Los inicios de la industria en Abarán (Murcia) sureste de España. The beginnings of industry in Abarán (Murcia) southeast of Spain.

August 6, 2017 | Autor: A. Iii Jidav | Categoría: History, Industrial Engineering, Historia, Industrialización
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Descripción

Actas I Jornadas de Investigación y Divulgación sobre Abarán Los inicios de la industria en Abarán Joaquín Caballero Soler

López Moreno, Jesús Joaquín (coord.), Actas I Jornadas de Investigación y Divulgación sobre Abarán. Abarán, 30 abril / 7 mayo, 2010, Asociación Cultural «La Carrahila», Murcia, 2010, 239 pp. ISBN: 978-84-96396-47-0.

Los inicios de la industria en Abarán Joaquín Caballero Soler Asociación Cultural «La Carrahila» [email protected]

Resumen Los procesos de industrialización en Abarán son un fenómeno relativamente reciente y con un marcado carácter local. Antes del fenómeno de take-off, muy localizado y circunscrito en unas pocas actividades; estos procesos tuvieron como antecesores la aparición de un laxo tejido industrial totalmente ruralizado (entendiendo la idiosincrasia del poblamiento rural de Abarán ligada a su economía agropecuaria), y una industria incipiente que en su fase primigenia denominamos Protoindustria (siguiendo la conceptualización de F. Mendels (1969), recogida por A. González1). En base al vaciado de los Libros de Amillaramiento y de Actividades Industriales del Archivo Municipal de Abarán, y complementados con el repaso bibliográfico de la fuentes clásicas (Catastro del Marqués de la Ensenada, Diccionario Geográfico de Pascual Madoz y Cartografía de finales del siglo XIX), y con la prospección de campo, hemos ubicado espacialmente los primeros procesos industriales de este municipio y hemos analizado su evolución hasta la actualidad; lo que nos ha permitido obtener una visión espacio-temporal del conjunto de actividades.

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A. González (1984). La protoindustrialización en España. Revista de Historia Económica, Año II, nº 1.

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Madoz, 1845-1850, Registro y Relación General de Minas de la Corona de Castilla, rastreo de los fondos de la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional.

Introducción Las actividades industriales derivadas de los procesos de transformación ocurridos después de la Revolución Industrial, se caracterizan por la desconexión de las actividades manufactureras de las áreas rurales. El contexto marcadamente agrícola del Valle de Ricote y de Abarán en concreto, unido a la orografía del mismo, y condicionado por una arteria fluvial (río Segura) no apta para el transporte de mercancías ni como vía de comunicación, junto a factores de tipo social y económico, no hicieron posible que esta zona se sumase al establecimiento del tejido industrial tal y como se fue produciendo en el resto de España, ni siquiera de la actual Región de Murcia.

Rastreo mediante motores de búsqueda en Internet (Google, Amazón), utilizando palabras clave o series concatenadas. El conjunto de resultados devuelve accesos a portales específicos entre los que destacamos: Proyecto Carmesí, Dialnet, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Biblioteca Virtual de la Junta de Andalucía, Portal de Archivos Españoles y Buscador de Libros de Google. 2. Consulta de bibliografía en soporte papel (libros, separatas, revistas científicas, etc.) para la contextualización del marco histórico industrial, y para cada una de las tipologías industriales: industria extractiva de yeso y cal, ofitas, hierro y azufre; industria de la seda, industria hidráulica (molinos, batanes, sierras, tornos, cardas, prensas etc.); industria del esparto, industria alimentaria (conservas, etc.), industria de transformación (calderas de salitre y jabón), industria textil (telares de lienzos), industria del envasado (hojalata, papel de estraza). En el apartado de Bibliografía pueden consultarse las referencias de cada obra.

Cuándo y cómo se empieza a perfilarse el proceso de industrialización en Abarán, no debe abordarse esperando una línea clara y definida. La diacronía del mismo y la persistencia de trabajos claramente manufactureros, hasta fechas muy recientes, es quizás el factor común al entorno geográfico más próximo. No obstante, el reto de intentar aportar datos consistentes sobre este asunto, por complejo y excesivamente conceptual que sea, a nuestro juicio, puede ser de interés para clarificar y ordenar un aspecto de la realidad local de Abarán no estudiado hasta la fecha.

3. Vaciado documental de las cajas de legajos del Archivo Municipal de Abarán referentes a las actividades industriales: Libros de Matrícula de la Contribución Industrial y Amillaramiento (1867-1926) Cajas nº 1143 y nº 1173. Lectura somera de Libros de Actividades Industriales (19251980) y Libros de Altas y Bajas de Actividades Industriales. La ausencia de datos en la secuencia documental corresponden a los años: 1872 a 1882, 1884, 1887 a 1889, 1891, 1894, 1898, 1092 a 1904, 1906, 1908, 1910 a 1911, 1915 y 1920 a 1921. Igualmente se han consultado otros legajos de forma complementaria como el Registro de Aprovechamientos de los Montes Comunales de la Villa de Abarán, Actas Capitulares, Protocolos Notariales y Solicitudes de Autorizaciones, casi todos ellos disponibles en formatos electrónicos disponibles en los portales antes citados. Las Actas Capitulares (1608-1722) podrían haber ocupado el hueco de información del siglo XVII y principios del XVIII, pero no disponemos de conocimientos paleográficos para su completa comprensión.

Metodología La metodología se basa en el análisis sistemático de todos aquellos datos documentales a los que hemos podido acceder mediante: 1. Repaso bibliográfico: Procedente de la consulta de las fuentes entre las que distinguimos: Censos, Catastros, Diccionarios Históricos y Geográficos, Registros, Crónicas y documentos de Hemeroteca. El corpus está formado por: Censo de Población del Reino de Murcia, 1533, Catastro del Marqués de la Ensenada, 1755 (Respuestas Generales y Libro de Propios y Vecindario de Abarán), Diccionario Geográfico-Estadístico de España, de Sebastián Miñano Bedoya 1826-1829, Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico de España y sus Posesiones de Ultramar de Pascual

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4. Estudio de la cartografía histórica. El mapa de referencia es el Mapa topográfico de Abarán 1898. Esc: 1:25.000. Instituto Geográfico y Estadístico. Las ediciones posteriores utilizadas pueden verse en el apartado de Cartografía. También se realizaron visualizaciones de mapas históricos de la Provincia de Murcia, pero por su escala y el tipo de cartografiado no aportaron datos relevantes al estudio.

De este modo se pueden manejar, agrupar, seleccionar y discriminar, tanto los campos como los valores individuales de las celdas, visualizándose fácilmente la selección que queramos realizar. Algunos datos se muestran mediante gráficos y tablas-resumen, para mejorar su comprensión. Se han elaborado distintas fotografías utilizando como base las ortoimágenes disponibles en Google Earth en las que se ha superpuesto la distribución de los establecimientos industriales.

5. Utilización de las bases ortofotográficas disponibles en distintos servidores de administraciones públicas (ver apartado SIG), muy útiles por su alta seguridad en el cotejo de datos. Especialmente interesantes son los Vuelos fotogramétricos históricos de 1928-31 (Vuelo de Ruiz de Alda) y de 1956 (Vuelo de los Norteamericanos).

Descripción del área de estudio El término municipal de Abarán se encuentra enclavado en la comarca natural del Valle de Ricote, en la Región de Murcia. Geográficamente el núcleo urbano se halla en la margen izquierda sobre un meandro del río Segura donde se concentra la mayor cantidad de establecimientos manufactureros y protoindustriales, por el manejo del agua como fuerza motriz; localizándose en la vega los regadíos tradicionales. Flanqueado en el SW por las estribaciones de las sierras del Oro y de Ricote, seccionadas por la Rambla de Benito, una importante vía de comunicación ganadera y puente de unión con la comarca del Noroeste a través del Campo de Ricote y Cagitán de Mula y área de importancia para la industria extractiva local; en ella se localiza un sistema de regadío mediante azudes de rambla y dos molinos. La sierra de la Pila y la depresión de Casablanca en el N y NE del término, junto al drenaje de la Rambla de Moro, fueron las áreas cerealísticas y el reservorio de madera, carbón, pastos y caza. Limítrofe por el NW al casco urbano actual se encuentra Loma Jalmero y Llano del Zurdo-Maraña, área de actividad industrial extractiva de yeso y cal.

6. Fuentes orales, consistentes en entrevistas y charlas a personas relacionadas con la actividad industrial local o conocedores de la misma, con las que no se ha seguido un patrón de obtención de datos de forma sistemática, siendo el factor condicionante la edad de las mismas (70-90 años). Hemos podido constatar la facilidad con que se pierde la memoria histórica en tan sólo una o dos generaciones, lo que sugiere una cierta reserva y el cotejo de la información oral, siempre que sea posible. Indicar también la predisposición de los entrevistados para transmitir sus vivencias del pasado. 7. Salidas al campo, para identificar los elementos in situ, comprobar su estado de conservación, realizar fotografías, georreferenciar las ubicaciones espaciales y contextualizar ambientalmente los mismos. En el caso de la industria ligada a la energía hidráulica, localizada principalmente en las márgenes del río Segura, se analizó someramente el sistema de conducción y manejo del agua (azudes, acequias, canales de derivación, etc.).

La presencia humana está datada desde el Paleolítico Medio y el mundo Ibero-Romano presente en poblamientos estables de La Carrahila, Román, Cabezo del Judío, etc. La llegada del mundo islámico y su persistencia en el valle, es otro elemento de conformación del paisaje agrario de enorme importancia. La Reconquista y la gestión del municipio por parte del Orden de Santiago empiezan a perfilar la vida protoindustrial del pueblo. Información más concreta puede obtenerse

8. Los datos obtenidos tanto del repaso y rastreo bibliográfico, como del vaciado de los documentos citados, se han ordenado mediante la construcción de una tabla en soporte Excel, distribuyendo los campos por tipo de actividad industrial, titular de la misma, año de inicio y fin, paraje donde se ubica y observaciones si procede. 65

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de: Ayuntamiento de Abarán: www.abaran.es; Enciclopedia Wikipedia: http://es.wikipedia.org/ wiki/Abar%C3%Aln; Región de Murcia Digital: http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=a,63, Centro Regional de Estadística de Murcia: http://www.carm.es/econet/index.htm, entre otros.

Siyasa, pero la demanda de mineral de yeso pudo aumentar. 2. El periodo comprendido entre la Reconquista y los Reyes Católicos, según este autor, se caracteriza por el descuido de la minería “no quedaba ni recuerdo de cuanto había sido pródigo en los días de Cartago y Roma”2, quedando algo de actividad en Cartagena, la persistencia de actividad salinera en Torrevieja y Guadamar y como aprovechamiento no agrícola habla de la caza. De la industria fabril dice que “era desconocida en absoluto”3. Desaparece la industria sedera y la molienda sigue destacando en Murcia capital, aunque cita un molino en Cieza del que salen harinas para Lorca, Cartagena y Jumilla (acaso también para el Valle de Ricote), dato documentado por la cantidad de pleitos y diferencias entre propietarios.

Antecedentes El principal escollo encontrado a la hora de dibujar el paisaje industrial primitivo de Abarán es la escasez de datos fiables y concretos sobre el municipio. Evidentemente, ni la industria extractiva puede compararse con las áreas de Mazarrón, Cartagena o La Unión; la manufactura de tejidos y la seda con las áreas de Murcia capital o Lorca; ni los complejos hidráulicos locales con los ancestrales molinos de Murcia. No hay referencias exactas de las actividades industriales del mundo romano ni islámico en Abarán. Un caso distinto es la manufactura de la fibra de esparto, asunto este ampliamente estudiado, conociéndose su importancia desde el mundo Fenicio y sobre todo Romano (del cual toma nombre el famoso “Campus Spartarius”). Toda la información sobre la industria del esparto en Abarán puede consultarse en FERNÁNDEZ PALAZÓN (1994).

3. Con la Casa de los Austrias, la situación social y económica general mejora, lo que hace que la industria extractiva se dinamice de nuevo en las zonas costeras. También se produce el descubrimiento de la minas de azufre de Agramón (Hellín), Moratalla y Abarán. Veremos en el apartado dedicado a la industria extractiva del azufre más información sobre ello. En el vecino Ricote se registran “tres minas de plomo y otros metales...” el 18 de Mayo de 1863 y “cuatro minas de plomo...” el 20 de Diciembre de ese mismo año4. Esto nos evidencia el incremento de la actividad minera del Valle de Ricote. La actividad sedera asciende considerablemente. Sin embargo, no hay datos constatables de esta actividad hasta 1755. Lo que parece más probable es que la cría del gusano y el mantenimiento de las moreras ocupase la principal actividad en las vegas, quedando la duda de si en el siglo XVI, con la expansión de esta actividad en todo el Reino de Murcia5, la industria de la elaboración e hilado tuvo algún establecimiento en Abarán.

