Los paisajes culturales y la protección del patrimonio cultural y natural

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Descripción

Patrimonio y paisajes

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Virginia Thiébaut Magdalena García Sánchez María Antonieta Jiménez Izarraraz Editoras

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Patrimonio y paisajes culturales / Virginia Thiébaut, Magdalena García Sánchez, María Antonieta ]iménez Izarraraz editoras. -- Zamora, Mich. : El Colegio de Michoacán, 2008. 426 p. : il. ; 23 cm. -- (Colección Debates) ISBN 978-970-679-265-5 l. Patrimonio Cultural - México 2. Protección del Paisaje 3. Naturaleza - Conservación - México 4. Literatura Folkclórica 1. Thiébaur, virginia, ed. Il. García Sánchez, Magdalena, ed. III. ]iménez Izarraraz, María Antonieta, ed.

Imagen de portada: Ranchos en la Sierra del Tigre, al oeste de Cotija. Fotografía de Raúl Ramón.

© D. R. El Colegio de Michoacán, A. e, 2008 Centto Público de Investigación Conacyt Martínez de Navarrete 505 Las Fuentes 59699 Zamora, Michoacán [email protected] Impreso y hecho en México Printed and made in México

ISBN 978-970-679-265-5

íNDICE

13

Introducción

1. ESTUDIOS

DEL PAISAJE, UNA MIRADA HISTÓRICO-ANTROPOLÓGICA

Áreas de reserva y protección ambiental en México, los casos de Xochimilco y Wirikuta, San Luis Potosí

Brigitte Boehm Shoendube

39

El valle de Colima y su paisaje cultural

María de losÁngeles Olay Barrientos

75

Usos rituales del paisaje cultural entre los nahuas de Guerrero

Catharine GoodEshelman

11. LA

DIMENSIÓN

TEMPORAL

93

DEL PAISAJE. TRANSFORMACIONES

y PERSPECTIVAS PARA EL FUTURO

De la madera al hierro. Antiguos y nuevos instrumentos en la Nueva España

TeresaRojasRabiela Microhistoria

agrícolas

117

de un paisaje en Buenavista Tomatlán

Virginia Thiébaut y AlbertoAguirreAnaya

145

Sierra de Jalmich. Paisajes de una cultura naturalizada

Esteban BarragdnLópez

163

Patrimonio y paisajes culturales. El caso del sur de Marruecos André Humbert Paisajes agrarios de la sierra y de la costa. Apuntes metodológicos sobre dos experiencias veracruzanas Rafoel Palma Grayeb

III.

PROTECCIÓN

PATRIMONIAL

IV. HERRAMIENTAS

Y TECNOLÓGICAS

PARA EL ESTUDIO

DEL PAISAJE

Los métodos cuantitativos para la investigación multidisciplinaria. Elección experta Leticia Mejía Guadarrama y Carlos Télle« Valencia

363

Elaboración de mapas en la investigación arqueológica. Mesa de Ac~tzio. Una propuesta técnica Eugenia Ferndndez- Villanueva

383

índice onomástico

399

índice toponímico

413

195

DEL PAISAJE

La interpretación del paisaje en arqueología. Nuevas oportunidades, nuevos retos Manuel Gándara Vázquez

231

Los paisajes culturales y la protección del patrimonio María Antonieta Jiménez lzarraraz

245

cultural y natural

Patrimonio, arqueología y educación. Un ejemplo en La Piedad Magdalena García Sdnchez

273

Las Médulas (León). La investigación y gestión de los paisajes culturales en España María Ruiz del Árbol E Javier Sánchez-Palencia, M« Dolores Ferndndez-Posse, Inés Sastre, Almudena Orejas

291

El futuro del patrimonio de la herencia cultural? Iain Davidson

313

histórico. ¿Por qué debemos ocuparnos

Ecoturismo y conservación de paisajes culturales. El caso de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca Ludger Brenner

TÉCNICAS

175

335

LOS PAISAJES CULTURALES Y LA PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL

María Antonieta Jiménez Izarraraz'

paisajes culturales denotan un importante cambio en la conceptuación patrimonio. Durante los siglos XVIII, XIX Y la primera mitad del xx, el onio hacía referencia prácticamente sólo a objetos aislados, artísticos o resentativos de eventos históricos concretos. A diferencia de esta percep.n, el día de hoy integra a una mucho más amplia amalgama de elementos e representan valores tangibles e intangibles coincidentes en un territorio. El propósito del presente artículo es mostrar la forma en que podeos hacer uso del concepto de paisaje cultural para la protección de valoculturales, naturales, tangibles e intangibles,' que nutren y conforman rerritorios concretos. Revisaremos para tal fin la historia del concepto, la relevancia de la investigación como punto de partida del reconocimiento e valores objetivos y la posibilidad de su protección desde los ámbitos normativos locales, que en nuestro caso toman la forma de una figura jurídica denominada Reserva Patrimonial. Veremos, mediante las características que ofrecen el cerro Curutarán y sus inmediaciones en el valle de Zamora- Jacona (Michoacán), la posibilidad de hacer coincidir un paisaje cultural con sus

1.

