Los africanos emancipados del Majesty, 1859

June 14, 2017 | Autor: Luis Burset | Categoría: Historia del Caribe, Historia De Puerto Rico, Esclavitud, Historia De La Esclavitud
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Descripción

Los africanos emancipados del barco Majesty en 1859: el contrabando de
esclavos
frente a la prohibición de la Trata en Puerto Rico.

Luis R. Burset Flores
En Puerto Rico celebramos oficialmente la abolición de la esclavitud
de 1873 como el acto que dio fin a tan aborrecible práctica. Es menos lo
que se conoce sobre la prohibición de la trata negrera medio siglo antes.
Bajo presiones de Gran Bretaña, España había acordado prohibir la trata de
esclavos desde 1820. [1] Por un lado, el discurso oficial de los
gobernadores seguiría al pie de la letra los procedimientos establecidos en
los acuerdos anglo-españoles. Por otro, los comerciantes puertorriqueños,
familiarizados con el contrabando, se ingeniarían estrategias para
continuar introduciendo esclavos ilegalmente, supliendo a las grandes
haciendas de mano de obra esclava.
En 1859, el barco negrero Majesty fue capturado en las costas de
Puerto Rico intentando burlar la prohibición de la trata. Se trataba de
introducir a la isla alrededor de 800 negros bozales para venderlos como
esclavos. El caso del Majesty nos permite conocer detalles sobre la
prohibición de la trata, los esfuerzos españoles por burlar el acuerdo sin
malograr sus relaciones con Gran Bretaña, y el proceso administrativo que
se seguía con los africanos incautados a los contrabandistas.[2] Aunque
este caso ha sido reseñado por varios historiadores, pretendemos darle una
mirada panorámica y a la vez exhaustiva.[3] Más importante aún para
nosotros será destacar a los protagonistas de este acontecimiento, que
incluyeron al gobernador, los oficiales reales, los cónsules extranjeros,
los hacendados, los tratantes de negros y los africanos mismos que murieron
o fueron emancipados tras la captura del barco.
La prohibición española de la trata respondió a la fuerte presión que
el gobierno inglés ejerció sobre otras potencias europeas tras prohibirla a
sus propios súbditos en 1808. Esta política encontró resistencia en las
Antillas, porque fue percibida como una estrategia británica para debilitar
la floreciente economía azucarera cubana.[4] Dos factores habían
beneficiado el desarrollo y fortalecimiento de la industria azucarera
local: las guerras de independencia de Haití y Latinoamérica, y la Real
Cédula de Gracias. Puerto Rico llegó a ocupar el segundo lugar en las
Antillas como productor de azúcar, después de Cuba.[5]
Una de las consecuencias del desarrollo de la industria azucarera en
Puerto Rico fue la concentración de tierras en pocas manos.[6] Se
consolidó la élite económica de Puerto Rico, beneficiada por las políticas
de liberalización del régimen de tierras y el fortalecimiento de
propietarios a expensas de los pequeños productores.[7] En lo que resultó
ser un esfuerzo coordinado, las gestiones políticas británicas dirigidas al
Gobierno estuvieron complementadas con propaganda ideológica dirigida al
pueblo español.
En 1865, se publicó un libro titulado La esclavitud y el tráfico de
esclavos; sus efectos sobre la condición de los naturales de África.[8]
Este libro intentaba crear conciencia sobre la humanidad de los pueblos
africanos que eran objeto de la trata. Presentaba además datos sobre sus
principales grupos étnicos, sus religiones y la extensión de sus reinos.
Tenía una dedicatoria al pueblo español, firmada solamente por "Un inglés",
que deja claro la intención del libro:
"...Al pueblo Español, respetuosamente dedicamos el presente folleto,
en la creencia de que ignorando lo ocurrido en otras partes, fuera de
España, y desconociendo sus terribles efectos sobre el género humano,
han permitido tanto tiempo, y lo permite aun hoy legalmente su
Gobierno, sostener una injusticia que otras naciones y Gobiernos
Cristianos han reconocido y desechado ya como un crimen; y con la
esperanza asimismo de que no faltarán entendimientos nobles y activos
que salgan a la palestra y se dediquen a investigar si estas cosas son
realmente ciertas (como las exponemos en este folleto), con la
determinación de no cejar en su propósito hasta que logren borrar el
oprobio que pesa sobre el pueblo Español (nación por lo demás
civilizada y que profesa ser miembro de la Iglesia de Jesu Cristo),
por estar envuelto con la complicidad de su Gobierno en sostener la
esclavitud y el tráfico de esclavos.."..[9]


España pronto cedió en papel a las presiones británicas. En 1817
firmó un tratado por el cual se comprometía a "no traficar con esclavos, ni
llevarlos a Cuba y Puerto Rico, a partir del 30 de mayo de 1820". A
cambio, España recibió una indemnización de 400,000 libras esterlinas.[10]
El gobierno español parecía satisfecho. Los cónsules extranjeros en la
isla ayudarían a velar por el cumplimiento de la prohibición a la trata.
Este acuerdo entre dos gobiernos ponía en riesgo la bonanza económica
que disfrutaba Puerto Rico tras la implantación de la Real Cédula de
Gracias de 1815. Prohibir la trata amenazaba el sostenimiento y el
desarrollo de la industria azucarera. Como veremos, los poderosos
hacendados establecidos en la isla recurrieron a una variedad de
estrategias para burlar la prohibición de la trata y satisfacer su
necesidad de mano de obra esclava. En contubernio con ellos,
ocasionalmente el gobierno local se hizo de la vista larga y toleró el
contrabando de esclavos. Sobre la prohibición, Rafael López Valdés señala:
"…a partir de 1820, el comercio de esclavos fue declarado ilegal para
las colonias españolas, y por consiguiente, los alijos de esclavos
fueron clandestinos, aunque en su mayoría con la complicidad activa de
las autoridades". [11]


Francisco Scarano considera que la prosperidad de Puerto Rico y Cuba
era más importante que el cumplimiento del Tratado de 1817, y señala al
gobernador Miguel de la Torre como uno de los que especialmente protegieron
la trata ilegal.[12] Charles Walker, un estadounidense residente en Puerto
Rico, escribió en la década de 1830 que el gobernador de la isla permitía
los arribos de cargamentos negreros. Informó que éste recibía en pago 16
dólares por pieza, o esclavo que permitiera entrar a pesar de la
prohibición. Otros oficiales recibían sobornos similares, proporcionados a
su rango, que llevaba la gratificación o soborno a sumar 32 dólares por
cabeza de esclavo.[13] A pesar de todo esto, Luis Díaz Soler opina que de
todas las posesiones españolas, Puerto Rico fue la colonia que más
estrictamente observó la prohibición de la trata.[14]
En su estudio sobre la Audiencia de Puerto Rico, Gerardo Carlo Altieri
opina que antes del establecimiento de esta institución en la isla en 1831,
la introducción ilegal de esclavos creó un problema de salud y corrupción.
Apoya sus argumentos en el caso de la introducción ilegal de esclavos en
1818 en el bergantín español Jacinta - donde murieron casi dos terceras
partes de los esclavos, padeciendo de múltiples enfermedades contagiosas -
y en una denuncia de 1827 del cónsul francés sobre la corrupción entre los
oficiales reales en la isla. Carlo Altieri califica la situación como:
"...un patrón de inobservancia de las leyes y los tratados en efecto,
que prohibían la importación de esclavos. Generalmente prevalecían los
intereses económicos de los traficantes y la avaricia de los oficiales
de gobierno y justicia, a todos los niveles...".[15]


Ante esta situación, y bajo presión de Gran Bretaña, el tratado anglo-
español tuvo que ser ratificado nuevamente en 1835. Se reforzaron las
medidas para prevenir y condenar la trata. Se dio permiso a los barcos de
guerra para intervenir con cargamentos sospechosos dirigidos a nuestras
islas. Las nuevas medidas no fueron totalmente efectivas.[16] Manuel
Álvarez Nazario cita las cartas de dos extranjeros, George Coggeshall,
inglés, y el ya mencionado Charles Walker, relatando la llegada de barcos
negreros a los puertos de la isla entre 1831 y 1837.[17]
El trabajo de personas libres en Puerto Rico había sido reglamentado a
través del Reglamento de Jornaleros o régimen de la libreta, aprobado por
el gobernador Pezuela en 1848. Sin embargo, la esclavitud seguía siendo
mejor negocio para los hacendados. En su trabajo sobre hacendados y
comerciantes puertorriqueños en la década de 1860, Ricardo Camuñas declara
que:
"...La esclavitud fue la institución que más garantizaba la
disposición de mano de obra diestra y constante, y aseguraba el
aumento de la producción, así como el trabajo en la mayor parte de las
haciendas azucareras y en algunos productores de café. El trabajo
asalariado tenía la dificultad de ser inestable y poco confiable, ya
que el campesino libre tenía pocas necesidades, que satisfacía con
sólo unos días de trabajo...". [18]


Entrada la segunda mitad del siglo XIX, los dueños de haciendas
requirieron mano de obra adicional que fuera barata y diestra. La epidemia
de cólera morbo en la década de 1850 redujo la población esclava. Morales
Carrión sostiene que solamente en esclavos se perdieron aproximadamente
30,000 vidas.[19] Sin embargo, un informe del gobernador de Puerto Rico
fechado el 13 de febrero de 1856 reportaba que en total había 16,268
habitantes afectados en toda la isla, de los cuales 6,551 habían
muerto.[20]
Para agravar la situación, se había comenzado a sacar esclavos de
Puerto Rico para llevarlos a Cuba con el propósito de satisfacer la enorme
necesidad de obreros de sus haciendas azucareras. Morales Carrión estima
que esta estrategia disminuyó la población esclava local en sobre 4,700
vidas. Opina que el descenso de la población esclava se sentirá sobre todo
en las haciendas.[21] Se combinaron dos factores: se detuvo la entrada de
esclavos, y los que había en la isla morían o eran sacados a Cuba: el
escenario estaba listo para el juego de decepciones que seguiría.
El 27 de enero de 1859, el gobernador don Fernando Cotoner y
Chacón[22] escribía al Ministro de la Guerra y Ultramar en Madrid
proveyendo detalles del sistema de vigilancia de las costas para evitar la
introducción ilegal de africanos a la isla.[23] A pesar de sus
publicitadas medidas, ocho días después de firmar su carta, un barco
negrero identificado como Majesty encalló en las costas de Humacao la noche
del 4 de febrero. Una vez advertidos, los oficiales de San Juan
procedieron a la captura del barco, al arresto de su tripulación, y a la
liberación de 628 africanos.[24]
El gobernador procuró mantener comunicación constante con la
metrópoli, informando los pormenores de la investigación y de sus
gestiones. Haciendo referencia a la carta del 27 de enero, donde
anticipaba la actividad ilegal en las costas, Cotoner escribió a Madrid
informando del suceso. Los primeros párrafos de la carta leen como sigue:
"…tuve el honor de manifestar a V.E. en escrito de 27 de enero último
se han realizado mis fundadas sospechas de introducción de negros en
esta isla procedentes de la Costa de África, con la aparición el
[roto] del corriente en la playa de Candelero, puerto denominado del
Francés, perteneciente a la jurisdicción de Humacao, de una barca
varada con 626 negros, treinta y tres tripulantes y cuatro pasajeros,
habiendo en su consecuencia dado mi disposiciones a la comandancia de
Marina para la traslación a este Plaza de la negrada, entendiendo en
la averiguación del hecho un Oidor de la Real Audiencia que se ha
trasladado al sitio de la ocurrencia, [ilegible] sido puestos a su
disposición en los [tri]pulantes y [se acaba la página sin
continuación].[25]


En otra misiva, Manuel de Lara Cárdenas escribía al Ministro de Guerra
y Ultramar el 13 de febrero asegurando que el buque era de los que se
dedicaban al tráfico ilícito de negros, y lo identificaba como procedente
de Santiago de Cuba, de donde salió para Nueva Orleáns. Relató que el
buque se desvió para la costa de África, donde cargó de 1,000 a 1,200
negros en Río Congo. La mayoría de los negros había perecido en la
travesía, al igual que el capitán, quien al parecer era inglés. De regreso
a Cuba, el buque encalló en las costas de Puerto Rico.[26]
El gobernador informó haber arrestado 32 miembros de la tripulación.
¿Quiénes eran estos contrabandistas de negros? El Fiscal de la Audiencia
informaba que en su mayoría estaban enfermos, algunos con disentería.[27]
Cuatro tripulantes fallecieron en Humacao, sin ser contabilizados con los
arrestados. Entre ellos encontramos a Jorge Guillero, quien falleció el 7
de febrero de 1859, siendo identificado como natural de Cádiz, de 40 años,
y "marinero de la barca de tres palos que encalló en la playa del barrio
Buenavista de esta jurisdicción el día 5 de febrero."[28] Los otros tres
fueron Juan Quirós, Miguel Sierra y Cayetano Muñoz. Son identificados en
sus actas de defunción como "...provenientes del buque que con cargamento
de negros varó en las costas de este puerto en la noche del 4 al 5 del
corriente...". Murieron los días 14, 15 y 18 de febrero de 1859,
respectivamente.[29]
Entre los que terminaron presos en San Juan se encontraba Daniel
Smith. Natural de Nueva York, tenía 28 años al momento de su arresto. Fue
condenado por la Real Audiencia el 12 de septiembre de 1859 a cuatro años
de prisión, donde fue internado el 15 de noviembre. Fue indultado del
tiempo que le quedaba de condena y liberado el 13 de febrero de 1861. [30]
Domingo Serrano era natural de Pernambuco en Brasil y "...vecino de las
costas de África...". Tenía 24 años, y era marinero y cocinero. Fue
indultado y puesto en libertad el 6 de marzo de 1861.[31] Manuel de Castro
era gallego, vecino de Manatin en Cuba. El 24 de enero de ese año, menos
de dos semanas antes de su arresto, había sido nombrado cabo segundo de
vara. Fue ingresado en prisión el 15 de noviembre de 1859. Fue indultado
y puesto en libertad el 6 de marzo de 1861.[32]
Al menos uno de los tripulantes escapó a las autoridades: don Rafael
Aguilar. Era natural de San Fernando en Cádiz y vecino de Madrid, soltero,
y tenía 34 años en 1864. Era piloto y segundo capitán de la embarcación.
Cuando encalló el Majesty en las costas de Humacao, al divisar una tropa,
se fugó en un bote y fue recogido por una fragata sueca. Decía haber
desembarcado finalmente en Australia.[33]
Por su propio testimonio, escrito desde París el 7 de junio de 1862,
sabemos que la tripulación fue capturada y condenada a cuatro años de
encierro; Aguilar escapó, pero fue condenado en rebeldía. En 1864 se
presentó en la cárcel de San Juan, y fue condenado por la Audiencia de
Puerto Rico a seis años de presidio. Mientras cumplía su condena, solicitó
indulto, que le fue concedido el 15 de septiembre de ese año. Sus
compañeros en esta empresa fueron igualmente indultados.[34] Encontramos a
un don Rafael Aguilar como capitán de la marina mercante, contratando
servicios del gobierno para limpiar la bahía de San Juan en 1868.[35] Al
parecer, ya se había reinvindicado con las autoridades locales y las de la
metrópoli.
El 12 de febrero de 1859, una semana después del varamiento del
Majesty, el gobernador puso en vigor un Reglamento provisional de negros
emancipados. Éste fue reemplazado por la Ordenanza de negros emancipados
de Cuba el 28 de marzo de ese año. Al no ser esclavos, sino libres, había
que reglamentar su manejo por parte de aquellos hacendados en quienes
fueron depositados. El primero de mayo, el alcalde de Río Grande, don
Eduardo Escalona, solicitaba al gobernador instrucciones para el manejo de
los emancipados. En su correspondencia decía:
"…como caducó el reglamento que se me entregó, suplico a usted tenga
la bondad de remitirme, para devolverle, la gaceta del gobierno en que
está el nuevo reglamento de emancipados para ver lo que tengo que
hacer...". [36]


