Los almacenes franceses en Guadalajara, Jalisco, Mex.

October 2, 2017 | Autor: B. Camacho Ornelas | Categoría: historia de Guadalajara
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Descripción

Los almacenes franceses en Guadalajara.
El comercio moderno y la industrialización del estado se vieron en aumento por distintas clases extranjeras que habían llegado con el propósito de asentarse definitivamente en México, entre ellos alemanes, franceses, españoles, japoneses y estadounidenses.
Los franceses procedentes de Barcelonette constituían el grupo regional más exitoso de México desde la segunda mitad del siglo XIX. Su habilidad para adaptarse a las pautas comerciales de país y para aprender el idioma los hizo eficientes y confiables distribuidores.
La inmigración francesa de las primeras décadas del siglo XIX llegada desde el Golfo se dispersó por todo el centro y occidente de México, llegada que inició con una nueva etapa de comercio e industria. Aquellos Barcelonettes que no habrían de asentarse en la ciudad de México eligieron a Guadalajara como un importante centro de distribución donde ninguna otra ciudad podría hacerle competencia.
En el periodo de 1900-1904, las familias extranjeras residentes en Guadalajara con compañías de propiedad como los Martínez Negrete, Palomar, Fernández del Valle, Somellera y Olasagarre fueron dejando en manos de accionistas y socios franceses las actividades económicas más importantes de esa época: la industria y el comercio.
Es así como a principios del siglo XX la ciudad tapatía contaba ya con varios de los almacenes de ropa más importantes del país, entre ellos "La Ciudad de México" de L. Gas y Cía, las "Fábricas de Francia" de Fortoul, Bec y Cía., "La Ciudad de París" de Bellon Agarreca y Cía, "La Ciudad de Londrés" de E. Lèbre y cía. Y "El Nuevo Mundo" de Caire y Tirán.
Las compañías francesas designaban a uno de sus miembros para que fuera a Europa y se estuviera allá por tiempos prolongados, con el fin de comprar mercancías y mandarlas a sus filiales en Guadalajara, hacer operaciones financieras de todo tipo y procurar nuevos negocios, según su capacidad y su interés, todos los gastos de su estancia eran cubiertos por las compañías establecidas en Guadalajara.
Las firmas comerciales o compañías francesas en Guadalajara estaban además relacionadas entre sí por la Compañía Industrial de Guadalajara, esto es, una rama de capital francés que era dueña de las principales fábricas del estado. Los empresarios franceses no sólo incursionaron en el ramo de la producción y comercialización de textiles, sino que también en la banca, en la especulación con bienes raíces y en la generación de energía eléctrica para el alumbrado público y doméstico, con la representación mayoritaria en las acciones de la "Compañía Hidroeléctrica e Irrigadora de Chapala", y hasta se aventuraron en la exploración y explotación de petróleo formando la compañía "La Fortune", para explorar en el estado de Veracruz.
Uno de los almacenes más importantes en tradición comercial lo es "Las fábricas de Francia", que se ubicó en las antiguas calles de El Carmen y San Francisco (lugar que siempre ha ocupado este almacén hasta nuestras fechas), inaugurado por Disiderio Bonnafoux, León Fortoul, Adrián Berlie y José Chapuy entre 1876 y 1879 abrió sus puertas en Guadalajara pocos años después en un edificio de cuatro pisos proyectado por el ingeniero alemán Ernesto Fuchs – mismo quien proyecta la Colonia francesa y el antiguo mercado Alcalde-. El interior sumamente lujoso tenía un gran mostrador de madera con hermosos tallados y una escalera de dos entradas sobre el cual colgaba un gran candil europeo.
La ubicación de este almacén ya mencionado estaba intencionada por la cercanía con otras tiendas del mismo tipo, así "La Ciudad de México" estaba en la esquina norponiente de San Francisco y la actual Pedro Moreno, "La Ciudad de París" en el portal Hidalgo frente Plaza de Armas, "El Nuevo Mundo" en la esquina suroriente de Pedro Moreno y Corona, ocupando un edificio art nouveau que aún está de pie, y "La Ciudad de Londres" ubicada en la esquina suroriente de Corona y López Cotilla también en un edificio aunque modificado aún en pie.
El éxito y la buena fortuna acompañaron a "Las Fábricas de Francia" durante la década de 1890, eso se debió seguramente a la buena administración de la empresa por parte de sus socios directivos y a la prosperidad que en términos generales se presentaba en todos los rubros sociales y económicos gracias al gobierno de Díaz y a los gobiernos locales en el estado de Jalisco.
La caída de algunas firmas de barcelonettes significó pérdidas cuantiosas de capital extranjero, si bien la mayoría de estas empresas francesas no ha desaparecido en México, Guadalajara aún se puede lucir con tiendas de ropa que remontan un auge industrial del siglo XIX, en donde la época del porfiriato muestra las claras ventajas del progreso histórico en la ciudad tapatía que fue centro de interés comercial de uno de los países mejor vistos en el siglo XX; Francia.
Bibliografía:
Martínez Réding, Fernando. Los Tapatíos, un modo de vivir. Guadalajara, Ayuntamiento de Guadalajara, 1991.
pp. 238-239.
Sergio Valerio Ulloa, Empresarios extranjeros en Guadalajara durante el Porfiriato, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2002
Pérez Siller Javier, et al. México Francia, Memoria de una sensibilidad común, Vol. II, 2004

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