Los Vertebrados del Salar del Hombre Muerto

October 8, 2017 | Autor: Fernando Lobo | Categoría: Vertebrates, Neotropics
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Descripción

LOS VERTEBRADOS del SALAR DEL HOMBRE MUERTO

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 7 •

ÍNDICE

Prólogo ........................................................................................................ 9

INTRODUCCIÓN ........................................................................................ 11 Los vertebrados en la región de la Puna de Argentina .................................... 12 Área general de estudio y sitios seleccionados ................................................ 14 BÚSQUEDA DE PECES AUTÓCTONOS ................................................... 25 ANFIBIOS Y REPTILES DEL SALAR ............................................................. 35 Anfibios ..................................................................................................... 36 Reptiles ...................................................................................................... 38 LA COMUNIDAD DE AVES ......................................................................... 43 Lista taxonómica comentada ....................................................................... 50 Riqueza específica de las aves del Salar .......................................................... 85 Especies acuáticas y ambientes preferidos ..................................................... 88 Observaciones sobre las especies más abundantes .......................................... 90 Variación estacional ..................................................................................... 92 Conclusiones sobre la comunidad de aves del Salar del Hombre Muerto ........ 93 LOS MAMÍFEROS DEL SALAR DEL HOMBRE MUERTO ......................... 97 Resultados y consideraciones generales por especie ........................................ 99 Comentarios finales .................................................................................. 116

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NOTAS PARA TENER CUENTA PARA LA CONSERVACIÓN DE LA FAUNA DEL SALAR ......................................................................... 117 Agradecimientos ............................................................................................ 119 LITERATURA CITADA Y DE CONSULTA ................................................ 121

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PRÓLOGO

El Salar del Hombre Muerto, ubicado en la Puna argentina, es considerado uno de los lugares más desolados del continente por sus características climáticas extremas. Este no obstante, presenta una gran riqueza y diversidad tanto en la flora como en la fauna, comparables a las de zonas de climas menos rigurosos. Minera del Altiplano S. A., empresa dedicada a la producción de derivados de litio a partir de salmueras naturales del Salar del Hombre Muerto, entiende que toda actividad productiva debe desarrollarse sobre la base del conocimiento ordenado y sistemático del ambiente en el que actúa. Parte de estos estudios están reflejados en los informes de impacto ambiental realizados por nuestra empresa, pero las investigaciones sobre la fauna, uno de los componentes más importantes de ese ambiente y el de mayor vulnerabilidad, demandaba una acción de envergadura diferente. Con ese convencimiento se invitó a un grupo de científicos a estudiar el área del Salar del Hombre Muerto para que sus investigaciones quedaran plasmadas en el presente libro. Minera del Altiplano S. A. invita al lector a compartir el resultado de los intensos trabajos de campaña y laboratorio, en la convicción de que en nuestra querida Puna existen tesoros naturales que el espíritu humano puede disfrutar y debe preservar para las generaciones venideras. Minera del Altiplano

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INTRODUCCIÓN

La Puna es un desierto de altura situado entre las provincias de Catamarca y Jujuy, entre los 3.400 y los 4.500 m, según Cabrera (1994). El clima es seco y frío, con grandes contrastes de temperatura entre el día y la noche, amplitud térmica que puede alcanzar hasta los 30º C o más. Las medias anuales son inferiores a los 8° C y las mínimas invernales inferiores a -20° C. Las lluvias son estivales y promedian los 100 a 200 mm anuales. Las precipitaciones invernales se dan en forma de nevadas y granizo. La escasez de agua y oxígeno, la elevada radiación solar durante el día y el intenso frío nocturno son factores característicos de estos ambientes. Las especies animales se encuentran sometidas a condiciones extremas (estrés hídrico, grandes amplitudes térmicas, intensa irradiación solar, bajas presiones de oxígeno, etc.). Ambientes terrestres. Para gran parte de la fauna silvestre, la vegetación otorga las características estructurales del hábitat. En particular, para la mayoría de las especies, la fisonomía de la vegetación es un factor de gran importancia en la determinación de su distribución, pues influye en la selección de hábitat y en la disponibilidad de recursos tales como alimento, sitios de reproducción, nidificación o refugio contra depredadores. Uno de los componentes más importantes de la estructura del hábitat es la heterogeneidad ambiental, la cual está conformada no sólo por los distintos tipos de vegetación sino también por su variación espacial (Wiens, 1976). Ambientes acuáticos. La severidad de las condiciones geológicas y climáticas explica la pobreza de ambientes de aguas continentales en esta área y la presencia de salares y salinas (Menni, 2004). La eco-región puede considerarse una prolongación del altiplano Boliviano; es una región árida con montañas que incluyen varios volcanes, con variedad geológica, geomor-

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fológica y diversidad de rasgos asociados a la altura (López et al., 2002). En términos generales, las nacientes de los ríos y arroyos de la Puna se ubican por encima de los 5.000 m y no descienden de los 3.000 m. Éstos se forman por el deshielo de las cumbres nevadas y dan origen a salares y/o lagunas que por lo general tienen carácter temporario y de régimen estival. Las lagunas pueden ser temporarias o permanentes, de agua dulce o salada, lo que depende de la litología del terreno. Como la evaporación es muy intensa, se produce la sobresaturación del agua remanente, y las sales (boratos, carbonatos, cloruros, nitratos, etc.) precipitan dando lugar a la formación de los salares (Arratia et al., 1983). Los ambientes típicos son arroyos y ríos, vegas y lagunas.

LOS VERTEBRADOS EN LA REGIÓN DE LA PUNA DE ARGENTINA

Ictiofauna. Arratia et al. (1983) modificaron el esquema de Ringuelet (1975), enfatizando el carácter paranense del noroeste argentino, pero indicando que sería conveniente saber más de los ambientes andinos de Jujuy, Salta y Catamarca antes de incluirlos en uno u otro territorio ictiogeográfico. Arratia y Menu-Marque (1984) propusieron que los altos Andes del norte de la Argentina fueran considerados parte del Dominio Andino y de la Provincia Titicacense o del Altiplano (terminología de Ringuelet, 1975). Estos autores señalaron que, de acuerdo con las características hidrológicas de la inexplorada zona andina de Jujuy, y la composición de la ictiofauna del altiplano de Perú, Bolivia y Chile, debería esperarse la presencia allí de especies de los géneros Trichomycterus, Orestias y/o Astroblepus (Arratia et al., 1983; Menni, 2004). En parte de acuerdo con sus previsiones, se encontraron dos especies de Trichomycterus (T. roigi y T. boylei) (Fernández, 1996, 1999, 2001) y recientemente fueron descriptas cuatro especies endémicas de Trichomycterus de entre 3.500 y 4.000 m de altura en Catamarca (Fernández, 2000; Fernández y Vari, 2000, 2002; Fernández y Schaefer, 2003). Sin embargo, en la medida en que la fauna del Titicaca es totalmente endémica y que no hay especies compartidas entre el norte de la Argentina y el área atribuida a la provincia Titicacense desde Eigenmann (1909), parecería conveniente, en este punto, mantener el esquema de Ringuelet (Menni, 2004). Batracofauna. La fauna de anfibios de la Puna también presenta elementos endémicos (exclusivos) para esta región. Cei (1980), al recopilar la fauna de anfibios de la Argentina, reconoce algunos componentes particulares: una especie del género Rhinella, R. spinulosa (= Bufo spinulosus), que tiene una amplia distribución desde el sur cordillerano argentino hasta el

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Perú; dos especies de Pleurodema y otras del género Telmatobius. Este último género resulta particularmente interesante, ya que es exclusivo de la región de la Puna y de la cordillera andina, y se distribuye desde San Juan hasta los Andes ecuatorianos. Las especies de este género habitan en pequeños arroyos y vegas de la Puna y existen casos particulares como el Telmatobius culeus que se encuentra en el lago Titicaca. De acuerdo con Frost (2004), se han descripto hasta el momento cincuenta y una especies de Telmatobius, catorce de las cuales habitan en la Puna argentina. En la reciente categorización de las especies argentinas (Lavilla et al., 2000) una fue considerada en peligro de extinción, otras seis amenazadas, y las restantes, como vulnerables, lo que da una idea acabada de la fragilidad de las poblaciones de estos animales y de sus ambientes. La introducción de salmónidos ha sido reportada, además, como una verdadera amenaza, no solamente para los peces sino también para estos anfibios (Rodríguez, 2001), hecho que efectivamente puede ocurrir o ya ha ocurrido en el río Los Patos. Por ello resulta de suma importancia el relevamiento y la búsqueda intensivos de estos anfibios en las corrientes de agua de la Puna. Reptiles. Hace apenas veinte años atrás, se estimaba para esta región la presencia de sólo diez especies de lagartijas; sin embargo, en los últimos años se describieron otras numerosas, lo que lleva la diversidad de la región a veinticinco especies distribuidas entre las provincias de La Rioja, Catamarca, Salta y Jujuy (Espinoza et al., 2000; Espinoza y Lobo, 2003; Martínez Oliver y Lobo, 2002; Lobo y Espinoza, 2004). Hasta ahora se conoce la presencia de tres especies de serpientes, Tachymenis peruviana, Bothrops ammodytoides y Philodryas psammophidea (Cei, 1993; Scrochi et al., 2006). Aves. Son características de esta región las dos especies de flamencos altoandinos, el cóndor, el suri, la becasina, avoceta andina, la agachona de collar, entre otros (Fjeldsa y Krabbe, 1990; De la Peña, 1985-1989; Narosky e Izuryeta, 2003). Algunas de las especies presentes en esta región se hallan incluidas en la categoría de conservación a nivel nacional, como por ejemplo, los flamencos altoandinos y el suri (García Fernández et al., 1997). Mamíferos. En esta región los mamíferos característicos son el puma, el zorro colorado, la vicuña, el chinchillón, los ocultos, el gato andino (aunque de muy baja densidad y difícil de observar), el ratón andino, así como otros roedores (Braun y Díaz, 1999; Bertonatti, y Corcuera, 2001). Los roedores son los animales más numerosos y característicos, y alrededor de la mitad de las especies son endémicas (Hershkovitz, 1969), como las del género Abrothrix (=Akodon), Phyllotis y Eligmodontia (Braun y Díaz, 1999).

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ÁREA GENERAL DE ESTUDIO Y SITIOS SELECCIONADOS

El área general de estudio abarca una extensión aproximada de 2.140 km2, una superficie rectangular cuya mayor longitud se corresponde con la dirección Este-Oeste, desde un punto situado hacia el este del puesto del señor Adriano Guitián sobre el río Cerro Gordo, donde el cauce se encajona en una estrecha quebrada (25º 40’ 1.5” S; 66º 48’ 19.5”; elevación: 4.101 m), hasta un punto al oeste de Laguna Caro (25º 35’ 38.8” S; elevación: 4.351 m), lo que abarca aproximadamente 63 km de largo por 34 km de ancho (Sur-Norte), siendo el máximo entre un punto extremo sur en el río Aguas Calientes (25º 39’ 37.1” S, 66º 52’ 31.8” O; elevación: 4.122 m) y hacia el Norte, en la Laguna Verde (cartel mina El Martillo: 25º 22’ 52.2” S; 66º 59’ 20.1” O; elevación 3.981 m). En la Fig. 1 se puede apreciar una imagen satelital con la ubicación del Salar del Hombre Muerto y la totalidad de los sitios estudiados. SITIO Nº 1. LAGUNA CARO (Fig. 2). Se estudiaron los márgenes este de la Laguna Caro en una extensión de 2.3 km, desde el punto sur extremo (puesto abandonado) (25º 34’ 38.2” S; 67º 17’ 5.7” O; elevación 3.953 m) hasta el punto norte, donde se encuentra una pequeña lagunilla de agua dulce (25º 33’ 42.8” S; 67º 16’ 8.9” O; elevación: 4.011 m). Se realizaron observaciones sobre una franja marginal de estepa de unos 200 metros de ancho. En dos ocasiones se visitaron las márgenes sur y este de la laguna. SITIO Nº 2. RÍO PEÑAS BLANCAS (Fig. 17 y 18). Este río y la vega asociada se estudiaron en una extensión de 2.7 km desde su extremo norte, donde converge hacia el final con el río Trapiche (25º 33’ 18.6” S; 67º 06’ 14” O; elevación: 3.970 m) hasta un punto situado al Sur en su recorrido donde la vega se encuentra muy desarrollada (25º 34’ 44.5” S; 67º 06’ 38” O; elevación 4.205 m). El extremo norte de este río, aproximadamente un kilómetro y medio, es muy pobre en vegetación y no existe la vegetación en cojín típica de vega. En su mayor parte se ve bordeado por altos paredones rocosos y su caudal es considerablemente menor al del río Trapiche. SITIO Nº 3. RÍO TRAPICHE (Fig. 3 y 4). Se consideró para su revisión y trabajos de muestreo repetido en las distintas campañas la extensión comprendida entre el dique del río Trapiche (25º 32’ 26.6” S; 67º 05’ 43.9” O; elevación 3.879 m) y un punto situado al sur siguiendo la vega del río Trapiche (25º 33’ 29.1” S; 67º 04’ 57.3” O; elevación 4.110 m), una longitud total de unos 2.3 km. La observación y avistaje de aves, y la captura de

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• Fig.1. Región del Salar del Hombre Muerto. En recuadro las áreas de ubicación de los sitios de observación, muestreo y trabajo general de campo.

• Fig.2. Aguas congeladas de Laguna Caro (junio).

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• Fig. 3. Río y dique Trapiche (diciembre).

• Fig. 4. Río y vega del río Trapiche (marzo).

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otros vertebrados se realizaron en esa extensión y considerando parte de ambiente de estepa 200 m a cada lado de la vega. SITIO Nº 4. LAGUNA CATAL LIL (Fig. 5 y 6). Se tomó como sitio de estudio la superficie sobre los márgenes sur de la Laguna Catal Lil en una extensión de 2.5 km de longitud (puntos de referencia en su extremo oeste: 25º 28’ 29.2” S; 67º 06’ 5.5” O; elevación: 3.944 m). Se sumó a las observaciones sobre esta margen de la laguna, también, una extensión de unos 200 metros de ancho de ambiente de estepa. Los animales que se observaron eventualmente en la zona de Campamento Fénix (FMC - Minera del Altiplano) se atribuyeron a la estepa de Catal Lil. SITIO Nº 5. VEGA DEL HOMBRE MUERTO (Fig. 7). Comprende una extensión de 1.7 km de longitud, entre su extremo norte-noroeste, donde se presenta como una continuación de la misma Laguna Catal Lil por sus condiciones de salinidad y vegetación marginal asociada, hasta su extremo más elevado (sur) más allá del puesto del señor Román Guitián, en peñascos ubicados más allá del final de la vega (25º 31’ 29.5” S; 66º 57’ 56.2” O; elevación: 3.991 m). Esta vega es muy pequeña y no está asociada a un río como el caso del Trapiche; su extensión, considerando vegetación típica de • Fig. 5. Ubicación de Laguna Catal Lil y Campamento Fénix (MdA).

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• Fig. 6. Margen sur de Laguna Catal Lil (marzo).

• Fig. 7. Vega del Hombre Muerto (junio).

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• Fig. 8. Vista aérea de los sitios ubicados en la zona del Cerro Gordo.

vega y abastecida exclusivamente de agua dulce, comprende una superficie más limitada que apenas supera el kilómetro de longitud y cuenta con un ancho máximo de 300 m. SITIO Nº 6. LAGUNILLAS (Fig. 8). Se trata de diez pequeños cuerpos de agua, todos hipersalinos excepto uno, el más cercano al río. Se accede a este sitio por el mismo camino que va desde la Vega del Hombre Muerto hacia el Cerro Gordo. Comprende un kilómetro de extensión (25º 35’ 41.1” S; 66º 54’ 14.3” O; elevación 4.000 m). Se revisó el ambiente de estepa circundante en 200 m (al oeste de estas lagunillas). SITIO Nº 7. RÍO AGUAS CALIENTES (Fig. 8, 9 y 10). Este sitio se consideró desde su extremo norte, muy cerca de la confluencia con el río Cerro Gordo (pasada vehicular) (25º 37’ 35.7” S; 66º 52’ 28.8” O; elevación: 4.064 m) y un punto situado al sur, ya en el área donde el río transcurre encajonado en una profunda quebrada, lugar de una importante caída de agua (25º

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• Fig. 9. Río Aguas Calientes en cercanías de la confluencia con el río Cerro Gordo (enero, 25º 37’ 35.7” S; 66º 52’ 28.8” O; elevación: 4.064 m)

• Fig. 10. Río Aguas Calientes, ambiente típico en cajón (enero, 25º 38’ 57.4” S; 66º 52’ 29.5” O; elevación: 4.130 m)

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• Fig. 11. Vista desde el margen oeste del sitio río Los Patos.

• Fig. 12. Sitios comprendidos entre Cerro Gordo y Laguna Verde.

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• Fig. 13. Desembocadura del río Los Patos (diciembre).

