Los Partidos Nacionalistas en la Comunidad Valenciana

August 26, 2017 | Autor: Astrid Barrio | Categoría: Political Parties, Nationalism, Spanish History, National Identity
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Descripción

Los partidos regionalistas en la Comunidad Valenciana Astrid Barrio Juan Rodríguez Teruel (Universitat de València)

Primer borrador

Paper presentado en el seminario “Las bases electorales de los partidos nacionalistas en las Comunidades Autónomas”, 4-5 diciembre 2014 Centro de Estudios Políticos y Constitucionales.

Introducción El estudio del los partidos políticos valencianos, y más concretamente de sus partidos regionalistas es un campo bastante inexplorado1. Ello se explica, en parte, por el escasa dimensión electoral y parlamentaria que estos partidos han tenido tanto en la arena autonómica como en la arena estatal así como por la ausencia de un modelo de competición partidista y de un sistema de partidos claramente diferenciado al del conjunto de España (San Martín, 2003; Martín Cubas, 2007; Oñate, 2013b). Sin embargo la singularidad de la fractura identitaria en la Comunidad Valenciana y los partidos regionalistas que de ella se han derivado presenten unas características claramente diferenciadas de los partidos nacionalistas de las otras comunidades autónomas de la antigua Corona Catalano-Aragonesa, que los hace merecedores de atención. Pero además, se da la circunstancia de que en los últimos años hemos asistido al ascenso de uno de estos partidos, el Bloc Nacionalista Valencià (BNV) especialmente el impulso de a coalición Compromís. Sin embargo, este ascenso no parece tener ninguna relación con el auge del soberanismo en Catalunya y responde más bien a la dinámica de competición interna propia de la CV. En las siguientes páginas se va abordar el papel de los partidos regionalistas valencianos que han tenido representación parlamentaria en el Congreso y en les Corts, la Unió Valenciana (UV) y Unitat del Poble Valencià (UPV) primero y el BNV después. El trabajo se estructura en los siguientes apartados. En primer lugar se describe las distintas matrices de la fractura identitaria en la CV y los partidos a los que ha dado lugar. En segundo lugar se examina la evolución electoral y el sistema de partidos en dicha comunidad. Y por último se analizarán los partidos nacionalistas, prestando especial atención a su trayectoria, a su evolución electoral, las características de su base humana. 1. Fractura identitaria y partidos regionalistas en la Comunidad Valenciana En la CV, al igual que el conjunto de España, la competencia política se articula principalmente en torno a la fractura izquierda-derecha y los principales partidos se posicionan preferentemente sobre ese eje. El eje identitario presente también en muchos otros territorios españoles, aunque de menor importancia en la CV, presenta unos rasgos bien diferenciados aunque en gran medida se ha superpuesto al eje izquierda-derecha. Este rasgo diferencial, como señala Artola (1974), se debe a que el nacionalismo valenciano se ha enfrentado a un dilema al que no se han tenido que plantear el resto de nacionalismos 2 , y ha consistido en reafirmar su personalidad específica frente a Catalunya o integrarse en el movimiento pancalatanista. Y este dilema, en el fondo, remite a la espinosa cuestión de la adscripción identitaria en el territorio valenciano.

                                                                                                                1

Los partidos regionalistas valencianos han estado ausentes de la mayor parte de literatura sobre este tipo partidos (Seiler 1982) De Winter (1996), De Winter y Türsan (1998), De Winter y Gómez Reino, Elias y Tronconi, 2011), aunque algunos trabajos recientes sí que los han sido tenidos en consideración (Tronconi (2009), Massetti (2009), Barrio et al. (2009), Baras et al. (2013). 2 Artola se refería a los naconalismos subestatales anteriores a la guerra civil. Posteriormente el nacionalismo Navarra y en menor medida en Aragón también han tenido que hacer frente a este dilema. Véase al respecto Barberà (2009) y Barberà, Barrio y Rodríguez (2009).

 

1  

A este respecto Vallès (2000) plantea la existencia de diversas posibles adscripciones nacionales en la CV, las cuales, a su vez, condicionan la propia denominación de la comunidad política. La primera considera al País Valencià como parte de la nación catalana y la integra en el proyecto de los Països Catalans. En segundo lugar está aquella que ve al País Valencià como un proyecto nacional propio aun reconociendo que su adscripción cultural es básicamente catalana. La tercera visión ve al País Valencià o Comunitat Valenciana como una nacionalidad o región española con una lengua propia no secesionista respecto al catalán. En cuarto término está la concepción según la cual el Reino de València o Comunitat Valenciana es un proyecto regional propio con una lengua distinta de la catalana. Y por último aquella que concibe la Región Valenciana o Levante como parte de la nación española con manifestaciones valencianas entendidas como dialectales respecto del castellano y consideradas secundarias. En base a estas distintas adscripciones se puede concebir el territorio valenciano como parte del proyecto nacional catalán, como un proyecto nacional exclusivamente valenciano o como una provincia asimilable a Castilla Y son estas distintass concepciones las que han dado lugar a las distintas modalidades del valencianismo, que de acuerdo con Bodoque se pueden sintetizar en tres3. La primera es la versión pancatalanista que se basa, sobretodo, en el pensamiento de Joan Fuster, plasmado en la conocida obra Nosaltres els valencians (1962). Este planteamiento concibe el territorio valenciano como parte integrante de la nación catalana, los Països Catalans, compuestos además por Catalunya, Baleares, Andorra, la Catalunya Nord, situada en territorio francés y algunas de las comarcas de Aragón colindantes con Catalunya (La Franja), es decir todos los territorios de habla catalana. La nación se basa en la existencia de una lengua común y se aspira a la unidad política de todos los territorios catalanoparlantes, bien sea en el marco de una España plurinacional bien sea de modo independiente. La importancia de este valencianismo radica no tanto en su fuerza numérica, que es muy minoritaria y se ha limitado a Esquerra Republicana del País Valencià, la franquicia valenciana Esquerra Republicana de Catalunya, sino a la influencia que ha ejercido en la configuración de las otras dos concepciones. Inicialmente incidió en los ambientes intelectuales y universitarios progresistas (Rodríguez Tejeda, 1999) que desembocaron en los partidos de izquierda y nacionalistas en la transición, y posteriormente, de modo indirecto, en las otras dos concepciones surgidas como reacción a la primera. El segundo de los valencianismos también parte de la concepción fusteriana y concibe al País Valencià como una nación con rasgos distintivos propios aunque estrechamente vinculado al resto de naciones catalanas. A igual que en el caso del pancatalanismo considera que las bases constitutivas de la nación valenciana son de naturaleza lingüística y cultural y de ahí la aspiración a la normalización lingüística del catalán. Sin embargo de esa concepción inicial se ha ido evolucionando hacia un nacionalismo basado en criterios históricos e institucionales y se ha ido distanciando del primero al afirmar la singularidad de la realidad nacional valenciana, lo que ha dado lugar al valencianismo calificado de tercera vía (o terceras vías dada su pluralidad ante lo cual hay incluso quien plantea añadir una cuarta vía (Català, 2012). Este modelo presente en el PSPV se ha articulado primero a través de la Unitat del Poble Valencià, convertido en Bloc Nacionalista Valencià después y actualmente integrado en Compromís, y en otras pequeñas formaciones.                                                                                                                 3

 

Para más detalles sobre esta cuestión véase Bodoque, 2009.

