Los puertorriqueños como esclavos desde la perspectiva de Ramón Emeterio Betances

June 7, 2017 | Autor: Maria C Blas-Perez | Categoría: Colonialism, Ramon Emeterio Betances, Esclavitud, Pedro Albizu Campos
Share Embed


Descripción

Los puertorriqueños como esclavos desde la perspectiva de Ramón Emeterio Betances y Pedro Albizu Campos -María Cristina Blas Pérez Ramón Emeterio Betances y Pedro Albizu Campos fueron figuras que se destacaron por creer en la independencia de Puerto Rico y por denunciar abiertamente aquello que consideraron restricciones e injusticias impuestas por los imperios de turno. Aunque en diferentes tiempos y bajo diferentes administraciones coloniales, es interesante notar como puede trazarse una continuidad en el discurso de ambas figuras y establecer un diálogo entre éstas. Muchas son las continuidades que pueden explorarse entre Betances y Albizu. El radicalismo por el que se distinguen en sus respectivos entornos es sólo una de esas características que unen a estas figuras distantes en tiempo y circunstancias. A pesar de que Betances vive bajo el gobierno español en la isla y Albizu en la administración estadounidense, se podrán destacar en los discursos de Albizu ideas y reclamos que lo convierten en el heredero del discurso betanciano. Ciertamente, estas figuras pueden compararse y contrastarse de muchas maneras, por lo que limitaré el presente ensayo a la discusión sobre “la esclavitud del puertorriqueño”, concepción presente en los discursos y escritos de las radicales figuras históricas. En sus discursos y escritos, tanto Betances Alacán como Albizu Campos, subrayarán y denunciarán que los puertorriqueños son esclavos. Desde la perspectiva de Betances y Albizu ser esclavo no se reducía a tener un propietario bajo la institución esclavista. En el caso de Betances, este sí presencia la institución esclavista en Puerto Rico y lucha contra ésta, por lo que en sus escritos es usual encontrar la mención de los esclavos refiriéndose específicamente al individuo, hombre o mujer, a quien se le ha privado la libertad bajo la institución esclavista. Sin embargo, es constante toparse con la mención de la esclavitud refiriéndose a los puertorriqueños como pueblo esclavo, y es ésta la noción adoptada en el siglo veinte por Pedro Albizu Campos. Para 1

estos, la condición de esclavos de los puertorriqueños estaba íntimamente ligada a la situación política del país, a estar doblegados, a conformarse y a no ejercer ningún poder o derecho en el gobierno insular. Para que sea posible establecer un diálogo entre ambas figuras se utilizarán discursos transcritos y orales, cartas y artículos. En su lucha por la independencia de Puerto Rico y sus gestiones abolicionistas, Ramón Emeterio Betances expresó tanto en la prensa como en correspondencia su sentir ante el gobierno opresor español. Para Betances era inconcebible que Puerto Rico no fuera partícipe de la libertad humana como muchos países hermanos que habían luchado por la libertad en todos los sentidos. Desde la perspectiva de Betances, eran la independencia y la libertad humana símbolos de la dignidad de un pueblo, pero también de su civilización y progreso intelectual. En sus escritos denunciará la esclavitud, como institución, pero también se referirá a los puertorriqueños como esclavos porque no tenían la independencia y porque no abogaban por su propia libertad. A continuación discutiré artículos publicados en la prensa y otros que circularon como hojas sueltas en los que Betances incitaba a los puertorriqueños a luchar por el derecho a la libertad a la vez que los denominaba esclavos y siervos de España. Además de estos discursos escritos, seleccioné correspondencia que contiene preocupaciones y reproches de Betances en torno a la esclavitud del pueblo puertorriqueño. A un año del Grito de Lares, en noviembre de 1867,

