Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV

July 10, 2017 | Autor: Amparo Rubio | Categoría: Historia de la fiscalidad medieval
Share Embed


Descripción

LOS AGENTES FISCALES DEL REINO DE GALICIA A FINES DEL SIGLO XV* Amparo Rubio Martínez Universidad de Valladolid Abstract: This paper offers a prosopographical study that analyses the life and professional career of the group of financiers and businessmen involved in the farming of royal taxes of the kingdom of Galicia during the reign of the Catholic Monarchs. Attention is paid to three main groups of tax farmers: the one composed by native Galician tax farmers, which had a greater presence in the early years of the reign, the one composed by the group of Jews and «converses», which played a prominent role from the mid-eighties, and finally that of Castilian financiers, who took over the farming of royal taxes of the Kingdom of Galicia from the mid-nineties to the last years of the reign. The paper concludes with a detailed list of tax farmers organised by years and fiscal districts. Keywords: Royal finances; real rents; Galicia; business people; 15th century; Catholic Monarchs.

INTRODUCCIÓN En los últimos años, una parte de la historiografía gallega se ha referido al reinado de los Reyes Católicos en Galicia como un periodo de ruptura con respecto a la etapa anterior, que supuso la pérdida de cierta autonomía de la que habrían gozado las ciudades del reino con anterioridad al movimiento irmandiño. En esta línea, algunos autores se han referido también a un proceso de renovación del personal que servía las instituciones del reino de Galicia, en el que una serie de oficiales reales, procedentes de Castilla y designados por los nuevos monarcas, habrían venido a sustituir a los oficiales gallegos1. Contra este planteamiento, investigaciones más recientes vienen poniendo de manifiesto que lo que se produjo no fue exactamente un proceso de renovación de los oficiales reales que servían a la administración regia en el reino de Galicia, sino más bien un fenómeno de coexistencia entre ciertos oficiales traídos de Castilla y los propios o autóctonos del reino de Galicia. Esta coexistencia de personal foráneo y autóctono se evidencia de manera clara en el caso de los arrendadores de impuestos, que si bien no pueden ser considerados como tales oficiales reales al servicio directo de la administración regia, sí es posible afirmar que desempeñaron un papel crucial al servicio de la hacienda regia, en la medida que trataron de asegurar los ingresos de *   El presente artículo se inscribe en el marco del proyecto de investigación: «Linaje, parentela y poder: la pirámide nobiliaria gallega (siglos XIII al XV)» (I) Ref. HAR2010-18378 que se lleva a cabo en el Instituto de Estudios Gallegos «Padre Sarmiento», cuyo investigador principal es el Dr. Eduardo Pardo de Guevara y Valdés, y del subproyecto «Poder, sociedad y fiscalidad en el entorno geográfico de la Cornisa Cantábrica en el tránsito del Medievo a la Modernidad» Ref. HAR2011-27016-C02-01 integrado en el proyecto coordinado «Poder, sociedad y fiscalidad en la Corona de Castilla. Un estudio comparado de la meseta norte y de la cornisa cantábrica en el tránsito del medievo a la modernidad» Ref. HAR2011-27016-C02-00, y desarrollados en el marco de la red temática de investigación cooperativa Arca Comunis. 1  López, 2005: 417-429.

118

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

la Corona, ocupándose también de hacer frente a los gastos, que variaban en función de las necesidades de la monarquía de cada año. Así, en un periodo aproximado de treinta años que coinciden con el reinado de los Reyes Católicos, intervienen en el arrendamiento y recaudación de las rentas reales del reino de Galicia tres grupos de arrendadores mayores bien diferenciados; en primer lugar el que componen los hombres de negocio y financieros propios del reino de Galicia, que ejercen un claro predominio durante los primeros años del reinado, en segundo lugar el grupo formado por judíos, primero, y conversos después, que jugará un papel decisivo a finales de los años ochenta y principios de los noventa, y por último, un poderoso grupo de financieros castellanos que intervienen durante todo el reinado, si bien su actividad se intensificará notablemente en los últimos años. El trabajo que aquí presentamos pretende ofrecer una visión, todavía incompleta, acerca de los agentes fiscales que intervinieron en la gestión de las rentas reales del reino de Galicia, tratando de explicar, en la medida de lo posible, las causas que llevaron a algunos de estos arrendadores a monopolizar las rentas de un mismo partido fiscal durante periodos de tiempo prolongados y tratando de establecer, asimismo, los vínculos e intereses comunes que compartían muchos de ellos, el beneficio económico que obtenían de estas actividades y la reinversión de estos beneficios en otras operaciones, algunas vinculadas a la actividad comercial, desarrollo de cargos relacionados con la gestión y administración de haciendas señoriales y eclesiásticas etc.. Con todo, el presente trabajo no pretende llevar a cabo una reconstrucción exhaustiva de la trayectoria vital y profesional de cada uno de estos hombres de negocio, pues excedería con mucho los objetivos aquí propuestos, sino que se limita a analizar algunos aspectos relacionados con su participación en el negocio fiscal y las relaciones que mantuvieron con otros financieros de su tiempo. Por razones obvias, no es posible abordar en este trabajo el estudio de todos y cada uno de los agentes fiscales que intervinieron en el arrendamiento y gestión de las rentas reales de este período. Por consiguiente, nos limitaremos a analizar la trayectoria de aquellos que creemos que tuvieron una participación más relevante en el negocio financiero. I.  LOS ARRENDADORES DE RENTAS REALES EN EL REINO DE GALICIA: UNA VISIÓN GENERAL Como señalábamos anteriormente, los arrendadores y recaudadores mayores de las rentas reales no pueden ser considerados como tales oficiales reales al servicio directo de la administración regia. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que este grupo de arrendadores conformaban una tupida red social que gestionaba las rentas en beneficio de la Hacienda Regia, aunque es indudable que en la mayor parte de las ocasiones, la actuación de estos agentes del fisco se vio determinada por su propio interés y beneficio personal, teniendo en cuenta que el sistema de arrendamiento con sus diferentes tipos de pujas e incentivos económicos que facilitaba el propio procedimiento, les permitía obtener un margen de beneficios más que considerable. Un análisis general sobre la nómina de arrendadores que intervinieron en la gestión de las rentas reales de estos años, nos permite adelantar ya algunos de los principales rasgos que definen a los arrendadores mayores que se hicieron cargo de las rentas reales en el reino de Galicia. Así por ejemplo, se comprueba que durante los primeros años del reinado hay una presencia destacada de arrendadores oriundos del reino de Galicia que va a ser sustituida, a medida que avanza el reinado y el volumen

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

119

de ingresos se incrementa, por otros financieros y destacados hombres de negocios que contaban ya con una trayectoria destacada en los principales partidos fiscales de la Corona de Castilla. Pero, por otra parte, se observa como el grado de participación de arrendadores autóctonos o foráneos en los distintos partidos fiscales del reino de Galicia varió en función de la condición jurídica que definía el territorio, de manera que en los partidos fiscales sujetos a una fuerte dependencia señorial, se observa una presencia destacada de arrendadores vinculados a éstos poderes señoriales. Así sucedía en el partido fiscal de Santiago, en el que el principal arrendador de las rentas reales, Ruy Martínez de Carballido, pertenecía a una familia que durante años había estado vinculada al servicio de los arzobispos compostelanos. Por el contrario, en las principales villas y ciudades de realengo, así como en aquellas que, situándose en principio bajo la jurisdicción señorial, pasaron posteriormente al realengo, se detecta un claro predominio de arrendadores y financieros castellanos, quizá como un mecanismo propuesto desde la Corona con el fin de garantizar la recaudación de los ingresos para la Hacienda Regia. Esta situación es la que se daba en el caso del partido de Viveiro, en el que la propia villa de Viveiro, habiendo pertenecido en origen al señorío del obispo de Mondoñedo, adquiría en 1477 la condición de realenga, pasando sus rentas a partir de este año a formar parte de los ingresos que con carácter habitual recaudaba la Hacienda Regia. Y lo mismo sucedía en el caso de la realenga Coruña o en el de los lugares confiscados al conde de Lemos en los obispados de Lugo y Mondoñedo, en los que desde finales de los años ochenta arrendaban las rentas arrendadores procedentes de la zona de Madrid y Castilla la Nueva2. De los tres grupos de arrendadores mencionados, el primero de ellos estaba compuesto por reconocidos financieros y hombres de negocios procedentes del reino de Galicia, que alternaban, en muchos casos, la actividad comercial con el arrendamiento y recaudación de las rentas reales. Entre ellos se cuenta, por ejemplo, a Alonso de Carballido, mercader reconocido en la zona de Betanzos y Coruña, o su hijo Ruy Martínez de Carballido, que entre los años 1482-83 controlaría las rentas de casi todo el reino de Galicia. Y en él se incluiría también el célebre notario santiagués, Lope Gómez de Marzoa, del que sabemos que tomó parte en varias operaciones comerciales y que era propietario de una nao en algún puerto del reino de Galicia, además de la activa participación que presenta en el arrendamiento y recaudación de las rentas reales de estos años. Dentro de este primer grupo, la familia Cruu es otra de las que van a tener mayor peso en el arrendamiento al por mayor de las rentas del arzobispado de Santiago. En este caso, serán al menos dos de sus miembros –Gómez Cruu y Pedro Cruu–, los que participen activamente en el negocio financiero, además de su reconocida dedicación, durante las décadas centrales del siglo XV, a la actividad comercial por el mediterráneo. Del mismo modo, el escudero orensano, Gutierre de Sandoval, desarrollará una   Las rentas de los lugares confiscados incluían las alcabalas de Sarria, Castro de Rei y Otero de Rei, los derechos de las escribanías de los alfoces de Otero de Rei y Castro de Rei, con los portazgos de la Puente de Rábade y Quintela, determinados derechos que los habitantes del coto de Sabucedo pagaban a su señor y los lugares confiscados a Pedro de Bolaño. Las alcabalas de estos lugares junto a los derechos mencionados, fueron confiscados al conde de Lemos a mediados de los años ochenta y arrendados para la Hacienda Real en los años siguientes hasta 1501, en que el conde los recuperaba de nuevo en virtud de una merced regia como consecuencia de los acuerdos matrimoniales de la hija del conde, doña Beatriz de Castro, con don Dinís de Portugal. 2

