LOS ESTUDIOS DE GÉNERO MASCULINIDADES Y LOS CONFLICTOS ARMADOS

June 29, 2017 | Autor: Leo Guzmán | Categoría: Gender Studies, Estudios Culturales, Género, Violencia De Género, Sociología, Masculinidades
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CLASE 2

LOS ESTUDIOS DE GÉNERO MASCULINIDADES Y LOS CONFLICTOS ARMADOS Los conflictos armados como fenómeno social pueden estudiarse desde distintos enfoques. Uno de estos es a través de los estudios de género que, hasta la fecha, han predominado como los estudios sobre las mujeres y sobre las identidades de género. Bajo la idea de la “igualdad de género”. Se ha planteado una lucha de igualdad con respecto a los hombres. y a sus beneficios históricos por su condición de hombres . Esto es muy válido considerando los impactos que las estructuras patriarcales y la inequidad han traído a las mujeres desde desde hace tiempos. El tener hoy en día conciencia sobre esta realidad es producto del enorme trabajo realizado, principalmente, por organizaciones feministas y de mujeres que visibilizaron la supuesta naturaleza y la desigualdad de las relaciones sociales basadas en las atribuciones biológicas, planteadas en forma estructural desde las construcciones de género. Así mismo, el enfoque de género aplicado a los conflictos armados se aborda desde la concepción de que son las mujeres las principales víctimas. Razón por la cual, son las que se consideran en primer lugar dentro de los programas de reparación y de atención, como una de las poblaciones vulnerables, debido a los impactos diferenciados que conlleva la guerra y seguido, a que se asume “por defecto” que

Leonardo Guzmán Sanabria

“La única especie que se dedica su tiempo a exterminarse entre sí, es la especie humana” Eduardo Galeano

la guerra es hecha exlusivamente por hombres. Por otro lado pensar en aplicar enfoque de nuevas masculinidades en los estudios del conflicto va más allá de simplemente identificar las características generales de la masculinidad hegemónica en la actuación de los hombres durante el conflicto, como la violencia, la dominación y la competencia, que justamente lo dejan básicamente como el perpetrador; lo que dificulta de que pueda ser pensado como una víctima también de la guerra. Pensar en conflictos armados desde el punto de vista de la masculinidad implica pensar en todas las causas y consecuencias de la guerra sobre los hombres. El quiebre familiar, el desplazamiento forzado, el impacto en las niñas y los niños, el impacto social, la violación de lo derechos humanos y la muerte y la violencia en si misma. Sumado a los imaginarios culturales masculinos y como la guerra alienta la construcción y la proyección de la masculinidad en las personas que la ejercen.

Ahora, para comenzar a aterrizar el tema es necesario definir lo que se puede entender por relaciones de género. En palabras (Scott; 1999) el concepto de género básico para entender se encuentra dividido en dos fenómenos complementarios. En primer lugar el género se refiere a la “distribución cultural echa con base en condiciones biologías sexuales de nacimiento (hombre – mujer)”. El segundo fenómeno se refiere al género como una “forma primaria de relaciones de poder". En el caso del primer fenómeno puede verse como dice (Cifuentes; 2009) desde los “impactos diferenciales que el conflicto armado tiene sobre hombres y mujeres; sobre su integridad física y mental, sus roles, los lugares que ocupan en los espacios público y privado, sus condiciones de subsistencia y su capacidad de tomar decisiones con respecto a sus propias vidas”. Sin embargo, y para ponerlo en contexto en términos de conflicto, hay que incluir otros actores dentro del análisis, como por ejemplo: las relaciones entre el Estado y el ciudadano, la fuerza pública y la sociedad civil, los organismos internacionales , las formas de organización , la resistencia ciudadana y los grupos armados ilegales, entre otros.

