Los Debates en las elecciones Norteamericanas

August 21, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Estados Unidos, Literatura norteamericana
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Descripción

Los Debates en las elecciones Norteamericanas

"Me gustan más los sueños del futuro que la historia del pasado"
Thomas Jefferson


Fernando Álvarez Simán*

A pesar de que no es una obligación que esté normada por la constitución, en Estados Unidos de América es una costumbre muy arraigada que durante los procesos electorales federales se lleven a cabo debates entre los candidatos presidenciales. Se trata de que los candidatos se dirijan al público en general para tratar asuntos y temas de actualidad que inciden sobre el desarrollo de ese país. Estos debates se realizan casi en la recta final de las campañas políticas y tienen la clara intención de modificar el ánimo político de los votantes llamados indecisos. El desarrollo de este esquema político-electoral es bastante atractivo para la sociedad americana, pero también para todo el mundo por diversos motivos; primero porque por tratarse de un sistema bipartidista, los candidatos que debaten son solamente dos, lo que lo hace un evento bastante ágil y sin acartonamiento; en segundo lugar porque aunque no siempre ha sido así, cualquier error de cálculo, omisión o duda puede influir en el resultado final de la elección y no menos importante es también que los temas del debate son muchas veces de interés global por tratarse de la nación más poderosa del mundo.

Por eso, el mundo entero sigue la serie de debates que se realizan como antesala a la elección presidencial; además el hecho de que sean transmitidos por radio y televisión y ahora también por internet provoca diversos comentarios y análisis políticos de los distintos temas que tocan los candidatos antes y después de los debates. Por ejemplo el debate de 1960 entre Richard Nixon y John F. Kennedy es recordado porque el primero lucía nervioso y sudoroso ante las cámaras, mientras Kennedy mostraba seguridad; clásico es también el momento cuando Ronald Reagan de 73 años responde una pregunta sobre si su elevada edad sería un impedimento para gobernar revirando: "no me aprovecharé de la juventud e inexperiencia de mi oponente para fines políticos". También en 1992 a George H. Bush se le recuerda el gesto de ver su reloj mientras contestaba una pregunta en el debate de ese año.

Estas anécdotas y otras más, de todos los debates, links a otras páginas del ciberespacio relacionadas con el tema, el seguimiento a la campaña electoral, son datos que pueden encontrarse en el sitio http://www.presidency.ucsb.edu/index.php que condensa también muchos documentos públicos relacionados con la historia pública de la presidencia de Norteamérica y quienes han sido los titulares de la Casa Blanca.

A pesar de que el primer debate se realiza en 1960 entre el entonces vicepresidente Richard Nixon y el Senador John F. Kennedy, para los norteamericanos el antecedente se remonta a 1858 cuando Abraham Lincoln, entonces aspirante al senado por el estado de Illinois desafía al senador en funciones Stephen Douglas a debatir sobre un tema trascendental en esa época; el esclavismo que Lincoln buscaba abolir completamente en toda la Unión Americana y Douglas de manera moderada mantenía la posición de permitir su abolición solo en aquellos estados donde la población estuviera de acuerdo y cancelarla donde la gente se opusiera. El hecho es que Douglas acepta el reto y los debates se llevan a cabo siete veces, cada vez en una diferente localidad de Illinois, la prensa estatal cubre inmediatamente cada uno de los debates y aunque no logra acceder al Senado, Lincoln edita un libro sobre el debate y para muchos historiadores americanos; su participación en el debate con Douglas y la posterior publicación de la obra permitió que accediera a la nominación republicana a la presidencia en 1860. Incluso hoy en día es bastante popular en los High School´s, la organización de debates entre los alumnos sobre los valores y la ética que reciben el nombre de "LD debate" por las siglas de los apellidos Lincoln y Douglas. Pero es hasta 1948 y después en 1956 que durante el proceso electoral que se conoce como "primarias" (cuando se enfrentan aspirantes de un mismo partido por la candidatura) que se llevan a cabo debates radiofónicos entre los aspirantes a la nominación presidencial. Siendo estos los antecedentes más modernos de los debates presidenciales.

Después del encuentro Nixon Kennedy no hay debates presidenciales, aunque si se realizaron entre candidatos para las elecciones primarias y es hasta 1976 que el entonces gobernador de Georgia Jimmy Carter se enfrenta al presidente en funciones Gerald Ford y la preferencias se inclinan hacia Carter cuando el presidente Ford expresa "No hay dominación soviética en Europa del Este y nunca la habrá bajo la administración Ford".
También es partir de este nuevo milenio que el formato de debate se ha estandarizado en tres sesiones incluyéndose además un solo encuentro entre los candidatos a la vicepresidencia. De este devenir histórico que inicia en 1858, llegamos a las elecciones presidenciales que se efectuarán el próximo martes 6 de noviembre, ese día los norteamericanos elegirán a Presidente y vicepresidente, las opciones son el actual presidente Barack Obama que hace efectivo el derecho constitucional que tiene de reelegirse una sola vez y el ex gobernador de Massachusetts Mitt Romney. En este sentido, lo que al inicio de la campaña electoral parecía una cuestión de trámite para el presidente Obama, desde la realización del primer debate el panorama electoral ha cambiado de manera bastante sorpresiva.

