Los juegos de habilidad física del Sáhara tunecino y de Marruecos: investigación antropológica y educación para la paz

October 5, 2017 | Autor: Jean-Pierre Rossie | Categoría: Tunisia, Niños, Sahara, JUEGOS TRADICIONALES, Marruecos, Educação Física or Phisical Education
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Descripción

LOS JUEGOS DE HABILIDAD FÍSICA DEL SÁHARA TUNECINO Y DE MARRUECOS INVESTIGACIÓN ANTROPOLÓGICA Y EDUCACIÓN PARA LA PAZ

Jean-Pierre Rossie

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LOS JUEGOS DE HABILIDAD FÍSICA DEL SÁHARA TUNECINO Y DE MARRUECOS: INVESTIGACIÓN ANTROPOLÓGICA Y EDUCACIÓN PARA LA PAZ

En Actas del I Congreso Estatal de Actividades Físicas Cooperativas, Medina del Campo: 9 - 12 de julio de 2001. Valladolid: La Peonza Publicaciones, 64 ill., Spanish and English version published on CD-ROM (no longer available), ISBN 84-9212663-9. Adapted version reedited by Stockholm International Toy Research Centre in 2004 and reedited by the author in December 2015, 59 p., 64 ill. RESUMEN El objetivo de este análisis es ofrecer a los profesores de Educación Física algunas reflexiones teóricas y, especialmente, varios ejemplos concretos de actividades jugadas y juguetes, basados en mi investigación en el Sáhara tunecino y en Marruecos. La idea de todo esto es que pueda servir en el contexto de su trabajo orientado a utilizar la educación física para promover la comprensión intercultural y la paz. Después de algunas notas introductorias sobre mi investigación y los métodos empleados en ella, doy una descripción de los juegos de habilidad física de los niños del Sáhara tunecino y de varias comunidades marroquíes, rurales y urbanas. Estas actividades jugadas y los juguetes usados en ellas pertenecen a las categorías siguientes: juegos de habilidad física jugados con y por niños pequeños, juegos de destreza, de puntería, de equilibrio, de fuerza y de lucha, de velocidad, de autodominio, de mofa y burla, juegos con balón. Finalmente, propongo algunos juegos de habilidad física relacionados con elementos naturales. En una tercera sección, "investigación antropológica de los juegos de habilidad física y educación para la paz", se ofrecen algunas reflexiones sobre los aspectos cooperativos en los juegos de habilidad física del Sáhara tunecino y de Marruecos, la influencia del género en estos juegos de habilidad física, el concepto de la tradición y el cambio en los juegos de habilidad física, y el posible papel del juego de habilidad física en la educación intercultural y para la paz. Este estudio se ilustra con 64 fotografías.

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INTRODUCCIÓN Este texto está basado en mi investigación entre los Ghrib, semi-nómadas del Sáhara tunecino, así como en diversas áreas rurales y en barrios urbanos populares de Marruecos (nota 1). Cuando comencé mi trabajo entre los Ghrib mi propósito era estudiar la educación y la socialización de los niños en general. Sin embargo, durante la primera de las tres investigaciones de campo, entre 1975 y 1977, experimenté la ventaja y la utilidad de participar en los grupos de juego de los niños y decidí concentrarme inicialmente en las actividades jugadas y en los juguetes. Debido a los cambios en mi vida profesional, especialmente a los diez años de trabajo en el servicio social para turcos e inmigrantes norteafricanos en la ciudad de Gante, no pude continuar mi investigación entre los Ghrib. Durante ese tiempo me centré en el análisis de la bibliografía sobre el juego y los juguetes en el Sáhara y en el norte de África, y estudié, en el Museo del Hombre, de París, una importante colección de juguetes procedente de esas zonas. Otro cambio en mi vida profesional me dio la oportunidad, desde 1992, de pasar períodos anuales de investigación en Marruecos. Los resultados de estos 25 años en la investigación sobre el juego y el juguete (nota 2) han sido publicados en Internet y pueden encontrarse, en la siguiente dirección: http://www.sitrec.kth.se. Dichas investigaciones se reflejan en el más general de los libros Toys, Play, Culture and Society. An Anthropological Approach with reference to North Africa and the Sahara (2003, 139 il.) y en las series descriptivas Saharan and North African Toy and Play Cultures, con tres volúmenes publicados Children's Dolls and Doll Play (2003, 157 il.), Commented Bibliography on Play, Games and Toys (2003), y The Animal in Play, Games and Toys (2003, 103 il.) (libros disponible a través de la página web http://www.sanatoyplay.org (archivo: Publications: books/articles). Al próximo volumen The Domestic Life in Play, Games and Toys (publicado en 2008) le seguirán otro sobre técnicas en el juegos y juguetes (publicado en 2013) y sobre juegos de habilidad. Formado primero como trabajador social y después como africanista, mis métodos de investigación pertenecen, sobre todo, a los métodos de estudio etnográfico de la tradición basada en la observación participante en grupos de juego infantil, la observación libre, las charlas informales, las entrevistas abiertas, el uso de informantes e intérpretes, la toma de diapositivas y las películas etnográficas. Adicionalmente se utilizaron algunos métodos de etología humana en el Sáhara tunecino, especialmente la grabación minuto a minuto para la observación de largos períodos y la filmación indirecta. A lo largo de esta presentación, intentaré relacionar mi información sobre actividades jugadas de habilidad física, según lo recopilado en el Sáhara tunecino y en Marruecos, con los objetivos de la educación física, la educación intercultural y la educación de la paz. 3

2. JUEGOS DE HABILIDAD FÍSICA DEL SÁHARA TUNECINO Y DE MARRUECOS En esta sección planteo una serie de ejemplos de actividades jugadas de habilidad física sin juguetes - o más correctamente con el cuerpo como único juguete - y juegos de habilidad física con juguetes (nota 3). Algunos de estos juguetes no son más que objetos tomados del medio natural o doméstico, pero en la mayoría de los casos son fabricados por los propios niños con materiales naturales y productos de desecho. Es necesario resaltar que la distinción hecha en esta sección entre los diversos juegos de habilidad es absolutamente arbitraria, hasta el punto de que varias habilidades son frecuentemente necesarias en una misma actividad jugada. Usando estas actividades jugadas de habilidad física, con y sin reglas, como ejemplos, deseo resaltar algunos de los aspectos propuestos en este congreso, relacionándolos con los temas que destaca el movimiento de Educación Física para la paz: - juegos cooperativos de habilidad física en un medio natural; - uso cooperativo de materiales naturales y de productos de desecho con y sin transformación. - actividades cooperativas que estimulan funciones complementarias del desarrollo de la habilidad; - aspectos de socialización de esas actividades jugadas: aprendiendo a cooperar, aprendiendo a conocerse a uno mismo y a los demás, autonomía y responsabilidad en las decisiones: - cooperación y competición en actividades jugadas y en la fabricación de los juguetes, “competición jugada” vs. “confrontación agresiva”; - género y generaciones en los juegos de habilidad física, - tradición y cambio en los juegos de habilidad física. Todos los ejemplos dados pertenecen a la esfera de la educación no formal, de la inintencionada y, a veces, intencionada socialización de niños. Sin embargo y sobretodo, estas actividades son actividades jugadas ejecutadas por los participantes para su propio disfrute y el de los otros. No son ciertamente tareas impuestas por los adultos para promover el desarrollo físico y la integración de los niños en la comunidad.

