Los demonios de Sahagún

June 15, 2017 | Autor: Adriana Juárez | Categoría: Mexico, Fray Bernardino de Sahagun, Religión romana, Mexicas, Deidades
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Descripción

Los demonios de Sahagún 1 Adriana Juárez Análisis general de las particularidades y las características con las que, de acuerdo con el texto Historia General de las cosas de la Nueva España de Fray Bernardino de Sahagún, se identificaba a los “dioses fundamentales” indígenas y los personajes de la mitología romana clásica con los que, el mismo Sahagún, los relaciona y cuáles podrían ser más adecuados de acuerdo con la propia mitología, como método de facilitar al lector la comprensión del papel de cada uno de los dioses.

Antes de comenzar

Solo podemos suponer cuál podría haber sido la expresión de los españoles cuando, por vez primera, vieron la magnitud y belleza de la ciudad de MéxicoTenochtitlan, “que es otra Venecia”2, o la sensación que debieron de haber experimentado; quizás un sentimiento sublime de estupefacción o simplemente la angustia de comprender la grandeza de los que serían sus enemigos en esta guerra por el poder. El encuentro entre dos culturas fue un gran evento dentro de la historia; una situación que cambió completamente la forma en la que percibimos a nuestro planeta y a los que habitamos en él. Al momento en el que ambas culturas se encontraron frente a frente, debieron ser obvias las diferencias que había entre unos y otros. El miedo a lo desconocido, junto al deseo de obtener poder y riquezas por parte de los hispanos, les llevó a buscar comprenderse los unos a los otros. En un principio, gracias a los intérpretes, fue posible entablar una conversación y luego, aprender el idioma. Tiempo después, tras la conquista y la instauración de la Nueva España como una colonia, un grupo de frailes franciscanos, en un intento de hacer que la 1

El título surgió de la forma en la que los españoles se referían a las deidades mesoamericanas, para ellos estos eran los “demonios” que corrompieron a los indígenas. En el texto Fray Bernardino de Sahagún retoma la idea, que desarrolla en distintos capítulos. 2 Sahagún, 2013, p. 16.

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evangelización de los indígenas fuera más sencilla, decidieron aprender sobre el idioma, la cultura y costumbres de estos “naturales” —como les llama Sahagún— de las tierras mesoamericanas. Fray Bernardino de Sahagún fue uno de los primeros frailes que llegó al continente. La importancia que tiene su obra radica en que es una extensa compilación de información sobre diversos temas, entre ellos las deidades nahuas, la descripción de algunos ritos y fiestas, su calendario y forma de gobierno, etc., y en su interés por lograr que el texto fuera fácil de comprender para los españoles que nunca habían tenido contacto con los nahuas. Él sabía que no era sencillo entender estas culturas que distaban mucho de cualquier otra civilización conocida y por lo tanto, con la ayuda de algunos indígenas, varios años de investigación, además del ejercicio de explicar algunos aspectos de la naturaleza de cada dios con base en su conocimiento sobre otras culturas paganas, le permitió crear un texto didáctico donde identificó algunas características que servirían para darle al lector una entrada a este mundo desconocido. Dentro de este trabajo se analizará la imagen construida por Sahagún de las cuatro principales deidades nahuas o los “demonios”, como los conocían los españoles desde su concepción europea-judeocristiana, y la comparación que hace con algunas deidades paganas de la tradición romana.

“Vosotros, los habitantes de esta Nueva España […] sabed: Que todos habéis vivido en grandes tinieblas de infidelidad e idolatría”.3

Bernardino Rivera nació en Sahagún, España, en 1499. Hacia 1512 entró a la Universidad de Salamanca. En 1524 se ordenó sacerdote franciscano y en 1529 viajó, junto con 20 religiosos, a la Nueva España, donde permanecería hasta su muerte en el convento de San Francisco el Grande en 1590. 3

Ib. p. 50.

