Los Dioses Remeros mayas y sus posibles contrapartes nahuas, by Érik Velásquez García, 2010.

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Descripción

ACTA MESOAMERICANA Volume 22

Laura van Broekhoven, Rogelio Valencia Rivera, Benjamin Vis, Frauke Sachse (eds.)

The Maya and their Neighbours

Internal and Extenlal ContactsThroughTime

Proceedings ofthe 10th European Maya Conference

Leiden

December 9-10,2005

Separata

VERLAG

ANTON SAURWEIN 2010

Wayeb Advisory Editorial Board

Alain Breton Andres Ciudad Ruiz Elizabeth Graham Nikolai Grube Norman Hammond

Die Deutsche Bibliothek - CIP Einheitsaufnahme

Ein Titelsatz dieser Publikation ist bei

Der Deutschen Bibliothek erhaltlich

ISBN 3-931419-18-5

Copyright VerlagAnton Saurwein, Markt Schwahen, Gennany, 20 I 0 AIle Rechte vorbehalten / all rights reserved Layout: Frauke Sachse Druck: Wissner, Munchen Bindung: Schmidkonz, Regensburg Printed in Gennany

Los Dioses Remeros mayas y sus posibles contrapartes nahuas Erik Velasquez Garcia INSTITUTO DE INVESTIGACIONES ESTETICAS,

Introducci6n Luego de tres aftos de excavaci6n en un timel abierto en la base del Templo I, miembros del Proyecto "Tikal" de la Universidad de Pensilvania, dirigidos por el arque610go Aubrey S. Trik, descubrieron en 1962 una rica tumba abovedada del Clasico Tardio. I El entierro, denominado con el nfunero 116, contenia los restos del gobernante Jasaw Chan K'awiil I recostado en el centro de un estrado de mamposteria y acompaftado por grandes cantidades de joyas, entre ellas un collar de 114 cuentas de jadeita, perias, placas de pirita con incrustaciones de pizarra, conchas, espinas de mantarraya, vasijas policromadas, un vasa de alabastro y otro de cuentas de jade. En el extremo sur de un pasillo ubicado al oeste del estrado fue descubierta una colecci6n de mas de ochenta huesos desarticulados y dispuestos a manera de ofrenda. Algunos de ellos contienen inscripciones y escenas resaltadas con cinabrio frotado (Trik 1963: 8-15); entre estas ultimas destaca una canoa que navega y se hunde bajo las aguas (Fig. 1). E1 pasajero principal de este viaje a las "profundidades acuosas del inframundo" es el Dios Tonsurado del Maiz (ver Taube 1985, 1992: 46), cuyo nombre aparece aludido por las expresiones Wak 'Ixiim 'Ajaw y Wak Hix Nal(?). Esta ultima se vincula con el Dios del Maiz en algunos vasos de estilo Holmul,2 especialmente cuando el pasajero del pabe1l6n que porta sobre la espalda es el Jaguar del Inframundo asociado con la dinastia de Mutu'l (ver Coe 1978: 96; Houston et al. 1992: 500­ 501). En los huesos grabados del Entierro 116, el Dios del Maiz realiza su viaje mortuorio acompaftado por una iguana, un mono arafta, un hombre papagayo y un perro peludo.3 Los conductores de la barca son un par de entidades conocidas, desde entonces, como los Dioses Remeros.

UNAM

Ambos Remeros tienen nariz roma y padecen prognatismo en la mandibula inferior, 10 que puede indicar que son ancianos. El conductor que usualmente va en la proa es conocido como el Remero Jaguar, pues usa un tocado con la cabeza de ese felino, en tanto que el Remero Espina de Mantarraya se sienta en la popa y lleva un punz6n de hueso 0 espina de pescado atravesado en el septum de la nariz. El Remero Jaguar tiene pequef'los ojos humanos con pupilas rizadas y mareas 'ahk'ab', "noche", en los biceps y muslos; en ocasiones tiene orejas de jaguar y un parche de la piel del felino en la zona inferior del rostro. Por su parte, el Remero Espina de Mantarraya tiene grandes ojos cuadrados con pupilas esquinadas, puede Ilevar un yelmo con la cabeza del pez xook4 y celtas 0 espejos de luminosidad en los biceps, espalda y muslos. Los dos Remeros usan cinturones provistos de nudos, omamento propio de otras entidades mayas, como OI de la Triada de Palenque (Sche1e y Miller 1986: 52; Miller y Taube 1993: 128). En 1976 Peter L. Mathews descubri6 que este par de deidades estaban mencionadas en las inscripciones por medio de sus retratos en variantes de cabeza (Fig. 2a-b, e-t). Tambien reconoci6 que estos dioses se encuentran asociados con construcciones especiales vinculadas con finales de periodo e importantes acontecimientos dimisticos, mismos que pueden relacionarse con la aparici6n de los Remeros en las fauces de la barra ceremonial bicefala (Sche1e 1987: 1; Stuart 1988: 189). Aunque el nombre de estos dioses se desconoce, David S. Stuart (1988: 190) descubri6 que sus variantes de cabeza podian intercambiarse por cartuchos geometricos de 'NOCHE' y 'DiA', superfijados por tres volutas y con protuberancias a los lados (Fig. 2c-d); dichos cartuchos -de lectura incierta- podfan estar