120

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

actividad destacada en el arrendamiento y recaudación de las rentas del partido de Orense de los últimos años del reinado, una labor que prolongará en las dos primeras décadas del siglo XVI, haciéndose con el control de las rentas de la hacienda arzobispal compostelana o la de los votos de Santiago. En la nómina de arrendadores judíos encontramos a los ya conocidos Luis de Alcalá y Rabí Maír –Fernán Núñez Coronel– después de su conversión al cristianismo, que estuvieron a cargo de la receptoría y pagaduría de la mayor parte de los partidos fiscales de la Corona de Castilla, y los hermanos Judá Pérez y Mosén Pérez con una presencia muy destacada en el arrendamiento de rentas de los partidos de Lugo y Orense. Por último, si analizamos con detalle la nómina de financieros procedentes de otros lugares de Castilla, observamos que muchos de ellos eran grandes financieros y hombres de negocios castellanos que llevaban a cabo operaciones financieras de gran envergadura en la zona del antiguo reino de Toledo, Castilla la Nueva y Madrid. Entre estos últimos sobresalen entre otros Fernando de Madrid, Alonso de Alarcón, Alonso Téllez de Úbeda, Juan Ramírez de Herrera, Gonzalo de Monzón y Fernando de Cuenca. 1. Arrendadores

autóctonos del reino de

Galicia

Entre los arrendadores del reino de Galicia se encuentra en primer lugar Ruy Martínez de Carballido, que cobrará un protagonismo fundamental a principios de los años ochenta, si bien su presencia a cargo de las rentas reales se documenta durante todo el reinado de los Reyes Católicos. Desde principios del siglo XV tenemos noticia de la vinculación de algunos miembros de la familia Carballido a la autoridad arzobispal. Concretamente en 1431, se documenta la actuación de un personaje homónimo, miembro de ésta familia, que desempeña el cargo de escribano del rey y secretario del arzobispo Lope de Mendoza. No son muchos los datos con los que contamos sobre la figura de Ruy Martínez de Carballido, pero si los suficientes como para poder hacernos una idea de las principales actividades profesionales a las que dedicó su vida, mediante el ejercicio de las cuales habría llegado a acumular una considerable fortuna y a adquirir una posición social destacada en las ciudades de La Coruña y Betanzos. El arrendador Carballido era hijo de Alonso de Carballido, un conocido mercader de Betanzos que había logrado acumular un importante patrimonio de su dedicación a la actividad comercial, aunque también tenemos noticia de su participación en el negocio financiero, especialmente en 1475, cuando arrendaba las alcabalas, diezmos y alfolíes de La Coruña, Betanzos y Bayona junto al arrendador Pedro de Cuéllar. Pero sin duda sería su hijo, Ruy Martínez de Carballido, el que cobraría un protagonismo fundamental en el arrendamiento de rentas reales del último cuarto del siglo XV3. Desde finales de los años setenta, el arrendador Carballido gozaba ya de una posición económica y social destacada en el reino de Galicia que procedía en parte de su actividad como arrendador de las rentas reales, a lo que se venían a añadir algunos títulos y mercedes recibidas de parte de la Corona. Así por ejemplo, en 1478, mediante cédula real, la reina Isabel le había nombrado su emisario en la ciudad de La Coruña4.   Un estudio detallado de la trayectoria vital y profesional de estos arrendadores en Rubio, 2012: 203-208.   Archivo Municipal de La Coruña (AMC), Catálogo de Cédulas Reales, n.º 25.

3 4

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

121

Si atendemos a la trayectoria profesional que presenta este personaje y en relación con su participación en el arrendamiento de las rentas reales, hay que destacar su actividad al frente de las rentas de La Coruña, Betanzos y Bayona, las mismas que habían estado a cargo de su padre en años anteriores, y poco después, entre los años 1482-83, lograría hacerse con el control de las rentas de los cuatro partidos fiscales del reino. Su actividad como arrendador y recaudador mayor de las rentas del reino de Galicia abarca todo el reinado de los Reyes Católicos, siendo sustituido a la fecha de su muerte, en 1503, por el receptor Juan de Salmerón, al que los reyes nombrarían para liquidar las cuentas que había quedado pendientes. Sin embargo, y a pesar de ser considerado el principal arrendador del reino de Galicia durante estos años, la actividad de Ruy Martínez de Carballido se focalizó sobre todo en el arzobispado de Santiago y en particular en los núcleos de Betanzos, Bayona, La Coruña y Santiago. A principios del siglo XVI, su actividad era especialmente intensa en el arrendamiento de alcabalas, diezmos de la mar y alfolíes, llevando a cabo, en 1503, la recaudación del diezmo del oro que, procedente de la isla de La Española, había llegado de manera fortuita al puerto de Bayona5. Es posible que a partir de esta actividad Ruy Martínez de Carballido hubiera conseguido acumular una gran fortuna, y que su dedicación a la actividad comercial por vía marítima la hubiese aprendido de su padre, Alonso de Carballido que durante el último cuarto del siglo XV, había llegado a ser uno de los mercaderes más reconocidos de Betanzos, y una de las personas más adineradas del reino de Galicia, según informan los testigos de las denominadas informaciones de abono. Es indudable, por tanto que a lo largo de su vida, Alonso de Carballido, primero, y su hijo, Ruy Martínez de Carballido, después, lograrían acumular una gran fortuna derivada de la actividad comercial y gestión de las rentas reales, un patrimonio valorado por algunos testigos entre los 2.000.000 y 4.000.000 de maravedíes, unas cantidades que casi con toda seguridad superaban los niveles patrimoniales de algunos linajes nobiliarios del reino de Galicia y de buena parte de la hidalguía rural. El valor estimado para su hacienda y patrimonio incluía, por supuesto, numerosos bienes inmuebles en la ciudad de Santiago y alrededores, particularmente ciertas casas en las que moraba en la ciudad, a las que se añadían algunas otras que explotaban por vía de arrendamiento, varios casales situados en feligresías próximas a Santiago, y numerosos bienes muebles, ajuar doméstico, joyas y plata que poseía el licenciado Carballido como heredero directo de Ruy Martínez de Carballido6. Otra de las familias de arrendadores con una presencia destacada en el arrendamiento de rentas reales del partido fiscal de Santiago es la familia Cruu, mercaderes de reconocido prestigio en la villa de Pontevedra. Por lo que se refiere a su actividad comercial, sabemos que, desde mediados del siglo XV, los miembros de esta familia actuaron como cargadores de sus propios buques o de navíos pertenecientes a otros mercaderes, gallegos o extranjeros, realizando dos rutas marítimas básicas desde el puerto de Pontevedra: la de Inglaterra y la de los puertos mediterráneos de la Corona de Aragón a través de las que exportaban productos básicos como el pescado de la  Sobre ésta y otras cuestiones relacionadas con el arrendamiento de las rentas reales vid. Rubio, 2012: 203-208. 6   Un panorama mucho más completo sobre la hacienda y patrimonio de éstos arrendadores en mi artículo Rubio, 2012: 214-217. 5

122

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

ría de Pontevedra7. La presencia de la familia Cruu en el arrendamiento y gestión de las rentas reales aparece documentada en el Livro do Concello de Pontevedra, desde mediados de los años treinta. Particularmente entre los años 1437 y 1457 son continuas las menciones a miembros de esta familia como fieles encargados de recaudar las alcabalas y los diezmos de la mar de ciertos productos entre los que figuraban los navíos, heredades, sal, paños, vino y pescado, además de los derechos de alfolí8. En el último cuarto del siglo XV, los miembros más destacados de la familia Cruu, están también presentes en los arrendamientos de rentas al por mayor del arzobispado de Santiago. Así por ejemplo, entre los años 1495-97, Gómez Cruu arrendaba las rentas del arzobispado de Santiago junto a Gonzalo del Campo y Fernando de Cuenca. Un año después, su hermano Pedro Cruu, conseguía hacerse con el control de las rentas del arzobispado de Santiago, una vez que en 1496 hubiera abandonado sus cargos de alcalde y regidor de la villa de Pontevedra. Los Cruu participarían también en los arrendamientos de rentas al por menor, controlando aquellos ramos de alcabalas directamente relacionados con los productos con los que comerciaban, lo que en muchos casos les permitiría comerciar en condiciones especialmente ventajosas9. Sobre la hacienda y patrimonio que lograron acumular a lo largo de su vida, destacan especialmente las casas de su morada, situadas en la feligresía de San Bartolomé, así como algunas otras viviendas que explotaban por vía de arrendamiento y que se hallaban situadas en la feligresía de Santa María a Grande y en el arrabal de La Moureira. Eran titulares, además, de algunas propiedades rurales próximas a la villa de Pontevedra, en las que se dedicaban a la producción de vino ullao, y de numerosos bienes rústicos como canteras, molinos o heredades que disfrutaban en propiedad o en censo10. Uno de los personajes de singular interés con una destacada participación en la gestión de las rentas del reino de Galicia es sin duda el notario santiagués Lope Gómez de Marzoa, que a lo largo de su vida supo alternar la actividad notarial con su dedicación al comercio marítimo, armamento naval y los negocios financieros11. La participación de Lope Gómez de Marzoa en el arrendamiento y gestión de rentas reales del reino de Galicia está documentada desde finales de los años treinta del siglo XV, coincidiendo con el ejercicio de su oficio de notario en la villa de Pontevedra. Así, entre los años 1438 y 1450, intervenía como fiel recaudando las alcabalas del hierro, navíos, carne, paños, cueros y zapatería. Su labor a cargo de las rentas reales continuaría a principios de los años ochenta, concretamente en 1482, cuando actuaba como arrendador de las deudas o albaquías del reino de Galicia relativas a los años 1453-1477. Poco después, tenemos noticia de su participación en la recaudación de las rentas reales del arzobispado de Santiago de los años 1484-87, unas rentas que se encontraban a cargo de Luis de Alcalá, según se deduce de una carta de pago otorgada por el notario Marzoa a los herederos del difunto Álvaro García como justificante de las cantidades que éste último había recaudado en el arrendamiento llevado a cabo 7   Sobre la actividad comercial por vía marítima que desarrollan algunos miembros de esta familia vid. Armas, 1986: 117-132, y Ferreira, 1988: 307, 588. 8  Ibidem: 209. 9   Para un mayor conocimiento sobre la participación de los Cruu en las rentas reales vid. Rubio, 2012: 209-211. 10  Armas, 1986: 127-128 y Rubio, 2012: 217-218.

  Un completo estudio acerca de este personaje en Rubio, 2013 (en prensa).

