Los versos sencillos de José Martí y su aporte a la construcción de una identidad hispanoamericana

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Descripción



Pedro José Luis Pulido Díaz
Universidad Pedagógica Nacional
Licenciatura en español y Lenguas Extranjeras
Literatura Hispanoamericana
Los Versos Sencillos de José Martí y su aporte a la construcción de una identidad hispanoamericana
Yo he visto en la noche oscura
llover sobre mi cabeza
los rayos de lumbre pura
de la divina belleza
José Martí, Versos Sencillos I
Pensar en la obra de José Martí, en términos generales, y en sus Versos sencillos, en lo particular, es considerar uno de los principales aportes para la configuración de una identidad hispanoamericana no solo de las letras, sino en sí, de lo que culturalmente hoy se denomina Latinoamérica. Si bien, puede parecer un poco arriesgado asegurar que un autor o una obra literaria ayuda a configurar los imaginarios del pertenecer no solo a una región sino a un capital simbólico y cultural, es claro, como se verá a continuación que, aunque formalmente se podría hablar de toda la literatura, para el caso de Martí en sus Versos sencillos se sustenta con creces esta aseveración.
Desde luego es necesario comprender que el ejercicio de Capital Simbólico tal como lo plantea Bordieu no se construye desde intenciones macroestructuradas desde estamentos de poder (Bourdieu, 1985), sino que más bien responden a la naturalización de ciertos comportamientos sociales que, en palabras de Lukács (Lukács, 1920), se van entendiendo como una segunda naturaleza, y en consecuencia se considera inobjetable por los sujetos. Entonces para el ejercicio de este ensayo se entenderá la identidad como una forma de capital simbólico de una comunidad con características comunes, no solo por el territorio sino por dinámicas culturales particulares que permiten que exista el concepto de Hispanoamérica.
Partiendo de esta idea nuestra tesis en torno a Martí buscara bases en la teoría que la ficción en general es uno de los principales agentes de construcción de capital simbólico en la sociedad, y que la literatura en particular es su principal fuente, siendo incluso, causa de otras expresiones estéticas como el cine y el teatro, también de importante influencia. Esto toma claridad cuando observamos, por ejemplo, como la producción de novelas (y telenovelas) en torno al narcotráfico y la violencia ha ayudado a configurar los ideales de las nuevas generaciones. Desde luego que aunque Martí puede enmarcarse en este fenómeno, sus aportes son hacía otro extremo del plano, ya que como se verá más adelante su aporte se hace desde la más estricta moral y los más altos ideales de configuración de una identidad.
Para comprender este fenómeno en José Martí y sus versos sencillos es necesario partir del entendimiento de dos elementos fundamentales: el primero, es el contexto histórico y cultural que le correspondió vivir a José Martí y en segundo lugar su particular visión de la creación estética y su relación con la realidad social hispanoamericana, lo último desde la búsqueda del imaginario americano en la poesía del cubano. En este último aspecto cabe hacer una aclaración importante y es que aunque la principal preocupación de Martí es el imaginario identitario de Cuba, se parte de la idea que muchos de sus planteamientos estéticos y políticos son extrapolables a la América de habla hispana.
El siglo XIX en Hispanoamérica es el periodo de la fundación de los imaginarios nacionales, los procesos de emancipación del imperio español, no sólo permiten la construcción de poderes políticos, económicos y sociales, sino que además manifiestan la necesidad de elaborar una identidad propia como nación, inicialmente, pero que aun así hermanase a las antiguas colonias españolas. Desde luego como todo proceso cultural, este se da desde el conflicto que implica ser descendiente de españoles, pero habitantes del nuevo continente, tensiones entre los ideales revolucionarios de independencia, pero la necesidad de reconocer una tradición cultural que desde la lengua trasciende todos los ámbitos de la cotidianidad. ¿Cómo construir entonces una identidad propiamente americana si los ámbitos culturales son españoles? Este es el proceso que se gesta en las luchas independentistas de Hispanoamérica.
