Los Caballeros del Santo Sepulcro

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COURET, Comte Alphonse: “L’Histoire de L’Ordre du Saint Sepulchre”, pág. 465 y ss. Herluison Ed. París 1987. GAUTIER, León: “La Chevalerie·, Paris, 1895, reedición de Pardés Editeurs, Puisseaux (France), 2000, pág,. 253 3 TYR, Guillaume de, “Historia Rerum Transmarinum”, lib. X, Cap. XIII - Cartulaire du Saint-Sepulcre, nº 98, folio 193. Archivo de la OCSS. Basílica de San Francisco, Madrid. 2

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(Peregrinos). Se recoge que los reyes delegaban su mando

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TAVIN, Andrés, “Le Théatre d’Honneur et la Chevalerie”. Paris (Francia), 1620. Archivo de la Orden del Santo Sepulcro, Basílica de San Francisco, Madrid 5 VELA, Carlos y QUINTANA, Manuel José, “Historia de la Real y Pontificia Orden del Santo Sepulcro”, folio 42: Librería Americana, Madrid 1885. Archivo de la Orden del Santo Sepulcro, Basílica de San Francisco, Madrid. 6 VALERO DE BERNABÉ, Luis: Vide lo concerniente a La Milicia Sepulcrista, en el Historia de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, págs. 46 y ss.

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surgiendo así los llamados Caballeros Peregrinos. Tenemos testimonios de peregrinos cristianos llegados a Jerusalén, bajo la tolerancia de los gobernantes islámicos, y que una vez allí se cruzaban caballeros del Santo Sepulcro, surgiendo así los llamados Caballeros Peregrinos. 3.- Se inicia así una tercera Fase Peregrina que transcurre ya en Europa, entre los años 1.291 y 1.847. Aunque si bien durante unos años se interrumpieron todos los cruzamientos de caballeros en la Jerusalén, en poder del Islán, éstos volverían a reiniciarse gracias a la Custodia Franciscana que por su mansedumbre y persistencia había conseguido el permiso del Sultán para establecerse en Jerusalén. Su actuación se 7

PASINI-FRASSONI, Conde, “Histoire de l’Ordre du Saint-Sepulcre de Jérusalem”, págs. 849 y ss.. College Heraldique, Roma, 1871.

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vio facilitada cuando los reyes de Nápoles, Roberto de Anjou y Sancha de Aragón, compraron en el año 1323 al sultán los derechos de propiedad perpetua del templo del Santo Sepulcro por la exorbitante cifra de diecisiete millones en monedas de oro. Todo ello reforzaría la labor de los franciscanos en Tierra Santa, cuyo Custodio fue encargado por el papa Clemente VI, mediante la Bula Gratias Agimus (Demos Gracias), de asumir las funciones del ausente Patriarca Latino y con ello la función de investir caballeros sepulcristas, lo que permitió reanudar los cruzamientos de caballeros que realizarían hasta el año 1847. En unos casos se recibía la caballería por primera vez, mientras que en otros se renovaba la caballería ya recibida. El Custodio sería también el que ejercería como Gran Maestre de la Orden del Santo Sepulcro hasta que en 1496 el Papa Alejandro VI asumió en Gran Maestrazgo

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Tierra Santa.

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