11

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

123

por Luis de Alcalá12. Es ya en los años 1488-1491 cuando el notario Marzoa aparece por primera vez actuando como arrendador y recaudador mayor de las rentas del partido fiscal de Santiago, y diez años después (1498-99) se documenta su presencia como arrendador mayor de las rentas de los obispados de Lugo y Mondoñedo. Es precisamente en estos años cuando se asocia con Fernando de Madrid, un conocido hombre de negocios con gran experiencia en el mundo financiero, acreditada por su continua presencia en los arrendamientos de rentas de Castilla la Nueva13. Fallecido Lope Gómez de Marzoa en septiembre de 1501, sería su viuda la que se ocuparía de reclamar las cantidades que se adeudaban a su marido. Así, en los primeros años del siglo XVI, Mayor Fernández Varela mantenía pleito pendiente en la Chancillería de Valladolid con la mujer y herederos de Fernando de Madrid, a los que reclamaba un total de 78.600 maravedíes por las deudas correspondientes a las alcabalas de los partidos de Lugo y Mondoñedo de los años 1498-99. Su dedicación al negocio financiero se constata hasta los últimos años de su vida, teniendo noticia de su actuación como recaudador de las rentas del arzobispado de Santiago de los años 1500-1501 que habían estado a cargo del arrendador pontevedrés, Pedro Cruu. Uno de los aspectos especialmente relevante en las operaciones financieras que llevó a cabo Marzoa es la estrecha vinculación que mantuvo con poderosos financieros castellanos. Así por ejemplo, en los años 1490-91 tenemos constancia de su colaboración con Diego de Alarcón en la trama relacionada con el robo de documentos que impediría al arrendador Ruy Martínez de Carballido hacerse con las rentas del partido fiscal de Santiago de estos años. Unos años después, en 1500, se constata la intervención de Marzoa como recaudador al servicio de Pedro Cruu, una operación en la que el notario pondría como fiadores a destacados hombres de negocios que manejaban las finanzas de los principales partidos fiscales de la Corona de Castilla como Fernando de Cuenca, Juan Rodríguez de Pisa o Álvaro de Brasy14. De su actividad como notario y hombre de negocios, Lope Gómez logró acumular un notable patrimonio en bienes inmuebles y rentas. Entre los primeros se cuentan algunas casas en la ciudad de Santiago, particularmente las casas en las que vivía junto a su mujer, Mayor Fernández Varela, en la Rúa de la Azabachería, una casa situada en la Rúa do Vilar y algunas otras que explotaba mediante arrendamiento en la Rúa da Moeda Vella, así como numerosas propiedades rurales repartidas entre los núcleos de Santiago, Pontevedra, Bayona y Padrón. Además de los inmuebles mencionados, el notario Marzoa era titular de un total de 35.000 maravedíes de juro de heredad situados sobre las rentas reales de Betanzos y Bayona, una cantidad nada desdeñable, de la que destinaría 20.000 maravedíes de juro a la fundación del Estudio de Gramática en Compostela15. Del grupo de arrendadores oriundos del reino de Galicia, Gutierre de Sandoval es uno de los más estrechamente vinculados a las autoridades eclesiásticas, especial  Rubio, 2013 (en prensa).  Ortego, 2012a: 99-116. Este autor documenta la presencia de la compañía formada por Gonzalo Fernández de Madrid y Fernando de Madrid en el arrendamiento de las rentas de Molina de Aragón en 1483, en clara pugna con el judío Mosé Asayol, que actuaba como testaferro de Alonso de Carrillo. Sobre los negocios del financiero Fernando de Madrid, vid. también Diago, 2007: 367-416. 14   Es posible que los dos primeros estuvieran emparentados, ya que tras el fallecimiento de Fernando de Cuenca, sus negocios en curso pasaban a Juan Rodríguez de Pisa, como tutor y curador de los hijos del financiero principal, Fernando de Cuenca. Al respecto vid. Alonso, 2006: 124-125. 15  Rubio, 2013 (en prensa). 12 13

124

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

mente a la Iglesia de Santiago, en la que ejerció como arrendador de las rentas de la hacienda arzobispal y como mayordomo del cabildo durante los años veinte del siglo XVI, una actividad que llevaría a cabo teniendo como precedente la experiencia acumulada en su labor como arrendador y recaudador mayor de las rentas reales de los partidos fiscales de Santiago y Orense en un marco temporal que coincide exactamente con el reinado de los Reyes Católicos. Pocos son los datos con los que contamos acerca de la figura de Gutierre de Sandoval, aunque sabemos que pertenecía a una familia de escuderos orensanos, emparentados con el linaje de los Puga, de los que algunos miembros ocuparán por estas fechas las regidurías del concejo de la ciudad. La actividad desarrollada por Gutierre de Sandoval a cargo de las rentas reales no es demasiado importante en términos cuantitativos, al menos hasta 1504, pero tendrá una gran importancia porque a partir de aquí emprenderá otras actividades de mayor calado, como la gestión y administración de la hacienda arzobispal y la recaudación de los votos de Santiago. De este modo, la primera noticia que tenemos de Gutierre de Sandoval a cargo de las rentas reales data de 1483, cuando arrendaba las alcabalas, diezmos de la mar y alfolíes que percibía el arzobispo de Santiago en los lugares reguengos de la tierra de Santiago, que por estas fechas habían sido confiscados para la Hacienda Regia16. Con posterioridad a esta fecha, arrendaría las alcabalas del partido fiscal de Orense de los años 1503-04, fijando un precio de 2.718.230 maravedíes para cada uno de estos años17. En su condición de arrendador mayor, sabemos que atendió el pago de ciertas cuantías de maravedíes a tesoreros reales como Gonzalo de Baeza, que por estas fechas le reclamaba ciertas cantidades que debía recibir mediante libramiento en las rentas del partido de Orense18. Al margen de estos dos episodios, no tenemos más noticias de Gutierre de Sandoval a cargo de las rentas reales, lo que nos permite afirmar que su participación en las rentas reales fue sin duda limitada hasta 1504, si bien como ya se ha dicho, se vería incrementada de manera considerable a partir de esta fecha. En relación con la gestión de las rentas reales desarrollada por Sandoval, cabría preguntarse cuáles fueron los verdaderos motivos que habrían llevado a un escudero orensano de fines del siglo XV a interesarse por las rentas de los lugares reguengos de la tierra de Santiago. Es posible que en los primeros años de su carrera profesional hubiese tenido una participación destacada en el comercio del vino que desde Orense se exportaba para su comercialización en Santiago, sobre todo teniendo en cuenta que Sandoval era propietario de ciertas viñas en la ciudad de Orense que años después le serían confiscadas junto a otros bienes como consecuencia de las deudas que había dejado pendientes con la hacienda arzobispal compostelana, y que se destinarían al mantenimiento del Estudio Compostelano, creado por Lope Gómez de Marzoa en 149519.   Las rentas de los lugares reguengos de la tierra de Santiago las percibía el prelado compostelano desde tiempo inmemorial, sin que tengamos noticia de la fecha exacta de su concesión. En 1480, las rentas de estos lugares eran confiscadas para la Hacienda Regia, una decisión que sería revocada en 1485, cuando los reyes decidían conceder las rentas de estos lugares con carácter vitalicio al arzobispo de Santiago. 17   Archivo General de Simancas (AGS), Escribanía Mayor de Rentas, leg. 92, fols. 242 y 244, leg. 93, fols. 133 y 135 y leg. 94, fols. 262 y 263 (1503), leg. 97, fols. 479 y 480 y leg. 98, fols. 355 y 356 (1504) 18   Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (ARCHVa), Registro de Ejecutorias, Caja 259, 51 (30 de enero de 1511). 19  Rodríguez, 2005: 203. En relación con los bienes que fueron confiscados a Gutierre de Sandoval por deudas contraídas con la Hacienda Arzobispal Compostelana, vid. también Sendín, 1977: 249, que incluye 16

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

125

La labor de recaudación de las rentas reales llevada a cabo por Gutierre de Sandoval encontró las resistencias del estamento eclesiástico, que si bien se encontraba exento desde 1491 del pago de alcabalas de los productos que comprasen y vendiesen para su mantenimiento, en ocasiones trataban de evadir su pago encargando la compra-venta de algunos productos a terceros, sobre todo cuando la adquisición o venta de estos productos se hacía por trato de mercadería. Este caso es el que tenía lugar en los años 1503-04, cuando Gutierre de Sandoval, en su condición de arrendador mayor de las rentas reales de Orense, exigía a los arrendadores y administradores de las rentas eclesiásticas de la diócesis de Orense, el pago de la alcabala de todos aquellos productos que los clérigos hubieran comprado y vendido en la villa de Valladolid20. Es posible que los arrendadores de las rentas eclesiásticas de la diócesis de Orense hubiesen acudido a Valladolid a comercializar el vino que producían los clérigos de la Iglesia de Orense, y que estos intentos por parte de la Iglesia orensana de comercializar el vino evadiendo el pago de alcabala hubiesen chocado con los intereses del arrendador Sandoval, que por estos años tenía en propiedad numerosas viñas en la ciudad de Orense y controlaba gran parte de la producción de vino de la zona. La recaudación de alcabalas llevada a cabo por Sandoval encontró también las resistencias de los monasterios de Torbeo y Quiroga, que se negaban a pagarlas, alegando que sus vecinos se las debían al conde de Lemos21. Y del mismo modo, suscitó problemas entre particulares por cuanto algunos de ellos se resistían también a su pago, como el mercader Gómez de Reboredo, que se negaba a pagar la alcabala de las mercancías que compraba. El 2 de abril de 1505, el monarca encargaba a las justicias de Orense, obligar a cumplir las leyes del cuaderno de alcabalas que señalaban expresamente la obligación de los mercaderes de mostrar, registrar y pagar alcabala al arrendador por las mercancías que llevaran22. Poco después, se encargaba a los alcaldes de la ciudad de Orense entender en la demanda interpuesta por Gutierre de Sandoval, contra Gómez de Reboredo, acusado de perjuro y otros delitos23. Con posterioridad a esta fecha debió actuar como recaudador de las rentas de la hacienda arzobispal compostelana, ya que durante la década de los años veinte del siglo XVI mantuvo un largo pleito con Alonso de Fonseca, que por estos años ocupaba ya la sede de Toledo, por la rendición de cuentas del tiempo que había tenido a su cargo la recaudación de las rentas de la diócesis compostelana24. En este sentido, sabemos que a principios de los años veinte del siglo XVI, desempeñaba el cargo de mayordomo del cabildo catedralicio de Santiago, tal y como se comprueba en el requerimiento efectuado por el cardenal de Santiago, Jácome de Puga, al canónigo Juan de Mondragón, por el que se le requerían las cuentas relativas a las cantidades que había quedado debiendo Gutierre de Sandoval en el transcripción del testamento de Alonso de Fonseca, otorgado en Alcalá de Henares, el 23 de diciembre de 1531, en el que se registra la donación para el Colegio de Santiago de los bienes que habían sido confiscados a Gutierre de Sandoval. 20  AGS, Registro General del Sello, Medina del Campo, 23 de abril de 1504, fol. 334. 21  AGS, Registro General del Sello, Medina del Campo, 23 de abril de 1504, fol. 335. 22  AGS, Registro General del Sello, Toro, 2 de abril de 1505, fol. 351. 23  AGS, Registro General del Sello, Toro, 17 de abril de 1505, fol. 230. 24  ARCHVa, Registro de Ejecutorias, Caja 416, 29 (5 de junio de 1529).

126

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

tiempo que había ejercido como mayordomo del cabildo25. En el desempeño de dicho cargo, actuó como su factor Jácome de Puga, con el que sin duda le unían lazos de parentesco. En este sentido, sabemos que en 1526 el racionero de la catedral requería al cardenal Puga la entrega de 350.000 maravedíes viejos que debía como factor de Gutierre de Sandoval26. Una vez fallecido, su viuda, Catalina García, trataría de recaudar todas las deudas que se habían quedado debiendo a su marido. Así, el 23 de mayo de 1531, confería poder a Gonzalo Pérez de Maceira, vecino de Santiago, para recaudar las cantidades que se debían a su marido27. Sólo unos días después, solicitaba al cabildo compostelano el poder necesario para recaudar las rentas de los votos de Castilla y Granada que su difunto marido había tenido arrendadas, y que no habría conseguido recaudar en vida28. En relación con la recaudación de los votos de Santiago tenemos constancia del pleito que mantuvo Gutierre de Sandoval unos años antes con la tierra de Limia y con un tal Pedro Pérez, joyero y vecino de Salamanca, que le reclamaba el pago del prometido debido procedente de la puja en el arrendamiento de la renta de los votos de Santiago29. Finalmente, ante las deudas que Gutierre de Sandoval había dejado pendientes, a finales del año 1531, las autoridades arzobispales ordenaban la confiscación de sus bienes, un conjunto de rentas y bienes inmuebles que Alonso de Fonseca cedería en su testamento al Colegio de Santiago30. 2. Los

judíos en el arrendamiento de las rentas reales del reino de

Galicia

La participación de judíos en el arrendamiento y gestión de las rentas reales del reino de Galicia es, por lo general, bastante reducida si se compara con el papel que jugaron en otros partidos fiscales de la Corona de Castilla. Esta reducida presencia de la comunidad hebrea en la gestión de las rentas reales del reino de Galicia se justifica en parte por la escasa presencia de población judía en el reino, pero también por la situación de marginalidad que presenta el reino de Galicia durante los tres primeros cuartos de siglo. No obstante, desde mediados de la centuria, se constata ya la presencia de judíos en el arrendamiento de rentas reales del reino de Galicia. Así, entre los años 14391443, el prof. Ladero Quesada documenta la presencia del judío Salomón Baquex a cargo de las rentas del arzobispado de Santiago y Tui, y unos años después, en 145354, se constata la presencia de Judá Peres, avecindado en Astorga, a cargo de las rentas del partido de Orense, así como de los cotos de la mencionada ciudad, que arrendaba  ACS, Protocolos Notariales, 004, fols. 241r-241v (5-12-1528).

