistas, tres miembros de la Unión Liberal y ningún demócrata. La nueva estructura de poder surgida del proceso revolucionario no tardó en recelar del excesivo protagonismo popular en los municipios. El Gobierno quería “cortar de raíz la actuación de las juntas revolucionarias” 111. Una confrontación que colisionaba con los intereses de los pactos pre-revolucionarios y que presagiaba no pocos desórdenes. El Gobierno provisional fue consciente de las dificultades que acarrearía dicha dualidad 112. El 13 de octubre 113, tras la proclamación del nuevo Gobierno provisional, el recién nombrado Ministro de Gobernación, Praxedes Mateo Sagasta, decretó la disolución de las Juntas revolucionarias ordenando la formación de nuevos Ayuntamientos y Diputaciones. En buena parte de los casos la nueva composición apenas difería de las extintas Juntas por lo que fue un proceso de “institucionalización de las juntas” 114 al ingresar todos sus miembros en los nuevos Ayuntamientos y Diputaciones provinciales 115. El 21 del mismo mes 116 se publicaron las disoluciones de buena parte de las Juntas Locales formadas tras el pronunciamiento. Las Juntas revolucionarias tuvieron por tanto una corta duración. Las elecciones municipales le otorgaron la legitimidad popular, pasando de provisionales a definitivas. Sobre la composición de las Juntas, se ha evidenciado que se componían principalmente de personas de cierta relevancia local. De la Fuente Monge destaca la preponderancia de civiles sobre militares con apenas un 8% 117, cifra muy inferior a lo que venía siendo característica en la tradición juntista. El carácter popular de las Juntas 118 es un tema que arroja cierta controversia: ”la participación popular fue relativamente escasa y carente de autonomía” 119 un extremo algo decepcionante: “para una revolución que se consideró a sí misma popular y democrática” 120.

2.2. Los Voluntarios de la Libertad como garantes del poder revolucionario. La revolución de 1868 hizo de nuevo imperantemente necesaria la reconstitución de una fuerza ciudadana que defendiera las principales demandas revolucionarias y preservara el orden en las capitales donde se constituyeron. La composición de las Juntas revolucionarias, de fuerte peso demócrata, contrastaba con la composición moderada y monárquica del Gobierno Provisional. Las Juntas mostraron en muchos casos su inclinación republicana y armaron su milicia propia. Los Voluntarios de la Libertad fueron la fuerza que veló por los intereses de las Juntas revolucionarias, su brazo armado y su instrumento de poder. Su estructura recuperó la de la extinta 108

JEREZ COLINO, J.: op. cit., p. 90. SUAREZ CORTINA, M.: op. cit., p.24. 110 Vid. FUENTE MONGE, G.: op. cit., 2000, p. 182. 111 FUENTE MONGE, G.: op. cit., 1987, p. 61 112 Vid. CARO CÁNCELA, D. “Ramón de Cala (1827-1902): Republicanismo y Fourierismo” p. 59, en SERRANO GARCÍA, R . Op. cit., 2006 113 La Gaceta de Madrid. Núm. 288. 14-X-1868. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1868/288/A00007-00008.pdf [consultado el 09-II-2012] 114 MORCILLO ROSILLO, M.: op. cit., p. 87. 115 Vid. CARO CÁNCELA, D.: op. cit., p. 59. 116 La Gaceta de Madrid. Núm. 295. 21-X-1868 [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1868/295/A00001-00002.pdf [consultado el 09-II-2012]. 117 FUENTE MONGE, G.: op. cit., 1996, p. 139. 118 La legitimación popular que gozan se contradice con la escasa representación del pueblo: “Las juntas se legitiman a los ojos del pueblo aunque no esté integrado normalmente en ellas”. En FUENTE MONGE, G,: op. cit., 1987, p. 65. 119 FUENTE MONGE, G,: op. cit., 2000, p. 245. 120 FUENTE MONGE, G,: Idem, p. 12. 109

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Milicia Nacional con un carácter eminentemente proletario. Fueron “la alternativa democrática” 121 al ejército controlado por monárquicos y moderados, no solo en cuanto a su funcionamiento, por encima de ello está la diferente concepción de soberanía. Frente a los ejércitos reales heredados del absolutismo, la Milicia se gesta defendiendo que la soberanía era una tarea común “tarea de todos, porque la soberanía era nacional, esto es, de los ciudadanos libres e iguales” 122. La Milicia Nacional estuvo presente en las revoluciones liberales del S.XIX en España, incluida la que nos ocupa, la surgida tras la Septembrina. Muchos de los Voluntarios de la Libertad alistados en 1868 fueron antiguos componentes o los propios hijos de aquellos que militaron durante el bienio progresista 123. Las Juntas necesitaban del apoyo popular y una institución que les amparase. Para ello manejaban varias herramientas extremadamente poderosas; “utilizaban los boletines oficiales de la provincia […] una prensa periódica oficiosa donde se publican sus actos y además un brazo armado: Los Voluntarios de la Libertad o milicias ciudadanas” 124. Respecto a su entidad eminentemente popular, no existe controversia al respecto. Varios datos arrojan una composición mayoritariamente proletaria 125. Tomando como ejemplo la Milicia madrileña, el 30% estaba formada por jornaleros. Si a ello sumamos carpinteros, albañiles, zapateros…etc. se supera el 50% del total. Datos que se contrarrestan con el ínfimo porcentaje de propietarios y profesiones liberales 126. No es de extrañar que las clases acomodadas y propietarios vieran una amenaza cada vez mayor el propósito de armar una milicia eminentemente popular poseída por una paulatina contaminación de las ideas democráticas, republicanas o del incipiente internacionalismo proletario. Durante el mes de octubre de 1868, las Juntas locales organizaron los alistamientos de los voluntarios 127. Era característica común en las capitales españolas encontrar entre los capitanes de las respectivas compañías individuos de talla y relevancia pública. Al mando de los batallones podemos encontrar personajes que gracias a su adscripción a los Voluntarios les granjeó enorme fama y prestigio social. En buena parte, su elección como Comandantes vino determinada por el protagonismo que alcanzaron durante los primeros días de la revolución 128. El 17 de noviembre, Práxedes Mateo Sagasta, como Ministro de la Gobernación, firmó un decreto orgánico que regulaba la fuerza ciudadana de los Voluntarios de la Libertad 129. En la exposición de motivos Sagasta definió la Milicia como “institución civil, pacífica aunque armada, prenda de orden y elemento de libertad” 130. Dicha reglamentación tenía como objetivo constreñir la milicia haciéndola más controlable por parte del gobierno central, acotando la formación de la fuerza ciudadana a las capitales de provincia fundamentalmente. Sagasta enumeraba una serie de exclusiones que adolecen de excesiva ambigüedad: “los que fueren de malas costumbres, según pública voz y fama comprobada por hechos escandalosos como la embriaguez, la vagancia y otros que ofendan la moral

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PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 2004, p. 331. PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 2000, p. 137. 123 Podemos citar varios ejemplos en los alistamiento de Cuenca como el de Vicente Gutiérrez que solicita ingresar en los Voluntarios de la Libertad de Cuenca alegando: “Que habiendo pertenecido siempre al partido liberal de progreso y militado en las filas de la Milicia Nacional de Madrid,[…] desea seguir demostrando sus ideas presentándose como desde luego lo hace de Voluntario de la libertad de esta capital” AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 2. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1869. [03-III-1869]. 124 FUENTE MONGE, G,: op. cit., 1987, p. 61 125 Vid. MUÑOZ NIEVA, R.: op.cit., p. 170. 126 Vid. PÉREZ GARZÓN, J. S.: Idem. pp. 510-515. 127 En ciudades como la de Albacete, contaba ya a primeros de noviembre con una fuerza ciudadana compuesta de cuatro compañías y cuyos mandos recientemente elegidos correspondían a destacados personajes de la capital. Vid. MORCILLO ROSILLO, M.: op. cit., pp. 85-86. Otros municipios retrasaron hasta principios de 1869 la organización de su milicia. MUÑOZ NIEVA, R.: op.cit., p. 170 128 Es el caso de Eleuterio Maisonnave que fue comandante de la milicia ciudadana de Alicante y más tarde Ministro de Gobernación durante la I república. Paradójicamente, tuvo que firmar en septiembre de 1873 los decretos que regularon la organización de la nueva Milicia Nacional. GUTIÉRREZ LLORET, R. “Eleuterio Maisonnave (1840-1890) y el republicanismo de orden en el siglo XIX”. P. 163 en SERRANO GARCÍA, R . op. cit., 2006. 129 La Gaceta de Madrid. Núm. 323. 18-XI-1868. http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1868/323/A00001-00003.pdf [consultado el 29-I12] 130 Decreto orgánico para la fuerza ciudadana de los Voluntarios de la Libertad. Op. cit. p. 7. 122

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pública” 131. También se incluye como causa de exclusión aquellos que hayan demostrado mediante sus actos la deslealtad a los principios revolucionarios. El decreto también regulaba la democratización de la fuerza ciudadana puesto que los cargos y oficiales se renovaban cada tres años mediante sufragio entre los propios voluntarios. Se crearon unos Consejos de disciplina que debían velar por la buena conducta de los voluntarios, y en su caso sancionar, aquellas que sean impropias o indisciplinadas. Sobre el carácter del alistamiento, el decreto advertía: “se ha fijado como base la de ser voluntaria la prestación de ese importante servicio” 132. El controvertido artículo 37º recogía: ”Cuando por circunstancias graves se viere el Gobierno en la necesidad de disolver la fuerza ciudadana […] dará inmediatamente cuenta a las Cortes […]” 133, guardándose para sí el Gobierno la posibilidad de disolución en caso de conflicto de intereses, desacatos, o cualquiera otra circunstancia que pudiera poner en serios problemas la gobernación del país. Pérez Garzón encuentra dicha ambigüedad diametralmente calculada: “por un lado organiza una Milicia ciudadana, para en la práctica disolverla cuando pone en peligro las bases del régimen burgués” 134. La Milicia contaba con sus propios reglamentos que poco tenían que ver con los del ejército. Su propia idiosincrasia tenía una raíz democrática. La Milicia estaba formada por: “ciudadanos de idénticos derechos, con jefes y oficiales electos a pluralidad absoluta de votos y nunca sometidos a ningún fuero militar” 135. El brazo armado municipal iba adquiriendo desde sus inicios un claro sesgo popular que colisionaba con el propio ejército 136. Juan Prim, como titular de la cartera de la guerra, recelaba de la milicia popular a la que achacaba cierta indisciplina y falta de cohesión nacional. Prim consideraba que “Una nación no podía subsistir sin un ejército disciplinado y permanente” 137. El ejército, argumentaba, era “imprescindible para garantizar la libertad frente a los carlistas, ante los cuales los Voluntarios de la Libertad, serían insuficientes” 138. Por ello, el decreto de 17 de noviembre buscaba en apariencia reorganizar la milicia ciudadana pero solapadamente intentaba “llevar a cabo su desarme y su ulterior disolución.” 139. No todas las ciudades procedieron a la disolución de sus juntas y milicias de forma pacífica. El ejército trató de sofocar aquellas que permanecían en actitud desobediente 140. La inmediata reacción a los decretos de disolución conlleva en diciembre de 1868 un buen número de insurrecciones en varios municipios españoles. Especialmente beligerantes se mostraron las milicias de Puerto de Santa María, Málaga, Cádiz y Sevilla 141. La Milicia fue acusada de poseer influjos republicanos 142 de ahí que la desconfianza del Gobierno fuera en aumento. Por su parte, los defensores de la institución ciudadana centraron sus ataques en la figura de Sagasta. Incluso desde su propia tierra los ataques fueron feroces 143. 131

PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., p. 601. Decreto orgánico para la fuerza ciudadana de los Voluntarios de la Libertad. Op. cit. p. 7. 133 La Gaceta de Madrid. Núm. 323. 18-XI-1868. http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1868/323/A00001-00003.pdf [consultado el 29-I12] 134 PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 1978, p. 509. 135 PÉREZ GARZÓN, J. S.: Op. cit. (s.l.: s.n.:s.a). p. 187. 136 Vid. FUENTE MONGE, G,: op. cit., 1987, p. 61-62. 137 ANGUERA, P. “Prim (1814-1870): de miliciano a presidente del Gobierno” pp. 25-26 en SERRANO GARCÍA, R.: op. cit., 2006. 138 ANGUERA, P.: Ibídem 139 SUAREZ CORTINA, M.: La España liberal (1868-1917). Política y sociedad. Madrid. Editorial Síntesis, 2006. p.26. 140 Vid. FERNÁNDEZ BASTARRECHE, F.: op. cit., p. 495.; GONZÁLEZ PEÑA, J.: “La cultura política en el Sexenio”, Revista de Derecho Político. Nº 55-56, 2002. p. 100. [en línea]. Consultado el 12-I-2012 http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned: DerechoPolitico-2002-55-56-10001&dsID=PDF [20-II-12] 141 Vid. PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 2004, p. 337-338. 142 Vid. PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 2004, pp. 334-335; 358-359.; en otras ciudades el control de la Milicia confrontaba a republicanos contra radicales. Como ocurre en Murcia, varias compañías estaban en manos de republicanos mientras que las que estaban copadas por progresistas radicales eran clara minoría. NAVARRO MELENCHÓN, J.: op. cit., pp. 227-228. 143 “Ministro altivo, despótico y procaz, ese revolucionario de pega, ese ambicioso vulgar que […] ha insultado y provocado al pueblo español con circulares dictatoriales y despóticas, ha desarmado las Milicias ciudadanas y, con tantas ilegalidades y provocaciones, ha sido el autor principal de los tristes acontecimientos que han ensangrentado el suelo de la patria”, en El Sol de la República 5-IX-1869, visto en OLLERO VALLÉS, J.L: “Tan cerca, tan lejos: Sagasta y los progresistas frente al republicanismo en el Sexenio Democrático”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, historia contemporánea. T. 18 2006. pp. 91-109 http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid= bibliuned:ETFSerie5-2006-1016&dsID=pdf [Consultado el 8-I-12]. 132

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El 6 de junio de 1869 fue promulgada la Constitución “más liberal que en Europa se conoce 144”. En el acto solemne desfilaron frente al Palacio legislativo varios batallones de Voluntarios de tan solo once ciudades españolas. Pudiera parecer que durante los primeros meses de 1869, la institución denominada como Voluntarios de la Libertad, quedó prácticamente desactivada. Paradójicamente el Gobierno continuó enviando armamento a las poblaciones que lo solicitaban para su milicia. El Eco de Cuenca calculó en un suelto que a final de año se entregarían más de 150.000 fusiles para sus fines 145. Con la instauración de la Monarquía Saboyana, los militares y funcionarios civiles fueron obligados el 24 de 146 enero a prestar juramento de obediencia al monarca y sus instituciones. Buena parte del ejército no deseaba un monarca extranjero, al igual que sucedía con ciertos sectores de tendencia republicana dentro de los Voluntarios de la Libertad. Por ello, armar una fuerza ciudadana con cierta actitud disidente podría ser cuanto menos delicada. El Sambenito republicano de la milicia urbana estaba muy extendido pero erraríamos al tratar de generalizar una casuística tan compleja como diversa. Piqueras Arenas defiende la estrecha relación entre la milicia y el influjo republicano desde el mismo momento de su constitución 147. Por el contrario, existen Voluntarios de la Libertad de varios municipios españoles que apoyaron desde un primer momento la candidatura del monarca italiano 148. Varios Ayuntamientos exigieron al gobierno la necesidad de organizar y armar su fuerza ciudadana aludiendo al todavía vigente decreto de 17 de noviembre de 1868. Los Ayuntamientos no recibieron negativas a dichas peticiones pero fueron en ocasiones demoradas 149. El Gobierno se vio finalmente en la obligación de armar la milicia ciudadana ante la amenaza carlista. Los Voluntarios de la Libertad jugaron entonces un papel determinante en defensa de las instituciones constitucionales apoyando al ejército contra el carlismo 150. La monarquía de Amadeo I se fue derrumbando y en varias capitales españolas las milicias adolecieron un abandono que las fue estrangulando irreversiblemente o bien, fueron forzosamente disueltas por no querer jurar lealtad al monarca 151. En febrero de 1873 el rey Amadeo, acuciado por un país que consideraba ingobernable y con la desmembración del partido que le apoyaba, decidió abandonar el Reino de España. La primera monarquía democrática quedaba definitivamente frustrada. Con la marcha del monarca italiano se cerraba un periodo complicado para la milicia nacida tras la septembrina donde, bajo la acusación de fuerza afín a los ideales republicanos apenas sobrevivió en algunas capitales españolas. En el resto de ciudades, el estado latente en el que se encontraba renacía junto a la proclamación de la Primera República Española. Con la marcha del rey Amadeo I se iniciaba un nuevo proyecto social y político. Al tercer día de la recién estrenada andadura política, se decretó la formación de la fuerza ciudadana denominada Voluntarios de la República. La Gaceta de Madrid 152 publicó la norma por la que se reorganizaba la milicia ciudadana. El decreto que firma Estanislao Figueras el 14 de febrero evidenciaba la premura con que el nuevo gobierno quería organizar un cuerpo que consideraba indispensable para velar por los intereses de la República. Figueras apostó por confiar el orden a los Voluntarios de la Libertad cuya denominación se cambió por la de Voluntarios de la República 153. La 144

DOMINGO MONTES, P.: Historia de la Gloriosa Revolución Española en septiembre de 1868 con las biografías y retratos de los libertadores de la patria. Madrid. Elizalde y Comp. 1868. p. 423. 145 El Eco de Cuenca. Núm. 349. 25-VIII-1869. [Consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes.cmd? idPublicacion=10841&anyo=1869 [consultado el 02-II-2012] 146 La Gaceta de Madrid. Núm. 25. 25-I-1871. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1871/025/A00193-00193.pdf [consultado el 09-II-2012] 147 Vid. PIQUERAS ARENAS, J.A.: op. cit., p. 44 148 Vid. VILLENA ESPINOSA, R.: El Sexenio democrático en la Provincia de Ciudad Real. Economía, política y sociedad (1868.1874). Cuenca. Servicio de publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 1997. p. 372. 149 El Ayuntamiento de Albacete recibió en diciembre de 1872 la munición que solicitaron varios meses antes, en MORCILLO ROSILLO, M.: op. cit., p. 91. 150 El Eco de Cuenca. Núm 705. 29-I-1873 [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes. cmd?idPublicacion=10841&anyo=1873 [consultado el 16-II2012] 151 Esta situación fue denunciada por el gobierno republicano nada más alzarse en el poder. La Gaceta de Madrid. Núm. 46. 15-II-1873. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/046/A00531-00531.pdf [consultado el 01-II-2012] 152 La Gaceta de Madrid. Ibídem. 153 Vid. FERNÁNDEZ BASTARRECHE, F.: op. cit., p. 505.