En este contexto es que Martí desarrolla no sólo sus ideas estéticas, sino políticas y sus acciones revolucionarias, ya que fue uno de los principales líderes de la revolución cubana. El mismo es producto de la tensión que se mencionaba.
Nace en la Habana el 28 de enero de 1853, hijo de padres españoles de clase humilde radicados en Cuba (…) Después de estallar la primera guerra cubana contra España (1868) Martí empieza a editar periódicos y folletos clandestinos (…) En 1869 es detenido por sospechada infidencia por las autoridades por las autoridades españolas de la colonia. Acepta la culpa de la carta por la carta enviada a un condiscípulo firmada por él y Fermín Valdés Domínguez. Es condenado a seis años de presidio en las canteras de San Lázaro… (Schulman, 2010)
A partir de lo anterior se hace evidente que desde temprana edad Martí estuvo involucrado en los procesos independentistas y revolucionarios de su país. Sin embargo, esta configuración de Martí como revolucionario no se limitó a la acción política, sino que trascendió a cada actividad de su ser, encontrando en la escritura lírica una de sus más reconocidas formas de expresión. Partiendo de lo anterior, no existe entonces, pese la tensión propia de la época, dos Martí, uno político y otro lírico, en realidad solo hay uno que encuentra en ambos lenguajes una complementariedad revolucionaria para el mundo de las letras; al respecto Rosario Rexach afirma:
(…) la necesidad de que la literatura cumpla el fin ético de exaltar lo mejor del hombre, de elevar su espíritu. Para Martí esto fue un principio de obligado acatamiento. Y es que en este hombre la separación entre literatura y vida jamás existió... (Rexach, 2002)
Es desde un ejercicio dialéctico entre estos dos polos de su existencia que realiza un aporte fundamental en la construcción de la identidad americana frente a esto Chad Westwood en su tesis identity rifts in the spanish speaking world: a literary comparison of Martí, Darío, Unamuno and Machado, asegura:
It is easy to see the importance that national identity held for Martí. Not only did he die for what he believed, in battle in Dos Ríos, Cuba (1895), fighting against Spanish forces led by Colonel Jose Ximénez de Sandoval, but also from his early adulthood he began--both figuratively through his writings and physically in battle--fighting against Spain's colonial rule and for an independent Cuba. It is important to see that this passion for freedom contributed to his strong sense of national identity. He fought his whole life so that others could be able to secure a new American identity. (Westwood, 2005)
Si bien esta aproximación desde lo biográfico es esencial para comprender la ideología de Martí frente a la poesía, es necesario acercarse un poco mejor a su arte poética para empezar a indagar como trasciende esta ideología en el ensamblaje, tanto de forma como de contenido, de su poesía. Es claro que para Martí el fin ético de la poesía se contempla desde la relación indispensable existente entre la realidad y la creación estética; sin embargo, su concepción del arte es mucho más amplia y abarca muchos aspectos desde sus mismos versos, si bien es posible encontrar múltiples alusiones a su forma de escribir en textos teóricos de su autoría, dentro de su misma poesía es posible encontrar muestras de su arte poética:
¡Verso, nos hablan de un Dios
A donde van los difuntos:
Verso, o nos condenan juntos,
O nos salvamos los dos! (Martí, 1982)
Este verso con el que Martí cierra la obra, demuestra cómo su vocación hacía la poesía es equiparable a la vocación religiosa, en este sentido la poesía no es oficio, es un deber y una forma de vida, tal como la religión. Y en este sentido se plantean desde la perspectiva de Rosario Rexach cinco principios esenciales:
La Poética de Martí puede resumirse en estos puntos: l)-Sinceridad 2)-Ajuste al nivel del tiempo 3)-Deber misionero 4)-Respeto por el fondo misterioso de donde surge la creación y 5)-Antiacademicismo… (Rexach, 2002)
