LOS EVENTOS DEL TIEMPO DEL FIN Y LAS ACCIONES DE MIGUEL, EL GRAN PRÍNCIPE: EXÉGESIS DE DANIEL 12:1-2

August 21, 2017 | Autor: Jaime Clavo Núñez | Categoría: Biblia, Daniel, Exégesis, Eventos Finales, Tiempo Del Fin
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UNIVERSIDAD PERUANA UNIÓN ESCUELA DE POSGRADO – UPG TEOLOGÍA

LOS EVENTOS DEL TIEMPO DEL FIN Y LAS ACCIONES DE MIGUEL, EL GRAN PRÍNCIPE: EXÉGESIS DE DANIEL 12:1-2

MONOGRAFÍA PRESENTADA EN CUMPLIMIENTO PARCIAL DE LOS REQUISITOS DE LA ASIGNATURA DE EXEGÉSIS DEL ANTIGUO TESTAMENTO

POR JAIME CLAVO NÚÑEZ

ÑAÑA, LIMA FEBRERO 2014

TABLA DE CONTENIDO INTRODUCCIÓN ...........................................................................................................1 Problema ..............................................................................................................1 Capítulo I. CONSIDERACIONES GENERALES DEL LIBRO DE DANIEL ...............................2 Canonicidad, fecha y autoría del libro ..................................................................2 Escuelas de interpretación ....................................................................................5 II. CONSIDERACIONES TEXTUALES Y TEOLÓGICAS............................................6 Delimitación de texto ...........................................................................................6 Traducción del texto bíblico .................................................................................6 Análisis del género literario ..................................................................................7 Microestructura del texto de estudio .....................................................................8 Consideraciones Teológicas .................................................................................9 La frase “y en aquel tiempo” .....................................................................9 El tiempo de angustia .................................................................. 11 Las acciones de Miguel, el gran Príncipe................................................. 14 La acción protectora de Miguel.................................................... 16 La acción libertadora de Miguel................................................... 17 La resurrección en Daniel 12:2 ................................................................ 18 Resurrección para vida eterna ...................................................... 20 Resurrección para vergüenza y horror eterno ............................... 20 CONCLUSIÓN ............................................................................................................. 22

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INTRODUCCIÓN Problema La segunda parte del libro de Daniel (cap. 7-12) es eminentemente profético. El texto que se estudiará en este trabajo es Daniel 12:1-2. Daniel introduce cuatro veces en estos dos versículos la palabra “tiempo” y uno de ellos viene unido a la palabra “angustia”. Se intentará resolver la pregunta ¿Cuándo sucede y qué caracteriza al tiempo referido por Daniel en el cap. 12:1-2? Por otro lado, Daniel resalta que “en aquel tiempo se levantará Miguel”. Surge entonces la pregunta ¿Quién es Miguel y cuáles son sus obras durante ese tiempo? Por último, Daniel resalta que “en aquel tiempo”, los que duermen en el polvo de la tierra se levantarán, “unos para vida eterna y otros para vergüenza y horror eterno”. La pregunta es ¿qué tipo de sueño es el que alguien duerme para después despertarse directamente para vivir la vida eterna o la vergüenza u horror perpetuo? Estas y otras preguntas se resolverán a lo largo de esta investigación exegética. El trabajo se divide en dos capítulos. El primero es corto y tiene que ver con algunas consideraciones generales del libro de Daniel. El segundo es más extenso y se verá allí un análisis detallado de las consideraciones textuales, y teológicas del texto de estudio. Al desarrollar el estudio, se podrá sentir cuán bendecido fue Daniel, a quien Dios mostró muchos acontecimientos del tiempo del fin y cuán bendecidos somos nosotros al estudiar diligentemente esas profecías y estar advertidos y preparados para los acontecimientos que pronto vendrán.

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CAPITULO I CONSIDERACIONES GENERALES DEL LIBRO DE DANIEL Canonicidad, fecha y autoría del libro El libro de Daniel tal vez sea el más discutido del canon del AT. 1 Ocupa un tercer lugar en el canon hebreo no entre los profetas, sino en los Hagiógrafa (escritos sagrados). Específicamente entre Ester y Esdras los que, como él, cuentan del cautiverio.2 Fue Porfirio, un filósofo neoplatonista, que comenzó una serie de críticas en contra del libro de Daniel. 3 Entre las razones para esta crítica está básicamente su paternidad literaria, su estilo lingüístico, su historicidad y el “admirable carácter profético” del libro de Daniel. 4 Sin embargo, más que las críticas, son los argumentos a favor de la autenticidad del libro. Entre los argumentos a favor de la canonicidad de Daniel se resaltan: la evidencia

1

Alfonso Lockward: Nuevo diccionario de la Biblia (Miami: Unilit, 2003), 268.

2

Roberto Jamieson, A. R. Fausset, A. R. y David Brown, Comentario exegético y explicativo de la Biblia: El Antiguo Testamento (El Paso, TX.: Casa Bautista de Publicaciones, 2003), 1:815. 3

Lockward, 268; Jamieson, 815.

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El argumento de Porfirio para criticar la paternidad literaria de Daniel fue que el autor de Daniel tuvo que haber escrito en la época de los Macabeos (170-164 a.C.) después de haber vivido las persecuciones de Antíoco Epífanes IV (215 – 163 a.C.) ya que no puede haber “profecías” cuyo cumplimiento sea tan exacto. En otras palabras, para Porfirio, Daniel es un “falso profeta” ya que escribió después de ocurrida la historia con Antíoco Epífanes IV. Esto deja claro que para Porfirio y muchos otros que hoy siguen su razonamiento, las “profecías” de Daniel, especialmente las concernientes al Cuerno Pequeño de Daniel 8 y 9, se “cumplieron” con Antíoco IV Epífanes. Véase: Merling Alomía, Daniel: “El varón muy amado de Dios” (Ñaña, Lima: Editorial Imprenta Unión, 2004), 1:140; Jamieson, 815; Lockward, 268.