Centro de Estudios Arqueológicos, Colrnich. Hago esta mención sin olvidar las recientes polémicas en torno a la categorización del patrimonio en estos dos términos, que aqui sinterizo: La separación entre patrimonio tangible e intangible disgrega su integridad. Al respecto, el historiador Carlos Herrejón (2006) afirma que "en realidad no se trata de una clasificación que ponga unos objetos de la cultura en una parte y otros en otra. Se trata más bien de aspectos inseparables de la misma realidad y de los mismos objetos. Se ha confundido la noción de objeto con la noción de aspectos del mismo objeto. Los mismos objetos tienen una dimensión material, física y los mismos objetos tienen una dimensión de significado y simbolismo". Aida Castilleja argumenta, por su parte, lo obsoleto de esta separación, dado que" ... todo el patrimonio intangible cuenta con una manifestación tangible; a! tiempo que el patrimonio tangible tiene una fuerte carga valorativa intangible".

245

MARíA ANTONIETA ]IMÉNEZ lZARRARAZ

recursos para su protección legal, y cómo podemos provocar un efecto social aún mayor mediante la divulgación de los valores patrimoniales.

¿QUÉ SON LOS PAISAJES CULTURALES?

Desde el ámbito de la antropología se han desarrollado, a lo largo de las décadas, dos formas de entender el paisaje. El primero alude al origen de la palabra paisaje, del alemán landschap: "La palabra paisaje se introdujo al lenguaje inglés en el siglo XVI como un término técnico usado por pintores. (... ) El paisaje ha sido reconocido como algo que remite a un observador y un paisaje pintado" (Hirsh, 1995: 2). Hirsh reconoce el origen del concepto desde la pintura como algo muy significativo, dado que nos permite reconocer el tránsito de la primera a la segunda forma de entender el paisaje: "Encontramos entonces el paisaje que inicialmente vemos y un segundo, producido a través de la práctica local y que reconocemos y comprendemos mediante el trabajo de campo, la descripción y la interpretación" (ibid).2 Resulta importante reconocer que el paisaje cultural puede ser entendido desde una mirada desde fuera, pero intentando reconocer los usos y significados que la gente le otorga a su entorno físico y cultural; se trata pues, de un esfuerzo de abstracción sobre los aspectos más sensibles de las sociedades: el aprovechamiento del entorno, sus límites territoriales y las estructuras religiosas asociadas a lugares especiales. Los paisajes culturales son un producto, resultado del fenómeno humano de interacción con el entorno natural. La transformación se realiza por factores económicos, políticos y sociales y, para el caso de las sociedades antiguas, en cada uno de estos ámbitos resisten al tiempo, más o menos, testimonios de actividad humana. Es por ello que puede resultar más fácil estudiar los paisajes arqueológicos con apoyo en las evidencias materiales de transformaciones al entorno, dado que se han perdido, entre otros, aspectos tan importantes como el lenguaje y los nombres atribuidos a los elementos de la naturaleza.

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PAISAJESCULTURALES

Vale la pena mencionar, entonces, que los paisajes culturales son complejos en el sentido de que son el testimonio tangible más significativo que dejan las sociedades en su paso por determinados entornas. Gracias a su estudio se pueden desprender las formas de organización social, dinámicas de interacción o estrategias de aprovechamientos del entorno, con una consideración importante en función de las escalas, dado que "es un ámbito intermedio entre el sitio y la región" (Gándara, en este volumen). Lo anterior permite proponer un concepto de paisaje cultural entendido como el conjunto de elementos de origen natural y cultural integrados en un espacio geográfico continuo, asociados a la actividad económica, social, política o ideológica de un grupo humano (presentan una asociación contextual de usos y significados). Como producto, constituyen las alteraciones al entorno, resultantes de la actividad en el tiempo largo de un grupo humano sobre un entorno natural específico. En la mayoría de las ocasiones son reconocibles y delimitables por medio de las alteraciones realizadas al estado original de la naturaleza, tanto por actividades intencionales como no intencionales. El paisaje cultural, en este sentido, es al mismo tiempo un objeto de estudio -como producto de la interacción entre los seres humanos y su entorno- y una herramienta para entender fenómenos sociales concretos. Considerando que los paisajes culturales son resultado de procesos histórico-sociales particulares, encontramos una consecuencia obligada, y esla coincidencia o la no coincidencia de sus límites conceptuales y espaciales en función de las perspectivas de investigación. Lo anterior nos lleva a reconocer que pueden ser identificados varios paisajes culturales para una misma sociedad: sobre el mismo espacio, un paisaje cultural entendido en términos económicos, no es necesariamente coincidente con uno entendido en términos simbólicos. Como consecuencia, encontramos inmediatamente el problema de la delimitación para los fines de protección patrimonial. La protección del patrimonio está directamente relacionada con los valores atribuidos (sean éstos científicos, estéticos, ideológicos o de cualquier otra índole). Para el caso de los valores reconocidos desde el ámbito científico, si éstos han sido determinados desde una perspectiva economicista o simbólica, las implicacione strictamente de delimitación espacial pueden llegar a derivar en uno