Para dibujar el panorama preindustrial, hemos seguido los datos aportados por MERINO ÁLVAREZ (1914), extrayendo los más representativos: 1. Importancia del esparto (Campo de Cartagena y zonas limítrofes) durante el dominio hispano-romano. En la época califal durante la hégira de Al-Haken II y Abderraman II se refiere al desarrollo de los sistemas de conducción hidráulica en el Valle de Ricote (entre otras zonas), con la presencia de molinos harineros, almazaras y batanes, donde se procesa el trigo, el aceite y las fibras de esparto y cáñamo. Del resto de actividades industriales (minería, seda, tapices, tintes, repujados, etc.) no hay referencias al Valle de Ricote. En este periodo histórico, la utilización de yeso y estuco en la decoración arquitectónica puede sugerirnos un aprovechamiento mayor de las caleras y yeseras del pueblo. El poblamiento andalusí de Abarán en cuanto a tamaño y riqueza constructiva no es comparable, por ejemplo, con la vecina

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MERINO ÁLVAREZ, Abelardo, 1914, pág 216. Idem 2, pág. 217. 4 Ibidem 2, pág. 396. 5 OLIVARES GALVÁN, Pedro. Historia de la Seda en Murcia. Murcia. Editorial Regional de Murcia. Extra nº 9. 2005, pág. 39. 3

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Resultados

Tramo cronológico 1 (1533-1850)

El periodo que comprende este estudio está acotado en la fecha más antigua por la existencia de datos documentales, aunque la distancia temporal entre estos sea de varias decenas de años. Existen vacíos de información que se citan en la tabla nº 1. Hemos incluido la evolución de la población de Abarán (1533-1940) para comparar el nº de habitantes (mayoritariamente en el casco urbano) con las actividades y los ciclos fabriles, (gráfico nº 1) así como las variaciones pluviométricas regionales por su influencia en los regímenes hidráulicos (gráfico nº 2). La justificación para acotar este intervalo por su fecha más reciente depende del tipo de actividad industrial analizada, destacando que a partir de 1924-1925 se usa progresivamente la electricidad6 como fuerza motriz, lo que deriva en un incremento de los rendimientos y la desligazón de los procesos manufactureros tradicionales. Esto se traduce en la especialización de la mano de obra que pasa a obtener sus ingresos casi exclusivamente de la actividad fabril (la ruptura con la economía agrícola de autoabastecimiento perdura hasta nuestros días aunque de forma muy reducida). En 1904 se solicita el aprovechamiento de un salto en el paraje de Cuesta Ricote para uso industrial y en 1920 se intenta adaptar el Molino de las Pilas en el paraje El Parque sin éxito. La puesta en funcionamiento en 1922 de la Central Hidroeléctrica de Nicolás Gómez Tornero, en el Soto de Damián, permite el acceso a esta nueva forma de energía, que desde el año 1899 y procedente de la Central Hidroeléctrica de El Menjú, da servicio de alumbrado público en Abarán7. Aún así hemos aportado cuantos datos nos han parecido de interés, independientemente de la fecha. Hemos dividido en dos tramos el periodo de estudio atendiendo a la tipología de las fuentes documentales:

La tabla nº 2 muestra los resultados obtenidos por tipo de actividad industrial y fuente documental, indicándose el nº de establecimientos. Se basa principalmente en los Censos, Catastros y Diccionarios Geográficos que se realizaron. Al ser muestreos generales de toda España, no contienen informaciones muy amplias de cada pueblo, pero son de una gran fiabilidad. El espaciamiento temporal tampoco permite definir la evolución de la industria, pero sí se perfilan determinados cambios o variaciones. También es posible conocer el patrón industrial, ligado a la manufactura de productos agrarios-forestales (moliendas cerealísticas, aceite, esparto) y textil (seda, lienzos). Sólo el dato de manufactura del salitre se refiere a la industria extractiva. Los analizamos atendiendo a la fuente documental: - Censo de población de 1533. Reino de Murcia Censo mandado a ejecutar en 1528 por Carlos I. Tiene como finalidad establecer el nº de vecinos pecheros y las cantidades que cada municipio debía satisfacer a la Corona, indicándose las actividades comerciales y fabriles de cada uno. Datos relativos a la forma de realización, contexto histórico y económico y trascripción del texto original pueden consultarse en CHACÓN GIMÉNEZ (2000). Respecto a la villa de Abarán dice: “Lugares: Habaran vecinos LXV (65) lo que pagaron IIIIºUDCC (4.700) lo que deuen pagar IIIUDCCCCºLXX (3.970). Habaran que es de dicha encomienda y val de Ricote, tiene sesenta y çinco vecinos pecheros, todos moriscos; la mayor parte dellos tiene razonable pasada y los demas algo necesitados, y algunos muy pobres. Tienen huerta, avnque no grande, y en ella tienen moreras con que crian seda y cogen algund pan y hazen pasa e higo y otras frutas. Tienen algund ganado cabrio. Pagaron de servicio el año de quinientos y

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En 1925 se inaugura la Central Eléctrica de Nicolás Gómez en el soto de Damián; en 1930 se inaugura la Central Eléctrica de Los Sagrados Corazones en el Soto Campuzano. 7 MONTES BERNÁRDEZ, Ricardo. La Energía que Ilumina. Historia de la iluminación en la Región de Murcia (17971935). Murcia. Caja Murcia. 1999. pág.: 45-46.

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veynte e ocho quatro mill y setecientos marauedis. Paresçenos que deue pagar tres mill noveçiemtos y setenta marauedis.”

- Catastro del Marqués de la Ensenada (1755) El Catastro del Marqués de la Ensenada8 ha sido consultado tanto en las Respuestas Generales como el Libro de Propios y Vecindario, lo que ha permitido una visión más detallada de la protoindustria en Abarán. Hemos comparado los tipos de establecimientos industriales de este pueblo con el resto de municipios del Valle de Ricote, y la existencia de hornos de pan, molinos de aceite y molinos harineros en común a todos ellos, evidenciándose la importancia de estos establecimientos para la alimentación humana. Sin embargo, en Abarán aparece una caldera para procesar salitre y un torno de torcer seda, lo que no ocurre en los otros pueblos. Destacamos la existencia de hornos de cocer teja en Cieza (3) y en Blanca (1), así como una caldera de jabón también en Cieza que debió abastecer a los pueblos limítrofes.

No hay ninguna referencia concreta a actividades industriales, pero podemos suponer que la cría del gusano de la seda es una actividad complementaria a la agricultura, y que ello conlleva la elaboración de ésta. Se cita en todo el Valle de Ricote excepto en Blanca. La molienda cerealística, por su carácter vital en la elaboración del pan (de trigo, moruno, etc.), tuvo que traducirse en la existencia de molinos hidráulicos, aunque coexistiendo con molinos de mano. No aparece ningún dato concreto en todo el Valle. La extracción del esparto se cita para Blanca (junto al carboneo citadas como las dos actividades más importantes) y Archena. No obstante, estos datos hay que tomarlos con cierta cautela. Es posible que la actividad fabril del esparto no estuviese tan desarrollada como en el mundo Romano, y se haga un aprovechamiento doméstico de la fibra. FERNÁNDEZ PALAZÓN (1994) no hace referencia en su trabajo al periodo islámico en Abarán.

- Diccionario Geográfico-Estadístico de España de Sebastián Miñano (1826) En este documento, para Abarán sólo se cita un molino de papel de estraza. Nos llama la atención que no se haga referencia al molino harinero de la Encomienda, ni a otro tipo de establecimientos industriales mínimamente necesarios. Por el contrario, en Blanca cita 11 almazaras y varios tornos de torcer seda, y en Cieza no hace referencia a la industria espartera y, sin embargo, cita algunos telares de lienzos regentados por particulares; apareciendo Ricote como el pueblo donde se elaboran esparteñas9, dato éste que no encaja con la idea general de producción del esparto en el Valle de Ricote. Creemos que la información de este documento, debe tomarse con cierta reserva.

- Descripción de la Encomienda de Ricote de 1631 Este documento sólo refiere un molino (harinero) sin ubicarlo espacialmente pero con total seguridad era el Molino de la Encomienda o Molino Viejo. La molienda de cereales también se tuvo que realizar asociada a la fuerza hidráulica. Pudo ocurrir que los intereses económicos y la necesidad de controlar los sectores estratégicos de la alimentación por parte de la Encomienda obligasen a utilizar determinados molinos del Valle, pero eso supondría costes y esfuerzos en los desplazamientos y encarecimiento del producto final. A pesar del estado de ruina, el procesado de cereales, como fuente básica de la alimentación, obliga a la existencia de estas industrias. Posiblemente la crisis acaecida tras la expulsión de los moriscos, hace desaparecer el resto de actividades preindustriales y se centran los esfuerzos en reflotar la agricultura de subsistencia.

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Recomendamos la consulta del estudio El Catastro de Ensenada: magna averiguación fiscal para el alivio de los vasallos y mejor conocimiento de los reinos 1749-1756. Madrid. Ministerio de Economía y Hacienda. Centro de Publicaciones, 2006, 560 págs.; sobre este documento. 9 Esparteña: Nombre que reciben las albarcas típicas murcianas elaboradas con fibra de esparto y tela.

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- Diccionario Histórico-Geográfico de Pascual Madoz (1850)

Industria Alimentaria: Procesado de aceituna para aceite, Elaboración de Pan, Molienda de Cereales, Conservas de Fruta, Fabricación de Botes de Hojalata.

Los datos que aparecen en este Diccionario se ajustan más a la realidad industrial del momento. En Abarán se refieren varios establecimientos industriales, incluyendo los molinos harineros, hornos de pan y almazaras, que son la constante a lo largo del poblamiento. Aparecen referencias a telares de lienzos regidos comunalmente, a diferencia de la forma de gestión que encontramos años antes en Cieza. Estos datos mantienen una cierta coherencia con los primeros datos documentales concretos de actividad industrial de Abarán (1871) que hemos analizado a continuación.

Industria de Transformación de Fibras Vegetales y Madera: Fabricación de Papel de Estraza, Aserrado de Madera, Procesado del Esparto. Industria Tipográfica: Imprentas. Industria Extractiva: De Yeso y Cal, De Ofitas, De Hierro, De Salitre, De Azufre. Industria química - Elaboración de jabón (calderas)

Tramo cronológico 2 (a partir de 1871)

La fabricación de jabón de forma artesanal y doméstica ha sido una actividad ligada estrechamente al mundo rural, debido a la facilidad para conseguir las materias primas necesarias para su fabricación y la relativa sencillez del proceso químico de saponificación. La demanda a escala comercial de jabón está relacionada con un cierto grado de desarrollo y modernización con una fuerte componente urbana10. Este proceso químico requiere dos elementos materiales, grasa animal o vegetal, normalmente aceite de oliva o mantecas y un álcali, tipo sosa cáustica que originariamente se obtenía de plantas de la familia de las Quenopodiáceas, llamadas Barrillas, género Salsoda sp. en su mayoría; y una caldera para la cocción y la reacción química. Entre 1800 y 1840 se van incorporando aceites de semillas (sésamo, lino) que luego son sustituidos por aceites de coco, cacahuete, algodón, etc. La barrilla se reemplaza por sosa Leblanc y sosa Solvay posteriormente, consecuencia de los trasiegos comerciales con Iberoamérica11. La mejora de las materias primas permite obtener otros productos además del jabón: glicerina y estearina (para cerillas y velas). Las Barrillas vegetan en terrenos yesosos y halófilos, por lo que se pudieron obtener de la zona de Loma Jalmero en baja proporción. Es posible que se

Los documentos manejados son los registros de los Libros de Amillaramiento y de Contribución Industrial y Comercial que aportan una gran cantidad de información, centrada en cada uno de los contribuyentes y donde se reflejan datos cualitativos (titulares, ubicaciones, fechas, etc.) y cuantitativos (nº de fábricas, cantidad de aparatos, dimensiones, potencia de trabajo, etc.), lo que permite analizar con mayor profundidad los mismos y tratarlos estadísticamente (gráficos, tendencias, etc.), teniendo todas las garantías de veracidad respecto a ellos, pues son censos realizados anualmente para someterlos a cargas fiscales y tributarias; lo que sugiere ausencia de omisiones o errores sistemáticos. Lógicamente, la evolución y transformación del panorama manufacturero e industrial de Abarán no puede separarse sin más, por el tipo de fuentes documentales consultadas, por lo que hemos optado por presentar los resultados agrupados por tipologías industriales y analizar detalladamente los aspectos más destacados de cada una de ellas. Hemos encontrado 18 actividades, encuadrables en 6 tipologías industriales, reflejadas como sigue: Industria Química: Elaboración de Jabón, Elaboración de Esencias. Industria Textil: Torcido de la Seda, Cardado de la Lana.

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RAMON I. MUÑOZ, Ramón. Los Rocamora: La industria tradicional jabonera barcelonesa y el mercado colonial antillano (1845-1913). Revista de Historia Industrial. 1994 nº 5 pág. 151-162. 11 Idem 8 pág.: 152.

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trajesen de Blanca (zona de la Rambla del Salar y alrededores) pues en 1826 se cita su cultivo como una actividad importante en ese pueblo.

no son el caso que nos ocupa) en un lugar donde se disponga de agua para cargar la propia caldera y para llenar la balsa de enfriado del serpentín por donde circulan los gases, para que pasen a estado líquido.

En Abarán las calderas de jabón se datan en el periodo 1883 a 1895, no teniendo constancia en los Censos y Diccionarios de esta actividad. Pensamos que es a finales del XIX cuando se produce una mayor demanda urbana de jabón (no hay constancia de la fabricación de otros productos), motivada por el aumento de población. Es poco probable que se comercializase fuera de la localidad, pudiendo estar relaciona su desaparición por la llegada de productos más competitivos desde Cataluña o Francia. En 1860, Murcia capital y Lorca cuentan respectivamente con 4 12 establecimientos de jabón , lo que coincide con el incremento en la demanda a nivel local y regional. Se han documentado un máximo de 3 calderas funcionando al unísono. La primera de ellas perteneció a José Templado Sánchez (1883-1892). La segunda a Antonio Riquelme Vivancos (18851895) y la tercera a Pedro García García (18861892). No hay datos concluyentes sobre la ubicación de las calderas. Solo entre 1893-1895, la de Antonio Riquelme se ubica en el paraje “huerta”, aunque por el tipo de actividad química (olores, emisión de gases, necesidad de agua, etc.), no debieron estar en casco urbano.