Batalla de Normandía. https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra

El segundo fenómeno que entiende el género como un ejercicio de poder podría argumentar que este, dentro del conflicto, es una extensión de los ejercicios de poder propios de la desigualdad de las relaciones de género y de los comportamientos atribuidos a la diferencia biológica de los sexos y que desde elpatriarcado y la masculinidad hegemónica. se trasladan como parte del lenguaje de la violencia manifiesta en los conflictos bélicos. Esto a simple vista puede explicar los impactos diferenciados sobre los sexos, como la sobre valoración social que se hacen durante la guerra de los comportamientos masculinos y los arquetipos para el conflicto: el hombre es quien defiende la vida o el desprecio por el cuidado del cuerpo; La violencia como forma de expresión. La “resolución” bélica del conflicto con el exterminio o la dominación del otro; Los fuertes impactos sobre la mujer y sobre otros hombres propios de la supremacía masculina tanto, física, sexual y psicológica. Esto lo explica también (Villellas):“Los conflictos armados son realidades profundamente marcadas por las estructuras de género presentes en cualquier sociedad. En el transcurso de los conflictos armados las divisiones de género acostumbran a exacerbarse en las sociedades que los padecen. Las ideologías que legitiman la división sexual del trabajo se propagan con el objetivo de reforzar los roles tradicionales para que las tareas asignadas a hombres y mujeres queden perfectamente delimitadas. Sin embargo, la realidad es mucho más compleja y la desestructuración social que acostumbra a acompañar a los conflictos armados genera que los roles sociales sean intercambiables y cambiantes.”

Estos roles de los hombres que se exacerban a través de los conflictos armados tienen origén histórico incluso genético a través de la figura de supervivencia y proteción que se ha valido de la fuerza física como medio. Esta herencia cultural de los hombres y principalmente de la construcción de la masculinidad encuentran en el conflicto el lugar ideal para desarrollar estos comportamientos. Que a primera vista parecieran incambiables. Es aquí donde entra a jugar el trabajo en las nuevas masculinidades, que no solo va a replantear, o al menos a repensar la posibilidad de transformar los comportamientos del hombre en construcciones positivas y menos bélicas. Es así que son muchos los impactos de la guerra sobre las personas, y aunque las causas de cada conflicto difieran entre sí y según los contextos políticos e históricos de cada caso, existen bases en común en donde se integran los dos fenómenos de los estudios de género mencionados previamente y que dan como resultado impactos incuantificables, la pérdida de vidas, las secuelas físicas propias del conflicto como las mutilaciones, las heridas, los traumas psicológicos, la intimidación, las amenazas, el miedo. Los impactos sobre el entorno colectivo, como el desplazamiento, la intimidación, el desprendimiento del hogar, de la tierra y de los medios de subsistencia, el quiebre con cultura, la perdida de la historia y de las herencias pasadas.

Es difícil desligar y tratar por separado todos estos temas cuando se habla de conflicto, sin importar desde que enfoque se haga. Sin embargo, el tema de los estudios de las masculinidades parte de poner en perspectiva cualquier situación, asociada con los comportamientos del hombre, con la forma de ser, de pensar y de expresar a través de los cuerpos y de las acciones que le permiten, con este, ser y definirse dentro de cualquier entorno social, lo que refiere también al tipo de relaciones que se establece con los imaginarios sobre la vida y la construcción de relaciones con los demás y su entorno; en este caso, y como nos va a mostrar la história en conflicto con su némesis cultural: la mujer, femenino y cualquier cosa que refleje perder la insensibilidad.

VIOLENCIA SEXUAL COMO ARMA DE GUERRA, PRINCIPALMENTE SOBRE LA MUJER Nuestros cuerpos están compuestos de símbolos, los cuales son producto de nuestras identidades culturales ligadas a nuestro sexo biológico y a lo que el entorno, dependiendo del contexto en que nacemos, determina como el deber ser de los comportamientos sociales de las personas. Al mismo tiempo nuestros cuerpos se convierten en vehículos de comunicación de todos estos valores y principios, los cuales alimentamos con creencias, criterios, decisiones, palabras y acciones que enfrentamos en el reflejo de las otras personas en un intento por comunicarnos. El problema surge cuando estas relaciones corporales inciden en forma opresiva y dictatorial: obligando a la persona a adaptarse al nuevo medio , así esto implique enfrentarlo para sobrevivir ante situaciones extremas y difíciles. En el caso particular de los hombres esta corporalidad expresa sus alienaciones no siempre de la mejor manera, y que en el caso que nos compete, estan ligadas a lo que se les enseña desde chicos lo que significa sre hombres. Esto en particular hace parte estructural de nuestras culturas latino americanas y caribeñas y que se manifiesta en ese deber del hombre de dominar y tener todo bajo control con perfecto razonamiento y justificación. En esta dominación surgen las agresiones sexuales, de las cuales son presa las mujeres día a día, a veces de forma más visible que otras. La dominación sexual coje atributos del ser hombre, de la conquista, de la galantería, del cortejo, de la exhibición pública, de los trinufos.