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Fray Bernardino fue un hombre que se dedicó, además de evangelizar y enseñarle distintos “artes” a los indígenas, al estudio histórico y etnográfico de las culturas nahuas. Aprendió la lengua náhuatl durante su primer periodo en la Nueva España y en 1540, se cree, comenzó con los estudios sobre a historia y cultura de los pueblos mesoamericanos. Sahagún pensaba que no podría lograr la conversión de los “naturales” al cristianismo si no comprendía su forma de pensar y su cultura, y por otra parte tampoco podría lograr que los españoles comprendieran a los indígenas si no tenían algún material que les sirviera de apoyo para comenzar a aprender, por eso decidió crear un material que les fuera útil tanto a los frailes como a los conquistadores. Debido a su papel evangelizador y a los viajes que realizó por los pueblos nahuas, pudo hacerse de información acerca de distintas culturas; interactuó con los indígenas y se interesó por conocer un poco sobre sus tradiciones y creencias. Con la ayuda de varias personas, principalmente indígenas, redactó obras en español, latín y náhuatl. Su principal obra fue la Historia General de las cosas de la Nueva España, también conocido como el Códice Florentino, el cual consta de doce libros cuyos folios —en el original— se encuentran divididos en dos columnas; “una para el texto en español y la otra para el texto en náhuatl”.4 De acuerdo con Ángel Ma. Garibay K.5 Fray Bernardino fue un hombre gentil y comprensivo, caritativo hacia los indígenas y entusiasta por las cosas de la antigüedad, además tenía una “insaciable comezón de saberlo todo y explicarlo todo […] tuvo las dotes de un genio y la amable paz de un santo que vive entre los humildes y los sabe amar”.6 Su interés por estas personas, junto con su buena voluntad de “llevar a los indígenas por el buen camino” y su innata curiosidad, fueron el origen de esta obra, la cual es de gran importancia porque es uno de los pocos registros que nos quedan de fuentes indígenas; debido a que la información 4

Garibay K. Ángel Ma., “Proemio general” p. 3, en Historia General de las cosas de la Nueva España. México, Porrúa, 2013. 5 (1892-1967) Preparó la primera edición de la Historia General de las cosas de la Nueva España en la colección “Biblioteca Porrúa” publicada en 1956. 6 Garibay K. Ángel Ma., “Sinopsis de la vida de Sahagún” pp. 10 -11, en Historia General de las cosas de la Nueva España. México, Porrúa, 2013.

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fue recopilada de tradición oral y los códices que, en ese momento, todavía existían. Aunque quizás algunos digan que esta información está “contaminada” por la ideología europea –que es el lugar desde donde escribe el autor— Sahagún nos permite acercarnos a la verdadera cultura náhuatl: sus tradiciones, ritos, organización política, etc., que él mismo estudió desde sus propias experiencias. Antes mencionamos que los españoles consideraban que los indígenas habían sido engañados por los demonios, a quienes habían elevado a la categoría de “dioses”. Sin embargo, Sahagún no dudaba que podría ayudar a salvar sus almas por medio de la evangelización. Para alumbrar el conocimiento de la eterna verdad, que es Dios, y en el conocimiento de los falsos dioses que son pura mentira e invención del autor y padre de toda mentira que es el diablo […] sabemos que no hay, ni puede haber más Dios que uno, Criador de todas las cosas […] Síguese de aquí claramente que Huitzilopochtli, no es dios, ni tampoco Tláloc, ni tampoco Quetzalcóatl […] ni ninguno de los otros que adorabais, ni son dioses, todos son demonios.

7

De acuerdo con lo que pensaban los franciscanos en ese momento, los indígenas se habían olvidado de Dios, quien después de tanto tiempo, había enviado a los frailes para enseñar y evangelizar a los nativos. Ellos querían que los indígenas se dieran cuenta de su error y para eso, en el primer libro del Códice Florentino, se dispuso a describir a las supuestas deidades de los nahuas y destacó algunos elementos que, de acuerdo con las Sagradas Escrituras, demostraban su carácter “demoniaco”. Los demonios de Sahagún son todas estas deidades veneradas por los “paganos”; normalmente asociadas con fenómenos de la naturaleza, como la lluvia, el trueno, la fuerza del mar, etc.; o en algunas otras culturas, representaban una parte de la psique o el ideal humano, por ejemplo las deidades romanas son la personificación de las pasiones humanas. A continuación, retomando el texto de Sahagún (primero [pp.29-30] y tercer libros [pp.59-60]), se describirán a los cuatro dioses fundamentales: aquellos que 7

Sahagún, 2013, p. 57.

