Lineamientos para el rescate arqueológico y la investigación histórica en cementerios patrimoniales en Colombia (Pag. 43)

July 25, 2017 | Autor: Monica Giedelmann | Categoría: Patrimonio Cultural, Cementerios Patrimoniales, Historical cemeteries
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Descripción

MEMORIAS

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES

X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A. C.

Casa de la Primera Imprenta de América Centro Histórico de la Ciudad de México 2013

Ana Julia Arroyo Urióstegui Irene Pérez Rentería Carlos Alberto Mercado Limones Comité revisor / Formación Edith Marino Rodríguez Diseño de portada Ana Julia Arroyo Urióstegui Carlos Alberto Mercado Limones Cuidado de la edición

Margarita G. Martínez Domínguez y Carlos Alberto Mercado Limones Compiladores

© Universidad Autónoma Metropolitana Prolongación Canal de Miramontes 3855. Col. Exhacienda de San Juan de Dios, Del. Tlalpan CP 1487, México DF.

La UAM es una universidad pública que promueve la investigación científica, artística e histórica como parte de sus funciones sustantivas y sin fines de lucro. Con base en el artículo 148 de la Ley federal de Derechos de Autor, las imágenes reproducidas en estas memorias son utilizadas para fines de investigación científica, citando la fuente. Nota importante: El Comité Organizador no realizó revisiones de estilo, redacción y ortografía. De manera que cada autor es responsable del texto y demás aspectos contenidos en cada artículo, ya que se han divulgado como fueron enviadas para su publicación en las memorias del Encuentro.

ÍNDICE Presentación

Iconografía

11 México

Metodología

13

Geografía de Uarhikua México

Cindy Vanessa Olvera Gabriela Servín

México

15

Avances en el estudio del Cementerios del Carmen, Río Tercero, Córdoba, Argentina Argentina

México

Edith Valverdi Gisele Ragout Graciela Neyra

Argentina

Argentina

Colombia

México

55

Propuesta metodológica para el registro y análisis de los cementerios rurales Azampay y la Vienega, Valle de Hualfín, Departamento de Belén, Provincia de Catamarca, Argentina

Luis Noel Dulout Rita Rodríguez México

43

México

México

Los cementerios de la zona metropolitana de Mérida Yucatán

Nicte-Há Gutiérrez Raúl Enrique Rivero

74 México

La resignificación de lugares funerarios

Salvador Coronado

81

116

Antropología

125

La cultura funeraria de la gran Tenochtitlan

Ángeles González Gamio

127

Los habitantes del Cementerio Municipal de Colima; un estudio de antropología física

137

“La dulce y santa muerte”: Los libros de Ars Moriendi en el acervo de Santa Mónica en Puebla

María Elena Stefanon

147

Legislación

157

“Festividades indígenas dedicadas a los muertos”, una década como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Carlos Alberto Mercado

7

107

María Margarita Fermín

Rosa María Flores Ramírez

65

97

Ángeles, manifestación escultórica en los cementerios patrimoniales: Panteón Municipal y Francés de la ciudad de Puebla

33

Noticias del cementerio

José Luis Pignocchi

Claudio Alberto Novelo Nicte-Há Gutiérrez

El método iconográfico en el análisis de las esculturas del Cementerio El Cuadrado de Maracaibo

Venezuela

91

Manifestaciones artísticas y culturales del Cementerio de Hoctún Yucatán

María Cristina Valerdi Jesús Rodríguez Víctor Martínez

Lineamientos para el rescate e investigación en cementerios históricos. Dos experiencias en Colombia

Diego A. Bernal Mónica Giedelmann

Aurora Roldán

25

Reflexiones sobre la metodología para estudiar cementerios patrimoniales

Ethel Herrera Colombia

México

89

La iconografía popular en algunos cementerios

159

Sociología México México

México

Argentina

Venezuela

Colombia

México

Uruguay

Ilusión, espacio y creación Claudia Paz Para comprender la muerte Elizabeht Guadalupe Rojas Los cementerios desde los deudos; un recorrido por las estructuras mentales de la sociedad novohispana del siglo XVIII y sus implicaciones teológicas y económicas Gilberto González Ecumenismo en Tucumán-Argentina, Accesibilidad a cementerios de diferentes credos una santa judía: el culto de “Malka Saltz”

México México

México

199

Colombia

Isaura Wiencke Olivares

México

México

México

217

José Raúl García Margarita Guerra

Colombia

México

Con la Sangre del héroe Cementerio “Del Tala” de los Dalmao –Artigas paso del parque del Dayman –Salto- Uruguay un lugar de historia y belleza - naturaleza y memoria Colombia

243

8

280

La cultura funeraria y sus espacios del siglo XVI al XIX en el Centro Histórico de la Ciudad de México

290

Cementerios vecinales en Azcapotzalco

María Elena Solórzano

312

Los cementerios de los pueblos originarios de la Delegación Iztacalco

319

Creencia y ritualidad en torno a muertos N.N. en el municipio de Puerto Berrio, Antioquia Colombia

Pablo Andrés Muñoz

229

269

Cementerios en la construcción de un territorio memoria Valle del Tominé, Cundinamarca, Colombia

María Eugenia Fernández

Epitafios: Un lenguaje particular sobre la muerte Una aproximación a las voces y dispositivos del lenguaje funerario en el “Monumento a Perpetuidad” y en el “Cementerio Central” de Paysandú

262

Génesis e identidad nacional del “Comunicador Visual del Pueblo” José Guadalupe Posada

Margarita G. Martínez

209

257

Anfitriones de cementerio: La Santa Compaña en textos franciscanos del siglo XVI

Juanita Santos

201

247

Obsesiones fúnebres

Javier Ayala

182

Historia

Ana María López Óscar Márquez

Universales, familiares, laicos, libres y muladares: una aproximación general a la historia de los cementerios no católicos de Colombia

David Esteban Molina

174

190

Algunas consideraciones sobre la fotografía de difuntos en Maracaibo, Venezuela. Juan Carlos Morales La muerte captada entre lápidas y flores Meliza Hernández De yacentes a festejantes: 6 casos de retrato funerario escultórico en cementerios de Italia, México y España (siglos XIX y XX) Oscar Molina

Colombia

169

Lucrecia Ana Zerda

Alejandro Mesa

Uruguay

167

328

Obras de ornamentación para ataúdes de Newman Brothers, Coffin Fitting Works

Sandra Guerra

334

Rituales Funerarios

339

Más allá de la muerte: los animeros en Colombia. Estudio de caso Claudia Lorena Gómez

341

México

Colombia México

Los ritos funerarios como elementos de cohesión y reciprocidad entre los habitantes de Santa Cruz Atzcapotzaltongo, Toluca, Estado de México Irma Ramírez Leonardo Rosales Formas de morir y conductas de enterrar María Antonia Benavente Los ritos funerarios en las sociedades iniciáticas Juan Federico Zúñiga Tomás Cortés

Espacio Funerario Argentina

México

José Rodolfo Gutiérrez

350 358

México

362 367

Cuba

Chile

Ana Julia Arroyo Ixek Violeta Rivera

Perú

México

385

Colombia

Colombia

399

Colombia

445

Didáctica

451

El espacio funerario como referente didáctico y pedagógico: el caso del Cementerio General Apóstol San Pedro Sula Honduras

Bolivia

420

461

De la clase a la práctica: Cementerio Universal, un espacio que merece vivir

Fernando Vengoechea Johnny Insignares

470

Memoria e historia en la materialidad de las tumbas: visibilidad, inclusión y pedagogía en el Cementerios de Bogotá

476

Estrategia didáctica: catalogación de los mausoleos del circuito turístico, Cementerio general de la ciudad de La Paz por los estudiantes del tercer semestre de la Univalle

Gonzalo A. García Josefina Matas

9

453

Encontrando a nuestros difuntos en red virtual: herramientas tecnológicas para la valoración y difusión de las investigaciones sobre espacios fúnebres

Germán Ferro

407

Ritualidad, arte y arquitectura en el primer Panteón municipal de Guadalajara

Isabel Eugenia Méndez

Laritza Céspedes

Eloísa Lamilla

395

La huella de dos cementerios en la ciudad de México

Irene Pérez

436

Área de Museología del Equipo Técnico de Historia, Conservación e Informática de la Necrópolis Cristóbal Colón: sistematizando su experiencia para interpretar y comprender su labor

Eliseo Fajardo

Los estilos representativos de la arquitectura funeraria Cementerio General San Pedro Apóstol San Pedro Sula Honduras CA

Indira Molina José Ángel Rodríguez México

Honduras

El Panteón de los Próceres y el extraño caso de Teodoro Candioti

Carlos García Honduras

376

Identificación de los componentes del espacio funerario en el Cementerio No. 3 de ValparaísoChile

Ana María Ojeda Carolina Peñaloza

Jorge Sosa Jonathan Hernández Aurora Roldán

369

El Panteón Municipal de Dolores en Miacatlán México

429

El Panteón Francés y sus monumentos del siglo XX, función, forma y material

El espacio funerario simbólico: los funerales de Encarnación Ezcurra en la Buenos Aires del siglo XIX

Agustina L. Padula

El Panteón de los Ángeles y de la Cruz. Un panteón patrimonial en el Estado de Aguascalientes

483

Implementación de la estela informativa como estrategia pedagógica en los cementerios México

Colombia

José Eduardo Carranza Cesar Antonio Barranco Elías Rossini Jorge Iván Navarro

500

Un cementerio en el bolsillo: los cementerios como herramienta educativa. Una propuesta museística portátil de apropiación patrimonial

Lina María Gutiérrez Brasil

México

México

Espaço de cultura, história, memoria e patrimônio: uma análise sobre as ações educativas realizadas no Cemitério do Nosso Senhor do Bonfim

Colombia

México

511

Gestión

519

México

Argentina

Colombia

Argentina

México

521 México

526

Una visión para poner en valor el patrimonio funerario

Lucrecia Rubio

México

534

Proyectando memoria: un peregrinaje por los espacios funerarios de Colombia

Patricia Uribe Diego García-Moreno

Uruguay

542

La gestión de los espacios funerarios: el caso del cementerio de Dolores

Verónica G. Meo Agustina L. Padula

Plan de Manejo

563

Panteón inglés de Real del Monte, Hidalgo hacia el nombramiento como Patrimonio de la humanidad

565

Proceso de Planificación Integral Cementerio San Pedro

576

Los cementerios, producto cultural integrado a itinerarios culturales

Pasos, tropiezos y vicisitudes: la declaratoria del Cementerios General como zona de patrimonio cultural del Municipio de Mérida

Limbergh Herrera Laura M Sáenz Luis Ojeda G

554

Claudia Catalina Velásquez

Marcelina das Graças de Almeida

Alicia Belmonte Julio A Magli Cristina Bazzano María Elna Capelli

Walkyria Angúlo

Aída Suárez

505

Cementerio del Oeste de San Miguel de Tucumán: “Sentimiento, historia y reconocimiento” Argentina

El patrimonio cultural y la sustentabilidad existente con respecto a la arquitectura funeraria

546

10

Edith Valverdi María Claudia Yapura Sergio Antonio Álvarez

578

Campos funerarios distintivos del estado de Querétaro de Arteaga susceptibles de ser suscritos en la construcción del Plan de Manejo del Camino Real de Tierra Adentro

Luz de Lourdes Serna Carlos Alberto Mercado Museo Panteón de San Fernando. Un panteón vivo… Virginia Ortega

Carta Internacional de Morelia Relativa a cementerios patrimoniales y arte funerario Declaración de Paysandú Dimensión pedagógica del patrimonio cultural funerario

585 601

609 613

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C.

Presentación Para la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales y la Red Mexicana de Estudio de Espacios y Cultura Funerarios A.C., celebrar hoy 14 encuentros iberoamericanos y 10 reuniones nacionales, es motivo de congratulación, ya que nuestros congresos son actos de fe, que motivados por el profundo interés (personal y colectivo) en la salvaguarda del patrimonio funerario nos ha llevado a vencer los obstáculos que el dinero y la distancia nos imponen, para una vez más, informar, enseñar, referir, transmitir y documentar los avances que se han alcanzado a lo largo del año precedente y sobre todo para convivir con los amigos que gracias a la red nos ha unido.

Hay palabras que por su sentido semántico causan diversas reacciones en aquellos que las escuchan y las pronuncian. Cementerio es un vocablo que tanto resulta atractivo como temible, ya que irremediablemente remite a la muerte y ésta, ha sido a través de milenios, motor inalienable de religiones, filosofía, ciencia, legislación, arquitectura, arqueología, literatura y otras artes. No obstante, la trascendencia e importancia que los cementerios y los diversos espacios para la deposición de los cuerpos, han tenido en todas las culturas, lograr que algunos de éstos sean reconocidos como lugares con valor patrimonial, ha sido la ardua labor y causa que nos ha reunido en estas 14 ocasiones.

Hoy una vez más hemos arribado a buen puerto, reuniendo a representantes de 12 naciones iberoamericanas y 13 entidades federativas mexicanas para seguir construyendo alrededor del tema que nos congrega, ciertos de que en los cementerios y en el arte que contienen están las significaciones de trascendencia en la vida.

Largo y fructífero ha sido el camino que han recorrido las distintas agrupaciones que hoy conforman la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales. Para este encuentro, la congregación fue capaz de reunir 90 resúmenes de participación, diversificando la temática de exposición, abarcando tópicos que van desde el análisis y descripción del espacio físico de los cementerios hasta planes de manejo de cementerios cuyo valor patrimonial ahora es incuestionable, pasando por asuntos metodológicos, iconográficos, históricos, sociológicos, antropológicos, legislativos, didácticos y de gestión patrimonial. Esto nos ha ofrecido un panorama que enriquece las percepciones que se tienen sobre los cementerios, sus objetos y sus significaciones.

Las memorias de este congreso son testimonio del trabajo acumulado y de los avances que en esta materia se ha alcanzado, la diversidad de temas, así como las metodologías para su estudio y salvaguarda, son reflejo de la riqueza patrimonial de la región iberoamericana, cuya relevancia cultural se hace patente en sus tradiciones y lugares de entierro, ante la infalibilidad de la muerte.

Carlos Alberto Mercado Limones

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Metodología  

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Geografía de Uarhikua Cindy Vanessa Olvera Gabriela Servín Avances en el estudio del Cementerios del Carmen, Río Tercero, Córdoba, Argentina Edith Valverdi Gisele Ragout Graciela Neyra Reflexiones sobre la metodología para estudiar cementerios patrimoniales Ethel Herrera Lineamientos para el rescate e investigación en cementerios históricos. Dos experiencias en Colombia Diego A. Bernal Mónica Giedelmann Noticias del cementerio José Luis Pignocchi Propuesta metodológica para el registro y análisis de los cementerios rurales Azampay y la Vienega, Valle de Hualfín, Departamento de Belén, Provincia de Catamarca, Argentina Luis Noel Dulout Rita Rodríguez Los cementerios de la zona metropolitana de Mérida Yucatán Nicte-Há Gutiérrez Raúl Enrique Rivero La resignificación de lugares funerarios Salvador Coronado

México

Argentina

México

Colombia

Argentina

Argentina

México

Colombia

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Por otra parte se encontraba la raíz española, que partía del pensamiento del Medievo, periodo en que el tema de la muerte se tornó popular, que se correspondió a las epidemias que arrasaron con un gran número de la población. Dentro de la visión española la muerte era vista como un sueño momentáneo que terminaría con la resurrección en cuerpo y alma en el día del Juicio Final. En esta percepción era importante ser enterrado en un lugar sagrado. Al arribo de los españoles a tierras mesoamericanas trajeron consigo una nueva visión de la muerte y de su representación. Debido al valor simbólico y a la manera de percibir el mundo, las dos religiones que se encontraron tuvieron un punto de referencia y explicación sobre el momento de abandonar el cuerpo y el lugar a donde este se conducía en su aspecto terrenal y espiritual, estas dos ideas pudieron mezclarse aún con la imposición de la una sobre la otra, aunque la religión católica fue la que predominó y se impuso, permaneciendo algunos elementos de las antiguas religiones mesoamericanas, dando paso al hibridismo cultural, que se encuentra presente en la cultura mexicana. El interés de este trabajo radica en el cementerio visto como un paisaje cultural, espacio que nos permite a cercanos a entender las 1 manifestaciones en torno a la muerte. El cementerio, como representación material de la necesidad individual y colectiva de exteriorizar sentimientos. Como un espacio destinado a la comunidad de los muertos, en donde los vivos han plasmado sentimientos y sensibilidades, recuerdos, y anhelos de inmortalidad, pero a la vez como lugares en donde la comunidad de los vivos hacen demostración de su status social. El trabajo que estamos proponiendo puede leerse en dos momentos, el primero en el que se realiza un análisis sobre la metodología de la Geografía Cultural y sus posibles usos para el estudios de los cementerios, vistos éstos como un punto geográfico de distintas lecturas, en

Geografía de Uarhikua Cindy Vanessa Olvera Camacho Gabriela Servín Orduño * México

Introducción La muerte es un tema que forma parte importante de la vida del ser humano. Ésta ha propiciado distintas inquietudes, y desatado que las ciencias humanas y el pensamiento religioso dediquen investigaciones relacionadas al impacto de este proceso. Al estudio de las memorias materiales que recogen los vivos en el recuerdo de los muertos, pero también al análisis de aquellas percepciones que dejan huella de una manera intangible, la cuales intervienen y marcan la manera en cómo los vivos perciben a los muertos y la idea de la muerte, modificable según la cultura, sociedad, época y espacio. La imagen de la muerte se eleva a primera intensidad, presentándose tal como es, pero también representando algo más, que se relaciona con la manifestación del sentimiento de ausencia y temor ante la muerte. Esto forma parte de un sentimiento natural del miedo al olvido, para el caso de la sociedad mexicana se ha manifestado en la continuidad que se la ha otorgado a la vida después de la muerte. Esta de idea la muerte ha empapado varios aspectos centrales como: los rituales funerarios, fiestas y manifestaciones materiales, que tiene dos raíces históricas por un lado la cosmovisión mesoamericana y por otro el pensamiento del Medioevo europeo. Dentro de las culturas mesoamericanas, la dualidad se encontraba presente en cada aspecto de su vida, por lo tanto en su concepción cosmogónica, era representada como un ciclo constante de vida- muertevida, se consideraba a la muerte como una prolongación de la vida en otro mundo, de ahí que en el momento de enterrar a los difuntos se le mandaba con todo lo necesario para el nuevo viaje. La convivencia con los difuntos era parte de lo cotidiano, un vínculo entre la vida y el más allá, por lo cual en su visión, no había cabida para el temor, ni para la preocupación hacía la muerte, lo cual no quiere decir que esta fuera tomada de manera superficial, ya que se mantenía un enaltecimiento del alma que el sobrevivía al cuerpo. Así el espíritu era independiente de la materia y podía residir en algunos animales.

1 Para C. Geertz la representación “denota dos familias de sentidos aparentemente contradictorios: por un lado, la representación muestra ausencia, lo que supone una neta distinción entre lo que representa y lo que es representado; por el otro, la representación es la exhibición de una presencia pública de una cosa o una persona. En la primera acepción, la representación es el instrumento de un conocimiento mediato que hace ver un objeto ausente al sustituirlo por una imagen capaz de volverlo a la memoria, y “ pintarlo” tal cual es… se postula entonces una relación descifrable entre el signo visible y el referente significativo” en este sentido la representación implica traer al presente algo que puede estar previamente ausente, significa presentar un objeto o cosa de nuevo en una exhibición pública, la presentación de algo que no está presente la cual puede adoptar una forma tanto lingüística, como visual; el cuidado que se debe tener es con la ficción entendiendo a esta como una representación exagerada de la realidad, pero se hace pertinente utilizarla y leerla pues ella cuenta de ansiedades miedos deseos de los individuos que vivieron una época determinada. Roger Chartier, El mundo como representación, historia cultural: entre la práctica y la representación, Barcelona, editorial Gedisa, 1999. p. 58

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donde los símbolos entretejen relaciones que van más allá del monumento funerario. El segundo momento es una aplicación de la teoría al estudio de algunos cementerios de la región lacustre de Michoacán: Tzintzuntzan, Cucuchucho y Arocutín, que fueron elegidos por su interés cultural y su visión peculiar en torno a la muerte, ya que sus celebraciones son un ejemplo claro del hibridismo cultural.

sociales, o cuestiones materiales, es tomado más como un contexto, usado 4 a manera de referencia directa o indirecta, con una perspectiva más lineal. La segunda división la forma substancialista tiene que ver más con el lugar, en donde la misión es poder observar la naturaleza misma del espacio, algo así como el “espíritu del lugar”, según Michel Marié se refiere a: Geniusloci, al espacio que requiere la magnitud del tiempo de las repeticiones silenciosas, de la maduración lenta del trabajo, del imaginario social, en las normas para que el espacio se convierta en lugar, para que 5 llegue a ser algo coherente y significativo para nosotros. Es en este concepto donde se podrían situar diferentes niveles de interpretación, como la proximidad, la apropiación, así como la forma de vivir, percibir y 6 representar al espacio. Las ideas en torno a la noción de lugar se convierten en paisajes que pueden ser pintados y construidos por las sociedades, dando paso a lo que la geografía cultural ha nombrado como paisajes culturales: reflejó del paso de una sociedad en el tiempo, cultura, creencias, prácticas y 7 tecnologías. Es así como los espacios como deben ser mirados y estudiados, a partir de estos significados simbólicos y culturales. Dentro de los estudios realizados por los geógrafos culturales una intensión constante es presentar la diversidad y la pluralidad de la vida en toda su riqueza y variedad, sobre cómo el mundo y los paisajes culturales son interpretados por la gente, cumpliendo la función de perpetuar la cultura. También se ha preocupado en una traída interesante turismopaisaje-identidad nacional y en la estética visual. Consideramos que es necesario poner atención en este planteamiento que nos lleva a cuestionarnos, ¿será que la construcción de los espacios ha sido manipulada con algún fin identitario?, o ¿cómo es que se ha formado este tipo de construcciones?, es importante tratar de problematizar un poco más sobre esta cuestión, podemos imaginar un edificio o en este caso la construcción de un cementerio y saber que fue edificado bajo un contexto histórico-social especifico, o como resultado de la aplicación de alguna ley o idea higienista, pero que pasa cuando por cuestiones de fomento a la identidad nacional este espacio se va alterando con el tiempo, poniendo en claro que no se modifica de una manera natural, sino que es manipulado por

Primer momento: la geografía cultural, una aproximación En años recientes las miradas en torno a la muerte han dado nuevos giros y nuevas posibilidades como las que se plantea la Geografía Cultural, proporcionando una nueva metodología para el estudio de los lugares de la muerte. Sin duda, la Geografía es una de las ciencias que se ha tratado de renovar constantemente, rebasando los preceptos de su propia disciplina y pretendido incursionar en temáticas que incluyen a la cultura y a sus agentes. Ha tenido que sufrir avatares y retrocesos, sin embargo los trabajos de Vidal de Blache, Darby, Sauer, y la incursión de la multidisciplina de la escuela de los Annales, provocaron que el paisaje fuera visto como 2 resultado del hombre en el espacio. En este sentido surgieron nuevas ramas, como la geografía cultural que ha puesto un especial interés al estudio integral del espacio, algunos teóricos han señalado que esta nueva disciplina debe de verse como una relación de todas las formas, manifestaciones culturales y identidades, considerando que cada geografía puede tener una abundancia y pluralidad de culturas. Por lo tanto pretende ver tanto las formas de la diferencia, la cultura material e inmaterial de los grupos, los aspectos simbólicos, las discontinuidades, los vacíos, así como las ideas que los mantienen unidos y 3 que los hacen coherentes. Una preocupación constante presente dentro las investigaciones propuestas por los teóricos de esta disciplina, es el uso indistinto del concepto de espacio o lugar, los cuales son tomadas no sólo por los geógrafos como sinónimos y que podrían llevarnos a caer en ciertas reducciones. Según Mike Crang, podemos pensar el espacio teóricamente a partir de dos divisiones sencillas: el concepto nominalista y substancialista. El espacio bajo su forma nominalista refiere a un “espacio vacío” un especie de contenedor que necesita ser llenado con procesos históricos,

4 Lourdes de Ita, Mike Crang “El espacio en la historia y en la historiografía, reflexiones desde la Geografía Cultural” en, Boletín de Investigaciones Geográficas, Núm. 79, 2012.p. 180 5Ibid. 6 Timothy S. Oakes and Patricia L. Price, The Cultural Geography Reader,U.S.A, Canada, Routledge, 2008.p. 151. 7Mike Crang, op, cit. p.14

2Alan R.H Baker y Derek Gregory, “Some térreaincognite in historical geography: an exploratory discussion”, Alan R. H. Baker and Derek Gregory in Explorations in Historical Geography:InterpretativeEssays,Cambridge University Press, Cambridge, 1984, p.182 3 Mike Crang, Cultural Geography, Routledge, London, 1998, p. 2

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coloniales te invitan a dar un recorrido por los lugares “representativos” de la ciudad, esto se ha manifestado también en algunos cementerios, sobre todo en aquellos que han sido denominados como patrimonio cultural de la humanidad. Otros de los temas en los que los geógrafos culturales han puesto atención son: la imagen y lo estético visual, señalando la importancia de mirar al otro sin el lente turístico e imaginario, mostrar lo bello, tradicional y armónico, pero también aquello que puede ser grotesco, terrible, o romper con la idea de estética a la que estamos acostumbrados, de esta manera poder apropiarnos de una imagen más nítida del lugar y de su cultura. En este sentido es importante resaltar la importancia que le han dado a otro tipo de herramientas como los medios audiovisuales, la fotografía, así como a la literatura, como formas distintas que pueden ayudar a investigar el significado de los paisajes. Para el caso de la literatura, la novela es la consentida por describir los lugares, entornos, espacios, límites, perspectivas y horizontes. Nos invita a reflexionar y poner atención a los detalles, contextos e imágenes que dibujan estas fuentes literarias. Pero ¿qué tiene que ver la geografía cultural con los cementerios?¿que planteamientos metodológicos pueden ser aplicados? Consideramos que se podría empezar por mirar a los cementerios como paisajes culturales cargados de significaciones y representaciones sociales, con estructuras específicas que se transforman de una manera lenta, en la larga duración. Tomando en cuenta que en la historia de los cementerios también han surgido coyunturas importantes que han determinado que el espacio cambie más rápidamente, en donde se pueden apreciar las resistencias y permanencias, el recuerdo y el olvido. También metodológicamente podemos comenzar por utilizar otro tipo de fuentes no oficiales como las misceláneas, la literatura de viajes, la pintura, las artesanías, música, o aquellas manifestaciones culturales que nos permitan ver al cementerio como parte de un todo, reflexionando sobre la inmanencia del tiempo, poniendo especial interés en los cambios naturales de la cultura, así como en aquellos que son manipulados con un fin en específico. La intención de observar al cementerio desde esta perspectiva, es sólo una preocupación más por remirar a la comunidad de los muertos, en esta investigación en específico hemos tomado algunos panteones de la región lacustre Michoacán para reflexionar sobre su creación y cultura en torno a la muerte.

algún ente de poder o cuando las ideas turísticas pretenden crear imágenes inmutables en el tiempo, creándose espacios de dominación o imaginados. La geografía cultural en este sentido ha puesto atención a las narraciones que han creado lo que ellos llaman espacios de dominación, o espacios imaginados aquellos discursos que han creado imaginarios como 8 lo oriental, exótico, o lo imperial , vinculado directamente con el tema de la otredad. Estos planteamientos han ayudado a los geógrafos culturales a plantearse otro tipo de interrogantes sobre la identidad. Mirando como las cartografías culturales marcan un serie de yuxtaposiciones que tienen que ver en cómo me miro, pero también como me miran, las posibilidades de la mutación y las conexiones entre los diferentes espacios culturales, la superposición entre paisajes culturales contradictorios que han permitido la emergencia de la vitalidad y la creatividad, apareciendo estrategias político9 culturales. Es importante poner en el entramado de la discusión el tema de la nostalgia colonial que se ha planteado en algunas investigaciones recientes 10 bajo un enfoque de los estudios poscoloniales que han sido motivo de análisis cuidadosos en Gran Bretaña. Desde hace tiempo, el análisis postcolonial ha criticado la nostalgia colonial, añoranza por el retorno a las culturas nativas, pero que con acciones contradictorias las destruye. Algunos críticos han señalado como en años recientes se ha empezado a presenciar una nostalgia postcolonial por los tiempos coloniales, generándose una “recolonización” de las instituciones y de los lugares que pretenden adoptar apariencias antiguas como parte de la mercadotecnia 11 turística . En algunas ciudades de México esto es muy común, ejemplo de ello son las personas que vestidas a la usanza española de tiempos 8

Para mayor información leer Edwar Said, Orientalismo, Quibal, Madrid,1990. Mike Crang, op,cit.p. 175 10 Los estudios poscoloniales surgen como una opción metodológica y teórica para abordar temas como el género, movimientos sociales, clases o razas marginadas. Hacen su aparición alrededor de la década de los años setentas en Inglaterra con las reuniones de algunos historiadores del sur de Asia entre ellos RanajitGuha (estudioso marxista hindú que fue un pilar clave dentro de estos estudios), las cuales tuvieron como resultado la iniciativa de crear nuevos planteamientos teóricometodológicos en el ámbito histórico apoyados de la antropología y la etnografía, en donde se rescató el papel de los grupos subordinados, reconocían la importancia de estos grupos como aquellos que generaban una conciencia colectiva o conciencia de clase y a partir de ahí realizaban ciertos movimientos emancipadores que no eran parte de resultados aislados. Lo novedoso de los estudios poscoloniales radicaba pues en que proponían el estudio de la historia social de las clases subordinadas para países tercer mundistas como los de América Latina y los de Oriente en donde el pasado colonial había dejado huellas muy marcadas que habían determinado en gran medida sus relaciones de poder (ya fuese en el ámbito político, económico o cultural) y en los cuales esta historia era en algunos casos muy reciente, surge pues como una nueva lectura de esta historia desde abajo, creando categorías claves( como la de subalternidad, hegemonía, nacionalismo, cultura) y métodos que ayudaban a desentrañar esta historia a veces oculta o silenciada, nacían los sujetos subalternos. 11 Lourdes de Ita, op, cit. p. 181 9

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panteón, en donde antes de ser sepultado se coloca en la “última morada”, es el adiós de la comunidad y el difunto, se le rezan algunos rosarios y se llevan a cabo cantos religiosos, estos son precedidos por una persona que se encarga de dirigir las últimas plegarias. Los cirios y veladoras que se utilizan para iluminar el camino del difunto son colocadas en un nicho que ahí se encuentra, mientras esto se lleva a cabo se prepara el lugar del sepulcro, para con ello darle el último adiós al cuerpo, pero no al alma, ya que esta seguirá recordándose. Las prácticas funerarias en la comunidad de Cucuchucho tienen ciertas variantes con respecto de las de Tzintzuntzan, cuando una persona muere la familia avisa al padre encargado de la capilla, quien manda tocar las campanas para avisar que una persona a dejado este plano terrenal, el toque varía según la edad y sexo del difunto. El duelo y la pérdida de un ser querido en esta comunidad se vive de forma colectiva pues la gente acude ayudar a la familia del difunto, le lleva comida: azúcar, fruta, café, pan, y algunas otras cosas para preparar un pequeño aperitivo para recibir a la gente, los hombres ayudan a arrimar leña y a preparar el lugar en donde se llevará a cabo el velorio “cuando alguien muere no se tiene tiempo para 14 llorar uno necesita preparar las cosas para recibir a la gente” . Mientras la comunidad ayuda a preparar lo necesario para despedir al difunto, la familia prepara el cuerpo procurando un sentimiento de intimidad y finalmente de despedida, cuando la persona que muere es hombre son sus hijos quienes le ponen la mortaja, si es mujer son las hijas, y si es algún niño son los padrinos de bautizo quienes le compran la mortaja y lo preparan. Existe un cuidado por el cuerpo y también procuran un duelo ya que la familia tiene la oportunidad de despedirse, el abandono se pretende sea lo menos doloroso, se arropa y se cuida, pues resulta por demás interesante que la esposa o esposo nunca cambia al cuerpo de su compañero ya sin vida. El velorio se lleva a cabo generalmente toda la noche y al día siguiente se lleva al cuerpo a la iglesia en donde se realiza una misa de cuerpo presente y después es llevado a su nueva casa de descanso, en donde parientes y amigos lo despiden con lágrimas, risas, silencio y en algunas ocasiones con música, en el entierro el cuerpo es sembrado para su regreso a la tierra, las señoras hacen un cobijo para el muerto, el ataúd es bajado con los rebosos que las mujeres unen para depositar al difunto, terminando así con el ritual funerario. En Arocutín, tradicionalmente al velorio, asiste toda la comunidad, quienes llevan, maíz, frijol o algún otro alimento a la familia del difunto, a

Y la muerte llego La región lacustre de Michoacán pertenece a la cultura purépecha, tiene sus raíces, en el período posclásico mesoamericano, hacia el 1200 d.c, ocupó el actual estado de Michoacán, así como algunos valles de Guanajuato, Jalisco y del Estado de México. En un primer momento se asentaron a orillas del actual lago de Pátzcuaro, zona que fue clave para su desarrollo, y en la que fundaron la capital del reino purépecha, Tzintzuntzan. El año de 1522 fue el encuentro cultural de indígenas y españoles, dándose así el inicio de la evangelización. Este nuevo contexto hizo que surgiera una nueva cultura mestiza purépecha, que fue adaptándose según la región, haciendo propias las prácticas culturales que han dado origen a sus singularidades. La percepción de los pueblos purépechas con respecto de los muertos y de la muerte, ha originado ritos que han tenido trascendencia, a nivel local, nacional e internacional, un claro ejemplo es la celebración de la noche de muertos. En este pensamiento, la muerte era vista como algo cotidiano. Los vivos seguían manteniendo una estrecha comunicación con los muertos, ya que se les pedían algunos favores como: “traer los vientos, a las lluvias y pueden ir lejos, hacer algunas peticiones por los vivos, incluso ante la 12 muerte misma, donde los vivos no pueden llegar” estos continuaban siendo parte de la familia y de la comunidad, sólo que ahora ayudándolos desde el más allá. La cultura funeraria en la región lacustre tiene sus similitudes y en algunos casos notables diferencias. De forma general los procedimientos funerarios, que se llevan a cabo son parte del ritual católico. En la comunidad de Tzintzuntzan las prácticas funerarias dependen de la edad y del sexo del difunto, si un niño muere al ser considerado como un angelito, son los padrinos de bautizo los que ayudan a dar la última vestimenta: “un vestido blanco y una capa azul para las niñas, y ropa de “santos” para los muchachos, que consiste en una túnica y medias brillantemente coloreadas. Los niños de ambos sexos visten una corona de 13 papel plateado adornada con flores.” La preparación del cuerpo es lo que cambia, ya que la velación tanto para los adultos y los niños se realiza durante la noche en la casa del difunto, al día siguiente por la mañana es llevado el cuerpo a la iglesia de San Francisco, donde familiares, y amigos lo reciben con las llamas de los cirios, las campanas anuncian con el “doble” la misa de difuntos. Posteriormente en forma de procesión se lleva el ataúd al 12

José Arturo Oliveros Morales, El espacio de la muerte, Colegio de Michoacán, INAH, México, 2006, p. 205 13 George M. Foster, Los hijos del imperio. La gente de Tzintzuntzan, Zamora, El Colegio de Michoacán, 2000.p. 371

14 Entrevista realizada a José Manuel Hipólito, Maestro en Enseñanza de la Historia, habitante de la comunidad de Cucuchucho

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cambio se les ofrece a los concurrentes una cena, la mayoría de las veces se reparte pan y chocolate, aunque puede variar ya que en algunas ocasiones se ofrece a los asistentes algún platillo más elaborado. A la mañana siguiente se realiza una misa de cuerpo presente, para posteriormente realizar el entierro en el atrio. En años recientes los entierros se han acompañado de música, esto generalmente se da si en vida el difunto así lo pidió o si éste ejercía el oficio de músico. Es importante mencionar que aunque en los tres lugares se encuentran diferencias en el ritual, permanece un sentimiento de comunidad, de apoyo y acompañamiento. La última morada Los cementerios a lo largo de la historia han tenido distintos momentos, que es pertinente señalar debido a las características con las que nos encontramos a lo largo de la investigación. Sobre todo en el origen de los camposantos y su paso a cementerio civil. Podríamos comenzar en el siglo XII, cuando los entierros en las iglesias o en lugares sagrados comenzaron a 15 hacerse populares. Estas prácticas funerarias y percepciones de la muerte llegaron a América con el establecimiento de la religión católica; así a lo largo de la Nueva España los enterramientos eran llevados a cabo en los camposantos de atrios e interior de las iglesias novohispanas. Esta costumbre se relacionó en gran medida con las creencias católicas que se tenían sobre la muerte y el “más allá”. En el siglo XVIII el asunto de los camposantos se pretendió cambiar con el proyecto ilustrado, que se enfocó al establecimiento de medidas sanitarias, al reordenamiento del espacio 16 urbano y desde luego, a la mejor ubicación de los camposantos. Al pensamiento higiénico se sumó la necesidad por reducir las manifestaciones religiosas de carácter popular vistas como propias a países poco civilizados y que no contribuían con el establecimiento del pensamiento ilustrado. El avance de estas políticas fue lento y se formalizaría hasta mediados del siglo XIX para el caso de las ciudades no así de las comunidades.

Imagen 1. Cementerio de Tzintzuntzan, tumbas de tierra. Fotografía Vanessa Olvera.

La comunidad de Tzitzutzan presenta un lugar para los muertos muy particular se presenta como un paisaje cultural en donde se ve la huella de la historia de los cementerios, así como aspectos culturales recientes y en él se pueden leer también pensamientos ajenos al lugar, que se han ido incorporando como parte de este discurso de espacios dominados. La historia de su cementerio puede comenzar a leerse en el atrio del templo de San Francisco, que era usado como camposanto y en el cual aún quedan algunos vestigios de tumbas pertenecientes sobre todo a religiosos de la orden franciscana, esto no quiere decir que ellos fueron los únicos que fueron enterrados en este espacio. El paso del tiempo y las nuevas políticas turísticas borraron algún otro vestigio funerario. En el año de 1930 la comunidad adquirió un terreno con carácter comunal para albergar a un nuevo cementerio de carácter civil. El espacio destinado al panteón en un principio tenía una forma cuadrangular, sin embargo en 1933 fue dividido debido a la modernidad y a la introducción de una carretera estatal quedando así un cementerio en dos partes. Es importante señalar que con dicha apertura los restos no fueron exhumados quedando debajo del pavimento. El actual espacio que alberga a este panteón se localiza al borde de carretera pero no alejado de la comunidad pues está rodeado por algunos barrios. Se encuentra delimitado por una pequeña barda de

15 Si en los primeros tiempos del cristianismo los difuntos eran enterrados sin tomar en consideración su condición social o material, a partir del siglo XII la muerte dejó de ser igualitaria: la posición social, económica o política constituyeron elementos determinantes a la hora de establecer el lugar de sepultura. 16Antoni Marí, “Tumbas, criptas, cementerios y otras formas de recogimiento”, en Daniel Hallado (comp). Seis Miradas sobre la Muerte, Barcelona, Ediciones Paidós Ibérica, 2005, p.48.

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aproximadamente un metro de altura permitiendo que sea visible desde el exterior, no pretende ser invisible, y la gente que vive cercas convive con los muertos desde la lejanía. Para acceder al interior es necesario atravesar una gran puerta de herrería en forma de arco, para la gente de la comunidad, el arco es considerado como la división del mundo de los vivos y el de los muertos, la entrada a otra dimensión. Desde esta ubicación geográfica podemos observar que las tumbas de las dos partes que conforman al cementerio se encuentran mirando a dirección del templo de San Francisco y que se corresponde también con la puesta del sol, pese a los intentos secularizadores aún permea un pensamiento religioso en torno a la muerte con tumbas que miran al lugar sagrado, o es acaso que miran a donde se pone el sol, como un recordatorio de su pasado precolombino, o será acaso algún resquicio de su pensamiento cosmogónico. Ya en el interior del cementerio se pueden apreciar diferentes clases de sepulturas, la mayoría son tumbas de tierra rojiza propia de la geografía del lugar, su distribución a lo largo del cementerio no muestra una uniformidad o un plano por calles como se realiza en los panteones citadinos, en su forma estilística tampoco presentan algún estilo dado para todas, pues algunas son planas, otras asemejan a pequeñas montañas. La individualidad de la tumba se encuentra dada por una delimitación que hace la gente con piedras o con ladrillos, dentro de esta misma categoría encontramos algunas que asemejan a pequeños montículos prehispánicos 17 en forma de yacata que pueden ser de forma circular o rectangular, generalmente de dos niveles, en ellas se puede leer como en el pensamiento de la comunidad aún continúan vivas sus raíces prehispánicas. Sin embargo, también se puede apreciarse el hibridismo cultural, ya que en las tumbas de este grupo, se pueden apreciar cruces de distintos materiales: herrería, madera o concreto. En menor número se encuentran tumbas con cierto tipo de construcción, en los que se nota la influencia de los panteones citadinos, existen algunos monumentos funerarios que son generalmente de mármol o cemento, que asemejan pequeñas capillas con dos torres, otros son de caja triangular simulando un ataúd, en algunas de este tipo, el elemento ornamental es una cueva con alguna alusión religiosa y en la mayoría de los casos se encuentra sólo la cueva. Dentro de las tumbas que cuentan con monumento funerario se localiza un sepulcro familiar, compuesto de cinco lápidas dos de ellas son pequeñas capillas con dos torres y las otras sólo cuentan con cruces de

mármol, el sepulcro se encuentra delimitado por herrería y cabe señalar que son las únicas tumbas en el panteón que cuenta con un techo de lámina para protección de las inclemencias del tiempo. Sumadas a estas se encuentran dos tumbas con construcción moderna, una casita de tabique con herrería, en el interior, está adornada con símbolos religiosos, flores y tiene una foto del difunto, la otra es de estilo art-deco, una pequeña casa curveada, con puerta de cristal en la que existe una mayor identificación del difunto pues también cuenta con un retrato. Es importante señalar que Michoacán es un estado en donde el fenómeno migratorio es muy alto, y estas comunidades no son la excepción, por lo que consideramos que este tipo de monumentos funerarios en mucho casos son influencia y petición del migrante que buscan perpetuar el recuerdo a la usanza citadina, y los cuales son también una manifestación del nuevo status social de la familia. Dentro de elementos ornamentales de las tumbas ya sean de tierra o construcciones, encontramos algunas constantes, como lo son las coronas de papel, en algunos casos flores naturales, y en otros la decoración está dada por los arcos de madera que se utilizan en el día de muertos que dejan en el panteón, en muchos casos se pueden apreciar algunas flores secas. Es importante señalar que pese a que la comunidad de Tzitzuntzan realiza diferentes tipos de artesanía como el tejido con palma, el trabajo con el barro y la cantera, esto no se ve reflejado en el panteón, salvo alguna que otra excepción.

Imagen 2. Cementerio de Cucuchucho, elemento decorativo de cantera labrada en la región. Fotografía Vanessa Olvera.

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Basamentos piramidales de forma circular, que fueron construidas por los purépechas, de las cuáles ya solo se pueden observar en Tzintzuntzan y en Ihuatzio.

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Otras excepciones son aquellas tumbas en las que se encuentran sembradas algunas plantas de ornato e inclusive algunas que de su centro surgen árboles, esto es por demás interesante, símbolo palpable del pensamiento en torno a la muerte de la comunidad de Tzintzuntzan, en donde se muestra un deseo por retornar a la tierra, un sentido de pertenencia al lugar donde se nace y se vive, una visión cíclica vida- muertevida, antepasados que alimentan la memoria de los vivos y los hacen crecer con raíces firmes. Para finalizar se encuentra la última morada, nombre que recibe una cabaña que se encuentra ubicada en la primer panteón, esta construcción cuenta con una plancha de cemento que está sostenida por dos ángeles de cantera que muestran en sus rostros y manos rasgos indígenas, al fondo se observa un pequeño altar en forma de concha, elemento indígena que era muy utilizado en las construcciones de la evangelización, protege tres cristos y algunas veladoras, es un espacio destinado para resguardar al cuerpo antes de su entierro. El poblado de San Pedro de Cucuchucho, pertenece al municipio de Tzintzuntzan y se encuentra a 29 km. de la ciudad de Pátzcuaro, a 70km. de Morelia y a 372km. de la Ciudad de México. El mestizaje de su nombre, tiene raíz lingüística purépecha que significa “lugar de flores”. Cuenta con un camposanto que se encuentra en el costado derecho del atrio de la iglesia, en donde se pueden apreciar algunas tumbas antiguas, de las cuales ya sólo quedan montículos de tierra, en algunos casos sobre ellos están plantados un tipo de azucena blanca, que es común en la vegetación del lugar, sin embargo existen otras que no tienen ningún indicio y en donde la tierra se ha ido erosionando. En el atrio, cercano a la entrada principal, se encuentran tres tumbas con inscripciones, pertenecientes a sacerdotes de la comunidad. Debido al desuso de este espacio como camposanto, se instauró el actual cementerio que data de la segunda mitad del siglo XX y que se encuentra a un kilómetro del poblado sobre la carretera, sin embargo aunque pudiera parecer alejado, es participe de la vida cotidiana, ya que a unos cuentos metros del lado derecho se encuentra la escuela primaria. Una pequeña barda de aproximadamente un metro, da visibilidad desde el exterior y funge como la intermediara entre el bosque donde esta incrustado el panteón y del interior fúnebre, dando una sensación de comunidad con la naturaleza y con ello un respiro de tranquilidad. El acceso al panteón es por una pequeña puerta de herrería, que como primera vista nos muestra un espacio cuadrado, con tumbas colocadas indistintamente, es decir sin distinguir alguna fila o cronología.

Desde la ubicación de la entrada lo primero que se puede localizar es un altar de piedra, que al parecer estaba dedicado a una advocación mariana, pero con los estragos del tiempo y del temporal se ha ido borrando, haciéndola poco identificable. En él se encuentran un candelabro de barro artesanal muy común en la región, flores secas dentro de un bote de aluminio. En una piedra de cantera que se encuentra en el centro de la parte inferior, se puede leer: “21 de enero de 1963”. En su mayoría el paisaje está ocupado por tumbas de tierra en forma rectangular, con excepción de una, que tiene forma redonda y que se encuentra delimitada por piedras. Pueden contar con alguna cruz, pero no con epitafios, incluso ni con el nombre o fecha de defunción, ante esta impersonalidad, surgen otros casos de individualidad de la tumba, que es dada por la utilización de otros símbolos: angelitos, vírgenes, carritos para tumbas de niños, flores, ollas, candelabros de barro, figuras de palma e incluso estructuras de madera, que son utilizadas para el arreglo floral en la festividad del día de muertos. En algunos casos las tumbas de tierra son el hogar de plantas, que fueron sembradas con intención, o en otras la geografía ya dispuesta del lugar es usada como una extensión de la tumba para dar cobijo o como sostén de algunas cruces. También existen algunos monumentos funerarios realizados en mármol, que semejan pequeñas capillas, y que están adornados con cruces o angelitos, en menor número se encuentran planchas de cemento, entre estos dos tipos de sepulcros, sí es común la utilización de inscripciones, con el nombre, la fecha de nacimiento y de defunción. Sin embargo dentro del paisaje habitual no sólo se encuentran tumbas, sino otro tipo de elementos que pueden interrumpirlo, para formar un paisaje independiente, que generan otras imágenes y otra idea de panteón, así localizamos al fondo del cementerio un conjunto de milpas, que se relacionan y adaptan con las tumbas. No sabemos si fueron sembradas a propósito o de forma incidental, pero si nos da pauta para cuestionar alguna posible relación con la cosmogonía purépecha y la importancia del maíz dentro de ella, o con el ciclo de la vida en donde los seres después de la muerte regresan a la tierra para nutrirla y dar subsistencia. Otro elemento notable del panteón, es que en el centro de su espacio existe una cruz asimétrica de cemento, la cual está sobre un pedestal de piedra de dos niveles que se funde con la vegetación silvestre y que da la impresión de altar, y que es utilizado para montar veladoras, floreros y candelabros. Es importante señalar que se encuentra sobrepuesta entre dos antiguas tumbas, las cuales al quedar desfavorecidas a

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contraposición de la cruz, han perdido su carácter y conformación, quedando como vestigio dos pequeñas partes, en donde se observan algunas inscripciones. El panteón al parecer no cuenta con algún tipo de mantenimiento, lo que da la apariencia de abandono y olvido, esto nos muestra la poca importancia que se le da a los restos del difunto, privilegiando al alma, encomendándolo en los innumerables simbolismos católicos que adornan las tumbas.

El espacio que ocupa el camposanto, es cuadrangular y se encuentra rodeado por una barda de aproximadamente dos metros de altura, lo que evita la visibilidad hacia el interior. Su acceso se da por medio de dos grandes portones de metal, uno ubicado al frente del templo, la cual da entrada inmediata hacia las tumbas y otro al lado izquierdo, que da ingreso a la capilla. El paisaje está compuesto por tumbas de tierra cuadrangulares, donde algunas están revestidas por piedras volcánicas, dando la impresión de pequeños montículos y otras delimitadas por dichas piedras. En menor medida están aquellas, donde sólo quedan vestigios de pequeños montones de tierra, que se confunden con la homogeneidad del ambiente. Debido a la naturaleza árida, del lugar, existe una escasa vegetación y un favorecimiento a la conservación de los cuerpos. La mayoría de las tumbas presentan sencillas cruces de herrería, en donde se inscribe el nombre y fecha de defunción, en algunos casos en lugar de señalar la fecha de nacimiento se indica la edad de la persona en el momento de morir. Sin embargo hay algunas donde no existe ningún epitafio, quedando sólo a la memoria de los familiares la ubicación de su difunto, la cual se ve facilitada al ser pequeña la comunidad de los muertos y a que según lo recabado en entrevistas se señala que el panteón esta segmentado por algunas familias. Como elementos decorativos que las complementan se encuentran: jarrones de cerámica, veladoras, botes de aluminio que son utilizados como floreros, y algunas pequeñas flores plantadas, como única vegetación del lugar. Sólo existe una tumba con un pequeño altar de mármol, que está al ras de la tierra, el cual tiene una figura en miniatura de la piedad, sin embargo por su tamaño, mantiene la horizontalidad del paisaje. Otro sepulcro que resalta por su singularidad, se encuentra en lado izquierdo del fondo del atrio, el cual tiene una cruz de madera con una inscripción que se lee: “1915, un soldado desconocido de la revolución”, lo que nos da a suponer que es un recuerdo de parte de la comunidad a un héroe anónimo. En contraste con los demás cementerios y debido a su ubicación se crean dos relaciones en torno a él, por una parte la cotidianidad, al ser frecuentado en los rituales religiosos y al estar rodeado de casas particulares e incluso al ubicarse a un costado del molino del pueblo, afirma una convivencia diaria con el espacio. Sin embargo, por otro lado se crea una relación impersonal, al estar limitado con muros altos, que estimula la sensación de un no lugar.

Imagen 1. Camposanto de la comunidad de Arocutín. Fotografía Vanessa Olvera.

Otro tipo de cementerio de la ribera se encuentra ubicado en Arocutín, municipio que pertenece a Erongaricuaro, se localiza sobre una colina, dentro del cinturón volcánico transmexicano, lo que ha originado que sea difícil su acceso, y que el trazado de sus calles sean angostas y estrechas. El cementerio se encuentra en la parte más alta de la colina, desde donde se puede observar el lago de Pátzcuaro. Tiene la singularidad que está ubicado en el atrio de la capilla de Santa María de la Natividad, lo que le da un carácter de antiguo camposanto, el cual debe estar en uso desde la construcción del templo y de la casa cural contigua que datan desde finales del siglo XVI y principios del XVII.

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El aspecto cultural en torno a la muerte, en las comunidades de la riviera del lago de Pátzcuaro, se ve plasmado sobre todo en la noche del día de muertos, en donde se conjugan diversos aspectos materiales e inmateriales que nos permiten conocer un poco más sobre su pensamiento. El cementerio se transforma en un en un punto de encuentro entre vivos y muertos, lleno de símbolos y rituales que ha nutrido a la cultura puréhepecha. La fiesta transcurre del 31 de octubre al 2 de noviembre y es muy similar que en varios lugares del país, este trabajo no pretende hacer una descripción de la fiesta sólo retomaremos algunos aspectos que llamaron nuestra atención por las variedades culturales. Una de las principales diferencias que hemos podido observar es que la celebración es motivada por un sentimiento de colectividad, en donde cada uno de los agentes tiene una importante participación, es familiar pero también es comunitario, y en la cual se plasma de una manera sutil el hibridismo cultural, pues el pensamiento indígena se entrelaza con los símbolos católicos. Otras de las diferencias se encuentran dadas por la geografía misma, que marca la particularidad de la fiesta en cada región, que se nota sobre todo en la comida y decoraciones utilizadas en la ofrenda, así como también en la entrada de la celebración al mercado turístico, pues algunas comunidades como en el caso de Arocutín que se encuentra alejada y con caminos de difícil acceso, la geografía del lugar se convierte en una especie de caparazón aislante que les ha permitido establecer sus propias dinámicas, sin embargo en años recientes se ha vuelto presente la triada turismo-paisaje-identidad, queriendo así tener un control de las modificaciones naturales de la cultura funeraria de la región, al establecer parámetros inamovibles. Lo que nos lleva a reflexionar que tanto este discurso sirve para mantener una identidad y resguardo de las tradiciones, o hasta qué punto responde a intereses económicos. Puesto contrario a lo que pudiera pensarse las comunidades sólo se benefician con la poca que pueden hacer de sus artesanías o productos típicos de la región. La celebración del día de muertos elevada a patrimonio cultural, ha modificado parte importante de la fiesta en la región, pues antes de ser elevada a este status en algunos lugares la visita al panteón sólo se realizaba en el día y no se hacia la velación, por ejemplo Cucuchucho era de los pocos cementerios en los que la velación se hacía desde tiempo antiguos. Con esto no queremos decir que la fiesta se haya modificado en su totalidad, pues aún pervive el sentimiento místico y sus símbolos principales se siguen manteniendo, existiendo una preocupación de la

comunidad por conservar la tradición y la mirada del turista es bien recibida siempre y cuando este vaya con la intensión de conocer y mostrar respeto por sus costumbres. Reflexiones finales A lo largo de la investigación la motivación principal fue conocer un poco más sobre los cementerios de la ribiera de Pátzcuaro, cabe señalar que la historiografía de estos lugares es casi nula, y que nuestras principales fuentes de estudio fueron las fotografías recuperadas durante un trabajo de campo e historial oral. Dentro del aspecto metodológico la intención fue recuperar el concepto de paisaje cultural, para mirar los distintos aspectos que rodean la historia de los cementerios, y con esto poder empaparnos un poco sobre su visión de los muertos y de la muerte. Podemos concluir que los cementerios de Tzintzuntzan, Cucuchucho y Arocutín presentan singularidades en su recuerdo material, ya que la gente no se preocupa por construir grandes monumentos funerarios ni la utilización de epitafios que ayuden a perpetuar la memoria, contrario a lo que nos habíamos imaginado la muerte es vista tal vez como algo más individual e inmaterial. La gente no acostumbra visitas continuas al panteón limitando estas a los días de la celebración de la noche de muertos, lo que ha provocado estos panteones den apariencia de ausencia, y de olvido “y como 18 dice la canción se quedan las tumbas olvidadas”

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Entrevista realizada al señor Pedro Guadalupe López, cuidador del Panteón de Tzintzuntzan.

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Avances en el estudio del Cementerio del Carmen Río Tercero, Córdoba, Argentina Edith Valverdi GiseleRagout Graciela Neyra Argentina

Introducción En éste trabajo se detallan los avances en el estudio del Cementerio del Carmen, ubicado en la ciudad de Río Tercero, provincia de Córdoba, República Argentina. Se plantea como objetivo reconocer el valor patrimonial del Cementerio, principalmente del sector en estudio o más antiguo y a la vez, aportar con la producción de conocimiento científico que sirva como base en la formulación de futuras políticas de gestión y conservación. En este trabajo se detalla el análisis de dos estructuras funerarias, identificadas como los panteones de mayores dimensiones dentro del Cementerio. La ciudad de Río Tercero está ubicada a cien kilómetros al sur de la capital cordobesa, en el departamento Tercero Arriba, a unos 380 m.s.n.m., entre el paralelo 32º 10’ y el meridiano 64º 08’; por datos del Censo Provincial de 2008 tiene unos 46 167 habitantes.

Imagen 2. Plano actual de la Ciudad de Río Tercero, dónde se remarca el predio del Cementerio del Carmen en el extremo Sureste.

Imagen 3. Plano actual del Cementerio de Nuestra Señora del Carmen, donde se resalta el sector en estudio.

Imagen 1. Ubicación geográfica de la ciudad de Río Tercero. Fuente: Colautti, 1999.

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Antecedentes sobre el trato de los muertos La muerte está en el centro de una de las manifestaciones más complejas de la sociedad: los ritos funerarios, reflejos de los hábitos y costumbres de un pueblo, una época, un sector social; una forma de mostrar nuestras creencias, nuestra memoria y nuestros olvidos. A partir del siglo XVI, ya establecidas las ciudades españolas, las inhumaciones se realizaban bajo el piso de los templos y en los camposantos; la nueva creencia era la de la espera de una vida eterna. Los lugares de entierro en el siglo XVII, en el ideario de la población, significaron, además de una demostración de honra hacia el muerto, un símbolo más del status de las familias pudientes, las que precisaron las capillas y sectores donde descansarían los huesos de sus parientes y antepasados. Estar cerca de una advocación en especial, significaba invocar 19 la ayuda para el tránsito eterno y salvaguardar la inmortalidad. Hasta el siglo XIX, en el territorio de nuestro país, la Iglesia Matriz o Catedral, y las Iglesias de religiosas eran el lugar apropiado y elegido para el entierro de los difuntos. En el área rural se enterraba en el camposanto ubicado junto a las Capillas. Entre mediados y fines del siglo XIX surgieron algunos sitios de entierro unipersonales fuera de los camposantos y extramuros. La ubicación elegida era la vera de los caminos, lo que mantenía vigente la creencia en los milagros, que se trasladaba hacia adelante en el tiempo mediante la 20 recopilación oral de los favores recibidos. Respecto de la Provincia de Córdoba existe varios estudios sobre los lugares de sepultura en las Capillas. Recién hacia la década de 1880, los cementerios se constituyen como los conocemos hoy en día, siguen el 21 desarrollo de la ciudad y la reflejan. Las antiguas prácticas de enterramiento, ya hechas costumbres, tornaban precarias las condiciones sanitarias de las ciudades y se comenzó a plantear la reubicación y / o construcción de los cementerios fuera de los poblados, lo que llevó bastantes discusiones entre le Iglesia y el Estado. Esto muestra que si bien, en los orígenes tuvieron el mismo fin (se crearon nuevos espacios de enterramiento, producto de la incapacidad de continuar albergando en los ya existentes), los pobladores que iban a yacer en unos y otros iban a estar condicionados por su situación social en vida.

Las clases sociales más altas legitimaron los decesos de sus parientes y antepasados como manera y conciencia social de un hecho cierto que les brindaba lustre y permanencia en el imaginario y status social. Pero sin duda, también, el espíritu cristiano encontró sosiego en las sepulturas, tan estimadas espiritualmente por los deudos, lo que les mostraba el origen metafísico de donde habían surgido y el destino que no concluía simplemente en la experiencia terrenal. La idea misma de la muerte ha ido modificándose histórica y culturalmente. La comunidad fue construyendo diferentes percepciones, que modificaron a su vez los rituales funerarios, la conducta y la actitud misma hacia los difuntos y sus recordatorios. Patrimonio Cultural / Cementerio El Patrimonio Cultural de una comunidad está representado por el conjunto de signos depositados a través del tiempo sobre el territorio que ésta habita y es la base de su identidad geográfica, política y cultural. Consideramos que éste es el soporte del espíritu de un pueblo que trasciende su momento histórico, permitiendo la construcción de identidades, arraigando a las personas a su lugar, dando sentido de pertenencia y elevando la autoestima como ciudadano y miembro de la sociedad. Los Cementerios forman parte del patrimonio cultural porque son testimonio de creencias y costumbres, las cuales identifican a la sociedad a la que pertenecen, permiten actualizar la memoria del pasado, aportando elementos concretos de alto valor simbólico para la construcción del patrimonio de la comunidad. El papel que cumplen dentro de la vida social de un grupo humano es fundamental, ya que en ellos se entrelazan intereses sociales, políticos y culturales que dejan improntas tanto en su materialidad como en el espacio físico que ocupan. Cualquier comunidad se define como tal sobre la base de la memoria que tiene de sí, esta memoria se identifica, sustancialmente, con el patrimonio cultural. En la dimensión de la memoria hay, sin duda, un vector ideológico y político que lleva a seleccionar determinados aspectos del patrimonio cultural, a exaltarlos como ejemplos de los cuales obtener enseñanzas y modelos. Se puede aprender del patrimonio mismo, en cuanto depósito de temas y de procedimientos, cuyo conocimiento se considera necesario. En el Cementerio se encuentran los monumentos característicos de la muerte y otros que se erigen en recuerdo de hechos que han adquirido importancia histórica para la población en una determinada época y región particular dónde queda plasmada la memoria social de la población. En

19 Nora Siegrist de Gentile, “Enterramientos antiguos en las iglesias de la Ciudad de Buenos Aires: Siglos XVII y XVIII”, en Leticia Maronese (comp.), Patrimonio cultural en cementerios y rituales de la muerte, t. II, vol. 13, Argentina, 2005. 20 M. Gentile, “El espacio fúnebre como parte de la dinámica sociopolítica y religiosa (República Argentina, siglos XVI–XX)”, en Simposio Muerte, Sociedad y Cultura, Chivilcoy, Argentina, 2011. 21 Valentina Ayrolo, “Reflexiones sobre el proceso de 'secularización' a través del 'morir y ser enterrado'. Córdoba del Tucumán en el siglo XIX”, en Revista Dimensión Antropológica, vol. 46, México, INAH, 2009. Consultada en www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=3862.

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concordancia con Sempé, Rizzo y Dubarbier, afirmamos que el Cementerio resguarda un pasado que se hace presente periódicamente, con las visitas de los habitantes a sus muertos y de las conmemoraciones de hechos y personas que en él se celebran. La visita al Cementerio permite a las personas y grupos invocar y convocar un pasado, a través de la tangibilidad de los monumentos funerarios. Mediante éstos, dicho pasado se actualiza en forma permanente para los miembros vivientes permitiéndoles renovar los principios de su identidad y sus raíces, posibilitando así, la construcción del patrimonio intangible a través de la memoria colectiva. A principios del Siglo XX, se consideraba patrimonio cultural sólo a los monumentos, conjuntos de construcciones y sitios con valor histórico, estético, arqueológico, científico, etnológico y antropológico. Sin embargo, la noción de patrimonio cultural se ha extendido a través del tiempo a categorías que no necesariamente forman parte de sectores artísticos, que también tienen gran valor para la sociedad. Este patrimonio basa su importancia en ser el conducto para vincular a la gente con su historia. Encarna el valor simbólico de identidades culturales y es la clave para entender a los otros pueblos contribuyendo a un ininterrumpido diálogo entre 23 civilizaciones y culturas. En general, es una opinión común que el Cementerio es un lugar donde las cosas ya no cambian y los muertos no se expresan “el silencio de los cementerios”, en realidad, este es una entidad dinámica de alto contenido simbólico y de resignificación permanente que manifiesta en formas muy concretas el sistema de pensamiento, creencias y estructura de la sociedad a la que pertenece y trasciende. A través de un enfoque que contemple el relevamiento de las particularidades del Cementerio y un análisis comparativo, se puede llegar a establecer recurrencias y conocer el modo en que la sociedad se enfrenta a la muerte. La propuesta multimetodológica utilizada en la investigación nos permitió, por medio de la búsqueda de datos, llenar los silencios y vacíos que existen en la historia a través del Cementerio y así contextualizarlo. El Cementerio del Carmen forma parte de nuestro patrimonio cultural, nos identifica, de allí la importancia de recuperar la historia a través de él, este es un medio eficaz para rescatar parte de nuestro pasado y a la vez, se

transforma en una herramienta de conocimiento para poder trasmitir a las próximas generaciones nuestra historia. Metodología Las prácticas funerarias han variado a lo largo del tiempo como un elemento más, inherente a cada cultura, sociedad, tradición o época histórica. Los cementerios reflejan de un modo u otro nuestro mundo, nuestra sociedad, de ahí su importancia e interés como objeto de estudio. Estos lugares sagrados, no sirven tan sólo para el estudio de la muerte sino también para el de la vida, ya que son la expresión de un momento histórico. Los monumentos son productos humanos, testimonio de otro tiempo que actualizan la memoria del pasado, representan las huellas empíricamente perceptibles del mismo. Estas no están restringidas a los restos materiales, sino que abarcan también costumbres, conocimientos, sistemas de significados, habilidades y formas de expresión simbólica que corresponden 24 a esferas diferentes de la cultura. En este trabajo se intenta conocer la complejidad de la sociedad de Río Tercero a través del estudio del Cementerio del Carmen desde distintos mecanismos metodológicos, para acceder a la multiplicidad de sentidos culturales, no sólo desde el diálogo con los actores sociales, sino también en la interrogación abierta de otros elementos tales como la documentación historiográfica y la cultura material. Utilizamos como estrategias de investigación: el método histórico (análisis de la historiografía regional, documentos históricos, entre otros), el método arqueológico (excavaciones dirigidas, análisis del material cultural, estratigrafía de suelo y muros, análisis planimétricos y fotográficos, entre otros) y el método cualitativo etnográfico (entrevistas semiestructuradas y dirigidas). Sector en estudio Denominamos Sector en estudio a lo que fue el primer predio del Cementerio, sector ubicado al sureste del predio actual. Abarca una 2 superficie de 10 000 m , lo que fue corroborado por el seguimiento de los muros del perímetro y el análisis de los perfiles estratigráficos de los mismos. Para el estudio de éste predio se demarcaron cuatro sectores teniendo en cuenta el tipo y distribución de estructuras funerarias y

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M. C. Sempé, A. Rizzo y V. Dubarbier, El monumento a los caídos en la revolución de junio de 1956, como recuperación de la memoria social de un hecho traumático, Argentina, Laboratorio de Análisis Cerámico, Facultad de Ciencias Naturales y Museo, Universidad Nacional La Plata, 2001. 23 UNESCO, Convención sobre la Protección del Patrimonio mundial, cultural y natural, Conferencia General de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, París, 1972.

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Guillermo Bonfil Batalla, “Pensar nuestra cultura. Patrimonio cultural inmaterial”, en Diálogos en la acción, México, Alianza Editorial, 1991. Consultada en http://trabajaen.conaculta.gob.mx/.../Pensar%20nuestra%20cultura.PDF.

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caminería que se observan en el primer plano del Cementerio del año 1934. Distribuidos de la siguiente manera: Entierro en Suelo (1a/1b) Tumbas (2a/2b) Nichos (3a/3b) Panteones (4a/4b/4c)

de las puertas de hierro guardan similitud en sus diseños, fueron adquiridas por catálogo de la época en Broncería y Herrería A. Ferrari, Calle Corrientes 6719, Buenos Aires. Las representaciones fitomórficas también se encuentran decorando las paredes, en molduras y terminaciones.

En éste trabajo se detalla el análisis de dos de las estructuras funerarias del sector 4b, identificadas como los panteones de mayores dimensiones dentro de ese sector y denominadas Estructura Nº 1 y Nº 3 respectivamente. El Sector 4b corresponde a las estructuras más monumentales del Cementerio, dispuestas a ambos lados de la calle principal en doble hilera, se relevaron 60 panteones, dos mausoleos y dos tumbas. Se elaboraron fichas para recabar la información, las cuales se implementaron con las estructuras ubicadas a ambos lados de la calle principal, las primeras 44 estructuras. El análisis de las fichas de las estructuras Nº 1 a Nº 44 nos permitió comprobar que las dimensiones de las parcelas propuestas en el plano original no se respetaron al momento de la construcción, dado que encontramos panteones de grandes dimensiones que superan los límites y otros más pequeños que ocupan la mitad de la parcela. Se identificaron 40 panteones, 2 tumbas (estructuras Nº 2 y 11) y 2 mausoleos (estructuras Nº 12 y 31). Los panteones presentan características imponentes que hace que se destaquen del resto de las estructuras, los rasgos sobresalientes son la altura de los mismos, estatuas de ángeles, angelitos, querubines, la piedad, gárgolas, entre otras representaciones de figura humanas alegóricas. Información obtenida nos permitió conocer que la mayoría de ellas fueron elaboradas con moldes traídos de Europa por el constructor Pedro 25 Sacchetti. La mayoría de las puertas son de doble hoja de diferentes materiales, las de hierro están ornamentadas con representaciones fitomórficas en las que se pueden observar hojas, flores y frutos de loto, palmas, laurel, rosas, amapolas, granada, azucena, entre otras. Las mayoría

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1b

4b

3a

3b

4b

2b

2a 4a

4c

Referencias: Entierros en Suelo 1 : Sector 1a Oeste, Sector 1b Este Tumbas 2 : Sector 2a, Sector 2b / Nichos 3 : Galería 3a, Galería 3b

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Pedro GaudenzioSacchetti era italiano, nació en 1892 y a los 15 años llegó a nuestro país evitando el servicio militar obligatorio. Estudió construcción y escultura en Buenos Aires y en 1910 fue contratado por la empresa Ferrocarril Central Argentino con la que comenzó a recorrer el interior donde se construyeron las estaciones ferroviarias. Llegó a Río Tercero en 1913 dónde trabajó en la construcción de la estación de trenes y donde decidió asentarse. Era reconocido constructor en el pueblo y todos le tenían gran estima y respeto.

Panteones 4: Sector 4a , Sector 4b, Sector 4c

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En las estructuras funerarias de éste sector podemos identificar modas o estilos arquitectónicos propios de las primeras épocas del siglo XX. El Neoclásico caracterizado por el uso de elementos básicos de la arquitectura clásica que pudimos observar en columnas, propileas, frontones, bóvedas, cornisas, frisos, metopas, triglifos, cúpulas, guirnaldas vegetales, etc. El estilo Art Nouveau representado en motivos de lámparas votivas humeantes, palmas y guirnaldas florales, ramos de tres flores, puertas de hierro y bronce fundido con delicados temas de líneas curvas geométricas, el uso de mármol y granito y la cristalería. El estilo Art Déco caracterizado por líneas zig-zag y grecas, paralelas, rectas, circunferencias, motivos radiales o solares, que abrazan los volúmenes con tendencia a monumentalizar y geometrizar los frontones y columnas, presencia de texturas homogéneas, superficies brillantes, enchapados lustrados, vidrios biselados o esmerilados y bronce bruñido. Estructura Nº 1 Es el panteón de mayores dimensiones dentro del predio 4.93 m x 5.87 m. y su construcción estuvo a cargo de Pedro Sacchetti. Pertenece a Francisco De B. Bono y familia, quien fue el primer farmacéutico que se instaló en 1912 en el pueblo Media Luna, presidió la Primera Comisión de Fomento elegida en 1924, y al ser reconocido Río Tercero por la Provincia como Municipio en 1925 pasó a ser el primer Intendente. La puerta principal es de doble hoja de hierro y vidrio, por ella se accede al oratorio o capilla de la Familia. Varias estatuas, dos de ángeles, uno arriba de la puerta principal reclinado sosteniendo una guirnalda de flores y otro en la pared izquierda con los brazos elevados sosteniendo un copón ó cáliz. En la parte superior del panteón se observan cinco estatuas, cuatro de mujeres dolosas y una de mujer sentada mirando al cielo rematando la estructura. Por una puerta lateral (a la izquierda) se accede al subsuelo dónde se encuentran los espacios inhumatorios. Del lado derecho se observa una ventana de vitraux.

Imágenes 5, 6 y 7. Fotografías de la estructura Nº 1. Fuente: Archivo de GiseleRagout, Graciela Neyra y Edith Valverdi (Ragout, Neyra y Valverdi).

Datos obtenidos de nuestros informantes, nos permitió conocer que el subsuelo del panteón se inundó en varias oportunidades, en la actualidad no queda nadie de la familia directa viviendo en la ciudad, y habría sido donado al Municipio. En esta Institución no existe documentación que avale esta última información. Estructura Nº 3 La estructura Nº 3 es el panteón de la familia Moretto, es el segundo panteón que se destaca por su altura y majestuosidad, sus medidas son 3.38 x 4.31 m. Una estatua de ángel se ubica al frente con brazos extendidos. La cúpula remata con una cruz de cemento. Observamos molduras y distintos tipos de decoración en relieve. Columnas a ambos costados del ingreso, puerta de doble hoja de metal con vidrio, ventana lateral del lado izquierdo con vitraux y varias placas en la pared a los costados de la entrada. Su construcción también estuvo a cargo de Pedro Sacchetti. La familia Moretto también fue unas de las primeras en habitar el pueblo de Modesto Acuña durante los primeros años del siglo XX. Este panteón aún está en uso y la familia tiene entendido que la estructura ha

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sido reconocida como bien patrimonial, aunque ninguna estructura funeraria ha sido reconocida a la fecha como patrimonio cultural de la ciudad.

Nº 1 al Nº 44), estas estructuras se encuentran en el sector 4b. Se realizaron fichas de relevamiento para éste conjunto de estructuras en las cuales se buscó rescatar la mayor cantidad de información. Consideramos que la ubicación, envergadura y ornamentación de estas estructuras funerarias marcan la riqueza del grupo que ostentaba el poder económico y político en la sociedad de Río Tercero para esa época. El relevamiento de las estructuras funerarias, la recopilación de datos historiográficos y etnográficos nos permitió recuperar parte de la información para trasmitirla a la sociedad, evitando que se pierda en el tiempo.Las formas visibles de la cultura presentes en el Cementerio, tales como esculturas, mausoleos, panteones y obras de arte son evidenciade nuestra historia y deben ser resguardados y protegidos. Con los resultados obtenidos en esta investigación, a través del Cementerio de Nuestra Señora del Carmen, recuperamos fragmentos de historia de la sociedad de Río Tercero abordando las acciones individuales y colectivas de esta sociedad. La evidencia material recuperada nos ha permitido conocer formas de organización, costumbres, valores, sistema de relaciones, creencias y todos los aspectos que la identifican y constituyen su memoria colectiva. Con el aporte de esta producción científica queremos contribuir al proceso de preservación del patrimonio de la ciudad y al mismo tiempo, deseamos generar conciencia sobre el cuidado de los bienes patrimoniales y su valoración. A partir de esta investigación surge un proyecto con el objetivo de reconocer el valor patrimonial del Cementerio del Carmen de la ciudad de Río Tercero y a la vez identificar como bienes patrimoniales a los panteones de la Familia B. Bono y el de la Familia Moretto.

Imágenes 8, 9 y 10. Fotografías de la estructura Nº 3. Fuente: Archivo de Ragout, Neyra y Valverdi.

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Palabras Finales El Cementerio del Carmen de la ciudad de Río Tercero ubicada en la provincia de Córdoba, Argentina, inicia su periodo activo en 1915. Conserva estructuras de su época inicial convirtiéndose en uno de los pocos sitios en el que aún se mantienen en pie construcciones originales de principios del siglo XX. Entre los panteones registrados durante el trabajo de campo se destaca el conjunto de estructuras que se encuentra a ambos lados de la calle principal, a escasos metros de la entrada original del cementerio (desde el

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nivel federal, por el presidente de la República, después de pasar el visto bueno de los jurídicos del INAH y de la SEP. Es un trámite largo y difícil, por lo que hasta la fecha sólo existen dos panteones declarados, el de San Fernando y el de Jalapa de Enríquez. El primero fue declarado en 1935 y el segundo en 1986. Ambos están inactivos, lo que facilitó su declaratoria, en cambio el de Dolores sigue en funciones, lo que la ha retardado porque desde 1994 se encuentra en trámites. No se ha firmado el documento porque las autoridades no han entendido que declararlo no interfiere en su actividad diaria y no se dan cuenta de la importancia de conservar y proteger este Panteón, que ha ido perdiendo parte de sus valores urbanos así como un significativo número de monumentos funerarios completa o parcialmente. Es por eso que decidimos estudiar al Panteón de Dolores de una forma integral, con una metodología que nos permitiera destacar sus valores urbanos, arquitectónicos, históricos y artísticos, entre otros aspectos. Después de ver los resultados, decidimos estudiar el Panteón Francés de la Piedad con la misma metodología, la cual adaptamos a las necesidades y la mejoramos considerablemente. En este momento estamos realizando el estudio del Panteón de San Fernando siguiendo el mismo sistema, con sus adecuaciones.

Reflexiones sobre una metodología para estudiar los cementerios patrimoniales Ethel Herrera Moreno México

Antecedentes Mi interés por este tema nace en 1993 cuando el Arq. Salvador Aceves García, entonces Coordinador Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia, me encargo llevar a cabo el proyecto de Declaratoria del Panteón de Dolores debido a que nuestra ley 26 vigente, promueve la protección, conservación, restauración y recuperación de los monumentos arqueológicos, artísticos e históricos y de las zonas de monumentos por medio de su investigación, catalogación y registro, así como de la emisión de declaratorias de monumentos y de zonas de monumentos. Antes de esta Ley, ya se habían declarado como monumentos nacionales un considerable número de bienes inmuebles y a partir de ella, se han decretado59 zonas de monumentos históricos y algunos inmuebles particulares. En lo que se refiere a los panteones, a pesar de la importancia de las costumbres funerarias y del significado de la muerte en las creencias de los mexicanos, existen pocos cementerios bien cuidados en nuestro país porque no se han valorado adecuadamente. En la actualidad, hemos visto que los panteones históricos y tradicionales, en particular en la ciudad de México, tienden a desaparecer porque la arquitectura funeraria está cambiando debido principalmente a la 27 falta de espacio, cambio de ideología y de reglamentos, economía e inseguridad. Debemos tener conciencia de que si no hacemos algo, tarde o temprano los cementerios tradicionales desaparecerán y aunque otras edificaciones ocupen el mismo lugar, perderán sus antiguos valores. Es por ello que consideramos urgente conservar los testimonios más completos que nos quedan porque son parte fundamental de nuestra cultura, tales como: San Fernando, Francés de de la Piedad, Dolores, Tepeyac y Español. Una forma de reconocer el significado histórico, artístico y arquitectónico de un panteón es emitir su declaratoria. Es competencia del Instituto Nacional de Antropología e Historia, elaborarla para ser decretada a

La metodología Dividimos el trabajo en tres partes: investigación documental, trabajo en campo y trabajo en gabinete. En los tres casos se ha realizado paralelamente investigación documental Realizamos la investigación documental en el Archivo Histórico del Distrito Federal (AHDF) y su mapoteca, Archivo Histórico de Notarías de la ciudad de México, Archivo General de la Nación (AGN) y su mapoteca, Archivo del Panteón Francés de San Joaquín, Archivo, Biblioteca y Fototeca de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH) del INAH, Archivo de CONDUMEX, Mapoteca Orozco y Berra de la Dirección de la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), Fototeca y Biblioteca del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Biblioteca y Hemeroteca Nacional, Biblioteca Central, Biblioteca del Instituto de Investigaciones Históricas, de la Facultad y Posgrado de Arquitectura de la UNAM, Biblioteca del Instituto Nacional de Antropología e Historia, de la Dirección de Estudios Históricos del INAH y de la Universidad Iberoamericana.

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Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos,publicada en el Diario Oficial de la Federación el 6 de mayo de 1972. 27 Principalmente porque hay una preferencia por la incineración.

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Trabajo en campo En los tres casos se recorrieron los panteones en toda su extensión. El de 2 Dolores con una extensión de cerca de 1,200,000 m hasta la barda, con 58 manzanas, la mayoría de las calles vehiculares y unas cuantas peatonales. 2 El Francés de la Piedad con una superficie aproximada de 105,000 m , 187 manzanas y 37 calles, casi todas peatonales. El de San Fernando con una 28 2 extensión de 2,187 m , tres patios, dos antiguos, el principal dividido en cuatro cuadrantes y sin acceso vehicular. El eje de la metodología comprende lo mismo: Marco teórico conceptual, Marco Histórico, Marco Legal y Estudio del Panteón en cuestión, que incluye su historia y análisis en diferentes escalas. El enfoque también es el mismo, tomamos en cuenta todas sus partes, es decir, considerándolas como una unidad, a la manera del centro histórico de una población, dado el tipo de elementos que lo componen: diseño, trazo, calles, glorietas, fuentes, inmuebles de servicio, infraestructura, vegetación, monumentos funerarios y desarrollo “urbano”, desde su creación hasta nuestros días. Tanto el Panteón de Dolores como el Francés de la Piedad, siguen “vivos”, funcionan normalmente. Aunque el Panteón de San Fernando ya no sirve para enterramientos, es un museo “vivo”, con diversas actividades culturales.

A continuación señalamos los puntos tratados en cada investigación. Panteón de Dolores Se localiza se localiza en la delegación Miguel Hidalgo, avenida Constituyentes esquina con la calle del Panteón, y colinda con la 3ª sección del Bosque de Chapultepec.

Imagen 2. Portada Panteón Dolores (Fotografía Ethel Herrera Moreno)

La investigación inicia con el marco teórico conceptual, después con el marco histórico, que comprendió un panorama muy general de las costumbres funerarias a nivel universal desde la prehistoria hasta nuestros días y un bosquejo de las mismas costumbres en Mesoamérica. Posteriormente, señalamos las costumbres funerarias en la época virreinal y en la ciudad de México, en particular. Enseguida, describimos someramente la historia de los panteones conforme se fueron estableciendo en la antigua ciudad capital. Continuamos con una relación de los cementerios actuales en el Distrito Federal y un estudio comparativo con los que existían a fines del siglo XIX, del cual se desprendieron interesantes consideraciones. Con respecto al marco legal, presentamos un bosquejo de las leyes sobre cementerios en general, las que rigieron en Nueva España, las que han regido en México y, en particular, las que han regido y rigen en el Distrito Federal.

Imagen 1. Localización Panteón de Dolores y Francés de la Piedad.

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De acuerdo con la Dirección General Jurídica y de Estudio Legislativos. Asimismo considera que el de Dolores tienen 2,000,000 de m2, pero hemos comprobado que son menos y el Francés de la 2; Piedad tiene 70,000 m sin embargo al hacer el estudio vimos que eran más.

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Más adelante describimos la historia del Panteón de Dolores desde su creación en 1874 hasta la actualidad, en la que se incluyó la historia de la 29 Rotonda de las Personas Ilustres. Para facilitar la comprensión de las características de los monumentos funerarios, dividimos el plano del cementerio en manzanas y presentamos una tabla con las fotos de los 700 monumentos inventariados, indicando los que se encuentran en cada una y señalando los que han desaparecido. Asimismo los analizamos mediante una tabla con las características de los mismos, que nos sirvió para cualificarlos. También llevamos a cabo un estudio metodológico de los estilos arquitectónicos, así como una propuesta de su tipología formal, tomando en cuenta sus elementos horizontales, verticales, combinados y capillas funerarias. Para tener un mayor conocimiento del Panteón estudiamos su evolución a través de la cartografía histórica, con planos de diversas épocas, después de lo cual hicimos diferentes propuestas de restauración del Panteón en general y de dos monumentos funerarios en particular, uno de cantería y otro de mármol. Seleccionamos la capilla de Matías Romero, realizada en cantería, por ser una de las más suntuosas y por el estado de deterioro en que se encuentra, que nos permitió dar propuestas que servirán de ejemplo para la restauración de otros monumentos funerarios. También escogimos el monumento de mármol de Manuel Carvallo, por ser un tipo común de tumba con cabecera, de las que hay muchas en el panteón y cuya 30 propuesta de restauración también servirá de ejemplo. Como parte de las conclusiones realizamos el Proyecto de Declaratoria del Panteón de Dolores, como una Zona de Monumentos Históricos, con su Reglamento y Recomendaciones Generales de Mantenimiento de los diferentes monumentos históricos que lo integran y finalmente, elaboramos un glosario de términos de arquitectura funeraria. Anexamos una serie de documentos que consideramos de suma importancia para el estudio del Panteón.

Imagen 3. Plano Panteón Dolores Panteón Francés de la Piedad Se encuentra en la delegación Cuauhtémoc, sobre la avenida del mismo nombre No. 408, que hace esquina con el viaducto Miguel Alemán y con la avenida Central.

Imagen 4. Portada Panteón Francés de la Piedad (Fotografía Ethel Herrera Moreno) 29

Es importante mencionar que encontramos abundante información inédita. 30 En un capítulo aparte señalamos la problemática que hay en el Panteón.

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Lo analizamos integralmente, tomando en cuenta todos sus elementos. Como no se contaron con las suficientes fuentes documentales, principalmente las cartográficas; fue indispensable considerar el Panteón y todos sus componentes como documentos históricos; para conocer sus cambios y transformaciones a través del tiempo, fue necesario analizarlo en toda su extensión. Lo anterior porque entre más lecturas tengamos del Panteón en general, y de sus monumentos en particular, obtendremos mayor información y mejores herramientas para su protección. Dividimos la investigación en cinco capítulos. En el primero planteamos el marco teórico conceptual, en el que consideramos cuatro ideas centrales que están unidas entre sí y que tienen implícitos otros conceptos: ciudad, cementerio, patrimonio y monumento. Las analizamos para que se entienda la postura que tomamos al realizar la investigación y como sabemos que este tipo de estudios deben ser interdisciplinarios, consideramos investigaciones de otras áreas, para llevar a cabo el nuestro. En el segundo, expusimos el marco legal en donde señalamos los antecedentes de las leyes funerarias en la Nueva España; luego, las que se emitieron aquí, desde la época virreinal y particularizando en la ciudad de México, indicamos las que rigen hasta este momento. Más adelante, en el tercer capítulo nos referimos al marco histórico en el cual presentamos tres incisos. El primero es un panorama general de las costumbres funerarias a nivel universal, desde la prehistoria hasta nuestros días, enfatizando las dos corrientes principales de cementerios que, aunque son anteriores, se desarrollaron prácticamente en el siglo XIX y primera mitad del siglo XX. En el segundo, mostramos de una manera muy general, las costumbres de las principales culturas mesoamericanas. En el tercero, tomando como ejemplo la ciudad de México, mencionamos las costumbres funerarias durante la época virreinal, en las que incluimos los camposantos que estaban integrados a los templos, colegios, conventos y hospitales. De una manera particular, estudiamos los primeros panteones que contaron con proyectos definidos y los que se establecieron después de las Leyes de Reforma, relatando su historia y ubicándolos por medio del sistema de información geográfica. Completamos el inciso, con tres planos del Distrito Federal de diferentes épocas en donde marcamos los panteones estudiados para conocer cómo fueron integrándose a la mancha urbana. El cuarto y quinto capítulos son la parte medular de la investigación y se refieren al Panteón Francés de la Piedad. En el cuarto investigamos su historia desde su origen hasta nuestros días. En el quinto, que es propiamente el análisis del mismo, lo estudiamos partiendo de lo general a lo particular, por lo que tomamos en cuenta cuatro escalas. La primera fue a

nivel contexto exterior, en el cual, por medio de la cartografía histórica e investigación documental, mencionamos los principales inmuebles, vías de comunicación y entorno natural que han rodeado al Panteón desde sus inicios hasta la actualidad. Las otras tres escalas, se refieren al estudio del Panteón en sí: nivel conjunto, nivel calle y nivel monumento funerario. Nivel conjunto. Hicimos cinco tipos de análisis. El primero consistió en dibujar un plano completo con el área actual, uniendo los terrenos como un rompecabezas, conforme se fueron comprando. En el segundo, planteamos el proyecto original tomando en cuenta el plano anterior, el inventario completo de todos los sepulcros y algunas descripciones del siglo XIX. En el tercero, elaboramos un plano en el que señalamos la forma en que se fue lotificando el Panteón, desde su inicio hasta la actualidad. En el cuarto, hicimos la descripción del proyecto que se aprecia actualmente y en el quinto analizamos la vegetación existente. Nivel calle. Por medio de recorridos establecimos los diferentes paramentos de las calles, considerando: baldíos, número de monumentos funerarios, tipología de los mismos, estilos arquitectónicos, lotes que ocupan, alturas, colores, texturas, materiales y vegetación. Analizamos la “imagen urbana” de tres tramos de la calle principal, de una calle primaria y de dos calles secundarias. Fuimos describiendo monumento por monumento con su fotografía respectiva y al final dibujamos esquemáticamente toda la calle con sus sepulcros. Nivel monumento. Llevamos a cabo el inventario general de los monumentos por manzanas considerando varios factores. Para facilitar el estudio, el plano se dividió en tres zonas. Primero señalamos su época de construcción, de acuerdo con cinco etapas en que lo dividimos y procesamos la información en un plano, además de ejemplificar con fotografías. Después analizamos su tipología morfológica arquitectónica, la cual establecimos previamente, elaboramos el plano respectivo y mostramos fotografías de cada tipo. Más adelante estudiamos los diferentes estilos arquitectónicos con ejemplos de monumentos seleccionados, los cuales describimos e incluimos sus fotografías. Posteriormente realizamos un análisis iconográfico de varios monumentos, de acuerdo con la siguiente división: Imágenes religiosas (Cruces, Sagrado Corazón de Jesús, Ángeles, Virgen María; La Piedad y Santos); imágenes femeninas; imágenes masculinas; animales; vegetales y objetos. Incluimos fotografías de todos los ejemplos con una pequeña descripción. Terminamos el estudio de los monumentos con una tabla en la que mencionamos los nombres de los autores consignados, en orden

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alfabético por apellido, con varios datos y la fotografía de cada placa con su respectivo nombre. Finalizamos el capítulo con una tabla en la que incluimos los nombres de algunas de las personalidades que se encuentran o han estado en el Panteón, en orden alfabético por apellido, con una breve biografía de cada una y la fotografía de 17 de ellas. Asimismo llevamos a cabo un estudio de las esculturas inventariadas en 1984 para saber cuántas han desaparecido y lo comparamos con el que realizamos en el Panteón de Dolores en el 2000, con el objeto de conocer si sucede lo mismo en los panteones del gobierno y los concesionados. Al final presentamos un glosario con ejemplos del mismo Panteón y anexamos un apéndice documental.

Imagen 6. Portada Panteón de San Fernando(Fotografía Ethel Herrera Moreno)

Ave. 1

Osario Ave. 1

Ave. 1 Ave. 1 Ave. 1

Ave. 4

Ave. 3

Ave. 3

Ave. 2

Ave. 3

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Ave. 4

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6 a calle

Ave. 2

Ave. 2

Ave. 3

5a calle

3a calle

4a calle

Ave. 1

Ave. 2

Esta investigación está en proceso, hemos seguido con la misma metodología pero adaptándola. Consideramos que en el estudio del Panteón Francés de la Piedad completamos considerablemente las pesquisas del panorama histórico a nivel universal y del bosquejo de la época prehispánica, por lo que en este caso, no se aumentará dicha información. En cambio, el inciso sobre la arquitectura funeraria en la antigua ciudad de México, se está enriqueciendo. Con respecto a las leyes funerarias implementamos algunos aspectos particulares de este Panteón. En lo que se refiere a la historia del mismo, existen investigaciones serias, como la de Jesús Galindo y Villa, la de César Villalpando y la tesis de Enrique Ceja, y publicaciones de la ciudad de México en el siglo XIX, que hablan del Panteón de San Fernando, tal es el caso de Manuel Rivera Cambas, Manuel Orozco y Berra y Guillermo Prieto, entre otros. Con todas ellas está muy completa la historia del Panteón; sin embargo estamos haciendo algunas aportaciones de archivo. El análisis del Panteón lo estamos llevando a cabo partiendo de lo general a lo particular. Como es muy pequeño y tiene solamente 78 monumentos funerarios, se tiene un levantamiento completo de todos.

Ave. 4

Ave. 4

3a calle

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Ave. 5

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jardín jardín jardín Ave. 12a

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jardín jardín

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@

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Imagen 5. Plano Panteón Francés de la Piedad (Levantamiento y dibujo Ethel Herrera Moreno)

Panteón de San Fernando Se ubica en la delegación Cuauhtémoc, en la calle San Fernando No. 17 esq. Con calle de Héroes.

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documentos históricos y se analizó en su totalidad contemplando todos sus monumentos funerarios y lotes baldíos. A pesar de que los tres se estudiaron, en el de Dolores solamente se consideraron los monumentos funerarios desde que se fundó hasta 1910, algunos posteriores a esa fecha con valor patrimonial y todos los de la Rotonda de las Personas Ilustres; en el Francés de la Piedad se estudiaron todos los lotes, con monumentos o sin ellos y se tomaron fotografías de todos; y en el de San Fernando, por ser tan pequeño, se tiene el levantamiento de todos los monumentos funerarios. El Panteón de Dolores fue producto de una tesis de maestría en restauración, el Francés de la Piedad de una tesis doctoral y el de San Fernando es producto del Catálogo de Monumentos Históricos; sin embargo, el objetivo del estudio de los tres es el mismo: su protección y conservación, por medio de esta metodología. Imagen 7. Plano Panteón San Fernando (Fotografía de la cédula del Panteón Ethel Herrera Moreno)

Problemática de los tres panteones Panteón de Dolores Encontramos que la corrupción que existe en la ciudad también se ve reflejada aquí. Hay robos dentro del panteón; en un lapso no mayor de ocho años (1993-2000). Habían desaparecido monumentos funerarios históricos completos y otros habían sido saqueados. A muchos les había robado esculturas, lápidas y vitrales, entre otros valiosos bienes. Los ladrones prefieren principalmente las piezas de mármol y hasta llegan a revenderlas dentro del mismo panteón. Esto es constatable en monumentos que tienen elementos como esculturas o lápidas que no pertenecen a su estructura. Cantidad de lápidas de mármol han sido regrabadas por el otro lado y existen monumentos de cantería a los que también se les ha cambiado el nombre. Esto no podría hacerse sin el conocimiento de personas que laboran dentro del Panteón, ni tampoco sacar esculturas o elementos. Cuantitativamente, de los monumentos inventariados en 1993 se habían perdido alrededor del 20%, en el 2000, y de esa fecha para este momento se han perdido muchos más. Para muestra, señalaremos los más recientes, que nos hemos dado cuenta y en los lotes más cuidados. En la Rotonda, los bustos completos de Francisco Javier Clavijero y del Dr. Atl, sin contar elementos de los monumentos como letras y emblemas de bronce; en el lote Italiano varias esculturas de mármol y en el Alemán, el ángel de bronce de la fuente y varias esculturas de mármol. De tal manera que si este saqueo no se evita llegará el día en que la mayoría de los monumentos valiosos desaparezcan.

Diferencias en las tres investigaciones En lo referente a los marcos teórico conceptual e histórico realizados en el estudio del Panteón de Dolores, se enriquecieron considerablemente en el del Panteón Francés de la Piedad y en el de San Fernando, el panorama histórico a nivel universal y el bosquejo de la época prehispánica, no se aumentarán y quizás no se incluirán en la publicación. El inciso de la arquitectura funeraria de la antigua Ciudad de México se está complementando. En la investigación del Panteón de Dolores tuvimos la suerte de encontrar mucha información documental, gran parte de ella inédita, como el contrato de concesión, los planos del proyecto original y de varias épocas, por lo que pudimos analizar su desarrollo “urbano” por medio de la cartografía histórica. El estudio fue producto de la tesis de Maestría en Arquitectura con especialidad en Restauración, por lo que hicimos diferentes propuestas de restauración del Panteón en general: las bardas, la portada, vialidad y conservación de la nomenclatura antigua de las calles, entre otras; y de dos monumentos funerarios en particular, uno de cantería y otro de mármol, como ejemplos para monumentos similares. También realizamos el Proyecto de su Declaratoria como una Zona de Monumentos Históricos, con su Reglamento y Recomendaciones Generales de Mantenimiento de los diferentes monumentos históricos que lo integran. En el caso del Panteón Francés de la Piedad, como no se encontraron los datos requeridos, en especial en el aspecto de la cartografía, se consideró al Panteón y a todos sus elementos como

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Panteón de San Fernando La problemática de este panteón es diferente porque pertenece completamente al gobierno y aunque es el único que tiene dos declaratorias 31 federales y además es Museo de Sitio , no se encuentra en buen estado porque todos sus monumentos funerarios necesitan mantenimiento y la mayoría deben ser restaurados por especialistas. También ha tenido malas intervenciones como es la pérdida de la galería porticada sur, que modificó considerablemente su proyecto original, y recientemente fueron mal intervenidos los monumentos funerarios de Lino Alcorta y Felicitas González.

La pobreza y falta de espacio de la ciudad también han llegado al panteón. Hay gente que vive en las capillas, lo cual es terrible. Por otro lado, el desorden que existe en la cuidad también se ve reflejado en el panteón desde hace muchos años porque no se han cumplido los reglamentos existentes. En todos éstos se ha estipulado que debe existir una separación mínima de 0.50 entre fosa y fosa, que debe haber caminos, etcétera; sin embargo, en el panteón persiste un caos en la colocación de las fosas. Se han ocupado calles completas y espacios que deberían estar libres dentro de las manzanas. Fosas destinadas a los infantes originalmente se han agrandado, ocupando espacios que no les corresponden. Al invadir las calles y las glorietas ha desaparecido parte de la traza del panteón y con ello la estética del mismo. Al colocarle guarniciones a las manzanas se ha perdido el trazo curvo original, principalmente porque las guarniciones son rectas, por lo que de continuar utilizándolas el trazo se perderá definitivamente.

Acciones para la conservación y puesta en valor del panteón de dolores Este Panteón es el más problemático, hemos hecho varias acciones para ponerlo en valor y hasta el momento hemos tenido pocos logros y con muchos esfuerzos. Como ya mencionamos, desde 1994 fundamentamos la declaratoria del Panteón de Dolores como Zona de Monumentos Históricos, dos veces la actualizamos conforme a los nuevos estatutos y actualmente la rehicimos considerándolo como Monumento Histórico, porque creemos que será más fácil que se declare de esta manera. Estamos en el proceso nuevamente. Hemos visto que otra manera de proteger los cementerios es convertirlos en Museos de Sitio y tenemos algunos años tratando de que se declare. En la administración pasada, logramos que se firmara un convenio INAH-DMH para la salvaguarda del Panteón, con el objeto de que se siga con los objetivos del convenio, aunque cambien autoridades en ambas dependencias. Hemos continuado con las investigaciones sobre el Panteón y aunque hemos visto cómo se han robado monumentos, también hemos tenido la oportunidad de tratar con diferentes encargados; algunos de ellos, nos han permitido colaborar en la conservación de algunos monumentos. Señalaremos tan sólo dos ejemplos, uno que tenía la escultura tirada, “a punto de ser sustraída” y otro con la cabecera desmembrada, a ambos monumentos les fueron reintegrados sus elementos, gracias al aviso, que nosotros les dimos.

Panteón Francés de la Piedad En este caso tiene problemas comunes a los cementerios. Con respecto a las esculturas inventariadas en 1984, se conservan la mayoría, hasta este momento. Pero eso no quiere decir que el Panteón esté bien conservado, porque a través de la investigación nos pudimos dar cuenta que hay zonas muy degradadas y muchos monumentos en mal estado y en peligro de desaparecer. Por lo tanto, lo más seguro es que la mayoría de los baldíos tuvieron algún monumento histórico, estos lotes son susceptibles de ser vendidos y la nueva tipología está cambiando la fisonomía del panteón. Consideramos que la problemática es común a la mayoría de los cementerios, es decir se han perdido monumentos o se encuentran en mal estado, por falta de mantenimiento y abandono de los dueños, algunos de los cuales, ya no tienen parientes vivos o simplemente ya no les importa. Otros, han preferido sacar los restos de sus seres queridos, incinerarlos y llevarlos a un nicho en un templo. En este Panteón, se han llegado a robar esculturas o piezas; sin embargo, en un número mínimo. En un tiempo se metían a “grafitear” los monumentos. Aquí, también se han lotificado las calles más anchas, y se está perdiendo el trazo original, lo cual es lamentable. En estos dos panteones, confirmamos lo que habíamos supuesto: que en el Panteón Francés de la Piedad, que es particular, han desaparecido menos monumentos que en el de Dolores, que pertenece al gobierno y además creemos que en este caso no es por corrupción.

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En la ciudad de México, solo hay dos Museos-Panteón: éste y el del Tepeyac.

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que, gracias al apoyo del entonces director del INAH, el embajador Alfonso De María y Campos, se restauró la capilla, como una primera etapa. Esperamos lograr que se restaure completamente.

Imágenes 8 y 9. Escultura tirada y reintegrada (Fotografías Ethel Herrera Moreno)

Imágenes 10 y 11. Monumento sin y con cabecera reintegrada (Fotografías Ethel Herrera Moreno)

La familia de Matías Romero nos contactó para que se llevara a cabo la restauración de la capilla de Matías Romero, que se encuentra en este Panteón, tomando en cuenta la propuesta que realizamos en la tesis y 32 que ampliamos en un artículo. Actualizamos el proyecto y fue un gran logro

Imágenes 12 y 13. Capilla antes y después de la intervención (Fotografías Ethel Herrera Moreno)

Desde hacía tiempo habíamos querido formar una Asociación en defensa del patrimonio del Panteón para poder estar al pendiente de su protección. Finalmente, en octubre de 2011, firmamos el acta constitutiva de

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Ethel Herrera Moreno, “La capilla de Matías Romero en el Panteón de Dolores, una propuesta de restauración”, en Anuario de Estudios de Arquitectura, historia, crítica, conservación, México, UAM, Azcapotzalco, 2004.

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Amigos Protectores del Panteón Civil Dolores, A.Cy me nombraron presidenta. El objetivo de la Asociación es conservar y proteger el Panteón de Dolores, promover y difundir sus valores tanto materiales como inmateriales; promover su Declaratoria, que se declare Museo de Sitio y la restauración tanto de sus monumentos funerarios como sus elementos urbanos; impulsar que se efectúen recorridos culturales dentro del mismo; organizar Congresos, Seminarios, Cursos, Talleres, Coloquios, Foros y toda clase de eventos culturales. Y, entre otras cosas, colaborar con las autoridades federales, estatales y municipales en actividades tendientes a la protección y difusión del patrimonio arquitectónico, histórico y cultural de la ciudad de México y en especial del Panteón. Con base en el Reglamento de la Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, Artículos 1 y 2, ya ingresamos los papeles para ser coadyuvantes con el INBA, para así oficialmente tener mayor amplitud para la protección del Panteón de Dolores. Por otro lado, con motivo del centenario luctuoso de José Guadalupe Posada, desde principios del año pasado, solicitamos ante las 33 autoridades de la Secretaría de Gobernación que se declare Hombre 34 Ilustre y que se le erija un cenotafio, en la Rotonda, siendo los primeros en hacerlo. Asimismo hicimos una petición al director del INAH, a la directora del INBA y a la coordinadora del Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaría de Cultura del GDF, para que hagan la misma solicitud. Con la Asociación de Amigos Protectores del Panteón de Dolores llevamos a cabo cuatro recorridos culturales, dos peatonales y dos en tranvía. 35 Otro logro, que estamos a punto de cumplir , es la colocación de un Panel-Atril en la entrada del Panteón de Dolores, con los logos de la Asociación y de la Delegación Miguel Hidalgo. Tendrá una carátula de acrílico, dentro de la cual incluiremos mensualmente información sobre el Panteón, los personajes y las tumbas que se encuentran en él.

como parte de nuestra identidad y patrimonio cultural, es indispensable conservarlos y protegerlos para heredarlos a las generaciones futuras. Para lograr lo anterior es necesario estudiarlos lo más completo posible. Por lo cual propusimos esta metodología porque a través de ella, establecimos los valores históricos, urbanos, arquitectónicos y artísticos de los tres Panteones y con ello determinamos su significado patrimonial, como base para establecer criterios para su protección y conservación. Creemos que estudiarlos con esa visión urbano-arquitectónica nos ayudó a tomar en cuenta todas sus partes, es decir, a considerarlos como una unidad. La tesis Restauración Integral del Panteón de Dolores obtuvo el premio Francisco de la Maza en su modalidad de Mención Honorífica en 2004 y fue publicada por el INAH, en 2007, lo cual es un logro porque por medio de ella se están dando a conocer sus valores históricos, urbanos, arquitectónicos y artísticos. La tesis doctoral El Panteón Francés de la Piedad como documento histórico: una visión urbano-arquitectónica obtuvo el premio Francisco de la Maza como mejor tesis doctoral en 2010 y está en 36 proceso de publicación por el INAH , lo cual, es otro logro porque se dará a conocer su historia y valores. Estamos convencidos que la metodología fue determinante en los dos premios. Podemos decir que esta metodología es innovadora porque, si bien varios autores comparan metafóricamente los cementerios con las ciudades, ninguno, a excepción de estas investigaciones que hemos realizado, los había analizado de esta manera. Sistema que dio resultado en los tres casos y que puede servir de modelo, con sus adecuaciones, para el estudio de otros cementerios. De la misma manera que puede servir la tipología morfológica arquitectónica, que hemos desarrollado, para el análisis de los monumentos funerarios. Asimismo, consideramos que el estudio urbanístico será de utilidad para complementar las fichas de catálogo de cementerios en general y el estudio tipológico formal, tipológico estilístico e iconográfico, nos ayudarán a mejorar las fichas de catálogo de monumentos funerarios en particular. Otra cualidad de esta metodología es que es sumamente ilustrativa y didáctica porque la mayoría de los incisos están enriquecidos con fotografías de ejemplos que se encuentran en los mismos panteones. Como cualquier trabajo “científico” permite ir haciendo hipótesis que se van comprobando o desechando y además, se dejan abiertas varias líneas de investigación, lo cual es muy importante. Para finalizar, podemos afirmar que, con la metodología que llevamos a cabo, logramos reconocer y fundamentar los valores de los

Consideraciones finales Los cementerios son bienes culturales que poseen valores históricos, artísticos y patrimoniales, tangibles e intangibles. Son testimonios invaluables y memoria viva de la historia de las civilizaciones. Y, por lo tanto,

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A cuyo cargo se encuentra la Rotonda de las Personas Ilustres. Monumento funerario en honor de un personaje, sin que estén sus restos. Debido a que éstos se encuentran perdidos en la fosa común y sería muy difícil identificarlos. 35 Esperamos que para cuando sea el Congreso, ya esté colocada. 34

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Saldrá publicada en este año porque ya se tuvo la última corrección.

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panteones y por ella nos dimos cuenta de la importancia de su conservación como memoria vivade la historia de la Ciudad de México y del patrimonio cultural de nuestra nación.

Bibliografía – Herrera Moreno, Ethel, Restauración integral del Panteón de Dolores, México, INAH, 2007. – --------------El Panteón Francés de la Piedad como documento histórico: una visión urbano-arquitectónica, tesis para obtener el grado de doctor en arquitectura, México, UNAM, 2009. – --------------“La capilla de Matías Romero en el Panteón de Dolores, una propuesta de restauración”, en Anuario de Estudios de Arquitectura, historia, crítica, conservación, México, UAM, Azcapotzalco, 2004. – --------------“San Fernando y Tepeyac, dos panteones de la ciudad de México declarados museos de sitio”, ponencia presentada en el VII Encuentro Iberoamericano de valoración y gestión de cementerios patrimoniales celebrado en Argentina y publicado en CD, Buenos Aires, Gob. Bs. As., 2006. – --------------“Los Panteones históricos de la ciudad de México: un patrimonio en peligro de desaparecer ponencia presentada en el VII Encuentro Iberoamericano de valoración y gestión de cementerios patrimoniales celebrado en patrimoniales celebrado en Valparaíso, Chile y publicado en CD, Valparaíso, 2007. – -------------“Una Metodología para estudiar los cementerios patrimoniales” en Boletín de Monumentos Históricos no. 19, Arquitectura y costumbres funerarias, México, INAH, 2010.

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levantamiento in situ de datos, previo a su demolición. Contempló un levantamiento topográfico georreferenciado, la medición de cada sepulcro en todas sus dimensiones; el registro fotográfico a escala de cada tumba, lápida, decoración y estructura de cerramiento o protección; el registro audiovisual de la riqueza de flora y fauna, y la tabulación de los datos de las licencias de inhumación. Estos datos han permitido explorar el desarrollo histórico de estilos arquitectónicos y decorativos fúnebres, de la relación entre vivos y muertos plasmada en epitafios y estructuras de conmemoración, información sociodemográfica, creencias escatológicas, diagnóstico de causas de muerte, e incluso posibles patrones migratorios. Para el caso del Eje Cafetero, se trabajó en compañía de un equipo interdisciplinario liderado por la Universidad Nacional de Colombia, en la reconstrucción colectiva (testimonial) y documental de la historia de los cementerios de cinco localidades. Labor que permitió fortalecer los procesos de apropiación comunitaria de los espacios funerarios y la puesta en marcha de algunos planes de protección. Estas experiencias empíricas de registro de información sirvieron como plataforma para formular lineamientos y diseñar formatos de recopilación de información en campo que de forma eficaz y comprensiva, acopien datos no sólo para la salvaguarda de información sino para investigaciones a futuro.

Lineamientos para el rescate arqueológico y la investigación históricaen cementerios patrimoniales en Colombia 37

Diego A. Bernal B. 38 Mónica Giedelmann Colombia

La investigación en cementerios patrimoniales –cuenten estos con una declaratoria que los salvaguarde o no–es un escenario propicio para la estudio de la cultura material e inmaterial de una comunidad, pues revelan aspectos no sólo de la vida y obra de los difuntos que moran en ellos, sino de las prácticas rituales de los sobrevivientes (sus deudos). Los camposantos “vivos” (en uso) y “muertos” (demolidos o abandonados) permiten conocer costumbres de entierro y de conmemoración que es posible recopilar, clasificar y poner en valor, a pesar de que el paso de los años enturbie los datos y dificulte en cierta medida la recolección de la información. A través de esta ponencia y partiendo de las experiencias de intervención en algunos cementerios del departamento de Santander y el Eje Cafetero, se pretende definir lineamientos básicos a tener en cuenta al momento de efectuar investigaciones de tipo histórico y arqueológico en espacios funerarios, con el fin de avanzar en la construcción de acuerdos metodológicos que permitan fortalecer las labores de gestión, valoración y defensa del patrimonio funerario colombiano. En el caso del Cementerio Universal de BucaramangaSantander(1910-2010), se trató de un caso de rescate que implicó el rápido

Importancia de la investigación y la documentación en cementerios patrimoniales y no patrimoniales La preservación de los cementerios urbanos se sopesa principalmente por su valor artístico e histórico; es decir, si cuentan con piezas arquitectónicas y escultóricas pertenecientes a estilos significativos, o por ser autoría de artistas reconocidos. Así, el cementerio ha sido tradicionalmente estudiado 39 como un museo de arte, donde al privilegiar unas piezas sobre otras se subestima el valor artesanal, estético, histórico y socio cultural del complejo integral que lo conforma, pues “se mantiene la perspectiva del objeto de estudio como bien patrimonial, pero en el mayor número de los ejemplos sin atender a la especificidad del ámbito donde se ubica y para el que se crea, o 40 como mera contribución al conocimiento histórico artístico”. Esta mirada fragmentada del cementerio limita su alcance 41 interpretativo y la evolución de este espacio como museo de memoria , por

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Comunicador Social Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana (Medellín, Colombia). Máster en Historia de América Latina: Mundos Indígenas de la Universidad Pablo de Olavide (Sevilla, España). Candidato a Magíster en Historia. Universidad Nacional de Colombia. Sede Medellín Colombia). Candidato en Doctorado en Historia de América Latina: Mundos Indígenas. Universidad Pablo de Olavide (Sevilla, España). Miembro de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, en la que se desempeña como Secretario Permanente. En la actualidad hace parte del Grupo de Investigación Estudios Interdisciplinarios en Historia General de la Universidad de Antioquia, con sede en Medellín. Institución en la que dicta las cátedras de Historia Antigua (General I), Historia Medieval (General II) e Historia de EEUU (General V.). 38 Antropóloga de la Universidad de Los Andes (Bogotá, Colombia). Máster en Muerte y Sociedad de la Universidad de Reading (Reading, Reino Unido) y doctora en Arqueología de la misma universidad. Miembro de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales y de la AssociationforGravestonesStudies. Actualmente se desempeña como profesora asociada de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Pontificia BolivarianaSeccional Bucaramanga y hace parte del Grupo Interdisciplinario de Estudios sobre Cultura, Derechos Humanos y Muerte, desde donde coordina el Semillero de Muerte.

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Expresión acuñada en 1983 por PhilippeAriés, El hombre ante la muerte, Madrid, Taurus, 2004. Carmen Bermejo,El patrimonio funerario y la protección de los cementerios: retos y perspectiva, en la Sociedad Chilena de Historia y Geografía, núm. 170, Santiago, 2010, p. 60. 41 Expresión acuñada por Carmen Bermejo. Adicionalmente, Juan Luis Isaza Londoño (actual director de Patrimonio del Ministerio de Cultura de Colombia) comenta a propósito de los 40

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varias razones: 1. Aboga por la preservación de unas obras y no por la preservación de la integridad del complejo, es decir se promueve el arte culto e ignora el arte popular; 2.Resalta personajes ilustres y estilos artísticos dominantes, obviando ya sea ejemplos comunes de conflictos o estrategias de distinción social de la población en general, al igual que rasgos distintivos de grupos minoritarios; 3. Centra esfuerzos en la elaboración de inventarios clasificados por estilos artísticos o periodos cronológicos; 4. Circunscribe el alcance de estudio a los límites geográficos del predio, separando al cementerio del ámbito de la ciudad, los vivos y las dinámicas urbanísticas en las que se encuentra inmerso; y en definitiva, 5. Falla en integrarla pluralidad de expresiones y diversidad de grupos poblacionales en un patrón longitudinal que permita explicar el desarrollo cultural que involucra las costumbres de entierro y creencias escatológicas. No obstante, la valoración y reinterpretación delos cementerios en las ciudades son posibles mediante iniciativas que velen por estrechar la relación entre vivos y muertos. Pionero en ello es el Cementerio Museo San Pedro de Medellín-Colombia. Cementerio declarado museo en 1998 y Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional en 1999. Según su gestora, Catalina Velásquez, el proyecto:“planteó la recuperación del cementerio y su entorno a través de la creación de un plan de desarrollo que permitiera realizar intervenciones a diferentes escalas en el territorio, teniendo en cuenta las condiciones físicas, sociales y culturales. El plan incluyó la creación de un programa pedagógico para la sensibilización y concientización de la sociedad sobre el valor de la vida, analizado desde el espacio de la muerte, para convertir el cementerio en centro de 42 aprendizaje” . Este es un ejemplo que denota el papel que los cementerios pueden cumplir en las sociedades de hoy.

prácticas conmemorativas sino que también permiten la exploración de otros frentes de estudio e involucramiento de disciplinas distintas a la arquitectura 43 44 e historia del arte, tales como la arqueología, antropología, 45 46 47 48 historia, epidemiología, geografía, y urbanismo, entre otras. Razón por la cual es oportuno compartir experiencias de investigación que ofrezcan algunos lineamientos para la intervención en cementerios y, con base en las cuales, se pueda avanzar en la construcción de acuerdos metodológicos que permitan fortalecer las labores de gestión, valoración y defensa del patrimonio funerario colombiano. Estas experiencias han revelado que el trabajo en cementerios no debe ceñirse a lugares declarados patrimonio, pues en sí, cada cementerio 49 goza de una gran riqueza cultural, sea ésta considerada patrimoniable o no. Registro de información in situ en el Cementerio Universal de Bucaramanga, Santander El Cementerio Universal (CU) de Bucaramanga fue fundado en 1910 por un grupo de librepensadores santandereanos -en su mayoría pertenecientes a logias masónicas- con el propósito de ofrecer sepultura digna a los difuntos, quienes ya fuera por sus afiliaciones políticas liberales, creencias religiosas distintas a la católica o por haber tenido estilos de vida socialmente censurables, no se les permitía descanso eterno en el Cementerio Central.

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Véase el trabajo de Edwin Dethlefsen y James Deetz, “Death's heads, cherubs, and willow trees: experimental archaeology in colonial cemeteries”,American Antiquity, vol. 31, núm. 4, Washington, 1966, pp. 502-510; James Garman, "Viewing the color line through the material culture of death", enHistorical Archaeology, 28, 3, Stone Mountain, 1994, pp. 74-93; Frederick, Gorman y Michael, DiBlasi, "Gravestone iconography and mortuary ideology", en Ethnohistory, 28, 1, Pennsylvania, 1981, pp. 79-98. 44 Michael Hay, “The last thing that tells our history: The Roodepoort West Cemetery, 1958-2008”, en Journal of Southern African Studies, 37, 2, Londres, 2011, pp. 297-311. 45 En este sentido es recomendable leer el clásico de PhilippeAriés, op. cit. 46 Véase en especial los trabajos de Álvaro Cardona y el grupo de investigación en Historia de la Salud de la Facultad Nacional de Salud Pública, adscrita a la Universidad de Antioquia. Así mismo, es importante referenciar la Nueva normativa de Cementerios de Colombia, oficializada a través de la Resolución 1447 del 11 de mayo de 2009. 47 Jonathan Jarvis, Cemetery, Cementerio: Necrogeography at the MerrelltownCementery and Cementerio Guadalupe, Travis and Caldwell Conties, Texas, Lexington, 2010. 48 Claudia Mantilla Durán, “Configuración del sentido de la calle 45 de Bucaramanga análisis semiótico”, en Revista S, vol. 2, núm. 2, Bucaramanga, 2008, pp. 29-46. 49 Según el decreto 763 de 2009, Título II, Artículo 6, la declaratoria de Bien de Interés Cultural (BIC) debe considerar los criterios de: antigüedad, autoría, autenticidad, constitución del bien, forma, estado de conservación, contexto ambiental, contexto urbano, contexto físico, y representatividad y contextualización sociocultural, criterios de valoración que permiten atribuir el valor del bien como de valor histórico, valor estético o valor simbólico. Ministerio de Cultura, República de Colombia, Legislación y normas generales para la gestión, protección y salvaguardia del patrimonio cultural en Colombia, Ley 1185 y su reglamentación, Bogotá, 2010, pp. 59-60.

La investigación científica en cementerios es mucho más joven que su apreciación artística. Estudios recientes evidencian acervos de información que develan no sólo costumbres funerarias, creencias escatológicas o cementerios que durante el X Seminario Internacional Forum Unesco (2005), se presentó la Declaración de Newcastle, que considera “que los paisajes culturales no solamente son lugares agradables y amenos, sino que también pueden ser lugares de dolor, sufrimiento, muerte, guerra, terapia, reconciliación y recuerdos”. Así mismo, recomienda que los paisajes que representan el dolor humano y la memoria, unidos a los elementos mencionados, “tienen un papel fundamental en la conservación, investigación, comprensión mutua y creación de paz”. X Encuentro Cementerios Patrimoniales, Red de Bibliotecas, Medellín Área Metropolitana, 2009. Consultado el 1 de junio de 2013. http://www.reddebibliotecas.org.co/Cultura/Paginas/xencuentrocementeriospatrimoniales.aspx 42 Catalina Velásquez, Recuperación del Cementerio de San Pedro de Medellín: una propuesta sobre la creación de las políticas para la gestión y sostenibilidad del patrimonio cultural,Bogotá, 2005, p. 127.

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Cien años después, el CU fue demolido en 2010 para dar paso a la construcción de un mega proyecto: el Viaducto de la Carrera Novena. Esto motivó la realización de este proyecto de investigación que veló por el registro del patrimonio tangible de carácter histórico, cultural y arquitectónico. En concordancia con este objetivo, la metodología diseñada privilegió la captura y registró ágil de información en campo, su posterior clasificación y el almacenamiento virtual de la misma, de tal forma que pueda ser empleada en futuras investigaciones e impedir su pérdida definitiva. El método de recolección de información arquitectónica, histórica, biológica y de cultura material funeraria del cementerio combinó varias técnicas de rescate para poder salvaguardar el diverso acervo de material. Por este motivo se hicieron ingentes esfuerzos por capturar por medio 50 fotográfico cada una de las tumbas, monumentos y lápidas que reposaran aún en el cementerio, ya que por esos meses el municipio de Bucaramanga había dictado los plazos finales para realizar las exhumaciones de los difuntos antes de las adecuaciones necesarias que darían paso a su 51 posterior demolición. Fue así como en medio del levantamiento, muchos acudientes se desplazaron a recoger los restos de sus seres queridos y, al mismo tiempo, destruir la lápida y tumba que se interponía para poder sacar los restos humanos, situación que infortunadamente impidió la toma de información de muchos difuntos y la pérdida irrecuperable de este patrimonio. Debido al carácter plural de la información con la que se trabajó en este proyecto, la recolección de diversificó en tres frentes: 1.El registro de la cultura material del cementerio, 2.El registro de las licencias de inhumación de los difuntos y 3.El registro de la riqueza de flora y fauna existente en el predio. Para cada uno de estos registros se emplearon métodos adecuados

al objeto de recolección, al especialista a cargo y a las técnicas y recursos propios de cada disciplina, tal y como se ilustra a continuación. Registro de la cultura material del cementerio El registro de la cultura material desarrollado en este proyecto incluyó a todas las tumbas, lápidas, bóvedas, mausoleos, monumentos, esculturas y demás decoración asociada al entierro, el cual se llevó a buen término en las siguientes fases de trabajo. Levantamiento topográfico del predio Fue realizado por un topógrafo de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Pontificia Bolivariana. Este procedimiento suministró los linderos 52 del lote y las curvas de nivel, además de georreferenciar algunas estructuras importantes en términos de tamaño y ubicación, tales como mausoleos, muros de bóvedas, esculturas y tumbas representativas, puntos de acceso, senderos y árboles, entre otros. Se empleó una estación 53 total desde la cual se transfirieron dichos datos al software de Autocad para con ellos construir el mapa de planta del cementerio. De acuerdo con la experiencia, es aconsejable hacer el levantamiento topográfico previo al levantamiento arquitectónico, ya que aunque este plano generalmente no incluye todas las estructuras presentes en el predio (debido a los costos del alquiler del equipo y mano de obra especializada), sí permite de una manera ágil y sencilla acotar estructuras circundantes a los puntos de referencia ya tomados. Adicionalmente, el plano facilita la organización de las jornadas de trabajo en campo. Levantamiento arquitectónico Fue realizado por el Semillero de Muerte adscrito al Grupo Interdisciplinario de Estudios sobre Cultura, Derechos Humanos y Muerte, y contó con la asesoría de arquitectos e ingenieros civiles. Este registro implicó la medición de cada una de las estructuras de la cultura material presentes en el cementerio, con el propósito de construir un plano a escala general del mismo (véase mapa 1).Después de esta experiencia es posible afirmar que 54 el empleo de distanciómetros laser agiliza significativamente la toma de medidas en campo, pues esta herramienta calcula metros lineales, metros

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Monumento: en el proyecto hace referencia a estructuras arquitectónicas que albergaran a una o más tumbas. 51 Erika Juliana Martínez, Empezarán exhumaciones en el Cementerio Universal, Bucaramanga, 2010a. Consultado el 18 de agosto de 2011, de http://www.vanguardia.com/historico/53722-empezaran-exhumaciones-en-el-cementerio-universal; Erika Juliana Martínez, Sólo ocho exhumaciones se han hecho en el Cementerio Universal, Bucaramanga, 2010b. Recuperado el 20 de agosto de 2011, de http://www.vanguardia.com/historico/54436-solo-ocho-exhumaciones-se-han-hecho-en-elcementerio-universal; Vanguardia, Redacción online, Dos semanas para trasladar restos fúnebres del Cementerio Universal, Bucaramanga, 2010a. Consultado el 18 de agosto de 2011 de http://www.vanguardia.com/historico/53575-dos-semanas-para-trasladar-restos-funebres-delcementerio-universal; y Vanguardia, Redacción online. Lentamente continúan los reclamos de los restos del Cementerio Universal, Bucaramanga, 2010b. Consultado el 18 de agosto de 2011, de http://www.vanguardia.com/historico/54229-lentamente-continuan-los-reclamos-de-los-restos-delcementerio-universal.

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La georreferenciación consiste en localizar un objeto espacial en un sistema de coordenadas internacional y requiere del uso de un GPS (Global PositioningSystem). 53 La estación total es un instrumento empleado en topografía y que cuenta con un distanciómetro y un microprocesador incorporados a un teodolito electrónico que permite un ágil y preciso manejo en la toma de medidas. 54 Para toma de medidas durante el día es aconsejable usar gafas especiales que permitan ver el puntero laser rápidamente y protejan la visión.

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cuadrados y metros cúbicos (largo, ancho y alto). Esto posibilita la 55 generación de modelos en 3D o imágenes y videos renderizados del camposanto.

Los tipos funerarios encontrados en el Cementerio Universal son: Sardinel, sardinel con pasto, sardinel de cantería, sardinel enrejado, tumba sencilla, tumba compuesta, plataforma, combinada, muro cementerio, mausoleo, gaveta sencilla, gaveta compuesta, bloque y columbario. Es importante resaltar que a lo largo de este estudio se encontró que en muchas oportunidades no existían lápidas sino piedras u otros indicadores que aunque sin ofrecer ninguna información del difunto, anunciaban la presencia de restos mortales, e incluso se reportaron casos donde no se encontró ningún tipo de referente. Frente a esta circunstancia es bueno anotar que en la actualidad existen tecnologías como los radares de penetración terrestre y magnetómetros que permiten localizar ataúdes 58 con precisión y alteraciones del suelo que indican remoción de tierra. Registro fotográfico Fue realizado por el Semillero de Muerte adscrito al Grupo Interdisciplinario de Estudios sobre Cultura, Derechos Humanos y Muerte, y un fotógrafo profesional. El registro capturó cada una de las tumbas, lápidas y detalles de decoración asociados al entierro con el fin de recopilar de la manera más fiable la forma, materiales, diseño y ornamentos que acompañaban a cada sepultura. Se fotografió el frente, uno de los costados y la parte trasera de cada estructura, fuera esta una tumba simple o colectiva. Cada registro estaba referenciado con el número del cuadrante donde se halló, el número de estructura dentro de su respectivo cuadrante y una flecha que apuntaba hacia el norte para precisar la ubicación e inclinación de cada estructura. Igualmente, se fotografiaron sus lados con escalas de colores rojo y blanco (1.5 m de altura, 50 cm de intervalo) para dimensionar su tamaño. En cuanto a la decoración y lápidas, se hicieron acercamientos fotográficos de las piezas acompañados de escalas más pequeñas (1 m de altura, a 25 cm y 10 cm de intervalo). Todo ello con el objetivo de preservar digitalmente no sólo las dimensiones y detalles de las estructuras, sino para crear un acervo visual del cementerio que pudiera apreciarse en el futuro. Acción que cobró más sentido, al ser quizás el último registro pormenorizado de este panteón hoy totalmente desaparecido. Para ejemplificar la metodología de registro fotográfico empleada, a continuación presentamos el caso de la estructura B.3.7.

Imagen 1.Plano de planta del Cementerio Universal con estructuras funerarias y otros elementos.

A causa del tamaño del predio (6,000 m²), este fue divido en diez cuadrantes (A-K) para organizar la información recolectada, localizar tumbas en el espacio total y poder planificar las jornadas de trabajo en campo. El formato de recolección sobre información arquitectónica incluyó en este caso: datos sobre las medidas de cada estructura, materiales de construcción empleados, detalles de decoración, estructuras de protección 56 como rejas, tipología de las losas sepulcrales y la tipología de las tumbas. Esta última categoría hacía relación a los tipos de sepulturas, los que presentan un amplio rango de diseños, desde tumbas sencillas a complejos mausoleos. En este sentido es importante resaltar el trabajo de la arquitecta 57 mexicana Ethel Herrera Moreno en el Panteón Francés de la Piedad en la Ciudad de México, quien propuso una tipología de los monumentos funerarios que sirvió de base para la clasificación realizada en esta investigación, a la cual se sumaron nuevos tipos presentes en la localidad de estudio. 55

Proceso informático de generar fotorrealismos en tercera dimensión y que requiere de programas especiales tales como Archicad, 3D Max, Rhinoceros, entre otros. 56 Consúltese el trabajo de George Thomson, Scottish discoid gravemarkers: The origins and classification of a rare type of mortuary artifact, en Markers, The Journal of the association for Gravestone Studies, Greenfield, 2008, pp. 45-66. 57 Ethel Herrera Moreno, Tipología arquitectónica de los monumentos funerarios del Panteón Francés de la Piedad de la Ciudad de México, enApuntes, vol. 18, núm. 1-2, Bogotá, 2005, pp. 106-117.

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Gary Foster y Richard Hummel, Applications of developing technologies to cemetery studies, en Markers, The Journal of the Association for Gravestone Studies, Greenfield, 2000, pp.116-119.

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para capturar una mejor definición del diseño y detalles de la losa y emplear trípodes para evitar distorsiones y optimizar la definición de imagen. En casos en que las losas se encuentren erosionadas o las inscripciones sean ilegibles es posible usar el programa Adobe Photoshop para la edición 63 y retoque digital que permitan ajustar atributos de la imagen y visibilizar detalles. Registro de videograbación La videograbación de un recorrido por el cementerio se realizó con el equipo de grabación del Centro de Producción Audiovisual de la Universidad 64 Pontificia Bolivariana-Seccional Bucaramanga. Este recorrido tuvo el propósito de capturar en cámara tanto las estructuras arquitectónicas como el ambiente en que ellas se encontraban, al igual que registrar en audio las inscripciones de las lápidas. El video es un recurso útil en el posicionamiento de las tumbas, ya que ilustra las distancias y la relación existente entre los diferentes elementos naturales y artificiales, presentes en el cementerio. Así mismo la grabación ilustra la atmósfera y las actividades que se llevaron a cabo durante la etapa final de vida del cementerio.

Imagen 2. Ejemplo del método de registro fotográfico de estructuras arquitectónicas. La alta resolución de las imágenes permite un registro nítido de las estructuras pero a la vez dificulta el almacenamiento de las mismas en dispositivos virtuales. Se recomienda tener dos versiones: una versión de menor resolución y peso para la manipulación más rutinaria de los datos, y otra versión de alta calidad para publicaciones, análisis de detalles, impacto 59 60 estético y como documento/evidencia para consulta. De hecho, el acervo virtual de lápidas es una iniciativa adoptada por varias instituciones como la 61 Association for Gravestone Studies(AGS) que alberga los registros de varios expertos en cultura funeraria para la consulta del público en general y el estudio sistemático de losas sepulcrales en todo el mundo. Para lograr fotografías de óptima calidad es recomendable la limpieza de la estructura, especialmente de la vegetación circundante, restos orgánicos o basura; lo que permite la visibilidad de la estructura en todas sus dimensiones. En aconsejable evitar el uso de detergentes, productos químicos o herramientas metálicas puesto que inevitablemente deterioran las estructuras y a veces las dañan de forma irreparable. Igualmente se recomienda la toma de las fotografías en días con buena luminosidad, especialmente en el momento del día que los rayos solares caen diagonalmente a la lápida formando un ángulo no mayor a 30 grados (por lo general en las tardes y las mañanas, nunca al medio día),

Registro de las licencias de inhumación de los difuntos El registro de las licencias de inhumación de los difuntos enterrados en el Cementerio Universal se realizó en el Archivo Histórico de la Universidad Industrial de Santander (UIS) y el archivo del administrador del cementerio por casi cuarenta años, señor Alfredo Cifuentes Lozada. En medio de este proceso se transcribieron sistemáticamente en un archivo de Excel los datos encontrados en estos registros entre los años de 1960 a 2004. Es importante aclarar que sólo fue posible consultar los datos a partir del año 1960,pues según afirmación del último administrador del cementerio, un incendio destruyó toda la información previa. La información consolidada de las licencias de inhumación incluyó: número de boleta, nombre completo del difunto, fecha de defunción, nombre del doliente, estado civil, edad, ocupación, lugar de nacimiento, causa de muerte y si recibió o no asistencia médica. Tras esta fase de recopilación, se cuenta en la actualidad con 1.934 entradas que, en su gran mayoría, aportan información de cada una de las categorías listadas anteriormente y que fueron procesadas en el software estadístico SPSS, a partir del cual se

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Para realzar la belleza de las losas se acostumbra tomar una serie de fotografías sin escalas ni otro elemento de medición a la mejor resolución posible. 60 Joanne Baker, Daniel Farker y Anne Giesecke, Recording cementery data, en Markers, The Journal of the Association for Gravestones Studies, Greenfield, 1979-1980, p. 108. 61 Página web: http://www.gravestonestudies.org/

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Ibid., pp. 109. Gary Foster y Richard Hummel, op. cit., p.115. 64 Existe alrededor de dos horas de rodaje en videocassette DVM60. 63

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pudieron evidenciar frecuencias e identificar tendencias durante las décadas del registro estudiado. Es oportuno mencionar que el uso de los datos alojados en las licencias de inhumación presenta sus propios limitantes, debido a los cambios hechos en los modelos que imposibilitan la realización de estudios longitudinales sistemáticos. Por ejemplo, en Colombia la identificación y registro de la causa de fallecimiento del difunto, ha tenido severas modificaciones. En 1916, a través de la Ley 66 de dicho año, el Gobierno Nacional impulsó las estadísticas nosológicas que requerían de un concepto médico para emitir el certificado de defunción, trámite que antes no era necesario pues era competencia de las autoridades eclesiásticas. Para el año 1934, los notarios municipales y los secretarios de concejo en los municipios emitían las actas de defunción con la siguiente información del difunto: lugar de origen, nacionalidad, edad, ocupación, fecha y hora de muerte. Es hasta 1952 cuando el Ministerio de Higiene estableció la 65 práctica de viscerotomías y autopsias sistemáticas, aunque en muchos casos las familias compraban los certificados médicos para evitarle este procedimiento a sus seres queridos. Nuevamente en 1970 se volvió a cambiar el modelo de la licencia, agregando ala información previamente solicitada: estado civil, documento de identidad y causa de muerte con 66 nombre y número de licencia del médico que la comprobó.

árboles y el ruido de la calle era más disipado. El equipo utilizado fue una grabadora periodística digital y un micrófono externo. El registro fotográfico, por su parte, se hizo con cámaras digitales de poco alcance, lo que infortunadamente implicó una captura pobre de animales a larga distancia. No obstante se logró hacer un inventario visual y sonoro de la biodiversidad que habitaba en el cementerio. Potencial de la recolección de datos en campo El rescate y recopilación del abanico de datos obtenidos en campo permite acceder a un universo de información complementaria, sobre los muertos y sobre los vivos, de su patrimonio material e inmaterial. Las lápidas, por ejemplo, son documentos que encapsulan datos sobre el difunto y el rol ocupado en vida, al igual que la relación con sus deudos, generalmente plasmados en los epitafios. La captura de información escrita e iconográfica debe respetar el deletreo, errores y número de líneas para posteriormente 67 poder realizar análisis semióticos y literarios. En conjunto con el estudio de tumbas y licencias de inhumación, se pueden establecer diferenciaciones sociales que involucren ubicaciones preferenciales dentro del espacio, tipo de entierro, costos de materiales y 68 reconocimientos dados a los difuntos . Adicionalmente, las estadísticas de las causas de fallecimiento describen aspectos de los estilos de vida y sistemas médicos por periodos de tiempo, al igual que reflejan conflictos sociales como puede representarlo el incremento de las muertes violentas. Esto por mencionar sólo algunos casos. El registro de los datos en formatos, inventarios y catálogos debe incluir la totalidad del complejo funerario e incorporar información sobre el estado de las piezas y riesgos de posible deterioro, para con ello no sólo impulsar la investigación sino también el desarrollo de programas de 69 protección y gestión. De hecho, la atención prestada al diligenciamiento de fichas de cada tumba debe hacerse extensiva al cementerio como unidad integradora. En otras palabras, es recomendable elaborar fichas con datos útiles del panteón, tales como: locación y dimensión, número y estilo de las tumbas, épocas/cronología, estado de preservación, afiliaciones religiosas,

Registro de la riqueza de flora y fauna Este registro estuvo a cargo de dos biólogos quienes realizaron por solicitud del equipo investigador, un inventario de las especies de flora y fauna que albergaba el cementerio. El inventario contó con la toma de hojas de algunos especímenes del cementerio y el registro fotográfico de las plantas, mientras que el registro de fauna se realizó a partir de la observación de algunos animales, y el registro fotográfico y de audio para la identificación de sonidos emitidos por animales que no eran visibles al equipo. El registro sonoro de animales se realizó entre las 5.30 a 8a.m. y 5.00 a 6p.m. (cuando los pájaros emiten más sonidos), tomando la mayor parte de las tomas de sonido en la parte trasera del predio donde había más

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Mónica Giedelmann y Laura Jaimes, Losas sepulcrales como documentos históricos en el Cementerio Universal de Bucaramanga, Sanatnder, en Anuario Historia Regional y de las Fronteras, vol. 18-1, en prensa, Bucaramanga, 2013, pp. 217-238. 68 Mónica Giedelmann y Laura Jaimes, La necrópolis de los “perros”. Crónicas del Cementerio Universal de Bucaramanga, Colombia, en Anuario Colombiano de la Historia Social y de la Cultura, vol. 39-2, Bogotá, 2012. 69 Consultar trabajo de Carmen, Bermejo. El patrimonio funerario y la protección de los cementerios: retos y perspectivas. pp. 76-82. Santiago, 2010.

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Remoción de órganos o componentes anatómicos contenidos en las cavidades del cuerpo humano. 66 Luis Fernando Lizcano, Construcción histórica de un proyecto empresarial: el Parque Cementerio Jardines La Colina Bucaramanga Lta. 1970-1985, tesis de grado Escuela de Historia, Facultad de Ciencias Humanas, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, 2008, pp. 4156..

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Evidentemente, un cementerio ‘vive’ de la relación que se establece entre los vivos y los muertos. De tal manera, si las personas que están inhumadas en un camposanto logran atraer visitantes a pesar del paso del tiempo y la inexistencia de lazos sentimentales o de sangre entre ellos y quienes se acercan a sus espacios, se puede afirmar que se ha generado un interés público acerca de un elemento tan privado, como pueden llegar a ser los restos de un difunto. En este sentido, el Cementerio Libre de Circasia ha ganado con justicia su reconocimiento, en contraposición con el cementerio parroquial del mismo municipio. Aunque significativamente más pequeño y representativamente menos poblado de difuntos, el Cementerio Libre de Circasia goza del acompañamiento constante de visitantes tanto de la localidad, como de la región y de, incluso, turistas nacionales, toda vez que la historia de don Braulio Londoño Botero y el grupo de librepensadores que en la década de 1930 construyeron este cementerio, dejó una huella profunda en la historia regional al ser perseguidos y atacados por los representantes de una Iglesia Católica que no estaba dispuesta a perder sin luchar, las prerrogativas concordatarias que le adjudicaron el control absoluto de las inhumaciones de todos los colombianos, sin importar su credo, tendencia política, nacionalidad o circunstancia de muerte. Una hegemonía que más que un cariz humanitario (la sepultura de todos los cadáveres), con el tiempo se tornó en un aparato de control político y moral a través del cual se condenaba a la ignominiosa sepultura en los ‘muladares’ a suicidas, neonatos, ateos, masones, liberales y a todos a quienes en vida, o por las circunstancias de su muerte, perdían el beneficio de ingresar a los camposantos. En la actualidad, 80 años después de la eliminación de esa prerrogativa y sin que por esto la Iglesia Católica continúe siendo la propietaria de un amplio porcentaje de los cementerios del país, el Cementerio Parroquial de Circasia lejos está de ser un lugar turístico, padeciendo además la supresión de buena parte de sus mausoleos por cuenta de las constantes reformas a las que ha sido sometido a lo largo de las décadas. Si bien sus muertos recientes gozan del acompañamiento de sus deudos, la gran mayoría de quienes buscaron un refugio a perpetuidad yacen en la soledad y el anonimato, mientras ‘habitan’ los lugares en los que los unió la pobreza con sus vecinos en fosas, nichos y bóvedas, ante la

entre otras , que no solamente divulguen su riqueza patrimonial sino a que a su vez sirvan de estímulo y guía a futuros visitantes. Asimismo, este esfuerzo puede incentivar el aporte de recursos financieros provenientes de la sociedad civil o entidades públicas y privadas. Registro histórico en cementerios patrimoniales del Eje Cafetero Para el caso de esta investigación, uno de los primeros problemas a resolver fue el de seleccionar una muestra no solo de municipios, sino de cementerios, toda vez que el estudio cobijaba el Eje Cafetero colombiano, región que está compuesta por más de cincuenta municipios, divididos en tres departamentos. Decisión que corrió de parte del Máster en Antropología David Esteban Molina, Investigador principal y coordinador frente a Colciencias y la Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales, del 71 equipo de trabajo. Fue así como se seleccionaron los municipios de Manizales y Riosucio (departamento de Caldas), Pereira y Marsella (departamento de Risaralda), y Circasia en el departamento del Quindío. Paso fundamental para iniciar las indagaciones de tipo histórico frente a los cementerios de dichas localidades y la relación de las comunidades con su patrimonio funerario. Uno de los primeros hallazgos en ese sentido, fue el detectar cómo el vínculo existente entre los cementerios y las comunidades circundantes, variaba ostensiblemente entre una y otra localidad; llegándose a evidenciar escenarios en los que cementerios o sectores de los mismos gozaban de amplio reconocimiento y niveles de apropiación comunitarios, mientras otros amenazaban ruina ante el desdén y el abandono de sus administraciones, y la aparente apatía de los deudos. Pero, ¿Qué hace tan especiales a algunos cementerios, o a ciertas partes de estos, como para hacerlos dignos de ser valorados y se mantengan vivos a pesar del paso de los años? En nuestro concepto, son cuatro los factores que intervienen al momento de reconocer, de manera tácita o explícita, a un cementerio como un bien de interés público y cultural. A saber: los muertos, el arte, la arquitectura y los vivos. Los muertos

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Joanne Baker y Daniel Farker y Anne Giesecke, op. cit., pp. 100-102. David Esteban Molina Castaño (investigador principal), Cenotafio: relatos, análisis y evocaciones en torno a los cementerios de cinco municipios del Eje Cafetero Colombiano, Colciencias, Universidad Nacional de Colombia, sede Manizales. Manizales 2011. 71

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ausencia de deudos y visitantes que les dieran vida a unos espacios que sin 72 ellos, murieron definitivamente. Son millares de vivos a los que los muertos atraen día tras día a sus recintos. Personajes que a pesar del paso de los años, siguen suscitando el interés del público por sus vidas, obras y muertes. Difuntos que hacen ‘vivir’ sus respectivos cementerios, teniendo en cuenta que la muerte sólo les llega a los olvidados. A partir de la experiencia, es posible asegurar que un primer paso para poder poner en valor un cementerio, es adelantar una investigación de tipo histórico que permita identificar los hechos y personajes que hicieron posible la construcción del mismo, así como los vínculos existentes entre sus difuntos y el desarrollo del municipio, la región y, en casos extraordinarios, la nación. Información que debe ser dada a conocer a la comunidad y que puede ser condensada a manera de guías de visita, con el fin de que sean los habitantes de las poblaciones y, en especial, sus nuevas generaciones, quienes puedan entender, apreciar y defender los espacios funerarios, como fuentes históricas y de identidad para sus poblaciones.

Dejando a un lado las expresiones artísticas con las que los deudos plasman sus sentimientos en las lápidas, las cuales para este caso alcanzaban sus niveles más altos de desarrollo en los cementerios de San Esteban (Manizales), San Camilo (Pereira) y San Sebastián (Riosucio), donde la aglomeración de personas inhumadas promueve de cierta manera la creatividad en aras de marcar la diferencia y hacer visible al difunto; es posible diferenciar dos tipos de arte fúnebre: el particular y el público. Aunque la decoración de una lápida es obviamente una expresión artística con fines particulares (enaltecer la memoria de un difunto en específico), es importante hablar en especial del arte que acompaña algunos mausoleos familiares, así como a los sepulcros* de quienes gracias a sus recursos económicos, la propia voluntad (concebir en vida el espacio en el que se descansará tras la llegada de la muerte) o algún homenaje especial realizado por las autoridades públicas, gozan del privilegio de contar con un monumento propio que les permite sobresalir en medio de los demás finados. En este sentido los cementerios de San Esteban y San Camilo cuentan con valiosas colecciones de mármoles, bronces y estatuaria en general, los cuales conforman un conjunto con los vitrales, puertas, adornos y herrajes que delimitan cada uno de estos mausoleos. En medio del proceso de recolección de datos, no sólo reviste la mayor importancia conocer la historia de los personajes sepultados allí, sino de los artistas que fueron contratados para ornar estos monumentos fúnebres, así como los contextos históricos, religiosos y culturales en los que fueron construidos, lo que permite entender de manera hermenéutica a los cementerios como elementos constitutivos de la ciudad que los erige y de la época en que esto sucede. En cuanto al arte público, con esta denominación se hace referencia a las obras creadas con el fin de embellecer los espacios fúnebres en general, sin que se pretenda con ellas hacer un homenaje especial a ninguna de las personas inhumadas en cada uno de los cementerios. En medio de esta clasificación, entran las capillas, portadas, la red de caminerías, el paisajismo y, obviamente, las obras de arte de carácter civil o religioso con que se suelen decorar los cementerios, sin que exista una intencionalidad directa de festejar la memoria de un ‘privado’. Es importante reconocer entonces que hasta en los humildes cementerios

El arte Si bien el arte suele relacionarse de manera inmediata con las ‘bellas artes’, hay que entender que este término abarca todos los actos “mediante los 73 cuales el hombre imita o expresa lo material o lo invisible” . Así pues, no sólo las esculturas, los monumentos y las pinturas que se encuentran en los cementerios pueden ser vistos como la presencia del arte en los espacios fúnebres. También los arreglos florales e incluso los collages que realizan los deudos en busca de identificar y representar a sus muertos, son expresiones artísticas que deben ser tenidas en cuenta, así su existencia sea efímera y el estilo no revele los niveles de perfeccionamiento que pueden, o no, estar presentes en las grandes y vistosas esculturas de los 74 camposantos. Partiendo de esta base, consideramos dudoso que existaun cementerio en el que se pueda afirmar la ausencia total del arte en sus recintos, así la precaria situación económica de los deudos, e incluso la de las propias administraciones encargadas de su mantenimiento, puedan hacer deslucir los pocos o muchos elementos artísticos que contienen. 72

Al respecto se puede leer a Diego Andrés Bernal Botero, “El descanso de los libres: apuntes para una reseña histórica del Cementerio Libre de Circasia”, en David Esteban Molina Castaño (investigador principal), op. cit., pp. 135-149. 73 José Antonio Vásquez, Diccionario Enciclopédico, Barcelona, Olympia Ediciones, 1995, p. 125. 74 En este sentido es muy importante resaltar los aportes de nuestra amiga y colega la fotógrafa BirtePedersen, Entrada al cielo. Arte funerario popular en Ecuador, España, Nerea, 2008, p. 153.

*

Sepulcro: construcción, por lo común elaborada en cemento, que se erige elevada del piso para dar sepultura al cadáver de una persona, para honrarla y hacer más duradera su memoria.

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El sector patrimonial: Comprendido por el Portón de Acceso al cementerio, la zona de jardín donde se ubican los mausoleos de la élite manizalita de la primera mitad del siglo XX y el perímetro central del cementerio, demarcado por las galerías circulares internas y el templete del camposanto.

parroquiales, sus administradores han procurado ubicar esculturas en zonas comunes, en su mayoría relacionadas con temas religiosos. En este marco de referencia el cementerio que más se destaca por su esmero en decorar los espacios comunes, es el Libre de Circasia. Cementerio en el que además de un acertado y ordenado sistema de jardines y monumentos al aire libre, desde su propio diseño se incursionó en el manejo de la simbología y la perspectiva, elementos que hacen parte del siguiente ítem a evaluar.

Sector patrimonial

La arquitectura Teniendo en cuenta que los cementerios son réplicas de la ciudad que los construye y que reflejan las épocas y los contextos que esta afronta; el estudio de la morfología de los espacios fúnebres como tal, así como la lectura de los estilos arquitectónicos que en ellos se exhiben, es también un elemento muy importante al momento de valorarlos históricamente. Desde esta perspectiva, la estructura que encierra al Cementerio Libre de Circasia merece una altísima valoración, pues en medio de un contexto político y religioso evidentemente influenciado por la Iglesia Católica, la planta de los cementerios estaba definida por criterios teocéntricos, en los que la capilla o alguna imagen religiosa de mayor significación definían el eje del camposanto. Una de las innovaciones de este grupo de disidentes fue crear un cementerio ajeno a la influencia del modelo impuesto por el catolicismo, abiertamente relacionado con el 75 simbolismo masónico y la geometría esotérica . Códigos que ameritan ser analizados de manera detallada, pero que aún ocultan buena parte de sus secretos en la tradicional discreción de las logias masónicas y los archivos de los familiares de don Braulio, quienes salvaguardan esta bella obra arquitectónica. Otro cementerio que merece una especial mención por su diseño arquitectónico, el mismo que lo convierte en uno de los más interesantes ejemplos del estilo de una época; es el Cementerio de San Esteban en la ciudad de Manizales. Desde su concepción esférica, fue posible establecer tres sectores principales, de acuerdo con el desarrollo histórico y arquitectónico, las diferencias socioeconómicas y las manifestaciones iconográficas y rituales presentes en el cementerio.

Sector de consolidación

Sectores periféricos

Imagen 3. Cuadro de sectores:

En este espacio las labores de investigación y catalogación se centraron en reseñar los mausoleos y estructuras arquitectónicas que requerían restauración y protección como bienes patrimoniales, pues dan cuenta de la consolidación de Manizales como la capital del naciente departamento de Caldas en la primera mitad del siglo XX. El sector de consolidación: comprendido por las galerías y tumbas en tierra relacionadas con las reformas arquitectónicas realizadas al interior del cementerio en las décadas de los años setenta y ochenta del siglo pasado. En este espacio las labores de investigación se centraron en la identificación de elementos iconográficos y rituales asociados a imaginerías populares en torno a la muerte, así como a las prácticas que de ellas se derivaban.

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Bernal Botero, Diego Andrés, “Del mito al símbolo: análisis de la gramática masónica en los cementerios patrimoniales”, en Espacios funerarios... una mirada holística, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Puebla, 2011, pp. 103-114.

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Desde el punto de vista arquitectónico y funcional, se consideró que esta zona permitía ser intervenida con obras que consolidaran los usos presentes y restablecieran los espacios deteriorados, con el condicionante de guardar un vínculo con el sector de valoración y preservación patrimonial, de tal manera que no se le ejercieran presiones innecesarias que deterioraran los valores preservados en él, ni se afectaran los órdenes existentes en el sector de consolidación, garantizando la armonía estructural y funcional del cementerio en general.

Centrándonos en los espacios analizados, es posible entre muchas 76 otras, enunciar algunas de las actividades técnicas y expresivas que realizan algunas personas al interior de los cementerios, las cuales poco o nada tienen que ver con los muertos, al menos de manera directa. Los hay que vienen a los cementerios en busca de su sustento (un claro ejemplo son los venteros ambulantes y los encargados de la limpieza de las tumbas en el Cementerio San Camilo de Pereira, quienes les ofrecen sus servicios a los deudos en las horas de visita); otros que buscan un poco de diversión cultural y esparcimiento (las Noches de Luna Llena en el cementerio de San Pedro de Medellín, por ejemplo, ofrecen al respecto una variada programación cultural, la cual complementan con recorridos temáticos guiados); lo hacen también personas con objetivos un poco más deportivos (el Cementerio Patrimonial de Cuenca, Ecuador, contiene uno de los senderos peatonales más importantes para quienes encuentran en caminar, su salud y esparcimiento); algunos ingresan con planes románticos (Campos de Paz, también en Medellín, ofrece amplias posibilidades como sitio de descanso, en el cual se puede disfrutar del sol en buena compañía, mientras se ven aterrizar los aviones en el aeropuerto Olaya Herrera que sirve a esta ciudad); y hasta para los más osados, los cementerios son sitios económicos e ‘interesantes’ para satisfacer sus urgencias sexuales. Acciones que difícilmente pueden ser entendidas como parte de los rituales que se tejen en torno a la muerte, pero que no por eso pueden ser pasadas por alto al momento de analizar un cementerio, más aún cuando desde organizaciones como la Red Iberoamericana de Cementerios Patrimoniales, se promueve el hábito de visitar el patrimonio funerario por puro placer y deleite, o en algunos casos, de la mano de agencias de turismo que en asocio con las administraciones de los camposantos, ofrecen paquetes en los cuales la ciudad de los muertos le abre las puertas a los vivos. Al compartir estas dos experiencias de investigación en cementerios colombianos se deseó evidenciar la riqueza de información contenida en estos espacios funerarios, tengan o no declaratoria patrimonial. Se empezó con un recuento más técnico de recolección y procesamiento de datos in situ útil para la investigación social e interdisciplinaria que ofreciera algunos lineamientos básicos para enfrentarse al trabajo de campo y que posteriormente fueran enriquecidos por la comunidad de interesados en cementerios. En concordancia con lo cual se continuó con la exposición de

Sectores periféricos: comprendido por las tumbas en tierra distribuidas en las laderas ubicadas en la parte posterior del cementerio, las cuales fueron históricamente consideradas como el “muladar” del mismo y que, actualmente, son utilizadas para la inhumación de personas de escasos recursos y los cadáveres no identificados. En este espacio el trabajo se centró en identificar las posibles alternativas de uso y en proyectar la constitución de espacios de tipo memorial para los cadáveres sin identificar que allí se encuentran. Este ejemplo nos demuestra como el mapear el cementerio y analizarlo por secciones, le permite a un equipo de investigadores entender las dinámicas internas presentes en el espacio funerario, así como acercarse a su desarrollo histórico. A partir de este punto, es posible la elaboración de propuestas de guion museográfico para integrar los diversos sectores dentro de un discurso unificado que dé cuenta tanto del código arquitectónico general del cementerio (como medio ambiente construido y resultado de un proceso de consolidación que refleja desarrollos históricos de carácter urbano en la ciudad), así como de las particularidades de cada uno de los sectores referenciados. Los vivos En ese sentido entran todos los aspectos rituales, en los que no es preciso ahondar, pues cada espacio funerario encierra en sí mismo un conjunto de prácticas propias que deben ser rastreadas no solo a partir del análisis histórico (los archivos de prensa son buenas fuentes de análisis), sino etnográfico. Sin embargo, queremos resaltar que independiente de su relación directa con los difuntos sepultados en un cementerio, cada vez son más diversas las razones que motivan a los vivos a acercarse al espacio tradicional de los muertos por circunstancias un tanto(o radicalmente) diferentes a las funciones simbólicas y reales que cumple un camposanto.

76

Para dar un repaso acerca de en qué consisten son las actividades técnicas y expresivas, es recomendable leer a Leach Edmund, Cultura y Comunicación: la lógica de la conexión de los símbolos, Madrid, Siglo XXI, 1976, p. 142.

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un caso representativo de puesta en valor y apropiación social de la comunidad con su cementerio. Ideas sueltas para ambientar una discusión, la cual nunca tendrá un mejor escenario que un evento como el que en esta ocasión nos convocaba.

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Noticias del cementerio

incorporar de mayor a menor los datos o detalles que se relacionan con la misma hasta finalizar. Al examinar las viejas noticias que poseen alguna referencia a espacios cementeriales, advertimos que muy difícilmente hallábamos en ellas algún dato que nos diera la posibilidad de reconocer en estos lugares, algo más que espacios donde se ubicaba la morada final de los restos de un integrante de la sociedad. El sujeto de la noticia casi nunca era “el cementerio” sino la persona que era conducida al mismo para su reposo eterno. Es así que la voz cementerio aparecía meramente, en el contexto de la información que se brindaba respecto a la ceremonia que con mayor o menor boato se había celebrado en ocasión de las exequias de alguien socialmente destacado. Era común hallar títulos con abundantes lugares comunes tales como:

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José Luis Pignocchi Argentina

Introducción La propuesta de la presente ponencia es analizar desde una óptica periodística la evolución que la prensa ha mostrado respecto al tratamiento de las noticias que tienen como ámbito espacial nuestros cementerios. Trataremos de respondernos preguntas tales como: ¿Qué sucesos acaecidos en los cementerios eran noticia años atrás? ¿Qué se reflejaba comúnmente en ellas? ¿Cuáles la mutación que hoy surge de las actuales noticias del cementerio? En nuestros manuales de periodismo aparece definida la noticia como la información de un hecho de interés ocurrido recientemente, que constituye el elemento primordial de la información periodística y es el género básico de periodismo. Detengámonos brevemente en su morfología. Advertimos que se compone invariablemente de un título, elemento esencial e imprescindible que constituye el encabezado de una información, y está compuesto con una tipografía mayor que el resto del texto. Consiste en una frase breve, clara y concisa que recoge la síntesis o la esencia del contenido de la información. Luego normalmente hallamos un sumario, que indica brevemente el contenido de la noticia generalmente en forma de lista de temas o puntos tratados. Por último encontramos el cuerpo de la noticia que contiene el desarrollo de la información, presenta la noticia en su contexto incluyendo datos que no figuran en los titulares ordenados de mayor a menor importancia. Esta estructura es precisamente la que diferencia a la noticia de otros géneros narrativos ya que en esta materia lo que caracteriza a la noticia es la figura comúnmente asimilada a la pirámide invertida. Una narración común comienza con el planteamiento y detalles, continúa con datos de mayor interés y finiquita en el desenlace es decir la parte más importante del texto. Inversamente una noticia comienza con lo que posee máximo interés, es decir su título, para luego incluir una entrada, para por fin 77

“EL PUEBLO SE VOLCO A LAS CALLES PARA ACOMPAÑAR LOS RESTOS DE SU LIDER HASTA EL CEMENTERIO DEL NORTE” o BIEN “TUVO LUGAR EN LA CHACARITA LA INHUMACIÓN DE LOS RESTOS DEL CANTANTE…”o “UNA MULTITUD ACONGOJADA DESPIDIO LOS RESTOS DEL DR. EN EL CEMENTERIO DE FLORES”. Es decir la noticia que refería a un cementerio, meramente lo incluía como un elemento más para conformar la información que se intentaba brindar respecto a un hecho significativo como es el fallecimiento de algún miembro notable de una comunidad. Muy raramente eran noticia las obras que se incorporaban como “novedad” tales como los crematorios inaugurados en el cementerio de Chacarita de Buenos Aires, casi a principio del siglo XX. Leemos en la Revista Caras y Caretas del 28 de octubre de 1899 lo siguiente:“El cinerario de la Chacarita”. Es una verdadera novedad en Buenos Aires el departamento para cremación de cadáveres y el cinerario lugar destinado a la conservación de las cenizas de los cremados, que acaba de instalar la Municipalidad en el Cementerio de la Chacarita. Como dato curioso, podemos citar un aviso publicado en la misma revista, que era semanal y de amplia distribución, donde se anunciaban los tipos de servicios que ofrecía una funeraria de fines del Siglo, obviamente para la clase que podía abonarlos…

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Ello implica en definitiva una significativa aceptación de la muerte como un hecho común y corriente al que debemos aproximarnos despojados de los antiguos prejuicios que teñían y condicionaban cualquier referencia al tema. Hoy día la mayoría ve otra cosa cuando de un cementerio se trata, mucho más abarcativa, mucho más trascendente, reflejo infalible de lo que sucede más allá de sus muros, hoy los cementerios se admiran, se valoran y se conocen muchísimo más, no solo por su patrimonio material e inmaterial sino por ser un escenario más de una realidad social mutable, que día a día evoluciona y muestra rasgos singulares que el periodismo refleja en sus noticias, precisamente de ello se trata este trabajo.

C. ARTAYETA CASTEX (ANTIQUA CASA CABRAL) 1140, CALLE PIEDAD, 1150 Avisa al público que al hacerse cargo de esta casa ha Introducido mejoras notables, tanto en los carruajes de paseo como en los servicios fúnebres, que le permiten servir con elementos de indisputable superioridad y precios no conocidos basta hoy.' MIS TARIFAS Ataúd tallado, doble cajón metálico, manijas europeas Capilla ardiente con candelabros góticos y palmas varias luces - Inscripción grabada en chapa de bronce Avisos en El Diario, La Prensa y La Nación, etc. Carruaje para la familia, lacayo para la capilla ardiente Tren fúnebre de primera á 4 caballos 1 carruaje Imperial para coronas -3 carruajes de duelo, con lacayos -30 carruajes de librea para acompañamientoLacayos para recibir tarjetas. Todo por $ 6O0. Ataúd ovalado, tallado, con doble cajón metálico, manijas europeas Capilla ardiente con candelabros góticos y palmas varias luces Inscripción en chapa de bronce- Avisos en El Diario, La Prensa y La Nación Carruajes para familia -Lacayo para la capilla ardiente-Tren fúnebre á 4 caballos, de primera -Carruaje imperial para coronas -2 carruajes de duelo con lacayos-SO carruajes de librea para acompañamiento Lacayo para recibir tarjetas. Todo por $ 470.

EL cementerio como espacio de arte A partir de la visualización del cementerio como algo próximo, cotidiano, cuya trascendencia se hallaba muy lejos de ser el mero lugar de reposo de restos humanos al que lo tenía confinado la historia, su patrimonio artístico fue cobrando trascendencia y en consecuencia comenzó a aparecer frecuentemente como objeto de noticias periodísticas. Es así como dicho patrimonio fue cobrando relevancia en el interés público, y al hacerlo inevitablemente generó la necesidad de su difusión, de su conocimiento, de su información, ello a través del medio indicado. En el periódico digital cascara amarga. Es del colectivo gay español, apareció una bellísima nota titulada:

Cajón ovalado, con doble cajón metálico, manijas europeas - Capilla ardiente, candelabros gótico»- Inscripción en chapa de bronce -Avisos en El Diario. La Prensa y La Nación Tren fúnebre de primera 4 caballos. -2 coches de duelo con lacayos -10 carruajes de librea para acompañamiento -Lacayo para recibir tarjetas. Todo por $ 370. A t a ú d i m i t a c i ó n é b a n o , con doble cajón metálico y manijas de bronce -Capilla ardiente, con inscripción en chapa de bronce— Candelabros góticos Inscripción-Avisos en El Diario y La Prensa -Tren fúnebre de primera 4 caballos -2 carruajes de duelo con lacayos-10 carruajes de librea para acompañamiento –Lacayos para recibir tarjetas. Todo por $ 230. Unión Telef. 810 (Central) - Coop. 1017. NOTA.-Las licencias para el cementerio del Norte y Oeste se cobrarán aparte. — Se pueden hacer todas las modificaciones que pida el interesado.

Cementerios con cierto aire erótico En dicha nota se dio a conocer la obra del francés André Chabot, quien efectuara una recopilación fotográfica reuniendo lo mejor de la escultura funeraria de cementerios europeos. María Echevarria, la autora de dicha nota, consulta al autor cual sería la causa que en las ciudades de los muertos hubiera tantas esculturas sensuales, a lo cual el artista responde: En las ciudades de los muertos, la belleza del alma pasa por la belleza carnal y la belleza carnal responde siempre a los fantasmas del ser humano.

Aquellas estereotipadas formas han quedado hoy totalmente superadas y esa evolución es lo que deseamos reflejar en el presente texto.

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República, 7 vicepresidentes, 5 próceres de la Independencia, además de artistas, músicos hasta reconocidos futbolistas, todo lo cual sumado al recorrido por majestuosos mausoleos, sarcófagos, tumbas y esculturas sacras provenientes de Italia y Francia, logra, según dicha nota que en la actualidad el cementerio sea uno de los destinos turísticos de Guayaquil preferido por los extranjeros. Un ejemplo final de lo que venimos desarrollando lo constituye una nota publicada por el periódico de Alicante, España, Información el que ha dedicado varias publicaciones al cementerio de Alcoy. Una de ellas con el título “Cementerio de Alcoy, arte e historia a través del arte funerario” explica que en dicho lugar la zona de mayor riqueza y variedad artística se encuentra en los panteones externos, donde se encuentran auténticas microarquitecturas donde los diversos artistas tuvieron una considerable libertad creativa empleando además los nuevos materiales que caracterizaron a la Revolución Industrial, el hierro y el cemento, complementando todo con escultura y pintura como artes aplicadas. La nota se ilustra con magníficas muestras del acervo artístico de dicho cementerio.

Imágenes 1 y 2. Las fotos incluidas en dicha nota no hacen sino resaltar este concepto, como estas esculturas sensuales. Fuente: Archivo fotográfico de José Luis Pignocchi.

Otra de las notas que nos sirven para ilustrar este capítulo es aquella publicada por El Universo de Guayaquil, con fecha 13 de octubre de 2012 con el título: “El rostro artístico de la muerte, entre la historia y los mitos urbanos”. En la extensa nota dedicada a resaltar el patrimonio artístico del cementerio local, informa que una de las entradas del mismo posee una inscripción en latín que reza: ”Aquí está la puerta de la nueva vida”. Atravesando la misma se tiene la posibilidad de conocer los panteones donde descansan nada menos que 18 presidentes de la

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Imagen 5: Tomada del blog de Arantxa Carceller. Fuente http://delascosasqueveoyescribo.blogspot.mx/2012/09/visita-guiada-cementerio-dealcoy.html.

Turismo en cementerios o necroturismo Sin ninguna duda nos hallamos en la cuestión que más explosivamente ha estallado en el gusto popular, dando lugar en los últimos años a una verdadera revolución en el concepto de oferta turística. Sin dificultad, podremos evocar, las que hoy parecen lejanas épocas, donde los cementerios rodeados de un aura de misterio y prejuicio no solo no convocaban a visitantes más allá de doloridos deudos o generosos acompañantes de cortejos que buscaban una última morada, sino que por lo general repelían la idea de concurrencia a los mismos precisamente por la asociación de presencia y angustia en un mismo acto. Pensar aquella realidad y contrastarla con la actual, donde parece multiplicarse día a día las ofertas a realizar una visita “turística” a un cementerio, recorriendo sus instalaciones, conociendo su historia, sabiendo de las vidas de aquellos que se hallan allí enterrados, y aprehendiendo el inmenso acervo patrimonial que estos lugares encierran, no deja de sorprendernos. La prensa hace ya bastante tiempo ha superado el estupor inicial por la mutación de la conducta social que antes apuntábamos y se ha constituido en una propulsora entusiasta de este tipo de emprendimientos.

Imágenes 3 y 4: Tomadas del blog de Arantxa Carceller. Fuente http://delascosasqueveoyescribo.blogspot.mx/2012/09/visita-guiada-cementerio-dealcoy.html.

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Atrás han quedado aquellas crónicas donde se ponía de resalto la evolución que se advertía al aceptar que los cementerios abrieran sus puertas a grupos casi siempre acotados por sus organizadores de ávidos consumidores de cultura en sus más variadas formas. Las noticias reflejaron en principio esto como curiosidad, pero cuando comenzó a extenderse la práctica cobrando ribetes singulares como las visitas nocturnas, o bien aquellas guiadas “artísticamente” por actores profesionales que incorporaban al relato el acervo de su actuación personal, logrando un efecto atrapante, la prensa ya se volcó en forma decidida y entusiasta a la difusión de este tipo de iniciativas. Esta circunstancia ha sido tratada por ejemplo en la nota publicada por La Nueva España periódico independiente de Asturias, donde con el título de “Turismo de cementerios lápidas con cultura ”transcribe los conceptos brindados por Nieves Concostrina, una reconocida periodista de la península, quien es asimismo redactora jefa de la Revista Adiós de temas funerarios. Decía Concostrina en dicha nota:

Allí hemos podido leer una noticia que promovía una amplísima propuesta turística que tenía como epicentro la localidad de Monturque en Córdoba, Andalucía. La publicación llevaba como título “Córdoba inventa la ruta de la muerte: gastronomía, películas, visitas guiadas…”.En su texto explica que esa localidad acogería durante el puente de Todos los Santos, las jornada culturales y gastronómicas organizadas en torno a los ítems de los cementerios y la muerte, bajo la singular denominación de “Munda mortis”. El objetivo conforme plantea la nota es dar a conocer la Ruta Europea de Cementerios como Itinerario Cultural del Consejo de Europa. Por supuesto que en nuestra América pasa algo similar, fijémonos sino el tratamiento de la agencia Terra que divulga la siguiente noticia: “Tom Cruise hace turismo en su primera visita a Buenos Aires” donde da cuenta que el famoso actor: […] que realiza su primera visita a la capital argentina, tiene previsto hoy continuar el recorrido turístico por la ciudad que inició el lunes nada más llegar con una visita al cementerio de la Recoleta, donde está enterrada "Evita", presidentes y otras personalidades argentinas.

Me parece fantástico que se abran los cementerios al público porque habitualmente la gente acude solo en la festividad de Todos los Santos, con la cabeza gacha y no vuelve hasta el año siguiente”…”Dejar de visitar estos lugares es perderse un montón de cosas”…En España se confunde el respeto a los muertos con la posibilidad de visitar los cementerios. Tantos es así que lo más espectacular que he visto en un cementerio español ha sido precisamente el “yuyu” que le da a la gente visitar los camposantos, en comparación con otros países…

El periódico Sitio Andino, de la ciudad de Mendoza en Argentina, publicó hace poco la siguiente nota: (10/05/13) UNA NUEVA VISITA GUIADA AL CEMENTERIO DE CIUDAD La idea es transitar por los principales sepulcros e hitos de la necrópolis citadina para conocer su devenir en el tiempo, desde 1846, cuando fue habilitado.

El periódico Faro de Vigo, también de España, supo reflejar el surgir de esta modalidad de oferta turística con un artículo publicado en noviembre del año 2012 con el título de “Una oportunidad para conocer otro tipo de patrimonio, Una visita guiada a San Mauro abre mañana las jornadas dedicadas al arte funerario”. Señala allí ese medio que Dar a conocer un patrimonio poco estudiado y promocionado como es el vinculado a la cultura funeraria, es el objetivo de las jornadas que pone en marcha la Consejería de Patrimonio Histórico y que arrancarán mañana con una visita guiada al cementerio de San Mauro.

No solo los medios regionales se han hecho eco de esta tendencia que crece día a día, prueba de ello es la noticia publicada en el suplemento Viajar, del prestigioso matutino español ABCque se publica en Madrid.

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Barrio Cementerio es el nombre del sector más insigne de Tulcán. Icono turístico. Este lugar alberga al camposanto Azael Franco, obra de un total de 8 hectáreas convertida en ícono turístico por las esculturas en ciprés que evocan figuras representativas de la flora y fauna del Ecuador y de las culturas romanas, griega, inca, azteca y egipcia. El camposanto se divide en dos zonas: la primera ubicada en la parte frontal del cementerio, conocida como “Parque de los Recuerdos” y la segunda ubicada en la parte posterior, bautizada con el nombre de “Altar de Dios…

Para entender la belleza de lo que se trata de mostrar nada mejor que ver alguna de las esculturas vegetales que adornan el cementerio Azael Franco.

Imagen 6. Escultura en el Cementerio de Mendoza.Fuente: Archivo fotográfico de José Luis Pignocchi. Este sábado 11 de mayo, a las 11 (de la mañana), se realizará una nueva visita guiada por el Cementerio de Ciudad (avenida San Martín 1.100 (Las Heras, Mendoza). El circuito propuesto es "Historia del Cementerio de Mendoza". La idea es transitar por los principales sepulcros e hitos de la necrópolis citadina para conocer su devenir en el tiempo, desde 1846, cuando fue habilitado. La entrada es gratis. Se ruega puntualidad (10 minutos de tolerancia). Algunas veces la noticia periodística apunta a valores singulares ubicados en el camposanto, poniendo de resalto no obras escultóricas, o singulares tumbas históricas, sino creaciones muy llenas de vida.

Un ejemplo de ello es la noticia difundida por el periódico EL NORTE de Ecuador donde con el título de “CEMENTERIO UN BARRIO DE CONSTANTE TURISMO” hace conocer un maravilloso atractivo del cementerio de Tulcan, que lo llevó a convertirse en el lugar turístico más importante de la ciudad.

Imagen 7. La vida en el cementerio. Sociedad y espacios cementeriales. Fuente: Archivo fotográfico de José Luis Pignocchi.

Los cementerios tienen una vida, quizá no intensa ni alocada como la que hayamos más allá de sus muros, pero si sumamente variada. Suceden cosas en el cementerio, algunas son reflejo fiel de conductas sociales que van mutando y evolucionando al ritmo de la realidad.

Decía la noticia:

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Otras son situaciones que reflejan cambios en la propia dinámica interna de los camposantos, no faltan las generadoras de polémicas, como las que refieren a diversas imposiciones, o aquellas que mueven a risa y que ponen de resalto alguna circunstancia hilarante, o bien las que afectan nuestros sentimientos con hechos dolorosos que tienen como única originalidad que suceden ocultos por los muros de un camposanto. Prueba de esta última categoría es la noticia publicada por El País de España, con el título de “El cementerio de los vivos” que refiere a la realidad que se vive en un Cementerio del Gran Manila, el de Navotas donde tiene lugar una singular situación producto de la exclusión social de sus habitantes. Dice El País Navotas es una popular ciudad de Metro Manila, situada en la bahía y frecuentemente azotada por violentos tifones. La austeridad inunda casi todas las calles, donde los terrenos próximos a la costa son un infinito asentamiento de precarias casas, no muy lejos de los rascacielos de la zona financiera. No tiene mucho de turístico, sin embargo, aquí se adentran los viajeros más intrépidos para ver un lugar insólito: su cementerio. Su campo santo, ese lugar supuestamente destinado al reposo de los muertos, es aquí un lugar muy distinto. Al entrar, uno se encuentra con un ajetreado asentamiento lleno de familias que, al no tener hogar, decidieron instalarse aquí. La normalidad reina como en cualquier otro barrio manileño y decenas de niños juegan entre las lápidas blancas, tumbas y mausoleos, grabadas con apellidos españoles. Los pequeños son la alegría del cementerio y muestran su casa con orgullo. Al contrario que en otros muchos sitios de Manila, aquí no se piden limosnas. Recorriendo la calle principal se ven decenas de pequeños grupos, normalmente jugando a las cartas o simplemente contemplando con atónita mirada al extranjero. El cementerio cuenta con una plaza principal, un lugar muy transitado donde algunos vecinos pasan las horas charlando sentados en las sepulturas. Más adelante se encuentra un popular puesto de helados, una pequeña tienda, una concurrida mesa de billar y una abarrotada cancha de baloncesto, sede de interminables partidos, rodeada de nichos que ejercen a su vez de gradas.

Imagen 8. La vida en el cementerio. Niños jugando. Fuente: Archivo fotográfico de José Luis Pignocchi.

Una de las situaciones que mayor polémica despierta en ámbitos cementeriales es la que refiere a la cuestión del color que deben poseer las sepulturas. Este tema refleja la lucha del Estado regulador que no tiene mejor idea que pretender regular la libertad y la creatividad de sus súbditos hasta más allá de su muerte, lo que naturalmente y en muchas oportunidades choca con la resistencia ciudadana que tiene su propia estética y que quiere hacerla valer hasta el final de los días. La prensa en muchas oportunidades ha reflejado el tema. El periódico La Opinión a Coruña de Galicia, España, da a conocer lo sucedido en el pueblo de Carballo en la Costa da Morte gallega. Con el título de “Colores de discordia en el cementerio” El Concello Camariñán retira el mármol de dos colores que una familia había colocado en el camposanto por infringir la ordenanza, refiere la nota que: Operarios del Concello de Camariñas retiraron ayer el mármol de dos colores que una familia de la localidad había colocado sobre el cenicero del cementerio municipal donde está enterrado el que durante muchos años fue teniente de alcalde en la localidad, Antonio Alonso Ballester.

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comentarios en voz baja. Finalmente les pregunté ‘¿qué pasa?, ¿pasa algo raro?’ Sí señora, me contestaron, es el panteón de las citas. Al llegar a este punto, a la vecina se le quiebra la voz de la indignación. "Allí están mis seres queridos. No puede ser que hayan hecho semejante cosa, usarlo para tener relaciones sexuales como si fuera un prostíbulo", expresó. La vecina aclara que lo relatado ocurrió hace ya algunos meses. "De inmediato cambiamos la cerradura y de allí en más dejaron tranquilo el lugar donde descansan mis familiares", dijo, pero volvió a indignarse al contar que en los últimos días descubrió que el misterioso tronco-banco había sido colocado en el interior de un panteón vecino, adonde, supone, se habrían mudado para seguir con las andanzas. "Desde chica mis padres nos enseñaron a custodiar la memoria de nuestros antepasados. Nos llevaban y rezábamos en sus tumbas. No puede ser que ocurra semejante cosa", dijo la mujer, aprovechando también para protestar por los reiterados robos de las placas de bronce y la falta de limpieza en el lugar.

La combinación de colores fue el motivo de la discordia que provocó un enfrentamiento entre familiares del fallecido y el alcalde, Manuel Valeriano Alonso de León, en otros momentos amigo y compañero de partido del fallecido…

Otra información del mismo tenor fue la publicada por la agencia Associated Press con el título de “Concejal de Luisiana propone prohibir tumbas coloridas”, transcribiendo palabras del concejal de Terrebonne, don Alvin Tillman, quien se opone a los colores en las tumbas señalando que “Antes de que uno se dé cuenta iremos allí y el cementerio lucirá como carnaval”… No faltan en esta categoría de noticias aquellas que nos sorprenden por la traspolación al ámbito del camposanto conductas que parecen absolutamente ajenas al mismo pero que sin embargo no dejan de reflejar situaciones que surgen de una realidad social, siempre cambiante, siempre modificándose independientemente de cualquier análisis de valor. Así aquella noticia leída en la revista El jueves de España con el título de “Cementerio alquila criptas por horas a parejas …”, decía la nota:

También esta categoría nos trae alguna sonrisa, como aquella noticia que contaba la historia de Petra Dumitru, un anciano rumano cuya tumba fue adornada con una foto que las autoridades hicieron retirar porque consideraron que era “indigna para una tumba” sólo por mostrar a Petra en una pose, aparentemente muy común en él.

[…] se ha popularizado entre parejas de adolescentes emos que, a falta de un espacio íntimo donde retozar lejos de miradas de adultos, o de gente viva en general, que es muy frívola, alquilan una cripta para convertirla en el burtoniano escenario de su eterno amor. Hacer el amor sobre una fría losa de mármol, a la luz de una vela derretida sobre un cráneo humano ya está al alcance de todo romántico por unos pocos euros. ¿A qué esperáis? Los vivos no os comprenden, y los muertos tampoco van a quejarse […]

Algo similar informó el diario digital unoentrerios.com.ar, de la provincia de Entre Ríos en Argentina con el título de “Habrían usado para “citas sexuales” un panteón del Cementerio Nuevo de Concordia” diciendo que: Grande fue la sorpresa de una vecina de Concordia cuando al llegar al panteón de su familia en el llamado "Cementerio Nuevo", encontró que había sido violentada la puerta y en el interior había un tronco de unos 50 cm de altura y 30 cm de diámetro, cortado cual si fuera un banco. La mujer, que relató los hechos a Elentrerios.com pidiendo reserva de su identidad, se sorprendió mucho más aún cuando fue en busca de una explicación del personal que en ese momento cuidaba el lugar. "Se empezaron a mirar entre ellos en forma extraña. Yo no entendía nada, pero los guié hasta el lugar y en el camino vi cómo hacían

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otras comodidades para su viuda, Adriana Villarreal, fue cerrada con candado, según informaron radios y diarios. "Mi idea es que no puedo pagar tanto dinero para quedarme en un hotel mucho tiempo y aparte lo vengo a ver a él, es el único familiar que tenía", explicó Villarreal, que enviudó en 2010, al sitio Misiones Online. La decisión de poner candado al panteón, que por fuera más parece una casita de muñecas, se tomó debido a las quejas de algunos visitantes del cementerio, que incluso dijeron que Villarreal ponía la música a "alto volumen". El comisario de policía de Dos de Mayo, Gustavo Braganza, explicó que debido a estas reclamaciones envió a unos inspectores al panteón, donde les atendió en pijama Adriana Villarreal, a la que le comunicaron los horarios de visita del cementerio local y la prohibición de pernoctar allí. "Pongo música despacito porque a él le gustaba la música de acá, tengo mi computadora con internet", afirmó Villarreal. "Hay que tener miedo a los vivos" La mujer, de 43 años, agregó que no tenía miedo de dormir al lado del féretro, porque "los muertos no hacen nada. Hay que temer a los vivos", subrayó en declaraciones a Radio Libertad. "Sabíamos que pasaba muchas horas, pero esto nos superó y tomamos las medidas correspondientes para que esta situación se regularice", dijo por su parte el alcalde de Dos de Mayo, José Luis Garay. Sergio Yede, de 28 años, murió en 2010 en circunstancias no aclaradas y desde aquel año la esposa reside en Buenos Aires, subrayó el comisario Braganza. "Cuando se ama mucho al hombre uno puede hacer ese tipo de cosas. Mi marido se merece eso y mucho más era una persona muy buena, todo lo que puedo hacer por él es poco", manifestó Villarreal, quien solía visitar la tumba en fines de semana y fiestas como Navidad y Año Nuevo.”

Imagen 9. Petra Dumitru, anciano rumano cuya tumba fue adornada con su foto. Las autoridades la retiraron porque consideraron que era “indigna para una tumba” sólo por mostrar a Petra en una pose, aparentemente, muy común en él. Fuente: Archivo fotográfico de José Luis Pignocchi.

Una noticia que fue ampliamente difundida en Argentina, fue la de aquella mujer que hizo del cementerio su casa para estar cerca de su marido. La misma fue difundida por la agencia EFE y reproducida por la prensa argentina y extranjera en forma masiva exhibiendo incluso la tumba en la cual se alojaba en sus visitas la viuda para poder seguir próxima a su finado y amado esposo. Así lo narraba la Cooperativa de Chile: Una argentina que para visitar cómodamente la tumba de su marido acondicionó el panteón como una confortable casa dotada hasta de cocina, ya no podrá pasar más allí los fines de semana como solía hacer, informaron medios locales. Por orden de la municipalidad de Dos de Mayo, una localidad de la provincia norteña de Misiones, la puerta del panteón que alberga el féretro de Sergio Yede, además de una cama, una cocina, un televisor y

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El objetivo del presente trabajo fue poner de resalto una mutación social cual es la posición de la gente frente a la muerte. Elegimos para ello el dato que nos brindaba la información periodística, un elemento vital para quienes pretendemos analizar los fenómenos que modifican la vida de nuestras comunidades. La prensa no crea la realidad, la refleja, en algunos casos la comenta, y siempre la difunde para que esa noticia crezca o desaparezca conforme la trascendencia que la propia sociedad quiera otorgarle. Así hemos visto como han variado las noticias cementeriales, desde las lejanas épocas de la cuasi negación de dichos espacios donde los mismos en muy raras circunstancias eran sujetos de la información y solo eran mencionados en su rol de última morada de los restos mortales de algún ciudadano. Aquellas épocas se caracterizaron por la gran resistencia por parte de la sociedad para advertir los valores patrimoniales que ellos reunían, su patrimonio era ajeno al patrimonio de las ciudades que los alojaban. Hoy día esa postura ha cambiado radicalmente, hasta el punto de haberse originado ofertas turísticas en derredor del fenómeno la que como dijimos ha dado lugar al neologismo necroturismo. Tan significativo como ello es la actitud de la prensa en general que ha vencido asimismo las resistencias internas y ha fijado su mirada en la “vida” que encierran los cementerios, ya que dicha vida no es más que un reflejo de lo que sucede allende sus muros. Es nuestro deseo que este tipo de aproximaciones nos permitan incrementar los puntos de observación que el fenómeno merece y que cada día nos adentremos un poco más en el mismo para goce de nuestros sentidos y enriquecimiento de nuestro espíritu.

Imagen 10. Tumba en la cual se alojaba una viuda argentina, para poder seguir próxima a su finado y amado esposo. Así lo narraba la Cooperativa de Chile: Fuente: Archivo fotográfico de José Luis Pignocchi.

Conclusión

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costumbres funerarias, que son aceptadas por el grupo social, que no son discutidas y que trascienden de generación en generación. Nuestro objetivo es discutirlas las diferentes técnicas y metodologías, de carácter multidisciplinario, que estamos aplicando para el registro y análisis de los Cementerios de las localidades de La Ciénaga y Azampay con el objetivo de establecer los modos tradicionales funerarios de estas comunidades rurales.

Propuesta metodológica para el registro y análisis de los Cementerios rurales de Azampay y La Ciénaga, Valle de Hualfín, Departamento de Belén, Provincia de Catamarca, Argentina. 78

Luis Noel Dulout 79 Rita Rodríguez Argentina

Métodos y técnicas Dado que los cementerios que estudiamos pertenecen a poblaciones actuales, contamos con una amplia variedad de información que requiere de la utilización de diversas metodologías y técnicas para su registro y análisis. La ubicación de los cementerios, su forma y dimensiones, son registradas por medio de técnicas topográficas. Dentro de estas contamos con una amplia gama que abarca el análisis de imágenes satelitales, fotografías aéreas y el levantamiento de planos. El registro y clasificación de la forma de los monumentos funerarios se realiza por medio de fichas confeccionadas ad-hoc donde se consignan elementos estructurales, previamente seleccionados, que permiten la clasificación y comparación en la morfología de los monumentos. El registro de los elementos de los datos filiatorios, temporales y de elementos decorativos en las tumbas se realiza por medio de fichas confeccionadas ad-hoc. Los elementos mencionados constituyen un cuerpo de información básica que nos permite la utilización de sistemas de información geográfica (GIS) para su análisis. Existe también un corpus de información, que está conformado por elementos pertenecientes al patrimonio intangible, rituales, comportamientos y normas sociales ante la muerte, que nos es de suma importancia para nuestros análisis. Esta información es registrada por medio de entrevistas a informantes clave. Estas entrevistas no estructuradas son procesadas y analizadas para establecer lo que denominamos como modos tradicionales funerarios. Otro corpus de información con el que contamos corresponde a repositorios documentales como libros de defunción, actas parroquiales y del Registro Civil. Esta información es registrada por medio de fichas individuales. La información obtenida es cruzada con la obtenida en los relevamientos realizados en las tumbas.

Introducción El valle de Hualfín, en la Provincia de Catamarca, Argentina presenta una gran cantidad de cementerios y tumbas que abarcan un extenso periodo desde tiempos precolombinos a la actualidad. Desde la disciplina Arqueológica el valle de Hualfín reviste una gran importancia, ya que la ocupación humana del mismo data desde los primeros periodos de poblamiento del Noroeste Argentino. Esta característica permitió que en la década de 1950 el Dr. Alberto Rex Gonzáles (González, AR. y Cowgill 1975) estableciera la primera secuencia maestra de las culturas arqueológicas que lo habitaron. Esta secuencia maestra fue realizada principalmente con materiales provenientes de alfarería procedente de tumbas de diferentes periodos. Por ejemplo encontramos tumbas aisladas de la cultura Cóndor Huasi en el período temprano (0 a 600 d.C.); 14 Cementerios en la localidad de la Ciénaga en el período medio (600 a 900 d.C.) y tumbas bajo piedra de la cultura Belén en el periodo tardío (900 a 1480 d.C.). Si bien el área de estudio cuenta con un amplio muestrario de la funebria arqueológica, en este trabajo no ahondaremos en las metodologías y técnicas utilizadas para su análisis ya que consideramos que pertenecen a los quehaceres de la disciplina arqueológica propiamente dicha. Nuestro objeto de estudio se centra en el estudio de los modos tradicionales funerarios (Dulout 2010) de las poblaciones actuales de Azampay y La Ciénaga. Esta decisión se basa en la diferencia del abordaje propuesto, ya que la arqueología debe realizar sus interpretaciones sobre el registro material de sociedades pasadas, aplicando metodologías que le son propias. En nuestro caso, por tratarse de poblaciones actuales, contamos con una gran diversidad de información que nos permite un abordaje diferente para analizar las características y la dinámica del conjunto de 78

Facultad de Ciencias Exactas y Naturales Universidad Nacional de Catamarca. Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica 79 Dirección de Antropología de la Provincia de Catamarca

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La información espacial Está conformada por los diferentes elementos que nos brindan un conjunto de información sobre las relaciones espaciales en diferentes escalas regional y local. Para los análisis de escala regional contamos con una amplia gama de instrumentos y metodologías. Entre los instrumentos que tenemos a disposición encontramos las imágenes satelitales, las hojas topográficas, las hojas geológicas las fotografías aéreas y los planos catastrales. Del análisis de estos instrumentos podemos obtener gran cantidad de información que comprende tanto el conocimiento de la topografía, las características geográficas y ambientales del área, las redes de comunicación y el posicionamiento y relaciones de los cementerios entre sí y con su entorno. En líneas generales el análisis de estos instrumentos nos permite conocer un panorama general de las características espaciales del área donde se encuentran los cementerios en estudio. Existen múltiples técnicas que nos permiten obtener información de las imágenes satelitales, estas están relacionadas con las diferentes resoluciones espectrales y espaciales características de cada una de ellas. Por ejemplo las imágenes Landsat que poseen dos bandas de frecuencia dentro del infrarrojo nos permiten establecer características ambientales del área, pero por su resolución espacial no son adecuadas para la realización de mapas base. El trabajo con hojas topográfica, geológicas, fotografía aéreas y planos catastrales nos brinda información sobre las diferentes características geomorfológicas y geológicas del área así como la distribución de la población. Dada la extensión de este texto y la gran variedad de recursos tecnológicos e informáticos con los que se cuenta en la actualidad no ahondaremos en las técnicas que se pueden aplicar a estos instrumentos ya que la técnica de análisis a aplicar dependerá en gran medida de la información que se quiera obtener. Lo que consideramos importante resaltar es que la información que nos brindan estos instrumentos nos permite un abordaje de la problemática sumamente útil para nuestras investigaciones. Consideramos al análisis de escala local a la información que puede obtenerse dentro del propio cementerio. Dada la gran cantidad de datos, de distinto nivel y complejidad, que están presentes en los cementerios, se necesita construir una metodología que nos permita organizar y sistematizar la información.

Se presenta la necesidad de dividir la colección y recolección de datos en diferentes tareas, tales como el levantamiento de planos, tanto topográficos como planimétricos; el registro de datos constructivos; el registro de datos simbólicos y filiatorios y la de datos documentales y entrevistas. En el presente trabajo aludiremos a algunas categorías de datos y sus problemas de colección. Para la colección de datos espaciales tomamos y adaptamos la metodología que se emplea comúnmente para el levantamiento topográfico. Consideramos a la topografía como la disciplina que tiene por objeto determinar las posiciones relativas de los puntos sobre o cerca de la superficie de la tierra. Esta metodología nos proporciona una noción clara del espacio y sus dimensiones, también importa el que estos datos puedan analizarse estadísticamente para establecer patrones, posibilitando así una mayor comprensión de la estructura social subyacente a los mismos. Un cementerio, en su conjunto, define por su función un espacio donde se realizan diversas actividades relacionadas con lo funerario. Funcionalmente podemos dividir a un cementerio en una serie de conjuntos con una función específica determinada, como por ejemplo, el área de servicios, el área administrativa y el área de tumbas, entre otras. El espacio del cementerio comprende en su interior tanto los espacios físicos como simbólicos y funerarios. Dado el gran avance tecnológico en la actualidad se dispone de una gran cantidad de materiales y técnicas para el análisis espacial, que van desde el empleo de imágenes satelitales hasta el uso de cintas métricas entre otros. Las imágenes satelitales, que pueden adquirirse de distintas fuentes que las comercializan, son una herramienta muy interesante ya que combinadas con programas de análisis de imágenes pueden arrojar buenos resultados. Cabe destacar que actualmente estas son muy sencillas de conseguir y en su gran mayoría se encuentran disponibles en internet. Sin embargo la correcta utilización de las mismas requiere de una serie de procedimientos como la georreferenciación y su correcta puesta en escala. Otro material disponible en el mercado, son las fotografías aéreas, para este tipo de estudios contamos con las que corresponden a los vuelos catastrales. Las fotos aéreas catastrales presentan escala 1:5000, esta nos sirve generalmente para realizar un mapa base donde volcaremos luego otra información.

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El problema que plantean estas fotos aéreas es que si bien son económicas, la escala es muy chica y no nos permite un análisis con gran grado de detalle. Existe también el problema de que generalmente los cementerios son áreas parquizadas, donde la copa de los arboles obstruye la visión, y en muchos casos como en las imágenes satelitales puede observarse la presencia de nubes que dificultan la visibilidad. Existen también en el mercado hojas topográficas confeccionadas por el Instituto Geográfico Militar. Las más apropiadas para nosotros son la que presentan una escala de 1: 25.000 y que pueden proporcionarnos datos de ubicación espacial precisos así como la existencia de puntos trigonométricos del mismo instituto. El inconveniente que se presenta es que en esta escala hay muy pocas zonas levantadas dentro de la República Argentina. Pasamos entonces evaluar los métodos que implican la medición directa sobre el terreno. Para estos métodos contamos con diferentes tipos de aparatos como teodolitos, niveles ópticos, planchetas y distanciómetros electrónicos (Estación Total) que son de gran utilidad, ya que permiten realizar gran cantidad de mediciones con alta precisión y en poco tiempo. Si bien este conjunto de aparatos es muy útil para el levantamiento de planos en cementerios, debemos tener en cuenta algunas dificultades de orden metodológico que pueden presentarse. Una de ellas está representada por visibilidad en el terreno que requiere alguno de estos instrumentos. Por ejemplo no es recomendable trabajar con Teodolito, Plancheta o Estación Total en cementerios con monumentos funerarios que superen el metro de altura, ya que los mismos dificultan la visibilidad y vuelven sumamente engorroso el trabajo. Este tipo de inconvenientes no se da en los cementerios con tumbas en tierra y en los cementerios parque, donde la distancia entre las estructuras funerarias y su altura no limitan la visión. En muchos casos los cementerios urbanos presentan estructuras que contienen en su interior gran cantidad de hierro y además pueden existir cañerías de agua metálicas y cables eléctricos, por lo tanto en estos casos no es recomendable la utilización de brújulas, ya que los elementos mencionados generan un campo electromagnético variable que introduce grandes errores en las mediciones realizadas. Cuando no podemos utilizar los aparatos, hasta ahora mencionados, se recomienda la utilización de instrumentos sencillos, tales como escuadras de reflexión, escuadras de prismas, clinómetros de mano, niveles de bolsillo y cintas métricas.

Estos aparatos de bajo costo tienen la ventaja de que pueden utilizarse en espacios reducidos, con poca visibilidad y si bien el levantamiento de planos es más lento, los resultados que se obtienen presentan una muy alta calidad. Técnicas que se pueden emplear para el levantamiento topográfico Para explicar la metodología que se puede emplear para el levantamiento topográfico de cementerios tomaremos como ejemplo el cementerio de Azampay en el que estamos trabajando. La metodología aplicada a partir de 1997 consistió en primer lugar en utilizar el método de radiación a partir de una estación fija con plancheta. Dado que el predio es pequeño y la pendiente no supera los dos o tres grados, se tomó la superficie como un plano horizontal y no se registraron en el plano las diferencias de altura. Primero se delimitaron las esquinas del perímetro, luego las aberturas del mismo y por último procedimos a tomar un punto por cada tumba. La orientación y dimensiones de cada tumba fueron medidas con brújula y cinta métrica. En este caso se utilizó la brújula ya que las estructuras funerarias no han sido construidas con hierro, ni existen por lo tanto campos electromagnéticos de diverso origen que afectaran la tarea. Como resultado de la metodología utilizada se obtuvo un plano original, en escala 1:200. Se eligió escala grande ya que permite realizar observaciones más ajustadas, conservando un tamaño practico para utilizar en el campo. Formas de sistematizar los datos para el levantamiento topográfico Para sistematizar los datos en el levantamiento topográfico hemos elaborado fichas o libretas de registro, que deben ser confeccionadas de acuerdo con el instrumento que se emplee para las mediciones. Existen una serie de datos que deben constar en cualquier tipo de libreta o ficha de registro de campo. Estos son: tipo de aparato utilizado, lugar, fecha, condiciones climáticas y operador. Si se trabaja con distanciómetro electrónico, debemos seleccionar que tipo de datos utilizaremos, ya que este aparato presenta las mediciones tanto en valores angulares como en coordenadas planas ortogonales. La libreta de registro para coordenadas planas debe contener los siguientes campos: punto estación, punto visado, valor del eje x, valor del eje y, valor del eje z y observaciones.

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Cuadro 3

En el campo de punto estación se anota el nombre del punto que se eligió como eje de coordenadas, solo cambiara si trasladamos el cero a otro lugar. En el campo punto visado se anota una numeración correlativa que nos permite identificar fácilmente los puntos dentro del plano que se dibuje. En los campos x e y se anotan las distancias medidas y en el campo z consta la diferencia de altura. Por ultimo en el campo observaciones se anotan características que describen al punto que se está midiendo. Este tipo de ficha también se utiliza cuando se trabaja con escuadra de prismas y cinta métrica.

PE

PV

X

Y

Z

Observaciones

Para la utilización de datos angulares la ficha debe contar con los siguientes campos: punto estación; punto visado; altura del aparato; ángulo horizontal con grados, minutos y segundos; ángulo vertical, con grados, minutos y segundos; distancia inclinada (o lectura de los hilos); distancia corregida; desnivel; cota y observaciones. Este tipo de ficha es similar a la que se utiliza con un teodolito.

Cuadro 2 DI

DC

Des.

Cota

Angulo vertical Gr. Min. Seg.

DI

DC

Des.

Cota

Obs.

Morfología de los monumentos funerarios Observamos recurrencia dentro de la morfología de los monumentos funerarios. Intentamos pues realizar una clasificación de los diferentes modelos, “La clasificación es un instrumento básico en todas las ciencias. Transforma el caos inmanejable del mundo exterior en categorías cuyo comportamiento puede ser observado. Cuanto mejor sea una clasificación, tanto más comprensivamente permitirá que nos adentremos en el origen, desarrollo e interacción de los fenómenos a los que es aplicada. En consecuencia la construcción de una buena clasificación es un prerrequisito necesario para el avance de cualquier campo de la ciencia” (Meggers y Evans, 1969). Para esto confeccionamos una serie de fichas de registro adhoc que fuimos probando en el campo hasta encontrar la que mejor se ajustó a nuestros propósitos clasificatorios. El método de seriación de la clasificación morfológica de los monumentos funerarios permite establecer la existencia de tendencias de cambios sistemáticos a través del tiempo. La selección de los elementos descriptivos para el establecimiento de la tipología de tumbas se realizó teniendo en cuenta reglas que posibilitaran discernir términos distinguibles y verificables por otros investigadores. En la selección de marcadores significativos se tuvo muy en cuenta evitar que las diferencias morfológicas mínimas multiplicaran innecesariamente el establecimiento de tipos. El relevamiento de los monumentos funerarios posibilitó establecer que pueden ser descompuestos en partes mínimas o estilemas, que no dependen del método empleado para su construcción sino de la apropiación de formas materiales que la población del área considera de alto valor estético y simbólico. Un estilema es una construcción formal peculiar y recurrente que permite el reconocimiento de un lenguaje arquitectónico particular. Fue tomado por los teóricos del diseño industrial, especialmente dentro del enfoque de la ecoestética (Sánchez, M. Suarez, J., 2003.) cuya propuesta se basó en considerar al diseño y a los objetos como lenguajes

Planilla para la colección de datos planimétricos de coordenadas cartesianas.

PE PV AP Angulo horizontal Angulo vertical Gr. Min. Seg. Gr. Min. Seg.

AP

Planilla para la colección de datos con plancheta.

Cuadro 1

PE

PV

Obs.

Planilla para la colección de datos planimétricos angulares

Para trabajar con la Plancheta podemos usar la ficha anterior, quitándole los datos de ángulo horizontal, que no pueden medirse con este aparato. El resto de los datos se miden de manera similar.

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Estilemas conceptuales de calidad: por su calidad los monumentos funerarios pueden construirse de dos maneras: en un solo bloque tallado en piedra o con planchas de piedra unidas con cemento u otros materiales.  Una pieza: monumento funerario tallado en un solo bloque de piedra.  Compuesto: monumento funerario confeccionado con planchas de piedra.

cuyo orden da coherencia al fenómeno comunicativo, otorgando una identidad al diseñador y al solicitante. Plantean la existencia de “alfabetos perceptivos” (opcit 2003) cuyos componentes esenciales son las unidades de significación formal mínima de la forma: Alfabeto de Estilemas que también puede ser denominado alfabeto de ecoformemas: son formas preexistentes en la cultura material de un nicho determinado que por su grado de sensibilidad hacia el grupo social donde se desplazan, son de rápida apropiación, fácil lectura, alta valoración y dotados de valores simbólicos; al ser expresiones morfológicas culturales que nacen y se desplazan en ese contexto se reconocen por su grado de reiteración, permanencia.

Estilemas conceptuales de forma y posición: Los estilemas pueden combinarse de la siguiente manera:  Losa 1.1. Por posición horizontal 1.1.1. Forma prismática simple: es un prisma sin agregados 1.1.1.1. Altas: más de 30 centímetros. 1.1.1.1.1. Con pedestal 1.1.1.1.2. Sin pedestal 1.1.1.2. Bajas: menos de 30 centímetros. 1.1.1.2.1. Sin pedestal

Los estilemas tomados para la seriación han sido establecidos de la siguiente manera: Estilemas formales: Hace referencia a los componentes estructurales del monumento funerario.

1.1.2. Forma prismática compuesta: es un prisma básico con agregados de otras formas, que pueden ser prismáticas o no. 1.1.2.1. Sin escalonar: no presentan desniveles en sentido longitudinal. 1.1.2.1.1. Altas: más de 30 centímetros. 1.1.2.1.1.1. Con pedestal 1.1.2.1.1.2. Sin pedestal 1.1.2.1.2. Bajas: menos de 30 centímetros. 1.1.2.1.2.1. Sin pedestal 1.1.2.2. Escalonadas: presentan dos niveles en forma de escalón longitudinal. 1.1.2.2.1. Altas: más de 30 centímetros.

Simples  Losa: Es todo elemento del monumento funerario que se encuentra en posición horizontal inmediatamente por encima de la tierra. Puede presentar una base pedestal de menores dimensiones que la soporta.  Lápida: Es todo elemento del monumento funerario que se encuentra en posición vertical inmediatamente por encima de la tierra o que puede encontrarse apoyada o sobresaliendo de la losa.  Pedestal  Columna: en las Lápidas Compuestas pueden presentarse: o COLUMNAS CILíNDRICAS: pequeñas columnas decorativas de sección cilíndrica adosadas a la lápida. o COLUMNAS PRISMÁTICAS: pequeñas columnas decorativas de sección cuadrada adosadas a la lápida. Compuestos  Lápida y Losa: Tumba que combina en el monumento funerario los dos elementos mencionados.

1.2. Por posición oblicua: Cuando la Losa presenta uno de sus extremos este más elevado que el otro 1.2.1. Prismática simple: es un prisma sin agregados 1.2.1.1. Altas: más de 30 centímetros. 1.2.1.1.1. Con pedestal 1.2.1.1.2. Sin pedestal 1.2.1.2. Bajas: menos de 30 centímetros. 1.2.1.2.1. Sin pedestal

Estilemas conceptuales:

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1.2.2. Prismática compuesta: es un prisma básico con agregados de otras formas, que pueden ser prismáticas o no. 1.2.2.1.1. Sin escalonar: no presentan desniveles en sentido longitudinal. 1.2.2.1.2. Altas: más de 30 centímetros. 1.2.2.1.2.1. Con pedestal 1.2.2.1.2.2. Sin pedestal 1.2.2.1.3. Bajas: menos de 30 centímetros. 1.2.2.1.3.1. Sin pedestal.

1.2.1.2 Finas: menos de 10 centímetros de espesor. 1.2.1.2.1Con columnas 1.2.1.2.1.1 Cilíndricas. 1.2.1.2.1.2 Prismáticas. 1.2.2 Redondeadas: cuando la terminación es redondeada 1.2.2.1 Anchas: más de 10 centímetros de espesor. 1.2.2.1.1Con columnas 1.2.2.1.1.1 Cilíndricas 1.2.2.1.1.2 Prismáticas

 Lápida (siempre verticales) 1.1 Forma prismática simple: aquellas que son solo una lámina, sin oquedades ni otras partes agregadas

1.2.2.2 Finas: menos de 10 centímetros de espesor. 1.2.2.2.1Con columnas 1.2.2.2.1.1 Cilíndricas 1.2.2.2.1.2 Prismáticas 1.2.3 Irregulares: cuando la terminación es irregular. 1.2.3.1 Anchas: más de 10 centímetros de espesor. 1.2.3.1.1Con columnas 1.2.3.1.1.1 Cilíndricas. 1.2.3.1.1.2 Prismáticas.

1.1.1 Rectangulares: cuando la terminación es plana. 1.1.1.1 Anchas: más de 10 centímetros de espesor. 1.1.1.1.1Sin columnas 1.1.1.2 Finas: menos de 10 centímetros de espesor. 1.1.1.2.1Sin columnas. 1.1.2 Redondeadas: cuando la terminación es redondeada 1.1.2.1 Anchas: más de 10 centímetros de espesor. 1.1.2.1.1Sin columnas. 1.1.2.2 Finas: menos de 10 centímetros de espesor. 1.1.2.2.1Sin columnas.

1.2.3.2 Finas: menos de 10 centímetros de espesor. 1.2.3.2.1Con columnas 1.2.3.2.1.1 Cilíndricas 1.2.3.2.1.2 Prismáticas 

1.1.3 Irregulares:cuando la terminación es irregular. 1.1.3.1 Anchas: más de 10 centímetros de espesor. 1.1.3.1.1Sin columnas. 1.1.3.2 Finas: menos de 10 centímetros de espesor. 1.1.3.2.1Sin columnas.

Losa y Lápida: Estilema estructural compuesto que surge de la combinación de los anteriores y que sus partes presentan las mismas características que las anteriores. Análisis del comportamiento de los estilemas formales

En el caso del Cementerio de Azampay se realizó un análisis estadístico con la totalidad de los monumentos funerarios relevados Se aplicó el análisis de Clustermatching, para identificar agrupamientos homogéneos de casos, con base en la presencia o ausencia de características seleccionadas. El criterio de agrupación fue el de Simple matching, que da igual importancia a todos los valores y los agrupa por similitud de sus componentes.

1.2 Forma prismática compuesta: aquellas que se componen de diversos volúmenes prismáticos o formas adosadas prismáticas o no. 1.2.1 Rectangulares: cuando la terminación es plana. 1.2.1.1 Anchas: más de 10 centímetros de espesor. 1.2.1.1.1Con columnas 1.2.1.1.1.1 Cilíndricas 1.2.1.1.1.2 Prismáticas

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Cuadro 4

Análisis multivariado Para establecer las diferencias entre los monumentos la muestra fue procesada con el programa PAST ver. 1.91 (Hammer, 1999 -2009) y se utilizaron dos métodos: el Análisis de Componentes Principales (PCA) y el de Árbol de Separación Mínima (MST). El Análisis de Componentes Principales (PCA) es sumamente útil para mostrar similitudes y diferencias en la identificación de patrones cuando contamos con gran cantidad de datos ordenados tridimensionalmente. Esta técnica se aplicó sobre una matriz simétrica de correlación donde las variables no se expresaron con la misma unidad. La matriz de correlación presenta la ventaja de ecualizar las influencias de cada variable, aumentando la influencia de las variables que presenta una pequeña varianza y suavizando las que presentan gran varianza. El Árbol de Separación Mínima es otro método estadístico sumamente útil para observar cómo se relacionan entre si los datos. Se utiliza para establecer si existe separación espacial entre los datos cuando estos aparecen superpuestos en un plano dentro de la matriz tridimensional.

TÍTULO EXTRACTO INFORMATIVO LUGAR Y DATA POR SU NATURALEZA EXTENSIÓN VERSIÓN ESTRUCTURA FORMAL EXTRACCIÓN JUDICIAL INTERVINIENTES DURACIÓN DEL TEMA

Análisis de información en repositorios documentales La búsqueda se inició con las fuentes historiográficas a la que recurrimos realizando el estudio y análisis de fuentes escritas, mediante una lectura crítica e interpretación de las mismas. Tal es el caso de consulta de los materiales documentales del Archivo Histórico de la Provincia de Catamarca, donde la revisión fue realizada en las Carpetas de la Sección de Gobierno, Correspondencia Oficial, Libros de Protocolo. Como así también la consulta sobre la tierra donde fuera edificado el lugar de inhumaciones y Carpetas de Índices Sucesorios. También se consultó los archivos parroquiales donde consta la información sobre fechas de nacimiento y defunción de las poblaciones de Azampay y La Cienaga. La metodología utilizada consistió primeramente en transcribir los documentos al tipo Literal Modernizada. Los planos fueron digitalizados, tomando los recaudos necesarios para la preservación del documento original. Para el análisis formal se utilizó el modelo de ficha empleada por la cátedra de Etnohistoria de la FCNYM de la UNLP, que registra los siguientes datos:

En este inciso se consigna el título del documento. Pequeña síntesis del contenido del documento. Se consignan lugar y fecha que figura en el documento. Se consigna el tipo de fuente. Periodo histórico y localización espacial que abarca el documento. Se consigna si el documento es de primera mano o transcripción. Se consignan la cantidad de folios o páginas del documento. Se consigna a que autoridades está dirigido el documento. Se consignan todas las personas mencionadas en el documento y el rol que desempeñan. Se consignan las fechas de inicio y fin que figuran en el documento.

Ficha de registro de datos documentales

Relevamiento de información y habitus sociales Los cementerios son espacios institucionalizados con un alto contenido de simbolismo y cuya materialidad manifiesta un discurso sobre el sistema de pensamiento, creencias y estructuras sociales de la comunidad a la que pertenece y trasciende. Nuestro trabajo presenta una mirada antropológica, abordando la problemática con enfoques tanto de la arqueología como de la sociología. Consideramos que el conjunto de prácticas funerarias pueden ser enfocadas desde la perspectiva de Bourdieu, ya que estas se corresponden con ciertos habitus relacionados específicamente con la muerte. Entendiendo que el habitus determina un conjunto de prácticas que son socialmente aceptadas, capaces de engendrar productos que tienen como límites las condiciones históricas y sociales. Producto de la historia, el habitus origina prácticas individuales y colectivas de acuerdo con los esquemas engendrados por la historia, asegurando la pervivencia activa de las experiencias pasadas. De esta manera, representa la capacidad infinita de engendrar productos que siempre tienen como límite las condiciones históricas y socialmente situadas de su producción, tan alejadas de una creación de novedad imprevisible como de una simple reproducción mecánica de los condicionamientos iniciales (Bourdieu 2007). El habitus no

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es estático, si bien conserva elementos originales por su condicionamiento histórico, tiende a ser resignificado y reelaborado a través del tiempo por medio de la introducción de nuevos elementos, que pueden surgir por propia creación de los practicantes como por la incorporación de elementos foráneos. El habitus es la presencia actuante de todo el pasado del cual es el producto, funciona como capital acumulado y produce historia a partir de la historia, asegurando así la permanencia en el cambio.

Es por ello que, hablar de modos tradicionales funerarios conlleva el estudio de los habitus relacionados con la muerte, que tiene por correlato un conjunto de prácticas funerarias arraigadas profundamente y que son características de una época, una cultura, una etnia y un sector social. Estos modos están basados en sistemas de creencias, actitudes y ritos que se dan tanto en el ámbito individual como en el colectivo. Desde este punto de vista, cada etnia y/o religión tiene su propio sistema de la muerte que es inseparable de su cosmología, su teogonía y su psicología, lo que da lugar a un lenguaje de la muerte que se expresará a través del ceremonialismo, de la arquitectura y del uso del espacio funerario. El abordaje arqueológico nos permitió analizar en los cementerios considerados el patrón de utilización del espacio, su expansión, la morfología de los monumentos funerarios y sus modificaciones en el tiempo. Asumimos que estas variables están relacionadas con el patrón poblacional, el crecimiento demográfico y con los cambios socioculturales y económicos de los actores sociales que construyen y utilizan los cementerios, convirtiéndolos en un testimonio permanente de la historia social. Las actividades desplegadas contemplaron la realización de planos de los cementerios considerados, el relevamiento de tumbas y la recopilación de datos en repositorios documentales como registros parroquiales y municipales. Se recurrió a entrevistas en profundidad con diez interlocutores del área de investigación, que fueron analizadas para visualizar convergencias y divergencias en el ritual funerario. Utilizamos el termino interlocutores ya que intentamos superar la clásica relación Investigador / investigado fundada en el trabajo de campo con “informantes”. (Bartolomé 2000)

El habitus es el que permite habitar las instituciones, apropiárselas de manera práctica, y por lo tanto mantenerlas en actividad, en vida, en vigor… pero imponiéndoles las revisiones y transformaciones que son la contraparte y la condición de la reactivación… (Bourdieu 2007: 93).

Por su parte, el conjunto de habitus se inserta en una esfera social específica, que está definida por relaciones objetivas, componiendo en este sentido un campo de producción social. Los campos presentan una serie de propiedades generales que son válidas para campos tan diferentes como el económico, el político, el científico, el literario, el educativo, el intelectual, el de la religión, etc. Pero, cada campo engendra el interés que le es propio, que es la condición de su funcionamiento. Constituyen espacios estructurados de posiciones a las cuales están ligadas cierto número de propiedades que pueden ser analizadas independientemente de las características de quienes las ocupan y definen, definiendo lo que está en juego y los intereses específicos del campo, que son irreductibles a los compromisos e intereses propios de otros campos. Cada campo genera así el interés que le es propio, que es la condición de su funcionamiento (Bourdieu 2010). De este modo, entendemos que los conceptos de habitus y campo propuestos por Bourdieu constituyen categorías analíticas que resultan pertinentes para interpretar e intentar comprender el ámbito funerario, asumido como un espacio en el que interactúan diferentes campos, tales como el religioso, el económico y el artístico. Las obras funerarias, las prácticas funerarias y la “industria” ligada a la muerte implican una relación productor-consumidor y un contexto social específico donde se producen, se distribuyen, se consumen y se genera la creencia en su valor. Todo lo que se advierte en un campo (capital, luchas, estrategias, etc) reviste formas específicas que no circulan necesariamente en otros microcosmos ni en el macrocosmos social en su conjunto. En éste contexto, asumimos que lo que está en juego en el ámbito funerario es la acumulación y/o el mantenimiento del capital simbólico (sensu Bourdieu 2007) del difunto, de su familia y del estamento social de pertenencia.

Conclusiones Los modos tradicionales funerarios de las colectividades rurales del valle de Hualfín, presentan características comunes, que engloban una serie de habitus de raigambre ancestral, que determinan la manera en que las colectividades se apropian del espacio funerario y del ritual en su conjunto. La aplicación de las diferentes técnicas y metodologías que empleamos desde un enfoque interdisciplinario, nos permite el análisis de múltiples aspectos relacionados con los elementos tangibles e intangibles que componen lo que denominamos modos tradicionales funerarios.

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Bibliografía – Bartolomé, M. En defensa de la etnografía. El papel contemporáneo de la investigación intercultural., Actas del VI Congreso Argentino de Antropología Social, Mar del Plata 2000 – Bourdieu P.Cosas dichas. GEDISA. Buenos Aires. 1988. – Bourdieu P. Razones prácticas sobre la teoría de la acción. Anagrama. 1997. – Bourdieu P. Cuestiones de Sociología.Istmo, Madrid 2000. – Bourdieu P. El sentido práctico. Ed. Siglo XXI. Buenos Aires 2007. – Bourdieu P. La eficacia simbólica: religión y política. Biblos. Buenos Aires Argentina 2009. – Bourdieu P..El sentido social del gusto. Ed. Siglo XXI. Buenos Aires. 2010 – González, AR. y Cowgill, G. Cronología del valle del llualfin. Obtenida mediante el uso de computadoras. l. Congreso Nacional de Arqueología Argentina: 1975. – Dulout, L. Procesos de transformación en el cementerio de Azampay. En actas y resúmenes del XIV Congreso Nacional de Arqueología Argentina. U.N.R. Rosario 2001. – Dulout, L. Utilización diferencial del espacio en cementerios urbanos. MIRADAS AL PASADO DESDE CHIVILCOY, formato CD. Editado por el Centro de Estudios en Ciencias Sociales y Naturales de Chivilcoy. Buenos Aires. 2003. – Dulout, L. D.C. Nazary. SempéM.C..Análisis de modos tradicionales funerarios en los Cementerios de las localidades de Azampay y La Cienaga, Departamento de Belén, Provincia de Catamarca.XI Encuentro Iberoamericano de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales. Paysandú, Uruguay. 2010 – Rizzo A. y M.C. Sempé. Cementerio de La Plata y su contexto histórico.Taller de arqueología histórica, sociedad chilena de arqueología. Santiago de Chile. 2001. – Sánchez, M. Suarez, J., ECOESTETICA. Revista de arte y diseño "OJO" N. 4. Editorial Universidad Jorge Tadeo Lozano, Bogotá, Colombia, 2003.

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Este trabajo es resultado de un proyecto que pretende desarrollar una propuesta integral para los cementerios históricos localizados en dichos municipios. Es una tarea ardua ya que además de los ubicados en las cabeceras municipales se están considerando los que se encuentran en las comisarías y subcomisarias de cada municipio. El municipio de Mérida está compuesto por la ciudad de Mérida, fundada el 6 de enero de 1542 por Don Francisco de Montejo “El Mozo” sobre los vestigios de la ciudad maya de Th’ó; Ciudad Caucel, una ciudad satélite desarrollada durante el siglo XXI; cuarenta y siete comisarías y subcomisarías; el Parque Nacional Dzibilchaltún y la Reserva Ecológica Cuxtal. Las cuarenta y siete comisarías fueron ordenadas por la Subdirección de Patrimonio Cultural del H. Ayuntamiento de Mérida en 2011 en seis microrregiones con características urbanas similares: Norte, Noroeste, Suroeste, Sur y Este. La región Norte está integrada por: Cholul, Chablekal, Dzibilchaltún, Dzidzilché, Dzityá, Kikteil, Komchén, Sac-Nicté, San Antonio Hool, Santa Gertrudis Copó, Santa María Yaxché, Sodzil Norte, Tamanché, Temozón Norte, Tixcuytún, Xcanatún, Xcumpich y Xcunyá. La cercanía con la carretera federal a la ciudad y puerto de Progreso le da identidad a estas comisarías. En ellas se puede ver un mayor desinterés por el patrimonio cultural ya que quieren mostrarse como localidades “modernas”. Sin embargo comparten la devoción por la Inmaculada Concepción, la Santa Cruz y algunos santos como San Pedro, San Antonio de Padua y Santa Úrsula cuyas imágenes se encuentran en los nichos de los cementerios de la región. Caucel, Cosgaya, Cheumán, Noc Ac, Sierra Papacal y Suytunchén componen a la región Noroeste. Esta región tiene como eje comunicante a la antigua carretera Caucel-Chuburná Puerto. El desarrollo económico de la región es menor. El abandono de la carretera que las une ha sido una profunda causa de su retraso económico, a excepción de Caucel junto a la que se construyó la ciudad satélite llamada Ciudad Caucel. La región Suroeste está conformada por: Chalmuch, Opichén, Susulá y Tixcacal. Esta es la región con mayor marginación y exclusión debido a que ahí se encuentra el relleno sanitario de la zona metropolitana de Mérida así como el complejo de seguridad que incluye a la fiscalía del estado y la cárcel para menores. Por su parte, la región Sur está integrada por: Dzoyaxché, Dzununcán, Hunxectamán, Molas, Petac, San José Tzal, San Ignacio Tesip, San Pedro Chimay, Santa Cruz Palomeque, Tahdzibichén, Texán Cámara, Tzacalá, Xmatkuil y Yaxnic. En esta región se encuentra la Reserva

Rescate del carácter simbólico del patrimonio cultural en los espacios públicos: los cementerios de la zona metropolitana de Mérida, Yucatán Nicte-há Gutiérrez Ruiz Raúl Enrique Rivero Canto México

Introducción Los cementerios son espacios sagrados por el valor que le da la sociedad a los restos mortales de sus seres queridos fallecidos; también lo son porque ahí se llevan a cabo diversas manifestaciones de la religiosidad de los pueblos entre las que destacan, en el caso iberoamericano, los ejercicios de la piedad popular católica. En la zona metropolitana de Mérida, Yucatán los cementerios históricos también son espacios públicos y como tales deben ser comprendidos en los ejercicios de análisis urbano arquitectónico y en las programas de desarrollo urbano. Objetivo La presente ponencia plantea una propuesta para la aceptación y apropiación de los cementerios históricos de la zona metropolitana de Mérida, Yucatán como espacios públicos por parte de la sociedad al rescatar el carácter simbólico de la piedad popular católica que en ellos se desarrolla, valorada como patrimonio intangible del pueblo yucateco. Es una propuesta que pretende difundir el valor del patrimonio cultural de los cementerios al mismo tiempo que conservarlos como espacios públicos. La Zona Metropolitana de Mérida, Yucatán De acuerdo con la Coordinación Metropolitana de Yucatán una zona metropolitana es “una unidad socio-espacial que posee una serie de particularidades económicas, sociales, ambientales, políticas y territoriales que se comparten de manera inherente e irrevertible entre las ciudades que la conforman, ocasionando que sus centros urbanos no distingan límites político-administrativos y exigiendo de manera inminente la coordinación 80 entre sus gobiernos para planificar su crecimiento y desarrollo” De tal modo que la Zona Metropolitana de Mérida está integrada por los municipios de Kanasín, Umán, Conkal, Ucú, Progreso y Mérida. En breve la mancha urbana se extenderá a los municipios de Tixkokob y Timucuy. 80

http://comey.yucatan.gob.mx/quienes.somos.php

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Ecológica de Cuxtal, principal reserva de la biodiversidad y acuífera del Municipio de Mérida. Son poblaciones con un marcado acento rural, a excepción de Xmatkuil que está próxima a conurbarse con la ciudad. Es una zona con muchas devociones populares, pero llama la atención porque no predomina algún culto a la Virgen María, a excepción de algunas actividades en honor a la Inmaculada Concepción. Los santos de mayor devoción en estas comisarías y subcomisarías son: San José, San Antonio de Padua y San Nicolás de Bari. Este último no es muy “famoso” en Yucatán pero su devoción se generalizó debido a que los habitantes de Dzoyaxché dicen que es muy milagroso. Finalmente, la región Este está conformada por: Chichí Suárez, Oncán, Santa María Chí, Sitpach y Yaxché Casares. Es una región bastante abandonada por las autoridades municipales. Su cercanía con la autopista a Cancún y la zona limítrofe con el municipio vecino de Kanasín complican aún más su situación. El culto a la Santa Cruz destaca fuertemente en esta región no sólo en las poblaciones sino que a lo largo de los caminos rurales se pueden ver cruces decoradas. Indiscutiblemente los cementerios no son una excepción.

noticias más antiguas que se tienen de lo que es ahora el Cementerio General remiten a San Antonio X-Coholté como una estancia (sin señalar si de ganado mayor o menor), y provienen de una escritura de remate en favor del capitán de caballos don Martín de Noguera, el 17 de noviembre de 81 1727”. Otro cementerio histórico dentro de la ciudad de Mérida corresponde al Centro Histórico de Chuburná de Hidalgo, pueblo colonial construido sobre un asentamiento maya prehispánico que ha sido integrado a la mancha urbana de la ciudad. Dicho cementerio ya estaba considerado como parte de la Zona de Patrimonio Cultural de Chuburná de Hidalgo según la reforma aprobada por el H. Ayuntamiento de Mérida en sesión de Cabildo del 19 de junio de 2007. El mismo instrumento legal incluye como Zonas de Patrimonio Cultural del Municipio de Mérida a 100% de la traza de las cuarenta y siete comisarías y subcomisarías. Algunas de ellas gozan de gran valor histórico como Caucel, otrora capital del kuchkabal maya de Chakán durante el horizonte clásico tardío. También destaca Cholul donde los evangelizadores de la Orden de los Frailes Menores (franciscanos) edificaron un gran templo en honor a San Pedro Apóstol desde el inicio de la primera evangelización aprovechando su cercanía con Conkal, sede del gran convento de San Francisco de Asís. Ahora bien, ¿cuál es la función de la declaratoria de Zonas de Patrimonio Cultural? Su principal impacto consiste en que la autoridad municipal competente debe preparar ordenamientos legales como reglamentos y programas de manejo para dichas zonas los cuales regularán las acciones que en ellos pueda realizarse de tal manera que se pueda realizar un aprovechamiento consciente, ordenado y sustentable del sitio. Con la declaratoria del Cementerio General de Mérida, la totalidad de los cementerios históricos del Municipio han quedado protegidos y son sujetos de una administración especial que valore tanto el patrimonio cultural tangible e intangible presente en ellos. Es justo ello, ser espacios donde convergen patrimonio natural, intangible y tangible, tanto arqueológico como histórico o artístico.

