Los clusters de innovación: Biotecnología ¿nueva oportunidad?

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AGROINDUSTRIA

Los clusters de innovación: Biotecnología ¿ventana de oportunidad? Pablo Bereciartua 1

“We all know what October 12, 1492, means… but Columbus never knew, and we still argue today over just where he landed… It took decades to realize how a new world map would end up changing the balance of power among all countries… Often we do not realize the power of a newly minted map… But grammar schools teaching future generations will recall February 12, 2001, even though we are just starting to explore.” Juan Enriquez, en “As the Future Catches You” * 1| Director ejecutivo, Centro de Estudios Estratégicos para el Desarrollo Sostenible (CEEDS) del ITBA * “Todos sabemos lo que el 12 de octubre de 1492 significa ... pero Colón nunca lo supo, y todavía estamos discutiendo dónde desembarcó realmente... Ha llevado décadas darse cuenta cómo un nuevo mapa del mundo podía terminar cambiando el balance de poder entre las naciones ... A menudo, no nos damos cuenta del poder de un mapa recién acuñado... Pero las escuelas de enseñanza recordarán a las futuras generaciones el 12 de febrero de 2001, a pesar de que estamos recién comenzando a explorar”. Juan Enriquez en “As the Future Catches You”

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1. INNOVACIÓN, REGIONES Y LA SEGUNDA GLOBALIZACIÓN En el último tiempo, ha crecido el debate respecto de por qué crecen algunos países y otros no. Se trata de un debate difícil, dado que el crecimiento es el resultado de una gran cantidad de factores, algunos de los cuales pueden controlarse y considerarse al momento de definir políticas y estrategias tanto públicas como privadas; y otros forman parte del entorno y vienen dados, tal es el caso de los distintos contextos geopolíticos vividos en las últimas décadas, o de la ocurrencia de fenómenos naturales extremos, como sequías e inundaciones. En este marco, sin embargo, hay una serie de conceptos, algunos estilizados pero válidos al fin, que ayudan a descifrar mejor los datos de la realidad y que, analizados, muestran algunos patrones útiles para reflexionar sobre la cuestión del crecimiento de los países más exitosos de las últimas décadas. Entre ellos, quisiera mencionar los siguientes.

LA CLAVE DEL CRECIMIENTO SOSTENIBLE ES LA INNOVACIÓN • El fenómeno del crecimiento económico está cada vez más relacionado con el concepto de competitividad, entendiendo por competitividad a la capacidad que tiene un sistema, por ejemplo un país o una región, de comerciar productos en favorables términos de intercambio. Este hecho, a su vez, se relaciona con dos grandes aspectos del proceso productivo que se lleva adelante en dicho sistema: por un lado, las ventajas comparativas disponibles -tales como mejores materias primas disponibles o mejor ubicación geográfica respecto de la demanda-, y, por el otro, la mayor capacidad de desarrollar ventajas competitivas que se materialicen en propuestas de valor atractivas para el comercio (Porter y otros). • La comparación de datos macroeconómicos entre países muestran que las tradicionales teorías de crecimiento económico, tales como los modelos tipo Solow, no logran explicar las tasas de crecimiento que se observan en la realidad.

En los últimos años, se han desarrollado diferentes teorías para subsanar esas diferencias, que han resultado en lo que actualmente se conoce como modelos de crecimiento económico endógeno (ver, por ejemplo, Jones, Chad, 2002). Un aspecto fundamental que diferencia a ambos tipos de modelos es que la tecnología que estaba considerada como exógena en aquellos modelos -es decir, se consideraba fija y dada desde el contexto-, es considerada una variable endógena y, por tanto, un resultado del propio desarrollo del proceso socio-económico que se quiere representar. En otras palabras, este fenómeno fundamental que se encuentra detrás de los procesos de crecimiento económico más recientes es la capacidad de innovación. El informe del Council on Competitiveness (Porter y otros, 2001) que analiza la evolución de la economía de EE.UU. durante de la década de los 90, llega a demostrar que más de dos tercios (>2/3) de los puntos incrementales de tasa de crecimiento de aquel país durante ese período se debieron a la innovación, tanto tecnológica como de gestión, en los sistemas productivos. • El gran cambio respecto de las nuevas condiciones para llegar al crecimiento es que éste depende de la innovación; y la innovación, por su parte, es el resultado de procesos que pueden ser influenciados mediante políticas y estrategias específicas. Uno de los principales objetivos que debe tener un plan de crecimiento económico para un sistema dado es fomentar el desarrollo de la innovación que sustente mayores niveles de competitividad. • Sin embargo, como sabemos, la innovación no es fruto de un grupo reducido de acciones deliberadas, puramente privadas o públicas, sino que está relacionada con

