Los sueños como delirio: cómo el cerebro pierde el juicio

Introducción En este libo hablaremos del mente-cerebro, también sobre las famosas visiones psicodélicas inducidas por drogas y sean semejantes a los sueños, e incluso también podemos describir nuestros sueños como psicodélicos .cuando despertamos del sueño MOR y recobramos nuestros parámetros de orientación del estado vigilia el cerebro-mente debe recorrer una distancia en el estado del espacio tridimensional, la inercia que debemos superar cuando nos despertamos es el modulador el sistema aminergico-colienergico,también habla sobre la comunidad hippie y la comunidad psicoanalítica, I. El cerebro está loco Se necesita bastante sentido del humor para enfrentarse a la realidad de los sueños, porque es evidente que se está tan loco como una cabra cuando se está en garras de un sueño. No hay locura más delirante que el soñar. El autor se pregunta qué diferencia hay entre los sueños y la locura, cual es la diferencia entre la experiencia onírica y la experiencia en estado de vigilia de alguien psicótico, demenciado o loco; no hay ninguna diferencia. En ambas situaciones el paciente presenta alucinación, engaño, queda desorientado, todo era ilógico, queda emocionalmente desequilibrado y confabulan. En los sueños se tiene el sentimiento de estar despierto, y se cree que es una realidad (experiencia subjetiva). El agudo y dramático cambio del estado mental es provocado por otro de iguales características en el estado del cerebro, del sueño a la vigilia. Es este perfecto vínculo entre el estado cerebral y el estado mental el que da el valor para proponer que es un error emplear dos grupos diferentes de palabras, de conceptos y de sentimientos cuando consideramos nuestros cerebros (por un lado) y nuestras mentes (por el otro). El cerebro y la mente están inextricablemente unidos. La naturaleza de cada estado de conciencia que se experimenta subjetivamente está determinada por el estado del cerebro. Se sueña porque algo específico está sucediendo entre las neuronas del cerebro. Despiertas porque la actividad vuelve a cambiar súbitamente de manera específica. El cerebro dirige al cuerpo; la mente dirige nuestros pensamientos y personalidades.