Los cementerios como patrimonio cultural A excepción de Mérida, los demás municipios integrantes de la Zona Metropolitana todavía no implementan estrategias efectivas para la conservación del patrimonio cultural. En algunos casos como en las comisarías del municipio de Progreso, es la propia población la que mantiene los elementos funerarios de valor artístico por la memoria de quienes ahí vivieron. Los elementos funerarios que se conservan en las capillas de las comisarías reciben mantenimiento de parte de las parroquias a las cuales pertenecen las capillas. Un ejemplo de ello es la capilla de San Ignacio de la comisaría del mismo nombre del municipio de Progreso la cual está administrada por la Parroquia de la Purísima Concepción y San José cuya sede está en la ciudad y puerto de Progreso, cabecera del municipio homónimo. El Cementerio General de Mérida fue declarado Zona de Patrimonio Cultural por el H. Ayuntamiento de Mérida conforme a la publicación de la Gaceta Municipal No. 278 con fecha del 20 de marzo de 2013. Esto representó un logro para la actual administración municipal y en especial para la Subdirección de Patrimonio Cultural encabezada por la M. en Arq. Laura María Sáenz Cetina. El valor del Cementerio General de Mérida es innegable su origen se remonta a la casa de San Antonio X-Coholté de origen colonial: “Las

Piedad popular católica, patrimonio intangible en los cementerios La piedad popular católica es el conjunto de manifestaciones religiosas de carácter popular surgidas por el encuentro entre las creencias locales y la fe católica que no se contraponen a las enseñanzas oficiales de la Iglesia 81

Limbergh Herrera Balam, El Cementerio General de Mérida, sus voces y su historia, Mérida, Ayuntamiento de Mérida, 2011, p. 31.

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Católica. La Santa Sede la define como “las diversas manifestaciones cultuales, de carácter privado o comunitario, que en el ámbito de la fe cristiana se expresan principalmente, no con los modos de la sagrada Liturgia, sino con las formas peculiares derivadas del genio de un pueblo o 82 de una etnia y de su cultura” . En las últimas décadas se ha desarrollado una creciente tendencia a reconocer el valor cultural de los ejercicios de piedad popular y las obras artísticas que de ella han resultado. La devoción a las imágenes religiosas y su colocación en las tumbas de los fieles difuntos, consideradas sagradas para la religión católica, constituye una de las muestras de piedad popular católica más frecuente en México. A través de la observación y el análisis de la iconografía religiosa presente en los cementerios se puede ver cómo, además de la devoción a santos locales muy particulares, existe la presencia de devociones 83 universales como la Inmaculada Concepción de María , el Sagrado Corazón de Jesús y San José. Estas tres devociones gozaron de gran popularidad, entre ricos y pobres, en el último tercio del siglo XIX justo cuando los cementerios se estaban construyendo o ampliando como en el caso del antiguo predio de X-Coholté. Una revisión de los elementos funerarios presenta tales devociones, un ejemplo de ello es el mausoleo familiar del doctor Álvaro Medina Ayora. “Este mausoleo adquirido el 10 de Agosto de 1908, presenta un estilo neogótico con esculturas en mármol italiano que lo hacen llamativo. Las esculturas representan a la Sagrada Familia conformada por María Madre de Dios, San José y el Niño Jesús, desaparecido en la actualidad, el conjunto escultórico está considerado como el único caso de escultura 84 religiosa dentro de la obra del escultor Tomassi”. Otra importante mezcla entre patrimonio edificado y patrimonio intangible representado por la piedad popular católica en el mismo espacio sagrado es el mausoleo de la familia Vega Ibarra y Castillo: “Cuenta con dos vitrales de motivos religiosos, uno dedicado a la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción y el otro a San José. La Inmaculada Concepción, además de ser la patrona de Yucatán (conocida como Nuestra Señora de Izamal), fue un tema muy común en la sociedad

aristócrata porfiriana debido a que poco tiempo antes, el 8 de diciembre de 1854, el Papa Beato Pío IX la proclamó como dogma de fe para el mundo 85 entero por medio de la Bula Innefabilis Deus” . Como ellos, muchas tumbas de finales del siglo XIX cuentan con elementos religiosos semejantes.

Imagen 1. Altar de Hanal Pixán en el Paseo de las Ánimas en las afueras del Cementerio General de Mérida colocado en la víspera de la Solemnidad de Todos los Santos, muestra de la piedad popular católica yucatanense. Fuente: Archivo fotográfico de Raúl Enrique Rivero Canto, 2011.

En el cementerio de la ciudad y puerto de Progreso se dan casos interesantes como el de la tumba de Natalia de Colozzi, inmigrante italiana fallecida en julio de 1918, quien en vida fue esposa del Piloto Mayor Julio Colozzi, importante marino del gobierno de Don Porfirio Díaz Mori. En su tumba se encuentra una fina talla en piedra de San Antonio de Padua. Contraria a la idea de un lugar tenebroso y macabro que se tiene de los cementerios, la piedad popular representa vida, alegría, la fe de un pueblo. Es por ello que se insiste en emplear ese elemento como detonador del rescate de los cementerios como espacios públicos, para que dejen de considerados simples espacios de muerte para ser espacios de valoración

82

Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, Ciudad del Vaticano, Librería Editrice Vaticana, 2002, p. 9. 83 También en su advocación de Santa María Madre de Dios o junto con San José y el Divino Niño integrando la Sagrada Familia de Nazaret. 84 Nicte-Há Gutiérrez y Raúl Enrique Rivero, “Las manifestaciones artísticas de la ciudad de los muertos: El Cementerio General de Mérida, Yucatán, México” en Arte y Sociedad Revista de Investigación, núm. 1, febrero 2012, Universidad de Sevilla-Universidad de Málaga. Consultado el 14 de junio de 2013 de http://asri.eumed.net/1/grrc.html.

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Id.

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cultural y espacios de fe. En breve, para que sean espacios sagrados para el pueblo yucatanense.

Existen diversos ejemplos de cómo los cementerios, a través de diferentes usos, se han rescatado y se ha logrado su mantenimiento integral. Uno de ellos es el Cementerio de Colón, en La Habana, Cuba, mismo que se encuentra en las guías turísticas, y que con sus ejemplos de arquitectura y escultura asombra a propios y extraños, siendo considerado de gran importancia a nivel mundial. Ejemplos más cercanos se encuentran en la ciudad de México, en Durango y en Guadalajara; el primer caso, el Museo Panteón de San Fernando, que forma parte de recorridos turísticos programados, cuenta con exposiciones permanentes y temporales, visitas guiadas, ciclos de conferencias, talleres infantiles y eventos artísticos como conciertos u obras 89 teatrales, enmarcados por sus impresionantes mausoleos. En Durango, se encuentra el Panteón de Oriente del Municipio de Durango, que alberga el Museo de Arte Funerario Benigno Montoya, denominado así porque en él se pueden observar obras creadas por Benigno Montoya entre 1989 y 1929, además de obras de escultores 90 anónimos tanto nacionales como extranjeros . En el caso del Panteón de Belem, en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, funge actualmente como museo; este panteón que fue proyectado por el arquitecto Manuel Gómez Ibarra a solicitud del obispo de Guadalajara, Mons. Diego de Aranda y Carpinteiro ya no cumple las funciones para las que fue creado, pero en él se realizan visitas guiadas. A nivel regional, en la localidad de Hoctún, Yucatán, la población ha logrado dar al cementerio un carácter turístico, con su gran colorido y tradición.

Los cementerios como espacios públicos Dentro de las ciudades, el espacio público fue, y aún es, uno de los principales elementos para su organización y resulta determinante en la forma y la disposición de las mismas. En él se reflejan la diversidad social y cultural, es un escenario para la expresión colectiva y constituye el ámbito de lo urbano por excelencia. El espacio público no es sólo un espacio físico, 86 también es un espacio simbólico . Este espacio ayuda a determinar quiénes somos y como somos. Sin embargo, existen urbanistas que afirman que el espacio público ha muerto, es decir, que estos espacios han perdido su vigencia y se encuentran subutilizados o en total desuso, además, estos espacios ya no resultan necesarios para la convivencia familiar y social, ya que han sido sustituidos por otro tipo de espacio que proporciona más comodidades y son más adecuados a la forma de vida actual, en donde la tecnología y sus 87 avances forman parte primordial de la misma , en contraposición, otros autores defienden la postura de que se está tomando conciencia acerca del espacio público, y se están tomando medidas para que estos espacios, adquieran vitalidad de nuevo mediante diversas acciones dirigidas a su 88 rescate y reutilización. Es por ello, que en el mundo actual globalizado, en el que el tiempo y la distancia toman nuevas caracterizaciones, es importante pensar integralmente en el rescate y reutilización de los espacios públicos tradicionales, así como de aquellos espacios que con las nuevas formas de vida van perdiendo su uso y se van abandonando paulatinamente. Tal es el caso de los cementerios, pues es cada vez más habitual que las personas compren criptas para depositar cenizas o restos óseos en las iglesias, que son más fáciles de mantener, lo que aunado a la complicada situación legal de los lotes en los cementerios, hace que estos se abandonen, con el consecuente deterioro y pérdida de los elementos artísticos que en ellos se encuentran.

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Bladimir G. Michel, “La historia de la ciudad... Es la de sus espacios públicos” en Arquitectura y Urbanismo, vol. XXVI, núm. 1/2005. La Habana, consultado el 10 de diciembre de 2007 de http/ www. cujae.edu.cu/ediciones. 87 R Salcedo, “El espacio público en el debate actual: Una reflexión crítica sobre el urbanismo post moderno” en Eure, vol. 28, núm. 84. Chile, consultado el día 18 de noviembre de 2007 de http// [email protected]. 88 Nicte-Há Gutiérrez. Percepción y uso del espacio público. Los parques de Mérida, Yucatán, tesis de maestría no publicada, Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán, 2010.

89 90

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www.cultura.df.gob.mx http//sic.conaculta.gob.mx

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Una característica del Cementerio General es que es atravesado por dos amplias avenidas en las que transitan toda clase de vehículos, incluso vehículos pesados, ya que el cementerio tiene acceso a dos calles secundarias: la calle 76 y la calle 81-A, por los que muchos vehículos “cortan” camino a través de él, lo que ocasiona una constante emisión de gases contaminantes, así como la reverberación de los vehículos, lo que ocasiona el deterioro de los materiales y elementos artísticos de valor patrimonial de los mausoleos, por lo que se propone sed cierre el paso al tráfico pesado, y que solo puedan ingresar los vehículos de los usuarios del lugar. Otra problemática que se ha detectado es el abandono en el que se encuentran los más importantes mausoleos del lugar, mismos que se encuenttran en su mayoría en deplorables condiciones, siendo los motivos de diversa índole y magnitud, por lo que, de acuerdo con el artículo 38 del Reglamento de Panteones o Cementerios del Municipio de Mérida que dice : “El derecho de uso sobre fosas se pierde cuando: I.Transcurrido el plazo de la temporalidad mínima establecido en el Título de Derecho de Uso, II. Por disposición judicial de autoridad competente y III. Se encuentren en evidente estado de abandono, se propone que estos mausoleos abandonados sean puestos a cargo del Ayuntamiento para su restauración y reutilización, convirtiéndolos incluso en pequeños jardines con bancas y espacios de descanso, toda vez que incluso se ha detectado que ya no hay restos óseos en ellos pues han sido exhumados. Otra de las propuestas para el rescate del espacio público, es la reforestación, ya que se ha detectado que la vegetación existente no es suficiente para el visitante. En las avenidas se observan algunos árboles de fronda amplia, pero en su mayoría son pinos o arbustos pequeños, por lo que es necesario crear espacios de sombra, ya que la mayoría de las bancas ubicadas en la zona se encuentran expuestas a las inclemencias del sol lo cual hace agotadora la visita al lugar. Una propuesta aún más profunda implicaría considerar un diseño del paisaje en el cual la vegetación del recinto sagrado sea propuesta como un jardín botánico de árboles endémicos regionales, ya que éstos suelen dar mucha sombra como el Makulís amarillo, Makulís rosado, Ceiba o Yaxché, Chakah, Tsalam, Pich, entre otros.

Imagen 2. Arriba a la izquierda, acceso principal del Cementerio de Colón, La Habana, Cuba, al centro y derecha, Panteón de Belem, Guadalajara, Jalisco; al centro, Panteón de San Fernando, México, DF; abajo, izquierda y centro, Cementerio de Hoctún, Yucatán; derecha, Acceso principal del Cementerio General de Mérida, Yucatán. Fuente. Archivo fotográfico de Nicte-Há Gutiérrez Ruiz.

En el Cementerio General de la ciudad de Mérida, recientemente declarado Zona de Patrimonio Cultural, se han implementado visitas guiadas, para grupos estudiantiles principalmente, a través de la valiosa gestión de la Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Edificado A.C (AYERAC). Pensando en el rescate del espacio público de los cementerios En esta propuesta se busca integrar, específicamente en el Cementerio General de la ciudad de Mérida, diversas estrategias que posteriormente puedan, en menor escala, aplicarse a los otros cementerios del área metropolitana. Será una especie de prototipo de diseño que pudiéndose aplicarse al caso más importante sería fácil hacerlo para casos mucho más sencillos. Entre estas propuestas se encuentran las siguientes:

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Imagen 4. Puede observarse en las imágenes superiores la falta de vegetación que proporcione sombra a los usuarios; Abajo, visitas turísticas a la rotonda de los socialistas ilustres. Fuente. Archivo fotográfico de Nicte-Há Gutiérrez Ruiz, 2012.

Imagen 3. Arriba, las principales vialidades del Cementerio General de Mérida; Abajo, ejemplos de mausoleos abandonados en evidente estado de deterioro. Archivo fotográfico de Nicte-Há Gutiérrez Ruiz, 2013.

El Cementerio General de la ciudad de Mérida posee un edificio de carácter histórico, que es el edificio original de la hacienda. Consideramos pertinente que se realice la propuesta de la AYERAC de convertirlo en Museo de la Muerte, con exposiciones tanto permanentes como temporales, ya que en la actualidad se encuentra subutilizado. Sin embargo se debe recuperar el área de la capilla orginal de la hacienda para convertirla en una capilla ecuménica que esté abierta para fieles de todas las religiones, ya que por el carácter laico que le dio origen al Cementerio General no cuenta con algún espacio de oración. Los baños se debe colocar en un espacio mucho mejor diseñado para tal función y contar con una adecuada fosa séptica que no contamine el subsuelo donde yacen los cuerpos de los meridanos. El área alrededor de este edificio puede ser adaptada para eventos artísticos de carácter público, como obras de teatro o conciertos.

Una forma de recuperar el espacio público, divulgando los valores patrimoniales que posee, es brindarle al cementerio un carácter turístico, lo que puede lograrse a través de su inclusión en las guias turísticas oficiales de la ciudad; considerarlo dentro de las rutas turísticas, como el paseo del turibús, que ya incluye la iglesia y el parque de la Ermita de Santa Isabel, ubicada a poca distancia del Cementerio General, por lo que bastaría con extender el recorrido hacia el sur para su inclusión; y plantear visitas guiadas diurnas y nocturnas para locales y turistas. Se ha detectado que ya existen algunas visitas turísticas aisladas, no promovidas por las autoridades competentes.

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dignos de conservar, recorrer y disfrutar, siendo un legado para futuras generaciones. Mausoleos, osarios, cinerarios, columbarios, nichos y demás, representan ideologías e idiosincracia de sus propietarios, reflejan el nivel socioeconómico de quienes los construyeron y demuestran mediante las manifestaciones artísticas la sociedad y la cultura de la que surgieron. Además, la revalorización del cementerio con un enfoque turístico, puede ayudar incluso a los habitantes de la zona, a través de una regeneración de las calles aledañas, así como un incremento en su economía. Todo ello incluyendo conceptos e ideas que revaloren tanto el patrimonio tangible como el carácter simbólico del patrimonio intangible del sitio.

Bibliografía  

Imagen 5. Vistas de la casa principal de la ex Hacienda San Antonio San X-Coholté, donde se ubica el actual Cementerio General de la ciudad de Mérida. Fuente. Archivo fotográfico de Nicte-Há Gutiérrez Ruiz, 2012.

 Para lograr una mayor difusión y entendimiento del carácter artístico patrimonial de las obras arquitectónicas, escultóricas y pictóricas que se encuentran en el Cementerio general, es importante darle difusión. Parte de esta difusión se refiere a folletos y libros, de los que ya se han publicado algunos; además, es importante diseñar y colocar la señalética adecuada para que el público en general se concientice tanto de éste valor patrimonial artístico, como de los personajes y grupos famosos importantes para la comunidad que descansan en este cementerio. Esta señalética debe incluir placas estratégicamente ubicadas, e incluso audio guías, que permitan difundir una parte del amplio acervo culturtal con que cuenta el pueblo yucateco.

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Conclusiones Los cementerios no tienen que presentar un carácter fúnebre, por el contrario, la enorme gama de elementos artísticos y de la cultura popular que poseen y que son reflejo de los momentos históricos, políticos y sociales por los que ha pasado la sociedad que los crea, hace que sean espacios



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Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Directorio sobre la Piedad Popular y la Liturgia, Ciudad del Vaticano, Librería Editrice Vaticana, 2002. Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há, Percepción y uso del espacio público. Los parques de Mérida, Yucatán. Tesis de maestría no publicada. Mérida, Universidad Autónoma de Yucatán, 2010. Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Rivero Canto, Raúl Enrique. “Las manifestaciones artísticas de la ciudad de los muertos: El Cementerio General de Mérida, Yucatán, México” en Arte y Sociedad Revista de Investigación, núm. 1, febrero 2012, Málaga, Universidad de SevillaUniversidad de Málaga, 2012. Consultado el 14 de junio de 2013 de http://asri.eumed.net/1/grrc.html. Herrera Balam, Limbergh, El Cementerio General de Mérida, sus voces y su historia, Mérida, Ayuntamiento de Mérida, 2011. Michel, Bladimir G., “La historia de la ciudad... Es la de sus espacios públicos” en Arquitectura y Urbanismo, Vol. XXVI, No. 1/2005, La Habana, 2005. Consultado el 10 de diciembre de 2007 de http/ www. cujae.edu.cu/ediciones. Orellana, Roger, Carrillo, Lilia y Franco, Verónica, Árboles recomendables para las calles de las ciudades de la península de Yucatán, Mérida, Centro de Investigación Científica de Yucatán, 2007. Salcedo, R. “El espacio público en el debate actual: Una reflexión crítica sobre el urbanismo post moderno” en Eure, vol. 28, número 84. Santiago de Chile, 2002. Consultado el 18 de noviembre de 2007 de http// [email protected]

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Los estados intencionales: para encontrar los sentimientos que le puede generar el sitio. Los símbolos: para indagar si el encuestado identifica al lugar. Los referentes culturales: para saber que conoce de la cultura del lugar. De la siguiente manera: -En una escala de valores de uno a cinco, cite que lugar ocuparía el cementerio en la ciudad. Siendo uno el valor más alto. 1. Edificio Gubernamental, 2. Parque, 3. Escuela, 4. Cementerio, 5. Hospital - ¿Cuál es la percepción que tiene al interior de un cementerio o cerca de este? -¿Existe una relación entre el proceso evolutivo de la ciudad y el desarrollo del cementerio? Explique -¿Considera usted que existe un valor artístico al interior de los cementerios? Explique -¿Cuál cree usted es el origen de los cementerios?

La resignificación de lugares funerarios Una propuesta para la recuperación, difusión y apropiación social del patrimonio en los cementerios patrimoniales Salvador Coronado Colombia

Introducción Los objetos de arquitectura son creados con la finalidad de buscar en el 91 usuario una aceptación emocional, comenzando con la percepción de la obra y terminando con la vinculación a ella en lo sentimental, lo anterior es lo que garantizará en el tiempo su duración, perdurabilidad, mantenimiento y sostenibilidad del objeto arquitectónico, es así, como la apropiación del lugar se fortalece con la unión hombre-edificio, haciéndola parte del hombre para no dejarla morir y mantenerla en el tiempo. Se considera esta relación como el objetivo principal del objeto arquitectónico. El propósito entonces, de la arquitectura, es la comunicación de materia y sentimientos, articulados en las líneas, trazas horizontales y verticales (sistemas de significación en la arquitectura) que refuerzan los conceptos de la razón, aplicados a la intención de diseño, entonces, la razón y los sentimientos se mezclan en el objeto arquitectónico. El significado en la arquitectura es la interpretación real del problema de diseño con la manifestación y creación de un objeto arquitectónico intencional. Esta relación no se debe plantear aislada, debe ser contextualizada para darle efectividad al valor simbólico y el significado que se quiere conseguir al crear un objeto para ser disfrutado por el usuario y sus futuras generaciones. La finalidad de la presente investigación, es la integración de pautas de la 92 sicología social, la pedagogía, la programación neurolingüística y la arquitectura, consiguiéndose a través de la estructuración de una estrategia pedagógica tendiente a la resignificación de lugares patrimoniales. Para este fin se utilizaron métodos de recolección de datos como la encuesta, construida con criterios de exploración a partir de criterios de significación planteados por Jerome Bruner. Con relación a los planteamientos expuestos por éste como: La exploración de los sentidos: se pregunta sobre la importancia de los cementerios. 91 92

La problemática se plantea, en como volver a mirar y revalorar un icono funerario que dotado de historia, de edificios o bienes de interés patrimonial, elementos de arte, leyendas, costumbres. Por otra parte, el desarrollo del cementerio patrimonial está en la transversalidad con el desarrollo urbano de la ciudad, entendiendo la historia de la arquitectura de la ciudad a partir del sitio funerario. Es la misma historia de la ciudad y de sus habitantes que crea estos espacios dotándolos de obras de carácter singular, haciéndolos únicos e irrepetibles. Todos los centros urbanos cuentan con un legado cultural al interior de los lugares patrimoniales funerarios, desconocido y desvalorado; no existe un significado con el cual remitirnos a este sitio, ni que el habitante de la ciudad pueda referenciar. La problemática de los lugares patrimoniales funerarios es de carácter nacional, local e internacional, ya que los bienes de interés cultural que se encuentran en los cementerios patrimoniales, están desfigurados e identificados sólo con sentimientos de temor, terror, pánico; escondidos en los cerramientos, deteriorados y subutilizados, con pocos caracteres simbólicos y carentes de otros significados. En ellos se han olvidado los grandes próceres de la patria, escritores, literarios literatos, artistas y hasta los grandes urbanistas arquitectos que desarrollaron la ciudad; no existe señal del sitio fundacional del cementerio (la primera tumba, la tumba del fundador del cementerio).

Enrico Tedeschi, Teoría de la Arquitectura, Buenos Aires, Nueva Visión, 1994, p. 73. S. Carrión, Programación neurolingüística, Barcelona, Océano, 2006.

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La problemática se amplía cuando existen valores reconocibles y no se tiene protección legal sobre ellos. Esta problemática esta también referida al contexto internacional, donde la pérdida de valores ha traído consigo el deterioro de los elementos 93 funerarios, que hacen parte de la antigüedad de los cementerios y la falta de mantenimiento, recrean en los usuarios lugares con todo tipo de problemas formales y edificatorios. Las nuevas posiciones frente a la normatividad desfiguran las costumbres de los antepasados, para darle forma a la nueva legislación. La poca gestión con respecto a la protección, salvaguarda y tutela de los sitios funerarios patrimoniales hace vulnerables estos lugares funerarios, otro factor sumado a esta problemática, es el desconocimiento de las riquezas contenidas en los cementerios patrimoniales, la falta de personal preparado para abordar procesos de sensibilización, identificación, restauración, rehabilitación, revalorización histórica de los sitios funerarios, olvidando la dimensión humana y material, ocultando la identidad cultural. Lo anterior admite que se pretendan generar estrategias que permitan la Resignificación de lugares funerarios, como un espacio urbano que puede reutilizarse aprovechando los instrumentos para la catalogación, inventario, difusión, tutela y uso del bien de interés cultural presentes en los Cementerios patrimoniales. Esta problemática permitió que se formulara un cuestionamiento acerca de, cuál sería el medio efectivo para la difusión, salvaguarda, protección y apropiación social del patrimonio en los lugares funerarios. Para este planteamiento se fijan como metas los siguientes propósitos de estudio: -Generar estrategias que permitan la resignificación de lugares funerarios, aprovechando los recursos humanos para la catalogación, inventario, difusión, tutela y uso del bien de interés cultural presentes los cementerios patrimoniales -Reevaluar y desarrollar el significado de los cementerios en los estudiantes, arquitectos en formación de las Instituciones de educación superior y Escuelas, personas del común y visitantes del lugar funerario -Analizar de forma crítica los elementos patrimoniales que se encuentran en el cementerio para catalogarlos y valorizarlos de acuerdo a sus características individuales y colectivas que favorezcan su protección y resguardo.

El lugar funerario y el significado En la actualidad el lugar funerario tiene un significado relacionado solo a su 94 uso y función utilitaria y sanitaria para el centro urbano, son considerados por la comunidad como centros de dolor, lugares de desolación y soledad, mientras que para las administraciones y gobiernos son lugares de riesgo y contaminación para la ciudad y sus habitantes, esto sumado a las amenazas por riesgos de desaparición y traslado hacen vulnerable el lugar funerario patrimonial. Además de, la poca valoración que se tiene de los cementerios patrimoniales localizados al interior de las ciudades y los riesgos representados por el olvido de los valores tanto materiales como inmateriales del lugar cultural funerario, la poca normativa que proteja estos sitios, el desconocimiento de una efectiva legislación y la poca difusión de la 95 actual normativa internacional resultara en la perdida de los lugares funerarios patrimoniales. Hoy en día el Cementerio se ha convertido en un “centro oscuro”, de poca significación y mucho olvido, a pesar de que ese mismo lugar presenta un estado de descuido por parte de sus visitantes, en este mismo sentido el cementerio encuentra la manera de recuperar y orientar la memoria hacia lo físico, lo espiritual y significativo, a través un potencial 96 implícito que le permite ser utilizado como espacio formativo, cultural y significativo, como espacio de negociación de saberes para la recuperación tangible e intangible del patrimonio. Se trata de cambiar el concepto de dolor que genera el cementerio como fuente de tristes recuerdos, de fechas o anécdotas oscuras que solo consiguen borrarse de la memoria a través de un drástico olvido y abandono de lo material. Se hace necesario, entonces, el uso de efectivas herramientas pedagógicas y didácticas que logren en el usuario crear una nueva visión de estos espacios, valiéndose de técnicas de catalogación e inventario, de la difusión y apropiación de los bienes patrimoniales y de la puesta en valor del cementerio mismo. Siendo los espacios arquitectónicos creados a partir de 97 emociones que generan procesos de articulación en el creador, usuario y 98 visitante; es así que la función en algunos casos, define al objeto, le da vida y significado en los usuarios, mas esta función utilitaria no garantiza su perdurabilidad.

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Enrico Tedeschi, op. cit. R. I. Patrimoniales, op. cit. 96 Id. 97 Enrico Tedeschi, op. cit. 98 J. Rodolfo Stroeter, Teorías sobre Arquitectura, México, Trillas, 1994. 95

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R. I. Patrimoniales, Carta de Morelia, México,Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, 2005.

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El fin de la arquitectura, es la comunicación de materia y sentimientos, articulados en las líneas, trazas horizontales y verticales que refuerzan los conceptos de la razón, aplicados a la intención de diseño, entonces, la razón y los sentimientos se mezclan en el objeto arquitectónico formando hitos de cultura y de significado en los usuarios. Los elementos estructurantes para la resignifiación del lugar funerario, estarán direccionados a la asociación de los hechos y acontecimientos que se dieron en el lugar, los sistemas de la relación construcción obra arquitectónica del sitio, el desarrollo urbanístico y su evolución constructiva y temporal, la intangibilidad de los sucesos históricos del lugar, la puesta en valor de los objetos funerarios del sitio, la riqueza histórica y sentimental con que la comunidad se identifica, hacen que se encuentren nuevos significados y se de la negociación de saberes, cambiando los esquemas mentales que se tienen del lugar funerario patrimonial. Una vez encontrado el significado de la obra arquitectónica, el estudio de la función puede tener muchas acepciones como estéticas, formales, de uso, constructivas; al igual que los signos pueden tener muchos significados e interpretaciones. De la unión entre significado y función resulta un edificio que muestra la identidad de la comunidad de estudio. Al hablar de las relaciones edificio-individuo u objeto99 significado conseguidos en la arquitectura, creados conjugando perfectamente lo funcional, lo estético, lo racional; solucionando el problema de diseño, e interpretando la necesidad manifestada por los individuos, entendida por el arquitecto y suplida por el objeto de diseño; debemos referirnos a la significación e intención que el autor plasma en esta. Estos 100 signos propios de la época en que se desarrolla el lugar, que con el uso de la edificación se le incorporan, este hecho da significado y carácter a la obra arquitectónica. El significado en la arquitectura es entonces la interpretación real del problema de diseño con la manifestación y creación de un objeto arquitectónico intencional. Esta relación no se debe plantear aislada, debe ser contextualizarla para darle efectividad al valor simbólico y el significado que se quiere conseguir al crear un objeto para ser disfrutado por el usuario y sus futuras generaciones.

Un icono funerario está dotado de historia, de edificios o bienes de interés patrimonial, elementos de arte, leyendas, costumbres; su desarrollo urbano muestra el desarrollo urbano de la ciudad, entendiendo la historia de la 101 arquitectura de la ciudad a partir del sitio funerario. Es la misma historia de la ciudad y de sus habitantes que crea estos espacios y los dota de obras de carácter singular haciéndolos únicos e irrepetibles, la ciudad cuenta con un legado cultural al interior del lugar funerario, desconocido y desvalorado, no existe un significado con el cual remitirnos al cementerio patrimonial, ni que el habitante pueda entender, la problemática es difícil de abordar, ya que los bienes de interés cultural que se encuentran en los cementerios están desfigurados e identificados sólo con sentimientos de temor, terror, pánico, escondidos en los cerramientos, deteriorados y subutilizados, con pocos caracteres simbólicos y carentes de otros significados. En ellos se han olvidado los grandes próceres de la patria, escritores, literarios literatos, artistas y hasta los grandes urbanistas arquitectos que desarrollaron la ciudad, no existe señal del sitio fundacional del cementerio (la primera tumba, la tumba del fundador del cementerio). La problemática se amplía cuando existen valores reconocibles y no se tiene protección legal sobre ellos .Esta problemática esta también referida al contexto internacional, donde la pérdida de valores ha traído consigo el deterioro de los elementos que hacen parte de la antigüedad de los cementerios y la falta de mantenimiento, recrean en los usuarios lugares con todo tipo de problemas formales y edificatorios. Las nuevas posiciones frente a la normatividad desfiguran las costumbres de los antepasados, para darle forma a la nueva legislación. La poca gestión con respecto a la protección, salvaguarda y tutela de los sitios funerarios los hace vulnerables, otro factor sumado a esta problemática, es el desconocimiento de las riquezas contenidas en el cementerio, la falta de personal preparado para abordar procesos de sensibilización, identificación, restauración, rehabilitación, revalorización histórica de los sitios funerarios, olvidando la dimensión humana y material, ocultando la identidad cultural. Medios de resignificación – herramientas para resignificar Resignificar es encontrar en los hechos y acontecimientos nuevas posiciones o miradas objetivas de los mismos, es encontrar en la historia nuevas oportunidades y nuevos modos para contarlas, no significa que se tenga que reescribir o escribir sobre ella, es mirarla desde otro punto de vista, más claro y objetivo. Es para nosotros encontrar un nuevo significado agregado al que se tenía, no se trata de cambiar de contexto las cosas, es

Razones para resignificar lugares funerarios como iconos de cultura 99

Francisco de Gracia, Construir en lo construido, la Arquitectura como modificación, Guipúzcoa, Nerea, 2001. 100 T. J. M., La Arquitectura como lugar, Barcelona, Gustavo Gili, 1974.

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R. I. Patrimoniales, op. cit.

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contextualizarlas al momento actual, es encontrar el significado real de las cosas que han perdido su valor, su belleza, hasta reinterpretar, recorrer, revivir, revalorar, retomar los espacios y releer la historia con un nuevo punto de vista, es hacerle entender al otro el nuevo punto de vista. Es entonces que para la Resignifiación de lugares funerarios se adoptan pautas desde la Programación Neurolingüística, sicología social, pedagogía, lúdica y didáctica, no olvidando la importancia de la arquitectura. Técnicas que tratan de cambiar la conducta en el ser humano con prácticas que le hacen comprender mejor las viejas situaciones convirtiéndolas en nuevas experiencias y oportunidades de mirar la objetividad de los sucesos históricos. Una de estas técnicas es el reencuadre o resignificación, esta trata de cambiar marcos de referencia redefiniendo las situaciones experimentadas por el individuo, resultando un cambio de conducta y un cambio de posición. Esta herramienta de la Programación neurolingüística se toma y adapta a la experiencia que tienen los individuos con los sitios funerarios. Si el objetivo principal de la programación neurolingüística es la de modificar la conducta de los individuos mejorando los aspectos de situaciones vividas, para así, afrontar las nuevas, para la resignificación o reencuadre se necesita cambiar los mapas mentales invalidantes de la realidad por mapas más potenciadores, es entonces que esta herramienta se válida para la resignificación de sitios funerarios, para el caso de los lugares funerarios el uso de las técnicas de la programación neurolingüística como la Resignificación en la arquitectura, debe crear en los individuos una nueva visión o tratar de encontrar nuevos significados a la arquitectura que este usa. Esta herramienta, usada como generadora de conocimiento desde el mismo sitio, acerca al individuo a la realidad que están atravesando los sitios funerarios, una vez utilizada se valida con la apropiación de un nuevo significado, una nueva posición a lo que el individuo, llamaba cementerio “el lugar del dolor y el temor” se convertirá en “los cementerios son la puerta para analizar la arquitectura a través de la historia, marcan un periodo y situaciones específicas de una población. Es un sitio de valor incalculable de arquitectura, es una joya arquitectónica. Son lugares tranquilos. Ambientes agradables que contribuyeron al desarrollo de la ciudad”. Se cambia totalmente la percepción con una idea de calma y fuera el caos de la ciudad. Cobra entonces la importancia de que la educación(ICOMOS, 1931) y la gestión del Cementerio Patrimonial, articule las necesidades de conocimiento de los valores de los bines de interés cultural a sus los individuos de una comunidad, orientado a sustentarse en la didáctica de la pedagogía, aprender a conocer las diversas teorías y maneras de

adentrarse en procesos de catalogación, puesta en valor, restauración, vigilando la aplicación de las normas para su conservación, salvaguarda, tutela y uso. Aprender a ser, o la manera como el individuo demuestra las habilidades y destrezas adquiridas en el sitio, trasladándolas al estado actual que presenta el patrimonio arquitectónico. Aprender a ser un individuo que detecta la situación y se compromete con la comunidad y trabaja con ella y para ella (responsabilidad individual).Aprender a convivir desde la responsabilidad social, generando valores y el respeto a las diferencias. Otra herramienta de apropiación por parte dela estrategia pedagógica es la socialización y el manejo de la normativa internacional, como lo son las cartas de restauración monumental, incluyendo la carta de Morelia referida a los cementerios patrimoniales y el arte funerario. Estos documentos son manejados por los participantes como cartas de navegación para el manejo, difusión, conservación, restauración, 102 mantenimiento y reparación, tendientes a asegurar la salvaguardia, tutela y uso de los bienes de interés cultural en todos sus ámbitos, la carta de Atenas “formula la aspiración de que los educadores acostumbren a la infancia y la juventud a abstenerse de estropear los monumentos, enseñándoles a interesarse de manera general por la protección de los 103 testimonios de todas las civilizaciones”, en esta normativa internacional se precisa la efectividad de la educación en la salvaguarda y apropiación cultural del patrimonio en las comunidades. Se entiende que “Resignificares la acción de dar un nuevo sentido 104 a los conceptos”. El sustento de la estrategia pedagógica como herramienta para la Resignificación de lugares, se consigue con la operacionalización de un numero de sesiones en un taller interactivo orientado a la negociación de saberes, en el que los miembros del Lugar funerario, los participantes (estudiantes de educación media y superior, personas del común y visitantes del Lugar funerario), creando formas de participación y difusión de conocimientos, encontrando vínculos rotos, originando formas de construcción y utilizando técnicas para reforzar y construir identidad, encontrando, significando y dando afecto a los lugares. El participante encuentra entonces símbolos con los que puede identificarse y resignificarsela idea original del lugar funerario dándole sentido al uso actual que tiene el cementerio, encontrando en la belleza, lo arquitectónico, lo urbano nuevos significados, recreando nuevos símbolos que permitan 102

ICOMOS, Carta Sitios de Significación Cultural, Australia, ICOMOS, 1999. ICOMOS, Carta sobre la conservación de los monumentos de arte e historia, Atenas, ICOMOS, 1998, p. 3. 104 Alberto Camacho-Ríos, Socioepistemología y prácticas sociales, España, universia.net, 2011. 103

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construir y refuercen nuestra identidad individual y colectiva resultando la resignificación de los lugares y la apropiación social del patrimonio funerario. 105 La construcción de significados acerca al individuo a la cultura y poco apoco a conseguir la reconstrucción de significados a partir de los conocimientos y experiencias que se tengan con relación al tema, es la intervención social del patrimonio que se encarga de este acercamiento, es la construcción de significados expuesta por J. Bruner lo que facilita la 106 creación de nuevos significados en el concepto previo del lugar funerario, es revalidar el concepto anterior, explorando nuevas formas de adquirir el conocimiento, construyendo significados e ir más allá del término. El acercamiento a la cultura funeraria, la interpretación, el reconocimiento y la difusión en este ejerciendo que realiza un proceso de creación de nuevos significados, con el constante cambio del significado y la posibilidad de recrearlo o resignificarlo nuevamente.

solitario y triste, es un lugar que se recorre y se vive, con grandes valores arquitectónicos y culturales. -Resurgir de los valores Con el acercamiento cultural al lugar el individuo crea nuevos mapas mentales o esquemas de pensamiento con relación al lugar funerario, estos esquemas son resignificados con la belleza, lo arquitectónico, urbano, histórico, social, legal que se le suman al concepto inicial enriqueciéndolo y resinificándolo. Esta resignificación está centrada en la resignificación social, económica y cultural. -Tasación de valores La valoración se consigue con la objetividad de la relación que existe entre el sujeto y el objeto, tasando los valores materiales e inmateriales de igual forma. El ejercicio de la valoración orienta los procesos de catalogación y repercuten en la recuperación y formación de identidad creando una estrecha relación objeto sociedad, el objeto se convierte en un signo de valor con el solo hecho de ser estudiado. La escala de valores plantea una relación objeto-sujeto y contexto, los criterios de valoración objetivos propenden por un inventario que valora, protege los atributos contenidos en los bienes de interés cultural, tendrán en cuenta los valores culturales, estéticos, simbólico e histórico, resaltando el hecho de que estos son contenedores de otros. La conjugación de los valores contenidos en el bien los califica como bien de interés cultural, permitiendo a la sociedad que los identifique y los signifique culturalmente. -Resignificar la historia y la memoria del lugar Encontrar los vínculos perdidos por el paso del tiempo ayuda en la historia a resignificar los lugares, ellos están ligados a los acontecimientos y son testigos de la historia la escriben y también la ocultan, los vínculos entre la comunidad y el objeto funerario se fortalecen cuando la historia actual lo permite, la significación que le da la sociedad a sus símbolos los hace perecederos permite su apropiación y adopción, para ser salvaguardado, tutelado y usado. Entonces la historia no se debe borrar, se debe encontrar en ella una objetividad para ser nuevamente vista con una visión actual.

Propuesta metodológica para la resignificación de lugares funerarios Para adelantar un ejercicio de Resignificación de lugares funerarios, debe confrontarse al individuo con un pasado o hecho histórico que lo ha marcado negativamente, para así, recomenzar su nueva posición frente al hecho actual o el renacimiento del hecho histórico con otra visión. Se trata de remirar objetivamente al lugar desde otros puntos de vista, legales, estéticos, sociales, culturales, arquitectónicos, etc. Etapas de confrontamiento Para responder ante el hecho de la resignifiación de lugares funerarios se deben suplir una serie de etapas, que consigue enfrentar la posición actual del individuo con la construcción de nuevos significados. -Objetividad Cultural La estrategia pedagógica acerca al individuo a la cultura del lugar y la construcción de nuevos símbolos, para reforzar la identidad, una vez se conoce el sitio desde otra visión se identifica al cementerio como un ente culturizador o lleno de cultura donde el individuo recrea, recorre, usa la nueva visión y la hace suya. -Nueva Obra / Nueva Posición Reconceptualización de la visión del lugar a partir de nuevos esquemas mentales construidos por ellos con la ayuda de la fotografía, la lúdica y los nuevos símbolos que se adhieren al concepto anterior, el lugar ya no es

105 106

Estructura de la estrategia pedagógica El propósito de la estrategia pedagógica es acercar al individuo a la realidad de los cementerios patrimoniales, aprovechando los recursos para la catalogación, inventario, difusión, tutela y uso del bien de interés cultural presentes en los lugares funerarios. Este espacio pedagógico se convierte en fuente de conocimiento y ejercicio para el desarrollo de habilidades y

ICOMOS, 1999, op. cit. J. Bruner, Actos de significación: más allá de la revolución cognitiva, España, Alianza, 2006.

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destrezas adquiridas en el aula y en las diferentes etapas de formación profesional. Conjuga los saberes de la educación Ser-Hacer-ConocerConvivir, a través del análisis crítico de los elementos patrimoniales estudiados catalogándolos y valorizándolos de acuerdo a sus características individuales y colectivas que favorezcan su protección y resguardo. Apoya el proceso de apropiación y revalorización del espacio 107 108 funerario desde la memoria y lo simbólico, termina en la difusión, tutela, 109 y uso de los bienes de interés cultural por parte de las personas que están en contacto permanente con el lugar, además, de contribuir a resaltar su riqueza estética, arquitectónica, urbanística, histórica y su inmenso valor como elemento generador de memoria, identidad y símbolos, creando en la ciudad un nodo cultural, memorial y de actividades urbanas de carácter público.

Exploración de datos físicos. Recolección de datos constructivos. Incidencia de procesos ambientales. Diligenciamiento de la ficha de inventario de bienes culturales inmuebles (MinCultura, 2005). Formato Ministerio de Cultura -Sesión 4 Propuesta de recorrido para el lugar. Resignificación de la historia: Recorrido indicando en la planimetría el valor histórico de los elementos patrimoniales, el proceso de evolución urbana y artístico arquitectónico del lugar, señalando los periodos de crecimiento. -Sesión 5. Propuesta de intervención. Revalorización del bien. Propuesta de intervención sobre el bien de interés cultural asignado al participante para su estudio mausoleo, tumba, monumento, vía, etc.

Periplo Funerario Resignificación de la visión del Lugar Funerario Entrega de encuesta. Debe ser diligenciada antes de entrar al lugar. - Sesión 1 Visita Guiada. Encuentro con la historia: se realiza por un miembro del cementerio, para familiarizar al estudiante con el lugar.

Resultados/Discusión Esta herramienta pedagógica facilita la apropiación de los bienes de interés cultural creando nuevos significados en los sitios funerarios, adoptando nuevas posiciones en los esquemas mentales, resignificando los conceptos, creando significados destinados ser transmitidos y resignificados, apropiándose de leyendas, historias, nuevos conceptos de arte y arquitectura. Terminando con la construcción y resignificación de los nuevos sitios funerarios, conservados, tutelados y usados por una comunidad que se identifica individual y colectivamente con estos signos. El presente trabajo creó, adaptó y utilizó una herramienta pedagógica para la resignificación de lugares funerarios apoyados por el acercamiento del currículo a la realidad de la comunidad, como base para la introducción a la vida laboral de los estudiantes del taller de Diseño VI, además, se convirtió en una manera de lograr la difusión del patrimonio arquitectónico en los lugares funerarios. Una vez terminada las sesiones de la estrategia pedagógica, se registró por escrito la nueva visión que tienen los participantes del periplo arquitectónico en el cementerio universal de Barranquilla. Los comentarios se centraron en la nueva visión después del acercamiento al acervo cultural del lugar, concluyen lo siguiente:

- Sesión 2 Reparando la historia: Conceptualización, es la etapa más significativa e importante, se procede a la entrega de un rompecabezas de uno de los elementos arquitectónicos más importante y con los que el participante pueda rememorizar, recordar y revivir una nueva experiencia agradable dentro del lugar. Este rompecabezas es la imagen de uno de los elementos más significativos del lugar que en su parte posterior tiene palabras claves, como, vida, fabulas, historias, leyendas, colores, alegría, luz, memoria, ilusión, etc. -Sesión 3 110 Huellas del lugar: Toma de datos. Observación directa. Iniciar la toma de datos directa sobre el elemento patrimonial, para proceder a su catalogación. Toma de datos se procede a: 107

ICOMOS, Carta de Venecia, Venecia, ICOMOS, 1964. ICOMOS, Carta de Roma, Roma, ICOMOS, 1931. 109 ICOMOS, Carta de Cracovia, Valladolid, ICOMOS, 2000. 110 J. M. Carrio, Patología de cerramientos y acabados arquitectónicos, Madrid, Munilla-Leria, 1997. 108

- Antes consideraba al cementerio un lugar solitario y terrorífico, una vez entre se cambia totalmente la idea se siente una calma fuera del caos de la ciudad.

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- Al ingresar al cementerio la percepción es diferente, es agradable, en el recorrido guiado por el funcionario se identificaron mausoleos importantes de personas que contribuyeron al desarrollo de la ciudad, sucesos históricos, además de ser un lugar tranquilo y fresco. - Hay mausoleos importantes con un diseño arquitectónico que los hace únicos y predominan, a su vez le dan una importancia y representación al cementerio. - La percepción que ahora tengo del cementerio es que es un lugar donde hay mucha historia y sus tumbas son una joya arquitectónica valiosa. - Pienso que los cementerios más que un lugar donde se dejan los seres queridos una vez mueren, encontramos la historia de la ciudad, diseños exclusivos para cada bóveda, historia de la arquitectura, estilos y vegetación.

- La inclusión de la cátedra de patrimonio en los currículos escolares de la educación media, para el acercamiento de los dicentes a las manifestaciones culturales de su comunidad. - Debe hacerse por parte de los sitios funerarios un trabajo de acercamiento de sus manifestaciones culturales a la comunidad para su apropiación y significación. - Crear en los sitios funerarios una subvención para aquellos monumentos que presentan procesos de deterioro. - Valerse de las distintas entidades que pueden arremeter un proceso de catalogación e inventario en los bienes de interés cultural de los sitios funerarios para su salvaguarda y recuperación. - Trabajar de la mano con la comunidad creando programas que faciliten el acercamiento de los individuos al cementerio, facilitando la apropiación y el fortalecimiento de la identidad, resultando la construcción de nuevos significados o la resignificación de los cementerios.

- Los cementerios funcionan como una puerta para analizar la arquitectura a través de la historia, marcan un periodo, unas técnicas y situaciones específicas de una población.

Bibliografía  Bruner, J., Actos de significación: más allá de la revolución cognitiva, España,Alianza, 2006.  Camacho-Ríos, Alberto, Socioepistemología y prácticas sociales, España, universia.net, 2011.  Carrio, J. M., Patologia de cerramientos y acabados arquitectónicos, Madrid, Munilla-Leria, 1997.  Carrión, S., Programación neurolingüística, Barcelona, Océano, 2006.  García, F. d., Construir en lo Construido, la Arquitectura como modificacion. Guipúzcoa, Nerea, 2001.  ICOMOS, Carta de Atenas sobre la Conservación de los Monumentos de Arte e Historia. Seminario Internacional de Arquitectura, Atenas, ICOMOS, 1931.  _____, Carta de Cracovia. Valladolid, ICOMOS, 2000.  _____, Carta de Roma. Roma, ICOMOS, 1931.  _____, Carta de Venecia. Venecia, ICOMOS, 1964.  _____, Carta Sitios de Significación Cultural. Australia: ICOMOS, 1999.  _____, Carta sobre la conservación de los monumentos de arte e historia, Atenas, ICOMOS, 1998.  Patrimoniales, R. I., Carta De Morelia, Morelia, Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, Morelia, 2005.  Patrimonio, D. N., Manual para el inventario para bienes culturales inmuebles, Bogotá, Ministerio de Cultura, 2005.  Stroeter, J. R., Teorías sobre Arquitectura, México, Trillas, 1994.  T, J. M., La Arquitectura como lugar, Barcelona, Gustavo Gili, 1974.  Tedeschi, E., Teoría de la Arquitectura, Buenos Aires,Nueva Visión, 1994.

Conclusiones - La educación ofrece herramientas para la salvaguardia, conservación, tutela y uso de los bienes de interés cultural, para vincular a la comunidad y trabajara en la difusión del patrimonio y su catalogación, dando como resultado el fortalecimiento de la identidad individual y colectiva. - Los procesos de catalogación se deben iniciar en la educación media, para al llegar a la formación profesional la catalogación se convierta en un proceso efectivo de conservación de los bienes de interés cultural. - La intervención en los bienes de interés cultural se deben realizar por profesionales expertos con la vigilancia de las instituciones estatales. - Los procesos de catalogación al interior de los lugares funerarios tienen que tener la participación de todos los actores del proceso, propietarios, funcionarios, expertos y la comunidad. - La vigilancia de la aplicación de las medidas legales de protección de los bienes de interés cultural se debe articular con los reglamentos y normas de los lugares funerarios. - La educación debe centrar su objetivo en construir identidad, además, de brindar las herramientas necesarias para las competencias del hombre para su uso en la sociedad; esta construcción se debe iniciar con la difusión del patrimonio material e inmaterial de las comunidades, teniendo en cuenta la memoria y la historia. - El patrimonio es individual y de diversos valores es deber de todo ciudadano conservarlo, tutelarlo y usarlo, por esta razón se hace necesario la salvaguardia de estos a partir de su catalogación e inventario. - La difusión efectiva de las manifestaciones culturales de los lugares funerarios se debe hacer de la mano de procesos de resignificación con la colaboración de la comunidad, las entidades estatales, escuelas.

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Iconografía  





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La iconografía popular en algunos cementerios Aurora Roldán Manifestaciones artísticas y culturales del Cementerio de Hoctún Yucatán Claudio Alberto Novelo Nicte-Há Gutiérrez Ángeles, manifestación escultórica en los cementerios patrimoniales: Panteón Municipal y Francés de la ciudad de Puebla María Cristina Valerdi Jesús Rodríguez Víctor Martínez El método iconográfico en el análisis de las esculturas del Cementerio El Cuadrado de Maracaibo María Margarita Fermín

México

México

México

Venezuela

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1) Un arte que retrata, de manera familiar, cosas y acontecimientos cotidianos, en vez de símbolos recónditos; 2) Un arte que casi a todos gusta; 3) Un arte vinculado con el pueblo más bien que con una élite. El primer significado se relaciona con la iconografía, el segundo, con la historia del gusto, y el tercero pertenece a historia de las clases sociales. 2

La iconografía popular en algunos Aurora Roldán Olmos México

Lo popular definición para este estudio El presente texto, pretende valorar la iconografía popular de los cementerios a partir de sus contenidos culturales. Se reconocen variados aspectos a este semblante de nuestra sociedad, se analizan las imágenes que existen en las zonas populares de los cementerios para apreciar su importancia como producto de una población significativa, por su tamaño y características entre otras cosas. Se aplica la iconografía que son los estudios hechos a las imágenes, analizando su contexto, su origen, antecedentes, llegando incluso a algo más profundo, su significado. Para el presente, estudio es de gran importancia definir una de las palabras clave: que es lo popular. Existen documentos con investigaciones sobre lo popular y por consecuencia de lo culto, sobre todo, en los campos del arte o la cultura en general, por lo tanto, desde ese campo trataremos su definición. Aunque no podemos asegurar que las formas que se dan en las tumbas de los cementerios sean arte, si podemos afirmar que son una expresión humana real, además de una expresión plástica que tiene características creativas, aunque en algunos casos, solo sea ejercer la elección de un objeto estético. Tampoco podemos afirmar si las formas de los objetos en los cementerios son estéticos, lo serán en la medida y como las perciban los sentidos. Se define también lo culto pues está totalmente implicado a lo popular pudiendo ser una moneda de dos caras. Aunque existe gran diversidad en la producción de objetos casi siempre se hacen dos divisiones, lo culto y lo popular, lo primero referido a 1 lo académico y sofisticado y para definir lo popular citaré a George Kubler en su artículo Las artes nobles y llanas.

Ejemplificando lo anterior, en el punto primero estarían las tumbas conformadas por cruces, jarrones, nichos y plantas, en contraposición con las de simbología masónica o cristiana (hojas de palma, antorcha, áncora y otros), de origen complejo. En el segundo formas religiosas, como vírgenes y ángeles, en el tercer punto estarían las tumbas decoradas con motivos del juego de futbol o de héroes de los medios impresos o televisivos. Para el tratamiento de lo culto, sobre todo en el arte, existen teorías, crítica y métodos, lo popular solo se describe, es un hecho que, reconocemos más lo culto que lo popular en cuanto a imágenes en nuestro consciente colectivo, está más caracterizado, en cambio lo popular lo concebimos más ambiguo. Es claro que cada vez es más atraído lo popular hacia lo culto, intentando frescura dentro su catálogo estético y a la vez los productores de lo popular propendan su vista a lo urbano comercial, lo cual explica algunas formas integradas a las tumbas en los cementerios. Históricamente el arte culto fue concebido como bellas artes o incluso como nobles artes(Renacimiento), las cuales estaban representadas por la arquitectura, escultura y pintura, antes(época medieval),en la mayoría privaba lo artesanal o popular relacionado a lo religioso, pero a parir del siglo XIV-XV, se convirtieron en artes cultas o elitistas, sólo disponibles para personas que podían pagarlas, creándose con esto dos aspectos de esta expresión plástica, lo culto y lo popular, por lo tanto sería muy aventurado intentar crear fronteras entre ellas. Así entonces, en lo que toca a la artes, lo popular y lo culto son las dos caras de una misma moneda, no existiría una sin la otra, una no podría ser apreciada sin la otra, no existen límites entre ellas sin embargo aún se duda si lo popular es un arte. Retomando las ideas de George Kluber transcribimos lo siguiente que nos aclara aún más: …es propio de nuestro tiempo encontrarnos discutiendo acerca de la dicotomía entre las bellas artes y el arte popular, lo cual implica la idea de que ambos tipos de expresión forman parte de la historia de los

Volviendo al presente, arte popular es un término complejo que, en la actualidad, significa:

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Sofisticado: falto de naturalidad, afectadamente refinado, según parte de la definición del Diccionario de la Lengua Española[en línea]

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George Kubler, 1979.

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significados, del gusto y de las clases sociales, superando con ello la idea ingenua que intenta diferenciarlos postulando la historicidad del arte culto y la historicidad del arte popular.3

He aquí algunos: a) Siendo, los objetos de arte popular, tan variados y diferentes entre sí, no parece haber un denominador común que sea válido y aplicable a todos. En efecto, ni las cualidades formales que ostentan ni las circunstancias en que esos objetos de arte popular fueron creados, permiten predicar de ellos características que rijan para todos. No se refieren en su totalidad a determinada clase o grupo social, ni dejan ver un tipo de ejecución paralela. b) Desde el punto de vista formal, algunos objetos de arte popular revelan torpeza de ejecución, carencia de una tradición que lo sustente; mientras otros, en cambio, presentan una acabada maestría y un alto grado de refinamiento, aunque sus formas no coincidan con lo que solemos llamar arte culto u oficial.7

Es fácil darse cuenta que en los países iberoamericanos, con una amplia diversidad de historia social y étnica, existan gran cantidad de 4 expresiones populares ahora a partir del contexto urbano y comercial que lo 5 abruma. En el caso de las artesanías la industrialización en los países, está directamente relacionada con la desaparición de estas expresiones, por lo cual, en algunos, sólo se producen artículos folklóricos para un consumo turístico. En cambio en países como México existen aún algunas poblaciones productoras del llamado arte popular que no representa solo la producción del objeto, sino que esta producción entraña la satisfacción de sus necesidades culturales “en donde los objetos cumplen todavía, una serie de funciones sociales complejas que desbordan la apreciación puramente 6 estética”. Como antes mencioné, aunque aún existen las expresiones populares artesanales, están en gran riesgo y vulnerabilidad frente a la industrialización deshumanizada, cada vez más, se pierde la identidad y las expresiones creativas se convierten en mercancía. El problema aquí, más que nada, sería la pérdida de la creatividad como expresión del hombre, sobre todo de escasos recursos. Lo populares diverso a tal grado que no existen fronteras entre lo popular y lo culto, dentro del primero podemos considerar cosas tan disimiles como: figuras en cerámica, decoraciones en las iglesias a manos de artesanos, pinturas, esculturas, incluso construcciones que no cumplen con las reglas académicas, decoración de un transporte colectivo, el graffitti y porque no, las recursos estructurales y decorativos de las tumbas en los cementerios. Para enriquecer aún más estos conceptos, citaré a Jorge Alberto Manrique quien aporta lo siguiente:

Además falta completar este conjunto de ideas con la situación de las artesanías, producción que se entiende más que otras como popular, según consideraJuan Acha, éstas están casi desaparecidas pero que aún subsisten algunas religiosas, no como tales, pues aunque sus productos simples se mantienen, sus motivaciones cosmológicas de producción y 8 consumo han desaparecido, sus productos han sido “reideologizados”, a través de motivaciones populistas, nacionalistas y de ornamentación clase mediera, yo agregaría, esto dado a través de los medios masivos de comunicación. Después de hacer estas precisiones, se sustenta la definición de lo popular, a través de las citas antes documentadas a manera de resumen(“retrata, de manera familiar, cosas y acontecimientos cotidianos, un arte vinculado con el pueblo más bien que con una élite”); (“lo cual implica la idea de que ambos tipos de expresión [lo popular y lo culto] forman parte de la historia de los significados, del gusto y de las clases sociales”); (“en donde los objetos cumplen todavía, una serie de funciones sociales complejas que desbordan la apreciación puramente estética”); (“los objetos de arte popular tan variados y diferentes entre sí, no parece haber un denominador común que sea válido y aplicable a todos”). Así también su importancia por la población que representa, además de los significados, culturales, filosóficos y cosmogónicos contenidos en esta expresión. Las clases medias, oscilan entre ambas.

El sólo enfrentarnos con la imaginación a ese informe grupo de obras, infinito en la gama de posibilidades que ofrece el objeto mismo, el sujeto que lo produce y el que lo recibe, permite percibir, de golpe, varios problemas que plantea el tratar de aprehender el concepto arte popular. 3 George Kubler, 1979. 4 Una sencilla clasificación del arte popular, estaría integrada por las artesanías, el folklore y la pintura, escultura y otros, mal llamados primitivos. 5 Contexto de donde viene actualmente su orientación creativa. 6 Rodríguez, 1979.

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Jorge Alberto Manrique, 1979. Juan Acha, 1995.

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Contextos Aunque no existe una clasificación única para los cementerios, aquello que es más evidente son sus características materiales. Así entonces las tienen por el lugar donde están ubicados, si están dentro de la ciudad son 9 cementerios antiguos y por lo regular en uso, parte reducida de su arquitectura es también antigua. Casi siempre para lo actual predominan trabajos de albañilería, cruces de metal o vaciados en serie, esto en cuanto los municipales que ofrecen servicio a toda la población, para los privados existen las fórmulas diferentes. Cuando se hacen estudios en los cementerios se enfatiza su restauración, rescate o conservación, por lo regular se trata delos antiguos 10 11 considerados con cierto valor artístico o estético, nadie se preocupa por conservar las áreas populares que por lo regular son los espacios que reciben día a día infinidad de nuevos residentes, espacios imposibles de tener una apariencia de acabado, a menos que sean cementerios costosos en donde predomina la idea de un jardín de paz. En las secciones de los antiguos se encuentran algunos mausoleos, incluso importados de Italia, hechos en serie, en los cuales el tiempo y los pocos recursos para su mantenimiento han provocado su desaparición paulatina, en algunos no se logró conservar ni un dato de su origen, ni una imagen. La gran necesidad de inhumaciones han provocado que consciente o inconsciente se haga espacio para los nuevos enterramientos originando la desaparición de los antiguos, los que nadie ya reclama. Los enterramientos de personas con recursos son cada vez más menos, pues se recurre a la incineración. Los espacios o cementerios para personas de escasos recursos casi siempre se encuentran saturados, utilizando cada tumba en varias ocasiones en espacios de tiempo corto. ¿Pero qué es lo que priva en las 12 imágenes de estos estos espacios? ¿Existe una iconografía para ellas?, ¿Vale la pena estudiarlas? ¿Representan algún valor estético, artístico o cultural?

Se ha escrito sobre ello, pero el universo de esta fase de la vida es tan vasto que difícilmente se tocaría todo lo existente. Para reconocer aspectos que resolvieran estas inquietudes, se visitaron algunos cementerios en la periferia de la ciudad de México, se encontraron, con determinadas características comunes, primero tienen una antigüedad considerable. La zona no representa un gran espacio, la distancia entre cementerio y cementerio es corta, se encuentra al norte de la ciudad, colinda 13 con la zona de la Villa de Guadalupe, quizá a una distancia de entre cinco y quince minutos. Estos parajes fueron habitados desde la época del preclásico prehispánico (1 500 a.C.). Algunos pueblos se asentaron a las orillas de los lagos de Texcoco en la unión con el de Tenochtitlan los cuales se encontraban cercados por la sierra de Guadalupe. Desarrollaron una importante cultura, según estudios arqueológicos llevados a cabo desde principios del siglo XX. .Al elevarse las aguasen la época de los mexicas, algunos pueblos emigraron y para la época del virreinato ya se reconocen las poblaciones como existen actualmente. Algunos datos se encuentran en los códices, aunque existen grandes huecos. En éstas, ahora colonias, la mayoría de los templos con sus cementerios se encuentran al pie de diferentes cerros y el terreno es accidentado y en declive. Además, lo que queda de un acueducto del siglo XVIII, pasa muy cerca de los tres cementerios. La guía fueron los templos que aún funcionan y que se construyeron entre el siglo XVI y XVIII, en donde la mayoría está rodeado por un pequeño cementerio. El material de que están hechos los templos es cantera. Originalmente de una sola nave, algunos con un agregados más cercanos a nuestro tiempo, aunque son construcciones sencillas conservan sorprendentemente sus formas de origen, también sorprende su intenso funcionamiento. Esto partir de un acelerado crecimiento por la instalación de industrias que, de pueblos rurales terminaron en colonias proletarias, pero que rodean y o son rebasados por colonias para personas de más recursos. Los cementerios Los cementerios elegidos, de entre otros que forman parte de este conjunto, son los de las colonias siguientes, Santa Isabel Tola, San Pedro Zacatenco y Santa María Ticomán.

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Con antiguos quiero decir de finales del XIX y por lo menos la mitad del XX. 10 Arte: Acto o facultad mediante los cuales, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, imita o expresa el hombre lo material o lo inmaterial, y crea copiando o fantaseando. Según diccionario de la Lengua Española. 11 Según Friedrich Kainz(1952): lo estético “Designa un determinado punto de vista, un tipo de percepción, una manera de concebir la vivencia de la captación de los valores y del comportamiento cultural-espiritual”. 12 Según Erwin Panofsky: “La iconografía constituye una descripción y clasificación de las imágenes…, definición entre otras más, que el autor escribe.

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La Villa de Guadalupe es un santuario de origen prehispánico y actualmente uno de los centros religiosos católicos más importantes de América.

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En Santa Isabel Tola, colonia cuyo nombre prehispánico, Tolla, significa donde crecen los tules, se encuentra la Parroquia de Santa Isabel de Portugal, hecha en 1570 tiene una sola nave y una torre construida posteriormente, aún posee un retablo valioso del siglo XVII. El cementerio se 14 separa del templo por una barda , es muy pequeño, las casas aledañas apenas tienen la calle como división, ocupan una cuadra cementerio y templo. Es interesante ver, que cuando en otros cementerios antiguos, se pueden encontrar tumbas de cierta calidad por que han perdurado en el tiempo, en estos, que seguramente han sufrido muchas vicisitudes históricas, tal parece que son recientes, de apenas unas décadas, las tumbas más antiguas se remontan a los años setenta. San Pedro Zacateco es la colonia en donde se encuentra la parroquia de San Pedro Apóstol, construida aproximadamente a finales del siglo XVI, fue restaurada, a la parte antigua se adosó una construcción más actual quedando la primera como un brazo que origina una capilla. Algunas construcciones para los servicios de la parroquia y el mismo templo, están rodeados por el cementerio que tiene un pronunciado declive, su tamaño es aproximadamente de 40 metros, por lado aunque es irregular, teniendo colindancia con las viviendas, sin separarlo calle alguna. Existen dos veredas no rectas pues la distribución no se acerca al trazado en retícula o tablero. Santa María Ticomán, antes pueblo y ahora colonia, ha quedado desdibujada de su antigua distribución, grandes puentes y avenidas la han dividido, el cementerio quedó a unos cuantos metros de ellos, es de difícil acceso en automóvil. El crecimiento extraordinario del lugar ha hecho que las viviendas estén edificadas tan cercanas una de otra en todas direcciones, que ofrecen una apariencia densa sobre el cerro, ya no se les puede llamar, erigidas en un declive pronunciado, sino sobre las peñas del cerro. La calle en donde desemboca su entrada, es de sólo unos cuantos metros de ancho y largo, pues una escuela de un lado y viviendas del otro la cercan, pasándola, al fondo se encuentra el templo y a la derecha e izquierda el camposanto El templo fue construido en 1590, de una sola nave, dos columnas que adornaban la puerta a los lados, están desaparecidas. El cementerio es muy peculiar pues está dividido en dos, la segunda parte se encuentra en la parte trasera, atravesando una vía de tren, 14

casi a cien metros del otro, en donde es más evidente el abandono a pesar de la intensa actividad que se percibe. La parte de abajo es paso de peatones, sin duda ocasionado por las grandes avenidas que bloquearon sus calles, incluso se encuentra un letrero en la puertecilla de atrás con los horarios de apertura y cierre. Para las personas: escolares y sus padres, es muy común atravesar el panteón, incluso descansan o comen algo bajo las sombras que ofrecen las oficinas del templo. Además de los anteriores datos, se mencionan tres cementerios más, ubicados en la ciudad de Puebla, dos de reciente creación y uno histórico. La iconografía Pero que podemos ver dentro de ese mar de tumbas sin orden aparente, la primera impresión la da el paisaje, en los tres existen grandes árboles de pirúl, los sepulcros parecen iguales pero en realidad cada uno es diferente a pesar de que todos sean vaciados de mampostería,(casi todos se moldea con pastas de cemento y piedras de mármoles) en serie, no dudo que los haya de factura costosa, pero aun así, pertenecen a ese grupo, sin ser más o menos. La siguiente la impresiones el gran colorido. Los adornos y decorados son de colores brillantes, evocan los de las artesanías, sin serlo, azules y rosas para niño o niña, amarillos y naranjas, morados y violetas, toda la gama, no importa si adornan la tumba de una persona mayor, se busca la alegría dentro de la tristeza, pero también, más que nada. Es el gusto del o los que idean pensando lo mejor para el que parte. Las imágenes que pueblan el espacio, por cierto muy saturado, son figuras de temas religiosos y no, por lo regular de dimensiones pequeñas, no es mármol, sino pastas pintadas, hechos en serie. Sí son ángeles, no se trata de clasificados por la iglesia como querubines, custodios, caídos, y otros, pero sí son copias del catálogo antes mencionados, se eligen de aspecto dulce sin saber qué papel juegan en la imaginería de la iglesia: los bebes, son regordetes o llorones. Las vírgenes también son de todos tipos, en donde es notorio que algunas de Guadalupe, estén pintada de sus consabidos colores. Las cruces que es lo más común que deba llevar una tumba, son de pasta y también de metal, pintadas principalmente de blanco y negro, en

Los templos y los cementerios no tienen relación alguna desde finales del siglo XIX.

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ellas puede haber rótulos, letreros, collares de flores de papel o plásticos, 15 globos, rehiletes, muñecos y otros. En cuanto a las plantas y vegetales son variados, aunque por lo regular se prefieren las que florecen, las jardineras donde se colocan se integran al sepulcro, algunas son descuidadas por años creando una gran maleza. Aunque es más práctico sustituirlas por flores artificiales de tela, papel o de plástico de muchos tipos, incluso imaginarias, cintas con flores de papel engarzadas, predominan las rojas. Es común ver en los sepulcros de personas de recursos, esculpidas en los mármoles, vegetales y plantas: las palmas, tanto en sepulcros católicos como masones significa la victoria, algunas flores como los narcisos, transformación y belleza; lirios pureza y castidad, rosas, amor, paciencia y dolor. En los sepulcros populares los ramos de cempoalxochitl, el día de muertos, adornará con su cálido amarillo y su olor penetrante los sepulcros de la mayoría de la gente. Algunas tumbas en los cementerios que observamos, llevan integrados los jarrones o floreros, si no, los ponen de plástico o si tampoco se consiguen, una lata grande de chiles, será suficiente para colocar las flores. Rehiletes y globos en colores metálicos son ahora un recurso muy utilizado para adornar u ofrendar en las tumbas, aunque están sobre todo, 16 en las de infantes, también se usan en otras. En realidad en donde se han colocado profusamente, es todo un espectáculo cuando corre el viento. Los muñecos de todo tipo de materiales son elementos utilizados, existen de tela, plástico, papel, los motivos o temas, pueden ser de la gran diversidad que los que los medios de comunicación imponen: Hombre 17 18 araña, Chilindrina, La bella durmiente, en fin todo el catálogo de Disney, 19 también personajes o identidades de equipos del futbol. Los rótulos son mensajes gráficos que integran algunas veces 20 imagen y texto, se acompañan pensamientos con fotografías del fallecido,

sobre todo los textos tienen una gran riqueza de la filosofía popular. Son colocados principalmente en las cruces de metal con la letra hecha a mano según sus posibilidades. En cambio en los sepulcros de personas con recursos, se colocan teniendo como base un libro o un pergamino, con poesía ya establecida para el caso. Con las Iglesias pequeñas o capillas sucede lo mismo que con la arquitectura, la relación entre ellas y los terrenos donde se construyen dan la forma característica al paisaje arquitectónico, se impone una moda y la necesidad de sobresalir acentúan esta forma. Se tienen en todos los 21 cementerios de formas y tamaños parecidos propios del lugar. Conclusión Para la elección de todo este imaginario por parte de los deudos, no siempre proceden los sentimientos de como estaría mejor el difunto, darle lo que más le gustaba, sino además, es un ejercicio del gusto que prevalece en el contexto de su vida, expresando su medio real e imaginario. Ese gusto que no tiene valores que puedan financiarse, son expresiones materiales perecederas, son cambiantes a una velocidad extrema, no conforman estilos definidos que deban valorarse, así entonces no queda mucho para la historia, igual pasa cuando, ahora buscamos las expresiones populares del pasado y no se encuentra gran cosa. Hablando de los cementerios de este tipo, no se les ha cuidado ni en sus registros oficiales, existen errores que impiden la comprensión del proceso natural de la muerte dentro del proceso social de lo popular. Se intenta con estas evidencias la valoración de estos cementerios para volver la atención de los entendidos no solo por su imaginario colectivo, sino por la función que realizan. Se debe ubicara estas imágenes populares en un grupo o sistema particular, como productos de un determinado lugar y englobarlas en un contexto sociocultural e histórico general para conformar su historia.

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Cabe mencionar que en algunas tumbas, aún de tierra, se pueden contar hasta cinco cruces en fila, en donde todos los enterrados son infantes, es interesante ver la forma en que se asume esa realidad, uno de los rótulos de las cruces dice: “dejad que los niños se acerquen a mí”. Cementerio de San Baltasar Campeche, Puebla, Puebla, 2013. 16 Preguntado a un usuario del cementerio, que significaban para él los rehiletes me dijo que: “daban color y movimiento y eso daba alegría” Cementerio de Santa María Ticomán, México. D.F. 17 La escultura de La Chilindrina, de pasta, en pequeñas dimensiones, teniendo atrás una valva que le sirve de fondo, se encuentra sobre una tumba en el Cementerio de La Piedad, Puebla, Puebla, 2013. 18 Cementerio de San Pedro Zacatenco México D.F. 19 Imagen futbolística de un Puma de papel(móvil).Cementerio Jardín, Puebla Puebla. 20 La imagen del fallecido está pintada en la cruz. Cementerio de Santa Isabel Tola, México, D.F.

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Una muy interesante variación la da un pequeño hemiciclo formado con columnas con una figura religiosa en el centro, Cementerio de San Pedro Zacatenco México D.F.

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Latinoamericana en la ciudad de México, son algunas de las manifestaciones culturales que trascienden en este cementerio. Desarrollo El municipio de Hoctún se localiza en la región centro norte del estado de Yucatán, situado entre los paralelos 20º 52’ y 20º 58’de latitud norte y los meridianos 89º 09’ y 89º 15’ de longitud oeste; con una altura promedio de 14 metros sobre el nivel del mar, ocupando una superficie de 123.91 Km². Históricamente, el nombre del lugar deriva de los topónimos mayas Hoc, arrancar o zafar y Tun, piedra. Sobre la fundación de Hoctún “piedra arrancada” se carecen de datos exactos, aunque se sabe del asentamiento maya perteneciente a la jurisdicción de Ah Kin Chel existente desde antes de la conquista de Yucatán. Durante la colonia estuvo bajo el régimen de las encomiendas estando registrada la de Ángela de la Fleguera Castillo, con 269 indios a su cargo. Su desarrollo comienza a partir de 1821 cuando Yucatán se declara independiente de la Corona Española, fue entonces que la población estuvo integrada al Partido de Beneficios Bajos, con cabecera en Sotuta, hasta que en 1918 se erigió en cabecera del municipio libre homónimo. Las prácticas funerarias en la región preceden desde la cultura maya, cuya costumbre general en la zona de las tierras bajas mayas parece haber sido enterrar a los difuntos debajo de los pisos de sus casas, en los basamentos constructivos. Es usual encontrar los restos óseos acompañados de alguna ofrenda funeraria, como recipientes de barro de uso doméstico o alguna cuenta de piedra verde, y que dependiendo del status del muerto, dicha ofrenda pudiera ser austera o suntuosa. Sin embargo, no debe pensarse que los mayas no hubieran empleado la cremación o el entierro colectivo a manera de necrópolis 24 características de la cultura occidental, como en el caso de la Isla de Jaina . Los patrones funerarios de los mayas fueron diversos, lo que significa la convergencia de influencias procedentes de otras culturas, como el entierro en petate, objetos depositados con el cuerpo para una vida posterior a la muerte, inhumación cerca o dentro de la casa, orientación del cuerpo hacia el este, perforación en el techo de la vivienda maya para la salida del alma, culto a las calaveras de antepasados, entre otros. Estas prácticas se fueron perdiendo, modificando y fusionando con las costumbres funerarias de la Colonia, enterrando a los difuntos en las

Manifestaciones artísticas y culturales del cementerio de Hoctún, Yucatán 22

Claudio Alberto Novelo Zapata 23 Nicte-Há Gutiérrez Ruiz México

Introducción Yucatán es un estado rico en cultura, arte y costumbres, con grandes zonas patrimoniales donde conviven diversos ámbitos del patrimonio como el natural, arquitectónico e intangible, entre otros; todos ellos englobados bajo el concepto de Patrimonio Cultural. Un ejemplo de este patrimonio se encuentra manifiesto en la arquitectura, pintura, escultura, ritos funerarios y celebraciones que conforman los cementerios, lugares de gran valor cultural, que reflejan la idiosincrasia del lugar donde se encuentran y son un reflejo de las costumbres, modos de vida e historia de la sociedad que los crea. En el estado de Yucatán existen cementerios de gran valor patrimonial, entre los que se encuentra el cementerio de la localidad de Hoctún, ubicado a 52km de la ciudad capital de Mérida, con un total de 4,739 habitantes según el censo del Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI), realizado en el 2005, de los cuales 2,308 son hombres y 2,431 son mujeres. Objetivo En este trabajo se hace una semblanza de un cementerio atípico, localizado en la población de Hoctún, ubicada en el municipio del mismo nombre, en el estado de Yucatán; mismo que es promovido turísticamente por los habitantes del municipio y que presenta, además de un gran colorido en sus tumbas, interesantes esculturas que incluyen, además de las típicas representaciones religiosas de cruces, ángeles, santos, entre otros; elementos funerarios particulares como el empleo de la casa maya, flores multicolores en relieves pintadas a mano, mausoleos porfirianos, reproducciones de la pirámide del Castillo de Chichén Itzá y de la Torre

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Repetto-Tío, Beatriz, Prácticas funerarias coloniales yucatenenses en Memorias del segundo congreso internacional de mayistas, pp. 480, México, Universidad Nacional Autónoma de México, 1995.

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H. Ayuntamiento Constitucional del Municipio de Mérida. [email protected] 23 H. Ayuntamiento Constitucional del Municipio de Mérida. [email protected]

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inmediaciones de las iglesias católicas creándose criptas, lápidas adosadas a muros, camposantos, nichos y toda la cultura funeraria occidental, hasta que debido a reformas sanitarias se vio la necesidad de separar ambos usos, que en el caso de Hoctún derivo en la creación de un cementerio a las afueras de la localidad hacia 1866 con la integración de elementos cristianos arquitectónicos como mausoleos, nichos, osarios, columbarios y elementos de la cultura funeraria como el ataúd de madera, velorios, velas, flores, imágenes católicas, rezos, ángeles, cruces, entre otros. Este cementerio representa las costumbres culturales de la población, es un claro reflejo de la cultura yucateca, mezcla de las culturas mayas y española, en donde las costumbres mayas tradicionales conviven con las características propias de la sociedad actual. El Cementerio es el espacio donde se manifiestan todos los hábitos y tradiciones, mismas que permiten entender los valores, los conocimientos y las habilidades de una comunidad; es el lugar donde convergen diversos ámbitos patrimoniales tales como el histórico, el cultural, el social, el intangible, el urbano, el arquitectónico, el artístico, el natural, el colectivo, el 25 económico y el turístico. El Cementerio de Hoctún se localiza al oeste de la población del mismo nombre a casi un kilómetro de distancia del centro de la localidad, cuenta con dos secciones históricas, la original y más antigua que data de 1866, rodeada por una barda de mampostería de piedra y una sección que data de principios del siglo XIX que se ha fusionado con la arquitectura contemporánea funeraria.

La parte original consta de una superficie de 1,440.00m² en un terreno regular, midiendo45.00m de largo por 32.00m de ancho, mientras que la sección reciente presenta una morfología en forma de “L” que abraza el conjunto original por la parte norte y este, de donde el conjunto norte tiene unas dimensiones de 55.00m de largo por 45.00m de ancho con un total de 2,475.00m² y el conjunto este mide 10.00m ancho por 32.00m de largo con un total 320.00m², conformando una superficie de la sección reciente de 2,795.00m². La superficie en total del Cementerio de Hoctún es de 4,235.00m², con unas dimensiones generales de 77.00m de largo por 55.00m de ancho. Arquitectónicamente, el cementerio tiene dos accesos que se encuentran orientados hacia el norte, donde el cementerio original se encuentra contenido dentro del reciente. En ese sentido, el acceso principal data de 1972 y está compuesto por una barda perimetral de mampostería de metro y medio de altura demarcada al centro por un pórtico que sirve de acceso compuesto por dos pilastras rectangulares de mampostería de dos metros y medio, sobre la que descansa un arco con características mayas lisas al exterior y mixtilíneas al interior, tres cruces resaltan el conjunto una en la parte superior y central del arco y dos más apostadas a cada lado de las pilastras. Sobre una de ellas se encuentra una inscripción dibujada dentro de un pergamino que dicta “Jesús dijo: yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá, y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. Sn. Jn 10:28” .El segundo acceso se encuentra paralelo al principal, consiste en el acceso original y data de 1866 como consta una inscripción al centro del pórtico que enmarca el muro perimetral de dos metros y medio que circunda al complejo original. La portada de hechura porfirista está compuesta por un vano regular adornado en la parte superior por volutas ascendentes que sostienen una moldura central coronada por una cruz central con dos pináculos ovalados a los costados, a los extremos de la portada se encuentran dos pináculos ovalados de mayores dimensiones que los centrales, simulando la flama eterna. Se accede a través de una rampa de piedra acuñada delimitada por dos muertes de mampostería y canto boleado. Las paredes del conjunto original son altas debido al concepto de columbarios que se quería desarrollar y del cual sólo se pudieron concretar las partes bajas, dichos columbarios no resaltaban en grosor, sino que los cuerpos eran enterrados hacia el exterior y detrás del muro se pueden

Imagen 1. Localización del cementerio de la localidad de Hoctún, en el municipio del mismo nombre. Fotografía: a la izquierda Novelo Zapata, Claudio Alberto. Centro y derecha Google Earth.

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Ayuntamiento de Mérida 2010-2012, Cementerio General, pp. 2-4, Mérida, Ayuntamiento de Mérida 2011.

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observar las bóvedas mortuorias de mampostería para el alojo de los cuerpos.

Las manifestaciones artísticas Con manifestaciones artísticas nos referimos a todos aquellos elementos arquitectónicos, escultóricos y pictóricos que representan algún valor artístico, contextual o particular, que generan las características propias que hacen de este cementerio un lugar de gran valor y representatividad. A continuación se abordará de manera puntual cada una de estas expresiones que dan cuenta de la relevancia funeraria y particular de este recinto, lo que permite identificar y valorar la riqueza cultural que contiene.

En la actualidad la parte original conserva pocos elementos funerarios originales, debido a que los materiales constructivos cumplieron con su vida útil y la zona se encuentra en período de densificación contemporánea. El estudio de cada uno de estos aspectos da como resultado que en Hoctún se desarrolle un concepto atípico del significado de la muerte, lo que se manifiesta en los elementos que lejos de representar el carácter lúgubre y típico de los cementerios, éste presenta una imagen alegre, multicolor, es decir un cementerio vivo.

Las manifestaciones arquitectónicas Entre las manifestaciones arquitectónicas es notoria la existencia de escasos mausoleos de gran tamaño y fastuosidad como comúnmente conocemos, principalmente se observan osarios de pequeña envergadura, y escasa ornamentación arquitectónica, sustituida principalmente por la ornamentación pictórica. Entre los elementos arquitectónicos funerarios, destacan los osarios, columbarios y mausoleos, mismos que poseen particularidades pero que en general representan tipologías propias del arte popular y cultural de la zona, más que por su calidad monumental, ornamental o artística a la costumbre occidental. Los osarios constituyen el 87 por ciento de la totalidad del cementerio de Hoctún, el ambiente que se logra con la multiplicidad de colores y elementos ornamentales es único e identifican los valores culturales de este recinto. Se distinguen tres prototipos de osarios, el común, uno más elaborado y el contemporáneo. El osario común consiste en un elemento funerario vertical y se compone de tres cuerpos principales, el inferior o cajillo mide 1.00x1.00x1.00mts donde se depositan las cajas con restos óseos, el volumen central lo constituye la urna de medidas inferiores al cajillo de 0.50x0.50x0.60mtsque puede ir sembrado al centro o a un costado de éste, donde se depositan flores, imágenes, velas objetos del difunto, entre otros; y el elemento ornamental que consisten en casas mayas, casas contemporáneas, iglesias, cruces, cúpulas, torres, hasta llegar a reinterpretaciones particulares de representaciones culturales mayas como el Castillo de Chichen Itzá y modernas como la Torre Latinoamericana. Sin duda, la decoración de los osarios en conjunto le augura su identidad y autenticidad a través del empleo del color, la pintura ornamental de símbolos funerarios como flores, cruces, palomas, ángeles, entre otros.

El presente trabajo propone identificar aquellos elementos representativos ya sea por su concepción arquitectónica o su manifestación cultural o artística que otorgan una identidad particular que debe ser preservada.

Imagen 2. Accesos del cementerio de Hoctún. Arriba, acceso al conjunto original; abajo, acceso principal del cementerio en su conjunto total. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Novelo Zapata, Claudio Alberto.

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Los osarios elaborados consisten en construcciones monumentales cuya modificación a diferencia del osario común radica en que el cajillo o parte inferior da cabida a dos, cuatro o seis ataúdes en pares y a dos niveles, a diferencia de la caja con restos óseos del osario común, lo que le genera volumen y que comúnmente se adorna con floreros, pinturas y demás parafernalia funeraria. Algunos de estos osarios por su tamaño, han sido “elevados” al rango de mausoleos como lo expresan los epitafios o nombres pintados, lo que denota el ideal de alcanzar un nivel de status social aun después de la muerte, siguiendo la costumbre de arraigo a la sociedad en la que se circunscriben. Los osarios contemporáneos se localizan en la parte original del cementerio y manejan la tipología funeraria actual en los cementerios de Yucatán. Consiste en una bóveda enterrada sobre la que se colocan tapas de concreto que se revisten en el mejor de los casos con placas de granito, sobre ellas se desarrolla un cajón o tumbado horizontal sobre el que se desplanta el cajillo, la urna y el elemento ornamental. Sobre la placa es común encontrar jarrones o floreros, mientras que sobre el tumbado se colocan los libros o lápidas con sus respectivos epitafios.

Imagen 3. Arriba, muestra representativa del osario común; al centro, muestra del osario elaborado; abajo, muestra de los osarios contemporáneos. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Novelo Zapata, Claudio Alberto.

Una manifestación arquitectónica malograda es el columbario que se encuentra en la parte original del cementerio, consistente en un muro de mampostería de 32.00mts de largo y 2.50mts de alto que por la parte posterior resalta con las bóvedas para los ataúdes dejando por la parte anterior un aspecto liso donde todos los nichos se encuentran alineados al paramento sin que sobresalga algún volumen. Se desconoce que dio origen al abandono del área, lo que generó la proliferación de osarios adosados al muro, mientras que en la parte posterior actualmente las bóvedas se

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encuentran derruidas, en abandono y en su mayoría sin ocupación. El muro destinado a columbario carece de ornamentación por lo que a la vista es difícil determinar sus características originales.

mausoleo abierto donde se han depositado lápidas familiares y donde destacan una serie de tres lápidas de la vertiente art deco de mediados del siglo XX y con su respectiva iconografía representativa. Al edificio se accede a través de una reja enmarcada dentro de un arco de medio punto, al interior se distinguen lápidas y al fondo un altar con elementos cristianos como cruces, velas, flores, entre otros. La ornamentación del edificio es austera delimitada por pilastras en sus extremos y en la fachada principal destaca un frontón sobre la cornisa perimetral y coronada con tres pináculos esféricos, uno al centro y dos apostados en los extremos. El tercer mausoleo de tipo porfiriano está fechado en 1902 y pertenece a la Familia Moguel, se caracteriza por ser un mausoleo semi abierto cercado por pilastras y rejas de herrería colada, la zona a la intemperie contiene lápidas contemporáneas de la segunda mitad del siglo XX, mientras que el edificio semi abierto se encuentra desplantado y se accede a través de una escalinata central, la fachada está conformada por cuatro columnas clásicas y barandal de herrería; al centro un modesto altar sobre la que destaca una cruz. Un austero frontón neoclásico destaca sobre una cornisa perimetral que remata con una cruz. La señal de la cruz fue incorporada a la iconografía cristiana después del Concilio de Nicea I en el año 325 26 convocado por solicitud del emperador Constantino y desde entonces ha servido para identificar los lugares sagrados para los cristianos, la cual, en el caso del Cementerio de Hoctún denota el carácter sagrado que tiene el sitio para los pobladores.

Imagen 4. El columbario. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Claudio Alberto Novelo Zapata,

En esta clasificación arquitectónica destacan los mausoleos localizados dentro del recinto, de los que son importantes de mencionar por su relevancia, cuatro mausoleos representativos de diversas épocas que le proporcionan una temporalidad al cementerio, donde tres pertenecen al porfiriato y uno al nacionalismo en su vertiente deco. El primer mausoleo data de 1890, marcado con el número cinco y perteneciente a la Familia Caro Canto; consiste en un túmulo funerario de estilo neoclásico para seis cuerpos colocados en ataúd, representa la evolución del osario a mausoleo con decoración en una de sus cuatro fachadas simulando pilastras con bases y capiteles, con un frontón manierista y floreros en las esquinas y al centro de la fachada. Las lápidas se encuentran decoradas con pinturas murales a base de guirnaldas de flores. El segundo mausoleo representativo data de 1900, perteneciente a la Familia Arjona, consiste en un conjunto delimitado por una barda perimetral y una edificación neoclásica desplantada sobre el nivel del suelo y al que se accede a través de unas escalinatas. El exterior sirve como

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Ayuntamiento de Mérida 2010-2012, Cementerio General, pp. 7, Mérida, Ayuntamiento de Mérida 2011.

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Las manifestaciones escultóricas Escultóricamente destacan reproducciones de la casa maya, de la pirámide de Chichén Itzá, cruces y angelitos; sobresaliendo por su altura y originalidad una réplica de la torre latinoamericana de la ciudad de México.

Imagen 5. Mausoleos representativos del cementerio de Hoctún. Fotografías: Novelo Zapata, Claudio Alberto.

Finalmente, el cuarto mausoleo consiste en un espacio abierto de diseño contemporáneo, donde la lápida más antigua data de 1998 y la reciente es del 2005, pertenenciente a la Familia Sarabia. El diseño es común y homogéneo a las cuatro tumbas. El mausoleo se desarrolla de cuatro elementos principalmente, la base o placa de granito sobre la cual descansa los cuatro tumbados todos con el mismo diseño consistente en una cruz con cristo, epitafio, y libro. En la parte anterior del mausoleo se encuentran cuatro urnas con floreros apostados a cada lado de las mismas, mientras que en la parte posterios destacan unas jardineras con cruces de granito, material con el que está manufacturado todo el conjunto. De esta manera, se observa que la arquitectura localizada en el Cementerio de Hoctún refleja temporalidades de un recinto funerario que si bien posee los mismos elementos que otros de la región, ha sabido encontrar sus particularidades que lo destacan por encima de otros, lo que le confiere su permanencia al ser valorado por sus usuarios y visitantes.

Imagen 6. El osario con la réplica de la Torre Latinoamericana y su contexto. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Novelo Zapata, Claudio Alberto.

La casa maya, de planta elipsoidal y techos de paja, se ve reproducida en innumerables tumbas, en algunos casos incluyendo el brocal de pozo característico de la región maya, en otras ocasiones sin mayor adorno; las cuales son hechas de concreto armado y cristal en las ventanas. Algunas de ellas representando mediante la pintura el bajareque con el que se construyen, o pintadas a modo de madera, con una puerta central y dos ventanas franqueándola, o únicamente la puerta central; con las variaciones propias de las viviendas originales, representan las costumbres del pueblo maya yucateco.

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Imagen 7. Muestras representativas de las esculturas ornamentales representando a la casa maya. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Novelo Zapata, Claudio Alberto

El castillo de Chichén Itzá, una de las siete maravillas del mundo moderno, también es ampliamente reproducido como adorno de las tumbas de este cementerio. Es posible encontrarlos pintados de diversos colores, según la idiosincrasia de quienes las erigieron; además, estas pirámides a menudo se encuentran rematadas con cruces, angelitos o representaciones de algún santo o virgen, formando una simbiosis entre la religión católica y la representación del pueblo maya.

Imagen 8. Representaciones escultóricas de la pirámide del Castillo de Chichén Itzá. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Novelo Zapata, Claudio Alberto.

También es posible observar diversas manifestaciones escultóricas representando cruces, ángeles, santos y advocaciones de la virgen María, que aunque no presentan en su mayoría, gran calidad artística, si son representativas del arte popular yucateco. Ángeles niños para las tumbas de los pequeños, ángeles silentes, el sagrado corazón de Jesús, la virgen de Guadalupe, cruces de diversas formas, crucifijos, y palomas, son algunas de las manifestaciones escultóricas propias de este cementerio.

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Imagen 9. Diversas representaciones escultóricas funerarias encontradas en el cementerio de Hoctún. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Novelo Zapata, Claudio Alberto.

Imagen 10. Imágenes representativas de las pinturas de flores, placas y demás manifestaciones pictóricas funerarias presentes en el cementerio de Hoctún. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Novelo Zapata, Claudio Alberto.

Las manifestaciones pictóricas Dentro del arte popular existente, destacan las pinturas realizadas en las paredes de las tumbas, representando en su mayoría flores multicolores, habiendo también diversas manifestaciones de ángeles, santos, el espíritu santo y advocaciones de la virgen María, entre otros. En este cementerio también se observan unas placas conmemorativas que en su mayoría se dividen en dos partes: a la derecha se observa la imagen del difunto, y a la izquierda algún pensamiento que la familia dedica a los que a se fueron, aunque también se encuentran otras de porcelana con diferente composición.

Las manifestaciones socio-culturales Destacan en este rubro las referentes a la religión católica y su simbiosis con las manifestaciones propias de las culturas prehispánicas, en sus diversas manifestaciones pictóricas y escultóricas. Cabe destacar que para el día de muertos, HanalPixán, en esta localidad le prestan gran atención al mantenimiento de las tumbas, pues para esta celebración se pintan, resanan y mejoran las tumbas para dar aún más colorido al cementerio. Respecto a sus entierros, estos no difieren en mucho de los realizados en otras localidades. El cortejo fúnebre se traslada a pie, ya sea de la casa del difundo o de la funeraria, hasta el cementerio, donde se realizan las ceremonias comunes y se depositan flores en la tumba del recién fallecido.

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También se observa, que al igual que en las iglesias católicas, en el pasado se han realizado donaciones de bancas por parte de la población, lo que se manifiesta en estos mismos elementos. Al ser este cementerio fomentado turísticamente, se puede observar en el acceso, la venta de artesanías de henequén propias de la región.

Imagen 12. Entre las manifestaciones culturales que se observan en el Cementerio de Hoctún, se encuentra el colorido, réplicas de las viviendas comunes de la zona, e incluso puede observarse el nombre del difunto en petatillo, como la imagen inferior izquierda. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Novelo Zapata, Claudio Alberto.

Imagen 11. Diversas manifestaciones culturales. Arriba, venta de artesanías en el exterior del cementerio; Abajo, cortejo fúnebre y entierro. Fotografías: Gutiérrez Ruiz, Nicte-Há y Novelo Zapata, Claudio Alberto.

Resultados Los cementerios, al ser la última morada del objeto carnal, representan en buena medida los gustos, pensamientos, clases socioeconómicas, y la idiosincrasia en general, de las personas; es por ello que se pueden encontrar manifestaciones que presentan estas características y reflejan los modos de vida y el quehacer cotidiano del pueblo yucateco.

Las culturas como producto de una amalgama de ideologías producidas a través de la transmutación, intercambio e hibridación de sus elementos, ponen de manifiesto la mezcla y riqueza cultural en el cementerio de Hoctún, donde se pueden apreciar particularidades tal como se perciben en una ciudad contemporánea, donde las condiciones sociales tienen su traducción en las expresiones artísticas, que nos permite el deleite visual en un espacio

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donde se pueda observar una Torre Latinoamericana rodeada de pirámides mayas de Chichen Itzá, pequeñas iglesias, casas mayas, arcos hacendísticos, flores pintadas a mano y toda la iconografía funeraria, que le procuran un ambiente uniforme y característico al que se suman unos cuantos mausoleos porfirianos productos del auge henequenero.



A través de un inventario de los elementos representativos del cementerio de Hoctún, se logra la caracterización para la preservación y conservación de su patrimonio, lo que ayuda a que contribuya al desarrollo económico de la localidad a través del turismo que se ha generado de manera natural por las particularidades que el cementerio presenta y que llama la atención al turismo nacional e internacional que visita el cercano Pueblo Mágico de Izamal.

Páginas Web.



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Este cementerio representa una fuente de información, a manera de archivo colectivo histórico de la comunidad de Hoctún, es depositario de los restos de personajes destacados, de gente común, agrupaciones, familias, que en vida fueron protagonistas y coadyuvantes de la vida social, económica, política, cultural e intelectual de esta sociedad, lo que constituye la memoria colectiva de sus relaciones, intereses y valores. Considerando que la arquitectura es producto y reflejo de la sociedad que la vive, produce y consume; este cementerio da cuenta de la arquitectura local, de la tecnología constructiva, formal, funcional y estética reflejada en cada uno de sus elementos funerarios, que van desde los diseños austeros a elaborados mausoleos con sus particularidades, lo que enriquece en conjunto con las manifestaciones artísticas en esculturas y pinturas que decoran la necrópolis. Estos atributos que presenta el Cementerio de Hoctún, son reconocidos por la propia población y turistas, lo cual puede ser aprovechado para resaltar aquellos elementos que lo hacen único y que les identifica como comunidad.

Bibliografía – –

Ayuntamiento de Mérida 2010-2012, Cementerio General, edit. Ayuntamiento de Mérida. Mérida, 2012. Gutiérrez, Carlos y Montejo, Liliana, 2005. Cementerios de la ciudad de Campeche, edit. Secretaría de Salud del Estado de Campeche.

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Herrera, Limbergh, 2011. El cementerio general de Mérida, sus voces y su historia, 190 años de existencia (1821-2011), edit. Ayuntamiento de Mérida,. Reppetto-Tío, Beatriz, 1995. Prácticas funerarias coloniales yucatenenses en Memorias del Segundo Congreso Internacional de Mayistas, Edit. UNAM México,

Guilleminot, Carol. Cazadores de Símbolos, recuperado el 05 de junio de 2013 http://rotafolio.wordpress.com/2009/02/16/cazadores-de-simbolos/ Morales, José, 1989. Los programas iconográficos en el arte funerario mexicano, Cuaderno de Arte e Iconografía Tomo II en Revista virtual de la fundación universitaria española, recuperado el 05 de junio de 2013. http://www.fuesp.com/revistas/pag/cai0406.html

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«enviado» y se traduce al hebreo bíblico, que tiene el mismo significado y el que se utiliza normalmente indicar específicamente a Ángeles. El término ángel se usa de manera imprecisa para referirse a un extenso número de criaturas diferentes que forman parte de un coro 28 angelical , sin embargo se escribe que alrededor del 200 aC, los rabinos 29 hebreos empezaron a traducir al griego el viejo testamento habiendo encontrado ahí la palabra ángel la que en hebreo es «ángel» de la cual una de sus definiciones fue Angelos - Mensajero común, no necesariamente angelical. Se presume que su aparición con esta definición viene desde el tiempo de Babilonia, la antigua ciudad que se menciona en la Biblia. En el mundo cristiano se mencionan en diferentes textos bíblicos según sus atributos y formas de representación, antes de la creación del hombre según las Escrituras, Dios creó una innumerable compañía de seres llamados ángeles. Al igual que los hombres, ellos tienen personalidad, inteligencia y responsabilidad moral. La palabra «ángel» como se escribió en líneas anteriores significa mensajero, cuando se refiere a una clase especial de seres; y a veces el término se usa para mensajeros humanos (Lc. 7:24; Stg. 2:25). De igual manera, el término «ángel» se aplica al Ángel de Yahveh refiriéndose a las apariciones de Cristo en el Antiguo Testamento en 30 la forma de un ángel y como un mensajero de Dios a los hombres . Por lo tanto, después de lo anterior ¿Qué es un ángel? se podría responder con una visión cristiana: Los ángeles son mensajeros divinos, cuya misión en la tierra es la de servir a la humanidad y de guiarla por el buen camino. Tienen diferentes funciones entre las cuales y la más importante o primordial es adorar a Dios y llevar a cabo sus mandatos en la tierra y en el universo. En palabras más concretas un ángel es una fuerza cósmica emitida por el Creador del Universo en el momento de la creación; es un Quantum... es una cantidad de energía específica, con una gran inteligencia y conciencia de sí mismo el cual tiene características tales como: perfección, lógica, justicia, control, compasión y amor.

Ángeles, manifestación escultórica en los cementerios patrimoniales. Panteón Francés de la ciudad de Puebla María Cristina Valerdi Nochebuena Víctor Martínez López Jorge Sosa Oliver Jesús Rodríguez México

Introducción ¿Cuál sería un lenguaje que comunique la manifestación escultórica de los ángeles plasmada en los diferentes tipos de monumentos que conforman el espacio funerario? Se sustenta que un multimedia como lenguaje audiovisual permitirá comunicar la manifestación escultórica de la tipología de los Ángeles con base a un rastreo histórico y apoyado en la fotografía como herramienta visual de composición para difusión del patrimonio funerario inscrito en éste al Panteón Francés de Puebla. Por tanto se presenta un rastreo documental para construir los antecedentes hacia la comprensión de la definición y tipología de los ángeles, su localización en diferentes tipos de monumentos en el Panteón Francés con base a su jerarquía para ubicar los diferentes atributos y formas de representación escultórica materializado en tomas fotográficas que integrarán el resultado en una muestra fotográfica base de un multimedia. ¿Qué es un ángel?, ¿qué características lo definen?, ¿cuál es la iconografía de los ángeles? Son preguntas iniciales que es pertinente responder para construir el tema en estudio: Ángeles, manifestación escultórica en los cementerios patrimoniales. Panteón Francés de la ciudad de Puebla.

La corte celestial Después de definir Ángel, saber algo acerca de su origen y de manera general de dónde surge el tema de los ángeles, se pueden conocer sus

Ángeles: su definición Etimológicamente la palabra «ángel» procede del latín angĕlus, que a su vez 27 deriva del griego ἄγγελος ángelos: mensajero (2001) . La palabra hebrea más parecida es mal'ach, que tiene el mismo significado. El nombre, el Ángel, es derivado de «ángelos» que en griego, significa «mensajero» o

28 González, 2009:1 29 Esto se conoció como "Septuaginto" el cual se tradujo al latín y entonces se conoció como "La Vulgata" y de allí se tradujo las sagradas escrituras y los demás idiomas. Vander Heeren, A. (1912). Septuagint Version. In The Catholic Encyclopedia. New York: Robert Appleton Company. Retrieved June 23, 2013 from New Advent: http://www.newadvent.org/cathen/13722a.htm 30 cfr. Gn. 16:1-13; 21:17-19; 22:11-16

27 Diccionario de la lengua española (vigésima segunda edición), Real Academia Española, 2001, consultado el 21 de junio de 2013

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características y entrar en el significado de la jerarquía angelical vista como la corte celestial la cual se compone de tres coros de la siguiente manera: Jerarquía suprema:

Respecto de comentar acerca de su iconografía con base a sus atributos derivando sus formas de representación. Irene González escribe que Didron (1886) y Cloquet (1890) trataron de «sistematizar que atributos y formas de representación acompañaban cada coro angélico […] las 35 características principales de cada coro serían las siguientes» :

1.- Serafines31 2.- Querubines32 3.- Tronos33

Cuadro 1. Jerarquía

Esta primera jerarquía con sus tres coros son los que controlan el orden del universo y la manifestación de la voluntad divina (Cuadro 1). Jerarquía media:

Serafines Son el más elevado de los coros angelicales, son descritos como seres brillantes e incorruptibles. Se conocen como los ángeles del amor y son los que rodean el trono de Dios

4.- Dominaciones 5.- Virtudes 6.- Poderes34

Estos representan el poder de Dios y están a cargo de gobernar los planetas, especialmente la tierra. Pero también tienen como función llevar a cabo los mandatos de la primera orden y dirigir la tercera jerarquía de ángeles. Jerarquía inferior:

Querubines Fueron los que Dios puso en la entrada del Edén con una espada llameante, los Querubines son aquellos que rezan e interceden. Símbolos de sabiduría divina

7.- Principados 8.- Arcángeles 9.- Ángeles

31 Según la etimología hebrea del nombre, son "los del ardor." Ellos son mencionados en Isaías 6: 2-6, donde ellos cantan el elogio de Dios. Con la referencia a su imagen, se dice que ellos son dotados con seis pares de alas: dos para cubrir sus caras, dos para cubrir los pies (por no ser identificado con características humanas), y dos para volar. Se dice que uno de ellos vuela hacia Isaías y le purifica la boca con un carbón vivo tomado del altar [de ahí el nombre "los del ardor" según la etimología hebrea]. 32 La primera vez que los Querubines se mencionaron en la Biblia está en Génesis 3: 24. Se escribe allí que Dios colocó un Querubín al este en el Edén para prevenir a hombre, que había sido ahuyentado, para venir cerca del árbol de la vida. La referencia más importante está en el Éxodo 25: 18-22 [ver también 37: 7-9; Números 7: 89; 1 Reyes 6 :23-28; etc.), donde dos Querubines dorados y alados decoran la tapa del Arca del Tabernáculo 33 Los Tronos son carruajes de millares de ojos o ruedas que transportan el mensaje de Dios. Estos Ángeles no están en comunicación directa con la humanidad ellos comunican la palabra de Dios al segundo nivel. Se llega a hacer la analogía de la diferencia entre ángel y arcángel como la misma que entre obispo y arzobispo 34 Los Dominios, o los Poderes y las Virtudes, son los directores de todos los ángeles en el cielo, Ellos comunican todos los mensajes de la primera tríada al tercero, son enormemente valientes y a menudo son llamados brillantes, como estrellas. Son descritos por su blancura, más brillante que algún otro blanco conocido en la tierra. Ellos pueden ser buenos o malos, sin embargo, uno de sus trabajos deberá ser el equilibrar las almas la tentativa para reconciliar lo bueno y malo dentro de la humanidad

Tronos Son los que están al frente del trono de Dios, su misión es la de inspirar Fe en el poder del Creador, se conocen como los encargados de llevar a cabo la justicia divina

Cita bíblica

Número de Alas

Forma o color

Visión de Isaías (6, 1-3) “Alrededor del solio estaban los serafines, cada uno de ellos tenía seis alas: con dos cubrían su rostro, con dos cubrían los pies y con dos volaban.”

Son hexápteros, es decir, tienen seis alas. La fuente de esta iconografía es una visión de Isaías

Forma de una cabeza de niño con alas, asociados al fuego y al color rojo

Ezequiel (10,4-22) Hebreos 9,5

4 alas con ojos

Niños, son los típicos angelotes mofletudos derivados de los cupidos o puttis clásicos. Asociados al color azul

Ezequiel (1, 1521)

Son las ruedas del carro de Dios. Tienen forma de ruedas ceñidas y aladas, sembradas de ojos. Se los representa también como una rueda de fuego.

35 CLOQUET, Louis (1890): pp. 149-172; DIDRON, Adolphe Napoleon (1886): pp. 85-108 en I. GONZALEZ HERNANDO, “Los angeles” en Revista digital de Iconografía Medieval, Volumen I, no. 1, 2009, p.2

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Dominaciones, Potestades y Virtudes son poco representados y por esto no tiene una iconografía predefinida, sin embargo se describe las acciones que supuestamente tienen a su cargo.

Cuadro 2. Jerarquía Dominaciones Se conocen como los que adjudican sus labores o misiones a ángeles menores, la majestad de Dios es revelada a través de ellos, parte de su misión es mantener el orden en el cosmos. Potestades Son los guardianes o protectores del orden en el cielo y evitan que los ángeles del mal destruyan el mundo. Es importante mencionar que este coro tiene el permiso divino de castigar y perdonar, también tienen el poder de ayudar a los seres humanos a resistir las tentaciones del mal. Virtudes Son los que confieren el don de la virtud a los seres humanos especialmente gracia y valor. Estos son los que están a cargo del movimiento de los planetas, controlan las leyes cósmicas y están relacionadas con el poder de Cristo

Cuadro 3.

Elemento distintivo

Jerarquía Principados Tienen a cargo la protección de reyes, gobernantes, jueces de la tierra para que su iluminación les ayude a tomar decisiones justas. También protegen organizaciones grandes, naciones, iglesias y simbolizan la victoria contra el demonio. Arcángeles Ángel superior, representados como jefes de la milicia celeste, mensajeros de Dios por antonomasia, portadores de las oraciones de los seres humanos

Portan un cetro y una corona, salvo que lleven casco y empuñen una espada, como símbolos del poder celestial.

Son responsables de los cuatro elementos (agua, tierra, fuego y aire) y llevan una espada flameante.

Las virtudes llevan un libro.

Los Arcángeles son: Gabriel, Miguel, Sealtiel, Rafael, Uriel, Baraquiel y Jehudiel, los cuales aparecen regularmente en el arte Occidental. Así como los Arcángeles, la tercera tríada contiene a los Ángeles que se comunican directamente con la humanidad. Ellos son generalmente humanos en su apariencia y son vulnerables al contratiempo

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Cita bíblica

Daniel 10:13

Uriel, nombrado en el Libro de Enoc Concilio de Letrán (746) limita el culto a Miguel, Gabriel, Rafael

Representación

Elemento distintivo

Están vestidos como guerreros o como diáconos, y llevan una rama de lis

Los principados. Llevan también cruces y cetros.

Representados con indumentaria militar, nimbados y alados. Relacionados con los 4 puntos cardinales

Tienen símbolos específicos los cuales son el cetro, la cruz y la espada. Utilizados en la decoración de cúpulas, sirven como el tetramorfos, a la alabanza del Pantocrátor rodeado de los cuatro arcángeles

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Ángeles Ministros ordinarios de la providencia divina, de iconografía más clara. Asisten y adoran. Transmiten la palabra de Dios a los hombres

Ángeles en acción y Ángeles en adoración Gn 18,19,22,32; I Reyes 19; Hechos de los Apóstoles 12.

Iconografía antropomorfa, representados bajo forma de niños e incluso de doncellas, Occidente medieval varones adolescentes, generalmente imberbes y rubios

cristiana les ha asignado, y que desde el año 1215 —en el Concilio de Letrán— quedaron establecidas, afirmándose que tienen existencia real, fueron creados sin pecado original, de naturaleza espiritual y con función de auxilio hacia la Providencia para el gobierno del mundo. Por todo esto, la Iglesia católica autoriza rendirles culto Las representaciones angélicas son parte importante de la estatuaria funeraria siendo el Santo Ángel de la Guarda el que aparece con mayor frecuencia 37.

Son simples soldados del ejército celeste, algunos pueden llevan antorchas o incensarios, pero se les representa de una forma muy amplia e ilimitada.

En Daniel 8:15 y Tobías 5:5-6 se refieren a estas criaturas celestiales como “varones” respecto de su género, pero también se han considerado a 38 los ángeles como andróginos , seres que poseen las polaridades masculina y femenina fusionadas en una unidad, que simboliza la totalidad, plenitud y trascendencia de lo sagrado. Los ángeles se instalan en un mundo atemporal, suponen la eterna juventud y la perenne belleza y en particular los funerarios son siempre jóvenes y con ropajes de abundantes pliegues, lo que los hace aparecer trascendidos e ingrávidos. Acerca de los elementos que pueden apoyar para comprender la manifestación simbólica de los ángeles a través de su iconografía, se encuentran los siguientes:

Iconografía Angelical La iconografía religiosa hace referencia a los ángeles como miembros de la amplia familia de asistentes divinos que cumplen una función como orientadores de la humanidad o como materializadores de la voluntad de Dios. El cementerio como espacio funerario es fuente para el estudio de formas materiales y simbólicas que se han ido adquiriendo con el paso del tiempo en donde se encuentran diversas muestras de las manifestaciones escultóricas principalmente en los cementerios a partir del siglo XIX, sin embargo los cambios para el siglo XX a partir del entender la muerte se manifestó en la simbología, ya que la manera desagradable se transforma a través de las manifestaciones artísticas en símbolos de esperanza, con los que se glorificaba, connotaba una reflexión sobre la vida y lo que está más allá y que inevitablemente denotaba en la tumba , mausoleo o capilla el papel social del que yacía en ellos y por supuesto con la intención de perpetuar su memoria. Entre los símbolos de las manifestaciones escultóricas en los cementerios del siglo XX se destacan las figuras de ángeles, de forma simbólica, en una variedad de perspectivas humanas, bíblicas y espirituales 36 de inmortalidad, salvación, pérdida, trascendencia y vida eterna .

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De acuerdo con su posición, vestidura y elementos con que se les representa, desempeñan las funciones de ministros, guardianes, guías, ejecutores de las leyes divinas y protectores de las almas de los elegidos que la tradición





36 Uno de los casos en referencia es el psychopompos (Psychopompos una palabra para el guiador de las almas. Hermes es el psychopompos. Hermes lleva al alma de los cuerpos de los muertos a las orillas del Estigia donde les entrega a Caronte), ángel conductor y guía de las almas ante la presencia de Dios. Brenes-Tencio, G. Angeles Funerarios del Cementerio General de Cartago, Costa Rica, Boletín De Monumentos Históricos | Tercera Época, Núm. 19, Mayo-Agosto 2010, p. 138

Pueden portar rosas las que simbolizan amor, amistad y respeto a los difuntos Pasionarias o flores de la pasión, (se llaman así por los componentes de la flor en la que se pueden apreciar los símbolos del martirio de Cristo) Palmas que simbolizan el triunfo sobre el pecado y la muerte, y así la consecución de la vida eterna Ángel que lleva una amapola, símbolo de la muerte y el sueño, se le asocia a los pájaros por su función de anunciador Ángel con una flor en su mano derecha, anuncio de la esperanza en medio del dolor y la ausencia Ángel lleva una cruz —con su doble connotación de martirio y triunfo, muerte y salvación— y una guirnalda floral en sus manos en señal de recuerdo; ruega a Dios por el alma de los fieles difuntos Ángel con una estrella, con una banda estrellada o representada en su vestido. La estrella indica su carácter de “guía tutelar”, la estrella puede aludir a las cinco heridas que Cristo recibió antes de poder resucitar. Ángel femenino con estrella en la frente, asociada a la Virgen María,

37 Ídem, p. 142 38 Se aplica al ser vivo que es macho y hembra a la vez, por tener los órganos sexuales de las dos clases. http://es.thefreedictionary.com/ (consultado 18 de junio, 2013)

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Doncella Bienaventurada del Dante, amor ideal, queda asociada a la Mujer angélica. Ángel orando con las manos juntas, transmite humildad y virtud, y con alas plegadas a la espalda contribuyen a incrementar la sensación de recato y recogimiento espiritual. Los ángeles se les puede representar en forma de nube39, significando que son seres-inteligencias de modo trascendente, que están llenos de luz, y como intermediarios, la transmiten abundantemente a toda la humanidad. Ángel con la trompeta40, anuncio inminente del Apocalipsis

el alma de los difuntos en el cielo.

Asimismo se encuentran Ángeles-niños, los que se han denominado querubines, pero de igual manera se pueden encontrar «angelitos» con largas túnicas y alas abiertas sosteniendo pequeños ramos de flores en su mano derecha los que suelen representarse desnudos a diferencia de los jóvenes-adultos que tienen solo los pies descubiertos y cuya misión es acompañar al difunto o velar por su alma. Es posible encontrar también algunas representaciones angelicales en los que a través de túnicas largas (talar) y pliegues que esbozan las formas corporales las cuales denotan cierta sensualidad en contraste con la inocencia natural del concepto Ángel y que sustituyen el rostro genérico e ideal por un retrato de mujer peinada a la moda del momento, de gran 41 realismo, Morales Saro los llama mujer sensual. Respecto de las flores se puede anotar que « son metáforas de lo transitorio, de lo efímero, de lo breve y de la fugacidad de lo bello de la vida. Cuando están entrelazadas las rosas y las espinas sugiere la antítesis dolor42 gozo» han sido consideradas como medio de expresión de honra y respeto proporcionados por su color, textura, aroma y delicadeza.

Otro elemento a considerar son las alas, ya que generalmente se asocian a los ángeles, sin embargo según Brenes-Tencio (2010), en general se clasifican como tales a las representaciones antropomórficas asociadas a la imagen de alas. Su espiritualidad y ascensión de la Tierra al cielo se evoca por medio de las alas, por lo que si un ángel no tiene alas no se le reconoce como tal. Las alas constituyen un signo y no un elemento adaptado para cumplir la función de volar. Su significado es polisémico, y varía de acuerdo con el tamaño, la posición y la ubicación en el cuerpo de la figura angelical. Se puede deducir que las alas significan sabiduría, ligereza, espiritualidad, alejamiento de lo terrenal y cercanía a lo celestial, incorruptibilidad, elevación a lo sublime, trascendencia a la condición humana y liberación. Las alas y en particular con diferente posición da también margen para su lectura iconográfica:       

Cuadro 4. Material Vegetal Rama de laurel azucenas

Ángeles con alas desplegadas, signo de aurora y triunfo Ángel con alas plegadas a la espalda contribuyen a incrementar la sensación de recato y recogimiento espiritual Figuras de alas cerradas, símbolo de duelo Con alas semicerradas, signo de compañía Figuras de alas cortas, quizá símbolo de ímpetu. Cabezas aladas, evocan a los serafines Ángel de pie y alas desplegadas hacia arriba, indica que acude a custodiar

Guirnaldas (cerradas) Rama de palma o palmera Corona de laureles Exornos florales

39 Los ángeles habitan entre las nubes, y según dice el Pseudo-Dionisio, se les representa también en forma de nube, significando con eso que son seres-inteligencias de modo trascendente, que están llenos de luz, y como intermediarios, la transmiten generosamente a toda la humanidad. Pilar Alanís Quiñones, Guía del Museo de Arte Funerario Benigno Montoya, México, Honorable Ayuntamiento Municipal de Durango/Talleres de Centro de Impresión y Diseño, 2005, p. 12 40 “Aunque el ángel de la trompeta desapareció de la iconografía de San Jerónimo hasta el siglo XVII, la idea del santo como un testigo de excepción del Juicio Final subsistió hasta entonces” Juan Carmona Muela, Iconografía de los Santos, España, Ed. Istmo S.A., 2003, p. 222

Significado Ascendencia a la vida eterna Aluden a la pureza y perfección Principio y consumación de la vida y entrada al paraíso celestial Signo cristiano de inmortalidad y resurrección Representa el triunfo de la fe sobre la muerte Aluden a la fragilidad de la vida; a la belleza humana que se transfigura en un elemento espiritual

«Algunos ángeles esperan al afortunado con los símbolos del triunfo: coronas de laureles y hojas de palma o palmera, indicando cómo la fe vence a la 41 Morales Saro (1989) en P.A. Parada ob. cit. 2011, p. 124 42 P. Andrea Parada, “El jardín de los ángeles: imágenes de la necrópolis” en Valerdi Nochebuena, M.C. Espacios funerarios…una mirada holística, Puebla, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2011. p.124.

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muerte. Otros se llevan el dedo a los labios, custodian y demandan silencio. No faltan los que en recia actitud (gesto, manos) guardan el sueño eterno de los difuntos, o se dedican a servir de compañía a los deudos compartiendo sus penas. Y otros parecen meditar, o alargan su mano en ayuda del alma en su ascenso a los cie- los. Todo un coro celestial destinado a facilitar el tránsito entre la vida y la muerte. La totalidad de ellos se plasman como jóvenes, con lo que se evoca la renovación constante de la función para la cual fueron colocados […] rizados cabellos al viento y el hombro izquierdo al descubierto, que cruza las manos a la altura de la cintura para sostener una ofrenda de variadas flores»43

Acerca de los materiales empleados en las esculturas angelicales domina el mármol que por ser una roca caliza transformada es susceptible de recibir un buen pulimento y es el material en el cual, mayoritariamente, están trabajadas estas obras funerarias. «Un ángel se distingue por sus condiciones de espíritu luminoso, traducido en resplandor y blancura en 44 consonancia con el uso del mármol blanco» .En cuanto a su forma, están representadas principalmente en bulto y hay pocas en bajorrelieve. La imagen de bulto tiene como finalidad transmitir al observador que la contempla, un acercamiento tridimensional de la figura, la gran mayoría de la iconografía fue traída directamente de Europa, principalmente de Italia. Las representaciones están enmarcadas en diversos contextos arquitectónicos y alegóricos: como remate exterior de cubiertas o mausoleos o como figuras de ángulo, situaciones todas que enfatizan el propósito para el cual fueron erigidas. Toda vez que se ha argumentado para responder a las preguntas ¿Qué es un ángel?, ¿qué características lo definen?, ¿cuál es la iconografía de los ángeles?, que han guiado este estudio se presenta la manifestación escultórica de los ángeles en una sección de la parte histórica del Panteón Francés de Puebla

Figura 1. Zona histórica del P. Francés (recuperado de Google maps, 2013)

En la figura 2. Se ubican las tumbas y mausoleos dónde como parte de la composición de los mismos se incluyeron a las esculturas angelicales en diversas interpretaciones

Localización de Ángeles en Sepulcros y capillas de la Zona histórica del Panteón Francés De acuerdo al objetivo de este trabajo se presentará el registro fotográfico de diversas manifestaciones escultóricas angelicales de una sección de la zona histórica (fig. 1) las cuales finalmente integrarán el resultado en un multimedia.

Figura 2. Ubicación de las tumbas y mausoleos con manifestaciones escultóricas angelicales

Ángeles, Manifestación escultórica en el Panteón Francés 43 44

Brenes-Tencio op. cit. p.153 Morales Saro (1989) en P.A. Parada ob. cit. 2011, p. 123

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Ubicación: Calle 17, ZH Material: mármol Gustavo Jurado Herrera

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Ubicación: Calle 17, ZH Material: mármol Josefa Ortíz

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Ubicación: Calle 15, ZH Material: mármol José Ruíz-Leonel Ruiz

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Ubicación: Calle 13, ZH Material: mármol Valerio Astrain Sr y Jr.

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Ubicación: Calle 7, ZH

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Ubicación: Calle 5, ZH

A manera de conclusión El tema de los Ángeles es una fuente inagotable como manifestación escultórica en los cementerios patrimoniales, ya que la interpretación artística que de ello se da, es tan diversa por parte de los autores interesados en su estudio tanto en lo conceptual como formal. Denota de igual manera la información documental que se tiene para dar la interpretación a los textos religiosos cuando se trata de plasmar un acontecimiento referido en ellos. Es importante también la situación geográfica ya que el espíritu que el artista materializa en la escultura en este caso, muestra un sincretismo expresado en la obra que influye al momento de recuperarla para su interpretación. Un estudio iconográfico es subjetivo, pero si hay bases de especialistas se pueden hacer lecturas interesantes para compartir con otros estudiosos y con ello incrementar la cultura cuando se investiga acerca de los espacios funerarios. Este trabajo referido al Panteón Francés de la ciudad de Puebla ha permitido adentrarse holísticamente, implicando al espacio público como lugar de encuentro, así como los monumentos que son representaciones en donde la sensibilidad del espectador vive infinidad de sentimientos generados justamente por la manifestación artística angelical que se observa en los diferentes tipos de sepulturas. Un ángel, se escribió, es una fuerza “cósmica emitida por el Creador del Universo en el momento de la creación; es un Quantum... es una cantidad de energía específica, con una gran inteligencia y conciencia de sí mismo, el cual tiene características tales como: perfección, lógica, justicia, control, compasión y amor”. Respecto de las funciones que se lee en los textos bíblicos y que la tradición cristiana les ha asignado: de ministros, guardianes, guías, ejecutores de las leyes divinas y protectores de las almas de los elegidos materializados “desde perspectivas humanas, bíblicas y espirituales de inmortalidad, salvación, pérdida, trascendencia y vida eterna”. La belleza de las esculturas angélicas en sus diferentes jerarquías y expresiones son innegables sin importar los materiales utilizados aun cuando se tenga preferencia por el mármol blanco para representar su “espíritu luminoso, traducido en resplandor y blancura” como escribió Morales Saro y se transcribió en este texto.

Material: mármol Felipe Yarce

Material: mármol Carlos Morales y de Ovando

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El uso de los elementos vegetales particularmente de las flores que «son metáforas de lo transitorio, de lo efímero, de lo breve y de la fugacidad 45 de lo bello de la vida» con diferentes interpretaciones destacando al entrelazado de las rosas y las espinas que sugiere la «antítesis dolor46 gozo» las cuales han sido consideradas como medio de expresión de honra y respeto proporcionados por su color, textura, aroma y delicadeza. Acerca de las alas en las que el rastreo documental nos lleva a la significación de sabiduría, ligereza, espiritualidad, alejamiento de lo terrenal y cercanía a lo celestial, incorruptibilidad, elevación a lo sublime, trascendencia a la condición humana y liberación. Es así que con todos estos elementos se regresa al Panteón Francés para iniciar el estudio de este paradigma de manifestación 47 escultórica utilizando nuevamente al multimedia como lenguaje audiovisual que permitirá comunicar la manifestación escultórica de la tipología de los Ángeles apoyada en la fotografía como herramienta visual de composición para difusión del patrimonio funerario inscrito en el Panteón Francés de Puebla y para lo cual el último apartado muestra parte de las tomas fotográficas para soportar gráficamente el supuesto en su primera fase.

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Agradecimientos Se agradece la participación de integrantes del Cuerpo Académico BUAPCA-116 Diseño y Tecnología y de prestadores de Servicio Social para cumplir con uno de los objetivos del proyecto Comparativo Tipológico de Cementerios Públicos y Privados de la ciudad de Puebla: difusión de resultados, el cual está financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (VIEP-BUAP) en el Programa Institucional de Fomento a la Investigación y a la Consolidación de Cuerpos Académicos dentro del Sub-Programa de apoyo al desarrollo de la Investigación.

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Bibliografía  ALANIS QUIÑONES, P. Guía del Museo de Arte Funerario Benigno Montoya, México, Honorable Ayuntamiento Municipal de



Durango/Talleres de Centro de Impresión y Diseño, 2005. ISBN: 9729068-14B BRENES-TENCIO, G. Ángeles Funerarios del Cementerio General de Cartago, Costa Rica, Boletín De Monumentos Históricos | Tercera Época, Núm. 19, Mayo-Agosto 2010 CARMONA MUELA, J. Iconografía de los Santos, España, Ed. Istmo S.A., 2003. Diccionario de la lengua española (vigésima segunda edición), Real Academia Española, 2001. (Consulta el 21 de junio de 2013) GONZALEZ HERNANDO, I. “Los ángeles” en Revista digital de Iconografía Medieval, Volumen I, no. 1, 2009. e-ISSN: 2254-853X MORALES SARO, M.C., “Paraísos de mármol: la imagen del ángel en la escultura funeraria modernista” en Cuadernos de arte e iconografía, Tomo 2, Nº. 4, Actas del Primer Coloquio de Iconografía, MadridEspaña, 1989, pp. 377-383, ISSN 0214-2821 SAMA GARCÍA, A. El cementerio marino. Arquitectura funeraria de Lluís Domènech i Montaner en Comillas, Arte y Ciudad - Revista de Investigación No 1, Abril de 2012, pp.43-88. ISSN 2254-2930 VALERDI NOCHEBUENA, M.C. Espacios funerarios…una mirada holística, Puebla, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2011. ISBN 978-607-487-387-0 BIBLIA DE JERUSALEM, http://www.biblia.catholic.net RIZZO A., M.E. Fora, Las figuras angélicas en la parafernalia funeraria de fines del siglo XIX y principios del siglo XX en http://www.municipalidad.laplata.gov.ar (Consulta 14 de junio de 2013) The Catholic Encyclopedia. New York: Robert Appleton Company. Consulta 23 de junio, 2013 from New Advent: http://www.newadvent.org/cathen/13722a.htm RECIO DELGADO, M. Iconografía de los ángeles, 2011. http://www.aldeanuevadesanbartolome.com/ICONOGRAFÍA%20DE%20 LOS%20ANGELES.pdf. (Consulta 14 de junio de 2013) HERNÁNDEZ LATAS, J.A. “Lágrimas de piedra: la escultura en los cementerios públicos” en Historia y política a través de la escultura pública 1820-1920 / coord. por María del Carmen Lacarra Ducay, Cristina Giménez Navarro, Institución Fernando el Católico, 2003, ISBN 84-7820-686-8, págs. 103-144. http://dialnet.unirioja.es/servlet/libro?codigo=12594

Créditos fotográficos: Jesús Rodríguez María Cristina Valerdi

45 Morales Saro (1989) en P.A. Parada ob. cit. 2011, p. 124 46 P. Andrea Parada, “El jardín de los ángeles: imágenes de la necrópolis” en Valerdi Nochebuena, M.C. Espacios funerario una mirada holística, Puebla, México, Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 2011. p.124. 47 XII Encuentro de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, Salvador de Bahía, Brasil, 2011. Proyecto multimedia del Panteon Francés de la ciudad de Puebla.

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Originalmente se denomina Nuevo Cementerio, fundado por capital privado agrupado en una Sociedad Anónima, fue inaugurado el 12 de noviembre de 1879, en un terreno que formaba un cuadrilátero perfecto, y por el cual se le comenzó a conocer como El Cuadrado. En la actualidad es el camposanto más antiguo de la ciudad de Maracaibo.

El método iconográfico en el análisis de las esculturas del Cementerio El Cuadrado de Maracaibo. Mtra. María Margarita Fermín Henríquez.

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Venezuela.

Posee monumentos escultóricos de valor histórico y allí están enterrados muchos de los héroes zulianos de la Independencia y de destacados zulianos, como: Jesús Enrique Lossada, Ismael Urdaneta, Francisco Ochoa (inhumado en 2004), Jesús María Portillo, la familia Jugo, José Ramón Yépez, Manuel Dagnino, Antonio José Urquinaona, Manuel Trujillo Durán, Guillermo Quintero Luzardo, Eduardo Mathyas Lossada, Julio Árraga, Udón Pérez (inhumado), las familias Belloso, Rincón, Osorio, Cook, Arria, von Jess, Dr. José Antonio Borjas Romero, por sólo mencionar algunos de los hombres y familias más destacadas. 50

El método iconográfico El estudio de la iconografía ha potenciado el acercamiento a la obra de arte desde diferentes puntos de vista, mirando desde el contexto socio-histórico hasta los detalles que le imprime cada autor a la obra. La investigadora Elena Moreno Pulido, expone: “…la imagen no es un instrumento de uso exclusivo del historiador del arte, es también un documento que puede ser leído y analizado para la comprensión de la historia total del hombre. La imagen nos ayuda a acercarnos a la propia realidad de la época que estudiamos, aproximándonos al verdadero objetivo de la Historia: reconstruir y comprender la realidad humana en una determinada época” 49.

El Cementerio El Cuadrado sigue los lineamientos de los cementerios decimonónicos tradicionales, caracterizado por una planta cuadrada (luego modificada) con una espaciosa avenida central, precedida por un pórtico monumental. Posee una serie de panteones, monumentos y columbarios ubicados en una serie de cuadrantes.

La iconografía como método para el análisis de esculturas funerarias del Cementerio El Cuadrado de Maracaibo, es el tema de la investigación que como docente e investigadora activa de la Facultad Experimental de Arte, he llevado a cabo en los últimos tres años, dentro de la línea de investigación “Teoría e Historia del Arte”, del Centro de Investigación de las Artes, adscrito al Consejo de Desarrollo Humanístico y Científico de la Universidad del Zulia. Dicha investigación tiene como objetivo analizar a nivel iconográfico los monumentos funerarios que se levantan en el Cementerio El Cuadrado, con el fin de coadyuvar a un mejor conocimiento de la escultura funeraria y su simbolismo, para potenciales planes de restauración, rescate y promoción del camposanto maracaibero. El Cementerio El Cuadrado de Maracaibo

Imagen 1. Planta del Cementerio El Cuadrado. Fuente: Acervo Histórico del Estado Zulia. Proyecto: Expediente Cementerio El Cuadrado.

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Universidad del Zulia. Facultad Experimental de Arte. Escuela de Artes Plásticas 49 Moreno Pulido, Elena. Iconografía e Iconología desde el Renacimiento hasta nuestros días. Su aplicación en la Arqueología. p. 209. Cadiz, Revista Atlántica-Mediterránea de Prehistoria y Arqueología Social, 9, 2007.

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Morales Manzur, Juan C. (Coordinador). Proyecto: Expediente Cementerio El Cuadrado. p. 17. Maracaibo, Acervo Histórico del estado Zulia, 2007.

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En la actualidad, y debido a adhesiones de terreno hacia el sur y el oeste, el camposanto ha perdido su forma cuadrada pasando a ser trapezoidal. Igualmente, en los años ‘90 se levantó en la fachada Noreste el elevado de la avenida Delicias, lo cual originó el movimiento de parte del terreno y la reubicación de las tumbas ubicadas cerca de la valla perimetral, así como la demolición de parte del edificio de acceso. Para el año 2007 el Acervo Histórico del estado Zulia emprendió un estudio exhaustivo para el desarrollo del proyecto del expediente patrimonial del Cementerio El Cuadrado, con el objetivo de lograr su proclamación como Patrimonio Regional del Estado Zulia. Esta investigación, realizada en conjunto con el Departamento de Historia de la Ciudad de la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad del Zulia, permitió recabar información, documentos, mapas, fotografías de la época, así como valioso material que permitió lograr el objetivo antes mencionado.

Por ello, algunas de las esculturas del Cementerio El Cuadrado las encontramos igualmente en otros importantes cementerios del mundo. También podemos hallar réplicas de grandes obras del arte religioso cristiano, como por ejemplo La Piedad de Michelangelo Buonarroti, entre otras. Sin embargo, existen monumentos con obras escultóricas originales que pueden representar momentos históricos específicos (terremoto de Cúcuta del año 1875) o la tumba que el Dr. Jesús Enrique Losada (primer Rector de la Universidad del Zulia después de su reapertura) diseñara para su madre. El estilo que impera en las obras escultóricas es el neoclásico, en donde se encuentra una gran variedad de temática religiosa, retratos y alegorías. Hay diversas representaciones de ángeles, vírgenes, santos e imágenes de Jesucristo crucificado. La temática religiosa es la más abundante y representativa. Igualmente, hay un pequeño grupo de imágenes modernistas, como por ejemplo la tumba de Humberto Fernández Morán, inventor del bisturí de diamante, compuesta por un monolito de pizarra, en cuyos extremos se encuentran una figura femenina y una masculina, respectivamente. En los columbarios o nichos, impera el relieve escultórico con algunos símbolos cristianos, como el crismón, la cruz o el Corazón de Jesús, entre otros. Igualmente, las alegorías al paso del tiempo o a la muerte, como es el caso de la columna rota, es otro de los conjuntos escultóricos que se encuentran representados en el camposanto. Así como, algunas imágenes con referencias directas a la masonería con el uso de pirámides y obeliscos, que nos recuerdan la importancia que aún hoy posee la Logia Regentadores de la ciudad de Maracaibo, a la cual pertenecían importantes personajes de la historia zuliana.

Las esculturas del Cementerio El Cuadrado El Cementerio El Cuadrado posee una gran cantidad de tumbas y monumentos en los cuales se presentan esculturas bien sea en bulto redondo o en relieve. Las fotografías más antiguas del camposanto, muestran que los primeros monumentos funerarios se caracterizaban por su horizontalidad. Son pocos los panteones que sobrepasan la cerca perimetral, a excepción del Carnero (osario general del cementerio) cuya altura es de 7.50 mts, y del panteón de la familia Quintero Luzardo. Al ser un cementerio de finales del siglo XIX, y siguiendo la tradición europea de los cementerios decimonónicos, gran parte de su estatuaria fue realizada por encargo, a las empresas marmoleras de la ciudad. Así lo expone Cartay: Algo de eso tenían nuestros monumentos funerarios, que eran, en realidad, casi siempre copias de monumentos existentes en los cementerios de Milán, Génova y de otros del norte de Italia, ordenados a firmas italianas establecidas en Caracas, con sucursales o relaciones en canteras y talleres de la Lombardía y el Piamonte. Entre estas firmas destacaban las de Julio Roversi, Emilio Gariboldi, Francisco Pigna, Ventura, Morini, Aagaard, Chellini. La Gran Marmolería de Julio Roversi e hijo, fundada en 1882, llegó a ser muy importante en la Caracas de finales del siglo XIX y puso de moda 51 el "roversismo"… 51

Tipologías Iconográficas: Representaciones religiosas Ángeles Son las figuras más representadas en el Cementerio El Cuadrado, en diversos estilos, formas y tamaños. Los ángeles son mensajeros de Dios, y en el caso de la iconografía funeraria son los enviados para guiar al difunto en el camino de la Salvación. Cirlot, comenta: “Los ángeles aparecen en la iconografía artística desde el origen de la cultura, en el cuarto milenio antes de Jesucristo, confundiéndose con las deidades aladas. El arte gótico ha expresado en numerosísimas imágenes prodigiosas el aspecto protector y

Cartay, Rafael. La Muerte. pp. 460-461. Mérida, Fermentum, Universidad de los Andes, 2002.

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sublime del ángel, mientras el románico acentuaba mejor el carácter 52 supraterrenal” . La representación de los ángeles ha tenido pocas variaciones desde la Edad Media, como lo expresa González Hernando: La iconografía angélica tuvo que superar un primer obstáculo: cómo representar lo inmaterial e invisible, lo que es espíritu puro y carece de cuerpo. Como ocurrió con la divinidad, se acabó imponiendo una iconografía antropomorfa. Aunque los ángeles podían ser representados bajo forma de niños e incluso de doncellas, en el occidente medieval se representaron casi siempre como varones adolescentes, generalmente imberbes y rubios, destacando su belleza y juventud” 53.

Entre los atributos más característicos de los ángeles, y por el cual son reconocidos en la iconografía occidental son las alas, y en otros casos la aureola que rodea su cabeza. Las alas son una herencia de las representaciones de la Niké grecorromanas, que ya en la Edad Media se fueron generalizando. Los ángeles representan seres de luz, idea que se acentúa con las vestimentas blancas y doradas. “En el primer arte cristiano 54 visten larga túnica blanca, símbolo de pureza y de luz” . Entre los ángeles que se encuentran en el Cementerio El Cuadrado encontramos las características antes mencionadas: se les representa bajo el género masculino, jóvenes, imberbes y alados. En algunos casos se encuentran en postura de descanso, como en el caso de la tumba de Lucas Rincón.

Imagen 2. Escultura de ángel. Tumba de la familia de Lucas Rincón. Fuente: Acervo Histórico del estado Zulia. Fototeca Arturo Lares Baralt.

Esta escultura en bulto redondo, en mármol blanco, representa a un joven ángel, abrazado a un ánfora y con flores que caen a sus pies. Vestido con túnica y con una diadema que rodea su cabeza, de donde caen los largos rizos de su cabello. Las alas se encuentran abiertas, pero no extendidas. En la iconografía funeraria, el ánfora tiene una gran relevancia, puesto que en la tradición grecorromana, las cenizas del difunto se guardaban en ellas. Igualmente las flores están asociadas a la idea de pureza, que también representan los ángeles.

52 Cirlot, Juan Eduardo. Diccionario de Símbolos. p. 68. Barcelona, Labor, 1992. 53 González Hernando, Irene. Los ángeles. p. 3. Madrid, Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. I, nº 1, 2009. 54 Ibidem. p. 4.

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popular ha desempeñado, y por consiguiente en la iconografía, ha sido tan 55 importante como el del mismo Dios” . Son numerosas las vírgenes, en sus variadas advocaciones, que se encuentran representadas en las tumbas y mausoleos del Cementerio El Cuadrado. Representa a la Madre, la protectora. Especial mención tienen las dos advocaciones más importantes en Venezuela: la Virgen de Coromoto, patrona de la nación, y la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, patrona del estado Zulia, cuya capital es Maracaibo. En el caso de la Virgen de la Chiquinquirá, popularmente conocida entre los zulianos como La Chinita, se le representa junto a San Andrés y San Antonio quienes la acompañan, bien sea en escultura en bulto redondo o en relieve sobre la lápida de mármol. Igualmente encontramos representaciones de la Virgen del Carmen, especialmente la de la familia Medina González, a cuyo pies se ha representado un bote que navega por aguas turbulentas, y en donde dos marinos intentan controlar la embarcación, mientras un pequeño niño ora mirando hacia el cielo. Asimismo, bajo los pies de la Virgen, encontramos la media luna invertida (parte de las Letanías Lauretanas, en donde la luna 56 simboliza pureza) , y debajo los rostros de tres querubines que acompañan a la imagen mariana.

Imagen 3. Escultura de ángel del Panteón de la familia Gallego. Fuente: Acervo Histórico del estado Zulia. Fototeca Arturo Lares Baralt.

Igualmente, encontramos en el Cementerio El Cuadrado ángeles mensajeros de la Fe, o como alegorías de la Fe Cristiana, como en el caso del Panteón de la Familia Gallego. En cuya cúspide se puede visualizar un ángel parado sobre un pedestal, vestido con túnica, y cuya mano derecha reposa sobre una gran cruz y, a su vez, eleva la mano izquierda señalando el cielo. Sobre su cabeza se puede observar una pequeña estrella coronándola, lo que acentúa su imagen cósmica y supraterrenal. Sin embargo, su mirada se dirige hacia la tierra, hacia el lugar donde se encuentra enterrado el difunto. Vírgenes Esteban Llorente en su Tratado de Iconografía comenta que la importancia que se le ha dado a María, es uno de los aspectos que destaca a la religión cristiana de las demás. “Sin llegar a ser diosa, el papel que en la religión 55 56

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Esteban Llorente, Juan Francisco. Tratado de Iconografía. p. 211. Madrid, Istmo, 1990. Ibidem. p.215.

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su mano izquierda sostiene el caliz, y con la mano derecha acerca la ostia a la boca de la joven. Ésta, como ya se mencionó, está representada arrodillada a los pies del Señor, con las manos juntas en el pecho, en actitud de adoración y con la mirada hacia el rostro divino. igualmente vestida con túnica, y cubriendo su cabeza con una especie de velo, por lo que podría asumirse como joven monja o novicia.

Imagen 4. Escultura de la Virgen del Carmen. Familia Medina González. Fuente: Acervo Histórico del estado Zulia. Fototeca Arturo Lares Baralt.

En España es la patrona de los pescadores, quienes la veneran como su fiel protectora, por ello la representación de su imagen imponente sobre un bote que padece dificultades en el mar embravecido.

Imagen 5. Escultura de Cristo en la tumba de la Familia Olivares. Fuente: Acervo Histórico del estado Zulia. Fototeca Arturo Lares Baralt.

Jesucristo La imagen de Jesús se encuentra en múltiples monumentos funerarios, bien sea en su representación antropomórfica o en el uso de símbolos que lo identifican como el Crismón o el pez. En su forma humana, lo vemos en representaciones de La Piedad, junto a su madre que llora sobre su cuerpo inerte (Familia Urdaneta), así como en la Crucifixión (Familia de Diego Gracía). En la tumba de la Familia Olivares aparece una escultura en bulto redondo de Cristo hombresacerdote, ofreciendo la comunión a una joven arrodillada a sus pies. Aparece Jesús como un joven, con barba corta y pelo sobre los hombros, ataviado con una túnica y un palio que cruza sobre el hombro izquierdo. Con

El Crismón, o anagrama de Cristo, también se encuentra representado en infinidad de relieves dentro del camposanto. Así lo vemos en las cuatro fachadas del Carnero, u osario general del Cementerio El Cuadrado. Consiste en las dos primeras letras que conforman el nombre de Cristo en griego, X (ji) y P (rho), encerradas en un círculo, para significar su glorificación en el cielo. Santos y La Trinidad son otras dos temáticas representadas en las esculturas del Cementerio El Cuadrado. San Antonio de Padua, San Cristóbal, San José, Santa Ana y San Joaquín, Santa Bárbara, San Judas Tadeo, San Onofre, entre otros, son algunos ejemplos de imágenes

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hagiográficas. San Sebastián merece un lugar de honor puesto que es el patrono de la ciudad de Maracaibo, y comparte con la Virgen de Chiquinquirá una gran devoción en la ciudad. Así mismo, encontramos alusiones al Corazón de Jesús y al Corazón de María. Tipologías Iconográficas: Representaciones no religiosas Retratos La cultura romana generalizó el uso del retrato, en especial, con sentido funerario. Las conocidas máscaras mortuorias que las familias romanas realizaban de sus difuntos, son el antecedente de los retratos en lápidas funerarias. En el Cementerio El Cuadrado hay una considerable cantidad de tumbas con retratos de personajes históricos dentro de la sociedad maracaibera del siglo XIX y del siglo XX. El ejemplo más cercano y más significativo, es el busto del Dr. Jesús Enrique Lossada, primer Rector de la reapertura de la Universidad del Zulia, el cual se ha convertido en un hito del hombre ejemplar, académico e intelectual. El monumento funerario fue diseñado por él para honrar a su difunta madre. Bajo un templete in antis se puede observar en un medallón el relieve del retrato de la señora María Luisa Lossada. Bajo el retrato se lee el poema que su hijo le dedicara en ocasión de su muerte. Hacia el lado derecho del templete, sobre una media columna jónica se encuentra el busto del Dr. Jesús Enrique Lossada, realizado por la marmolería Roversi (Caracas), en donde se le muestra en sus años de madurez. Además de los retratos en piedra, a cada lado del pequeño templo, en dos muros laterales se encontraban retratos fotográficos del Dr. Lossada y de su madre, respectivamente. Sin embargo, éstos se han visto deteriorados por el tiempo.

Imagen 6. Monumento funerario del Dr. Jesús Enrique Lossada. Fuente: Mireya Ferrer

Plañideras Las imágenes de las plañideras dentro de la iconografía funeraria se remonta a la cultura del Antiguo Egipto, por eso es una representación generalizada y muy utilizada dentro de los camposantos. En el art nouveau se retomó el uso de las plañideras como imagen que representa el dolor profundo ante la pérdida de un ser querido. El monumento funerario del Coronel Francisco Aguirre, muestra en un relieve en mármol, a una mujer recostada sobre una gran cruz que predomina la lápida. La joven oculta su rostro con su mano izquierda, mientras con la derecha toca la cruz, apoyándose en ella. A los pies puede leerse a manera de dedicatoria, la siguiente frase: “De su desolada esposa”,

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la cual le da sentido a la imagen de la mujer llorando tristemente la pérdida de su amado esposo.

Cuadrado fue inaugurado cuatro años después de este suceso, la tumba mencionada ocupa uno de los primeros lugares aledaños a la avenida principal, muy cerca de la entrada principal, lo que indica que es una de las tumbas más antiguas del camposanto. Se trata de un bajorrelieve sobre una amplia lápida donde se puede leer el nombre de la difunta. Sin embargo, gran parte del epitafio ha ido desapareciendo por la acción del tiempo y del clima, siendo prácticamente imposible leer el mensaje escrito en la piedra. Sin embargo, resulta interesante y fuera de lo común la representación del terremoto en el bajorrelieve, donde se aprecia entre los escombros, árboles caídos así como una gran cantidad de piedras y partes de una edificación (ventanas y puertas).

Columnas rotas Son el símbolo de la vida truncada, de la muerte. Por lo general se trata de columnas clásicas, bien sea jónicas o corintias, que se encuentran rotas en varios pedazos, esparcidos en el espacio que ocupa el monumento funerario. En el caso de la tumba de los esposos Cook, en la parte superior de la misma, vemos una figura femenina delante de una columna rota. La mujer representa el dolor y desolación de la pérdida de su esposo (muerto en accidente de tráfico) y la columna refuerza el concepto de la muerte.

Imagen 8. Bajorrelieve en la tumba de Ysabel de Montel Baralt. Fuente: Acervo Histórico del estado Zulia. Fototeca Arturo Lares Baralt.

Imagen 7. Tumba de los esposos Cook. Columna rota. Fuente: Fuente: Acervo Histórico del estado Zulia. Fototeca Arturo Lares Baralt.

Conclusión La razón de conocer y determinar las tipologías de las imágenes escultóricas del Cementerio El Cuadrado está centrada en obtener un mayor conocimiento de su valor histórico, artístico y arquitectónico, en tiempos

Terremoto Cúcuta Especial mención debe tener en este trabajo, una lápida dedicada a Ysabel de Montel Baralt, quien falleciera víctima del terremoto de Cúcuta (Colombia) que tuvo lugar el 18 de mayo de 1875. Aunque el Cementerio El

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donde los camposantos han sustituido la estatuaria por frías lápidas a nivel de tierra. Esta investigación forma parte de un proyecto que continúa sistemáticamente, con el fin de brindar la información necesaria para un futuro rescate y mantenimiento del cementerio. El mismo, en la actualidad, se encuentra en un grave estado de abandono, y sin lograr acercar la mirada, sobre él, de los gobernantes de turno.

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Antropología   

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La cultura funeraria de la gran Tenochtitlan Ángeles González Gamio Los habitantes del Cementerio Municipal de Colima; un estudio de antropología física Rosa María Flores “La dulce y santa muerte”: Los libros de Ars Moriendi en el acervo de Santa Mónica en Puebla María Elena Stefanon

México México

México

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Usos y costumbres funerarios origen del patrimonio inmaterial actual de la Ciudad de México. Ángeles González Gamio Margarita G. Martínez Domínguez México

Introducción La cultura mexicana se fundamenta en el sincretismo de las raíces prehispánicas y españolas, que se unen a partir de la consumación de la conquista española, hecho que separo una cultura de la otra, para finalmente unirla en una sola. La gran Tenochtitlan fue poseedora de una existencia, social, política, religiosa y cultural muy rica a la altura de cualquier ciudad del mundo, que surgió desde que apareció la agricultura y la cerámica miles de años antes del arribo de los españoles, hecho que modificó los usos y costumbres precolombinas las cuales no desaparecieron del todo y aun hasta nuestros días algunas prevalecen. Los peninsulares introdujeron en la Nueva España, su manera de concebir el mundo, sus tradiciones que sumadas a la ya establecida prehispánica y conservadas a través del tiempo forman el patrimonio intangible mexicano. Las costumbres funerarias no se excluyen de este marco, nacen de esta raíz y se modifican conforme al devenir histórico del país. En este escrito descubriremos de forma particular cómo evolucionó este fenómeno en la Ciudad de México.

La cultura mexicana se fundamenta en el sincretismo de las raíces indohispanas, que se unen a partir de la consumación de la conquista española, hecho que separo una cultura de la otra, para finalmente unirla en una sola. 1

Cabe mencionar que existen expresiones públicas relativas al momento de la muerte, estas se expresan a través de dos momentos secuenciales. El primero de carácter íntimo formado por la tradición familiar en cuyo seno ocurre la defunción badaje perteneciente al patrimonio intangible. Otro que se efectúa fuera del ámbito familiar y que permite el acceso a elementos externos que sancionaban la muerte; otro más de carácter público a través del cual el fenecido es expuesto al dominio público, en esta último recibe todo tipo de demostraciones afectivas, dolor, alivio y hasta de aversión. Estos tres momentos se contemplan en ambas culturas; que a través del sincretismo son conservadas en el devenir histórico forman el patrimonio intangible funerario de la Ciudad de México. Antecedentes Al arribar los conquistadores a Aztlan quedaron impactados por la gran ciudad que encontraron, por la disciplina de sus habitantes y sobre todo por sus costumbres, entre ellas las funerarias que no eran del todo comprensibles para ellos; fue sin duda el entierro, la cremación y la muerte por medio de sacrificio, las que más los impresionaron. “Todo estaba lleno

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Sincretismo, Gustavo Casasola, 6 siglos de historia gráfica de México 1325-1976, México 1978.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. de sangre, así paredes como altar, y era tanto el hedor que no veíamos la 2 hora de salirnos fuera”. (Díaz del Castillo) La ideología de los antiguos mexicanos, respecto a la muerte fue muy peculiar y cuando esta ocurría tenían sus ritos y costumbres que consistían en la incineración y el entierro de cadáveres o cenizas acompañados de ofrendas; así como la muerte por medio del sacrificio. El entierro se realizaba por medio de un bulto mortuorio que se formaba con el cadáver en posición de cubito y envuelto en lienzos, sin embargo también se realizaron entierros horizontales. Estos eran acompañados por un canino denominado techichi y vasijas con ofrendas.

cuatro sacerdotes aun bosque o cueva en donde los enterraban y a su regreso sacrificaban al esclavo que había sido cubierto con sus ropajes y que previamente habían cubierto con una máscara y con todas las insignias de la dignidad que había tenido en apariencia, lo colocaban en un hoyo, dejándolo descubierto. Cada año se hacían una fiesta en honor del señor, pero celebraban su nacimiento no su muerte, la cual ignoraban no haciendo referencia a ella. La aportación al sincretismo de las culturas mexica e hispana, principalmente fue el entierro y la ofrenda. La Conquista Religiosa “El 13 de agosto de 1521 cayó Tlatelolco en poder de Hernán Cortés y sus aliados indígenas enemigos de Tenochtitlan, a la conquista militar seguiría una conquista más difícil aún: la espiritual. Si la primera fue de suma importancia al sistema económico mexica de la aplicación de tributo a los pueblos conquistados por medio de la guerra, lo que trajo aparejado que estos se unirán a las fuerzas españolas para liberarse del yugo de Tenochtitlan, la segunda conquista correspondió realizarla al aparato 4 ideológico del conquistador: la Iglesia católica”. Matos Moctezuma Consecuentemente se enfrentaron dos maneras distintas de pensar y de concebir el universo y los dioses de ambas culturas, el pensamiento fue totalmente antagónico fundamentado en su distinto concepto de la vida y la muerte. “La que venía de Europa tenía una larga tradición que se remontaba hasta las religiones sumaria, egipcia, judía, griega y romana, entre otras, en tanto que en Mesoamérica prevalecía una religión con diversas variantes, cuyos antecedentes se perdían en el tiempo 5 de los comienzos de la civilización originaria mesoamericana” Matos Los españoles, emprendieron la tarea de reedificar la ciudad para asentar los nuevos poderes. Cortés decidió establecer la ciudad a partir de la Plaza Mayor. El diseño de la traza se realizó entre los años 1523 y 1524 y estuvo 6 a cargo de Alonso García Bravo quién dividió el área española en forma ortogonal con manzanas en forma de cuadra castellana de 250 varas de largo por 150 de ancho creando lotes en forma de damero que en muchos

Funeral de un Dignatario Mexica 3

El inicio del rito tiene similitud con lo acostumbrado en la península, cuando enfermaba el señor de algún lugar se hacían plegarias votos y sacrificios por su salud; la diferencia se manifiesta en si sanaba se hacían grandes regocijos; si moría se continuaba hablando de él como si tuviera vida y se colocaba frente del cadáver a uno de sus esclavos vestido con los ornamentos de su señor y por todo aquel día se le rendían los honores correspondientes a su dignidad, a media noche el cadáver era trasladado por

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Matos Moctezuma Eduardo, La Muerte entre los Mexicas; Tus Quest editores, México, 2010.pp183 5 Ibidem pp184 6 J. R. Benítez. Información de Meritos de Alonso García Bravo, Editorial UNAM. 1956. Alonso García Bravo-primer urbanista de la Nueva España, arribó a las costas mexicanas en1519, con el fin de poblar la costa del Golfo, conocida por los españoles como Pánuco, identificado como buen geómetra, se le encargó el diseño de una fortaleza en Veracruz, 1523 se le encargó la traza de la Nueva España, se cree que murió hacia 1560.

….”No 5 México 1972 3 Funeral Dignatario Mexica, Reprografía Marco Antonio Pacheco/ Raíces; Revista Arqueología Mexicana, Vol .VII- Núm. 48pp36

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. casos se tuvieron que alinear a las acequias y las grandes calzadas de la ciudad azteca. La población indígena se distribuyó de manera anárquica alrededor de la traza formando cuatro barrios principales que coincidieron con los cuatro calpullis primitivos. Moyotla, Tlaquechiucan, Atzacualco, Teopan La ciudad primitiva colonial se encontraba entre las actuales calles de: Colombia, Lecumberri, y Perú al norte; San Pablo San Jerónimo y Plaza de las Vizcaínas al sur; Leona Vicario, Santísima, Plazuela de San Juan, José Baz y Topacio, al oriente; San Juan de Letrán, Juan Ruiz de Alarcón y Aquiles Serdán; al poniente; aprovecharon como limites los viejos canales y las antiguas calzadas indígenas. La Conquista no consistió solamente en agregar nuevas extensiones de tierra a los dominios de la corona Española, sino que significó el incorporar a los naturales al mundo cristiano de occidente.

Bajo el amparo de grandes privilegios las primeras misiones se establecen en la Nueva España, el Papa Adriano VI, en una bula dirigida a Carlos V, depositó su autoridad apostólica en las ordenes mendicantes, para ejercerla en cualquier parte que no hubiera obispos o donde se encontrara estas autoridades a dos jornadas de distancia, con el fin de lograr la conversión masiva de los indígenas a la religión católica. El 13 de mayo de 1524 desembarcaron en San Juan de Ulúa, doce apóstoles Franciscanos, encabezados por Fray Martín de Valencia, acompañado de: Fray Francisco de Soto, Fray Martín de la Coruña, Fray Toribio de Benavente”Motolinia”, Fray Luís de Fuensalida, Fray Antonio de Ciudad Rodrigo, Fray Juan Xuárez, Fray García Cisneros, Fray Francisco Ximénez, Fray Juan Rivas y dos legos Fray Juan de Palos y Fray Andrés Córdoba. Los indígenas aún se encontraban diseminados y divididos, conservaban su ideología idólatra, eran afectos a la embriaguez y a la poligamia. Sin embargo la llegada de los misioneros fue de gran beneficio ya que se convirtieron en sus protectores hicieron grandes esfuerzos para educarlos y defenderlos del maltrato de los españoles. Estos santos varones no solo eran buenos sino sabios y valientes, su labor evangelizadora fue difícil y tenaz tuvieron que aprender las lenguas en que se expresaban los naturales náhuatl, otomí, matlatzinca, totonaca, el huasteco, tarasco, zapoteca, chontal, zoque y algunos más; crearon diccionarios y formaron jeroglíficos, para poder comunicarse e incorporar a la civilización a los indígenas. El 18 de junio de 1524, hacen su entrada triunfal a la Nueva España los doce Franciscanos y el Capitán Hernán Cortés ordena que se les construya, bajo su pecunia su casa e iglesia frente al Templo de Huitzilopoztli. Sitio conocido como Uichilobos, en el perímetro del Centro Ceremonial, en las calles de Santa Teresa y el Relox, Conocida más tarde como calles de San Francisco el Viejo, esta construcción fue de fábrica muy humilde constaba de un sencillo portal cubierto por techo de paja. Posterior a la llegada de los Franciscanos arribaron los Dominicos, Agustinos, Jesuitas, Mercenarios y del Oratorio, quienes en la realización de su tarea introdujeron nuevas ideas acerca de la muerte fundamentadas en la religión Cristiana y que modificaba los ritos prehispánicos, principalmente la del destino del alma al morir el cuerpo; para los españoles eran dos: el cielo y el infierno, este pensamiento conlleva a una diferente valoración de la muerte, pues el destino del alma depende no de la forma de morir sino de la forma de vivir, basada en la buenas o malas acciones que se hubieran realizado a lo largo de la vida.

La Evangelización Con el fin de justificar expansión territorial española, en América se procedió a incorporar a los indígenas a la verdadera fe, para lo cual se basaron sobre dos ideas la primera que todo dominio se deriva de la condición religiosa de los hombres y la segunda que todo sometimiento se origina por el predominio de una civilización superior a otra. La guerra de conquista, fue sumamente cruenta lo que generó una gran mortandad, la crónica de la época comenta: “muchos morían que no los pudiendo enterrar hedían por todas partes” y la laguna de México se encontraba invadida de “los muertos hinchados, sobreaguados a manera de 7 ranas” Benavente . En su retirada el capitán Cortés sufrió la derrota de la noche del 30 de junio al 1º de julio de 1520, frente al sitio llamado Mictlantonco, donde se encontraba la segunda cortadura o foso con fortificación, que defendía la calzada que comunicaba la ciudad Azteca con tierra firme llamada de Tlacopam. En este sitio, Juan Garrido (introductor del trigo a la Nueva España), construyó una pequeña ermita que llevó el nombre de “Los Mártires”, en honor a los muertos en la Noche Triste, epopeya que dejó como recuerdo cientos de osamentas en las acequias. La crónica de la época nos relata que durante la construcción de la ermita Garrido se dedicó a recoger toda osamenta que encontraba, la limpiaba con esmero; para después depositarla en la iglesia, convirtiendo a este lugar en el primer osario de la Nueva España.

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Benavente de Fray Toribio, ”Motolinía”, Memorias´(1542) México, UNAM,1971, pp 369-370

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. El control del territorio para la evangelización, se dividió en barrios y parroquias. Al igual que en España, cada parroquia se componía de un templo, jurisdicción y parroquianos, a los cuales se les atendía en sus necesidades de religiosas desde enseñarles la doctrina, administrarles los sacramentos, por su paso por la vida hasta la Extremaunción y los Santos Oleos y como se indicaba en el Tercer Concilio Mexicano realizado en 1585, “El párroco y uno de los vicarios asistirán a los entierros, aun de los pobres, tan luego fueran llamados”.

Los indígenas durante mucho tiempo continuaron de manera disimulada con sus costumbres funerarias ancestrales. Haciendo aparecer que cumplían con lo propuesto por la nueva ideología establecida por los españoles. La costumbre precortesiana de incinerar a los muertos fue desterrada por los frailes que condenaban las antiguas prácticas paganas, costumbre contraria de los preceptos religiosos de la fe católica. La cremación fue prohibida por la exterminación del cuerpo, necesario en el juicio final y para sustituirles esa costumbre les enseñaron a enterrar a sus muertos, en el lugar que destinaron para ese uso, con el nombre de campo santo. El entierro del cuerpo del fenecido se realiza dentro de una caja de madera, colocado horizontalmente, que será puesto dentro de una fosa cavada en la tierra previamente consagrada, nuevo espacio funerario que se localiza en las inmediaciones de la iglesia, esto ocasionó la construcción de 9 cementerios (origen del patrimonio material funerario ). Motolinia menciona el primer cementerio de la siguiente forma: ”Los Españoles tuvieron obra de tres años, sus misas y sermones en una sala de éstas que servía por iglesia, y ahora es allí en la misma sala, la Casa de Moneda; pero no enterraban allí a casi nadie, sino en San Francisco el Viejo”. En este sitio antes de 1525 no hubo iglesia sin embargo los hispanos enterraban a sus difuntos convirtiendo en cementerio el lugar de San Francisco el Viejo. El sincretismo: Durante el periodo colonial la muerte se relaciona íntimamente con el rango social, los españoles tenían derecho a ser enterrados dentro de las Iglesias y los indígenas en los campos santos. La ideología prevaleciente era de temor a la muerte, pues era aterrador para un buen católico, el morir sin haber recibido los sacramentos, que representaba él salvo conducto al cielo, pues en caso de muerte súbita, su destino era el infierno y en el mejor de los casos el Purgatorio. Todavía en el siglo XVI, El Manual Romano, había definido la superficie que cada uno podía ocupar dentro de la Iglesia y este estaba relacionado con los sacramentos recibidos por los creyentes y los valores fundamentales como la virginidad y el género. Así por ejemplo, a los hombres “adultos de confesión y comunión” se les otorgaba para que descansaran sus restos el lado del Evangelio que corresponde al lado derecho del altar mayor de una Iglesia; a las mujeres adultas el lado de la Epístola; a los párvulos llamados angelitos, que habían sido bautizados pequeños seres que aún no pecaban, incluidos los fetos de madres

Ayuda a bien morir8

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Ayuda a bien morir; Arbiol Antonio, Visita de enfermos y ejercicio santo de ayudar a bien morir, 4ª impresión, Barcelona, Imprenta de Ángela Martí, 1722.

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Ibidem

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. muertas, que esperarían en el limbo los enterraban bajo el altar, en algunos casos a los pequeños se les enterraba con sus padres. Los feligreses eran enterrados mirando hacia el altar y los clérigos se sepultaban bajo el altar en sentido contrario frente a su grey. Posteriormente se depositaban dentro de los muros los ataúdes, al cerrar la pared generalmente no la sellaban perfectamente, al iniciarse la descomposición del cadáver generaba gases, que reventaban las cajas de madera humedecidas por la falta de aire y el hedor salían infectando el ambiente, además la falta de espacio ocasionó que se aglomeraban los féretros y esto aún fomentaba más la insalubridad. Con los cambios culturales y urbanos, las costumbres funerarias también cambiaron a consecuencia del problema de salud pública que se originó con la sepultura en las iglesias y posteriormente en los atrios de estas, para finalmente sacarlos a la periferia de la ciudad. Derivadas del sincretismo de usos y costumbres funerarias ocurrido durante los tres siglos de época colonial, se conserva como patrimonio inmaterial hasta la fecha, la ayuda a bien morir, la aplicación de los Santos Oleos y la Extremaunción, la velación del cadáver y el entierro. Durante el periodo colonial, el lecho mortuorio pertenece a la intimidad familiar, el velorio referente al acompañamiento nocturno al difunto en la última noche que pasa sobre la tierra, este se realizaba en el hogar provisto de oraciones, llanto y aromas de cera e incienso. Para de ahí partir hacia el sitio de entierro, concediéndole a la calle un lugar preponderante al convertirla en el escenario de la gran ceremonia fúnebre donde se demostraba el dolor, el repudio, la solidaridad humana y el nivel socioeconómico. La iglesia desempeñaba el papel principal como organizadora e ideóloga de las exequias, el discurso del ceremonial de la muerte enfatizaba el hecho como un paso a la vida eterna y exaltaba las virtudes espirituales del fenecido y sus buenas obras. También se encargaba de marcar los símbolos luctuosos, referentes a las insignias, decorado de las fachadas de las casa con colgaduras negras y en el interior de los templos, la luz eterna de manifiesto a través de las velas y el perfecto comportamiento devoto durante la procesión. La expresión carácter público a través del cual el fenecido es expuesto al dominio público consistía en el cortejo fúnebre “Las procesiones se abrían con una partida de tropa o batidores, cuya función principal era abrir paso entre la multitud e imponer el orden público. A continuación venía el símbolo de la piedad, encarnada por los niños de los hospicios y la gente más pobre. En este periodo, la participación de los pobres solía ser solicitada previamente por los occisos como una acción caritativa, y su deseo era que

el día del entierro se les repartiera limosna, se les diera de comer, se les vistiera para la ocasión y se les proporcionaran velas para que las llevaran 10 encendidas. En la Ciudad de México, el llanto de las plañideras era sustituido por el de los niños del internado de San Juan de Letrán. Francisco de Quevedo los llamó “meninos de la muerte y lacayos del ataúd”, a los 11 huérfanos especializados en acompañar los entierros. El adoctrinamiento de los indígenas para establecer la religión católica, estuvo a cargo de los evangelistas quienes hicieron de su conocimiento la existencia del purgatorio y les fomentaron el temor a la muerte y el dolor a perder la vida. Que consecuentemente obligaron al hombre a crear imaginarios, ritos y mitos diversos para evadir y mitigar e intentar eliminar el temor a la muerte. En los últimos decenios del siglo XVI, surge la cultura popular concepto que implica un sistema de vínculos entre la diferenciación de clases, tanto de manera horizontal como vertical, se originó como una elaboración de la jerarquía colonial, durante la época en que la expresión del idioma fomento la diferencia y estableció la interdependencia. Lomnitz comenta: “la imagen de interdependencia orgánica entre las clases adquirió forma a través de un elaborado conjunto de creencias y practicas orientadas hacia la muerte y los muertos. El movimiento de este mundo al purgatorio, y de ahí al cielo, sirvió como suplemento, extensión y complemento lógicos de las relaciones de intercambio que legitimaban y daban coherencia conceptual al sistema de clases de México. Dentro de este marco, las almas del purgatorio representaban la versión extrema de la pobreza; estaban totalmente desamparadas; sin embargo como los pobres, no podían ser ignoradas por completo, salvo a expensas de su propia salvación última. En consecuencia, los vínculos entre ricos y los pobres, y, de manera más general, entre los capaces e incapaces, se completaban en la otra vida. El alma inmortal cerraba el círculo ideológico de la hegemonía colonial, completando el largo ciclo de intercambios que quedaba inconcluso a la muerte de un individuo. Las recompensas en la otra vida compensaban 12 la injusticia mundana. […] Esta fue una manera de diferenciación vertical. 10

Zarate Toscano Verónica, Piadosas despedidas funerales decimonónicos, en Historia de la Iglesia en el Siglo. XIX-CONDUMEX. México. 1998 pp 337 y Gonzalbo Pilar, La Educación popular de los Jesuitas, México Universidad Iberoamericana, Departamento de Historia, 1989,pp118 en Zarate Toscano Verónica, Piadosas despedidas funerales decimonónicos, en Historia de la Iglesia en el Siglo. XIX. Pp 337 11 Esposito Matew Memorializing Modern Mexico. The state Funerals of the Porfirian Era, 18761911, tésis de doctorado, Graduate Faculty of Add Ran College of Arts and Sciences, Christian University, Fort Worth, Texas. 1997 op.cit, pp. 112-120 en Zarate Toscano Verónica, Piadosas despedidas funerales decimonónicos, en Historia de la Iglesia en el Siglo. XIX. pp337 12 Lomnitz Claudio, Idea de la Muerte en México, editorial Fondo de Cultura Económica México, 2000 pp 325

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Aunada a la ansiedad que provocaba el concepto de buena muerte, que originó en los hombres un estado indefenso ante la condenación, surgió la solidaridad que fomento la diferenciación horizontal, en la creación de cofradías de campesinos, miembros de gremios de comerciantes y esclavos De esa manera, el sistema de apoyo organizado para manejar la muerte y la otra vida generó expresiones idiomáticas de interdependencia jerárquica, así como un lenguaje de competencia corporativas. La imaginería era tan poderosa que rápidamente trascendió al control clerical y se 13 estableció firmemente en las casas y las comunidades. […] La importancia que cobró la muerte en la jerarquía del periodo virreinal, ocasionó que las costumbres funerarias establecidas hasta ese momento fueran el centro de modernizadores tanto católicos como liberales. Los reformadores deseaban una sociedad menos ritual y de mayor productividad, una sociedad que concibiera el progreso como un fenómeno mundano, más que una recompensa de ultratumba.

correspondía a la aplicación del sacramento de la confesión y comunión; y consistía en el transporte del Píxide (copón que guarda las hostias representación del cuerpo de Cristo), entre las manos de un clérigo, este a su vez era conducido sobre un baldaquín o silla de manos, lo precedían al frente la cruz procesional, atrás de este el sahumerio o incensario, acompañado por la vasija del agua bendita con el aspersorio. Su paso era anunciado por el sonido de una campanilla, quienes se encontraban en el camino con él, debían de arrodillarse y no moverse hasta que este hubiera pasado. Aplicados los sacramentos, durante la agonía se reunían familiares y amigos cerca de enfermo y en silencio esperaban su fin, algunas veces se le solicitaba al sacerdote su colaboración para ayudarlo a bien morir. Ocurrido el deceso, se le ponía una vela en la mano y un crucifijo en la otra y al cuello reliquias y escapularios; y se procedía a amortajar el cadáver, con una sábana blanca. En cada una de las cuatro esquinas de la cama, se colocaban grandes cirios y se procedía a anunciar el deceso por medio del toque de campanas. El espacio funerario se ubica en las inmediaciones de las iglesias, se adaptan sus anexos para ese fin, en los monasterios los claustros son utilizados para entierros. También se construyeron capillas y bóvedas sepulcrales cuyos propietarios pertenecían a la nobleza, convirtiendo a este espacio en capillas funerarias de uso particular. Existieron también los cementerios. El rito funerario generalmente se determinaban en el testamento y se desarrollaba conforme a la capacidad económica del fenecido, en el disponía el sitio de entierro, el tipo de mortaja, si quería ser acompañado por un grupo de expósitos, mismos que le darían la oportunidad de ser generoso post mortem (recibían los pobres alimento y ropa); también ordenaban los sufragios que consistían en misas, mandas, legados y obras pías, en cuanto a las misas del novenario debían oficiarse con pan y vino. Parte importante de los funerales fue el cortejo el cual salía del domicilio para partir hacia el cementerio, en los funerales de primera se organizaban posas, que consistían en detenerse en lugares determinados y colocar una base que era cubierta por un paño negro sobre el cual descansaba el cadáver se le cantaba un responso y se proseguía el camino hacia la siguiente posa, hasta llegar al sitio de entierro.

Las costumbres españolas establecidas en la Nueva España Las costumbres funerarias en la España del Siglo XVI formaron parte de su identidad e idiosincrasia que al realizarse la conquista fueron transportadas a América e impuestas en la Nueva España. 14 Luis de Hoyos en el estudio del folklore hispano establece que el rito funerario se ubica en tres regiones, que él especifica como geografía necrolática, en ella define que los pueblos de la Cantabria localizados al norte y sur de Galicia, imprimen gran seriedad en el duelo, no así los de la región Mediterránea; sin embargo los pertenecientes a la Región Central dan gran importancia a la conservación de tumbas familiares. En la región sureña de Galicia se localizan gran cantidad de cruces y cruceros denominados de ánimas o humilladeros y que más tarde en América se les conocerá como cruces del camino o alamitas. Los pueblos de la España central se caracterizan por la conservación de tumbas familiares. Los ritos funerarios en la península corresponden a un orden 15 litúrgico de la Iglesia, con fundamento en los Manuales del bien Morir , en esta literatura se contempla el cumplimiento de la aplicación de los Sacramentos incluyendo los siguientes ritos que se establecieron en la Nueva España, como el Viático, auxilio espiritual a los moribundos. Este 13

Ibidem pp 325 Hoyos Sainz Luis de Folklore Español de Culto a los Muertos, en Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, v.1 Biblioteca del Folklore Español, 1944-1945pp.30-53; en María de los Ángeles Rodríguez Álvarez, Usos Y costumbres Funerarias en la Nueva España. El Colegio de Michoacán y El Colegio Mexiquense, 2009 15 Arbiol Antonio, Visita de enfermos y ejercicio santo de ayudar a bien morir, 4ª impresión, Barcelona, Imprenta de Ángela Martí, 1722 14

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. era un proceso infinito e ilimitado, y la muerte sólo existía como algo externo 17 a la vida. Surge el positivismo, doctrina emanada del pensamiento filosófico de Augusto Comte, ideología básica del capitalismo que sostenía el concepto del desarrollo de la humanidad a través del orden, el progreso y la ciencia. Esta corriente atribuye a los científicos y a los médicos el papel de símbolos de las fuerzas de la vida. Razón por la cual en la segunda mitad del siglo XIX se medicalizó la muerte, pues se consideraba al médico el medio de evitar la muerte. El ideal era que la defunción acaeciera por vejez y no por enfermedad. La vida se prolongaría por avances científicos o tecnológicos, evitando la muerte. Parte importante del patrimonio intangible funerario, fue el Paseo de Animas, nació en el virreinato y se transformó durante los tres siglos de la colonia para desaparecer en la segunda década del siglo XX. En años primitivos la conmemoración de muertos consistía en la ceremonia eclesiástica la compra de velas y vestir el templo de luto. Posteriormente la fiesta barroca incluía la ofrenda para los muertos, el regalo de ropa y limosna, esto ocasionó que el día de muertos quedara relacionada a la vida económica de la ciudad específicamente la referente a los mercados. El mercado del día de todos Santos y de los fieles difuntos, se colocaba en la plaza mayor, se expendía gran variedad de productos entre los que se contaban, pan, dulces siendo famosas las claveritas de azúcar y los clérigos de cabeza de garbanzo, se fabricaban alfeñiques alusivos a la fecha. En esta ocasión se gastaba en hacer la compra anual de ropa, enseres para la casa y hasta la pintura de la misma. El día de los fieles difuntos los ciudadanos recorrían el mercado colocado particularmente para esta ocasión en la plaza mayor de la ciudad, este paseo fue bautizado con el Paseo de las Animas o de Todos Santos. En el siglo XIX, el paseo se desplazó a la Alameda y en el año de 1893, el presidente Díaz, junto con la élite de los científicos, el cuerpo diplomático y la comunidad de comerciantes extranjeros presidieron una gran feria comercial organizada en el Paseo de Animas, en esta ocasión las damas de la élite porfiriana expendieron productos franceses, bombones, pasteles, helados, cerveza, además de perfumes, fotografías, periódicos, todo colocado bajo el cobijo del pabellón morisco. La fiesta contó con la presencia del presidente y su esposa, quiénes de ahí partieron a celebrar la fiesta con una partida de caza en Orizaba. Este fue el principio de convertir la conmemoración del día de los fieles difuntos en día de recreo.

Cortejo fúnebre época colonial16

El espacio funerario lo formó la iglesia y el cementerio y el entierro se realizaba de acuerdo al costo y pago negociado con ella. España es poseedora de un gran sentido religioso desde el año de 1492, en que logró la unidad religiosa con la expulsión de los judíos y la capitulación de los Moros en Granada, prevaleciendo la Doctrina de Cristo. Como fiel guardián de la fe, la transfiere a la tierra conquistada por medio de la doctrina y el rito. La aportación de la cultura hispana al sincretismo, con la cultura mexica principalmente fue la religión católica, que va normar la conducta para salvar el alma, el entierro dentro de la iglesia y en el camposanto. La transformación de las costumbres en el virreinato En las postrimerías del siglo XVIII, surge el periodo llamado modernidad, con sus peculiaridades económicas, socioculturales, fundamenta su ideología en el concepto de la racionalidad; el orden, lo productivo y la utilidad, presentando una imagen de progreso en la ciencia, economía y técnica. Con el fin de eliminar lo incierto. Surgen las corrientes vitalista y mecanicista con la intención de descubrir la explicación de la vida, la primera defiende el precepto de que la muerte es inherente a la vida y para la segunda la vida

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Cortejo fúnebre época colonial, Manuel Rivera Cambas, Tomo III, México Pintoresco, Artístico y Monumental, Editorial Valle de México 1974

Mejía Rivera Orlando, La muerte y sus símbolos, Muerte, tecnocracia y posmodernidad, Universidad de Antioquía, Bogotá. 2000.pp 47

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Es sin duda el siglo XIX el que mayor transformaciones otorga a la historia de México, consecuencia de los múltiples movimientos ocurridos en ese periodo desde la guerra de Independencia, pasando desde el primer Imperio de Agustín de Iturbide; las intervenciones Norteamericana y Francesa; el segundo Imperio con Maximiliano de Habsburgo; La Guerra de Reforma con sus consecuentes leyes, que entre otras tantas emitieron normas sobre cómo debían realizarse los rituales de las exequias, se dictaron reglas generales y otras especificas dependiendo de la categoría y rango del fenecido; pero sin duda el cambio más importante fue la secularización de los ritos, ya que al pasar a manos del estado este se convirtió en el principal doliente y asumió la organización de las ceremonias fúnebres, radicando en el poder civil la función de la iglesia. Las exequias no difieren en el fondo sino en la forma, las procesiones que en antaño se abrían con una partida de tropa o batidores (soldados que en las fuerzas montadas preceden al regimiento en un desfile), cuya función principal era abrir paso entre la multitud e imponer el orden público, continuaron con esa función no así los pobres de hospicio y la gente más pobre, a estos los sustituyeron los alumnos de escuelas municipales; Las órdenes religiosas y el cabildo eclesiástico fueron remplazados por organizaciones obreras y la Escuela preparatoria; la Universidad por el cuerpo Diplomático, la regencia del Imperio por el Congreso; así como promotores de ideas socialistas y anarquistas, representes de la modernidad industrial, concluyendo los hábitos religiosos fueron sustituidos por los trajes civiles. En el siglo XIX se establece como parte del patrimonio inmaterial funerario la visita al cementerio. En el porfiriato periodo que se caracterizó por la diferenciación de clases sociales y la frivolidad que se le impregnó a la conmemoración del día de muertos. Altamirano la relata en sus Paisajes y Leyendas de la siguiente manera “la gente de clase alta solía visitar los panteones por la mañana y los pobres por la tarde, como para demostrar el lugar de cada quién. La mantilla no debía rozarse con el rebozo, ni la levita con la chaqueta aun en esos lugares en que reina la niveladora muerte”. En esta fecha solía pasarse revista a todos los tipos sociales que formaban la sociedad mexicana. Sin embargo mayor el impacto que sufren los usos y costumbres se efectúa en 1875, introducir Eusebio Gayosso los servicios de agente funerario, consistente en prestar los servicios de gestor ante el Registro Civil, el panteón y la compañía de tranvías. Establece sus oficinas en los bajos del Hotel Gilow en la Calle de San José del Real, hasta finales del siglo XIX, durante este tiempo prevaleció la costumbre de velar al difunto en los hogares, fue hasta 1896 en que la Agencia de Inhumaciones Gayosso,

se traslada al edificio de Av. de los Hombres Ilustres No. 13. Cuando por primera vez se ofrece un sitio para el “velorio”, sin encontrar gran aceptación, pues parte del rito funerario era que el difunto partiera de su hogar hacia el panteón, después de haber permanecido en la intimidad familiar toda la noche. La comodidad que ofrece la costumbre heredada por los Estados Unidos, se populariza a partir de la mitad del siglo XX, propiciada por la proliferación de la arquitectura racional, que produjo los altos edificios de viviendas antifuncionales para subir y bajar un féretro. Surgieron nuevas agencias paralelas a Gayosso dedicadas a este quehacer como fueron Tepeyac y Alcazar, desaparecidas en el siglo XX. En la primeras dos décadas de ese mismo siglo, nace el termino de Llorar el Hueso referente a la frivolidad con que se vivía la conmemoración del día de los fieles difuntos, mezcla de espiritualidad, religiosidad y tradición conservadas hasta entonces. En periodo revolucionario surge el corrido y proliferan las calaveras que anteriormente publicara La Orquesta y El Padre Cobos y que en este tiempo se encargaran de ellas Gabriel Vicente Gaona “Picheta”; Manuel Manilla y su representante más popular Guadalupe Posada. En el devenir histórico se concluye con el lapso de tiempo comprendido del siglo XX a la época contemporánea, periodo en que se modifica el rito de exequias sin perder la tradición, este consiste en una mezcla de ritos religiosos y paganos mezcla de nuestra cultura milenaria y la actual. Este consiste en prever los auxilios espirituales conforme a la religión que se profese, y en el momento de la deceso, encender una veladora que le dará luz en su tránsito a el alma; avisar a el médico para que proporcioné el certificado de defunción, documento importante con el cual la agencia de inhumaciones inicia los trámites alusivos y su quehacer en el que se ocupa de trasladar del lugar del deceso a un lugar ex profeso, al cadáver donde será arreglado, vestido y colocado en el ataúd con el fin de que los dolientes, puedan verlo. En la mayoría de los casos se procede a conservar el cuerpo para evitar su descomposición, principalmente en muertes ocasionadas por enfermedades que potencializan la corrupción y así evitar la trasmisión de infecciones. Actualmente el método más común de embalsamamiento consiste en extraer toda la sangre y los gases del cuerpo, e introducir por medio de una inyección de líquido desinfectante. También se usa la cosmetología con fines estéticos, para disimular heridas faciales o dar un buen aspecto al cadáver. Preparado el cadáver, se presenta en una sala de velación, dispuesta en el edificio de la agencia de inhumaciones, para su acompañamiento durante toda la noche, durante la cual se reza el Santo Rosario cada hora; en algunos casos en este espacio se oficia la misa de

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. cuerpo presente. Entretanto la agencia ya tramitó el espacio de entierro en el panteón, el transporte de deudos, a determinada hora se retira el cadáver se deposita en una carroza y se le traslada al cementerio, el cortejo fúnebre lo forma una comitiva los deudos en de vehículos rodantes, automóviles y autobuses de la misma empresa. Al llegar al cementerio se traslada el ataúd al sitio de entierro, se ora y se cantan himnos religiosos, se bendice el sitio y se coloca el ataúd el cual es cubierto por la tierra y las flores que llevaron los deudos. Estas innovaciones motivaron al gobierno a reglamentar el servicio, por lo que en 1962 el presidente Adolfo López Mateos expide el Reglamento 18 para Agencias Inhumaciones en el Distrito Federal. En los años ochenta se inicia la construcción de los panteones verticales y los horizontales fuera del área metropolitana, que ofrecen el servicio completo desde el ataúd, la sala de velación y el entierro o cremación, costumbre ancestral que en los albores del tercer milenio renace y prolifera. Anteriormente en algunas culturas la creencia era que el espíritu por medio del fuego se liberaba. Sin embargo en la actualidad en la Ciudad de México, la cremación está más en función del espacio, pues los panteones que aún prevalecen dentro de la ciudad, se encuentran saturados, a menos que se haya adquirido el espacio de entierro en el siglo pasado; y los nuevos cementerios se localizan en la zona metropolitana muy lejana al centro, por lo que los deudos prefieren convertir a su difunto en cenizas y que descanse en una urna cineraria en una cripta de algún templo cercano al hogar. Esta creación de nuevos espacios conlleva al sincretismo de la nueva concepción de la cultura funeraria y los antiguos ritos, principalmente la reconsideración de la iglesia católica, al concepto ancestral de resurrección. Que establece que el ser humano es una unión de cuerpo y espíritu. Este último es el medio de comunicación con dios, por lo que los seres humanos deben preservar el espíritu no el cuerpo, por este motivo el papa Paulo VI emitió el 5 de junio de 1967, un decreto por medio del cual la iglesia permite la cremación, hecho que ocasiona, que nuevamente se acoja dentro de los muros de los templos a los difuntos, ahora convertidos en cenizas, dentro de urnas, para descansar en nichos. Lo cual es más aceptado por la sociedad actual, que sepultar a los muertos en cementerios lejanos a la ciudad y que no permiten la visita frecuente. Esto ha provocado el abandono de los Cementerios y panteones y un éxodo de los difuntos convertidos en cenizas a los muros de los templos y a otros espacios seculares construidos ex profeso para esta función.

Conclusión El Patrimonio Funerario Inmaterial actualmente lo componen los usos costumbres y tradiciones que se originaron desde la época prehispánica, que se fusionaron con las traídas de la península; cuyo sincretismo prevaleció hasta nuestros días, con las modificaciones que el momento histórico ha requerido.

Bibliografía –

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Reglamento para Agencias de Inhumaciones-Diario Oficial de la Federación- 25 de enero de 1962.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Para el análisis se utilizaron diferentes técnicas morfoscópicas y morfométricas, con el fin de obtener información acerca de la edad, sexo, paleopatologías, osteometría, tafonomía, marcas de stress ocupacional y alteraciones culturales, en el cual, el estado de conservación permitió o no la observación de diversas características, así la edad se determinó de acuerdo a lo propuesto por Bass (1987), Brothwell (1987), Krogman e Iscan (1986), White (2005), Meindl y Lovejoy (1985), organizando los grupos de edad de la siguiente manera: hasta los 15 años se dividieron grupos de edad de cada 3 años y a partir de los 15 años por quinquenios. Para el sexo, este se asignó solo en individuos adultos, así se compone de cuatro grupos, Femenino, Masculino, Sub-adulto y No determinable (cuando los elementos óseos no permitan asignar sexo), basándonos en las características morfológicas que señalan Bass (1987) y White (2005). Las alteraciones patológicas se evaluaron de manera morfoscópica de acuerdo a lo descrito por Ortner y Putshar (1985), y Campillo (1993), mientras las modificaciones tafónomicas se escribieron de acuerdo a los criterios de Pijoan (1997), Talavera et al (2001), Duday (1997). Las medidas osteométricas se tomaron solo en los elementos óseos que así lo permitieron utilizando los parámetros de Bass (1987) y Comas (1976). Las marcas de stress ocupacional se analizaron de acuerdo a Dotour (1985), Bridges (1995) y Kennedy (1986). En lo que se refiere a las modificaciones culturales, estas se describen de acuerdo a Romano (1974), 19 Romero (1965) y Dembo e Imbelloni (1938) . Por último los datos recuperados se trabajaron en el programa estadístico SSPS17 para Windows. El análisis bioarqueológico de los entierros que en esta ocasión nos ocupa, se llevó a cabo desde una perspectiva biocultural, que permite la interrelación del medio social y biológico con el fin de lograr una mejor interpretación de los datos antropofísicos.

Los habitantes del Cementerios Municipal de Colima Un estudio de antropología física A.F. Rosa María Flores Ramírez Colima

Introducción Los estudios de antropología física enfocan su interés en el estudio del hombre, ya sea en sujetos vivos o por medio de sus restos óseos; a través de los huesos es factible conocer a los individuos que habitaron un lugar en tiempos pretéritos, ya que por medio de diversas técnicas es posible obtener estimaciones de edad, sexo, enfermedades y actividades que los individuos desempeñaban en vida. Tal es el caso del estudio que se llevó a cabo durante los primeros meses del 2010, en el cual se analizaron los restos óseos recuperados del trabajo arqueológico efectuado en 2007 en el Cementerio Municipal, perteneciente al Estado de Colima, a cargo de los arqueólogos Fernando González y Ramón López. En este caso se realizó un estudio bioarqueológico, el cual no solo incluye la parte biológica del individuo como es la edad, sexo, enfermedades, actividades, y características físicas, sino además la manera en como influyo el medio ambiente social y ecológico en el desarrollo de los individuos, por lo cual es importante tomar en cuenta los datos arqueológicos, ya que estos nos permiten conocer las costumbres funerarias y como estas afectaron a los sujetos depositados en un área geográfica; cabe señalar que los datos arqueológicos presentados, tales como orientación, posición y tipo de entierro, se tomaron del informe arqueológico elaborado por los arqueólogos Fernando González y Ramón López.

Desarrollo Los restos óseos se recuperaron en el 2007, durante los trabajos arqueológicos realizados en el Cementerio municipal de Colima, por los arqueólogos Fernando González y Ramón López, en dicho rescate se recuperaron 9 entierros, con un total de 15 individuos, los cuales se distribuyen por edad y sexo de la siguiente manera. Tres individuos corresponden a los denominados como sub-adultos y oscilan entre los 0 y 13 años de edad; 3 son femeninos, uno entre 22-25 años, uno entre 41-45 y uno de más de 65 años de edad; mientras que en el

Metodología Los materiales óseos se analizaron en base a estándares de antropología física ya establecidos, la limpieza se llevó a cabo con agua y cepillos dentales suaves, la unión de fragmentos con acetato de polivinilo y el marcado de los elementos óseos se realizó en la parte más plana y distal del hueso, con un marcador de punto fino, utilizando las siglas. CM: (Cementerio Municipal) P (Pozo) ó C (cuadro) y el número del cuadro E. entierro y el número del mismo.

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citado en Patricia Hernández y Lagunas, Manual de Osteología, CONACULTA-INAH, MÉXICO D.F. ENAH, División de Posgrado, 2005, 92-101

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. sexo masculino se tienen 7 individuos, dos entre 41 y 45, uno entre 31-35 años, dos entre 46 y 50 y dos adultos en los que no fue factible identificar edad, por último de sexo no identificable dos adultos que solo cuentan con huesos de pie y algunos fragmentos de huesos largos. Todos fueron colocados de manera indirecta, es decir se llevó a cabo una preparación para depositar el cadáver (posiblemente ataúd), así mismo los restos de estos sujetos sufrieron alteraciones por el tipo y lugar en el cual se depositaron sus elementos, tales como marcas de raíces (canales dendríticos) y exfoliación en todos los casos, mientras que solo algunos de los restos óseos se observan marcas de roído, manchas color verde y negras. A continuación se presentan los resultados obtenidos por unidad de excavación y pozo. En la unidad de excavación 1, se localizaron cinco individuos, un sub-adulto y cuatro masculinos; 4 en posición anatómica (primarios) y dos que fueron removidos por lo tanto no guardaban relación anatómica (secundarios); los primarios se localizaron en posición decúbito dorsal extendida dos hombres y en decúbito lateral izquierdo extendido un sujeto sub-adulto; en lo que se refiere al cráneo facial se localizó un hombre viendo al norte, un sub-adulto con la cara al sur, un hombre más tenía la cara hacia arriba, mientras que en dos casos se desconoce la orientación del rostro, la orientación general del esqueleto fue en un sub-adulto y un hombre de este-oeste, un hombre de oeste-este, mientras que en dos individuos no fue factible identificarla. Por otro lado, los dos individuos secundarios presentan una posición irregular ya que estos se caracterizan por haber sido removidos postmorten. En lo que se refiere a la caracterización de los individuos se tiene lo siguiente: solo fue posible llevar acabo mediciones en dos individuos 20 masculinos; ya que uno corresponde a un sub-adulto y los otros dos hombres no cuentan con los elementos óseos completos que permitan la toma de medidas osteometricas; así entonces en los dos sujetos de sexo masculino de la unidad de excavación 1 tienen un cráneo corto (braquicráneo), medio, (hipsicráneo) alto, (metriocráneo) con crestas divergentes, las órbitas del ojo en el lado izquierdo alta (hipsiconco), mientras que en derecho no fue factible determinarla. En lo que se refiere al esqueleto poscráneal, en la extremidad superior el humero tiene un índice diafisiario en un sujeto de sexo masculino clasificado como redondeado (euribraquia), y un individuo masculino más con aplanamiento en la diáfisis (platibraquia), para el cubito

también para los hombres se tiene un cubito derecho con aplanamiento medio. Para la extremidad inferior se calculó para él fémur un índice pilástrico en el sexo masculino que va de pilastra débil a pilastra fuerte, mientras que el índice merico igual va de aplanado (platimeria), a redondeado (eurimeria), mientras que el índice cnemico tiene un aplanamiento ligero (mesocnemia) para el lado izquierdo y aplanamiento transversal (platicnemia) para el lado derecho. La estatura calculada de 21 acuerdo a diferentes autores se encuentra entre 1.54 y 1.65. En lo que se refiere a las enfermedades que sufrieron estos individuos se tiene lo siguiente, en dientes de tres individuos que cuentan con este elemento óseo se observó sarro y gingivitis, y un solo caso que corresponde al sexo masculino de entre 31 y 35 años con caries, absceso, reabsorción alveolar y líneas de hipoplasia del esmalte. En lo que se refiere al esqueleto, en cráneo se tienen dos casos con hiperostosis pórotica correspondientes al sexo masculino en el esqueleto postcráneal periostitis en un sub-adulto y dos masculinos, osteomielitis y artritis en dos hombres uno entre 31-35 años y otro entre 41 y 45 años. Dentro de las alteraciones causadas por el tipo de terreno se observa, exfoliación y marcas de canales dendríticos en los elementos óseos de todos los esqueletos, en dos sujetos de sexo masculino manchas negras y manchas de color verde posiblemente metal. Como Modificaciones epigéneticas se tiene el caso de un hombre con prevalencia de sutura metópica. En la unidad de excavación 2 solo se recuperó un entierro de sexo femenino en posición decúbito dorsal extendido, con el cráneo facial se encontró viendo al norte, la orientación general del esqueleto de norestesureste. En este caso los elementos óseos no se localizaron completos por lo cual no fue factible caracterizar al individuo; en lo que se refiere a alteraciones en la salud presenta sarro en dientes, hiperostosis pórotica en cráneo, periostitis y osteomielitis en esqueleto postcráneal. En el pozo 1, se recuperaron dos sujetos, un infante colocado de manera irregular y uno sujeto de sexo no identificable con posición en decúbito dorsal extendido, la orientación del esqueleto solo fue posible identificarla en un individuo de sexo desconocido.

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En los sujetos infantiles y sub-adultos, no se realizan medidas osteométricas con el fin de caracterizar al individuo o para ver la intensidad de la actividad, ya que le hueso esta en continua regeneración y cambio por lo cual no es factible identificar las características antes señaladas.

Así de acuerdo a Del Ángel 1991 esta es de 154.44 y 165.65, por lo establecido por Trotter y Gleser 1952:496 oscila entre 159 y 170.80 y Genoves 1966, citado en Lagunas y Hernández 2005 se encuentra entre 154.16 y 165.21.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. En lo que se refiere al tipo de cara, los elementos óseos no permiten identificar el tipo de cara se estos individuos de igual manera no fue posible tomar medidas en huesos largos. Las afecciones por enfermedad que sufrieron estos individuos son osteomielitis en el sujeto de sexo desconocido, mientras que los elementos óseos muestran marcas causadas por el tipo de enterramiento tales como exfoliación, marcas de raíces, manchas de color verde en el individuo infantil. En el pozo 2, se tiene un entierro colocado en decúbito dorsal extendido, con el cráneo facial al norte, y la posición general del esqueleto es de oeste-este, de sexo desconocido, el cual no cuenta con elementos óseos que permitan caracterizar la forma del cráneo, las alteraciones causadas por el tipo de terreno que presenta son marcas de raíces y exfoliación. En el pozo 3 se recuperaron seis individuos; tres corresponden al sexo masculino, dos mujeres y un sub-adulto; los hombres y el sub-adulto fueron colocados de manera irregular, por lo que no es posible identificar posición, orientación general del esqueleto ni del cráneo facial; mientras que las mujeres fueron depositadas en decúbito dorsal extendida, con orientación general del esqueleto de este-oeste en un caso y oeste-este en otro, en lo que se refiere a la orientación cráneo facial esta solo fue factible identificarla en una mujer la cual veía al norte. En lo referente al tipo de cráneo, solo fue factible identificarlo en una mujer y un hombre, ambos presentan cráneo alargado (dolicocráneo) y alto; en el sexo masculino además se determinó que cuenta con frontal ancho (eurimetopo) y crestas intermedias, mientras que las mujeres tienen crestas divergentes. El esqueleto poscráneal, en la extremidad superior se obtuvo los siguiente, húmero derecho e izquierdo con euribraquia en un individuo del sexo femenino y dos masculinos, mientras que para el cubito se calculó solo en una mujer con redondeado (hiperplatolenia) para el lado derecho y con aplanamiento medio para el lado izquierdo; en la extremidad inferior se tiene un fémur izquierdo con pilastra débil que corresponde al sexo masculino y dos casos del sexo femenino, mientras que en el lado derecho se tiene pilastra débil en dos casos de mujeres; para el fémur el índice merico se clasifica con platimeria en un hombre y dos mujeres del lado derecho, mientras que para el lado izquierdo solo fue factible calcularlo en dos mujeres, una presenta platimeria y otra eurimeria; el índice cnemico de la tibia tiene un aplanamiento que va de ligero a nulo del lado derecho para las mujeres y un aplanamiento ligero en el sexo masculino. La estatura se

encuentra entre 1.40 y 1.60 mientras que en los hombres oscila entre 1.61 y 22 1.71 metros. Con alteraciones en la salud, en dientes se observó desgate de ligero a medio en una mujer sarro y gingivitis en todos los individuos, en el sexo femenino caries y reabsorción alveolar mientras que en el masculino un absceso y un individuos con líneas de hipoplasia del esmalte. En cráneo se observó hiperostosis pórotica y cribra orbitalia, periostitis, osteomielitis en ambos sexos masculino y femenino, para las mujeres se tiene un caso de artritis y fracturas, y por último un caso del sexo masculino con marcas de corte. Como marcas por desarrollar una actividad ocupacional se localizaron para el sexo masculino marcas por acunclillamiento, por llevar objetos sobre la cabeza, así mismo un caso de despostillamiento en los dientes posiblemente por llevar a cabo la actividad de la cestería, mientras que para el sexo femenino solo se localizó el caso de una mujer con espolón del calcáneo, esta característica se encuentra asociadas con caminar mucho en terrenos sinuosos. Dentro de las alteraciones causadas por el tipo de terreno en el cual se depositaron a los individuos se tienen exfoliación y marcas de raíces en todos los elementos óseos, marcas de manchas negras en dos individuos masculinos y un femenino, marcas de roído en un los elementos óseos de un hombre, marcas de polillas en una mujer y manchas de color verde posiblemente metal en un sub-adulto (Fotografía 3 y 4) Con alteraciones genéticas (epigeneticos), se observaron huesos wornianos en las suturas coronal de un individuo de sexo masculino, y 23 sesamoides en huesos de mano (carpos) de una mujer. Consideraciones finales Del rescate realizado en 2007 en “El Cementerio”, conocido como de las víboras por denominarse así al predio antes de su construcción, se recuperaron un total de 9 entierros, que corresponden al siglo XIX, 7 son entierros individuales y 2 múltiples. Una vez realizado el análisis se concluyó que existen de este rescate un total de 15 individuos, 3 corresponden a sub-adultos y oscilan entre los 0 y 13 años de edad; 3 son femeninos, uno entre 22-25 años, uno entre 41-45 y uno de más de 65 años de edad; del sexo masculino se tienen 22

La estatura se calculó en base a tres autores obteniendo los siguientes datos para Del ángel 1991, la estatura oscila entre 1.40 y 1.57 para el sexo femenino y 1.61 y 1.63; para Trotter y Glesser 1952:496 las mujeres tienen una estatura entre 1.44 y 1.61 mientras que los hombres entre 1.68 y 1.71 y por último de acuerdo a lo establecido por Genoves 1966 las mujeres se encuentran entre 1.40 y 1.57 metros y los hombres entre 1.61 y 1.64 metros. 23 Huesos de más en los carpos de las manos.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. 7 individuos, dos entre 41 y 45, uno entre 31-35 años, dos entre 46 y 50 y dos adultos en los que no fue factible identificar edad; por último de sexo no identificable 2 adultos que solo cuentan con huesos de pie y algunos fragmentos de huesos largos. Los individuos fueron enterrados de manera indirecta, es decir al interior de un ataúd seguramente de madera y con elementos propios de la 24 religión católica, ya que entre los elementos recuperados se tienen, fragmentos de madera (posiblemente restos del ataúd), clavos, botones, cuentas de un posible rosario, crucifijos, medallas, así como herrajes para cerrar los ataúdes. Es importante resaltar que el actual cementerio, se localiza sobre una plaza prehispánica, lo cual hizo pensar a los arqueólogos en la posibilidad de que los entierros correspondieran a la época prehispánica, sin embargo el localizar los elementos antes señalados, se determinó que estos correspondían a épocas posteriores. En cuanto a la posición y forma de enterramiento, 8 corresponden al tipo primario y 7 secundarios, estos últimos fueron removidos con el fin de 25 aprovechar los espacios funerarios. Los del tipo primario fueron colocados de manera extendida guardando la tradición cristiana, siete en decúbito dorsal y uno lateral izquierdo. La orientación cráneo facial fue hacia el norte en cuatro casos, uno al sur y uno boca abajo, en lo que se refiere a la orientación general del esqueleto fue de este a oeste en tres casos, cuatro de oeste- este y uno de noroeste-sureste. Los entierros secundarios no presentan orientación ni posición específica, sin embargo un dato importante de señalar es que este tipo de enterramiento posiblemente se deba a las costumbres funerarias que aun en la actualidad se llevan a cabo en Colima y consiste en depositar los entierro en tres niveles. En este caso particular el material utilizado en este tipo de sepulcro seguramente era perecedero (madera), por lo tanto y al igual que en el cuerpo al momento de la descomposición se crearan huecos, y cayera un individuo sobre otro, causando un reacomodo de los elementos óseos, uno de estos casos lo conforma el entierro 2 del pozo tres en el cual los individuos asociados se encuentran sobre el individuo principal el cual se depositó de manera primaria en decúbito dorsal extendido y que a la altura del hombreo del lado izquierdo se recuperaron elementos óseos de dos individuos infantiles dispersos hacia el tórax, pero no abarca más espacio que lo que ocuparían los elementos óseos al caer uno sobre otro.

En lo que se refiere a la orientación general del esqueleto esta varia, por lo cual sería interesante ahondar en el tema con el fin de responder por que en este caso la orientación variaba. La posición general del esqueleto si bien es extendida, la posición de los brazos y piernas varía en algunos casos. En lo que se refiere a la orientación del cráneo facial esta vario de acuerdo los movimientos tafonómicos sufridos por el cadáver al descomponerse. En lo que se refiere a las características observadas en los elementos óseos depositados en el Cementerio municipal, tenemos lo siguiente; el desgaste en los dientes va de ligero medio pese a que algunos de los individuos tenían una edad avanzada por lo cual se infiere que los alimentos que consumía no eran tan abrasivos y por lo tanto los dientes no se desgastaban de manera importante; el sarro es predominante aun cuando la cantidad de él en los dientes es ligero, la gingivitis es común para los sujetos analizados, así que la limpieza de los dientes era cotidiana lo que no permitía la destrucción del diente y la aparición de caries, lo cual se ve reflejado en que esta última solo se observó en dos casos uno corresponde al sexo femenino y otro al masculino. La hipoplasia del esmalte es una afección relacionada con periodos de estrés en los individuos los cuales ocasionan una detención en el crecimiento de los sujetos, sin embargo de esta afección solo se presentaron dos casos que corresponden a individuos de sexo masculino de más de 31 años de edad, los cuales mostraron en su vida alguna alteración que causo la detención en el desarrollo del esmalte de los dientes, en este caso de los incisivos centrales y laterales, y que afecto en este caso solo al sexo masculino. En lo que se refiere a alteraciones patológicas del esqueleto Postcráneal, las relacionadas con anemias, ya sean estas por falta de alimento, por una mala reabsorción de él como es el caso de la parasitosis, por la aparición de la menopausia en las mujeres o por la sudoración, en este caso se observa con 6 casos de hiperostosis pórotica principalmente del sexo masculino y de cribra orbitalia solo se tienen dos casos de mujeres, en esta caso suponemos que la alteración se da por la sudoración y la aparición de la menopausia, sin embargo la causa real, se podrá conocer solo hasta realizar análisis más detallados de alimentación, con los cuales sabremos si el consumo de alimentos era optimo o no y de igual manera si estos sujetos tenías una buena ingesta de alimento y la anemia se presentaba por otras causas como las ya señaladas (sudoración, menopausia o parasitosis). En lo que se refiere a las alteraciones de tipo infeccioso de este tipo se tienen casos de periostitis y osteomielitis. Con periostitis se tienen

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De acuerdo al material arqueológico recuperado durante la excavación y análisis de restos óseos, González y López, Flores, Espejos de Vida y Muerte, Proyecto de Investigación Cementerio de Colima, Informe técnico final arqueológico y de antropología física, Colima, 2010 25 De estos últimos predominan los individuos infantiles y masculinos, mientras que las mujeres no fueron removidas.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. ocho casos mientras que de osteomielitis siete, la distribución es regular por edad y sexo es decir se presenta tanto en hombres como mujeres de todas las edades, así los procesos infecciosos siguen siendo una característica principal de los individuos en cualquier época. Los procesos degenerativos osteoarticulares son comunes en el grupo estudiado, con cuatro casos de mujeres y tres de hombres, para el caso del sexo femenino esta se presenta en edades adultas por lo cual seguramente esta es la causa y se trate de una artritis reumatoide, mientras para los hombres estas modificaciones las tenemos en edades productivas por lo cual es factible inferir que se trate de alteraciones por el tipo de actividad física, los elementos óseos más afectados son la columna vertebral y los huesos de mano y pie. Con traumatismos solo se tiene un caso que corresponde a una mujer de más de 65 años de edad, con fracturas múltiples y mal consolidadas, posiblemente causadas por un accidente fuerte como son los atropellamientos o caídas, ya que se ven afectadas las costillas y clavículas del lado derecho, esta persona tuvo un tiempo de recuperación para las fracturas ya que se observa consolidación casi completa, aun cuando prevalece el proceso infeccioso. Las alteraciones están vinculadas en este caso con el tipo de ambiente social y ecológico, ya que algunas son causadas seguramente por el clima y lo que el sujeto consume, mientras que otras como las fracturas están más relacionadas con lo que el sujeto realizo en vida. En lo que se refiere a las actividades realizadas por los individuos de este grupo de estudio, se localizaron solo tres casos que corresponden a sujetos masculinos en edades productivas con una excrecencia en el axis de la vértebra cervical, la cual está asociada con los individuos llevaban objetos sobre la cabeza, como podría ser el uso de mecapal o como es factible aun ver por las calles del centro de Colima, los individuos que llevan sobre los hombros la tuba o el tejuino y que de igual manera es posible que afecte este hueso del cuello en específico, sin embargo es importante señalar que para esta muestra, esta es una actividad propia de los hombres. Es importante señalar que esta acción de llevar objetos obre la cabeza ha disminuido con el tiempo, lo anterior se infiere dado que en los grupos prehispánicos es común observar esta alteración en los elementos óseos tanto en hombres como en mujeres mientras que en para este caso en los individuos recuperados en el cementerio son poco los casos, por lo que suponemos que esta actividad se ha ido perdiendo a través del tiempo. Lo mismo sucede con la posición de acunclillamiento de la cual solo se presentó un caso que corresponde al sexo masculino de entre 41 y 45 años de edad.

El trabajo en los dientes, no es tan común y solo se tiene un caso que corresponde al sexo masculino de entre 46 y 50 años de edad, dedicado posiblemente a la cestería. Así mismo se observó un caso del sexo femenino de entre 41 y 45 años de edad con entesopatia en calcáneo causado por hiperactividad del tendón de Aquiles relacionado con personas que recorren grandes distancias sobre superficies irregulares y descalzos. De las modificaciones causadas por el tipo de enterramiento, se observaron las comunes de un depósito en tierra, entre ellas raíces (marcas de canales dendríticos), exfoliación y fracturas por desecación. Otro tipo de alteración son las manchas negras que en este caso se originaron principalmente por el tipo de embalado de los materiales durante la excavación y el tiempo que pasa entre este, la entrada al laboratorio y el momento del análisis, en este caso seguramente esta es la causa ya que dichos materiales fueron colocados sobre papel aluminio y seguramente aun un poco húmedos lo cual causo que estos iniciaran un proceso bacteriano de hongos que se marcaron no solo sobre el aluminio sino además sobre el hueso. Dentro de las modificaciones por animales se observó un caso con marcas de roído, que corresponde al sexo masculino de entre 41 y 45 años de edad. Por otro lado de las causadas por el tipo de ajuar funerario, se localizaron marcas por polillas causadas por el ataúd de madera, manchas verdes en este caso fueron ocasionados por objetos de metal colocados como objetos personales o que conformaron parte del ajuar funerario. De las alteraciones causadas por el tratamiento al cadáver antes de ser enterrado, se localizan las marcas de corte realizado con un objeto de filo metálico fino, en un individuo masculino que muestra la marca de sobre el frontal, temporales y parte del occipital parecido al que se realiza durante una autopsia, sin embargo no cortaron el cráneo, posiblemente se trató de una cirugía que afectaba solo tejido blando y no masa encefálica de la cual posiblemente el sujeto no sobrevivió, ya que no es factible observar regeneración del tejido óseo, además de no observar marcas de fracturas en el hueso. Los rasgos epigéneticos, son modificaciones asociadas con la genética de las personas que no afectan la funcionalidad del organismo, en este caso se observó el caso de un hombre de entre 41 y 45 años con de prevalecía de sutura metopica, con huesos wornianos individuo de sexo masculino de entre 46 y 50 años, con un worniano sobre sutura coronal y huesos sesamoideos se localizó una mujer de entre 41 y 45 años. Dentro de las características morfológicas se tienen de sexo masculino, tienen un cráneo corto (braquicráneo), medio, (hipsicráneo) alto, (metriocráneo) con crestas divergentes, las órbitas del ojo en el lado

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. izquierdo alta (hipsiconco), mientras que en derecho no fue factible determinarla, así mismo se observaron dos individuos con cráneos alargados (dolicocráneo) y altos en un hombre y una mujer, con frontal ancho (eurimetopo) y crestas intermedias y crestas divergentes en ambos sexos, los cuales posiblemente se trate de individuos extranjeros. En el esqueleto postcráneal se toman medidas con la intención de conocer el grado de redondez de la diáfisis de los huesos largos, ya que como señala Ruff 1992, a mayor sedentarismo mayor redondez de los huesos largos, ya que el musculo que se inserta en estos huesos y un caso específico el tibial posterior en la tibia no requiere de gran espacio por lo cual el hueso es más redondo y más aplanado cuando la intensidad del trabajo es mayor. Así en este caso se obtuvieron índices que señalan húmeros redondeados en mujeres, mientras que en los hombres van de redondeados a aplanados y el cubito es medio del lado izquierdo tanto en hombres como mujeres, mientras que para el lado derecho solo se tienen un caso del sexo femenino que corresponde al redondead, con lo cual se infiere que con los brazos no se llevaron a cabo actividades muy intensas. De la extremidad inferior se obtuvo del fémur una pilastras débil para ambos sexos, así como pilastra fuerte solo en un individuo de sexo masculino, el índice cnémico va de un aplanamiento poco marcado a nulo en mujeres, mientras que en hombres es poco marcado a aplanamiento transversal. En lo que se refiere a la estatura en los individuos dolicocráneos está entre 1.40 y 1.60 en el sexo femenino y de 1.61 y 1.71 metros en el masculino, mientras que los braquicráneos la estatura es de1.54 y 1.65 para los hombres. Esta separación se realizó en base a las diferencias en cráneo, ya que se tiene la sospecha de que los sujetos denominados como dolicocráneos sean de una afiliación racial europea por lo tanto es de esperar que los individuos tengan una estatura más alta que los mestizos que habitaban en Colima durante el siglo XIX, sin embargo este dato debe ser comprobado por medio de análisis más detallados como son ADN. Esta es una aproximación a las características los individuos que habitaron colima en el siglo XIX, los cuales muestran diferencias en cuanto a las actividades que se desempeñan entre una época y otra, aspectos propios de sujetos que viven en una zona calurosa, los cuales aprovechan su ambiente y tienen costumbres de acuerdo a su geografía, tal es el caso del sistema de enterramiento. Sin embargo es necesario, llevar a cabo estudios más exhaustivos no solo en estos elementos óseos sino de próximos análisis, tales como ADN, colágeno residual, alimentación, entre otros, con el fin de solucionar preguntas que surgieron durante el estudio.

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GLOSARIO DE TERMINOS La Paleopatología: es la rama que “Ha podido demostrar la presencia de 27 enfermedades en restos de hombres y animales, de épocas antiguas” . El análisis de estas características, se dividió en, alteraciones en dientes y alteraciones en esqueleto, tomando las etiologías de Campillo 1995, Ortner y Putschar 1981, Salas 1981 y Márquez 1982. Atrición o desgaste dental: Es el desgaste de la cara oclusal de los dientes, causadas principalmente por los procesos de masticación, consumo de alimentos realizados sobre elementos abrasivos, tales como los metates, o por uso de diversos materiales como instrumentos. Cálculos dentales (sarro):El sarro se caracteriza por una acumulación de depósitos de calcio en el margen de las encías, el sarro puede verse en asociación con las caries, ya que colabora con la formación de caries y enfermedades periodontales. Caries dentales: esta se desarrolla en la superficie oclusal, en la región del cuello (porción lingual o labial), se ven afectados principalmente los molares. El PH de la cavidad bucal varía de acuerdo al tipo de dieta, cuando se 28 metaboliza proteínas se liberan desechos alcalinos y cuando metaboliza carbohidratos se producen ácido láctico como sustancia de desecho. Así, si los periodos ácidos sobrepasan los alcalinos o duran más tiempo ocurre una constante pérdida de material lo cual causa las caries, lo anterior ocurre principalmente cuando se consumen carbohidratos, mientras que cuando la mayor parte de los alimentos son proteínas, la placa es alcalina la mayor parte del tiempo formándose el sarro o calculo dental, a la aparición de esta 29 alteraciones influyen en gran medida los hábitos higiénicos. Degeneración periodontal, Gingivitis o Piorrea: Se le conoce también como piorrea, ocurre como resultado de una inflamación ósea por diversas causas entre ellas se encuentran, la irritación mecánica y la infección por rupturas del tejido óseo dental a causa de deficiencia de vitamina C, se caracteriza por que la infección afecta el hueso alveolar y los tejidos blandos de la boca, con lo cual los dientes se aflojan hasta que se pierden. Abscesos: Pueden definirse como un aglomerado de pus, causado principalmente por degeneraciones periodontales, caries y desgaste dental severo. Dicha alteración causa osteítis en maxilares, y cuando se da en los

premolares, y primeros y segundos molares de maxila , causar sinusitis, ya que la infección puede penetrar en los senos maxilares. Reabsorción alveolar: Tiene por origen la pérdida de las piezas dentales, ocasionando el cierre alveolar, dicho proceso da lugar a una disminución de la altura del cuerpo mandibular. Líneas de Hipoplasia del esmalte: Las líneas de hipoplasia del esmalte se han asociado a diferentes factores entre los que se encuentran enfermedades infecciosas de tipo eruptivo como el sarampión, la escarlatina, la varicela, la difteria; la deficiencia de tipo vitamínico en especial vitamina D, o por un incremento en la temperatura del cuerpo. Se caracteriza por líneas o surcos sobre la superficie del diente, de acuerdo a las cuales es incluso factible determinar la edad a la cual ocurrió la alteración de la salud, ya que estas líneas se originan por periodos de 31 descanso o variación en la intensidad de la calcificación. Espongio hiperostosis y Cribra orbitalia: Son enfermedades a las cuales se les asocia principalmente una deficiencia de hierro en unión con la deficiencia proteica y anemias como la falciforme y la talasemia. La hipersotosis porotica, aparentemente se debe a un desorden de tipo hematológico, que consiste en el adelgazamiento y destrucción de la tabla externa del hueso del cráneo, la superficie del hueso adquiere un aspecto coralino así como un engrosamiento mayor en el área afectada, se localiza 32 principalmente en parietales y frontal del cráneo. Anemia: Las anemias pueden definirse como una disminución de la masa de la sangre o de alguno de sus componentes especialmente glóbulos rojos, dentro de las causas más comunes de anemias por deficiencias de 33 hierro son; una inadecuada cantidad de hierro al nacimiento, una dieta insuficiente de hierro, adsorción inadecuada de hierro, demandas excesivas de hierro por pérdida de sangre e infecciones gastrointestinales. Por otro lado, la combinación de maíz y fríjol en la dieta contribuyen a su aparición, ya que ambos contienen un alto contenido de carbohidratos son bajos en proteínas y carecen de ácido ascórbico el cual facilita la reducción de hierro férrico a una forma ferrosa de más fácil absorción), por otro lado el maíz y fríjol generalmente se hierven durante mucho tiempo en agua, dicha costumbre culinaria destruye el 90 por ciento del ácido fólico y de la vitamina B12 las cuales ayudan al desarrollo de los glóbulos rojos, así la ingesta de estos alimentos, causa una disminución de hierro en la sangre y por lo tanto si la población consume principalmente maíz y fríjol con este

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Cabe señalar que los significados del Glosario fueron tomados de los autores señalados en la metodología. 27 Ruffer 1913, citado en Campillo 1993:42 28 metabolismo, son las reacciones de síntesis y descomposición que ocurren en el organismo. 29 Márquez 1982:116-119

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Campillo 1993:TII:31 Márquez 1982:115-116 Steinbock 1976:216 33 E.Deiken y Hodes 1975: Vol.I:384, citado en Márquez 1982:109 31 32

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. tipo de cocción es factible que el grupo humano presente anemias por falta 34 de hierro. Por otro lado, la perdida de hierro es mayor en las zonas cálidas que en las templadas debido a la sudoración, los grupos vulnerables; son además las mujeres, debido a la menstruación y los niños por el crecimiento y desarrollo. Periostitis: La periostitis puede darse por influencias externas o internas; de las causas externas pueden ser un golpe o esfuerzos prolongados; y las internas su origen puede ser infecciones bacterianas (como, sífilis, yaws, tuberculosis o por afección del estafilococos, streptococus), o enfermedades 35 de la sangre como la leucemia; se ubican principalmente en tibia y cráneo. Osteomielitis: La osteomielitis se desarrolla por la introducción de una bacteria al hueso, esta bacteria es principalmente el Streptopcocus aureus 36 el cual se introduce al cuerpo por una fractura o por vía sanguínea. Artritis: Thompson y Basstet, señalan que los cambios en las articulaciones son ocasionados por una sobrecarga, la cual produce presiones anormales en las articulaciones, ocasionando la desintegración de la unión osteoarticular, dicha abrasión lleva a la pérdida de la sustancia sinovial, 37 produciéndose entonces nuevo cartílago. Las artritis pueden dividirse en las de tipo infeccioso; causado microorganismos: las de etiología desconocida, entre los cuales tenemos a la artritis reumatoide; las formas degenerativas, como son las artrosis y 38 osteoartritis y las metabólicas como la gota. Hernández y Ceja 1994, dividen las lesiones articulares en 5 tipos, artritis reumatoide, espóndiloartropatía, osteofitosis vertebral y osteoartritis. La artritis reumatoide se caracteriza por una inflamación en la membrana sinovial, que con el tiempo lesiona el cartílago y produce dolor, son susceptibles las articulaciones de los dedos, es frecuente en mujeres de entre 35 y 40 años, en climas fríos y húmedos. En poblaciones osteológicas, se reconoce por que afecta a las vértebras cervicales, articulaciones del hombro, codo y dedos de mano y pie, rodilla. Existe inflamación alrededor del hueso lo que ocasiona la destrucción del mismo, 39 con una anquilosis, deformación he inmovilidad de la región afectada. La Osteoartritis, no tiene causa específica, se caracteriza por el desgaste y destrucción de los cartílagos articulares, se localiza en grandes articulaciones, con deformación de los extremos articulares por nuevas formaciones óseas y cartilaginosas, posible eburnición, y de ambos lados,

además no existe inflamación, predominando en los individuos adultos del sexo masculino. La espondilitis anquilosante la encontramos solo en la columna vertebral y articulación sacro-iliaca, en donde se puede fusionar la cadera y existe inflamación. La espondiloartropoatia, es la fusión y anquilosamiento del esqueleto axial, articulaciones dístales, la enfermedad empieza de pies a cabeza y es predominante en sujetos mayores de 60 años. Traumatismos: Es una alteración violenta que interrumpe el funcionamiento de un órgano o conjunto del cuerpo, puede ser provocado por factores 40 culturales, medio-ambientales, fisiológicos o culturales, los traumatismos más comunes son las fracturas, que se definen por la discontinuidad completa o parcial del elemento óseo. Existen diferentes tipos, tales como; fracturas completas, en las cuales las partes del hueso están completamente separadas; fracturas incompletas, cuando las partes rotas del hueso permanecen unidas (rama verde); fractura expuesta, traspasa el músculo y la piel, estas son más propensas a infecciones, como la osteomielitis piogénetica o supurativa. Meningiomas: De este tipo de alteración es factible distinguir tres tipos; los osteogénicos, osteolíticos, y osteogénicos-osteolíticos, se asocian a cambios vasculares sobre todo de las arterias meníngeas medias y sus ramas, en su diagnóstico se debe tener en cuenta la ubicación en el cráneo, edad y el sexo, en este caso tendríamos un meningioma del tipo osteolítico, que se caracteriza por un aumento de los surcos vasculares de la arteria 41 meníngea media, generalmente con asimetría en ambos lados. Entesopatias: son marcas de actividad observadas solo en el esqueleto adulto, ya que en restos infantiles y adolescentes los procesos de osificación y regeneración del hueso son constantes, por los procesos de crecimiento y desarrollo. Las características observadas en el análisis de 42 43 44 marcas de actividad, incluyen osteofitos , enteses , robusticidad , 45 asimetría y redondez de las diáfisis de huesos largos. Tafonomias: las modificaciones tafonomicas se observan en el esqueleto y cualquier material arqueológico. Campillo 1995:54 Tomo I la define como 40

Ortner y Putschar, 1981:55 Campillo 1993: 94-97/T1 osteofitos son formaciones de hueso nuevo en la margen de la articulación 43 son originados por un trauma repetido, por sobre-utilización del sistema músculo-esquelético, se observa por el crecimiento de huesos y erosión en los lugares de inserciones tendinosas o de ligamentos 44 se caracteriza por la masividad del resto óseo en general sin que este elemento pierda su forma natural, lo cual sucede en los problemas paleopatológicos como la osteomielitis en la cual los elementos óseo se deforman e inflaman 45 (se relaciona con la utilización mayor de alguna extremidad o lado de los huesos largos 41 42

34

Márquez 1982:110 Ortner y Putschar 1981 Ortner y Putschar 1981 37 citado en Mc Carty s/f 38 Malcom y Jacson 1974, citado en Flores 2002:28 39 Hernández Comunicación personal 1999 35 36

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Berry y Berry 1969, citado en Hernández y Lagunas 2005:60.