Hemos localizado un dato aislado en el año 1916, de una fábrica de destilación de esencias a nombre de Quiterio Montiel Pascual, ubicada en el paraje de “la Poza de los Pastores”. No tenemos constancia de ningún establecimiento de este tipo anterior a esta fecha, pero lo llamativo del caso es que en 1917 ya no figura en los libros de registro, ni reaparece con posterioridad. Es posible que la empresa fracasase en su intento de rentabilizar industrialmente una actividad que no está arraigada en este municipio o que se ejercía de forma no regulada. El titular tampoco figura como dueño de otra industria. La ubicación del paraje, a pesar del rastreo minucioso por las descriptivas del Catastro de Ensenada y de las Actas de Clasificación de las Vías Pecuarias de Abarán de 1883, tampoco ha sido localizado. La transmisión oral de la nieta del titular no arrojó resultados positivos. Así pues, podemos afirmar que si esta actividad siguió desarrollándose lo fue de manera testimonial y con escasos rendimientos económicos. Industria textil - Torcido de la seda (tornos)

- Destilación de esencias (calderas)

De entre las especialidades manufactureras de la actividad sedera (tejedores, tintoreros y torcedores), es esta última la única que ha sido documentada en Abarán. Aparece en el Libro de Propios de la Villa y Vecinos y cita la existencia de “un torno de torcer seda que le utiliza cada un año quinientos reales de vellón”. El titular es Joseph Gómez de Gerónimo, dueño también de “un molino de azeite”. La ubicación del torno no aparece en la descriptiva. Los tornos podían estar asociados a molinos, y la almazara citada se halla en el paraje de La Acequia. Es probable que ambas industrias estuviesen juntas. No obstante, aunque el hilado y el torcido podían hacerse a mano, parece claro que “se utilizaba algún sistema semimecánico que permitiese el molinaje múltiple”13. Asumiendo que

La destilación de esencias a partir de plantas silvestres, generalmente de la Familia de las Labiadas (Tomillo, Romero, Espliego, Lavanda, Salvia, etc.) es una actividad muy localizada en ambientes forestales. Las cercanas comarcas del Noroeste (Murcia) y la Sª de Alcaráz (Albacete) son ejemplos donde todavía hoy se siguen obteniendo por métodos tradicionales una serie de aceites y esencias, para aplicaciones en perfumería, farmacológicas y medicinales. El proceso de destilación requiere la colocación del calderín cerca de la materia prima (existen calderines móviles, que 12

PÉREZ PICAZO, María Teresa y LEMEUNIER, Guy. El proceso de modernización de la Región de Murcia (siglos XVI-XIX). Murcia. Biblioteca Básica Murciana Extra 1. 1984 pág.: 377.

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SALADRIGAS CHENG Silvia. Los tejidos en Al-Andalus,

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la fuerza motriz del agua de la Acequia moviese también el torno (de ahí que no se cite la ubicación reiterada en el Libro de Propios), es seguro que no se refiere al Molino de la Encomienda, pues este se hallaba arrendado a Sebastián Martínez. La ubicación en la acequia podía estar en el paraje del Soto Campuzano o entre Las Canales y el Parque. El torcido de la seda no era una actividad que pudiera desempeñar cualquiera y requería una cierta cualificación que no siempre se encontraba, lo que hace más singular este torno. Las actividades de elaboración del hilo de seda estuvieron reguladas mediante ordenanzas14 y los maestros asociados en Cabildos (Murcia, Cartagena y Lorca). El nº de torcedores documentados por OLIVARES GALVÁN (2005) es de 20 en 1749; 47 en 1756; 63 en 1771 y 33 en 1782. Con el único dato disponible para Abarán, no podemos dibujar la trayectoria de esta actividad industrial, ni su importancia en la economía local, pero se determina que no continuó más allá del siglo XVIII. El Censo de Sebastián Miñano de 1826 ya no la cita y el declive producido por la pebrina (enfermedad endémica del gusano), que en 1848 arrasó Europa, suponiendo el arranque de millones de moreras15, debió ser definitivo, si no lo fue entre 1755 y 1826. Ningún otro pueblo del Valle de Ricote tiene declarada esta actividad en 1755.

precedente es el lavado de la lana para eliminar impurezas y suciedades. Para esta operación se utilizaban canales o depósitos junto a cursos de agua. La actividad del cardado de lana se ha datado entre 1871 y 1892, por la instalación de una carda cilíndrica por agua, perteneciente a José Templado Fernández. La ubicación de la misma no viene reflejada en los documentos del Libro de Amillaramiento, pero creemos que se encontraba en el complejo de la Fábrica de Papel de Estraza de las Canales porque este titular posee también la citada fábrica de papel de estraza desde ese mismo año, y entre 1895 y 1897 ambas actividades se ubican en el paraje “huerta”. En 1901, la fábrica de papel aparece en el paraje “Excanales” y en 1905 el topónimo cambia a “Las Canales”. Además, el complejo es utilizado por su fuerza hidráulica para las otras actividades y al estar junto al río, permite el lavado previo de la materia prima. En 1850, el Diccionario Geográfico de Madoz cita “varios telares de lienzos comunales”, que pudieron ser de lana o cáñamo, lino o algodón, y casi imposible de seda, pues en esas fechas las sederías murcias atraviesan una profunda crisis que reduce a 5 el nº de telares en toda Murcia16. Es posible que la lana ya cardada se trajese para procesarse en los telares. Por otro lado era una practica frecuente que los productores foráneos suministrasen la lana cruda para cardarse de manera casi familiar17. La calidad de los paños y telas ingleses, franceses, segovianos o de Valencia y Alicante tienen una gran calidad, quizás mayor a la que se obtenía en Abarán. Creemos que la producción de esta carda (asumiendo que no encontramos establecimientos de hilado, ni telares de ningún tipo, y que estas fases no se realizaron en el establecimiento de cardado) se enviaba a través del suministrador a otras localidades donde era hilada y convertida en tejido. La desaparición de esta actividad industrial pudo deberse a la falta de competitividad en la calidad del producto generado o a la caída de la

- Cardado de la lana Esta materia prima se ha usado desde tiempos ancestrales. Los procesos de transformación de la lana cruda en madejas para ser tejidas se realizaba manualmente, pero la mecanización aumenta la rentabilidad y la calidad del producto final. El cardado consiste en hacer pasar la lana entre alambres flexibles hasta que se consigue una especie de tepe fino más o menos uniforme que puede ser hilado, por lo que ambas operaciones suelen ir unidas. Lo que sí es siglos IX-XVI. Aproximación técnica. En España y Portugal en la ruta de la seda. Comisión Española de la Ruta de la Seda. Universidad de Barcelona. Barcelona. 1996.

16

Idem 5 pag 285. GARCÍA SANZ, Ángel. Competitivos en lana pero no en paños. Lana para exportación y telares en la España del Antiguo Régimen. Revista de Historia Económica - Journal of Iberian and Latin American Economic History, ISSN 02126109, Año nº 12, Nº 2, 1994, págs. 397-434. 17

14

ESPÍN RAEL, Joaquín. Investigaciones sobre el cultivo y la industria de la seda en el Reino de Murcia. En: www.regmurcia.com/docs/murgetana/N008/N008_001.pdf. 15 Idem 5 pág. 285.

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demanda. No obstante, el espíritu empresarial de José Templado queda patente una vez más.

registros en los libros de actividades industriales. Tampoco hemos podido documentar si en los molinos harineros se prensaba oliva, pero parece descartarse pues los pagos tributarios se hacían según la actividad industrial y no creemos que hubiese errores u omisiones en estos registros. Otro tanto ocurre entre 1755 y 1845, otros 90 años sin datos sobre la elaboración de aceite en Abarán. En esta serie, encontramos, en 1826, el Diccionario de Sebastián Miñano, pero no documenta almazara alguna en Abarán. ¿Fue una actividad intermitente a pesar de su valor económico e importancia nutricional? Todo parece indicar que sí, y la demanda sería entonces cubierta con las almazaras de los pueblos vecinos. En este sentido cabe destacar el elevado nº de almazaras existentes en Blanca: 4 en 1755, 11 en 1826 y 7 en 184519, a todas luces más que suficientes para el prensado de la aceituna propia de esa localidad.

Industria alimentaria - Elaboración de aceite (almazaras) El tema del aceite suscita ciertas interrogantes, pues la serie de datos sólo refiere almazaras en los años 1755 y 1845. GARCÍA AVILÉS (2000) expone cómo la expulsión de los moriscos (1611-1613) provoca un empobrecimiento, tanto de las tierras, que quedan yermas y baldías, como de los medios de transformación (molinos, almazaras, etc.) que se encuentran muy deteriorados en los pueblos del Valle. El Libro de Propios de la Villa y Vecinos dice en sus páginas 175-176: “Joseph Gómez de Gerónimo: Un Molino de Azeite situado en el sitio de la Acequia Tornero tiene una viga, confronta por la derecha con Acequia, por la izquierda con Camino, utiliza por su arrendamiento anual seis cientos y noventa reales de vellón”.

- Elaboración de pan (hornos) El proceso de transformación del cotiledón molturado del cereal, hasta hacerlo comestible, requiere que una vez amasado y fermentado sea cocido. Para ello, desde el Neolítico se han utilizado hornos para alcanzar las temperaturas de cocción idóneas (190º C a 400º C) según el tipo de cereal y la clase de pan a obtener. Básicamente, el horneado no requiere de complejos sistemas constructivos, desarrollándose en una cavidad cerrada donde el calor se incrementa a medida que arde la leña. Este sistema no fue sustituido hasta el uso de otras fuentes de energía calorífica (gasoil, electricidad). Por lo tanto, los asentamientos humanos desde ese periodo han tenido y tienen hornos. En nuestro caso, desde 1533 hay registros documentales de la existencia de este tipo de establecimientos en Abarán, entendidos como actividades comerciales, ya que las casas de labranza y algunos hogares disponían de ellos; aunque realmente es el Diccionario Geográfico de Madoz (1850) el que cita expresamente la existencia de 2 hornos (para dar servicio de cocción a los habitantes del pueblo que no disponen de horno) y en el Catastro de

Lo que no podemos justificar es la ausencia de datos documentales para esta actividad, entre 1845 y 1924, año en que se pone en funcionamiento “una fábrica de aceite de una prensa, sita en la calle Artichuela, cuyo propietario es Pedro Buitrago Marín y una fábrica de aceite con prensa de viga, sita en Barrio Bajo, cuyo propietario es Fructuoso Ruiz Gómez.”18 No creemos que Abarán estuviera sin almazara casi 100 años, pero la serie documental de amillaramiento y libros de actividades industriales que se inicia en 1867 así lo refleja. Evidentemente por su ubicación, la almazara de la calle Artichuela no está relacionada con la fuerza motriz hidráulica, siendo la electricidad la energía utilizada para la molienda. La almazara del Barrio Bajo (ubicada frente al Colegio San Pablo, actual calle de la Almazara) estaba flanqueada por la reguera de la Noria Grande, siendo también movida por electricidad; pero esto no explica la ausencia de 18

19

Catastro del Marqués de la Ensenada. Respuestas Generales pág. 274/Diccionario Geográfico de Sebastián Miñano Tomo II pág. 126/ Diccionario Geográfico de Madoz Tomo IV pág. 354.

Archivo Municipal de Abarán. Caja 1143.

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Ensenada (1755) 1 horno, perteneciente a la Encomienda, al igual que ocurre en otros pueblos del valle (Ricote, Ojós, Villanueva, Blanca)20. Ninguno de estos documentos ofrece información sobre la ubicación de los hornos, pero suelen localizarse dentro del casco urbano. Un ejemplo de la problemática sobre la gestión y explotación de los hornos de pan y su importancia a nivel local de la vecina Archena (Orden de San Juan) durante el Antiguo Régimen y el siglo de las Luces puede consultarse la web del Valle de Ricote21. En 1896 localizamos la noticia22 de la detención de una mujer por incendiar el 21 de Febrero de ese año el horno de los Secos. En 1755 la población ronda los 1.000 habitantes, en 1850 aproximadamente son unos 2.500. Suponiendo que el porcentaje de pan que se elabora artesanalmente no varía, esto implica 1 horno/1.250 habitantes. La aparición de los establecimientos panaderos con horno, asociados a máquinas amasadoras movidas por electricidad data de 1929 cuando Valentín Bermejo Banegas la instala en la calle Iglesia. En 1930 hay 2 establecimientos, en 1932 hay 3, en 1940 hay 4, en 1950 hay 6, en 1960 hay 6 y en 1972 hay 8. A partir de estos datos podemos relacionar la ratio habitantes/horno, lo que arroja cifras en las décadas de 1930 y 1940 de aproximadamente 3.500 hab/horno. En las décadas de 1950, 1960 y 1970 la ratio es de aproximadamente 1.5000 hab/horno. Debemos entender que la mecanización (en un contexto totalmente industrial) permite aumentar el nº de habitantes que cada horno abastece, pero también aumenta la demanda de producto per cápita al aumentar el poder adquisitivo medio de la población. Desde luego, estas ratios deben tomarse con cautela y no pueden extrapolarse a los periodos donde sólo conocemos la demografía del pueblo. El nº de molinos harineros es otro factor a tener en cuenta para realizar estimaciones más fiables. Tampoco hay datos sobre si el horneado incluía otros productos (pastelería y bollería), pero la riqueza gastronómica de estos, herencia de la

cultura Islámica, debió ser constate en el tiempo, pues diversifican la dieta y suponen un gran aporte calorífico basado en los hidratos de carbono, azúcares y grasas (mantecas, huevos, cereales varios, miel, etc.). - Molienda del cereal (molinos harineros) Al igual que ocurre con la cocción del pan, el molturado del cereal es una fase previa para hacer comestible la materia prima; y por tanto, es de una gran importancia desde la Revolución Neolítica. Hasta la implantación de máquinas complejas (molinos hidráulicos o de viento), el ser humano realizaba la molienda de forma manual mediante molinos de mano barquiformes, por machaqueo en recipientes de piedra o por trituración rotatoria con fuerza humana o animal. El uso de “muelas” a las que se les imprime un movimiento circular permite obtener una harina más fina y depurada con menor coste energético. La aplicación de la fuerza hidráulica (los molinos de viento son propios del Campo de Cartagena, donde también se utilizaron para extraer agua del subsuelo) es una característica común a las sociedades hidráulicas (Egipto-Nilo, Mesopotamia-Tigris y Eúfrates, India-Indo, ChinaRío Amarillo). A una escala mucho más reducida el río Segura ha conformado en su vegas unas relaciones hombre-río no exentas de altibajos. Es la corriente de agua, de forma más o menos constante, la que ha proporcionado la energía necesaria para mover las piedras de los molinos ubicados en sus vegas. El régimen estacional y virulento del río (antes de las recientes regulaciones mediante presas y embalses) hizo que desde antaño se desviase parte del caudal por medio de azudes, para ubicar los molinos algo más retirados del curso de éste y ganar presión por diferencia de cota. Las dos técnicas más empleadas para aprovechar la fuerza del agua23 estaban basadas en los llamados “cubos”, depósitos a nivel superior al de la rueda de palas, que puede ser movida con poca cantidad de agua proyectada a presión sobre ella, lo que se adapta bien a la temporalidad y periodos de escasez de la geografía murciana. Otra técnica era el “regolfo”, que