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Asamblea Nacional sancionó el 17 de marzo 154 la ley que organizaba los batallones de los “Voluntarios de la República” y su remuneración 155. En cuanto al régimen disciplinario, este se ajustaba a las disposiciones que regían los cuerpos del ejército. Se redujo a 40 años la edad máxima y aunque no se exigía talla determinada: “habrán de tener la robustez necesaria” 156. Del mismo modo, se amplió la dotación presupuestaria para la correcta organización de los Voluntarios. La radicalización política se apoderó de los foros nacionales y esta se vio también reflejada en la Milicia que escoró hacia el federalismo 157. Varios batallones mostraron su disidencia abiertamente. El 23 de abril varios batallones se reunieron en la Plaza de Toros madrileña en evidente muestra de insurrección. Pi y Margall ordenó la inmediata disolución de dichos batallones cuyos miembros tenían que entregar las armas en el plazo de 24 horas 158. Paralelamente, el Gobierno aumentó considerablemente el número de miembros de la Guardia Civil hasta los 30.000 159, medida propiciada por los acuciantes problemas que posee la República, especialmente los referidos al cantonalismo y la ofensiva carlista. Varios Ayuntamientos insurrectos aprovecharon el armamento enviado para la provisión de los Voluntarios de la República para fines distintos. El Gobierno se encontró con la paradoja que el armamento que había suministrado para la defensa de los ideales republicanos fue utilizado para armar a los insurrectos cantonalistas. Eleuterio Maisonnave 160, ante la gravedad de los hechos, exigió la devolución inmediata de armas y munición bajo pena de fuertes sanciones. El recelo del Gobierno aumentó por los hechos acaecidos y entendió por imperiosa la necesidad de reformar y regular las milicias para que no colisionaran con los intereses del gobierno central 161. En vista de dichos acontecimientos y en previsión de futuras insubordinaciones, el 18 de septiembre de 1873 162, el ministro Maisonnave a propuesta de Emilio Castelar restableció una antigua ley de Milicia Nacional de 1822 con una serie de modificaciones. Entre ellas cabe destacar como principal novedad la que encontramos en su artículo 1º; su carácter obligatorio 163. Entre las principales funciones de la institución se encontraba: “la defensa del orden público en el interior de la poblaciones […] y su obediencia al gobierno legítimamente constituido 164” artículo clave que prevenía de posibles insurrecciones. El artículo 117º recogía la inversión del orden jerárquico, siendo entonces el Ministro de Gobernación el primero mientras que el alcalde pasaba al último lugar del escalafón 165. Otra novedad reseñable era la exclusión de aquellos jóvenes que no tuvieran propiedad, rentas, industria u otro modo conocido de subsistir. El Gobierno mostraba así su desconfianza de armar aquellas clases más desfavorecidas y 154

La Gaceta de Madrid. Núm. 80. 21-III-1873. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/080/A00935-00935.pdf [consultado el 09-II-2012] 155 Las remuneraciones quedan de la siguiente forma: 2,50 pesetas los sargentos primeros, 2,25 los cabos primeros, segundos y cornetas, y 2 pesetas los soldados. 156 La Gaceta de Madrid. Núm. 80. 21-III-1873. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/080/A00935-00935.pdf [consultado el 09-II-2012] 157 “Tales voluntarios, herederos de los homónimos de la libertad, habían protagonizado la radicalización del nuevo sistema político. Empujaban al federalismo, y el federalismo equivalía entonces a revolución social”. PÉREZ GARZÓN, J. S.: Idem, p. 516. 158 La Gaceta de Madrid. Núm. 114. 24-IV-1873. [Consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/114/ A00203-00203.pdf [consultado el 10-II-2012]. 159 Vid. PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 1978, p. 516. 160 La Gaceta de Madrid. Núm. 231. 19-VIII-1873. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873 /231/A0141801418.pdf [consultado el 10-II-2012]. 161 En La Gaceta de Madrid de 6 de septiembre de 1873 anuncia la siguiente ley “Las cortes constituyentes, en uso de su soberanía, decretan y sancionan la siguiente ley: Art.1º. Con objeto de atender a la mejor reorganización del cuerpo de Voluntarios de la República, se establece la Ordenanza de 14 de julio de 1822 para la formación, régimen, constitución y servicio de la Milicia nacional local de la península e islas adyacentes”. La Gaceta de Madrid. Núm. 259- 06-IX-1873. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/249/A01621-01621.pdf [consultado el 13-II-2012] 162 La Gaceta de Madrid. Núm. 262. 19-IX-1873. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/262/A01774-01777.pdf [consultado el 09-II-2012]. 163 “Art.1. Todo Español, desde la edad de diez y ocho años hasta la de cuarenta y cinco cumplidos que esté avecindado […] está obligado al servicio de esta milicia”. La Gaceta de Madrid. Núm. 262- 19-IX-1873. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/262/A01774-01774.pdf [consultado el 13-II-2012] 164 PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 1978, p. 608. 165 El segundo era el Inspector general y el tercero el inspector provincial, ambos nombrados por el Gobierno. Vid. PÉREZ GARZÓN, J. S.: Idem, 1978, pp. 517 y 609.

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posiblemente contaminadas por el internacionalismo obrero. No era conveniente facilitar armamento a aquellos que buscaban la revolución social. Con estas medidas el gobierno pretendió tener un control absoluto de sus milicias y evitar así las disidencias locales. El 2 de octubre el propio Ministro prohibió de modo taxativo la reunión de las milicias armadas sin autorización previa en previsión de evitar actos insurrectos 166. Los Ayuntamientos procedieron a adaptar sus fuerzas populares a los nuevos decretos, a la elaboración de nuevos censos y a convocar nuevas elecciones para elegir los mandos. La nueva organización, en cambio, tuvo una vida muy efímera. El General Pavía irrumpió en las Cortes el 2 de enero de 1874 disolviendo el gobierno y dando paso a un nuevo cambio político cuyo protagonista volvía a ser el general Serrano. La República unitaria de Serrano suspendió las garantías constitucionales entre las que destacaba el derecho de reunión167. La antigua milicia ciudadana acabó siendo disuelta “no sin ofrecer en ocasiones resistencia” 168. Tras el retroceso en cuanto a libertades públicas la única Milicia que se reorganizó fue la denominada como Voluntarios de la Propiedad, la milicia de la burguesía conservadora, una milicia que no se opuso a la restauración Alfonsina. Una fuerza más acorde a los nuevos tiempos: “más afín a la revolución del orden” 169. En 1875, dicha milicia desfilaba ante el nuevo monarca engalanada 170. La nueva etapa desarmaba el significado primigenio de las milicias decimonónicas.

3. LOS VOLUNTARIOS DE LA LIBERTAD EN LA CIUDAD DE CUENCA. El despegue económico de una parte de las ciudades españolas durante la segunda mitad del siglo XIX vino de la mano del proceso industrializador incipiente que se estaba desarrollando. El caso de Cuenca fue diametralmente distinto al quedarse al margen de la industrialización. Con un peso del secundario inferior al 15% 171 sobre el total, la ciudad poseía una estructura más afín a sociedades preindustriales 172. El fin del periodo isabelino venía de la mano de una profunda crisis del sistema político acompañada de otra de carácter económico que afectó a la gran parte de la población española y que tuvo especial incidencia en regiones agrícolas como la Castellano-Manchega. Entre las clases más desfavorecidas aumentaba la hostilidad hacia un régimen que se mostraba cada vez más incapaz de solventar los acuciantes problemas económicos. Con el estallido de la Revolución de septiembre la esperanza se adueñó de las clases populares.

3.1. La gloriosa revolución en Cuenca. Formación de la Juntas revolucionarias (septiembre 1868 - diciembre 1870). Tras la celebración el día de San Mateo y sus tradicionales vaquillas 173 el 21 de septiembre de 1868 en conmemoración de la conquista de Cuenca por Alfonso VIII en 1177, el Ayuntamiento de Cuenca, con D. Juan de la Cuesta como Alcalde-presidente del Consistorio, tenía previsto otro festejo taurino con el fin de celebrar el aniversario del acceso al trono de la reina Isabel II el 10 de octubre 174. Los revolucionarios acontecimientos que

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La Gaceta de Madrid. Núm. 275- 02-X-1873. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/275/A00011-00011.pdf [consultado el 13-II-2012]. 167 La Gaceta de Madrid. Núm. 11. 11-I-1874. p. 85. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1874/011/A0008500085.pdf [consultado el 10-II-2012]. 168 FERNÁNDEZ BASTARRECHE, F.: op. cit., p. 508. 169 FUENTE MONGE, G,: op. cit., 1987, p. 62. 170 Vid. PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 1978, p. 520. 171 Los artesanos ocupaban más del 5%, mientras que el terciario tenía un peso superior al 50%. Solo el Clero ya ocupaba un valor en torno al 7%. TROITIÑO VINUESA, M. A.: Op. cit., p. 693 y 695 172 Reher apunta “la incapacidad para el desarrollo” que poseía la ciudad en el S. XIX, en REHER, D. S.: op. cit., p. 144. 173 El festejo que todavía se celebra consiste en la suelta de vaquillas enmaromadas por la plaza mayor para que corran y toreen los mozos de la ciudad. 174 AMCU. Negociado General. Leg. 398. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1868. 16-IX-1868. Fol. 163.

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tuvieron lugar días atrás en la bahía de Cádiz convulsionaron los planes. Dichas reses fueron finalmente aprovechadas para una celebración diametralmente distinta; el triunfo de la Gloriosa 175. Las Juntas provisionales se fueron gestando conforme iban teniendo noticias del triunfo revolucionario. Los funcionarios que mostraron desafección con las nuevas ideas revolucionarias fueron expulsados de las Casas Consistoriales. Se produjeron profundos cambios en las corporaciones municipales buscando la absoluta desafección de los Ayuntamientos con el antiguo régimen isabelino 176. El 30 de septiembre se reunió el pleno municipal al completo “en presencia de un considerable número de personas de todas clases y posiciones 177”. El Alcalde manifestó haber recibido la madrugada anterior un telegrama de Pascual Madoz en el que anunciaba los acontecimientos acaecidos: “se realizó con el mayor entusiasmo y en el más admirable orden la revolución sin colisión y en completa fraternidad con el ejército, sin derramar una gota de sangre; y observa que será grande la responsabilidad del que provoque conflictos y se oponga a la marcha triunfante del movimiento liberal”. La sesión extraordinaria partía de la petición de Ramón Cobo e Isidoro Arribas “comisionados por otros varios convecinos de ideas liberales, para que en ella determine la población lo que juzgare conveniente”. Isidoro Arribas tomó la palabra tras las manifestaciones de los concurrentes “con el más entusiasta grito de viva la libertad, la soberanía nacional y el de abajo los Borbones”. Arribas exhortó la necesidad de respetar el orden y propuso la constitución de una Junta revolucionaria interina hasta que se constituyera la definitiva por sufragio. Para elegir la composición se nombró por unanimidad a varias personas que fueron las encargadas de elegir los miembros de la Junta Revolucionaria 178. Tras las deliberaciones la Junta nominadora enumeró los elegidos 179. En el salón de plenos el público asistente “dio las más entusiastas muestras de su unánime aprobación” El acta de dicha sesión estaba firmada por la corporación isabelina junto a las de la totalidad de la recién constituida Junta Revolucionaria. El primero de octubre los nuevos ediles tomaron posesión de sus cargos. Se nombró a Valentín Pérez Montero como alcalde primero. Germán Blasco y Francisco Gómez Pérez como segundo y tercero respectivamente. Los elegidos despacharon los temas más perentorios. El Consistorio municipal comenzó a trabajar desde el primer día. Entre los personajes citados encontramos algunos nombres que tuvieron un protagonismo continuado durante el sexenio. De especial relevancia resulta el papel de Isidoro Arribas, omnipresente en varias instituciones conquenses, redactor y director del periódico progresista El Eco de Cuenca 180, y lo que es más relevante para este trabajo; Comandante del Batallón único de los Voluntarios de la Libertad. Podemos por tanto iniciar una línea que nos irá conduciendo a la vinculación política de la milicia ciudadana, una adhesión ideológica marcada en buena parte por las adscripción política de sus mandos. Diputaciones provinciales y Juntas municipales dieron paso a las disueltas Juntas Revolucionarias. El Gobierno Provisional, receloso de algunos acuerdos tomados por estas últimas, derogó buena parte de sus acuerdos. Algunos miembros de las ya disueltas Juntas revolucionarias protestaron enérgicamente ante semejante atropello 181.