MARíA

ANTONIETA ]IMÉNEZ IZARRARAZ

u otro sentido, incidiendo directamente en el destino de los recursos. Ésta es sólo una de las implicaciones importantes en torno a la relación que mantiene la investigación con la protección del patrimonio cultural. Un parteaguas en la protección del patrimonio, lo constituyó la inserción del concepto de paisaje cultural en las políticas internacionales. En las siguientes páginas me referiré al proceso que derivó en la consideración de proteger los recursos culturales y naturales con valores excepcionales, integrados en territorios concretos. Una primera anotación que vale la pena presentar es el hecho de que, aunque se han logrado grandes avances, no existe aún una total comunión entre los actores que protegen el patrimonio cultural y quienes investigan sus valores. Existen afortunados casos, algunos de ellos se presentan en este artículo. En este sentido, mi intención es insistir en la posibilidad de lograr proyectos estratégicos para la consecución del ciclo investigación-protección-impacto social. Presentaré entonces la línea seguida por los protectores del patrimonio para la inserción del concepto de paisaje cultural, y su posibilidad de incidencia para el caso mexicano. Los paisajes culturales como tales, si bien son producto de una evolución en la conceptuación mundial del patrimonio, están relacionados con la creación de la Convención Mundial para la Conservación del Patrimonio Cultural y Natural (UNESCO, 1972), al considerarse que el patrimonio podía ser dividido de acuerdo con su origen, fuera éste dado por la naturaleza o por la cultura. En la Convención se había previsto como una solución a la prot cci6n de lugares que tuvieran ambos tipos de patrimonio, la adopci6n de la ategoría de "bienes mixtos". Sin embargo, durante 20 años de su aplicación e fue consciente de que era difícil determinar la cualidad del patrimonio strictarnente con este parámetro bipolar. El problema fundamental tuvo r la ión en su momento con que no era fácil determinar si un bien era o no natural o cultural en su origen, ya que su desarrollo y su conformación ~'31l r sultado de dinámicas complejas. Esta polémica gener6,en lo sucesivo, qu . la lín a divisoria entre ambos tipos de patrimonio perdiera nitidez. Con la inclusi6n de cientos de nuevos lugares a la Lista del Patrimonio Mundial, se hizo cada vez más evidente la problemática de circun ril ir a los bi n s estri tarnente como naturales, culturales o mixtos, dado qu . mu hos d 11 S pr sentaban al patrimonio natural y cultural no como una SlIl\1:\lOria, sino orno un pro eso. El probl 111:1 solr 1'1:1 in las P líti as el •

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Fotografías 1 Y 2. El paisaje cultural, El Palmeral de Elche, en España, a mediados del siglo xx. Material proporcionado por la Generalitat Valenciana y Ayuntamiento de Elche, 2006.

protecci6n cuando se presentaron casos en los que los valores excepcionales del patrimonio remitían a la naturaleza, aunque habían sido producidos por la actividad humana. Valga la pena mencionar dos ejemplos de paisajes culturales ahora protegidos. El primero es El Palmeral de Elche (Valencia, España). Se trata de un plantío de palmeras de dátiles en una extensi6n de aproximadamente 507 hectáreas (fotografías 1 y 2). Su origen se remite a la expansi6n del Islam (siglos VII y VIII d.C.) con el proceso de fusi6n revolucionaria de las técnicas agrícolas iraníes, árabes y saharianas (Martínez Sanmartín, 2004). El comercio de dátiles constituy6 un elemento clave en la economía local y regional, y durante siglos fue el modo de subsistencia de los pobladores de Elche. Actualmente es considerado por sus pobladores como un jardín urbano, dado que la gran mayoría de las palmeras ha perdido su función agron6mica original (ibidem).