39’ 37.1” S; 66º 52’ 31.8” O; elevación 4.122 m); se cubrió una extensión de 3.8 km. La porción norte del río Aguas Calientes (kilómetro y medio aproximadamente) se abre de forma considerable y presenta un ambiente de mucho pastizal y de aguas más someras. SITIO Nº 8. RÍO CERRO GORDO (Fig. 8 y 19.). El sitio de estudio comprende la porción terminal del río (4.9 km), un par de kilómetros antes de su confluencia con el Aguas Calientes, entre los puntos: 25º 40’ 1.5” S; 66º 48’ 19.5” O; elevación: 4.101m al este del puesto, y 25º 37’ 57.1” S; 66º 51’ 17.5” O; elevación 4.071 m. Este sitio abarca una zona abierta (valle pequeño) donde el río forma meandros y se producen varias zonas anegadizas y ambientes de pastizales muy altos, para luego encerrarse en una quebrada, más hacia el oeste del puesto del señor Adriano Guitián. SITIO Nº 9. RÍO LOS PATOS (Fig. 8 y 11). El río Los Patos (o, como lo llama la gente del lugar, “Río Grande”) tiene una longitud aproximada de 25.3 km

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y se forma por la confluencia del río Aguas Calientes con el río Cerro Gordo. Este sitio, un tramo del río Los Patos y una franja oeste de estepa a su margen, cuenta con una longitud de 1.7 km entre los puntos 25º 29’ 1.5” S; 66º 53’ 53.2” O; elevación 4.014 m, hacia el Sur; 25º 28’ 6.9” S; 66º 53’ 59.4” O; elevación: 4.013 m, hacia el Norte. SITIO Nº 10. DESEMBOCADURA DEL RÍO LOS PATOS (Fig. 12 y 13). Este sitio puede alcanzarse por el camino que va desde la Vega del Hombre Muerto hacia el Noroeste, y pasa por el sur de mina El Martillo (frente a casas amarillas abandonadas). En ese punto (25º 24’ 6.4” S; 66º 55’ 4.5” O; elevación: 3.996 m), en que se encuentra un pequeño refugio destechado, el río se abre en dos ramas principales y se sigue dividiendo en un delta. En la época de invierno, debido a la nieve y el hielo se hace muy difícil explorar la zona; en el mes de diciembre, en cambio, se puede caminar hasta dos kilómetros en distintas direcciones sobre esta extensa área. SITIO Nº 11. LAGUNA VERDE. Sitio de muestreo que comprendió los márgenes de la laguna, ubicados en dirección opuesta a la desembocadura del río Los Patos; y hacia el Noroeste, donde el camino la cruza, en el acceso a mina El Martillo (punto aproximado: 25º 22’ 52.2” S; 66º 59’ 20.1” O; elevación 3.981 m). La zona comprende 3 km de longitud, aproximadamente. En Tabla Nº 1, Aves, se consigna una campaña en particular realizada en dos sitios juntos, Laguna Verde-Desembocadura del río Los Patos; como así también otro sitio, Incahuasi, ambiente típico de estepa y quebradas que carece de vega o río por lo que sólo se visitó en tres oportunidades para el registro de especies terrestres. El recorrido comprendió entre el cementerio (25º 25’ 37.4” S; 67º 11’ 25.8” O; elevación 3.990 m) y las ruinas antiguas de la mina (iglesia en ruinas, 25º 25’ 48.3” S; 67º 10’ 59” O; elevación: 4.056 m).

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BÚSQUEDA DE PECES AUTÓCTONOS Por Luis Fernández *

Los ecosistemas acuáticos suelen ser de los más vulnerables, y en el caso de la Puna y regiones altoandinas, constituyen el hábitat de especies endémicas particulares, a veces encerradas en pequeñas cuencas, aisladas de otras formas cogenéricas. Esto vale tanto para peces como los del género Trichomycterus (Fig. 14) como para las ranas acuáticas del género Telmatobius. Por ello, en este estudio se dio especial importancia a la exploración sistemática de los sitios que son hábitat potencial para estas especies. Este trabajo se basa en el estudio y revisión de la colección ictiológica de la Fundación Miguel Lillo de Tucumán —que cuenta con muy buenas muestras de ríos, especialmente de la región del noroeste de Argentina— y de las colecciones de los Museos de Ciencias Naturales de La Plata (MLP), Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia, Buenos Aires (MACN), Instituto Argentino de Investigación de Zonas Áridas, Mendoza (IADIZA) y American Museum of Natural History (AMNH); asimismo, se sustenta en la revisión de la literatura sobre la ictiofauna de la región de la Puna y, por otra parte, en la prospección de los ríos del área del Salar del Hombre Muerto. En los muestreos se emplearon dos tipos de redes: a- rectangulares de marco (45 cm por 60 cm) con bolsa de 70 cm profundidad y malla fina de 0.2 mm; b- de arrastre, de 2 m de largo por 1 m de ancho y malla fina de *

Fundación Miguel Lillo - CONICET. Miguel Lillo 251 (CP 4000) Tucumán, Argentina. Actualmente en el American Museum of Natural History, New York, Estados Unidos.

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• Fig. 14. Trichomycterus (orden Siluriformes). Longitud total (promedio): 9 cm.

0.2 mm. No se usó rotenona debido a las características de los ríos de altura y no se dispuso de un equipo de electroshock. Las capturas con la red de marco se realizaron por remoción (kicking. Fig. 15) del sustrato aguas arriba, de manera que, por deriva de la corriente, el material es llevado al interior de la red. Se muestrearon 200 m de cada río. Dadas las características de los sustratos, la escasa profundidad y el poco ancho de los ríos, no se pudieron utilizar redes de arrastre en todos ellos. También se obtuvieron información y ejemplares de los pobladores locales. Los ejemplares fueron fijados en formol 10% y conservados en alcohol 70%. La identificación se realizó en laboratorio bajo microscopio, donde se extrajeron los estómagos para el análisis de contenido estomacal. Los ejemplares fueron medidos con calibre digital Mitutoyo.

RÍOS ESTUDIADOS Y RESULTADOS OBTENIDOS

El río Trapiche (25° 32’ 57.1” S; 67° 05’ 36.4” O; elevación 4.109 m) (Fig. 3 y 4) presenta las siguientes características (diciembre 05): tipo de hábitat de corriente sin pozas, ancho 10+ m, márgenes 10+ m, profundidad 0.10-0.30 m, sustrato predominante arena y en menor proporción grava. Sin barrera al pasaje de peces. Los márgenes son poco estables, con vegeta-

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• Fig. 15. Kicking, método de captura empleado en diversos ríos de montaña.

• Fig. 16. Fauna de macroinvertebrados generalmente encontrada en los ríos de montaña. Extraído de Fernández y Domínguez (2001).

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ción marginal baja. No se capturaron peces. Había abundante fauna de macroinvertebrados bentónicos, larvas de Odonata, Coleoptera y Ephemeroptera, crustáceos del género Hyalella (Fig. 16). El río Peñas Blancas (25° 33’ 46.4” S; 67° 04’ 43.4” O; elevación 4.147 m) (Fig. 17 y 18) (diciembre 05) presenta un tipo de hábitat de corriente sin pozas, ancho 2 m, márgenes 0.20 m, profundidad 0.10-0.20 m, sustrato predominante arena. Sin barrera al pasaje de peces. Los márgenes son poco estables, sin vegetación marginal. No se capturaron peces. Se encontraron macroinvertebrados bentónicos, larvas de Odonata, Ephemeroptera y Hyalella. El río del Cerro Gordo (25° 38’ 56.7” S; 66° 52’ 31.9” O; elevación 4.070 m) (Fig. 8 y 9) (marzo 06) presenta un tipo de hábitat de corriente con pozas, ancho 5-10 m, márgenes 6+ m, profundidad 0.10-0.80 m; sustrato predominante arena y en menor proporción grava. Sin barrera al pasaje de peces. Los márgenes son poco estables, sin vegetación marginal. Había ejemplares de Oncorhynchus mykiss (trucha arco iris). No se capturaron, • Fig. 17. Aspecto general en el final del río Peñas Blancas (diciembre). Al fondo se puede apreciar el Salar del Hombre Muerto.

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• Fig. 18. El río Peñas Blancas dos kilómetros aguas arriba (diciembre). • Fig. 19. Aspecto general en un tramo del río del Cerro Gordo (marzo).

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pero fueron observados en pozas de agua. No se observaron macroinvertebrados bentónicos. El río Aguas Calientes (25° 39’ 11.7” S; 66° 52’ 31.5” O; elevación 4.063 m) (Fig. 9 y 10) presenta las siguientes características (marzo 06): tipo de hábitat de corriente con pozas, ancho 2-3 m, márgenes 5+ m, profundidad 0.10-0.50 m, sustrato predominante arena y en menor proporción grava. Sin barrera al pasaje de peces. Los márgenes son poco estables, con vegetación marginal baja. Se capturaron veinte ejemplares de Oncorhynchus mykiss (trucha arco iris). No se capturaron macroinvertebrados bentónicos. De la revisión de colecciones y del muestreo de cuatro cuerpos de agua del área de estudio, se ha identificado sólo una especie del orden Salmoniformes. No se registraron ejemplares en los ríos Trapiche y Peñas Blancas. No se registraron las especies mencionadas para el área (ictiogeográfica) por Arratia et al. (1983), Menni (2004) y López y Miquelarena (2004). Contrariamente a lo esperado para el área en zonas de altura (Fernández y Schaefer, 2003. Fig. 3), no se registraron ejemplares pertenecientes al genero Trichomycterus; sólo la presencia de una especie exótica, la trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss) (Fig. 20) la cual es muy frecuente en ríos andinos por arriba de los 3.000 m. Con la finalidad de buscar trazas de otros vertebrados que podrían incluirse en la dieta de estos animales se revisaron algunos contenidos estomacales. Longitudes estándares de los ejemplares estudiados en su contenido estomacal (en mm): 230, 290, 240, 260, 260, 240, 240, 220, 118, 141, 200, 128, 130. Contenido estomacal verano (marzo 06): trece ejemplares examinados (118-290 mm SL) estaban vacíos. Orden Salmoniformes Familia Salmonidae Oncorhynchus mykiss (Walbaum, 1792)

Localidad tipo: Kamtchatka, Rusia. Ambiente: corriente moderada a rápida, profundidad 10 a 80 cm, sustrato arena a grava. Alimentación: insectos acuáticos, crustáceos, pequeños peces y anfibios. Reproducción: ovípara. Distribución en Argentina: introducida en la Patagonia y a lo largo de los ríos andinos de altura. Ejemplares: 20. Estos peces cuentan con aletas sin radios espinosos y con una adiposa, un proceso triangular en la base de las pélvicas, membranas branquiales libres del istmo (Menni, 2004). Esta especie fue introducida en la Argentina

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• Fig. 20. Oncorhynchus mykiss, trucha arco Iris (marzo, río Aguas Calientes).

en 1903 desde los Estados Unidos y está causando un importante impacto negativo sobre la ictiofauna local en el noroeste argentino (Fernández y Fernández, 1995, 1998). Numerosos son los casos registrados de extinciones a causa de la introducción de especies exóticas, y en particular de la trucha, sea por predación o competencia. Por ejemplo, en el lago Titicaca de Bolivia produjo la extinción de especies de Orestias (Cyprinodontidae) y en el lago Tota de Colombia, de Rhizosomichthys (Trichomycteridae), y recientemente en el Lago Chungara de Chile (Pardo y Vila, 2006). Sea por predación o competencia, es claro que los ambientes andinos son propicios para la dispersión de la trucha arco iris con la consiguiente amenaza para las pocas especies de peces que habitan arriba de los 3.000 m. La presencia de esta especie de pez exótico plantea un interrogante acerca de las especies autóctonas de vertebrados acuáticos que en otras áreas de la Puna pueden encontrarse, como ser especies del género Trichomycterus (Siluriformes) o la rana endémica del género Telmatobius. Estas especies que no fueron encontradas durante este estudio, ¿nunca estuvieron presentes en la región del Salar?, o ¿la introducción de la trucha hace más de cincuenta años provocó la extinción de ambas o de alguna de ellas? En muchos de los sitios muestreados de la Puna, donde se encontraron espe-

• 32 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

• Fig. 21. Mapa de los sitios donde se encontraron nuevas especies endémicas de Trichomycterus andinos arriba de los 3.000 m de elevación y no fueron halladas truchas. Extraído de Fernández y Schaefer (2003): 1-T. yuska, 2-T. ramosus, 3-T. catamarcensis, 4-T. roigi, 5-T. boylei, 6-T. belensis.

cies de Trichomycterus endémicas (Fig. 21), no se encontraron truchas; y a la inversa, en todos los ríos donde se hallaron truchas, no pudieron encontrarse tricomicteridos. El género Trichomycterus puede encontrarse arriba de los 4.000 m (e.g. T. chungaraensis, T. laucaensis), en aguas termales (T. therma), en cavernas (T. chaberti), pero no puede vivir en lugares donde se están introduciendo truchas. Las diferentes políticas de los gobiernos provinciales están más preocupados en proteger y seguir sembrando truchas en nuevos lugares, antes que considerar algún estudio que contemple la conservación de las muy pocas especies nativas de los Andes.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 33 •

Durante las entrevistas realizadas, ninguno de los habitantes del área manifestó conocer o haber conocido jamás otro pez aparte de la trucha, ni tampoco ranas acuáticas. Sin embargo, no debe olvidarse que las especies muy pequeñas y sin valor comercial o deportivo no son observadas por los habitantes locales; esto pudo demostrarse en un taller en la laguna Llancanelo, Mendoza: según los habitantes del lugar sólo existían la perca y el pejerrey ya que, al ser pescadores, el pequeño tamaño, hábitos nocturnos y el color oscuro de los bagres andinos hacían que pasaran desapercibidos.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 35 •

ANFIBIOS Y REPTILES DEL SALAR Por Fernando Lobo, Federico Arias y Soledad Valdecantos *

La búsqueda y registro de anfibios y reptiles se realizó siguiendo métodos convencionales. En el caso de las vegas y ríos se buscó repetidamente en las orillas, en socavones y otros escondites naturales de ranas acuáticas y sapos; se pasaron las mismas redes de arrastre de ictiología, tanto para hallazgo como para captura de renacuajos e individuos adultos (Peñas Blancas, Trapiche, Vega del Hombre Muerto, río Aguas Calientes, río del Cerro Gordo, río Los Patos). Para el caso de los reptiles se revisaron los barrancos, roquedales, quebradas y estepa en búsqueda de especies terrestres y saxícolas, y se levantaron rocas, restos vegetales y otros elementos que pudieran brindar refugio a los animales. En la Puna en general (incluyendo Jujuy, Salta, Catamarca, Tucumán, La Rioja) se conocen especies pertenecientes a cuatro grupos diferentes del género Liolaemus, una especie de Phymaturus, y tres especies de serpientes (Scrocchi et al., 2006). La búsqueda activa realizada en los meses de primavera y verano fue orientada por la presencia potencial de esos animales.

*

IBIGEO (Instituto de Bio y Geociencias del NOA). Facultad de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Salta - CONICET. Mendoza 2 (CP 4400) Salta, Argentina.

• 36 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

ANFIBIOS

En la región del Salar del Hombre Muerto se encontró solamente una especie de anfibio, Rhinella spinulosa, hasta hace muy poco conocida como Bufo spinulosus. Esta especie de sapo es de hábitos terrestres aunque siempre se la encuentra asociada a cursos de agua como los pequeños ríos y arroyos cordilleranos y de la Puna. Esta especie presenta una amplia distribución, siempre cordillerana o de precordillera, desde el sur de la provincia de Mendoza hasta muy al norte en los Andes de Perú (y región del Cuzco); en Chile, desde el Norte, región de Tarapacá, hasta los bosques del sur (bosques de Nothophagus). Si bien es una especie típicamente cordillerana que puede alcanzar los 4.500 m en algunos casos, también se la encontró prácticamente a nivel del mar, en el extremo sur de su distribución. Es relativamente fácil de encontrar debido a su plasticidad y variedad de ambientes en los que puede vivir. Rhinella spinulosa (Fig. 22) es una especie de anfibio de tamaño mediano (adultos entre 50 y 70 mm de distancia hocico-cloaca), cabeza corta con el hocico poco pronunciado, espacio interorbitario angosto. Presenta glándulas paratoideas pequeñas redondeadas; todo el cuerpo cubierto de pequeñas verrugas en algunos casos sobresalientes, de allí el nombre de la especie. Su coloración general varía entre el castaño y el castaño verdoso y presenta manchas de tamaño regular esparcidas por todo el dorso del cuerpo. En la época de primavera-verano pueden encontrarse adultos aunque no es una especie abundante como en otras latitudes. Se registraron individuos de R. spinulosa en la mayoría de los sitios (Laguna Caro, Trapiche, Laguna Catal Lil, río del Cerro Gordo, río Aguas Calientes, Lagunillas). En diciembre de 2005 se encontraron en la zona de la vega del río Trapiche, en una superficie de 200 m, cinco lugares con renacuajos (Fig. 23); y en la campaña de diciembre de 2006 se hallaron renacuajos en una extensión mucho mayor a lo largo de todo el sitio de trabajo, lo que indicaría esta época como la característica reproductiva de la especie. También se encontraron larvas en la zona del río Aguas Calientes. Se observaron individuos juveniles y recién metamorfoseados en enero, en la zona de los márgenes de Laguna Catal Lil; en un área de anegamiento en cercanías del vertedero también se encontraron juveniles. Este hallazgo resulta biológicamente muy interesante ya que los anfibios en su mayor parte requieren de agua dulce para su reproducción, y las condiciones de desecación y salinidad del suelo en esa área son muy severas y hacían poco esperable encontrar renacuajos o juveniles en ese lugar. Se encontraron también ejemplares adultos en la zona de Campamento Fénix I, lo que demuestra el home range o gran facilidad de desplazamiento de éstos para encontrarse en sitios

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 37 •

• Fig. 22. Rhinella spinulosa, sapo. Longitud total: 10 cm (diciembre, río Aguas Calientes). • Fig. 23. Larvas de Rhinella spinulosa. Longitud total: 2 cm (diciembre, vega del río Trapiche).