2  

El tercero, el más singular de todos ellos, es el valencianismo anticalananista, cuyas raíces entroncan con la evolución del blasquismo surgido en la Restauración y que fue muy reticente hacia la Renaixença valenciana y a cualquier veleidad pancatalanista4. Es entonces cuando se articuló el primer anticalanismo valenciano que reafirmaba su alteridad con un nacionalismo uniformista español. Sin embargo el valencianismo anticatalanista es, sobretodo, una reacción a las tesis fusterianas y en especial a la idea de que las élites políticas y culturales valencianas desde la Restauración han renunciado a liderar nacionalmente y a la denuncia de que su comportamiento había sido antivalenciano y castellanizador. Frente a este planteamiento se acusa de Fuster de traicionar la causa valenciana y se empieza afirmar que el valenciano y el catalán son lenguas distintas sentando así las bases de una tradición que se opondrá a cualquier asimilación lingüística, cultural o política del valenciano con el catalán o del País Valencià con Catalunya. Se considera que el valenciano se encuentra amenazado por las iniciativas catalanistas de tal modo que la causa catalanista para a tener connotaciones negativas y a ser asimilada a antivalencianismo. Esta concepción, que se conoce como blaverismo5, cuaja durante la transición cuando la UCD y sectores de AP con el objetivo de desgastar a los partidos de izquierdas por lo que se han visto superados, les acusa de catalanistas y brinda su apoyo a los hasta entonces muy minoritarios grupos anticatalanistas. Este es el valencianismo que de la mano de Unió Valenciana ha tenido, hasta la fecha, un papel más relevante en la política valenciana hasta ser prácticamente fagocitado por el PP que ha asumido su discurso. Las distintas variantes del valencianismo han dado lugar a partidos regionalistas en el sentido establecido por De Winter (1998). Es decir, se trata de organizaciones políticas autónomas que presentan candidatos en un determinado territorio del estado, una limitación territorial voluntaria que deriva su objetivo explícito de defender los intereses de ese territorio, al tiempo que aspiran a hacerlo a través de algún tipo de autogobierno. Estos partidos, de acuerdo con Massetti (2009) pueden ser de dos tipos, partidos étnicos o partidos regionales, y en el caso valenciano encontramos las dos modalidades. La UV se corresponde con la modalidad de partido regional que es aquel que se origina como una reacción contra la movilización regionalista en regiones fronterizas o dentro de la misma región y que se identifican con el conjunto del Estado y están dispuestos a mantenerlo. La URV/Bloc, por su parte, ha de ser considerado un partidos étnico en el sentido que tiene por objetivo defender la identidad y los intereses de las personas que pertenecen a un grupo étnico que en este caso tiene como rasgo distintivo la lengua. Las modalidades de partidos regionalistas suelen determinar el grado de autonomía deseado y en el caso valenciano también se ajusta a ello. Los partidos regionalistas valencianos se han de ser considerados partidos autonomistas de acuerdo con la tipología de Massetti6. Pero mientras que la UV se correspondería con la categoría de partido autonomista moderado en tanto que no aspira a un cambio de la estructura territorial del estado aunque ello no implique renunciar a la redistribución del                                                                                                                 4

A título de ejemplo baste señalar la oposición a la posible influencia de la Solidaritat Catalana (1907) en Valencia en incluso los actos intimidatorios en contra de la misma. Véase Molas (1972) y Cucó (1971). 5 Toma su nombre de la banda azul de la bandera de la Comunidad Valenciana que la distingue claramente de la senyera. 6 Massetti (2009) distingue fundamentalmente dos tipos de partidos regionlistas: los autonomistas y los secesionistas, aunque cada tipo presenta distintas modalidades.

 

3  

poder político en su seno, la URV/Bloc debe considerarse un assertive autonomist party puesto que en último término este partido se declara partidario de la Confederación7. 2. Elecciones y sistema de partidos en la Comunitat Valenciana (3000) La naturaleza consensual de la transición española ha de ser matizada en el caso de la Comunidad Valenciana (Bodoque, 2000) puesto que en este territorio se produjo un conflicto acerca de la identidad nacional con posiciones claramente contrapuestas que acabó incidiendo en el grado de autonomía adquirido. El proceso autonómico valenciano nunca contó con un elevado grado de consenso ya que su impulso procedía básicamente de la izquierda y del valencianismo de raíz fusteriana. La UCD, especialmente a partir del momento en que se vio superada electoralmente por los partidos de izquierda, promovió un regionalismo anticatalanista provocando una confrontación que acabó desembocando en una elevada desmovilización de la sociedad valenciana respecto de la cuestión autonómica e incidiendo en la construcción de la identidad valenciana autonómica (Flor, 2011) y en la intensidad de autogobierno deseado. Y ello explica, en parte, porque a pesar de su peso demográfico y económico y de la existencia de hechos diferenciales basados en la lengua, la historia y la cultura y que la CV accediese a la autonomía por la vía lenta, aunque progresivamente se fue equiparando a las comunidades de vía rápida. Tanto que en la reforma del Estatuto aprobada en 2006, en paralelo a la reforma del Estatuto en Catalunya, se incluyó una disposición adicional, conocida como la cláusula Camps, según la cual toda ampliación de las competencias de otras Comunidades Autónomas que no estén contempladas en el Estatuto o no le hayan sido atribuidas, transferidas o delegadas a la con anterioridad obligará a las instituciones de autogobierno a promover iniciativas para su consecución 8 . Esta evolución se solo se explica porque el discurso valencianista anticatalanista ha sido asumido por el PP tras absorber a UV y convertirse en el partido hegemónico en Valencia, que lo ha convertido en un no querer ser menos que Catalunya. 2.1. La arena estatal La Comunidad Valenciana está dividida en tres provincias, Alicante, Castellón y Valencia con una densidad de población muy desigual que ha provocado una desigual atribución escaños. A Castellón, la provincia menos poblada, le han correspondido cinco escaños desde 1977. Alicante y Valencia, sin embargo han experimentado cambios. La primera es la que ha tenido un mayor incremento demográfico y ha pasado de 9 escaños en 1977, 10 a partir de 1986, 11 en 1996 y 12 a partir de 2008. Valencia, por su parte, la provincia más densa le corresponden inicialmente 15 escaños y a partir de 1986 pasa a tener 16. Desde la restauración de la democracia las elecciones generales en la Comunitat Valenciana han seguido una pauta muy similar al conjunto de España aunque ha habido diversas elecciones en las que se ha producido un comportamiento algo diferente. Esto es lo que sucedió en las elecciones de 1977 cuando se produjeron al igual que sucediera en Catalunya, la primera fuerza política fueron los socialistas y no la UCD, y en su                                                                                                                 7

Estatutos del Bloc Valencià:http://www.bloc.ws/congres/docs/viewer.php?doc=PEstatut&name=Estatuts 8 Estatuto de Autonomía 2006, Disposición Adicional Segunda.

 

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Nacionalista

conjunto los partidos de izquierda superaron ampliamente a los partidos de centro y de derecha mientras. El valencianismo en sus distintas versiones estaba entonces escasamente articulado y sólo podría considerarse como tal, con algunas reservas, el Partit Socialista del País Valencià, el cual, tras los pobres resultados se acabó integrando mayoritariamente en el PSOE, aunque una sector minoritario confluyó con el Partit Nacionalista del País Valencià. La victoria socialista en esas elecciones y el hecho de que algunos de sus componentes fuesen bastante permeables a las tesis fusterianas, decantó la estrategia de UCD concebida con el objetivo de desgastarla de promover el valencianismo anticatalanista hasta entonces muy marginal, que lo condicionó no sólo el régimen pre-autonómico y el ulterior desarrollo del proceso autonómico sino también la fractura identitaria en la CV. En las elecciones generales de 1979, en cambio y al igual que en el conjunto de España la UCD se situó como primera fuerza política a muy poca distancia de los socialistas, y ambos partidos obtuvieron la misma representación, mientras que a mucha distancia el PCE se mantenía como tercera fuerza. En esta ocasión, sin embargo, el valencianismo se encontraba más articulado y se presentaron la blaverista Unió Regional Valencianista, el fusteriano Partit Nacionalista del País Valencià e incluso el pancatalanista Bloc d’Esquerra d’Alliberament Nacional, aunque ninguno de ellos superó el 1% de los votos. Tabla 1. Resultados elecciones generales en la Comunitat Valenciana PSOE % Votos Escaños AP/PP % Votos Escaños UCD % Votos Escaños PCE/IU % Votos Escaños PSP % Votos Escaños CIC1 % Votos Escaños CDS % Votos Escaños UV % Votos Escaños UPyD % Votos Escaños Compromis % Votos Escaños