Violencia sexual http://www.youtube.com/watch?v=bIR6KZ

El problema es que pasa desapercibido http://youtu.be/Wwd1A2X9tnk

Hay algo radicalmente malo qué hacemos a auestros niños a nuestros niños. https://www.youtube.com/watch?v=VxK8ikKpNpQ

Estas agresiones sexuales dentro del mismo marco de la masculinidad hegemónica parten del hombre hacia su “contrario natural”: la mujer. Sin embargo, esto puede verse como criterio biológico exclusivamente, así que puede ser más preciso decir que es de lo masculino contra cualquier construcción de lo femenino, entre lo que se incluyen las agresiones sexuales a otros hombres también. La sobrevaloración de lo masculino durante el conflicto como: la fuerza, la autonomía, la superioridad, la razón, la inamovilidad, la insensibilidad, etc, se manifiesta durante el conflicto armado en una forma casi generalizada de dominación corporal del hombre sobre la mujer convirtiendolas a ellas principalmente como botines y armas de guerra. Hablar en este sentido de la violencia contra la mujer en medio del conflicto es fundamental puesto que así se este hablando en este texto sobre las masculinidades, no se puede obviar a las personas sobre las que recaen las acciones de estos, asi como de la misma reproducción y legitimación del modelo patriarcal , en algunos casos, por parte de las mismas mujeres y hombres diversos. Es de entender que la violencia sexual contra la mujer no es una acción exclusiva de los conflictos, sino que se debe a un traslado de una cultura patriarcal generalizada en tiempos de “paz aplicada simplemente en contextos de guerra”. En ese sentido, según (Palacián de Inza) “La práctica de la violencia sexual durante los conflictos armados es un fenómeno que se remonta a la Antigüedad.”

Que por desgracia se vio durante mucho tiempo como un “daño colateral, o en base a unas supuestas necesidades físicas de los combatientes”. En esta medida la mujer es tomada como un objetivo simbólico de apriopiación real. Para el caso de los conflictos, la lleva a ser dominada y a servir a la superipodiad masculina que encuentra en ellas servicios de placer o de cuidado. Por ejemplo desde la segunda guerra mundial (200mil mujeres) así como en Vietnam (80mil) mujeres de nacionalidad China, Coreana o Filipina fueron secuestradas en una red de prostitución para servir a los soldados en burdeles militares. Esto tenía como propósito motivar a los soldados, menguar los impactos de la guerra así como la distancia con el hogar. En la actualidad sigue ocurriendo, por ejemplo en Colombia donde suele crearse economías locales ligadas a las fuerzas militares, es decir que en casi todos los lugares donde hay una base militar hay prostitución alrededor, presencia de drogas ilícitas y de alcohol. Todo esto legitimado por la cultura patriarcal y la doble moral de la misma ciudadanía que magnifíca los roles hipermasculinizados en pro de una causa bélica o nacionalista.