Betances publica Los diez

mandamientos de los Hombres libres, en el que se dirige a los puertorriqueños. En este escrito Betances simula estar en ánimos de negociar con España y le propone algunas condiciones para mantener a Puerto Rico; le solicita a España que reconociera una lista de derechos y libertades a Puerto Rico, entre estos: derecho a votar, libertad de culto, de palabra, de imprenta, de comercio, entre otros. No obstante, es interesante notar que la primera exigencia que hace Betances en el 2

documento lo es la abolición de la esclavitud. Aunque el documento no explica la razón por la cual ésta es la primera exigencia que figura, propongo una manera de mirar este aspecto. Como podrá examinarse en este trabajo, la mención de la esclavitud como aquella condición del puertorriqueño por no tener derechos será recurrente; tomando esta premisa, tiene sentido que la abolición de la esclavitud fuese la primera exigencia estipulada en la lista de derechos reclamados. Para Betances la causa de la independencia de Puerto Rico y la abolición de la esclavitud son una puesto que éste no puede concebir una sociedad en que la libertad sea exclusiva para un determinado grupo. Por lo tanto, “La abolición de la esclavitud” como primera premisa sintetizaba y explicaba en una frase la escasez de autoridad jurídica de Puerto Rico bajo España. Al obtener la abolición de la esclavitud se obtenían automáticamente el resto de los derechos estipulados en el documento y por consiguiente la plena libertad humana. En el año 1867, continuaban apareciendo proclamas inclusive anónimamente, pero que han sido atribuidas a Betances por la similitud en vocabulario y expresiones que convocaban a unirse a la lucha por la libertad.1 Una de éstas titulada “A los puertorriqueños” le escribe directamente a su pueblo: “¡Amigos! ¡Cuatro siglos de opresión y servidumbre nos han abolido para nosotros el derecho de ser libres!”2 “Servidumbre” es la manera en que Betances describe la condición que se ha mantenido bajo España. Más adelante en la misma proclama, Betances se refiere a las razas originarias, introducidas y formadas en Puerto Rico y cómo han sufrido a través de la historia. Escribe Betances: “La raza primitiva destruida; tras ella la raza africana, sacrificada, y con ésta el criollo esclavizado, abatido, y despiadado…”3 Para Betances no era excesivo comparar la

1

Ramón Emeterio Betances, Escritos políticos: proclamas, discursos y estudios, vol. 4, Obras completas, Félix Ojeda Reyes y Paul Estrade, editores (San Juan: Ediciones Puerto, 2008), p. 61-62. 2 Ramón Emeterio Betances, Escritos políticos: proclamas, discursos y estudios…, p. 61. 3 Ramón Emeterio Betances, Escritos políticos: proclamas, discursos y estudios…, p. 62.

3

situación jurídica del puertorriqueño bajo el gobierno español a la institución esclavista que sufrió el africano introducido en Puerto Rico. El aludir constantemente al pueblo puertorriqueño como uno esclavizado el médico mostraba su indignación, pero también hay que tomar en cuenta que estos escritos eran para la circulación y que estarían en manos de un público en general; muy posible que Betances esperaba causar gran indignación en aquel que lo leyera. Aunque Betances considerara que el esclavizado debía tener los mismos derechos que el resto de los hombres libres, hay que tomar en cuenta que ésta no era la opinión de la población aun atada a intereses esclavistas. Declararse como abolicionista era una idea radical y hasta peligrosa pues se atentaba no tan sólo contra intereses económicos, sino que también se rompía con las estructuras sociales establecidas. La comparación del puertorriqueño criollo y libre con el esclavizado, la condición más baja en la sociedad, debió resultar muy ofensiva a la población lectora de sus escritos. En 1868, posiblemente a finales, Betances publica otra proclama titulada “¡Puertorriqueños! ¡Basta de opresora tutela!” 4 Además de volver hacer mención de la esclavitud en que se mantenía al pueblo puertorriqueño, en este escrito Betances expone otra de sus preocupaciones: la opinión internacional sobre la condición de Puerto Rico. Al caborrojeño

le afectaba

grandemente lo que los países libres pensaran de las circunstancias retrógradas y hasta inertes en que se encontraba Puerto Rico, incapaz de “conquistar la libertad.” Dice Betances: “¡A las armas puertorriqueños! Salgamos de un estado infamante que nos hace considerar en el extranjero como un pueblo de mujeres y esclavos!” Aunque la expresión de “mujeres y esclavos” nos haga pensar en un Betances Alacán cargado de prejuicios de género, eran las mujeres y los esclavos en las palabras del radical la forma de aludir a quienes consideraba cobardes, sumisos y 4

Ramón Emeterio Betances, Escritos políticos: proclamas, discursos y estudios…, p. 79.