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eran comunes para todos los pueblos nahuas, las deidades principales: Huitzilopochtli, Tláloc, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl; algunas de sus características, atributos físicos y adornos alusivos a su papel,8 y se compararán estas características con algunas de los dioses romanos desde donde se obtendrán diferencias y semejanzas entre las dos culturas así como los “símbolos universales” que estos representan.9 Huitzilopochtli: “Fue otro Hércules […] de grandes fuerzas y muy belicoso, gran destruidor de pueblos y matador de gentes […] fortaleza y destreza en la guerra”.10 “Nigromántico, amigo de los diablos, enemigo de los hombres, feo, espantable, cruel, revoltoso, inventor de guerras y enemistades, causador de muertes y alborotos y desasosiegos”.11

Antes mencionábamos que Sahagún, en su trabajo, busca exaltar las características “demoniacas” de las deidades: era brujo, asesino, guerrero, causante de discordias entre los indígenas, etc. Pero los mexicas no lo consideraban de esta forma. Por los códices y la tradición oral de los pueblos, sabemos que Huitzilopochtli fue el dios del sol y de la guerra; representaba fuerza, energía, calor, protección, etcétera. A diferencia de otras deidades, su culto se limitó a los pueblos nahuas ya que fue introducido por los mexicas en el periodo posclásico, y debido a su importancia, fue elevado a la categoría de uno de los cuatro dioses creadores. Por su carácter bélico, aunque comparte algunas características con Hércules —como Sahagún quiere que lo relacionemos— considero que sería más apropiado identificar a esta deidad con “Marte”; el dios romano de la guerra; quien tenía un papel similar en la mitología romana. 8

La información sobre los atavíos e insignias de los dioses se encuentra en “primeros memoriales” de los Códices Matritenses de la real biblioteca de Madrid. Estos códices son los manuscritos más tempranos sobre la investigación que hizo Sahagún para su obra magna. Están escritos en náhuatl y la mayoría no fueron traducidos por Sahagún. Dentro del libro de Historia gral. De las cosas de la Nueva España (Porrúa, 2013, pp. 861- 863) podemos encontrar una traducción hecha por Byron McAffe y Ángel Ma. Garibay K. 9 La información de las deidades romanas es retomada de los libros de Mitología griega y romana (Humbert, 2014) y Las más bellas leyendas de la antigüedad clásica (Schwab, 1959). 10 Sahagún, 2013, p. 29. 11 Ib. p. 59.

[5]

Huitzilopochtli Deidad de…

El sol y la guerra

Características

Cara rayada al nivel de los ojos.

de la

Piernas rayadas de azul claro.

Hércules

Marte



Guerra, protector del imperio.

Hombre maduro.

Hombre joven.

Gorro/tocado de plumas de Atavíos

papagayo (guacamaya) y

Lleva la piel del león

quetzal. Bastón de serpiente.

de Nemea y mazo.

Escudo de plumas.

Vestido de guerrero: casco, lanza y escudo.

Otras

Dios de la élite. Asociado con el

Semidiós, hijo de

Asociado con la

características

colibrí. “Colibrí zurdo”

Júpiter.

figura del gallo.