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interna del libro,1 la evidencia pre-cristiana,2 la evidencia de Cristo al mencionar a Daniel como “el profeta”,3 la evidencia de los libros del Nuevo Testamento que citan a Daniel 4 y las evidencias de Qumrán. 5 Estas evidencias y otras juntas, muestran que el libro de Daniel, es netamente canónico y que, sin duda, fue escrito entre el 605 y el 536 a.C.6

1

Los capítulos 7:1, 28; 8:2; 9:2; 10:1, 2; 12:4, 5, muestran que el libro fue compuesto por Daniel. Es cierto que el profeta no se mencionó a sí mismo en los primeros seis capítulos que son históricos porque el asunto prominente de estos capítulos son los acontecimientos y no el autor. Sin embargo en los últimos seis capítulos, que son proféticos, el autor se da a conocer para evidenciar que la profecía no es de voluntad humana sino de origen divino y su cumplimiento es cierto. Véase: Jamieson, 816. 1Macabeos 1:24, 9:27,40 se refiere a Daniel como “libro acreditado” y se encuentra incluido en la LXX. Por otro lado, Josefo menciona que Alejandro el Grande quería castigar a los judíos y Jaddúa (sacerdote del 341 al 322 a.C.) le leyó el libro de Daniel para apaciguar su ira. Con Jaddua termina la historia del AT (Neh 12:11). Esto sucedió mucho antes de los Macabeos. Esto implica que para el siglo VI a.C. el libro de Daniel, ya estaba incluido en el canon Bíblico. Véase: Jamieson, 816. 2

Jesús mismo se refirió al libro de Daniel como “el profeta Daniel” en Mateo 24:15. Jamieson, 816; “El libro del profeta Daniel”, Comentario Bíblico Adventista, ed. Francis D. Nichol, trad. Víctor Ampuero Matta (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1995), 4:772. En adelante CBA. 3

4

Hay textos en el Nuevo Testamento tomados del libro de Daniel. Algunos de ellos fueron usados por Cristo mismo, por ejemplo: Mateo 6:64 se relaciona con Daniel 7:13 anunciando la venida del “Hijo del Hombre”. Lucas 1:19-26 hace referencia al ángel Gabriel en Daniel 8:16 y 9:21. Daniel 7:8, 25; 9:36 hace referencia al hombre blasfemo de 1 Corintios 6:2; 2 Tesalonicenses 2:3, 4. La parte narrativa de la liberación de Daniel del foso de los leones en Daniel 6 está referido en Hebreos 11:33-34. La piedra de Mateo 21:44 sería un enigma e no ser por la piedra de la estatua en Daniel 2:34, 35, 44, 45. Así, en el Nuevo Testamento se usa los capítulos 2, 3, 6, 7 y 11 del libro de Daniel, sin contar con las referencias hechas en el libro de Apocalipsis. Véase: Jamieson, 816. 5

Lockward afirma que en Qumrán se hallaron porciones del libro de Daniel a las que se hicieron las pruebas del Carbono 14 corroborando la existencia de Daniel ya durante el siglo III a.C. Por tanto, en el siglo III, antes del surgimiento de Antíoco IV Epífanes, los judíos ya consideraban el libro de Daniel como canónico y leían las profecías de Daniel. Véase: Lockward, 268; J. I. Packer et. Al., Enciclopedia Ilustrada de Realidades de la Biblia (Miami, FL.: Editorial Caribe, 2002), 596. 6

Ferch indica que hay una minoría de eruditos que están de acuerdo con la fecha de Daniel en el siglo VI y la gran mayoría propuesto por los eruditos histórico críticos 3

tiempo en el que vivió su autor que lleva el mismo nombre. 1 Daniel era judío y fue llevado cautivo a Babilonia cuando tenía unos 17 años. Esto sucedió mientras Joacim cursaba su tercer año de reinado en Judá, la que fue asediada por Nabucodonosor, rey de Babilonia. Sin duda, la fecha de este asedio fue el 605 a.C. 2 Este contexto de asedio, destrucción de su ciudad y del templo, matanza de niños, mujeres y ancianos, el camino al cautiverio y la esclavitud ilustran la preocupación de Daniel por el “tiempo de angustia” resaltado en el capítulo 12:1c y 1d que se verá más adelante. Aunque los temas de Daniel son diversos, 3 el que engloba el contenido del libro es mostrar a Dios como Soberano de la historia de este mundo.4 La mayoría de autores está de acuerdo con la división de Daniel en dos secciones: 1:1 – 6:28 como sección histórica y 7:1 – 12:13 como sección profética. 5 El texto de estudio concerniente a esta investigación está enmarcado en Daniel 12:1-2, último capítulo de la sección profética.

arguyen que fue escrito en el siglo II a.C. Véase: Arthur J. Ferch, “Autoría, teología y propósito de Daniel” en Simposio sobre Daniel: Estudios introductorios y exegéticos, ed. Frank B. Holbrook (México, D.F.: APIA y GEMA, 2010), 3-5; Wilton Nelson, Mayo y Juan Rojas, Nelson: nuevo diccionario ilustrado de la Biblia, edición electrónica (Nashville: Editorial Caribe, 2000). 1

Sin duda, el autor puso su propio nombre al libro de Daniel. Significa «Dios es mi juez», pero el nombre caldeo que le puso Nabucodonosor era Belteshazzar, que significa «Bel proteja su vida». Daniel Era de la tribu de Judá y del linaje real, pero, sobre todo, fue un varón eminente en piedad y sabiduría; totalmente irreprochable, quizá más que ningún otro personaje del Antiguo Testamento. Véase: Packer, 596. 2

Merling Alomía, Daniel el profeta mesiánico (Ñaña, Lima: Editorial Imprenta Unión, 2007), 2:12-3. 3

Alomía, Daniel: “El varón muy amado de Dios”, 190-211.

4

Neuvo comentario ilustrado de la Biblia (Nashville TN.: Editorial Caribe, 2003),

5

Packer, 596; Alomía, Daniel: el profeta mesiánico, 9, 175.

983.

4

Escuelas de interpretación Existen cuatro escuelas de interpretación profética. La Escuela histórico crítica, la preterista, la historicista y la futurista dispensacionalista.1 Claro está que como adventistas del séptimo día usamos el método de interpretación historicista, por ser el más adecuado y conservador.