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“La dulce y santa muerte”. En los libros del ars moriendi en el acervo del museo de arte religioso de Santa Mónica, Puebla. Dra. María Elena Stefanón López

empresa las diversas órdenes existentes, entre las que destacó la de la Compañía de Jesús, con San Ignacio de Loyola a la cabeza. En relación a las prácticas, se puso especial atención a los siete sacramentos (particularmente los renovables: la confesión y la comunión), y se conminó a guardar con mayor celo las fiestas, dando una importancia singular a la asistencia a la misa. Simultáneamente, se buscó dar una renovada atención a la piedad personal, permitiendo la amplia penetración de las ideas y 51 enseñanzas de los grandes místicos de los siglos XVI y XVII. “Frente al creciente miedo de la Época Moderna –miedo de peligros exteriores, reales o imaginarios, miedo de sí, como un pecador amenazado por el Infierno – la 52 devoción al ángel de la guarda y el culto de los santos fueron reforzados”, y al promoverse ampliamente la devoción a la Virgen, se impuso el rezo del rosario. La tendencia a la espiritualidad ya se había venido desarrollando al menos desde el siglo XV cuando, en un ambiente que movía a la vida de corte ascético, surgió la llamada Devotio moderna, que se fincaba en el examen de conciencia, la lectura en soledad y la meditación en recogimiento. Esta nueva devoción iba dirigida a un trato directo con Dios y una nueva manera de concebir la muerte, relacionada con un lento proceso de individuación del acto de morir, contrapuesta, antes de la Baja Edad Media, a “esa familiaridad tradicional [que] implicaba una concepción 53 colectiva del destino”. Tuvieron cierta influencia en este fenómeno las grandes mortandades que causaron tanto la peste negra como la guerra entre Francia e Inglaterra entre 1337 y 1453 (conocida como la Guerra de los Cien Años). Esto y otros factores “habían acentuado la conciencia de la 54 fragilidad de los seres y el temor a una desaparición prematura”. Por esta época empezó a darse mayor importancia a la idea de un juicio particular del alma en el momento mismo del deceso, que al Juicio del fin de los tiempos que la Iglesia preveía como el definitivo, provocando la necesidad de que todo buen cristiano se preparase dignamente para su último trance y propiciando así también el surgimiento de una literatura que sirviera de guía durante el mismo: los Ars Moriendi.

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México

Entre la colección de libros que se conservan en el Museo de Arte Religioso 48 de Santa Mónica, en la ciudad de Puebla, se encuentran varios que corresponden al género del Ars Moriendi, o arte del bien morir, de los que nos ocuparemos en el presente trabajo. Antes de centrarnos en ellos, iniciaremos revisando el panorama histórico, cultural y religioso, en que ese género de textos surgieron, se desarrollaron e impactaron las ideas y costumbres religiosas en torno a la muerte de los fieles. Contexto religioso: devocional y escatológico En el cristianismo han coexistido largamente dos formas de religiosidad: la 49 colectiva institucionalizada y la propia de la devoción individual. Cada una de estas formas constituye un “llamado” a los cristianos, en apariencia contradictorio, que la Iglesia busca mantener en equilibrio, controlando sus límites. En el pasado, muchas veces esta institución dio preferencia a los mores de expresión religiosa ritualizada, de carácter público y no siempre suficientemente comprometida a fondo con los fundamentos de la fe; desconfiando”de manifestaciones de piedad personal que consideraba 50 excesivas y del peligro del iluminismo y de aventurerismo espiritual”. Después del Concilio de Trento (1545-1563), la piedad colectiva se vio aún más reforzada por la Iglesia contrarreformista. En este sentido, considerando que la relajación de las costumbres de los fieles había propiciado el surgimiento de las disidencias protestantes, se le otorgó un gran poder al clero para la conducción de las almas, y se robustecieron las congregaciones religiosas, permitiendo que aportaran su grano en la 47

Miembro de la Red Mexicana de Estudios de Espacios y Cultura Funerarios, A.C. Docenteinvestigadora del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla 48 Sito en el Centro Histórico, en la avenida 18 poniente, entre las calles Cinco de Mayo y Tres norte. Agradezco a las autoridades de dicho museo, especialmente a la Arq. Claudia Reyes, directora; al Mtro. Israel N., a María Fernanda Malpica y a Javier N. todas las facilidades y apoyo que me brindaron para la consulta del acervo bibliográfico. 49 La segunda, particularmente desde el siglo III, fue la preferida por los eremitas (en aislamiento total) y los cenobitas (en comunidad), así como los místicos. 50 LEBRUN, Francois, “Las reformas: devociones comunitarias y piedad personal”, en Philippe Ariès y Georges Duby (dirs.), Historia de la vida privada. El proceso de cambio en la sociedad del siglo XVI a la sociedad del siglo XVIII, Tomo V, Madrid: Taurus, 1987, p. 73.

51 Los más grandes escritores místicos del s. XVI españoles fueron: Fray Luis de Granada (150488), Sta. Teresa de Jesús (1515-82), Fray Luis de León (1527-91) y San Juan de la Cruz (154291). “Sus nombres andan en los siglos XVI y XVII] en labios de todo el mundo”. CARO BAROJA, Julio, Las formas complejas de la vida religiosa. (Religión, sociedad y carácter en la España de los siglos XVI y XVII), Madrid: Sarpe, 1985, p. 50. 52 RODRIGUES, Claudia, Nas fronteiras do Alèm. A secularizaçao da morte no Rio de Janeiro. (Séculos XVIII e XIX), Rio de Janeiro: Arquivo Nacional, 2005, p. 54. 53 ARIÈS, Philippe, Historia de la muerte en Occidente. Desde la Edad Media hasta nuestros días, traducción de Francisco Carbajo y Richard Perrin, Barcelona: El Acantilado, 2000, p. 43. 54 RUIZ García, Elisa, “El Ars Moriendi: una preparación para el tránsito”, Madrid: IX IX Jornadas científicas sobre Documentación: la muerte y sus testimonios escritos, Madrid: Depto. De Ciencias Historiográficas, Universidad Complutense, 2011, p. 316.

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queridos – renuncia a los placeres de este mundo. La última ilustración solía representar el triunfo del hombre fiel al cristianismo, que vencía al maligno. La época del ocaso de la Edad Media, en que surgieron los primeros Ars Moriendi, a decir de Ariès –quien sigue en esto la opinión de Tenenti- a pesar de haber estado llena de tragedias colectivas, en su horror a la 58 muerte manifestaba, en realidad, un “signo de amor a la vida”, de modo que su sentido de lo macabro implicaba reconocer en la familiar vista de la descomposición de los cadáveres un símbolo del fracaso del hombre, que en ese momento histórico, con una esperanza de vida muy corta, estaba consciente de que “la muerte, siempre presente en el interior de sí mismo, 59 quebraba sus ambiciones y emponzoñaba sus placeres”. La segunda generación de los Ars Moriendi refleja ya la nueva discursividad trentina respecto a los criterios escatológicos, surgida de la necesidad de una férrea actitud de control de su grey por parte de la Iglesia. Una de las premisas de ésta fue la de romper con la arraigada costumbre de concebir como posible llevar una vida disoluta y salvarse; pues bastaba con realizar algunos actos cristianos al final de la existencia, o simplemente arrepentirse en el último momento, para asegurarse el Paraíso. Se produjo, en este clima, un cambio singular en los libros del “bien morir”, en el sentido de convertirse más en libros del “bien vivir”, en los que, con vehemencia retórica se presionaba el ánimo de los fieles, invitándolos a arrepentirse y a comportarse de acuerdo con los postulados de una ética sustentada en la meditación sobre la propia muerte. Muchos fueron los caminos de preparación para esa nueva postura; entre ellos: “una educación del pensamiento y de la imaginación cuyo maestro es san Ignacio, con sus Ejercicios Espirituales. […]. la muerte se ha convertido […] en pretexto para una meditación metafísica sobre la fragilidad de la vida, a fin de no ceder a 60 sus ilusiones”. En España se hicieron muchas traducciones de los tratados sobre la muerte, de autores en principio germanos y luego franceses e italianos y, las más de las veces, de la Compañía de Jesús. Entre los escritos originalmente en lengua castellana durante el siglo XVII, destacaron el de Agonía del tránsito de la muerte, del padre Alejo Venegas de Busto, impreso 61 en Toledo en 1537 y en Alcalá en 1565; el de Victoria de la muerte, de

Los libros del ars moriendi Y por la hermana muerte, ¡loado mi Señor! Ningún viviente escapa de su persecución; ¡ay si en pecado grave sorprende al pecador! ¡Dichosos los que cumplen la voluntad de Dios! San Francisco de Asís, Canticum Fratris Solis

El opúsculo que abrió el camino para el género del Ars moriendi fue el presentado en el Concilio de Constanza (1414-18) por Jean Gerson, canciller de la Universidad de París. Su obra sirvió de inspiración para otra muy difundida escrita en latín, de autor desconocido, titulada Tractatus o Speculum artis bene moriendi, que estaba compuesta de siete partes, que abarcaban: 1. Elogio de la muerte; 2. Tentaciones que asaltan al moribundo y modo de superarlas; 3. Preguntas que hay que hacerle al enfermo para reafirmarle en la fe y conseguir el arrepentimiento de sus pecados; 4. Necesidad de imitar la vida de Cristo; 5. Comportamiento que han de adoptar los laicos que acompañan al moribundo: presentación de imágenes sagradas; 6. Exhortación a recibir los últimos sacramentos; e incitación a que el interesado otorgue un testamento; 7. Recitación de oraciones por 55 parte de los presentes a favor del expirante. La Iglesia halló conveniente hacer una versión condensada, con características de manual, en distintos idiomas y al alcance de un mayor número de fieles, que se conoció por su nombre sintético: Ars moriendi, que fue la que mayormente sirvió de modelo para las diversas versiones de este género que se fueron produciendo, y que llegaron a ser tan populares como 56 los Libros de Horas. Esta versión abreviada, con las posibilidades que dio el surgimiento y expansión de la imprenta, incluía regularmente once imágenes que se volvieron arquetípicas, en las que se representaban las tentaciones demoniacas a que se veía sometido el moribundo (el Mal) y el “antídoto” brindado ante éstas por la misericordia divina (el Bien). Se forman así los siguientes binomios (con la forma de argumentación del método escolástico): 1. Incredulidad -profesión de fe; 2. Desesperación - confianza en el perdón divino; 3. Intolerancia hacia el sufrimiento – capacidad para soportar el dolor; 4. Autocomplacencia en los propios méritos – actitud humilde; 5. Incapacidad de renuncia a los bienes materiales y seres 55 La información y desglose del contenido del tratado que se cita, en Ibid, p. 318. 56 Se trataba de manuscritos, en pequeño formato de breviarios, generalmente ilustrados con gran colorido, que estaban destinados al uso particular (sobre todo de los nobles) durante la Edad Media, y que se empleaban para la devoción cristiana, en términos de cada hora litúrgica del día, acordes con la vida monástica. Incluyeron, generalmente, el Oficio de muertos, con siete salmos penitenciales. La imprenta, a finales del siglo XV, facilitó su divulgación, empleando ilustraciones xilografiadas.

57 RUIZ García, Elisa, Op. cit., p. 321. 58 Ariès, Philippe, Op. cit., p. 54. 59 Ibid, p. 55. 60 ARIÈS, Philippe, El hombre ante la muerte, Madrid: Taurus, 1984, p. 252. 61 El texto de Venegas, al parecer, fue en buena parte influido por el de la Preparación para la muerte, de Erasmo de Rotterdam, publicado en 1534. ZUILI, Marc, “Algunas observaciones

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Alonso de Orozco (1500-1591), editado en Salamanca en 1575 y reimpreso en 1921; el de Miguel de Mañara (1627-1679): Discurso de la verdad (asociado con las famosas pinturas de las Postrimerías de Valdés Leal, que en 1672 realizó para el templo de la Caridad de Sevilla); y el de Las postrimerías del hombre, del predicador mercedario de tiempos de Felipe II y Felipe III, fray Pedro de Oña, cuya primera parte se publicó en Madrid en 62 1603. Este último autor citado se lamenta en su obra, constantemente, de la corrupción de su época, de que la vida era una guerra perpetua y la 63 muerte lo más atormentador y doloroso de ella. Esa visión pesimista del mundo y de que la vida era “una sombra, una ficción”, lejos de ser aislada, era bastante común entre los coetáneos de Oña, que experimentaron el declive del idealismo renacentista. Dicha visión empezó a penetrar a lo largo del siglo XVII y se extendió al XVIII, volviéndose característico de lo que se ha denominado como cultura barroca el término del “desengaño”, con el cual se construyen sermones completos y se da título a multitud de libros 64 moralizantes y obras literarias. Quien accedía a los diversos textos de preparación para la muerte, encontraba en ellos un contenido similar, si no idéntico, al manejado por los predicadores, particularmente en los sermones sobre la ultravida vertidos desde el púlpito durante las misas, pues existía entre estos últimos discursos y los de los libros de Ars Moriendi una intención deliberada de retroalimentación, de interconexión, de la oralidad en público y la lectura en 65 privado, válida para conminar a las personas a abominar de sus pecados y reorientar su existencia, evitando el riesgo de que un infausto accidente repentino les pusiera a las puertas del más allá sin haberse preparado debidamente. El momento de la agonía era el más crítico de un ser humano, pues era sin duda el último que había para lograr el arrepentimiento, la conversión y “el ajuste de cuentas” con Dios. En la cercanía de la muerte individual se definía, irreversiblemente, si el alma se salvaba (es decir, tenía una buena muerte), o se perdía para siempre (se hacía acreedor a una mala

muerte). En el primer caso, lo deseable era ir directamente al Paraíso, aunque lo más común era, previamente, tener que pasar un tiempo –difícil de definir- en el Purgatorio para expiar, con gran sufrimiento, los pecados leves. En el segundo y terrorífico caso, el alma hallaría su perdición entre las eternas llamas del Infierno. Cabe comentar que la doctrina del Purgatorio (lugar de purgación de los pecados veniales y zona intermedia entre el Paraíso y el Infierno) había sido estructurada por la Iglesia entre los siglos 66 XII y XIII, en simultaneidad a la del sacramento de la penitencia; y reforzada por la Contrarreforma. Para abreviar la estancia en el Purgatorio había que recurrir a la oración, así como al sistema de indulgencias que la 67 Iglesia ampliamente se encargó de promover. De manera sintética, los manuales de bien morir tuvieron, entre sus funciones, ofrecer: 1. una guía para los moribundos; 2. un modelo de conducta apropiada a seguir por el enfermo; 3. una certeza de que es posible pasar a salvo de la temible crisis y 4. una ayuda para hacer la 68 transición de las cosas terrenales a las sobrenaturales. La emoción dominante en dichos textos, a pesar del consuelo divino que sugieren, es el 69 temor. Toda una “pedagogía del miedo” se despliega en ellos, reflejando la intención de la Iglesia de convencer a los fieles del peligro que tenían de condenarse eternamente, si no conducían su vida bajo los preceptos establecidos. Con el fin de que los fieles se vieran apoyados para realizar los ejercicios de constante preparación para su propia muerte, los manuales presentaban una serie de pasos a seguir, de inspiración jesuítica, que mostraban un patrón bastante regular. Ejemplo de ello fueron las 70 Disposiciones para la Buena Muerte, de San Luis de Montfort (1673-1716), divididas en: disposiciones remotas; disposiciones próximas; últimas

66 Ibid, p. 46. 67 Al respecto, el Tesoro de vivos y limosneros del Purgatorio, manual de la Cofradía del Santísimo Rosario, ofrecía una ingenua e imaginativa explicación al alcance de todos los feligreses: se les pedía que imaginaran como “un cofre grandísimo” al Tesoro de la Iglesia, que estaba conformado por las obras de Cristo, la Virgen y los santos, del cual “tiene la llave el Sumo Pontífice y quando concede algunas indulgencia abre dicho Cofre, y tomando de las dichas satisfacciones, las aplica a aquellos a quienes concede las Indulgencias”.Tesoro de vivos, y limosneros del Purgatorio, 1800, p. 9. Ver referencia completa al final de este texto. 68 KASTENBAUM, Robert y Beatrice, Encyclopedia of death, Phoenix: Oryx Press, 1989, p. 18. Los autores consideran que los manuales del bien morir fueron muy reiterativos, entre los anglosajones, hasta la aparición del Book of the Craft of Dying and Other English Tracts Concerning Death, escrito por Jeremy Taylor y publicado por primera vez en 1651 (quien siendo protestante, no desdeñó en su trabajo los textos de inspiración jesuita). 69 Acertada denominación que sugiere para este fenómeno RODRIGUES, Claudia, Op. cit., p. 39 y ss. 70 GRIGNION DE MONTFORT, San Luis María, “Disposiciones para la buena muerte”, en Id, Obras Completas, en: www.montfor.org/content/uploads/pdf/PDF_ES_92_1.pdf. El padre Montfort fue canonizado en 1947. Es muy conocida su contribución a la moderna doctrina mariológica.

acerca de un moralista toledano del siglo XVI.: Alejo Venegas de Busto”, en Criticón, 65, 1995, pp. 17-29. En: http://cvc.cervantes.es/literatura/criticon/PDF/065/065_019.pdf 62 A decir de Julio Caro Baroja, este último texto, que suma 892 páginas, es un “tratado denso, erudito” que profundiza sobre el pecado como causante: primero, de la muerte del alma y, a la postre, de la muerte corporal, para luego dar avisos –más breves en extensión- para bien morir; de tal manera que el texto, en vez de centrarse en las horas postreras “es más descripción de la vida cotidiana de su tiempo”. CARO BAROJA, Op. cit., pp. 157-159. 63 Ibid, p. 161. 64 Surgieron entonces, con insistencia, los temas de la separación entre la apariencia y la verdad de las cosas, de los dolores y peligros de la existencia, de las críticas y sátiras sobre el poder, el dinero, la ambición, de la necesidad de apartarse ascéticamente del mundo, de que vivir es ir muriendo, y de que la vida toda es un viaje hacia la muerte. 65 Era común que un sacerdote usara la publicación de sus propios sermones para que éstos -a más de servir a la elevación espiritual individualizada de los fieles- funcionaran como una guía tanto en la prédica general, como en la atención de moribundos, a realizar por otros religiosos.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. pobres como destino más conforme a la voluntad de los fundadores, y […] ocurrió a su Santidad por dispensa, la que estuvo por breve del señor Inocencio XI, su data en Roma en Santa María la Mayor, a 14 de septiembre 72 de 1682”. Ya en 1680 habían entrado las primeras colegialas, y veinte de ellas, sin dote y mediante donaciones, tomaron los hábitos el 24 de mayo de 1688. Al decretarse la exclaustración de los conventos femeninos, en 1863, quedó el sitio dividido en lotes y en 1872 una parte se destinó a una escuela. Al restaurarse la República, las agustinas continuaron ahí, a pesar de las prohibiciones civiles que pesaban, y pudieron permanecer viviendo en común recogimiento hasta el año de 1934, en que fueron expulsadas debido a la delación que hizo de ellas un comerciante de arte. A partir de entonces el gobierno decidió que el lugar se convirtiera en Museo de Arte Religioso, sufriendo el inmueble diversas intervenciones. Su última y reciente restauración ha dado como resultado una redistribución espacial y conceptual de los objetos acorde a un nuevo diseño museográfico. Como parte de las diversas colecciones que se encuentran en dicho museo, se conserva un acervo bibliográfico que, en parte, debió servir para el uso devocional de las religiosas de la orden de agustinas recoletas que, como ya hemos mencionado, estuvieron establecidas en el inmueble entre 1688 y 1934; en otros casos, se trata de libros provenientes de distintos recintos y órdenes monásticas, que fueron progresivamente concentrados en el museo citado después de hallarse dispersos, debido a las contingencias que acompañaron a la exclaustración que se llevó a cabo en el país, a raíz del proceso de separación Iglesia-Estado que dio inicio en la segunda mitad del siglo XIX. Al momento, la colección –que ha ido creciendo mediante donaciones diversas- alberga alrededor de un millar de volúmenes que han sido digitalmente catalogados y de los cuales se han elaborado fichas de sus datos más relevantes; pero el abordaje de su contenido aún se encuentra, en buena parte, abierto a la investigación. En nuestro caso, el interés fue puesto en la búsqueda y revisión de textos que tuvieran, como principal característica, la de servir –total o parcialmentecomo manuales para la buena muerte, que ha implicado la lectura analítica, al momento, de una treintena de libros. Considerando que la nuestra es una labor en proceso, así como la necesaria brevedad en la extensión del presente trabajo, presentamos aquí sólo observaciones preliminares de una muestra de cuatro publicaciones que, por razones que iremos comentando, resultan singulares.

disposiciones; oraciones para la extremaunción; reflexiones y oraciones sobre las siete últimas palabras de Jesucristo y testamento espiritual. Como parte de las disposiciones remotas, el padre Montfort recomendaba pensar diariamente en que la muerte es: cierta, cercana, engañosa, terrible, cruel y semejante a la vida; evitar el pecado mediante la oración y la recepción constante de los sacramentos; y procurar hacer el testamento de manera anticipada. Las disposiciones próximas correspondían al momento en que daba inicio y se desarrollaba una enfermedad grave, e incluían paciencia y confianza en Dios; confesión, comunión y solicitud de la santa unción; así como actos de fe, esperanza y caridad frente a las tentaciones del demonio y del mundo. Las últimas disposiciones comprendían el perdonar y buscar ser perdonado por los enemigos; reiterar la creencia en la Iglesia y en sus dogmas y entregarse enteramente en manos de Dios. Los actos y oraciones que constituían el colofón de este proceso, se entiende, correspondían al sacerdote a cargo y a los deudos. Montfort también mostraba, en sus disposiciones, la tendencia, imperante en su época, de emplear diversos objetos materiales, cargados de un simbolismo macabro, como medio para mantenerse en íntima reflexión y concentración sobre el último tránsito. Proponía, por ejemplo, entre las disposiciones remotas: ser fieles a ciertas prácticas piadosas de los santos, aptas para pensar en la muerte y prepararse a ella. Así, por ejemplo: 1º al acostarse, colocarse en la posición de un muerto; 2º en toda comida tomar un trozo de pan como para alimentar los gusanos que un día consumirán nuestro cuerpo; 3º considerar las enfermedades como compañeras de la muerte; 4º tener en el aposento una calavera y meditar lo que fue la persona del difunto, lo que hizo, dijo y pensó; lo que es ahora y lo que hará y reflexionar sobre sí mismo; y 5º hacer el propio ataúd y mortaja y 71 besarlos todos los días. Ciertamente, con algunas variantes, ésta será la tónica que encontraremos en los libros sobre la buena muerte que se conservan en el museo de Santa Mónica, en la ciudad de Puebla. El museo de Santa Mónica y su acervo bibliográfico El edificio del actual Museo de Arte Religioso de Santa Mónica se erigió, originalmente (1606), con la intención de dar refugio a mujeres solas, aunque durante varios años sirvió como casa de recogimiento de mujeres perdidas, bajo la advocación de Santa María Magdalena o la Magdalena Arrepentida. A su llegada a Puebla, el obispo Manuel Fernández de Santa Cruz (1677-1699), determinó enviar a otra edificación a dichas mujeres, y emplear el sitio para “erigir colegio de niñas vírgenes, nobles, virtuosas y

72 Fernández de Echeverría y Veytia, Mariano, Historia de la fundación de la ciudad de la Puebla de los Ángeles en la Nueva España[…], Puebla: Gobierno del Estado de Puebla, 1990. Tomo II, p. 462.

71 Id.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. No temer a la muerte…demasiado 73 El tratado de La Dulce y Santa Muerte, del Padre Juan Crasset (16181692), jesuita francés, se consideró en su época como uno de los mejor elaborados textos de orientación para obtener una buena muerte. La primera parte del libro consiste en un discurso argumentativo sobre la “dulzura” de la muerte, a la que prosigue la parte de orden práctico: el manual propiamente dicho. Para Crasset, la muerte no es algo que deba temerse, en la medida en que una vida santa la convierte más en un bien que en un mal. Plantea así que la muerte de los justos da a Dios mucha gloria, satisface su divina justicia, es señal de amor y reconocimiento. En consecuencia, morir llega a ser algo deseable (lo que explica este anhelo por parte de los místicos), con las ventajas de que, además, aparta al cristiano de tentaciones futuras que pudieran perderle y lo libra de las miserias terrenales, para dar paso a una vida mejor. De todo lo anterior infiere que hay que buscar una santa muerte, preparándose convenientemente para ella. A pesar de ofrecer este cuadro, aparentemente tan tranquilizador, para enfrentar el deceso de los fieles, Crasset advierte:

o no morir; pero si lo está el morir como hombres o como bestias; morir 77 santos o morir condenados”. Es necesario que el enfermo se conforme con la voluntad de Dios, y, si todo se ha hecho como corresponde, desde antes de la agonía debe haber llevado a cabo una serie de ejercicios espirituales de meditación en la pasión de Jesucristo. En el momento del último trance dichos ejercicios se cierran con una serie de oraciones, entre las que destacan las realizadas a partir de las últimas frases de Cristo moribundo, teniendo el enfermo frente a sí un crucifijo. Como era lo acostumbrado, entre los actos en los que el Padre Crasset insiste como obligatorios para morir bien, está el de hacer testamento; algo que por entonces era un deber casi sacramental; así que, como corolario de este tratado de La dulce y santa muerte incluyó, con este fin, una detallada guía práctica. Al abordar las disposiciones testamentarias relativas al sepelio y entierro, Crasset aprovecha para criticar duramente el lujo excesivo en las ceremonias luctuosas de (muy comunes en el ambiente cultural del siglo XVII): Las ceremonias que practica la Iglesia en los entierros, es santa y provechosa a los difuntos; pero no me diréis a qué sirve esta pompa fúnebre. No será mucho mejor emplear este dinero en hacer rogar a Dios por ti, que te hallarás entonces en extrema necesidad; en librar los pobres de la cárcel, para que Dios te saque cuanto antes de la de el Purgatorio, y en socorrer a los enfermos del Hospital, para que Dios dé alivio a tus penas; que no que te lleven a enterrar con tanta pompa, aparato y magnificencia? 78

Yo no condeno el temor de la muerte, y de sus consecuencias, como este miedo sea moderado; porque de ningún modo conviene que nos demos por seguros. El no temer nada, sería mui digno de temerse; porque si nuestras pasiones no tuvieran este freno, que las contuvieses, fácilmente nos arrastrarían a todo género de vicios”. 74

Los modos de preparación para la muerte son dos –dice Crasset-. Una es general y corresponde a una buena vida; la segunda es en la enfermedad, y es exclusivamente a las prácticas devocionales de esta última preparación a las que él atiende. Al principio del padecimiento “todo se reduce a tres cosas: a hacer una buena confesión, a disponer 75 testamento, y recibir con resignación la muerte”. Al progresar la enfermedad, conviene comulgar constantemente, y saber enfrentar las tentaciones que son comunes en este proceso. El autor recomienda aquí, entre otras cosas: “manda romper todas las estatuas y pinturas impúdicas, quemar los libros lascivos, que se hallaren en casa: no puedes tú lograr buena muerte si la Virgen no te asiste a aquella hora, y la Virgen Santísima 76 no te asistirá si albergas en tu casa a sus enemigos”. Llegado el momento de la agonía, el Padre Crasset sentencia: “no está en nuestra mano el morir,

La esencia barroca, en su morbosa mezcla de repulsión y delectación (Vanitas), se trasluce en la oración que Crasset propone para que la persona en su lecho de muerte, humildemente, se conforme a morir para satisfacer la justicia divina: “yo quiero que esta carne a quien tan apasionadamente he amado, que he nutrido con tanta delicadeza, que he adorado, y hecho adorar con el más horrible exceso de impiedad, sea arrojada, como un animal hediondo, al muladar, que sea pisada de todos, y 79 consumida de la podre”.

73 Por economía de redacción, la referencia completa de cada uno de los libros que a partir de aquí se irán citando, se ofrece al final de este trabajo. 74 La dulce y santa muerte, p. 21. 75 Ibid, p. 143. 76 Ibid, pp. 162-163.

77 Ibid, p. 164 78 Ibid, p. 152. 79 Ibid, pp. 170-71.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Majestad le inspire la interior necesidad de aquel paciente, y sepa acudir a ella con el debido espíritu.82

Estrategias sacerdotales para ayudar a bien morir Ordena y dispón de las cosas concernientes a tu casa, y hacienda, porque has de morir. Baltazar Bosch.

Consciente de que muchas veces los parientes del enfermo retardaban, hasta que ya era demasiado tarde, la visita del sacerdote para no asustar al moribundo, Bosch sugería al clérigo que pidiera ser anunciado como “un gran médico” (después de todo –decía- un sacerdote era médico del alma). Recomendaba, sobre todo, emplear tácticas adecuadas de persuasión:

El manual para ayudar a los moribundos del Padre Baltazar Bosch de Centellas y Cardona (1645-1712) vio por primera vez la luz en 1687, y tuvo gran acogida, reeditándose varias veces en años diversos; el ejemplar al que accedimos en Santa Mónica corresponde a su publicación en Madrid, en 1800. La gran experiencia de Bosch en el cuidado espiritual de los enfermos se trasluce, sin duda, en sus Prácticas de visitar a los enfermos, y ayudar a bien morir; de manera que sobre esta labor sacerdotal, particularmente, nos detendremos aquí, con preferencia a otros elementos de interés que contiene esta obra. Sin despegarse del papel establecido por la Iglesia para encaminar las almas a su salvación, Bosch de Centellas parece haberse preocupado porque los ministros brindaran a los fieles, en 80 sus últimos días de vida, una atención personalizada, ajustada al carácter, 81 forma de vida y circunstancias de cada uno. Las estrategias empleadas y recomendadas por Bosch equivaldrían, sin duda, en nuestra época, a las de un hábil psicólogo. De inicio, proponía que el sacerdote recogiese una serie de informaciones sobre el enfermo, que le permitieran acercarse a él, propiciando un clima de confianza que contribuyera al logro de sus propósitos espirituales:

Pero el que a la buena obra acude, procure proceder con mucha benignidad, suavidad y prudencia, no hablando luego al instante (cuando vea que hay bastante tiempo) de lo terrible de la muerte, el Infierno, de que reciba los santos Sacramentos […] que le tendrá encaminándole con santa y religiosa libertad por el camino que le pareciere más apacible, y ganándole antes la voluntad y la atención, con diferentes santas conversaciones, para que traído hacia lo bueno, y reducido a aquella disposición, de que necesita; pueda cuando le parezca ocasión oportuna, entrarle sagazmente en su principal intento”.83

Hábilmente, Bosch recomendaba no presionar al enfermo, sino convencerlo y, antes que amenazarlo, emplear un lenguaje compasivo y afectuoso. El acercamiento al feligrés, según se muestra en el texto, inicia constantemente con la frase: “Considera, hijo mío…”; fórmula que recogerá más adelante –como veremos- San Alfonso Liguori, aunque en el caso de este último la tónica de persuasión llegaría a ser más intimidatoria.

Podrá [el sacerdote] preguntar a los circunstantes que conocían al enfermo su estado, y algo de sus costumbres y modo de vida, con sagacidad, para prevenir las tentaciones y engaños de Satanás, que a la hora de la muerte suele dar batería con las cosas a que se inclinó en la vida. Y también podrá con el mismo santo artificio saber si tiene algún rencor o enemistad, para componerlo con el tiempo, todo; de suerte que no quede cosa que pueda desagradar a los ojos Divinos; y sobre todo, el mismo Sacerdote ruegue a Dios, y encomiéndese en las oraciones de los otros, para que su Divina

Indígenas de puebla que meditaban en la muerte Forma también parte de la colección de libros del Museo de Santa Mónica, el del Relox de Sombras, que fue escrito y publicado en 1729 por el Jesuita Joaquín Antonio de Villalobos, para uso de la congregación de indígenas, que bajo la denominación “De la Buena Muerte”, funcionaba en la ciudad de Puebla. En congruencia con la devoción por la pasión de Cristo que promovió ampliamente la Compañía de Jesús, en esta obra se destaca la práctica de “las tres horas” del Viernes Santo, y se recomienda la meditación sobre la vida de Cristo, asumida como una preparación para su muerte. Al volumen le fue añadido el contenido de un impreso que, como hoja suelta, se había hecho circular en 1728 por las calles y barrios de la ciudad ,y que consistía en una summa de actos, extraída de unas

80 Ya había adelantado sobre el punto el Padre Crasset, quien decía que: “el sacerdote debe informarse del estado, cualidad, capacidad, costumbres y disposición del enfermo para aplicarle los remedios oportunos a su mal. […] váyale insinuando dulcemente en su corazón, dándole muestras de que siente mucho sus quebrantos, y se conduele de verlo en aquel estado miserable”. La Dulce y Santa Muerte, p. 245. 81 En este sentido, por ejemplo, recomendaba al sacerdote acudir con los enfermos pobres aún sin haber sido llamado; pues las personas de escasos recursos muchas veces no se atrevían a buscar ese consuelo, que se les brindaba de mala gana, a diferencia de lo que ocurría tratándose de gente rica. Bosch no menciona, por supuesto, la ganancia material que, para los eclesiásticos, en relación a las cláusulas testamentarias, podía explicar este común comportamiento, pero critica que huyan del desvalido, “como si las Almas de los pobrecitos no estuviesen redimidas con la Sangre preciosísima de Christo nuestro Bien, ó como si su Divina Majestad fuese aceptador de personas!” Prácticas de visitar a los enfermos, p. 10.

82 Ibid, p. 11. 83 Ibid, pp. 15-16.

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sectarios, los reyes y sus ministros […]:príncipes, literatos y magnates, cortesanos, y más que nadie, cortesanas, en hediondo fermento de impiedad y corrupción, de jansenismo y libertinaje, de regalismo y de negación de toda autoridad. Conspiración vasta y multiforme, cesarista y demagógica á la vez, pero que tenía un mismo fin; la destrucción del reino de Jesucristo en las naciones y en las almas. 86

instrucciones para bien morir escritas por el jesuita Antonio Natal (1707). Las breves recomendaciones se hacían para que los moribundos pudieran ser espiritualmente procurados en sus últimas horas por sus seres queridos, en caso de no contar -lo que era común, particularmente en tiempos de epidemias- con la presencia de un sacerdote. Las instrucciones, en síntesis; eran: contar con una imagen de Cristo o de la Virgen, encender una vela bendita (de ser posible sostenida en las manos por el agonizante, aunque fuera con ayuda) y rezar ordenadamente determinadas oraciones. Asimismo rociar con agua bendita al enfermo, su cama y los rincones del cuarto cuando el agonizante estuviera a punto de expirar: en suma, reproducir el ritual póstumo acostumbrado, excepción hecha de la administración de sacramentos.

Loyódice se refería al despotismo Ilustrado, y a las reformas iluministas que iban abriendo paso al proceso de secularización de la sociedad; cuestión que, para los católicos más conservadores, hacía de aquella época “tiempos de angustia para la Iglesia y de esperanzas para el 87 Infierno”, y en los que ya no abundaban los místicos ni los santos, y escaseaban los directores espirituales cuyo ejemplo y guía atrajera a los fieles. S. Alfonso María de Ligorio parece haber sido, efectivamente, un hombre que se movió en este sentido contra la corriente, y enfrentó muchas veces obstáculos provenientes tanto del poder civil como de algunas autoridades eclesiásticas. En sus propias palabras, estas fueron las razones que tuvo para escribir su Preparación para la muerte:

Temibles verdades eternas Polvo eres, y en polvo te convertirás. Génesis 13: 19

La Preparación para la muerte, ó consideraciones sobre las verdades eternas, de Alfonso María Liguori (o de Ligorio, 1696-1787), sigue siendo aún libro devocional de consulta después de haberse constituido en uno de más leídos por los católicos como medio de ayuda para bien morir, y de 85 predicar para los sacerdotes, entre los siglos XVIII y XIX. Amerita, pues, que le demos aquí una atención especial. San Alfonso Ligorio, obispo italiano y fundador de la orden de Redentoristas, fue beatificado en 1815, canonizado en 1839, y proclamado «Doctor de la Iglesia» en 1871, así como nombrado patrono de los abogados católicos, de los moralistas y de los confesores. Se deben a su pluma más de un centenar de obras (en las que destaca su teología mariológica), que abarcan cuatro vertientes: de moral, ascéticas, históricas y dogmáticas. Uno de sus primeros biógrafos, el Padre Victorio Loyódice, asentó con acre indignación que San Alfonso había vivido:

Pedíanme algunas personas que les proporcionase un libro de consideraciones sobre las verdades eternas para las almas que desean perfeccionarse y adelantar en la senda de la vida espiritual. Reclamaban otras una colección de materias predicables en las misiones y ejercicios espirituales. Y para no multiplicar libros, trabajos y dispendios, he creído conveniente escribir esta obra tal y como va a leerse, con objeto de que pueda servir para ambos fines. Hallarán en ella los seglares auxilios para meditar por medio de los tres puntos en que he dividido cada consideración, y como cualquiera de esos puntos puede servir para una meditación completa, les he agregado afectos y súplicas. 88

La edición que de dicha obra se conserva en el Museo de Santa Mónica es de 1842, y fue motivada por la, entonces, reciente canonización de Liguori; con traducción del italiano realizada por Joaquín Roca y Cornet. En la presentación que este último hace del texto reconoce que, para escribirla, el santo compiló material de muchos libros cristianos sobre la muerte y que su estilo “aterraba a las almas débiles, como si el temor no fuera saludable y aún necesario para despertar al hombre del letargo de la

[…] en una época de conspiración universal contra el catolicismo. Todo el mundo entraba en ella, y principalmente los que presumían de sabios y los que más alarde hacían de austera devoción. Conspiraban los filósofos y los 84

Para mayor información sobre esta congregación y libro, cfr. STEFANÓN L., María Elena, “La Congregación de la Buena Muerte en Puebla y la religiosidad barroca”, en Montserrat Galí (ed.), Arte y cultura del Barroco en Puebla, Puebla: Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades/Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Arzobispado de Puebla, 2000. Pp. 133-147. 85 Su impacto ha llegado hasta nuestros días, siendo lo más llamativo la gran cantidad de enlaces que, en la Red cibernética hay para este libro, incluyendo videos (fácilmente accesibles en youtube) que emplean multitud de imágenes escatológicas, predominando las escenas demoniacas y del infierno.

86

En versión sintetizada de NAVARRO Villoslada, Francisco, ”Compendio de la vida de San Alfonso María de Ligorio”, en: http://mercaba.org/DOCTORES/vida_de_Ligorio_0.htm#7.-%20ALFONSO%20PUBLICA 87 Id. 88 “Advertencia importante sobre el objeto de la obra”, en Preparación para la muerte, p. 18.

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culpa”. No ocultaba tampoco el traductor la forma contradictoria en que la Iglesia empleaba como necesario camino para hallar el amor de Dios pasando primero por el miedo: “¡Modo ingenioso de alternar la meditación con la plegaria, las miserias del hombre con el amor de Dios, las amenazas 90 del Señor con el recurso práctico a su misericordia! La primera de las “consideraciones” de San Alfonso Liguori abre con una cruda escena, de patético realismo, la “pintura” de un hombre que acaba de morir:

Aquí podemos observar cómo Liguori ha llevado a su potencial lector a imaginarse cómo todo lo anterior le ocurría a una persona extraña, para enfrentarlo inmediatamente después a la futura visión de sí mismo en esas sus postreras circunstancias. A partir de ahí se extienden las “Consideraciones”, hasta abarcar un total de 36; en las que recoge tópicos usuales, pero con un estilo muy personal, claramente concebido para producir un gran impacto emocional: la muerte, que es el fin de una vida breve, es una certidumbre, pero la hora en que ocurrirá es incierta; la muerte del pecador y del moribundo no acostumbrado a considerar su deceso es terrible, pero pacífica la del justo; es importante procurar los medios de prepararse para la muerte, valorando la cortedad del tiempo y la importancia de la salvación; el mundo es sólo vanidad, pues la vida presente es un viaje a la eternidad y hay que huir por lo tanto de las tentaciones que el enemigo sugiere para reincidir en el pecado y abusar de la misericordia de Dios; el juicio particular y el juicio universal; las penas del infierno en contraste con la plenitud de la eterna gloria; la oración, la perseverancia en el amor de Dios y la confianza en la protección de María Santísima; la comunión y la permanencia de Cristo en el Santísimo Sacramento; y conformidad con la voluntad de Dios. El texto concluye con una súplica a Jesús crucificado para alcanzar la gracia de una buena muerte. Sobre la muerte del pecador, entre otras cosas, San Alfonso Liguori dice que, en su lecho de moribundo “no será uno solo el demonio que le tentará: habrá un número infinito que se echarán sobre él para perderle. […] le dirán: “¿no ves que son nulas todas tus confesiones, que no tuviste dolor de tus pecados, que nunca hiciste propósito eficaz? ¿cómo podrás ahora 93 rectificarlas?”.” En cambio, a los que perseveren en Dios:

Considera que tierra eres y en tierra te has de convertir. Día vendrá en que será forzoso morir y pudrirse en una sepultura, donde serás roído de gusanos (Sal., 14, 11). A todos, nobles o plebeyos, príncipes o vasallos, ha dé tocar la misma suerte. Apenas, con el último suspiro, salga el alma del cuerpo, pasará a la eternidad, y el cuerpo, luego, se reducirá a polvo (Sal. 103, 29). Imagínate en presencia de una persona que acaba de expirar: Mira aquel cadáver, tendido aún en su lecho mortuorio; la cabeza inclinada sobre el pecho; esparcido el cabello, todavía bañado con el sudor de la muerte; hundidos los ojos; desencajadas las mejillas; el rostro de color de ceniza; los labios y la lengua de color de plomo; yerto y pesado el cuerpo... ¡Tiembla y palidece quien lo ve!... ¡ Cuántos, sólo por haber contemplado a un pariente o amigo muerto, han mudado de vida y abandonado el mundo! Pero todavía inspira el cadáver horror más intenso cuando comienza a descomponerse. Apenas han transcurrido veinte y cuatro horas desde que murió aquel joven, y ya empieza a manifestarse un hedor insoportable. Que se abran las ventanas, que se queme algún incienso, que se lleve cuanto antes el cadáver a la iglesia o al cementerio, y que le entierren en seguida, por que infecta la casa. 91

Con todo detalle, Liguori describe como el hombre recién muerto es pronto olvidado por sus familiares:

Vendrá sin duda a tentarnos el demonio, pero el ángel de nuestra guarda vendrá también a socorrernos con nuestros santos patronos, con S. Miguel, a quien Dios ha destinado para defender a sus fieles servidores durante el último combate que han de sostener contra el infierno. La madre de Dios vendrá también a arrojar a nuestros enemigos, poniendo bajo su amparo al alma fiel que se le ha consagrado; aún más: el mismo Jesucristo vendrá a proteger contra las tentaciones a la oveja inocente o penitente, por cuya salud dio su vida. Él le concederá la confianza y la fuerza necesarias para el combate. […] Dios es más solícito para salvarnos que el demonio para perdernos”.94

Al principio los parientes se afligen por unos días, pero no tardan en consolarse con los bienes que heredan. De este modo vienen como a alegrarse de tu muerte; y en esta misma sala en donde habrás exhalado el último suspiro y habrás sido juzgado por Jesucristo, se bailará, se tendrán diversiones, se jugará, habrá regocijos como antes. ¿Y tu alma dónde estará entonces?”92

89

Preparación para la muerte, p. 9. Más adelante, Roca y Cornet agregaba: “Si los horrores del infierno se ofrecen por un momento a la vista del pecador, es tan solo par infundirle un terror saludable, temperado luego con las bellas esperanzas que seguirán a su conversión y con la gloriosa corona con que será premiada su penitencia”. Id, p. 11. 90 Preparación para la muerte, p. 10. 91 Ibid, pp. 21-22 92 Ibid, p. 24.

93 94

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Ibid, pp. 85-86. Ibid, p. 124.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Las penas del infierno, como cabe suponer, son descritas por Liguori minuciosamente, recogiendo muchas visiones de las que conformaban el imaginario de la época: oscuridad, ensordecedores ruidos producidos por los demonios, cuerpos gimientes horriblemente entremezclados padeciendo hambre, sed, y los dolores de quemaduras del fuego eterno, y la peor de las 95 torturas: la infinita ausencia de Dios. Respecto al tiempo, el autor asevera que los condenados en el infierno lo darían todo para recuperarlo y evitar su ruina; en tanto que, en el cielo, también las almas buenas desearían haber contado con más horas para alcanzar aún mayor gracia, obtenida con mayores padecimientos, bajo el concepto del necesario “sufrir para merecer”, tan propio del cristianismo estoico. A partir de meditaciones sobre este tema, Liguori interroga al lector (o potencial escucha): “Y tú, hermano mío, ¿en qué empleas el tiempo? ¿a qué diferir siempre a mañana lo que puedes hacer hoy? Mira que el tiempo pasado ha desaparecido enteramente y no es ya tuyo, que tampoco está en tu poder el que ha de 96 venir, y que solo el presente tienes para obrar el bien”.

espacios sociales, étnicos, culturales y religiosos, como fue el caso del Relox de sombras, del padre Joaquín Antonio de Villalobos, para uso específico de una congregación indígena de la ciudad de Puebla. Como hemos visto, era también jesuita el padre Juan Crasset, autor del libro de Prácticas de visitar a los enfermos, y ayudar a bien morir. La expulsión de los miembros de la Compañía de Jesús, muy cercana en tiempo a las transformaciones de la vida moderna del mundo occidental, coincide con el declive de la producción de libros de preparación para la muerte, teniendo cierta excepcionalidad el éxito del que fue escrito por San Alfonso Liguori. En cuanto a su contenido, como hemos visto, tienen un mismo eje axial fundado en un modelo establecido por la Iglesia, a partir del cual se extienden o profundizan los autores, según sus objetivos, y se ajusta su retórica, destacando en esta última labor, según creemos, el libro de la Preparación para la muerte. En el caso específico del museo de Santa Mónica, cabe considerar que los libros de Ars Moriendi debieron estar entre los más utilizados con fines devocionales en los conventos femeninos, especialmente aquellos cuyos ejercicios espirituales estaban puntualmente destinados para las religiosas: muertas ya para el mundo y viviendo en el amor y el padecimiento por Cristo, esperando también con ansias morir en 98 sus brazos para estar con Él eternamente.

Observaciones finales Sería muy aventurado pretender ser concluyentes a partir de la breve muestra de textos de preparación para Bien Morir que hemos presentado 97 aquí. Sin embargo, cabe hacer algunos comentarios generales al respecto. Podemos observar, en principio, que se trata, en todos los casos de libros publicados por primera vez entre los siglos XVII y XVIII, centurias en las cuales este tipo de textos tuvieron su apogeo. Carecemos al momento de información suficiente como para acercarnos a una cifra aproximada de los libros del Ars Moriendi que llegaron de Europa a la Nueva España, pero cabe pensar que fue una literatura relativamente abundante, dado el interés de la Iglesia por difundir un material que era de gran utilidad para dirigir el comportamiento de los fieles en todo el orbe católico; a más de los jesuitas, en el Nuevo Mundo, se encargaron de elaborar y poner en circulación un buen número de manuales para la buena muerte, escritos en adecuación a las características de los diferentes

Referencias Fuentes impresas: La Dulce y Santa Muerte. Obra que escribió en lengua francesa el P. Juan Crasset, de la Compañía de Jesús, y traduxo en Castellano el Doctor Don Basilio Sotomayor. Van al fin añadidas, para utilidad de todos, así Eclesiásticos, como Seculares, las resoluciones de los casos ocurrentes in articulo mortis; y algunas advertencias, para que cada uno pueda por sí, y con tiempo, disponer acertadamente su Testamento, sin aguardar a los embarazos de la última enfermedad, Sevilla: Imprenta de Joseph Padrino, en calle de Génova, año 1750. Prácticas de visitar a los enfermos, y ayudar a bien morir. Contienen piadosos y saludables avisos y documentos contra las engañosas astucias del enemigo común; y muchas santas Oraciones, Protestas, Soliloquios, y fervorosas Jaculatorias de Actos de Contrición, de Fé, Esperanza y Amor de Dios, para socorrer á los que en sus últimas agonías suelen carecer de todo consuelo. Es obra muy útil y necesaria para los Párrocos y Confesores, y

95

Ibid, pp. 344-352 96 Ibid, p. 151. Ya en su prefacio, San Alfonso L. rogaba, a quienes leyeran su libro, que a su muerte lo encomendaran a Jesucristo, prometiendo “hacer lo propio por todos aquellos que tengan para conmigo la misma caridad. Viva Jesús, nuestro Amor, y María nuestra Esperanza”. Ibid, p. 19. Cuando falleció, según narran sus biógrafos, sonó la campana del Angelus del mediodía. 97 Ma. Concepción Lugo Olín consigna 15 publicaciones de este tipo, diseminadas en distintas bibliotecas y archivos. Tres de los que ella menciona: Tesoro de vivos, La Dulce y Santa Muerte y Relox de sombras, tal como aquí hemos visto, se encuentran en el acervo de Santa Mónica (un ejemplar del Relox de sombras se preserva también en la Biblioteca Lafragua-BUAP). LUGO OLÍN, María Concepción, En torno a la muerte. Una bibliografía, México 1559-1990, México: INAH, Colección Fuentes, 1994, pp. 24-28.

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Los límites de extensión de este artículo nos impidieron abordar dos libros con estas características, sobre los que también hemos venido trabajando, que igualmente se encuentran en el acervo de Santa Mónica: Altíssimos documentos y exercicios para la buena muerte, de la Madre María de Jesús de Ágreda, impreso en Madrid en 1725 y Gradas o ejercicios marianos para prepararse a una dulce y santa muerte, s/a, impreso en México por I. Cumplido, en 1840.

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para todo género de personas, que no solo quieren vivir para que otros vivan y mueran con acierto, sino es también para disponerse a un dichoso tránsito, viviendo para lograr la felicidad eterna. Por el M. R. P. Baltazar Bosch de Centellas y Cardona, Clérigo Reglar, Ministro de los Enfermos, Madrid: Imprenta de Ramón Ruiz, año de 1800. Preparación para la muerte, ó consideraciones sobre las verdades eternas, útiles a los fieles para meditar y a los sacerdotes para el púlpito. Obra escrita en italiano por S. Alfonso Liguori, y traducida Por D. Joaquín Roca y Cornet, Redactor del antiguo periódico LA RELIGIÓN, Barcelona: Imprenta de los SS. A. Pons y Compañía, año 1842 Relox de Sombras, en las que con las de la muerte de Nuestro Redemptor Jesu-Christo, se apuntan las tres horas que estuvo agonizando pendiente de la cruz. Distribución de los piadosos exercicios que en ellos á de executar la devoción el viernes Sancto; propónela el P. Joachin Antonio de Villalobos, Professo de la Compañía de Jesús, y Prefecto de las Congregaciones de Nuestra Señora y de la Buena Muerte, en el Colegio del Espíritu Santo, de la Puebla; y dedícala al Alférez Drn. Bentura de Hernáez, Prefecto y Protector de dichas Congregaciones, a cuias expensas se imprime. Puebla de los Ángeles: viuda de Miguel Ortega, en el Portal de las Flores, año de 1729. Tesoro de Vivos y Limosneros del Purgatorio, El Rosario de María Santísima Madre de Dios, y Compendio Breve de lo más admirable, y prodigioso de la vida del Gran Padre, y Patriarca de los Predicadores, el amorosísimo Santo Domingo de Guzmán, Fundador de sus Tres Órdenes, del Santo Tribunal de la Inquisición, y del Santísimo Rosario, y por eso insertado a continuación de sus Indulgencias, reimpreso en México, en la imprenta del Br. D. Joseph Fernández Jáuregui, calle de Santo Domingo, año de 1800. [En esta edición se omitió al autor: Jaime Barón y Arias, que sí aparece en la de 1745].



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ZUILI, Marc, Algunas observaciones acerca de un moralista toledano del siglo XVI.: Alejo Venegas de Busto, en Criticón, 65, 1995, pp. 17-29. En: http://cvc.cervantes.es/literatura/criticon/PDF/065/065_019.pdf

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Legislación 

“Festividades indígenas dedicadas a los muertos”, una década como patrimonio Inmaterial de la Humanidad

Carlos Alberto Mercado

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México

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relación al patrimonio inmaterial), el Día de Muertos es, tal vez la que más jubilo ha causado, no sólo porque fue la primera declaratoria en ese rubro obtenida, sino también por la significación que tiene para la población. En la actualidad la festividad es reconocida y celebrada tanto en ámbitos rurales como urbanos, abarcando amplios sectores de la sociedad y el territorio nacional y, no obstante, los cuantiosos recursos económicos y logísticos que anualmente se disponen en su ejecución, poco se ha hecho en la dirección que garantice su salvaguarda; la práctica de las costumbres no es suficiente para preservar el espíritu y la esencia de las tradiciones, por ello es importante cumplir con los objetivos indicados en el programa de Proclamación del Patrimonio Cultural Inmaterial instaurado en 1997 cuyos objetivos son:

Festividades indígenas dedicadas a los muertos, una década como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad Carlos Alberto Mercado Limones México

La Unesco en 1989 durante su 25° Conferencia General reunida en Paris, emite la primera recomendación sobre la importancia del patrimonio inmaterial, pero es hasta 1998 que crea la distinción internacional llamada "Proclamación de las obras maestras del patrimonio oral e inmaterial de la humanidad". Con el fin de salvaguardar, transmitir y revitalizar el patrimonio cultural inmaterial, elemento esencial de los tesoros culturales humanos y de la preservación de la diversidad cultural. México en el 2003 se hizo acreedor de tres distinciones del Patrimonio Cultural de la Humanidad, la primera fue por las Misiones Franciscanas de la Sierra Gorda de Querétaro, la segunda por la película Los Olvidados de Luis Buñuel en la categoría de Memoria del Mundo y la tercera por las Festividades Indígenas Dedicadas a los Muertos en la categoría de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad. Cómo se ve, ese año la Unesco otorgó declaratoria a dos obras inmateriales; sin embargo, esto no ha sido causa suficiente aún para modificar la legislación; la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos (proclamada en 1972), es hasta el día de hoy el único instrumento constitucional que trata sobre el patrimonio cultural, designándolos como monumentos, ya que en todo el documento nunca se menciona al patrimonio cultural como tal. A diez años de que la Unesco proclamase a las Festividades Indígenas Dedicadas a los Muertos, como Obra Maestra del Patrimonio Oral 1 e Inmaterial de la Humanidad, los festejos referidos muestran una vitalidad notable; de todas las declaratorias otorgadas a México por la Unesco (en

  



Sensibilizar al público acerca de la importancia del patrimonio oral e inmaterial y de la necesidad de salvaguardarlo; Inventariar el patrimonio oral e inmaterial de la humanidad y establecer una lista; Alentar a los países a elaborar inventarios nacionales y a adoptar medidas jurídicas y administrativas para proteger su patrimonio oral e inmaterial; Fomentar la participación de los artistas tradicionales y de los que tienen experiencia práctica a nivel local en la identificación y la 3 revitalización de su Patrimonio Cultural Inmaterial.

En el caso del Día de Muertos, a lo largo de la década transcurrida, sólo se han cubierto algunos de los propósitos marcados por la Unesco, en el tiempo transcurrido no se han llevado a cabo todas las acciones requeridas para lograr la salvaguarda y conservación de tan importante manifestación cultural. Publicitar y comercializar la festividad de ninguna manera supone sensibilizar a la población acerca de la importancia del patrimonio oral y de la necesidad de salvaguardarlo; al día de hoy poco se ha avanzado en la conformación de un cuerpo documental que aporte información sólida acerca del origen, evolución histórica, significación y trascendencia de la ritualidad de las festividades; tampoco se ha inventariado y catalogado la diversidad de manifestaciones que éstas tienen entre las distintas etnias y

1 La Proclamación de Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial constituye una etapa decisiva en la estrategia de la Unesco para la salvaguardia de nuestro patrimonio vivo. Las Proclamaciones de 2001, 2003 y 2005 permitieron establecer una lista de 90 ejemplos sobresalientes del patrimonio cultural inmaterial (PCI) en el mundo. La experiencia adquirida a través de este programa, especialmente en el marco de las actividades de salvaguardia asociadas, tendrá un valor inestimable para preparar la implementación de la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial. Véase “Introducción”, en Unesco, Proclamación de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, Unesco, 2006, p. 4.

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Nombre genérico y coloquial con el que se designa a las festividades que ocurren los días 1° y 2 de noviembre, correspondientes en el calendario gregoriano a los días de todos los santos y de fieles difuntos. 3 Unesco, op. cit., p. 4.

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regiones geográficas del país, de hecho la persistente difusión en prensa, televisión y multimedios de prácticas imperantes en la Meseta Central, poco a poco va generando una imaginería univoca sobre la festividad, contraviniendo la conservación de la pluralidad de expresiones plásticas, musicales, gastronómicas que la festividad tienen en el resto del país. El cuarto objetivo es el que mayor cumplimiento ha tenido, ya que tanto artistas tradicionales como de vanguardia han contribuido amplia y abiertamente en la revitalización de este legado patrimonial. La Unesco proclamó las Festividades Indígenas Dedicadas a los Muertos como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, porque el expediente enviado para tal efecto permitió demostrar que cubre cinco de los seis criterios definidos por el Reglamento de la 4 Proclamación: I. II. III. IV. V.

cumplir con los mismos, es imprescindible que se revise la ley vigente y se modifique a profundidad para poder reestructurar las dependencias federales avocadas a la investigación y salvaguarda de los bienes culturales patrimoniales, ya que Conaculta, INAH e INBA carecen de los departamentos y organismos necesarios para investigar, documentar y salvaguardar todas las manifestaciones culturales que se conforman el acervo nacional y que en la actualidad la ley no reconoce y por ende no protege. Desde mediados del siglo XIX en México se han dictado leyes y decretos con la finalidad de establecer marcos legales que protejan el patrimonio edilicio y cultural de la nación, entre 1859 y 1860 el Presidente Benito Juárez como parte de las Leyes de Reforma hizo una serie de proclamas a favor de la salvaguarda y protección de diversos inmuebles declarándolos Monumentos Históricos; el Cementerio de San Fernando fue proclamado Panteón de Hombres Ilustres -no obstante que muchas de las personas ahí sepultadas fuesen coetáneas a su régimen y devenir histórico-, declaratoria que protegió al cementerio de la Ley de Desamortización de Bienes de Manos Muertas, evitado con ello que fuera clausurado, fragmentado y vendido a compradores particulares. Como ocurrió con el Cementerio de Santa Paula, entre otros. Estas primeras nociones de protección edilicia se hicieron bajo la idea de conferir a los edificios un carácter monumental, aludiendo cabalmente al sentido etimológico del término, (del latín monumentum) el cual remite a la idea de moneo-es-ere, avisar y mémini-meminisse, advertir, recordar, 6 dejar memoria, lo que se perpetua con el recuerdo: “Obra o edificio que por 7 su importancia histórica o artística toma bajo su protección el Estado”. Desde el mediados del siglo XIX hasta la actualidad, en México el concepto legal de patrimonio cultural prácticamente no ha cambiado y, como se hizo en todas las leyes sucedáneas desde 1869 –con excepción de la Ley Federal del Patrimonio Cultural de 1968, que se publicó hasta 1970 y se derogó en 1972-, la idea –tácita- de patrimonio cultural sólo ha subyacido en los bienes materiales, sobre todo aquellos de carácter inmueble bajo la categoría de monumento, evidentemente para el congreso legislativo la 8 añeja idea de monumentalidad pervive , infiriendo que ésta es inherente a

Poseen un valor excepcional en tanto que obras maestras del genio creador humano, Están arraigadas en la tradición cultural o en la historia cultural de la región concernida; Desempañan un papel en tanto que medio de afirmación de la identidad cultural de la comunidad concernida; Se distinguen por la excelencia en la aplicación de las destrezas y las calidades técnicas empleadas; Constituyen un testimonio único de una tradición cultural viva; 5

En el sexto criterio que habla del riesgo que corren los patrimonios inmateriales de desaparecer “por la falta de medios de salvaguarda”, no se consideró en el caso aludido por la vitalidad que la fiesta muestra, sin embargo este criterio también menciona la amenaza al que están expuestos los patrimonios inmateriales a ser transformados y ésta es una posibilidad latente si no se toman las medidas necesarias y se elaboran los planes de acción adecuados que efectivamente los salvaguarde y promueva, entre ellos, transmitir veraz y efectivamente información a la población para crear mayor conciencia sobre los fondos culturales que dan significación, sentido y trascendencia a la tradición que se quiere proteger. Por ser signatario de estos acuerdos y convenciones internacionales, el gobierno federal y sus instituciones se ven obligadas a

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Francisco A. Schroeder, Semántica Versus Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos, p. 721, véase en http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/730/51.pdf. 7 Diccionario de la Lengua Española, España, Real Academia Española, consultado en http://www.rae.es/drae/. 8 “…En su articulado se refirió indistintamente a 'bienes de valor cultural' y 'bienes culturales de la Nación', todo lo cual indica que el legislador se fundamentó en el sentido antropológico amplio de la cultura, como herencia social que se forma con todas las actividades, ideas y tradiciones del

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Unesco, op. cit. VI. Están amenazados de desaparición por la falta de medios de salvaguardia o por los procesos acelerados de transformación. Además, los expedientes de candidatura debían contener un plan de acción adecuado a la salvaguardia y la promoción de la expresión cultural o del espacio cultural propuesto. 5

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enseñanza o práctica de un culto religioso; así como a la educación y a la enseñanza, a fines asistenciales o benéficos; al servicio y ornato públicos y al uso de las autoridades civiles y militares. Los muebles que se encuentren o se hayan encontrado en dichos inmuebles y las obras civiles relevantes de carácter privado realizadas de los siglos XVI al XIX inclusive. II.- Los documentos y expedientes que pertenezcan o hayan pertenecido a las oficinas y archivos de la Federación, de los Estados o de los Municipios y de las casas curiales. III.- Los documentos originales manuscritos relacionados con la historia de México y los libros, folletos y otros impresos en México o en el extranjero, durante los siglos XVI al XIX que por su rareza e importancia para la historia mexicana, merezcan ser conservados en el país. IV.- Las colecciones científicas y técnicas podrán elevarse a esta categoría, mediante la declaratoria correspondiente.

los inmuebles y los objetos que los integran o que contienen y ha determinado la clasificación de los monumentos por ley de acuerdo por su temporalidad; así la Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos define que todo el patrimonio monumental (tangible o material) de la nación se clasifica en tres categorías: 

Monumento Arqueológico ARTÍCULO 28.- Son monumentos arqueológicos los bienes muebles e inmuebles, producto de culturas anteriores al establecimiento de la hispánica en el territorio nacional, así como los restos humanos, de la flora y de la fauna, relacionados con esas culturas.



Monumento Artístico ARTÍCULO 33.- Son monumentos artísticos los bienes muebles e inmuebles que revistan valor estético relevante. Para determinar el valor estético relevante de algún bien se atenderá a cualquiera de las siguientes características: representatividad, inserción en determinada corriente estilística, grado de innovación, materiales y técnicas utilizadas y otras análogas. Tratándose de bienes inmuebles, podrá considerarse también su significación en el contexto urbano. Las obras de artistas vivos que tengan la naturaleza de bienes muebles no podrán declararse monumentos artísticos. Podrán ser declaradas monumentos las obras de artistas mexicanos, cualquiera que sea el lugar donde sean producidas. Cuando se trate de artistas extranjeros, sólo podrán ser declaradas monumentos las obras producidas en territorio nacional. La declaratoria de monumento podrá comprender toda la obra de un artista o sólo parte de ella. Igualmente, podrán ser declaradas monumentos artísticos o quedar comprendidas dentro de las zonas de monumentos artísticos, obras de autores cuya identidad se desconozca. La obra mural de valor estético relevante será conservada y restaurada por el Estado.



Como lo menciona el doctor Schroeder, esta clasificación y concepción de los monumentos ha creado un sinnúmero de controversias y omisiones en la protección y salvaguarda de los mismos. …Ahora bien, si dicha clasificación y definiciones transcritas son bienes o monumentos “arqueológicos” únicamente aquellos que fueron producto de culturas anteriores al establecimiento de la hispánica en territorio nacional y por “artísticos” únicamente las obras que revisten valor estético relevante e “históricos” únicamente los bienes vinculados con la historia de la nación a partir del establecimiento de la cultura hispánica en el país, y si a su vez, estos bienes “históricos” pueden ser declarados como tales: a) por las altas autoridades mencionadas, o b) por determinación de Ley en el caso de que correspondan a los siglos del XVI al XIX, es tan claro y tajante el enunciado que determina su naturaleza legal, que contraría la real y verdadera de la lengua española, conforme a la única autoridad en la materia: la Real Academia Española y su instrumento por excelencia: El Diccionario de la Lengua, porque desde luego, para clasificar a los monumentos en “arqueológicos”, “artísticos” e “históricos”, atribuye a cada especie cualidades esenciales que en realidad son comunes a todos o a dos de los tres grupos por lo menos, entre sí, creando confusión y contravención gramaticales en primer término, que de suyo ya da que decir y por otra parte, se produce también un problema serio de jurisdicción entre las dos últimas clases de bienes catalogados,… 9

Monumento Histórico ARTÍCULO 35.- Son monumentos históricos los bienes vinculados con la historia de la nación, a partir del establecimiento de la cultura hispánica en el país, en los términos de la declaratoria respectiva o por determinación de la Ley. ARTÍCULO 36.- Por determinación de esta Ley son monumentos históricos: I.- Los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, destinados a templos y sus anexos; arzobispados, obispados y casas curales; seminarios, conventos o cualesquiera otros dedicados a la administración, divulgación,

Las experiencias conservacionistas de diversos grupos de la sociedad han ido ampliando el espectro patrimonial a conservar, dando cabida a las manifestaciones intangibles o inmateriales como son las

hombre y se expresa en los objetos de la cultura material, muebles e inmuebles, véase Julio César Olivé N., Antropología mexicana, México, Colegio Mexicano de Antropología, 1999, p. 370.

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Francisco A. Schroeder, op. cit., p. 724.

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lenguas, música, costumbres, expresiones populares, tradiciones, prácticas artesanales, acervos intelectuales, así como acervos fílmicos y fotográficos entre otros. No obstante el trabajo acumulado, el marco legal no ha sido modificado y no hay hasta el momento ninguna ley federal que reconozca, valore y proteja al patrimonio cultural como tal, incluyendo el inmaterial, dejando en manos de intereses particulares su valoración, catalogación y preservación. En 1968 durante el periodo presidencial de Gustavo Díaz Ordaz, se elaboró la Ley Federal del Patrimonio Cultural de la Nación la cual derogaba la Ley Sobre Protección y Conservación de Monumentos Arqueológicos e Históricos, Poblaciones Típicas y Lugares de Belleza Natural, promulgada por Abelardo l. Rodríguez el 27 de diciembre de 1933. La ley de 1968 introdujo por primera vez el concepto de Patrimonio Cultural Nacional y eliminó en su titulo la palabra monumento, e implanta por primera vez la idea de “bienes de valor cultural”, sin embargo, en su articulado el concepto de monumento pervive, y fue en esta ley donde se establecieron los conceptos 10 de monumento que se publicaron posteriormente en la Ley Federal Sobre 11 Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos de 1972 (aún vigente), la ley de 1968 encontró obstáculos en su publicación, finalmente se publicó en el Diario Oficial el 10 de diciembre de 1970, ésta confería al Estado una mayor injerencia y dominio sobre la posesión y la conservación de los bienes patrimoniales, limitando la posesión y actuación de particulares.

En palabras de Olivé esta discrecionalidad motivo que muchos particulares se opusieran a la reforma de la ley, ya que temían que sus posesiones fuesen consideradas patrimonio nacional y con ello perder la tutela de las mismas, limitando así los intereses de lucro de coleccionistas de arte y antigüedades. Por otra parte, al incrementar la ley, la responsabilidad del Estado en la conservación del Patrimonio Nacional, ésta lo obligaba a tener una mayor participación en la conservación y

salvaguarda del mismo, brindando entre otras medidas mayor apoyo -tanto a autoridades locales como particulares- para la restauración de ese 13 patrimonio cultural en todas sus acepciones, motivos estos que aceleraron la derogación de esta ley cuya vigencia fue menor a dos años. La ley de 1972 retrocede conceptualmente y elimina de su redacción el término y concepto de “bienes de valor cultural” (patrimonio cultural) y en cuanto al concepto de Patrimonio Cultural de la Nación, sólo lo menciona en el artículo 2 al final del tercer párrafo como un genérico del cual no se vuelve hacer mención ni precisión; con ello renuncia a la tutela del patrimonio cultural nacional, y de las responsabilidades que estos conceptos conllevaban, al continuar considerando a los bienes inmuebles como monumento, hace un reconocimiento tácito de su calidad de patrimonio cultural (nacional o regional) y traslada la responsabilidad del mantenimiento y conservación al poseedor legal del mismo, desligándose en ese mismo sentido de la obligación de apoyar el financiamiento para su conservación, sólo comprometiéndose a la supervisión técnica de la restauración y cometido funcional. Es difícil que las personas consideren monumentos a los objetos (bienes muebles), esto ha repercutido en el comercio ilegal de piezas arqueológicas, arte sacro y piezas escultóricas de tumbas y sepulcros entre otros, ya que éstas al estar desvincularlas de los edificios o zonas arqueológicas, donde se hallaban o en espacios que la gente difícilmente considera monumentos, tampoco los considera como esto y no reconoce la monumentalidad de las mismas, por consiguiente no las reconoce como piezas trascendentes del patrimonio cultural nacional. El concepto de patrimonial cultural contiene la noción del patrimonio que se remonta hasta el tiempo en que la existencia de los individuos se difumina, en la de las familias y ésta en la de los pueblos, por ello, como lo menciona Rafael Tovar y de Teresa, en la “idea de patrimonio subyace la noción de colectividad”. Ante los vacíos legales que la ley presenta, la mayoría de los Estados han ido promulgado, a partir de 1995, leyes estatales de protección del patrimonio cultural; éstas parten objetivamente del reconocimiento del patrimonio cultural, clasificándolo en material e inmaterial o tangible e intangible (según cada caso), sin bien este es un importante avance, que allana el camino a la creación de una ley federal que parta del reconocimiento de un espectro más abarcante del patrimonio y, con ello,

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Dada su generalidad, ese sentido tenía que precisarse, por lo que en el Artículo 3 de la ley se especificaron los bienes que quedaban sujetos a tutela. Sin embargo, quedó abierta la posibilidad de que se aplicase por parte de la autoridad un criterio discrecional, ya que la lista de casos concluía con una disposición que asimilaba “cualquier otro bien que tuviese interés para quedar adscrito al Patrimonio Cultural”. 12

Id. Publicada por Luis Echeverría en Diario Oficial, México, 10 de agosto de 1972. 12 Julio César Olivé N., op. cit., p. 370.

Con la legislación actual, el estado sólo se hace cargo de los monumentos Arqueológicos y de los Monumentos Históricos por decreto de Ley, es decir aquellos que pertenecieron a la Iglesia y que a partir de la Ley de Desamortización de Bienes de Manos Muertas pertenecen al Estado.

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sentar las bases que coadyuven a su correcta salvaguarda y conservación del patrimonio cultural nacional en su conjunto. La falta de una legislación que de certeza patrimonial y protección legal efectiva a todas las manifestaciones materiales e inmateriales del acervo cultural del país, ha provocado que bienes culturales que hoy son considerados Patrimonio de la Humanidad, adolezcan de instrumentos legales que garanticen su pervivencia y salvaguarda. Ante la ausencia de una legislación que reconozca y proteja al patrimonio intangible o inmaterial, se impide entre otras condiciones el establecimiento de políticas y reglamentaciones en los distintos niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) para la salvaguarda y protección de los patrimonios intangibles tanto locales como nacionales. Poniendo con ello en grave riesgo las diversas manifestaciones culturales que aún perviven por todo el país. La protección del patrimonial cultural inmaterial que por lo mismo es un bien vivo, requiere de la amplia participación de los diferentes agentes que intervienen en su valoración, reproducción, recreación e innovación, manteniendo y difundiendo las esencias espirituales que los originaron y les dan sentido, fomentando la capacidad de adaptación a los usos y modas que impone el cambio de los tiempos, evitando con ello que el patrimonio inmaterial sufra una momificación que en vez de conservarlo lo condene al olvido. El Día de Muertos desde luego no es la excepción, si bien, es una manifestación cultural viva y vigorosa que cohesiona y con la que se identifican diversos grupos de la sociedad, su valoración por estas comunidades y continuidad tradicional, no la ponen a salvo de los múltiples peligros y amenazas que enfrenta, por un lado la falta de información y lo que es peor, la mala información que algunos medios de difusión hacen de ella, poniendo en riesgo la esencia y espiritualidad de la misma al tergiversar sus orígenes, significados e intenciones; transformando en muchas ocasiones los profundos contenidos históricos, religiosos y culturales que posee. A este respecto una de las medidas importantes y urgentes que se deben tomar es otorgar la declaratoria de “bien significación cultural” a los cementerios indígenas y rurales donde se desarrolla la Fiesta de Muertos, estos son los escenarios de la misma y por sus características, de acuerdo con la legislación vigente, no son objeto de tal declaratoria como monumentos, ya que no pueden ser considerados como sitios arqueológicos, no obstante estar directamente vinculados con las etnias indígenas, son contemporáneos; como en estos cementerios no es habitual

sepultar a personas de significación histórica, no podrían ser declarados como monumentos históricos, y como no tienen elementos estéticamente relevantes, no puede ser declarados monumentos artísticos, por lo tanto, están expuestos a ser clausurados y removidos en cualquier momento. Además modo es muy importante dar el respaldo a los artesanos productores de los objetos que se colocan en las ofrendas y los altares de esta celebración, pues tampoco tienen ningún reconocimiento legal. La festividad indígena del Día de Muertos es un rito estacional que 14 se ha realizado desde tiempos inmemorables. Sin duda la festividad de hoy es el resultado mestizo de un largo proceso de adecuación entre tradiciones mesoamericanas e hispanas y en algunas regiones de México han intervenido costumbres africanas u orientales, que le han dado variedad y riqueza a la misma; en las poblaciones donde el Día de Muertos es una tradición de profundo arraigo, la celebración se manifiesta halagando todos los sentidos, tanto en las casas donde se colocan los altares familiares y las calles tapizadas de pétalos de flores, cómo en el cementerio del lugar, donde se lleva a cabo la velación y convivencia con los difuntos cómo una explosión de misticismo y recogimiento ritual. Esto ha atraído la atención de turistas nacionales y extranjeros a poblaciones rurales, la mayoría de ellas carentes del equipamiento y la infraestructura que requiere la atención turística, ocasionando que en los días de celebración ritual, los pobladores se dediquen a la atención de los turistas o lo que es peor, que la atención de los turistas la efectúen servidores itinerantes que finalmente son los que perciben las ganancias, dejando en las poblaciones donde se efectuaron los rituales, sólo basura y daños ambientales. No obstante esta problemática de enajenación cultural, cada año es mayor el número de municipios rurales interesados en incrementar la difusión sobre la festividad del Día de Muertos que realizan, con la intensión de aprovechar los recursos económicos que el turismo representa; en ese sentido poblaciones de tamaño medio ante la presumible oportunidad económica han generado numerosos “festivales y celebraciones” que difícilmente podrían ser clasificadas como expresiones autenticas de raigambre popular. Ante esta situación son pocos los gobiernos municipales ocupados en proteger y salvaguardar su patrimonio cultural y, mientras no haya marcos legales claros que exijan la salvaguarda de los bienes culturales de toda índole, las autoridades municipales sólo pretenden allegarse el dinero que se promete, sin procurar la sustentabilidad del 14

Por su ubicación intertropical, la República Mexicana tiene dos estaciones anuales y no cuatro; la Estación de Secas (de noviembre a mayo) y la de Lluvias (de mayo a noviembre) el Día de Muertos, marca el fin de la estación de lluvias y el inicio de la estación de secas.

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recurso cultural, basados tal vez en la idea errónea de que la cultura es un recurso renovable. Las legislaciones estatales no obstante hacer el reconocimiento de los patrimonios intangibles, poco hacen por la investigación, documentación y difusión de los mismos ya que si cuentan ahora con el marco legal, pocos tienen las instituciones capaces aplicar la legislación y llevar a cabo las indagaciones y catalogaciones pertinentes. En México hasta el día de hoy, muchas de las diversas manifestaciones del patrimonio intangible se desarrollan libre y sanamente, sin embargo hay otras que requieren de protección, cuidado y apoyo como son las lenguas y las indumentarias autóctonas, así como muchas tradiciones artesanales y productivas que se están perdiendo por falta de acceso a difusión y mercado. Por otro lado, algunas de las fiestas más significativas e importantes se ven amenazadas por el efecto contrario, al ser objeto de una excesiva comercialización que desvirtúa y tergiversa su espiritualidad y esencia. Los diversos carnavales, tradiciones de Semana Santa, Fiestas Patronales y Fiestas de Muertos por señalar algunas, que cada vez se ven más en manos de la voracidad de los comerciantes y menos en la de sus protagonistas y depositarios. Establecer un marco legislativo y jurídico que contemple al Patrimonio Cultural de la Nación como una entidad integral que abarque todas las manifestaciones materiales e inmateriales, así como todas las épocas, periodos y momentos históricos en que se han producido estos, es una prioridad que no se puede posponer más tiempo. Entre 1994 y 2000, durante las Legislaturas LVI y LVII el senador Mauricio Fernández Garza (regiomontano), Presidente de la Comisión de Cultura del Senado, presento la iniciativa de Ley General del Patrimonio Cultural de la Nación, documento que parte del reconocimiento del rezago legal en que se encuentra la 15 federación con respecto a la protección de su patrimonio cultural. Si bien

hace mención a la actualización de instituciones y la responsabilidad de los agentes sociales en la conservación del patrimonio cultural, no hace reconocimiento alguno al patrimonio inmaterial, ni la importancia de la salvaguarda del mismo, empero la iniciativa no fue abordada por el plano del senado y esta iniciativa o tuvo mayor trascendencia. Ante el fracaso legislativo (en la LVII Legislatura), el 22 de febrero de 2011 el Diputado Francisco Herrera Jiménez, presentó ante LXI Legislatura la iniciativa de la Ley General de Protección al Patrimonio Inmaterial y Material de la Nación, ésta propuesta legislativa al igual que su antecesora parte del reconocimiento del rezago legal que la ley vigente representa en la conservación del patrimonio cultural nacional y por primera vez introduce la idea de incorporar el patrimonio inmaterial. Si bien, cuando esta ley fue emitida representó un instrumento útil para la conservación de los monumentos y zonas de monumentos, debemos reconocer que diversos fenómenos derivados de la globalización como el desarrollo del libre comercio, las nuevas tecnologías y en especial, de las necesidades sociales que se han gestado en estas últimas tres décadas han creado una serie de fenómenos que han rebasado por mucho el alcance de este ordenamiento: la explosiva expansión de los centros de población, el incremento de turismo cultural, la intensificación en el tráfico ilícito de bienes culturales, el crecimiento del mercado internacional del arte, entre otras, se han convertido en riesgos inminentes para la conservación de nuestro patrimonio cultural.

Es por ello que se proponen tres títulos: El primero de ellos, introducen los conceptos generales, donde es de destacar que se propone la creación de un sistema nacional de salvaguarda, entendido éste último concepto como un proceso que involucra diferentes etapas, perspectivas y actores. Para lo cual, el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) sin ser cabeza de sector, sí tendría las facultades que de facto 16 ya ejerce, de coordinar las políticas públicas encaminadas en la materia.

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La Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticas e Históricas, vigente desde 1972, recoge, en buena medida, la experiencia que en materia de protección y conservación del patrimonio se desarrolló durante décadas en el país. Su espíritu se asienta en la idea de la nación como responsable del interés colectivo sobre el de los individuos, y coloca a la Federación como representante de ésta. Sin embargo, la Ley ha quedado rezagada ante la dinámica del desarrollo social y dejó de ser un instrumento útil para la autoridad responsable de su aplicación. La rápida transformación de las condiciones de vida en las entidades federativas la hacen marchar a la zaga de otros marcos jurídicos, como son los ámbitos de asentamientos humanos, desarrollo urbano, equilibrio ecológico y protección del ambiente, turismo y desarrollo social. Además, su carácter federal no incentiva a las entidades federativas a desarrollar o aplicar su propia legislación en la materia y la participación de la sociedad queda acotada a órganos coadyuvantes para la conservación y vigilancia del patrimonio. Bajo esta legislación, el patrimonio en su conjunto se encuentra en un estado de indefensión frente a factores no considerados o ajenos a la misma, como son la especulación inmobiliaria, la

insuficiencia de recursos federales o privados para la conservación, la asignación de usos de suelo, el saqueo y tráfico ilícito de bienes culturales, la falta de inventarios completos de bienes muebles e inmuebles, aspectos que explican el deterioro constante, alteración y destrucción de que es objeto nuestro legado cultural, a pesar de los esfuerzos que realizan las instituciones públicas, las asociaciones civiles y personas en lo individual. De ahí que se requiera replantear el marco jurídico vigente, a fin de involucrar a más personas e instituciones y de vincular y restituir a la sociedad ese interés por el patrimonio de su localidad o jurisdicción. Véase Mauricio Fernández Garza, Legislaturas LVI y LVII, 1994-2000, en http://www.diputados.gob.mx/cronica57/contenido/cont10/cultu1.htm. 16 Diputado Francisco Herrera Jiménez, “Exposición de motivos”, en Gaceta Parlamentaria, núm. 3206-A-II Legislatura LXI, México, 2011. Véase

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Esta iniciativa en su exposición de motivos se apoyaba argumentalmente en documentos internacionales, fundamentalmente de la Unesco, para establecer la importancia del reconocimiento del patrimonio cultural inmaterial como parte fundamental del Patrimonio Cultural Nacional, y de lo trascendente que su conservación, protección y trasmisión, así como la necesidad de inventariarlo para obtener un diagnostico que permitiera establecer acciones puntuales sobre todo con aquellos que se encuentren en vías de extinción.

No obstante el significativo avance conceptual, que planteaba esta iniciativa de reforma legislativa, con respecto al patrimonio cultural inmaterial; en lo concerniente al patrimonio cultural material, prácticamente repetía lo establecido en la ley vigente. Título Tercero Del Patrimonio Cultural Material de la Nación

Título Segundo Del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación

Capítulo I De las Definiciones Artículo 13. El patrimonio cultural material de la nación está comprendido por monumentos arqueológicos, artísticos, históricos y zonas de monumentos los determinados expresamente en esta ley y los que sean declarados como tales, de oficio o a petición de parte. El presidente de la República o, en su caso, el secretario de Educación Pública, expedirá o revocará la declaratoria correspondiente que será publicada en el Diario Oficial de la Federación. 18

Capítulo Único Disposiciones Generales Artículo 7. Se entiende por patrimonio cultural inmaterial las costumbres, representaciones, expresiones, conocimientos y técnicas –junto con los instrumentos, objetos, artefactos y espacios culturales que les son inherentes– que las comunidades reconozcan como parte integrante de su patrimonio cultural, que se transmite de generación en generación; es recreado constantemente por las comunidades y grupos en función de su entorno, su interacción con la naturaleza y su historia. Artículo 8. En sistema desarrollará e implantará la estrategia nacional de conservación, protección y transmisión del patrimonio cultural inmaterial. Artículo 9. El Inventario del patrimonio cultural inmaterial será el diagnóstico oportuno y puntual de atención y cumplimiento del artículo segundo de esta ley, en cual deberá dar especial atención al patrimonio inmaterial en peligro de extinción. Artículo 10. El Inventario del patrimonio cultural inmaterial se enlistará en consulta con las comunidades, las organizaciones no gubernamentales y los institutos estatales encargados de la cultura. Artículo 11. El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en su calidad de presidente del sistema, será éste el encargado del resguardo del inventario nacional del patrimonio cultural inmaterial. Artículo 12. En el Presupuesto de Egresos de la Federación, y conforme a lo dispuesto en la Ley Federal de Responsabilidad Hacendaria, se establecerá un monto específico y transversal, en observancia del artículo segundo de esta ley. La asignación del presupuesto se asignará a las entidades federales descritas en el artículo 5o. de esta ley.

Situación que dejaba en el actual estado de indefensión al patrimonio material nacional, que lo sigue conceptuando como un acervo de monumentos sin aclarar ni resolver el sinnúmero de controversias y omisiones en la protección y salvaguarda de los mismos, y dejando a la deriva todos aquellos objetos y artefactos que al no ser bienes inmuebles son de difícil acepción monumental, perpetuando los yerros que la legislación vigente provoca. Como tantas otras iniciativas que se han presentado en la Cámaras Legislativas ésta no pasó al pleno y no fue aprobada, por lo tanto la vieja ley de 1972 continua vigente, desconociendo legalmente al patrimonio inmaterial y dificultando con ello su salvaguarda y conservación. El Consejo Nacional para la Cultura y la Artes es la institución que 19 alberga a las dos dependencias (INAH e INBA) que tienen en sus 18

Id. El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es una dependencia del gobierno federal. Fue establecida en 1939 por mandato del presidente Lázaro Cárdenas del Río con el propósito de convertirse en la institución dedicada a la preservación, protección y difusión del patrimonio arqueológico, antropológico e histórico de la nación mexicana. Su creación ha jugado un papel clave en la preservación de la herencia cultural de México y el mundo. El Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) es una dependencia del gobierno federal. Fue establecida en 1950 por mandato del presidente Miguel Alemán Valdés con el propósito de dedicarse a la difusión de actividades artísticas y culturales que se realizan a nivel nacional, incluyendo el ámbito educativo. La Ley le confirió la protección y conservación de los monumentos artísticos (aquellos creados desde 1901 hasta el día de hoy). 19

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http://gaceta.diputados.gob.mx/Black/Gaceta/Anteriores/61/2011/feb/20110222-A-II/Iniciativa29.html 17 Diputado Francisco Herrera Jiménez, “Decreto”, en Gaceta Parlamentaria, op. cit.

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funciones fundamentales –de acuerdo con lo establecido por la Leycatalogar, proteger y conservar los monumentos y zonas Paleontológicas, Arqueológicas, Históricas y Artísticas, es decir el patrimonio cultural material de la Nación, por ello Conaculta debe ser la institución que permita la creación de un organismo nuevo, que conjunte lo hecho por los dos institutos encargándose de la valoración, restauración y conservación del legado cultural nacional, no sólo al patrimonio monumental, sino a todo el Patrimonio Cultural Nacional (material e inmaterial), desarrollando un organismo institucional que cuente con los cuerpos de profesionales –tanto en investigación como conservación- y los recursos técnicos, legales y administrativos necesarios pueda desarrollar las estrategias que vinculen y articulen a los diferentes agentes y dependencias para que efectivamente logren su conservación y protección. En la actualidad el patrimonio cultural es una amplísima gama de testimonios materiales e inmateriales de los valores y productos del trabajo de las generaciones pasadas, conformado por los bienes individuales y sociales que han merecido y merecen conservarse; lo que las generaciones transmiten a sus descendientes no sólo son cosas, sino también ideas, conocimientos, cosmovisiones, valores, costumbres y tradiciones, amén de arquitecturas, espacios urbanos, objetos de arte, y documentos de otras épocas. Un amplio repertorio de objetos, conocimientos, tradiciones y paisajes físicos y humanos, constituye el acervo patrimonial cultural de una sociedad, que siendo de una vigencia intemporal son el núcleo identitario de la sociedad concernida. El Día de Muertos es una de las más bellas expresiones del patrimonio inmaterial de México; con el paso de los años se ha vigorizado socialmente, sin embargo ha perdido o modificado su espiritualidad, por ello deben tomarse medidas que sin anquilosarla garanticen su salvaguarda y protección, para que ésta continúe siendo la fiesta que celebra la vida a través de agradecer a la tierra, a la lluvia y a los animas que la animan, los productos que las cosechas brindan y la visita de las muertos a sus familias.

Unesco, Proclamación de las Obras Maestras del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad, Unesco, 2006.

Páginas electrónicas  Diccionario de la Lengua Española, España, Real Academia Española, en http://www.rae.es/drae/.  Fernández Garza, Mauricio, Legislaturas LVI y LVII, 1994-2000, México, en http://www.diputados.gob.mx/cronica57/contenido/cont10/cultu1.htm.  Herrera Jiménez, Francisco, “Exposición de motivos”, en Gaceta Parlamentaria, núm. 3206-A-II, Legislatura LXI, México, 2011, en http://gaceta.diputados.gob.mx/Black/Gaceta/Anteriores/61/2011/feb/20 110222-A-II/Iniciativa-29.html.  Iniciativa de la Ley General de Protección al Patrimonio Inmaterial y Material de la Nación, en http://gaceta.diputados.gob.mx/Black/Gaceta/Anteriores/61/2011/  feb/20110222-A-II/Iniciativa-29.html.  Schroeder, Francisco A., Semántica Versus Ley Federal Sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artísticos e Históricos, en http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/2/730/51.pdf.

Bibliografía  Díaz-Berrio, Salvador, Protección y rehabilitación del patrimonio cultural urbano, México, UAM Xochimilco, 2007.  Echeverría Álvarez, Luis, Diario Oficial, México, 10 de agosto de 1972.  Olivé N., Julio César, Antropología mexicana, México, Colegio Mexicano de Antropología, 1999.

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Sociología   



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Ilusión, espacio y creación Claudia Paz Para comprender la muerte Elizabeth Guadalupe Rojas Los cementerios desde los deudos; Un recorrido por las estructuras mentales de la sociedad novohispana del siglo XVIII y sus implicaciones teológicas y económicas Gilberto González Ecumenismo en Tucumán Argentina, Accesibilidad a cementerios de diferentes credos, una santa judía: el culto de “Malka Saltz” Lucrecia Ana Zerda

México México

México

Argentina

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Ilusión, espacio y creación. Mtra. Claudia Paz Román. México

Historia de la muerte. Canta, lluvia, en la costa aún sin mar! César Vallejo. En el principio todas las criaturas Teníamos presencia incorporal en la mente de Alguien, incluso tú y yo. No había nada alrededor, todo era apariencia, espectro, ilusión; una piedra, un pino, un pecho para tocar, no existían. El corazón no tenía forma, La nariz era aire; las manos, cosas. Tú y yo estábamos solos. en la infinita soledad de Dios. Como un sueño Colgábamos de un deseo.

Foto 1 Pero alguien dijo: “Que haya luz” Y hubo luz.

El presente trabajo, es una reflexión en torno a la creación en tanto generadora de procesos subjetivos que se tornan tangibles a partir de los espacios funerarios, como oportunidad para la expresión individual o colectiva o de manifestaciones artísticas. Resalta y rescata la oportunidad del espacio real (facilitador en la construcción de un espacio imaginario y simbólico, fundamental en el proceso de pérdida y en la construcción y reconstrucción permanente) en la dinámica de la representación y significado de la muerte a lo largo de la vida. Los motivos funerarios nos brindan un espacio de contención, de intimidad y de creación al tiempo mismo. Siendo ilusión y ruptura ilusoria a la vez, el espacio, el cuerpo y la emoción se fundan armónicamente en una permisión única: un tiempo que se esculpe y se reescribe en cada visita; espacio paradójico en el que lo inasible toma forma; tiempo en el que, pareciera, culmina el guion de la existencia humana. Sin embargo, se permite el palimpsesto, la resignificación de las páginas ya escritas, la

Y apareciste tú. Entonces, mi cuerpo se encimó al tuyo, y comenzó la historia de la muerte.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. voluntad del otro que con la propia, se constituyen en un deseo mayor que abarca no sólo al otro y al propio sino al que ha de venir.

de este deseo, nos han nacido deseosos de vida, de prolongar aquel otro deseo.

Transgresión creativa en la que los vivos confluyen con los muertos y los por venir, y con las ideas de paz y de orden que sustentan la existencia. El ser humano, en tanto ser racional, se vislumbra más allá de la realidad finita y tangible que le habita, al imaginario sin fin, a partir no sólo de las posibilidades en tiempo presente sino, incluso, a partir del espíritu potencial, inexistente y hasta en ocasiones improbable: es decir, la necesidad de ser, que deviene no a causa de las condiciones preexistentes, sino a pesar de ellas. Tener un hijo, plantar un árbol, escribir un libro y morir está bien, es decir, asegurarse de no morir antes de morir, prever, contra la posibilidad de no ser ya más la extensión de la vida a partir de actos imperecederos, resguardarse del olvido, vencer a la muerte. No es el martillo, el clavo o la madera lo que nace a un mueble; primero es la necesidad y el deseo, luego el ímpetu por rebasar los límites y, al final, el artefacto, la satisfacción del propio egoísmo: así, la ilusión a partir de la necesidad de existir a pesar de la realidad perenne, moribunda desde el inicio, estertórea, plagada de negación. Entonces, la creación. El puente que sostendrá los pasos desde el vacío de lo que se es, hacia lo que se pretende: El sí divino, la línea ininterrumpida. La eternidad. ¿No es el espacio funerario la prolongación del deseo? El deseo del muerto que no acaba de morir, el deseo del vivo que no acaba de enterrar. ¿No vive el deseo mientras sobrevive la esencia? ¿No es la esencia de cada ser lo que se comparte en los genes? ¿No es entonces la propia muerte lo que se llora en los velorios? ¿No es acaso una ilusión dolorosa lo que nos mueve al llanto? La ilusión de la muerte, tan poderosa como para mover al ateo consumando a abrazar a Dios en el último momento, ¿no es lo que nos mueve a reconsiderar el espacio que habitamos, al vacío que nos habita? ¿No somos entonces más vacío que gente? ¿No es la negación del propio vacío la que nos mueve a llamarnos gente? Entonces, la Creación, la necesidad de reconocernos no en la capacidad de ser, sino en la necesidad de hacer; prolongar los conceptos espacio y tiempo hasta la idea de eternidad, esto es la posibilidad de no dejar de ser por la sola virtud de hacer. Pensemos entonces en la divinidad que, no conforme con ser, nos ha creado a partir de la necesidad de hacer y, preñadas, nuestras madres,

Foto 2. Imposible para dos objetos ocupar el mismo espacio en el mismo tiempo, dice la física, pero nos queda el recurso del movimiento, o lo que aquí se llama creación. La pura voluntad de ser, hacer y existir, pero no solos, sino crecidos por todo cuanto nos habita. Esto es: la necesidad de ser no solo martillo, clavo o madera, sino artefacto perfectible en cuanto a términos espaciales o temporales, en función de la única limítrofe posible: la eternidad, el incansable movimiento. Es en la ilusión del movimiento en el que el cuerpo puede descansar en paz. El cuerpo será guardado en un ataúd; en un féretro; en un cajón; en un espacio limitado de contención, en donde no muere, porque se guarda, porque su reposo será eterno. Porque habita en lo inhabitable, porque se desintegra pero el espacio asignado es la prueba de que sigue

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. habitando paradoja de lo inamovible, la quietud, la ausencia de movimiento el reposo absoluto en la ilusión de la permanencia en este mundo que aún compartimos con ellos, con nuestro muertos. Así guardamos a nuestros muertos en el cajón, o en una caja como la urna y podremos recurrir a ellos cuando lo requerimos, porque siempre estarán ahí. Nos despedimos de ellos a través del tacto y la mirada. Los tocamos, les damos su último beso, necesidad de contacto. Mostrados bajo un cristal, los miramos como vivos, platicamos con ellos, intentamos despedirnos por lo pronto y prometerles que luego nos encontraremos en algún lugar, que siendo tal vez inexistente, corroboramos su existencia por la posibilidad del encuentro. Así al cerrar la caja o al entrar al horno crematorio, intuimos que será un hasta luego, porque más pronto que tarde estaremos como ellos y serán los otros los que esperaran el encuentro, que perduraremos por los otros. Así como al nacer, nos conformamos a través de los otros. Mirada y contacto, fundamentales para poder existir, ahora al morir seguimos perdurando por ellos. La importancia de la otredad para la existencia y persistencia en esta vida. Aunque al final nos miren a través de ese objeto elegido para su reposo, no se mirará el objeto, ni se verá lo evidente como la inevitable desintegración paulatina de lo corpóreo. Sino que estaremos a través de la imaginación de los otros, extraña ilusión, siempre ahí, siempre al alcance. El espacio del querido difunto, nunca estará vacío, porque es imposible la intangibilidad de un cajón que alberga lo más preciado, como un espacio incapaz de albergar la nada. La inexistencia del vacío, siempre habrá la materia viva y transformada, no puede existir la idea de espacio sin cuerpo. En ello radica la importancia de la ocupación del espacio para el muerto. Necesitamos que tenga un lugar. El depósito que permite la distancia, que posibilita el vaivén afectivo. La ilusoria certeza de poder ir a visitarlo, porque habita en ese lugar.

Foto 3.

Enterrado o cremado, siempre en el imaginario ocupará un lugar, ya sea en la tierra, en el mar o en el aire, no se desintegrará jamás, servirá como algunos lo dicen como alimento para los peces, para otros, en la tierra, pero siempre en constante transformación, en movimiento perpetuo, en el reposo dinámico, en energía pura. Jamás habitara la nada porque es imposible pertenecer al vacío. La creación de un espacio funerario, es transgresora, porque en el habita lo que es imposible de habitar, es la paradoja tangible y la ruptura de la cotidianeidad, es la distancia, es ese otro lugar, que existe sólo en nuestra imaginación al que llegaremos algún día, espacio de vivos que alberga ilusiones. No espacio de muertos, que yacen en paz, en un descanso eterno, porque ningún vivo lo puede corroborar. Ilusión que apacigua el alma, el descanso eterno, después del cansancio de la dura realidad en la que habitamos todos los días. Ir al cementerio para algunos es relajante, es reconfortante. Como espacio transgresor, ha permitido la creación de obras artísticas, en las que se levantan las esculturas mirando hacia el cielo, de la tierra al cielo, se plasma la supuesta eternidad, el recuerdo, la ruptura con lo vivo, en la que no se alcanza a digerir la finitud que al parecer no es la inexistencia. La pertinencia de algunas reflexiones de John Locke, al respecto en el texto titulado Ensayo sobre el entendimiento humano.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. “El poder de la aniquilación prueba el vacío. Pero además, quienes afirman la imposibilidad de la existencia del espacio sin materia, no sólo están obligados a hacer infinito lo corpóreo, sino que también tienen que negar el poder de Dios de aniquilar cualquier porción de la materia. No habrá, supongo, quien niegue que Dios pueda poner fin a todo el movimiento en la materia, y fijar a todos los cuerpos del universo en una perfecta quietud y reposo, y mantenerlos así durante el tiempo que le plazca” (ibid: 156)

espacio corrobora la intangibilidad corpórea, la ausencia que permanece en la presencia del espacio y su significación, en la posibilidad de seguir habitándonos a través de los otros porque gracias a ellos nos pertenecemos. Al morir, el cuerpo esta carente de la solidez. La muerte en su ausencia de movimiento, va generando poco a poco la ocupación cada vez menor del espacio, espacio de reposo, espacio carente de movimiento, espacio de muerte. Ilusión. Así el cuerpo es guardado, especie de almacenamiento, en el que ocupará un lugar en el espacio, llámese ataúd, féretro, finalmente un cajón, que brindará contención. Espacio sin cuerpo, cuerpo existente por el espacio, por ser guardado en la ilusión de su existencia.

En este sentido, la creencia de un Dios, de una existencia más allá de lo corpóreo, o de la infinitud de lo corpóreo, resulta tranquilizadora para poder continuar viviendo y vivir sin la ausencia de los otros, puesto que llegará el reencuentro en ese otro lugar, en el lugar por lo pronto de la ilusión. El espacio del cementerio, es la ocupación del espacio sin cuerpo, es la ausencia sin vacío, es el recuerdo de nuestra propia muerte, al parecer, a través de las imágenes que nos ofrece, la indudable existencia de un ser supremo, porque sólo así podemos habitar sin un cuerpo, porque sino sería...“El poder de aniquilación prueba el vacío”. “…Y quienes disputan en pro o en contra del vacío confiesan de ese modo que tienen ideas distintas de lo vacío y de la plenitud, es decir, confiesan que tienen una idea de la extensión vacía de solidez, aunque nieguen su existencia; o bien disputan acerca de nada. Porque quienes tanto alteran el significado de las palabras como para llamar cuerpo a la extensión, y que, por consiguiente, hacen que la esencia toda del cuerpo no sea sino pura extensión, sin solidez, tendrán que hablar disparatadamente siempre que hablen del vacío, ya que es imposible que la extensión sea sin extensión. Porque el vacío, independientemente de que afirmemos o neguemos su existencia, significa espacio sin cuerpo, y cuya existencia misma nadie puede negar como posible, si no quiere hacer infinita la materia, y privar a Dios del poder de aniquilar cualquier partícula de ella” (Ibid: 156, 157)

Foto 4.

“Porque es evidente que el espacio que estaba ocupado por las porciones del cuerpo aniquilado permanecerá aún, y que será un espacio sin cuerpo. Ya que, como los cuerpos circunambientes están en reposo perfecto, constituyen una muralla de adamante, y en ese estado hacen completamente imposible que otro cuerpo ocupe aquel espacio”. (Ibid: 156)

“…Y en ese caso sería tan absurdo preguntar si hay espacio sin cuerpo, como preguntar si habría un espacio sin espacio, o un cuerpo sin cuerpo; porque no sería sino nombres diferentes de la misma idea”. (Ibid: 158) Después de un cuarto de hora, éste subió con el cochero y uno de los lacayos al piso de arriba. Llamaron a la puerta, pero no hubo respuesta. Llamaron a voces. Todo estaba en calma. Finalmente, después de intentar forzar la puerta e vano, subieron al tejado y se dejaron caer al balcón. Las ventanas cedieron fácilmente; sus pestillos eran viejos. Cuando entraron, descubrieron colgado en la pared un retrato espléndido de su señor como le habían visto la última vez, en toda la maravilla de su exquisita juventud y belleza. En el suelo yacía un hombre muerto, con traje

El cajón, o la caja, referida con anterioridad, sólo alberga al ser único, porque sólo él ocupa ese espacio, especie de privilegio en tanto ocupación de un espacio de trasgresión cotidiana al evidenciar su infinitud en su ocupación misma. Imposible ocupar dos lugares a la vez o que dos cuerpos ocupen el mismo espacio. El espacio, el tiempo y el movimiento nos conforman en la existencia real y tangible, ¿también será posible al morir? El 172

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. de etiqueta, con un cuchillo en el corazón. Estaba marchito, arrugado y era repugnante a la vista. Hasta que no examinaron sus anillos no reconocieron quién era. (Fragmento de la novela El Retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde)

Bibliografía – Homero, Aridjis, Ojos de otro mirar, México, Fondo de Cultura Económico, 2002. – John, Locke, Ensayo sobre el entendimiento humano, México, Fondo de Cultura Económico, 2013. – Oscar, Wilde, El Retrato de Dorian Gray, España, Narrativa, 2003.

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Para comprender la muerte Elizabeth de Guadalupe Rojas Elena México

Introducción El presente trabajo destaca dos dimensiones en la construcción de sentidos con respecto a la muerte. Una dimensión social que deviene del campo simbólico de la cultura, como un sistema compartido de símbolos y significados. Desde la antropología se presenta como uno de los principales 1 exponentes a CliffordGeertz , quien puso atención a los símbolos públicos como vehículos de significación, consideró que son los elementos fundamentales para comprender la cultura, marcando que el hecho individual de interpretar los símbolos no debe entenderse como que cada uno de nosotros define los símbolos de manera idiosincrática, sino que debe haber significados más o menos generales acerca del mundo, que delimitan lo que los actores sociales sienten y piensan. De esta manera sería posible entender que la creación colectiva y el uso de los símbolos son el núcleo de la vida social; y alrededor de su noción de ethos, circunscribe el campo simbólico que lega una sociedad a sus descendientes. El concepto de cultura planteado remite más a un sistema de símbolos y significados que se genera en la acción de los sujetos. La cultura como eje clave en la antropología, permite dar sentido a lo que nos rodea y está constituida por un conjunto de valores, creencias, costumbres y tradiciones a través de las cuales un determinado colectivo o grupo entiende el mundo, construye su cosmovisión y conforma sus prácticas sociales. Las diversas concepciones sobre la muerte provenientes de una cultura delimitan el espacio simbólico que sostiene los discursos, las miradas sociales, las construcciones de sentido de los sujetos, definiendo lugares sociales para la muerte, los muertos y quienes los sobreviven. De este modo, podemos decir que la experiencia que se tenga en relación a la muerte se construye de los imaginarios provenientes de las diferentes tramas de la vida social. y que esos sentidos son universales para todos los miembros de una comunidad. Aunque pueden variar a lo largo del tiempo, de una sociedad a otra y, dentro de una misma sociedad, de un grupo a otro. Estos significados se cristalizan en los ámbitos religioso, familiar, social, cultural e histórico y se manifiestan desde el miedo a la muerte, tan

Imagen 1. El Altar de Muertos. Muestra algunos de los símbolos tradicionales usados en la celebración de la festividad de “Los Fieles Difuntos” en una comunidad de la mixteca oaxaqueña. Fuente: Archivo de Abel Rojas Ríos Santo Domingo (Rojas Ríos), Tonalá, Oaxaca. 2

Las teorizaciones de Víctor Turner se centran en la idea de que los símbolos son operadores de cultura. Uno de los aspectos centrales es el ritual, que como ceremonia solemne hace circular entre los participantes, significados profundos que actualizan el sentido de comunidad. Para este autor, todo ritual está inmerso en una conducta simbólica y esta conducta está pautada en el tiempo. Pero no existe tiempo sin espacio puesto que ambos elementos forman una unidad y desde ella,se desarrolla y se forma el mismo. Plantea dos tipos de símbolos, los símbolos dominantes y los símbolos instrumentales. El sujeto es quien dota de significado a los objetos simbólicos, los cuales pueden ser activados mediante una conducta simbólica. Algunos objetos tienen la capacidad de ser símbolos dominantes por sí mismos. Mientras que la conducta simbólica puede realizarse 2

1 Clifford Geertz, La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa, 2005, pp.18 y 19.

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Víctor Turner, La selva de los símbolos, Madrid, Siglo XXI, 1980, pp. 21 y 22.

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los proyectos individuales y colectivos constituyen una dimensión central de la subjetividad que genera cauces o limitaciones en las direcciones del desarrollo social. En el ámbito del sujeto, las construcciones de sentido constituyen sistemas de orientaciones y valores que expresan la síntesis de sus necesidades y aspiraciones esenciales proyectadas en los contextos y escenarios imaginados y reales de su realización personal, de acuerdo a la posibilidad de reconstruir la experiencia pasada y su actualización con los recursos de dar significado para su transformación y desarrollo. La integración de lo objetivo con lo subjetivo se realiza en la relación que se establece entre lo imaginario y el campo social. Uno de los aspectos más poderosos de la noción de imaginario social es que se introduce objetivamente en las significaciones imaginarias, en las prácticas sociales y se construye subjetivamente, dado que refiere a las disposiciones socialmente generadas que funcionan en la práctica como principios de significación organizadores de la acción. Es decir, lo imaginario social define un orden simbólico que se objetiva en una forma de pensar o en una práctica determinada. Por lo tanto, la constitución de la realidad no es algo que se realice en el vacío; lo imaginario social corporiza sus orígenes sociales, ya que se refiere a un fenómeno colectivo que refleja los ajustes históricos de un grupo o una sociedad. De tal manera, que estos principios organizadores hacen que lo sujetos tengan un mundo del sentido común, un mundo social que parece objetivo. La construcción que el sujeto hace de su mundo involucra 4 aspectos reales, simbólicos e imaginarios. De acuerdo con José Perrés, estos elementos atraviesan al sujeto en su proceso de socialización e incorporación a la cultura y señala que:

La dimensión colectiva en el estudio de la muerte La dimensión colectiva está definida por los procesos de significación que permiten al sujeto crear experiencia. El punto de partida en el proceso de construcción de sentido es la relación con el mundo externo al sujeto, la relación con otros sujetos y con el campo simbólico de la cultura que hace posible la comprensión del mundo; proceso a través del cual se intenta dar respuesta al porqué, el cómo y el cuándo de la muerte. De acuerdo con Margarita Baz: …subjetividad colectiva se refiere a aquellos procesos de creación de sentido instituidos y sostenidos por formaciones colectivas. Esto apunta al cómo vamos siendo sujetos en un devenir histórico surcado por aconteceres grupales e institucionales y remite a una convergencia tensa de procesos heterogéneos, marcados por ritmos, densidades y temporalidades diversas que hacen historia desde la potencialidad deseante, ese apasionado acto que busca colmar, inútilmente una ausencia... La creación de sentido, la esencia misma de la subjetividad se produce desde la regulación simbólica pero a su vez la desborda... La experiencia que sólo puede concebirse como un proceso mediado por el aparato simbólico. 3

…a partir inicialmente de su entrada al mundo de la familia y el lenguaje, que constituyen ya para él la sociedad. Todo ello depende del registro psíquico como base, aunque éste no podría sostenerse, tal vez ni siquiera existir, si no fuera por el nivel de socialización.

En este plano destaca como elemento fundamental el abordaje de lo social. Existen condiciones socio-históricas e ideológicas que como sistemas de valores y creencias pudieran ser la fuente que alimenta la creación de imaginarios sociales de la vida y de la muerte. Remite a un entramado que produce maneras de comprender y de relacionarse con la realidad, esto es, se integran una diversidad de visiones del mundo saberes y prácticas

Por otra parte, la subjetividad individual (que obra en el pensar, sentir y actuar de cada sujeto) tiene una potencialidad transformadora que puede aportar al cambio social, en la cual juegan la intencionalidad y la incertidumbre. La subjetividad se construye y se expresa como expectativas, deseos, necesidades, miedos, temores, angustias, etc. que se relacionan con la situación social para formar sentidos de vida de los sujetos, en donde 3 Margarita Baz, “La dimensión de lo colectivo: reflexiones en torno a la noción de subjetividad en la psicología social”, en Isabel Jáidar Matalobos (comp.), Tras las huellas de la subjetividad, México, UAM-X, CSH, 200, p. 144.

4José Perrés, La categoría de subjetividad, sus aporías y encrucijadas. Apuntes para una reflexión teórico-epistemológica, en Isabel Jáidar Matalobos (comp.), Tras las Huellas de la Subjetividad, México, UAM-X, 2003, p. 113.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. sociales. Emmánuel Lizcano presenta un planteamiento muy interesante acerca del impacto de lo imaginario en el orden social al plantear que lo imaginario también es un elemento de cohesión, en tanto construye identidades y articula unidades culturales coherentes. Comenta: A su modo de actividad se le ha aludido como ebullición, manantial, torrente, raíz común o agitación subterránea. En cualquier caso, lo imaginario es antes actividad que acto, verbo que sustantivo, potencia que dominio, presencia que representación, calor que frío, antes líquido o gas que sólido o solidificado. 5

Es importante destacar una de las características más importantes de lo imaginario social que es su capacidad de generar acciones. Se convierte en tomas de posición en virtud de las fuerzas que actúan en el campo social. Dichas tomas de posición se manifiestan como significaciones imaginarias, es decir, los sentidos que se adjudican a la vida individual y colectiva teniendo como marco las instituciones en las cuales se producen. Emmánuel Lizcano incorpora una categoría de lo imaginario como colectivo. Para este autor lo imaginario es un potente aparato teórico-metodológico que da cuenta de la crucial influencia de factores sociales, culturales y afectivos. Cada imaginario marca un cerco pero también abre posibilidades, se registra como imágenes, percepciones, caminos y como todos los modos de poder ser. Siguiendo a este autor, lo imaginario produce formas determinadas que hacen habitable el mundo de los sujetos, y cuenta con dos dimensiones: lo instituyente que refiere al anhelo de cambio radical, la creación de instituciones y significaciones recién creadas, y lo instituido referente a tradiciones, creencias, hábitos y prejuicios. En relación a la muerte, el mundo de los valores y las creencias se encuentra fuertemente dominado por la religión; funciona como dinamizador del proceso de duelo llevado a cabo ante la muerte del otro, así como también permea la dinámica social en las celebraciones de la muerte, acontecidas en nuestro país en el mes de noviembre, mezcladas en un ambiente intercultural.

Imagen 2. Hacia el panteón. Ilustra la participación colectiva en el rito del entierro. Fuente: Archivo de Rojas Ríos.

Lo singular en la muerte De forma paralela, la muerte también remite a una dimensión individual, que trastoca al sujeto en su estatuto primigenio de identidad, en tanto que la muerte es pérdida aparente de un vínculo. Contrapone al sujeto, en un primer momento, con su soledad; evento desestructurante que lo convoca a la reorganización de su propia existencia y a la recuperación de los referentes psíquicos que le proporcionaba el otro desde el vínculo. El vínculo configura una estructura dinámica en continuo movimiento que funciona accionada por motivaciones psicológicas, resultando de ello una determinada conducta que tiende a repetirse tanto en la relación interna como en la relación externa con el objeto. El vínculo siempre es social. Esto es, la muerte del otro que tiene parte en la memoria de nuestra vida, orienta el proceso de duelo en un mundo de creencias, símbolos y significados culturales sobre la muerte. La muerte interviene el vínculo entre el sujeto que sobrevive y el que muere, desde lo más profundo de la existencia de los sujetos, dado que el vínculo representa una función crucial en la constitución de un individuo en Sujeto propiamente humano; de su incorporación al universo simbólico de la cultura. Su carácter es siempre social y ocurre a partir de la relación con el otro, su semejante.

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Emmánuel Lizcano, Imaginario Colectivo y Análisis Metafórico, Conferencia magistral, en Primer Congreso Internacional de Estudios sobre Imaginario y Horizontes Culturales, Cuernavaca, Morelos, mayo 2003.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Esa relación intersubjetiva sostiene a cada sujeto desde lo más primitivo de su constitución humana. La transformación del individuo en Sujeto sólo es posible a través del reconocimiento del otro como Sujeto y la relación entre sujetos hace posible la construcción de la vida social. El otro es el fundamento de la relación social. Es a partir de que hay un “otro” que el individuo se puede ubicar como “yo”; al mismo tiempo que ese otro se ubica frente al individuo de igual manera. Es el otro que devuelve la existencia propia y que a partir de su reconocimiento se hace posible la diferenciación del ser, paso a la individuación y por consiguiente el surgimiento del Sujeto como tal. Igor Caruso señala que: …la autonomía de la persona nacida sólo la garantiza la referencia a otras personas. Esta autonomía de la persona significa que vacila ciertamente en existir por fuerza extraña pero tiene el derecho de ser socializada, que puede aspirar a ser un individuo independiente por su propio origen... superar esta honda dependencia y hacerla cesar en el valor absoluto de la existencia humana. 6

El vínculo siempre es social. De acuerdo con Enrique Pichon Riviére:

Imagen 3. Zoé Samanta Rojas Elena, “La cultura a través de la muerte”. Significa el apoyo y la unión tanto familiar como comunitaria, que se dan por la pérdida de un ser querido. Además, la ideología que predomina en los sujetos acerca del difunto, es decir hacia dónde se va, si al cielo o al infierno, por eso también se realizan rezos para pedir por la salvación del alma. Y por supuesto, representa los sentimientos de tristeza, de miedo, de angustia por lo que pasará en la vida cotidiana ya afectada por el terrible suceso.

…no existen relaciones impersonales ya que el vínculo de dos se establece siempre en función de otros vínculos históricamente condicionados en el sujeto y que acumulados en él constituyen o que llamamos el inconsciente. 7

El inconsciente está constituido por una serie de pautas de conducta acumuladas en relaciones de vínculos y roles que el sujeto desempeña frente a determinados sujetos. Cuando deposita sobre otro sujeto mediante el mecanismo de desplazamiento o de proyección un determinado objeto interno, establece con él un vínculo ficticio, como el transferencial donde el analista llega a tener características de una figura anterior. A través de la transferencia se puede revivir el vínculo primitivo que el sujeto tiene con sus objetos primarios de su primera época de vida.

Cuando adviene la muerte de un ser querido, el vínculo es movido violentamente, entonces el evento de la muerte es vivido como amenazante del vínculo y por lo tanto de la identidad. Por ello, la muerte plantea el reto de transformar el vínculo existente con la persona viva; esto es, el vínculo no desaparece, inaugura una fase de transformación a través de los significados que circulan en la memoria colectiva que colocan a cada sujeto en una estructura, sea familia o cultura (por ejemplo, ante la muerte de los padres se actualizan los significados sociales adjudicados para esas figuras), además se lleva a cabo la recreación de las experiencias personales del sujeto con ellos a lo largo de su vida tratando de dar sentido a lo incomprensible de la muerte. De tal manera que, reestructurar el vínculo plantea nuevos espacios de existencia, deposibilidad de encuentro, de modos de mutualidad, tramitación de conflictos, aprendizaje, complejización e historización de la relación, de transformación y sostenimiento múltiple de una subjetividad sacudida por la muerte. Para comprender la dinámica del psiquismo, sintéticamente se puede decir que la identificación, desde la perspectiva psicoanalítica, se

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Igor Caruso, Narcisismo y Socialización. Fundamentos psicogenéticos de la conducta social, México, Siglo XXI, 1984, p. 27. 7 Enrique Pichón Rivière, Teoría del vínculo, Buenos Aires, Nueva Visión, 2000, p. 49.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. despliega desde un lugar con el cual el sujeto se identifica y un lugar desde donde se identifica. Primero, se trata de un proceso de orden imaginario tiene que ver con el Yo Ideal, que refiere a que el sujeto establece una relación libidinal con su imagen, resultando una primera unificación, libidinalmente investida. En esta identificación primaria el sujeto, se ve, se reconoce, allí donde no está, en esa imagen. El reconocimiento de esa imagen le permite construir elementos de permanencia, de identidad. Sin embargo, ese logro tiene su contraparte en tanto que el sujeto queda cristalizado en una imagen de sí mismo, que desde sus inicios proviene del Otro, ante la muerte teme perder esa unidad y correr el riesgo de volver a precipitarse en una fragmentación. A partir de allí y sobre este sostén se irán articulando las ulteriores identificaciones. Segundo, un proceso de orden simbólico relacionado con lo que se conoce como Ideal del Yo. Este Ideal del Yo hace alusión a que esta identificación primaria ocurre en un mundo cultural y simbólico. Es decir que el sujeto nace en una trama de significaciones delimitadas por lugares sociales como la familia Podríamos pensar que la subjetividad refiere a una diversidad de procesos que constituyen la realidad psíquica del sujeto. En donde, la intervención de los otros en la construcción subjetiva, destaca su carácter social. Corresponde a los procesos, a través de los cuales, el sujeto construye la realidad de sí mismo y de lo que le rodea, a partir de la interiorización de lo externo; al ser interiorizado, significa y resignifica esa realidad. Y es importante tener en cuenta que dicha significación se produce a partir de lo que socialmente circula como imaginarios de una realidad que es social y cómo la operación psicológica a partir de la cual el sujeto la hace suya, la incorpora, se relaciona con los mecanismos de identificación. De ahí que en los procesos relacionados con la muerte, el papel de las identificaciones es crucial para la reconstitución del sujeto que ha perdido un ser querido, la importancia del deseo por mantenerlo vivo en la memoria de quienes conocieron a la persona fallecida y los vínculos mantenidos en vida, transferencialmente actualizan las identificaciones primarias, como elementos subjetivos que permiten procesar y organizar la vida después de la muerte, a través de la relación con los otros.

depende qué tipo de objetivos se vuelven visibles y qué posibilidades quedan descartadas. Dicha óptica no es del todo azarosa, tiene un toque de arbitrariedad dado que está atravesada por la propia imagen que se tiene de uno mismo, por la propia representación de la realidad en términos sociales, políticos y culturales. La investigación de carácter cualitativo puede pensarse, considero, como formas de narrar una parte de nuestra historia, en una constelación de trayectos desde donde venimos y de proyectos acerca de lo que quisiéramos ser. Investigar es construir una perspectiva a partir de la recuperación de memoria e imaginación y conlleva producir una narración en un tiempo histórico donde la fugacidad de la vida individual se inserta en la permanencia de un orden colectivo. De acuerdo con Rojas Soriano: La investigación social es un proceso en el que se vinculan diferentes niveles de abstracción, se cumplen determinados principios metodológicos y se cubren diversas etapas lógicamente articuladas, apoyado –dicho proceso- en teorías, métodos, técnicas e instrumentos adecuados y precisos para poder alcanzar un conocimiento objetivo, es decir verdadero sobre determinados procesos o hechos sociales. 8

Sin embargo, la objetividad a que refiere la definición anterior se ve trastocada cuando se habla del estudio de la subjetividad, dado que el estudioso de la realidad social proviene por sí mismo de esa realidad y de una institución y/o grupo, los cuales imponen determinadas características a su práctica, mismas que se manifiestan en la selección de los problemas de investigación, del marco teórico y de los métodos y técnicas que utiliza, así como el análisis e interpretación de los resultados y el tipo de abordaje propuesto. Otra de las cuestiones importantes se centra en la naturaleza de la realidad que se plantea y en el modo que emerge de esta concepción para su conocimiento; ambas estructuran y son estructuradas en la práctica científica. Esta realidad no parece ser algo que la ciencia captura o descubre, sino más bien algo que se construye conceptualmente, dado que podemos partir de que la realidad social, lejos de constituir una entidad dada “desde fuera”, es una entidad que se construye relacionalmente. La realidad parte de la intervención de factores y actores sociales dada la insuficiencia causal de la experiencia humana. Surge el problema del significado que no reside en el ámbito de referencia que apela a una realidad exterior, ni en una situación que procura

Observando la muerte Con la finalidad de exponer los referentes metodológicos que orientan la investigación que sostiene la escritura del presente texto se presentan los principales aspectos de las metodologías cualitativas, así como aquellas nociones que constituyen los ejes en los cuales se fundamenta el análisis del material de campo. Parto de la idea de que toda perspectiva se construye a partir de una mirada determinada, de ahí

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Raúl Rojas Soriano, Guía para realizar investigaciones sociales, México; UNAM-Plaza y Valdés, 1995, p. 25.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. la objetivación teórica, sino en un ámbito más amplio que es el sociocultural. La investigación científica implica también la construcción de sentido. Queda descrita como un lugar de encuentro en la que hechos, teorías, disciplinas, actores y sociedad están articulados mediante un proceso dialéctico. El fenómeno escapa a las categorías usuales: el objeto y el método. Se trata de que la vivencia de los sujetos se convierte en el objeto y el lugar obligado de análisis. El método experimental que opera por vía de tratamiento a distancia objetivante y reducción del acontecimiento a una serie de variables factuales, se encuentra fuera de la posibilidad de funcionar a continuación de la hipótesis heurística de la investigación cualitativa, según la cual el observador es participante, el acontecimiento no es experimental, es decir programable en un campo de referencia situado fuera, sino experiencial. La narración constituye una dimensión que puede ser considerada desde la mirada antropológica para comprender las construcciones de sentido en un determinado proceso social. Desde lo actual, tiempo en que emerge la narrativa, juega la memoria, la cual reconfigura permanentemente las visiones del pasado y del futuro. No obstante, eso actual, el presente representa el lugar de concreción de los significados en las prácticas sociales. La narración es una forma de comunicación que incorpora diferentes campos de comprensión. Para Héctor Muñoz:

…sabíamos que mi mamá no nos iba a durar mucho, pero nunca estás preparada para la muerte de tu mamá, a lo mejor lo piensas pero no sabes lo que duele hasta que te pasa.

La muerte, por más que sea aparentemente concientizada y esperada, representa un hecho desconocido e incomprensible, que convoca a buscar en los significados sociales aquéllos elementos que posibiliten su asimilación cognitiva y emocional. Comprender la muerte requiere de diferentes elementos rituales que actualicen los símbolos y significados otorgados a la muerte. Entre éstos, el velorio, el entierro o la cremación y los rosarios subsiguientes brindan la posibilidad de encontrar sentido a la pérdida, que en el caso particular de la pérdida de la madre, remite a un fuerte sentimiento de soledad, posiblemente de desamparo. Dejar de tener el consuelo del que se gozaba en la infancia, en un vínculo que define los roles en la estructura familiar y social, de hijos y padres. El proceso de duelo comienza, tal vez, cuando se acepta la idea de que la persona enferma puede morir. Entonces comienza la reconstrucción de la vida de esa persona en relación con los episodios vividos con sus seres queridos, se recuerdan una y otra vez, las cosas que hacía o decía cuando todavía contaba con salud y funcionalidad para realizar sus actividades cotidianas. Me decía otra de sus hijas, durante el velorio: “antes de que se enfermara le gustaba regar sus plantas y se iba al mercado o con sus amigas de la iglesia”. Las creencias propias de la familia definen la forma en que ha de llevarse a cabo el velorio y los servicios funerarios en general. Los principios religiosos que rigen sus vidas, orientan también sus acciones frente a la muerte. La cremación o el entierro, los rezos y cánticos durante la velación, las flores, las velas, el café y la comida para agradecer a quienes acompañan a la familia y comparten su dolor. El día en que “Doña Juanita” falleció, estaba en su casa con sus hijos, muy temprano por la mañana. La funeraria la recogió media hora después para preparar el cuerpo. Se decidió que fuera velada en casa de una de sus hijas. Se preparó comida y suficiente café para esperar a los miembros de la familia, vecinos y demás conocidos. El patio de la casa es muy grande y se dispusieron sillas en toda su extensión, mientras la sala de la casa se dispuso para colocar el ataúd al frente de un grupo de sillas. En la cabecera del ataúd se levantó un altar, compuesto por un crucifijo grande en la parte central, floreros y velas. Fueron traídas diversas fotos de la fallecida que se colocaron en uno de los libreros cercanos. La familia se reunió en esa casa para esperar la llegada del ataúd. La hija mayor, dueña de la casa, dirigía las acciones de los hermanos. Por un momento se sentó y me dijo: “ya mero llega mi madre”, expresando

Conocimientos, sentimientos, informaciones y razonamientos deben articularse en torno de hilos de sentido que, por un lado, establezcan una secuencia en el desarrollo identitario y lingüístico, a partir de las representaciones individuales y colectivas. Y por otro, que identifiquen elementos para juzgar el grado de cumplimiento de expectativas o la imposibilidad de logro. 9

A continuación presento una de las narrativas sobre los acontecimientos observados en relación a un fallecimiento en uno de los escenarios correspondientes a los ritos realizados en el ámbito de la familia. El día 17 de agosto del 2012, falleció en la Ciudad de México, la señora “Juanita”, querida en su comunidad y amada por los miembros de la familia que le sobreviven, cinco hijos y nueve nietos. “Doña Juanita”, como cariñosamente le llamaban las personas que la conocían, contaba con 79 años de edad y había pasado por un periodo más o menos largo con una enfermedad terminal. Una de sus hijas comenta: 9

Profesor-investigador de la UAM-Iztapalapa. El doctor Muñoz realiza investigación con comunidades indígenas desde una perspectiva sociolingüística, a través de entrevistas autobiográficas e historias de vida. Emplea la narrativa autobiográfica como metodología de análisis cualitativo, desde diferentes niveles de reflexividad. Véase en Héctor Muñoz Cruz, “Niveles y tópicos de reflexividad sociolingüística a través de autobiografías”, en Revista Signos Lingüísticos 3, vol. II, enero-junio, México, UAM-I, 2006, p. 79.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. paradójicamente la presencia de la madre, como si esperara su llegada por su propio pié. Ante la muerte del ser querido, se entrelazan los anhelos de que siga viva la persona con el sentimiento de desconcierto producido por la idea de extrañeza, me dice su hija: “todavía no lo puedo creer, apenas el jueves hablé con ella, caminó y hablé con ella”. El féretro llega alrededor de las dos de la tarde. Los miembros de la familia, quienes a excepción de los niños visten de negro, se colocan alrededor de la carroza para recibirlo. Lo colocan dentro de la casa, abierto para que quien así lo decida, pueda ver a la señora; van pasando a verla cada uno de los hijos y nietos. Algunos de ellos se acercan a verla constantemente durante todo el tiempo que duró el velorio. Los valores culturales relacionados con el género emergen para delimitar las funciones de cada uno de los sujetos participantes; entonces los nietos varones ayudan a cargar el ataúd hasta su lugar en la sala de la casa. Pasada cerca de media hora, las mujeres comienzan a ofrecer la comida a los presentes. Circulan platos con arroz, chicharrón en salsa, cestos con tortillas, frijoles y agua fresca. Vida y muerte se encuentran constantemente, los discursos y las acciones de los asistentes parecen empeñarse en entrelazarlas. Los asistentes al velorio hasta ese momento, comen frente al ataúd, colocando sus platos en la silla de al lado o entre las piernas, en una secuencia que une el dolor por la muerte con la necesidad de comer para mantener la vida de quienes no han muerto. La tradición y las costumbres lo marcan de esa manera. Cuando terminan de comer, empieza el primer rosario con el cuerpo presente. De ahí en adelante, los rosarios son consecutivos, no cesan. Alrededor de las siete y media de la noche asiste el padre de la parroquia, a donde Doña Juanita solía ir, para efectuar una misa. Transcurrida la misa, los rosarios y los cantos prosiguen. Hasta muy entrada la madrugada, empiezan a quedarse solos los miembros de la familia. Algunos de ellos se recuestan unas horas. Mientras los hijos, principalmente la hija mayor se resiste a dejar la sala de velación. Me dice:

morada. El llanto no se hace esperar, la angustia y la desesperación aparecen en una escena por demás dramática, ya que estos sentimientos habían sido contenidos por la presencia aún del cuerpo. Saber que la madre murió les representó uno de los dolores más grandes de sus vidas, según refieren los hijos, sin embargo, tener el féretro presente en la casa produce el efecto de sentir todavía la presencia de la madre. La llegada de la carroza y la salida del ataúd significa un adiós definitivo, la idea de no volverla a ver cobra una realidad incuestionable que desborda el sufrimiento. De este modo, a manera de conclusión podemos decir que la muerte como objeto de estudio convoca a la reflexión filosófica y a la discusión teórica, pero también es acontecimiento, es el límite que la existencia humana generalmente no logra comprender. Conducido por un proceso biológico, la muerte es un hecho cultural, dotado de significados que se transmiten de generación en generación. Como parte de lo humano, la muerte se simboliza y representa uno de los primeros indicios de civilización. Hay que recordar que ya el hombre de Neanderthal generó ritos funerarios primitivos, en un intento por comprender su finitud, otorgando un lugar para sus muertos. Los rituales de la muerte organizan para los vivos, el sentimiento de aniquilamiento que deja la pérdida de un ser amado. El acompañamiento de los otros, ayuda a elaborar la angustia experimentada y devuelve al difunto su lugar en la cultura. Los funerales significan la convivencia de la mortalidad y la inmortalidad, dada la capacidad del ser humano de crear memoria de lo vivido. La muerte, entonces, es un suceso social y cultural

Bibliografía 

…cómo me podría acostar si es la última noche que le doy a mi madre, llevamos varias semanas turnándonos las noches para cuidarla, pero esto es lo último ya, no me puedo dormir.

Transcurre la noche, por la mañana comienzan a incorporarse poco a poco los que sí durmieron un poco. El atole y el pan están listos en la cocina y son repartidos. Les espera una mañana difícil, pues lo que sigue es la salida del féretro y los asistentes hacia el panteón, donde Doña Juanita será sepultada, como lo dicta la costumbre de la familia. Cerca de las doce del día, llega la carroza que habrá de conducir a la señora hasta su última 180

Baz y Téllez, Margarita, “La dimensión de lo colectivo: reflexiones en torno a la noción de subjetividad en la psicología social”, en Isabel, Jáidar Matalobos (comp.), Tras las huellas de la subjetividad, México, UAM-X, CSH, 2003. – Caruso, Igor, Narcisismo y socialización. Fundamentos psicogenéticos de la conducta social, México, Siglo XXI, 1987. – Geertz, Clifford, La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa, 2005. – Lizcano, Emmánuel, Imaginario colectivo y análisis metafórico, Conferencia magistral, en Primer Congreso Internacional de Estudios sobre Imaginario y Horizontes culturales, México, Universidad Autónoma del Estado de Morelos, mayo de 2003. – Muñoz Cruz, Héctor, “Niveles y tópicos de reflexividad sociolingüística a través de autobiografías”, en Revista Signos Lingüísticos 3, vol. II, enero-junio, México, UAM-I, 2006.

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Perrés, José, “La categoría de subjetividad, sus aporías y encrucijadas. Apuntes para una reflexión teórico-epistemológica”, en Isabel, Jáidar Matalobos (comp.), Tras las huellas de la subjetividad, México, UAM-X, CSH, 2003. Pichón Rivière, Enrique, Teoría del vínculo, Buenos Aires, Nueva Visión, 2000. Rojas Soriano, Raúl, Guía para realizar investigaciones sociales, México, UNAM-Plaza y Valdés, 1995. Turner, Víctor, La selva de los símbolos, Madrid, Siglo XXI, 1980.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. España, la concepción de la muerte es un tema desgastado y bien conocido, pero para la joven sociedad americana y para el gran universo indígena, la concepción de la muerte es algo vivo, lleno de actualidad y fuerza que dará un tinte más intenso a nuestra historia. Las tradiciones europeas dominaran el contexto de la muerte y poco a poco se integrarán añadiduras del nuevo mundo construyendo una cosmovisión más afianzada en la sociedad creciente. Dejaremos el sinuoso siglo XVI y el formativo siglo XVII para entretejer los frutos de las doctrinas religiosas de la sociedad novohispana del siglo XVIII. Los concilios de Trento y los concilios provinciales mexicanos, agregarán junto al derecho canónico, los criterios que delinearán el comportamiento de la sociedad novohispana en el contexto religioso. Para el siglo XVIII la sociedad novohispana ya educada en la fe, encontrará una serie de tropiezos al intentar dar seguimiento a la voluntad de sus deudos y vivirá verdaderos viacrucis para llegar a los camposantos. El quehacer parroquial exhaustivo y el desinterés de algunos clérigos y ministros, provocarán fuertes enfrentamientos y grandes dudas sobre el destino y causa de sus muertos. Su última voluntad y los servicios pagados a las oficinas parroquiales, los harán pensar en la veracidad de la caridad religiosa hacia las almas que han partido, y los beneficios religiosos que dejaron de entregarse, apartarán de forma importante a las familias que vivieron estas contrariedades. Más sin embargo, el poder de la Iglesia se mostrará siempre presente y los casos documentados de testimonios por abandono y falta de piedad quedarán sepultados en los archivos del provisorato arzobispal y el anonimato de las causas se perderá en los cementerios. Más tarde el poder civil, a través del ejercicio público, arrancará los camposantos de la administración eclesiástica, dejando a los deudos con sus muertos en los brazos. Los antiguos cementerios de parroquias y conventos ya saturados de entierros y llenos de enfermedades, vislumbrarán el final de su decadencia por las reformas publicadas por la real cédula del rey Carlos III de España, dada el 3 de abril de 1787 y su total extinción 72 años más tarde con las leyes de secularización de cementerios en México, promulgada por el Lic. Benito Juárez, el 31 de julio de 1859.

Los Cementerios desde los Deudos Un recorrido por las estructuras mentales de la sociedad novohispana del siglo XVIII y sus implicaciones teológicas y económicas Gilberto González Merlo México

Introducción El mundo novohispano representó el laboratorio perfecto para la religión católica donde fueron ensayados distintos métodos de evangelización, pretendiendo convertir a la religión católica a miles de indígenas y al mismo tiempo, mejorar las condiciones de muchos peninsulares aventurados en las compañías del nuevo mundo. La empresa no fue sencilla y se requirió de toda la fuerza religiosa. El clero secular y el clero regular compartieron la gran misión evangelizadora. La mayor parte de las órdenes mendicantes asistieron al compromiso, franciscanos, dominicos y agustinos iniciaron la tarea en el lejano siglo XVI. Más tarde otras órdenes religiosas como carmelitas, dieguiños, mercedarios y jesuitas se unirán a ellos. Su misión será la atención de los “naturales” comunidades y pueblos indígenas alejados de Dios y desprovistos de doctrina y servicios religiosos. El clero secular por su parte será el encargado de dotar de servicios religiosos y doctrina a los españoles peninsulares y a los criollos novohispanos. Esta será la primera distinción que la iglesia novohispana utilizará para dividir a los neocatecúmenos y a los peninsulares ya bautizados que compartirán en un mismo espacio eclesial, dos estancias distintas. Una vez puesto en marcha el plan evangelizador, las concentraciones de indios serán el paso a seguir para las órdenes religiosas, continuando con actividades de enseñanza en la doctrina, oficios y una transformación lenta pero definitiva de su cosmovisión. Pero para el clero secular, el trabajo pastoral y la tarea de continuidad ya estaba retrasada. La actividad parroquial ya demandaba servicios sacramentales y la atención de los muchos españoles residentes en la Nueva España. Las primeras parroquias contaban ya en el siglo XVI con libros sacramentales de bautizos, matrimonios y entierros o defunciones lo que demostró su intensa actividad sacramental. Nuevos retos se presentarán a los párrocos al intentar perpetuar las costumbres religiosas peninsulares, manteniéndolas libres de las nuevas costumbres novohispanas permeadas de religiosidad popular y devoción indígena. Para los españoles residentes en la Nueva

Corpus Durante la época colonial la fuerza de las costumbres caminaba de la mano con el quehacer pastoral que los clérigos desplegaban como parte de su ideal social que conducía a la salvación de las almas. Un solo poder acercaba de manera confortante a los hombres que buscaban recompensa a sus buenas acciones. Esta fuerza se robustecida en los teatros

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. eclesiásticos y se fomentaba a través de la decoración y las estructuras de iglesias y conventos como un método evangelizador insustituible, la mercadotécnica religiosa colonial, una idea gráfica y escultórica que envolvía la mente de los fieles llamados por el redoble de las campanas. Esta fuerza que habita en el fuero interno de los hombres también forma parte de la concepción de su universo religioso y se transforma durante el evangelio, la palabra de Dios. Y durante la misa momento culmen de la vida religiosa, descubrirán el alimento del alma, la eucaristía, recordándoles en todo momento que para disfrutar de estos bienes y regocijos espirituales solo es necesario obedecer, “ob-audire, en la fe es someterse libremente a la palabra escuchada, porque su verdad está garantizada por Dios, la 10 verdad misma.” Pero la construcción de su universo religioso comparte reglas con su entorno social y modifica en cierta forma las conductas que le permiten convivir y compartir los espacios sociales y confirmar una comunidad estable y creyente. La percepción de una regla se desvanece con los mensajes religiosos y la creencia forma parte de una verdad que permite que el individuo conduzca su vida de forma conveniente para edificar su solvencia moral. Las familias, primeras formadoras catequéticas, trabajarán de forma incesante para que las reglas de la iglesia se cumplan y con ello logren formar buenos hombres. Los diez mandamientos formarán la columna vertebral del derecho esencial de las comunidades coloniales y darán cumplimiento a las motivaciones y recomendaciones que los curas verterán desde los púlpitos a las conciencias de los fieles. La necesidad de hacer creer es una meta esencial en el quehacer pastoral de los clérigos coloniales, por esta razón los trabajos pastorales y evangelizadores centrarán su acción en la promoción del evangelio, la adoración del 11 santísimo sacramento, las peregrinaciones y en todas las muestras de devoción popular y obras pías. La fe como herramienta única permitirá a los fieles construir un camino hacia su salvación y su obediencia será un valor inamovible en este proceso.

La necesidad de la fe. Creer en Cristo Jesús y en aquel que lo envió para salvarnos es necesario para obtener esa salvación (cf. Marcos 16,16; Juan 3,36; 6,40 e.a.). Puesto que "sin la fe... es imposible agradar a Dios" (Hebreos 11,6) y llegar a participar en la condición de sus hijos, nadie es justificado sin ella, y nadie, a no ser que "haya perseverado en ella hasta el fin" (Mateo 10,22; 24,13), obtendrá la vida eterna (Concilio Vaticano I: DS 3012; cf. Concilio de Trento: DS 1532). 12

Esta idea reflejará el temor a la desobediencia y saturará de pecados y temores las conciencias colectivas. La reacción ante la idea de morir alejados de Dios encontrará su respuesta en las llamas del infierno, los tormentos del purgatorio y la perdición de su espíritu. Poco a poco las estructuras mentales en el contexto religioso vislumbrarán dos caminos para definir sus destinos. El primero será; el camino de la salvación, mejor conocido como el camino del bien, “Yo soy el camino, la verdad y la vida. 13 Nadie va al padre sino por mí.” Directo a los oídos y a la mente de los fieles los ministros de culto presentaban el evangelio como respuesta y único camino de salvación. “La calzada de los rectos es apartarse del mal; el 14 que atiende a su camino, guarda su alma.” Durante la homilía los fieles escucharon las recomendaciones y consideraciones de los curas y ministros de culto a partir del evangelio, estas enseñanzas aplicadas a la cotidianidad, demostrarán la actualidad del evangelio en la sociedad novohispana y mantendrán la atención de la comunidad religiosa. “En la senda de la justicia 15 está la vida; el camino de los rencorosos lleva a la muerte.” Muchas otras oraciones y sermones serán escuchados por los fieles novohispanos desde los púlpitos, y esto ayudara a convertir y sanar sus conciencias. Y el segundo camino, es el camino de la perdición conocido como la senda del mal, “El que extravía a los rectos por el mal camino, en su 16 propia fosa caerá. Los hombres sin tacha heredarán la dicha”. ”Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago 12

Catecismo de la iglesia Católica, primera parte, primera sección, capítulo tercero, artículo primero, la profesión de la fe, 1 La obediencia de la fe 166. 13 Biblia de Jerusalén 1976, Evangelio según san Juan 14, 6-9. El camino de la salvación, un texto del nuevo testamento que será requerido por los ministros de culto haciendo referencia a la importancia de la vida cristiana, a la comunión, la asistencia a misa, la caridad y el amor al prójimo. 14 Biblia de Jerusalén 1976, Proverbios 16, 17. Este texto del nuevo testamento será utilizado por los curas haciendo alusión al perdón. Es el perdón otorgado por Dios para el perdón de los pecados como ejemplo para que los fieles perdonen a sus hermanos como lo señala la oración del Padre Nuestro -Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. 15 Biblia de Jerusalén 1976, Proverbios 12,28. 16 Biblia de Jerusalén 1976, Proverbios 28,10.

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Catecismo de la iglesia Católica, primera parte, primera sección, capítulo tercero, artículo primero, la profesión de la fe, 1 La obediencia de la fe 144. 11 La adoración del santísimo sacramento comenzó formalmente en Aviñón Francia el 11 de septiembre de 1226, para celebrar la victoria sobre los Cátaros en la última batalla de la Cruzada Albigense. El rey Luis VII de Francia ordenó que el santísimo sacramento se resguardara en la Catedral de la Santa Cruz de Orleans. La gran cantidad de adoradores hizo que su Obispo, Pierre de Corbie, sugiriera que la adoración debería ser continua e incesante. Con anuencia del papa Honorio III, se continuó de forma ininterrumpida hasta que el caos que se formó durante la Revolución francesa 1792 hasta que los esfuerzos de la hermandad de los penitentes la trajeron de vuelta en 1829. The History of Eucharistic Adoration Development of Doctrine in the Catholic Church. John A. Hardon, S.J. ©2000 Inter Mirifica Inc. PP 10.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. 17

que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda ”. Seguramente después de escuchar estos destinos y tormentos, más de una mente novohispana cambio su parecer con respecto a su forma de vida, más sin embargo muchas otras no lo hicieron. “Mira, yo pongo hoy ante ti vida y 18 felicidad, muerte y desgracia.” La elección era personal, del fuero interior, cambiar no solo era renunciar, era evolucionar hacia una vida más estable, hacia una nueva persona. En el camino del bien los sacrificios, los ayunos, la renuncia voluntaria a sus bienes, el amor al prójimo y la búsqueda del bien común, convertirá en un gran reto su cumplimiento, “Retraigo mis pasos 19 de toda mala senda para guardar tu palabra” . Y por la otra parte, una vida sin reglas, sin sacrificios, sin censuras, sin moral y sin respeto, llevará a los hombres a un fin sin descanso, lleno de tormentos y de dolor eterno, “Muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos 20 para la vida eterna, otros para el oprobio, para el horror eterno”. A consecuencia de estas disyuntivas, las mentes jóvenes solo tendrán dos opciones, la primera; ser fieles a la religión y convertirse en hombres de bien 21 asegurando su salvación, y la segunda; ser señalados y perseguidos sin cabida en los espacios sociales y conscientes de la pérdida de su alma. Aunque este proceso estaba acompañado en todo momento por la familia y una sociedad vigilante de las acciones personales, los párrocos jugarán el papel más importantes al convertirse en los pastores de sus almas. Su formación y convicción profesional, marcará la forma en que los individuos actuarán en el contexto religioso o se apartarán de él según sea el caso. Muchas personas entregarán sus convicciones y dotarán de un poder extraordinario a los curas y clérigos de la Nueva España, llevándolos muchas veces a definir las decisiones que debieron pertenecer a los padres de familia y hasta de los propios interesados. El trabajo parroquial mostrará el acercamiento a los núcleos familiares y permitirá dar seguimiento de la 22 vida religiosa en familia. Cada uno de los siete sacramentos que vivieron los fieles novohispanos estaría acompañado de la asistencia eclesiástica y de visitas a la parroquia, y una vez terminada la vida terrenal, la

responsabilidad del cuerpo y sus exequias será depositada en los familiares, deudos y testados. Es notorio el vuelco registrado por los fieles en los libros sacramentales de las parroquias durante las fiestas patronales, las celebraciones del año litúrgico como; adviento, navidad, cuaresma, semana santa, pascua y pentecostés, no siendo así durante los dos periodos anuales del tiempo ordinario. Este acercamiento repentino de las comunidades religiosas a las iglesias no solo demuestra el júbilo y clamor religioso de las fiestas, sino también advierte actos de reflexión, piedad y arrepentimiento. Son más las personas que se confesaron en estos periodos de fiestas religiosas que las que lo harán durante el tiempo ordinario. También se demandarán más servicios religiosos, como misas cantadas, misas de difuntos, celebraciones, aniversarios y otros sacramentos. El clamor religioso se vivía más intensamente gracias al trabajo pastoral de los ministros de culto. El uso de los nombres bíblicos es una costumbre que no ha dejado de utilizarse, más sin embargo en el seno de la sociedad novohispana del siglo XVIII, era vital llevar uno de ellos. Nombres como Jesús, José y María o uno de los santos más populares de la época reflejaban la filiación religiosa de las familias novohispanas a la religión católica. Esta inclinación se mostrara de igual manera en el último de los sacramentos que nos ocupa y que nos llevará junto a los deudos a los cementerios, el sacramento de la extremaunción y finalmente a la sepultura. Ahora bien, la concepción de la muerte para el individuo promedio del siglo XVIII, considerando a todos los grupos indígenas y demás castas como, mestizos, castizos, mulatos, moriscos, torna atrás, tente en el aire, china cambuja, lobas, albarazados, barcinos, zambaigas, chamizos, coyotes y albinos, que sumados a los españoles peninsulares, se presentó con sus salvedades como un viaje hacia un juicio donde la solvencia moral de cada individuo, arrojaría pistas de su destino y llenaría de certeza o desgracia su caminar hacia él. Aunque para muchos la idea de morir siempre fue un tema difícil de sortear y lleno de controversias, algunos no dudaron en enfrentar y resolverlo en vida, dejando resuelto el compromiso y la carga económica para sus familiares. Tal es el caso de los instrumentos documentales como testamentos y certificados de pago, depositados en los archivos de notarías y cartas de última voluntad entregadas en las parroquias que representaban cheques al portador para los deudos que atravesaban largos periodos de erogaciones tras la muerte de sus familiares. El miedo a morir siempre representó una situación compleja que no solo significaba llegar hasta ese día, el misterio y el temor a un juicio por sus obras, apartaba del pensamiento ese destino ineludible, como lo sería la empresa económica del hecho en cuestión. Porque morir tenía también un

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Biblia de Jerusalén 1976, Apocalipsis 21,8. Biblia de Jerusalén 1976, Deuteronomio 30, 15. Biblia de Jerusalén 1976, Salmos 119,101. 20 Biblia de Jerusalén 1976, Daniel 12,2. 21 Biblia de Jerusalén 1976, Salmos 71, 20. “Tú que me has hecho ver tantos desastres y desgracias, has de volver a recobrarme. Vendrás a sacarme de los abismos de la tierra”. 22 Catecismo de la Iglesias Católica, segunda parte, la celebración del misterio cristiano, segunda sección; Los siete sacramentos de la Iglesia; número 1210 “Los sacramentos de la Nueva Ley fueron instituidos por Cristo y son siete, a sabe; bautismo, confirmación, eucaristía, penitencia, unción de los enfermos, orden sacerdotal y matrimonio. Los siete sacramentos corresponden a todas las etapas y todos los momentos importantes de la vida del cristiano: dan nacimiento y crecimiento, curación y misión a la vida de fe de los cristianos. Hay aquí una cierta semejanza entre las etapas de la vida natural y las etapas de la vida espiritual (cf. Santo Tomás de Aquino, Summa theologiae 3, q. 65, a.1, c).” 18 19

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Ioannem Baptistam, sanctos apostolos Petrum et Paulum, omnes Sanctos, et vos, fratres, orare pro me ad Dominum, Deum nostrum, amen. 24

precio, la concepción de un camino lleno de gracias y plegarias que acompañarían el alma del difunto, representaba un sacrificio que no todas las familias podían costear. La idea de que la salvación era más sencilla por contar con flores y cantor, no significaba para muchos que el cielo estaría más cerca o que el pecador salvaría el camino del infierno. Aun sabiendo que el difunto gozaba de una vida de buenas costumbres y buena moral, nadie sabía lo que cargaba en su conciencia, más sin embargo el arrepentimiento sincero en el lecho de muerte aseguraba por lo menos un 23 último perdón de los pecados . La contrición será un acto de fe que los penitentes usaran para la expiación de sus culpas y al final a través de la penitencia lavar sus pecados. Todos los fieles novohispanos estaban llamados a la confesión para aliviar sus conciencias, ganar su asistencia a misa y aquellas de precepto que ordenaba la iglesia, logrando con ello su derecho a comulgar. Estas acciones se desprendían de una serie de respuestas previas, la preparación de los fieles requería de actos penitenciales que les recordaban un acto de reflexión. El confiteor o mea culpa, una oración extraída del misal romano y utilizada durante la liturgia para preparar a los asistentes a la ceremonia, se convertirá en un instrumento modelador de la buena voluntad, el reconocimiento y la honestidad de los fieles. Con solo una oración se lograba la contrición colectiva.

Actualmente conocido como “yo confieso o yo pecador” la oración presentaba a todos los fieles como hombres arrepentidos y resignados preparándolos para recibir el perdón. Durante la misa el misterio de la muerte y resurrección de Jesucristo se encuentra siempre presente, aunque el tema no siempre fue tan sencillo de abordar. Los textos religiosos hablan del júbilo en la resurrección del Señor, pero no hablan de la salvación de los hombres, hablan de un juicio final, del purgatorio y del infierno. Esta diferencia hace más compleja la idea de serenidad ante la proximidad de la muerte. El decir de muchas personas sobre este evento será común, “se acerca la muerte”. Conscientes del inminente fallecimiento de un familiar o en la noticia repentina, el entorno familiar se apaga y nuevamente se acercan al cementerio. La muerte para muchos seguiría siendo un destino y no un ser, la concepción e imagen colonial de la muerte también se verá enriquecida por las alegorías europeas y por las nuevas ideas americanas. La transformación del estado o destino como se concibió a la muerte, mantendrá una figura que con el tiempo cobrara fuerza y se asentara en las conciencias como un ser que trasciende del mundo de los vivos al mundo de los muertos. Esta imagen creció más en la mente de los más pequeños y con el paso de los años los jóvenes y adultos la transformaron en un personaje que tan solo acompañaba al alma en su transición a otra vida. Las estructuras mentales de la sociedad novohispana muestran de forma clara la concepción que se tenía sobre el bien y el mal, y sobre cómo sus actos determinarían que lugar les esperaría después de la muerte.

Confiteor Deo omnipotenti, beatae Mariae semper Virgini, beato Michaeli Archangelo, beato Ioanni Baptistae, sanctis apostolis Petro et Paulo, omnibus Sanctis, et vobis, fratres; quia peccavi nimis cogitatione, verbo et opere; mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa. Ideo precor beatam Mariam semper Virginem, beatum Michaelem Archangelum, beatum 23

Catecismo de la iglesia católica, tercera parte, la vida en Cristo, primera sección, la vocación del hombre; La vida en el espíritu, capítulo I, la dignidad de la persona humana, I. La misericordia y el pecado. Número 1849. El pecado es una falta contra la razón, la verdad, la conciencia recta; es faltar al amor verdadero para con Dios y para con el prójimo, a causa de un apego perverso a ciertos bienes. Hiere la naturaleza del hombre y atenta contra la solidaridad humana. Ha sido definido como “una palabra, un acto o un deseo contrarios a la ley eterna” (San Agustín, Contra Faustum manichaeum, 22, 27; San Tomás de Aquino, Summa theologiae, 1-2, q. 71, a. 6) Número 1850. El pecado es una ofensa a Dios: “Contra ti, contra ti sólo pequé, cometí la maldad que aborreces” (Sal 51, 6). El pecado se levanta contra el amor que Dios nos tiene y aparta de él nuestros corazones. Como el primer pecado, es una desobediencia, una rebelión contra Dios por el deseo de hacerse “como dioses”, pretendiendo conocer y determinar el bien y el mal (Génesis 3, 5). El pecado es así “amor de sí hasta el desprecio de Dios” (San Agustín, De civitate Dei, 14, 28). Por esta exaltación orgullosa de sí, el pecado es diametralmente opuesto a la obediencia de Jesús que realiza la salvación (cf. Filipenses 2, 6-9). 1851 Es precisamente en la pasión, en la que la misericordia de Cristo vencería, donde el pecado manifiesta mejor su violencia y su multiplicidad: incredulidad, rechazo y burlas por parte de los jefes y del pueblo, debilidad de Pilato y crueldad de los soldados, traición de Judas tan dura a Jesús, negaciones de Pedro y abandono de los discípulos. Sin embargo, en la hora misma de las tinieblas y del príncipe de este mundo (cf. Juan 14, 30), el sacrificio de Cristo se convierte secretamente en la fuente de la que brotará inagotable el perdón de nuestros pecados. Sobre los tipos y formas del pecado no se hablara aquí por el corto espacio y por no ser este el tema central del texto.

¡Oh muerte, qué amargo es tu recuerdo para el hombre que vive en paz entre sus bienes, para el varón desocupado a quien en todo le va bien, y todavía con fuerzas para servirse el alimento! 2 ¡Oh muerte, buena es tu sentencia para el hombre necesitado y carente de fuerzas, para el viejo acabado, ahíto de cuidados, que se rebela y ha perdido la paciencia! 3 No temas la sentencia de la muerte, recuerda tus comienzos y tu fin. 25

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Durante la época novohispana a formula de esta oración será en latín tal y como se encuentra en el texto del presente, más sin embargo la misma será modificada y la conoceremos de la siguiente manera; Confiteor Deo omnipotenti et vobis, fratres, quia peccavi nimis cogitatione, verbo, opere et omissione: mea culpa, mea culpa, mea maxima culpa. Ideo precor beatam Mariam semper Virginem, omnes Angelos et Sanctos, et vos, fratres, orare pro me ad Dominum Deum nostrum, amen. Del latín, o confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos que he pecado mucho, de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María siempre virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios nuestros Señor, amén. 25 Biblia de Jerusalén, Eclesiástico 4; 1-3.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. A este hecho debemos agregar la constante inclinación de la iglesia por mantener un control en el comportamiento social que le permitía mantener orden en las comunidades. También consideremos que el hecho de ser bueno ante los ojos de Dios, alcanzaba para obtener ciertos privilegios dentro de los estratos sociales y para aspirar a mayores gracias. Finalmente el escenario sería preparado, presentes los deudos y testados en las oficinas parroquiales ante el cura de la iglesia, se les explicaban los requisitos que deberían cubrir para obtener los servicios sacramentales de entierro y velación. Una odisea económica pero con un soporte bien estructurado. Los elementos teológicos que desde la catequesis son revelados a los fieles representan los pilares de las creencias que junto a los dogmas de fe de la iglesia, constituyen una idea fortalecida de la salvación. La Iglesia enseña que cada alma espiritual es directamente creada por Dios (cf. Pío XII, Encíclica. Humani generis, 1950: DS 3896; Pablo VI, Credo del Pueblo de Dios, 8) no es "producida" por los padres, y es inmortal (cf. Concilio de Letrán V, año 1513: DS 1440) no perece cuando se separa del cuerpo en la muerte, y se unirá de nuevo al 26 cuerpo en la resurrección final. Nuevos cambios enfrentaría la feligresía novohispana en las diócesis de la Nueva España, la secularización de parroquias del clero 27 regular. Para el 4 de octubre de 1749 y 1° de febrero de 1753 se ordenó la primera secularización de los curatos que se encontraban en manos de las órdenes religiosas. Como en muchos otros casos, los problemas administrativos como la extinción de facultades de los ministros regulares, la falta de obediencia, la omisión de pobreza y una fuerte pugna por los partidos de naturales, se tomó la decisión de secularizar las parroquias y algunos conventos de religiosos. La utopía religiosa perdió ante la realidad secular y el proceso impacto las feligresías asistidas por los ministros de las órdenes religiosas. Juntos, religiosos y feligreses observaron y vivieron el largo evento de desocupación y nueva ocupación de los curatos por los ministros diocesanos. Los recursos parroquiales y la regalías que se recibían en los partidos secularizados fueron uno de tantos pretextos de este cambio. Las corrientes reformistas que iniciaban al interior de la iglesia también encontraron la resistencia de las formas y costumbres de grupos tradicionalistas y de algunas comunidades de fieles. La idea de integrar de forma definitiva a los curatos las comunidades indígenas, mostró un intenso

movimiento social de los parroquianos por ganar privilegios y reconocimiento. Esto permitió un cambio en la doctrina y por supuesto una nueva visión de la religión. Los feligreses tardaron en adaptarse y los compromisos adquiridos en las administraciones anteriores fueron olvidados por los nuevos ministros. Muchas de las misas de difuntos, aniversarios y servicios funerarios fueron canceladas y olvidadas. Muchos movimientos políticos al interior de las iglesias trastocaron los entornos parroquiales y después de muchas cartas y reuniones, la incertidumbre convocó al IV concilio provincial mexicano con la idea de reformar al clero regular teniendo por resultado, la secularización definitiva o segunda secularización de los curatos de religiosos en las diócesis de la Nueva España. Entre 1768 y 1771, año en que se celebró el IV concilio, los obispos de todas las diócesis habían visitado los conventos y curatos de religiosos, y el resultado de sus visitas fue un extenso reporte donde lamentaban el estado de los sitios y por supuesto el de las comunidades visitadas. Estas visitas pastorales valieron para hacer oficial la extinción definitiva de la atención espiritual de las comunidades indígenas por parte de las órdenes religiosas, teniendo que entregar la administración sacramental a los ministros diocesanos. Pero el quehacer de los párrocos no fue siempre el que los fieles esperaban. Muchos parroquianos desprovistos de servicios sacramentales y de misas pagadas a través de cofradías y archicofradías se alejarían cada vez más de los curas y en algunas ocasiones hasta de la propia iglesia. Las quejas presentadas aludían a la falta de asistencia en las comunidades más alejadas de la jurisdicción parroquial como rancherías, haciendas y pueblos sujetos. La falta de servicios de velación, extremaunción, asistencia de confesión, ayuda a bien morir y por supuesto, la falta de enterramientos en los panteones parroquiales. Estas demandas crecieron tanto en las arquidiócesis y diócesis que en el mismo concilio provincial mexicano encontramos referencias e instrucciones directas sobre estas asistencias y obligaciones de los párrocos para con los deudos de los difuntos. Las inconsistencias y maltratos orillaron a las autoridades eclesiásticas a modificar la forma en que se contrataban estos servicios, por lo que dejaron de contratarse las misas perpetuas, los oficios privados y se obligó a los ministros a cumplir con estas obligaciones ministeriales en todo momento. El último tiempo de nuestra vida, a el paso que es el que menos podemos resistir las tentaciones de nuestros comunes enemigos por la debilidad de las potencias y sentidos y por las congojas de la muerte que amenaza, es también el que ellos más que en otro algunos (I) empeñan todo su poder y astucias para podernos, y aun para hacernos desconfiar de la misericordia divina. Pero nuestro clementísimo redentor, que en los demás sacramentos

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Catecismo de la Iglesia Católica, primera parte, la profesión de fe, segunda s ección: La profesión de fe cristiana, capítulo primero; Creo en Dios Padre, artículo primero; Creo en Dios, padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, párrafo 6 El hombre, II “Corpore et anima unus” número 366. 27 Notas del compendio histórico del concilio III mexicano por el Br Fortino Hipólito Vera, cura vicario foráneo de Amecameca, imprenta del Colegio Católico a cargo de Gerónimo Olvera, 1879, pág. 209.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. nos proveyó de saludables remedios y eficaces auxilios, contra las armas de nuestros enemigos, para que pudiéramos vencerlos en cualquier tiempo fortaleció el fin de la vida con el finísimo presidio de la extremaunción, por la cual se nos da una gracia con que se perdonan los pecados veniales, libra el alma de debilidad o falta de fuerza que contrajo por el pecado mortal y de las demás reliquias de él, hace que no sea mínimo el temor de la muerte, y que no nos cause angustias perjudiciales la consideración de que vamos a comparecer a juicio en el tribunal de Dios, sino que desechemos con ánimo tranquilo la extrema tristeza que la oprime y esperemos alegres la venida del Señor, porque ayudándonos a avivar nuestra fe, se alivia, exige y confirma el alma con la esperanza de la divina bondad, para sufrir más fácilmente todas las incomodidades de la enfermedad y excitándole una grande confianza en la misericordia de Dios, se le da fortaleza para resistir las tentaciones, y salud al cuerpo, si es conveniente para la del alma (2) Por eso es una incomparable crueldad la de algunos párrocos y sus ministros, que por flojera o negligencia, dejan de administrar este sacramento a sus feligreses lo que principalmente sucede cuando estos habitan en lugares distantes de las residencias de aquellos, como en los pueblos anexos, haciendas y rancherías. Por lo que mandamos que los curas y sus tenientes o ministros, luego que sean llamados acudan sin dilación alguna a administrar la extremaunción a los enfermos, aunque estén en los pueblos anexos, ranchos o haciendas distantes de las cabeceras (3) así alguno si muriere sin recibir este sacramento por culpa o negligencia del párroco o alguno de sus ministros, se castigará gravemente a arbitrio del ordinario (4) e incurrirá en la pena de doce pesos para la iglesia parroquial, pobres y denunciador por iguales partes.28

ciudad de México y sus alrededores, las familias novohispanas regresarían de forma repentina a los camposantos. Entre 1708 y 1711 se presentó una epidemia conjunta de tabardillo y viruela que diezmó a la población novohispana. En 1720 una fuerte sequia tomó más vidas de las comunidades parroquiales y en 1729 un brote de sarampión afectó a los 30 más expuestos . En 1737 la cuidad y sus comunidades foráneas, sucumbieron ante la epidemia más fuerte de matlazáhuatl de la que se 31 tuviera registro en esta región . Después de recorrer el contexto social y descubrir una pequeña sección de las estructuras mentales de la feligresía católica novohispana, llegamos hasta el punto donde se encuentran los deudos y la iglesia, un encuentro que nos integrará al mundo de los cementerios y a la corta estancia en que los vivos prefieren pasar en estos lugares. Cuando los familiares del moribundo se reúnen en su lecho de muerte, la asistencia del ministro permite la realización del sacramento de la extremaunción. Con la llegada del ministro y en algunos casos, asistido por un clérigo, se administraba el viático en presencia de sus familiares. Posteriormente el cuerpo del enfermo era preparado para recibir los santos óleos e infundir una resignación que le permitiera la reconciliación. En este momento algunos sacerdotes podían conceder una indulgencia plenaria. Por bula de SS. Benedicto XIV, se concedía una bendición papal con indulgencia plenaria en artículo de muerte. Esta concesión entregada por los sacerdotes obligaba a los agonizantes a reconocer sus pecados y encontrar la reconciliación y el arrepentimiento;

Y para evitar más abusos en las comunidades parroquiales, las secretarías de cámara de los arzobispos y obispos, dictaron tablas de aranceles y obvenciones parroquiales por partido, cabecera, parroquias pobres, vicarías foráneas, vicarías fijas y para todas las parroquias de las ciudades. Con estas acciones se pretendía terminar con las omisiones de los curas y ministros, que a decir de las palabras de san Pablo; "Donde 29 abundó el pecado, sobreabundó la gracia," parecían más dilaciones desmedidas. Por fin se favorecería la feligresía en los momentos más difíciles de su vida cristiana, la compañía espiritual por la muerte de sus familiares. Existió una causa más por la cual los deudos visitarían los cementerios nuevamente. A consecuencia de las epidemias que sufrió la

[…] para más asegurar los frutos de este bendición e indulgencia, manda su santidad a los sacerdotes que la diere, que antes procuren mover los moribundos a nuevos actos de dolor de sus culpas, y de fervorisísima caridad y amor de Dios, y principalmente a los actos de resignación y conformidad con su voluntad santísima, recibiendo la muerte como si viniera 32 de su mano.

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De bautizados a fieles difuntos, familia y mentalidades en una parroquia urbana: Santa Catarina de México 1568-1820, Juan Javier Pescador, El Colegio de México, primera edición 1992, Pág. 97. 31 De acuerdo a la obra del Pbro. Cayetano de Cabrera y Quintero, Escudo de Armas de México, citada en la obra Bautizados a fieles difuntos de Juan Javier Pescador del Colegio de México, se calcularon unas 40,000 muertes durante esta epidemia de matlazáhuatl y hace un análisis de las cifras presentadas sobre esta caso, en la referida obra, pág. 96. 32 Manual de párrocos para la administración de los sacramentos, y de más funciones parroquiales, enteramente conforme al ritual romano, mandado publicar por N.S.P. SS Paulo V para su puntual observancia en toda la universal iglesia. Puebla de los Ángeles en la imprenta de D. Pedro de la Rosa, año de 1810, pág. 232.

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Concilio provincial mexicano IV, celebrado en la ciudad de México el año de 1771, se imprime completo por primera vez de orden del Ilmo. Y Rmo. Sr. Dr. D. Rafael Sabás Camacho, IIIer. obispo de Querétaro, imprenta de la Escuela de Artes, 1898. Libro I, Título 8 de la Sagrada Unción. Parágrafo 1, páginas 27-29. Algunas secciones del texto original fueron corregidas para su mejor comprensión y lectura. 29 Biblia de Jerusalén 1976, carta a los Romanos 5,20.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Aunque esta indulgencia no podía ser otorgada a todos los moribundos, se recomendaba para los actos puros y honestos de contrición, no así para aquellos que habían sido excomulgados o a los que se encontraran en pecado mortal. Revestido el cura de negro, sobrepelliz y estola morada o negra, los testados comprendían que se acercaba el final. Los ministros insistían en que la obligación de los médicos era visitar por lo menos tres veces a los enfermos y los familiares escuchar las exhortaciones de los párrocos sobre los cuidados de los enfermos. También se les hacía saber que los sacerdotes no enfermos, debían visitar de igual manera a su feligresía doliente. Dentro de su habitación o en la propia parroquia rodeado de los familiares y después de la bendición y aspersión del agua bendita, el cura solicitaba la soledad para escuchar la confesión, después del arrepentimiento y la búsqueda de la tolerancia para los dolores presentes, el ministro exaltaba con piadosas palabras el premio que recibiría el enfermo 33 en presencia de Dios. Acto seguido permitía el ingreso de los familiares. De acuerdo al estado del enfermo se podía realizar un acto de confesión general y se procedía a la oración. Inmediatamente el ministro iniciaba la absolución de los pecados con oraciones y jaculatorias, y solicitaba al enfermo repitiera en muchas ocasiones el nombre de Jesús. Los presentes se postraban de rodillas de forma circundante al enfermo y a la luz de la vela encendida junto al agua bendita y el crucifijo. Continuaban las oraciones siguiendo al sacerdote quien oraba en 34 latín y los familiares repetían las plegarias. Según la condición del enfermo y su inclinación religiosa, el ministro podía elegir leer distintas oraciones, entre ellas las breves que ayudaban a bien morir tomadas del manual de los RR. PP. Carmelitas.

La preparación del cuerpo tenía lugar en ese momento y se preparaba un sitio limpio y con luz para depositar el cuerpo antes de su partida con una cruz sobre el pecho. Los sufragios de los hijos de la iglesia debían celebrarse con sumo respeto y dignidad, por lo menos eso es lo que 35 se prefería, aunque no siempre fue así. Se trasladaban los cuerpos de los difuntos a las iglesias parroquiales y se colocaban los cadáveres con los pies hacia el altar mayor, si estos eran colocados en alguna capilla los pies debían colocarse hacia el altar de la misma. Salvo que se tratase de un clérigo, la cabeza se colocaba hacia el altar mayor. La cruz colocada a la cabeza del difunto durante el traslado o en la sepultara advertía que había muerto en el Señor. Como es bien conocido existían diferencias de 36 pensamiento que permitían excluir algunas personas de la sepultura eclesiástica. Paganos, judíos, apóstatas, cismáticos, excomulgados, 37 aquellos que se quitaran la vida, aquellos que morían por duelos o 38 desafíos y a los infantes muertos sin bautizo. Si existían dudas se consultaba al ordinario del lugar para dirimir alguna causa, por ello todos los 39 familiares de estos casos debieron buscar su propia sepultura. Inicuas costumbres advirtieron abusos y corrupción en las exequias de adultos y la Santa Sede tomaría cartas en el asunto. Después de mucho trabajo litúrgico se decretó que con las modificaciones hechas al ritual romano, este sería el único aceptado y aplicado en toda la iglesia universal. El manual Toledano utilizado por siglos, dejaría de utilizarse en iglesias seculares y regulares a 40 partir del 11 de agosto de 1736. Puesto el cadáver en el centro de la iglesia rodeado por velas se iniciaba el oficio de difuntos con sus tres nocturnos y laudes, salvo que por razón de fuerza mayor como descomposición rápida del cuerpo o por existir más oficios de difuntos, se presentaba un oficio con primer nocturno y laudes, concluyendo con la misa. Las preces durante las honras y

Señor mío Jesucristo, gracias os doy porque me habéis hecho hijo de la Iglesia, y concediéndome vivir y morir en vuestra santa fe católica, yo protesto de no faltar en ella, ni consentir en ninguna tentación del enemigo, con vuestra gracia”. Llegado el momento de la espiración y con la vela en las manos, el sacerdote recorría el cuerpo del ya difunto y repetía las siguientes palabras; “Jesús, Jesús, Jesús, en tus manos encomiendo mi alma, Señor mío Jesucristo, recibe mi alma, santa María, ruega por mí.

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Biblia de Jerusalén, 1976, Jueces 8, 32 Murió Gedeón, hijo de Joás, después de una dichosa vejez y fue enterrado en la tumba de su padre Joás, en Ofrá de Abiézer. 36 Instituciones canónicas, con arreglo al novísimo código de SS. Pío X, y a las prescripciones de la disciplina española y de la América Latina por el P. Juan B. Ferreres, S.J., tercera edición, tomo II Barcelona 1920. “122, IV, actos que comprende la sepultura eclesiástica; La sepultura eclesiástica consiste: a) en las traslación del cadáver a la iglesia. b) en las exequias ante él celebradas en la misa de la iglesia. c) y en depositar el cadáver en el lugar legítimamente señalado para la sepultura de los fieles difuntos, (canon 1204 del Código de Derecho Canónico de 1917) Pág. 51. 37 Solo por desesperación o iracunda y no por insania o locura identificadas como enfermedad. 38 Salvo que dieran señales de penitencia. 39 Biblia de Jerusalén 1976, Tobías 1, 19. Un ninivita fue a denunciarme al rey de que yo los había enterrado en secreto. Cuando supe que el rey tenía informes acerca de mí, y que me buscaba para matarme, tuve miedo y escapé. 40 Manual de párrocos para la administración de los sacramentos, y de más funciones parroquiales, enteramente conforme al ritual romano, mandado publicar por N.S.P. SS Paulo V para su puntual observancia en toda la universal iglesia. Puebla de los Ángeles en la imprenta de D. Pedro de la Rosa, año de 1810, pág. 337.

Acto seguido y dependiendo de las costumbres del lugar se hacían doblar las campanas para que la comunidad orara por el alma del difunto.

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Biblia de Jerusalén, 1976, Job 17, 1 Mi aliento se agota, mis días se apagan sólo me queda el cementerio. 34 Biblia de Jerusalén, 1976, Proverbios 3,35 La gloria es patrimonio de los sabios y los necios heredarán la ignominia.

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aniversarios también se acompañaban del oficio de difuntos según la costumbre de cada lugar. La misa de cuerpo presente estaba condicionada por la hora de muerte, la disposición de los curas o el tiempo litúrgico que se vivía. Se iniciaba el camino hacia el cementerio, los curas y clérigos visitaban la casa del finado y si fuera el caso partían desde la parroquia. Se repartían velas y se encendían las veladoras (conocidas como candelillas) Se rociaba con agua bendita el féretro y los ministros ordenaban la procesión, primero la cofradía de legos, después les seguía la cruz, detrás de la cruz el clero, primero regulares y después seculares, siempre de dos en dos con luces y cantando los salmos. Delante del féretro el párroco y después del féretro los del duelo en silencio, todos rogando a Dios por el alma del difunto. Se daba aviso al sepulturero para iniciar con la elección y asignación de la fosa. De acuerdo al Código de Derecho Canónico la elección del cementerio podía realizarse con anterioridad y debía ser informada al párroco y los familiares, el canon 1180, parágrafo 1, señala; “Si la parroquia tiene cementerio propio, los fieles han de ser enterrados en él, a no ser que el mismo difunto o aquellos a quienes compete cuidar de su 41 sepultura hubieran elegido legítimamente otro cementerio.” Una vez en su sitio los féretros eran rociados por última vez con agua bendita y se ungían 42 los cuerpos de los difuntos, acto seguido se iniciaban las oraciones y preces. Una vez terminado el oficio, el clero se retiraba y los deudos se quedaban a despedir a los asistentes. Más tarde si no se había terminado el despacho fúnebre, se procedía a visitar la parroquia para finiquitar los trámites necesarios y el párroco del lugar asentaba en su libro de entierros o difuntos el nombre de la persona que había fallecido. A este registro le acompañaban las referencias de costumbre como, la causa de muerte, el lugar de origen, también se agregaba de quienes era hijo, su procedencia y vecindad (vecino del pueblo de…) la fecha del acaecimiento y por último la 43 rúbrica del párroco.



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Bibliografía – Biblia de Jerusalén, edición de 1976. – Código de Derecho Canónico, Codex Iuris Canonici, Roma 1983. 41

Código de Derecho Canónico, Codex Iuris Canonici, canon 1180, parágrafo 1, Roma 1983. “In paradisum deducant te Angeli: in tuo adventu suscipiant te martyres et perducant te in civitatem sanctum Jerusalen. Anthipona, chorus angelorum te suscipiat, et cum Lazaro quondam paupere aeternam habeasrequiem”. 43 Código de Derecho Canónico, Codex Iuris Canonici, Roma 1983. Canon 1182. “Una vez terminado el entierro, se ha de hacer la debida anotación en el libro de difuntos conforme al derecho particular”. 42

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Concilio provincial mexicano IV, celebrado en la ciudad de México el año de 1771, se imprime completo por primera vez de orden del Ilmo. y Rmo. Sr. Dr. D. Rafael Sabás Camacho, tercer Obispo de Querétaro, en la imprenta de la Escuela de Artes, 1898. De bautizados a fieles difuntos, familia y mentalidades en una parroquia urbana: Santa Catarina de México 1568-1820, Juan Javier Pescador, El Colegio de México, primera edición 1992. http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/index_sp.html Catecismo de la Iglesia Católica. Edición electrónica del 24 de mayo de 2013. Instituciones canónicas, con arreglo al novísimo código de SS. Pío X, y a las prescripciones de la disciplina española y de la América Latina por el P. Juan B. Ferreres, S.J., tercera edición, tomo II Barcelona 1920. Manual de párrocos para la administración de los sacramentos, y de más funciones parroquiales, enteramente conforme al ritual romano, mandado publicar por N.S.P. SS Paulo V para su puntual observancia en toda la universal iglesia. Puebla de los Ángeles en la imprenta de D. Pedro de la Rosa, año de 1810. Notas del compendio histórico del concilio III mexicano por el Br Fortino Hipólito Vera, cura vicario foráneo de Amecameca, imprenta del Colegio Católico a cargo de Gerónimo Olvera, 1879.

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Ecumenismo en Tucumán-Argentina Accesibilidad a cementerios de diferentes credos Una santa judía: el culto de Malka Saltz Lucrecia Ana Zerda Argentina

En la provincia de Tucumán contamos con numerosos cementerios para dar sepultura a los difuntos de distintos credos. En la capital tenemos dos cementerios municipales católicos: el Cementerio del Oeste también llamado el Cementerio de los ricos, que alberga una parte importantísima de nuestra historia, con mausoleos, monumentos, esculturas y vitreaux de gran valor arquitectónico y artístico.

Imagen 2. Cementerio Israelita.

Saliendo de la capital, en el departamento Yerba Buena podemos acceder al Cementerio Panislámico. Para visitar al mismo, tuve que contactarme con su presidente Ahmad Mohamed, quien nos recibió muy atentamente y nos realizo una visita guiada al mismo.

Imagen1. Cementerio de los ricos.

Otro es el Cementerio del Norte o Cementerio de los pobres, que alberga mitos y leyendas, como también restos de NN, enterradas durante la última dictadura militar, algunos fueron identificados gracias al trabajo del equipo de antropología forense. En la misma Avenida Juan B. Justo, se encuentra el Cementerio Israelita fundado en 1926.

Imagen 3. Cementerio Panislámico.

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Imagen 4, 5 y 6. Cementerio Panislámico.

El acceso a los cementerios católicos es fácil, ya que están abiertos a todo aquel que quiera visitarlo y con amplitud horaria. En cambio para poder acceder al Cementerio Israelita, se necesita contactar previamente al encargado, Alfredo Wolf, quien fijará la fecha y horario de visita.

Imagen 7. Encargado, Alfredo Wolf.

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Imagen 10. Cementerio Israelita.

Imágenes 8 y 9. Cementerio Israelita.

Objetivos: Tomar contacto con los diferentes estilos arquitectónicos de los cementerios. Conocer sus rituales. Acceder a sus mitos y leyendas. Imágen 11

Desarrollo: Para mí como católica, acceder al Cementerio Israelita fue entrar a otro mundo, con rituales totalmente diferentes, descubriendo un sinnúmero de detalles que se deben respetar.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Veremos cómo se manifiesta el fenómeno de la interculturalidad, tomando como caso puntual el relato de una cristiana (esposa del guardián del cementerio que, sin embargo, le reza a una santa judía). Se trata de un caso muy especial ya que los vecinos del cementerio desconocían la existencia de una tumba milagrosa, por lo que es de suponer que el culto se mantiene dentro de la comunidad judía y que por razones de seguridad (atentados en la embajada Israelí y AMIA), el acceso al mismo no es libre al público. La ubicación de la tumba milagrera judía está dentro de un sector del Cementerio Israelita, colindante hacia el sur con el Cementerio del Norte (católico), donde se encuentran varias tumbas milagreras como las de Pedrito Hallao, la Brasilerita y Bazán Frías. Estamos, pues, en el terreno de las “almas milagrosas”, manera como el pueblo designa a los que han sufrido una especie de canonización popular. Son individuos fallecidos de forma violenta, lo cual permite inferir que ese dolor y angustia actúan como un elemento purificador que abren las puertas a una cierta sacralización, convirtiéndolos en intermediarios con la dimensión divina. Podemos definir dos tipos de santos: los santos oficiales que son legitimados por la institución por ser modelos de vida, de conducta o de actitud ejemplar ante la muerte y los santos populares que, provenientes de un bajo estrato social y económico, han tenido una vida sacrificada y por lo general han muerto jóvenes. Frente a la organización que se hace en el cristianismo de la santidad como categoría, basada en la representación y en la profusa trasmisión de información sobre un modelo de conducta, en el judaísmo la situación es totalmente opuesta y de cautela, y así al estar prohibida la reverencia de imágenes básicamente por el temor a la idolatría, no se puede construir ni difundir ninguna información accesoria sobre alguien, lo cual lleva a que la religión judía oficialmente no tenga santos, pero sí los hay. Por lo general, los santos en el judaísmo son hombres estudiosos de los textos sagrados, con una trayectoria reconocida de liderazgo dentro de un determinado grupo donde sobresalieron también por su sapiencia, bondad y dedicación. Es decir que la condición de santidad no es un don, sino que emerge del grado de profundidad y dedicación en el estudio, lo cual convierten al sujeto no solo en el ideal supremo de actitudes y conducta religiosas sino también en un inspirador y artífice de algunas tradiciones mortuorias El culto de Malka Saltz se diferencia de otras devociones populares de la región porque en su historia no hay un final violento o cruel. Los devotos malkianos narran que se trataba de una anciana que lavaba a los

Imágenes 11 y 12. Cementerio Israelita.

La doctora Elisa Cohen de Chervonagura, docente asociada de la Universidad Nacional de Tucumán e investigadora independiente del Conicet, es una de las personas de mayor conocimiento acerca de los antecedentes inmigratorios judíos en Tucumán, los cuales llegaron a 44 principios de 1900 En Argentina es común que en la religiosidad popular las devociones se inspiren en el culto católico, pero en Tucumán existe un caso especial y excepcional dentro de la tradición judaica, que es el culto a una santa judía. De esta manera, una veneración popular prohibida por los cánones más rígidos de la religión judía que rechaza el culto de la imagen, pasa a ser un foco de resistencia y conforma un espacio conflictivo donde se despliegan prácticas marginales. Pero no solo eso: el culto tiene la capacidad de vincular la formalidad religiosa judía con la más auténtica expresión popular del noroeste argentino, que como es conocido, se trata de una región atravesada por prácticas basadas en la vida y milagros de alguien diferente por su trayectoria, origen o trágico final.

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Elisa Cohen, Una sintaxis del más allá: transgresión y religiosidad popular judía en un caso argentino, Cuadernos Judaicos, núm.29, diciembre de 2012

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Imagen 14. En la tumba de Malka Saltz no hay ninguna fotografía.

Imágenes 13. Cementerio Israelita. El culto de Malka Saltz.

Más aún, insisten en que su cuerpo después de fallecida, no llegó a corromperse, lo cual evidencia un contacto directo con el cielo. Es decir que ahí estaría el primer hito milagroso ya que al quebrarse las leyes físicas y naturales en el plano corporal, se puede corroborar la presencia del alma especial de quien lo habitó. En cuanto al ritual, se advierte que está en un estadio bastante básico: no existe una forma específica de acercamiento a través de las plegarias ni una fecha determinada del año para la peregrinación, tal como se advierte en otros casos de santidad, si bien su tumba el domingo anterior al día del Perdón (fines de setiembre principios de octubre), cuando es usual la visita de la comunidad al cementerio judío, abunda en flores. Uno de los elementos que más singulariza la tumba de Malka es que está llena de elementos provenientes de la imaginería visual propia del noroeste Argentino articulada sobre herencias iconográficas. Las placas de agradecimiento y los ex votos son numerosos.

Imagen 15. Tumba de Malka, llena de elementos provenientes de la imaginería visual.

Bastaría decir entonces que estas situaciones, además de ser prácticas propias de la religión católica, constituyen pruebas concretas del proceso de inserción cultural de la comunidad judía en el contexto general ya que se está reconvirtiendo y reinsertando un patrimonio propio del ritual de la imaginería popular cristiana, con sus saberes y sus técnicas, en las

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. nuevas condiciones de producción, circulación y mercado que proporciona el culto a la santa judía dentro de la comunidad judía. Probablemente por eso, frente a la sobriedad y simpleza icónica que tienen las otras tumbas en el marco general del cementerio judío, la presencia de este sepulcro tan lleno de objetos e imágenes, represente una prueba tangible, un espaldarazo de santidad que confirma su condición. Para el creyente, estas ofrendas a las que se les asigna cierta eficacia, tienen una función mediadora con las potencias que son inalcanzables de otra manera, pasando a ser formas simples y primitivas de solicitar la intercesión o de agradecer el pedido que permita entrar en relación con lo venerado. Sobre la tumba de Malka están combinados dentro de una peculiar organización, distintas ofrendas que no solo atestiguan la abundancia de las visitas sino que permiten identificar los tipos de pedidos de los asistentes: por un lado los elementos generales de uso común (gomillas para el pelo, llaveros, pequeños juguetes, anillos, floreros con flores, relojes, llaves de casas o de automóviles ) que cuelgan de la estrella de David en lo alto del monumento y por otro, elementos propios del ritual judío, kipá o solideos, piedras de distintos tamaños, cadenas con Estrellas de David, manitos con los dedos anudados contra la mala suerte y pequeños papeles que se observan también en otros lugares considerados santos tales como el Muro de los Lamentos de Jerusalén.

Esta abundancia de objetos, texturas, materiales, y colores conforma una mezcla propia de la religiosidad popular, una creación colectiva y anónima próxima a la estética del kitsch, porque sobre la superficie de la tumba se conforma una mezcla de materiales y orígenes, formas y objetos que se cruzan y dialogan sobre las diferentes maneras en que los individuos se vinculan con el pedido y la consiguiente ofrenda, con reapariciones y latencias sociales teñidas de atemporalidad dando la sensación de un tiempo que se detuvo eternamente. Por todas estas razones, la tumba se transforma en un objeto cultural que transmite significados controvertidos, genera consenso fervoroso o disenso rotundo al inscribirse en una trama social general, en la que coexiste con una diversidad y multiplicidad de imágenes, y pasa a ser de un espacio de contemplación a un espacio de comunicación, un espacio simbólico que va desde lo privado a lo público Al igual que con los objetos rituales visuales, también aparecen rasgos de interculturalidad y sincretismo religioso en la organización discursiva del testimonio que hemos analizado, es decir, que habría una gran similitud en la actitud de los devotos en general, quienes por lo general piden las mismas cosas. Veamos a continuación un testimonio: Yo me llamo Ana María Gimenez y estuve en el cementerio desde el 65 y bueno, ustedes saben que…. que los paisanos son… como le puedo decir… que son supersticiosos. Antes la habían puesto al frente a la Difunta Correa afuera y salían de aquí y le ponían florcitas. También conozco varios judíos que andan con las estampitas de los santos en el bolsillo.

Aquí la interacción comunicativa de las culturas se evidencia en dos planos: por un lado está el proceso de penetración de la religiosidad popular cristiana a través del ex voto o la estampita en el bolsillo del judío y por otro la respuesta judía a través de una informante cristiana que le reza a una santa judía, proceso por demás infrecuente. Es decir que hay un entramado discursivo en el cual el sujeto, proveniente de un grupo mayoritario, accede al espacio de una minoría y construye así un nuevo espacio resignificando el ritual original e incorporando a la santa al esquema de los afectos próximos. La informante comienza su discurso mediante la forma pronominal de primera persona. En esa la selección léxica utiliza la expresión más corriente de autoidentificación de la comunidad judía, manteniéndose en una posición exterior: los paisanos, un calificativo que en estos tiempos pudo llevar a la justicia a un conocido personaje político por su posible empleo

Imagen 16. Distintas ofrendas parecidas a las que se observan en el Muro de los Lamentos de Jerusalén.

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Como ya anticipamos, nuevamente apela a la no identificación de las fuentes, si bien el proceso de inferencia desde lo real a lo sobrenatural se sostiene desde las narraciones que hacen los devotos sobre Malka y que la informante introduce como respaldo de su conocimiento de las tradiciones judías junto con la palabra autorizada del responsable del cementerio (Alfredo). Pero incurre en el error de señalar que estaba vestida cuando esto es propio de las costumbres luctuosas cristianas.

2. Los paisanos, lo que más iban era antes de ir a Mar del Plata, pongalé, iban a la tumba y al volver otra vez, supongo que para agradecer. Sé de una doctora que le tenía mucha fe, ya ha fallecido, pobrecita, pero ella le hacía pintar el monumento… Si han visto algo raro en el cementerio? Y…algunos…Dicen que espantaban en las tumbas de atrás, pero yo estuve más de 40 años y nunca he visto nada, pero si se caía una escoba, yo le decía a mi marido: “Viejo, vas a tener un muerto” y seguro lo tenía.

Muchísima gente del barrio ha querido entrar, me acuerdo de la Karina porque la Sra. Estela estaba enferma y me ha pedido entrar, pero yo le dije: “No puedo, Karina, me comprometés, podemos quedarnos sin el trabajo” sino esa tumba iba a ser igual que la de Bazán Frías. Inclusive yo le pedido muchas veces pero no he sabido de ningún milagro”.

La informante se presenta como custodio de las tradiciones judías y como una barrera frente al ritual popular cristiano e identifica sujetos a los que conoce directamente para respaldar el impacto y difusión del culto. Así justifica su proceder y manifiesta incluso su incredulidad sobre el real poder de la santa. Yo siempre me voy a verla a la Malka para ver qué le habían dejado los otros. Le decía mientras le limpiaba la tumba: “Malka, por favor, necesito que me ayudés en tal cosa, o que gane el equipo de fútbol de mi marido” o si no le decía “Cómo andás Malka? A ver si me traés una cosa o me curás de otra cosa. Cuando venían turistas judíos de otras partes preguntaban dónde estaba la Malka y yo les hacía una visita guiada y se sorprendían… Yo vendía flores dentro del cementerio y la gente cuando iba a comprarme escuchaba que preguntaban “Ya has ido a la Malka?” y si el otro no había ido decía “Ay me he olvidado, voy a ir pero por otro camino y bueno, de curiosa yo también empecé a ir”.

Imagen 17. “Si se caía una escoba, yo le decía a mi marido: ¿Viejo, vas a tener un muerto?, y seguro lo tenía.

Por último la informante concluye: Sólo vienen los judíos porque no dejamos pasar a nadie, siempre estábamos con mi marido como perros guardianes. Sé que eran judíos porque los conozco a todos y además son distintos en la forma de caminar y porque tienen los labios finitos…porque yo a los judíos los quiero, porque la Biblia nos enseña a rezar por ellos porque es una raza elegida por Dios y porque Dios ha querido que su hijo haya nacido ahí y Jesucristo es judío y vino para salvar al mundo y tenemos que rezar por toda la raza judía. Yo era católica pero ahora leo el Evangelio y soy evangélica. Claro, antes tenía un santo para cada día pero desde que voy a la Iglesia Evangélica, sólo Jesucristo.

La cuidadora dice que ella misma tiene una vinculación estrecha con los planos esotéricos que le permite pronosticar acontecimientos necrológicos. Dicen que ella vivía humildemente, es lo que me han comentado, dicen que los paisanos la ayudaban y cuando la habían traído… porque yo he sido muy de averiguarle a Alfredo lo volvía loco con “por qué era eso o hacían lo otro” para saber más de las costumbres judías… y que era muy pequeña y cuando la han alzado era muy pesada y en el ruedo tenía mucha plata y eso le ha quedado en la Kehilá… es lo que dicen, no sé si será cierto, no sé.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Los pedidos probablemente giren alrededor de la salud, la superación de situaciones difíciles o el fútbol. (He podido ver gente que fue al muro de los lamentos en Israel a pedir que gane la Selección Argentina o Boca Juniors). Otro de los aspectos más llamativo está también en que todavía se mantiene el concepto del judío como raza y no como pueblo: se refiere a “la raza judía” ya que para la informante “los judíos caminan distinto y tienen los labios finitos”. Allí confluyen el ritual de la santería popular cristiana, las premisas protestantes y el espacio mortuorio judío. En los que la tumba milagrosa pasa a ser un oasis no corrupto, ya que para la tradición judía todo el cementerio es un espacio impuro. Los ofrendantes de esta santa están interviniendo un espacio público comunal y dislocando una escena cercana a la religiosidad popular cristiana. Construyen una escenografía más propia de las artes visuales que del ritual religioso generando una bidireccionalidad, ya que se incorpora al sujeto (ya sea desde la aceptación o la impugnación) a la propia geografía del espacio mortuorio La tumba de Malka es por lo tanto una estrategia de interferencia colectiva aceptada por las instituciones religiosas judías locales, pero también una propuesta desde los márgenes. En este espacio fundante para la comunidad judía, como el que constituye el cementerio, se manifiestan los roces propios del contacto cultural pero sin llegar a alterar el funcionamiento del lugar sino que por lo contrario, el culto incrementa el imaginario social instalando una mirada crítica a las instituciones tradicionales. Lo curioso de este caso es que al fenómeno de Malka Saltz lo rodea un contexto de diversidad y fecundidad de matrices culturales. Es una prueba concreta de la existencia de una permeabilidad local a otras influencias ya que el código funerario judío, que tiende a mantenerse inmune a los cambios y transformaciones, evidencia con la existencia de este ritual mortuorio cierta porosidad, falta de rigidez y de resistencia. Por todas estas razones el culto malkiano exhibe una dinámica de supervivencia que garantiza, de alguna manera, la existencia de lo popular dentro de la modernidad y pasa a ser la respuesta al ritual tradicional judío que no satisface las expectativas del creyente, y que cuenta con la aceptación y tolerancia de las autoridades religiosas oficiales judías que no manifiestan ninguna actitud de impugnación o rechazo a las prácticas. La lápida es rústica y en ella se lee el nombre de la difunta: Malka (Reina) Saltz y la fecha de su fallecimiento (22 de agosto de 1949) pero no hay datos de filiación o de su origen familiar como ser el nombre de sus padres o de un probable esposo, ni tampoco placas que a modo de

homenaje le podrían haber puesto de sus familiares, todo lo cual acentúa aún más su origen misterioso. Se registra en cambio, que la tumba fue costeada por la Jevrah Kedishe de Tucumán la asociación comunitaria judía que fiscalizaba la observancia de los sepelios y que en casos de necesidad (como suponemos que fue en este caso) se encargaba de obtener fondos especiales para costear las inhumaciones de los indigentes. La boleta de inhumación N.596 del registro de sepelios de la institución indica que si bien falleció el 19 de Agosto de 1949, se la enterró el 22 de Agosto de 1949 en el cuadro 21, sepultura 69 a los 67 años. No indican su estado civil ni nacionalidad pero sí que se la trajo de la vecina provincia de Santiago del Estero porque el cementerio judío de esa ciudad se organizaría en recién en 1956, por eso las inhumaciones se hacían en Tucumán o en una de las antiguas colonias judías, Colonia Dora (Santiago del Estero) que ya tenía su necrópolis desde 1844. Tampoco se sabe si Saltz era su apellido original o el de su cónyuge Isaac (mencionado por otro informante) ya que a veces era común que las mujeres judías fueran inhumadas solo con su apellido de casada siguiendo antiguas costumbres europeas.

Bibliografía 

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Cohen, Elisa, Una sintaxis del más allá: transgresión y religiosidad popular judía en un caso argentino, Cuadernos Judaicos, núm.29, diciembre de 2012.

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Historia 

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Algunas consideraciones sobre la fotografía de difuntos en Maracaibo, Venezuela. Juan Carlos Morales La muerte captada entre lápidas y flores Meliza Hernández De yacentes a festejantes: 6 casos de retrato funerario escultórico en cementerios de Italia, México y España (siglos XIX y XX) Oscar Molina Epitafios: Un lenguaje particular sobre la muerte Una aproximación a las voces y dispositivos del lenguaje funerario en el “Monumento a Perpetuidad” y en el “Cementerio Central” de Paysandú Alejandro Mesa Con la Sangre del héroe Cementerio “Del Tala” de los Dalmao –Artigas paso del parque del Dayman –Salto- Uruguay un lugar de historia y belleza - naturaleza y memoria Ana María López Óscar Márquez Universales, familiares, laicos, libres y muladares: una aproximación general a la historia de los cementerios no católicos de Colombia David Esteban Molina Obsesiones fúnebres Isaura Wiencke Olivares

 Venezuela



Colombia

México



 Uruguay

  Uruguay



 Colombia

México

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Anfitriones de cementerio: La Santa Compaña en textos franciscanos del siglo XVI Javier Ayala Génesis e identidad nacional del “Comunicador Visual del Pueblo” José Guadalupe Posada José Raúl García Margarita Guerra Cementerios en la construcción de un territorio memoria Valle del Tominé, Cundinamarca, Colombia Juanita Santos La cultura funeraria y sus espacios del siglo XVI al XIX en el Centro Histórico de la Ciudad de México Margarita G. Martínez Cementerios vecinales en Azcapotzalco María Elena Solórzano Los cementerios de los pueblos originarios de la Delegación Iztacalco María Eugenia Fernández Creencia y ritualidad en torno a muertos N.N. en el municipio de Puerto Berrio, Antioquia Colombia Pablo Andrés Muñoz Obras de ornamentación para ataúdes de Newman Brothers, Coffin Fitting Works Sandra Guerra

México

México

Colombia

México

México

México

Colombia

México

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de la Revolución Industrial, fue un adelanto tecnológico que al igual que su descendiente directo, el cine, resultaría fascinante, pero sin que pudiesen determinarse en sus inicios una utilidad clara.

Algunas consideraciones sobre la fotografía de difuntos en Maracaibo, Venezuela Juan Carlos Morales Manzur

Los descubrimientos se hacen y prosperan si hay circunstancias sociales adecuadas para ellos, si las condiciones de un conglomerado humano específico requieren para el momento ese aporte cultural. Así la fotografía nace en un lugar y un tiempo, Europa Nor -Occidental, durante la primera mitad del siglo XIX, donde desde los finales de la centuria anterior se está produciendo un fenómeno de grandes consecuencias en muchos aspectos 1 que los historiadores han dado por llamar la Revolución Industrial.

Venezuela

Introducción Nacida casi al mismo tiempo que la fotografía, el plasmar la muerte en imágenes constituyó una práctica frecuente en el siglo XIX y primera mitad del siglo XX. La negación de la muerte era (y es) un sentimiento muy frecuente. La razón más importante a la hora de pagar por una imagen así era tener un recuerdo del ser querido. Pero esta costumbre que hoy calificaríamos como macabra no sólo se explica por el hecho de poseer un último recuerdo, sino que sus raíces nacen en el pensamiento propio del romanticismo del siglo XIX que trajo, producto de la crisis iluminista, una veneración de los despojos y el culto a las sepulturas; y la naturalidad con la que se aceptaba la fotografía post mortem se enmarca dentro de esta atmósfera romántica de exaltación del muerto amado. Además, el creciente individualismo que se gestó durante la etapa romántica llevó a que estas fotografías se conviertan en elemento más importante a la hora de “representar” la identidad del fallecido. Aunque lo que se retrataba no era más que despojos, la intención siempre fue mostrar personas con carácter y actitud. Las fotografías mortuorias fueron la expresión del pensamiento e individualismo del hombre del siglo XIX. Poseer una imagen de un ser querido sin vida ayudaba a atenuar la gris angustia que regala la pérdida, placebo que vino de la mano de uno de los mejores inventos de la época: la captura real de imágenes. Hoy en día se piensa, claramente, de otra manera. Un cuerpo sin vida es solamente eso, y nada más. Ya no se tiene la sensación de “poseer” al que se va mediante un retrato. Los métodos de duelo actuales se viven con más privacidad y “decoro”.

Si bien la Revolución Industrial, fue un periodo caracterizado por la proliferación de la tecnología al servicio de la producción de bienes y servicios que pudiese satisfacer las demandas de una población creciente, en dicho auge también daría origen a ciertos adelantos tecnológicos poco comprendidos. Junto con los cambios de estilo de vida en las grandes ciudades, estos inventos, que parecían inútiles, encontrarían su espacio. Dentro de este estado de cosas que en particular reclama el advenimiento de la fotografía son los siguientes: Las aspiraciones del grupo hegemónico mencionado, y también de sectores medios de la población, que dentro del influjo de la relativa democratización de la cultura que se está produciendo en ese momento, desean conocer lugares remotos, personajes prominentes y hechos importantes, a los cuales e imposible acceder directamente. 2

Finalmente, el hecho fotográfico nace, al principio, como una reproducción mecánica de la realidad. Llego incluso a incorporarse erróneamente en la conciencia colectiva, que la imagen fotográfica era el fiel reflejo de la realidad, por encima de los dibujos y de las pinturas y de otros signos figurativos presentes en la sociedad urbana del siglo XIX. Esto le daría a la fotografía gran popularidad, pero también le restaría credibilidad en uno de sus más relevantes papeles; el de medio de comunicación y el de medio creador de información y conocimiento, papel que solo recobrará, gracias al surgimiento de la fotografía artística. El grado de desarrollo alcanzado por el saber científico, que por un lado, ya domina en forma dispersa los conocimientos que sumados producirían el hecho fotográfico, mientras que por otra parte, necesita un instrumento

La fotografía. De París hasta el Lago de Maracaibo Si bien la primera fotografía nace en Europa, pasaran muchos años antes de que llegue a suramérica. La fotografía surge como invento en el esplendor

1 Carmelo Raydán, El hecho fotográfico en la Maracaibo decimonónica, Comisión y Centenario de 2 Ibid., p. 15.

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auxiliar el cual le permita registrar fenómenos que en la naturaleza o en el medio humano, son difíciles de localizar o perduran poco tiempo. Y el auge que tiene la escuela filosófica del positivismo durante este periodo, que plantea que la única vía válida de aprender la verdad son los hechos objetivos y las relaciones comprobables entre ellos; elementos estos muy cercanos a la praxis del incipiente oficio gráfico, que produce imágenes copiadas de realidades materiales, por medio de procedimientos físicos y químicos.3

suaves, para aportar una visión de autor más que de reproducción técnica; por otra parte, la Fotografía Puritana, influenciada por el Impresionismo, se 9 mantiene fiel a los principios fotográficos sobre los encuadres de la imagen. Por otra parte, el desigual avance tecnológico que presentó la comunidad internacional a finales del siglo XIX, redujo el hecho fotográfico a algunos países de Europa y los Estados Unidos de América, naciones económicamente más fuertes, relegando a la periferia a una tardía llegada de este evento.

Es así, como en 1826, nace la Primera imagen fotográfica en Francia, que captada por Joceph Nicephore Niepce, es una tosca imagen de un tejado que requirió un periodo de exposición de 12 horas y fue llamada Heliografía o Escritura de sol (Alvares Santaló, 1981). Otro Francés en 1839, Louis Jaques Daguerre, descubre y hace pública la técnica del Daguerrotipo, que consiste en exponer dentro de la cámara oscura una lámina de cobre 4 sensibilizada que produce una imagen de gran detalle. Este proceso evoluciona luego hacia el Calotipo de William Henry Fox Cabot, un inglés que patenta el proceso de impresión en la cámara, papel de escribir sensibilizado con sales de plata, lo cual produce un 5 negativo que se positiva por contacto sobre otro papel. De esta manera, la fotografía hace su entrada en la Europa del siglo XIX, primero como invento sorprendente, después como registro gráfico y finalmente, como arte. Según la autora Giselle Freud, la fotografía se manifestó estilísticamente a través de tres escuelas que parte de las corrientes estéticas y de pensamiento que expresan el espíritu de la época y de la influencia de la pintura, una forma de arte que al principio rivalizó con la fotografía. Cronológicamente la primera de estas corrientes, es el Neoclasicismo, que propone el retorno a las 6 formas solemnes del arte grecorromano. Luego el Romanticismo que se centra en temas de la edad media y del pasado nacional y, finalmente, el 7 Realismo, que busca retratar la realidad de la manera más fiel posible. Finalmente, la fotografía se afianza como arte y deja de ser solo una reproducción de la realidad, con la llegada de la corriente estética, 8 denominada Art Novó, en donde la Fotografía Pictórica, hace uso abundante de los efectos especiales, como desenfoque, tramas y focos

Primero, a raíz del Renacimiento europeo, como consecuencia de la expansión capitalista en su etapa imperial y mercantil, que convierte a gran parte de estos espacios en colonias de las potencias occidentales del momento, situación que con cambios y adaptaciones se mantiene vigente en muchos lugares durante todo el siglo XIX. Segundo, a partir de finales de la centuria del XVIII e inicios del XIX, como resultado de la nueva posesión de territorios subordinados que se les imponen dentro de la fase industrial que para ese momento estrena el sistema asignándole el rol de abastecedores de materias primas para sostener el desarrollo de los países dominantes, a la vez que compradores de su hechura fabriles, objetos estos que se convierten en una vía más a través de los cuales nos exportan sus valores y modos de vida. 10

Finalmente, la fotografía llega a América Latina, gracias al arribo de fotógrafos europeos que recorren este continente; es el último tercio del siglo XIX cuando surge la primera generación de fotógrafos autóctonos, la mayoría de ellos provienen de un sector social privilegiado. Las primeras imágenes se caracterizan por retratar la vida cotidiana de su entorno y por 11 seguir los dictámenes de las clases dominantes de la localidad. La llegada de la fotografía a Venezuela, coincide con la consolidación del país como nación independiente. Si bien los periódicos publicaron la noticia del novedoso invento en La Gaceta de Caracas en 1839, y se difundió la noticia en el periódico Eco Popular en 1840 sobre la llegada del primer Daguerrotipo. La disciplina fotográfica se difunde con mayor auge en el país a partir del año 1860. El primer fotógrafo que ejerce esta tarea en Venezuela es un español, Francisco Goñiz, quien realizó daguerrotipos por cuatro meses, desde diciembre de 1841, hasta abril de 12 1842.

3 Ibid., p. 16 4 Id. 5 Rafael María Baralt, Resumen de la Historia de Venezuela, Academia de la Historia Caracas, Venezuela, 1975. 6 Giselle Freud, La fotografía como documento social, Gustavo GiIi, Barcelona, España, 1983. 7 Id. 8 Gernshein, Helmut y Alison, Historia grafica de la fotografía, Omega, Barcelona. España, 1967.

9 Id. 10 Carmelo Raydán, op. cit., p. 22. 11 Id. 12 Id.

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Sin embargo, no existen muestras del hecho fotográfico en las provincias hasta una o dos décadas después. Las pruebas del paso de los primeros fotógrafos por Maracaibo, hoy estado Zulia, aparecen, gracias a los avisos de la prensa local, donde los fotógrafos extranjeros ofrecen sus servicios. Los primeros avisos aparecen entre 1859 y 1860. Los nombres de estos fotógrafos son: S.J. Nathans, John Lacombe, Basilio Constantin y Teodoro Lacombe.

extiende rápidamente hacia otros países. La práctica consistía en vestir el cadáver de un difunto con sus ropas personales y participarlo de un último retrato grupal, con sus compañeros, familiares, amigos, o retratarlo individualmente. La fotografía mortuoria no era considerada morbosa, debido a la ideología social de la época del Romanticismo. Algunos retratos póstumos se caracterizan por los variados artilugios de los que se servían los fotógrafos para embellecer la imagen y despojarla de la crudeza de la muerte. Así, intentaban algún tipo de arreglo para mejorar la estética del retrato. En algunos casos se maquillaba al difunto o se coloreaba luego la copia a mano. Los difuntos, por otra parte, eran sujetos ideales para el retrato fotográfico, por los largos tiempos de exposición que requerían las técnicas del siglo XIX. En la toma de daguerrotipo la exposición seguía siendo tan larga que se construían soportes disimulados para sostener la cabeza y el resto de los miembros de la persona que posaba evitando así que ésta se moviera. Las fotografías de difuntos los muestran "cenando" en la misma mesa con sus familiares vivos, o bebés difuntos en sus carros junto a sus padres, en su regazo, o con sus juguetes; abuelos fallecidos con sus trajes elegantes sostenidos por su bastón. A veces agregaban elementos icónicos -como por ejemplo una rosa con el tallo corto dada vuelta hacia abajo, para señalar la muerte de una persona joven, relojes de mano que mostraban la hora de la muerte, etc. Los militares, los sacerdotes o las monjas eran, por ejemplo, usualmente retratados con sus uniformes o vestimentas características. La edad del pariente que acompañaba al difunto era el hito temporal que permitía ubicarlo en la historia familiar. Los deudos que posaban junto al muerto lo hacían de manera solemne, sin demostración de dolor en su rostro. Los retratos mortuorios privados podían encuadrarse en tres posibles categorías según la manera en que se retrataba al sujeto:

Los dos primeros de estos hombres laboran juntos durante la segunda mitad de 1859, y realizan un álbum de imágenes de Maracaibo que ofrecen en venta; luego tenemos en 1860 a Nathans de regreso en la ciudad, en esta ocasión trabajando solo y ofreciéndose únicamente como retratista; por ultimo encontramos a Basilio Constantin en sociedad con Teodoro Lacombe, para finales de 1860. 13

Esto lleva a las primeras imágenes fotográficas de Maracaibo conocidas hasta el momento. Estas pertenecen a un grupo de 12 graficas, llamadas Estereoscópicas. Estas fotografías estereoscópicas, se conocen como las únicas imágenes de Maracaibo tomadas con esta técnica durante el siglo XIX. Las investigaciones llevadas a cabo por el profesor Raydán indican que se remontan al año 1860. Estas graficas recogen el paisaje urbano de la Maracaibo de este entonces, donde se incluyen lugares que aún hoy en día son hitos referenciales en la ciudad. En estas estampas se encuentran, entre otros lugares, la Catedral, la Ermita de San Juan de Dios, hoy Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, la Plaza Bolívar y por supuesto, el puerto de la ciudad, también llamado Malecón. El Malecón será el lugar más fotografiado de la ciudad de Maracaibo durante la segunda mitad del siglo XIX y la primera mitad del siglo veinte. Por tanto, existe información gráfica relevante sobre el puerto de la ciudad de Maracaibo, que permite utilizar el lenguaje fotográfico como un medio para interpretar la realidad local a través de los códigos figurativos.

Simulando vida: en un intento por simular la vida del difunto se los fotografiaba con los ojos abiertos y posando como si se tratara de una fotografía común, por lo general junto con sus familiares, es difícil notar cual es la persona sin vida ya que al no tener movimiento alguno sale muy nítida en la imagen y no así sus familiares, las tomas se solían retocar a mano usando coloretes o pintando los ojos sobre los parpados cerrados. Simulando estar dormido: por lo general se realizaba con los niños, se les toma como si estuvieran descansando, y en un dulce sueño del cual se supone que despertarían. En algunos casos los padres los sostenían como acunándolos para aportar naturalidad a la toma.

Fotografía de difuntos La fotografía de difuntos fue una práctica que nació poco después que la fotografía (un 19 de agosto de 1939) en París, Francia, que luego se 13

Ibid., p. 42.

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Sin simular nada: se les fotografiaba en su lecho de muerte, en este tipo de tomas se agregaban flores como elemento ornamental, que no existían en el resto de las fotografías post mortem; comúnmente ese tipo de fotografías también se les tomaban a los niños.

se hizo muy popular entre las personas entregadas con fervor al misticismo religioso. Tanto fue así que surgieron los fotógrafos especializados en estos trabajos. Actualmente la tecnología nos ayuda a tener imágenes de los seres queridos de forma fácil y rápida. La mayoría de nosotros tenemos cientos de fotografías o vídeos de nuestros familiares. Pero antes no era así, de tal forma que el nacimiento de la fotografía dio la oportunidad de poder conservar un recuerdo de sus difuntos, una imagen con la que perpetuar su recuerdo. En los días antes de Polaroids, cámaras de vídeo y fotografías digitales, las familias que deseaban preservar la memoria de sus seres queridos tenían solo las fotografías. Lo que comenzó como simples fotos de sus seres queridos fallecidos poco a poco se convirtió en una embarcación de diseño propio, con la puesta en escena, iluminación, decoración, lo que representa, y otras cualidades de la producción que a menudo parecía un segundo funeral en sí mismo. La práctica finalmente se desvaneció en popularidad en la primera parte del siglo XX. En Maracaibo la fotografía de difuntos tuvo su representación. Para este trabajo no ha sido posible contar con fotografías de difuntos del siglo XIX, las cuales estamos seguros existen; creemos que ellas se deben encontrar en colecciones familiares, pero si pudimos contar con imágenes de principios del siglo XX. En la actualidad, las familias que poseen fotografías de esta naturaleza las guardan con cierto recelo y no la muestran con facilidad, quizás por lo que representan. Al final de este trabajo se pueden observar las diversas fotografías que, a manera de ejemplo, se han insertado para ejemplificar los diversos tipos de fotografías de difuntos. Algunos representan al fallecido en su lecho de muerte, otras en el ataúd, otras, las más, consisten en fotografías del funeral del cortejo fúnebre y relacionados; otras, representan visitas a tumbas. Todas estas fotografías se remontan desde principios del siglo XX, a los años cincuenta de dicho siglo y coincide con la descendencia de este tipo de fotografía.

Por los años veinte o treinta del siglo XX comenzaron a adoptarse nuevas tendencias que alcanzaron incluso la fotografía post mortem. De esta forma, los fotógrafos comenzaron a presentar a los muertos bajo nuevos ángulos y perspectivas: detalles de las manos o de otras partes del cuerpo, con desenfoques selectivos muy controlados y realizando primerísimos planos de ciertas zonas del fallecido, o bien imágenes muy cercanas al fotoperiodismo actual. Son tomas que en muchos casos resultan impresionantes por su dramatismo y cuidada iluminación. La fotografía mortuoria que se aplicaba principalmente a los niños, era un recuerdo muy valioso, que constaba el ascenso al cielo y proporcionaba el consuelo necesario para seguir en la vida. Las figuras del primer tipo como las fotografías conservan el recuerdo del desaparecido, regulan la pena y se convierten ocasionalmente, en un objeto de culto. Se trataba del último adiós en imágenes, tomadas por lo general dentro de la casa del niño muerto o fuera de ella, también las tomaban en el cementerio justo antes del entierro o, en ocasiones, en un estudio del fotógrafo. La práctica de retratar “angelitos” comenzó a desaparecer en distintos momentos de la segunda mitad del siglo XX. Es muy probable que el desvanecimiento de dicha práctica se deba a los sacerdotes cuya influencia en la sociedad era decisiva; recordemos que se trataba de una práctica realizada por católicos. Otros “agentes modernizadores” como maestros, médicos y autoridades sanitarias, tuvieron mucho que ver. Todos ellos, con sus marcos reglamentarios y normativos, escritos o no. Esta práctica, que en nuestros días nos puede parecer una conducta escandalosa y hasta sintomática de algún desorden mental, para nuestros antepasados representaba un consuelo a su terrible duelo. Era común maquillar al cadáver y colocarlo en poses que simularan vida (vistas hoy, muchas de esas fotos pueden herir la sensibilidad y llegan a asustar a quienes descubren que están mirando personas muertas). También se colocaba a la familia en torno al fallecido como si se tratara de un retrato común. Esta foto podía representar la oportunidad de una vida de inmortalizar a toda la familia junta. Estas fotos, conocidas como "fotografías postmortem" se realizaban pocas horas después del fallecimiento de la persona. Este género

Decadencia de la fotografía de difuntos La práctica del retrato de difuntos disminuye sensiblemente después de la primera década del siglo XX, desaparecido completamente entre las décadas de los treinta y los cincuenta, por lo menos en Maracaibo. Paralelamente a ésta última fase se desarrolló en los ámbitos urbanos la

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fotografía de velorio, cortejo y visitas a tumbas; registros cuyo interés se aleja del muerto– que ya no aparece en primer plano –para enfocarse en el marco familiar y social del acontecimiento. También estos géneros pueden considerarse extintos para mediados de siglo. Podemos tomar esa primera mitad del siglo XX como una etapa crítica en la cual un género que hasta entonces gozaba de gran popularidad en la clase dominante venezolana y luego en los sectores medios, va pasando a un segundo plano para luego desaparecer. Con los mismos parámetros generales de tiempo, puede decirse lo mismo de Europa, Estados Unidos y el resto de Latinoamérica. También pareciera estar presente, como concepto fotográfico, en muchas de las imágenes que en la misma época empiezan a predominar en el campo de las fotografías de muertos: nos referimos a los retratos colectivos de deudos y cortejos fúnebres, ya mencionados. Este género de fotos, que tampoco se extenderá más allá de la mitad del siglo XX, se caracteriza por mostrar diferentes momentos del cortejo, como la salida del cajón cargado a pulso de la casa velatoria, o el desfile de las carrozas fúnebres. Comparadas con los retratos del muerto solo, tienen un carácter más “narrativo” y social que aquellos, dado que por lo general muestran una acción en plena ejecución y porque –esto no es menor– se privilegia el mostrar a los deudos y el despliegue funerario, por sobre el muerto en sí. De hecho el fotógrafo, salvo que se pidiera expresamente lo contrario tenía especial cuidado en no fotografiar el ataúd descubierto, revirtiendo claramente la situación que era habitual pocas décadas antes.

Sin embargo, hay fotos mucho más recientes, como las del Papa Juan Pablo II. Resulta bastante curioso observar como la sociedad aceptó desde el primer momento y continua aceptando perfectamente las tomas post mortem de las personalidades e individuos influyentes, e incluso las ve como algo normal, y sin embargo la fotografía post mortem tradicional, que tuvo en su momento la misma finalidad, es considerada por muchos como una especialidad morbosa e insana. A pesar de ello, es muy probable que casi todos tengamos, si repasamos nuestro archivo familiar, alguna de estas imágenes formando parte de él.

Bibliografía específica     

Alvares Santoló, León, Los siglos de la historia, Salvat Editores, Colección Temas Claves, Barcelona, España, 1981. Baralt, Rafael María, Resumen de la Historia de Venezuela, Academia de la Historia Caracas, Venezuela, 1975. Freud, Giselle, La fotografía como documento social, Gustavo GiIi, Barcelona, España, 1983. Gernshein, Helmut y Alison, Historia gráfica de la fotografía, Omega, Barcelona. España, 1967. Raydán, Carmelo, El hecho fotográfico en la Maracaibo decimonónica, Comisión y Centenario de Lago de Maracaibo, Acervo Histórico del Estado Zulia, Biblioteca de Temas de Historia del Zulia, 2001.

Bibliografía general  Bermüdez, Nilda, Vivir en Maracaibo en el siglo XIX. Colección Zuliana núm. 20 Serie Ensayos, Universidad del Zulia SERVILUZ, Maracaibo, Venezuela, 2006.  Cardozo Calué, Germán, Maracaibo y su Región Histórica, LUZ, Maracaibo, Venezuela, 1991.  Eco, Umberto, La estructura ausente, Lumen, Barcelona, España, 1971.  Goering, Antón, Cuadros de Venezuela: Maracaibo, reproducido en el Zulia Ilustrado. Maracaibo, Venezuela, 1889.  Lopez de Sagredo, José, Historia del Club Comercio de Maracaibo, t. 1, La Paz. Maracaibo, Venezuela, 1943.  Lotman, Yury, Estética y semiótica del cine, Gustavo Gilli, Barcelona, España, 1979.  Morales Manzur, Juan Carlos, Relaciones Sociales en el Puerto de Maracaibo. De la Ciudad Puerto a la Ciudad Petrolera. II Jornadas de Historia de la Fundación BURlA. Barquisimeto, Venezuela, 2007.

Conclusiones Los finales de la fotografía post mortem (entendida ésta como un recurso familiar para no olvidar a los fallecidos) llegaron a mediados del siglo XX, con la popularización general de las cámaras fotográficas modernas, que permitieron fotografiar a la gente en vida realizando actividades normales. Son fotos con menos encanto, pero posiblemente más agradables para la gente. Sin embargo, el género se sigue practicando aún en ciertas ocasiones cuando el personaje fallecido resulta muy importante o famoso, ya sea para documentar algún medio de prensa, ya sea como recuerdo de la celebración funeraria en sí misma. En España, una de las últimas instantáneas oficiales realizadas, y que tuvo enorme difusión, fue la imagen del cadáver de Franco, tomada en 1975.

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Rivas, José, Costumbres zulianas, Ediciones de la Dirección de Cultura, Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, 1962. Sánchez, Silvestre, Geografía y Breve Historia de la Sección Zulia, desde el Descubrimiento 1499, hasta nuestros días, Imprenta de la Opinión Nacional, Caracas. Venezuela, 1883. Saussure, Ferdinand, Curso de lingüística general, Posada, México, 1990. Yépez, José Ramón, Selecciones de poemas y leyendas, Publicaciones de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, 1948. Todorov, Tzvetan, Teorías del símbolo, Monte Ávila Editores, Caracas, Venezuela, 1991.

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Imágenes Fotográficas

Imágenes 1-4. Panteón Fuente: Fotógrafo desconocido.

Imagen 5. Visita a la tumba paterna. Maracaibo, Venezuela, circa de 1950. Fotógrafo desconocido. Colección familia Rincón Sandoval. Cortesía Elina Rincón de Pardo.

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Imagen 6. Preparativos para un velorio. Isla de Providencia. Circa de 1940. Fuente: Fotógrafo desconocido.

Imágenes 7-9 Entierros de neonatos. Fuente: Fotógrafo desconocido.

Imágenes 9-13. Actividades en el panteón. Fuente: Fotógrafo desconocido.

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La muerte como hecho ineludible, es apropiada por las diferentes comunidades a través de sutiles particularidades que hacen explicita la necesidad del individuo por calmar la angustia propia del fin vital. Para ello nada más expresivo que una carta, una frase o simplemente, un dibujo en donde se muestra el apego que sienten por el difunto. En este caso, las pregunta serían ¿Para qué llevar flores a quién no las puede apreciar, o porqué pintar un lugar en dónde sólo yacen restos mortales? Frente a esto se sugiere implícitamente que la motivación para llevar a cabo expresiones de interés en estos espacios mortuorios expuestos, está contenida en la memoria misma de la comunidad, ya que es a través de las manifestaciones de afecto como se mantiene latente al sujeto social; si bien la actividad del difunto se transforma, éste sigue estando presente en la medida que el grupo lo recuerde.