Ahora se procederá a identificar cada principio planteado por la autora en uno de los Versos sencillos, para posteriormente entrar a interpretarlos desde cada uno de los principios. El primer principio a analizar será la sinceridad, con la que se abre la obra:
Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma (Martí, 1982)
La sinceridad para Martí se constituye como un una forma de autenticidad y fidelidad del poeta consigo mismo, en este sentido, el poeta no debe complacer a nadie, más que a su propia verdad. Desde luego, para el fin de este ensayo, no solo se trata de mirar cómo estos principios se desarrollan en la poesía de Martí, sino además cómo, al tenerlos como perspectivas pero se puede ir proyectando hacía la construcción de características de identidad latinoamericana. Para el caso de la sinceridad, se vuelve una característica determinante en un contexto histórico determinado en que la expresión de las ideas es un requerimiento trascendente para la constitución de los ideales nacionales, la nacionalidad no se trata a partir de entonces de agradar al poder colonial, sino a ser fiel a una nacionalidad, por entonces en construcción, y que es la expresión inicial de una identidad en Hispanoamérica. Desde luego dicha sinceridad no es un rasgo exclusivo de esa época en concreto, es claro como el decir lo que se piensa es para los latinoamericanos un gran logro, aunque en la contemporaneidad sea un privilegio de pocos; sin embargo, siempre en la América hispana todos tendrán opiniones sobre el estado de las cosas y por lo general lo expresa cotidianamente sin ningún tapujo, incluso aunque su interlocutor esté en total desacuerdo con sus aseveraciones.
El segundo principio al que se refiere la autora es el ajuste al nivel del tiempo, desde luego Martí es claramente un hombre de su tiempo, consciente de las dinámicas y hechos que le rodean y que de una manera u otra definen su creación estética. Así, cuando de Martí se trata no se puede hablar del poeta aislado y ensimismado en su creación, sino más bien del hombre de acción para el que la poesía no es un vehículo ideológico, ya que detestaba la poesía panfletaria, sino un vehículo de la revolución estética de la que son vivo testimonio sus obras:
Con los pobres de la tierra
quiero yo mi suerte echar:
El arroyo de la sierra
me complace más que el mar. (Martí, 1982)
Desde luego como mencionaba Westwood en su tesis y Schuman en la introducción de la edición de Cátedra de los Versos Sencillos, desde muy joven José Martí desarrolló una particular sensibilidad en contra de la injusticia rampante que se vivía en su época, así en esta estrofa no sólo evidencia dicha sensibilidad en la que se hermana con las personas menos favorecidas, sino que además configura otro aspecto del imaginario identitario que ha construido; y es la búsqueda de la naturaleza como ideal que permite al poeta encontrarse consigo mismo y que siempre está en contraposición a la grandilocuencia propuesta desde los modelos estéticos europeos. Este ensalzamiento de la naturaleza y la vida en ella es un elemento fundamental en la constitución de los imaginarios de una identidad Hispanoamericana; es la naturaleza en su exotismo y abundancia la primera ventaja real que los independentistas encuentran para contraponerse a los temas europeos.
El tercer principio planteado por la autora es el deber misionero de la literatura, ya se ha mencionado cómo para Martí la literatura y su vida eran uno, esto para el principio a trabajar se plantea desde el claro objetivo del autor de sacar lo mejor del hombre, sin que esto se confunda con un didactismo insulso, sino como una consecuencia directa de los altos ideales morales a los que aspira el autor. Si bien en el caso de los Versos sencillos, comprendidos como una resolución de los conflictos presentados en los dos últimos libros de poemas, dicho deber misionero se realiza de una manera magistral, en este la voz del poema denuncia situaciones que para él son particularmente importantes.