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e Fig. 1. Huesos grabados del Entierro 116 de Tikal, la turnba de Jasaw Chan K'awiill (ca. 734 d. C.): (a) VI-'IXIM­ 'AJAW, Wak 'Ixiirn 'Ajaw, TIK MT 38A; (b) VI-HIX-NAL?, Wak Hix Nal(?), TIK MT 38A; (e) TIK MT 38A; (d) TIK MT 51A; (e) TIK MT 38C (tornados de Linda Sehele y Mary E. Miller 1986: 270).

acompanados por los signos na 0 NAH y ti, respectivamente. Las construcciones 'NOCHE' -na y 'NOCHE'-NAH sustituian a las variantes de cabeza del Remero Jaguar, mientras que 'DlA'-ti hacia 10 propio con las del Remero Espina de Mantarraya. Basada en este descubrimiento de Stuart, Linda Schele (1987: 2) sugirio que los Dioses Remeros eran las personificaciones del dia y de la noche. 5 En las inscripciones mayas el nombre de estos dioses frecuentemente se encuentra introducido por las expresiones yi-ta-ji 0 ya-ti­ ji (Fig. 2a-e), cuyo significado, tal como sugirio primero Stephen D. Houston (Stuart et al. 1999: II-50), podrla relacionarse con un "bano" metaforico asociado con el estado de neblina del mundo antes de la creacion.6 Otro descubrimiento importante es que estas entidades podian "nacer" mediante el auto­ sacrificio de los reyes en finales de periodo, pues eran traidos a la existencia fisica bajo la supervision del soberano. Al nutrirlos con su sangre, el gobernante tomaba el papel de "madre y padre" de los dioses (Schele y Miller 1986: 52, 183; Stuart 1988: 192-193). Su asociacion con la muerte del maiz (Fig. 1) y sus multiples nacimientos en coyunturas

calendaricas, sugiere que estas entidades estaban vinculadas con momentos liminares. 7 El mas importante de estos es sin duda la fecha era 4 ' Ajaw 8 Kumk'u cuando, de acuerdo con la Estela C de Quirigua, los Dioses Remeros, 'Ik' Naah Chak ? e 'Itzam Naah Kokaaj(?) Muut(?) (ver Boot 2008: 17) colocaron las tres piedras de un fogon c6smico en la boca del cielo, 10 quesirvio como acto fundacional del mundo (Freidel et al., 1993: 65-76; Looper 2003: 158-164). La piedra que pusieron los Remeros es denominada hix tzam(?) tuuna', "piedra trono(?) de jaguar", cuyo Iugar de ubicacion es el Nah Ho' Chan, 0 "Primer Cinco Cielo". Este sitio funcjona en apariencia como una de las aristas del fogon, de la cual eran seftores los Dioses Remeros. Es por ello que diversas inscripciones (Fig. 2e-f) men­ cionan que estas entidades estaban asociadas con el Nab Ho' Chan, cuyo nombre llevan a manera de titulo (Stuart 1988: 189-190). En el vaso K688 (Fig. 3a) una manifestacion del joven Dios del Maiz, provista de cola y orejas de jaguar, aparece recostada sobre un plato para ofrenda; dicho plato constituye la nariz de una gran serpiente con las fauces abiertas. La composicion esta construida

