Los sedimentos de la cámara sepulcral del dolmen de Katillotxu V (Mundaka, Bizkaia): composición química y mineralógica

July 4, 2017 | Autor: J. Quintana | Categoría: Mineralogy, Megalithic Monuments, Cantabrian Region
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Descripción

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LOS SEDIMENTOS DE LA CÁMARA SEPULCRAL DEL DOLMEN DE KATILLOTXU V (MUNDAKA, BIZKAIA): COMPOSICIÓN QUÍMICA Y MINERALÓGICA Iñaki Yusta 1, Juan Carlos López Quintana 2 Palabras clave: Dolmen, suelos, mineralogía, fósforo, Calcolítico

1. Introducción y Materiales. El dolmen de Katillotxu V forma parte de un Conjunto Monumental Megalítico, con evidencias de ocupación premegalítica, localizados a lo largo del cordal de Katillotxu (al W de Sukarrieta-Mundaka, Bizkaia). El dolmen fue descubierto en 2002 por miembros de AGIRI Arkeologia Elkartea y su excavación arqueológica se llevó a cabo entre los años 2006 y 2008, bajo la dirección de J.C. López Quintana y A. Guenaga Lizasu (López Quintana et al. 2007, 2008, 2009). De las 7 localizaciones reconocidas en el cordal, destacan las estructuras dolménicas de Katillotxu I y V, muy cercanas entre sí, pero con características diferentes. El dolmen de Katillotxu I se caracteriza por un ajuar funerario abundante y variado (sílex, cuentas de collar, cerámica) que sugiere enterramientos colectivos durante el Neolítico; y una estratigrafía que revela diversos episodios de remoción. Por el contrario, en Katillotxu V el ajuar se limita a una lámina de sílex, pero la estratigrafía se ha conservado sin alteraciones evidentes. En ninguno de ellos se han encontrado restos óseos, en principio atribuible al carácter ácido de los suelos. La edad determinada por 14C para Katillotxu V, sobre restos de un fuego situado sobre la cámara sepulcral, es de 4290 ± 40 BP, es decir inicios del III Milenio Cal. BC, durante el Calcolítico. Katillotxu V (12 m de diámetro por 0,75 m de altura) se compone de un núcleo de tierra, en cuyo centro se inserta la cámara funeraria de planta rectangular-trapezoidal alargada (2,20 m x 0,80 m, Figura 1). La parte superficial del núcleo de tierra se recubre con una coraza de bloques de arenisca, que se organiza por medio de bloques Figura 1. Dolmen Katillotxu V: detalle de imbricados en posición subvertical. la cámara sepulcral. En el entorno geológico de Katillotxu V aparecen niveles de areniscas amarillas, ricas en cuarzo, pertenecientes al complejo Supraurgoniano (Albiense medio–Cenomaniense inferior) sobre las que se desarrollan suelos poco potentes de los que en el centro tumular se observa el horizonte C (Sac- arenas amarillas con clastos de arenisca parcialmente descompuestos, Figura 2). Por encima, aparecen arenas

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Departamento de Mineralogía y Petrología. Universidad del País Vasco. Apdo 644. E–48080 Bilbao. e-mail: [email protected]

AGIRI Arkeologia Kultura Elkartea-Asociación Cultural de Arqueología AGIRI. 208 Postakutxa. 48300 Gernika-Lumo. E-mail: [email protected] 2

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marrones compactas (Smk) del núcleo terroso del túmulo y, a techo, pasan a niveles con abundantes bloques que forman la coraza pétrea tumular, en concreto son arenas marrones compactas (Bsmk) y arenas y limos grises (Bsln). Las muestras estudiadas se han recogido en el interior de la cámara sepulcral (M2, M4, M5, a la misma cota y la M6 unos 15 cm por debajo) y fuera de la cámara (M1 y M3). Ante la falta de restos humanos, las muestras se han analizado con diversas técnicas con el objetivo de encontrar caracteres químico-mineralógicos que informen sobre posibles enriquecimientos en fósforo en la zona de enterramiento y refuercen la existencia de fuegos detectada en varias muestras por su aspecto externo y presencia de microfragmentos de carbón.