MARíA ANTONIETA ]IMÉNEZ lZARRARAZ

Las palmeras están protegidas dentro de la categoría de paisaje cultural y se ha instrumentado una normativa local mediante la cual se les protege en la ciudad de Elche: todas están registradas y georreferenciadas, y cualquier actividad de obra pública o privada con la que pudiera afectar a alguna de ellas, debe de ser notificada para que sea trasplantada a costa del propietario del terreno en donde vive la palmera. El segundo caso es el del sitio arqueológico de Las Médulas (Ruiz, et nl., en este volumen). Se trata de una mina de oro romana cuya explotación durante el siglo 1 incidió en el cambio en la morfología del paisaje. Propuesto omo paisaje cultural por la UNESCO dadas su excepcional geomorfología y la información arqueológica relacionada, se han generado itinerarios que pretenden que los visitantes valoren la integración de los elementos culturales y naturales que construyó la sociedad antigua dominada por los romanos. En los itinerarios es claro el mensaje al visitante, que da a conocer cómo las labore mineras de Las Médulas no pueden ser entendidas si no se considera su relación con el desarrollo tecnológico, la mano de obra que trabajó en ellas y '1 esfuerzo organizativo que exigieron. . El origen de los paisajes culturales, como lo muestran los ejemplos que presento, es la respuesta a una necesidad de integrar a la naturaleza y la ultura en un mismo concepto patrimonial (fotografía 3). Sumado a este ran avance, el concepto ha logrado superar su objetivo inicial. Ahora se ha 1 ho más incluyente y ha logrado integrar, en recientes fechas, también ,1 patrimonio intangible, y aún más, se está trabajando en diversos países n t rno al establecimiento de cada vez más canales para vincular la invesI i a ión científica con el patrimonio. Revisemos un poco la génesis de los pu isajes culturales. n 1992 en La Petite Pierre (Francia), el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO y el leomos (International Council on Monuments nnd ices), revisaron los criterios culturales de la Guía Operativa para la lmplementacián de la Convención del Patrimonio Mundial e incorporaron la t:l! . orfa de paisajes culturales. En este evento se estableció la necesidad de in -Iu irlos en la Lista del Patrimonio Mundial. En di ho do umento se definió a los paisajes culturales como "las ni I'as ornbinadas de la naturaleza y el hombre, que ilustran la evolución del umhicntc l1:1tl1r:11 ant fu .rzas s iales y culturales". El 011 '1 10 !TI n iona

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Fotografía 3. Caserío en Bosnia, Herzegovina. Los paisajes culturales son productos excepcionales, generados en la interacción entre la naturaleza y la cultura.

también la integración de la diversidad de manifestaciones en la interacción entre la especie humana y su ambiente natural. Se asignaron tres categorías: el paisaje cultural claramente definido (o intencional); el paisaje cultural evolutivo, que se divide en paisaje cultural fósil y paisaje cultural continuo; y el paisaje cultural asociativo. En el año 2000, el Consejo de Europa firmó el Convenio Europeo del Paisaje (sobra decir que es extremadamente reciente), en el que se definió al paisaje como "Cualquier parte del territorio tal como lo percibe la población, cuyo carácter sea el resultado de la acción y la interrelación de factores naturales y humanos". La definición es muy vaga, cuestión sustancial y significativamente problemática cuando se requiere una herramienta de carácter jurídico. Sin embargo, constituyó un gran avance dado que mencionó la importancia de generar políticas nacionales en materia de paisajes, alertó sobre la calidad paisajística, la protección de los paisajes, la ordenación paisajística y la gestión de los paisajes. El documento le atribuyó al paisaje un

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Identifiquen y reconozcan jurídicamente a los paisajes; definan y apliquen en materia de paisajes políticas destinadas a la protección, gestión y ordenación del paisaje; establezcan procedimientos para la participación pública, de las autoridades locales y de las regionales, e integren e! paisaje en las políticas de ordenación territorial y urbanística (cf Convenio Europeo de! Paisaje; art, 5)

Un reciente aporte se dio en el Foro UNEsco-Universidad y Patrimonio, celebrado en Newcastle, en el Reino Unido, cuyo título fue Paisajes culturales del siglo XXI. Resultó de esta reunión la Declaración de Newcastle (UNESCO,2005a), en la que participaron el Centro de Patrimonio Mundial de la UNESCO,el Centro Internacional de Estudios Culturales y de Patrimonio, la Universidad Politécnica de Valencia y, valga subrayar, el Congreso Arqueológico Mundial, dado que la arqueología y la antropología participan desde recientes fechas en la elaboración de la conceptuación y las propuestas relacionadas con los paisajes culturales, El documento destacó el dinamismo de las culturas y el pluralismo de significados y usos de los paisajes, Asimismo, recomendó la promoción de la participación académica en el desarrollo sustentable de los paisajes culturales, Cada año crece la cantidad de valores patrimoniales con que se argumenta la declaratoria de nuevos paisajes culturales en el mundo, tanto en aquellos que pretenden ser o son protegidos por el Fondo Mundial del Patrimonio de la UNESCOo por medio del Consejo de Europa, como aquellos que pretenden sólo instrumentar políticas de protección nacionales o locales, Los valores se presentan ahora como una forma de integración del patrimonio natural y cultural, tangible e intangible, A manera de ejemplo mencionaré algunas asignaciones de valor. En muchos casos éstos tienen origen en actividades agro pecuarias, como el Monte Líbano (fotografía 4), en donde persisten rasgos de un sistema agrícola rudimentario que data de la época fenicia, en un proceso en el cual participaron las posteriores ocupaciones romana, árabe, turca, francesa y la capitalista actual, El paisaje se ha modificado progresivamente por el recurrente uso de las mismas técnicas de aprovechamiento máximo del agua (Abijawde, 2005: 35),

, (Ministerio de Turismo de Líbano, 2006). Fotografía 4. Agricultura tradicional en Monte libano