Es evidente que, si uno ve representaciones de estas deidades hechas por sus culturas de origen, en un primer momento no podríamos encontrar parecido alguno. Sin embargo, existen algunos rasgos que, como símbolos que existieron en todas las culturas, son similares los unos a los otros: Los tres tienen características de guerreros, portan consigo armas y, en el caso de Marte y Huitzilopochtli, llevan la vestimenta de un guerrero junto con sus escudos lo que representa la fuerza de un pueblo, la protección de los ciudadanos por una clase social particular, los “militares”. Como se dijo anteriormente, hay una gran diferencia con Hércules; a pesar de sus acciones sobrehumanas, este es mortal, y solo por la voluntad de Júpiter, se convierte en dios. Los primeros dos son deidades asociadas con lo celeste, el fuego, la fuerza, la guerra y el día, son dioses protectores de su pueblo. Tezcatlipoca: “Era tenido por verdadero dios invisible, el cual andaba en todo lugar, en el cielo, en la tierra y en el infierno; y tenían que cuando andaba en la tierra movía guerras y enemistades y discordias, de donde surgían muchas fatigas y desasosiegos”.12 “Espíritu, aire y tiniebla. Este dios, decían, que perturbaba toda paz y amistad, y sembraba enemistades y odios en todos los pueblos y reyes […]

12

Ib. p. 29.

[6]

Este es el malvado de Lucifer, padre de toda maldad y mentira, ambiciosísimo y superbísimo, que engañó a vuestros antepasados”.13

Su asociación con el inframundo, las tinieblas y su patronazgo de los “brujos” o sacerdotes, dieron pie a que los españoles lo relacionaran con “Satanás” —por esta razón casi no se conservan representaciones de él ya que mandaron destruir toda imagen del dios. Como podemos ver, por los mitos que se conservaron y la tradición oral, Tezcatlipoca fue una de las deidades principales para el pueblo nahua; excepto para los mexicas, quienes le daban mayor importancia a Huitzilopochtli como podemos ver dentro del relato de su peregrinación dentro de la Crónica Mexicáyotl; en la descripción de Sahagún podemos ver su carácter dual, dador de lo bueno y lo malo.

Tezcatlipoca Deidad de…

Señor del mundo y las fuerzas naturales. Dios del arte profético.

Características

Eternamente joven. Guerrero.

físicas

Cuerpo negro con amarillo.

Júpiter Cielo, el tiempo, la lluvia, la nieve, el viento y las tempestades. Arte profético. Hombre maduro y musculoso.

Una de sus piernas termina en humo. Atavíos

Lleva elementos de conchas. Un escudo

Empuñando un cetro o un rayo.

de pluma y adornos de papel. Otras características

Símbolo de jaguar. Asociado con los cuchillos, el norte, el frío y el viento.

Asociado con el águila.

“Espejo humeante”

Ambas deidades pueden ser asociadas con la sabiduría y poder supremo sobre la naturaleza; son causantes de discordias entre los hombres y al mismo tiempo tienen el poder de darles cosas buenas, los protegen a los hombres. Por sus características iconográficas no se parezcan mucho, Tezcatlipoca es una deidad guerrera y aunque Júpiter pueda no parecerlo, en la mitología romana demostró ser un hábil guerrero al derrotar a su padre Saturno. Ambos son 13

Ib. p. 59.

[7]

deidades que controlan elementos de la naturaleza, son celestes, pero además Tezcatlipoca también está asociado con el inframundo. Tláloc-Tlamacazqui: “El que daba las lluvias para que regasen la tierra, mediante la cual se criaban todas las hierbas árboles y frutas […] él enviaba el granizo y los relámpagos y rayos, y las tempestades del agua y los peligros de los ríos y de la mar”.14

Según el texto, es un demonio que se encarga de engañar y mentir sobre lo que puede hacer, se da el crédito por las acciones que solo pueden provenir del dios judeocristiano. Pero, para los mesoamericanos, desde el periodo preclásico hasta el posclásico, las deidades del agua han sido las más importantes de toda la cosmovisión, son quienes traen vida y fertilidad, al igual que destrucción y muerte por su carácter dual. Es una deidad tanto terrestre, debido a su relación con el inframundo (el Tlalocan) y, por su dualidad femenina15, también se relaciona con las aguas terrestres y las celestes: lluvias, rayos, etcétera. Sahagún no lo relaciona con ninguna deidad romana, pero por su cualidad de controlar las aguas, podríamos relacionarlo con Neptuno.

Tláloc

Neptuno

Deidad de…

El agua, rayos y la vegetación.