1

Acerca de las escuelas de interpretación profética véase: Gerhard Pfandl, The Time of the End in the Book of Daniel (Berrien Springs, MI.: Adventist Theological Society Publications, 1992), 19-20.

5

CAPÍTULO II CONSIDERACIONES TEXTUALES Y TEOLÓGICAS Delimitación de texto El texto de estudio es Daniel 12:1-2. Sus límites están establecidos por los marcadores del Texto Masorético (TM). El inicio del texto de estudio tiene dos marcadores: El final del capítulo 11 indica el inicio de una nueva perícopa y del capítulo 12. En segundo lugar, está marcado por Ziyah. 1 El final también se encuentra delimitado por dos marcadores textuales: El primero es una ‫( ס‬Setumah) y el segundo un Ziyah indicando que el texto puede quedar cerrado en el v. 2 y abrir otra perícopa con el v. 3. Traducción del texto bíblico ‫יכ ֵ֜אל ַה ַ ֵ֣שר ַה ָג ֗דֹול‬ ָ ‫יא יַ ֲע ֹ֙מד ִ ִֽמ‬ ֩ ‫ּובעֵ֣ת ַה ִה‬ ָ

1a

ָ֒‫ל־בנֵ֣י ַע ֶּמך‬ ְּ ‫ ָהעמ ֘ד ַע‬1b ‫ וְּ ָהיְּ ָת ֹ֙ה עֵ֣ת ָצ ָ ָ֔רה‬1c ‫ ֲא ֶּ ֶׁ֤שר ִֽלא־נִ ְּהיְּ ָת ֹ֙ה ִ ִֽמ ְּהיֵ֣ ֹות ָ֔גֹוי‬1d ‫ ַ ַ֖עד ָהעֵ֣ת ַה ִ ִ֑היא‬1e ‫יא יִ ָמלֵ֣ט ַע ְּמ ָ֔ך‬ ֹ֙ ‫ּובעֶׁ֤ת ַה ִה‬ ָ 1f ‫ל־הנִ ְּמ ָצַ֖א ָכ ֥תּוב ַב ִֽס ֶּפר׃‬ ַ ‫ ָכ‬1g ‫ יָ ִ ִָ֑קיצּו‬2‫ת־ע ָ ַ֖פר‬ ָ ‫ וְּ ַר ִִּ֕בים ִמ ְּישנ֥י ַא ְּד ַמ‬2a

1

Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe. Para proteger a los hijos de su pueblo. Y será tiempo de angustia, Cual nunca hubo desde que existen las naciones Hasta ese [aquel] tiempo. Y en aquel tiempo será librado tu pueblo: Todo el que se encuentre inscrito en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la

Ziyah. Indentación o espacio que en español lleva el nombre de “sangría”.

La frase ‫ ַא ְדמַת־ע ָָפָ֖ר‬traducido como “en la tierra seca” o “del polvo de la tierra” en la Traducción Griega de la LXX de Símaco (Gο´) es reemplazada por ἐν τῷ πλάτει τῆς γῆς que podría traducirse como “en lo ancho de la tierra”. Es notorio que lo que hace Símaco en este caso es explicar la frase “del polvo de la tierra” por la totalidad o “lo ancho de la tierra”. Teológicamente ayuda a entender que los muertos resucitarán a lo 2

6

‫עֹולם‬ ָ ָ֔ ‫ ֵ֚אלֶּ ה ְּל ַחי ֵ֣י‬2b ‫עֹולם׃‬ ִֽ ָ ‫ ְּל ִד ְּר ֥אֹון‬3‫ וְּ ֥אלֶּ ה ַל ֲח ָר ַ֖פֹות‬2c

tierra1 despertarán. Unos para vida eterna2 Y otros para vergüenza y horror eterno.

Análisis del género literario Como se mencionó anteriormente, el libro de Daniel se divide en dos grandes secciones: los capítulos 1 al 6 son de género histórico y los capítulos 7 al 12 tienen el

ancho de toda la tierra. Pero haciendo un análisis literal, hay diferencia, ya que los que duermen y se levantan “del polvo de la tierra” es evidente que estaban enterrados o convertidos en polvo y es de entender que esto sucede también a lo ancho de toda la tierra. Por tanto, para este estudio se prefiere mantener la traducción hecha del TM. Teodoción, en su traducción griega del AT (Gο´) y la Vulgata Latina (V) traducen ‫ַאדְמַת־‬ ‫ ע ָָפָ֖ר‬como ἐν γῆς χώματι que se traduciría “en tierra de sepulcro” o “sepultados en tierra”. Como en el caso anterior, Teodoción hace una explicación indicando que los liberados serán los que están “sepultados en tierra”. Véase: William R. Scott, Guía para el uso de la BHS, Trad. Edesio Sánchez (Vallejo, CA.: BIBAL Press, 1993), 85. Por último, el Texto Masorético (M) confiere a los escritos Akadios porciones asociadas, que también son explicativas. Como se puede notar, en los tres casos son explicaciones hechas a la frase “del polvo de la tierra” encontrada en el Texto Masorético. Dichas explicaciones no contradicen al texto, mas bien amplían su significado. Pero para el caso de este estudio, preferimos quedarnos con la traducción del texto masorético que reza: “el polvo de la tierra”. Véase: Scott, 85. 1

Literalmente, “en la tierra seca”.

2

Literalmente, “de larga duración”.

