Los Kirchner y la Argentina de hoy

Kramer 1 Andrew Kramer Santiago Anria Latin American Politics 21 November 2012 Cristina Kirchner y el gran desafío del Kirchnerismo Este último año ha sido un año muy difícil para La Argentina y para el mundo entero, marcado por crisis e incertidumbre. En La Argentina, han pasado muchas cosas inesperadas incluyendo la muerte de Néstor Kirchner, un conflicto con Los Estados Unidos, huelgas gremialistas y sobretodo la crisis del dólar. Frente a todo esta incertidumbre, una cosa quedó claro desde el principio: el hecho de que Cristina Kirchner, la presidenta de la republica, iba a ganar las elecciones presidenciales de nuevo. A punto de empezar su segundo mandato, la presidenta se enfrenta con muchos problemas nacionales e internaciones que seguramente pondrán a prueba el camino que heredó de su difunto esposo Néstor, llamado el Kirchnersimo. Se puede decir que Cristina Kirchner empezó su ascenso a la presidencia en el año 2003 cuando su esposo Néstor, un desconocido en mundo político, ganó las elecciones presidenciales apenas superando 22% de los votos en la primera vuelta. En esta época, La Argentina estaba en una crisis total con una taza de pobreza alrededor del 45% de la población, un peso que no valía nada debido a alta inflación y a punto de defaultar en sus deudas. La gente ya no aguantaba este sufrimiento y estaba dispuesta a escuchar a alguien que prometió cambio. Este hombre era Néstor Kirchner, un hombre quien, como los ciudadanos, le echó la culpa totalmente al FMI y el neoliberalismo. La gente lo escuchó y Néstor Kirchner se hizo presidente a fines del año 2003. Durante sus cuatro años en el poder Néstor ayudó y mejoró la vida de las personas mas debilitadas por el neoliberalismo y creció la economía muchísimo. En el año 2007 cedió el paso

Kramer 2 a su esposa, Cristina, quien se convirtió en la primera presidenta de la república. En los últimos cuatro años, Cristina ha seguido el plan de Néstor y ha tenido tanto éxito como él. A medidas de 2011, con las elecciones acercándose rápidamente en Octubre, la noticia mas importante fue la crisis del dólar. 2011 fue un año caótico para el mundo, con la crisis total de Grecia, la Unión Europea y los Estados Unidos. Durante los últimos años La Argentina ha crecido mucho, pero cada día se habla más y más de rumores de un nuevo crisis en La Argentina. Se dice que es imposible sostener este crecimiento económico para siempre. Con esta incertidumbre, los argentinas giran a su antiguo amigo, el dólar, convirtiendo sus pesos en dólares en una cantidad jamás visto antes. Cada mes mil millones de dólares se fugan del país. Esta fuga no es inusual, La Argentina tiene una larga historia con el dólar. Cuando un autor de La Nación era niño, su madre le decía que era mejor convertir su dinero de cumpleaños en dólares, así era mas seguro. Hoy en día los argentinos tienen más de $50.000 millones de ahorros en manos privadas. Una cita que, según el tesoro estadounidense, se encuentra en primer lugar en todo el mundo aparte de los Estados Unidos. Frente a esta demanda increíble, Cristina se da cuenta que tiene que detener la fuga como sea. Cuando su esposo tomó el poder en el año 2003, la fuga de capitales era una de los problemas más destacados de la década recién empezada porque no puede existir desarrollo económico sin una cantidad suficiente de pesos argentinos en La Argentina. Un economista diría que ha de devaluar la moneda para reducir la demanda por dólares y detener la fuga, pero Cristina jamás va a devaluar el peso. Para muchas personas en La Argentina la palabra “devaluar” es una palabra horrible con muchas connotaciones negativas. Cuando Cristina y sus ciudadanos piensan en la palabra “devaluar”, piensan en vinculo que la devaluación tiene con los programas neoliberalitas de los ‘90 bajo Menem y a principios del siglo XXI. Como ya dicho,