20

GARCÍA AVILÉS, José María. El Valle de Ricote: Fundamentos económicos de la Encomienda Santiaguista. Murcia. Academia Alfonso X El Sabio y Excmo. Ayuntamiento de Ricote. 2000 pág.: 182. 21 VV.AA. El horno de pan cocer: Un propio entre dos regímenes. En: www.valledericote.com/rincon/propios_ concejiles.pdf. 22 Diario La Correspondencia de España del 23-2-1896.

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VV.AA. Murcia y el Agua. Historia de una pasión. Molinos. En: http://servicios.laverdad.es/murcia_agua/cap8.4.htm.

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aprovecha el reflujo de la corriente de agua del canal o acequia para imprimir movimiento a las palas (desconocemos si existieron molinos flotantes u otro tipo de sistema en Abarán).

Hemos identificado cada uno de los molinos en sus ubicaciones (absolutas o relativas), e incluimos el gráfico nº 3 para ver la evolución temporal de todo el conjunto. En este gráfico presentamos los datos referidos al nº de piedras de molienda para comparar la capacidad total de esta industria en la localidad. De modo general, podemos afirmar que de los datos registrales a partir de 1871, y basándonos en la descriptiva de los mismos, la molienda estaba condicionada al caudal de agua disponible y a las necesidades de riego que coinciden con las estaciones más cálidas, de ahí que se citen como “aprovechamientos menores a 6 meses”, al igual que ocurría con los batanes hidráulicos. Sin embargo, en 1883 aparecen 3 molinos con 2 piedras cada uno que funcionan durante “todo el año”. Pero en 1885 ya no se hace referencia a la duración de la actividad, hasta 1913 en que el Molino Viejo aparece con menos de 6 meses y el Molino del Soto Campuzano sin referencia alguna. Si asumimos que la ausencia de datos temporales indica que molían sin interrupción, entonces deducimos que el periodo de regresión pluviométrica27 iniciado en la década de 1910 afectó a la actividad, ya que a partir de 1919 todos los molinos trabajan menos de 6 meses, hasta 1940 en que el Molino Viejo vuelve a aparecer con actividad “más de 6 meses”, lo que no implica que fuese “durante todo el año”.

Las ubicaciones de los molinos localizados en Abarán están condicionadas a la presencia de los azudes que a lo largo del tiempo “sangraron” el río para estos fines; aprovechando también los sistemas de regadío a través de las acequias que discurren paralelas a ambos márgenes de éste. En este estudio no hemos profundizado en los modelos de manipulación del agua como recurso, que pueden consultarse en el trabajo de Jesús Joaquín López24 , pero no podemos desligarnos totalmente de él. El primer azud está localizado en el paraje de “El Menju”, en el término municipal de Cieza. De él parten las acequias de Abarán y Blanca por la margen izquierda que contaban con varias ruedas de elevación de agua (norias) para regadío; y por la acequia de Charrara en la margen derecha. El segundo azud, se localizaba aguas abajo del paraje de Las Canales, y es citado como topónimo en 1755 en el Catastro del Marqués de la Ensenada, el cual deriva aguas a ambos márgenes, alimentando los molinos del Soto Campuzano por la derecha y el molino de las Pilas por la izquierda a través del “cequión”25 destruido casi totalmente en la riada de 1987. El único molino fuera del río Segura fue el ubicado en la Rambla de Benito, junto al batán de esparto, de vida muy efímera y cuyos detalles veremos a continuación.

Otro dato interesante y común a todos ellos son las distintas clasificaciones que el registrador hace para definir al molino: “harinero, de cauce, de reguera, en presa, de represa”, aplicadas sobre un mismo establecimiento sin que hubiesen cambios verificables en ellos, pero que proporcionan ciertas informaciones utilizadas para singularizar cada uno, ya que hasta 1895 no aparecen inequívocamente los parajes donde se ubicaron.

No hay datos registrales directos sobre esta actividad en Abarán anteriores a 1631, pero existe abundante documentación de zonas limítrofes del Valle de Ricote y del Reino de Murcia sobre incidencias, pleitos y problemáticas relacionas con una actividad de perfil casi monopolista y altamente estratégica26.

Desde el punto de vista de las ubicaciones absolutas, nos encontramos con que desde 1863 a 1892 el registrador no cita el paraje donde se halla cada establecimiento. En 1893 aparecen 3 molinos con la ubicación “huerta”, lo que acota los parajes pero no determina ninguno. En 1895 aparecen 4 molinos, cuyos titulares son distintos a los que aparecen en el año 1983, lo que tampoco permite relacionarlos en función del dueño o arrendador (en

24

LÓPEZ MORENO, Jesús Joaquín. Poblamiento beréber en la zona norte del Valle de Ricote: las alquerías andalusíes de Abarán y Darrax. III Congreso Valle de Ricote. Ojos 2005. 25 Cequión: Topónimo con el que localmente se conoce el canal de derivación de la margen izquierda a la altura del actual Parque Municipal, deformado fonéticamente de acequión, aumentativo de acequia. 26 Recomendamos rastreos sobre documentación digitalizada en Proyecto Carmesí: www.regmurcia.com/carmesi y en Merino Álvarez. Abelardo (1915) pág.: 218.

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Ver gráfico nº 2.

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otros casos es perfectamente visible la transmisión por herencia a través de los nombres y apellidos de los titulares). Con este panorama no es posible determinar las ubicaciones absolutas antes de 1895. Lo que sí podemos asumir es lo siguiente: a) En 1871 se registran 6 molinos sin especificar ni paraje ni tipo de molienda (aceite o harinero) a nombre de Jesús Martínez Martínez, José Molina Núñez, Mateo Amante Vera, Joaquina Yelo Yelo (del Viejo), Pedro Molina Ruiz y José Tornero Gómez. En 1895 aparecen 4 molinos “de cauce” a nombre de Emilio Molina Castaño (Molino de las Pilas o del Parque), José María Ripol Herrero (Molino de la Encomienda o Molino Viejo), José María Pérez Gómez (Molino del Soto Campuzano 1) y Joaquín Tornero Gómez (Molino del Soto Campuzano 2)28. Este último titular conecta con Jesús Tornero Gómez y José Tornero Gómez citados en 1883 y 1864 respectivamente, lo que significa que al menos 2 de los molinos estaban ya instalados en Soto Campuzano en 1871. En 1899 se registran 3 molinos en el paraje de Soto Campuzano, hecho que no volverá a repetirse nunca. b) A pesar de las especulaciones referidas a las almazaras, no figura ni un solo dato que haga pensar en su presencia. Cabe la posibilidad de que el molino de la Rambla de Benito sólo se registrase ese año, pero, a pesar de que en 2006 todavía se localizó en el paraje una rueda de moler, no hay ningún registro documental que hable del mismo desde 1755 a 1970. c) Como el nº de piedras por molino sí está reflejado desde 1755, una visión en conjunto de la localidad, agrupando los datos por años, nos permite comprobar el efecto de la “crisis agrícola y pecuaria de 1886”29 acompañada de las epidemias de cólera y el aumento de la mortalidad y la morbilidad. Igual ocurre con la crisis de 1920 que concluirá con el directorio militar de Primo de Rivera. De 1924 a 1960 coexisten el Molino de las Pilas y el Molino Viejo que cesa su actividad en ese

año, al igual que ocurre con el primero en la década de 1970. Como dato complementario cabe indicar que en 1971 Antonio Turpín Núñez inicia la actividad de molturación de cereales en la calle Ramón y Cajal, totalmente desligada de la fuerza hidráulica. El declive de la molienda tradicional (tanto de cereales para consumo humano como para alimento de los animales domésticos) comienza con la mejora de los transportes que permite rentabilizar el grano de otras provincias por la mecanización progresiva del campo y por la implantación de molinos eléctricos.

Rueda de moler del Molino de la Fuente de Benito. 2006.

- Molino de la Encomienda o Molino Viejo La Encomienda de la Orden de Santiago monopolizó las actividades protoindustriales del momento y a través de arrendamientos cedía su explotación a particulares en algunos casos. El panorama descrito en 1631 para la Encomienda del Valle de Ricote30 es poco alentador y habla de molinos arruinados en las localidades de Ricote y Abarán, lo que determina que anteriormente a esa fecha ya existía este molino; movido por el sistema de cubo y en funcionamiento hasta el año 1960. Ubicado frente al paraje de El Jarral, en la margen

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Hemos numerado Soto Campuzano 1 y 2 pues desconocemos el nombre que se les dio a los establecimientos, pero creemos que eran molinos distintos en el mismo paraje (descartamos la molienda en fracciones o pagos porcentuales a nombre de varios titulares). 29 PÉREZ PICAZO, María Teresa y LEMEUNIER, Guy. El proceso de modernización de la Región de Murcia (siglos XVI-XIX). Murcia. Biblioteca Básica Murciana Extra 1. 1984 págs.: 394 y siguientes.

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GARCÍA AVILÉS, José María. El Valle de Ricote: Fundamentos económicos de la Encomienda Santiaguista. Murcia. Academia Alfonso X El Sabio y Excmo. Ayuntamiento de Ricote. 2000. págs.: 179-183.

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izquierda, se alimentaba del caudal de la acequia de Abarán. La antigüedad de este molino hace que el propio establecimiento dé nombre al paraje que lo alberga. En 1755 figura como gestor la propia Encomienda, institución que en ese mismo año sí tiene arrendado el molino de aceite (almazara) ubicado en la “Acequia Tornero”, por lo que deducimos que ambos establecimientos no estaban en el mismo paraje. En 1845, el Diccionario de Madoz se refiere a ambos molinos (harinero y de aceite) sin especificar ubicación o paraje, y asumimos que este molino es el mismo citado por Ensenada. Entre 1863 y 1893 no podemos determinar con exactitud el titular de este molino debido a la ausencia de datos. De 1895 a 1899 lo gestiona José María Ripoll Herrero. De 1901 a 1917 lo hace Joaquín Tornero Gómez. De 1918 a 1950 se registra a nombre de Hermanos de Joaquín Tornero, lo que le confiere un carácter familiar a la gestión del mismo, excepto en 1940 que lo regenta Obdulio Gomariz Moreno, quien se traslada al Molino de las Pilas en 1942. De 1951 a 1956 pasa a manos de Jesús Gómez Yelo y de 1957 en adelante lo gestiona Joaquín Tornero Ruiz.

un batán de esparto con 7 pares de mazos por José María Tornero Escribano, actividad abortada por la Guerra Civil. Igualmente, entre 1928 y 1931, Pedro Molina Gómez adquirió los derechos del 10% del salto de agua del molino, acciones que vuelven a manos de los Hermanos de Joaquín Tornero al año siguiente, incrementándolos hasta el 15 % en 1935. En la última década del siglo XX, las instalaciones su utilizaron para usos no relacionados con la molienda, como pub (igual ocurrió con otro molino en la vecina localidad de Blanca) y actualmente se encuentra sin uso alguno. Creemos que debería iniciarse el procedimiento de declaración de BIC (Bien de Interés Cultural), al ser el establecimiento industrial más antiguo de la localidad. - Molino de las Pilas o del Parque Se tiene constancia de la existencia de este molino desde al menos 1867, ya que en el Catastro de Ensenada y en el Diccionario de Madoz sólo citan 1 establecimiento y corresponde con el Molino Viejo. El nombre Molino de las Pilas le viene por la presencia junta a él de pilas de piedra para abrevar el ganado, al estar junto a la Cañada Real de la Sierra del Oro que atraviesa el Puente Viejo y conecta con la calle Menéndez Pelayo, pilas que todavía pueden verse flanqueando la entrada al Parque Municipal. Este molino de regolfo aprovecha el canal de derivación de agua por la margen izquierda proveniente del azud situado aguas arriba y su actividad perduró hasta la década de 1970. Tenía 2 piedras de moler de 130 cm. y en 1941 se le incorpora una máquina para cernir el cereal y la harina. El periodo de tiempo declarado para moler fue siempre menor de 6 meses. Al igual que ocurre con los datos del Molino Viejo, entre 1863 y 1893 no es posible conocer el titular del mismo. En 1895 aparece Emilio Molina Castaño quien lo gestiona hasta 1907. Entre 1908 y 1923 no aparece registrada actividad en este molino, siendo Pedro Molina Gómez el titular entre 1924 y 1934, quién también tenía el 10% del salto de agua del Molino Viejo entre 1928 y 1934. Durante 1934-1940, periodo de inestabilidad social y económica, el molino deja de funcionar y se reanuda la actividad en 1941 por Obdulio Gomariz Moreno, hasta 1942. En 1943, Fausto Talón Moreno

Molino Viejo o de la Encomienda. 2010.