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Vid. CUEVAS, P. J.: op. cit., p. 152. La Corporación Municipal anterior al proceso revolucionario estaba encabezada por Juan de la Cuesta, Alcalde- Presidente, y José Cuenca como teniente-alcalde. 177 AMCU. Negociado General. Leg. 398. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1868. 30-IX-1868. Fol. 169-171. 178 Las personas encargadas de tan importante tarea son Calisto Luz y Fonseca, José Jover, Ramón Cobo, Eugenio Carretero, Mónico Escribano, Germán Blanco, José Baños, Laureano Carretero, Calisto Giménez Cano e Isidoro Arribas. 179 Ramón Mochales, Isidoro Arribas, Ramón Cobo, Valentín Pérez Montero, Francisco Almazán, Antonio Luque y Vicens, Calisto Giménez Cano, Manuel Moreno Abadía, Sesto Martínez Rosas. AMCU. Negociado General. Leg. 398. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1868. 30-IX-1868. Fol. 169-170. 180 El Eco de Cuenca era el periódico de los radicales conquenses. Durante la regencia de Serrano, defendió con resolución la candidatura de Espartero. no escondió tampoco cierto acercamiento hacia el proyecto republicano “desde sus columnas se declaró abiertamente la simpatía por el proyecto republicano (sin la exageraciones federales) como meta a medio plazo” en HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: op. cit., p. 52 y 62. 181 El Eco de Cuenca. Núm. 269. 15-XI-1868. [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones /numeros_por_mes.cmd?idPublicacion=10841&anyo=1868 [consultado el 11-II-2012]. 176

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3.2. Organización y alistamiento de los Voluntarios de la Libertad en la Ciudad de Cuenca 3.2.1. Procesos y ordenanzas de alistamiento. Constitución de la nueva Milicia. El mencionado decreto de Sagasta de 17 de noviembre 182 obligaba a los Ayuntamientos a la regulación, organización y alistamiento de los voluntarios. El concejal Joaquín Moreno llevó a la sesión del 25 de noviembre la necesidad de acatar dicha normativa y organizar el alistamiento. El resto de ediles acordaron “aplazar el cumplimiento del citado servicio” 183 hasta que vayan resolviéndose temas más perentorios. El aluvión de nuevos decretos que el Gobierno Provisional publicaba colapsaba los órdenes del día en las sesiones municipales. El Ayuntamiento jerarquizó los asuntos pendientes. Tan sólo tres días después, el alcalde D. Valentín Pérez Montero firmó un edicto 184 por el que se procedía a constituir el proceso de alistamiento mediante el cual se organizaba la milicia ciudadana denominada Voluntarios de la Libertad 185. Entre los requisitos que debían cumplir los candidatos se encontraba la necesidad de poseer la cédula de vecindad y ser mayor de veinte años. Entre las causas de exclusión; la exigencia de vinculación ideológica con los principios revolucionarios. No serían admitidos “los que hayan hecho públicas manifestaciones contra la soberanía de la nación o contra los poderes que de ella emanan” 186. El alistamiento tenía como plazo máximo el 10 de diciembre 187. Durante los once días consecutivos que duró el alistamiento se registraron 326 solicitudes de las cuales un total de 37 fueron rechazadas por alguno de los motivos de exclusión expuestos. Las causas más reiteradas fueron el no poseer la edad exigida o no estar empadronado en la ciudad. Una vez concluido el plazo de alistamiento el Ayuntamiento popular de la ciudad se reunió el 14 de diciembre 188 con la intención de organizar la milicia, convocar sus elecciones y distribuir los alistados por distritos (de Arriba, Centro y Abajo). La Milicia se organizó en un único batallón con todos los individuos alistados, que a su vez se dividía en tres compañías, una por distrito. Para que tuviera efecto el artículo octavo del decreto de 17 de noviembre, el Ayuntamiento popular convocó para la mañana siguiente, 15 de diciembre, la elección por sufragio de los mandos del batallón y para el día 17 la elección de los subalternos. El proceso electoral arrojó los siguientes resultados; para Comandante del batallón, Isidoro Arribas; mientras que los capitanes de cada una de las compañías fueron elegidos Calisto Luz y Fonseca, Calisto Giménez Cano y Manuel Moreno. Entre los restantes mandos observamos igualmente personajes que coparán la vida política conquense, como los tenientes Ángel Giménez Cano, Manuel Socasa y los subtenientes Mariano Sánchez Almonacid y Eugenio Carretero. El mandato de los cargos electos tenía una duración de tres años según venía recogido en el artículo 15 del citado decreto. Mientras que en otras capitales cercanas como Albacete 189, los Voluntarios de la Libertad estaban prácticamente desactivados, en Cuenca continuaba el goteo de solicitudes. A finales de 1869 se sumaban ya 421 solicitudes a las que debemos restar 49 bajas. La apuesta del Ayuntamiento con su Milicia prosiguió, dotándola cada día de más voluntarios y recursos, a pesar de que los problemas económicos eran una constante durante los primeros meses obligando al Consistorio a solicitar ayudas a otras Administraciones 190. El Batallón conquense carecía de una sección de caballería, cuerpo que poseían muchas otras milicias de otras capitales españolas. El Ayuntamiento acordó organizar dicha sección en sesión de 27 de febrero de 1869191 y convocó las elecciones para elegir a sus mandos para el 16 de marzo 192. 182

Decreto orgánico para la fuerza ciudadana de los Voluntarios de la Libertad. Op. cit. AMCU. Negociado General. Leg. 398. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1868. 25-XI-1868. Fol. 232-233. 184 AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 1. Organización y alistamiento de Voluntarios de la Libertad. 1868. [29-XI-1868]. 185 El acuerdo se formaliza en la sesión de 28 de noviembre de 1868. AMCU. Negociado General. Leg. 398. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1868. 28-XI-1868. Fol. 234-236. 186 AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 1. Organización y alistamiento de Voluntarios de la Libertad. 1868. 187 No obstante, encontramos solicitudes admitidas posteriores cuyos titulares alegan como causa más recurrente la enfermedad y el encontrarse fuera del municipio durante los días de alistamiento. 188 AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 1. Organización y alistamiento de Voluntarios de la Libertad. 1868. [14-XII-1868] 189 MORCILLO ROSILLO, M.: op. cit., p. 88. 190 AMCU. Negociado General. Leg. 399. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1869. 31-VII-1869. 191 AMCU. Negociado General. Leg. 399. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1869. 27-II-1869. 183

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El carácter voluntario y no remunerado de la fuerza ciudadana pudo volverse un hándicap para aquellos voluntarios que mayores problemas económicos acarreaban. Por ello, el Ayuntamiento estudió la posibilidad de remunerar al menos a aquellos que por su dedicación pública perdían el jornal de su principal actividad 193. Como el Ayuntamiento apenas tenía recursos, solicitó a la Diputación que a través del fondo de imprevistos, dotara a la fuerza ciudadana de un aporte económico para aquellos individuos más necesitados. El Comandante primero expresó su demanda al Ayuntamiento en los siguientes términos: Que habiendo desempeñado un servicio constante y penoso la fuerza de voluntarios y formando parte de ella algunos artesanos y jornaleros […] De este modo de adquirir los recursos necesarios para su subsistencia y la de sus familias sería muy patriótico que se acordaran por la Corporación municipal los medios de remuneración que merecen aquellos voluntarios en los 194 días que se les prive dedicarse a sus faenas ordinarias .

La Diputación acordó finalmente entregar al Comandante primero cien escudos 195 (doscientas cincuenta pesetas) para que cubriera dichas necesidades 196. Los meses se sucedían y los Voluntarios fueron granjeándose el respeto de sus vecinos. El Eco de Cuenca se congratulaba de la actividad de la fuerza ciudadana al detener a los cacos que robaron en la casa del presbítero Luis Ocaña 197. Del mismo modo, aparecieron las primeras críticas que fueron recogidas por el periódico local de inspiración republicana La Vanguardia. Los mandos de la Institución se mostraron especialmente molestos con un artículo aparecido en dicho periódico el 20 de agosto de 1869 198 en el que calificaba la institución como “asamblea de ladrones” 199 además de descalificar a varios miembros de la Milicia. El artículo produjo tal perturbación que se convocó en sesión extraordinaria a la práctica totalidad de los oficiales en las dependencias municipales cuatro días después de la publicación a la que tacharon de “comunicado altamente injurioso” donde se realizaban “ofensas graves contra los voluntarios de caballería” 200. El autor es León Albaráñez, alcalde de Albadalejo del Cuende. Lo que resultaba más hiriente para el grueso del Batallón era que el autor fuese el hermano de Julián Albaráñez Casamayor 201, subteniente de la primera compañía. El comunicado resultaba pernicioso puesto que ocasionaba “una gran perturbación y escisión que pudiera traer consecuencias funestas a la institución […] onda división en el cuerpo que daría lugar a la disolución del mismo” 202. El subteniente fue acusado de inspirar las calumnias vertidas en dicho artículo. Se propuso la expulsión inmediata, o bien, que presentase la dimisión o renuncia. Puestas ambas proposiciones a votación, con cinco votos a favor y siendo esta mayoría, el subteniente fue expulsado del cuerpo. La propia resolución produjo una fuerte polémica entre el Comandante primero 203 del Batallón y sus subordinados 204. 192

Los elegidos como mandos de la sección de caballería son; Benito Ángel como Teniente y Perfecto Santa Cruz de Sargento 1º . AMCU. Negociado General. Leg. 399. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1869. 31-III-1869. 193 “Que por efecto del servicio que prestan se vean privados de ganar un jornal” AMCU. Negociado General. Leg. 399. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1869. 31-VII-1869. 194 AMCU. Negociado General. Leg. 399. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1869. 14-VIII-1869. 195 AMCU. Negociado General. Leg. 399. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1869. 01-IX-1869. 196 El jornal medio en tareas del campo como la siega fluctuaba entre los 7 y los 12 reales. VILLENA ESPINOSA, R.: op. cit., p. 99. 197 El Eco de Cuenca. Núm. 348. 21-VIII-1869. [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones /numeros_por_mes.cmd?idPublicacion=10841&anyo=1869 [consultado el 02-II-2012] 198 La búsqueda de dicho artículo ha sido infructuosa. Solo tenemos la referencia que refleja la propia acta de la reunión en las dependencias municipales. AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 2. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1869. [24-VIII-1869] 199 La réplica que desde El Eco de Cuenca se hace nos arroja algunas pistas sobre el contenido del injurioso artículo. El Eco de Cuenca. Núm. 352. 04-IX-1869. [consulta en línea]http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones /numeros_por_mes.cmd?idPublicacion =10841&anyo=1869 [consultado el 30-I-2012] 200 AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 2. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1869. [24-VIII-1869] 201 El subteniente no se encuentra entre los convocados. 202 AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 2. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1869. [24-VIII-1869] 203 Isidoro Arribas tótem del partido radical conquense se resistía a expulsar a su correligionario Julián Albaráñez. Ambos pertenecieron meses después al comité provincial del partido progresista-democrático, Arribas como presidente del distrito de Cuenca y Albaráñez como presidente de los partidos de Albadalejo del Cuende, Valera de Arriba y La Parra. Vid. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: op. cit., pp. 5859. 204 Varios mandos entre los que se encuentran Mariano Sánchez Almonacid, Calisto Giménez y Ángel Giménez muestran su desacuerdo con la medida adoptada al no considerar a los allí reunidos tribunal competente para juzgar al señor Albaráñez. El Ayuntamiento

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El Consejo de disciplina trataba de mostrarse tajante, como en el caso expuesto, ante cualquier acto de disidencia actuando con enorme celeridad para evitar cualquier foco de insubordinación, crítica o desobediencia. En octubre de 1869 se produjo una expulsión colectiva decretada por el Consejo de Disciplina y Subordinación. Es un caso paradigmático del recelo que existía entre los oficiales del Batallón de la posible radicalización entre las filas de las fuerza ciudadana pero también del intento de excluir cualquier opción que no fuera acorde con la de los principales mandos de la fuerza ciudadana. El 12 de octubre se reunió el Consejo de Disciplina para expulsar a trece voluntarios por pertenecer al Partido Republicano “y haberlo ellos manifestado así” 205. Varios de los expulsados volvieron meses después a la fuerza ciudadana e incluso ocupando cargos de relevancia 206 como Pedro López Arrazola y Federico de la Torre que paradójicamente formaron parte del mismo comité radical que Isidoro Arribas. Más enigmático resulta la expulsión de José María Verde que representó en los comicios de abril de 1872 al partido carlista 207 y que encabezó la comitiva de ciudadanos conquenses que se sumaron a las tropas carlistas durante el asedio a la ciudad 208. La paulatina ruptura del partido progresista a nivel nacional se extendió también a las capitales de provincia. En verano de 1870 Isidoro Arribas encabezó el incipiente comité del partido progresista-democrático 209. Varios mandos de la fuerza ciudadana compaginaban igualmente algún cargo; Mariano Laso, Calisto Giménez, León Carretero…etc 210. No tardó en surgir la polémica dentro del partido progresista-democrático y afloraron graves enfrentamientos que acabaron desgajando el partido tras la marcha de un nutrido número de disidentes. La ruptura se materializó el 19 de octubre 211. Los disidentes estaban encabezados por Valentín Pérez Montero 212, mientras que la otra facción estaba encabezada por Isidoro Arribas. Los disidentes acusaron a sus oponentes de cierta radicalización. Debemos prestar especial atención a la composición de las dos facciones; buena parte de los disidentes eran ediles municipales mientras que los compañeros de Isidoro Arribas 213 formaban parte de la comisión permanente de la Diputación 214 y por añadidura, Arribas continuaba siendo el Comandante de la fuerza ciudadana. Para nuestros fines este enfrentamiento nos arroja mucha luz en cuanto a la vinculación política de la fuerza ciudadana, al menos de buena parte de sus mandos. 3.2.2. Estudio sobre la casuística entre las solicitudes de alta y baja, resoluciones de rechazo y expulsiones. Resulta necesario detenerse en el análisis de las diversas solicitudes que se iban registrando en las dependencias municipales durante los primeros meses de funcionamiento de la milicia ciudadana. Los escritos dirigidos al Ayuntamiento como paso previo inexcusable para la admisión a los Voluntarios de la Libertad nos

corrobora la decisión tomada y obliga al Comandante primero, contrario a la expulsión: “sin más dilación produzca la baja en las filas del voluntario D. Julián Albaráñez”. Las dos facciones en las que se dividirá el progresismo conquense en 1870 se iban ya evidenciando en situaciones como la que exponemos. AMCU. Negociado General. Leg. 399. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1869. 11-IX1869. 205 AMCU. Negociado General. Leg. 399. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1869. 27-X-1869. 206 AMCU. Negociado General. Leg. 1180, Nº 1. Organización por Compañías de la Milicia Nacional de esta Ciudad verificada por el Ayuntamiento en cumplimiento y para los efectos de la circular del Gobierno de la provincia fecha 16 de Diciembre de dicho año, y elección de oficiales y clases de las mismas. 1873. [01-I-1874]. 207 Vid. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: op. cit., p. 122. 208 Vid. ROMERO SAIZ, M.: op. cit., p. 22 209 Vid. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Idem., p. 58. 210 Resulta cuanto menos esclarecedor que dichos personajes fueran elegidos capitanes de la primera, segunda y tercera compañía respectivamente. AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 27-XII-1871. 211 El Eco de Cuenca Núm.470. 22-X-1870 [consulta en línea] http:// clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes.cmd ?idPublicacion=10841&anyo=1870 [consultada el 15-II-2012] 212 A Pérez Montero debemos sumar a Manuel Moreno Abadía, Victoriano Presa, Ramón Mochales, Germán Blasco y Bibiano Escribano. El Eco de Cuenca. Ibídem. 213 Calisto Giménez Cano, Máximo Laso, Calisto Luz y Fonseca, León Carretero, Antonio Aguado, Melitón J. Bautista Cano y el propio Isidoro Arribas. El Eco de Cuenca. Ibídem. 214 Vid. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Idem, p. 63.

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ofrecen una valiosa información sobre la propia composición de la milicia, la adhesión ideológica y estrato social de los que la componen. Encontramos entre las solicitudes de incorporación no pocos alegatos a favor de la causa revolucionaria y encendidas proclamas adhiriéndose a dichos principios. Por mostrar algunos ejemplos, Pedro Pozuelo mostraba el 3 de diciembre de 1868 su intención de “formar parte de la gran masa de hombres libres que, a la sombra de un sabio gobierno, sabrán hasta derramar su última gota de sangre defender sus libertades públicas” 215. José Medina expuso el 05 de enero de 1869 su deseo de incorporarse por su adscripción ideológica “habiendo pertenecido al partido liberal desde su infancia” 216. No faltan hipérboles de este tipo entre las decenas de solicitudes, siendo la grandilocuencia y la exageración la nota dominante a la hora de expresar las convicciones de los solicitantes. Varios ciudadanos reiteraron su adhesión a los principios revolucionarios al igual que lo hicieron en etapas anteriores. Es común encontrar veteranos milicianos del bienio progresista o sus propios descendientes. Así encontramos solicitudes como la de Vicente Gutiérrez Serantes o José García en la que declaraban que pertenecieron a los Voluntarios entre el 54 y 56 “hallándome siempre dispuesto a defender la libertad” 217. Sobre la composición social de la milicia debemos reiterar la humilde condición de gran parte de los voluntarios. Entre las solicitudes formuladas apenas encontramos referencias a las ocupaciones del interesado lo que supone un hándicap ya que sólo una minoría expuso su principal ocupación. Encontramos laneros, esquiladores, carpinteros, braceros y jornaleros. En una proporción que se asemeja a la distribución sectorial de la población total donde el peso de los braceros, jornaleros y artesanos sumaban un tercio aproximado de la población 218. La vinculación filial con la fuerza ciudadana queda constatada en varias ocasiones. Es el caso del joven Vidal Álvarez, estudiante de 19 años, que solicitó al Ayuntamiento ocupar el puesto de su padre recientemente fallecido 219. Encontramos igualmente varios hijos de voluntarios animados a seguir los pasos de sus progenitores. Eustaquio Elvira, hijo del voluntario Benito, deseaba “ingresar también en el batallón de la fuerza ciudadana” 220. Entre los mandos y soldados es frecuente ver varios hermanos alistados. 221 Respecto al número de bajas, estas vienen recogidas en sendos listados que el Ayuntamiento elaboraba anualmente, siendo archivados junto a las solicitudes pertinentes. Hasta diciembre de 1871 222 no encontramos un listado de bajas pormenorizando los motivos . De esta manera, de las 54 bajas que vienen recogidas, 30 son motivadas por traslado a otras localidades, 19 por voluntad propia, 2 por condenas (penados), 1 por ingreso en el ejército, 1 por inutilidad física y 1 por defunción. Dentro de las bajas por voluntad propia abundan la que el solicitante alega problemas de salud, valga como ejemplo la solicitud de Ramón Mochales, uno de los hombres fuertes del progresismo-democrático conquense: “Por consecuencia de mis constantes y habituales padecimientos […] no me es posible continuar perteneciendo a la honrosa institución” 223. Cuando un voluntario solicitaba la baja de la institución por cualquiera de estas causas, estaban obligados a devolver armamento, uniforme y municiones. No siempre se acataba dicha norma. Varios Voluntarios no devolvieron sus respectivas armas lo que tras varios requerimientos y sin conocer el paradero tenían los ayuntamientos que recurrir a consultar a municipios cercanos. Es el caso de Gregorio Prieto Mena e Isidoro Alba que desaparecieron sin devolver sus armas 224. Entre el grueso del batallón se producían con cierta regularidad problemas de disciplina, causas recogidas en el decreto que organizaba la Milicia y que en varios casos suponen la expulsión de la Institución. Las resoluciones las

