Los republicanos y el problema vasco en la Segunda República. En: Alcores, 11 (2011), pp. 169-189.

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ISSN:1886-8770

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Indrce Dossrnn El uso público comparado del antifranquismo y del antifascismo Abdón Mateos (eds.)

Introducción

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del anti/ianquismo y del exilio después de Franco

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antifanquismo en la Cataluña autónoma (1950_2003).

Las políticas de memoria

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En torno a Ia crisis del antifascismo: Entre la hisroria, 1o mrmoiia y la razón polírica

FranciscoEnrc¡.

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tó el antifuscismo. Interpretaciones d¿ la Resistencza

GiovannionsrNe. Resistencia

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de la Resistencia en

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fnal del paradigma antifasc^ta en la Italia rEublicana llLuca Pornsn R¡u¡.ccr.

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201 1, PP' 169-1 89

Jon Penche

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Universidad Nova de Lisboa 16 de septiembre de 201 Fecha cle aceptación defrnitiva:

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ya que la ias provincias vascas en España

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autonomy the Basque question: from the to the Sociery Studies B"'qtt re status oftht 'ore

\fl"-tr|:republicanism'secondRepublic'BasqueCountry'autonomy'politicaiparties'

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lebido a ello, los a)'unramienros gobernados por republicanos y socialisras no se :i-naron al movimiento de alcaldes comandado por jeltzales y carlistas, quitando ;s- legitimidad a dicha iniciativa, al no contar con los alcaldes de las capitales ni :. Ias zonas industriales. Es por eso que querían que la iniciativa recayese en las -omisiones Gestoras de las Diputaciones, compuesras en su mayoría por republi-nos y socialistas, Para que el proceso estatutario revirtiese a favor de las fuerzas :-errepublicanas, pretendiendo de esta forma republicanizar el País Vasco. En la provincia deYizcaya todos los partidos republicanos estaban desde un -:dncipio de acuerdo en que el Estatuto debía de ser único para las provincias vas-onavarras, Puesto que en ningún momento sale a la luz la posibilidad de redactar -r Estatuto uniprovincial. En Guipúzcoay, sobre todo, en Álava, la voluntad de un Estatuto uniprovincial estuvo latente en muchos momentos, fundada =rablecer las diferencias entre las provincias vascas y en el miedo a que predominaran =l -os intereses de la provincia más poblada, Yizcaya, en detrimento de las menos :obladas, aspecto este que se acusa sobremanera e.r Aa'r". Los sectores más republicanos más acusadamente autonomistas se situaron en -\cción Republicana, parricularmenre en vizcaya, donde el núcleo que encabezaba

Ramón de Madariaga, redactor del Estatuto de la spv, defendía la concesión de .n amplísimo grado de auronomía a las provincias vascas. De hecho, el Parddo Republicano Autónomo deYizcaya, el precedente de ¡n enYizcaya, fire la única ñrmación republicana que dio su visto bueno de forma íntegra al Estatuto de la sEV, un texto con una concepción acusadamente federal que chocó con la concep;ión integral y regionalizable de la Constitución de 1931. En el otro lado de la balanza se situó el Partido Radical, con un concepro mucho más centralizado del Estado, la agrupación alavesa rechazóde plano el Err"tr.rto de 1932, y que, en general, facilitaba el trámite esratutario con la garantía de que el texto sería enmendado por su grupo parlamentario en las Cortes. En medio de ellos se situó el IRRS, favorable siempre al Estaruto pero manreniendo reservas y esperando a enmendar algunos aspecros en el Parlamento.

r:.ada por su antinacie ¡r'ublicanos no queríar Gmo, y por eso queríar or:-.bramien ro guberna_ Rc.

prv renía la mayoría.

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