la interacción y el comportamiento de las instituciones -tanto públicas como privadas- en una dada región, y cómo éstas permiten y promueven el desarrollo de proyectos de riesgo orientados a innovar. A través de datos estadísticos y preguntas a decisores, los indicadores de competitividad que actualmente se realizan, tales como los de World Economic Forum (WEF) o los del International Institute for Management Development (IMD) de Suiza buscan medir estos aspectos. De acuerdo a los resultados de estos indicadores, la Argentina ha continuado descendiendo en su nivel competitividad desde la crisis del 2001. Lo interesante de las nuevas formas de entender el crecimiento es que, si bien se manifiesta y se mide a escala de países (macro), las condiciones que lo permiten tienen que ver con escalas menores, escalas regionales (meso) que promueven el comportamiento innovador de las empresas (micro)

LA INNOVACIÓN ES UN FENÓMENO A ESCALA RACIONAL • De acuerdo con este marco conceptual, esta es la escala en la que se organizan los “clusters” de innovación y es la escala donde se orienta el foco de muchas de las estrategias de crecimiento actuales, entendiendo por “clusters” de innovación a un conjunto de instituciones privadas y públicas, que participan de una cadena de valor dentro de una ámbito geográfico definido, y que, generando economías externas y de especialización, logran competir con productos y servicios en favorables términos de intercambio hacia otras regiones. Si las condiciones macro favorables no existen, entonces no será Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario | 39

De manera que, por el contrario de lo que predijeron algunos respecto del impacto que tendría la globalización en los procesos económicos, lo que se verifica es una creciente relevancia de los procesos locales en las posibilidades de crecer en competitividad, y el hecho de que la distancia continúa siendo un aspecto clave, si ya no tanto en términos físico relativos -gracias a la disminución de los costos de transporte y de comunicación-, sí en otros aspectos que hacen al procesos de innovación productiva.

posible avanzar sobre la mejora de las condiciones regionales, pero aquéllas son sólo condición necesaria y no suficiente para el crecimiento. El peso relativo de las regiones en los procesos económicos se ha incrementado.

LA CRECIENTE IMPORTANCIA DE LA UBICACIÓN Y LA SEGUNDA GLOBALIZACIÓN • ¿Cuál el rol de la globalización en este contexto? El creciente comercio internacional de productos y servicios, así como la movilidad del capital financiero -por ejemplo, a través de la inversión extranjera directa (IED)-, ha llevado a la manifestación de dos visiones antagónicas del mundo. Por un lado, está la posición sintetizada en la postura “the world is flat” (Friedman, 2005), cuya síntesis es que será posible ser competitivo en igualdad de condiciones desde cualquier ubicación o, de modo resumido, que es posible “innovar sin emigrar”. Es cierto que gracias, principalmente, a la revolución de las comunicaciones y la tecnología informática, hay un creciente número de empresas de economías emergentes (por ejemplo de India y China) que han venido insertándose de modo exitoso en complejas cadenas de valor globales, y logrando vender productos y servicios de creciente valor agregado. Sin embargo, los datos muestran que esto lo logran sobre la base de volver más competitivas a sus regiones -tal es el caso de Bangalore o Guandong-, y, de este modo, poder insertarse en las cadenas de valor globales. 40 | Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario

Esta es la posición alternativa manifestada en la tesis “the world is spiky” (Florida, 2005) y que se justifica observando la creciente concentración de la población en áreas urbanas -que actualmente supera al 60% de la población mundial, mientras que era cercana al 25% hacia principios del Siglo XX-; la emisión de luces en el territorio, que sirve de indicador indirecto de la actividad económica; la generación de patentes como indicador indirecto de la actividad de innovación; o la citación de artículos e investigaciones científicas. A modo de ejemplo, y en términos de producción económica, es interesante notar que las diez áreas metropolitanas más grandes de EE.UU. combinadas, serían el segundo país más grande luego de EE.UU. en su conjunto y Japón; o que la economía de Nueva York sola es tan grande como la de Rusia o Brasil; o que, juntando Nueva York, Los Angeles, Chicago y Boston, se tiene una economía más grande que la de China, por ejemplo. Sobre esta base, Florida llega a proponer que el mundo se podría fraccionar en tres tipos de regiones: picos, como las regiones en torno a áreas urbanas que son las que generan las innovaciones; colinas, que serían los centros industriales y de servicios que producen productos maduros, y sirven de sustento de los centros de innovación; y valles, que son los lugares con pocas conexiones con el mundo globalizado y, por lo tanto, pocas perspectivas de desarrollo y crecimiento.

• Así como se puede reconocer una creciente globalización reflejada en la intensificación de los procesos de comercio internacional de productos y servicios, y en la mayor movilidad financiera -por ejemplo, mostrada en el aumento de la inversión extranjera directa (IED)-, más recientemente empiezan a hacerse evidentes aspectos que permiten considerar una Segunda globalización, tales como: - La formación de una mayor cantidad de empresas multinacionales que desagregan geográficamente su cadena de valor en busca de las mayores economías de especialización, - La consolidación de “clusters” de innovación y de producción que, mediante economías externas y de especialización, se vuelven atractivos para integrarse en las nuevas cadenas de valor desagregadas y fragmentadas geográficamente, y que logran generar retornos crecientes a la inversión, - Ambos procesos, derivan en la consolidación de “clusters” regionales de innovación que se transforman en los principales actores globales en determinados rubros de productos y servicios (ej.: software, biotecnología), y cuyo liderazgo, una vez establecido, se vuelve difícil de desafiar.

2. LA BIOTECNOLOGÍA COMO OPORTUNIDAD Y LAS ACTUALES OLAS DE INNOVACIÓN Muchos predicen que vamos hacia un mundo dominado por las biotecnologías, de similar modo a como hoy el

mundo se ha vuelto dominado por las tecnologías digitales. Enriquez (2001), en su reciente libro bestseller en EEUU, muestra de manera creativa, varias de las principales corrientes de cambio vinculadas con la biotecnología y sus posibles impactos en la sociedad del futuro. Los cambios sugeridos son ciertamente dramáticos, y no parece evidente reconocer quiénes ganarán y quiénes perderán en los procesos socio-económicos vinculados con las nuevas tecnologías, productos y servicios. Todavía estaríamos frente a una ventana de oportunidad en la que se están consolidando los principales ¨clusters¨ globales.. En este sentido, la OCDE a través de su International Futures Programme, ha lanzado un proyecto llamado “Bioeconomy 2030: Designing a Policy Agenda”, que resume el posible alcance de los cambios por venir en seis dimensiones: • Salud, medicina regenerativa, tecnologías reproductivas, medicina genómica; • Alimentación, comida con valor agregado, nutrigenómica, seguridad alimentaría; • Agricultura, cultivos genéticamente modificados, animales genéticamente modificados, diagnóstico en base a ADN, biofármacos; • Biocombustibles; • Biotecnología industrial, procesos enzimáticos en manufacturas, gestión de residuos, producción de fibras; • Seguridad: biométrica, tecnologías de biosensores, aplicaciones en la ciencia forense. En la figura 1, se presentan algunos aspectos que parecen diferenciar la ola de innovación de la biotecnología respecto de anteriores olas de innovación, en particular, la de la revolución digital.

• Impacto – Las aplicaciones de tecnologías basadas en ciencias de la vida van a tener consecuencias en muchos otros sectores económicos. Por ejemplo, en los sectores de agricultura y químicos que hasta hace poco estaban vinculados mediante el uso de pesticidas en la producción de cultivos, a través de las tecnologías emergentes se crearán bioquímicos con decreciente toxicidad y mayor efectividad. Asimismo, herramientas basadas en nanotecnologías se utilizarán para una gran variedad de fines en medicina, seguridad y monitoreo ambiental. • Cambios discontinuos rápidos – Las ciencias biológicas están entre los sectores más dinámicos de la ciencia moderna. Descubrimientos en genética, metabolismo, biología sistémica y proteonómica están liderando en la creación de novedosos y eco eficientes productos. Entre tanto, la tasa de descubrimientos e invenciones está progresando junto con un creciente – y global – desarrollo de capital humano e inversiones financieras en biociencias. En muchos casos, las actividades que hasta los 90 eran un esfuerzo científico caro, ahora son de uso rutinario. • El factor humano – A diferencia de muchas otras tecnologías, la mayoría de las biotecnologías involucran a los humanos, tanto sea en el desarrollo, la producción y el consumo. Por esto, los productos deben ser desarrollados en laboratorios seguros, probados en animales y humanos, y, en muchos casos, consumidos directamente por humanos. Los valores individuales y sociales jugarán un rol importante en las decisiones sobre qué tecnologías son exploradas y explotadas. La opinión pública será determinante en esta ola de innovación (seguridad, privacidad, ética).