4

débiles que no luchaban por su libertad y ésta no era la imagen que Puerto Rico debía de tener ante el mundo. ¿Cómo remediar nuestra imagen de esclavos y cobardes ante el mundo? Según Betances se dejaría de ser esclavo si se luchaba por la libertad de un país, así fuese por la de Cuba.5 Dejar de ser esclavo era despertar y combatir a la fuerza opresora. Luego de un año y medio de haber ocurrido el Grito de Lares, en enero de 1870, Betances declara: “¡y todavía somos esclavos!” 6 En el escrito Betances hace un llamado a no creer en la Constitución que se le iba a otorgar a Puerto Rico, ya que esta sólo sería una manera de seguir degradados en la servidumbre. 7 Como podrá verse posteriormente, Albizu Campos criticará la Constitución de 1952 desde un punto de vista similar. Otro aspecto que puede señalarse de este escrito es que por primera vez Betances hará una distinción entre el esclavo africano y el esclavo criollo. Mientras el esclavo africano añoraba la libertad para librarse de la institución esclavista, los puertorriqueños debían hacerlo por “el yugo de la deshonra” que no tener derechos y autoridad propia significaba. Lamenta Betances Alacán: “Si el amor a la libertad (…) no tiene ya en nuestra Borinquen amada, otro refugio que el corazón del más infortunado de todos, el del Africano, esclavo de los esclavos, sacudamos el yugo de la deshonra que nos dobla (…)” 8 Era el africano el único que deseaba la libertad y este tenía una condición diferente al del resto de los puertorriqueños, era el que verdaderamente sufría una esclavitud, era “el esclavo de los esclavos.” La metáfora de la esclavitud y servidumbre para describir la condición de los puertorriqueños bajo España no era un recurso literario reservado únicamente para sus escritos destinados a la 5

Dice en una carta a Justo Barros: “Mas si no queréis sino ser esclavo, concédanos el cielo la honra de unirme a los hombres de Cuba y moriré allí, en nombre de nuestro Puerto Rico amado…” 6 Ramón Emeterio Betances, Escritos políticos: proclamas, discursos y estudios, vol. 4, Obras completas, Félix Ojeda Reyes y Paul Estrade, editores (San Juan: Ediciones Puerto, 2008), p. 98. 7 Dice: ¡Elevemos nuestra alma que se degrada en la servidumbre! 8 Ramón Emeterio Betances, Escritos políticos: proclamas, discursos y estudios…, p. 98.

5

publicación. En correspondencia a amigos íntimos también recurre a la expresión sin dejar de ser poético. En una carta a Román Isaza, amigo suyo y músico, escribe: Mi corazón se rompe a latidos cada vez que me quedo pensando que somos esclavos miserables, infames, envilecidos. ¡Quién tuviera una mano titánica, ¡oh Borinquen!, quién pudiera arrancarte de la base de los Andes y precipitarte al fondo del Océano, primero que verte arrastrando, prostituta, la embrutecida servidumbre y besando los pies del tirano!9

Como en escritos discutidos anteriormente, tener la libertad y derechos era cuestión de dignidad. Es relevante notar nuevamente la comparación del Puerto Rico esclavo con el género femenino; la falta de dignidad a través de la esclavitud convertía a Puerto Rico en prostituta. Hasta final de su vida en 1898, Ramón Emeterio Betances reclamó el derecho de Puerto Rico de ser independiente y libre. Las circunstancias coloniales que hacían de Puerto Rico un “pueblo esclavo” continuaron de 1898 en adelante, pero Betances sólo pudo presenciarlo por poco tiempo. Como si Betances hubiese dejado abierta la discusión sobre el Puerto Rico esclavizado, Pedro Albizu Campos continúa la noción del Puerto Rico esclavo desde los comienzos de su activismo político. Sin embargo, como podrá observarse, Albizu Campos adopta la noción del Puerto Rico esclavizado ante la situación colonial que él conocía, la estadounidense, y pasa por alto que la institución esclavista surge bajo España. A continuación se discutirán escritos y discursos por Pedro Albizu para conocer su definición de esclavo y con el propósito de establecer una continuidad entre las ideas de Betances en el siglo diecinueve y ver cómo renacen algo alteradas en el veinte a través del líder nacionalista. Tan temprano como en 1934, la acusación de “esclavistas” al gobierno estadounidense aparecía en sus escritos sobre la huelga cañera. En el artículo titulado “La huelga cañera”

9

Ramón Emeterio Betances, Escritos políticos: Correspondencia relativa a Puerto Rico, vol. 5, Obras completas, Félix Ojeda Reyes y Paul Estrade, editores (San Juan: Ediciones Puerto, 2008), pp. 67-68.