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2.1. Los juegos de habilidad física con bebés y niños de hasta cinco años. Los hermanos mayores y los adultos desarrollan espontáneamente las habilidades de los niños pequeños a través de actividades jugadas alguna de las cuales los etólogos humanos han considerado ser universales al comportamiento humano (Sbrzesny, 1976). Entre éstas, son bien conocidas la elevación de un niño pequeño poniendo un pie sobre su barriga (foto 1), elevarlo por encima de la cabeza manteniendo agarrado al pequeño por debajo de sus brazos, hacerle cosquillas en diferentes partes de su cuerpo y hacer juegos con los dedos (nota 4). Estos juegos entre los niños más pequeños y los miembros más mayores de la familia, en los que el cuerpo o las partes del cuerpo se convierten en un “juguete”, no sólo desarrollan diferentes habilidades corporales, sino que, al ir frecuentemente acompañados por rimas cortas o canciones, estimulan el desarrollo verbal y musical y también los lazos afectivos. A veces una madre o un padre, pero más a menudo en el Sáhara tunecino y en Marruecos un hermano mayor, fabrican un pequeño juguete para el niño pequeño (fotos 2 y 3). Así, los niños pequeños también desarrollan sus habilidades sin la intervención de otras personas. Su curiosidad los empuja a explorar el ambiente inmediato, manipulando la arena, el agua, el material vegetal, los objetos domésticos o las herramientas del adulto (foto 4). 2.2. Juegos de destreza. Los juegos con los dedos, mencionados anteriormente, son juegos de destreza que no requieren el uso de ningún objeto. Para otros juegos de destreza es necesario algún material, un juguete fabricado por los propios niños o uno comprado en un mercado o en una tienda. Un juego de destreza, y al mismo tiempo de intuición, conocido en muchos países y jugado con apenas un cuerda, requiere una buena cooperación entre dos jugadores con el fin de crear figuras cada vez más y más complicadas (foto 5). Levantar cinco cerillas colocadas sobre una caja de fósforos, con los dedos correspondientes de ambas manos es un ejercicio difícil de destreza y de sincronización practicado por los niños Ghrib más mayores (fotos 6 y 7). En el Sáhara tunecino y en Marruecos, la rueda sonora o zumbador es con frecuencia un juguete elaborado por los propios niños, la rueda se hace con yeso o con la tapa aplanada de un frasco o botella. Este juego sirve también para bromear cuando un jugador toca la piel o el pelo de otro niño con la rueda mientras la hace girar rápidamente. Los niños marroquíes pueden también comprar una golosina que responde al mismo propósito (foto 8). Estos juegos de destreza no contienen ningún elemento competitivo al contrario que otros como las tabas, las canicas (foto 9), las peonzas (nota 5) – fabricadas por los propios niños con en una manzana roja y un tornillo (foto 10) o con un torno (foto 11) – que son juegos típicamente competitivos. Entre los grupos de juego de los Ghrib o de los niños marroquíes, formados por vecinos o compañeros de clase, normalmente no está bien visto que esta oposición, desarrollada durante el juego con un ganador y 5

varios perdedores, sea disturbada por reacciones agresivas. La solidaridad entre pares es más importante que las manifestaciones exageradas de superioridad cuando se gana o los sentimientos de frustración cuando se pierde. Prevalece la posibilidad de mostrar unas habilidades y de mejorarlas al jugar con otras personas. Dado que la suerte también desempeña su papel en estos juegos, dado que los niños más mayores, cuando juegan con más jóvenes, tienden para ayudar a éstos para que mejoren, y dado que los pares fomentan la cooperación más que la competición, los aspectos negativos de la competición parecen más fáciles de superar. Sin embargo, esto no quiere decir que no existan la rivalidad, las reacciones de cólera o el comportamiento agresivo, pero los jugadores intentan resolver estos conflictos por sí solos y rara vez buscan la ayuda de una persona externa al grupo, en especial de un adulto. 2.3. Juegos de puntería. Estos juegos, basados sobre todo en una buena coordinación óculo-manual, tienen a veces una función muy práctica en las regiones rurales donde realicé mi trabajo de campo. Con un tirachinas (foto 12) los niños, especialmente varones, aprenden primero a jugar y, una vez que dominan la técnica, tratan de cazar pequeños animales comestibles. Además, cuando es necesario, también pueden espantar a los pájaros de los campos sembrados con estas armas de juguete. Otros juegos de puntería son el “sacudir el palo”, haciendo caer un objeto pequeño de la punta de un palo golpeándolo con un dedo mientras se mantiene un ojo cerrado (foto 13), y lanzar algo hacia una línea, o en un pequeño hoyo hecho en el suelo, desde una determinada distancia. Ambos juegos pueden conllevar competición. Cuando en el segundo juego se utilizan monedas de pequeño valor, el ganador tiene el derecho de tomar las de los perdedores. 2.4. Juegos de equilibrio. Tal y como lo hacen la mayoría de los niños de todo el mundo, los niños del Sáhara tunecino y de Marruecos se ejercitan con un barril que hacen rodar cuesta abajo, se columpian, caminan sobre zancos, etc. Estos zancos pueden ser un rama fuerte bifurcada que toman de la leña que se usa para alimentar el horno donde se cuece el pan, según lo que vi en una aldea del Marruecos central (nota 6), o pueden fabricarse con una lata llena de yeso en la que se fijan dos palos (foto 14). Diversas clases de columpios y balancines son utilizados para esta clase de actividades del juego. En un barrio popular de Kenitra, una ciudad costera marroquí, vi en el aïd el fitr, la fiesta al finalizar el mes del Ramadán, varias cuerdas atadas a los árboles que invitaban a los niños a columpiarse (foto 15), este hecho puede estar relacionado con la práctica jugada, en la cultura agrícola, de viejos rituales referidos al cambio de estaciones, como en el caso de juegos tradicionales de pelota. No obstante, los columpios y balancines hechos por los propios niños (foto 16) son muy utilizados en las áreas rurales y posiblemente también en las áreas urbanas, tanto por niños como por niñas. Algunos de los juegos de equilibrio hacen necesarias, al mismo tiempo, la 6

flexibilidad y de la fuerza, juegos tales como recoger con la boca un objeto pequeño del suelo mientras se permanece en una posición de cuclillas (foto 17), o conseguir enderezarse, con las manos en la espalda, después de haber colocado la frente entre las rodillas de un amigo tumbado en el suelo (foto 18). En algunos casos, el niño debe mantener un objeto, por ejemplo un palo, en equilibrio en la mano, en el pie o en cualquier otra parte del cuerpo. Un tipo concreto de gráfico es utilizado para el juego de la rayuela que, aunque es principalmente un juego de niñas, también es jugado eventualmente por niños (foto 19). La mayoría de los juegos mencionados en esta sección pueden ser jugados individualmente o en grupo, por el mero hecho de divertirse o para demostrar una habilidad y, muy rara vez, se convierten en juegos competitivos. 2.5. Juegos de fuerza y de lucha. Varios juegos desarrollan, sobre todo, la fuerza de los niños. Algunos ejemplos de las regiones estudiadas, sin ningún material añadido, son el levantamiento de objetos pesados, de un niño pequeño (foto 20) o de un compañero de juego (foto 21), el transporte de alguien de diversas maneras (fotos 22, 23 y 24). Los juegos de lucha, entre otras cosas, permiten a los niños desarrollar y medir su fuerza. Ahora bien, no siempre es el más fuerte quién gana ya que la lucha implica también otras habilidades. Aunque en la mayoría de los casos la lucha es sólo un juego (foto 25), a veces va más allá y se produce una agresión fingida o incluso verdadera (foto 26). Un juego típico de lucha, en los años 70 entre los muchachos Ghrib, se llama “el enterrado”. Un muchacho tiene sus piernas enterradas en una duna hasta la altura de sus rodillas. El resto de los jugadores dan vueltas a su alrededor y tratan de golpearlo, mientras que él se defiende agitando sus brazos rápidamente (foto 27). Cuando el “enterrado” se cansa o quiere cambiar de papel, otro de los participantes ocupa su lugar. El objetivo del juego es que tanto el “enterrado” como los otros jugadores puedan mostrar su fuerza, su agilidad y su habilidad para reaccionar rápidamente, así como su resistencia al malestar y al dolor. 2.6. Juegos de velocidad. La mayoría de estos juegos no necesitan juguetes para su práctica, juegos tales como correr sobre las manos o sobre los pies, correr y saltar obstáculos, escaparse o perseguir, el escondite, girar juntos en parejas agarrados de las manos (foto 28). Sucede que juegos de este tipo se combinan con historias o canciones que, a veces, hacen referencia a situaciones, actitudes y a roles sociales específicos. Éste es el caso de un juego de escondite de los niños Ghrib, un juego durante el cual ellos hacen referencia al particular papel de los tíos maternos (donde uno se esconderá), los castigos de Dios por las infracciones (si uno que tiene que cerrar los ojos hiciera trampas) y la protección dentro de un círculo de bienes situado detrás a la izquierda (el campo que uno necesita alcanzar y donde no puede ser tocado). Para otros juegos de velocidad se necesitan objetos como un aro (foto 29) o juguetes fabricados por los 7