La muerte captada entre lápidas y flores Meliza Hernández Mondragón Colombia La vida ha sucumbido ante la muerte, pero la memoria sale victoriosa en su combate contra la nada.14 Tzvetan Todorov

Introducción Este texto ha sido elaborado con el objetivo de afianzar un interés personal que desde el año 2008, ha sido elevado al ámbito académico. La muerte como fuente de inspiración alentó desde éste momento la curiosidad por saber qué hay detrás de las expresiones de afecto hacia los niños difuntos y la carga simbólica que ello contiene. Una temática que gratamente en esta oportunidad me permite exponer una pequeña muestra fotográfica de algunos cementerios de diferentes lugares de Colombia, acompañada por un texto que da lugar a una aproximación de la necesidad del ser humano por perpetuar el cariño y la gratitud hacia la inocencia, atributo que queda intacto pese al paso del tiempo. Con un poco de temor ante la incertidumbre de generar más dudas de las que pueda resolver, es interesante el carácter mortuorio que rodea las lapidas y las flores ofrecidas a nuestros seres queridos, especialmente a los más pequeños de la casa cuando deciden irse sin tomar partido de tal determinación. Lo que puedo aseverar con firmeza es que en ocasiones frente a la muerte niña se desdibuja la objetividad científica y el carácter neutral del investigador queda en juego, constantemente aflora la sensibilidad frente al hecho y no queda más que guardar silencio, particularidades que permiten afianzar el propósito de mostrar por medio de imágenes lo que en algunos cementerios se hace cuando un niño muere, cuando las expresiones familiares a través de coloridas decoraciones dedicadas al pequeño manifiestan paralelamente la angustia y la esperanza que envuelve al denominado “angelito”.

Imagen 1. Galería infantil en el cementerio San Esteban (Manizales-Colombia), 2008. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Entre vivos y muertos 14

Todorov T., Los abusos de la memoria, Barcelona, Paidós Ibérica, 2000, p. 18.

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Imagen 4. Padre en la tumba de su hijo. Cementerio Central (Bogotá-Colombia), 2013. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Imagen 2. Galería infantil en el cementerio San Pedro (Medellín-Colombia), 2011. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Imagen 5. Tía en la tumba de su sobrina. Cementerio Central (Bogotá-Colombia), 2013. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Imagen 3. Galería infantil en el cementerio Municipal (Lebrija-Colombia), 2013 Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

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que se establecen y que se transforman con el paso del tiempo y en el cambio de los espacios, las que dictan de acuerdo a la diversidad de gustos, un fuerte arraigo en la mentalidad de una comunidad dejando así un rastro perdurable en ella. Como lo expresa Todorov, la memoria: “(…) es forzosamente una selección: algunos rasgos del suceso serán conservados, otros inmediata o 18 progresivamente marginados, y luego olvidados”, es decir, el individuo recuerda lo que desea recordar, lo demás simplemente lo olvida. La memoria es una red que se expande a través del tiempo y el espacio gracias a medios básicamente cotidianos como la oralidad, la escritura o la imagen. Los acontecimientos que recobran importancia se mantienen almacenados allí e inconscientemente algunos detalles se conservan más vívidos que otros, convirtiéndose en elementos necesarios para generar conocimiento alrededor de un objeto o de un suceso que ha dejado huella tanto en el individuo como en el grupo. Es entonces cuando se vuelve necesario apelar a los recuerdos para dar a conocer lo que no se sabe, para recordar lo que se quiere e incluso para comparar los mismos aspectos sociales de una comunidad en dos momentos diferentes. Al hablar de memoria frente a la muerte, las opciones de recordar a un sujeto se encabezan por el proceso del duelo ya que: “(…) en un primer momento nos negamos a admitir la pérdida que acabamos de sufrir, pero progresivamente, y sin dejar de añorar a la persona fallecida, modificamos el estatuto de las imágenes, y cierto distanciamiento contribuye a atenuar el 19 dolor”, aplicando así una restricción que permite recordar al fallecido pero sin sentir una afectación directa por la muerte del mismo. Es todo un reto recordar al ser querido, una lucha interna y personal que contiene los apartados de la memoria que deseamos mantener y plasmar en la lápida, el papel o cualquier otro material que creativamente es transformado para transmitir, para comunicar.

En cuanto al espacio, L. V. Thomas agrega que: “El cementerio proporciona una especie de terapia, de catarsis, una purificación, incluso 15 para los no creyentes”. Es así como se crean mecanismos que condensan de manera consciente el fin definitivo del ser, dado esto por la exigencia tanto del grupo como del individuo, al querer apaciguar la ansiedad de la muerte propia evidenciada en la muerte del otro. Lo anterior se encuentra imbuido frente a lo que argumenta A. Di Nola cuando afirma que: “Las diversas culturas en sus distintas modalidades, tienen por objeto crear mecanismos de tutela y defensa o sistemas ideológicos que sirven para superar las numerosas situaciones 16 perturbadoras y hacerlas aceptables”. En este caso, la imagen que muestra los espacios destinados para los difuntos, manifiesta fácilmente la diversidad de representaciones que se crean en torno a este hecho inevitable y que se trata de superar a través del duelo. La ausencia del ser querido motiva con dolor las decoraciones que sirven de respaldo ante la pérdida. Los difuntos, un grupo de sujetos que ya no están pero que siguen ejerciendo una actividad dentro de la comunidad, son el fundamento de tradiciones conservadas durante generaciones, que si bien se transforman, mantienen una estructura primaria con el objetivo de establecer un contacto permanente con el mundo de los muertos. En este orden de ideas, el ser fallecido actúa como puente ideal para entablar un acercamiento intimo con lo que adquiere un rostro familiar, la muerte. Recordar ayuda a vivir Es a partir de los diferentes elementos que conforman la vida diaria, como el grupo construye hábitos creados desde la funcionalidad, proporcionando tanto a los individuos como a la comunidad, maneras de expresar condiciones y costumbres propias para resaltar detalles relevantes, que van desde los acontecimientos públicos hasta los más íntimos acontecidos en la privacidad del hogar. J. Candau sostiene que: “las interacciones sociales y culturales hicieron posibles el pensamiento y la memoria, al permitir el establecimiento 17 y la distribución de conocimientos, creencias”; son las formas y prácticas

La fotografía: un instrumento documental La fotografía vista como una herramienta para documentar aspectos cotidianos que a la vez permite sustentar y afianzar los recuerdos, no es un elemento ajeno a los espacios mortuorios. Desde mediados del siglo XIX con la introducción del daguerrotipo en Latinoamérica, una de las escenas recurrentes en las imágenes que hacen parte de las historias familiares está

15

L- V. Thomas, Antropología de la Muerte. México: Fondo de cultura económica, 1983, p. 425. A. Di Nola, La negra señora: antropología de la muerte y el luto, Barcelona: Norma de América latina, 2006, p. 19. 17 Joel Candau, Antropología de la memoria, Buenos Aires, Nueva visión, 2002, p. 15. 16

18 19

211

T. Todorov, op. cit., p. 16. T. Todorov, op cit., p. 25.

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relacionada con procesos de rituales funerarios como por ejemplo los velatorios, en donde se captaba quizá por primera y última vez al difunto. Este hecho que se fue popularizando poco a poco a principios del siglo XX hasta convertirse en lo que se podría denominar como una costumbre. Posteriormente, a mediados del mismo siglo, desapareció casi por completo. Con lo anterior no se confirma la perdida relacional entre imagen – historia– recuerdo, por el contrario, se ratifica dicho vinculo. Al respecto, R. Barthes afirma que:

difunto, la intención de convocar al ser fallecido, de hacerlo vivir por medio de los recuerdos, se mantiene intacta. Si bien actualmente no es habitual obtener imágenes del cuerpo en medio del velorio, la disposición de la decoración en las lápidas es un indicador que expresa el carácter familiar frente al hecho de morir. De este modo, no es necesario ver el cadáver, solo basta con observar lo que sus seres queridos hacen en torno a él. La recopilación de imágenes, en este caso, es el sustento gráfico de una pequeña muestra de algunas variantes visuales de cómo se representa al difunto en varios lugares de Colombia, con diferencias que van de la distribución espacial a los modos decorativos y los mensajes implícitos y explícitos que dejan expuestos los sentimientos en torno a la muerte, en particular la de los niños, en donde el cariño y el dolor se mezclan en medio de la angustia vital frente a la pérdida del pequeño ser.

Quizá tengamos una resistencia invencible a creer en el pasado, en la historia, como no sea en forma de mito. La fotografía por primera vez hace cesar tal resistencia: el pasado es desde entonces tan seguro como el presente, lo que se ve en el papel es tan seguro como lo que se toca.20

Imagen 7. Tumbas infantiles en el cementerio San Esteban (Manizales-Colombia), 2008. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Imagen 6. Diferencias estéticas. Cementerio Central (Bogotá-Colombia), 2013. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Aunque los cambios transcurridos a lo largo del tiempo hacen evidente la transformación de dicha costumbre cuando se retrataba al 20

Roland Barthes, La cámara lúcida. Notas sobre la fotografía, Buenos Aires, Paidós Comunicación, 2011, p. 22.

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Imagen 9. Carta dejada a una niña en el cementerio San Esteban (ManizalesColombia), 2008. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Imagen 8. Tumbas infantiles en el cementerio Central (Neiva-Colombia), 2013. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Con ello se establecen algunos contrastes evidentes que en ocasiones corresponden a la temporalidad de la inhumación del individuo, el estrato social, los gustos del fallecido o de la familia, pero que contienen un mismo fin, el de exaltar y mantener vivo el recuerdo del ser querido. La reflexión en torno a la imagen se genera a partir de la estimulación directa de la memoria y la observación incansable de los pequeños detalles que están dispuestos para ser interpretados. El hecho de recordar es un desafío que se exterioriza cuando se expone en las lapidas.

Imagen 10. Carta dejada a una niña en el cementerio San Pedro (Medellín-Colombia) 2011. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

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Imagen 12. Con poco se dice mucho. Cementerio Municipal (Lebrija-Colombia), 2013. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

En las lapidas destinadas a los pequeños difuntos se observa con frecuencia los letreros en donde se desean felices cumpleaños y buenas navidades, haciendo evidente que las festividades populares y las fechas especiales son motivo de visita, de celebración. Aquí la ortografía no importa y las flores se cambian periódicamente. Si se marchitan no es porque se olvide, es porque las distancias aparentan inadvertencia, aunque el recuerdo está lejos de hacerse cenizas.

Imagen 11. Lápida de un niño difunto (Bugalagrande-Valle), 2011. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Imagen 13. Celebración de la navidad. Cementerio Central (Bogotá-Colombia), 2013. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

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Un amor desinteresado, un recuerdo infalible, una plegaria permanente se capta tras la obturación de una cámara fotográfica, se congela el recuerdo, queda intacto el instante y se agradece con un minuto de silencio por dejar registrar sus moradas. Conclusiones Las representaciones que surgen alrededor de la muerte niña materializan la angustia vital que se siente cuando la ausencia existe a través del otro, siendo esta la única forma de aproximarse al fin propio. La muerte es un acontecimiento que motiva las manifestaciones precisas para exaltar el hecho, a la vez que apacigua la ansiedad que éste genera. El ser humano procesa la muerte, la asimila y se apropia de ella al tiempo que la mantiene alejada de sí. Por medio de la creación de espacios destinados a contenerla (cementerios, osarios, cenizario) y maneras tangibles de representarla (pintura, escritura, música y fotografía), el individuo logra perpetuar a la muerte y hacerla parte de un todo, convirtiéndola a la vez en una pieza cultural importante para la ritualización social brindada a un aspecto biológico. Estos lugares y procesos, sin importar el momento histórico o el espacio donde se desarrollen, han sido dispuestos para entablar una comunicación permanente a través del lenguaje simbólico que evoca la cercanía entre los vivos y los muertos. Si bien los rituales que giran en torno a la muerte han cambiado con el paso del tiempo, aún mantienen en su base una estructura constante que se hace evidente en algunas representaciones populares. Inscripciones de creación familiar, pasajes de la biblia o decoraciones a base del dibujo animado favorito, son el común denominador que dejan leer un mensaje contundente de resistencia a olvidar a quien ejerce el papel de ángel. Estas son expresiones silente pero perentorias, los vivos necesitamos de los muertos, nos inspiran, nos convocan y permiten un ejercicio de reflexión frente a la expresividad que se debate entre la alegría y la tristeza de recordar a un ser fallecido, de sensibilizarnos como objetivo próximo de la conclusión inherente a todo ser vivo.

Imagen 14. Celebración de cumpleaños (1), Cementerio Central (Bogotá-Colombia) 2013. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

Imagen 15. Celebración de cumpleaños (2). Cementerio Central (Bogotá-Colombia), 2013. Fuente: Archivo fotográfico de la autora.

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estos artefactos la escultura ha jugado un papel fundamental, pues ha permitido “congelar” la apariencia del individuo, negando de algún modo la descomposición natural que el cuerpo real sufre. Panofsky considera que la manera de representar al fallecido en la escultura funeraria se ha guiado por dos ideas rectoras: la retrospectiva o la prospectiva. La representación del muerto estará encaminada a recordar lo que éste fue en el pasado (retrospectiva) o por el contrario, lo proyectará hacia el futuro (prospectiva), en donde su doble tomará actitudes que le permitan enfrentarse de la mejor manera a su existencia en el más allá. Bajo esta visión, en el antiguo Egipto fue la prospectiva la que animó el discurso funerario: a la par de brindarle al muerto todo el ajuar necesario para su supervivencia (una habitación, joyas, alimentos e incluso esclavos), también se le procuraba un cuerpo. El sarcófago que contiene el cadáver momificado no es sólo un contenedor, también representa un doble, 22 en espera de ser reanimado. Para los antiguos egipcios resultaba de mayor importancia la perspectiva futura del fallecido, que la conmemoración 23 de sus glorias pasadas. Esta visión se modificaría con los griegos y los romanos. Aunque ellos también eran afines a la idea de una existencia que se prolongaba más allá de la muerte, vieron conveniente rememorar en sus obras funerarias episodios de la vida de los hombres, pues consideraban 24 que la memoria sería la única capaz de luchar contra la muerte. Un monumento funerario en el que existe la fusión de los conceptos de retrospectiva y prospectiva fue la tumba de las Nereidas; ésta junto con el Mausoleo de Halicarnaso, no sólo conmemoraban las glorias pasadas, también eran el refugio de los muertos proyectados hacia el futuro. En la época en la que se construyeron, paralelamente se creaba una nueva maniera en la escultura funeraria, en la que los muertos se presentan 25 yacentes, recostados sobre un lecho, ligando el tema de la muerte, con el del sueño y el reposo, Panofsky reconoce en esta relación de conceptos una gran paradoja:

De yacentes a festejantes 6 casos de retrato funerario escultórico en cementerios de Italia, México y España (siglos XIX y XX) Óscar Molina Palestina México

De las múltiples expresiones artísticas que el ser humano ha desarrollado, es la escultura la que mejor imita su representación “real”; tan es así, que en el Génesis se dice que el primer hombre fue modelado como una pieza escultórica: “Entonces Dios el Señor formó al hombre de la tierra misma, y sopló en su nariz y le dio vida.” (Gen 2:7). Fue también a través de la escultura que Dios castigó la desobediencia de la mujer de Lot, quien, en la destrucción de Sodoma y Gomorra, osó mirar hacia atrás, perdiendo inmediatamente ese “soplo de vida” y quedando convertida en una estatua de sal (Gen 19:26). El episodio de la mujer de Lot da cuenta de la gran diferencia entre estatua y ser humano: aunque en apariencia similares, la primera carece de las funciones vitales. La facultad de la escultura para crear “dobles” de las cosas, la hizo preferida en la producción artística ligada al tema de la muerte. La escultura funeraria y el legado de Panofsky En el año de 1964 fue publicado el libro Tomb sculpture de Erwin Panofsky, el cual recopila una serie de conferencias con el tema de la escultura funeraria, desde el antiguo Egipto hasta la producción de Bernini, dictadas por el historiador del arte de origen alemán en el Instituto de Bellas Artes de la Universidad de Nueva York. Su obra resulta fundamental para conocer las diferentes facetas que tuvo este tipo de escultura hasta antes de la creación de los primeros cementerios civiles a principios del siglo XIX. Panofsky menciona que desde los inicios de la civilización, el ser humano se ha negado a creer que la “extinción de la vida” (la pérdida del 21 movimiento y demás funciones) signifique el fin de su existencia.” Esta idea lo ha llevado a proyectar su presencia hacia el futuro, en un mundo ultraterreno para el cual ha creado toda una serie de aparatos litúrgicos que le procuren las condiciones necesarias para seguir existiendo. Dentro de

“…nosotros deseamos reposo después de la muerte, pero de algún modo esta idea de reposo absoluto equivale a la pérdida del conocimiento y por lo

22 Ibid., p. 15. 23 Ibid., p. 16. 24 Ibid., p. 20. 25 Serían los etruscos los principales propagadores de este modelo, en el que eran comunes las escenas de parejas y la presencia de almohadas. Vid Ibid., pp. 26, 27.

21 Erwin Panofsky, Tomb sculpture. Its changing aspects from Ancient Egypt to Bernini, p. 9. London, Thames and Hudson, 1964.

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tanto a la pérdida de identidad.”26 Esta idea resulta compleja para nuestra especie, que tiene la creencia de ser inmortal, pues como mencionaba Freud: “En el fondo, nadie cree en su propia muerte, o, lo que viene a ser lo mismo: en el inconsciente cada uno de nosotros está convencido de su inmortalidad.”27

los ángeles están inspiradas en las victorias aladas ), no se permitieron muchas digresiones que pusieran en conflicto la nueva fe. Una vez que fue readmitida, la escultura funeraria en el mundo cristiano inicialmente eliminó el principio de retrospectiva, favoreciendo las representaciones de lo que le esperaba al muerto en el futuro. El arte “enfatizó no lo que el muerto había sido o hecho, sino qué podría pasar con 33 él…” Es por ello que inicialmente se prefirió el lenguaje simbólico y bidimensional (a través del relieve), antes que el retrato en tres dimensiones. Panofsky observa una conexión entre la transición del estilo artístico 34 románico al gótico y el resurgimiento de la escultura funeraria. Menciona que Rudolph de Swabia (muerto en 1080) “fue probablemente el primer laico 35 en ser honorado con una efigie esculpida en una iglesia medieval”, específicamente en la catedral de Merseburg. Considero que la reaparición de la escultura funeraria en este periodo, más que a cuestiones estilísticas, está relacionada con la invención del Purgatorio, en el que el futuro de los hombres después de la muerte se unificó. La liturgia cristiana hacia el siglo XII creó este nuevo lugar en la 36 geografía de la fe, en el que el concepto de más allá se materializó: a partir de ese momento todos los muertos tendrían una existencia postrera en el Purgatorio, antes de la llegada del Juicio Final. Es a este sitio donde irían todas las almas una vez que el cuerpo se despojara de la vida. Bajo este concepto resurge la idea del doble: si el cuerpo humano pierde la vida y se descompone, hay que dotar al individuo de un segundo cuerpo, más resistente, con el que pueda seguir recibiendo los sufragios que la Iglesia le otorga para que su estancia en el Purgatorio sea lo más breve posible; de ahí que reaparecen los personajes yacentes, representados en 37 transi, en el momento limítrofe entre la vida y la muerte.

Las representaciones funerarias en la antigua Roma privilegiaron la visión retrospectiva, llevándola a la idealización; la realidad del muerto se fundía con el simbolismo religioso, creando episodios semibiográficos 28 conocidos como exempla virtutis. La liturgia funeraria romano, además de incluir la escultura, también fomentó el uso de las imago, retratos funerarios elaborados con la técnica del vaciado. Todos estos elementos sufrieron un revés con la aparición y encumbramiento del cristianismo en el mundo occidental, que trajo consigo en sus orígenes, el descrédito de la escultura. El cristianismo de los primeros tiempos fue iconoclasta, heredero 29 del pensamiento judío contrario a las imágenes. La escultura sería la más denostada de las artes, por considerarse que imitaba la labor divina, además de que era a través de ella que se engañaba a los paganos, aprovechando sus cualidades para crear aparatos escenográficos en los que las piezas 30 “cobraban vida.” La llegada del cristianismo representó un cisma en las costumbres funerarias en muchos sentidos: los muertos dejaron de ocupar los espacios limítrofes de las ciudades y poco a poco fueron introduciéndose hasta llegar al centro de las urbes en el interior de las iglesias. Los despojos mortuorios, antaño considerados impuros, adquirieron una nueva cualidad, llegando 31 incluso a sacralizarse en la figura de las reliquias de los santos. Después de su fase iconoclasta, la liturgia cristiana comenzó a consolidar sus modelos de representación ligados a la muerte. Aunque no se desdeñaron ideas de otras culturas, (por ejemplo, las representaciones de

32 Aunque de acuerdo a Panofsky, los ángeles pasan a la iconografía cristiana sin cambios de apariencia física, aunque sí de concepto –como menciona San Agustín en la Ciudad de Dios donde dice que “Dios manda no Victoria, quien es sin sustancia, sino su ángel” (vid Panofsky, op. cit., pp. 43-44 y San Agustín, La Ciudad de Dios, p.90, México, Editorial Porrúa, 1988)- si hay modificaciones entre lo narrado en la Biblia y la apariencia tomada de la Nike griega, por ejemplo, el sexo. Los ángeles son hombres en la Biblia, mientras que la Victoria es femenina. Con el paso de los años se llegaría a la convención de modelos andróginos. Vid Oscar Molina Palestina, “El ángel del Juicio y la obra de Giulio Monteverde en México” en X Jornadas Internacionales de estudios italianos Cátedra Extraordinaria Ítalo Calvino, México, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, 2011. Artículo en prensa. 33 Erwin Panofsky, op. cit., p. 39. 34 Ibid., p. 52. 35 Ibid., p. 51. 36 Vid Jacques Le Goff, El nacimiento del Purgatorio, Madrid, Taurus, 1989. 37 Erwin Panofsky, op. cit., p. 57

26 Ibid., p. 27. 27 Sigmund Freud, Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte, p. 12. (1915). Traducido por Juan Bauzá y María José Muñoz, en http://www.auladepsicoanalisis.com/ Fecha de consulta: abril de 2013. 28 Erwin Panofsky, op. cit., p. 32. 29 “No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto.” Ex 20: 4,5. 30 Kenneth Gross, The dream of the moving statue, p. 231, Pennsylvania, The Pennsylvania State University Press, 2006. 31 Oscar Molina Palestina, “Santiago Atzacoalco, Santa Isabel Tola y la liturgia funeraria medieval en el México del siglo XXI” en XXXIV Coloquio Internacional de Historia del Arte, La Metrópoli como espectáculo: la Ciudad de México, escenario de las artes, México, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, 2010. Artículo en prensa.

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A la par de los yacentes, durante los siglos de la Baja Edad Media, dominados por las epidemias, aparecieron otras representaciones “macabras”, en las que reyes y nobles se muestran en estado putrefacto, 38 como reflejo de lo vivido en la época. Es importante que no se confundan estos ejemplos con las representaciones de la muerte en abstracto, ya que aunque calaveras, no son imágenes simbólicas, sino que adquieren la categoría de retratos. Los muertos yacentes, al final de la Edad Media adquieren otra posición: se hincarán a orar en dirección hacia el altar, esperando con ello obtener más beneficios en su transitar en el Purgatorio. De esta manera fue representado el rey más poderoso del siglo XVI: Carlos V, acompañado por toda su familia. Las esculturas de personajes orantes compartieron el espacio con un nuevo modelo renacentista: el conmemorativo, en el que se retomó el concepto de retrospectiva, tan común en los monumentos funerarios previos al cristianismo. Es así como el paganismo resurgió al interior de la iglesia, manifestándose en personajes con actitudes “vivas”, montando a caballo, dando cátedra o reflexivos circundados por personajes alegóricos del paso del tiempo, como en los monumentos funerarios de la familia Medici ideados por Miguel Ángel en la iglesia de San Lorenzo en Florencia. Panofsky resume los motivos de esta nueva tipología escultórica en cinco puntos: el renacimiento del simbolismo funerario (mitológico o ritual) traído de la antigüedad clásica, la admisión de elementos biográficos, la inclusión de virtudes teologales y cardinales, la activación de la efigie y lo 39 que él llamó la introducción de las “artes desprovistas” (arts bereft), las 40 artes liberales como motivos funerarios. Esta mezcla de temas y representaciones de los muertos bajo las visiones de retrospectiva y prospectiva, alcanzarían su punto máximo (de acuerdo a Panofsky) en la obra de Bernini, a quien considera el último gran artista del arte funerario. Menciona que después de él, “los días de la escultura funeraria y del arte 41 religioso en general, estaban contados.” Aunque reconoce algunos destellos de genio en las obras de Antonio Canova y Johan Tobias Sergel, se adhiere a la idea de Henry James, quien dice que las tumbas modernas posteriores a Bernini, han sido “un negocio escéptico… [ya que] los escultores antiguos no han dejado nada que decir en lo que se refiere a

grandeza,…” Para Panofsky “…todos los que vinieron después de Bernini se vieron en un dilema (o más bien trilema) entre pomposidad, 43 sentimentalismo o deliberado arcaísmo” . Concluye su libro mencionando que “aquel que intente escribir la historia del arte de los siglos XVIII, XIX y 44 XX, tiene que buscar su material fuera de iglesias y cementerios.”

38 Ibid., p. 63. 39 Ibid., p. 73. 40 Ibid., p. 87. 41 Ibid., p. 96.

42 Ibidem. 43 Ibidem. 44 Ibidem. 45 Ítalo Calvino, Las ciudades invisibles, p. 100. México, Grupo Editorial Multimedios, 1999.

La escultura funeraria después de Panofsky: De la iglesia al cementerio. La aseveración con la que Panofsky finaliza su libro resulta contraria para aquellos que estamos interesados en el estudio del arte funerario al interior de los cementerios donde, consideramos, existen muestras sublimes de arte que por sus características –estar en un lugar fijo, en un sitio asociado por la cultura moderna con la tristeza y lo macabro– no resultan tan apreciadas ni tan conocidas por el común de los mortales. El momento histórico en el que Panofsky decidió concluir su estudio es muy próximo al surgimiento del pensamiento ilustrado en el que operaron cambios importantes en la vida de los hombres, entre ellos, en su relación con la muerte. Después de varios siglos en los que vivos y muertos habitaron los mismos espacios, con los nuevos descubrimientos en el campo de la higiene, se decidió concluir con esta relación y expulsar a los muertos del centro de la vida comunal (las iglesias) e instalarlos al exterior. Los muertos se transformaron en motivo de temor para los vivos, pero no en su sentido espectral, sino en su forma de despojos corruptos capaces de producir enfermedades. La separación física tendría repercusiones en el aspecto ideológico. El proceso de alejamiento o ghettización de la muerte creó una ciudad paralela, idea que Ítalo Calvino resumió magistralmente en sus Ciudades Invisibles: “Cada ciudad tiene a su lado, como Laudomia, otra ciudad cuyos habitantes llevan los mismos nombres: es la Laudomia de los muertos, el cementerio.”45

Las ciudades de los muertos reprodujeron los modelos urbanísticos del mundo de los vivos, con trazas geométricas y habitaciones que han

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variado de acuerdo a las posibilidades económicas y los gustos de cada época. En la creación de estas ciudades paralelas, sería la escultura la gran beneficiaria. Alejada del seno de la iglesia y colocada al aire libre, la escultura en los cementerios se revitalizó, llenando de habitantes de piedra a las nuevas urbes, llevando la idea de los “dobles” a un nivel superlativo. En un ejercicio de continuidad de las propuestas panosfkyanas, en las siguientes líneas abordaremos el transcurrir de la retratística funeraria ligada a la escultura ahora en los cementerios civiles. Las ideas rectoras seguirán siendo las mismas que el autor identificó bajo los conceptos de “prospectiva” y “retrospectiva”, pues considero que éstos evocan los más profundos deseos de los hombres de todos los tiempos. Este acercamiento al tema se hará a través de seis monumentos que cumplen con dos elementos que decidimos tomar como guías para su selección: por un lado conjugan la presencia de la escultura y la fotografía en un mismo lugar, y por otro, reflejan la operación de los cambios sociológicos de la vida en el último siglo. Los ejemplos han sido tomados de seis cementerios diferentes, con la intención de mostrar que los argumentos que enunciaremos resultan constantes en distintas necrópolis occidentales modernas.

representación del doble al interior de los panteones. La fotografía vino a 47 alterar no sólo las artes, también las costumbres sociales. Aunque existe una categoría de fotografía funeraria, las que corresponden a nuestros ejemplos son imágenes tomadas en la vida del individuo que después fueron seleccionadas para colocarse en su monumento fúnebre. Si bien es cierto que la fotografía capta con mayor fidelidad la “realidad”, también es innegable que la escultura tiene la virtud de ser más duradera, cualidad que fue reconocida por Leonardo Da Vinci en su Tratado 48 de Pintura, donde también señala que es el bronce el más resistente de todos los materiales, por encima del mármol, que puede dañarse con facilidad. Los monumentos que reseñaremos, al conjugan ambas técnicas, unen el concepto de realismo, propio de la fotografía, como el de durabilidad del arte de la escultura. El mausoleo a Benito Juárez será la excepción en nuestra selección, pues no incluye una fotografía, sin embargo, al ser un personaje de la vida pública, fue sencillo conseguir un registro suyo. El siglo XIX, entre lo religioso y lo profano En el discurso del cambio de modelos funerarios durante la época del Renacimiento, Panofsky identificó una relación complementaria entre continuidad e innovación; sólo de ese modo podía entender que el llamado Renacimiento en las artes estuviera tan ligado en lo social a las costumbres 49 de la Edad Media. Lo cierto es que estas divisiones instituidas por los estudiosos de los estilos en el arte, en ocasiones han creado falsas percepciones del devenir histórico. El concepto de modernidad ha sido aplicado desde la época del Renacimiento, en el que las innovaciones en el campo de las artes (en Italia principalmente), coincidieron con nuevos descubrimientos geográficos y tecnológicos. Estas innovaciones traerían consigo modificaciones en el pensamiento de los seres humanos, pero no de manera inmediata. Jacques Le Goff propone el concepto de “larga Edad Media”, pues, a su parecer, el verdadero cisma en el pensamiento medieval ocurre hasta la segunda mitad del siglo XVIII, con la irrupción del racionalismo. Anterior a él, la vida

¿Fotografía o escultura? Entre la fidelidad y la durabilidad. El seleccionar monumentos fúnebres que lo mismo incluyen escultura que fotografía, tiene el propósito de constatar la maestría con la que la primera reprodujo la apariencia de los fallecidos. Esto podría no ser necesario, pues como menciona Giovanna Pinna, en el retrato puede desconocerse totalmente la identidad del representado, pero el género en sí, hace suponer 46 que hay semejanza. No obstante, la presencia de ambas técnicas en un mismo monumento, nos permite por primera vez en la historia del arte, constatar la similitud entre el personaje real y su doble. La época de consolidación de los cementerios civiles coincide con el surgimiento de la fotografía, nueva técnica de representación artística que modificó de manera sustancial el concepto de realismo ligado a las artes. De algún modo la fotografía vino a competir con la escultura en la

47 Keith McElroy, “Death and photography in nineteenth century Peru”. p. 279, en Arte funerario, Coloquio Internacional de Historia del Arte, Vol. II, México, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, 1987. pp. 279-285. 48 Leonardo Da Vinci, Tratado de Pintura, pp. 77-79. México, Ramón Llaca y Cía., 1996. 49 Erwin Panofsky, op. cit., p. 67.

46 Giovanna Pinna, “El retrato como huella de la memoria”, p. 31, en Faustino Oncina, M. Elena Cantarino, eds. Estética de la memoria, Valencia, Universidad de Valencia, 2011.

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continuaba rigiéndose bajo los estatutos medievales, sin importar los nuevos descubrimientos. Es por ello que no resulta extraño pensar en la época colonial iberoamericana como en una “Edad Media” pues en realidad, eso no resulta un retroceso, sino un reflejo de las instituciones y estilo de vida que regían también a la Europa conquistadora. Como señalamos líneas atrás, uno de los grandes cismas entre pensamiento medieval y moderno fue la actitud frente a los muertos. Si bien desde finales del siglo XVIII se hablaba de la expulsión de los mismos de las ciudades, no fue sino hasta bien entrado el siglo XIX que esta medida se generalizó. La primera batalla entre religiosos y profanos fue por la posición de los muertos en la urbe; los vencedores resultaron los laicos, quienes finalmente consiguieron la salida de los cadáveres de las ciudades, creando los cementerios civiles. Pero en el aspecto iconográfico, fue la religión la que mantuvo sus cánones en el nuevo espacio “civil”. Los motivos iconográficos desarrollados por la cultura funeraria cristiana se mudaron a la ciudad de los muertos: ángeles, arcángeles, santos y vírgenes ocuparon sus nuevos nichos a la par de los retratos de los fallecidos y los personajes del mundo pagano que ya habían acompañado a los muertos al interior de las iglesias desde la época del Renacimiento. No supongamos que los motivos paganos que fueron retomados en los cementerios civiles, tales como obeliscos rotos o urnas funerarias, fueron la respuesta de los profanos en el nuevo espacio civil; todos estos motivos ya habían sido retomados por la Iglesia desde el siglo XV, como reseñó Panofsky. El discurso iconográfico fúnebre al interior de los panteones en un inicio no resulta tan novedoso. Será hasta la consolidación del arte simbolista que nos encontraremos con obras en las que la muerte adquiera otro tipo de connotaciones, algunas de clara alusión sensual, pero siempre conservando una atmósfera de solemnidad.

inspirados, en muchos casos, en la escultura fúnebre de antaño, replicando el modelo conmemorativo. En México uno de esos personajes, glorificado especialmente durante el régimen de Porfirio Díaz, sería el presidente Benito Juárez, ligado con el pensamiento liberal en México y entre cuyos logros se encuentra la separación de la Iglesia y el Estado. Fue a fines del siglo XIX y especialmente a inicios del siglo XX, que la figura de Benito Juárez se multiplicó en los espacios públicos en forma de monumento; siendo el más destacado de ellos el Hemiciclo ubicado en la Alameda Central de la ciudad de México. El mausoleo creado para rendir tributo al Juárez muerto, se encuentra muy cerca de este monumento, en el interior del Panteón de San Fernando. El monumento funerario del padre del liberalismo en México reproduce los modelos religiosos del personaje yacente, acompañado por el 51 doliente, que en este caso es la Patria personificada. Resulta paradójico, aunque no extraño, que sea un modelo religioso el que se haya usado para crear el último refugio de este personaje, al que también se le hizo una máscara mortuoria que sirvió para darle rostro en esta obra. Quizá para un héroe con los antecedentes del Benemérito de las Américas, una escultura como la que corona su hemiciclo hubiera sido más propicia, aunque ésta misma no deja de repetir los modelos cristianos, donde el héroe en actitud sedente es coronado por una figura alada, que en este nuevo contexto, vuelve a ser la Victoria griega y deja de ser el ángel religioso. Habrá que preguntarse cuál de estas obras evoca mejor al héroe.

Benito Juárez y la presencia de lo religioso en el mundo civil La escultura vivió una época dorada durante el siglo XIX, en parte por la creación de las nuevas ciudades de los muertos, pero también por la proliferación de los monumentos en los espacios públicos. El siglo XIX es también el del establecimiento generalizado de los nacionalismos, que se 50 alimentaron de los elementos religiosos para construir su retórica. El nacionalismo creó y consolidó a los nuevos héroes, cuya imagen fue difundida a través de los monumentos dedicados a ellos. Estos estaban

Benito Juárez García (1806-1872) Izq. Fotografía. (Colección Particular) Centro. Detalle del conjunto escultórico del hemiciclo obra de Guillermo Heredia (arquitectura) y Lanzaroni (escultura). Derecha.

50 Como menciona Benedith Anderson en Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusión del nacionalismo. México, Fondo de Cultura Económica, 1993.

51 El monumento completo puede verse en la imagen 4.

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Detalle del conjunto escultórico del mausoleo obra de Juan y Manuel Islas, Panteón de San Fernando, ciudad de México. Fotografías: OMP.

tradicional y permitir el surgimiento de un nuevo estilo de vida que se consolidaría hasta el siglo XX. Aunque el mundo laico pugnaba por una nueva visión de la muerte, hasta los personajes en apariencia más anticlericales, seguían recurriendo a los modelos religiosos en el momento de su partida. No obstante que los muertos fueron desterrados a los cementerios, dentro de las ciudades se les glorificaba en su versión escultórica.

El gobierno porfirista fue un gestor de la muerte a través de la escultura conmemorativa, no sólo al interior de los panteones (cuyo clímax 52 está representado en la Rotonda de los Hombres Ilustres, que sin ser una creación porfirista, sí es de origen decimonónico), sino principalmente al 53 exterior. El resurgimiento de la escultura al aire libre en los cementerios se replicaría en la ciudad de los vivos con la creación de los monumentos a los héroes ornamentando los espacios públicos. Aunque Fausto Ramírez considera que las referencias religiosas en estos monumentos suelen ser 54 nulas, sobre todo por los enfrentamientos entre el clero y los liberales, yo no estaría tan seguro. Como ya he mencionado, los monumentos replican los modelos que ya habían sido probados al interior de las iglesias unos siglos antes, y aunque éstos provenían del pasado pagano de las culturas grecorromanas, no dejan de haber sido cooptados por la Iglesia. Los exempla virtutis romanos se transformaron en exempla vitas en la nueva iconografía laica. El arquitecto Jorge Legorreta ha señalado que el cementerio más 55 grande del país es la propia ciudad de México, en la que los monumentos de los héroes de la nación ocupan los espacios públicos más importantes de la capital. El Paseo de la Reforma representa una de las más extensas galerías fúnebres gestionadas durante el gobierno de Porfirio Díaz, bajo la iniciativa del periodista Francisco Sosa, quien propuso colocar sobre los pedestales de dicha avenida, esculturas de los personajes más importantes de cada uno de los estados de la República a condición de que fueran 56 hombres muertos. La apoteosis de esta idea sería alcanzada durante los regímenes revolucionarios, que transformaron la columna de la Independencia y el monumento a la Revolución en grandes mausoleos de la historia de México, aunque sean pocos quienes reconozcan esta función. El retrato funerario de Benito Juárez representa uno de los primeros pasos del camino que se tuvo que recorrer para modificar el pensamiento

La presencia infantil y el mundo laico En el pensamiento medieval, la infancia no ocupaba un lugar tan importante como el que tiene en la actualidad. Los niños no eran vistos como miembros 57 relevantes en la sociedad, lo cual no sólo se veía en la vida, sino también en la muerte. No existen monumentos funerarios de importancia dedicados a los infantes hasta el siglo XIX. La separación entre niños y adultos que era común en el cementerio medieval, se difumina en el cementerio civil, donde podemos encontrarlos entremezclados. Uno de ellos es Adolfo Giordano, niño de once años cuya última morada se encuentra en una de las galerías del cementerio de Staglieno en la ciudad de Génova, Italia, uno de los más importantes a nivel mundial. Esta necrópolis moderna lo mismo combina el concepto de la ciudad geométrica que la estructura de la ciudad jardín. El monumento funerario de Adolfo Giordano, obra firmada por Orengo en 1887, mezcla elementos religiosos y profanos, siendo una muestra más del camino entre la fe y lo mundano. El personaje principal del monumento es un ángel de grandes proporciones colocado sobre un pedestal que está decorado con el relieve del busto del infante en ropa escolar. Circunda al relieve un trofeo floral rematado en el lado izquierdo por una mochila que revela la condición de educando del pequeño. Bajo este relieve se encuentra uno más con el retrato del padre, quien dedica un epitafio a su hijo. Bajo él, nuevamente se repite el retrato del niño, ahora en su versión fotográfica de cuerpo entero, en cuyo marco se ve el anagrama AG. Todo este conjunto descansa sobre la lápida mortuoria que resguarda 58 los restos de padre e hijo.

52 Hoy “Personas Ilustres”. 53 Roxana Velázquez del Campo, “De la Academia al Porfiriato”, p. 24, en Escultura Mexicana. De la Academia a la instalación. México, CONACULTA, INBA, 2da. Edición, 2001, pp. 23-27. 54 Fausto Ramírez, “Tipología de la escultura tumbal en México, 1860-1920”, pp. 187-188, en Arte funerario, Coloquio Internacional de Historia del Arte, op. cit., pp. 183-208. 55 Jorge Legorreta, “Es la ciudad de México el panteón más grande del país” en La razón, http://www.razon.com.mx/spip.php?article52831 Fecha de consulta: mayo de 2013. 56 Francisco Sosa, Las estatuas de la Reforma, p. 15. México, Colección Metropolitana, Tomo I, 1974. Redición de la publicación de 1900.

57 Vid Jacques Le Goff en colaboración con Nicolas Truong, Il corpo nel Medioevo, pp. 84-88. Bari, Editori Laterza, 2010. 58 El monumento funerario en su totalidad puede verse en la Imagen 4.

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habitante del mundo sin Dios. Esta idea no dejaba de tener un sentido dramático, pues poner al ser humano como responsable de su propio destino significaba desmoronar todo el sistema en el que se había basado la 60 cultura hasta entonces. Con la idea de la muerte de Dios el mundo se volvía más incierto, y en el aspecto funerario, la esperanza en la vida en el más allá se desvanecía. Es por ello que Zaratustra, aconsejaba a sus oyentes: “Yo los exhorto, hermanos, a que permanezcan fieles a la tierra y no presten oídos a 61 quienes predican la esperanza de una vida ultraterrena…” Ante la incertidumbre, no valía la pena pensar en el futuro. Un primer paso en la consolidación de esta idea fue la reimplantación de la cremación como método para deshacerse de los restos mortuorios. Si ya no se creía en una vida ultraterrena, lo que pasara con el cuerpo inerte ya no importaba. No obstante este cambio, morirse siguió siendo, por decirlo de algún modo, un asunto serio. Son las imágenes religiosas las que mayormente acompañan nichos y tumbas hasta la actualidad. La solemnidad sigue siendo parte del culto funerario occidental. En el monumento funerario de Luciano, muerto en 1944, ubicado en el cementerio del Verano en Roma, se replica el modelo yacente imperante desde la Edad Media. El adolescente en su versión de mármol, reposa mientras espera el Juicio Final. Su fotografía mantiene el carácter solemne del conjunto. Vestido de tarje y corbata, mira al frente en una actitud seria. Para él, parafraseando a Nietzsche, la muerte no es todavía una fiesta.

Fotografía y detalle del monumento funerario de Adolfo Giordano (muerto en 1888). Cementerio de Staglieno, Génova, Italia. Fotografías: OMP.

El doble retrato de Adolfo Giordano resulta un ejemplo excelso de la técnica fotográfica llevada al terreno escultórico, además de que refleja la estética decimonónica y la superposición de los símbolos religiosos con los 59 de la nueva vida laica. De yacentes a festejantes: el siglo XX y el cambio de valores. De la solemnidad a la risa Todos conceden importancia a la muerte, pero para ellos la muerte no es todavía una fiesta Friedrich Nietzsche

En Así hablaba Zaratustra Nietzsche hace una crítica a los valores de la sociedad europea de finales del siglo XIX que, no obstante un siglo después de ideales ilustrados, seguía manteniendo un estilo de vida con una fuerte presencia de la tradición cristiana. La muerte era uno de los temas en los que el espíritu cristiano continuaba dominando la vida. Una de las ideas rectoras del pensamiento nietzscheano fue la proclamación de la “muerte de Dios”, pues consideraba que una nueva sociedad sólo podría ser posible deslindándose de la presencia divina como controladora del destino de los hombres. Sería el “superhombre”, el nuevo 59 Una versión de la mezcla entre el terreno profano y el religioso en una figura infantil, puede verse en el Panteón Español de la ciudad de México, donde una niña, en vestido de ballet, danza despreocupada mientras su padre se muestra desconsolado. Este monumento ha sido reseñado por diferentes estudiosos, entre ellos Fausto Ramírez (op. cit.).

60 Friedrich Nietzsche, “A propósito de nuestra alegría”, en La muerte de Dios, pp. 27-28. México, Universidad Nacional Autónoma de México, 2004. 61 Friedrich Nietzsche, Así hablaba Zaratustra, p. 11. México, Fontamara, 2010.

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conmemoración de la efímera existencia del siglo XX. Las tres últimas esculturas que presentamos pertenecen a esta nueva tipología. Ellas con su actitud y sobre todo, con su sonrisa interrumpen la solemnidad propia de los panteones. Aunque los valores de la vida mundana han sido exaltados desde el siglo XIX, los cementerios civiles han mantenido un halo de respeto que es propio de los lugares sagrados. Los habitantes inanimados de esta ciudad doble mantienen actitudes respetables y dolientes. En los cementerios 62 modernos no hay espacio para la risa. La risa durante mucho tiempo fue considerada como negativa. 63 Durante parte de la Edad Media se creía que inducía a las acciones bajas. La vida de Cristo daba sentido a esta idea, pues en las narraciones del 64 Nuevo Testamento llora en varias ocasiones, pero jamás ríe. San Basilio escribió que Cristo jamás había cedido a esta emoción: “Al contrario ha 65 declarado desventurados aquellos que se dejan dominar por la risa.” Si esto ocurría entre los vivos, en el reino de los muertos la situación se 66 volvía más censurable. Aunque la risa sería poco a poco rehabilitada, en los monumentos funerarios la censura a esta emoción se ha mantenido. Es la solemnidad o incluso la tragedia, la que predomina. Esta seriedad, heredada de la tradición cristiana, va a replicarse en los monumentos a los héroes de los que ya hemos hablado. Si los muertos no ríen, los héroes tampoco. Las actitudes sonrientes tan comunes en la fotografía contemporánea, no lo fueron en sus inicios. La risa fue consolidando su presencia al avanzar el siglo XX, hasta que hemos llegado al punto en el que ha sido banalizada y puesta por encima de otras emociones. Si antes resultaba mal vista una persona siempre sonriente, ahora es una persona seria la que se pone en tela de juicio. Pero poco de esto ha permeado en los

Fotografía y escultura funeraria de Luciano (1926-1944). Detalle. Cementerio del Verano, Roma, Italia. Fotografías: OMP.

En la práctica, el monumento de Luciano, elaborado a mediados del siglo XX, es una extensión de los modelos decimonónicos que se elaboraron en los cementerios civiles.

62 Si bien durante el Medioevo se pugnaba también por la solemnidad de los cementerios, ese carácter no fue siempre respetado. Al ser los cementerios centros de la vida comunitaria, su suelo era escenario común tanto de ceremonias litúrgicas, como de hechos mundanos. Las continuas leyes en las que se prohibía que los juglares, jugadores de cartas y otros personajes llevaran a cabo sus actividades dentro del cementerio, son reflejo de que su presencia era constante. En el mundo novohispano estas prohibiciones alcanzaron a los que ejecutaban la Danza de los Voladores (de origen prehispánico), a quienes se les prohibió realizar su actividad en los patios y cementerios, (cosa que hacían y siguen haciendo, por ejemplo, en el atrio de los Remedios en el Estado de México). Oscar Molina Palestina, De Sacralización: los objetos sacros a través del tiempo, el caso de la cruz atrial de Santiago Atzacoalco, pp. 124-131. Tesis para optar por el grado de doctor en historia del arte, México, UNAM, 2012. 63 Jacques Le Goff, Il corpo nel Medioevo, op. cit., p. 62. 64 Ibidem. 65 Ibidem. 66 Ibidem.

Izq. Mausoleo de Luciano –cementerio del Verano, Roma, Italia. Centro. Monumento funerario de la familia Giordano –cementerio de Staglieno, Génova, Italia. Der. Mausoleo de Benito Juárez –panteón de San Fernando, ciudad de México. Fotografías: OMP

Actitudes como la de Luciano son las que predominan en los cementerios hasta la actualidad. Sin embargo, existen algunas muestras de arte funerario en las que las ideas nietzscheanas parecen haber hecho eco, pues en ellas se manifiestan los placeres de la vida contemporánea, la

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muros de los cementerios que siguen siendo refugios solemnes, donde las sonrisas irrumpen en casos extraordinarios, como ha ocurrido en los cementerios de Poblenou (Barcelona), Milán y Pontevedra, en los monumentos fúnebres de las familias Heredia, Cavaiani y Jiménez.

noche y sonríe gentilmente, tanto en su versión escultórica como en su versión fotográfica.

Esculturas funerarias de las familias Heredia –cementerio de Poblenou, Barcelona, España, 1975 (izq), Cavaiani –cementerio monumental de Milán, Italia, 1954 (centro) y Jiménez –cementerio de Pontevedra, España, 2000 (der). Fotografías: OMP Fotografía y escultura funeraria de Virginia Cavaiani (1913-1954). Detalle. Cementerio monumental de Milán, Italia. Fotografías: OMP.

Estos monumentos resultan excepcionales por varias razones: son retratos escultóricos de cuerpo entero de tamaño natural, pertenecen a la segunda mitad del siglo XX, en el que la escultura de carácter funerario ya no es tan común y finalmente, en las tres obras se refleja el estilo de vida contemporáneo en los atuendos y, principalmente, las sonrisas. Son personajes de pie representados en actitudes gozosas. Para ellos, el último recuerdo ante la muerte sí es el de una gran fiesta. Las esculturas están hechas en diferentes materiales: la más antiguo de ellas, Virginia Cavaiani (muerta en 1954), es de bronce, la de la familia Heredia, cuyo patriarca murió en 1975, es de mármol, mientras que la de la familia Jiménez (del año 2000) es de bronce pintado. Son tres versiones de un mismo tema, en el que la rememoración de los placeres es el motivo principal. Dos de ellos visten de manera formal, mientras que el personaje marmóreo se presenta de forma más casual. La dama del grupo, domiciliada en el cementerio monumental de Milán, lleva un largo vestido de

Son las esculturas de los hombres las que más llaman la atención. Aunque vestidos de diferente manera, ambos ostentan objetos que son símbolos del estilo de vida actual: los dos portan vistosos anillos e incluyen gafas oscuras en su ajuar, muestran sonrisas francas y en el caso de la escultura marmórea, el personaje se hace acompañar por una botella de 67 alcohol y una cajetilla de cigarros en el bolso izquierdo de su camisa.

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Ambos placeres del hombre contemporáneo, complementados con el gusto por los autos que también tenía el personaje, como puede verse en una de las fotografías que forma parte de su mausoleo.

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quien plantea que “En las tumbas, la gente coloca a sus difuntos dentro de 68 un escaparate…” es aquí llevada al extremo. Este mismo autor, haciendo una crítica a la arquitectura kitsch dentro de los cementerios, menciona que la misma es “reflejo del triunfo total 69 de la sociedad de consumo, en donde se ha instalado el mal gusto.” Yo no estaría tan de acuerdo en calificar las esculturas reseñadas como de “mal gusto” aunque sí como espejos de los valores de las sociedades actuales, donde el placer y el consumismo marcan las pautas. Este tipo de esculturas funerarias contemporáneas, si bien han perdido su vínculo con el culto 70 religioso, son reflejo de la memoria social a la que pertenecen. Un monumento funerario finalmente no es sólo el reflejo de la vida del personaje que representa, es también una carta de identidad de los valores de la familia y la sociedad. Como señala Giovanna Pinna, existe un doble sentido en la memoria perpetuada en un retrato funerario: “Por un lado, la imagen mantiene vivo el recuerdo del desaparecido y constituye así parte del proceso de elaboración individual del luto; por otro lado, sirve para 71 configurar y consolidar la identidad colectiva del grupo familiar.” En el cementerio no sólo se proyecta la vida del retratado, también encontramos los valores de sus deudos, quienes deciden representarlo de tal o cual forma. Son ellos, más que el muerto, quienes se reflejan. Construir un monumento funerario implica el gasto de grandes cantidades de dinero, tan es así, que la cuestión ha estado reservada a unos cuantos y si bien los cementerios civiles ampliaron el espectro de las clases sociales que podían hacerse de un monumento fúnebre, lo cierto es que sigue representando 72 una cuestión de estatus.

Escultura funeraria de la familia Heredia (1975). Detalle. Cementerio de Poblenou, Barcelona, España. Fotografía: OMP.

Epílogo. Algunas consideraciones finales La gestión y valoración de los cementerios y sus bienes artísticos nos enfrenta a una disyuntiva entre los conceptos de lo público y lo privado. Las

Este tipo de imágenes forman parte de los recuerdos de muchas familias y están resguardadas en álbumes fotográficos al interior de los hogares, sin embargo, dentro de los cementerios pueden ser consideradas como fuera de lugar. Estos monumentos fúnebres incluso pudieran ser catalogados como kitsch por los puristas, ya sea por los elementos que contienen o, en el caso del monumento de la familia Jiménez, por su técnica, pues la escultura de bronce pintada es poco común, además de que las combinaciones de color entre el traje marrón y la corbata roja del personaje, resultan muy llamativas. Un asunto más que se suma a esta presencia peculiar es que las dos esculturas se encuentran expuestas detrás de cristales que las resguardan, a manera de aparador. La idea de Roberto de la Torre Salcedo,

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Roberto de la Torre Salcedo, “Los cementerios y la arquitectura kitsch” p. 266, en Arte funerario, Coloquio Internacional de Historia del Arte, op. cit., pp. 263-266. 69 Ibidem. 70 Giovanna Pinna, op. cit., p. 36. 71 Ibid., p. 35. 72

Roxana Velázquez del Campo opina que “La producción de escultura funeraria se llevaba a cabo gracias al interés de familiares o amigos de los finados. Se podía juzgar el est atus del difunto por la elaboración y costo de su monumento funerario.” (op. cit., p. 24). Por su parte Arturo Casado Navarro señala que “…la muerte significaba, y sigue significando, un cuestionamiento radical de la función del dinero, por lo que después de la desaparición de la persona amada se destinaban a honrarla cantidades que quizá en vida se hubieran ponderado más cuidadosamente.” Arturo Casado Navarro, “Cinco monumentos funerarios de la época porfirista en la Ciudad de México”, p. 255 en Arte funerario, Coloquio Internacional de Historia del Arte, op. cit., pp. 253-261.

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mezosopranos, banqueros, violinistas, duquesas, mantenidas, generales, 74 más de cuantos haya contado nunca ciudad viviente.

tumbas son propiedad privada, pero su presencia es pública. ¿Dónde empieza el respeto por la “vida” privada en un cementerio que es un lugar público? La idea de los cementerios como galerías al aire libre funciona perfectamente en espacios decimonónicos, pero en aquellos que aún se mantienen en funcionamiento resulta más compleja. Ejemplificar cuestiones históricas y artísticas en el terreno de lo inmediato o quasi inmediato, plantea dilemas éticos y de convivencia social, sobre todo en el tema de los muertos, a quienes en ocasiones se les dan mayores consideraciones que a los vivos. Es por ello que los tres últimos ejemplos incluidos en este ensayo se presentan bajo el respeto irrestricto hacia sus deudos y hacia el personaje, cuyo monumento funerario ha sido usado para hablar de generalidades de la sociedad actual, sin que ello quiera decir que se conoce su vida, ni que sea un juicio directo a su persona. Lo que sí es innegable es que la exhibición del retrato funerario en los cementerios expone al fallecido al escrutinio de los extraños. En las grandes ciudades el culto funerario tiende a mutar, a alejarse de los cementerios. Quienes aún tienen la posibilidad de enterrar a sus muertos, difícilmente se decantan por un retrato escultórico, la escultura ya no es privilegiada en los gustos de los hombres contemporáneos. Esto ha ocasionado la casi extinción del retrato funerario escultórico, que corre el riesgo de pasar a mejor vida. Ello, junto con la consolidación de la cremación, va dejando cada vez menos ejemplos de la vida contemporánea al interior de los cementerios. Habrá que preguntarse qué ocurrirá con la memoria de estas generaciones en las que las muestras de arte funerario son cada vez más escasas, pues ha sido el culto a los muertos el que ha permitido en gran medida conocer la historia de las diferentes 73 civilizaciones. Quizá los estudiosos del arte funerario del futuro concluyan que nuestras generaciones se negaban a pensar en la muerte, confiadas de su propia inmortalidad, como señalaba Freud. Afortunadamente hay quienes van heredando a las sociedades venideras un patrimonio iconográfico que de algún modo ilustra una de las fantásticas historias de Las ciudades invisibles de Ítalo Calvino, donde

Nuestros tres últimos personajes son fiel ejemplo de esta nueva idea de la vida. Ellos, junto con otros inmortalizados en fotografías, dan cuenta al interior de los cementerios de un mundo que alguna vez estuvo habitado no sólo por individuos solemnes, sino también por encantadores de serpientes o hábiles esquiadores en la nieve.

Izq. Umberto Perfetti (1963-1995). Fotografía del mausoleo de la familia Perfetti. Cementerio del Verano, Roma, Italia. Der. Aldo Venturi. Fotografía del nicho de la familia Venturi. Certosa de Bolonia, Italia. Reproducción: OMP.

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…los vivos (…) piden para después de muertos un destino diferente del que ya les tocó: [así] la necrópolis, está atestada de cazadores de leones,

73 El arte funerario es la quintaesencia de las civilizaciones perdidas de acuerdo a Gilbert Gardes, “La disparation des aîtres et la naissance des cimetières en France à travers l’exemple de Lyon”, p. 177, en Arte funerario, Coloquio Internacional de Historia del Arte, op. cit., pp.177-194.

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Italo Calvino, op. cit., p. 81.

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los muertos. Por tanto las reflexiones que aporta este trabajo, se proponen como vías de interrogación a ser develadas en futuros trabajos que cuenten con un respaldo empírico y rigor académico. Cuando abordamos un tema de estas características se hace necesario establecer una conceptualización, que de cierto modo puede resultar clarificadora a la hora de establecer un campo de análisis, pero que sin embargo estudiando la historia y la evolución del epitafio comprendemos que la naturaleza del concepto se ramifica y opta por caminos sinuosos que generan una dificultad a la hora de su interpretación. Lo real es que la palabra epitafio etimológicamente hablando viene de la conjunción de dos términos de origen griego, por un lado epi que significa “sobre” y de taphos cuya traducción significa “tumba”, o sea que el epitafio puede definirse como la “inscripción que se pone, o se supone puesta, sobre un sepulcro o en la lápida o lámina colocada junto al enterramiento”, según consta en el diccionario de la RAE.

Epitafios: un lenguaje particular sobre la muerte Una aproximación a las voces y dispositivos del lenguaje funerario en el “monumento a perpetuidad” y en el Cementerio Central de Paysandú Alejandro Mesa Uruguay

El epitafio en la historia El investigador Eulalio Ferrer, que ha centrado gran parte de sus estudios a los medios de comunicación define en su obra El Lenguaje de la Inmortalidad: Pompas Fúnebres que “toda muerte implica un dinámico proceso de comunicación e interacción social. Tan complejo, que incluso todas las culturas han coincidido en conferir al lenguaje de la muerte un 75 carácter sensiblemente metafórico o metafísico”. Según la lingüística estructuralista, entre ellos Fredinand de Sassure, reconocen que la lengua en sí está conformada por un sistema de signos y que no existe ninguna relación directa entre significante y significado (arbitrariedad del signo lingüístico) y que por tanto la forma en la que se desarrollen las conexiones entre significante y significado habrán de depender de la cultura en la que se inscriba. En otras palabras el lenguaje es una forma de representación abstracta que parte de la realidad, no solo para describirla e interpretarla sino también, y aquí está el centro de nuestro planteo, para construirla. En palabras del filólogo Rafael Echeverría: “El lenguaje es generativo. El lenguaje, por lo tanto, no sólo permite describir la realidad, el lenguaje crea realidades. La realidad no siempre procede al lenguaje, éste también procede a la realidad. El lenguaje, postulamos, 76 genera ser”.

Imagen 1. Epitafio convencional, de uso frecuente en los cementerios anglosajones. “Recuérdame cuando pases a mi lado. Como tú eres ahora, fui yo una vez. Como yo soy ahora, serás tú. Prepárate para la muerte y sígueme”.

El presente trabajo no pretende arrojar luz sobre la realidad que inscribe a todos los epitafios que existen tanto el monumento a perpetuidad como en el Cementerio Central de la ciudad de Paysandú. Los epitafios observados y analizados en esta instancia se han escogido de manera arbitraria, por lo que la siguiente indagación no es una investigación de campo en sí, sino una aproximación a las voces y dispositivos empleados para darle una voz a

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Eulalio Ferrer, El lenguaje de la inmortalidad, FCE, 2003, p. 17. Rafael Echeverría, Ontología del lenguaje, Garnica, p. 34.

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independientemente de quien lo poseía(…) ‘una cosa sin nombre es una cosa sin existencia’ ”. Los fenicios, como parte de sus rituales de duelo acostumbraban recordar a gritos los nombres de los antepasados muertos, con el fin de que éstos no cayesen en el olvido (…) Los egipcios también creían que el nombre tenía un espíritu autónomo y le temían, pues éste conservaba el germen de la vida del difunto, quien podía despertar del sueño de la muerte si su nombre era pronunciado o escrito.79

En algún momento de nuestra historia ese mismo lenguaje que nos permitía representar la realidad, describirla, interpretarla y también construirla se focalizó también en la muerte. Al respecto Ferrer expresa que: ...la verdadera revolución en las representaciones sociales de la muerte sucedió (…) en el momento en que las ceremonias de difuntos se insertaron en los procesos de la comunicación oral y, posteriormente, en el de los signos gráficos. Es entonces cuando se inaugura la retórica de la muerte, esto es, los diversos modos en que los seres humanos han confrontado su propia mortalidad, teniendo como única arma de defensa a las imágenes y las palabras, convertidas en un eficaz artilugio de lo que podríamos identificar como el lenguaje de la inmortalidad. 77

Es en la cultura mesopotámica, donde aparecen las primeras lápidas sepulcrales que se asocian a las formas de comunicación escrita más arcaicas que se conocen sobre la muerte: “Los ejemplos más antiguos consistieron en una serie de mensajes ininteligibles –criptogramas–, oscuros por naturaleza y oscurecidos aún más por el paso del tiempo, cuyo 80 significado se ha erosionado”. Pese a lo encriptado de esos códigos, se han podido descifrar varios textos que de acuerdo a lo que Ferrer expone que “las primeras frases escritas en piedra en Mesopotamia fueron breves, contundentes y 81 mordaces”. “Mira por donde quieras y hallarás que los hombres son estúpidos”. Los egipcios fueron mucho más serios a la hora de tratar el asunto, convencidos de la inmortalidad, a diferencia de los mesopotámicos que tenían una visión más asociada con el concepto de “carpe diem”, confeccionaron “un lenguaje con fuerte contenido místico, de negación de la 82 muerte”. Dentro de esta cosmovisión se efectuaron una serie de ritos que iban desde el embalsamamiento, la momificación, pasando por el sarcófago ornamentado con jeroglíficos hasta la construcción de un templo funerario destinado al faraón. Sin embargo, esos dones de la inmortalidad estaban conferidos solamente a los hijos directos de Hourus (al faraón) y no al pueblo. Tras luchas intestinas generadas en el seno de la estructura social, para el año 2000 a C. la muerte se “democratizó” y así varios altos funcionarios, visores, escribas y sacerdotes pudieron ser contemplados e incorporados en los ritos y exequias que otrora eran exclusividad del faraón. En consecuencia esto llevó a la ostentación y a la excesiva ornamentación por parte de los sectores más privilegiados de la sociedad, surge así el culto a la vanidad.

“Si el primer texto de la historia, el Enuma Elish, habla de la génesis del hombre, el segundo escrito que mereció ser cincelado en piedra fue el Poema de Gilgamesh, que data de hace 4000 años, en el periodo de 78 máxima expansión y plenitud de la civilización asirio-babilonia”. Los estudiosos sostienen que esta obra literaria, una de las más antiguas de la historia quizás, fue la primera en incorporar la noción de mortalidad. El poema que presenta puntos en común con la Odisea de Homero y trata sobre un rey déspota conocido como Gilgamesh que debe enfrentar a un adversario llamado Enkidu, sin embargo en el transcurso del poema ambos personajes hacen las paces y a sucesivo surge entre ellos una gran amistad que lo llevará a una gran aventura. Cuando Enkidu muere, Gilgamesh se sensibiliza por su propia condición de mortal y realiza una nueva travesía en busca de respuestas que lo lleven al camino de la inmortalidad. Finalmente, éste reconoce que llegar a tal condición es imposible y que la única forma de prevalecer es a través de la memoria de los otros. Independientemente de la situación particular de Gilgamesh uno de los aspectos claves que nos permiten reconocer la aparición de lenguaje funerario se halla en el nombre del difunto que según Ferrer: …es el signo por excelencia en las tumbas y por lo tanto el punto de partida que antecede a todo ritual mortuorio(…) Grabado en las lápidas –piedras llanas en las que se coloca una inscripción, frecuentemente de naturaleza fúnebre-, el nombre se convirtió en la huella imperecedera que prolongaba o conservaba la memoria del difunto(…) Los pobladores de la región mesopotámica llegaron a considerar que el nombre tenía vida propia,

79

Ibid, p. 31. Ibid., p. 33. Ibid., p. 34. 82 Ibid., p. 35. 80 81

77 Eulalio Ferrer, op. cit., p. 20. 78 Ibid, p. 29.

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Quizás fue este afán de alarde y ostentación de los funerales egipcios el que determinó que (…) unos personajes peculiares, con los rostros cubiertos y ataviados con vestiduras negras, dieran un mayor realce al ritual: las plañideras, contratadas para llorar durante las ceremonias fúnebres, sustituyendo con sus lágrimas el dolor que le correspondía expresar a las esposas del difunto, las cuales, por cierto, tenían prohibido llorar.83

este orden, las palabras grabadas sobre una lápida sepulcral resultaron la 86 herramienta perfecta para difundir los principios morales de los griegos”. Con los griegos surge una literatura particularmente destinada a los epitafios, con frases aleccionadoras caracterizadas por utilizar un lenguaje breve y contundente. Un ejemplo más o menos claro del mismo es el célebre epitafio Seikilos: Brilla, mientras estés vivo, no estés triste, porque la vida es por cierto breve, y el tiempo exige su retribución.

Un dispositivo que podríamos considerar dentro del género epitafio para los egipcios es el denominado Libro de los muertos, aunque en realidad habían muchos “libros” y diferentes entre sí. Lo cierto es que estos textos eran una suerte de manual para orientar al extinto en su tránsito al más allá.

El epitafio de Seikilos contiene la melodía escrita más antigua conocida. Se remonta al siglo I. Consiste en un fragmento de texto con notación musical hallado en una columna de mármol puesta sobre la tumba que había hecho construir Seikilos para su mujer Euterpe en Aydin, cerca de Trelles, Asia Meno (…) La canción está precedida por el siguiente texto: Soy una imagen de piedra. Seikilos me puso aquí, donde soy por siempre, el símbolo de la evocación eterna. La estela desapareció en 1922 durante el Holocausto de Asia Menor. Luego se encontró, rota en su base. Una mujer la tenía y la usaba para apoyar una maceta en su jardín, la base fue cortada. Hoy está en el Museo Nacional de Dinamarca. 87

¡Oh, Espíritus divinos, observad! Mi Alma marcha a vuestro lado. Ella os habla: está también purificada como vosotros, Pues la balanza del Juicio se ha declarado a su favor. 84

Fueron los griegos los verdaderos creadores de los rituales fúnebres que conocemos hoy y también de los epitafios en el mismo sentido que hoy le atribuimos al concepto. De hecho la palabra epitafio, como comentamos anteriormente, deriva del griego (epi-taphos). En la antigua Grecia la veneración hacia el muerto, que se realizaba sobre un altar en el atrio doméstico, cumplía una función testimonial, donde los participantes del rito fúnebre tanto amigos, conocidos como enemigos y también extraños debían estar allí y cerciorar la muerte. Además se acompañaba al difunto y nunca se lo dejaba solo cosa que recuerda a los velatorios tradicionales. “En el fondo, existía el temor de que los espíritus de los difuntos (mames o genios) escapasen del cuerpo y 85 deambularan por el entorno, causando infortunios a la gente”. Las tumbas helenas, a diferencia de las egipcias que eran invisibles desde afuera, se vuelven hacia el exterior, cumpliendo así una función didáctica para con los vivos, pues interpelaba a los conciudadanos a reconocer la vida del difunto. “La muerte griega tenía sentido siempre y cuando se muriese por un ideal, tanto místico como patriótico, o ambos. En

Se le reconoce a los griegos con el tenor marcial que se impusieron atribuir a los epitafios cargas positivas en relación a la muerte, más aún si esa muerte había sido en el campo de batalla, por eso como explica Ferrer “‘morir por la patria’ es un epitafio de inconfundible sabor griego con el que 88 los seres humanos aprendieron a asimilar la angustia de la muerte”. Al igual que los griegos, los romanos emplearon frases preestablecidas para transcribir en sus epitafios. Uno de los ejemplos más frecuentes de esta literatura funeraria es la conocida frase supremum vale (Adiós para siempre), tal inscripción era grabada en tablillas de oro que eran enterradas junto al muerto. Los romanos, asimilando en gran medida los aportes culturales que había efectuado la helenización, tenían la creencia de que sí alguien moría iba a reunirse con sus antepasados, una suerte de conexión entre el mundo de los muertos, la tierra y el mundo de los dioses. No obstante:

83

Ibid., p. 37. Juan Andrés Caballero de las Heras, publicado 28 /08/ 2008 en blog La Grecia Clásica y su legado. Consultar en: http://juanandres911.blogspot.com/2008/08/el-epitafio-de-seikilos.html. 85 Eulalio Ferrer, op. cit., p. 39. 84

86 Ibid., p. 40. 87 Juan Andrés Caballero de las Heras, op. cit. 88 Eulalio Ferrer, op. cit., p. 43.

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su oficio y su edad en términos casi cronométricos, como por ejemplo “Aquí yace Apronianus, ayudante del ministro de los mercados, quien vivió 43 años, cinco meses y dieciocho días… 91

[…] los epitafios romanos no tuvieron una función religiosa, no se dirigían a Dios preocupados en la vida de ultratumba (…) a través de ellos los hombres intentaron sintetizar sus vidas llenas de complejidades y problemas mediante un lenguaje atractivo (…) fueron una excelente oportunidad para que hasta el más sencillo de los hombres dejase de ser anónimo y, por única vez, accediera al codiciado reino de la palabra pública.89

Los epitafios romanos certificaron un sentido ampliamente testimonial, a veces didácticos (“He vivido mezquinamente durante toda mi existencia, por eso os aconsejo que viváis más placenteramente que yo”), a veces mordaces (“La vida es así se llega hasta aquí y, y ni un paso más”) o irónicos (“Aquí estoy encerrado”), otras veces biográficos y confesionales (“No te fíes de los médicos; ellos son los que me han matado”), expresaron esa gran diversidad de sensibilidades al servicio de la “Res pública” (la cosa pública) motor de sus conductas y su cosmovisión general. “Los epitafios 92 latinos insisten en mostrar un muerto vivo, dueño de voz y voto”. Con el surgimiento del cristianismo, este culto salvífico, en palabras del medievalista francés Jaques Le Goff, que había sido rechazado en sus comienzos por el Imperio y que tras su propagación, debido a su eficaces medios propagandísticos, termina por convertirse en la religión oficial, nace entonces la institución por excelencia que habrá de cimentar los valores de occidente a lo largo de los siglos (del siglo IV al XVIII): la Iglesia. La Iglesia, iglesias en plural, habían nacido de la devoción por las reliquias de los mártires, permitiendo la construcción de sepulcros en los jardines que rodeaban las parroquias. Estos jardines, bendecidos previamente, que serían el nuevo hogar de aquellos feligreses muerto, nacen los “camposantos”. Durante toda la cristiandad la Iglesia si convierte en la institución que rige las conductas de los vivos y así también de los muertos, “la iglesia tomó el control de mando en los rituales de la muerte y 93 transformó el lenguaje subyacente de las lápidas sepulcrales”.

La escritura sobre los epitafios era accesible al común de la gente pues frecuentemente se hacían en un latín popular y se encontraban regularmente a la salida de pueblos y ciudades, a ambos costados de los caminos. Se recuerda que por la ley de las XII Tablas, que era una suerte de compendio del derecho privado, se prohibieron en Roma que los cementerios se hallaran dentro del perímetro urbano. Es en este contexto que el epitafio romano adquiere una retórica muy marcada. Se pretendía que todo visitante y curioso centrara su atención en el discurso expuesto en lápida. De allí surgen frases interpelantes como: “Viajero, breve será mi discurso, detente y lee.”

En el caso de las mujeres jamás podían escribir su propios epitafios, como sí lo hicieron los hombres romanos y anteriormente los griegos. Por supuesto que todo lo que se podía escribir sobre ella estaba relacionado con aspectos de la vida hogareña y no de la vida pública. Eulalio Ferrer, al respecto nos resalta el siguiente epitafio romano: Esta losa cubre los restos de una mujer, Sus padres pusieron a esta mujer por nombre Claudia. Amó a su marido con el único amor de su vida. Engendró dos hijos, ha dejado vivo uno de ellos, y el otro lo ha llevado al seno de la tierra. Fue amable en su conversación y noble en su porte. Gobernó su casa e hiló. He concluido. Basta. 90

En relación a lo expuesto dice el historiador Philippe Aries: La Antigüedad grecorromana había prohibido enterrar en el interior del pomerium: las tumbas estaba dispuestas a lo largo de las vías que salían de la ciudad. El cristianismo primitivo no admitia tampoco el enterramiento en las iglesias, salvo en excepciones precisas. Pero el sentimiento fue más fuerte que las prohibiciones canónicas y transformó las iglesias y sus

Una de las recetas romanas Que mayor éxito alcanzó entre las inscripciones de las tumbas fue la de iniciar los epitafios con la frase “aquí yace”, después el nombre del difunto, 91 89

92

Ibid., p. 50. 90 Ibid., p. 51.

93

232

Ibid., p. 52. Ibid., p. 53 Ibid., p. 54

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dependencias en 94 osamentas.

un

increíble

concentración

de

cadáveres

y de

se escribieron para ser leídos por el resto de los mortales desde tierra 97 firme”.

Durante el siglo IV d C. el nombre y las anécdotas existenciales comenzaron a desaparecer de los epitafios, en su lugar se hará presente el símbolo de la cruz. Quizás el símbolo más difundido y por ende totalizante dentro del universo cristiano. Resulta curioso que este símbolo, antes que el cristianismo se popularizara, era considerado un símbolo de oprobio, dado que la crucifixión era el castigo destinado a ladrones y violadores, pero que tras la muerte de Jesús adquiere otras connotaciones relacionadas con el sacrificio y con la redención. Con la cruz aparecerá también el monograma de la X y la P entrelazadas conocido como crismón, el alfa y la omega (“yo soy el principio y el fin”) junto a las iniciales del difunto. En tiempos de la cristiandad la inhumación de los cuerpos se vuelve una práctica insoslayable, ella se sostenía por la creencia de que los muertos algún día resucitarían. Aunque no era muy común el uso de la tumba pues:

“Recuerda hombre que polvo eres y en polvo te convertirás” (Génesis) “Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor” (Apocalipsis)

Ambas frases son ejemplos bastante claros de las referencias bíblicas que habrán de encontrarse en los epitafios de la cristiandad. Durante la edad media “se intentó unificar el lenguaje de las lápidas con una nueva convención verbal: ‘Requiescat in pace’, expresión (…) que 98 derivó en las siglas Q. E. P. D.: ‘Que en paz descanse’”. La sigla R. I. P. se convirtió en la expresión más representada en lapidas y tumbas que habrán de aflorar en los cementerios modernos extendiéndose durante todo el siglo XX. Entre los siglos XI y XII, en plena época medieval, aparecen por primera vez los cementerios, como los conocemos actualmente, ello fue en el marco del afianzamiento de la burguesía.

[…] se había hecho muy rara durante la Alta Edad Media, reaparece en el siglo XII: era, en efecto, un medio para asegurar la permanencia del difunto a la vez en el cielo y en la tierra (…) la tumba visible se reservaba a una pequeña minoría de santos y de hombres ilustres: los otros, tanto si habían sido enterrados en la fosa de los pobres como en el emplazamiento de la iglesia o del atrio asignado por ellos, permanecían en el anonimato[…]95

Aquellos adinerados pero sin privilegio aristocrático demandan espacio sagrado para que fuesen inhumados (…) el nacimiento de ellos significó una transformación medular en la concepción de la muerte”, explica Eulalio Ferrer y agrega “el hecho de que los burgueses pudieran comprar un pedazo de tierra, tener una tumba en un camposanto, fue una auténtica revolución social, ya que por primera vez en la historia los ciudadanos comunes pudieron, a su vez, adquirir tierra en propiedad privada. 99

Con el cristianismo también surge el eufemismo difunto para designar al muerto. En expresiones de Ferrer “el eufemismo que los cristianos escogieron para sustituir a la cruda palabra ‘muerto’, procede del latín de fungí que significa ‘pagar una deuda’. También es revelador que el eufemismo ‘fallecer’ procede de otro termino latino, faller, que se utilizaba en 96 el sentido de ‘engañar’, ‘pasar inadvertido’ o ‘faltar’”, que comienza a ser empleado la literatura medieval a partir del siglo X d C. Las lápidas cristianas (entre el siglo III y IV) comienzan a centrarse en el lenguaje bíblico de la que surgirán nuevas fórmulas a ser trasplantadas en los epitafios. Al respecto Ferrer magistralmente explica que “la mayoría de los epitafios cristianos (…) son mensajes verticales y no horizontales, no

Aries expone que es “en la segunda Edad Media donde “sucedió una mezcla de apego feroz a las cosas y a la gente de la tierra y de confianza patética en la asistencia de los sacerdores, de los monjes y de los pobres, dispensadores del tesoro espiritual de la Iglesia. La posesión de esas riquezas indetermindas, de la tierra y del cielo a un tiempo daba a la vida (…) un precio nuevo. Se podría imaginar que ese precio era tal que la 100 muerte se convertirá entonces en objeto de temor y de horror”. Ante tal discernimiento planteado por el historiador francés, otro historiador, el uruguayo José Pedro Barrán traducirá estos avatares de la nuevas mentalidades (sensibilidades según el historiador rioplatense), que

94

97

Philippe Airés, Historia de la muerte en occidente: desde la Edad Media hasta nuestros días, p. 194 95 Ibid., pp. 120-121. 96 Eulalio Ferrer, op. cit., p. 62.

Ibid., p. 63. Ibid., p. 64. Ibid., p. 67. 100 Philippe Aires, op. cit., p. 129. 98 99

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habilitarán el surgimiento de “la vida privada”, en el contexto del Río de la Plata, concediendo a tales tansiciones un espacio mucho más dilatado en el tiempo y menor en cuanto a su duración. Barrán nos expone que esa desnaturalización de la muerte, su inmersión en el terreno de lo privado, al menos en esta parte del continente, habrá de efectuarse en la segunda mitad del siglo XIX, desde 1860 en adelante. En el siglo XIV, una gran pandemia de peste, conocida como la peste negra, asotará al mundo occidental dejando un sendero de muerte (estiman que 25 millones de personas habrían muerto en toda Europa) que penetrará intensamente el imaginario colectivo de la sociedad medieval. Es en este contexto de convulsiones e inestablidades donde el ícono de la calavera, ese curiso símbolo que Barrán asociará con lo macrabro cuando hable de la sensibilidad “bárbara” en el Uruguay (1800 – 1860), cobrará un énfasis determinante a la hora de comunicar aspectos de la doctrina cristiana que estaban relacionados con el desprecio hacia lo material y mundano y poner así valor en aspectos de la vida espiritual.

peste negra, consistente en grabados, ilustrativos en algunos casos, donde se establecían protocolos y procedimientos para que el moribundo tuviera en cuenta a la hora de partir, evitando las tentaciones de la falta de fe, la desesperación, la impaciencia, el orgullo espiritual y la codicia. Escribe Ferrer sobre el Renacimiento que “los cortesanos (…) no sólo maquillaron sus rostros con polvo de albayale y pelucas exageradas; también intentaron maquillar los temas difíciles –el sexo, el dinero, los 101 fracasos o la muerte–, aludiéndolos sólo con subterfugios retóricos”. No tardan en surgir sinónimos más amables sobre la palabra muerte, en el caso de “aquí yace” (hic iacet que significa “estar echado”) fue sustituido por “aquí descansa” o “aquí duerme”. Sobre esta intrincada historia de los epitafios resta destacar que en los umbrales de la época contemporánea, entre los siglos XVII y XVIII, en ese camino hacia la conformación del individuo y su mundo privado el historiador Aries describe que: …ese miedo a la muerte se manifestó (…) por la repugnancia, primero a representar y después a imaginar, al muerto y su cadáver(…) Los muertos se volvieron bellos para la opinión generalizada cuando empezaron a producir verdadero miedo, un miedo tan profundo que no se expresaba sino por tabús, es decir, por silencios (…) las imágenes de la muerte traducen las actitudes de los hombres frente a la muerte a un lenguaje ni simple ni directo, pero sí lleno de astucias y de rodeos. 102

José Pedro Barrán, en el contexto particular del Río de la Plata, expresará que con el disciplinamiento de la sociedad, cuando la modernidad como hecho discurisvo se asiente definitivamente en el alma del hombre, la muerte dejará de ser “exhibida y aceptada” para convertirse en esa muerte “temida y ocultada”. Los epitafios que analisaremos en los cementerios locales (monumento a perpetuidad y Cementerio Central de Paysandú) son la conjunción ante todo de esa sensibilidad civilizada que plantea Barrán, donde las frases e iniciales destinadas a los muertos devienen de una larga historia condensada –a lo largo de los siglos– para condesarse en “pequeñas” historias, escritas en lozas de marmol y bronce primero y más tarde acrílicos, plásticos y hasta en sencillas maderas “garabateadas” con marcador.

Imagen 2. NOAI COSA QVE MAS DESPIERTE QVE DORMIR SOBRE LA MVERTE. Lapida en la Iglesia de San Lorenzo, detalle Sahagún (León)

En los siglos posteriores (XV y XVI) comienza a difundirse, a la velocidad de la imprenta –el internet del periodo renacentista–, el ars moriendi, un manual del buen morir, que había sido herencia de aquella

101 102

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Eulalio Ferrer, op. cit., p. 73. Philippe Aires, op. cit., pp. 151-152.

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Dos espacios para un mismo destino Antes de establecer un análisis sobre los epitafios que se inscriben en los cementerios “Monumento a Perpetuidad” (“Cementerio Viejo”) y en el “Cementerio Central de Paysandú” (“Cementerio Nuevo”) sobre los cuales se procedió a efectuar esta indagación, es conveniente establecer a grandes rasgos cómo fue el origen y la historia de ambas necrópolis.

1º Construir un nuevo cementerio a distancia de 3.500 metros de la plaza principal. 2º desde que se instale el nuevo cementerio, cesarán las 104 inhumaciones en el actual. Para el año 1868 queda entonces inaugurado el “Cementerio Nuevo”, que es el actual cementerio público de la ciudad de Paysandú. Con el tiempo, a medida que el crecimiento demográfico lo exigía, la “ciudad de los muertos” se preparó para los cambios y recibió sucesivas ampliaciones hasta ocupar las 7 hectáreas que presenta al día de hoy su superficie. En definitiva, el desplazamiento de los cementerios del escenario urbano, en nuestra localidad, primero con la creación de un cementerio desvinculado del camposanto de la iglesia (creación del “Monumento a Perpetuidad”) y luego alejado ya de aquellos márgenes que la urbanización –fuertemente estimulada por una “racionalidad” médica– proponía para la vida (creación del “Cementerio Nuevo”) se pone de manifiesto como un hecho signado en los cambios de la modernidad y no admitirá otras interpretaciones posibles.

Los comienzos del “Monumento a Perpetuidad" como cementerio se remontan al año 1835, cuando ya se producían enterramientos en ese lugar sin conocer de actas de defunción. El primer ‘camposanto’ de la villa no estuvo allí; estaba situado en el centro de la misma, aledaño a la antigua iglesia sanducera (en el entorno de la actual Dirección de Turismo) lo que es un rasgo común y distintivo de la sociedad platense y latinoamericana durante la época a la que estamos haciendo alusión. Hacia el año 1840 comenzaron a levantarse en ese lugar las primeras construcciones funerarias y entre los años 1851 a 1853 el predio se convirtió en Cementerio Público. Se inicia entonces una etapa de desarrollo y evolución arquitectónica del cementerio, que se irá expresando en un profundo interés por el arte escultórico-funerario, respondiendo a las demandas y exigencias de una sociedad en mutación: cada vez más estratificada y cimentada en valores europeístas. En 1881 el Cementerio Público se categoriza como ‘Monumento Público Departamental a Perpetuidad’ a través de la ley 1555, logrando consolidarse a partir de 1887 en una necrópolis de inspiración europea...103

Metáforas en la vida, metáforas de la muerte La metáfora está inmersa en nuestra cotidianidad, se plantea tanto en nuestros pensamientos como en nuestros actos y tiene que ver con nuestro sistema conceptual, que es algo de lo que no somos conscientes. Los semiólogos investigadores George Lakoff y Mark Johnson establecen que:

En octubre de 1867 la Junta Económico Administrativa de Paysandú embriagada por las concepciones progresistas y modernas de distanciar el cementerio del área correspondiente al entorno urbano, decide celebrar un contrato con la compañía de Francisco Poncini por $ 4. 725, para la construcción de un nuevo cementerio a las afueras de la ciudad dado que el cementerio público de aquel entonces (“Monumento a Perpetuidad”) apenas se encontraba a escasas cuadras de la plaza principal. Los miembros de la Junta expresaban que “la situación actual del cementerio público a siete cuadras de la plaza principal y entrando en el área asignada a la ciudad, es a todas luces contraria a la salubridad pública y al desarrollo de la población por locales más ventajosos.” El organismo resuelve entonces:

[…] para la mayoría de la gente, la metáfora es un recurso de la imaginación poética, y los ademanes retóricos, una cuestión de lenguaje extraordinario más que ordinario (…) hemos llegado a la conclusión de que la metáfora, por el contrario, impregna la vida cotidiana, no solamente el lenguaje, sino también el pensamiento y la acción (…) así que nuestro sistema conceptual desempeña un papel central en la definición de nuestras realidades cotidianas.105

El investigador Eliecer Crespo Fernández parte de estos postulados para elaborar un marco metodológico y estudiar así los eufemismos de la muerte que se presentan en el cementerio de Albacete (España). Al respecto expone:

103

104

Alejandro Mesa y Enrique Moreno, “Presencias ocultas en el ‘monumento a perpetuidad’”, Revista Acerca, pp. 24-25.

105

235

Juan José Oberti, Paysandú histórico. George Lakoff y Mark Johnson, Metáforas de la vida cotidiana, Teorema 1995, p. 39.

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La muerte es un descanso En la mayoría de los casos analizados del “Cementerio Viejo” aparece la denominación “aquí descansan”, “aquí reposan”, “aquí yacen”, que desde el punto de vista metafórico se relaciona con lo que Crespo Fernández ha planteado como “morir es descansar”. Según comprobamos, es una fórmula que procede de los epitafios latinos hic iacet y que logrará prevalecer durante la Edad Media. Tomemos este ejemplo:

[…] tomemos como ejemplo una conceptualización de la muerte muy habitual: morir es descansar. En esta asociación conceptual tiene lugar una proyección desde la imagen de la que nos servimos para la categorización metafórica –o dominio fuente– (‘descansar’) al concepto que queremos metaforizar –o dominio término– (‘morir’), y las asociaciones que constituyen esta metáfora configuran nuestra percepción de la muerte en términos de nuestro modo de entender un descanso. De hecho, la estructura cognitiva del dominio fuente permite categorizar el dominio término a partir de nuestra propia experiencia física o cultural […] El domino fuente es, por tanto, utilizado para entender, estructurar y, en casos como el propuesto, mitigar la referencia al hecho de la muerte […] lógicamente, la manera de conceptualizar un concepto tabú está íntimamente relacionada con el acervo cultural del usuario de la lengua. 106

Aquí descansan en paz D.n Sebastian Boero que nació el 1 Nbre. De 1795 falleció el 30 de junio de 1853 su esposa é hijos le consagran esta memoria. R. I. P. Sobre el concepto de descanso Crespo Fernández considera que “el verbo quiescunt ‘descansan’ establece el vínculo asociativo entre la muerte y un descanso, entendido éste como antesala de la resurrección, de la otra vida que espera a los difuntos, creencia que ayuda a sobrellevar la 107 pena por el deceso de un ser querido y a disminuir el miedo a la muerte”. No nos resulta forzoso coincidir con las palabras de Crespo, ya que un eufemismo de esta naturaleza (“descansar”) adquiere importancia, como se explicó antes, durante la época renacentista en donde surgirán sinónimos más amigables como “descansar” o “dormir” en sustitución de aquellos términos que portaban connotaciones más negativas. Tal eufemismo se expresa también en el “Cementerio Nuevo”, veamos un ejemplo:

Para su estudio Crespo Fernández se vale de seis categorías para referenciar los términos metafóricos que han de ser más empleados en el cementerio de Albacete: “Morir es descansar” “Morir es subir al cielo” “Morir es vivir en el recuerdo” “Morir es caer por Dios y por España” “La muerte es una perdida” “La muerte es un final”

Para este caso, nuestro análisis retomará alguna de estas conceptualizaciones y a su vez sugerirá otras. En el despliegue de los textos funerarios que encontramos al recorrer las instalaciones del “Monumento a Perpetuidad” y el “Cementerio Central” han de apreciarse ciertas enunciaciones de carácter lingüístico que se asientan como arquetipos o modelos convencionales destinados a elaborar un imaginario sobre el o los muertos y su destino ulterior. Para una mayor cobertura de los epitafios estudiados se sugiere al lector apreciar el Listado de epitafios del “Monumento a Perpetuidad” y el Listado de los epitafios en el “Cementerio Central” respectivamente, que se hallan al final de este trabajo.

“Aquí reposan los restos de María del Carmen Gutiérrez de Feo: nació el 28 de junio de 1853 y falleció el 22 de Junio de 1875. Su esposo, padres, hermanos y demás familia, le tributan este recuerdo á quien fue buena hija, buena esposa y buena madre/ ‘Descansa en Paz’”. Resulta interesante rescatar en palabras de Crespo que “la palabra cementerio tiene el significado de ‘dormitorio’ […] etimológicamente, el cementerio es el lugar donde el difunto está, sencillamente, en un plácido 108 reposo”.

107

106

Eliecer Crespo Fernández, La conceptualización metafórica de eufemismos en epitafios, Estudios Filológicos, p. 87

108

236

Ibid., p. 91. Ibid., p. 90.

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La preocupación por el tiempo: el día, el mes, los años

La muerte por la patria

“Aquí descansa en paz D:n Santiago Lasarga/ que falleció el 15 de abril de 1858/ a la edad de 51 años menos 5 días/ Fue padre virtuoso, y fiel esposo, en gratitud su esposa e hijos le dedican este monumento á su memoria. R. E. P.” “Nació el 5 de agosto de 1841 y murió á 14 de Enero de 1861/ A los 22 Años 5 Meses 9 días de edad/ Erasto Cuestas/ Descansad en paz. /Fuiste buen hijo y sincero amigo/ Tus inconsolables deudos te dedican este pequeño tributo de respeto a tu memoria”. “Aquí yacen los restos de Dn. Rafael Fernández que falleció 2 de enero de 1865 a los 39 años y 3 meses de edad/ Su desconsolada esposa y tiernos, hijos le dedican este pequeño recuerdo.” Autor de placa: E. Podesta.

“D. E. P. / Los restos mortales del guerrero de la independencia oriental y argentina Capitán Dn. Eusebio Francia/ Murió el 22 de enero de 1888 a los 87 años de edad”. En este epitafio hallado en el monumento a Eusebio Francia en el “Cementerio Viejo” se hallan las claves para decodificar los ideales patrióticos que emergen en la misma época. En aquel momento histórico se evidencia un gran incremento del poder en la búsqueda por consolidar un modelo patriótico para el país. Así por ejemplo, el presidente uruguayo Máximo Santos cuyo mandato público se efectuó durante los años 18821886 “manifestó un interés especial en la reivindicación histórica de Artigas “(…) sumado a la poesía épica de Zorrilla de San Martín, la pintura histórica de Juan Manuel Blanes y las novelas de tema nacional de Eduardo Acevedo Díaz (Ismael, Lanza y sable, Grito de Gloria) (…)”. Todo ello, según el historiador uruguayo Juan José Arteaga “conforman las principales ideas y 110 símbolos referentes a la identidad nacional de ese fin de siglo”. Según Crespo Elicer este eufemismo “supone toda una declaración de intenciones desde un punto de vista político, entiende que el difunto no 111 murió en vano, sino que entregó su vida en defensa” de la nación. Por tanto el sentido de la expresión adquiere una carga positiva, como lo resalta Eulalio Ferrer en alusión a los epitafios de la civilización griega, que es de dónde se originan los textos funerarios que expresaban una estrecha correlación entre la guerra y el heroísmo. En otro de nuestros trabajos (Presencias Ocultas en el Monumento a Perpetuidad) destacamos otro epitafio que adquiría improntas similares al antes mencionado.

En estos tres epitafios, situados en el “Monumento a Perpetuidad”, se delata una sorprendente coincidencia en cuanto a la preocupación que se tuvo por registrar la cantidad de días, meses y años que lograron vivir los homenajeados. Se destaca en estos casos, involuntariamente quizás, la influencia de los epitafios latinos, que han de ser los primeros en datar con fecha, mes y año la vida del extinto. Una manera de resaltar los atributos del difunto durante su existencia, enmarcada en esa visión que tenían los r por centrarse en los aspectos terrenales. Ahora bien, comprendiendo el contexto tardío en el que aparecen estas inscripciones (entre 1858 y 1865) y que coincidentemente habrán de surgir en el seno de la modernidad –en la región del Río de la Plata se plantea el fin de la Guerra Grande (1851-1852) y con ella el progresivo afianzamiento institucional, a su vez se perciben grandes avances en la urbanización a partir de las influencias europeístas impulsados por las oleadas migratorias de mediados del siglo XIX que comenzarán a definir los nuevos escenarios culturales de la sociedad- la correspondencia puede estar enmarcada a otros desasosiegos. Y esto está relacionado con la inminente preocupación por el tiempo, “con una sociedad moderna en desarrollo, se hará mucho más evidente ese propósito burgués de cuantificar el tiempo, en pro de la eficiencia. Pero subyacentemente, generará una preocupación psicológica, en lo colectivo, por esa hora 109 final”.

“Yacen aquí los restos mortales del Teniente Coronel D.n Pedro Rivero. Su esposa y sus ocho hijos le dedican este recuerdo/ Murió en la defensa de esta Plaza el 2 de enero de 1865. Descansa en Paz buen padre y digno hijo de la Patria Oriental”.

Sobre este epitafio habíamos propuesto el siguiente análisis:

110 109

111

Alejandro Mesa, ¿De qué nos están hablando los símbolos del Cementerio Viejo?, p. 51.

237

Juan José Arteaga, Uruguay: Breve historia contemporánea, p. 109. Eliecer Crespo Fernández, op. cit., p. 95.

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El Estado había de jugar un papel clave en la consolidación de los memoriales: ‘Murió en la defensa de esta Plaza (…) digno hijo de la Patria Oriental’. Eso nos lleva a suponer que el rol del Estado, en relación a la sociedad, no debía dejar al azar la memoria de los hombres. Aunando la mayor cantidad posible de memorias –a veces con poca delicadeza o con dudosa rigurosidad– para encontrar esos sentimientos de “patria”, indispensables para asegurar esa “identidad nacional” capaz de generar un mayor control sobre la sociedad (súbditos de la patria). Nuestra modernización– al menos en esta parte del continente– se debió concretar con una fuerte y decisiva presencia del Estado. Primero con los tímidos intentos que ensayaron las políticas fusionistas (1851-1865), luego con el decisivo empuje casi maquinal del militarismo (1875-1890) y finalmente con la institucionalización monolítica que instauró el modelo batallista de Estado (1903-1929).112

simbólico que se hallan presentes en nichos, sepulcros, panteones y otras expresiones arquitectónicas relacionados con lo funerario. Una centena de años después hallamos este –también interesante– epitafio en el “Cementerio Nuevo” de Paysandú. “Mama Justina/ + 26 -1- 68/ Tenerte imposible olvidarte jamás/ Tus hijos y tus nietos te dedican este recuerdo.” Aquí se profundiza más esa concepción de que si bien la muerte es un hecho inalterable (“tenerte imposible”) el recuerdo hace perdurar la existencia a través del tiempo (“olvidarte jamás”). Citando a Crespo Fernández: “esta expresión se basa en la conceptualización que asocia la muerte con una vida en el recuerdo de los familiares y amigos, aunque debido a su uso tan generalizado se tiende a perder conciencia de su 113 origen. Sobre este apartado resaltamos el siguiente epitafio, aún más contemporáneo, que se encuentra también en el “Cementerio Nuevo”:

Vivir en el recuerdo “Aquí reposan los restos del finado José Sierra que murió el día 31 de mayo de 1861 A los 71 Año de edad su esposa é hijos inconsolables le consagran este recuerdo”.

“José M. Gereda 30- 5- 1926 + 25 -7- 2000/ Tata: Gracias por habernos dado todo de manera incondicional te recordaremos y llevaremos siempre en nuestro corazón/ Ramiro, Zulma, Rocío, Carolina y Lucía.”

Al citar este epitafio, que se enmarca en el “Cementerio Viejo”, no podemos dejar de aludir primero a las características bastante particulares que presenta el mismo. En principio, por la cantidad de denominaciones empleadas en este brevísimo texto que se corresponden con el concepto de muerte: “restos”, “finado” y “murió”. Posteriormente, porque dada su composición, se nos presenta como una suerte de documento “bisagra” que permite comprender la yuxtaposición de ideales tanto desde la sensibilidad “bárbara” (la expresión “finado” se puede relacionar, sin dificultad, con la noción de la muerte “exhibida”) como de la sensibilidad civilizada (“inconsolables” que connota ese enaltecimiento hacia la muerte, característico de la sociedad moderna). En segundo lugar porque, como en otros casos, se aprecia el interés de una familia en conservar un recuerdo del difunto y por eso expresa “le consagran este recuerdo”. Vale decir que los epitafios, aunque siguiendo con líneas argumentales preestablecidas, son una producción mucho más cercana, si se quiere a la vida del difunto o al sentimiento de los deudos, que lo que se puede inferir de los muertos a través del análisis en las ornamentaciones y decoraciones con carácter

112

El énfasis en el recuerdo, según consta en el epitafio es aún mayor; y se trasluce aquí que los sentimientos de los deudos, plasmados en esta composición, aparecen más explicitados. Notamos, finalmente, una pequeña gran sutileza, en relación al primer epitafio que pertenece al siglo XIX, con respecto a los dos últimos y tiene que ver con la voz del narrador. Mientras que en el primero, el tributo está escrito en tercera persona (le consagran), en los casos siguientes la narración es en primera persona (Tus hijos y tus nietos te dedican este recuerdo - te recordaremos y llevaremos siempre en nuestro corazón). En gran parte de los epitafios del monumento a perpetuidad, que van desde la segunda mitad del siglo XIX hasta los comienzos del siglo XX, se aprecia claramente que la voz del narrador es en tercera persona. Tal efecto retórico actúa como un dispositivo moderador respecto al sentimiento de los familiares del difunto y quizás tenga que ver con “proteger” a los deudos de 113

Alejandro Mesa y Enrique Moreno, op. cit., pp. 24-25.

238

Eliecer Crespo Fernández, op. cit., p. 94.

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y que para ellos –los hombres que vivían inmersos en esta sensibilidad bárbara– era un motivo de celebración, ya que el pequeño había ingresado al cielo.

sus propias emociones. Un sentido de lo recatado y decoroso, conducta característica de la sociedad moderna, necesitada de métodos disciplinantes en el camino hacia la vida “civilizada”. Por el contrario, en los epitafios contemporáneos, se aprecia el deseo y la necesidad de los deudos de trasmitir el valor real de las emociones y los sentimientos; y por eso, en muchos casos, se despojan de la voz en tercera persona del narrador para ser ellos mismos los que cuenten su historia. Voló al cielo “Katia Mariela Furtado/ Voló al cielo el 8 - 7 - 99” “Lucía Soledad Vásquez/ Q. E. P. D. / 14 - 04 – 2004/ Voló al cielo” En el ala suroeste del “Cementerio Nuevo” de Paysandú, antes de toparse con la hilera de nichos que delimita la pared de la necrópolis, existe un perímetro de entre cincuenta a setenta metros cuadrados aproximadamente, correspondiente a las inhumaciones de bebes e infantes fallecidos en un plazo menor a los tres y cuatro años. Estos dos ejemplos transcriptos, que contienen la expresión “Voló al cielo”, no son más que el común denominador de la mayoría de los epitafios allí existentes. En este caso la metáfora conlleva a una fuerte carga positiva, según Crespo Fernández,

Imagen 3. Epitafios en el mundo de las nuevas tecnologías y las redes sociales. […] ya que la doctrina cristiana sitúa el reino de Dios en el Cielo, lo que otorga a esta asociación conceptual su fuerza mitigadora y su capacidad para el consuelo de los familiares del difunto, especialmente necesaria en el caso de la muerte de un niño, que se considera como una alteración de lo natural y moralmente correcto. Concretamente (…) entiende que el difunto es quien emprende el trayecto y, por ello, se le considera, de alguna manera, todavía vivo, lo que se demuestra en el uso de verbos de movimiento como subir, ir y volar. 114

En el transcurso de los siglos, hemos pasado de los grabados en piedra, granito y mármol, hasta llegar a los avisos fúnebres impresos en los diarios locales de nuestra época. Hoy, sin embargo, el asombro puede resultar mayor al advertir que las nuevas formas de representación sobre el lenguaje de la muerte están escritos en la tinta intangible y binaria de las nuevas tecnologías (Internet, telefonía celular, redes sociales, entre otros). Para citar un ejemplo, el hecho de que una empresa funeraria británica ofrezca a sus clientes el servicio de añadir códigos QR en las lápidas de los fallecidos para que estos se conecten con una página web y poder escuchar así la música que solía escuchar el extinto, parece cosa salida de los cuentos futuristas de Philip K. Dick. No hay que disociar este asunto del enorme merchandising que se genera en torno a la muerte, porque en efecto “la muerte vende”. Aunque ya se vendía desde mediados de siglo XIX, al menos en Uruguay, donde la pompa y el cortejo fúnebre a lo italiano, se hará práctica predilecta entre los sectores privilegiados de la sociedad.

A través de la contribución que Barrán hiciera con su “Historia de la sensibilidad en el Uruguay: la cultura ‘bárbara’ (1800-1860)” nos enteramos de la existencia de los “velorios de angelitos”, que provenían de la cultura andaluz y que se habían instalado como ritual funerario entre las costumbres difundidas por la cultura “bárbara”. Consistía, básicamente, en juegos y bailes durante el velatorio de aquel niño que había muerto prematuramente, 114

Ibid., p. 93.

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No obstante, es otro el fenómeno que ocupa nuestra atención y se trata del uso de las redes sociales y los muertos. Es decir, cuando alguien fallece pero aún continúa “existiendo” en la red social. Allí, se convierte en receptor de mensajes confeccionados por los deudos que tributan respeto y amor hacia el difunto. No podemos hablar de epitafio en este caso, quizás se aproxime más a la idea de cenotafio (memorial simbólico sobre un difunto), porque el muerto no deambula por la red haciéndonos recordar que está ahí ¿o sí? Tal vez está, en la red de relaciones que conforman el espacio que le destinamos a esta tecnología, tecnología que ha ocupado un lugar central en nuestra vida y nuestra cotidianidad. Lo real –y lo virtual a la vez– es que los seres humanos desde sus dispositivos culturales generan formas novedosas de sensibilidad que van moldeando el universo de sus conductas, por tanto nuevos vínculos entre ellos y también nuevos vínculos para con sus muertos.

Para culminar esta indagación nos formulamos la siguiente pregunta: ¿podemos hablar de epitafios en la cultura popular? Antes bien, es conveniente establecer una definición sobre lo que nosotros entendemos por cultura popular. Al decir del filósofo argentino Néstor García Canclini, la cultura popular no es un fenómeno ni masivo, ni folklórico, cuestionando de ese modo las formas tradicionales de enfoque sobre lo popular. Para el filósofo uruguayo José Luis Rebellato, retomando a Canclini, habla de culturas populares que: […] se configuran por un proceso de apropiación desigual de los bienes económicos y culturales por parte de los sectores subalternos, y por la comprensión, reproducción y transformación (real y simbólica) de las condiciones de trabajo y de vida.” Agrega que, “la cultura subalterna reproduce, pero también resiste, lo que equivale a pensar las culturas populares como producto de apropiaciones desiguales, de una elaboración propia (y no de un mero reflejo) de sus condiciones de vida, y de una interacción conflictiva con los sectores hegemónicos.115

¿Epitafio y cultura popular?

En una sociedad como la nuestra, donde los sectores hegemónicos de la población, promovieron y auspiciaron las condiciones para crear un Uruguay “homogéneo”, “rectado” y “disciplinado”, fueron escasas las posibilidades para realzar las voces de los diferentes, de los oprimidos, salvo algunas expresiones como el canto popular, el candombe o la murga. Los cementerios no fueron, en la mayoría de los casos, la excepción a los ajustes de la modernidad, prácticamente se adaptaron a la perfección con las condiciones que estableció la cultura “civilizada”. Encontrarnos hoy, en el siglo XXI, con epitafios escritos en marcador o lapicera dispuestos en forma irregular, puede ser interpretado tal vez como una nueva manifestación de lo popular; encontrarnos hoy con tumbas y cruces decoradas o diseñadas artesanalmente en colores vivos como rojos, azules, o amarillos, evitando los monolíticos grises, blancos y negros, característicos de las construcciones funerarias más ostentosas que representaron una vez a la muerte temida y ocultada, podría ser entendido como sinónimo de resistencia y también de cambio. Estas expresiones, no adaptas a los formatos culturales estandarizados son propias de una cultura popular que se aleja, en cierta medida, de los valores mercantiles tradicionales que se confeccionaron en torno a la muerte y que muestran valores alternativos

Imagen 4. Epitafio del Cementerio Central de Paysandú.

“Te quiero mucho con toda mi alma Lumi y Mariela/ Te extrañamos mucho te queremos mucho/Anna y Luisina/ x tu amor x lo que hiciste x todo lo que me diste te llevo en mi corazón”.

115

49.

240

José Luis Rebellato (coed.), Intelectual Radical, Extensión-EPPAL-Nordan, Uruguay, 2009, p.

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dentro de una sociedad no tan homogénea ni enteramente disciplinada y que reacciona, no conscientemente tal vez, en parte contra del orden establecido.

“Aquí yacen los restos de Da. Ana G de Sardo que falleció á la edad de 67 años y fue excelente y fiel esposa/ Su esposo e hijos le dedican este triste recuerdo/ Q E P D”

Listado de epitafios en el Monumento a Perpetuidad “Aquí reposan los restos de nació el 28 de junio de 1853 esposo, padres, hermanos recuerdo á quien fue buena ‘Descansa en Paz’”

“Aquí descansan en paz D.n Sebastian Boero que nació el 1 Nbre. de1795 falleció el 30 de junio de 1853 su esposa é hijos le consagran esta memoria. R. I. P.” “Aquí descansa en paz Dn. Santiago Lasarga/ que falleció el 15 de abril de 1858/ a la edad de 51 años menos 5 días/ Fue padre virtuoso, y fiel esposo, en gratitud su esposa e hijos le dedican este monumento á su memoria. R. E. P.”

María del Carmen Gutiérrez de Feo: y falleció el 22 de Junio de 1875. Su y demás familia, le tributan este hija, buena esposa y buena madre/

“Esteban Molinari/ Fallec.23 de dic. 1914 a la edad de 75 años y su esposa María Della Bitta/ Fallec. 28 jul. 1933 a la edad de 87 años/ Q. E. P. D.”

“Nació el 5 de agosto de 1841 y murió á 14 de Enero de 1861/ A los 22 Años 5 Meses 9 días de edad/ Erasto Cuestas/ Descansad en paz. /Fuiste buen hijo y sincero amigo/ Tus inconsolables deudos te dedican este pequeño tributo de respeto a tu memoria.”

“Mama Justina/ + 26 -1- 68/ Tenerte imposible olvidarte jamás/ Tus hijos y tus nietos te dedican este recuerdo”. “Alberico Rojas Marquez/ + 14- 5- 98/ Al cumplirse un año de tu trágica partida te seguimos añorando, te seguimos buscando por siempre tu sonrisa iluminará nuestra vida”.

“Aquí reposan los restos del finado José Sierra que murió el día 31 de mayo de 1861 A los 71 Año de edad su esposa é hijos inconsolables le consagran este recuerdo.”

“José M. Gereda 30- 5- 1926 + 25 -7- 2000/ Tata: Gracias por habernos dado todo de manera incondicional te recordaremos y llevaremos siempre en nuestro corazón/ Ramiro, Zulma, Rocío, Carolina y Lucía”.

“Aquí yacen los restos de Dn. Rafael Fernández que falleció 2 de enero de 1865 a los 39 años y 3 meses de edad/ Su desconsolada esposa y tiernos, hijos le dedican este pequeño recuerdo.” Autor de placa: E. Podestá.

“Katia Mariela Furtado/ Voló al cielo el 8 - 7 - 99”. “Lucía Soledad Vásquez/ Q. E. P. D. / 14 - 04 – 2004/ Voló al cielo”.

“Yacen aquí los restos mortales del Teniente Coronel Dn. Pedro Rivero. Su esposa y sus ocho hijos le dedican este recuerdo/ Murió en la defensa de esta Plaza el 2 de enero de 1865. Descansa en Paz/ buen padre y digno hijo de la Patria Oriental”.

“Juan Hernández + 14- 11- 2011 Te llevaremos en nuestro corazón por siempre”.

“D. E. P. / Los restos mortales del guerrero de la independencia oriental y argentina Capitán Dn. Eusebio Francia/ Murió el 22 de enero de 1888 a los 87 años de edad”

“Te quiero mucho con toda mi alma Lumi y Mariela/ Te extrañamos mucho te queremos mucho/Anna y Luisina/ x tu amor x lo que hiciste x todo lo que me diste te llevo en mi corazón”.

Listado de epitafios en el Cementerio Central

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Bibliografía         

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Con la sangre del héroe Cementerio “Del Tala” de los Dalmao-Artigas, paso del Parque del Dayman, Salto, Uruguay Un lugar de historia y belleza, naturaleza y memoria

Introducción Este cementerio está ubicado en el departamento de Salto, República Oriental del Uruguay casi en el límite con Paysandú, km 131 de la Ruta 26, ingresando por un camino vecinal, en buen estado y luego llegando a un punto en el que encontramos el cartel indicativo. Allí cruzamos una portera del campo de la familia Grasso, seguimos 1 km hasta encontrarnos con el predio cercado por un muro de piedra. Allí están los panteones de la familia Dalmao-Artigas, es el lugar donde descansa parte de la descendencia del Gral. José Gervasio Artigas, prócer de nuestra patria, de su hijo el coronel Santiago Artigas Cuenca, fruto de la unión del Gral. con la paraguaya Melchora Cuenca. Su esposa Ana Vallejo y los hijos Manuel y Fidela Artigas Vallejo. Fidela se casa con Donato Dalmao y por su numerosa descendencia deriva el nombre del pueblo llamado también Pueblo de los Dalmao. También allí descansa la momia del Capitán Lucas Leguizamón o Leguizamo, segunda esposo de Ana Vallejo. Se trata de un hombre de gran estatura más bien delgado vestido con ropas de campo y botas, cuyo cuerpo se ha preservado intacto. No fue sometido a procesos de preservación alguna y su actual estado obedece a alguna causa natural desconocida.

Ana María López Oscar Márquez Uruguay

Linaje de Artigas fundado en Purificación

Imagen 1. Rótulo de acceso al cementerio “Del Tala” de los Dalmao-Artigas, departamento de Salto, en Uruguay. Fuente: Archivo de Ana María López y Oscar Márquez (López y Márquez).

Imagen 2. Coronel Santiago Artigas Cuenca. Fuente: Archivo de López y Márquez.

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Es difícil determinar con exactitud el lugar y el tiempo en que se produjo la unión del Gral. José Gervasio Artigas con Doña Melchora Cuenca, al parecer fue en 1815 cuando ambos estaban del lado argentino. Doña Melchora Cuenca era paraguaya hija de españoles y guaraníes, no se ha podido localizar presuntos parientes de ella en libros parroquiales u otros pero en los que se han encontrado en Entre Ríos aparece el apellido como de procedencia paraguaya. De esta relación proceden dos hijos Santiago y María Artigas Cuenca. De acuerdo a una partida de matrimonio en Paysandú en 1836 se establece que Santiago Artigas es hijo legítimo del Gral. José Artigas y Melchora Cuenca. En aquellas épocas existía como una ley rígida la previa licencia o bendición de los padres de los futuros esposos para la realización del matrimonio. También los militares estaban obligados a a obtener una autorización de la superioridad para realizar el matrimonio y esto ya se había realizado cuando en 1805 el Gral. Artigas contrajera matrimonio con Rafaela Villagrán. En el caso de Santiago Artigas la autorización provino del General Rivera por doble motivo, como superior militar y como padre adoptivo. Cuando Artigas se retira al Paraguay, Santiago queda bajo la tutela de Rivera, quién lo libró de las estrecheces del momento y lo formó militar siendo su gran colaborador en las actividades militares. El 7 de abril de 1836 con veinte años Santiago Artigas se casó con Ana Vallejo hija de Roque Vallejo y Gregoria Monzón. De esta unión nacen: Manuel fallecido al poco tiempo de nacer. Fidela y Manuela Artigas Vallejo. Ya por 1846 las fuerzas de Rivera fueron derrotadas por los ejércitos de Urquiza y allí Santiago Artigas cae prisionero en Concordia República Argentina. Luego comienza a trabajar en los establecimientos de Urquiza. Entretanto Ana Vallejo y sus hijas se amparan en una estancia de Mundell y en los montes del Queguay. Luego de unos años sin tener noticias de su marido sino de que había muerto en un combate mantiene relaciones con persona de apellido Echenique del cual tiene un hijo. Grande fue su sorpresa cuando se enteró que aquella noticia era falsa y en vano trató de lograr el perdón de su marido, pero siguió asimismo respetando las formalidades. Inculcó a sus hijas un gran cariño por su padre y cuando se casaron solicitó su consentimiento previo y la bendición. Algunos años después cuando se produjo el fallecimiento real de Santiago Artigas, Ana Vallejo contrae matrimonio con el capitán Lucas Leguizamón o Leguizamo y murió el 2 de mayo de 1913.

Imagen 3. Doña Ana Vallejo. Fuente: Archivo de López y Márquez.

Doña Fidela Artigas Vallejo se casó en1853 con Donato Dalmao y Doña Manuela Artigas Vallejo se casò con Leandro Leguizamòn en 1857. Del Capitán Lucas Leguizamòn no tenemos mucha información, pero en el Cementerio Del tala se encuentra su cuerpo momificado por causas naturales. Se supone, como ha pasado que debido a una genética determinada, el cuerpo sufrió un proceso llamado de saponificación de sus

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órganos, lo que hace posible que se encuentre intacto. Está en un féretro al cual le han puesto un vidrio lateral para ser visto por las personas que se acercan al lugar. En el medio circuló un dicho con respecto a lo sucedido que expresa: “Así como él se apuró con la mujer del que no había muerto, ahora la muerte se demora en disolverlo a él”.

Imágenes 4 y 5. Lápida del matrimonio Dalmao-Artigas: Donato Dalmao (1894†) y Fidela Artigas (1882†) y mausoleos en el cementerio “Del Tala”. Fuente: Archivo de López y Márquez.

Imágenes 6 y 7. Momia del capitán Lucas Leguizamo. Fuente: Archivo de López y Márquez.

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Imágenes 8 y 9. Féretro y momia del capitán Lucas Leguizamo. Fuente: Archivo de López y Márquez.

Bibliografía  

Thevenet, Luis A., De la estirpe artiguista, Montevideo, Talleres Gráficos Imparcial, 1925. Schulkin, Augusto, I., Historia de Paysandú: diccionario biográfico, Buenos Aires, Editorial Von Roosen, t. I, 1958.

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vírgenes -; sin embargo, al consultar el Diccionario Panhispánico en Dudas, editado por la Real Academia Española (2005), encontramos un matiz fundamental: la palabra “camposanto” se define como “Cementerio católico”, así que en términos lexicales esta palabra no es un sinónimo sino un hipónimo -un tipo de cementerio entre otros-. Ante esta situación cabe hacerse la pregunta: ¿Si una persona no fue católica en vida, en que qué tipo de cementerio debe ser inhumado su cadáver? Más aún si tenemos en cuenta que la propia Iglesia Católica establece una serie de sujetos a los que les prohíbe la sepultura en los camposantos; como se puede observar, verbi gratia, en el decreto signado por el Arzobispo Primado de Bogotá, monseñor Bernardo Herrera Restrepo, el 21 de octubre de 1893. Modelo de decreto que no fue un caso puntual circunscrito al contexto colombiano decimonónico, sino que se convalida con normas generales establecidas en el Derecho Canónico (tanto el consuetudinario acumulado durante milenios, como aquel derivado del Código formalizado en el siglo veinte –en sus versiones de 1917 y 1983-). Esa simple pregunta abre un amplio espectro de posibilidades que rompen con la noción más común de los cementerios en Colombia. Lo que permite adelantar la principal labor que, en mi opinión, tiene las ciencias sociales y humanas: propiciar el extrañamiento frente a visiones cotidianas de la realidad. Poniendo en entredicho, para el caso de la Historia, el conjunto de imágenes del pasado que sirven de referentes hegemónicos de identidad nacional, regional o local; en una suerte de aplicación a los problemas históricos del precepto antropológico de “descotidianizar lo obvio” 116 propuesto por Gustavo Lins Ribeiro. Siguiendo esta lógica, mí propuesta investigativa sobre los cementerios se ha desarrollado a partir de una constatación: en Colombia los camposantos son la tipología de cementerios mayoritaria pero no exclusiva; existe otro tipo de cementerios no católicos, de los que es viable rastrear los contextos históricos en que surgieron y su posterior desarrollo. Esa es, en pocas palabras, la plataforma básica que sustenta las presentes reflexiones. A los hechos me remito: entre los años 2008 y 2010 realicé una investigación titulada De epitafios, memorias y rituales: los cementerios como espacio estético y modelo urbano, un microcosmos simbólico.

Universales, familiares, laicos, libres y muladares: una aproximación general a la historia de los cementerios no católicos en Colombia David Esteban Molina Castaño Colombia

Planteamiento Preliminar

1. 2.

3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

Nos BERNARDO HERRERA RESTREPO. Por la gracia de Dios y de la Santa Sede Apostólica Arzobispo de Bogotá. Vistos los artículos 15 al 21 de la convención adicional al concordato del 31 de diciembre de 1887. DECRETAMOS. Art. 1 Son indignos de sepultura eclesiástica conforme a las leyes canónicas: Los infieles, cualesquiera que sean, paganos, judíos, mahometanos Los apostatas de la fe católica, como los que siendo bautizados enseñan o propagan de palabra o por escrito el ateísmo, el deísmo, el panteísmo o de cualquier otro modo niegan la revelación divina Los herejes, que profesan públicamente sus errores, los fautores de éstos y los cismáticos notorios Los excomulgados vitandos y los entredichos nominalmente, siempre que mueran sin dar señales de arrepentimiento Los suicidas por desesperación, no los que mueren por exceso de demencia Los que mueren en duelo, aunque antes de morir den prueba de arrepentimiento Los pecadores públicos y notorios que mueren impenitentes Los que estando próximos a la muerte rechacen obstinadamente los santos sacramentos Los niños que mueren sin recibir el santo bautismo. Bogotá, 21 de octubre de 1893

Esta ponencia tiene origen en un asunto lexical: la imprecisión generalizada que se da en Colombia con respecto al uso de la palabra “cementerio”, término que en nuestro país se suele asumir como sinónimo univoco de “camposanto”. En efecto, la imagen más acostumbrada de un poblado en Colombia incluye la presencia del cementerio, concebido como un espacio cercado en el que se agrupan un conjunto de tumbas y lapidas con símbolos católicos adosados a ellas –como lábaros, ángeles, cruces, santos o

116

Gustavo Lins Ribeiro, Descotidianizar: extrañamiento y conciencia práctica: un ensayo sobre la perpectiva antropológica, vol. 70, Universidade de Brasília, Instituto de Ciências Humanas, Departamento de Antropologia, 1988, pp.65-69.

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Estudios de caso en el Eje Cafetero Colombiano ; proyecto que contó con el apoyo de CONCIENCIAS y la Universidad Nacional de Colombia –Sede Manizales-. Indagación que abordó el estudio de los cementerios ubicados en cinco municipios del Eje Cafetero Colombiano: Manizales, Riosucio (Caldas), Pereira, Marsella (Risaralda) y Circasia (Quindío);-así como los de las localidades vecinas –a modo de contexto-, con lo que pude referenciar 118 65 cementerios -en su mayoría camposantos-. Al interior de ese corpus de cementerios pude identificar una serie de espacios de inhumación con una característica en común: estar destinados a aquellos a los que se les prohibió una sepultura católica. 119 Espacios con múltiples apelativos: desde el término peyorativo muladar , pasando por un “cementerio familiar” ubicado Riosucio (Caldas) y uno “Laico” en Génova (Quindío); hasta llegar a unos con una fuerte carga de reivindicación ideológica -marcada su el nombre-: los “Cementerios Libres”, ubicados en las localidades de Circasia y Montenegro en Quindío, así como en el municipio de Supía en Caldas. Siendo este último cementerio fundamental para comprender la dinámica regional de creación de dichos espacios; pues en su fundación colaboraron las dos principales figuras asociadas a la construcción de cementerios no católicos en el Antiguo Caldas: Carlos Gärtner y Braulio Botero. Ambos políticos liberales con fuertes enfrentamientos con el clero local. Por otra parte, ya en desarrollo de mi tesis doctoral, encontré otra serie de espacios de inhumación para no católicos en diversas localidades del país: desde el Cementerio Central en Bogotá –que ha permitido en múltiples ocasiones la inhumación de miembros de la elite colombiana con filiaciones no católicas (agnósticos, masones, socialistas, entre otros)-; pasando por a los Cementerios de Extranjeros (británicos y alemanes, en su mayoría de credo anglicano o protestante), también en Bogotá, así como otro cementerio de extranjeros en Bucaramanga; continuando con los Cementerios Universales de Barranquilla (Atlántico), Bucaramanga

(Santander), Medellín (Antioquia); hasta llegar a los Cementerios Laicos del Líbano (Tolima), Girardot (Cundinamarca), Curití (Santander), Málaga (Santander), Campoalegre (Huila); y algunos muladares importantes como aquel en el que se inhumaron los restos Geo Von Lengerke en Zapatoca (Santander). Referenciado, por otra parte, la creación, desde los años 20 del siglo pasado, de cementerios pertenecientes a comunidades religiosas “Protestantes” en Palmira (Valle del Cauca) y Dabeiba (Antioquia); así como un buen número del mismo tipo de cementerios que fueron creados luego de la instauración constitucional de la Libertad de Cultos en 1991. A lo cual se debe adicionar el cementerio de Bautista de San Luís en la Loma (The Hill) de San Andrés Islas, un referente fundamental de la identidad raizal; sumado a algunos cementerios familiares diseminados en dicho archipiélago, casi desaparecidos bajo la presión de la colombianización de la isla –primordialmente en términos religiosos, lingüísticos y turísticos; iniciada desde la segunda década del siglo XX (con la llegada de misiones religiosas católicas de monjes españoles y monjas antioqueñas)-. Reseñando, además, la existencia de Cementerios Judíos, creados en la década de los años 30 del siglo XX en Bogotá, Medellín y Cali (además de un antecedente decimonónico en la ciudad de Barranquilla –que luego fue integrado al Cementerio Universal de dicha urbe-); refiriendo, así mismo, la existencia del Cementerio Islámico de Maicao (Guajira). Espacios a los que se deben agregar los Jardines Cementerios, fundados en las décadas de los años setenta y ochenta del siglo pasado, luego de que la reforma concordataria de 1970 formalizara la creación de cementerios ecuménicos con capitales privados; lo que derivó en la establecimiento de un buen número de éste tipo de espacios, primordialmente en las capitales departamentales y ciudades intermedias. Cementerios a los que se sumaron en las dos últimas décadas del siglo XX, luego de la liberalización de las normas canónicas sobre la cremación y en medio de creciente presiones demográficas, un buen número de hornos crematorios. Como se puede observar, aunque limitado en términos numéricos y geográficos ante el porcentaje inmensamente mayor de camposantos, el panorama de los cementerios no católicos (laicos, libres, universales o, al menos, ecuménicos) en Colombia es amplio y rico en variaciones. Lo que posibilita hacer diversas preguntas en torno a su constitución; en especial, si los ubicamos en un contexto social y cultural hegemónicamente católico

117

David Esteban Molina Castaño, et. al., Cenotafio. Relatos, análisis y evocaciones en torno a los cementerios de cinco municipios del Eje Cafetero Colombiano, Medellín, Universidad Nacional de Colombia, 2011. 118 Incluyendo cementerios ubicados en Manizales, Chinchina, Villamaría, Aranzasu, Salamina, Neira, Pereira, Dosquebradas, Santa Rosa de Cabal, Marsella, Circasia, Armenia, Quimbaya, Montenegro, Riosucio, Supía, Quinchía, Guatica y Anserma. Un caso excepcional lo constituyen los municipios vecinos de Riosucio y Supìa que con una población sumada de aproximadamente 50 000 habitantes tienen 15 cementerios, tanto en sus respectivas cabeceras (cada una con tres cementerios respectivamente) como en los corregimientos y veredas del área rural. 119 Según la definición del Diccionario de la Real Academia Española del año 2007: “Muladar. (De muradal).1. m. Lugar o sitio donde se echa el estiércol o la basura de las casas. 2. m. Aquello que ensucia o inficiona material o moralmente”.

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como el que tuvo el país hasta bien entrada la segunda mitad del siglo XX – e incluso, en muchos aspectos, hoy en día-. Problema que se entreverá con una temática más amplia: las relaciones entre Iglesia Católica y Estado en Colombia, así como el paulatino proceso de reconocimiento del derecho a la diversidad de creencias en materia religiosa en el país. Así pues, es sobre el contraste entre estas dos categorías de cementerios que se centró mi tesis doctoral. Procurando señalar las circunstancias históricas de orden político y cultural que rodearon la constitución de varios cementerios no católicos en un contexto regional puntual: el antiguo Caldas. Asumiendo la constitución de estos espacios, como manifestaciones puntuales dentro de esta situación general de tensión –política, ideológica y religiosa- a favor o en contra de la libertad de conciencia y cultos en Colombia. Ahora bien, para adentrarnos en el análisis de dichos espacios resulta pertinente, en primer lugar, realizar algunas consideraciones generales que sirven para enmarcar el problema de investigación en términos tanto conceptuales como historiográficos. Refiriéndonos, primordialmente, a la constitución de los cementerios como espacios independientes de los templos católicos. Delimitación conceptual que sirve de límite a la actual ponencia, dejando para futuras comunicaciones el asunto puntual de los cementerios referidos previamente. Por lo pronto hablemos del campo en general de los cementerios.









De los cementerios y el reordenamiento de las esferas: acerca de la separación del templo y las sepulturas Si el lector consulta la edición más reciente del Diccionario de la Real Academia Española, se encontrará con una definición bastante sucinta del término cementerio:

El primero de ellos entre 1780 y 1837. Periodo en el que se define 121 el término como “Lo mismo que cimenterio” o, de un modo 122 mucho más lacónico, simplemente como “Ciminterio”. Siendo necesario, entonces buscar dicha entrada, que aparece definida como “Lugar sagrado fuera de los templos en que antiguamente se enterraban a los fieles. Ahora se entierran en él a los pobres y 123 algunos ricos por humildad” (hasta 1803) o “Lugar sagrado fuera 124 de los templos en que se entierran los cadáveres de los fieles” (entre 1803 y 1837). El segundo se da a partir entre 1843 y 1914. Periodo en el que se define como “Lugar fuera del templo destinado para enterrar los 125 cadáveres” o, con una pequeña variación, “Sitio descubierto, 126 fuera del templo, destinado a enterrar cadáveres”. El tercero comprende las ediciones publicadas entre 1925 y 1984. Periodo en el que desaparece la alusión directa al templo y se comienza a definir como “Terreno descubierto, pero cercado con 127 muralla, destinado a enterrar cadáveres”. Por último, de 1992 hasta la fecha de hoy. Periodo en el cual el cercado de los cementerios comienza a desaparecer, matizándose la definición por la de “Terreno, generalmente cercado, destinado a 128 enterrar cadáveres” y adicionando el componente de “depósito de residuos” que complementa la definición con la que comenzamos este pequeño recorrido.

A partir de este seguimiento podemos evidenciar algunos elementos conceptuales importantes: 1) la desacralización del concepto, 2) la pérdida de su función diferenciadora en términos morales, 3) la desaparición de las referencias a templos y, parcialmente, a los cercados. Esto se hace aún más claro si comparamos las paulatinas metamorfosis en las anteriores definiciones (que terminan, para el año 2001, equiparando el cementerio de cadáveres humanos con un espacio de depósito de residuos

Del lat. coemeterĭum, y este del gr. κοιμητήριον. 1. m. Terreno, generalmente cercado, destinado a enterrar cadáveres. 2. m. Lugar destinado al depósito de residuos de ciertas industrias o de maquinaria fuera de uso. Cementerio nuclear, de coches. 120

121

Id., 1780, Cementerio y ss. Id., 1837, Cementerio y ss. Id., 1803, Cementerio y ss. 124 Id., 1837, Cementerio y ss. 125 Id., 1843, Cementerio y ss. 126 Id., 1914, Cementerio y ss. 127 Id., 1925 a 1984, Cementerio y ss. 128 Id., 1992 a 2001, Cementerio y ss.

Ahora, si confronta esta definición con las sucesivas entradas de esta palabra que se han realizado en ese diccionario a partir de su primera edición en 1780, podrá distinguir entre cuatro periodos:

122 123

120 RAE, Diccionario de la lengua española, Madrid, Real Academia Española, 2001, Cementerio y ss.

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Cementerio tomó nombre de cinisterio, que quier tanto decir como lugar do sotierran los muertos, et do se tornan los corpos de ellos en ceniza. Et los obispos deben señalar los cementerios á las eglesias que tovieren por bien que hayan sepolturas, de manera que las eglesias catedrales ó conventuales hayan cada una dellas quarenta pasadas á cada parte por cementerio, et las otras eglesias parroquiales treinta… 131

industriales) con la dada en 1729 en la primera obra de la Real Academia Española, el Diccionario de Autoridades, texto que a la letra señala: Cimiterio. s. m. Lugar Sagrado, que hai en todas las parroquias, y otros templos, fuera de las puertas de la iglesia, en que se enterraban antiguamente a todos los Fieles; pero oy solo se entierran en él los pobres de limosna y los que por su devoción y humildad eligen esta sepultúra. Viene del Latino coemeterium, ii, por cuya razón es mas propio decir cementerio. RECOP. LIB. I. TIT. “, L. 2. Ninguno sea osado de quebrantar Iglesia Ni cementerio por su enemigo, ni para hacer otra cosa alguna de fuerza. CALIST. Y MELIB. Act. 7 Anda á media noche de cimentério en cimentério buscando aparejos para nuestro oficio. QUEV. Mus. 5 Xac. 15. Amuertos de mogollon] Da de balde la Parrochia] De Sepultura y aspergues] En el Cimenterio sopa] Por extensión se suele llamar asi el lugar o sitio donde hai o ha havido muchos cadáveres. ESTEB. Pl. 217. Quedando la villa libre y la campaña por suya hecha toda ella un cementerio de finados.129 (RAE, 1729: cinisterio y ss).

Así pues, si se hace un cuadro comparativo (véase cuadro 1) entre el cumulo de definiciones dadas en las anteriores páginas -tomando como referencia la del año 2001- nos encontraremos con una acelerada desaparición de términos clave durante los dos últimos siglo, que hace que el concepto de cementerio haya pasado de definirse como un sector sagrado vecino a la entrada de las iglesias a un terreno a cielo abierto, en ocasiones sin límites precisos, que tiene funciones de salud pública –ser depósito de desechos (tanto cadáveres humanos en descomposición – inhumados, emparedados o cremados-, como partes industriales oxidadas)-.

(Ver Cuadro 1. Palabra Cementerio. Fuente: Diccionarios RAE y Siete Partidas de Alfonso X.)

O, ampliamos el rango temporal, con la definición dada en el antecedente más importante a la obra lexicográfica de la Real Academia Española, el Tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias; que, en 1611, definía el vocablo cementerio de la siguiente manera:

Ahora bien, para interpretar la manera en que se dio este proceso de trasformación del concepto, considero pertinente seguir la propuesta teórico metodológica que establece Reinhart Koselleck en su artículo sobre 132 la Historia de los conceptos y conceptos de historia (2004), según la cual: “Ante todo, los conceptos y la realidad cambian a diferentes ritmos, de modo que a veces nuestra capacidad de conceptualizar la realidad (die Begrifflichkeit der Wirklichkeit) deja atrás a la realidad conceptualizable (die 133 Wirklichkeit der Begrifflichkeit) o al contrario”; señalando al respecto que:

CEMENTERIO, el lugar pegado de la Yglesia donde se entierran los cuerpos de los fieles, y se les da Ecclesiastica sepultura; vale tanto como dormitorio; nombre propisimo en razón del artículo de Fé de la resurrección de la carne. Y conociendo esta verdad universalmente, á la muerte llamamos sueño y al reposar de los cuerpos en las sepulturas dormir. Es frasis de las escrituras llamar al morir dormir y tan ordinaria que son infinitos los lugares donde usa de ella… 130

…solamente hay cuatro posibilidades para analizar el cambio recíproco de los conceptos y las circunstancias: 1. El significado de la palabra, así como el de las circunstancias aprehendidas en ella permanecen sincrónica y diacrónicamente constantes. 2. El significado de la palabra permanece constante, pero las circunstancias cambian, distanciándose del antiguo significado. La realidad así transformada debe ser nuevamente conceptualizada.

E incluso, alejándonos aún más en el tiempo en el tiempo, para extender la comparación a la definición de cementerio dada en la primera de las Siete partida de Alfonso el Sabio, una de las obras primigenias escritas en lengua castellana, cuya redacción se ha datado tradicionalmente circa de la segunda mitad del siglo XIII (1256 a 1265), según la cual: 131

Alfonso El Sabio, Las siete partidas, Madrid, Linkgua, 2010. Reinhart Koselleck, "Historia de los conceptos y conceptos de historia", véase en Revista Ayer, 2004, pp. 27-45. 133 Ibid., p. 36.

129

132

RAE, Diccionario de Autoridades, Madrid, RAE, 1729, Cementerio y ss. 130 Sebastián de Covarrubias, Tesoro de la lengua castellana o española, Madrid, Luís Sánchez Impresor, 1611.

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3. El significado de la palabra cambia, pero la realidad previamente aprehendida por ella permanece constante. Por lo tanto, la semántica debe encontrar una nueva forma de expresión con el fin de ajustarse de nuevo fielmente a dicha realidad. 4. Las circunstancias y el significado de las palabras se desarrollan separadamente, cada una por su lado, de manera que la correspondencia inicial no puede mantenerse por más tiempo. Sólo a través de los métodos de la historia conceptual es posible entonces reconstruir qué realidades solían corresponderse con qué conceptos. Desde el punto de vista de la pura lógica lingüística (sprachlogisch) no pueden concebirse más alternativas, fuera de estas cuatro, para escribir una historia conceptual.134

cementerio se ubicaba en el corazón mismo de la ciudad, al lado de la iglesia. Allí, existía toda una jerarquía de sepulturas posibles. Había la fosa común, donde los cadáveres perdían hasta el último rastro de individualidad, había algunas tumbas individuales y luego había tumbas en el interior de la iglesia. Tumbas que a su vez eran de dos especies. Bien simples losas con una marca, bien mausoleos con estatuas. Este cementerio, que se ubicaba en el espacio sagrado de la iglesia, ha ido tomando un cariz bien diferente en las civilizaciones modernas y, curiosamente, es en la época en que la civilización se ha vuelto, como se dice muy burdamente, "atea", que la cultura occidental ha inaugurado lo que se llama el culto de los muertos. En el fondo, era muy natural que, en la época en que se creía efectivamente en la resurrección de los cuerpos y en la inmortalidad del alma, no se haya prestado a los despojos mortales una importancia capital. Al contrario, a partir del momento en que se tambalea la certeza de tener una alma, de que el cuerpo resucitará, tal vez haga falta prestar mucho más atención a este despojo mortal, que finalmente es el único rastro de nuestra existencia entre el mundo y entre las palabras. En todo caso, es a partir del siglo XIX cuando cada uno ha tenido derecho a su cajita para su pequeña descomposición personal; pero, por otra parte, es a partir del siglo XIX solamente que se empezó a poner los cementerios en el límite exterior de las ciudades. Correlativamente a esa individualización de la muerte y a la apropiación burguesa del cementerio, comenzó a rondar el tema de la muerte como "enfermedad". Son los muertos, se supone, quienes traen las enfermedades a los vivos, y es la presencia y la proximidad de los muertos, al lado de las casas, al ladito de la iglesia, casi en medio de la calle, es esta misma proximidad la que propaga la muerte misma. Este gran tema de la enfermedad extendida por contagio de los cementerios ha persistido desde las postrimerías del siglo XVIII; y es simplemente en el curso del siglo XIX cuando se empezó a proceder a los desplazamientos de los cementerios hacia los arrabales. Los cementerios entonces, no constituyen más el viento sagrado e inmortal de la ciudad, sino la «otra ciudad », donde cada familia posee su negra morada. 136

Siguiendo estas premisas, las definiciones que van del siglo XIII hasta finales del siglo XVIII se pueden incluir en la primera de estas posibilidades: durante más de cinco siglo la definición del vocablo castellano “Cementerio”, permaneció constante; asociada a la idea de una sepultura eclesiástica –católica- junto o dentro de una iglesia parroquial. Por el contrario, desde finales del siglo XVIII y –primordialmente- a partir del siglo XIX, encontramos una profunda modificación tanto de los términos en que se define el concepto –incluyendo el paso del mismo vocablo predominante de “cimenterio” a “cementerio”-, como en la realidad a la que alude. Modificación a la que podemos encuadrar en la cuarta de las posibilidades referidas por Koselleck; y considerar como un verdadero giro copernicano en la concepción de los espacios destinados para la inhumación de cadáveres en el orbe de influencia lingüístico y cultural español. Pero este giro no se limitaba a la lengua española; forma parte de un cambio generalizado, en torno al concepto de cementerio, en diferentes contextos lingüísticos y culturales dentro de los ámbitos de influencia (metropolitanos y coloniales) de las principales lenguas habladas en la Europa de los siglo XVIII y XIX; así como en la configuración misma de los espacios de inhumación a los que esta palabra –junto con sus sinónimos e hipóginos- se refiere. Al respecto comenta el teórico francés Michel 135 Foucault, en su texto Los espacios otros:

En realidad, siguiendo la argumentación del mencionado texto de Foucault (1997), este cambio en la organización de los espacios destinados a la inhumación forma parte de un rompimiento mucho mayor en la noción misma de “espacio”. El cual se dio a partir de la configuración de una racionalidad moderna; cuyo punto culmen fue, quizá, el trazo del plano cartesiano, como ordenador de la reextensa de la realidad mediante dos ejes (x y y) que se entrecruzan en un punto cero (0) y se extienden hasta el infinito (∞). Principio de ordenamiento espacial que recategorizó la jerarquía

En la cultura occidental, el cementerio ha existido prácticamente siempre. Pero ha padecido mutaciones importantes. Hasta fines del siglo XVIII, el 134 135

Ibid., p. 31. Michel Foucault, “Los espacios otros”, Astrágalo, Madrid, Iberoamericana, núm. 7, 1997, pp. 83-

136

91.

251

Ibíd., p. 47.

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vecindad, qué clase de almacenamiento, de circulación, de marcación, de clasificación de los elementos humanos debe ser considerada preferentemente en tal o cual situación para alcanzar tal o cual fin. Vivimos en una época en la que espacio se nos ofrece bajo la forma de relaciones de ubicación.137

de las esferas, rompiendo con el orden concéntrico en torno a lugares específicos (usualmente sacralizados) y abriendo el mundo, cognitivamente, a la extensión y a la ubicación con respecto a los individuos pensantes. En palabras de Foucault: …el espacio, en la experiencia occidental, tiene una historia, y no cabe ignorar por más tiempo este fatal entrecruzamiento del tiempo con el espacio. Para bosquejar aunque sea burdamente esta historia del espacio podríamos decir que en la Edad Media era un conjunto jerarquizado de lugares: lugares sagrados y profanos, lugares resguardados y lugares, por el contrario, abiertos, sin defensa, lugares urbanos y lugares rurales (dispuestos para la vida efectiva de los humanos); la teoría cosmológica distinguía entre lugares supracelestes, en oposición a los celestes; y lugares celestes opuestos a su vez a los terrestres; había lugares en los que los objetos se encontraban situados porque habían sido desplazados a pura fuerza, y luego lugares, por el contrario, en que los objetos encontraban su emplazamiento y su sitio naturales. Toda esta jerarquía, esta oposición, esta superposición de lugares constituía lo que cabría llamar groseramente el espacio medieval, un espacio de localización. La apertura de este espacio de localización vino de la mano de Galileo, pues el verdadero escándalo de la obra de Galileo no fue tanto el haber descubierto, el haber redescubierto, más bien, que la Tierra giraba alrededor del Sol, sino el haber erigido un espacio infinito, e infinitamente abierto. De tal modo que el espacio de la Edad Media se encontraba de algún modo como disuelto, el lugar de una cosa no era sino un punto en su movimiento, tanto como el repose de una cosa no era sino un movimiento indefinidamente ralentizado. En otras palabras, desde Galileo, desde el siglo XVIII, la extensión sustituye a la localización… En la actualidad, la ubicación ha sustituido a la extensión, que a su vez sustituyó a la localización. La ubicación se define por las relaciones de vecindad entre puntos o elementos; formalmente, puede describirse como series, árboles, cuadrículas. Por otro lado, es conocida la importancia de los problemas de ubicación en la técnica contemporánea: almacenamiento de la información o de los resultados parciales de un cálculo en la memoria de una máquina, circulación de elementos discrecionales, de salida aleatoria (caso de los automóviles y hasta de los sonidos en una línea telefónica), marcación de elementos, señalados o cifrados, en el interior de un conjunto ya repetido al azar, ya ordenado dentro de una clasificación unívoca o según una clasificación plurívoca, etc. Más en concreto, el problema del lugar o de la ubicación se plantea para los humanos en términos de demografía; y este último problema de la ubicación humana no consiste simplemente en resolver la cuestión de habrá bastante espacio para la especie humana en el mundo —problema, por lo demás, de suma importancia—, sino también en determinar qué relaciones de

“Problema del lugar” que forma parte de aquella “anatomía política” sustentada en el control del cuerpo humano, surgida en las monarquías ilustradas y generalizada en los Estados liberales modernos a la par de los mecanismos de racionalización de los procesos burocráticos, que Foucault 138 analiza en su obra más conocida: Vigilar y castigar (2006 –traducción al español sobre original en francés de 1975), en términos de un conjunto de: Técnicas minuciosas siempre, con frecuencia ínfimas, pero que tienen su importancia, puesto que definen cierto modo de adscripción política y detallada del cuerpo, una nueva “microfísica” del poder y puesto que no ha cesado desde el siglo XVII de invadir dominios cada vez más amplios, como si tendiera a cubrir el cuerpo social entero. 139

Se trata de un magnífico edificio, construido con el lenguaje arquitectónico del clasicismo, ordenado a modo de una “racionalización utilitaria del detalle de la contabilidad moral y el control político”; el cual tiene como uno de sus pilares la “distribución de los individuos en el espacio” como medida disciplinaria, mediante estrategias como: […] la clausura, la especificación de un lugar heterogéneo a todos los demás y cerrado sobre sí mismo […] la localización elemental o de la división en zonas. A cada individuo su lugar; y en cada emplazamiento un individuo …se trata de establecer las presencias y ausencia, de saber dónde y cómo encontrar a los individuos, de instaurar comunicaciones útiles, interrumpir las que no lo son, poder vigilar las conductas de cada cual, apreciarlas, sancionarlas, medir las cualidades o los méritos. La disciplina organizada en un espacio analítico […] los emplazamientos funcionales […]. Se fijan lugares determinados para responder no sólo a la necesidad de vigilar, de romper las comunicaciones peligrosas, sino también de crear un espacio útil […] los elementos son intercambiables puesto que cada uno se define por el lugar que ocupa en una serie y por la distancia que los separa de los otros. La unidad en ella no es, pues, ni el 137

Ibíd., p. 46. Michel Foucault, Vigilar y Castigar. El Nacimiento de la Prisión, México, Siglo XXI, 2006. 139 Ibíd., 2006, p. 212. 138

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territorio (unidad de dominación), ni el lugar (unidad de residencia), sino el rango: el lugar que se ocupa en una clasificación, el punto donde se cruzan una línea y una columna […] individualiza a los cuerpos por una localización que no los implanta, pero los distribuye y los hace circular en un sistema de relaciones.140

constituye en una manifestación central del poder político en la modernidad; es decir, el crecimiento y regulación de la población como problema a la vez biológico y de poder). Ahora bien, según Foucault, hay que buscar el origen de la salud pública (y dentro de su ámbito de influencia, el surgimiento de los cementerios modernos) en la confluencia de tres fenómenos concomitantes: la constitución del Estado moderno; el proceso de crecimiento demográfico y urbanización de Europa durante los siglo XVIII al XIX; y finalmente, la necesidad de control por parte de los mandatarios de las nuevas masas de pobres urbanos (a fin de transformarlas en una fuerza laboral sana). Así pues, con base en los desarrollos históricos de cada uno de estos tres fenómenos en diferentes países europeos, Foucault identifica tres formas biopolíticas en torno a la salud pública: 1) La medicina del Estado o Policía Medica (Medizinische polizei) surgida en el orbe prusiano, centrada en la redefinición del papel del médico como administrador de Salud –cuya función superó el tratamiento del cuerpo individual de los pacientes para pasar a ejercer una vigilancia epidemiológica de seguimiento a las estadísticas de natalidad y morbilidad de las poblaciones-, 2) La medicina urbana surgida ante los cambios en la distribución poblacional del siglo XVIII en Francia, cuya función primordial fue la de establecer los parámetros necesarios para una vida en común en las grandes ciudades, a partir del control sobre los lugares de acumulación de elementos causantes de enfermedades y de las formas de circulación de estos elementos en el aire y el agua (ceñida en ello a la teoría de la transmisión de enfermedades por causa de miasmas -conjunto de emanaciones fétidas pestilentes de suelos y aguas impuras resultantes de la descomposición de sustancias orgánicas-, teoría que luego sería remplazada por la noción de la transmisión microbiana de las enfermedades-); y 3) La medicina de la fuerza laboral, surgida en Inglaterra ya a mediados del siglo XIX con la organización de las health offices como medida administrativa orientada a la asistencia médica de los obreros y, sobre todo, a la prevención de enfermedades epidémicas. En lo tocante a los cementerios, estas tres formas de biopolítica tendrán un papel fundamental en su proyección como espacios: utilitarios cerrados sobre sí mismos, ubicados en las afueras de las poblaciones, distribuidos racionalmente de acuerdo a criterios higiénicos de control de plagas y distinciones sociales de tipo socioeconómico. La vertiente francesa, al considerar la práctica tradicional de inhumación de la Europa medieval (inhumar al interior o en el espacio vecino de las iglesias) como causante de mismas en el aire, de allí la necesidad de separar el espacio para los vivos del espacio para los muertos; la vertiente alemana, al establecer criterios de

Reordenamiento de las relaciones espaciales para los vivos (en escuelas, cuarteles, cárceles, fábricas y hospitales, entre otros) que tendrá su contraparte directa en la transformación de los espacios para los muertos; realinderando las esferas que los asociaban a los templos. Esto bajo una reconceptualización de las relaciones entre vivos y muertos, que convierte a los segundos en “otro” radical que debe ser separado; en tanto un cuerpo que, al ser visto desde su dimensión netamente biológica como cadáver en descomposición, se tornan un problema de salud pública. Por lo cual el teórico e historiador francés, caracteriza a los cementerios surgidos con la modernidad como una forma heterotopia (espacio de separación, que funcionan como “espejos” de fenómenos sociales generales que se presentan en un momento histórico dado). En palabras de Foucault: Es frecuente la creencia de que en la sociedad moderna, el culto a los muertos se debe a las enseñanzas del cristianismo. No comparto esta opinión. No hay nada en la teología cristiana que induzca a creer en el respeto al cadáver propiamente dicho. El Dios Cristiano Todopoderoso puede resucitar a los muertos aún cuando estén mezclados en el osario. La individualización del cadáver, el ataúd y la tumba aparecieron a fines del siglo XVIII no por razones teológico-religiosas de respeto al cadáver, sino por motivos político-sanitario de respeto a los vivos. Para proteger a los vivos de la influencia nefanda de los muertos, es preciso que estos últimos estén tan bien clasificados –o mejor si es posible- como los vivos.141

Idea que aborda de manera más general en el séptimo de los ensayos (acerca de la historia de la medicalización) contenidos en el libro La 142 vida de los hombres infames. Ensayos sobre desviación y dominación. Texto en el que desarrolla una amplia argumentación sobre la noción de salud pública, considerándola como una forma de Biopolítica (como estrategia de control poblacional a partir de medidas higiénicas, que se 140 Ibíd., 2006, pp. 215 y ss. 141 Michel Foucault, La vida de los hombres infames. Ensayos sobre desviación y dominación, Madrid, Ediciones de la Piqueta, 1990, p.128. 142 Id.

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gute polizey –de una administración correcta- de dichos espacios por parte de autoridades estatales en remplazo o en coordinación con las religiosas; en tanto que la versión inglesa, los constituye en instrumentos metropolitanos de control de las enfermedades epidémicas –un cordón sanitario en torno a la ciudad-, al tiempo que les otorga un carácter empresarial a la administración de las mismas. Generándose así, todo un nuevo paisaje para los muertos, segregado del de los vivos. Estableciendo, adicionalmente, las bases para la confrontación que se desarrollará en el siglo XIX, entre la Iglesia y los estados nacionales (primordialmente las corrientes burguesas liberales ubicadas en las estructuras de poder en estos últimos, primordialmente –para el caso de Latinoamérica- a partir de la segunda mitad de dicho siglo). Discusiones que giraran en torno a dos tipos de infección: la física en el caso de las autoridades liberales, frente a la moral en el caso de las autoridades eclesiásticas. Siendo éste un campo de batalla entre la ortodoxia y la heterodoxia, del cual hablaremos en una próxima ocasión. Por lo pronto hasta aquí llegamos y dejamos el espacio abierto para futuras conversaciones.

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Cuadro 1. Palabra Cementerio. Fuente: Diccionarios RAE y Siete Partidas de Alfonso X. Siglo XIII

1611

1729

1780-1837

1843-1914

1925-1984

1992

Términos

Enterrar

Enterrar

Enterrar

Enterrar

Enterrar

Enterrar

Enterrar

que

(Soterrar)

Cadáveres

Cadáveres

Cadáveres

Cadáveres

Cadáveres

Terreno

Terreno

Cercado

Cercado

permanecen

Términos

Cinisterio

Lugar

Cimenterio

Cimenterio

Lugar

Descubierto

que

Lugar

Pegado

Lugar

Lugar

Sitio

Muralla

desaparecen

Muertos

Iglesia

Sagrado

Sagrado

Fuera

Cuerpos

Fieles

Parroquias

Fuera

Templo

Ceniza

Eclesiástica

Templos

Templos

Obispos

Sepultura

Puertas

Fieles

Sepulturas

Dormitorio

Iglesias

Pobres

Iglesias

Artículo de

Fieles

Ricos

Catedrales

Fe

Pobres

Humildad

Conventuales

Resurrección

Limosna

Cuarenta

de la Carne

Devoción

Pasadas

Sepultura

Humildad

Iglesias

Morir

Sepultura

Parroquiales

Dormir

Sitio

Treinta

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Bibliografía      



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De noche, sueña que seres deformes y grotescos llegan a su cama, que lo observan y vigilan. A la mañana siguiente con lápiz y papel en mano, inicia los esbozos de lo que serán incipientes sátiros, cráneos, esqueletos y sombras, que conformarán parte de su repertorio dantesco. Y es así como la ilustración se convertirá en el bálsamo ante las numerosas adversidades que le presentará la vida. Y una de esas adversidades llegó una mañana, con la inesperada muerte de su padre en 145 1880.Sus contemporáneos como José Juan Tablada recordarán al joven Rúelas, como un ser humano intuitivo e inteligente, pero a la vez, depresivo y nervioso. En ciertos momentos irritable, poseedor de una personalidad compleja que vivía atormentada por la exigencia de autenticidad y por la persistente idea de la muerte. Idea que empieza a madurar en los trazos que ocuparán parte de su tiempo al ingresar en la Academia de San Carlos alrededor del año de 1885, de la mano del maestro Rafael Flores. En 1892 la madre del joven Rúelas conocedora del gran potencial artístico de su hijo y a pesar de la precaria situación económica por la que pasaba la familia desde la muerte del patriarca, lo envía a Alemania, y durante ese tiempo el estudiante destacado, trabajará con el maestro Mayerbeer y seguirá los lineamientos de pintores como Böcklin y de Felicien 146 Rops, el llamado “ilustrador satánico”. Durante esos años empezarán a conformarse en Rúelas las huellas maduras de lo que más adelante veremos en sus óleos, gouaches y aguafuertes. Una paleta obscura y masoquista, un gusto por la iconografía sexual delirante, mezclada con un acento tétrico, serán las constantes de su producción europea. No por ello, deja de fantasear en otros mundos y en paralelo visita con el lápiz, al Medioevo ó crea retratos en donde supera lo figurativo, e irrumpe en el espíritu del retratado. Ahí en Alemania, en la Universidad de Karlsruhe, en Baden Württemberg, proseguirá el artista su formación académica, además de iniciarse en otros “paraísos artificiales”. Viaja a Múnich en donde confronta al llamado Jugendstill del que abreva y toma para sí, sus elegantes sinuosidades. Es en esa época en que el artista manifiesta una mayor técnica, rigor y disciplina en su trabajo. El ambiente “tedesco” lo envuelve en su “telaraña” cultural, por lo que se convierte en gran amante de la llamada música clásica germana.

Obsesiones fúnebres Isaura Wiencke México Que me sepulten en el Cementerio Montparnasse. Y si no es mucho pedir consiga usted una fosa contigua a la barda que da al boulevard para que desde allí pueda yo descansar oyendo el taconeo de las muchachas del barrio… 143 Julio Rúelas

Hoy quiero compartir con ustedes, una historia de amor al arte y a la muerte. El protagonista de esta historia fue un ser humano que posiblemente nació con el preponderante deseo, de morir. Sus pensamientos giraban constantemente hacía el deceso final. Vivía para morir. Quizá haya sido ese el dulce sueño de una de las mayores glorias de la ilustración y el grabado de fines del siglo XIX en México, y que llevó por nombre, Julio Rúelas. Nacido en la ciudad de Zacatecas, Zacatecas, México, en 1870, desde muy pequeño se caracterizó por poseer un temperamento taciturno y sombrío. Crecido en el seno de una familia castrense, en donde la regla era la disciplina y el conocimiento, el joven Rúelas sintió una atracción especial por expresarse a través del dibujo. Y lo que dibuja se convierte en su sello personal y singular, porque a pesar de su corta edad muestra gran imaginación al ilustrar cadáveres, fantasmas e insectos monstruosos. Sus compañeros en la escuela primaria, quedan boquiabiertos al observar que el colega hosco y huraño de la clase, en lugar de jugar a la pelota en los recreos, gusta de estar solo para delinear demonios. Más adelante, en plena adolescencia y con un ambiente rico en estímulos culturales y artísticos, continúa con su labor plástica. Estudia en el Instituto Científico e Industrial de Tacubaya y más adelante en el Colegio Militar de 144 Chapultepec. Época difícil, acompañada de la sempiterna rebeldía juvenil que hace posible que lo expulsen del Colegio ante el estupor de su afligida madre.

143 Véase Oliver Debroise, Julio Ruelas: Escenografía para una muerte inspirada, en http://www.arte-mexico.com/critica/od49.htm, 27 de febrero de 2013. 144 El sueño de Julio Rúelas en Montparnasse, en http://revistabicentenario.com.mx/index.php/archivos/el-sueno-de-julio-ruelas-en-montparnasse/, 21.V.2013.

145 Véase Marisela Rodríguez, Julio Rúelas siempre vestido de huraña melancolía, en http://books.google.com.mx/books, 24 de febrero de 2013. 146 Véase José Rojas Garcidueñas, Julio Rúelas y Felicien Rops, en http://www.analesiie.unam.mx/pdf/43_107-112.pdf, 10 de marzo de 2013.

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En La Revista Moderna se exponían obras de Lamartine, Gautier, 150 Baudelaire, Lemaitre, etc. Y se incluyeron también las colaboraciones de 151 otros latinoamericanos ilustres, como Rubén Darío, Lugones, y entre los españoles destacan, Unamuno, Valle-Inclán, Machado, y Azorín. Transcurren así unos años muy productivos y enriquecedores para el maestro colaborando con la Revista, pero siempre añorando y anhelando regresar a Europa. Su espíritu se mantiene en contacto directo con la lectura de los poetas malditos franceses. Abriéndose así, un dialogo que prueba el deleite de Rúelas por la literatura, en donde eran sus compañeras inseparables, las 152 plumas de Edgar Allan Poe y Baudelaire, junto a la poesía de Rubén Darío, los estudios sobre el Prerrafaelismo, así como diversas lecturas que abordaban temas de esoterismo y nigromancia. El México decimonónico finisecular envolvía a su intelectualidad con un manto seductor del romanticismo negro, que logra explicar en esas generaciones, el constante gusto por el eros y el thánatos, en donde anclará el artista sus obsesiones y de ahí partirán sus sugestivas ilustraciones y grabados. Grabados y dibujos que harán contacto con su entorno antes que su espíritu. Esa será la forma que descubra el artista para poder expresar el sinsentido de la vida haciendo que su vena autocritica y autodestructiva empiece a mostrarse. Los malos hábitos en el comer y dormir, hacían aparecer a un Rúelas treintañero, avejentado y pálido. Su preferencia por los elíxires etílicos, incrementaban los márgenes de la angustia y la inquietud en que rondaba constantemente su espíritu. Las realistas representacioneshabían sucumbido al oscuro encantode la promiscuidad de tiempos y espacios diversos, como una estrategia más para evadir la insatisfactoria realidad de su presente. La carga de erotismo y tristeza dan cuenta en las viñetas e ilustraciones de la época que produce el artista. El Simbolismo ya estaba presente en los trabajos de ilustradores latinoamericanos viajados por Europa y que por ende, en algunos casos eran rechazados los preceptos del Naturalismo y Realismo, y enarbolaban tópicos como la espiritualidad, la fantasía y los sueños.

Mientras bosqueja íncubos y súcubos, aparecen en su cabeza melodías Wagnerianas. Cuando crea hermosas sirenas, femme fatales y mujeres araña, Beethoven lo acompaña. Sus noches son muy largas, pues prefería crear de noche que de día, acompañado casi siempre del cigarro y de cierto “fuerte” que lo mantuviera despierto lo más posible. En ciertas ocasiones, algún amigo se acercaba a su estudio, para leerle versos o textos literarios que dieran mayor luz e inspiración a su obra. Es de esa época en que le escribiría una carta a su hermano señalándole que: “…jamás me hubiera figurado que llegaría a ser algún día el hombre más oscuro de esta 147 ciudad…”. En 1898 y ya de regreso en México, será un año importante para el artista, debido a que comienza a publicarse la Revista Moderna (1898148 1911), medio impreso que habrá de convertirse en vocero distintivo del Modernismo en Hispanoamérica, y adquirirá gran notoriedad, debido, entre otros motivos, a sus ilustraciones. El grupo principal de la Revista estuvo integrado por Rubén M. Campos, Jesús Urueta, José Juan Tablada y Alberto Leduc, entre otros. Además de las grandes plumas antes citadas, La Revista Moderna se engalana y aumenta su calidad artística con los dibujos y viñetas de Julio Rúelas, Jorge Enciso, Roberto Montenegro, y Germán Gedovius. Es en ese entorno rico intelectual y plástico, en el que se desenvuelve el artista, y que le permitirá ponerse en contacto directo, con los principales poetas “Modernistas” del Continente y de igual manera lo hará, a través de traducciones y obras originales esencialmente, de escritores franceses, estableciendo así una efectiva comunicación entre poetas hispanoamericanos y europeos muy conveniente para todos ellos. Al respecto Yólotl Cruz comenta lo siguiente: Rúelas trasladaba en imágenes todo lo que sus compañeros podían hacer con palabras; él confirió a los poemas de José Juan Tablada, a los cuentos de Bernardo Couto, a los textos de Efrén Rebolledo nuevas dimensiones, y completó el contenido de cada palabra, cada frase, con una imagen. 149

147 Museo Soumaya, Julio Rúelas y su sabia simbolista, en http://www.soumaya.com.mx/navegar/anteriores/anteriores06/Julio/ruelas.html, 18 de febrero de 2013. 148 Véase Fausto Ramírez, Dos momentos del simbolismo en México. Julio Rúelas y Saturnino Herrán, en http://www.jstor.org/discover/10.2307/27934456, 18 de febrero de 2013. 149 Véase Yólotl Cruz Mendoza, Una violeta modernista: correspondencia entre Nervo y Rúelas, en http://www.amadonervo.net/transmigraciones/pdf/violeta.pdf, 9 de marzo de 2013.

150 Literatura contemporánea, en http://www.ccmc.org.mx/modules/tinycontent/index.php?id=394, 20 de mayo de 2013. 151 Últimas batallas sobre el modernismo, en http://www.google.com.mx/webhp?source=search_app#sclient=psyab&q=Latinoamericanos+ilustres, 12 de marzo de 2013. 152 Véase José Mariano Leyva, Julio Rúelas y el más complejo cliché, en http://www.nexos.com.mx/, 23 de mayo de 2013.

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Lo que singulariza las obras de Rúelas, además de la carga de erotismo y tristeza, es una propulsión a dar vida a la vegetación y al mundo salvaje, y con ello rebasa los límites de la representación, transformándola en una en entelequia dominadora y amenazante, “animismo vegetal” lo llamarían algunos, el cual podría tener sus raíces en “el ideal wagneriano de expresar la voz de la naturaleza”. Se dice que el artista era difícil para la convivencia social y con escasa estima por la bondad e integridad del ser humano, razón por la cual sintió a menudo la necesidad de aislarse de la gente y de vivir en soledad. Amigos de Rúelas en algunas ocasiones, iniciaban su búsqueda siguiendo la ruta etílica del joven maestro. Y habitualmente era hallado sentado, sólo, en alguna cantina o congal, vestido todo de negro, a veces con capa y bufanda del mismo color, razón por la cual fue apodado “el zopilote.” El reconocimiento de poetas y pensadores hacia su persona, hacían olvidar sus devaneos con el alcohol. La maestría con la que movía el lápiz, permitía que fuera considerado un joven genio al que convenía perdonar sus excesos. En tanto, su carácter se iba transformando en un ser, sórdido, nocturno, fantástico, disoluto, decadente, y anticlerical, haciendo de sus goces plástico argumentos, como el amor sensual, la muerte, la opresión, la angustia y la desesperación humana, subterfugios para crear obras cargadas de una melancolía que pasarían a formar parte de la historia del Arte. El médico y poeta Enrique González Martínez decía de él:

epicentro cultural moderno, en donde dará muestra del suelto manejo del lápiz y el buril. Ya entonces poseía nuestro artista mexicano, un sello cosmopolita, entendedor de las diversas culturas establecidas en la Europa Occidental. Decía de él Amado Nervo: “complácese en la sombra, en la angustia, en el tormento; sus creaciones se retuercen sin esperanza en 154 limbos tétricos”. Entretanto la crítica lo reconoce y aplaude. Ahí en la “Ciudad Luz”, su perfil bohemio se potencia, su iconografía erótica se exacerba, creando una serie de cuadros “libertinos” que se dice sólo fueron mostrados a sus más íntimos, en donde lo destacable es la maestría de su técnica. Técnica que fue aprendida del maestro Cazin haciendo de su especialidad, el aguafuerte.Se dice que Rúelas se presentó ante J. María Cazin en París y le manifestó que era un extranjero que quería estar cerca de él para aprender dibujo, a lo que el maestro le respondió que no recibía a su lado a aprendices, pero que volviera con una muestra de su trabajo. Después de observarla, Cazin exclamó: ¿cómo quiere usted aprender dibujo? ¡Usted es un gran maestro! Tomó por Rúelas tal afición, que se 155 convirtió en su discípulo predilecto y fue así que le enseñó a grabar al aguafuerte: técnica que se convertiría en su especialidad gráfica. El aguafuerte, gracias a Rúelas, se difundió en nuestro país, y con esta técnica el creador pasó a formar parte importante de la Historia del arte mexicano. Entre 1906 y 1907, últimos años de su vida, sólo realizó nueve grabados de impecable factura, entre los que destacan: La muerte, La esfinge, La caridad, Fuegos fatuos y La crítica. Entre estos últimos, sobresalen dos, como grabados premonitorios ya que uno de ellos lo elabora el mismo año de su muerte. La obra llamada “Fuegos Fatuos” apareció en el número correspondiente a septiembre de 1908, meses después de su muerte. En él, se puede apreciar a una mujer desnuda que semihincada en un cementerio, trata de ahuyentar con su larga cabellera a un par de perros que ven con temor a la figura femenina, que es acompañada de vapores, que no son otra cosa que emanaciones de los cuerpos al entrar en descomposición, de ahí el título. El ángulo desde el cual aborda la imagen, añade aún más la sensación de temor y desconfianza, tal vez el mismo temor premonitorio de su muerte inminente.

Fuiste un viajero lúgubre del reino del espanto, y con tu faz dantesca y tu gesto de hastío ibas de la lujuria sobre el macho cabrío arrastrando la luenga negrura de tu manto.

El Simbolismo será junto con el Art Nouveau, los estilos en los que descansarán algunas de sus más bellas obras. Transcurridos algunos años y gracias al trabajo realizado en La Revista Moderna, figurará en los círculos artísticos e intelectuales de la capital lo que lo catapulta y permite con ello obtener en 1904, una beca creada para estudiantes avanzados que deseaban estudiar en Europa y que era otorgada por Justo Sierra, ministro de Educación quien dijo en alguna ocasión a Rúelas: “Yo quisiera escribir, 153 como usted dibuja”, logrando con ello conseguir al fin, su anhelado sueño de volver a Europa. Antes de arribar a su destino final, pasará un tiempo deambulando por España, Bélgica y Alemania, hasta recalar en París,

154 Julio Ruelas, un romántico genuino, en http://www.conaculta.gob.mx/estados/oct07/10_edo02.html, 11 de mayo de 2013. 155 Julio Ruelas, el precursor del grabado en México, en http://lacaricaturaygrabadoenmexico.blogspot.mx/2011/11/julio-ruelas.html, 20 de mayo de 2013.

153 José Juan Tablada y el arte, en http://www.google.com.mx/webhp?source=search, 19 de abril de 2013

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Y el segundo, un aguafuerte que lleva por título “La Crítica”, facturado en el año de su muerte, muestra al artista sucumbiendo ante el aguijón de un insecto siniestro, con cuerpo de elefante y patas de araña, que se ha aposentado sobre su cabeza y que se mantiene aguijoneando su frente, haciendo alusión a esa “crítica” que aguijoneaba su cerebro al ver sometida su labor plástica, a un público implacable. Cuentan sus allegados que alcanzó al fin el “silencio de la eternidad”, la mañana del 16 de septiembre, del año de 1907, después de una noche de copas, acompañado de una chica parisina que horrorizada despertó compartiendo el lecho con un muerto. La noticia se difundió rápidamente y uno de los artistas plásticos mexicanos avecindados en París, Ángel Zárraga, escribiría las siguientes palabras:

Su voluntad creativa lo impulsó a mover, como pocos, el lápiz y el buril. Pintor tenebrista por excelencia, rescata el espíritu fatalista y decadentista imperante en los poetas malditos franceses, junto a los demonios internos del artista, quien a través de una ligera inclinación de su rostro, pareciera dar sus respetos a todos los deudos, fruto de las conflagraciones bélicas que estaban por arribar al viejo continente. Páginas electrónicas  Cruz Mendoza, Yólotl, Una violeta modernista: correspondencia entre Nervo y Ruelas, En http://www.amadonervo.net/transmigraciones/pdf/violeta.pdf, 9 de marzo de 2013.  Debroise, Oliver, Julio Ruelas: Escenografía para una muerte inspirada, en http://www.arte-mexico.com/critica/od49.htm, 27 de febrero de 2013.  El sueño de Julio Ruelas en Montparnasse, en http://revistabicentenario.com.mx/index.php/archivos/el-sueno-de-julioruelas-en-montparnasse/, 21 de mayo de 2013.  José Juan Tablada y el arte, en http://www.google.com.mx/webhp?source=search, 19 de abril de 2013.  Julio Ruelas, el precursor del grabado en México, en http://lacaricaturaygrabadoenmexico.blogspot.mx/2011/11/julioruelas.html, 20 de mayo de 2013.  Julio Ruelas, un romántico genuino, en http://www.conaculta.gob.mx/estados/oct07/10_edo02.html1, 11 de mayo 2013.  Literatura contemporánea, en http://www.ccmc.org.mx/modules/tinycontent/index.php?, 20 de mayo de 2013.  Mariano Leyva, José, Julio Ruelas y el más complejo cliché, en http://www.nexos.com.mx/, 23 de mayo de 2013.  Museo Soumaya, Julio Ruelas y su sabia simbolista, en http://www.soumaya.com.mx/navegar/anteriores/anteriores06/Julio/ruela s.html, 18 de febrero de 2013.  Ortiz Gaytán, Julieta, El sepulcro de Julio Ruelas en el cementerio de Montparnasse, en http://www.esteticas.unam.mx/revista_imagenes/inmediato/inmortiz01.ht ml, 21 de mayo de 2013.  Ramírez, Fausto, Dos momentos del simbolismo en México. Julio Ruelas y Rodríguez, Marisela, Julio Ruelas siempre vestido de huraña melancolía, en http://books.google.com.mx/books, 24 de febrero de 2013.  Rojas Garcidueñas, José, Julio Rúelas y Felicien Rops, en

Este hombre, que tanto tiempo vivió en la Muerte y con la Muerte, nos ha dejado una tarde, en vísperas del otoño, después de un largo beso a plena boca, que le diera su querida de tantos años. 156

Quizá sea una de las más bellas obras escultóricas la que 157 resguarde en el cementerio parisino de Montparnasse la tumba del gran dibujante, grabador y pintor mexicano, Julio Rúelas. Así como la figura femenina que la engalana, creada por el cincel del maestro mexicano, Arnulfo Domínguez Bello, llora sobre el sepulcro, abatida por el dolor y el desconsuelo de haber perdido a su amor, así la plástica mexicana a miles de kilómetros lamentaba la partida de su singular artista, poseedor de un espíritu atormentado, quizá éste, motor de su infatigable producción, llámense ilustraciones, viñetas, acuarelas y demás realces. Hombre de espíritu taciturno y bohemio, prefirió mantenerse al margen de las grandes ceremonias, refugiándose en la creación y el vino. Maestro de la observación, poseedor de un agudo sentido de la crítica que hace evidente en una de sus obras: Autorretrato, fechado en el año de 1900 en el que se muestra con una mirada inquisitiva y distante. Faltaban sólo siete años para hacer realidad una de sus inseparables obsesiones: la muerte, y pareciera que como para ir a tono, se viste afín a las ceremonias luctuosas, portando corbatín negro creando así un profético retrato lleno de simbolismos, señalando el ocaso a través de su paleta obscura y pesimista.

156 Véase Julieta Ortiz Gaytán, El sepulcro de Julio Ruelas en el cementerio de Montparnasse, en http://www.esteticas.unam.mx/revista_imagenes/inmediato/inmortiz01.html, 21 de mayo de 2013. 157 Id.

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http://www.analesiie.unam.mx/pdf/43_107-112.pdf, 10 de febrero de 2013. Saturnino Herrán, en http://www.jstor.org/discover/10.2307/27934456, 18 de febrero de 2013. Últimas batallas sobre el modernismo, en http://www.google.com.mx/webhp?source=search_app#sclient=psyab&q=Latinoamericanos+ilustres, 12 de marzo de 2013.

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Anfitriones de cementerio: La Santa Compaña en textos franciscanos del siglo XVI

Historias ajenas a la Nueva España Para mediados del siglo XVI, acontecimientos sorprendentes ocurrían, al menos escrituralmente, en la Nueva España: los ángeles andaban por los 159 caminos llevando huevos y pan a los frailes o guardándoles el ganado, los demonios desalojaban a toda velocidad los antiguos templos paganos bajo 160 la forma de monstruos porcinos y paseaban grotescamente entre los 161 cerros comunicándose con los indios, se descubrían valles llenos de 162 huesos humanos pelados por los grifos, los dragones recorrían los 163 montes con ojos del tamaño de copas de sombrero y araban los campos 164 con sus colas produciendo tormentas. Eran tiempos de portentos en los que los unicornios todavía vagaban por lugares donde los españoles los 165 veían de reojo, casi apenas intuyéndolos entre las sombras. En medio de los grandes cambios del momento, los frailes 166 controlaban las tormentas con procesiones, regulaban con sus voces imperiosas la marcha de animales que de pronto se volvían dóciles y 167 entendidos bajo su mando, devolvían sin tocarlas flechas incendiarias 168 destinadas a destruir las chozas que los cobijaban, multiplicaban el 169 170 pan, curaban las caries pasando los dedos sobre las muelas, etc. Pero así como había portentos que la gente podía entender y que hoy, al cabo de los siglos, siguen siendo comprensibles, tampoco faltaban en los textos de la época declaraciones que si en aquel entonces tenían algún sentido para los nacidos en España en medio de una cultura hasta entonces peninsular, el paso de los años fue volviéndolos cada vez menos evidentes para el mundo

Javier Ayala Calderón México

Introducción De acuerdo con las historias recabadas por Carmelo Lisón Tolosana, la Santa Compaña de Galicia es una reminiscencia de múltiples creencias paganas que fueron desarrollándose con el tiempo hasta adquirir características específicas relacionadas con el Más Allá del cristianismo. Dejando por el momento de lado sus orígenes, se dice que la Santa Compaña es el conjunto de las ánimas del cementerio parroquial que salen 158 a anunciar la muerte y a recibir a los nuevos difuntos dentro de su grupo. Usualmente se les describe como luces que se mueven en la noche por los montes o como figuras humanas envueltas en ropajes amplios que marchan en fila con cirios en las manos. En la Nueva España del siglo XVI, diversos textos franciscanos nos hablan de apariciones semejantes y al mismo tiempo distintas a las de la Santa Compaña, pues a la vez que suelen anunciar la muerte de las personas a las que se aparecen, se representan con aspecto de frailes que administran los sacramentos o como figuras de otro tipo que ya han pasado por el proceso de purificación, y no como meros difuntos seglares. Esta ponencia tendrá como fin explicar algunos detalles en las expresiones narrativas involucradas en estos relatos que nos permiten comprender su intertextualidad con respecto a las historias medievales acerca de las apariciones y el auxilio de los santos, sus vinculaciones con la Santa Compaña en las narraciones de la Galicia medieval y renacentista, así como las funciones religiosas y prácticas que cumplían dentro de las crónicas. Para ello, en primer lugar mencionaremos el ambiente mental que se vivía en la Nueva España con respecto a los prodigios y los milagros, recordaremos los posibles orígenes y naturaleza de la Santa Compaña en Europa, y finalmente haremos un breve análisis de historias con resonancias suyas en las crónicas novohispanas.

159 Agustín de Vetancurt, “Menologio franciscano”, en Agustín de Vetancurt Teatro mexicano, México, Porrúa, 1982, p. 21. 160 Toribio de Benavente (Motolinía), Memoriales o libro de las cosas de la Nueva España y de los naturales de ella, México, UNAM, 1971, p. 475. 161 Pedro Montes de Oca, ”Relación de Tiripetío”, en Relaciones geográficas del siglo

XVI: Michoacán, UNAM, 1987, pp. 348-349. 162 Toribio de Benavente (Motolinía), op. cit., pp. 208-209. 163 Gerónimo de Mendieta, Historia eclesiástica indiana, vol. II, México, Conaculta, 1997, p. 51. 164 Antonio Tello, Crónica miscelánea de la sancta provincia de Xalisco, libro II, México, Porrúa, 1997, pp. 318-319. 165 Lewis Hanke, El prejuicio racial en el Nuevo Mundo, México, SEP, 1974, p. 28. 166 Gerónimo de Mendieta, op. cit., p. 324. 167 Veáse, por ejemplo, a Sebastián de Aparicio en Agustín de Vetancurt, op. cit., p. 19. 168 Gerónimo de Mendieta, op. cit., p. 360. 169 Como hizo el agustino fray Juan Bautista de Moya según Juan de Grijalva, Crónica de la Orden de N.P.S. Agustín en las provincias de la Nueva España, México, Porrúa, 1985, p. 281. 170 Gerónimo de Mendieta, op. cit., p. 449.

158

Carmelo Lisón Tolosana, La Santa Compaña. Fantasías reales. Realidades fantásticas, Madrid, Akal, 2004, pp. 29-31.

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Orígenes posibles de la Compaña La Compaña, cuyo nombre deriva de la compañía que brinda a los espíritus recién desencarnados para viajar al otro mundo, en algunas tradiciones populares españolas es la reunión de almas del purgatorio que se encarga de recoger las almas de los recién fallecidos según unos, o –según otros- de avisar de la inminencia de la muerte a los humanos a través de procesiones que generalmente terminan frente a la casa de las personas próximas a fallecer; evento de cumplimiento no superior a un año que anuncian tirando 173 piedras sobre el tejado. Usualmente se les considera almas del purgatorio, no del infierno, que buscan intercesiones y por eso adoptan la forma que tenían en vida, para ser reconocidos por sus familiares y que les brinden oraciones de descargo. Otros creen que vienen a este mundo a avisar de próximos decesos o tratan de llevarse a alguien que los vio. “Desde esta perspectiva, la comitiva de muertos puede ser vista como una entidad hostil que intenta 174 llevar la muerte al mundo de los vivos”. En su momento, Carolina Michaëlis y otros estudiosos reclamaban unos antecedentes germánicos enlazados con las cabalgatas de héroes muertos llamadas "mesnadas de Hellequin" que, según la mitología de las tierras del Norte de Europa, eran conducidas al Wallhalla por las Walkirias 175 hijas de Wotan, mientras que polígrafos como Marcelino Menéndez Pelayo salieron en defensa del origen celta de estas procesiones en Bretaña según las cuales se trata de los muertos no perdonados que volvían a los lugares de sus trasgresiones terrestres sin poder alcanzar el cielo hasta 176 haber expiado sus pecados. Sin embargo, algunas personas de las Higlands piensan que esta figura, a la que ellas denominan Sluagh, es la hueste de los ángeles caídos, producto probablemente de la influencia de los misioneros cristianos durante los primeros años de la evangelización de Bretaña que insistían en demonizar a los espíritus de los bosques (hadas), que efectivamente parecen ser al mismo tiempo espíritus de los muertos. En una vena paralela a esta última, un cuarto grupo extraía el origen de la Huestia de páginas de la Biblia latina, donde se habla

novohispano y tomaban formas que en Europa hubieran sido vistas al menos con cierta extrañeza. A pesar de la relativa familiaridad de los temas utilizados en las historias que hemos esbozado al inicio de este trabajo, no todas las narraciones consignadas por los españoles del siglo XVI en la Nueva España tienen la misma transparencia. Algunas de ellas hablan de personajes cuyas ambiguas actividades se prestan a interpretación. Para entender mejor lo anterior recurramos a un ejemplo: En Huexucingo, en el año de 1528, estando un mancebo casado, de los criados en la casa de Dios, por nombre llamado Diego, hijo de Miguel, hermano del Señor: estando aquel hijo suyo enfermo, después de confesado, pidió el Santísimo Sacramento una y muchas veces, con mucha insistencia; como disimulasen con él no se lo queriendo dar, y él no aflojando en su deseo, más demandándolo, vinieron a él dos frailes en hábitos de San Francisco, y comulgáronle, y luego desaparecieron, y luego el enfermo quedó muy consolado y satisfecho, y entrando luego su padre a darle de comer, y diciéndole que comiese, respondiole el hijo y díjole que ya había comido lo que él deseaba y había menester de comer. El padre, maravillado, preguntole que quién le había dado de comer, o quién le había traído comida. Respondió el hijo: «¿no vistes aquellos dos padres que salieron de aquí agora? Aquellos me dieron lo que yo deseaba, y tantas veces lo había pedido»; y luego desde a poco falleció, bonum viaticum ferens [llevando un buen viático]. 171

Como puede notarse, la historia trata de personajes que no coinciden con las ánimas del purgatorio, dado que no andaban penando ni pedían ayuda para superar su castigo, pero tampoco son santos reconocidos que puedan ser evocados por su nombre, ni salvaban del 172 deceso a los testigos. Sus manifestaciones son, por lo tanto, si no insólitas, si por lo menos ligeramente extrañas; su sentido, aunque rebuscado, tenía reminiscencias de algo conocido en otro contexto. Eso que buscamos explicar aquí se llama Santa Compaña, pero no existe con ese nombre en México porque nunca nadie la situó con ese nombre en estas tierras durante el virreinato.

173

171 172

Jesús Rodríguez López, Supersticiones de Galicia y preocupaciones vulgares, Buenos Aires, Ed. Nova, 1943, pp. 129-120. Cfr. Juan García Atienza, Leyendas mágicas de España, Madrid, EDAF, 1997, p. 182. 174 Juan García Atienza, op. cit., p. 180. 175 Ibid. 176 Alexander Carmichel citado en Katharine Briggs, Diccionario de las hadas, Barcelona, Alejandría, 1992, p. 304.

Toribio de Benavente (Motolinía), op. cit., p. 143.

Sin que esto signifique que aquellos siempre lo hicieran, como ocurre en Gerónimo de Mendieta, op. cit., p. 137, donde ni el mismo San Pedro evita el fallecimiento del testigo al término de un plazo dado.

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eventualmente del Hostis Antiquus, el enemigo antiguo, que daría nombre a 177 la Estantigua, la figura que representa a la muerte en abstracto y que ocasionalmente precede a la procesión de difuntos y le traza el camino que debe seguir. Estantigua, sin embargo, más que sólo un nombre dado a la muerte, al derivarse de Hostis antiquus refiere a la serpiente original o enemigo antiguo, al Diablo, con lo cual es evidente quienes bautizaron a estos aparecidos encapuchados seguían considerándolos un engaño del Demonio tal y como hicieron los misioneros en Irlanda con la mencionada Sluagh. En este sentido, la Huestia parece ser en su origen una tradición pagana sobre los espíritus de los muertos que vagan de noche ya sea por la filiación que hace del espíritu desencarnado un habitante de las sombras como en el relato del descenso de Odiseo al país de los muertos o en virtud de un castigo en el que están condenados a vagar sin descanso durante un tiempo determinado, que luego el cristianismo medieval intentó absorber asimilándolos a sus ánimas en estado de purgación sobre la tierra, pero cuyos detalles sobre la figura de una divinidad o un “demonio” que los conduce no pudo eliminar completamente. Aunque haya quien piense que la Santa compaña no representa a nadie en particular, sino que sus miembros son imagen de la muerte en general y se presentan bajo la forma de esqueletos, o bien que se trata de almas con la ropa con que los enterraron, su apariencia más común es la de muertos envueltos en hábitos de monjes o en sudarios, pero lo que nunca falta es el detalle de hacerlos portar velas o faroles con los que se alumbran 178 al desfilar entonando cantos, probablemente como una reminiscencia popular de las procesiones practicadas durante el siglo XIII y XIV cuando grupos de frailes acompañaban al cortejo fúnebre de los personajes notables. Se dice que no se le puede ver, pero se siente su presencia debido al olor de cera quemada, la brisa que forman al pasar, o por la humedad de sepulcro que los envuelve. Es precisamente la caracterización de los difuntos vestidos con ropajes medievales, similares a la ropa de los monjes, lo que terminaría realizando en la Nueva España en algunos casos el paso entre el muerto común y el muerto eclesiástico en los Memoriales del franciscano Toribio de

Benavente (Motolinía) (1482–1569), la Historia Eclesiástica indiana, del igualmente fraile menor Gerónimo de Mendieta (1525-1604), y en una carta del dominico fray Julián Garcés (1452-1541). De esta forma, la semejanza externa daría paso a la identificación de su persona y ésta a su moralidad y su función entendida desde el cristianismo. Ya no se trataría nada más de una compañía para el alma del muerto, sino de una presencia que garantizara su salvación o su sobrevivencia. No obstante, una explicación así peca de sencilla si no se analizan los casos específicos. Reminiscencias de la Santa Compaña en los Exempla novohispanos Aunque es cierto que la Santa Compaña es una creencia típica de Galicia y Asturias, no debemos olvidar que, aunque con nombres y a veces con aspectos distintos, aparece también en muchos otros lugares, entre ellos en Zamora, dentro de los reinos de León, donde se sitúa la villa de Benavente, 179 patria de Motolinía, el primero en mencionar en la Nueva España un caso que tiene reminiscencias suyas, y probablemente era, como hoy, ampliamente conocida en el resto de España. Gerónimo de Mendieta, otro franciscano, retomando la historia contada por Motolinía nos cuenta a su vez otros tres ejemplos similares con objetivos distintos al expresado por aquel. Conocedor de la dificultad que implicaba creer en ese tipo de milagros por parte de la gente escéptica, Mendieta busca convencer al lector consignando antes un milagro ocurrido a un fraile y certificado ante un notario porque “la clara noticia de las cosas 180 ciertas es argumento para dar crédito a las semejantes dudosas”. Dejando a un lado la prueba presentada por Mendieta, las suyas son narraciones tan breves que nos permiten anotarlas de manera íntegra sin ningún problema. En el primero de sus exempla se refiere a una mujer india que, como en el relato de Motolinía, es comulgada por un par de frailes fantasmales. Semejante caso de comunión miraculosa (aunque en diferente manera) aconteció en Tepeaca, que siendo allí guardián el padre Fr. Diego de Olarte, una india principal enfermó, y se confesó con él, y con mucha instancia le pidió el Santísimo Sacramento de la Eucaristía. El guardián por entonces no se lo quiso dar, y otro día siguiente, movido de escrúpulo de la conciencia,

177

También conocida en forma corrupta como Estandía en Galicia y Asturias (Juan García Atienza, op. cit., pp. 175-176). 178 Jesús Rodríguez López, op. cit., pp. 129-120. Para los judíos en España en el siglo XV los muertos salían a desfilar en procesión los viernes en la noche alumbrándose con candiles (Juan Meseguer Fernández, “Las primeras estructuras del Santo Oficio”, en Bartolomé Escandell Bonet y Joaquín Pérez Villanueva (dirs.), Historia de la Inquisición en España y América, vol. 1, 1984, p. 384.

179 180

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Carmelo Lisón Tolosana, op. cit., pp. 17- 51. Gerónimo de Mendieta, op. cit., p. 130.

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envió por la dicha india enferma, y traída le dijo que se aparejase, que le quería dar el Santísimo Sacramento. La india respondió, que ya había comulgado. El guardián, maravillado, le preguntó que dónde y cómo. La india respondió, que después que le pidió el Sacramento y no se lo dio, estando en su casa fueron dos frailes, y allí donde ella estaba enferma pusieron un altar con todo su recado, y el uno de ellos dijo misa, y la comulgó. Tuvo el guardián este milagro por cierto y verdadero, porque la india no quiso más comulgar en aquella enfermedad de que murió, diciendo que ya había recebido el Santísimo Sacramento. 181

argumento acerca de la Santa compaña, muestra también un profundo interés en promover a la Virgen María –una figura de honda importancia para los franciscanos- como intercesora de los indios. En esta narración otra india enferma recibe la visita de una “santa compañía” que rodea a la Virgen y ésta es precedida por un fraile que alumbraba su camino con una antorcha. En el pueblo de Xuchipila, a una india principal, mujer de un español, buen cristiano, llamado Hernando Alonso, le dio una enfermedad que le duró tres o cuatro meses. Al cabo de ellos, estando ya muy debilitada, después de haberla confesado un religioso llamado Fr. Gaspar Rodríguez, y dádole el Santísimo Sacramento del altar, la noche que pensaron se moriría, vino a ella la Madre de Dios a la media noche, muy resplandeciente y cercada de santa compañía, y un fraile menor venía delante alumbrando con una hacha. Y llegando la Virgen a la cama donde estaba la enferma, la consoló diciendo, que se esforzase, y le mandó abrir la boca y le dio unas cucharadas de cierto licor suavísimo, y le dijo que no la quería llevar hasta que pasase un mes, porque más mereciese, y luego desapareció la visión. Fue cosa de maravillar, que está enferma luego tuvo mucha mejoría y se levantó desde a pocos días, y contó esta visión a su confesor. Y al cabo del mes tornó a recaer, y recibidos otra vez los sacramentos, la llevó el Señor para su gloria.183

Como ocurre con la tradición de la Santa Compaña, la visita de estos frailes, anónimos e invisibles para todos menos para la agonizante, es el anuncio de una muerte que se verifica dentro de un lapso incierto después del acontecimiento. Pero ¿cuál es la finalidad de estas narraciones? Al menos en el caso de Motolinía referido en el primer punto de este texto, se trata explícitamente de una historia en contra de los sacerdotes que niegan este servicio. De acuerdo con él, para la época de la que escribía todavía convivían dos teorías acerca de la administración del sacramento de la Eucaristía a los indios. Por un lado, había españoles que no lo consideraban adecuado porque los indios no estaban conscientes de lo que significaba y podrían recibirlo estando en pecado, lo cual constituiría una injuria a Dios, mientras que otros, como los franciscanos, pensaban que ya los indios habían aprovechado en la virtud lo suficiente como para arriesgarse. Motolinía, franciscano al fin, opinaba de esta última manera y afirmaba que dicho sacramento era tan importante para la salvación de los indios, que si los frailes se los negaban, el mismísimo Jesucristo enviaría 182 quien se los administrase. Así pues, el relato de Motolinía y el primero de Mendieta tienen un objetivo común y por eso en ellos se recalca la solicitud de los indios para que se les administre el viático, lo cual da pie a la intervención de fuerzas preternaturales que se los brindan de parte de Dios cuando los hombres se los vedan. No obstante, no en todos los casos de argumentos similares el objetivo es el mismo, sino que, conservando sus formas y parcialmente sus contenidos, difieren en sus propósitos. Así, por ejemplo, aunque el segundo relato de Mendieta es el más claro y que mayor luz arroja sobre nuestro 181 182

En el relato no queda claro a qué tipo de “compañía” se refiere Mendieta, pero tratándose de la comitiva de la Virgen podría tratarse de ángeles, de santos o de cualquier otro ser espiritual y benévolo. Sin embargo, lo que no interesa recalcar es la presencia de un fraile que la antecede iluminando el camino, similar a las historias acerca de la Santa Compaña de Galicia, así como la utilización de ese término para el séquito que la rodea, que le avisó su muerte inminente, y que ésta se cumplió justo en el plazo establecido. Lo anterior puede tal vez esclarecerse un poco más si agregamos que para Mendieta, convertirse en compañía de alguien implicaba una entrega de la vida misma, como le ocurre en su tercera narración a una india del pueblo de Apozol, en Jalisco, en un alegato a favor del servicio de Cristo y el alejamiento del Demonio. En este ejemplo, una india había sido lastimada con un hierro en la garganta por el Diablo bajo la forma de un indio muerto –un cantero que ella conocía y sabía difunto- porque no había

Ibid., pp. 131-132.

Toribio de Benavente (Motolinía), op. cit., p. 143.

183

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Gerónimo de Mendieta, op. cit., p. 132.

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aceptado seguirlo después de que ya se le había ofrecido en un momento de desesperación:

buena muerte, se acaba el sufrimiento de la vida terrestre cuando las personas se convierten en sus acompañantes. La protección, por supuesto, aunque venida de Dios, podía tener operarios diversos, y si algo resultaba útil para los franciscanos para su prestigio en la Nueva España entre los indios eso era presentarse a sí mismos como coadjutores de su salud espiritual según hemos visto en todos los tres primeros relatos. Distinto en esencia aunque con una forma tan similar que no deja lugar a dudas acerca de su cercanía con el anterior es el relato que el mismo Mendieta cuenta acerca de otro indio que tiene contacto con difuntos, pero ya no con santos ni con la Vírgen, y donde se recalca la protección franciscana.

…y luego vio venir una procesión muy ordenada de mancebos muy hermosos, que excedían en hermosura a los hijos de los españoles, y traían en medio una cruz muy grande y resplandeciente, y al cabo de la procesión venía un niño más hermoso que todos, con un libro muy precioso en las manos, el cual se llegó a su lecho y la llamó por su nombre, y la consoló, y le dijo que él era el Tepapaquiltiami, que quiere decir consolador. Y le declaró cómo el demonio había querido llevar su alma, por las palabras que ella había dicho, ofreciéndose a él. Y preguntóle que si quería que él la llevase en su compañía. Ella le respondió, que en su mano estaba, que como él lo ordenase. Y dice que le mandó abrir la boca y le quitó aquel hierro que el demonio le había dejado clavado, y luego desapareció toda aquella visión… 184

En Ahuacatlan, pueblo de Jalisco, solía estar un buen indio, llamado Pedro (que no sé si aún es vivo), y servía de intérprete a los frailes en las cosas de la doctrina. Este indio fue tenido por muerto, y él afirmó que realmente murió, y estando amortajado para llevarlo a enterrar, y su mujer y hijos llorando por él, llegaron dos frailes franciscos, el uno de los cuales era Fr. Alonso de Cebreros, que había fallecido siendo guardián de aquel monesterio, varón de loable vida y fiel trabajador en la doctrina de los indios, y al otro no conoció. Y hablando el Fr. Alonso de Cebreros con el otro su compañero, dijo: «A este dejémoslo acá, porque es intérprete de los frailes y les ha de ayudar, y también tiene hijos pequeños y mujer» Y dicho esto desaparecieron. Y resucitó luego sano de la enfermedad que tenía. Este indio ha sido muy buen cristiano y devoto.

De esta manera, si el hecho de que el Demonio quisiera “llevar su alma” no era sólo una metáfora para indicar el sometimiento de la voluntad de la india, este sometimiento ante “el niño más hermoso” no se limitaba tampoco a su mero arrepentimiento y conversión, sino que en ambos casos se trata de una entrega que debe continuar en el Más Allá. Andar en la compañía de un ser espiritual requiere tarde o temprano la muerte física, sólo que, fieles a sus respectivas formas de conducirse, mientras el Demonio estuvo a punto de provocársela a la mujer causándole una dolencia corporal (encajando metafóricamente un hierro en su garganta) para obtenerla rápidamente, el niño le permitió conservar la vida reintegrándole la salud (extrayéndole el hierro) al asegurar su compañía futura. Viéndolo desde esta perspectiva, no es casual que el Demonio se apareciera ante la india bajo la apariencia de un difunto, pues con ello se recalca su asociación con la muerte, lo cual nos lleva a pensar por consecuencia, y siempre a manera de hipótesis, que los acompañantes de “el niño más hermoso” tampoco tenían por qué ser ángeles en un sentido tradicional, como podría suponerse a simple vista, pues bien podrían ser interpretados como almas desencarnadas de los hombres que ya acompañaban a su Señor portando la cruz con la cual habían sido rescatados (“consolados”). En ese mismo orden de ideas, que el niño se haga llamar Tepapaquiltiami no querría significar sino que en él, con una

184

En este caso, la aproximación de seres del Más allá a un moribundo, uno de ellos explícitamente un difunto, permite subrayar la protección de los franciscanos incluso postmortem y constituye una interesante variación del argumento pagano de la Santa Compaña en el sentido de que, como el relato anterior, no provoca la muerte de la testigo. Como era de esperarse, este tipo de relatos no son exclusivos de los franciscanos, sino tradiciones transmitidas también en otros ámbitos y agrupaciones, si bien en cantidades mucho más modestas. El dominico Julián Garcés, por ejemplo, con una concisión digna de los mejores fabulistas nos narra que:

Ibid., pp. 132-133.

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Martín se llamaba uno que ya en las últimas, poco antes de fallecer, dijo a su madre que lo asistía: “Haste a un lado, madre. ¿No ves venir a los frailes con la cruz y a aquella gran dama de blanco que me ofrece un rosario?”185

figuras de monjes encapuchados, que a su vez abrevaron en fuentes de la gentilidad medieval, y no necesariamente en casos experimentados por los indios en la Nueva España. Y aunque esto no descarta que los indios en algún momento hubieran podido tener este tipo de visiones a influjos de la nueva fe, cuando lo hicieran igualmente estarían reproduciendo un imaginario de más allá del océano cuyas raíces se hunden más profundamente en el paganismo de lo que sus mismos difusores hubieran estado dispuestos a admitir. Como pudimos ver, los objetivos detrás de cada una de las historias carecen de homogeneidad porque no estaban tratando de reproducir una historia única, sino de usar una única historia para diversos fines que requerían adaptaciones en la trama y hasta en los personajes que participaban en ella, por lo cual, lejos de siempre encontrar monjes encapuchados que anuncian la muerte también podemos ver compañías de seres espirituales de corte angelical, a la Virgen María y al mismo Cristo realizando apariciones vinculadas con los mensajes de muerte. Es cierto que no todos los objetivos de estas narraciones son igualmente claros y que para argumentar alguno de ellos en la obra de Gerónimo de Mendieta incluso hemos tenido necesidad de recurrir a isotopías semánticas que nos den luz al respecto, pues, siguiendo a Umberto Eco: “El primer movimiento hacia el reconocimiento de una isotopía 187 semántica es una conjetura acerca del tema de un discurso dado: una vez se ha intentado esa conjetura, el reconocimiento de una posible isotopía semántica constante es la prueba textual de «lo que trata» un discurso determinado”. Por supuesto, al hacer nuestras interpretaciones y establecer paralelismos somos conscientes de su calidad hipotética esperando no haber perdido la capacidad para distinguir “entre las semejanzas relevantes 188 y significativas por un lado y las semejanzas ilusorias y fortuitas por otro”.

Aquí nuevamente aparece la idea de un acompañamiento que porta una cruz, como en el caso de la india de Apozol, pero ahora específicamente se aclara que se trata de frailes, y no de ángeles o santos. Es decir, estamos ante un desfile de difuntos que le anuncian la muerte al testigo, el cual, según las palabras de Garcés, debe haber muerto pero al menos salvó su alma del purgatorio gracias a la intervención especial de la Virgen del Rosario -especialista en este tipo de favores-, cara a la piedad dominica desde tiempos de su fundador y una de las primeras advocaciones en tener una cofradía en la Nueva España (en 1538) con la predicación de 186 fray Tomás de San Juan.

Conclusiones Como hemos dicho arriba, los relatos aquí mencionados pertenecen a una categoría popular que debemos diferenciar de las apariciones de ánimas dentro del cristianismo, y se trata de la llamada Huestia de tierras asturianas o Santa Compaña de Galicia que dentro del paganismo se aparecía ante las personas para anunciarles su muerte ya fuera que se tratara de enfermos o de individuos perfectamente sanos. Sin embargo, con el paso de esta idea por el tamiz del cristianismo, estas figuras van a adaptarse a una lógica más cerrada, pues el aviso de muerte a una persona sana podía verse como una violación de los designios divinos, en donde sólo Dios conoce el futuro. Por eso, para los relatos cristianos era necesario que los testigos estuvieran moribundos y las apariciones nunca ocurrieran ante otro tipo de personas. La idea de la Santa Compaña adoptada por el catolicismo popular, hizo a los miembros del clero intercesores de las almas ante Dios, y por supuesto, dentro de la lógica de Motolinía y Mendieta ¿quién mejor que los franciscanos para ello? Al cumplir con su función de servir a los agonizantes, los frailes de los relatos parecen haber sido repetidos piadosamente por Motolinía a partir de la tradición de los exempla medievales que hablaban de 185

Julián Garcés, “[La epístola de Garcés] traducción española”, en René Acuña, Fray Julián Garcés. Su alegato en pro de los naturales de Nueva España, México, UNAM, 1995, p. 36. 186 Juan Bautista Méndez, Crónica de la provincia de Santiago de México de la orden de Predicadores (1521-1564), México, Porrúa, 1993, p. 80.

187 Una isotopía es “conjunto redundante de categorías semánticas que hace posible una lectura uniforme” (A.J. Greimas en Umberto Eco, Interpretación y sobreinterpretación, Barcelona, Cambridge University Press, 1995, p. 66. 188 Eco Umberto, op. cit., p. 51.

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Génesis e Identidad Nacional del “Comunicador Visual del Pueblo”: José Guadalupe Posada

de su tiempo, recuperó con su iconografía transmitir todo un contenido crítico de la cotidianeidad, la política y la cultura de la Nación. Las estampas trascienden más allá de los artículos periodísticos, sus representaciones figurativas evidencian la realidad; sus imágenes -más de 15,000- son documentos históricos que advocan, no solo lo indigenista, sino que éstos serán paradigmas para los artistas del siglo XX - la denominada Revolución Cultural- sin dejar de lado las distintas versiones incisivas sobre la Revolución Mexicana armada, el liderazgo de sus caudillos y los excesos cometidos en la conflagración, la irrupción de actores sociales que modificaron a la Nación y a la cosmología autóctona de uno de los imaginarios colectivos más vigorosos de América Latina. El insigne grabador, llegó a la Cd. de México a finales de 1888, ésta marcó en su quehacer, innovaciones inusitadas; fue en la capital donde sus impresiones se popularizaron con tal magnitud nunca antes vista, solicitándoselas como las más vendidas en todo lo largo y ancho del país. Su arte gráfico se desenvolvió en la editorial Antonio Vanegas Arroyo y en su propio taller. Sus obras “retrataron” un pueblo de enormes desigualdades, humillado y ofendido, donde la represión, la persecución, la intolerancia, etc. eran el pan de cada día. Este artículo está sustentado en los resultados de nuestra investigación de carácter interdisciplinario e interdivisional. En él dilucidamos a un grandioso litógrafo grabador, además de otras expresiones imaginativas qué como nadie logró proyectar todas aquellas escenografías diarias. Sus estampas son lectografías en las que se puede reconstruir a aquel pueblo. Para unos la añorada “bella época”, para otros la denuncia de los marginados, donde la Muerte es el agente per se evidenciada. Hemos encontrado que la composición imaginativa y erudita se proyectó en dibujos perfectibles y manifestados al través de la ventana de su taller, dónde desfilaron personajes de diversa índole: voceadores, pregoneros, estudiantes, vendedores ambulantes que se apostaban en las banquetas de las calles, prostitutas, religiosas, hasta futuros muralistas como lo relatan en su autobiografía Diego Rivera, José Clemente Orozco y otros personajes que poblaban plazas, calles y cementerios. ¡En fin, gente “decente” y gente común y silvestre! Podríamos extendernos en este Arte Funerario del grabador, que desde la última trecena del siglo XIX y la primera (trecena) del siglo XX, cada octubre-noviembre se conmemora la gran trascendencia que tuvo y tiene el Novio de la Muerte.

José Raúl García Mancillas ** Margarita Guerra Álvarez. *** Fernando R. Chiapa Sánchez México Prefacio Uno de los grandes grabadores de la segunda mitad del siglo XIX y principio del XX fue José Guadalupe Posada. Quizás el más famoso, ya que sus imágenes impresionaron por los contenidos comunicativos de aquella sociedad y sus extraordinarios acontecimientos revelaron la época que le tocó vivir: La Guerra de Reforma, las intervenciones extranjeras, las asonadas que desencadenaron guerras fratricidas y ¡por supuesto¡ la “Paz” y “progreso” del Modernismo porfiriano; aunque debemos recalcar que la crítica estampada –Memento Mori- utilizada, proyectó desacuerdos e inequidad social. El 2013 ha sido declarado “Año Posada”, la importancia de este grabador popular radica, en que él fue el iniciador de un Arte con identidad, originalidad y pertenencia; además de crítico social, dejándonos legados de imágenes-icónicas representativas-, que han sido simiente del Muralismo Nacionalista del Siglo XX. Los objetivos que nos hemos planteado para este Encuentro, manifiestan y al mismo tiempo demuestran la calidad artística de su obra, ya que ésta, denota conocimientos y técnicas en el Arte del grabado y paralelamente desmitificaremos el supuesto empirismo de la elaboración de sus ilustraciones, sin soslayar que el Axis de su copiosa obra fue: la Calaca, imagen reconocida nacional y mundialmente. Ésta no fue de su exclusividad, ya que indagamos y corroboramos la autoría de otro asombroso grabador popular: Manuel Manilla. José Guadalupe Posada se lo sitúa a la talla de Francisco de Goya y Lucientes, Gallot y otros insignes artistas. Él (JGP) logró privilegiar un lenguaje visual intangible, éste caló y se compenetró en los estratos sociales **

Docente e Investigadora del Departamento de Educación y Comunicación de la División de Ciencias y Humanidades, miembro del Área Problemas Teórico-prácticos de la Educación de la UAM-X. *** Docente e Investigador del Departamento de Teoría y Análisis de la División de Ciencias y Artes para el Diseño, miembro del Área Procesos Teóricos e Históricos de la Arquitectura y el Urbanismo de la UAM-X

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Antecedentes Manuel Manilla Es importante establecer las influencias que tuvo José Guadalupe Posada, una de ellas fue la obra del grabador Manuel Manilla, quién realizó su quehacer gráfico en la ciudad capital, a éste ilustrador se le considera –en su formación y expresión artística- como producto revelador del ambiente porfiriano de finales del siglo XIX, él fue aceptado –por sus estampas costumbristas- como iniciador de un lenguaje popular que proyectaba los usos y costumbres de aquella época, sus imágenes no fueron entendidas ni atendidas como auténticas representaciones públicas y por ende poco abordado por los historiadores del Arte, ya que esto se logró y apreció en la primera mitad del siglo XX. Su revaloración y su ubicuidad dentro de éste es irrebatible, por su aportación a la gráfica popular por ello no puede ni se debe marginar en la histo-iconografía mexicana, por lo que nosotros también le rendimos un humilde reconocimiento, por su vasta obra y haber alcanzado y penetrado a amplios sectores de la Sociedad sin olvidar que fue el pionero de las estampas del Pueblo. Por lo anteriormente enunciado, creemos oportuno exponer brevemente la obra de este cuasi olvidado artista; adentrándonos en aquella época, donde la expresión del arte macabro: la muerte, los panteones, las pompas fúnebres, los muertos “vivos”, fueron actores principales en donde se expresaron y revelaron acontecimientos sociales, políticos y culturales, en gran parte de la era porfiriana.

Debemos señalar que el personaje más sobresaliente en los grabados decimonónicos, del insigne ilustrador fue la imagen de la muerte, en ellas proyectó tanto las costumbres como las celebraciones de un pueblo mestizo y al mismo tiempo que plasmaba un Arte graficado que adquiría autonomía de los estilos europeos; aunque debemos recordar que hubo acontecimientos en Europa como lo fue la Exposición Internacional de 1889 con motivo del centenario de la Revolución Francesa, la cual fue comunicada al través de la imagen de la Torre Eiffel.

Fig. 2 Torre “Ifel”

Durante las últimas décadas del siglo XIX, la sociedad porfirista, se caracterizó por marcadas influencias europeizantes (principalmente la francesa) y por una supuesta “modernización” compleja y contradictoria, basada en el positivismo de Augusto Comte, desde luego podemos establecer que fue ahí donde la ilustración gráfica llegó a una de sus plenitudes, con proyecciones artísticas donde las diatribas satíricas e fig 1 La Calaca dirigiéndolos al Panteón

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incisivas plasmaron situaciones circunstanciales de su época, además de continuas innovaciones que le permitieron abarcar un público cada vez mayor y con gran éxito. Hay que evidenciar los avances tecnológicos, sobre todo en los géneros editoriales e ilustrativos, que en nuestro país cobraron una originalidad y desarrollo propio.

tuvieron una estrecha relación laboral, en la Editorial Vanegas Arroyo, aunque fue M. Manilla, quien ya laboraba con un estilo editorial propio e hipotéticamente se le ha considerado el creador de la famosa CALACA y cuando llegó a trabajar G. Posada a dicha editorial, haya retomado las estampas de Manilla. No hay que olvidar que la generación del llamado Renacimiento del Arte Mexicano principalmente enfocó sus investigaciones en José Guadalupe Posada, pasando a M. Manilla a un término secundario. Algunos de la susodicha generación de la década de los 20 y 30 del siglo XX, lo consideraron su predecesor, pero no le hicieron su debida justicia. Es posible que a los que pertenecieron al movimiento cultural posrevolucionario, les haya parecido que la calidad de Manilla era menor a la de G. Posada, o tal vez que no llenaba o no respondió a los lineamientos creadores que se consideraban implícitos del arte popular. Además, no hay que olvidar que la politización de la expresión del arte, sobre todo en el llamado muralismo mexicano, estaba presente. Con respecto a Don José Guadalupe sus personajes, contemplan y están en movimiento, luchan y se enfrentan a cambios sociales. En cambio Manilla, se preocupó en retratar a los personajes en su cotidianeidad. En sus creaciones ilustradas denota pintoresquismo, costumbrismo, primitivismo, desproporción con respecto a la perspectiva, ésta es elemental o poco trabajada, por lo que el dibujo manifiesta en los trazos cierta firmeza sobre todo las que están en primer plano, de bulto, etc. situándoseles como retratista ingenuo, o a lo que hoy se las conoce como arte naïf.

Fig. 3 Maquinas Modernas

La gráfica de Manuel Manilla, manifiesta diversas problemáticas de índole económica, cultural, tradicional, estereotipos vernáculos y desde luego la dificultad de definir lo popular. Él planteó cómo debemos de entender –a su manera- aquellas imágenes de los impresos, que difundieron diversas situaciones, para los que fueron creados. Nos señaló con particularidad los géneros ilustrativos, así como la diversificación de tareas entre los personajes proyectados. Con lo anterior queremos decir que él tuvo una muy singular forma de expresión que lo diferencia de otros grandes grabadores de su época. Si bien es cierto que algunas imágenes de Manilla son familiares en el entorno historiográfico del arte mexicano, es porque sus creaciones fueron prolíficas, aunque gran parte de ellas han estado ocultas. Probablemente esto se deba a la coincidencia notoria con José Guadalupe Posada, pues sabemos que

Fig. 4 El Espantado

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contenían viñetas, algunas de ellas muy austeras, con el dedo índice apuntando el producto o el evento, que era el más socorrido por su baratura. Sus imágenes eran de trazos muy simples que se adaptaban a cualquier anuncio, por lo que existen evidencias de que tuvo un archivo, pues muchas de ellas se reproducían, se copiaban cuando era preciso e incluso algunas tenían años de uso. Esto explica en gran medida el porqué de la reutilización de planchas viejas para recrear nuevas expresiones, llegándose a utilizar imágenes de otros grabadores. Además de reaprovechar los grabados, se encontró la forma de insertar detalles de una ilustración ya diseñada en otra nueva. Esto explicaría de alguna manera la desproporción que denuncian algunos de sus grabados y su elemental perspectiva. Posiblemente durante la cercanía que tuvo con José Guadalupe Posada en su estancia en la Editorial Vanegas Arroyo, es cuando le dio a conocer esta técnica, ya que Posada incurrió en ella, no en una sino en varias ocasiones. Esta relación entre ambos se nota en sus ilustraciones que aparecieron en el Monitor del Pueblo. Las imágenes reinsertadas de unas a otras mediante algún procedimiento eran retocadas con sentido alegórico. Todas estas características estilizadas, manifiestan cortes y recortes tanto de sus obras como de otros ilustradores de la época. Las siguientes imágenes dan clara muestra de lo arriba enunciado, a mano derecha la desproporción de la CALACA sosteniendo un gran reloj de bolsillo, denota la sobre posición del detalle. Refiriéndose a la eternidad de la muerte. A continuación recorreremos visualmente diversos tipos de temas de calacas en sus quehaceres.

Pensamos que sus grabados ilustrados respondieron a su momento histórico social específico, manifestando diversa complejidad de matices ya que ellos fueron estimulados por los editores e impresores de aquel entonces puesto que revelaron características heterogéneas y hay que recordar que la casa editorial vendía por pedido a todo el público. Lo que suponemos iconográficamente es que su gran producción fue recibida por un público muy variado: gente alfabetizada o de escasa educación; hombres, mujeres y niños de clase media que veían y leían sus “volantes”, además de operarios, religiosos -que no eran pocos- y también por una población que deambulaba por las calles de la Cd. de México; viendo los diversos carteles. Sólo parte de su producción, se ha conocido, y de ésta, buena parte perteneció al editor Antonio Vanegas Arroyo. Muy poco se sabe de su vida. Se dice que nació en la Ciudad de México en 1830 y que a partir de 1882 laboró con Vanegas Arroyo. Diez años después (1892) se retiró, muriendo de tifo en 1895. Hemos indagado datos referentes a su vida, apoyándonos en biógrafos como Joyce Bailey, quien suponía su muerte en 1899 por un grabado firmado por él y publicado en 1897 en el Periódico Popular. Otros autores señalan que la obra del grabador M. Manilla no sólo fue ejecutada por don Manuel sino por su hijo del mismo nombre, quien a su deceso siguió trabajando con el mismo estilo de su padre. Se sabe que trabajaron conjuntamente por muchos años por lo que gran parte de sus ilustraciones pertenecen a ambos. M. Manilla experimentó en su trabajo la rentabilidad de la especialización, ya que cuando se independizó y estableció su propio taller, tuvo una producción cada vez más demandada. Sus obras poseen un estilo homogéneo, revelado en una gran diversidad de impresos, mostrando los quehaceres de un grabador comercial típico de finales del siglo XIX. Entre la diversidad de sus grabados encontramos programas y carteles que propagaban entretenimientos, como funciones de circo, corridas de toros, teatro, peleas de gallos y sus inolvidables calaveras, sin olvidar los cuentos para niños, recetarios de cocina, juegos de naipes, en suma: imágenes que expresaron la cultura de su época y todo ello fue sobre pedido. Manilla contó con un repertorio que funcionaba como catálogo, donde el cliente podía escoger el grabado de su conveniencia, ya fuera por tema o por precio. Este repertorio contenía tópicos de gran sencillez por lo tanto era de menor su costo. En sus anuncios comerciales los carteles

fig. 5 calacas en sus quehaceres

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Queremos hacer hincapié en una de tantas imágenes que realizó y está recortada y suspendida sin ningún apoyo, sobre su cabeza una enorme charola con botellas de licor con sus respectivas copas, este icono manifiesta levedad aérea y se supone que es una calavera mesera. A continuación tenemos una mesa con un mantel estampado y sobre ésta hay ofrendas mortuorias. La perspectiva manejada es primitiva, llegando a la deformación de todo el conjunto. Al manejar personajes populares no vaciló en dar un tinte de humor negro a la cotidianeidad, apareciendo en sus contenidos ciertas cargas de moralidad. A la derecha la imagen proyecta la fugacidad de la vida y la brevedad de la juventud por la cual todos transitamos. Es una imagen recortada.

José Guadalupe Posada Desde la llegada a la Cd. de México en 1888 José Guadalupe Posada colaboró en uno de los talleres editoriales más exitosos: Antonio Vanegas Arroyo, éste destacó por sus colaboradores y los impresos que circularon en el siglo XIX y principio del XX. Hemos considerado la última etapa de su creatividad iconográfica por ser –a nuestro entender- la más representativa de un estilo que se nutrió del Arte Precolombino, del exvoto religioso y las expresiones populares; cabe recordar que fue a finales de dicho siglo cuando se inauguró el Museo de Antropología e Historia ubicado en la calle de Moneda No. 4, al cual él fue un asiduo visitante. Desde luego –como grabador- fue el más destacado y famoso de todos, sus imágenes más recordadas: la Catrina -anteriormente reconocida como la Garbanza-, la Coronela, los Petateros, el Catrín, Emiliano Zapata, el Revolucionario y muchas más, fueron retomadas posteriormente por los geniales muralistas que personificaron el llamado Renacimiento Cultural Mexicano. Posada nació en Aguascalientes en 1852 y falleció de delirium tremens, en una humilde “vecindad” de la capital del país, un 20 de enero de 1913, días después estalló en febrero del mismo año la conocida “Decena Trágica”. Fue despedido por sus más cercanos e íntimos amigos, su velación fue humilde y lo enterraron en el panteón de Dolores. Su tumba reveló como él fue en vida, siete años después de cumplidos y acorde al Reglamento de Cementerios sus restos fueron sacados y arrojados a la fosa común, como el predijo: “Calavera del Montón”. Este gran artista se le ha considerado como el precursor del Arte Mexicano por excelencia, ya que sus obras realizadas impactaron no solo a la sociedad de aquel entonces sino que trascendieron post mortem, en el Arte Nacionalista del siglo XX. Su obra fue de un crítico social e innovador del Arte. La creatividad de su oficio grabador, adquirió tal fuerza expresiva e inusitada, que dejó y marcó una huella repercusiva hasta la actualidad. Supo calar y conmover a la sociedad de su tiempo, sin importar la clase social a la cual perteneciera. Su producción fue muy vasta y con ella evidenció su época, retrató a un pueblo de enormes desigualdades, humillado, donde la represión, la persecución, los enganches (secuestros), autoritarismo, intolerancia, corrupción, etc. eran lo más frecuente en aquellos días. Este litógrafo le tocó vivir una época donde la autoestima nacional estaba desarraigada, ya que las élites y los artistas intelectuales, admiraban

La siguiente calaca (izquierda) retrata a una mujer del pueblo, absurdamente enrebozada y decapitada, ¿sonríe o se burla? ¿de quién? ¿de ella misma o del que la mira?. En esta breve descripción del quehacer del extraordinario Manuel Manilla, dejamos asentado la influencia que proyectó en el Grabador del Pueblo (JGP); pero en él la comunicación creativa del impreso caló e impactó a todos los sectores de la sociedad, ya que la elaboración iconográfica de su composición portó denuncias, represiones, injusticias y demás, las cuales ideológicamente estremecieron la opinión pública. Podemos aseverar y enfatizar que el llamado Novio de la Muerte sintetizó al través de las imágenes los conflictos y cambios que se avecinaban en la decadente sociedad de “Paz y Progreso”.

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lo extranjero. En esa etapa de México se importaban: estilos, materiales para la construcción, hasta la misma lengua -el castellano- era sustituido en los círculos sociales restringidos. Si hablamos de arquitectos, éstos venían de Italia, pintores de España, tecnología de Inglaterra y Estados Unidos de Norteamérica, ya que las obras –de aquellos entonces- debían tener glamour y nombrárseles en Francés: Desespoire, Belle Epoce, Malgret Tout y más, además de que el Arte tenía y debía ser bautizados con títulos extranjerizantes. Posada fue ignorado por dichos círculos intelectuales decimonónicos, fue el pueblo quien se fijó en él y desde luego en su Arte, éste tuvo raigambre y corolario popular, por haber desarrollado un “lenguaje visual” sencillo y a su vez con sentido de pertenencia cosmogónica; vigente en el subconsciente colectivo. Este litógrafo dialécticamente pudo “despertar” una relación de comunicación entre la imagen y el lector-espectador; la transmisión era catalizada con “voz” telúrica, de la cual él formaba parte: el hombre del campo, el citadino en su diario vivir y demás. La composición de sus obras, denota una absorción por los acontecimientos y las circunstancias que se manifestaron en la nación mexicana; todo aquello lo representó y lo plasmó con extraordinaria maestría y su tópico, fue la Muerte como axis de sus geniales iconografías. La diferencia que podríamos encontrar con las antiguas calaveras prehispánicas, es que éstas exponían dramatismo, solemnidad y entrega de la vida por sacrificio; pero al mismo tiempo significaban ofrenda a los dioses, para el equilibrio del universo y de la vida. José Guadalupe innova y trastoca la imagen con humor macabro donde lo funesto pasa a lo jocoso y ¿por qué no? moralizante. Lo anterior no quiere decir que le hiciera culto a la muerte, como algunos críticos pretenden ver, por lo que iconográficamente podemos dilucidar, eso no se percibe, ni se proyecta, ni comunica en todas sus creaciones. También le han atribuido el título de crítico revolucionario, entendiéndose que ésta (la crítica) tenía perspectivas de carácter dialéctico; ya que evidenció a la violencia en sus dos fases: violencia positiva (transformación) y violencia negativa (inmutabilidad), pero al fin y al cabo violencia social, como parte inherente del devenir de la Humanidad. El mexicano en sí, acude a la muerte, o más bien a sus símbolos, con tal actitud que raya en el reto y la alegría pendenciera… Esta característica ha sorprendido al mundo, ya que cuando llega el 1 y 2 de noviembre de cada año, la creatividad espontanea de la mayoría de sus habitantes y de las familias e inclusive en comercios, escuelas y hasta los

panteones; al mismo tiempo que se engalanan, celebran con festividad gastronómica, donde los colores, los sabores y los olores se funden e impregnan el entorno. En esta festividad los niños “piden” para “mercar” su calavera de azúcar con su nombre rotulado en la frente, como jugando con la Tilica. En sí este insigne artista, utilizó a la CALACA como vehículo y convicción a todos los hechos y sucesos de la Sociedad, quitándole a la muerte su ritual funesto, donde lo trágico-cómico es festejo. Adoptó y adapto con singularidad, ese icono y lo plasmó en el instante preciso, para que éste no mudara en pánico ni horror. Él la imagina, la alaba y la eleva a la algarabía con macabra ironía, pero también es cierto, que no la retoma con sentido de tristeza, sino se hace acompañar no como ideal, sino como un facto real. Fue un auténtico maestro de la estampa, como nadie logró proyectar la religiosidad y credulidad popular, así como sus celebraciones y manifestaciones. Sus ilustraciones, proyectaron dialécticamente la dicotomía de sus habitantes: alegría - celebración vs religiosidad – credulidad y más. Se sabe que su padre fue un humilde panadero llamado Germán Posada, quien tuvo 6 hijos, fue una familia de tantas de su natal Aguascalientes, Ags. Por lo que respecta a la instrucción de José Guadalupe, tuvo una formación primaria y posteriormente él estudió en la Escuela de Artes y Oficios de su natal ciudad; además fue docente de la misma. Durante su niñez frecuentó un taller perteneciente a un tío suyo, alfarero de quien aprendió y ejerció el oficio. Su vida transcurrió en la pobreza y a él le tocó vivir y padecer todas las efemérides y conflictos del México de la segunda mitad del siglo XIX y la primera trecena del siglo XX. Todo lo anterior influyó en su trabajo gráfico demostró momentos históricos sociales y políticos en su obra prolífica y relevante, ésta fue disfrutada y admirada; que a decir de Don Guillermo Prieto: Memorias de mis Tiempos definió a Posada como: “Periodista Popular del Pueblo”; dicha frase capturó de la manera más sutil la importancia de la “lectura” visual de sus obras diseñadas en estampas ilustradas, las cuales proyectaban la cotidianeidad, no solo de la Ciudad de México sino de todo un país de analfabetas. Al través de sus grabados y de los textos que reforzaban lo ilustrado, podemos reconstruir la imagen de la Nación. Para unos, la añorada “bella época” porfirista, para otros la crítica incisiva de la denuncia de un pueblo marginado. Con la particularidad que las escenografías de su

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última etapa, en el taller Antonio Vanegas Arroyo, todos los personajes se caracterizaron y realizaron en CALACAS; casi todas ellas recalaban a los panteones, a un final que nadie puede evitar, dándose cita con la inminente Muerte. Se tienen registros de que él estudió y enseñó dibujo en la Escuela Municipal de su ciudad de origen, además ejerció su carrera de ilustrador. La última etapa de su vida artística crítica se consolidó en la Ciudad de México, laboró, no sólo en el taller de su propiedad –que poco se sabe de su desaparición- y fue en el ya mencionado Taller-Editorial (A.V.A.), donde terminó su vida creativa en los idus de enero de 1913. Por aquellos años Don Guadalupe gozaba de buen prestigio. Fue cuando formuló sus geniales representaciones que lo identificaron y denuncian su pertenencia, obras como las arriba mencionadas y desde luego la Calavera de Don Quijote desfacedor de entuertos, el Tlachiquero, los Siete Vicios y muchas más, en las cuales muestra su inventiva y la fuerza de su originalidad, transmitidas en denuncia, en evidencia y en hechos y sucesos de la realidad. Con humor negro, denunció el axioma irreversible de que todos seremos iguales ante la muerte; proporcionándonos la sensación de “eternidad” como “verdadera y futura vida”, algunos (grabados) con trazos de tocados o adornos, que delatan jerarquías, independientemente de su rango o modernidad. La composición erudita proyectó un dibujo depurado y de rasgos delineados con firmeza y seguridad, donde la identidad de todos y cada uno de ellos queda manifiesta.