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mediante un par de cuerdas entrelazadas que fmalizan en cabezas de ofidio, mientras que dos variantes del Jaguar del Inframundo y un ave decapitada toman su lugar entre las sogas. 8 El texto jeroglifico aclara 10 que esta aconteciendo en la escena: "[en] ... 13 Mahk9 naci6 Jo. '" ocurri6 en Nab Ho' Chan Witz Xaman". Nab Ho' Chan Witz Xaman, la Montafta del Norte lO del Nah Ho' Chan, es una clara referencia allugar donde ocurre la escena de este vaso, puesto que en la zona inferior del mismo aparecen cinco piedras personificadas, mientras que el fondo negro de la imagen sugiere que se trata del interior de una montai'1a. II En Ultima instancia, esta escena parece confrrmar 10 que diversos mitos mesoamericanos nos dicen sobre el origen del maiz: que el grano surgi6 de las entrai'1as de una montafta (ver Taube 1993: 39-40,66-67). Simon Martin .piensa que el nacimiento de este Dios del Maiz con atributos de felino esta asociado con el sacrificio del Bebe Jaguar ('Unen B'ahlam) sobre una montafta (Fig. 3b), tema recurrente en muchos vasos estilo c6dice. 12 En todos ellos 'Unen B'ablam cae en posici6n fetal sobre el Monstruo Witz,I3 mientras que el Dios de la Muerte y Vax Ha'al Chaahk, el "Chaahk de las Primeras Lluvias", se encuentran danzando a ambos lados de la escena. De estas imagenes se desprende que Vax Ha'al Chaahk es el sacrificador, pues blande una hacha con la mano, mientras que con la otra sostiene una piedra redonda perforada que representa un rostro; en tanto que el Dios de la Muerte, acompai'1ado por otras criaturas del inframundo, extiende sus brazos para recibir (Baudez 2004: 66) 0 quizas para arrojar a la victima. Martin piensa que la cola y orejas de jaguar del Dios del Maiz en el vaso K688 (Fig.. 3a), as! como la posici6n fetal que adquiere en otras representaciones de su nacimiento, 14 sugieren que la muerte de 'Unen B'ahlam (Fig. 3b) es un sacrificio sustitutivo efectuado durante las primeras lluvias para propiciar el nacimiento del maiz. Por otra parte, ellugar del sacrificio es una montafta, asociada en los mitos con el surgimiento del grano. El vaso K688 (Fig. 3a) ubica dicha montafta en el Nab Ho' Chan, mismo sitio donde tuvo lugar un sacrificio por fuego de 'Unen B'ablam, reactualizado en la Estela 35 de Naranjo.15 El papel de los Remeros como psicopompos del Dios del Maiz (Fig. 1) confrrma la doble funci6n del Nab Ho' Chan como sitio de sacrificio y nacimiento, momentos liminares de transformaci6n entre la vida y la muerte (ver Martin 2002: 72).

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f Fig. 2. Variantes de cabeza y variantes geometricas del nombre de los Remeros, precedidos par la expresi6n yi-ta-ji I ya-ti-ji 0 acompatlados por el top6nimo Nah Ho' Chan: (a) PNEG EST 15: DER. 813-14 (tomado de John Montgomery 1998); (b) TIK EST 24: zA4-z85 (tomado de Christopher Jones y Linton Satterthwaite 1982); (c) TON MON 134: A9­ A 10 (tomado de Ian Graham y Peter L. Matthews 1999); (d) TON MON 110: P-Q (tomado de Ian Graham y Peter L. Mattews 1999); (e) TON MON 8: C6-D7 (tomado de Peter L. Matthews 1983); (f) SAC EST 1: 86-C6 (tomado de David Freidel, Linda Schele y Joy Parker 1993: 94).

'Ix Ho' Chan 'Eek' Luego del periodo Clasico no existe ninguna menci6n clara sobre el Nab Ho' Chan en las fuentes escritas mayas. La linica posible excepci6n se encuentra en el Ritual de los Bacabes,I6 una compilaci6n de conjuros medicos que data del siglo XVII 0 quizas antes (Roys 1965: VII; Arzapalo Marin 1987: 10). En el folio 154 de dicho manuscrito encontramos un texto para curar "las quemaduras ocasionadas por tocar el fuego de leiios largos que estan en el suelo" (ver

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118 Arzapalo Marin 1987: 380-381). Un fragmento del mismo dice: Ix Hanil Ek

estaba ahi en el cielo. Ix HoChanEk

estaba ahi en el cielo. Pic Tzab cascabeles"

Ix

"La-de-los-ocho-mil­

a Ix Ho Tzab cascabeles" ,

estaba ahi en el cielo. Ix Hun Tip Tzab "La-que-ensena-los­ cascabeles" estaba ahi en el cielo. l CuIll era entonces

mi senal cuando me puse de pie para apagar tu dolencia? Yaxhal lluvias"

En el fragmento citado del Ritual de los Bacabes 'Ix Ho' Chan 'Eek' esta asociada con 'Ix Pik Tzaab' e 'Ix Jun Tip Tzaab', que al parecer son otras formas de referlrse a la senora de las estrellas del Cinco Cielo. Roys (1965: 159) considera que estos nombres se relacionan con la constelaci6n Tzaab', definida en el Calepino de Motul (Arzapalo Marin 1995: 188) como las Cabrillas 0 Pleyades. 19 Otro pasaje, contenido en el folio 22 del Ritual de los Bacabes (Arzapalo Marin 1987: 282), parece confirmar que dicha deidad habita en la quinta capa del cielo (ver Roys 1965: 159):