El incidente del Majesty llegó a oídos del pueblo español en abril de
ese año. Los periódicos La Época y La España publicaron notas destacando
la actuación del gobierno. Proveen detalles sobre el varamiento del barco
y su solicitud de ayuda, la llegada de los oficiales al día siguiente, y el
traslado de bozales a San Juan en el vapor Hernán Cortés. Ambos citaban
como fuente La Gaceta.[37] La imagen que se vendía en la metrópoli era la
de la captura de un barco negrero intentando violar la prohibición de la
trata, y la efectividad de las medidas de seguridad del gobierno.
Hasta aquí, todo aparentaba marchar bien. Pese al manejo correcto de
la situación por parte del gobernador, la "captura" del barco generó un
pulseo diplomático. De un lado, el cónsul inglés, George Samuel Lennon
Hunt, el agente y vicecónsul inglés, Francis Ick, y el cónsul francés, M.
De la Borde, cuestionaban y contradecían la versión oficial presentada por
el gobierno insular. Lennon Hunt envió a su gobierno un informe de lo
ocurrido, desde su punto de vista. Al final de la carta, fechada 12 de
febrero, declaraba:
"...Imposible parece se haya podido suponer un solo instante como
practicable efectuar el desembarco de un tan crecido número de negros
en un puerto tan poblado como lo es Puerto Rico, sin el previo
conocimiento por parte de las Autoridades y agentes ingleses...".[38]


El cónsul señalaba un punto débil de la administración municipal. La
correspondencia del delegado de Hacienda al Ministro de Ultramar ese mismo
año de 1859 revela que el contrabando por Humacao era común. Su situación
geográfica beneficiaba el negocio del contrabando. Sobre ella, concluía el
delegado:
"...Resulta de dicho expediente que citado islote situado en el Puerto
de Humacao [Cayo Santiago] es el punto escogido con frecuencia por los
contrabandistas para depósito de los efectos que se introducen
ilegalmente en aquella isla...".[39]


La rol de los cónsules en la vigilancia de las costas y en el posible
contrabando de esclavos había sido recibida de mala manera por los
gobernadores. En 1844, el gobernador don Rafael de Arístegui, Conde de
Mirasol, había escrito al Secretario de Estado en Madrid lo siguiente:
"...Hago al cónsul Lindegreen (sic) la justicia de creer que no se
introducirá en materias que puedan alterar la tranquilidad pública,
porque parece una persona honorable a todas luces; pero sus inexpertos
hijos son el vehículo por donde se comunica con la gente de mar y con
la gente de color, y la sola presencia de este consulado es un mal que
puede agravar la actuación, y que por su existencia ya sirve para
comentarios y propagación de ideas inconvenientes para los intereses
nacionales.


La situación, Excelentísimo Señor, es muy dura, porque un español
honrado no ha necesitado nunca más que su palabra, y sobre la mía, y
sobre la seguridad de que cumpliré con mi deber, no puede dejar de
afligirme la impropiedad de que un extranjero vigile mis operaciones,
ejerciendo sin derecho que ningún general inglés consentiría a su
inmediación, y que ninguna consideración humana la compensa bastante
para tranquilizar la agitación que produce, y que ruego a V.E.
considere...".[40]


Sobre la naturaleza y origen del barco, los despachos oficiales del
gobierno español en la isla lo identificaron como de construcción
estadounidense o inglesa. Atribuían su conclusión al nombre Majesty o
Majesteed, que aparecía medio borrado en el barco. Los cónsules, por su
parte, insistían que era de construcción española y que había sido cargada
en Cádiz con la intención de tratar con esclavos. Se concluyó que la barca
traía africanos para venderlos a haciendas cubanas. Un conjunto de
problemas llevó a la tripulación a vararla en la costa de Humacao el 5 de
febrero de 1859.[41] Los cónsules argumentaban que los esclavos fueron
llevados intencionalmente a la costa este de nuestra isla; que al momento
de conocerse en San Juan del varamiento, ya cientos de los africanos habían
sido vendidos como esclavos.
Los arrestos no se hicieron esperar. Quizás para acallar las
acusaciones de los cónsules, el 27 de abril el gobernador escribió a Madrid
nuevamente informando que había separado de sus cargos a oficiales
relacionados con Humacao. Los acusaba de tener conocimiento de la venta de
parte de los bozales que habían sido llevados a tierra. Decía que los
africanos vendidos como esclavos a los hacendados de la región eran 329
individuos. Los penalizados fueron don Gerónimo Gobart, Comandante militar
del Departamento de Humacao; don Manuel Camilo de la Vega, Corregidor en
comisión del pueblo de Humacao, y don Marcos Ortiz, Aventajado del
Resguardo.[42]
El Fiscal de la Real Audiencia, Mariano Escartin Lascasas, acusó de
complicidad en el contrabando de negros a miembros del Ministerio de la
Marina. Del expediente generado se desprende que entre los acusados se
encontraban don José María Sánchez, Ayudante de Matrículas de Naguabo, y
don Miguel Hernández, Sub-delegado de Marina de Humacao. En respuesta, el
Brigadier Comandante de la Marina en Puerto Rico contestó con sumo
resentimiento. Se generó un conflicto entre las dos partes relacionadas a
quién tenía competencias sobre el asunto. Este conflicto llegó a manos de
la Reina.[43] El fiscal establecía su argumento sobre la culpabilidad de
los involucrados de la siguiente manera:
"...Hay indicios para presumir que negligentes, conniventes o
prevaricadores esos dos funcionarios han consumado el delito de
facilitar la introducción en la Isla de negros bozales...".[44]


También se acusó a don Baltasar Paniagua, quien había sido
Administrador de Aduanas en el puerto principal de San Juan. Se le acusaba
de poseer cinco negros que se sospechaba provenían del Majesty.[45] Don
Fermín Tomas, Ayudante de Matrículas, y don Juan Zengotita, Aventajado de
Carabineros, fueron otros de los implicados en el caso.
No hemos podido seguir los pasos a las ejecutorias de los cónsules de
Gran Bretaña o de Francia. Sabemos, sin embargo, que para 1862, cuando
todavía se discutía el asunto del Majesty, ambos habían sido reemplazados.
En 1861 se nombró a don Enrique Cooper (o Cowper) cónsul inglés.[46] En
1862 se nombró a Arthur Zeltner cónsul de Francia.[47] ¿Se habrá deshecho
el gobernador de la inconveniente fiscalización de estos dos cónsules? En
1857, la Secretaría de Estado en Madrid había dado carta blanca a los
gobernadores para expulsar a los cónsules. La comunicación lee como sigue:
"...S.M. se ha dignado conceder al interesado el Regio Exequatur en la
forma acostumbrada, bajo la condición impuesta igualmente a todos los
cónsules de las demás naciones en los dominios de España en Ultramar
de que en el momento que las autoridades de los respectivos puntos de
su residencia adviertan que cualquiera de estos funcionarios promueve
inquietudes, mantiene relaciones sospechosas de política, fomenta o
tiene en su casa sociedad alguna secreta, o que de cualquier modo es
autor, agente o promovedor de disturbios, deslealtades o
desobediencias a S.M. en el mismo hecho y a su discreción puede el
Capitán General de la Isla, sin necesidad de formar expediente,
suspenderle, y aun hacerle salir de ella, sin que se entiendan por eso
ofendidos los respetos debidos al gobierno de la nación a quien
sirva...".[48]


El paradero inmediato de los africanos, hombres y mujeres libres según
el tratado con Gran Bretaña, tampoco está claro. El gobierno reportó haber
salvado a los africanos, llevándolos al depósito de la isla. De ahí serían
asignados "...entre personas de confianza bajo las bases de un reglamento
provisional...".[49] No conocemos la actitud del gobernador ni de Madrid
en relación al impacto que más de 600 negros libres podrían tener en el
control y sumisión de la población negra en la isla. Comunicación
posterior del Fiscal de la Audiencia de Puerto Rico especifica que los
africanos fueron distribuidos en diferentes estancias "...como medida
sanitaria, pues fallecen diariamente dos o tres de disentería y alguna otra
de las enfermedades de su país...".[50] Ya habíamos destacado que hacía
muy poco que la isla había superado los embates del cólera morbo.
El primero de marzo de 1859 se creó el Negociado de Emancipados para
tratar con este asunto. Se nombró a don Enrique María Vara para dirigirlo.
Se organizó la estructura para manejar el presupuesto requerido para
correr la oficina y para recibir las consignaciones de los hacendados. Los
ingresos de emancipados para el año 1860 fueron estimados en 12,492 pesos.
Entre sus responsabilidades, el Negociado llevaría registro de los recaudos
y las muertes de los emancipados.[51]
Sobre el proceso de acopio de emancipados, Díaz Soler informa que
éstos entraban en un depósito donde:
"...el gobierno se haría cargo de mantenerlos, empleándolos en obras
públicas mientras permanecieran en ese estado. Se les pagaría jornal
por el trabajo que ejecutaran. Vencidos los cinco años, el gobierno
los declaraba completamente libres, autorizándolos a residir en las
colonias de España. Si los colonos no deseaban permanecer en las
posesiones españolas, el gobierno les ofrecería transportación a
cualquier punto de África...". [52]


El gobernador Cotoner describía el depósito como "...un barracón en el
barrio de Cataño..." techado de yaguas.[53] Los cónsules, por su lado,
argumentaban que los africanos fueron estacionados en un vasto hangar de
palmeras donde se hacinaban hombres y mujeres, "...sufriendo de la lepra y
de la disentería, adultos y niños que la muerte lleva a la tumba cada
día...".[54]
Luis de la Rosa señala que cuando fueron rescatados en Humacao, los
africanos fueron colocados en un depósito en ese municipio para luego ser
trasladados al depósito creado en Cataño.[55] El expediente por el
conflicto de competencias entre la Marina y la Real Audiencia incluye una
descripción del proceso de desembarco de los negros en Humacao. La
documentación parece indicar a la existencia de un depósito, en el sentido
de lugar, en la playa. Pero mayormente, lo que ocurrió fue que dejaron a
los africanos bajo la custodia de los hacendados. El documento lee como
sigue:
"…y que a medida que iban llegando los carros de los hacendados que la
autoridad local había hecho ir para hacerse cargo, entraban al sitio y
recibían el número que en ellos cabía, de cuyos dueños exigió el
recibo correspondiente del número que les quedaba en depósito...".[56]


El primer libro de defunciones de Humacao nos revela la suerte que
corrieron muchos de los bozales que quedaron en depósito de hacendados en
ese lugar. El 18 de febrero de 1859, el presbítero don Félix Parodi
certificó el entierro de setenta y nueve cadáveres de los africanos del
Majesty. Transcribimos parte del acta:
"…han sido sepultados a la orilla del cementerio hacia la derecha de
la puerta 79 cadáveres de los negros africanos procedentes del Buque
que varó en la playa de este puerto en la noche del 4 al 5 del
presente mes, los que según se expresa dicho Corregidor recibieron el
agua del bautismo por personas instruidas en los lugares en que se
hallaban depositados, habiéndole puesto por nombre de Juan a 16 del
depósito de don Modesto Luznari, a 6 del de don José Carmona, a 4 del
de don Pedro José Berríos; el de Ramón a 27 varones y 2 hembras del de
don Ramón Pou; el de Luis a 6 del de don Luis Rufat; el de Eugenio a
12 del de la playa; el de Francisco a 3 varones y una hembra del de
don Salvador Córdova, y el de Joaquín a 2 del de don Joaquín Masfarré.
Humacao, febrero 18 de 1859...".[57]


Félix Matos Rodríguez plantea que los africanos fueron llevados a la
Casa de Beneficencia de San Juan. No indica si llegaron desde el depósito
al que Cotoner había hecho referencia. Desde la Casa podrían ser
consignados a los hacendados interesados en ellos durante cinco años. Esta
institución servía a amplios sectores de la población, con una gama de
necesidades muy distintas entre sí. A la Casa irían indigentes, enfermos
mentales y huérfanos, entre otros[58] En 1857, el gobernador Fernando
Norzagaray escribía lo siguiente sobre la Casa de Beneficencia, se
sostienen en ella noventa dementes de ambos sexos y 227 individuos de otras
clases de desgraciados.[59] Los emancipados serían incluidos en el grupo de
desgraciados que la Casa acogió.
En 1866, el gobernador pidió un crédito suplementario para cubrir los
gastos de socorro a los emancipados en el correccional de la casa de
Beneficencia en el presupuesto del año 1863 a 1864.[60] Aparte de éstos,
el cónsul inglés reportaba que había otros que quedaron esclavizados en
diferentes puntos de la isla, por lo que nunca llegaron a San Juan.[61]
El gobierno central de Madrid debió aprobar la manera en que Cotoner
manejó la situación del Majesty. En su juicio de residencia en 1861, se
dice sobre él:
"…no resulta cargo alguno entre el expresado Teniente General [el
gobernador], y que antes bien se había justificado plenamente; que
durante su mando llenó de la manera más cumplida y satisfactoria los
deberes todos que le imponían las leyes como Presidente de la Real
Audiencia y Gobernador Superior de aquella isla [Puerto Rico],
mandando bien y fielmente de la autoridad que le estaba confiada en
beneficio de los habitantes de aquélla y del mejor servicio de S.M. la
Reina, haciéndose por lo mismo acreedor a que se digne contarlo en el
número de sus más buenos y leales servidores y tener presentes sus
relevantes méritos y servicios...".[62]