25

 ACS, Protocolos Notariales, 004, fols. 281r-281v (17-04-1526).   Archivo Catedral de Santiago (ACS), Protocolos Notariales, 005/2 fols. 46v-48v y 006, fols. 343r-344v. 28  ACS, Protocolos Notariales, 004, fols. 411r-414v. 29  ARCHVa, Registro de Ejecutorias, Caja 383, fol. 42 (2-12-1525) y Caja 401, 104 (30-09-1527) 30  Rodriguez, 2005: 203 y Sendín, 1977: 249. Éste último incluye una transcripción del testamento de Alonso de Fonseca, otorgado el 23 de diciembre de 1531, en la que se registra la donación de los bienes confiscados a Gutierre de Sandoval al Estudio Compostelano: «Yten ansymismo mandamos al dicho colegio para ayuda a su hedifiçio e dotacion todos los bienes e debdas e aciones que tenemos e nos pertenecen por razón de los alcançes que se hizieron a Gutierre de Sandoval, vecino que fue de la çibdad de Santiago, ansy de los bienes que oy dia se poseen por nos, como de aquellos que tenemos derecho y acion e contra sus herederos e fiadores, para lo qual cedemos e traspasamos en el dicho colegio todo el derecho que tenemos a los dichos bienes, debdas y açiones e fazemos al dicho Colegio, retor e colegiales de el procurador en su causa propia». 26 27

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

127

entre los años 1455-58. En estos mismos años Judá de Villamañán, arrendaba las rentas del arzobispado de Santiago y Tui31. Cuadro 1. Actividad de los judíos en el arrendamiento de rentas reales del reino de Galicia (siglo XV) Período 1439 1440-43 32 1453-54 1455-58 1455-58

Titular Salomón Baquex Salomón Baquex Judá Perez Judá Perez Judá de Villamañán

1484-87 1488-90 1488-89

Luis de Alcalá Mosén Perez Judá Perez

Partido fiscal Arz. Santiago con Tui Arz. Santiago con Tui Orense ½ cotos Orense Arz. de Santiago con Tui Reino de Galicia32 Lugo Orense

Vecino de

1488-90

Judá Perez

Mondoñedo

Orense

1491 1491-94 1491-94

Rabí Maír Melamed Rabí Maír Melamed Rabí Maír Melamed

Lugo Sarria Orense

Segovia Segovia Segovia

Astorga Astorga Villamañán Madrid Allariz Orense

Arrienda con – – – – – Rabí Maír – Juan Ramírez de Herrera Juan Ramírez de Herrera – – –

Esta presencia esporádica de judíos que tiene lugar en el arrendamiento de las rentas reales del reino de Galicia durante la primera mitad del siglo XV, se afianza desde 1484 en adelante. Durante estos años (1484-87), Luis de Alcalá intervenía en el negocio de las rentas junto a su principal socio, Rabí Maír –Fernán Núñez Coronel, después de su conversión– que en ocasiones actuaba también como fiador en los arrendamientos efectuados por el primero. Así por ejemplo, en el arrendamiento de las alcabalas del obispado de Lugo de los años 1484-1487, su compañero y socio Rabí Maír Melamed, vecino de Segovia, se comprometía a entregar a la Hacienda Regia la cantidad en que las rentas habían sido arrendadas en cada año, y lo mismo ocurría en el caso de las rentas del obispado de Mondoñedo. Es bien sabido que, durante estos años, la compañía formada por Luis de Alcalá y Rabí Maír consiguió hacerse con un considerable volumen de rentas en la Corona de Castilla. Así, junto a las rentas del reino de Galicia, habrían conseguido el arrendamiento de los diezmos y aduanas del obispado de Osma, Calahorra con Molina, Logroño, Ágreda y Alfaro, así como las alcabalas de Córdoba con el almojarifazgo de la ciudad. Con los años, el volumen de negocios de esta compañía se iría incrementando de manera notable, hasta el punto de hacerse cargo de la receptoría y pagaduría general de Castilla en los años 1491-9433. En lo que se refiere a las rentas reales del reino de Galicia, el 3 de enero de 1484, el converso Luis de Alcalá, vecino y regidor de la villa de Madrid, decidía sanear las 31  Ladero, 2009: 514, 520-528. Es posible que este Judá de Villamañán fuera el mismo Judá Pérez que hubiera cambiado su vecindad con el fin de acceder a las rentas de otros partidos fiscales. 32   Bajo esta denominación hacemos referencia a los principales partidos fiscales del reino de Galicia: Arzobispado de Santiago con Tui, Lugo, Orense y Mondoñedo. 33   Sobre la compañía formada por Luis de Alcalá y Rabí Maír, véanse los trabajos de Ladero, 2002 y Ortego, 2012b.

128

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

alcabalas, diezmos de la mar y alfolíes del reino de Galicia, incluidos los lugares de realengo, abadengo y señorío laico en los mismos precios y condiciones en que las rentas habían sido arrendadas el año anterior. Por este procedimiento conseguía acaparar un considerable volumen de rentas en los años 1484-87, en total 6.747.018 maravedíes entre los cuatro partidos fiscales principales del reino34. En el caso particular del arzobispado de Santiago, si bien es cierto que Luis de Alcalá figura como único arrendador y recaudador mayor de las rentas de este partido, la documentación deja constancia de que en el proceso recaudatorio debieron intervenir otros sujetos, algunos de ellos destacados financieros y hombres de negocios de los diferentes núcleos urbanos del reino de Galicia, como ocurrió en el caso del notario santiagués Lope Gómez de Marzoa, cuya actividad como recaudador mayor al servicio de Luis de Alcalá está plenamente constatada durante estos años35. Además de la compañía formada por Luis de Alcalá y Rabí Maír, durante los años 1488-90, los judíos Judá y Mosén Pérez van a adquirir un protagonismo muy destacado en el arrendamiento y recaudación de las alcabalas de los partidos de Orense y Ribadavia. En el caso de Judá Pérez, tenemos noticia por primera vez de su actuación en 1423, fecha en la que otorgaba carta de pago a Pedro Sánchez por las rentas de las alcabalas del vino del año anterior36. A partir de aquí, su actividad al frente de las rentas reales aparece documentada de manera continua durante toda la década de los años treinta37. Concretamente, las alcabalas del obispado de Orense de los años 143537 las obtenía a partir de la renunciación del judío don Salomón Baquix, que las había arrendado para este trienio junto a las martiniegas, portazgos y tributos de moros y judíos38. Sin embargo, su labor en la gestión de las rentas reales no se limitaría al arrendamiento de rentas al por mayor, sino que en muchos casos actuaría como arrendador menor de las alcabalas de diferentes localidades o determinados ramos alcabalatorios de los productos con los que comerciaban. Tal y como se comprueba en los arrendamientos de estos años, además de hacerse cargo de las alcabalas, Judá Pérez actuaría como recaudador de determinados pechos y derechos antiguos que recaudaba la Hacienda Real en Orense. Así por ejemplo, en 1432, el concejo de Orense aceptaba pagar los maravedíes correspondientes al yantar que reclamaba Judá Pérez39. Y tres años después, el mencionado arrendador se encargaba, junto a su hijo, Abraham Pérez de León, de recaudar el portazgo del puente de A Mahía40. En relación con la gestión de las rentas reales, sabemos que Judá Pérez también actuó como recaudador de los pedidos del obispado de Orense durante la década de los años cuarenta. Su participación se constata en los repartimientos de pedidos de   Sobre la geografía fiscal del reino de Galicia vid. mi trabajo Rubio, 2007: 7-72.  Ladero, 2002: 428. Por estos años, Luis de Alcalá ocupaba el cargo de regidor de la villa de Madrid y era bien conocido en los arrendamientos de rentas reales que tuvieron lugar en la Corona de Castilla durante los años ochenta y noventa. La década de los años ochenta ha sido considerada como una época de esplendor para la compañía de arrendamiento formada por Abraham Seneor, Abraham Bienveniste, Rabí Maír Melamed y Luis de Alcalá. Sobre la figura de Luis de Alcalá vid. el completísimo estudio de Diago, 2007: 369-374, y un reciente trabajo de Ortego, 2012b. La actividad del notario Lope Gómez de Marzoa al servicio de Luis de Alcalá en Rubio, 2013: (en prensa). 36   De Antonio, 2006: 390. 37  Ibidem, 2006: 398, 402, 405, 408, 409, 411 (docs. 52, 54, 61, 65, 66, 77, 79, 80). 38  Ibidem, 2006: 426-431 (docs. 127, 128 y 129). 39  Ibidem, 2006: 397 (doc. 50). 40  Ibidem, 2006: 426, 441 (docs. 126 y 144). 34 35