Chac

"El-de-las-primeras­

lD6nde estaba mi senal cuando me puse de pie para apagar tu dolencia?17 Aunque ninguno de los editores del Ritual de los Bacabes (Roys 1965: 52; Arzapalo Marin 1987: 587), sabe c6mo traducir 'Ix Ho' Chan 'Eek', pienso que una buena posibilidad es "La de las Estrellas del Cinco Cielo", en virtud de que la palabra chan, "cielo", se encuentra en otros nombres de deidades de origen ch' olano que aparecen en las fuentes escritas yukatekas, como por ejemplo Laju'n Chan (Bricker 2000: 101; Vail 2000: 39-40), dios patrono del dia Lamat que aparece mencionado en una piedra caliza pintada de contexto funerario de Chichen Itza (A2), en el C6dice de Dresde (pp. 24, 47) Y en los libros de Chilam Balam (Barrera Vasquez y Rend6n 1990: 59, 89-90, 93, 166, nota 24). De esta forma, si la traducci6n correcta de Laju'n Chan fuera "Diez Cielo",18 la de 'Ix Ho' Chan 'Eek' podria ser "La de las Estrellas del Cinco Cielo".

"La-de-los-cinco­

que es la que viene de la quinta capa del ciel020 Finalmente, en el folio 15 del mismo manuscrito, podemos encontrar que la quinta capa del cielo y el agrupamiento de las Pleyades se asocian con la fecha era, 4 ' Ajaw, y la hierogamia c6smica (ver nota 4) que dio lugar a la creaci6n (Arzapalo Marin 1987: 276­ 277): Dicese que Can Ahau "Cuatro-ahau" copulaba, que Can Ahau "Cuatro-ahau" caia en la lujuria cuando surgi6 la esencia del coito, la esencia de la lujuria. Vino de la quinta capa del cielo. Tambien se dice que vino de la constelaci6n tzab, "las pleyades"; tambien se dice que sali6 de las nubes. 21 Como bien observa Roys (1965: 148), en el folio 154 del Ritual de los Bacabes 'Ix Ho' Chan 'Eek' tambien esta asociada con Yaax Ha'al Chaak, el dios de las primeras lluvias. Esta relaci6n es sorprendente, dado que mil anos antes los mayas pintaron a Yax Ha'al Chaahk danzando junto a la montana de sacrificio de 'Unen B'ahlam (Fig. 3b), un acto aparentemente vinculado con el nacimiento del Dios del Maiz en la Montana del Norte del Nah Ho' Chan. La relaci6n que establece el Ritual de los Bacabes entre la deidad de las Pleyades y el dios de las primeras lluvias no es fortuita, pues

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Fig. 3. (a) vasa K688 (MS1123) (fotograffa de Justin Kerr, tomada de Francis Robicsek y Donald M. Hales 1982: 43); (b) vaso K1815 (fotografla de Justin Kerr, tomada de Francis Robicsek y Donald M. Hales 1981: 22).

durante la epoca de composici6n del manuscrito el asentamiento heliacal vespertino de esas estrellas anunciaba el primer paso cenital del Sol, el inicio de las lluvias y el momento de iniciar la siembra (ver Aveni 2001: 34,40-41,277-278).22 La utilizaci6n de este agrupamiento celeste como marcador del calendario agricola entre muchas sociedades es ampliamente conocida, antiguas particularmente en su papel como heraldo de las primeras lluvias (Milbrath 1999: 38, 258; Aveni, 2001: 29-31). Entre los k'iche' contemporaneos, por ejemplo, el ultimo asentamiento vespertino de las Pleyades, fechado hacia el 3 de mayo, indica el tiempo propicio para iniciar la siembra (D. Tedlock 1996: 34-35, 245-246),23 mientras que los ch'orti' utilizan el mismo fen6meno astron6mico para fijar el momenta de labrar la tierra. Cabe mencionar que en el pueblo de Chiquimula dicho acontecimiento celeste coincide con el paso cenital del Sol, que se