6

publicado en el periódico Imparcial, Albizu expone las causas y justificaciones de la huelga de trabajadores, además de discutir cómo las corporaciones estadounidenses afectaban la isla en términos comerciales y económicos.10 Luego de mostrar datos concretos sobre los efectos de las corporaciones, Albizu ve necesario insertar la noción de la esclavitud y persuadir a la población con la misma escribiendo: “Interesa a Puerto Rico entero el respaldar esta huelga porque es el principio de la abolición de la esclavitud azucarera.” Para una gran parte del público lector, las palabras debieron de ser excesivas ya se equiparaba la maquinaria modernizadora estadounidense y la imagen del progreso estadounidense a la institución esclavista. Si esta maquinaria era en definitiva una “esclavitud azucarera”, habría que abolirla, pensaría su público lector. Albizu responsabilizaba y exigía al pueblo de Puerto Rico entero y no únicamente al sector obrero a intervenir en la lucha para abolir una esclavitud que no podía existir. Semanas después publica “La esclavitud azucarera”, siguiendo las mismas líneas del artículo anterior. Sin embargo, en este presta más atención a aspectos sociales del trabajador y cómo su vida se veía afectada. A lo largo del artículo y siendo fiel a su título, Albizu no dejará de señalar “la esclavitud” por la que atraviesan los puertorriqueños; repetirá la palabra esclavitud y sus derivados alrededor de siete ocasiones. Para convencer a su público lector, Albizu Campos hará referencias históricas para establecer una comparación entre el pasado y el presente. Por ejemplo, al referirse a la abolición de la esclavitud bajo el gobierno español, idealiza las circunstancias bajo las cuales se dio el proyecto. Dice Albizu: El gobierno español se allanó a esa llamada de nuestra civilización cristiana y para transformar al esclavo en hombre libre, fundó la aldea rural, en sitio salubre y fértil, donde el hogar suyo gozaría de independencia económica y moral.11

10

Pedro Albizu Campos, Albizu Campos: Escritos, Laura Albizu-Campos Meneses y Fr. Mario A. Rodríguez León, O.P., editores (Hato Rey: Publicaciones Puertorriqueñas, 2007), pp. 97-101. 11 Pedro Albizu Campos, Albizu Campos: Escritos…, p. 102.

7

Nacionalistas como Albizu sostenían la idea de que Puerto Rico progresaba bajo España, la abolición de la esclavitud siendo parte de ese progreso logrado. Mientras para Betances, España era aquella nación retrógrada y reclamaba a los puertorriqueños no esperar por un proyecto de abolición para lograrla, España, desde la perspectiva de Albizu, fue aquella nación compasiva que dio la abolición y que se preocupó por la vida del nuevo hombre libre. Todos estos aspectos eran necesarios para contrastar la vida del obrero contemporáneo que, según el líder, no obtenía este tipo de protección bajo la nación estadounidense. Otro aspecto relevante del escrito “La esclavitud azucarera” lo es su definición de lo que es ser un esclavo, que no será igual a la que ofrecerá posteriormente a finales de la década del 40. Albizu moldea la noción de esclavitud a las circunstancias por las cuales aboga. Para convencer al público lector de que las condiciones de la clase obrera podían compararse a un régimen esclavista, en este discurso Albizu declarará directamente por qué los obreros son esclavos. Dice Albizu: La esclavitud como régimen social queda implantada automáticamente cuando se priva al pueblo de la oportunidad para poseer en pleno dominio tierras donde afincar su hogar con independencia económica, inmune, como el castillo del patricio, a toda intervención del poder.12