Es evidente que los dueños de haciendas reconocieron en los cientos de
africanos rescatados una manera de atender los problemas de escasez de mano
de obra que enfrentaban para continuar desarrollando sus negocios. El
reglamento de Cotoner había convertido a los emancipados en mano de obra
dependiente de sus patronos.
Conocer a los hacendados que acapararon a los africanos manumisos
arroja una luz reveladora sobre el caso de contrabando del Majesty. Eran
hombres influyentes y conocidos en los círculos de poder. Ninguno era
desconocido o ajeno a las intrigas del gobierno central. Varios habían
sido condecorados con la cruz de Isabel la Católica. La mayoría, si no
todos, eran grandes esclavistas, según lo evidencian las actas de bautismo
y defunción de sus esclavos en los libros de las parroquias de San Juan,
Carolina, Trujillo Bajo y Humacao. Para beneficio del lector, hemos
incluido en el apéndice 5 datos biográficos de algunos de los hacendados
que se hicieron cargo de los emancipados del Majesty.
Para 1878, Carolina contaba con siete haciendas: cinco con máquinas
de vapor y dos con trapiche de bueyes.[63] El gobierno municipal de
Carolina logró que africanos emancipados del Majesty les fueran
asignados.[64] Fernando Picó señala que el grupo de emancipados quedó en
manos de tres hacendados de Carolina: Manuel de Arzuaga, de la Hacienda El
Vapor; José García, y Nicasio Viña.
De la Rosa añade a otros hacendados de otros puntos de la Isla, e
incluye las razones que presentaron para solicitar emancipados, y la
cantidad que solicitaban. Entre ellos menciona a don Policarpo Álvarez,
dueño de la Hacienda San José en Canóvanas; don Crusiano Fantauzzi, con dos
haciendas en Patillas llamadas Felícita y Río Grande; y don Manuel Trigo,
de la hacienda San Patricio en Río Piedras. [65] Hemos identificado además
la Hacienda Belvedere de don Luis Mariani en Arroyo,[66] y la de don
Octavio Zárate en Bayamón.[67]
Las actas de defunción de las parroquias de los pueblos donde fueron
depositados los emancipados nos proveen los nombres de otras haciendas y
otros hacendados. En los de la parroquia San Fernando de Carolina [68]
encontramos menciones de la Buena Vista, a cargo de don Guillermo
Lindegren; la de San Justo, a cargo de don Pedro Lefebre y de don Juan
Bautista Machicote; y la de don Lorenzo Vizcarrondo. En las actas de la
parroquia Dulce Nombre de Jesús de Humacao se identifica a don Joaquín
Masfarré, dueño de la Hacienda Santa Teresa en el barrio Río Abajo de
Humacao, don Ramón Pou, dueño de la Hacienda Vista Alegre,[69] don Salvador
Córdova, don Luis Rufat, don Pedro José Berríos, y don Modesto Luznari.[70]
En Río Grande se encontraba don Manuel Román,[71] dueño de la Hacienda
Carmelita, que tenía por encargado a don Antonio Zecchini.[72] En las de
Río Piedras se menciona la hacienda de don Antonio Ramos, donde murió un
emancipado asignado a Trigo.[73]
Hubo otras haciendas a las que llegaron bozales del Majesty. En carta
fechada el 23 de marzo, Lennon Hunt relata el destino de algunos de los
bozales que no llegaron al depósito de Cataño.
"...En el distrito de Humacao, excepto dos o tres, cada colono tenía
algunos de estos negros y el infrascrito sabe que los colonos se los
están robando unos a otros. En las haciendas del distrito de
Hoyomulas pertenecientes a los Señores Esquiaza y Compañía, Señores
Elzuburo (sic) y Compañía, Sr. Machicato (sic), Sr. Viñas y Sr.
Vizcarrondo, varían respectivamente de 10 a 25 de aquellos africanos
dos veces robados...".[74]


De la Rosa advierte que el gobernador Cotoner ordenó el 4 de abril de
1859 al administrador del depósito de emancipados, entre otras cosas,
"...ni recibir ni entregar ningún emancipado sin que procediera una orden
escrita del gobierno...". [75] No obstante, el 29 de marzo de 1859, a
menos de dos meses de la captura del Majesty, y días antes de las órdenes
de Cotoner al administrador del depósito, se registra en la Hacienda Buena
Vista de Carolina la primera muerte de uno de los manumisos: Alfredo, de 13
ó 14 años de edad.[76] Es decir, ya alguien los había entregado a los
hacendados.
¿Y dónde quedan los africanos que fueron el eje de todo el drama?
Para empezar, nunca quedó claro cuántos africanos venían en el barco. El
cónsul inglés los contabilizó de la siguiente manera: el cargamento
original era de 1,050; hubo 850 sobrevivientes; el gobierno dio cuenta de
494, con otros 18; por lo tanto, el número de emancipados convertidos en
esclavos debía ser de 338.[77] Por su parte, el gobernador reportaba en
carta fechada del 29 de enero de 1865 que
"...según los papeles del buque, el número de negros que conducía era
de 600 y pico; pero que sólo pudieron recogerse 300, sin que por
entonces pudiera averiguarse el paradero de los demás...".[78]


Otra misiva del gobernador nos permite conocer la descripción de los
africanos que no fueron recogidos en el buque. Refiriéndose a los más de
200 individuos que no aparecieron en el rescate original, dice:
"...Hoy, no obstante, van apareciendo en diversas haciendas y otras
posesiones rurales negros que así por su físico, como por el poco
conocimiento que tienen de nuestra lengua y su marcado acento
africano, como igualmente por la espontaneidad con que son reconocidos
y nombrados en su idioma por los otros negros que se hallan bajo la
protección del gobierno, y por otras mil circunstancias difíciles de
enumerar…, pero que se ponen de relieve fácilmente en la práctica, son
reconocidos como procedentes de la enunciada expedición, con tanta
mayor seguridad cuanto que hacía más de veinte años que no había
ocurrido importación alguna de esa naturaleza, y podría decirse que el
tipo africano estaba sino perdido, por lo menos completamente
degenerado, y en términos de que no era posible la confusión ni aun la
duda en distinguir un negro de esta isla con uno de los traídos del
opuesto continente...".[79]


Cotoner condenaba el hecho que aunque se reportaban como manumisos o
emancipados los que habían sido rescatados, en realidad eran mantenidos en
calidad de esclavos. Sobre ellos, Matos Rodríguez opina que los
emancipados eran claramente esclavos en todo los sentidos, excepto en
términos técnicos legales.[80] Sin embargo, en los contratos con los
hacendados, se describía a los emancipados como jornaleros asalariados.[81]
El gobierno también supo sacar provecho económico a los emancipados,
cobrando sus servicios por adelantado a los hacendados.
En Humacao se siguieron reportando defunciones de africanos que
recibían nombres cristianos al morir hasta el 21 de marzo de 1859. En
total, hemos contabilizado 114 defunciones de africanos del Majesty en
Humacao en un periodo de dos meses.[82] Por lo general, se les asignaba el
primer nombre de los hacendados a los que se consignaban cuando eran
bautizados al momento de morir.
La correspondencia del alcalde de Río Grande nos permite un atisbo a
las causas de muerte de los emancipados, por lo menos durante los primeros
meses de su consignación a las haciendas azucareras. El 14 de mayo de
1859, el alcalde, Eduardo Escalona, reporta el fallecimiento de Aureliano,
con el número 19, como de 24 años de edad, quien "...no hacía más que
llorar...", y murió "...al parecer de tristeza...". El 9 de agosto de ese
año, se reporta el de Bartolomé, con el número 21, de 20 a 22 años de edad.
En los testimonios de otros empleados de la hacienda se incluye que
"...siempre se veía enfermo y triste...".[83] Otros fallecían de
afecciones gastrointestinales, tales como diarreas o gastropleuritis.[84]
En la correspondencia del alcalde Escalona entre 1859 y 1861 hemos
registrado la notificación de defunción para diez africanos emancipados,
todos consignados a la Hacienda Carmelita.[85]
Algunos de los bozales que no habían sido registrados en el depósito
de Cataño fueron apareciendo eventualmente. Una comunicación desde
Aranjuez del Subsecretario Juan Campos notifica que la policía pudo
recuperar 5 africanos más.[86] Para el 31 de mayo, el propio cónsul inglés
reportó a Cotoner la captura de la goleta española Terrible, despachada
desde Humacao a la isla de San Thomas, pero que realmente salió para Cuba,
con 76 de los africanos de los "perdidos" a bordo. Se identificaron los
hacendados que los habían retenido en sus haciendas como don Ramón Pou, don
José María Ríos Guzmán (sic, debe leer Gutmann) y José Miguel (sic). Se
menciona a Salvador Córdova, procedente de Cuba, como implicado, habiendo
huido hacia Estados Unidos a vender los negros.[87] En este nuevo
incidente, también se acusó a la administración municipal de Humacao de
estar involucrada.
Díaz Soler señala que si el emancipado se inutilizaba en el trabajo,
el consignatario podía devolverlo, recibiendo el importe íntegro del
semestre que aún no había comenzado a transcurrir.[88] En 1865, don Luis
Mariani, de la Hacienda Belvedere en Patillas, solicitaba que se le
acreditaba el dinero que había pagado por cinco emancipados, pues éstos
habían muerto antes de llegar a su hacienda.[89] El expediente detalla que
"...desde el 22 de marzo de 1859 recibió en calidad de jornaleros
asalariados un considerable número de negros emancipados…". En el recibo
por el reembolso que se le satisfizo se establece las fechas en que le fue
asignado cada uno, comenzando el 21 de junio de 1859. Había pagado su
consignación hasta junio de 1863, a razón de 5 pesos por los descritos como
"en la primera edad", y 6 pesos mensuales por los de la "segunda edad". Se
les identifica como Beatriz, Gavino, Federico, Gerónimo y Eleuterio.[90]
El expediente que acompaña su reclamo incluye el listado de diez
emancipados en total que habían fallecido en Patillas en 1859. Por su valor
y relevancia a nuestro ensayo, transcribimos en un apéndice un contrato de
consignación de emancipados a los hacendados, en este caso a don Luis
Mariani.[91] En el expediente que radica Mariani al respecto, se incluye
la noticia de la muerte de dos o tres emancipados consignados a la Hacienda
Patillas de los hermanos Fantauzzi. Fallecieron ahogados en el río, y el
mar los arrojó a la playa de Aguilarte (sic). Fueron enterrados en
Arroyo.[92]
Conocemos que los africanos del Majesty eran considerados congos por
el cura párroco de Carolina que los bautizó. En las escuetas actas, el
cura identifica a los bautizados como "negro libre congo" o "negro congo".
También se informa la hacienda o el hacendado al que el Superior Gobierno
les había asignado.[93] El primer libro de defunciones de Carolina también
recoge el deceso de varias decenas de estos africanos.[94] En Río Grande,
en algunos casos se incluyó una descripción física del difunto. Al menos
dos presentaban cicatrices en el cuerpo. Uno de ellos era Bartolomé, que
tenía "...varias cicatrices en el pecho y hombro derecho...".[95]
En algunas actas se les identificó a varios por su nombre original,
además del cristiano que se le impuso. Se reporta el número de su número
de boleta o póliza con que se le había identificado, y la hacienda a la que
había sido asignado. No sabemos cuándo, pero De la Rosa indica que a los
africanos se les colocaron placas de cobre a manera de collar con un número
que los identificaba.[96] En algunas actas de defunción que hemos
encontrado se identifica al difunto con dos números, incluyendo un "número
de póliza". Hemos incluido un apéndice con las biografías de varios
africanos emancipados del Majesty, tomadas de las actas de bautismo o
defunción de varias parroquias, de la correspondencia de los alcaldes y de
los expedientes relacionados a la captura del barco.[97]
Llama la atención que la mayoría de los africanos emancipados de
Carolina carecían de los sacramentos al momento de morir. Las actas de
defunción declaran que recibieron "...el agua de socorro en artículo de
muerte...".[98] Picó atribuye esta situación a la creciente secularización
de las sociedades caribeñas en el siglo 19 que:
"...se manifestó en el acceso menguado en los últimos sacramentos por
la generalidad de la población. Es posible contrastar en los libros
parroquiales de entierros una ascendente proporción de adultos que
fallecen sin los sacramentos. Los esclavos participan de este
alejamiento...".[99]

Posiblemente a este alejamiento de los sacramentos debamos el conocer
hoy los nombres originales que mantuvieron por algún tiempo varios de los
africanos emancipados del Majesty. Hemos encontrado varias actas de
defunción donde el cura indica que en el momento de darle el agua de
socorro le puso nombre cristiano. Hay que anotar, sin embargo, que estos
casos son más frecuentes entre aquellos africanos que murieron en el curso
del primer año de su estadía en la isla.[100] Entre los nombres africanos
originales que reportan las actas se encuentran los varones Bositurido,
Noutece, Caumgut, Fuite, Muila, Teeso, Doneliva, Grinquisa, Deurigapero,
Gui[-] y la hembra Blandolala.
En el grupo de emancipados del Majesty prevalecían las personas
jóvenes, y los varones. De la Rosa presenta una tabla con la distribución
de edades de los emancipados.[101] Hemos encontrado en el grupo de
difuntos en Carolina al menos dos niños menores de 10 años, y varios entre
los 10 y los 15. La mayoría estaba entre los 16 y los 20 años de edad.
Scarano establece que por los varones jóvenes, de entre 15 y 30 años, se
pagaba más, por lo que los cargamentos llevaban un mayor número de
ellos.[102]
Sabemos que las contratas de consignación identificaban a los
emancipados en grupos de edad: primera edad o segunda edad.[103] El
Reglamento de Emancipados de 1859 agrupa los emancipados en categorías, que
nos ayudaría a entender estas definiciones. Por cada emancipado de 8 a 15
años de edad, se pagarían mensualmente 8 pesos 5 centavos por los varones y
ocho pesos 3 centavos por las mujeres. A los de 15 años en adelante, se
pagarína 8 pesos 6 centavos por los varones y 8 pesos 4 centavos por las
hembras.[104]
Dando cierre a sus gestiones referentes al Majesty, el 16 de noviembre
de 1859 Cotoner vuelve a escribir al Ministro de Guerra y Ultramar
resumiendo las instrucciones de Madrid:
"...Luego que recibí la Real orden que V.E. se sirvió comunicarme con
fecha 5 de septiembre último, por la cual S.M. la Reina nuestra señora
que Dios guarde se ha dignado resolver, que el declarar la
emancipación de negros bozales que se aprehendan en las Provincias de
Ultramar, sea atribución de la Real Audiencia, la trasladé al Regente
de esta Isla para conocimiento del Tribunal.


En su consecuencia, me ha dirigido la certificación que en copia tengo
el honor de pasar a las superiores manos de V.E. de la sentencia de
segunda instancia dada por la Real Sala que ha causado ejecutoria en
la causa seguida sobre trato ilícito en el comercio de esclavos con la
declaratoria de emancipación de los seiscientos veinte y ocho negros
bozales que fueron desembarcados del Brik-Barca Magesti, según lo
prevenido en la citada Real orden, quedando por mi parte enterado de
continuar a cargo de mi autoridad el cuidado, consignación y tutela de
los emancipados, con las atribuciones que me competen por los
reglamentos y ordenanzas, debiendo ser además el que les expida la
carta de libertad, como desde luego he dispuesto se verifique...".
[105]


En 1864 se cumplió el término de 5 años dispuestos por ley para
mantenerse manumisos. El gobierno insular escribió a Madrid solicitando
órdenes relacionadas a ellos. El Ministro de Ultramar ordenó seguir al pie
de la letra lo dispuesto en el artículo 9 de la Ley del 4 de marzo de 1845.
[106] Una respuesta recibida hacía referencia a 159 emancipados, "...por
haber fallecido los demás"- Los emancipados deberían considerarse entonces
como jornaleros, y no como colonos "por no existir ninguna contrata que los
obligue a ser considerados como colonos...." Se eliminó el negociado y la
Junta Protectora de Emancipados y su presupuesto.[107] En esa misma
correspondencia se declaraba contundentemente:
Ya no hay emancipados en la isla de Puerto Rico pues los últimos
fueron objeto de la Real Orden de 12 de enero último [1865]
(resolución de este expediente) y son considerados como los demás
individuos libres de su raza, no estando por lo mismo bajo especial
protección del gobierno.[108]


En 1864, el periódico La época reportaba en Madrid los gastos de
emancipados dentro del presupuesto para Puerto Rico para el periodo entre
1863 y 1864. Totalizaban 600 pesos en personal, 843 en material,
atenciones generales y material 5,442, gastos eventuales, 5,290.[109] Se
tenían que reglamentar las nuevas contratas de los ex emancipados, ahora
convertidos en jornaleros. Para ello, el gobierno central de Puerto Rico
publicó en La Gaceta el 29 de octubre de 1864, el Reglamento provisional
para el régimen de los negros africanos que existen hoy en la Isla
procedentes de la 'Barca Majesty' apresada en Humacao en el año de
1859.[110]
El Reglamento contaba con 53 artículos, incluyendo dos secciones, una
tratando "De las obligaciones y derechos recíprocos de los colonos y sus
patronos" (35 artículos) y otra sobre la "Jurisdicción disciplinar de los
patronos" (10 artículos). Los emancipados quedaban a expensas de sus
patronos, con muy pocas libertades, más allá de poder elevar sus quejas a
un procurador cuando las tuvieran. Habría que comparar los deberes y
responsabilidades de los emancipados, ahora convertidos en colonos, con los
de los jornaleros libres bajo el régimen de la libreta. El artículo 3º del
Reglamento de emancipados daba la opción a los emancipados que quisieran
hacerlo de abandonar la isla. No tenemos constancia de que ninguno de los
159 sobrevivientes lo haya hecho.
El caso del Majesty nos presenta la oportunidad de estudiar la
implantación y las consecuencias de la prohibición de la trata en Puerto
Rico y las dificultades que implicaban prohibir el comercio de esclavos en
una isla acostumbrada al contrabando de bienes. Los procesos legales y
administrativos revelaron la participación de los oficiales del gobierno
central y los de los pueblos en el contrabando de africanos. Se conoció el
robo de bozales entre hacendados, desesperados por obtener mano de obra
barata. Emancipados o no, los africanos se convirtieron en una solución
para los hacendados y en una fuente de ingresos para el gobierno insular.
Después de cinco años, los 159 sobrevivientes fueron declarados libres, con
la opción de escoger sus patronos y negociar sus contratos, al menos en
papel. El del Majesty es un caso claro donde las prioridades económicas
legitimaron el comercio ilegal de africanos durante la prohibición de la
Trata, silenciando los reclamos de la justicia y la moral.
BIBLIOGRAFÍA

Fuentes primarias

Archivo General de Puerto Rico


Fondo: Obras Públicas; Sub-Fondo: Catastro; Sección: Humacao; Serie:
Rústica; Caja 143.
Fondo: Gobernadores Españoles; Sección: Municipios; Serie: Río Grande;
Caja 542.
Fondo: Departamento de Justicia; Sub-Fondo: Cárceles; Serie:
Penitenciaria, Sub-serie: Expedientes de confinados; años: 1850-1859
Hilera 50; Caja 5.