Características

Cuerpo negro. Pintura facial con “motas”,

físicas

dientes serpentinos. Anteojera de serpiente. Máscara bucal

Atavíos

serpentina, chalchihuites, tocado con elementos vegetales (brote de maíz)

Otras características

14 15

Agua y los mares. Anciano barbado.

Tridente; símbolo del rayo; y el delfín.

Lleva sonajas y cascabeles. Escudo de

Asociado con los caballos. Es

nenúfar. Bastón con punta de obsidiana.

capaz de generar terremotos y

Asociado con el sacrificio de niños.

tempestades.

Ib. p. 30. Chalchiuhtlicue, Sahagún la asocia con la diosa romana Juno.

[8]

Las deidades del agua están asociadas con la vida, el poder, la navegación (lacustre y marítima), lo desconocido y la fuerza. Estas son las características que podrían haber ayudado a los españoles a comprender un poco el papel de esta deidad. Sin embargo, son muy distintos el uno del otro, las pocas características que comparten son su control sobre las aguas y el rayo. Quetzalcóatl: “Decían que barría el camino a los dioses del agua… antes de que comenzaran las aguas hay grandes vientos y polvos… era éste el gran sacerdote del templo”.16 “Llamaron dios […] el cual fue un hombre mortal y corruptible, que aunque tuvo alguna apariencia de virtud […] fue un nigromántico, amigo de los diablos y por lo tanto amigo y muy familiar de ellos, digno de gran confusión y de eterno tormento y no de que le festejasen como a un dios y le adorasen como a tal”.17

Fue un hombre, sacerdote, que a pesar de su aparente virtud, también se dedicó a mentir y a hacer que otros hombres le adoraran como si fuera un dios, esto de acuerdo con lo que podemos leer en Sahagún. Dentro de la cosmovisión mesoamericana Quetzalcóatl tiene un origen confuso. De acuerdo con algunos mitos, él es hijo de Ometéotl y por ende una deidad, pero de acuerdo con la tradición mexica de la que nos habla Sahagún, en un principio no era un dios sino un sacerdote.18 Este hecho de la mortandad de Quetzalcóatl se repite en varias fuentes indígenas como la Crónica Mexicáyotl. No podemos descartar una posible alteración de la mitología mesoamericana para crear un sincretismo de ambas culturas y hacer que la asimilación de la cultura europea fuera más sencilla para los indígenas. Pero este tema no lo analizaremos en este texto. En el Códice Florentino tampoco se relaciona a Quetzalcóatl con alguno de los

dioses

romanos,

sin

embargo,

16

Ib. p. 30. Ib. p. 60. 18 Anales de Cuautitlán, p. 7 17

[9]

por

su

origen

“mortal”

—hablando

exclusivamente del texto de Sahagún— y algunos atributos podríamos vincularlo con Hércules.

Quetzalcóatl Deidad de…



Viento

Características

Rayas negras en todo el cuerpo.

físicas

Hércules

Hombre maduro y musculoso.

Diadema de piel de “tigre”. Orejeras de oro Atavíos

con la punta torcida. Collar de caracoles

Lleva la piel del león de

de oro. Escudo de espiral de viento.

Nemea, mazo, arco o espada.

Bastón/báculo. Otras

Gran sacerdote del templo.

Semidiós, hijo de Júpiter,

características

Posteriormente se convertiría en dios.

posteriormente dios.

Tanto Quetzalcóatl —el descrito por Sahagún— como Hércules tienen elementos iconográficos similares: llevan elementos de piel de felino y a ambos se les identifica como guerreros, uno por el mazo y al otro por el peinado cuadrado y su bastón “como empuñadura de espada”.19 El hecho de que ambos fueran convertidos en deidades después de su vida, se debe a que ambos tenían cualidades que las personas admiraron dentro de su propia cultura. Su virtuosismo, dentro de su marco de creencias, fue lo suficientemente reconocido como para ganarse un lugar entre las deidades de sus respectivas culturas.

Unas palabras finales

En las culturas antiguas hay una necesidad de comunicarse con los elementos “sobrenaturales” que los pueblos no pueden comprender. Estas personas buscaban darle una explicación a lo que les rodeaba y por eso crearon a las deidades, quienes les daban sentido a la vida de las personas. Estos seres, las deidades, son quienes cubren la necesidad y dan una explicación “lógica” sobre el 19

Sahagún, 2013, p. 30.

