LOS MONOPOLIOS UN OBSTÁCULO PARA EL DESARROLLO

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LOS MONOPOLIOS UN OBSTÁCULO PARA EL DESARROLLO

Fernando Álvarez Simán*
http://mx.geocities.com/feralvarezsiman/

"Somos lo que Hacemos para Cambiar lo que Somos"
Eduardo Galeano


Probablemente el hombre más rico que ha existido a la fecha sobre la faz de la tierra sea el norteamericano John Davison Rockefeller (1839-1937), quien a partir de identificar que el motor de la revolución industrial serían los combustibles fósiles, acumula una fortuna legendaria. A Rockefeller se le recuerda como un filántropo que dejó como legado la Universidad de Chicago, el Rockefeller Center y el terreno donde Naciones Unidas construyó su sede en New York.

También porque su emblemática empresa petrolera Standard Oil fue protagonista de un juicio legal contra sus prácticas monopólicas en 1911, siendo de las primeras empresas a la que las autoridades americanas le aplican la "ley antimonopolio Sherman" (Sherman Act), lo que obliga a Rockefeller a partir su empresa en fragmentos.

En ese sentido, saltan a la vistas las preguntas; ¿Qué es un monopolio y porqué los gobiernos los combaten?, ¿Cuáles son los actuales monopolios mundiales? Un monopolio es todo obstáculo que impide la libre competencia, sucede cuando existe un único vendedor de un producto o servicio que requiere la sociedad, agravando esta situación porque no se cuenta con ningún producto substituto o alternativa por ello, el vendedor influye en el precio del producto. También puede suceder a la inversa; puede existir un solo comprador de un determinado producto. Es decir, el monopolio es toda restricción de la oferta o la demanda. También existen el Duopolio y el Oligopolio, el primero es cuando solo existen dos empresas en el mercado y el segundo es un pequeño número de empresas que producen un bien homogéneo, controlan los precios y colaboran entre ellas para evitar la aparición de un nuevo competidor.

Desde la aparición de los primeros monopolios, las políticas gubernamentales siempre han buscado combatir a los monopolios o en su caso regularlos; primero) porque los monopolistas tienen la capacidad suficiente para fijar el precio de venta o de compra de los productos, segundo) porque la cantidad de el producto es menor a lo que existiría si hubiera competencia, tercero) porque la falta de competidores redunda en la calidad del producto porque no hay incentivos para producir a menor costo y mayor calidad y cuarto) porque la falta de competidores no fomenta la creación de nuevas fuentes de empleos directos e indirectos y por ende se frena el crecimiento económico por falta de competencia (este punto es central en el análisis).

Actualmente los monopolios a nivel mundial se están dando en las áreas tecnológicas, (Microsoft que incluso a enfrentado juicios por prácticas desleales contra la competencia en Europa y Estados Unidos) aunque para muchos una empresa tecnológica no puede ser monopólica, puesto que está creando satisfactores para el futuro, para muestra se citan los casos de Netscape, AltaVista, Geocities, AOL, Sun Microsystems y recientemente de Palm, todas ellas empresas que se volvieron una referencia obligadas en la era de la Web que han desaparecido. Altavista era el buscador de Internet favorito antes que Yahoo y hoy reina Google. Las redes sociales también tienen lo suyo, primero fue My Space, después Second Life y hoy compiten por el mercado Facebook y Twitter.
 