propios niños como cometas, bicicletas simuladas (foto 30), motos (foto 31) y coches (foto 32). Estos juguetes fabricados por ellos mismos tienden a ser sustituidos en las ciudades por los coches de juguete de plástico o los carros de juguete y posiblemente también por un triciclo como vi en Sidi Ifni (foto 33), una ciudad costera del Marruecos meridional. 2.7. Juegos de pelota. La práctica de juegos de pelota requiere diferentes habilidades, no sólo físicas, sino también habilidades de intuición y estrategia. El juego tradicional de pelota del norte de África y el Sáhara es uno jugado con una pelota de madera, de cuero, de pelo o de trapo (foto 34) y con un palo curvado (foto 35). La pelota es lanzada de un campo a otro, no necesariamente hacia una meta, por dos equipos opuestos de adolescentes o de adultos, varones y, a veces, también féminas pero no mixtos. Este juego es el deporte nacional de Mauritania. Entre algunas poblaciones este juego era un ritual relacionado con la primavera y la petición de lluvia. Entre el Ghrib, sin embargo, se jugó en los años 70 por los muchachos más mayores sin ninguna referencia ritual o mágica. Los niños han sustituido esta especie de hockey por el fútbol, jugado en cualquier lugar adecuado, por ejemplo en una era en el Alto Atlas (foto 36) o en la playa (foto 37). 2.8. Juegos de autodominio, de burla y de atrevimiento. En la mayoría de los juegos de habilidad el niño tiene que poder controlar, no solamente los movimientos de su cuerpo sino también su comportamiento en lo referente a otros jugadores, por ejemplo refrenando su cólera o evitando hacer trampas. Dos juegos muy extendidos de autodominio consisten en mirarse fijamente a la cara evitando reírse y seguir una serie de órdenes visuales o verbales de manera correcta. En mi colección de juegos de los Ghrib, clasifiqué unos diez juegos en esta categoría del autodominio. Varían desde un juego para provocar una lucha, haciendo un pequeño hoyo para que una persona meta su pie en él, hasta los juegos de burla. Algunos de estos juegos están basados en rifas muy conocidas (fotos 38, 39 y 40). En muchos lugares los diálogos de burla entre dos protagonistas son seguidos por una entusiasmada audiencia. Juegos de atrevimiento como rodar cuesta abajo (foto 41), trepar a árboles altos (foto 42) o saltar al mar desde un lugar elevado (foto 43), también pertenecen a esta categoría de juegos de autodominio ya que los niños aprenden a superar el miedo y la frustración, y a refrenar sus reacciones agresivas cuando otros niños se ríen de ellos si no tienen éxito al ejecutar la acción. 2.9. Juegos de la habilidad física y elementos naturales. Esta categoría no tiene otro propósito que el de agrupar algunos juegos de habilidad en los que la tierra, el agua, el viento y el fuego son un factor importante utilizados separadamente o de forma combinada. Jugar con estos cuatro elementos es tan común 8

que probablemente cada niño aprende a conocer su medio ambiente de esta manera, al tiempo que ejercita su habilidad. Jugar en la arena para hacer por ejemplo pequeñas casas al aire libre (foto 44) o crear una línea telefónica (fotos 45 y 46), y jugar con el barro (foto 47) o la arcilla ofrecen excelentes oportunidades para hacerlo (foto 48). Incluso si hay una escasez de agua, sigue siendo posible intentar tomar un baño prohibido en el sistema de riego según nos mostró un muchacho del desierto (foto 49). Pero la diversión es mucho mayor si se dispone del mar (foto 50). Un juego relacionado directamente con el ambiente específico de una región montañosa norteafricana consiste en correr por delante de la avalancha de agua que fluye por el cauce seco de un río, después de la tormenta (foto 51). Con diversas clases de molinillos de viento y de cometas (foto 52) de fabricación casera, los niños aprenden no sólo a utilizar el viento sino también adquirir las habilidades necesarias para hacer que estos juguetes funcionen eficientemente. En el Marruecos central los muchachos hacen un tipo específico del molinillo de viento (fotos 53 y 54) como parte de la celebración del cumpleaños del profeta Mohammed (nota 7). Para hacer que su molinillo de viento dé vueltas más deprisa, los niños, y más raramente alguna niña, corren con él tan rápido como pueden. Sobre el elemento fuego, como parte de las actividades del juego de los niños, puedo referirme solamente a los fuegos de iluminación: hacer una lámpara de aceite con material de desecho (foto 55), correr con el manillar de una moto para el que se utilizan velas (foto 31), y correr con tubos de plástico encendidos que sirven como antorchas. En África del norte existió, relacionada con rituales agrícolas, la costumbre de saltar por encima de una hoguera. 3. INVESTIGACIÓN ANTROPOLÓGICA DE LOS JUEGOS DE HABILIDAD FÍSICA Y EDUCACIÓN FÍSICA PARA LA PAZ En esta sección intentaré ofrecer algunas reflexiones que relacionan mi información sobre los juegos de habilidad física del Sáhara tunecino y de Marruecos con algunos de los temas propuestos en el congreso sobre actividades físicas cooperativas y con asuntos de interés para el movimiento de educación física para la paz. Estas reflexiones, sin embargo, no deben considerarse como hechos establecidos sino como propuestas de debate. En primer lugar, porque mi información sobre los juegos y juguetes necesita ser terminada, verificada y corregida por otros investigadores, especialmente investigadores norteafricanos. En segundo lugar, porque es la primera vez yo entro en contacto con la educación física para la paz como campo de pensamiento y de acción.

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3.1. Aspectos cooperativos en los juegos de habilidad. Aunque algunos de los juegos descritos en la sección precedente pueden ser jugados por un único niño, normalmente son jugados por dos o más. Estos grupos de juego están compuestos por hermanos, parientes y vecinos y, entre ellos, niños más mayores, además de los compañeros de clase y de otros amigos que no pertenecen a las tres primeras categorías. En torno a la edad de siete años, los grupos de juego de niños y niñas están claramente separados. Con bastante frecuencia, un grupo de juego de niñas tiene, bajo su supervisión, a niños más pequeños, tanto varones como féminas, algo que se da muy raramente en el caso de los grupos de juego de muchachos. Los niños del Sáhara tunecino y de Marruecos juegan en ambientes naturales, al igual que en ambientes físicos y en ambientes humanos. Los ambientes organizados por el adulto tales como escuelas, casas de juventud o talleres para niños, y los ambientes “artificiales” tales como zonas con arena, patios o salas de juego son ambientes inexistentes al hablar de las actividades jugadas de habilidad física descritas aquí. En estas regiones, el juego en la escuela raramente se tolera, el sistema escolar se basa en la autoridad del profesor y en el aprendizaje pasivo del alumnado. Así pues, todos estos juegos de habilidad física son juegos al aire libre jugados en el campo o en los barrios populares de las ciudades. Por lo que pude observar, los grupos de juego son organizados por los propios niños por iniciativa propia pero esto no significa que no haya líderes, o que no haya niñas o niños que tomen más iniciativas que otros en lo que concierne a las actividades jugadas (nota 8). En general, los grupos infantiles de juego gozan de mucha autonomía y libertad y, en la mayoría de los casos, los adultos no participan del juego de los niños excepto cuando juegan ocasionalmente con bebés o niños pequeños. La intervención de los adultos en el juego infantil es rara y se limita, sobre todo, a insistir a los niños más pequeños en que tomen precauciones, a intervenir cuando las situaciones de juego se les escapan de las manos o cuando uno de los participantes, sobre todo si es niña, solicita ayuda, o a reaccionar cuando el juego de los niños disturba una actividad o una posesión de un adulto. Es bastante corriente decir que las actividades jugadas, los juegos y los juguetes desempeñan un papel importante en el desarrollo del cuerpo y de la mente del niño, en su socialización como miembro de una familia y de una comunidad, y en el establecimiento de relaciones positivas y cooperativas con los otros. Un resultado importante derivado del hecho de jugar con los hermanos, parientes y vecinos es la existencia de una familiaridad cercana y de una mayor solidaridad entre los jugadores. Así pues, la mayoría de los juegos de habilidad física presentados aquí pueden ser clasificados como juegos cooperativos en el sentido de que no se muestran fácilmente las sensaciones de superioridad ya que alcanzar la diversión como meta común tiene prioridad, aun cuando haya ganadores y perdedores. En el caso de que 10