Contó con 2 piedras de moler de 120 cm. de diámetro cada una, según se refleja en el registro del año 1944, dimensiones que creemos eran las originarias. De 1931 a 1943 se inscribe una nueva piedra de 130 cm. de diámetro especial para moler cebada. Entre 1935 y 1936 se instaló en el molino 76

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se hace cargo del mismo hasta el año 1970, siendo el último titular Ángel Gomariz Massa. Este molino sufre más interrupciones que el Molino Viejo, pero cubre las necesidades de molienda cuando desparecen los molinos del Soto Campuzano. El establecimiento no fue utilizado para otros fines y actualmente se encuentra en fase de deterioro. Todavía conserva parte de la maquinaria y al igual que con el caso anterior debería iniciarse el expediente de declaración de Bien de Interés Cultural.

En el periodo 1883-1893, hay registrados en Abarán 3 molinos. En 1895, año con ubicaciones registrales absolutas, aparecen 2 molinos en Soto de Campuzano a nombre de José María Pérez Martínez y Joaquín Tornero Gómez. En 1899, aparece otro molino más en este paraje a nombre de José Molina Ruiz y se completa el panorama. Curiosamente, de 1901 a 1919, este último titular dirige el único molino del paraje. Creemos que capitalizó la actividad en el lugar e hizo competitivo su molino desapareciendo los otros, ya que pensamos que el canal de agua procedente del azud fue suficiente para abastecer las 5 piedras que como máximo hubieron allí. En el Soto Campuzano se instalan batanes para procesado de esparto (1909-1926) y en 1930 la Central Hidroeléctrica de los Sagrados Corazones, actividades que posiblemente aprovecharon la infraestructura y las edificaciones de los molinos. - Conservas de fruta La implantación de las técnicas de conservación de fruta mediante cocción al vapor y sellado hermético tiene su origen en la Región de Murcia a finales del siglo XIX. Según ESPEJO MARÍN (2005), fue el industrial mallorquín Juan Esteva Clanet el que, en 1897, instaló la primera fábrica de conservas en Alcantarilla. Según GUZMÁN GIMÉNEZ (2002), fue en el año 1904. Entre ambas fechas localizamos la primera fábrica de conservas de fruta en Abarán, en el año 1899, cuyo titular es Nicolás Gómez Tornero. Tanto si fue anterior o posterior a la fábrica de Alcantarilla, lo que es evidente es que esta industria fue pionera en su sector a nivel local y regional. Es por ello que los perfiles que definen el proceso protoindustrial no pudieran quedar claros en este apartado, pero consideramos que su importancia en la economía y en el desarrollo de otras industrias complementarias (envases, transporte, procesado, etc.) justifica su inclusión en este trabajo.

Molino de las Pilas o del Parque. 2010.

- Molinos del Soto Campuzano La existencia de varios molinos en la margen derecha del río Segura está datada de forma indirecta desde el año 1867 sin tener constancia de ellos en los Catastros y Diccionarios Históricos ya citados. Es seguro que al menos 1 molino funcionaba en esa fecha, con posibilidad de que fuesen hasta 3, ya que no hemos encontrado otras ubicaciones (las zonas óptimas se reducen a las vegas del río en el tramo comprendido entre Las Canales y el Soto de Damián) y, en el año 1871, aparecen registrados 6 molinos (como se dijo anteriormente, incluyendo el Molino de la Rambla de Benito, El Molino Viejo y el Molino de las Pilas). No tenemos constancia de ubicaciones en la Rambla del Moro (por la variabilidad y estacionalidad del caudal de la misma), ni en la Hoya de Don García (aunque hay testimonios orales difusos que no hemos considerado de consistencia).

Nicolás Gómez instala la fábrica en la calle Colón, y continúa su actividad en solitario hasta el año 1909, en que José Tornero Gurestar abre otra fábrica en la calle Nueva (actual calle Manuel Asensi). Por lo tanto, Nicolás Gómez dirige durante 10 años (1899-1908) la única conservera del 77

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pueblo. En 1912, la firma francesa Champagne et Fréres Ltd. (llamada coloquialmente “Los Champanes”) adquiere la fábrica de Nicolás Gómez en la calle Colón. Este dato está contrastado en el Libro de Amillaramiento, pero no coincide con la información aportada por ESPEJO MARÍN (2005), que la cita en 1906 como la fábrica de Abarán y otra en Alcantarilla. En 1913 se abren dos nuevas fábricas, la de Nicolás Gómez, ubicada en la calle Cánovas (actual Dr. Molina) y la de Antonio Castaño Cobarro ubicada en la calle Nueva, adquirida a José Tornero Gurestar; figurando también entre sus innovaciones tecnológicas “con aparato de soldar”, haciendo referencia al proceso de sellado hermético de los botes de conserva, constatándose así la aparición de especialidades en el proceso de producción. En 1914, Champagne et Fréres Ltd. cambia de nombre y aparece como Frutas Vinatiè, desapareciendo esta fábrica en 1916, que será abierta de nuevo en 1922 por José Yelo de Valentino, quien traslada en ese año su fábrica abierta en 1918, y ubicada en el paraje de “La Asomada”, a la calle Colón, lo que confiere a las ubicaciones conserveras un carácter urbano, produciéndose así un tibio fenómeno de concentración espacial, si bien creemos que debido exclusivamente a la reducción de costes y a la disponibilidad de mano de obra barata y abundante junto al establecimiento. En 1916, Antonio Castaño Cobarro abandona la calle Nueva y se traslada a la calle Puente (actual Menéndez Pelayo). El establecimiento de la calle Nueva es puesto en funcionamiento en 1918 por José Cobarro Carrillo. Es decir, en 1918 son 4 las fábricas que funcionan en Abarán, concentradas en el casco urbano. En 1919 se suma a ésta la fábrica de Félix Gómez Castaño, ubicada también en la calle Nueva. En 1923, Antonio Castaño Molina sustituye a Antonio Castaño Cobarro como titular de la fábrica de la calle Puente, que pasa ahora a llamarse calle Camino del Agua, hasta 1927, año en que vuelve a llamarse calle Puente. En 1924, Nicolás Gómez complementa la conserva de fruta en su establecimiento de la calle Cánovas con la conserva de azúcar en el procesado de la materia prima, que desde el origen de este tipo de actividad industrial ha girado sobre la variedad “Búlida” de albaricoque. En este año aparece otra variante en la definición del tipo de actividad, y es la utilización

en la misma fábrica de talleres para imprimir rótulos y envases, a cargo de Constantino Carrillo Castaño (ubicada en calle San Damián) y Antonio Carrasco Gómez (hijo), ubicada en calle Alfonso XIII (actual Plaza de la Zarzuela en el tramo entre la Plaza de Toros y la Comisaría de Policía). Ambas fábricas quedan como envasadoras el año siguiente. Hay por tanto 7 fábricas y una más con la variante del azúcar. En 1927 se incorporan los establecimientos de José Carrasco Gómez (calle Real, actual calle Compositor David Templado); y Fermín Gómez Martínez, ubicada en la calle Colón. El panorama conservero está en esta fecha ya perfilado con estos 7 establecimientos y se mantendrá así hasta la década de 1970, donde el declive de la actividad intenta ser amortiguado por la elaboración de conservas vegetales que también terminarían despareciendo. Se ha especulado mucho sobre los motivos por los que Abarán no pudo resistir la “deslocalización” conservera (falta de infraestructura en las vías de comunicación, excesiva utilización de la plusvalía como fuente de ingresos, contextualización regional de la crisis del sector), pero estas cuestiones escapan al periodo cronológico del estudio y requieren un análisis pormenorizado de las mismas.

Fábrica de conservas de fruta. Vista trasera de la zona de cocción y chimenea. Calle Manuel Asensi. Casco urbano de Abarán. 2009.

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- Fabricación de botes de hojalata

población se llama Molinos de Papel). En Murcia están documentados en Lorca y Murcia (1 molino respectivamente, en 1860) y en Caravaca (1 molino en el siglo XVIII y 4 en el siglo XIX)31.

Entre 1924 y 1926, Nicolás Gómez instala, en su fábrica de conservas de la calle Cánovas, la maquinaria para producir los botes de hojalata para el envasado de las conservas. El empleo de estaño para la elaboración de botes de hojalata permitió sustituir los envases de vidrio, más frágiles, y con el problema de que la luz estropeaba el contenido. En 1810, el inglés Peter Durant patentó los envases de este material y en 1874 se descubrió el proceso de envasado al vapor, que rápidamente se incorpora a la actividad conservera. El caso de Abarán parece indicar la diversificación de los procesos industriales emprendidos por Nicolás Gómez, con el objetivo de constituir un trust en torno a su principal actividad. El hecho de estar ubicada en la misma fábrica de envasado da una idea de ello (algo similar ocurriría posteriormente con la instalación de talleres dedicados al montaje de envases de madera en las fábricas de elaboración de frutas frescas). Posiblemente no debió ser rentable ya que sólo estuvo funcionando durante 3 años y no se han encontrado registros similares en el resto de fábricas conserveras desde su implantación. Seguramente, la disponibilidad de este tipo de envases en los mercados regionales los hiciesen más competitivos, no prosperando en la localidad.

En Abarán, tenemos constancia en 1826 en el Censo de Sebastián Miñano, quien cita “un molino de papel de estraza” sin aportar ubicación. En 1845, el Diccionario de Madoz cita igualmente “...las aguas de este río (Segura) mueven asimismo un molino harinero y otro de papel de estraza, el cual tiene una máquina de majar el esparto que se fabrica”. La descripción nos refiere claramente de la localización en la pago de Las Canales, donde en 1871 ya aparece reflejado en los Libros de Amillaramiento. Desde este año a 1909 el titular es José Templado Fernández, quien en 1907 ya utiliza la impresión “a una tinta”, lo que confirma su uso como envoltorio y protector de la fruta, recubriendo los canastos y cajas, que se almohadillaban con Albardín32 (Lygeum spartum), también llamado Esparto Borde. Se interrumpe la actividad entre 1912 y 1923 y no queda constancia en los registros. En 1924, José Templado Tornero la reanuda hasta 1931, y en 1932 se hace cargo de ella Amalia Castaño Molina, quien la mantiene hasta 1942, fecha del último registro. El procesado del papel se hacía en Abarán principalmente con trapos viejos y recortes de sastrerías o prendas desechables, los cuales se maceraban (en la ortofoto de 1931 se aprecian unas balsas rectangulares que pudieron servir a este fin) y se trituraban hasta deshacerlos por completo y luego se prensaban y dejaban secar. A veces se producían pagos en especia, sobre todo con restos de maderas y sobrantes del tableado de las trozas que en la misma instalación se procesaban. En la memoria colectiva perduran las duras condiciones de trabajo y el hecho de que la actividad continuase hasta fechas posteriores a 1942, lo que no coincide con los registros documentales.

Industria de procesado de fibras vegetales y madera - Molino de papel de estraza El papel de estraza es un material fibroso, elaborado a base de restos vegetales y corteza de árboles, trapos y restos de otros tipos de papel, que no contiene ningún pegamento o cola, ni tampoco está blanqueado. Es de una textura burda y tacto áspero. Se utilizó desde antaño para envolver alimentos como frutas, carnes y pescados; y como protector en cajas, canastos y espuertas de madera o fibras vegetales. En Abarán será la manipulación y envasado de fruta fresca su principal demanda. Hay documentación en el siglo XVII de fábricas de papel de estraza repartidas por la geografía española, pero significativos son los llamados “molinos de papel” en Zaragoza, La Rioja, Logroño y Cuenca (en esta última la

31

POZO MARTÍNEZ, Indalecio, Molinos harineros, almazaras, martinetes y molinos de papel en Caravaca (Murcia). En: www.arqueomurcia.com/archivos/ publicaciones/.../indaleciopozo.pdf. 32 Antonio Gómez “Cañamón” (com. pers., 2010).