Figura 2. Corte estratigráfico de la zona central y cámara sepulcral del dolmen Katillotxu V, con indicación de las muestras de tierras estudiadas (M1 a M6).

2. Métodos. Las técnicas utilizadas para la caracterización de las muestras comprenden la descripción de “visu” y con la lupa binocular, separación magnética, análisis mineralógico por difracción de rayos X (XRD) y químico mediante fluorescencia de rayos X (XRF). Las muestras se han tamizado a tamaño < 2mm. Parte de los datos mineralógicos se han obtenido por difracción de rayos X utilizando los equipos del ˝Servicio de Análisis de Minerales y Rocas˝ de la Universidad del País Vasco. Cada espectro de difracción se ha medido durante una hora con un difractómetro Philips PW1710, equipado con un goniómetro PW1050/25, generador PW1729, tubo de Cu y monocromador de grafito. El método de análisis empleado ha sido el de agregado policristalino desorientado en polvo, preparado tras moler y homogeneizar manualmente en un mortero de ágata una pequeña fracción de la muestra con el fin de obtener un tamaño impalpable, adecuado para su procesamiento por difracción de rayos X.Los espectros de difracción obtenidos se han identificado mediante software por comparación con las fichas publicadas del JCPDS (Joint Committee on Powder Diffraction Standards). La composición química de los sedimentos se determinó mediante un espectrómetro secuencial de fluorescencia de rayos X por dispersión de longitud de onda PHILIPS PW1480, dotado con un tubo dual Sc/Mo, 6 cristales analizadores (PX4, PX1, PE, Ge, LiF200, LiF220), detectores de flujo gaseoso (Ar-CH4) y de centelleo. Se ha trabajado sobre perla de vidrio en atmósfera de vacío según el método descrito en Yusta et al. (1994).

3. Resultados y discusión. Las seis muestras de tierra son muy similares entre sí, están constituidas por arenas de color marrón, con escasos fragmentos del sustrato de arenisca fuertemente meteorizada, y agregados terrosos que se disgregan con facilidad. En M2, M3 y M4 aparecen minúsculos fragmentos de carbón vegetal que les aportan en húmedo una coloración ligeramente más oscura. La composición química y mineralógica de los suelos es muy homogénea (Tabla 1, Fig. 3), en general los elementos analizados muestran distribuciones estadísticamente normales, con rangos de variación reducidos. Todas contienen cuarzo como fase mayoritaria (69-78%), filosilicatos tipo illita y cantidades menores de óxi-hidróxidos de hierro (hematites y maghemita en proporciones inferiores al 2%, Fig. 3b). La presencia de maghemita (gamma-Fe2O3, magnético) se suele relacionar con el calentamiento, en hogares o fuegos fortuitos en bosques, de compuestos de Fe contenidos en el suelo, por ejemplo de goethita, lepidocrocita, hematites o fases amorfas de Fe (Nørnberg et al., 2004; Zanelli et al., 2006). En ninguna de las muestras aparece calcita, mineral típico procedente de la carbonatación de cenizas en hogares, tampoco en la muestra M5, escogida por su aspecto de ceniza en el yacimiento. El contenido en CaO es asimismo muy bajo, varía entre 0,04 y 0,2%. La presencia de carbón finamente disperso en las muestras, y el ennegrecimiento y textura en M2 y M5, reflejan la existencia de fuegos, que en cambio no se traduce en la presencia de cenizas calcíticas, pero sí en la presencia minoritaria de maghemita.

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El carácter ácido de los suelos puede explicar la ausencia por lavado de calcita. Otro hecho destacable en estos suelos son los bajos contenidos en fósforo (media: 0,06% P2O5, rango: [0,051-0,063]%), manganeso (en todas las muestras por debajo del límite de detección,
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