Don José Guadalupe Posada en el taller donde trabajó, atisbó a través de su ventana, innumerables situaciones habituales, figuras y personajes de diversa índole, voceadores de periódicos, pregoneros, estudiantes, mercachifles que se apostaban en las banquetas de las calles, prostitutas, clérigos, “lilos” (homosexuales), futuros muralistas y muchos personajes más que poblaban plazas, calles y cementerios. ¡En fin, gente “decente” y gente común y silvestre!

Fig. 7 Imagen referente L. Méndez: Atisbador

Las calacas están vestidas acordes a su condición social y económica, a su quehacer, sea doméstico o fabril. También evidenció –en sus dibujos- el claro manejo del movimiento, de la perspectiva, el escorzo, el punto de fuga y el claro-oscuro, etc.; en el excelso y esquelético Quijote, desbocado en su rocín, endereza entuertos, ajusticia a los malandros y protege a viudas, solteras y desvalidos, arremete contra todos con su gran lanza; éste personaje universal fue su inspiración primordial y piedra angular de la crítica ácida y mordaz.

Fig.6 Ahí todos acudimos a la “Cita”

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Fig. 8 El “Desfacedor.”

Ese grabado –en particular- nos demuestra la erudición extraordinaria del artista. Posada trabajó a la vista del público que lo inspiraba y con su don innato de maestro con inventiva, dominó los secretos del dibujo, manejó hábilmente las técnicas en boga y hasta llegar a utilizar conocimientos de anatomía que comunicaron las características emocionales y sentimentales de todos y cada uno de sus personajes. Los grabó con cierto “desenfado”, pero ello conllevaba la intencionalidad propositiva de remarcar la expresión de lo aludido, tanto personal como jerárquica. En la figura del catrín, porta levita destacándose en ella un brillante insertado en la corbata y una flor en el ojal, con sonrisa segura y entre dientes un enorme puro encendido. Sobre su testa lleva un sombrero texano, lo que nos dice que es un inversionista norteamericano, además de llevar sus pies calzados con botines y polainas.

fig. 9 el Catrín

La antítesis de la anterior representación de sus famosos personajes porfirianos, es el Revolucionario. Este es claramente un soldado zapatista, calzado con sus botas federicas, con un par de cananas cruzadas al pecho, con una mano esgrimiendo un machete escurriendo sangre, entre sus piernas la vaina muestra fiereza y en la otra una escopeta; sus enormes bigotes sugieren a los de Emiliano Zapata donde resaltó su gran boca dentada. Un mechón alineado tapa la oreja y sobre su cabeza-calavera porta un sombrero galoneado, típico del charro. Esta composición delata la violencia desatada durante la Revolución.

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fig. 11 Izq. Emiliano en su “Rocinante”, derecha Sátrapa Impostor fig. 10 Violencia Revolucionaria

La siguiente grafía ostenta a una enorme alimaña, conocida como “tarántula” o “basilisco”, que ha sido asociada al dictador Victoriano Huerta; bajo sus enormes patas, se unen a una estructura básica que como núcleo principal se “disparan” en ángulo las extremidades rematadas en manosgarra, dos de esas destacan al frente, una de ellas “agarra” una tibia y en la otra una calaca. La cabeza-calavera “infiere” al usurpador, quien con su boca desdentada resaltan los colmillos de su funesto y carnavalesco proceder; tiene (la imagen) fondo oscuro y entre los miembros o extremidades, se destacan gusanos. He ahí el estilo ya depurado, definido y original genuinamente posadiano. Es y hay muerte y desolación, como si acabara de roer los huesos del pueblo. En 1913, antes y después de la asonada apareció y circuló la calaca agusanada de Francisco I. Madero símbolo de la descomposición del régimen, derrumbe y desquiciamiento del gobierno “democrático” maderista. Ésta (calavera) se le atribuyó a Posada, aunque carecía de autoría, levantó –por ende- airadas controversias de algunos detractores de su obra. Hemos hecho una investigación al respecto y encontramos que la autentificación firmada de puño y letra de Don Antonio Vanegas Arroyo, nos sirvió de apoyo analógico por los insectos (gusanos) aparecidos entre las extremidades de la “tarántula”.

La siguiente imagen es la de un guerrillero montado en caballo apocalíptico, representa la batalla, la desintegración democrática y el conflicto. El personaje montado esgrime en la diestra una bandera estampada con una calavera y dos tibias cruzadas y con la otra se sostiene de una rienda de mecate y en su cuello un paliacate anudado. En sus espaldas destaca un fusil y en su cabeza el típico sombrero mexicano.

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fig. 12 Descomposición del Régimen

Describiremos iconográficamente los rasgos distintivos de dicha imagen: cabeza-calaca grande, con gusanos sobrepuestos en los arcos superciliares que remarcan las cejas y éstos (gusanos) se asocian en la barba y el bigote; en la figura destaca por su fondo oscuro a manera de mandorla irregular, que recuerda al papel rasgado, por lo que respecta a las tibias, preludian el símbolo de la caída del régimen sufragista. Esta imagen se editó post mortem, durante la llamada Decena Trágica, de ahí que desató dudas de autoría. Nosotros averiguamos y encontramos la firma de autenticidad ya referida, pero para la verificabilidad y falsación iconográfica, encontramos la estampa que hemos denominado: Pesadilla Revolucionaria.

fig. 13 Promesas incumplidas

Donde la expresión característica de su estilo se verifica y por ende refuerza el estilo que logró en sus últimos años José Guadalupe Posada. Algo que queremos resaltar es que los grabados de José G. Posada se siguieron imprimiendo por la Ed. Vanegas Arroyo, aun después del fenecimiento del Grabador del Pueblo como así también se le llamó. Además debemos enfatizar la contribución del propietario editorialista, quien con intuición precisa y clara, reconoció y descubrió la atemporalidad de sus obras maestras –de ahí pues la reutilización de las estampas del Arte Posadiano- de los acontecimientos posteriores desencadenados en México: La naciente Revolución.

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Innumerables impresos salieron de las “planchas” a la luz pública del activo taller: recetarios de cocina, cancioneros, juegos de naipes, el juego de la Oca, Serpientes y Escaleras, etc.; gran parte de esta producción posadiana, se le aplicó colores primarios para darles un lucimiento mejor. Él fue un combatiente contumaz, burlón, hasta travieso con sus calaveras; al través de todas y cada una de ellas, pudo realizarse sanamente la crítica de México y sus habitantes, como “actores” de la vida, que con humanas calacas peleó, se embriagó, bailó lloró y río, a mandíbula batiente, lo absurdo del mundo. Fue dueño de un lenguaje visual directo, sin ataduras, espléndido, fértil, con tal fuerza se elevó al nivel del Arte excelso con raíces de identidad cultural; tuvo la capacidad de convertir la noticia en inspiración e innovación creadora, donde todos los elementos del diseño, la composición, dinamismo, escala de valores contribuyó a algo más allá de la noticia. Su labor plasmada en papel, nos hace percibir e inducir que ésta fluctúa entre la imaginación, la inspiración insólita que avizora más allá de las meta formas de la realidad; no cabe duda fue precursor del Surrealismo; las figuras dibujadas con intimidad violenta, rompen el espacio con las líneas cortantes achuradas, contrapone los elementos cargados de fuerza explosiva, colocándolo al lado de los grandes Expresionistas. Sin proponérselo, sentó los cimientos del Arte Nacionalista Mexicano, que nació y renació primordialmente con el Muralismo y por supuesto se situó en la Historia del Arte Universal. Él, un humilde artista del pueblo, nos legó este patrimonio visual, gráfico con una visión del ser mexicanos: Arte recio, libre e independiente. Hay mucho que investigar y rescatar respecto a la ilustración gráfica del siglo decimonoveno en nuestro país, pero indudablemente los grabadores fueron los fundamentos de la plástica mexicana. En conmemoración luctuosa del eximio artista, actualmente ha sido declarado Año Posada 2013 y para ello se nos invitó a realizar una EXPOMUESTRA itinerante, que contenga paradigmas visuales de sus inigualables obras; por lo que tuvimos a resolver varios retos, tanto museográfico como en curaduría, tomando como marco de referencia 1888-1913 o sea la tercera etapa de su creatividad artística, elaborada en la Cd. de México. Dicha etapa se dividió en dos fases, con trecenas cada una de ellas; por lo que se tuvo que analizar los espacios arquitectónicos, fluidez de los usuarios, horas pico, iluminación, dimensión, etc., en cada una de las estaciones itinerantes de la EXPO-MUESTRA.

Ésta fue iniciada en distintas estaciones del transporte metropolitano: Metro. La EXPO-MUESTRA: HOMENAJE LUCTUOSO: A JOSÉ GUADALUPE 1913-2013 la cual quedó enmarcada en el programa de actividades: Comunicación de la Ciencia; LA METRO EN EL METRO por nuestra institución la Universidad Autónoma Metropolitana que en conjunto con el Dto. de D.F. fue efectuada.

Bibliografía            

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cuales se ha ido adaptando el concepto, han contribuido enormemente al entendimiento del territorio como el espacio físico que trasciende de unos límites geográficos y político administrativos, para ser visto como el producto de una construcción social e histórica que se sustenta en la relación que establecen las comunidades con su entorno natural y urbano. Desde el campo de la Geografía el concepto de territorio, para dar algunos ejemplos, ha sido entendido como:

Cementerios en la construcción de un territorio memoria Valle del Tominé, Cundinamarca, Colombia Juanita Santos Colombia

Introducción Localizado en la cordillera oriental de los Andes Colombianos, El Tominé hace parte del sistema de valles que conforman el altiplano Cundiboyacense, en el centro de Colombia un territorio de una gran historia de ocupación por su enorme potencial agrícola, desde el periodo prehispánico y que en 1964 debido a su ideal conformación topográfica fue inundado para construir el embalse de Tominé, cuyo principal fin fue abastecer de agua a Bogotá, la capital del país. A pesar de la particular y profunda transformación física ocurrida en esta región del país, en el valle se encuentra un conjunto fúnebre conformado por cinco cementerios que datan de diferentes épocas: un cementerio indígena asociado a la cultura muisca prehispánica, tres cementerios de mediados y finales del siglo XIX que pertenecen a los diferentes municipios que allí se inscriben, de los cuales uno, mantiene una verdadera excepcionalidad al ser el único vestigio vivo del pueblo de Guatavita que fue inundado junto con el resto del valle y que hoy en día se mantiene como el responsable de contar la historia y de potenciar la memoria de un pueblo que dejo de existir, y un quinto cementerio del siglo XX como escenario propio de un ideal de lo moderno. Por lo anterior y a partir de este conjunto de cementerios, se plantea la idea del Valle del Tominé como un territorio-memoria; un territorio, que a pesar de haber sido ampliamente transformado conserva sus referentes naturales, toponímicos y culturales (especialmente funerarios), y una memoria, siempre asociada a lugares de entierro, que de manera privilegiada dan cuenta de la historia de ocupación del territorio.

[…] una extensión terrestre delimitada que incluye una relación de poder o posesión por parte de un individuo o un grupo social, el cual contiene límites de soberanía, propiedad, apropiación, disciplina y jurisdicción189, el sustrato natural, más o menos modificado, en el que las diversas sociedades se desarrollan190, o el escenario de las relaciones sociales, ya que toda relación social tiene ocurrencia en el territorio y se expresa como territorialidad191.

En ese sentido, el territorio como escenario esencial de las relaciones sociales cobra importancia cuando entendemos que en la medida que un espacio es habitado por un grupo humano, así mismo es organizado y apropiado. Lo anterior, se relaciona con el concepto de territorialidad, definido por el geógrafo Giuseppe Dematteis, como un fenómeno que tiene 192 lugar a partir de las dinámicas de socialización , y como toda práctica social implica un sentido y nivel de pertenencia, es posible afirmar que dicha territorialidad está medida por los vínculos que los habitantes crean con su territorio. Vínculos que se consolidan a lo largo del tiempo y se amarran a la naturaleza misma de los lugares. Una de estas prácticas sociales, y sin duda muy potente, es la de enterrar a sus muertos, construir sus tumbas o mausoleos, visitarlos, rezarles, y adornarlos y sobre todo evocarlos, mantener el vínculo afectivo, su legado y construir un lugar material colectivo y sagrado, cargado de símbolos para soñar la eternidad pero anclado a la tierra.

189

Pedro, Geiger. Des-territorialiҫ āo e espacializaҫ āo. Pp. 233. En: Territorio Globalizaҫ āo e Fragmentaҫ āo. Sao Paulo, Editora Hucitec, 1996. 190 José, Ortega Valcárcel. El Patrimonio Territorial: el Territorio como recurso cultural y económico. Pp. 37. En: Territorio y Patrimonio. Revista del Instituto Urbanística de la Universidad de Valladolid, 1998. 191 Gustavo, Montañez y Ovidio, Delgado. Espacio, territorio y región: conceptos básicos para un proyecto Nacional. Pp. 122. En: revista del Departamento de Geografía de la Universidad Nacional de Colombia, Vol. VII. No 1-2, 1998. 192 Giuseppe, Dematteis. En la encrucijada de la TERRITORIALIDAD URBANA. Pp. 58. En: Revista BITĀCORA URBANO TERRITORIAL. Vol 1. No 10. Italia. Enero- diciembre de 2006.

Aproximaciones teóricas a la noción de un territorio-memoria Muchos han sido los autores que desde diferentes disciplinas han teorizado sobre el concepto de territorio, miradas bajo las cuales se ha ido definiendo su significado según las necesidades y virtudes de los estudios realizados en diferentes campos de acción. Las diversas investigaciones bajo las

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Por lo anterior, se puede afirmar que el territorio está marcado por límites naturales y definido por relaciones sociales, económicas, políticas y culturales que establecen las comunidades durante largos periodos de ocupación, y que más allá de su espacialidad, mantiene dinámicas colectivas que lo convierten en el lugar de las relaciones, de los sentidos, del sentimiento de pertenecer y por lo tanto de la memoria. Según afirma Gloria Restrepo, el territorio es el espacio habitado por la memoria y la experiencia 193 de los pueblos , memoria que siempre está vinculada dentro de su amplio significado con el pasado, que en todo momento se recuerda, sugiere o manifiesta, pero no por esto depende u obedece exclusivamente a presidir el presente. Sin embargo en este territorio, particularmente impactado por el suceso de inundación, la remembranza se convierte en un fenómeno significativo que ha marcado la cotidianidad de los habitantes de Guatavita, quienes mantienen un fuerte vínculo de carácter simbólico con el pueblo que dejó de existir, como aspecto que soporta la relación con su pasado.

las memorias colectivas, radica en que estas hablan de diferentes procesos multiculturales vividos por quienes experimentan los hechos. Los lugares (en este caso fúnebres) inscritos en un territorio, según afirma Leticia Maronese “son la materialización del campo de batalla, donde se combate por el poder de memorializar, y donde el presente debate el 195 pasado como un modo de construir el futuro” . El hecho de vincular la memoria a un territorio, trasciende a significados sociales que implican una cohesión entre el espacio físico, el ser como individuo que lo ocupa e interactúa con este y la materialidad como presencia simbólica que rememora el hecho o acontecimiento del pasado. De ahí la importancia de los cementerios de este territorio, como anclajes que soportan la carga histórica y simbólica de un acontecimiento que marcó la vida de toda una comunidad. El valle del Tominé (Cundinamarca, Colombia) Localizado en la cordillera oriental de Los Andes colombianos y a 57 kilometros al norte de la capital del país, el Tominé hace parte del sistema de valles que conforman el altiplano Cundiboyacense. Un territorio con una enorme trayectoria histórica de ocupación desde épocas muy tempranas, que se ha caracterizado por su potencial agrícola, su amplia extensión, abundante sistema hídrico y variedad de pisos termicos que lo ha convertido en uno de los ecosistemas de mayor riqueza en fauna y flora. En este Valle se destaca la existencia de especies como el colibri o chupaflor que habitaba abundantemente la región y cuyo vocablo en lengua chibcha corresponde a Tominé.

Se trata, en consecuencia de recuperar la historicidad de lo que se recuerda, reconociendo el sentido que en su momento tuvo para los protagonistas, a la vez de revisitar el pasado como algo cargado de sentido para el presente.194

La memoria o el hecho de rememorar, se puede entender como un culto hacia el pasado individual o colectivo, que reconoce valores culturales, sociales, sentimentales, entre muchos otros aspectos que determinan la identidad y que establecen un precedente para actuar e intervenir ante las situaciones del presente. La memoria es el ejercicio del recuerdo de una persona, pero siempre está inscrita en la memoria colectiva de determinados grupos sociales. Es ese sentido, los cementerios del Valle del Tominé son evocadores de la memoria colectiva de la población campesina que los habita, y les da uso y sentido a partir de las dinámicas y manifestaciones de afecto, dolor y respeto que profesan hacia sus difuntos. La importancia de

193

Gloria, Restrepo. Aproximación cultural al concepto de territorio. En: Revista Perspectiva Geográfica. Documento de trabajo elaborado como parte del marco teórico del proyecto de tesis “Dimensión conceptual territorio”, propuesto como trabajo de grado ante la maestría que edita esta revista. Programa de Maestría en Geografía, Convenio UPTC-IGAC. Bogotá. 1998. 194 Leticia, Maronese. Baldosas por la memoria. Una experiencia de autogestión y participación vecinal. Pp. 11. X Encuentro de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales MEMORIA, MEMORIALES Y MEMORABLES. 1 a 10 de octubre. Medellín, Colombia. 2009.

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Ibídem. Pp. 13.

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referente simbólico e imaginario cultural para todo el país, la falda o ladera de la montaña era el lugar de vivienda y donde se realizaban las prácticas, como los entierros y sus ritos asociados, y el valle, era el área para el trabajo y cultivo de la tierra, el cual estaba abastecido por el río Tominé, principal recurso hídrico que atravesaba la región de sur a norte provocando suelos muy fértiles y cuyo caudal fue aprovechado para construir el embalse del mismo nombre en la década de los 60 del siglo XX. El aprovechamiento del territorio, que respondía entre otras cosas a la concepción particular de ver el mundo y al entendimiento sobre los diferentes recursos naturales y materiales por parte de los grupos indígenas, hizo que fuera un lugar ampliamente explotado a la llegada de los españoles. Con la colonización, los cacicazgos existentes en la región fueron disueltos, dando paso a la fundación de los pueblos de Guasca, Sesquilé y Guatavita, siendo este último el que se erigió inicialmente. Los tres pueblos fueron emplazados a lo largo y ancho del valle, y el levantamiento de sus cascos urbanos correspondió al nuevo ordenamiento instaurado por parte de la corona española, destacando la iglesia en la plaza principal como protagonista de la urbe. Tardíamente y como parte de esa organización espacial, se resalta el emplazamiento directo y distante de los cementerios, que se instauran a finales del siglo XIX, con respecto a las templos, como parte de un significado simbólico propio del proceso de evangelización. La preliminar construcción de Guatavita con respecto a Sesquilé y a Guasca, da cuenta de la privilegiada ubicación que tuvo en la centralidad del valle, lo cual hizo que el territorio y por tanto el municipio, se afianzara como uno de los más importantes centros de producción agrícola y de intercambio de toda la región. Sin embargo, estas dinámicas productivas en torno a las cuales se tejían saberes y oficios transmitidos de generación en generación y que se constituían como medio de sustento económico para los campesinos se vieron alteradas por una impactante realidad de progreso técnico que beneficiaría a la capital del país (Bogotá), cuando en 1963 se decide inundar el valle del rio Tominé mediante la construcción de una represa que ocuparía 10,156,25 hectáreas de un total de 15,000 con las que 197 contaba el valle , dentro de lo que se incluía el casco urbano de Guatavita. De los embalses que se tenían proyectados para construcción por parte de la Empresa de Energía de Bogotá, este era el de mayor capacidad

Plano 1 Territorio del valle de Tominé

Según la historia de ocupación, documentada por cronistas como Fray Pedro Simón, se conoce que este territorio ocupado en una primera etapa por la cultura Muisca, estaba densamente poblado y que un criterio de asentamiento pudo haber sido el de buscar territorios fértiles y accesibles, características con las que cumplía la región. Se destacaba el cacicazgo de Guatavita como uno de los principales centros políticos y religiosos, localizado en parte de lo que hoy en día es la región del valle de Tominé. Al respecto, comenta el historiador Roberta Velandia, que los asentamientos indígenas del territorio no estaban ubicados en lo que hoy se conoce como Guatavita la vieja o Pueblo Sumergido, debido a que Guatavita significa en lengua chibcha “cosa puesta en alto, por lo que estaba entonces, no donde 196 está ahora sino en los altos que hoy en día tiene a las espaldas” . Según lo anterior, los patrones de asentamiento de las comunidades prehispánicas estaban determinados por los elementos naturales, en donde los cerros eran el vínculo físico entre el cielo y el mundo superior, con la superficie de la tierra y el inframundo, alrededor de los cuales se establecían las formas de habitación y las dinámicas de relación con el territorio. La cima era el lugar en donde mayor cercanía se tenía con el cosmos y se practicaban ritos de carácter sagrado, encontrando lugares como la laguna de Guatavita, imponente paraje que para la época prehispánica fue escenario de la leyenda de El Dorado, convertida en un 196

197

Roberto, Velandía. Enciclopedia histórica de Cundinamarca. Pp. 1380. Academia Colombiana de historia. Bogotá. 2007.

Pontificia Universidad Javeriana. Guatavita un pueblo sumergido. Facultad de Ciencias Sociales. Bogotá. 1963.

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de almacenamiento. Esta característica junto con su ideal conformación topográfica en cuanto a altura, área y disposición de montañas con respecto a los otros valles de la sabana de Bogotá, serían determinantes para que se llevara a cabo esta obra de gran magnitud, cuyo fin fue abastecer de agua a la capital y disminuir el impacto de las inundaciones del río Bogotá en la sabana. La inundación se inició en 1964 con la construcción del muro de contención en el municipio de Sesquilé, desde donde se empezaría el llenado del valle, y culminó 3 años después con la reubicación del nuevo pueblo de Guatavita a 2 kilómetros al noreste del sito original, a una altura por arriba de los 2,600 msnm. De las tierras fértiles del valle, cuya totalidad eran de tenencia propia para la explotación, el 79% fueron reemplazadas por el cuerpo de agua, que presenta una longitud de 18 km y un ancho de 4 km, abarcando áreas rurales de los municipios de Guatavita, Sesquilé y Guasca, este último en menor medida. La implantación del embalse en el valle trajo como consecuencia la completa fragmentación entre el costado occidental y el costado oriental del territorio y por tanto, la desintegración de prácticas como el intercambio social y comercial, que fortalecían y consolidaban las dinámicas de cohesión en la región. A diferencia del antiguo pueblo, Guatavita pasó de ser un punto articulador y de concentración de dinámicas colectivas, a un pueblo periférico con un trazado mixto al que solamente se puede acceder a través de una vía, un espacio que cuenta con una amplia dotación urbana para el desarrollo de actividades, pero que se caracteriza por la soledad y el silencio por parte de quienes lo habitan. Hoy en día, del Pueblo Viejo de Guatavita, además del recuerdo que mantienen sus habitantes, solo queda el cementerio, un lugar que como anclaje de memoria motivó el desarrollo de esta investigación, al ser el único vestigio del Patrimonio Cultural material y simbólico de un pueblo que dejo de existir y de potenciar la memoria de la construcción y transformación histórica de un territorio, en el que se inscriben otros escenarios fúnebres a manera de mojones y huellas de los cambios ocurridos (los cementerios de Guasca, Sesquilé, Indígena y Guatavita nueva).

tenido estos escenarios en el valle del Tominé. Se trata de un área boscosa y de espesa vegetación foránea, ubicada en zona de ladera del cerro de la peña blanca, que en sus primeras elevaciones conserva un conjunto de 198 siete cámaras subterráneas , que fueron construidas aprovechando la formación rocosa del terreno. Sus techos los componen grandes rocas, que fueron excavadas para armar una especie de gruta, con una pequeña puerta central conformada por lajas de piedra que la enmarcan a sus costados. En algunas de las cámaras, se destaca la existencia de un pasadizo que antecede y enmarca la llegada hacia estas, una especie de camino por medio del cual, simbólicamente, se quisiera conectar la vida con la muerte. Todas las estructuras están orientadas hacia el valle y enfrentadas con el cerro montecillo, ya que fueron construidas de forma que 199 solo dos veces al año entrara directamente la luz del Sol , lo cual se relacionaba con los tiempos de solsticio y equinoccio, reafirmando la idea del lugar privilegiado en el que siempre han sido ubicados los lugares de entierro. Como huella más nítida de la presencia prehispánica en el territorio da cuenta de aspectos propios de los ritos aborígenes; como el entierro en suelo, el empleo de la piedra para la elaboración y representación del lugar de sepultura, la orientación y emplazamiento en el territorio conforme a los referentes naturales y culturales, entre otros aspectos, que hoy en día se siguen manteniendo como parte las tradiciones y costumbres de mayor arraigo en las comunidades campesinas. Este lugar en definitiva, es la única y más fidedigna referencia cultural y arqueológica de la presencia de los indígenas en el territorio. Cementerios extramuros del siglo XIX Para la época de la colonización, se ejerció un fuerte proceso de evangelización hacia las comunidades indígenas que ocasionó un abrupto cambio en las celebraciones de tipo espiritual y por lo tanto en las prácticas y creencias asociadas a la muerte, lo que ocasionó desde este momento, que la población tuviera especial cuidado y selección del lugar donde enterraría sus muertos. El cambio de espacio para la sepultura, fue instaurado en el siglo XVIII a partir de las ordenanzas de la cédula real de Carlos III a la cabeza de

Los cementerios del valle del Tominé: pilares de memoria en la construcción de un territorio Cementerio muisca Este lugar, es el vestigio más temprano que se encuentra de la ocupación del territorio por parte de las comunidades muiscas, que al estar asociado a un cementerio, pone en evidencia la importancia histórica y cultural que han

198 Sylvia, Broadbent. La arqueología del territorio chibcha: II. Hallazgos aislados y monumentos en piedra. Pp. 25. Universidad de los andes. Bogotá. 1970. 199 Beatriz, Saravia krohne. Tiempos de visita. En: www.eltiempo.com/archivo/cronologico , sección información general, Bogotá, 2 de septiembre de 1990.

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la corona española, a causa de la grave problemática de higiene y salud pública que se empezó a presentar por disponer cadáveres en las iglesias. Dicha determinación se dio bajo un fundamento médico, legal e institucional, que estableció los parámetros para la construcción de cementerios extramuros y en torno a lo cual se dispuso como medida fundamental que:

cuchillas de Siecha y la peña de Sopó, referentes naturales y culturales de toda la región. A diferencia del cementerio de Guasca, el de Sesquilé se ubica del lado norte del territorio, donde no solo se marca el ingreso al valle por el cerro de la peña blanca, sino también la entrada del río Tominé, características que argumentan el nombre original de este lugar en la época prehispánica y que a su vez potencian la relación del lugar de entierro con el paisaje. Para los indios muiscas Sesquilé significaba Boquerón de la arroyada ó cabeza. Dentro de este conjunto fúnebre, el cementerio de Pueblo Viejo de Guatavita, se convierte en el escenario que marca la centralidad del valle, entablando una relación equidistante con los cementerios de los cascos urbanos de Guasca y Sesquilé. Aquí la relación del lugar con el paisaje no solo se da con los cerros tutelares, sino con el embalse de Tominé, que reposa pasivamente en el valle y recuerda de manera constante al pueblo que dejó de existir al quedar bajo sus aguas. Estos tres cementerios al estar ubicados estratégicamente en el paisaje al sur, centro y norte del valle del Tominé, se inscriben como escenarios históricos estableciéndose una relación entre dicho paisaje y la memoria de un territorio transformado en diferentes épocas. Ahora bien, otra de las conexiones de orden simbólico fuertemente marcadas, es la implantación distante pero siempre focalizada de los cementerios hacia las iglesias de las plazas principales de los pueblos, lo cual se presenta de manera generalizada en todo el territorio. Esta relación directa entre el cementerio y la iglesia, que se mantiene en los cascos urbanos de Guasca y Sesquilé, y que en su momento se presentaba en el antiguo pueblo de Guatavita, ha sido fundamental para las ceremonias del traslado del cuerpo en donde los habitantes participan de manera colectiva en los recorridos hacia el cementerio, creando espacios de cohesión social y de fortalecimiento de vínculos rituales y culturales entre la vida y la muerte. Estos recorridos que se realizan entre la iglesia y el cementerio, con la intención de acompañar al difunto hasta su última morada, es quizá una de las prácticas culturales más significativas y potentes en el ritual funerario, que se mantiene vigente en las comunidades campesinas que habitan el valle del Tominé. Se trata de una sacralización del espacio y de la creación de un camino conector social y simbólico, de relación entre la vida y la muerte representado en la traza urbana. Hoy en día con el fenómeno de conurbación, que hace parte de la expansión y crecimiento de las urbes, estos lugares de entierro están

[…] el terreno destinado para tales menesteres debía ser dispuesto a una distancia considerable con respecto a los núcleos urbanos con alta concentración poblacional, por cuanto podía ir en contra de la salud de los mismos pobladores y propiciar el contagio y la presencia de epidemias”.200

Según lo anterior y teniendo en cuenta la grave problemática que se había generado en ese momento, se dio inicio a la construcción de cementerios que fueron acogidos por las poblaciones como lugares de confianza para enterrar a sus muertos, hasta bien entrada la época republicana. En el valle de Tominé la construcción de los cementerios extramuros en los diferentes municipios, se realizó aproximadamente en la última década del siglo XIX, encontrando en todos los lugares algunos elementos de unidad, de los que se hará referencia a continuación, dando cuenta de la forma en que se ha ido construyendo, apropiando y transformando el territorio. El emplazamiento simbólico en relación al paisaje Ubicados al costado occidental de los cascos urbanos, los cementerios del valle del Tominé construidos al parecer entre los años de 1890 y 1891, fueron ubicados en puntos estratégicos, generalmente en lomas o elevaciones, desde donde se aprecia la potencia del valle a lo largo y ancho de su extensión y se establece una relación simbólica con los elementos naturales y urbanos que conforman su paisaje. Tal es el caso del cementerio de Guasca, que cuenta con una ubicación privilegiada, desde donde se observa el poblado “cercado de cerros” haciendo caso a la toponimia de este municipio en lengua chibcha y que demarcan la topografía del costado sur del territorio. Desde la loma en la que se encuentra implantado es posible observar en 360º los cerros tutelares del valle, como la cuchilla de peña negra, Montecillo, el choche, las

200

Silvia, Cogollos Amaya y Martín Eduardo, Vargas. Las discusiones en torno a la construcción y utilidad de los “Dormitorios” para los muertos (Santa Fe finales del siglo XVIII). Pp. 375. En: Simposio de Cultura y comunicación. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, 1994.

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quedando inmersos dentro de las zonas residenciales y los caminos o vías que existían para dirigirse exclusivamente a los cementerios, ya se han convertido en trayectos de múltiples actividades, perdiendo así su sentido original.

decorativo de la tumba, mayor posición social tenía el difunto y por supuesto su familia. Hoy en día, esa distinción social por llamarla de alguna manera, aparentemente es menos fácil de diferenciar debido a que con la nueva forma de disposición de cadáveres en bóvedas, las lápidas mantienen un diseño estandarizado, y son los diferentes objetos decorativos y los epitafios los encargados de crear dicha distinción. Como lo afirma Hijiya, “las tumbas que hace un siglo eran “monumentos”, hoy se han convertido en 203 “etiquetas” , y esto se puede apreciar tanto en el cementerio de Sesquilé, que muestra precisamente la transición que han tenido las prácticas de entierro a partir de sus formas y disposiciones, como en el cementerio de Guasca que fue convertido en un “jardín cementerio” donde reina el orden, la homogeneidad y la estandarización en la ornamentación de las tumbas. Al respecto, se resalta que una de las características de los cementerios del valle de Tominé, específicamente de Sesquilé y de Pueblo Viejo de Guatavita, es precisamente que no mantienen un orden específico y uniformidad que obligue al visitante a recorrerlos de una misma manera, aspecto que se ha perdido en el cementerio de Guasca y nuevo de Guatavita. Aquí se puede caminar libremente e involucrarse completamente con los lugares, identificando la diversidad de las tumbas sean de ricos o pobres campesinos o indígenas, se tiene la oportunidad de tocar, leer, descubrir y sentir la gran variedad de elementos simbólicos y artísticos que cargan de significado el mundo de los muertos, donde hasta la sombra de los árboles centenarios que allí se encuentran, produce una sensación placentera.

La representación del orden social y jerárquico en los entierros Uno de los aspectos más relevantes dentro de cualquier grupo humano es la posición socioeconómica de los diferentes miembros de una comunidad que habitan un determinado territorio y la forma en que las tumbas o sepulcros así lo manifiestan. La distinción de entierro que se implantó desde la época de la colonización y que en la época prehispánica según el grupo indígena también existió, fue un aspecto de gran relevancia que trascendió al manejo de los muertos, en las iglesias entre mayor cercanía se tuviera con el altar, más costoso era el espacio que se debía pagar para enterrar al difunto y posteriormente en los cementerios, esto se evidenciaba por la cercanía que la tumba tenia con la capilla del recinto, que como en el caso del cementerio de Sesquilé, se construía en el centro del lugar con la idea de “no separar el 201 contacto de los cuerpos con un lugar sagrado”. Este aspecto se evidencia hoy en día en muchos de los cementerios de las grandes ciudades y pueblos, mediante la organización y delimitación física del espacio que por medio de caminos, puertas, bloques o muros, separa la zona de los ricos, que goza de individualidad y exclusividad, de la zona de los pobres o de los NN, que se amontonan en galerías, las cuales pueden ser utilizadas solo por 5 años para después 202 realizar la exhumación y disponer los restos en osarios. Según la disposición de tumbas, en los cementerios del valle del Tominé aparentemente no existe una zonificación o sectorización de tipo social, sin embargo, si se aprecian que aunque la mayoría de tumbas estén distribuidas de manera aleatoria, existen algunas que mantienen una relación directa con la capilla y que por su tamaño y ornamentación dan cuenta de una elevada posición social, con respecto a otras más pequeñas y sencillas. Por lo anterior, se puede afirmar que es a partir de la ornamentación de talla en piedra, que se representa la jerarquía en estos cementerios, ya que entre mayor tamaño, altura y variedad en el estilo

201 202

El entierro en suelo y la evolución de las formas de inhumación Aunque muchas de las prácticas espirituales y devocionales fueron reemplazadas por el ritual católico mediante un proceso de adoctrinamiento influenciado por la llegada de los españoles a América, el entierro en suelo se mantiene como una de las manifestaciones del culto a la muerte que para las comunidades campesinas, ha tenido los mismos propósitos y simbolismos que antiguamente contenían los ritos aborígenes teniendo como evidencia más temprana en la región, la disposición de cámaras subterráneas del cementerio indígena.

203

James A, Hijiya. American Gravestones and Attitudes Toward Death: a brief history. Pp. 357. En: American Philosophical Society. Vol 127. No 5. 1983.

Eugenia, Villa Posse. Muerte, cultos y cementerios. Pp. 100. Disloque, Bogotá. 1993. Ibídem. Pp. 97.

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Para estas comunidades campesinas la forma de enterrar sus muertos estaba igualmente sustentada en que al morir el cuerpo debía regresar a la tierra, así lo expone Eugenia Villa Posse en su libro Muerte, culto y cementerios:

6 de marzo de 2013), que se alzaban del suelo mediante bases o pedestales en piedra tallada, los cuales fueron removidas para convertir el espacio en un jardín cementerio. Esta decisión se tomó hace aproximadamente tres años, por parte la parroquia San Jacinto, nombre que igualmente lleva el cementerio en honor al patrono del pueblo, y consistió en exhumar todos los restos óseos que se encontraban enterrados en suelo, destruyendo todas las tumbas talladas en piedra, que fueron utilizadas como material de escombro para rellenar una pileta de agua que fue construida hace algunos meses en una finca del municipio (Rueda, José Medardo. Entrevista personal en 6 de marzo de 2013). La idea de reformar estos lugares, no siempre se debe presentar como algo negativo para la comunidad, pero en casos como este y violando la ley arriba mencionada, se llega a transformar completamente el lugar, borrando todas aquellas huellas que hacen parte de una historia, de una práctica, de una costumbre y de una forma, en la que se ha apropiado el espacio no solo por parte de quienes tienen sus familiares difuntos , sino también por parte de las personas que han trabajado allí durante mucho tiempo desarrollando una función determinada. Desafortunadamente la transformación o destrucción de los cementerios, es algo que se está presentando de manera recurrente en nuestro país, en un afán por parte de las administraciones municipales o la curia, por “modernizar” estos espacios, arrasando las huellas del pasado, la memoria y la historia de los pueblos y alterando la noción de respeto por los muertos. Hoy en día y aun conservando el enorme valor paisajístico dado por su emplazamiento original, el cementerio de Guasca se encuentra “limpio”, debido al nuevo concepto de orden y homogeneidad que quisieron imponer mediante la construcción de bloques de osarios, en los que la forma y diseño de las lápidas es el mismo y la decoración con solo flores artificiales también salta a la vista. A pesar de la transformación ocurrida en Guasca, es a partir de estos tres cementerios que se observa “la transición de las formas de 205 disponer los cadáveres […] a nuevas formas de manejos de los muertos” , como parte de la evolución técnica, comercial y cultural que ha ido surgiendo con el paso del tiempo y que incurre contundentemente en la adaptación de todas las prácticas rituales asociadas a la muerte, que han tenido una

[…] la práctica de entierro en suelo ha sido practicada por culturas de tradición agrícola con el sentido de un reintegro a la naturaleza después de la muerte, predominando la concepción ecológica de vida y muerte, donde los procesos de desintegración de la materia orgánica son fuente de continuidad de los procesos vitales. Para buena parte de nuestro campesinado de ancestro indígena la muerte debe llevar a un regreso a la naturaleza, a la madre tierra, permitiendo de este modo la continuidad de la vida y la fertilidad socioeconómica del grupo” 204.

En los cementerios del valle del Tominé, esta era la forma de entierro predominante, que aunque ya no se realiza por nuevas disposiciones de la época moderna sobre el manejo de los cadáveres, si se mantiene mediante la existencia de las tumbas y mausoleos históricos dispuestos por todo el espacio. La evolución de las formas de entierro se evidencia al visitar estos tres espacios: El cementerio de Pueblo Viejo de Guatavita, se conserva como uno de los pocos camposantos “originales” de la región en donde solamente se encuentra la forma de entierro en suelo, como práctica tradicional que se empleaba cuando el lugar era el único que existía para la sepultura, teniendo en cuenta que con en el nuevo pueblo, se construyó otro cementerio. Por su parte, en Sesquilé, las distintas formas de sepultura dialogan en un mismo espacio, al encontrar tumbas de entierro en suelo, mausoleos y bóvedas individuales, que brindan información no solo de la continuidad de uso que ha tenido el lugar desde su construcción en 1891, según indica la inscripción de su portón de entrada: Beati Mortui qui in domino Moriuntur. I.C.A. 1981 (Bienaventurados los que mueren en el señor), sino de prácticas y oficios que se han adaptado de acuerdo a las nuevas disposiciones. Ahora bien, en el cementerio de Guasca, esta tradición igualmente se evidenciaba, al encontrar cientos de tumbas y mausoleos dispuestos sin orden alguno, “habían tantas tumbas que no había por donde pasar, eran unos trabajos tan divinos; unas coronas, unas manitas que se daban las manos unas con otras, unos troncos de imitación de pino con cadena, hay papá….bendición de cruces” (Rueda, José Medardo. Entrevista personal en

205 204

Juan Camilo, González Vargas. Lugares de los muertos: el cementerio de Usaquén. Pp. 9. Departamento de Antropología. Universidad de los Andes, Bogotá, 2007.

Eugenia, Villa Posse. Muerte, cultos y cementerios. Pp. 83. Disloque, Bogotá, 1993.

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testimonio bíblico” y como el símbolo que cristianiza el monumento 209 funerario”. La corona representada por lo general entronizada en la cruz, representando el triunfo de Jesucristo sobre la muerte y a partir de los elementos con los que esté acompañada mantiene diversos significados. Este elemento tradicionalmente ha servido como ofrenda simbólica durante el fallecimiento de una persona. El corazón que se constituye como uno de los que mayor importancia tienen para la religión católica, al ser símbolo del 210 gran amor de Dios a los hombres vinculado especialmente al corazón de Jesús y María. La mano como expresión de afecto y de la unión eterna, un lazo entre la vida y la muerte, y como símbolo de fraternidad. Los motivos vegetales como fuente inagotable y de renovación de la vida, “el árbol de la vida es el prototipo de todas las plantas milagrosas que resucitan a los 211 muertos, curan las enfermedades, devuelven la juventud” . Estas figuras vegetales muestran toda su potencia en el ámbito funerario, al construir un sentido ambiguo en donde la vida se conjuga con la muerte, como parte del ciclo vital de todos los seres humanos. Esta variedad de representaciones artísticas y simbólicas, además de conceder un enorme valor estético a los lugares de entierro, abre las puertas al visitante para la interpretación, la fascinación, la sensibilidad y el entendimiento de la dimensión entre la vida y la muerte que se conjuga en un mismo espacio. Así mismo, esta arquitectura fúnebre por un lado provee una noción acerca de las devociones religiosas por parte de las familias campesinas que han habitado el territorio, quienes a lo largo del tiempo han querido cargar de significado simbólico y espiritual el lugar en el que son enterrados sus difuntos, y por otro, habla del conocimiento en el trabajo de la piedra, que formó parte de los oficios y saberes más arraigados y de mayor experticia en toda esta región durante las primeras décadas del siglo XX y que fue realizado por los talladores con tal cuidado y perfección para honrar precisamente la memoria de los muertos. En síntesis, todos estos aspectos de unidad, dan cuenta de la forma en que los cementerios del siglo XIX caracterizan el valle del Tominé, bajo un mismo modo de apropiación y concepción ante la muerte que

determinada apropiación y significación para las personas que habitan y han habitado el valle del Tominé, pero sin duda a un costo alto de pérdida de la memoria y del patrimonio cultural material fúnebre. Símbolos y arte funerario en el Valle del Tominé Otro de los aspectos más significativos que se presenta como elemento de unidad en este grupo de cementerios, sin lugar a dudas, es el exquisito trabajo escultórico de las tumbas de entierro en suelo que en su gran mayoría muestran una variedad de figuras y símbolos que a través del “lenguaje de la piedra” transmiten significados que aluden a un permanente vínculo entre la vida y la muerte. Esta potencia simbólica que se percibe al entrar a estos lugares y al observar las tumbas detenidamente, nos habla de la percepción y sensibilización ante el fenómeno de la muerte que han tenido los habitantes del territorio, recordando que “cada grupo social y/o religión tiene su propio sistema de la muerte que es inseparable de su cosmología, su teogonía y su psicología, lo que da lugar a un lenguaje de la muerte que se expresará a través del ceremonialismo, de la arquitectura y del uso del espacio funerario” 206 . Dicha simbología, conforma lo que podría llamarse una semiótica funeraria, basada en un conjunto emblemático que al ser representado de manera recurrente en tres lugares, se convierte en testimonio de la fe cristiana que ha acompañado a las comunidades campesinas que habitan el valle del Tominé y en evidencia de las tradiciones regionales que hacen parte de la memoria del territorio. Este mundo simbólico que existe gracias a la materialidad misma de los lugares, mantiene una fuerte carga creativa, que como medio de 207 comunicación, que no se agota a una sola interpretación , de ahí a que se encuentre tal variedad de formas modeladas en piedra, dentro de las que se destacan: la cruz como elemento insignia que se representa “como la imagen de la fe y de la esperanza de los cristianos, pensando en la unión esencial entre la vida y la resurrección de Jesús tal como nos la describe el

208

Theodor, Filthaut. Los cementerios como lugares de proclamación. En: Concilium. Revista internacional de Teología. Año 4. Tomo 1. Número 32. Madrid. Febrero de 1968. 209 Jesús, Ukar Muruzubal. Simbología de la cruz en las estelas de Navarra. Pp. 384. En:

206

Luis Noel, Dulout; Carlos, Nazar y María Carlota, Sempé. Análisis de modos tradicionales funerarios en los cementerios de las localidades de Azampay y La Ciénaga, departamento de Belén, provincia de Catamarca. Pp. 6. XI Encuentro Iberoamericano de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales. 20 a 23 de octubre de 2010. Paysandú, Uruguay. 207 José María, Mardones. La vida del símbolo, la dimensión simbólica de la religión. Pp. 93. Editorial SAL TERRAE, 2003.

www.euskomedia.org. Cuadernos de sección. Antropología- Etnografía. (10), 1994. 210

Ferrando J, Roig. Simbología Cristiana. Juan Flores Editor, Barcelona, 1958. Mircea, Eiade. Tratado de historia de las religiones morfología y dialéctica de lo sagrado 3a ed. Pp. 427. Editor Cristiandad. 2000. 211

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representa más de 100 años de ocupación continua del territorio, lo cual cambio notablemente con la aparición de un cementerio tardío en el siglo XX, que bajo una supuesta lógica moderna revolucionó las características primordiales de los lugares de entierro, anteriormente recogidas.

visitantes (simulacro, invisibilidad, no comunicación, esconder lo que es natural como la muerte). La disposición física de este cementerio es un claro ejemplo de una concepción mal entendida de lo moderno, en la que se pretendió que no solo el lugar de entierro, sino todo el pueblo en general, estuviera regido bajo un lenguaje de orden, limpieza, pulcritud y homogeneidad, en donde la idea de la estética parece estar basada en los lugares sin gente, vacíos, limpios y por lo tanto convertidos en lugares poco apropiados por el habitante tradicional. Este cementerio fue construido sin pensar en la comunidad y mucho menos en sus muertos, que parece que fueran negados, al no encontrar de primer momento la multiplicidad de identidades que normalmente se aprecian al llegar a estos lugares, lo que a su vez genera que a diferencia de los otros cementerios del valle del Tominé, este no sea 213 concebido como un espacio público de encuentro , dialogo y socialización.

Cementerio del nuevo pueblo de Guatavita El último lugar que conforma el conjunto de cementerios del valle del Tominé, es el cementerio del municipio de Guatavita, que fue construido en 1967. Está ubicado en el costado sur del casco urbano, en un lugar elevado con respecto al nivel de las plazas y construcciones del centro cívico, que a su espalda tiene el cerro Montecillo. En este caso el emplazamiento del cementerio con respecto a un núcleo central se alteró completamente, ya no se trata de una sola plaza principal si no de varios espacios que enmarcan la iglesia, ni de una conexión de vías directas y distantes, sino de un recorrido indirecto y cercano hacia el lugar de entierro, a diferencia de lo que ocurría en el antiguo pueblo en donde el campo santo, como ya se había mencionado, mantenía una centralidad, orientación y distancia con respecto a la iglesia, que se presentaba como eje ordenador de la plaza principal. A diferencia de los otros cementerios, este mantiene una disposición muy particular, al estar conformado por un amplio corredor en piedra que simula un hondo canal de agua que atraviesa el lugar desde el portón hasta a la capilla, el cual no tiene ninguna funcionalidad y al solo poder ser transitado por los costados, impide completamente la integración y conexión del espacio de un lado al otro. Este camino o corredor, a diferencia del de Guasca, no es el elemento que enmarca un recorrido que da paso al gran campo abierto de variadas tumbas y mausoleos sin un orden determinado, sino que por el contrario, consiste en un espacio vacío en el que a primera vista no se encuentran tumbas, ni árboles, ni nombres, ni apellidos, ni epitafios, ni flores, ni imágenes, ni ningún tipo de elemento que dé cuenta que ese, es un lugar de afectos y memoria. Las tumbas están escondidas, invisibilizadas y aisladas, al estar ubicadas en el interior de unos nichos cerrados que bordean el corredor principal por los dos costados, bajo una disposición espacial que el antropólogo Germán Ferro define como una estética de apartado, mediante la cual se quisiera esconder y separar a los muertos y a los mismos

Consideraciones finales A partir de este conjunto de cementerios del valle del Tominé, se desarrolló en esta ponencia la pertinencia de examinar el papel de estos lugares como constructores (pilares de memoria de un territorio) de un territorio-memoria; un territorio, que a pesar de haber sido ampliamente transformado conserva sus referentes naturales, toponímicos y culturales (especialmente funerarios) que evocan de manera privilegiada un pasado prehispánico, y una memoria, siempre asociada a lugares de entierro, que da cuenta de la ocupación, de características formales, paisajísticas, de enterramiento, artística y de transformación y apropiación del territorio desde épocas muy tempranas hasta la actualidad de un mundo rural impactado por los grandes proyectos de desarrollo y transformación urbana. En esta investigación la mirada trascendió de la individualidad del lugar de entierro para dar paso a una lectura e interpretación integral del conjunto de cementerios (Guasca, Sesquilé, Indígena, Pueblo Viejo y pueblo nuevo de Guatavita) que se inscriben en el territorio, siendo tal vez uno de los mayores y más significativos aportes de la investigación. Por lo anterior, es importante tener claro el papel que juegan los cementerios del Valle del Tominé como pilares de memoria y en ese sentido encontrar su utilidad en razón de una pedagogía, teniendo siempre presente la idea que 213

212

Philippe, Aries. El hombre ante la muerte. Pp. 61. Versión Castellana de Mauro Armiño. Madrid, Editorial Taurus, 1983.

James A, Hijiya. American Gravestones and Attitudes Toward Death: a brief history. Pp. 342. En: American Philosophical Society. Vol 127. No 5. 1983.

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son lugares que enseñan. Estos lugares ofrecen un recorrido de comprensión histórica de la transformación del territorio y un recorrido de repaso de la memoria que permite revitalizar y reavivar la identidad de toda una comunidad.



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Bolívar; continua por el Paseo de la Reforma hacia el Noreste hasta la glorieta José de San Martín, para continuar hacia el Este por el Eje 1 Norte (Rayón - Granaditas) hasta encontrar el cruce con el Eje 1 Oriente formando así el vértice Noreste. Desde este punto se sigue hacia el Sur por el Eje 1 Oriente (Vidal Alcocer - Anillo de Circunvalación) hasta el cruce con la Avenida Fray Servando Teresa de Mier que se refiere al vértice Sur Este del polígono. Desde el punto antes mencionado hacia el Oeste sobre la Avenida Fray Servando Teresa de Mier y hasta encontrar el cruce con el Eje Central en el sitio conocido como Salto del Agua formando el primer vértice – Oeste. Se continua, el límite del polígono que se desarrolla hacia el Norte siguiendo por el Eje Central (San Juan de Letrán) hasta el cruce constituido por Eje Central con Avenida Juárez - Calle Francisco I. Madero; formando así el segundo vértice Sur - Oeste del polígono. A partir de ese punto el límite sigue hacia el Oeste por la Avenida Juárez hasta el cruce con el Eje 1 Poniente en la glorieta conocida con el nombre de El Caballito, formando el tercer vértice Sur - Este del polígono. Finalmente desde ese punto el límite del polígono va hacia el Norte a lo largo del Eje 1 Poniente (Avenida Guerrero) hasta el cruce con la calle Violeta. La superficie del polígono así delimitado es de 446.7 Hectáreas (4.467 Kilómetros cuadrados) ocupada por 336 manzanas y 4,398 predios. Dentro del Área de Estudio se encuentra la totalidad del perímetro "A" y parte del "B" del Centro Histórico de la Ciudad de México, en el territorio de la Colonia Centro y la 215 porción sur de la Colonia Guerrero.

La cultura funeraria y sus espacios del siglo XVI al XIX, en el Centro Histórico de la Ciudad de México Margarita G. Martínez Domínguezz México

Introducción La Ciudad española que fundó Cortés en el siglo XVI, se transforma en el siglo XVIII, con las leyes borbónicas y en la primera mitad del siglo XIX con la secularización a través de las leyes de Reforma, que consistieron básicamente en la desamortización y nacionalización de los bienes del clero, en que demolieron los “edificios eclesiásticos con sus patios, grandes 214 huertas y cementerios, hasta romper el entorno que conservó durante la colonia, iniciando su expansión en la segunda mitad del siglo XIX, hacia el poniente. Los espacios funerarios creados a consecuencia del cambio ideológico, el desarrollo de la ciudad y las leyes correspondiente, han desaparecido para ceder su lugar a nuevos edificios, que consecuentemente han hecho del Centro Histórico, una ciudad sobre panteones. En 1980 el territorio con mayor densidad de monumentos y edificios catalogados por sus valores patrimoniales y artísticos fue declarado Centro Histórico a través de un decreto presidencial, encargando al Instituto Nacional de Antropología e Historia INAH y al Instituto Nacional de Bellas Artes INBA para su protección y salvaguarda. En 1983 se creó el Fideicomiso de Centro Histórico, organismo que ejercería las acciones de su protección y salvaguarda. Hace ya veinticinco años que la UNESCO declaró como Patrimonio de la Humanidad al Centro Histórico. Este espacio está delimitado por un perímetro “A”, que se describe a continuación tomando como punto de inicio el ángulo Noroeste en el cruce del Eje 1 Poniente y calle Violeta en la Colonia Guerrero y continuando hacia el Este, siguiendo el sentido de las manecillas del reloj. Desde el vértice Noroeste siguiendo por la calle Violeta hasta el cruce con la prolongación del Paseo de la Reforma en la glorieta Simón

214 Morales, María Dolores, Espacio, propiedad y órganos del poder en la Ciudad de México, en siglo XIX, este trabajo se realizó en el Instituto José María Luis Mora dentro del proyecto “La experiencia institucional en la Ciudad de México 1857-1929”, financiado por el CONACYT.

215 Proyecto Centro Histórico Ciudad de México, Asamblea de Representantes del Distrito Federal, primera Legislatura, Comisión de Desarrollo Metropolitano, Informe final. 1997.

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García Bravo quién dividió el área española en forma ortogonal con manzanas en forma de cuadra castellana de 250 varas de largo por 150 de ancho creando lotes en forma de damero que en muchos casos se tuvieron que alinear a las acequias y las grandes calzadas de la ciudad azteca. Demolido el Gran Teocalli, unió las calzadas indígenas de Tacuba, San Lázaro, Tepeyac e Iztapalapa. El centro de la ciudad española quedó sobre la gran plaza en la unión imaginaria de las cuatro calzadas prehispánicas. Los indígenas se asentaron sus antiguos calpulis, convertidos en parcialidades españolas. Los trabajos se continuaron con la reedificación y restauración de las calzadas, escombraron calles, limpiaron acequias; en general se restablecieron las instalaciones que tenia la ciudad azteca y se incluyeron otras nuevas que se requerían para desarrollar las costumbres españolas, principalmente las relacionadas con la introducción del ganado que ocasionaron la modificación de los medios de producción y transporte

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Foto 1 Perímetro A Centro Histórico

Corpus Ponencia La historia: Posterior a la conquista a falta de iglesia se oficiaron misas en la casa de Cortés, en ese año de 1520, Juan Garrido funda una pequeña ermita frente al sitio donde se encontraba la segunda cortadura o foso con fortificación, que defendía la calzada llamada de Tlacopam que comunicaba la ciudad Azteca con tierra firme, sitio donde los españoles sufrieron la derrota de la noche triste. Cuenta la leyenda que al cavar Garrido los cimientos, encontró, muchos huesos recuerdos de aquella derrota, los limpió y colocó en un mismo lugar dentro de la ermita, creando con este acto el primer osario de la Nueva España. Al siguiente año al conmemorar el suceso se dedicó la ermita a la advocación de San Hipólito, nombre que conservó el convento, la iglesia y el hospital que en el devenir histórico se construyeron años más tarde. El 13 de agosto de 1521, cae bajo el yugo del capitán Hernán Cortés la gran Tenochtitlán. Consumada la conquista, los españoles, emprendieron la tarea de reedificar la ciudad para establecer los nuevos poderes. Con el fin de apropiarse del prestigio político del imperio azteca; Cortes decidió asentar la ciudad a partir de la Plaza Mayor. El diseño de la traza se realizó entre los años 1523 y 1524 y estuvo a cargo de Alonso

217

J. R. Benítez. Información de Meritos de Alonso García Bravo, Editorial UNAM. 1956. Alonso García Bravo-primer urbanista de la Nueva España, arribó a las costas mexicanas en1519, c on el fin de poblar la costa del Golfo, conocida por los españoles como Pánuco, identificado como buen geómetra, se le encargó el diseño de una fortaleza en Veracruz, 1523 se le encargó la traza de la Nueva España, se cree que murió hacia 1560.

216

Perímetro A Centro Histórico, Enciclopedia temática de la Delegación Cuauhtémoc, Tomo I. GDF.1994. pp 34A

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aprovecharon como limites los viejos canales y las antiguas calzadas indígenas.

Foto 2.Plano de los Barrios Indígenas.

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Foto 3 Plano Límites de la Ciudad de México de los 219 Siglos XVI-XX.

Los límites de la traza de la ciudad primitiva colonial se encontraban entre las actuales calles de: Colombia, Lecumberri, y Perú al norte; San Pablo San Jerónimo y Plaza de las Vizcaínas al sur; Leona Vicario, Santísima, Plazuela de San Juan, José Baz y Topacio, al oriente; San Juan de Letrán, Juan Ruiz de Alarcón y Aquiles Serdán; al poniente;

La evangelización no fue tarea fácil, la falta de templos para los indígenas hizo que la catequización fuera lenta y deficiente, en el año de 1531 el Presidente de la Audiencia Fuenleal ordenó la construcción de un 219

Plano Límites de la Ciudad de México de los Siglos XVI-XX. Esquemas: Evolución de la Ciudad de México de Tenochtitlán al siglo XX. Asamblea de Representantes del Distrito Federal, I Legislatura, Comisión de Desarrollo Metropolitano. Informe Final. 1997. pp. 79

218

Plano de los Barrios Indígenas. Romero Héctor Manuel, Enciclopedia Temática de la Delegación Cuauhtémoc, 1994.

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templo en cada uno de los antiguos calpullis indigenas convertidos en parcialidades españolas, la primera iglesia bajo la advocación de San Sebastián se construyó al noroeste de la traza en el barrio Azacualco. El segundo templo se fabricó al sureste bajo el patrocinio de San Pablo., en la antigua parcialidad de Zoquiapan. La tercera iglesia se levantó en suroeste bajo la advocación de San Juan Bautista en el barrio de Moyotla y en el noroeste se edificó la cuarta iglesia en el barrio de Cuecopan bajo la protección de Santa María de la Asunción. A partir de entonces las cuatro parcialidades o barrios adoptaron el nombre del santo a quién fue dedicado su barrio Fue deseo del Emperador Carlos V que las tierras conquistadas para su corona lo fueran también para la doctrina de Cristo, por lo que “solicitó al papa Adriano VI, plenísima autoridad para enviar a América misioneros apostólicos, que como delegados de la Santa Sede, y con gran suma de poder y facultades, pudiesen proveer á todos los asuntos espirituales que ocurriesen en regiones tan lejanas”. Con anterioridad el Papa León X había emitido con una bula en la cual otorgaba el derecho a catequizar las tierras conquistadas, por lo que su Santidad Adriano VI solo la confirmó el 9 de mayo de 1522, facultando ampliamente a los todos religiosos de las órdenes mendicantes y en particular a los franciscanos, para convertir a los indígenas. Los indígenas aun se encontraban diseminados y divididos, conservaban su ideología idólatra, eran afectos a la embriaguez y a la poligamia. Su costumbre funeraria principalmente era la cremación. Los religiosos fomentaron la veneración de la cruz a través de la acción de sembrarla en los antiguos adoratorios prehispánicos, con el fin de erradicar al demonio pagano, también desterraron la costumbre precortesiana de incinerar a los muertos ya que condenaban las antiguas prácticas paganas, costumbre contraria de los preceptos religiosos de la fe católica. Para normar la conducta de los amerindios, el Real y Supremo Consejo de las Indias se emitió la legislación, hoy conocida como Recopilación de las Leyes de los Reinos de las Indias, en su artículo XI emitida en 1554 se indica que…” se bendiga el sitio en el campo donde se entierran los indios cristianos y esclavos, así como a personas pobres y miserables que hubieran muerto tan distantes de la iglesia que sería gravoso llevarlos a enterrar a ellas, con la idea de que los fieles no 220 carezcan de sepultura eclesiástica. 220

La primera orden que se establece en la Nueva España fue la de San Francisco, llegaron el 18 de junio de 1524, a la capital y Hernán Cortés ordena que se les construya, bajo su pecunia su casa e iglesia frente al Templo de Huitzilopoztli conocido este sitio como Uichilobos, en el perímetro del Centro Ceremonial, en las calles de Santa Teresa y el Relox, esta construcción fue de fábrica muy humilde constaba de un sencillo portal cubierto por techo de paja, por lo que se inició la construcción del convento con una nueva iglesia conocida como San Francisco el Nuevo y al anterior 221 se le llamó San Francisco el Viejo.Por acta de cabildo del 2 de mayo de 1525 se conoce que ya se había iniciado la construcción de la segunda iglesia y convento de San Francisco, porque en una nota del original de dicha acta se lee “Hasta ahora no se han mudado los frailes al convento nuevo y que al presente existe, sino que viven en el provisional”. Durante el gobierno del conquistador Marcos Aguilar, el 8 de febrero de 1527 se les concedió a los franciscanos diez solares más para la iglesia y el cementerio, primera noticia de la construcción de un cementerio 222 en la Nueva España . Por el testamento del apoderado de Cortés, Don Rodrigo Paz, tenemos conocimiento de la existencia de cementerios en San Francisco el Viejo y San Francisco el Nuevo: así como que los franciscanos ya se habían trasladado al sitio de San Francisco el Nuevo. El 21 de septiembre de 1525, fecha en que Don Rodrigo dictó dicho testamento en el cual dice: ”….mando que mi cuerpo sea sepultado en el monasterio del señor Sant Francisco, que ágora se hace nuevamente en la dicha ciudad, en la sepultura que los padres de dicho monasterio me tiene dada e mandada…Ítem mando que den una limosna al dicho monasterio de Sant Francisco de esta dicha ciudad el solar en que al presente está edificada dicha casa e monasterio de Sant Francisco e los dichos frayles agora viven e moran…” 223

Fray Toribio de Benavente menciona el primer cementerio de la siguiente forma:

221

Actas del Cabildo de la Ciudad de México, México, 1888 Acta del Martínez Domínguez Margarita, El primer Cementerio de la Nueva España, Memorias de la 5ª Reunión Nacional de la Red Mexicana de Estudios de Espacios y Cultura Funerarios, A.C. Editorial ¡Buena Idea! Editores, S.A. de C.V. México. 2008 223 Testamento de Rodrigo de Paz, Ms 222

Recopilación de las Leyes de los Reynos de las Indias. Ley XI, 1554.

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“Los Españoles tuvieron obra de tres años, sus misas y sermones en una sala de éstas que servía por iglesia, y ahora es allí en la misma sala, la Casa de Moneda; pero no enterraban allí a casi nadie, sino en San Francisco el Viejo”.

En su crónica Fray Toribio de Benavente, Motolinia comenta que antes de 1529, no existían iglesias formales fuera de la capital, por lo que se usaron las establecidas como provisionales llamadas Xalcalteopan (templo- jacal), construidas con materiales perecederos como madera, paja 226 y tierra apisonada, todavía 1573, los recién llegados Jesuitas fabricaban Xacalteopan. Al respecto de los entierros Torquemada en su Monarquía Indiana 227 menciona los principales actos para efectuar el cambio , en el libro XIII, capítulo XLIIl, se encuentra el discurso evangélico relativo a la muerte, en el indica los pasos a seguir diciendo “Como en esta ley de gracia y evangélica se trocó este estilo de enterrar los cuerpos de los difuntos; y justifica el hecho de enterrar en las iglesias” Por principio pide que cesen los abusos de quemar los cuerpos y que empiecen a ser enterrados en las entrañas de la tierra y prosigue pide que no se entierre en los montes y campos que se comience a enterrarlos en los cementerios, iglesias y templos de Dios. Parte esencial de la ceremonia de sepultura cristiana es que se sepulte en sagrado, solo los infieles sean enterrados en lugar recóndito. Los indígenas fueron integrados al cristianismo, por el bautismo, condición primordial para ser enterrado eclesiásticamente. Sin embargo recelaban de la convivencia de entre vivos y muertos, el convencimiento les llegó por temor a las infecciones que provocaba las exhalaciones de miasmas. Considerando además que era más importante atender las ganancias de las almas que de los cuerpos, ya que es de más provecho enterrar a los muertos en lugar sagrado, cercano a la iglesia porque permanecen vivos en la memoria y en las oraciones. Posterior a la llegada de la orden de los Franciscanos, arribaron a la Nueva España los Dominicos, seguidos por los Agustinos, estos religiosos fundan sus conventos que fueron la primera manifestación de una arquitectura encaminada a la solución de problemas particulares dentro de la expresión estilística de la época, derivados de las corrientes prevalecientes en España pero con la aportación indígena, con el fin de procurar los espacios para la propagación de la fe, las distintas ordenes monásticas que llegaron a tierras americanas comenzaron a construir espacios conventuales a lo largo del territorio por lo que Don Antonio de Mendoza a mediados del siglo XVI, para evitar la fiebre por construir,

224

De la segunda iglesia nos relata Toribio de Benavente Motolinía que en “El año de 1525- se hizo la iglesia de San Francisco de México. La iglesia es pequeña: la capilla es de bóveda que la hizo un cantero de Castilla… También menciona Motolinia “La Capilla (se refiere a la parte donde se levanta el altar mayor hoy llamado presbiterio) de San Francisco que es de bóveda y razonablemente de alta, subiendo encima y mirando a México, hacía el altor mucha aventaja al templo del demonio, y era muy de ver desde allí México y todos los pueblos a la redonda”. Esta iglesia era pequeña y estaba ubicada de oriente-poniente; el cuerpo de la misma estaba cubierto de madera y tenía techo de dos vertientes El presbiterio estaba cubierto por una bóveda que fue la primera que se construyó en la Nueva España. Estos datos nos ubican la segunda Iglesia de San Francisco, la que por el testamento de Rodrigo de Paz sabemos que tenía cementerio. El segundo convento de San Francisco lo ubica perfectamente 225 Juan de Torquemada ….”El primer sitio que tomaron nuestros Frailes para la edificación de su casa e iglesia, no fue el que ahora tiene, sino otro en el cual esta edificada la Iglesia Mayor de esta Ciudad, (Catedral en la Plaza Mayor), la cual se le dio por estar cerca de las casas del Marqués, (Cortés, edificio del actual Monte de Piedad), que entonces eran las que ahora son reales; y también porque la del Emperador Moctezuma, estaba ahí junto a este sitio, y aun cogía parte de ella; que esta fue la costumbre de los primeros evangelizadores del Santo Evangelio, en estas Indias, poner sus iglesias y casa, junto de las de los Señores y Caciques para tener más entrada con ellos en las cosas de la conversión; pero pareciéndoles a los Frailes que aquel lugar (San Francisco el viejo) estaba muy metido en la Ciudad que ahora es de los españoles y que los indios estaban a tras mano, para doctrinarlos con más facilidad…lo dejaron y se pasaron al que ahora tienen, (colindando con el barrio indígena de Santa María Moyotla) en cuyo contorno tiene al mayor gentío de los Naturales.

226

Benavente Fray Toribio, Memoriales, 1542. Universidad Autónoma de México. México.1971 Torquemada Fray Juan, Monarquía Indiana, la Universidad Autónoma de México. México.1978. volumen V,pp 65-66.

224

227

Motolinia, Historia de los Indios de Nueva España, Barcelona 1916. 225 Juan de Torquemada,.Monarquia Indiana Op.cit..,III,36

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estableció un acuerdo con cada uno de los provinciales de las ordenes de de San Francisco, Santo Domingo y San Agustín; que contenía una serie de instrucciones o reglas conocidas como la traza moderada, que ocasionó que los edificios de esa época presenten semejanzas en su programa arquitectónico. La distribución o programa arquitectónico de los conventos que se construyeron en la Nueva España lo integraba, los atrios llamados también patios, estos los formaban grandes extensiones de terreno, cuyos límites lo formaban altas tapias de fuertes muros de mampostería o sillares de piedra provenientes de los templos prehispánicos, estos a su vez eran rematados por merlones y almenas de sección cuadrangular con remates piramidales. En este lugar por su carácter sacro se localizaba el Campo Santo o Cementerio. El acceso a estos sitios es importante por su composición. Su función era la reunión de indígenas a semejanza del cuadrángulo prehispánico; capillas posas, fueron creadas como espacio para la enseñanza de la doctrina y arribo de procesiones, también se contó entre sus funciones el de servir como capillas funerarias, complementaba estas construcciones las capillas abiertas, los claustros y las Iglesias. Las más sencillas fueron de planta cuadrangular y una sola nave; pero en la mayoría de los casos fueron las construcciones que más tardaron en realizarse pues la mayoría requirió de especialistas, gran cantidad de material y mano de obra. Estos edificios se encuentran como parte integral del convento; y cuentan con su propio programa arquitectónico. El objetivo de las iglesias cristianas es proporcionar a los fieles el espacio que les conceda la comunicación con Dios, por lo cual cuentan con un atrio que les permite pasar del espacio profano exterior, al interior sagrado, generalmente se encuentra contenido por una barda atrial, pero abierto al cielo y corresponde al primer nivel de la sacralidad. Fue este el espacio que por su naturaleza sagrada se designó para cementerio y se le conoció como camposanto. Iconográficamente el programa arquitectónico de las iglesias cristianas se desarrolla de acuerdo a ciertos simbolismos sus fachadas principales se orientan hacia el poniente, para que el altar mayor quede a la vista de los fieles en la misma dirección que la ciudad de Jerusalén. En el orden de sacralidad la fachada poniente es la más importante por lo que se decora con la mayor cantidad de imágenes escultóricas; por el contrario la fachada sur no se ornamenta pues carece de significado para los fieles y la liturgia. La fachada poniente recibe el sol al atardecer, el cual se identifica con Cristo, el cual renace todos los días en el sacrificio de la misa. Son la

puerta de acceso que se compone de un arco de cerramiento que simboliza el cielo, las torres que propician la unión celeste con la terrestre y las cúpulas que representan el cielo. La arquitectura funeraria se manifiesto por medio de las capillas construidas a expensas de personajes importantes cuyo objetivo fue descansar en un sitio de oración para beneficio de su alma. Estas construcciones generalmente se integraron al estilo de la iglesia misma, y se representó al fenecido por medio de figuras exentas yacientes u orantes fabricadas en madera o cantera. Lamentablemente no todas las obras realizadas prevalecieron debido a que en este periodo se generó una pugna entre el clero regular( comunidades religiosas que hacen votos de pobreza, castidad, obediencia) y el clero secular (viven en el siglo, no hacen profesión de clausura monástica ni de pobreza),ocasionada por las exigencias sociales y religiosas de la Nueva España que no les permitió separar las funciones correspondientes a cada grupo, hasta que la corona española determinó que el clero regular se encargara de la evangelización y la aplicación de los sacramentos (entre ellos lo relativo al bien morir: la confesión de los pecados, la extremaunción y el viatico) a los naturales y al clero secular se dedicara a la administración de los peninsulares. Finalmente esta pugna terminó con el triunfo del clero secular; la Iglesia y la Corona en compensación otorgó al clero regular concesiones de orden administrativo y eclesiástico que le permitió realizar construcciones de edificios de conventos e iglesias. Con el fin de localizar los primeros cementerios de la Nueva España, que se fundaron en el Siglo XVI, se recurrió a su localización en uno de los primeros planos que muestran a la Ciudad de México a mediados de ese siglo, conocido como de Upsala y es atribuido al cosmógrafo Alonso de Santa Cruz, este mapa fue dibujado entre los años: 228 1556-1562. En él aparece los edificios de los conventos e iglesias levantados de 1524 – 1562. Manuel Toussaint en su análisis del plano los indicó con el número con el que se relacionan en este documento y en algunos casos se retoma el cometario que Toussaint hizo al respecto.

228

Toussaint Manuel, Federico Gómez de Orozco; Justino Fernández; Planos de la Ciudad de México Siglos XVI y XVII, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, DDF. México. 1990.

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5.- El Convento de San Agustín, (1533-),1676),Los religiosos de San Agustín llegan a la Nueva España el 7 de junio de 1533 y se hospedan en el convento de Santo Domingo, cuarenta días más tarde la audiencia les proporciona un sitio para que construyan su convento y su iglesia en el Barrio de Zoquiapan que nombre indígena que significa: lodoso o cenagoso; la nomenclatura de las calles se origina con el convento; cuya localización es Calles de San Agustín (actualmente República de Uruguay);Tercer Orden(Avenida Isabel la Católica); Arco de San Agustín(República del Salvador); y Bajos de San Agustín(5 de febrero). En este predio se edificó el convento y dos iglesias, la sacristía fue propiedad del Marqués de Salvatierra, quién la destinó para entierro de sus difuntos. También fueron sepultados en sus muros el vigésimo Virrey Don Marcos Torres y Rueda, los hermanos Ávila que fueron precursores de la Independencia y murieron degollados por esa causa. Don Fernando Valenzuela y Enciso favorito de María Ana de Austria descansaron en la capilla de las Flores. Toussaint describe el plano “aparece con estrecho edificio y aun no figura el arco (1575). Solamente se ve un agudo cimborrio y una cruz.” 6.-El Convento de Santo Domingo,(1526) los frailes de la orden de Santo Domingo de Guzmán, llegaron a la Nueva España en el año de 1526, procedentes de la península y de la isla La Española, recién llegaron se hospedaron en el convento de San Francisco, tres meses más tarde se trasladaron a una casa que la familia Guerrero les obsequio en el Barrio de Zoquiapan que significa lodoso o cenagoso, colindante con las calles del Apartado, (República del Perú);Solares del Obispo(República de Venezuela) y las que se conocerían como de Santo Domingo. Su primera Iglesia constaba de una nave, cubierta con techo de madera y el altar mayor cubierto por paja, en 1550 a causa de un hundimiento el convento fue demolido. El segundo Convento se construyó en el predio de enfrente entre las calles del Apartado y callejón de Gachupines; con el apoyo económico de la corona y particulares, la obra se inicio en 1553 y se termino 1585. El tercer convento de Santo Domingo se localizó donde hoy está la su iglesia en Belisario Domínguez y República de Brasil, detrás de ábside del templo mayor existió una capilla que se le denomino “Sepulcros de Santo Domingo”

Foto 4 Plano de Alonso de Santa Cruz229

1.- La Catedral Primitiva; (1550- 1626), Se localizó en la Plaza Mayor hoy Zócalo, unto En su predio tuvo cementerio, en 1736 durante la epidemia de viruela existía un cementerio en este sitio. 4.- Convento de San Francisco Primitivo (1524- 1527); En Santa Teresa la Antigua y el Relox hoy, Calle de Primo Verdad y Moneda. En 1524, durante el gobierno de Marcos Aguilar, se les concedieron el 8 de febrero de 1526, diez solares más ahí en Huichilobos para construir su iglesia y cementerio. Por acta 230 de cabildo del 2 de mayo de 1525 se conoce que ya se había iniciado la construcción de la segunda iglesia y convento de San Francisco, porque en una nota del original de dicha acta se lee: “Hasta ahora no se han mudado los frailes al convento nuevo y que al presente existe, sino que viven en el provisional” Documentado este como el primer cementerio de la Nueva España.

229

Plano de Alonso de Santa Cruz. Manuel Toussaint Federico Gómez de Orozco, Justino Fernández. Planos de La Ciudad de México Siglos XVI- XVII; Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México. 1990. pp137 230 Actas del Cabildo de la Ciudad de México, México, 1888

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por ser el cementerio de los frailes. De este exhumaron unos cadáveres momificados entre ellos el Fray Francisco Teresa de Mier. Al verificarse las Leyes de Reforma fue demolido para abrir la Calle de Leandro Valle. Dentro de su iglesia se realizaron entierros, aún existen lápidas pertenecientes al siglo XIX. 7.-Convento de Santiago Tlatelolco, (1535) fue fundado por los frailes Franciscanos en la parcialidad del mismo nombre, ubicada en una isla al norte de la ciudad, fue dedicada a Santiago Apóstol. Su primitiva iglesia consistió en una pequeña capilla de humilde fábrica que fue demolida en 1543, con el fin de levantar una mejor que con el tiempo fue derrumbada, hasta 1609 que se construyo la que actualmente conocemos. Su cementerio se localizó en el atrio del convento. El convento está rodeado por un enorme atrio bardeado y rodeado por calles y a él penetra, y ciñe en dos de sus costados, la acequia abastece el convento. Una cruz de madera, mayor que la de otros conventos, se ve en el atrio, y una capilla angular y otra aislada en el centro. La iglesia tiene techo de dos aguas y una gran torre con capitel. Su portada tiene arco de medio punto y adentro otro dintel y se prolonga en piñón escalonado.” 8.-Monasterio de Santa Clara, (1568-1579) “El monasterio femenino de Santa Clara, Este fue fundado 1526, por Fray Juan de Zumárraga, fuera de la traza de la Ciudad en la calle de las Atarazanas a pedimento de sastres y calceteros españoles, para construir una ermita dedicada a San Cosme, San Damián y San Amaro; además de un hospital para pobres. En este sitio la comunidad de clarisas en 1568 formó un beaterio en el que permanecieron hasta 1579, que se trasladaron al sitio llamado Petatlán (fábrica de esteras); sobre la calzada de Tlacopam (Tacuba) en la esquina de Santa Clara (Tacuba) y Vergara (Bolívar). El sitio que desocuparon se convirtió en hospital de sacerdotes, con cementerio aledaño. La comunidad de Santa Clara perteneciente a la orden de los franciscanos; fue distinguida por su austeridad y disciplina; el Papa Urbano IV, con el fin de suavizar el rigor en que vivían estas religiosas emitió los lineamientos que hacían menos duro su encierro, por lo que a esta división de la comunidad se les

llamó Clarisas Urbanistas. El convento fue fundado el 22 de diciembre de 1579. 9.-San Juan (Moyotlan), (1598).Fue una de las cuatro ermitas que fundó Fray Pedro de Gante para ayudas de parroquias en apoyo a la de San José de los Naturales. Debido a la erección de otras parroquias en la ciudad, San Juan se vio relegada, por lo que los vecinos del barrio de Moyotlan construyeron junto a la ermita un hospedaje para forasteros, que fue cerrado en 1591 para otorgarles en sitio a las monjas clarisas que fundaron su convento en 1598 bajo la advocación de San Juan de la Penitenciaria, el cual tenía un cementerio para entierro de todos los vecinos del lugar. Más tarde se fundó en el mismo edificio el convento de religiosas que se llamó San Juan de la Penitenciaria. 10.-La Vera Cruz, (1527) Su construcción se debe a la cofradía de la Santa Veracruz fundada por Henan Cortés, el 17 de mayo de 1527 fue concedido un terreno sobre la Calzada de Tlacopam para la construcción de un hospital y la iglesia. Esta ermita estuvo en funciones hasta 1568 en que fue erigida en parroquia, permanece hasta nuestros días, frente a la Alameda central, “La plaza que se extendía frente a la parroquia, como todos los atrios de las iglesias, sirvió para enterrar a la gente pobre, eran innumerables los sepulcros que en ella se veían, ocasionando ciertas disputas entre los párroco de la Santa Veracruz y los religiosos de San Juan de Dios quienes ya en 231 esta época-1620-1640, estaban ya establecidos en el lugar. 11.-San Hipólito, (1566) El hospital lo fundó Bernardino Álvarez en la calle de la Celada hoy Venustiano Carranza, al ser insuficiente el espacio, lo traslado a los potreros inmediatos a la ermita de los Mártires, quedo bajo la advocación de San Hipólito. Al morir en 1584 su benefactor, fue sepultado cerca del altar mayor. Duro el hospital desde su fundación hasta 1904 en que perdió terreno por la apertura de la calle de Héroes, en 1910 los enfermos fueron trasladados al nuevo manicomio. El Hospital tenía un panteón para entierro de los enfermos. La iglesia se fabricó en 1547, para el año de 1601, se encontraba en muy mal estado por lo que el Ayuntamiento prometió hacer 231

Obregón Gonzalo, Bosquejo histórico de las plazas de San Fernando y la Santa Veracruz, Artes de México, No. 109 año XV, México. 1986.

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un magnifico templo bajo su pecunia. En el plano se localiza fuera de la Ciudad. El templo está figurado por una gran torre cuadrada con chapitel y cruz. Anexo hay una casa que lleva la palabra “nigroque”. 1736 cementerio 12.- Santa María, la Redonda (1524).- Los cronistas de Santa María la Redonda afirman que fue fundada por los franciscanos, en 1524, en el barrio de Tlaquechiuca en desde su inicio funciono como parroquia de indios. Fue una de las iglesias que contó con cementerio para entierro en su atrio “En 1850, en la epidemia de cólera morbus se enterraron 499 232 personas” . 13.-Santa Catalina Coahueatlan(1537), aparece en el plano, fue una de las capillas del convento de Tlatelolco. Localizada en el extremo noreste de la isla que ocupa la ciudad. No contó con cementerio. 15.-Santa Inés (Hueipantongo).- También aparece en el plano citado, no hay datos que documenten la presencia de panteón, solo el cronista Ventancurt, constata que desapareció. 16.-San Antonio, Toussaint: ¿San Jipio?- Así parece leerse el nombre de esta Capilla que por su ubicación corresponde a la que se llamaba de San Antonio el Pobre. Acaso es una confusión entre Tepiton, que no aparece en el plano, y cuya advocación era igualmente la de San Antonio, y el verdadero nombre de la capilla que pueden considerarse como sinónimos.”Doctrina de Tlatelolco. No tuvo cementerio. 17.- Santa Cruz.- Doctrina de Tlatelolco. No tuvo cementerio 18.-Santa Lucia Telpochcaltitlan- Toussaint: “Doctrina de Tlatelolco llamada Telpochcaltitlan. Aparece hasta el siglo XVIII y se conserva en recuerdo suyo, el nombre de la calle donde existía. A ese lugar llevaron a Cuauhtémoc después de su aprehensión”. Desaparecida 19.- Santa Ana. Atenantítech- Toussaint: “Primera Doctrina del convento de Tlateloco. Su designación náhuatl, Atenantítech, significa en la orilla de la muralla porque, efectivamente, por ella pasaba la calle amurallada que la protegía de la lagunilla”. Perteneció al clero regular como visita de la Parroquia de Santiago Tlatelolco. La iglesia fue renovada en 1754 a solicitud

de los PP. Franciscanos Fr. José, Fr. Cristóbal Castro y Felipe Montalvo; ya reedificada fue reclamada por el clero regular como ayuda de parroquia por encontrarse cerca de Santa Catarina. El jubileo circular entró por primera vez en Santa Ana el 19 de febrero de 1755. 20.-San Martín, Aztecapam.- Toussaint:”Esta doctrina de Tlatelolco recibe el nombre de Aztecapam, es decir tierras de aztecas, por lo que es de creerse que ya estaba fuera de Tlatelolco y pertenecía a Tenochtitlan. Ahora bien, parece que la lagunilla separaba en esta parte las dos ciudades y San Martín viene a quedar en medio, por lo que no es difícil que ocupara una isla. La capilla subsiste hasta 1769, pero en el plano de García Conde, 1793 ya solo queda su recuerdo en la designación de una plaza”. Desaparecida Las capillas reconocidas como Doctrinas de Tlatelolco, fueron pequeñas construcciones localizadas en las parcialidades, antiguos callpullis indígenas, fabricadas para la enseñanza de la doctrina católica, no tuvieron cementerio porque sin duda usaron el del convento franciscano de Tlatelolco. 21.-Santa Catarina (1568).- Toussaint. ”Antiquísima parroquia que aun subsiste y que tuvo su origen en una capilla, anexa a un hospital, fundado por los vecinos que obtuvieron el terreno el 12 de enero de 1537. La parroquia data de 1568. En 1736 aun subsistía su cementerio 22.-San Sebastián.- Toussaint ”Vetusto templo, levantado en el calpulli indígena de Atzacoalco. Fue parroquia de los franciscanos, quienes la entregaron en 1585 a los carmelitas, a cuya jurisdicción territorial pertenecía. Estos la cedieron a los agustinos en 1607, y pasó finalmente al clero secular. Aún existe como Parroquia.” 1736 aun subsistía su cementerio 23.- Santa María.- Toussaint “…En el plano de Alzate lleva el nombre de Santa María Azaguastla. Aparece en el plano de papel de maguey, como Santa María la Redonda. por encontrase muy al este debe haber sido administrada por los carmelitas o agustinos de San Sebastián, hasta su desaparición…” 25.- San Pablo.- Toussaint “Una de las iglesias más antiguas de la capital. La primitiva capilla parece haber sido construida por los franciscanos que la tuvieron como visita de San José,

232

Lafragua José María, Manuel Orozco y Berra. La Ciudad de México, Editorial Porrúa, S.A. colección “Sepan Cuantos…” No. 520, México. 1987.

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pero más tarde el nieto de Moctezuma Don Inés Tapia, la reedifico por su cuenta. Se entregó a los Agustinos por cédula de 25 de diciembre de 1574.” 1736 aún conservaba su cementerio. 28.-San Lázaro.- Fue edificado como hospital, entre los años de 1521 a 1524 por iniciativa de Hernán Cortés, al poniente en el sitio más alejado de la parte poblada de la Ciudad conocido como la Tlaxpana, a orillas de la laguna. Estaba formado por una ermita dedicada a San Lázaro patrono de los leprosos y una casa para recibir a los enfermos de este mal, anexo se encontraba un cementerio donde se enterraban a los difuntos del hospital. 30.- Hospital de la Purísima Concepción y la Iglesia de Jesús Nazareno la primitiva Iglesia, se edifico junto con el primer hospital de la América, llamado de la Limpia Concepción. La más antigua de sus crujias data 1535.

las señoras que paseaban en sus forlones se apeaban y en el cementerio de la iglesia se arrodillaban a orar. En el siglo XVII Juan García Trasmonte dibujó el plano en tercera dimensión de la Ciudad de México en 1628, en el observamos los nuevos edificios religiosos que fueron: El convento Franciscano de San Diego en el cual en su atrio tuvo un cementerio; el Dominico de Porta Coelli; los Jesuitas, de La Profesa, San Ildefonso, Santa Ana; de la orden de los Mercedarios: La Merced y Belén; de los Carmelitas: El Carmen y Monserrate. Se establecen los conventos de religiosas. Santa Catalina, La Encarnación, Santa Inés, Santa Teresa, Jesús María, La Concepción, San Lorenzo, Descalzas, Santa Clara, San Juan de la Penitenciaría, Regina, Santa Mónica, Recogidas, San Gerónimo. Los conventos contaron con cementerio para entierro de los religiosos, solo en el caso de San Juan de la Penitenciaría, tuvo cementerio para entierro de los avecindados en el lugar. Además se fundan los hospitales. Del Amor de Dios, Espíritu Santo, San Juan de Dios, Real de Indios, Misericordia, San Hipólito, San Lázaro, los cuatro últimos con cementerio integrado. En este periodo se establecen las parroquias de la Santa Veracruz y Santa Catarina. Las parroquias se encargaron del control administrativo, de ahí que en esta época se dividiera el territorio en parroquias. Las sepulturas se llevarán a efecto dentro de las iglesias, dependiendo de la situación socio-económica. El Manual Romano, había definido la superficie que cada uno podía ocupar dentro de la iglesia y este estaba relacionado con los sacramentos recibidos por los creyentes y los valores fundamentales como la virginidad y el género. Así por ejemplo, a los hombres “adultos de confesión y comunión” “se les otorgaba para que descansaran sus restos el lado del evangelio que corresponde al lado derecho del altar mayor de una iglesia; a las mujeres adultas el lado de la epístola; a los párvulos llamados angelitos, que habían sido bautizados pequeños seres que aún no pecaban, incluidos los fetos de madres muertas, que esperarían en el limbo los enterraban bajo el altar, en algunos casos a los pequeños se les enterraba con sus padres. Los feligreses eran enterrados mirando hacia el altar y los clérigos se sepultaban bajo el altar en sentido contrario frente a su grey. En el siglo XVIII, se inicia en Francia la corriente cultural llamada Ilustración, movimiento del pensamiento fundamentado en la razón y no en el dogma de la fe, esta corriente ideológica provocó una revolución social y cultural en occidente. Provocando un cambio de mentalidad acerca de la

En presbiterio como era la costumbre para con los patronos se colocaron los restos del Hernán Cortés, bajo un monumento que se erigió por órdenes del Virrey Conde de Revillagigedo. El sepulcro lo realizó el arquitecto Don José del Mazo y el escudo; así como el busto del conquistador fueron trabajados en bronce y son obra de Don Manuel Tolsá. Hernán Cortés murió en Castillejo de Cuesta Sevilla, el 2 de diciembre de 1547, sus restos fueron traídos a México e inhumados en la Iglesia de Jesús Nazareno. Este monumento desapareció el 15 de septiembre de 1823, con el fin de evitar una profanación Lucas Alamán exhumo los restos sin comunicar su paradero, fueron encontrados en 1946 y vueltos a colocar en 1947 en el mismo sitio. En este templo existieron otros sepulcros de excelente fabrica como fueron los de Fray de San Juan Crisóstomo Nájera, notable filólogo, Don Lucas Alamán y Escalada, político e historiador y el Don Manuel Villar escultor y director de la academia de San Carlos. Vecinos del hospital fueron los Condes de Santiago, cuando se levantaba la casa del mayorazgo, fue encontrado un ídolo de los indios labrado en una columna de piedra, con la que se fabricó la Concepción de María Virgen, que se colocó sobre la puerta principal, fue tal la devoción que despertó la imagen y muchos los milagros que concedió que se le llamó Nuestra Señora de las Maravillas. Todo el que pasaba reverenciaba a la imagen aun

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muerte, el hombre ilustrado no aceptara la muerte, por el contrario la evitará revalorando la salud a través de la medicina preventiva y evitando el contagio y sus consecuencia. En siglo XVII al XVIII se ven influenciados los cementerios por las reformas Borbónicas, en la Nueva España se establece esta nueva ideología superficialmente hasta finalizar el siglo con el arribo de los Borbones al trono de España, quienes van a dictar leyes, reglas, ordenanzas y bandos innovan instituciones y le dan un gran auge al saber, la ciencia, a investigación y el arte. Consecuentemente a la prevención de las enfermedades, se tomaron medidas en la manera de entierro de los cadáveres, a partir de ese momento los muertos deben sepultarse en la periferia de los poblados para cuidar la salud de los vivos. Los virreyes se encargaron de aplicar la ley pero lo más que lograron fue la construcción de panteones contiguos a los hospitales, ya que se persistió en los entierros de las personas pudientes dentro de los templos se documenta que existieron entierros en: El convento de San Francisco, en los seis templos que se localizaban en el atrio o cementerio y que estuvieron dedicados a Nuestra Señora de Aranzazu; la Tercera Orden; El Señor de Burgos, La Santa 233 Escuela, La segunda Estación y del Calvario, el cronista Vieyra comenta en ellas que se realizaron entierros. En 1736, durante la epidemia de viruela se enterró en los cementeros de la Catedral, San Miguel, Santa Catarina, Santa Veracruz, San José, Santiago Tlatelolco, Santa María, San Pablo, San Sebastián, Santa Cruz Acatlan, Santa Cruz Coltzinco, Mixtecos, Santo Domingo, Nuestra Señora de la Merced, Hospital Real, Jesús Nazareno, San Juan de 234 Dios, San Hipólito, Espíritu Santo y Nuestra Señora de Belem. En ese mismo año la epidemia de Matlatzahuatl, provocó que muchos cementerios se establecieran en los atrios de las iglesias y en el interior de los hospitales. Los había más o menos grandes, en la Santa Veracruz, San Sebastián, San Juan de Dios, Santiago, Tlatelolco, San José, Santo Domingo, Santa Catarina, Nuestra Señora de Belén, y Nuestra Señora de la Merced, San Miguel Hospital Real, Hospital del Espíritu Santo, Santa María la Redonda, Jesús Nazareno, Santa Cruz Acatan, y Santa Cruz Acoltzinco, los Mixtecos, San Hipólito, San Pablo y la Catedral .Además se fundaron camposantos como el de San Juan de Dios, El de

San Antonio Abad, el de la Candelaria, el de San Juan de Letrán, el de Xiutenco; y en 1789, había un cementerio en el atrio de la Catedral por la 235 calle del Empedradillo, junto a la Capilla de las Ánimas . En 1850, duró la epidemia(cólera morbos) desde mayo hasta septiembre y se enterraron: en el Sagrario, San Miguel, Santa Catarina, Santa Veracruz San José, Santa Ana, Santa Cruz y Soledad, San Sebastián, Santa María, San Pablo, Santa Cruz Salto del Agua, La palma, San Antonio de las Huertas, (También se enterraron en las Parroquias de los pueblos, hospitales y casas de Beneficencia, y en los conventos de 236 religiosos y religiosas, Colegios de niñas, Canónigos, Clérigos, Militares . (Vease Cuadro1. Entierros en las Iglesias.) La ciudad presento un nulo crecimiento, la traza de la ciudad a tres siglos de colonización era la misma que dibujara Juan Gómez Trasmontes, en 1628.

Foto 5 Plano de Juan Gómez Trasmontes237

235

Ramírez A.M. Los Conventos suprimidos en México, editorial Innovación, México 1979, pp 2 ibidem pp. 346 237 Plano de Juan Gómez Trasmontes Manuel Toussaint Federico Gómez de Orozco, Justino Fernández. Planos de La Ciudad de México Siglos XVI- XVII; Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México. 1990. pp176 236

233

Juan Vieyra, Breve Compendiosa Narración del la Ciudad de México 1777,publicado por D. Gonzalo Obregón, Mexico, 195.2 234

López Rosado Diego G. Los Servicios Públicos en la Ciudad de México, Porrúa

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Se inicia la construcción de cementerios fuera de los atrios de las iglesias primero es el de Santa Paula, construido en 1784, durante el gobierno del quincuagésimo primer virrey de la Nueva España, Don Manuel Antonio Flores que el Arzobispo Alonso Núñez de Haro y Peralta se fundó el cementerio de Santa Paula y lo puso bajo la custodia del Hospital de San Andrés, para aquellos que morían sin deudos, fueran enterrados en este sitio por lo que se le conoció como campo de San Andrés. Este panteón inició a sus funciones en el año de 1786, a partir de 25 de febrero en que fue consagrado por el mismo arzobispo de Núñez de Haro. A pesar de la oposición eclesiástica en la ciudad de México también se fundaron cementerios fuera de la ciudad, la primera cédula al 238 respecto se publicó el 3 de abril de 1787 , que se refería a la construcción de cementerios comunes; dándole una fuerza legal a la institución de los cementerios extramuros, se ordeno su construcción en sitios ventilados y fuera de los límites de las ciudades y se prohibieron los entierros dentro de las iglesias; las cédulas se emitieron sucesivamente en 1791, 1792, 1797, 1804; sin que se lograran grandes progresos al respecto. Lo más que se obtuvo fue que se trasladaran los despojos mortuorios a cementerios mejor ventilados y mejor dispuestos, pertenecientes a hospitales e iglesias, como ocurrió con los restos que ubicados en el Sagrario Metropolitano que en esta época fueron trasladados al cementerio del Hospital de San Lázaro al oriente de la Ciudad. Sin duda la lucha contra las costumbres funerarias de la sociedad novohispana fue una de las más arduas luchas debieron librar los Borbones, para lograr sus conceptos de hermosura, comodidad e higiene, principalmente este último, ya que se persiste en los entierros de las personas pudientes dentro de las iglesias. A principio de la segunda década del siglo XIX, en 1813, la corte española nuevamente dictamina la prohibición del entierro en las iglesias y promueve la construcción de cementerios provisionales que estuvieran ventilados y fuera de los poblados que funcionarían mientras se construían los permanentes. A esta época pertenece la construcción del Panteón del Caballete, localizado, en el callejón de Caballete colindante con el puente de los Carretones hoy 12ª calle de Isabel la Católica, al sur de la Ciudad, también se entierra en los cementerios de los conventos de Santo Domingo,

San Francisco, El Carmen y la Merced y en los cementerios de los hospitales de San Juan de Dios y de los Naturales. La anarquía referente a los sitios de inhumación prevalece hasta la época inmediata a la independencia y en la tercera década del siglo XIX, se establece el primer panteón fuera de la ciudad, debido a las estipulaciones asentadas en el primer tratado México e Inglaterra firmado el 25 de octubre de 1827, se decretó que los ciudadanos ingleses que murieran en territorio mexicano tenían el privilegio de ser enterrados en el cementerio ex profeso. Don Antonio López de Santa Anna, dicta en 1833 la primera legislación respecto a los panteones extramuros; por medio de un bando de policía en el que se prohibía las inhumaciones dentro del área urbana; además establecía que sin excepción de estado, condición o sexo, todas las personas serán enterradas en lugares fuera de la ciudad. Esta legislación proponía que se eligieran dos sitios separados del resto uno para sepultar sacerdotes y otro para párvulos. También se refería a la adquisición de derechos por los seculares y corporaciones eclesiásticas y familias para sepultar a sus muertos en dicho panteón siempre y cuando paguen el costo de los nichos que se aparten y se comprometan a hacer las reparaciones que requieran. Estas ordenanzas indicaban que los entierros deben ser, cuando menos a vara y media de profundidad, y los depositados en nichos del panteón, se cubrirán perfectamente el derredor del cajón con cal y una tapa que tenga por lo menos una vara de espesor. Asimismo indican que se cuidará de tener una zanja de dos varas de profundidad y tres de ancho, para sepultar a los difuntos de hospitales y los demás pobres de notoriedad. Considera esta reglamentación los costos por los servicios: muertos que se sepulten en la zanja, no siendo pobres pagaran por su sepultura, si los presentan con mortaja o en un cajón, la cantidad de un peso; sepultarlos fuera de la zanja cuesta doce reales. Por cada uno de los difuntos que se sepulten en los nichos se pagaran dieciséis pesos de pensión, exceptuándose los que pertenecen a familias que hayan adquirido el derecho de sepultura, en cuyo caso solo pagaran cuatro pesos por cada cadáver. El compromiso de los administradores consistía en llevar un registro, en los que asentaran los datos personales de los finados. Además indica este reglamento, que las monjas y sacerdotes que se sepulten en el

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Manuel Dublán y José Ma.Lozano Legislación Mexicana, Editorial Porrúa México,

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Vara 0.84 metros

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cementerio no devengaran ningún costo. Se estableció también que a partir del 31 de diciembre de ese mismo año de 1833, se cerraran las puertas de los actuales panteones, y los difuntos que permanecen enterrados en ellos ya no podrán ser retirados al panteón general o cementerio, hasta pasados cinco años. Durante la epidemia(cólera morbos) que surgió en 1850 desde mayo hasta septiembre se enterraron cadáveres en las iglesias del Sagrario, San Miguel, Santa Catarina, Santa Veracruz San José, Santa Ana, Santa Cruz y Soledad, San Sebastián, Santa María, San Pablo, Santa Cruz Salto del Agua, La palma, San Antonio de las Huertas, (También se enterraron en las Parroquias de los pueblos, hospitales y casas de Beneficencia, y en los conventos de religiosos y religiosas, Colegios de 239 niñas, Canónigos, Clérigos, Militares . Al igual que las leyes que se proclamaron durante la colonia prevalecieron hasta la época inmediata a la independencia; la fisonomía de la Ciudad que registra en su plano Diego García Conde en 1793 se conservó hasta 1853 año en que el General Brigadier Juan N. Almonte lo actualiza para la Guía de Forasteros, se eligió este mapa por contener la nomenclatura correspondiente a la época. En él aparecen los conventos e iglesias que subsistieron hasta que las Leyes de Reforma se emitieron en 1859, y que rezan cesa toda intervención del clero en los cementerios y campos santos”, publicado por bando del 6 de enero de 1861. Su cumplimiento tuvo como consecuencia que se suprimieran los definitivamente los cementerios de los conventos y que se terminará con la antihigiénica costumbre de enterrar en las iglesias, práctica prohibida desde la épocas anteriores, que sin embargo no se había abolido por excepciones que permitían sepulcros “distinguidos”. El gobernador Juan José Baz, comisionó al médico, Luis F. Gallardo regidor del Ayuntamiento para hacer exhumaciones necesarias en las iglesias de los conventos, de acuerdo a una serie de reglas preventivas establecidas por el consejo de salubridad. Se exhumó en once conventos, un número importante de cadáveres que fueron transportados al Cementerio de Santa Paula. La operación se practicó con éxito, sin embargo en la iglesia de la Merced se descubrió un peligroso foco de infección, debido a que debajo del envigado del pavimento se encontró un sinnúmero de cadáveres en el más completo estado de putrefacción, flotando en el fango que se había formado por el agua. Y a pesar de las 239

precauciones tomadas, dos de los operarios que participaron en la 240 exhumación murieron del tifo contraído durante la operación . Con la desaparición de estos cementerios quedó concluida la ancestral costumbre de sepultar en las iglesias. Sin duda la desamortización de los bienes del clero causo grandes destrozos culturales, destrucción de edificios monumentales, desaparición de obras artísticas, abandono y venta de los archivos y bibliotecas conventuales, se aprovechó la demolición de conventos, iglesias y hospitales para regularizar la vialidad, en estos años se retoma nuevamente la idea borbónica de calle recta, amplia y libre. En 1869, el gobernador Baz, instruyó Antonio García Cubas, para que se litografiara un plano de la Ciudad de México, en el cual se especificara la apertura de 16 calles, que afectaron los edificios del hospital de San Andrés y su iglesia, el Convento de la Concepción, el de Santo Domingo, el convento y la huerta del Carmen, se partió en dos el convento de la Merced y San Bernardo, la casa Profesa, Santa Clara, el convento y la iglesia de Capuchinas, el convento de San Diego, San Juan de la Penitenciaría, San Francisco y San Fernando desapareciendo sus cementerios.

Foto 6, Plano de afectación de las Leyes de Reforma a los edificios eclesiásticos. 241 240

AHCMA,vol.181-A, Acta de Cabildo del 6 de agosto de 1861. Plano de afectación de las Leyes de Reforma a los edificios eclesiásticos. Morales María Dolores, Espacio, propiedad y órganos de poder en la Ciudad de México en el siglo XIX, en Ciudad de México Instituciones, Actores Sociales y Conflicto político, 1774-1931. Colegio de Michoacán- Universidad Autónoma Metropolitana. 241

ibidem pp. 346

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Conclusión: En el perímetro del Centro Histórico, existieron entierros en los cementerios desaparecidos de los conventos, en las iglesias de: El Sagrario, San Miguel, (aún permanecen algunas lápidas ); Santo Domíngo de Guzmán, (aún permanecen algunas lápidas ); Santa Catarina, Santa Veracruz, San José, Santa Ana, Santa Cruz y Soledad, San Sebastián, Santa María, San Pablo, Santa Cruz Salto del Agua, La palma; y en los cementerios que existieron en este perímetro fueron: San Francisco el viejo, (desaparecido); la Catedral(desaparecido); San Lázaro, (desaparecido); San Hipólito, (desaparecido); Nuestra Señora de los Ángeles, (desaparecido); Santa Veracruz, (desaparecido); San Pablo, (desaparecido); San Diego, (desaparecido); San Juan de la Penitenciaría, (desaparecido); San Francisco, (desaparecido); Santa María la Redonda, (desaparecido) subiste la iglesia; Santa Paula, (desaparecido); Santa Martha, (desaparecido); la Santa Veracruz (desaparecido); y el de San Fernando único prevaleciente de esa época, hoy convertido en Museo de Sitio. (Véase Cuadro No 2, Iglesias con Panteón) Como observaran en el plano en que se presentan con la localización de los espacios de sepultura de los Siglos XVI al XX, comprobaran que el Centro Histórico de esta ciudad está construido sobre panteones, por principio reconocemos que estamos sobre el primero que existió, en las calles de El Relox y Santa Teresa la Antigua hoy Moneda y Primo Verdad. (Véase Foto 7 Plano con todos los espacios de sepultura de los Siglos XVIXX, en el perímetro del Centro Histórico.)

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Cuadro No 1 IGLESIAS CON CAMPOSANTO O PANTEÓN NOMBRE DE LA IGLESIA Casa, Iglesia y Cementerio 1525 San Francisco el Viejo.

San Francisco el nuevo. 1527 Conv. San Francisco 1657

Igl. San Agustín 1676 1849 Igl. Catedral 1626

1736

1736

1

CITA 1 Por acta de cabildo del 2 de mayo de 1525se conoce queya se había iniciado la construcción de la segunda iglesia y convento de San Francisco, porque en una notadel original de dicha acta se lee “Hasta ahora no se han mudado los frailes al convento nuevo y que al presenteexiste, sino que viven en el provisional”. Durante el gobierno del conquistador Marcos Aguilar, el8 de febrero de 1527 se les concedieron diez solaresmás para la iglesia y el cementerio

REFERENCIA BIBLIOGRAFIACA Marroquí José María, La Ciudad de México, Editorial La Europea. México 1900

Espinosa López Enrique, Ciudad de México, 1521- 1980.pp.13

…en la fachada del S., en el mismo cementerio esta la capilla de la santa escuela… …Los Condes del Valle de Orizaba, cedieron para sepultura del Venerable Cuerpo (Fray Antonio Margil de Jesús), una bóveda que poseían bajo el Presbiterio al lado que llaman del evangelio. En el convento de San Francisco, en la sala de profudis está el sepulcro de los señores Cervantes. [fuera de la Iglesia en el atrio o cementerio, cerrado a la banda del P. está La Capilla del Orden tercero.

J. M. Lafragua y M. Orozco y Berra “La Ciudad de México” colecc ”Sepan Cuantos No 520, Editorial Porrúa, S.A. México, 1987. Ramírez A. M. Los conventos suprimidos en México editorial Innovación, México, 1979.pp.183 Ibídem , pp.187 Ibídem ,pp.171

…Los panteones abiertos al público actualmente son: San Fernando,Campo Florido, San Diego, San Antonio de las Huertas, Santa Paula, Los Ángeles. En el libro de actas del cabildo, consta que el 21 de abril de este año de 1626, se acordó se trasladasen a la iglesia nueva los huesos de los señores arzobispos y canónigos sepultados en la vieja porque se iba a demoler el atrio Durante la epidemia de viruela se enterró en los cementeros de la Catedral, San Miguel, Santa Catarina, Santa Veracruz, San José, Santiago Tlatelolco, Santa María, San Pablo, San Sebastián, Santa Cruz Acatlan, Santa Cruz Coltzinco, Mixtecos, Santo Domingo, Nuestra Señora de la Merced, Hospital Real, Jesús Nazareno, San Juan de Dios, San Hipólito, Espíritu Santo y Nuestra Señora de Belem. Epidemia de Matlatzahuatl, 1736muchos cementerios se establecieron en los Atrios de las iglesias y en el interior de los hospitales. Los había más o menos grandes, en la Santa Veracruz, San Sebastián, San Juan de Dios, Santiago, Tlatelolco, San José, Santo Domingo, Santa Catarina, Nuestra Señora de Belén, Y Nuestra Señora de la Merced, San Miguel Hospital Real, Hospital del Espíritu Santo, Santa María la Redonda, Jesús Nazareno, Santa Cruz Acatan, y Santa Cruz Acoltzinco, los Mixtecos, San Hipólito, San Pablo y la Catedral. Además se fundaron camposantos como el de San Juan de Dios, El de San Antonio Abad, el de la Candelaria, el de San Juan de Letrán, el de Xiutenco, Fueron desapareciendo poco a poco y solo quedaron el de San Pablo, el de San Diego, el de San Fernando, el de los Ángeles y el de Santa Paula.

Ibidem,pp.237.

Actas del Cabildo de la Ciudad de México, México, 1888 Acta del

305

Ibídem, pp.264

López Rosado Diego G. Los Servicios Públicos……?

Valle Arizpe Artemio del, Por la vieja calzada de Tlacopam, Cia General de ediciones, S.A. México, 1954 pp. 217

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1789 1850

Capilla de Concepción Cuepopam Santo Domingo San Cosme

Convento de la Concepción

El benefactor don Simón de Haró Murió…siendo sepultado en la boveda que con este fin dispuso en la Iglesia que edifico.

Santa Isabel 1620

….Aquí está sepultada Doña Catalina de Peralta muger de Agustín de Villanueva y Cervantes fundadora de este convento y patrona del año de 1620. Don Antonio Valeriano, murió en 1605 y su entierro fue en San José de los Naturales. …En esa capilla(Sr. de Ixmiquilpam o del Cardonan) fueron enterradas parte de las entrañas del general D. Miguel Barragán. Este convento fue conocido como Santa Teresa de Jesús, pero su nombre real fue el de San José de Carmelitas Descalzas..su capellán don Francisco de Losa murió 27 de agosto de 1624, estuvo sepultado en la bóveda del convento. También estuvieron depositados los restos de Gregorio López hasta maestro de de la Losa, hasta que lo trasladaron a la capilla del Santo Cristo en la Catedral. …S. XVIII fue enterrado Álvaro de Lorenzana, patrono de la iglesia. … En la capilla mayor al lado del lado del evangelio, se colocó la estatua de la fundadora Gertrudis de la Peña, Marquesa de las Torres de Rada. En la capilla de San Sebastián de la Profesa fue hallado el Cadáver del Probo. Segura en 1850. 2 Dáse a esa Parroquia el sobre nombre de Redonda - dice Marroquí – porque se le dedico un panteón semejante al de Santa María la Rotunda De Roma.

San José de los N Santa Teresa la Antigua 1813

La Encarnación Igl. La Profesa

Parrq.Santa María La Redonda

2

…el cementerio de la catedral construído en mampostería con arcos inversos Como los cementerios de los pueblos, ocupaba los tres costados por frente el empedradillo Duró la epidemia(cólera morbos) desde mayo hasta septiembre y se enterraron: en el Sagrario,San Miguel, Santa Catarina, Santa Veracruz,San José, Santa Ana, Santa Cruz y Soledad, San Sebastián, Santa María,San Pablo, Santa Cruz Salto del Agua, La palma, San Antonio de lasHuertas, también se enterraron en las Parroquias de los pueblos,Hospitales y casas de Beneficencia, y en los conventos de religiosos yreligiosas, Colegios de niñas, Canónigos,Clérigos, Militares. ..La capilla cerrada a fines del Siglo XIII. Posteriormente destinóse para depósito de cadáveres de insolventes hasta 1893. Detrás del ábside del templo mayor existió otra capilla que se designó con el Nombre de Sepulcros de Santo Domíngo;…y en la que eran sepultados los Frailes. …yacía sepultado el marqués de Casa Fuerte, …si de la iglesia pasamos al cementerio…(Sepulcro de Rafael Mangino)

Marroquí José María, La Ciudad de México, Editorial La Europea. México 1900

306

Ramírez A.M. Los Conventos suprimidos en México, editorial Innovación, México 1979, pp 2 Ibidem,pp.346

Rossel Lauro E. Iglesias y Conventos de México, Editorial Patria México,1979 Ibidem ,pp.188 Ibidem,pp.205 Ramirez A. M. Los conventos suprimidos en México”editorial Innovación, Mexico, 1979.pp.276 Ibidem, pp.259

Ibidem,pp.291

Ibidem,pp.240 Rossel Lauro E. Conventos”deMexico”Editorial 1979, pp.287 Ibidem. pp.289

“Iglesias y Patria, México

Ibidem. pp.88 Rossel Lauro E. “Iglesias y Conventos”deMexico”Editorial Patria, México 197, pp.127 Ibidem,pp.291

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Cap. Santa Cruz Acatalán Igl.Jesús María

Conv.SanJeronimo GreginaCoelli Santa Isabel La Enseñanza La Antigüa

Igl. Santa Inés Conv. Sta Catalina de Sena

Conv. San Bernardo Conv. San Lorenzo

Conv. Corpus Christi



Las cenizas de dos virreyes, reposan en la iglesia. Matías Gálvez 1784; y Bernardo Gálvez 1786. …quedando de aquella santa mansión, la iglesia, el ementerio y una Casona que todavía yérguese… la iglesiade la ermita…para fabricar sacristía y otras oficinas…y alargar el cementerio>

Ibidem,pp.243

En el templo yacen las cenizas del20ª arzobispo de México Don Francisco de Aguilar y Seixas, muerto el 4 de octubre de 1698, sepultado en Catedral trasladado poco después a esta iglesia. La Décima musa voló al Cielo, el 17 de abril de 1695…no cabe duda de que fue Sepultada en ese recito. El 10 de agosto de 1676, fue enterrado el Lic. Martí de Gúijo, en presbiterio de Regina Bajo el coro de la Iglesia, se encontró el sepulcro de la fundadora del convento Doña Catalina de Peralta. Este convento se fundó bajo el nomebre de Nuestra Señora del Pilar, dedicado la enseñanza de ahí su sobre nombre. Fue su fundadora Sor María Ignacio Azlor de Echeverz, quién murió el 6 de abril de 1767 y Fue sepultada con la distinción de prelada cerca del comulgatorio. El 16 de mayo 1768 fue sepultado el Maestro Miguel Cabrera, al pie Del altar de los Pintores. 1829 fue sepultada al pie del altar del la Virgen de los Dolores Doña Josefa Ortiz de Domínguez, durante muchos años hasta que sus descendientes la llevaron a Querétaro. En templo se guarda los restos Diego Franco Primer Actor Mexicano, falleció el 27 de enero de 1753. En la iglesia se conserva el corazón del beato Carlos Bermúdez de Castro, preconizado arzobispo de Manila. El convento sirvió de abrigo y sepultura a doña María Ignacia Cruzat El Patrono del convento fue Don Juan de Cavaría, quien a su muerte fue sepultado en la Iglesia y se le construyó sobre su sepulcro una estatua orante de piedra. Don Baltasar de Zuñiga y Guzmán Sotomayor y Mendoza, duque de Airón y marqués de ValerodeAyamonte y Alenquer xxxvi virrey de Nueva España. A su muerte acaecida 12 de marzo de1697, en el Puerto de Santa María, España. Lego su corazón embalsamado a la Comunidad de capuchinas del cuerpo de Cristo, como recuerdo, fue Colocado en el muro oriental del templo, al pie del altar mayor.

Ibidem,pp.265

Robles.Diario de sucesos Notables 1676

307

Ibidem,pp.243 Ibidem,pp.252

Ibidem,pp.273 Ibidem,pp.275 Ibidem,pp.275

Ibidem,pp.318 Ibidem,pp.326

Ibidem,pp.331 Ibidem,pp.334 –335

Ibidem,pp.339

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Cuadro No 2 Conventos e iglesias en el Centro Histórico en los siglos del XVI al XIX Siglo XVI Autor Alonso de Santa Cruz 1556-1562 1 Catedral Primitiva y Nueva 4 Convento de San francisco 5 Convento de San Agustín 6 Convento de santo Domingo, Dominicos (1526) 7 Convento de Santiago de Tlaltelolco, Franciscano (1535) 8 Monasterio de Santa Clara (1568) 9 San Juan Moyotla, (1598). Capilla de Barrio 10 La Vera Cruz (1527) 11 San Hipólito 13 Santa Catalina, Capilla de Barrio (Cohuatlan) 15 Santa Inés (Hueipantongo) Capilla de Barrio (desaparecida) 16 San Antonio 17 Santa Cruz Acatlan 18 Santa Lucia Tepochcaltitlan. Capilla de Barrio (desaparecida) 19 Santa Ana Atenantitech 20 San Martín Aztecapan 21 Santa Catarina (1568) 1763 aun subsistía su cementerio 22 San Sebastián. Convento agustino, 1763 aun subsistía su cementerio 23 Santa María, franciscanos 25 San Pablo, agustino 28 San Lázaro, franciscanos, 1763 subsistía su cementerio 30 Hospital de la Purísima Concepción

Siglo XVII

Siglo XVIII

Juan Gómez de Trasmonte 1628 1 Sagrario, Parroquia Convento de San francisco el viejo Convento de San Agustín Convento de Santo Domingo

Autor: Juan N. del Valle 1793 A Sagrario, parroquia 15 Convento de San Francisco el nuevo 7 San Agustín, convento de religiosos 14 Convento de Santo Domingo

Convento de Santiago Tlaltelolco

53 Tlaltelolco

Siglo XIX Juan R. Almonte 1853 b.- San Francisco convento religiosos D.- San Agustín convento religiosos A.- Santo Domingo convento religiosos

39 Santa Clara monasterio (1568) Parroquia Santa Veracruz, Ermita de los Mártires Santa Catalina, convento de religiosas

4 Santa Vera Cruz, parroquia

D.- Santa Vera Cruz parroquia

Santa Cruz Acatlan, parroquia

11 Santa Cruz Acatlan, parroquia

L.-Santa Cruz Acatlan parroquia

Santa Ana, parroquia

6 Santa Ana, parroquia

F. Santa Ana

Parroquia Santa Catarina Mártir,

3 Santa Catarina Mártir, parroquia

C.-Santa Catarina Mártir parroquia

Convento de San Sebastián

8 San Sebastián

H.- San Sebastián parroquia

Santa María la Redonda, franciscanos

9 Santa María, parroquia

I.-Santa María parroquia

San Pablo, parroquia

10 San Pablo, parroquia

J.- San Pablo parroquia

Convento de San Diego, agustino Convento de San Agustín Santa Cruz y Soledad, agustinos Porta Coelli La profesa, jesuitas Santa Ana, jesuitas El Carmen, carmelitas Santa Teresa, convento de religiosas San Lorenzo, convento de religiosas descalzas Santa Clara, convento de religiosas San Juan de la Penitencia Regina, convento de religiosas Santa Mónica, convento de religiosas recogidas San Gerónimo, convento de religiosas Hospital de la Misericordia Hospital de San Lázaro

16 San Diego convento de religiosos 7 San Agustín convento de religiosos 7 Santa Cruz y Soledad, parroquia 43 La Profesa, convento de religiosos 18 El Carmen

aun

27 La Encarnación

La Concepción Convento de Religiosas C.- San Diego convento religiosos D.- San Agustín convento religiosos G.- Santa Cruz Y Soledad Parroquia A.- La Profesa iglesia E.-El Carmen convento religiosos F. Monserrate iglesia F.- La Encarnación

29 San Lorenzo, convento de religiosas

H.- San Lorenzo convento religiosas

9 Santa Clara 40 San Juan de la Penitencia convento de religiosos

S Santa Clara convento religiosas T. San Juan de da Penitenciaria

23 Regina

B.- Regina convento religiosas

26 San Gerónimo

E. San Gerónimo convento religiosas L.- Santa Teresa La Antigua M.- Santa Teresa La Nueva

308

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Cuadro No 2 Conventos e iglesias en el Centro Histórico en los siglos del XVI al XIX Siglo XVIII

Siglo XIX

Autor: Juan N. del Valle 1793

Juan R. Almonte 1853

5 San José parroquia 12 La Concepción Salto del Agua, parroquia 13 Santo Tomas la Palma, parroquia 16 San Diego convento de religiosos 19 La Merced, convento de religiosos 20 San Fernando convento de religiosos franciscanos 21 San Cosme 24 Balvanera convento de religiosas Jesús María convento de religiosas 28 Santa Inés convento de religiosas 30 San José de Gracia convento de religiosas 31 San Bernardo, convento de religiosas 36 Enseñanza Antigua convento de religiosas 37 Enseñanza Nueva convento de religiosas 41 Santa Isabel convento de religiosas 44 La Santísima 45 San Camilo 46 Muestra Señora de Loreto 47 Espíritu Santo

309

La Concepción Salto del Agua, parroquia N.- Santo Tomas la Palma, parroquia F.-La Merced G.-San Fernando H.- San Cosme C.- Balvanera convento D.- Jesús María convento G.- Santa Inés convento de religiosas

J.-San Bernardo N.- Capuchinas, convento de religiosa

U.- Santa Isabel, convento de religiosas B.- La Santísima, iglesia C.- San Camilo iglesia E.- Espíritu Santo, iglesia B.- San Miguel, parroquia Q.- Santa Catalina de Sena convento de religiosas E. San Juan, parroquia V.- Corpus Cristi convento de religiosas D.- Nuestra Señora de Loreto, iglesia I.- Hospital de Jesús II.- Hospital de San Andrés IV. San Pablo V. San Lázaro VI.-Terceros de San Francisco VII San Hipólito

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CUADRO NO. 3 Complemento del Mapa del Perímetro B del Centro Histórico

Conventos de Monjas

Al establecerse las Leyes de Reforma desaparecieron los conventos y como testimonio quedaron las iglesias, dentro de las cuales se enterraron cadáveres hasta principios del siglo XX. En este cuadro se indica lo sitios donde existieron Iglesias que tuvieron entierros dentro de ellas, Iglesias que tuvieron panteón, sitios donde existieron camposantos y panteones que se fundan a partir de las Reformas Borbónicas y las Leyes de Reforma, en el perímetro del Centro Histórico de la Ciudad de México. Este cuadro se complementa con el Mapa del Perímetro B del Centro Histórico, elaborado Margarita G. Martínez Domínguez. Sobre el plano de Construcciones virreinales que subsisten en México, de José Manuel Mijares y Mijares, Atlas de la Ciudad de México, 1988. pp 78, Capítulo 2. Se relaciona el número consecutivo de la izquierda con el número indicado en el mapa.

26. 27. 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 44. 45.

Hospitales 47. De Jesús (entierros en la Iglesia) 51. San Hipólito con cementerio 54. Los Camilos, con cementerio 55. Los Terceros, con cementerio 57. San Andrés (Panteón de Santa Paula)

Clero Secular Iglesias 1. 2. 3. 4. 6. 7. 9. 13.

Catedral de México Sagrario Metropolitano La Santísima Trinidad Santa Catarina Mártir La Santa Veracruz San Miguel La Concepción Cuepopan San José de los Naturales

Panteones Todos desaparecieron excepto San Fernando 1. San Francisco el Viejo S. XVI 2. Santa María la Redonda S. XVI 3. La Casa de las Misericordias S. XVI 4. San Diego S. XVI 5. San Pablo S. XVI 6. La Catedral S.XVII 7. El Sagrario S.XVII 8. Nuestra Señora de los Ángeles XVII 9. La Santa Veracruz S. XVIII 10. Santa Paula S. XVIII 11. San Fernando S. XVIII 12. Santa Martha S.XVI

Clero Regular Conventos de Frailes que fueron divididos o desaparecidos, por efecto de las Leyes de Reforma, la mayoría fueron reutilizados como edificios públicos y de la mayoría existen aún las iglesias. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24.

La Concepción Regina Jesús María Santa Inés Balvanera San José de Gracia La Encarnación San Bernardo San Jerónimo San Lorenzo Santa Catalina de Siena Santa Clara Santa Isabel San Juan de la Penitenciaría Santa Teresa la Antigua Santa Teresa la Nueva Santa Brígida Corpus Christi La Enseñanza Antigua.

San Francisco Santo Domingo San Agustín La Visitación ( Merced) Monserrat El Carmen San Diego San Fernando Belén La Profesa

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Bibliografía  Benavente Juan Toribio, “Motolinia”, Historia de los Indios de Nueva España, Barcelona 1916.  Benavente Fray Juan Toribio, Memoriales, 1542. Universidad Autónoma de México. México.1971  De Torquemada Fray Juan, Monarquía Indiana, la Universidad Autónoma de México. México.1978. volumen V, pp 65-66  Dublán, Manuel y José Ma. Lozano, Legislación Mexicana, Editorial Porrúa México, 1980  Lafragua, José María, Manuel Orozco y Berra. La Ciudad de México, Editorial Porrúa, S.A. colección “Sepan Cuantos…” No. 520, México. 1987  López Rosado, Diego G. Los Servicios Públicos en la Ciudad de México, Porrúa, S.A. México. 1976.  Martínez Domínguez Margarita, El primer Cementerio de la Nueva España, Memorias de la 5ª Reunión Nacional de la Red Mexicana de Estudios de Espacios y Cultura Funerarios, A.C. Editorial ¡Buena Idea! Editores, S.A. de C.V. México. 2008  Morales, María Dolores, Espacio, propiedad y órganos del poder en la Ciudad de México, en siglo XIX, este trabajo se realizó en el Instituto José María Luis Mora dentro del proyecto “La experiencia institucional en la Ciudad de México 1857-1929”.  Obregón, Gonzalo, Bosquejo histórico de las plazas de San Fernando y la Santa Veracruz, Artes de México, No. 109 años XV, México. 1986  Ramírez Aparicio, Manuel Los Conventos suprimidos en México, editorial Innovación, México 1979, pp. 2  Toussaint, Manuel, Federico Gómez de Orozco; Justino Fernández; Planos de la Ciudad de México Siglos XVI y XVII, Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, DDF. México. 1990.  .Vieyra Juan, Breve Compendiosa Narración del la Ciudad de México 1777, publicado por D. Gonzalo Obregón, México, 195.2

Fotografías y cuadros anexos de la ponencia  Foto 1.- Perímetro A Centro Histórico, Enciclopedia temática de la Delegación Cuauhtémoc, Tomo I. GDF.1994. pp 34A  Foto 2.- Plano de los Barrios Indígenas. Romero Héctor Manuel, Enciclopedia Temática de la Delegación Cuauhtémoc, 1994.  Foto 3.- Plano Límites de la Ciudad de México de los Siglos XVI-XX. Esquemas: Evolución de la Ciudad de México de Tenochtitlán al siglo XX. Asamblea de Representantes del Distrito Federal, I Legislatura, Comisión de Desarrollo Metropolitano. Informe Final. 1997. pp. 79  Foto 4.- Plano de Alonso de Santa Cruz. Manuel Toussaint Federico Gómez de Orozco, Justino Fernández. Planos de La Ciudad de México Siglos XVI- XVII; Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México. 1990. pp137  Foto 5.- Plano de Juan Gómez Trasmontes Manuel Toussaint Federico Gómez de Orozco, Justino Fernández. Planos de La Ciudad de México Siglos XVI- XVII; Instituto de Investigaciones Estéticas, UNAM, México. 1990. pp176  Foto 6.- Plano de afectación de las Leyes de Reforma a los edificios eclesiásticos. Morales María Dolores, Espacio, propiedad y órganos de poder en la Ciudad de México en el siglo XIX, en Ciudad de México Instituciones, Actores Sociales y Conflicto político, 1774-1931. Colegio de Michoacán- Universidad Autónoma Metropolitana.  Plano 7.- Plano Perímetro B del Centro Histórico. Elaborado Margarita G. Martínez Domínguez. Con base a Construcciones virreinales que subsisten en México, José Manuel Mijares y Mijares, Atlas de la Ciudad de México, 1988. pp 78, Capítulo 2.  Cuadro No. 1. Entierros en las Iglesias. Elaborado Margarita G. Martínez Domínguez  Cuadro No. 2. Conventos e iglesias en el centro histórico del siglo XVIXIX. Elaborado Margarita G. Martínez Domínguez.  Cuadro No. 3. Complemento del Plano 7, Perímetro B del Centro Histórico. Elaborado Margarita G. Martínez Domínguez. Con base a Construcciones virreinales que subsisten en México, José Manuel Mijares y Mijares,  Atlas de la Ciudad de México, 1988. pp 78, Capítulo 2.

Archivo Histórico De la Ciudad de México     

Actas del Cabildo de la Ciudad de México, México, 1888. vol. 181-A, Acta de Cabildo del 6 de agosto de 1861. Testamento de Rodrigo de Paz, Ms Proyecto Centro Histórico Ciudad de México, Asamblea de Representantes del Distrito Federal, primera Legislatura, Comisión de Desarrollo Metropolitano, Informe final. 1997. Recopilación de las Leyes de los Reynos de las Indias. Ley XI, 1554.

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registraba los pagos del tributo, a su cargo quedaba el telpochcalli (casa de 243 los jóvenes).

Los cementerios vecinales en Azcapotzalco María Elena Solórzano

242

Decían los ancianos: "...ha de ser de los mesmos e no de otro calpulli ni forastero... muerto uno eligen a otro, el más honrado, sabio y hábil a su modo, y viejo. Si no queda algún hijo del difunto apto, lo eligen, y siempre eligen pariente del difunto..." 244

México

Introducción Azcapotzalco es una de las dieciséis delegaciones que conforman el D.F., se encuentra ubicada al noroeste del mismo con los siguientes límites: al norte Tlalnepantla (Estado de México), al oeste Nalcalpan, (Estado de México), al sur con las delegaciones Miguel Hidalgo y Cuauhtémoc y al oriente con la delegación Gustavo A. Madero. Azcapotzalco quiere decir en la lengua náhuatl en el hormiguero, azcatl- hormiga, potzalli- montículo y colugar. Es un sitio mágico con muchas tradiciones, leyendas y con una historia fascinante. Entre el patrimonio tangible están los cementerios vecinales, con características diferentes a los cementerios civiles, sobre todo en su organización.

Otra de las características importantes de estos barrios es que en ellos residían grupos o familias enteras dedicadas a realizar alguna labor económica u oficio en particular, o a la producción de algún tipo de artesanía en especial. En las baldosas del atrio en el templo de Santiago Ahuizotla (en el lugar de los ahuizotes) se encuentran grabados representando unas cazuelas, pues a esta artesanía se dedicaba su gente. Así, existían artesanos dedicados a realizar diversos oficios: lapidarios, plumajeros, orfebres, ceramistas, tejedores, floristas, pintores. También importantes actividades para la economía del lugar: pescadores, 245 comerciantes, etc. A los calpultin después se les llamó barrios, sobre cada templo prehispánico se levantó un templo católico, las ceremonias rituales para los dioses antiguos fueron sustituidas por las fiestas en honor del santo patrono impuesto para cada calpulli por la religión católica

El calpulli El calpulli era un lugar determinado donde se asentaban varias familias que construían sus casas, la gente que lo formaba tenía lazos de sangre o de amistad. Los calpultin se agrupaban formando un señorío, pero conservaban su autonomía en cuanto a gobierno, usos y costumbres, educación y fiestas religiosas ya que cada cual tenía sus dioses protectores (el culto católico sustituye estas celebraciones con las llamadas fiestas patronales en honor del santo patrono del lugar). Durante los días festivos dedicados a la divinidad protectora del calpulli, se organizaban grandes banquetes a los que se invitaba a los residentes de los otros barrios; cuando moría algún vecino “todos acudían para dar consuelo y ayuda a los deudos, si había matrimonio o nacimiento cooperaban para el festejo, igualmente” cuando un guerrero lograba cautivos en la guerra. Desde 1200 se tiene noticia de los calpultin que conformaban el señorío de los tepanecah. Los calpultin de Azcapotzalco estaban organizados para ir a la guerra, con capitanes, guerreros e insignias propias; también para producir y pagar el tributo o tekitl, al gobernante principal. Cada calpulli nombraba un jefe encargado de la representación y administración del barrio y de sus miembros ante la justicia y las autoridades centrales; repartía las tierras y 242

Ritos funerarios prehispánicos Se conoce de los ritos funerarios en estos barrios gracias a las excavaciones que se han llevado a cabo por la construcción del tren Metropolitano “metro”. Gracias a los entierros y a una minuciosa investigación de Román Chávez y su equipo se ha podido reconstruir el ritual practicado en la zona de Azcapotzalco. Los rituales variaban según la época del año, la posición del difunto era sedente. Los cadáveres eran limpiados con hierbas, mientras se entonaban diversos cantos, después se depositaban en oquedades hechas

243

1 Alejandro Brito. Tlilhuacan, pp 151-160, México, Programa pueblos originarios del D .F., SEDEREC, 2008. 244 2 Alejandro Brito. Alejandro Brito. Tlilhuacan, pp. 91-92, México, Programa pueblos originarios del D .F., SEDEREC 2008. 245 3 Bartolomé de las Casas. Los indios de México y la Nueva España, pp. 21-26, México, Editorial Porrúa, 1987.

Cronista de Azcapotzalco

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bajo el piso, sellándolas con tierra y haciendo un aplanado con el mismo material. Bajo estos pisos encontraron un total de trescientos veinticinco entierros en los que se trabajó de diciembre de l980 a enero de 1982, por estos vestigios se ha podido reconstruir el ritual practicado en la zona. Se hallaron restos de adultos que muy posiblemente ocuparon un alto cargo, (deduciéndose por el tipo de ofrenda), presentaban una posición sedente (comprobando los dibujos de los diferentes códices). En las ofrendas encontraron: pipas para fumar tabaco, copas pulqueras, malacates, navajas de obsidiana. La ofrenda va de acuerdo con la jerarquía del difunto, las más ricas corresponden a señores principales. Primero se aseaba el cuerpo con una infusión de hierbas aromáticas, le cortaban los cabellos, se colocaba flexionado en posición fetal, se llenaba de papeles, era envuelto en una manta, le colocaban una piedra semipreciosa en la boca. Ya preparado el cuerpo se pronunciaban discursos exaltando las cualidades del muerto y también dirigidas a los acompañantes, el cadáver duraba en exposición cuatro días la gente del pueblo era enterrada en el solar de su domicilio. Los deudos eran sepultados con sus arreos de trabajo, su ropa y adornos. La cremación estaba reservada para los nobles y tlatoanis; se cubría su cara con una máscara, se acompañaba de un perro bermejo que lo ayudaría a pasar un río en los nueve niveles del inframundo. También iba acompañado de una ofrenda con más de cien objetos si era un gobernante, 246 los objetos iban disminuyendo según la jerarquía del muerto. Tlacualoyan, el pueblo que desapareció por una gran epidemia, debe su nombre a que en este lugar se colocaban grandes ofrendas para las ánimas. La comida que se ofrece es para las almas que llegan el día dos de noviembre y degustan las viandas que fueron de su preferencia. La presencia de mariachis, tríos, conjuntos musicales presentes en algunos velorios de los barrios y sepelios de los panteones de Azcapotzalco es una costumbre que se remonta a los ritos de los pueblos prehispánicos, interpretaban música fúnebre y entonaban cánticos acompañados por flautas, ocarinas y tambores, danzaban durante los cuatro días que duraba la exposición del cuerpo. En la actualidad son las señoras de más edad las que dirigen los rosarios y coros, también en ese entonces así se hacía: se

entonaba canciones fúnebres y se recitaban poemas sobre la fugacidad de la existencia. Terminada la cremación de la gente noble, la urna era enterrada con las cenizas cerca del cú o templo, entre más importante era el difunto más cerca de los dioses eran depositadas. En Teotihuacan se encuentra una representación del Tlalocan, lugar a donde iban todas las ánimas de los que habían muerto en situaciones relacionadas con el agua o con alguna enfermedad como: hidropesía, hinchazón por agua de alguna parte del cuerpo. Este lugar es considerado el equivalente al paraíso. Tláloc se encuentra al centro -con un gran copilli de hermosas plumas- derramando dones para la humanidad. Se observa a los tlaloques ayudantes de Tláloc, encargados de hacer llover rompiendo sus vasijas llenas de agua. Hermoso lugar donde abundaba el agua, el maíz, árboles, plantas, flores y aves de todos tipos. Las ofrendas que ponemos en los días en que se recuerda a los muertos en el mes de noviembre tienen su antecedente en estos ritos prehispánicos. En aquel entonces se ponía comida para que no pasaran hambre en el largo camino por recorrer hacia el Mictlan. Los sacerdotes aprovecharon estas tradiciones y las adaptaron al catolicismo. Hay reminiscencias de los ritos prehispánicos, como el enterrar a los difuntos con sus arreos de trabajo. Para la cultura mexica, la vida de ultratumba se desarrollaba en cuatro territorios denominados: Ilhuicalltonatiuh, Chichihuacauhco, Tlalocan y Mictlan Los guerreros muertos en batalla y las mujeres muertas en el primer parto iban al Ilhuicatltonatiuh, donde se encontraba el Sol, los guerreros acompañaban al astro rey desde el amanecer hasta el mediodía y las mujeres muertas en parto llamadas Cihuateteo desde el mediodía hasta el ocaso. Los niños que morían iban a Chichihuacauhco, un lugar donde había unos árboles nodriza, estos árboles tenían hojas en forma de senos y producían leche para que los niños pequeños mamaran y no padecieran hambre. En el Mictlan se hallaba la paz eterna, pero antes de alcanzarla debían pasar por varios desafíos: 

246

4 Bernardino de Sahagún. Historia General de la Nueva España, pp. 219-221. México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y Editorial Patria, 1989.

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Cruzar a nado un río llamado Itzcuintlan (lugar donde hay perros), aquí el ánima se encuentra con su perro café claro y si lo reconoce montará en su lomo y cruzará el río.

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Cementerios vecinales Cuando es promulgada por don Benito Juárez la Ley de Secularización de 248 los Cementerios en el año de 1859, los habitantes de algunos barrios como: San Pedro Xalpa, San Martín Xochináhuac, San Andrés de las Salinas y San Juan Tlilhuacan decidieron formar sus respectivos panteones. Los cementerios vecinales tienen sus características: Son cementerios planeados por los vecinos del barrio. Los vecinos donaron los terrenos para su ubicación. Son administrados por un patronato elegido por los habitantes del barrio y que no reciben remuneración alguna. Son supervisados por las autoridades correspondientes. Solamente pueden ser enterrados originarios y descendientes de los vecinos del barrio. Son un ejemplo de limpieza y 249 conservación.

Tepectli monamictlan (en las montañas que chocan). Pasar con arrojo y prontitud las montañas que se juntan. Iztépetl. (en el cerro donde hay obsidiana). Atravesar un cerro sembrado de puntas de obsidiana que hieren los pies. Iztehecayan (donde sopla un viento de obsidiana). Cruzar ocho colinas donde sopla un viento de obsidiana y cae copiosa nieve. Paniecatacoyan (donde flotan como banderas) Atravesar páramos donde hay vendavales tan fuertes que las ánimas flotan como frágiles banderas. Timiminaloayan. Pasar por un paraje donde está el flechador y que constantemente dispara tratando de asaetar al ánima. Teocoyocualloa (lugar donde están las fieras que se alimentan de corazones). En la séptima región se encuentra un jaguar que trata de comerle el corazón, para que se precipite en una gran ciénaga donde, una lagartija verde persigue a los infortunados que ahí caen. Apochcalolca (sendero brumoso, con densa niebla).Transitar un largo camino con una espesa calina, donde se pierde la visión totalmente y a ciegas tiene que vadear nueve ríos. En la novena prueba llegan al Chicunamictlan que es el lugar más profundo donde las ánimas por fin logran su descanso eterno, hasta que llega el momento de retornar a la tierra. Consideraban que el viaje para llegar al Mictlan duraba cuatro años. Mictecacíhuatl se encargaba de custodiar los huesos de los muertos, la llamaban la señora del Mictlán o la señora de la Muerte –antecedente del culto a la Santa Muerte-. Mictecatecutli era el dios de los muertos y del inframundo, gobierna con Mictecacíhuatl. Era representado como un esqueleto y su calavera tenía los dientes sobresalientes y las órbitas muy grandes, se le asociaba con murciélagos (el murciélago era el dios de las humedades y los hongos).

Cementerio vecinal de San Juan Tlilhuacan El pueblo de San Juan Tlilhuacan (donde está lo negro), es uno de los veintisiete barrios prehispánicos que formaban el Señorío de Azcapotzalco. Tlilhuacan se decía lugar de brujos, con una acepción totalmente diferente a la que se tenía en el Medioevo en que se creía que los brujos eran individuos malignos aliados con el diablo. En los pueblos prehispánicos se consideraba a los brujos como seres extraordinarios, a veces con poderes mágicos pero que no provocaban males a sus semejantes, sino hombres y mujeres sabios conocedores de la herbolaria del lugar y que se dedicaban a curar almas (por medio de limpias) y cuerpos por medio de plantas. Ahora sabemos que la mayoría de las enfermedades son psicosomáticas y algunas se pueden curar por sugestión. En el barrio de San Juan Tlilhuacan también se enterraba a los muertos en el atrio de la iglesia. Fue hasta el año de 1848 cuando se decide fundar el panteón, después de que un grupo de vecinos se reúnen para determinar de qué manera se puede realizar la obra. Es hasta 1893 que se funda el Panteón Vecinal de San Juan Tlilhuacan en unos terrenos donados por la comunidad, este cementerio está administrado por los vecinos de San Juan que sin percibir ningún salario cuidan, vigilan y limpian. El administrador actual es el señor José Cruz Picazo.

En la cultura mexica no era tomada en cuenta la buena conducta de los individuos para llegar al inframundo. El sitio a donde eran remitidos se debía a las circunstancias en que ocurría la muerte -como ya se 247 mencionó. Su conducta no estaba condicionada por el temor de ir a un infierno como castigo o a un cielo como premio. Su buena conducta era para agradar a los dioses y porque así convenía a la colectividad. Cuidaban la naturaleza pues se consideraban parte de ella y era necesario cuidarla para que les siguiera proporcionando los mantenimientos necesarios.

248

Ley de Secularización de los cementerios, promulgada por el presidente don Benito Juárez en Veracruz el 31 de julio de 1859, México. www. Bicentenario. gob. mx. 2010. 249 Administradores de los panteones vecinales. Los panteones vecinales, México, comunicación personal, 2011.

247

5 Rebeca Mendoza. Apuntes del taller de Náhuatl, México, Casa de Cultura Azcapotzalco, 2003.

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Mes de noviembre El día dos de noviembre en el panteón vecinal se realiza una misa solemne, después de la ceremonia ocurren varios grupos de danzantes y bailan cerca de dos horas en el pasillo central. Las tumbas son adornadas con flores frescas: nube, cempoaxóchitl, gladiolas, rosas, terciopelo, margaritas y otras, cuando empieza a pardear la tarde se encienden las velas y veladoras, pues esa noche se acompañará a los difuntos en sus tumbas, parece que miles de luciérnagas iluminan la oscuridad, velada mágica en que las emociones afloran y se ríe y se llora y se recuerda. Es una preciosa fiesta con las ánimas que ese día estarán presentes y gozarán con nosotros: los mariachis, los conjuntos, los tríos…y la comida.

Sabemos que hubo un tiempo que las familias más humildes sepultaban a sus difuntos en la parte trasera de su casa, el cadáver era lavado con jabón de pan o de lejía y se le ponían ropas nuevas para su último viaje, a las mujeres se les vestía con un atuendo recién comprado y se le amortajaba con su rebozo. Actualmente enterrar a los familiares en el solar familiar es un delito El Cementerio Vecinal de San Juan Tlilhuacan es uno de los cuatro panteones vecinales que hay en la delegación de Azcapotzalco. Una de sus principales características es que únicamente descendientes de los habitantes originarios pueden ser enterrados en este camposanto. Un pasillo o calle principal divide al cementerio en dos secciones, la de adultos y la de niños. Es de hacer notar la limpieza, el orden y el podado de la vegetación. Las fosas son para un ataúd y últimamente se han construido gavetas de concreto superpuestas donde caben cuatro cadáveres. Es un panteón limpio y bien cuidado. Al fondo se observa la capilla abierta.

Y no eran de San Juan A Melesio le gustó la música desde pequeño, tocaba varios instrumentos, pero ejecutaba mejor la batería, fue integrante de la Orquesta de Parques y Jardines, alternaban con las mejores orquestas de la época: Arturo Núñez, Gamboa Ceballos, Ingeniería. Por estos rumbos había un saloncito donde se organizaban bailes para los jóvenes de las 16:00 a las 22:00. En ese tiempo la juventud era muy bailadora. La orquesta en la que participaba Melesio amenizaba tocando la música de moda; paso doble, danzón, guaracha, rumba y después el mambo. Los muchachos iban recién bañaditos y “envaselinados” y las damitas con sus mejores trapitos, con medias de seda y zapatos de tacón. En gratitud a esos gratos momentos que pasaron con las interpretaciones de “El Chaparro”- como le decían-, pero lo que le faltaba de estatura le sobraba de simpatía-. Por esa razón los restos mortales de Melesio Osnaya Rivera descansan en el panteón vecinal a pesar de que él no era nativo de San Juan. Los primeros maestros que prestaron sus servicios en la escuela Liberación Campesina, llegaron jóvenes y ya no salieron del barrio ni muertos, pues fueron enterrados en este cementerio. Todavía algunos abuelos recuerdan con cariño a: Jesús Macharaíz, Manuel Salazar, María Amador, profesores fundadores y por eso duermen en este lugar a pesar de 251 no ser originarios de Tlilhuacan.

Señor de Tlacualoyan o Señor de las Ánimas. Durante los años en que se llevó a cabo la Revolución se presentó una epidemia que se denominó “influenza española” y aunque la población de Azcapotzalco había tomado sus precauciones suspendiendo sus viajes a la Ciudad de México, la enfermedad llegó hasta estos apartados lugares. Roberto Reyes cuenta: Una de las comunidades que pertenecía a San Juan resultó muy afectada, alguno de sus habitantes llegó con la infección y se extendió rápidamente, a tal grado que quedó como un pueblo fantasma, pues casi todos sus residentes murieron y los pocos que se salvaron huyeron muy lejos del lugar, las casas se fueron destruyendo y también la modesta capilla donde se encontraba un Cristo. Un día por fin se atrevieron a visitar ese lugar y encontraron la escultura, en la desaparecida y antes próspera comunidad de Tlacualoyan (el lugar donde hay alimentos o el lugar donde se alimenta), los habitantes del pueblo de San Juan 250 rescataron la imagen. Esta escultura es una obra de arte muy valiosa pues data del siglo XVIII, fue modelada con bagazo de caña, fueron varios los “cristos crucificados” que se modelaron con este material, pues resultaba fácil de obtener y además muy manejable y liviano. 250

Roberto Reyes (vecino de San Juan Tlilhuacan). comunicación oral, 2011.

251

Elizabeth Ramírez (“animera” en las celebraciones de muertos en el Cementerio Vecinal de San Juan Tlilhuacan). Y no eran de San Juan, México, comunicación personal, 2011.

El señor deTlacualoyan, México,

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Panteón vecinal de San Martín Xochináhuac Se le considera como un pueblo originario, pues ya existía con una población establecida en el lugar organizado como calpulli, cada calpulli tenía una actividad diferente, los habitantes de Xochináhuac (el lugar donde se cultivan o se ofrecen flores) se dedicaban al cultivo de flores. Como en todos los calpultin, los integrantes se ayudaban en muchas actividades: en el sembrado, cosecha riego traslado y distribución de las flores. También se apoyaban en sus fiestas y celebraciones. Uno de los hombres más ancianos y sabios era el que coordinaba y tenía el mando del calpulli. A la llegada de los españoles a los calpultin se les denominó barrios, siguieron durante algún tiempo con la misma organización, el nombre Xochináhuac en lengua náhuatl fue sustituido por un nombre católico el de San Martín de Tours. Hasta principios del siglo XX conservaron su actividad principal: el cultivo de flores. Actualmente las actividades son diversas, lo único que se ha conservado es la capilla colonial construida sobre el templo prehispánico, las festividades de muertos y la fiesta patronal (que ha sustituido a la ceremonia prehispánica) se celebran con gran solemnidad. En todas las iglesias los atrios fueron utilizados como cementerios, los sacerdotes administraban y disponían de estos espacios funerarios, los precios iban en aumento según las posibilidades de los familiares, más cerca del templo más caro. Con la saturación de los cementerios en los atrios empezaron a presentarse problemas de higiene: malos olores. Con la Ley de Secularización de los Cementerios en la que se prohíben los entierros en los atrios y cualquier otro lugar que no sean los cementerios destinados para tal fin, los habitantes de Xochináhuac acuerdan crear un cementerio vecinal en los terrenos donados por varios vecinos, (se localiza en las calles de Prol. San José esq. Priv. del Rosario). Esto ha permitido que este panteón esté muy cuidado y limpio, con sus árboles bien podados, el pasto recortado, las piletas con agua clara, sin desperdicios entre las tumbas; rosales esplendorosos y unas encarnadas nochebuenas le dan el aspecto de un jardín; en los pasillos se han colocado unas bancas bajo la sombra que brindan los frondosos árboles ahí sembrados por las manos amorosas de los vecinos. El día primero y el día dos de noviembre una constante afluencia de gente de todas las edades se observa en la Calle de San José, se encaminan hacia el panteón para engalanar las tumbas de sus queridos difuntos. Las flores preferidas son: cempoaxóchtl (veinte flores), nube, gladiolas, alcatraces nardos.

Cuenta con un descanso, ahí se instala un altar y se pone la ofrenda. En ésta encontramos abundante fruta, pan de muerto, calaveritas de azúcar, veladoras, retratos de difuntos, papel picado y para que las almas no se pierdan caminitos hechos con pétalos de cempoaxóchitl. Desde la entrada el papel picado le da un ambiente de fiesta, pues para los mexicanos es el reencuentro con sus seres queridos, por eso les rezamos, platicamos con ellos como si estuvieran presentes, les pedimos protección y apoyo, es una reunión familiar con los que están en el más 252 allá. Panteón vecinal San Andrés de las Salinas Este barrio pertenecía a Santiago Tlaltelolco con la delimitación del Distrito Federal en el año de 1928 pasa a pertenecer a la delegación Azcapotzalco. La ocupación de sus habitantes era principalmente la extracción de tequesquite (de ahí su nombre haciendo referencia a la sal) pues se encontraba en las orillas del lago salado de Texcoco. El tequesquite era muy apreciado pues se usaba en lugar de la sal como condimento, todavía en algunas regiones se usa para proporcionar un mejor sabor a los cocimientos de elotes y realmente les da un sabor exquisito y un atractivo color amarillo. Se ubica en Poniente 128 y Norte 35 en lo que ahora se denomina Complejo Industrial Vallejo y abre sus puertas de las 8:00 a las 18:00. Panteón bien cuidado y muy limpio, pues todos los visitantes contribuyen para ello. En el centro presenta los restos de lo que fue una capilla colonial. Tiene una fuente donde se toma el agua para el aseo de las tumbas. La vegetación es profusa y los árboles frondosos, lo que da una sensación de frescura. En el centro se construyó un altar donde se ofician los diferentes servicios según la fecha del año. En este panteón los preparativos empiezan el día primero de noviembre, los deudos acuden a limpiar y adornar con diversas flores las tumbas de sus seres queridos, el patronato por su parte se encarga de las cosas generales del panteón: limpieza, alumbrado en buenas condiciones, distribución del agua, vigilancia policiaca, horarios de misas y rosarios, prohibido el paso a los vendedores ambulantes, orden y respeto para todos, no es permitido introducir bebidas embriagantes. En fin que los vecinos convivan entre sí y con sus muertos en un ambiente de cordialidad, respeto y seguridad. El patronato convoca a juntas para que los vecinos determinen 252 Vecinos del pueblo de San Martín Xochináhuac. Panteón Vecinal de San Martín Xochináhuac, México, comunicación oral, 201

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el monto de las cuotas y se nombren las comisiones encargadas de 253 vigilancia, aseo, adorno en las diferentes celebraciones y otras.

de Aparicio montó por primera vez -incluyendo elementos católicos- en el año de l563 uno de estos altares, rápidamente se popularizaron pues tenían su antecedente en tradiciones ancestrales. Actualmente en los cuatro panteones vecinales se montan hermosas ofrendas, cada panteón le da diferente presentación, y cada año mejora, pues se van añadiendo elementos por lo que son cada vez más grandes. Las autoridades delegacionales también realizan sus montajes y recuerdo una preciosa que realizó la Lic. Piedad Melgarejo en Casa de Cultura. En la Calzada Camarones se exhiben un gran número de ofrendas, todos quieren llevarse el premio.

Cementerio vecinal de San Pedro Xalpa. Nombre cristiano San Pedro, Nombre náhuatl Xalpa (sobre la arena), también se le nombraba Mazatlán que quiere decir: donde hay venados. Y con esto nos damos cuenta de los profundos cambios del medio ambiente, ahora sólo miramos gatos y uno que otro perro famélico; bosquecillos, arroyos, manantiales, fauna y flora diversa y abundante es difícil creer que haya existido. El cementerio se ubica en Francisco y Madero y Javier Mina, barrio de San Pedro Xalpa (sobre la arena). En la capilla de San Pedro también existía un cementerio, cuando se prohibieron los entierros en los templos, los vecinos donaron terrenos que se destinaron para crear un cementerio vecinal. El día primero y dos de noviembre el patronato -que ha sido elegido por los habitantes del barrio- se dedica a poner los adornos para embellecer el panteón y recibir dignamente a los difuntitos, eligen dos colores de acuerdo a una votación, las cadenas son de esos colores (puede ser verde y blanco o azul y amarillo), así como el papel picado. Se monta una gran ofrenda con gran cantidad de fruta, que después es repartida entre los pequeños. La celebración es muy colorida, pues cada deudo adorna lo mejor que puede la tumba de su papá o mamá, hijo o algún otro familiar. Las flores que más les gustan son las gladiolas de diferentes colores: rosas, rojas y blancas. Los señores del patronato se han desvelado para que cuando el cementerio abra sus puertas esté lleno de adornos, de color, de ceras. Dicen que cuando los difuntos miran indiferencia, descuido o falta de amor al recibirlos el día dos de noviembre se ponen muy tristes y muchas veces ni siquiera asisten al cementerio. Por eso todos se esmeran porque el camposanto esté lo más adornado y que 254 todos esperen a sus difuntos con cariño, respeto y devoción.

Conclusión Los panteones vecinales de Azcapotzalco son una muestra de lo que pueden lograr los pueblos para conseguir el bienestar de su comunidad y nos recuerdan los antiguos calpultin donde las elecciones de los dirigentes eran democráticas, y todos los vecinos se ayudaban en las necesidades y se unían al regocijo en los festejos de todo el pueblo sin egoísmos, fraternalmente como hermanos de raza venidos de una sola madre, nuestra madre tierra.

Bibliografía     

Las ofrendas en Azcapotzalco Se cree que uno de los primeros sitios donde se instalaron altares para los muertos, con imágenes de santos y del difunto fue en la Hacienda de Careaga -después llamada del Rosario-, donde el dueño, el beato Sebastián

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Vecinos de San Andrés de las Salinas. Panteón vecinal de San Andrés de las Salinas, México, comunicación oral, 2011. 254 Vecinos del pueblo de San Pedro Xalpa, Panteón Vecinal de San Pedro Xalpa, México, comunicación oral, 2011.

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URDAPILLETA Pérez, José Antonio. Los barrios de Azcapotzalco México, El Informador No. 18:3, 1990.

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Ficha curricular en el quehacer narrativo SOLÓRZANO Carbajal, María Elena, 1941, Cd. Delicias, Chihuahua. Poeta, cronista y promotora cultural honoraria en Azcapotzalco. Miembro de la Asociación de Cronistas del D.F., de la AFECROM (Asociación Femenina de Cronistas de la Ciudad de México), del Consejo de la Crónica en Azcapotzalco. Ha obtenidos varios premios en poesía y narrativa. Veinte poemarios publicados. Autora de: Los Oficios de los abuelos, México, FES, ZARAGOZA, UNAM, 1998. Clavería Centenaria, México, Info Editores, 2010. Barrio de San Lucas Atenco, México, Consejo de la Crónica en Azcapotzalco, 2007. Coautora: Miscelánea I, II, III, IV y V, Voceo de sombra, México. UNAM, FES, Zaragoza, 2008, 2009, 2010, 2011. Memorias 5ª reunión RMECF A.C., 2008, Red de Estudios Funerarios 2009. Seis conjuros en un pentagrama, México, Morgana Editoras, 2010. Soñando con la cima, México, Colectivo Entrópico, 2011. Crónicas de la ciudad: Primer concurso de crónica de la Ciudad De México, México, Grupo parlamentario del PRD de la LXII Legislatura, 2011. Por el Sendero de las hormigas, México, Editores Nubes y arena, 2012.

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Revillagigedo, de Paso, de las Flores, de Iztacalco, de Santa Anita, de Jamaica, de la Orilla y de Juárez. Sus habitantes de Iztacalco cultivaban en las chinampas flores o verduras de temporada que vendían en el mercado de la ciudad; esta vía lacustre fue importante económicamente pues por ella se introducía una gran cantidad de productos alimenticios y también mercancías como carbón, hierro, cuero, vigas, etc. a la ciudad de México. Más tarde a mediados del siglo XIX navegaron por ella pequeños barcos de vapor a iniciativa de don Mariano Ayllón, en los cuales podían embarcarse pasajeros además de trasportar mercancías en un lanchón remolcado. Inauguró este servicio el presidente del país el Gral. José Joaquín de Herrera quien a bordo del buque de La Esperanza en 1850, tres años más tarde lo haría el Gral. Antonio López de Santa Anna en un barco que llevaba su nombre, en 1869 haría lo propio el presidente Juárez y en 1915 don Porfirio Díaz lo haría también, el Canal de la Viga fue la única vía que tuvo este tipo de transportación. El Canal de la Viga tenía tal belleza que originó la descripción de el por diferentes personajes como Fray Francisco Javier Clavijero, la Marquesa Calderón de la Barca, Manuel Rivera Cambas, Manuel Payno y don Guillermo Prieto quien en su poema “Paseo en Canoa”, describe la experiencia que era visitar El Canal de la Viga desde el momento de embarcarse, el ambiente festivo de las chalupas, la comida, música, los personajes que frecuentaban el mencionado paseo, para llegar a los pueblos de Iztacalco y de Santa Anita Zacatlalmanco. Vestigios de este ambiente hace que Joaquín Pardavé en la película de Gran Makakikus cante: “Vámonos, china del alma, vámonos a Santa Anita”. Era común que los capitalinos frecuentaran el Paseo de la Viga en especial el Viernes de Dolores cuando llegaban al pueblo de Santa Anita Zacatlalmanco Huehuetl y al de Iztacalco para la festividad del Martes de Pascua y Corpus Cristi. Ya en el siglo XX en el pueblo de Santa Anita se realizaba el certamen de la Flor Más Bella del Ejido, el canal se mantuvo como vía fluvial hasta los primeros cuarenta años de ese siglo, cuando por razones sanitarias se rellenó y dio paso a la actual calzada de la Viga, extinguiéndose. También en la Asociación de Charros de la Viga se creó la competencia del Charro Completo. Pero sobrevivió el Patrimonio Tangible e Intangible de Iztacalco y Santa Anita, de la época colonial datan sus monumentos históricos. El pueblo de Iztacalco cuenta con la Parroquia de San Matías (patrón del Pueblo) y su convento anexo fundado por los franciscanos en el siglo XVI,

El cementerio colonial del pueblo originario de Iztacalco Primer libro de defunciones 1704-1718. 255

María Eugenia Fernández Álvarez. México

Introducción Si usted transita por la Calzada de la Viga el Martes de Pascua, que es el siguiente al domingo de Resurrección o durante los días 19, 20, 21 y 22 de agosto al llegar a la intersección de dicha Calzada con la calle de Santiago podrá ver a la derecha las majestuosas Portadas Monumentales instaladas en el atrio de la Parroquia de San Matías en el Pueblo de Iztacalco. Al terminar las festividades los muros del atrio quedan desnudos y son perceptibles tres o cuatro lápidas del siglo pasado, reminiscencia de la existencia de un cementerio existente en el atrio. Estas lápidas fueron el origen de una serie de preguntas o incógnitas por responder: cuándo se estableció el cementerio, tuvo acaso por antecedente uno colonial, quién o quiénes lo administraba, sólo los pobladores de este pueblo eran enterrados aquí. Adentrándose en la historia del este pueblo se inició el proceso de investigación sobre este tema. Para ello es necesario recordar, que una de las estaciones de la línea del Metro de la ciudad de México lleva el nombre de Iztacalco, y se encuentra en el perímetro delegacional, pero lo que se ignora es el significado y el lugar especial que le da a este lugar, el ser poseedor de un Patrimonio Tangible e Intangible grandioso y sus aportaciones a la Identidad Cultural Nacional. La Delegación Iztacalco está enclavada en el oriente del Distrito Federal y colinda con las de Iztapalapa, Benito Juárez, Venustiano y el Estado de México, tiene dentro de sus límites a los Pueblos Originarios de Santa Anita Zacatlalmanco Huehuetl, y el que le dio su nombre. Los dos crecieron, se desarrollaron y compartieron una vía acuática que los conectaba con la capital del virreinato, era parte de la Ciénega Real o de la Ciénega de Mexicaltzingo, esa vía fue el Canal de la Viga, tenía de largo 2, 850 varas y recibió diversos nombres como el Canal de 255

Lic. en Historia y Cronista de Iztacalco

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el lugar de la tierra donde está la canoa con el zacate reposado”. En su glifo se ve precisamente un atado o manojo de zacate, y por la información dada en el Códice Osuna, se sabe que ahí se recolectaba el zacate para las caballerizas de los españoles. Su origen prehispánico es autentificado por el códice antes mencionado y por el de Santa Anita Zacatlalmanco Huehuetl (siglo XVII), que actualmente se encuentra en el Museo del Hombre o del 257 Trocadero, Francia. Solo queda por señalar que el gentilicio correcto de los habitantes de Iztacalco es iztacaltecatl o iztacalcas. Con el establecimiento del régimen español los dos calpullis por su población quedaron fuera de la República de españoles, fue considerado estancia extraurbana, quedando sujeto administrativamente a la parcialidad de San Juan Tenochtitlan y al barrio de San Pablo Zoquiapan; religiosamente dependía de la capilla de San José. Así en el pueblo de Iztacalco se marcó el espacio que ocuparían las edificaciones religiosas y civiles, por ello al perímetro donde se encuentran sus monumentos históricos se le denomina el Centro Histórico de este pueblo, el espacio ha permanecido durante siglo. Esta enfrente de la actual parroquia de San Matías (patrón del pueblo) y del exconvento adjunto, los 258 dos datan del siglo XVI (1550) y fueron fundados por frailes franciscanos. Estas edificaciones se pueden contemplar en las diversas pinturas o litografías en la denominada Plaza Juárez o San Matías, en la pintura de la visita del virrey Don Francisco Fernández de la Cueva, Duque de Alburquerque que gobernó de 1701 a 1711 hasta que en 1806 Casimiro Castro realiza su litografía de “El Pueblo de Iztacalco. Tomado en globo”, y después en su obra el “Puente de Iztacalco sobre el Canal de la Viga”. Sus barrios originarios subsisten y son: la Asunción, Santiago, Los Reyes, San Miguel, Zapotla, San Francisco Xicaltongo, y San Pedro que se sumó en el siglo pasado.

en el barrio de la Santa Cruz su Capilla guarda un bellísimo retablo con ocho pinturas de buena manufactura, también conserva la Ermita o Bóveda, y en el barrio de la Asunción también existe la Ermita o Bóveda con una bonita portada. En el pueblo de Santa Anita Zacatlalmanco Huehuetl, se encuentra su parroquia que resguarda un hermoso retablo churrigueresco con pinturas y la imagen de Santa Anita que es otra reliquia. Un poco de historia Hace cientos de años, en la Cuenca de México existió un gran lago formado, en realidad, por cinco que se comunicaban entre sí y eran los lagos de: Zumpango, Xaltocan, Texcoco, Xochimilco y Chalco. Iztacalco solo era un pequeño islote situado en él, y donde confluían las aguas dulces con las salinas aguas del lago de Texcoco. La población prehispánica de los islotes aprendió a conocer y a vivir en este medio de forma armoniosa con los elementos de la naturaleza, desarrollaron diversas tecnologías que les facilitaron el uso de los recursos a su alcance y generando una rica cultura lacustre, Iztacalco donde la tierra era escasa y el agua abundante, compartía con otros asentamientos el uso de las chinampas tanto para asentar su vivienda y sembrar sus alimentos. Pocos saben que Iztacalco es el nombre de un Pueblo Originario que fue el penúltimo lugar en el cual de forma transitoria se asentaron los mexicas en su peregrinaje antes de fundar su ciudad de MéxicoTenochtitlán. Como ya se mencionó la actual delegación comprende dos Pueblos Originarios asentados en islotes o islas primitivas, el ya mencionado Iztacalco y el de Zacatlalmanco Huehuetl, bajo el dominio español al último se le antepusieron la advocación a Santa Ana y desde entonces se le conoce como Santa Anita Zacatlalmanco Huehuetl y a Iztacalco el de San Matías. Como Pueblos Originarios tienen glifos o representaciones pictóricas prehispánicas que representaban la actividad a la que se dedicaban sus habitantes o bien las características del lugar. En el caso de Iztacalco el nombre significa “En la casa de la sal”, el significado es reforzado por la aparición del glifo que representa un tepeztle, en donde se realizaba la producción de la sal por evaporación, y se encuentra en el 256 Códice Mendocino. El otro pueblo originario de esta Delegación es el de Santa Anita Zacatlalmanco Huehuetl, también de origen náhuatl, significa su nombre “En

La parroquia de San Matías y su ex convento Las dos edificaciones se encuentra en la barrio de la Asunción cuyos límites son por la calle de Estudios Churubusco con la colonia de Picos 1-A, por Tezontle colinda con la colonia de Jardines Tecma y con el Barrio de la Santa Cruz; por la calzada de la Viga con los barrios de Santiago Sur y Norte; por la calle de Zapotla con el Barrio de San Sebastián Zapotla y con el Barrio de San Miguel por la calles de Francisco I. Madero; su dirección es calle Juárez No. 4 esquina Asunción. 257

256

258

Iztacalco 1992, pp.7. México, Departamento del Distrito federal. 1992.

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Idem., p.25 Nayar, Rivera. La Casa de la Sal. pp. 36. México. Gobierno de la ciudad de México. 2002.

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Hernán Cortés pronto realizó las gestiones necesarias ante Carlos I de España para iniciar la tarea evangelizadora, así el Papa Adriano VI dio autorización a los frailes franciscanos y en 1523 llegaron los franciscanos Pierre de Gant mejor conocido como fray Pedro de Gante, Juan de ahora o Johan van der Aumera y Juan Tecno o Johan Deber; los dos últimos realizaron el viaje con Cortés a las famosas Hubieras muriendo en el viaje, sin embargo Pedro de Gante se quedó en Nueva España. En la capital de la Nueva España se establecieron dos cabeceras que fueron transformadas en parroquias, la iglesia de San José donde se estableció el convento o monasterio de San Francisco, y desde donde los frailes salían a realizar su obra evangelizadora a los cuatro barrios indígenas y, en ocasiones a las estancias. En los años de 1560 a 1570 surgieron disputas entre los frailes franciscanos y el clero secular, terminando el conflicto cuando San Pablo pasó a ser administrado por los seculares y más tarde por los agustinos, pero las estancias denominadas extraurbanas como Iztacalco siguieron 259 atendidas por los frailes franciscanos. Al ser evangelizado por los frailes franciscanos Iztacalco, además de la actual parroquia de San Matías fundaron un pequeño convento que fue habitado por dos frailes para dar 260 asistencia a los aproximadamente 300 habitantes. Se sabe que en la construcción de la parroquia y exconvento intervino el arquitecto Claudio de Arcieniega y después Miguel José Rivera (1725), en 1770 se convierte en vicaría dependiendo de ella las capillas de los Santos 261 Reyes, de San Antonio y la ermita del pueblo de Santa Anita , al siguiente año en 1771 se convirtió en curato San Matías Iztacalco comprendiendo los barrios de la Santa Cruz, San Miguel, la Asunción, Los Reyes, y Zacahuizco; así como los pueblos de Santa Ana Zacatlalmanco, 262 San Juan Nextipac y la Magdalena Atlaxolpa. El recinto esta techado con una bóveda corrida con arcos formeros, la bóveda del presbiterio tiene lunetos, en el siglo XVIII se adosó una capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, con planta de cruz griega, su cúpula descansa sobre el tambor octagonal con ventanas mixtilíneas, rematadas en linternilla. La torre también pertenece al siglo XVIII, su portada es churrigueresca donde

estípites pareados flanquean al arco de medio punto de la entrada, el 7 de 263 noviembre de 1933 fue declarado Monumento Histórico por el INAH. La decoración de la actual fachada y el campanario datan de 1782 al realizarse una remodelación, para el siglo XIX fue modificada la barda que rodea el atrio y se puso la puerta actual de herrería que ostenta la fecha del 17 de agosto de 1890. Su atrio tiene una barda formada por medios arcos invertidos, su entrada al atrio conserva un arco de medio punto sostenido por pilastras con sotabanco marcado por cornisas que sostienen el arquitrabe sobre el cual se levanta un tímpano formado por una composición formada por cuatro roleos que no llegan a unirse pues en medio de ellos hay un cuerpo piramidal, los muros del arco tienen una anchura aproximadamente de un metro, y de pilastra a pilastra hay una distancia de siete metros, el arco es de tezontle. El pórtico del ex convento está formado por tres arcos, el atrio mide de ancho aproximadamente de cuarenta y cinco a cincuenta metros y de largo tiene de cincuenta a cincuenta y cinco metros, muestra un pasillo central rodeado de áreas ajardinadas, subiendo tres escalones se encuentra el área donde están las estructuras de metal para colocar las denominadas “pozas” para celebrar el Santo Jubileo y el Martes de Pascua. En los tiempos en que pasó al clero secular se convirtió en casa cural y recinto donde las diferentes asociaciones religiosas y grupos de estudio realizan diferentes actividades. En el claustro alto se hallan los restos de pintura mural de reflexiones sobre la banalidad de la vida mundana. Es de suponer que fue en el atrio área al frente y/o en la posterior donde se realizaban las inhumaciones, del cementerio colonial antecedente del que funcionó, según referencia de los vecinos hasta el año de 1940 cuando se dio a conocer la determinación de llevar los restos áridos al Panteón de San José, pero como unas personas no tenían dinero para sacar los restos y pagar los gastos de la inhumación de los mismos en el nuevo panteón los dejaron ahí. Los encargados de realizar el registro de los difuntos fueron precisamente los frailes que lo habitaban, no se tienen noticias desde cuándo se inició la práctica de los entierros en el atrio anterior al primer libro pero es de suponerse que siempre los hicieron pero sin el debido registro, y al aumentar la población se requirió el registro debido, en las siguientes líneas se da cuenta de la información relativa del primer libro de Defunciones de 1704 a 1718.

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Lourdes, Herrasti. La Delegación Iztacalco. pp.33. México. Cvltura. 1998. Iztacalco 1994. pp.24. México, Departamento del Distrito federal. 1994 Catálogo Nacional Monumentos Históricos. Inmuebles y Muebles. Iztacalco, p. 66. México. INAH.1992 262 Iztacalco 1994. pp.24. México, Departamento del Distrito federal. 1994 260 261

263

Catálogo Nacional Monumentos Históricos. Inmuebles y Muebles. Iztacalco, p. 67. México. INAH.1992

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En el primero carece de columna izquierda y simplemente se lee: Se enterró en esta iglesia recividos todos los Santos Sacramentos Nicolas Francisco marido de Maria Benita 264 Fr. Manuel de Vigil.

San Matías y el exconvento: A Atrio zona de inhumaciones. B Capilla de la Virgen de Guadalupe. C Parroquia de San Matías. Exconvento. E. Zona de posibles inhumaciones.

Ya para el año de 1706 el registro es más completo de la siguiente forma: María Gerónima Varrio de San Mgl.

En 1 y 9 del mes de 1706 enterre a María Gerónima abiendo recivido los Sacramentos biuda de Juan Pablo difunto dia mes y año. 265 Fr. Manuel de Vigil.

Poco a poco los registros van conservando un orden, y la información se amplia, pero no se mencionan la edad del difunto adulto ni las causas de la muerte, a continuación se transcriben algunos de ellos incluyendo los que muestran situaciones o personajes singulares:

El primer libro de defunciones del pueblo de Iztacalco 1704 a 1718. El estudio de los archivos de los cementerios es muy rico en cuanto a información de la población que habitó el lugar, su estudio llena el hueco en las historias locales, en el caso particular del pueblo de Iztacalco el primer libro de defunciones se inició en 1704. En su carátula se lee claramente: “Difuntos 1704 Asta el de 1718”, en su adverso quedó escrito “Libro donde se asientan los difuntos de este pueblo de San Matías Iztacalco, pues comienza desde el 4 de setiembre del año de 1704 y firma Fray Manuel de Vigil. A excepción de los dos primeros, los demás registros están divididos en dos columnas, la de la izquierda lleva el nombre del difunto y el barrio donde vivió, y en la de la derecha están datos más específicos, en la trascripción se ha conservado la ortografía de los registros.

Phelipa Atoyac

Con veinte y sinco de julio de setecientos y siete enterre en esta Iglesia parroquial a Phelipa de los Reyes mujer de Cristobal de los Angeles y para dar fe firmo con dia mes y año 266 Fr. Antonio Díaz.

Antta. Pascuala

En catorce de setiembre de setecientos y nueve fallecio y recibio Difunta los Santos Sacramentos, Antta. Pasquala viuda de Baltazar difunto, del varrio de San Miguel, la qual se enterro en esta Parroquia de Iztacalco y para que conste firme dho dia mes y año 267 Fr. Bernardo de Rivera.

264

AGN. Archivo de la Parroquia de San Matías Ixtacalco. Arzobispado de México. Def unciones. Vol.1 Años 1704-1718, foja 5. 265 Ibidem. Foja 9. 266 Ibidem. Foja 12.

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Para el año de 1710 se encuentra este tipo de registro: Diego de la Cruz casado De Sta. Cruz.

En siete de marzo se enterro en esta Yglesia de San Matías Istacalco, recibidos los Santos Sacramentos de la penitencia y comunión de extremaunción un hombre llamado Diego de la Cruz marido que fue de Juana Francisca del barrio de Santa Cruz, año de 1710 y lo firma. 268 Fr. Andres de la Borda.

Dominga de la Encarnación De Atoiac

En diez nuebe dias de Agosto de setecientos y diez i ciete recibidos los Santos Sacramentos se enterró a Dominga de la Encarnación cohabita con Juan Domingo y la sepulta en esta Yglesia de Iztacalco y lo firma. 271 Fr. Juan Daza.

Theresa Bo. Sta. Cruz

En diez y ocho dias del mes de febrero de setecientos y catorce se enterró en esta Iglesia Parroquial Thereza Heras India (cacique) mujer de Joseph de Saldivar Español, recibio los Santos Sacramentos y así por ser verdad lo firma en día mes y año 272 Fray Juan Antonio Gutierrez.

Mateo Marquez Español de Sempoala

En veinte de mayo de setecientos y treze se entero en el convento de Iztacalco recibio los Santos Sacramentos y el de la Eucaristía como extrema uncion Matheo Marquez Español vecino de este este pueblo y asiento dia mes y año 273 Fray Juan Antonio Gutierrez.

Dominga Maria India de Chimalhuacan con Atenco

En beinte y sinco dia del mes de julio del año de mil setecientos y treze se enterro en esta iglesia de Iztacalco Dominga Maria Yndia que era de la hacienda de Huatonco, jurisdicción de Chimalhuacan Atenco no se sabía si era casada y para que lo firme. 274 Fray Joan Moreno.

En casos excepcionales sí se da noticia de las causas del deceso por ello encontramos estos registros: Jerónimo Antonio Del varrio de la Sta. Cruz

En veinte y uno de febrero de setecientos y onze fallecio Geronimo Diego de muerte repentina y no pudo alcanzar los Santos Sacramentos marido que fue de Juana Francisca se enterró y lo firma. 269 Fr. Bernardo de la Rivera. f. 22

Bme Juan Bo. de los Reyes

En diez y siete días del mes de oct. de mil setecientos y catorce murio ahogado Bartolome Juan casado con Francisca Ana del Bo. de los Reyes y reconocido por la justicia se le mando enterrar en la Yglesia de Yztacalco y porque lo firme. 270 Fr. Miguel Bautista Solano.

También existen los que hablan de casos singulares como los siguientes:

267

271

268

272

Ibidem., Foja 16. Ibidem. Foja 18. 269 Ibidem. Foja 22. 270 Ibidem., Foja 54.

Ibidem., Foja 51. Ibidem., Foja 35. Ibidem., Foja 32. 274 Ibidem., Foja 33. 273

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Don Pedro Nicolas Bo. Sta Cruz

En diez y ocho dia de noviembre de setecientos treze enterramos a Don Pedro Nicolas Yndio Principal viudo de Maria Jacoba recibidos los Santos Sacramentos en esta Parroquia y firma dia mes y año por ser verdad lo firma. 275 Fray Juan Antonio Gutierrez.

Pedro De Atocpan

Si por alguna razón la muerte les sorprendía en este lugar también se les daba sepultura y para constatar lo dicho se encontraron los siguientes registros, en el primero ni siquiera aparece la columna de la izquierda y la explicación la da el mismo registro:

También existen registros donde aparece la palabra donzella o doncella, por lo que inferimos que murieron siendo adolescentes o a mujeres muertas célibes, estos son:

En cinco del mes de abril de setecientos y diez se enterró en esta iglesia recibiendo los Santos Sacramentos Andres Juan forastero viudo y no hubo quien diera razón del nombre de su mujer difunta y para que conste lo firma 276 Fray Phelipe Daza.

Manuel Joseph De Xalapan

En quatro de junio de setecientos y onze fallecio Manuel Joseph niño de edad de un año, hijo de Pascual Joseph y de Maria de la Rosa, forasteros, se enterro y lo firma. 277 Fran Bernardo de la Rivera. f. 26

Andrea de Jesus Bo. de la Magdalena

En seis dias del mes de abril de mil setecientos doze se enterró en esta Yglesia de Yztacalco Andrea de Jesus niña de cinco meses hija de Pasquala Maria y de Balthazar de los Relles del Barrio de la Magdalena y lo firma dicho dia, mes y año. 278 Fray Antonio de Aguirre.

En catorze de marzo de setecientos once fallecio Pedro soltero natural de San Pedro Atocpan, recividos los Santos Sacramentos se enterro y lo firma. 279 Fray Bernardo de la Rivera.

Nicolasa Francisca de Sta. Cruz.

En quatro dias del mes de agosto, de setecientos y ocho se enterro recibidos los Santos Sacramentos Nicolasa Francisca donsella hija de Gaspar Francisco y de Dominga María difunta del Varrio de Sta Cruz y para que conste lo firme. 280 Fray Pedro Muñoz.

Angelina Rosa Varrio Sta Cruz

En diez y nuebe de Diciembre de este año de 1709 se enterro en esta iglesia de Istacalco recibido los Sacramentos de la penitencia y extremaunción, una doncella de diez y seis años llamada Angelina Rosa hija de Pascual de los Reyes y de Isabel de la Cruz del varrio de Sta Cruz y lo firme. 281 Fray Andres de la Borda.

Angelina Ma Difunta Del varrio de la Asuncion

275

279

276

280

Ibidem., Foja 34. Ibidem., Foja 45 277 Ibidem., Foja 26 278 Ibidem., Foja 29.

Ibidem., Foja 22. Ibidem., Foja 14. Ibidem., Foja 17. 282 Ibidem., Foja 16. 281

324

En veinte y siete de octubre de setencientos nueve falleció Angelina Maria donzella de sinquenta para arriba hija de Antonio Miguel, y de Isabel Francisca difuntos del Varrio de la Asunción se enterró en esta parroquia de San Mathias Iztacalco y lo firma. 282 Fray Bernardo de la Borda.

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Son los registros de niños y niñas donde sí se asienta su edad y claro el nombre de sus progenitores o sino hacen la observación de “huerfano”, pero tampoco se informa de las causas de su muerte, he aquí los registros:

Diego Martin Niño Sta Cruz

Sebasttian niño Del varrio de San Miguel

Gertrudis niña fallecio del Varrio de San Miguel

Si no estaban seguros de la edad sí lo asientan: niño Lucas de Santiago Pueblo de Azoloapan

En once dias del mes de agosto de 1708 se enterro Diego Martin niño hijo de Antonio de la Rosa y de Antonia Phelipa del Varrio de la Santa Cruz y lo firma. 283 Fray Pedro Muñoz.

En el año de 1718 de enero a mayo la palabra niña (o) se cambia por “parvula” (o) y los firma Fray Joseph Cayetano Gómez y estos son algunos de ellos:

En siete de sep de seteientos y dies a fallecio Sebastian niño de seis meses, hijo legitimo de Sebastian de la Cruz y de Bernabela Antonia. Se enterro y lo firma. 284 Fray Pedro Muñoz.

En veinte y nuebe de septiembre de setecientos y diez Gertrudis de San Diego niña de edad de 2 años hija legitima de Fabian antonio y de Chatauna Matiana se enterro y lo firma. 285 Fray Bernardo de la Rivera.

También se encuentro entre estos registros este registro donde la palabra niña se cambió por chiquilla: Antonia Rosa niña Varrio de los Reyes

En siete de agosto de setencientos y diez fallecio Lucas de Santiago de edad de a cuatro a sinco a poco mayor o menos huerfano se enterro y lo firma. 287 Fr. Bernardo de la Rivera

Clara Hipta D Sta Cruz

en veinte de Hen.º de mil setecientos y diez se dio sepultura a Clara Hipolita parvula hija de Antonio Santiago y de Antonia Maria y lo firma. 288 Fray Joseph Cayetano Gamez.

Bartholeme de la Cruz del barrio de Santiago Atoyac

En catorce de mil sen.tos y diez ocho año se enterro en esta Yg.a y Parrochia de Yztacalco Bartholome de la Cruz, parvulo de tres a cuatro, hijo legitimo de Miguel Antonioy de Ana María para que conste lo firme en dho dia mes y año 289 Fray Antonio de Azcuedo.

Este ha sido un pequeño resumen de los registros del primer libro de defunciones del Pueblo de Iztacalco.

En nuebe de separe se enterro en esta iglesia de Istacalco una chiquilla llamada Antonia Rosa hija de Juan de los Reyes y Maria Hipólita barrio de la Sta Cruz año de 1709 y lo firma 286 Fr. Andres de la Borda.

Conclusiones El cementerio del cual nos refieren las lápidas adosadas a las paredes del atrio de la actual Parroquia de San Matías en el pueblo de Iztacalco sí tuvo un antecedente colonial, del cual se inició un registro de las inhumaciones

283 Ibidem., Foja 14. 284 Ibidem., Foja 19. 285 Ibidem. 286 Ibidem. Foja 16

287 Ibidem. Foja 18. 288 Ibidem., Foja 52. 289 Ibidem., Foja 54.

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realizadas a partir del año de 1704 seguramente porque al crecer la población era necesario hacerlos.

viudas. Es una constante en los registros el que se les haya administrado los Santos Sacramentos y la Eucaristía, esto es muy entendible pues para la fecha en que se realizaron lo más importante era ser asistido en los “auxilios espirituales” de la Iglesia. Por otra parte los barrios del pueblo de Iztacalco que aparecen son: la Asunción, Santa Cruz, San Miguel, Los Reyes. Caso especial tiene el barrio de Santiago pues el único al que se le pone su toponímico prehispánico: Atoyac que lo escriben Atoiac o todo completo: Santiago Atoyac. No aparecen difuntos de los barrios de Zapotla o de San Francisco Xicaltongo, pero si parecen como barrio de la Magdalena o de María Magdalena o de Santa Magdalena. Por los registros también se sabe que existía matrimonios formados por la población nativa y los conquistadores como quedó asentado el que la India Thereza de las Heras lo estuviera con un español Joseph de Saldívar en el barrio de la Santa Cruz, o que no todos las personas estaban casadas pues se registró que Dominga de la Encarnación cohabitaba con Juan Domingo en barrio de Atoiac, o de la muerte del Indio Principal Pedro Nicolás del barrio de la Santa Cruz. También nos enteramos que este cementerio se enterraba a personas no originarias de los barrios pero que vivían en el pueblo como el español Mateo Marquez originario de Sempoala o de la Yndia Dominga María de la hacienda de Huatonco. Así pues nos demuestran que la comunidad era diversa conformada por personas de otros lugares. También se confirma que el apellido Juárez común en el barrio de San Miguel, es uno de los más antiguos pues aparece en dos registros de los años de 1707 y 1709 en el mismo barrio: San Miguel. Se enterraban a los originarios de otros lugares como el Pueblo de Azoloapan, Actopan, Xalapan, Nativitas, Sempoala, Chimalhuacan, San Juanico, Xochimilco, del Pueblo de Santa María Nonoalco y de Santa María Magdalena. Los únicos registros de adultos que registran las causas de muerte son los casos de muerte repentina de Geronimo Diego o de Bartolomé Juan ahogado. Los únicos registros donde se asienta la edad son los de la población infantil donde la mortalidad era enorme. En los primeros años de registro de 1704 a 1707 no existe registro de infantes, estos se inician en el año de 1708 donde fallecen veinte y dos y seis son niños, en 1709 se registraron también veinte y dos defunciones y doce son niños, en 1710 en total fueron treinta y dos defunciones de las cuales diecisiete eran niños, en

Los encargados de llevar el registro fueron los frailes franciscanos que habitaban el actual exconvento y quienes firmaron los registros. En los años de 1704 a 1708 la firma que más frecuente es la del Fr. Manuel de Vigil, aunque en este lapso también se encuentran las firmas de los frailes Miguel Bravo, Antonio Díaz, Pedro Muñoz y Josephe de Ayala. Para los años de 1709 a 1714 aparecen las rúbricas de mencionado Josephe de Ayala, pero también están las firmas de Andrés de Borda, Bernardo de la Rivera o Rivera, Juan Antonio Gutiérrez, Antonio de Aguirre, Joseph Carmona, Joan Moreno, Antonio López, Joseph Gutiérrez, Miguel Bautista Solano. En los registros de 1715 a 1718 las firmas son de los frailes: Juan Anonza, Juan Daza, Phelipe Daza, Joseph Cayetano Gómez, Diego Chavarria, Antonio de Azcuedo y Juan de la Roa. En total son veintiún frailes que realizaron los registros, por la variedad de las firmas que aparecen en los años antes señalados se puede decir que si bien existía una persona encargada de hacer el registro cuando éste por diversas o ignoradas razones no lo podía hacer, lo realizaba cualquier otro fraile. En los registros se menciona indistintamente que se “enterró” en la iglesia o convento por lo que no es difícil pensar que bajo el piso de estos lugares, si se realizara una excavación se podrían encontrar restos de antiguos pobladores, pero también pueden aparecer en el atrio o en la parte de atrás de la parroquia que ha mantenido su perímetro. No se encontró información referente al posible pago por las inhumaciones, pues podría ser la fuente económica que permitiera la sobrevivencia de los frailes. Inicialmente los nombres de los difuntos aparecen solos como Juan, Remedios, Antonio, Magdalena o Phelipa; o compuestos como Sebastiana Melchora, Juan Diego. Más tarde aparecen los que se les añadió alguna advocación como: María de San Miguel, Juan de Santiago, Lucas Evangelista, Clara de la Encarnación, Salvador de la Cruz o Melchora de los Reyes, etc. El segundo nombre no coincide ni con el nombre de los barrios donde se asienta que vivían ni con los apellidos de los progenitores cuando aparecen éstos y nos habla de cómo la manera de poner los nombres fue cambiando. Como no se asentaron las edades de los difuntos “adultos” lo intuimos por que se hace la aclaración que eran maridos, mujeres, viudos o

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1711 murieron sesenta y siete y treinta y nueve eran infantes, para 1712 fallecieron veinte de los cuales quince eran niños, en 1713 de los treinta fallecidos veinte y dos eran niños, en 1714 de los treinta y ocho decesos veinte y siete fueron de infantes, en 1715 de un total de cuarenta y cinco muertes veinte y ocho fueron de niños, para 1716 el registro es parecido en total están registrados cuarenta y cinco fallecimientos de los cuales treinta y uno eran infantes. Para 1717 de los treinta cinco de total treinta y uno eran infantes y para 1718 de los treinta registros veinte y cinco pertenecen a niños. Tomando en cuenta las condiciones sanitarias de este siglo es muy probable que los infantes que murieron y cuyas edades van desde un día de nacido hasta los ocho o nueve años, lo hicieron como consecuencia de probables enfermedades como diarrea, y deshidratación, infecciones debido a las precarias condiciones sanitarias además de que posiblemente existiera una epidemia pues la cantidad de decesos infantiles es mayor que el de los mujeres, hombres y adolescentes que son los que menos mueren. Como se puede ver el examen de los archivos de los cementerios son muy ilustrativos sobre la vida y muerte de los pobladores de un lugar, de aquí radica su importancia que no debe quedar desapercibida.

BIBLIOGRAFÍA      

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estrecha relación con el tema de la muerte; generalmente devotos que se encontraban en el Cementerio, habitantes de las orillas del rio y finalmente un análisis de las observaciones y de los resultados de las conversaciones realizadas contrastados con la revisión bibliográfica. El propósito o finalidad de esta investigación, fue conocer, describir, analizar e interpretar las diferentes creencias y ritualidades que giran en torno a los muertos NN en un contexto violento en el municipio.

Creencia y ritualidad en torno a muertos N.N en el municipio de Puerto Berrío Antioquia Colombia 290

Pablo Andrés Muñoz Castrillón Colombia

Solo por amor a alguien hallará el camino para llegar al paredón trasero de este cementerio. La guerra convierte el destino de los hombres en laberinto. Y los únicos que no se rinden frente a los paredones ciegos, a las lenguas monstruosas de las gárgolas, a los cañones fríos de los fusiles son las madres y los hijos. Eso pienso cuando me reconozco carente de la compasión suficiente para enfrentar la tarea de averiguar quién eres para llevarte a casa. Patricia Nieto.

Ubicación geográfica El río magdalena nace a 3,685 metros de altura sobre el nivel del mar en el páramo de las papas en el Huila y recorre gran parte de Colombia (24% del territorio), Tiene una longitud de más de 1500 km y es navegable desde Honda en el departamento del Tolima hasta su desembocadura en el mar Caribe; arrastra consigo historias, genera vida y sirve de actividad 291 económica . Este río es uno de los principales del país y sirve como sustento económico para las familias que viven a sus orillas, los cuales trabajan en la pesca, la bracería (extrayendo arena del fondo del río), el transporte de carga y pasajeros; también en años atrás era por donde se transportaban los alimentos a diferentes zonas y por donde el comercio que llegaba de diferentes partes del mundo entraba por el puerto de la ciudad de barranquilla hacía el centro del país.

Introducción Esta temática es importante porque da cuenta de la creencia entorno a los muertos N.N y los rituales a la muerte más arraigadas en este municipio. Mi motivación por el tema se dio por una serie de experiencias vividas en mi infancia en medio de un contexto con problemas de orden social, que al día de hoy tiene cierta importancia en mi experiencia política y religiosa. Fue por eso mi interés en tener un acercamiento a este mundo de las ánimas benditas del purgatorio y más en medio de un contexto violento con el cual he tenido una estrecha relación. El presente tema de investigación, presentará puntos importantes en el abordaje de las creencias y ritualidades en torno a los muertos N.N (No Nombrados) en el municipio de Puerto Berrio, Antioquia, Colombia. Para conocer el tema se tuvo en cuenta varias categorías; La violencia, la desaparición forzada, el Rio Magdalena, la institución católica, El cementerio municipal, los N.N, las ánimas benditas del purgatorio, el animero; los cuales dieron una panorámica sobre la relación entre algunos de los habitantes del municipio con la muerte. Esta investigación se llevó a cabo desde octubre de 2012 hasta Junio de 2013; en este periodo de tiempo realicé varios viajes al puerto, donde observé e hice un registro con una descripción detallada del cementerio local del municipio, conversé con personas que tienen una

Imagen 1: Río Magdalena, en inmediaciones de Puerto Berrío.292 291

El Rio Magdalena (The natura conservancy. Colombia, Río Magdalena. Vía electrónica: http://espanol.tnc.org/dondetrabajamos/colombia/lugares/riomagdalena.html. Fecha actualización: 2012. Fecha de consulta: 11-Marzo-2013. 292 Foto tomada por: Pablo Muñoz, Enero de 2013.

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Estudiante de Antropología. Universidad de Antioquia [email protected].

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de

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Todos estos muertos son enterrados en el Cementerio Municipal por parte de las autoridades locales después del proceso forense a la espera de que algún familiar llegue a reclamar el cuerpo sin vida. Lo que ocurre es que las personas habitantes del municipio cuando están pasando por dificultades ya sean emocionales o materiales, se acercan al cementerio a rendirle culto a estos muertos, les piden favores con la esperanza de que las almas que en algún momento hicieron parte de ese cuerpo, intercedan ante Dios por sus peticiones, a cambio las personas rezan por ellos para el perdón sus pecados; pero lo curioso es que hay gente que adopta como sus deidad personal al alma de alguno de estos cadáveres que no han sido identificados y efectivamente han recibido sus favores.

El municipio de Puerto Berrio, está ubicado en el departamento de Antioquia, en la región del Magdalena Medio. Limita por el norte con los municipios de Yolombó, Remedios y Yondó; por el este con el departamento de Santander, por el sur con Puerto Nare y Caracolí; y por el oeste con 293 Caracolí y Maceo . Debido a su ubicación a las orillas del Rio Magdalena y por el hecho de ser un puerto, el municipio tiene infinidad de costumbres y procesos sociales que provienen de otras regiones del país; como el sur del departamento de Bolívar, y el sur del Cesar, el departamento de Santander, Boyacá, Caldas, Tolima, Cundinamarca, y obviamente Antioquia; Por esto, se ve influenciado por variedad de comidas, músicas, bailes, mitos, leyendas, ritos religiosos y problemáticas que finalmente configuran todo un contexto social y religioso. Contexto social y religioso. Puerto Berrio, vive las inclemencias de la guerra que se dan en el país, y esto ha hecho que el rio traiga consigo una cantidad de muertos, campesinos, obreros, estudiantes, indígenas, afros, guerrilleros, paramilitares, fuerza pública; víctimas de la guerra en diferentes parte del centro del país, que por algún motivo han sido desaparecidos, arrojados a los caudales del río y que posteriormente han atracado en las orillas, en las inmediaciones del municipio. El Magdalena Medio, primero bajo la presión del Eln y luego con la llegada de los paramilitares, se transformó en zona de guerra, desaparecidos y muertos. Muertos sin nombre y sin tumba… Según cifras de la Asociación de Familiares de Detenidos - Desaparecidos (Asfaddes), entre 1984 y 2003 en todo el país se presentaron 6.875 desapariciones forzadas, en las que se vieron involucrados grupos de izquierda, de derecha y el mismo Estado colombiano… Un informe de la Corporación Regional para la Defensa de los Derechos Humanos (Credhos), revela que entre 2000 y 2003, solo en el Magdalena Medio, se presentaron 208 desapariciones 294 forzadas, de ellas 13 en Bolívar, 186 en Santander y 9 en Antioquia

Imagen 2: Cementerio de Puerto Berrío. Panteón de NN. 295

Los creyentes dicen que las ánimas de estos muertos tienen poderes a la hora de hacer los favores que se les encomienden; es por esto que todos los días muchas personas llegan al cementerio local, a agradecer a su adoptado por los favores recibidos, también los lunes el cementerio celebra una misa por el eterno descanso de las almas del purgatorio. Finalmente terminando el año, en el mes de noviembre aparece un personaje conocido en la población y sus alrededores que llega al cementerio a las 12 de la noche y después de una oración, da un recorrido de aproximadamente dos horas por las calles del puerto, paseando a las

293

Municipio de Puerto Berrío. Límites del municipio. Vía electrónica: http://www.puertoberrio-antioquia.gov.co/nuestromunicipio.shtml?apc=mIxx-1-&m=f. fecha actualización: 08- septiembre- 2012. Fecha de consulta: 11- marzo-2013. 294 La creciente de lágrimas del magdalena. Series, El colombiano. Vía Electrónica: http://www.elcolombiano.com/proyectos/serieselcolombiano/rios_tumbas/madgalena.htm Fecha de consulta: 16 de junio de 2013.

de

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Foto tomada por: Pablo Muñoz, Junio de 2013.

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ánimas y rezando padrenuestros y avemarías por ellas para que estas puedan descansar en paz y alcanzar la vida eterna; este es el llamado animero. En el departamento de Antioquia por su tradición católica existe esta misma figura del animero en diferentes municipalidades, siendo el caso de Copacabana uno de los más conocidos. Cabe resaltar que todo este sistema de creencias y ritos, se dan en el cementerio municipal donde acuden para honrar a personas que de una manera u otra han hecho parte de su vida. «El cementerio es sin duda un espacio con una gran capacidad para generar identidad, en los dos planos de ésta: El individual y el social. Allí se encuentra en el suelo mismo del propio nacimiento, y los restos mortales de los ancestros, y otros seres queridos» (Minetti.2011: 142). Voy a hablar del tema en cuestión haciendo énfasis primeramente en el sistema religioso católico en el cual está enmarcada toda esta creencia y ritualidad. En este contexto violento de Puerto Berrío (el cual está más explícito anteriormente) donde muy a menudo por medio de las corrientes de agua del Río Magdalena atracan en el puerto cadáveres de personas que fueron víctimas de la violencia en diferentes zonas del país. Estando allí muchas personas del municipio, los adoptaron y les dieron un nuevo nombre; les piden favores, les rezan, les limpian las tumbas. Lo que hay que tener en cuenta hasta este momento es que la mayoría de las personas del municipio son católicos en ejercicio y toda esta creencia y ritualidad está inmersa dentro de este sistema religioso. El catolicismo es uno de los principales sistemas religiosos del mundo y su doctrina está resumida en el credo; que es la declaración de fe principal para toda persona fiel a ese sistema.

En esta declaración se puede ver que el catolicismo plantea una vida después de la muerte. «Para los católicos la muerte es un sueño o un reposo; es un paso de una vida imperfecta a una vida plena y eterna. Los que fueron justos están en paz con el señor en el mismo momento de la muerte; mientras los fieles difuntos que tienen algo que explicar, la iglesia no deja de orar, y suplica a su favor, para que disfrute rápido de la paz de Dios» 297 (Misal: 1953.) Cabe aclarar que lo anterior es para contextualizar al lector de cómo el catolicismo percibe la muerte. Etnografía: el medio de acercamiento a la creencia en las ánimas. La herramienta por excelencia para todo antropólogo, es la etnografía. Con esta metodología tuve la oportunidad de tener un breve acercamiento a la creencia en las ánimas en Puerto Berrío. Lo primero fue hacer observaciones y posteriormente conversar con las personas directamente involucradas en esta temática. Por esto preferí dirigirme primero a las orillas del rio Magdalena por ser el lugar de llegada de los cadáveres y después al Cementerio Municipal. En mi recorrido por las orillas del rio, en el barrio Puerto Colombia, en el que generalmente viven personas que se dedican a la pesca, tuve la oportunidad de conversar con un par de pescadores, los 298 cuales en medio del vallenato me cuentan de sus vivencias y como en muchos años en el oficio se acostumbraron a vivir junto con las decenas de cadáveres que iban río abajo. Días después realicé el primer recorrido por el cementerio. Aunque es un cementerio que conozco desde niño, en cada visita quedo más sorprendido. Es un cementerio católico, cargado de muchos símbolos; vírgenes, Jesucristos, cruces, camándulas, flores, ángeles, escudos de equipos de fútbol (en algunas tumbas). Hay tumbas en el suelo, 299 panteones y osarios con mensajes muy emotivos, fotos, velas, vasos con agua. A pesar del calor que habitualmente hace en la localidad el ambiente era frio y hostil. Después de caminar por el sitio, regresé hasta dónde están los osarios de los cuerpos N.N, allí me detengo y es allí donde quise enfocar mi atención. Observé las tumbas coloridas, con placas en agradecimientos por favores recibidos. Era un lugar generalmente poco habitado, pero en el transcurso del día había por lo menos una persona por allí, mirando o rezando. Varias veces no faltó la persona con un balde, un recorte de tela, un cuchillo o unas tijeras, y algo con que escribir, ya fuese tiza, carbón o

Creo en dios padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único hijo nuestro señor, que fue concebido por obra y gracias del espíritu santo, nacido de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, y al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el espíritu santo, la santa iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna 296.

296

297

Credo, católico. Vía Electrónica http://www.labibliaonline.com.ar/WebSites/LaBiblia/Oracion.nsf/Indice/Credo fecha de actualización: 08- septiembre- 2012. Fecha de consulta: 11- marzo-2013.

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Misal, diario y vesperal. Liturgia de los difuntos. Reconocido género musical, típico de la región caribe colombiana. Estructura en el cual hay un conjunto de bóvedas.

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pintura (Alguien escribió en la lápida la palabra ESCOGIDO ); Para hacer el aseo a una o varias tumbas que lo requirieran; después la oración, la novena, y el rosario que no podían faltar.

Imagen 4: Entrada principal, en día de misa de cementerio.304 Imagen 3: Tumba de NN con placas en agradecimientos. 301

Por esos días de estadía en el municipio tuve la oportunidad de conversar con varias personas que me contaron su experiencia, en relación con las «Benditas ánimas del purgatorio». En realidad las diferentes versiones que escuché detalladamente, convergían en algún momento, pues todas escucharon hablar que las ánimas hacían favores, que eran muy bondadosas, que ayudaban a las personas con problemas. Dos de esas personas tenían familiares desaparecidos y víctimas de la violencia. También llegaban al mismo punto cuando me decían:

La segunda observación que realicé en el Cementerio fue un día lunes a las 5 de la tarde, hora en que se realiza la llamada «Misa de Cementerio». El lugar estaba completamente lleno de personas. A la entrada habían varias ventas de bebidas refrescantes; paletas, conos, 302 raspao , agua, limonada. Ya adentro las personas (de todas las edades) caminaban todo el lugar, algunas con flores en mano, limpiando tumbas de seres queridos, otros sentados esperando la misa, y en la parte de la capilla, 303 algunas otras hacían fila para «Mandar la misa» en pago a las ánimas por los favores recibidos.

Cuando uno ya se compromete con ellas, hay que estar muy pendiente de ellas y estarlas invocando todos los días. Además de que le tiene que cumplir lo que le prometió, porque si no lo joden a uno 305.

Otra persona un poco más escéptica me decía que las respetaba, y les rezaba para que descansaran en paz, pero que él no iba con eso de pedir favores, y me decía:

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ESCOGIDO, según a las personas que le pregunté, significa que el cadáver que está en la tumba, ya tiene una persona que lo adoptó. 301 Foto tomada por: Pablo Muñoz, Enero de 2013. 302 Refrescante, preparado con hielo y colorantes artificiales. 303 Mandar la misa; hace referencia al oficio de dar una cantidad de dinero a la iglesia católica para que pronuncie la misa a favor de un alguien en especial.

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Foto tomada por: Pablo Muñoz, Junio de 2013. Habitante del Municipio. Entrevista, 7 de Enero de 2013. Cementerio Municipal.

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profesora Nieto escribió en este libro sobre este fenómeno en este mismo municipio de Antioquia. En este punto yo pienso que cabe aclarar que el símbolo dominante en todo este trabajo es el cadáver; pues es ese cuerpo sin energía vital el que está representando una problemática social, en este caso la violencia y la guerra, es este mismo cuerpo el que desapareció de un territorio y de una familia, para llegar a otro territorio donde simplemente escribe otra historia. Es este mismo cadáver el que terminó siendo adoptado, rehumanizado, cuidado, por personas que tienen dificultades emocionales, materiales, por pérdidas de otros seres o por haber sido vulnerado por algún otro tipo de violencia y recurrieron a un muerto que ni se sabe quién es, para que sirva de mediador entre la tierra y el cielo para su beneficio personal. Turner plantea el símbolo como la unidad mínima de un ritual y entiéndase ritual como una conducta formal relacionada con la creencia en seres o fuerzas místicas (Turner, 1967:21) por eso este símbolo está dando cierto tipo de comportamiento a las personas que acuden a él, como el de estar visitando constantemente, invocándolo todos los días, limpiando la tumba, rezando por un eterno descanso. Turner habla de la importancia de relacionar el símbolo con otros acontecimientos ya que ese mismo símbolo hace parte de otros procesos sociales y por eso tiene intereses, propósitos y fines (Turner, 1967: 22), pues las personas no llegan a adoptar un cuerpo como su deidad personal, porque sí; por eso mismo todo el tiempo hablo del cuerpo como resultado de un contexto violento o de desaparición y la variedad de problemas que padezca la persona que busca ayuda de un alma, ya sean económicos, familiares, sentimentales o existenciales. Las personas creen y realizan rituales en torno a estos muertos con el sentimiento que todo cambiará, que todo estará mejor si hago esto o lo otro con el fin de cambiar positivamente su vida, es lo mismo que plantea Turner como el polo sensorial, siendo los sentimientos y percepciones que siente la persona mediante ese símbolo y el polo ideológico, que es la finalidad a la que desea llegar mediante ese símbolo (Turner, 1967: 31). Antes hablé que las personas piden favores a las almas, hacen visitas al cementerio, las invocan, les rezan siempre para que pueda alcanzar la paz. Y es acá donde traigo a colación los planteamientos de V.Thomas, ya que él constantemente está haciendo referencia sobre la importancia que tiene un buen morir, y la función que tienen el rito funerario. Para él, el rito funerario son los comportamientos con afectos profundos que guían al difunto en su destino y su objetivo principal es superar la angustia del sobreviviente (V.Thomas, 1991: 115), entonces es mirar como mediante

Vea mano, es muy sencillo. Es como usted irle a pedir un favor a una persona que está en la cárcel, viendo que desde ahí no puede hacer nada. Es lo mismo con las ánimas porque ellas están ahí como penando para que dios las deje entrar al cielo. 306

Lamentablemente no estuve presente en el recorrido con el animero de Puerto Berrío. Pero por lo que he escuchado hablar, leído y presenciado en otras épocas de mi vida, sé que es un personaje que sale con un grupo de personas a pasear las ánimas benditas del purgatorio por todas las calles en las horas de la noche, rezando padrenuestros y avemarías por ellas para que estas puedan llegar a la gloria de Dios; en medio de la caminata las personas por donde pasan también van rezando un padrenuestro, con el fin de que sean muchas súplicas para Dios y permita que esas almas descansen en paz. Esto fue lo que viví. Hay muchas cosas que toca dejar por fuera ya que el tiempo de la investigación fue muy corta para abarcar todo lo que pretendía y es por eso que me limito a la creencia y ritualidad en torno a los muertos N.N, queriendo investigar después otros aspectos sobre la muerte en este mismo contexto. En esta experiencia etnográfica el símbolo siempre está presente, en lo que se ve, se toca, se huele, se prueba y se escucha. Mundo teórico. Después del panorama que he esbozado hasta este momento, lo que hice fue contrastar lo mencionado en párrafos anteriores con los planteamientos de dos teóricos cuyos trabajos son importantes y clásicos a la hora de comprender el mundo simbólico y el mundo de la muerte. Me guié por el trabajo de Víctor Turner y su libro la selva de los símbolos (1967), dónde él ayuda a comprender mejor la relación del símbolo y del ritual, en este caso el cadáver como símbolo central de esta propuesta, pues es el cadáver el que en todo momento está representando ese otro mundo desconocido y el que hace que haya una conducta ritual. También estuvo en escena el trabajo de Louis Vicent Thomas de La muerte: una mirada cultural, pues ahí V.Thomas brinda pautas para entender mejor el rito funerario y sus significados. Hasta este momento cabe resaltar la importancia y la influencia que tuvo en mí y en esta presentación, la obra de la profesora Patricia Nieto con su libro Los escogidos (2012), donde tuve en cuenta situaciones que en el corto trabajo de campo que realicé no pude registrar, ni analizar, ya que la 306

Habitante del Municipio. Entrevista, 9 de enero de 2013. En la parroquia local.

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Bibliografía.  Minetti, Ricardo. 2011. Dona eis réquiem: los cementerios ante la mirada de la cultura. Alteridades.  Misal, Diario y vesperal. Desclée de Brouwer. Bilbao, España.  Nieto, Patricia. 2012. Los escogidos. Sílaba editores. Medellín.  Turner, Víctor. 1999. La selva de los símbolos. Siglo XXI de España editores. Madrid.  Vicent Thomas, Louis. 1991. La muerte: Una mirada cultural. Ediciones Paidos. España.

el rito que se le hace a un cuerpo o ánima de ese cuerpo, hay dos objetivos; el primero que el alma de esa persona pueda llegar a su destino final y segundo el bienestar terrenal. La conducta funeraria es universal y el objetivo principal es aliviar los sentimientos de culpa, estar tranquilos, y consolados (V.Thomas, 1991:116). En medio de este ritual funerario cabe resaltar la importancia que tiene el aseo, como símbolo de purificación, pues por medio del aseo que los vivos hacen a esas tumbas, a priori el buen entierro, se demuestra respeto y apego; las visitas constantes, los cantos, las alabanzas, las oraciones, el cuidado (Thomas, 1991: 120) hacen que se acelere ese proceso de que el alma alcance la gloria de Dios. Al principio cuando daba un contexto de esta situación, hablé de la importancia de la doctrina católica, pues vemos que siempre está en escena; en la experiencia etnográfica y en el mundo teórico siempre se hace el énfasis que el alma que está representando el cadáver pueda llegar a la gloria de dios, ya que estas almas según la doctrina católica no fueron tan buenas para merecer el cielo, pero no tan malas para merecer el infierno y por eso están ahí suspendidas en el purgatorio pagando sus penas para poder llegar a la gracia eterna. Algunas conclusiones. En esta corta investigación se pudo evidenciar el por qué las personas acuden a un muerto para hacer frente a sus problemas y a sus crisis. Insisto nuevamente en la importancia que tiene el ascenso del alma al cielo, y cómo las personas por medio de sus rezos, súplicas y el aseo a las tumbas influyen en la entrada de estas a la vida eterna. Acá es donde yo digo que la reciprocidad está presente, pues según las personas, gracias a que interceden ante dios para que las deje descansar en paz, estas almas las recompensa con favores ya sean materiales, económicos o emocionales. La mayor duda que me queda después de esta provocación, es comprender muy en el fondo qué es lo que realmente motiva a una persona a adoptar un muerto como deidad personal, tenerlo presente siempre, rezarle, invocarle, hacerle aseo a su tumba, decorarla, asistir a los recorridos con el animero, ir a las misas de cementerio ¿Será lo que dice V.Thomas, que se hace para aliviar sentimientos de culpa? ¿Pero cuál culpa? ¿Es solo interés material? Lo único claro es que para mí hay una pregunta abierta, digna de una investigación más profunda y es… ¿se adopta por llenar vacíos existenciales, simplemente por solidaridad de dar un buen viaje de ascenso al cielo o interés económico?

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uniones de del resto del sistema de canal Inglés; gracias a ello, en los comienzos del siglo XIX la industria se promovió. Había una gran variedad de manufacturas, especialmente de los pequeños "juguetes" de metal, adornos y cajas, por lo cual se hizo famoso Birmingham. A mediados del siglo XIX la galvanoplastia, inventado por Elkingtons de Newhall Street, se concentró particularmente en torno a la calle Great Hampton y los oficios de metales preciosos se concentraron en la zona. Esto alentó a los negocios relacionados, como comerciantes de diamantes y los encargados de cofres, la Oficina de Análisis y de la Escuela Municipal de Joyería, de ahí el nombre que esta zona recibió: Jewellery Quarter, lugar donde reside el edificio de las obras de ornamentación para ataúdes de Newman Brothers, que al hacerse famoso no sólo por la zona si no por la excelencia de sus trabajos, en la década de 1950, la empresa estaba exportando productos a nivel internacional a África occidental, India, Sri Lanka, Sudáfrica, el Caribe, Canadá y Malta.

Obras de ornamentación para ataúdes de Newman Brothers Newman Brothers Coffin Fitting Works 307

Sandra Elena Guerra Orea México

Figura 2: Detalle de la puerta de al Bodega: Newman Brothers Coffin Fitting Works (SEGO. 2012)

Desarrollo La fábrica se inauguró en 1894 y la producción se detuvo por las ahora más comunes cremaciones y no entierros en 1998. La maquinaria original y las muestras de las ornamentaciones aún permanecen en el interior del edificio. La simetría externa de las Obras de Ornamentación de los Hermanos Newman es simple y en filas de columnas con ventanas de herrería y ladrillo rojo. En la parte frontal derecha, la entrada al vestíbulo y en el medio izquierdo, el porche para carruajes.

Figura 1. Ilustración del vidriado de Victoria Law Courts (SEGO. 2012)

Introducción La ciudad de Birmingham cuenta con una red de canales que la conectan con Wolverhampton, y la parte oriental del País Negro, además de varias 307

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, [email protected]

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Figura 4: Isométrico de la Newman Brothers Coffin Fitting Works (SEGO.2012)

Y en la tercera planta se trabajaban las fundas de los ataúdes y algunos trajes para el difunto. Los colores más comunes eran por supuesto los significativos para la ciudad: el granate, el azul y el azul celeste, que hasta hoy en día han sido distintivos de los uniformes de futbol de Birmingham.

Figura 3: Fachada de la Newman Brothers Coffin Fitting Works (SEGO.2012)

El conjunto tiene una conservadora forma de U, contando con planta baja, primera y segunda. En planta baja el acceso al carruaje conectado a la izquierda con el almacenamiento y la parte de impresión; y el acceso principal da al vestíbulo conectado con lo que eran las oficinas. En la parte trasera derecha, la parte del fundido (cerrado por el momento). En la segunda planta se encontraba parte de las oficinas y los trabajos decorativos después de haberle dado forma a los metales.

Figura 5: Moldeado de manijas. Newman Brothers Coffin Fitting Works (SEGO.2012)

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El trabajo en el taller de impresión era el trabajo más duro, ya que consistía en pisar y jalar al mismo tiempo el pedal y cadena para poder imprimir con el pesado molde la forma deseada en el metal, y así uno tras otro.

Figuras 7 y 8: Muro con ornamentos y manija de metal para ataúdes Newman Brothers Coffin Fitting Works (SEGO.2012)

Figura 6: Diseño de herrajes. Newman Brothers Coffin Fitting Works (SEGO.2012)

La edificación está catalogada como Grado II del Patrimonio Inglés ya que a pesar de no ser específicamente un edificio característico, su importancia en la historia de la actitud funeraria en el Reino Unido le ha dado este lugar. Está planeado por Birmingham Conservation Trust mantener la parte delantera como museo y las dos partes traseras como oficinas o apartamentos, su tarea ha sido promover a través de varios medios, cobrar vida en el edificio con actividades como música en vivo y actuaciones y vestirse en trajes victorianos, para dar conocer acerca de su potencial y su importancia histórica. El proyecto del museo recrea los antiguos talleres y muestra los objetos realizados en el sitio, incluyendo manijas de bronce, cruces y otros muebles ataúd ornamental. Muchos de ellos ya han sido retirados y catalogados. Si el proyecto es aprobado, el museo, será el único museo de funerales en el Reino Unido.

La zona de fundido y moldeado consistía en vaciar el cobre o metal trabajado en las cajas con moldes para formar el objeto deseado como manijas, para después llevarlas al pulido en el segundo piso.

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Glosario GALVANOPLASTIA. Proceso eléctrico para dar forma o modelado del metal.

Bibliografía  

Figura 9 y 10: Interior de la primera planta, con maquinaría de impresión Newman Brothers Coffin Fitting Works (SEGO.2012)

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FOSTER, ANDY. Pevsner Architectural Guides Birmingham. London. Yale University Press. New Heaven and London. (2005). RAY SHILL. Birmingham's Industrial Heritage, 1900 - 2000. Birmingham. Sutton Publishing. (2002).

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Rituales Funerarios  

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Más allá de la muerte: los animeros en Colombia. Estudio de caso Claudia Lorena Gómez Los ritos funerarios como elementos de cohesión y reciprocidad entre los habitantes de Santa Cruz Atzcapotzaltongo, Toluca, Estado de México Irma Ramírez Leonardo Rosales Formas de morir y conductas de enterrar María Antonia Benavente Los Ritos funerarios en las sociedades iniciáticas Juan Federico Zúñiga Tomás Cortés

Colombia

México

Chile

México

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. discurso católico. Así mismo se distingue la idea del Purgatorio y las ánimas como problemática, al diferenciarse dos discursos: el discurso eclesiástico y teológico, y el discurso creado por el impacto popular que se hace visible al generarse devociones en su entorno, y será este último el que centrara la atención. El objetivo de este escrito es, pues, contribuir al rescate y documentación de una tradición que se encuentra asociada al patrimonio intangible y simbólico en el tema de la muerte y de los cementerios. Para llevarlo a cabo, se hizo la selección de dos localidades pertenecientes al departamento Antioquía con los que se realizó el estudio de casos que permitió esbozar los aspectos principales del Animero: inicio y consolidación del ritual local teniendo en cuenta su relación con el mito y el símbolo. Ahora, hacer una investigación donde intervienen tantos factores actuales conlleva desafíos metodológicos y por supuesto también éticos. La observación directa se perfiló como parte esencial para comprender el rito del animero, además de la memoria histórica de algunos informantes. Al enfocarse como una investigación cualitativa, la entrevista se inscribió como instrumento metodológico necesario para llegar al objetivo ya que a través de esta se pudo ahondar en la comunidad, al ser de carácter flexible y dinámica, es decir abierta y profunda, lo que permitió tener la opinión y visión de cada persona entrevistada. Por otra parte, la historia de vida fue la estrategia metodológica utilizada para estudiar y rastrear a los animeros en trabajos precedentes de Hernán Darío Montoya Gómez y Jesús Torres, lo que permitió profundizar en el origen de esta práctica en sus respectivos municipios, Puerto Berrio y Copacabana. Ignorar que la investigación con base a documentación oral requiere ser más cuidadosa, sería un error. En este aspecto la información se recogió, organizó, tabuló, valoró y analizó bajo preceptos metodológicos, acatando la consolidación de las palabras claves.

Más allá de la muerte Los animeros en Colombia, estudio de casos 1

Claudia Lorena Gómez Sepúlveda Colombia

INTRODUCCIÓN Colombia es un país que ha tenido históricamente una raigambre católica. Esta base religiosa occidental se relaciona y mezcla, en todo el territorio, con otros escenarios y rituales peculiares y distintivos. El Animero es uno de ellos. Una tradición representativa del departamento de Antioquia, que funciona como cohesionador social dentro de la religiosidad católica local. El animero es nombrado en toda Colombia, aunque en el departamento de Antioquia se ha convertido en una tradición, sobre todo en dos municipios: Puerto Berrio y Copacabana. El animero tiene como labor ser intermediario entre los vivos y muertos, manteniendo la devoción a las ánimas del purgatorio, especialmente durante el mes de noviembre, mes de los difuntos, en el que hace diariamente un recorrido por la localidad, teniendo como punto de partida y llegada el cementerio. Este culto a las ánimas actualmente se vive paralelamente con la religión oficial, por tener 2 rasgos comunes con la denominada religión popular. El destino del alma ha sido fuente de muchas discusiones sin importar la religión que se profese. Todas se unen en este punto, convirtiéndose en el centro de la reflexión religiosa; por supuesto el Catolicismo tiene toda una conceptualización en lo concerniente, donde se distingue de manera explícita la geografía del Mas allá Cristiano: el paraíso, el purgatorio y el infierno. El purgatorio toma relevancia por ser el espacio y estado en el que se mueven las ánimas; es más, ha sido adoptado como apellido por las almas del purgatorio. Se representa como espacio y como estado de purificación, y como doctrina tuvo un lento proceso de formación: desde el siglo III hasta la baja Edad Media, tiempo en el que tomaría su forma definitiva. Y, Una vez en América, la concepción del purgatorio se extendería lentamente, aunque ya desde los primeros años de la Conquista se percibía su permanencia en el

La tradición española: el animero Antioquia, departamento localizado al noreste del país, es caracterizado a nivel nacional por diferentes aspectos: por ser el sexto departamento más extenso y el segundo más poblado; a nivel cultural, por ser socialmente aceptado como la cuna de las mujeres más bellas de Colombia o por su prevalencia religiosa y su marcada religiosidad católica, fruto del conservadurismo. Puerto Berrio y Copacabana se identifican por sus comunidades al poner como punto esencial de vida el hecho religioso, lo que ha influido en

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Estudiante de octavo semestre de Historia de la Universidad Industrial de Santander (UIS), Bucaramanga. Correo electrónico: [email protected] 2 Sonia, Serna Botero; Silvia, Londoño Castaño; Cristian, Aguirre Castro. Devoción a las benditas ánimas del purgatorio en Copacabana (Antioquia). Informe de investigación. p 14. Medellín, Universidad de Antioquia, 2008.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. la permanencia en Colombia del Animero, una labor que inicialmente se dio entre las épocas de la Colonia y la Independencia.

entidad alguna que respalde el culto a las ánimas. El oficio del animero es calificado por la Iglesia y algunos feligreses como una tradición local que se realiza anualmente por un periodo de 29 días; un ritual festivo que dispone de peculiaridades y que a pesar de algunas opiniones, aun hoy goza de fieles católicos que lo ven como una parte fundamental de su religiosidad. Esbozo del inicio de la devoción a las ánimas del purgatorio e inicio de la labor del animero en Colombia La llegada de la Corona española a tierras americanas significó una reconfiguración en todos los aspectos fundamentales en la vida de los habitantes del Nuevo mundo. Su religión, trabajo, comida, rutina, y demás aspectos tomaron nuevos rumbos al gusto de los colonizadores. Al arribo de los españoles, este territorio se encontraba habitado por indígenas, los cuales tenían diferentes tipos de religión, cultura, y visiones, por lo que la Corona y la Iglesia Católica empezaron un proceso de conversión al cristianismo a través de sacerdotes, frailes y obispos. El vínculo entre la religión católica y la política era estrecho al ser el culto católico la única doctrina permitida. Además de beneficiarse unos con otros, la Corona española necesitaba de la Iglesia, y viceversa, para unificar la diversidad indígena, sometiendo y normativizando la vida cotidiana de las 4 comunidades conquistadas . Para el siglo XVII el panorama religioso seguía cambiando, sin embargo la evangelización mostraba ser efectiva y ya se habían instaurado un mayor número de conventos y de religiosos, mejorando el cubrimiento del territorio. Además, varios aspectos estaban en transformación: las iglesias fueron remodeladas, las barreras del lenguaje se estaban solucionando a través de textos bilingües y el conocimiento del español entre la comunidad indígena; la creación de cofradías se empezó por instrucción del arzobispo, lo que significó la recomposición de los sistemas de solidaridad social que se habían deteriorado a partir de la dominación colonial. De manera simultánea el periodo Barroco está en su esplendor. En Nueva Granada, la cultura y todas sus representaciones como la arquitectura, pintura, escultura y literatura se vieron permeadas por un matiz religioso influenciado directamente desde el barroco español, jugando un 5 papel fundamental las imágenes religiosas que toman gran fuerza , no en las mismas dimensiones que en otros lugares, a pesar de que los indígenas

Imagen 1: Ubicación geográfica en Antioquia de Puerto Berrio y Copacabana

La presencia de Animeros ha sido visible en diferentes temporalidades y territorios que poseen un pasado común. Su presencia desde la colonización española ha permitido inferir el inicio de esta práctica en el territorio americano desde muy temprano, ya en Colombia, ya en Ecuador, México y otros lugares. Murcia, ciudad de España, por ejemplo, aparece de manera reiterativa al centrarse en el estudio del Animero, en este territorio se han realizado diferentes tipos de investigaciones donde principalmente se exalta la tradición, además, de las similitudes entre las tradiciones murcianas y las del animero colombiano, ya sea el de Puerto Berrio, Copacabana u otra localidad. Sin embargo, en sus inicios la devoción por las ánimas del purgatorio se encontraba mediada en el Nuevo Reino de Granada por Cofradías y/o hermandades como en Guane, Santander, diferenciándose de 3 Murcia, donde lo mediaba la Cuadrilla . Actualmente en Colombia no existe

4Celina de las Mercedes, López Rodríguez. Las primeras experiencias cristianas en el Nuevo Reino de Granada: Iglesia indiana y cristianismo indígena En Historia del Cristianismo en Colombia, Corrientes Y Diversidad. Colombia, TAURUS p.32,2005. 5Jaime Humberto, Borja Gómez. El purgatorio y la mística en el Nuevo Reino de Granada, España, GRISO- Universidad de Navarra, 2010.