,, ' 'un ro ecto de importantes cambios al En Croacia tamblen sur?l? dP Y " dellago Arsa, que lo con, d 1 d M ssohm de esecaClOn , ' (Balb entorno, a partlr e e u difi o' s'lgnificativamente el palsaJe o, las y mo 1 c id ísvirtió en terrenos agnco, 1 proyecto de pareo as caracter , , '1 al o meXIcano con e '1 d odi2005: 35); sirni ar cas ión del Bajío, Otros ejernp os e m ricas de Lázaro Cárdenas para la reg id en México son el de Chalco, ala ocurn os ' d ficación del paisaje en gra~ esc, '(hacia 1908 más o menos) fue deseca o que en la época de Porfino Dlaz, , de tierras para la siembra, en este caso, casi en su totalidad para la ex tenSlOn Íñigo y Manuel Noriega) Y con total , 1 (de los h ermanos 1 1 as del con dinero partlcu ar '1 de la desecación de as agun apoyo gubernamental. Uno mas es e , 'hacia 1971 también con apoyo , ' ió h ' 1940 Y se termtnO ' (M dal a Lerma, que uuc.o acia 1 habitantes de la región lacustre ag en del gobierno y no mu~ho,~e os onal). ' García, 2006: comumcaClon pers , o~io intangible, contamOS con el eJemEn lo que respecta al pamm 'e ' culturales con el susrrato de ci manuestaCl0nes plo de la asociación e ClertaS b U a muestra es el lenguaje, expuesto , f ico donde se llevan a ca o, n geogr a TI r

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Fotografía 5. Una innumerable cantidad de culturas ha establecido sus enclaves mediante la observación celeste; se trata de uno de los aspectos que vinculan al cielo con una perspectiva patrimonial (fotografía tomada desde el sitio arqueológico de El Opeño, el 21 de marzo de 2005).

Fotografía 6. ¿El patrimonio es sólo objeto o promotor de felicidad? Al reconocer que la memoria del dolor también tiene una función social, espacios como esta fosa común irakí y su contexto de transformación paisajística se convierten en elementos patrimoniales.

con esta categoría de patrimonio en la costa de Sydney, Australia, en donde se recuperaron 80 nombres aborígenes de lugares en el Puerto Jackson y la bahía Botany ente 1788 y 1899, nombres ligados también a procesos históricos determinantes en la historia antigua local (Attenbrow, 2005: 39). Asimismo, está la propuesta de considerar el cielo en las políticas de protección del patrimonio cultural (fotografía 5), que se integró a la cosmovisión de las sociedades humanas antiguas y tradicionales, dejando testimonios de las observaciones y percepciones en su cultura material. La contaminación del aire y las luces hacia arriba se convierten en un obstáculo, no sólo para disfrutar del cielo oscuro sino también para investigar el conocimiento que las sociedades antiguas tuvieron sobre los astros y que materializaron en el asentamiento, en la arquitectura y, con ello, en su vida cotidiana (Iwanisewski, 2005: 88) Existen también elementos de fuerte significación a partir de elementos tangibles e intangibles en paisajes culturales construidos como

consecuencia de la guerra, sea por bombardeos, por memorables campos de batalla o, incluso, por los espacios que ocupan las fosas comunes y que en algunos casos dejan alteraciones en el paisaje. El manejo de este tipo de lugares es con frecuencia objeto de polémicas, y más aún en donde la historia es reciente (fotografía 6) (Aygen, 2005; Price, 2005; Logan, 2005; Berkowitz, 2005; Condappa, 2005). Se reconoce en este sentido que los paisajes culturales no son exclusivamente lugares de disfrute y convivencia, sino que pueden ser lugares de dolor, sufrimiento, muerte y memoria (UNESCO, 2005b). Los paisajes culturales son flexibles y dinámicos. Permiten la consideración de protección de diversos valores contenidos en territorios concretos. La capacidad de atender no sólo al objeto, sino al contexto geográfico, espacial y temporal, abre las posibilidades incluso de vinculación social mediante la argumentación.

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ter h Ií ti han integrado jlll'I1\1I LIS orno la lamas ,en Jordania, la ciudad más antiguamente It ti 111.1\ 1.1 I ,1 m und de manera ininterrumpida (fotografías 7 a 9).3 El paisaje 1d I t 11.11urbao en vías de ser protegido en su condición de paisaje cultural, 1 t t unstituido por su arquitectura, su arqueología, su música, sus textiles, 1111 111.1, -mrc muchos otros aspectos (Al Huneidi, 2005: 38). L paisajes culturales, como producto de un cambio en la percepIlltll mundial del patrimonio, están teniendo un fuerte efecto en la forma 1 1\ l' I • S ' presentan los ejemplos de patrimonio en el mundo. Los anteriores 1111 1 j 'm plos de la diversidad de propuestas a partir de contextos sociales II.lI d libres con complejidades propias en términos económicos, políticos y 1 H lul .s. Está presente en los discursos tanto ejemplares como analíticos, la IlIlt'" i n de integrar en los paisajes culturales a la naturaleza y a la cultura, y 1.1, '11 sus manifestaciones tangibles e intangibles. I "IS