Kramer 3 en aquella época la devaluación y el neoliberalismo dejaron el país en ruinas. Es cierto que devaluar la moneda podría dar ventaja a La Argentina con exportaciones, pero este beneficio viene con una alta costa a los ciudadanos. Al devaluar la moneda, todo se vuelve más caro en el país porque necesita más pesos por un dólar. Los sueldos bajan porque cada día se recibe menos dinero por sus exportaciones y el desempleo aumenta. Todos estos factores destruyen un país, tal como pasó a la argentina bajo el neoliberalismo. Cristina tiene un compromiso con su país de no volver atrás a esta época jamás y por eso se niega a devaluar el peso para reducir la demanda por dólares. En vez de devaluar la moneda, Cristina ha decidido tomar medidas populistas en las cuales intenta usar el poder del gobierno para congelar el tipo de cambio y frenar la compra de dólares con fuerza. Al congelar el tipo de cambio, Cristina intenta dar ventaja a sus ciudadanos que fueron más dañados por el neoliberalismo. Especialmente en un año de elección, no puede perder su apoyo. El problema con la congelación es que el dólar se encuentra muy barato en el país, algo que sólo ayuda a aumentar la ya alta demanda. Justo después de su victoria, Cristina implementó nuevas medidas sobre la compra de dólares que a simple vista aparecen cerrar la compra de dólares completamente. Ahora, para comprar dólares, hay que presentarse en la oficina del gobierno, mostrar identificación y cuentas bancarias para averiguar que se tiene los fondos reales para poder realizar la compra. El gobierno dice que estas medidas sirven para detener la especulación, una practica en que Cistina dice que la gente “gana dinero sin hacer nada”. La especulación puede tener consecuencias grandes en las economías del mundo, sólo hay que mirar atrás un par de años con la crisis de Los Estados Unidos en 2008. Para muchas personas, parece que detener la especulación no es el objetivo porque casi todos los compradores son rechazados por el gobierno, incluyendo los que tienen los fondos y sólo quieren comprar

Kramer 4 cantidades pequeñas de pesos. Muchos diarios dicen que estas nuevas medidas son básicamente una conspiración para que la gente no pueda comprar dólares, pero no es así. Cristina intenta hacer lo mejor para su país sin ceder al poder extranjero e implementar medidas neoliberalitas en términos desfavorables como muchos otros líderes en Latinoamérica han hecho. Es un balance dedicado y aún no ha llegado al balance perfecto. A principios de Octubre, la crisis del dólar todavía estallaba, pero algo mucho más importante se acercaba a fines del mes; las elecciones presidenciales. Esta elección fue muy especial, porque básicamente no había campaña. Todos sabían que Cristina Kirchner iba a ganar de nuevo. La Nación, un diario conservador y anti gobierno dijo que Cristina está “blindada” frente a la oposición. Esto quiere decir que es intocable y así fue. Ella y su partido, La Frente Para La Victoria, ganaron fácilmente. Cristina recibió mas de 54% de los votos, con 36% más que el candidato en segundo lugar, Hermes Binner. Su victoria es histórica, algo jamás visto recientemente. Hace casi 30 años, con la vuelta a la democracia en 1983, fue la última vez que hemos visto una victoria así. Entre la gente, es muy fácil de entender por qué Cristina ganó las elecciones. En una encuesta realizada por la nación, la mayoría de las personas que votaron por Cristina dijeron que “hizo un buen gobierno” y “la calidad de vida ha mejorado”. Esto fue la clave para Cristina porque, como su esposo Néstor, realmente cumplió con sus promesas al público. En breve, aumentó planes sociales y los sueldos de los trabajadores y lo más importante es que la economía ha crecido mucho aunque hubo dudas cuando su partido perdió las elecciones del congreso en 2009. Pero Cristina, su partido y La Argentina se recuperaron a pesar de la trágica muerte de su esposo hace un año. Otro factor clave es algo que siempre ha sido un problema para las elecciones en La Argentina; una oposición dividida. Tradicionalmente en Los Estados Unidos