1977

1979

1982

1986

1989

1993

1996

2000

2004

2008

2011

36,6 13

37,3 13

53,11 19

47,5 18

41,46 16

38,3 12

38,3 13

34 12

46,7 17

40,97 14

26,75 10

5,93 1

4,5

29,1 102

28,8 10

27 9

40,5 15

43,7 15

52,1 19

42,4 14

51,5 19

53,32 20

32,9 11

38,4 13

6,3 0

9,1 2

11,9 3

4,05

4,47 0

9,09 2

10,5 3

11,1 3

5,8 1

4,65 1

2,71 0

6,51 1

8,78 2

7,85 2

3,08 1

6.84 2

4,6 1

3,54 1

2,38

4,6 1 1,6 1

5,6 1 4,8 1

1. Candidatura Independiente de Centro. 2. AP+UV. Fuente: Ministerio del Interior.

En las elecciones de 1986 se producen unos resultados muy similares a los de 1982 y no se observa un comportamiento electoral diferenciado al del conjunto de España en la CV : el PSOE obtiene la primera posición y en segundo lugar se sitúa AP seguido del CDS. En esta convocatoria la UV concurre en solitario y pierde un escaño pero se da la  

5  

circunstancia de que consigue representación pese a tener un porcentaje de voto inferior al de IU que se queda sin representación. Por su parte Unitat del Poble Valencià se queda cerca del 2% de los votos mientras que Esquerra Nacionalista de Valencia sólo recoge un testimonial 0.1% de los votos. La misma pauta se mantuvo en 1982 en las que al igual que en el conjunto de España el PSOE fue la fuerza más votada y tras la descomposición de la UCD, la AP, en coalición con UV se situó en segundo lugar. El valencianismo anticatalanista sumaba dos escaños y por primera vez obtenía representación en el Congreso. En esta ocasión se presentaron otras tres candidaturas nacionalistas (Unitat del Poble Valencià, Esquerra Unida del País Valencià i Esquerra Nacionalista Valenciana), las cuales, en conjunto, reunieron el 1,6% de los votos. Nuevamente en las elecciones generales de 1989 la orientación de voto en la CV reproduce la pauta general española. El PSOE, a pesar de un cierto retroceso, se mantiene como primera fuerza seguido del PP que también pierde un escaño. Los partidos menores se ven beneficiados, en especial la UV que consigue en estas elecciones el mejor resultado de su historia en unas elecciones generales. No mejoran sin embargo los otros partidos valencianistas. La UPV i ENV vuelven a presentar candidatura reeditando los resultados de las anteriores elecciones y en conjunto apenas superan el 2% de los votos. En cambio en 1993 los resultados en la CV, a diferencia de lo que venia sucediendo desde 1979, los resultados no siguen la misma pauta que el conjunto de España. El PP gana las elecciones, el PSOE queda en segundo lugar mientras que IU obtiene unos resultados muy similares a los de las elecciones anteriores. La UV por su parte experimenta un retroceso se salda con la pérdida de un escaño. La UPV y la ENV igualmente retroceden y entre las dos no llegan al 1’69% de los votos. Las elecciones de 1996 suponen la primera victoria del PP en unas elecciones generales, y al igual que había sucedido en 1993 este partido también gana las elecciones en la CV, después de haberse hecho con el gobierno autonómico el año anterior. En estos comicios se mantiene el mismo reparto de escaños que en las anteriores elecciones por lo que la UV, a pesar de su tendencia decreciente mantiene la representación. La UPV y de ENV siguen retrocediendo y no recogen ni el 1.1% de votos. Cabe destacar que en estas elecciones por vez primera se presenta ERC, aunque sus resultados son puramente testimoniales (0.13%). La misma pauta que en el conjunto de España se mantiene en las elecciones generales del año 2000 el PP se alza con la mayoría absoluta y consigue en la CV los mejores resultado cosechados hasta entonces mientras que el PSOE obtiene su peor resultado e IU experimenta un importante retroceso al igual que UV que se convierte en fuerza extraparlamentaria e inicia un declive que la llevará a la práctica desaparición. Por primera vez se presenta a la elecciones el Bloc Nacionalista Valencià que recoge el 2.41% de los votos. Por su parte ERC vuelve a presentarse a unas elecciones en la Comunidad Valenciana, al igual que otro partido catalán, Estat Català, ambos con una presencia puramente testimonial. En 2004 tampoco los resultados en la CV son distintos a los del conjunto de España. El PSOE queda en primera posición seguido del PP, y a mucha distancia IU que solo

 

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obtiene un diputado. Por su parte, al igual que en los anteriores comicios ningún partido valencianista obtiene representación. UV, prácticamente desarticulada ya ni se presenta a las elecciones, mientras que el BNV obtiene un 1.5% de votos y Esquerra Republicana, que esta vez elimina de su nombre Catalunya y lo cambia por País Valencià apenas llega al 0.5%9. Aparece asimismo de los restos de UV surge un nuevo partido blaverista, Identidad Reino de Valencia, con unos pobres resultados (0.08%). Los resultados electorales de las elecciones generales de 2008 vuelven a arrojar una pauta de voto distinta al del conjunto de España ya que en la CV el partido vencedor es el PP y no el PSOE que experimenta un retroceso destacable. La principal singularidad de estas elecciones es por primera vez ningún tercer partido obtiene representación, IU con el peor resultado de su historia, se queda sin escaños y la oferta valencianista se encuentra tan fragmentada en estas elecciones a las que concurren hasta seis candidaturas, siendo la del BNV la que reúne más apoyos. El resto tiene (ERPV, Coalició Valenciana, Opció Nacionalista Valenciana, Identitat Regne de Valencia i Per la República Valenciana) son muy marginales y todas en conjunto suman el porcentaje de voto más bajo de la historia. Nuevamente en las elecciones de 2011, en cambio, en la Comunidad Valenciana se reproducen los resultados del conjunto de España. El PP gana las elecciones, y lo hace además con el mejor resultado de su historia, doblando el porcentaje de votos y de escaños del PSOE que vive sus horas más bajas. Sin embargo en estas elecciones IU recupera un escaño y dos nuevas fuerzas acceden por primera vez a la representación, UPYD y Compromís, una formación de ámbito no estatal, en cuyo seno está el BNV. Igualmente ERPV se presenta a las elecciones y también encontramos la candidatura Units per Valencia ambas con resultados testimoniales. En conjunto, la CV no presenta unos rasgos claramente diferenciados a los del conjunto de España. Sólo en tres ocasiones (1977, 1993 y 2008) las pautas de voto han sido distintas. La concentración electoral y parlamentaria siempre ha sido muy elevada y en todas las ocasiones los dos partidos más votados han sido partidos de ámbito estatal. La presencia de partidos regionalistas en el Congreso se ha limitado a una formación blaverista, UV a lo largo de cuatro legislaturas, y desde 2011 está presente Compromís. Tabla 2. Concentración y Regionalismo en las elecciones generales 77 79 82 86 1989 Concentración 69,5 74,0 82,6 76,7 68,8 electoral Concentración 82,8 89,7 100 90,3 80,6 Parlamentaria Índice Voto 1,6 1,79 1,64 5,71 8’86 Regionalista Fuentes: Ministerio del Interior y Onate y Ocaña (1999).

1993 79,3

1996 82,7

2000 86,1

2004 89,1

2008 92,4

2011 80

87,1

87,5

96,8

96,8

100

90,9

6,4

4,68

5

2,11

1,34

4,3

2.2. La arena autonómica Las características del sistema electoral valenciano se fijan en el Estatuto de 1982 aunque posteriormente algunos de sus elementos han ido cambiando (Oñate, 201 a). El                                                                                                                 9

Se la circunstancia que en estas elecciones ERC incluyó en su lista por Barcelona a Agustí Cerdà, presidente de ERPV que resulto elegido diputado, al igual que ya hiciera la Lliga Catalana en 1933 con Joaquin Reig Rodríguez (Molas, 1972).