• 38 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

aún alejados de los principales cuerpos de agua (5 km de Trapiche). En cuanto a su conservación, según el Libro Rojo de los vertebrados terrestres de Chile (Glade, 1993), es “Vulnerable” para Chile en general, aunque también se estima como inadecuadamente conocida para varias de sus regiones; para la región del altiplano fue considerada “Vulnerable”; para la categorización de anfibios y reptiles de Argentina (Lavilla et al., 2000), esta especie se encuentra como “No Amenazada”.

REPTILES

En las campañas realizadas durante los meses de diciembre, enero, marzo y septiembre se encontraron sólo dos especies de lagartijas pertenecientes al género Liolaemus (Wiegmann, 1834): Liolaemus poecilochromus y Liolaemus dorbygnyi. Liolaemus poecilochromus (Fig. 24 y 25) es el más abundante; de hábitos terrestres, esta especie se puede observar en las cercanías del campamento Fénix y en la totalidad de los sitios: estepas que circundan Laguna Verde, río Los Patos, río Aguas Calientes, Cerro Gordo, Trapiche, Laguna Caro, Incahuasi. Es una lagartija de tamaño mediano para su género; la longitud hocico-cloaca promedio de machos y hembras adultos es de 55 a 70 mm. Estas lagartijas presentan una coloración muy conspicua: el macho tiene el dorso negruzco, salpicado con manchitas blanco-amarillentas; su cabeza es de un color más claro, con zonas más oscuras en la región temporal. Muchas veces la coloración amarillenta de los machos forma en el dorso dos bandas longitudinales muy marcadas. Ventralmente presentan una coloración gris con líneas blancas interrumpidas. Las hembras tienen un color dorsal rojizo o castaño-gris, con bandas interrumpidas transversales regulares de manchas negruzcas. Muy pocas veces presentan la coloración llamativa de los machos. Esta especie fue descripta por Laurent (1984) para el sitio Los Nacimientos, puna de Catamarca, y también fue indicada su presencia en el Valle de Chaschuil, río Punilla, Antofagasta de la Sierra, constituyendo su hallazgo en la región del Salar del Hombre Muerto una extensión del rango de su distribución de alrededor de 100 km hacia el Norte. Según Cei (1993) esta especie se distribuye en el departamento de Antofagasta de la Sierra (provincia de Catamarca), en el oeste de Salta hasta Socompa y Olacapato (departamento de Los Andes) llegando a los 4.000 m. Sin embargo, esta última aseveración no ha sido probada con materiales colectados en aquella provincia. La biología de esta especie estaría muy ligada a las características del microhábitat que le brinda un sustrato particular y la presencia de Adesmia

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 39 •

• Fig. 24. Liolaemus poecilochromus, macho. (Campamento Fénix, diciembre).

• Fig. 25. Liolaemus poecilochromus, hembra. (Idem).

• 40 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

• Fig. 26. Adesmia sp., añagua (diciembre, Trapiche).

(añagua), una planta típica de la zona que es muy abundante en algunos lugares (Fig. 26). El análisis del contenido estomacal reveló que gran parte de su dieta consiste en material vegetal (frutos, hojas y flores) de la añagua —esto confirma lo que nos indicara doña Amelia Condorí sobre este animal en una entrevista— y se complementa con artrópodos (formicidos, arácnidos, diplura, coleóptera), datos aún sin publicar de trabajo en desarrollo; actualmente se encuentran bajo análisis contenidos estomacales de una muestra de 60 ejemplares. Liolaemus poecilochromus fue encontrado en forma abundante en las campañas de diciembre (2005, 2006), enero y marzo. En una transecta realizada sobre la estepa al oeste del Campamento Fénix (diciembre de 2005) se estimó una densidad de 200 ejemplares por hectárea, lo que llevaría a extrapolar, estimándose una población para una extensión cuadrangular de 5 km de lado como la existente entre el Campamento y Trapiche de 500.000 individuos. De todas maneras, el hábitat no es uniforme y las mejores áreas donde esta especie abunda se encuentran en los faldeos ripiosos de las lomas circundantes del Salar. En septiembre ya se pueden observar algunos individuos en las horas de mayor temperatura diaria, aunque muy escasos (2/ha). En el mes de diciembre se pueden ver activos individuos de

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 41 •

• Fig. 27. Liolaemus dorbignyi, macho (diciembre, Incahuasi).

esta especie tan temprano como las ocho de la mañana, especialmente si no corre viento. Se trata de una especie vivípara que gesta entre 2 a 4 embriones; en el mes de diciembre ya se colectaron hembras grávidas y en el mes de enero los recién nacidos y juveniles son muy numerosos. La información recabada en este trabajo sobre la dieta y reproducción de esta especie es muy valiosa debido a que se conoce muy poco sobre su biología (Cei, 1993). Liolaemus dorbignyi (Fig. 27) es una especie de tamaño mediano a grande para el género; la longitud hocico-cloaca promedio de machos y hembras adultos en conjunto es de 65-85 mm. Esta especie se caracteriza por su aspecto robusto y el cuerpo cubierto de escamas agrandadas, laminares, poco imbricadas. La coloración general es anaranjada, lo que la mimetiza con los roquedales de ignimbritas rojizos típicos de la zona (Fig. 28). Presenta esta coloración en la mayoría de los sitios, coincidentemente con otras poblaciones más al sur del territorio, como en Antofagasta de la Sierra, y varía en algunos casos cuando se la encuentra en sustratos diferentes, entre amarillos y amarillo-verdosos, como en paredones rocosos oscuros de naturaleza volcánica, por ejemplo. Son características en esta especie unas bandas anchas gruesas más oscuras que la coloración de fondo, las que se

• 42 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

• Fig. 28. Liolaemus dorbignyi, macho (diciembre, río Trapiche).

extienden transversalmente en el tronco. En muchos ejemplares esas bandas se encuentran más desdibujadas o inclusive pueden estar ausentes. Liolaemus dorbignyi se observó en todos los sitios de muestreo con excepción de Laguna Caro, probablemente debido a que en este sitio de trabajo no se encontraron ambientes de roquedales como los preferidos por esta especie. Estas lagartijas son estrictamente saxícolas; son de comportamiento más esquivo y desconfiado aún que Liolaemus poecilochromus, toman sol sobre las rocas y se esconden rápidamente en las grietas. Por ello se trata de una especie más difícil de estudiar. De todas formas se sabe que se trata de una especie vivípara y de hábitos dietarios con fuerte inclinación por la herbivoría (Schulte et al., 2000; Espinoza et al., 2004). Liolaemus poecilochromus y Liolaemus dorbignyi son calificadas por Lavilla et al. (2000) como insuficientemente conocidas.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 43 •

LA COMUNIDAD DE AVES Por Soledad Valdecantos y Fernando Lobo *

Las especies de aves que se reportan aquí fueron observadas en los distintos sitios mediante el uso de binoculares y/o telescopio. En total se registraron 61 especies que representan 14 órdenes, 28 familias y 48 géneros: Tinamiformes (Tinamidae), Rheiformes (Rheidae), Podicipediformes (Podicipedidae), Ardeiformes (Ardeidae, Threskiornitidae), Phoenicopteriformes (Phoenicopteridae), Anseriformes (Anatidae), Cathartiformes (Cathartidae), Falconiformes (Accipitridae, Falconidae), Gruiformes (Rallidae), Charadriiformes (Phalaropodidae, Scolopacidae, Laridae, Charadriidae, Recurvirostridae, Thinocoridae), Columbiformes (Columbidae), Psittaciformes (Psittacidae), Strigiformes (Strigidae), Passeriformes (Furnariidae, Tyrannidae, Hirundinidae, Mimidae, Emberizidae, Carduelidae, Icteridae, Motacillidae). De esas 61 especies, 23 son endémicas de la región de la Puna; la mayoría de ellas son residentes, aunque presentan una distribución más amplia y no sólo puneña. Hirundo rustica, Calidris bairdii, Tringa solitaria y Phalaropus tricolor son migradores, provienen del hemisferio norte y llegan a esta área durante la etapa de primavera y verano; mientras que Muscisaxicola flavinucha proviene de la Patagonia. Zonotrichia capensis (chingolo), Anthus correndera (cachirla común) y Mimus triurus (calandria real) son de una distribución muy amplia que va más allá de la Puna, pero se los observó ocasio*

IBIGEO (Instituto de Bio y Geociencias del NOA). Facultad de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Salta - CONICET. Mendoza 2 (CP 4400) Salta, Argentina.

• 44 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

nalmente y no en todas las campañas. Por otro lado, una de las especies registradas en una sola oportunidad, un ejemplar muerto hallado en la zona de Laguna Catal Lil, podría considerarse accidental ya que no forma parte de las comunidades de aves de la Puna y su distribución no abarca esta región. Se trata de Ajaja ajaja (Threskiornitidae), conocida comúnmente como Espátula Rosada, la que no fue reconocida como del lugar según las entrevistas a Camilo y Amelia Condorí, quienes manifestaron que nunca habían visto en la zona un animal de ese tipo y que les parecía muy extraño. No han sido observados en este estudio, pero no se descarta la presencia de alguno de ellos: algún atajacaminos (Caprimulgidae), el picaflor de la Puna (Trochilidae), un vencejo (Apodidae); en el primero de los casos en estudio de EIA 2002 se reportó, aunque con duda, Caprimulgus longirostris —en ninguna salida nocturna durante este estudio pudo encontrarse este animal. A continuación se ofrece una tabla general de las aves, con las especies, hábitat, sitios donde se las encontró, meses del año y si se trata de una forma endémica o no (Tabla 1).

Tabla 1. Aves

Lista de especies de aves del Salar del Hombre Muerto. Los sitios se codifican como sigue: 1. Laguna Caro; 2. Peñas Blancas; 3. Trapiche; 4. Catal Lil; 5. Vega del Hombre Muerto; 6. Lagunillas; 7. Río Aguas Calientes; 8. Río Cerro Gordo; 9. Río Los Patos; 10. Desembocadura río Los Patos; 11. Laguna Verde; 12. Desembocadura río Los Patos-Laguna Verde; 13- Incahuasi.

Tinamiformes

Rheiformes

Podicipediformes

Ardeiformes

Phoenicopteriformes

Phoenicoparrus andinus

Familia Phoenicopteridae

Orden

Ajaja ajaja

Familia Threskiornitidae

Ardea cocoi Bubulcus ibis Nycticorax nycticorax

Familia Ardeidae

Orden

Podiceps occipitalis

Familia Podicipedidae

Orden

Rhea pennata

Familia Rheidae

Orden

Tinamotis pentlandii

Familia Tinamidae

Orden

Nombre Científico

Acuático

Acuático

Acuático Acuático Acuático

Acuático

Hábitat

1-4-5-6-8

4

7 3 7

3

1-2-7-10

6-8

Sitios

Dic-Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic

Jun

Ene-Mar-Jul Ene-Dic Jul-Sep

Dic-Sep-Dic

Dic-Ene-Mar-Jul- Dic

Sep-Dic

Meses

Endémica

Endémica

Endémica de PUNA

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 45 •

Anseriformes

Cathartiformes

Falconiformes

Falco femoralis Phalcoboenus megalopterus

Familia Falconidae

Buteo poecilochrous Buteo polyosoma

Familia Accipitridae

Orden

Vultur gryphus

Familia Cathartidae

Orden

Anas flavirostris Anas puna Lophonetta specularioides Netta erythrophthalma Chloephaga melanoptera

Familia Anatidae

Orden

Phoenicoparrus jamesi Phoenicopterus chiliensis

Nombre Científico

Acuático Acuático Acuático Acuático Acuático

Acuático Acuático

Hábitat

2-3-4-5-8 1-2-3-4-5-7-8-9-10

2-6-8-10 3-4-5-7-9

3-8

1-3-4-5-6-7-8-9-11-12 3-5-6-7-8-12 1-2-3-4-5-6-7-8-9-10-11-12 4 1-2-3-4-5-6-7-8-9-10-11-12

1-4-5-6 1-4-5-6-8-10-11-12

Sitios

Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic Dic-Jun-Jul-Sep-Dic

Jul-Dic Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic

Dic-Jun-Sep

Dic-Ene-Mar-Jul-Sep-Dic Dic-Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic Dic-Ene-Mar-Jun-Jul-Sep_Dic Dic-05 Dic-Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic

Ene-Jul-Sep-Dic Dic-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic

Meses

Endémica

Endémica Endémica

Endémica

Endémica

Endémica de PUNA

• 46 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

Gruiformes

Charadriformes

Recurvirostra andina

Familia Recurvirostridae

Charadrius alticola Charadrius collaris Oreopholus ruficollis Vanellus resplendens

Familia Charadridae

Chroicocephalus serranus

Familia Laridae

Calidris bairdii Gallinago andina Tringa solitaria

Familia Scolopacidae

Phalaropus tricolor

Familia Phalaropodidae

Orden

Fulica ardesiaca Fulica cornuta Fulica gigantea

Familia Rallidae

Orden

Nombre Científico

Acuático

Acuático

Acuático Acuático

Acuático

Acuático Acuático Acuático

Acuático

Acuático Acuático Acuático

Hábitat

1-4-5-6-8-11-12

1-4-5-6-10 4-12 4 1-3-4-5-7-8-10

1-3-4-6-7-8-9-10-12

1-4-5-6-10 5 1-4-5

5-6-8

3 6 3

Sitios

Ene-Mar-Jul-Sep-Dic

Dic-Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic Jul-Sep Dic-Sep-Dic Dic-Ene-Mar-Dic

Dic-Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic

Ene-Mar-Sep-Dic Jul-Sep-Dic Ene-Mar-Dic

Ene-Mar

Dic-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic Sep-Dic Dic-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic

Meses

Endémica

Endémica

Endémica

Endémica

Endémica Endémica

Endémica de PUNA

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 47 •

Columbiformes

Psittaciformes

Strigiformes

Passeriformes

Asthenes modesta Cinclodes atacamensis Geositta punensis Leptasthenura aegithaloides Upucerthia ruficauda

Familia Furnariidae

Orden

Athene cunicularia Bubo virginianus

Familia Strigidae

Orden

Bolborhynchus aurifrons

Familia Psittacidae

Orden

Metriopelia melanoptera Metropelia aymara

Familia Columbidae

Orden

Thinocorus orbignyianus

Familia Thinocoridae

Nombre Científico

Acuático

Acuático

Hábitat

2-3-5-6-7-8 2-3-5-7-8 1-2-3-4-5-6-7-8-9-10-11-12-13 3 8

1-4 5-7

5-7-13

13 1-2-3-4-5-8

1-2-3-4-5-6-7-10-12

Sitios

Ene-Jun-Jul-Sep-Dic Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic Dic-Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic Ene Mar-Sep

Mar-Jul-Dic Ene-Dic

Ene-Mar-Dic

Ene Dic-Ene-Mar-Jun-Dic

Ene-Mar-Jun-Sep-Dic

Meses

Endémica

Endémica

Endémica

Endémica

Endémica de PUNA

• 48 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

Anthus correndera

Familia Motacillidae

Sturnella loyca

Familia Icteridae

Carduelis atrata

Familia Carduelidae

Phrygillus atriceps Phrygillus dorsalis Phrygilus plebejus Phrygilus unicolor Sicalis olivascens Sicalis uropygialis Zonotrichia capensis

Familia Emberizidae

Mimus triurus

Familia Mimidae

Haplochelidon andecola Hirundo rustica Notiochelidion cyanoleuca

Familia Hirundinidae

Lessonia rufa Muscisaxicola flavinucha Muscisaxicola rufivertex

Familia Tyrannidae

Nombre Científico

Acuático

Hábitat

1-5-7

4

2-3-4-5-6-7-8-13

2-3-5-7-8-13 1-3-8 2-4-5-7-13 1-2-3-4-5-6-7-8 3-5-6-7 2-3-4-5-6-7-8-10-12-13 3-7

4

3-4-7-8 3-4-7-10 1-2-3-4-7-8-10

1-2-3-4-5-6-7-8-10 1-3-5-7 1-2-3-4-5-6-7-8-9-10-12

Sitios

Jul-Sep

Jun

Dic-Ene-Mar-Dic

Dic-Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic Dic-Mar Ene-Mar-Sep-Dic Ene-Mar-Jun-Jul-Sep-Dic Dic-Ene-Jun-Dic Dic-Ene-Mar-Jul-Sep-Dic Ene-Dic

Jul

Dic-Mar Dic-06 Dic-Ene-Mar-Dic

Dic-Ene-Mar-Sep-Dic Ene-Mar-Dic Dic-Ene-Jun-Sep-Dic

Meses

Endémica

Endémica Endémica

Endémica Endémica

Endémica

Endémica de PUNA

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 49 •

• 50 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

LISTA TAXONÓMICA COMENTADA

A continuación se describe la fauna de aves de la región del Salar, según los órdenes y familias representadas (siguiendo el orden sugerido en Montero y Autino, 2004). Orden Tinamiformes Familia Tinamidae

La única especie de esta familia que se registró fue Tinamotis pentlandii (Fig. 29). Coincidentemente con su descripción como característica de estos ambientes y escasa o difícil de ver, se la observó sólo en dos campañas (septiembre y diciembre de 2006) y siempre en el mismo sitio (Lagunillas), salvo una única vez que se la vio en la estepa al pie del Cerro Gordo. Como se puede apreciar en la foto, por su aspecto es muy fácil de mimetizarse con el ambiente, por lo que su identificación se dificulta mucho. Otra particularidad de esta especie es que en todos los caso se la vio en grupos de tres individuos. Orden Rheiformes Familia Rheidae

La especie Rhea pennata (Fig. 30), característica de los ambientes de estepa, se observó tanto en invierno como en verano, casi siempre en pareja. Fue avistada en la zona del río Aguas Calientes, en el río Peñas Blancas, hacia el oeste de Laguna Caro, en la desembocadura del río Los Patos; también se encontraron restos óseos en Trapiche, por lo que su presencia en toda la región ha sido confirmada, aunque se trate de parejas o grupo pequeños de no más de cinco individuos. Según doña Josefa Condorí, de la Escuela La Aguadita, “los suris son escasos porque la gente les busca y les come los huevos”. Doña Pajuela Calchanpay, por su parte, dijo: “Los suris arman una casita grande y ponen muchos muchos huevos y que es muy lindo para comerlos”. Orden Podicipediformes Familia Podicipedidae

La única especie registrada de esta familia fue Podiceps occipitalis (Fig. 31) con una marcada estacionalidad: se encontró sólo en primavera y verano (diciembre de 2005, septiembre de 2006 y diciembre de 2006). Según De la Peña (1985-89), en la región aquí estudiada se encontraría la

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 51 •

• Fig. 29. Tinamotis pentdlandii, quiula puneña, 41 cm (diciembre, por camino a Lagunillas desde Vega del Hombre Muerto). • Fig. 30. Rhea pennata, Suri, 110 cm (julio, Laguna Caro).