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- Procesado de la madera (sierras hidráulicas)

indiquen el tipo de sierra (de cinta o de dos tiempos). Sin embargo, en 1905 aparece registrada como “sierra de cinta de 87 cm., movida por agua de menos de 6 meses”. El periodo de actividad reflejado en los meses indica el paro productivo en el estío en los que hay además que atender las demandas para riego; o quizás la reducción del periodo condicionado por el gravamen de los impuestos a satisfacer. De 1905 a 1926 el asiento registrar no cambia para este titular. En 1909, José Templado aumenta con 2 sierras más (una de 87 cm. y otra de 70 cm.) sus instalaciones. De la misma manera se abre otro establecimiento en el paraje de Soto Campuzano por Esteban Molina Cano con 3 sierras (dos de 85 cm. y una de 79 cm.). Ambas ubicaciones se alimentan del caudal derivado en el Azud, paraje ya citado por el Marqués de la Ensenada en 1755. Esteban Molina tiene en 1912 un total de 5 sierras. El crecimiento de esa actividad es notorio. En la tabla nº 3 hemos reflejado la evolución del nº de sierras por tipo de energía utilizada, el nº de establecimientos localizados y el tamaño máximo de las sierras. En 1918 es Rafael Molina Cano quien dirige las 3 sierras del Soto Campuzano reducidas dos de ellas a 35 cm. 1922 es la fecha donde la electricidad da un nuevo impulso a esta actividad. Rafael Molina y José María Molina García, con su nuevo establecimiento de 2 sierras de 87 cm. ubicado en el paraje El Campillo, son los primeros en adaptarse. Por su parte, José Templado Tornero, en 1925, abre otras 3 sierras en Las Canales, año en el que empieza a generar corriente la Central Hidroeléctrica de Nicolás Gómez. A partir de la utilización de la electricidad no sólo se incrementa el nº de sierras, sino las dimensiones de las mismas, llegando a los 308 cm. en 1927, año en que José Caballero López y Eloy Montiel Pascual abren sus establecimientos en el paraje del Salitre. También en esta fecha, José Templado Tornero aplica un motor de gas pobre a sus 3 sierras, que será sustituido al año siguiente por electricidad, reflejando así la poca competitividad de esta fuente de energía. En 1932, Amalia Castaño Molina adquiere las sierras de Las Canales aprovechando la energía hidráulica hasta 1941. Aunque cronológicamente nos apartamos de las horquillas de estudio, esta actividad es un claro reflejo de la evolución de los procesos fabriles en Abarán y

La madera como material para la construcción de estructuras (casas, puentes, canalizaciones, armazones etc.) y máquinas o artefactos y utensilios (barcos, carruajes, artefactos de molinos, aperos agrícolas, muebles, cajerío, etc.) fue, hasta la aparición de los plásticos y la utilización de hierro, acero y hormigón armado, el único recurso disponible. Por lo tanto, es frecuente encontrar referencias en la documentación antigua sobre el proceso de serrado y preparación de la madera para los usos descritos. Así, GARCÍA ESTEBAN (1999) cita cómo en el siglo XIII, en 1230, el arquitecto francés Villard de Honecourt describe una sierra en un molino hidráulico; en el siglo XVI, refiriendo el Libro de Antigüedades de España de Ambrosio Morales, describe una sierra en 1575 en Alcalá de Henares y, en 1783, Suárez y Núñez otra sierra en su Tratado de Máquinas. El proceso de explotación forestal, realizado en el monte (apeo, desramado, descortezado y tronzado) casi no ha sufrido variaciones, y su ejecución manual no era un gran problema. Pero el tableado y preparación de los fustes en formatos fáciles de trabajar requería un proceso alimentado por una fuente de energía eficaz. La única disponible al principio que rentabilizase el esfuerzo y cubriera la demanda era la fuerza hidráulica. Las primeras sierras hidráulicas consistían en la transmisión por una leva del movimiento de las palas en otro de dos tiempos que accionaba el órgano de corte de tipo rígido. Sin embargo, con la mejora del acero a finales del siglo XVIII y principios del XIX es posible disponer de un material resistente y con una cierta flexibilidad que permite fabricar sierras de tipo cinta, cuyo movimiento no requiere levas y además mejora el rendimiento y la calidad del corte. Puede consultarse para mayor información la tesis doctoral de LÓPEZ LÓPEZ (2000). No es extraño que encontremos la primera datación documental de esta actividad industrial, muy relacionada con las demandas urbanas y agrícolas de la zona, en 1871, fecha en que José Templado Fernández figura como titular de “una sierra movida por agua” ubicada en el molino de papel de estraza (Las Canales), donde también posee un carda cilíndrica para la lana. Esta actividad está datada hasta 1897, sin que los documentos 80

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perfilan la que sería industria de envases de madera y cajerío íntimamente relacionada con la exportación de frutas frescas.

establecimientos. El siguiente dato temporal coincide con el de Gloria Fernández obtenido del Diccionario de Madoz (1850), con una máquina de majar esparto ubicada junto a la fábrica de papel de estraza de Las Canales. Esto indica un planteamiento preindustrial unido nuevamente a la fuerza hidráulica. En 1901 se hallan dos establecimientos citados como “batán movido por agua menos de 6 meses”, en alusión al periodo de producción de ellos. El Mapa de 1898 ya localiza ambos batanes, descritos como “fábrica de esparto”. El Amillaramiento de 1899 no lo refleja, por lo que cabe la posibilidad de que estuviesen inactivos entre 1899 y 1900; o que se obviase su registro. El primero ubicado en Las Canales (denominadas en el asiento registral Excanales) pertenece a José Templado Fernández, el cual compagina esta actividad con la fabricación de papel de estraza. El segundo, cuyo titular es José Templado Sánchez, se localiza en el paraje de la Fuente de Benito (denominado en el asiento registral como El Estrecho, en referencia al paraje del Estrecho de Salmerón, en la Rambla de Benito). La captación de agua procede de la reguera de derivación que se inicia a la altura del molino de Charrara, en el término municipal de Ricote y que permitía el riego de la margen derecha y sectores concretos de la margen izquierda de la citada rambla. En el libro del Heredamiento de la Fuente de Benito33 hay algunas referencias a la escasez de agua, así en el acta de 10-9-1899 se refleja la negativa de los regantes a la instalación de un lavadero municipal; autorizado por el Heredamiento el 6-3-1917 sobre la surgencia de la Fuente de Benito; no exento de conflictos entre vecinos y hacendados. En 1909 se producen 7 bajas entre los regantes “por no haber regado en 14 años”. Esta fábrica funcionó hasta 1907, y no hemos encontrado ningún dato documental que asegure lo contrario. Si la actividad industrial no se interrumpió definitivamente en ese año, y perduró hasta la década de 1930, nos encontramos ante una omisión en los registros, cuya causa no podemos explicar. Como ya expusimos en el estudio34 realizado sobre

- Procesado del esparto (batanes y ruedas) La importancia de la fibra de Esparto (Stipa tenacissima) en las poblaciones humanas del litoral mediterráneo es conocida desde la Revolución Neolítica. Todo el desarrollo tecnológico y cultural de las sociedades ágrafas y los contactos con el mundo Cartaginés, Fenicio, Griego y Romano están unidos a la utilización de esta fibra, que, por su ductilidad y resistencia, permite elaborar sogas, aperos para el ganado, utensilios domésticos, elementos constructivos y hasta calzado o vestido. Esta importancia no se interrumpe con el mundo Islámico, el cual la utiliza en los elementos constructivos y arquitectónicos y en las tareas agrícolas. Con el descubrimiento del Nuevo Mundo, y una vez afianzado el flujo comercial y de explotación de recursos, se incorporan nuevas fibras vegetales (yute, coco, sisal, etc.), que, dependiendo de sus características se utilizan para uno u otro fin, sin que se produzca un abandono sustancial del esparto, pues la amplia distribución en estas latitudes permite su explotación continuada. La información disponible tanto en bibliotecas como en la red sobre esta actividad es abundante y de gran contenido. Como indicamos anteriormente, la obra de la abaranera Gloria Fernández es una fuente bibliográfica que contextualiza esta actividad industrial y analiza en profundidad el periodo de 1939 a 1969, lo que conecta parcialmente con el final de nuestro periodo de estudio. Por ello, y pese a lo atractivo del mismo, nos limitamos a exponer nuestros resultados hasta la fecha citada, indagando levemente en aspectos puntuales más cercanos en el tiempo; recomendando el trabajo referido para concatenar la cronología. El primer dato documental concreto lo obtenemos del Correo Mercantil de España y sus Indias, de 3-2-1794, en el que se dice de la Provincia de Murcia que “...De espartería 15 fábricas con 36 operarios, que fabricaron 1220 quintales á varios precios; se libran en Cartagena, Albudeite y Abarán”. No especifica el nº de

33

Archivo Municipal de Abarán. Libro del Juntamiento del Heredamiento de la Fuente de Benito. Legajo sin numerar, Caja 275. 34 CABALLERO SOLER, Joaquín. Poblamiento reciente de la Rambla de Benito. Libro de Festejos de Abarán. Feria y

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el poblamiento reciente de esta rambla, la escasez de agua supuso un problema insalvable para este batán que, conjuntamente con su molino, fue la única ubicación hidráulica no ligada al río Segura. Sin embargo, la ortofotografía de 1931 evidencia que la balsa de acumulación de agua no existía, y en la ortofotografía de 1945 sí se aprecia la balsa, que funciona por compresión del agua en su salida cónica para mover las palas del molino. Curiosamente tampoco hay referencias registrales a este molino en los documentos consultados, aunque en 2006 todavía quedaban restos de la maquinaria, en concreto una piedra de molienda.

proveniente de la Central de Nicolás (año 1925) supone el espaldarazo definitivo en este sector. El incremento de la capacidad de procesado hace que las instalaciones antiguas aumenten progresivamente el nº de mazos y que se abran fábricas nuevas repartidas por todo el casco urbano, no dependientes de la fuerza hidráulica, que queda reducida a la fábrica de Las Canales a partir de 1931. En 1940, esta fábrica, propiedad de Amalia Castaño Molina, viene citada todavía con fuerza hidráulica. A partir de 1942 el asiento registral utiliza los caballos de vapor (C.v.) para catalogar la potencia de trabajo de cada establecimiento y no se hace distinción entre fuentes de energía. Creemos que se abandonó definitivamente la fuerza motriz del agua, ya que la eléctrica no estaba limitada a la disponibilidad de agua y porque los beneficios económicos así lo permitían. El periodo 1933-1941, marcado por la inestabilidad económica y social, el estallido de la guerra civil y los primeros años de post-guerra, hacen descender el procesado de fibras, que, sin embargo, es similar a la del periodo 19241929. En 1927, Florentino Gómez instala 4 ruedas para el torcido del esparto, una operación que se hacía habitualmente de forma manual35, pero que la mecanización mejora su rendimiento. La actividad de torcido por ruedas desaparece durante el periodo pre y post bélico y se reinicia en 1942 con 15 ruedas, teniendo su apogeo en la década de 1950, perdurando hasta 1970.

Los gráficos nº 4 y nº 5 resumen la cronología de la actividad de los batanes de Abarán, utilizados para preparar la fibra del esparto. Hemos incluido la evolución del nº de pares de mazos como valor representativo de la capacidad total de procesado de fibra en la localidad. Para completar el panorama de la actividad espartera, cabe destacar que otros artefactos, como ruedas para torcer el esparto, y elementos constructivos, como las balsas de maceración, nos ayudan a tener una visión de conjunto.

El asunto de las balsas de maceración es igualmente interesante y otro indicador de la forma de encastrarse la actividad en el panorama social. La maceración (cocción en el argot espartero) es una fase anterior al picado y al torcido. Por ello, resulta cuanto menos curioso que no figuren reflejadas en las actividades industriales hasta el año 1943, en que Félix Gómez Castaño instala una balsa en la Carretera de Cieza de 790 m3. Pudo ocurrir que simplemente no se considerase esta actividad objeto de tributación, pero lo cierto es que, al menos en la ortofotografía de 1931 se observan las balsas de cocción ubicadas junto al río Segura a la altura del actual Centro Médico, identificadas también en la ortofotografía de 1956.

Batán de esparto y molino. Fuente de Benito. 2009.

Entre 1909 y 1923 el nº de fábricas de esparto no supera las 3, con entre 6 y 10 pares de mazos en total. Pero en 1924 se incorpora la energía eléctrica y su nº se triplica. La oferta de electricidad

35

Según Gloria Fernández (1994, pág.: 83): “A veces, y de forma clandestina, en esta fase trabajan niños de menor edad de lo permitido”. En el párrafo anterior describe la forma de la rueda y denomina la fase “hilado”.

Fiestas. 2006.