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

129

los años 1440 y 1442 en colaboración con el arrendador Rodrigo Alonso de Zamora41. Los conflictos planteados entre estos arrendadores en la recaudación del pedido de Orense de 1442 provocaron la ruptura entre ambos, de manera que Rodrigo Alfonso decidía revocar el poder otorgado anteriormente a Judá Pérez para la recaudación del pedido42. Finalmente la recaudación del pedido de 1442, recaería en Judá Pérez, y en su hijo Abraham Pérez, lo que nos da una idea de la confianza y reputación de la que gozaban estos judíos ante los máximos responsables de la Hacienda Real43. Además de su labor como arrendador mayor de las alcabalas del partido de Orense, tenemos noticia de su actividad como prestamista desde 1434 en adelante. Precisamente este año, Judá Pérez prestaba doscientos pares de blancas a Pedro de Argomede, que ofrecía como garantía de pago sus bienes y «a terra que ha del rey»44. Este mismo año, su hijo, Abraham de León, prestaba en nombre de su padre, 150 maravedíes a Inés Afonso, que junto a otros 25 maravedíes prestados anteriormente, sumaban una deuda de 175 maravedíes que la susodicha se comprometía a devolver al judío en vino o en dinero45. A partir de estos ejemplos parece evidente que tanto Judá Pérez como su hijo, debían poseer un conocimiento bastante preciso sobre la puesta en práctica de este tipo de operaciones, teniendo en cuenta que, en más de una ocasión, el impago de las cantidades prestadas tendría como consecuencia el embargo inmediato de los bienes del deudor46. Sobre los cargos que desempeñaron al servicio de algunos poderes señoriales, tenemos constancia de que tanto Judá Pérez como su hijo, Abraham de León, actuaron como contadores y mayordomos al servicio del conde de Santa Marta, primero, y conde de Ribadavia, don Bernardino Sarmiento, después, lo que sin duda les debió procurar amplios márgenes de beneficio, y una gran experiencia en el manejo y administración de las rentas, que les llevaría a asumir operaciones de mayor riesgo como el arrendamiento de rentas reales del partido fiscal de Ribadavia desde mediados de los años ochenta. Precisamente en 1441, tenemos noticia de la actuación de Judá Pérez como contador del adelantado y justicia mayor del rey, don Diego Pérez Sarmiento47. Con posterioridad a esta fecha, en 1454, era su hijo Abraham de León, el que desempeñaba el cargo de mayordomo del conde de Santa Marta, don Diego Pérez de Sarmiento48. Ya en los años setenta localizamos una vez más a Judá Pérez actuando como mayordomo y procurador del conde de Ribadavia, don Bernardino Sarmiento49 un cargo en el que sería relevado por su hermano, Mosén Pérez, a partir de 1483, quedando el primero como mayordomo y administrador del conde de Santa Marta50. Su  Ibidem, 2006: 473 (doc. 174), 476-477 (doc. 179).  Ibidem, 2006: 508 (doc. 206), 508-509 (doc. 207). 43  Ibidem, 2006: 509-510 (doc. 208). 44   Ibidem, 2006: 404. (doc. 63). 45  Ibidem, 2006: 412 (doc. 87). 46  Ibidem, 2006: 426 (doc. 125), 420, 421, 435. (docs. 111, 113 y 139). 47  Ibidem, 2006: 467 (doc. 163). 48  Ibidem, 2006: 512 (doc. 213). 49  Ibidem, 2006: 546-547 (docs. 252 y 253). El judío Judá Pérez, que consta en la documentación a partir de los años setenta, aparece actuando continuamente junto a su hermano Mosén Pérez. Esto hace pensar que seguramente fuera un personaje distinto al Judá Pérez que interviene con su hijo Abraham Pérez de León, documentado entre los años 1423-54. 50  Ibidem, 2006: 556 (docs. 259 y 260). 41 42

130

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

actividad como mayordomo y procurador del conde de Ribadavia era retribuida con ciertos derechos que percibía en dinero y en especie. En los años 1477-78 su salario alcanzaba los 22.500 maravedíes, 50 fanegas de centeno, 20 moyos de vino y 14 tocinos, tal y como se detalla en una relación de gastos e ingresos de la casa del conde, elaborada por el propio mayordomo51. Además de su actividad al servicio del conde de Ribadavia, Judá Pérez actuó también como administrador de otras casas señoriales, como la del señor de Allariz, don Juan Pimentel, en la que servía a principios de los años ochenta, además de la ya mencionada del conde de Santa Marta52. La actividad de los judíos Judá Pérez y Mosén Pérez al frente de las rentas reales se prolongaría e incrementaría notablemente durante el reinado de los Reyes Católicos. Concretamente, en los años 1482-83 actuaban como recaudadores de las alcabalas de Ribadavia, que para estos años había arrendado el alcalde de Mucientes y criado del conde de Ribadavia, Alonso de Carrión. Tras su actividad como recaudadores de las rentas del condado de Ribadavia en estos años, los arrendadores judíos debieron quedar algunas deudas pendientes con el arrendador Alonso de Carrión, de manera que en mayo de 1486, los monarcas ordenaban al gobernador López de Haro exigir a los judíos la entrega de las cantidades recaudadas en concepto de alcabalas al arrendador Alonso de Carrión53. Con posterioridad a esta fecha, los judíos Judá Pérez y Mosén Pérez aparecen arrendando las alcabalas de los obispados de Lugo, Orense y Mondoñedo entre los años 1488-90, en compañía del arrendador madrileño Juan Ramírez de Herrera. Mediante un complejo sistema de arrendamiento, pujas y traspasos, los hermanos Judá y Mosén Pérez conseguían hacerse con las alcabalas de estos partidos fiscales relativas al trienio 1488-9054, lo que suponía el manejo de un volumen de ingresos muy considerable en un período en el que ellos mismos controlaban buena parte de la producción de vinos de Ribadavia. Esto explica en cierto modo el empeño de estos arrendadores en hacerse cargo del arrendamiento de varios partidos fiscales a la vez, porque les permitía llevar a cabo con mayor eficacia la recaudación de las alcabalas, especialmente la del vino, de cuyo pago los clérigos de la Iglesia de Orense se consideraban exentos, consiguiendo así acaparar buena parte de la venta de este producto en la ciudad55. En relación con este asunto que cobraba fuerza a finales de los años ochenta, en marzo de 1491, los Reyes Católicos daban orden de inhibición al gobernador y justicias de Orense en el pleito que mantenía el obispo de la ciudad con los arrendadores Judá Pérez y Juan Ramírez de Herrera sobre las alcabalas que éstos últimos pretendían cobrar a los clérigos de la catedral por los frutos y rentas que vendían de sus beneficios y bienes patrimoniales56.   La noticia en Fernández, 2002: 578-604 citado por De Antonio, 2005: 31.   De Antonio, 2005: 30. 53  AGS, Registro General del Sello, Valladolid, 13 de mayo de 1486, fol. 67. 54  AGS, Escribanía Mayor de Rentas, leg. 44, fols. 166 y 167 y leg. 45, fols. 137 y 140 (1488), leg. 47, fols. 138-140 (1489) y leg. 48, fols. 115 y 302 y leg. 49, fols. 180 y 181 (1490). 55  En lo que se refiere al pago de alcabala por parte de los clérigos, los cuadernos de alcabalas no contemplaron la exención hasta 1491, fecha en la que se eximía del pago a Iglesias, monasterios, prelados y clérigos, de todo lo que comprasen y vendiesen sin ser «por trato de mercadería». De este modo, con anterioridad a ésta fecha, toda mercancía que vendieran los clérigos a legos debería ser gravada con el pago de alcabalas que debería satisfacer el comprador. El cuaderno de alcabalas de 1462 se refiere a este aspecto en los artículos 71 y 72. Al respecto vid. también Ladero, 2009: 62. 56   De Antonio, 2006: 585-586 (doc. 294). 51 52

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

3. Arrendadores

131

foráneos

Del conjunto de financieros castellanos que tuvieron una participación importante en las rentas del reino de Galicia, destaca principalmente la compañía formada por Alonso Téllez de Úbeda y Fernando de Madrid. El primero de ellos, avecindado en Casarrubios del Monte y el segundo en Illescas, arrendaron las rentas del obispo de Orense de los años 1500-02 en 2.641.640 maravedíes. Tras la muerte de Fernando de Madrid, acaecida seguramente durante los primeros meses de 1502, éste debió dejar algunas deudas pendientes con la Hacienda Regia, pues en septiembre de 1502, se obligaba a sus herederos a liquidar las cuentas de la compañía que había formado con Alonso Téllez para recaudar las alcabalas de Orense57. La labor recaudatoria emprendida por éstos dos financieros en el obispado de Orense (1500-1502) debió encontrar serias dificultades, sobre todo por las resistencias que ofrecieron determinados lugares al pago de las alcabalas, teniendo en cuenta que algunos de estos lugares habían pasado a tributar a la Hacienda Regia en fechas relativamente recientes, concretamente en los años 1486-87. Este era el caso de los vecinos de las abadías de San Clodio y Torbeo, que se negaban a hacer entrega de las alcabalas al arrendador Alonso Téllez. Por este motivo, en diciembre de 1502, se ordenaba a las justicias de Orense obligar a los vecinos de las abadías a pagar las alcabalas al arrendador, al tiempo que se comisionaba a los alcaldes ordinarios de la ciudad para entender en las demandas de impago interpuestas por el mismo. En 1504 todavía se adeudaban ciertas cantidades a Alonso Téllez de la recaudación de las rentas del partido de Orense de los años 1500-02. Por este motivo, en mayo de 1504, los reyes ordenaban al alcalde de la ciudad ejecutar los recaudos, obligaciones y sentencias sobre las rentas que reclamaba el arrendador58. En las operaciones financieras llevadas a cabo durante estos años, Alonso Téllez actuó en compañía de Pedro de Gayoso, vecino de Lugo, quien dos años después exigía que se practicase ejecución en los bienes de Alonso Téllez con el fin de que le fuesen restituidas las cantidades de las que le había hecho entrega en calidad de fiador59. Poco es lo que conocemos acerca de los vínculos familiares de Alonso Téllez, aunque es posible que algunos de los miembros más directos de su familia se dedicaran también al negocio de las rentas reales. Así, entre los años 1492-94 constatamos la participación de Pedro Téllez de Úbeda en el arrendamiento de las rentas reales del obispado de Lugo junto a Ruy Martínez de Carballido. Es posible que también fuese su hermano, García Téllez, al que también localizamos como receptor de las alcabalas del obispado de Orense durante estos años. Concretamente en 1504, se ordenaba a las justicias de la villa de Casarrubios del Monte a apremiar a García Téllez a que entregara ciertas fianzas para determinar el pleito que trataba con ciertos vecinos de Orense, a quienes adeudaba cierto dinero prestado sobre prendas de plata60. Otro de los financieros castellanos con una amplia participación en las rentas del reino de Galicia es Fernando de Madrid que cobra un papel muy destacado en la gestión de las rentas desde mediados de los años noventa. Durante estos años, le encontramos avecindado en Illescas y desde el primero momento entrará a tomar  AGS,  AGS, 59  AGS, 60  AGS, 57 58

Registro Registro Registro Registro

General General General General

del del del del

Sello, Toledo, 22 de septiembre de 1502, fol. 441. Sello, Medina del Campo, 25 de mayo de 1504, fol. 317. Sello, Medina del Campo, 25 de noviembre de 1504, fol. 355. Sello, Medina del Campo, 30 de marzo de 1504, fol. 792.