• 52 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

• Fig. 31. Podiceps occipitalis, macá plateado, 25 cm (diciembre, dique río Trapiche). • Fig. 32. Ardea cocoi, garza mora, 75 cm (marzo, río Aguas Calientes).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 53 •

subespecie juninensis, que llega a los 3.500 y 4.000 metros de altura en Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca. En este trabajo registramos esta especie para esta región norteña, en los meses de primavera y verano, aunque los ejemplares vistos fueron pocos (4 a 5) y sólo en el dique Trapiche. Si bien es endémica de la Puna y residente, no se la observó durante el invierno y el otoño, lo que probablemente indique que baja en estos meses a zonas de menor altura.

Orden Ardeiformes Familia Ardeidae

Las tres especies de esta familia que se vieron en la zona de estudio fueron: Ardea cocoi (Fig. 32) Nycticorax nycticorax (Fig. 33) y Bubulcus ibis (Fig. 34). Si bien estas especies no son endémicas ni características de la región estudiada, están citadas para ambientes acuáticos en general (lagunas, esteros, bañados, orillas de ríos y del mar). En el área de análisis, las

• Fig. 33. Nycticorax nycticorax, garza bruja, 47 cm (julio, río Aguas Calientes).

• 54 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

dos primeras se observaron en las orillas del río Aguas Calientes, tanto en verano (enero y marzo, 2006) como en invierno (julio y septiembre, 2006). Con respecto a Ardea cocoi fue registrado un único ejemplar solitario y arisco, y Nycticorax nycticorax, en grupos; ambos comportamientos son consistentes con el descripto para estas especies en la literatura. Bubulcus ibis (garcita bueyera) se relevó para la zona del dique del río Trapiche en diciembre de 2006; se apreció un macho con el plumaje nupcial característico (Fig. 34). No resulta rara la presencia de estas especies en los lugares observados a pesar de no ser propias de la región, ya que Ardea cocoi y Nycticorax nycticorax se alimentan fundamentalmente de peces y el río Aguas Calientes resulta un espacio ideal para sus requerimientos por la gran abundancia de truchas que viven en él. Por otro lado, la garcita bueyera come pequeños artrópodos que aprovecha de ambientes acuáticos. Familia

Threskiornitidae

Se encontró una espátula rosada (Ajaja ajaja) (Fig. 35), muerta, en cercanías de las márgenes de la Laguna Catal Lil. Esta especie es más cono• Fig. 34. Bubulcus ibis, garcita bueyera, 35 cm (diciembre, río Trapiche).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 55 •

• Fig. 35. Ajaja ajaja, espátula rosada, 55 cm (junio de 2006, estepa de Laguna Catal Lil).

• Fig. 36. Phoenicoparrus andinus, parina grande, 75 cm (marzo, Lagunillas).

• 56 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

cida en ambientes acuáticos de menor elevación, por lo que se piensa que el hallazgo fue accidental. Mazar Barnett y Pearman (2001) también señalan como accidental su presencia en lugares de puna o prepuna. Orden Phoenicopteriformes Familia Phoenicopteridae

Se registraron todas las especies de esta familia: Phoenicoparrus andinus (Fig. 36), Phoenicopterus chilensis (Fig. 37) y Phoenicoparrus jamesi. En todos los casos fue tanto durante el invierno como en verano, siempre asociadas a lugares con agua. Ninguno de los tamaños poblacionales de estas especies alcanzaron los citados para otros sistemas —como en Vilama, en la provincia de Jujuy, con varios miles de individuos—; pero sí en la zona de Laguna Caro, en septiembre, se contabilizaron de 280 a 300 individuos de las tres especies en conjunto, y en el extremo este de Laguna Catal Lil, en cercanías de la Vega del Hombre Muerto, de 95 a 100 individuos. Grupos más pequeños, de 4 a 20, se han observado en la zona del vertedero de Laguna Catal Lil, en la Vega del Hombre Muerto, Laguna Verde y Lagunillas. • Fig. 37. Phoenicopterus chilensis, flamenco austral, 70 cm (septiembre, Laguna Caro).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 57 •

Orden Anseriformes Familia Anatidae

De la familia Anatidae fueron registradas cinco especies en los alrededores del Salar del Hombre Muerto, de las cuales las más comunes fueron Chloephaga melanoptera (Fig. 38), Anas puna (Fig. 39) y Lophonetta specularioides (Fig. 40), observadas durante todas las campañas, y Anas flavirostris (Fig. 41), registrada todos los meses menos en junio. La restante, Netta erythrophthalma, sólo se observó una vez en Laguna Catal Lil en diciembre de 2005; consistente con Narosky e Yzurieta (2003), es difícil de ver y se observó sólo un ejemplar en un único sitio de muestreo. Las cuatro primeras especies descriptas arriba fueron todas frecuentes de ver en todos los sitios muestreados, aunque más abundantes en ríos y lagunas. Chloephaga melanoptera, a pesar de que es citada por Narosky (2003) y De la Peña a menor altura en invierno (2.000 metros), indicando como lugar común de ver Parque Nacional Pozuelos en Jujuy (Narosky e Yzurieta, 2003), en esta región, a más de 4.000 metros de altura sobre el nivel del

• Fig. 38. Chloephaga melanoptera, guayata, 60 cm (diciembre, río Trapiche).

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• Fig. 39. Anas puna, pato puneño, 38 cm (diciembre, río Aguas Calientes). • Fig. 40. Lophonetta speculiariodes, pato crestón, 42 cm (julio, río Aguas Calientes).

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• Fig. 41. Anas flavirostris, pato barcino, 33 cm (septiembre, dique río Trapiche).

mar, resultó común de ver durante todo el año en todos los lugares recorridos. Es una especie acuática, aunque también se la puede ver asentada en la estepa o en roquedales altos al costado de las vegas y siempre se la observa en parejas muy bullangueras. Según Narosky e Yzurieta (2003), Anas flavirostris es frecuente o fácil de ver y Anas puna y Lophonetta specularioides son de baja frecuencia o con pocas posibilidades de observarse, lo que no coincide con lo registrado en este estudio: Lophonetta specularioides es la especie más abundante de aves de la región del Salar (ver más abajo, en “Observaciones sobre las especies más abundantes”). Según De la Peña (1985-89), Anas puna tiene distribución geográfica sólo en Jujuy, y Narosky e Yzurieta (2003) lo cita desde Perú, Bolivia y Chile y en Argentina en el Oeste de Jujuy, Salta y Catamarca, pero menciona como una probable localidad de hallazgo para esta especie, que considera escasa, a Pozuelos en Jujuy. En nuestro caso, las tres especies fueron frecuentes, abundantes y de fácil observación en la zona. Lophonetta specularioides (Fig. 40) y Anas flavirostris (Fig. 41) se registraron en casi todos los ambientes acuáticos, aunque las poblaciones más abundantes estuvieron siempre asociadas a la-

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gunas y ríos. Anas puna, si bien en algunos casos particulares se registró en vegas, se la observó también más asociada a ríos y lagunas. Orden Cathartiformes Familia Cathartidae

Vultur gryphus se observó tanto en verano (diciembre, 2005) como en invierno (junio y septiembre, 2006) en Trapiche y en roquedales sobre la margen sur del río Cerro Gordo. En coincidencia con el comportamiento descripto de esta especie, siempre se la registró solitaria y volando sobre lugares rocosos. Se caracteriza por su gran tamaño y por el color negro del cuerpo y rojo de la cabeza; el macho presenta un collar blanco. Orden Falconiformes Familia Accipitridae

Se registraron dos especies, Buteo poecilochrous y Buteo polyosoma (Fig. 42). Según Narosky e Yzurieta (2003), la primera de ellas es escasa o difícil • Fig. 42. Buteo polyosoma, aguilucho común, 44-52 cm (julio, vega del río Trapiche).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 61 •

de ver; esta afirmación es concordante con el hecho de que durante este relevamiento fue observada sólo dos veces, en los meses de julio y diciembre del 2006, y en apenas cuatro sitios. Es fácil de reconocer ya que es oscura en el pecho con una mancha color rufa. El hecho de que se identificó en esta región de la Puna también concuerda con la distribución descripta por Narosky e Yzurieta, no así con la de De la Peña, que la ubica en Salta y Jujuy. La segunda especie, Buteo polyosoma, se registró en la totalidad de las campañas, siendo frecuente y fácil de ver en los sitios donde se la identificó. Presenta el pecho y el resto de la región ventral blanca; el dorso es oscuro con una mancha colorada muy evidente en la espalda. En la zona del río Trapiche se encontraron, al pie de los paredones a unos 10 ó 15 metros por debajo en el suelo, egagrópilas de esta especie. La cantidad de las muestras obtenidas facilitará un estudio minucioso de la dieta; en un análisis somero se pueden apreciar restos de Ctenomys y de un roedor de pequeño tamaño, huesos de aves pequeñas y plumas. Estas dos especies, al igual que el cóndor, andan en pareja o solitarias sobrevolando lugares rocosos, y a menudo se las puede observar posadas en lo alto de las rocas o sobre la estepa. Familia

Falconidae

Una de las especies registradas de esta familia es Falco femoralis (Fig. 43). Se observó en verano e invierno y, al igual que las dos anteriores, asociada a lugares rocosos y solitaria o volando en la estepa. Es frecuente o fácil de ver según la literatura, lo que es concordante con nuestras observaciones. Se caracteriza por las manchas blanco-amarillentas de la cara. La otra especie identificada perteneciente a esta familia es Phalcoboenus megalopterus (Fig. 44), la que también resulta frecuente y fácil de ver, ya que se registró en casi todas las campañas y sitios. Típica por sus colores: blanco y negro en zona ventral y cara roja; se la observó generalmente en parejas y su comportamiento de vuelo y su caminar son característicos del género, muy similares al carancho común propio de áreas de menor elevación (ambientes chaqueños y de monte). Orden Gruiformes Familia Rallidae

Fulica gigantea (Fig. 45) se registró en todas las campañas, siempre en el dique Trapiche y sólo dos a cuatro ejemplares. De hecho, esta especie es considerada de baja frecuencia o con pocas probabilidades de ser observa-

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• Fig. 43. Falco femoralis, halcón plomizo, 33-38 cm (julio, Vega del Hombre Muerto).

da, según Narosky e Yzurieta (2003), en las lagunas altoandinas desde Perú, Bolivia y Chile y en nuestro país, por el noroeste de Jujuy, Salta y Catamarca. De la Peña (1985-89) indica como zona de distribución de Fulica gigantea Jujuy, pero según nuestro registro, en el Salar del Hombre Muerto esta especie llegaría hasta Catamarca, como lo indican Narosky e Yzurieta (2003), y es una especie que, en este lugar, se observó durante todos los muestreos, aunque es escasa su presencia. Es distinguible de las otras especies del género por su mayor tamaño y por poseer las patas rojas, entre otras particularidades. Fulica cornuta (Fig. 46) se caracteriza por presentar un notable apéndice que sobresale de su región frontal. A pesar de que esta especie es simpátrica con Fulica gigantea, no se registró siempre sino sólo dos veces, en las campañas de septiembre y diciembre de 2006, en las Lagunillas, y se observó un único ejemplar. De la Peña (1985-89) cita esta especie en Jujuy, Salta, Catamarca y Tucumán, mientras que Narosky e Yzurieta (2003), que también establece su distribución en los mismos sitios, indica que es muy escasa o difícil de ver y cita como posible localidad de hallazgo la laguna de Pululos en Jujuy. Nuestro registro en la región del Salar del Hombre Muerto

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 63 •

• Fig. 44. Phalcoboenus megalopterus, carancho andino, 47 cm (marzo, estepa un km al norte del Campamento Fénix).

podría considerarse, por lo arriba expuesto, accidental, o bien podría requerirse un mayor esfuerzo y tiempo para la observación de esta especie debido a su escasez o dificultad de observación. Esta última situación podría ser probable ya que Sureda (2003), en su trabajo sobre diversidad de aves de lagunas altoandinas de Catamarca, la cita como residente para lagunas de esta región. Adriano Guitián, del puesto del Cerro Gordo, nos indicó durante una entrevista que conocía esa especie y justamente de esas Lagunillas, por haberla visto otros años. La otra especie de esta familia que se registró, Fulica ardesiaca (Fig. 47), fue citada por Sureda en lagunas de esta región; Narosky e Yzurieta (2003) y De la Peña (1985-89) establecen su distribución en esta zona. La señora Amelia Condorí, del puesto del Trapiche, manifestó que antes de la construcción del dique —del río Trapiche— no se conocían las gallaretas en la zona. De todas formas, son características de esta región, y dos de ellas, Fulica cornuta y Fulica gigantea, son endémicas, por lo que probablemente se encontrarían en lagunas de los alrededores.

• 64 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

• Fig. 45. Fulica gigantea, gallareta gigante, 45 cm (junio, dique del río Trapiche).

• Fig. 46. Fulica cornuta, gallareta cornuda, 45 cm (diciembre, Lagunillas).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 65 •

Orden Charadriiformes Familia Phalaropodidae

La única especie de esta familia que se registró fue Phalaropus tricolor y se observó sólo en los meses de verano (enero y marzo) ya que es considerada migrante que llega al sur luego de su período reproductivo en el hemisferio norte. Esta especie se advirtió particularmente en lagunas y ríos y resulta característica de identificar, más que por su aspecto, por su comportamiento, pues nada realizando círculos en el agua. Familia

Scolopacidae

Las observaciones de dos de las especies de esta familia, Calidris bairdii (Fig. 48) y Tringa solitaria, concuerdan con las descripciones de la literatura que establece su migración, en este caso al Sur, luego del período reproductivo en el Norte (hemisferio norte), ya que ambas especies se observaron sólo en meses de verano, estando ausentes en invierno. Tringa solitaria, como su nombre lo indica y coincidentemente con la descripción de su comporta-

• Fig. 47. Fulica ardesiaca, gallareta andina, 33 cm (diciembre, dique río Trapiche).

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• Fig. 48. Calidris bairdii, playerito unicolor, 15 cm (diciembre, Vega del Hombre Muerto).

• Fig. 49. Chroicocephalus serranus, gaviota andina, 41 cm (diciembre, Lagunillas).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 67 •

miento, se la observó en todos los casos solitaria en lagunas. Calidris bairdii es una especie muy abundante, frecuente y fácil de observar durante los meses de primavera y verano, asociada siempre, al igual que Charadrius alticola (mismo orden pero familia Charadridae), a sitios con influencia de salar en donde el sustrato es salitroso. La especie Gallinago andina, endémica y residente de la zona, fue observada en los meses de invierno y primavera. Es una especie difícil de ver y poco frecuente ya que nuestras observaciones fueron escasas, de cuatro ejemplares máximo y en un solo sitio de estudio. El pico largo y recto del gallinago andino es una característica fundamental que se debe registrar para su identificación cuando el animal vuela a baja altura, ya que resulta muy difícil de observar en reposo debido a que su plumaje se confunde con el ambiente y a la menor percepción de movimiento vuela hacia otro punto. Familia Laridae

La especie registrada de esta familia fue Chroicocephalus serranus (Fig. 49); aparece durante todo el año en la mayoría de los ambientes acuáticos muestreados. Su característico capuchón negro durante el período nupcial y el resto de su cuerpo blanco con negro en las alas, la hacen fácil de ver y de identificar a pesar de que no es muy abundante. Se la puede observar volando alto, sola o en pareja, o posada en el agua. Familia

Charadridae

De esta familia se registraron cuatro especies características del ambiente estudiado, ellas son: Charadrius alticola (Fig. 50), Charadrius collaris, Oreopholus ruficollis y Vanellus resplendens. De las especies del género Charadrius, la primera se registró en todas las campañas, mientras que la segunda sólo en julio y septiembre; ninguna de ellas es migradora por lo que la falta de registro de Charadrius collaris en las demás campañas se debería a que no fue observada y no a que no estuviera. Charadrius alticola particularmente, es frecuente, fácil de observar y se encontró siempre asociada a ambientes acuáticos con influencia de salar donde el sustrato es salitroso, ya sea vega, río o laguna. Por ejemplo, se la observó en la Vega del Hombre Muerto, en el extremo donde existe influencia salina de Catal; y no se la encuentra en la vega del río Trapiche donde las características son distintas. En el caso de Oreopholus ruficollis (Fig. 51) se la observó sólo en diciembre de 2005, septiembre y diciembre de 2006. Aunque es una especie característica de las estepas altoandinas, resultó muy difícil de observar, muy poco frecuente y siempre se la vio en pareja en el mismo lugar, la

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• Fig. 50. Charadrius alticola, chorlito puneño, 16 cm (junio, Laguna Catal Lil).