un juego tenga ganadores y perdedores yo prefiero utilizar el término de “competición jugada” donde no hay lugar para una verdadera oposición y aún menos para la agresión. Observando estos grupos de juego, vi que las reacciones de tristeza, de decepción, de cólera y de agresividad aparecían, pero los miembros del grupo intentaban mediar en esos sentimientos y evitar la confrontación directa entre los jugadores. Es más, como en muchos de estos juegos existe la posibilidad de un cambio de roles, de adaptar la dificultad o las reglas del juego a la edad y a la habilidad de los jugadores, estos juegos dejan de tener la orientación ganadorperdedor. Cuando un niño más mayor juega con otros más jóvenes el liderazgo viene naturalmente al primer plano pero cuando los pares juegan juntos la decisión común sobre a qué jugar y cómo jugarlo es lo que prevalece. Las sanciones por perder son, sobre todo, físicas o materiales, transportar a alguien a caballito, ser golpeado suavemente, entregar una pequeña posesión, mucho más que psicológicas, por ejemplo, ser ridiculizado, ser objeto de burla, sentirse avergonzado. Debido a la relación cercana entre los jugadores y a la atmósfera de diversión, el miedo al fallo, al intentar una prueba de habilidad, ciertamente se reduce. En su análisis de los juego de habilidad física, Carlos Velázquez Callado utiliza la siguiente clasificación: “1. Juegos con estructura competitiva; 2. Juegos con estructura no competitiva: 2.1. Juegos con estructura de cambio de roles, 2.2. Juegos con estructura cooperativa”. Los juegos con estructura cooperativa son juegos en los que no existe oposición entre los jugadores y donde todos cooperan para lograr una meta común de forma que no pueden existir conjuntamente ganadores y perdedores. Usando esta definición, he buscado algunos juegos con estructura cooperativa entre los ejemplos dados hasta el momento y he encontrado cuatro juegos: el juego de las cunitas entre dos jugadores (2.2), el balanceo o doble balanceo, jugado por dos o cuatro jugadores (2.4), la elevación alternativa de otro jugador sobre la espalda propia, jugado por dos jugadores (2.5) y el giro en parejas agarrados de las manos, jugado por dos jugadores (2.6). Profundizando en estos juegos con estructura cooperativa, intenté encontrar otros ejemplos de esta clase de juegos. Entre los aproximadamente 160 juegos de los niños Ghrib que tengo documentados, encontré tres ejemplos más: - “La rueda humana” (khirtifa), jugado en la arena por dos niños mayores o dos adolescentes. Un jugador se coloca de pie y el otro boca abajo colocando sus piernas sobre los hombros del primer jugador, entonces pone sus manos en las rodillas del jugador que está de pie y, a su vez, éste pone sus manos sobre las rodillas del jugador que está boca abajo. Cuando comienzan a girar la “rueda humana”, el jugador que estaba de pie tiene que poner sus piernas sobre los hombros del otro jugador. Manteniéndose agarrados de esta manera, los jugadores intentan prolongar el movimiento giratorio tanto tiempo como les es posible. Este juego se practica especialmente durante las celebraciones de boda.

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- “El muerto realmente está muerto” (mayt mât) consiste en levantar a un niño mayor o a un adolescente tumbado en el suelo. Otros cuatro jugadores intentarán levantarlo tan alto como les sea posible pero usando sólo sus dos dedos índices colocados bajo los hombros y las pies del que hace de muerto. - “La lluvia de mi tía maternal” (mt’ar khâlti) es un juego colectivo jugado por niñas de unos diez años. Es jugado en el exterior cuando hay gran cantidad de nubes y se espera que vaya a llover. Las niñas se dan las manos y giran en corro cantando “la lluvia de mi tía maternal, que cae sobre mi pelo, mi pelo que ha sido engrasado con aceite de oliva”. Los juegos cooperativos de habilidad física y los juguetes fabricados por los propios niños y usados para su práctica, están directamente relacionados con el ambiente físico y humano en el cual los niños crecen. Factores como el clima, el relieve, las áreas desérticas, rurales o urbanas, la disponibilidad o carencia de agua, el tipo de vegetación, junto a otros muchos factores físicos, influencian directamente las posibilidades de juego y de fabricar juguetes. Los factores relacionados con el ambiente humano no son menos importantes, entre ellos, las costumbres, las normas y las creencias de la sociedad dada, la organización de la familia y de la comunidad, los medios de subsistencia, el papel de la edad, el sexo y el grupo social junto con la evolución socio-cultural. La necesidad de estudiar el desarrollo infantil y las actividades jugadas “en contexto”, en el ambiente en el cual los niños crecen, en vez de en situaciones experimentales ha sido abordada recientemente en un libro, a mi juicio, pionero, “Children's Engagement in the World Sociocultural Perspectives (1999)”, escrito por un grupo de los psicólogos culturales (nota 9). No hay lugar aquí para discutir el papel de las diferencias en ambientes físicos y humanos en las actividades de fabricación de juguetes. El lector interesado encontrará algunos ejemplos entre las fotografías que acompañan a este texto y muchos más en mis libros publicados en Internet. En los últimos cincuenta años, una importante evolución en el material usado en la fabricación de los juguetes se debe a la disponibilidad de una variedad cada vez mayor de material de desecho y del uso creativo que los niños hacen de él. La creatividad de los niños es, a veces, verdaderamente asombrosa, no sólo al convertir en juguetes los objetos inútiles sino al transformar este material de desecho para adaptarlo a un juguete que ellos mismos han diseñado (nota 10). 3.2. El género y los juegos de habilidad física. Hacia la edad de siete años, los muchachos del Sáhara tunecino y de Marruecos están más interesados en los juegos de habilidad física que las muchachas y la mayoría de los ejemplos de juegos de equilibrio, fuerza, lucha, velocidad y de pelota dados en la sección anterior son juegos de chicos. Esta observación parece reflejar la realidad aun cuando debe decirse que al ser el investigador un varón es más fácil conseguir la información sobre los juegos de chicos que sobre los juegos de chicas. Una de las 12

