Los campos de trabajo republicanos: una nueva forma de reclusión penintenciaria

El estallido del golpe de estado del 17 de julio de 1936 provocó la creación de una ingente cantidad de población reclusa que superpobló las cárceles de todo el país. El Gobierno republicano, con el ministro de Justicia José García Oliver como impulsor, creó una nueva institución penitenciaria para aliviar este exceso de población reclusa en las prisiones: los campos de trabajo. Con ellos se promocionó la redención de los penados a través del trabajo que a partir de ese momento se dedicarían a la realización de obras como la desalinización de terrenos, la construcción de canales de riego, carreteras, etc. La intención de este capítulo es abordar el caso de San Vicente del Raspeig (Alicante), donde se estableció un campo en marzo de 1938 que se dedicó exclusivamente a la construcción de refugios antiaéreos. Dependiente del Reformatorio de Adultos de Alicante, esta institución penitenciaria se nutrió de presos aptos para el trabajo físico y con penas que pocas veces se extendían durante más de tres años. Este destacamento de penados fue renovándose a lo largo de la guerra, aunque algunos presos, como Cayetano Luca de Tena, se mantuvieron hasta el final del conflicto.