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En esta misma ortofoto se observa otra balsa junto al Parque Municipal y los registros nos hablan de tres balsas ubicadas en los parajes de Carretera de Cieza, El Campillo y Carretera de la Estación (balsas de los Pisos de Carmelo), visibles e identificables en la ortofoto de 1956. La disponibilidad de agua abundante en esos parajes, hace que se puedan instalar allí, alejadas del perímetro del casco urbano en ese momento, quizás para mitigar en lo posible la contaminación del río y los malos olores que la cocción de la fibra produce. La capacidad máxima del total de las basas fue de 1270 m3 sin contar las balsas no registradas documentalmente. Lo que sí parece seguro es el hecho de que las balsas de cocción del paraje de Bolvax, en Cieza, cubriesen sobradamente la demanda generada en Abarán.

impresión de textos por otro) irán ligadas hasta la actualidad. Todas las ubicaciones nos indican que la energía eléctrica es la fuerza motriz de la maquinaria. Entre 1912 y 1917 Hermanos Templado trabajan en solitario. Del periodo 1918 a 1923 no aparecen datos en los registros, lo que podría estar justificado por la inestabilidad política y social de ese momento (debilidad en el gobierno, atentados anarquistas, desastre de Annual, problema con Marruecos etc.), que queda también reflejada en la recesión de otras actividades industriales. En 1924, David Templado Tornero reinicia la actividad del taller de la calle Cánovas (actual Dr. Molina) y se instalan dos nuevos talleres asociados a fábricas de conservas: el de Constantino Carrillo en la calle San Damián que cuenta con dos máquinas hasta 1927 (de 1928 a 1935 no hay actividad) y aparece con una máquina de 1936 a 1946; y el taller de Antonio Carrasco Gómez ubicado en la calle Alfonso XIII (actual Plaza de la Zarzuela) que, con dos máquinas, es adquirido en 1925 por Félix Gómez Castaño, quien, en 1928, se traslada a la calle San Damián hasta 1930. Esta asociación taller de imprenta y conservera define desde el principio la demanda de papel y cartón impreso en Abarán. En 1925, las conserveras se desligan de las imprentas (cambian las ubicaciones) y la calle San Damián aglutina la mayor parte de éstas. En 1928, Adolfo Carrillo Gómez abre otro taller en esta calle que perdura hasta 1934. Estas imprentas (David Templado en calle Blasco Ibáñez, actual Dr. Molina, y Constantino Carrillo en calle san Damián) son las únicas que funcionan durante la Guerra Civil. En 1939, Severo Gómez Ortega instala una máquina también en la calle San Damián que perdura hasta 1950. En 1951, José María Carrillo Yelo instala otra máquina en la calle San Damián gestionada por Antonio Gómez García desde 1954 a 1956, taller de vida efímera. En ese mismo año 1956, José María Sarrión Molina instala su taller en la calle Ruiz de Alda (actual Barrio de Triana), quien, junto con David Templado, continua su activad hasta la fecha. En definitiva, independientemente de los ceses y reinicios de actividad, tres han sido el mayor nº de talleres trabajando al unísono y, aunque la principal demanda es la producción de etiquetados y envoltorios relacionados con la manipulación de frutas, la edición de textos, carteles, folletos, etc., es

Industria tipográfica - Talleres de impresión gráfica El estampado y la impresión como industria asociada al envasado de fruta y como actividad que deriva posteriormente en la edición gráfica está documentada desde el año 1912, fecha en que a nombre de Hermanos Templado se establece en la calle Cánovas (actual Dr. Molina) “un taller de imprimir con prensa Minerva”. El registrador refleja el tipo de de maquinaria empleado36 y la fecha coincide con el aumento de imprentas en todo el país37, lo que permite una mayor disponibilidad de papel impreso para el lector. Este fenómeno tiene connotaciones claramente urbanas y supone un acercamiento de la cultura y la información al ciudadano. El caso de Abarán está condicionado por la necesidad de identificar los envoltorios y envases dedicados a la exportación de fruta y conservas en los mercados nacionales e internacionales; y ambas actividades (identificación-publicidad por un lado, e 36

Las primeras máquinas Minerva, de fabricación americana y alemana, eran imprentas planas a pedal que fueron evolucionando tecnológicamente y permitieron aumentar la tirada de hojas/hora, gracias a la utilización de electricidad para accionarlas. 37 RUEDA LAFFONT, José Carlos. La industrialización de la imprenta. En Historia de la impresión en España 1836-1936. Editorial Marcial Pons Historia. Madrid (2001). Martínez Martín, Jesús A. (Coord.).

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otro aspecto muy productivo dentro de esta actividad a nivel local. Industria extractiva - Fabricación de yeso y cal (canteras y hornos) La industria extractiva más importante de Abarán es la relacionada con el yeso y la cal. Ambas materias primas se utilizaron desde que las poblaciones humanas se hicieron sedentarias y, debido a su abundancia en estratos superficiales y su fácil procesado mediante hornos llamados caleras y yeseras, hicieron de ellas los materiales indispensables para construcción, desplazando al adobe y al barro cocido. La ductilidad a la hora de trabajarlas y la capacidad de combinarse con materiales como arena, grava o piedra, hacen que estén presentes tanto en construcciones (viviendas, casas de labranza, etc.), como en infraestructuras dedicadas al manejo del agua (aljibes, canalizaciones, regueras, etc.).

Horno de cocción. Llano del Zurdo. 2010.

La diferencia química entre ambas está en la combinación que el calcio realiza con el azufre (sulfato cálcico, en caso del yeso) y con el carbono (carbonato cálcico, en el caso de la cal). El mineral de yeso se calienta a temperaturas que oscilan entre los 107 ºC y 1400 ºC, eliminado las moléculas de agua y obteniendo una gama de productos finales cuyas características de dureza, tiempo de fraguado o textura del grano permiten múltiples aplicaciones. La roca caliza (carbonato cálcico) se calienta igualmente a temperaturas cercanas a los 1000 ºC durante varios días (con los métodos tradicionales que son los que nos ocupan), en un procedo denominado calcinación y del que se obtiene oxido de calcio y se desprende dióxido de carbono. Seguidamente se añade agua (proceso denominado hidratación o apagado), obteniéndose hidróxido de calcio, también llamado cal apagada. Como vemos, la cocción de la materia prima es fundamental en su elaboración. Para ello, los hornos se ubican en los afloramientos de mineral y se alimentan con vegetación de los alrededores, en nuestro caso leñas y chaspeados de Pino Carrasco, Coscoja y Romero. El poder calorífico de estos combustibles no es muy alto, por lo que no descartamos la posibilidad de que en hornos de gran tamaño se adicionase carbón

Horno de cocción. Largo Zapatero. 2010.

mineral para alcanzar las temperaturas óptimas. Las escorias vidriosas negras encontradas en los hornos de Loma Jalmero pueden evidenciar esta afirmación. La geología de las zonas limítrofes al casco urbano de Abarán38 están dominadas por materiales Triásicos (Keuper principalmente y Buntsabdstein aislado) y por materiales Jurásicos (Lias principalmente). Esto permitió disponer de zonas óptimas para la extracción y procesado del material a poca distancia de la demanda, que suponemos mayoritariamente urbana. De hecho, el repaso cartográfico de 1898 ya indica claramente la ubicación de las canteras y los hornos en el sector 38

Mapa Geológico de España de 1972. Hoja 891 Cieza. Esc: 1:50.000. Instituto Geológico y Minero de España.

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que denominamos Loma de Jalmero-Llano del Zurdo, ampliándose posteriormente a sectores del Cabezo Largo Zapatero, Cabezo del Algarrobo39, Cabezo de la Hoya y Cabezo de la Cruz, y Monte Yeseras40. La presencia de hornos dispersos por la Sª del Oro (zona de la Viñica y Cabezo de Patrax) y por la Sª de la Pila y Boquerón nos presentan una distribución aledaña a pequeños núcleos de población o diseminados relativamente cercanos, como los que hemos citado; lo que nos sugiere una producción exclusiva de uso doméstico o familiar (construcción y mantenimiento de viviendas e infraestructuras), sin poder confirmar la actividad mercantil. El caso del sector de Loma JalmeroLlano del Zurdo sí presenta actividad mercantil, confirmada desde al menos 1907, año en que se subastan 400 m3 de piedra caliza en el Monte Yeseras del Propio de los Vecinos y gestionado por el Ayuntamiento de Abarán, cuyo remate se realiza “como es tradicional”, lo que confirma la actividad anterior a esa fecha. Es en 1924 cuando en la calle Cieza se instala la primera fábrica dotada de “1 horno sencillo” a nombre de Antonio Molina Carrillo, quien en 1927 lo mecaniza. De 1932 a 1935 esta fábrica incrementa con “1 horno sencillo” sus instalaciones. En 1936 pasa a manos de Marcelino Molina Aragonés, instalándose ese mismo año también en la calle Cieza un nuevo horno de yeso perteneciente a Juan Cano Ríos. En 1937, Marcelino Molina transforma el horno en una fábrica para elaborar loseta, quien la gestiona hasta 1945, pasando, en 1946, a manos de Joaquín Molina Aragonés hasta 1947. Será en 1951 cuando Cecilio Garre Sánchez vuelva a ponerla en funcionamiento. En 1946, hay funcionando 3 fábricas, 2 en la calle Cieza (la fábrica de losetas y la fábrica con 2 hornos funcionando de forma intermitente de 11 m3 cada uno) y otra fábrica situada en el Cabezo de la Villa, topónimo referido a Loma Jalmero, con otros 2 hornos de trabajo intermitente de 10 m3 cada uno, cuyo titular es Francisco Verdejo Tornero; perdurando este panorama hasta la década de 1970. Hay otra actividad industrial de fabricación de cerámica

localizada entre 1924 y 1927 en la Rambla del Moro, consistente en un horno de 20 m3 cuyo titular es Matías Semitiel Ríos, destinado a la elaboración de tejas y tinajas, abastecido por los afloramientos arcillosos de la zona. Su perduración en el tiempo es muy limitada y, sin conocer exactamente las causas del cese de la actividad, pensamos que la demanda del mercado local no fue suficiente. Conviene indicar que la actividad de minería a cielo abierto sobre depósitos de arenisca y pórfidos tanto de Loma Jalmero, Largo Zapatero o Sª de la Pila está documentada en base a las ortoimágenes de las zonas y se corresponde con el periodo 1980-2000, totalmente desligadas de nuestro estudio. - Extracción de ofitas Las ofitas son rocas subvolcánicas formadas por el enfriamiento rápido e intrusivo del flujo magmático, teniendo una dureza media (5 en la escala de Mohs), pero superior a los materiales calizos y yesíferos de la zona; por lo que se utilizan para construcción y refuerzo de muros de sustentación tipo hormas y en casas de labranza. También se usaban como firme de calles y caminos.

Extracción de ofitas. Rambla de Benito. 2007.

No hemos encontrado registros documentales en los Libros de Actividades Industriales, al igual que ocurre con las otras actividades extractivas, lo que sugiere que no eran objeto de tributación en ellos. Tenemos constancia

39

Topónimo no localizado citado en 1919 en el Libro de Aprovechamientos de Montes Comunales de Abarán (Archivo Municipal de Abarán). 40 Topónimo referido a Loma Jalmero, también encontrado como Cabezo de la Villa (Archivo Municipal de Abarán).

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de la petición dirigida al Excmo. Ayuntamiento, realizada en 1928 por Virgilio Molina Gómez, vecino de Abarán, para la extracción de 1.000 m3 de “piedra de pórfido del Cabezo Negro de la Viñica”41, en el Monte de Utilidad Pública nº 39, como material de construcción, petición que reduciría a 300 m3 dos meses después de la primera.

Nacional. Este topónimo no se refleja en ninguna edición cartográfica de la zona, que abarca el periodo 1898-1968, posiblemente por la escala de las representaciones y por la ausencia de topónimos en algunos de los mapas. El estudio de la ortofotografías de 1931 y 1956 tampoco revela elementos visibles en ellas que haga pensar en la existencia de establecimientos de transformación del mineral in situ. A través de las ortoimágenes de 1981 y 2007 se pudieron localizar los pozos43 existentes en el terreno y, tras la visita de la zona, se observaron también pequeños montículos del material extraído, el cual se transportaba ladera abajo por medio de una senda de herradura que todavía se conserva, aunque muy deteriorada, que comunicaba la bocamina con el camino del Campo de Ricote. Según testimonios orales, la entrada a la mina se encontraba en una zona que actualmente está soterrada por la construcción de la pista forestal que atraviesa la Loma del Hierro. Constantino José González (com. pers. 2010) opina que los pozos tenían un trazado en espiral para facilitar la extracción a brazo mediante capazos y que la senda sinuosa que atraviesa la loma era utilizada con carretillas mineras de pequeña distancia entre ejes y ruedas para agrupar el material en cargaderos, desde donde se evacuaban a lomos de mulas o asnos hacia el valle, características estas que coinciden con el sistema de explotación de hierro de la ladera norte de la Cabeza del Asno en Cieza, datadas en el siglo XVIII.

El BORM nº 276 de 2008, publica el decreto de declaración como Bien de Interés Cultural BIC para el Puente Viejo42, en la que se documenta la riada de 1860 y las actuaciones del Gobierno de España para construir un nuevo puente. Cita que “En cuanto al peso, se calculó la resistencia que debía soportar una carreta de bueyes cargada de piedras, ya que al otro lado del río existía una cantera”. Esa cantera es la explotación de ofitas del margen derecho de la Rambla de Benito a la altura del paraje de la Casa de Trabuco. Sin embargo, esta cantera no aparece en los Libros de Aprovechamientos. Igual ocurre con otros afloramientos dispersos por las zonas colindantes (El Cuco en el Campo de Ricote, Piedra Gorda en el Alto de la Umbría, etc.). Todas las canteras fueron visitadas y se comprobó, in situ, el trabajo de preparación de los adoquines y mampuestos coincidiendo en el procesado, instalaciones y formas de trasporte. Pensamos que la mayor cercanía al pueblo y mejor situación para sacar el material de la cantera de la rambla permitió su temprana explotación. Tampoco tenemos fecha exacta del abandono de esta actividad en la Rambla de Benito y zonas aledañas, pero comunicaciones orales nos acotan el fin de ella sobre las décadas de 1950-1960.

No hay registros documentales de esta actividad ni en los Libros de Actividades Industriales ni en los Libros de Aprovechamientos de los Montes Comunales, ni hemos encontrado actas de aprovechamiento, pago o incidencias. Es muy probable que, al igual que ocurre con el resto de actividades extractivas, si éstas no suponían una cantidad económica importante, no fuesen catalogadas. Los registros mineros tampoco dejan constancia de esta actividad, que debió ser corta en el tiempo.

- Extracción de hierro En la Sª del Oro, en su cara S y sobre la margen izquierda del Barranco del Infierno, se localiza la llamada Mina de Hierro, explotación que da nombre al topónimo Loma del Hierro que aparece en la hoja 891-III del Mapa Topográfico 41

Cajas de Aprovechamiento de Bienes Comunales. Archivo Municipal de Abarán. Los registros (1862-1943) no indican ninguna referencia a otra actividad extractiva excepto la citada en “La Viñica”. 42 Ver artículo de Félix Martínez en esta misma publicación.