Se dice en el aparato Crítico de la BHS que ‫ ַלח ֲָרפָ֖ ֹות‬es una glosa añadida que puede ser borrada. Esta palabra traducida al español significa “vergüenza”, “destrucción”, “desgracia”, etc. Si fuere borrada esta glosa, la traducción del v. 2c sería “Y otros a horror eterno” lo cual no le quita sentido al texto. La LXX mantiene también esta palabra como αἰώνιον que se traduce como “oprobio”. En ese sentido, tanto oprobio como vergüenza son palabras sinónimas. Es una buena razón para concluir que fue agregada para dar énfasis explicativo a la destrucción del segundo grupo que se despertará del polvo de la tierra. Para razones de este estudio se optará también por mantener ambas palabras, de tal forma que el v. 2c se traduciría “y otros para vergüenza y horror eterno”. Véase: Luis Alonso Schökel, Diccionario Bíblico Hebreo Español, 2da. ed. (Madrid: Editorial Trotta, 1999), 183. 3

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género profético.1 En Daniel 12:1-2 encontramos diversos indicadores que identifican el texto como profético. ‫יא‬ ֩ ‫ּוב ֵ֣עת ַה ִה‬. ָ 2 literalmente “En el tiempo aquel” acompañado del verbo ‫“ יַ ֲע ֹ֙מד‬se levantará”3 indica que el tiempo es futuro. Es una clara indicación de género profético. El verbo ‫“ וְּ ָהיְּ ָתה‬y será”, 4 este verbo está precedido de una [ ְּ‫ ]ו‬Waw consecutiva5 indicando también que el género de este texto es profético. Hay otros indicadores que muestran que el texto de estudio es profético. Especialmente los verbos que allí encontramos que se traducen en su mayoría como una acción a realizarse en el futuro. Microestructura del texto de estudio A. Y en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe. (v. 1a) A.1 Para proteger a los hijos de su pueblo. (v. 1b) A.2 Y será tiempo de angustia, (v. 1c) a. Cual nunca hubo desde que existen las naciones (v. 1d) b. Hasta ese [aquel] tiempo. (v. 1e) B. Y en aquel tiempo será librado tu pueblo: (v. 1f) B.1 Todo el que se encuentre inscrito en el libro. (v. 1g) B.2 Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán. (v.2a) Alomía, Daniel: el profeta mesiánico, 1; “Los Idiomas, los Manuscritos y el Canon del Antiguo Testamento”, CBA, 1:31. 1

La frase ‫ ּוב ֵָ֣עת ַההִיא‬que se traduce literalmente “en el tiempo aquel”, se repite tres veces en Daniel 12:1-2 con el mismo énfasis futuro de traducción dando a entender el tiempo escatológico al que se refiere el texto. 2

“‫(” יַ ֲע ֹ֙מד‬V. Qal Imp. 3ª pers. Sing.) el verbo Qal imperfecto se traduce en tiempo futuro. Eso muestra que la frase “en aquel tiempo se levantará” como una profecía que se cumplirá en tiempo futuro. 3

“‫( ” יַ ֲע ֹ֙מד‬Verb. Qal + waw consec. Perfect. 3a pers. Fem. Sing.) se puede traducir en tiempo futuro. 4

5

“Los Idiomas, los Manuscritos y el Canon del Antiguo Testamento”, CBA, 1:31.

8

a. Unos para vida eterna. (v. 2b) b. Y otros para vergüenza y horror eterno. (v. 2c) Haciendo un análisis sintáctico de cada oración del texto, se encuentran oraciones subordinadas en dos grandes secciones: La sección A tiene que ver con las características de Miguel y de “aquel tiempo” mencionado en el texto. La sección B muestra las acciones de Miguel, el gran Príncipe y los acontecimientos de ese tiempo. Consideraciones Teológicas En esta sección se verá la identificación de “aquel tiempo” (Dn 12:1-2) del que habla Daniel y algunos acontecimientos y consideraciones teológicas sacadas del mismo texto. La frase “y en aquel tiempo” La frase ‫יא‬ ֩ ‫“ ָב ֵ֣עת ַה ִה‬en aquel tiempo” aparece repetida 49 veces en el A.T. Treinta y dos de ellas en los libros históricos y diecisiete en los profetas.1 La más grande peculiaridad es que en los libros históricos se usa esta frase para describir algún tiempo pasado, en algunos casos, remoto. Mientras que en los libros proféticos se usa siempre para resaltar acontecimientos que sucederán en el futuro, siendo notorio el género profético de los libros. Ocho de las 49 veces, la frase aparece antecedida de una ‫( ּו‬vav) traduciéndose “y en aquel tiempo”. Así aparece en Daniel 12: 1a y 1f. Daniel 12:1-2 es en realidad el fin de la profecía de Daniel 11. 2 Es la respuesta de

1

Michael S. Bushell, Michael D. Tan y Glenn L. Weaver, Bible Works, CD-ROM, versión 8.0.013a.1 (Norfolk,VA: BibleWorks, 2009). 2

William H. Shea, Daniel: Una guía para el estudioso, Trad. Raúl Lozano Rivera (Buenos Aires: ACES, 2009), 266; William H. Shea, The Abundant Life Bible Amplifier: Daniel 7 – 12; Prophecies Of The End Time (Boise ID.: Pacific Press Publishing 9

Dios a lo que el rey del norte realiza en el tiempo del fin. La frase, “en aquel tiempo” (12:1) conecta el capítulo 12 al último de los eventos narrados en la profecía de Daniel 11. Cuando el rey del norte venga a su final y nadie pueda ayudarle, ese es el momento cuando se levantará Miguel. 1 Para Shea y otros autores,2 el rey del norte es el cuerno pequeño cuyo cumplimiento histórico sería la fase papal de Roma, al final del período de los 1.260 díasaños.3 Eso implica que el tiempo del que habla Daniel repetidas veces usando diferentes frases como: “en aquel tiempo” (12:1a, 1f), “será tiempo de angustia” (12:1c) y “hasta ese tiempo” (12:1e); sucede después de los 1.260 días-años (Daniel 7:25; 12:7) cuyo final ocurre en 1798 cuando el General Berthier llevó cautivo a Francia al papa Pio VI.4 Sintácticamente, la frase “y en aquel tiempo”, literalmente se traduciría “y en el tiempo aquel”. La preocupación de Daniel no parece estar en la acción divina de Miguel, sino en “el tiempo” del que está hablando. Él queda anonadado por los acontecimientos que suceden en el tiempo del que está hablando. Su prioridad es advertir lo difícil que será aquel tiempo para los hijos de Dios. La frase “en aquel tiempo” es el escenario en el cual ocurre la acción divina de Miguel el gran príncipe, la liberación de su pueblo, y la

Association, 1996), 214; Alomía, Daniel: El profeta mesiánico, 439. 1

Shea, Daniel, 266.