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A pesar de que la propuesta ha tenido gran eco, los paisajes culturales como -strategia de protección del patrimonio presentan serios problemas. Cuatro ti' 110sse resumen en lo siguiente: l. Los paisajes culturales implican un aumento en la complejidad de la gestión del patrimonio. 2. Existen ciertos problemas para la aplicabilidad de la Convención que les da origen. 3. Es difícil proteger paisajes culturales en países tercermundistas. 4. No hay un concepto jurídicamente delimitable de paisaje cultural. El primero de estos cuatro problemas, relacionado con el potencial aumento en la complejidad de la gestión del patrimonio, deriva de que los paisajes culturales hacen referencia a territorios que, si bien no son tan

Fotografías 7,8 Y 9. Arqueología, historia y modernidad en Jordania. Damasco es la ciudad de mayor continuidad ocupacional en el mundo (Czaia, 2006).

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3.

Una introducción a esta ciudad se encuentra en: http://www.damascus-online.comldamascus.htm

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multiplica el número y el tipo de actores involucrados. En esta complejidad se consideran: • Multiplicidad en el patrimonio dentro de un territorio, gll ' plll .11 ser natural o cultural, y dentro de este último, tangible e intan ,ihll • Aumento en el número y la cualidad de los actores involu 1';ldll desde los dueños y los usuarios de la tierra (que no siernpr SO" 111 mismos); las asociaciones civiles; las organizaciones no gub rn:\lIH'1I tales; los líderes formales: gobiernos municipales, estatales y '/1 ()(.I siones nacionales; los líderes reales: grupos de poder relacionad s 1111 la historia local, ete. A éstos se suman la sociedad inmediata '011"1 receptora de los beneficios de la creación de espacios patrimonial '1'1, . por supuesto, los grupos académicos interesados en la inve ti a h'lIl y la protección del patrimonio, El segundo problema es la aplicabilidad de la Convención, ya qur ,1 apoyo que ofrece la UNESCO tiene ciertas restricciones. La principal qu protege en un nivel de patrimonio, el de interés mundial, cuya caracterfstic.r fundamental es su valor universal excepcional, evaluado y aprobado p r lo llamados grupos de expertos en materia de protección del patrimonio J111111 dial. En este sentido, somos conscientes de que nuestro interés de prot i( 11 de los paisajes culturales no se circunscribe necesariamente al patrimonio d( representatividad mundial, sino que induye los de interés local y nacional. El siguiente punto es el concerniente a la dificultad de proteger Jug.1 res o paisajes en países en vías de desarrollo. Tenemos presente que existe lIl1,1 difícil relación entre protección y conservación en estas economías, El t mn es de por sí delicado y se resume en que muchos de los lugares patrimonin les (y no exclusivamente los paisajes culturales) están asociados físicam ni ' a actividades de economía para la subsistencia. A diferencia de los paisaj 's culturales en los que se intenta promover determinadas actividades (como ,1 patrimonio intangible que representan algunas técnicas agro pecuarias tradicionales), existen casos en los que es necesario el cambio o la restricción d I

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li '1'1nI s i dades s. I.os sfuerzos por amirnorar estas consecuencias negativas pueden 111',11,1 '11entrar soluciones ccorno el impulso de actividades económicas dll 111.\1 ivas, la canalización de: apoyos económicos gubernamentales o los 11111/'.1.1111:15 de desarrollo regiomal basados en otras fuentes de recursos eco1l11111Í! os, in embargo, y desafmrtunadamente, a las economías en desarrollo II 11'"' r sultando muy difíciil dejar de considerar que deben elegir entre 1I 111('11 .star de las sociedades irnmediatas a los bienes patrimoniales y estos ulumos. Resulta así una aberramte y paradójica suerte de elección, entre la 1IIIIIray la sociedad (en relación con los rubros que se presentan en los ""111m s de administración gulliernamental). Es difícil concluir sobrre los problemas de la inserción de políticas 111protección de los paisajes cuilturales, dado que las posibles soluciones se 111111 .ntran insertas en los casoss particulares. La dificultad de proteger paisaI1 ulturales no nos hace consiiderar ésta una tarea, inútil. Más bien puede 1IIIISlituir una instancia a la gemeración de ptogramas de desarrollo social en 111\cuales esté inserto el patrirmonio dentro de ésta y otras categorías, como 1Io"t ' del bienestar y de las estrattegias de consecución de 10 que se ha llamado 111sociología y derecho, felicidad política -expresión generada que refiere ,1 las cualidades innatas de ser' humano en sociedad ligadas a los derechos IlIlmanos- (Marina, 2000). Lass soluciones tienen como fundamental punto 1I' arranque el estudio y la comsideración de propuestas de desarrollo local