132

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

parte en los arrendamientos de lugares recientemente confiscados e incorporados al fisco regio61. Así, en los años 1495-97, arrendaba las rentas del partido de Sarria que habían sido confiscadas al conde de Lemos a mediados de los años ochenta y se habían arrendado para la Hacienda Regia desde los años 1489-90 en adelante. A partir de estos años, Fernando de Madrid conseguirá una participación destacada en las rentas del reino de Galicia, especialmente durante el trienio 1500-02, cuando lograba hacerse con las rentas de los obispados de Lugo, Mondoñedo, lugares confiscados y Orense, las de éste último partido en compañía de Alonso Téllez de Úbeda. La labor recaudatoria desarrollada en los obispados de Lugo y Mondoñedo no se vio libre de dificultades. El 19 de julio de 1504 se comisionaba al gobernador y alcaldes mayores del reino de Galicia para entender en la demanda de los herederos de Fernando de Madrid, que reclamaban ciertas deudas de aquellos concejos y vecinos que no habían pagado lo que correspondía62. Hay que tener en cuenta que cuando Fernando de Madrid arrendaba las rentas de los obispados de Lugo y Mondoñedo, contaba ya con una dilatada trayectoria en el arrendamiento de rentas reales, no sólo en el partido de Sarria, sino también en los de Lugo y Mondoñedo, cuyas alcabalas habían sido arrendadas por el notario santiagués, Lope Gómez de Marzoa, en los años 1498-99, actuando Fernando de Madrid como su factor en los mencionados arrendamientos. En los primeros años del siglo XVI, la viuda de Lope Gómez de Marzoa, tenía pleito abierto en la Chancillería con la mujer y herederos de Fernando de Madrid, a los que reclamaban un total de 78.600 maravedíes por las deudas de las alcabalas que había tenido a cargo su marido en los años 1498-99 en los obispados de Lugo y Mondoñedo. Finalmente, los alcaldes de la Chancillería sentenciaban a favor de la viuda de Lope Gómez de Marzoa, que debería recibir 35.000 maravedíes de los 70.000 que el arrendador, Fernando de Madrid, debía a su marido y que le pertenecían como bienes ganados durante el matrimonio, más otros 3.500 maravedíes correspondientes al diezmo de esta cantidad que le pertenecían en concepto de arras, según era costumbre en el reino de Galicia63. Otro de los financieros y hombre de negocios del eje Madrid-Toledo que participa activamente en el arrendamiento de rentas reales del reino de Galicia es Alonso de Alarcón, vecino de Ocaña, que arrendaba las rentas del obispado de Lugo de los años 1503-04 junto a Diego Díaz de Guitián. Su actividad está documentada en los obispados de Lugo y Mondoñedo, así como en los denominados lugares confiscados del reino de Galicia. Precisamente, el 8 de julio de 1503, se encargaba al gobernador del reino de Galicia que nombrara una persona que dirimiera las demandas por él interpuestas en relación con las rentas de estos partidos en los que había encontrado serias dificultades para proceder a su recaudación64. En esta misma fecha, se ordena Ladero, 2004: 265-266. Esta autora documenta la presencia de Fernando de Madrid junto a Juan de la Fuente en el envío de trigo y cebada a Rosellón durante los años 1495-98, por valor global de 2.145.107 maravedíes. En este caso Fernando de Madrid aparece como principal responsable del contrato o asiento firmado para trasladar trigo y cebada a Rosellón, junto a Diego de Tordesillas, el secretario real Fernando de Zafra, y el tesorero Alonso de Morales. 62  AGS, Registro General del Sello, Medina del Campo, 19 de julio de 1504, fol. 339. 63  ARCHVa, Registro de Ejecutorias, Caja 187, 21. Escribanía Quevedo: Carta ejecutoria del pleito litigado entre la viuda de Lope Gómez de Marzoa y la parte de Fernando de Madrid, por la que se obliga a la mujer e hijos de éste último a satisfacer 5.035 maravedíes por los gastos y costas generados en el pleito mantenido entre ambas partes. 64  AGS, Registro General del Sello, Alcalá de Henares, 8 de julio de 1503, fols. 690 y 691. 61

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

133

ba a arrendadores y recaudadores mayores de los obispados de Lugo y Mondoñedo entregar a Alonso de Alarcón, arrendador mayor de las alcabalas de Lugo, relación del valor de dichas rentas a fin de proceder a su recaudación65. Según consta en la documentación, Alonso de Alarcón arrendó las rentas del obispado de Mondoñedo junto a Diego Díaz de Guitián en 1503, pues el año siguiente las rentas de Mondoñedo quedaban únicamente en manos de éste último. Ya en estas fechas, algunos lugares del obispado habían encabezado sus alcabalas. Es por ello que el 31 de agosto de 1503, los reyes ordenaban a las justicias de Mondoñedo entregar un traslado de puja de las alcabalas del condado de Santa Marta del año 1502 a Alonso de Alarcón para presentarlas ante los contadores porque los concejos de dicho condado las habían encabezado66. La labor recaudatoria desarrollada por Alonso de Alarcón encontró también fuertes resistencias por parte de los lugares confiscados del obispado de Lugo. Se trataba precisamente de las alcabalas de las villas de Castro de Rei, Otero de Rei y Sarria, que los reyes habían mandado confiscar a don Rodrigo Enríquez Osorio, conde de Lemos, como castigo a los conflictos planteados en Ponferrada, unas rentas que posteriormente, en 1501, habían mandado desembargar en virtud de las capitulaciones matrimoniales pactadas entre doña Beatriz de Castro, hija del conde y don Dinis de Portugal. Por su parte, Alonso de Alarcón reclamaba las alcabalas de aquellos cotos y lugares que el conde de Lemos había percibido indebidamente en los años inmediatamente anteriores. En relación con el asunto, los reyes ordenaban al gobernador del reino de Galicia llevar a cabo la averiguación sobre el asunto67. Uno de los personajes con destacada presencia en el arrendamiento de rentas del reino de Galicia es la de Juan Ramírez de Herrera, documentado por primera vez como arrendador de las alcabalas del obispado de Mondoñedo de los años 1477-78. Poco es lo que conocemos acerca de la figura de este arrendador, pero su actividad junto al judío Judá Pérez, a finales de los años ochenta, nos pone sobre la pista acerca de sus posibles orígenes judíos. Su actividad como financiero se inicia a finales de los años setenta, cuando arrendaba las alcabalas del obispado de Mondoñedo de los años 1477-78. Posteriormente, interviene en los arrendamientos de rentas de los obispados de Orense (1488-89) y Mondoñedo (1488-90) en compañía del judío Judá Pérez, y dos años después, en 1492, se titulaba una vez más arrendador de las rentas del obispado de Mondoñedo junto a Pedro García de Dueñas. Tras su completa trayectoria en el arrendamiento de las rentas de los obispados de Orense y Mondoñedo junto al judío Judá Pérez, a principios de la década de los noventa, tenemos bien documentada su actividad como arrendador y recaudador mayor de las rentas del principado de las Asturias de Oviedo. Sabemos también del enfrentamiento abierto que Ramírez de Herrera mantuvo con el conde de Ribadeo, Pedro de Villandrando y con la condesa, su mujer. En relación con el pleito que mantenía con éste, en junio de 1480, se le enviaba carta de emplazamiento antes de llevar a cabo la ejecución de sus bienes por las cuantías de maravedíes que debía y que constan en el proceso que Fernando de Cerón llevó contra él. Su enemistad con el conde de Ribadeo y su esposa le llevó a solicitar carta de seguro de los reyes para poder circular libremente por el reino de Galicia y por el  AGS, Registro General del Sello, Alcalá de Henares, 8 de julio de 1503, fol. 696.  AGS, Registro General del Sello, Segovia, 31 de agosto de 1503, fol. 451 67  AGS, Registro General del Sello, Segovia, 31 de agosto de 1503, fol. 494. 65 66

134

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

principado de Asturias, una carta que era concedida por los monarcas el 30 de mayo de 149168. Dos meses después, en julio de 1491, se mandaba ejecutar sus bienes, poniéndolos a subasta con el fin de que, una vez vendidos, se pudiese satisfacer los 66.000 maravedís que adeudaba al abad de Usillos en forma de libramiento69. Su actividad como arrendador y recaudador mayor de las rentas del obispado de Mondoñedo en los años 1477-78 le habría permitido adquirir determinados bienes inmuebles en este partido fiscal, lo que hasta cierto punto le pudo haber facilitado la labor recaudatoria. Es curioso como, estando avecindado en Madrid, desde estos años era titular de un heredamiento de casas, viñas, árboles y castañales en un lugar que se dice el área de Santo Estevo, lugar de la tierra de Viveiro. En noviembre de 1491, elevaba sus quejas a la Corona señalando como el receptor de los testamentos no cumplidos, mandas inciertas y ab intestatos, Alfón de Santa Cruz, le había secuestrado el mencionado heredamiento, alegando que pertenecía a Teresa Basanta, mujer de Diego Fernández Pinto. Sobre esta cuestión, los monarcas encargaban a los alcaldes mayores del reino de Galicia entender en el asunto y una vez sabida la verdad, determinar al respecto lo que considerase oportuno70. En octubre de 1491 tenía a su cargo las rentas de las alcabalas de Cangas y Tineo con las cuatro sacadas de Asturias junto al judío Judá Pérez, actuando como su fiador en el arrendamiento Alvar Gómez de la Serna, vecino de Saldaña, que le reclamaba una deuda de 55.000 maravedíes como parte del total que se había librado en el tesorero Rui López de Toledo71. Las deudas contraídas con distintos fiadores y factores en el arrendamiento y recaudación de rentas del principado de Asturias tuvieron desafortunadas consecuencias para este arrendador que entre los años 1491-92 fue secuestrado por el alcalde de Castropol, Rodrigo de la Rúa, que lo llevó preso a la fortaleza de la villa. En julio de 1494, el arrendador elevaba sus quejas a la Corona y pedía ser liberado y recuperar las escrituras y dineros que le habían sido tomados cuando fue apresado72. Otro de los arrendadores que aparece documentado en las rentas del reino de Galicia, y particularmente en las del partido de Mondoñedo es el regidor madrileño Gonzalo de Monzón, figura bien estudiada por M. Diago Hernando (2007, 381386)73. Siguiendo a este autor, Gonzalo de Monzón era hijo de un destacado miembro de la oligarquía madrileña de la segunda mitad del siglo XV, el doctor Fernán González de Monzón, que además de regidor, había sido procurador en Cortes por la villa de Madrid al menos en dos ocasiones, la última en las cortes de Madrigal de 1476. Gonzalo de Monzón accedía en 1480 al cargo de regidor por renunciación de su padre y a partir de aquí comenzaba una larga andadura en la vida política madrileña que combinaría con una intensa actividad en el arrendamiento y gestión de las rentas reales.  AGS, Registro General del Sello, Córdoba, 30 de mayo de 1491, fol. 125.  AGS, Registro General del Sello, Burgos, 6 de julio de 1491, fol. 155. 70  AGS, Registro General del Sello, Córdoba, noviembre de 1491, fol. 22. 71  AGS, Registro General del Sello, Córdoba, 22 de octubre de 1491, fol. 77. 72  AGS, Registro General del Sello, Julio de 1494, fol. 359. 73  Diago, 2007: 381-386. Todo lo relativo a este arrendador procede del trabajo de este autor, si bien hemos considerado oportuno incluirle en este trabajo por considerar que su arrendamiento tiene lugar en un período de especial crecimiento de las rentas reales del reino de Galicia y por ser considerado Gonzalo de Monzón uno de los financieros más reconocidos de la villa de Madrid. 68 69