 

7  

tamaño del Parlamento, que recibe el nombre de Corts Valencianes es 75 y 100 escaños, una cifra quedó se fijado en 89 en la Ley Electoral Valenciana. Sin embardo el nuevo Estatuto de Autonomía aprobado en 2006 amplió el número de escaños, al establecerse que las Cortes estarían integradas por un número no inferior 99 escaños. En ausencia de reforma de la Ley Electoral el Decreto de Convocatoria ha fijado el número de escaños quedando establecido desde entonces en esa cifra. La circunscripción es de base provincial y la magnitud de las tres circunscripciones se establece combinando los criterios de igualdad y de proporción de población. De ese modo se atribuyen 20 escaños a cada circunscripción y los restantes se distribuyen en función de la población, lo que acaba provocando distintas ratio de electores por escaño y una cierta sobrerrepresentación de Castellón10. A esta provincia, la menos poblada le corresponden 24 escaños, a Alicante 35 y a Valencia 40. Al igual que para las elecciones al Congreso de los Diputados y el Parlamento Europeo la fórmula electoral es proporcional, la fórmula D ́Hondt. Esta circunstancia, junto con la elevada magnitud de las circunscripciones provoca que la proporcionalidad en las elecciones autonómicas sea elevada, algo que no sucede en las elecciones generales. Por lo que respecta a la estructura de voto, al igual que para el Congreso y el Parlamento Europeo se optó (en su artículo 12) por una candidatura plurinominal o de lista, completa, cerrada y bloqueada. Finalmente por lo que respecta a la barrera legal el Estatuto de Autonomía de 1982 establecía una barrera del 5 por ciento de los votos emitidos en el conjunto de la Comunidad Valenciana y la Ley Electoral Valenciana mantuvo ese porcentaje. Se trata de una barrera alta tanto por el porcentaje de voto exigido (en el Congreso y en otras comunidades es del 3%) como porque la exigencia sea respecto del voto emitido en el conjunto de la Comunidad Autónoma y no en cada circunscripción, a diferencia de lo que es habitual en otras comunidades autónomas. De ese modo, no es importante el porcentaje de voto de candidatura en una circunscripción, sino en el conjunto. La exigencia ha penalizado especialmente a algunas fuerzas nacionalistas que podrían haber obtenido representación caso de que el requisito se hubiese limitado a la circunscripción 11 . Este requisito fue formalmente modificado en el Estatuto de Autonomía de 2006, pero para hacerse efectivo es necesaria una reforma de la Ley Electoral Valenciana de 1987 y esta reforma todavía no se ha materializado. En la Comunidad Valenciana, como señala Oñate (2013a) se pueden distinguir dos grandes períodos electorales: el primero es el que abarca de las elecciones fundacionales de 1983 hasta 1995 y se caracterizó por el predominio del PSPV-PSOE que obtuvo absoluta en 1983 y 1991) y el segundo, a partir de entonces, caracterizado por las sucesivas victorias del PP. El predominio de los dos grandes partidos, con unos altos niveles de concentración de votos y de escaños, ha sido elevado y la alternancia sólo ha sido posible entre esos dos partidos. Así los terceros partidos de ámbito y los partidos nacionalistas han jugado, con la excepción de la legislatura 1995-1999 un papel menor y claramente subordinado a los dos grandes.                                                                                                                 10

Franch et al. (2005) explican que la sobrerrepresentación de la circunscripción de Castellón fue fruto de las negociaciones del Estatuto de Autonomía de 1982, y respondía al interés de UCD por equilibrar la primacía política de Valencia donde la izquierda era entonces mayoritaria. 11 UPV, en Castellón en 1991; del BNV y de UV 1999 en Castellón y UV en Valencia y BNV-EV en de 2003 en Castellón

 

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En las primeras elecciones autonómica celebradas unos meses después de la primera victoria socialista en España, se mantuvo la misma pauta de voto que en esas elecciones. El PSPV obtuvo una amplia victoria por mayoría absoluta a una distancia considerable de la segunda fuerza la Coalición de Alianza Popular, a la que en la CV, a la que se sumó UV, la única formación valencianista presente en las primeras Corts. Además de estos partidos sólo el PCE obtuvo representación y la Unitat del Poble Valencià, con el 3,09 de los votos que la dejó lejos de la barrera mínima se quedó sin representación. Peores resultados obtuvo la Esquerra Nacionalista Valenciana-Unió Regional Valencianista que sólo recogió el 0,40% de los votos. En 1987 tanto el PSPV como AP, los dos primeros partidos experimentaron un retroceso importante. El PSOE perdió la mayoría absoluta y se redujo de forma destacada la concentración de escaños y encontramos las Cortes con mayor número de partidos. El CDS obtuvo 10 escaños mientras que IU en coalición con UPV consiguió 6, dos de los cuales correspondieron a la formación nacionalista. La UV que en esta ocasión se presentó en solitario en solitario. Por su parte ENV-URV también retrocedió (0,2%). Tabla 3. Resultados elecciones autonómicas PSOE %Votos Escaños AP/PP %Votos Escaños PCE/IU %Votos Escaños PSP %Votos Escaños CIC1 %Votos Escaños CDS %Votos Escaños UV %Votos Escaños UPV/ Bloc/Compromís %Votos Escaños Fuente: Argos

1983

1987

1991

1995

1999

2003

2007

2011

51,8 51

41,7 42

43,3 45

34,3 35

34,4 35

36,5 35

35 38

28,3 33

32,1 32

23,6 25

28,1 31

43,3 42

48,6 49

47,9 48

53,3 58

50,7 55

7,5 6

8 6

7,6 6

11,7 10

6,1 5

6,5 6

6,1 7

6,1 5

11,4 10

3,9

0,2

0,1

0,1

9,2 6

10,5 7

7,1 5

4,8

3

3,7

2,7

4,6

4,8

4,6 1 1,6 1

3,1

1

7,4 6

La misma pauta se reprodujo en las elecciones autonómicas en las que PSPV y PP mejoraron sus resultados lo que permitió a los socialistas recuperar la mayoría absoluta. El CDS que se había convertido en tercera fuerza en las anteriores elecciones, ya en proceso de descomposición se quedó sin representación, al igual que la UPV que concurría en solitario. UV, por su parte con 7 escaños obtiene los mejores resultados de su historia mientras que EU mantiene los mismos que había logrado en 1987 en colación con UPV. La UNV sigue perdiendo apoyos (0,11), al igual que ENV mientras  

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que el Partido Cantonalista del País Alicantino concurre por primera vez a las elecciones y recoge el 0.2% de los votos. El cambio de tendencia que en la Comunidad Valenciana ya se había manifestado en las elecciones generales de 1993 con la victoria del PP quedó confirmado en las elecciones autonómicas de 1995. Este partido se situó en primera posición aunque no logró la mayoría absoluta y los socialistas siguieron en declive. EU se beneficia del retroceso socialista y consiguió 10 escaños, mientras que UV, a pesar de perder 2 escaños se convirtió en el partido imprescindible para configurar una mayoría parlamentaria y acabó constituyendo un gobierno de coalición con el PP (Calvet, 2003). Este ha sido hasta la fecha la legislatura en la que el valencianismo ha tenido un papel político más relevante12, y marca el inicio de su fagocitación por parte del PP. La UPV y ENC, por su parte, también siguen retrocediendo. Pero es en 1999 cuando el PP obtiene su primera mayoría absoluta y se inaugura, de la mano de Eduardo Zaplana, su hegemonía en la Comunidad Valenciana que supondrá de facto la desaparición del blaverismo como fuerza política autónoma. En estas elecciones el PSOE mantiene unos resultados prácticamente iguales a 1995, mientras que EU pierde la mitad de su representación. Estas son unas de las elecciones en las que los partidos regionalistas se ven más perjudicados ya que tanto UV como el BNV que obtienen, el 4,8 y el 4,6% de los votos se quedan fuera del les Corts por no haber superado la barrera mínima, aunque UV la supera de largo en Valencia. Alternativa Comunidad Valenciana obtiene el 0.28% de los sufragios mientras que Esquerra Nacionalista Valenciana siguen con la tónica decreciente (0,09%). Zaplana es nombrado ministro en julio de 2002 y es sustituido por José Olivas que ocupa la presidencia hasta las siguientes elecciones en las que se Francisco Camps se presenta como candidato. El esquema de 1999 se reprodujo en las elecciones de 2003, cuando el PP, esta vez con Camps al frete revalida la mayoría absoluta. El PSOE recorta mínimamente la distancia y EU recuperó un escaño. La novedad de es que por primera vez el Bloc (4,77) superó a UV (3,03), aunque ambos partidos siguieron sin obtener representación por no llegar al 5% de votos exigidos en el conjunto de circunscripciones, aunque se da la circunstancia, como ya sucediera con UV en 1999, de que sí lo hace en Valencia. A estas elecciones también se presenta ERC con una presencia testimonial (0,32%) y aparece el Partido Regional de la Comunidad Valenciana que obtiene el 0.12 % de sufragios. Las elecciones autonómicas de 2007 confirman la hegemonía del PP en la Comunidad Valenciana, que tras su tercera mayoría absoluta hace que el sistema de partidos se convierte en un sistema de partido predominante. El PSOE mantiene la segunda posición y un porcentaje de voto alrededor del 35% y aunque en esta ocasión recupera 3 escaños se sitúa a casi 20 puntos del PP. La novedad en estas elecciones fue Compromís, la candidatura conjunta de la izquierda (Esquerra Unida i Izquierda Republicana, Els Verds del País Valencià i Els Verds- Esquerra Ecologista) y del nacionalismo de izquierdas (BNV) que sumó 8.74 de los votos y consigue 7 escaños, 2 de los cuales correspondieron al Bloc. Por su parte UV, volvió a presentarse pero ya al borde de la marginalidad (0.95) al igual que ERPV (0,49), Coalició Valenciana (0,42) i Units per Valencia (0,11).                                                                                                                 12