Archivo Histórico Nacional


Estado
6333, Expediente 94. Sobre haberes y gratificaciones de varias
pensiones.
Ultramar
298, Expediente 24. Se informa el cese del cólera y la escasez
de víveres.
302, Expediente 14. Se nombra a Bartolomé Elzaburu prior del
Tribunal.
304, Expediente 1. Se nombra a Jorge Samuel Lennon Hunt
cónsul inglés.
308, Expediente 20. Sr. Zechini, ingeniero del cuerpo de
Montes.
315, Expediente 14. Expediente personal de Lorenzo Vizcarrondo
y Mongrand.
361, Expediente 6. Sr. Zechini pide concesión de aguas del
río Grande.
407, Expediente 7. Expediente general sobre el puerto de San
Juan.
1065, Expediente 6. Arreglo de Aduanas.
1069, Expediente 19. Sobre ejercicio de funciones del Comisario
de Guerra.
1072, Expediente 52. Pago de pasaje a las que van a ocupar un
destino de la isla.
1085, Expediente 43. Denegada compra del cayo de Santiago.
1098, Expediente 57. Solicitudes de créditos.
1100, Expediente 28. Solicitud de créditos.
1101, Expediente 17. Solicitud de créditos.
1110, Expediente 46. Solicitudes de créditos.
1111, Expediente 24. Sobre condena por complicidad en la trata
de esclavos.
1115, Expediente 57. Sr. Machicote pide datos sobre préstamo
hecho al tesoro.
1121, Expediente 75. Sobre haberes y gratificaciones de varias
pensiones.
1126, Expediente 7. Expediente sobre la administración del
Hospital Militar.
1127, Expediente 35. Expediente de clasificación y solicitud de
pensión.
1165, Expediente 11. Pena de decomiso sobre efectos introducidos
en Luquillo.
1177, Expediente 18. Expediente personal de don Luis F. de
Thomas y Berríos.
1182, Expediente 7. Exención de contribuciones por el
beneficio de riesgos (sic,
riegos).
2058, Expediente 28. Exhorto del alcalde de Caguas a cónsules
españoles.
2060, Expediente 21. Sobre el juicio de residencia al gobernador
Fernando
Cotoner.
2060, Expediente 29. Conflicto de competencias de trata de
negros.
2060, Expediente 42. Rafael Aguilar pide indulto y se le
concede.
2108, Expediente 6. Consulta sobre anotaciones de hipotecas
voluntarias.
2110, Expediente 24. Sobre sucesión en el título de marqués de
Machicote.
5064, Expediente 25. Introducción de esclavos africanos en la
isla.
5065, Expediente 13. Imposibilidad de persecución de un buque
negrero.
5075, Expediente 38. Exención de cargos municipales por motivos
de salud.
5077, Expediente 38. Fundación y funcionamiento de la Casa de
Beneficencia.
5079, Expediente 16. Vigilancia en las costas para que no se
introduzcan negros.
5082, Expediente 29. Se declara emancipados a varios africanos.
5086, Expediente 28. Se nombra cónsul de Francia a Mr. Arthur
Zeltner.
5086, Expediente 29. Nombramiento de cónsul inglés en Puerto
Rico.
5088, Expediente 25. Liberación de los negros esclavos de la
barca "Majesti".
5088, Expediente 26. Sobre la Ordenanza de Emancipados.
5093, Expediente 6. Nombramiento de consejeros de
Administración de la isla.
5093, Expediente 13. Nombramiento de consejero de la
Administración de la isla.
5096, Expediente 68. Encomiendas y cruces de la Orden de Isabel
la Católica.
5126, Expediente 36. Recurso sobre riqueza imponible a la
hacienda Vista Alegre.

Parroquia Dulce Nombre de Jesús de Humacao
Decimocuarto libro de defunciones (1859-1864)

Parroquia La Santa Cruz de Bayamón
Undécimo libro de defunciones (1859-1865)

Parroquia Nuestra Señora de la Caridad y San Miguel de Trujillo Bajo
Tercer libro de defunciones (1853-1859)
Cuarto libro de defunciones (1859-1864)

Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Río Grande
Primer libro de bautismos de esclavos (1850-1871)

Parroquia San Fernando de la Carolina
Primer libro de defunciones (1859-1878)
Primer libro de bautismos (1859-1878)
Primer libro de matrimonios (1859-1876)

Parroquia San Francisco de San Juan
Primer libro de defunciones (1858-1861)
Segundo libro de defunciones (1862-1864)

Parroquia San Mateo de Cangrejos
Quinto libro de defunciones (1966-1885)


Fuentes impresas

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Rico. San Juan, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1974.

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principales jefes y de los otros agentes de tan criminal comercio. Folleto
traducido del inglés por Juan B. Cabrera. Gibraltar, Imprenta de la
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Enciclopedia de Puerto Rico.

Periódicos
La Época. Madrid, España. 5 de abril de 1859, Año XI, número 3065 (en la
Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional Española).
La Época, edición del 28 de agosto de 1864, número 5057 (en la Hemeroteca
Digital de la Biblioteca Nacional Española).
La España, edición del 7 de abril de 1859, Año XII, número 3881.
La Guía de Forasteros en Madrid para los años 1847 y 1857 (en la
Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional Española).














Apéndices
Apéndice 1


Listado de algunos de los africanos emancipados del Majesty, asignados a
diferentes haciendas en las costas de la isla de Puerto Rico*

* Luis de la Rosa presenta en su artículo los nombres africanos y
cristianos de cada uno de los emancipados. Sin embargo, en nuestro
listado, presentamos algún dato relevante sobre los individuos que hemos
podido identificar, incluyendo su número de póliza.

Número con el que estaba "marcado" " Nombre cristiano y africano " Datos
biográficos

1. AGAPITO. "Africano emancipado llamado en el depósito en esta isla
Agapito." Señalado con el número primero. Como de 20 años, falleció en la
Hacienda de don Guillermo Lindegren. Fue sepultado en el cementerio de
Carolina el 17 de abril de 1859. Recibió el agua de socorro en el artículo
de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F3v.

2. ADOLFO. Africano emancipado que falleció en la Hacienda de don
Guillermo Lindegren, marcado con el número 2. Como de 20 años, fue
sepultado en el cementerio de Carolina el 6 de junio de 1859. Recibió el
agua de socorro en el artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F6.

4. ALEJANDRO. Africano manumiso que se hallaba en la Hacienda que se
titula "El Vapor", propiedad de don Manuel Arzuaga, vecino de la Capital, a
cargo de don Guillermo Lindegren. Marcado en la póliza bajo el número
cuatro. Fue sepultado en Carolina el 27 de diciembre de 1862. Fue
debidamente bautizado. PSFC 1D(1859-1878)F53-53v.

5. AMBROSIO. Africano emancipado que falleció en la Hacienda de don
Guillermo Lindegren, marcado con el número 5. Como de 16 años, fue
sepultado en el cementerio de Carolina el 10 de junio de 1859. Recibió el
agua de socorro en el artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F6.

6. ANACLETO o BOSITURIDO. Africano manumiso llamado en su tierra
Bositurido, y en el depósito de esta isla Anacleto, marcado con el número
seis, que se hallaba en la Hacienda Buena Vista a cargo de don Guillermo
Lindegren. Como de 22 años, fue sepultado en el cementerio de Carolina el
24 de enero de 1860. Recibió el agua de socorro en el artículo de muerte.
PSFC 1D(1859-1878)F12.

9. ANICETO. Africano manumiso que se hallaba a cargo de don Guillermo
Lindegren en la Hacienda Buena Vista, marcado con el número 9. Como de 24
años, fue sepultado en el cementerio de Carolina el 14 de noviembre de
1859. Recibió el agua de socorro en el artículo de muerte. PSFC 1D(1859-
1878)F10v.

12. ANTONIO DE PADUA. Africano emancipado. Señalado con el número 12.
Como de 25 años, falleció en la hacienda de don Guillermo Lindegren. Fue
sepultado en Carolina el 24 de abril de 1859. Recibió el agua de socorro en
el artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F3v.

14. ATANACIO o NOUTNECE. Africano manumiso llamado en su nación Noutuece
y en el depósito de esta isla Atanasio, marcado con el número 14. Falleció
en la Hacienda Buena Vista a cargo de don Guillermo Lindegren. Como de 35 a
36 años, fue sepultado en el cementerio de Carolina el 5 de abril de 1861.
Recibió el agua de socorro. PSFC 1D(1859-1878)F21v.

16. AGUSTÍN. Africano manumiso que se hallaba en la Hacienda Buena Vista
a cargo de don Guillermo Lindegren, marcado con el número 16. Como de 22
años fue sepultado en el cementerio de Carolina el 7 de diciembre de 1859.
Recibió el agua de socorro en el artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F11.

17. ANDRÉS o GOSCOQUÍ. Africano que se haya en la Hacienda Buena Vista a
cargo de don Manuel Arzuaga. Fue encontrado suficientemente instruido en
los misterios de la religión. Se llamó en su nación Goscoquí, y en el
depósito en esta isla Andrés. Marcado en la póliza del superior gobierno
con el número 17. PSFC 1B(1859-1878)F89.

19. AURELIANO. Falleció en la Hacienda Carmelita de don Manuel Román en la
madrugada del 14 de mayo de 1859. Como de 24 a 25 años. Fue descrito como
de como de 5 pies de estatura, pelo pasa, boca grande, nariz chata. Tenía
en la pierna derecha una cicatriz. Sus compañeros declararon que "no hacía
más que llorar", por lo que concluyeron que murió "al parecer de tristeza".
AGPR. FGE, Río Grande, caja 542.

21. BARTOLOMÉ. Como de 20 a 22 años. Descrito con 5 pies de estatura, pelo
pasa, boca grande, nariz chata, varias cicatrices en el pecho y hombro
derecho. Falleció en la Hacienda Carmelita de don Manuel Román, donde
estaba consignado. Los testimonios de jornaleros de la hacienda declaraban
que "se le veía siempre enfermo y triste". AGPR. FGE, Río Grande, caja 542.

22. BASILIO. "Uno de los primeros legados a la Hacienda" Carmelita de Río
Grande, al cargo de don Manuel Román. Tenía el número 22 y la póliza número
58. Falleció el 12 de mayo de 1859; se le echó agua de socorro. AGPR. FGE,
Río Grande, caja 542.

31. BONIFACIO o CAUMGUT. Llamado en su tierra Caumgut. Falleció en la
Hacienda de don Pedro Febre. Marcado con el número 31. Como de 26 años, fue
sepultado en Carolina el 14 de julio de 1862. Recibió el agua de socorro.
PSFC 1D(1859-1878)F43v.

38. CAYETANO. Africano manumiso que se hallaba a cargo de don Guillermo
Lindegren en la Hacienda Buena Vista, marcado con el número 38. Como de 20
años, fue sepultado en el cementerio de Carolina el 8 de noviembre de 1859.
Recibió el agua de socorro en artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F10v.

40. CALISTO. Africano manumiso que según manifestación de don Guillermo
Lindegren se hallaba en la Hacienda Buenavista, marcado con el número 40.
Fue atendido por Antonio Mellado, médico cirujano retirado de la Real
Armada, por "una gastro pleuritis crónica", de la cual falleció. Como de
16 a 17 años, fue sepultado en el cementerio de Carolina el 3 de agosto de
1861. "No le encontré ninguna señal particular". Recibió el agua de socorro
en artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F23. Picó, San Fernando de la
Carolina, página 56.

45. CANUTO. Africano manumiso que se hallaba en la Hacienda de don
Nicasio Viña, marcado con el número 45. Como de 25 años, fue sepultado en
Carolina el 16 de noviembre de 1859. Recibió el agua de socorro en el
artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F11.

51. CASIMIRO. También llamado Lubaya. Se menciona que en la alcaldía tenía
la póliza número 284. Fue sepultado en Río Grande el 5 de noviembre de 1861
después de recibir el sacramento de la extremaunción. Descrito como de
estatura regular, rostro largo, lo mismo que los brazos, dentadura completa
a excepción de un colmillo en la mandíbula superior, boca prolongada. Como
de 23 a 26 años, y con muy poca barba, y "cuya identidad, a pesar de lo
desfigurado que estaba por la extrema flaqueza, conviene con la póliza
número 284 al número 51". "Hacía tiempo que estaba enfermo con diarreas".
Fue sepultado en el cementerio de Río grande, a 13 varas de distancia del
costado del sur, marcándose la tumba con unas piedras. AGPR. FGE, Río
Grande, caja 542.

55. CARTORIO. Africano emancipado que falleció en la Hacienda de don
Guillermo Lindegren, señalado con el número 55. Como de 20 años, fue
sepultado en el cementerio de Carolina el 31 de mayo de 1859. Recibió el
agua de socorro en el artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F5v.

60. CELSO. Negro asignado a don Juan Machicote. Con la boleta número 60.
Fue bautizado en Carolina el 18 de marzo de 1863, luego de ser examinado en
la doctrina cristiana y ser hallado suficientemente instruido. PSFC 1B(1859-
1878)F77.

64. CRISANTO. Africano emancipado que se hallaba en la Hacienda San Justo
a cargo de don Juan Bautista Machicote, marcado con el número 64. Como de
18 años, fue sepultado en Carolina el 26 de febrero de 1860. Recibió el
agua de socorro. PSFC 1D(1859-1878)F12v.