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

135

Gonzalo de Monzón arrendaba las rentas del obispado de Mondoñedo para el trienio 1495-97, y lo hacía junto al segoviano Alonso de Castro, quien le acompañó en el arrendamiento y recaudación de las rentas de varios partidos de la Corona de Castilla74. Poco después, en los años 1498-99 tomaba en renta las alcabalas de los partidos de la alhóndiga y rentas mayores y menores de Córdoba y en el trienio 1500-02 arrendaba estas mismas rentas junto a las rentas mayores de Granada. Finalmente, se le localiza también como arrendador de una parte de las rentas de Toledo en 1506, junto al granadino Lázaro de Cartagena. Este financiero que M. Diago Hernando (2007, 382-383) sitúa entre los principales de la villa de Madrid a finales del siglo XV, gozaba de una posición socioeconómica destacada, similar a la que poseían otros miembros de la oligarquía madrileña del momento. Las informaciones de abonos presentadas por los concejos lo sitúan como un hombre rico, con un patrimonio valorado en algo más de 1.000.000 de maravedíes, en el que se incluían bienes inmuebles rústicos y urbanos de gran valor: una gran heredad en el lugar de Vicálvaro, valorada en 600.000 maravedíes, sus casas principales, situadas en la collación de San Nicolás y algunas otras casas, más un horno para cocer pan, un censo de 2.500 maravedíes situados en determinados bienes inmuebles que poseía en Madrid, así como un heredamiento en Sevilla, cerca de la collación de San Jerónimo, valorado en torno a los 200.000 maravedíes. Según afirma M. Diago, esta notable hacienda de la que era titular procedía en parte de la herencia recibida de su padre, si bien parece posible que Gonzalo de Monzón hubiera conseguido incrementar el patrimonio heredado, sobre todo porque fue un individuo con una intensa actividad en el arrendamiento de rentas reales. Una de las notas que mejor caracterizan a Gonzalo de Monzón es que mantuvo negocios con personas de procedencia geográfica muy diversa. Esto explica también que su radio de acción en lo que al arrendamiento de rentas reales se refiere fuera muy extenso. Al igual que Gonzalo, sus familiares más directos, particularmente sus hermanos Francisco y Beltrán de Monzón, participaron en el negocio financiero, si bien la participación de éstos últimos se considera bastante inferior a la que presenta el primero, y del mismo modo, el volumen de rentas y patrimonio acumulado también era bastante inferior, localizándose la mayor parte de sus propiedades en las aldeas de Getafe y Leganés75. Un caso especialmente significativo es que tiene lugar con Fernando de Cuenca, que en origen se encontraba avecindado en Almagro, y al que localizamos desde mediados de los años noventa, en el arrendamiento de las rentas reales del arzobispado de Santiago con el obispado de Tui, junto a otros conocidos hombres de negocio como Gómez Cruu o Gonzalo del Campo. Según se deduce del estudio de la documentación, el arrendamiento por parte de Fernando de Cuenca de las rentas del arzobispado de Santiago durante estos años debió suponer una primera toma de contacto con unas rentas que a la larga resultarían más que provechosas en términos económicos, sobre todo por los elevados ingresos que generaba el pago de los diezmos de la mar en los puertos del reino, como consecuencia también de un notable incremento de la actividad comercial durante estos años. 74   En los años 1495-97, Gonzalo Monzón y Alonso de Castro actuaron como recaudadores en los partidos de Córdoba, Calatrava, Úbeda, Santo Domingo de Silos, Alcaraz y Mondoñedo. La noticia, aportada por Diago, 2007 procede de AGS, Escribanía Mayor de Rentas, HHII, 550. 75  Diago, 2007: 381-386.

136

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

Así, desde 1505 en adelante, Fernando de Cuenca aparece arrendando casi de manera permanente en las rentas del arzobispado de Santiago, de manera que desde 1508 en adelante, controlaría la práctica totalidad de las rentas del arzobispado de Santiago, tanto las que se gestionaban por vía de arrendamiento, que era casi todo, como las que se recaudaban a través del encabezamiento. Durante estos mismos años (1510-16), se haría cargo de las rentas arrendadas y encabezadas de los partidos de Lugo, Orense y Viveiro, gestionadas éstas últimas en su integridad por vía de arrendamiento. Y del mismo modo, tendría a su cargo las alcabalas del obispado de Mondoñedo y de los denominados «lugares confiscados» que se gestionaron en su totalidad por vía de arrendamiento. Con ello se observa un completo monopolio por parte de Fernando de Cuenca de la totalidad de las rentas del reino de Galicia, en total unos 15.894.000 maravedíes, si tomamos como referencia el valor de las rentas de 151076. Sin embargo, a partir de los años 1519-20, se produce un cambio sustancial en las actividades financieras desempeñadas por Fernando de Cuenca, y es que a partir de estos años va a renunciar a una parte considerable de las rentas reales ordinarias de los principales partidos fiscales del reino de Galicia en favor de su labor como arrendador de las rentas de la hacienda arzobispal compostelana, a lo que hay que añadir una fuerte dedicación a la actividad comercial, orientada sobre todo a la compraventa de paños procedentes de Flandes. La documentación de protocolos del Archivo Histórico Universitario de Santiago contiene abundantes pruebas de su labor como gestor de la hacienda arzobispal compostelana, una actividad posiblemente más beneficiosa y de menor riesgo que el arrendamiento de rentas reales, teniendo en cuenta que la hacienda arzobispal compostelana percibía una parte considerable de las rentas reales de la tierra de Santiago, además de los ingresos derivados de la explotación del patrimonio y ejercicio de la jurisdicción77. Su labor como gestor de las rentas de la hacienda arzobispal compostelana debió tener lugar entre los años 1517-20 aproximadamente, a juzgar por algunas noticias que dejan constancia de como en 1521 la viuda e hijos de Fernando de Cuenca se vieron obligados a zanjar las cuentas pendientes que había dejado su difunto marido con la hacienda arzobispal compostelana78. Un año antes, García de Pisa, como factor de Fernando de Cuenca, había arrendado ya al clérigo Pedro Ares de San Fiz la totalidad de tasas y rentas pertenecientes al deanazgo de la Iglesia compostelana por una anualidad comprendida entre los meses de junio de los años 1519 y 152079. Además de su labor como arrendador de las rentas de la hacienda real y arzobispal, es preciso tener en cuenta que Fernando de Cuenca se dedicó también a otras actividades, como la compra-venta de determinados productos, entre ellos paños de Flandes, de los que posiblemente proveía al cabildo catedralicio de Santiago, aprovechando su cargo de administrador de la hacienda arzobispal. Buena prueba de ello  Alonso, 2004: 771-783.  La mesa arzobispal compostelana percibía las alcabalas de los denominados lugares «reguengos» o realengos de la tierra de Santiago, la mitad de los diezmos de la mar que se recaudaban en los puertos del arzobispado de Santiago más otra décima parte de los ingresos que, procedentes de los diezmos de la mar, recaudaba la Hacienda Regia. A ello se añadían determinados juros de heredad y mercedes de por vida a percibir sobre las rentas reales de la tierra de Santiago. Al respecto vid. mi artículo Rubio, 2008b: 197-233.

76 77

  Archivo Histórico Universitario de Santiago, Protocolos S-12, fol. 261r-262v y ACS, Protocolos Notariales, 016, fol. 81v bis. 79  AHUS, Protocolos Notariales, S-17, fols. 299r-300. 78

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

137

son las distintas cartas de obligación otorgadas por diferentes sastres a Fernando de Cuenca, encargándose éste último de pagarles ciertas cantidades en razón de la compra de unos paños de Flandes80. CONCLUSIONES Tras un detallado análisis de carácter prosopográfico sobre los agentes fiscales que intervinieron en el arrendamiento de las rentas reales del reino de Galicia entre los años 1475 y 1504, creemos conveniente resaltar algunos aspectos de carácter más general. En primer lugar, debemos llamar la atención sobre el fuerte predominio de arrendadores gallegos que se observa durante los primeros años del reinado en el partido fiscal de Santiago, un predominio que irá desapareciendo a medida que avanza el reinado y que el volumen de ingresos se incrementa de manera sustancial. Es evidente que este notable crecimiento que experimentaron las rentas reales del reino de Galicia a partir de los años noventa, se habría debido en parte a la integración de las rentas de los distintos señoríos jurisdiccionales a la Hacienda Real, que tuvo lugar después de un intenso proceso de pacificación política y restablecimiento del orden interno llevado a cabo por los monarcas, pero también a la reactivación de la actividad comercial, especialmente la que tenía lugar entre distintos reinos a través de los puertos. Por consiguiente, el crecimiento de las rentas del reino de Galicia durante las décadas centrales del reinado, tendrá como consecuencia inmediata la aparición de una serie de arrendadores foráneos procedentes, en su mayor parte, de otros lugares de la corona de Castilla: Valladolid, Madrid, Castilla la Nueva etc…, que se sentirían atraídos por los notables beneficios que esperaban del arrendamiento y recaudación de las rentas reales del reino de Galicia, especialmente de algunos partidos fiscales como el de Santiago con Tuy, que era el más extenso y el que mayores volúmenes de rentas generaba como consecuencia de la recaudación de los diezmos de la mar y alfolíes en los puertos gallegos. Esto explica también que algunos de estos arrendadores procedentes de lugares geográficamente alejados de Galicia, se interesaran por las rentas de la hacienda arzobispal compostelana, teniendo en cuenta que la Iglesia de Santiago percibía una parte considerable de las alcabalas, diezmos de la mar y alfolíes que se recaudaban en la tierra de Santiago en virtud de antiguos privilegios. Otro de los aspectos sobre los que conviene llamar la atención es la participación exclusiva de algunos de estos arrendadores foráneos en aquellos partidos fiscales cuyas rentas habían sido confiscadas a particulares en un primer momento y puestas en renta para la Hacienda Regia posteriormente. En este sentido, parece posible que desde la propia monarquía se facilitara el arrendamiento de las rentas de éstos lugares a arrendadores procedentes de otros lugares de Castilla, cuyo radio de acción se encontraba situado más próximo a la corte y contaban con una reconocida trayectoria en la gestión y arrendamiento de las rentas reales, como medio de asegurar la recaudación de impuestos en aquellas villas y lugares que ofrecían resistencias al pago, al haber estado sujetas durante años a la jurisdicción señorial. Finalmente, en algunos casos se comprueba también una relación directa entre los sujetos que arrendaban y recaudaban las rentas reales y aquellos que recibían una parte de estos ingresos, ya fuese mediante gasto fijo, en forma de situado, o variable, mediante el pago de  AHUS, Protocolos Notariales, S-17, fols. 133, 170 y 172r-173 r.

80

138

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

libramientos. Este caso es el que tenía lugar en el partido de Viveiro, en el que entre los años 1480-1504, los arrendadores de las rentas reales se hallaban todos ellos vinculados al mayordomo real don Enrique Enríquez, único perceptor de la totalidad de las rentas de este partido. Estas reflexiones finales, de carácter más general acerca de la composición y funcionamiento de los grupos de arrendadores y financieros de las rentas reales que operaron en el reino de Galicia a fines del siglo XV, únicamente es posible a partir del estudio detallado de cada uno de los personajes. En relación con los agentes del fisco regio, este tipo de trabajos de carácter prosopográfico nos permite precisar muchos aspectos en relación con los intereses que movieron a los distintos arrendadores a arrendar las rentas de lugares geográficamente alejados, los beneficios obtenidos en el negocio fiscal y la reinversión de estos beneficios, la composición de las compañías etc…En definitiva, toda una serie de aspectos que deben ser estudiados para otros ámbitos geográficos de la corona de Castilla a fin de esclarecer muchos aspectos, sobre el funcionamiento de estas redes y compañías de arrendadores y recaudadores de las rentas reales a lo largo y ancho de la Corona de Castilla.