[10]

origen del mundo, los pueblos y en general a cualquier duda existencial de los hombres; hacia dónde van, quienes son, saber si hay algo más allá de la vida y la muerte, si las vidas de las personas tienen algún sentido o propósito en el mundo —aunque sea solo alimentar a los dioses o hacerles ofrendas— y establecen un orden social, un conjunto de valores que buscan una mejor convivencia entre los individuos. Normalmente, de manera inconsciente todos buscamos una explicación para lo desconocido. Las deidades son creadas por los hombres para comprender lo incomprensible. Como podemos observar, en algunos casos, Sahagún compara a estas deidades con los dioses romanos para que, como se dijo dentro de este texto, de una forma didáctica lograr que el lector pudiera comprender la idea general

de

la

“naturaleza”

y

algunas

características

de

las

deidades

mesoamericanas. Debido a que, en Europa ya eran conocidas las historias de la mitología grecolatinas, este ejercicio permite al lector comprender la “esencia. Pero haciendo un análisis de algunos de los elementos podemos darnos cuenta de que estas deidades, a pesar de pertenecer a culturas completamente distintas que no tuvieron contacto una con la otra, tienen elementos que son constantes y “universales”; se comprenden en distintas partes del mundo. Estos objetos se vuelven símbolos que abarcan una idea muy amplia, por ejemplo, el sol es un elemento que puede asociarse con lo obvio: día, luz, calor, etc., o con los significados que le otorgan los pueblos. Por sí mismo, el sol no puede significar la guerra o el poder sobre otros pueblos, esta es una característica que le otorgan las personas de una cultura. A pesar de sus grandes diferencias, también podemos encontrar similitudes en la forma en la que los “antiguos” hombres, los antepasados del hombre actual, obtienen una concepción de lo universal dentro de la naturaleza, por ende, tienen algunas cosas en común. Como pudimos ver en esta breve comparación de dos culturas, que están completamente alejadas una de otra, se representa a las fuerzas de la naturaleza y a ciertas características que a los hombres les gustaría poseer; fuerza para la batalla, habilidad para hacer profecías, sabiduría, etcétera.

[11]

Debido a la brevedad del trabajo, no pude abarcar todo lo que me hubiera gustado. Valdría la pena hacer una investigación más profunda sobre las deidades romanas y las mesoamericanas y la relación que estas podrían tener por medio de los símbolos universales que son creados por los hombres al analizar y tratar de comprender todos los fenómenos que ocurren a su alrededor. Es, cierto, cosa de grande admiración que haya nuestro señor Dios tantos siglos ocultado una selva de tantas gentes idólatras, cuyos frutos ubérrimos sólo el demonio los ha cogido, y en el fuego infernal los tiene atesorados; ni puedo creer que la Iglesia de Dios no sea próspera donde la sinagoga de Satanás tanta prosperidad ha tenido, conforme aquello de San Pablo: abundará la gracia adonde abundó el delito.

20

Ib. p. 17.

[12]

20

Bibliografía

Códice Chimalpopoca, anales de Cuautitlán y leyenda de los soles. México, UNAM, IIH, 1975. Fray Bernardino de Sahagún, Historia General de las cosas de la Nueva España. México, Porrúa, 2013. Humbert, Jean, Mitología griega y romana. España, Gustavo Gili. 2014. Tezozomoc, Fernando Alvarado, Crónica Mexicáyotl. México, UNAM, IIH, 1975. Schwab, Gustav, Las más bellas leyendas de la antigüedad clásica. México, Labor, 1959.

Referencias de Internet

“Bernardino de Sahagún, Códices Matritenses de la Real Biblioteca (Madrid), II-3280” En: Biblioteca

digital

mexicana.

[Consulta:

14.

Nov.

2015].

. "Fray Bernardino de Sahagún" En: algarabía.com [en línea]. 22 Oct. 2013. [Consulta: 14 Nov. 2015]. .

[13]

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