,1 'sde una perspectiva antropoliógica. El cuarto y último prolblema que citamos para la protección de un p.iisaje cultural es que no corntamos con un concepto jurídicamente delimitable de paisaje cultural. La Convención Mundial para la Protección del Patrimonio Cultural y Naturail (1972), en su artículo 5 compromete a los csrados signatarios, a adoptar políticas para la protección del patrimonio 'ldtural y natural. El concepto de paisajee cultural como patrimonio es reciente (se .idopta en 1992), y aún no se lha insertado en la legislación federal ni en las .statales. En otras palabras, la 1UNESCO reconoce este tipo de patrimonio (y puede promover sitios para la lLista Mundial del Patrimonio), pero los esta-

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dos miembro aún no u ntan con 1 gi 1 i nes na i nal s o lo ales dentro de este concepto. En cierto sentido, se genera una problemática, dado qu s pueden encontrar lugares con este tipo de declaratoria -con apoyo financiero e intelectual de las Naciones Unidas- (UNESCO, 2005a: sp), sobre territorio que no pueden ser considerados dentro de figuras jurídicas homogéneas en sus marcos legales locales.

VENTAJAS y SOLUCIONES.

LA ARGUMENTACIÓN

Y LAS LEGISLACIONES LOCALES

Los cuatro puntos problemáticos que presenta la aplicación de la herramienta conceptual de paisajes culturales pueden, en amplio sentido, ser subsanadas mediante una buena argumentación de sus valores. El reconocimiento de diversas esferas o áreas de valor sobre áreas concretas constituye una amalgama de ventajas: 1. Es posible reconocer que un territorio puede contener diversos tipos de valor. 2. Cada valor, si bien es merecedor de un tipo de protección patrimonial, crece en su posibilidad de ser protegido como una sumatoria de valores. 3. Presenta la posibilidad de reconocer los procesos histórico-sociales y naturales que han dado forma a los paisajes culturales, por medio de la investigación. 4. Aumentan las esferas sociales interesadas en la protección de los valores y da cabida a que crezcan las posibilidades jurídicas de protección, sea por medio de herramientas jurídicas de protección del patrimonio cultural o natural o cualquiera de sus ramificaciones. En todos los casos, resulta imprescindible partir de una noción de valor compartida entre los actores que inciden de alguna u otra forma en el patrimonio. El valor que se otorga a los elementos culturales o naturales se descubre por medio de la investigación científica. El valor del patrimonio es algo que ha de asignarse con toda la precaución que implica la toma de con-

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su d scino final." 1valor y el uso, reconocemos, 011 1)$ a i nc íntimamente vinculadas entre sí que afectan de manera .!il(· 'la la f¡ rma, 1uso y el significado final de los recursos patrimoniales. La '"' '11 i n de la puesta en valor, desde nuestra perspectiva, es la develación ,1 . lo atributos que les son intrínsecos a los elementos culturales y naturales pill'ti ulares, y en determinados patrimonios se logra gracias a la investigai()n i ntífica. Por otra parte, existe también en todos los casos la necesidad de vin ular la investigación (o sus resultados) con el efecto social, en términos ti • otorgar a la sociedad los elementos necesarios y suficientes para que sepa lo que existe (lo que tiene) en términos patrimoniales, y sea partícipe de un pr ceso de corresponsabilidad sobre el uso yel disfrute de los bienes patrim niales. Los paisajes culturales adecuados a las dinámicas sociales contemportineas en contextos concretos han de contar, en este sentido, con las siguienL características: • Son claramente delimitables, tanto si están compuestos de valores tangibles como si son intangibles. Los límites pueden ser físicos o conceptuales. • Son representativos de los valores más importantes y significativos de su sociedad, reconocidos mediante la investigación científica y traducidos al lenguaje de los no científicos. • Tienen criterios formales para su inclusión dentro del patrimonio cultural total con un corpus legal apropiado a su contexto particular. En él se aseguran su permanencia, su uso y su disfrute en el presente y en el futuro. • Participan en la dinámica social, económica, política o ideológica del presente a la par de ser motores de desarrollo de la sociedad que le da sustento. • Integran en sus actividades en corto, mediano y largo plazos a diversos sectores de la sociedad, tanto en lo que se refiere a su gestión

4.

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Definido para los efectos del presente trabajo, en términos de la Carta de Burra para sitios de Significación Cultural.