considera responsable de la fertilizaci6n de las semillas (Girard 1949: 453; Aveni 2001: 34, 40-41). Mientras que los mayas del Chisico Tardio asociaron el Nah Ho' Chan con el fog6n c6smico, que entre los k'iche' contemporaneos es una configuraci6n celeste ubicada bajo el Cintur6n de Ori6n, los yukatekos coloniales vincularon a 'Ix Ho' Chan 'Eek' con Yaax Ha'al Chaak y los d\versos nombres de una presunta deidad de las Pleyades. Si realmente 'Ix Ho' Chan 'Eek' esta relacionada con el Nah Ho' Chan lpor que se encuentra asociada con cuerpos celestes diferentes? Una respuesta tentativa seria que, durante el periodo Clasico, el asentamiento heliacal vespertino del Cintur6n de Ori6n -entre el 4 y el lOde mayo- coincidia mejor con el inicio de las lluvias. 24 Las Pleyades no tendrian esa funci6n, sino hasta el Posc1asico Tardio pues, debido a la precesi6n celeste, su asentamiento vespertino ocurria el 26 de abril hacia el ano

120 1500 d. C. (ver nota 22). Por 10 demas, vale la pena recordar que ambos conjuntos estelares atraviesan la b6veda no muy lejos del cenit ("por el medio del delo"), se encuentran en la misma regi6n del firmamento,25 eran usadas segUn las fuentes etnohist6ricas para medir el tiempo (Tozzer 1975: 132-133; Berger 2001: 122-123), aparecen mencionadas en los textos coloniales como agrupamientos que merecen especial atend6n (Tezozomoc 1980: 574; SahagUn 1988: 482) y servian como heraldos de las lluvias (Girard 1949: 456; Aveni 2001: 41). Sin mayores precisiones, debemos conduir que se trata de una zona de la b6veda celeste muy importante para los pueblos mesoamericanos y que, en algunas epocas y regiones, pudo haberse asociado con la quinta capa del cielo (ver nota 15).

Yohualtecuhtli y Yacahuitztli Los Remeros Jaguar y Espina de Mantarraya (Pig. 1, 2) ocupaban un lugar prominente dentro del pante6n maya c1asico. De forma sorprendente, las fuentes escritas del periodo colonial testifican que los nahuas del PoscIasico Tardio rendian culto a un par de dioses con atributos semejantes a los de los Remeros mayas. A diferencia de estos, sus congeneres del Centro de Mexico tenian un lugar secundario dentro del pante6n nahuatl, por 10 que casi no se conservaron representaciones de enos en los c6dices prehisp8nicos 0 coloniales. Su semejanza mas obvia con los Remeros mayas se encuentra en la etimologia misma de sus nombres, una pareja inseparable de deidades llamadas Y ohualtecuhtli y Yacahuitztli. Yohualtecuhtli significa "Senor de la Noche,,26 y, como su nombre 10 indica, era una de las advocaciones del dios de la noche, probablemente identificado como Sol nocturno (Garibay 1981: 372; Clavijero 1987: 155, Lib. VI,S). Yacahuitztli, que literalmente quiere decir "Espina de la Nariz",27 tambien puede traducirse como "Puntiagudo", "Nariz afilada", "EI que precede" 0 "Principio y guia", pues era la deidad que presidia el curso de la noche (ver Garibay 1981: 371; SahagUn 1989: 921-922). Mientras que Yohualtecuhtli hace referencia a un dios que regia sobre las fuerzas nocturnas, Yacahuitztli sugiere ser una entidad asociada con el avance 0 "punta de la noche", es decir, con ellfmite entre la noche y el dia. Resulta admirable la coincidencia de estos nombres y vinculaciones con las caracteristicas