razones de esto se puede encontrar en la separación de los grupos de juego de muchachas y de muchachos, esto unido al hecho de que las chicas tienen claramente menos tiempo para jugar que los chicos, especialmente a partir de los ocho años. Un ejemplo llamativo de esta integración temprana de las muchachas en las tareas de la casa se ejemplifica en una sesión de observación de hora y media realizada en el espacio de un pequeño valle, situado junto a un barrio popular de Midelt, que sirve, entre otras cosas, como área de juego. Una mañana, en agosto de 1999 y durante el tiempo de la observación, vi tres grupos de juego, que duraron entre quince y treinta minutos, formados por algunos chicos. Durante el mismo período de tiempo no encontré a ninguna muchacha jugando, ni sola ni en grupo. En lugar de eso, vi a una niña de unos seis años limpiando el espacio delante de su casa, otra niña, algo más mayor, que pasó cerca con una bandeja de galletas, que traía del horno, sobre su cabeza y a dos niñas más haciendo recados. Una quinta muchacha, de unos diez años, cuidaba de un grupo de niñas y niños pequeños. La libertad de movimiento de los niños y niñas más mayores es también, significativamente, diferente. Normalmente, uno encuentra los grupos de juego de las niñas próximos sus hogares. Los grupos de niños, sin embargo, se pueden encontrar más lejos, la distancia que amplía a medida que los muchachos se hacen más mayores como en el caso de un grupo de niños marroquíes que juegan en el mar situado a dos horas a pie de su aldea (foto 50). Como en otras circunstancias, uno tiene siempre que ser cauteloso con la generalización de declaraciones tales como las referidas a la estricta la separación en el juego de los niños y niñas más mayores, ya que hay indicios de que esta separación no es determinante como nos muestra, a veces, la observación de otras situaciones de juego. Es más, algunas de mis informantes femeninas también subrayaron que de niñas las gustaba jugar junto a sus hermanos, primos y otros niños del vecindario, por ejemplo al fútbol o a subirse a los árboles. Esto deja claro que las normas culturales de estas regiones no son el único factor determinante y que los deseos personales de los jugadores también deben ser tenidos en cuenta. 3.3. Tradición y cambio en los juegos de habilidad física. Buscando en mi información sobre los juegos infantiles de habilidad física del Sáhara tunecino y de las áreas rurales y urbanas marroquíes, y si ignoramos el reemplazo de los juegos tradicionales de pelota por el fútbol, me parece que la mayoría de los juegos de habilidad todavía pertenecen a la herencia tradicional jugada. Es más, el material, los diseños, como los del juego de la rayuela, y los juguetes, tales como chapas, tabas, canicas, aros, columpios, molinillos de viento y zancos, que todavía se utilizan para estos juegos recuerdan a los de generaciones anteriores. Así, deseo insistir otra vez que también en la esfera de juegos de habilidad física, el ambiente, económico, social y la evolución cultural de las comunidades donde los niños crecen no debería ser nunca descuidado al estudiar sus juegos y juguetes. En un artículo actualmente en publicación, “Changing Toys and Play in a Changing African 13

Childhood", (nota 11) tuve la oportunidad de abordar este asunto más a conciencia. Los factores de cambio considerados en este artículo son la instrucción escolar, la diferenciación por género, la interferencia del adulto, la televisión, la emigración, el turismo, la industrialización y sociedad de consumo. Los ejemplos de la evolución de los juegos y de los juguetes mencionados en este artículo refieren sobre todo a las muñecas y al juego de muñecas, y a los juguetes y juegos relacionados con los medios de transporte y la tecnología. Aquí intentaré dar algunos ejemplos del cambio en las actividades jugadas de habilidad física y en los juguetes usados para ellas. Para tratar de definir los cambios en los juegos de habilidad física, el primer aspecto atrajo mi atención es la impresión de que la actividad física por sí misma, como correr tras otra personas (foto 56) o correr con un barril (foto 57), a menudo permanecen como han sido desde siempre pero que el contexto en el cual la actividad toma forma o el significado que la acción toma ha sido modernizado. En el primer ejemplo de correr detrás de otra persona, no hay necesidad de ninguna explicación pues está claro que estos dos jóvenes Ghrib se identifican tanto con el coche que circula rápido como con el conductor de ese coche. En el segundo ejemplo, de hacer rodar barril sobre un camino sinuoso delimitado por piedras, el contexto del juego transformó este ejercicio en un examen de conducción, un examen que una vez superado se completaba con un carné de conducir escrito en un pedazo de papel por el chico que desempeñaba el papel del examinador. Cuando los niños de estas regiones hacen los juguetes, una actividad extremadamente importante para el desarrollo de sus habilidades de destreza, los cambios en la fabricación tradicional de los mismos se dan, en la mayor parte de las ocasiones, de dos maneras: - usando el material y técnicas locales para crear juguetes que hacen referencia a nuevos artículos, por ejemplo el teléfono de los muchachos de Ghrib (fotos 45 y 46) o un tractor con pedazos de cactus, ramitas y material de desecho hecho por un muchacho marroquí (foto 58), y - usando nuevos materiales y técnicas para producir juguetes que hacen referencia a temas locales, por ejemplo una caja de cartón para hacer la casa de una muñeca (foto 59) o una botella de plástico, el tapón de la botella y una paja para hacer una tradicional flauta rústica (foto 60). La influencia del comercio de la recreación y de la industria del juguete trae consigo cambios importantes en las actividades jugadas, en especial de los muchachos adolescentes de áreas urbanas. Incluso en ciudades pequeñas marroquíes uno encuentra hoy en día varias salas de juego organizadas en un garaje o un pequeño café ofreciendo por algo de dinero juegos tales como billares, futbolín (foto 61) y pinball. Y cuando el material de juego o el dinero para jugar faltan, sigue siendo posible crear uno mismo, por ejemplo, un futbolín (foto 62). Como también mencioné los 14

juguetes baratos de plástico, generalmente de calidad cuestionable, invaden lenta pero seguramente los barrios de las ciudades populares de Marruecos y las aldeas, incluso en las áreas más remotas (foto 63). Por otra parte, una nuevo tipo de destreza encuentra un desarrollo posible en la disponibilidad de juguetes electrónicos simples y relativamente baratos. Tales juguetes electrónicos se vendían en Midelt por unos 50 Dinares Marroquíes (5 EUR) en septiembre de 1999. En un barrio popular de esa ciudad, atestigüé la locura de tres niños de doce años por un simple juguete electrónico con doce posibilidades de juego (foto 64). Este juguete electrónico había pasado por las manos de dos o tres amigos antes de que volviera a las manos de su propietario real y tenía que ser entregado a otro chico del grupo cuando el muchacho que lo usaba fallaba. Uno debería considerar además la influencia de los emigrantes que visitan a su familia en Marruecos, una influencia que se puede observar también en el caso de los juguetes de los niños. Cuando estos emigrantes vuelven para visitar a su familia no traen con ellos sólo regalos útiles, sino también regalos de prestigio, entre los cuales destacan las muñecas, los animales de juguete, las armas de juguete, los juguetes electrónicos, las bicicletas, etc. Sin embargo, esta demanda y suministro de juegos y juguetes comerciales no ha destruido la creatividad de los niños marroquíes para encontrar aplicaciones de juego al nuevo material de desecho tales como latas que se transformaban en supuestos zapatos chinos o el empaquetado de una golosina helada que se utiliza para un pequeño juego de burla (nota 12). 3.4. Juegos de habilidad física y educación intercultural o para la paz. Debido a las limitaciones de espacio, esta sección ofrecerá solamente una síntesis; no obstante, el lector encontrará una mayor información sobre el uso de los juegos y de los juguetes de los niños de los países en vías de desarrollo para la educación intercultural o para la paz en una de mis primeras publicaciones sobre juegos y juguetes del norte de África, Games and Toys: Anthropological Research on their Practical Contribution to Child Development" publicada por el Unit for Co-operation con UNICEF y el WFP de la UNESCO, en 1984 (disponible a través de la página web http://www.sanatoyplay.org (archivo: Publications: books/articles). En esta publicación desarrollé, entre otros, el concepto del "juego como fuente de conocimiento del niño y de su sociedad" (p. 19-24). Sobre este aspecto sólo deseo insistir en que, debido a que los juegos y los juguetes portan los valores culturales, las cosmovisiones y las creencias mágico-religiosas de una población determinada, nunca deben descuidarse como fuente de conocimiento. Es ciertamente útil descubrir cómo los juegos contribuyen a preservar la identidad cultural y el patrimonio de la gente, y de qué manera fomentan y moldean la identidad cultural de cada ser individual. Tal investigación llega a ser más urgente si uno considera que muchos pueblos de todo el mundo reclaman su identidad cultural como respuesta a la fuerte aculturación a la que están sometidos. 15