En términos de derecho internacional, con la CEDAW (Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer) de 1979, la Convención de Belém do Pará (Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer) de 1994 y la fuerte visibilización que hicieron los tribunales internacionales para los juicios de lesa humanidad, especialmente con las denuncias de las violaciones masivas en el conflicto de Bosnia y Ruanda. Se logró que la comunidad internacional se tomara en serio la violencia sexual como una violación a los derechos humanos, entre los que se incluye el acceso carnal violento, la violencia psicología, la hablacion genital, feminicidio, el aborto obligado, el ambrarzo forzoso y la explotación sexual. A lo que se le debe sumar los impactos posteriores como la estigmatización, la vergüenza, el rechazo social, la falta de denuncia y la falta atención oportuna y completa por parte de los prestadores de servicios de salud. En el caso de acceso carnal violento tanto contra el hombre como hacia la mujer, es el fenómeno más común de los conflictos armados y sobre le cual se puede decir que tiene como propósito dos objetivos primordiales: Objetivo Real desde los símbolos patriarcales: Tiene que ver con la agresión y el acto de forzar a una persona a hacer lo que no quiere, más de forma violenta y que incorpora el daño a su integridad física con imposiciones sexuales, tanto físicas como emocionales. Se dice que “la violación es el hecho supremo de la cultura patriarcal: la reiteración de la supremacía masculina y el

El problema es que pasa desapercibido http://youtu.be/GhPWIWS7MAc

Violencia sexual, la guerra invisible - (Colombia) http://youtu.be/EmGXCkJxRUw

ejercicio del derecho de posesión y uso de la mujer como objeto de placer y destrucción.” Este ejercicio de poder reafirma la hegemonía de dominación de los cuerpos. El hombre agrede, el hombre entra, traspasa las fronteras que se opongan a su voluntad; en otras palabras es el que decide cuando y como deben los cuerpos ceder ante él. Objetivo Simbólico desde un daño real: Se refiere al impacto colectivo sobre el grupo social y se manifiesta generalmente con violaciones públicas. Son formar de humillación a los hombres del bando contrario por un lado, afectando sus roles culturales de protectores de la mujer. Puede verse también como un acto de dominación también sobre los mismos hombres, mal visto, a través de la mujer: quiere decir que un hombre que cede ante la fuerza del adversario pierde su rol de protector y no es digno de cuidar de la integridad de la mujer. Es debil. Igualmente se busca humillar a la mujer siendo esta la representación de la pureza y la procreación, de la continuidad de la raza y de la cultura del grupo agredido. Se humilla igualmente a la comunidad o al grupo social, como cuando se busca embarazar a las mujeres para que carguen los hijos de los perpetradores; esto puede buscar la desaparición de un grupo social, la limpieza étnica, el quiebre con la línea sanguínea.

De otros conflicto se habla de “ 60.000 mujeres violadas durante la guerra civil de Sierra Leona (1991-2002), más de 40.000 en Liberia (1989-2003), 60.000 en las guerras de la antigua Yugoslavia (1992-1995) y al menos 200.000 en los últimos 12 años de guerra de la República Democrática del Congo. http://www.un.org/en/preventgenocide/rwanda/ab out/bgsexualviolence.shtml

Para no olvidar La guerra de Bosnia fue un conflicto multiétnico, producto de la guerra fría. Junto a las demás naciones que conformaban en su momento la republica de Yugolasvia, fue sometida a tener que reprimir su nacionalidad y su religión, durante el régimen comunista de Tito, quien gobernó durante mas de treinta años estas naciones balcanicas. Una vez murió Tito, comenzaron a surgir procesos de independencia nacional. Esto hizo que en las 6 naciones que conforman esta zona del mundo (Serbia, Bosnia y Herzegovina , Eslovenia, Montenegro, Croacia y Macedonia ). surgieran movimientos de independencia gracias a la existencia en cada uno de estos países de multiples grupos poblacionales, dividios por la religión: Católicos ortodoxos, Musulmanes, etc. El conflicto en Bosnia, comenzó en el momento en que quiso su independencia. Cosa que ya habían echo Eslovenia y Serbia. Sin embargo, el hecho que en Bosnia habitara una cantidad considerable de serbios ortodoxos así como una gran cantidad de musulmanes , creaba la duda para el el país vecino de Serbia sobre la garantía de la seguridad de su nación en este país. Esto debido a que Serbia en este momento presentaba una inclinación Ortodoxa liderada por Slobodan Milošević. Por el miedo de que surgiera una nación musulmana en medio de los Balcanes. Slobodan Milošević, comienza una campaña nacionalista en la que exalta la necesidad de una “purificación racial” y la necesidad de defender su nación en el vecino país. Con lo que logra invadir Bosnia ante la inoperancia de todo Europa y de la comunidad internacional. En esta cruzada, fuera de las consecuencias propias del conflicto, como por ejemplo: la sitiada alimenticia y el exterminio bélico que se e hizo al pueblo de Sarajevo, se caracterizó por el uso sistematico de violaciones sexuales contra mujeres Bosnias. Se crearon campos de concentración exclusivos para esta terrible actividad en la que mujeres de 15 a 40 años sufrieron reiteradamente violaciones con el propósito de que, en su maternidad, procrearan hijos serbios. Se dice que más de 50 mil mujeres fueron violadas. Por estas razones, este conflicto se convirtió en un hito en el tema de la violencia sexual contra las mujeres.