2

William Shea identifica al rey del norte con el cuerno pequeño al mencionar que “las últimas acciones del rey del norte/cuerno pequeño ocurrieron en 1798, cuando el poder papal fue temporalmente depuesto mediante la captura del papa por el General Berthier”. Más adelante dice “debemos identificar al rey del norte en los versículos 40-45 con la fase papal de Roma: el mismo poder que ha sido el foco central de la sección precedente de la profecía”. Véase: Shea, Daniel, 261-2; Alomía, Daniel: El profeta mesiánico, 432. 3

Shea, Daniel, 262.

4

Ibid., 262-5.

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resurrección. El tiempo de angustia El profeta resalta que el tiempo al que se refiere será ‫‘“ ֵ֣עת ָצ ָ ָ֔רה‬tiempo de angustia’ cual nunca hubo desde que existen las naciones” (v. 1e). En el AT esta frase ocurre ocho veces de las cuales cinco aparecen en libros proféticos (Is 33:2; Jer 14:8; 15:11; 30:7; Dn 12:1) y las otras tres están en los sapienciales (Job 38:23; Pr 17:17; 25:19). En Job se presenta la fidelidad frente al tiempo de angustia. En Is 33:2; Jer 14:8 y 15:11 se resalta la certeza de la liberación o salvación divina en medio del tiempo de angustia. Proverbios presenta el tema de la confianza en un amigo frente al tiempo de angustia. Por el contexto, Jer 30:7 y Dn 12:1 parece referirse al mismo tiempo de angustia o por lo menos resaltan el tiempo de angustia en la misma magnitud. 1 En el NT se encuentra un texto pronunciado por Cristo en Mateo 24:21-22 donde dice que habrá una gran tribulación que no hubo desde el principio del mundo ni lo habrá después. Esta tribulación es predicha por Cristo cuando hablaba con sus discípulos de las señales del fin del mundo y de su venida. Este texto arroja gran luz para decir que la tribulación o tiempo de angustia mencionado en Daniel 12:1 es antes de la segunda venida de Jesús. O sea es una tribulación o tiempo de angustia premilenial2 que para

1

Douglas J. Simpson, The Book of Daniel (Nashville, TN.: Randall House Publications, 2000), 107. 2

Premilenial. Antes del milenio que iniciará con la segunda venida de Cristo. Cuando se habla del “tiempo de angustia” premilenial, hay diferentes grupos premilenialistas: uno de ellos dice que este tiempo de angustia durará tres años y medio antes de la segunda venida, según Daniel 9:27. Además dicen que serán los años más violentos y devastadores que el mundo jamás haya conocido, donde los judíos en particular serán señalados por las fuerzas de Satanás. A los incrédulos, Dios los castigará duramente en un último esfuerzo para que se arrepientan. Dentro de los premilenialistas, 11

muchos simplemente es “el tiempo del fin”. 1 Ahora bien, después de 1798, no ha habido ningún tiempo de angustia de tal magnitud que haya tenido que ver con cautiverio, guerra, persecución o calamidad de alcance mundial. Eso implica que este tiempo de angustia sucederá en el futuro. Por ello Cristo lo mencionó en Mateo 24 refiriéndose al fin del mundo y entes de su venida (Mt 24:3. Si el tiempo de angustia ha de suceder en el futuro, proféticamente, queda dos acontecimientos catastróficos: la persecución al remanente de los últimos días que “guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” (Ap 12:17) y las siete plagas cósmicas mencionadas en Apocalipsis 16. Ambos acontecimientos son extremadamente catastróficos, peligrosos y crueles. Sucederán previo a la segunda venida de Jesús. 2 Elena G. White resalta que este tiempo de angustia sucederá cuando el mensaje del tercer ángel de Apocalipsis 14:9-13 haya sido dado al mundo entero y no haya más intercesión divina. Eso definitivamente sucederá cuando el evangelio haya sido predicado en todo el mundo y entonces venga el fin (Mt 24:14). Sucederá cuando Cristo salga del

existen los que creen en el rapto pretribulacionalista y postribulacionalista. Otro grupo afirma que a la mitad de la gran tribulación, los judíos serán librados por Miguel a través del gran rapto donde la iglesia también será raptada. Véase: Simpson, 106-7. 1

Matthew Henry y Francisco Lacueva, Comentario Bíblico de Matthew Henry (Terrassa: CLIE, 1999), 969. Uriah Smitth ya lo había notado de esta forma e interpretó el “tiempo de angustia” de Daniel 12:1 como las siete plagas y las persecuciones al pueblo de Dios de los últimos días de la historia de este mundo. Véase: Uriah Smith, The Prophecies of Daniel and the Revelation (Mountain View CA.: Pacific Press Publishing Association, 1944), 278-9; Alomía, Daniel: El profeta Mesiánico, 443-5. 2

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Santuario para volver a rescatar a sus redimidos para vivir para siempre con Él. Cuando termine el mensaje del tercer ángel, la misericordia divina no intercederá más por los habitantes culpables de la tierra. El pueblo de Dios habrá cumplido su obra. Habrá recibido la “lluvia tardía”, el “refrigerio de la presencia del Señor”, y estará preparado para la hora de la prueba que le espera. […] Entonces Jesús deja de interceder en el Santuario celestial. Levanta sus manos y con gran voz dice “hecho es” […] Cuando él deje el Santuario, las tinieblas envolverán a los habitantes de la tierra. Durante ese tiempo terrible los justos deben vivir a la vista del santo Dios sin un intercesor.1 Ella sigue diciendo que “los impíos han traspuesto los límites de su tiempo de gracia” y el Espíritu de Dios se apartó de ellos. Los ángeles dejan de retener los feroces vientos de las pasiones humanas y el mundo entero está envuelto en una ira más espantosa de la que cayó antiguamente en Jerusalén. 2 Los que honran la Ley de Dios (el pueblo de Dios) son acusados de “atraer los castigos sobre la tierra, y se los considerará los causantes de las terribles convulsiones de la naturaleza y de las luchas sangrientas que llenarán la tierra de aflicción”.3 “Cuando Cristo deje de interceder en el Santuario, se derramará sin mezcla la ira de Dios amenazada contra los que adoran a la bestia y su imagen y reciben su marca” 4 (Ap 14:9-10). En ese entonces, “Los juicios de Dios caerán sobre quienes traten de oprimir y aniquilar a su pueblo”. 5 Estos juicios no son otra cosa que las plagas registradas en Apocalipsis 16.