67. CLEMENTE. Negro libre congo. Entregado por el Superior Gobierno a don
Pedro Lefebre. Con la boleta número 67. Fue bautizado en Carolina el 2 de
noviembre de 1862. PSFC 1B(1859-1878)F66.

71. CLESERIO. Africano manumiso que se hallaba a cargo de don Guillermo
Lindegren, marcado con el número 71. Como de 18 años, fue sepultado en
Carolina el 30 de abril de 1860. Recibió el agua de socorro en artículo de
muerte. PSFC 1D(1859-1878)F13v.

80. CIRIO. Negro libre. Entregado por el Superior Gobierno a don Pedro
Lefebre. Con la boleta 80. Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de
1862. PSFC 1B(1859-1878)F67-67v.

83. DARÍO. "Africano emancipado llamado en el depósito en esta isla
Darío". Señalado con el número 83. Como de 18 años, falleció en la Hacienda
de don Juan Bautista Machicote. Fue sepultado en el cementerio de Carolina
el 21 de abril de 1859, "cerciorado de la identidad de la persona, según su
filiación". Recibió el agua de socorro en artículo de muerte. PSFC 1D(1859-
1878)F3.

86. DANIEL o FUITE. Africano manumiso llamado en su tierra Fuite, y en el
depósito en esta isla Daniel, que se hallaba a cargo de don Nicasio Viñas,
marcado con el número 86. Como de 20 años, fue sepultado en el cementerio
de Carolina el 11 de octubre de 1860. Recibió el agua de socorro. PSFC
1D(1859-1878)F17v.

91. DEMETRIO o MUILA. Africano emancipado que se hallaba a cargo de don
Juan Bautista Machicote y falleció en la Hacienda de su propiedad. Se llamó
en su tierra Muila o Minla, y en el depósito de esta isla Demetrio. Marcado
con el número 91. Como de 20 años, fue sepultado en el cementerio de
Carolina el primero de septiembre de 1859. Recibió el agua de socorro en el
artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F8v.

93. DESNUEMCO (¿?). Negro libre. Asignado por el Superior Gobierno de la
isla a don Pedro Lefebre. Con la boleta 93. Fue bautizado en Carolina el
24 de septiembre de 1862. Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de
1862. PSFC 1B(1859-1878)F60.

98. [ZO]GLES. Negro libre congo asignado a don Pedro Lefebre. Con la
póliza 98. Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC
1B(1859-1878)F64-64v.

100. GASPAR. Negro asignado a don Pedro Lefebre. Con la boleta 100. Fue
bautizado en Carolina el 24 de marzo de 1863. PSFC 1B(1859-1878)F59v.

104. DEONISIO. Negro asignado a don Juan Machicote. Con la boleta 104.
Fue bautizado en Carolina el 18 de marzo de 1862. PSFC 1B(1859-1878)F79v-
80.

109. DONACIANO. Negro emancipado. Fue bautizado en Carolina el 18 de marzo
de 1863. Asignado a don Juan Machicote. PSFC 1B(1859-1878)76v-77.

115. EDISTIO u OSUSÍ. Fue sepultado en Carolina el 6 de abril de 1859.
Emancipado consignado a la Hacienda de don Nicasio Viñas. Conocido en su
tierra como Osusí. Como de 18 años. Recibió agua de socorro. PSFC 1D(1859-
1878)F3.

117. EDUARDO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. Falleció el 3 de mayo
de 1859. Fue enterrados en el cementerio de protestantes de Arroyo. AHN.
Ultramar, 111, Exp. 28.

120. JUAN ELEUTERIO. Parte del grupo de emancipados consignados a la
Hacienda Patillas. Descrito en su contrato como hombre de segunda edad. Su
número de póliza era 188 y el de su registro 120. Como de 20 años,
emancipado de la Hacienda Belvedera, de la propiedad de don Luis Mariani.
Falleció el 19 de marzo de 1861. Recibió el agua del bautismo. AHN.
Ultramar, 1100, Exp. 28.

127. ELISEO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. Falleció el 26 de
octubre de 1859. Fue enterrado en el cementerio de protestantes de Arroyo.
AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

134. ERICO. "Africano emancipado llamado en el depósito de esta isla
Erico." Señalado con el número 134. Como de 16 años, falleció en la
Hacienda de don Guillermo Lindegren. Fue sepultado en el cementerio de
Carolina el 21 de abril de 1859. Recibió el agua de socorro en el artículo
de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F3.

138. EVANÍA. Negra libre asignada a don Juan Machicote. Con la boleta 138.
Fue bautizada en Carolina el 18 de marzo de 1863. PSFC 1B(1859-1878)F79-
79v.

139. ERCASPO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. Falleció el 20 de
julio de 1859. Fue enterrado en el cementerio de protestantes de Arroyo.
AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

145. JUAN o TEESO. "Africano emancipado llamado en el depósito de esta
isla Teeso." Falleció en la hacienda de don Lorenzo Vizcarrondo, señalado
con el número 145. Como de 10 a 12 años, fue sepultado en Carolina el 7 de
abril de 1859. Recibió el agua de socorro en el artículo de muerte y se le
puso por nombre Juan. PSFC 1D(1859-1878)F3.

147. EUFRACIO. Negro congo libre con póliza 147. Asignado a don Pedro
Lefebre. Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC 1B(1859-
1878)F63.

148. EUSEBIO. Negro libre congo con póliza 148. Asignado a don Pedro
Lefebre. bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC 1B(1859-
1878)F64v-65.

150. GABINO. Emancipado asignado a don Luis Mariani de Arroyo, con la
póliza 150. Clasificado como hombre de la primera edad. Murió antes de ser
entregado a su patrono. AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

155. EUTIQUIANO. "Africano emancipado." Señalado con el número 155. Como
de 14 años, falleció en la hacienda de don Juan Bautista Machicote. Fue
sepultado en Carolina el 23 de abril de 1859. Recibió el agua de socorro en
el artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F3v.

160. JACINTO. Negro libre congo asignado a don Pedro Lefebre. Con póliza
160. bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC 1B(1859-
1878)F65.

161. JARO o DONELIVA. "Negro emancipado llamado en su nación doneliva, en
el depósito en esta isla Jaro, que se hallaba en la Hacienda Buena Vista a
cargo de don Guillermo Lindegren, señalado con el número 161." Como de 8 a
9 años, fue sepultado en el cementerio de Carolina el 14 de abril de 1859,
"cerciorado de la identidad de la persona según su filiación". Recibió el
agua de socorro en el artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F2v.

164. FAUSTO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. Falleció el 29 de
septiembre de 1859. Fue enterrado en el cementerio de protestantes de
Arroyo. AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

168. VELATO. Negro libre asignado a don Pedro Lefebre. Con la póliza 168.
Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC 1B(1859-1878)F63v-
64.

177. FEDERICO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. Descrito com hombre
de la segunda edad. En el contrato se reporta con el número 166. Falleció
el 17 de julio de 1859. Fue enterrado en el cementerio de protestantes de
Arroyo. AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

181. GERARDO. Negro emancipado asignado a don Juan Machicote. Fue
bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. Con la boleta número 181.
PSFC 1B(1859-1878)F77v-78.

181. GABINO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. Falleció el 30 de
junio de 1859. Fue enterrado en el cementerio de protestantes de Arroyo. En
1864 se le acreditó a Mariani 241 pesos "por cuatro años y nueve días
contados en que falleció el emancipado número 181, de la primera edad", a
respecto de 5 pesos mensuales. AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

184. EDECIO. Congo emancipado asignado a don Pedro Lefebre. Con la boleta
184. Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC 1B(1859-
1878)F62v-63.

185. GABINO. Negro congo libre asignado a don Pedro Lefebre. Con la boleta
185. Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC 1B(1859-
1878)F64v-66.

188. GEORGIO. Negro asignado a don Juan Machicote. Con la boleta 188. Fue
bautizado en Carolina el 18 de marzo de 1863. PSFC 1B(1859-1878)F78.

192. [-]OLINO. Negro libre asignado a don Juan Machicote. Con la boleta
182. Fue bautizado en Carolina el 18 de marzo de 1863. PSFC 1B(1859-
1878)F79.

193. GERÓNIMO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. En su contrato
aparece con la póliza 184. Falleció el 20 de agosto de 1859. Fue enterrado
en el cementerio de protestantes de Arroyo. AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

194. BEATRIZ Fue consignado a don Luis Mariani en Arroyo el 22 de junio de
1859. Descrita como "de segunda edad". Falleció antes de ser entregada a su
nuevo patrono. AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

197. GETULIO. Negro emancipado asignado a don Juan Machicote. Con la
boleta 197. Fue bautizado en Carolina el 18 de marzo de 1863. PSFC 1B(1859-
1878)F78-78v.

215. GRUNDULFO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. Falleció el 3 de mayo
de 1859. Fue enterrado en el cementerio de protestantes de Arroyo. AHN.
Ultramar, 111, Exp. 28.

227. ERNESTO. Negro libre asignado a don Pedro Lefebre, con la póliza
227. Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC 1B(1859-
1878)F63-63v.

237. JUAN. Negro que fue entregado por el superior gobierno a don Juan
Machicote. Con la boleta 237. Fue bautizado en Carolina el 18 de marzo de
1863. PSFC 1B(1859-1878)F80-80v.

238. JONATAS. Negro asignado a don Juan Machicote. Con la boleta 238. Fue
bautizado en Carolina el 18 de marzo de 1863. PSFC 1B(1859-1878)F80.

244. ISIDRO (O PEDRO). Negro libre asignado a don Juan M achicote. Con la
boleta [2]44. Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC
1B(1859-1878)F64.

273. LEOPARDO o GRINQUISA. Africano manumiso que se hallaba a cargo de
don Manuel Arzuaga en la Hacienda Buena Vista de Carolina. Se llamaba en su
tierra Grinquisa y en el depósito de esta isla Leopardo, marcado con el
número 273. Como de 16 y sin señal especial en su cuerpo. Falleció en la
tarde del día 10 de junio de 1864, siendo sepultado en Carolina al día
siguiente. Se le socorrió con el agua de bautismo. PSFC 1D(1859-1878)F79v.

275. LEOVIGILDO. Africano emancipado que falleció en la Hacienda de don
Guillermo Lindegren, señalado con el número 275. Como de 8 años, fue
sepultado en el cementerio de Carolina el 27 de mayo de 1859. PSFC 1D(1859-
1878)F5v.

277. ALFREDO. "Negro africano emancipado que se hallaba en la Hacienda
Buena Vista a cargo del señor don Guillermo Lindegren, marcado con el
número doscientos setenta y siete. Como de 13 a 14 años de edad, fue
sepultado en Carolina el 29 de marzo de 1859. Recibió el agua de socorro en
el artículo de muerte y se le pso por nombre Alfredo. PSFC 1D(1859-
1878)F1v.

279. LIVERIO. Africano emancipado que falleció en la Hacienda de don
Guillermo Lindegren, señalado con el número doscientos setenta y nueve.
Como de 10 años, fue sepultado en Carolina el 3 de julio de 1859. Recibió
el agua de socorro en el artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F6v.

281. LICURION o DUIRIGAPERO. "Negro emancipado llamado en su tierra
Duirigapero, que estaba en depósito en la Hacienda de don Guillermo
Lindegren, marcado con el número 281." Como de 11 años, fue sepultado en el
cementerio de Carolina el 11 de abril de 1859, después de cerciorado de la
identidad de su persona conforme a su filiación. Recibió el agua de socorro
en artículo de muerte. PSFC 1D(1859-1878)F2v.

284. LIBORIO o GUIACO. Africano manumiso que se hallaba en la Hacienda
San Justo a cargo de don Pedro Lefebre, el cual se llamó en África Guico y
en el depósito en esta isla Liborio, marcado con el número 284. Como de 10
años, fue sepultado en el cementerio de Carolina el 2 de octubre de 1860.
Recibió el agua del bautismo. PSFC 1D(1859-1878)F16v.

286. LITEO. Falleció en la Hacienda Carmelita el 20 de marzo de 1859. Se
hallaba enfermo de gravedad. Como de 15 años. AGPR. FGE, Río Grande, caja
542.

287. LIVINO. Africano emancipado asignado a la Hacienda Carmelita de don
Manuel Román, donde falleció el 27 de marzo de 1859. Fue bautizado con agua
de socorro. AGPR. FGE, Río Grande, caja 542.

301. LUPIANO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. Falleció el 27 de
abril de 1859. Fue enterrado en el cementerio de protestantes de Arroyo.
AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

302. LUCO. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de Patillas
a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. Falleció el 23 de abril de
1859. Fue enterrado en el cementerio de protestantes de Arroyo. AHN.
Ultramar, 111, Exp. 28.

315. VICTORIANO. "Negro africano emancipado que se hallaba en la Hacienda
Buena Vista a cargo del señor don Guillermo Lindegren y marcado con el
número 315. Como de 12 años, fue sepultado en Carolina el 30 de marzo de
1859 "después de cerciorado de la identidad de la persona, según su
filiación." Recibió el agua de socorro en el artículo de muerte y se le
puso por nombre Victoriano. PSFC 1D(1859-1878)F1v-2.

323. MARCIAL o PACA. Africano manumiso llamado en su nación Paca y en el
depósito de esta isla Marcial, señalado con el número 323. Falleció en la
Hacienda Buenavista a Cargo de don Guillermo Lindegren. Como de 11 años,
fue sepultado en Carolina el 4 de noviembre de 1860. Recibió el agua de
socorro. PSFC 1D(1859-1878)F19.

326. MARIO. Africano manumiso llamado en el depósito Mario, que falleció
en la Hacienda de don Juan Bautista Machicote. Como de 10 años, señalado
con el número 326, fue sepultado en el cementerio de Carolina el 21 de
octubre de 1859. Recibió el agua de socorro en artículo de muerte. PSFC
1D(1859-1878)F10v.

335. MIGUEL. Africano emancipado consignado en Río Grande a don Manuel
Román, de la Hacienda Carmelita. No se dan más detalles sobre él. Fue
incluido en uno de los reportes de defunciones que preparó el alcalde don
Eduardo Escalona. AGPR. FGE, Río Grande, caja 542.

360. OCTAVIO. Africano consignado en Río Grande a don Manuel Román de la
Hacienda Carmelita. De 10 años. Descrito en su defunción como de pelo pasa,
boca grande, nariz chata y una marca en el homoplato. Con el número 360 y
la póliza 280. Falleció en Río Grande el 7 de mayo de 1859. AGPR. FGE, Río
Grande, caja 542.

361. NEESO O NERCO. Negro congo asignado a don Pedro Lefebre. Con la
póliza 361. Fue bautizado en Carolina el 2 de noviembre de 1862. PSFC
1B(1859-1878)F65-65v.

366. OCTAVIANO. Emancipado consignado a don Manuel Román de la Hacienda
Carmelita. Como de 10 años. Descrito como de 4 pies de estatura, nariz
chata y boca abultada. Falleció el 6 de agosto de 1859. AGPR. FGE, Río
Grande, caja 542.

420. BEATRIZ. Parte del grupo de emancipados remitidos al pueblo de
Patillas a la hacienda Belvedera de don Luis Mariani. En su contrato es
reportada con el número 120. Falleció el 21 de junio de 1859. Fue enterrada
en el cementerio de protestantes de Arroyo. AHN. Ultramar, 111, Exp. 28.