Para esta ocasión se formalizó la realización de cuatro debates, tres de ellos se llevarían a cabo entre los candidatos a la presidencia, y el cuarto sería entre los aspirantes a la vicepresidencia. Con este acuerdo llega la fecha del 3 de octubre, día de la realización del primer debate; hasta ese día las simpatías individuales estaban 75 por ciento a favor del presidente Obama y solo 25 por ciento a favor de Romney. Sin embargo el mundo entero fue testigo como el presidente Obama se mostró ante las cámaras impreciso, molesto y ausente, incluso fue acusado por los expertos de usar demasiados tecnicismos que no ayudaron a su causa. En consecuencia, el presidente Obama que llegó a estas instancias con solo cuatro por ciento de ventaja electoral en las encuestas, pierde el primer debate de manera sorpresiva y las tendencias que mostraban las más de 500 encuestas realizadas desde enero y que ponían a Romney debajo de Obama comienzan a revertirse. Ilustradas por el hecho de que según las encuestas, el 62% de los americanos vio a Romney ganador contundente del primer debate, contra el 38 por ciento que manifestó ver ganar al presidente Obama.

Habrá que hacer mención que en el sistema electoral norteamericano no solo se trata de ganar las simpatías y los votos individuales, se trata de "ganar estados para conformar el colegio electoral" (sistema que data desde hace 220 años), su funcionamiento aunque tiene diversos detractores ha transcurrido casi sin sobresaltos. De manera tal que cada estado de la unión Americana tiene un cierto número de electores, los más poblados tienen más que los menos poblados. En cada elección federal el ciudadano deposita su voto y al ganador del voto popular se le acredita el número de electores con que cuenta ese estado y quien cuenta con el mayor número de "electores" es el ganador de la contienda.

En este sentido el número de electores totales es de 538, por lo que el candidato ganador necesita sumar 270 electores. De esta manera a pesar de que las encuestas mostraban que Obama y Romney estaban separados por solo cuatro puntos porcentuales en el voto popular; el hasta ahora presidente Obama aventajaba a su oponente con 290 electores suficientes para ganar con holgura la elección. Pero después del primer debate Obama quedó con solo 263 electores, insuficientes para repetir en el cargo.

El segundo de los debates pactados encontró cifras en la intención del voto popular bastante parejas, para algunas de las encuestas Obama puntea, para otras Romney ya lo superó, pero en lo que todas concordaban era que para esos momentos, sea quien sea el ganador que declaran las encuestas, estadística y tendencialmente el presidente Obama va a la baja y Romney en ascenso. Por eso, al término de este segundo debate, Obama solo tenía seguros 201 delegados electores, Romney 191 y los indecisos llegaron a la suma de 146. Incluso con el tercer debate efectuado el día 22 de este mes, que Obama también gana igual que el segundo no modificó en gran medida la tendencia negativa que arrastra el todavía presidente desde el primer debate.

Por eso en estos últimos días de campaña electoral, las actividades de los candidatos se concentran en los estados con votantes indecisos, que son los que en el argot electoral americano se conocen como los "estados columpios" entre ellos Ohio, Iowa, Wisconsin, Michigan entidades que conforman el cinturón manufacturero e industrial americano y que cuentan con el mayor número de votantes de los llamados blue collar worker´s (trabajadores de cuello azul), empleados de la industria, fábricas y talleres; sector económico que ha resentido la crisis económica americana; más los estados de Florida, Nevada y Colorado.

Al momento las tendencias del voto popular se encuentran dando el empate técnico a los dos candidatos, por lo que se espera que estas elecciones tengan un final de fotografía. Según los análisis Romney mantiene una tendencia al alza, pero nada seguro. Los estados columpios pueden convertirse en la clave de estas elecciones. Para los votantes americanos no importa que el presidente Obama contuviera lo peor de la crisis; importa el hecho de que no ha resuelto el problema del desempleo de más de 12 millones de millones de norteamericanos.
Le queda apelar como ya lo ha reconocido al voto de la comunidad latina y de los jóvenes; incluso esta semana comentó que "estoy confiado en que el próximo año podremos tener una reforma migratoria" seguramente lo hizo para alentar el voto latino a su favor. Romney por su parte capitaliza el descontento americano por el desempleo y espera que esta percepción negativa de la administración de Obama le dé el triunfo. Pasará para el anecdotario de los debates la ocurrencia de Obama cuando Romney criticó las reducciones en el presupuesto de defensa de la actual administración, al afirmar que esas reducciones harán a su país más inseguro y a la marina más pequeña desde 1916. Obama aprovecha el momento y le revira que; "también tenemos menos caballos y bayonetas, porque la naturaleza de nuestro ejército ha cambiado". Rematando que hoy existen los portaviones y los submarinos nucleares. Pero más profundamente y como consecuencia de la crisis económica que hoy sufre Estados Unidos esta serie de debates pasarán a la historia si no porque cambiaron las preferencias electorales en el último momento, si porque están marcando una tendencia hacia el debate nacional sobre los asuntos domésticos, locales y específicos; dejando atrás los temas globales y por lo tanto inaugurando una nueva era en el peso específico de la influencia americana sobre el mundo.

* Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas






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