Kramer 5 hay dos candidatos que realmente tienen una posibilidad de ganar. En La Argentina usualmente hay tres o cuatro candidatos que tienen la posibilidad de ganar. No es raro que ningún candidato supere 25% en la primera vuelta. El hecho de tener tantos candidatos sirve para dividir y diluir la influencia de la oposición(46% de los votos) entre más de cuatro candidatos, dando una gran ventaja a un candidato muy popular como Cristina. Al unir todos estos factores, es claro entender que Cristina realmente fue “intocable” y en fin no había otra opción. En fin, ningún candidato pudo prometer alcanzar todo lo que Cristina ha alcanzado en su primer mandato. Cristina hizo más que ganar las elecciones, las dominó. 54% de los votos es una cita sin presidentes, algo que se podría clasificar como un mandato para el populismo total. Ahora, el debate entre los diarios es sobre lo que Cristina va a hacer con este nuevo poder. Pocas semanas tras su elección, fue recibida como una superestrella en la cumbre del G-20. Nadie puede acercarse a lo que cristina alcanzó; ni Obama ni Sarkozy a quienes no se sabe si van a ser reelegidos. A diferencia con su pasado, Cristina se vio mucho más dispuesta a hablar con el mundo. Por tantos años se negaba a negociar con el club de parís ni con empresas americanas a quienes la argentina debe casi 9.000 millones de dólares. Esto viene de su esposo Néstor, quien fue muy exigente y se negó muchas veces a negociar deuda en términos malos que destruirían a La Argentina como en los ‘90. Al final de la cumbre, Cristina se reunió con el Presidente Obama y los dos aparecen dispuestos a mejorar su relación y fuentes de La Nación dicen que pronto habrá un acuerdo con el club de parís. Todo eso es un cierto cambio, lo que La Nación llama un giro al pragmatismo. Cristina se da cuenta del kirchnerismo total, basado en el populismo, no puede sostener este nivel de desarrollo económico para siempre. Cristina necesita la ayuda del extranjero para poder convertir a la argentina en un poder mundial. Incluso ha moderado los aumentos de los sueldos y

Kramer 6 ha quitado algunos subsidios para ahorrar dinero y controlar la inflación. Éste es algo que un populista total jamás haría, pero cristina quiere “Fuerza Argentina” ( su slogan de campaña) y por eso está dispuesta a dejar atrás el Kirchnerismo en ciertas maneras para mejorar el bienestar de su país. Sabe que el populismo, o el Kirchnerismo total, podría arruinar el país de nuevo y Cristina no quiere volver atrás. Se aleja del Kirchnerismo por el bienestar de su país sin olvidar a gente que la llevó al poder en el año 2007 y de nuevo este año. Nadie sabe con certidumbre lo que le queda en adelante para Cristina y su país, pero es claro que el camino no será fácil. En ciertos aspectos ya no sigue el camino del Kirchnerismo, pero el Kirchnerismo permanecerá en el frente de su miente para siempre. Con cada decisión, Cristina piensa en lo mejor para La Argentina y jamás cederá a la fuerza del extranjero. Sólo Cambia su ideología con respeto a asuntos como deuda cuando cree que puede beneficiar a La Argentina y los términos son favorables. Ella no quiere volver atrás a los ‘90 y esta meta la guiará para siempre. Quiere convertir a La Argentina en un poder mundial y es cierto que en los últimos cuatro años realmente ha cambiado la Argentina para siempre. En sus propias palabras, justo después de su victoria en el 20 de Octubre, describió el camino que ha tomado y que seguirá tomando “si alguien conoció a la argentina antes del 2003, van a poder cuanto hemos avanzado pese a todo lo que todavía nos falta…..cuando todo está perdido es el mejor momento para luchar por lo que uno cree. Por la patria, por las ideas.”