421. CECILIA o BLANDOLALA. Hay una nota al margen que indica que se
llamaba en su tierra Blandolala, "y en Cataño, Blanda". "Negra africana
emancipada que se hallaba en la Hacienda Buena Vista a cargo del señor don
Guillermo Lindegren, señalada con el número 421". Como de 17 a 18 años, fue
sepultada en el cementerio de Carolina el 6 de abril de 1859, "luego de
cerciorado de la identidad de la persona conforme con su filiación."
Recibió el agua de socorro en el artículo de muerte y se le puso por nombre
Cecilia. PSFC 1D(1859-1878)F2.

[-]. MAMERTO. Africano manumiso llamado anteriormente Mamerto, que se
hallaba a cargo de don Pedro Lefebre, de la Hacienda San Justo. Estaba
marcado con el número [no se incluyó el número en el acta]. Fue sepultado
en Carolina el 20 de diciembre de 1862. Recibió en el bautismo de socorro
el nombre de Juan Bautista. PSFC 1D(1859-1878)F53v-54.

[-]. MACABEO. Africano manumiso llamado Macabeo que se hallaba en la
Hacienda titulada comúnmente El Vapor, propiedad de don Manuel Arzuaga, a
cargo de don Guillermo Lindegren. Fue debidamente bautizado. Aparece en la
póliza bajo el número [no se incluyó el número en el acta]. PSFC 1D(1859-
1878)F58-58v.

[sin número]. FACUNDO MARÍA. Natural de África. Consignado a don Manuel
Trigo. Como de 12 años. Murió en la hacienda San Patricio de Río Piedras,
siendo sepultado el 10 de julio 1859. PNSPRP D(1856-1865)F89v.

[sin número]. MARCELINO NUMANO MARÍA. Natural de África. "De los
consignados a don Manuel Trigo en San Patricio". Fue sepultado en Río
Piedras el 19 de julio de 1859. PNSPRP D(1856-1865)F90v.

[sin número]. AGUSTÍN. Negro emancipado a cargo de don Manuel Trigo. Como
de 15 años. Murió en la hacienda de don Antonio Rodríguez. Fue sepultado el
2[-] de julio de 1861 en Río Piedras. PNSPRP D(1856-1865)F151.

[sin número]. FACUNDO. Natural de África. Emancipado, y a consignación de
don Octavio Zárate. De 25 años, fue sepultado en Bayamón el 6 de noviembre
de 1864. No recibió los santos sacramentos porque no dio tiempo la
enfermedad, "según me informaron". PSCB 11D(1859-1865)F178.

[sin número]. JUAN. Hubo 26 emancipados a quienes se bautizó con el nombre
Juan en Humacao el 17 de febrero de 1859 al momento de morir. Estaban
distribuidos de la siguiente manera entre los hacendados de Humacao: 16
con don Modesto Luznari; 6 en el de don José Carmona; y 4 en el de don
Pedro José Berríos. Fueron sepultados a la orilla del cementerio, hacia la
derecha de la puerta. PDNJH 14D(1859-1864)F15v.

[sin número]. RAMÓN. Se asignó este nombre a 27 varones consignados en
Humacao a don Ramón Pou cuando se les echó el agua del bautismo al momento
de morir. Fueron sepultados a la orilla del cementerio, hacia la derecha de
la puerta. PDNJH 14D(1859-1864)F15v.

[sin número]. RAMONA. Se asignó este nombre a dos hembras consignadas a don
Ramón Pou en Humacao cuando se les echó el agua del bautismo al momento de
morir. Fueron sepultados a la orilla del cementerio, hacia la derecha de la
puerta. PDNJH 14D(1859-1864)F15v.

[sin número]. LUIS. Se asignó este nombre a seis africanos consignados a
don Luis Rufat en Humacao cuando se les echó el agua del bautismo al
momento de morir. Fueron sepultados a la orilla del cementerio, hacia la
derecha de la puerta. PDNJH 14D(1859-1864)F15v.

[sin número], EUGENIO. Se asignó este nombre a 12 africanos emancipados
consignados al depósito de la playa de Humacao cuando se les echó el agua
del bautismo al momento de morir. Fueron sepultados a la orilla del
cementerio, hacia la derecha de la puerta. PDNJH 14D(1859-1864)F15v.

[sin número], FRANCISCO. Se asignó este nombre a tres africanos emancipados
consignados a don Salvador Córdova en Humacao cuando se les echó el agua
del bautismo al momento de morir. Fueron sepultados a la orilla del
cementerio, hacia la derecha de la puerta. PDNJH 14D(1859-1864)F15v.

[sin número], FRANCISCA. Se asignó este nombre a una africana emancipada
consignada a don Salvador Córdova en Humacao cuando se le echó el agua del
bautismo al momento de morir. Fue sepultada a la orilla del cementerio,
hacia la derecha de la puerta. PDNJH 14D(1859-1864)F15v.

[sin número], JOAQUÍN. Se asignó este nombre a dos africanos emancipados
consignados a don Joaquín Masfarré en Humacao cuando se les echó el agua
del bautismo al momento de morir. Fueron sepultados a la orilla del
cementerio, hacia la derecha de la puerta. PDNJH 14D(1859-1864)F15v.

[sin número], RAMÓN. Se asignó este nombre a dos africanos emancipados en
el depósito de don Ramón Pou en Humacao, donde fueron sepultados el 18 de
febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F15.

[sin número], JUAN. Se asignó este nombre a dos africanos emancipados en el
depósito de don Modesto Luznari en Humacao, donde fueron sepultados el 18
de febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F15.

[sin número], JUAN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Pedro Berríos en Humacao, donde fue sepultado el 18 de
febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F15.

[sin número], JUAN. Se asignó este nombre a dos africanos emancipados en el
depósito de don Modesto Luznari en Humacao, donde fueron sepultados el 19
de febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F15v-16.

[sin número], JUAN. Se asignó este nombre a tres africanos emancipados en
el depósito de don Pedro Berríos en Humacao, donde fueron sepultados el 19
de febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F15v-16.

[sin número], FRANCISCO. Se asignó este nombre a un africano emancipado en
el depósito de don Salvador Córdova en Humacao, donde fue sepultado el 19
de febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F15v-16.

[sin número], JOAQUÍN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Joaquín Masfarré en Humacao, donde fue sepultado en
febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F15v-16.

[sin número], JUAN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Modesto Luzmari en Humacao, donde fue sepultado en febrero
de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16.

[sin número], JOAQUÍN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Joaquín Masfarré en Humacao, donde fue sepultado el 25
febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16.

[sin número], JOAQUÍN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Joaquín Masfarré en Humacao, donde fue sepultado el 26
febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16.

[sin número], JOAQUÍN. Se asignó este nombre a tres africanos emancipados
en el depósito de don Joaquín Masfarré en Humacao, donde fueron sepultados
el 27 febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16-16v.

[sin número], JOAQUÍN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en
el depósito de don Joaquín Masfarré en Humacao, donde fue sepultado el 28
febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16v.

[sin número], JOAQUINA. Se asignó este nombre a una africana emancipada en
el depósito de don Joaquín Masfarré en Humacao, donde fue sepultada el 26
febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16.

[sin número], JUAN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Domingo Boltrés en Humacao, donde fue sepultado el 26
febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16.

[sin número], RAMÓN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Ramón Pous en Humacao, donde fue sepultado el 27 febrero
de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16.

[sin número], JUAN FRANCISCO. Se asignó este nombre a un africano
emancipado en el depósito de Salvador Córdova en Humacao, donde fue
sepultado el 25 febrero de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16-16v.

[sin número], JUAN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Modesto Luznari en Humacao, donde fue sepultado el primero
de marzo de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F16v.

[sin número], JOSÉ. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Domingo Beltrés en Humacao, donde fue sepultado el 4 de
marzo de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F17.

[sin número], ANDRÉS. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Domingo Beltrés en Humacao, donde fue sepultado el 5 de
marzo de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F17v.

[sin número], JUAN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Pedro José Berríos en Humacao, donde fue sepultado el 7 de
marzo de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F17v.

[sin número], FRANCISCA. Se asignó este nombre a una africana emancipada en
el depósito de Salvador Córdova en Humacao, donde fue sepultada el 8 de
marzo de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F17v-18.

[sin número], JUANA. Se asignó este nombre a una africana emancipada en el
depósito de don Luis Rufat en Humacao, donde fue sepultada el 8 de marzo
de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F17v-18.

[sin número], RAMÓN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Ramón Pou en Humacao, donde fue sepultado el 8 de marzo de
1859. PDNJH 14D(1859-1864)F17v-18.

[sin número], RAMÓN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Ramón Pou en Humacao, donde fue sepultado el 10 de marzo de
1859. PDNJH 14D(1859-1864)F18.

[sin número], RAMÓN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Ramón Pou en Humacao, donde fue sepultado el 11 de marzo de
1859. PDNJH 14D(1859-1864)F18-18v.

[sin número], RAMONA. Se asignó este nombre a una africana emancipada en el
depósito de don Ramón Pou en Humacao, donde fue sepultada el 11 de marzo de
1859. PDNJH 14D(1859-1864)F18-18v.

[sin número], ANTONIO. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Pedro Berríos en Humacao, donde fue sepultado el 19 de
marzo de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F18v-19.

[sin número], JUAN. Se asignó este nombre a un africano emancipado en el
depósito de don Luis Rufat en Humacao, donde fue sepultado el 21 de marzo
de 1859. PDNJH 14D(1859-1864)F19.

[sin número], MACROBIO. Junto a otros tres emancipados fue mencionado en
correspondencia de Guillermo Lindegren al gobernador el 23 de abril de 1862
como "perjudiciales, en razón a que se resisten hasta a los trabajos más
comunes." Macrobio en particular es señalado por estar constantemente
prófugo, y ser un mal ejemplo a emancipados y esclavos. Picó, San Fernando
de la Carolina. Identidades y representaciones. Página 58.

[sin número], ATILANO. Junto a otros tres emancipados fue mencionado en
correspondencia de Guillermo Lindegren al gobernador el 23 de abril de 1862
como "perjudiciales, en razón a que se resisten hasta a los trabajos más
comunes." Picó, San Fernando de la Carolina. Identidades y
representaciones. Página 58.

[sin número], CELEDONIO. Junto a otros tres emancipados fue mencionado en
correspondencia de Guillermo Lindegren al gobernador el 23 de abril de 1862
como "perjudiciales, en razón a que se resisten hasta a los trabajos más
comunes." Picó, San Fernando de la Carolina. Identidades y
representaciones. Página 58.

[sin número], APOLONIA. Junto a otros tres emancipados fue mencionada en
correspondencia de Guillermo Lindegren al gobernador el 23 de abril de 1862
como "perjudiciales, en razón a que se resisten hasta a los trabajos más
comunes." Picó, San Fernando de la Carolina. Identidades y
representaciones. Página 58.





---- 206 emancipados identificados en estas actas ---

















Apéndice 2

Relación de los individuos prófugos que procedentes del Brik Barca Majesty
ingresaron en el presidio de la Plaza el 15 de noviembre de 1859,
sentenciados a cuatro años por trato ilícito de negros africanos.[111]

1. Don Juan Nuñell y Cor—os
2. Manuel Jordán
3. Bonifacio Norzagaray
4. José Vecino
5. Manuel Decastro
6. José González
7. Daniel Smit
8. Bartolomé López
9. Francisco Rogers(en otro segmento se le llama Rotger y se le identifica
como marinero, con 18 pesos mensuales de salario)
10. Bartolomé Ferrer
11. Ignacio Labilva
12. Francisco Antonio Varela
13. José Rodríguez
14. Tomás Ureña
15. José Cortés
16. Fernando Domingo Gutiérrez
17. José Silva
18. Vicente Rodríguez, o sea, Juan Antonio Maldes
19. Casimiro Fernández
20. Juan Antonio González
21. Francisco Ignacio
22. Domingo Serrano
23. Juan Ramonde
24. Pedro Rovira
25. Antonio Villamil
26. Enrique Eton
27. Nicolás Lovis
28. José Rentel
29. Antonio Mayol
30. Luis Romeu
31. José Bernardo
32. Alejandro Gorea.
33. Antonio Mayol

Reos que habían fallecido

1. Jorge Guillermo
2. Juan Quirós
3. Miguel Sierra
4. Cayetano Muñoz
5. Ezequiel Aceval
6. Francisco Ramírez (identificado por separado como pasajero)

Nombres de algunos de los tripulantes de la barca Majesty, arrestados y
condenados a cárcel que aparecen en la documentación, fuera del listado.

1. Capitán don Rafael
2. Piloto: don Carlos; de estatura regular, fornido, ojos pardos, 38 años,
poblado de barba. Prófugo.
3. Piloto: Don Juan alias Don Francisco. Prófugo.
4. Contramaestre (también conocido como uno de los jefes): Don Federico
5. Capitán Renfil, español, regular de estatura, algo delgado, pelo
castaño, rostro tostado y poca barba.

Otros acusados
Don Gerónimo Gobart y Cornos

Testigos
Don Domingo Bertres, vecino de Humacao
Apéndice 3


Contrato de consignación de emancipados


Superior Gobierno, Capitanía General y Superintendencia delegada de
Real Hacienda de Puerto Rico. Negros emancipados. Póliza número 194.
Mujeres de la segunda edad. El gobierno superior de la Isla en uso
de sus facultades hace entrega en este día a don Luis Mariani, vecino
de Patillas, en el Séptimo Departamento, del negro emancipado Beatriz,
cuya filiación y señas particulares se expresan al margen para que lo
tenga en su poder por término de cinco años contados desde esta fecha,
que cumplirán el día 22 de marzo de 1864. El expresado don Luis
Mariani, en virtud del presente documento, contrae la obligación de
instruir al referido emancipado en los dogmas de la Religión C.A.R.,
con exclusión absoluta de otra; enseñarle todas las obligaciones de un
buen jornalero, y asistirle con el alimento y vestido según las
costumbres del país, curándole en todas sus enfermedades; ocuparle en
los días y horas marcadas por los reglamentos y disposiciones de los
festivos, si no en los casos únicos que lo permiten los mismos
reglamentos, sin que por ningún pretexto pueda el precitado don Luis
Mariani transmitir ni traspasar a persona alguna esta concesión;
contrae además la obligación garantida de satisfacer a la Caja general
de emancipados la cantidad de 24 pesos por semestres anticipados, que
equivale al valor del salario del emancipado a razón de 4 pesos al
mes, y además la suma de 25 pesos por una vez para gastos del depósito
y administración del ramo; quedando además el consignatario advertido
del exacto cumplimiento del reglamento provisional publicado en 26 de
febrero último de que se le entrega un ejemplar, y de que ha de
devolver el emancipado el mismo día que cumpla los cinco años, bajo
las penas que se establezcan. Para constancia firmo la presente en
Puerto Rico a 22 de marzo de 1859…[112]




Apéndice 4

Reportaje de los hechos del Majesty en el periódico español La Época.
Edición del 5 de abril de 1859, número 3065.

La Gaceta oficial anuncia haber varado en la noche del 4 de febrero en las
costas de Humacao una corbeta, cuyo nombre no se dice, y que conducía a
bordo unos 600 africanos. Ocurrió el naufragio en un bajo próximo a la
Punta de Candelero, y aun cuando el barco disparó cinco cañonazos y
enarboló un farol, pidiendo auxilio, nadie acudió a prestárselo por
escasear el vecindario en aquellas inmediaciones.