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iconograficas de los Remeros mayas. Mientras que Yohualtecuhtli es el "Senor de la Noche", el Remero Jaguar es una personificaci6n de la misma. Por su parte, la etimologia de Yacahuitztli corresponde perfectamente a los atributos fisicos del Remero Espina de Mantarraya, que lleva una plia en la nariz. Para los pueblos del Altiplano Central de Mexico, las espinas de maguey (huitztli) eran el instrumento ideal para el autosacrificio (Garibay 1979: 36, mun. 74), mientras que los mayas del Clasico preferian las espinas de mantarraya 0 kokan (Baudez 2004: 68; ver tambien Davletshin 2003; Gonzalez Cruz y Bernal Romero 2003: 8-10). La funci6n de Yacahuitztli como "punta de la noche" sugiere que se refiere al crepUsculo, un momento liminar entre el cielo y el inframundo que recuerda el estado de neblina que tenia el mundo antes de la creaci6n (ver Stuart, et al. 1999: II-50; Wichmann 2004: 82-84). Pray Bernardino de SahagUn (1989: 436, Lib. VI, Cap. XXXVIII, 7) afuma que Yohualtecuhtli "tambien se llama" Yacahuitztli, por 10 que se trata de un dios que se fisiona en dos. Como senor de las fuerzas oscuras, estaba asociado con la destrucci6n del Sol y el inicio de la noche perenne, ya que su fiesta caia en 4 Ollin (SahagUn 1989: 197, Lib. II, Ap.), que los mexiths consideraban como fin del mundo (Caso Andrade 1993: 32)?8 No obstante, Yohuahitecuhtli tambien se identifica en las fuentes con "nuestra madre y nuestro padre",29 asi como con Yamaniliztli (suavidad, finura 0 delicadeza), tal vez porque era senor del sueno (Torquemada 1976: 206, Vol. IV, Lib. XIII, Cap. XX; Clavijero 1987: 155, Lib. VI,S; Sahagun 1989: 436, Lib. VI, Cap. XXXVIII, 7, cf. 921; Sime6n 1992: 192),30 otro posible momenta liminar. De acuerdo con SahagUn (1989: 482-483, Lib. VII, Cap. III, 1 y 2), estas deidades son "los Mastelejos del cielo" y se les rendia culto el dfa de su levantamiento heliacal vespertino, pues de elIas dependifr el destino de la noche ("pr6spero 0 adverso"): Hacfa esta gente particular reverencia y particulares sacrificios a los Mastelejos del cielo que andan cerca de las Cabrillas, que es el signo del Toro. Hacian estos sacrificios y cerimonias cuando nuevamente parecfan por el oriente, despues de fa fiesta del Sol. Despues de haber ofrecidole encienso, decfan: "Ya ha salido Yoaltecuhtli y Yacahuitztli.

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l.Que acontecera esta noche? 0 l.Que fin habra la noche, pr6spero 0 adverso?" Tres veces ofrecian encienso, y debe ser porque ellas son tres estrelIas: la una a prima noche, la otra vez a hora de las tres; la tercera cuando comienza a amanecer.31 Llaman a estas estrellas mamalhuaztli, y por este mismo nombre Haman a los palos con que sacan lumbre, porque 1es parece que tienen alguna semejanza con elIas, y que de alli les vino esta manera de sacar fuego. Como ha mostrado Uta Berger (2001: 115), los Mastelejos corresponden al Cintur6n y la Espada de Ori6n, una configuraci6n celeste que, como dice SahagUn, era conocida con el nombre de Mamalhuaztli, e1 "taladro de fuego". Fray Alonso de Molina (1992: 52) define Mamalhuaztli como la constelaci6n de los Astillejos, palabra que significa "palos pequefios" (Coe 1975: 26). La identificaci6n tradicional del Mamalhuaztli con el Cintur6n y la Espada de 0ri6n (Gonzalez Torres 1975: 122; Aveni 2001: 35-36) ha sido confirmada por rigurosos estudios etnograficos (KOhler 1991: 259). De acuerdo con el pasaje citado, los mexicas les ofrecian incienso al momento de la puesta del Sol, a las tres de la mafiana y duraote el crepiisculo matutino, 10 que sugiere que tenian la funci6n de medir las horas de la noche. 32 Un uso semejante les asigna fray Diego de Laoda (Tozzer 1975: 132-133) allucero, las Cabrillas y los Astilejos. No obstante, es importante tomar en cuenta 10 que dice Sahagiin, en el sentido de que dichas ceremonias teniao lugar "cuando nuevamente pareciao por el oriente, despues de la fiesta del Sol", pues sugiere que s610 podiao servir para conocer las horas rituales de la noche cuando estabao en oposici6n respecto al astro rey, es decir, durante su levaotamiento heliacal vespertino. En la epoca de 1a Conquista dicho fen6meno astron6mico tenia lugar el 10 de diciembre (Aveni 2001: lIS, tabla 10), casi coincidente con lila fiesta del Sol" ,33 en las cercaoias del solsticio de invierno?4 Llama la atenci6n que SahagUn se preocupa por mencionar que los Maste1ejos naodan cerca de las CabrilIas, que es el signo del Toro", mientras que Landa (Tozzer 1975: 132-133) dice que ambos agrupamientos estelares servian "de noche para conocer la hora". En la

pagina 24 del C6dice de Paris Ori6n (' Aak 'Eek') y las Pleyades (Tzaab') aparecenjuntas, representadas respectivamente mediaote una tortuga y una serpiente de cascabel (Love 1994: 97). Por su parte, los ch'orti's contemporaneos consideran que las Siete Cabrillas marchao "a la par de las Tres Marias", 0 bien, que estas estrellas "caminao precedidas por las Cabrillas siempre a la derecha" (Girard 1949: 453). Berger (2001: 122-123) piensa que las Pleyades, las Hyades35 y el Cintur6n de Ori6n erao usadas para medir las hOTas, pues se trata de agrupamientos que se encuentran alineados, atraviesao por en medio del cielo y se levantan y asientan en intervalos oportunos de cerca de tres cuartos de hora.