Un segundo concepto desarrollado en la publicación mencionada de la UNESCO y de relevancia para la educación intercultural o para la paz, se encuentra en el capítulo “Play; education and child welfare” (p. 24-32). Los juegos y las actividades de fabricación de juguetes pueden ser utilizados muy eficazmente en la educación intercultural y para la paz ya que ponen a los niños en contacto con otros niños de diferentes contextos socioculturales. Es más, la semejanza en los juegos y juguetes de todo el mundo, por una parte, y las diferencias entre ellos, por otra, permiten una aproximación cultural comparada, desde el juego y los juguetes, orientada, en particular, a promover la comprensión intercultural y a combatir una uniformidad mundial basada en una noción de la universalidad que suprime las diferencias culturales. Pero, si es precisa la integración de las actividades del juego infantil basadas en juegos y juguetes de otras culturas, no bastará con predicarlo con buenas palabras, sino que deberían concretarse en acciones concretas referidas a la esfera de la educación. En este contexto, los esfuerzos de los profesores agrupados en el movimiento de “educación física para la paz”, al usar la educación física para la promoción de la comprensión intercultural y la paz son, ciertamente, una contribución excepcional. Yo mismo, he organizado algunas experiencias en el campo de la educación intercultural orientadas al último curso de Educación Infantil y a la Escuela Primaria, usando mi documentación en los juegos y juguetes de los niños del Sáhara tunecino y de Marruecos (nota 13). Lo que yo encontré muy estimulante y útil en estos acercamientos jugados a la educación intercultural es, junto a la estimulación de la creatividad y del esfuerzo personal de los niños de Gante, la promoción de una imagen más positiva de los niños del Tercer Mundo, una imagen que hasta entonces era únicamente negativa y basada en las imágenes del enfermo, desgraciado o de niños que se morían del hambre, imágenes que uno puede ver regularmente en la televisión, como si ésta fuera la única realidad de los niños del Tercer Mundo. Los resultados de estas acciones pedagógicas me han convencido de la posibilidad, ciertamente limitada, pero creativa de utilizar las actividades jugadas y las de fabricación de juguetes para un propósito intercultural. Haciendo esto puede hacer factible el preparar a niños jóvenes para convertirse en adolescentes y adultos sin prejuicios hacia las minorías sociales, culturales o étnicas que viven con ellos, por una parte, y hacia la gente y sociedades de países extranjeros, por otra. Ya en 1989, el grupo de trabajo para el Encuentro de las Culturas de la División de Educación del Consejo para la Cooperación Cultural del Consejo de Europa incluyó, entre sus recomendaciones para las actividades pedagógicas interculturales, el tema del juego y de los juguetes (p. 9-10). En un artículo Carlos Velázquez Callado profundizó sobre el papel de los juegos y las danzas del mundo en una educación física intercultural. Él destacó la posibilidad de que los alumnos españoles entraran en contacto, no solamente con otras formas de jugar, sino también con otras maneras de pensar y de comportarse. Estoy 16

sinceramente de acuerdo con esta declaración y espero que los profesores de educación física puedan encontrar algunas ideas útiles y ejercicios físicos jugados en los juegos de habilidad física del Sáhara tunecino y de Marruecos. También espero que estos profesores sean capaces de relacionar mis ejemplos de juegos de habilidad física y de los juguetes usados en ellos con los contextos socioculturales en los cuales se juegan y se hacen (nota 14). LISTA DE ILUSTRACIONES Foto de portada: conducir un monopatín hecho a sí mismo, Sidi Ifni, Marruecos, 2005, foto autor. 1. Joven levantando a su hermano pequeño, Ghrib, 1975, foto del autor. 2. Madre ofreciendo a su hijo pequeño un juguete que ella misma ha hecho con yeso, Ghrib, 1975, foto de Gilbert J.M. Claus. 3. Niño pequeño jugando con un juguete hecho por su madre, Ghrib, 1975, foto del autor. 4. Niña pequeña intentando jugar con un gran mortero, Ghrib, 1975, foto del autor. 5. Haciendo cunitas, Ghrib, 1977, foto del autor. 6 y 7. Elevando cinco cerillas con los dedos de ambas manos, Ghrib, 1975, foto del autor. 8. Una golosina como rueda, Midelt, Marruecos, 1999, foto del autor. 9. Jugando a las canicas, Marrakech, Marruecos, 1992, foto del autor. 10. Lanzando peonzas, peonza de fabricación casera, Ghrib, 1975, foto del autor. 11. Lanzando peonzas, con una peonza fabricada con torno, Kenitra, Marruecos, 1992, foto del autor. 12. Niño de siete años con su tirachinas, Midelt, Marruecos,1997, foto del autor. 13. Hacer caer un objeto desde el extremo de un palo golpeándolo con un dedo mientras se mantiene un ojo cerrado, Ghrib, 1975, foto del autor. 14. Niño caminando sobre zancos hechos por él mismo, Ghrib, 1975, foto del autor. 15. Niña columpiándose en un barrio popular, Kenitra, Marruecos, 1994, foto del autor. 16. Tres niños y una niña en un balancín doble, Ghrib, 1975, foto del autor. 17. Recogiendo con la boca un objeto del suelo desde una posición de cuclillas, Ghrib, 1975, foto del autor.

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18. Levantándose después de haber colocado las manos en la espalda y la frente en las rodillas de un compañero tumbado en el suelo, Ghrib, 1975, foto del autor. 19. Grupo de juego mixto jugando a la rayuela, Kenitra, Marruecos, 1993, foto del autor. 20. Levantando a un niño pequeño, Ghrib, 1975, foto del autor. 21. Levantando a un compañero de juegos, Ghrib, 1975, foto del autor. 22, 23 y 24. Transportando a alguien sin ningún material, Ghrib, 1975, foto del autor. 25. Lucha jugada, Ghrib, 1975, foto del autor. 26. Situación en la que una lucha jugada se les va de las manos, Ghrib, 1975, foto del autor. 27. El enterrado, un juego de lucha, Ghrib, 1975, foto del autor. 28. Dos niñas girando juntas, Ghrib, 1975, foto del autor. 29. Un niño haciendo rodar el aro, Kenitra, Marruecos, 1993, foto del autor. 30. Dos tipos de las llamadas bicicletas, una hecha con una rueda de latas de unas veinte sardinas, Ghrib, 1975, foto del autor. 31. Los niños corren con estas motos cuando es de noche, Ksar Assaka, región de Midelt, Marruecos, 1995, foto del autor. 32. Un coche con dos flotadores de una red de pesca como ruedas, región de Tiznit, Marruecos, 1994, foto del autor. 33. Grupo de juego de niñas y niños pequeños usando un triciclo, Sidi Ifni, Marruecos, 1998, foto del autor. 34. Pelotas de madera, cuero, pelo y trapo usadas en juegos tradicionales de pelota. Chaouia, Aurès, Argelia - Moors – Mauritania, hacia 1930, Colección del Museo del Hombre, foto del autor. 35. Palo curvado para juegos tradicionales de pelota. Chaouia, Aurès – Argelia. Colección del Museo del Hombre, foto del autor. 36. Niños jugando al fútbol en una era, Aït Ighemour, Alto Atlas, Marruecos, 1992, foto del autor. 37. Niños jugando al fútbol en la playa, Mehdia, región de Kenitra, Marruecos, 1993, foto del autor. 38, 39 y 40. Juego de mofa basado en una rifa, Ghrib, 1975, foto del autor. 41. Dando volteretas hacia delante desde una duna, Ghrib, 1975, foto del autor. 42. Niños trepando a una palmera tan alto como pueden, Marrakech, Marruecos, 1993.