• Fig. 51. Oreopholus ruficollis, chorlo cabezón, 25 cm (diciembre, camino entre Laguna Catal Lil y Vega del Hombre Muerto).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 69 •

• Fig. 52. Vanellus resplendens, tero serrano, 27 cm (diciembre, río Aguas Calientes).

estepa en el camino entre Catal Lil y la Vega del Hombre Muerto. Vanellus resplendens (Fig. 52) que es considerada residente, en nuestro caso se la observó sólo en los meses de verano, en la mayoría de los casos en pareja; a pesar de su escasa presencia, es fácil de identificar en ambientes acuáticos. Familia

Recurvirostridae

De las dos especies de esta familia, en el Salar del Hombre Muerto se registró la citada para las lagunas altoandinas: Recurvirostra andina, avoceta andina (Fig. 53). A pesar de que según Narosky e Yzurieta (2003) es una especie con pocas probabilidades de ser registrada, y de que un probable lugar de hallazgo es Pozuelos en Jujuy, en la zona de estudio fue advertida durante todas las estaciones en los distintos sitios, aunque no en Trapiche. Si bien no es muy abundante (el mayor número registrado fue de dieciocho ejemplares en diciembre de 2006 para Laguna Caro), es muy fácil de identificar por su característico pico curvo, y también de observar ya que es bastante dócil.

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Fig. 53. Recurvirostra andina, avoceta andina, 39 cm (diciembre, Vega del Hombre Muerto).

Familia

Thinocoridae

De las especies de esta familia, solamente Thinocorus orbignyianus (Fig. 54) fue observada en la región del Salar del Hombre Muerto en la casi totalidad de los sitios y tanto en invierno como en verano. Esta especie resultó fácil de ver, como lo señala Narosky e Yzurieta (2003), y de identificar ya que siempre se la observó en pareja, asociada a sitios acuáticos, realizando vuelos bajos. Una característica llamativa es que en esta región la faja negra del macho alrededor del pecho gris no es tan evidente, como se observa en el esquema de Narosky e Yzurieta (2003) y de De la Peña (198589), sino más tenue y menos clara. Orden Columbiformes Familia Columbidae

Metriopelia melanoptera, una de las especies registrada dentro de esta familia, fue observada sólo en enero; presenta los extremos de las alas negros y sería —según la bibliografía— frecuente y fácil de ver; es residente,

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 71 •

• Fig. 54. Thinocorus orbignyianus, agachona de collar, 20 cm (diciembre, vega del río Trapiche).

por lo que la falta de registro para el resto de las campañas seguramente se debió a que se hizo hincapié en los ambientes acuáticos y no tanto en los de estepa. La otra especie, Metriopelia aymara (Fig. 55), se identificó durante todo el año, tanto en primavera como en invierno, aunque no en todas las campañas. Se caracteriza por presentar algunas plumas doradas en el ala cerca del hombro. Orden Psittaciformes Familia Psittacidae

Bolborhynchus aurifrons (Fig. 56) fue una especie que se registró en los meses de verano (enero, marzo, y diciembre 2006); se la reconoce como de baja frecuencia o con pocas probabilidades de observación (Narosky e Yzurieta, 2003), hecho que seguramente ocurre ya que falta su registro en el resto de las campañas, siendo que es considerada residente. Se caracteriza por su tamaño mediano (18 cm) y su plumaje general de color verde con la frente amarilla muy evidente, de allí su nombre específico; posee también

• 72 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

• Fig. 55. Metriopelia aymara, palomita dorada, 19 cm (marzo, entre Campamento Fénix y Laguna Catal Lil).

• Fig. 56. Bolborrhynchus aurifrons, catita serrana chica, 17 cm (diciembre, Vega del Hombre Muerto). Foto de Demian Slodki.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 73 •

algunas remeras azules en el borde inferior del ala. En dos oportunidades fue observada conformando bandadas de entre diez y doce individuos que se desplazaban velozmente entre las quebradas de Incahuasi y del río Aguas Calientes; en una tercera ocasión fueron observados cuatro individuos en la Vega del Hombre Muerto (diciembre de 2006). Según De La Peña (198589) habitaría en áreas por debajo de los 3.400 m; sin embargo la región de estudio se localiza en general entre los 3.900 y 4.200 m. Orden Strigiformes Familia Strigidae

Athene cunicularia (Fig. 57) se registró durante todo el año, aunque no en todas las campañas, en Laguna Catal Lil y Laguna Caro, y Bubo virginianus, en enero, en la quebrada del río Aguas Calientes, y en diciembre, en la Vega del Hombre Muerto. Ambas especies son poco comunes y no se las observó frecuentemente. Athene cunicularia es conocida como la lechucita de las vizcacheras; en la Puna aprovecharía las cuevas en desuso de los Ctenomys como refugio y de manera especial en la época de la nidificación.

• Fig. 57. Athene cunicularia, lechucita de las vizcacheras, 25 cm (diciembre, alrededores del Campamento Fénix, estepa de Catal Lil).

• 74 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

Siempre fue avistada sola, no en pareja. El ñacurutú o Bubo virginianus (Fig. 58) es una especie imponente de gran porte, de alrededor de 50 cm, caracterizada por presentar unos conspicuos penachos auriculares. En el caso de la Vega del Hombre Muerto se encontró una pareja. Orden Passeriformes Familia Furnariidae

Las especies de esta familia pertenecen a cinco géneros distintos. Geositta punensis (Fig. 59) fue la más común y de mayor frecuencia; se la identificó en todas las campañas y en todos los sitios muestreados, a pesar de estar descripta como una especie poco frecuente y con pocas posibilidades de registro; evidentemente el área de estudio representa una zona muy apta para la observación de esta especie. Si bien los ejemplares avistados en la zona del Salar exhiben los caracteres citados para la especie (pecho blanco inmaculado, coloración general castaño-gris clara, timoneras del mismo tono, ni oscuras ni rufas, pico moderadamente largo, etc.) en algunos de ellos pudo apreciarse cierto balanceo del tercio posterior de la cola, comportamiento citado para otras especies. • Fig. 58. Bubo virginianus, ñacurutú, 50 cm (diciembre, Vega del Hombre Muerto).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 75 •

• Fig. 59. Geositta punensis, caminera puneña, 13 cm (marzo, vega del río Trapiche).

• Fig. 60. Cinclodes atacamensis, remolinera castaña, 20 cm (marzo, vega río Trapiche).

• 76 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

• Fig. 61. Asthenes modesta, canastero pálido, 15 cm (julio, Vega del Hombre Muerto).

Otra especie frecuente y común que se observó en todas las campañas, excepto en diciembre de 2005, fue Cinclodes atacamensis (Fig. 60), en todos los casos cercana a lugares con agua. Similarmente Asthenes modesta (Fig. 61), característica por su garganta anaranjada, estuvo representada en todas las estaciones y siempre en lugares donde había agua, aunque su observación no siempre estaba asociada a ella. También se detectó otra forma en la Vega del Hombre Muerto, en diciembre, que presentaba la garganta gris y cuya identificación resultó dificultosa, por ello se la nombra como Asthenes sp. Upucerthia ruficauda (Fig. 62) fue una especie que se identificó por haber sido atrapada en trampas para ratones, y las dos veces (marzo y septiembre) en el mismo lugar, en los roquedales de la margen sur del río Cerro Gordo (25º 39’ 19.4” S; 66º 51 6.5” O; elevación: 4.101 m); esto podría deberse a que es una especie de baja frecuencia o con pocas posibilidades de ser observada ya que es considerada residente; o simplemente a que sólo está en ese único sitio y su registro coincide con las dos únicas veces que se muestreó en ese sitio. Leptasthenura aegithaloides se observó sólo en enero de 2006; de acuerdo con la literatura es una especie frecuente en estos ambientes puneños, sin embargo, en este estudio se la registró una sola vez.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 77 •

• Fig. 62. Upucerthia ruficauda, bandurrita pico recto, 18 cm (septiembre, río Cerro Gordo).

Familia

Tyrannidae

La especie Lessonia rufa (Fig. 63) fue observada claramente en los meses de primavera y verano (diciembre, enero, marzo y septiembre), con mucha frecuencia y siempre en lugares asociados con el agua. Estos datos no coinciden con los descriptos para la especie, según los cuales se la debería encontrar en otoño e invierno en el Norte. Las restantes especies identificadas de esta familia pertenecen al género Muscisaxicola (dormilonas). La más frecuente y fácil de ver fue Muscisaxicola rufivertex; se la observó tanto en verano como en invierno en la mayoría de los sitios de muestreo. Se caracteriza porque tiene una mancha color canela en la corona, es insectívora, terrestre, pero también frecuente de observar en ambientes acuáticos. La otra especie de Muscisaxicola que se registró en la zona fue M. flavinucha; ésta se caracteriza por ser la única de este género en presentar, en la frente y en la región loreal, una mancha de color blanco; además, se diferencia de la anterior, por el color amarillo de la región nucal. Se la observó sólo en los meses de verano (enero y diciembre).

• 78 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

• Fig. 63. Lessonia rufa, sobrepuesto, 11 cm (vega del río Trapiche, diciembre).

• Fig. 64. Hirundo rustica, golondrina tijerita, 15 cm (río Aguas Calientes, diciembre).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 79 •

Familia

Hirundinidae

Una de las especies registradas de esta familia fue Haplochelidon andecola; la misma se observó sólo en diciembre y marzo, y coincidentemente con lo descripto por Narosky e Yzurieta (2003), estuvo en todos los casos asociada a lugares con agua, algunos de ellos con quebradas (Trapiche y Aguas Calientes); fue una especie que no se observó con mucha frecuencia. Hirundo rustica (Fig. 64) se identificó en Trapiche y en río Aguas calientes, en diciembre de 2006. Notiochelidion cyanoleuca, la otra especie registrada, fue fácil de observar y abundante, aunque solamente en meses de verano (diciembre, enero y marzo), y también asociada a lugares con agua. Familia

Mimidae

La especie Mimus triurus (Fig. 65) se observó sólo una vez y en un único sitio (Campamento Fénix); es una especie frecuente y con amplia distribución pero no es típica de estos ambientes, por lo que sería muy probable que su registro haya sido accidental, como suele darse para muchas aves. • Fig. 65. Mimus triurus, calandria real, 20 cm (Campamento Fénix, julio).

• 80 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

Familia

Emberizidae

De esta familia, se registraron cuatro especies del género Phrygillus, característico de las estepas altoandinas. De ellas, tres, Phrygillus atriceps (Fig. 66), Phrygillus unicolor (Fig. 67) y Phrygillus plebejus (Fig. 68), son consideradas fáciles de ver o frecuentes, aunque nosotros sólo identificamos a las dos primeras durante todo el año en la mayoría de las campañas. P. plebejus fue observada únicamente en meses de verano (enero y marzo). Phrygillus atriceps es fácil de reconocer por su característico color amarillo ventral y su cara negra; se pudo observar en casi todos los sitios e inclusive en las cercanías del campamento. La otra especie, Phrygillus dorsalis, también se registró sólo en meses de verano (diciembre y marzo), pero se sabe que es escasa o difícil de ver, lo que podría ser el motivo de su falta de registro en el resto de las campañas. También se identificaron otras tres especies de esta familia, dos Sicalis y Zonotrichia capensis (chingolo). Esta última se observó sólo en enero y diciembre de 2006 y un único ejemplar, lo que no resulta extraño ya que no es una especie característica de la zona, a pesar de su amplia distribución. • Fig. 66. Phrygillus atriceps, comesebo cabeza negra, 15 cm (septiembre, Vega del Hombre Muerto).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 81 •

• Fig. 67. Phrygillus unicolor, yal plomizo, 13 cm (diciembre, río Aguas Calientes).

• Fig. 68. Phrygillus plebejus, yal chico, 12 cm (septiembre, Vega del Hombre Muerto).

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• Fig. 69. Sicalis olivascens, jilguero oliváceo, 13 cm (junio, río del Cerro Gordo).

Sicalis olivascens (Fig. 69) y Sicalis uropygialis (Fig. 70) se identificaron durante todo el año; además, a S. uropygialis se la pudo ver en casi todos los sitios muestreados formando bandadas de varios individuos. Familia

Carduelidae

Carduelis atrata (Fig. 71) es una especie característica de esta región y, aunque Narosky e Yzurieta (2003) la describen como de baja frecuencia o con pocas posibilidades de ser observada, en nuestro caso, en las campañas en que se registró, fue común y fácil de ver. Se la describe como una especie residente de estos ambientes, aunque nosotros sólo la registramos en los meses de verano (diciembre, enero y marzo). Es característico ver a esta especia en grupos de diez o doce individuos que sobrevuelan las tolas en sitios cercanos al agua, aunque también en ambiente de estepa. Familia Icteridae

De esta familia se identificó un ejemplar de Sturnella loyca que se encontró muerto en los piletones del campamento Fénix, durante la campaña

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• Fig. 70. Sicalis uropigyalis, jilguero cara gris, 12 cm (diciembre, Vega del Hombre Muerto).

• Fig. 71. Carduelis atrata, negrillo, 12 cm (diciembre, Vega del Hombre Muerto).

• 84 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

• Fig. 72. Anthus correndera, cachirla común, 14 cm (julio, Laguna Caro).

de junio. Aunque no fue registrada por observación directa, esta especie ha sido descripta para estos ambientes y sería frecuente, si bien no ha sido observada durante el presente estudio. Familia

Motacillidae

Anthus correndera (Fig. 72) se observó en invierno (julio) y entrando la primavera (septiembre), en cuatro sitios. Aunque es una especie común (Narosky e Yzurieta, 2003), no es frecuente.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 85 •

RIQUEZA ESPECÍFICA DE LAS AVES DEL SALAR

La riqueza específica de los distintos sitios estudiados en las diferentes campañas se representa en los gráficos de las figuras 73 a 77; se indica en todos los casos la proporción de especies acuáticas (verde) y terrestres (rojo). Los sitios que exhiben mayor riqueza en casi todos los casos son: Vega del Hombre Muerto (junio, septiembre y diciembre, con el máximo valor) y Trapiche (marzo, y con el segundo máximo valor en los meses de junio, septiembre y diciembre). Hay que considerar que, para el caso de la campaña de marzo, no se pudieron incluir observaciones para Vega del Hombre Muerto. Laguna Catal Lil se presenta también entre los más ricos (segundo valor en marzo y julio, y tercero en diciembre). De todas formas, las diferencias entre los sitios se deben en muchos casos a una o dos especies solamente. Teniendo en cuenta estos resultados, los ambientes de vega serían comparativamente los más ricos; sin embargo, debe notarse que en el caso de Trapiche se incluyen las especies del Dique, que no son comunes de encontrar en la Vega propiamente dicha (Fulica ardesiaca, Fulica gigantea, Podiceps occipitalis); de igual manera, en la Vega del Hombre Muerto (como sitio) se incluye el extremo norte salino donde se encuentran especies asociadas más bien a ambientes de laguna, como Charadrius alticola, Calidris bairdii, Phalaropus tricolor, Phoenicoparrus andinus, P. jamesi, Phoenicopterus chiliensis y Recurvirostra andina. En el caso del río Aguas Calientes (Fig. 9 y 10) se muestrearon dos ambientes distintos lo que puede exhibir como resultado alguna diferencia con respecto a los otros ríos; por ejemplo, la presencia de las garzas Ardea cocoi y Nycticorax nycticorax.

• 86 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

Marzo 2006

Número de especies

25 20 15 10 5 0 Laguna Caro

Trapiche

Catal Lil

Lagunillas

Río Aguas Calientes

Río Cerro Gordo

Sitios Nº especies acuáticas

Nº especies terrestres

• Fig. 73. Riqueza específica de las aves del Salar del Hombre Muerto (marzo 2006). • Fig. 74. Riqueza específica de las aves del Salar del Hombre Muerto (junio 2006).

Junio 2006 16

Número de especies

14 12 10 8 6 4 2 0 Laguna Caro

Trapiche

Catal Lil

Vega Hombre Muerto

Río Aguas Río Cerro Calientes Gordo

Sitios Nº especies acuáticas

Nº especies terrestres

Río Los Patos

Laguna Verde

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 87 •

Julio 2006 14

Número de especies

12 10 8 6 4 2 0 Laguna Caro

Trapiche

Catal Lil

Vega Hombre Muerto

Lagunillas Río Aguas Calientes

Río Los Patos

Laguna Verde

Sitios Nº especies acuáticas

• Fig. 75. Riqueza específica de las aves del Salar del Hombre Muerto (julio 2006).

Nº especies terrestres

• Fig. 76. Riqueza específica de las aves del Salar del Hombre Muerto (septiembre 2006).

Septiembre 2006 20

16 14 12 10 8 6 4 2 Lo s Pa P to at s os +L ag un a V er de

R ío

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0

La gu na

Número de especies

18

Sitios Nº especies acuáticas

Nº especies terrestres

• 88 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

Diciembre 2006 30

Número de especies

25

20

15

10

5

0 Laguna Caro

Peñas Blancas

Trapiche

Catal Lil

Vega Hombre Muerto

Lagunillas Río Aguas Calientes

Río Cerro Gordo

Desemb. Río Los Patos

Sitios Nº especies acuáticas

Nº especies terrestres

• Fig. 77. Riqueza específica de las aves del Salar del Hombre Muerto (diciembre 2006).