3Manuel,Sánchez Martínez.Cuadrilla en Fuente-Alamo de Murcia: Ritos y tradición. p 1. España, Revista murciana de antropología. 2004.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. y las cofradías asumían gastos para hacer representaciones cristianas en las que se retrataban ellos como parte de la pintura, dando a entender que eran los donantes. En esta época se empieza a configurar el culto por las animas, influido por la creación de cofradías y hermandades, consolidando su aparición, además, por la influencia barroca que hará retumbar la idea del purgatorio, las animas y el juicio final, lo que influirá en la religiosidad que se 6 representara en las pinturas , exaltando a los agustinos que en todos sus conventos fundaron una cofradía de las animas.

Devoción a las Ánimas del Purgatorio en Puerto Berrio (Antioquia) Puerto Berrio, municipio ubicado a 192 kilómetros de la ciudad de Medellín, capital de Antioquia, es clasificado como punto estratégico por su localización al oriente con el rio Magdalena, haciendo parte de la subregión del Magdalena Medio. Estas características geográficas influyen directamente sobre las prácticas religiosas populares. La historia de nuestro país muestra que se ha vivido bajo un marco de violencia que de diferentes maneras ha comprometido a toda la población, en este caso, a los porteños les ha afectado de diferentes maneras estar cerca del rio. Un aspecto de esta afección es el arribo al puerto de cuerpos de personas muertas de diferentes departamentos limítrofes como Santander y Boyacá. Los Ningún Nombre, conocidos como N.N, despiertan ante la comunidad diferentes acciones y configuran en parte una serie prácticas de religiosidad popular entre las que se destaca la devoción hacia los cuerpos muertos: pedirles favores concretos a cambio de oraciones, novenas o misas, y simultáneamente otorgarles una lápida, un arreglo constante a la tumba, etc., es parte de su cotidianidad. Las almas que no poseen suficientes méritos para ir al cielo, o los suficientes pecados para estar en el infierno, entran a formar parte de las Animas Benditas del Purgatorio. Estas se encuentran penando y para alcanzar la presencia de Dios deberán ser perdonadas completamente. Sin embargo, dependen totalmente de los deudos y de la comunidad cristiana. Ellos son los únicos medios para socorrer a las ánimas que en este caso pueden ser parte de los N.N, de los familiares de los pobladores, y demás. Las acciones que toma la comunidad al intentar socorrer a las ánimas son varias. Por una parte, los lunes a las cinco de la tarde se realiza semanalmente la misa en el cementerio; así mismo, al llegar el mes de noviembre, se configuran una serie de acciones que aportan a la devoción por las ánimas, liderado en esta fecha por el animero desde hace 41 años aproximadamente.

(…) La pintura mural del Juicio Final en la iglesia doctrinera de Sutatausa, hecha por devoción del pueblo de Suta, donde en las paredes aparecen retratados el cacique y sus capitanes vestidos con traje español y la cacica vestida con una fina manta con sellos, llevando en sus manos un rosario.” Y, en el pueblo indígena de Cómbita, “la cofradía de las animas había costeado un lienzo de grandes proporciones pintado por Gaspar de Figueroa, uno de los más famosos maestros coloniales. Esta imagen representaba la Misa de san Nicolás de Tolentino, un santo agustino del siglo XIII, famoso por su intersección a favor de las almas que penan en el purgatorio, en medio de la misa y al lado de los santos vestidos con el habito de San Agustín aparecen los rostros y las figuras de dos hombres indígenas, una joven y un niño de rodillas luciendo una manta colorada. 7”

Posteriormente a la creación de Cofradías, Hermandades y demás se verá de manera común la mención de las ánimas del purgatorio en testamentos; estas ya se han insertado en el mundo de lo cotidiano y al mismo tiempo su devoción se manifiesta de diferentes maneras. Entre el final de la época colonial y el principio de la época independentista se perfila el origen del animero en Colombia dentro de las cofradías y los grupos religiosos nombrados que se dedicaban a la devoción de las ánimas. En lo concerniente a su aparición local, hasta ahora no se encuentran registros en archivos. Esto debido a diferentes razones. Se cree que la principal es que al ser una actividad ritual cotidiana, habitual e integrada a la vida no tomó mayor relevancia en muchos escenarios. Pero aun así, es mencionado en escritos costumbristas de autores antioqueños de la época, lo que marcó una pauta e influyó en la selección de los casos. La presencia de ellos en la primera época registrada, en diferentes soportes, y la incidencia actual es lo que conllevó a elegir los espacios de estudio.

Devoción a las ánimas del purgatorio en Copacabana (Antioquia) Copacabana es un municipio ubicado a 14 kilómetros de la ciudad de Medellín, lo que hace que la movilidad a la capital sea frecuente. La conexión religiosa que se percibe es fundamentada en las creencias comunes entre los dos municipios. Sin embargo, Copacabana se distingue por tener un ciclo devocional anual con los difuntos y, por supuesto, con las ánimas benditas.

6 Estos temas, aunque fueron de poca producción se incluyeron dentro de la llamada mística del corazón, y a su propósito se aclara que lo que se trataba de enseñar con estas era “el funcionamiento del cuerpo social como un espacio salvífico. 7CELINA DE LAS MERCEDES, LOPEZ RODRIGUEZ. Las primeras experiencias cristianas en el Nuevo Reino de Granada: Iglesia indiana y cristianismo indígena En Historia del Cristianismo en Colombia, Corrientes Y Diversidad. Colombia, TAURUS p. 40, 2005.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. El ciclo devocional a las animas en Copacabana se divide en tres hitos: la misas por los difuntos realizadas los sábados, las misas temáticas realizadas en los meses de Mayo y Junio, siendo respectivamente el mes de las madres y el mes de los padres, y, por último, el mes de Noviembre 8 dedicado a las ánimas del purgatorio. El cementerio abre sus puertas un único día a la semana, el sábado, con excepción a los días en los que se presenten entierros. Allí se unen, desde lo terrenal, las almas y los seres queridos vivos. El cementerio, por su parte, como fuente arquitectónica muestra el pensamiento de la comunidad ante la muerte. La significación que se le da es visible a partir de varios ámbitos, resaltando los epitafios, fotografías y arreglos florales temáticos. Al igual que en Puerto Berrío, esta devoción se configura en un intercambio, pidiendo favores a cambio de oraciones que se suman para la salida del purgatorio. En noviembre, se da a nivel nacional una expresión colectiva a las ánimas. Como ya se vio en Puerto Berrio, en este mes se recuerda a los familiares difuntos a través de sus comidas favoritas o con el acto de dejarles agua en sus tumbas, ya que socialmente se cree que padecen de sed al estar en el purgatorio, lugar que consta de fuego. Además de esto, desde hace 50 años aproximadamente se presenta de manera complementaria ante estas expresiones simbólico-religiosas el animero.

historias, mitos, y explicaciones han creado un imaginario de respeto y apoyo hacia la profesión del animero. Destacan en sus historias el respeto y devoción que se le tenía al realizar desinteresadamente una labor vertebral para las localidades y para todos los que poseen familiares que han muerto y puede que se manifiesten como ánimas. En esto convergen algunas declaraciones como la de Alicia Villa, mujer de 80 años, católica y habitante de toda la vida del municipio de Puerto Berrio: En aquella época, cuando yo era niña, uno veía el animero y le tenía mucho respeto, se escuchaba pasar y uno se escondía y rezaba, él era encomendado para realizar una labor escogida, no cualquiera podía ser animero y el merece mucho respeto… Con las ánimas no se juega

Con esta información podemos remontar la tradición local por lo menos setenta años atrás, siendo evidente la fuerza que posee el ritual. Para la entrevistada estas cuestiones son algo de cuidado. Al terminar la conversación, aclaró que cuando el municipio se encuentra sin animero se siente intranquila, y que ella y la comunidad no son las mismas si en noviembre el animero no está. Copacabana reconoce la personalidad del animero desde hace más de cincuenta años, de los cuales cuarenta han sido al mando de Jesús Torres, por lo que él ha sido básicamente el encargado de consolidar y ratificar el ritual en este municipio. A diferencia de Puerto Berrio, en los últimos treinta años se ha consolidado la figura a través del recuerdo y 11 habladurías de tres animeros: el primero de ellos fue Alonso Villa , descrito como un hombre involucrado en la vida religiosa que desde pequeño fue acolito y tenía el anhelo de ser sacerdote pero fue imposibilitado por su familia. Este fue el perfil descrito por María Helena Jiménez Moreno, mujer que se desempeña en oficios varios y tiene 47 años. Bajo este precepto Francisco Villa, hermano de Alonso nos cuenta:

Consolidación del Ritual El ámbito de lo sagrado incluye claramente el orden ritual, y este se 9 complementa con el mito . El rito que lleva a cabo el animero, es un rito de 10 paso por ser la transición de un estado a otro en el recorrido de la vida, es decir, es comprendido como parte de los funerales el viaje de este mundo a otro, y posee un sistema periódico por ser realizado anualmente. La tradición del Animero en Puerto Berrio y Copacabana es catalogada actualmente como secular y como religiosidad popular. Su práctica se ha presentado de manera irregular. Los porteños y copacabanenses han tenido épocas en las que se quedan sin animero por diferentes causas: la renuncia al oficio y muerte del animero son las más frecuentes. La religiosidad católica en estos municipios es fuertemente alimentada por los adultos mayores. Ellos han sido quienes a través de sus

Mi hermano tenía por ahí que… 16 años y duro como animero unos 10 años. Ese inicio fue para el 1972. Él lo hacía con mucha fe, más que muchos que lo han sido. A él le gusta mucho el culto a las ánimas

El segundo animero que recuerda la gente es uno de hace relativamente poco. No se tiene fecha exacta. Fue el inmediatamente anterior al actual. Este fue un joven que nadie pronuncio su nombre pero si su historia. Él, un joven que no era bueno, tenía vicios, y era ladrón, explica

8Sonia, Serna Botero; Silvia, Londoño Castaño; Cristian, Aguirre Castro. Devoción a las benditas ánimas del purgatorio en Copacabana (Antioquia). Informe de investigación. p 9. Medellín, Universidad de Antioquia, 2008 9Claude, Levi Strauss, Antropología estructural, Argentina, Universitaria, 1968, p319. 10 Concepto creado por Arnold van Gennep.

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Alonso Villa se encuentra en vida pero no se pudo contactar. Si hubo contacto con la familia: Hija y tío.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Rafael Ángel Hoyos, lo mataron siendo animero y fue quien introdujo en la profesión la mala reputación. Rafael recalca que el que quedó mal no fue el joven sino el animero, como todos lo conocían. A partir de esto muchos se alejaron. El tercer animero que reconocen es el actual, Hernán Darío Montoya Gómez, de 59 años, él trabaja adecuando jardines y como él mismo lo expresa “en lo que le salga”. Sin embargo, al llegar noviembre agrega otro ítem a sus oficios. Las actuales generaciones tienen conocimiento de esta tradición, sin embargo una queja recibida de todos los ancianos y personas mayores de cuarenta años fue que se ha perdido el respeto que se debe a esta tradición: “ahora forman algarabía al verlo y no hacen lo debido”, dice Gabriel Zapata Caicedo, católico de 93 años. Incluso se han visto cambios de comportamiento de la comunidad desde la época de Alonso Villa a la actual. Ahora, este ritual a través de los años ha sido acogido y perfilado como un aspecto central en la vida de la comunidad de Puerto Berrio porque a través de este las ánimas tienen la posibilidad de ser “aliviadas” mediante el acompañamiento, no necesariamente corporal, en oración con el animero, y cada aspecto nombrado a conformado parte integral para su consolidación.

del dos de noviembre en cada localidad, ya que el primero es el día de todos los santos. El animero es en cada municipio un varón que se declara católico y tiene un especial vínculo con las ánimas, aclaran Hernán y Jesús, y la comunidad lo corrobora mediante la creación de mitos. María Helena de Puerto Berrio de nuevo comenta: La gente decía, cómo le parece, que anoche iban a atracar el animero, pero el dio tres pasos atrás y los ladrones cayeron privados, y el animero paso pon encima. o, anoche que paso el animero y yo me puse a rendigiar vi mucha gente hablando detrás de él, y allá donde esta ese sifón vi dos niños jugando con una piedra, y todos siguieron y los niñitos se quedaron ahí cuando se vieron muy lejos salieron corriendo, se dice que esas son las animas que acompañan al animero

Cada uno de ellos inicia como animero por diferentes razones. Hernán lo hace porque, como él mismo lo dice, las animas lo han salvado muchas veces y desde bebe ha sido encomendado a ellas y ha sentido su respaldo; han salvado su vida en repetidas ocasiones y bajo diferentes contextos, así que cuando murió el anterior a él hizo una manda que ahora cumple con este oficio. Jesús, por su parte, comenta que antes de él existía un animero que fue el que llevó la tradición a Copacabana desde Barbosa, Antioquia, pero que desapareció, por lo que junto a dos amigos fueron a donde el sacerdote de la época y pidieron el permiso a lo que este les respondió que si eran capaces, que lo hicieran. Actualmente él lo hace solo porque sus compañeros ya murieron. Además, en el transcurso del año, se dedican a diferentes oficios, pero al llegar el mes de Noviembre se convierten en los animeros de su región. Su labor es recorrer el municipio, de manera aleatoria o según gusto, pidiendo un padre nuestro y un avemaría para que encuentren las ánimas su eterno descanso. Gabriel Zapata de 80 años habitante de Copacabana describe lo siguiente:

Puerto Berrio y Copacabana, escenarios actuales del animero Se ha señalado con anterioridad la prevalencia religiosa y la religiosidad local ante el culto a las ánimas en estos municipios. Allí, como en casi todo el país, las tradiciones locales, regionales y nacionales son en gran parte las mismas tradiciones religiosas y celebraciones festivas religiosas por las que aún se hacen procesiones y misas. En fin, eventos religiosos. En la actualidad se pueden identificar conmemoraciones religiosas populares enmarcadas en estas tradiciones, como el ritual del animero, que se celebran en el mes de noviembre, mes de los difuntos, y que tienen una duración de veintinueve días: del 2 de Noviembre al treinta 30 de Noviembre. Los párrocos locales, Ronal Sandoval, párroco de Puerto Berrio, y Néstor Álzate Álvarez, párroco de Copacabana, tienen una posición despectiva ante esta ritualidad. Ellos aseguran que en Antioquia es común realizar prácticas anexadas al catolicismo que conforman un gran imaginario religioso separado de la Iglesia. Sin embargo la tradición prevalece. Durante el mes de noviembre, en estos lugares, cambia el ambiente: el cementerio y las iglesias principales acogen más personas que de costumbre, pues se cree que las ánimas en pena se encuentran presentes. Y bajo este precepto se presenta el animero a partir

El animero ha pasado año tras año a media noche y dice “Un padre nuestro y un ave maría, por las benditas almas del purgatorio. Por amor a Dios.”, lo despierta a uno porque habla muy duro… yo lo rezo cuando me provoca a mí, pero no cuando él me decía, porque lo desvelan a uno. Yo he estado en muchas partes. La costa la conozco completica y no se escucha nada del animero, solamente se escucha acá en Antioquia.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Yo les digo que el que no sea devoto no me siga; que el que vaya de recocha no me siga; que si yo oigo recocha a la primera, a la segunda vez, a la tercera me devuelvo y cuando llegue al cementerio yo le encomiendo un Padre Nuestro y las Avemarías faltantes que se las cobren a esas personas.

Proceso ritual del animero colombiano, el caso de Puerto Berrio y Copacabana “Un padre nuestro y un ave maría, por las benditas animas. Por amor a Dios” Canto de los animeros, Colombia.

El atuendo de animero El imaginario que compone este personaje es en gran parte fundamentado por sus vestiduras. Las creencias que demarcan el límite entre vivos y muertos determinan una experiencia cultural de fuerte carga simbólica. Cada aspecto a mencionar encierra un sentido especifico y son parte esencial del rito. El atuendo común y fundamental de todo animero es: un poncho o una capa; si se lleva esta última, un sombrero; una campana, guantes y botas. Cada cosa con una función específica.

La relación geográfica existente entre la población copacabanense y los porteños funciona como un almacenamiento de tradiciones. A través de este se condensan aspectos identitarios que dan el perfil de la comunidad antioqueña. La devoción a las ánimas compone uno de estos aspectos y se da en dos ámbitos: el social y el individual. El primero se encuentra integrado por los cementerios e iglesias y el segundo por espacios privados. En lo que respecta al animero, su trabajo se desarrolla en dos espacios rituales: el Cementerio y las calles del pueblo. Con base a la descripción dada por cada animero podremos ver diferencias simbólicas entre cada práctica. El ritual del animero, como los demás, es la representación escénica de los paradigmas contenidos en los 12 mitos .Es un componente de un sistema total de prácticas y creencias, en este caso religiosas. En el plano sagrado el mito religioso autentica el rito, lo legitima y le da significado. Las salidas de los dos animeros tienen aspectos en común y aspectos diferentes. Se trabajaran los dos casos a la vez, distinguiendo de manera inmediata las diferencias entre uno y otro. Antes de la llegada al cementerio En Copacabana se ha gestado un mito que consiste en plantear que es de buena suerte llevar el atuendo del animero, por lo que Jesús es esperado a las afueras de su casa o a pocas cuadras para llevarlo. Se cree que les da suerte. Esta práctica es reciente: desde hace sólo unos cinco años, de los cuarenta que lleva como animero, que le sucede. En Puerto Berrio la comunidad que va a acompañar a Hernán lo espera en la puerta del cementerio. Llegada al cementerio A la llegada al cementerio lo primero que hace Hernán es advertirles bajo que preceptos permite la compañía:

Imagen 2: Atuendo general del animero. Jesús Torres, Copacabana. 13

12 Mircea, Eliade. Lo sagrado y lo profano. p 58. Barcelona, Guadarrama, 1981

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Foto tomada por: José Torres, Noviembre del 2011

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Seguido a esto sueno las campanas y arranco

El poncho o capa y el sombrero, que en los dos casos poseen una calavera grabada, y en la que Jesús tiene escrita la frase “que Dios les dé el descanso eterno”, tiene cuatro funciones: la primera es la de distinción; la segunda es la de atemorizar a la comunidad; una tercera función es tapar visibilidad hacia atrás y, por último, evitar el frio de las ánimas. La campana es esencial para hacer el llamado a las animas y guiarlas por el camino a recorrer, además de despertar a la comunidad para que les rece el Padrenuestro y el Avemaría. Los guantes y las botas tienen la función de proteger del frio de las ánimas y del clima. En el caso de Puerto Berrio, Hernán complementa este atuendo con el novenario y dos camándulas, una colgada a su pecho y la otra en la mano con la que lleva la cuenta del rosario, y un velón para el recorrido interno del cementerio que es ofrecido a San Nicolás. A manera aclaratoria se debe precisar que se hizo diariamente hasta el año 2011, pero en la actualidad sólo se realiza internamente el recorrido el 30 de noviembre, día de finalización.

Inicio del recorrido por el municipio Estas dos localidades han tenido épocas de violencia cruenta. Cuando ocurren hechos que alteran la paz, salir a la calle para cualquier persona es imposible. Sin embargo, el animero debe salir e incluso debe llegar a los sitios más peligrosos porque el territorio a su cargo se recorre totalmente. Cada uno tiene diferentes metodologías para su recorrido. Jesús, de Copacabana, recorre el pueblo todos los días, ya que su superficie lo facilita al ser de 70 kilómetros cuadrados, que dividido por barrios serian dieciséis. Hernán decide diariamente qué recorrido hacer. Sin embargo, sí posee un orden, así que sabe en qué dirección ir, pero no que barrió va a recorrer. La superficie de Puerto Berrio es de 1.184 Kilómetros cuadrados: Yo empiezo los barrios de abajo hacia arriba, es decir primeros los que están cerca al cementerio de ahí voy yendo por todos, el pueblo lo recorro tres veces en el mes, hago la novena a las ánimas del purgatorio todo el mes de la siguiente manera: hago un novenario descanso un día y empiezo de nuevo.

Inicio del ritual De manera dual los animeros aclaran, antes de ponerse el atuendo, que este se respeta y que a partir del momento en que se lo coloquen se convierten en símbolo de autoridad y respeto. Hasta el año 2011 en Puerto Berrio el animero entraba al cementerio y hacía la novena y el rosario, pero ahora lo hace desde la puerta, ya que el párroco se ha negado a abrirle las puertas a esa hora:

A la salida del cementerio el animero decide qué espacio recorrerá primero ese día, incluso llega a partes donde hay fuertes problemas con la ley, y en la época difícil, ya sea por la fuerte presencia paramilitar o guerrillera, sale a hacer el recorrido estipulado. Jesús nos dice: Yo salgo del cementerio y me paro, a pensar pa’ donde es qué voy a coger, me preguntan, ¿animero pa’ dónde vamos?, no lo sé, les digo, me decido en el camino. A veces cuando hay mucha recocha los tiro para la parte caliente -peligrosa- y hago un recorrido cortico

Entro a las once y cuarto de la noche al cementerio y empiezo con el rosario hecho a las ánimas del purgatorio, pero cuando llego a la capilla empiezo el novenario acabo esto dándome las doce y ahí si vámonos pa’ afuera, llueve truene o relampaguee tengo que ir, así este enfermo.

Por otro lado, Hernán, después de empezar a caminar, empieza otro rosario, el segundo en la noche, y simultáneamente cada cierto espacio toca la campana y dice:

En el caso de Jesús, aunque él nos comenta que antes si entraba, ahora no lo hace. También parte de la puerta y de igual manera debe salir todas las noches sin importar el clima, enfermedad u otra situación. Cuando van a salir llaman a las ánimas mediante una oración y el sonido de la campana. Jesús dijo que su oración era privada, mientras Hernán estuvo dispuesto a compartirla:

Un padre nuestro y un ave maría, por las benditas ánimas. Por amor a Dios”

Diferente a Jesús que solamente reza hasta el inicio de casas, es decir, desde el cementerio hasta el inicio del pueblo, reza mientras agacha la cabeza mirando al piso y pone su mano derecha en el pecho para significar la devoción de corazón. Así pide Padrenuestros, y dice lo mismo que Hernán acompañado por la campana.

De este pio campo santo las saco y a este mismo pio santo vuelvo y las traigo, que dios nuestro señor y las benditas almas del purgatorio nos amparen y nos favorezcan de todo mal y peligro, en este recorrido de peregrinación por un padre nuestro y avemaría para las almas. Amén. Animas Benditas síganme todas.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Advertencias del animero y para el animero Estas advertencias se han recopilado de las entrevistas realizadas a la comunidad en general y al animero. Ellos precisan que el recorrido tiene ciertos preceptos al realizarse y se nombran los que se encontraron reiterativos:

Algunos de los que lo acompañan rezan otros padrenuestros o simplemente guardan silencio. El recorrido dura entre dos horas o dos horas y media. En el recorrido hay ocasiones que se encuentra con fiestas, cantinas, bares y demás y ellos deben bajarle volumen a la música, de lo contrario conlleva consecuencias. Como dice don Hernán: le pido a las ánimas del purgatorio que los tiren a la ruina, y máximo se demora un año en irse a la ruina



Bajo esta misma situación Jesús simplemente pasa y no les presta atención:



lo debido seria que ellos respetaran el paso que uno lleva y bajaran el volumen, pero si no lo hacen no les doy importancia.



De vuelta al cementerio Al irse cumpliendo el tiempo del recorrido y llegar al cementerio, vuelven a rezan otra oración que es de libertad de cada animero. Cada uno hace una diferente. Hernán vuelve y la comparte:

 

De este pio campo santo las saque y a este mismo pio santo campo vuelvo y las dejo, Amén

Posterior a esto, se quitan el atuendo y vuelven a sus respectivas casas.

El animero solo puede ingresar a callejones que tengan salida. Si no la tiene, debe seguir caminando y buscar por dónde salir. No se puede devolver porque se “privaría” al ver a las ánimas. Por la misma razón anterior, el animero no puede mirar en ningún momento hacia atrás. A pesar de ser llamado por alguien o que pase algo, él no debe hacerlo. Por el frio de las ánimas, aclara el animero, debe hacerse un baño con naranja agria, yerbabuena y demás en infusiones para sacar el frio de muerto. Después de iniciado el ritual necesariamente debe terminarlo, así sea que signifique hacer un recorrido corto. En lo que respecta a la comunidad, los animeros dicen que es mejor abrir la puerta cuando pasan ellos, que mirarlo por la ventana, porque dicen que puede ver a las ánimas. En cambio, si abren la puerta, ellas entran y vuelven y salen sin ser vistas, solo percibiendo el frio.

Transformaciones del rito desde el 1972 al 2013 Por otra parte, a partir de las propias entrevistas realizadas a diferentes grupos de edades se pudo identificar una serie de transformaciones que han modificado el rito del animero: La primera es la transformación que sufre en cuanto a la clasificación. En un inicio, este era parte constituyente de la religiosidad católica anexada a algunas cofradías de las ánimas benditas del purgatorio que tenían como oficio llevarlo a cabo. Así mismo, este ritual era aceptado y respaldado por la Iglesia. Actualmente, la Iglesia se encuentra separada de esta práctica y la tilda de tradición local y popular, es decir como religiosidad popular, situación que se da en las dos localidades. La segunda es el inicio del rito. Puerto Berrio desde noviembre de 2012 y Copacabana desde el 1993, aproximadamente, se inicia el recorrido desde la puerta del cementerio. Anteriormente, los animeros poseían el permiso para ingresar al cementerio y “sacar” las ánimas; pero como el cementerio es anexo administrativo de la Iglesia Católica ya no poseen el permiso.

30 de noviembre finalización del ritual Llegado el último día del mes, se finaliza el ritual como conmemoración, celebrándose una misa en las horas de la noche. Fue Jesús quien inició el cambio ritual diario al desarrollar el último día el recorrido dentro del cementerio. Posteriormente Hernán tras hacer una visita a Copacabana y conocer a Jesús decidió copiarle este cambio, incluyendo en su caso la novena y el rosario a las ánimas del purgatorio. Consideraciones Finales El recorrido etnográfico y la organización de la información permitieron establecer dos puntos importantes a partir de la comparación y el acompañamiento ritual: el primero son las advertencias del animero a la comunidad y las que ellos deben acoger; y la segunda son las transformaciones más visibles del rito desde 1972 hasta 2013 en Puerto Berrio y Copacabana.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. La tercera consiste en que el animero hace aproximadamente treinta años realizaba el recorrido sólo. Actualmente salen acompañados, algunos por personas que pagan promesas, otros por curiosos y también por diversión y algarabía, pero todos con una intencionalidad. Las últimas dos razones se presentan por parte de la población joven y esto es fuertemente criticado por la Iglesia. La cuarta es que, a raíz de los puntos anteriores, las relaciones actuales entre los párrocos se han tornado sensibles. En Puerto Berrio tienen claras disidencias al punto de que los feligreses están divididos a favor y en contra del uno o el otro; en Copacabana el párroco conoce la práctica y la categoriza como una mezcla entre lo católico y lo folclórico. A su vez comenta no conocer a quien desempeña el papel ni interesarle, a lo que el animero contestó que no se presenta ante él porque no muestra interés, sin embargo afirma que si el sacerdote le dijera que no puede seguir con la labor, dejaría de realizarla. Por último, resaltamos un aspecto que fue reiterativo en las entrevistas: el respeto de la comunidad hacia el animero. Este ha cambiado drásticamente, incluso dicen que si todos los días pasaran por los mismos sitios y a la misma hora serían agredidos verbal o físicamente, a lo que agregan que esto como tradición emblemática de los municipios no recibe ningún tipo de apoyo, ni eclesiástico ni cultural. Bibliografía – – –

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Borja Gómez, Jaime Humberto.El purgatorio y la mística en el Nuevo Reino de Granada, España, GRISO- Universidad de Navarra, 2010. Levi Strauss, Claude. Antropología estructural, Argentina, Universitaria, 1968. López Rodríguez, Celina de las Mercedes. Las primeras experiencias cristianas en el Nuevo Reino de Granada: Iglesia indiana y cristianismo indígena En Historia del Cristianismo en Colombia, Corrientes Y Diversidad. Colombia, TAURUS p.32, 2005. Eliade, Mircea. Lo sagrado y lo profano. Barcelona, Guadarrama, 1981. Sánchez Martínez, Manuel. Cuadrilla en Fuente-Alamo de Murcia: Ritos y tradición. p 1. España, Revista murciana de antropología. 2004. Serna Botero, Sonia; Londoño Castaño, Silvia; Aguirre Castro, Cristian. Devoción a las benditas ánimas del purgatorio en Copacabana (Antioquia). Informe de investigación. p 14. Medellín, Universidad de Antioquia, 2008.

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Los ritos funerarios como elementos de cohesión y reciprocidad entre los habitantes de Santa Cruz Atzcapozaltongo, Toluca, Estado de México

Antecedentes La antropología es entendida como la ciencia que se encarga del estudio del hombre y su cultura, y la constante relación que este mismo tiene con el entorno en el que se desarrolla. Así mismo la antropología aborda como tema de estudio las relaciones sociales que surgen a partir de la interacción de los individuos pertenecientes a una misma sociedad y su relación con otros grupos diferentes al que pertenecen. Las modificaciones que ha sufrido la sociedad hacen que la antropología necesite renovar sus técnicas y métodos para abordar fenómenos culturales y los temas clásicos que ahora se ven modificados con innovadoras tendencias sociales, aunado a la constante modificación de nuestro entorno social. Así la antropología delimitará su trabajo en los comportamientos del hombre y la constante labor de este para dar pie a la creación de diversas expresiones culturales, que modifiquen la estructura de la sociedad. El analizar los fenómenos con una teoría específica o el conjuntar el análisis de diferentes teorías o posturas antropológicas, además de trabajar con distintas herramientas y metodologías, hace que el trabajo de investigación no se limite a una postura o metodología única, sino que puede trabajar el fenómeno auxiliándose de las distintas teorías y posturas que la antropología ha desarrollado para el análisis y la interpretación de los mismos fenómenos. Con base en lo anterior en el ámbito antropológico se ha desarrollado lo que conocemos hoy como “La antropología de la muerte”, que es una especialidad de la antropología, enfocada a analizar el comportamiento del hombre ante el suceso de la muerte, además de clasificar las actitudes, las creencias y sobre todo la cosmovisión de la muerte, que se desprendan de cada una de las culturas existentes en el mundo, por otra parte también analiza la idea que los hombres tienen de la muerte, a partir de su historia y del contexto cultural en que se desarrollen. Vincent Thomas (1983:7), en su libro “antropología de la muerte”, expresa su interés por abordar el tema de la muerte, ya que es un acontecimiento universal e irrecusable por excelencia: y en efecto, lo único de lo que estamos verdaderamente seguros, es que aunque ignoremos el día y la hora en que se presentará el fenómeno de la muerte, tal vez es posible que se pueda conocer el porqué y el cómo, pero lo que es innegable es que debemos morir. La muerte es un fenómeno que se presenta en las sociedades. Para abordar los aspectos relacionados con la cultura es necesario tocarla desde distintos enfoques científicos, ya que se presentan diferentes

Irma Ramírez González Leonardo Rosales Sánchez México

Introducción La muerte como un fenómeno biológico ha sido interpretada por el hombre como la parte final del proceso de la vida de todo organismo. El fenómeno de la muerte se ha colocado como un tema de gran interés en el estudio del desarrollo cultural de los grupos sociales. La incertidumbre creada a partir de un fenómeno científico como la muerte, provoca en el ser humano el deseo de saber que pasa más allá de lo que hasta ahora conoce. El estudio de los ritos funerarios permite conocer la cosmovisión que un grupo social tiene de la muerte, a partir de las prácticas sagradas y profanas que se llevan a cabo en un lugar, con la descripción y el análisis de los elementos que coadyuvan en estos actos el antropólogo puede mostrar los pensamientos individuales y colectivos de cualquier grupo social. Es aquí donde la entra en la posibilidad de tratar de explicar algunos conceptos como el de cosmovisión, que se refiere a la forma como un pueblo o grupo social específico, en un momento histórico determinado, percibe el mundo que lo rodea, la manera particular en que lo conceptualiza para aprehenderlo y explicarlo, en muchas ocasiones por medio de símbolos, tanto en su totalidad como en sus diferentes elementos constitutivos para darle significación, por lo tanto no debemos pasar por alto que la religiosidad continúa siendo un importante referente de las identidades contemporáneas y se mantiene como una fuente de sentido y explicación del mundo.” (Peña y Vázquez 2002:390). Entre los objetivos planteados para llevar a cabo la investigación realizada en Santa Cruz Atzcapozaltongo, Mpio. de Toluca Estado de México destacamos: Describir la forma en que se llevan a cabo los ritos funerarios desde el momento en que ocurre el deceso de una persona, el trato que se da al cadáver, los ritos realizados, las actitudes de las personas y el proceso de duelo. Analizar los elementos simbólicos utilizados a partir de que agoniza la persona, en el instante de su muerte, durante el velorio y el novenario.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. aspectos que son de interés para las disciplinas que optan por estudiar a la muerte como un fenómeno social, o como un aspecto de salud o ciclo de vida biológico. Para ello la antropología ha desarrollado interés por este aspecto encuadrado dentro de la cultura; la antropología de la muerte como una especialidad es la encargada de abordar el fenómeno de la muerte como un fenómeno cultural. Desde las primeras manifestaciones culturales de los grupos humanos, la muerte ha dado al hombre los elementos necesarios para desarrollar un constructo de ideas, creencias, costumbres y actividades rituales para el manejo del cadáver, al igual que para desarrollar una serie de actitudes ante este fenómeno. Es así que la Antropología, como otras ciencias, ha tenido a bien especializarse en temas específicos para abordar hechos social es que se presentan en este tema, tratando de investigar sobre las formas de organización de las personas durante un proceso como es la muerte, de tal forma que los elementos simbólicos, las creencias, las costumbres las tradiciones, el manejo del cadáver, las actitudes adoptadas durante el duelo, los elementos simbólicos son características presentes en todas las sociedades, que generan cosmovisiones distintas por lo tanto las prácticas funerarias se convierten en formas y expresiones sociales, culturales y religiosas peculiares. La antropología a partir del desarrollo de su especialidad sobre la muerte (Antropología de la Muerte) proporciona herramientas con las que es posible comprender la complejidad del fenómeno de la muerte y dar una explicación del cómo y el porqué de las cosas con respecto a la muerte, esta perspectiva antropológica es un agregado más que puede dejarnos ver las manifestaciones distintas en torno a la muerte y las situaciones que se manifiestan en torno a cada una de ellas. A lo largo de los siglos, el hombre ha desarrollado ciertas acciones para acompañar la muerte de un integrante de su sociedad, dichas actividades se ocupan de hacer conciencia sobre la vida, este concepto que desde diferentes perspectivas, ha desarrollado explicaciones que lo hacen comprensible para las personas. No obstante los conceptos de vida y muerte tendrán que ser definidos individualmente por cada una de las personas, y en el momento de la muerte de una persona, las reflexiones toma parte de las actividades funerarias. El hombre entiende que la muerte es el fin de un ciclo que se prolongó durante un tiempo determinado, no obstante este ciclo tiene una terminación, el cual se ve reflejado en lo biológico, cuando un organismo ya no tiene vida, y su lugar es ocupado por otro que seguirá desempeñando una función específica dentro del grupo.

Por otra parte la muerte del otro, proyecta la idea a los demás de que ellos tendrán en su momento el mismo destino del que ahora ha muerto, culturalmente se presentan rasgos distintivos en las culturas que manifiestan la cosmovisión que se tiene de la muerte, y de esta se desprende una serie de creencias, por ejemplo, el preparase mental y espiritualmente para la hora de morir. Cuando alguien muere se desarrollan diferentes actividades que tienen como objetivo consolidar a las personas en una colectividad social, en la que los integrantes del grupo social tengan una participación continua, y ayuden en las actividades que surgen a partir del fallecimiento de uno de sus integrantes, a la vez, también deberán vivir la muerte desde su propia concepción. Del manejo del cadáver a la forma en cómo deberán organizarse las personas para manejar la situación en la que se presente la muerte, se derivarán acciones relacionadas con la organización y la participación social en las ceremonias propias de un funeral. La participación en los actos funerarios es necesaria, la colectividad se halla inmersa en las actividades propias de estos actos, ayudando en las tareas o aportando lo necesario para que se lleven a cabo, lo cual fortalece la cohesión entre las personas. Ritos El rito es la forma de llevar a cabo cierta actividad que tenga que ver con aspectos de la sociedad, como parte importante de su integridad, los ritos han sido desarrollados por los individuos como el medio de celebrar un acontecimiento de grandes dimensiones o de gran importancia para quienes así lo consideran, algunas veces dichos actos marcan el inicio o el final de una etapa o de el inicio o cierre de un ciclo de vida. Las definiciones sobre el rito varían, sin embargo existen especialistas en el tema que definen al rito desde su propio punto de vista. En palabras de Durkheim (2001:25). comenta que los ritos se distinguen por rasgos particulares que lo hacen estar enfocados a distintos objetivos, esta distinciones posible hacerla ya que cada rito es realizado en actos y situaciones distintas, sin embargo existe un rasgo compartido entre ellos y este es que todo rito se lleva a cabo dentro de un ambiente de confianza, alegría y de entusiasmo. El rito se debe realizar bajo la plena seguridad de lo que se está haciendo, para algunos ritos se disfruta el momento en que se están llevando a cabo, con la firme creencia de que se está preparando el ambiente para dicho acto, las actitudes que se muestran para llevarlos a cabo son acordes a este, coexiste una sintonía entre el rito y el espíritu, por

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. otro lado se perciben los rasgos impregnados de la solemnidad religiosa, es decir que se percibe un cierto grado de seriedad ante estos eventos, pero que sin restarle solemnidad al rito, también es posible percibir ese sentimiento de alegría y entusiasmo. Los ritos son, pues, fiestas alegres. Pero también existen fiestas tristes que tienen por objeto encarar una calamidad o simplemente recordarla o deplorarla. Tales ritos tienen una fisonomía muy particular que intentamos caracterizar y explicar. Su estudio aparte es tanto más necesario cuanto que nos van a revelar un nuevo aspecto de la vida religiosa (Durkheim 2001:34). En cada una de las fiestas religiosas encontramos ritos que se llevan cabo con un objetivo determinado, este está marcado por la situación en que se lleve a cabo, porque así como como encontramos ritos en el bautizo de un nuevo integrante del grupo religiosos, y que aparte denota vida, un nuevo nacimiento a la verdad de dios, también existen ritos que se realizan dentro del funeral de una persona y que a su vez están dando a entender que la vida terrenal de un individuo termina pero sin embargo comienza una vida espiritual. Sin embargo estas acciones están llenas de sentimientos de alegría o de tristeza, pero en cada uno de ellos se expresan estos sentimientos, como lo dijo Durkheim: cada rito tiene su propia estructura la cual se debe descifrar para comprender al rito en sus distintas acciones, ya que este es claro ejemplo de la expresión de los sentimientos de la persona que los practica, y además es un medio para comprender la concepción religiosa de los individuos, dentro de esta se engloban sentimientos de creencias e incluso tradiciones que tiene presente un individuo y que hasta cierto punto esa concepción determinar la forma en cómo se lleven a cabo (2001:34). Por otro lado es probable que el rito también funcione como un elemento de unión entre los individuos, ya que se realiza de tal forma que todos los pertenecientes a cierto grupo participan de forma directa, ya sea en ayudar a las tareas o en la realización de los ritos, pero lo que sí es evidente es la convivencia estrecha que se da entre los integrantes, ya que todos están involucrados. No obstante el rito es entendido como el encuentro con lo sagrado y lo mítico , es el enlace por medio del cual se tiene comunicación con lo sobrenatural, con lo que se encuentra “más allá” de un plano diferente al del hombre; por medio del establecimiento de un medio de comunicación, la persona pretende influir dentro del ámbito en el que se encuentran las fuerzas sobrenaturales, o bien para lograr una comunicación estrecha con la fuerza rectora que en este caso estaría representada por dios o cualquier otra fuerza sobrenatural.

En este sentido, existe un acto religioso y de integración fundamental… para Patricia Fournier (2009:23), Van Gennep, explora los ritos de paso en las sociedades occidentales y entre los primitivos, cuyo derecho no está escrito. Dichos ritos de paso tienen que ver con tránsitos en la vida de la persona, que marcan el paso de edades, etapas de la vida o incluso un cambio de estatus social; sin embargo el más importante es el de la pubertad que consiste en la integración de los niños en un grupo nuevo que es el de los adultos, marcando los cambios de trascendencia en la vida de las personas, y que también así se reconoce socialmente el nivel social que ocuparán los individuos en cierto momento de su vida. Rodrigo Díaz (1998:181), menciona que lo social del rito, sale de la esfera de la cualidad como las anécdotas, la curiosidad, y que son materia de una descripción moralizante o de comparación erudita, de la cual se desprende una etnografía completa con características bien marcadas sobre el tema, gracias a estos elementos se transformará en un sistema complejo de una idea conceptualizada, entre cuyas partes pueden descubrirse conexiones que relacionen los conceptos convirtiéndolos en equivalencias y solidaridades. Gracias a que el rito tiene la capacidad de reunir a los individuos en torno a una actividad religiosa o civil, en la que se propicie la participación de los presentes, y a la vez se lleven a cabo actividades específicas, necesarias para cumplir con ciertas reglas marcadas por la sociedad en las que sobresalgan elementos como la cohesión y la solidaridad entre las personas; se puede afirmar que el rito se transforma en una actividad social, en la cual convergen elementos y personas para su desarrollo. Al interior de la sociedad, las actividades en las que cobra mayor importancia la participación de sus integrantes, están marcadas bajo un esquema religioso, ya que el trabajo que se realice es considerado como un tributo, ofrenda o una acción solidaria para con los demás participantes, que a futuro será considerado por los demás individuos en caso dado que uno de los que participaron anteriormente necesitará apoyo en momentos difíciles o de trabajo. Cohesión y reciprocidad La cohesión social designa, en sociología, el grado de consenso de los miembros de un grupo social o la percepción de pertenencia a un proyecto o situación común. Es una medida de la intensidad de la interacción social dentro del grupo. La necesidad de cohesión es básica en una sociedad o comunidad con un fin o propósito humano que implica o demanda relaciones jerárquicas y funcionales entre los miembros a fin de coordinar u organizar la acción social. Esto quiere decir que esas relaciones

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. son consensuales, percibidas como justas entre los grupos que gobiernan y los que son gobernados. Demandan o implican tanto la percepción del buen desempeño de las autoridades y que esas sean respetadas como que exista una acción percibida como de interés común (Real academia de la lengua 2006:44). Si tomamos en consideración que los ritos funerarios son actos colectivos, por medio de ellos se buscará el apoyo de los demás integrantes del grupo social para ayudar a la familia en aspectos emocionales económicos y de organización para llevar a cabo las actividades funerarias, de esta manera, quienes reciben la ayuda agradecerán los favores apoyando a los demás familiares cuando se encuentren en las mismas condiciones. Por otro lado a partir de la asistencia de personas se genera una relación entre ellas, comenzando por la ideología que comparten y porque en su momento le rinden culto, sin importar que la familia doliente no cuente con los suficientes recursos para velar y sepultar el cuerpo, las demás personas apoyan a los dolientes de la forma en que consideren adecuada. De esta forma se genera una participación activa de los integrantes de la sociedad y también se genera un ambiente de solidaridad en el momento de la muerte de una persona. Cuando una persona fallece en Santa Cruz Atzcapotzaltongo, la noticia se difunde rápidamente, para las personas que convivieron con el difunto su reacción es de asombro cuando reciben la noticia, para quienes lo conocieron poco, muestran resignación ante lo ocurrido. Sin embargo no importa si frecuentaban al difunto o no, basta con haberlo conocido para acudir al velorio y ofrecer el pésame a la familia. Posterior al recibimiento de la noticia, se desencadena una serie de acciones emprendidas por los familiares del difunto, sin embargo el accionar de las personas estará determinado por las situaciones en las que se presenta la muerte, y también por las creencias religiosas que profesen. En Santa Cruz Atzcapotzaltongo la religión predomínate es la católica, por eso los ritos fúnebres que se llevan a cabo en este lugar corresponden a las costumbres católicas como por ejemplo, la costumbre de velar a sus difuntos antes de llevarlos a sepultar, dentro de este marco, se realiza una serie de actividades que tienen que ver con el manejo del cadáver, la participación de las personas en los ritos funerarios y el apoyo económico que ofrecen a los deudos y el proceso de duelo expresado por la familia del difunto que son expresiones culturales, reflejadas en las creencias, costumbres y tradiciones que permanecen vigentes en la localidad y que son un referente de los ritos y prácticas funerarias y en los cuales se observa la cohesión y los actos recíprocos que se tienen para con

los demás integrantes del grupo social que hayan sufrido la pérdida de un integrante. Uno de los ritos importantes para los creyentes católicos es la “extremaunción”, que es el acto de marcar tres veces al enfermo con una cruz en la frente y en cada una de las manos, mientras que el sacerdote pronuncia una oración. Para realizarlo, se utiliza el “oleo de los enfermos”, que está compuesto por aceite de oliva, al cual se le agrega un bálsamo aromático; Cuando el enfermo se encuentra agonizando, se llama al sacerdote del lugar, para que “lo ayude a bien morir”, el sacerdote comienza rezando el rosario, tratando que el enfermo participe en el acto respondiendo en los misterios y en las letanías del rosario, si al enfermo le es imposible hacerlo, un familiar deberá acompañar al enfermo para responder por él. A continuación el sacerdote pregunta al moribundo si desea confesarse para que pueda recibir la comunión. Finalmente sacerdote y familiares llevan a cabo cánticos mientras que a la persona se le coloca un escapulario de la Virgen del Carmen, también, si lo prefieren los familiares se le coloca un rosario en las manos. En caso que la persona tenga descendencia se acostumbra que el moribundo de la bendición a sus hijos, nietos y bisnietos antes a morir. Si la persona en su lecho de muerte no es asistida por un sacerdote, porque muere en un hospital, en un accidente automovilístico o en forma repentina en cualquier otro lugar, los habitantes de Santa Cruz creen que la familia del difunto debe rezar continuamente por él para que sus pecados sean perdonados lo más pronto posible, y de esta forma su alma pueda descansar en paz. Si la familia se niega, su alma quedará penando sin poder descansar. Con el propósito de reconciliarse con Dios los creyentes católicos de Santa Cruz asisten el primer domingo de cada mes a la una de la tarde al templo a la misa de los enfermos con el propósito de recibir el “óleo de los enfermos”, que es el mismo aceite que se utiliza para el rito de la extremaunción. Cuando un niño fallece por causa de un accidente o enfermedad y ya fue bautizado, la familia contrata los servicios de una funeraria para que embalsamen el cuerpo del niño, adquieren el féretro que debe ser blanco y la funeraria proporciona la capilla ardiente que consta de una tela blanca que se coloca como fondo, los cuatro pedestales para los cirios y el crucifijo. En la puerta de la casa se coloca un moño blanco que también es proporcionado por la funeraria. Mientras tanto las mujeres de la familia doliente compran ropa blanca para vestir al niño o niña. Los padres colocan

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. los juguetes y también les colocan otras cosas como medallas o pulseras o algún objeto de valor sentimental para los padres. Cuando un niño fallece los familiares invitan a otros niños para que acompañen al difuntito, se realiza una misa y niños y familiares pasan a despedirse de él o ella. Tocan su ataúd y le echan agua bendita y le hacen rosarios continuamente para que el alma del niño no salga de la casa; antes, se contrataba un trío de cuerdas para que tocarán durante el velorio mientras que los niños bailaban alrededor del ataúd, este mismo trío era contratado para que los acompañará durante la misa y el sepelio interpretando música católica. El papá y la mamá del niño así como algunos de sus familiares se turnan para cargar en féretro. Cuando se trata de un niño mayor, entre cuatro y seis personas pueden cargar el féretro alternándose familiares y amigos. En el templo se realiza una misa de cuerpo presente se lleva a cabo la lectura de dos citas bíblicas se pueden ofrecer voluntariamente dos personas para leer. Al término de la misa se dirigen al panteón para sepultar el cuerpo, previamente familiares y amigos llevaron a cabo los trámites y la apertura de la fosa. Al llegar al cementerio el cuerpo debe permanecer unos momentos en la capilla mientras los acompañantes pasan a despedirse tocando el féretro, finalmente lo cargan hacia el lugar donde será sepultado, mientras bajan lentamente el ataúd, las personas arrojan flores y los encargados de abrir la fosa la cubren con tierra. Los padres invitan a las personas a comer a su casa para ofrecerles arroz, frijoles y tortillas. Al día siguiente se llevan a cabo los rezos del novenario para hacer el levantamiento de la cruz de cal y también buscar los padrinos de la cruz, los padrinos pueden ser elegidos al azar por los padres o ellos pueden comprarla. Cuando se cumple un mes (cabo de mes) se vuelve a realizar un rosario y una misa después cada año (cabo de año), los padres y los padrinos conmemoran el fallecimiento de su hijo realizando un rosario por la noche a partir de las ocho de la noche al día siguiente acuden a misa y llevan flores a la tumba del niño o del joven para terminar invitan a los asistentes a una comida en su hogar.

suelo en un petate debajo de la cabeza del cuerpo se coloca una piedra, cierto tiempo después de levantar el cuerpo, en el lugar donde estuvo tendido se hace una cruz con cal dicen los pobladores que es para que al difunto le sean perdonados sus pecados. Posteriormente los familiares se organizan para contratar los servicios de una funeraria quien será la encargada de embalsamar el cuerpo y de facilitarles el ataúd y el moño negro que se colocara afuera de la casa del difunto, la funeraria que ofrece el servicio de capilla ardiente la instala colocando en el fondo del lugar una tela blanca, además los cuatro ciriales, crucifijo y el soporte para colocar ola caja. Alguna funerarias ofrecen servicios adicionales como realizar los trámites legales parara el acta de defunción y los permisos para sepultar el difunto en cementerio, gastos de traslado del cuerpo nacional e internacional así como servicios de incineración, aunque en la localidad este servicio no es tan común al igual que los usos de carrozas fúnebres. En Santa Cruz solo hay una funeraria sin embargo las personas suelen acudir al centro de Toluca o a pueblos vecinos como San Pablo Autópan y Tlaxomulco donde pueden cotizar otros costos de funerarias. Es costumbre que los hombres se encarguen de realizar los trámites correspondientes para notificar y sepultar a su difunto, también se encargan de abrir la fosa y dar aviso a las autoridades religiosas para que toquen las campanas del templo y para que realicen la misa de cuerpo presente, mientras tanto las mujeres se encargan de preparar la ropa con que vestirán al difunto, los alimentos que se ofrecerán durante el velorio y después del sepelio. Las mujeres que han elegido el atuendo que vestirá el difunto esperan que la funeraria les entregue el cuerpo. Por otro lado los hombres de la familia acuden al templo para pagar la misa de cuerpo presente que por lo regular se lleva a cabo a las doce horas del día siguiente y tiene un costo de trescientos pesos por tratarse de un horario especial; si se considera un horario en el que realicen misas comunitarias el costoserá de cien pesos. Los familiares piden a los fiscales del templo los ciriales y el crucifijo así como la vestimenta para los monaguillos que por lo general son niños. Los fiscales del templo ordenan al campanero que realice “el doble de campanas” esta acción permite que los habitantes del lugar se enteren de que ha fallecido una persona de la localidad esta acción se realiza continuamente, si es posible durante todo el día. Cuando la funeraria entrega el cuerpo las mujeres se alistan para vestirlo, mientras los trabajadores de la funeraria en conjunto con los demás familiares se ocupan de colocar la capilla ardiente, los ciriales el crucifijo, la cruz de cal, el chilacayote y sobre ellos el soporte para colocar el féretro. Los hombres de

Funeral de adultos El velorio de los adultos tema principal de esta investigación coincide en algunos aspectos con los velorios de los niños y los jóvenes sin embargo algunos diferirán de ellos. Para que una persona se considere adulta debe ser mayor de 18 años no obstante en Santa Cruz las personas adultas que aún no se han casado siguen siendo considerados como jóvenes. Cuando un adulto fallece y se encuentra en su hogar se acostumbra tenderlo en el

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. la familia improvisan botes llenos con arena para que la gente coloque las ceras y una serie de cubetas para que depositen las flores.

café y sal, esto es visto por la gente de la localidad como una ayuda para la familia. En punto de la hora marcada da inicio el rosario del velorio gradualmente llegan las personas y lo primero que hacen es buscar a los deudos para ofrecerles el pésame después dejan sus flores y encienden sus ceras o veladoras en seguidapasan a donde se encuentra abierta la tapa del ataúd para observar al difunto. Por otro lado sobre el ataúd, se coloca un plato con una rama de romero y la imagen de un santo para que la gente deposite una ayuda monetaria, también se coloca un vaso con agua para que las personas que se acerquen a ver al difunto marquen una cruz sobre el ataúd. Los familiares se ocupan de pegar afuera de la casa una cartulina en la que indican la hora en la que se llevará a cabo la misa de cuerpo presente y la salida hacia el cementerio. Duelo

Fotografía 1 Velorio del Sr. Rogelio M.

Cuando las mujeres terminan de vestir el cuerpo los hombres o los trabajadores de la funeraria lo colocan dentro del féretro, mientras tanto las mujeres alistan los últimos detalles en la preparación de los alimentos y por su parte los hombres acomodan sillas y colocan lonas para alojar a los visitantes en el exterior de la casa los hombres colocan un moño negro en señal de luto así como una cartulina en la que indican el inicio del velorio. Algunas familias buscan a una persona para pagarle por rezar los rosarios en cambio otras prefieren que sea un familiar el que diariamente inicie el rezo a las ocho de la noche. A partir de ese momento en las calles del lugar se observa gente que se dirige con ropa negra una cera y flores a la casa del difunto para asistir al velorio comienza así el trabajo del señor Ubaldo de 40 años de edad propietario de la florería Acuario quien recibe pedidos para realizar arreglos florales como coronas que tienen un costo de trescientos pesos, cubre cajas de doscientos, arreglos florales de ciento cincuenta pesos y ramitos de quince a veinte pesos; el costo de las flores varía según la época del año. Las personas que asisten al velorio acostumbran a llevar además de una cera y un arreglo floral despensas que contienen arroz, frijol, azúcar,

Fotografía 2

La Caja negra

El duelo es un periodo de tiempo determinado por la familia del difunto durante el cual se recordará con una serie de anécdotas o vivencias que la

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. familia haya tenido con el ausente. Comienza a partir del momento en que fallece la persona y concluye hasta la ceremonia religiosa que se cumple al año del fallecimiento durante ese lapso la familia porta un moño negro en el brazo derecho. En caso de que el difunto fuese casado su pareja vestirá de negro por un año, el duelo también se refleja al quitar los espejos y las fotografías como también se debe evitar poner música o encender la televisión, deben evitar sacudir o barrer el área donde fue velado hasta el día que se levanta la cruz de cal , es cuando se recoge toda la basura que se hizo durante el novenario, los desechos de la cruz de cal y el chilacayote, se llevan a enterrar al panteón junto con la cruz de madera. Después del novenario las actividades en la casa vuelven a la normalidad.

personas de la localidad la música es un regalo para el ausente porque ellos creen que todavía los está viendo aún después de muerto, incluso oye hasta antes de entrar al panteón, la costumbre para ellos es que la música ayuda a despedir al difunto para que vea que no están tristes y que se vaya contento, más si el sufrió una enfermedad, en “realidad para nosotros todo esto es una fiesta para despedirlo con alegría así se pueda ir con menos preocupaciones”. El cortejo fúnebre sale del lugar donde se veló al difunto hasta llegar al templo en donde se efectuará la ceremonia de cuerpo presente, el sacerdote sale a la puerta del templo para recibirlo cuando ya está en el interior se procede a leer dos citas de la biblia y en la lectura del evangelio hace referencia al momento en que Jesús resucitó a Lázaro. Al final de la homilía el sacerdote lleva a cabo la bendición del féretro rociando agua bendita sobre él. Al concluir la misa el sacerdote se posiciona delante del mismo y acompaña al cortejo fúnebre hasta el cementerio, durante este trayecto el presbítero pide al grupo musical que entone cantos de alabanza ya que se trata de un momento de reflexión para todos los asistentes; cuando el cortejo llega al panteón es llevado por las personas a la capilla de descanso, posteriormente el padre rezara un padre nuestro, un ave maría y finalmente los familiares se despiden del cuerpo y pasan al lugar donde fue abierta la fosa con las medidas siguientes 1.50 a 2 metros de profundidad por 1.70 de largo y 1 metro de ancho, cuando se termina de hacer fosa se tiende una plancha de cemento en el fondo y posteriormente forman una cruz con flores finalmente preparan cuatro bloques de concreto que serán colocadas sobre al ataúd y son selladas con cemento; posteriormente las personas toman un puño de tierra y lo arrojan a la fosa mientras tanto los hombres comienzan a rellenar la fosa una vez que queda cubierto se depositan flores y arreglos, a continuación el hijo mayor del difunto dirige unas palabras a la concurrencia agradeciendo la asistencia de las personas los invitan a comer a la casa donde se realizó el velorio, esto como agradecimiento a las atenciones recibidas. El enfoque antropológico de la muerte nos permite analizar las distintas situaciones de cómo afecta a las personas la muerte del otro así mismo la situación que se desencadena con ella como el proceso de fiesta o de nostalgia. Considerando los enfoques que cada persona tenga de la muerte permite confrontar estructuras mentales y culturales en diferentes grupos sociales y conformar una pluralidad de ideas, determinando particulares de cada uno que los hagan diferenciarse de otros así también es posible saber las raíces que originaron las prácticas mortuorias de los grupos sociales en cuestión y el valor cultural que tenga para sus integrantes en lo sucesivo.

La mortaja Es el nombre que se le da a la ropa con la que se vestirá al difunto el día en que fallece; esta vestimenta se compra en las tiendas de artículos religiosos ubicadas en el centro de Toluca los más comunes son: San José, o si es mujer la de la Virgen María. Antes la mortaja era una sábana blanca en la que se envolvía al muerto, porque decían que él había llegado desnudo al mundo y desnudo se tenía que ir. La mujer es excluida de participar en el acto de vestir al esposo y de la misma manera el esposo en el caso de la mujer; los gastos de la mortaja por lo regular se dividen entre el número de personas que participan en vestirlo. Las costumbres de Santa Cruz han cambiado antes se decía que era malo vestir al difunto con cualquier traje u otro tipo de ropa porque se pensaba que no podían entrar al cielo y por eso se debía vestir con la ropa de un santo, también decían que no se le debía poner zapatos porque al llegar al cielo como era suelo sagrado debía pisarlo con los pies descalzo, pero esas creencias se han dejado atrás. Después de vestirlo se coloca en las manos del muerto un rosario y si los familiares lo desean un escapulario; no pueden colocarles medallas o imágenes de santos porque dicen que es malo para el alma del difunto. El sepelio Se lleva a cabo después de la misa de cuerpo presente. Cuando ya están alistados los custodios de los ornamentos se pide a seis personas que carguen el ataúd, los familiares no deben cargarlo porque se cree que el difunto se los puede llevar; el grupo que carga el féretro se coloca detrás de los custodios, los asistentes y los familiares toman un ramo de flores y se forman detrás del mismo algunas personas llevan una corona floral y se colocan delante del cortejo fúnebre. Los familiares ya han contratado con anticipación a un grupo musical que pueden ser mariachis o banda de viento. A diferencia de lo que opina el padre diacono del lugar, para las

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Fotografía 3 Fosa concluida

La historia de la humanidad ha mostrado que la vida está llena de ciclos los cuales tienen un principio y un final, el hombre también ha determinado que su presencia en este mundo no es para siempre pertenece a un ciclo en el que nace se desarrolla y cumple con su designio para encontrar al final la muerte y pasará a formar parte del recuerdo de quienes en vida compartieron momentos especiales. Se considera que los símbolos son forma de lenguaje que están presentes en la celebración de los ritos funerarios gracias a estos el hombre aprende lo necesario para construir su universo consentido, leyes, hábitos y costumbres lo que le permite posicionarse de lo visible y también de lo invisible de todo aquello que pertenece a la naturaleza, no obstante no es posible volverlo tangible para que lo perciban los demás, pero que gracias a los símbolos se puede instaurar como un sentido más en el que se puede considerar como parte de una realidad.

Bibliografía – Cazeneuve, Jean, 1971. Sociología del rito, Amorrortu, Buenos Aires. – De la Peña, Guillermo y Luis Vázquez León (coordinadores) 2002. La antropología sociocultural en el México del milenio búsquedas, encuentros y transiciones, FCE, México. – Díaz Cruz, Rodrigo, Archipiélago de Rituales. Teorías antropológicas del ritual, México, Anthropos

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Durkheim, Emilie, 2001. Las formas elementales de la vida religiosa, Ediciones Coyoacán, México. Fournier, Patricia, Carlos Mondragón, Walburga Wiesheu, 2010. Ritos de paso, INAH, México Limón, Olvera Silvia, 2001. El fuego sagrado Simbolismo y ritualidad entre los nahuas, Colección Científica, México. Real academia de la lengua, 2006. Diccionario esencial de la lengua española, ESPASA, España.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. que lo acompaña, en elementos objetivables, que son los únicos capaces de dar cuenta de la Forma de Morir y el Modo de enterrar. Para nuestro planteamiento, el Paisaje lo comprenderemos como:

Formas de morir y conductas de enterrar María Antonia Benavente Aninat Chile

…un nuevo concepto que supere la consideración formalista del espacio como algo que viene ya dado, como una realidad estática de orden físico y ambiental, una nueva noción que, a diferencia de la anterior, permita considerar la realidad espacial como una realidad eminentemente social que se construye culturalmente. El espacio es una construcción social, imaginaria, en movimiento continuo y enraizado en la cultura, existiendo estrecha relación estructural en las estrategias de apropiación del espacio entre pensamiento, organización social, subsistencia y concepciónutilización del medio ambiente; a este respecto, la categoría abstracta de espacio se substituye por otra más contextual: el paisaje, concebido como la objetificación de prácticas sociales de carácter material e imaginario. 15

Desde esta perspectiva, pensamos que la muerte en sí misma tiene un carácter intemporal y metafísico, pero deja siempre un cadáver actual y real, siendo éste el objeto que la introduce al paisaje. Desde esta perspectiva y como el acto de morir pasa a constituir una realidad sociocultural, nos interesa develar la importancia que adquieren los lugares y momentos de morir como las formas de morir y enterrar. El sepelio, honras fúnebres, entierros, misas, el testamento, entre otros, son manifestaciones sociales que rodean la muerte, para la mayoría de las de las persona y de las sociedades. Estas acciones son clásicas y comienzan a funcionar a partir de que ha ocurrido la denominada “muerte biológica”, consecuencia física del término de la vida y donde su expresión más concreta es la existencia de un cadáver. Con respecto a éste proceso el individuo, la mayoría de las veces, es un ente solitario en este trance y son los “otros”, los que lo apañan en el acto de morir, dándole significado al deceso aplicando todas las conductas apropiadas al momento de la muerte. Sin embargo, aquellos que lo observan, en esta acción, consideran que lo que ocurre es, la “muerte del otro”.

Imagen 1. Patio 29, Cementerio General de Chile. 14

Planteamiento La muerte en el ámbito cotidiano puede ser entendida como parte de un sistema, donde el rito y los múltiples elementos que lo conforman, tienen sentido en relación a la función que éstos cumplen y por lo tanto se transforman en objetos, los cuales son albergados por el Paisaje. Por lo anterior, muchas veces se transforma el cuerpo del difunto y la parafernalia

Una vez finalizados los actos de rigor y en el plazo usual de veinticuatro horas desde el instante del fallecimiento, el cuerpo vuelve a la tierra de la que fue formado. Y es entonces, en el mismo momento del enterramiento, cuando se produce al fin, la última imagen pública, el último gesto de pretendida dignidad del individuo en la sociedad. Como bien resume un dicho popular: 15

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Véase F. Criado, Visibilidad e interpretación del registro arqueológico. Trabajos de Prehistoria, Madrid, 1993, p. 42.

El Mercurio, 28 de mayo de 2012.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. ...el muerto al hoyo y el vivo al bollo. 16

fallecido se transforma en una evidencia, es decir en, un elemento tangible que permite objetivar una observación y es útil para apoyar o confrontar una 19 hipótesis.

Por otra parte, algunas veces suele ocurrir que el individuo que muere ha dejado de pertenecer a su grupo, por distintas razones, es decir ha perdido la función dentro del grupo al que se adscribía; quizás por un destierro, por un suicido, por un homicidio o por una desaparición. Son muertes con una clara connotación y particularidad en la sociedad y por tanto son el prototipo de lo que se identifica como “muerte social”, en la que domina el recuerdo y la memoria colectiva, más que el recuerdo y la memoria individual; donde faltan muchas veces incluso los restos corporales, …en ciertos casos con prolongación del don de la vida; y que en fin, el hombre más humilde figuraría en esa estela común junto al más notable, participando los dos de la misma estructura, símbolo del cuerpo místico de la humanidad.17

Esta categoría es asociada en múltiples casos a la “muerte exclusión”, considerada para individuos doblemente marginados, evidenciados porque no hay una tumba que contenga sus restos, o bien éstos han sido repartidos; por lo tanto es difícil “rendirles culto”; donde el paisaje también aparece y cobra importancia, ya que éste mantiene con el ser humano raíces existenciales; Imagen 2. Cementerio de Barraza, IV Región Ovalle Chile. Fuente: Archivo de María Antonia Benavente Aninat, 2012.

…deriva de una necesidad de adquirir relaciones vitales en el ambiente que lo rodea para aportar sentido y orden a un mundo de acontecimientos y acciones.18

Así por tanto, la muerte constituye un objeto en el paisaje; a partir del cual se plantean distintas preguntas, las que serán respondidas mediante el resultado del proceso analítico que haya permitido “el objeto”. Proceso largo, tedioso y sufrido; en dos sentidos; el objeto que será desarticulado en su forma original y por otro lado, el sufrimiento del individuo o de la sociedad que mantuvo lazos con él y que los mantendrá por largo tiempo, hasta que el objeto haya entregado todo lo requerido en la investigación analítica. El cuerpo pasa a ser un lugar de dominio del Médico, Antropólogo, Criminalístico, los que a menudo se ponen de acuerdo para tratarlo como una especie de “borrador”, llevándolo a la perfección última que no busca otra cosa, más que el conocimiento de la verdad, oculta en lo científico. Este proceso es;

El paisaje, por tanto debemos considerarlo como una variable existencial, esencial del ser humano; incluso llegando a señalarse que el “espacio vacío” no tiene ningún sentido. Por tanto el paisaje y la muerte son aspectos que le otorgan sentido, al concretizarse en una tumba, mausoleo o memorial, uniéndose en una vivencia de naturaleza emocional y simbólica muy propia del ser humano que necesita mantener y rememorar las tradiciones sociales, cuando los sentimientos han sido afectados de modo profundo en la sociedad. Según lo anteriormente señalado, consideramos plantear una nueva acción; la “muerte sufrida”, ocurrida cuando el cuerpo del individuo 16 17 18

L. Vincent Thomas, op. cit., 1993. Ibid., p. 56. C. Norberg-Schulz, Existencia, espacio y arquitectura, Barcelona, Ed. Blume, 1980, p. 9.

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Pedro López Calvo, Investigación Criminal y Criminalística, Bogotá, 2008, p. 75.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. El momento inaugural de la ruptura concreta entre el hombre y su cuerpo surge, con la tentativa iconoclasta de los primeros anatomistas, que abren realmente los cuerpos humanos. Aislado del hombre el cuerpo se transforma en objeto, en una curiosidad irreversible. La interrogación sobre el estatuto antropológico del cadáver con vista a utilizar rápidamente sus componentes. Una lucha feroz entre anatomistas y las poblaciones horrorizadas por las disecciones y desoladas por la frecuente violación de las sepulturas. 20

Existen tiempos, sucesos, momentos, en los cuales sentimos la muerte cercana. Las periódicas pestes o hambrunas, las crisis, los cambios sociales bruscos; son temas que nos hacen pensar en la fugacidad de la vida. En este sentido, se abren distintos espacios tras el fallecimiento del individuo, los que van a depender directamente de la “forma de morir”, ya a que el entierro de una persona, no es el resultado de un duelo personal, sino que es una reafirmación social para el fallecido. De ahí lo importante de cerrar el círculo de las cadenas que conforman el rito mortuorio, como son la ubicación del cadáver, su amortajamiento y los ritos del funeral.

Por tanto a nuestro parecer, las disciplinas muchas veces descuidan la dimensión humana, el contexto familiar o relacional del individuo, su angustia y solo considera aquel “mecanismo corporal” que emerge del examen que realiza el científico, en búsqueda de una posible verdad.

Desde esta perspectiva, es necesario también, comprender el paisaje como un producto cultural destinado a comunicar una información que es manejada, consciente e inconscientemente, por el colectivo que lo construye; se trata de un espacio físico en el que se desarrolla, o trae implícito, la acción social. 21

En este sentido, la formalidad de las tumbas, aportan el medio que hace perdurable y el recuerdo de la tradición y por tanto pasa a ser un reflejo que activa la conducta social, de ahí que la funebria, no solo debe ser sólo comprendida desde una esfera funcional; es decir hay que situar al muerto en algún lugar; sino que lo que interesa, es como el hombre implica sus ideas en la configuración de los espacios, donde el pensamiento y la comunidad, construyen el paisaje real de un determinado sistema social, por tanto también interesa la esfera social. En este sentido la construcción del paisaje fúnebre, no se reduce a un mero objeto constructivo, condicionado por un contexto material; por el contrario, debe ser analizado como una entidad viva que desempeña un rol activo en la constitución social de la realidad, en la que ocurrió la muerte. Es la manera de poder abordar y comprender el trasfondo social y simbólico que se oculta tras el espacio, que esta vez se configura y estructura bajo un contexto fúnebre concreto y visible. El que se estructura primero a partir del entorno físico, donde la sociedad realiza sus actividades, se transforma cuando se constituye en él, un entorno social, el que permite que se establezcan relaciones sociales, para derivar en un paisaje, cuando el espacio es pensado y pasa a convertirse en un medio simbólico, cuando el individuo se apropia de él de modo permanente; erigiendo una lápida, una tumba o un memorial. En otro sentido, lo simbólico debe ser visible y para que esto ocurra, debe existir;

Imagen 3. “Hans pozo, hijo de chile, recibe de la dulce patria una vida hecha pedazos”. Fuente: Almanaque de Jaime Pinos, VALIUM, 2010.

[…] una voluntad de hacer que los procesos sociales y/o sus resultados sean más o menos visibles o invisibles a nivel social y que esto es así 20

D. Le Bretón, “Lo imaginario del cuerpo en la tecno ciencia”, en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 1993, p.199.

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M. Shanks y Tilley, Social theory and archaeology. Polity Press, Cambridge, 1987.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. porque las condiciones de visibilidad de los resultados de la acción son de hecho la objetivación de la concepción espacial vigente dentro del contexto cultural en el que se desarrolla esa acción. 22

También se observa que producto de la destrucción del cadáver y por tanto “la muerte biológica”, se esfuma, la muerte social responde con la “cosificación” del Paisaje, lugar particular, que tendrá un valor simbólico, en el cual la sociedad podrá replicar el rito de la muerte. Son los memoriales, esculturas e incluso instalaciones urbanas, que recordarán al difunto, aunque éste no se encuentre allí. Se aplica aquí la “muerte verdadera”, que sucede cuando ésta es reconocida socialmente; problema complejo, ya que no bastan los signos de reconocimiento social; sino que el de la autoridad, que es la única entidad habilitada para “autentificarla”, en el triple plano de la realidad de la muerte: de la naturaleza exacta de sus causas y de las circunstancias del lugar, de los medios y de la forma de cómo ocurrió. Problema contingente cuando nos encontramos con la “muerte exclusión” en los dos planos de acción: la forma de morir y el tipo de enterrar. Por tanto, volvemos a nuestro difunto, que para resolver la naturaleza de su “muerte sospechosa”, debe transformárselo nuevamente en “objeto” mientras se dilucida la naturaleza de su deceso y por ende retorna la “muerte sufrida”.

En otras palabras es cuando la sociedad determina que elementos deben ser visibles y cuáles no. En estos casos, los ritos de la muerte, están bajo el dominio de la familia y amigos del difunto, quiénes son los protagonizan las escenas de duelo y apañamiento. Es lo normal, cuando ocurre la “muerte biológica” y la existencia del cadáver, aquí lo visible es el objeto mortuorio. En este vínculo, el rito estará completo, por tanto el lugar del entierro, se transforma en un paisaje fúnebre, tan clásico en el mundo moderno. En oposición a lo anterior, también ocurre que a pesar de la existencia del cadáver, no hay ni amigos, ni familiares que lo acompañen, sino que son los “otros”, los desconocidos, los que entierran, depositan o botan al difunto. Aquí la invisibilidad será la protagonista de los lugares de entierro en estos casos, los que suelen ser erráticos, dispersos o muchas veces no existen y por tanto el fallecido no completa el ritual de situarlo en una sepultura adecuada, no habrá paisaje fúnebre; es la muerte exclusión, que se manifiesta también en la forma de enterrar, ya no son los parques plenos de vegetación, sino que en el mejor de los casos los caracterizan meras cruces, una tras otra, muchas veces, la mayoría sin nombre, luciendo al público en un permanente abandono. Sin embargo, a pesar de que predomina la invisibilidad, es un signo de identidad, que manifiesta que algo ocurrió y por tanto a eso, se debe la “exclusión del lugar”, producto del abandono, a causa de que ya no existen ni amigos ni parientes que se ocupen de engalanar las sepulturas. Esto ocurre cuando el tiempo histórico que da cuenta del olvido del individuo y la sociedad por sus difuntos. En otro sentido, la “muerte exclusión” también está presente cuando no hay tumba, y el deceso tiene relación directa con la forma de morir, acción que induce a la práctica de la “tumba secreta”, relacionada también con una planificación de los lugares de entierro, que generalmente se localizan en lugares inaccesibles, o también sucede que el entierro no existe. Aquí,

Bibliografía – – – – – – – –

El sujeto condenado solo se ve privado de sus derechos y funciones; pérdida de sus derechos civiles, degradación pública…transformación o desaparición de funciones sociales y actividades profesionales. 23



– 22

F. Criado, op. cit., pp. 42 y 43. 23 Vincent-Thomas, Les religions d'Afrique noire textes et traditions sacrés avec René Luneau, Stock, 1995, p. 56.

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Almanaque de Jaime Pinos, VALIUM, 2010. Criado, Felipe, Visibilidad e interpretación del registro arqueológico. Trabajos de Prehistoria, Madrid, 1993. El Mercurio, 28 de mayo de 2012. Le Bretón, D., “Lo imaginario del cuerpo en la tecno ciencia”, en Revista Española de Investigaciones Sociológicas, Madrid, Centro de Investigaciones Sociológicas, 1993. López Calvo, Pedro, Investigación Criminal y Criminalística, Bogotá, 2008. Norberg-Schulz, C., Existencia, espacio y arquitectura, Barcelona, Ed. Blume, 1980. Shanks, M. y Tilley, C., Social theory and archaeology, Cambridge, Polity Press, 1987. Vincent-Thomas, L., Les religions d'Afrique noire textes et traditions sacrés avec René Luneau, Stock, 1995. Vincent Thomas, L., Anthropologie de la maladie. Étude ethnologique des systèmes de représentations étiologiques et thérapeutiques dans la société contemporaines, Bibl. scientifique avec François Laplantine, Payot, 1993. __________, Mélanges thanatiques. Deux essais pour une Anthropologie de la transversalité, L'Harmattan, Nouvelles Études Anthropologiques, 1993.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. muerte en la que el hombre vive una experiencia interior alimentada por lo simbólico es decir, el rito se convierte en un hilo conductor de la vida y la muerte. A través de estos elementos la masonería se presenta como uno de los caminos de búsqueda del conocimiento inclusive dentro de un imaginario de la muerte misma, un camino que no topa con creencia alguna. ¿Acaso el arte de construir el templo, tan caro a o un lecho para la llamada última morada de los albañiles de la Edad Media era solo un elemento de extravagancia y excentricismo a o era algo más? ¿Cuáles son los elementos primarios de estos rituales y cómo se constituyen en las vidas de dichos integrantes? Si consideramos la arquitectura es también un símbolo de las antiguas civilizaciones donde albañiles y arquitectos desempeñaban un papel fundamental, veremos que las asociaciones iniciáticas formaban un símbolo muy importante por ejemplo, en Egipto una de las instancias superiores el faraón como maestro de obras divina de y sus más íntimos consejeros el hecho era que la construcción estaba íntimamente ligada al símbolo del cuerpo era una especie de iniciación que constituyen un verdadero arte que era que al operario y esta relación con el operador integrarse al mundo de lo divino y al mundo de lo terrenal puede estar significando la representación del eterno oriente el hilo mágico conductor entre la vida y la muerte. Nadie puede convertirse en rey sin haber sido iniciado; y nadie puede cruzar la muerte si no lleva las llaves, este es un símbolo que se presenta en distintas asociaciones y por supuesto en distintas culturas lo mismo ocurre con la obtención de los distintos niveles o puestos un sacerdote operarios de distintos ritos incluso antes de la era cristiana, sociedades «secretas» en el sentido común de ocultar o guardar, reservar que nosotros les damos; los grupos iniciáticos participaban en el gobierno del reino y estaban ligados a una cosmovisión unida. Examinaremos cómo esas formas primordiales de la iniciación se transmitieron al mundo greco-romano y a la cristiandad; sin demorarnos, de momento, en estos puntos, advirtamos que la llegada de Cristo señala un vuelco decisivo en la historia de las iniciaciones pueda una visión de la vida en otro lugar llamada el paraíso. Existe una serie de manifestaciones simbólicas que se expresan Acerca del sistema ritual de esta sociedad se encuentran repartidas en dos bloques: uno teórico, sobre simbolismo, y descriptivos, sobre aspectos del ritual funerario, cuyas significaciones están ligadas con el sistema de creencias e ideologías de los individuos. El arte funerario, entonces, como manifestación social, se encuentra regido por las normas establecidas por un determinado grupo en un tiempo y lugar específicos.

Los Ritos funerarios en las sociedades iniciáticas Juan Federico Zuñiga Tomás Cortés México No es demasiado tarde. Sólo sucede que aún no sabes de todo lo que eres capaz. Mahatma Gandhi

Esa investigación se torna en relación a los rituales funerarios y los significados de estos que pueden también verse como una aventura espiritual e histórica de los masones una de las sociedades discretas más populares aunque no única y los ritos que se conllevan en las sociedades iniciáticas no se inscribe en polémica alguna y la intención de esta en encontrar elementos que permitan observar la relación con un elemento de rituales también de llamada partida o de el eterno oriente. Estas ceremonias que se realizan en los funerales de los Masones para el entierro de los muertos, son peculiares e impresionantes. Se realizan como un deber imperativo y a la vez melancólico, y como una muestra de respeto y cariño fraternal a la memoria de un hermano que ha marchado al eterno oriente que escucha a entender, no se interesa ya por unas actitudes favorables u hostiles a una orden mal o del bien sino de comprender la cosmovisión de dicha sociedad secreta dando como resultado el poder comprender la cosmovisión dando un entramado de Oraciones, himnos y canciones empleados en los servicios funerarios, incluyendo letras y partituras, flores y otros elementos simbólicos de la misma. Un ritual es una serie de acciones, realizadas principalmente por su valor simbólico. estas son acciones que están basadas en alguna creencia, en este caso por una idea de corte religioso y simbólico en lo particular de esta sociedad secreta, así también como por una ideología de la comunidad, en estas comunidades masónicas, al igual que otras sociedades iniciáticas, intentaron percibir lo sagrado y lo divino el orden de la vida y la

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. El cementerio y los rituales que allí suceden es una entidad dinámica de alto contenido simbólico y de re significación permanente que manifiesta el sistema de pensamiento, creencias y estructura de la sociedad a la que pertenece, que se convierte, así, en una ventana a la historia de una ciudad que provee la forma de auto representación de sus habitantes. Existen dos niveles de rituales, de los ciclos vitales, con ceremonias de iniciación y ceremonias funerarias, y rituales de aflicción por la acción de los espíritus de los muertos, con cultos de caza, cultos de la fertilidad de las mujeres y cultos curativos lo cual desemboca en procesos de significación el los integrantes de dicho rituales o participantes de dicha sociedad se plantea una formulación expresa del simbolismo dentro del proceso ritual que reúnen ideas dispares, se plantean un rito, un método sistemático del estudio del simbolismo donde confluyen la vida y la muerte como símbolos de la cosmovisión de la inmortalidad del alma. El símbolo tiene una serie de características o propiedades: la condensación, la unificación de significados dispares, la polarización de sentido y la polisemia, llegándose a partir de aquí a dos clases de símbolos, referenciales y de condensación, y su inferencia se puede realizar a través de tres clases de materiales: su forma externa y observable, las interpretaciones de los operarios de los participantes en el ritual, y los contextos significativos. Uno de los símbolos por excelencia dentro de los rituales de la sociedad secreta antes mencionada es la Rama de Acacia es uno de los símbolos del y simboliza la parte inmortal del hombre que nunca muere por lo tanto podemos ver la creencia de la inmortalidad dentro de este rito y ello tiene que ver con la representación simbólica que se hace en el momento del funeral y que se repite como un ritus durante la estancia en dicha sociedad, también se pueden observar a este respecto a esto, que en diversas tradiciones aparecen símbolos vegetales como prenda de resurrección e inmortalidad. Otro elemento que tiene que ver con la cosmovisión en el mismo sentido es el ojo que todo lo ve el cual se puede ver en distintos ritos funerarios haciendo alusión a el mundo de lo divino a la guía por lo cual los el cadáver entra con la cabeza hacia ese símbolo el cual deberá estar hacia oriente como símbolo de acercamiento al mundo de lo divino este elemento tiene que ver con su origen judeo- cristiano de esta sociedad. Así de tal suerte la muerte constituye para los masones la iniciación suprema y el ritual una importancia en la comunidad de los mismos ese símbolo se lleva a contacto íntimo con el lumbral de lo no existente, de la nada y es tanto que no solo celebran ceremonias cuando se uno deja este

mundo, sino que es uno de los ejes principales del pensamiento es el deber de pasar a una muerte simbólica dentro de cada uno de sus rituales. El mito de la muerte y la resurrección es la base de la búsqueda iniciática de la masonería aspira a transformar al individuo y a mejorar sus cualidades morales pero en el sentido de la muerte real, cual es el sentido existe este pensamiento de inmortalidad la importancia simbólica de la muerte en la masonería, así como a los rituales correspondientes dentro de esta comunidad. En la mayoría de los ritos masónicos el postulante debe pasar una serie de pruebas es dejado en completa soledad en una habitación pintada de negro, a menudo subterráneo dentro de una de las leyendas, siendo rodeado por diversos símbolos: un reloj de arena, un gallo, la fórmula hermética V.I.T.R.I.O.L. que significa “visita el interior de la Tierra; rectificando encontrarás la Piedra Oculta”, tibias cruzadas y lágrimas sobre una mesa una vela, una calavera, un espejo, pan, una espiga de trigo, un recipiente con agua, mercurio, azufre y sal, todos estos símbolos tienen un sentido simbólico y por lo tanto ritual que se presenta y llevaran a una especie de meditación, en el ritual simbólico se redacta un testamento, se redacta por escrito la última voluntad en este ritual simbólico se trata de representar una idea, una serie de elementos y por lo tanto de transmitir una cosmovisión de la muerte y al mismo tiempo se dan los elementos necesarios del paso de la vida a la muerte este es un sacrificio libremente consentido por el operario y todo esto situado en un escenario bajo tierra, es un elemento comparativo del momento de la muerte. Simbolismo relacionado con la caverna con la transformación con ese pase simbólico de la vida a la muerte a través de esto el operario vive la experiencia directa de su muerte iniciática. Ningún miembro de esta comunidad puede ser enterrado en este ritual o con estos elementos a menos que sea a solicitud y comunicada 24 dentro del sistema y la cosmovisión, la comunidad y tampoco puede ser parte de este rito el Masón que no haya alcanzado el tercer grado, compañeros y aprendices no podrán pues ser objeto de estas acciones fúnebres. El líder de la Logia, teniendo la noticia de la muerte y a petición de ser enterrado con las ceremonias se fija día y hora para el funeral se pasa la invitación se espera en el funeral y para dirigir la procesión donde todos los asistentes deberán asistir con vestimenta obscura bajo su dirección del líder de la Logia a la que el difunto perteneció abre la ceremonia y se interpreta

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Refiere a los miembros del grupo al que pertenece

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. un himno, el féretro se coloca en el centro y permanecerá abierto, este se coloca en la cabecera y se da inicio al servicio con la siguiente narrativa:

La biblia o el libro sagrado se coloca sobre un atril, cubierto con paño negro y portado por el miembro más antiguo de la Logia, el coro entonando un himno fúnebre, el féretro con los adornos colocados sobre él y miembros escoltándolo con espadas cruzadas, una o dos comisiones se adelantan hasta el cementerio para preparar lo necesario, cuando el cortejo llega a la puerta del cementerio, los miembros de la comunidad a la cual pertenecía el difunto y los portadores del féretro así como los dolientes se detienen hasta que los que los se haya formado un círculo alrededor dela tumba luego avanzan hacia al féretro hasta la tumba en donde el operante y los miembros principales se ubican en la cabecera, rodeados de los demás miembros del coro y se reanuda el ritual entonando un himno y pronunciando la siguiente oración:

“¿Qué hombre hay que haya vivido y no haya visto la muerte? ¿Escapará él a la mano de la tumba? El hombre camina en vacías sombras, acumula riquezas y después no sabe quién las disfrutará, Cuando muere no se lleva nada consigo; su gloria no descenderá con él a la tumba, desnudo llegó al mundo y desnudo deberá dejarlo: el Señor dio y el Señor quitó... ¡Bendito sea el nombre del Señor¡

En seguida se le dedicarán al difunto honores usando los ornamentos y símbolos de la comunidad y después sonará una música y se regarán flores y hierbas sobre el cuerpo, después se toma el libro que contiene los rituales repitiendo:

“Estamos presenciando aquí un impactante ejemplo de la incertidumbre de la vida y de la vanidad de todos los propósitos humanos. Los últimos honores rendidos al difunto, son útiles sólo como lecturas para los vivos; de ellas hemos de extractar lecciones y considerar toda solemnidad de esta clase como una advertencia de la proximidad de nuestra propia disolución. A pesar de los diversos momentos de mortalidad con los que nos topamos a diario, a pesar que la Muerte ha establecido su imperio sobre todas las obras de la Naturaleza, por un algún capricho inexplicable olvidamos que hemos nacido para morir. Derivamos de un designio a otro, añadimos una esperanza a otra, y diseñamos planes para muchos años venideros hasta que súbitamente somos alarmados por la proximidad de la Muerte cuando menos la esperábamos y a una hora que probablemente consideraremos como el mediodía de nuestras vidas. ¿Qué son todas las ostentaciones de la Majestad, el orgullo de la riqueza, o los encantos de la belleza cuando la Naturaleza se ha cobrado su justa deuda? Fija tus ojos en la última escena y mira a la vida despojada de sus adornos y expuesta en su natural condición; entonces te convencerás de la futilidad de todas aquellas vacuas ilusiones. En la tumba, todas las falacias quedan al descubierto, todos los rangos se nivelan y todas las distinciones se descartan... Mientras dejamos caer la sentida lágrima sobre la tumba del amigo muerto, dejemos que la caridad tienda un velo sobre sus fallas, cualesquiera éstas hayan sido y no apartemos de su memoria la recompensa que sus virtudes puedan haber reclamado. Suframos las apologías de la naturaleza humana interceder en su favor. Sobre la tierra jamás se ha alcanzado la perfección; tanto los hombres más sabios como los más probos se han equivocado; es nuestro deber imitar sus acciones meritorias y aprender de sus debilidades; que el ejemplo presente excita nuestros más serios pensamientos y fortalezca nuestra resolución de enmienda; siendo incierta la vida y

“Muramos la muerte del justo y que nuestro fin sea ¡así¡

Los Hermanos responden: ¡Dios es nuestro Señor por siempre y el será nuestro guía incluso en la muerte!

Luego el Libro dentro del ataúd y dice: ¡Padre todopoderoso¡ en tus manos encomendamos el alma de nuestro amado Hermano¡¡La voluntad de Dios se ha cumplido¡ Glorioso Dios, autor de todo Bien y dador de toda Merced¡ Derrama tus bendiciones sobre nosotros y fortalece nuestros compromisos con la solidez del afecto sincero ¡Que la instancia real de mortalidad nos recuerde el inexorable destino y dirija nuestra atención hacia ti, único refugio en tiempos de necesidad¡ Que cuando el momento definitivo llegue, y estemos a punto de abandonar este transitorio escenario, la vivificante certidumbre de una misericordia disipe las brumas de la muerte; y que después de nuestra partida en paz y gozando de tu favor podamos ser recibidos en tu imperecedero reino y gozar allí en unión de las almas de los amigos que nos precedieron en la muerte de la justa recompensa a una vida pía y virtuosa ¡Amen¡

A continuación se entona un cantico donde el líder se retira a su y es cerrado el féretro, se pronuncia un breve discurso adecuado para la ocasión se toman de las manos los miembros de la comunidad renuevan sus juramentos y se hace un cierre se organiza la procesión estos desfilarán de acuerdo a su antigüedad, portando flores o hierbas una Banda de Música con tambores y trompetas adornadas de negro.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. vanos todos los caprichos terrenales, no pospongamos por más tiempo la central preocupación de prepararnos para la eternidad; abracemos el momento feliz mientras el tiempo y la oportunidad se ofrezcan, de prepararnos para el gran cambio cuando los placeres de este mundo dejen de deleitarnos y las reflexiones de una vida virtuosa sean el único consuelo y solaz. Nuestras esperanzas no se verán frustradas, ni nos veremos acosados a presentarnos impreparados ante la presencia de un omnisciente y todopoderoso Juez, para quien son conocidos los secretos de todos los corazones y de cuyo temible tribunal ningún culpable podrá escapar…”

A continuación se adelantan hacia la tumba y arrojan dentro de ella los rollos, mientras que se exclama: ¡Gloria a Dios en lo Alto¡ Paz en la Tierra¡ Buena voluntad hacia el Hombre¡ ! Que así sea, ahora, y siempre ¡

A continuación, cierra la ceremonia con las siguientes palabras: “Desde tiempos inmemoriales ha sido costumbre dentro de la Fraternidad de Libres y Aceptados Masones, a petición de un Hermano en su lecho de muerte, acompañar su cuerpo al lugar de sepultura y depositar ahí sus restos con las formalidades usuales. “De conformidad con este uso y por petición expresa de nuestro Hermano fallecido, cuya memoria reverenciamos y cuya pérdida deploramos hoy, es que estamos aquí reunidos en nuestro carácter de Masones para devolver su cuerpo a la Tierra de donde vino y para ofrecer a su memoria ante el mundo el último tributo de nuestro fraternal afecto; demostramos así la sinceridad de nuestra fraternidad y nuestra inviolable sujeción a los principios con ilimitada buena voluntad hacia toda la Humanidad, parecemos aquí ataviados como Masones y públicamente expresamos nuestra sumisión y al buen gobierno, y nuestro deseo de promover los intereses generales de la Humanidad. Investidos con el ropaje de la inocencia, humildemente nos inclinamos ante el Padre Universal para implorar su bendición en todas nuestras celosas empresas para extender la paz y la buena voluntad y ardientemente rogamos que su gracia nos ayude a perseverar en los principios de la piedad y la virtud a nuestro querido Hermano de las preocupaciones y afanes de esta transitoria vida y llevarlo a un estado de eterna, debilitando así el apego nuestro a las cosas terrenales; que nosotros, que lo hemos sobrevivido, anticipándonos a nuestro inexorable destino, nos unamos más fuertemente por lazos de amistad y unión; y que durante el corto espacio permitido a nuestra actual existencia, sabia y útilmente empleemos nuestro tiempo en el recíproco intercambio de acciones amables y generosas; y promovamos el bienestar y la felicidad de nuestros prójimos en la tumba hemos dejado el cuerpo sin vida de nuestro, que ha de permanecer allí hasta la resurrección general; queda a la espera su alma inmortal de disfrutar de las alegrías que han sido preparadas para los justos desde el principio de los tiempos. Y que el Dios Todopoderoso, en su bondad infinita, en el gran tribunal de inmaculada justicia, extienda hacia él su gracia y hacia todos nosotros corone nuestras esperanzas con las bendiciones esperadas en la eternidad...¡ Esto pedimos en su nombre, Amen¡”

En estos párrafos se puede denotar el carácter símbolo de la comunidad mostrando el carácter simbólico de la misma y con una promesa de un imaginario de eternidad o un mundo mejor pero al mismo tiempo el complemento de una sociedad o fraternidad dando como resultado una cosmovisión de la muerte como elemento central del mito y del rito. En esta ceremonia se realiza una reverencia donde se invoca supliquemos la protección divina y aseguremos el favor de aquel ser eterno, cuyo bondad y poder no conocen límites, y que cuando el momento decisivo llegue, y nos aprestemos a partir, sea pronto o tarde, que seamos capaces de proseguir nuestro viaje, sin miedo ni aprehensión, hacia aquel distante e ignoto país del cual ningún viajero regresa. Por la luz de la aprobación divina podemos pasar sin temor a través de aquellas lúgubres mansiones en las cuales todo se olvida. Y en el gran y tremendo día del juicio y la recompensa, cuando enfrentados a la Justicia Divina podremos esperar que el juicio será proferido a nuestro favor y que recibiremos nuestra recompensa en forma de una heredad inmortal en la cual la felicidad fluirá como un arroyo continuo que ningún dique podrá contener. Esto es parte del proceso ritual de invocaciones mostrando de esto la serie de elementos simbólicos lo cual se habla de un viaja por lo tanto la cosmovisión de la eternidad, como elemento gradual así que la muerte se muestra como nuevamente en esta cosmovisión como un ritual de paso lo que hace referir a la visión de la llamada gran iniciación, se realizan las siguientes invocaciones: “Que seamos francos y leales y que vivamos y muramos en amor ¡” Respuesta: “Que así sea” ¡ “Que profesemos el bien y siempre actuemos según nuestra conciencia!” “Que así sea” ¡ ” Que el Señor nos bendiga y nos haga prosperar y que todos nuestros bien intencionados actos se vean coronados por el éxito”¡ “Que así sea”¡

De esta manera termina así el servicio funerario en procesión retorna al sitio de donde partió y allí se cierran los trabajos masónicos iniciados con la ceremonia los ornamentos son introducidos en el ataúd

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. como parte del proceso ritual puesto que el fallecido continua dentro de esta cosmovisión sus trabajo o su alma continuara realizando para transformarse puesto que en el párrafo anterior podemos observar que se considera al cuerpo un instrumento del alma el cual le permitirá al mismo seguir su camino a lo divino.

Bibliografía         

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Espacio Funerario 





El espacio funerario simbólico: los funerales de Encarnación Ezcurra en la Buenos Aires del siglo XIX Agustina L. Padula El Panteón Municipal de Dolores en Miacatlán Ana Julia Arroyo Ixek Violeta Rivera Identificación de los componentes del espacio funerario en el Cementerio No. 3 de Valparaíso-Chile Ana María Ojeda Carolina Peñaloza

 Argentina

 México

 Chile

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El Panteón de los Próceres y el extraño caso de Teodoro Candioti Carlos García Los estilos representativos de la arquitectura funeraria Cementerio General San Pedro Apóstol San Pedro Sula Honduras CA Indira Molina José Ángel Rodríguez La huella de dos cementerios en la ciudad de México Irene Pérez Ritualidad, arte y arquitectura en el primer Panteón municipal de Guadalajara Isabel Eugenia Méndez El Panteón de los Ángeles y de la Cruz Un panteón patrimonial en el Estado de Aguascalientes José Rodolfo Gutiérrez El Panteón Francés y sus monumentos del siglo XX, función, forma y material Jorge Sosa María Cristina Valerdi Aurora Roldan Jonathan Hernández Área de Museología del Equipo Técnico de Historia, Conservación e Informática de la Necrópolis Cristóbal Colón: sistematizando su experiencia para interpretar y comprender su labor Laritza Céspedes

Perú

Honduras

México

México

México

México

Cuba

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lecturas posteriores del periodo rosista revelan la preponderancia de esta mujer en el plano político. El análisis de las pompas fúnebres, de los ritos de despedida y de las reglamentaciones en torno al luto que acompañan el fallecimiento de Encarnación posibilita el estudio del espacio funerario simbólico que enmarca y contiene las espacialidades concretas. Por tanto, creemos que a través de los funerales de Encarnación Ezcurra no sólo observamos los ritos pertinentes a la muerte en la primera mitad del siglo XIX, sino también, en su calidad de funeral de Estado, la emergencia de los símbolos del poder de turno que, con la parafernalia de la muerte, sostiene el mundo político de los vivos.

El espacio funerario simbólico: los funerales de Encarnación Ezcurra en la Buenos Aires del siglo XIX 1 Agustina L. Padula Argentina

Introducción Los ritos fúnebres constituyen una parte importantísima del patrimonio inmaterial de una cultura. El espacio funerario tangible está absolutamente atravesado y constituido por significaciones, y son éstas las que le otorgan sentido. Por ende, es importante considerar la distinción entre patrimonio material e inmaterial como una discriminación efectuada con fines analíticos, pero que lejos está de abarcar los complejos procesos que se manifiestan en la realidad en lo que a cuestiones patrimoniales se refiere. Todo espacio funerario está enmarcado en un determinado tiempo, en un determinado lugar y en un contexto cultural particular. Cada sitio se inserta en una trama de sentidos que también compone y transforma. La ponencia que presentamos a continuación se encuadra en la investigación titulada Representaciones corporales en la Buenos Aires del siglo XIX (1830-1852). Análisis de los archivos judiciales y de la iconografía de la época, radicada en la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Dicha investigación estudia las representaciones corporales en la Buenos Aires del periodo rosista a partir de los registros presentes en los archivos judiciales de los Tribunales Criminales del Archivo General de la Nación y en la iconografía del siglo XIX. En esta ocasión, el análisis de la muerte de una figura célebre nos otorgará la posibilidad de observar las implicancias que conlleva la construcción del homenaje y el tratamiento de las honras fúnebres. Nuestro trabajo propone indagar en un caso particular: se trata de la muerte y de los funerales de Encarnación Ezcurra, figura femenina de excepcional relevancia en la primera mitad del siglo XIX, esposa del Gobernador de Buenos Aires, don Juan Manuel de Rosas, y clave fundamental de su armado en el poder. Tanto los condescendientes elogios como las feroces críticas realizadas a Encarnación en los discursos de la época o en las

Breve contextualización. Encarnación Ezcurra y Juan Manuel de Rosas La primera parte del siglo XIX posterior a la Revolución de Mayo implicará diversos debates e intentos de institucionalización del territorio independiente. Las luchas por el poder tienen como protagonistas a dos grupos enfrentados por su ideología. Los unitarios, por un lado, partidarios de un gobierno centralista y los federales, por el otro, que promueven la Confederación Argentina conformada por las distintas regiones autónomas. Esta confrontación marca el horizonte de las guerras civiles acontecidas en dicho período. Las mencionadas facciones tienen como correlato la politización de la vida cotidiana. El período denominado rosista (1830-1852) es un claro ejemplo de ello, como lo demuestra el gran despliegue simbólico 2 que sostiene la figura de El Restaurador, quien encarna una lógica de gobierno personalista que generará posiciones antagónicas, adhesiones incondicionales o rechazos feroces. Durante los gobiernos de Juan Manuel de Rosas y particularmente durante la década del ’30, Encarnación Ezcurra será una figura sobresaliente desde el punto de vista político. De acuerdo con Sáenz Quesada, no se conoce mucho acerca de la biografía de esta mujer aunque, sin duda alguna, las distintas fuentes coinciden en la corroboración de su preponderancia y su accionar decidido a la hora de sostener la posición hegemónica de su marido. Da cuenta de ello la manera en que firma las 3 cartas destinadas a su esposo: “amiga y compañera”. El casamiento de Juan Manuel Ortiz de Rosas con Encarnación de Ezcurra Arguibel se produce el 16 de marzo de 1813. A pesar de que, en ese entonces, las familias tienen trato entre ellas y de que los Ortiz de

1

El presente trabajo es realizado en el marco de la investigación Representaciones corporales en la Buenos Aires del siglo XIX (1830-1852). Análisis de los archivos judiciales y de la iconografía de la época, radicada en la Universidad Nacional de Tres de Febrero, por todos los miembros del equipo, a saber: licenciado Enrique Valiente (director), licenciada Rosana Leonardi (co-directora), profesora Lorena Krawczuk, profesor Agustina L. Padula y María Alejandra Mánquez.

2 Para profundizar el análisis del contexto histórico, véase Tulio Halperin Donghi, Historia Argentina de la Revolución de la Independencia a la Confederación Rosista. Buenos Aires: Paidós, 2007. 3 M. Sáenz Quesada, Mujeres de Rosas, Buenos Aires, Sudamericana, 2012.

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En el escrito El retrato como relato histórico. El caso de las mujeres 6 del entorno rosista. Buenos Aires (1830-1852), se analizan las representaciones iconográficas de las mujeres del entorno rosista, entre ellas, las de Encarnación Ezcurra. La manera en que se retrata cada mujer está directamente vinculada con aquellos atributos que de ella quieren destacarse. En este sentido, es notable observar cómo las representaciones de Encarnación son iterativas, es decir, cómo se estipula un tipo particular de representación de la heroína de la Federación. El óleo de García del Molino y Carlos Morel (1835-1836) sienta una fórmula que se corresponde con los patrones neoclásicos. Respecto de él, el trabajo mencionado destaca:

Rosas consideran que los Ezcurra son decentes, aquellos no terminan de aprobar la relación y menos la idea del matrimonio, aparentemente por la poca edad del novio -él tenía 20 años de edad; ella, casi 18-. Es por eso que se dice que los amantes planean un ardid que consiste en dejar al alcance de Agustina Rosas, madre de Juan Manuel, una supuesta carta en la que Encarnación sugiere acelerar los trámites de casamiento debido al riesgo en se halla su honor. Ante semejantes declaraciones, Agustina actúa con celeridad para apresurar la unión matrimonial de los jóvenes. Una vez efectuado el casamiento, llega la descendencia. El joven matrimonio adopta a Pedro Pablo, hijo adulterino de María Josefa Ezcurra y Manuel Belgrano. Luego, tienen a Juan (1814), a María de la Encarnación (1817), quien es amadrinada por una esclava negra y muere poco después de nacer y a Manuela Robustiana (1817). Las descripciones en torno a la figura de Encarnación varían de 4 acuerdo con la mirada de quien la observa. En efecto, la lectura que se haga de ella estará ligada al posicionamiento de quien describa, pero tanto opositores al régimen como adscriptos a él dan constancia del activo papel de esta mujer en la vida política de la época. Si bien es posible abordar el estudio de varias mujeres diferentes del entorno rosista, el rasgo característico de Encarnación es que estará ligada a la acción concreta para apoyar el régimen de su esposo, más que a la belleza o la sociabilidad, como sucederá con otras féminas, tal es el caso de Agustinita Rosas y 5 Manuelita Rosas, respectivamente hermana e hija del Restaurador. 4 Dice Tomás de Iriarte en sus Memorias: “Mujer vulgar, sin educación ni costumbres, se puso en contacto con los hombres oscuros y degradados, con ofertas y promesas de grandes recompensas que les dispensaría Juan Manuel, reunió considerable número de prosélitos del más bajo jaez, pero de armas tomar: no desdeñó a los carniceros ni a los hombres más corrompidos e inmorales perseguidos por sus crímenes en épocas…”, véase M. Sáenz Quesada, op. cit. El encargado de Negocios de Francia, el marqués Vins de Payssac, en una carta escrita a la Cancillería de su país en 1835, retrata a Encarnación Ezcurra de la siguiente manera: “Madame Rosas es una mujer de cerca de 40 años, más pequeña que grande, y no parece de una salud robusta, pero ella se anima al hablar, y es fácil ver que tiene alma y energía cuando las circunstancias lo exigen. Yo no diré como un ministro del Rey que ha visitado Buenos Aires y ha escrito la historia bajo el dictado de Madame Mendeville, mujer de un espíritu super ior en verdad, pero que embellece muy fácilmente todo lo que dice para entretener a los que la escuchan, yo no diré que Madame Rosas lleva un par de pistolas a la cintura junto con un puñal, pero diré que si su marido y su patria estuvieran en peligro, esta mujer sería capaz del mayor arrojo y de los mayores esfuerzos que solo el coraje sabe inspirar. He aquí lo que pude percibir de su carácter en los pocos instantes en que tuve el honor de verla: me pareció, por otra parte, que ella tiene mucho espíritu natural y las maneras de la buena sociedad, de la que su casa era otrora el centro”. Carta del marqués Vins de Payssac al Ministro de Relaciones Exteriores de Francia, del 2 de agosto de 1835, véase M. Sáenz Quesada, op. cit. 5 Al respecto, Lucio V. Mansilla, sobrino de Rosas, hijo de Agustina Rosas y de Lucio Mansilla, sostiene en Rozas: “A nadie quizás amó tanto Rozas como a su mujer, ni nadie creyó tanto en él como ella; de modo que llegó a ser su brazo derecho, con esa impunidad, habilidad, perspicacia y doble vista que es peculiar de la organización femenil.”, véase M. Sáenz Quesada, op. cit.

Imagen 1. García del Molino y Carlos Morel, Encarnación Ezcurra, óleo, 1835-1836. Colección privada. 6

E. Valiente, R. Leonardi, L. Krawczuk y A. Padula, El retrato como relato histórico. El caso de las mujeres del entorno rosista. Buenos Aires (1830-1852), en Memorias del IX Coloquio Internacional Literatura Hispanoamericana y sus Valores, París, 17, 18 y 19 de abril de 2013.

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tan esclarecida Argentina, tributo en que han tomado una parte prominente las principales notabilidades extranjeras, ya por su presencia en el acompañamiento, ya por las demostraciones de duelo que se han hecho en sus residencias los Sres. Agentes, manteniendo por todo el dia arriadas á media hasta (sic) sus respectivas banderas nacionales.9

Este retrato se convierte en un verdadero ícono que recorre todo el período del segundo gobierno de Rosas. Las referencias visuales de Encarnación posteriores a 1836 asumen en todos los casos hallados hasta el momento casi la misma resolución formal. La impronta del lenguaje pictórico neoclásico se asocia a lo heroico, consistente y fuerte. Por tanto, el partido que toman los autores para la elaboración del mismo obedece a una razón fuertemente política y por supuesto estética. El despojo neoclásico y los elementos propios de la tradición hispánica se contraponen desde lo simbólico con la idea cosmopolita que asumen los unitarios en sus prácticas estéticas. Para reforzar el mensaje y acudiendo una vez más al estilo medallístico, Encarnación está rodeada por una inscripción que con el correr del tiempo se vuelve una especie de fórmula lexical corriente: “Vivan los federales* Federación o muerte* Mueran los Unitarios. 7

Las expresiones “ilustre”, “alta posición”, “digna” “esclarecida Argentina” connotan la grandeza de la difunta, quien será despedida a la manera de los hombres públicos de la época. Los términos “universalmente” y “espontáneo” caracterizan el homenaje. He aquí dos rasgos que resultan sumamente relevantes: se destaca el carácter ecuménico del funeral y la espontaneidad que lleva al pueblo a manifestar su respeto y agradecimiento a Encarnación. Veamos la descripción de las pompas fúnebres que realiza Antonio Zinny:

En efecto, esta manera de representar a Encarnación Ezcurra excederá los límites de la vida, como veremos más adelante. Durante el período rosista, además, los objetos de la cotidianidad se impregnan de la imagen del Restaurador. La proliferación de enseres con el retrato de su mujer también será moneda corriente en la época. Así, la vida hasta en sus aspectos más íntimos se ve atravesada por el condicionante partidario. Por supuesto, éste también será el caso de la muerte.

La señora doña Encarnación Ezcurra de Rosas, esposa del Restaurador de las Leyes, falleció en la noche del 19 al 20 de octubre de 1838, y su cadáver, colocado dentro de un ataúd de pino forrado de raso blanco, con almohada y colchón también de raso del mismo color, con un segundo de plomo y un tercero de caoba cubierto de terciopelo negro, fué conducido en procesión a las 8 de la noche del 21 a la Iglesia de San Francisco. Las tropas, formadas a la izquierda de la línea de procesión, que se extendían desde la casa de Rosas, actual casa de gobierno provincial, llevaban candiles los soldados y hachones los oficiales. La línea de la derecha de la procesión se componía de ciudadanos, todos descubiertos, llevando un hachón cada uno. El ataúd era cargado alternativamente por varios caballeros e iba precedido por el obispo de la diócesis, doctor Medrado…, los dignatarios de la iglesia y clero, incluso los frailes franciscanos y dominicos, cantando la oración de los muertos…

Las honras fúnebres: homenaje, política y poder La humanidad está hecha de más muertos que vivos. Augusto Comte8

Encarnación Ezcurra fallece el 20 de octubre de 1838 a causa de una penosa enfermedad, a los cuarenta y tres años de edad. La Gaceta Mercantil del lunes 22 de octubre de 1838 publica una necrología en homenaje a Encarnación Ezcurra. Es notable el discurso empleado para referirse a la dama:

Terminada la ceremonia fúnebre, el ataúd fue depositado en la bóveda bajo el altar mayor. La concurrencia a este acto se calculó en número de 25 000 personas y el de los que llevaban hachones pasaban los 1 000. El día del entierro, fueron izadas a media asta las banderas de los agentes extranjeros en esta ciudad y como señal de respeto a la memoria 10 de la finada los teatros no funcionaron en las noches del 20, 21 y 22”.

Anoche fueron trasladados los restos mortales de la ilustre finada al Panteón de San Francisco, con toda la pompa fúnebre correspondiente á la alta posición que ocupaba en la sociedad. Buenos Aires jamas presenció una demostracion mas universalmente popular, uniéndose todas las clases á porfia en tributar este postrimer espontaneo tributo á la digna memoria de 7

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8

10

E. Valiente, R. Leonardi, L. Krawczuk y A. Padula, op. cit. Augusto Comte, véase V. Jankélévitch, Pensar la muerte, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2006, p. 104.

La Gaceta Mercantil, núm. 4 603, lunes 22 de octubre de 1838. Antonio Zinny, Historia de los gobernadores de las provincias argentinas, Buenos Aires, Vaccaro, 1920.

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Zinny continúa explicando que, al día siguiente del fallecimiento de Encarnación, los jueces de paz de la ciudad presentan una petición a la Sala de Representantes solicitando tributen a la esposa del Gobernador los honores habituales para los capitanes generales. La Junta, además, ofrece al Restaurador una guardia, ofrecimiento de que este defiere, por lo que seis hombres permanecen en su morada para cuidar de él. El doctor Maza, Presidente de la Sala, ejerció el poder ejecutivo en reemplazo del gobernador el 15 de noviembre y reguló, de este modo, las honras fúnebres en honor a Encarnación, a dos meses de su muerte: El doctor Maza ejerció el poder ejecutivo, al solo efecto de decretar los regios honores fúnebres destinados a la esposa del gobernador Rosas iguales o superiores a los de un capitán general. El funeral se celebró en el Templo de San Francisco el 20 de noviembre con asistencia del gobierno encabezando el duelo, en seguida la Comisión de la Sala de Representantes y la familia de Rosas, la Cámara de Justicia y todos los demás empleados de la Administración y los ciudadanos invitados, el General Manuel Oribe, ex Presidente de la R. O. del U. con sus ex ministros; el cuerpo diplomático extranjero, los cónsules, etc., etc., con formación de tropas desde la casa mortuoria al templo, por las calles del Restaurador (Moreno), Universidad (Bolívar) y Potosí (Alsina); salva fúnebre y el disparo de un cañonazo, desde las doce del día de la víspera cada media hora y tres descargas durante el oficio fúnebre. El ejército en campaña había de rendir los honores correspondientes, en sus respectivos cantones.11

Imagen 2. Invitación a los funerales de Encarnación Ezcurra, noviembre de 1838. 12

La descripción sigue, Zinny explica que se le rinden a Encarnación los mismos honores que a una princesa a punto de ser coronada.

En distintas ediciones de La Gaceta Mercantil se dará a conocer correspondencia en torno a la muerte de Encarnación. Ésta involucra tanto a figuras públicas como también a la gente común. En el ejemplar del 3 de noviembre de 1838 se publican misivas de vecinos de La Matanza y de San Miguel del Monte que cuentan cómo el Pueblo consagró exequias a Encarnación en cada caso. Los primeros firman al pie de su relato como 13 “Unos federales”; el segundo, como “Un testigo agradecido”. Sin dar nombres propios parece destacarse la importancia de la manifestación, en teoría espontánea pero que tiene la necesidad de hacerse pública, de dar a

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F. Chávez y J. A. Pradere, Juan Manuel de Rosas, su iconografía: reproducción de óleos, acuarelas, grabados, litografías, viñetas de imprenta, monedas, porcelanas, curiosidades, etc., Buenos Aires, Oriente, 1972. 13 La Gaceta Mercantil, núm. 4 613, sábado 3 de noviembre de 1838.

Véase Antonio. Zinny, op cit., p. 136.

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conocer el dolor por la pérdida de la esposa del Gobernador y la adhesión a la causa federal. El gesto de rendir honores a la difunta es avalado por explícitas declaraciones de Rosas. En La Gaceta Mercantil, el Gobernador en funciones asegura al señor Presidente de la Honorable Junta de Representantes: Si algo Sr. Presidente puede disminuir la afliccion que ha causado á su esposo el fallecimiento de la Sra. Da. Encarnacion Ezcurra de Rosas; es sin duda alguna la satisfacción de que los Honorables Representantes del pueblo tributen a su memoria los nobles sentimientos que contiene la apreciable nota enunciada recordando á la vez sus virtudes, y los servicios que le cupo la gloria de rendir á su patria.14

El mensaje es claro. Rosas alienta los homenajes a Encarnación, el recuerdo de sus virtudes y servicios y afirma que eso, quizás, puede disminuir su tristeza. La palabra del gobernador avala estos gestos que, por supuesto, implican un posicionamiento político. Así, sonetos, odas, una canción lúgubre, un epitafio, una biografía, esquelas funerarias, cartas para condolerse con Rosas, cartas para explicar por qué no se puede asistir a las reiteradas ceremonias en honor a la difunta (es decir, disculpas públicas) son solo algunas de las expresiones que acompañarán el deceso de esta célebre mujer. La Gaceta Mercantil sostiene: Estas grandiosas espresiones populares son el comprobante mas tierno y elocuente del alto mérito é ilustres virtudes de la que ha desaparecido de entre nosotros, en medio del dolor general, dejándonos un modelo sobresaliente que imitar y una memoria esclarecida Imagen 3. Esquela de funeral. Invitación a sacerdotes a misa por Encarnación Ezcurra.15

Veamos un epitafio dedicado a Encarnación, que expresa el dolor general por la pérdida: ¡Viva La Federación! A la digna memoria de la Ilustre Heroína de la Federación Argentina, a la virtuosa esposa de nuestro Ilustre Restaurador de las leyes, Señora Da. Encarnación Ezcurra de Rosas.

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Id.

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Ibid, 14 de noviembre de 1838.

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Los que suscriben se obligan: 1° a encomendarla a Dios Nuestro Señor en nuestras diarias oraciones. 2° a cargar luto durante lo traiga Nuestro Ilustre Restaurador, y hasta que él mismo se lo quite no nos lo quitaremos. 3° a que este luto sea igual y conforme al que usa Nuestro Ilustre Restaurador, que consiste en pañuelo o corbata negra, en una faja con moño negro en el brazo izquierdo, y en tres dedos de faja negra en el sombrero, quedando en el mismo visible, abajo, la cinta punzó, y si la persona lleva un morrión o gorra militar, entonces el luto consistirá en el pañuelo o corbatín negro, y el luto en el brazo izquierdo. 18

Epitafio: Murió para su esposo y para todo Dejando de virtud heroico ejemplo La Heroína que lloro en este Templo Y que la Patria honra de este modo”. 16

Podemos observar que el epitafio denomina a la difunta heroína y, en primer término, piensa su muerte en relación con su esposo. El primer verso suena casi como una redundancia: morir para Rosas es morir para todo. Luego se destaca su ejemplo y el hecho de que el llanto no es individual sino de toda la Patria. Daría la impresión de que existe la necesidad de hacer público el dolor por la muerte de Encarnación, pero también de que, en realidad, lo que se exige es la adhesión a la causa federal, la adhesión a la Santa Causa de la Federación. Sáenz Quesada asegura que la muerte de Encarnación funciona 17 como pretexto para “consolidar la uniformidad de las conciencias”. Plantea que, así como en 1835 se hace obligatorio el uso de la divisa punzó con este fin, en 1838 será obligatorio el luto. Recuerda la autora, además, que estamos haciendo ante los funerales más importantes que ha recibido una mujer en su siglo. Quien se detiene en este punto es José María Ramos Mejía en su escrito Rosas y su tiempo:

El luto, por ende, está reglamentado por decretos. Se trata entonces de un acontecimiento político. La ausencia de los signos que indican esa condición será leída como marca de oposición a la Federación. Imposible rastrear la continuidad de las exequias fúnebres en relación con la 19 muerte de Encarnación a través del paso del tiempo, se destacan especialmente las de noviembre de 1838. Durante los meses siguientes a octubre, cada aniversario será la ocasión para tributarle homenajes de diferente índole. En La Gaceta Mercantil del 9 de noviembre de 1838 se ofrecen retratos de Encarnación Ezcurra: Retratos De nuestra finada Gobernadora. La Sra. Da. Encarnación Ezcurra de Rosas Se venden en la Litografía Argentina de Ibarra, calle del Perú N° 139. 20

Cuando esta Heroína falleció, el país entero conmovióse de los pies a la cabeza. La provincia de Buenos Aires especialmente, entonó himnos de dolor a tan “sin igual mujer”, a la “Heroína de la federación”, a la “benemérita señora”; decretarónse lutos que el miedo exageró fuera de toda proporción, y los decretos del 24 de octubre de 1838 y 15 de noviembre dieron al sepelio los caracteres de un verdadero acontecimiento político.

Como vemos, la figura de Encarnación se ha instalado en la fibra más íntima de la cotidianidad y post-mortem se sigue haciendo de su imagen un objeto de culto y devoción. El mito de Encarnación se completa con el extraño suceso que 21 tanto Sáenz Quesada como Zigiotto mencionan en sus escritos. En 1918,

Este último reglamentaba el ceremonial que debía adoptarse, estableciendo el lugar que ocuparía en el templo el Ejecutivo, la Cámara de Diputados, el clero y la milicia. Todos los miembros de la Sociedad Popular Restauradora y los amigos de afuera que quisieran hacerlo, firmaron un compromiso solemne publicado en La Gaceta Mercantil de esa fecha. Decía así:

16 17

18

José María Ramos Mejía, Rosas y su tiempo. Buenos Aires: ediciones OCESA, 1952. La Gaceta Mercantil del 22 de noviembre de 1838 reza: “Se han celebrado como lo anunciamos las solemnes exequias á la digna memoria de la Heroína Argentina Nuestra Ilustre Restauradora la Señora Doña ENCARNACIÓN EZCURRA DE ROSAS, en el Templo del Seráfico Padre San Francisco, el día 20 del presente, tributándose los eminentes honores que la Patria ha consagrado á su esclarecida heroica. Lo elevado, espléndido, grandioso y tierno de este homenaje universal de pública gratitud y la inmensa multitud de personas dolorida, que se le ha precipitado en medio del luto y del dolor á esta solemnidad religiosa patriótica han ofrecida un cuadro penetrante, digno de la historia y de la inmortalidad”. 20 La Gaceta Mercantil, 9 de noviembre de 1838. 19

La Gaceta Mercantil, 5 de noviembre de 1838. Véase M. Sáenz Quesada, op. cit., p. 112.

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Archivo Biblioteca Nacional. Ediciones microfilmadas de La Gaceta Mercantil.

ochenta años después del fallecimiento de la esposa del Gobernador, el cuerpo de la difunta es trasladado a la bóveda familiar de los Ortiz de Rosas en el Cementerio de la Recoleta. Cuando se abre el féretro, el cuerpo de Encarnación se halla incorruptible, se conserva su indumentaria y hasta el ramo de flores que llevaba en sus manos.

Bibliografía  Chávez, F. y Pradere, J. A., Juan Manuel de Rosas, su iconografía: reproducción de óleos, acuarelas, grabados, litografías, viñetas de imprenta, monedas, porcelanas, curiosidades, etc., Buenos Aires, Oriente, 1972.  Halperin Donghi, Tulio, Historia Argentina de la Revolución de la Independencia a la Confederación Rosista, Buenos Aires, Paidós, 2007.  Jankélévitch, V., Pensar la muerte, Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2006.  La Gaceta Mercantil, núm. 4 603, 22 de octubre de 1838.  __________, núm. 4 613, 3 de noviembre de 1838.  __________, 5 de noviembre de 1838.  __________, núm. 4 618, 9 de noviembre de 1838.  __________, 14 de noviembre de 1838.  __________, núm. 4 628, 22 de noviembre de 1838.  Ramos Mejía, J. M., Rosas y su tiempo, Buenos Aires, ediciones OCESA, 1952.  Sáenz Quesada, M., Mujeres de Rosas, Buenos Aires, Sudamericana, 2012.  Valiente, E., Leonardi, R., Krawczuk, L. y Padula, A., El retrato como relato histórico. El caso de las mujeres del entorno rosista. Buenos Aires (1830-1852), en Memorias del IX Coloquio Internacional Literatura Hispanoamericana y sus Valores, París, 17, 18 y 19 de abril de 2013.  Zigiotto, D., Las mil y una curiosidades del Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2009.  Zinny, Antonio, Historia de los gobernadores de las provincias argentinas, Buenos Aires, Vaccaro, 1920.

Conclusión El caso de los funerales de Encarnación Ezcurra de Rosas es heurístico. El análisis de fuentes primarias y secundarias nos permite establecer claramente la relevancia de la constitución de un espacio funerario simbólico tendiente a la sacralización de la figura femenina, por un lado y, fundamentalmente, a la manipulación de las pompas fúnebres en pos de la adhesión al gobierno rosista, por el otro. Ser leal a Encarnación, apreciar su fama, reconocer sus virtudes y méritos es sinónimo de adorar la causa de la Federación. Observemos entonces que la lógica de acción de la esposa del gobernador en vida, mujer de armas tomar para defender a Rosas, continúa operando aun después de su muerte. El estudio de las pompas fúnebres y de las manifestaciones en torno al fallecimiento tematizado en este trabajo propicia el abordaje del tópico en la Buenos Aires del siglo XIX. En este sentido, la figura de la mujer pública que fenece y el tratamiento de los rituales posteriores arrojan luz sobre los funerales célebres de la época. Los artificios para sostener en el tiempo el homenaje a Encarnación son varios, y de distinta índole: sonetos, odas, canciones lúgubres, biografías, necrologías, esquelas, carta de autoridades o de vecinos, cartas del propio Rosas, invitaciones a misas, entre otras. El espacio funerario figurado es construido y alimentado en torno al cuerpo difunto, no desde el punto de vista de su materialidad, sino desde su enorme potencial simbólico. Quizás todas las expresiones que rodean el fallecimiento de Encarnación puedan leerse como un último gesto, un último regalo de su esposa a Rosas: la utilización de su nombre, la evocación de su persona para continuar con el trabajo comenzado, para hacer de su muerte un hecho que fortalezca el espíritu de la Federación y colabore con la consolidación de Juan Manuel de Rosas en el poder.

21

Véase M. Saénz Quesada, op. cit., p. 115. D. Zigiotto, Las mil y una curiosidades del Cementerio de la Recoleta, Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2009.

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De Miacatlán

El Panteón Municipal de Dolores en Miacatlán Ana Julia Arroyo Urióstegui Ixek Violeta Rivera Arroyo México Introducción Gracias a diversos estudios en torno a la cultura y arte funerarios se ha podido valorar el aporte que los panteones han dado a nuestro patrimonio ambiental-urbano, arquitectónico, artístico, histórico y social. Al contrastar las buenas condiciones de conservación y mantenimiento que prevalecen en algunos cementerios con las precarias circunstancias en las que subsisten otros, nos hemos interesado en conocer algunos casos de panteones de Morelos en los que se observa que sus sepulcros, lápidas, esculturas y tumbas se encuentran deteriorados, abandonados, destruidos o incluso saqueados.

Imágenes 2 y 3. Miacatlán, Morelos y escudo.23

Miakatlán (ahora Miacatlán) tiene como raíces etimológicas: mitl, fecha; aka-tl, carrizo caña, y tlan, lugar de abundancia, que se traduce 24 como: "lugar abundante en cañas para flechas". Está ubicado a 1 000 2 msnm, cuenta con una superficie de 234 km y corresponde a 4.71 % del total del estado. Durante la época prehispánica Xochicalco fue el centro político y religioso, y Miacatlán formó parte de éste, luego del Señorío de Cuernavaca; en la Colonia perteneció a la Jurisdicción de Cuernavaca, del Marquesado del Valle de Oaxaca, con el nombre de San Francisco Miacatlán; en 1823, al Estado de México como parte del municipio de Mazatepec. Hacia 1826 ya aparece mencionado como ayuntamiento. Por decreto de Benito Juárez, en 1869, se creó el Estado Libre y Soberano de Morelos, y posteriormente Miacatlán adquiere la categoría de municipio, con los poblados de Palpan, Ojo de agua, Coatetelco, Nexapa y las haciendas

Imagen 1. Panteón Municipal de Dolores, Miacatlán, Morelos; 22 área por analizar

.

23

22

Fuente: local.gob.mx/work/templates/enciclo/EMM17morelos/municipios/17015a.html, consultado el 5 de mayo de 2013. 24 De acuerdo con información del Gobierno de Estado de Morelos, véase en http://www2.morelos.gob.mx/p.tal/

Fuente: http://maps.google.com.mx/, consultado 10 de marzo de 2013.

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http://www.e-

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de Miacatlán, Acatzingo y la Nigua. Pertenece a la zona oeste de Morelos y colinda al norte con el estado de México.

Así también, la capilla del Alma de la Virgen, que es festejada el 11 de febrero, y que representa un atractivo turístico similar. No obstante, el valor como inmuebles reconocido por algunos de sus habitantes y turistas, éste no se ha logrado en términos institucionales más amplios: por ejemplo una declaratoria como patrimonio cultural por parte del INAH o de la UNESCO.

De su importancia patrimonial El municipio está inmerso en una ruta turística: las zonas arqueológicas de Xochicalco y de Coatetelco son de gran interés y representan la entrada al camino que lleva a las grutas de Cacahuamilpa. En el caso del pueblo de Miacatlán, está presente la Parroquia de Santo Tomás Apóstol, santo patrono, que se festeja el 21 de diciembre y el centro se convierte en lugar de fiesta y de culto. Éste tiene importancia religiosa, pues pertenece al Decanato 11 de la Diócesis de Cuernavaca, y una relevancia histórica por su antigüedad, su arquitectura y ornamentación: Es probable que la iglesia parroquial de Santo Tomás Apóstol haya sido fundada a finales del siglo XVII, durante el proceso de secularización parroquial en la Nueva España. 26

Imagen 5. Capilla del Alma de la Virgen. 28

Lo anterior es necesario destacarlo porque aun así el templo y la capilla han logrado poco a poco un reconocimiento regional. En contraste, su Panteón Municipal de Dolores es poco conocido en el exterior. A esto se suma la poca información que existe en el archivo municipal, por lo cual no ha sido posible datar su origen y etapas constructivas. En 2008 se publicó un inventario del archivo parroquial de Santo Tomás, que contiene información de defunciones desde 1833, lo que ya evidencia una preocupación por llevar un registro de este tipo. No deja de llamar la atención que en el Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Miacatlán se mencione que en éste hay patrimonio

Imagen 4. Parroquia de Santo Tomás Apóstol. 27

25

Id. Alicia Puente Lutteroth y Jaime García Mendoza (coords.), Inventario del Archivo parroquial de Santo Tomás Apóstol, Miacatlán, Morelos, México, Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A. C., 2008, p. 12. 27 Fuente: http://maps.google.com.mx/, consultada el 16 de mayo de 2013. 26

28

Fuente. http://redescubrirredescubrirredescubrir.blogspot.mx/2013/02/el-alma-de-la-virgenmiacatlan-morelos.html, consultada el 16 de mayo de 2013.

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histórico y cultural con potencial turístico: siguen tomando en cuenta sólo a 29 la parroquia y la capilla, pero dejan de lado el panteón municipal de gran antigüedad y con evidencias de diversas formas de apreciar la muerte, para reverenciarla u olvidarla.

patrimonio. Este olvido se hace evidente al hablar con algunos lugareños que no identifican su panteón como parte de ellos, y por eso no lo consideran un lugar de su propiedad, mucho menos su patrimonio cultural. Aquí la disposición de enterrar a los difuntos fuera de los templos del siglo XIX, no tuvo resistencia, pues el pueblo tiene un templo sin esa función, y hay tumbas con datos de principios del siglo XX, que nos hablan de una práctica de uso del panteón, aunque algunos lugareños refieren que en algunas familias había la costumbre de enterrar a sus muertos en terrenos de su propiedad. El Panteón Municipal de Dolores en Miacatlán está ubicado en el límite de la zona urbanizada, prácticamente en el centro del pueblo pero limita al norte con tierras de cultivo. Es de fácil acceso y visitarlo resulta sencillo. La entrada es libre en horario reglamentario. Este hecho de tener un panteón en el centro del pueblo nos habla de cambios en el espacio urbano. Así vemos como ante el crecimiento del pueblo de Miacatlán, la localización de su cementerio fue variando. El territorio original de un pueblo de siete mil habitantes a principios del siglo pasado, con grandes extensiones ejidales, se vio fragmentado ante el avance de la mancha urbana, producto del crecimiento demográfico (hoy cuenta con 24 990 habitantes) y de la necesidad de viviendas para albergarlos, lo que dio lugar a una focalización del panteón. De las tumbas y los servicios del panteón En la actualidad, el municipio se rige por la reglamentación estatal y municipal de panteones. En su Bando de Policía, establece lo siguiente: “…los servicios de exhumación, inhumación o cremación de cadáveres y restos humanos, integra el servicio público denominado panteones y 30 corresponde prestarlo al Municipio”. De acuerdo con la información proporcionada en el municipio, se prestan tres tipos de servicio: adquisición, refrendo e inhumación, tanto en el panteón viejo como en el nuevo o ampliación. En relación con el refrendo de perpetuidad, éste se establece por siete años. Al respecto, la permanencia de los difuntos en administraciones pasadas se ha visto interrumpida debido a la falta de pago, lo que ha provocado exhumaciones y pérdida de lotes. Esto ha impedido contar con un registro confiable de quienes han estado

Imagen 6. Entrada principal del panteón. Fuente: Archivo de Ixek Violeta Rivera Arroyo (Rivera Arroyo).

Este lugar de descanso eterno muestra tumbas, mausoleos y capillas que reflejan un punto de vista o una posición social que no han sido estudiados y, por ende, no se ha manifestado el valor que como patrimonio cultural tienen. Estudiar este panteón nos permitirá observar cómo se expresan los individuos o familias. Un lugar para sepultar a los difuntos siempre pone de manifiesto la organización social o las diferencias sociales, las tradiciones, las costumbres y las creencias, así como la estética del lugar o el tipo de gustos en la decoración de las tumbas. El abandono de varias tumbas en este Panteón Municipal nos remite al olvido, no sólo del ser ausente, sino también del lugar como

30

Gobierno de Estado de Morelos, Consejería Jurídica, Bando de Policía y Gobierno del Municipio de Miacatlán, Miacatlán, Dirección General de Legislación, Subdirección de Informática Jurídica, 26 de diciembre de 2006, p. 22. (Capítulo sexto. De los panteones, Artículo 105).

29

Gobierno del Estado de Morelos 2006-2012, Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Miacatlán, Morelos, GEM, 2006. (Versión abreviada)

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sepultados, así como la conformación de una base de datos que nos documenten sobre las distintas familias del lugar. Los deudos tienen la opción de solicitar permiso de construcción de tumbas, de monumentos, de monumentos de mármol y de capillas. Los costos varían según el tipo de servicio, pero no son onerosos. Por ejemplo, en el caso de la adquisición de lotes encontramos costos de 600 a 1 000 pesos. La modalidad de inhumación dominante es la tumba sencilla; los lotes que pueden adquirirse tienen diversas medidas: desde 1.17 x 2.50 m, 1.30 x 2.40, 1.30 x 2.10 hasta 3.40 x 5.10, esto depende de las posibilidades económicas del interesado. También se nos informó de la existencia de una fosa común. De la muerte y sus monumentos Ciertos discursos y lenguajes arquitectónicos han sido adoptados en este panteón municipal. Es un lugar en cierta medida solitario, pero en el que abunda la luz y el calor propio de un clima subtropical húmedo caluroso. Encontramos desde tumbas a ras del suelo en el camino principal (7), sin lápida (8) y tumbas colectivas familiares (9).

Imágenes 7, 8 y 9. Tumbas del panteón antiguo o viejo. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

También identificamos capillas monumentales y otras sencillas (10, 11 y 12).

Imágenes 10, 11.y 12. A la izquierda, capilla monumental; al centro y derecha, dos en forma de cuartos. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

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A diferencia de otros panteones en donde se sabe de la intervención de arquitectos, en el área de estudio del panteón (la parte más antigua) vemos diversidad de tamaños, formas y estilos de tumbas, capillas y monumentos funerarios, que reflejan asimismo los intereses particulares y la disposición de recursos. Entre los diversos estilos, están presentes capillas con reminiscencias góticas (13): Imágenes 14,15 y 16. Un aire de casa muestran estas tres capillas y sepulcro con sardinel. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

Destaca entre todo el conjunto del panteón, esta capilla monumental con arco apuntado, a manera de mausoleo (17):

Imagen 13. Nótese el arco de carácter gótico. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

De carácter doméstico (14, 15 y 16):

Imagen 17. Capilla monumental ubicada al lado sur de la capilla principal del panteón. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

En la zona de estudio, no hay una traza regular de calles, por ello las tumbas están dispersas y ocupan lotes de diferentes tamaños, incluso invadiendo áreas de otras (imágenes 18 y 19), situación que, según nos comentaron los responsables de la administración del panteón, ha provocado protestas entre los deudos afectados.

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Imágenes 20, 21 y 22. La pobreza de algunas tumbas hace pensar en la carencia de los deudos. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

La falta de una retícula definió la posición de las tumbas, los lotes fueron ocupados sin un orden aparente, ganando terreno los que se ornamentaron con lápidas (23) o donde se construyeron monumentos (24) o capillas (25), a costa del espacio de otras abandonadas u olvidadas. Imágenes 18 y 19. Se puede observar como las capillas han invadido las tumbas a ras del suelo. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

El panteón viejo, como denominan a la parte antigua del cementerio, hace más evidente la desigualdad de recursos, que la zona nueva o ampliación. En las siguientes imágenes (20, 21 y 22), están presentes tumbas sin ninguna ornamentación y otras con lápidas de forma rectangular, las más comunes.

Imágenes 23, 24 y 25. Lápidas, monumentos y capillas convergen en un mismo sitio. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

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Abundan como elemento iconográfico las cruces en diferentes tamaños, materiales y lugares; en forma de cruz latina, de pate, de 31 resurrección.

Imagen 30 La lápida hace pensar en la importancia de la persona ausente. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

Prevalecen tumbas con lápidas de cemento, de granito y de mármol, así como los monumentos de concreto y las capillas de ladrillo o de concreto. Pocos sepulcros están terminados con azulejos.

Imágenes 26, 27, 28 y 29. Cruces de cemento, granito, de metal, de matera o de flores. Fuente: Archivo de Rivera Arroyo.

Cabe destacar que en el sector moderno del cementerio, han cambiado las formas de expresión funerarias, se observa una tendencia a la uniformidad en la parafernalia, en la construcción de los monumentos funerarios y en los materiales usados.

Las lápidas en su mayoría sólo remiten al difunto; hay pocos epitafios. La muerte encuentra en los monumentos una expresión del concepto que la sociedad tenía de ella; hay una gran ausencia de símbolos, animales, dolientes, ángeles o retratos. En la mayoría de las tumbas se aplica una arquitectura elemental.

Aspectos metodológicos Entre los principales problemas que hemos detectado en el panteón municipal podemos mencionar los siguientes: 1. Las destrucción o deterioro de las tumbas más antiguas debido a la falta de refrendo de la perpetuidad, lo que ha provocado la pérdida de registro histórico de los entierros, pues muchas familias han perdido sus lotes originales.

31

David Eduardo Vázquez Salguero y Adriana Corral Bustos, Monumentos funerarios del cementerio del Saucito, San Luis Potosí, 1889-1916, México, Conaculta/El Colegio de San Luis, 2004, p. 147.

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2. La falta de una supervisión de las autoridades municipales hacia los deudos para el cuidado y mantenimiento de las tumbas. 3. La falta de un levantamiento tumba por tumba y su registro para determinar el grado de permanencia de una familia y la antigüedad de la adquisición.

En el cementerio se detectaron tres etapas constructivas: la 2 primera, la zona antigua, que tiene un aproximado de 7 200 m , que es 2, objeto de nuestro estudio; la segunda, que cuenta con 9 286.4 m y data de 2 1970 a 2000; la tercera, y más reciente, con un área de12 042.24 m , que es del 2001 hasta la actualidad. En total el panteón abarca un total de 28 2 528.64 m . La extensión de éste ha obligado a una continua limpieza y mantenimiento de las instalaciones de los cementerios, así como de las tumbas. Esto para prevenir nuevos problemas de salud, como fue el caso de la proliferación de fauna nociva, como el mosquito transmisor del Dengue, que se cría en los recipientes con residuos de agua, como los floreros de los panteones. Si se pretende dar a conocer a un mayor número de personas el panteón y que se considere un patrimonio cultural, se hace necesario mantenerlo en óptimas condiciones de higiene.

Debido a la complejidad de la información por recabar y su sistematización, es necesario consensar con el municipio la realización del levantamiento general y zona por zona. Registrar las manifestaciones iconográficas, arquitectónicas, de las familias mediante documentos de archivo y entrevistas. No obstante, en esta primera aproximación, realizamos un levantamiento preliminar arquitectónico y revisamos la documentación que nos proporcionó el municipio. Ésta sólo abarca defunciones de 1990 a la fecha. Las autoridades locales están por solicitar al municipio de Yautepec la reintegración de información relativa al cementerio, que permanece resguardada en éste.

A manera de reflexión Este acercamiento a un cementerio morelense evidencia la necesidad de llevar a cabo estudios de esta índole. Sin duda, las manifestaciones arquitectónicas, constructivas, de ornamentación y espaciales que se observan en él nos adentran en un ámbito cultural de la transición entre lo rural y lo urbano. La prevalencia del Panteón Municipal de Dolores nos permite ser testigos de un mundo de duelo, pero también de reconocimiento al ser perdido. La forma de expresarlo se verá limitada por el nivel económico que determinará cómo enriquecer la tumba, qué agregados habrá de llevar y cuánto tiempo habrá de conservarse. Estas manifestaciones requieren de una mayor investigación como lo hemos expresado desde el principio, ya que la carencia de documentos de archivo, de planos y de registro fotográfico hacen difícil el conocimiento profundo del inmueble y obligan a plantear otras técnicas de recabar información. El hecho de que el panteón continúe su uso permanente dificulta que la sociedad de Miacatlán valore a éste como un patrimonio histórico cultural. Pareciera, como bien señala Sempe, que se requiere de “una ruptura histórica o de costumbres entre la 32 sociedad y el patrimonio lo que hace que éste se vuelva visible”. Estamos claros que el panteón está sujeto a las decisiones municipales y al sentir del pueblo en cuanto a su valoración patrimonial; pero

Imagen 31. Levantamiento arquitectónico del panteón realizado 3 de junio de 2013, elaborado por Ixek Violeta Rivera Arroyo y Montserrat Cruz Arroyo.

32

María Carlota Sempe, et al., Arquitectura, urbanismo y simbología masónica en cementerios urbanos, Buenos Aires, 2009, p. 68.

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también en cuanto a su crecimiento poblacional. De ahí que el panteón merezca una atención especial, ya que un mayor número de personas requerirán de este servicio y esto supone un replanteamiento en cuanto a la funcionalidad del panteón en términos de cupo o en de utilizar medidas como la incineración para, en un futuro, dar solución a la falta de espacio. Así también, en términos de su conservación como bien cultural.



http://redescubrirredescubrirredescubrir.blogspot.mx/2013/02/el-almade-la-virgen-miacatlan-morelos.html, http://www2.morelos.gob.mx/p.tal/

Consulta de Archivo – Archivo del Panteón Municipal de Dolores, en Miacatlán, Morelos.

Bibliografía – Gobierno de Estado de Morelos, Consejería Jurídica, Bando de Policía y Gobierno del Municipio de Miacatlán, Miacatlán, Dirección General de Legislación, Subdirección de Informática Jurídica, 26 de diciembre de 2006. (Capítulo sexto. De los panteones, Artículo 105). – Gobierno del Estado de Morelos 2006-2012, Programa Municipal de Desarrollo Urbano de Miacatlán, Morelos, GEM, 2006. (Versión abreviada). – Mesa, Alejandro, Enrique Moreno y Silvia Pérez, ¿De qué nos están hablando los símbolos del Cementerio Viejo?, Uruguay, 2009. – Puente Lutteroth, Alicia y Jaime García Mendoza (coords.), Inventario del Archivo parroquial de Santo Tomás Apóstol, Miacatlán, Morelos, México, Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A. C., 2008 – Sempe, María Carlota, et al., Arquitectura, urbanismo y simbología masónica en cementerios urbanos, Buenos Aires, 2009. – Vázquez Salguero, David Eduardo y Adriana Corral Bustos, Monumentos funerarios del cementerio del Saucito, San Luis Potosí, 1889-1916, México, Conaculta/El Colegio de San Luis, 2004. Páginas electrónicas – Pontificia Universidad Javeriana, Apuntes, Revista de estudios sobre patrimonio cultural semestral de la Facultad de Arquitectura y Diseño, Instituto Carlos Arbeláez Camacho para el patrimonio arquitectónico y urbano (ICAC), vol. 18, núm. 1, enero-diciembre de 2005, en – http://revistas.javeriana.edu.co/sitio/apuntes/sccs/tabla_contenido.php?i d_revista=30 – http://maps.google.com.mx/ – http://www.elocal.gob.mx/work/templates/enciclo/EMM17morelos/municipios/17015a .html,

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Identificación de los componentes del espacio funerario en el Cementerio General No. 3, Valparaíso Chile

Introducción El primer cementerio extra muros de Chile se crea en Santiago bajo el gobierno de Don Bernardo O’Higgins en 1821, la practica funeraria habitual era que los difuntos se enterrarán en espacios aledaños a las iglesias católicas, pero de acuerdo a las nuevas concepciones higiénicas, y los adelantos y conocimientos en la ciencia de la salud, de la época se empiezan a crear los re nuevos recintos para los difuntos, a fuera de las ciudades., Santiago como capital de Chile ya había iniciado el proceso, y Valparaíso no se quedaría atrás, en 1825 ostentaba dos cementerio el Nº 1 que albergaría a la población de religión católica, y el cementerio de Disidentes, que albergaría a la escasa población protestante que estaba llegando a Valparaíso y que iría creciendo con los años en la primera mitad del siglo XIX. Este hecho de ostentar el primer cementerio protestante del país, era un hito que marcaría la identidad ecuménica de los habitantes del puerto de Valparaíso, la religión oficial del Estado de Chile era Católica, y en las constituciones chilenas se establecía la prohibición de cualquier culto religioso que no fuera católico. Los dos cementerios se ubicarían uno frente a otro, en las afueras de la ciudad como lo establecían las nuevas normas de higiene pública que se estaban aplicando en el país, el lugar para establecer las dos primeras necrópolis en Valparaíso sería un cerro (colina) que se denominó Cerro Panteón, los dos cementerios en cuestión albergaban a las clases altas de sociedad porteña, los desposeídos, las clases trabajadoras seguía enterrando sus muertos en la parte alta de los cerros del gran Valparaíso, con el tiempo en la parte trasera de los dos cementerios se estableció una especie de fosa común, en el año de 1848, se inauguraría el cementerio Nº 2, limitando por un costado con el cementerio de Disidentes o protestante, que también se convirtió en el cementerio de las clases privilegiadas, y lo podemos constatar con la tipología de tumbas y mausoleos existentes en estos tres cementerios que son actualmente monumentos históricos, designación otorgada por el Consejo de Monumentos de Chile. De acuerdo a lo anteriormente señalado, entendemos que el problema de las sepulturas de las clases más empobrecidas de Valparaíso no estaba solucionado, porque los tres cementerios existentes hasta 1848 no había cabida para los pobres en solemnidad, como se los denominaba por esos entonces, la discriminación social se hacía patente en el momento de la muerte. Por lo anteriormente señalado, las autoridades de la época, crean en Valparaíso un espacio funerario destinado a los más pobres, a los apestados (los que morían por alguna peste que azotaba a los barrios populares de Valparaíso,

Ana María Ojeda Carolina Peñaloza Chile

Imagen 1. Mausoleo en el Cementerio General No. 3. Fuente: Archivo de Ana María Ojeda y Carolina Peñaloza.

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separando a las habitantes de Valparaíso en el momento de su muerto por clases sociales, hoy iniciamos una investigación de este espacio funerario único, huella de la historia que nos develará a hombres y mujeres marginados de su quehacer histórico en la vida como en la muerte.

pobres de solemnidad no pueden ser sepultados oportunamente con perjuicio de las familias y la salud pública. Otra situación de menoscabo que pudimos detectar es la registrada en 1868: Nos dicen que desde el primero del presente se ha principiado a enterrar en el cementerio de Solemnidad (actualmente cementerio N°3 de Playa Ancha), los cadáveres que pagan por un año a causa tal vez de no haber espacio suficiente en el otro, (cementerio Nº 1 o 2 ubicados muy lejos del cementerio Nº3), donde en esa fecha no había proyecto ni se había inaugurado un recinto mortuorio. Pero como no se ha dado ningún aviso al público, las personas que no saben esto, después de estar con el ataúd a la puerta del cementerio general (Nº 1 Cerro Panteón) reciben el aviso que no hay lugar donde sepultar el cadáver y se ven obligados a bajar de nuevo el cerro i dirigirse al cementerio de solemnidad, sufriendo las incomodidades consiguientes”. 34

Identificación preliminar del espacio funerario DENOMINACIÓN

Inicio de la construcción

CEMENTERIO Nº 3 CERRO PLAYA ANCHA- VALPARAISO Subida Cementerio S/N Playa Ancha Valparaíso 33 1887

Año de Inauguración

1892

Superficie

Terreno Plano Terreno Inclinado TOTAL

Ubicación

134.944 mt2 29.190 mt2 164.134. mt2

La situación era inconcebible y había que tomar medidas al respecto, las autoridades de la época tienen que tomar cartas en el asunto y la situación se regulariza dos años después:

Cuadro 1. Administración: Los cementerios nº 1, 2 y 3, fueron traspasados 1982, desde el Ministerio de salud a la Ilustre Municipalidad de Valparaíso, y luego a la Corporación Municipal de Valparaíso.

Es de suma importancia para todos los pobres la siguiente noticia, para lo que verán de aquí en adelante se van a ver libres de las incomodidades de un largo trayecto para conducir al cementerio los cadáveres. Se va, a establecer un carro gratis para llevar al cementerio de Playa – Ancha los cadáveres de los pobres de solemnidad. Dicho carro se situará en la plazuela del hospital desde las 41/2 hasta las 51/2 de la mañana; en la estación Bellavista desde las 6 hasta las 61/2, y en la plazuela de los almacenes fiscales desde las 7 a 71/2. 35

Antecedentes del contexto histórico social Clases populares de Valparaíso y su espacio funerario La muerte de las clases populares no es documentada, se exhibe solo cuando hay casos de conmoción pública, o casos criminales, hay grandes silencios en torno de su muerte, silencios que hablan de todo tipo de discriminación como indicamos anteriormente: Los llamados pobres de Solemnidad, para sepultar los cadáveres de sus hijos, debían cumplir un sin número de exigencias que tenían como consecuencia el arrojar los cadáveres ellos a las puertas de los establecimientos de beneficencia. “El señor cura de la parroquia de los Doce Apóstoles exige para dar sepultura de solemnidad... no se conforma con el certificado de un inspector, exigiendo visto bueno o informe del subdelegado respectivo”. Como es fácil suponerlo, este segundo requisito, además de ser engorroso para los pobres, nada importa al Sr. Cura y como estos funcionarios no tienen residencia fija durante el día: he allí la causa por la cual los cadáveres de

Otras situaciones registradas en la prensa porteña nos hacen ver el trato deshumanizado a estas clases desposeídas: Muerto un párvulo como de dos meses de edad, se lo encontró en el cerro denominado centinela alta. 36 Otro caso pero este de inhumanidad,… que ayer se indignaron con un oficial de policía al oírle dar órdenes para que él cadáver del infeliz que había muerto repentinamente fuera echado sobre un carretón de la policía urbana que estaba en esos momentos lleno de la más inmunda basura.37 34

Véase en El Mercurio, núm. 12 324, 21 de julio de 1868. Ibid., núm. 12 799, 8 de febrero de 1870. Ibid., 20 de enero de 1870. 37 Ibid., 8 de Abril de 1872. El hecho no se consumó.

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35

Las sepulturas en el cementerio llamado actualmente Nº 3 de Playa Ancha, y por los antecedentes históricos recogidos se inicia mucho antes de esa fecha aspecto que estableceremos más adelante y con el registro de fuentes confiables.

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La muerte para los desposeídos de Valparaíso, es una muerte fría, cruel, sin adornos, es quizás la muerte real, descarnada, no se la maquilla, se la muestra como es en verdad, no hay discursos de las cualidades personales del difunto, inclusive muchas veces no hay acompañamiento de los representantes de la esperanza, solo,

Al morir un pobre no era importante, inclusive dentro de esta misma clase social, era como algo esperado, se dejaba sufrir, no solo vemos el trato deshumanizado de la sociedad porteña hacia los pobre, encontramos además los enormes silencios, que para un historiador es difícil encontrar sus rastros y sobre todo en este caso las costumbres y sus ritos fúnebres. Los funerales y posteriores entierros eran para las clases desposeídas muy angustiosos, porque, al parecer, no tenían lugar específico en los Cementerios Nº 1 y 2; no siempre se recibía a sus muertos, se los hacía esperar, se les enviaba al otro cementerio en construcción (el de Playa Ancha), etc. Los pobres optaban, muchas veces, por dejar a sus cadáveres en los hospitales, en la puerta de los cementerios o en instituciones de beneficencia para que se encarguen de sus restos, sin ninguna participación de los familiares en su último adiós, tampoco se les informaba en qué lugar estaban sepultados. En el caso de que la familia pudiera hacer una velorio y posteriormente un funeral y entierro, se observa en las publicaciones de diarios y revistas, fotografías que son extremadamente sencillos: se deposita el cadáver en una caja de madera, donde siempre pareciera que el cuerpo del difunto queda muy estrecho; no se observan a su alrededor ninguna clases de flores, las mujeres visten de negro y aparecen velas, estas últimas eran importantes, porque la iglesia había establecido:

…un hoyo rectangular donde los sepultureros arrojan el cajón, y después suena la primera paletada sobre la tabla rasa del cajón, la madre toma un puñado de tierra y la tira sobre el ataúd querido… La segunda y tercera paletada y un hombre entierra la cruz, y se alejan los familiares entre los sollozos.40 Pero, a pesar de todo era un difunto pobre, con un espacio de muerte propio y con su identificación, se le visitará en el día del recuerdo. Existían otros desventurados que, al momento de morir y ser enterrados, su existencia caería en el olvido inmediatamente: son los muertos sin memoria; eran los cadáveres arrojados en las fosas comunes: Un coche, un carretón, muy fúnebre con una cruz que descansa sobre la tapa superior, llega silencioso; de él desciende un hombre, abre la portezuela y con la ayuda de otro sacan los cadáveres, los traen de la morgue, o de la sala de disección del hospital, vienen envueltos sacos o en sus propias vestimentas, son tres, cuatro o cinco y también envueltos en sacos, eran unos cuerpos pequeños… 41

Que siendo de antiguo ritos eclesiásticos el acompañar a los cadáveres con velas de cera encendidas deben los párrocos cuidad de que ningún modo se omita esta costumbre, y en cuanto a los pobres de solemnidad, quiere igualmente está Santa Madre Iglesia que se les proporcione dos velas, ya por el clero ya por alguna cofradía y que se celebren los oficios y misas rezadas presente al cadáver y esto se haga gratis.38

Por otra parte, encontramos a los denominados apestados eran los que morían por causa de alguna de las pestes que asolaban al puerto de Valparaíso: Desde que se tuvo la mala idea de construir en Playa Ancha el cementerio para los pobres, no hai ya descanso para los habitantes de la calle Cockrane, pues desde media noche, hora en que se comienza a conducir los cadáveres, principia también la algazara, ruido y desorden infernal i los que los conducen i de los acompañamientos, que regularmente i en su mayor parte van en estado de ebriedad. No comprendemos porque los serenos no los obligan a guardar silencio i la compostura que debe reinar en actos de suyo tan serio como el de que tratamos. Esto sin contar de que también a los atacados de viruela i con perjuicio de lo que no lo están, se les pase por la misma calle. ¿No sería mejor, señor cronista que a los cadáveres i apestados se les hiciera conducir por la calle Blanco? Por dicha

Se creó un espacio mortuorio para las clases más pobres de Valparaíso, en Playa Ancha, alejado de los muertos más pudientes; la muerte y la despedida de los difuntos de este puerto no era igual para todos, y la diferencia no se daba solamente en el campo religioso, sino también en 39 el campo social. 38

Martín y Manero V., op. cit., p., 501, Cita: Decreto de la sagrada congregación de Obispos y Regulares, 5 de mayo de 1617. 39 Véase “El cementerio de los pobres”, en Sucesos, núm. 705, marzo 30 de 1916. Aparece un artículo completo en el que se describe en forma descarnada los entierros de los más desposeídos de Valparaíso, y en especial de los muertos al nacer, y de sus madres, y describen las fosas comunes,

40 41

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Ibid. El cadáver correspondía a una muchacha de veinte años que había muerto en el hospital. Véase en Sucesos, núm. 218, noviembre 9 de 1906.

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calle no incomodarían a tanto si espondrían a menos al contajio de los apestados, con más la ventaja de ir a su destino por un camino más corto. 42

esconder, sacar de la vista, eran los muertos sin memoria, sin fecha ni de nacimiento ni de muerte, sin epitafio, sin lápida, cadáveres que no sobreviven al recuerdo.

Se aprecia la molestia que producían los pobres que, sin lugar a dudas, por efectos de las bebidas alcohólicas, ello de alguna manera, los hacía olvidar su encuentro con la muerte y los insensibilizaba, pero también se percibe el temor al contagio de la peste. En 1905, hubo un tremendo brote de viruela: las fotografías nos revelan la situación de los más desamparados de la población de Valparaíso, en este caso eran los apestados:

Registro fotográfico-histórico

Nuestro principal puerto no pasa de ser sino un foco de inmundicias é infecciones de todo género… días pasados de que en las calles públicas y de mayor tráfico habían sido abandonados cadáveres de variolosos pertenecientes a familias menesterosas que imposibilitadas por darle oportuna sepultación, habían recurrido a la ambulancia y ésta, ya sea por falta de elementos o de negligencia no había proporcionado los servicios a pesar de que habían sido solicitados varias veces. Es inconsecuencia que permanezcan insepultos por varios días, y abandonados en la calles después, cadáveres infectados y en estado de descomposición…43

Las imágenes de cadáveres insepultos que la revista (observar catastro fotográfico) nos presenta muestra, en primer lugar, las condiciones higiénicas deplorables de principio de siglo de nuestro puerto principal, son imágenes de denuncia: Los servicios de aseo son pésimos, casi nulos; los cauces son lupanares que e infestan con sus malos olores a la ciudad en verano y en el invierno, los que desparraman en las calles todas esas inmundicias y la de los cerros que son arrastradas por las aguas lluvias.44

En segundo lugar, nos muestran las condiciones de los muertos por la epidemia y las condiciones en que eran dejados los cadáveres en las calles. Sin lugar a dudas, eran los difuntos de las clases populares que, posteriormente, eran destinados a las fosas comunes, sin ningún rito funerario cristiano ni católico ni protestante. Eran los muertos que se debían Imágenes 2 y 3. Clases trabajadoras en Valparaíso. Carro municipal de 1905, recogiendo los ataúdes de los “Apestados” y de los “Pobres en solemnidades” de las calles de la ciudad de Valparaíso. Fuente: Sucesos, 1905.

42

“Sección Crónica”, en El Mercurio, 1 de junio de 1872. Cfr., Ordenanza de Salubridad de Cadáveres coléricas, p. 44, cita 138. 43 Véase “Consecuencias de la viruela”, en Sucesos, núm. 148, junio de 1905. El artículo publicado por la revista habla sobre las consecuencias de la viruela y las causas de la mortalidad en Valparaíso, y además, nos presenta la situación de insalubridad de la ciudad. 44

Ibid.

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significativo espacio mortuorio, la presencia de grandes mausoleos de las agrupaciones obreras las de finales de siglo XIX y principios del siglo XX, que fueron protagonistas en las luchas laborales, donde aparecen las agrupaciones por oficios, las sociedades de beneficencias, los sindicatos entre otras, y las encontramos como testimonios mudos de un periodo de lucha por reivindicaciones sociales, que registraremos y analizaremos. Imágenes del cementerio destinado a los pobres en solemnidad Sector de Playa Ancha – Valparaíso.

Imagen 6. Se observa uno de los muros perimetrales del cementerio Nº 3, con nichos, existente hasta el día de hoy.

Imágenes 4 y 5. Ubicación de los féretros: clases desposeídas dejaban a sus familiares en las calles para ser recogidas por el carro municipal. Fuente: Sucesos, 1905.

Imagen 7. Foto histórica de los campos y terrenos destinados a las sepulturas bajo tierra. Esta foto da cuenta de la condicionante paisajística que caracterizó inicialmente el espacio funerario de referencia.

Con el transcurrir el tiempo, y por el crecimiento de la ciudad, los cementerios del cerro Panteón quedaron encerrados en la urbe, en uno de los centros urbanos más concurridos, el Cementerio Nº 3, el destinados a los pobres, se encontraba alejado de los grandes centros de la ciudad, vino a ocupar el espacio funerario por excelencia de Valparaíso, desplazando a los otros tres cementerios; un aspecto que nos llama la atención al recorrer este

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debido a su posición cercana a Punta de Curaumilla, referencia que en las cartas de navegación permite el reconocimiento de la bahía. 45

Contexto urbano actual En la actualidad, la situación geográfica de Playa Ancha, sigue siendo el límite físico de la ciudad de Valparaíso, se mantiene entonces esta relación de “cercanía relativa”, que generó desde su origen una concepción nueva respecto del resto de la ciudad, y es entonces una de las causas de lo que ahora se reconoce como una unidad territorial, con definiciones propias, tejido propio, equipamiento propio, sin embargo goza de gran conectividad con el plan de Valparaíso, y los cerros aledaños a través del Camino Cintura. Imagen 8. Sepulturas de madera, muy típicas, de tipo corral que reflejan el status social.

Breve reseña del contexto histórico urbano Playa Ancha en relación al crecimiento urbano de la ciudad de Valparaíso Para comprender la relación territorial del sector de Playa Ancha, lugar en el cual se emplaza el espacio funerario objeto de este estudio, es necesario señalar brevemente el proceso de consolidación del tejido urbano de Valparaíso. En una descripción somera podemos señalar que, este proceso se inicia en el siglo XVI, en sectores aledaños a la conformación original destinada simplemente a actividades mercantiles y portuarias. Posteriormente iniciado el siglo XVII continúa el poblamiento hacia el sector oriente del territorio, denominado El Almendral, caracterizado por superficies planas aledañas a la playa. Una vez avanzado este proceso, la ciudad continuó creciendo hacia los cerros, en orden lógico ascendente, situación que hoy caracteriza el tejido urbano de la ciudad. Finalmente se incorporan en este desarrollo los cerros ubicados en los extremos de la actual ciudad, entre ellos Playa Ancha, cual será desde ahora nuestro contexto de estudio:

Imagen 9. Mapa de la ciudad de Valparaíso, con indicaciones de Playa Ancha.

El cementerio General N° 3 de Playa Ancha, se sitúa hacia la ladera nor- poniente del cerro del mismo nombre, ubicándose originalmente en una situación de extremo o fuera de la ciudad. Actualmente, esta relación, si bien existe físicamente, en la práctica la ciudad en este sector ha sufrido un proceso paulatino de poblamiento, que ha devenido en el

…En los planos de mayor antigüedad, Playa Ancha aparece con la denominación de Punta de Ángeles, pero también suele llamarse en forma significativa Punta de Valparaíso; junto con llegar a constituir un límite físico para la población, la historia geográfica registra así mismo que desde épocas pasadas este hito señala a las embarcaciones la entrada al puerto,

45

Sobre el desarrollo urbano de Playa Ancha; véase Miriam Waisberg, Las Casas de Playa Ancha: la vivienda de fines del siglo XIX en Valparaíso, Chile, Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, 1988.

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Identificación de los componentes El objetivo principal de la investigación es identificar el espacio funerario en su dimensión integral, a partir del reconocimiento del lugar físico, sus principales componentes, tanto edificados como intangibles y así luego conformar y reconstituir parte de la historia de la ciudad plasmada en este lugar. Para esto se establece una línea base metodológica, punto de partida que informará las siguientes etapas o líneas de investigación. Metodología La metodología a utilizar, es posible señalar que:

Ubicación de cementerios Históricos y su relación con la ciudad actual La ciudad de Valparaíso contaba hacia 1870 con una red de cementerios, que sin ser todos objetos de una planificación o de un planteamiento a cerca de su ubicación en relación a la ciudad, y contando cada uno con un “público objetivo” o “usuario” particular, formaron simultáneamente parte de la conformación de espacios con fines mortuorios capaces de acoger la creciente demanda.

o

Instrumentos de catastro y levantamiento.

Ficha de levantamiento y registro de información

Cementerio General N° 3 de Playa Ancha

Cementerio N° 1 Cementerio de Disidentes

Cementerio N° 2 Cuadro 2. Propuesta preliminar de instrumento de catastro y levantamiento de información. Fase de diagnóstico.

 Antecedentes Históricos Variable de contenido en la ficha de registro, que permitirá establecer el contexto histórico social y/o cultural en el cual se sitúa el elemento registrado.

Imagen 10. Plano de la ciudad de Valparaíso, con indicación de ubicación de cementerios históricos.

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Tipologías de edificación mortuoria del Cementerio Nº 3 Estudio de registro y análisis de los diversos elementos edificados, que componen el cementerio. Baterías de nichos, mausoleos familiares, mausoleos de sociedades de beneficencia, mausoleos de sociedades sindicales, tumbas, corrales, entre otros. Se pretende entonces la recolección de historias, valores arquitectónicos y otros que la investigación proponga.

 Registro fotográfico Variable de contenido en la ficha de registro, que permitirá conocer el estado y situación actual del elemento catastrado.  Registro Planimétricos Variable de contenido en la ficha de registro, que permitirá situar el elemento catastrado, y en los casos de edificaciones catastrar la tipología a la cual pertenece mediante un esquema tipológico. Líneas de investigación Aproximación a los elementos de composición integral del espacio funerario a investigar. En un reconocimiento preliminar del Cementerio N° 3, es posible identificar un listado de componentes que logar caracterizar e informar acerca de su conformación, tanto histórica como actual. Es entonces posible develar las historias de los habitantes de Valparaíso, de su clase trabajadora, de las intenciones y diversidad conceptos respecto de la muerte, de los cultos, y un sinnúmero de antecedentes que el Cementerio como fuente de información constituida en cada metro cuadrado es capaz de entregar. Inicialmente se han establecido las siguientes líneas de investigación, a partir de la metodología de diagnóstico preliminar.

Imagen 12. Vista de una de las calles transversales del sector de mausoleos familiares. Fuente: Archivo de Ojeda y Peñaloza.

Conformación de áreas, sectores y cuarteles Estudio sobre la configuración y morfología del Cementerio N° 3, evolución formal del espacio funerario a partir de la reconstitución histórica de sus elementos físicos originales y actuales.

Imágenes 13, 14 y 15. Ejemplo de tipología de mausoleos familiares. Ejemplo tipología tumbas de familias; sepulcro colectivo. Ejemplo tipología tumbas tipo corrales, sepulcros infantiles. Fuente: Archivo de Ojeda y Peñaloza.

Imagen 11. Vista panorámica del sector fundacional de cementerio Nº 3, calzada principal. Fuente: Archivo de Ojeda y Peñaloza.

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Imagen 17. Sepulcro colectivo de sociedades gremiales. Fuente: Archivo de Ojeda y Peñaloza.

Presencia de la clase trabajadora. Sobreviviendo en el cementerio a partir de su institucionalidad funeraria Análisis histórico / arquitectónico a partir de la lectura de antecedentes físicos proporcionados en cada mausoleo o sepulcro colectivo. Es posible establecer preliminarmente la existencia de un número a identificar de sepulcros que otorgan elementos para el conocimiento de los sucesos histórico-sociales que identifican y explican la idiosincrasia porteña.

Paisaje Urbano del entorno del cementerio Nº 3 de playa Ancha, sus transformaciones Análisis histórico / urbano del entorno inmediato del cementerio N° 3, en el cual es posible ver en la actualidad algunos de sus elementos originales. Información sobre la traza urbana original y actual. Además es posible establecer a partir del análisis urbanístico la secuencia del proceso de internalización de este espacio funerario, y como llegó a ser en la actualidad un cementerio inmerso dentro de un tejido residencial, que sigue avanzando conforme la ciudad.

Imagen 16. Sepulcro colectivo. Sociedades gremiales. Fuente: Archivo de Ojeda y Peñaloza.

Imagen 18. Detalle del muro perimetral oriente. Fuente: Archivo de Ojeda y Peñaloza.

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Bibliografía – “Artículo 138”, en Ordenanza de Salubridad de Cadáveres, coléricas. – “Consecuencias de la viruela”, en Sucesos, núm. 148, junio 1905. – Decreto de la sagrada congregación de Obispos y Regulares, 5 de mayo de 1617. – “El cementerio de los pobres”, en Sucesos, núm. 705, 30 de marzo de 1916. – El Mercurio, núm. 12, 324, 21 de julio de 1868. – __________, núm. 12, 799, 8 de febrero de 1870. – __________, 20 de enero de 1870. – __________, 8 de abril de 1872. – “Sección Crónica”, en El Mercurio, 1 de junio de 1872. – Sucesos, núm. 218, 9 de noviembre de 1906. – Waisberg, Miriam, Las Casas de Playa Ancha: la vivienda de fines del siglo XIX en Valparaíso, Chile, Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico, 1988.

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mortales de los hombres que con su iniciativa y heroísmo hicieron posible la independencia del Perú y de América. Conserva inalterado el primer nivel y nave principal de la capilla original, para ser usada como tal en las ceremonias de homenaje a la memoria de los restos mortales de los hombres que alberga. Son los sótanos, antiguas criptas, los que han sido acondicionados como fastuosas cámaras mortuorias, recubiertas de mármol y azulejos, con una distribución y estilo muy similar a la Cripta de los Héroes que se levanta en el Cementerio Presbítero Matías Maestro. En lugar preponderante en los sótanos, y bajo un tragaluz oval, se encuentra el catafalco que contiene los restos del Presidente y Prócer, Mariscal Ramón Castilla. Alrededor; cenotafios, criptas de cristal con ataúdes y pesadas puertas de hierro de cámaras mortuorias selladas, conteniendo los cuerpos de otros preclaros nombres de nuestra historia en una red de cortos pasajes que se extienden por debajo de la mitad más próxima al altar mayor de la nave principal de la capilla. Dejando a la imaginación del observador meticuloso lo que pudiera haber aún bajo la otra mitad de la nave y cuyo acceso está sellado. Pero además, y volviendo al primer nivel y nave principal de la capilla, se encuentra allí una pequeña y descolorida lápida de mármol, pertenece a un hombre que nada tiene que ver con las gloriosas gestas de la independencia americana, pero sí con los infames abusos del tribunal del Santo Oficio de la Inquisición; hablamos de Don Teodoro Candioti, Mayordomo Mayor del Palacio del Virrey y cuya historia paso a narrar, terminado este preámbulo, en el capítulo subsiguiente.

El Panteón de los Próceres y el extraño caso de Teodoro Candioti 46

Carlos García Granthon Perú

Catafalco del Mariscal Ramón Castilla, Panteón de los Próceres, Lima Foto: Carlos García Granthon

Como preámbulo a esta historia mencionaré que en el centro de la ciudad de Lima, y frente a lo que hoy es el Parque Universitario, se ubica el Panteón de los Próceres, fue habilitado por iniciativa del Presidente Augusto B. Leguía en los sótanos de la antigua capilla Jesuita de San Antonio Abad, e inaugurado el 10 de diciembre de 1924, con el fin de albergar los restos

46

Página web: http://limafreelance.tripod.com, e-mail: [email protected]

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expresas del Rey de España de poner fin al contrabando francés y otros actos de corrupción que campean impunes en la administración el virreinato. Con él viene Teodoro Candioti, veneciano de origen Cretense afincado en España, como Mayordomo Mayor de Palacio, acompañado de su esposa e hijos. Demás está decir que el Virrey no pudo vencer el contrabando ni la corrupción y en menos de cuatro años, para el 20 de enero de 1720, ya había dimitido. Las camarillas, conspiraciones y corruptelas en funciones, no sólo la tomaron contra el Virrey, sino también contra el pobre Mayordomo que, víctima de las intrigas de Palacio, fue a dar con sus pecados a los calabozos secretos de la Santa Inquisición acusado de tres graves delitos: Lapida de Teodoro Candioti, Panteón de los Próceres, Lima / Foto: Carlos García Granthon

Estar circuncidado. Afirmar que San Moisés, fue un gran santo que tenía un altar en la parroquia de su pueblo. No acatar apropiadamente el ayuno en vísperas de natividad.

Nunca sabremos si el gran eclipse total de 1720, que obligó a encender los candelabros de Lima a mediodía, lo vio con sus propios ojos o sólo escuchó el relato del suceso como rumor de calabozo, pues según consta en los Registros de la Historia de la Inquisición, para 1822 ya era huésped crónico de un santo calabozo, y cito textualmente:

El extraño caso de Teodoro Candioti Era viernes, a fines de enero de 2011, cuando recibí correo de Don Carlos Candioti, natural de Santa Fe, Argentina, pidiéndome retratar la lápida de Teodoro Candioti, antepasado suyo que vino al Perú en el siglo XVIII como Mayordomo Mayor del Palacio del Virrey a dejar en estas colonias la cimiente de su apellido por derecho propio, y sus huesos por ensañamiento ajeno. Habiendo realizado yo el registro gráfico de algunos cementerios patrimoniales, criptas y panteones, no me resulta inusual recibir algún pedido privado para la ubicación y retrato de la lápida de algún hidalgo de heroico legajo o de alguna dama de alegre historial, que sin más alternativa tuvo a bien dejar sus huesos en estas tierras y que por algún motivo resulta esquivo a la seria investigación genealógica o a la simple curiosidad de sus descendientes. Pagados honorarios y gastos, y mientras el ilustre finado acceda a quedarse quieto para la foto, normalmente acepto de buen grado y absoluta confidencia, tan extrañas asignaciones, mismas que en esta ocasión me llevaron a descubrir tan dramática historia tras una insulsa lápida y que me permito narrar a continuación: El 5 de octubre de 1716, Carmine Nicolao Caracciolo, de origen Napolitano, 5º Príncipe del Santo Buono y Grande de España, a pesar de ser Italiano, toma posesión de su cargo como Virrey del Perú, con órdenes

[…] había sido preso i puesto en cárceles secretas por los años de 1722 (i quizás antes) don Teodoro Candioti, vecino de Lima, al parecer de origen italiano, casado i con hijos españoles […] En 13 de mayo de 1726, el alcaide de dichas cárceles hizo relación que dicho reo estaba enfermo del accidente epidemial que estaba corriendo en esta ciudad, y habiendo llamado al médico de este v Santo Oficio, por haberle sobrevenido un curso y estar descaecido, yí no queria admitir los medicamentos que le recetaba, por quitárselos del cuerpo, previno seria bien se le diese confesor por el riesgo en que estaba dicho reo, que asimismo le pidió, como le habia pedido muchas veces, estando sano y al alcaide dijese en el Tribunal, que si moría de dicho accidente, estaba inocente y que volviese por el crédito de su fama, de sus hijos y de su familia. Y en dicha audiencia, por auto se mandó citar al reverendo padre Alonso Masía, de la Compañía de Jesús, ex provincial y calificador de esta Inquisición, y estando en cama hizo el juramento acostumbrado en este caso, y advertido de lo mandado en la instrucción ochenta y una de f. treinta y seis vuelta, del año de mil quinientos ochenta y uno, entró en la cárcel número tres, en donde estaba enfermo dicho reo, con asistencia del alcaide, y le dio noticia de que venía a confesarle, y le respondió que estaba pronto pero que necesitaba de algún

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tiempo para prepararse y hacer una confesión general, citándole para la mañana del dia siguiente, y que dicho padre le exortó a que descargase su conciencia para no tener embarazo en ella, a que le respondió que los cargos que se le hacian se reducian a tres, el primero de un ayuno, que no era como decian, sino en la forma que se usa en su tierra la vijilia de Natividad, tomando un desayuno corto y no comiendo hasta la noche, que se ejecuta en una comida expléndida, asistiendo un sacerdote a bendecir la mesa; el segundo que había afírmado en una conversación que San Moisés era un gran santo, y que en su tierra, en una parrochia, se veneraba y estaba en un altar; el tercero, que le habian hecho cargo de que, estaba circuncidado, siendo falso, y así lo declaró dicho padre en dicha audiencia, y en la de catorce de dicho mes y año confesó a dicho reo, diciendo en ella después, que le había hallado muy tierno y contrito, sin expresarle fuera de la confesión cosa que debiese manifestar en ella. Y en la de diez y ocho de dicho mes y año, el alcaide dio noticia que el médico habia dicho que dicho reo estaba de mucho riesgo su vida, y que no se le dejase solo, y luego se ordenó que el nuncio citase a dicho padre para que visitase a dicho reo, y habiendo comparecido en ella, se le ordenó entrar en dichas cárceles y le visitase, y fecho, dio noticia que estaba muy a lo último y con poca esperanza de vida y muy conforme con la voluntad de Dios, y que le habia dicho que en lo que había leido en fray Luis de Granada, sabia que solo se podía salvar el hombre guardando la ley de Dios, con la gracia de Jesuchristo. Y en la audiencia de diez y nueve de dicho mes y año, el alcaide avisó que habiendo dejado a las once de la noche de el día antecedente algo mas aliviado de su accidente a dicho reo y en su compañía el preso que habia ordenado el Tribunal, volvió a las cinco de la mañana de dicho día a visitarle y le habia hallado difunto, y que el preso que le asistió, le dijo que habia ayudado y exortado a dicho reo, como cathólico christiano, y que habia muerto como a las quatro de la mañana, Y en dicha audiencia, por auto, se mandó que el secretario que asistió a estas diligencias reconociese e hiciese inspección para certificar y dar fe del estado en que se hallaba el cuerpo de dicho reo, y hecha esta diligencia, certificó en dicho día que habia visto en la cárcel número tres y reconocido un cuerpo difunto, en cama y entre sábanas, que al parecer era el de dicho don Antonio Candiotí; y luego, por otro, se mandó que por ahora y hasta la determinación de su causa, el cuerpo de dicho don Antonio Candiotí fuese sepultado en una de las sepulturas que para este efecto están asignadas en dichas cárceles, señalándola para que conste en la que fué enterado con asistencia de dicho secretario: así se ejecutó, como parece de su certificación, que está con dichas diligencias y en dicha causa”47

Si bien ya era malo ir a parar a las mazmorras del Santo Oficio, era peor aún hacerlo en medio de una gran peste que se llevó en 1726 de estas colonias, en viaje sencillo a los avernos, sin necesidad de visado y en un solo convoy, a más de 60,000 almas, incluida la de Teodoro Candioti. Algún buen e influyente amigo habrá tenido Teodoro Candioti en vida, pues para noviembre de 1728 se expide una carta, que obra en los registros de la Historia de la Inquisición ordenando se exhumen sus restos de los calabozos donde fueron enterrados, se les dé cristiana sepultura y se limpie su honor y el de sus descendientes tal como se puede leer en el siguiente fragmento de la respuesta que envía el tribunal del Santo Oficio: […] Muy poderoso señor. En carta de veinte y cuatro de noviembre del año próximo pasado, de setecientos veinte y ocho, se sirve Vuestra Alteza, al último capítulo de ella, mandarnos hagamos sacar los huesos de don Teodoro Candioti, de la sepultura en que fue enterrado y se lleven a la iglesia parroquial secretamente, en donde se les dé sepultura sagrada y se siente la partida en el libro de entierros de dicha parroquia, el día en que murió, no poniendo en ella que murió en las cárceles, sino en esa ciudad, lo que se hiciese saber a la viuda y herederos por si quisiesen sacar dicha partida de su óbito, y que si dicha viuda o sus herederos pidiesen certificación de no obstarles la causa seguida contra dicho don Theodoro, no sólo se les diese de no obstarles para oficios públicos y de honra, sino también para oficios del Santo Oficio. Y en su cumplimiento, noticiamos a Vuestra Alteza que por la certificación que remitimos, con carta de veinte y tres de diciembre de setecientos veinte y siete, habrá constado a Vuestra Alteza la diligencia que ejecutamos de dar sepultura eclesiástica a los huesos de dicho señor don Theodoro, con todo secreto, en la iglesia del Colegio de Santo Tomás del orden de Predicadores, por cuyo motivo no se exhumaron los huesos para trasladarlos a la parroquia, pero se hizo asentar en el libro de entierros de ella, donde tocaba la partida de su entierro, en la conformidad que previene Vuestra Alteza, y pasando a noticiarlo a la viuda y herederos, resultó pedirnos luego certificación, la que se les mandó dar por un secretario del Secreto, en la conformidad que Vuestra Alteza nos manda en dicha carta citada. Asimismo presentaron las genealogías de don Antonio y don Juan de Candioti, hijos de dicho don Theodoro, pidiendo la gracia de familiares de esta Inquisición, la que nos pareció conveniente concederles, porque expresándose en la referida certificación que no les obsta para oficios del Santo Oficio, y teniendo la protección del Virrey y todo su palacio muy empeñado en favorecer a esta familia, recelamos que atribuiría a voluntaria negación nuestra lo que supondría muy regular el Orden de Vuestra Alteza, y así tuvimos por preciso despacharles títulos en la forma que en virtud de particular facultad del señor inquisidor General, en carta de seis de junio de seiscientos y setenta y seis, se acostumbra con los

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José Toribio Medina, Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Lima (1569 – 1820). p276 - 279. Santiago de Chile, Imprenta Gutenberg, 1887

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interinarios en este Santo Oficio, porque, aunque discurríamos excusarnos con el motivo de extranjería, todavía en el supuesto de dicha certificación y que no se atribuye la negación a impedir el orden de Vuestra Alteza y del empeño del Virrey, nos pareció no ser bastante para certificarle». 48

Curiosamente la Iglesia de Santo Tomás de los Padres Predicadores, que se menciona en esta misiva como lugar de sepulcro secreto de Teodoro Candioti, es actualmente el auditorio del Colegio de Mujeres Mercedes Cabello, fue anteriormente la primera cárcel de mujeres del Perú Republicano y dista al menos una milla del Panteón de los Próceres donde encontramos la lápida de don Teodoro Candioti. ¿Cómo llego hasta allí? ¿Esa es la parroquia donde se asentó su partida de defunción según las órdenes del “poderoso señor”? ¿Sus restos fueron trasladados en fecha posterior a pedido de sus hijos que alcanzaron luego una buena posición en el Virreinato? No me extenderé con la historia de sus tres hijos y su linaje que por mérito propio se hicieron de un sitial en la historia de Argentina y que resulta tan o más interesante que la del propio don Teodoro, pues es tarea que dejo a sus descendientes para que sea narrada con más seriedad y detalle. Si alguien quiere visitar hoy en día al infortunado Don Teodoro Candioti, vaya pues a la Capilla de San Antonio Abad, actual Panteón de los Próceres, en Lima, examine detenidamente el zócalo del lado derecho de la nave principal, a pocos metros de la entrada hay un vano con proclamas de bronce y mármol en los muros, y la tumba de don Antonio Correa Ureña en el piso, si se mira con más cuidado, en el lado derecho y directamente sobre el zócalo, está la descolorida lápida de Don Teodoro Candioti, Mayordomo Mayor de Palacio. Al visitarlo, si ha leído Ud. este artículo hágale una reverencia, o dos si además está Ud. circuncidado.

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José Toribio Medina, Historia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición de Lima (1569 – 1820). P 279- 280. Santiago de Chile, Imprenta Gutenberg, 1887

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En este tránsito de expectativas académicas, recreativas, de investigación etno arqueológica, prevalece el pensamiento social, sobreponiéndose a la adversidad y a la burocracia del ayuntamiento que durante décadas no ha podido realizar un inventario de los bienes funerarios como de los estilos arquitectónicos que nos permita avanzar en el entendimiento de escuelas y arquitectos que marcaron épocas constructivas en la ciudad de San Pedro Sula.

Los estilos representativos de la arquitectura funeraria. Cementerio General San Pedro Apóstol. San Pedro Sula, Honduras C.A. Indrira Molina José Ángel Rodríguez Honduras

Ubicación geográfica 51 El cementerio General de la ciudad de San Pedro Sula, se ubica entre la cuarta y siete avenida, Barrio Lempira, el cual está saturado de monumentos funerarios pertenecientes a distintas épocas, así mismo, se identifican formas de concebir el entorno urbanístico. Para ingresar al lugar, tiene cinco accesos, siendo la principal, la entrada norte, donde termina la avenida de los Leones o prolongación de la quinta avenida, once calle, es el cementerio más antiguo del Municipio.

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Un vistazo al “Museo de Cielo Abierto” como se le conoce al Cementerio General, San Pedro Apóstol, es suficiente para entender en el contexto museográfico que a lo largo de ciento cincuenta años aproximadamente de existencia, nos permite comprender el valor patrimonial y la riqueza que encierra este sitio de interés público. El cementerio se enriqueció con los aportes de maestros de construcción, arquitectos, albañiles, quienes fueron portadores de estilos y técnicas propias de su época en que les toco desarrollar su trabajo. En otros casos, a petición de las familias dolientes, se da una serie de diseños que responden antiguas tradiciones y percepciones filosóficas - religiosas, que nos permiten auscultar el pensamiento de varias generaciones de sampedranos. Se sobre entiende en la diversidad de estilos de arquitectura de la ciudad, que estas se reflejan en los distintos ejemplos de esos estilos que se aprecian, es un fiel reflejo de lo que ofrece el cementerio o viceversa, al visitante en general. Las muestras funerarias son indicadores de las construcciones en la ciudad. Lo cierto es que sí se puede entender la articulación de varios estilos arquitectónicos locales, algunos no tienen comparación con otros lugares del país. Hay evidencias de estilos que solo se desarrollaron en las ciudades de La Habana, Cuba y en Santo Domingo, República Dominicana. 50 Por ejemplo el estilo y art déco.

Imagen 1. Croquis de localización del Cementerio General.

Introducción Esta ponencia se enfoca a exponer a grandes rasgos, los estilos arquitectónicos o la influencia de varias corrientes artísticas que se

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Se le atribuye a Francisco Méndez Labbe de la Pontificia Universidad Católica, de Chile, por primera vez, aparece como manifestación pictórica expresada en murales diseñados para ese fin, en un circuito del cerro Bellavista, ciudad del Valparaíso. Sin embargo, el Cementerio Cristóbal Colon, ciudad de la Habana, Cuba, se le atribuye el estatus de “Museo de Cielo Abierto”. Francisco Raúl Méndez Labbe. Pintor. Nació en Santiago el 15 de junio de 1922. Estudió arquitectura en la Pontificia Universidad Católica de Chile. 50 El art déco (también llamado art decó e incluso art deco) fue un movimiento de diseño popular a partir de 1920 hasta 1955, en este mismo periodo se establece en la costa norte de Honduras, siendo su representante Héctor Bustillo Oliva.

51 De acuerdo al contenido de las actas municipales, se establece que entre 1850 a 1870 aproximadamente debió existir un camposanto en lo que hoy es las instalaciones de la telefonía hondureña, exactamente entre la quinta avenida 4 y 5 calle sur oeste, el que se abandonó, hasta la apertura actual del cementerio.

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proyectaron en la arquitectura, las artes plásticas, los murales y en artes menores, en el Cementerio General, Apóstol San Pedro, de esta ciudad, lo cual es notorio en varias ciudades de América, se pueden reflejar en la arquitectura urbana y por supuesto, en el caso de Honduras, en los cementerios municipales, aparecen como rasgos o agendas de una época de desarrollo o decadencia en una ciudad. Lo que se observa en las Siete manzanas y 2/4 de terreno, es suficiente como para que las autoridades y los dolientes, se animen a rescatar e incorporar al inventario de bienes patrimoniales, la arquitectura funeraria, que es una oportunidad única de aprender, asimilar, reconocer que las generaciones de sampedranos que nos antecedieron, realizaron proezas imborrables por convertir la ciudad en un polo de desarrollo. Esta ciudad fue fundada por el Conquistador Pedro de Alvarado un 27 de junio de 1536 con el nombre de Villa de San Pedro Puerto Caballos, pero el asentamiento nunca se desarrolló, es por ello que no se identifican camposantos de ese periodo colonial, ni ermitas que indiquen la ubicación exacta del asentamiento. A través del cementerio, se puede obtener información hasta mediados del siglo XIX, sobre la ciudad, hasta nuestros días, por ello, se pretende auscultar, explorar, todo lo concerniente a las familias que están representadas en los mausoleos, templos, capillas. Es de aclarar que se han perdido valiosos ejemplares de monumentos por la ignorancia de los deudos y por la irresponsabilidad de las autoridades municipales que continúan siendo unos “analfabetas de afecto”, incómodos políticos que su anhelo se limita a la ambición y el deseo de notoriedad. Es meritorio resaltar que se tratará de conjuntar esfuerzos con la Dirección del Archivo Histórico, de esta ciudad -gestor del proyecto “Museo de Cielo Abierto”. Una serie de publicaciones relacionadas o vinculantes con el patrimonio histórico cultural y edificado del municipio. El archivo ofrece la custodia y control de la documentación que surja de los distintos procesos administrativos siendo en sí, el propio cementerio, una unidad documental histórica. En el panteón, se observa una arquitectura ecléctica, neoclásica, con rasgos góticos, mudéjar y árabe andaluz, arabesco. Los bellísimos ejemplares están en proceso de deterioro y pocos fondos económicos tienen destinados a este lugar para su restauración. Las autoridades no tienen todavía un plan de contingencia para hacerle frente a la restauración y el vandalismo que cada vez aumenta sin

control, impera la ley del más fuerte. En nuestra propuesta, se ilustrará la presencia de aquellos edificios, que por sus ejemplares, son indicadores de un solo o varios maestros arquitectos que por una razón u otra, diseñaron construcciones de edificios, viviendas entre otras, dentro y fuera del cementerio. El conjunto de estilos y tendencias estilísticas que Marcan las diferencias arquitectónicos en el terreno, son indicadores de épocas, de las tendencias e intereses del arquitecto o de la influencia que ha ejercido determinado pensamiento vanguardista en la arquitectura de la ciudad. En algunos edificios para el caso, aparecen cornisas de estilo gótico o columnas dóricas, salomónicas decoradas en bajo relieve con grecas en series, espírales u otros motivos que llaman la atención, como figuras geométricas, zoomorfas, isomorfas, fitomorfas o simplemente rasgos sobresalientes en la decoración. Las personas observan el bulto, ósea el monumento, pero no se detienen a observar los detalles arquitectónicos, esculturas adosadas a la construcción. Estos elementos iconográficos, no es un referente cultural en la memoria colectiva comunitaria o de algún gremio, sin embargo, su rescate obedece a que debe estar en ese imaginario popular para aprender de ellos, destacar su importancia en los módulos de formación didáctica de los estudiantes. Los monumentos tanto como las reliquias que están esparcidas en el recinto, tienen múltiples significados colectivos y por familias como referentes distintivos. Su valor histórico religioso o arquitectónico, surge porque es una evidencia real que no se puede desconocer, pero adquiere mayor importancia e interés porque en otras ciudades de hispano América, se están protegiendo los cementerios y declarándolos como patrimonio funerario, puesto en valor arquitectónico al público como centros de recreo y aprendizaje. Nosotros creemos que su valor histórico y monumental, es determinante en este momento en que se pretende realizar el inventario del conjunto de edificio se debe describir sus rasgos. Con base en este instrumento de verificación archivístico, se pretende allanar el control y socialización de lo que se identifica en el recinto sagrado. El contexto sociográfico Se entiende como tal, el tejido social que los constituyen procesos diacrónicos y sincrónicos que sobre la marcha, han incidido en la formación del asentamiento de la ciudad de San Pedro Sula, así también, su acelerado

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crecimiento, en la mayoría de los casos, en una expansión superficial desordenada, tal cual como se observa en el principal cementerio de la ciudad motivo de este tema. Nuestro aporte teórico sobre el Cementerio General de la ciudad de San Pedro Sula, está enfocado a la identificación del mismo, como referente histórico, cultural, en cuyo espacio arquitectónico, se manifiestan diversos escenarios mágicos religiosos, así como patrones de conducta de los antiguos pobladores de esta ciudad. Se puede constatar, que a lo largo del siglo XX, el cementerio se enriqueció con manifestaciones artísticas, la mayoría en las fachadas de los monumentos como en art nouveau y art déco muy notorio en edificios públicos y casas señoréales en la ciudad, 52 entre otros arquitectos, destaca Héctor Bustillo Oliva , exponente de este último estilo del cual abundan en el camposanto. A principios del siglo XX, prevaleció la tumba tambor a flor de tierra de muy buena calidad y manejo de los materiales, fue común en los cementerios del Caribe y es un fiel representante de este cementerio. Se cree que fue introducida por los ingleses en el Caribe y los ejemplares suman un 22 evidencias, donde es fácil, notar como el estilo se fue modificando y se fue empleando cemento y remplazando el “ladrillo obrero” por el bloque compacto de cemento sobre ésta.

Imágenes 2, 3, 4, 5 y 6. Ejemplos de tumbas barril o tambor. Fuente: Archivo de Eliseo Fajardo Madrid.

Rasgos arquitectónicos No existe un patrón pre establecido en el conjunto de edificaciones, son pocos monumentos en lo que se muestran rasgos ordenados, sin la presencia de otros estilos, sin embargo, la mayoría denotan una fusión de trazos que señalan los conocimientos que en ese entonces tenían los constructores, pero eso se dice que los estilos arquitectónicos son eclécticos. Por lo tanto, la distribución espacial de los rasgos arquitectónicos que se le puede atribuir representaciones fidedignas de una época de la ciudad, o de una familia, se vuelve muy complejos y se elevan los costos del inventario. La arquitectura tradicional que ofrece la museografía del cementerio, es un fiel reflejo de patrones culturales, indicadores de la pobreza en los acabados internos y externos, lo cual lo refleja el tipo de sepultura o los contenedores funerarios, que en su mayoría, tienen

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El arquitecto apareció en el escenario urbanístico a finales de la década de 1920 e impulso en el ámbito local sus propias creaciones estilísticas, haciendo énfasis en el estilo art déco, el que le dio un cambio al paisaje de las construcciones en la ciudad. Este estilo, compitió con el estilo victoriano, procedente de New Orleans. Fue egresado de la Universidad de Liverpool, Inglaterra. Nació en Juticalpa, Olancho el 2 de febrero de 1900, y murió en la ciudad de Chicago, EUA, se ignora la fecha de fallecimiento pero aconteció en el año de 1960.

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ejemplares de una arquitectura elemental, en extremo inadecuadamente construida desde mausoleos, capillas, sardineras, contenedores familiares, hasta de tres nivel y nueve gavetas o depósitos en forma de nicho. Que responden a situaciones económicas precarias. Los que tienen excedentes económicos, invertirán en la suntuosidad decorativa de un monumento o una tumba a flor de tierra o agregar remates es estilístico, se ve claramente que los niveles de percepción de su realidad es indicador de un apego al bien patrimonial y una búsqueda del equilibrio entre ornamentación, estilo arquitectónico y memoria histórica de familia, por lo tanto, hay aperturas de un pensamiento evolucionado. Nuestro cementerio, tiene significados de lo urbano y lo rural, no solo como antecedente de lo que fue la ciudad, apenas hace setenta años, sino por ser una arquitectura popular. La ciudad como expresión de desarrollo y establecimiento en términos generales de estilos de vida modernos, tiene que mostrar estos mismos estilos en las construcciones de este cementerio, pero la apertura de nuevos cementerios como Jardines del recuerdo, ofrece ese estatus de modernidad, por la panorámica de su superficie para el terraje, a esto hay que decir que existen ciertas normas de urbanismo establecidas con antelación para permitir que el paraje sea atrayente. Este cementerio Jardines del Recuerdo- es una creación de nuestro tiempo posmodernista. La arquitectura popular no ofrece formas artísticas agradables, emblemáticas y representativas de un estilo arquitectónico, por el contrario, no rige ninguna regla de control sobre este tipo de sepultura, este proceso de decadencia de la arquitectura popular funeraria deja mucho que desear en el embellecimiento del espacio funerario. En este escenario de lo tradicional, prevalece lo funcional, aun violando las reglas sanitarias hasta la temeridad, alcanza complacencia fortuita y de manejos fuera dela ética de los controles administrativos, dando lugar a que el albañil bajo el efecto del menor esfuerzo, soluciones estéticas inesperadas, improvisadas, este tipo de decisiones no están dentro de la normativa, son decisiones a priori e individuales entre el albañil y el demandante de la obra. Es evidente que hay muchos rasgos del neoclásico en este cementerio, inclusive se refleja hasta en el volumen de la estructura monumental. Parece increíble, pero aun se usan los símbolos, decoraciones de antiguas, rasgos de frontones griegos, columnas dóricas, estriadas, capitel sin molduras y columnas jónicas y salomónicas aunque no son abundantes si aparecen en distintos edificaciones. Estas columnas esbeltas están apoyadas sobre las bases, fustes escalonados de varios metros,

capitel decorado con volutas, franjas lisas y molduras libres de decoración, cúpulas y bóvedas, la mayoría de las columnas están construidos con mármol blanco. Existen otras expresiones artísticas, que se le pueden atribuir a varios estilos arquitectónicos aun no identificados, que están entre mezclados en varias edificaciones, por razones de espacio, no se describen. Sin embargo se exponen algunas de las más representativas: Las líneas rectas dominan sobre las curvas en algunas construcciones monumentales, escasos adornos de bulto. Los frontones triangulares y circulares se denotan decoración más sencilla y simétrica. El uso de mármol y marmolina, como el uso del hierro se ve fusionado con los antiguos rasgos neoclásicos. Las características más destacables que se observan en las construcciones funerarias son las siguientes: resaltes y frisos con grecas, columnas conmemorativas, arcos de medio punto, obeliscos .en resumen, prevalece el eclecticismo donde se mesclan varios estilos y decoraciones procedentes de otros ámbitos sociales, incluyendo los locales. Estas evidencias son marcadores representativos de eventos históricos y sociales que sirven para la identificación de algunas áreas de la ciudad, donde determinado estilo arquitectónico se trunca, el caso de las casas solariegas, sobre pilotes de ladrillo de estilo victoriano, muy comunes en los Barrios de Guamilito y el Benque, ubicados en el centro de la ciudad. Estas casas, una a una van desapareciendo, porque los herederos, consideran que el valor monetario de la tierra ha subido por lo tanto obtendrán mejores ingresos, si en los predios se construyen edificios modernos, así que son demolidas para darle paso a estilos arquitectónicos sobrios, sin decoración, como bloques rectangulares uniformes, lo que se conoce como posmodernismo. Al igual que los estilos arquitectónicos del cementerio, se puede observar, a los constructores como José Canelos de origen español y a Federico Wilson que a principios de siglo, fue el constructor por excelencia de las casas de madera de dos plantas y así otros tantos, que se localizan en los archivos, quienes igual que la ciudad eran contratados para realizar trabajos de albañilería en el panteón municipal. Por otra parte, se establece como parte del inventario, los elementos decorativos y los rasgos de los mismos, como parte de un sistema de simbología, aun sin identificar y estudiar para determinar su origen. A su vez, componentes iconográficos respecto a lo siguiente:

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Imagen 7. Ejemplar de arquitectura árabe. El estilo arabesco: elaboración repetitiva de formas geométricas concéntricas, en formas de plantas, arco de medio punto sostenido por series de columnas. Fuente: Archivo de Eliseo Fajardo Madrid.

El contexto físico del monumento, su ubicación y asociación a otros edificios representativos del mismo estilo, la distribución espacial de los rasgos arquitectónicos en la fachadas, remates adherido a los mismos, comparación de los rasgos arquitectónico/estilísticos presentes en la ciudad y en los monumentos funerarios. De esta manera, establecer épocas constructivas, sistemas de enterramiento, artefactos culturales asociados a capillas, a los entierros, así también, a los estilos arquitectónicos, para ello, se emplea el marco conceptual del contexto arqueológico y las técnicas de archivísticas, al margen de apoyarnos en otras disciplinas, como la antropología física, la etnohistoria, la demografía y geografía humana. Lo que se podría destacar como arquitectura hondureña, indicadores particulares de estilos arquitectónicos, procedentes de la costa norte; por ejemplo: pequeñas capillas con cúpula adherida a su estructura con decoración de ataviadas formas de lazos y ramas vegetales.

Imagen 8. Pequeña capilla con cúpula adherida a su estructura con decoración de ataviadas formas de lazos y ramas vegetales. Fuente: Archivo de Eliseo Fajardo Madrid.

El Cementerio Chino Es una sección del cementerio General Apóstol San Pedro, que tiene una área de 29.m. x 10.70. En este sitio se han identificado 14 estructuras físicas, una entrada palaciega, dentro del sitio y diversas manifestaciones como tumbas sobre plataformas. Los muestrarios que aparecen en el espacio funerario, se caracterizan por la distribución de las unidades rectangulares que se unen para formar un todo representativo.

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anterior se manifiesta en los rituales cuando acuden a las tumbas, las que se elevan del suelo ya sea por terraplenes o pilares, dichos soportes protege de la humedad que brota en el subsuelo, tiene la función para manifestar su recordatorio a los difuntos. La altura de la plataforma depende del tipo de tumba que desean construir. Cementerio judío Se localiza en la parte oeste del cementerio en la séptima avenida entre 11 y 13 calle, limita al sur con el cementerio Chino, tiene una área 21.40 x 21.40 y está protegido por una barda de hierro y arranques de cemento se encuentra en buenas condiciones de conservación

Imagen 9. Cementerio chino. Fuente: Archivo de Eliseo Fajardo Madrid.

Combina en este recinto, diferentes tamaños de los depósitos los cuales tienen un orden jerárquico, con base a las familias que están representadas en cada tumba. La importancia cultural de este diseño es que lo rige el principio de armonía y uso adecuado de la simetría en su conjunto. Es notoria la distribución espacial de las tumbas, se distingue por una parte, la modestia y el orden, por otra, los distintos componentes iconográficos fusionados entre sí. Las primeras lecturas que se realizan del mosaico de significados que emanan de las tumbas, es un conjunto de símbolos que por su naturaleza, estáticos y sedentes, otros dinámicos, cargados supuestamente de mensajes ocultos, indescifrables. Todos los edificios oficiales, templos, palacios, tumbas, se rigen por el principio enunciamos arriba, equilibrio de las partes en un todo y simetría que encierran en ambos casos, misterio y mensajes hacia los deudos, a quienes encuentran en ese equilibrio fuentes de paz interior. Todo lo

Imagen 10. Sepulcros judíos en el Cementerio General Apóstol San Pedro. Fuente: Archivo de Eliseo Fajardo Madrid

Conclusiones Cada vez que en el proceso de investigación e inventario del patrimonio, se descubren detalles asombrosos en la arquitectura del lugar. Surge la pregunta ¿quién y quienes asumirán la responsabilidad de invertir fondos económicos para recuperar valiosísimas muestras artísticas que se identifican en el cementerio? Lo que no se debe perder de vista, es que esos ejemplares de arquitectura, expresan los sentimientos, la creatividad, la habilidades y sobre manera, un intenso deseo por dejar para la posteridad lo que fueron las generaciones pioneras del desarrollo de la ciudad, por supuesto, el legado cultural de europeos, norteamericanos, mexicanos, chinos, árabes y judíos.

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Creemos fielmente que nosotros los que disfrutamos de avenidas amplias, de las escuelas, universidades del municipio, en fin, imagínese que solo movemos una perilla de una llave y emanan agua, sin tener que ir a buscarla a un pozo o manantial, por igual, disfrutamos e legado arquitectónico civil y funcionario. Porque es un derecho irrenunciable. Además el deseo de saber quiénes están enterrados en el entorno funerario, es innato al ser humano, lo interesante es su asociación al lugar donde está enterrado, a la tumba, la capilla, el mausoleo que nos está diciendo sobre los restos humanos que yacen dentro de los nichos. La cobertura intercultural que se puede desarrollar en el contexto de “Museo de Cielo Abierto”. Implica comprender que es un trabajo interdisciplinario que se inicia con las investigaciones arqueológicas y se prolonga hasta lo que se puede ofrecer al público, como las guías educativas, el inventario de los bienes patrimoniales, un catálogo de los distintos estilos arquitectónicos, genealogías de personajes históricos. Si esto se lograra, la ciudad tendría un lugar de recreo y desarrollo educativo dentro de la educación informal. En ese sentido apostamos a continuar con el proyecto, hasta delegar a otros funcionarios este legado de entereza y poder de convocatoria Cada generación o varias generaciones de ciudadanos en una sociedad, tienen distintivos que los representan y los marcan para siempre, tanto así, que lo que dejaron como evidencia de su participación en la sociedad, para los que desconocen ese tipo de huellas de marcador, ignoran lo que encierra en sí, lo que ofrece como aprendizaje. El que visita el cementerio tiene derecho a ser informado, y a informarse, asumir a la ausencia del ser querido desde el momento en que lo deposita en un nicho funerario y se cierra la gaveta, a partir de ese momento, puede renunciar a ese recuerdo, sin embargo, o por el contrario, defender el lugar y conservar el bien funerario, pero la descendencia: hijos y los nietos poco o nada sabrán de los parientes enterrados en ese lugar y rara vez se interesan por lo que está allí depositado. Este es el punto culminante de la arquitectura funeraria, que los que construyeron las edificaciones sabían lo que estaban haciendo, pero los nietos o la descendencia en general, poco o nada les importa, por lo tanto, invertir no es negocio, es entonces cuando la municipalidad debe de ser el socio más importante en la conservación del patrimonio arquitectónico funerario y debe informar y socializar ese patrimonio en la población. La descendencia trata de seguir su rumbo sin que lo atrape el pasado, pero ese pasado con sus huellas puede que le ofrezca la

oportunidad de comprender el tiempo que sigue, de conservar la memoria, identificar los eventos históricos y sociales que marcaron la diferencia, modificaron el rumbo de sus vidas, irrumpieron la tradición o crearon nuevos paradigmas, pero los protagonistas antiguos, no actuaron solo, ciñeron sus actos, a un marco jurídico que quizá sigue vigente y que también marcan la vida y los paradigmas de la descendencia. El registro de quienes fueron los protagonistas, el modo y a la fecha en que ocurrió digamos el nacimiento de un hijo, la muerte y entierro de un pariente que lego significados, simbolismos patrimonio económico, es el que se debe actualizar, volver eficiente el levantamiento de la información, para posesionarnos de ese patrimonio y socializarlo a la vez. Es indiscutible que también el cementerio refleja, la decidía, el desorden y la falta de una visión integral, porque se nota en el contexto funerario, lo que dejo de hacer y pudo hacer, las corporaciones municipales, a favor de la protección del patrimonio cultural, histórico y edificado. Actualmente las autoridades municipales ignoran, lo que existe dentro del cementerio, son ” ciudadano pasivo”, “autoridad pasiva”, solo percibe la muerte, las evidencias físicas, lo que dejaron sus congéneres, sus padres, pero no es dueño de esa herencia, permite que se destruye, igual que los antecesores que la destruyeron a favor de sus intereses personales, aprendió a envejecer atesorando estigmas, bienes absolutos, inmóviles y hasta cierto punto, decadentes y se duerme en el limbo, hasta que deje de funcionar su ser biológico, porque el ser social, lo perdió desde el momento que le entregaron una cedula de identidad y obtuvo el derecho a la ciudadanía. A partir de ese momento no recurrió a la búsqueda de mecanismo para hacer de esa ciudadanía una memoria histórica activa, beligerante y en acción socializante de manera permanente, no estamos lejos de retratar al antiguo o actual servidor público, llámese regidor un jefe de cementerios o el ciudadano común y corriente. Imposible negar que la sociedad, hace participe al ciudadano distintos canales para ejercer el derecho a la memoria colectiva, pero en el caso del cementerio y sus bienes patrimoniales y reconocer en ellos, los estilos arquitectónicos y de esta manera, el ciudadano se apropie de ellos y se eduque con ellos, se requiere no solo de integrar los rituales que acompañan el enterramiento, las costumbres, los rituales funerarios para el abordaje y el sentir plenamente la libertad que le confiere esa ciudadanía. Será quizá con anticipación, en algún momento de su historia social protagonista activo o pasivo, observador itinerante en la construcción de ese patrimonio o por el contrario,

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será un ser social decadente dentro y fuera del engranaje gubernamental y ajeno a su propio protagonismo.

Bibliografía  Bobadilla, Perfecto H., Monografia Geográfica e Histórica de San Pedro Sula. IV Centenario de su fundación 1536-1936. Ed. Librería Cuello, San Pedro Sula, Honduras.  Fajardo Madrid Eliseo, El Cementerio General de la Ciudad de San Pedro Sula: Hacia una metodología de la Investigación. Archivo Histórico Municipal 2010  Rodríguez R., José Ángel. Biografía Héctor Bustillo Oliva, Universidad Privada. San Pedro Sula, 2008.

Documentos  Carta Internacional para La Gestión del Patrimonio (1990), Comité Internacional para la Gestión de Patrimonio Arqueológico. (ICAHM) adoptada por la Asamblea General de ICOMOS en Luisiana 1990. Manuscritos (Fondo Documental Actas)  Libros de Actas # 3, folio 37, identificado con el número # 3, estante número# 2, sección: 3, anaquel: 1 (23 de Enero de 1887), fundación de Cementerio General.  Libro de Actas # 46 Punto número 14, identificado con el número #118, folio 85 estantes # 2, sección 5, anaquel 3. (4 de Enero de 1987). Se aprobó la prohibición de venta de lotes en el Cementerio General, Apóstol San Pedro. Entro en vigencia el 1 de enero de 1988.Declaratoria de Cementerio Patrimonial 17 Enero del 2013.

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La huella de dos cementerios en la Ciudad de México

Repasando el sitio y su historia a través de la cartografía Consideramos que la posibilidad de reconstruir, ubicar y relatar la historia del sitio a través de documentos cartográficos mostró registro, evolución y permanencia, o en su caso, cambio de adscripción y de emplazamiento de los dos panteones en estudio. De esta forma hemos revisado planos, mapas, fotografías áreas y documentos, de diferentes épocas que han revelado las diferentes condiciones que vivieron y evolucionaron nuestros objetos de estudios: el panteón Americano y el Inglés. De tal manera, tenemos proyectos del siglo XVIII y hasta el siglo XX, que de una manera u otra intervinieron, modificaron o conservaron tanto el sitio como su diseño. De ellos, destacamos aquéllos que son significativos para nuestro propósito: la pervivencia de uno y la destrucción y olvido del otro. El recorrido cartográfico que iniciamos a continuación nos da pauta para dar cuenta de su historia: revisamos información de un lapso de más de cien años, que incluye proyectos, propuestas y realidades edificadas para la Ciudad de México, los límites del Distrito Federal y la municipalidad de Tacuba.

Irene Pérez Rentería México

Introducción La huella de dos cementerios en la Ciudad de México tiene la intención de conocer el origen, formación y desarrollo de dos panteones que si bien nacieron a mediados del siglo XIX, se mantuvieron hasta principios del siglo XX y por qué sólo uno de ellos subsistió en el tiempo y del otro quedaron sólo huellas. El antiguo panteón Americano (1850-1823), conocido como Cementerio Nacional Americano o US National Cemetery, contiene los restos de los militares caídos durante la guerra de México con Estados Unidos(1846-1848), así como, soldados estadounidenses fallecidos en nuestro país, familiares de ellos y civiles hasta principios del siglo XX. Del Británico o Inglés, sólo ha quedado un hermoso testigo de su tiempo y casi por desaparecer el panteón, se construye un valioso testimonio arquitectónico: la Capilla Británica. De lo que era el panteón sólo queda un parque de regular manufactura: el Parque de los jóvenes o parque Virginia Fábregas y el Centro Cultural Juan de Ruiz Alarcón, con escaso mantenimiento pero de permanente actividad. La travesía que hemos emprendido por los panteones: su historia y su arquitectura a través de documentos, cartografía e imágenes permiten conocer poco a poco su vida, sus personajes, los cuerpos que han sido removidos de sus sepulcros, y después depositados en columbarios y otros, que han sido abandonados a su suerte en el tiempo y en el espacio de esta pequeña porción del Distrito Federal. Gracias a ello, se nos ha abierto una puerta para el estudio y análisis de los antiguos y los nuevos panteones Americano y Británico, que acompañan al Español, el Alemán y el “Monte Sinai”, por el rumbo de la Calzada México-Tacuba. Por ello, este trabajo tiene como propósito 53 presentar el avance de la investigación relacionada con estos panteones.

El sitio y sus alrededores En 1793, Ignacio de Castera en su proyecto de control del crecimiento de la Ciudad de México, propone la construcción de una zanja cuadrada que restringiera el acceso a la ciudad a través de cuatro accesos controlados por 54 medio de “las garitas de control de la aduana”. En este documento, Castera muestra el límite de acceso a la Ciudad de México y las garitas que debían de conservarse; al poniente y fuera de este límite incluye a la Garita de San Cosme, ubicada en la calzada del mismo nombre que iba del Paseo de la Alameda hacia el pueblo de Tacuba. Los terrenos que rodean a la garita aún se encontraban despoblados. De un año después, en 1794, existe un mapa con proyecto para una nueva calzada que sería la Avenida de los Insurgentes de nuestros días; en él se muestra una zona delimitada al norte, por la calzada de Tacuba y Popotla; al sur, la calzada y arquería de Chapultepec y al poniente, por la Calzada de la Verónica y el Acueducto de Santa Fe. Los solares en 54

Ignacio Castera, Plano de la Ciudad de México de las acequias de su circunferencia y de las trece garitas que tiene para el resguardo de rentas reales con expresión del proyecto para reducir dichas acequias a figura regular con solo quatro entradas por tierra a los quatro vientos principales y otra por agua; dispuesta de Orden del Exmo. Sor Virrey Conde de Revillagigedo. Por el Mtro mayor de esta N. C., Dn Ignacio Castera. Año de 1793, 1793, 66 x 46 cm., s/e, s/o, tinta y acuarela. Véase “Garitas, lámina 226”, en Sonia Lombardo de Ruiz, Atlas Histórico de la Ciudad de México, México, Smurfit, Conaculta, INAH, 1997, tomo II, pp. 16 y 17.

53

Agradecemos la atención y guía del Archivo Histórico del Distrito Federal, su Planoteca y Biblioteca; de la fototeca de ICA; del superintendente del Cementerio Nacional Americano, Héctor de Jesús, de Máximino Saldaña y del Archivo Alberto Orrin.

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Británico, ubicado entonces en la Municipalidad de Tacuba y hoy, por causa de cambios de linderos, en la jurisdicción de la Ciudad de México. 56

Casi 20 años después, en el plano de la Ciudad de México de 1844, se observan al poniente garitas, calzadas, ciudades, pueblos y haciendas del Distrito Federal, como: el pueblo de San Antonio de las Huertas, la Casa de los once mil árboles, la Casa Blanca y la Hacienda de la Teja, así como la Garita de San Cosme; los ríos de San José o del Consulado y de San Joaquín, y la Calzada de la Verónica, al poniente. Por cuestión de escala, solamente fue posible ubicar la zona del panteón 57 Británico. En 1851, el gobierno mexicano otorgó el permiso para el 58 funcionamiento del panteón Americano. Ese año, en la cartografía de la 59 Ciudad de México con “expresión de haciendas y ríos”, cercano al rancho de Santo Tomás, frente a la Casa de los once mil árboles y sobre la Calzada de la Verónica se incluye el terreno que ocupan los panteones (véase imagen 2).

Imagen 1. El Panteón Británico se ubicaría en un solar cuyos linderos fueron la Calsada de la Verónica y arquería de Santa Fé (23), Río de la Verónica (25) Camino de Tacuba y Popotla (9), Calsada de San Cosme y garita de ese nombre (14), en Tierras del Estado y Marquesado del Valle (23).55

En 1816, con base al plano de Mascaró y Fabregat de 1791, Del Mazo y Avilés, maestro mayor de la Ciudad de México, dibujó las garitas del resguardo que se conservaron, entre ellas, la Nueva Garita de San Cosme, sin huella aún del solar destinado para los panteones; en el mapa se incluye al “Paseo de la Tlaxpana”, desde la Alameda hacia la Garita de San Cosme, y a ésta. El gobierno mexicano, en 1824, dona al británico, un predio situado 56 “Contrato que celebran, de una parte el H. Ayuntamiento de la Municipalidad de Tacuba y de la otra, la Sociedad Británica de México…”, 1826; véase en Proyecto que hace la Sociedad Británica en México para abrir el Panteón Británico en el Municipio de Tacuba, AHDF, Ramo: Municipalidades, Sección Tacuba de Morelos, Caja 38, Ramo: Panteones, Año: 1928, Mes: Febrero, exp. 8. Inv. 38. 57 Anónimo, Plano de Distrito de la ciudad de México levantado por una comisión de Gefes y Oficiales del Estado Mayor General en el año de 1825 y reducido por uno de ellos en el de 1844, 1844, 39 x 22, con escala, con orientación, tinta sobre papel; véase “Distrito Federal, lámina 26”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 100 y 101. 58 Ethel Herrera Moreno, Restauración integral del Panteón de Dolores, México, INAH, 2007, p. 19. 59 Véase Plano núm. 1, AHDF, Planoteca, Plano de la Ciudad de México, con expresión de haciendas y ríos, [1851], medidas: 75 x 70.5 cms, año de restauración: 2003. Clasificación original: Módulo 8, planero 1, fajilla 45. Ubicación Topográfica: Planero Horizontal 2, Gaveta 1.

…en la esquina de la Calzada de Tacuba y la Calzada de la Verónica, para formar en él, un Cementerio para Súbditos Británicos y para los Protestantes, conocido con el nombre del Panteón Inglés o Cementerio

55 Anónimo, Plano que manifiesta, las Calsadas y Paseos que hay por la parte del Poniente de esta capital de México, entre las dos Arquerías de México de agua y circuito de ellas, demostrándose la nueva que se intenta hacer desde la Garita del Calbario, hasta los bonetillos de la del Agua de Chapultepec, 1794, 43 x 63, sin escala, con orientación, tinta y acuarela sobre papel. Véase “Garitas, lámina 227”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo II, pp. 18 y 19.

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proyecto de limpia y desagüe realizado por el Ministerio de Fomento, ubica la propiedad en la esquina de la calzada para la Verónica y la Rivera de San Cosme y en el recuadro de “Parroquias, Iglesias y Establecimientos Públicos”, es identificado con el número 113 y el nombre “…de Protestantes” 62 (véase imagen 3).

Imagen 2. En el plano se observa una importante edificación en el sitio en donde estaría ubicado el panteón Británico, en la esquina de la calzada de la Verónica y Cañería de Buenavista; sin embargo, el panteón Americano no es inlcuido. 60 Imagen 3. Identificado con el número 113, el “Panteón de Protestantes”, muestra sólo dos edificios –del panteón Inglés- en la esquina de la Verónica y San Cosme, cerca de la Garita del mismo nombre. 63

Doce años más tarde, en 1863, ya encontramos el predio ocupado por los dos cementerios, bordeando el río de los Morales o de San Juan y la Calzada para la Verónica –al poniente de ésta- de frente a la Ribera de San Cosme y al rancho de Santo Tomás. Se trata de un terreno inserto en otro de gran formato con escasas construcciones en la Tlaxpana. El predio en cuestión –sin nombre- parecería corresponder a los panteones de nuestro estudio y muestra dos secciones de formato casi rectangular. El que da frente a la calzada de San Cosme tiene calles en forma de cruz latina, bifurcándose hacia el norte. El terreno sur, en cambio, presenta diagonales 61 en forma de cruz griega; en ambos predios se ven árboles. En 1867, el

Casi veinte años más tarde, en 1885, los panteones son delineados con un terreno casi rectangular, dividido en dos porciones y en su localización habitual; es decir, entre Río del Consulado y Calzada de la Verónica. En los predios se ve el detalle de sus accesos principales hacia la

morfología del terreno serán objeto de nuestro análisis en el apartado: Un acercamiento iconográfico en los panteones americano e inglés. 62 Véase Plano núm. 054, AHDF, Planoteca, Plano oficial de la Ciudad de México, levantado por el Ministerio de Fomento y por todos sus ingenieros. Proyecto de limpia y desagüe de la ciudad. Dibujo y litografia E. M. Sagrado. Pertenece al Fondo Documental Ayuntamiento, volumen 742, expediente 109, foja 43, 1887, medidas: 129 x 89.3 cms. Clasificación original: Fondo Ayuntamiento, serie Desagüe, volumen 742, foja 43. Ubicación Topográfica: Planero Horizontal 2, parte superior. 63 Id.

60

Id. Anónimo, Plano General de la Ciudad de México, 1863, 47 x 36, con escala, con orientación, impreso en papel. Véase “Siglo XIX, lámina 164”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 380 y 381. En 1889, en el plano de la Ciudad de México elaborado por Juan Bribiesca, los panteones muestran el mismo diseño interior con base a cruces; este diseño de las avenidas y la 61

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Verónica. El terreno está rodeado de áreas verdes, aún sin lotificaciones. En este plano, aprobado por el Ayuntamiento en 1885 y publicado al año siguiente, se ve el diseño arquitectónico de ambos panteones. El Inglés muestra una avenida interior que rodea el predio, entramado de calles y una avenida central que se une diagonalmente con el acceso principal; muestra un muro perimetral y edificaciones en la calzada de San Cosme y la Verónica. En cuanto el panteón Americano, tiene una avenida importante al sur y poniente, el predio seccionado en varias zonas y el edificio principal en el acceso público frente a la calzada de la Verónica (véase imagen 4).

Poniente; los predios colindantes, aún no han sido fincados (véase imagen 66 5).

Imagen 5. Detalle del Plano General de Indicación de la Ciudad de México de 1889, que incluye los los panteones Británico y Americano, la calzada de la Verónica, la colonia San Rafael entre la Avenida Poniente y la Hacienda de La Teja, así como solares de la colonia Santa María. 67

En 1894, fue realizado un plano por la Comisión de Saneamiento, en el que son indicadas las calles en dónde ubicaron atarjeas. En el documento se vuelven a implantar ambos panteones en lotes colindantes, aunque su descripción es sumamente sintética; en él, se aprecian 68 edificaciones ya registradas en el plano de 1885, antes mencionado. Cinco años después, es realizado otro plano de la municipalidad de México que señala los ríos principales, calzadas y caminos del Distrito Federal con uno de sus límites al poniente, la municipalidad de Tacuba. En este documento se muestran el Cuartel Mayor VII, las colonias nuevas: San Rafael, Colonia del Paseo y Santa María; la Tlaxpana, en la Municipalidad

Imagen 4. Plano con recuadro de edificios y establecimientos públicos, realizado en 1885 y publicado en 1886. Si bien en él son localizados como: Panteón Inglés y Panteón Americano, en el recuadro “Edificios y establecimientos públicos”, no son mencionados.65

Posteriormente, en 1889, fue realizada una litografía de la Ciudad de México con cuarteles y nomenclatura de las calles. Este plano está realizado a mayor escala y permite ver los panteones con morfología y ubicación más a detalle, al poniente de la Verónica, esquina con la Avenida

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Véase Anónimo, Plano General de Indicación de la Ciudad de México con la División de los Cuarteles y antigua Nomenclatura de las calles. Publicado por C., Montauriol, Antigua Litografía Debray, Sucs., 1889. “Siglo XIX, lámina 178”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 408 y 409. 67 Id. 68 Véase Plano núm. 18, AHDF, Planoteca, Plano de la Ciudad de México, indica las calles donde hay atarjeas. Realizado por la Comisión de Saneamiento, 1894, medidas: 85 x 60.5 cms. Clasificación original: Módulo 8, planero 1, fajilla 32, s/c.