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La ventaja de la adopción de 1 paL a) ul ural . )nlO '\11.11 de protección del patrimonio son la posibilidad de ha r i 11 i Ii 1 .1 I I .1 valor, a la vez que poligonales de protección de distintos tipo de p:t 1 ti 111111111 Las desventajas mencionadas líneas atrás pueden ser superadas me li.!llt adopción de varias estrategias, como las que se presentan: • Buenas investigaciones, que inciden en mejores argumenta -iolu valor. • Comunicación de calidad sobre el valor del patrimonio c 11 la Mili dad o lo que podríamos llamar "el público no especializado". • Uso de herramientas jurídicas locales, como es la Reserva Paldl1ll1 nial para el caso de Michoacán. En este sentido, podemos considerar el paisaje cultural com 1111.1 herramienta de carácter argumentativo, en el sentido de que un ár ':1, .tI menos en México, no puede ser protegida jurídicamente dentro d 1111.1 figura denominada "paisaje cultural", pero sí puede tener este tipo de ll':lI.1 miento en su investigación, su presentación, su uso y su disfrute. Para sto, fines, podemos apoyamos en un concepto de paisaje cultural definido omo una unidad del paisaje cultural (que a diferencia de las propuestas de la '0 grafía, está unido por un tema o una problemática central) con diversos valo res patrimoniales, que es posible gestionar en su conjunto y desarrollar en sus fracciones (es decir, permitiendo la entrada de diferentes especialistas).

CERRO CURUTARÁN,

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r ffa 10. El cerro Curutarán ubicado al sur del valle.

HACIA UNA PROPUESTA DE ARGUMENTACI6N

COMO PAISAJE CULTURAL

Para finalizar el presente texto, expondré un ejemplo de los tipos de valor que pueden ser reconocidos en un territorio con el afán de integrarlo en un concepto de paisaje cultural. El tipo de argumentación es de carácter científico, lleva una fuerte carga de efecto social positivo y está reforzado por una figura jurídica local denominada Reserva Patrimonial.

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Imagen 1. En el Occidente de México (estado de Michoacán) se encuentra el valle JaconaZamora.

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MARÍA ANTONIETA ]IMÉNEZ IZARRARAZ

El proyecto Reserva Patrimonial del cerro Curutarán es desarrollado de forma multidisciplinaria y en él participan investigadores de El Colegio de Michoacán (Martín Sánchez, Efraín Cárdenas,), e interinstitucional (Arturo Oliveros del INAH, Víctor Garduño y Fernando Guevara Féfer de la UMSNH, entre otros). El cerro Curutarán está en ]acona, uno de los municipios más pequeños del estado de Michoacán. Se encuentra al oriente de la actual mancha urbana de la ciudad de ]acona, yel terreno de interés patrimonial se extiende en aproximadamente 1 500 hectáreas (fotografías 10 y 11). La orografía de la región es parte del sistema volcánico transversal, y su hidrografía se compone por tres ríos principales: el Duero, el Celio, el Zapadores; tres presas: Verduzco, Orandino y La Estancia; así como por varios manantiales de agua fría, entre los que destaca El Bosque. Cabe mencionar que este último abastece a la ciudad de ]acona y a un poco más de la mitad de Zamora (fotografía 12). El paisaje cultural del cerro Curutarán y sus inmediaciones, si bien integra a la multidisciplina, guarda una unidad, un tema o problemática central que plantea que el cerro y sus inmediaciones son un potencial representante de las formas de subsistencia milenaria y contemporánea vinculados al suelo y al agua, ya que por medio de su estudio, es posible reconocer: • El conocimiento que hace 3 500 años tuvieron los habitantes de la región sobre el funcionamiento del subsuelo y la manera en que lo adecuaron a su forma de vida y a sus creencias sobre la muerte. • La tecnología agrícola tradicional llevada a cabo desde hace alguno siglos en áreas de lagos y pantanos. • La forma de vida de la sociedad contemporánea que siempre ho estado ligada al campo. • La importancia de conservar el líquido vital y la forma en qu S posible hacerlo con mecanismos de corresponsabilidad social e institucional. En ste sentido, reconocemos diversas áreas de valor, entre las qu . I .sta an las de: • Potencial investigación arqueológica. • Por n ial investigación dafológica. • POI '11 ial inv sriua ión eohidroló i a.

Fotografía 12. El sistema agrícola de entarquinamiento o "cajas de agua" se realiza desde la época colonial en el valle de Jacona-Zamora (fotografía: Martín Sánchez Rodríguez, 2004).

• •

Potencial investigación botánica. Potencial investigación sobre los usos sociales del agua (pasados y presentes).

Un importante resultado esperado es el reconocimiento de la existencia de los patrimonios arqueológico, edafológico, botánico e hidrológico. Reconocemos que sería muy difícil protegerlos por separado, y por este motivo proponemos una protección envolvente, para lo que resulta de gran apoyo la figura jurídica mencionada. IV. Reservas Patrimoniales: Es el área terrestre o marina, o una combinación de ambas, en la que estén representados uno o más ecosistemas, cuyo objetivo es [sieS] la conservación del patrimonio natural y cultural del sitio en las que están interesados

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En otras palabras, el paisaje cultural del cerro Cururarán y sus inuu: diaciones, considerado como el producto de un proceso arqueoló 'ico ( histórico, encuentra en una figura legal la posibilidad de proteger sus valor .., patrimoniales, así como de vinculados con estrategias de aprovechami nto uso no destructivo. La investigación científica, desde nuestro punto de vista, no pi 1'
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