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Mamathuacoca

Fig. 4. Los estratos celestes, segun el C6dice Vaticano A: 1v-2r. En la imagen se destaca el quinto nivel del cielo, lIamado IIhuicatl Mamalhuacoca (tomado de Alfonso Caso Andrade 1993: 81).

122 De acuerdo con las paginas Iv-2r del C6dice Vaticano A (Fig. 4), el Cintur6n y la Espada de Ori6n parecen ubicarse en una regi6n denominada llhuicatl Mamalhuacoca, que constituye la quinta capa del cielo (Gonzalez Torres 1975: 23; Anders et al. 1996: 41_42).36 Dicha regi6n pudo haber servido durante el Posclasico Tardio para medir las horas nocturnas desde mediados de noviembre hasta pnnClplOS de diciembre. 37 Si bien Yohualtecuhtli era dios de la noche en general, s610 durante esta epoca del afto las estrellas asociadas con el se adueftaban de las tres estaciones nocturnas, incluyendo las "puntas" 0 crepUsculos, personificadas mediante su advocaci6n de Yacahuiztli.38 Mas alIa de sus conexiones estelares, sugeridas por el propio SahagUn (1989: 482­ 483, Lib. VII, Cap. ITI, 1 y 2), Yohualtecuhtli era una manifestaci6n del Sol nocturno con atributos de jaguar, como 10 sugiere el texto del padre Clavijero (1987: 155, Lib. VI, 5) yel

Erik Velasquez Garcia

hecho de que su fiesta se celebraba "delante de la imagen del Sol". Mas elocuente aun es una probable imagen de Yohualtecuhtli (Fig. 5), identificada por Eduard Seier (1963: I: 167, II: 28, 30, 32, 42-43, 48; ver tambien Mateos Higuera 1992: 149-152) en la pagina 40 del C6dice Borgia. Se trata de una entidad negra cuyo cuerpo esta tachonado de estrellas y porta nueve discos solares en diversas partes del cuerpo; la linea roja que decora su rostro es un atributo de dioses solares como Piltzintecuhtli, Tonatiuh y Xochipilli (Spranz 1982: 318-319). Las manos y los pies de Yohualtecuhtli tienen el color y las manchas de la piel del jaguar, mientras que nueve figuras de Quetzalcoatl se encargan de extraer el coraz6n de los discos solares que decoran su cuerpo. Esto, segUn el propio SeIer (1963: 11,42,48), significa que el Sol essacrificado durante el crepUsculo, pues el astro rey que transita por las regiones telUricas del universo es por naturaleza un Sol muerto.

Fig. 5. Lamina 40 del C6dice Borgia. De acuerdo con Eduard Seier (1963: I: 167, II: 28, 30, 32, 42-43, 48), el personaje principal corresponde a Yohualtecuhtli (tomada de Gisele Dlaz y Alan Rodgers 1993: 38).

Los Dioses Remeros mayas

En la parte inferior de la lamina podemos observar una entidad descamada que da a luz a un personaje amarillo probablemente e1 Sol en medio de un juego de pelota con fondo rojo, color simb6lico del oriente y de la alborada matutina. A ambos lados de la cancha Tezcatlipoca y Tlazolteotl se encuentran tomando prisioneros, en un contexto que equipara la guerra con el parto. Tomando en cuenta 10 anterior, la lamina 40 del Borgia constituye una sintesis simb6lica de Yohualtecuhtli como seilor de la noche, Jaguar del Inframundo y Sol muerto, asociado con los momentos liminares del crepUsculo, la muerte y el nacimiento. Entre los mayas del periodo Clasico, los Dioses Remeros tambien parecen ser manifestaciones del Sol nocturno, como 10 sugiere el propio vaso K688 (Fig. 3a), donde el Jaguar del Inframundo de la izquierda porta un elemento erosionado en la nariz, mientras que el de la derecha lleva sobre la orejera un omamento con manchas de jaguar. La accion ocurre en alguna parte del Nah Ro' Chan, 10 que refu.erza la idea de que ambos jaguares del inframundo son en realidad los Dioses Remeros. 39 Recientemente Martha Cuevas y Guillermo Bernal (en Cuevas Garcia 2007: 326-327) han llegado a semejante conclusion estudiando los incensarios cilfndricos de Palenque. Ellos muestran que algunas representaciones de GIII, manifestacion local del Jaguar del Inframundo, son en realidad ancianos con yelmo de jaguar 0 de pez xook. En este Ultimo caso, el anciano lleva dos orificios bajo la nariz donde iba insertada la caracteristica espina de mantarraya. Esto sugiere que ambos Remeros son meros aspectos del Dios Solar del Inframundo.