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AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 1. Organización y alistamiento de Voluntarios de la Libertad. 1868. [03-XII-1868] AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 1. Organización y alistamiento de Voluntarios de la Libertad. 1868. [05-I-1869] 217 AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 2. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1869. 218 Vid. TROITIÑO VINUESA, M. A.: Op. cit., p. 695. 219 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 1. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1871. [27-X-1871] 220 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 1. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1871. [25-X-1870] 221 Los hermanos Mariana, afines al partido radical; Celada, Cornago, De la Torre, Carretero, Arrazola…etc. son algunos de los apellidos que encontramos en varios individuos de una misma compañía. 222 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 1. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1871. [01-XII-1871] 223 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 2. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1872. [07-V-1872] 224 AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 21-VI-1871. Fol. 147. 216

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firmaba el Consejo disciplinario tal y como recogía el artículo 36 del Decreto 225. Como caso paradigmático puede citarse el del voluntario Lucio Sancho y Benito. El Comandante Isidoro Arribas comunicó al Ayuntamiento que el Consejo de disciplina adoptó expulsarlo por falta reiterada citando los artículos 29 226, 30 y 36. 3.3.3. Actos lúdicos y de confraternización. La Milicia ciudadana siempre representó los aires renovadores de la revolución de septiembre, especialmente aquellas demandas que más tenían que ver con las clases populares. Por ello, La Milicia fue ganándose el respeto de sus ciudadanos y el reconocimiento del Ayuntamiento. Los Voluntarios participaban de los diversos actos públicos que se celebraban en la capital conquense. Desde la conmemoración de la Revolución de septiembre, a la participación en las procesiones religiosas como la del Corpus Chisrti 227 la milicia urbana estaba omnipresente en la vida social conquense. Era sin duda la conmemoración del aniversario de la Septembrina cuando la fuerza ciudadana cobraba un mayor protagonismo festejando, engalanados, el triunfo de la Gloriosa Revolución. La celebración del primer aniversario de la Revolución trajo al Casco Histórico de la capital diferentes actos conmemorativos impulsados por el Ayuntamiento de la capital con evidente protagonismo de los Voluntarios de la Libertad. Los festejos evidenciaban la defensa de los ideales revolucionarios por parte del Consistorio y sus ediles. Leemos en el Eco de Cuenca de 29 de septiembre de 1869: El Ayuntamiento popular de esta capital, según parece, ha dispuesto conmemorar el primer aniversario de la Revolución de Septiembre, y al efecto entre otras cosas, ha dispuesto lo siguiente: […] A las cuatro de la tarde comenzarán a correrse en la misma plaza dos vaquillas enmaromadas, como es costumbre en la capital, con las cuales hará un obsequio después la corporación popular al Batallón de Voluntarios. […] La música de los Voluntarios de la Libertad, por su propio ofrecimiento y la de Beneficencia según se nos dice, tocarán solo el día y parte de la noche piezas escogidas e himnos patrióticos para recreo y 228 esparcimiento del vecindario

El Alcalde D. Valentín Pérez Montero inició su discurso en el balcón del Ayuntamiento con el Batallón formando frente a la Casa Consistorial: “Voluntarios de la Libertad; hoy celebramos con júbilo el primer aniversario del glorioso alzamiento nacional, en que tuvo lugar el triunfo de la libertad sobre el despotismo y la tiranía” 229. Un año más tarde, en septiembre de 1870, con motivo del segundo aniversario de la Gloriosa revolución, el Ayuntamiento de la Ciudad publicó una carta de agradecimiento hacia su milicia ciudadana 230. El libro de sesiones del Ayuntamiento recogía la aprobación de celebrar “una comida con motivo del aniversario de la conquista de Cuenca y de la revolución de septiembre […] destinando al efecto una de las vacas adquiridas para festejos” 231. En 1871 se volvió a utilizar la conmemoración del aniversario de la Revolución de septiembre para reunir en acto lúdico a los Voluntarios de la Libertad. El Ayuntamiento asumió todos los gastos de la comida 232. En cambio, en 1872, no se produjo celebración alguna del cuarto aniversario de la Revolución. La causa era bien conocida por todos los paisanos, el Ayuntamiento en manos de los carlistas había suspendido cualquier acto de homenaje. El Eco de Cuenca se despachaba en un suelto: “en verdad que no era lógico que los absolutistas iniciaran la celebración de un acto que recuerda la reconquista de la libertad” 233.

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“Art. 36. La expulsión de los Voluntarios de las filas solo podrá acordarse por un Consejo de disciplina, compuesto de los jefes de compañías y presidido por el del batallón respectivo”, en Decreto orgánico para la fuerza ciudadana de los Voluntarios de la Libertad. Op. cit. p.14. 226 “Art. 29. Las fuerzas ciudadanas tomarán las armas solo cuando sean convocadas por sus jefes respectivos” en Decreto orgánico para la fuerza ciudadana de los Voluntarios de la Libertad. Op. cit.. p.13. 227 El Eco de Cuenca. Núm. 640. 01-VI-1872. [Consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes.cmd ?idPublicacion=10841&anyo=1872 [Consultado el 09-II-2012]. 228 El Eco de Cuenca Nª 359 de 29-IX-1869. [consulta en línea]http://clip.jccm.es/bidicam/es/publicaciones/numeros_por_mes.cmd ?idPublicacion=10841&anyo=1869 [consultado el 01-II-2012]. 229 El Eco de Cuenca. Ibídem. 230 SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. y LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: op. cit.,. p. 37. 231 AMCU. Negociado General. Leg. 400. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1870. 01-X-1870. FOL. 302-303. 232 Se consumieron quinientas libras de pan con un coste de 58,75 pesetas. AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 27-XII-1871. Fol. 256. 233 El Eco de Cuenca Nº 675., 02-X-1872. [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes.cmd? idPublicacion=10841&anyo=1872 [consultado el 20-II-2012].

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3.3. Los Voluntarios de la Libertad de Cuenca bajo la monarquía Saboyana. Con la llegada del monarca italiano, la milicia conquense fue obligada a jurarle lealtad. Como “es uso y costumbre” tras el advenimiento al trono de un nuevo monarca toda institución armada tenía que jurar fidelidad al Rey 234. El Duque de la Torre firmó un decreto con fecha de 25 de enero 235 para reglamentar tal menester. El Ayuntamiento dispuso que el día 29 se celebrase tan solemne acto, donde se convocasen conjuntamente a los Voluntarios de la Libertad y al ejército de la Nación 236. Días después del acto referido, el Comandante primero trasladó al Ayuntamiento la ausencia de determinados Voluntarios al juramento. La Corporación municipal encomendó al Comandante que fijase una nueva fecha para que jurasen los que se ausentaron. El recelo del Gobierno hacia determinadas milicias ciudadanas, relacionadas con profundas influencias republicanas, recomendaba ser especialmente estricto en este tipo de actos para evitar suspicacias. El concurrido acto de juramento podría conllevar a la conclusión de la plena adhesión de la fuerza ciudadana con el monarca Amadeo I. En cambio debemos apuntar otra serie de condicionantes que pudieron dirigir las voluntades como la gratificación de una peseta para aquellos voluntarios que prestaron juramento de fidelidad 237. Durante los dos años de reinado de Amadeo I, se recogieron en el Ayuntamiento de Cuenca 79 solicitudes de incorporación a la Milicia. Por el contrario, se contabilizaron 204 bajas 238 . Varias solicitudes de alta incidían en sus convicciones monárquicas, es el caso entre otros de Pedro Martínez y Martínez, días después de la llegada de Amadeo I declaraba en su solicitud: “Deseando como adicto al actual gobierno que nos rige, prestar los servicios que su autoridad local designe para sostener el orden y la libertad” 239. Por su parte, Pedro Palomino y Mariano Pérez en el mes de octubre de 1871 proclamaban: “Abrigando ideas liberales y completa adhesión a la monarquía que actualmente rige el noble vástago de Saboya, D. Amadeo I, desean contribuir al sostenimiento de su dinastía y de las instituciones presentes ingresando en el batallón de Voluntarios de la Libertad de esta Ciudad“ 240. Entre las bajas, analizando las solicitudes, eran mayoría las causas médicas o de traslado lo que nos permite excluir las ligadas a desafecciones a los cambios políticos. En abril de 1871 se produjo en cambio una baja significativa, la del capitán de la primera compañía, el conservador Calisto Luz y Fonseca 241 por su traslado a Teruel. Para cubrir la vacante se procedió a convocar a la primera compañía por petición de 29 voluntarios 242 a la elección el 21 de mayo. Resulta elegido Antonio Aguado, compañero de Arribas del partido radical conquense. La fractura anteriormente comentada del partido progresista democrático de Cuenca se materializó definitivamente con la convocatoria electoral a diputados provinciales de febrero de 1871. La disidencia encabezada por Valentín Pérez Montero fue posicionándose junto a los unionistas conquenses. En la particular pugna entre progresistas-demócratas y disidentes la victoria recayó en los segundos. El periódico radical El Eco de Cuenca y el republicano La Vanguardia apuntaban hacia la existencia de un “frente anti-radical” 243. Incluso los carlistas apoyaron las listas de la disidencia progresista.

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AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 08-II-1871. Fol. 30. La Gaceta de Madrid. Núm. 25 25-I-1871. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1871/025/A00193-00193.pdf [consultado el 15-I-2012] 236 AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 28-I-1871. Fol.22. 237 AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 08-II-1871. Fol. 32. 238 Sólo el día 13 de diciembre de 1871 el Secretario apunta 171 bajas. Es difícil conocer si todas las bajas se produjeron en las últimas semanas, o bien, como reclamaba el Comandante, llevaba el Ayuntamiento mucho retraso en contabilizar las bajas que se habían solicitado desde hacía meses. En cualquier caso, el saldo durante la monarquía saboyana arroja un resultado negativo. AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 1. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1871 239 AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 3. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1870. [03-I-1870] 240 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 1. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1871. [10-X-1871]. 241 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 1. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1871. [15-IV-1871]; AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 15-IV-1871. Fol. 83. 242 AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 10-V-1871. Fol. 106. 243 Vid. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Ibídem. 235

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El 27 de febrero Valentín Pérez Montero abandonó la alcaldía tras haber sido admitido como diputado provincial por el distrito de Villar del Sanz. Germán Blanco fue nombrado alcalde primero del consistorio 244. Las elecciones generales de marzo de 1871 otorgaron a los progresistas conquenses los seis escaños de la provincia 245. A pesar de la ruptura evidenciada en las elecciones de febrero, para las generales se crearon, como en el resto de la Nación, candidaturas de coalición que en Cuenca reunieron las de radicales, disidentes y unionistas 246. A nivel nacional se evidenció la ruptura del partido progresista en dos corrientes; la liderada por Sagasta (partido constitucional) y la corriente radical de Manuel Ruiz Zorrilla 247, que culminó con la definitiva escisión en octubre de 1871 248. En la Ciudad de Cuenca, el comité progresista-democrático convocó manifestaciones a favor del gabinete de Ruiz Zorrilla recientemente caído del gobierno entre lemas a favor de la Constitución de 1869 y del monarca Amadeo I 249. El 22 de octubre se reunió dicho comité adhiriéndose abiertamente a la causa Zorrillista. Podemos por ello interpretar que la fuerza ciudadana, que comparte dirigentes con el comité convocante, se mostró abiertamente a favor del monarca y del Gobierno radical de Ruiz Zorrilla. Los recelos que dicho Gobierno tuvo con ciertas milicias de clara tendencia republicana pudieron ser infundados en el caso conquense. Resulta en cambio paradójico que el alcalde de la ciudad, Germán Blasco, perteneciera al brazo disidente del progresismo conquense. Antes de finalizar el año, la Milicia ciudadana conquense fue condecorada 250 según viene recogido en el decreto de 6 de mayo 251 firmado por Sagasta y reglamentado el 14 de junio 252. Dicha condecoración se otorgaba “con perfecta igualdad y sin distinción de clases a cuantos visten el honroso uniforme de Voluntarios de la Libertad”. Este reconocimiento dejaba claro que la milicia debía asimismo obediencia al Monarca y cuantas instituciones habían sido creadas tras la Revolución de septiembre. Habían pasado tres años ya desde el advenimiento de la fuerza ciudadana. Por ello, como recogía el decreto Sagasta había que convocar elecciones al haberse cumplido el mandato. Las elecciones de la Milicia convocadas para el 15 de diciembre se retrasaron dos días 253 para evitar coincidir con el escrutinio de las municipales recientemente celebradas. El 17 de diciembre de 1871, se produjo una nueva elección de “jefes, subalternos y sargentos de la fuerza ciudadana” 254 con la reelección de Isidoro Arribas como Comandante primero, Francisco Almazán como segundo y Antonio Aguado como capitán ayudante. Como capitanes de cada compañía, fueron elegidos Mariano Laso, Calisto Giménez y León Carretero. Los resultados arrojaron varios datos evidentes. Entre los subordinados del Comandante Primero encontramos a personajes de su entorno más cercano; Francisco Almazán, Director del Eco de Cuenca y compañero del comité progresista-democrático, mientras que los cuatro capitanes, incluyendo al ayudante, eran igualmente miembros del progresismo-democrático conquense lo que confirma el total control que ejerce el partido radical entre la milicia ciudadana en esta etapa. Paralelamente se habían convocado elecciones municipales. La segunda vuelta tuvo lugar los días 28 y 31 de enero. Sin candidatos del progresismo disidente, la pugna electoral se desarrolló entre candidaturas carlistas y

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AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 04-III-1871. Fol.43. SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. (Coord.): op cit. p. 113. 246 El propio Isidoro Arribas llamaba a la conciliación para que saliera “victoriosa la bandera de la libertad”. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Op. cit. p.85 247 “La descomposición del progresismo se encuentra estrechamente conectada con el desmoronamiento de la monarquía demoliberal de Amadeo de Saboya” HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Idem, p. 4. 248 En dicha fecha se dirimía la presidencia de la mesa del Congreso. Son varios los autores como Carlos Cambronero, Massa y Sanguineti o el mismo Pi y Margall que utilizan este día como la fecha de la ruptura total y definitiva. Vid. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Idem, p. 27. 249 Vid. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Idem, p.108. 250 AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 13-XII-1871. FOL. 251. 251 La Gaceta de Madrid. Núm 127. 07-V-1871. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1871/127/A01026-01026.pdf [consultado el 19-II-1871] 252 La Gaceta de Madrid. Núm 165. 14-VI-1871. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1871/165/A01405-01405.pdf [consultado el 19-II-1871] 253 AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 13-XII-1871. Fol. 255. 254 AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1871. 27-XII-1871. FOL. 257. 245

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radicales, ganando los primeros la alcaldía de Cuenca 255. El nuevo alcalde carlista, Manuel Pajarón Ruiz, tomó posesión el 6 de marzo. La nueva corporación de mayoría contra-revolucionaria tenía paradójicamente una fuerza ciudadana de amplia tendencia radical. Los primeros gestos de la corporación carlista fueron conciliadores: “anima a la mayoría el mejor deseo de consagrarse a la buena administración del municipio, sin pararse a considerar las personas que se hallan bajo su dependencia, sino desde el punto de vista que ofrezcan en el cumplimiento de sus deberes respectivos” 256. A nivel nacional, el carlismo y los radicales se vieron obligados a entenderse. Ante las elecciones convocadas para abril de 1872 se produjo una insólita Coalición entre radicales, republicanos y carlistas. Los radicales buscaban así una aplastante derrota de sus antiguos correligionarios Sagastinos aunque para ello tuvieran que recurrir a una alianza anti-natura. Por su parte, el recientemente constituido partido constitucionalista de Sagasta concurrió apoyado por unionistas. Los conservadores consiguieron en Cuenca tres diputados, dos los radicales y un diputado los carlistas 257. A nivel nacional el triunfo es del partido constitucional. A pesar del anunciado carácter transitorio de la coalición, la prensa radical arremetió contra esta estrategia electoral que tan pobres resultados había proporcionado. Tras las elecciones de 2 de abril, el Eco de Cuenca se preguntaba por el cambio de rumbo del partido radicaldemocrático: “Partido de Mártires! Has perdido tu rumbo, si!. Los huracanes de la ingratitud y de la perfidia han desbaratado tu flota poderosa, y han trastornado tu norte. ¿A dónde vas?, dinos” 258. Difícil de entender una coalición compuesta precisamente por los rivales de las recientes elecciones municipales. Pasados estos comicios electorales, se comenzaba a fraguar una alianza más coherente entre radicales y republicanos. Por su parte, El carlismo no aceptó los resultados obtenidos y buena parte abandonó “la táctica legalista” 259. Decidieron empuñar las armas lo que desembocó en un nuevo enfrentamiento armado. El 27 de abril el Gobernador civil de Cuenca por orden del Ministro de Gobernación decretó la disolución de la Corporación municipal cuyo alcalde era el carlista Manuel Pajarón Ruiz 260. Los ediles radicales admitieron también su renuncia el 14 de junio 261 para permitir que fuera el sufragio el que decidiera la nueva alcaldía lo que produjo cierto vacío de poder denunciado por la prensa conquense 262. El 4 de julio 263, Ruiz Zorrilla, decretó finalmente el restablecimiento de los Ayuntamientos por lo que volvió el carlismo a presidir el Ayuntamiento de Cuenca. De nuevo, se produjo la paradoja de un Ayuntamiento carlista con una fuerza ciudadana eminentemente radical. Las relaciones eran correctas pero el Consistorio evitaba hacer homenajes públicos a su milicia, suprimiendo la ya tradicional conmemoración de septiembre 264 En las elecciones de agosto de 1872 fue de nuevo el partido radical el que consiguió los seis escaños provinciales 265, los carlistas no concurrieron priorizando el enfrentamiento armado. Por su parte, el republicanismo iba cada vez consolidando su peso político en la escena nacional consiguiendo 79 escaños 266. 255