 

UV obtiene la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente.

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Ese mismo hegemonía año estalla el caso de corrupción que afecta al PP principalmente en la Comunidad Valenciana y Murcia, conocido como caso Gurtel en el que resulta imputado Francisco Camps, presidente de la Comunidad Valenciana, a pesar de lo cual repite como candidato en 2011, conserva más del 50% de los votos y revalida la mayoría absoluta. El PSOE, por su parte, muy penalizado por su gestión de la crisis en el gobierno de España obtiene su peor resultado en términos de votos pero no en términos de escaños. Por su parte la izquierda se vuelven a presentar por separado y el balance es positivo. Compromís que a pesar de su pluralidad interna puede ser considerada una fuerza regionalista, se sitúa por primera vez como tercer partido con 6 escaños superando a EU que obtiene 5. En julio de ese mismo año, Camps dimite siendo sustituido por Alberto Fabra. Hasta esta última década la Comunidad Valenciana había experimentado los mismos cambios en las pautas de la competición electoral se han ido dando en el ámbito estatal (Onate, 2013a). Pero desde 1999 el PP ha se ha convertido en un partido hegemónico sin que se haya producido alternancia a favor del PSOE como si ha sucedido en el conjunto de España. Así, la Comunidad Valenciana es una arena electoral en la que los principales partidos son los mismos que en que en el nivel estatal (PP, PSOE y, a gran distancia, IU), y en la que los partidos regionalistas no han tenido una presencia intermitente en el Corts y en sólo una ocasión han tenido potencial de coalición. Es una arena electoral con unas pautas de competición singulares por la presencia de partidos de ámbito no estatal, por el predominio del PP y por la ausencia de alternancia desde hace 1999 pero la singularidad no viene determinada por el peso mayoritario de los partidos regionalistas como en otros territorios. Hasta la fecha, al igual que sucedía en las elecciones generales, los dos partidos más votados has sido siempre partidos de ámbito no estatal y el índice de regionalización nunca ha superado el 15%. Tabla 4. Concentración y regionalismo Concentración elctoral Concentración parlamentaria Indice regionalización Fuente: Argos

83 83,9

87 65,7

91 71,4

95 77,6

99 83,6

03 84,4

07 92,1

11 79,4

93,3

75,3

85,4

81,3 84

94,3

93,2 83

92,9 92

88,8 88

3,5

17,6

14,18

9,8

9,36

14,6

10,3

8,22

Los partidos regionalistas que han tenido representación en la CV, al representar distintas tradiciones del valencianismo, en gran medida contradictorias, no compiten electoralmente entre ellos sino con partidos de ámbito estatal con unas concepciones de la identidad similares y parece que sólo son capaces de crecer a cuando ese partido está en situación de debilidad. Así le pasó a UV durante parte de los años 80 y 90 hasta que el PP la fagocitó y se hizo hegemónico mientras que el BNV/Compromís parecen beneficiarse desde 2007 de la debilidad del PSPV y también de EU. 3. Los partidos regionalistas Señala Artola (1974) en su clásico estudio que el valencianismo es la versión más tardía entre los movimientos nacionalistas que se producen en España y que su desarrollo hasta la guerra civil se mantiene a los primeros estadios. Sus orígenes se  

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confunden con el republicanismo, primero federal y más adelante radical que se concretó en el blasquismo por lo que durante la Restauración se produjo una confusión entre ambas. Más tarde, como se ha señalado anteriormente, se encontró ante la disyuntiva de afirmar su particularidad ante el nacionalismo español y catalán y tuvo que decidir su posición ante el pancatalanismo. Esta cuestión, precisamente es la que dio lugar a las distintas concepciones del valencianismo que se desarrollarán tras el restablecimiento de la democracia. Antes de la guerra civil el regionalismo valenciano aspiró sin éxito a la aprobación de un estatuto de autonomía similar al de Catalunya (Molas, 1971). Y aunque consiguió representación parlamentaria durante la Segunda República su débil articulación les impidió sobrevivir y ninguna de las fuerzas regionalistas valencianas tuvo continuidad tras la guerra civil. Así pues no existe vinculación orgánica alguna entre estas formaciones y los partidos surgidos en la transición. Los únicos partidos regionalistas de la Comunidad Valenciana que hasta la fecha han conseguido representación parlamentaria han sido la Unió Valenciana, exponente del valencanismo anticatalanista o blaverismo, y la Unió del Poble Valencià/Bloque Nacionalista, fusteriano el primero y tercera vía el segundo. Sin embargo su relevancia tanto en el ámbito autonómico como en el ámbito estatal ha sido muy escaso. Ya se ha señalado que su dimensión electoral y parlamentaria ha sido tan pequeña que sólo en una ocasión, la UV en 1995 ha sido necesaria para la obtención de una mayoría parlamentari. El resto de partidos nacionalistas, entre ellos la franquicia valenciana de ERC que representa la opción genuinamente pancatalanista, ha tenido unos apoyos electorales más bien escasos. 3.1. Trayectoria 3.1.1. Unio Valenciana La UV se funda en 1982 y tiene su origen en el movimiento blaverista o de regionalismo anticatalanista representado anteriormente por la Unión Regional Valencianista13. UV surgió a partir del impulso de antiguos miembros de URV y de UCD liderados por Vicente González Lizondo que había sido diputado por esa formación. Desde sus inicios, su discurso se basó en el anticatalanismo y en la secesión lingüística del valenciano respecto al catalán. Tanto en las elecciones generales de 1982 como en las autonómicas de 1983 UV se presentó en coalición con AP. De esta forma, obtuvo diputados (integrados en Grupo Popular) tanto en el Congreso como en el parlamento autonómico. Además también consiguió presencia municipal, entre la que destacó la presencia de González Lizondo en el ayuntamiento de Valencia. A finales de 1985, las dificultades de AP incentivaron a UV a romper la coalición y presentarse en solitario. Entre las generales de 1986 y las autonómicas y municipales de 1987, el partido consiguió un escaño en el Congreso, formó grupo parlamentario propio en el parlamento autonómico y se convirtió en el segundo partido en el ayuntamiento de Valencia. El avance valencianista se benefició de la crisis en las organizaciones regionales de CDS y de AP, lo que alentó la fuga de cargos y dirigentes centristas y                                                                                                                 13

Partido blaverista surgido en tras el fracaso de AP en las elecciones generales de 1977 en Valencia. Defiende la bandera azul, la denominación de Reino de Valencia y la secesión lingüística. Véase Bruguera, F de P. (2005)

 