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

139

APÉNDICE ARRENDADORES Y RECAUDADORES MAYORES DE LAS RENTAS REALES DEL REINO DE GALICIA (1475-1504) Betanzos y Bayona (1) 1475 Alonso de Carballido (2) 1476 Diego de Huete (3) 1477 Ruy Martínez de Carballido (4) 1478 Ruy Martínez de Carballido y Diego de Estrada (5) 1479 Ruy Martínez de Carballido La Coruña (6) 1475 (7) 1476 (8) 1478 (9) 1479

Pedro de Cuéllar y Alonso de Carballido Diego de Huete Ruy Martínez de Carballido Francisco de Cangas

Muros, Noya y (10) 1475 (11) 1476-77 (12) 1478-79

Padrón Francisco de Maldonado Lanzarote de Fontíveros Diego de Tordesillas

Arzobispado de Santiago (13) 1480-81 Ruy Martínez de Carballido, Francisco González de Sevilla y Pedro de Baeza81 (14) 1482-83 Ruy Martínez de Carballido, Fernando de Carrión, Luis de Valera y Gutierre de Sandoval82 (15) 1484-87 Luis de Alcalá (16) 1488-89 Lope Gómez de Marzoa y Fernando de Aguilar (17) 1490 Ruy Martínez de Carballido y Juan Fernández de Andeiro (18) 1491 Lope Gómez de Marzoa y Luis de Saldaña (19) 1492-94 Alonso Gutiérrez de la Caballería (20) 1495-97 Gómez Cruu, Gonzalo del Campo y Fernando de Cuenca (21) 1498-00 Pedro Cruu (22) 1501-04 Ruy Martínez de Carballido Obispado de Lugo (23) 1480 Juan Vázquez. (24) 1481 Francisco González de Sevilla De estos tres arrendadores, Ruy Martínez de Carballido arrendaba las rentas de los abadengos, señoríos nobiliarios y lugares reguengos de la tierra de Santiago de los años 1480-81, con las de La Coruña de 1480; Pedro de Baeza arrendaba las de Betanzos de 1480, y el contador mayor Francisco González de Baeza, se tituba arrendador y recaudador mayor de las rentas de La Coruña y Betanzos del año 1481. 82  Al igual que en los años anteriores, en los años 1482-83, Ruy Martínez de Carballido y Fernando de Carrión arrendaban las rentas de los abadengos, señoríos nobiliarios y villas y ciudades de realengo del arzobispado de Santiago; Luis de Valera arrendaba las alcabalas de los lugares reguengos de la tierra de Santiago de 1482 y Gutierre de Sandoval arrendaba estas mismas rentas en 1483. 81 

140

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

(25) 1482-83 Ruy Martínez de Carballido y Fernando de Carrión (26) 1484-87 Luis de Alcalá (27) 1488-90 Mosén Pérez (28) 1491 Rabí Maír. (29) 1492-94 Ruy Martínez de Carballido y Pedro Téllez de Úbeda. (30) 1495-97 Ruy Martínez de Carballido. (31) 1498-99 Lope Gómez de Marzoa (32) 1500-02 Fernando de Madrid (33) 1503-04 Alonso de Alarcón y Diego Díez de Guitián. Partido de Sarria (34) 1489 Cristóbal Gascón (35) 1490 Cristóbal Gascón (36) 1491-94 Rabí Mair Melamed (37) 1495-97 Fernando de Madrid Lugares confiscados (38) 1500-02 Fernando de Madrid (39) 1503-05 Diego Díaz de Guitián Obispado de Orense (40) 1475-77 Juan de Melgar (41) 1478-79 Diego Gómez de Benavente (42) 1480 Pedro Galán (43) 1481 Diego Gómez de Benavente (44) 1482-83 Ruy Martínez de Carballido y Fernando de Carrión (45) 1484-87 Luis de Alcalá (46) 1488-89 Juan Ramírez de Herrera y Judá Pérez (47) 1490 Gonzalo Blanco (48) 1491-94 Rabí Maír Melamed (49) 1495-96 Alonso Gómez de Avilés (50) 1497 Alonso Gómez de Avilés y Diego Sánchez (51) 1498-99 Alonso Gómez de Avilés (52) 1500-02 Fernando de Madrid y Alonso Téllez de Úbeda (53) 1503-04 Gutierre de Sandoval Condado de Ribadavia (54) 1482-83 Alonso de Carrión (55) 1484 Rodrigo Egas y Diego de San Martín (56) 1485-87 Rodrigo Egas y Diego de San Martín Obispado de Mondoñedo (57) 1475 Pedro de Lerma (58) 1476 Pedro de Lerma (59) 1477-78 Juan de Herrera (60) 1481 Francisco González de Sevilla (61) 1482-83 Ruy Martínez de Carballido y Fernando de Carrión (62) 1484-87 Luis de Alcalá (63) 1488-90 Juan Ramírez de Herrera y Judá Pérez

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

(64) 1491 (65) 1492 (66) 1493-94 (67) 1495-97 (68) 1498-99 (69) 1500-02 (70) 1503-04

Juan de Torralba Pedro García de Dueñas y Juan Ramírez de Herrera Diego Gómez de Benavente Gonzalo de Monzón y Alonso de Castro Lope Gómez de Marzoa Fernando de Madrid Diego Díaz de Guitián

Partido de Vivero (71) 1480-81 Lope de Cieza (72) 1482-89 Rodrigo de Mendoza (73) 1490-91 Tomé Alvarez (74) 1492 Gonzalo de Mijancas (75) 1493-94 Juan de Villarreal (76) 1495-98 Martín de Gamboa (77) 1499-01 Lope de Urueña (78) 1502-04 Diego de Verdesoto

141

142

Agentes de los sistemas fiscales en Andalucía y los reinos hispánicos (siglos XIII-XVII): un modelo comparativo

Referencias bibliográficas

Alonso García, David (2004), Fisco, poder y monarquía en los albores de la modernidad: Castilla 1504-1525, Madrid. — (2006), «Poder financiero y arrendadores de rentas reales en Castilla a principios de la Edad Moderna», en Cuadernos de Historia Moderna, vol. 31, pp. 117-138. Antonio Rubio, Gloria de (2005), «Estancia de Luis Alonso, antes llamado Judá Pérez, en Galicia», en Espacio, Tiempo y Forma. Serie III, Historia Medieval, 18, pp. 27-37. — (2006), Los judíos en Galicia (1044-1492), La Coruña. — (2007), «Judíos en Galicia: visión panorámica y nuevas aportaciones documentales», en Espacio, Tiempo, Forma, Serie III, Historia Medieval, 20, pp. 289-314. — (2009), «Judíos, Conversos e inquisición en Galicia (S.XI-XVII)», en Cuadernos de Estudios Gallegos, LVI, 122, pp. 171-189. Armas Castro, José (1986), «Una familia de mercaderes pontevedreses a finales de la Edad Media: los Cruu», en Cuadernos de Estudios Gallegos, Tomo XXXVI, Fascículo 101, Santiago, pp. 117-132. Carretero Zamora, Juan (1988), Cortes, monarquía, ciudades: las cortes de Castilla a comienzos de la época moderna (1475-1515), Madrid. — (1999), «Los arrendadores de la hacienda de Castilla a comienzos del siglo XVI (1517-1525)», en Studia Histórica, 21, pp. 153-190. — (2009), La averiguación de la Corona de Castilla (1525-1540). Los pecheros y el dinero del reino en la época de Carlos V, Valladolid, 3 vols. Diago Hernando, Máximo (2007), «Vecinos de Madrid al servicio de la Real Hacienda durante el reinado de los Reyes Católicos: los arrendadores de rentas», en Anuario del Instituto de Estudios Madrileños, 47, pp. 367-416. Fernández Suárez, Gonzalo Francisco (2002), La nobleza gallega entre los siglos XIV-XV. Los Sarmiento condes de Ribadavia, Santiago de Compostela. Ferreira Priegue, Elisa (1988), Galicia en el comercio marítimo medieval, La Coruña. Ladero Galán, Aurora (2004), «La frontera de Perpiñán. Nuevos datos sobre la primera guerra del Rosellón (1495-1499)», En la España Medieval, 27, pp.225-283. Ladero Quesada, Miguel Ángel (1975), «Los judíos castellanos del siglo XV en el arrendamiento de impuestos reales», en Hispania, vol. 35, pp. 417-440. — (2002), «La receptoría y pagaduría general de la Hacienda regia castellana entre 1491 y 1494 (De Rabí Maír Melamed a Fernán Núñez Coronel a Fernán Núñez Coronel)», En la España Medieval, 25, pp. 425-506. — (2009), La Hacienda Real de Castilla, Madrid. López Carreira, Anselmo (2005), O reino medieval de Galicia, Vigo. Moxó, Salvador de (1963), La alcabala. Sus orígenes, concepto y naturaleza, Madrid. Ortego Rico, Pablo (2012a), «Arrendadores mayores y arrendadores menores. La Configuración de redes socioeconómicas a través de la gestión de la Hacienda Real a fines del siglo XV: algunos ejemplos», en Ángel Galán Sánchez y Ernesto García Fernández (eds.), En busca

Amparo Rubio Martínez: “Los agentes fiscales del reino de Galicia a fines del siglo XV”

143

de Zaqueo: los recaudadores de impuestos en las épocas Medieval y Moderna, Madrid, pp. 99-116. Ortego Rico, Pablo (2012b), «Auge y caída de una gran compañía financiera en Castilla. Luis de Alcalá, Rabí Mayr y la quiebra de la recebtoría y pagaduría general de rentas (1477-1495)», en Ernesto García Fernández (coord.) Tesoreros, «arrendadores» y financieros en los reinos hispánicos: la corona de Castilla y el reino de Navarra (siglos XIV-XVII), Madrid, pp. 101122. Peña Barroso, Efrén de la (2011), «Las propiedades rústicas de una familia de conversos segovianos: los Seneor/Coronel», Espacio, tiempo, y forma. Serie III. Historia Medieval, 24, pp. 319-352. Rodríguez Suárez, M.ª del Pilar (2005), «La importancia del vino en la comunidad universitaria compostelana en el s. XVI», en Actas de La Cultura del Vino. Primer congreso peninsular, Instituto de Estudios Gallegos «Padre Sarmiento», Santiago de Compostela. Rubio Martínez, Amparo (2007), Hacienda y gobierno de los Reyes Católicos en Galicia, Tesis doctoral. Madrid. — (2008a), «La Hacienda Real en Galicia en tiempos de Juan II (1406-1454)», En la España Medieval, 31, pp. 413-474. — (2008b), «La recaudación de tributos ordinarios por la mesa arzobispal compostelana en la tierra de Santiago: alcabalas, diezmos de la mar y alfolíes», en Cuadernos de Estudios Gallegos, 121, pp. 197-233. — (2012), «Mercaderes y financieros en el arrendamiento de rentas reales en la Galicia del S. XV», en Juan Antonio Bonachia Hernando y David Carvajal de la Vega (eds.) Los negocios del hombre, Valladolid, pp. 201-233. — (2013), «Un hombre de negocios a fines del siglo XV: el notario santiagués Lope Gómez de Marzoa», en Actas del Congreso Poder, Fisco, Mercado: la ciudad y sus redes en la baja Edad Media, Valladolid (en prensa). Sendín Calabuig, Manuel (1977), El Colegio Mayor del Arzobispo Fonseca en Salamanca, Salamanca.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.