El Eco de Cuenca. Núm. 616. 09-III-1872. [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes.cmd?i dPublicacion=10841&anyo=1872 [consultado el 09-II-2012] 256 El Eco de Cuenca. Ibidem. 257 SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. (Coord.): op cit. p. 113. 258 “Partido Radical-democrático, ¿A dónde vas? ¿Qué quieres?”, El Eco de Cuenca. Núm. 628. 20-IV-1872. [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes.cmd?idPublicacion=10841&anyo=1872 [consulta el 2-II-2012] 259 LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: op. cit., 2006, p. 118. 260 El Eco de Cuenca recoge la noticia a la vez que denuncia que se haya disuelto el pleno del Ayuntamiento no se haya destituido únicamente a los concejales del partido carlista, dejando a los cuatro radicales cuyo último sufragio legitima su puesto. “Destitución del Municipio”. El Eco de Cuenca. Núm. 631. 01-V-1872. [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/ numeros_por_ mes.cmd?idPublicacion=10841&anyo=1872 [consultado el 13-II-2012] 261 El Eco de Cuenca. Núm. 644. 15-VI-1872. [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes.cmd ?idPublicacion=10841&anyo=1872 [consultado el 14-II-2012] 262 El Eco de Cuenca. Núm. 645. 19-VI-1872. [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes.cmd ?idPublicacion=10841&anyo=1872 [consultado el 16-II-2012] 263 La Gaceta de Madrid. Núm. 486. 4-VII-1872. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1872/186/A00029-00030.pdf [consultado el 15-II-2012] 264 El Eco de Cuenca Nª 675 de 02-X-1872. [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes.cmd? idPublicacion=10841&anyo=1872 [consultado el 20-II-2012]. 265 SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. y LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: op. cit., p. 39; GONZÁLEZ CALLEJA, E. y MORENO LUZÓN, J.: Op. cit. p.60

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El panorama político de finales de 1872 no era nada alentador entre la guerra carlista y las insurrecciones republicanas. Amadeo I buscaba una excusa para abdicar y encontró el momento idóneo en el conflicto de los artilleros. Amadeo renunciaba al trono “en su nombre y en el de sus descendientes” 267.

3.4. Los Voluntarios de la República de la Ciudad de Cuenca. La marcha del monarca italiano con la consiguiente proclamación de la I República revolucionó el panorama socio-político de forma frenética. La Milicia ciudadana que aquí nos ocupa no fue ajena a la convulsión producida. Decenas de ciudadanos, ante las noticias que iban llegando desde Madrid, mostraron su adhesión al nuevo régimen político a través del alistamiento a la Milicia encargada de velar por los intereses republicanos. Cabe destacar que en los treinta primeros días desde la proclamación de la República, se alistaron en Cuenca más de 60 individuos268. En vista de la dinámica de alistamiento que se venía produciendo en 1872, el incremento debemos considerarlo extraordinario. La publicación del decreto de 14 de febrero firmado por Figueras en el que reorganizaba la fuerza ciudadana, en su artículo segundo 269, autorizaba aquellas milicias que no habían sido disueltas siguieran con su organigrama y funcionamiento anterior como fue el caso de la milicia conquense. La milicia ejercía un claro contrapeso al propio ejército, siendo está primera una “milicia de partido” 270 cuyos cargos eran elegidos por su tropa mientras que el ejército fuertemente jerarquizado estaba en su mayoría copado por monárquicos. La comisión de los Voluntarios de la República que se encargaba de valorar las peticiones de alistamiento, admitían a los interesados: “atendiendo a los antecedentes morales y políticos [del interesado]” 271. Esta fórmula se repetía en cuantas solicitudes se entregaban. Se exigía adhesión a los valores republicanos y lealtad a sus mandos. Las solicitudes contenían intencionadas frases que facilitasen la admisión a la fuerza ciudadana: “deseosos a contribuir con todas sus fuerzas al sostenimiento de la República y al exterminio de los sectarios del absolutismo” 272. El germen republicano que existía entre Los Voluntarios de la Libertad se mostraba patente no solo entre parte de sus mandos, sino también entre decenas de voluntarios que con la misma abnegación que mostraron en los primeros meses de la institución lo muestran ahora como Voluntarios de la República. Se produjeron incluso reincorporaciones de aquellos que tuvieron que ausentarse de la capital y tras su regreso deseaban formar de nuevo parte en la Milicia 273. Los primeros días de andadura republicana, la incertidumbre también se deja notar entre las solicitudes de adhesión a la milicia. Un viejo conocido de la política local, el radical Julián Albaráñez Casamayor 274, solicitó la incorporación inmediata en estos términos: “Que apreciando como difíciles y peligrosas las circunstancias que hoy nos rodean, viéndose vacilante […] la suerte de la libertad que disfrutamos en España, quiero cooperar decididamente a la salvación de los intereses que la Revolución de septiembre creó” 275. El acercamiento de los radicales locales al republicanismo fue palpable en casos como el de Albaráñez. También con la llegada de la República, uno de los periódicos de cabecera de la prensa local, El Eco de Cuenca, echaba el cierre tras doce años de existencia debido a problemas financieros.

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Vid. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Op. cit., p.136. BAHAMONDE MAGRO, A.: op. cit., p. 89. 268 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 3. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1873. 269 “Art. 2º Subsistirán en su forma actual los cuerpos voluntarios que hoy existen”. La Gaceta de Madrid. Núm 46. 15-II-1873. [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/046/A00531-00531.pdf [consultado el 01-II-2012] 270 Vid. PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 2004, p. 399. 271 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 3. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1873. [08-III-1873] 272 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 3. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1873. [08-III-1873] 273 Es el caso entre otros de Manuel Cruz que el dos de abril de 1873 solicita la reincorporación. AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 3. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1873. [02-IV-1873] 274 Julián Albaráñez fue expulsado de la fuerza ciudadana acusado de influir en la carta injuriosa que publicó su hermano en el periódico La Vanguardia el 20 de agosto de 1869. Según el todavía vigente Decreto Sagasta, el expulsado del cuerpo no se podía reincorporar hasta pasados cuatro años, y todavía restaban 6 meses para dicho cumplimiento. El Ayuntamiento admitió su solicitud. 275 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 3. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1873. [11-II-1873] 267

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El 10 de mayo se produjeron los comicios generales y el vuelco respecto a los resultados de agosto de 1872 fue rotundo. Los seis diputados en juego los consiguió el partido republicano 276. Conviene recordar la escasa implantación republicana que existió durante los primeros compases del Sexenio, siendo una fuerza minoritaria en la mayoría de las capitales castellano-manchegas 277. El 21 de septiembre de 1873 278, con motivo del quinto aniversario de la revolución de 1868, se admitieron a la fuerza ciudadana 38 personas en una sola sesión, otra cifra que evidencia las inquietudes republicanas de una buena parte de la ciudadanía que fue engrosando las listas de una milicia que vivía momentos dulces en cuanto a número de alistados. Por el contrario, tan solo se contabilizaron 23 solicitudes de baja en todo el año 1873. La contienda contra el carlismo representaba una evidente amenaza para la ciudadanía que sirvió, no obstante, de acicate para el alistamiento a la fuerza ciudadana que velaba por la defensa de los ideales revolucionarios. En la Ciudad de Cuenca la actividad carlista era cada vez más agresiva y contaba cada vez con mayor apoyo ciudadano. Desde el verano de 1871 279 la fuerza carlista disfrutó de un considerable ascenso e iba ganando cuotas de influencia si bien los resultados electorales hasta la fecha habían sido cuanto menos discretos. Desde varios sectores sociales, especialmente desde los púlpitos, se sucedían las arengas contra-revolucionarias. Con el abandono de la vía legalista, el carlismo se convirtió en la mayor amenaza para la tranquila ciudad castellana. Desde marzo de 1873 fueron constantes las peticiones de refuerzos y municiones al Ministerio de la Guerra ante las numerosas noticias de los movimientos carlistas que cada vez eran más cercanos 280. La mañana del 16 de octubre el brigadier carlita Santés atacó la ciudad por sorpresa. A su mando estaban cerca de 2.500 soldados de infantería y 100 de caballería 281. El brigadier encontró la ciudad “tranquila y pacífica” 282 lo que evidencia el relajamiento de las fuerzas encargadas de su defensa 283. El ejército carlista requisó el armamento que poseía el Ayuntamiento para armar a los Voluntarios de la República e impuso una contribución de guerra de 15.750 pesetas. José Baños como Alcalde e Isidoro Arribas como Comandante de la fuerza ciudadana firmaron el acta de rendición 284. A la mañana siguiente, el ejército marchó hasta la población de Cañete. Ciento veinticuatro vecinos se unieron a la tropa que el día anterior saqueó su ciudad 285. Tras los ataques producidos por Santés, el Ayuntamiento acordó abonar una peseta a 37 voluntarios sin recursos que defendieron la ciudad de los ataques carlistas 286. Semanas más tarde, el Ayuntamiento de Cuenca se vio en la obligación de organizar la nueva Milicia Nacional al amparo del decreto de 18 de septiembre del ministro Maisonnave que se reglamentó con fecha de 16 de noviembre 287. Recordemos que las continuadas insurrecciones motivaron la necesidad de controlar desde el Gobierno la Milicia ciudadana. El decreto suponía la “militarización” 288 de los Voluntarios de la República que fueron sometidos a partir de entonces a la autorizad militar. De esta forma se desactivaba buena parte de la idiosincrasia de la fuerza ciudadana que perdía su autonomía local y su carácter voluntario. Respecto a este último término, ya se barajaba desde verano de 1872 la posibilidad de imponer la obligatoriedad del servicio a lo que la prensa radical tildaba de “solemne disparate que surtiría efectos contraproducentes, puesto que coarta la libertad del individuo” 289 276

SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. (Coord.): op. cit. p. 113. SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. (Coord.): Ibídem. 278 AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 3. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1873. 279 Con motivo del aniversario del Papa Pio IX se celebraron manifestaciones masivas con lemas contra-revolucionarios. Vid. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Op. cit. p.106. 280 Vid. ROMERO SAIZ, M.: op. cit., p. 19. 281 CUEVAS, P. J.: Op. cit. p.152. 282 ROMERO SAIZ, M.: op. cit., p.19 283 Los propios ciudadanos conquenses se alarmaron ante la grave imprevisión de las autoridades, en LÓPEZ, S.: op. cit. p. 22 284 Vid. SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. y LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: op. cit., p. 35.; ROMERO SAIZ, M.: op. cit., p. 23. 285 Vid. SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. y LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: Ibídem. 286 AMCU. Negociado General. Leg. 403. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1873. 29-XI-1873. Fol. 217. 287 La Gaceta de Madrid. Núm. 321. 17-XI-1873 [consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/321/A00443-00449.pdf [consultado el 09-II-2012] 288 Vid. PÉREZ GARZÓN, J. S.: op. cit., 2004, p.418. 289 El Eco de Cuenca. Núm. 646. 22-VI-1872 [consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_por_mes. cmd?idPublicacion=10841&anyo=1872 [consultado el 13-II-2012] 277

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El Consistorio aprueba “la lista definitivamente rectificada de los que han de pertenecer a dicha institución” 290. El Boletín oficial de la Provincia publicó el 16 de diciembre 291 una circular del Gobernador donde, en referencia al decreto de 18 de septiembre recogía los diversos preceptos que debían regular la próxima elección de jefes y oficiales para así quedar debidamente constituida la Milicia nacional antes del primero de enero de 1874. Cada Ayuntamiento tenía que determinar el número de compañías y los diferentes cuerpos que la componían. Al menos tenían que poseer el de infantería, caballería y cuerpos especiales según determinaba el reglamento. Por último, se convocó el 25 de diciembre la elección de jefes, oficiales y clases de las compañías ante las dependencias del Ayuntamiento. Se hizo necesario para la correcta organización del sufragio la elaboración de unos censos 292 que el Ayuntamiento expuso en sus dependencias. En ellos se puede verificar la nueva composición de la milicia en cinco compañías con un total de 692 milicianos. Tras efectuarse el escrutinio y computarse un número inferior a las tres cuartas partes del censo en las cinco compañías, en función de lo recogido en el art. 16, los presidentes de casa comisión declararon sin resultado el acto. El porcentaje medio de participación apenas superó el 47% por lo que se alejaba considerablemente del 75% requerido 293. La baja participación de estos comicios arroja varias posibles lecturas. Por una parte podemos apuntar al “frenesí electoral” 294 que supuso tres convocatorias municipales y cinco nacionales durante el Sexenio que ayudó a la extenuación del electorado cuyos datos de abstención fueron progresivamente más elevados. La premura de la convocatoria pudiera ser otro de los motivos, pero podemos apuntar igualmente la falta de motivación entre las filas de la milicia que pasó de ser voluntaria a ser de alistamiento obligatorio. En cualquier caso, el porcentaje que exige la normativa parece a todas luces difícil de alcanzar. Ante tales circunstancias se convocó para el primero de enero los nuevos comicios que arrojaron los siguientes resultados: Para capitanes; Jacinto Pedraza, Atilano Luz Fonseca, Máximo Lledó y José María Verde. Varios puestos se quedaron vacantes al no alcanzar el número de votos suficiente. Entre ellos debemos destacar el puesto de capitán de la tercera compañía donde Isidoro Arribas, hasta la fecha Comandante de la fuerza ciudadana, no consiguió el apoyo necesario. El predominio radical se iba diluyendo con la nueva composición. Tras las elecciones de jefes y subalternos de la Milicia se produjo la designación de los Comandantes del batallón. Fueron elegidos Hilario Lozano como Comandante primero, Valentín Pérez Montero como segundo y Joaquín María Girón como ayudante 295. Los tres elegidos, eran respectivamente Alcalde primero, Alcalde Segundo y Primer Síndico 296. Solicitaron al Ayuntamiento que aceptase sus respectivas renuncias. Las del primero por traslado de localidad, mientras los dos restantes por ser mayores de cuarenta y cinco años. Dos de las tres peticiones fueron aceptadas 297. En cambio, la solicitud de Valentín Pérez no fue aceptada y le conminaron ante la grave situación a que no cesase en su puesto hasta la definitiva reorganización que quedó pendiente hasta completar todas las vacantes creadas. Valentín Pérez reiteró en varias ocasiones más la voluntad de abandonar la Milicia sin que esta fuera aceptada. Las renuncias de mandos de la Milicia continuaron sucediéndose y se multiplicaron las solicitudes de dispensa del servicio creando un evidente problema organizativo. Es el caso del sargento segundo de la primera compañía Juan Pérez o del sargento brigada Vidal Álvarez. Solicitaron la renuncia por no poder atender su principal ocupación 298. El Ayuntamiento denegaba las peticiones que no estuvieran suficientemente motivadas.