Dice Raymundo Riva Palacio (Diario español el País 21 de octubre del 2009)… "Monopolio es una palabra muy utilizada en México para describir a los verdaderos dueños del país, los que controlan el consumo y la vida de los mexicanos, los que impiden la competencia justa, los que reducen la competitividad y frenan el desarrollo. Son los que en buena manera han logrado que un país que tiene tanto potencial, se quede en el arrancadero del desarrollo, observando cómo lo rebasan cada año. Afirma el Foro Económico Mundial en su último informe sobre competitividad que abarca el análisis de 132 países, que México está en el lugar 60, abajo de Chile, Puerto Rico, Costa Rica, Brasil y Panamá, entre las naciones latinoamericanas. Pero está en el lugar 101 en ineficiencia de instituciones públicas, en el 115 en cuanto a rigidez laboral, y en el 74 por la mala educación superior, incapaz de proveer mano de obra de calidad al mercado de trabajo. Este es el verdadero paisaje nacional, el de los grupos de poder, públicos y privados, que marcan la hora mexicana y manipulan el destino. Los monopolios son una pesadumbre que no se siente cotidianamente, pese a que se les denuncia frecuentemente"… luego continua…"País pobre y líderes empresariales y sindicales ricos, "Tranquilos y a seguir trabajando. Los dueños de México no tienen problemas con el Estado salvo ocasionalmente. El presidente Calderón dijo, incluso antes de tomar posesión, que el desmantelamiento de los monopolios sería parte de su cruzada para modernizar el país y detonar el desarrollo. El crecimiento de México está por debajo no sólo de la media mundial, sino se encuentra en los sótanos entre sus pares en América Latina. El principio del despegue de la crisis tomó al gobierno mexicano en el cabús del ferrocarril del desarrollo, sin muchas posibilidades de ir avanzando en los vagones, menos aún para colocarse en la punta de la locomotora. Los grandes grupos de interés lo tienen dominado y frenado. El magnate Carlos Slim es el arquetipo, con su dominancia en el sector de las telecomunicaciones. Tiene bajo su control al 80% de la telefonía fija y mantiene bajo su férula más del 70% de la telefonía móvil. Las tarifas se encuentran entre las más altas del mundo. El grupo que encabeza ha estado dando una batalla para impedir que el conglomerado de comunicación, Televisa, pueda entrar al mercado de la telefonía fija. Hay mucho temor, pues con el dominio del 70% de las pantallas de televisión en México, la propiedad del sistema de cable más grande del país y del sistema de televisión por satélite dominante, la comercialización en paquete sí representaría un desafío empresarial para Slim. Pero al mismo tiempo, Televisa presiona para que el gobierno no le autorice a Slim un canal de televisión, quien ya tiene 36 canales en operación, semiclandestinos en Internet, en espera de la señal pública"…
Concluye Riva Palacio que un elemento que impide el avance de México en el fomento de la competencia son los grupos de poder y de interés político que históricamente se han aliado con el gran capital en una suerte de duopolio. Haciendo con ello que nuestro país tenga nulo crecimiento y no pueda cumplir la meta necesaria de creación de un millón de empleos anuales, que es el número de jóvenes que ingresan al mercado laboral. Recientemente Gustavo Meixueiro Nájera, director de estudios de desarrollo regional del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP) precisó que el 63 por ciento de los jóvenes entre los 20 y 24 años se emplean en el sector informal. Actualmente en México hay más de 29 millones de jóvenes de entre 15 y 29 años de edad, los cuales, explicó, han tenido que forjar su destino bajo condiciones difíciles, de incertidumbre, estancamiento económico, inseguridad pública y escasez de empleos.
De hecho, de acuerdo con datos de la ONU, el 10% de los más ricos en México ganan 45 veces más que el 10% de los más pobres; el grupo de mayor ingreso acapara el 40% del Producto Interno Bruto, mientras que el 10% de menor ingreso, apenas si alcanza el 1%. Carlos Slim, dueño de la empresa telefónica TELMEX y la persona más rica del mundo según la revista de negocios Forbes, gana más de 11 mil veces lo que un mexicano promedio podría ganar en toda su vida productiva.

Así, los monopolios que operan en la economía mexicana en buena parte impiden el crecimiento. Ello implica que el ingreso que se genera se concentra en muy pocas manos, que, indudablemente mientras no existan cambios estructurales multiplican y seguirán multiplicando su patrimonio exponencialmente. Este hecho evidentemente genera desigualdad, pero además las políticas federales de fiscalización son endebles ya que no se distribuye el ingreso de manera justa, cobrándoles menos impuestos a quienes poseen más riqueza. Lo cual es la antítesis del principio de que los impuestos tienen un efecto redistributivo entre los que menos y los que más tienen. A manera de conclusión, manejar un monopolio en México implica ser parte de un negocio con una extraordinaria rentabilidad a pesar de su pobre o nula competitividad, sencillamente porque controla a placer el mercado en el que opera; sin embargo, no se fomenta el empleo y el mejoramiento tecnológico, por lo que el país no avanza.

Afortunadamente el Presidente Felipe Calderón ha comenzado a actuar, ya que incluso antes de tomar posesión, manifestó que el desmantelamiento de los monopolios sería parte de su cruzada para modernizar el país y detonar el desarrollo. Ya como presidente ha enviado una iniciativa al Congreso de la Unión para endurecer las penas y los castigos a las empresas que incurran en prácticas monopólicas en el país, en su mensaje afirmó que el problema es grave, puesto que las familias mexicanas destinan 30% de su gasto a mercados con problemas de competencia, en los cuales los consumidores gastan 40% más que si hubiera competencia. Diciéndolo de otra manera gastan cerca de 100 pesos cuando podrían gastar solo 60 pesos en condiciones de mayor competencia

Con ello, el presidente reconoce que como ya lo han afirmado muchas voces en diversos momentos y distintos foros, el problema estructural más serio de México es la falta de competencia económica y de alternativas para la generación de empleo. En ese sentido, es un gran paso y el camino correcto, falta después de endurecer los castigos por parte de la Comisión Federal de Competencias (COFETEL). Hoy abrirnos a la inversión nacional y extranjera directa, invitando a las empresas de telefonía, de televisión, automotriz, de aviación, de electricidad, de petróleo, de alimentos, de medicinas, a todo el mundo para competir con las que hoy son las hegemónicas, falta también fomentar lo que en el mundo empresarial anglosajón se conoce como (break-ups) y transparencia e información.

Definitivamente hoy México está desperdiciando el bono demográfico, el cual puede generar mayor riqueza, porque representa un proceso de transición en el que la población en edad de trabajar y económicamente activa es mayor que la dependiente. Para crecer mucho hay que invertir mucho y ahorrar mucho, y esto tiene que ser tarea de todos, no solo de unos cuantos, si muchos invierten mucho y ahorran mucho el país será competitivo y próspero. Es necesario crear las condiciones para que esto sea así de manera inmediata, solo así podremos hablar de desarrollo.


*Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas