Lo lindo de trabajar en Argentina Por: Luciana Taborda1 Somos un país que conoce la palabra crisis de memoria, casi casi que la tenemos tatuada en la piel. Mal o bien, ya nos acostumbramos a ella, es un concepto que masticamos y que conocemos su sabor. Sin embargo, a veces nos filtramos por sus intersticios, tenemos esa osada capacidad de ver más allá y (¿quién te dice?) emprender desde lo bajo, saltar desde el fondo. Al fin y al cabo, todos tenemos un resorte dentro (solo que quien no se hunde un poco no lo sabe). Nos hacemos pulpos, convertimos nuestros brazos en remos y volvemos a intentarlo. Sabemos nadar cuando el mar se pone bravo, lo aprendimos de nuestros antepasados. Y sí, lo que se hereda no se roba. Lo lindo de trabajar en Argentina es que cuando uno se va a ejercer la profesión a otro lado, extrañar se vuelve inevitable. Porque cuando encontramos algo que nos apasiona nos desvivimos por ello y lo hacemos parte de nosotros. Somos futboleros, musiqueros, amigueros y materos. Y conjugamos todo eso en las charlas del break laboral o en el after office. En el mundial del año pasado no hubo empresa grande, mediana o pequeña que no hubiera frenado 90 minutos para ver a los once argentinos moverse en la cancha. Lo vimos en grupos, porque la celeste y blanca necesitaba ser sostenida entre varios, con un mate que circulaba en la ronda, amargo, dulce o lavado. Después de las victorias, volvimos a trabajar con más ganas y después de las derrotas, fue mejor refugiarse en los expedientes o en un trámite no tan urgente. Nos gusta charlar. De todo. En el pasillo, en el ascensor o en la fila de espera para ir al banco. Cuentan los que saben que de esas conversaciones “al pasar” han surgido las mejores ideas, los más innovadores proyectos o las campañas publicitarias más creativas. De acuerdo con la Organización Great Place to Work, el capital humano es uno de los factores más importantes en lo que respecta a clima laboral. En este sentido, lo lindo de trabajar en Argentina es la posibilidad de encontrarte con gente que tiene las mismas ganas y que no deja que la llama se apague. Es cruzarte con personas que siguen creyendo que el mejor empleo es ese que se disfruta, ese que, lejos de esclavizar, libera auténtico potencial. De hecho, las catalogadas en 2014 como mejores empresas para trabajar fueron aquellas que supieron alentar el talento y estimular el compromiso. Imaginemos a 40 millones de argentinos trabajando a gusto; ahora imaginemos un lugar ideal para ello. Las tendencias están demostrando que quien no aprovecha ese capital humano, difícilmente pueda llegar a ver crecer su empresa o emprendimiento. Las personas constituyen el verdadero valor de una compañía. Y acá lo que no falta es valor, solo que los empleadores muchas veces lo ignoran y los empleados en ocasiones lo olvidan. Será cuestión de descubrir que este es un lindo lugar para trabajar. ¡Manos a la obra! 1
Lic. en Comunicación Social (UNC). Profesora en Comunicación Social (
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