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AMCU. Negociado General. Leg. 403. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1873. 29-XI-1873. FOL. 253-255. AMCU. Negociado General. Leg. 1180, Nº 1. Organización por Compañías de la Milicia Nacional de esta Ciudad verificada por el Ayuntamiento en cumplimiento y para los efectos de la circular del Gobierno de la provincia fecha 16 de Diciembre de dicho año, y elección de oficiales y clases de las mismas. 1873. [16-XII-1873]. 292 AMCU. Negociado General. Leg. 1180, Nº 1. 1873. [16-XII-1873]. 293 Ver tabla anexo I. 294 VILLENA ESPINOSA, R.: op. cit., p. 445. 295 Alcalde y teniente alcalde los dos primeros. Valentín Pérez Montero fue alcalde durante la primera etapa del sexenio y figura clave entre el progresismo disidente local. 296 Hilario Lozano sustituye a José Baños desde el 10 –I-1874 al solicitar este licencia de un mes. AMCU. Negociado General. Leg. 404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1874. 31-I-1874. Fol. 23. 297 AMCU. Negociado General. Leg. 404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1874. 20-I-1874. Fol. 30. 298 AMCU. Negociado General. Leg. 404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1874. 31-I-1874. Fol. 38. 291

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Por otro lado, la Junta de armamento, fortificación y defensa velaba por la mejora defensiva de la ciudad ante los posibles ataques carlistas. La ciudad amplió su capacidad defensiva con la solicitud al Gobierno de varios cañones 299 y la mejora de sus muros defensivos. Tan perentoria solicitud evidenciaba la tensión que se vivía en la ciudad ante los posibles ataques carlistas. La Milicia era la encargada del servicio de guardias que velaba por la seguridad de la capital. El Comandante militar de la provincia llamó la atención al Ayuntamiento ante la evidencia de las carencias detectadas exigiendo severidad y conminando al Ayuntamiento a no tolerar “las faltas de que se tiene conocimiento” imponiendo severos castigos a aquellos milicianos que incumplieran sus funciones. Esta misiva pone en evidencia la correcta organización en las tareas defensivas y deja entrever cierto relajamiento en la tropa ante sus obligaciones. En abril el Ayuntamiento decidió reorganizar la Milicia ciudadana. Para ello volvió a la estructura de 1868 con tres compañías, una por cada distrito, más una adicional de veteranos. El 31 de mayo se convocaron las elecciones para elegir los mandos de la Milicia. Al no reunirse el número mínimo exigido, el Ayuntamiento se vio en la obligación de repetir los comicios el 21 de junio volviendo a tenerse que aplazar al no contabilizarse los votos requeridos 300. No hubo una tercera convocatoria. El asalto carlista a la Ciudad de Cuenca cambió el curso de los acontecimientos.

3.5. La defensa de Cuenca. Segundo ataque carlista a la ciudad. No había pasado ni un año desde el ataque de Santés a la capital conquense cuando un ejército al mando de D. Alfonso de Borbón (hermano del pretendiente D. Carlos), se acercaba peligrosamente hacía Cuenca para protagonizar el capítulo más sangriento de cuantos se hayan conocido en la historia contemporánea de la ciudad. El día 21 de julio apareció publicado en la Gaceta de Madrid 301 un parte detallado sobre la defensa de Cuenca. La narración de los hechos aparece en la carta que el secretario del Gobierno civil Norberto Sancho envió al Ministro de la Guerra. Las primeras noticias del avance carlista se produjeron la tarde del 12 de julio. El conductor de correo de Cañada del hoyo avisó que desde la población de Cañete avanzaban las tropas carlistas con 6000- 7000 efectivos. El Gobernador militar, D. José de la Iglesia 302, convocó urgentemente a los Voluntarios con la intención de “organizar las fuerzas y cubrir los puntos de defensa de esta plaza”. Esa misma noche, se envió un telegrama al Gobierno ante la evidencia del ataque. Dicho telegrama no llegó a destino puesto que se cortó la vía de comunicación. Al mando del ejército de D. Alfonso se encontraban Freixa Monet, Francisco de Julián, Canónigo Villalaín, entre otros. La defensa de la ciudad estaba compuesta por cuatro compañías de la reserva enviadas desde Toledo, setenta lanceros y cien carabineros del ejército, Guardias civiles y 172 voluntarios. Un total de 700 hombres 303, un número muy inferior al de sus atacantes. El ejército Carlista inició el ataque a las cuatro de la mañana del día 13 cayendo numerosos proyectiles en diversos puntos de la ciudad. Los ataques se incrementaron durante el día hasta que a las ocho de la noche cesó la ofensiva y desde las tropas carlistas se exigió la rendición “para evitar toda efusión de sangre, pues tenían empeño en tomarla y fuerzas suficientes para conseguirlo”. La contestación fue que “la tomasen si podían”. Prosiguió el ataque con mayor intensidad y se produjeron varios intentos de tomar la plaza, hasta que dicha incursión se consiguió por la Calle de la Moneda.

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Se recibieron del Gobierno cuatro cañones el 3 de enero de 1874. Todas las noticias sobre armamento y reorganización de la Milicia están extraídas de AMCU AMCU. Negociado General. Leg. 404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1874. 03-I-1874. Fol. 8-9. 300 Cabe recordar que se exigía en el art. 16 la necesidad de concurrir tres cuartas partes del censo. La Gaceta de Madrid Núm. 262. 19IX-1873. [Consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1873/262/A01774-01774.pdf [consultado el 03-II-2012] 301 La Gaceta de Madrid. Núm. 202. 21-VII-1874. [Consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1874/202/A00180-00181.pdf [consultado el 03-II-2012] 302 José de la Iglesia fue nombrado brigadier varios meses antes por Francisco Serrano. La Gaceta de Madrid. Núm. 112. 22-IV-1874. [Consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1874/112/A00185-00185.pdf [consultado el 13-II-2012] 303 Vid. TORRALBA, G.: Op. cit. p. 16; LÓPEZ, S.: op. cit. 38.

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El ataque de enorme virulencia y sin apenas interrupciones consiguió amedrentar considerablemente las fuerzas defensivas 304: “caían como moscas los voluntarios y defensores de la libertad” 305. Los voluntarios trataron de repeler el ataque hasta que se agotaron las municiones replegándose hacía el Castillo. Por aquella parte de la ciudad penetraba la facción Monet con cerca de 4000 efectivos. “Entre dos fuegos, y sin municiones, toda resistencia era inútil” cayendo las tropas defensivas en manos del atacante. Se iniciaba la toma de la ciudad cuyos testigos calificaron como extremadamente violenta. Saqueo de viviendas, edificios ardiendo, asesinatos, violaciones…etc. El panorama que se describe es ciertamente apocalíptico 306 El resultado no pudo ser más dantesco “Ciudad triturada, sangrada por las hordas carlistas de la cruel doña María de las Nieves de Borbón y Braganza, -con sus próceres eclesiásticos, Payá y Rico – y también sus traidores” 307. El botín de guerra exigido al ayuntamiento ascendió a 250.000 pesetas “que fueron entregados sin autorización alguna” 308. Las tropas carlistas abandonaron la ciudad sobre las doce de la mañana del 18 de julio con un suculento 309 botín . Los archivos de varias dependencias públicas se perdieron entre las llamas. Norberto Sancho cuantificó en más de 300 muertos y 700 310 los heridos del bando carlista mientras que no se pronunció sobre las propias. La contabilidad real de bajas es difícil de precisar puesto que ambos bandos trataron de minimizar los caídos, especialmente los carlistas para evitar la desmoralización de la tropa 311. Respecto a las bajas de los defensores si nos remitimos las actas del Ayuntamiento de Cuenca encontramos 42 personas fallecidas. En cambio, si observamos los partes de los hospitales, durante los días del asedio y los inmediatamente posteriores, se contabilizaron solo en los hospitales 19 fallecidos y 311 heridos 312. Hay que observar que buena parte de los fallecidos encontraron la muerte en las calles de la ciudad o en el asalto a sus propias casas 313. Días después continuaron apareciendo cadáveres, algunos irreconocibles por lo destrozados que quedaron los cuerpos 314. Entre las bajas, al menos una veintena de los fallecidos eran voluntarios 315. Sobre la actuación de los voluntarios y autoridades locales: “Las Autoridades populares, jefe de la milicia, Voluntarios y funcionarios públicos estuvieron a la altura de su deber” 316. El propio secretario advertía sobre la descompensación entre las fuerzas atacantes y las defensivas 317. Al mes siguiente, el Ayuntamiento, en sesión de 17 de agosto de 1874, acordó destituir a Calixto Giménez y a Eugenio Carretero, primer y tercer teniente alcalde respectivamente, por el abandono de sus funciones durante el 304

“No tuvimos un instante de descanso, ni aun para que el soldado tomase el más insignificante alimento” La Gaceta de Madrid. La Gaceta de Madrid. Núm. 202. 21-VII-1874. [Consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1874 /202/A00180-00181.pdf [consultado el 03-II-2012] 305 DE LA RICA, C. “Don Benito Pérez Galdós, cronista excepcional en los días del terror blanco en Cuenca” en Separatas de la Revista Cuenca. Núm. 31-32. Cuenca. Diputación Provincial de Cuenca. 1988. p. 156. 306 Cabe recomendar la lectura de fuentes contemporáneas como la de Germán Torralba voluntario hecho prisionero, en TORRALBA, G.: Idem.,; Los Sucesos de Cuenca de Santiago López, en LÓPEZ, S.: op. cit.; PÉREZ GALDÓS, B.: De Cartago a Sagunto. Madrid. Historia 16, 1996. pp. 193-215. o el mismo parte publicado por La Gaceta, en La Gaceta de Madrid. Núm. 207. 26-VII-1874. [Consulta en línea] http://www.boe.es /datos/pdfs/BOE/1874/207/A00232-00232.pdf [consultado el 05-II-2012] 307 DE LA RICA, C.: Op. cit., p.. 155. 308 AMCU. Negociado General. Leg. 404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1874. 19-VIII-1874. Fol. 121. 309 “Se ha llevado todas cuantas existencias había en comestibles, efectos y dinero; ha sacado dos años de contribución y algunos rehenes” La Gaceta de Madrid. Núm. 202. 21-VII-1874. Pág. 181 http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1874 /202/A00180-00181.pdf [Consultado el 30-I-12]. 310 La mayoría de los autores que se pronuncian al respecto recogen datos similares a los de Norberto Sancho. LÓPEZ, S.: op. cit. p. 60.; CUEVAS, P. J.: Op. cit. p.155.; Vid. ROMERO SAIZ, M.: op. cit., p. 94. 311 Vid. ROMERO SAIZ, M.: Ibídem. 312 ROMERO SAIZ, M.: op. cit., p. 96 313 La Gaceta de Madrid. Núm. 207. 26-VII-1874. [Consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1874/207/A00232-00232.pdf [consultado el 05-II-2012] 314 La Gaceta de Madrid. Núm. 204. 23-VII-1874. [Consulta en línea] http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1874/204/A00200-00200.pdf [consultado el 06-II-2012] 315 LÓPEZ, S.: Op. cit. p. 105. 316 La Gaceta de Madrid. Núm. 202. 21-VII-1874. Pág. 181 http://www.boe.es/datos/pdfs/BOE/1874/202/A00180-00181.pdf [Consultado el 30-I-12]. 317 Son varias las referencias que hace en este sentido “Ya el enemigo rebasaba las primeras puertas de la población cuando el Brigadier Iglesias, reuniendo las pocas fuerzas de que disponía […]”La Gaceta de Madrid. Ibídem.

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asalto carlista: “por haber abandonado en momentos de peligros sus puestos” 318 a la vez que la corporación municipal reprobó y censuró la conducta de los indicados personajes. El Alcalde Hilario Lozano Serrano decidió abandonar el cargo, nombrándose a Manuel Zarco Palacios como alcalde y a Santos López García como teniente alcalde. En 1878, los conquenses acordaron erigir un monolito en recuerdo de los caídos durante la sangrienta toma de Cuenca. Sesenta años después, los nietos de los atacantes decidieron destruir el monumento para que nadie recordase aquel infame suceso 319.

4. CONCLUSIONES. Los Voluntarios de la Libertad, herederos de la Milicia decimonónica, fueron durante los primeros años del Sexenio la fuerza que representó las demandas más democráticas y populares de la Revolución. Eran la representación del poder municipal, eminentemente más escorado hacia las demandas radicales que el Gobierno central. La voluntad de regular su funcionamiento desde las primeras semanas por parte del Gobierno como medida para desactivar su actividad no ejerció en todas las capitales españolas el objetivo deseado. Acercarnos al caso conquense nos permite confrontar buena parte de las teorías que se han publicado al respecto. La primera y más evidente, fue el vago papel desmovilizador que jugó el decreto Sagasta de noviembre de 1868. La norma que reguló buena parte de la vida de la milicia, si tuvo un interés desintegrador, no tuvo el efecto deseado en la Ciudad de Cuenca. Mientras otras ciudades luchaban contra su disolución, el proceso de alistamiento en la capital conquense seguía su curso con absoluta normalidad con un Consistorio que apoyó su Milicia como se puede evidenciar en los periódicos homenajes que la Institución organizaba coincidiendo con el aniversario de la Revolución. A pesar de no poder realizar un pormenorizado estudio de su estructura social, es cuanto menos evidente su arraigo popular. El Ayuntamiento de Cuenca tuvo que poner por ello en marcha una compensación económica para aquellos Voluntarios que por prestar sus servicios públicos perdían el jornal de su actividad principal. Con una capital de unos 7750 320 habitantes, los Voluntarios de la Libertad llegaron a suponer la nada desdeñable cifra del 5% de la población total con predominio de jornaleros y artesanos. De la casuística estudiada entre las solicitudes de alta se desprende una fuerte motivación ideológica como principal motivo de adscripción a la institución. El Voluntario, a través de su alistamiento, mostraba su adhesión a los principios revolucionarios. Con el advenimiento de la Monarquía Saboyana, el Voluntario conquense, renovó mayoritariamente su adhesión a la institución. No podemos precisar hasta qué punto la compensación económica por su juramento de fidelidad pudo modificar las voluntades. Los recelos del Gobierno con los batallones de la libertad acusados de estar contaminados por el republicanismo no se sostienen en el caso conquense. Es cierto que las bajas durante 1871 321 fueron sustancialmente superiores a los años precedentes, pero entre las motivaciones esgrimidas no encontramos casos de desafección ideológica, siendo la mayoría traslados de domicilio y problemas de salud. Los Voluntarios de la Libertad fueron un referente modélico de conciencia democrática. Los jefes fueron elegidos por sus subalternos en tres procesos electorales en los cuales no hemos tenido constancia del menor incidente ni mucho menos acusaciones de fraude. Ejercían voluntariamente la defensa colectiva de unos ideales avanzados mostrando un intachable deber cívico. La participación en los comicios superó en ocasiones el 80%. Las veces que una elección tuvo que ser repetida fue por no llegar al 75%, una cifra excesivamente elevada para la incipiente cultura democrática en España. En las elecciones de diciembre de 1873 se constató una bajada sustancial 318

AMCU. Negociado General. Leg. 404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1874. 17-VIII-1874. Fol. 109-111 “Fue derribado tras la guerra civil, porque los requetés que acompañaban a Franco no podían permitir que perdurara un monumento que emborronaba su historia”. LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: op. cit., 2006. p. 119. 320 No existe un censo elaborado durante el Sexenio, para ello debemos remitirnos a los de 1860 y 1877. El primero arroja una población de 7.375 habitantes en la capital, mientras que el segundo 8.202, en SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. y LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: op. cit., p. 50. La cantidad estimada se basa en una progresión lineal de crecimiento de 48 habitantes por año. 321 Ver anexo I 319