Pero cuando fui de día y se supo lo ocurrido, acudieron las autoridades al
lugar del naufragio y encontraron enferma a casi toda la tripulación del
buque. Se les dijo que el capitán y el contramaestre habían muerto en la
travesía, así como algunos marineros. "Practicadas las operaciones de
ordenanza, dice de Humacao el corresponsal del boletín con fecha 6, fueron
conducidos a la real cárcel 27 de los tripulantes, y anoche a las ocho tuvo
efecto el desembarco de los negros, que, según he oído decir, pasa el
número de 600. El buque no sé cómo se llama, y sobre él sólo podré
asegurar a V. que es famoso por su construcción y estado y que una de las
redondas de proa lleva como señal un T."

El vapor de S.M. Hernán Cortés fue a recoger a los bozales, y les condujo a
la capital, donde se construyeron expresamente barracones y enfermerías
para ellos. El gobierno había pedido informes a los corregidores y
alcaldes de la isla para repartirlos a título de emancipados, entre los
agricultores más necesitados de brazos para las faenas del campo.

Decíase que la Gaceta publicaría en breve la disposición del capitán
general fijando el día en que habría de salir a la visita política del
presente año a la isla.

Se había encargado de la secretaría general del gobierno y superintendencia
de la isla el Sr. D. Francisco Javier Serrano y Torres, nombrado por real
orden de 26 de octubre del año anterior.


Fuente: Biblioteca Nacional Española. Hemeroteca Digital.

Apéndice 5


Datos biográficos sobre algunos de los protagonistas del incidente del
Majesty, incluyendo oficiales reales y hacendado.

Policarpo Álvarez fue gobernador del Castillo del Morro. En 1861 era
comandante de infantería. En 1846 había recibido nombramiento de Caballero
de la Orden de Isabel la Católica, siendo ayudante mayor del Regimiento de
Infantería Primero de Cataluña del ejército de Puerto Rico. [113]

Manuel Arzuaga era peninsular, identificado como "rico comerciante y mayor
contribuyente como propietario que ha desempeñado el cargo de Cónsul del
Tribunal de Comercio, y varias veces el de vocal del Ayuntamiento". Para
1861, residía en Puerto Rico hacía seis años. Fue nombrado por la Reina
consejero de Administración de la isla en 1867. En la propuesta para el
puesto, al igual que a los otros dos candidatos, se le reseñó como sigue:
"…en esta Capital donde corresponden las vacantes es difícil encontrar
personas más aptas, más adornadas de excelentes cualidades morales, de más
experiencia en los asuntos locales ni que puedan contribuir mejor a la
completa ilustración de los que se señalan al Consejo de
Administración…"[114].


Salvador Córdoba había sido dueño del Cayo Santiago, que vendió en 1856 a
don Antonio Trillo. El Cayo Santiago había sido relacionado con
contrabando. [115]

Bartolomé Elzaburu fue nominado y nombrado prior del Tribunal de la
Audiencia de Puerto Rico en 1858.[116] Elzaburu y compañía surgió de la
alianza de don Bartolomé Elzaburu y don José Aranzamendi.[117] Los
Aranzamendi eran importantes dueños de esclavos en San Juan, según se
evidencian las defunciones de sus esclavos en San Juan en la primera década
del siglo.[118]


José Ignacio Esquiaga era natural de Guipúzcoa, y llegó a Puerto Rico
huyendo de la revolución venezolana. Esquiaga y Compañía fue fundada y
manejada por las familias vascas Ezquiaga e Isaguirre, siendo una de las
compañías comerciales más grandes de San Juan a mediados del siglo XIX.
En 1832 había reclamado a su sobrino, José María Izaguirre, para que lo
ayudara en el negocio.[119] Comerciaban con harinas desde el puerto de
Santander.

Crusiano Fantauzzi. En 1878, la Sociedad Fantauzzi Hermanos, compuesta por
don Crusiano y don Francisco Fantauzzi, solicitó a Hacienda una exención de
contribuciones por diez años, por beneficios de riego hechos a la hacienda
Felícita, que le fue concedida. Del expediente generado por esta solicitud
se desprende que se cultivaban cañas y cacao. Sus 1,873 cuerdas estaban
divididas por el río Patillas.[120]

Guillermo Lindegren aparece como administrador de la Hacienda Buena Vista.
El apellido nos es familiar, porque quien pensamos que es su padre, Juan
Lindegren, sueco de nacimiento, fue cónsul británico en Puerto Rico entre
1844 y 1855.[121] Juan Lindegren había sido un importante comerciante
antes de venir a nuestra isla. Ha debido ser a través de las relaciones de
su padre que el hijo terminara a cargo de esta importante hacienda.


Juan Bautista Machicote e Irizarry, Marqués de Machicote, fue alcalde
delegado de Carolina, nombrado con el gobernador Juan Laureano Sanz en 1871
y 1874.[122] Era navarro, y estaba casado con doña Andrea Pinatel, con
quien tuvo un único hijo llamado Juan José Machicote. En 1861 se le
identifica como representante de la Sociedad Mercantil "Viuda de Irizarry y
Compañía". [123] Fue nombrado consejero de la administración de la isla
por real decreto en 1867.[124] En 1871, "en atención a los grandes
méritos, a la lealtad y notables servicios prestados a la causa de España
en Puerto Rico", se le otorgó la Gran Cruz de la Orden de Isabel la
Católica.[125] Entre sus méritos se menciona que había sido delegado por
la provincia de Puerto Rico a las Cortes. Murió el 14 de agosto de 1881.
En 1882, se le concedió a su hijo, Juan José de Machicote Pinate, la
sucesión en el título de Marqués de Machicote.[126]

Joaquín Masferrer Fraxedas. (Masfarré, por su pronunciación catalana). A
través de su esposa, doña Concepción Berríos de la Rosa, don Joaquín
Masfarré, inmigrante catalán, natural de Mataró, era propietario de la
Hacienda Santa Teresa, situada en el barrio Río Abajo de Humacao. En 1885,
la hacienda contaba con una superficie de 856 cuerdas de terreno. [127] Con
800 cuerdas en 1890, ocupaba el 25% del área total del barrio Río Abajo de
Humacao.[128] Masfarré y Pou eran catalanes casados con dos hermanas,
siendo éstas hijas de don Román Berríos Martínez y doña Josefa de la Rosa
Díaz. Otra hermana estaba casada con don Fermín de Thomas, otro personaje
de este caso.

Baltasar Paniagua era castellano; había sido Administrador de la Aduana en
San Juan de 1817 hasta 1826 y Regidor del Ayuntamiento de San Juan varias
veces, y lo era en 1855. Había tenido una carrera en el gobierno,
comenzando en el consulado de Cádiz en 1795. En 1855, solicitó se le
eximiera para siempre de cargos públicos por razones de salud. Se le
aprobó la exención en 1856.[129]

Ramón Pou y Busó era natural de Sant Feliú de Guixols en Cataluña. Era hijo
de Juan Pou y Beltrán y de Escolástica Busó Bas. Su padre había solicitado
en 1820 pasar a Cuba; en 1830, estableció un negocio de pulpería en
Naguabo. Sus hermanos Francisco y Juan habían pasado a Puerto Rico a
unírsele al padre en la isla. Para 1864 tenía la Sociedad Mercantil "Ramón
Pou y Busó" en Humacao.

José María Ríos Gutmann era hijo de José María Ríos y de doña Manuela
Gutmann. Era cuñado de don Ramón Pou, catalán, siendo ambos importantes
terratenientes en Humacao. En el Padrón Catastro de Propiedad Rústica de
1890, la sucesión de José María Ríos todavía conservaba 14% de todo el
terreno del barrio Río Abajo. [130]


Fermín de Thomas estaba casado con doña Rosa Berríos de la Rosa, hermana de
Petronila, la esposa de don José María Ríos, otro de los implicados en el
caso de contrabando de africanos, y de Concepción, esposa de Joaquín
Masferrer Fraxedas, hacendado de Humacao que recibió consignación de
emancipados. En 1888, su hijo Fermín Thomas Berríos era interventor del
correo y contable de la Aduana de Humacao.[131]

Nicasio Viñas y Oliver llegó a Puerto Rico en 1838 como militar.[132] Era
alcalde de Carolina en 1859 cuando se asignaron los africanos emancipados a
las diferentes haciendas carolinenses. Nació en Canarias. [133] Fue
bautizado en la villa de Santa Cruz de Santiago de Tenerife, hijo legítimo
de don Antonio de Lugo y Viña, subteniente de Milicias Provinciales,
natural del puerto de la Orotava, y de doña María de los Dolores Oliver,
natural del mismo pueblo. Su carácter quedó retratado en una recomendación
que el Intendente de Hacienda sometió a la reina en 1839 relacionada a la
administración de este hospital, donde se le enumeraban sus atributos:
"las pruebas infatigables, buena disposición, rectitud e incorruptibilidad,
méritos y servicios que ha contraído a su lado don Nicolás (sic) Viñas, le
han impelido a nombrarle para que sirva aquel destino." [134] Era inspector
del Real Hospital de San Juan en 1841. En 1842 se aprobó que además de
Inspector del Hospital, ejerciese el cargo de Comisario de Guerra, a pesar
de las objeciones del Intendente. [135] Dejó el puesto de Inspector del
Hospital en 1852, cuando solicitó viajar a la península a recuperar su
salud de una "congestión cerebral" de que adolecía. [136] Casó cuatro veces
durante su vida, según lo declara en el testamento realizado en 1862,
teniendo diez hijos en total. [137] Falleció el 8 de abril de 1863; en
1864, su viuda, doña Francisca Mercado, solicitó pensión; doña Francisca
era hija de don José Mercado y de doña María Matías de Vizcarrondo. [138]
En su testamento declara los nombres de sus esposas e hijos.

Lorenzo Vizcarrondo Ortiz de Zárate, nacido en Puerto Rico, fue alcalde en
la fundación de Carolina el 31 de enero de 1857, y en 1876 y 1877.
Pertenecía a una de las familias más poderosas e influyentes de la región
norte oriental. Estaba casado con doña Manuela Mongrand. Uno de sus
hijos, don Lorenzo de Vizcarrondo Mongrand, fue el fundador de la parroquia
de San Fernando.[139] Sobre la relación de la familia Vizcarrondo con las
tierras, García Colón ha dicho que "La familia Vizcarrondo estuvo
emparentada con la familia Andino, propietarios del Hato de Hoyo Mulas, en
el partido de San Miguel de Trujillo, y durante el siglo XIX figuró entre
el grupo de hacendados más prominentes de la jurisdicción de Trujillo Bajo.
En este partido estableció las haciendas San José, Santa Bárbara y La
Monserrate."[140]