• Seguridad – La biotecnología puede afectar la salud humana de modo dramático. Las mismas tecnologías que pueden mejorar el bienestar humano, pueden también dañarlo. Resulta imperativo que los temas relacionados con la seguridad sean considerados de modo completo y adecuado para poder aprovechar en forma positiva el enorme potencial de la bioeconomía. • Incremento en la intensidad del conocimiento – Un buen ejemplo de esto es la interrelación creciente en los vínculos entre innovaciones en las ciencias de la vida y la informática. En la actualidad, los datos pueden ser recolectados, almacenados, buscados y analizados de mejor modo y más rápido que un tiempo atrás. Este acelerado aumento de la disponibilidad de información llevará a un notable incremento en la velocidad de los descubrimientos. • Información – Gran cantidad de información sobre las ciencias biológicas está disponible en la actualidad; sin embargo, la complejidad y los problemas vinculados con su confiabilidad, generan desafíos para los investigadores y los industriales. • Altos costos de oportunidad – La innovación en las biociencias requiere de la activa participación y soporte de los gobiernos y la industria. Aquellos países que logren canalizar recursos hacia la inversión en I+D y capital humano, y que adopten políticas orientadas a resolver los desafíos impuestos por los nuevos productos y procesos, tendrán chances de avanzar, crear riqueza para su sociedad y convertirse en líderes en la innovación global. Aquellos que no lo logren, correrán el riesgo de perder los mercados globales, comprometiendo sus posibilidades de crecimiento como países.

¿EN QUÉ SE DIFERENCIA LA BIOECONOMÍA DE OTROS CICLOS DE INNOVACIÓN? • Costos más accesibles – Los costos de las biotecnologías han decrecido notablemente en la década pasada. Por ejemplo, los costos de tratamientos con productos biotecnológicos o de análisis de ADN están ahora disponibles para consumidores en general. Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario | 41

• Todo lo mencionado – Las biociencias ofrecen una combinación de factores que hacen de esta ola de innovación un fenómeno diferente a los anteriores (por ejemplo, la innovación en TI). Los gobiernos deben mapear sus posibilidades a futuro, y compatibilizarlas con las necesidades sociales y económicas que enfrentan, de modo de poder acceder a los beneficios que llevará asociados la bioeconomía. Figura 1. ¿En qué se diferencia la ola de la innovación biotecnológica?. Fuente: OCDE, 2006. The Bioeconomy to 2030: Designing a Policy Agenda.

UN ESQUEMA PARA CLASIFICAR LAS ACTIVIDADES PRODUCTIVAS EN BIOTECNOLOGÍA

y comercializan productos y servicios orientados a diagnosticar y/o tratar enfermedades.

Siguiendo a Sager (2002), las empresas de biotecnología pueden agruparse en cuatro grandes áreas: ADN, proteínas, células y tejidos, y fisiología, según la actividad que realizan. A su vez, cada una de esas áreas puede clasificarse según el objetivo de los productos y servicios que están desarrollando. Estos pueden ser:

• Entender: esta categoría incluye a las empresas de biotecnología que desarrollan, producen y comercializan productos y servicios orientados al análisis de datos, síntesis de información, y extracción de significado de datos biológicos.

• Curar: se trata de las compañías de biotecnología que desarrollan, producen

• Crear: esta categoría incluye a las empresas de biotecnología que desarrollan, producen y comercializan productos y servicios que fabrican nuevas estructuras biológicas que no han existido nunca previamente en la Naturaleza. En la figura 2, se presenta la clasificación de la cantidad de empresas y la clasificación respecto de la taxonomía propuesta. Debe mencionarse que, según se manifestaba en ese trabajo y se puede comprobar con datos más recientes -por ejemplo de patentes biotecnológicas-, el énfasis de las empresas ha ido migrando en importancia hacia la función de “crear”, que es, por otra parte, la más revolucionaria de las tres.