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de participación lo que obligó a fijar una segunda convocatoria. Esta escasa motivación debemos relacionarla con la sustancial modificación que había sufrido la Milicia al abandonar del carácter voluntario que tuvo que ejercer un claro papel desmovilizador. La Milicia conquense ejerció un evidente papel de influencia política siendo el brazo visible del partido progresista. Un progresismo que fue escindiéndose en dos facciones cada vez más enfrentadas, siendo el partido radical el que consiguiera dominar gran parte de la experiencia vital de la fuerza ciudadana. Es por ello bastante evidente establecer una relación directa entre Milicia y radicalismo democrático. Existió una figura clave en todo este proceso, la de su Comandante primero Isidoro Arribas. Arribas fue el primero en alzar la voz en defensa de los ideales revolucionarios aquella mañana del 29 de septiembre de 1868 322 cuando ocuparon la Casa Consistorial los liberales locales exigiendo el cambio. Desde ese mismo día, la influencia que ejerció en la sociedad conquense fue capital para comprender la evolución política de la provincia. Tuvo en su mano poderosas herramientas de encuadramiento político, siendo Director del periódico radical El Eco de Cuenca, Presidente de la Junta Revolucionaria, Presidente del comité progresista democrático, Diputado provincial, y por supuesto, Comandante primero de la fuerza ciudadana durante buena parte de su exigua existencia. Fue un duro adversario ante sus antagonistas políticos y ante la disidencia interna de su partido. Había transcurrido un año desde la fractura del progresismo conquense cuando Arribas fue reelegido en diciembre de 1871 como Comandante primero. La totalidad de la cúpula de la fuerza ciudadana estaba adscrita al partido radical. Eran los mismos que en octubre de 1870 permanecieron fieles a Isidoro Arribas cuando se produjo la ruptura del progresismo local. Los Voluntarios de la Libertad eran más que nunca, la fuerza del radicalismo conquense 323. Fue sin duda la etapa dulce de de los partidarios de Arribas. Con la tercera convocatoria electoral de la Milicia en enero de 1874 se desvanecía su peso e influencia siendo el único capitán que no obtuvo la mayoría requerida por los miembros de su compañía. La fuerza ciudadana quedó descabezada puesto que el elegido Comandante primero, Hilario Lozano renunció a su cargo días después mientras que el Comandante segundo, Valentín Pérez Montero, rival político de Arribas, no cejaba en solicitar una y otra vez su renuncia. Las solicitudes de dispensa del servicio evidencian una vez más el claro papel desmotivador que ejerció el recuperar un decreto de 1822 con el que la Milicia adquiría el carácter obligatorio y pasaba a la jurisdicción meramente militar. No debemos obviar que pertenecer en esta etapa a la Milicia suponía además, un riesgo considerable con el conflicto carlista a las puertas de la ciudad. Mientras que la práctica totalidad de la existencia de la milicia estuvo encabeza por un mismo personaje, no podemos decir lo mismo sobre la alcaldía conquense. El radical Arribas tuvo que convivir con sus adversarios Valentín Pérez Montero y Germán Blasco, cabezas más visibles del brazo progresista disidente hasta el triunfo carlista en las elecciones de 1872. A pesar de su evidente rivalidad, el Ayuntamiento continuó apoyando sin fisuras su fuerza ciudadana. En cambio, durante la alcaldía del carlista Manuel Pajarón, las relaciones fueron correctas pero el consistorio marginó en cierta medida a sus Voluntarios a través de su inacción como se demostró al no celebrar la tradicional conmemoración del aniversario de la Septembrina que a su vez era el día en el que los conquenses homenajeaban a sus Voluntarios. La instauración de la República supuso un renovado acicate para los ciudadanos siendo masivas las solicitudes de alta entre los primeros meses de 1873 324. El acercamiento del radicalismo a ciertas posturas republicanas fue anterior a la marcha del monarca italiano. A pesar de las críticas que desde El Eco de Cuenca se vertían hacia el Gobierno republicano, la Milicia, cuyos mandos compartían el influjo del periódico, defendió las nuevas instituciones. La Milicia pasaba a denominarse Voluntarios de la República contando ya en sus filas cerca de 400 conquenses. Con el abandono de la vía legalista del carlismo y las diversas incursiones de su ejército en tierras conquenses, la Milicia jugó un papel protagonista en la defensa de la ciudad apoyando la labor de otras instituciones armadas. Ser voluntario era asumir unos riesgos cada vez más evidentes. El ataque del ejército del carlista Santés puso en evidencia las carencias de los defensores de la ciudad. La fuerza ciudadana necesitaba más que nunca un 322

AMCU. Negociado General. Leg. 398. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1868. 30-IX-1868. Fol. 169-171 Hasta tal punto que Leoncio López solicitó la baja denunciando el aplastante predominio radical. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: op. cit., p. 104; AMCU. Negociado General. Leg. 1179, Nº 2. Antecedentes de altas y bajas de voluntarios de la libertad. 1872. [14-VIII-1872] 324 Ver anexo I 323

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liderazgo visible y Arribas estaba desacreditado tras la capitulación de octubre de 1873 325. Nadie acaparó la renovación de su liderazgo, la milicia quedó definitivamente descabezada. Las acusaciones de graves relajamientos en las obligaciones de los milicianos ponían en evidencia su papel como defensores de la ciudad. Días antes del fatídico ataque carlita en julio de 1874, la necesaria reorganización de la milicia no se llevó a cabo y el casi centenar de voluntarios que participaron en la defensa de la ciudad se pusieron a las órdenes del mando militar, el Brigadier De la Iglesia. El bando defensor mostró sus debilidades no sólo numéricas y materiales. La improvisación y la falta de preparación para un escenario bélico fueron igualmente determinantes 326. Quedan todavía varias líneas que debemos continuar indagando en trabajos posteriores como cuál fue el papel del carlista José María Verde, caballo de Troya de la fuerza ciudadana, que consiguió capitanear una compañía de una fuerza antagónica a sus propios principios. Del mismo modo, sería de considerable interés continuar investigando al propio Isidoro Arribas que consiguió ser todo un referente indiscutible e indiscutido de la fuerza ciudadana conquense. Los Voluntarios de la Libertad fueron la fuerza del cambio y representaron ante sus conciudadanos los ideales revolucionarios más democráticos. Como voluntarios que eran, adolecieron de la profesionalidad y experiencia que se le puede reclamar al ejército regular. No cabe duda que hemos evidenciado cierta relajación en sus funciones y reiterados casos de indisciplina, pero por encima de todo, defendieron con sus vidas la amenaza contra-revolucionaria. Fue una Milicia incómoda para los Gobiernos que se sucedieron en el Sexenio conscientes del peligro que suponía armar al pueblo. Los gobernantes compaginaron para ello homenajes y condecoraciones con decretos que constreñían su autonomía y funcionamiento. En cambio, los Voluntarios siempre defendieron sus instituciones con arrojo y fidelidad, poniendo por encima de los intereses de los gobernantes los de sus municipios lo que generó innumerables conflictos. El decreto que reorganizaba la Milicia en septiembre de 1873 fue letal para la institución que se fue desactivando irremisiblemente. Quedó desfigurada su propia idiosincrasia al eliminar su carácter voluntario, desapareciendo así, la última Milicia decimonónica.

5. RELACIÓN DE FUENTES 5.1. Fuentes archivísticas y colecciones y otros recursos digitales •

Archivo Municipal del Ayuntamiento de Cuenca (AMCU) Negociado General; Leg. 1178, Nº 1. Organización y alistamiento de Voluntarios de la Libertad. 1868.; Leg. 1178, Nº 2-3. Antecedentes de altas y bajas de Voluntarios de la Libertad. 1869-1870.; Leg. 1179, Nº 1-3. Antecedentes de altas y bajas de Voluntarios de la Libertad. 1871-1873.; Leg. 1180, Nº 1-6. Organización por Compañías de la Milicia Nacional de esta Ciudad verificada por el Ayuntamiento en cumplimiento y para los efectos de la circular del Gobierno de la provincia fecha 16 de Diciembre de dicho año, y elección de oficiales y clases de las mismas. 1873. o Negociado General. Leg. 398-404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1868-74 Biblioteca Digital de Castilla-La Mancha (BIDICAM) 327 o Hemeroteca: Colección “El Eco de Cuenca” . años 1868-1874. Núms. 269, 359, 461, 470, 628. Boletín Oficial de la Provincia de Cuenca (BOPCU). o 13-XII-1873. circular del Gobernador César Ordax sobre la organización y elecciones en la fuerza ciudadana. p.1. Portal de Archivos Españoles (PARES) [En línea] o





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Vid. SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. y LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: op. cit., p. 35.; ROMERO SAIZ, M.: op. cit., p. 23. “Seamos francos; una defensa militar, organizada de un modo reflexivo e inteligente, no la hubo […] falta de previsión primero e inactividad después […]”, en LÓPEZ, S.: op.cit. p.59. 327 [En línea] http://clip.jccm.es/bidicam/es/micrositios /inicio.cmd 326

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o o o o

AHN. Archivos privados. Borbón-Parma, Familia. María de las Nieves Braganza Borbón. Memorias. Memorias “Historias de nuestra guerra”. 1874. 328 AHN. Archivos privados. Borbón-Parma, Familia. Alfonso Carlos de Borbón Austria-Este. Correspondencia. Correspondencia de la tercera guerra carlista. 1874. 329 AHN. Archivos privados. Borbón-Parma, Familia. Alfonso Carlos de Borbón Austria-Este. publicaciones. Publicaciones durante la tercera guerra carlista. 1874 330 AHN. Archivos privados. Borbón-Parma, María de las Nieves Braganza Borbón. correspondencia. correspondencia. 1874 331

5.2. Fuentes hemerográficas •





El Eco de Cuenca (1868-1874): [Consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/publicaciones/numeros_ por_mes.cmd?idPublicacion=10841 o Núms. 269, 15-XI-1868; 348, 21-VIII-1869; 349, 25-VIII-1869; 352, 4-IX-1869; 359, 29-IX-1869; 470, 22-X1870; 616, 9-III-1872; 631, 1-V-1872; 628, 20-IV-1872; 640, 1-VI-1872; 644, 15-VI-1872; 645, 19-VI-1872; 646, 22-VI-1872; 675, 2-X-1872; 705, 29-I-1873. La Gaceta de Madrid: [Consulta en línea] http://www.boe.es/aeboe/consultas/bases_datos/gazeta.php o Núms. 288, 14-IX-1868; 295, 21-X-1868; 323, 18-XI-1868; 25, 25-I-1871; 127, 7-V-1871; 165, 14-VI-1871; 486, 4-VII-1872; 46, 15-II-1873; 80, 21-III-1873; 114, 24-IV-1873; 231, 19-VIII-1873; 259, 6-IX-1873; 262, 19-IX-1873; 275, 2-X-1873; 321, 17-XI-1873; 11, 11-I-1874; 112, 22-IV-1874; 202, 21-VII-1874; 204, 23VII-1874; 207, 26-VII-1874. La Iberia o Núm. 3691. 18-X-1868. [Consulta en línea] http://hemerotecadigital.bne.es/datos1/numeros/internet /Madrid/Iberia,%20La%20(Madrid.%201854)/1868/186810/18681018/18681018_00000.pdf [Consultado el 01-02-2012].

6. BIBLIOGRAFÍA 6.1. Bibliografía general sobre la España decimonónica. • • •

• • • • • • • •

ARTOLA, M.: La burguesía revolucionaria (1808-1874). Madrid. Alianza editorial, 1983. BALLBÉ, M.: Orden público y militarismo en la España Constitucional (1812-1983). Madrid. Alianza, 1985. BLASCO IBÁÑEZ, V.: Historia de la Revolución española desde la Guerra de independencia a la Restauración en Sagunto. Barcelona. La Enciclopedia democrática, 1890. [Consulta en Línea] http://www.memoriadigitalvasca.es/handle/10357/1269 [Consultado el 30-I-12]. CANAL, J.: El carlismo. Dos siglos de contrarrevolución en España. Madrid. Alianza, 2000. CARR, R.: España, 1808-1975. Barcelona. Ariel, 1982. CASTRO, C.: La revolución liberal y los municipios españoles (1812-1868). Madrid. Alianza, 1979. FERNÁNDEZ SEBASTIÁN, J. y FUENTES, J.F. (Eds.): Diccionario político y social del siglo XIX español. Madrid, 2002. FUSI, J. P. y PALAFOX, J.: España, 1808-1996: el desafío de la modernidad. Madrid. Espasa-Calpe, 1997. JOVER ZAMORA, J. M. Y GÓMEZ-FERRER, G.: “La Revolución Liberal (1834-1874)”, en JOVER ZAMORA, J. M., GOMÉZFERRER, G. y FUSI AIZPÚRUA, J. P.: España: Sociedad, Política y Civilización (Siglos XIX-XX). Areté, 2001. Pp. 151-202 MARTÍNEZ DE VELASCO FARINÓS, A. SÁNCHEZ MANTERO, R. y MONTERO, F.: Siglo XIX. Madrid. Historia 16, 1990. MIGUEL GONZÁLEZ, R.: La pasión revolucionaria: culturas políticas republicanas y movilización popular en la España del siglo XIX. Madrid. Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, 2007.

328

Carta con 'Parte detallado de la defensa se Cuenca dado por el Secretario del Gobierno Civil, encargado accidentalmente del mando de la provincia', publicado en La Gaceta de Madrid, nº 202, el 21 de julio de 1874 [DIVERSOS-ARCHIVO_CARLISTA,79, EXP.2] 329 Relaciones del asalto de Cuenca [DIVERSOS-ARCHIVO_CARLISTA,115,EXP.4] 330 Ejemplar del periódico carlista 'La Tradición' (20 de octubre de 1928) que contiene artículo sobre la historia carlista titulado 'Conquista de Cuenca por el Infante Don Alfonso [DIVERSOS-ARCHIVO_CARLISTA,115,EXP.5] 331 Carta del Brigadier Jose Iglesias, gobernador militar de Cuenca. [DIVERSOS-ARCHIVO_CARLISTA,71,EXP.3]

37

• • • • • • •

PALACIO ATARD, V.: La España del siglo XIX, 1808-1898. Introducción a la España Contemporánea. Madrid. Espasa-Calpe. Vol. 32, 1981. PAYNE, S.G.: Ejército y sociedad en la España Liberal, 1808-1936. Madrid. Akal, 1976. PÉREZ GARZÓN, J. S.: Milicia nacional y revolución burguesa: el prototipo madrileño 1808-1874. Madrid. Instituto "Jerónimo Zurita", 1978. PÉREZ GARZÓN, J. S.: “La Milicia Nacional”, en VV.AA.: Sagasta y el liberalismo español. Madrid. Fundación BBVA. 2000. PÉREZ GARZÓN, J. S.: Ejército nacional y Milicia nacional. (folleto) (s.l.: s.n.:s.a) SECO SERRANO, C.: Militarismo y civilismo en la España contemporánea. Madrid. Instituto de Estudios Económicos, 1984. TORTELLA CASARES, G.: Revolución burguesa, oligarquía y constitucionalismo: (1834-1923). Barcelona. Labor, 1981.

6.2. Bibliografía general sobre el Sexenio Democrático • • • • •



• •

• • • • • • • •

• •



BAHAMONDE MAGRO, A.: España en Democracia. El Sexenio, 1868-1874. Madrid. Historia 16, 1996. BOLAÑOS MEJÍAS, C.: El reinado de Amadeo de Saboya y la Monarquía Constitucional. Madrid. Universidad Nacional de Educación a Distancia, 1999. BOZAL, V.: Juntas Revolucionarias. Manifiestos y proclamas de 1868. Madrid, Cuadernos para el diálogo, 1968. CALERO, A. M.: Monarquía y democracia en las Cortes de 1869. Discursos parlamentarios. Madrid. Centro de Estudios Constitucionales, 1987. Decreto orgánico para la fuerza ciudadana de los Voluntarios de la Libertad. Barcelona. Establecimiento tipográfico L. Laso. 1868. [consulta en línea] http://mdc.cbuc.cat/cdm4/document.php?CISOROOT=/ fonsFerran&CISOPTR=17579 [consultado el 10-02-2012] DOMINGO MONTES, P.: Historia de la Gloriosa Revolución Española en septiembre de 1868 con las biografías y retratos de los libertadores de la patria. Madrid. Elizalde y Comp. 1868. http://books.google.es/books?id=E2lHAAAAYAAJ &printsec=frontcover&hl=es&source=gbs_ge_summary_r&cad=0#v=onepage&q&f=false [consultado el 13-1211]. ESPIGADO TOCINO, G.: La Primera República en Cádiz. Estructura social y comportamiento político durante 1873, Sevilla – Jerez, Caja San Fernando, 1993. FERNÁNDEZ BASTARRECHE, F. “El ejército en el Sexenio revolucionario (1868-74). El arma de infantería” en VV.AA. Aproximación a la historia militar de España. Vol. 2 Ministerio de Defensa, Dirección General de Relaciones Institucionales, 2006. pp. 495-510 FERRANDO BADÍA, J.: “La primera república”, en JOVER ZAMORA, J. M. (Dir.): La era isabelina y el Sexenio democrático (1834-1874). Historia de España fundada por R. Menéndez Pidal. Tomo XXXIV. Madrid. Espasa-Calpe, 1981. pp. 701-769. FUENTE MONGE, G.: “La Revolución de septiembre de 1868 en España: estado de la cuestión”, en ÁLVAREZ JUNCO, J. (coord): Populismo, caudillaje y discurso demagógico. Madrid. CIS-Siglo XXI, 1987. FUENTE MONGE, G.: “Élite política y clientelismo durante el Sexenio Democrático (1868-1874)”, en ROBLES EGEA, A. (comp): Política en penumbra, Patronazgo y clientelismos políticos en la España contemporánea. Madrid. Siglo XXI, 1996. FUENTE MONGE, G.: “La Revolución de 1868 y la continuidad del personal político” en BURDIEL, I. (ed.): La Política en el Reinado de Isabel II. Ayer, Nº 29, Marcial Pons, Madrid 1998. FUENTE MONGE, G.: Los revolucionarios de 1868. Élites y poder en la España liberal. Madrid. Marcial Pons, 2000. FUENTE MONGE, G. y SERRANO, R.: La Revolución Gloriosa un ensayo de regeneración nacional (1868-1874): antología de textos. Madrid. Biblioteca nueva, 2005. GONZÁLEZ CASTAÑEDA, T.: “La Revolución de 1868 en 110 municipios españoles (proceso de formación y obra de las Juntas Revolucionarias, desde el 19 de septiembre hasta el 31 de octubre)”, Revista de Historia Contemporánea, Nº 3, 1984. GONZÁLEZ PEÑA, J.: “La cultura política en el Sexenio”, Revista de Derecho Político. Nº 55-56, 2002. pp. 33-105. [en línea]. Consultado el 12-I-2012 http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:DerechoPolitico-2002-55-56-10001&dsID =PDF [20-02-12] GUEREÑA, J.L.: “El Sexenio Revolucionario en la historiografía (1968-1978)”, en TUÑÓN DE LARA, M. (coord): Historiografía española contemporánea. Madrid. Siglo XXI, 1980. Pp. 147-173 GUTIÉRREZ LLORET, R. A.: “El conservadurismo republicano en la crisis de la I República: Eleuterio Maisonnave y la reorganización de la Milicia Nacional” en Investigaciones históricas: Época moderna y contemporánea. Nº 14. 1994. pp-159170. JEREZ COLINO, J.: El Sexenio democrático en Albacete: juntas y procesos electorales (1868-1873). Tesis doctoral dirigida por Juan Sisinio Pérez Garzón. Universidad de Castilla-La Mancha, 2008.