Para Albizu, ser esclavo era no poseer tierras ni independencia para cultivarla, era aquel que se veía obligado a convertirse en asalariado de las corporaciones. Como para Betances, para Albizu no hay un punto medio entre ser esclavo y ser libre, la condición esclava era inminente cuando se carecía de ciertos derechos. El autor concluye el artículo, realizando un llamado a los puertorriqueños ya que los obreros representaban el noventa por ciento de la población y era responsabilidad de todos luchar a favor de los derechos de los obreros; termina diciendo: “Esta

12

Pedro Albizu Campos, Albizu Campos: Escritos…, p. 102

8

es la esclavitud azucarera impuesta a viva fuerza. Toca a nosotros abolirla.” Era un llamado que solicitaba a todos los puertorriqueños a convertirse en los héroes abolicionistas del presente. Luego de su encarcelamiento de 1936 a 1943, Albizu vive en Nueva York hasta 1946; ese mismo año decide regresar a Puerto Rico. A poco tiempo de su llegada es aprobada La Ley de la Mordaza de 1947 que prohibía expresarse en contra del gobierno y quien lo hiciera, sufriría las consecuencias. Como si esta ley hubiese sido más bien un llamado a críticas y denuncias, Albizu intensificó su discurso en contra del gobierno local y estadounidense. Entre las denuncias se encontraba, por supuesto, la noción de Puerto Rico como el “pueblo esclavo”, proclamada constantemente en espacios públicos. Los discursos realizados entre 1948 al 1950 fueron los que provocaron que Albizu fuera nuevamente motivo de preocupación para el gobierno hasta ser nuevamente condenado y encarcelado.13 Independientemente de la Ley de La Mordaza, los discursos de Albizu continuaban la incitación a la rebelión y el cuestionamiento de la autoridad del gobierno estadounidense sobre Puerto Rico. La mención de “la esclavitud” para referirse a la hegemonía que Estados Unidos ejercía sobre Puerto Rico formó parte de sus señalamientos. Para ver de qué manera Albizu introduce la noción de Puerto Rico como uno esclavizado he seleccionado únicamente dos discursos. Uno de los discursos que he seleccionado fue proclamado en ocasión del natalicio de Ramón Emeterio Betances el 8 de abril de 1949, y el otro data del 23 de septiembre de 1950, en conmemoración del Grito de Lares. Estas proclamas no solamente presentan la oportunidad de profundizar en la noción de esclavitud que trae Albizu, sino que también podrá verse cómo el

13

Ver Ivonne Acosta Lespier, La palabra como delito: los discursos por los que condenaron a Pedro Albizu Campos (1948-1950) (Río Piedras: Editorial Cultural, 1993).

9

nacionalista justificará sus señalamientos haciendo referencia a las ideologías de Betances en torno a la libertad del ser humano y de un país. El 8 de abril de 1949, Pedro Albizu Campos se encontraba en Cabo Rojo para conmemorar el natalicio de Ramón Emeterio Betances. La mención de la esclavitud está presente desde el comienzo del discurso. Albizu Campos presenta la figura de Betances cuyos actos debieran de ser imitados por los puertorriqueños en la lucha por la libertad. Sobre Betances, Albizu dice lo siguiente: Forcejeó con los esclavizadores de aquellos tiempos, forcejeó con ellos por medios pacíficos y cuando se convenció de lo que llevaban en el cuerpo, en la sangre, era el despotismo, supo que había una sola manera de hacerlos razonar, y era con el sable, con la lanza, para sacarles el veneno que llevaban en los huesos.14

Para Albizu Campos era importante que el pueblo entendiera que la lucha de un pueblo por su libertad era parte de un pasado histórico no muy remoto y real. Dice Albizu, refiriéndose a Betances: “…aquí no estamos hablando de un ser imaginario, aquí estamos hablando de un ser ejemplar, del Padre de la Patria.” Utiliza a Betances como un ejemplo en la historia a la vez que se ubica dentro del repertorio de figuras que luchan por la libertad humana. El nacionalista pretendía que su audiencia estuviese convencida de que la esclavitud actual era real y no una creación suya: “y es el espíritu de Betances-esas no son palabras de Albizu Campos, es el espíritu, el ejemplo de Betances.”15 Al referirse a la situación colonial de Puerto Rico como un régimen esclavista, Albizu no vacilará en ofrecer las razones y persuadir a sus oyentes de ello. Desde la perspectiva de Albizu,

14

Ivonne Acosta Lespier, La palabra como delito: los discursos por los que condenaron a Pedro Albizu Campos (1948-1950) (Río Piedras: Editorial Cultural, 1993), p. 68. 15 Ivonne Acosta Lespier, La palabra como delito…, p. 69.