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43. Niños saltando al mar desde el embarcadero del Puerto, Essaouira, Marruecos, 1994, foto del autor. 44. Niñas en sus pequeñas casas al aire, Ghrib, 1975, foto del autor. 45 y 46. Creando una línea telefónica en la arena, Ghrib, 1975, foto del autor. 47. Dos niñas jugando con el barro, Kenitra, Marruecos, 1993, foto del autor. 48. Camión de juguete hecho con arcilla por un niño de diez años, Aït Ighemour, Alto Atlas, Marruecos, 1992, foto del autor. 49. Niño de trece años intentando nadar en el sistema de riego, Ghrib, 1975, foto del autor. 50. Jugando en el mar, Douar Zhana, región de Kenitra, Marruecos, 1993, foto del autor. 51. Corriendo antes de que llegue el agua en el cauce seco de un río, Amellago, Medio Atlas, Marruecos, 1999, foto del autor. 52. Corriendo con el viento con una cometa de fabricación propia, Ghrib, 1975, foto del autor. 53 y 54. Molinillos de viento fabricados por los niños para el cumpleaños del Profeta Mohammed, Midelt, 1999, foto del autor. 55. Lámpara de aceite hecha con material de desecho, Ghrib, 1977, foto del autor. 56. El coche viviente, Ghrib, 1975, foto del autor. 57. El examen de conducción, Ghrib, 1975, foto del autor. 58. Tractor de pedazos de cactus, ramitas y material de desecho, Ignern, Marruecos, 1996, foto del autor. 59. Juego de muñecas con una caja de cartón como casa de muñecas, Zaïda, Marruecos, 1999, foto del autor. 60. Tradicional flauta rústica hecha con material plástico, Midelt, Marruecos, 1999, foto del autor. 61. Niños jugando al futbolín, Aïn Leuh, Medio Atlas, Marruecos, 1999, foto del autor. 62. Futbolín hecho por los niños para jugar con él, Goulmima, Marruecos, 1994, foto del autor. 63. Bebé con una pistola de plástico, Tesserrût, región de Zaïda, Marruecos, 1999, foto del autor. 64. Niño jugando con un juego electrónico, Midelt, Marruecos, 1999, foto del autor.

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NOTAS 1. Las informaciones sobre las poblaciones y los lugares mencionados se pueden encontrar en la introducción y en los mapas de los libros de la serie Saharan and North African Toy and Play Cultures. 2. Desde 1975 hasta 1992 mi investigación ha sido subvencionada por la Belgian National Foundation for Scientific Research, Bruselas. 3. Los juegos de la habilidad mencionados aquí serán descritos con más detalle en el libro de la serie Saharan and North African Toy and Play Cultures, “Games of Skill”. 4. Entre los Ghrib vi el siguiente juego específico con los dedos: uno tiene que poner los dedos de ambas manos uno sobre el otro, debe comenzar poniendo el dedo anular sobre el meñique, a continuación el dedo medio en el anular y después el índice en el dedo medio; una vez que se haga esto, y sin cambiar la posición de los dedos de la primera mano, se debe hacer lo mismo con los dedos de la otra mano. Durante este ejercicio con los dedos se recita una cancioncilla y, en la última palabra, ambas manos se abren repentinamente provocando la risa exuberante del pequeño. Entonces, el niño pequeño quiere intentar lo mismo, ayudado posiblemente por quién jugó con él. 5. Una manera simple de hacer una peonza, es la que vi hacer a los niños del Alto Atlas en 1999, consiste en el insertar un pequeño palillo afilado en el centro de un tapón de una botella de plástico. 6. Vi otro método para hacer los zancos en un barrio popular de Kenitra, en septiembre de 1993. Algunos muchachos de unos once años habían cogido dos latas, cada una de las cuales de unos 10 centímetros de diámetro, con una tapa en una de sus caras. En esta tapa se hace un agujero. A través del agujero se pasa una cinta o una cuerda de cerca de dos metros de longitud que se fija a la otra cara de la tapa, anudándola un pedazo de madera o de metal. El muchacho ahora coloca cada pie en una lata, agarrando la cinta o la cuerda entre su dedo pulgar y la punta del índice. Tirando de la cinta hacia arriba, al tiempo que eleva el pie correspondiente y después el otro, el muchacho puede andar con estos zancos. 7. Un alambre dispuesto como eje agujerea la parte superior de una caña de unos 60 centímetros de longitud, aunque con un diámetro variable. Para fijar este alambre al palo, se introduce completamente, se dobla por la parte de atrás y se vuelve a introducir en la caña, aproximadamente un dedo más abajo. En la parte delantera de la caña el alambre sobresale unos 6 centímetros. Para hacer las aspas, uno toma la mitad de una caña, cortada longitudinalmente entre 10 y 20 centímetros de longitud, y después hace un pequeño agujero en el centro. A ambos lados del agujero se coloca un trozo, más o menos rectangular, de papel pero girado una o dos veces alrededor de la caña. Entonces, este pedazo de papel se pega con pegamento, fabricado con la savia de las higueras, dátiles y harina, aunque hoy en día la cinta adhesiva o el pegamento comprado en cualquier tienda se utiliza más a menudo. Normalmente, las aspas de papel se adornan con diseños geométricos. Se colocan una o dos aspas en la caña. Para conseguir que las aspas queden un una posición que les permita girar realmente deprisa, se inserta al eje, por delante y por detrás de las aspas, una pequeña pieza hueca de diámetro muy pequeño. Un pedazo de la caña pequeño, rectangular y plano, con un agujero en su centro o un tubo pequeño de plástico se pueden utilizar indistintamente. Para mantener todo en su sitio, el extremo del alambre que sobresale delante del aspa debe plegarse hacia detrás. Un hombre de unos sesenta

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años comentó que, hasta hace unos treinta años, las espinas largas servían a menudo como caña. Para profundizar en el papel de los rituales y de las fiestas en las actividades jugadas y en los juguetes, vea el capítulo 8 "Toys, play, rituals and festivities" en Toy, Play, Cultures and Society (página web: http://www.sanatoyplay.org, archivo: Publications: books). 8. En las fotografías se ve, a veces, a un muchacho Ghrib de unos quince años posiblemente jugando con niños más jóvenes. Aunque esto podría suceder, en el caso de mis fotografías aparece debido al hecho de que el muchacho me sirvió de ayudante. 9. Este libro, editado por Artin Göncü, trata de superar la distancia existente entre una aproximación “basada en la comunidad” y una “basada en el individuo” sobre el desarrollo de los niños, la socialización y el juego. El método propuesto para el planteamiento de la actividad parece interesante porque estructura con claridad e interrelaciona diferentes tipos de métodos de investigación como la observación, el cuestionamiento, la documentación visual, y el uso de resultados de estudios anteriores. Más aún, confronta varios tipos de información en el nivel individual con la información sobre la familia, el grupo social y la comunidad en la cual se desarrolla el individuo, considerando los contextos específicos. También hay un futuro prometedor para la comparación intercultural llena de significado. 10. Ha faltado, al abordar los juguetes no occidentales de fabricación propia, el importante aspecto de la seguridad en los juguetes industriales. He intentado hacer algunos comentarios sobre el aspecto de la seguridad en los juguetes de fabricación casera del Sáhara y del norte de África en el capítulo 2.4 "Toy Design and Safety", en Toy, Play, Cultures and Society (página web: http://www.sanatoyplay.org, archivo: Publications: books). 11. Escribí este artículo cuando fui invitado al congreso "Changing Childhood in the World and in Turkey" organizado por el Center for Research on Child Culture, director Prof. Dr. Onur Bekir, Faculty of Educational Sciences, Ankara University, 16-18.10.2000. Ahora es disponible en el capítulo 9 en Toy, Play, Cultures and Society (página web: http://www.sanatoyplay.org, archivo: Publications: books). 12. Desde que las tiendas de comestibles marroquíes venden la gaseosa en latas, los niños presionan con su talón en la lata vacía de modo que ésta se aplane y los bordes se plieguen alrededor del talón. De esta forma, los niños imitan los “sabat sîn”, los zapatos chinos, tal y como los ven en la televisión. El envoltorio de plástico de los polos Yamuzar de Marruecos tiene unos 19 centímetros de largo y 3,5 centímetros de ancho. Una vez que el niño se ha comido el polo, el envoltorio se utiliza para un juego de burla. El niño infla el envoltorio, lo gira por su extremo abierto para evitar que se salga el aire, y lo mantiene agarrado entre el pulgar y el índice, y repentinamente suelta la parte enrollada cerca de la mejilla de otro niño. Si se hace por sorpresa y de la manera correcta, el otro niño salta y todos comienzan a reír. La gracia del juego consiste en poder hacerlo por sorpresa a alguien cuando todos tienen este envoltorio con ellos. 13. Estas experiencias han sido descritas en el capítulos "Using North African and Saharan toy and play culture" de mi libro “Saharan and North African Toy and Play Cultures. Children's Dolls and Doll Play, junto con algunas fotografías ilustrando esas experiencias. 14. La información sobre los Ghrib y sobre las poblaciones marroquíes puede encontrarse en la introducción del libro Saharan and North African Toy and Play Cultures. Children's Dolls