1

Elena G. de White, El conflicto de los siglos (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 1993), 391. 2

Ibid.

3

Ibid.

4

Ibid., 399.

5

Ibid.

13

En este tiempo de angustia, se dictará también la ley dominical que autoriza a los impíos perseguir al pueblo de Dios y es allí donde los justos deben abandonar las grandes ciudades en busca de refugio para los momentos de persecución. 1 Sin embargo, es importante notar dos grandes detalles concernientes a este tiempo de angustia: Primero: La LXX usa la palabra ὥραν “hora” para designar el tiempo al que se refiere Daniel 12:1a. Esto hace referencia a que el tiempo de angustia presentado aquí, que sucederá antes de la segunda venida de Cristo será corto. Cristo ya lo había anunciado al decir: “Y si aquellos días no fuesen acortados, nadie sería salvo; mas por causa de los escogidos, aquellos días serán acortados”. (Mt 24:22) Segundo: es gratificante tener la certeza que “en aquel tiempo, será librado tu pueblo” (Dn 12:1f). El pueblo de Dios no estará solo. En los tiempos más difíciles, Miguel, el gran príncipe estará al lado de su pueblo. Se hablará de este tema más adelante. Las acciones de Miguel, el gran Príncipe El autor no está preocupado por identificar a Miguel. Está resaltando las acciones de Miguel frente al tiempo de angustia que está sufriendo el Pueblo de Dios. Para Daniel, Miguel es conocido. Ya lo ha resaltado en tres oportunidades anteriores (Dn 10:13, 21). Pero si hubiera dudas, lo presenta como “el gran Príncipe”. Es importante sin embargo para nosotros identificar a Miguel. Proviene de la palabra hebrea ‫יכ ֵ֜אל‬ ָ ‫ ִ ִֽמ‬y del griego Μιχαήλ. En ambos casos se traduce “Miguel” y significa “el que es igual a Dios”. 2 Este nombre aparece en el A.T. diez veces. Las

1

Elena G. de White, Primeros Escritos, 7ma. ed. (Mountain View, CA.: Pacific Press Publishing Association, 1979), 282-3. 2

Gerhard Pfandl, “¿Quién es Miguel en Daniel 12:1? en Interpretación de las 14

primeras siete (Nm 13:13; 1Cr 5:13, 14; 6:25; 7:3; 27:18; Esd 8:8) generalmente relacionado a algún personaje de la genealogía hebrea. Las tres veces restantes aparece en Daniel (10:13,21; 12:1), siempre acompañado de la palabra “príncipe” 1 y en un contexto de lucha en afán de defender a su pueblo. En el NT, este nombre aparece dos veces (Jud 9; Ap 12:7). En ambos casos aparece, como en el AT, en un contexto de lucha. En Judas, disputando con el diablo por el cuerpo de Moisés y en Apocalipsis en la batalla con Satanás y sus ángeles en el cielo. Aunque la mayoría de cristianos consideran a Miguel como un ser angélico, para Pfandl hay por lo menos tres indicios que relacionan a Miguel con Cristo mismo: resurrección y segunda venida,2 el significado de “Miguel”,3 y tanto Miguel como Cristo son llamados “arcángel”.4 Para Elena G. White no hay duda que Miguel el gran Príncipe

Escrituras: Preguntas y respuestas bíblicas, Ed. Gerhard Pfandl, Trad. Edecio Cairus y Néstor Alberro (Argentina: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2012), 250. 1

Michael S. Bushell, Michael D. Tan y Glenn L. Weaver, Bible Works, CD-ROM, versión 8.0.013a.1 (Norfolk,VA: BibleWorks, 2009). 2

Daniel 12:1 se refiere a Miguel el gran príncipe como aquel que se levanta para liberar a su pueblo y levantarlos del polvo de la tierra (Daniel 12:2) refiriéndose a la resurrección. Esta resurrección sucede en ocasión de la segunda venida de Jesús (Mt 24:29-31; 1Ts. 4:14-17; 1Co 15:50-55) cuando Jesús resucita a sus redimidos. Por tanto Miguel y Jesús pueden ser el mismo personaje. Véase: Pfandl, Interpretación, 250. El nombre Miguel significa “el que es igual a Dios”. El único ser igual a Dios es Jesús (Jn 10:30). Además en la literatura judaica se identifica a Miguel como uno de los ángeles más eminentes llamándolo “el Ángel de Yhwh” mencionado como un ser divino que incluso podía perdonar pecados (Ex 23:23). Siendo que perdonar pecados es prerrogativa sólo de Dios (Mr 2:7) parece inevitable concluir que el ángel de Ex 23:23 es un ser divino. Por otro lado, Daniel identifica a Miguel como “príncipe” y Jesús también es identificado como príncipe (Is 9:6; Dn 8:25). Por tanto, parece justificado concluir que Miguel, “El ángel de Yhwh” se refiere a Jesús mismo. Véase: Pfandl, Interpretación, 250, 1; Matthew Henry, Comentario de la Biblia Matthew Henry en un Tomo (Miami, MI.: Editorial Unilit, 2003), 648. 3

4

En 1Tesalonicenses 4:16 Jesús es llamado “Arcángel” que significa “jefe de los 15

es Cristo mismo el gran Libertador de su pueblo. 1 La acción protectora de Miguel La frase en Daniel 12:1 dice “se levantará Miguel, el gran príncipe”. El verbo ‫“ ֲע ֹ֙מד‬levantase” o “pararse” es usado en el contexto de Daniel (11: 3, 4, 7, 16, 20, 21) para resaltar a un nuevo rey que se levanta para reemplazar a otro y convertirse en el nuevo gobernante. En este caso parece ser usado para resaltar el fin del reinado del rey del norte. Shea dice: “Cuando el rey del norte venga a su final y nadie pueda ayudarle, ese es el momento cuando se levantará Miguel”. 2 Este verbo muestra también a Miguel con un tono militar. Aquí, es claro que Miguel se alza contra el Anticristo y sus fuerzas.3 La palabra ‫ ֲע ֹ֙מד‬se repite en el v. 1b antecedido de un artículo (‫)ה‬ ָ y seguido de ‫ על‬en el sentido de “estar por encima” o “proteger”4 a su pueblo.