10

el pueblo puertorriqueño era esclavo pues aparentaba no ejercer ningún tipo de poder frente a la nación estadounidense. En la conmemoración del natalicio de Ramón Emeterio Betances declara:

¡El Gobierno de los Estados Unidos aquí mantiene la esclavitud! ¡El Gobierno de los Estados Unidos dice que tiene derecho a disponer de la vida de cada uno de nosotros! Que puede movilizar a cada uno de nosotros y mandarnos a matar tal o cual sitio del mundo en defensa de sus intereses… 16

El hecho de que bajo la Ley Jones los puertorriqueños recibían la ciudadanía y estaban obligados a entrar en las fuerzas armadas era para Albizu uno de los indicativos que en Puerto Rico existía la esclavitud. Como abogado, Albizu constantemente aludió a la esclavitud desde un punto de vista jurídico; entre estos años no dejó de profundizar en todos aquellos derechos que Puerto Rico no tenía frente a la nación estadounidense, por lo que comparte su visión de esclavitud con Betances. Es evidente que Albizu conocía los escritos de Betances, sin embargo, utilizaba aquellas discusiones que se ajustaban a su discurso. En el discurso pronunciado en Lares el 23 de septiembre de 1950, Albizu refiere directamente todos aquellos aspectos de la vida puertorriqueña que para éste significaban estar bajo un régimen esclavista. Se refiere a los trabajadores puertorriqueños que eran enviados a los Estados Unidos como los “esclavos de los poderes económicos de los tiranos de nuestra patria.” 17 Por lo tanto, estos trabajadores eran esclavos del sistema estadounidense, como había advertido en sus discursos de las huelgas obreras. Más adelante, al hablar de la Ley 600, señala las maneras en que Puerto Rico quedaba sometido jurídicamente a las decisiones del Congreso de Estados Unidos. El sometimiento de la vida y política puertorriqueña a los poderes económicos, a las fuerzas armadas y a la política de los Estados Unidos era para Albizu la esclavitud de los tiempos. Al referirse a la constitución que tendría Puerto Rico, estas fueron sus expresiones: 16 17

Ivonne Acosta Lespier, La palabra como delito…, p. 173. Ivonne Acosta Lespier, La palabra como delito…, p. 173.

11

Todas las leyes que el Gobierno Insular pase estarán sujetas a revocación por el Gobierno de Estados Unidos. Dicen que es una ley de convenio. Un gran convenio. La ley del embudo. El convenio de que los puertorriqueños acepten la esclavitud política de Estados Unidos.18

Refiriéndose nuevamente a la Constitución, Albizu alude a la baja categoría que tenía el pueblo puertorriqueño, su constitución y ciudadanía bajo la jurisdicción estadounidense refiriéndose a la condición de esclavos; dice Albizu: El amo nunca confía en sus esclavos. Confía en un enemigo libre. Pero un esclavo da su firma, no vale nada. La constitución esa a la cual van a llevar a los puertorriqueños en el 52, ya está escrita. Cuando los electores aquí redacten la constitución no pasa a ser ley, porque son esclavos. 19

Pedro Albizu Campos insistió en persuadir al pueblo de Puerto Rico que la jurisdicción estadounidense los mantenía en un régimen sin derechos y de segunda clase. Con sus palabras, Albizu esperaba que el pueblo se indignara y se uniera a la lucha contra la política estadounidense, pero éste se enfrentaba a un rival favorecido por el gobierno estadounidense y el capital que necesitaba el pueblo para ver cambios, Luis Muñoz Marín. Cabe mencionar que en algunos de sus discursos Albizu hace una distinción entre “la esclavitud nacional” y la “esclavitud individual”, siendo Puerto Rico víctima de la esclavitud nacional.20 Definitivamente, la constante referencia a la esclavitud para describir la condición de los puertorriqueños debió de sumarle seguidores, a su vez que lo convertía cada vez más en objetivo de persecución política. Aunque en el Puerto Rico de los siglos diecinueve y veinte diferentes figuras creyeron en la independencia de Puerto Rico, Ramón Emeterio Betances Alacán y Pedro Albizu Campos se destacaron en la historia por su elocuencia oral y escrita al momento de denunciar y mostrar repudio hacia el sistema colonial en el que se encontraba Puerto Rico. Las visiones de estas figuras se distinguieron por su radicalismo, resultado de circunstancias de opresión 18