43

Creemos que estos pozos deberían cerrarse, como se hizo en su momento con el pozo de ventilación de la galería de la Fuente de Benito, por el riesgo de caer en su interior.

86

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personales confirman la existencia de cristalizaciones salitrosas en los rezumaderos de los cortes verticales realizados para la construcción de viviendas en la parte inferior del actual aparcamiento de la Ermita, lo que refuerza esta ubicación. Sea como fuere, esta actividad sólo está testimoniada aisladamente en 1755, siendo comparable su rendimiento económico anual a la media de lo que rendían las almazaras44. - Extracción de azufre (minas y hornos) Teníamos conocimiento de un posible emplazamiento de minas y hornos de elaboración de azufre en el paraje del Boquerón (Constantino J. González, 2008; com. pers.), pero sin constancia documental. El repaso bibliográfico del Registro de Minas de la Corona de Castilla45 nos reveló la datación y el descubridor de las mismas. En este libro puede leerse:

Restos de mineral, junto a una boca de extracción. Loma del Hierro (Sª del Oro). 2009.

- Fabricación de salitre (calderas) El salitre es una mezcla de nitrato de sodio y nitrato potásico, utilizado como fertilizante natural para fabricar pólvora, esmalte de alfarería, pigmentos, aplicaciones medicinales, etc. Pensamos que los dos primeros usos citados fueron los que tuvo en Abarán (a falta de documentos que demuestren lo contrario).

“En Madrid a 2 de Julio de 1562 se dio Provisión para que el gobernador de la orden de Santiago en el partido de Caravaca y Moratalla, ó su teniente, dejasen beneficiar a Alonso de Monreal y Juan Sánchez de Buendía ciertos mineros de alcrebite que hallaron en los términos de las villas de Hellín y Moratalla, reino de Murcia, cobrando el derecho que a S.M. perteneciese, el cual se debía depositar por ante las dichas justicias en una persona lega, llana y abonada”

En 1755 se cita a nombre de María Rodríguez (viuda) “una Caldera de Salitre por la que percive cada año quinientos reales de vellón”. La ubicación de esta actividad, hay que relacionarla con otra posesión de la misma propietaria: “Un Zelemin de sembradura secano de tercera calidad, y dos de monte para pasto de la misma en el sitio del Salitre; Linde por L y S con Isabel Cobarro; por N y P con Lomas”.

“El 6 de Noviembre de 1565 ante los Señores de la Contaduría de S.M., Alonso de Monreal, vecino de la Villa de Abarán, hizo presentación de un registro de una mina de alcrebite, que había manifestado ante Juan de Valcárcel, alcalde ordinario de la villa de Hellín...”46 cuya importancia transciende de tal manera que finalmente pasarán a manos de la Corona, el 6 de Mayo 1589.

Isabel Cobarro (viuda) es propietaria de varias parcelas de regadío y secano en diversos parajes del término, entre ellos El Salitre y La Ermita. El topónimo El Salitre hace referencia a la loma situada en la Ermita, limitada por la Cañada Real de la Sierra del Oro (actual calle Fernando Gómez) y el paraje de Los Secanos, lo que coincide con el tipo de aprovechamiento (monte, pasto y olivar de secano) que se dio en ese paraje. Además, la ortofotografía de 1931 muestra todavía el olivar y rodales de “terrenos incultos”. Observaciones

44

GARCÍA AVILÉS, José María. El Valle de Ricote: Fundamentos económicos de la Encomienda Santiaguista. Murcia. Academia Alfonso X El Sabio y Excmo. Ayuntamiento de Ricote. 2000 pág.: 182. 45 GONZÁLEZ CARVAJAL, Tomás José. Registro y relación general de las minas de la Corona de Castilla. Madrid.1832. 46 Idem 44 pág. 382.

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“El 4 de Agosto de 1570, en Madrid, ante los señores Contadores mayores, pareció presente Alonso de Monreal, vecino de la Villa de Abarán, en el Reino de Murcia y registró unas venas de mina de una piedra blanca en el término de dicha villa y que se llaman Los Alcrebitares, para lo cual tenía provisión de S.M.”47

descubiertas por un abaranero. Esta explotación minera estuvo funcionando, al menos, hasta 1924 (fecha del estudio de José Meseguer) aunque creemos que pudieron perdurar hasta la Guerra Civil. No hemos constatado ningún tipo de documento sobre la explotación, ni pagos, ni condicionados. Parece ser que era práctica habitual realizar las explotaciones sin ningún tipo de documentos acreditativos, lo que dificulta un seguimiento exhaustivo de las mismas.

Nuestro antepasado descubrió con seguridad las minas de azufre de Abarán. En el asiento se cita el paraje de Los Alcrebitales, con piedras blancas. El cabezo del Yesarico o de las Liebres es el nombre que recibe el paraje de El Boquerón donde están las minas, y según Meseguer48 “de un horno de yeso se desprendían abundantes vapores de ese metaloide”. El alcrebite es el nombre en árabe (alcribit) del azufre, y las “piedras blancas” describen el nivel sulfuro-yesoso del Cabezo del Yesarico. Además, refiere cómo la explotación del azufre se hace “mediante 6 hornos tipo Claret de 5.50 m. de altura hasta la clave de la bóveda y 3.50 m. de diámetro interior”. Hemos incluido una fotografía de la exposición del Museo Minero de La Unión (por cortesía de Héctor Quijada y permiso del Museo) donde se ven los hornos y su tamaño, realizada en 1910-1149. Además, en la ortofotografía de 1956 se aprecia claramente la existencia de estas estructuras. Parece ser que los hornos fueron derribados en la década de 1990. Actualmente, el cabezo ha sido transformado y allanado en su totalidad, siendo irreconocible. En el artículo de Encarnación Gil50 puede observarse otra interesante foto de los hornos. El azufre se utiliza para la fabricación de pólvora, lo que le confiere un carácter estratégico y su importancia trasciende el ámbito local. También se utiliza como fungicida en los cultivos de viña y como desinfectante. Las minas de Agramón (originariamente pertenecientes al Reino de Murcia) eclipsaron por su volumen y calidad a las de Abarán, pero ambas fueron

Hornos de azufre tipo Claret. Cabezo del Yesarico (El Boquerón) 1910-1911. Cortesía del Museo Minero de la Unión.

Agradecimientos 47

Ibidem 44. pág. 1. MESEGUER PARDO, José. Estudio de los yacimientos de azufre de las provincias de Murcia y Albacete. Boletín del Instituto Geológico Español. 1924. Tomo XLV. Págs. 133-214. 49 Museo Minero de la Unión (Sr. Emilio). Comunicación Personal 2010. 50 GIL MESEGUER, Encarnación. Recursos y potencialidades ambientales de la Región de Murcia. Papeles de Geografía nº 29. 1999. págs. 79-94.

Al Excmo. Ayuntamiento de Abarán y especialmente al personal del Archivo Municipal por su atento trabajo y cortesía en mis visitas a los fondos del mismo.

48

A Antonio Gómez “Cañamón” por sus comentarios sobre aspectos concretos del contexto 88

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social e industrial en el periodo 1930-1970 y por contactar con otras personas de edad para clarificar cuestiones puntuales.

Sistema de Información Geográfica de Parcelas Agrícolas. sigpac.mapa.es/fega/visor/. Google Earth. earth.google.es.

A Constantino José González por sus comentarios sobre los primeros asentamientos humanos en Abarán y proporcionar información sobre actividades industriales extractivas.

Bibliografía BISO, José. Crónica General España. Tomo de la Provincia de Murcia. Madrid. Rubio, Grillo y Vitturi Editores. 1870.

A José Raúl Gómez Sánchez y Jesús Joaquín López Moreno por permitirme consultar parte de su bibliografía y realizar comentarios sobre el manejo hidráulico tradicional de la Vega Media del Segura.

CABALLERO SOLER, Joaquín. Poblamiento reciente de la Rambla de Benito. Libro de Festejos de Abarán. Feria y Fiestas. 2006.

A José María Gómez Manuel y Joaquín Patricio Gómez Manuel por acompañarme en las salidas al campo.

CARRASCO MOLINA, José S. Abarán: Imagen y Recuerdo. Tomo I. Ayuntamiento de Abarán. 2006.

A mi hijo Lorenzo Caballero Rubio por no perderse ni una prospección en los parajes abaraneros con establecimientos industriales.

CEBRIÁN ABELLÁN, Aurelio y CANO VALERO, José. Relaciones topográficas de los pueblos del Reino de Murcia (1575-1579). Murcia. Universidad de Murcia. 1992.

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Alda”.

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91

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GRÁFICOS Gráfico nº 1. Población de Abarán en el periodo 1533-1940. Población de Abarán (1530-1940)

9000 8000

Nº de habitantes

7000 6000 5000 4000 3000 2000 1000 0 1530 1549 1591 1610 1717 1755 1773 1842 1860 1887 1910 1920 1930 1940 Año de Censo

Elaboración propia a partir de datos de Censos Históricos y del I.N.E.

Gráfico nº 2. Valores pluviométricos por décadas en la Provincia de Murcia. Valores pluviométricos medios por décadas para la Provincia de Murcia (1860-1970)

450 400

media mm/año

350 300 250 200 150 100 50 0 1860 1870 1880 1890 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960 1970

Elaboración propia a partir de datos de Francisco López Bermúdez (1973) La Vega Alta del Segura. Clima, Hidrología y Geomorfología. Valencia. 288 págs.

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Gráfico nº 3. Evolución de los Molinos Hidráulicos en Abarán (1755-1924).

Molinos Hidraúlicos y Piedras de Molienda. Abarán 1755-1924 8 7 6



5 4 3 2 1 0 1755

1845

1871

1883

1890

1892

1895

1899

1901

1909

1922

1923

1924

Año Nº Molinos

Piedras

Aceite

Fuente: Elaboración propia.

Gráfico nº 4. Batanes de esparto en Abarán (1901-1947).

14 12 10 8 6 4 2 0

Electricidad

19

19

07 19 09

12 19 a 1 22 919 19 a 1 24 9 2 a 3 19 25 19 26 19 27 19 28 19 29 19 30 19 31 19 32 19 33 19 19 34 35 19 a 1 37 9 3 a 6 19 40 19 41 19 42 19 43 19 44 19 45 19 46 19 47

Agua

a 01 19



BATANES

AÑO Fuente: Elaboración propia.

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Gráfico nº 5. Mazos de picar esparto en Abarán (1901-1947).

12 9 19 a 19 22 19 19 a 19 24 2 3 a1 92 5 19 26 19 27 19 28 19 29 19 30 19 31 19 32 19 33 1 93 19 4 35 a 19 19 37 3 6 a1 94 0 19 41 19 42 19 43 19 44 19 45 19 46 19 47

160 140 120 100 80 60 40 20 0

19

19

01

a

19

07 19 0



PARES DE MAZOS

AÑO Fuente: Elaboración propia.

Gráfico nº 6 Evolución de las sierras para cortar madera en Abarán (1871-1928).

14 12 10 8 6 4 2 0

Gas Pobre Electricidad

AÑO Fuente: Elaboración propia.

94

28 19

27 19

26 19

25 19

24 19

23 19

22

19

19

18

a

19

19 a

12 19

19

17

09 19

07 19

05 19

99 18

a

a

18

19

97

01

Agua

a 71 18

Nº Sierras

SIERRAS DE MADERA

Actas I Jornadas de Investigación y Divulgación sobre Abarán Los inicios de la industria en Abarán Joaquín Caballero Soler

TABLAS Tabla nº 1. Años sin datos por no existir documentación. Años sin especificar

1872 a 1882

1884

1887 a 1889

1891

1894

1902 a 1904

1898

1906

1908

1910 a 1911

1920 a 1921

1915

Tabla nº 2. Industrias en Abarán según la documentación histórica (1533-1850). FUENTE TIPO INDUSTRIA

Censo de Descripción Población de la 1533 Encomienda de Ricote 1631

Horno de Pan

Catastro Marqués de la Ensenada 1755

1

Diccionario Geográfico de Sebastián Miñano 1826-29

1

Torno de torcer Seda

1

Caldera de Salitre

1

Molino harinero

El Correo Mercantil 1794

1

Molino de Aceite Fábrica de Esparto

Diccionario Geográfico de Pascual Madoz 1845-50 2

1

1

1

2 Indeterm.

Fábrica de Papel de Estraza

1

Telares lienzos comunales

1 + 1 máq. majar esparto Varios

95

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Tabla nº 3. Evolución de las sierras de madera en Abarán (1871-1926). SIERRAS DE MADERA

Año

Agua

Electricidad

Gas Pobre

Total (Establec.)

1871 a 1897

1

0

0

1 (1)

sin datos

1899 a 1901

0

0

0

0

sin datos

1905 a 1907

2

0

0

2 (1)

87 cm.

1909

6

0

0

6 (2)

87 cm.

1912 a 1917

8

0

0

8 (2)

87 cm.

1918 a 1919

5

0

0

5 (2)

87 cm.

1922

2

5

0

7 (3)

87 cm.

1923

2

5

0

7 (3)

87 cm.

1924

2

8

0

10 (3)

120 cm.

1925

2

9

0

11 (3)

120 cm.

1926

2

9

0

11 (3)

120 cm.

1927

2

7

3

12 (5)

308 cm.

1928

2

11

0

13 (7)

308 cm.

Fuente: Elaboración propia. En el Total figura el nº de sierras en la localidad y entre paréntesis figura el nº de establecimientos dedicados a esta actividad.

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