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conservadores a UV a partir del verano de 1987. El auge de UV le convirtió en un partido de referencia para otros partidos regionalistas, lo que le permitió encabezar la candidatura Federación de Partidos Regionalistas en las elecciones europeas de 1989, aunque sin conseguir representación. A pesar del ascenso electoral, UV contaba con una estructura muy poco desarrollada, en la que el poder de la organización se encontraba concentrado en la Asamblea provincial de Valencia, encabezada por González Lizondo. Las otras dos estructuras territoriales (en Castellón y Alicante) tenían, en cambio, un peso mucho menor. Ello también tenía su traducción electoral, en la que UV disponía de una base electoral muy concentrada en la circunscripción valenciana y especialmente en la capital. Era precisamente su arraigo en la provincia de Valencia, lo que le permitía superar la barrera electoral (Franch, 1998), aunque esto también condicionaba los límites de su expansión territorial (Bodoque, 2000). A partir de 1990, el impulso del PP empezó a erosionar las expectativas de los regionalistas. Los buenos resultados en las elecciones autonómicas y municipales de 1991 no satisficieron las expectativas generadas durante la legislatura, porque el PP había recuperado terreno electoral. El pacto de gobierno entre PP y UV para gobernar la alcaldía de Valencia permitió a los regionalistas ganar capacidad de influencia en el territorio en el que estaban mejor implantados, pero también abrió la puerta al inicio de un proceso de lenta y progresiva atracción de miembros de UV hacia un PP en pleno ascenso. En este contexto, Gonzalez Lizondo se convirtió en nuevo presidente del partido alcanzando el máximo poder orgánico e institucional de UV. La contrapartida fue la escisión liderada por el presidente saliente junto con otros cargos del partido, haciendo evidente la división alrededor de la figura de Lizondo. A partir de este momento, el serio retroceso de UV en las elecciones generales de 1993, los continuos conflictos en el Ayuntamiento de Valencia y las fugas de cuadros hacia el PP empezaron a socavar la autoridad interna del líder regionalista. En las elecciones de 1995, los regionalistas cerraron un pacto de gobierno con el PP y entraron en el gobierno de la Generalitat valenciana. No obstante, el sector crítico del partido se mostró insatisfecho con el acuerdo de gobierno asumido por Lizondo. El malestar desembocó en la renuncia de Lizondo a la presidencia del partido en el otoño de 1995, siendo sustituido por Héctor Vilalba. Las malas relaciones entre Lizondo y los nuevos dirigentes derivaron en un agrio enfrentamiento personal que dio lugar, en noviembre de 1996, a su expulsión del partido. Pocos días después, Lizondo fallecía tras padecer un infarto durante una sesión parlamentaria. El nuevo presidente impulsó la renovación organizativa e ideológica del partido en vistas a para marcar diferencias con el PP y a moderar los elementos más anticatalanistas (Bodoque, 2008). Este cambio de estrategia contó pronto con la oposición de José María Chiquillo, substituto de Lizondo en el Congreso de los Diputados. Chiquillo apostaba por mantener el discurso anticatalanista tradicional como eje del partido (Bodoque, 2000). De todos modos, el cambio de estrategia de los renovadores no evitó ni la fuga de cargos hacia el PP, ni la caída electoral que entre 1999 y 2000 dejó a UV fuera de las instituciones (Calvet, 2003). Desde entonces el partido se ha mantenido como extraparlamentario aunque en proceso de descomposición por las múltiples escisiones que ha ido experimentado. Su situación de extrema debilidad se evidenció cuando no pudo concurrir a las elecciones autonómicas de 2011 por falta de avales en la presentación de candidaturas. 3.1.2. Unitat del Poble Valencià/ Bloc Nacionalista Valencià

 

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Unitat del Poble Valencià nació en 1982 como una coalición electoral integrada por el Partit Nacionalista del País Valencià14 y el Agrupament d’Esquerra del País Valencià, 15 (AEPV) y en 1984 se convirtió en partido político. En su conferència constituyente la UPV reconocía el hecho nacional valenciano, afirmaba las relaciones históricas de los Països Catalans y abogaba por la unidad de la lengua catalana. Los resultados de las elecciones generales de 1982 fueron muy pobres (0,9%) y de cara a las elecciones autonómicas y municipales de 1983 llegó a un acuerdo electoral Esquerra Unida del Pais Valencià16. En esas elecciones mejoró significativamente pero sin alcanzar la barrera electoral del 5 por ciento y quedó fuera de les Cortes. Los resultados en las elecciones locales tampoco fueron los esperados y sólo sumó 35 concejales. En las eleccions generales de 1986, sin EUPV, mejoró sus resultados, sumando casi el 2% de los votos pero tampoco obtuvo representación. Las dificultades para hacerse un espacio como fuerza valencianista moderada (Oñate, 2003b) favoreció un acuerdo electoral con una nueva EUPV, derivada del Partit Comunista del País Valencià. Esta coalición obtuvo 6 diputados, dos de los cuales correspondieron a UPV, uno por Valencia y otro por la de Castellón Poco después, el pacto, que había sido muy contestado internamente, la coalición se rompió y además también tuvo impacto en el sí UPV. Por un lado, un sector (l’Assemblea d’Almussafes) sostenía que el objetivo de la UPV no debía ser la construcción de un espacio de izquierda, sino del espacio nacionalista se escindió bajo el nombre de Partit Valencià Nacionalista (PVN). Por el otro, algunos militantes pasaron a EUPV. UPV había evitado pronunciarse sobre el hecho nacional valenciano inició a partir de los años 90 un giro valencianista que culminó con un acuerdo electoral con el PNV de cara a las elecciones de 1995 y más tarde con la fusión entre ambas. Los pobres resultados electorales y el cambio en la correlación de fuerzas en la CV tras la victoria del PP en las elecciones autonómicas de 1995 propiciaron que UPV revisara su línea política, y en el Congreso de 1996 optó por moderar algunas de sus posiciones en la línea de la conocida como tercera vía del nacionalismo valenciano y se adoptó una estrategia transversal y de ámbito exclusivamente valenciano. Se reformulaba el marco de referencia asumiendo el término nación valenciana y eliminando el concepto de Països Catalans de la doctrina del partido. Sin embargo, la moderación de las posturas de izquierda provocaron la escisión de un sector que dio lugar a Esquerra Valenciana en 1998 y el mismo tuvo lugar la constitución del Bloc Nacionalista Valencià que adoptó la forma de una federación de partidos. El Bloc concurrió por vez primera a las elecciones autonómicas y municipales de 1999 ( 4,6%) y desde entonces la UPV ha dejado de actuar como tal. El Bloc se presentó a las elecciones autonómicas de 1999 en coalición con Els Verds Valencians pel Canvi y aunque mejoró sus resultados respecto a cuando UPV se presentaba en solitario, no fue capaz de superar la barrera electoral. De cara a las elecciones generales repitieron coalición y aunque sus resultados mejoraron respecto a 1996 tampoco obtuvo representación. En el año 2000 la formacón celebró su congreso                                                                                                                 14

Partido fundado en 1978 por miembros de Unió Democràtica del País Valencià que no se integraron en UCD estuvo liderado por fue Francesc de Paula Briguera, diputado al Congreso por esa formación. Contrario al blaverismo y partidario de la unidad lingüística con Cataluña 15 Surgido en 1982 de la confluencia de una escisión del Partit Comunista del País Valencià y de una del Partit Socialista d’Alliberament Nacional. 16 Partido fundado en 1978 por el Moviement Comunista del País Valencià u La Liga Comunista Revolucionaria varios grupos independientes de izquierda nacionalista. Defensor del derecho a la autodeterminación a y dels Paisos Catalans.

