Domingo 24 de octubre de 2010
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Los caracoles del género Oliva en Xochicalco EMILIANO RICARDO MELGAR TÍSOC
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os materiales de concha fueron uno de los bienes de prestigio más apreciados por los grupos mesoamericanos, en especial en los sitios alejados de las costas, debido a su carácter foráneo, lejano, raro y/o exótico. Por ello, es comprensible que en Xochicalco, un importante sitio amurallado del Epiclásico (600-900 d.C.) del Centro de México, fueran halladas más de dos mil piezas de moluscos arqueológicos, la mayor parte de ellos marinos. Sin embargo, no deja de llamar la atención esta gran cantidad de materiales malacológicos, tomando en cuenta que el sitio se encuentra emplazado sobre una serie de cerros y lomeríos en el Valle de Morelos a más de 200 km de las costas del geométricas en los contextos más Océano Pacífico y a más de 300 tardíos. Debido a estas caracterískm de las del Golfo de México. ticas temporales y espaciales, se Además, estas distancias debie- volvió relevante determinar qué ron incrementarse debido a las especies fueron empleadas, de prominentes estribaciones monta- qué litoral provenían y qué tipo ñosas entre el sitio y las costas y a de objetos elaboraron con ellas. que las rutas de circulación entre el litoral y el Altiplano Central de Taxonomía y tipología México seguían los cursos de los ríos. Ello debió incrementar su El análisis de los materiales de valor y estima, pues la mayoría concha comprende la identificade los moluscos estaban depo- ción taxonómica de las especies, sitados en ofrendas y entierros para determinar si su origen es de las estructuras principales, así de las costas del Pacífico o del como en acumulaciones producto Caribe. Para ello se utilizó bibliodel saqueo y destrucción del área grafía especializada, además de más importante del asentamiento consultar las colecciones de refeantes de ser abandonado hacia el rencia de moluscos de la Subdi900-1000 d.C. rección de Laboratorios y Apoyo De entre ellos, destacan los Académico del INAH en la Ciupendientes de caracol del género dad de México. Y finalmente Oliva por tratarse de los más contamos con la asesoría de esantiguos adornos malacológicos pecialistas en el tema como las ofrendados, así como por pre- Biólogas Belem Zúñiga Arellano sentar la distribución más amplia y Norma Valentín Maldonado, así dentro del sitio y ser los únicos como del Arqueólogo Adrián Veobjetos reciclados y reutiliza- lázquez Castro. Adicionalmente dos para elaborar incrustaciones se efectuó un análisis tipológico,
Figura 1. La diversidad de especies de caracoles Oliva en Xochicalco: O. splendidula (a), O. sayana (b), O. porphyria (c), O. incrassata (d) y O. julieta (e)
basado en aspectos morfológicos y funcionales, que permite establecer aspectos culturales, que se detallan más adelante. Así, de las 282 piezas del género Oliva que fueron analizadas, se identifican cinco especies (Figura 1), cuatro de la provincia malacológica Panámica-Pacífico (Oliva julieta, O. incrassata, O. porphyria y O. splendidula) que abarca desde el Mar de Cortés hasta el norte de Perú, y una de la Caribeña (Oliva sayana) que incluye parte del Golfo de México y Florida, las Antillas Mayores y Menores hasta el norte de Brasil. En cuanto a los objetos (Fi-
gura 2), éstos se clasificaron en dos usos: ornamental y productivo; tres categorías: pendientes, pendientes reutilizados e incrustaciones; dos familias, basadas en la preservación de la forma natural de la concha: la automorfa, donde la forma preserva y xenomorfa, cuando se pierde; así como trece tipos, basados en la integridad de la concha y las formas que se les dan: completo, sin ápex, sin media espira, sin espira, medio caracol, cuadrangular, rectangular, triangular, trapezoidal, banda curva, diente, excéntrico y no determinable. Relacionando la especie con
Figura 2. La diversidad de piezas de caracoles Oliva en Xochicalco: pendientes de O. julieta sin espira (a), espiras cortadas de O. porphyria (b), pendiente de medio caracol de O. sayana (c), residuos de pendientes reutilizados de O. porphyria (d-f) y pendientes automorfos completos de O. porphyria (g)
el tipo de objeto, su distribución fue la siguiente (Figura 3): En la Pirámide de las Serpientes Emplumadas, el edificio más conocido de Xochicalco ubicado en la Plaza Principal, se encontraron 53 pendientes automorfos completos con calado circular (50 de Oliva porphyria, 2 de O. incrassata y 1 de O. julieta) a manera de sartales (Melgar 2007:84-90). Estos formaban parte de las ofrendas asociadas a entierros secundarios de la etapa A, con un fechamiento relativo de 600 d.C., que se hallaron ubicados debajo del piso y a veces pigmentados con cinabrio a manera de sellos rituales. En la Plaza de la Estela de los Dos Glifos se recuperaron 51 pendientes de Oliva porphyria, que comprenden 49 completos con calado circular, uno sin ápex con perforación cónica y el último sin espira con perforación cónica. Se localizaron en las ofrendas de los dos templos de “estilo teotihuacano” que flanquean la plaza en sus lados este y oeste. También cabe señalar que había un fragmento de pendiente reutilizado de Oliva porphyria. En la acumulación producto del saqueo y abandono de la Estructura G6 de la Plaza Principal se recuperaron 26 fragmentos de pendientes reutilizados (20 de Oliva porphyria y 6 que sólo se identificaron hasta género (Oliva sp.). En la entrada sur del asentamiento, conocida como el Sector de los Bastiones, fueron encontrados en dos estructuras algunos objetos suntuarios de concha, la mayoría de ellos únicos o inusuales con respecto al resto del sitio (Figuras 2a y 2c). Por un lado, en la Estructura E1 f