Conclusiones Los datos presentados en este articulo sugieren que los Dioses Remeros eran entidades de primer orden en el panteon maya clasico, pues estaban asociadas con varios momentos Iiminares: creacion, finales de periodo, nacimiento, muerte, creptisculo matutino y vespertino. Como seilores del Nah Ro' Chan ("Primer Cinco Cielo"), probablemente se relacionaban con una region del firmamento importante en la determinacion del ciclo de las Iluvias y util para medir las horns nocturnas.

123 Los mayas yukatekos y nahuas del Posc1asico Tardio conservaron algunos restos del culto a los Remeros. EI Ritual de los Bacabes contiene referencias de 'Ix Ro' Chan 'Eek', una diosa vinculada con las PIeyades y las primeras lluvias. Mientras que la asociacion con las lluvias se conservo, el grupo de estrellas involucradas en el Ro' Chan 'Eek' pudo haber variado ligeramente a fin de adaptarse a las nuevas condiciones astronomicas propias del movimiento de precesion. SahagUn, Torquemada y Clavijero recogieron datos referentes al culto de Yohualtecuhtli y Yacahuitztli, que parecen compartir con los Remeros mayas diversos atributos simb6licos que revelan ancestros comunes en el panteon mesoamericano. Mientras que los Remeros eran advocaciones del Sol nocturno especializadas en los puntos Iiminares entre el dia y la noche, Yacahuitztli pudo haber desempenado esa funcion crepuscular entre los nahuas. Un pasaje del texto de SahagUn identifica a Yohualtecuhtli y Yacahuitztli con el Cinturon de Orion (Mamalhuaztli), 10 que recuerda la presunta relacion del Nah Ro' Chan con esa misma region del firmamento. Por 10 demas, el COdice Vaticano A (pp. Iv-2r) parece relacionar esas estrellas con la quinta capa del cielo (Ilhuicatl Mamalhuacoca), un estrato de naturaleza ignea segUn la Ristoire du Mexique. Recientemente Alfonso Lacadena40 ha sugerido que el papel de los Remeros como senores de los crepiisculos puede confmnarse por su aparicion en estelas de Ixlii, Jimbal, Tikal y Ucanal que datan del b'ak'tun 10 (830­ 910 d. C.). En dichos monumentos, los Remeros aparecen flotando en compailia de otro par de entidades armadas con dardos y lanzadardos, que parecen asociarse con la introduccion del culto a Tlahuizcalpantecuhtli en el Area Maya (ver Whittaker 1986: 57; Taube 1992: 120).41 Como seilores de Venus, estos guerreros sobrenaturales solo pueden aparecer en el amanecer y el anochecer. Algo que llama la atencion es que tanto 'Ix Ro' Chan 'Eek', como Yohualtecuhtli y Yacahuitztli, parecen haber desempenado un papel secundario en la religion de los mayas y nahuas del Posclasico Tardio. Otro elemento contrastante es que nioguna referencia colonial menciona la canoa. Esto no debe sorprendemos, pues en la iconografia maya clasica esta solo acompana a los Remeros en contextos muy especificos relacionados con el

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124 mito del maiz (Miller y Taube 1993: 129; Quenon y Le Fort 1997). Mas que la Via Lactea (ver Freidel et al. 1993: 90-91), considero que la canoa es otro elemento liminar, pues pertenece a la categoria simb6lica de los platos para ofrenda, nacimiento y sacrificio (ver nota 7). Finalmente, coincido con Karl A. Taube (2000: 270) en que el arte maya clasico tambien puede proporcionar pistas para entender el simbolismo y la imagineria del Centro de Mexico durante el Posclasico Tardio. Estudios comparativos como este pueden ayudar a comprender divers as sutilezas de las deidades mesoamericanas que a primera vista no son tan obvias, asi como a entender las variaciones regionales y transformaciones diacr6nicas de algunos aspectos de la cosmovisi6n indigena, cuyos origenes se nos escapan en las profundidades del tiempo.

y David S. Stuart (2007). Cuando modemice vocablos Mayas yukatekos empleare, sin embargo, las convenciones ortograficas de Juan R. Bastarrachea Manzano, Ermilo Yah Pech y Fidencio Bricefio Chel (1998), pero marcando los altos glotales en palabras que comienzan con vocal (,V) y usando la gratia
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