VIOLENCIA SEXUAL CONTRA EL HOMBRE Los ejercicios de dominación producto del modelo patriarcal también se trasladan a las agresiones sexuales y a la violación hacia los hombres durante los conflictos armados. Este tema, si bien comparte las causas, los medios y la forma de ejercerse como en el caso de la violación de mujeres, presenta unas particularidades para su estudio: La falta de denuncia. Lo que al mismo tiempo es un reto adicional para su erradicación así como para la adecuada respuesta por parte de los gobiernos, los servicios de salud y de las organizaciones internacionales. Lejos de ser una situación atípica es una constante y casi epidémica de cerca de 25 de los conflictos armados en el mundo. Por otro lado, al haberse destinado la mayoría de los esfuerzos a la erradicación de las agresiones sexuales contra la mujer, muchos países no consideran que las violaciones contra los hombres sean un acto de lesa humanidad, debido a los mitos que hay sobre el rol exclusivo del hombre como victimarío. Se suma además la imposibilidad de imaginar que un hombre, dados sus roles de masculinidad, pueda ser agredido sexualmente por otro hombre y mucho menos por una mujer. No sobra decir, que en el caso de muchos países africanos donde la homosexualidad está penalizada, lo que hace que se den mayores trabas para las denuncias de este tipo de agresiones.

Es así que sobre los hombres víctimas de violación recaen victimizaciones adicionales tales como el estigma de haber sido vulnerados, así como el abandono de sus parejas que pueden a veces no comprender que la violación no es un acto de debilidad sino una afrenta violenta y contra la voluntad de una persona. Así mismo, el que no se considere dentro de las instituciones de salud como una realidad, hace que no haya personas calificadas para el trato digno, el registro y la sistematización de información referente. Por último el hecho que no se hagan las denuncias evita también que se puedan judicializar a los perpetradores y que la impunidad sea finalmente la que obligues a los hombres a dejar que sea el tiempo el que se encargue de sanar las heridas. Un testimonio de Mark, un congoleño de 53 años, que decidió narrar detalles de la violación sexual a la que fue sometido en mayo del 2010, cuando milicias de Ruanda abusaron de él en repetidas ocasiones.* (Extracto de: http://diarioadn.co/vida/tendencias/testimonios-d e-hombres-violados-1.58065) "A cuatro de nosotros nos llevaron a un bosque y durante días nos violaron una y otra vez. No puedo estar de pie mucho tiempo, pero ahora puedo hablar de eso, porque superé el trauma", relató este hombre en una conferencia en Kampala (Uganda), donde se reunieron varias víctimas de ese continente para hablar de los abusos que sufrieron.