 

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fundacional en el que asumió la herencia fusteriana y del valencianismo de pre-guerra pero haciendo mayor énfasis en el progresismo, enfatiza los aspectos culturales y apostando por la normalización de la lengua. De cara a las elecciones autonómicas de 2003 se presenta en coalición con Esquerra Verda-IPV y pese a quedarse muy cerca (4,8%) no fue capaza de superar la barrera electoral. En cambio en las elecciones municipales celebradas simultáneamente obtuvo el 5,8% de los votos y 298 concejales. En el congreso extrardinario celebrado tras las elecciones se produjo el recambio del equipo de dirección a quien se responsabilizó de no haber obtenido representación en les Corts. Pere Mayor, el histórico Secretario General de UPV fue sustituido por Enric Morera Se presenta a las elecciones generales de 2004, nuevamente en coalición con Esquerra Verda, pero tampoco obtiene representación y en las elecciones europeas se integró en la coalición Galeusca junto con CiU, PNV, BNG y PSM, pero el partido no obtuvo representación. Tras las elecciones de 2003 en el interior del partido surgió la corriente Bloc d’Esquerres i Sobiranista partidaria de profundizar las relaciones con otras formaciones de izquierda en la perspectiva de ampliar el espacio del partido. Ello favoreció la integración Esquerra Valenciana en 2007 y un acercamiento a Esquerra i País, corriente de EUPV que hizo posible un acuerdo electoral de cara a las elecciones autonómicas de 2007, Compromís pel País Valencià también integrada por Els Verds del País Valencià, Els Verds-Esquerra Ecologista i Izquierda Republicana. A pesar de que esta estrategia fue criticada por sectores del partido partidarios de una mayor transversalidad la coalición fue un éxito ya que consigue 7 diputados dos de los cuales correspondieron al Bloc que por primera vez accedía a representación en les Corts. En las elecciones municipales celebradas simultáneamente obtuvo el 4.11% de los votos y 299 concejales. En las elecciones generales de 2008 el Bloc se coaligó con Iniciativa del Poble Valencià, formación surgida de una escisión de EUPV i con Els Verds-Esquerra Ecologista con unos resultados peores que en 2004 (1.09%). En las elecciones europeas del año siguiente repitió coalición con CiU, PNB, CC Partido Andalucista, esta vez con el nombre Coalició per Europa, pero el partido siguió sin obtener representación. El hecho de que en esta ocasión la coalición de partidos nacionalistas no incluyese al PSMEN mi a BNG como sí había sucedido en 2004 fue mal acogida por las bases del partido. En 2010, tras la experiencia de acumulada en las elecciones anteriores, el Bloc impulsó Compromís junto con Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds-Esquerra Ecologista, una coalición que se propone articular un espacio político que aglutine al valencianismo progressita, la izquierda y el ecologismo y con la aspiración de convertirse en la tercera fuerza política valenciana a la vez que hace suyo que quiere el discurso anticorrupción. Defiende la profundización del autogobierno y la normalización en el uso del valneciano. Compromís se presentó a las elecciones autonómicas de 2011 y obtuvo 6 escaños. 3 de los cuales correspondieron a Compromís y en las elecciones municipales destaca la obtención de tres concejales en la ciudad de Valencia. La coalición, a la que también se sumó Equo, se reeditó de cara a las elecciones generales de 2011 y por primera vez el Bloc consiguó representación en el congreso. En marzo de 2012 Compromís y se dota de una estructura organizativa y elige una  

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ejecutiva integrada por 21 miembros encabezada por Enric Morera del Bloc y Mónica Oltra de IPV como co-portavoces. Se mantiene la autonomía de las formaciones integrantes a la vez que se admite afiliación directa. Actualmente está en proceso de transformación en Federación de partidos y elaborando el reglamento del primarias pero las discrepancias entre los partidos integrantes, especialmente entre el Bloc en IPV han situado a la formación al borde de la ruptura. La creación del Compromís y el predominio del componente izquierdista ha afectado a la política de alianzas del Bloc en las elecciones europeas a las que habitualmente había concurrido con las coaliciones impulsadas por CiU y PNB y en 2014 se presentó junto con Equo pero no obtuvo representación. 3.2. Características de la base humana Si nos fijamos en los perfiles sociales (Tabla 5) de los votantes de los distintos partidos regionalistas encontramos algunos rasgos distintivos que además se han mantenido a lo largo de los años. Hay que señalar que el bajísimo número de casos para cada segmento de electorado de estos partidos obliga a tomar con muchísima precaución estos datos. En algunos indicadores, la falta de representatividad ofrece rasgos nada fiables. Tabla 5. Perfil social votantes 2012 (2011) Compromís Total

2007 (2007) BNV Total

2005 (2003) BNV Total

SEXO Hombre 63,1 49,2 57,1 48,9 68,4 48,8 Mujer 36,9 50,8 42,9 51,1 31,6 51,2 EDAD 18-24 13,2 9,4 17,1 7,2 15,8 12,4 25-34 31,6 18,6 22,9 20,8 21,1 21,5 35-44 15,9 21,1 25,7 20 36,8 18,4 45-54 18,1 16,9 17,1 16,8 10,5 15 55-64 15,9 13,8 8,6 13,8 5,3 12,5 65 o + 5,3 20,1 8,6 21,3 10,5 20,2 ESTUDIOS Sin estudios 2,7 9,1 2,9 6 0 11,4 Primaria 23,9 47,0 37,1 49 25 51,2 Secundaria/FP 28,9 26 22,8 25,4 30 24,5 Medios univ. 10,6 7,3 20 9,1 10 7,3 Superiores 33,9 10,7 17,2 10,7 35 5,5 CLASE SOCIAL Alta/media alta 26 15 31,6 14,3 Nuevas medias 28,9 21,1 42,1 29,9 Viejas medias 10,6 13,8 0 12,1 Obreros cualif. 18,5 32,6 21,1 37,3 Obreros no 13,3 15,9 5,3 16,5 cualif. NC 2,7 1,7 0 0 (n) 38 782 35 756 19 1593 Fuente: Estudios CIS 2286 (1998), 2591 (2005), 2714 (2007), 2956 (2012)

UV

1998 (1995) UPV Total

56,1 43,9

47,6 52,4

48,3 51,7

6,2 29,2 21,5 23,1 12,3 7,7

5 35 35 15 5 5

15,3 20,8 17 15,2 13,1 18,6

16,9 18,5 46,1 15,4 1,5

5 25 50 15,0 5,0

16,7 28,4 32 11,2 5,6

-

-

-

66

20

979

Los datos disponibles para el electorado de las elecciones autonómicas de 1995, los únicos que nos permiten aproximarnos al electorado de UV, destaca en primer lugar el  

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notable desequilibrio existente entre hombres y mujeres a favor de los primeros en el caso de UV, justamente a la inversa, aunque con menor diferencia, que en el caso de UPV. En cuanto a la edad, como suele ser habitual, los grupos de edad intermedios, aunque cabe destacar que la UV tiene una distribución más equilibrada mientras que el 70% de los votantes de la UPV tienen entre 25 y 44 años. Y por lo que respecta al nivel formativo, los electores de ambos partidos tienen mayoritariamente estudios secundarios, muy por encima del conjunto del electorado, y también se sitúan por encima los que tiene estudios medios universitarios. En el caso de UPV cabe destacar el bajo porcentaje de personas sin estudios mientras que son muy pocos los electores de UV con estudios inferiores. Los electores del Bloc primero y de Compromís después, en todas las elecciones contempladas, son mayoritariamente hombres. El segundo rasgo distintivo que también se mantiene a los largo del tiempo es la juventud. Tanto el Bloc como Compromís tiene unos porcentajes de votantes de la franja más joven (18-24) superiores al del conjunto del electorado, al tiempo que encontramos los porcentajes más bajos en la franja de electores de más edad (más de 65). La tercera singularidad de los electores del Bloc y de Compromís es su elevado nivel de estudios, muy por encima al del conjunto del electorado. Y finalmente cabe destacar el elevado porcentaje de personas que declaran pertenecer a las clases altas o a las nuevas clases medias y la menor presencia de obreros. Por tanto el votante tipo del Bloc y de Compromís sería un hombre, relativamente joven, con un elevado nivel de estudios y perteneciente a las clases acomodadas. En términos ideológicos, se observan diferencias relevantes entre partidos, tanto entre ambos campos del valencianismo (UV por un lado, y UPV/BNV/Compromís por otro), como entre las diferentes etapas de este segundo campo. Por un lado, los votantes de UV se sitúan en una posición principalmente de centro y centro-izquierda. Esto le diferencia en términos sustantivos frente al electorado del PP , su principal adversario, cuyo electorado mayorutario se sitúa hacia el centro-derecha. Desde esta perspectiva, la absorción del electorado de UV por parte del PP significó un reforzamiento de sus votantes más centrados. Por otro lado, aparecen algunas diferencias significativas entre las diferentes formaciones que representan el espacio del valencianismo catalanista (sin olvidar la limitación que impone el bajo número de casos que tenemos en algunos de los estudios utitilizados). Mientras que los (escasos) votantes de la UPV se situaban claramente ancorados hacia el izquierda, el BNV/Bloc amplía su base hacia el centro, mientras que los votantes de Compromís se distribuyen de forma más homogénea entre el centro y la izquierda. De esta forma, la creación de la coalición le permite al espacio del valencianismo catalanista ampliar su base hacia el espacio de centro. La identidad religiosa de los electores de estos partidos reproducen, en gran medida, el progresivo debilitamiento de la creencia católica y la secularización derivada entre la población valenciana. En particular, se aprecia un cambio drástico a finales de la década pasada (quizá sobredimensionado por la falta de casos analizados). Sin duda, donde se observan diferencias más relevantes entre el espacio del valencianismo (en sus dos versiones) y el conjunto del electorado del electorado es en la dimensión identitaria. Tomando el indicador de sentimiento de pertenencia, los votantes de los partidos valencianistas se sitúan mayoritariamente en el espacio de identidad dual y de predominio valenciano, mientras que apenas hay votantes en espacio de identidad