ESPECIES ACUÁTICAS Y AMBIENTES PREFERIDOS

Entre las especies acuáticas y aquellas asociadas a los ambientes acuáticos (veintisiete en total) pueden distinguirse algunas que se encuentran exclusivamente en ríos, otras en lagunas y otras en vegas; sin embargo, la mayoría aprovecha dos sistemas o los tres.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 89 •

Tabla 2

Especies acuáticas o asociadas a los ambientes acuáticos del Salar del Hombre Muerto y preferencias de hábitat. Especie

Podiceps occipitalis** Ardea cocoi*** Bubulcus ibis*** Nycticorax nycticorax *** Phoenicopterus chilensis Phoenicoparrus andinus Phoenicoparrus jamesi Anas flavirostris Anas puna Lophonetta specularioides Netta erythrophtalma Chloephaga melanoptera Fulica ardesiaca** Fulica cornuta Fulica gigantea** Phalaropus tricolor* Calidris bairdii* Gallinago andina* Tringa solitaria Chroicocephalus serranus** Charadrius alticola* Charadrius collaris* Vallenus resplendens Recurvirostra andina* Thinocorus orbignyanus Cinclodes atacamensis Lessonia rufa

Vega

Laguna

Río

X X X X X X X X X X

Xº Xº Xº X X Xº X X

X X X X X Xº Xº X Xº X

X

X

X Xº Xº Xº

Xº Xº X Xº Xº Xº Xº X Xº X X

X X

X X X X X X X

* Especies que se encontraron en la Vega del Hombre Muerto, en ambas lagunas y en la desembocadura del río Los Patos. Todos los lugares coinciden con sustrato salitroso, lo que parece ser apropiado para ellas ya que en otras vegas, como Trapiche y Peñas Blancas, que no tienen la influencia del Salar, no se hallaron. ** Se observaron sólo en el dique Trapiche no así en la vega misma. *** Especies vistas en el río Aguas Calientes, con excepción de Bubulcus ibis que también se observó, durante la última campaña, en la vega del río Trapiche. Estas especies tienen en su dieta una gran proporción de peces, por lo que el río resulta ideal para su alimentación por el gran número de truchas que se encuentran en él. º Ambiente donde es más fácil de encontrar u observar la especie.

• 90 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

OBSERVACIONES SOBRE LAS ESPECIES MÁS ABUNDANTES

Debido a que los sitios estudiados no representan transectas equiparables y no siguen un diseño apropiado, optamos por no estimar abundancias y diversidades utilizando índices. De todos modos, creemos de utilidad informar al menos sobre las especies que resultaron, en números absolutos, las más abundantes en invierno y primavera. Invierno: durante el mes de junio las temperaturas fueron extremas, con mínimas diarias de alrededor de los -10º C, con gran parte de las lagunas con las aguas congeladas y parches de nieve cubriendo la estepa. En Laguna Caro fue donde menos flamencos se observaron (ochenta individuos). En el río Los Patos se contaron alrededor de ciento cincuenta patos (entre Lophonetta specularioides y Anas puna). Durante el mes de julio se registraron las mayores cantidades de individuos para Anas puna en el río Los Patos (ciento sesenta ejemplares) y Anas flavirostris (de veinte a veinticinco). En Laguna Caro se contaron ciento cuarenta Phoenicopterus chilensis. En la Vega del Hombre Muerto se observaron bandadas de Sicalis uropygialis, de veinticinco a treinta ejemplares, y de Phrygillus atriceps (catorce). En el río Aguas Calientes, en el tramo abierto de pastizales altos, doce Anas puna y un grupo de veinticuatro garzas brujas (Nycticorax nycticorax). Por otra parte, en Laguna Verde, durante esta visita invernal, se contaron aproximadamente cuatrocientos ochenta individuos de Lophonetta speculiarioides, dieciocho Chloephaga melanoptera, doce Anas flavirostris y trece Anas puna. Primavera: durante el mes de septiembre se observaron en Trapiche veintiún Lophonetta speculiarioides, dieciséis Anas flavirostris y catorce Fulica ardesiaca. En Laguna Catal Lil se registraron setenta y siete flamencos incluyendo las tres especies (Phoenicopterus chilensis, Phoenicoparrus jamesi y Phoenicoparrus andinus) y veintiocho individuos de Calidris bairdii. En Lagunillas, veintinueve Phoenicoparrus andinus; en el río Aguas Calientes, ambiente de pastizales, más de cincuenta individuos de Anas puna y otros tantos de Lophonetta specularioides, aunque no pudieron ser contados. En el río Cerro Gordo, en el tramo sureste del puesto del señor A. Guitián, donde el cauce se hace meandroso con áreas marginales anegadizas y se genera un ambiente de pastizales y aguas someras, se contaron veintiséis Chloephaga melanoptera, noventa Anas flavirostris, diecisiete Lophonetta specularioides y dieciocho Anas puna. En el mismo río, aguas abajo (un kilómetro aproximadamente), cincuenta y dos guayatas (C. melanoptera), aproximadamente cien Anas flavirostris y unos treinta patos crestones (L. specularioides). Luego se registraron, en el mismo río, en un sitio donde el

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 91 •

curso se encajona en una corta quebrada, ciento siete patos (la mayoría L. specularioides y en menor proporción A. flavirostris), y por los márgenes, una bandada de aproximadamente treinta Sicalis uropygialis. En el cruce de Laguna Verde, en las proximidades de mina El Martillo, se contaron cincuenta y seis playeritos (Calidris bairdii); en la zona de la desembocadura del río Los Patos, ochenta y un guayatas (Chloephaga melanoptera), setenta y dos patos crestones (Lophonetta specularioides) y doce playeritos. En la Laguna Caro se observaron trece Charadrius alticola, once Lophonetta specularioides, cuarenta y cinco Phoenicopterus chilensis, doce Phoenicoparrus andinus, y en el extremo sur, aproximadamente otros ciento cincuenta flamencos (indeterminados). En diciembre, en la zona del campamento (estepa de Catal Lil), se registró una bandada de 25 Phrygillus plebejus; en el dique y la vega del río Trapiche, 15 Anas flavirostris, 19 L. specularioides, 11 Fulica ardesiaca y 15 Lessonia rufa. En la Vega del Hombre Muerto, en su extremo norte, con influencia salina de Catal, 27 Phoenicoparrus andinus, 36 Calidris bairdii, 24 Geositta punensis, 21 Sicalis uropygialis y 10 Lessonia rufa. En las Lagunillas, 11 Phoenicopterus chilensis, 13 Phoenicoparrus andinus, 24 Lophonetta specularioides, 74 Calidris bairdii, 30 Charadrius alticola, 25 Carduelis atrata en dos bandadas. En el río Cerro Gordo, 30 patos puneños (Anas puna), 10 camineras (Geositta punensis), una bandada de 16 Phrygillus unicolor y 11 Phrygillus atriceps. En Laguna Catal Lil, 11 Charadrius alticola, 44 Calidris bairdii, 30 Lessonia rufa, 14 Muscisaxicola sp., 10 Phrygillus unicolor; en el río Cerro Gordo, 80 guayatas (C. melanoptera), 111 patos crestones (L. specularioides), 80 patos barcinos (A. flavirostris); y en la desembocadura del río Los Patos, 13 Lessonia rufa, 17 Calidris bairdii y 14 Chloephaga melanoptera, 10 Phoenicopterus chilensis. En el río Peñas Blancas 26 camineras (Geositta punensis), 10 Carduelis atrata y 17 Sicalis uropygialis. En Laguna Caro, 38 Lessonia rufa, 12 Charadrius alticola, 13 Lophonetta specularioides, 105 Calidris bairdii, 13 Thinocorus orbignyianus, 11 Geositta punensis, 77 Phoenicoparrus andinus, 65 Phonicopterus chilensis, 46 Phoenicoparrus jamesi y 18 Recurvirostra andina. De las especies más abundantes que indicamos arriba, sumando campañas de invierno y primavera, tenemos que las diez especies más abundantes son: • Lophonetta specularioides, con un total de 923 individuos registrados (promedio de 230.7 individuos por campaña); • Calidris bairdii (372, 186.0/campaña) • Anas puna y Anas flavirostris (358, 89.5/campaña); • Phoenicopterus chilensis (335, 83.7/campaña); • Chloephaga melanoptera (271, 67.7/campaña);

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• Phoenicoparrus andinus (258, 64.5/campaña); • Lessonia rufa (106, 53.0/campaña); • Phoenicoparrus jamesi (146, 36.5/campaña); • Sicalis uropygialis (98, 24.5/campaña). El promedio de individuos por campaña para las especies Calidris bairdii y Lessonia rufa se estimó por dos en lugar de cuatro ya que estas especies están ausentes en la estación invernal.

VARIACIÓN ESTACIONAL

En la Fig. 78 se representa la variación estacional que se encontró entre las distintas campañas; los puntos en la gráfica indican los números totales de especies. La curva superior (azul) representa la totalidad de las especies, sumadas las acuáticas y las terrestres. Estas curvas que grafican la presencia de las especies a lo largo del año son muy coherentes con las curvas de temperaturas promedio, encontrándose los valores más bajos cuando las condiciones climáticas son las más duras para la fauna local.

• Fig. 78. Variación de la riqueza específica a lo largo del año en el Salar del Hombre Muerto.

Especies de aves 50

Número de especies

45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 Marzo

Junio

Julio

Septiembre

Diciembre

Campañas Especies terrestres

Especies acuáticas

Terrestres + Acuáticas

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 93 •

CONCLUSIONES SOBRE LA COMUNIDAD DE AVES DEL SALAR DEL HOMBRE MUERTO

Sureda (2003) lista 33 especies de aves asociadas a ambientes acuáticos para la Puna de Catamarca; si no se consideraran las tres especies de Muscisaxicola, la cifra sería muy similar a la encontrada en el Salar del Hombre Muerto (27). De todas formas deben señalarse algunas diferencias. En nuestra área de estudio sólo registramos cinco de las nueve especies de anátidos (patos) presentes en la Puna de Catamarca; no están presentes en este caso: Anas georgica, A. sibilatrix, A. cyanoptera, A. platalea y Oxyura jamaicensis. Asimismo, no se encontraron Gallinula chloropus y Fulica armillata entre los Rallidae, tampoco Himantopus mexicanus (Recurvirostridae) y Bartramia longicauda (Scolopacidae). Con esto concluimos que en la región del Salar del Hombre Muerto están representadas las dos terceras partes de las especies de aves asociadas a ambientes de laguna de la puna catamarqueña. Por otro lado, registramos algunas especies no reportadas por Sureda (2003), como ser Netta erytrophtalma, Charadrius collaris y Gallinago andina, y las garzas Ardea cocoi (garza mora), Bubulcus ibis (garzita bueyera) y Nicticorax nicticorax (garza bruja); aunque en estos tres casos es más esperable ya que se trata de aves asociadas a ríos donde el recurso de peces es importante para su sustento; las tres fueron registradas en el río Aguas Calientes, en cercanías de su confluencia con el río del Cerro Gordo para formar el río Los Patos. El único sitio repetido en ambos estudios (Sureda, 2003, y este trabajo) fue Laguna Caro, pero dicha autora cita seis especies de aves acuáticas o asociadas al ambiente acuático, mientras que aquí se reportan once. Esta diferencia podría deberse a que en el presente estudio se realizaron más campañas. El Salar del Hombre Muerto y su área de influencia presentan un número de especies considerablemente mayor que las citadas para el altiplano de Chile; treinta y seis son las citadas para la región de Tarapacá (según Jaksic et al., 1997). Sielfeld (2004) reseña la diversidad de los vertebrados para la puna de Tarapacá, Chile, citando veintiún especies de aves habitantes de quebradas y veintinueve de los bofedales, seis de ellas repetidas en ambos lugares, por lo que hacen un total de 44 especies. De ellas, solamente tres (9%) no encontramos en el Salar del Hombre Muerto (de bofedales: Gallinula chloropus, Anas cyanoptera; de quebradas: Oreotrochilus estella). En la Guía para el Monumento Natural Salar de Surire (Núñez y Santero, 1985) se citan treinta y tres especies de aves para la región de la cuenca del Salar de Surire, de las cuales sólo ocho son citadas allí y no presentes en el Salar del Hombre Muerto (Falco peregrinus, Phalaropus fulicarius, Attagis gayi gayi, Metriopelia ceciliae, Geossita cunicularia, Upucerthia jelskii, Agriornis

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montana y Agriornis albicauda). En el caso del Salar del Hombre Muerto existen representantes de Phalaropus y Upucerthia, aunque distintas especies cumplen los mismos roles ecológicos de sus equivalentes en Surire (Phalaropus tricolor y Upucerthia ruficauda).

La composición de especies de aves del Salar del Hombre Muerto es compartida por otras áreas de la puna chilena en su mayor parte, entre el 86 y 90%.

En el caso de nuestro país, el sistema de Lagunas de Vilama (sitio Ramsar, de interés internacional para la conservación) cuenta con cuarenta y siete especies registradas de aves, número menor que el consignado en este estudio para el Salar del Hombre Muerto. El informe Ramsar 2000, al cual puede accederse vía internet, en la justificación del sistema Vilama, cita entre otras cosas: “A significant part of the species in these environments are endemic to the high Andes, e.g. the birds Anas puna, Charadrius alticola, Gallinago andina and Recurvirostra andina (endemic to the high-Andean plains —the puna). The endemic birds Chloephaga melanoptera and Chroicocephalus serranus range into the higher parts of the southern Andes too. There are also endemics with a very restricted range, like the vulnerable birds Fulica cornuta and Phoenicopterus andinus. The site also harbours the vulnerable, but wider ranging bird (sub) species Phoenicopterus jamesi (over 8,500 individuals, 13% of the world population) and Rhea pennata garleppi.” Todas las especies mencionadas arriba han sido reportadas en este trabajo para el área del Salar del Hombre Muerto. En el altiplano de Bolivia, por ejemplo, el área que comprende el Lago Poopó presenta una fauna de aves constituida por treinta especies entre acuáticas y de estepa. Toda la zona se incluye dentro del Sitio Ramsar, Lago Poopó y Uru uru, declarado en el año 2002. La superficie de dicho lago es de aproximadamente 2.200 km², cercana a los 1.800 km² estimados para el área estudiada de Salar del Hombre Muerto, y exhibe menos de la mitad de especies que en nuestro caso. En el “Diagnóstico ambiental del sistema del Lago Titicaca y relacionados”, incluido Lago Poopó (programa financiado por Naciones Unidas y la OEA), se involucra un área considerablemente mayor; se menciona la avifauna compuesta de cincuenta especies representantes de veinticinco familias, tanto acuáticas como de estepa (pág. 60). Las especies endémicas se estiman en alrededor de quince. Entre las especies en peligro de extinción se citan el suri, el cóndor, el ajojoy y los flamencos. La

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avifauna permanente agrupa unas doce especies, entre ellas, cinco de patos. Muchas de las aves que viven en el lago son migratorias. Se señala también que, en realidad, el lago no constituye un ecosistema aislado sino que sus especies son propias de todo el altiplano; igual observación correspondería para el sistema del Salar del Hombre Muerto. La fauna de aves en las regiones altoandinas de Perú pareciera ser más diferente en su composición respecto de la del Salar que las de las punas chilena y boliviana. Por ejemplo, Barrio y Guillén (2004) citan cuarenta especies para la Laguna Conococha (Perú) situada a alrededor de los 4.000 m, de las cuales, veintiuna son las mismas reportadas para la región del Salar del Hombre Muerto. En esta laguna, rica en peces, existen además otras especies aquí ausentes típicas de esos ambientes, como siete patos (versus cuatro en el Salar), dos macáes (versus uno), cinco Ardeiformes — garzas— (versus tres), cinco Gruiformes (versus tres). Además, presenta especies distintas de los mismos géneros: Tringa, Calidris, Cinclodes, Anas, Metriopelia y Muscisaxicola. La diferencia en los totales de Conococha respecto de la región del Salar de Hombre Muerto se debe principalmente a los Passeriformes. Vuilleumier (1997) realiza una comparación entre especies de aves de desiertos de Asia Central y la Puna, y concluye que esta región sudamericana presenta una fauna significativamente más rica.

La riqueza específica del sistema del Salar del Hombre Muerto es mayor aún que algunos lugares emblemáticos para organismos nacionales e internacionales de conservación.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 97 •

LOS MAMÍFEROS DEL SALAR DEL HOMBRE MUERTO Por Juan Pablo Juliá¹ & Demián Slodki²

La diversidad de mamíferos de la Puna es baja respecto de otras ecorregiones; sin embargo, la importante proporción de endemismos, rarezas y vulnerabilidad de muchas de sus especies, le confiere un alto valor biológico (Olson et al., 1995). La región del Salar del Hombre Muerto (Catamarca), ha sido escasamente estudiada y su mastofauna es relativamente poco conocida. Como único antecedente para la zona, se cuenta con informes técnicos vinculados a estudios de impacto, diagnóstico y monitoreo ambiental (Perovic et al., 2002). En el presente estudio se busca aportar al conocimiento de la diversidad y distribución de los mamíferos del Salar del Hombre Muerto y sus alrededores.