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Plano núm. 7, AHDF, Planoteca, Título: Plano General de indicación de la Ciudad de México con la nueva división de los cuarteles, nomenclatura de calles, aprobado por el H. Ayuntamiento de 1885 y por el gobierno del Distrito. Recuadro con edificios y establecimientos públicos, 1886, medidas: 90 x 66 cms. Clasificación original: Módulo 8, planero 1, fajilla 9, s/c. Ubicación Topográfica: Planero Horizontal 2, Gaveta 1. 65 Id.

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de Tacuba. En esta zona, y bordeando el Río del Consulado y la Verónica, encontramos los panteones Inglés y Americano, en la Tlaxpana (registrados 69 como Panteón Inglés/Americano) y al sur, la Casa Blanca. En un croquis de 1901, que contiene los límites de la Municipalidad de México, encontramos localizado al poniente del Río del Consulado sólo al panteón Americano, aunque con el nombre de Ex-Panteón Americano 70 (véase imagen 6). Sin embargo, ese año se celebró un contrato entre el Dirección General de Obras Públicas del Gobierno del Distrito Federal y la Sociedad del Panteón Americano, para proseguir con el permiso para el 71 funcionamiento del panteón Americano.

la Ciudad de México, el Distrito Federal y sus alrededores, así como, la existencia y permanencia de los panteones Americano e Inglés con sus predios originales. La ubicación, según fuera el plano ésta fue registrada en ocasiones al oriente o poniente de la Calzada de la Verónica. Con respecto al terreno que ocupaban, se le representó regularmente con dos formatos: rectangular o triangular; o bien, con dos rectángulos compartiendo una poligonal, de formato triangular. En 1903, Antonio García Cubas realiza un plano topográfico con las nuevas calles en la Ciudad de México, en el que ya se incluye el solar bordeado al poniente por el Río del Consulado; el predio se muestra dividido 73 en dos y con un gran rótulo: Panteón Americano. Tres años después (1906), en un plano de la Ciudad de México realizado para el Consejo Superior de Gobierno del Distrito Federal se muestra “el nuevo crecimiento de la Ciudad de México hacia el poniente”. Si bien se conservó el predio de formato triangular que alojara a los dos panteones en San Cosme; por el rumbo de la Calzada de Santa María Atlanco ya se registra como vecino del panteón Español, en un gran terreno de formato casi cuadrangular, el nuevo panteón Americano. Llama la atención que aún se muestra en el terreno original con los antiguos cementerios con un mayor número de calzadas diagonales en el panteón Americano y de horizontales, en el Inglés, diseño a 74 partir de avenidas centrales. De ese mismo año, se realiza el plano de la colonia San Rafael con obras de saneamiento convenidas por Pimentel y hermanos; en él se muestran a la colonia Santa María y la San Rafael, las estaciones de los ferrocarriles Central y del Mexicano en Buenavista, la estación Colonia y entre Río del Consulado y la calzada de la Verónica, localizan un predio con formato triangular designado con el nombre de ambos panteones: 75 Americano e Inglés (véase imagen 7).

Imagen 6. Detalle del Croquis de límites de la Municipalidad de México, que incluye de manera muy esquemática al predio de los panteones de San Cosme, aunque el rótulo dice: Ex Panteón Americano, 1901.72

Hasta este momento, inicios del siglo XX, la lectura de la cartografía urbana nos permitió registrar los cambios y transformaciones que

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Antonio García Cubas (formó); J. Poulamaire, L. (grabó), Plano topográfico de la Ciudad de México formado por el ingeniero Antonio García Cubas, con las nuevas calles abiertas hasta la fecha y los ferrocarriles. México. Publicado por la Antigua Librería de M. Murguía. Coliseo Viejo. 1903,1903, 74 x 56, con escala y orientación. Véase “Siglo XX, lámina 191”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 434 y 435. 74 Anónimo, Plano oficial de la Ciudad de México. Edición especial para el Consejo Superior del Gobierno del Distrito Federal, con motivo de la reunión del X Congreso Geológico Internacional. Septiembre de 1906,1906, sin datos. Véase “Siglo XX, lámina 194”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 440 y 441. Véase más a detalle el trazo de los panteones, en Mauricio C. Castro (dirigió), Ignacio González (dibujó), Plano de la Ciudad de México 1910, 1910; “Siglo xx, lámina 199”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 450 y 451. 75 Véase AHDF, Planoteca, Planos y Proyectos, 1861-1992. Caja 127, exp. 10 (R.3), Plano de la colonia de San Rafael, con indicación de las obras de saneamiento contratadas por los señores Pimentel y Hermanos, 1906, 42.5 x 29. 5, esc. 1:7 500, tinta sobre lino.

69

Véase en Israel Gutiérrez (compiló y construyó), Municipalidad de México, 1899. Según decreto del 28 de julio de 1899 de división del Distrito Federal conforme al proyecto formado por el C. Secretario de Gobierno, Lic. Ángel Zimbrón, 1899, 33 x 28.5, con escala, con orientación, impreso en papel. Véase “Municipalidades, lámina 48”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 144 y 145. 70 Anónimo, Croquis de límites de la Municipalidad de México, 1901, 68 x 75, con escala, con orientación; “Municipalidades, lámina 49”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 146 y 147. 71 Ethel Herrera Moreno, op. cit., p. 19. 72 Anónimo, Croquis de límites de la Municipalidad de México…, op. cit., detalle del mismo.

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Imagen 7. Guillermo B. Puga, Plano de la colonia de San Rafael, con indicación de las obras de saneamiento contratadas por los señores Pimentel y Hermanos, 1906.76

Imagen 8. Proyecto de Guillermo B. Puga, Plano General de indicación de la Ciudad de México, publicado con autorización de la Dirección General de Obras Públicas, 1907.79

En 1907, la Dirección General de Obras Públicas y la Sociedad Americana de Beneficencia para la construcción del Panteón Americano 77 celebraron un nuevo contrato; ese mismo año, se publicó un plano con la autorización de esta Dirección en el que se registró el terreno, que antes compartían los dos panteones, como solo uno, localizado al oriente del Río de Consulado y poniente de la calzada de la Verónica, designado como Ex Panteón Americano; además, en él se muestra la lotificación y ocupación del suelo en las colonias aledañas al panteón: Santa María, San Rafael, Tlaxpana y de Santo Tomás, entre otras. En el mismo documento se incorporaron al Panteón Español y el Americano con su nueva localización, después del pueblo de Tacuba y al poniente de la Ciudad de México (véase 78 imagen 8).

En 1909, en un plano de la Ciudad de México que muestra el desarrollo durante el gobierno de Porfirio Díaz, el predio ya sólo lleva el nombre de Panteón Americano y se encuentra al poniente de la Verónica, 80 en la municipalidad de Tacuba. Un año después, en el plano de la Ciudad de México aprobado por el Ayuntamiento de México, se presentó como un solo terreno que lleva por nombre Panteón Americano; el predio localizado entre Río del Consulado la calzada de la Verónica, se encuentra flanqueado por la colonia de la 81 Tlaxpana y San Rafael (véase imagen 9). Sin embargo, en 1911, el terreno 82 vuelve a registrarse con sus nombres originales.

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Id. A. A. Portilla (litografió y grabó), México en 1810, 1876 y 1909. Plano de la ciudad, su progreso durante el gobierno del señor General de División Porfirio Díaz, Presidente de los EE. UU. MM., 1909, 87 x 60, con escala y orientación. Véase “Siglo XX, lámina 197”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 446 y 447. 81 Véase Plano núm. 084, AHDF, Planoteca, Plano General de la Ciudad de México formado por J. Coudurier, con todos los datos de aprobación del H. Ayuntamiento, 1910, 55 x 46 cms. Clasificación original: Fondo Ayuntamiento de México, serie Alumbrado, vol. 618, exp. 55, foja 16. 82 Anónimo, Plano de la Ciudad de México formado y publicado por la Compañía Litográfica y Tipográfica, S. A., con los datos oficiales de la Secretaría del Ayuntamiento y de la Oficina de 80

76

Id. Consideramos que se refiere al nuevo Panteón Americano ubicado en la municipalidad de Tacuba. 78 Véase Plano núm. 009, AHDF, Planoteca, Plano General de indicación de la Ciudad de México, publicado con autorización de la Dirección General de Obras Públicas. Proyecto de Guillermo B. Puga, escala: 1: 7 500, 1907, medidas: 104.5 x 80 cms. Clasificación original: Módulo 8, planero 1, fajilla 10, s/c. 77

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gran jardín y en 1926 el predio continúo con su forma original triangular en el que se inscriben dos rectángulos con los nombres de Americano y Británico, 85 entre la Verónica y Río Consulado. Probablemente de la misma época sea el plano de alineamiento a escala 1: 400, realizado por la Dirección General de Obras Públicas, calzadas y puentes del Distrito Federal; el documento muestra un tramo de la Calzada de la Verónica, entre las avenidas Poniente 2 y Poniente 4A de la colonia San Rafael; indica el límite del terreno ocupado por los panteones 86 Británico y Americano hasta el Río del Consulado (véase imagen 10).

Imagen 10. Detalle del plano que señala el alineamiento de un tramo de la calzada de la Verónica, entre los panteones de San Cosme, sin fecha.87 Imagen 9. Plano formado por J. Coudurier, fue realizado con base a los datos más recientes del Ayuntamiento en1910. En él se señala con un punto rojo el lugar en donde se planteó el proyecto de un kiosko: la esquina en donde se ubica la Capilla Británica.83

En planos de 1927 (se incluye únicamente al Británico); de 1929 (sólo el Americano); o bien, después del pueblo de Tacuba, el Español y el nuevo Americano (1929); sin embargo, en todos ellos aún se continúa mostrando al terreno antiguo sin modificaciones. A comienzos de los años treinta, en 1932, la Calzada de la Verónica aún se conservaba como tal y el panteón Americano estaba profusamente arbolado, mientras que el resto del polígono, ya ha sido totalmente fincado (véase imagen 11).

En 1923, Juan R. Molina realizó un plano en el que se registraron los límites de la Ciudad; al poniente: el pueblo de Tacuba y la colonia de la Tlaxpana y después del pueblo de Tacuba, los panteones Americano y Español. El terreno original fue representado con su tradicional diseño triangular y se localiza entre el Río del Consulado y la Calzada de la Verónica; importante, es que los panteones se encuentran en el límite con la 84 Municipalidad de Tacuba. Tres años después, en el plano dibujado por Olvera, se ubican al poniente los panteones Español, el “Americano Nuevo”, Alemán y el “Británico Nuevo”, todos ellos sobre el camino a Naucalpan y Los Remedios. Un año antes, el predio antiguo fue representado como un

85

Nomenclatura, 1911, 1911, 80 x 105, con escala y orientación. Véase “Siglo XX, lámina 201”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 454 y 455. 83 Plano núm. 084, AHDF, Planoteca, Plano General de la Ciudad…, op. cit. 84 Juan R. de Molina (constructor y contratista), Plano de la Ciudad de México 1923, 1923, 11 x 91, con escala y orientación. Véase “Siglo XX, lámina 208”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, PP. 468 y 469.

Olvera (dibujó), Plano de México, 1926, 88 x 61, sin escala, con orientación, impreso en papel. Véase “Siglo XX, lámina 212”, en Sonia Lombardo de Ruiz, op. cit., tomo I, pp. 476 y 478. 86 AHDF, Planoteca, Planos y Proyectos, 1861-1992, Caja 233, exp. 11, Plano de alineamiento de un tramo de la calzada de la Verónica entre el Panteón Inglés y Rio Consulado, sin fecha, 1.64 x 0.33 m, tinta sobre lino; Río Consulado antiguamente Río del Consulado. 87 Id.

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Imagen 11. Se nota la arboleda del panteón Británico y el trazo en el predio del panteón Americano, al poniente de la San Rafael, 1932. 88

Imagen 12. Los panteones Británico y Americano, entre el Río del Consulado y la Calzada de la Verónica, arbolados, parecería que no han cambiado, 1936. 89

En 1936, los predios de los panteones originales se mantienen profusamente arbolados, se conservan como entidades independientes y presentan accesos hacia la antigua Calzada de la Verónica (véase imagen 12) y doce años después, los panteones ya no tienen su función original, pero son depositarios de sus ocupantes originales. El terreno que compartían se mantiene sin afectaciones ni reducciones; en el caso del Americano, una calzada central divide una gran área ajardinada, y presenta lo que sería el comienzo de la casa del encargado. El Británico, tenía un arbolado idéntico al de 1934 además de una profusa cantidad de calles en su interior. También se distingue la Capilla Británica en su esquina nororiente, de frente a la calle de la Ribera de San Cosme.

88

FICA, Fondo Aerofotografía, Colonia San Rafael, número de inventario NEG455. Ubicación topográfica DISCO 1, Productor general: Compañía Mexicana Aerofoto SA de CV, 1932, México, Distrito Federal.

89

FICA, Fondo Aerofotografía, Obra 91, Ciudad de México No. 1, 1936, esc. 1: 10 000, Neg: 64 neg.

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Imagen 14. Plano con las colonias Santo Tomás, San Rafael y Santa María; al parecer incluye un proyecto de afectación a las calles de Amado Nervo, Salvador Díaz Mirón, Carpio y Ricardo Flores Magón. A pesar de los cambios propuestos, los cementerios de San Rafael parecen no tener afectaciones.95 Imagen 13. En 1938, se observa la Capilla Británica en la esquina nororiente del panteón Inglés y los predios profusamente arbolados. 90

A comienzos de los años setenta del siglo XX, la necesidad de vías rápidas terminó por afectar a las colonias antes ubicadas en las “manzanas periféricas” de la Ciudad de México, lo que afectó y transformó considerablemente los predios de los antiguos panteones de San Cosme (véase imagen 15). El Americano, con su espíritu de salvaguardar los restos de los oficiales y soldados, cambia su concepto de lápidas tradicionales al estilo estadounidense, para convertirse en una gran área jardinada resguardada por columbarios laterales. El Británico, en cambio, sin defensa patrimonial, termina por desaparecer, convirtiéndose en un centro cultural de regular concepto y factura que combina un área cultural y recreativa con una deportiva.

Posterior a 1940, en un plano que muestra las colonias Santa María y San Rafael se registra el terreno de los dos panteones, como un solo predio y sin denominación; sin embargo sus límites se mantienen: al norte, Rivera de San Cosme; al sur, predios lotificados; al poniente, el Río del 91 Consulado y al poniente, con la Calzada de Melchor Ocampo. El plano muestra una fracción de las colonias Santa María (población de clase media 92 “sobre todo comerciantes y abogados”), San Rafael (con una población de clase media), Tlaxpana y Santo Tomás, colonias que para Dolores Morales 93 “unen a la ciudad con el municipio de Tacuba”. En él, ambos panteones se 94 ven como un solo predio (véase imagen 14).

90

FICA, Obra 92, Ciudad de México No. 2, 1938, esc. 1: 4 700, Neg: 124. La antigua Calzada de la Verónica es designada a partir de 1944 como Calzada Melchor Ocampo. Véase en Margarita G. Martínez Domínguez, La colonia de los arquitectos. A través del tiempo San Rafael, México, Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, Juan Pablos Editor, 2011, p. 97. 92 María Dolores Morales Martínez, La ciudad de México en el siglo XIX, Ensayos urbanos, México, UAM Xochimilco, 2011, col. Antologías, p. 237. 93 Id. 94 Véase AHDF, Planoteca, Plano de una fracción de las colonias Santa María y San Rafael, caja 119, exp. 9, dimensiones 2.18 x 1.05 m., esc. 1:100, cartulina papel mecánico coloreado con lápices de color. 91

95

415

Id.

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jurisdicción de la Ciudad de México. La donación se hizo con el propósito de establecer: “…un Cementerio para Súbditos Británicos y para los Protestantes, conocido con el nombre del Panteón Inglés o Cementerio 98 Británico”. Al respecto, Ethel Herrera menciona “…para dar sepultura a los ingleses fallecidos en el país, principalmente porque no profesaban la 99 religión católica”. Margarita Martínez Domínguez menciona que en el primer tratado entre México e Inglaterra, firmado el 25 de octubre de 1827, se estableció que los ciudadanos ingleses fallecidos en el territorio mexicano tenían privilegio de ser enterrados en el cementerio destinado a ese fin, por lo que les fue cedido un terreno, localizado en los límites de la ciudad, en terrenos pertenecientes a Hernán Cortés y localizados en el “barrio de la 100 Tlaxpana”. De 1910 a 1916, se llevaron a cabo inhumaciones en el Cementerio Británico. Del 10 de julio de 1916, se tiene noticia de la suspensión temporal por orden del Consejo Superior de Salubridad hasta que no se resolvieran 101 “algunas dificultades existentes”. Diez días después, es levantada la 102 clausura por el Secretario General de Gobierno del Distrito Federal. Debido a que el cementerio no cumplía con las condiciones señaladas en el Código Sanitario Vigente, el Departamento de Salubridad Pública ordenó su clausura, aunque existiera espacio disponible para inhumaciones. Con el fin de cumplir con ello y poner en funciones un nuevo cementerio, la Sociedad Británica, …juntamente con su organización filial, la Compañía Repartidora de Lotes S. A. adquirió para el efecto, un terreno adquirió para el efecto, un terreno con superficie de 21.43 Metros cuadrados, en marzo de 1923, en el Sector que abarcan los Panteones Americano, Español, Sirio Libanés y Alemán, colindante con este último, según la descripción de sus linderos… 103

Imagen 15. En 1977, vemos como el Circuito Interior rodea a las colonias Santo Tomás y Santa María la Rivera; su construcción afectó a los panteones, disminuyendo la superficie de los terrenos. De ahí que el Británico, como panteón, termina por desaparecer.96

El Panteón Británico: su historia particular La fundación del Panteón Británico o Inglés comienza en 1824, a partir de la donación que hace el gobierno mexicano al británico. El predio estaba 97 situado en la esquina de Calzada de Tacuba y Calzada de la Verónica, predio situado en la municipalidad de Tacuba, posteriormente en la

98

Proyecto de contrato que presentara la Sociedad Británica de México al H. Ayuntamiento de la Municipalidad de Tacuba, en 1926. Véase en AHDF, Fondo Municipalidades, sección Tacuba de Morelos, Caja 38, exp. 8, inv. 38. 99 Ethel Herrera Moreno, op. cit., p. 17. 100 Margarita G. Martínez Domínguez, La colonia de los Arquitectos, a través del tiempo San Rafael, México, Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, Juan Pablos Editor, 2011, p. 21. 101 AHDF, Fondo: Archivo Municipal de México, Panteones de Santa Paula y Británico, 1917 a 1918, tomo I, 3568, legajo 1, exp. 36. 102 Id. 103 Si bien está registrado como tal, de acuerdo con cuantificación aproximada el número que tenemos es de 203, 012.5 pies cuadrados; es decir, 20.3 acres. Es conveniente decir que la cuantificación la realicé de acuerdo al mapa de Google Earth por lo que hay que considerarlo como un aproximado; todas las medidas concordaban con las unidades del sistema ingles. Véase en AHDF, Fondo Municipalidades, sección Tacuba de Morelos, Caja 38, año: 1928, mes: febrero,

96

FICA, Obra 2646, Ciudad de México 77, 1977, esc. 1: 15 000, Faja 13: 18 neg. El predio se sitúa en las llamadas “manzanas periférica” que existían entre 1848 a 1882; estas manzanas reunían construcciones delimitadas por calzadas, calles, acequias, caminos o elementos urbanos como capillas, garitas y puentes; en algunas que estaban fuera del área urbanizada, fueron incluidos barrios y pueblos. Véase en Sonia Lombardo, et. al., Territorios y demarcación en los censos de población. Ciudad de México 1753, 1790, 1848 y 1882, México, INAH, UACM, Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A. C., Centro de Investigaciones en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo, A. C.”, 2009, p. 100. 97

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1). Es conveniente mencionar, que hasta entonces, en los registros que se tienen no existía registro de precio, sólo se tiene registro del año, fecha de defunción, nombre, número de fosa y nacionalidad. En cuanto a “…los impuestos prediales y municipales que en la actualidad se pagan sobre el terreno que ocupa el nuevo Cementerio, no serán aumentados por el hecho de que se construyen en él, los edificios 107 necesarios para sus diversos servicios”. En el mismo proyecto se establecía que el Ayuntamiento de la Municipalidad de Tacuba gestionaría que el de México, no cobrara a la Sociedad derechos por las inhumaciones 108 que se efectuaran en el nuevo Cementerio. En 1928, nuevamente la Sociedad, a través de su representante Geo M. Howat expresa al presidente municipal de Tacuba que la Sociedad obtuvo del Ayuntamiento el permiso provisional (a reserva de se aprobado el 109 contrato presentado desde 1926) para la apertura del Panteón Británico. El 6 de febrero de 1928, Howat manifiestó el agrado con el que la Sociedad vería la terminación del asunto, por lo que solicita al funcionario municipal la activación del estudio del proyecto con el fin de celebrarse el contrato 110 pendiente. Cuatro meses después, y en respuesta al presidente de la Sociedad, el presidente municipal Carlos Gamboa otorgó permiso provisional para la apertura del Panteón Británico, “…a reserva de aprobar, una vez estudiado, el contrato que fue presentado a este H. 111 Ayuntamiento”. En la actualidad, del Panteón Inglés sólo queda una de sus huellas: la Capilla Británica que se ha negado a desaparecer.

Con fecha de 24 de abril de 1925, el Departamento de Salubridad Pública rindió un informe que hacía referencia al artículo 249 del Código Sanitario; el 10 de agosto del mismo año, la Sociedad Británica solicitó del Presidente municipal de Tacuba, el permiso para el establecimiento en los terrenos ya referidos del nuevo Cementerio, concedido el 14 de agosto de 1925. Por su parte, en el proyecto de contrato presentado por el representante de la Sociedad al Ayuntamiento, se mencionó que el Presidente Municipal de Tacuba, Distrito Federal, declaró que “de acuerdo con lo dispuesto por el artículo 252 del Código Sanitario y en vista de que el Panteón que se clausura, es de propiedad particular procede a conceder ciertas franquicias a la Sociedad Propietaria para el establecimiento del 104 nuevo Cementerio”, en las que destacan: que la Sociedad Británica de México deberá pagar a la municipalidad de Tacuba, sólo 25 % sobre el monto de los derechos de fosa; los súbditos británicos, que no tuvieran forma de pago, quedarían exentos de toda clase de “derechos a la 105 municipalidad”; finalmente, todas las fosas tendrían perpetuidad. Adultos Tamaño grande 2x1m Adultos Tamaño chico 2 x 0.85 m Niños Fosas de tamaños especiales Fosas para súbditos, sin recursos Personas que no son súbditos. Recargo Cuadro. 1. Tarifa establecida para las fosas del Panteón Británico.106

$ 100.00 75.00 50.00 150.00 Gratis 100%

El Americano: su prevalencia El predio en el que se estableció el Panteón Americano fue vendido al 112 gobierno de Estados Unidos por el señor Manuel López. Ethel Herrera Moreno cita la fecha de 1847 para su fundación y junio de 1851, para el 113 otorgamiento del permiso del gobierno mexicano para su establecimiento. Consideramos que se estableció en el predio que compartió con el panteón Británico por varios motivos: como el que en su mayoría profesaban la

El Cementerio Británico quedaba sujeto a las disposiciones del Reglamento de Panteones del Distrito Federal de 15 de marzo de 1887 y sería considerado, como de propiedad particular; por ello, la Sociedad, estaba exenta del pago de la cuota destinada a las percepciones del Inspector. Con respecto a las fosas, éstas variaban de precio de acuerdo con el tamaño, identidad y posibilidad económica de la persona (véase cuadro

107 Id. 108 Id. 109 Véase AHDF, Fondo Municipalidades, sección Tacuba de Morelos, Caja 38, Ramo: Panteones, año: 1928, mes: Febrero, exp. 8. Inv. 38. 110 Id. 111 Id. 112 “La arquitectura funeraria en la antigua ciudad de México. Panteón de los norteamericanos”, véase en Ethel Herrera Moreno, Restauración integral del Panteón de Dolores, México, INAH, Arquitectura, p. 19. 113 Id.

exp. 8, inv. 38. Proyecto de contrato que presentara la Sociedad Británica de México al H. Ayuntamiento de la Municipalidad de Tacuba, en 1926. Véase en AHDF, Fondo Municipalidades, sección Tacuba de Morelos, Caja 38, año: 1928, mes: febrero, exp. 8, inv. 38. 104 Ibidem. 105 Idem. Al respecto consideramos que no son derechos sino se trata de pagos u obligaciones. 106 Id.

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misma religión e incluso en como en los planos mencionados, el predio es denominado “de los protestantes”. El panteón se terminó de construir en 1852, bajo la supervisión del 114 reverendo G. G. Goss. El predio “estaba bien escogido y en buen lugar” y tenía dos hectáreas, bardeado, bien construido e higiénico y contaba con 115 una casa de buenas dimensiones y buenos materiales. Carlos Bosch García en su texto Documentos de la relación de México con los Estados Unidos cita que en él yacían los restos de 470 a 480 soldados que murieron durante la guerra de México con los Estados Unidos o en México, aunque un buen número de ellos tuvieron que dejarse en el lugar en donde 116 originalmente habían sido enterrados. El día de hoy, sólo quedan 750 reunidos en un solo mausoleo y existen restos de más de 830 estadounidenses y mexicoamericanos, militares y civiles en ambos columbarios. En 1924, es depositado el último de los cuerpos de estadounidenses en el antiguo cementerio Americano cambiando su uso y destino para convertirse en el Cementerio Nacional Americano de la Ciudad de México (National American Cemetery of Mexico) administrado por la 117 American Batlle Monuments Comision.

Americano, sus avenidas están trazadas con base a una cruz en diagonales –sin llegar a la simetría de la de San Andrés- y más bien transversales que seccionan una forma rectangular. Ambas cruces son representaciones del cristianismo, pero la diferencia en su trazo es lo que las hace interesantes. La del Inglés, es de una cruz latina, que para Cerliot el travesaño horizontal sería “el principio pasivo”; el madero vertical en cambio es el activo y corresponde a “la trascendencia y a la 118 evolución espiritual”; para el autor, la cruz se presenta como una inversión del árbol de la vida paradisiaco y cita a su representación medieval, dividida en forma de Y. Con relación a la cruz con brazos diagonales, el mismo autor cita al 119 demiurgo, quien en el Tiemo de Platón une “las partes del ala del mundo, 120 mediante dos saturas que tienen la forma de una cruz de san Andrés”. También la define como la unión de dos mundos: el inferior y el superior. Las connotaciones religiosas se hacen evidentes en ambos panteones. A manera de reflexión El establecimiento de los antiguos panteones Británico y Americano permitió ver las diferencias en cuanto al concepto arquitectónico y religioso mexicano y anglosajón y la determinación de establecer panteones fuera de la ciudad de México. Por otra parte, la importancia de realizar la investigación de los panteones, es fundamental, ya que nos da una idea de la concepción religiosa que imperaba en México a principios de siglo, eminentemente católica; hecho que entraba en contradicción con la concepción religiosa protestante. Ambos reflejan (las autorizaciones de éstos) el espíritu liberal (reformista) de la época: la libertad de cultos.

Un acercamiento iconográfico a su diseño El Plano General de la Ciudad de México, anónimo, realizado en 1863, registra los límites de la Ciudad de México, garitas, capillas, calzadas, edificios y establecimientos públicos. El terreno de los panteones de San Cosme es de formato rectangular, dividido en dos secciones, uno mayor que otro. En el dibujo se representa el sembrado de los árboles y las avenidas interiores de cada uno de los panteones. En el caso del Inglés, su diseño está realizado con avenidas con formato de cruz latina, cuyo brazo vertical se bifurca al norte. En el

Archivo – Archivo Alberto Orrin – Archivo Histórico del Distrito Federal – Archivo del Cementerio Nacional Americano – Planoteca del Archivo Histórico del Distrito Federal – FICA

114

“10 de enero de 1852. México. Lechter a Webster”, véase en Carlos García Bosch, Documentos de la relación de México con los Estados Unidos, México, UNAM, IIH, 1994, volumen V, tomo II, p. 254. 115 Id. 116 Carlos García Bosch, op. cit., p. 254. 117 La American Battle Monuments Commission (ABMC) fue establecida por el Congreso estadounidense en 1923, creada para los caídos de la Primera y Segunda guerras mundiales. La ABMC administra 24 cementerios militares en el mundo y 25 memoriales. La ABMC data la fundación del panteón Americano en 1851 e indica que fue cerrado a inhumaciones militares y civiles a partir de 1923; su inventario es 813 personas sepultadas más un monumento con los restos de 750 soldados muertos en la guerra México-Estados Unidos de 1846-48, haciendo un total de 1 563. Además indica su superficie de un acre (4 687 260 987 m2) y cerrado a inhumaciones a partir de 1923. Véase en http://www.abmc.gov/cemeteries/cemeteries/mx.php, consultada el 25 de junio de 2013.

118

Juan Eduardo Cerliot, Diccionario de símbolos, Barcelona, Siruela, 2004, p. 157. Es el ordenador, formador de las almas humanas. En Lorenzatti, el demiurgo es el “…hacedor y padre que daría cuenta del carácter de generado o engendrado del Universo”, véase en Joel J. Lorenzatti, El status ontológico del demiurgo en el Timeo de Platón, Argentina, Escuela de Filosofía, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario, 2006, p. 16. 120 Juan Eduardo Cerliot, op. cit., p. 157. 119

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Bibliografía – Cerliot, Juan Eduardo, Diccionario de símbolos, Barcelona, Siruela, 2004. – Herrera Moreno, Ethel, Restauración integral del Panteón de Dolores, México, INAH, 2007. – García Bosch, Carlos, Documentos de la relación de México con los Estados Unidos, México, UNAM, IIH, 1994, volumen V, tomo II. – Lombardo de Ruiz, Sonia, Atlas Histórico de la Ciudad de México, México, Smurfit, Conaculta, INAH, 1997, tomos I y II. – Lombardo, Sonia, et. al., Territorios y demarcación en los censos de población. Ciudad de México 1753, 1790, 1848 y 1882, México, INAH, UACM, Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México, A. C., Centro de Investigaciones en Geografía y Geomática “Ing. Jorge L. Tamayo, A. C.”, 2009. – Lorenzatti, Joel J., El status ontológico del demiurgo en el Timeo de Platón, Argentina, Escuela de Filosofía, Facultad de Humanidades y Artes, Universidad Nacional de Rosario, 2006. – Martínez Domínguez, Margarita G., La colonia de los arquitectos. A través del tiempo San Rafael, México, Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, Juan Pablos Editor, 2011. – Morales Martínez, María Dolores, La ciudad de México en el siglo XIX, Ensayos urbanos, México, UAM Xochimilco, col. Antologías, 2011. Página electrónica – http://www.abmc.gov/cemeteries/cemeteries/mx.php, consultada el 25 de junio de 2013.

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embelleció y se transformó radicalmente el proyecto cementerial austero, que fue impulsado sucesivamente tanto por las autoridades estatales como por las municipales que delinearon el proyecto. Y se debe subrayar como hallazgo principal, que el rasgo más sobresaliente en medio de todos los cambios que impusieron los usuarios principales que fueron la elite y los extranjeros, lo constituyó, una nueva sección, localizada hacia ambos lados de la calzada central del cementerio en la primera mitad longitudinal, del frente hasta la fuente central, que definió un nuevo cuartel integrando las dos mitades centrales de las dos primeras categorías originales, espacio en el que se concentraron los monumentos más notables. A pesar de los planes que indicaron como primer uso funerario la aceptación de los cadáveres provenientes del Hospital Civil, y de los humildes orígenes del primer cementerio municipal de Guadalajara, las clases altas acostumbradas a recintos y edificaciones de dignidad, enriquecieron arquitectónicamente el proyecto, y lo redefinieron, en contra de la expectativa gubernamental basada en los recursos eclesiásticos.En el proyecto espacialmente tan limitado del panteón de Mezquitán, se privilegió la orientación arquitectónica de la máxima dignificación del recinto con la ayuda de la elite y de los extranjeros socialmente importantes,

Ritualidad, arte y arquitectura En el primer Panteón Municipal de Guadalajara Isabel Eugenia Méndez Fausto México

Introducción A fines de 1896 fue dada la autorización higiénica, para lograr la apertura de un panteón de Mezquitán calificado con los propios criterios de la época, de inconcluso. Las carencias arquitectónicas y de servicios detectadas en el 121 cementerio municipal, se resolvieron gradualmente, sólo a partir de 1901. Ya que en ese primer año se habilitaron tanto el servicio de agua corriente como el osario, faltantes en Mezquitán. A la larga el embellecimiento del panteón municipal, corrió por cuenta de la elite tapatía, que construyó las más suntuosas capillas familiares bordeando la calzada principal de acceso, las adornó con 122 materiales, escultura, herrería y hasta cristales costosos. Monumentos que se complementaron con la dotación contemporánea de servicios, el aumento de seguridad en el recinto, la promoción del respeto de las tumbas, circunstancias que promovieron un extendido culto popular el día de muertos, desde 1909 hasta 1970. La provisionalidad con la que se inauguró Mezquitán se abatió gradualmente, con la implementación de los diversos servicios que hacían falta, y el mantenimiento y cuidados repetidos de éstos. Esa misma falta de orientación estricta en el proyecto realizado y el extenso margen de flexibilidad demostrada por las autoridades, permitieron la participación y también la satisfacción de las necesidades espaciales y culturales de los dolientes, factores que contribuyeron a la transformación integral del recinto. La participación de los dolientes se manifestó principalmente en la creación de los monumentos y en el cuidado de su embellecimiento, con estas tareas, contribuyeron a la manifestación de un culto popular el día de muertos. Concluyendo que por la activa participación de los usuarios, se

Las capillas familiares, tope estético en el panteón municipal La práctica de concesión de terrenos para construcción de capillas inició en 123 Guadalajara alrededor de 1850 con la autorización de las primeras capillas en el Panteón de Belén, y se continuó naturalmente en el paso al primer cementerio municipal denominado Mezquitán. Las compras de terreno para levantar estas edificaciones piadosas, se impulsaron y regularon desde el decreto declarado en la víspera de su apertura. Durante el primer centenario de su vigencia, se vendieron en el panteón de Mezquitán, 351,709 propiedades, correspondiendo al periodo 124 1896- 933, la extensión de 2, 800 títulos de propiedad, y aunque

123

Llamamos piadosas a las capillas funerarias, porque desde la primera capilla modélica que se construyó en el cementerio del Pére Lachaise en 1815, la intención fue transportar las capillas laterales adosadas a las iglesias, o más apropiadamente una pequeña iglesia al cementerio, puesto que desde mediados del siglo XIX, se les proveyó al menos de un pequeño altar con una cruz. Philippe Ariés, El hombre ante la muerte, Tr. Mauro Armiño, España, Taurus, 1999, (Taurus Humanidades), p. 445. 124 Laura Catalina Díaz Robles. “Auge y declive del Panteón de Mezquitán”, en Pacheco Jiménez, Susana. (Coord.), Vida y muerte entre la ciudad y sus barrios. El panteón de Mezquitán en su centenario (1896-1996), Guadalajara, México, H. Ayuntamiento de Guadalajara/ Ágata Editores. 2 000, pp. 117- 144, p. 134.

121

Archivo Histórico Municipal de Guadalajara, en adelante AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, 1901. 122 Sólo la escultura presente en el panteón de Mezquitán ha empezado a estudiarse, especialmente la obra de Vicente Gusmeri, autor de los ángeles funerarios más sobresalientes. Helia García Pérez y Salvador Ruiz de la Torre, Vicente Gusmeri Capra. El escultor de las luces y de las sombras, México, Secretaría de Cultura, 2006.

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representan menos del 10% del total de títulos, creemos que en su mayoría amparan los grandes lotes en que están asentadas las capillas. Ya que si la amplia aceptación de las capillas funerarias durante el siglo XIX, justificó su predominio sobre las tres cuartas partes de la 125 superficie de los cementerios parisinos, la experimentación del descenso de la práctica constructiva de capillas también fue generalizada, y experimentada simultáneamente en la tercera década del siglo XX, en 126 127 España, y en Chile. Retrocedió por tanto la capilla familiar, la que perdió fuerza conmemorativa y se limitó a los modelos ofrecidos por las 128 administraciones del establecimiento.” 129 En total se han construido en Mezquitán alrededor de 300 capillas, una cantidad mínima si se compara con las del Cementerio General de Chile. En donde hasta 1831 había doscientas doce capillas y una década después en 130 1841, trescientas noventa, alcanzando el número de seiscientas noventa 131 en 1890. Aunque en 1930 los mausoleos alcanzaron en el Cementerio General, el número de tres mil tres capillas, se considera que su aceptación 132 iba en franco descenso. Las capillas funerarias caracterizan el primer patio de Mezquitán, y aunque todas las sepulturas deben compartir la misma significación, por ser asiento de una inhumación humana, los criterios de la historia del arte, privilegian la estimación de las capillas familiares de Mezquitán y de cualquier otra parte, ya que sí, “del derecho a la memoria de la vida sus espacios de representación no deben ser desiguales… la economía estética [si] 133 establece sus correspondientes segregaciones.”

La construcción integral del patio fundacional de Mezquitán, coincidió en la década de 1930 con el clímax del sentimiento romántico ante la muerte y la visita en específico a este cementerio. Además del interés de visitar a los deudos propios en sus tumbas, la visita a Mezquitán podía extenderse a la contemplación de sus hermosas capillas, redondeando el goce estético a la obligación moral y social contemporánea de acompañar a los muertos. Siendo por este rasgo, la visita al Panteón de Mezquitán, equivalente a la visita de un museo, o de una galería de arte. En 1920 colocaron placas de nomenclatura en calles y secciones 134 para una localización más expedita de las tumbas. En 1929 se extendió el 135 servicio de agua potable hacia el poniente, mediante una nueva conexión. Desde 1930 se realizaron exhumaciones oportunas y también cavado adelantado de millares de fosas, por la adquisición de nuevos terrenos al poniente del Panteón Municipal, en total 5, 604: siendo 2, 684 fosas grandes 136 y 2,920 chicas. En 1944 se levantó un muro de adobe para aislar la parte del extremo poniente que estaba en desuso desde el año de 1939, para proteger el recinto de la entrada de animales y otros inconvenientes, y simultáneamente se abrió una puerta lateral al costado sur compuesta de dos hojas, al final de una calle recientemente ampliada, precisamente con el 137 fin de facilitar la salida masiva de los dolientes en los días de visita. En 1944 se llega al apogeo en el embellecimiento y la limpieza de las zonas funerarias de las colonias extranjeras, que justifica el reconocimiento social hacia sus encargados, y simultáneamente se ejecutó una limpieza general con el propósito de facilitar la localización y 138 conservación de los monumentos. En1945 derribaron los eucaliptos que fueron necesarios en el frente del cementerio, para dejar una plazuela de cuarenta por cincuenta metros que 139 sirvió de estacionamiento. En 1948 premiaron por sorteo a algunos empleados del panteón de Mezquitán, concediéndoles lotes de terreno de diez por veinte metros sobre el camino a los Colomos y la entrada a 140 Zapopan.

125

Ariés, op. cit., p. 445. En España, “transcurridos apenas 30 años del siglo XX fue decreciendo la construcción de grandes panteones y capillas y en proporción inversa aumentando el deseo de las familias de clase media de permanecer unidos en enterramientos a perpetuidad. Arnaiz, op. cit., p. 27. 127 En Chile también se experimentó por 1930, la disminución de las capillas y el aumento en la homogeneidad tumbal. Marco Antonio León León. Sepultura sagrada, tumba profana. Los espacios de la muerte en Santiago de Chile, 1883- 1932, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos/Lom Ediciones, 1997, (Sociedad y Cultura), p. 94. 128 Ibid., p. 94. 129 Entrevista con el Señor Javier Patiño Lozano, empleado más antiguo del Panteón de Mezquitán. Guadalajara 30 de mayo de 2010. 130 León, op, cit., p. 80. 131 Ibid., p. 86. 132 El autor del proyecto del cementerio General de Chile y su primer administrador Manuel Joaquín Valdivieso, buscó nuevas entradas económicas por la vía del contubernio con los deudos que quisieron construir capillas familiares, que son las construcciones suntuarias que identifican el cementerio general hasta el presente. Ibid., p. 79. 133 Ana Arnaiz Gómez. La memoria evocada: Vista Alegre, un cementerio para Bilbao, Bilbao, Servicio Editorial/ Universidad del País Vasco, p. 9. 126

134

AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1920. AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1929. AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1930. 137 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara¸ año 1944. 138 Ibid. 139 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1945. 140 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1948. 135 136

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En 1949 el recinto se mantuvo aseado, y descombrado en calles y 141 ambulatorios, para dar mejor acceso al público. En 1953 se repusieron los techos de tres corredores, se construyeron tres bodegas, y se habilitó una 142 aljibe. En 1956 se establecieron servicios especiales, para dar facilidades a los dolientes en la visita a los difuntos, se impulsó la vigilancia de los cementerios con la finalidad de garantizar los intereses de los 143 particulares. En 1957 construyeron siete sanitarios, fosa de captación, 144 pozo de absorción y cuatro parrillas. En 1959 se subrayó la atención 145 especial a usuarios en los días de muertos, por ser los días más visitados. Entre 1959 y 1961 se proporcionaron escritorios para la oficina, mesas, archiveros metálicos, escritorios de madera, repusieron vidrios y 146 arreglaron las ventanas. En 1962 compensaron a los deudos afectados por la apertura de la calle Munguía, con fosas en propiedad. También en esa fecha suspendieron el 147 uso de la fosa común. Mientras que en 1967 las autoridades denunciaron el abandono generalizado del cuidado de las criptas por sus titulares, antes de la apertura 148 de su segundo patio. Concluyendo así abruptamente, el entusiasmo de una generación que frecuentó asiduamente el panteón para visitar a sus muertos, y admirar de paso las capillas del engalanado primer patio del panteón de Mezquitán. La serie de modificaciones que hemos reseñado transformaron completamente la distribución propuesta por las autoridades, y fundamentalmente crearon una nueva área privilegiada, no definida cuartelariamente como las autoridades esperaban, sino asentada en el centro del cementerio, al frente de la fuente central, y exclusivamente asociada a las inmediaciones fronteras al cruce perpendicular de las dos calzadas principales. En esa zona la dimensión de las capillas es mayor, indistintamente que correspondan a las clases primera o segunda, y están exclusivamente dedicadas a la elite local porque las colonias tienen sepulcros de forma sencilla, aunque provistos de materiales suntuosos. 141

AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, 142 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, 143 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, 144 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, 145 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, 146 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, 147 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, 148 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara,

Las capillas de este primer cuarto re definido, revisten estilos clásicos, acabados la mayoría en cantera de diversas tonalidades, aunque unos cuantos tienen recubrimientos en mármol o en otros materiales más exclusivos. También se distinguen porque adquieren comparativa y claramente, una mayor altura que las capillas restantes, incorporan los materiales más finos tanto en la escultura que las complementa, como en los recubrimientos, la herrería, e inclusive en la cristalería, siendo ésta teñida, o grabada en muchos de los casos. Exclusivamente, las de la primera clase, constituyen el conglomerado más abundante e imponente en el acceso inmediato entrando al panteón, representando probablemente un 70% del total de este tipo de edificaciones.

Imagen1. Capillas de 1a Clase del panteón de Mezquitán. Archivo Fotográfico Isabel Méndez, 2010.

Su densificación en el frente de esta zona con vista hacia la calzada principal dentro de las primeras líneas es tal, al grado de obstaculizar el tránsito cómodo entre éstas, o al menos dificultar la apreciación de sus detalles.

año 1949. año 1953. año 1956. año 1957. año 1959. año 1962. año 1964. año 1967.

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Las capillas de la segunda clase original repiten el uso mayoritario de la cantera, aunque son comparativamente más estrechas, y tienen una menor altura que las capillas de la primera clase. Son de estilos clásicos en el frente de esta zona, inmediata a la calzada principal, donde se encaran a las edificaciones correspondientes a la primera clase, aunque en el interior del área presentan estilos más diversos y materiales más comunes.

Imagen 3. Capillas de 3a clase del panteón de Mezquitán. Archivo Fotográfico Isabel Méndez, 2010.

Las capillas de la cuarta clase original son pocas, se encuentran concentradas también en las primeras líneas de esta área sobre la calzada longitudinal principal, aunque están casi en el fondo del primer patio, y muy alejadas del cruce que define la zona de primera categoría, son de modelos más sencillos y actuales. Las capillas de la cuarta clase presentan sobre la calzada un frente más amplio circunstancia de la que han sacado el mejor partido, ya que han consiguiendo lograr fachadas formales y dignas aunque de materiales comunes y edificaciones sencillas, como simples casas contemporáneas, y se encuentran en este momento mejor cuidadas que el resto de las capillas de Mezquitán.

Imagen 2. Capillas de 2a Clase del panteón de Mezquitán. Archivo Fotográfico Isabel Méndez, 2010.

Las capillas ubicadas en la tercera clase original son en general de menores dimensiones, y revisten otros estilos diferentes a los de las dos primeras clases. En su mayoría adquieren estilos hispánicos o románicos mucho más sencillos, elaborados en materiales comunes, apenas con algunos detalles en materiales más finos, al parecer sin sobrepasar el uso de la cantera. La menor densificación general y la escasez de capillas en este espacio, hace resaltar su importancia en el conjunto y percibir mejor sus detalles. Se caracterizan por estar en mayor grado de deterioro y abandono que las de las clases restantes.

Imagen 4. Capillas de 4a clase del panteón de Mezquitán. Archivo Fotográfico Isabel Méndez, 2010.

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habilitaron la planta 13 en el área del panteón de Mezquitán, donde 155 perforaron y lograron un mayor caudal en beneficio de la zona. Mientras 156 que en 1953, empedraron las calles. Por todas las caracterizaciones anteriores, concluimos que el proyecto realizado en Mezquitán, no obstante de haber sido enriquecido respecto del proyecto original, responde a las características de un proyecto austero, consistente escasamente de un muro perimetral y de una portada formal de acceso, que nos parece es el remate natural de los proyectos de 157 muy poca pretensión que se autorizaron en México, como programas 158 higiénicos a fines del siglo XVIII. La respuesta cementerial jalisciense al menos, guarda muy poca relación con los proyectos americanos de cementerios formales y plenamente suntuarios que respondieron inmediatamente a la legislación higiénica de la corona española a fines del siglo XVIII, y más bien por sus características austeras, guardan mayor similitud con los proyectos cementeriales españoles de fines del siglo XIX siguiente, como el de Vista 159 160 Alegre en Bilbao, y San Clemente en Lorca. Las características de todos estos proyectos mencionados, son singulares por su extremada sencillez, Sin embargo fueron equilibradas por un monumentalismo burgués expresado en las capillas familiares. Estos tres cementerios“”atesora[n], además de los restos de nuestros antepasados, un interesante legado arquitectónico y escultórico en que estuvieron implicados 161 destacados profesionales de aquella época.” Fueron “realizados por arquitectos y escultores reconocidos siguiendo generalmente el eclectismo revival del primer tercio del siglo XX, amueblan la zona noble del cementerio con tipologías arquitectónicas como capillas que mimetizan inmortalizándolas edificaciones de la ciudad de los

En el panteón de Mezquitán, las capillas de todas las categorías restantes, pretenden replicar la belleza y suntuosidad de las capillas de la primera categoría, aunque no logran equipararlas en sus características máximas de variedad de estilos, riqueza de materiales, ornamentación costosa y dimensiones espectaculares, manifestada principalmente en altura. En Chile, España, y México, según está comprobado, antes de 1930 predominó la construcción de grandes panteones y capillas como el tipo de construcciones perpetuas y características, que definían los cementerios contemporáneos, y después de esa fecha, el deseo de inhumaciones perpetuas por parte de las clases medias, “generó serializaciones de panteones familiares cada vez más elementales en su calidad estética y material que mostraba panorámicas cada vez más 149 homogéneas.” En Chile se experimentó por 1930, la proliferación de “sepulturas de un estilo más simple donde las líneas rectas y la nivelación casi a ras de tierra tendió a recuperar el sentido originario de descanso en el seno de la 150 vida.” La dignificación constante del entorno, y del recinto cementerial Al igual que el panteón, la zona de Mezquitán también se mejoró paulatinamente, al tenor de los progresos experimentados en el cementerio, y con el objetivo principal de facilitar su acceso a los visitantes. En 1905 se emplearon ciento setenta y dos carros de piedra, para tapar los hoyancos de 151 las calles inmediatas al cementerio, de Moro, Puebla y Jesús. En 1908 se terraplenaron las calles y se construyeron los 152 galápagos necesarios. En 1917 entre los inspectores de salubridad orientados a la vigilancia de los lugares públicos se destinó uno particular 153 para el Panteón de Mezquitán. En 1928 se concluyó el empedrado de la colonia Artesanos, 154 deteniéndose la obra, en las inmediaciones del barrancón. En 1945 introdujeron agua y drenaje en las calles 3, 17 y 34. También en esa fecha repararon el colector de las barranquitas que fue destruido por el temporal, y

155

AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1945. AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1953 “Se considera 1809 como el año clave para la instalación del primer cementerio general en la ciudad de México… escogiéndose un sitio no lejano del sembradío de Nuestra Señora de los Ángeles; los planos los realizó Manuel Tolsá y se hizo cálculo y presupuesto.” “Véase plano en los anexos, aunque en estos se especifica que son para poblaciones pobres y de corta extensión, desafortunadamente uno en especial para el cementerio general de la ciudad de México, no se encuentra, tal vez los documentos al referirse al plano de Tolsa, se refieren a éste y no a uno en especial”. María de los Ángeles Rodríguez Álvarez, Usos y costumbres funerarias en la Nueva España. México, El Colegio de Michoacán/El Colegio Mexiquense, 2001, p. 231. 158 “Un pensamiento que construía ciudades racionales para la existencia de los vivos, y al mismo tiempo, erigía ciudades ideales para la existencia de los durmientes eternos, lugares para la presencia de la ausencia. Lugares para materializar lo irrepresentable de la muerte.” Arnaiz, op. cit., p. 13. 159 Ibid.. 160 Ana Moreno Atance, Cementerios de Lorca, España, Clavis núm. 2, p. 20 161 Arnaiz, op. cit., p. 29. 156 157

149

Arnaiz, op. cit., p. 29. León, op. cit., p. 94. AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1905. 152 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1908. 153 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1917. 154 AHMG. Informe del Ayuntamiento de Guadalajara, año 1928. 150 151

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vivos, y con los grandes panteones familiares que fundamentan su carga 162 simbólica en la escultura”. Admitiendo también la conclusión que, “la cultura occidental ante la muerte ha ido relativizándose, excluyendo gradualmente del ámbito sus 163 signos y evidencias” y que, “a pesar de la pérdida de sentido de los rituales funerarios del crecimiento de la incineración y de un laicismo en ascenso (y precisamente por ello) desde los años noventa del siglo pasado 164 se viene reclamando la atención y cuidado del patrimonio funerario”. La vigencia más que centenaria de Mezquitán, justifica, “establecer la disociación entre los elementos significantes de este dispositivo monumental. Siendo así que a medida que el cementerio se vacía del significado ritual y memorial que lo hizo emerger, aumenta el valor (de cambio) asignado a la imagen cementerial emanada del valor añadido que le 165 confieren la escultura y la arquitectura”.

fuente central, la apertura del pozo artesiano, y la habilitación del tanque que proporcionaba el vital líquido a la sección posterior del cementerio, por detrás de esa misma fuente. En 1914 el aumento natural de las inhumaciones en Mezquitán y en algunos casos su consolidación como monumentos funerarios notables, sirvió para elevar la cuota de atractivos artísticos, -que ya en 1901 había registrado 111 monumentos-. Los mausoleos por sí mismos, no convocaban la asistencia de los deudos, pero una vez que visitaban a sus difuntos en el panteón de Mezquitán, sí atraía sus interés con fines de observación y lectura de sus lápidas y epitafios y los visitantes, entonces se convertían en admiradores, y paseantes, en una especie de galería de arte constantemente ampliada, en que se convertía paulatinamente el panteón de Mezquitán. No solamente la visita a esa destacada galería cementerial y la conservación de las misas de difuntos, explican que ocho años después la colonia francesa, pudiera insertar en 1917 la conmemoración luctuosa de sus soldados muertos en la guerra, -efectuada en el Sagrario Metropolitano, 167 y la develación del monumento en el panteón de Mezquitán-, en medio de la celebración popular de día de muertos usual en ambos espacios, y que pudiera gozar de una concurrencia numerosa. Fue debida también, a las mejoras que se habían logrado en el cementerio municipal, con el terraplenado de sus tres calzadas internas principales, el enladrillado simultáneo efectuado en la calzada principal del cementerio, y en la banqueta de la fachada, además de conseguir el empedrado de la calle del frente, que facilitaron el acceso al cementerio y el tránsito peatonal cómodo tanto en el exterior, como en el interior del recinto. En la práctica la celebración del día de muertos no se interrumpió en los años sucesivos, aunque las celebraciones de día de muertos escenificadas en el panteón de Mezquitán, solamente fueron dignas de 168 169 registrarse periodísticamente en 1917 y en 1919, fechas que coincidieron con nuevas mejoras, ya que fueron los momentos de mayor oportunidad para el cierre del contrato entre el ayuntamiento tapatío y los propietarios del Cementerio Católico por la compra de ese recinto funerario. Entre la cancelación del contrato de compra del Cementerio Católico en 1919, y la siguiente nota periodística de día de muertos, realizada tanto sobre el recinto de Mezquitán como del de Belén, en 1923,

La práctica de Día de Muertos, en el Panteón Municipal La conmemoración anual del día de muertos, efectuada durante los primeros dos días del mes de noviembre, significó durante el siglo veinte en Guadalajara, la realización de dos diferentes celebraciones, y para cada una también, dos tipos diferentes de expresiones, una profana y otra religiosa. La conmemoración religiosa básicamente consistió en la celebración de misas múltiples durante las dos fechas iniciales de noviembre, pero la expresión profana distinguió la conmemoración del día primero, de Todos los Santos o Santos Inocentes con el establecimiento del mercado provisional de juguetes navideños, y el día dos de noviembre, o de difuntos específicamente, con la visita a los cementerios. Todo, porque si hasta principios del siglo veinte, esta conmemoración piadosa del día de difuntos tenía lugar preferentemente en las iglesias urbanas, la visita al cementerio, ganó paulatinamente importancia, hasta que a mediados del mismo siglo se afirmó como un culto profano autónomo de las ceremonias religiosas. La visita copiosa a los 166 cementerios de Belén y Mezquitán está comprobada a partir de 1909, cuando ya el primer cementerio municipal mencionado, tenía asegurada por lo menos una dotación adecuada de agua, debido a la instalación de la 162

Ibid., p. 35. Ibid., p. 16. Ibid., p. 7. 165 Ibid., p. 4. 166 “El día de Muertos, para asociar a los difuntos a los goces de aquí abajo, se colocan sobre las tumbas, víveres y pulque al lado de los cirios y las flores”, Juan Bautista Iguiniz, Guadalajara a través de los tiempos. Relatos de viajeros y escritores, t. II p. 217. 163 164

167

Ofrecida por el descanso eterno de “los soldados aliados caídos en el campo del honor”. Invitación presentada en forma de esquela fúnebre, El Informador, 1 de noviembre de 1917, p. 1. 168 Ibid. 169 El Informador, 2 de noviembre de 1919, p. 2.

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que pondera el engalanamiento con coronas y flores, transportadas por 170 incontables dolientes. Se registró nuevamente un silencio que perduró por un lapso de cuatro años, evitando que hubiera oportunidad de recalar sobre los problemas contemporáneos de saturación desde de la primera década de servicios del panteón de Mezquitán, y de su falta de orden por falta de nomenclatura. Y ese silencio se rompió, hasta el momento que se encontró una solución temporal al problema de falta de espacio, porque entonces se propuso la habilitación de un nuevo pasillo y un nuevo patio, sobre terrenos recientemente adquiridos. Para identificar mejor una ubicación de las tumbas y de forma más sencilla, se dispusieron desde 1920 placas consignando la nomenclatura de las calles, y al mismo tiempo se renovaron de nueva cuenta algunos pisos interiores mejorándolos con cantera, así se procedió también con la calzada principal y la zona de acceso al cementerio. Alcanzando estas mejoras el área administrativa, en donde además se abrieron ventanas. La nivelación de las calzadas principales, su pavimentación con cemento, y la construcción de machuelos en la primera y segunda sección, motivaron que después de 1927 la conmemoración urbana del día de muertos se concentrara principalmente en el panteón municipal de Mezquitán debido a lo reciente de sus inhumaciones, y a sus buenas condiciones materiales. Afirmando textualmente que la notoriedad de Mezquitán sobre Belén era debida a que éste cementerio tenía mucha mejor presentación que en los años anteriores, en el recinto se guardaba un esmerado aseo, y ya se había controlado el robo de cruces, de lápidas y de adornos de sepulcro que afectaban repetidamente el bolsillo de los 171 dolientes. Una nueva actitud, más festiva nacida en la visita anual al panteón de Mezquitán, justificó que en la etapa siguiente entre 1931 y 1934, se prefiriera subrayar en el medio periodístico, la visita al panteón de Belén, y motivó también que se mencionara extraordinariamente la visita al Cementerio Católico y al panteón Israelita, para distraer la mirada pública 172 del panteón de Mezquitán y sus continuados conflictos. En 1935 en cambio, la avalancha humana atestiguada en las visitas a los dos cementerios urbanos de Belén y Mezquitán, permitió que se afirmara la universalidad del culto a los muertos. Basándolas en estos nuevos tiempos, no solamente en la tradición cristiana, sino también

reconociendo novedosamente que esta práctica fue influenciada en gran parte por el comportamiento de las culturas históricas y aún prehistóricas, y subrayando complementariamente la orientación social, la guía que los grandes hombres: héroes, poetas e intelectuales sobre la sociedad. En esta fecha, destacó también el afecto especial despertado en la familia nuclear, entre padres, e hijos, verdaderas “joyas humanas”, y también entre hermanos, “los que cuidamos o nos cuidaron”, producto de la 173 convivencia continua, y el apoyo incondicional. En 1939 la visita al panteón de Mezquitán, fue muy concurrida, Dentro de las medidas preventivas, para responder a la afluencia enorme de visitantes, se volvió necesaria la medida extraordinaria de mantener abiertas las puertas del recinto a medio día, y también, que se cerrara extraordinariamente hasta las ocho de la noche. Esa visita tumultuosa también exigió que se destacaran agentes de crucero para dirigir el tráfico, y que a los transportes se les señalara una vía exclusiva de ida y otra exclusiva de regreso para agilizar el tránsito, y además requirió de otra norma no menos importante, que los vehículos disminuyeran la velocidad en 174 las zonas de los alrededores de los cementerios. Los tumultos experimentados en el año inmediato anterior, justificaron en 1940 la previsión de muchas familias de efectuar la visita en los días previos, para evitarse aglomeraciones. No obstante la pertinaz llovizna que cayó el día de difuntos, no detuvo la tradicional afluencia de visitantes al cementerio. La previsión declarada, no tomó en cuenta sin embargo, la participación de la población trabajadora carente de un día feriado para visitar a sus muertos. Y esa participación contribuyó por el 175 contrario a la extensión de los horarios de visita. Con el deseo de responder a las necesidades manifestadas por la población, en 1943 se solicitaron los auxilios complementarios de la policía, y de los servicios médicos de la Cruz Verde, para auxiliar a los visitantes. También se solicitó el permiso de la autoridad para mantener abierto el cementerio hasta las 24 horas, ese ofrecimiento convocó por la mañana a multitud de personas en los jardines de la entrada al cementerio desde media hora antes de su apertura, No obstante el servicio eléctrico de que disponía el cementerio desde 1906 en el interior y en las calles de los alrededores, en esta fecha se volvió necesario solicitar el auxilio de la policía, y reforzarlo durante la noche, por el temor natural a que los “rateros

170

173

El Informador, 2 de noviembre de 1923, p. 1. 171 “Animación en Fiesta de Todos los Santos”, El Informador, 3 de noviembre de 1927, pp. 1-2. 172 El Informador, 3 de noviembre de 1934, p. 1.

174 175

426

El Informador, 3 de noviembre de 1935, pp. 1-2. El Informador, 3 de noviembre de 1939, p. 1. El Informador, 2noviembre de 1940, p. 1.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. y malvivientes” aprovecharan la oscuridad de ciertas áreas para despojar a 176 los visitantes. En 1944 se repitió la previsión de las familias de asistir en el día previo, primero de noviembre al cementerio, aunque siguió siendo mayoritaria la visita durante el día dos. La construcción de un muro perimetral en la zona de cuarta categoría, improvisada por detrás del cuadrángulo del cementerio, -para cercar una zona que empleada desde 1929, entró en desuso en 1939, y ya tenía cinco años arruinándose-, sirvió para impedir la entrada de animales al recinto. Y sumada a la apertura de una puerta en su costado sur, contribuyeron a la mayor comodidad de los visitantes, que reproduciendo la estrategia de los transportes públicos, aplicada desde 1939, constituyeron dos flujos distintos de circulación, uno de entrada y otro de salida por dos distintas puertas del panteón. En este año también se aprobó la suspensión de clases, tanto en el sistema estatal, como en el federal de educación, con base en el notable ausentismo 177 registrado en esas fechas. En 1948 las familias visitaron el panteón de Mezquitán hasta el oscurecer, señalándose por primera vez, superflua, la medida de mantenerlo abierto hasta las doce de la noche, porque solo se registró alguna visita excepcionalmente, sin embargo ese horario especial no se canceló inmediatamente. Y es que a partir de esta fecha, la visita anteriormente matutina, se concentró en el horario vespertino, exponiéndose más tarde que ese horario de visita que no alcanzaba las 12 de la noche, sin embargo 178 si se prolongaba normalmente hasta las 22 horas. En 1961 víspera del cierre del panteón de Mezquitán a otras inhumaciones que no fueran las de los propietarios, la visita siguió creciendo en importancia, comprobada, por la integración del servicio médico de la Cruz Roja con casas de campaña, que situadas al lado de la fuente central del cementerio, se sumaron al servicio proporcionado por la Cruz Verde que en ese año se situaron privilegiadamente en una pieza de la zona administrativa del panteón. Visible también en el aumento de floristas, 179 cargadores de coronas fúnebres, limpia tumbas y comerciantes, además de los fotógrafos de boleta, que por primera vez irrumpieron en el reciento, captando a los dolientes tanto en el rezo de las oraciones piadosas por sus difuntos, como en el momento de limpieza de las tumbas. Todos estos

servidores compusieron un verdadero tianguis, concentrado sin embargo, 180 dentro del cementerio. En 1963, aunque los tapatíos se desplazaron hasta el nuevo panteón Municipal “Guadalajara”, ubicado en la ex Hacienda de la Federacha, para conocerlo, pues se encontraba recién inaugurado. La visita principal se siguió haciendo a Mezquitán, y la puerta recién acondicionada al flanco sur para facilitar la salida, resultó insuficiente, estrecha e incómoda para desahogar al recinto, de toda la muchedumbre, Esta también fue la ocasión en que los deudos desalojaron el recinto, comprobadamente, hasta las diez de la noche, siendo que los cementarios habían abierto a las seis de 181 la mañana. Finalmente en 1967, el Gobernador Agustín Yáñez, y el Congreso del Estado, se sumaron, aunque con cierta dilación a la suspensión de clases declarada en 1944, y aprobaron los días, uno y dos de noviembre como festivos, otorgándoles como “vacaciones” o días de asueto, en los primeros dos días de noviembre a los burócratas. Las clases populares que no gozaban de ese beneficio, siguieron acudiendo a Mezquitán masivamente, al declinar la tarde. En su traslado congestionaban los transportes y obligaron a la modernización del alumbrado, por la necesidad de mantener la apertura del cementerio hasta entrada la noche. En 1967 la aglomeración exterior e interior experimentada en Mezquitán, fue interpretada como la transformación de la romería de dolor original, en una romería del dinero. En esta fecha de 1967 también se apoyó esa interpretación de desvirtuamiento generalizado de la visita conmemorativa, cuando se contrastaron las actitudes de respeto de algunos visitantes contra las actividades de otros habitantes irrespetuosos que organizaban la visita a Mezquitán, como un paseo campestre, una comida de esparcimiento, una actividad con la finalidad principal de diversión, y en ocasiones hasta de ingestión alcohólica. La misma opinión se repitió en 1968, y en años subsecuentes. En 1970 muchas de las constantes tradicionales del paisaje de la visita a los cementerios se transformaron, o por lo menos se intentó transformarlas, ya que la visita al panteón Guadalajara sobrepasó temporalmente en importancia y en asistencia al panteón de Mezquitán. Cerrando el ciclo iniciado en la ciudad de México en 1914, cuando, “muchos paseantes y curiosos aprovecharon para admirar los mausoleos y leer nombres diversos en las lápidas y empotramientos. Muchas de esas tumbas

176

El Informador, 2 de noviembre de 1943, p. 1. El Informador, 3 de noviembre de 1939, p. 1 El Informador, 1 de noviembre de 1948, p. 1 179 Los floristas fueron llamados al orden por la autoridad del cementerio, desde 1944, para que no molestaran con su insistencia a los visitantes, una medida que fue de las más aplaudidas. 177 178

180 181

427

El Informador, 2 de noviembre de 1961, p. 2. El Informador, 3 de noviembre de 1962, p. 3A.

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fueron cubiertas con flores naturales y aún cuando aquí no exist[ía] la 182 costumbre del centro mexicano de “llorar el hueso” en este día. La Feria de Todos los Santos, también llamada el mercado de juguetes respondió integralmente en un inicio a todos los principios católicos, tanto en su inauguración anual, en el día primero de noviembre como en su permanencia y en la finalidad de proveer a las familias de juguetes para la navidad de los niños. Ya que en la celebración inicial del día primero de noviembre, tal y como se recuerda privilegiadamente la Resurrección y no el Martirio; no se recordaba la matanza de los niños, o de los Santos Inocentes por el terrible Herodes, sino por el contrario la sobrevivencia y adoración de Jesús, el dios niño, que recibió además del homenaje, los presentes que portaban los reyes magos. Los juguetes y regalos ofertados en este mercado popular para los infantes podían adquirirse y obsequiarse tanto el día primero, como también adquirirse los días subsiguientes y entregarse hasta la navidad. Pero constituía una presencia permanente para los vecinos que podían visitarlo todos los días, y aunque no pudieran adquirir regalos siempre, si podían en cambio, adquirir en pequeñas porciones accesibles: los dulces, frutas secas, y golosinas, que complementaban la oferta juguetera, y redondeaban agradablemente la conmemoración de día de muertos.

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Bibliografía – Ariés, Philippe, El hombre ante la muerte, Tr. Mauro Armiño. Taurus, 1999, (Taurus Humanidades). – Arnaiz Gómez, Ana, La memoria evocada: Vista Alegre, un cementerio para Bilbao, Bilbao, Servicio Editorial/ Universidad del País Vasco. – Díaz Robles, Laura Catalina. “Auge y declive del Panteón de Mezquitán”, en Pacheco Jiménez, Susana. (Coord.), Vida y muerte entre la ciudad y sus barrios. El panteón de Mezquitán en su centenario (1896-1996), Guadalajara, México, H. Ayuntamiento de Guadalajara/ Ágata Editores, 2000. – García Pérez, Helia y Salvador Ruiz de la Torre, Vicente Gusmeri Capra. El escultor de las luces y de las sombras, México, Secretaría de Cultura, 2006. – Iguiniz, Juan Bautista, Guadalajara a través de los tiempos. Relatos de viajeros y escritores.

182

El Informador, 3 de noviembre de1964, p. 3C.

428

León León, Marco Antonio, Sepultura sagrada, tumba profana. Los espacios de la muerte en Santiago de Chile, 1883-1932, Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos/Lom Ediciones, 1997 (Sociedad y Cultura). Moreno Atance, Ana, Cementerios de Lorca”, España, Clavis núm. 2. Rodríguez Álvarez, María de los Ángeles, Usos y costumbres funerarias en la Nueva España, México, El Colegio de Michoacán/El Colegio Mexiquense, 2001.

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iglesia, cubriendo una parte de lo que ahora es el atrio de la Parroquia, extendiéndose un poco más de la mitad de lo que ahora es la Plaza de República, ubicada al poniente de la Plaza de la Patria y por el poniente tenía como límite el antiguo camino real. El lugar que ocupaba el cementerio se encontraba demarcado por muros construidos por piedra con sus almenillas, con dos relojes de sol en sus esquinas, conservándose un ejemplar en el lado norte del atrio de la catedral. Al interior del cementerio se encontraba un osario, colocado sobre un sotabanco y en la cúspide tenia colocada una cruz. Este contaba con cinco accesos, por lo que para 1815 se reducen el número de entradas a tres. Resulta interesante mencionar que en el Cementerio de la Parroquia solo se inhumaba a la gente principal de la Villa, habilitándose para las castas los cementerios de San Marcos, San Diego, la Merced y el de San Juan de Dios. Este recinto fúnebre dejo de prestar servicios hacia 1818, como lo atestigua su ultimo entierro, ya que para este tiempo ya se habían abierto las catacumbas de San Diego y los cementerios de San Marcos, del Santuario de Guadalupe y el del Encino. Una vez clausurado el cementerio, dicho lugar sufrió un abandono trayendo como consecuencias el deterioro del mismo, por lo que se procedió a su destrucción, exhumando algunos de sus cadáveres y trasladarlos a un nuevo camposanto. Puede observarse en el Plano elaborado por el INAH como se 183 encontraba el cementerio (erróneamente mencionado como Panteón) en la entonces Parroquia de la Asunción (hoy Catedral de Aguascalientes) de la traza urbana española hacia 1625.

El panteón de los Ángeles y de la Cruz Un panteón patrimonial en el Estado de Aguascalientes José Rodolfo Gutiérrez Medel México

El primer lugar para sepultar cadáveres de índole civil en la ciudad de Aguascalientes fue el Panteón de los Ángeles, mismo que se estableció en el Antiguo “Barrio de los Arellano” o “Barrio de los Adoberos” y surge tras la intención de dar cumplimiento con lo estipulado por las Leyes de Reforma. El Panteón de los Ángeles y de la Cruz se encuentra ubicado en las actuales calles de José Guadalupe Posada y Larreategui. Delimita al noroeste con el antiguo Arrollo de los Arellano, al noreste por la calle Reforma, al sureste por la Privada de Reforma, las calles de José Guadalupe Posada, Larreategui y la Iglesia del Señor de los Rayos y al sur por la calle de Guadalupe. Las inhumaciones en la Villa de Aguascalientes Comenta el Dr. José Antonio Gutiérrez Gutiérrez en el folleto “Marcarón” número 3 denominado “De Muertos y de Panteones” que desde la fundación de Aguascalientes no existió cementerio alguno en la villa en toda su jurisdicción, por lo inhumaciones se realizaban al interior de la iglesia parroquial, del templo de San Diego y del de la Merced, en estos dos últimos se inhumaban generalmente a los benefactores de la iglesia. Con respecto a lo señalado por el antes cuitado autor a razón de las inhumaciones al interno de la iglesia parroquial, se cuentan con muy pocas pruebas fehacientes sobre los entierros al interno de la Catedral Basílica, inclusive no se encuentran lapidas, como sucede en otras iglesias de México que atestiguan la presencia de los entierros al interno de la Iglesia en esa época. Lo que sí es sabido que la iglesia parroquial desde su creación como capilla en 1601 ha sufrido muchas modificaciones, por lo que se puede aseverar que en la superficie actual de dicho lugar se han de encontrar algunos restos de personas que vivieron en la época virreinal en Aguascalientes. Se sabe al interior de dicho lugar se encuentran descansando los restos del fundador de la villa Don Juan de Montoro y Rodríguez, pero no existe prueba que demuestre donde fue colocado su cadáver. El primer cementerio en la Villa de Aguascalientes fue el Cementerio parroquial, el cual circundaba el costado sur y por frente de la

183

Etimológicamente la palabra cementerio deriva del término griego koimetérion, que significa lugar de descanso, ya que según el dogma cristiano, en dicho lugar los cuerpos descansaban hasta la resurrección de los muertos. Dichos lugares también recibían la denominación de camposantos, ya que en la ciudad de Pisa, se ordenó la clausura del cementerio, cubriéndose dicho lugar con tierra traída de los lugares santos de Jerusalén.

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la villa se vio ante la necesidad de crear nuevos cementerios, ante lo cual que se procedió a hacer uso de nuevos espacios contiguos a la iglesia parroquial (hoy Catedral) y del Templo de San Marcos. En el siguiente mapa elaborado por el INAH se puede observar que hacia 1750 ya se encontraban en uso las catacumbas de San Diego, el Panteón de la Salud y el Cementerio del Santuario de Guadalupe.

Imagen 1. Plano que demuestra la Traza Urbana Española hacia 1625, de elaboración contemporánea. Fuente: http://www.aguascalientes.gob.mx/aguascalientes2010/1810/mapas.html

Resulta interesante mencionar que la jurisdicción eclesiástica de Aguascalientes abarcaba varios pueblos, reales de minas, haciendas y ranchos, y que solo se podían inhumar cadáveres en la Villa, por lo que existía la obligación de traer los cadáveres de esas poblaciones a la cabecera en cuanto una persona muriera. Con lo que respecta al Templo de San Marcos y siguiendo la obra antes citada de José Antonio Gutiérrez Gutiérrez, menciona que hacia el 10 de mayo de 1683 se comienzan a inhumar cadáveres en dicho lugar, aunque en el mismo texto señala que a partir del primero de junio de 1667, por lo que se puede demostrar un anacronismo en el texto. Cabe señalar que en el Templo de San Marcos se procuró el inhumar cadáveres de indios o gente del Pueblo de Indios del Barrio de San Marcos. Posteriormente con la construcción de Templo de San Juan de Dios (hoy San José) también se autorizó el entierro al interno de su iglesia. Así mismo, señala que en la jurisdicción de Aguascalientes entre los años 1737 y 1738 sufrió una terrible peste provocada principalmente por el brote del matlazahuatl, que llevo a la muerte a muchos civiles, por lo que

Imagen 2. Plano que demuestra la Villa hacia 1750, de elaboración contemporánea. Fuente: http://www.aguascalientes.gob.mx/aguascalientes2010/1810/mapas.html

Con respecto a las inhumaciones en el Templo del Encino se tiene el registro que se empezaron a inhumar cadáveres el 30 de diciembre de 1779, fecha en que se efectuó el primer asiento de entierro de ese lugar. Las Leyes de Reforma y el establecimiento de los Panteones civiles Los Panteones civiles en México, se crearon en la segunda mitad del siglo XIX, a partir del establecimiento de las Leyes de Reforma. Dichos recintos fueron localizados principalmente a las periferias de las ciudades. El 30 de enero de 1857 se publica por el Presidente Ignacio Comonfort la Ley para el establecimiento de Cementerios, misma que disponía una serie de ordenamientos para el establecimiento de nuevos

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proyectos de cementerios en el país, en aras de salvaguardar la salubridad pública. Con esta disposición quedaron prohibidas las inhumaciones de civiles en las iglesias, ermitas, capillas, santuarios y lugares cerrados dentro del recinto de los pueblos y fuera de los cementerios, estipulándose una infracción de 100 a 1,000 pesos al que infligiera con lo estipulado en este precepto. Con lo que respecta a religiosos, la antes citada ley señalaba que estos podrían inhumarse en los cementerios de sus conventos. Para cualquier entierro se requería del permiso de la autoridad civil, previa petición de los deudos a través de una solicitud de inhumación, misma que debía de presentarse por duplicado, del cual la original estaría bajo el resguardo de la oficina de registros y el otro se entregaría a los deudos para que el cadáver pueda ser sepultado. El artículo 15 de la Ley para el establecimiento y uso de Cementerios establecía que los ingenieros civiles o militares o cualquiera otra persona interesada en el tema debían de presentar a la autoridad civil los proyectos de cementerios para que se apruebe el que resulte más conveniente, mismo que disfrutaría el premio que el gobierno señalara, en atención a la población para la que se destine el proyecto y a la perfección de él. En virtud de lo anterior, se debían de observar para que el proyecto resulte viable lo siguiente: capacidad y distribución para contener el número de cadáveres que se proyecte para cinco años, decencia sin ostentación, precauciones higiénicas, el procurar el establecimiento de los mismos en lugares altos y secos, ubicados a una distancia de 200 a 500 varas de la población y opuesto al viento dominante y que se coloque una cerca de 4 a 5 varas. Por otra parte, el 31 de julio de 1859, siendo Presidente de la República el Licenciado Benito Juárez, se promulga la Ley de secularización de cementerios, en donde se declara el cese de toda intervención por parte de la iglesia en los cementerios y camposantos.

Imagen 3. Ley de secularización de cementerios, Fuente: http://www.memoriapoliticademexico.org/Textos/3Reforma/1859LSC.html

Dicha ley disponía que permanecieran bajo la inspección de la autoridad civil todos los lugares que servían para dar sepultura, aun las bóvedas de las iglesias catedrales y de los monasterios, así mismo se volvió a prohibir el enterrar cadáveres en los templos. Correspondía al Gobernador del Estado el mandar establecer nuevos campos mortuorios o panteones, cuidando que se encuentren fuera de las poblaciones, pero a una distancia corta, situados a sotavento del viento reinante, circuidos de un muro, vallado o seto y cerrados con puerta que haga difícil la entrada a ellos y plantados de arbustos y árboles indígenas o exóticos que más fácilmente prosperen en el terreno. También se estableció que cualquiera que inhumase algún cadáver sin conocimiento de la autoridad civil, sería sospechoso de homicidio, meritorio de un juicio en que se averigüe su conducta y responsable de los daños y perjuicios que los interesados en tal inhumación clandestina prueben que se les ha seguido. Así mismo se dispuso la apertura de un juicio y si no resultare reo ni cómplice de homicidio, se les impondrá siempre

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la pena de una multa de diez a cincuenta pesos o de ocho días a un mes de prisión.

Por un nicho á perpetuidad para adulto. . . . . . . . . . $ 80.00 Ydem



. . . . . . . . . . . $ 12.50

Ydem







parbulo. . .





parbulo . . . . . .

. . . $ 40.00 . . . . . $ 25.00

Artículo 3° Los que clandestinamente verificaren inhumaciones en el Panteón de Guadalupe, siempre que no resulte responsabilidad criminal, quedan sujetos á lo dispuesto por el art 44 del Reglamento vigente... 185

No obstante de expedido el antes citado decreto, los habitantes de la ciudad continuaban inhumando a sus finados en el Panteón de Guadalupe, tal como lo hace constar la Sesión secreta verificada la noche del sabado primero de enero de 1876, la cual menciona la denuncia por parte del Pedro Torres como encargado de Panteones, en la cual señala que según informes de José Mirano, se ha infrigido lo dispuesto en el artículo tercero del Decreto, tras haber sido sepultado clandestinamente el cadaver de un parvulo hijo de don Macedonio Palomino. En virtud de esto, un escrito fechado el día quince de julio de 1896 se ordenó a la gendarmería por conducto de su comandante que se cuide que los cadaveres de parvelos que sean conducidos a los panteones para no vallan al descubierto, sino que sean introducidos en cajas, y en el supuesto de insolvencia de los deudos, se cubran bien a fin de que no causen perjuicio a la salubridad pública. Como consecuencia de lo anterior, en sesion ordinaria celabrada el 11 de julio de 1896, se acordó el exigir por parte de la policia de la Jefatura Pólitica de la Capital, a los deudos que al menos lleven a los finados bien cubiertos en el supuesto que no tengan para la caja. El 28 de septiembre de 1876, la Secretaria de Gobierno de la Jefatura Política de Aguascalientes se ordena el practicar a la mayor brevedad un reconocimiento en el Panteón de San Marcos, con el objeto de saber si se encuentra en estado para realizar inhumaciones de los cadáveres que se encuentran en él, para que sean trasladados a la fosa común del Panteón de los Ángeles.

Artículo 2° El mismo día 15 quedará abierto al servicio público, el Panteón de los Ángeles y en él se regirá la tarifa siguiente:

Ydem



Pavimento vara cuadrada . . . . . . . . . .. . . . .

… Artículo 1° El día 15 del mes de diciembre próximo quedará clausurado perpetuamente el panteón de Guadalupe de esta Capital.

. . . . . . . . . . . $ 25.00

pavimento lugar ditinguido para parbul. $ 2.50

La propiedad en este Panteón se adquirirá:

Panteones de los Ángeles y de la Cruz El recinto que ocupa el Panteón fue encomendado por el Gobernador del Estado, Ignacio T. Chávez, cumpliendo con lo estipulado por la Ley de Secularización de los cementerios, ya que en ese entonces, no existía el Municipio Libre como lo entendemos ahora, ya que como dice el artículo cuarto de la Constitución Política de Aguascalientes de 1857: “El Territorio del estado es el que comprende los partidos de Aguascalientes, Rincón de 184 Hornos (sic), Asientos y Calvillo”. Así mismo menciona que el territorio del estado se divide en partidos, mismos que serán administrados por el Ayuntamiento y gobernados por un Jefe Político, el cual sería designado por el Gobierno del Estado a través de una terna que propone el Ayuntamiento. La antes citada Constitución no señala entre las atribuciones del Ayuntamiento la creación de los Panteones. Para la administración de dicho lugar fue nombrando al Ayuntamiento de Aguascalientes, por lo afirmo que panteón no fue un competencia del Municipio, si no que del Gobierno del Estado de Aguascalientes, ya que la Constitución de 1857 no contempla al municipio autónomo. El Panteón de los Ángeles entro en funciones el 30 de noviembre de 1875 tras el decreto expedido por el Gobernador Ignacio T. Chávez, mismo que disponía la clausura del Panteón de Guadalupe y la apertura del Panteón de los Ángeles, el cual en su parte conducente señala:

Entierro en nicho para adultos. . . .



pavimento lugar ditinguido para adulto. $ 5.00

184

185

Constitución Política de Aguascalientes de 1857. Fuente http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/6/2862/14.pdf consultada el 30 de enero de 2013.

Copia del decreto que dispuso la clausura perpetúa del Panteón de Guadalupe de esta Capital. Fuente: Archivo Histórico Municipal de la Caja 30 expediente 34 foja 1.

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Dos días después, el 30 de septiembre de 1876, la Junta Superior de Salubridad, realizo un estudio cuidadoso sobre el estado que conservaba el Panteón de San Marcos, para verificar la conveniencia de seguir realizando inhumaciones en ese panteón. Una vez realizada la práctica de verificación detenidamente, se reconoció que no se debían de realizar más inhumaciones en el referido panteón, dado que la tierra es muy irregular, y en todas partes presenta un notable hundimiento y un gran número de huesos que podría decirse que impregnaban el lugar, no habiendo más lugares para realizarse inhumaciones. Así mismo en dicho documento se señala la posibilidad de ampliar la latitud y la profundidad del foso que circunda la parte que se desea agregar al Panteón de los Ángeles, esto para evitar el fácil acceso de los animales. Con fecha 3 de septiembre de 1878, el Ayuntamiento de Aguascalientes, solicita al Secretario de Gobierno del Estado la entrega del material necesario para la obra que se va a emprender para el ensanchamiento del Panteón de los Ángeles, dicho material consistió en mil doscientas carretas de piedras. El 18 de julio de 1888, se expide un documento por parte de la Junta Superior de Salubridad del Estado de Aguascalientes, en el que da cuenta del estado que conserva el Panteón de Guadalupe, señalando que dicho lugar se encuentra en completa ruina, por lo que una vez cumplidos los cinco años que establece la Ley se procedió a exhumar los cadaveres que se hubiesen encontrado en nichos, mismos que fueron trasladados al Panteón de los Ángeles. En el mes de marzo de 1898 se realiza el proyecto de Reglamento para lo Panteones de la ciudad de Aguascalientes, el cual fue aprovado el 29 de octubre de 1898, el cual con respecto al Panteón de los ángeles señala entre otros puntos lo siguiente:

El 29 de octubre de 1898, el regidor López Velarde hizo una serie de observaciones respecto al Reglamento de Panteones, mismas que fueron aprovadas en sesión celebrada el 29 de octubre de 1898. Señala Fernando de Jesús Esparza Ortíz en su obra denominada “Dignificando nuestra última Morada” que el Panteón de la Cruz se puso en servicio el primero de julio de 1903 en virtud de un proyecto del Ingeniero Tomás Medina Ugarte durante el régimen del gobernador Carlos Sagredo. Dicho recinto fúnebre ocupo en sus inicios una superficie de 24,240 metros cuadrados, considerado el Panteón Municipal mas grande del Estado. Un documento fechado hacia 1916 ubicado en la Caja 432 expediente 8 foja 3 del Archivo Histórico Municipal, hace constar el croquis del Panteón de la Cruz, el cual fue remitido por el Juez del Estado Civil, en el cual se puede observar la traza del Panteón de los Ángeles y el de la Cruz hacia esa fecha, misma que divide al Panteón de los Ángeles en dos patios, en el cual, el primero se encuentra destinado a la primera clase, fraccionándose en cuatro cuadrantes divididos por zonas peatonales,

 Todos los panteones estarán bajo la inspección y vigilancia del gobierno.  Se considerarón como panteones de la ciudad de Aguascalientes al de los Angeles, San Marcos y el de la Salud.  Se condideró el primer patio del Panteón de los Ángeles como de primera clase y el segundo de segunda clase.  El horario para realizar inhumaciones sería de siete de la mañana a las seis de la tarde en el verano y de ocho de la mañana a cinco de la tarde en invierno.  Para realizar inhumaciones se requería de la orden respectiva del administrador de panteones.

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dedicándose dos cuadrantes y medio para adultos y un cuadrante y medio para párvulos. El segundo patio de dicho panteón se encuentra fraccionado en dos partes, divididos también por zonas peatonales, ambas destinadas a la tercera clase, de las cuales, aproximadamente un 65% se encuentra destinado a adultos y el resto a párvulos. Con lo que respecta al Panteón de la Cruz, se divide en dos secciones, de las cuales, la primera se divide en dos cuadrantes, una para adultos y otra para párvulos, dividiéndose el cuadrante de adultos en seis series y el cuadrante de párvulos en cuatro series. La primera serie del cuadrante de adultos tenía una capacidad de 158 fosas, la segunda serie 150 fosas, la tercera, 132, la cuarta y quinta 105 cada una y la sexta con 84 fosas, con un total de 714 fosas para el primer cuadrante para adultos. Con lo que respecta al segundo cuadrante, este se encuentra fraccionado en cuatro series de primera clase destinado para párvulos, correspondiéndole a la primera y tercera serie 300 fosas cada una, y a la segunda y cuarta serie 288 fosas también cada una. Resultando para este cuadrante un total de 1,176 fosas. Respecto a la segunda sección, esta se encuentra dividida por ocho series, cuatro destinadas para adultos y cuatro para párvulos, de los cuales dos de estas partes conocidas como la séptima y octava serie se encuentran destinadas a adultos de la primera clase, contando la séptima y octava serie con 640 fosas cada una. Otras dos fracciones conocidas como primera y segunda serie se encuentran destinadas a la segunda clase, contando cada serie con 640 fosas. De las cuatro series destinadas para párvulos dos de estas se encuentran destinados a la segunda clase, conocidas como primera y segunda serie, contando la primera con 1,085 fosas y la segunda con 977 fosas. Con lo que respecta a las dos series restantes, estas se encuentran destinadas a la tercera clase, divididas en dos series, la primera con 1,048 fosas y la segunda con 1,050 fosas. Le corresponde a la segunda sección 6,720 fosas. En total, el Panteón de la Cruz hacia 1916 contaba con 8,630 fosas. Así mismo se contempla en el plano un lugar propuesto para una ampliación destinada a la tercera clase en el margen del rio de “Los Arellano”, dado que resultó insuficiente el número de fosas que disponían el Panteón de los Ángeles y el de la Cruz, ya que considerando los tres años que establecía la Ley para realizar exhumaciones, este lapso no era bastante para que los restos se encontraran reducidos a restos, ya que estos se encontraban casi enteros, por lo que se consideró urgente dicha ampliación. La ampliación hacia referencia a un lote de forma triangular,

cuyo terreno podría aprovecharse para abrir aproximadamente mil doscientas fosas. Con fecha 5 de junio de 1916, por medio de un escrito ubicado en el Archivo Histórico Municipal se señala que los sepulcros disponibles para la tercera clase están por terminarse en el Panteón de la Cruz, por lo que se señala la urgencia de la ampliación de dicho lugar, ya que la tercera clase ya no puede disponer de algún lugar en el Panteón de los Ángeles y porque se ha calculado un crecido número de defunciones en la localidad. Por medio de un escrito con fecha 12 de junio de 1918, emitido por el señor Ricardo Olvarrieta, como regidor cuarto suplente y comisiónado para la construcción del momunento del ángel a la entrada de los Panteones de los Ángeles y de la Cruz, al centro del “Jardín de los Panteones”, actualmente “Jardín del Ángel” consistiendo en una bella escultura de un ángel con expresión de tristeza con el dedo indice se su mano derecha sobre los labios, como simbolo de silencio por el lugar que alberga el recinto fúnebre. Esta escultura fue trabajada en cantera rosa, de una sola pieza. El citado escrito señala lo siguente: … Que estando ya terminado el monumento, creo muy conveniente que esa H. Asamblea comisione alguno de sus miembros a que pase con mígo para hacerle entrega de dicho munumento y de esta manera quede ya por cuenta y riesgo del Ayuntamiento. A la vez me permito suplicar con el debido respeto a todos y a cada uno de uds. Señores Municipes, se sirvan prestarme su ayuda y entusiasmo para ver si es posible dejáramos del todo terminadas en el curso del mes de julio próximo las obras de que se trata y de esta manera cumplir debidamente la comisión con que inmerecidamente fui honrado. 186

Comenta Fernando de Jesús Esparza Ortiz, en su obra citada paginas atrás, que los cortejos fúnebres hacia 1950 consitían en la velación del difunto en el domicilio familiar, mismo que duraba toda la noche, en donde se comía y bebia café con piquete, amenizando la noche con chistes para elevar el humor de los acompañantes. Los restos del difunto se depositaban en un féretro, mismo que particularmente era colocado en la sala o en un lugar amplio del hogar del finado, el cual se hacia acompañar de cuatro velas en cada esquina del ataud y un plato con cebolla que se colocaba abajo del ataúd, así como se solía acostumbrar el poner en el pectoral del difunto un crucifijo de metal en donde se observa una calavera 186

Copia del Expediente número 178 que Contiene los informes del C. Ricardo Olavarrieta, Regidor Suplente, en el que manifiesta estar terminado el monumento que habrá de colocarse en el jardín de los panteones. Fuente: Archivo Histórico Municipal de la Caja 456 expediente 9 foja 1.

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que significa que la muerte esta bajo los pies de Cristo. Posteriormente del velorio, se procedía a llevar al finado a pie cargando cada esquina del feretro cuatro personas, desde cualquier punto de la ciudad con rumbo hacia los Panteones. Actualmente, el Panteón de la Cruz, cuenta con una capacidad de 21,840 fosas y 1,262 gavetas verticales y una superficie dos veces mayor que el Panteón de los Ángeles. El Panteón de los Ángeles y de la Cruz alberga un gran legado artístico e histórico que merece el reconocimiento de sus habitantes, por lo que es menester la protección de dichos recintos.

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El Panteón Francés, antecedentes 187 La ciudad de Puebla se ha caracterizado entre otras cosas por su arquitectura civil y religiosa; pero una de las ramas de la arquitectura de la que poco se habla y no es menos importante que las anteriores es la arquitectura funeraria. La más representativa está plasmada en tres de sus cementerios: El Panteón Municipal, el Panteón de la Piedad y El Panteón Francés.

EL PANTEÓN FRANCÉS Y SUS MONUMENTOS DEL SIGLO XX: Función y forma Jorge Sosa Oliver María Cristina Valerdi Nochebuena Aurora Roldán Olmos Jonathan Hernández Flores México

Enmarcada en el proyecto Comparativo Tipológico de Cementerios Públicos y Privados de la ciudad de Puebla, financiado por la Vicerrectoría de Investigación y Estudios de Posgrado de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (VIEP-BUAP) en el Programa Institucional de Fomento a la Investigación y a la Consolidación de Cuerpos Académicos se presenta el tema referido al panteón Francés de la ciudad de Puebla. Los cambios arquitectónicos y artísticos que se dan a través de las épocas se ven manifestados a partir de los elementos arquitectónicos que conforman la envolvente de los espacios que cumplen una determinada función y los que se materializan a través de los materiales que se utilizan. El panteón Francés a través de su historia nos muestra diferentes estilos arquitectónicos y artísticos (escultura) en los diferentes monumentos que denotan las transformaciones sociales y económicas de la ciudad de Puebla, representados en las zonas que conforman el espacio funerario: la histórica como aquella de mayor antigüedad y la que denominaremos para este trabajo el espacio de la segunda mitad del siglo XX, y del cual se hace el análisis de la función: sepulcro, mausoleo, capilla o sepulcro, en particular de las capillas como espacio preponderante en esta zona, de su forma y de los materiales de construcción, los que se expresarán en una ficha tipo de registro y que en congruencia responderán a los cambios económicos reflejados en esta muestra.

Figura Nº 1. Fotogrametría del Panteón Francés de Puebla (recuperado de Google maps, 2013) Zona actual

Zona Histórica

En este trabajo el objeto de estudio es el Panteón Francés el cual es un lugar con valor histórico debido a su relación con la batalla del 5 de mayo de 1863 de la ciudad de Puebla ya que ahí se encuentran los restos de algunos soldados que participaron en ella. (Figura Nº 1) 187

La ciudad de Puebla cuenta con una población aproximada de 1’300.000 habitantes y extensión de 209,5 kilómetros cuadrados (H. Ayuntamiento de Puebla, 2001) decretada como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1987. El Centro Histórico (CH) de la ciudad de Puebla tiene una superficie de 6,99 kilómetros cuadrados comprende gran parte de la ciudad antigua.

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La Sociedad Francesa, Suiza y Belga de Puebla a través de un patronato representado por los Hermanos Alliaud Caire tiene a su cargo el panteón, y su administradora es la Lic. Isabelle Alliaud. El Panteón Francés fue utilizado principalmente por la nobleza del siglo XIX, se caracterizaba por su orden y limpieza en el se construyeron monumentos y mausoleos en los que la manifestación arquitectónica tuvo gran valor en cuanto a sus cualidades formales. Por lo tanto el panteón municipal quedó para dar servicio a la clase media y baja de ese tiempo, sin perder de vista que también en este espacio funerario se edificaron monumentos de valor artístico.

establecen relaciones sociales al ser en el momento de la visita en un lugar de encuentro, es una reunión entre lo vivo y lo no vivo, entre los que quedaron y los que se fueron, se convierte así también en un lugar de memoria. Pierre Nora (2011) dice: «Los lugares de la memoria son ante todo restos, la forma extrema bajo la cual subsiste una conciencia conmemorativa en una historia que la solicita, porque la ignora […]. Los lugares de la memoria nacen y viven del sentimiento de que no hay memoria espontánea de que hay que crear archivos, mantener aniversarios, organizar celebraciones, pronunciar elogios fúnebres, labrar actas, porque esas operaciones no son naturales […] La memoria es el recuerdo de un pasado vivido o imaginado. Por esa razón, la memoria siempre es portada por grupos de seres vivos que experimentaron los hechos o creen haberlo hecho […] La memoria es siempre un fenómeno colectivo, aunque sea psicológicamente vivida como individual ». Un lugar de la memoria es un conjunto conformado por una realidad histórica y otra simbólica. En este contexto, el espacio funerario como lugar, lugar practicado y lugar de memoria y en relación a la función, la arquitectura funeraria se expresa funcionalmente en tumbas o sepulcros, mausoleos, monumentos y capillas, regularmente acompañado de otras manifestaciones artísticas como la escultura, por lo que se definen brevemente los diferentes tipos que componen los espacios. Mausoleo: en griego Μαύσωλος, Maúsōlos. Es un sepulcro monumental y suntuoso, Procede de Mausolo, rey de Caría, para el que cuando muere, su viuda, la reina Artemisa, manda a erigir en su memoria un monumento funerario, el cual fue llamado mausoleo de Halicarnaso, posteriormente una de las siete maravillas del mundo, fue un monumento 189 sepulcral de grandes dimensiones . En general es un espacio dispuesto 190 para contener urnas funerarias o ataúdes de personajes singulares . Monumento: «[…] el Diccionario Ilustrado de la Lengua Española Aristos, define el término Monumento como: «obra escultórica o arquitectónica conmemorativa. Objeto o documento de utilidad histórica. Sepulcro, sarcófago y especialmente el túmulo o altar que el Jueves Santo se forma en las iglesias».

La función Dentro de la arquitectura la función es definida por la manera adecuada para que el ser humano desarrolle sus actividades, «la arquitectura ha de preocuparse por dar satisfacción a las necesidades básicas de cobijo,[…] se mantiene a lo largo de la historia, no sólo como una constante ideológica que da testimonio de la esencia del hecho arquitectónico, sino también como una permanente demanda a la que dar respuesta. En su nivel más espiritual se limita a conmover; tal como expresaba Adolf Loos al narrar la impresión recibida por un paseante en un bosque ante un pequeño túmulo sepulcral». (Ramon, 2000: 112). Toda acción requiere un espacio determinado, escribe Norberg Schulz (:74). «Las funciones no solo prescriben el tamaño de los espacios […] el marco funcional debería representar una estructura de acción poniendo de manifiesto las características espaciales, topológicas y dinámicas de las funciones». 188 El panteón es un espacio destinado a una función con características físicas, pero es un espacio determinado por la costumbre del enterramiento inicialmente tumba, como necesidad de conservar los restos humanos, surge de una costumbre milenaria, ancestral, cumple con la función de ser una manifestación física espacial, resultado de una ideología (costumbre), siguiendo a Cerceau (1990) «el espacio, es un "lugar practicado", "un cruce de elementos en movimiento"» (Cerceau, 1990 en Augé 2000:85). Pero el espacio funerario como “lugar practicado” definido lugar en términos de Augé (2000)«como lugar de identidad, relacional e histórico» (: 83) cubre dos funciones, la primera es la que se describe en el párrafo anterior sin embargo se convierte también en un espacio en el cual se 188

189

http://www.google.com.mx/search?sourceid=navclient&hl=es&ie=UTF8&rlz=1T4SKPB_esMX315MX315&q=mausoleo 190 http://mx.encarta.msn.com/encyclopedia_761572602/Mausoleo.html

Monumento funerario destinado a enterramiento de varias personas

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La palabra monumento se deriva del vocablo latino monumentum, sustantivo neutro cuyo significado es mostrar, enseñar y también recordar […] Tanto en las lenguas modernas como en el latín, la palabra significa: todo lo que recuerda algo, lo que perpetúa un recuerdo. La categoría de monumento involucra tres componentes: espacio, marco físico en el que se desarrolla la obra y del que forma parte el propio objeto en sí; tiempo, la distancia que nos separa de su realización; y espíritu, aspecto de carácter subjetivo que nos permite la asignación de una significación o valor. (Melero, 1997) Capilla: Del latín *cappella, diminutivo de cappa, capa. La de la iglesia en que se levanta el túmulo y se celebran honras solemnes por algún difunto.: Edificio pequeño destinado al culto, que en el caso de espacios funerarios cumple la función de sepultura y que varía en dimensiones de acuerdo a las características de cada cementerio. Sepulcro: Del latín sepulcrum. Obra por lo común de piedra, que se construye levantada del suelo, para dar en ella sepultura al cadáver de una 191 o más personas . Se escribe que desde tiempos de Constantino se erigieron cementerios al aire libre los cuales estaban localizados en las afueras de las poblaciones y junto a una iglesia. Los sepulcros de esa época eran a manera de cajas de una o varias piezas o en nichos formados con material de albañilería y cubiertos con una losa, que se situaban en el muro del cementerio o bajo tierra. Es conveniente hacer notar que estos tipos de espacios particulares dentro de los espacios funerarios en su contexto general han cubierto su función, sin embargo con el paso del tiempo y con el crecimiento demográfico los sitios de descanso último han variado dando paso a otro tipo de espacios, los que son producto de un sistema social y de acuerdo a una nueva manera de cumplir con el último adiós, en el que el valor que se le da a los espacios funerarios considerados patrimoniales o en vías de ello se transforma en un paisaje que se debe preservar o rescatar para recobrar su puesta en valor como sitio que debe conservarse como sitio patrimonial.

geométricas, conocimiento y manejo de cuestiones significativas y subjetivas que atañen al hombre como diseñador y como usuario, y una base material que la sustente aplicada con maestría en un contexto determinado» (Coccato, 2001: 2) Sin embargo se podría cuestionar ¿qué es un concepto?, ya que es el punto de partida como se escribió para materializarse en “forma”, por lo tanto se ve como una síntesis inicial que dirige los procesos proyectuales y de materialización. Parafraseando a Coccato «La forma tomada como entidad abstracta carece de significación, por ello partimos del concepto, ya que él, lleva implícito tanto la forma, como el contenido (lo que vale decir que el objeto entonces es totalmente constituido por el concepto)[…] la forma afecta al contenido, pero forma - espacio, forma - contenido resultan una 192 realidad inescindible por lo que el sistema proyectual meramente compositivo conlleva el riesgo de carecer de significado al resultar una composición de equilibrios generalmente en el plano que no incorpora las múltiples dimensiones del espacio tiempo limitando las posibilidades creativas»(:3). En una materialización arquitectónica la base será el concepto, ya que el material es utilizado para, justamente materializar una idea y en ese momento al sumarlo a una función adquiere una diferencia a pesar de ser la misma función y material, ya que el eje será el concepto y el cual llevará implícita la creatividad del diseñador y constructor «una realidad objetivada conteniendo lo subjetivo del yo, un despliegue del concepto único e irrepetible, algo nuevo. Los ladrillos no están todos inventados»(ídem: 6). Se resuelven problemas espaciales desde su conceptualización, ya que puede darse el caso de que al abordar temas nuevos derivados de diferentes conceptos se carece de tipologías válidas, generándose así nuevas tipologías En el caso específico la ideología existe, pero cambia la manera de materializar esa ideología por el poder económico para representar los diferentes tipos de enterramientos. La forma así, «resulta del análisis formal del bien con la intención de conocer sus elementos compositivos y ornamentales en relación con su origen histórico (precolombino, colonial, republicano, moderno, contemporáneo), y su tendencia artística o estilística, con el propósito de valorar su acertada interpretación, utilización y sentido estético»(2005: 40).

La forma Todo proyecto tiene como base un concepto, sin este no podría derivarse una forma, es la generación de una idea que se materializará en diferentes tipos de representaciones, que regularmente son apoyados en la geometría euclidiana, y ahora se habla de la geometría fractal, por lo tanto para su construcción «requiere nociones de generación de la forma matemático191

192

http://www.wordreference.com/es/en/frames.asp?es=sepulcro

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Inescindible: es algo que no se puede cortar o dividir.

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Materiales En este apartado se refiere a los diferentes materiales que se han empleado en la materialización de los diferentes tipologías de los cementerios. Se puede decir que el material que ha imperado es el mármol, ya que ha servido para hacer las representaciones escultóricas que han caracterizado a los espacios funerarios, siendo usado principalmente hasta mediados del siglo XX, utilizando a partir de esas fechas los materiales y procedimientos acorde con el desarrollo tecnológico y constructivo, utilizando los muros de mampostería, las cubiertas de concreto y el uso de cancelería de aluminio sustituyendo al hierro forjado. Sin embargo el mármol en sus diferentes tipos es el material que sigue siendo líder en la construcción de los monumentos, mausoleos, capillas y sepulcros, cuando se trata de enterramientos en los cementerios que por sus características pueden cumplir los requerimientos para ser declarados patrimoniales, como los son el Panteón Municipal, el Panteón de la Piedad y el Francés de Puebla, este último como sitio que nos ocupa y en el que en la sección de construcción más reciente dominan las capillas como monumento funerario, por lo que en el trabajo se mostrará una muestra de las capillas inicialmente.

El espacio 2ª mitad del S. XX El Panteón Francés se encuentra ubicado aledaño al panteón municipal, cuenta con dos accesos ambos por la avenida 11 sur, y el principal está cercano al cruce de esta circulación con el boulevard Carlos Camacho Espíritu, más conocido como boulevard Valsequillo, una de las vías de circulación primaria más importantes en la ciudad (fig. 2).

Figura 2. Ubicación Panteón Francés (Recuperado de Google Maps, 2013)

En cuanto al número de fosas se suman 5928 las cuales solo 4015 pertenecen a la zona de mayores dimensiones y la zona que se denominará del siglo XX, espacio en que se determinaron las capillas que serán muestra para su estudio. En la zona donde se encuentran los enterramientos de mayor antigüedad, las calles se numeran hacia el poniente, de la 1 a la 20 y hacia el oriente es alfabética, de la A a la H. Su trazo es ortogonal, y en sentido longitudinal parten de la denominada Antiguos Combatientes y en sentido transversal la llamada Adrien Raynaud. De la zona de mayores dimensiones que es la que nos ocupa para este trabajo, su trazo en sentido longitudinal constituido por las avenidas sección 2, sección 4 y sección 6 y son paralelas a la calle 47 poniente de la colonia Reforma Agua Azul y en sentido transversal su eje es la prolongación de la calle Adrien Raynaud que tiene su origen en la zona de

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mayor antigüedad. Parte de la calle 10, paralela a la avenida 11 sur hacia el poniente para terminar en la calle 2 y es a partir de Adrien Raynaud que continúa en sentido creciente de la calle 1 a rematar en la calle 55.

Figura 3. Vista de la Sección 2 y calle 1, del Panteón Francés

Se han seleccionado monumentos representativos de los cuales se muestra la ficha de inventario que denota los conceptos motivo de este trabajo: Forma, función y materiales, aunados a los datos necesarios de la ficha de inventario, considerando al «valor simbólico como aquel que manifiesta cosmovisiones en tanto que sintetiza y fusiona modos de ver y de sentir el mundo individual y colectivo, teniendo un fuerte poder psicológico de identificación y cohesión social. Lo simbólico mantiene y renueva con su poder de actualización, aspiraciones, deseos, ideales construidos e interiorizados que vinculan tiempos y espacios de memoria» (López Solórzano et al, 2005: 37). Véase: ficha 1, ficha 2 y ficha3

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Ficha 1 PROPIETARIO:

FAMILIA MIGUEL

ESTADO FÍSICO:

BUENO

TENDENCIA ARQUITECTÓNICA:

TIPO: CAPILLA MONUMENTO MAUSOLEO

INMUEBLE Nº 3 DETERIORADO

NEO COLONIAL NEOGÓTICO

VALOR:

CONTEMPORÁNEO

TRANSFORMACIONES: SÍ NO

MATERIALES: Granito negro Aluminio Concreto Cristal

ESTADO FÍSICO: TENDENCIA ARQUITECTÓNICA:

TIPO: CAPILLA MONUMENTO MAUSOLEO

DESCRIPCIÓN: Capilla de planta rectangular combinada, con losa de concreto y cubierta de granito negro, criptas en el interior, cancelería de aluminio natural con cristal transparente, desplantada sobre plantilla de concreto aparente NO IDENTIFICADO

AUTOR:

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Ficha 2 PROPIETARIO:

FAMILIA MIGUEL

INMUEBLE Nº 3

ESTADO FÍSICO:

BUENO

DETERIORADO

DESCUIDADO

TENDENCIA ARQUITECTÓNICA:

NEO COLONIAL NEOGÓTICO CONTEMPORÁNEO

VALOR:

ARQUITECTÓNICO ESCULTÓRICO

TIPO: CAPILLA MONUMENTO MAUSOLEO

TRANSFORMACIONES: SÍ NO

MATERIALES: Mármol Aluminio Concreto-Pintura Cristal

LOTE: 497

DESCRIPCIÓN: Capilla de planta cuadrada, construida a base de concreto en forma de prisma, repellada y pintada, criptas en el interior, cancelería de aluminio natural con cristal transparente, desplantada sobre plantilla de concreto aparente, acceso con arco y jardineras de mármol . NO IDENTIFICADO

AUTOR:

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Ficha 3 PROPIETARIO:

FAMILIA ÁLVAREZ GÓMEZ

PROPIETARIO:

ESTADO FÍSICO:

BUENO

ESTADO FÍSICO:

BUENO

TENDENCIA ARQUITECTÓNICA:

NEO COLONIAL NEOGÓTICO CONTEMPORÁNEO

TENDENCIA ARQUITECTÓNICA:

NEO COLONIAL NEOGÓTICO CONTEMPORÁNEO

TIPO: CAPILLA MONUMENTO MAUSOLEO

TRANSFORMACIONES: SÍ NO

TIPO: CAPILLA MONUMENTO MAUSOLEO

TRANSFORMACIONES: SÍ NO

DESCRIPCIÓN: Capilla de planta cuadrada, construida a base de concreto en forma de prisma, repellada y pintada, criptas en el interior, cancelería de aluminio natural con cristal transparente, desplantada sobre plantilla de concreto aparente, acceso con arco y jardineras de mármol .

NO IDENTIFICADO

AUTOR:

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base a objetivos. Teniendo en cuenta la escasez de generalización y divulgación de la sistematización aplicada a la actividad de un grupo de trabajo en el ámbito patrimonial la autora pretende de esta tesis sirva como antecedente para la aplicación de sistematizaciones en el ámbito de la preservación del patrimonio. Para esto se propone, una vez finalizada y defendida, tramitar la posibilidad de su publicación en revistas científicas impresas o digitales que la doten del carácter y formalismo necesario para insertarla como referente bibliográfico con respaldo científico e institucional tanto a nivel nacional como internacional.

Área de Museología del Equipo Técnico de Historia, Conservación e Informática de la Necrópolis Cristóbal Colón: sistematizando su experiencia para interpretar y comprender su labor Laritza Céspedes Hernández Cuba

Un preámbulo necesario El concepto de patrimonio ha ido evolucionando y enriqueciendo su contenido en la medida que ha evolucionado la sociedad. En la actualidad el patrimonio histórico, la herencia cultural o el patrimonio cultural es un concepto derivado, subjetivo y dinámico, cuyo valor no lo determinan sus características propias, sino la importancia que la sociedad le atribuya y el contexto histórico que lo englobe. Son los propios seres humanos que deciden y determina cuales son los bienes que hay que proteger y conservar para legar a la posteridad. Las tendencias más actuales confirman ya la importancia de la conexión innegable entre patrimonio tangible e intangible, 193 cultura material e inmaterial. El valor histórico-cultural del patrimonio dentro de los cementerios ha sido ya demostrado en la comunidad científica internacional. La actividad sistemática para su valoración continúa siendo una de las mayores batallas que enfrentan en estos momentos especialistas de la preservación del patrimonio. La búsqueda y concreción de la teoría y metodología de trabajo que complemente, forme y conforme el basamento científico que sostenga la actividad de su gestión. Es imprescindible encontrar los usos más adecuados y socialmente más beneficiosos para estos sitios patrimoniales que se decide preservar, así como los mecanismos y acciones a realizar para su salvaguarda, junto a la búsqueda de los recursos disponibles para esta actividad (patrimonio cultural). El trabajo que se presenta a continuación es un extracto del proyecto de tesis de la autora para la defensa de su licenciatura en Gestión y Preservación del Patrimonio histórico-cultural, en el curso 2013-2014 en la Facultad Colegio San Gerónimo de la Habana, adjunto a la Universidad de la Habana. Resume un abordaje en torno al marco teórico conceptual que fundamenta la tesis, la metodología propuesta y los resultados esperados en

Cuba y la valoración del patrimonio histórico cultural En Cuba las políticas culturales referidas a la preservación del patrimonio se encuentran bien definidas. Amparadas bajo leyes como la Ley no. 1 Ley de Protección al Patrimonio cultural, Ley no. 2 Ley de los Monumentos Nacionales y Locales, el Decreto 55- Reglamento para la ejecución de la ley de los monumentos nacionales y locales-, el Decreto 118 -Reglamento para la ejecución de la ley de protección al patrimonio-, amparan plenamente la realización de la actividad. Como parte de la valoración del patrimonio existente en los cementerios se han dado importantes pasos, como su reconocimiento como sitios patrimoniales, fundamentado en sus declaratorias de Monumento Nacional; tal es el caso del Cementerio Colón y el Chino, de la Habana, el Tomás Acea y La Reina en Cienfuegos. Detalle significativo el de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba, por haber sido 194 declarado antes el triunfo de la Revolución y ratificado en 1978. Estudio de caso: Cementerio Cristóbal Colón, de La Habana El Cementerio Cristóbal Colón de La Habana, fundado en el 1871, cuenta con un vasto caudal de tesoros materiales e inmateriales que conforman su mayor valor. Su trazado urbanístico, piezas artísticas y valor histórico, son en su conjunto las condicionales que permitieron su declaración en 1987 como Monumento Nacional: …atendiendo al carácter excepcional de sus valores históricos y artísticos entre los que sobresalen exponentes de la arquitectura, la escultura y las artes decorativas. En todos ellos son apreciables presupuestos estéticos de la cultura universal y nacional. Además, es posible constatar en el recinto legítimas

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194

Ripetto, L. (6 de 2006). Pensar Iberoamérica. Consultado el 7 de mayo de 2013, de Revista de la cultura: http://www.oei.es/pensariberoamerica/temas.htm#pat.

Salinas, E. y T. Chepe, Turismo de cementerios. 2 Simposio Internacional de Estudios de Turismo y Viajes, s. f., pp. 2-9.

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tradiciones religiosas y expresiones de la cultura popular así como notables valores documentales atesorados en su Archivo desde 1868…195

su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han 198 relacionado entre si y por qué lo han hecho de ese modo”. Este método permitirá recorrer la labor museológica del Equipo Técnico de manera general, enfatizando en la actividad investigativa y socio cultural, las principales estrategias metodológicas utilizadas, los resultados obtenidos en base a objetivos y concluir sobre las buenas prácticas y los desafíos de las actividades de interés en la conservación del patrimonio dentro de la necrópolis habanera. Esta investigación se considera novedosa por su acercamiento a una realidad poco abordada. Su pertinencia ha sido establecida por cuanto contribuirá al rescate del caudal de conocimientos acumulados en 20 años de trabajo. Igualmente por responder a los intereses de la institución, que en su Reglamento disciplinario interno, Artículo 2, contempla que: Dado que el Ministerio de Cultura declaró a la Necrópolis Cristóbal Colón Monumento Nacional el 18 de febrero de 1987, este reglamento tiene también el objetivo de fijar las normas disciplinarias que rigen la labor que desempeñan los trabajadores de los monumentos y sitios históricos, que tienen por función promover, restaurar, conservar, exponer, controlar e investigar los elementos tangibles e intangibles del patrimonio cultural de la nación, en la consecución de las labores que les competen y como resultado de la acción pueda poner en peligro la perdurabilidad de una parte o del todo del centro histórico, construcción u objeto, en correspondencia con el Decreto 55 del Comité Ejecutivo del Consejo de Ministros referente al Reglamento para la ejecución de la ley de los monumentos nacionales y locales del 29 de de 199 noviembre de 1979. En segunda instancia contribuirá a sentar pautas metodológicas y de saber hacer que son de gran importancia para la labor del equipo de trabajo y de otros equipos de museología en el ámbito museal de los cementerios del país. El procedimiento metodológico a utilizar en la investigación pudiera servir de referente para posteriores estudios en otras necrópolis. La bibliografía referente a la teoría de construcción conceptual sobre patrimonio histórico- cultural, evolución de la conservación, la museología como ciencia y la sistematización de Experiencias es muy variada, siendo de gran aporte los autores de Latinoamérica que

A partir de esta determinación se impuso la ampliación del objeto social de la institución, pues hasta ese momento su objetivo fundamental era la actividad cementerial, a lo que se suma ahora toda la actividad de promoción y reconocimiento de sus valores, así como su preservación y protección como parte del patrimonio. Para potenciar y fortalecer esta nueva perspectiva surge en 1993 el Equipo Técnico de Historia, Conservación e Informática 196 (ETHCI). Fue conformado por las Áreas de Archivo, Informática, Conservación y Restauración, Arquitectura y Museología. Su objetivo principal establecido fue el de estudiar, velar, promover y gestionar los 197 valores patrimoniales de la institución. En el caso del Área de Museología desarrolla entre sus tareas principales la actividad investigativa y sociocultural, aunque esto no exime de la investigación a los Especialistas de las otras áreas. En sus manos ha estado la responsabilidad de compilar la documentación necesaria para la justificación teórica de los proyectos históricos y socio-culturales a realizar. Su labor también ha estado encaminada a facilitar la preservación de la memoria histórico-documental del recinto: antecedentes de la institución, historia, curiosidades, casas marmoleras, propiedades, personalidades, boletines, efemérides, recorridos, visitas guiadas, publicación y promoción de las actividades. Al cumplirse 20 años de la creación de este grupo de trabajo que -a pesar de los cambios estructurales internos que ha sufrido- ha mantenido su esencia de gestionar los valores patrimoniales de la institución, se plantea la necesidad de realizar un estudio que permita reflexionar organizadamente sobre sus logros, fallas, necesidades y potencialidades específicamente de actividad investigativa y sociocultural que realiza el área de Museología. Enfoque teórico conceptual Esta investigación tiene como estrategia metodológica fundamental la sistematización de experiencias, que según la plantea Oscar Jara es “aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de 195

Equipo Técnico de Historia, Conservación e Informática, Historia de la institución, Habana, Cuba, 1995. 196 En el año 1993, aprovechando la existencia de las plazas de historiadores, arquitectos, restauradores, conservadores, archiveros e informáticos, se propició su trabajo en conjunto bajo una misma rectoría que aunque no se creó como departamento, adoptó esta denominación. 197 Equipo Técnico de Historia, Conservación e Informática (1 de 1996). Informe de Balance. Resumen

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Guia de sistematización de experiencias. Haciendo memorias de la RSA., 2009. Administración Necrópolis Cristóbal Colón, Reglamento disciplinario interno. Necrópolis Cristóbal Colón, Habana, 2012. 199

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incursionan en la temática como Oscar Jara Holliday, María Mercedes Barnechea y María de la Luz Morgan. Se utilizaron artículos publicados en revistas digitales como la Revista Decisio. Sobre Sistematización en el ámbito nacional cubano se contó como único referente el libro Una aventura para crecer: Programa social infantil en el centro histórico de la Habana. Sistematización, de las autoras Aylec L. Vega y Lourdes E. Olivera. En esta publicación se muestra la proyección estratégica del proyecto, las líneas directrices y se muestrea la metodología aplicada para desarrollar las acciones. De importante referencia han sido libros como Museo, arquitectura y museografía (1998) del arquitecto cubano José Linares, Patrimonio Cultural e Identidad de la doctora Marta Arjona (1986), Conservación patrimonial: teoría y crítica de Isabel Rigol y Ángela Rojas (2012); documentos digitales de los sitios oficiales del ICOM, ICOMOS, UNESCO. Para la información sobre la valoración patrimonial de los cementerios y la actividad museal vinculada a sus espacios se utilizaron los artículos publicados en las páginas oficiales y blog de las redes de cementerio como la Red Iberoamericana de Cementerios Patrimoniales, la Red Chilena, Uruguaya y Mexicana respectivamente, así como documentos aportados por los especialistas e investigadores participantes en los Eventos de Valoración de Cementerios Patrimoniales. Específicamente el tema de actividad museal dentro de los cementerios es de escasa bibliografía, y en el ámbito nacional fue muy escasa la documentación que aportara sobre la temática.

en la Necrópolis de la Habana permitirá evaluar de modo crítico la gestión en esta área, a la vez que evidenciará buenas prácticas con posibilidades de aplicabilidad en contextos similares. Objetivos de la investigación Se plantea como cuestión principal a responder cómo se ha desarrollado la actividad investigativa y sociocultural para la conservación del patrimonio como parte de la labor museológica en la Necrópolis de Colón de La Habana en el período 1993-2013. Para esto se definen los siguientes como objetivos específicos: 1.

2. 3.

4.

Identificar los hitos fundamentales de la historia de la labor museológica en la Necrópolis de Colón de La Habana teniendo como referente los diferentes contextos histórico-sociales. Analizar la estrategia metodológica para la labor museológica en la Necrópolis de Colón de La Habana. Identificar los principales resultados en base a objetivos de la labor investigativa y sociocultural de museología para la conservación del patrimonio en el período propuesto. Valorar las buenas prácticas y los desafíos de la labor museológica para la conservación del patrimonio en la Necrópolis de Colón de La Habana.

Para el entendimiento común se definen en este contexto de investigación los siguientes conceptos: Actividad investigativa. Documentación histórica científicamente fundamentada y toda la actividad que tribute a este fin. Actividad sociocultural. Recorridos generales y especializaos, actividad turística, trabajo en la comunidad y de manera general toda actividad realizada por los especialistas desde y hacia la comunidad y la sociedad. Sistematización. Es aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho de 201 ese modo.

Propuesta metodológica Este trabajo se propone como tema de investigación la preservación y gestión del patrimonio histórico-cultural en las necrópolis patrimoniales. Su objetivo general se centra en sistematizar la labor museológica para la conservación del patrimonio en la Necrópolis de Colón en La Habana, haciendo énfasis en la investigación y gestión sociocultural. Como premisa fundamental para la investigación se plantea que la sistematización de la labor museológica para la conservación del patrimonio 200

Óscar Jara Holliday es educador popular y sociólogo peruano‐costarricense. Director general del Centro de Estudios y Publicaciones Alforja en Costa Rica y coordinador del Programa Latinoamericano de Apoyo a la Sistematización de Experiencias del Consejo de Educación de Adultos de América Latina (CEAAL). Ha realizado acciones formativas e investigadoras en todos los países latinoamericanos y en algunos europeos, y ha escrito múltiples artículos sobre educación popular, Metodología y realidad Latinoamericana en revistas nacionales e internacionales. Integrante del Comité Académico de la Universidad Paulo Freire, UNIFREIRE, Brasil, desde 2009.

201

Holliday, O. J. “Sistematización de experiencias, investigación y evaluación: aproximaciones desde tres ángulos”, Revista Internacional sobre Investigacion en Educación Global y para el Desarrollo, 1, 2012, p. 64.

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Labor investigativa y sociocultural dentro de la museología para la conservación del patrimonio. Enmarca las temáticas de investigación, metodologías y métodos de trabajo, resultados de la actividad específicos del área. Hitos fundamentales de la labor museológica en el cementerio. Etapas históricas, que se han determinado según los Especialistas que han dirigido la actividad. Principales resultados en base a objetivos. Demostración visible y práctica de la efectividad de los resultados en correspondencia con los objetivos planteados. Buenas prácticas museológicas. Creación, adaptación, aplicación y sistematicidad de metodologías y métodos para la labor investigativa y sociocultural. Los resultados a partir de su aplicación. Las dimensiones de cada objetivo fueron definidas determinando el alcance deseado para cada objetivo. Esta marcación permite centrar la sistematización en los aspectos esenciales a tratar, sin riesgos de derivar en aspectos que, aunque importantes durante el período investigado, no se consideran pertinentes a los efectos de los objetivos del trabajo.

2. Trabajo sociocultural Indicadores: a. b. c. d.

Principales resultados en base a objetivos de la labor investigativa y sociocultural de museología

DIMENSIONES: 1. 2. 3. 4. 5.

Objetivos-dimensiones Hitos fundamentales de la historia de la labor museológica Inicios de la labor museológica Definición de los objetivos de la labor museológica Definición del equipo de trabajo (perfiles profesionales, edad, sexo) Relación con otras áreas de trabajo en la Necrópolis Superación profesional de los especialistas Continuidad y sistematicidad de la actividad

DIMENSIONES: a. b. c. d. e. f.

Estrategia metodológica para la labor museológica

DIMENSIONES 1. Trabajo investigativo Indicadores: a. b. c. d.

Oficialización de las investigaciones Metodologías establecidas para el estudio combinado patrimonio tangible-intangible Pautas metodológicas a nivel nacional Concepción-ejecución de servicios en función de autofinanciamiento Integración con instituciones culturales

Buenas prácticas y los desafíos de la labor museológica para investigaciones y gestión sociocultural en las necrópolis patrimoniales

DIMENSIONES 1. 2. 3. 4. 5. 6.

Tipo de trabajo sociocultural desarrollado Estrategias metodológicas articuladas Tipos de públicos Evaluaciones del trabajo sociocultural

Buenas prácticas de la labor museológica para investigaciones y gestión sociocultural Conformación multidisciplinaria del equipo museológico Aplicación de inventario patrimonial a colección viva Metodologías establecidas, aplicadas y sistematizadas Participación comunitaria en la actividad Manejo de la visión de la diversidad cultural, inter y multiculturalidad, y la temática del género en el espacio cementerial

Desafíos de la labor museológica para investigaciones y gestión sociocultural en los cementerios con base en 1. Documentación de las etapas históricas de la institución 2. Salvaguarda de la documentación histórica 3. Desarrollo museográfico en función de las características del sitio 4. Inventario de colecciones vivas 5. Lógica de la investigación

Prioridades de investigación Tipos de metodologías aplicadas Direcciones desarrolladas por las investigaciones Aplicación de los resultados de las investigaciones a la práctica museológica y museográficas

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6. 7. 8.

Fuentes documentales Concientización sobre la temática Alcance multigeneracional

Hasta el presente se han ido desarrollando actividades necesarias para el desarrollo del proyecto. Se expondrá de forma organizada los resultados obtenidos hasta el momento y los resultados finales esperados, con base en los objetivos planteados. Estos resultados no están exentos de sufrir modificaciones como resultado final de la investigación. Quedaría como compromiso por parte de esta autora exponer en próximos eventos los resultados finales de la tesis.

Análisis de la información Existen múltiples conceptos de Sistematización que se manejan hoy en día, pero todos parten de elementos comunes. Todos reconocen que desde la práctica se genera conocimiento, que existe unidad entre el que sabe y el que actúa y que se entiende la realidad de una manera compleja y 202 cambiable, influenciada por los sujetos y los contextos. De los conceptos valorados en el proceso de revisión bibliográfica se presenta el que se considera más acorde con el objeto de estudio de este trabajo: “Es aquella interpretación crítica de una o varias experiencias que, a partir de su ordenamiento y reconstrucción, descubre o explicita la lógica del proceso vivido, los factores que han intervenido en dicho proceso, cómo se 203 han relacionado entre sí, y por qué lo han hecho de ese modo”. En esta investigación se propone la aplicación de métodos cualitativos para la recogida de información de interés. Su utilización permitirá encauzar una estrategia adecuada de investigación en relación con la problemática planteada. Entrevistas a expertos. Se aplicarán a especialistas y funcionarios del equipo de trabajo y de la institución, vinculados directamente a la actividad. Análisis documental. La revisión y análisis detallados de las diversas fuentes de información documental relacionados con la actividad museológica, la gestión y preservación documental, la museología y museografía aplicable en cementerios patrimoniales, el trabajo de valoración del patrimonio histórico- cultural en los cementerios y conceptos, metodologías y generalización de sistematizaciones. De especial interés la documentación generada por la actividad del Equipo Técnico del cementerio Colón. La información general obtenida se analizará a partir de la triangulación de métodos. Esta estrategia metodológica permite integrar y contrastar toda la información disponible para construir una visión global, exhaustiva y detallada del estudio en cuestión.

1.

2.

3.

Análisis de los fundamentos de las metodologías, métodos, herramientas e instrumentos aplicados en las diferentes etapas de las actividades propuestas por el equipo. 1.

2.

3. Resultados esperados en base a objetivos

202 203

Identificar los hitos fundamentales de la historia de la labor museológica en la Necrópolis de Colón de La Habana teniendo como referente los diferentes contextos histórico-sociales. A partir de la información documental existente constituida por actas, informes, resumen de balances anuales se ha ido organizando cronológicamente los momentos fundamentales de la actividad, subdivididos por etapas de trabajo determinadas por la persona física que ha estado al frente de la actividad. Determinación de los objetivos planteados en cada etapa y de su cumplimiento. Analizar la estrategia metodológica para la labor museológica en la Necrópolis de Colón de La Habana.

Guia de sistematización de experiencias. Haciendo memorias de la RSA, 2009. Holliday, O. J., op. cit.

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Identificar los principales resultados en base a objetivos de la labor investigativa y sociocultural de museología para la conservación del patrimonio en el período propuesto. Una vez determinados todos los objetivos por etapas determinar la concreción de los resultados de la aplicación práctica de estas herramientas y métodos para demostrar su efectividad. Se hará énfasis en el resultado final de las investigaciones (su publicación o disposición al público, el resultado de la actividad sociocultural en los diferentes ámbitos propuestos, etc.). Valorar las buenas prácticas y los desafíos de la labor museológica para la conservación del patrimonio en la Necrópolis de Colón de La Habana.

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Resultados Buenas prácticas de la labor museológica para investigaciones y gestión sociocultural 1. Conformación multidisciplinaria del equipo museológico 2. Aplicación de inventario patrimonial a colección viva 3. Metodologías establecidas, aplicadas y sistematizadas 4. Participación comunitaria en la actividad 5. Manejo de la visión de la diversidad cultural, inter y multiculturalidad, y la temática del género en el espacio cementerial

Bibliografía

Desafíos 1. Documentar las etapas históricas de la institución 2. Salvaguardar la documentación histórica 3. Desarrollar un guión museográfico que se aplique a la museografía característica del sitio 4. Inventariar colecciones vivas 5. Investigar desde la muerte hacia la vida para complementar la base histórica 6. De las fuentes documentales determinar los elementos a valorar como colecciones atendiendo a sus temáticas e interés 7. Preservación y conservación de las fuentes documentales 8. Modificar la perspectiva social hacia la temática de la muerte y los cementerios 9. Lograr un alcance multigeneracional

– – –

– – – – –

– – – – –

Conclusiones La aplicación de esta investigación permitirá recorrer la labor museológica del Equipo Técnico de manera general, enfatizando en la actividad investigativa y socio cultural, las principales estrategias metodológicas utilizadas, los resultados obtenidos en base a objetivos. Permitirá un acercamiento a una realidad poco abordada y contribuirá al rescate del caudal de conocimientos acumulados en 20 años de trabajo por un equipo multidisciplinario. A su vez evidenciará las buenas prácticas y los desafíos de las actividades de interés en la conservación del patrimonio dentro de la necrópolis habanera. con posibilidades de aplicabilidad en contextos similares.

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Administración Necrópolis Cristóbal Colón, Reglamento disciplinario interno. Necrópolis Cristóbal Colón, Habana, 2012. Equipo Técnico de Historia, Conservación e Informática, Historia de la institución, Habana, Cuba, 1995. Equipo Técnico de Historia, Conservación e Informática (1 de 1996). Informe de Balance. Resumen. Guia de sistematización de experiencias. Haciendo memorias de la RSA., 2009. Holliday, O. J. “Sistematización de experiencias, investigación y evaluación: aproximaciones desde tres ángulos”, Revista Internacional sobre Investigacion en Educación Global y para el Desarrollo, 1, 2012, p. 64. Rincón del Vago, Consultado el 7 de mayo de 2013, http://apuntes.rincondelvago.com/gestion-del-patrimonio, s. f. Ripetto, L. (06 de 2006). Pensar Iberoamérica. Consultado el 7 de mayo de 2013, de Revista de la cultura: http://www.oei.es/pensariberoamerica/temas.htm#pat. Ripetto, L. (12 de 2006). Pensar Iberoamérica. Consultado el 7 de mayo de 2013, http://www.oei.es/pensariberoamerica/temas.htm#pat. Salinas, E. y T. Chepe, Turismo de cementerios. 2 Simposio Internacional de Estudios de Turismo y Viajes, s. f., pp. 2-9. Sitio de Sistematización de Experiencias (3 de 2009). Consultado el 7 de mayo de 2013, de http://www.rgs.gov.co Web Patrimonial, s. f., Consultado el 7 de mayo de 2013, de http://www.iaph.es/web/canales.

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Didáctica 















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El espacio funerario como referente didáctico y pedagógico: el caso del Cementerio General Apóstol San Pedro Sula Honduras Eliseo Fajardo Encontrando a nuestros difuntos en red virtual: herramientas tecnológicas para la valoración y difusión de las investigaciones sobre espacios fúnebres Eloísa Lamilla De la clase a la práctica: Cementerio Universal, un espacio que merece vivir Fernando Vengoechea Johnny Insignares Memoria e historia en la materialidad de las tumbas: visibilidad, inclusión y pedagogía en el Cementerios de Bogotá Germán Ferro Estrategia didáctica: catalogación de los mausoleos del circuito turístico, Cementerio general de la ciudad de La Paz por los estudiantes del tercer semestre de la Univalle Gonzalo A. García Josefina Matas Implementación de la estela informativa como estrategia pedagógica en los cementerios José Eduardo Carranza Cesar Antonio Barranco Elías Rossini Jorge Iván Navarro Un cementerio en el bolsillo: los cementerios como herramienta educativa. Una propuesta museística portátil de apropiación patrimonial Lina María Gutiérrez Espaço de cultura, história, memoria e patrimônio: uma análise sobre as ações educativas realizadas no Cemitério do Nosso Senhor do Bonfim Marcelina das Graças de Almeida

Honduras

Colombia

Colombia

Colombia

Bolivia

México

Colombia

Brasil

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Este cementerio es concebido por la Dirección del Archivo Histórico, como una unidad archivística y a su vez, un sitio arqueológico vivencial, histórico, contemporáneo, el cual se proyecta como un paraje inter 2 actuante para los dolientes. El uso del suelo esta subutilizado, porque prevalece la visión de ser solo para el terraje, pero este podría diversificar su u empleo; siendo en orden de prioridades, el de servir para la implementación y ejecución de proyectos de autogestión administrativa que abarquen módulos didácticos de enseñanza aprendizaje prácticos y directos, donde las universidades y colegios que participen en la formación de aquellas personas que lo soliciten, procuren obtener, mediante los de instrumentos de investigación y formación pedagógica, capacitaciones de orden práctico y expeditas. De igual manera, recuperar los espacios físicos que contribuyan a que los visitantes alcancen una saludable recreación y reflexión dentro del recinto sagrado funerario con el fin que se conviertan en las propias salvaguardas del patrimonio cultural histórico y edificado que allí se conserva. Hace muchísimos años, tanto las autoridades municipales, como las del Instituto hondureño de antropología e historia, no consensuaron estrategias y acciones operativas para que este espacio, estuviera en condiciones adecuadas administrativas, jurídicas y de protección; se perdió la visión o nunca apareció en la agenda gubernamental, la aceptación jurídica e histórica, de ser un patrimonio memorial, representativo del desarrollo de la ciudad, tal vez porque aún prevalece el prejuicio cultural de creer que un cementerio es un basurero humano insalubre, de ningún interés social, aunque algunos familiares se apeguen al recuerdo y lo visiten, sigue vigente esa actitud. A nivel de inversión económica, es incontable, pues existen edificaciones que por su valor arquitectónico son maravillosas, realmente bien diseñadas por el arquitecto, verdaderas obras representativas de una época de esplendor social por igual de decadencia.

El espacio funerario como referente didáctico y pedagógico: el caso del Cementerio General Apóstol San Pedro, de la ciudad de San Pedro Sula (Honduras) Eliseo Fajardo Madrid Honduras

Introducción La ciudad de San Pedro Sula, carece a nivel de centros de recreación, formación educativa, una demanda que sobre pasa la capacidad del Estado de atender al público, sobre todo, a los jóvenes que no logran satisfacer sus necesidades de formación técnica y educación de bajos costos económicos, así les permite, ingresar a los centros pilotos localizados en puntos estratégicos de la ciudad. Una de los éxitos alcanzados por las universidades públicas, es la formación de profesionales en el programa conocido como Educación a Distancia, el cual no es suficiente para las universidades que promueven este tipo de capacitaciones. Los bajos presupuestos y la centralización administrativa, son dos causales que no permiten proyectar políticas a largo plazo en materia de prevención, uso del espacio disponible a nivel público, alianzas estratégicas u otros que desemboque en brindarles oportunidades a los jóvenes en proceso de formación profesional y técnica. No solo la ciudad padece esta limitante en materia de capacitaciones para los ciudadanos que lo soliciten, sino en el abandono de su patrimonio funerario y desconocimiento de su potencial en formación educativa informal. El terreno destinado al enterramiento es subutilizado, sin posibilidades inmediatas a responder a los retos de preservación, salvaguarda y proyección educativa, tanto en el plano técnico, como el artístico cultural, el de gestión de proyectos y administración de museos, como el que pretendemos desarrollar, al cual le hemos llamado: Museo de 1 “cielos abiertos” como el que se pretende instaurar al ¨aire libre¨ aprovechando la museografía natural e histórica que ofrece el cementerio patrimonial apóstol San Pedro.

2 Se tiene establecido en los programas de trabajo del Archivo Histórico Municipal. Los conceptos de Unidad documental y de zona arqueológica, se emplean con fines metodológicos y de trabajo interno. El Cementerio se considera una unidad documental porque en su estructura obedece a un sistema normativo, por lo tanto, contienen documentos en serie secuenciales que deben registrarse tal cual como se tratan las unidades documentales que producen los centros administrativos de trabajo. Es un sitio arqueológico histórico contemporáneo que tiene sus propias particularidades culturales, épocas constructivas, sistemas de enterramiento, manifestaciones cosmogónicas donde prevalecen rituales de distinta naturaleza de los cuales existen huellas físicas en diversos monumentos funerarios.

1 Francisco Raúl Méndez Labbe. Pintor. Nació en Santiago el 15 de Junio de 1922. Estudio Arq. En la Pontificia Universidad Católica de Chile, además de este personaje, el concepto es aplicado en el cementerio Cristóbal Colón de la Habana Cuba.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Visitar el cementerio en este momento, no es agradable, por la maraña de vericuetos que ofrece el sitio. A pesar de ello, se aprende muchísimo y se identifican verdaderos ejemplares de la arquitectura sampedrana de principios y mediados del siglo XX. Ciertamente, tanto la arquitectura, la herrería, ofrecen oportunidades para artistas, investigadores. Un catálogo de contenido artístico, sin duda se referiría, sobre los gustos y las motivaciones de muchos vecinos de esta ciudad, que aun se constituyen en familias. Ellos, su ascendencia, tomaron la decisión de ser enterrados en este lugar. Lo cual no lo podemos desconocer y deberíamos honrar su memoria con respeto y admiración. 3 Cuando se emitió la ordenanza 1976 en la que se delegaba a los ayuntamientos la responsabilidad de establecer los camposantos fuera de la ciudad, se consideró cumplir con la medida, adquiriendo por donación, media manzana de terreno, luego, a medida se iba expandiendo la mancha poblacional, se fue obteniendo más tierra y se fue expandiendo el cementerio, al igual que otros panteones adyacentes a la ciudad. El cementerio general Apóstol San Pedro, que por diversas causas, esta semiabandonado y en estado de desolación, sin el apoyo directo de las instituciones a las cuales nos referimos con antelación, no puede continuar de esa manera existiendo. A los costados del mismo, prevalecen asentamientos densamente poblados. (Barrio: Paz Barahona, las delicias, Lempira y centros comerciales). Para los vecinos representa, un lugar donde abunda la plaga de zancudos, acuden al lugar malvivientes y en sus alrededores por la poca iluminación es propicio los asaltos, tanto así, que solo tiene dos vigilantes y carece de alumbrado eléctrico y de un local adecuado para oficinas administrativas. La presencia e inversión en mantenimiento por parte de algunos deudos, hace posible que algunos monumentos funerarios estén limpios y pintados, aunque gran parte denotan deterioro, porque la carga impositiva 4 del 20% que cobra la unidad de cementerios por el monto total de inversión en la reparación o restauración del monumento, previo permiso de operaciones, más bien, aleja al contribuyente a mejorar el monumento y su entorno, además de ser un trámite engorroso que desalienta el deseo de invertir en el patrimonio funerario. Si se logra recuperar la parte recreativa a favor de los visitantes, mediante un sistema de vigilancia adecuado, que permita dar seguridad en el lugar, seguramente se han alcanzado las condiciones óptimas para

ofrecer un turismo educativo de alto nivel y generar un proceso de introspección y de interés por parte de los deudos. De la misma manera, formar varios comités de familiares que cumplan la función de salvaguarda de su patrimonio funerario. En el contenido de esta ponencia, se abordan cinco campos de acción interdisciplinarios, referentes al uso cultural del espacio funerario, en una acción mancomunada con universidades, colegios de segunda enseñanza y en lo posible con aquellos gremios, sindicatos, sociedades anónimas, club Rotario, Cámara de Comercio, Instituto Hondureño de Antropología e Historia que muestren interés en desarrollar el “Museo de Cielos Abiertos”. Estos campos de acción, están enfocados hacia una sola dirección, se trata del manejo integral del Cementerio como una dependencia a nivel educativo de las instituciones referidas, sin perder la responsabilidad de la salvaguarda del patrimonio funerario por parte de la municipalidad, quien es la administradora y delega a través de la unidad de cementerios, la parte de limpieza, mantenimiento y administración de los recursos económicos. Sin embargo, corresponde al Archivo Histórico Municipal, concertar con los deudos e instituciones afines, la salva guarda en materia de conservación del patrimonio funerario, a la vez en la gestión de proyectos que se focalicen hacia el fortalecimiento del “Museo de Cielo Abierto”. En aras de ofrecer una mejor cobertura de este espacio funerario, se acude a la aprobación por parte de la Corporación Municipal de un reglamento interno que garantice a los deudos, la seguridad de sus bienes patrimoniales, seguridad permanente de las personas para transitar de manera segura dentro y fuera del cementerio.

3 Decreto emitido en Consejo de Ministros en el Gobierno de Marco Aurelio Soto en 1976 4 Aparece consignado en el Plan de Árbitros, medida administrativa injustificada e innecesaria.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. hasta ahora no se ha encontrado un registro en que sitios del valle se 5 realizaron enterramientos . El origen del edificio de la catedral es muy reciente, data de 1946 a 1970 y no hay una referencia que diga antiguamente se enterró en el atrio de la catedral o en alguna capilla de algún barrio, más bien, en la planta baja de este edificio religioso, aparecen varios nichos y lapidas alusiva al enterramiento de obispos, muy recientes. No obstante esta aclaración, hay referencias bien documentada de hallazgos de entierros de origen prehispánico en varios sitios arqueológicos 6 dentro y fuera de la ciudad el caso de Rancho el Coco, Corruste y Cerro Palenque, estos sitios están registrados en el periodo posclásico tardío. Ubicación geográfica 7 El cementerio General de la ciudad de San Pedro Sula, se ubica entre la cuarta y siete avenida, Barrio Lempira, al costado sur, limita con la 13 calle frente al Instituto Municipal de Deportes (Inmude). Para ingresar al lugar, tiene cinco accesos, siendo la principal, la entrada norte, donde termina la avenida de los Leones o prolongación de la quinta avenida, once calle, es el cementerio más antiguo del Municipio, dentro de este entorno funerario, se localizan dos cementerios menores, uno perteneciente a la cultura china y el otro a la cultura judía, en el primero, se ha dejado de enterrar, mientras que el segundo sigue activo.

Imagen 1. Salutación a la Vida, museografía Funeraria. Septiembre 2009. Fuente: Archivo de Eliseo Fajardo.

Antecedentes históricos El cementerio general apóstol san Pedro que nos referiremos en esta ponencia; se ubica en la ciudad de San Pedro Sula, cabecera del municipio del mismo nombre, perteneciente al departamento de Cortes. El origen y fundación de la ciudad, se remonta al 27 de junio de 1536 y se le atribuye a Don Pedro de Alvarado, ser quien reunió a las autoridades edilicias que después de 1525 y durante11 años de guerras contra los naturales, logra pacificar a los indígenas y establecer asentamientos duraderos en el valle de Sula y alrededores, conocido actualmente como área Metropolitana que abarca varios municipios del departamento de Cortes. Este asentamiento, nace como Villa de San Pedro de Puerto caballos y alcanza su título de ciudad en el mes de julio de 1548 a petición de los vecinos residentes en el lugar. Un caso curioso es que esta ciudad no tiene datos que indique la existencia de un cementerio en la época colonial,

5 Informe de Campo del Proyecto arqueológico Corruste de 2007, donde se consignan en el mapa del municipio varios sitios y entierros secundarios. 6 Investigaciones arqueológicas en Cerro Palenque, aldea de Santiago, Municipio de San Manuel. 7 De acuerdo al contenido de las actas municipales, se establece que entre 1850 a 1870 aproximadamente debió existir un camposanto en lo que hoy es las instalaciones de la telefonía hondureña, exactamente entre la quinta avenida 4 y 5 calle sur oeste, el que se abandonó, hasta la apertura actual del cementerio.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. descubrirse. Mientras que la metodología de recorrido, es lograr que el visitante encuentre explicación y la certeza del dato exacto, mediante su participación, como autor o investigador en el objeto de conocimiento. El mismo contexto de enseñanza, genera múltiples procesos de aprendizaje para sí, el significado de los saberes previo (activación– esquematización, divulgación, socialización) y el significado de lo que está enfrente, es suficiente para crear los contenidos temáticos, estableciendo como línea de pensamiento, desafíos y retos factibles. En sí lo que se desea obtener desde el cementerio, es ofrecer a maestros, colegios de pedagogos, una definición más amplia, ser un “Museo de Cielo Abierto”, por la apropiación de la riqueza patrimonial, por parte de los alumnos y docentes esta participación afianza el sentimiento de pertenencia y desarrollo personal. Centros de interés sobre los cuales tratamos de instruir, enseñar, participar y educar a nuestro invitados. ¿Por qué la necesidad de implementar módulos de enseñanza aprendizaje en temáticas como la literatura, las artes plásticas, la formación de los procesos históricos de la ciudad, las guías culturales, arquitectura, etcétera, a priori, y sobre el que existe un desconocimiento absoluto hasta de los mismos gremios de profesores de segunda enseñanza y universitarios. Precisamente la experiencia como arqueólogo y etnohistoriador, nos ha permitido asumir el reto de impulsar este tipo de conocimiento, desde diferentes perspectivas, admitiendo en un acto de humildad, que se está aprendiendo sobre la marcha, no solo lo concerniente a la dinámica social de un lugar sagrado, como lo es el Cementerio General Apóstol San Pedro. Tanto así, que la tendencia es especializarnos en la investigación de este tipo de arqueología histórica, que ya se “desenmarañan y desentrañan”, vario de los hábitos culturales de los sampedranos y se identifican “rituales en vivo”, con son, algunas tradiciones de culto a la muerte, leyendas de aparecidos, símbolos, murales, expresiones literarias y sobre manera, identificar las actitudes personales de aquellas personas que abandonan para siempre, los restos de seres queridos. Si se logra socializar los contenido de los módulos educativos entre el personal docente, se estaría reforzando a la currrícula de educación formal para adolescentes que sin duda mostrarían, un descubrimiento novedoso, por lo que se rompen la barrera de lo imaginario la trasgresión del culto a la muerte y los prejuicios que se tienen sobre los camposantos. Nuestro material didáctico diseñado, rompe con la parsimonia y la normativa vertical dentro del aula de clases, una oportunidad para los que

Imagen 2. En la agenda por desarrollar en el inciso E) ámbito del “Museo de Cielo Abierto” se expone el inciso E.1). Módulos didácticos.

Líneas de trabajo Montaje de los módulos en: Literatura, Artes plásticas, escenografía para teatro, pantomima, Historia Barrial, Diseño Gráfico, etnohistoria, etnoarqueología, museografía, conocimientos sobre el relato oral, sistemas simbólicos, iconografía, muestras de pintura relacionada o vinculante con la muerte en los escenarios urbanos de la ciudad, entre otros. Justificación Nuestra estrategia de los módulos de enseñanza aprendizaje, se enfoca hacia la formación del ciudadano, docente y estudiantes que lo deseen, en el propio escenario museográfico y mágico del cementerio. El fin último, es sustraerlo del abandono en que se encuentra, romper con el monopolio de costumbres administrativas que generan vicios y beneficios personales. A su vez, darle la oportunidad al ciudadano de visitar el cementerio, aprendiendo y conociendo su patrimonio de una manera sistemática y ordenada, fortaleciendo su identidad barrial y comunitaria. Aportar los significados de ser un espacio museográfico natural, expuesto tal cual, como si fuera un sitio arqueológico donde está todo por

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. diseñan los libros de texto, en hora buena su presencia aprovechar la cultura 8 de los cementerios históricos patrimoniales.

Instrumentos de trabajo Pizarra acrílica, data shop, pantallas, computadoras, el Internet, otros.

Ejemplo de un módulo de aplicación inmediata Temática: Literatura Contexto de Enseñanza Este es concebido como Interdisciplinario, las técnicas de aprendizaje son creativas e innovadoras, directas, aprovechando cuanto recurso disponible esté a nuestro alcance en el propio escenario de trabajo, los procesos de elaboración de materiales didácticos. Los métodos de enseñanza son deductivos e inductivos que propician el análisis histórico como herramienta teórica indispensable para entender el tejido social de los sampedranos.

Evaluación La dirección del archivo concertará con el maestro de la institución educativa, en la rama de la asignatura de español, cómo se evaluará el rendimiento académico del alumno, así mismo, por razones de proteger y salvaguardar la memoria de los visitantes, el personal del Archivo Histórico elaborará los materiales didácticos que sean necesarios, la memoria histórica y el registro de los eventos, empleando técnicas de la etnografía. La información estará a disposición del público en general.

Objetivo general Se espera identificar la presencia de las memorias étnicas de la ciudad, los préstamos culturales y hurgar a través de la literatura, lo que corresponda a antiguas tradiciones locales, extraterritoriales de la cultura urbana.

Desarrollo de la propuesta Todo el montaje consiste en reforzar las asignaturas de español en la secundaria y bachillerato, promover el hábito de la lectura especialmente en los géneros del cuento, el relato, la novela de suspenso y en lo posible que el alumno identifique los instrumentos técnicos que se emplea en la etnografía. Cada módulo se implementara a petición de los maestros de los colegios que desean participar en determinadas fechas del calendario que para ese fin lo implemente el personal técnico asignado en el cementerio General. Cada colegio que participe no tendrá costos de ingreso al recinto, sin embargo, hay varias actividades de higiene y salubridad en las que deben participar como parte de la formación del alumno.

Población estudiantil beneficiada Estudiantes de Secundaria del tercer año de ciclo común y Bachillerato, padres de familia. Objetivos específicos Seleccionar dos cuentos y una novela corta de la literatura hondureña y de Hispanoamérica que encierre en sí, motivos alegóricos a la muerte, a escenario trágico-cómico de los seres humanos. Realizar lecturas y análisis mediante una guía sobre varios cuentos de Edgar Allan Poe, Gabriel García Márquez o de aquellos escritores que sean de interés académico. El sistema de trabajo debe ser grupal y presencial, el tiempo programado en el cementerio, es de dos horas cuando se trata de desarrollar los módulos didácticos y cuarenta y cinco minutos las visitas al cementerio previa solicitud para programarla en el calendario de trabajo. Se cuenta con un asistente auxiliar de arqueólogo que trabaja de lunes a jueves en el cementerio y tiene diversas funciones de trabajo para servicio al público. Escenarios móviles La ciudadela del cementerio frente la capilla y las aulas de clase de la institución educativa. 8 Ponencia presentada, en Paysandú, Uruguay, octubre de 2010

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. buscan lugares apropiados para sus actos litúrgicos, esparcimiento solaz, investigación identificación de la floresta o simple curiosidad de lo que se encuentra en el lugar. La propuesta de los módulos didácticos de enseñanza aprendizaje, es empleada en otras ciudades con distintos propósitos y con presupuestos propios, además de ser una tradición disciplinaria generacional, registrada y con los anuarios respectivos de lo que se produce como producto cultural dentro del cementerio. En Estocolmo, Suecia la dirección de cementerio del bosque y el cementerio del norte, ofrecen al visitante acceso a los fondos documentales que le permiten identificar personajes históricos, que aportaron el conocimiento al servicio de la humanidad. Por esta razón, enseñar aprendiendo, desde la ciudadela funeraria, es motivacional, inter actuante, de gran confort para el espíritu, permite expandir la imaginación y agudizar el pensamiento, pero sobre manera, apunta a que se reconoce en ese lugar sagrado, la existencia algo más que ataúdes y cadáveres, se tiene a bien, educar socializar, compartir, construir una cultura funeraria más allá del dolor, que sea formativa, atrayente, cargada de simbolismo y magia, pero efectiva para entender el comportamiento humano. Un aprovechamiento completo del uso del suelo, de la museografía funeraria de todo lo que esté presente, cuanto sirva para aprender, educar. En este recinto - museo, donde nos nutrimos de alternativas 9 didácticas, es aquí el camino de la museología contemporánea .Es posible que el ciudadano común y corriente, no se entere que entre los muertos y sus casas-monumentos, se sostiene un conjunto de valores de identidad, que abarca el compromiso ético de aprovechar cuanto espacio de convivencia se presente para fortalecer la democracia participativa y el poder ciudadano. El construir saberes metodológicos sustentados en la experiencia cotidiana, las políticas y estrategias de gestión y ejecución están por fuera de toda inclusión, ni como teoría, ni como preservación, hasta la fecha, no existe un plan de preservación de los cementerios en la dimensión que se ha propuesto en este trabajo y preservar el patrimonio, orientar y educar. En esta propuesta, se expresa un legítimo deseo profesional y ciudadano de sentar las bases teórico, metodológicas, dentro de las disciplinas de la geografía, la etnohistoria, la arqueología, la antropología física, la pedagogía y la etnografía; para demostrar que también en los cementerios se puede reconocer la pluralidad cultural que se manifiesta en la sociedad hondureña. Consecuente con el único fin humano de compartir,

Imagen 3. La dinámica de la pantomima en el recito de lo sagrado. Septiembre 2009. Fuente: Archivo de Eliseo Fajardo.

Conclusiones Lo dicho en el contenido de esta propuesta, es apenas un apéndice de un proyecto más ambiciosos que se enfoca a la educación informal y al uso del escenario arquitectónico del cementerio, esto nos permite obtener varios beneficios directos y colaterales, se trata de recuperar el espacio de reflexión y de meditación para propios y visitantes que de una u otra razón,

9 Cristina Scheiner T., pp. 30, 208

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. enriquecer el patrimonio cultural de la sociedad sampedrana, parafraseando a Ortega y Gasett: En aquel discurso pronunciado en Buenos Aires en 1927 ante los universitarios y académicos “…humanizar la enseñanza para no perder la razón de nuestra existencia como un ser humano que transita velozmente por este laberinto de la vida misma”. En efecto lo dicho por este pensador español, es precisamente lo que se trata de hacer en este jardín memorial [cementerio]. Nuestra conciencia, reconoce que lo dicho, puede ser una “utopía, ante una sociedad acostumbrada al olvido”, porque aparentemente es imposible lograr que los miembros de una sociedad puedan separar el ¨estigma y culto a la muerte¨ la auto conmiseración, la ingratitud, la falta de creatividad para hacer que “vivan los muertos”, porque se ha perdido lo sagrado, sin embargo, apostamos a la dimensión académica y de recreo. La asociación con la muerte los vuelve escépticos. Lo peor del caso es que el Sistema Político Hondureño, “el que no se ve”, pero se siente los efectos, “respalda ese olvido” desde la rutina cotidiana, hasta inmovilizar cualquier proyecto de cambios, debido a que los líderes nacionales y locales, no puede asimilar la dimensión ética del mundo cosmogónico de los cementerios, mucho menos, sentir o comprender que el escenario museográfico del panteón de la ciudad de San Pedro Sula, es un “Museo de Cielo Abierto” que enrumba a las universidades, colegios, entre otros a socializar y a aprender procesos didácticos cotidianos, reveladores de misterios en los camposantos. Los lideres a los que nos referimos, difícilmente pueden salir del sistema político tradicional, desafortunadamente es irrefutable sus dominios y entre ellos, se identifican maestros, rectores de universidades, hombres dedicado a la alta gerencias de negocios, periodistas, en fin, tanta gente si visiones integradoras y socializantes. La extensión universitaria tiene que encaminarse hacia ese acto emblemático y liberador, porque los beneficiados directos son los vecinos de esta ciudad, [San Pedro Sula], quienes eligen de la agenda, los espacios culturales que desea disfrutar dentro del cementerio General. Desde este espacio, deliberará sobre las manifestaciones de su propia diversidad cultural, hasta el ejercicio de una ciudadanía participativa. Se considera que los conocimientos tradicionales de las culturas locales, están presentes con su elenco de actores de teatro, pantomima, literatos, entre otros, quienes ofrecen espacio de producción cultural, hacia el fortalecimiento y apropiación del patrimonio intangible que se localiza en cualquier lugar del municipio, siendo el espacio de lo sagrado, como lo es el

camposanto, el contexto mítico y uno de los conjunto de símbolos que determinan el sentido de pertenencia y de identidad de los deudos. Es el cementerio el espacio recuperado, para destacar los temas que se abordan en la Conferencia de apertura del ICOM, en la carta de éste “y particularmente en los textos y resoluciones de la Conferencia General de Museos de 1995, en Stavanger, Noruega, dedicada a los museos y comunidades; y en los trabajos de las Conferencias Generales de 1998 (Australia, Museos y Diversidad), 2001 (Barcelona, Administrando el Cambio: el Museo frente a los cambios económicos y sociales), 2004 (Seúl, Corea, Museos y el Patrimonio Intangible) y 2007 (Viena, Austria, Museos y 10 el Patrimonio Universal)”. Sabemos que los “museos y monumentos deberían expresar la riqueza y la variedad de la diversidad cultural y servir de herramienta a la comunicación entre los pueblos” Ojala, pudiéramos revertir la política de abandono, por una de protección, salvaguarda y proyección didáctica de nuestro cementerio. En nuestra carta de declaratoria del Cementerio General, inscrita aprobada por la corporación municipal en el mes de mayo del presente año. A) Reconocer que el contexto mortuorio del cementerio, como un Museo de Cielo Abierto, multicultural, enfocado a la enseñanza aprendizaje en todas sus modalidades. B) Promover el fortalecimiento de la libertad, el espacio cívico y espiritual, que su accionar sea por su propia museografía.

Si el campo santo como sitio arqueológico, no es tomado en programa urbano, la ciudad corre el riesgo de perder un “MUSEO REAL”, provisto de cualquier escenario museográfico y arqueológico, además se destruirá el valioso patrimonio cultural de varias generaciones de hombres que plasmaron en el testimonio funerario; formas de vida, arte y percepción 11 de la realidad.

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Un antecedente importante es la Carta Internacional para La Gestión del Patrimonio de 1990, del Comité Internacional para la Gestión de Patrimonio Arqueológico (ICAHM), adoptada por la Asamblea General de ICOMOS en Luisiana 1990. 11 En este sentido pedagógico, recordemos a María Tecla Artemisia Montessori (1870-1952), experta pedagoga Italiana, quien Introdujo en la enseñanza el método Montessorri que consiste en la iniciativa y capacidad de respuesta del niño de una manera libre, sin ejercer presión, a través del uso de material didáctico diseñado para ese fin que estimule la búsqueda y exploración posible de lo que estudie.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Bibliografía  Bobadilla Perfecto, H., Monografia Geográfica e Histórica de San Pedro Sula. IV Centenario de su fundación 1536-1936, Librería Cuello,San Pedro Sula, Honduras.  Declaratoria de Cementerio Patrimonial Apóstol San Pedro, enero de 2013.  Fajardo Madrid, Eliseo, Cementerio General de la Ciudad de San Pedro Sula: Hacia una metodología de Investigación, Archivo Histórico Municipal, San Pedro Sula, Honduras, 2010. Archivos Fondo Documental Actas  Libro de Actas 3, folio 37, identificado con el número 3, estante número 2, sección: 3, anaquel: 1 (23 de Enero de 1887), fundación de Cementerio General  Libro de Actas 46 Punto número 14, identificado con el número 118, folio 85 estantes 2, sección 5, anaquel 3. 4 de enero de 1987). Se aprobó la prohibición de venta de lotes en el Cementerio General, Apóstol San Pedro. Entro en vigencia el 1 de enero de 1988  New World Encyclopedia 2011, véase http://www.worldbook.com/all/item/6-the-world-book-encyclopedia-2011, consultada en junio de 2011.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. simbolización de los afectos a través de unas estéticas fúnebres propias, entre muchos otros elementos de análisis que permiten un mejor acercamiento y entendimiento a las comunidades estudiadas. Por otra parte, la investigación adelantada como parte de este proceso de declaratoria suscitó la construcción y puesta en marcha de un enfoque metodológico propio fundamentado en la necesidad de identificar, sistematizar y analizar los datos relacionados con los conjuntos funerarios, las estéticas asociadas y la memoria colectiva de los habitantes, por medio de una ficha de registro etnográfico que permitiera contextualizar, caracterizar, valorar y diagnosticar el estado de cada uno de los cementerios visitados. Esta propuesta metodológica se articula a un ejercicio previo en el que se debe tener una disposición y preparación para aprender a mirar y sensibilizarse con los espacios fúnebres, tema que también es punto de reflexión en la ponencia. Posteriormente se presenta una caracterización general del modo de vida rural y el mundo campesino a partir de la observación y visita a los cementerios de cada municipio, para luego proponer una organización de los cementerios estudiados a través de la definición de unas tipologías que evidencian las diferencias y particularidades de cada uno. Por último, se hace referencia a las transformaciones que han vivido los espacios funerarios rurales de este territorio, así como de las amenazas que enfrentan en la actualidad para concluir con unas consideraciones finales.

Los cementerios para pensar la ruralidad en Colombia Eloísa Lamilla Guerrero Colombia

Imagen 1. Cementerio de San Pedro de Iguaque, municipio de Chíquiza (BoyacáColombia). Fuente: Archivo de Eloísa Lamilla Guerrero.

Contextualización del proceso investigativo En el año 2010 el Ministerio de Cultura elaboró una nueva Lista Indicativa para identificar aquellos lugares que a corto, mediano y largo plazo fueran susceptibles de ser postulados a la Lista de Patrimonio Mundial. El interés era identificar sitios que trascendieran la noción del objeto arquitectónico aislado o de centro urbano para abarcar categorías patrimoniales más amplias que incluyera elementos de carácter natural, inmaterial, arqueológico, entre otros. Como fruto de ese trabajo dicha lista quedó conformada por diez y siete áreas incluyendo aquellas que previamente figuraban en ella y fueron organizadas en las categorías de Arquitectura, Ingeniería y Urbanismo, Paisajes Culturales, Itinerarios, Patrimonio Natural y 12 Patrimonio Mixto, siendo incluida la Subregión de la provincia de Ricaurte 13 Alto en éste último grupo.

Introducción La presente ponencia busca socializar la experiencia de lo que ha significado el proceso investigativo en sus diferentes etapas y con ello, dar cuenta del papel que tienen los cementerios en la construcción de los Expedientes de Patrimonio -ya sean de carácter nacional o mundial- puesto que son escenarios preponderantes para entender las formas como se apropian y configuran los territorios, y también permiten hacer una radiografía de sus habitantes y de los contextos religiosos, sociales, culturales y económicos que rigen cada uno de los pueblos y regiones. En esta medida, el trabajo evidencia y potencia la importancia de los cementerios de carácter local y rural para la construcción histórica, cultural y simbólica de un territorio particular. Además permite dimensionar el valor social del encuentro con los muertos, de las prácticas funerarias, del legado de los difuntos en la representación de una identidad colectiva, de la

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La categoría de Patrimonio Mixto se refiere a la necesidad de un registro, diagnóstico y salvaguarda de los diversos elementos patrimoniales asociados a los elementos ambientales y culturales, así como toda la gama que estos dos términos abarcan (recursos naturales, geológicos,

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. El territorio escogido para la Elaboración del Expediente se encuentra al centro-occidente del departamento de Boyacá, muy cerca de Tunja la capital y está conformado por los nueve municipios nombrados a continuación: Ráquira, Tinjacá, Sutamarchán, Sáchica, Villa de Leyva, Gachantivá y Santa Sofía (pertenencientes a la provincia de Ricaurte Alto), el municipio de Arcabuco (provincia de Ricaurte Bajo) y el municipio de Chíquiza-San Pedro de Iguaque (provincia Centro). El área se caracteriza por poseer una amplia variedad de recursos 2 patrimoniales culturales y naturales en un área de apenas 1 025.4 Km , con un total de 112 veredas, entre los que se encuentra un número aproximado de 58 000 habitantes.

abarcan zonas secas, templadas, frías y de páramo. Estas condiciones ambientales y climáticas dan origen a la riqueza agrícola y pecuaria que caracteriza el lugar y que sustenta la vocación campesina de sus pobladores. De igual modo, el conocimiento sobre el territorio devela una larga trayectoria de ocupación humana con relativa permanencia y continuidad en el lugar (posiblemente a partir del año mil antes de Cristo), que ha permitido múltiples usos y transformaciones sobre el territorio, dejando como huella un lenguaje diverso de construcciones y paisajes representativos, particularmente del área andina, que dan cuenta de los diferentes procesos histórico-culturales del país como de su pasado prehispánico, la época colonial, la independencia y la república, hasta la historia moderna. Además de una rica memoria cultural que se hace manifiesta alrededor de los saberes, prácticas y oficios tradicionales propios de sus habitantes, quienes le otorga significado a cada uno de los bienes 14 patrimoniales que componen esta provincia. De lo anterior, se entiende el énfasis que la elaboración del Expediente ha tenido en el reconocimiento, descripción y análisis del patrimonio cultural de carácter intangible de la Subregión del Alto Ricaurte, como los son las labores artesanales, las prácticas culturales, los conocimientos orales, las estéticas funeraria, las creencias populares y las actividades sociales, entre muchas otras manifestaciones y saberes, reflejo de un rico universo cultural e identitario ligada a la vocación campesina de las comunidades, con un carácter mestizo de profundas raíces indígenas e hispano-católicas que sobreviven y se reinventan permanentemente gracias a las particularidades y necesidades propias de cada población. Aprender a mirar y a estar en los cementerios En la actualidad, cada vez son más los interesados en registrar y estudiar diferentes aspectos de los cementerios modernos, puesto que se han convertido en escenarios privilegiados para la investigación, la consolidación de propuestas pedagógicas y el desarrollo de un turismo cultural. Sin embargo, aún son escasos los trabajos e investigaciones alrededor de los espacios funerarios de carácter rural, y más aún, como parte de los procesos de caracterización y diagnóstico de las áreas patrimoniales a nivel local, regional y nacional. Por tal motivo, desde el comienzo de este proceso de declaratoria se consideró pertinente hacer un reconocimiento y valoración de los

Imagen 2: Mapa de ubicación del departamento de Boyacá y del territorio escogido para la investigación del Expediente.

Además el territorio tiene unas alturas que van desde los 1 800 hasta los 3 800 m.s.n.m., produciendo una diversidad de pisos térmicos que paisajísticos, paleontológicos, infraestructura, visual, sonoro, interpretativo, de prácticas y manifestaciones, saberes, oficios y labores, entre otros). 13 Yarleys Pulgarín, Elaboración del Expediente de la Provincia de Ricaurte Alto y los municipios anexos de Arcabuco y Chíquiza para su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, en II Encuentro de Investigadores de la Fundación Erigaie, 2013.

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Monika Therrien, Texto base para la presentación de proyectos para la elaboración del Expediente. Comité para la Declaratoria del Patrimonio Cultural y Natural de la Provincia de Ricaurte Alto, Boyacá, Colombia, 2011, p. 3.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. cementerios de cada uno de los municipios estudiados, puesto que son lugares vivos de representación y significado social que ostentan un sin número de atributos de carácter histórico, espacial, ambiental, cultural. Además, dan lugar a prácticas religiosas de diversa riqueza simbólica y otorgan sentido profundo de identidad al lugar y a sus habitantes porque allí encuentran escenarios de presencia, resignificación y devoción de los antepasados. De manera que, los cementerios se presentan como mojones o marcas en el territorio donde reposa la memoria y el recuerdo, y a donde se acude para el encuentro y comunicación con los muertos, para recordarlos, para afianzar los vínculos y afectos, para honrarlos por medio de homenajes y ofrendas que les permite a los vivos reafirmar su existencia. Y en esta medida, su reconocimiento, caracterización y análisis arroja valiosos aportes para hacer una lectura y representación de la sociedad que está alrededor, pues son escenarios potentes de confluencia y presencia, que convocan a la visita y la socialización, pero también al recogimiento y la soledad. Todos los pueblos tienen su cementerio, su lugar para los muertos, imaginar que exista un pueblo sin cementerio sería paradójico y poco probable, pues sería lo mismo que asumir que nadie habita dicho territorio, 15 que no existe comunidad, que no hay un grupo social, en últimas que no habría pueblo pues no sólo los habitantes vivos hablan del lugar, de sus costumbres, tradiciones y recuerdos, los muertos también se comunican y cuentan quienes habitaron y siguen habitando los territorios. Hablan de nosotros y con nosotros, por medio de otro tipo de lenguaje distinto al verbal, por medio de sus tumbas y mausoleos invitan a rememorar sus historias de vida y muerte, evocan sus apodos, sus gustos, sus oficios, sus lugares de nacimiento y de muerte, cuentan sobre los seres que los querían y que lo acompañaron en vida y hasta el final de sus días. Sin embargo, entender el lenguaje de los muertos no es una tarea fácil, pues en muchos casos estas necrópolis tienen códigos cifrados y escondidos que solo un ojo atento, observador e interesado es capaz de develar y descifrar. Para todos aquellos desprevenidos y desinteresados en el cementerio, los mensajes pasan desapercibidos y ocultos, al punto en el que se tienden a ignorar y menospreciar por completo las voces de esos 16 otros tan ausentes y a la vez tan presentes. No obstante, todos sin discusión hemos asistido alguna vez al cementerio, ya sea para acompañar un entierro, visitar un difunto o por simple interés de entrar a conocer el

lugar. El cementerio está abierto y a la espera del visitante que quiera recorrerlo, pero como ya se ha advertido, leer y dejarse leer a través de los muertos no es una tarea sencilla, y más aún en un lugar tan dinámico, cambiante y polifónico, en el que las tumbas y lápidas cambian de dueño y de decoración con cierta frecuencia y sin previo aviso. Lo que hoy vimos puede que la siguiente semana se renueve o desaparezca. El arte del lugar es efímero y propenso a la permanente modificación, aunque esta característica es más notoria en los cementerios de las grandes ciudades o las zonas de violencia y conflicto interno, donde hay más índices de mortandad y demanda de tumbas, en comparación con otras regiones como la Provincia del Alto Ricaurte (Boyacá-Colombia) donde en general la muerte es un hecho más esporádico y contingente. En tales circunstancias, se hace necesario un entrenamiento y preparación de los sentidos para ser capaces de aprehender del cementerio y sus huéspedes, y lograr traducir los códigos y señales que emanan de todos los rincones del lugar. Esta disposición o preparación frente al cementerio es también una metodología para aprender a mirar y saber estar en los espacios fúnebres, pues previo a cualquier trabajo de campo y observación etnográfica es fundamental entender el lugar ritual y comunicacional en el que el investigador se adentra, para siempre ser respetuosos y prudentes con los devotos y sus expresiones religiosas. Ficha etnográfica como herramienta metodológica El trabajo partió de la importancia de crear una herramienta etnográfica de registro y valoración del patrimonio fúnebre capaz de contener buena parte de los elementos a tener en cuenta para un primer acercamiento y entendimiento de este paisaje cultural. El término de paisaje cultural remite a un escenario social, fuente de conocimiento, convertido en huella o lugar de memoria para sus habitantes en el que se pretende el encuentro e interacción de dos sistemas de representación. “Por un lado, la del viajero investigador, y por el otro lado, la del habitante-poblador, que permite la producción de un conocimiento que dialoga entre la observación del 17 especialista y el uso y habitación de los significados del poblador”. La ficha etnográfica se sustenta en la idea de paisaje cultural con la cual se pretende recolectar y consignar información que alude tanto al espacio físico como simbólico del cementerio, así como también evidenciar todos aquellos vínculos, relaciones y manifestaciones propias que

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A excepción de Macondo, en donde el pueblo era tan nuevo que aún no había habido ningún muerto y por eso, sus habitantes todavía no se sentían identificados con el territorio. “Donde están nuestros muertos, está nuestro pueblo” parece ser la consigna general. 16 Patricia Nieto, Los Escogidos, Medellín, Sílaba Editores, 2012.

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Germán Ferro Medina, “Guía de observación y valoración cultural: pueblo y cementerio”, en Revista Apuntes, núm. 1, vol. 22, Bogotá, Universidad Javeriana, 2009, p. 43.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. establecen cada una de las comunidades con sus difuntos y las fechas en que tienen lugar los eventos o momentos de mayor visita y actividad en el cementerio. Además, se indaga por el manejo administrativo del cementerio, sus transformaciones a lo largo del tiempo y la relación de la comunidad aledaña de vecinos y trabajadores de oficios funerarios, entre otros aspectos. Por último, la ficha propone la evaluación y diagnóstico del estado en el que se encuentra el cementerio -tanto es su infraestructura y prestación de servicios como en el nivel de valoración del espacio por parte de sus habitantes-, que se enriquece con el desarrollo de otra ficha especializada en develar los factores que amenazan su conservación, los tipos de riesgos y el grado en el que se encuentra. No obstante, la herramienta no tiene la pretensión de abarcar todos los compontes posibles de identificar en este espacio, pues como es sabido, son muchos los elementos y atributos posibles de registrar y analizar cuando se estudian los cementerios. El ejercicio entonces de la herramienta es proponer y disponer de una aproximación metodológica basada en la valoración por medio de la observación de campo, el método etnográfico y el registro visual de los conjuntos funerarios. Y al mismo tiempo, espera servir como material de consulta a través de su conexión en una plataforma virtual que posibilite su disponibilidad, difusión y uso con intereses pedagógicos, 18 culturales e investigativos.

2. CONTEXTUALIZACIÓN GENERAL DEL CEMENTERIO 2.1 Localización geográfica y caracterización espacial (Identificación y descripción del lugar donde está ubicado el cementerio en relación con el pueblo y otros sitios de interés. Cartografía, vías de acceso, entradas, descripción física general del cementerio y sus entierros, etc.) 2.2Contextualización histórica del cementerio Fecha en que se crea el cementerio, transformaciones y eventos destacados del pueblo que involucran el cementerio. Modificaciones que se han hecho a lo largo del tiempo. Recuento de quien o quienes se han encargado y se encargan de velar por el lugar. 2.3 Capacidad, densidad de uso, porcentaje de entierros Indagar por el manejo administrativo del cementerio. El número de tumbas que tiene, si se venden lotes o se arriendan, el uso que se le da, que tanto entierros hay a diario y de que se muere la mayoría de las personas que entierran. 3. CARACTERIZACIÓN DE LA MANIFESTACIÓNES 3.1 Procesiones de las honras fúnebres Describir cuales son los espacios, las rutas y actividades que se utilizan y realizan durante las celebraciones y procesiones de las honras fúnebres de los difuntos. Desde el pueblo hasta el cementerio. (Cómo se hacen los recorridos) 3.2 Eventos principales que se realizan en el cementerio Dar cuenta de las actividades y los momentos del cementerio alrededor de celebraciones especiales. (Ej: Semana Santa, día de todos los santos y día de los difuntos, día de la madre, cumpleaños del difunto, aniversarios, entre otros). 3.3 Prácticas y manifestaciones populares en torno a los cementerios 3.4 Personajes y tumbas milagrosas Identificar y caracterizar las tumbas y difuntos de devoción popular por ser reconocidos por su potencia y fuerza milagrosa. 4. VALORACIÓN SOCIO-CULTURAL Y PATRIMONIAL

A continuación se presenta el modelo de la ficha metodológica:

4.1 Niveles de apropiación de la comunidad con el cementerio y sus muertos Que tanta valoración y apropiación tiene la comunidad con su cementerio, que tanto lo visitan, lo cuidan y se interesan por su mantenimiento. 4.2 Reconocimiento de otras tumbas y personajes Identificar y caracterizar las tumbas, mausoleos de sociedades mutuales, familias y difuntos reconocidos en los hitos de la memoria colectiva de la población.

HERRAMIENTA ETNOGRÁFICA DE REGISTRO Y VALORACIÓN DEL PATRIMONIO FÚNEBRE

1. IDENTIFICACIÓN DEL CEMENTERIO 1.1 Municipio en el que se encuentra ubicado: 1.2 Nombre (s) que se conoce el cementerio: 1.3 Tipo de cementerio Necrópolis Camposanto Parque-cementerio Rural Urbano Otro ¿Cuál?

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Véase en wwww.herenciamia.org/ricaurte. Germán Ferro Medina, “Guía de observación y valoración cultural: pueblo y cementerio”, en Revista Apuntes, núm. 1, vol. 22, Bogotá, Universidad Javeriana, 2009, p. 43.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. (Boyacá-Colombia) resulta un valioso aporte para el entendimiento de un territorio y unas comunidades con fuertes arraigos en el mundo agrario y campesino, con un amplio conocimiento del territorio que habitan que está soportada en una tradición de ocupación bastante antigua sobre el lugar. Un claro ejemplo de la importancia de lo que significa ser campesino en esta región es la tumba de Luis Dociteo Hamón M., pues retrata tanto el oficio que debe realizar aquella persona que trabaja y subsiste del campo (arar y sembrar la tierra, manejar una yunta de bueyes, entre otras labores). Como también un rasgo distintivo de carácter identitario que se hereda y del que hay que sentirse orgulloso, reflejado en su hermosísimo epitafio que evoca el sombrero, el tabaco, el ajisito y el guarapo, todo ello tan propio e infaltable para un campesino verdadero.

4.3 Valoración Cultural 4.3.1 Histórica Como dialoga el cementerio con la memoria histórica del lugar, con sus saberes, con sus oficios. Qué elementos reflejan, son expresados o dan cuenta de una trayectoria histórica del municipio en su cementerio. 4.3.2 Regional Influencia o uso del cementerio en diferentes escalas: local, regional, nacional. 4.3.4 Transformaciones en los usos del cementerio Dinámicas alrededor de los entierros, cómo han cambiado con el paso del tiempo los usos (de entierros en tierra, en bóveda, columbarios, osarios). 4.3.5 Particularidad o semejanzas del cementerio Qué diferencias, particularidades o semejanzas tiene el cementerio que lo hacen ser único o similar a otros. 4.3.6 Identificación de otros cementerios o lugares de enterramiento Dar cuenta de otros lugares de enterramiento que se utilizaron o utilizan en el municipio (prehispánico, colonial, parques-cementerio, veredal, de otras religiones). 4.4 Valoración estética y simbólica Hacer una referencia general de los aspectos decorativos y estéticos más recurrente y propios del cementerio. 4.4.1 Elementos de valor arquitectónico Identificación de algunos mausoleos, tumbas o edificaciones que sobresalen en el cementerio 4.4.2 Elementos de arte popular Identificación de elementos que hacen referencia a un arte popular en tumbas, lápidas, etc. 4.5 Valoración de los oficios, saberes y lugares asociados al tema fúnebre 4.5.1 Labores o trabajos asociados a la actividad fúnebre (Identificar los trabajos y lugares alrededor de la actividad funeraria: vendedores de flores, sepultureros, jardineros, funerarias, lloronas, rezanderos, bares “la última gota”, otros). 5. DIAGNÓSTICO 5.1 Estado de conservación 5.2 Riesgos Llenar la ficha de análisis de riesgos 6. RECOMENDACIONES 7. ASPECTOS METODOLÓGICOS Fuentes de información: documentos, oralidad. 8. REGISTROS DOCUMENTALES ASOCIADOS

Cuadro 1. Modelo de la ficha metodológica.

Los espacios fúnebres y su vínculo con el mundo rural Los cementerios pueden ser concebidos como documentos significativos donde confluyen distintas construcciones y representaciones del pasado, presente y las aspiraciones de futuro de las comunidades, razón por la cual hacen parte de nuestro patrimonio cultural colectivo. En general, los cementerios de la provincia escogida se caracterizan por retratar aspectos propios del ambiente rural en el que se inscribe el área estudiada. Por tal motivo, su inclusión como componente de investigación e interpretación dentro del proceso de elaboración del expediente de declaratoria de la Subregión de la Provincia del Alto Ricaurte

Imagen 3. Tumba del señor Luis Dociteo Hamón M., ubicada en el Cementerio del municipio de Santa Sofía (Boyacá-Colombia). Fuente: Archivo de Eloísa Lamilla G.

Por ello, se hace vital generar reflexiones orientadas al aprecio y aporte para la visibilidad de las gentes del campo y el fortalecimiento de sus identidades campesinas como medidas para contrarrestar su paulatina desaparición por medio de su inserción en modelos de desarrollo ajenos a sus realidades y condiciones. Más aún, en un momento en el que como bien lo dice Forero en el prólogo que hace del libro de Alfredo Molano, “nos

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. enfrentamos a la negación del campesinado como por parte de quienes construyen la política pública, e incluso de muchos teóricos que piensan que los campesinos desaparecerán en la medida en que la producción agraria se modernice, transformando al campesino en comerciante del campo y las fincas campesinas en unidades productivas 19 empresariales”. En este sentido, los cementerios se presentan como lugares de privilegio, por el que transitan, se estimulan y reproducen muchas de las tradiciones, creencias y expresiones propias de la cultura campesina. Así como también se convierten en escenarios sociales donde se perciben los procesos de cambio y resistencia de las comunidades.

como los sepelios, celebración del día de las madres y los padres fallecidos, el día de las ánimas y las misas de aniversario de los finados, entre otros, permanecen en la memoria colectiva de los habitantes como huellas o marcas de quiebre que rompen con la rutina propia de las labores del campo. La gente recuerda el día que murió un compadre y comadre de cierta vereda, puesto que esos acontecimientos son los que más congregan y reúnen a los habitantes del pueblo y en muchos casos de la región. Todos sin excepción asisten y acompañan en el duelo y dolor a los familiares y allegados del finado. Al funeral van no sólo los parientes y amigos del fenecido sino también sus enemigos. Estos son recibidos con cortesía. Su participación no da fin a las hostilidades entre las casas rivales, pero afirma la existencia de un amplio orden social y moral en el que las hostilidades son reducidas o evitadas. 20

Componentes de análisis en los cementerios Como parte de esas cualidades que caracterizan a los cementerios y que también es posible rastrear para tener un entendimiento del mundo campesino que los rodea podemos señalar: el uso de materiales y técnicas tradicionales en la construcción de los cementerios como el bareque, adobe y tapia pisada, que remiten a un conocimiento y arquitectura de tierra de fuerte arraigo social. El rastreo y reconocimiento de los habitantes, y por tanto de los difuntos, a través a la pertenencia a cierto grupo familiar (apellidos) más que a las características individuales de los sujetos. La longevidad de sus habitantes, reflejo en las fechas de vida y muerte que se encuentran en las tumbas y dan cuenta de la tranquilidad y el cuidado por la vida que existe en este lugar, a diferencia de las grandes ciudades donde existe una amplia población de gente joven muerta por violencia y accidentes. La afirmación de una tradición de enterramiento en suelo que se resiste a los planes de modernización y de comercialización por medio de nuevas imposiciones como el alquiler de bóvedas, entre muchos otros aspectos llenos de sentido y significado en el contexto rural de Boyacá que se reflejan y perciben en sus espacios funerarios. Otro rasgo distintivo de la provincia del Alto Ricaurte (BoyacáColombia) es que las celebraciones funerarias entorno a los difuntos siempre han tenido un lugar preponderante para la vida social en el contexto de la ruralidad del altiplano boyacense, pues están vinculados a una práctica cotidiana muy potente e importante de los campesinos y es la de bajar al casco urbano el día de mercado para asistir a misa, abastecerse en la plaza de mercado y visitar el cementerio, entre otras actividades que se tienden a realizar en un día específico de la semana. Las conmemoraciones rituales que se realizan en los cementerios 19

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Alfredo Molano, Dignidad campesina: entre la realidad y la esperanza, Bogotá, Icono, 2013, p. 8.

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R. Eric Wolf, Los campesinos, Barcelona, Nueva Colección Labor, 1971, p. 130.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Con lo cual el convite no sólo se reduce al trabajo sino que se traduce a una práctica o un evento social que propicia el encuentro solidario, el diálogo, el intercambio y el disfrute. Cuando se participa en un convite se está haciendo activismo social y político, pues se están organizando para resistir y combatir lo que quiere imponer el modelo capitalista donde el trabajo se ha vuelto una mercancía de consumo, una obligatoriedad con fines de lucro, de dinero. Por el contrario el convite, promueve y motiva la solidaridad desinteresada y desmonetarizada, invita a servir voluntariamente, invita a encontrarse colectivamente como iguales para 22 propiciar una redistribución equitativa, una abundancia justa. El trabajo solidario –el brazo prestado– complementa el trabajo familiar y urde tramas que hace que la vereda sea un organismo social de gran cohesión. En su conjunto estás características son las que constituyen la cultura campesina.23

Imagen 4: Llegada de la procesión fúnebre al Cementerio de Villa de Leyva. Fuente: Archivo de Eloísa Lamilla G.

Tipologías de cementerios Algunos municipios cuentan con más de un cementerio, lo que da cuenta de la densidad poblacional y las dinámicas sociales que tiene cada lugar y sus habitantes, quienes a pesar de pertenecer a un municipio se sienten más identificados con otro tipo de organización territorial como las veredas. Además, a pesar de las semejanzas y características similares que es posible identificar respecto a la relaciones y dinámicas que se entablan con los muertos y los espacios fúnebres, aún así, cada uno de los cementerios cuenta con unas particularidades y elementos propios que los diferencian y permiten organizarlos y categorizarlos en una tipología de cementerios tales como:

Durante los entierros y funerales es común que se reparta cerveza 21 y gaseosa, haya música y en contados casos, también repartan comida. Este acto, símbolo de activación y reafirmación social, se presenta como una forma de agradecimiento y reciprocidad de la familia del doliente para todos aquellos acompañantes. Siendo entonces el funeral un momento significativo de cohesión social y de demostración de afectos, de encuentro y afianzamiento de los vínculos de toda una comunidad. De igual modo, existe otra práctica histórica para el mundo rural que perdura y se resiste a desaparecer y es posible encontrarla aún en el cementerio, y es la del convite, la cual se traduce a una invitación a la comunidad para participar en una labor mancomunada que tiene una función y finalidad social. En el caso particular de los cementerios, cada cierto tiempo o cuando se considera necesario, se programan jornadas comunales para limpiar y desyerbar el cementerio o evacuar el agua cuando este se inunda por las lluvias y de esta manera mantener y velar por la ciudad de los muertos. En la mayoría de los casos, estos convites se organizan gracias a la intermediación de las Juntas de Acción Comunal de cada vereda y a la buena disposición de los campesinos, quienes en caso de que no puedan asistir envían a una representante, prestan las herramientas o mandan guarapo o comida como forma de retribuir su ausencia.



Cementerio Municipal Esta categoría se refiere a aquellos cementerios que en su mayoría se crearon en el siglo XIX durante los procesos de fundación de los municipios. En un principio, la arquitectura y estética funeraria estaban muy marcadas por el uso de creces en tierra. Sin embargo, con el paso del tiempo se implementaron nuevos tipos de enterramiento (bóvedas, osarios) generando la aparición de lápidas con nuevos estilos decorativos e iconográficos como el uso de imágenes del difunto y de mensajes escritos. 22

Eloísa Lamilla Guerrero, “El convite de la palabra y el patrimonio vivo comunitario: una experiencia desde y hacia las comunidades”, Medellín, 5º Simposio de Líderes Culturales por el Desarrollo, 2013. 23 Alfredo Molano, Dignidad campesina: entre la realidad y la esperanza, Bogotá, Icono, 2013, p.13.

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En el pasado era más común la repartición de alimentos y comidas durante los funerales, pues se sacrificaban animales del finado o de la familia para tal objetivo. Sin embargo, en la actualidad esta práctica ha ido desapareciendo, siendo cada vez menos frecuente su realización.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Por su parte, con el paso de los años algunos municipios han sufrido vertiginosos procesos de transformación, crecimiento y desarrollo que hacen que sus cementerios sean más de tipo urbano, como en el caso de Villa de Leyva y Arcabuco. 

Cementerio Veredal Estos cementerios marcan una interesante definición de los límites dentro de un municipio, puesto que se convierten en elementos de afirmación de otras entidades y poderes territoriales de menor escala distintos al central. En algunos casos, los cementerios veredales son huella y testimonio de antiguos sistemas de ocupación de este territorio por las órdenes religiosas misioneras durante los periodos de la conquista y colonización española, como en el caso del cementerio de la vereda Ecce Homo (Sutamarchán) o el cementerio de la vereda Candelaria (Ráquira). 

Cementerio privado-familiar Este tipo de cementerios dan cuenta de los intereses privados de ciertas familias prestigiosas y poderosas de los municipios, quienes tienen los recursos económicos para generar diferenciación y segregación social hasta en la muerte, mediante la creación de cementerios particulares donde solo los miembros de esos linajes pudientes pueden ser enterrados allí, como en el caso del cementerio el Descanso de Tinjacá y el cementerio privado de Sutamarchán, conocido por todos como el cementerio de ricos.

Imagen 5. Cementerio el Descanso (Tinjacá,); portón del cementerio de la vereda de la Candelaria (Ráquira); Cementerio público de Arcabuco; portón del cementerio público de Chíquiza; cementerio público de Sutamarchán; cementerio público de Gachantivá; cementerio público de San Pedro de Iguaque; cementerio público de Tinjacá; cementerio público de Sáchica (de izq. a der.).

Consideraciones finales En el desarrollo del texto se propuso demostrar el papel privilegiado que tienen los cementerios para el entendimiento de la vida social y ritual de las comunidades, así como también de todos aquellos procesos históricos de resistencia y transformación que viven día a día. Por tal motivo, resulta fundamental e inevitable su inclusión como parte los procesos de registro, diagnóstico y valoración del patrimonio cultural. Sin embargo, sigue siendo un gran reto volcar la mirada hacia los escenarios fúnebres de carácter rural, puesto que aún no se dimensiona la infinita riqueza de reflexión e interpretación que tienen estos lugares tanto a nivel histórico, artístico, simbólico y cultural, entre tantos otros elementos que podrían permitir analizar el entorno campesino que le da origen y significado. Por ello, se hace fundamental generar procesos de preparación y disposición previa que estimulen el saber estar y observar los cementerios, pues antes de crear cualquier tipo de metodología científica, es necesario una predisposición y sensibilidad frente al lugar comunicacional que representan los recintos funerarios. De manera complementaria, la ponencia presenta una ficha o

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. herramienta de lectura para los espacios fúnebres, la cual sirvió como metodología e insumo de análisis clave en el proceso de investigación, y espera a su vez ser implementada en otros contextos culturales que permita seguir su progresivo mejoramiento y utilidad. Por último, se postularon una serie de categorías, todavía en construcción, para la organización y clasificación de los cementerios mediante unas tipologías que reúnen características comunes de los espacios fúnebres, que arroja unas estructuras de análisis a nivel general y no sólo desde lo específico y particular de cada cementerio.

Bibliografía  Ferro Medina, Germán, Guía de observación y valoración cultural: pueblo y cementerio”, en Revista Apuntes, núm. 1, vol. 22, Bogotá, Universidad Javeriana, Bogotá, 2009.  Lamilla Guerrero, Eloísa, El convite de la palabra y el patrimonio vivo comunitario: una experiencia desde y hacia las comunidades, en 5º Simposio de Líderes Culturales por el Desarrollo, Medellín, 2013.  Molano, Alfredo, Dignidad campesina: entre la realidad y la esperanza, Bogotá, Icono, 2013.  Nieto, Patricia, Los Escogidos, Medellín, Sílaba Editores, 2012.  Pulgarín, Yarleys, Elaboración del Expediente de la Provincia de Ricaurte Alto y los municipios anexos de Arcabuco y Chíquiza para su Inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, en II Encuentro de Investigadores de la Fundación Erigaie, 2013.  Therrien, Monika, Texto base para la presentación de proyectos para la elaboración del Expediente. Comité para la Declaratoria del Patrimonio Cultural y Natural de la Provincia de Ricaurte Alto, Boyacá, Colombia, 2011.  Wolf, R. Eric, Los campesinos, Barcelona, Nueva Colección Labor, 1971. Página electrónica  www.herenciamia.org/ricaurte.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. las cabezas de algunos de los monumentos más significativos de la ciudad con máscaras de marimonda, una expresión muy representativa del Carnaval de Barranquilla, con el fin de registrar las reacciones de los transeúntes. Los diarios de la ciudad cubrieron la noticia con titulares como: “¿Arte o irrespeto a los próceres?, lo que provocó la reacción de algunos ciudadanos que calificaron el hecho como una falta de respeto, mientras que para otros el monumento había sido hasta ese día, invisible. La memoria de ciudad ha pasado a ocupar un nuevo plano. No es inconsciente, ni mucho menos consciente. La indiferencia del ciudadano se transforma en ceguera cuando de patrimonio se trata, que como a las marimondas les toca dar brincos para llamar la atención. El paisaje cotidiano de una ciudad perteneciente al Gran Caribe, como lo es Barranquilla; musical, colorida, llena de carnaval, sabor, árboles lluvia de oro que destilan amarillo en cada esquina, no permite pensar con frecuencia en la muerte y mucho menos en espacios fríos, grises, de latente soledad y melancolía, como los cementerios. Desde un punto de vista cultural, la percepción de la muerte en la cotidianidad se vincula a un destino final, a una realidad desconocida, que distintas culturas enfrentan de manera propia. Para algunos la muerte es aceptada y asumida de manera particular, incluso como una festividad como ocurre en México; para otros, con miedo, con negación de ella, en donde incluso en temas de conversación involucra ciertos cuidados y prohibiciones inherentes a la temática. El tema de la muerte siempre será de índole social, así como la forma de sepultura, que varía a lo largo de la historia y va de la mano de cada cultura, tradición o época histórica. Los cementerios reflejan de un 26 modo u otro el mundo, la sociedad. Desde la historia, estos lugares sagrados revelan su importancia no sólo para el estudio de la muerte sino también para el de la vida, ya que suponen la expresión de una forma, modo o manera de concebir el mundo, de un ethos particular de la sociedad. El primer registro de un cementerio público en Barranquilla data de 1807, cuando las autoridades eclesiásticas y civiles de la ciudad se vieron enfrentadas con un movimiento popular que surgía espontáneamente a raíz de la determinación oficial de levantar un cementerio público en la localidad. La epidemia de viruela que azotaba el virreinato desde 1805 había causado, según palabras del Párroco de San Nicolás de Tolentino, 270 decesos haciendo imposible la inhumación de más cadáveres al interior de la iglesia.

De la clase a la práctica: Cementerio Universal, un espacio que merece vivir Fernando Vengoechea Aguirre Johnny Insignares Cadena Colombia

Memoria, patrimonio y ciudad No es posible concebir un espacio como albergue de memoria sin que el tiempo ejecute su papel transformador impregnando el lugar de historia. La arquitectura, los monumentos, los entornos, terminan siendo moldeados por el tiempo y la relación de las sociedades con ellos. Son éstos vínculos entre el hombre y la ciudad los que le aportan significado a las cosas, más allá de lo complejo de sus materiales o formas. En la mayoría de los casos, el habitante no reconoce el valor del patrimonio precisamente por su cercanía con el mismo. Pasar cientos de veces, a través de los años por el frente de una hermosa casa, la termina convirtiendo inconscientemente en un objeto corriente y cotidiano. Según Guillermo Briceño, doctor en Patrimonio Cultural, la cotidianidad es, ante todo, la organización día tras día, de la vida individual de los hombres; la reiteración de sus acciones vitales del tiempo. La cotidianidad es la división del tiempo y del ritmo en que se desenvuelve la historia individual de cada cual. La vida cotidiana atiene su propia experiencia, su propia sabiduría, su horizonte propio, sus previsiones, sus repeticiones y también sus excepciones, sus días comunes y festivos. En Europa, la persona está inmersa en un paisaje de patrimonio cultural donde la historia está en calles, edificaciones, monumentos, paisaje, por lo que el patrimonio no pasa desapercibido. En América hay que reflexionar para percatarse de la existencia de un objeto o un hecho 24 patrimonial. ¿Es cuestión de educación?, ¿Desarrollo? No lo sabemos Durante un ejercicio de visibilización que se llevó a cabo en el año 2011, en el marco de diferentes dinámicas abanderadas por varios creativos bajo la 25 denominación de “Colectivo de experimentación Cuatro Ojos”, cubrimos 24

Guillermo Briceño Porras, Caracterización del discurso de Simón Rodríguez y su incidencia en la conceptualización del patrimonio cultural, Universidad Latinoamericana y del Caribe, Venezuela, 2011. 25 Video: “Los Monumentos”, Cuatro Ojos, 2012, véase en http://vimeo.com/27087621.

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Mariano Gómez Díaz, Parques cementerios representativos como bienes de interés cultural, un ejemplo de patrimonio histórico, Bucaramanga, Armonía Impresores, 2012.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Como solución recurre a la Cédula Real de 1789 donde se ordena la construcción de cementerios en América en comunicación al Capitán a Guerra quien decide construirlo en el sitio conocido como el “corral de 27 cerdos”. La presencia de inmigrantes extranjeros en Barranquilla produjo al paso de los años un problema con el destino final cuando uno de ellos 28 fallecía en la ciudad. Según investigaciones del historiador Jorge Villalón, los hebreos fueron los primeros que tuvieron ese problema y crearon su propio cementerio en el año 1857 en un lugar llamado Plaza de San Mateo, ubicado en la actual Carrera 36 entre las calles 39 y 40. Años más tarde, en 1867, miembros de la Logia Masónica Siglo XIX, junto a comerciantes judíos crearon la Sociedad de los Hermanos de la Caridad para promover la construcción del Cementerio Universal, en donde podrían tener digna sepultura las personas que no eran católicas, entre ellas muchos de los extranjeros que venían llegando a la ciudad. Después de muchos esfuerzos y trámites legales, fue fundado en 1870 el primer cementerio libre de Colombia, concebido desde sus inicios para recibir a cualquier ser humano, sin importar su religión, pensamiento político o estrato social. Los hebreos se integraron al Cementerio Universal años después ocupando un sector de este y el antiguo fue cerrado a fines del siglo XIX. Era una práctica habitual que la iglesia católica no permitiera inhumar en el cementerio a los que no solicitaban los auxilios espirituales de la religión católica. Estos cadáveres eran inhumados detrás del camposanto, donde de igual modo descansaban los suicidas. El Cementerio Universal recibe hasta el día de hoy a todo el mundo, a católicos, católicos renegados, judíos, mahometanos, agnósticos, ateos y los suicidas. En el libro Historia de la Sociedad de Hermanos de la Caridad de autoría de Leonelo Marthe, aparece un fragmento de una resolución de la gobernación de la Provincia de Barranquilla de parte del gobernador Erasmo Rieux en el año 1870, de donde destacamos un fragmento que refleja el espíritu de tolerancia y respeto que tuvieron los fundadores del Cementerio. “Barranquilla es una ciudad compuesta de ciudadanos de muchas naciones y pertenecientes a diversas religiones y es ella sin duda la llamada a dar ese ejemplo fraternal y civilizador a los demás pueblos de la república. ¿No vivimos en la mejor armonía y civilidad los ciudadanos de varias religiones y

nacionalidades? ¿Y entonces, por qué querer conservar separaciones ni distinciones pueriles en el terreno santo de la igualdad que es la tumba? ¿Vivimos unidos y confundidos en todas las relaciones sociales, y se pretenderá que haya separación en la muerte, cuando ya el hombre no es sino polvo, como dice divina y sabiamente la Escritura?” En el Cementerio Universal también se dieron cita diferentes lenguajes arquitectónicos que se destacaron a la par del de las iglesias, bancos, almacenes y viviendas, y se conformaban de la misma manera mausoleos que estructuraron y jerarquizaron los predios y las calles del cementerio. Mausoleos con pináculos góticos, o con tímpanos, cornisas y columnatas, señalaban la elección de formas arquitectónicas particulares para la morada eterna, así como se elegían para la vivienda de las quintas y muy pronto en el barrio El Prado, primer espacio territorial de Barranquilla que contempló la jerarquización vial, la arborización y los servicios 29 públicos. Pese a las imponentes estructuras que se transformaron con el pasar del tiempo en exquisitas obras de arte, y los personajes ilustres de distintos ámbitos que marcaron un hito en la más cosmopolita de las ciudades de Colombia y que descansan en el campo santo, los habitantes de la ciudad han desconocido el valor histórico y cultural de este espacio. En otras regiones, este tipo de espacios son una oportunidad enfocada al turismo, apropiándose del patrimonio histórico y cultural, constituido por la serie de manifestaciones aportadas por la sociedad, ya sean de carácter tangible o intangible, que han sido productos de procesos históricos, naturales o de interacción con sus habitantes, y que con el paso del tiempo se constituyen en piezas propias y únicas de las ciudades. Los elementos que constituyen el patrimonio histórico-cultural son testigos de la forma en que una sociedad o cultura se relacionan con su 30 ambiente, y una buena administración y planificación de acciones, puede aportar beneficios socioeconómicos a la comunidad que dinamicen este tipo de espacios deprimidos y potencien las particularidades del patrimonio local, reforzando su identidad. Los autores de Memorias urbanas en diálogo: Berlín y Buenos ,31 Aires expresaban la siguiente inquietud entre las líneas de su libro; ¿Cómo puede funcionar un lugar como lugar de la memoria si la mayoría de

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29

"La creación del primer cementerio público en Barranquilla: un documento inédito sobre un evento del final de la Colonia en el Sitio de Barranquilla". Memorias, en Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe, vol. 1, núm. 1, Colombia, Universidad del Norte, 2004. 28 Jorge Villalón Donoso, Las colonias extranjeras y las representaciones consulares en Barranquilla, Colombia, Ediciones Uninorte, 2008.

Jorge Caballero, Barranquilla y la modernidad. Un ejercicio histórico, Colombia, Universidad Nacional de Colombia, 2000. 30 Luis Casasola, Turismo y ambiente, México, Editorial Trillas, 1990. 31 Peter Birle, Vera Carnovale, Elke Gryglewski, Estela Schindel, Memorias urbanas en diálogo: Berlín y Buenos Aires, Fundación Heinrich Böll, Cono Sur, 2010.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. los que lo visitan no han vivido los acontecimientos recordados allí, es decir, no los recuerdan y tampoco se puede hacer que los recuerden? ¿Cómo se ingresa a un “colectivo de memoria” y cómo repercute la pertenencia en el colectivo y en el individuo mismo? ¿En qué medida esa pertenencia determina los actos del individuo en el presente? ¿Por qué un objeto se preserva en la memoria cultural transgeneracional y otro no? ¿Cómo se produce la selección? Aunque los cementerios no son concretamente espacios geográficos seleccionados por el significado o acontecimientos previos a su construcción, con el tiempo se convierten en una gran biblioteca de historias, es decir, de ser un lugar de memoria para los testigos, los que enterraron a sus muertos o quienes conocieron en vida a los distintos personajes que ahí reposan, el cementerio pasa a ser un lugar de aprendizaje, donde se pueden adquirir saberes y conocimientos que a su vez se convertirán en recuerdos rodeados por las circunstancias emocionales y situacionales del aprendizaje. Es por esta razón, que como parte de la asignatura Diseño Publicitario del Programa de Diseño Gráfico de la Universidad Autónoma del Caribe, hemos propuesto elaborar una campaña gráfica que resalte las bondades del camposanto y le permita al ciudadano percibirlo con otra mirada, conservando el respeto hacia la muerte y resaltando el valor de sus estructuras, la armonía, las historias y los personajes que ahí reposan, generando, a mediano plazo, una estrategia de revitalización del patrimonio que apalanque el turismo autosustentable. Es necesario resignificar estos espacios como lugares ricos en valores simbólicos, de relaciones interpersonales, de determinaciones culturales de espacio y tiempo, como escenarios de la dimensión espiritual cotidiana, con valor histórico y cultural, que forja vínculos con la identidad ciudadana, mantiene tradiciones y conserva la herencia de las generaciones barranquilleras, abierto a la tolerancia, no discriminatorio y apoyado en la dimensión de espacio al aire libre. El proceso para lograr este gran objetivo estuvo enmarcado en diferentes etapas, pero tal vez la de más relevancia fue definir el contexto local del Cementerio desde adentro. El reconocimiento de un bien es un proceso de colaboración y de búsqueda compartida, apelando a la inmersión, la investigación y el trabajo de campo. Los estudiantes de Diseño Gráfico, alejándose de sus lugares de trabajo, de la comodidad del asiento frente a sus computadores y herramientas, se desplazaron al Cementerio Universal a interactuar con el espacio, sus administradores, los empleados, sus visitantes, vecinos y el comercio informal que se genera alrededor. La información de primera mano

es un componente esencial del patrimonio, ligado a todos los demás; por ejemplo, saber cómo, cuándo y por quién ha sido incluido a las ciudades un estilo arquitectónico en particular, enriquece nuestra comprensión del contexto humano del que procede. Investigar y trasmitir este tipo de información es tan importante para el ejercicio de diseño y visibilización, como la del propio objeto al que se refiere. Tal como lo expresa la Docente María Ledesma, del programa de Diseño Gráfico de la Universidad de Buenos Aires: …la posición del saber del emisor está avalada por el propio actor: el emisor de una pieza de Diseño Gráfico adopta un lugar de saber, un lugar desde el cual se informa, se opina sobre algo o se regula determinado comportamiento… 32

El diseño como mediador entre el patrimonio cultural y la sociedad Conociendo la rica historia del Cementerio Universal, su magno y potencial espacio que con elaboradas calles cuentan a voz baja una parte de lo que ha sido la ciudad, y teniendo como referentes cementerios en las ciudades de Medellín, Santa Cruz de Mompox y Bogotá, donde las personas, entre habitantes y turistas, lo visitan como punto de encuentro e información histórica; nos preguntamos de qué manera todos esos relatos y “habitantes destacables” pueden hacer eco en la vida cotidiana de los barranquilleros y ellos volteen a ver el cementerio, no solo como el lugar para “enterrar sus muertos”, sino también como un espacio para reencontrarnos con el pasado de Barranquilla y un nuevo lugar dentro de la vida cultural de sus ciudadanos. Según el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios -ICOMOS-, en la Carta Internacional sobre Turismo Cultural publicada en 1999 el patrimonio cultural es: ... amplio e incluye sus entornos tanto naturales como culturales. Abarca paisajes, los sitios históricos, los emplazamientos y entornos construidos, así como la biodiversidad, los grupos de objetos diversos, las tradiciones pasadas y presentes, y los conocimientos y experiencias vitales. Registra y expresa largos procesos de evolución histórica, constituyendo la esencia de muy diversas identidades nacionales, regionales, locales, indígenas y es parte integrante de la vida moderna.

Es un punto de referencia dinámico y un instrumento positivo de crecimiento e intercambio. La memoria colectiva y el peculiar Patrimonio 32

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Diseño y comunicación, Paidós, Estudios de comunicación, 2003.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. cultural de cada comunidad o localidad es insustituible y una importante base para el desarrollo no solo actual sino futuro (ICOMOS, 1999). Para la UNESCO, la noción de patrimonio cultural se ha extendido a categorías que no necesariamente forman parte de sectores artísticos pero que también tienen gran valor para la humanidad. Son espacios que basan su importancia en ser conductos para vincular a la gente con su historia. Encarna el valor simbólico de identidades culturales y es la clave para entender a los otros pueblos. Contribuye a un ininterrumpido dialogo entre civilizaciones y culturas, además de establecer y mantener la paz entre las naciones. Teniendo en cuenta estos conceptos, queda clara la importancia de retomar el espacio en cuestión por sus aportes a la historia, al turismo y la diversidad. Para lograr este objetivo, utilizamos como vía el diseño y las nuevas formas de hacer publicidad. El lenguaje publicitario con la ayuda de imágenes “atractivas” en lugares estratégicos, ayuda a masificar un mensaje y posicionarlo en la mente de las personas. Con este ejercicio, la prioridad como público objetivo ha sido él mismo ciudadano, y el mensaje, la invitación a que conozca su ciudad y su historia, más concretamente el Cementerio Universal. Conociendo y reconociendo la historia e historias del cementerio, los estudiantes proponen cada semestre desde el 2011, una serie de actividades de activación de patrimonio cultural, que van desde señalética interna para recibir y orientar a los visitantes, hasta intervenciones publicitarias en diferentes espacios de la ciudad para atraer un nuevo público. Entre las nuevas técnicas de divulgación ligadas a la musealización in situ, aparece la Interpretación del Patrimonio para explicar el significado de un lugar patrimonial y que debe considerar, en primer lugar los límites físicos y la escala de la intervención (territorio, ciudad, etc.). En segundo lugar, tener en cuenta la vida cotidiana, hacerlo compatible con las actividades de una población; y en tercer lugar, la heterogeneidad de objetos y bienes, algunos inmateriales. La investigación de Marco Adrián Torres sobre “El Diseño en la comunicación del patrimonio cultural” (2012) indica que el empleo del término Interpretación del Patrimonio (también denominada Interpretación Ambiental debido a sus comienzos en Parques Nacionales) es reciente. Sin embargo, su práctica se puede rastrear a comienzos del siglo pasado. Para algunos autores, el Servicio de Parques Nacionales de los EE.UU comenzó a desarrollar cierto tipo de actividades guiadas para visitantes en el año

1919. Al mismo tiempo, en Sudáfrica se generaban los primeros diseños de mapas y guías para los visitantes de los Parques Nacionales. En la década del 30, los programas interpretativos en los Parques Nacionales y Estatales de los EE.UU. tuvieron el apoyo de organizaciones conservacionistas y por las administraciones. Después de la II Guerra Mundial la idea y la filosofía de la Interpretación cobró gran impulso y comenzó a oficializarse en los parques norteamericanos. Tras la publicación y divulgación de la obra de Freeman Tilden Interpreting Our Heritage, en 1957 la Interpretación Ambiental en los parques naturales toma un gran auge. La mayoría de los autores coinciden con el nacimiento de la Interpretación en los parques nacionales de Estados Unidos en 1957, a través de los principios básicos de la interpretación postulados en su libro. El lenguaje publicitario contemporáneo siempre ha sido una gran herramienta de la Interpretación patrimonial, que se alimenta de la creatividad y la innovación para “atacar” con ingenio al público donde no lo espera. Convertir sencillas cabinas telefónicas en ornamentados mausoleos o llenar las redes de videos virales que capturan supuestos fantasmas en el cementerio, son estrategias que ayudan a visibilizar este lugar rezagado y que gracias a las nuevas tecnologías podemos ayudar a posicionarlo como referente turístico. Dentro del cementerio son muchos los elementos desde donde los estudiantes se han apoyado para su promoción; desde la arquitectura, hasta los personajes que allí descansan y que cargan historias de valor, tragedia y terror. Entre los personajes notables se encuentran el artista plástico Alejandro Obregón, un referente de la plástica latinoamericana, próceres y gestores de la primera empresa de aviación en Colombia, SCADTA, como también mitos y referentes populares como “Luchito” un niño con una dura vida y que después de su muerte le han sido atribuidos varios milagros y peregrinaciones a tal punto de que su tumba la movieron de lugar y sin lapida para desorientar a sus creyentes. Cada rincón del cementerio guarda una historia que espera ser escuchada, su fachada, por ejemplo, fue testigo de un irónico suceso que le dio fin al último fusilado en Colombia. Las estrategias que hasta el momento se han creado, no buscan “vender” una imagen de lugar que no existe, lo que se ha mostrado es el cementerio real con sus espacios actuales sólo que potencializando sus historias, sacándolas a la luz y tratando de posicionarlas en el imaginario del barranquillero. Estas acciones le apuntan a convertir el Cementerio Universal en la figura de museo, como instrumento cultural, científico, socializador que

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. imprime un carácter simbólico de lo local y nacional por los bienes que contiene, pero cumple también una función importante para el resto de la ciudadanía, y es ofrecerles un viaje imaginario en el tiempo y en el espacio con carácter instructivo. Esta mirada puede ser esquemáticamente definida según Marc 33 Maure, que define el museo como una democracia cultural, donde ninguna cultura dominante debe ser enlazada como “la cultura” en detrimento a las demás; hay que preservar, valorar, utilizar y difundir la propia cultura de cada grupo. También propone la pluridisciplinariedad, e ir del público a la comunidad y del edificio al territorio en contraposición del museo tradicional. Se propone la concientización -de la comunidad respecto de la existencia y valor de su propia cultura-; y por un sistema abierto e interactivo, donde el proceso lineal de colectar, preservar y difundir del museo tradicional -y aislado de la comunidad- se transforme e integre a un museo dinámico, circular y abierto, teniendo por objeto el patrimonio donado por la comunidad. Por último, propone el diálogo entre sujetos. Este tipo de espacios están basados en la participación activa de los miembros de la comunidad. En este sentido, la interpretación y exposición del nuevo museo resulta ser un método de diálogo y concientización que repercutirá en la presentación e interpretación del patrimonio. El Cementerio Universal goza de un excelente estado gracias al trabajo de los “Hermanos de la Caridad”, pero también son ellos los que han frenado un poco el proyecto de un “Cementerio–Museo” con visión turística, de pronto, esto sea por miedo a ver como irrespeto o sacrilegio atentando contra los familiares de sus difuntos. Diferente a las iniciativas creativas que se crean en clase con los estudiantes y que lamentablemente quedan solo como ejercicio de aula, se suman instituciones como el Museo de Arte Moderno de Barranquilla que dentro de su programación cultural realizan la “Ruta Obregón” donde se visita como primer punto el cementerio y el mausoleo de la familia Obregón donde descansa el ya mencionado artista. También desde el 2012, el MAMB junto con el colectivo de Diseño #todomono crearon “Alma en Pena: Ruta fantasma de Barranquilla” donde se visita el cementerio y se cuentan historias oscuras y relatos paranormales, que como todo cementerio, guarda dentro de cada tumba. Lo que hasta el momento se ha realizado son iniciativas que generan posicionamiento y revitalización de un lugar, que dentro del imaginario cotidiano, es sinónimo de muerte y tristeza, pero que poco a poco

se pretende desligar y convertirlo en un potencial sitio histórico y turístico, estas acciones deben ir de la mano y voluntad de sus fundadores y dirigentes, que como institución privada “Los Hermanos de la Caridad” custodian y cuidan celosamente. No olvidemos que el patrimonio testifica la experiencia humana y sus aspiraciones, y debe ser una experiencia compartida que ofrece a cada ser humano la oportunidad del descubrimiento propio como otra persona en ese caudal de conocimiento que no es el propio. El valor más importante del patrimonio cultural es la diversidad. Pero la diversidad de este patrimonio debe tener el propósito de unir a los diversos pueblos del mundo a través del 34 dialogo y el entendimiento, en vez de separarlos.

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Bibliografía        



Birle, Peter, et. al., Memorias urbanas en diálogo: Berlín y Buenos Aires, Fundación Heinrich Böll, Cono Sur, 2010. Briceño Porras, Guillermo, Caracterización del discurso de Simón Rodríguez y su incidencia en la conceptualización del patrimonio cultural, Universidad Latinoamericana y del Caribe, Venezuela, 2011. Caballero, Jorge, Barranquilla y la modernidad. Un ejercicio histórico, Colombia, Universidad Nacional de Colombia, 2000. Casasola, Luis, Turismo y ambiente, México, Trillas, 1990. Diseño y comunicación, Paidós, Estudios de comunicación, 2003. Gómez Díaz, Mariano, Parques cementerios representativos como bienes de interés cultural, un ejemplo de patrimonio histórico, Bucaramanga, Armonía Impresores, 2012. ICOFOM, - ?, Symposium “Museum and Community II”, Suiza, 1996. “La creación del primer cementerio público en Barranquilla: Un documento inédito sobre un evento del final de la Colonia en el Sitio de Barranquilla”. Memorias, en Revista Digital de Historia y Arqueología desde el Caribe, vol. 1, núm. 1, Colombia, Universidad del Norte, 2004. Villalón Donoso, Jorge, Las colonias extranjeras y las representaciones consulares en Barranquilla, Colombia, Ediciones Uninorte, 2008.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. y disensos frente a la historia oficial, entre tantas otras posibilidades / potencialidades). Visitar los muertos y sus tumbas es al mismo tiempo una experiencia íntima y pública, es visitar la casa de los muertos, su habitación que motiva a un gran sector popular, el deseo de encantarla mediante el acto de decorarla, adornarla, llevarle flores y todo tipo de recorderis (dar un regalo pequeño para dejar un buen recuerdo) y el gusto por traer o buscar fotografías, cartas, mensajes, objetos y todo tipo de imágenes para recordar otros momentos que fueron compartidos entre las partes. Así las cosas, el cementerio se convierte en su espacialidad y monumentalidad funeraria, así como en sus prácticas de visita, mediante la familiaridad, en un lugar privilegiado de la pedagogía, escenario propicio para la activación de la memoria, el conocimiento histórico y la visibilidad e inclusión de otros relatos y construcción de memoria por fuera de las versiones oficiales. Los devotos en sus visitas cotidianas al cementerio nos han enseñado el valor de los recorridos y el sentido profundo de darle vuelta a sus ánimas, construyendo especiales sentidos de valoración, reconocimiento, perseverancia, vínculo y esperanza al encuentro con los difuntos y la materialidad de sus tumbas, huellas innegables de su presencia silenciosa. Si bien, la presencia de los muertos tiene un sentido ambiguo, como lo afirma Nooteboom: el de saber que está ahí pero al mismo tiempo el sentir su ausencia, es lo que nos pone en una situación límite y en el desafío de revisitar e indagar el pasado y construir para el presente un nuevo sentido de la vida y de la historia.

Memoria e historia en la materialidad de las tumbas: La Visita Visibilidad, inclusión y pedagogía en el Cementerio Central de Bogotá Germán Ferro Medina Colombia

Introducción El aula se trasmutó en visita. El agotamiento del aula formal universitaria que se quedó sin herramientas novedosas para captar la atención y la sensibilidad de los estudiantes, ha tenido que tomar otro rumbo, otra orientación, dejando atrás el mediocre y soñoliento Power Point. El aula salió de su encerramiento a buscar otras experiencias y se encontró con el cementerio, un aula VIVA, pública y, en todo sentido, generosa, ofreciendo una verdadera esperanza para la educación mediante múltiples e integradas herramientas pedagógicas. Visitar los cementerios, visitar la tumba de éste u otro familiar o personaje, ánima, amigo, N.N, ha sido una práctica centenaria y de gran tradición en el mundo católico popular y, particularmente, de la ciudad de Bogotá. Visita que se produce todos los lunes (día de las ánimas), los domingos y días de fiesta, el día de la madre y del padre, en épocas de Semana Santa, el 2 de noviembre, día de difuntos, en Navidad o en las fechas de aniversario, cumpleaños y de muerte, y, en fin, en muchas ocasiones de carácter cotidiano o de conmemoración especial. La unidireccionalidad de la cátedra en el aula adquiere, en el cementerio, el carácter de la visita que significa diálogo y encuentro. Como diría el escritor y ensayista Cees Nooteboom: “la mayoría de los muertos callan. Ya no dicen nada” pero sus tumbas siguen hablando y evocando, resonando en nuestra memoria. La comunicación es propiciada por los muertos, suscitando en los vivos sentimientos de afecto, de esperanza, de solidaridad, de emoción, para NO olvidar, para no perder la memoria. La visita es compañía, deseo de estar con el otro, manifestar y reafirmar los afectos, es reciprocidad mediante el acto de ir a estar, volver y devolver la atención. La visita es, al mismo tiempo, sujeto (“llegó la visita”) y práctica social y comunicacional profunda. La visita es también un recorrido, familiaridad y encuentro, un destino con varias paradas y puede ser (ésa es mi propuesta metodológica) un ejercicio y una experiencia de sorpresa y aprendizaje (memoria-trabajo, evocación, conocimiento integral, emoción estética, descubrimientos, juego, construcción de nuevos relatos, consensos

La materialidad evocadora de la tumba ¡Aquí está! Es la exclamación que se escucha con emoción al encontrar una tumba y reconocer la persona que ahí yace. Es la emoción del descubrimiento, dada la potencia de una materialidad que nos anuncia que está aquí, en este lugar (mediante el nombre, las fechas, el diseño, los adornos, otros). Emoción de un sentimiento del dolor y afecto que nos pertenece, admiración, recuerdo que nos suscita que el difunto está ahí. En el macabro conflicto colombiano, esta búsqueda y descubrimiento de las tumbas por todo el territorio del país, se ha convertido en una práctica cotidiana para encontrar los muertos que ha dejado la violencia. Peregrinación, sin esperanza de encontrar vida, pero ilusión de saber que en algún lugar está y, al hallarlo, sentir el alivio de su presenciaausencia y poder volverlo a tener en el amor, en los rezos, en la memoria y

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. propiciarle, en el nuevo lugar de un osario, un nombre, unas fechas y todos los consentimientos atrasados y acumulados, de fidelidad y recuerdo. Tocar la tumba, es un acto sagrado de mediación con el que se dispone para pasar al otro umbral. Tocar y golpear la tumba, como ante una puerta para entrar y comenzar la visita. Tocar o llamar para anunciar que estamos aquí, que queremos entrar y conversar, hacer la visita, que es lo mismo que rezar, no en vano el rezo más conocido y popular del mundo católico está inspirado en una visita (la de la Virgen María a su prima Santa Isabel: el Ave María). A las tumbas se les golpea y se les repasa con la mano, el contacto potente con lo sagrado, con el amor “…no te veo pero sé que estás ahí, no 35 te puedo tocar pero siento tus caricias…”. Tocar, entrar y llevar flores y ponerse cómodo sentándose a su lado en una banca como lo está dispuesto en muchos de los mausoleos (ej. Clarita Santos, hija del ex presidente Eduardo Santos, Francisco Mosquera, Secretario general del MOIR, Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario). La tumba es símbolo hecho materia: dureza, nobleza y eternidad en el mármol y la piedra; elevación y renovación de la vida esculpida en coronas, flores, árboles y vegetación; muerte y vida interrumpida en la columnas truncas e invertidas; identidad y pertenencias en heráldicas, signos, retratos y rúbricas; eternidad e iluminación en el fuego de piedra; cruces en consonancia con el Cristo de la resurrectio.

ninguno conocía. La alegría fue enorme y la más reconocida estudiosa de su obra, decana de la carrera de literatura de la Universidad de Los Andes, le llevó flores con motivo de la visita, esta vez, no por sus libros, sino por la emocionante materialidad de su tumba, de su sencilla lápida mohosa y resquebrajada.