Pero, ¿Qué tiene que ver la homosexualidad en esto?. Otro de los mitos que existen es que la agresión sexual se da solo contra hombres homosexuales, pero por el contrario, es en el caso de los hombres que reflejan en sus comportamientos la heterosexualidad hipermasculinizada dominante en donde se presentan los casos de agresión sexual. Esto quiere decir que se vuelven objetivos de la agresión debido a que la violación hacia en este tipo de hombres cobra mayor importancia, debido a que es una forma de feminizar y de romper con sus atributos masculinos. Con las violaciones públicas se rompen sus roles de protector, de invulnerable, se atenta contra su honra y dignidad. Por otro lado, en un sentido físico se busca su homosexualización a través de la dominación, en la que así su orientación sexual no corresponda con una distinta a la heterosexual, puede llegar a presentar una erección durante la agresión lo que daría pie a que el perpetrador cumplieran su cometido, logrando cuestionar pública o privadamente su orientación sexual. Esto se traduce simbólicamente en dejar de ser hombres ante si mismos y ante las demás personas. Por otro lado con actos como la mutilación o la castración se busca evitar su reproducción, con lo se rompe otro de los roles masculinos de procreación. En general las formas de agresión sexual pueden ser, la castración, la mutilación, le incesto o el sexo obligado a otros, la esclavitud sexual en el caso de los niños. La tortura, la masturbación, o el traspaso de alguna infección de transmisión sexual. Igualmente llega a niveles en que se hace

A día de hoy se han reportado casos de violación a hombres en medio de conflictos en: El Salvador, Chile, Guatemala, Argentina, Grecia, Irlanda del Norte, Chechenia, Turquía, la antigua Yugoslavia, Sri Lanka, Irak-Kuwait, Liberia, Sierra Leona, Kenia, Sudán, Burundi, Uganda, Ruanda, la República Democrática del Congo, Zimbabue y Sudáfrica. Por otro lado En el conflicto armado de ex Yugoslavia se había informado que “de 6.000 víctimas en los campos de concentración del distrito de Sarajevo, 5.000 eran hombres; de ellos, el 80% denunció haber sufrido violaciones”23. En Liberia, las cifras de un estudio basado en las experiencias de 1.666 adultos mostraban que un 32,6% de los combatientes (118 de 367) habían sufrido violencia sexual, mientras que un 16,5% (57 de 360) habían sido obligados a practicar la servidumbre sexual.

uso para la penetración de elementos como botellas, armas, o cualquier objeto largo o corto punzante. El peor de los escenarios es cuando las personas mueren por las agresiones lo cual hace que nos solo queden en un silencio mayor y en la invisibilización.

En la actualidad se han armonizado iniciativas contra la violación y las agresiones sexuales sin discriminación de género. Es así que distintos organismos de las Naciones Unidas se han unido bajo el lema “No más violaciones: medidas de las Naciones Unidas para acabar con la violencia sexual en situaciones de conflicto”. Entre estas están la DOMP, OCAH, OACNUDH, ONUSIDA, PNUD, FUNU, ACNUR, UNICEF, UNIFEM, PMA y OMS. (www.stoprapenow.org) . Este proceso es consecuencia de la resolución 1820 del consejo de seguridad del 2008, en la que se busca luchar contra la violencia sexual en los conflictos armados sin importar le género. Esta resolución si bien incluye el tema, dentro de su texto sigue faltando apropiaciones correctas para las agresiones sexuales contra hombres. Se puede decir que algunos apartados son aún excluyentes y que mientras la violencia sexual se muestra, en el caso de su aplicación a través de tribunales internacionales, no se caracteriza como tal, sino que se incluye aun dentro de categorías de tortura o categorías similares (S. Sivakumaran). Esto ha hecho que muchos casos de genocidios en donde se han registrado caso de violencia sexual contra ambos géneros, sean registrados y visibilizados exclusivamente los de las mujeres, dejando de lado a los hombres muertos por torturas sexuales. S. Sivakumaran, “Sexual Violence Against Men in Armed Conflict”, v. también la nota 8 supra, p. 256.

BIBLIOGRAFÍA CIFUENTES, MARÍA ROCÍO. LA INVESTIGACIÓN SOBRE GÉNERO Y CONFLICTO ARMADO*. Revista Eleuthera. Vol. 3, enero - diciembre 2009, págs. 127-164 SCOTT, JOAN. El género: una categoría útil para el análisis histórico. Lamas Marta Compiladora. En : El género: la construcción cultural de la diferencia sexual. PUEG, México. 265-302p.

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