el tlacuache 439 e Oeste fueron recuperados cuatro pendientes automorfos (dos de Oliva julieta sin espira y con perforación cuadrada, uno de O. porphyria sin media espira y calado circular y el último de O. sayana al que le fue cortado medio caracol y tiene perforación cónica), una incrustación rectangular de pendiente reutilizado y tres fragmentos de pendientes reutilizados. Por el otro, en la E1 Este sólo se encontró una incrustación cuadrangular. En la Estructura 2, una pequeña plataforma ubicada a un lado de la calzada prehispánica que comunica al Museo de Sitio con el Cerro Xochicalco, fueron recuperados 14 fragmentos muy deteriorados de pendientes automorfos (12 de Oliva porphyria, uno de Oliva sayana y uno de Oliva sp.). Cinco tienen calado de forma circular, cinco más tienen perforaciones cónicas y otras cuatro perforaciones acanaladas. También se encontraron 29 fragmentos de pendientes reutilizados (26 de Oliva porphyria y 3 de Oliva. sp.). En el altar del Sector I se hallaron 7 pendientes automorfos enteros y 4 fragmentos (8 completos con calado circular, 2 sin espira y con perforación acanalada y uno no determinable con perforación cónica). En la zona central del Sector A en la entrada al observatorio astronómico solamente se recuperó un pendiente automorfo sin espira y perforación acanalada en Oliva splendidula. En el Sector E se encontró sólo un pendiente completo con calado circular en Oliva porphyria. En las dos acumulaciones de materiales del Sector B (Elementos 1 y 77) y el azolve del drenaje del Sector A, todas producto del saqueo y abandono de la Acrópolis, hay cuatro fragmentos de pendientes automorfos de Oliva porphyria con perforaciones acanaladas, así como 13 incrustaciones completas y 5 fragmentadas (7 rectangulares, 5 triangulares, 2 cuadrangulares, 1 trapezoidal, 1 excéntrica, 1 en forma de banda curva, 1 en forma de diente) y 59 fragmentos de pendientes reutilizados (58 de Oliva porphyria y 1 de Oliva sp.). Y en el interior de los cuartos de la Acrópolis fueron recuperados 5 fragmentos de pendientes reutilizados. Reflexiones finales
Como hemos podido apreciar, los pendientes automorfos hechos en el género Oliva, como
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bienes de prestigio, fueron los más antiguos objetos de concha ofrendados en Xochicalco, la mayoría procedentes de las costas del Océano Pacífico. También llama la atención que los pendientes Oliva fueron los únicos objetos de concha reutilizados en el sitio. Quizás este patrón se trate de una desacralización de los pendientes como insignias de los guerreros, ya que como lo han señalado los Arqueólogos Silvia Garza y Norberto González, en los últimos años antes del saqueo e incendio final del sitio existieron graves conflictos entre los grupos dirigentes, destruyendo durante este proceso varios de los objetos que representaban el poder y ocultando con gruesas capas de estuco todos los relieves y lápidas con iconografía. Agradecimientos
Este trabajo no hubiera sido posible sin el apoyo, consulta y asesoría de los arqueólogos encargados del Proyecto Xochicalco, Mtro. Norberto González Crespo y Mtra. Silvia Garza Tarazona, así como al Dr. Adrián Velázquez Castro por su asesoría sobre el análisis de los objetos de concha.
Figura 3. Localización de las estructuras de Xochicalco que tienen objetos del género Oliva
Emiliano Ricardo Melgar Tísoc es investigador del Museo del Templo Mayor, México y colaborador del Proyecto Xochicalco, Centro INAH-Morelos. Para leer más: • Garza Tarazona, Silvia, y Norberto González Crespo, 1998 “La Pirámide de las Serpientes Emplumadas”, Arqueología Mexicana vol. V, núm. 30, México, INAH-Raíces, pp. 22-25. 2005 “Un Marcador en Xochicalco, Morelos”, en Antonio Benavides, Linda Manzanilla y Lorena Mirambell (coords.), Homenaje a Jaime Litvak, México, INAH-UNAM, pp. 195-203. 2006 “Cerámica de Xochicalco”, en Beatriz Leonor Merino Carrión y Ángel García Cook (coords.), La producción alfarera en el México antiguo. Volumen III. La alfarería del Clásico tardío (700-1200 d.C.), México, INAH, pp. 125-159, (Colección Científica 502). • Melgar Tísoc, Emiliano Ricardo 2007 “Las ofrendas de concha de moluscos de la Pirámide de las Serpientes Emplumadas, Xochicalco, Morelos”, Revista Mexicana de Biodiversidad 78, México, Instituto de Biología-UNAM, pp. 83-92. 2009 La producción especializada de objetos de concha en Xochicalco, Tesis de Maestría en Antropología, México, IIA-FFyL/UNAM.
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