Oculto en mi pecho bravo
la pena que me lo hiere:
el hijo de un pueblo esclavo
vive por él, calla y muere. (Martí, 1982)
De nuevo, aquí hay un claro ejemplo de cómo el autor de los Versos sencillos se preocupa por la situación de su tiempo y decide darle a la literatura el deber de denunciar las opresiones de las que es objeto el pueblo. En términos de su influencia en la construcción de identidad americana, si bien nunca buscó efectos moralizantes simplistas, Martí si influyó, más fuertemente que cualquiera (tomo por ejemplo la publicación de la Revista La Edad de Oro), en la concepción de una literatura utilitarista en la que se basa el sistema educativo en el continente, dejando un poco de lado el placer de la misma. Quiero reiterar que no es una responsabilidad absoluta de Martí y que, probablemente, no fue su intención que esto sucediera, pero que es posible rastrear muchas de las estrategias pedagógicas actuales hasta los planteamientos martinianos.
Frente al cuarto principio, el respeto por el fondo misterioso de donde surge la creación, surge la necesidad del autor por construir metalenguaje en torno a su creación estética, así que el accionar literario de Martí no se reduce únicamente al quehacer lírico, sino que la prosa en ficción, la crítica literaria y la construcción de su arte poética; sin embargo siempre hay misterio en esta explicitación de sus principios poéticos, nunca es absolutamente clara su intención explicativa de algo que él mismo reconocía como inconmensurable. Así se evidencia en los siguientes versos:
V
Si ves un monte de espumas,
es mi verso lo que ves:
mi verso es un monte, y es
un abanico de plumas.
Mi verso es como un puñal
que por el puño echa flor:
mi verso es un surtidor
que da un agua de coral.
Mi verso es de un verde claro
y de un carmín encendido:
mi verso es un ciervo herido
que busca en el monte amparo.
Mi verso al valiente agrada:
mi verso breve y sincero,
es del vigor del acero
con que se funde la espada. (Martí, 1982)
El anterior poema puede considerarse como una de las más claras expresiones del Arte poética de José Martí, en primer lugar es "un monte de espumas" lo que evidentemente delata el devenir fluctuante de su intención, y los cambios constantes tanto desde su expresión como de su interpretación, sin embargo es también un monte más tangible, pero también tan frágil y voluble como "un abanico de plumas". Busca el refugio en la naturaleza "busca en el monte amparo" y desde la simplicidad del "verde claro" plantea verdades de "un carmín encendido" que penetran en el lector "…como un puñal/que por el puño echa flor". Aclara además que estos versos no son para todos sino para los valientes que encuentran en lo breve y lo sincero una fuerza inusitada, que probablemente no solo pocos comprenden, sino que preocupan a los otros.
Esta aparente simplicidad de los Versos sencillos ha logrado que su mensaje se guarde en la cotidianidad de toda Hispanoamérica, no sólo a través de los libros sino de la música a través de la conocida canción Guantanamera en la que sus versos encuentran valientes a los que les agrada su brevedad y sencillez. Esta canción hace parte de la construcción de Capital Simbólico de los hispanoamericanos y ha permitido tal difusión de la poesía de Martí, que la misma noción de autor se ha perdido para el oyente común, que los escucha como si transmitieran esa sabiduría que se encuentra en la poesía tradicional generacionalmente transmitida y cuyos autores se han perdido en los rincones de la historia.
El último rasgo que menciona la autora es el antiacademicismo de Martí, quien rechaza categóricamente el afrancesamiento de las letras de su época y declara la necesidad del regreso a la tradición cultural española, sobre la cual ha construido él y Cuba su ideal nacionalista. Un claro ejemplo de este rechazo a las formas demasiado académicas se hace evidente en dos versos muy bellos del libro en el que se declara conocedor de artes y oficios encumbrados, pero que aun después de conocerlos sigue prefiriendo los placeres sencillos:
Yo vengo de todas partes,
y hacía todas partes voy:
arte soy entre las artes,
en los montes, monte soy. (Martí, 1982)
Yo sé de Egipto y Nigricia,
y de Persia y Xenophonte;
y prefiero la caricia
del aire fresco del monte. (Martí, 1982)
Desde luego se manifiesta un rechazo al academicismo entendido como el exotismo utilizado para aparentar una posición cultural e intelectual, en ambos casos las estrofas manifiestan la necesidad de saber desenvolverse en cualquier contexto, siendo académico o en el "monte", desde esta idea no se trata de un rechazo hacía el conocimiento, sino más bien un llamado a la adecuación de las formas y los contenidos a los contextos en que se desarrolla el sujeto como tal.