PRINCIPALES “CLUSTERS” BIOTECNOLÓGICOS DE EE.UU. En la figura 3, se presenta un resumen de algunos indicadores de la actividad económica de los principales clusters de biotecnología de EE.UU. Se debe destacar el significado relativo de varios de estos valores, tales como la capitalización de mercado, el número de empleados, o la inversión en I+D. Todos estos valores deben estar basados en instituciones de tipo principalmente regional que los sustenten, tales como mercados de capitales de riesgo, mercados laborales, instituciones de formación de recursos humanos calificados, y marcos regulatorios adecuados. La magnitud de los valores citados muestra la importancia de la actividad para el desarrollo de estas regiones, y también el grado de desarrollo de algunos de estos “clusters”, que les garantizan un liderazgo sostenido durante la ola de innovación en biotecnología actual. 42 | Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario

los ensayos vinculados con calidad de producto o de “segunda generación”, lo siguió Canadá con 23,1%, luego la Unión Europea con el 4,1% y, por detrás, Australia con el 1,5%. Los dos indicadores presentados -generación de patentes biotecnológicas y realización de pruebas de campo de productos de base biotecnológica- ponen en evidencia el claro contraste que muestra la Argentina entre su capacidad para adoptar la biotecnología de modo masivo, y su capacidad para participar como actor relevante en la ola de innovación de biotecnología actualmente en curso.

3. EL DESEMPEÑO RELATIVO DE LA ARGENTINA EN LA OLA DE INNOVACIÓN DE BIOTECNOLOGÍA LA ACTIVIDAD BIOTECNOLÓGICA DE LA ARGENTINA COMPARADA La Tabla 1 presenta un conjunto de indicadores agregados relacionados con la actividad de biotecnología de la Argentina comparada con EE.UU. y con Europa, con datos estimados para los años 2002/2003. Participación menor en la producción de patentes biotecnológicas internacionales Como se presenta en las Tablas 2, la Argentina tiene una participación muy escasa en la generación de patentes biotecnológicas a nivel internacional e incluso a nivel regional. Esta baja participación relativa se vuelve aún más extrema si se compara con la capacidad de adopción masiva de productos de base tecnológica que ha tenido la Argentina, por ejemplo, mediante su complejo agroexportador.

PRUEBAS DE CAMPO DE PRODUCTOS BIOTECNOLÓGICOS Por contraste con su alta participación como usuario de productos biotecnológicos según se manifiesta, por ejemplo, en el porcentaje de tierra arable destinado a la producción de cultivos genéticamente modificados que la ubica en primer lugar

mundial con 61.3% seguido por EEUU (28.7%) y Brasil (15.9%), resulta notable la baja participación de la Argentina en el desarrollo de innovaciones vinculadas con productos biotecnológicos para la agroindustria. Un indicador relativo para considerar en este sentido son las pruebas de campo de nuevas variedades de plantas genéticamente modificadas. Este indicador presenta un modo relativo de considerar innovaciones que han superado la fase de invernadero o laboratorio, y que están más cercanos a la fase de comercialización, en tiempos estimados de dos a seis años desde el inicio de las pruebas (OCDE, 2006). Las pruebas de campo, en el área de la biotecnología agrícola, se clasifican en cinco categorías: características agronómicas, calidad de productos, tolerancia a herbicidas, resistencia a pesticidas y otros. Mientras que en los 90 una mayoría de las pruebas fueron orientadas a la tolerancia a herbicidas y la resistencia a pesticidas, recientemente se viene desarrollando una “segunda generación” más vinculada con el aumento de la calidad de los productos obtenidos. Esto tiene que ver con un mayor interés en el uso comercial directo de la biotecnología agrícola. En este contexto, según datos del 2002 al 2004 (UNU-Merit, 2006), EE.UU. realizó más del 50% de las pruebas en todas la categorías mencionadas, llegando a más del 80% para el caso de