-----------------------
[1] Luis M. Díaz Soler. Historia de la esclavitud negra en Puerto Rico. Río
Piedras, Editorial de la Universidad de Puerto Rico, tercera edición de
1970, reimpresión 2005, página 131.
[2] Hay múltiples legajos de la Sección de Ultramar en el Archivo Histórico
Nacional, en adelante AHN, que se refieren a los ensayos presentados en
este ensayo y que fueron investigados por el autor. Se citaran a través del
escrito.
[3] Entre los autores que han escrito sobre el Majesty se encuentran Luis
de la Rosa, Luis Díaz Soler, Manuel Álvarez Nazario, Arturo Morales Carrión
y Félix Matos. Hacemos referencia a sus trabajos según sea relevante en
nuestra investigación.
[4] Frank Moya Pons. Historia del Caribe. Santo Domingo, República
Dominicana, Ediciones Ferrilibro, 2008, página 272.
[5] Moya Pons. Historia del Caribe, pp 334 y 335.
[6] Pablo García Colón. Tierras privadas. Del reparto de terrenos baldíos
al ordenamiento forestal en Puerto Rico: 1778-1873. San Juan/Santo Domingo,
Isla Negra Editores, 2011, segunda edición, página 52.
[7] Jesús Raúl Navarro García. Puerto Rico a la sombra de la independencia
continental. San Juan-Sevilla, Centro de Estudios Avanzados de Puerto Rico
y el Caribe, y la Escuela de Estudios Hispanoamericanos, 1999, página 28.
[8] Sin autor. La esclavitud y el tráfico de esclavos; sus efectos sobre la
condición de los naturales de África, y sobre el carácter de los
principales jefes y de los otros agentes de tan criminal comercio. Folleto
traducido del inglés por Juan B. Cabrera. Gibraltar: Imprenta de la
Biblioteca Militar, 1865.
[9] Ibid. Dedicatoria, página sin número.
[10] Moya Pons. Historia del Caribe, página 330.
[11] Rafael López Valdés. Africanos de Cuba. San Juan, Centro de Estudios
Avanzados de Puerto Rico y el Caribe, segunda reimpresión 2004, página 33.
[12] Francisco Scarano. Puerto Rico. Cinco siglos de historia. México:
McGraw-Hill/Interamericana Editores, 2002; segunda edición, paginas 464 y
465.
[13] Manuel Álvarez Nazario. El elemento afronegroide en el español de
Puerto Rico. San Juan, Instituto de Cultura Puertorriqueña, 1974, página
41.
[14] Díaz Soler. Historia de la esclavitud negra en Puerto Rico, página
110.
[15] Gerardo A. Carlo Altieri. Justicia y gobierno. La Audiencia de
Puerto Rico (1831-1861). Publicación del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, la Escuela de Estudios Hispanoamericanos, y la
Academia Puertorriqueña de la Historia. Sevilla, Gráficas Varona, 2007,
página 407.
[16] Díaz Soler. Historia de la esclavitud negra en Puerto Rico, página
133.
[17] Álvarez Nazario. El elemento afronegroide en el español de Puerto
Rico. Páginas 40 y 41.
[18] Ricardo Camuñas. Hacendados y comerciantes en Puerto Rico en torno a
la década revolucionaria. Mayagüez, 1994, página 157.
[19] Arturo Morales Carrión. Auge y decadencia de la trata negrera en
Puerto Rico (1820-1860). San Juan, Centro de Estudios Avanzados de Puerto
Rico y el Caribe, 2004, página 189.
[20] Titulo del documento. Se informa el cese del cólera y la escasez de
víveres. AHN, Ultramar, 298, Expediente (en adelante, Exp.) 24.
[21] Morales Carrión. Auge y decadencia..., página 208.
[22] Fue gobernador de 1857 a 1860.
[23] Carta del gobernador Cotoner al Ministro de Ultramar. Puerto Rico, 27
de enero de 1869. Vigilancia en las costas para que no se introduzcan
negros. AHN. Ultramar, 5079, Exp. 16. folio ??.
[24] El número total de individuos que fueron rescatados del barco negrero
no está claro. Diferentes fuentes presentan diferentes cantidades. Por
ejemplo, Manuel Álvarez Nazario hace referencia a 434 bozales, pero para la
fecha a que hace referencia – 28 de marzo de 1859 – ya habían muerto varios
en Carolina, Río Grande y Humacao. Op Cit, página 41.
[25] Carta del gobernador Cotoner al Ministro de Ultramar. Puerto Rico,
?????? Vigilancia en las costas para que no se introduzcan negros. AHN.
Ultramar, 5079, Exp. 16.folio ??
[26] Ibid. Carta de Manuel de Lara y Cárdenas al Ministro de Ultramar. AHN
Ultramar 5079, Exp. 16, folio ??.
[27] En el Apéndice 3 hemos incluido el listado de los miembros de la
tripulación que fueron encarcelados en San Juan y que aparecen en el
documento citado.
[28] Archivo Parroquia Dulce Nombre de Jesús de Humacao (en adelante PDNJH)
Libro 14 de Defunciones (1859-1864) folio 14v.
[29] Ibid, folios 15 a 15v.
[30] Archivo General de Puerto Rico (en adelante AGPR). Departamento de
Justicia, Cárceles, Penitenciaria, Expedientes de confinados 1850-1859
Hilera 50 caja 5.
[31] Ibid.
[32] Ibid.
[33] titulo de documento. Rafael Aguilar pide indulto y se le concede. AHN.
Ultramar, 2060, Exp. 42. folios ???. El expediente incluye los nombres de
otros individuos identificados como "pasajeros" del Majesty. Se informa
que el capitán había muerto en las costas de África y otro lo había
reemplazado, a quien llamaban indistintamente Don Juan y Don Carlos.
[34] Ibid.
[35] titulo del documento Expediente general sobre el puerto de San Juan.
AHN. Ultramar, 407, Exp. 7. folio???
[36] AGPR, Fondo de Gobernadores Españoles (en adelante, FGE), Municipios,
Carolina, caja 542.
[37] Periódico La Época, edición del 5 de abril de 1859, Año XI, número
3065; La España, edición del 7 de abril de 1859, Año XII, número 3881;
(ambos en la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional Española).
[38] Carta del cónsul inglés Lennon Hunt al gobierno inglés. Vigilancia en
las costas para que no se introduzcan negros. AHN. Ultramar, 5079, Exp. 16.
folio ??.
[39] Carta del Delegado de Hacienda al Ministro de Ultramar. Puerto Rico,
1859. Denegada compra del cayo de Santiago. AHN. Ultramar, 1085, Exp. 43,
folio.1.
[40] Carta del gobernador Arístegui al Ministro de Ultramar. Puerto Rico,
1844. Imposibilidad de persecución de un buque negrero. AHN. Ultramar,
5065, Exp. 13. John Lindegren fue cónsul hasta el 1857, según lo reporta
La guía de forasteros en Madrid para 1857.
[41] Fernando Picó. San Fernando de la Carolina. Identidades y
representaciones. Carolina, Gobierno Municipal Autónomo de Carolina, 2003,
primera edición, página 58.
[42] Vigilancia en las costas para que no se introduzcan negros. AHN.
Ultramar, 5079, Exp. 16. folios ???
[43] Conflicto de competencias de trata de negros AHN. Ultramar, 2060, Exp.
29. Carlo Altieri señala otros cuatro casos donde se generaron estos
conflictos de competencias en Puerto Rico. Destaca el hecho que la
Audiencia fue favorecida en cada uno, en contra de lo que llama "foros
privilegiados". Atribuye este favor como una indicación "del prestigio y
grado de funcionalidad que el sistema judicial estaba adquiriendo en
comparación con los otros poderes gubernamentales y semi-autóctonos." Carlo
Altieri. Justicia y gobierno. La Audiencia de Puerto Rico (1831-1861),
página 253.
[44] Ibid.
[45] AHN. Ultramar, 2060, Exp. 29.
[46] Nombramiento de don Enrique Cowper como cónsul inglés de Puerto Rico.
1861. Se nombra a don Enrique Cowper cónsul inglés en Puerto Rico.AHN.
Ultramar, 5086, Exp. 29.
[47] Nombramiento de Mr. Arthur Zeltner como cónsul de Francia en Puerto
Rico. 1862. Se nombra cónsul de Francia a Mr. Arthur Zeltner.AHN. Ultramar,
5086, Exp. 28.
[48] Se nombra a Jorge Samuel Lennon Hunt cónsul inglés. AHN. Ultramar,
304, Exp. 16. folio ??. Las porciones subrayadas del texto aparecen así
mismo en el documento original.
[49] AHN. Ultramar, 304, Exp. 16, folios ???
[50] Ibid.
[51] Titulo del documento. Solicitudes de créditos. AHN. Ultramar, 1098,
Exp. 57. Solicitudes de créditos.
[52] Díaz Soler. Historia de la esclavitud negra…, página 242.
[53] Vigilancia en las costas para que no se introduzcan negros. AHN.
Ultramar, 5079, Exp. 16., folios ???. También en Arturo Morales Carrión.
Auge y decadencia de la trata negrera, página 218.
[54] Ibid. Página 219.
[55] Luis de la Rosa. Los negros del brick-barca Magesty: prohibición del
tráfico de esclavos. En La Revista del Centro de Estudios Avanzados de
Puerto Rico y el Caribe. Año 3. Julio-Diciembre 1986, página 48.
[56] Titulo del documento. Vigilancia en las costas para que no se
introduzcan negros. AHN. Ultramar 2060, Exp. 29, folios ???.
[57] PDNJH 14D(1859-1864)F15v.
[58] Félix V. Matos Rodríguez. Women in San Juan. 1820-1868. Princeton,
New Jersey, Marcus Wiener Publishers, 1999, página 109.
[59] Fundación y funcionamiento de la Casa de Beneficencia AHN. Ultramar,
5077, Exp. 38., folios
[60] Solicitud de créditos. AHN. Ultramar, 1101, Exp. 17.
[61] NECESITA REFERENCIA.
[62] Sobre el juicio de residencia al gobernador Fernando Cotorner. AHN.
Ultramar, 2060, Exp. 21.
[63] Manuel Úbeda y Delgado. Isla de Puerto Rico. Estudio Histórico,
Geográfico y Estadístico de la Misma. 1878. Edición facsímil: San Juan,
Academia Puertorriqueña de la Historia, 1998, pp 150 y 151.
[64] Picó. San Fernando de la Carolina… página 58.
[65] Parroquia Nuestra Señora del Pilar de Río Piedras (en adelante
PNSPRP). Defunciones (1856-1865) folio 89v.
[66] Solicitudes de créditos. AHN. Ultramar, 1100, Exp. 28. Solicitudes de
créditos.
[67] Parroquia La Santa Cruz de Bayamón. Libro 11 de Defunciones (1859-
1865) folio 178. Defunción de Facundo, emancipado asignado a don Octavio
Zárate. Octavio Ortiz de Zárate es identificado en otras fuentes como
teniente a guerra de Bayamón en 1870 (www.enciclopediapr.org).
[68] Parroquia San Fernando de la Carolina (en adelante, PSFC). Primer
libro de defunciones (1859-1878). En las actas de varios emancipados se
menciona la hacienda donde estaban asignados y el dueño o encargado de
ésta.
[69] Recurso sobre riqueza imponible a la hacienda Vista Alegre. AHN.
Ultramar, 5126, Exp. 36. Este expediente establece que esta finca
productora de azúcar elaboraba de 800 a 1,000 bocoyes de azúcar anualmente.
[70] PDNJH 14D(1859-1864) folios 15 a 19.
[71] Pena de decomiso sobre efectos introducidos en Luquillo. AHN.
Ultramar, 1165, Exp. 11. Don Manuel Román había sido penado por la
introducción ilegal de efectos a Luquillo en 1837. En 1866 aparece como
dueño de la Hacienda del Carmen en Río Grande (Sr. Zechini pide concesión
de aguas del río Grande. AHN. Ultramar, 361, Exp. 6.).
[72] AGPR. FGE, Municipios, Río Grande, caja 542. En 1858, Zecchini es
identificado como Ingeniero Primero y Director de la Comisión de Puerto
Rico. Sr. Zechini, ingeniero del cuerpo de Montes. AHN. Ultramar, 308, Exp.
20.
[73] Archivo Parroquia Nuestra Señora del Pilar de Río Piedras Defunciones
(1856-1865)F151.
[74] AHN. Ultramar, 5079, Exp. 16.
[75] De la Rosa. Los negros del brick-barca Magesty, página 50.
[76] Archivo Parroquia San Fernando de Carolina 1Defunciones (1859-
1878)F1v.
[77] AHN. Ultramar, 5079, Exp. 16.
[78] Carta del gobernador Cotoner al Ministro de Ultramar. Puerto Rico, 29
de enero de 1865. Liberación de los negros esclavos de la barca Mayesti.
AHN. Ultramar, 5088, Exp. 25.
[79] Ibid. En este comentario, el gobernador nos permite un atisbo al
estado de mestizaje en que se encontraba la raza negra en la isla.
[80] Matos Rodríguez. Women in San Juan, página 109.
[81] Titulo del documento. AHN. Ultramar, 1100, Exp. 28.
[82] Ibid, folios 15 al 19, inclusive.
[83] AGPR. FGE, Municipios, Río Grande, caja 542.
[84] Archivo Parroquia San Fernando de Carolina 1Defunciones (1859-
1878)F23. También, Picó, San Fernando de la Carolina, página 56.
[85] AGPR. FGE, Municipios, Río Grande, caja 542.
[86] AHN. Ultramar, 5079, Exp. 16, folio ??.
[87] AHN. Ultramar, 5079, Exp. 16.
[88] Díaz Soler. Historia de la esclavitud negra en Puerto Rico, página
239.
[89] Exhorto del alcalde de Caguas a cónsules españoles. AHN, Ultramar,
2058, Exp. 28. En 1861, la Sociedad Señores Mariani y Compañía había
declarado la quiebra.
[90] Solicitud de créditos. AHN. Ultramar, 1100, Exp. 28.
[91] Vease Apéndice 4.
[92] Ibid.
[93] PSFC. Primer libro de bautismos (1859-1878). Desde el folio 60 en
adelante.
[94] PSFC. 1D(1859-1878). folios ????.
[95] AGPR. FGE, Río Grande, caja 542. El antropólogo cubano, Dr. Rafael
López Valdés, opina que esta indicación de marcas no es suficiente para
determinar la etnia a la que pertenecerían estos africanos.
[96] De la Rosa. Los negros del brick-barca Magest, página 54.
[97] En su artículo, Luis de la Rosa incluye un listado completo de los
sobre 300 africanos del Majesty con sus nombres originales y los
cristianos. Nuestro listado pretende darles un poco de vida, identificando
cualquier dato que quedara registrado en las actas sacramentales.
[98] PSFC 1D(1859-1878) folio 6. Defunción de Ambrosio, africano
emancipado.
[99] Fernando Picó. "En el Caribe Hispano. Iglesia y esclavitud". En la
Revista Sic. Caracas: Centro Gumilla. Vol. 53, Núm. 523 (Abr. 1990), página
131.
[100] PSFC 1D(1859-1978) folios 1, 1v, y 3.
[101] de la Rosa. Los negros del brick-barca Magest, página 52.
[102] Scarano. Puerto Rico. Cinco siglos de historia, página 266.
[103] titulo del documento. AHN. Ultramar, 1100, Exp. 28.
[104] Sobre la Ordenanza de Emancipados. AHN. Ultramar, 5088, Exp. 26,
folios ???.
[105] Carta del gobernador Cotoner al Ministro de Ultramar. Puerto Rico, 16
de noviembre de 1859. Se declara emancipados a varios esclavos. AHN.
Ultramar, 5082, Exp. 29.
[106] Liberación de los negros esclavos de la barca Mayesti. AHN. Ultramar,
5088, Exp. 25.
[107] Sobre la Ordenanza de Emancipados. AHN. Ultramar, 5088, Exp. 26.
[108] Ibid. Énfasis nuestro.
[109] Periódico La época, edición del 28 de agosto de 1864, número 5057.
[110] La Gaceta de Puerto Rico. Año 1864. Número 130. Sábado, 29 de
octubre. Página 1. En AHN, Ultramar, 5088, Exp. 26.
[111] AHN. Ultramar, 2060, Exp. 42.
[112]Solicitudes de créditos. AHN. Ultramar, 1100, Exp. 28.
[113] Sobre haberes y gratificaciones de varias pensiones. AHN. Ultramar,
1121, Exp. 75. También: AHN. Estado, 6333, Exp. 94.
[114] Nombramiento de consejeros de Administración de la isla. AHN.
Ultramar, 5093, Exp. 6.
[115] AHN. Ultramar 1085, Exp. 43. Folio 1v.
[116] Se nombra a Bartolomé Elzaburu prior del Tribunal. AHN. Ultramar,
302, Exp. 14.
[117] Matos Rodríguez. Women in San Juan. Página 61.
[118] Para más información sobre estas familias, se puede consultar el
libro Vascos en la diáspora. La emigración de La Guaira a Puerto Rico, 1799-
1830, de Brigit Sonesson.
[119] Estela Cifre de Loubriel. La formación del pueblo puertorriqueño. La
contribución de los vascongados, navarros y aragoneses. San Juan: Instituto
de Cultura Puertorriqueña, 1986. Página 164.
[120] Exención de contribuciones por el beneficio de riesgos (sic, riegos).
AHN. Ultramar, 1182, Exp. 7.
[121] http://www.history.inportsmouth.co.uk/people/lindegren.htm. History
in Portsmouth.
[122] Picó. San Fernando de la Carolina… Página 197.
[123] Expediente promovido a instancia de don Juan Bautista Machicote,
representante de la Sociedad Mercantil "Viuda de Irizarry y Cía.",
solicitando antecedentes relativos al crédito procedente de un préstamo
hecho al Tesoro de Venezuela en 1823. AHN. Ultramar, 1115, Exp. 57.
[124] Nombramiento de consejero de la Administración de la isla. AHN.
Ultramar, 5093, Exp. 13.
[125] Encomiendas y cruces de la Orden de Isabel la Católica. AHN.
Ultramar, 5096, Exp. 68.
[126] Sobre sucesión en el título de marqués de Machicote. AHN. Ultramar,
2110, Exp. 24.
[127] Consulta sobre anotaciones de hipotecas voluntarias. Ultramar, 2108,
Exp. 6.
[128] AGPR; Fondo: Obras Públicas; Sub-Fondo: Catastro; Sección: Humacao;
Serie: Rústica; Caja: 143
[129] Arreglo de Aduanas. AHN. Ultramar 1065, Exp. 6. También en Exención
de cargos municipales por motivos de salud. AHN. Ultramar, 5075, Exp. 38.
[130] Archivo General de Puerto Rico; Fondo: Obras Públicas; Sub-Fondo:
Catastro; Sección: Humacao; Serie: Rústica; Caja: 143
[131] Expediente personal de don Luis F. de Thomas y Berríos. AHN.
Ultramar, 1177, Exp. 18.
[132] Estela Cifre de Loubriel. La formación del pueblo puertorriqueño: la
contribución de los Isleño-Canarios. San Juan, Centro de Estudios Avanzados
de Puerto Rico y el Caribe, 1995, página 482.
[133] Expediente de clasificación y solicitud de pensión. AHN. Ultramar,
1127, Exp. 35. El expediente incluye su certificado de bautismo.
[134] Expediente sobre la administración del Hospital Militar. AHN.
Ultramar, 1126, Exp. 7.
[135] Sobre ejercicio de funciones del Comisario de Guerra. AHN. Ultramar,
1069, Exp. 19. Sobre ejercicio de funciones del Comisario de Guerra.
[136] Expediente de clasificación y solicitud de pensión. AHN. Ultramar,
1127, Exp. 35.
[137] AGPR, Fondo de Protocolos Notariales, Serie: San Juan; Pueblo:
Carolina; Escribano: Lcdo. Antonio Font; 1861-1862, caja 599, folio 61.
Tomado de Genealogías y crónicas del siglo XIX de Carlos Encarnación
Navarro.
[138] Expediente de clasificación y solicitud de pensión. AHN. Ultramar,
1127, Exp. 35.
[139] Está identificado en el primer libro de bautismos de la parroquia San
Fernando de la Carolina (1859-1878) como el constructor de la parroquia.
[140] García Colón. Tierras privadas… Página 91.
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