38



• • • • • • •

• • • • • • • • •



JUTGLAR, A.: “La revolución de septiembre, el Gobierno provisional y el reinado de Amadeo I”, en JOVER ZAMORA, J. M. (Dir.): La era isabelina y el Sexenio democrático (1834-1874). Historia de España fundada por R. Menéndez Pidal. Tomo XXXIV. Madrid. Espasa-Calpe, 1981. pp. 643-699. HENNESSY, C. A. M.: La república federal en España: Pi y Margall y el movimiento republicano federal. Madrid. Los Libros de La Catarata, 2010. LÓPEZ CORDÓN, M. V.: La revolución de 1868 y la I República. Madrid. Siglo veintiuno, 1980 Ministerio de la Gobernación durante la revolución de 1868. Ed. Facsímil, 1989. Madrid. Ministerio del Interior, Secretaría General Técnica, 1990. MORCILLO ROSILLO, M.: “Los voluntarios de la libertad en Albacete”, Revista de la Facultad de Educación de Albacete, Nº. 9, 1994, pp. 83-94. MUÑOZ NIEVA, R.: “El municipio de Calahorra al comienzo del Sexenio Democrático (1868-74) tras el exilio de Isabel II”, Kalakorikos Nº 2. 1997. pp. 165-172. NAVARRO MELENCHÓN, J.: La República federal en el municipio de Murcia. Universidad de Murcia (tesis doctoral), 2001. OLLERO VALLÉS, J.L: “Tan cerca, tan lejos: Sagasta y los progresistas frente al republicanismo en el Sexenio Democrático”, Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, historia contemporánea. T. 18 2006. pp. 91-109 < http://e-spacio.uned.es/fez /eserv.php?pid=bibliuned:ETFSerie5-2006-1016&dsID=pdf > [Consultado el 8-I-12] PÉREZ GALDÓS, B.: De Cartago a Sagunto. Madrid. Historia 16, 1996. PÉREZ GARZÓN, J. S.: “El Sexenio democrático. 1868-1874”, en GUERRERO LATORRE, A., RUEDA HERNANZ, G. y PÉREZ GARZÓN, J. S.: Historia Política, 1808-1874. Madrid. Istmo, 2004. PIQUERAS ARENAS, J.A.: La revolución democrática 1868-1874: cuestión social colonialismo y grupos de presión. Madrid. Ministerio de trabajo y Seguridad Social, 1992. PI Y MARGALL, F.: El reinado de Amadeo de Saboya y La República de 1873. Madrid. Seminarios y Ediciones, 1970. SERRANO GARCÍA, R. (Ed.): “El Sexenio Democrático”. Ayer, 44. Madrid. Asociación de Historia Contemporánea, 2002a. SERRANO GARCÍA, R.: España, 1868-1874. Nuevos enfoques sobre el Sexenio Democrático. Valladolid. Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, 2002b. SERRANO GARCÍA, R.: Figuras de La Gloriosa: aproximación biográfica al Sexenio democrático. Valladolid. Universidad de Valladolid, Secretariado de Publicaciones e Intercambio Editorial, 2006. SUAREZ CORTINA, M.: La España liberal (1868-1917). Política y sociedad. Madrid. Editorial Síntesis, 2006. URQUIJO GOITIA, M.: “El Sexenio democrático, un balance historiográfico”, en Anales de Historia Contemporánea Nº 9. Actas de las Jornadas sobre el Sexenio revolucionario y el cantón murciano, Murcia. Universidad de Murcia, 1993. [Consulta en Línea] http://revistas.um.es/analeshc /article/view/90201 [Consultado el 11-I-12]. VILLENA ESPINOSA, R.: El Sexenio democrático en la Provincia de Ciudad Real. Economía, política y sociedad (1868.1874). Cuenca. Servicio de publicaciones de la Universidad de Castilla-La Mancha, 1997.

6.3. Bibliografía específica sobre la Ciudad de Cuenca y la Región. • • • • • • • • • • • •

CUEVAS, P. J.: Cuenca. Cuenca. Editorial Alfonsípolis, 1999. DE LA RICA, C. “Don Benito Pérez Galdós, cronista excepcional en los días del terror blanco en Cuenca” en Separatas de la Revista Cuenca. Núm. 31-32. Cuenca. Diputación Provincial de Cuenca. 1988. pp. 155-156. GONZÁLEZ CALLEJA, E. y MORENO LUZÓN, J.: Elecciones y parlamentarios. Dos siglos de historia en Castilla-La Mancha. Toledo. JCCM, 1993. GONZÁLEZ PALENCIA. A.: Memoria histórica de Cuenca y su Obispado. Biblioteca conquense. Instituto Jerónimo Zurita y Ayuntamiento de Cuenca. Tomos V y VI, Cuenca. 1949 y 1953. HERRERA GARCÍA, A.: Bibliografía básica para la Historia de Cuenca. Cuenca. Ayuntamiento de Cuenca, 1996. HIGUERAS CASTAÑEDA, E.: Manuel Ruiz Zorrilla y el Partido Radical durante el reinado de Amadeo de Saboya: los procesos electorales de 1871-1872. (Tesina s. p.). Universidad de Castilla-La Mancha, 2010. LARRAÑAGA MENDÍA, J.: Cuenca. Guía Larrañaga. Cuenca, 1929. Edición facsímil. 1990. LÓPEZ, S.: Los sucesos de Cuenca. Cuenca. Imprenta de Manuel Mariana, 1874. LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: “Inmovilismo versus modernización en la provincia de Cuenca (siglos XIX y XX)” en RECUENCO, F.: Histocuenca, Cuenca en la Historia. Ciclo conferencias. Cuenca. CCM, obra social y cultural, 2006. REHER, D. S.: Familia, población y sociedad en la provincia de Cuenca, 1700-1970. Madrid. Centro de Investigaciones Sociológicas, 1988. ROMERO SAIZ, M.: El saco de Cuenca. Boinas rojas bajo Mangana. Cuenca. Diputación de Cuenca. 2010. [Consulta en línea] http://www.miguelromerosaiz.com/html/publicaciones/ Libros/ElSacoDeCuenca.pdf [consultado el 13-I-12] SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. (Coord.): Castilla-La Mancha contemporánea (1800-1975). Madrid. Biblioteca Añil, 1998.

39

• • • •

SÁNCHEZ SÁNCHEZ, I. y LÓPEZ VILLAVERDE, A. L.: Evolución de la Prensa conquense (1811-1939). Cuenca. UCLM, 1998. TORRALBA, G.: Cuenca. Episodio de la Guerra Civil del Centro. Imprenta J. Noguera, Madrid, 1876. [Consulta en línea] http://clip.jccm.es/bidicam/en/consulta/registro.cmd?id=11428 [Consultado el 17-I-12] TORRES MENA, J.: Noticias conquenses. Madrid, 1978. Edición facsímil, Gaceta Conquense. Cuenca, 1985. TROITIÑO VINUESA, M. A.: Cuenca, evolución y crisis de una vieja ciudad castellana. Madrid. Universidad Complutense, 1980.

40

7. ANEXO I. PROCESOS ELECTORALES Y ALISTAMIENTOS.

ANTECEDENTES DE ALTAS Y BAJAS ALTAS

BAJAS

ALTAS - BAJAS

Acumulado

1868

284

0

284

284

1869

137

49

88

372

1870

10

6

4

376

1871

44

181

-137

239

1872

35

23

12

251

1873

171

23

148

399

681

282

399

TOTAL

Tabla I. Elaboración propia a partir de AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 1. Organización y alistamiento de Voluntarios de la Libertad. 1868.; Leg. 1178, Nº 2-3. Antecedentes de altas y bajas de Voluntarios de la Libertad. 1869-1870.; Leg. 1179, Nº 1-3. Antecedentes de altas y bajas de Voluntarios de la Libertad. 1871-1873.; Leg. 1180, Nº 1-6.

ELECCIONES 15 y 17 de diciembre de 1868 1ª Compañía

2ª Compañía

3ª Compañía

Isidoro Arribas

COMANDANTE 1º Capitán

Calisto Luz y Fonseca*

Calisto Giménez

Teniente

Manuel Socasa

Ángel Giménez

Subteniente

Mariano Sánchez Almonacid

Eugenio Carretero

Abanderado

Manuel Moreno Julián Albaráñez

Pedro Chacón

Tabla II. Elaboración propia a partir de AMCU. Negociado General. Leg. 1178, Nº 1. Organización y alistamiento de Voluntarios de la Libertad. 1868.; Leg. 398. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1868; Leg. 399. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento. 1869.

ELECCIONES 17-XII-1871 1ª Compañía

2ª Compañía

3ª Compañía

COMANDANTE 1º

Isidoro Arribas

COMANDANTE 2º

Francisco Almazán

Capitán ayudante

Antonio Aguado

Capitán

Mariano Laso

Calisto Giménez

León Carretero

Alférez

Perfecto Santa Cruz

Teniente 1º

Pedro Lázaro Martínez

Eugenio Carretero

Ángel Giménez Cano

Teniente 2º

Manuel Mariana

Félix López Malo

Antolín Carretero

Subteniente

Jose Sor

Lope Santa Cruz

Juan Antonio López Malo

Sargento 1º

Atilano Luz y Fonseca

Juan Valero

José López Malo

Sargento 2º

Dionisio Barreda

Enrique Jaerna

Pascual Martínez Losilla

Sargento 2º

Leoncio López

Genaro Mariana

Manuel María Lázaro

Abanderado

Sección de Caballería

Miguel Cerrillo

Pedro Carretero Barreda Tabla III. Elaboración propia a partir de AMCU. Negociado General. Leg. 401. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento.1871. 27-12-1871

41

1ª compañía 2ª compañía 3ª compañía 4ª compañía 5ª compañía TOTAL

ELECCIONES 25-XII-1873 censados ausentes censados - ausentes votos bajas participación 154 35 119 66 2 55% 172 18 154 66 2 43% 120 12 108 47 0 44% 124 12 112 57 1 51% 121 11 110 45 1 41% 691 88 603 281 6 47%

Tabla IV. Elaboración propia a partir de AMCU. Leg. 1180, Nº 1-6. Organización por Compañías de la Milicia Nacional de esta Ciudad verificada por el Ayuntamiento en cumplimiento y para los efectos de la circular del Gobierno de la provincia fecha 16 de Diciembre de dicho año, y elección de oficiales y clases de las mismas. 1873; Negociado General. Leg. 404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento.1874. 03-01-1874

censados 154 170 119 122

1ª compañía 2ª compañía 3ª compañía 4ª compañía 5ª compañía TOTAL

ELECCIONES 01-I-1874 ausentes censados - ausentes 41 29 19 14

565

103

113 141 100 108 0 462

votos 97 113 84 89 77 460

En blanco bajas 21 2 25 30

2

participación 86% 80% 84% 82% #¡DIV/0! 100%

Tabla V. Elaboración propia a partir de AMCU. Leg. 1180, Nº 1-6. Organización por Compañías de la Milicia Nacional de esta Ciudad verificada por el Ayuntamiento en cumplimiento y para los efectos de la circular del Gobierno de la provincia fecha 16 de Diciembre de dicho año, y elección de oficiales y clases de las mismas. 1873; Negociado General. Leg. 404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento.1874. 03-01-1874

ELECCIONES 01-I-1874 -OFICIALES ELECTOS 1ª Compañía

2ª Compañía

3ª Compañía

4ª Compañía

Capitán

Jacinto Pedraza

Teniente

Simón Gallego

Teniente

5ª Compañía

Atilano Luz Fonseca

Isidoro Arribas

Máximo Lledó

José María Verde

Julián Garrido

Eugenio Carretero Barreda

José Molina

Antolín Carretero

Luis Antonio Mochales

Félix López Malo

Pedro López Arrazola

José María Brune

Federico Picazo

Alférez

Juan García Cañas

Pedro Carretero

Sebastián Benitez

Antonio Granero

Perfecto Santa Cruz

Alférez

Tomás Aguado

Manuel Peñalver

Miguel Cardona López

Enrique Zamora

Juan Verde

Sargento 1º

Amalio Lozano

Joaquín Sánchez

Venancio Fernández

Francisco Mínguez

Antonio Oliver

Sargento 2º

Francisco Carralero

Isidro Padilla

José Joaquín de la Torre

Clemente Febrero

Francisco Frías

Sargento 2º

Manuel Martínez Castro

José Box Vicente

Isidoro Redondo

Felipe Cuesta

Alejandro Medina

Sargento 2º

Lázaro Pérez

Ramón Escribano

Antonio Cano Martínez

Mariano Martínez Sanz

Francisco Tabernero

Sargento 2º

Juan Pérez Samper

Pedro Saiz

Juan del Bayo

Juan Verde

José Medina

Miguel Cerrillo

Miguel López Soler

Claro Gil

Pascual Losilla

Joaquín Sánchez

Cabo 1º Cabo 1º

Benito Masía

José Jover

Dionisio Torres Carretero

Vicente Marza

Victoriano Luna

Cabo 1º

Francisco Cano

Ramón Pinós

Vidal Álvarez

Florentino Escutia

Carlos Izquierdo

Cabo 1º

Francisco Parra

Federico de la Torre

Joaquín López de Fez

Juan Antonio Alcázar

Martín Izquierdo

Cabo 1º

Pedro García Sanz

Juan Castillo

Inocente Cornago

Eusebio Visier

Juan Baustista Vindel

Cabo 1º

Julián Sanz

Vicente Celada

Domingo Palomino

Cipriano Lledó

Cabo 2º

Laureano Barreda

Juan Álvaro Celada

José Roca Jiménez

Matías Navarro

Benito Redondo

Cabo 2º

Manuel Latorre

Manuel Patrocinio de la Cruz

Miguel Megía

Eduardo Jareño

Francisco Luna

Cabo 2º

Nicolás Recuenco

Juan Saiz

Fidel Ochoa

Juan Hurtado

Nicasio Izquierdo

Cabo 2º

Damián Martínez Garay

Primitivo Cariñena

Pedro Díaz Escamilla

Manuel Carretero

Joaquín Garde

Cabo 2º

Valentín Martínez

Mariano Celada

Bruno Fraile

José Sánchez

Juan Chamón

Cabo 2º

Francisco Pérez Moreno

Lorenzo Rubio

Domingo Cornago

Juan Molina

Tomás Sepúlveda

Corneta

Saturno Grueso

Tambor mayor

Juan Araque Gregorio Lucas

Presidente del comicio

Vicente Carrión

Presidente del comicio

Tiburcio Piñango

José María Verde (carlista) Federico Picazo Jefes de la Milicia Nacional - 1874

Comandante primero

Hilario Lozano

Comandante segundo

Valentín Pérez Montero

Ayudante

Joaquín María Girón *Solicitaron reiteradamente renunciar a sus cargos. Se le denegó a Valentín Pérez Montero.

*En fondo azul aquellos que no consiguieron el número de votos requerido para su nombramiento. Tabla VI. Elaboración propia a partir de AMCU. Leg. 1180, Nº 1-6. Organización por Compañías de la Milicia Nacional de esta Ciudad verificada por el Ayuntamiento en cumplimiento y para los efectos de la circular del Gobierno de la provincia fecha 16 de Diciembre de dicho año, y elección de oficiales y clases de las mismas. 1873; Negociado General. Leg. 404. Exp. 1º. Actas sesiones del Ayuntamiento.1874. 03-01-1874; 31-01-74

42

8. ANEXO II. La toma de Cuenca en Le Monde Illustre: Dibujos de Daniel Vierge.

Imagen I. “Prise de Cuenca par les carlistes (Nouvelle – Castille). Daniel Vierge

332

332

BASTIDA DE LA CALLE, M. A.: “La campaña carlista (1872-1876) en Le Monde Illustré: Los dibujos de Daniel Vierge”, en Espacio, Tiempo y Forma, Serie VII, Historia del Arte, t.3. 1990. p.291. http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid= bibliuned:ETFSerie7-2F0586E6-D2C4-D044-4FEB-1C4F48105896&dsID=PDF

43

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