MATERIALES Y MÉTODOS

Se realizaron cinco campañas en los meses de marzo, junio, julio, septiembre y diciembre de 2006 con el objetivo de identificar y confirmar la presencia de mamíferos en el área de estudio. Cada una significó un total ¹ Reserva Experimental Horco Molle, Facultad de Ciencias Naturales e IML, Universidad Nacional de Tucumán. Miguel Lillo 205, CP 4000, Tucumán, Argentina. ² Cátedra de Anatomía Comparada, Facultad de Ciencias Naturales, Universidad Nacional de Salta. Avda. Bolivia 5150, 4400-Salta, Argentina.

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de 10 días de campo, constituyendo en conjunto 50 días de observaciones y colecta de material mastozoológico. Micromamíferos. Se realizaron muestreos sistemáticos en los distintos sitios seleccionados, los cuales representan parches de hábitats que ofrecen condiciones y recursos particulares que los diferencian de la estepa desértica. Se utilizaron en conjunto de 69 a 84 trampas Sherman para captura viva (ver Sutherland, 1996), distribuidas de a 20 por sitio, dispuestas típicamente como líneas de muestreo con puntos distanciados entre 5 y 10 metros según limitaciones topográficas. Cuando fue conveniente, según características florísticas y topográficas (estepa, pastizal, tolar, etc.) se instalaron grillas formadas por 20 a 50 puntos de muestreo (en general construidas en base a líneas de diez trampas cada una). Se utilizó como cebo harina de maíz o avena, mezclada con fruta y grasa o manteca de maní. Las trampas funcionaron de uno a cuatro días consecutivos como máximo, realizándose los controles en horas de luz. Todos los sitios seleccionados fueron muestreados en cada campaña realizada. Los ejemplares colectados fueron sacrificados con pentotal sódico, para luego tomar medidas morfométricas, pesarlos, y conservar en seco piel y cráneo. Paralelamente se obtuvieron muestras de tejido (típicamente hígado), preservándolas en alcohol al 70% (el resto del cuerpo fue fijado en formol al 10%). Los ejemplares fueron depositados en la colección de la Fundación Miguel Lillo. Macromamíferos. En todas las campañas se realizaron búsquedas activas de individuos en vehículo desde los caminos (con el fin de obtener registros fotográficos), y a pie en los sitios de muestreo (con preeminencia de vegas, orillas de lagunas y roquedales). Se registró la presencia de signos (huellas, heces, restos óseos, animales muertos) que permitieran la identificación de especies de mamíferos medianos y grandes. Para obtener datos sobre abundancia de camélidos (en la región sólo se observaron vicuñas) se implementaron transectas lineales de ancho fijo desde vehículos, contabilizando únicamente los individuos observados a 200 metros a cada lado de la línea (ver Sutherland, 1996; Mayle et al., 1999). Por otro lado, se realizaron entrevistas abiertas a pobladores del área de estudio a fin de recabar información sobre presencia actual y pasada de especies de mamíferos en la región (Dietrich, 1995).

RESULTADOS

En este estudio se registraron por observación directa (avistajes y capturas) un total de 8 especies de mamíferos silvestres presentes en forma permanente en la región del Salar del Hombre Muerto. Estas especies re-

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 99 •

presentan a 3 órdenes, 5 familias y 7 géneros: Pseudalopex culpaeus (Carnivora, Canidae), Vicugna vicugna (Artiodactyla, Camelidae), Abrothryx andinus (Rodentia, Cricetidae, Sigmodontinae), Eligmodontia puerulus (Rodentia, Cricetidae, Sigmodontinae), Eligmodontia sp. (Rodentia, Cricetidae, Sigmodontinae), Phyllotis xanthopygus (Rodentia, Cricetidae, Sigmodontinae), Lagidium vizcacia (Rodentia, Chinchillidae) y Ctenomys opimus (Rodentia, Ctenomyidae). A éstas se suman dos especies más cuya presencia es ocasional y confirmada por el registro de indicios indirectos (huellas, heces, cuevas, etc.) y resultado de las encuestas: Puma concolor (Carnivora, Felidae) y Lynchailurus pajeros (Carnivora, Felidae). En conjunto, la mastofauna silvestre del Salar del Hombre Muerto incluye 10 especies correspondientes a 3 órdenes, 6 familias y 9 géneros (Tabla 3). Por otro lado, es dudosa y no confirmada la presencia de al menos cuatro especies: Lama guanicoe (guanaco), Conepatus chinga (zorrino común), Chinchilla brevicaudata (chinchilla) y Oreailurus jacobita (gato andino). Ésta última especie considerada por Perovic et al. (2002), como de ocurrencia probable en el área de estudio. Entre las especies domesticadas que se registraron en la región se encuentran la llama (Lama glama), la cual es nativa, y tres especies exóticas: burros, cabras y ovejas.

RESULTADOS Y CONSIDERACIONES GENERALES POR ESPECIE

A continuación se describe la fauna de mamíferos de la región del Salar del Hombre Muerto. La sistemática y nomenclatura sigue a Barquez et al. (2006). Al final se adjunta una tabla según órdenes, familias y especies registradas en cada sitio, con información sobre modo de obtención del registro y estatus de conservación (Tabla 3). Orden Carnivora Familia Canidae Pseudalopex culpaeus (zorro colorado)

El zorro colorado (Fig. 79) es el carnívoro más común en el Salar del Hombre Muerto y sus alrededores, encontrándose registros ya sea directos o indirectos en todos los sitios de muestreo (Tabla 3). En total se contabilizaron 18 individuos que fueron observados en todas las campañas y en horas de luz (no hay registros en las búsquedas nocturnas). La mayoría de las observaciones consistió en ejemplares solos, en tres oportunidades se

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• Fig. 79. Ejemplar joven de zorro colorado (Pseudalopex culpaeus) fotografiado sobre el camino que une la Vega del Hombre Muerto con la desembocadura del Río los Patos (diciembre).

avistaron parejas (dos en marzo y una en junio). Se observaron más ejemplares durante el mes de marzo, con una tendencia descendente a lo largo del año y una recuperación hacia el final del año. Respecto de esto, es interesante observar que el mayor número de crías de vicuña registradas fue en el mes de marzo, en coincidencia con el mayor avistaje de zorros. Los sitios con registros directos (observaciones y ejemplares muertos) son: 1, 2, 3, 6, 7, 8 y 9 (ver Tabla 3); sin embargo, se han localizado heces y huellas en todos los sitios de muestreo. En general no se vieron zorros en cercanías de los puestos, aunque en estas zonas se encontró el mayor número de ejemplares muertos (7 de 9 ejemplares muertos observados). El análisis parcial de los restos de animales encontrados en guaridas de zorros y en heces sugiere que se alimenta fundamentalmente de roedores pertenecientes a las tres familias que se distribuyen por la región (Cricetidae, Chinchillidae y Ctenomyidae), pero también de crías de vicuñas y llamas. En

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 101 •

las entrevistas se observa que los zorros son vistos como factor responsable de la pérdida de llamas, ovejas y cabras; por ello son perseguidos por los lugareños y se han encontrado ejemplares muertos en las cercanías de los puestos en todas las campañas realizadas entre marzo a diciembre de 2006. En forma preliminar podemos afirmar que las vicuñas son más importantes que el ganado doméstico como presas de este carnívoro (no encontramos restos de cabras y ovejas en los refugios de zorros, aunque sí en las cercanías). Pseudalopex culpaeus es un cánido mediano, pero grande entre los zorros, con una longitud aproximada de 100 cm incluyendo la cola. En la parte sur de su rango de distribución, el tamaño aumenta con la latitud (Jiménez et al., 1995). Su coloración es rojiza pardusca con pelos negros en el dorso que forman un manto sobre el lomo y también con el extremo terminal de la cola negro. Si bien suele incorporar en su dieta elementos vegetales, sus hábitos son fundamentalmente carnívoros. Su distribución abarca desde Colombia hasta el sur de la Argentina y Chile, y se encuentran generalmente en áreas áridas y abiertas hasta los 4.500 metros (la mayoría de los registros corresponden a la Puna y Prepuna). Familia Felidae Lynchailurus pajeros (gato del pajonal)

La presencia de esta especie en el área de estudio sólo pudo confirmarse sobre la base de entrevistas a lugareños, quienes reconocen que se observa muy raras veces. En las búsquedas activas se registraron huellas que podrían atribuírsele en Laguna Catal Lil, Trapiche y Vega del Hombre Muerto en los meses de marzo y junio. Por lo tanto, entre resultados de encuestas y huellas, existen registros de esta especie para Trapiche, Vega del Hombre Muerto, Laguna Catal Lil y río del Cerro Gordo (Tabla 3). El gato del pajonal, con localidad tipo en pampas al sur de Buenos Aires entre las latitudes 35° y 36°, se distribuye por Argentina, en el noroeste, en las laderas este de los Andes y en tierras más bajas del noroeste, centro y sur del país (García-Pereira, 1994). Es un felino pequeño con apariencia de un gato doméstico robusto, con una longitud total de entre 75 y 100 cm. La cara es ancha y las orejas puntiagudas. El pelaje es largo y grisáceo con manchas grises o rojizas, muy variables. Puma concolor (puma)

El puma es el mayor carnívoro del Salar del Hombre Muerto y de la Puna en general. La presencia de este felino en el área de estudio fue registrada a partir de entrevistas en donde los puesteros lo reconocen como un

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habitante ocasional de la zona, aunque de difícil observación. Asimismo se encontraron heces y restos de animales (vicuñas principalmente) en refugios pertenecientes a este felino (Tabla 3). Los pumas, cuando están presentes en la región, suelen provocar daños al ganado, atacando principalmente a las llamas. El señor Adriano Guitián reportó la pérdida, hace tres o cuatro años, de once llamas adultas a causa de un puma. Vicuñas, chinchillones y burros son parte también de su dieta, especialmente la primera, como se desprende de los restos encontrados en heces y refugios. Los registros, independientemente de la fuente, corresponden a Trapiche (heces y refugios), Vega del Hombre Muerto (heces y refugios), río del Cerro Gordo (entrevista) y Laguna Caro (heces) (Tabla 3). Puma concolor es un felino de amplia distribución, con localidad tipo en Sierra de los Llanos en La Rioja (Cabrera, 1957). Se distribuye en Argentina desde el norte hasta las sierras grandes de Córdoba; ocupa una gran variedad de hábitats y se encuentra en todas las regiones fitogeográficas (Jayat et al., 1999). Es un felino grande (longitud total hasta 200 cm), de color uniforme en los adultos, desde rojizo a pardo y gris; cabeza proporcionalmente pequeña. A diferencia de otros grandes gatos, es incapaz de rugir. Los pumas tienden a ser más grandes en los límites norte y sur de su distribución y más pequeños a medida que se aproximan al ecuador (Juliá et al., 2000). Orden Artiodactyla Familia Camelidae Vicugna vicugna (vicuña)

Se transectó en vehículos un total de 1.570,5 kilómetros, contabilizándose 295 ejemplares de vicuñas en marzo, 314 en junio, 381 en julio, 1.136 en setiembre y 1.221 en diciembre, siendo la longitud total de las transectas para cada campaña de 150,9 km, 202,6 km, 260,0 km, 564,0 km y 393,0 km, respectivamente. La densidad media estimada para vicuñas fue de 5,33 individuos/km2; debido a la metodología empleada no se estimó error asociado al muestreo. Si bien el área de estudio no se estratificó espacialmente para obtener distintas medidas de densidad, se observó que las vicuñas no se distribuyen uniformemente en la región, siendo en general más abundantes en Vega del Hombre Muerto y cercanías. Estos sitios no sólo ofrecen recursos alimenticios, sino vías fáciles de escape. Por otro lado, la densidad media fue variable entre las distintas campañas realizadas, siendo mayor en los meses más cálidos (Fig. 80). A excepción del mes de diciembre, los individuos no estuvieron presentes, en un radio de entre 5 y 10 km, en cercanías de las casas de los puesteros que habitan en la zona de la Vega del

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 103 •

Densidades de vicuñas (Vicugna vicugna ) en el Salar del Hombre Muerto 9 nº individuos por km2

8 7 6 5 4 3 2 1 0 Vicuñas

Marzo

Junio

Julio

Setiembre

Diciembre

4,89

3,87

3,66

5,04

7,77

Vicuñas

Fig. 80. Densidades de vicuñas en transectas a lo largo del año.

Hombre Muerto y río Los Patos. Esta especie fue observada en todos los sitios de muestreo (Tabla 3). La vicuña es el principal representante silvestre de la familia y también el mamífero más conspicuo del salar y sus alrededores (Fig. 81). Es la especie más pequeña entre los camélidos de Argentina, con una longitud total de hasta 200 cm. Se alimentan exclusivamente de las pasturas que bordean ríos y vegas (Chebez, 1994). Su localidad tipo es Andes de Coquimbo y Copiapó en Chile, y en Argentina se distribuye por el Noroeste, hacia el sur hasta el límite entre las provincias de La Rioja y San Juan (Cabrera, 1961). Chebez (1994) restringe el rango actual al norte de Jujuy y Catamarca, oeste de Salta, La Rioja y norte de San Juan. Las vicuñas son gráciles, presentan cuello largo y delgado, con cabeza pequeña y rostro de color claro, lo que la diferencia de la otra especie silvestre de camélido, el guanaco (Lama guanicoe) que, por otra parte, es más robusto. La coloración es de un pardo claro en cabeza, cuello, dorso y flancos, y blanco en el vientre, pecho e interior de los muslos. Son animales gregarios y territoriales y presentan una organización social conformada por grupos familiares (macho líder, hembra y crías del año), grupos de machos (juveniles expulsados de los grupos familiares) e individuos solitarios (machos también expulsados que pueden estar en la búsqueda de hembras y territorio) (Franklin, 1976). En promedio, las manadas están formadas por 6 individuos (Mares et al., 1989), y se consideran como grupos grandes, ya sea de solteros o familiares, cuando el tamaño es mayor a 8 individuos.

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• Fig. 81. Grupo de vicuñas (Vicugna vicugna) en cercanías del campamento Fénix. Foto tomada en junio de 2006.

En el Salar del Hombre Muerto se observaron variaciones en el tamaño de los grupos, según la época del año y los puntos muestreados. En general, estas variaciones oscilaron entre 3 individuos (grupos pequeños) y 10 (grupos grandes) durante los meses de marzo, junio, julio y septiembre; también se observaron machos solitarios. La única excepción fue en el camino entre la Vega del Hombre Muerto y la desembocadura del río Los Patos, donde se registraron dos grupos separados por 200 metros con un total de 82 vicuñas en el mes de septiembre. En el mes de diciembre y a diferencia de los otros meses, se observaron grandes grupos de más de 40 individuos y de hasta 100 ejemplares. Los tamaños más grandes de las manadas se observaron en la desembocadura del río Los Patos y sus alrededores, en Vega del Hombre Muerto y en el camino a Trapiche. Hacia el atardecer, numerosos grupos, de pequeños a grandes, ingresan en la zona cercada del campamento Fénix para pasar la noche; esto porque han alcanzado algún grado de acostumbramiento a las actividades

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 105 •

de la minera y porque están más protegidos frente a diferentes disturbios, como por ejemplo la caza furtiva que existe sobre esta especie en la zona. Sobre la base de entrevistas a lugareños y a personal del campamento Fénix, más el hallazgo de puestos con restos de varios individuos, hay evidencia de caza furtiva en la región, aunque desconocemos la magnitud y alcance de esta actividad. La mayor cantidad de evidencia se encontró en Laguna Caro (Fig. 82) y río Los Patos, consistente en ejemplares muertos y cartuchos. Quizás el principal problema potencial para las vicuñas (y el ambiente en general) es la presencia de ganado doméstico que, siendo los consumidores primarios más importantes, provocan serias degradaciones en los sistemas acuáticos de altura dada su fragilidad. El pastoreo puede provocar altas tasas de erosión y eliminación de especies de plantas, además de competir con los animales nativos por pastoreo o ramoneo. Es posible incluso que el ganado doméstico de especies exóticas sea fuente futura de transmisión de enfermedades a llamas y vicuñas. Fig. 82. Restos de llamas, vicuñas y ovejas acumulados en un puesto abandonado en Laguna Caro. Muchos huesos muestran signos de haber estado expuestos al fuego, probablemente al cocinar el animal.

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• Fig. 83. En el área de estudio pudieron observarse grupos mixtos de vicuñas silvestres en compañía o cercanía de manadas de animales domésticos. En este caso se ven vicuñas junto a burros y llamas.

Los rebaños de llamas (Lama glama) y otros mamíferos domésticos, que en orden de abundancia son ovejas, cabras y burros (algunos asilvestrados), comparten parte del hábitat con las vicuñas. Se pudieron observar grupos mixtos de vicuñas con estas tres especies domésticas, sin que se notaran interacciones agonísticas (Fig. 83). Respecto del otro camélido silvestre, Lama guanicoe (guanaco), no se obtuvieron registros en ninguna de las campañas. Sin embargo, el señor Adriano Guitián sugirió la presencia estacional de guanacos en zonas cercanas al área de estudio, hacia el este del Cerro Gordo en dirección a los valles. Debido a la no coincidencia con los dichos de otros lugareños entrevistados, ni con nuestros registros, su presencia es altamente dudosa.