4. ¿UN CAMINO POSIBLE U OTRA OPORTUNIDAD PERDIDA? La biotecnología es uno de los sectores más dinámicos y con mayor tasa de crecimiento de la economía mundial. La Argentina, por su parte, tiene importantes ventajas comparativas para desarrollar mayor competitividad y lograr insertarse, de manera exitosa y en favorables términos de intercambio, en los mercados globales. Para hacer esto, es necesario contar con una estrategia que posibilite definir las mejores políticas y acciones para aprovechar las significativas oportunidades aún abiertas (principalmente asociadas a la ventana de oportunidad relacionada con la definición de las cadenas de valor de biotecnología a nivel global), utilizando las fortalezas relativas (principalmente, su gran capacidad de adopción de biotecnologías de modo masivo en el complejo productivo, y su rica trayectoria y potencial en recursos humanos calificados), superando las actuales debilidades (principalmente asociadas con la falta relativa de financiamiento de capital de riesgo; la presencia débil aunque creciente del Estado en fomentar políticas de largo plazo; la presencia de instituciones percibidas como débiles e inciertas, tales como la Justicia o la protección del derecho de propiedad intelectual), y la evaluación y neutralización de las amenazas (principalmente relacionadas con la resolución de las barreras al comercio y de los tratados de comercio internacional sobre organisRevista de la Bolsa de Comercio de Rosario | 43

emprender caminos de crecimiento y desarrollo sostenible que no supo aprovechar. Para esto, basta pensar en las varias tecnologías y sectores productivos (por ejemplo: aviones jets, energía nuclear o biología) que lideró en su momento, y en los que no supo consolidarse como relevante jugador a escala, primero, internacional y, luego, global. Este parece ser el desafío actual en la biotecnología.

mos genéticamente modificados; la falta de participación activa y de presencia en el juego de las innovaciones de base biotecnológica y la consecuente posición de adoptantes de tecnologías; así como el potencial desarrollo de productos y servicios competitivos de los propios).

- Como puede apreciarse de los datos presentados, la Argentina es el país con mayor desproporción relativa entre su capacidad de adopción de productos biotecnológicos y su capacidad de generación de productos de base biotecnológica.

En este sentido, quisiera remarcar tres grandes líneas de acción a considerar en posibles ejercicios de planificación estratégica para el sector, y para el desarrollo de potenciales “clusters” de innovación en biotecnología en el país:

- Existen en el país varios complejos productivos que en los años recientes han avanzado de manera concreta sobre su “encadenamiento hacia adelante”, tal es el caso de la gran capacidad de procesamiento de soja en la zona Rosafe, y la capacidad de producción de aceites y harinas derivadas; sin embargo, no ha pasado lo mismo con su “encadenamiento hacia atrás” y, en particular, con su vinculación con el sistema de I+D.

• La importante posibilidad de utilizar la gran demanda derivada de ser uno de los principales adoptantes de productos biotecnológicos para desarrollar empresas innovadoras de base local que se orienten, primero, a sustituir importaciones y, luego, a exportar productos de base biotecnológica. - En términos muy generales, y a modo de ejemplo, para el caso de semillas transgénicas esta demanda derivada se puede estimar en el orden de novecientos millones de dólares anuales. - Sin embargo, el tamaño de la oportunidad es muy superior a éste, dado que esta vinculación también podría extenderse a otros sectores que utilizan la biotecnología, y lo harán presumiblemente con creciente intensidad a futuro -tal es el caso de la industria del vino o de los frutales, por ejemplo-. • La necesidad de promover en un grado muy superior al actual la actividad de I+D relacionada con la biotecnología, así como el fomento de vínculos entre ésta y la actividad empresarial privada. 44 | Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario

- Además de las limitaciones respecto de su posibilidad de inserción competitiva en cadenas globales, esto debe también ser considerado una potencial amenaza, en la medida que la Argentina pierda su capacidad de control respecto de las reglas y las innovaciones que afectan a su propia posibilidad productiva. • El fomento de una alianza estratégica entre instituciones claves (gobiernos, universidades, empresas privadas, asociaciones civiles involucradas) para promover un ejercicio de planificación estratégica que permita analizar escenarios para el desarrollo del potencial “cluster”, delinear las líneas de acción estratégica y comprometer las acciones necesarias para su implementación. La Argentina ha tenido frente otras oportunidades significativas en el pasado para

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