De nuevo caemos en una de esas características que a finales del siglo XIX y durante el siglo XX definió a los habitantes de Hispanoamérica y es esa capacidad de adaptación a contextos diferentes, pero con la capacidad de obtener buenos resultados en cualquiera de ellos. Una manifestación de este fenómeno, tal vez no la más académica, es la configuración del héroe del melodrama televisivo hispanoamericano, el modelo se repitió durante el siglo XX y aun es presente en las producciones contemporáneas: dicho héroe surge de un medio rural o vulnerable, pero en el transcurso de la ficción va aprendiendo a desenvolverse en círculos sociales diferentes a los de su origen, sin perder su habilidad para movilizarse en el de su origen.
Una vez hechos los anteriores análisis es evidente cómo las posturas ideológicas y estéticas presentes en los Versos sencillos de José Martí han trascendido más allá de su construcción formal y se han internalizado en la construcción de identidad de Hispanoamérica. Si bien un argumento en contra de esta hipótesis es que los temas tratados por Martí son recurrentes en otros autores de la época e incluso de otros momentos de la historia; es innegable el grado de circulación de este autor aun en la contemporaneidad como el fundador mítico de la revolución cubana, por ejemplo, no sólo en el siglo XIX, sino en la desarrollada por Fidel Castro a mediados del siglo XX.
Pero además se debe agregar que son muy pocos los autores del siglo XIX hispanoamericano que han logrado introducirse en la cotidianidad del pueblo hispano en el nuevo continente de tal manera que cuando se recita el primero de los Versos sencillos, nadie del común se va a imaginar a un caballero almidonado del siglo XIX, a un filósofo, a un pensador o a un escritor, sino más bien a un coplero cubano que expresa desde su corazón sus más profundos sentimientos y pensamientos.
No se afirma aquí que sin Martí no hubiera sido posible la configuración de una identidad hispanoamericana, lo que me atrevo a asegurar es que esta no sería igual, probablemente hubiera sido más prosaica o inspirada en ideales inalcanzables, en Martí el mundo americano adquiere unos colores amables para todo el mundo, la transformación del entorno social está al alcance de la mano de cualquiera que se atreva, sobre todo porque no escribió para los eruditos, sino para todos y cada uno de los hispanoamericanos.


Bibliografía
Bourdieu, P. (1985). ¿Qué significa hablar? Madrid: Ediciones Akal.
Lukács, G. (1920). Historia y conciencia de clase. (F. Duque, Trad.) La Habana: Editorial de Ciencias Sociales del Instituto del Libro.
Martí, J. (1982). Ismaelillo/Versos Libres/Versos Sencillos. Madrid: Ediciones Cátedra.
Rexach, R. (enero de 2002). Poética de José Martí. Obtenido de La página de José Martí: http://www.jose-marti.org/jose_marti/articulos/articulospermanentes/rexach/09poeticademarti.htm
Schulman, I. A. (2010). Introducción. En J. Martí, Ismaelillo/Versos Libres/ Versos Sencillos (pág. 20). Madrid: Ediciones Cátedra.
Westwood, C. (Diciembre de 2005). Identity rifts in the spanish speaking world: a literary comparison of Martí, Darío, Unamuno and Machado. Tesis. Universidad de Utah.





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