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Lama glama (llama)

La llama es un camélido que se encuentra típicamente en grandes grupos en domesticidad, y en estado silvestre se ha extinguido probablemente en tiempos hispánicos (Cabrera, 1961). La localidad tipo es en Andes de Perú. En Argentina se distribuye por el Noroeste, con registros que van desde los 2.300 a los 4.000 metros de altura. Es de tamaño grande, con una longitud total que puede alcanzar los 250 cm. La coloración es muy variable, con tonos que van desde el blanco al negro, generalmente con manchas de distintas gamas de colores oscuros. Mantiene estructuras sociales similares a sus congéneres salvajes, formando manadas con un macho dominante. Este camélido constituye el principal ganado de la zona; es criado para aprovechar su lana y carne. Las llamas se encuentran en la región formando grandes grupos principalmente en vegas y en cercanía de los puestos (Fig. 84). Los registros obtenidos corresponden a Trapiche, Vega del Hombre Muerto, Laguna Catal Lil, río del Cerro Gordo y Laguna Caro (Tabla 3). La mayor manada pertenece al señor Adriano Guitián y la segunda en importancia, a su hijo, Román Guitián. Es común

• Fig. 84. Llamas (Lama glama) en la Vega del Hombre Muerto (diciembre).

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ver llamas que comparten áreas de pastoreo con vicuñas, especialmente en cercanía de la minera. Orden Rodentia Familia Cricetidae Abrothryx andinus (ratón andino)

Este roedor (Fig. 85) fue el segundo en importancia de acuerdo con el número de colectas, con un porcentaje de capturas del 21% (Fig. 91). En la región del Salar se los encontró asociados a tres tipos de ambientes: pastizal al margen de ríos y vegas, en vegas y en ambientes de disturbios antrópicos, ya sea basurales o puestos utilizados por lugareños. Se los colectó en los sitios Trapiche, Vega Del Hombre Muerto, río Aguas Calientes, Laguna Catal Lil y Campamento Fénix (Tabla 3). Abrothrix andinus es un roedor entre pequeño y mediano con una longitud de entre 13 y 15 cm, de coloración pardusca con vientre amarillento o de tono arcilloso, con pelaje denso, orejas particularmente pequeñas (notable diferencia con Eligmodontia puerulus y Eligmodontia sp.). Se trata de una especie poco conocida y estudiada (Barquez et al., 2006), característica de zonas áridas montañosas y arbustivas de altura, por encima de los 2.000 m (Mares et al., 1989). Su rango de distribución abarca desde Salta hasta Mendoza; habitan las regiones de Puna y Altoandina (Barquez et al., 2006). Eligmodontia puerulus (laucha colilarga andina)

Esta especie (Fig. 86) fue la menos frecuente entre los roedores capturados en el Salar (sin tener en cuenta el único ejemplar colectado de Eligmodontia sp.), con un porcentaje de capturas del 13% (Fig. 91). Los registros se obtuvieron en Vega del Hombre Muerto, río del Cerro Gordo y desembocadura del río Los Patos. Las colectas siempre estuvieron asociadas a dos tipos de ambientes: pastizales al margen de río o vega, y roquedales (Tabla 3). Es un roedor pequeño, con 14 a 15 cm de longitud total aproximadamente, que presenta las almohadillas plantares de las patas posteriores fusionadas (carácter diagnóstico del género) y una coloración dorsal pardo amarillenta, en fuerte contraste. A diferencia de Abrothrix andinus, el vientre es blanco puro, excepto en la base de los pelos que es de color gris. También a diferencia de la especie anterior, presenta orejas grandes. Eligmodontia puerulus se distribuye por Salta, Jujuy y Catamarca y habita ambientes áridos puneños por encima de los 3.000 m (Barquez et al., 2006).

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 109 •

• Fig. 85. Abrothrix andinus colectado en Campamento Fénix (setiembre).

• Fig. 86. Eligmodontia puerulus colectado en desembocadura del río Los Patos. Salar del Hombre Muerto, Catamarca (diciembre).

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Eligmodontia sp.

Se capturó una laucha del género Eligmodontia en la desembocadura de río Los Patos sobre la base arenosa de un roquedal muy cercano al río, a la cual, hasta el momento, no se le ha asignado identidad específica (Fig. 87). Al igual que otros miembros del género muestra almohadillas plantares fusionadas. A diferencia de E. puerulus muestra orejas más grandes y pelos del vientre blancos, sin base gris. Phyllotis xanthopygus (pericote panza gris)

El pericote panza gris (Fig. 88) es el roedor más frecuente en los trampeos en el Salar, con una proporción de capturas del 62% (Fig. 91). Se colectaron ejemplares de esta especie en los sitios Trapiche, Vega del Hombre Muerto, Laguna Catal Lil, Campamento Fénix, desembocadura del río los Patos y Laguna Caro. Las capturas estuvieron principalmente asociadas a los roquedales. Esta especie pertenece al género posiblemente más estudiado de la tri• Fig. 87. Eligmodontia sp. colectado en desembocadura del río Los Patos. Salar del Hombre Muerto, Catamarca (diciembre).

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• Fig. 88. Phyllotis xanthopigus colectado en roquedal de Vega del Hombre Muerto (setiembre).

• Fig. 89. Lagidium vizcacia, chinchillón, fotografiado en roquedales de Vega del Hombre Muerto. Foto junio 2006.

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bu Phyllotini (Brown, 1993). Es un ratón grande de 18 a 22 cm de largo, aunque puede alcanzar longitudes de 27 cm, con el largo de la cola similar al de cabeza-cuerpo. Al igual que Eligmodontia tiene pelaje largo, suave, denso y generalmente lustroso de color pardusco, con vientre de color blanco grisáceo. Las orejas son grandes y pardusco amarillentas, mientras que el vientre tiene la base de los pelos gris. Phyllotis xanthopygus tiene amplia distribución en Argentina, desde el Noroeste hasta el Sur (Steppan, 1998). Orden Rodentia Familia Chinchillidae Lagidium vizcacia (chinchillón)

Se obtuvieron registros tanto directos como indirectos de chinchillón (Fig. 89) en todos los roquedales inspeccionados correspondientes a Trapiche, Vega del Hombre Muerto, río Aguas Calientes y río Peñas Blancas, y en todas las campañas (Tabla 3). Los pastizales de Festuca constituyen uno de sus principales alimentos, y en las zonas donde abundan los chinchillones, es común encontrar matas de Festuca comidas, con heces de chinchillón en su centro. Ocasionalmente, la gente del lugar caza chinchillones para aprovechar su carne. Lagidium vizcacia, con localidad tipo en Cerro Casabindo (Jujuy), a 4800 metros, se distribuye desde el sur de Perú, por los Andes, hasta el centro de Argentina y Chile. Es un roedor grande de 73 cm de longitud aproximada. Posee un pelaje denso y lanoso de coloración general pardo grisácea o pardo amarillenta, con vientre también amarillento o anaranjado. Tiene cola larga y cubierta por pelos largos y negruzcos y amarillentos. Orden Rodentia Familia Ctenomyidae Ctenomys opimus (oculto o tuco-tuco)

Los tuco-tuco (Fig. 90) se encuentran distribuidos por toda la región del Salar del Hombre Muerto. A pesar de la elevada abundancia de tuqueras (sistemas de galerías subterráneas) y debido a que estos animales son sumamente desconfiados, su observación directa está limitada a unos pocos registros, sin que se hicieran capturas. Las tuqueras se encuentran en todo tipo de ambientes y se observan bocas activas (con suelo fresco recientemente removido) en suelos de diferente estructura y composición e independientemente del tipo y disponibilidad de recursos alimenticios. Mares et al. (1989) consideran a esta especie importante en relación a su biomasa en la Puna, lo cual se refleja en la cantidad abrumadora de cuevas en el

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• Fig. 90. Ctenomys opimus, oculto, asomando de su madriguera (septiembre).

Salar, aunque no exista correlación entre el número de bocas activas y el número de individuos observados. En los análisis de heces y egagrópilas realizados hasta el momento, se observaron restos de ocultos en la dieta de zorros (Pseudalopex culpaeus), puma (Puma concolor), ñacurutú (Bubo virginianus) y halcón (Falco femoralis). También son cazados ocasionalmente por los lugareños para el consumo de su carne. Los Ctenomys son roedores subterráneos endémicos de la mitad meridional de América del Sur (Reig, 1989; Toloza et al., 2004), y representan el género más diverso entre los mamíferos fosoriales, con unas 42 especies reconocidas en Argentina (Barquez et al., 2006). La localidad tipo para Ctenomys opimus son las cordilleras de Jujuy y se distribuyen en Argentina en el altiplano de Jujuy y Salta (Cabrera, 1961), encontrándose típicamente en ambientes áridos de la puna por encima de los 3400 m. (Mares et al., 1989). C. opimus es una especie de tamaño mediano con una longitud total de 23 a 28 cm, con pelaje largo, sedoso y brillante, con tonalidades anaranjadas, con la línea medio dorsal más oscura, y la base de los pelos de todo el cuerpo, gris.

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Porcentaje de especies de roedores trampeadas en el Salar del Hombre Muerto

13% 4%

21% 62%

E. puerulus

Eligmodontia sp

A. andinus

P. xanthopygus

• Fig. 91. Porcentaje representado por las distintas especies de roedores cricetidos capturados en trampas. Phyllotis xanthopygus representó más de la mitad de las capturas.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 115 •

Tabla 3. Mamíferos

1-3

EN

VU

x

x

x

x

x

x

x

x

x

x

x

Phyllotis xanthopygus

x

Eligmodontia sp.

x

x

x

x

mar-jun-jul-set-dic

mar-jun-jul-set-dic

1-3

LR 2

2

LR

LR 1-2

2

LR 1-2-3 x x x x x x

Ctenomys opimus

Familia Ctenomyidae

x

x

x x Lagidium vizcacia

Familia Chinchillidae

x

x x

Eligmodontia puerulus

Abrothryx andinus

Familia Cricetidae

Orden Rodentia

x

x

x

x x x Vicugna vicugna

x x Lama glama

Familia Camelidae

x x Orden Artiodactyla

Puma concolor

x x Lynchaylurus pajeros

Familia Felidae

x Pseudalopex culpaeus

Familia Canidae

Orden Carnivora

dic

mar-jun-jul-set-dic x x

x

x

x

x

x

x x x x x x

3 2 1

mar-jun-jul-set-dic

1-2-3

LR

LRnt 3-4 (raro)

VU 3-4

x x

9 8 7 6 5 4

Sitio

Especie

(muy raro)

mar-jun-jul-set-dic

Meses (observación)

1-2-3

Registro

LRnt

Status

Lista de especies de mamíferos del Salar del Hombre Muerto. Se indican sitio, meses, modo de registro y status de conservación para las especies registradas. Los sitios se codifican como sigue: 1- Trapiche; 2- Vega del Hombre Muerto; 3- Lagunillas; 4- Río Aguas Calientes; 5- Laguna Catal Lil y Fénix; 6- Río del Cerro Gordo; 7- Desembocadura Río Los Patos; 8- Laguna Caro; 9- Río Peñas Blancas. Los registros corresponden a: 1- Observación directa; 2- Colecta; 3- Rastros; 4- Encuestas y entrevistas. El status de conservación fue tomado de Barquez et al. (2006) y son: EN- En peligro; VU- Vulnerable; LR- Riesgo bajo; LRnt- Próximo vulnerable.

• 116 • Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto

COMENTARIOS FINALES

En conjunto se observaron rastros de chinchillón, tucos, zorro, felino pequeño (probablemente Lynchailurus pajeros), puma (Puma concolor) y vicuña. Asimismo se registró un total de 9 ejemplares muertos de zorros y en algunos sitios de muestreo, como Laguna Caro y Peñas Blancas, se observó gran cantidad de ejemplares muertos de vicuña; en Peñas Blancas se contaron 18 vicuñas muertas y en Laguna Caro, en inmediaciones de un puesto, encontramos gran cantidad de restos de vicuñas, llamas y ovejas. Sobre la base de encuestas, es dudosa y contradictoria la información sobre el gato andino (Oreailurus jacobita), que puede ser confundido con el gato del pajonal (L. pajeros). Las descripciones de los lugareños concuerdan con este último y sólo un entrevistado describió un animal que podría ser gato andino. Las entrevistas al señor A. Guitián y su hijo indican que habría una población de Chinchilla brevicaudata (chinchilla) en los cerros cercanos al área de estudio. El difícil acceso al área no ha permitido confirmar su presencia.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 117 •

NOTAS PARA TENER CUENTA PARA LA CONSERVACIÓN DE LA FAUNA DEL SALAR (Para nuestros organismos oficiales)

El siglo veinte y comienzos del presente estuvieron signados por el acelerado incremento de la explotación de los recursos naturales en todos los continentes, en muchos casos con el deterioro preocupante de los ambientes naturales. La tasa de extinción de especies animales y vegetales aumentó a niveles anteriormente desconocidos, de allí que surgió la necesidad y el interés internacional por acordar entre las naciones una política general que buscara proteger la biodiversidad en el marco de este desarrollo sostenido. Así, se logró firmar el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) en el marco de la Conferencia de las Naciones Unidad sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en Río de Janeiro, Brasil, el 5 de junio de 1992. Este Convenio entró en vigencia el 29 de diciembre de 1993 y constituye un verdadero compromiso y llamado de atención sobre la crisis de la biodiversidad. Estudios como el presente están ligados plenamente al espíritu de aquella conferencia y hacen directamente al conocimiento de nuestra diversidad biológica y a su conservación, un compromiso moral en que todas las partes deben involucrarse: biólogos, organismos oficiales (provinciales y nacionales) y entidades privadas y públicas en general. Este tipo de investigaciones deberían multiplicarse en el territorio provincial sin necesidad de que existan emprendimientos mineros cuya actividad hay que regular para prevenir su posible impacto en el ambiente. La secuencia debe partir siempre del estudio de relevamiento (o línea de base), luego el estudio de impacto y recién la instalación de la actividad que fuere,

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y no exactamente al revés como ha sucedido en muchos casos. Si bien el área del Salar del Hombre Muerto no muestra una especial riqueza de mamíferos, la habitan poblaciones importantes de especies claves y amenazadas como la vicuña. La posibilidad de que residan en el área otras especies aún no confirmadas, como el gato andino y la chinchilla, aumenta notablemente la importancia del Salar como sitio prioritario de conservación. La existencia de caza furtiva en el lugar, especialmente la de vicuñas, es un llamado de atención a incrementar y mejorar los controles en la zona. En un último viaje se pudo apreciar cómo máquinas y personal de la provincia de Catamarca trabajaba mejorando los accesos al río Los Patos, así como acondicionaba un camino nuevo que comunica directamente con la zona de Hualfin. También observamos nuevos carteles promocionando la pesca de la trucha. Estas acciones deberían ir acompañadas también de mayores prevenciones para la protección de la fauna silvestre, tales como colocar más carteles previniendo sobre la prohibición de la caza de animales silvestres, aumentar los cuidados, preparar nuevos guardafaunas y facilitar su movilidad y presencia en toda la zona, etc. Se debería prohibir explícitamente la introducción de especies exóticas en la Provincia; se ha probado ya y mucho que éstas son seriamente perjudiciales para las especies autóctonas, siendo en muchos casos agentes de su extinción; en el caso puntual de las truchas, evitar propagar su siembra en otros lugares vírgenes de la Provincia.

Los vertebrados del Salar del Hombre Muerto • 119 •

AGRADECIMIENTOS

A las siguientes personas: Gustavo Scrocchi y Ada Echevarría por su revisión crítica de un borrador inicial y sus valiosas sugerencias. Pablo Ortiz por su ayuda en el estudio de los roedores. E. Derlindati (Universidad Nacional de Salta) y M. Vaira (Universidad Nacional de Jujuy-CONICET) por su ayuda en la campaña de enero. E. Derlindati por su ayuda en la identificación de algunas especies de aves. C. Abdala (Universidad Nacional de Tucumán) por su ayuda durante la campaña de marzo. José María, Ramón, Martín y Nicasio por guiarnos por los caminos y huellas del Salar y su generosa colaboración durante este trabajo. Amelia y Josefa Condorí e hijos, a Adriano y Román Guitián y doña Pajuela Camparchay por revelarnos su extenso conocimiento sobre la fauna del Salar. Los señores E. Fra y R. Salinas de la Secretaría de Recursos Naturales de la Provincia de Catamarca por su amabilidad y por la extensión de los permisos de captura que fueron necesarios para este trabajo. Todo el personal de Minera del Altiplano que fue muy amable durante nuestras estadías en Fénix.

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Doña Josefa Condorí (centro), acompañada por Soledad Valdecantos y Federico Arias.

«…de las dos lagartijitas que hay, la amarilla se come la añagüita…» Doña Amelia Condorí

«Los suris son escasos porque la gente les busca y les come los huevos…» Doña Josefa Condorí

Pajuela: …Hay un zorro amarillo, un cabeza negra por ahí también. Los cabeza negra son pícaros… esos de noche por ahí andan los amarillos no, andan de día por ahí están echaos. JPJ: ¿Hay dos tipos de zorros? Pajuela: Dos tipos, de cabeza negra, el cabeza negra ese gatia de noche no, ese gatia. JPJ: ¿Ése me anda más de noche? Pajuela: Ése me anda más de noche, sí, el cabeza negra. JPJ: ¿El amarillo es ese que tiene negrito en la cola, en la base de la cola? Pajuela: Sí, colita negrita. JPJ: Y el cabeza negra ¿cómo tiene la cola? Pajuela: Jajaja, dese cuenta pue, dese cuenta, a ver si se da cuenta, ¿sabe qué es cabeza negra…? Doña Pajuela Calpanchay JPJ: Juan Pablo Juliá

«…hay ratoncitos menos que el oculto es, más chiquitito es, se hace del huevo de la paloma… bajo la añagüita lo hace la paloma al nidito, hay huevos y de ahí saca los pichoncitos…» Dña. Pajuela Calpanchay

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