 

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de predominio español, allí donde encontramos un tercio del electorado valenciano. Los datos parecen sugerir un electorado más plural (y mayor peso de la identidad dual) entre votantes de Compromís en comparación con el Bloc/BNV/UPV. Tabla 6. Perfil ideológico y transferencia de voto 2012 (2011) Compromís Total IZQ-DER 1-2 3-4 5-6 7-8 9-10 NC/NS RELIGIÓN Católico Otra creencia Agnóstico Ateo NC IDENTIDAD Sólo Español + Esp Esp=Val + Val Solo valenciano NC/NS TRANSF VOTO Mismo partido PP PSOE IU UPD Otros/En blanco No votó/No rec. (n)

2007 (2007) Bloc Total

2005 (2003) BNV Total

UV

1998 (1995) UPV Total

26,6 41,9 31,5 0 0 0

8,1 17,9 51 9,9 3,1 10

17,2 60 17,1 5,8 0 0

8,2 30,1 36 17,7 3,3 5,6

11,1 61,1 22,3 0 0 5,6

4,5 23,9 44,2 11,8 1,7 13,8

1,5 16,7 59,1 9 0 0

5 95 0 0 0 0

4,6 30,8 36,7 13,4 0,8 13,7

38,9 5,3 26,5 29,2 0

75 2,7 12,4 8,9 0,9

45,7 0 28,6 22,9 2,9

79 0,2 12,1 7,8 0,9

75 0 20 5 0

82,6 1,3 9,7 3,9 2,4

89,4 0 4,5 4,5 1,5

84,2 0 5,3 0 10,6

86,4 1,4 4,2 3,8 4,2

2,6 5,3 47,3 31,6 10,6 2,7

13,7 17,8 55,5 9 2 2

-

-

0 0 42,1 5,9 17,6 5,9

18,9 13,4 56,6 8 1,9 1,3

0 4,6 69,2 24,6 1,5 0

0 0 47,6 33,3 19 0

18,5 10,7 58,1 9,4 2,3 1

44,8 0 18,1 15,9 5,3 2,7 10,7 38

2,7 30,8 20,3 4,8 2,7 5,9 37,3 782

22,9 8,6 51,4 2,9 2,9 11,5 35

1,2 35,5 37,1 4,1 2,1 19,9 803

33,3 11,1 38,9 14,3 0 5,6 19

0,4 34,7 35,3 3,2 3,7 22,7 1593

40 35,4 10,8 6,2 0 7,6 66

63,2 5,3 21,1 5,3 0 5,3 20

3,0/1,3 31,6 28,7 6,1 3,4 25,9 979

Fuente: Estudios CIS 2286 (1998), 2591 (2005), 2714 (2007), 2956 (2012)

Nota: Para 1998, voto en Generales 1996. Para 2005, voto en Generales de 2004. Para 2007, voto previo en Generales de 2004. Para 2012, voto en Generales de 2011.

La gran diferencia entre ambos espacios es su conexión con los espacios electorales de sus principales competidores. Si utilizamos uno de los indicadores de transferencia de voto (a quién votan en las siguientes elecciones generales los votantes de estos partidos en las autonómicas precedentes), observaremos dos hechos significativos, aunque nada sorprendentes. Por un lado, la lealtad de voto es muy baja en estos partidos, puesto que más de la mitad de sus votantes pasan a votar a partidos de ámbito estatal, debido al efecto de voto estratégico que genera tanto el sistema electoral de las elecciones al Congreso como la lógica de competición estatal. Por otro, lógicamente la tendencia de voto de los electores que cambian el voto lo orientan hacia los partidos mayoritarios de cada espacio ideológico preferente: hacia PSOE e IU en los partidos del valencianismo catalanista (de izquierdas) y hacia PP en UV. Si bien este comportamiento no es en absoluto sorprendente, sí manifiesta una vez más el riesgo que la volatilidad electoral representa para estas opciones, vulnerables ante un sistema electoral que favorece el voto estratégico, y, por ello, ante situaciones de elevada competitividad.  

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Consideraciones finales A pesar de que la Comunidad Valenciana tiene unos hechos diferenciales que constituyen un terreno propicio para el surgimiento y desarrollo de partidos regionalistas fuertes, como así ha sido en otros territorios de España con características similares, este tipo de partido sí que ha surgido pero su peso político ha sido hasta la fecha muy limitado. La evolución de la fractura identitaria ha dado lugar a modelos de valencianismo opuestos (pancatalanista, blaverista y tercera vía) que se han expresado en distintos partidos regionalistas y pero también han incidido en los partidos de ámbito estatal. De hecho el valencianismo blaverista ha sido asumido por el centro y la derecha valenciana (UCD y PP) mientras que las distintas fuerzas de izquierdas han sido en mayor o menor medida permeables al valencianismo de matriz fusteriana (pancatalanista y tercera vía). Se produce una cierta superposición de fracturas que ayuda a explicar como los partidos regionalistas, a diferencia de lo que sucede en otros territorios, no compiten entre ellos sino con los partidos de ámbito estatal y sólo tienen potencial de crecimiento y posibilidades de tener un papel relevante cuando su competidor se encuentra en posición de debilidad. Así sucedió con la UV respecto a UCD y AP y así parece estar sucediendo en los últimos años con el Bloc/Compromís respecto al PSPV. Se deduce de ello que para una mejor comprensión del fenómeno regionalista en la Comunidad Valenciana es necesario profundizar en el conocimiento de los partidos de ámbito estatal. BIBLIOGRAFÍA Artola, M. (1974): Partidos y programas políticos (1908-1936), Aguilar, Madrid. Baras, M. Rodríguez-Teruel y Barberà, O. (2013): “Los partidos de ámbito no estatal en las comunidades de régimen común durante la transición (1977-1983)”, en QuirosaCheyrouze y Muñoz, R. (eds,): Los partidos en la Transición, Biblioteca Nueva, Madrid. Barberà, O. (2009): “Los orígenes de la Unión del Pueblo Navarro (1979-1991), Papers, 92, pp. 143-169. Barberà, O. Barrio, A. Rodríguez, J. (2009): “Los partidos de ámbito no estatal en Aragón: el Partido Aragonés y la Chunta Aragonesista”, Papers 92, pp. 171-195. Barrio, A. et al. (2011): “La fuerza de los partidos de ámbito no estatal en España (1977-2088)” en Bliglino Campos, P y Mapelli Marchena, C. Garantías del pluralismo territorial, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid Bruguera, F. de P. (2005): “La Transició al País Valencià” a Pagès, P. La Transició democrática als Països Catalans. Historia i Memòria, Publicacions Universitat de Valencia, Valencia. Bodoque, A. (2009): “Unió Valenciana (1982-2008): Una aproximación, Papers, 92, 197-225.

 

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