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and Doll Play y tambien en Saharan and North African Toy and Play Cultures.The Animal in Play, Games and Toys. BLIOGRAFÍA Las publicaciones de Jean-Pierre Rossie están disponibles en el sitio web http://www.sanatoyplay.org BEART Charles, 1955, Jeux et Jouets de l'Ouest Africain, Mémoires de l'Institut Français d'Afrique Noire, Dakar, No. 42, 2 volumes, 888 p., ill. GÖNCÜ Artin, ed., 1999, Children's Engagement in the World. Sociocultural Perspectives, Cambridge University Press, Cambridge/New York, 269 p. GROUPE DE TRAVAIL POUR LA RENCONTRE DES CULTURES, 1989, Expériences d'éducation interculturelle. Pistes pour activités pédagogiques interculturelles, Conseil de la Coopération Culturelle, Division de l'Enseignement Scolaire, Conseil de l'Europe, Strasbourg, 81 p. ROSSIE Jean-Pierre, 1984, Games and Toys: Anthropological Research on Their Practical Contribution to Child Development. Aids to Programming Unicef Assistance to Education, Notes, Comments ... Child, Family, Community, N.S. 147, March 1984, Unit for Co-operation with UNICEF and W.F.P., Unesco, Paris, 71 p., 64 photos. ROSSIE Jean-Pierre, 2003, Children's Creativity in Toys and Play. Examples from Morocco, the Tunisian Sahara and Peace Education, 2003, Paper prepared for Time to Play - Fourth Nordic Conference on Children's Play, Hämeenlinna, Finland, 3-6 August 2001, SITREC-Stockholm International Toy Research Centre, Royal Institute of Technology, Stockholm. ROSSIE Jean-Pierre, 2003, Rural Moroccan Children's Play and Toys in Multicultural and Multilingual Environments, Paper prepared for the Symposium “Studying Children’s Play, Development and Education in Bicultural Contexts”, College of Education, University of Illinois at Chicago, Chicago Circle Center, April 18th 2002, SITREC-Stockholm International Toy Research Centre, Royal Institute of Technology, Stockholm, Word version, 31 p. ROSSIE Jean-Pierre, 2005, Toys, Play, Culture and Society. An Anthropological Approach with Reference to North Africa and the Sahara, SITREC-Stockholm International Toy Research Centre, Royal Institute of Technology, Stockholm, 256 p., 144 ill. ROSSIE Jean-Pierre, 2005, Saharan and North African Toy and Play Cultures. Children's Dolls and Doll Play, SITREC-Stockholm International Toy Research Centre, Royal Institute of Technology, Stockholm, 328 p., 163 ill. ROSSIE Jean-Pierre, 2005, Saharan and North African Toy and Play Cultures. The Animal in Play, Games and Toys, SITREC-Stockholm International Toy Research Centre, Royal Institute of Technology, Stockholm, 219 p., 107 ill. ROSSIE Jean-Pierre, 2008, Saharan and North African Toy and Play Cultures. Domestic life in play, games and toys. Stockholm International Toy Research Centre, Stockholm: Royal Institute of Technology, 438 p., 410 ill.

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ROSSIE Jean-Pierre, 2011, Saharan and North African Toy and Play Cultures. Commented bibliography on play, games and toys. Stockholm International Toy Research Centre, Stockholm: Royal Institute of Technology, 72 p. ROSSIE Jean-Pierre, 2013, Cultures Ludiques Sahariennes et Nord-Africaines. Les activités techniques dans les jeux et jouets. Braga: Centre for Philosophical and Humanistic Studies, Faculty of Philosophy, Catholic University of Portugal, 364 p., 350 ill. SBRZESNY Heide, 1976, Die Spiele der !Ko-Buschleute, unter besonderer Berücksichtigung ihrer socialisierenden und gruppenbindenden Funktionen, R. Piper & Co. Verlag, München/Zürich, 316 p., ill. VELÁZQUEZ CALLADO Carlos, 2001, "Los juegos y danzas del mundo como recurso para una educación física intercultural. Una propuesta en educación primaria", publicada en el sitio web de La Peonza, Valladolid, este sitio web ya no está disponible. ANEXO: Lista con los nombres de los juegos y juguetes en lengua local. Se mencionan tres idiomas: el árabe hablado por los Ghrib del Sáhara tunecino, indicado con (G), Dèrija, el árabe marroquí, indicado con (D) y Tèshèlhît, el bereber hablado en el Medio Atlas, y en la región de Goulmima y Midelt, la terminología se refiere al Tèshèlhît de la región del Midelt y se indica con (T). La escritura de las palabras intenta ofrecer una forma más o menos correcta de pronunciación y no debe ser vista como una correcta transposición lingüística. Algunas consonantes especiales y vocales han sido transcritas como sigue: th = como la c española en dice – j = como la j francesa en je – h’ = h friccionada – kh = como la ch escocesa en loch o alemana en ach – dh = como la th inglesa en this – sh = como la sh inglesa en ship – ç = como una s enfática – d’ = como una d enfática – t’ = como una t enfática – z’ = como una dh enfática – gh = como una r gutural no rodada – q = como una k gutural - º parada de la glotis (como en inglés cuando una palabra comienza con una vocal fuerte enfatizada como en ºabsolutely) – u = como en inglés you – è = como en francés été – e = como la frances en je, suave – â = vocal larga. Juegos y juguetes: Elevar a un pequeño con uno de los pies: er-rag er-rag (G) Cunita: el-khurt’êf (G). Rueda: el-khudrûf (G), tèsbèrrèyt (T), laºab û kul (D) referido a la golosina usada que significa literalmente juega y come. Tabas: el krîd (G), tiqylla (T). Canicas: el but’shî (G), èlbi (T). Peonzas: duwâma (G), trumbia (D), trimbu (T). Tirachinas: maqla (D), èldi (T).

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Hacer caer un pequeño objeto desde el extremo de un palo golpeándolo con un dedo mientras se mantiene un ojo cerrado: el-ugîda (G). Correr sobre un barril: el-bèttiyya (G). Rodar desde una duna: durkub (G). Nadar: dèrjîh'a (G), bèjallèllu (T). Zancos: el-mashâshî (G), la°akakez (D), Ti°akazîn (T). Rayuela: el-jista (G), shrèta (D), lamaré (T). Juego del enterrado: el-mèdfèn (G). Escondite: el-hêlîla (G), cache-cache (D), tikniufra (T). Molinillo (girar dos niños cogidos de las manos): illî illî (G), tikshbila (T). Aro: ed-dèrgil (G), janta (T). Cometas: et-tayyâra (G), literalmente significa avión. Bicicleta de fabricación casera: el-bisiklêt (G). El coche viviente: el-krahèb (G). Coche de fabricación casera: es-siyâra (G), tomobil (T). Juego de pelota con palos: el-ma°gâf (G), de acuerdo con Charles Béart (1955: 376) los mauritanos llaman a este juego monghraf, el kazz y también kora koréi. Juego de pelota sin palos o fútbol: el-kura (G), el-kura (D), taghurt (T). Rifa con burla: h'dig mdig (G), the first words of the counting rhyme. Hoyo cubierto para que otro meta un pie dentro: yâ brèma bum bum (G). Casa pequeña: dâr eth-thra (G) literalmente casa de arena, dâr el-°arûsa (D) literalmente casa de la novia, taddert n tislit (T) literalmente casa de la novia, tismèrrit (T) comedor y su casa pequeña. Teléfono de juguete: et-tèlêfûn (G), téléfûn (T). Molinillo de viento: fèrfara (D), fèrrwadi (T). Lámpara de aceite de juguete: el-gèza (G). Correr con un barril por un camino sinuoso: el-bèrmi (G), del francés, permiso de conducir. Flauta rústica: tèbja (T).

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