ángeles”. En Judas 9 Miguel es llamado también “Arcángel”. Es otra razón para pensar que Miguel en Daniel 12:1 es Cristo Mismo. Véase: Pfandl, Interpretación, 251. Elena G. White, refiriéndose a Judas 9 declaró que “Miguel, o sea Cristo, y los ángeles que sepultaron a Moisés descendieron del cielo, después que éste permaneciera en la tumba por algún tiempo, y lo resucitaron para llevarlo al Cielo” Véase: Elena G. White, La Historia de la redención, 177; en: División Interamericana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, Biblioteca electrónica: Fundamentos de la Esperanza, CDROM, versión 1.0 (Miami: folio VIP Electronic Publishing, 1992-1993); Alomía, Daniel: el profeta mesiánico, 446; Shea, Daniel, 267. 1

2

Shea, Daniel, 266.

Matthew Henry y Francisco Lacueva, Comentario bı́blico de Matthew Henry (Terrassa: Editorial CLIE, 1999), 970. 3

4

John Joseph Collins, Frank Moore Cross y Adela Yarbro Collins, Daniel: A Commentary on the Book of Daniel (Minneapolis, MN.: Fortress Press, 1993), 390.

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El hecho de que Miguel se levante en medio del terrible tiempo de angustia, debe dar seguridad y protección al Pueblo de Dios. Lo maravilloso es que en todas las veces que se levanta Miguel en favor de su pueblo, no se ve una ocasión fallida. Siempre ha salido vencedor. Se levanta como un muro protector para luchar contra el enemigo y para proteger a su pueblo. Evidentemente aquí Miguel se levanta no solo como protector sino como Rey considerando que el tiempo en el que actúa es el tiempo del fin. No hay más tiempo para reyes terrenales falibles. La hora del gobierno del Rey del cielo ha llegado. El eterno Rey de reyes ha surgido para gobernar eternamente con un gobierno lleno de justicia y equidad. La acción libertadora de Miguel En el v. 1f es evidente que el pueblo de Dios está hastiado, cansado y hasta se siente desamparado frente al tiempo de angustia terrible que están viviendo. La persecución y las plagas que caen alrededor de ellos los tiene atemorizados. El Pueblo de Dios – algunos en las celdas de las cárceles, otros escondidos en ignorados escondrijos de bosques y montañas – aún invoca la protección divina, mientras que por todas partes compañías de hombres armados, instigados por legiones de ángeles malos se disponen a emprender la obra de muerte. 1 Es allí donde se manifiesta la acción libertadora de Miguel. “En aquel tiempo será librado tu Pueblo” dice el Señor. “Entonces, en la hora de supremo apuro, es cuando el Dios de Israel intervendrá para librar a sus escogidos”.2 Cuando los impíos, “profiriendo gritos de triunfo, burlas e imprecaciones, están a punto de arrojarse contra su presa, cuando de pronto densas oscuridades, más profundas que las 1

White, El conflicto de los siglos, 404.

2

Ibid.

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tinieblas de la noche, caen sobre la tierra. Luego un arco iris, que refleja la gloria del trono de Dios, se extiende de un lado a otro del cielo, y parece envolver a todos los grupos en oración. Las multitudes encolerizadas se sienten contenidas en el acto. Sus gritos de burla expiran en sus labios. Olvidan el objeto de su ira sanguinaria. Con terribles presentimientos contemplan el símbolo de la alianza divina, y ansían ser amparadas de su deslumbradora claridad. 1 Es a media noche cuando Dios manifiesta su poder para liberar a su pueblo. Sale el sol en todo su esplendor. Suceden señales y prodigios con rapidez. Los malos se asombran mientras que los justos se alegran por su liberación. Una voz se escucha de los cielos como el estruendo de muchas aguas que dice “hecho está” (Ap 16:17). Inmediatamente sucede un terremoto cual nunca hubo desde que existe la tierra. Los cielos parecen abrirse y cerrarse, más el Pueblo de Dios está seguro.2 El Pueblo de Dios tiene protección frente al tiempo de angustia y liberación al fin de ese tiempo de angustia. En otras palabras, ningún momento son desamparados. A diferencia de los demás habitantes de la tierra, el pueblo de Dios que será liberado de este tiempo de angustia, ya se encuentra “inscrito en el libro” (v. 1g). Evidentemente el libro mencionado aquí es “el libro de la vida del Cordero” mencionado en Apocalipsis 17:8; 20:15 y 21:27. El pueblo de Dios, ha sido hallado fiel y salió victorioso del juicio divino (Dn 7:9-10) y el libro de la vida es un “privilegio exclusivo para los redimidos que heredarán el reino de Dios”.3 La resurrección en Daniel 12:2 Daniel hace referencia a un acontecimiento escatológico grandioso seguido o

1 2 3

Ibid. Ibid., 404, 5. Véase también: White, Primeros escritos, 285-7. Alomía, Daniel: el profeta mesiánico, 449.

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como parte de la liberación del pueblo de Dios. La resurrección de los muertos. Es interesante notar la palabra ‫“ ָישן‬duermen” para referirse a la “muerte”. Es evidente que los que duermen, en realidad están muertos ya que ‫ת־ע ָפַ֖ר‬ ָ ‫“ ִמ ְּישנ֥י ַא ְּד ַמ‬duermen en el polvo de la tierra” y que además “despertarán, unos para vida eterna y otros para vergüenza y horror eterno”. Nadie que duerme un sueño literal despierta al siguiente día para vivir eternamente. Por tanto es una metáfora para comparar la muerte con un sueño como lo hizo Jesús en Juan 11:11-14 y Pablo en 1 Tesalonicenses 3:13-17. Además la resurrección aquí descrita es una “resurrección especial” o parcial. El texto hebreo utiliza la palabra ‫“ וְּ ַר ִִּ֕בים‬y muchos” dejando claro que no “todos” los que duermen serán despertados. Esto, junto a la frase del v. 2b y 2c donde se menciona que resucitan “unos para vida eterna y otros para vergüenza y horror eterno”. Este segundo grupo, resucita “sólo para contemplar su rechazo y mueren tras ver al Mesías glorioso que despreciaron, escarnecieron y persiguieron”. 1 Estos que resucitan en la “resurrección especial” para vergüenza eterna son los que “se atrevieron a rechazarlo, juzgarlo, insultarlo, escarnecerlo, abofetearlo, golpearlo, coronarlo infamemente de espinas, escupirlo, flagelarlo y crucificarlo”. 2 (Mt 26:67; 27:27-30). Jesús lo había predicho diciendo “veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo” (Mt 26:64). Y Juan lo resalta así en Apocalipsis 1:7 diciendo que cuando Jesús regrese, “todo ojo le verá, y los que le traspasaron”. La resurrección aquí descrita no podría ser la “resurrección general” que sucede 1

Alomía, Daniel: el profeta mesiánico, 448.