Ivonne Acosta Lespier, La palabra como delito…, p. 179. Ivonne Acosta Lespier, La palabra como delito…, p. 180. 20 Pedro Albizu Campos, Albizu Campos: Escritos…, pp. 193-194. 19

12

experimentadas y presenciadas por ambas figuras pero también por su gran conocimiento de la política y los derechos humanos internacionalmente. Al contrastar la situación política de Puerto Rico frente a países libres y que tenían autoridad en sus asuntos, era lógico que Puerto Rico debía obtener lo mismo y por la fuerza. Sin embargo, ambas figuras vieron que la mayoría de la población no estaba interesada en la lucha agresiva que estos pretendían lanzar contra el imperio de turno por lo que en sus escritos, tanto Albizu como Betances, no ocultaron la frustración ante la inercia de la población puertorriqueña por obtener los derechos políticos que le pertenecían. Al revisar lo recurrente que fue la metáfora del puertorriqueño como esclavo en los escritos y discursos de estas figuras históricas y conociendo la ideología y formación intelectual de ambos, es evidente que la misma era parte de un discurso que pretendía enfatizar a la población puertorriqueña lo que significaba ser un territorio sin autoridad política ni derechos y dominada por una nación poderosa. Es interesante señalar que fueron muy pocas las veces en que Betances y Albizu diferenciaron entre el individuo esclavo y el esclavo puertorriqueño en sus discursos; esto me lleva a pensar que tal vez no se enfatizó en la diferencia para evitar que se minimizara la denuncia sobre la baja categoría que ocupaban los puertorriqueños dentro del imperio de turno, y no porque se pensara que la población era ignorante y no sabría establecer las diferencias. Desde la visión de ambos, Puerto Rico era el miserable esclavo que no era dueño de su vida ni de su destino político; para ambos en la libertad política y capacidad jurídica se encontraba la dignidad plena de un pueblo.

13

Bibliografía Acosta Lespier, Ivonne. La palabra como delito: los discursos por los que condenaron a Pedro Albizu Campos (1948-1950). Río Piedras: Editorial Cultural, 1993. Albizu Campos, Pedro. Albizu Campos: Escritos. Editado por Laura Albizu-Campos Meneses y Fr. Mario A. Rodríguez León, O.P. Hato Rey: Publicaciones Puertorriqueñas, 2007. Betances, Ramón Emeterio. Escritos políticos: proclamas, discursos y estudios, vol. 4. Obras completas. Editado por Félix Ojeda Reyes y Paul Estrade. San Juan: Ediciones Puerto, 2008. _____. Escritos políticos: correspondencia relativa a Puerto Rico, vol. 5. Obras completas, Editado por Félix Ojeda Reyes y Paul Estrade. San Juan: Ediciones Puerto, 2008. Carrión, Juan Manuel; Gracia Ruiz, Teresa C. y Carlos Rodríguez Fraticelli. La nación puertorriqueña: ensayos en torno a Pedro Albizu Campos. San Juan: Editorial de la Universidad de Puerto Rico, 1993. Ojeda Reyes, Félix. El desterrado de París: biografía del doctor Ramón Emeterio Betances (1827-1898) San Juan: Ediciones Puerto, 2001. _____. La Manigua en París: Correspondencia diplomática de Betances. San Juan: Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico y el Caribe (en colaboración con el Centro de Estudios Puertorriqueños de Hunter College, City University of New York). Suárez Díaz, Ada. La Virgen de Borinquen, y epistolario íntimo. San Juan: Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1981. _____. Ramón Emeterio Betances y la abolición de la esclavitud. San Juan: [s.n.], 2005.

14

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.