2

Ibid.

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después del milenio a la que Juan llama la “segunda resurrección” (Ap 20:5-6). Los que resuciten en esta “segunda resurrección” recibirán la muerte eterna, que es la muerte segunda (Ap 20:6). Shea dice: Los adventistas del séptimo día han tomado a Daniel 12:2 como referencia a una resurrección especial que ocurrirá poco antes de que Jesús venga. Esta resurrección especial ha sido sugerida debido a los impíos que se levantan en esta ocasión. La resurrección general de los impíos ocurre al final del milenio (Apoc. 20:5-10) y no en la segunda venida. Pero hay una clase especial de impíos identificados como aquellos que lo traspasaron (Apoc. 1:7), que se levantarán justo antes de la venida (Dan. 12:2).1 Resurrección para vida eterna Los que resuciten para vida eterna en esta ocasión son “los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel que salen glorificados de la tumba y oyen el pacto de paz que Dios hace con los que han guardado su ley”. 2 Este grupo, con cuerpos glorificados y listos para vivir la eternidad, escuchan el “pacto de paz” que Dios hace con aquellos que fueron liberados por Miguel el gran príncipe del tiempo de angustia terrible y que son hallados justos. Resurrección para vergüenza y horror eterno Este es un grupo especial que la Biblia llama “los que le traspasaron” (Ap 1:7). Resucitan con el mismo cuerpo con el que murieron (no glorificados) sólo para ver al Rey de reyes y Señor de señores que un día rechazaron, viniendo en las nubes del cielo. Ellos también presencian el “pacto de paz” que Dios hace con su pueblo que ha salido victorioso de la gran tribulación. Soportan la peor vergüenza y horror que quisieran que

1

Shea, Daniel, 267-8.

2

White, El conflicto de los siglos, 405. La cursiva fue añadida.

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las peñas caigan sobre ellos. (Ap 6:16; Is 2:10) Ven el rostro del que un día crucificaron y tarde se dan cuenta de la misericordia y la justicia divina.

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CONCLUSIÓN Es sorprendente saber cuántas cosas se le mostró a Daniel respecto al tiempo del fin. Si se leen estos textos de manera superficial, se dejarán pasar detalles impresionantes que Dios reveló a Daniel concernientes a los acontecimientos del tiempo del fin. En primer lugar, debe quedar la seguridad en la mente y el corazón del lector que el libro fue escrito por Daniel mismo entre los siglos VI y V a.C. Que es un libro plenamente inspirado y eminentemente profético y autoritativo por tener un privilegiado lugar dentro del Canon bíblico. En segundo lugar, el profeta, a través de los textos estudiados revela acontecimientos impresionantes para el tiempo del fin con los cuales él mismo queda anonadado. Dichos acontecimientos deben ser entendidos correctamente al usar un método correcto de interpretación profética, el método histórico-gramatical. Entre los acontecimientos del fin del tiempo resaltados por Daniel están: El tiempo de angustia, que tendrá que suceder después de la caída del rey del norte (cuerno pequeño) de Daniel 13. Esta caída tuvo su cumplimiento en profético en el año 1798 al ser llevado cautivo el Papa Pio VI. Por tanto, el tiempo de angustia al que se refiere Daniel, está en el futuro. Entonces, solo quedan dos acontecimientos: la persecución final del Pueblo de Dios a causa de guardar su santa Ley y el derramamiento de las siete plagas cósmicas de Apocalipsis 16. Dentro de ello están inmersos varios acontecimientos pequeños como la obligación de guardar el domingo como día de reposo, la huida del Pueblo de Dios a las pequeñas ciudades, montañas y cuevas para

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refugiarse, la pena de muerte al pueblo de Dios, etc. Las acciones de Miguel el gran Príncipe, identificado como Cristo mismo no se dejan esperar frente a los acontecimientos catastróficos que suceden en este tiempo. Aparece Miguel como “soldado” luchando con los enemigos perseguidores y protegiendo a su pueblo. Otra de las acciones de Miguel es la liberación de su pueblo en el tiempo de angustia. Justo cuando ellos piensan que todo está perdido, aparece el gran Príncipe para liberarlos. Un último acontecimiento es la resurrección especial. Muchos de los que “duermen en el polvo de la tierra serán despertados”. Allí están dos grupos de personas: los que le “traspasaron” en la muerte de Jesús (Ap 1:7) y los que durmieron en el mensaje del tercer ángel (Ap 14:9-12). Los primeros resucitan sólo para ver a Jesús, a quien crucificaron, como Rey de reyes y Señor de señores (Ap 19:16) volviendo en las nubes de los cielos. Ahora les corroe la vergüenza y el horror por haber crucificado a quien pudo haberles salvado, pero ellos rechazaron. Morirán para volver a resucitar y recibir su pago final después de los mil años (Ap 20:5,9-10). Los otros resucitan transformados para la eternidad. Ellos oyen el pacto de paz1 del Dios eterno con aquellos que son liberados del horrible tiempo de angustia, pero han vencido y ahora vivirán eternamente para adorar a su Salvador. Se unirán a los vencedores del tiempo de angustia, a aquellos que resuciten transformados porque durmieron en el Señor y emprenderán su marcha triunfal al encuentro con el Señor en el aire para estar para siempre con Él (1Ts 4:16-17).

1

White, El conflicto de los siglos, 405

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