Visibilidad e inclusión para una pedagogía de la historia Soledad Acosta de Samper Recientemente, el Ministerio de Cultura de Colombia declaraba este año 2013: el año de Soledad Acosta de Samper en el centenario de su muerte, una mujer olvidada de la historia de un país patriarcal y apenas reconocida por un puñado de estudiosas de su gran obra literaria, histórica y periodística, así como de su papel visionario y adelantado a su época. Doña Soledad permanece en el olvido y en la marginalidad de una historia oficial, pero en el cementerio está su tumba cuya materialidad no la termina de borrar a pesar del olvido masculino. Pocas personas saben dónde está y no se deja ver por la sombra que le hace la magnífica tumba de su esposo, erigida por ella, el notable José María Samper, quien también fuera un gran escritor y periodista, pero ahí está. Para ayudar a conjurar su persistente olvido, invité a sus estudiosas, profesores universitarios y académicos a visitar su tumba que

José Eustasio Rivera El cementerio es lugar propicio para los descubrimientos, para volver a estar con quien teníamos perdido, a quienes la selva de olvido se los ha devorado, como al escritor José Eustasio Rivera, quien produjera esa memorable novela de La Vorágine, un camino hacia la muerte por las sabanas de la Orinoquia y de la selva amazónica. Rivera murió en New York (1928) y su cadáver fue traído a Bogotá y enterrado en el Cementerio Central, pero hasta hace poco se desconocía su paradero. Motivados por el interés que suscita su novela sin rumbo, de seres perdidos y devorados por su codicia, nos aventuramos con pistas y persistencia de investigadores hasta que encontramos su tumba con una alegría arqueológica digna de Howard Carter. Allí estaba en un mausoleo familiar, acompañada de la tumba de su padre. Nadie la visita, perdida entre el laberinto de otras tumbas como si se replicara su novela, pero la encontramos y se ha convertido en un nuevo lugar para recordar la potencia de su narrativa, para evocar sus poemas de Tierra de Promisión y a esa

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Imagen 1. Tumba de Soledad Acosta de Samper. Fuente: Archivo fotográfico de Germán Ferro M.

Victoria. Epitafio en la tumba de Darío Orlando, 1992, Cementerio San Pedro, Medellín.

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Imagen 2. Tumba del general Carlos Cortés V. Fuente: Archivo fotográfico de Germán Ferro M. Julio Garavito El cementerio Central de Bogotá está siempre transformándose y especialmente por las renovadas prácticas devocionales a sus ánimas. Después de estar ausente del país por un corto periodo, me encontré, en el año 2007, con una nueva tumba que se hacía visible después de permanecer muda por muchos años. Se trata del científico, físico, matemático y astrónomo Julio Garavito, y quien había dirigido, hasta su 40 muerte, en 1920, el observatorio astronómico de Bogotá. Pero por nada ello es que ha sido recordado para que esté convertida en una de las más visitadas del cementerio. Nada de eso. Su nombre y su rostro aparecen en el billete actual de 20 mil pesos colombianos puesto a circular diez años antes, en 1996, espacio de tiempo en que por algún motivo se identificó al señor Garavito del billete con su tumba y se convirtió en una de las devociones más fuertes dado que representa, no al científico sino al hombre de los 20 mil pesos, el que provee o ayuda a conseguir el dinero que tanto escasea. Su tumba ha sido profusamente intervenida, pintada la piedra del mismo tono azul del billete y colmada de mensajes en la columna trunca que allí se le erige, solicitándole dinero o ayuda para pagar las deudas. Velas y

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Véase de José Eustasio Rivera, La Vorágine, Bogotá, El Ancora, 1997, p. 193. Mauricio Archila Neira, La masacre de las bananeras, diciembre 6 de 1928, Bogotá, Credencial Historia 117, 1999. 38 Asesinado posteriormente el 9 de abril de 1948 y cuyo hecho se convirtió en uno de los grandes hitos de la historia de Colombia a partir de la cual toda referencia política, social y cultural del siglo XX pasa por su asesinato. 39 Gabriel García Márquez, Cien años de soledad, Buenos Aires, Editorial Suramericana 1968, p. 263. 37

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Véase Alberto Escovar y Margarita Mariño, Guía del Cementerio Central de Bogotá. Elipse Central, Bogotá Corporación la Candelaria, 2003, p. 124.

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devoción a María Salomé se duplicó y en el Cementerio Central continúa, en su tumba, el culto intacto y con más fuerza.

Imagen 3. Tumba de Julio Garavito. Fuente: Archivo fotográfico de Germán Ferro M. Imagen 4. Tumba de María Salomé. Fuente: Archivo fotográfico de Germán Ferro M.

María Salomé Muchos años antes de que apareciera el milagroso de los 20 mil pesos, al lado del científico Garavito, se encuentra otra tumba muy popular y también copiosamente visitada. No tiene nombre, ni fecha pero todos sus devotos saben que está ahí. Se trata de una mujer, un hecho excepcional en un cementerio que narra hegemónicamente una historia de prohombres de la Patria, representantes de los dos partidos dominantes de la nación. Frente a María Salomé, decenas de trabajadoras sexuales, travestis y transgénero, así como muchas mujeres de bajos recursos económicos, se amontonan todos los lunes a alumbrar con velas de cebo, a visitar la tumba de una mujer pobre, que el relato popular le ha asignado todos los oficios de la supervivencia en la calle: lotera, prostituta, muchacha del servicio doméstico, gitana lectora de la mano, mendiga. Una mujer sufrida, perseguida que muere el 9 de abril de 1948 el día que asesinaron a Jorge Eiecer Gaitán, incrementando la potencia de su relato a medio camino entre la historia y el mito. Dada su altísima devoción con un ritual cargado de “excesos”, malos olores, suciedad, gente rara, desorden, etc., la administración retiró su cadáver años atrás y se lo llevó al sur de la ciudad a un cementerio popular y alejado de los grandes hombres. Se produjo un efecto contrario: la

Diego Luis Córdoba De las visitas guiadas desarrolladas en el cementerio, nacen nuevas tumbas propuestas por las personas que asisten a los recorridos y que motivadas por lo aprendido, comparten su saber sobre el cementerio. Recuerdo la vez que una señora me llevó, una vez terminada la guía, a conocer la tumba de Diego Luis Córdoba, muy lejana y periférica de los grandes hombres de la Patria, ubicados en el camellón central del cementerio. Perdida entre otros mausoleos de tumbas en galería, se encuentra solitaria y de un solo nivel, la tumba con su nombre casi borrado. Nadie la visita; ni siquiera sus herederos políticos y defensores de la identidad afrocolombiana y muchas personas no sabrían siquiera quién fue este personaje de raza negra (afrodescendiente) y chocoano quien fuera uno de los políticos descollantes desde la marginalidad del mundo negro colombiano y luchador incansable frente a la poca apertura democrática y sociedad racista de país. Diego Luis Córdoba fue senador de la República, embajador y adalid de la formación del departamento del Chocó y defensor de los derechos civiles de su población que es mayoritariamente negra y que, por

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Las Tumbas de la Izquierda Frente a la hegemonía bipartidista de orientación conservadora y liberal que marcan el protagonismo de la avenida principal del cementerio, se empieza a destacar en el sector, a mano izquierda de la capilla, un grupo de tumbas de personajes políticos de filiación democrática y de izquierda. Sus tumbas esculpidas con los signos del Partido Comunista Colombiano (PCC) y de otros partidos de orientación revolucionaria, están allí disputando su lugar en un cementerio católico. En su entorno se dejan leer varios grafitis con alusión a ellos y con arengas políticas. Buena parte de ellos, no murieron “de muerte natural” sino

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. que fueron asesinados, resultado de la cerrazón a otra posibilidad política e ideológica distinta a la de las élites dominantes de los dos partidos que el ya mencionado Gaitán agruparía con el apelativo de oligárquicos. Hay que mencionar, particularmente, la tumba (en mármol con el escudo de Colombia, epitafio y rúbrica) de Jaime Pardo Leal, líder de la Unión Patriótica (UP), cuyo partido fue prácticamente exterminado y que al ser candidato a la Presidencia de la República, fue asesinado en 1987, y la de Manuel Cepeda Vargas, miembro del Comité Central del PCC y senador que 41 también fue sacrificado por movimientos de ultraderecha. En este lugar, también se encuentran las tumbas (en mármol verde) de Gilberto Vieira, fundador y Secretario del PCC y la tumba (en mármol blanco con verja metálica y banca) de Francisco Mosquera, secretario del MOIR. Aquí están en la materialidad de sus tumbas, un grupo de actores sociales y políticos que no cabían en el estrecho marco reaccionario de la nación tradicional colombiana pero que y a pesar de estar muertos, se han metido en la memoria y en el ideal de imaginar otro proyecto político para el país. Sus muertes están en la impunidad y son motivo necesario de permanente recordación en un país de memoria liviana.

Imágenes 8. Tumbas de Manuel Cepeda. Fuente: Archivo fotográfico de Germán Ferro M.

Comandante Carlos Pizarro León Gómez Por último, debo hacer especial mención a la tumba de Carlos Pizarro Leóngómez, quien fuera el Comandante general del movimiento armado M19, y candidato a la Presidencia de la República, una vez que lideró la dejación de las armas, y que, en ese proceso electoral, fuera asesinado en 1990. Su tumba es una de las más visitadas del Cementerio Central y la que presenta, casi de manera excepcional, exvotos agradeciendo sus milagros mediante decenas de placas de mármol alrededor de su tumba y de la espada de Bolívar labrada en su lápida. Todos los días 26 del mes y, especialmente, el 26 de abril, día de su asesinato, su hija realiza una ceremonia que convoca a una gran colectividad de familiares, amigos, militantes, simpatizantes, en un acto celebratorio de canto, baile, representación teatral, flores, discursos, banderas del M-19, fotografías y objetos que lo recuerdan a él en su lucha y su legado en medio de una instalación de muchas otras imágenes de tantos asesinados o desaparecidos que han quedado, como Pizarro, en la impunidad. Su tumba con sus exvotos materializan su memoria y mantienen con vigor la huella de su soñado proyecto político y su truncada apuesta por la paz.

Imágenes 7 Tumba de Jaime Pardo Leal. Fuente: Archivo fotográfico de Germán Ferro M.

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Véase Guía del cementerio Central de Bogotá, op. cit.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. tumbas y la fuerza simbólica de los restos humanos. Gaitán es un buen ejemplo de ello, la peligrosidad de su cadáver hizo que el Estado, hábilmente en 1948, conminara su cuerpo a ser enterrado en la sala de su casa en una hábil negociación con su viuda quien se había traído el cadáver de la clínica donde murió, resultado de los fatales impactos y solicitaba que solo entregaría el cuerpo hasta que cayera el gobierno, responsable de su muerte. Por lo tanto, no tuvo entierro y su memoria ha quedado secuestrada, sin duelo. A 65 años de su asesinato, todavía las personas buscan su tumba en el Cementerio Central de Bogotá.

Bibliografía         Imágenes 9 y 10. Tumba de Carlos Pizarro. Fuente: Archivo fotográfico de Germán Ferro M.

Fin de la visita Son muchos los ejemplos que podríamos seguir mencionando de esta cartilla-cementerio o documento abierto de la memoria y construcción de país. Los relatos podrán ser múltiples y en disputa. El cementerio es un escenario en tensión, un aula abierta para la reflexión y un lugar privilegiado para evocar en la materialidad de las tumbas y la visita constante, aquello que no podemos olvidar. Al terminar las visitas, muchas veces la gente me pregunta dónde está la tumba de Gaitán, habiendo aprendido el sentido potente de las

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Archila Neira, Mauricio, Masacre de las bananeras, diciembre 6 de 1928. Credencial Historia 117, septiembre de 1999. Consultado en internet. Escobar, Alberto y Margarita Mariño, Guía del Cementerio Central de Bogotá. Elipse Central, Bogotá, Corporación La Candelaria, 2003. Ferro Medina, Germán, 12 principios de valoración patrimonial de los Cementerios, 1er Encuentro de Cementerios Patrimoniales de Colombia. Gestión y Valoración, Bogotá, noviembre de 2010. Guía de observación y valoración cultural, Pueblo y Cementerios, en Revista Apuntes, Vol. 22 (1): 2009, Universidad Javeriana, Bogotá, 2009. Nieto, Patricia, Los escogidos, Medellín, Sílaba Editores, 2012. Nooteboom, Cees, Tumbas de poetas y pensadores, Barcelona, Ediciones Ciruela, 2009. Pedersen, Birte, Entrada al cielo. Arte funerario popular de Ecuador, España, 2008 Ramírez González, Imelda, Visita. La obra de Ethel Gilmour, Medellín, EAFIT, 1997.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Encontramos que el texto jurídico de las Siete Partidas especifica quiénes son las personas “que el derecho manda”:

Cementerio General de la ciudad de La Paz: catalogación de los mausoleos del circuito turístico42 Josefina Matas Musso Gonzalo A. García Crispieri

enterrar non deben á otro ninguno dentro en la eglesia sinon á estas personas ciertas que sin nombradas en esta ley, así como los reyes et las reinas et sus fijos, et los obispos, et los abades, et los priores, et los maestres, et los comendadores que son los prelados de las ordenes e de las eglesias conventuales, et los ricos homes, et los otros homes honrados que ficiesen eglesias de nuevo o monesterios, et escogesen en ellas sus sepulturas; et todo otro home quier sea clérigo o lego que lo mereciese por santidat de buena vida et de buenas obras. Et si alguno otro soterrasen dentro en la iglesia sinon los que son dichos en esta ley débelos facer sacar ende el obispo…”43

Bolivia

Introducción El tema de la muerte, realidad ineludible de todo hombre, ha sido asumido de diferente forma según las culturas en lo que a los enterramientos se refiere: los romanos, en un principio, enterraban a sus difuntos en sus propias casas hasta que se dictó una ley que prohibió esa costumbre pasando a incinerarse o a depositarse los cadáveres en terrenos exclusivos para ese fin. Cuando comienza la persecución del cristianismo se empezó a enterrar los cuerpos en las catacumbas o en espacios fuera de la ciudad, tratando de no confundir los restos de los mártires -para honrarlos como reliquias- del resto. Con el paso del tiempo cundió el deseo de ser sepultados en los lugares sagrados y es así que se consiguió colocar los sepulcros inmediatos a las iglesias. Varias leyes civiles, secundadas por los cánones reprodujeron la necesidad de enterrar fuera de las poblaciones pero el deseo de descansar al lado de los mártires y la pequeñez de algunos cementerios hizo que, a fines del siglo VI, casi todos los fieles se enterrasen en el interior del templo. En la Edad Media la obsesiva idea sobre la muerte que tenía el hombre de ese tiempo, nos lleva a tratar la dimensión funeraria de la nave. Las disposiciones del templo en cuanto edificio, con respecto al enterramiento de difuntos en el interior de la nave son bastantes drásticas primero y luego se hacen más flexibles. De esta manera en el Concilio celebrado en León en 1288, se dice así: De sepulturis. Otrosi establecemos que ninguno non sea enterrado en los cuerpos de las Iglesias aunque haya hí duas naves, se non aquellas personas “que el derecho manda”.

Tumbas de Fernando III, el Santo, en la catedral de Sevilla, España. Fuente http://www.foroxerbar.com 42

Trabajo realizado por los estudiantes del 3er. Semestre de la Carrera de Arquitectura de la Universidad del Valle (La Paz) bajo la guía de las Doc. Arq. Josefina Matas Musso y Arq. Gonzalo A. García Crispieri – Gestión 1/2012 Área: Cementerios sustentables en áreas patrimoniales

Cita de Marta Cuadrado Sánchez en AIA, 51, pág. 549 de Título XIII, partida I, ley XI: “que non deben soterrar dentro en las eglesias sinon a personas señaladas” en J.M. TEJADA Y RAMIRO, Colección de cánones de la iglesia en España y América, t.III, pág. 398. 43

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. en eglesia catedral, ó en monasterio, ó en aquella eglesia do yace si linaje, ó en otro cementerio qualquier puédelo facer…” 44.

Estas disposiciones llevarán a que, en la baja Edad Media, los monasterios de los benedictinos y cistercienses ejerzan particular atracción hacia los fieles por querer enterrarse en sus recintos. Respecto a las órdenes mendicantes una disposición del papa Bonifacio VIII les permite a los franciscanos y dominicos la posibilidad de 45 conceder sepulturas en sus iglesias a quienes en vida lo solicitasen . En cuanto a sus consecuencias en la arquitectura, se observa en el interior de los templos la proliferación de pequeñas capillas. Tenemos en España numerosos ejemplos de ello pudiéndose mencionar el sepulcro de treinta religiosos franciscanos en el interior del templo del convento de la Consuegra de Toledo. Con el paso del tiempo se van regulando las medidas que la Iglesia consideraba necesarias para que no hubiera desórdenes. El Concilio de Elvira (330dC) prohibió encender velas en los cementerios y pasar en estos la noche. En el año 563, el Concilio de Braga, prohibió la inhumación dentro de las iglesias (canon 18). Las Autoridades, por su parte, restablecieron la ley de las Doce Tablas. Pero los cementerios contiguos a las iglesias han continuado hasta nuestros días, tal es el caso de la iglesia de Lagunas en Oruro, Bolivia. En los siglos VIII y IX procuraron los Concilios destruir este abuso prohibiendo en varios cánones el dar sepultura en la iglesia, determinando lugares sagrados y especiales destinados a dar sepultura a los cadáveres de los fieles los cuales, en caso de profanación, recibirían nueva bendición y reconciliación. Ramón Gutiérrez señala que, en el caso de Charcas, la Real Cédula de 1789, que prohibía el enterramiento en el interior de los templos y atrios, fue generando, a partir de los últimos años del siglo XVIII, la construcción de panteones “extramuros” quitándole al templo esa función. Por lo tanto, ya podemos definir, en vista a lo expuesto, lo que es el fundamento de nuestro estudio y es lo que actualmente conocemos como “cementerio”: el lugar donde descansan los difuntos en espera de la resurrección final. Esta definición se concibe desde el momento en que el

Tumba de Cristóbal Colón en la catedral de Sevilla, España. Fuente http://www.foroxerbar.com

Entramos entonces a un proceso de democratización de la sepultura, proceso en el cual las órdenes mendicantes se vieron directamente involucradas, dice nuevamente el texto de las Siete Partidas: Soterrar deben cada un home en el cementerio de aquella iglesia onde era parroquiano, et no oie las horas quando era vivo et do rescibe los sacramentos. Pero si alguno recibir sepolura en otro cementerio, asi como

Cita de Marta Cuadrado Sánchez en AIA, 51, pág. 549 de Título XIII, partida I, ley V: “En quál iglesia se debe cada uno soterrar” en J.M. TEJADA Y RAMIRO, Colección de cánones de la iglesia en España y América, pág. 384. 45 Cita de Marta Cuadrado Sánchez en AIA, 51, pág. 550 de J. ORLANDIS, “La elección de la sepultura en la España medieval”, AHDE, XX (1950), pág. 39 not. Num.65. 44

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Sepulcro de religiosos franciscanos en la cripta del templo de Copacabana, La Paz (Bolivia). Fuente: Josefina Matas, febrero de 2012.

cristianismo asumió el tema de la muerte desde la perspectiva de la esperanza en la resurrección.

Sepulcro de religiosos franciscanos en la cripta del templo de Copacabana, La Paz (Bolivia). Fuente: Josefina Matas, febrero de 2012.

Sepulcro de 3 religiosos en el atrio del templo de Lagunas, Oruro (Bolivia). Fuente: Josefina Matas, agosto de 2010.

Breve reseña histórica y objetivos del trabajo El Cementerio General de la ciudad de La Paz es un Camposanto que posee 92.000 metros cuadrados y se encuentra en el Barrio de Callampaya sobre la Avenida Entre Ríos y Baptista y las calles Monasterios y Picada Chaco. Se ubica en la prolongación de la zona noroeste de la ciudad, camino al Alto. La disposición que adopta es la de cuarteles que se conforman en filas, según la tradición latina de los inicios de la era cristiana. Fue establecido por Decreto Supremo del 25 de enero de 1826 por el Mariscal Antonio José de Sucre y, corroborado por el Mariscal Andrés de Santa Cruz el 24 de enero de 1831. Hasta esa fecha se había efectuado la sepultura de blancos, mestizos e indios en el interior o en el atrio de los templos, tal es el caso de las iglesias de La Merced, San Francisco, San Sebastián, San Pedro, San Juan de Dios, Santo Domingo, Copacabana, etc. Pero al exceder su capacidad, los ciudadanos efectúan las exequias en los alrededores de forma dispersa y precaria.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Luego del traslado de la sede de Gobierno de Chuquisaca a La Paz, el trazado tiene que ampliarse (según consta en las memorias municipales), ampliación que se realiza a partir del año 1912 gracias a la intervención de don Emilio Villanueva, que en ese entonces era el primer ingeniero municipal. En la actualidad tiene 8 puertas de acceso en todo su contorno. Como en toda necrópolis importante, se encuentran enterradas personalidades ilustres como Daniel Sánchez Bustamante, Belisario Salinas, Eliodoro Camacho, Agustín Aspiazu, Gastón Velasco, Franz Tamayo, Germán Busch, el padre Luis Espinal Campos, el compadre Palenque y muchos hombres y mujeres que dejaron huella en la historia y literatura de Bolivia. Con el paso del tiempo este cementerio se ha convertido en un verdadero patrimonio cultural de la ciudad y, en este momento, cuenta con un circuito turístico para la visita de turistas, estudiantes y personas interesadas en nuestra heredad. Nosotros, como estudiantes del tercer semestre de la Carrera de Arquitectura de la Univalle, apreciamos desde el punto de vista arquitectónico, una síntesis de todos o de la mayoría de los estilos 46 estudiados en la Historia del Hábitat del hombre: mausoleos de estilo clásico, neogóticos, art deco, etc. El presente trabajo consiste en el relevamiento fotográfico y planimétrico de los principales mausoleos ubicados en el circuito turístico del Cementerio General.

Desarrollo del trabajo: De acuerdo al orden de recorrido del circuito se relevan los siguientes mausoleos:

9

8

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La ficha que se elabora para el relevamiento es la siguiente: 2 4 3 1

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Plano del Circuito del patrimonio Tangible del Cementerio Central de la Paz Bolivia.

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El arq. Juan Fracisco Bedregal Villanueva en Historia Urbana de la Paz, pág. 98 señala que un “mausoleo es una estructura arquitectónica que se construye sobre el nivel del suelo. Sus muros tienen celdas o nichos que sirven para sepultar, individualmente a varios difuntos. Hay mausoleos que cuentan con un espacio interior que sirve entre otras cosas para orar, por lo cual también se les ha llamado “capillas”. En estos casos los cadáveres se entierran en criptas construidas bajo la estructura arquitectónica.

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Arco de triunfo de la portada de ingreso: Fue construido en 1853, se realiza a iniciativa de Don Manuel Vicente Martínez Monje, Intendente de la Policía de la ciudad en aquel momento. Es de líneas sencillas, un gran arco de medio punto flanqueado por pilastras pareadas, se refacciona en 1999 y 2003. Tiene 14,00 mts. de alto y 10,30 de ancho.

Arco de infreso al Cementerio General de La Paz (Bolivia).

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2.

Mausoleo de la familia Pérez Velasco Este mausoleo guarda los restos de Don Lucio Pérez Velasco, médico de profesión quien se dedica a la política incorporándose a las filas que combatieron a Melgarejo, fue elegido Primer Vicepresidente de la República en 1890. El mausoleo es de estilo neogótico, presenta dos cuerpos, en el primero un arco apuntado, el segundo presenta un baldaquino con columnas salomónicas terminan do en pinjantes. Tiene 6,80 m de alto y 4,20 m de ancho. El autor de la obra es anónimo.

Mausoleo de la familia Pérez Velasco en el Cementerio General de La Paz (Bolivia). Fuente: Lucero Yupanqui, abril de 2012.

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3.

Mausoleo de Bautista Saavedra Esta obra pertenece a Luis Almaraz Aliaga y data de 1969, guarda los restos del ex presidente Juan Bautista Saavedra. Se trata de un volumen rectangular representando cuatro personajes: el primero lleva una bandera con mástil, el segundo un libro y el tercero y cuarto portan palas, estos visten un lucho, ponchos plegados y una faja en la cintura con motivos rectangulares, el simbolismo del mural es el trabajo y la patria. En la parte central se encuentra Juan Baustista Saavedra y lleva la siguiente inscripción “BAUSTISTA SAAVEDRA: PATRIA Y TRABAJO”. Mide 3,70 m de alto y 8,00 m de ancho. El estilo de este mausoleo en modernista.

Mausoleo Bautista Saavedra en el Cementerio General de la ciudad La Paz (Bolivia). Fuente: Yelin Aramayo, abril de 2012.

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4.

Mausoleo de notables Data aproximadamente del siglo XIX, época republicana, la fachada está dividida en cuatro bandas con nichos de diferentes diseños. Mide 5,00 m de alto y 6,50 de largo.

Mausoleo de Notables en el Cementerio General de la ciudad de La Paz (Bolivia). Fuente: Micaela Ríos, abril de 2012.

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5.

Mausoleo Dr. Juan Federico Zuazo Este mausoleo es de forma rectangular, el elemento importante es la escultura del Dr. Juan Federico Zuazo en mármol bajo la técnica de esculpido y pulido, esta escultura conmemora el fallecimiento del ex vicepresidente de Bolivia, alrededor hay cuatro escultura del mismo material. Mide 3,86 m de lato y 3,55 de ancho.

Mausoleo Doctor Juan Federico Zuazo en el Cementerio General de la ciudad de La Paz (Bolivia). Fuente: Joel Vera, abril de 2012.

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6.

Mausoleo de la Guerra del Pacífico Es de estilo moderno, data del S. XX. Tiene forma octogonal y cinco cuerpos, se accede al mismo por medio de una escalinata de piedra que presenta en las esquinas proyectiles de mortero, tiene una cubierta de teja y en la cúspide una escultura.

Mausoleo de la Guerra del Pacífico en el Cementerio General de La Paz (Bolivia). Fuente: Adhemar Poma, abril de 2012.

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7.

Monumento a Busch Arquitectura de Venturi y Grisi y conmemora al Teniente Coronel German Busch Becerra, ex presidente de Bolivia que participa en la Guerra del Chaco, fue condecorado con el “Cóndor de los Andes” y crea en 1938 el departamento de Pando. Este monumento es una escultura elaborada en piedra: se trata de una columna trunca y simboliza la muerte temprana de Busch, bajo la columna se encuentra el sarcófago y una urna con cúpula. Para ingresar el monumento hay una escalinata con adornos antropomorfos al costado. La columna mide 2,70 m de alto.

Monumento a Busch en el Cementerio General de La Paz (Bolivia). Fuente: Adhemar Poma, abril de 2012.

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8.

Mausoleo Familia Soligno Estructura de estilo Art Decó, es de piedra picada y pulida. En el frontal tiene un elemento rectangular decorado con columnas corintias al igual que las otras caras, tiene vitrales en los cuales se presentan ángeles orando y la Virgen con el Niño. La portada tiene el friso decorado y frontón triangular. Mide 6,45 m de alto y 4,57 m de ancho.

Mausoleo de la Familia Soligno en el Cementerio General de la ciudad de La Paz (Bolivia). Fuente: Caremm Caballero, abril de 2012.

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9.

Mausoleo Vicente Ascarrunz Se comenta que su construcción es en mármol de carrara, fue realizada por obreros italianos que llegaron a La Paz, exclusivamente para trabajar en esta obra de arte. Es una obra de mármol con dos cuerpos, en el primer cuerpo se presenta un vano con cerramiento en forma de arco apuntado flanqueado por pilastras acanaladas, remata en un frontón triangular; en la parte superior presenta un crucifijo y en las esquinas presenta cuatro pinjantes. El segundo cuerpo presenta un pequeño vano de arco apuntado, flanqueando con pilastras y frontón triangular decorado con volutas; ambos remates con dos pinjantes terminados en cruces y rematando en un pinjante de mayor dimensión. En las otras caras de este elemento se encuentra en alto relieve la estrella de la cruz israelí. Entre ambos cuerpos tiene una altura de 8,23 m y un ancho de 2,27 m.

Mausoleo de Vicente Ascarunz en el Cementerio General de La Paz (Bolivia). Fuente: Caremm Caballero, abril de 2012.

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10. Mausoleo Escobari Cusicanqui Se trata de una arquitectura trabajada en piedra y mármol bajo la técnica del esculpido y pulido. Tiene elementos de forma regular y se organiza en tres calles y dos cuerpos llevando en la parte superior bases escalonadas con almenas en las esquinas y rematando en un baldaquino de dos cuerpos. En la parte inferior están los medallones con los bustos de los difuntos; el segundo cuerpo consta de columnas que sostienen una pequeña bóveda de crucería sostenida por arcos apuntados y rematando en una cruz con corona de flores.

Mausoleo de Escobari Cusicanqui en el Cementerio General de la ciudad de La Paz (Bolivia). Fuente: Caremm Caballero, abril de 2012.

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11. Mausoleo de José Manuel Pando Es una conmemoración al soldado explorador Gral José Manuel Pando, fue presidente de Bolivia en 1899 a los 51 años. El frontal muestra dos escenas: la primera escena representa tres soldados junto a un cañón y la segunda tres exploradores, al centro el general Pando con traje militar, amplia capa con paños plegados y en el cuello la medalla presidencial, en la solapa teien dos condecoraciones y en los pies botas militares. El conjunto es de estilo art decó.

Mausoleo del General José Manuel Pando en el Cementerio General de la ciudad de La Paz (Bolivia) Fuente: Daniela Sanjinéz, abril de 2012.

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12. Mausoleo de los Beneméritos de la Patria Mausoleo de estilo neotiwanacota realizado por Don Emilio Villanueva, presenta una estructura de losa con muros de piedra pulida, las puertas son de metal y en la misma se encuentra el lema DIOS, HONOR Y PATRIA, por dentro el Cristo Crucificado y alrededor los nichos. Mide 12,00 m de largo por 6,00 de alto.

Mausoleo de la Sociedad de Beneméritos de la Patria por la Campaña del acre en el Cementerio General de la ciudad de La Paz (Bolivia). Fuente: Micaela Ríos, abril de 2012.

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Fuentes documentales: Fotografías y relevamiento realizado de les estudiantes del 3er. semestre gestión 1/2012 de la Universidad Privada del Valle, unidad académica de La Paz. Los estudiantes son: Camila Alcazar Yelin Aramayo Caremm Aramayo Oscar Cuellar Marcos Chivé Ana Fernández Christian Mendizabal Andrea Paredes Kattya Perez

Adhemar Poma Daniela Sanjinez Edwin Salazar Leslie Troche Joel Vera Micaela Ríos Analía Venegas Lucero Yupanqui

Bibliografía: – Cuadrado Sánchez Marta, Arquitectura Franciscana en España, S. XIIIXIV, Tesis sin publicar Universidad Autónoma de Madrid, 1991. – Bedregal Villanueva Juan Francisco, Historia Urbana de La Paz, Edobol, Ltda., La Paz, 2009. – Mesa, José de y Gisbert Teresa, Bolivia Monumentos históricos y arqueológicos, México DF, 1970. – Gutiérrez Ramón, Notas sobre cementerios españoles y americanos (17871850) en Documentos de Arquitectura Nacional y Americana. Nro.19, Resistencia, 1985. – Gutiérrez Ramón y Hardoy Jorge, La ciudad Hispanoamericana en el siglo XVI en la ciudad Iberoamericana, actas del Seminario Buenos Aires CEDEX, 1985.

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Antecedentes. Estela funeraria La estela funeraria es un monumento monolítico en forma de lápida o pedestal que lleva una serie de inscripciones conmemorativas, esculpidas con figuras en bajo relieve, inscripciones y/o símbolos. Estos monumentos normalmente de piedra de diversos tamaños y diseños, fueron usados coincidentemente desde tiempos inmemorables por diversas culturas. En México en la zona arqueológica de Tres Zapotes de la Cultura Olmeca del Preclásico Tardío, se encontró en sus inmediaciones en un poblado denominado la Mojarra un monumento funerario al que llamaron El Indio. Se trata de un monolito de piedra basáltica de casi dos metros de altura y peso cercano a las cuatro toneladas, en cuya superficie se encuentran esculpidos cerca de 535 glifos de escritura Epi-Olmeca el cual está fechado a mediados del Siglo II d.C. Entre los glifos tallados sobre el basalto destaca un personaje de elaborada vestimenta y un tocado muy complejo, sobre el personaje hay doce columnas cortas y a su lado derecho hay otras ocho figuras, según las interpretaciones de los arqueólogos John Justeson y Terrence Kaufman se trata del ascenso al poder del Señor de la 47 Montaña de los Cosechadores, cabe hacer la aclaración que dicha interpretación ha sido muy cuestionada. Este monumento conmemorativo es el antecedente más antiguo del mundo mesoamericano y de lo que más tarde harían los pueblos mayas del periodo clásico. Entre las culturas mesoamericanas las lajas de piedra labrada mostraban figuras de los momentos más importantes de la vida del difunto y se encontraban cercanas a los entierros. Desde luego de acuerdo con la importancia del personaje era el tipo de estela, las ideas simbólicas representadas normalmente estaban asociadas a los ritos y creencias religiosas. En la Cultura Zapoteca en las estelas, además de las figuras y simbolismos se puede apreciar un primitivo sistema de escritura mediante el

cual transmitían aspectos y escenas importantes de su cultura, se escribían fechas, calendarios con jeroglíficos para indicar el nacimiento o muerte del personaje. Cuando los Zapotecas se trasladaron a su nuevo centro cultural en Mitla o Mictlan abandonaron esta costumbre y se dedicaron a un trabajo decorativo con relieves geométricos o mosaicos de infinidad de piedras talladas en serie para formar figuras y realizaron cámaras sepulcrales o tumbas más evolucionadas que las de Monte Albán. En Monte Albán se halló una estela también llamada el obelisco que tiene grabadas escenas por los cuatro lados, en el lado sur está un personaje masculino con el glifo ocho flor; en el costado oriente están dos personajes con grandes penachos adornados con piedras preciosas, que están hablando; en el lado poniente hay otro personaje ricamente atareado con el glifo de la palabra y glifos de fechas; en el lado norte están dos personajes con sus respectivos nombres sobre sus cabezas también está el 48 glifo de la palabra en uno de ellos y otros glifos numerales y simbólicos. Los mayas, la estela se hacía con piedra caliza tallada, que se ponía sobre un basamento de forma circular, que los arqueólogos llaman altares. Estas estelas se expandieron en toda la región maya durante el periodo clásico (250 al 900 d.C.). Se cree que las primeras estelas fueron talladas en madera que por su poca duración no lograron sobrevivir al paso del tiempo. En el Complejo Ceremonial de Tikal, en la actual Guatemala se encontró la estela más antigua, tallada en este tipo de piedra y hallada con su par o basamento, cuya función cronológica o calendárica, permitió a los arqueólogos averiguar las fechas de ciertos fenómenos astrales, estaciones, equinoccios y solsticios. Los mayas empezaron a realizar sus estelas alrededor del año 400 a.C. y se utilizaron hasta el periodo posclásico. En la ciudad maya de Calakmul en el estado de Campeche, México se han encontrado más de 160 estelas en diferentes estados de conservación, la mayoría en muy malas condiciones debido al tipo de piedra utilizado que es muy suave, se desgasta fácilmente. Las estelas mayas son lajas talladas en uno o en ambos lados y en sitios como Copán y Toniná su volumen diferente a la piedra laja les dio una dimensión tridimensional. Las estelas mayas se usaron para glorificar al rey, su riqueza prestigio y ascendencia o bien su poder militar y divino, en ciudades mayas como Aguateca, Quiriguá, Piedras Negras, el Zapote o Copán, se usaron estelas para conmemorar sucesos importantes, especialmente al final de un k´atum, ciclo de 20 años del calendario maya, existen estelas realmente

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48

Implementación de la Estela Informativa como estrategia pedagógica en los cementerios José Eduardo Carranza Luna Cesar Antonio Barranco Torices Elías Rossini Galicia Jorge Iván Navarro Cordero México

Tomado de es.wikipedia.org.

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Véase http://culturafilia.com/2012/08/la-estela-9-de-monte-alban.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. espectaculares con los personajes de perfil o de frente pero siempre con formas de extraordinaria complejidad. Sus dimensiones también son gigantescas (véase Tabla núm. 1). Para legitimar el poder divino del gobernante se le asocio como descendiente de los dioses y como dios mismo. En las estelas existen ciertas estructuras literarias y una sintaxis muy precisa “un ejemplo de la literatura prehispánica de estelas es la Inscripción de Palenque, en la que se narra la creación del mundo por los dioses (donde se describen el tiempo y el espacio como una misma cosa, mediante la metáfora del dios del tiempo caminando para medir los límites del universo), a continuación se pasa a enunciar una lista de reyes hijos de los dioses y se justifica la legitimidad del gobernante actual, ya que él mismo es un dios e hijo de una diosa; esto mediante la asociación de trece reyes, de los cuales él es el treceno, con los 49 trece dioses del mundo superior”. (Ver. Tabla 1. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Estela_maya.)

de otras vidas o reencarnaciones (budistas e hinduistas), se pueden hacer carteles mostrando la idea de la muerte en distintas sociedades y culturas y en diferentes épocas religiones y países. Se pueden realizar también con información de las prácticas funerarias sobre los ritos y costumbres a cerca de las ofrendas y depósitos que se colocaban en las tumbas de todos los pueblos e incluso se puede hablar de las nuevas tendencias funerarias en comparación con los entierros tradicionales. Elaboración de la estela Para la elaboración de las estelas informativas se deben tomar en cuenta ciertos criterios o pautas de la composición grafica para lograr una combinación equilibrada entre el texto, imágenes y vacíos que le den fuerza y eficacia al mensaje, al mismo tiempo que logre impactar visualmente al público, y así nos permita tener cierto éxito en la interpretación del contenido o comunicado que deseamos transmitir, acerca de los cementerios, su tipología y patrimonio. Además las estelas deben cumplir con el doble propósito de afianzar los aspectos culturales y educacionales, ya que en ellas se plasmaran las tradiciones y algunos de los sucesos históricos más importantes de cada cementerio. Así mismo se podrán dar a conocer cómo eran las creencias, mitos y ritos de nuestros antepasados, antes de que los españoles nos trajeran la costumbre de dar cristiana sepultura a nuestros familiares. En la época prehispánica había otras ideas del más allá, del destino final de los seres humanos y otras representaciones de la muerte. El papel de lo simbólico en las estelas debe hacerse con mucho cuidado ya que lo que representa un elemento para algunos para otros es todo lo contrario. El significado de las formas y de las cosas, incluso pueden significar cosas opuestas. El uso del color debe estar asociado a las costumbres y tradiciones de cada una de las culturas. Por ejemplo en diversas culturas el color negro está relacionado con el luto; mientras que en los pueblos orientales el color blanco es el que representa al luto. El baile o la música tienen también distintos significados, para algunos es alegría y para otros tristeza, para ciertos pueblos los funerales son discretos y para otros son multitudinarios.

Las estelas contemporáneas Como quiera que sea la estela es un testimonio o huella que se sigue utilizando en forma de lápida, y en ella se pone el nombre del muerto con las fechas de su nacimiento y muerte y en ocasiones hay textos, figuras, símbolos y signos que acompañan al nombre y a las fechas. Los monumentos funerarios se hacen acompañar de placas en relieve describiendo las situaciones y el origen del monumento e información complementaria sobre los motivos para mantener viva la memoria de un acontecimiento especial o particular. En Berlín el 12 de mayo del 2005 se abrió al público un monumento a los judíos asesinados en Europa, que en realidad son 2,711 columnas de concreto conocido como el campo de las estelas, es una obra de arte contemporánea diseñado por Peter Eisenman. Los carteles informativos, que ya no son esculpidos ni tallados pueden ser considerados según el bastidor donde se coloquen como estelas. La propuesta de este trabajo consiste en realizar una serie de estelas informativas sobre la muerte, las tradiciones y costumbres maneras de pensar, ritos y mitos esenciales de cada cultura. Se pueden hacer carteles sobre la idea de la muerte a través del tiempo, sobre el miedo a la muerte e incluso sobre la manera de cómo debemos prepararnos para morir, sobre las creencias de dios y el paraíso, el reencuentro con los seres queridos (católicos y musulmanes), la posibilidad 49

Ejemplos de estelas o carteles informativos Podemos hacer la mención de diversas estelas informativas que se han hecho no solo en cementerios sino también plazas cívicas y lugares donde existen los suficientes motivos para recordar un hecho histórico las hay nacionales e internacionales, como la que podemos encontrar en Zitácuaro

Véase http://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_maya.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Michoacán, o en Berlín donde podemos encontrar 18 estelas en diversos idiomas. De la misma forma podemos encontrar estelas o carteles informativos en algunas partes del mundo como en Italia, en el panteón de Roma, en España en la ciudad de Cádiz, por hacer mención solo de algunas.

tener. Al principio se pueden ir poniendo una o dos estelas a manera de sondeo y luego si tienen éxito se pueden ir incrementando, procurando siempre tener aproximaciones sucesivas o acercamiento paulatino, pues la sensibilidad del tema requiere de mucho tacto y cautela, solo así se podrá tener un aprovechamiento pedagógico adecuado.

Estrategias pedagógicas Para lograr un aprendizaje autónomo significativo que permita participar activamente a los visitantes en la construcción de su aprendizaje, se propone una estrategia pedagógica que esté basada en la teoría cognitiva de los sistemas complejos, la teoría constructivista y la pedagogía piagetana; es decir, se trata de aplicar estrategias de pensamiento complejo en la aprehensión del conocimiento, en relacionar los aspectos directamente vinculados con la temática de los cementerios, asociándolos con las experiencias culturales de su comunidad, se pretende incluso utilizar el constructivismo genético para un aprendizaje natural y sencillo, esto les permitirá a los visitantes a los panteones, sin importar su edad, asimilar nuevos contenidos y efectuar la integración o conexión con otros cementerios, otras costumbres y otras tradiciones. La estela debe ser el medio mediante el cual el visitante de los cementerios se apropie de los conocimientos en ella vertidos, sobre todo si logramos que participe activamente (dentro del proceso cognitivo) en la búsqueda de lugares, monumentos, símbolos y los pueda relacionar con la información de la estela con aspectos de su cultura, que permita un encuentro con aspectos desconocidos y diferentes de sus tradiciones y costumbres, lo cual le permitirá comparar o confrontar sus creencias y prácticas rituales para una mejor comprensión y descripción del mundo, con esto tendrá la posibilidad de valorar en toda su dimensión lo propio, lo más apegado a sus afectos y emociones. La estela, tanto por su formato o diseño gráfico, como por su contenido debe despertar el interés y la curiosidad natural del individuo por aprender en libertad, de manera autónoma, autodidacta a su ritmo y voluntad. En relación al contenido implícito se requieren explicar sus particularidades utilizando los esquemas de relaciones complejas al señalar los múltiples factores asociados. Dichas estelas deben ser especialmente diseñadas para a tender a una comunidad en específico, con una esmerada selección de la información que deseamos transmitir, sin trasgredir sus creencias religiosas, su moral o su cultura. Dependiendo del contexto socioeconómico del lugar se debe dosificar el número de estelas teniendo en cuenta las situaciones y necesidades de información que se puedan

Conclusiones Las estelas funerarias son elementos simbólicos e informativos que han usado de manera recurrente muchos pueblos, a lo largo y ancho del mundo desde tiempos ancestrales, las culturas prehispánicas de Mesoamérica, también las usaron de diferentes configuraciones, materiales y contenidos: desde simples piedras lajas talladas con figuras de personajes y fechas calendáricas, hasta inmensos monolitos ricamente labrados por cuatro lados, narrando episodios importantes de la vida de los personajes como su ascenso al trono o la fecha de su muerte. Por esta razón, en la época actual, las estelas constituyen un excelente elemento didáctico que no es ajeno a ninguno de los pueblos de América y quizás del mundo entero. Por lo tanto pueden ser utilizados sin ningún temor, como parte de una estrategia pedagógica para acercar a niveles populares el conocimiento implícito que ofrecen en toda su extensión los cementerios patrimoniales. Cualquier información que se presente a los visitantes de los cementerios, vía estos elementos, debe ser revisada de manera profunda en su estructura informativa, en la selección de su contenido temático, en su estrategia pedagógica, en su expresión visual y su composición gráfica, pero sobre todo en los contenidos sobre los valores patrimoniales, que deben estar próximos o acordes con sus usos y costumbres, tradiciones culturales, creencias religiosas y demás aspectos que garanticen por un lado la estimulación de la capacidad cognitiva y pensante de los visitantes a los diferentes tipos de cementerios, y por otro lado aseguren la permanencia, la memoria y la reafirmación de sus valores y de sus prácticas rituales. Las estelas que se proponen en este comunicado son carteles, ciertamente especiales, que pueden fabricarse de distintos materiales, haciendo alusión a las estelas de civilizaciones antiguas, que aún mantienen cierta presencia y memoria de ritos y tradiciones que nos han sido heredadas a través de muchas generaciones, revivir algunas de ellas, nos permitirá comprender y aprender los orígenes de nuestras costumbres y a valorar en toda su grandeza nuestras culturas.

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Tabla 1. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Estela_maya Dimensiones de estelas escogidas Sitio

Ubicación

Monumento

Altura

Largo

46

Ancho

1,32 metros (4,3 pies)

0,82 metros (2,7 pies)

desconocido

47

4,13 metros nb 1 (13,5 pies)

2 metros (6,6 pies)

0,39 metros (1,3 pies)

48

2,65 metros nb 2 (8,7 pies)

1,00 metro (3,3 pies)

0,26 metros (0,9 pies)

1,98 metros (6,5 pies)

0,68 metros (2,2 pies)

0,18 metros (0,6 pies)

50

2,1 metros (6,9 pies)

1,2 metros (3,9 pies)

desconocido

51

1,63 metros (5,3 pies)

1,55 metros (5,1 pies)

0,25 metros (0,8 pies)

3 metros (9,8 pies)

1 metro (3,3 pies)

0,42 metros (1,4 pies)

53

10,6 metros nb 3 (34,8 pies)

desconocido

desconocido

54

2,2 metros (7,2 pies)

1,43 metros (4,7 pies)

desconocido

55

2,11 metros (6,9 pies)

1,22 metros (4 pies)

0,6 metros (2 pies)

56

2,1 metros (6,9 pies)

desconocido

desconocido

Itzimté

Villahermosa, México

Estela 6

Ixkún

Petén, Guatemala

Estela 1

Ixkún

Petén, Guatemala

Estela 5

Kaminaljuyú

Guatemala, Guatemala

Estela 11

Machaquilá

Petén, Guatemala

Estela 2

Nakbé

Petén, Guatemala

Estela 1

Piedras Negras

Petén, Guatemala

Estela 12

Quiriguá

Izabal, Guatemala

Estela E

Takalik Abaj

Retalhuleu, Guatemala

Estela 2

Takalik Abaj

Retalhuleu, Guatemala

Estela 5

Tikal

Petén, Guatemala

Estela 9

Tikal

Petén, Guatemala

Estela 29

1,33 metros nb 4 (4,4 pies)

desconocido

desconocido

Toniná

Chiapas, México

Monumento 58 101

1,04 metros (3,4 pies)

0,31 metros (1 pies)

0,2 metros (0,7 pies)

49

52

57

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Bibliografía  Díaz, F. y Hernández, G. Estrategias docentes para un aprendizaje, 2002.  Significativo, Una visión constructivista, Mc Graw Hill, México.  Piaget, Jean, El mito del origen sensorial de los conocimientos, 1973.  Científico en Psicología y Epistemología, Barcelona, Ariel.  Sodi, Demetrio, La literatura de los mayas, México, Joaquin Mortiz, Col. El legado de la América indígena, 1983.  Stuart, David, Kings of Stone: A Consideration of Stelae in Ancient Maya Ritual and Representation. RES: Anthropology and Aesthetics (The President and Fellows of Harvard College acting through the Peabody Museum of Archaeology and Ethnology) (29/30 The Pre-Columbian), 1996. Páginas electrónicas  http://es.wikipedia.org/wiki/Estela_maya, recuperado el 14 de junio de 2013, esta obra deriva de la traducción de Maya stelae, publicada bajo la licencia de documentación libre de GNU y la licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 3.0 Unported por editores de la Wikipedia en inglés.  http://es.wikipedia.org/wiki/Literatura_maya.  http://mundo-mercados.blogspot.mx/2007/07/elementos-de-un-buencartel.html.  http://psciadol.blogspot.mx/2010/10/elementos-que-debe-llevar-uncartel.html.  http://daimonwyvern.webnode.es/proyecto/a6-medios-impresos-ymensajes-educativos/.  http://www.imageandart.com/tutoriales/teoria/composicion_ubicacion/.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. trabajo etnográfico, y a partir de éste en la construcción de objeto– la “mirada” del antropólogo. Al no participar como nativo en las prácticas sociales de las poblaciones que estudia, en las imposiciones cognitivas de una determinada realidad social, el antropólogo experimenta, existencialmente, el extrañamiento como una unidad contradictoria: al ser, al mismo tiempo, aproximación y distanciamiento. Es como estar delante de un sistema de signos –vivirlo relacionándose primeramente con sus significantes- pero sin comprender del todo sus significados. Esta sería una característica depositada en las normas de reproducción del saber antropológico por los estudios de sociedades no occidentales, fundamento tradicional de la disciplina. Así, la perspectiva antropológica se basaría en una tensión existente entre el antropólogo como miembro –aunque especial– de un sistema social y cognitivo intentando transformar lo exótico en familiar. Esta tensión ha sido resumida en la formula nosotros/otros, donde “nosotros” significa el antropólogo y todo lo que le es familiar como miembro de una sociedad: y “otros”, los actores sociales que estudia, lo exótico. Al es estudiar “su” propia sociedad el antropólogo busca realizar la operación inversa, convertir lo familiar en exótico, usando –por principio y por racionalización metodológica– una posición de extrañamiento. 53

Un museo en el bolsillo: los cementerios como herramienta educativa. Una propuesta museística portátil de apropiación patrimonial 50

Lina María Gutiérrez Restrepo Colombia

Presentación “A í í p r r f r d expresión. En lugar de pintar algo nuevo, quería reproducir pinturas y objetos de mi gusto reunidos en un espacio lo más reducido posible. No sabía cómo hacerlo. Primero pensé en un libro, pero la idea no me convencía. Después se me ocurrió que podía ser una caja en cuyo interior todas mis obras estarían juntas y montadas como en un pequeño museo, un museo portátil, por llamarlo de algún modo." Marcel Duchamp, Entrevista con J.J. Sweeney (1946)51

Lo que las siguientes páginas presentan son las líneas generales de una propuesta museográfica y antropológica; que combina la perspectiva de la investigación cualitativa basada en las artes con la dimensión aplicada de la museografía, para propiciar una valoración patrimonial de los paisajes fúnebres que constituyen los cementerios a partir de un efecto de extrañamiento ante estos. Ahora bien, como lo explica el profesor Gustavo Lins Ribeiro, en su texto Descotidianizar. Extrañamiento y conciencia práctica, un ensayo sobre 52 la perspectiva antropológica El “extrañamiento” de la realidad es uno de los puntos que fundamenta la perspectiva del antropólogo desde que a partir de Malinowski la investigación de campo se impuso como una marca de nuestra identidad académica. Trátase de un elemento cualitativo que diferenciaría –en el 50

Antropóloga de la Universidad de Caldas, Manizales –Colombia-. Correo: [email protected]. Marcel Duchamp, «Entrevista Marcel Duchamp-James Johnson Sweeney», Duchamp du Signe, Barcelona, Gustavo Gili, 1978, p. 161. 52 Gustavo Lins Ribeiro, Descotidianizar: extrañamiento y conciencia práctica: un ensayo sobre la perpectiva antropológica. Vol. 70. Universidade de Brasília, Instituto de Ciências Humanas, Departamento de Antropologia, 1988, pp.65-69.

En este punto entra en juego, así mismo, el concepto de reflexividad, en tanto: “trasgresión de las lógicas de lectura de distintas dimensiones de la realidad con el fin de ampliar sus posibilidades de 54 aprehensión” . Siendo el extrañamiento antropológico la base para un ejercicio de transgresión de las lógicas cotidianas de la comunidad mediante reinterpretaciones reflexivas de un fenómeno cultural dado. Trasgresión que se da en dos niveles, por una parte en “mi” propia noción de la realidad como investigadora de un fenómeno dado –en este caso la presencia de determinados paisajes fúnebres en una localidad y las posibles narrativas que se pueden realizar en torno a ellos-; proceso adelantando a modo de ejercicio de distanciamiento cognitivo frente a lo que resulta cotidiano en el contexto inmediato de los cementerios. Por otra, a partir de la ruptura que he realizado, propiciar la trasgresión de la lectura de la realidad por parte de los miembros de las diversas comunidades con las que he interactuado, mediante la reinterpetación lúdica y estética de esa realidad. Así pues, para lograr esa doble trasgresión he desarrollado una propuesta de trabajo visual que se sustenta en la diferencia conceptual entre “ver” y “mirar” la realidad. Dicotomía planteada por el profesor Fernando

51

53

Gustavo Lins Ribeiro, Op. Cit., p. 66. Alhena Caicedo, “Aproximaciones a una Antropología Reflexiva”, en Tabula Rasa, Bogotá, Colombia, 2003, p.168. 54

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Vázquez Rodríguez, en su libro La cultura como texto, lectura semiótica y 55 educación . En palabras del profesor Vázquez:

Así que, en términos metodológicos la estrategia estriba en generar focalizar la mirada; realizando un ejercicio estético de apropiación imaginaria de posibilidades alternativas de la realidad. Ante lo cual cabe hacerse dos preguntas: ¿de qué tipo de realidad se está hablando? Y ¿cómo puede hacerse aprehensible para los miembros de una comunidad dada? Siendo la primera de estas una pregunta de orden conceptual acerca de la idea misma de cementerio y las posibilidades de otorgarle significado patrimonial; en tanto que la segunda tiene que ver con la estrategia metodológica a ser utilizada para hacerlo cercano, propio y visible para las comunidades (es decir para constituirlo en un espacio museográfico).

El ver es natural, inmediato, indeterminado, sin intención; el mirar, en cambio, es cultural, mediato, determinado, intencional. Con el ver se nace; el mirar hay que aprenderlo. El ver depende del ángulo de visión de nuestros ojos; el mirar está en directa relación con nuestra forma de socialización, con la calidad de nuestros imaginarios, con todas las posibilidades de nuestra memoria 56.

Mirar, en resumen, implica orientar la atención del observador; focalizarla en características específicas a partir de un acto reflexivo. Acto reflexivo que conlleva, a su vez, un procedimiento estético de creación de significados alternativos. Como lo explica Germán Darío Escalante Monroy, en su libro Lecturas y escrituras del hábitat construido. Propuesta para la 57 comprensión de los modos de habitar a través de la imagen visual , partiendo a su vez de la propuesta de Fernando Vázquez Rodríguez:

Preguntas que abordo a continuación: Campo conceptual: acerca de la relación entre cuerpo, memoria y patrimonio en los cementerios Para otorgarle sentido al espacio de los cementerios como lugares patrimoniales debemos partir de un hecho elemental: estos espacios contiene cadáveres; pero, al mismo tiempo, son lugares donde se conmemoran sus historias de vida. Este es el primer elemento que debemos tener en cuenta para transgredir la visión cotidiana de los cementerios: debemos profundizar en la relación entre cuerpo y memoria que se da en ellos, reflexionando sobre la forma en como la dimensión biológica del cadáver se transforma en la manifestación simbólica de la tumba. Según lo indica Ernes Cassirer en su libro Antropología filosófica:

El ver, como lo manifiesta Fernando Vázquez, busca cosas, mientras que el mirar busca sentido y relaciones; la mirada es ante todo un acto estético, un principio creador… con el ánimo de resaltar la diferencia entre ver y mirar, Vázquez se refiere al ser humano que ve o que mira, señalando que la diferencia entre quien ve superficialmente y quien mira buscando una profundidad en las cosas está fundamentalmente en que el primero se guía solamente por la curiosidad, mientras que el segundo transforma lo que mira, está atento a detalles… [En este sentido, aclara un poco más adelante] La imagen visual, en cuanto construcción, es producto al mismo tiempo de la imaginación y de la percepción, de ahí la conexión directa que existe entre mirar e imaginar. En el caso de la imagen visual, la imaginación funciona como un espacio de apropiación, un espacio para la inteligibilidad, y opera como una intermediaria para el conocimiento del mundo y para la destrucción de la realidad, al permitir lo real por venir como algo ausente pero imaginado, es decir, posible.58

El espacio y el tiempo constituyen la urdimbre en que se halla trabada toda realidad… el espacio perceptivo; que no es un mero dato sensible, posee una naturaleza muy complicada, conteniendo elementos de diferentes géneros de experiencia sensible, ópticas, táctil, acústica y kinestésica 59 (Cassirer:1993:72).

El cuerpo es, entonces, el primer tipo de espacio al que debemos asignarle sentido; en torno a él se orientara nuestro logos. El cuerpo es a la vez instrumento comunicativo y objeto de nuestra comunicación, no podemos obviar al cuerpo en nuestra comunicación cotidiana; es a él a quién dirigimos nuestra atención al interrelacionarnos con los demás, al identificarlos y ubicarlos en el espacio. En tal sentido se pronuncia el médico

55

Fernando Vásquez Rodríguez, La cultura como texto: lectura, semiótica y educación. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, 2002. 56 Fernando Vásquez Rodríguez, Op. Cit., p. 78. 57 Germán Darío Escalante Monroy, Lecturas y escrituras del hábitat construido: propuesta para la comprensión de los modos de habitar a través de la imagen visual, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, 2007 58 Germán Darío Escalante Monroy, Op. Cit., pp. 98-99.

59

506

Ernst Cassirer, Antropología filosófica, México, FCE, 1945, pp. 71-72.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. y antropólogo mexicano, José Carlos Aguado Vázquez, en su libro Cuerpo 60 humano e imagen corporal. Notas para una antropología de la corporeidad , al definir al cuerpo humano como:

Se puede decir que el ente que significa ya no es el cuerpo como tal, sino el lugar en el que se coloca este cuerpo para conmemorarlo. Como lo indica Gleidson de Oliveira Moreira en su texto acerca de los Cemitérios 65 oitocentistas como lugares de memória , al referirse a las lapidas que sirven de referente material para las tumbas:

Un organismo vivo constituido por una estructura físico-simbólica, que es capaza de producir y reproducir significados. Este proceso de producción de significados implica una interacción continua del sujeto con otros cuerpos dentro de un espacio- tiempo determinados. Esta definición de cuerpo apunta hacía un proceso típicamente humano: el proceso de identidad. Implica la capacidad de reconocimiento de sí a partir del otro y el reconocimiento del otro a partir del sí-mismo. La definición antes expuesta elimina algunos objetos que podrían confundirse con el cuerpo humano, como por ejemplo el cadáver61.

Derivado de “sema” (DEBRAY, 1992) o signo, a pedra tumular tem em sua função não apenas devorar e digerir o cadáver, mas ser compreendido como sobreposição de significantes (cadáver vestido, caixão, pedra tumular, epitáfio, estatuária, fotografia, etc.) que induzem metaforicamente a aceitarse a incorruptibilidade do corpo (DEBRAY, 1992), elevando-se a metonímia do real. Ou seja, cada significado dado ao cadáver acrescenta uma máscara ao sem sentido, o desejo é de parar a putrefação alimentando a ilusão de que o corpo não está condenado ao desaparecimento (THOMAS, 1980).66

En efecto, existe un tipo de cuerpos cuya condición básica es su incapacidad de responder a nuestros estímulos corporales: los cadáveres. Cuerpos que no poseen la capacidad de comunicación por sí mismos, aunque si expresan la presencia de aquel fenómeno compartido por todo los humanos en tanto seres biológicos: la muerte. Como lo señala Louis Vincent 62 Thomas en su texto Antropología de la muerte :

[Derivado de "sema" (Debray, 1992), el signo, la lápida, tiene como función no sólo devorar y digerir el cadáver, sino que debe ser entendida como superposición significativa (cadáver, vestido, ataúd, lápida, epitafio, esculturas, fotografía, etc.) que inducen metafóricamente asumir la incorruptibilidad del cuerpo (Debray, 1992), constituyéndose en una metonimia del cadáver real. Es decir, cada significado que se le añade el cadáver, configura una máscara de sentido, expresa el deseo de dejar la putrefacción a un lado, alimentando la ilusión de que el cuerpo no está condenado a desaparecer] (Thomas, 1980)] (Traducción libre de mi parte).

[…] la muerte en sí misma tiene un carácter intemporal y metafísico, pero deja siempre un cadáver actual y real. Es este aspecto orgánico de la muerte el que parece hacer olvidar a todos los otros, quizás porque toca más intensamente nuestra sensibilidad y también a la existencia misma del cadáver que es una expresión concreta por excelencia 63.

La piedra, el signo imperecedero, como remplazo del cadáver – cuerpo en descomposición-, o, mejor, siguiendo las indicaciones de Oliveira: la piedra y el espacio circundante como una extensión del cadáver; una extensión que sirve como manifestación metafórica del cuerpo, eh ahí el núcleo de la idea. De tal forma que, citando de nuevo a Oliveira –quién alude a los cementerios decimonónicos, pero que llevado a un nivel conceptual podemos plantear analizar los cementerios como espacios de memoria en general-:

Ahora bien ¿Cómo podemos asignarle sentido a este cuerpo que no nos responde? ¿Cómo establecer un acto de comunicación en torno a 64 este cadáver? Es aquí donde entra una categoría fundamental: el locus . El lugar de los muertos: sus tumbas. Ya no es la voz o la proxemia del individuo vivo la que se mantiene, sino que esta se convierte en un lugar en el cual el individuo después de muerto es conmemorado: es el locus el que “habla” por el difunto.

Nos cemitérios oitocentistas, os túmulos constituem uma totalidade significante que articula duas dimensões bem diferenciadas: o “invisível” (situado debaixo da terra) e o “visível”, o que faz com que, como escreveu Bernardin de Saint-Pierre em 1868 na Revista dos Monumentos Sepulcrais, o túmulo constitua-se “um monumento colocado entre os limites de dois

60

José Carlos Aguado, Cuerpo humano e imagen corporal: notas para una antropología de la corporeidad, México. Unam, 2004. 61 José Carlos Aguado, Op. Cit., p. 25. 62 Louis Vincent Thomas, Antropología de la muerte, México, Fondo de cultura Económica, 1983 63 Louis Vincent Thomas, Op. Cit., p. 33. 64 Categoría recuperada por el profesor Molina Castaño para la interpretación académica de los cementerios. Al respecto véase: David Esteban Molina Castaño Et. Al., Cenotafio. Relatos, análisis y evocaciones en torno a los cementerios de cinco municipios del Eje Cafetero Colombiano, Medellín, Universidad Nacional de Colombia, 2011, p. 41. Texto donde se referencia la tradición romana de rendir culto al nombre (numen) de los muertos en torno a un lugar, u locus religiosus. La tumba como un lugar sacralizado de conmemoración

65

Gleidson de Oliveira Moreira, “Cemitérios oitocentistas como lugares de memoria”, Fragmentos de Cultura, Goiânia, v. 17, n. 9/10, set./out, 2007, p. 839-853. 66 Gleidson de Oliveira Moreira, Op. Cit., p. 840.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. mundos” (REVISTA, 1868). Se a invisibilidade cumpre na “clandestinida de” a função higiênica, a camada semiótica tem por papel encobrir o cadáver, transmitindo às gerações vindouras os signos capazes de individualizarem a “representação”, ou melhor, a “representificação” do finado. E é por causa destas características que é lícito falar, a propósito, da linguagem cemiterial como uma “poética da ausência” (RODRIGUES, 1995, p. 35) 67

sus nombres permanecen y sus memorias se reconfiguran (en tanto tengan quien lo recuerde y cuide de sus tumbas). Sin embargo, al interior de los cementerios también existen locus y sectores enteros signados por el olvido. Tenemos dentro de esta categoría a las tumbas abandonadas (de personas cuyos deudos ya han muerto o han inmigrado de la localidad donde se ubica el cementerio) o las que -por reformas en los cementerios o por el paso del tiempo- perdieron sus marcas de referencia. Estas son tumbas que señalan el proceso normal de envejecimiento de los espacios y de las transformaciones de los mismos; el hecho sencillo de que la memoria “imperecedera” se encuentra limitada a muy pocas personas y que, aún estas, con el transcurrir del tiempo también sufrirán esa segunda muerte que es el olvido. Todo depende de la amplitud de la comunidad que sustente su memoria: desde la familia inmediata, en la mayoría de los caso; pasando por congregaciones gremiales y religiosos, situación en la que las tumbas se ubican en mausoleos colectivos; hasta llegar a agrupaciones institucionales mucho más amplias (como los organismos estatales, religiosos e incluso imperiales). Es en torno a este último tipo de tumbas que se deben centrar labores de resignificación de los cementerio, elaborando procesos de apropiación colectiva de las mismas a partir de sus catalogación como parte de la historia colectiva de una región; esto sin olvidar, por supuesto a aquellas tumbas cuya monumentalidad permite -per se- generar referentes de identidad local. La idea es, entonces propiciar estrategias de complementariedad entre ambas tipologías. Problema de carácter metodológico que discuto a continuación.

[En los cementerios decimonónicos, las tumbas constituyen una totalidad significativa que articula dos dimensiones bien diferenciadas: la "invisible" (que se encuentra debajo de la tierra) y "visible". Lo que implica que, como escribió Bernardin de Saint-Pierre en 1868 en el Journal of monumentos sepulcrales, la propia tumba que constituye "un monumento situado entre los límites de dos mundos" (REVISTA, 1868). Si dimensión invisible cumple con la función higiénica de ocultamiento, la capa semiótica tiene el papel de individualizar la "representación", o más bien "representification" del difunto para las generaciones venideras. Y debido a estas características que es lícito hablar del lenguaje cementerial en términos una "poética de la ausencia] (Rodrigues, 1995, p. 35)]. (Traducción libre de mi parte).

Teniendo en cuenta esta apreciación conceptual, el cementerio es tomado como un locus general. Ordenado a modo de un sistema simbólico en torno a las tumbas que incluye tres componentes: la losa o el monumento, los elementos evocativos adosados (desde flores y mensaje, hasta imágenes y objetos votivos) y, por último pero fundamental, el referente de identificación: el nombre escrito en la lápida o en el monumento. Según lo explica Gleidson de Oliveira Moreira: [...] para que o trabalho simbólico do cemitério (a localização geográfica) correspondesse àquelas expectativas, a materialização dos signos que exigiu a “fixação” do cadáver (isto é, um monumento), passou a ser nítida e inequívoca a “evocação” (a imagem, o símbolo ou o epitáfio narrativos) e a “identificação” do ausente (a epigrafia onomástica) (URBAIN, 1993). 68

Campo metodológico: una versión minimalista del cementerio El ejercicio metodológico que propongo se sitúa dentro del campo de trabajo que se conoce como Investigación Basada en las Artes –IBA-. Entendiéndola, según la define Fernando Hernández Hernández, en su artículo sobre "La investigación basada en las artes. Propuestas para 69 repensar la investigación en educación" , como:

[Para que el simbólico del cementerio (la localización geográfica) responda a las expectativas, exigen: la materialización de los signos que "fijan" el cuerpo (es decir, un monumento), pasando a la "evocación" (imagen, símbolo o narrativa epitafio) y la "identificación" de los ausentes] (la onomástica epigrafía) (Urbain, 1993). (Traducción libre de mi parte).

[…] un tipo de investigación de orientación cualitativa que utiliza procedimientos artísticos (literarios, visuales y preformativos) para dar cuenta de prácticas en las que tanto los diferentes sujetos (investigador,

El cementerio, en resumen, funciona como un contexto de visibilización de la memoria de los difuntos, un espacio patrimonial en donde

67 68

69 Fernando Hernández Hernández, "La investigación basada en las artes. Propuestas para repensar la investigación en educación", Educatio siglo XXI, nº 26, Murcia, Universidad de Murcia, 2008, pp. 90-116.

Gleidson de Oliveira Moreira, Op. Cit., p. 840. Gleidson de Oliveira Moreira, Op. Cit., p. 843

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. lector, colaborador) como las interpretaciones sobre sus experiencias desvelan aspectos que no se hacen visibles en otro tipo de investigación. 70 Dentro de esta lógica, me he basado en la capacidad que tienen los componentes estético y evocativo de la imagen y el texto como incitadores de una reflexividad que, en palabras del profesor Fernando Hernández Hernández: Conecta las distancias entre el yo y el nosotros, actuando como un espejo […] Debido a que lo visual y lo artístico obtiene una respuesta tanto multisensorial y emocional como intelectual, puede ser más memorable que muchos textos escritos y por tanto tener una mayor influencia. Las imágenes o experiencias que tienen una referencia emocional permanecen con nosotros quizás ocultas en nuestro inconsciente, para aparecer y provocar una respuesta más tarde. La utilización de formas artísticas de representación incrementan la probabilidad de encontrar una voz o de tener un impacto (sea positivo o negativo) en el lector/visualizador/comunidad, y por supuesto, en nosotros mismos. 71.

Imagen 1: una Boîte-en-valise, Marcel Duchamp Fuente: revista Time de 1952

En mi caso proponiendo un modelo expositivo en el cual los participantes no sólo se informaran sobre una realidad al “ver” unas imágenes (las cuales se obtienen mediante la elaboración de un corpus fotográfico que incluye tanto una recolección de fotografías en vida de las personas que han sido inhumadas en los cementerios de una localidad dada; así como de las tumbas donde fueron depositados); sino que también se involucraran vivencialmente con el espacio, mediante un acto performativo de tipo lúdico (que consiste en recombinar las imágenes y con ofrendas y discursos). Ahora bien, para establecer la dimensión lúdica señalada; primero se debe tener en cuenta que, en términos museográficos una exposición implica el acto de disponer un conjunto de objetos e imágenes, de acuerdo a un guion narrativo y a unas condiciones locativas, para propiciar la reflexión en torno a un tema por parte de un público visitante. Partiendo de ello, me he propuesto desarrollar un diseño de corte minimalista, que se sustenta en el modelo de la de la Boîte-en-valise –la “Caja en la valija”- desarrollado por Marcel Duchamp (véase imagen 1).

Propuesta museográfica que, según lo refiere José Manuel Falcón Meraz, en el capítulo séptimo (“Las diversas expresiones del museo portátil. Entre la papiroflexia, la inmaterialidad y la piel mutante”) de su tesis doctoral 72 sobre La expresión de una línea museística singular , fue desarrollado cuando: En 1935, el artista dadaísta francés, Marcel Duchamp, había realizado un auténtico prototipo de museo portátil al que llamó Boîte-en-valise (19351941). Consistía en una caja-maleta donde exponía lo más importante de su obra mediante reproducciones en miniatura, los famosos Ready-made ―objetos elevados a la categoría de obra de arte por su simple elección―; «Todo lo importante que he hecho podría contenerse dentro de una pequeña maleta»,3 decía Duchamp [Fue así cómo] En 1936, Marcel Duchamp comienza la elaboración de estos maletines. Después de 5 años de dedicación, presenta en París, en 1941, su primer «museo portátil», comprado posteriormente por Peggy Guggenheim. Dicho maletín contenía 69 reproducciones en miniatura, de las que 3 eran verdaderas réplicas de sus Ready-made (Air de Paris, Pliant de voyage y Fountain). Duchamp armó personalmente los primeros 24 ejemplares de la Boîte-en-valise añadiendo a cada uno de éstos una pieza que lo distinguiera como original. Los 280 siguientes fueron realizados como series sucesivas hasta 1968.

Propiciando una redefinición del objeto artístico como elemento expositivo, que transforma a la totalidad de la exposición en objeto. Esta 70 71

72

Fernando Hernández Hernández, Op. Cit., p. 92. Fernando Hernández Hernández, Op. Cit., p. 108.

José Manuel Falcón Meraz, La expresión de una línea museística singular, Barcelona, Universitat Politècnica de Catalunya, 2012.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. estrategia, puede incluso llevarse más allá; siendo esta la apuesta metodológica que realizó, llevando el diseño minimalista de Ducham, de la dimensión tridimensional a la bidimensional: pasando de la maleta con objetos, a la caja como tal; la cual contiene una baraja de cartas (con elementos gráficos y fragmentos discursivos), un mapa de localización en el espacio a través del mapa. Dentro de la lógica mi propuesta estriba en la recombinación de las imágenes (en sus dos tipología: tumbas y personajes), con discursos y recorridos alternativos. Siendo el centro de la estrategia museográfica el diseño de un guion complementario entre el espacio físico del cementerio y el espacio virtual del mapa Trazando en el mapa un conjunto de rutas posibles, de acuerdo a coordenadas históricas y patrimoniales (las cuales se trabajan dentro de la investigación de campo); pero dejando al público –inicialmente estudiantes de secundaria, para la prueba piloto estudiantes de los colegios de secundaria del municipio de Riosucio (departamento de Caldas, Colombia)-. Así mismo, ciñéndome en esto al modelo museográfico de las visitas guiadas, mi propuesta se adelanta como un ejercicio de anticipación virtual; no como un remplazo de las visitas, sino como una organización interactiva, previa a las mismas: dejando en libertad al público para servir de guía potencial: la idea es sencillamente que diferentes tipos de público “compitan” por elaborar la guía más rica en detalles estéticos, interpretaciones iconográficas, referentes históricos y posibilidades discursivas –dejando incluso algunas cartas tipo “comodín” para que ellos las llenen con información alternativa y discursos propios-. Así pues, recurriendo a Imágenes evocadoras –tantos de los monumentos en los cementerios, como historias de vida-, he estado diseñando en los últimos meses este pequeño museo interactivo; cuyo guion museográfico se genera de manera colaborativa y cuyo resultado final se expresa en la manera en cómo el espacio cementerial es aprehendido desde antes, incluso, de acceder al mismo. Siendo este un pequeño museo virtual –en el sentido de contener la totalidad del cementerio-, con un guion siempre abierto –pues las posibilidades de constitución del mismo no dependen del curador, sino de interacciones grupales que reinterpretan los datos y enriquecen las perspectivas mucho más allá de la ruta preconcebida o el cartel indicador. En pocas palabras esta no sólo es una propuesta de apropiación virtual del espacio; es una apuesta por la libertad museográfica y la reinterpretación constante de los cementerios, una forma alternativa para su valoración y gestión patrimonial desde el minimalismo y la apertura creativa.

Bibliografía – Aguado, José Carlos, 2004 Cuerpo humano e imagen corporal: notas para una antropología de la corporeidad, UNAM México. – Caicedo, Alhena, 2003. Aproximaciones a una Antropología Reflexiva”, en Tabula Rasa, Bogotá, Colombia, 2003, – Cassirer, Ernst, 1945. Antropología filosófica, FCE, México, – De Oliveira Moreira, Gleidson, 2007. Cemitérios oitocentistas como lugares de memoria, Fragmentos de Cultura, Goiânia, v. 17, n. 9/10, set./out. – Duchamp, Marcel, 1978 Entrevista Marcel Duchamp-James Johnson Sweeney, Duchamp du Signe, , Gustavo Gili, Barcelona. – Escalante Monroy, Germán Darío, 2007. Lecturas y escrituras del hábitat construido: propuesta para la comprensión de los modos de habitar a través de la imagen visual, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá – Falcón Meraz, José Manuel, 2012. La expresión de una línea museística singular, Universitat Politècnica de Catalunya, Barcelona. – Hernández Hernández, Fernando, 2008. La investigación basada en las artes. Propuestas para repensar la investigación en educación", Educatio siglo XXI, nº 26, Universidad de Murcia, Murcia. – Lins Ribeiro, Gustavo, 1988. Descotidianizar: extrañamiento y conciencia práctica: un ensayo sobre la perspectiva antropológica. Vol. 70. Universidade de Brasília, Instituto de Ciências Humanas, Departamento de Antropologia. Brasilia – Molina Castaño, David Esteban et. al., 2011. Cenotafio. Relatos, análisis y evocaciones en torno a los cementerios de cinco municipios del Eje Cafetero Colombiano, , Universidad Nacional de Colombia, Medellín. – Thomas, Louis Vincent, 1983. Antropología de la muerte, FCE, México – Vásquez Rodríguez, Fernando, 2002. La cultura como texto: lectura, semiótica y educación. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. inseridos. Este resumo simbólico da sociedade pode ser encontrado no Cemitério de Nosso Senhor do Bonfim. Como parte do projeto republicano positivista dentro do qual a capital mineira foi idealizada e erguida o cemitério irá representar rupturas decisivas numa sociedade tradicionalmente calcada na religião. É importante lembrar que com o advento da República , em 1889 , ocorre a separação oficial entre Igreja e Estado. O decreto n.º 119 - A, de 7 de Janeiro de 1890, aboliu o regime do Padroado e estabeleceu um regime no qual Estado e Igreja deveriam caminhar separados. Dava lugar a um Estado não confessional, o nome de Deus não era invocado na Constituição Federal, era concedido às outras seitas religiosas o pleno direito de exercer pública e livremente seu culto. Outros pontos polêmicos emergiram com a instituição do Estado laico como a obrigatoriedade do casamento civil e a secularização dos cemitérios. Sobre este último aspecto considerava - se, na visão dos defensores da fé católica, uma afronta ao fiel ter que descansar numa sepultura ao lado de um ateu ou blasfemador. Neste contexto o Cemitério do Bonfim irá refletir em suas quadras e mausoléus estas questões que ampliadas no plano nacional se fizeram presentes naquele espaço. Até a década de 40 o “Bonfim" foi o único cemitério da capital, deste modo, todos eram nele sepultados. Temos então uma primeira noção de democracia da morte, entretanto se o cemitério resume a sociedade, irá revelar que as hierarquias sociais eram também mantidas no espaço da morte. Esta manutenção pode ser percebida desde a localização da sepultura, o tipo de material usado na construção do túmulo, os ornamentos, bem como a dimensão. O traçado arquitetônico do cemitério obedece ao traçado geométrico da cidade. É composto por 54(cinqüenta e quatro) quadras divididas entre duas alamedas principais e diversas ruas secundárias. A parte central do cemitério que é o cruzamento das principais alamedas encontra - se uma praça redonda ajardinada, tendo a imagem de Cristo, esculpida em bronze, neste local está sepultado Otacílio Negrão de Lima (1897-1960), ex - prefeito de Belo Horizonte, à esquerda da praça, distando cinco quadras, encontra - se a capela. Trata - se de um edifício pequeno, construído na mesma época que o cemitério foi inaugurado, apresenta características estéticas condizentes com o ecletismo, estilo inclusive que predomina nos edifícios da capital. Encontramos na capela elementos estilísticos, greco-romanos e barrocos. Há vários elementos simbólicos que remetem à morte: a ânfora recoberta com uma mortalha, a cruz, archote, entre outros, ornamentando o pequeno templo.

Espaço de cultura, história, memória e patrimônio: uma análise sobre as ações educativas realizadas no Cemitério do Nosso Senhor do Bonfim73 74

Marcelina das Graças de Almeida Brasil

INTRODUÇÃO O cemitério e a cidade: história e memória A capital mineira é uma cidade jovem, embora esteja próxima de completar 115 anos. É portadora de uma instigante e reveladora história. Cidade esquematizada e moderna carrega consigo o estigma da modernidade, dos novos tempos e dos novos valores que a mentalidade no fin-de-siécle preconizava. É possível identificar diversas facetas da história de Belo Horizonte mergulhando através dos aspectos múltiplos que permeiam sua trajetória. Os cantos e recantos da cidade nos relatam uma cidade nova a ser descoberta. Um destes espaços, reveladores da vida social, cultural e política da cidade é o Cemitério de Nosso Senhor do Bonfim. Construído e inaugurado na mesma ocasião que a capital, o cemitério relata através de seus túmulos, lápides e mausoléus, uma parte significativa da história de Belo Horizonte. Erguido fora do perímetro urbano o cemitério não deixará de absorver em seu projeto e concepção o imaginário da cidade a que estava destinado servir. Na realidade o planejamento de sua localização implicava, também, o planejamento de suas características estéticas e arquitetônicas. Para isto a equipe de arquitetos e desenhistas da Comissão Construtora da Nova Capital elaborou plantas e projetos que definiam os aspectos básicos do local, desde o portão principal, casa do zelador e necrotério. Trabalharam nos projetos o eminente José de Magalhães (1851 - 1899) chefe da Seção de Arquitetura da mencionada Comissão, além de outros profissionais talentosos que deixaram seu registro em vários espaços da capital mineira. O cemitério é um sinal de cultura. Através da arquitetura, escultura e artes decorativas cristalizam-se elementos simbólicos que, ao serem interpretados, permitem uma compreensão da sociedade na qual estão 73 Esta comunicação conta com o financiamento da Fundação de Amparo à Pesquisa do Estado de Minas Gerais. 74 Profa. Dra Universidade do Estado de Minas Gerais, Escola de Design, PPGD Faculdade Estácio de Sá, Unidade Prado

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. “menos carregados" de imagens e lembranças fúnebres está mais de acordo 75 com a concepção que se possui da morte nos momento atuais . Entretanto o Cemitério do Bonfim se destaca no cenário da cidade pela sua arquitetura, arte e história. Trata-se de um espaço significativo para se compreender Belo Horizonte e a educação patrimonial e ações de sensibilização da população acerca desta importância é uma ação pertinente para a preservação da memória e do patrimônio material e imaterial que compõe o acervo do espaço fúnebre.

Predomina nas quadras localizadas nas alamedas principais os mausoléus, as capelas e sepulturas mais requintadas construídas com material nobre, muitas delas importadas de São Paulo, Rio de Janeiro e até mesmo do exterior. A maior parte dos túmulos que ocupam estas quadras pertence às famílias influentes e importantes da capital mineira, bem como os túmulos - monumentos dedicados à nobreza política do Estado de Minas Gerais. Nas quadras mais afastadas da parte central e das alamedas encontramos sepulturas mais simples, destituídas de atributos e alegorias suntuosas. Nestes mais de cem anos de existência paralela à cidade dos vivos, a cidade dos mortos atravessou fases que acompanham as mudanças pelas quais sua parceira também vivenciou. Desde sua inauguração até a década de 30 podemos identificar uma variedade de túmulos que exploram os recursos estilísticos da época, o art nouveau, a influência francesa se faz sentir na decoração tumular importada do Rio de Janeiro, São Paulo e exterior, em alguns casos até mesmo a exploração de matéria - prima local. A utilização do bronze é mais perceptível a partir da década de 40, momento em que a massificação e a repetição de alegorias, imagens e símbolos predominam na escultura funerária. Nas décadas seguintes o fabrico tumular perdeu em qualidade artesanal e até mesmo em virtude da mudança de valores estéticos, sociais e mentais a opção por túmulos rebuscados, extremamente decorados, vai se perdendo. É possível identificar um ou outro túmulo com características inovadoras, seja pela qualidade do artista que nele trabalhou ou até mesmo a originalidade da idéia que foi ali desenvolvida, sem necessariamente seja considerada uma obra de arte. Na atualidade já não é hábito por parte da população investir na confecção de túmulos grandiosos, predomina a lápide de granito com o nome do falecido e às vezes uma cruz encimando a cabeceira da lápide. Na realidade, sempre que possível, a opção é pelo afastamento em relação ao Cemitério do Bonfim. A maior parte dos habitantes da capital prefere ser sepultados em outros espaços e diante disto muitas sepulturas estão abandonadas, algumas semi-destruídas, revelando não apenas uma mudança de concepção mental em relação à morte e o morrer, mas também um desprezo em relação à história, memória e preservação do patrimônio cultural da capital. As opções em relação aos espaços da morte foram ampliadas na capital mineira a partir da década de 40 e a preferência por ambientes

O cemitério como espaço pedagógico e turístico O cemitério do Bonfim para além do cumprimento de suas funções habituais ligadas ao culto aos mortos vem sendo cada vez mais utilizado como lugar de turismo e espaço educativo. O habito de ministrar aulas específicas utilizando o espaço cemiterial vem sendo recorrentemente praticado. Esta pratica na Escola de Design da Universidade do Estado de Minas Gerais vem se realizando através do trabalho de docentes em disciplinas diversas que são ministradas para os cursos de Design Gráfico, Design de Produto, Design de Ambientes e Licenciatura em Artes Visuais. Na verdade esse uso do cemitério como um espaço não formal de educação vem se consolidando há mais de 17 (dezessete anos), na medida em que grupos de estudantes de diversos níveis acadêmicos são convidados a participar de incursões pedagógicas, propondo a reflexão sobre a história e a relevância no tocante à preservação da cultura material e imaterial que envolve aquele lugar. Entretanto, desde junho de 2012, foi selado um acordo entre a Universidade do Estado de Minas Gerais, a Fundação de Parques Municipais e o Instituto Estadual de Patrimônio Histórico e Artístico, cujo intuito era promover a visitação, para além do público acadêmico, ao cemitério do Bonfim.

75 Em 1941 o Prefeito Juscelino Kubitschek (1902-1976) inaugurou o Cemitério da Saudade situado na Rua Juramento s/ n. no bairro que leva o mesmo nome do cemitério. Este ainda mantinha características semelhantes às do Bonfim. Em 1967 a prefeitura entregou aos moradores o Cemitério da paz, já adotando as características de cemitério-parque, sem túmulos tradicionais, alguns anos adiante o Cemitério da Consolação situado às margens da Estrada Velha para Santa Luzia era concluído. Estes são administrados pelo poder público. No início da década de 70 foi inaugurado o primeiro cemitério - parque de luxo da capital, o Parque da Colina, construído dentro de linhas modernas, eliminava os túmulos de grande proporção, objetivando transmitir “amenidade “e “paz” . Localiza - se no bairro Nova Cintra. Temos, também, o Cemitério Israelita situado no bairro Jaraguá e desde a década de 80 o Cemitério Bosque da Esperança localizado às margens da Estrada Velha para Santa Luzia . Trata - se na atualidade de espaço para os mortos com características extremamente modernas e preferido por aqueles que possuem recursos para nele serem sepultados. É interessante observar que se contrapõe ao primeiro cemitério da capital até mesmo em relação ao nome. Enquanto o 7 mundo contemporâneo no qual a medicina dotada de avançados recursos torna a morte um inimigo menos perigoso em relação o que foi no passado.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. A primeira visita, com caráter extensionista, foi agendada para o dia 24 de junho e a divulgação foi realizada através das redes sociais, e para surpresa de todos, naquela manhã de domingo, mais de 30 (trinta) inscritos se dispuseram a participar do evento, movidos pelo desejo de conhecer o cemitério, explorando sua história e acervo.

oportunidade crucial para promover a alfabetização cultural. De acordo com a estudiosa Jarek: A cidade – não só enquanto conteúdo histórico proposto em diversos currículos -, mas também como um documento a ser explorado pelo professor (a) de História, ou seja, como um espaço de múltiplas memórias, culturas, identidade e conflitos. No espaço da cidade, diversas práticas culturais são percebidas e se tornam mais concretas nas ruas, bairros, praças e lugares de memória. Em cada um desses lugares um sistema de valores se manifesta. Portanto, a trajetória da cidade pode ser lida nas diferentes marcas que os homens selecionam, conscientemente ou não, para transmitir algo as outras gerações76.

Nessa perspectiva as visitas têm funcionado como uma prática pedagógica eficiente para conscientização e sensibilização naquilo que se refere à consciência patrimonial e amplia a noção de pertinência e identidade. A proposta para condução das visitas segue o seguinte roteiro: são realizadas, uma vez por mês, de preferência, aos domingos. Não há limite para faixa etária. A visita dura uma média de 03 horas, das 9 às 12 horas. É solicitado aos visitantes que levem: água, chapéu ou boné, estejam calçados de forma adequada para uma longa caminhada, usem protetor solar e é autorizada a produção de imagens, respeitando, obviamente a privacidade das famílias que possuem túmulos no cemitério. As visitas são gratuitas. As inscrições se realizam através de e-mail ou telefone e a Fundação de Parques Municipais se responsabiliza por esta parte. No princípio foram disponibilizadas 30 (trinta) vagas, mas atualmente já se disponibilizam 40 (quarenta). O objetivo é atingir o maior número possível de interessados. O interesse em atingir um grande público reside na ideia de que a educação não é um processo unilateral e separado do cotidiano. A educação é um processo que, a priori, deve buscar a formação do ser humano em sua integridade e inteireza. Motivar, despertar, sensibilizar é uma tarefa dos educadores e de modo particular para aqueles que se preocupam com o patrimônio, portanto as visitas guiadas cumprem, em parte, este propósito educativo. Para se ter uma noção do fluxo de visitantes participantes das atividades educativas e culturais em relação ao Bonfim, confira o quadro abaixo:

Fig.1 Cartaz para divulgação do evento Fonte: Produzido em parceria com o setor de comunicação da Fundação de Parques Municipais.

Desde essa data, as visitas estão sendo organizadas de forma constante e sistemática e sempre contando com um número significativo de participantes que têm revelado a importância desta ação. Possibilitar a compreensão do espaço urbano e seus equipamentos, explorarem as potencialidades dos diversos lugares que compõem a cidade é uma

76

JAREK, Gisele Lutk S. Cidades, Culturas, Memórias e Identidades: uma proposta em educação patrimonial. Ágora. Santa Cruz do Sul, v. 13, nº 2, p.180-191, julho/dezembro 2007.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Analisando os números constantes nos quadros, nota-se que, embora, haja uma variação de publico em alguns meses, nota-se a participação constante e o interesse permanente do público na atividade.

Quadro 1 – Fluxo de visitantes ao Cemitério do Bonfim – Visitas Guiadas, 2012 MÊS

NÚMERO DE VISITANTES

Junho

35

Julho

25

Agosto

25

Setembro

13

Outubro

23

Total

121

Fonte: autoria própria Não há dados para os meses de novembro e dezembro, pois é um período de chuvas intensas e entendeu-se que não seria seguro o bastante realizar incursões ao cemitério nesta temporada. O quadro 2 expõe o fluxo de visitantes para o ano de 2013 até o mês de maio. Quadro 2 – Fluxo de visitantes ao Cemitério do Bonfim – Visitas Guiadas, 2013 MÊS Fevereiro

08

Março

18

Abril

18

Maio

55

Total

Fig.2 Cartaz para divulgação do evento para o ano de 2013 Fonte: Produzido em parceria com o setor de comunicação e divulgação da Fundação de Parques Municipais

NÚMERO DE VISITANTES

Para divulgar o evento durante este ano, foi criado um cartaz com outra diagramação, inclusive já destacando o calendário para todos os meses. Esta organização é fundamental, pois transmite para o grande público a noção de permanência, de perenidade do evento, destacando sua importância e ao mesmo tempo reforçando a necessidade de se buscar mais recursos.

99

Fonte: autoria própria

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. construída e como os nomes inscritos nos túmulos retratam a lógica do poder e das hierarquias que se consolidam na capital mineira. Os visitantes são convidados a perceber as diferenças construtivas, os estilos arquitetônicos, bem como os modos de sepultamento. Na quadra dos grandes, quadra 18 (dezoito), são destacados os túmulos dedicados aos políticos, aos “grandes nomes”.

Fig.3 Alguns participantes da primeira visita, dia 24 de junho de 2012 Fonte: Autoria própria

O público que frequenta as visitas é bastante heterogêneo. Estudantes de diversos graus, donas de casa, crianças, professores e profissionais de múltiplas áreas se inscrevem nas atividades movidos por, igualmente, múltiplos interesses. As visitas seguem um roteiro que é iniciado na praça, na entrada do cemitério, neste local são transmitidas as informações preliminares sobre os procedimentos que o visitante deve respeitar como não subir em lápides e não fotografar nomes de famílias. É nesse momento que uma introdução à história da cidade e a construção do cemitério, especificando os condicionantes e as mudanças em relação ao culto aos mortos e a morte que marcam o século XIX e que pode ser compreendida a partir da análise do cemitério do ·Bonfim. Após esta ação introdutória é iniciada a visita, propriamente dita, e é na alameda principal que são apontadas as diferenças sociais e hierarquias que se cristalizam no espaço, bem como a linguagem simbólica sob a qual são construídos e decorados os túmulos. Destaca-se que há uma gramática específica em relação à simbologia cemiterial e por outro lado, ressalta-se acerca a presença das famílias tradicionais povoando este espaço, elemento importante para se entender como a cidade é pensada,

Fig. 4 Mausóleu em honra a Raul Soares de Moura (1877-1924) Fonte: Autoria própria

Na sequência do roteiro, os visitantes são estimulados a conhecer o local onde afirma ter sido feito o primeiro sepultamento oficial do cemitério,

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. destacando-se o cipestre que, frondosamente, abriga o túmulo. Próximo a quadra onde se encontra este túmulo, fica o prédio do necrotério, único bem tombado pelo patrimônio e que é parte do acervo do cemitério. Nesse momento é debatida a questão do uso e reuso deste espaço que, na atualidade encontra-se fechado, pois necessita de reparos.

Deste modo, pode-se inferir que as visitas realizadas no espaço do “Bonfim” integram e proporcionam a construção de identidades, auxiliam a construção do pensamento e ação no tocante à preservação e políticas de tombamento e a necessidade de se refletir, de maneira concreta acerca do cuidado com a memória coletiva, bem como da memória individual. As visitas têm permitido a inserção do cemitério do Bonfim no espaço cultural, artístico e turístico da cidade, na medida em que, já se encontra registrada no calendário da BELOTUR, Empresa Municipal de Turismo de Belo Horizonte, destacando o relevo desta iniciativa que, concomitantemente, destaca-se como atividade pedagógica educando para o futuro, pensando sobre o passado e estimulando, no presente, as iniciativas para a preservação.

Referências – ALMEIDA, Marcelina das Graças de. Morte, Cultura, Memória: Múltiplas Interseções – Uma interpretação acerca dos cemitérios oitocentistas situados nas cidades do Porto e Belo Horizonte. 2007. 404 f. Tese ( Doutorado em História) – Faculdade de Filosofia e Ciências Humanas da Universidade Federal de Minas Gerais. – ____. Fé na Modernidade e Tradição na Fé: a Catedral da Boa Viagem e a Capital. 1993. 138 f. Dissertação (Mestrado em História) Faculdade de Filosofia e Ciências Humanas da Universidade Federal de Minas Gerais. – ____. A Catedral da Boa Viagem: Fé, Modernidade e Tradição. In: DUTRA, Eliana de Freitas (org.) BH Horizontes Históricos. Belo Horizonte: C/ARTE Editora, 1996. – ____. Artistas Construtores de Belo Horizonte. REUNIÃO ANUAL SBPC, 49ª, 1997. Belo Horizonte. Anais - Conferências - mesas Redondas – Simpósios. Belo Horizonte: Imprensa Universitária, 1997.p.9-10 – _______.Belo Horizonte, Arraial e Metrópole: memória das artes plásticas na capital mineira. In. RIBEIRO, Marília Andrés e SILVA, Fernando Pedro da (org.) Um Século de História das Artes Plásticas em Belo Horizonte. Belo Horizonte: Editora C/ARTE / Fundação João Pinheiro / Centro de Estudos Históricos e Culturais, 1997. Coleção Centenário. – ____. Os artesãos da morte In. XI ENCONTRO REGIONAL DE HISTÓRIA, 1998, Uberlândia. Anais. Uberlândia: UFU, 1998, P. 403. – ____ . O espaço da morte na capital mineira: um ensaio sobre o Cemitério de Nosso Senhor do Bonfim. Revista de História Regional. Ponta Grossa, n. º 2 v.3, Inverno 1998, p.187-191. – ____. O Cemitério do Bonfim: a morte na capital mineira. LOCUS Revista de História. Juiz de Fora, n. º 2, v. 4 , 1998, p. 131 – 142.

Fig.5 Prédio do necrotério do Cemitério do Nosso Senhor do Bonfim e alguns visitantes, junho de 2012 Fonte: Autoria própria

Ao longo da visitação são destacados os nomes de artistas e artesãos que trabalharam no processo de construção e decoração dos túmulos, sendo oportunizado aos participantes a chance de visualizar as obras, o trabalho, de fato realizado por estes artífices da morte. Para além do trabalho dos artistas e artesãos, os visitantes são convidados a conhecer os túmulos devocionais, lugares de manifestação da crença e fé popular. Ao cabo da incursão pelo cemitério, é oportunizado tempo e espaço para manifestação e comentários sobre a atividade e sobre o desdobramentos em relação à mesma.

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____. O Cemitério do Nosso Senhor do Bonfim de Belo Horizonte: espaço da morte – espaço de cultura In. SEMINÁRIO INTERNACIONAL DIMENSÕES DA HISTÓRIA CULTURAL, 1999, Belo Horizonte. Atas. Belo Horizonte: Unicentro Newton Paiva, 1999, p. 179-180. ____. Memórias, lembranças, imagens: o cemitério.Estudos IberoAmericanos. PUCRS, v.XXX, n.1,p.105-122,junho 2004. ____. Morte, cultura, memória-múltiplas interseções-uma abordagem acerca do Cemitério do Nosso Senhor do Bonfim de Belo Horizonte. In: Caderno de Resumos e Programação XIV ENCONTRO REGIONAL DE HISTÓRIA – ANPUH/MG. Juiz de Fora: Campus da UFJF, 25 a 30 de julho de 2004.p.94 ___. Cemitério: história, memória e patrimônio – um debate sobre Educação Patrimonial. Anais do III Congresso Internacional de História e Patrimônio Cultural. Disponível em: Data de acesso: 15 de junho de 2013. ASSMANN, Aleida. Espaços da recordação. Formas e transformações da memória cultural. Campinas: Editora da Unicamp, 2011. BARRETO, Abílio. Bello Horizonte Memória Histórica e Descriptiva. Bello Horizonte: Imprensa Official de Minas Geraes, 1928. _______________ . Bello Horizonte Memória Histórica e Descriptiva História Antiga e Média. Bello Horizonte: Edições da Livraria Rex, 1936. 02 volumes ________________ . Belo Horizonte Memória Histórica e Descritiva História Média. Belo Horizonte: Fundação João Pinheiro, Centro de Estudos Históricos e Culturais, 1995. BARRETO, Abílio. Resumo Histórico de Belo Horizonte (1701-1947). Belo Horizonte: Imprensa Oficial, 1950. JAREK, Gisele Lutk S. Cidades, Culturas, Memórias e Identidades: uma proposta em educação patrimonial. Ágora. Santa Cruz do Sul, v. 13, nº 2, p.180-191, julho/dezembro 2007. PELEGRINI, Sandra C. A.; NAGABE, Fabiane e PINHEIRO, Áurea da Paz.(Org.) Turismo & Patrimônio em tempos de globalização. Paraná: Editora da FECILCAM,2010. PINHEIRO,Áurea da Paz e PELEGRINI, Sandra C. A. (Org.) Tempo, Memória e Patrimônio Cultural. Teresina: EDUFPI,2010.

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Gestión 



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Cementerio del Oeste de San Miguel de Tucumán: “Sentimiento, historia y reconocimiento” Alicia Belmonte Julio A Magli Cristina Bazzano María Elna Capelli Pasos, tropiezos y vicisitudes: la declaratoria del Cementerios General como zona de patrimonio cultural del Municipio de Mérida Limbergh Herrera Laura M Sáenz Luis Ojeda G Una visión para poner en valor el patrimonio funerario Lucrecia Rubio Proyectando Memoria: un peregrinaje por los espacios funerarios de Colombia Patricia Uribe Diego García-Moreno La gestión de los espacios funerarios: el caso del cementerio de Dolores Verónica G. Meo Agustina L. Padula El patrimonio cultural y la sustentabilidad existente con respecto a la arquitectura funeraria Walkyria Angúlo

Argentina

México

México

Colombia

Argentina

México

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espacio público usando de las ofertas de las acciones culturales estatales. De esta manera, en los 90, los llamados intelectuales progresistas participarán en forma cada vez más activa en los proyectos políticos/culturales, marcando un inicio de siglo nuevos posicionamientos y reflexiones culturales en lo concerniente a las políticas culturales y el rol del estado en sus definiciones. Si entendemos que las políticas culturales involucran todas aquellas acciones del estado tendientes a producir un valor simbólico, cubrir necesidades culturales y reforzar la identidad, comprenderemos que debe existir un proyecto nacional comprometido con la cultura, sus hacedores, y todos aquellos que accederán al producto o resultados de la misma. En este sentido entendemos que la mirada debe ser necesariamente interdisciplinaria a los fines de conseguir la mayor integración posible del conocimiento al servicio de la sociedad. Siguiendo este rumbo, el Municipio de la ciudad de San Miguel de Tucumán, cabecera del Noroeste argentino, ha orientado su gestión poniendo énfasis en el afianzamiento y la divulgación de la cultura. Estos criterios se manifiestan en la planificación realizada por la Dirección del Cementerio del Oeste. Pero antes de entrar de llenos en los aspectos de la planificación, quisiéramos acotar algunos datos que consideramos de interés. Conocido popularmente como “el Cementerio de los Ricos”, según expresiones del escritor, doctor Eduardo Rosenzvaig, en 2 su libro La cepa. Arqueología de una cultura azucarera:

Cementerio del Oeste de San Miguel de Tucumán: Sentimiento, historia y reconocimiento Alicia Belmonte María Elna Cappelli Julio A. Magli Cristina Bazzano Argentina

A partir de la segunda mitad del siglo XX la visión social sobre los cementerios comenzó a cambiar radicalmente, fundamentalmente sostenida en el tiempo por el auge de la industria del turismo. Esto permitió que las metrópolis más antiguas vislumbraran un renacer en la memoria de la cultura al pasar a ser consideradas como un patrimonio cultural largo tiempo mantenido en letargo, un patrimonio digno de ser conocido, evaluado y apreciado. Esta tendencia continúa en vigencia, al punto que el número de cementerios patrimoniales en el mundo crece continuamente sin distinción de idiomas o creencias. Tampoco es casual que las políticas culturales de América Latina, y de Argentina en particular, sufrieran un nuevo enfoque sobre las reales funciones del Estado en las definiciones culturales. Luego de las políticas de privatización implementadas durante el gobierno de Menem, en la década de los 90; que se vieran signadas posteriormente por un proceso de transformación hacia políticas democráticas, hubo una incidencia directa en las formas de relacionarse del público con la cultura, en la imposición de lo mediático en relación al uso del tiempo libre, y en el uso de los espacios vitales por parte de la sociedad. 1 En una investigación realizada por Landi y otros en 1990, aparece este proceso de crecimiento del consumo de medios en Latinoamérica, paralelamente a la costumbre argentina de hacer uso del tiempo libre en el

Con una extensión de una cuadra de frente y dos y media de fondo, pasó a ser catalogado en la jerga popular, como el cementerio de los ricos. Tan pronto como empezara a ocupar sus tierras, reprodujo allí las aspiraciones, conflictos, relaciones e imaginario de su propia clase. La plaza, el club, la zona de veraneo, las fiestas, los odios, las venganzas se transcribían, duplicaban en el cementerio. Los mausoleos podían ser de dos veces a diez veces más grandes y ostentosos que uno español. …La nueva clase era ante todo industrial. Una burguesía convertida en oligarquía con velocidad notable y por detrás de las nuevas clases comerciales creciendo en la Argentina” granero del mundo”, las que también reclamaban un lugar en el cielo. Y no cualquier lugar. 3

1

Landi ha analizado la conformación de públicos de la cultura en el marco de una investigación más amplia de carácter regional y comparativo promovida por CLACSO. Un dato relevante de dicha investigación es el lugar creciente que ocupan los medios masivos en el marco de los consumos culturales en el tiempo libre de los porteños y habitantes del llamado Gran Buenos Aires. Aunque se comparte este dato con otros países, también sigue teniendo un lugar significativo, las salidas culturales en el espacio público, las cuales han disminuido fuertemente en otros países de la región. Compárese en este sentido con los resultados de la investigación coordinada por Néstor García Canclini para el caso de la ciudad de México (García Canclini, 1990).

2

Eduardo Rosensvaig, La cepa. Arqueología de una cultura azucarera, tomo 1, Buenos Aires, Universidad Nacional de Tucumán, Editorial Letra Buena, 1995. 3 Griselda Barale, El patrimonio olvidado, Tucumán, Argentina, Imprenta Central Universidad Nacional de Tucumán, noviembre 2006, p. 16.

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En la necrópolis del Oeste descansan los restos de miembros de muchas familias fundadoras de la ciudad, de buena posición y apellidos destacados. También se encuentran otras personalidades de la política: de intendentes, gobernadores, y artistas de renombre, como la escultura Lola Mora, autora de la Fuente de las Nereidas, y la Estatua de la Libertad que se encuentra emplazada en Plaza Independencia principal paseo público del Municipio. En julio del año 1996 se sanciona una ordenanza Municipal. Entre sus artículos cabe mencionar la declaración de la “Intangibilidad Edilicia Transitoria” de todos los panteones, monumentos, mausoleos, sepulturas y sotanitos ubicados en el Cementerio del Oeste y en el Cementerio del Norte. También establece que cualquier modificación que se realizara sobre algunos de los monumentos deberá contar con una autorización del Departamento Ejecutivo Municipal. En el año 2002 el Intendente Antonio Álvarez inauguró tareas de restauración que consistieron en la instalación de dieciocho columnas de hierro con lámparas de sodio, pintura e iluminación general de la fachada. Siendo Presidente de la Legislatura el doctor Femando Juri, se aprueban las leyes 7500 y 7535 sobre protección del Patrimonio Cultural y protección de los Bienes Arquitectónicos de la Provincia, en un claro intento de cubrir un vacío legal en la normativa vigente hasta el momento y a los fines de evitar la pérdida del patrimonio y proteger el existente. El espíritu de la ley queda plasmado en la cita de Menéndez y Pelayo y Renan: “donde no se conserva piadosamente la herencia de lo pasado pobre o rica, grande o pequeña, no esperamos que brote un pensamiento original, ni una idea dominadora”, el uno, y que “el verdadero hombre de progreso es el que tiene los pies enraizados en el pasado”, el otro. Conforme a la ley núm. 7 535, promulgada el primero de abril del año 2005, en su artículo 3ª inciso n: “declárense bienes del patrimonio cultural, sin perjuicios de la incorporación de otros, los siguientes bienes inmuebles… inciso n) Cementerio del Oeste, Cementerio del Norte, Cementerio de Monteros, Cementerio de Bella Vista , Cementerio de Yerba 4 Buena y Cementerio de Tafí del Valle.

Finalmente, el 15 de marzo del año 2006, la Necrópolis del Oeste es declarada bien del Patrimonio Cultural de Tucumán mediante la ley núm. 1 535. La actual gestión municipal se inicia en el año 2003, con anterioridad a la promulgación de la ley, y con el mandato del Intendente CPN Domingo Amaya. Al momento de recibir la conducción de esta Necrópolis se plantea primeramente la necesidad de realizar una evaluación y posterior diagnóstico de la situación. Del análisis de los datos recabados, tanto administrativos como de campo, se concluye que son cuatro los aspectos a tener en cuenta para una posterior planificación: Una imagen institucional deprimida La inexistencia de un relevamiento fehaciente de monumentos, obras de arte, (ornamentos, esculturas, forja, herrería, bronces, vitrales, objetos) que se encuentran en el predio. Inactividad cultural Poca vinculación con su contexto inmediato. Es así, que en función de este diagnóstico, se planteará una planificación que apunta fundamentalmente a: Objetivos generales Cambio de imagen: Adecuada utilización de los distintos espacios de interés histórico y artístico que componen el Cementerio; coordinar iniciativas y esfuerzos de carácter cultural que conlleven a resultados satisfactorios. Recuperación del Patrimonio como memoria activa: Los monumentos y demás bienes de naturaleza histórica y artística deben ser debidamente preservados y utilizados en función del desarrollo y como incentivos primordiales al medio. El adecuado empleo de los monumentos de principal interés histórico y artístico implica en primer lugar, la coordinación de iniciativas y esfuerzos de carácter cultural. Jerarquización Educación: La Dirección de Cementerios pone a disposición de los distintos niveles educativos su patrimonio cultural. Paralelamente organiza otras actividades culturales que tienen como premisa contribuir a la formación del medio.

4

“Sistema de protección del Patrimonio Cultural y de los bienes arquitectónicos”, véase en Leyes 7 500 y 7 535, Honorable Legislatura, Resolución núm. 555-P-2/2005, Provincia de Tucumán, Honorable Legislatura de Tucumán, pp. 11 y 15.

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Divulgación: La consecución de los logros de los puntos antes mencionados estará estrechamente relacionada con la divulgación adecuada del acerbo cultural y de las actividades planificadas. Permanencia: La Institución como promotora y generadora de cultura debe estar presente y acompañar el crecimiento constante de la comunidad.

Medidas a corto plazo Tiene como objetivo el desarrollo de aquellas acciones culturales que destaquen la presencia institucional en el medio en forma sostenida, como ser cursos y convenios institucionales. Entre las distintas actividades que se realizan, se encuentran las que por su tradición y costumbre se efectúan anualmente como por ejemplo, las de Semana Santa, Día del Padre, Día de la Madre, Mes de la Ciudad, Celebración de los Santos y Fieles Difuntos, y la Asunción de la Virgen. Otras actividades varían de año a año y se intercalan entre las anteriores como ser conciertos corales, exposiciones de fotografías, de pintura, cursos de restauración, homenajes a personalidades, artistas, gobernadores, hacedores de cultura.

Estrategias En septiembre del año 2008 se modifica el organigrama funcional de la Dirección de Cementerios Municipales, creándose un Departamento de Acción Patrimonial Histórico y Artístico mediante Decreto número 4 076/08. Este Departamento será el encargado de elaborar una estrategia de acción que permita alcanzar los objetivos propuestos. En ella se consideran fundamentalmente dos aspectos: lo técnico y lo cultural. Las medidas a tomar en relación a los mismos se plantean en tres etapas: a corto plazo, mediano plazo y largo plazo.

Medidas a mediano plazo Los convenios con otras instituciones, como Institutos de Investigación, Universidades Públicas o Privadas, ONG, etc., permiten una mirada interdisciplinar, afianzar lazos interinstitucionales y al mismo tiempo planificar la proyección y ejecución de acciones a mediano y a largo plazo. De esta manera se plantean acciones especificas, como la catalogación de obras de arte y monumentos, con la participación de

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docentes investigadores de la Universidad Nacional de Tucumán; la realización de publicaciones en relación a las mismas. Un proyecto destacado dentro de este parámetro seria la concreción de las Visitas Guiadas Virtuales.

próximo al área central, con una estrecha vinculación a un importante paseo público, como es el Parque Avellaneda, y a otros centros sociales como son la Maternidad Nuestra Señora de las Mercedes, el Museo de la Universidad Nacional (MUNT) y al espacio alternativo de la cultura, recientemente incorporado al circuito, como es el Espacio Cripta. La disposición del edificio, privilegiada por una rápida accesibilidad vehicular y peatonal, fue otro de los aspectos tenidos en cuenta a la hora de planificar las actividades. Permitió generar actividades dentro y fuera del espacio arquitectónico, haciendo un uso más intensivo de las áreas verdes que hacen de extensión y nexo con otros puntos culturales próximos logrando la jerarquización de los mismos, anteriormente considerados como espacios deprimidos, incluso peligrosos de ser transitados. En tal sentido, se vienen realizando actividades conjuntas con instituciones físicamente cercanas, como en el caso del evento denominado “Una Visión de la Muerte” que se efectúa en víspera de la conmemoración a los Fieles Difuntos. Desde el año 2008 entre los espacios “La Cripta” de la Parroquia San Juan Bosco, el MUNT, (Museo de la Universidad Nacional de Tucumán) y el Cementerio. Dicha propuesta de arte en vivo o performance da comienzo en el Espacio Cripta donde se pone énfasis en lo religioso y en la visión del Día de todos los Muertos, desde allí se parte en peregrinación hasta el Cementerio del Oeste, que abre sus puertas para un recorrido nocturno jerarquizando sus monumentos más importantes, finalizando en el MUNT donde se lleva a cabo una instalación en el patio de los naranjos y se potencia el tema desde lo visual y lo folclórico. Culturales de las necrópolis, demuestran ser, con el transcurso del tiempo una fuente inagotable de recursos activos de las culturas locales, de su historia, costumbres, ritos y leyendas que unidas a otras expresiones del mundo generan una red virtual de vivencia compartidas en relación a un tema común, un gran enigma aun de la humanidad como lo es la muerte.

Medidas a largo plazo En las acciones a largo plazo se consideran aquellas actividades cuya planificación requieren de una inversión en tiempo/hombre y económica de mayor envergadura. Dentro de las mismas podemos mencionar la realización de jornadas de intercambio entre los cementerios patrimoniales del país y concreción del Museo Virtual Interactivo del Cementerio del Oeste. Planificadas, a corto, mediano y largo plazo, pueden a su vez, ser consideradas como de acción continua, periódica o única. Esta catalogación hace referencia puntualmente a la duración temporal de una acción determinada. Así por ejemplo: el dictado de una curso de extensión al medio (“Restauración de Vitrales”) podrá ser programado a corto, mediano o largo plazo, pero su acción será única (en caso de dictarse por única vez o periódica si se repite cada año. De esta manera, en el seguimiento que se realiza de todo el accionar puede hacerse una clara lectura de cuáles son los eventos que redundaron en mejores respuesta y poder evaluar las causas. Otras actividades varían de año a año y se intercalan entre las anteriores como ser conciertos corales, exposiciones de fotografías, de pintura, cursos de restauración, homenajes a personalidades, artistas, gobernadores, hacedores de cultura. Este proyecto de gestión implica, tal cual como sucede en las planificaciones urbanas, una revisión periódica del mismo a los fines de evaluar fortalezas y debilidades que nos permitan afianzar algunos aspectos o bien corregirlos para un buena consecución del mismo. Las actividades ejecutadas son monitoreadas mediante el uso de una planilla que adjunta documentaciones y distintos soportes, como videos, publicaciones en diarios y revistas locales y regionales, fotografías, etc. Un aspecto importante de destacar es la implantación física del la necrópolis dentro de la planificación, estaría en relación a su posición dentro del ejido urbano. El crecimiento continuo de la ciudad, dejó el predio del cementerio, como en muchas otras ciudades, incrustado en la trama urbana. Muy

Bibliografía – Abad, Necrópolis del Oeste. Baúl histórico, San Miguel de Tucumán, Argentina, Edit. TG- de Tomás Gray. – Barale, Griselda, El patrimonio olvidado, Tucumán, Argentina, Central Universidad Nacional de Tucumán, 2006.

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Landi, Oscar, et. al., “Públicos y consumos culturales en Buenos Aires”, en Documentos CEDES, núm. 32, Buenos Aires, 1990. Rosensvaig, Eduardo, “La cepa”, en Arqueología de una cultura azucarera, tomo 1, Buenos Aires, Universidad Nacional de Tucumán, Letra Buena, 1995. Sistema de protección del Patrimonio Cultural y de los bienes arquitectónicos. Leyes 7 500 y 7 535. Honorable Legislatura, Resolución núm. 555-P-2/2005, Provincia de Tucumán, Honorable Legislatura de Tucumán.

Páginas electrónicas – Wortman, Ana, “Vaivenes del campo intelectual político cultural en la Argentina”, en Daniel Mato (comp.), Estudios y otras prácticas intelectuales latinoamericanas en cultura y poder, Caracas, Venezuela, CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, 2002. Disponible en: – http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/cultura/wortman.doc

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refiere a aspectos como higiene, salud y servicios públicos para una sociedad que se estaba involucrando en nuevas formas de concebir el orden social; más cercano a las prácticas reguladas por instituciones civiles, generó con sus procesos de consolidación, una serie de referencias dentro de la lectura de la ciudad de Mérida desde ese momento. Es así que sitios tales como la Ermita de Santa Isabel o del Buen Viaje –por estar ubicada a la salida de Mérida con rumbo a Campeche- , y sus calles aledañas –como las actuales calles 64 y 64 A-, adquieren también otro significado, en cuanto a las prácticas que adoptan los habitantes y la Ermita misma, en virtud del hecho de que se convierten también en el paso obligado para los cortejos fúnebres en su camino al cementerio de la ciudad: cruces de argamasa y otros elementos iconográficos se incorporan a las edificaciones de este contexto. Con esta serie de condicionantes, se genera un tejido urbano y social, en torno a lo que hoy es el contexto del Cementerio General, la Ermita de Santa Isabel y el barrio de San Sebastián. La necrópolis meridana, por su parte, presenta una serie de elementos y características que le confieren un valor único para Mérida y sus habitantes, esto como resultado de ser uno de los más antiguos de México, y por contener los restos áridos de personajes de gran relevancia en la historia de Yucatán, vgr. licenciado Delio Moreno Cantón; general Guillermo Palomino; el gobernador Felipe Carrillo Puerto; fotógrafo Pedro Guerra Jordán, licenciado Álvaro Torre Díaz, Ricardo Palmerín, Jesús (Chucho) Herrera, por mencionar algunos, además de la diversidad de elementos escultóricos y simbólicos que acompañan a las criptas, los mausoleos y los osarios. Señalando de manera breve algunos de los valores culturales más importantes del Cementerio General, así como de su contexto inmediato, resulta evidente que reúne una diversidad de valores, que permitirían fundamentar el hecho de que debiera de considerarse como Zona de Patrimonio Cultural del Municipio, y permitir con ello su conservación, y el poder derivar un programa de manejo con una diversidad de proyectos encaminados a su adecuado aprovechamiento. Sin embargo, como veremos en los párrafos siguientes, el camino para concretar en fechas recientes dicha propuesta no fue nada fácil.

Pasos, tropiezos y vicisitudes: la Declaratoria del Cementerio General como Zona de Patrimonio Cultural del Municipio de Mérida, Yucatán Limbergh de J. Herrera Balam Laura M. Sáenz Cetina Luis J. Ojeda Godoy México

Antecedentes Desarrollar acciones desde la sociedad civil organizada, que permitan la protección y conservación de todo aquel elemento o contexto que por sus características debiera de ser considerado Patrimonio Cultural de una comunidad, es una tarea que desde un primer momento se pensaría en que va a recibir el apoyo de las autoridades. Sin embargo, la experiencia en el caso del Cementerio General de Mérida en cuanto a su propuesta para ser declarado como una Zona de Patrimonio Cultural del Municipio, nos demuestra que esto no siempre es así, y que para concretar esta acción, al menos en lo que a este proyecto se refiere, se tuvo que recorrer un camino muy extenso. Es por ello que los pasos, los tropiezos y las vicisitudes que en ese camino, desde la Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Edificado, A. C., se tuvo que sortear, conforman el material de este documento, que tiene como objetivo presentar las diversas etapas del procedimiento para la Declaratoria, y reflexionar con respecto a la importancia que tienen para el Patrimonio Cultural, la existencia de agrupaciones de especialistas en el tema, que permiten la coincidencia de ideas, posturas y propuestas afines en el tema de su rescate, conservación, difusión e intervención, de modo tal que se puede hacer un trabajo conjunto para generar interés en estos temas. Éste fue el caso del Cementerio General de Mérida, el cual hoy tiene una Declaratoria vigente como Zona de Patrimonio Cultural del Municipio, como resultado básicamente, del trabajo desarrollado por parte de una agrupación de especialistas en los temas del Patrimonio Cultural. El Cementerio General de la ciudad de Mérida se inauguró el 3 de noviembre de 1821, en donde entonces se ubicaba la estancia ganadera San Antonio X-Coholté, y a la vera del que era el Camino Real a 5 Campeche. El surgimiento en la primera mitad del siglo XIX de este cementerio como un espacio de servicio para la población de Mérida, dentro de una dinámica que en su tiempo señalaba una nueva visión en lo que se 5

Limbergh Herrera Balam, El Cementerio General de Mérida: sus voces y su historia. 190 años de existencia, 2011.

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4 Imágenes 1, 2, 3 y 4. Monumentos y lápidas en el Cementerio General de Mérida. Fuente: Archivo de Limbergh Herrera Balam, Laura Sáenz Cetina y Luis Ojeda Godoy (Herrera, Sáenz y Ojeda).

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que llevó a coincidir a Limbergh Herrera con Luis Ojeda Godoy, en ese entonces en la Subdirección de Planeación y Patrimonio de la Dirección de Desarrollo Urbano, y quien para fortuna del tema que aquí se presenta, algunos meses después se desliga de sus funciones dentro del Municipio de Mérida.

Pasos para declarar una Zona de Patrimonio Cultural cuando la solicitud emana de la sociedad civil. El caso del Cementerio General de Mérida La sociedad civil solicita al alcalde en funciones que se declare el Cementerio General como zona de patrimonio cultural. El documento se turna a la Dirección de Desarrollo Urbano solicitándole que se lleve a cabo el estudio preliminar de la necesidad de la Declaratoria. La Subdirección de Patrimonio Cultural en coordinación con la Subdirección Jurídica del Ayuntamiento, analizan la viabilidad de la propuesta (historia y jurisprudencia) en relación al marco jurídico la competencia del municipio de Mérida y el beneficio colectivo. Al determinar que sí es viable y sí es competencia del Ayuntamiento, se elabora la justificación para realizar el acuerdo de cabildo. Se lleva a cabo una visita al cementerio para definir los límites de la zona a declarar. Se elabora el documento para cabildo que contiene ANTECEDENTES, CONSIDERANDOS y el ACUERDO en sí, en el cual se manifiesta que se tendrán 90 días a partir del día siguiente de la publicación en la Gaceta Municipal para llevar a cabo el programa de manejo. Se turna a la Dirección de Gobernación para su análisis y hacer precisiones que deberán de considerarse en el acuerdo de cabildo. La Dirección de Gobernación turna el expediente para la agenda de los regidores. Se pasa como orden del día en sesión ordinaria o extraordinaria de cabildo. Se aprueba por el cabildo y a partir de esa fecha comienza a tener vigencia. Por ley se publica en la Gaceta Municipal. El proceso completo de aprobación, si no existe objeción alguna por parte de los actores involucrados, tardaría seis semanas aproximadamente. PERO…

Imagen 5. Monumento de doña Josefa Suárez de Rivas en el Cementerio General de Mérida. Fuente: Archivo de Herrera, Sáenz y Ojeda.

Coincidiendo ambos en el sentido de que se tenía que plantear una herramienta normativa y un conjunto de acciones que permitieran evitar que esto se volviera una práctica común, se inició la tarea de trabajar en una propuesta que permitiera a la autoridad en Mérida, asumir un papel activo en cuanto a la conservación y protección del Cementerio General como exponente del Patrimonio Cultural de la ciudad. Así, partiendo del hecho de que en Mérida existe una Declaratoria de Zonas de Patrimonio Cultural del Municipio, la cual establece que se consideran como tales:

Tropiezos: la propuesta de la Declaratoria En febrero de 2008, uno de los autores del presente trabajo, reporta a las autoridades municipales a cargo del Cementerio General de Mérida, el retiro de una pieza escultórica ubicada en la tumba de la señora Josefa Suárez de Rivas (fallecida el 21 de enero de 1907), sin que éstas pudieran dar referencia alguna de lo sucedido. Ahí inicio su recorrido de oficina en oficina,

…a aquellas que poseen características que las hacen diferentes a otros sectores de la ciudad, y que por ello deben considerarse como aéreas que definen el Patrimonio Cultural del Municipio. Con este concepto se asigna un valor desde el punto de vista de la aportación a la cultura e identidad de los habitantes de una ciudad, y toma forma a partir del reconocimiento definen el Patrimonio Cultural del Municipio. Con este concepto se asigna un valor desde el punto de vista de la aportación a la cultura e identidad de

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los habitantes de una ciudad, y toma forma a partir del reconocimiento de diversas características urbanas, arquitectónicas y naturales, que en su conjunto conforman el ambiente de la zona en cuestión...

documento. Sin embargo, es hasta diciembre de 2009 que las autoridades municipales en funciones, responden que dicha propuesta no tiene sustento, argumentando tecnicismos legales en cuanto a ciertas inconsistencias en cuanto a los límites del Cementerio con respecto a su ubicación en la ciudad 9 y a los números catastrales que éste tiene. Con el cambio de administración -y de partido político en el Municipio de Mérida-, nuevamente se presenta al Ayuntamiento en reiteradas ocasiones el documento con los estudios que fundamentan esta 10 propuesta, acompañado a la vez de las acciones del proyecto integral que la AYERAC había estado planteado desde un principio para el Cementerio General –recorridos culturales, incorporación de piezas de señalética, museo de sitio-, sin recibir respuesta alguna de manera oficial. Continua un intenso trabajo de difusión al respecto por parte de los autores de la propuesta, que incluye el desarrollo de visitas guiadas para recorrer el Cementerio General con alumnos de diversas instituciones educativas, entre universidades, secundarias y escuelas primarias, así como la presentación del proyecto de la Declaratoria y las acciones encaminadas a generar su manejo como una Zona de Patrimonio Cultural del Municipio, en diversos foros, incluyendo una presentación oficial por parte de la AYERAC ante los medios y algunas autoridades, en la Pinacoteca del 11 Estado “Juan Gamboa Guzmán”. Anuncia el Ayuntamiento por medio de boletines de prensa el hecho de que se dará a la tarea de emprender acciones para “rescatar” el conjunto del cementerio, acciones que se concretan en trabajos de iluminación y un recorrido con la prensa e invitados para las festividades de los días de muertos en noviembre de 2011. Sin embargo, no se procede ni con la Declaratoria ni con alguna vinculación en concreto con la asociación sobre este tema. Transcurre finalmente el periodo de esta administración municipal, sin que se genere una acción en concreto para oficializar la Declaratoria, y de nuevo en 2011 inicia un nuevo gobierno municipal, nuevamente de otro

Así como el hecho de que: …para los fines de esta Declaratoria, se consideran como elementos urbano- arquitectónicos en cada una de las Zonas de Patrimonio Cultural, las construcciones de las diversas épocas que están en ellas presentes, y considerando en este sentido a lo desarrollado durante el siglo XX, en todos los géneros arquitectónicos que pudieran ser identificados, tales como viviendas, edificaciones religiosas, casas de máquinas, talleres y bodegas, así como los elementos de apoyo tales como pozos ubicados en áreas públicas, antiguos señalamientos de caminos construidos con mampostería o símbolos de credos religiosos, todos ellos objetos que ayudan a conformar la cultura y la memoria de una comunidad, y que por lo tanto se protegen con el presente Decreto para las generaciones futuras. 6

Esto implica que en Mérida, desde hace varios años, el Municipio tiene una valoración integral del Patrimonio dentro de su marco normativo, y con base en ello destina personal y recursos para dicha función. La tarea consistía pues, en elaborar y fundamentar la propuesta de la Declaratoria para presentarla a las autoridades. El camino que se tenía que recorrer se suponía entonces que sería complicado, de gestión y de convencimiento ante todo, pero no que se llegaría a escuchar argumentos rechazando tal propuesta. El 5 de septiembre de 2007 el Dr. Jorge Victoria Ojeda gira un escrito al Alcalde meridano ingeniero César Bojórquez Zapata donde le hace llegar una propuesta de declaración de sitio patrimonial al Cementerio General de la ciudad de Mérida, siendo éste el primer antecedente de la sociedad civil por proteger este patrimonio. No se tiene conocimiento ni documento de referencia que constate si se le dio respuesta alguna. Más adelante, en julio de 2009, se lleva a cabo en Mérida la 6ª Reunión Nacional de la Red Mexicana de Estudios de Espacios y Cultura Funerarios, A. C., se presenta por parte de la entonces recientemente fundada Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración y 7 Conservación del Patrimonio Edificado, A. C. (AYERAC), la propuesta para que se decrete el Cementerio General de la ciudad de Mérida como una Zona de Patrimonio Cultural del Municipio, la cual es bien recibida en este foro, y con ello se procede a presentar el documento con la recomendación 8 ante la autoridad municipal, con los estudios históricos, técnicos y normativos que la respaldan, y la solicitud para poder exponer este

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Oficio de respuesta firmado por el arquitecto Francisco Zetina Espinosa, Director de Desarrollo Urbano, con fecha del 31 de diciembre de 2009. 10 Un primer oficio entregado en las oficinas del Palacio Municipal, dirigido a la alcaldesa, arquitecta Angélica Araujo Lara, con fecha del 5 de agosto de 2010; un segundo oficio entregado en las oficinas de la Dirección de Desarrollo Urbano, dirigido a la Subdirectora de Patrimonio Cultural, doctora en Arquitectura María Elena Torres Pérez con fecha del 10 de febrero de 2011; y un tercer oficio entregado nuevamente en las oficinas del Palacio Municipal, dirigido a la alcaldesa, arquitecta Angélica Araujo Lara con fecha del 23 de marzo de 2011. De ninguno de ellos se recibió oficio de respuesta. 11 Esta actividad se desarrolla el 23 de noviembre de 2010, contando con la asistencia de la Presidenta Municipal de Mérida, arquitecta Angélica Araujo Lara, y de la Directora de Desarrollo Urbano, doctora Yolanda Fernández Martínez. La primera edil anuncia ante los medios su compromiso para impulsar el proyecto y para ello señala que “estamos trabajando para que este proyecto tenga respaldo presupuestal, de tal forma que sea considerado en el ejercicio del próximo año; véase http://www.desdeelbalcon.com/noticias/noticia.php?id=12319

6

“Declaratoria de Zonas de Patrimonio Cultural del Municipio de Mérida”, véase Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán, 2007. 7 La AYERAC se fundó el 10 de julio de 2009, de acuerdo a lo que señala su acta constitutiva. 8 Oficio entregado en las oficinas del Palacio Municipal, dirigido al alcalde, ingeniero César Bojórquez Zapata, con fecha del 20 de julio de 2009.

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partido político. Para fortuna del tema que estamos abordando, el entonces entrante presidente municipal, Lic. Renán Barrera Concha -quien tenía conocimiento previo del tema, ya que en administraciones anteriores se había desempeñado como regidor, y había tenido la iniciativa de reunirse con representantes de la AYERAC-, se compromete de manera personal en concretar la propuesta de la Declaratoria para el Cementerio General. El también Director de Desarrollo Urbano, arquitecto Federico Sauri Molina, iniciando su trabajo en dicha dependencia, atiende de manera personal a los representantes de la agrupación y se da a la tarea de facilitar los procedimientos que desde su ámbito de responsabilidad le corresponden. Coincide entonces que la maestra en Arquitectura Laura María Sáenz Cetina, asume la Subdirección de Patrimonio Cultural dentro de la Dirección de Desarrollo Urbano, y en virtud de su desempeño profesional, teniendo conocimiento previo también del tema y del procedimiento que aún no se había podido concretar, se da a la tarea de ser coadyuvante en el proceso para llevarla a buen fin. En ese punto es en donde se desarrolla entre los meses de octubre de 2012 y enero del presente año, un trabajo de revisión por parte de la Subdirección de Patrimonio Cultural y la Subdirección Jurídica de la Dirección de Desarrollo Urbano, así como la Dirección de Gobernación del Ayuntamiento de Mérida, con la finalidad de presentar ante el Cabildo meridano la propuesta de acuerdo para oficializar la Declaratoria. La propuesta de la Declaratoria del Cementerio General de Mérida como una Zona de Patrimonio Cultural del Municipio de Mérida, es presentada ante el Cabildo Municipal y aprobada en el pleno de manera unánime por los regidores el día 14 de febrero de 2013. Fecha a partir de la cual comienza a tener vigencia dicha Declaratoria. Finalmente se publica el día 20 de febrero del mismo año en la Gaceta Municipal.

varió en el documento que hace unos meses valoró el Cabildo Municipal, y 12 que responde a tres aspectos fundamentales, siendo éstos: 1.

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3.

De las vicisitudes El trabajo de gestión desarrollado entre 2009 y 2013 desde la AYERAC por los promotores de este proyecto, transcurrió entre diversas vicisitudes: desde el disgusto por el poco interés de muchos funcionarios con respecto al tema, hasta el asombro ante la reacción de otros de asumir que esta propuesta tenía por objetivo cuestionar su universo de conocimientos o competir con su área de trabajo, o bien, por el contrario, de aquellos que hacían de menos los argumentos planteados, en virtud de que desde su perspectiva, era indispensable desarrollar una investigación en el sentido académico para corroborar posibles fallas en la fundamentación de la propuesta, viniendo incluso esta postura por parte de individuos que poca relación habían tenido en su desempeño con el tema del Cementerio General, o incluso, del Patrimonio Cultural. En este punto debemos señalar los componentes de la fundamentación presentada desde julio de 2009, y de la cual en poco se

4.

12

Función y simbolismo para los habitantes de Mérida, partiendo del origen del cementerio como parte de los requerimientos de un asentamiento humano, al ser parte del equipamiento, y por lo tanto, un espacio diseñado y edificado bajo los criterios y conocimientos técnicos de una época, para contener un conjunto de componentes por medio de los cuales se expresa el recuerdo a personas que han fallecido, componentes tangibles, que pueden ser observados en esculturas, construcciones y epitafios, así como componentes intangibles, que se aprecian en tradiciones y costumbres de carácter antropológico. Desarrollo histórico del cementerio, a partir de su fundación e inauguración en noviembre de 1821 sobre lo que era la estancia ganadera de San Antonio X-Coholte, ubicada a la vera del Camino Real a Campeche, proceso que hoy se puede observar en la permanencia de parte de los muros originales que contenían el cementerio antes de sus etapas de crecimiento, así como el hecho de que con su incorporación en este punto de la ciudad, dio paso a su vez a un conjunto de manifestaciones físicas en algunos edificios de la zona –recordemos los cruces y ornamentos floridos de argamasa en construcciones de la calle 64 y 64 A- como también nombres de esquinas, personajes e historias de origen popular. El ser un espacio contenedor de un conjunto de elementos diseñados en diversos períodos históricos, con características específicas, elementos tales como las criptas, los mausoleos y los osarios, así como los elementos escultóricos y simbólicos, en los cuales se puede identificar diversidad de épocas a partir de las diversas tipologías y sus manejos formales, como también en el uso de materiales constructivos. De ahí que se pueda observar elementos del porfiriato, a la par de valiosas expresiones que corresponden al siglo XX, como son aquellas que presentan en su lectura, expresiones de tipo nacionalista, que en el caso de nuestro medio se identifican con elementos de carácter neomaya, o que recrean en sus formas el trabajo relacionado con el henequén, siendo en el caso de éstos, valiosos por si mismos ya que en ningún otro cementerio podremos encontrarlos. La propuesta para incorporar al Cementerio General de la ciudad de Mérida como parte del conjunto de perímetros establecidos como Zonas de Patrimonio Cultural del Municipio, se planteó desde un principio como el marco del cual debía de derivarse a su vez un proyecto más ambicioso, encaminado al manejo integral del Cementerio como un

Texto que se remite al contenido de la fundamentación de la propuesta de la Declaratoria del Cementerio General de la ciudad de Mérida, presentado por parte de la AYERAC en reiteradas ocasiones a las autoridades.

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contexto del Patrimonio Cultural de Yucatán, que en conjunto está conformado por el tejido urbano que se define entre el Cementerio General, la Ermita de Santa Isabel y el parque y mercado del Barrio de San Sebastián, y para lo cual se habían señalado las siguientes acciones como: 1.

2.

3.

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5. 6.

7.

8.

Mérida, consideró que este documento debía de ser la figura normativa que permitiría no solamente impulsar la protección legal de los valores culturales de este sitio, sino que permitiría generar a la vez como producto derivado e inmediato, un documento rector que tuviera contenidos todos aquellos proyectos encaminados para permitir la conservación y el aprovechamiento de cada uno de los valores culturales –tangibles e intangibles– del cementerio. Resulta interesante referirnos al hecho de que ante el contenido del texto de la fundamentación presentada por parte de la AYERAC, durante la gestión de la arquitecta Angélica Araujo Lara, desde la Subdirección de “Patrimonio Cultural Edificado”, adscrita a la Dirección de Desarrollo Urbano (2010-2012), lejos de generarse un punto de coincidencia para abordar el tema y trabajarlo de manera conjunta, se desarrollaran acciones de las cuales posteriormente, los promotores de esta propuesta, vamos teniendo conocimiento, y que se pueden tomar desde las anécdotas, hasta los hechos consumados. Así, se tiene la referencia de funcionarios de la dependencia que recibieron la indicación de acudir al cementerio para corroborar físicamente si como señalaba el texto en uno de sus apartados, existían balas incrustadas en el muro –que en algún tiempo señalaron los límites del cementerio– en donde como parte de la historia local, se sabe que fue fusilado el gobernador Felipe Carrillo Puerto, y que se señalaba en el documento de la fundamentación como uno de los hechos históricos contenidos en el sitio. Y también está el caso del registro que fue elaborado tomando como base las indicaciones del texto de la fundamentación, así como los sitios considerados dentro del recorrido que se diseñaron para las visitas guiadas que la AYERAC desarrolla desde 2009 y que permitieron a la autoridad en ese momento, publicar un “pasquín” con la finalidad de presentar ante la ciudadanía los componentes físicos más representativos del Cementerio –construcciones, esculturas, nichos, etc.,– y que llevó por título Cementerio General. Ayuntamiento de Mérida (2010-2012), sin que en éste, se diera crédito o se mencionara alguna referencia al trabajo que originalmente la agrupación había entregado como sustento a la recomendación de la propuesta de la Declaratoria.

Los recorridos guiados por el cementerio a manera de museo al aire libre, tal y como funciona en diversas ciudades a nivel mundial. Ésta actividad es desarrollada de manera regular por integrantes de la Asociación Yucateca de Especialistas en Restauración y Conservación del Patrimonio Edificado, A. C., a solicitud de algunas escuelas, sin fines de lucro y con fines totalmente didácticos. Registro y catalogación de los componentes que se pueden identificar en el cementerio, tales como criptas, mausoleos, osarios, elementos escultóricos e iconográficos. Incorporación de señalética con cédulas informativas para los elementos más representativos del sitio, como lo son diversas tumbas, mausoleos y esculturas, que permitan identificar personajes destacado en la historia regional, como son algunos políticos, militares e intelectuales, así como explicar las características que hacen destacar algunos elementos escultóricos o iconográficos dentro del conjunto. Desarrollar un museo de sitio en la edificación que se conserva de la ex-estancia ganadera de San Antonio X-Coholté, que permita aproximar al visitante a conocer la historia del lugar, así como aspectos de la muerte y sus expresiones culturales en Yucatán. Desarrollo de un circuito turístico entre el Cementerio General y sitios como la Ermita de Santa Isabel y el parque de San Sebastián. Intervenir los elementos históricos, tales como edificios y nombres de esquinas, así como de la imagen urbana en general, en los contextos de la calle 66 la Ermita de Santa Isabel y el parque de San Sebastián, para recuperarlos como parte de la memoria presente de la ciudad histórica. Mejoramiento del Parque de San Sebastián y su contexto, con especial énfasis en el Mercado, el cual puede a su vez generar proyectos relacionados con otro valor cultural importante, que es la comida regional. Difusión de los valores patrimoniales del cementerio general de Mérida y el contexto urbano dentro del cual se encuentra, labor que de alguna manera recibió en algún momento, impulso por parte de la Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, mediante la publicación del libro El Cementerio General de Mérida: sus voces y su historia. 190 años de existencia, en el año 2011.

Fue entonces desde un inicio, que la propuesta para la Declaratoria del Cementerio como una Zona de Patrimonio Cultural del Municipio de

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difusión y sensibilización, y por lo tanto, puesto que ello no se desarrolla a plenitud en todos los ámbitos de la sociedad, corresponde hoy, a quienes tienen algo de conocimiento y de conciencia en estos temas, desarrollar un trabajo arduo, en todas las vertientes que para ello se requieren: el trabajo de gestión, la intervención física de los componentes del patrimonio, la difusión de sus elementos y sus valores, etc. Por ello toma importancia la participación organizada de los especialistas en el tema del Patrimonio Cultural de una manera activa y con fuerte presencia en los foros oficiales de consulta y toma de decisiones. Si los conocedores de los temas no tienen la capacidad para involucrarse en este escenario, se deja el desarrollo en planteamientos y acciones a gente sin escrúpulos y sin la preparación adecuada. Es importante asumir el papel de argumentar con fundamentos históricos, teóricos, técnicos y metodológicos, las propuestas que con frecuencia desde el ámbito oficial o de la iniciativa privada se pretenden desarrollar a veces sin conocer al menos los fundamentos, cartas y acuerdos que regulan este tema. Asimismo, la experiencia demuestra que no siempre una persona que en el papel puede aparentemente estar preparada para coincidir en planteamientos y formas para abordar problemáticas y plantear soluciones en el tema del Patrimonio Cultural, tendrá la capacidad de actuar de este modo cuando le corresponda la oportunidad de tomar decisiones desde el sector público, por lo que agrupaciones como la AYERAC permiten crear un contexto desde el cual se puede establecer un contrapeso ante este tipo de reacciones o actitudes. Finalmente, el modelo de desarrollo y concreción de la propuesta de la Declaratoria del Cementerio General de Mérida como una Zona de Patrimonio Cultural del Municipio, y su programa de manejo como tal, pueden servir de ejemplo para desarrollar propuestas semejantes en otros cementerios, e incluso otros contextos urbanos en donde se presente la coincidencia de diversos valores culturales.

Imagen 6. Portada del texto Cementerio General, publicación del Ayuntamiento, Mérida 2010-2012. Recomendaciones 1. Que la sociedad civil elabore un expediente lo más completo posible, manifestando el porqué de la necesidad de llevar a cabo la Declaratoria. Mientras más completo se encuentre el expediente, más ágil será el proceso de la elaboración del Acuerdo de Cabildo. 2. Que contenga datos relevantes y lo que lo hace único e irrepetible, que se diferencie de otros. Por ejemplo, la temporalidad, la espacialidad, las dimensiones, los personajes sepultados en el cementerio, el tipo de arquitectura necrológica y civil (sindicatos) etc. Mientras más sustentado esté, más viable será la propuesta.

Bibliografía – “Declaratoria de Zonas de Patrimonio Cultural del Municipio de Mérida”, en Diario Oficial del Gobierno del Estado de Yucatán, México, 2007. – Gaceta Municipal, núm. 278, México, Órgano Oficial de Publicación del Municipio de Mérida, 20 de marzo de 2013. – Herrera Balam, Limbergh: “Los cementerios yucatecos: estudio de los procesos económico-sociales con base en el análisis interpretativo de la

Consideraciones finales El Patrimonio Cultural, y en específico el arte y los espacios de la cultura funeraria, son temas que por lo general, no despiertan mayor interés en la buena parte de la ciudadanía. Para ello se requiere desarrollar un trabajo de

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iconografía funeraria (1876-1910)”, proyecto de tesis doctoral en Estudios Mesoamericanos, UNAM, México, 2008. ----------, El Cementerio General de Mérida: sus voces y su historia.190 años de existencia, México, Dirección de Cultura del Ayuntamiento de Mérida, 2011. Herrera Balam, Limbergh y Luis Jesús Ojeda Godoy, “El Cementerio General de la ciudad de Mérida: una propuesta para el manejo integral de una contexto del Patrimonio Cultural de Yucatán”, en Cuadernos de Arquitectura, núm. 24, México, UADY, Facultad de Arquitectura, 2011. Montalvo, Wendy, “Piden declarar al cementerio general patrimonio municipal”, en Diario de Yucatán, Mérida, 2 de agosto de 2009. ----------, “Deterioro y abandono. Propuesta para el rescate integral del cementerio general”, en Diario de Yucatán, Mérida, 14 de agosto de 2009. Ojeda Godoy, Luis Jesús, El Cementerio General de la ciudad de Mérida. Una propuesta para su Declaratoria como Patrimonio Cultural del Municipio, en 6ª Reunión Nacional de la Red Mexicana de Espacios y Cultura Funerarios, A. C., Mérida, México, julio de 2009.

Página electrónica – http://www.desdeelbalcon.com/noticias/noticia.php?id=12319

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Un espacio funerario que ha sido recuperado por su comunidad, cuyo uso social está encaminado al reconocimiento de su potencial como recurso de explotación turística, debe considerar una visión amplia de lo que significa la visita turística. Es en éste sentido el desarrollo del presente trabajo.

Una visión para poner en valor el patrimonio funerario 13

Lucrecia Rubio Medina México

CONTENIDO El turismo Cultural En la actualidad se reconoce el turista de este siglo, como un sujeto con una creciente capacidad de elección, que pone el énfasis, más que en la cantidad, en la calidad de las experiencias propuestas, como un interesado dinámico, autónomo que cada vez exigen un mejor producto para consumir. La oferta turística en este momento no solo se limita a reconocer un espacio por sus condiciones climáticas, también promueve una diversidad de posibilidades que han provocado la definición de diversos tipos de actividades turísticas; sol y playa, cultural, religioso, arqueológico, experimental, de aventura, médico, ambiental, rural, y los que puedan surgir en relación con los requerimientos y necesidades de la evolución de una sociedad dinámica como la actual. A nivel mundial se ha perfilado un turista que persigue el conocimiento de diversos entornos culturales y diferentes al suyo. En este sentido la oferta relacionada con el patrimonio cultural tangible e intangible atrae cada vez más a vacacionistas que desean complementar sus viajes, de tal forma que el turismo de experiencias es un nuevo elemento para atraer al turista que busca de otros atractivos, que dirige el turismo cultural con un mercado propio de visitantes. Es necesario atraer este nuevo demandante de sitios que busca tanto condiciones adecuadas de los servicios como la posibilidad de otros atractivos para el tiempo libre y satisfacer necesidades de emoción, evocación y experimentación para promover la creatividad, la imaginación, la espiritualidad de lo inmaterial, la emoción y la razón. Es en este entorno donde el patrimonio funerario encuentra espacio y testimonio, que implica e integra una diversidad de lecturas del paisaje cultural que constituye tanto lo tangible como lo intangible: la historia, el arte y sus manifestaciones: escultura, pintura, poesía, música; así como el espacio, su ambiente y la festividad; este ofrece todo un mundo por explorar para conocer y reconocer.

Introducción La gestión del patrimonio involucra a varios agentes y disciplinas; es un proceso de actuación integral dirigido a la custodia y salvaguarda de los bienes patrimoniales; la preservación del patrimonio depende del conocimiento y valoración de la sociedad, del respeto y cuidado que las personas (propias y extrañas) le prodiguen al apropiarse y hacer uso de éste. En este sentido, una gestión integral persigue el éxito total en el establecimiento y desarrollo de la cadena lógica de intervención: gestor, comunidad, asociaciones, empresas privadas y organismos públicos relacionados y dirigidos hacia un proyecto determinado que tenga como objetivo primordial la intervención; lo anterior, con un estricto respeto a las características de un territorio, así como una intención de preservación y promoción de la educación, encaminada hacia el disfrute y esparcimiento. Si la finalidad es turística, para lograr un desarrollo económico debemos establecer las bases para una adecuada colaboración entre diferentes administraciones, instituciones y particulares interesados. Sabemos que un espacio que no tiene uso es un espacio que está destinado al deterioro y por ende a su pérdida; rescatar un patrimonio es entender la importancia de su recuperación y valoración. Lograr la sensibilización y la participación de la comunidad refuerza el sentido de pertenencia con el que se provoca el sentido de apropiación; un espacio patrimonial ajeno a su colectividad es un espacio destinado al olvido, su deterioro o posible pérdida. En el caso de establecer como finalidad la intervención sobre un bien o conjunto patrimonial y su entorno, entendiendo ésta como cualquier acción efectiva, sea puntual o genérica, encaminada con un objetivo turístico, se requiere tomar en cuenta la relación entre las necesidades de la comunidad y las del turismo y la conservación del patrimonio, en un entorno sustentable 13

Investigadora de la División de Ciencias y Artes para el Diseño en la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco [email protected]

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Puesta en valor e interpretación del patrimonio La preservación del patrimonio depende del conocimiento y la valoración de la sociedad, del respeto y cuidado que la gente le prodigue al apropiarse y hacer uso del espacio patrimonial al promover que sea utilizado para su conocimiento, goce y disfrute. En las normas de Quito, se establece que:” Poner en valor un bien histórico o artístico equivale a habitarlo en las condiciones objetivas y ambientales que, sin desvirtuar su naturaleza, resalten sus características y 14 permitan su óptimo aprovechamiento.” Elemento fundamental es la educación como medio primordial para trasmitir el conocimiento del valor del patrimonio. La educación coadyuva a crear la identidad de un pueblo cuando éste reconoce su patrimonio; con la educación podemos provocar en cada miembro de una sociedad el reconocimiento de un valor patrimonial. Un mecanismo que ha sido utilizado para trasmitir conocimientos a la sociedad para que se acerque y conozca sobre su patrimonio es la 15 interpretación; Ballart y Tresserras nos dicen que la interpretación parte de recursos naturales y culturales, sean tangibles o intangibles, vinculados con un determinado lugar, con la finalidad de dinamizar el patrimonio en su contexto original. Según la Organización Mundial del Turismo, la Interpretación es la senda de comunicación que conecta a los visitantes con los recursos; una buena Interpretación es un puente que lleva a las personas a mundos nuevos y fascinantes, que aportan una nueva forma de comprensión. La obra de interpretación sobre los paisajes naturales de Feeman Tilden, autor de origen estadounidense, es considerada pionera en esta disciplina, adoptada por primera vez en los parques naturales de ese país, a la fecha es una herramienta inseparable de los proyectos de gestión. El objetivo de la interpretación está encaminado a la apropiación del conocimiento, a través de un mensaje que se auxilia de una serie de instrumentos y medios para lograrlo, de la provocación de una serie de emociones que tiene la finalidad de hacer única esa experiencia incitando a un sentimiento de valoración hacia el patrimonio que se ha conocido, en el sentido amplio del término. Esta lectura debe considerar el perfil del visitante para lograr la transmisión del conocimiento a través de la revelación de la

1

2

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3

Normas de Quito.pág. 9,1967. Josep Ballart i Jordi Tresserras .Gestión del patrimonio cultural, pág. 174 Barcelona, España 2010. 15

1, 2 y 3. Cementerio de Montparnasse, París Francia

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La comunidad En relación con la población, es necesario que la comunidad reconozca su patrimonio y lo integre como un componente cultural de ella y evitar así la desaparición en el referente colectivo. Para ello, se requiere un apoyo educativo, que elabore programas que promuevan la participación como factor de desarrollo, considerándola en toda su complejidad, como base de un desarrollo auténtico, es decir, que responda a los intereses de la mayoría: contemplando la educación como estrategia de intervención social, que permita potenciar la participación, fomentando la creatividad cultural como medio para preservar el patrimonio funerario con la finalidad de promover la concientización de los habitantes respecto al compromiso que tienen con su herencia cultural.

información, provocando la asimilación y comprensión por medio de mecanismos didácticos asequibles a todos. 16 Para lograr el objetivo según lo expuesto por Fernández es necesario realizar un plan de interpretación del patrimonio que considere elementos y acciones de acuerdo con cada caso: análisis-diagnóstico, conceptualización, desarrollo de los programas de actuación y desarrollo del proyecto, en éste último amplía el concepto enfatizando las acciones que se deben de considerar en: la interpretación, la protección y conservación del patrimonio, acondicionamiento turístico; marketing y comunicación; mecanismos de gestión, que debemos considerar al incorporar la interpretación en el proceso de valoración del patrimonio. Tomando en cuenta las condiciones espaciales del patrimonio funerario: los cementerios, es conveniente considerar la posibilidad de presentar el patrimonio in situ, en varios niveles: la incorporación de un centro interpretativo, la visita a través de recorridos con señalización interpretativa, audio guías interpretativas y servicio de guías con horarios definidos. Así mismo, la posibilidad de integrar al proyecto presentaciones escenográficas, ambientaciones y recreaciones del pasado como teatralizaciones, musicalización o narrativas.

El territorio Varias poblaciones que han promovido el turismo cultural se han preparado para la visita turística: éstas han incorporado al rescate del patrimonio la presencia funcional del espacio territorial. Parte de esas actividades han sido la mejora y adecuación de las vialidades vehiculares y peatonales, la nomenclatura de calles y la señalización, inclusive la restauración de edificios para enmarcar la propuesta de la visita al lugar, así como la revitalización de los entornos de los sitios de visita. Es necesario organizar las ciudades de visita en términos urbanísticos, de medio ambiente, de oferta cultural, de rutas e itinerarios peatonales y de equipamientos e infraestructuras turísticas en un medio sustentable.

La visita turística El desarrollo turístico implica trabajar sobre una realidad territorial; el territorio es el escenario en el que convergen visitantes, población y oferta. Conocer las poblaciones donde se ubica el patrimonio funerario, aproxima al turista a la experiencia de la apropiación del espacio geográfico, la arquitectura y el ámbito colectivo en el cual se desarrollan las actividades de los pobladores, lenguas, vestimenta, expresiones artesanales, musicales y gastronómicas que conforman el entorno. Hacer asequible y propicio para la visita turística a la ciudad o el poblado al que pertenece determinado patrimonio funerario favorece la posibilidad de acercamiento y, por lo tanto, de la visita, ya que muchas veces no sólo es suficiente integrar ese espacio digno de conocerse por su valor patrimonial, sino que también aprovisionar con todos los elementos posibles al espacio urbano, una ciudad que se presenta ante el turismo con el equipamiento y servicios requeridos será identificada y seleccionada como lugar por conocer.

16

Ana Fernández A. Turismo y patrimonio cultural, págs. 98 y 99 Jaen, España, Gráficas “La Paz” de Torredonjimeno, S.L. 2006 en referencia a J. Padró.

4. Plano de Oaxaca, Oax.

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Por ello, se necesita tomar en cuenta algunos aspectos, en el entendido de que toda la propuesta debe ser integral y parte de un proyecto de gestión, en el que se consideran los aspectos relacionados con el patrimonio funerario, comunidad, agentes externos e internos, territorio y turistas. Algunos temas por considerar en lo urbano-arquitectónico son los siguientes: 

     

Dispositivos promocionales en puntos estratégicos y en accesos principales de la ciudad, que señalen la o las rutas hacia el cementerio. Señalización acorde con la imagen del plan de dinamización del patrimonio funerario. Mejora y acondicionamiento de las vialidades peatonales y vehiculares, así como el mantenimiento necesario. Adecuación de sitios públicos. Diseño de los núcleos de servicio turístico. Adecuación del equipamiento de apoyo al turismo (hoteles, restaurantes, servicios médicos). Revitalización de los espacios en el entorno al cementerio, de manera prioritaria.

5. Imagen que forma parte de la propuesta presentada por Lucrecia Rubio, de un plan de gestión del patrimonio cultural para la ciudad de Cuernavaca, Morelos, como tema del trabajo final en el Master de gestión del patrimonio en la universidad de Alicante, España

El espacio funerario La posibilidad de revitalizar y recuperar un espacio patrimonial, ya sea en un contexto urbano o rural, no se debe limitar a ese espacio, también considerar su entorno inmediato. La revitalización del entorno debe ser parte fundamental del proyecto de recuperación del cementerio, así también la fisonomía de la imagen urbana en el que está inserto. Para ello, es necesario proporcionar el equipamiento, los accesos vehiculares y peatonales, la señalización e indicaciones pertinentes, esto es fundamental para que los interesados realicen la visita. No debe considerarse solo el remozamiento de los espacios, si no las condiciones de funcionalidad que se requiere para hacer una visita apropiada por propios y extraños: estacionamientos, centro de interpretación, o centro de visita, éstos como lugar donde entran en contacto el territorio, sus gentes y los visitantes. Todos ellos y los que resulten de la investigación y que forman parte importante de los elementos necesarios para cumplir con el objetivo.

El cambio en la fisonomía de la ciudad con intervenciones en el territorio, que derivan en acciones que responderán a un plan integral; éste considerará entre otros aspectos: la rehabilitación del perfil urbano, señalización apropiada y adecuación de sitios públicos, que resulten de la investigación en cada caso; además cumplir con diversos objetivos, uno de ellos promover que la comunidad se sienta orgullosa de su ciudad, de su patrimonio y, por lo tanto, lo valore; y una atracción más con relación al turismo.

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6 y 7. Cementerio de Montparnasse París, Francia Archivo Mtra. E. Lucrecia Rubio Medina.

Centro de interpretación Este medio es el componente esencial en la experiencia turística para la difusión de los elementos patrimoniales; su función primordial es comunicar, provocar para iniciar la lectura de lo que ofrece el patrimonio funerario, a través de la seducción, y que incita a conocerlo; debe ser el inicio de la experiencia en la que el visitante podrá ubicar y elegir los elementos que desea conocer. Para el territorio, es el lugar donde se da a conocer a los suyos y a los que llegan de fuera, donde se muestra cómo es y a lo que aspira. Para la población local, es el punto donde se conoce a sí misma y donde se da a conocer a los demás. Para el visitante es la puerta de entrada al territorio, dejando de lado su 17 mundo para adentrarse en un nuevo espacio.

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8. Museo Nacional de Arqueología Subacuática, Cartagena España Archivo Mtra. E. Lucrecia Rubio Medina.

Plan estratégico de turismo de Almería, pág. 275, Almería, España Gobierno regional, 2010

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9 y10. Centro de Interpretación de la Muralla Púnica. Cartagena, España Archivo Mtra. E. Lucrecia Rubio Medina.

11. Proyecto de un centro de interpretación que forma parte de la propuesta presentada por Lucrecia Rubio, de un plan de gestión del patrimonio cultural para la ciudad de Cuernavaca, Morelos, como tema del trabajo final en el Master de gestión del patrimonio en la universidad de Alicante España.

El centro espacialmente debe integrar varios espacios para un funcionamiento eficiente: un vestíbulo a manera de espacio de comunicación e inicio del recorrido, donde se encuentra la zona de informes y venta de boletos, el área propiamente dicha de exposición, servicios sanitarios ubicados estratégicamente, servicios complementarios como la tienda de recuerdos, un pequeño auditorio, la bodega y el taller; además la oficina del administrador con apoyo secretarial.

Centro de acogida al visitante A diferencia del centro de interpretación, estos espacios tienen únicamente las áreas que se requieren para el descanso del visitante; integran una zona de información, servicios sanitarios, espacio para la venta y consumo de alimentos, así como tienda con productos promocionales, de tipología y temática relacionados con los lugares patrimoniales; también publicaciones e información de actividades inmediatas y a largo plazo. La posibilidad de tener al alcance objetos relacionados con el sitio que se visita y poder adquirirlos complementa una visita satisfactoria y provoca en el visitante la necesidad de llevarse, parte de aquello que ha vivido en su recorrido: 18 conservar un recuerdo de su experiencia. Rubio. El Centro de Interpretación y el Centro de Acogida deben corresponder con la imagen que indique el proyecto de del plan de dinamización del lugar.

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Lucrecia Rubio. Plan de dinamización Turístico Cultural. Pág. 42. México, trabajo final Master en Gestión del Patrimonio, 2011.

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Archivo Mtra. E. Lucrecia Rubio Medina.

Estrategias de comunicación La publicidad y la difusión, son parte fundamental de la presentación del patrimonio funerario, considerando el diseño de la imagen del producto turístico, integrado al proyecto de interpretación con publicaciones en diferentes niveles de información: páginas web, posters, folletos, cartografía, guías, audioguías, videos. Medios que son relevantes en todo plan de dinamización y que deben tomarse en cuenta al diseñar un proyecto de publicidad y difusión. A continuación definimos los medios que deben de estar presentes en toda campaña de este tipo: Internet. El uso amplio de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, en especial el internet y el comercio electrónico, es de vital importancia en un mundo cada vez más globalizado. Radio y prensa. Medios importantes de propaganda que permean en casi todos los niveles de la comunidad y de la sociedad. Medios impresos. Folletos, trípticos y plano guía que tienen la finalidad de establecer un contacto directo con el receptor. Guías, audioguías y videos. Formas de comunicación que permite un contacto directo con el receptor. Paneles informativos tridimensionales, escenografías y maquetas, instrumentos de apoyo para la interlocución.

13. Museo del Teatro Romano de Cartagena, España.

Conclusiones El tema del patrimonio funerario es un elemento singular cuando se dirige hacia conocer y valorar un patrimonio cultural. El poco acercamiento hacia estos patrimonios poco a poco se va superando con actividades como la que nos convoca, y que nos permite hablar en torno a tan importante legado. Cuando se tiene como objetivo recuperar un cementerio, se inicia un proceso que debe considerar como soporte un proyecto de gestión patrimonial; éste puede ser a diferentes niveles según los intereses y objetivos del grupo que se da a esta tarea, siempre en un marco que promueva la sustentabilidad, y con un sentido amplio que toma en cuenta tanto a el cementerio, como el territorio que involucra a la sociedad que le dio origen. Al recuperar y dinamizar el patrimonio se opta por enseñar a conocerlo, por dar significado a su presencia, en un territorio con todos su escenarios, que interrelaciona a todos los integrantes.

12. Poster informativo. Cartagena, España.

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http://mapas.owje.com/5010_mapa-de-la-ciudad-de-oaxaca-de-juarezoaxaca-mexico.html

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Todas las culturas tienen una profunda relación con el pasado, con sus anteriores, con sus ancestros. El culto y veneración a los muertos ha definido el sentido de pertenencia a la tierra y ha conformado los territorios de un pueblo. A través de rituales y prácticas funerarias todas las culturas han alabado la vida en función de su pasado y se han definido como cultura. ¿Cuál es la relación de un país como Colombia con su memoria, su pasado, sus ancestros, con sus muertos? 25 mil desaparecidos en Colombia durante los últimos años, miles y miles de NN, miles de muertos anuales por causas violentas han adormecido la sensibilidad de los colombianos frente a la muerte. Nos parece natural el desfile mortuorio que día a día pasa frente a nuestros ojos sin que veamos su aterradora realidad. La relación con la muerte y con los muertos ya no es enriquecedora. Ya no escuchamos a los ancestros. Se ha roto el hilo vital de comunicación que une a las generaciones de vivos con las generaciones anteriores. La muerte ha dejado de ser un asunto vital entre nosotros y se ha trivializado ¿Qué podemos hacer? La muerte ha sido considerada por muchas culturas como “la gran maestra”. Por paradójico que suene, la muerte nos enseña a vivir al ponerle una meta, un fin, a nuestros días. Tenemos que recordar para no repetir los errores. Tenemos que recordar para mantener vivas las enseñanzas de la vida.

Proyectando Memoria: un peregrinaje por los espacios funerarios de Colombia Patricia Uribe Diego García-Moreno Colombia

El cine en acción A partir de la proyección de la película “Beatriz González ¿por qué llora si ya reí?” en los cementerios, en los campos santos, y en los espacios funerarios de Colombia, hemos desencadenado una serie de reflexiones, de diálogo de saberes sobre la relación que tenemos los colombianos con nuestros muertos. El cine, transformado en un acto de reparación simbólica, se propone como una ayuda para dar digna sepultura a nuestros muertos e invitar a la comunidad a encarar la muerte, a dignificarla, a convivir con la memoria de nuestros antepasados, a celebrarlos, a reflexionar y tomar partido sobre el problema de la muerte violenta e indigna que se ha generalizado en nuestro país.

Cine, arte y reflexión por los espacios funerarios de Colombia

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. “cosas muy tristes con colores muy bonitos” que refleja un presente marcado por las masacres, el dolor y la desesperanza. ¿Qué le pasó a ella, que tantas veces nos hizo reír con su obra, para que un día llegara a pintarse un autorretrato desnuda llorando, a imprimir su mascarilla mortuoria, y a sellar con lápidas diseñadas por ella las casi nueve mil bóvedas vacías de los columbarios del cementerio central de Bogotá? Durante un par de años, mientras “la maestra” intervenía los Columbarios del Cementerio Central de Bogotá con una faraónica acción artística, Auras Anónimas, Diego García, cineasta, se dio a la tarea de seguirla para contestar a esa pregunta. El resultado es un documental que devela la ruta de una obra artística que ha acompañado y testimoniado la historia de un país durante más de medio siglo y que ahora se ha deslizado perceptiblemente del humor a la tragedia. El documental esboza el retrato de una mujer que con inteligencia y aguda ironía, lejos del paisajismo, hurgando en las fotografías de actualidad impresas en los medios, y con la aguda precisión de su palabra ha obligado a las imágenes a confesar la dolorosa realidad del tiempo que nos ha tocado vivir, y logra construir un monólogo a tres voces: vida, obra y país. Beatriz González: … “Auras anónimas” porque cada persona tiene un aura y cada muerto tiene un aura. Ahora están al aire, yo lo que voy a hacer es encerrarlas otra vez… Ahí hay un aura, tiene que haber porque ahí estuvo una persona sepultada. Entonces lo que yo quiero es encerrar el aura, que no se esparza, porque el aura se va por toda Bogotá…Quiero sellar el aura con esto… (Extracto de un diálogo de Beatriz González en el documental).

La película Desde mediados de la década del 60, Beatriz González ha sido una artista singular en la historia del arte Colombiano. Su constante ejercicio y reflexión en los actos de mirar, reflexionar, crear, pintar, opinar, criticar, curar y enseñar le han valido el título de Maestra. Al inicio de su proceso creativo, el humor y la ironía eran elementos fundamentales de una obra que moldeaba identificándose con Goya, y tildándose a sí misma “una pintora de la provincia” y “pintora de la corte”. Tras pintar escenas inspiradas en la crónica roja –Los suicidas del Sisga- y la exploración del gusto provinciano –Las náyades-, de las reinterpretaciones provincianas del arte universal- Dégas y Monet- pasó a retratar la mundanidad e hipocresía de la corte en la intimidad de las casas presidenciales, hasta tener que enfrentar las terribles decisiones del poder durante la toma del Palacio de Justicia y el sometimiento del país a las mafias del narcotráfico. Su compromiso con la historia la llevó a seguir paso a paso el rumbo del país durante ‘La Constituyente’ hasta caer en un período de

Antecedente: Proyectando el corazón Diego García realizó en el año 2006 el documental “El corazón”, en cual dibujaba un electrocardiograma de Colombia siguiendo el rumbo de un cirujano cardiovascular y de su paciente, víctima de la explosión de una mina antipersonal que le incrustó una esquirla en el corazón. Para lanzar el documental se propuso realizar un evento artístico que llamó “Proyectando el corazón”, con el cual logró llegar simultáneamente a más de 150 municipios en todo el país, y contó con el auspicio de cajas de compensación, fundaciones, personas naturales y universidades. En zonas fronterizas, en regiones afectadas por el conflicto, en universidades, en plazas, museos, salas tradicionales, casas de cultura, en municipios sembrados con minas antipersonas, desde Leticia hasta San

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Andrés, reunió a la gente en torno a un tema: “¿Cómo está el corazón del país en un momento de conflicto?”. “Proyectando el corazón” le tomó el pulso a Colombia. Fue un verdadero electrocardiograma de lo que está pasando en el país. Miles de personas expusieron sus opiniones sobre los temas que el documental proponía y reflexionaron sobre el estado de salud del corazón nacional. Antes de la proyección de la película brigadas de salud le tomaron el pulso y la presión arterial a los espectadores y les entregaron a cada uno un kit de poesía colombiana sobre el corazón, y al finalizar la función cantaron al unísono canciones populares sobre el corazón.

tumbas abiertas de los columbarios del Cementerio Central de Bogotá con unas lápidas en las que imprimió una serie de cargueros, que cargan y cargan los muertos de la violencia. Mientras realizaba esta faraónica intervención ella reconstruía la historia de cómo llegamos a este punto y se preguntaba ¿Por qué en este país tenemos que repetir tanto las cosas? Esa intervención obsesiva quedó registrada en la película de Diego García Moreno, quien con un grupo de jóvenes artistas se lanza a viajar por el país contando cómo el arte sirve también para reparar heridas colectivas y para abrir preguntas sobre el sentido de la muerte y de la vida.

Peregrinaje por los campos funerarios Con “Beatriz González ¿por qué llora si ya reí?” nuestra propuesta es ampliar el mensaje de la intervención de la artista a través de un acto simbólico que ayude a que las auras de los muertos puedan por fin descansar en paz, y proponer una serie de actos y eventos que permitan la reflexión, la crítica, el análisis en torno al tiempo que nos ha correspondido vivir. Es por esto que el peregrinaje artístico Proyectando Memoria que conjuga el cine, la historia, el arte y la reflexión por los espacios funerarios de Colombia, desarrolló a lo largo del año 2012 un importante recorrido por lugares asociados a la memoria de los colombianos que incluyó regiones tan diversas como el Eje Cafetero, el Valle del Cauca, Cundinamarca, el Tolima y la Capital de la República. En cada uno de estos 19 espacios funerarios, a través de un ritual pedagógico, sabios representantes de la cultura afrocolombiana e indígena interactuaron con artistas e historiadores locales bajo la coordinación de representantes de la Red Iberoamericana de Cementerios Patrimoniales, como fue el caso de los antropólogos Germán Ferro y Eloísa Lamilla, y el Historiador Diego A. Bernal, así como con representantes de la Fundación Diáspora y el director de la película. Un evento multicultural con entrada libre que tenía como propósito valorar el patrimonio funerario colombiano, honrar a nuestros muertos así como ayudar a exorcizar la muerte violenta que ha azotado al país en las últimas décadas y “ha enfermado de muerte el propio concepto de la muerte”. Como punto final de cada sesión, los asistentes apreciaron el documental “Beatriz González ¿Por qué llora si ya reí?” del director Diego García Moreno, producido por Lamaraca Producciones. En este film vemos como la maestra Beatriz González dedicó un año de su vida a sellar las 9 mil

Algunos espacios funerarios visitados por PROYECTANDO MEMORIA



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Columbarios del Cementerio Central de Bogotá: Es un sitio cargado de un fuerte contenido patrimonial e histórico anexo al cementerio central de Bogotá donde se enterraban las clases populares. La película siguió la intervención de la maestra Beatriz González “Áuras Anónimas” en la que instaló casi 9 mil lápidas litográficas en sus cuatro pabellones.

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Palacio de Justicia (Plaza de Bolívar): Uno de los lugares más representativos de la memoria colectiva nacional. Lugar que consideramos un camposanto tras el asesinato de más de ciento veinte personas en los eventos de la toma por parte del M-19 y la retoma del Ejército Nacional en noviembre de 1985. Es el punto de giro dramático en la historia de Colombia, del documental y de la obra de Beatriz González. Soacha: Este municipio fue víctima reciente de desapariciones forzadas conocidas como “falsos positivos”. Es también una concentración urbana asediada por la muerte violenta, allí fue asesinado en 1989 el candidato presidencial Luis Carlos Galán y cayó un avión de Avianca explotado por el narcotraficante Pablo Escobar.



San Bernardo: Este municipio cuenta con uno de los cementerios más particulares de Colombia en donde, por diversas razones, los cuerpos se momifican cuando se entierran creando todo un mundo de creencias y prácticas alrededor de la muerte.



Honda: Puerto obligatorio en épocas de la colonia, en la ruta que conectaba el Atlántico con Santafé a través del río Magdalena. El cementerio de Honda es uno de los sitios más representativos en términos de patrimonio cultural y arquitectónico. Armero: El campo Santo más grande de Colombia. Espacio de memoria luego de la trágica avalancha que destruyó la población en 1985 y dejó un saldo de más 20 mil muertos. Paradójicamente el cementerio del pueblo destruido, ubicado en un lugar elevado, quedó casi intacto tras el desastre. Circasia: Allí se encuentra el Cementerio Libre. El sueño del masón don Braulio Londoño Botero quien se enfrentó a la iglesia y los gobernantes de turno en medio de la Hegemonía Conservadora, quienes acolitados por las restricciones concordatarias, le negaban la sepultura digna a los que contravenían la moral y buenas costumbres. Es conocido como el cementerio de los parados, referenciándose al hecho de que quienes allí recibían sepultura no se arrodillaban ante nadie y sus ataúdes se enterraban verticalmente.

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Marsella: El cementerio de Marsella, gracias a su diseño arquitectónico, fue declarado Monumento Nacional a mediados de la década de los 80 en el siglo pasado, pero debido a las 'reformas' que han efectuado sus administradores, este reconocimiento ha sido puesto en tela de juicio. La razón: más de 500 cuerpos que bajaban por el curso del río Cauca fueron a parar a los remolinos que hace el caudal al pasar por esta parte del cañón. Entonces, el cementerio fue ampliado para poder darles sepultura. Un acto que a pesar de ser humanitario, convirtió a Marsella en el municipio 'más violento del país' por obra y gracia de las estadísticas. Hoy en día los muertos bajan huérfanos y son obligados a seguir su curso aguas abajo pues los habitantes ya no quieren encargarse de ellos. Trujillo: Lugar de una de las masacres más crueles y sistemáticas dentro de la reciente historia de la violencia paramilitar en Colombia. Hay un gran parque mausoleo que se convierte en referencia y símbolo del respeto a los muertos ocasionados por las centenas de masacres ocurridas en el país. Cali-Siloé: Un gran cementerio en un barrio popular de Cali. Siloé es un espacio de inmigración a la ciudad de comunidades desplazadas por las violencias en especial de afrodescendientes de la región. Lugar donde las costumbres mortuorias ancestrales se practican acomodándose a los imperativos ciudadanos. Actualmente hay una gran presencia del fenómeno del sicariato y de pandillas juveniles que han multiplicado en el cementerio las tumbas de muertos jóvenes.

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En este sentido, cuando la memoria se organiza en un objeto, siguiendo a Norá, se produce una delegación, y así la memoria pierde espontaneidad. Lo que ocurre es que la memoria no es ni la representación del pasado ni objetivación de lo acaecido ni mucho menos una construcción acabada. Antes bien, la memoria es un conjunto de fuerzas heterogéneas e, inclusive contradictorias, que suplementan, alteran o afectan un objeto o un espacio y lo transforman en lugar. Teniendo en cuenta esta perspectiva, en el cementerio la memoria adviene o tiene lugar porque se ha dispuesto una traza urbana, con sus calles, sus construcciones edilicias y sus plazas con el objeto de recordar. Pero, como hemos dicho, la memoria no es de por sí monumental o una objetivación institucional es, antes bien, una configuración en construcción que emerge aquí y allá, es indeterminación viva y aun cuando se pretenda naturalizarla en dispositivos institucionales o soportes establecidos, ni las operaciones de naturalización y congelamiento pueden con ella. La memoria viva, espontánea, indeterminada adquiere y construye sus propias formas. Visto de esta manera, ni los cementerios, en tanto lugares de memoria, son lugares pacíficos. Aun cuando la memoria requiere un lugar donde acontecer, ésta se construye como un juego de tensiones, en un diálogo complejo donde entran en juego los discursos del recuerdo y las estrategias del olvido. No obstante, por otra parte, los cementerios pueden ser vistos también como recintos colmados de imaginarios y prácticas sociales. Para poder leer las significaciones que se hacen presentes en estos sitios es necesario acudir a fuentes diversas, entre ellas por ejemplo, las entrevistas en profundidad, método que hemos elegido para encarar el abordaje técnico del proceso de investigación. En efecto, la investigación cualitativa a través de la técnica de entrevistas en profundidad a dos fuentes orales claves Alfredo César Meckievi, intendente y responsable del proyecto junto a Carla Galluzzi, funcionaria responsable de la Secretaría de Turismo durante la gestión del primero- nos permitirá indagar en los propósitos del proyecto de visita autoguiada al cementerio de Dolores, ciudad ubicada a 200 kilómetros de Buenos Aires por la autovía 2, que permitirá dilucidar de qué manera se emprendió un proyecto de gestión del cementerio en tanto espacio patrimonial funerario e hipotetizar los motivos que hicieron que el mismo no pudiera sostenerse en el tiempo, se deteriorara y cayera en el olvido tras el fin de la gestión de Meckievi.

La gestión de los espacios funerarios: El caso del cementerio de Dolores 19

Verónica G. Meo Laos 20 Agustina L. Padula Argentina

Marco teórico y abordaje técnico del trabajo de campo Los cementerios son reducciones simbólicas de las ciudades y construcciones históricas. Como ocurre en las ciudades de los vivos, en la de los muertos es posible distinguir una traza urbana sobre la cual se reproducen tensiones sociales. Las callejuelas, la plaza, los monumentos y las estatuas son huellas que testimonian los sueños de trascendencia profana de aquéllos cuyas vidas transcurrieron antes que las nuestras. Y a través de los mausoleos construidos en honor a la memoria es posible develar los rastros de las creencias, la fe o la ausencia de ella e incluso los temores y la desigual distribución del capital simbólico y material a lo largo del tiempo. En otras palabras, los cementerios son dispositivos de memoria objetivada donde la muerte y el olvido se conjuran a través de las representaciones artísticas y arquitectónicas funerarias y también a través de las prácticas sociales, los rituales y discursos que se producen y reproducen en las comunidades donde la necrópolis se encuentra emplazada. Más allá de su incuestionable valor urbanístico es difícil separar lo patrimonial de la melancolía. Melancolía por el recuerdo de los seres queridos que ya no están y por la propia angustia existencial de saber que todos y cada uno de nosotros podremos en algún momento ser huéspedes a perpetuidad de sus calles. Por eso los cementerios pueden ser bellos y profundamente tristes al mismo tiempo. Pero, nuestro interés en el cementerio está centrado en ese espacio en tanto lieu de mémorie, tal como lo denomina Pierre Norá, o sea una noción abstracta, puramente simbólica, destinada a desentrañar la dimensión rememoradora de los objetos, que pueden ser materiales, pero sobre todo inmateriales, como fórmulas, divisas, palabras clave, que no se trata en absoluto de un inventario exhaustivo sino que antes bien, convoca a la exploración de un sistema simbólico y de la construcción de un modelo de representaciones.

A continuación, repasaremos la historia de la necrópolis local.

19 (UNQ- ISFD Nº 168). 20 (UNTREF).

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enumeración breve de sus merecimientos, cargos o preeminencias”. El registro de las primeras defunciones inscriptas en la parroquia data de 1831. El desprendimiento compulsivo de la Iglesia con respecto a la potestad en materia de entierros provocó numerosos conflictos entre esta institución y el Estado. Aun cuando en 1863, durante el gobierno de Mitre se redactó la ley de cementerios, en 1869 la parroquia local continuaba sepultando personas en el camposanto. Para confirmarlo, desde el Municipio le dirigen al cura párroco una misiva con el propósito de que informara si era cierto o no que se sepultaban personas en la Iglesia en lugar de hacerlo en el cementerio tal como lo establecía la norma. En rigor, el proceso de secularización del camposanto al cementerio se había iniciado varios años antes, cuando 13 de diciembre de 1821, Bernardino Rivadavia –ministro de Martín Rodríguez- impulsó el decreto núm. 109 en el que limitó la intervención de la Iglesia Católica y estableció la absoluta responsabilidad del Estado en materia de regulación del funcionamiento y la administración de los cementerios. Como es de suponerse, la nueva legislación y su obligatoriedad fueron resistidas por 25 parte de la Iglesia que contaba con el aval de las élites locales. Por lo 26 visto, las tensiones parecen no haber cedido con los años.

La historia del cementerio de Dolores Los avatares del cementerio local no escapan a la historia de sangre que tiñó el origen de este pueblo al Sur del Salado. En efecto, Dolores se concibió en un primer momento como una avanzada contra el salvaje. Los pueblos originarios, en la pluma de los primeros historiadores locales, eran tan sólo “el salvaje” es decir, tan sólo un colectivo abstracto. Basta con leer 21 los libros de Atilio Roncoroni para comprobar que con el simple reemplazo del artículo “el” por el indeterminado “lo”, la desubjetivación de los indígenas es completa. Es importante destacar que esta mirada está en consonancia 22 con las teorías racialistas que gozaban de un amplio consenso entre las élites ilustradas del siglo XIX vinculadas al clima sociodarwiniano de la 23 época. Partiremos de la siguiente cita de uno de los fundadores de Dolores, el capitán de Blandengues apostado en este territorio, cuando apenas se trataba de un fuerte que pretendía detener la avanzada de los indios: “Es doloroso… que los cadáveres de los muertos (sic) se entierren diseminados aquí y allá”, se lamentaba el capitán Lara en su nota del 7 de diciembre de 1826, y con ella daba cuenta de la necesidad de construir un cementerio. Como solía hacerse en la campaña, los primeros enterramientos de la gente común se llevaban a cabo en el camposanto, o sea en el terreno parroquial, en lo que es hoy día el centro de la ciudad, frente a la plaza alrededor de la cual se ubican los principales edificios administrativos y educativos. En el lugar, que debía estar bendito, eran enterrados los fieles sin títulos ni dinero, o que no pertenecían a ninguna cofradía o familia importante o dadivosa para que tuvieran santa sepultura. Por el contrario, estos últimos eran sepultados en el interior de los templos o intramuros, lo mismo que los prelados. “Se abría una fosa en el suelo, se la cubría con una lápida de mármol en la que se inscribía el nombre, fechas y a veces una

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Casella de Calderón, Grandinetti de Firpi; Laguzzi de Larcher, “Recoleta Cofre de Historias”, citado por Nieves Sosa, Emilce, “La Creación del Cementerio Público de Mendoza”, en Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Patrimonio cultural en cementerios y rituales de la muerte, Buenos Aires, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2005, tomo 2, p. 572. 25 Coincidimos con Cris Shore en que debemos ser claros respecto de la definición y los significados asociados usualmente al concepto de élite. Según el autor, algunos antropólogos coinciden en que el término “élite” (a semejanza de las expresiones “grupo de interés”, “facción” y “red social”) es tan proteico y poroso que está casi desprovisto de sentido. Por lo tanto, en lugar de emplear estos conceptos como categorías fijas o tangibles de las ciencias sociales, se sugiere considerarlas como dispositivos heurísticos y, con cautela, utilizando adjetivos calificativos como “empresarial”, “militar”, “gobernante”, “modernizadora”, “religiosa”, “académica” o “burocrática” para distinguir entre las diferentes variedades de élites. (Cfr. Cris Shore, “Hacia una antropología de las élites”, en Etnografías contemporáneas, año 4, núm. 4, San Martín, UNSAM, septiembre 2009, pp. 26 y 27). Además, consideramos que el concepto de élites debe entenderse en términos de dominación, es decir que se trata de grupos de personas cuyas ideas e intereses son hegemónicos, que ocupan lugares estratégicos en la esfera social y que suelen ser los custodios de la maquinaria de elaboración de políticas. Para profundizar este concepto, véase en Verónica Meo Laos y Agustina Padula, “Viejas y nuevas élites. Una aproximación a las tensiones sociales en el cementerio de Dolores. El valor pedagógico del espacio funerario”, en XI Encuentro Iberoamericano de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, Paysandú, Uruguay, 20, 21, 22 y 23 de octubre de 2010. 26 Un ejemplo elocuente es el trabajo de investigación realizado hace pocos años por alumnos del profesorado de Historia que depende del Instituto Parroquial “Francisco de Paula Robles” donde es posible leer las siguientes afirmaciones que dan cuenta de que las tensiones entre el Estado y la Iglesia -que Stein Rokkan identifica como uno de los dos conflictos que se derivan de la

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Cfr., Atilio Roncoroni, Historia del Municipio de Dolores, 1967, y del mismo autor, El capitán Ramón Lara. Fundador y primer ciudadano de Dolores. Historia documentada del avance de la frontera del Sud de Buenos Aires y de la épica lucha del blanco con el indio, 1968. 22 T. Todorov, Nosotros y los otros: reflexión sobre la diversidad humana, México, Siglo XXI, 1991, citado en Mario Margulis, et. al., La segregación negada. Cultura y discriminación social, Buenos Aires, Ed. Biblos, 1999. 23 Con el propósito de aproximarse al tema de la frontera sur de la provincia de Buenos Aires y la relación interétnica en el gobierno de Rosas, etapa de relativa estabilidad entre los colonos y los pueblos originarios, cfr., Silvia Ratto, “Una experiencia fronteriza exitosa: El negocio pacífico de indios en la provincia de Buenos Aires (1829-1852)”, en Revista de Indias, vol. XXIII, núm. 227, 2003, pp. 191- 222.

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“No resucitará aquel que está sin sepultura”. Puede que este juicio apodíctico que equipara el miedo a no resucitar con el miedo ancestral a morir sin sepultura continúe intacto en determinados sectores sociales residuales. En la actualidad, los cementerios generales pertenecen a las municipalidades o gobernaciones locales y, en general, dependen de la Dirección de Obras y Servicios Públicos. Tratándose de un servicio público, el terreno pertenece al dominio del Estado, el cual tiene derecho a clausurarlo o transportarlo de un lugar a otro. Aun cuando muchas legislaciones mantienen acuerdos con la Iglesia Católica para oficiar cultos de sus feligreses, la libertad de culto está claramente especificada tal como lo garantiza la Constitución Nacional. Es cierto, que esa es la letra escrita, la realidad suele transitar por carriles distintos. En Dolores, la reglamentación que rige sobre la necrópolis es la Ordenanza núm. 1 059. Si se coincide con el argumento de Roncoroni, el origen del conflicto es el entierro del sacerdote Juan Bautista Bancalari, una de las tantas víctimas de la epidemia de cólera, cuya sepultura se encuentra bajo una lápida de mármol en la puerta principal del acceso la parroquia Ntra. 28 Señora de los Dolores, tal como se ha mencionado más arriba. El primitivo cementerio secular se erige en 1838 en la intersección de las calles Olavarría y Lincoln, a diez cuadras de la plaza del centro. Recién en 1865 la necrópolis ocupará el emplazamiento actual, a la salida (o a la entrada) de la ciudad. Es curioso el siguiente detalle: por algún tiempo funcionaron ambos a la vez. Leemos que la obra fue encomendada al agrimensor Juan Dunet, responsable también de los arreglos de la vieja 29 cárcel (1877).

En el año 1867 la Municipalidad implementó una serie de medidas profilácticas tendientes mejorar la salud pública. A los fines de este trabajo interesa destacar la disposición que establecía, a partir del 22 de abril, juntar y enterrar los huesos humanos que se encontraran desparramados en distintas partes del cementerio. A pesar de todas las precauciones, al año siguiente el lugar no daría abasto para enterrar a los muertos. Recordemos que tales medidas profilácticas se enmarcan dentro de 30 las ideas higienistas de la época. Los cementerios no escaparon a esta tendencia, de hecho, el que nos convoca en esta ocasión nace en el marco del higienismo. El 8 de octubre de 1864, por ejemplo, se resuelve la construcción de un cerco en el cementerio local que debía tener una altura de dos varas, la misma que debían tener las construcciones que se erigieran dentro de las ocho manzanas inmediatas a la plaza. Cuatro años después, Dolores es diezmada por una epidemia de cólera, enfermedad asociada con los desplazamientos humanos, que asoló a la ciudad y desbordó por completo la capacidad del cementerio nuevo. Por eso las numerosas víctimas debieron ser enterradas en fosas comunes lejos del poblado para alejar las pestilencias. Tal cual el famoso óleo de Blanes, “La fiebre amarilla” (1871), el cuadro fue harto desolador: el elevado número de niños huérfanos llevó a que el sacerdote Manuel María de Erausquin ofreciera un terreno lindante a la parroquia para construir un asilo y se ofreciera él mismo para ayudar en la catástrofe. Como se ha señalado con anterioridad, otro religioso, Juan Bautista Bancalari, fue víctima de la epidemia. El brote se desató en enero lo que impulsó a las autoridades a 31 buscar un lugar para que oficiara de lazareto. El despliegue de la epidemia fue en verdad fulminante: se inició en Año Nuevo de 1868 y para fines de febrero, la enfermedad empezaba a ceder. El 28 de febrero el Juez de Paz y el titular de la Municipalidad anunciaban la desaparición del terrible flagelo y la clausura de los lazaretos y de todos los puestos de auxilio desde el 1 de marzo. Hacia fines de la década de 1860, el estado de cosas tiende a

construcción nacional- continúan vigentes: “En los tiempos modernos los cementerios fueron evolucionando, pero siempre conservaron algunos de los cánones de sus orígenes”. Algunos aspectos a tener en cuenta en los actuales cementerios son los siguientes: Se ha dispuesto que en los mismos, haya recintos separados y cercados para enterrar a los que mueren fuera de la religión dominante. “El Derecho Eclesiástico considera los cementerios como una prolongación de la Iglesia y como lugar sagrado” “La legislación civil sobre cementerios tiene por principal objeto dictar reglas de policía y en materia de higiene”. 27 Phillippe Ariès, El hombre ante la muerte, citado por Nieves Sosa, Emilce, op. cit., p. 570. 28 Y no es el único, pues en el templo se hallan enterrados los restos de los presbíteros Juan de la Rocha, fallecido en 1915 y Juan B. Campagne, en 1944. En la lápida de este último todavía puede leerse: “Pbro. Juan B. Campagne, Cura y Vicario de esta ciudad, falleció el 5 de mayo de 1944. –R.I.P._ Tuis enim fidelibus, domine. Vita mutatur, non tollitur-. Traducción: “Para tus fieles, Señor. La vida ha cambiado, no se retira”. 29 Gracias a una cláusula del contrato, Dunet recibiría 20 mil pesos y tendría derecho de cobrar el importe de los terrenos de bóveda que se vendieran, tanto en el primero como en el segundo.

30 Los higienistas creían que las pestes y las epidemias respondían a problemas sanitarios de las ciudades, tales como: la escasez de ventilación, de luz solar o las calles angostas. Con el fin de sanear la ciudad, entre otras medidas, se construyeron viviendas con techos y aberturas muy altas para permitir la circulación del aire. 31 Fue un comerciante, José María Soaje, el que prestó el local de su fábrica para esos menesteres. No se sabe con exactitud el lugar en que estaba emplazado el lazareto, de acuerdo con lo que escribe Roncoroni, puede que haya sido instalado en las cercanías del Hospital Municipal San Roque. Para entonces ya funcionaba un centro de salud para hombres y se planeaba crear otro exclusivo para mujeres; el problema era que nadie lo quería atender, pues las mujeres debían cuidar a sus propios enfermos y ellas mismas fueron las más vulnerables al contagio de la enfermedad.

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normalizarse paulatinamente y, con los primeros indicios de tranquilidad, empieza la reconstrucción del pueblo. 32 Para finalizar, recién hacia 1880 el cementerio de Dolores se constituyó en el sitio donde se emplaza en el presente, en lo que es hoy día la entrada a la ciudad, inmediatamente después del arco construido por el Rotary Club.

Hasta 2005, en Dolores, el cementerio tuvo como objeto ser el sitio de memoria donde descansan los restos de los que vivieron en esa 36 ciudad de 26 601 habitantes, cabecera del partido homónimo en la provincia de Buenos Aires. Pero en ese año, dentro del plan de gestión patrimonial proyectado durante la gestión de gobierno de Alfredo C. 37 Meckievi, se llevó a cabo el proyecto de visita autoguiada al cementerio de Dolores, del cual hoy día sólo se mantiene intacto el plano que indica la guía de sepulturas célebres que incluía el itinerario, mientras que los carteles que orientaban a los visitantes se deterioraron con el paso del tiempo o fueron víctimas del vandalismo. Pero antes de entrar en el análisis del caso que 38 nos ocupa, retomamos los conceptos que plantea Agustina Padula respecto de los ejes problemáticos que involucran a la gestión del espacio funerario.

Visita autoguiada al cementerio de Dolores: ejemplo de gestión del espacio funerario Como se ha puntualizado más arriba, los cementerios no son solo una construcción material, sino también recintos colmados de imaginarios y prácticas sociales. Siguiendo a Agustina Padula todo cementerio, más allá de su ubicación y condición, tiene valor como documento y, por ende, transmite información, comunica. Así pues, “una necrópolis habla de los muertos, de los vivos, de las concepciones de la muerte, del arte funerario, 33 de los vínculos con nuestra finitud”. De este modo, una necrópolis -lo mismo que una plaza o una iglesia- está inserta en un entramado de significaciones y manifiesta información acerca de su entorno que, en mayor o menor medida, todos somos capaces de reconocer. Recorrer y visitar cementerios en el marco de un recorrido turístico es una práctica conocida. Existen innumerables ejemplos de sitios que se constituyeron en auténticos destinos atractivos para el turismo por su arquitectura, por la celebridad de sus yacentes, por su extensión, ubicación e, inclusive, por mitos y/o relatos que circulan en ellos. En este sentido, en la Argentina, las necrópolis más reconocidas son Recoleta y Chacarita. Mientras que la primera es célebre por el valor artístico del grupo arquitectónico y porque allí están sepultados los restos de una cantidad significativa de personalidades de la historia nacional; Chacarita es reconocido por las figuras del arte y la cultura popular -entre ellos, Carlos 34 Gardel- que allí descansan así como por la extensión significativa.

Ejes problemáticos para la gestión del espacio funerario. 39 De acuerdo con Padula, para la gestión cultural de espacios funerarios debe tenerse en cuenta la importancia de comprender las complejidades de estos sitios y, en virtud de ello, no eludir la discusión respecto del rol del gestor, de su alcance y responsabilidades. Para Padula, el acercamiento al tema debe realizarse a partir de la estructuración en tres grandes ejes cuya taxonomía se realiza sólo a fines heurísticos: (a) el eje discursivo; (b) el eje contextual; (c) el eje educativo. Respecto del primer eje, la autora destaca lo siguiente: “Cualquiera sea la tarea que aborde el gestor, es fundamental que se pregunte por las nociones que orientarán su trabajo, pues ellas se imprimirán en sus acciones”, y puntualiza que, dado que no se puede gestionar lo que no se conoce, es fundamental que el gestor conozca su objeto de trabajo, de lo contrario, sea capaz de armar equipos de trabajo competentes para planificar acciones en los espacios funerarios. De allí que:

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Dolores es una ciudad argentina, cabecera del partido homónimo de la provincia de Buenos Aires. Es conocida como el “Primer Pueblo Patrio”, fue la primera población creada por el estado argentino en formación luego de la declaración de la independencia de la Argentina. 36 Datos del censo de 2010. 37 En el período 2003 - 2007 Meckievi fue Intendente Municipal de Dolores por tercera vez. Durante este último período, en materia de cultura y patrimonio, entre otros, fueron creados la Orquesta Escuela Infanto Juvenil de Dolores, el archivo histórico municipal Dorcas Berro, el Paseo “Fiesta Nacional de la Guitarra”, el libro conmemorativo, “Dolores Primer Pueblo Patrio”, el escudo y la bandera de la ciudad. 38 Agustina Padula, op. cit. 39 Id.

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De acuerdo con lo que postula el cartel que orienta la visita autoguiada que se encuentra a la entrada del cementerio de Dolores, fue en 1868 cuando se constituyó la necrópolis en su ubicación actual, sobre calle Olavarría, a la entrada de la ciudad. Según la misma fuente, el constructor se llamó Juan Donet. 33 Agustina L. Padula, La muerte en el contexto actual. Reflexiones acerca de la teoría y la gestión de los espacios funerarios, Argentina, tesis inédita (licenciatura en Gestión del Arte y la Cultura), Universidad Nacional de Tres de Febrero, 2013. 34 Id.

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El gestor, en numerosas oportunidades, se verá obligado a hacer uso de sus competencias como investigador, como productor, como administrador, como director, o en su defecto, a delegar funciones a un equipo de trabajo. Es indiscutible, no obstante, que mientras mayor sea su conocimiento sobre un tema, mayor será su capacidad de decisión, de resolución y de acción concreta.

De allí que, de inmediato el eje anterior se vincula con el tercero y último, es decir, el eje educativo. En efecto, partiendo de que la dimensión educativa es “la única capaz de perpetuar y/o transformar las prácticas humanas” es clave conocer el cementerio y reconocerlo como propio para así cuidar su patrimonio y apropiarse de él. En virtud de ello, la educación es la herramienta fundamental en el proceso de sensibilización de la comunidad. Y finalmente, en consonancia con ello, se debe promover el respeto por los otros y la integridad del espacio funerario para que su constitución como sitio patrimonial donde se realizan visitas guiadas no sea disruptivo respecto del duelo o la congoja. En otras palabras, el turismo debe ser sostenible y a la vez respetuoso por los otros, sus creencias y sus manifestaciones y para ello, la educación debe ser la vía para instrumentar instancias de resignificación del patrimonio y la incorporación de hábitos 41 para un turismo responsable.

En la misma línea, el gestor cultural debe hallar el valor que todo cementerio posee con vistas al armado de narrativas que orienten la visita patrimonial. Para ello se debe realizar un relevamiento de las personalidades que yacen en el cementerio en cuestión y de las propias 40 particularidades de la necrópolis sobre la que se está trabajando. Sabemos que toda decisión implica un recorte y que dicho recorte lleva implícito un juego de tensiones respecto de lo que amerita ser recordado y lo que será pasado por alto, y en este sentido, toda decisión patrimonial también es una decisión política. Más adelante retomaremos esta cuestión con arreglo al caso del cementerio de Dolores. No obstante, en este apartado vale destacar la importancia de enmarcar los discursos, o sea, de discriminar las historias reales de los relatos inventados a los fines de evitar caer en estereotipos, en rumores imprecisos o en grandes ficciones, relatos atractivos para los turistas pero plausibles de generar ambigüedad o confusiones. Respecto de los dos últimos ejes -el contextual y el educativo-, Padula establece, para el eje contextual, que los cementerios deben leerse en su entorno, o sea, situarse en un tiempo y en un lugar, en definitiva, en una cultura y para ello es necesario enmarcar cada necrópolis en su contexto antes de armar cualquier itinerario o ruta turística. Pues, en ocasiones -puntualiza- los criterios en torno a los cuales se elaboran los itinerarios o rutas turísticas “limitan los recorridos y aíslan el sitio turístico de su contexto” lo que provoca que ciertos puntos sean visualizados en detrimento de otros. Para evitar este déficit, la autora propone conocer la necrópolis y el territorio en el cual ésta se inscribe pero, asimismo, encarar un trabajo mancomunado entre las autoridades del cementerio, los cuidadores, el personal administrativo y la comunidad en general a los fines de la conservación, la resignificación y puesta en valor del patrimonio. Pues, aunque parezca una verdad de perogrullo, un cementerio no solo involucra difuntos: el personal que trabaja allí, los visitantes, la comunidad en general lo constituyen y para valorarlo y cuidarlo, primero, es necesario conocerlo.

El proyecto de visita autoguiada en el cementerio de Dolores El proyecto de visita autoguiada en el cementerio de Dolores se inauguró durante la gestión de Alfredo C. Meckievi, en 2005, en el marco de una política pública de revisión del pasado local cuyas acciones de elocuente 42 sentido simbólico modernizaron -no sin controversias -de manera significativa el espacio público, zanjaron viejas disputas en torno a la fecha de fundación de la ciudad e incluyeron, entre otros, la creación de nuevos símbolos -la bandera y el escudo local- junto a la resignificación de Dolores en torno al valor de “Primer Pueblo Patrio”, la vinculación de la identidad a la imagen de la Dolorosa -virgen patrona de la ciudad- con una prevista creación de un circuito religioso ad hoc y la elaboración de un libro conmemorativo. La funcionaria responsable de la Secretaría de Turismo durante la gestión de Meckievi, Carla Galluzzi, recuerda que el proyecto de visita autoguiada en el cementerio -a todas luces pionero- no fue una acción aislada sino que formaba parte de un proyecto ambicioso que incluía el importante espacio verde aledaño, el Parque Libres del Sur y el sector perteneciente a la provincia de Buenos Aires del Museo y Parque Libres del Sur, junto al entonces recientemente inaugurado Paseo de la Guitarra. Y

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Id. En el marco del proyecto de visita autoguiada al cementerio de Dolores, las paredes que rodean al mismo fueron pintadas de color rojo, en oposición al blanco que solía tener, lo que provocó airadas controversias en aquel momento. 42

40

Id.

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Fui consultando bibliografía y a distintos personajes de Dolores como Miliki Fortini, Juancito El Libanés,43 libros del archivo histórico, masonería, jefe de la cárcel, etc… (C.G. 20/05/2013).

que para la creación del mismo, implicaron a la comunidad, recopilaron información de fuentes orales e incluso, plantaron árboles con los vecinos: En efecto, el trabajo hecho en el cementerio lo realicé en la gestión de Tati y no puedo creer los años que ya pasaron. También realicé el paseo autoguiado del que lamentablemente quedan restos en la ciudad. Dentro de éste estaba incluido el Parque Libres del Sur y el Museo y Parque Libres del Sur. Por otro lado habíamos recabado linda información de los vecinos de la ciudad mientras creábamos el Paseo de La Guitarra. Los vecinos plantaron un árbol cada uno y nos contaron sus historias y dedicaron ese momento a alguien de sus afectos. Dentro de esa recopilación de información verbal fue que nos enteramos que el Parque Libres del Sur había también sido forestado por los vecinos, nota de color muy emocionante para Tati y para mi ya que casualmente hicimos lo mismo sin saberlo con muchos años de historia de por medio” (C. G. 14/05/2013).

Un dato importante es que el proyecto de puesta en valor patrimonial y recorrido turístico incluía un circuito urbano que revalorizaba los principales edificios del centro de la ciudad. Para identificarlos, se instaló señalética estática en las veredas frente a las fachadas de los mismos que, en muchos casos, fueron con posterioridad destruidos por vandalismo: …El Museo y Parque tienen sus carteles indicadores por considerárselos atractivos turísticos y estos están incluidos en un circuito más amplio que contempla la ciudad completa (C.G. 20/05/2013).

En cuanto a la construcción del relato que habría de guiar el 44 itinerario, al revisar la nómina de los personajes propuestos es posible analizar continuidades y rupturas respecto de la construcción de los memorables en otros dispositivos oficiales, tales como publicaciones oficiales (libro del Centenario de la fundación de Dolores y del Sesquicentenario, respectivamente) o recopilaciones publicadas por historiadores locales. En efecto, mientras algunos de ellos ya aparecían destacados como personalidades relevantes en el libro del Centenario tales las asociaciones de Socorros Mutuos propias de las colectividades de inmigrantes, mujeres benefactoras, o asociaciones secularizadas como la masonería de notable injerencia política entre las profesiones liberales de fines del siglo XIX y principios del XX, otras presencias son novedosas y se vincularían con un relato no oficial de la historiografía local que permitió revalorizar a los afrodescendientes -cuya presencia en Dolores fue notoriamente visible en el siglo XIX- y la medicina alternativa cuyas prácticas convivían a la sombra de la medicina oficial. Lo significativo es que algunas de ellas se convirtieron con el tiempo en sitios de devoción popular, como el sepulcro de la “Madre Angelita”, a quien se le atribuyen varios milagros, o la tumba de Berta Smith, joven prostituta que murió en circunstancias poco

Habiendo sido un proyecto formal enmarcado en una política pública, se elaboró documentación pertinente que incluía la descripción detallada de la propuesta. Galluzzi, que ya no vive en Dolores, no conserva copia del proyecto: Lamentablemente esa información no me la quedé, debería estar en la Secretaría de Turismo de Dolores como patrimonio que espero conserven de igual manera que yo conservé lo que pude rescatar de la gestión anterior a la nuestra del sótano invadido de agua del edificio municipal (C.G. 14/05/2013).

Aun cuando fue la propia Galluzzi la que recopiló la información, elaboró la narración que direccionaba la visita turística autoguiada, la idea no fue original de ella sino personal del intendente: El circuito autoguiado del cementerio fue una idea de Tati quien había visto en ciudades turísticas muy conocidas a nivel internacional este tipo de atractivo. La elección de los personajes, y la investigación de la historia de los mismos, la redacción y búsqueda de fotos, la indicación del mapa desde conseguirlo, ya que no había en el cementerio, lo realicé yo.

43

El primero es un conocido recopilador de historia local aficionado y el segundo, comerciante (el apodo se refiere al nombre de su comercio). Ambos son vecinos de Dolores. 44 La nómina completa de sepulturas que integraban la narrativa que guiaba el itinerario y que figura en el cartel que aún resiste en la entrada del cementerio es la siguiente: Caídos en Malvinas, Guerreros de la Independencia, Ángela Petrona de Bertoni, Logia masónica, Leoncio Lázaro Negri, Abel Fleury, Rosalía Argañaraz de Grané “La médica del pabilo”, Joaquin Viedma, Sociedad Libanesa de Socorros Mutuos, Matías Rozas, Sociedad Unione Italiana, Sociedad Española de Socorros Mutuos, Asociación de Maestros, Manuela Butiérrez de Urdandivéluz, Bertha Smith, María Ángela Insúa de Negri “La madre Angelita”, Sociedad Italia.

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muchos, la curandera Angelita. También tenemos un dolorense muerto en la revolución del radicalismo, la Revolución del Parque, 46 (Leoncio) Negri. La idea fue que no pasaran desapercibidas varias cosas que pintaban distintos momentos, distintas circunstancias…(A. M., 26/04/2013).

claras y cuya lápida es hoy una cita obligada para los jóvenes que le piden 45 milagros para contrarrestar el desamor. En consonancia con la idea de revisión de la historia local, Alfredo Meckievi puntualiza su interés por poner en valor diferentes monumentos funerarios con vistas a crear una identidad en torno a la cual los dolorenses debían reconocerse aun cuando este relato cohesivo no estuviera exento de contradicciones. De acuerdo con nuestra fuente, la idea, diseño del proyecto e instrumentación de las acciones estuvo a cargo suyo, literalmente:

El circuito autoguiado tenía previsto ser parte de un circuito mayor que iba a conectar tres espacios -el Parque Libres del Sur y el paseo de la virgen, el Museo Libres del Sur y (a través de un conducto por debajo del distribuidor de la ruta 2) el cementerio de Dolores-. Su objetivo era poner en valor la necrópolis local en tanto museo al aire libre, sitio de memoria donde se preserva la historia del pueblo, meta que -de acuerdo con la fuente- se habría cumplido no sin conflictos:

…Yo me encontré en algún momento con la necesidad de que esta historia que no podía ser tomada tal cual uno la había recibido surgiera a la luz del día. Así que hubo distintas líneas de acción. En este caso puntual era una recorrida de nuestra historia a partir de un lugar que existía desde hacía ya muchos años -no es el primer cementerio de Dolores- pero que en él anidaba la historia de muchos hombres que tenían que ver con el desarrollo del lugar (A. M., 26/04/2013).

A mí me interesaba saber quiénes estaban y dónde estaban… La idea era ponerle una mirada a este lugar que era casi un museo desconocido y primero generó alguna alarma y algún disgusto pero luego sentí que, a punto de que empezábamos a hablar de las historias concretas, se modificaba esa actitud...(A. M., 26/04/2013).

Acerca de la manera en que se seleccionaron las sepulturas que iban a conformar el relato o el guión vertebrador de la visita autoguiada, Meckievi afirma que los memorables -a diferencia del canon anterior- esta vez iban a estar conformados por personajes que fueran solidarios con lo que la gente común valoraba. En clave revisionista, la construcción del relato fue reelaborado a la luz de una tradición construida con la idea de encarnar el verdadero espíritu del pueblo, un relato solidario con los valores que porta la comunidad imaginaria e imaginada cercana a la idea de nación:

Aun cuando, desde la perspectiva de Meckievi, el proyecto contó con la adhesión del público, lentamente, con el paso del tiempo, el cambio de autoridades y el desinterés en continuar con el proyecto, la cartelería se fue deteriorando, otra fue rota o robada y, hoy día, solo quedan unos pocos carteles desafiando el óxido y los soportes como huellas mudas de lo que fue un proyecto novedoso y pionero en materia de gestión del espacio funerario. Nos arriesgamos a conjeturar que, más allá de cuestiones de transferencia de élites y de cambio de poder y/o construcción de hegemonías, en principio, el primer déficit habría sido la falta de formación de público. O, en otras palabras, retomando lo postulado por Agustina 47 Padula, habría faltado el eje pedagógico. Al respecto, Meckievi sostiene que:

…No solo la gente que tuvo que ver con la política sino también con la gente que tuvo que ver con la cultura, la idiosincrasia, la historia social del lugar. Yo tomé la idea y le pedí al instituto Bertoni y hablé con los historiadores de Dolores y los traté de motivar para poder tener un relevamiento. Teníamos como un cúmulo de datos insuficientes y de ahí pusimos en valor varias de las tumbas que tenían un significado especial para la comunidad. Desde la tumba de (Abel) Fleury que nadie tenía muy presente que estaba y, obviamente, debimos repararla e individualizarla que había sido una figura prominente de la música en Dolores y que dio lugar a la Fiesta de la Guitarra. Hubo la tumba que acá llamamos del Soldado Desconocido, que guarda los restos de soldados del ejército sanmartiniano y motivó que lo consideráramos de manera individualizada. Y así había

Le faltó formación de público. Eso seguro, porque es muy difícil hacer todo a la vez. Es ir preparando la cabeza de la gente. En ese lapso de tiempo no logras hacer todo junto. Por eso yo impulsaba o pretendía impulsar muchas estructuras que, en Dolores, entidades que se nuclean pero son solo 46 Se refiere a la insurrección cívico-militar producida en la Argentina el 26 de julio de 1890 dirigida por la recién formada Unión Cívica, liderada por Leandro Alem, Bartolomé Mitre, Aristóbulo del Valle, Bernardo de Irigoyen y Francisco Barroetaveña, entre otros. La revolución fue derrotada por el gobierno, pero de todos modos llevó a la renuncia del presidente Miguel Juárez Celman, y su reemplazo por el vicepresidente Carlos Pellegrini. 47 Agustina Padula, op. cit.

45

Cfr., V. Meo Laos, y A. Padula, “La lápida de Berta Smith: Un sitio de devoción popular”, ponencia presentada en el XIII Congreso Iberoamericano de Gestión y Valoración de Cementerios Patrimoniales de la Red Iberoamericana de Gestión y Valoración de Cementerios Patrimoniales. Rosario, 2012.

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Bibliografía – Hobsbawn, Eric y Ranger, Terence, La invención de la tradición, Barcelona, Crítica, 2002. – Margulis, Mario, et. al., La segregación negada. Cultura y discriminación social, Buenos Aires, Ed. Biblos, 1999 – Meo Laos, Verónica y Padula, Agustina, “Viejas y nuevas élites. Una aproximación a las tensiones sociales en el cementerio de Dolores. El valor pedagógico del espacio funerario”, en XI Encuentro Iberoamericano de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, Paysandú, Uruguay, 2010. – __________, Sueños de trascendencia profana. Una reflexión a partir del caso del cementerio de Dolores, Alemania, EAE Publishing, 2012. – __________, “La lápida de Berta Smith. Un sitio de devoción popular”, en Hábitat. Conservación, Reciclaje y Restauración, año XIX, núm. 74. – Nieves Sosa, Emilce, “La Creación del Cementerio Público de Mendoza”, en Comisión para la Preservación del Patrimonio Histórico Cultural de la Ciudad de Buenos Aires (2005). Patrimonio cultural en cementerios y rituales de la muerte, Buenos Aires, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, tomo 2. – Padula, Agustina L., La muerte en el contexto actual. Reflexiones acerca de la teoría y la gestión de los espacios funerarios, Argentina, tesis (licenciatura en Gestión del Arte y la Cultura), Universidad Nacional de Tres de Febrero, 2013. – Quevedo Hijosa, Federico y Novara, Hércules, Dolores: La ciudad y los campos. Durante un siglo 1818- 1919. – Roncoroni, Atilio, Historia del Municipio de Dolores, Argentina, Municipalidad de Dolores, 1967. – __________, El Capitán Ramón Lara. Fundador y Primer Ciudadano de Dolores (Historia documentada del avance de la frontera del Sud de Buenos Aires y de la épica lucha el blanco con el indio), Dolores, edición del autor, 1968. – Selva, José Fernando, Quién fue quién en Dolores, Dolores, edición del autor, 1975. – Shore, Cris, “Hacia una antropología de las élites”, en Etnografías contemporáneas, año 4, núm. 4, San Martín, UNSAM, septiembre 2009.

Conclusión El presente trabajo nos obliga a reflexionar acerca de las relaciones entre la teoría y la práctica de la gestión cultural. Los cementerios son sitios que se enmarcan en culturas y que se ven atravesados por connotaciones y significaciones ligadas a ellas. Es relevante, en consecuencia, comprender que quien gestiona en ellos debe analizar una serie de variables que condicionan la acción. En ese sentido, parte de este escrito se destina a la problematización en torno a la gestión de los espacios funerarios, es decir, al establecimiento de nódulos en los que el profesional debería detenerse para orientarse hacia un ejercicio responsable de su tarea. La inclusión de la experiencia llevada a cabo durante el gobierno de Meckievi instala la discusión, propicia el análisis de un caso concreto. Sin duda alguna, el proyecto mencionado resulta innovador en su momento y se direcciona hacia la integración con otros proyectos, lo que nos aproxima a nociones más globales de acción, en otras palabras, a instancias que exceden el espacio del cementerio y que intentan incluirlo en un discurso mayor. Sin embargo, es notable destacar que los esfuerzos resultan infructuosos cuando no se trabaja en conjunto con la comunidad. En efecto, luego de estudiar los dichos del entonces Intendente de Dolores y de su funcionaria, es posible afirmar que uno de los puntos débiles de la propuesta consiste en la escasa importancia dada a los ejes educativo y contextual en lo que refiere a la formación de públicos, por un lado, y a hacer partícipe a la comunidad en el proyecto en cuanto proceso, por el otro. La pérdida o destrucción del material elaborado para las visitas autoguiadas por parte de las autoridades subsiguientes da cuenta de una lógica de indiferencia o rechazo a todo lo que es generado en un marco diferente. Como si esto fuera poco, es llamativa la ausencia de registro personal en los archivos de los participantes directos o responsables de la propuesta. Consideramos, entonces, que la experiencia tematizada tiene fortalezas y debilidades y que repensarlas, sobre todo en el caso de estas últimas, es necesario para reformular u orientar la gestión, aprovechar el potencial de las primeras y planificar acciones a futuro para llevar a cabo un ejercicio consciente de la gestión cultural.

Página electrónica – Norá, Pierre, Entre memoria e historia: la problemática de los lugares, en www.cholonautas.edu.pe.

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El patrimonio cultural y la sustentabilidad existente con respecto a la arquitectura funeraria Walkyria Angulo México

Imagen 2. Fuente: Archivo de Alfredo Angulo.

Introducción En la actualidad existe una progresiva concienciación de los valores que nuestro patrimonio cultural encierra en sí mismo, ya que no hay que olvidarse que el centro histórico fue alguna vez, la ciudad toda y, por lo tanto, síntesis de la diversidad que le caracteriza. Su origen y riqueza provienen de su heterogeneidad. Generalmente las ciudades tienen en su centro histórico al origen de su propia vida, y así como se desarrollaron con el paso de los años, hoy deben retomar sus pasos desde estas raíces, desde el centro histórico, porque la renovación de la ciudad solo se logrará si es que se planifica desde el centro, con el máximo respeto a la historia y a los recursos que le son propios de la nación y no traídos del exterior, como generalmente se cree que puede ocurrir en estos casos.

Imagen 1. Fuente: Archivo de Alfredo Angulo.

Ni el patrimonio económico y cultural heredado del pasado, ni la importancia política y los medios financieros que el estado atribuya a sus ciudades serán suficientes, si no se produce la movilización de sus propias fuerzas. Para lo cual se requiere que las ciudades dispongan de una fuerte identidad sociocultural y de un liderazgo político autónomo y representativo y, sobre esta base, generan proyectos colectivos que proporcionen a la sociedad 48 urbana una ilusión movilizadora de todos sus recursos potenciales.

El concepto de Patrimonio Cultural y su sustentabilidad …El patrimonio cultural de un país, región o ciudad está constituido por todos aquellos elementos y manifestaciones tangibles o intangibles

48 Jordi Borja, Democracia local: descentralización del Estado, políticas económico-sociales en la ciudad y la participación popular, Barcelona, Adjuntamente de Barcelona, 1988, p. 40.

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producidas por las sociedades, resultado de un proceso histórico en donde la reproducción de las ideas y el material se constituyen en factores que identifican y diferencian a ese país o región. 49

Además, la información es un componente esencial del patrimonio, ligado a todos los demás. Saber cómo, cuándo y por quién ha sido utilizado, enriquece nuestra comprensión del contexto humano del que procede. La trasmisión de este tipo de información es tan importante como la del propio objeto al que se refiere. Estas manifestaciones y elementos son un reflejo de la respuesta que el hombre da a los problemas concretos de su existencia y su relación con el 52 entorno; esto es lo que hace valido para el “desarrollo sustentable” . Ello implica un proceso de reconocimiento intergeneracional de unos elementos como parte del bagaje cultural y su vinculación a un sentimiento de “identidad” y de vinculación a un grupo. Conforme a Identidad, el panorama ante el cual se encuentra la arquitectura es: La reconstrucción de una identidad en ciudades donde hay una creciente dificultad del habitante por reconocer el entorno en que habita o trabaja, parece uno de los desafíos cruciales que nos afectan doblemente a los americanos en cuanto que no sólo hemos ido destruyendo nuestros paisajes urbanos personalizantes, sino que a la vez hemos trasladado modelos formales y tecnológicos ajenos, aplicados fuera del contexto de las mismas teorías externas que los avalaban, como un depósito de rezago de 53 las “identidades ajenas”.

En definitiva los elementos que constituyen el patrimonio cultural son testigos de la forma en que una sociedad o cultura se relacionan con su 50 ambiente. Entonces el patrimonio cultural se constituye por una porción del ambiente transformado, incluyendo formas de organización social, relaciones entre los diversos sectores de la sociedad y de las instituciones sociales. Esto es variable en cada época, y cada sociedad rescata el pasado de manera distinta, seleccionando de este, ciertos bienes y testimonios que se identifican con el patrimonio. El patrimonio, por lo tanto, es el producto de un proceso histórico dinámico, una categoría que se va conformando a partir de la interacción de agentes y diferentes situaciones, que obligan a obtener una mirada a largo plazo, tanto en la concepción como en el uso de los recursos. En este mismo sentido y con relación a este término Marina Waisman hace la siguiente precisión: La definición de lo que se entiende por patrimonio no puede intentarse si antes no se determina cuál será el proyecto cultural a partir del cual se valorará el conjunto de objetos que han de considerarse como patrimoniales. Pues a ningún objeto puede asignársele o reconocérsele valor- o significado, si no es en relación con un grupo humano… Si en cambio, se asigna trascendencia a la consolidación de la identidad cultural del grupo social, el patrimonio arquitectónico y urbano adquirirá valor en función de su capacidad como elemento de identificación y apropiación del entorno por parte de ese grupo, y las consecuencias de esta toma de posición, tanto para la determinación de los bienes patrimoniales como para su tratamiento, conducirán a operaciones de rescate o refuncionalización por vías ricamente activas. 51

...dos paramentos centrales para el estudio de la identidad: el tiempo y el espacio vistos como las dos evidencias ideológicas básicas sobre las cuales la cultura modula e incorpora a los individuos que la integran, e imprime un sentido social a sus prácticas cotidianas. 54 52 El término “Desarrollo Sustentable” fue institucionalizado en 1987 por las Naciones Unidas, como resultado de los trabajos de la denominada Comisión Bruntland, de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente (Onu,1987) y su definición es: “ Desarrollo Sustentable es aquel que no pone en riesgo las necesidades de las generaciones futuras por satisfacer las del presente”. 53 “El patrimonio cultural no se restringe a rastros materiales, como son monumentos, obras de arte y objetos de museo; abarca costumbres, conocimientos, sistemas de significados, habilidades y formas de expresión simbólicas, que corresponden a diferentes esferas de la cultura y que pocas veces son reconocidos como parte del patrimonio cultural, valor que se establece por su relevancia de términos de la escala de valores de la cultura a la que pertenece. En ese marco se jerarquiza y filtran los bienes del patrimonio heredado, otorgándoles o no la calidad de bienes a conservar, según la importancia que les da la memoria colectiva y su integración y continuidad en la cultura presente”, véase en Rafael López Rangel, “La búsqueda de la identidad de la arquitectura latinoamericana. La polémica de los seminarios y congresos latinoamericanos de la década de los ochenta”, en Diseño y Sociedad, año 2, núm. 1, México, UAM Xochimilco, Ciencias y Artes para el Diseño, Departamento de Teoría y Análisis, mayo-julio de 1992, pp. 58-71; citado en Mariana Landeros Morales, El bagaje cultural de la identidad de los estudiantes de Arquitectura, Mérida, tesis de maestría, 2001, p. 35. 54 José Carlos Aguado y María Ana Portal, “Tiempo, espacio e identidad social”, en Alteridades, núm. 2, México, UAM Iztapalapa, CSyH, Departamento de Antropología, 1991, p. 31; citado en, Mariana Landeros Morales, op. cit., p. 35.

49

Guillermina Fernández, “Turismo, Patrimonio Cultural y Desarrollo Sustentable”, en, Caminos de Geografía, vol. III, 2002, p. 32. 50 “La cuestión ambiental es una problemática eminentemente social: ésta ha sido generada y está atravesada por un conjunto de procesos sociales”... el valor de la diversidad biológica, la heterogeneidad cultural y pluralidad política, así como la valoración del patrimonio de recursos naturales y culturales de los pueblos. Enrique Leff, citado por Rafael López Rangel, “Capítulo II”, en Consideraciones preliminares acerca del “Desarrollo Sustentable” y la pertinencia de su vinculación con el Proyecto Urbano, II, México, tesis de doctorado, UAM, p. 88. 51 Marina Waisman, “El interior de la Historia, Historiografía arquitectónica para el uso de Latinoamérica”, en Escala, Colombia, 1990, p. 127.

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organismos internacionales, sino también por organismos nacionales, regionales, o locales podrían implementar programas de defensa o revalorización del patrimonio histórico y cultural edificado, los cuales coadyuvarían a la elaboración de una identidad local. Al aprovechamiento del potencial cultural del interior del país, podríamos agregar el de la ciudad de Culiacán, Sinaloa, la cual ofrece una historia rica, aun con vida, y que nos lleva a la conjugación de características muy propias y distintivas.

Para lograr el desarrollo sustentable del patrimonio cultural, se necesita poner en valor todo este patrimonio, tanto material como inmaterial. Pero para conseguir todo esto es preciso aunar esfuerzos y fomentar la 55 conservación del “patrimonio” y de nuestra “cultura”. La cultura, es al respecto un recurso excepcional que además, se transforma en la mejor fuente potencial para financiar la preservación del patrimonio cultural. …La cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos distintivos espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan una sociedad o un grupo social. Ella engloba además de las artes y las letras los modos de vida los derechos fundamentales del ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias. 56

El desarrollo sustentable en relación al Patrimonio Cultural Edificado

En tal sentido, el desarrollo sustentable debe ser concebido en objetivos y estrategias en donde se discuta en todas sus dimensiones la utilización del patrimonio y de nuestra cultura. Actualmente la modalidad del uso del suelo entorno al lugar donde se ubique es una de las variables que más afecta al patrimonio cultural. Aunado a esto la excesiva comercialización y manipulación del patrimonio desde un punto de vista orientado al marketing urbano ha reducido a “símbolos” a aquellas características relevantes de los sitios arqueológicos e históricos, a aquella costumbre tradicional, o alguna fiesta popular, descontextualizando a esos rasgos culturales que nos habían caracterizado a lo largo de la historia y que habían formado parte del patrimonio de un espacio. La desvalorización o el desconocimiento del lugar o sitio que se visita llevan muchas veces a su deterioro, ya que la carencia de educación y un equivocado comportamiento lo reducen al maltrato. Por esto es indiscutible desvincular a un sitio o monumento, del su entorno, las personas que lo rodeen, su ubicación, y la sociedad que lo contiene. Aquí será relevante mencionar que, no solo la revalorización del patrimonio está dada por la aplicación de políticas elaboradas por

Imagen 3. Fuente: Archivo de Walkyria Angulo.

En general, en el campo de los centros históricos y su desarrollo teórico conceptual es muy escaso, este grado campea. A partir del empirismo, el voluntarismo (muchas veces político) y una creciente confusión. Por ende será muy importante partir dividiendo la definición del objeto de estudio (centro histórico) con el de su intervención, pues de no llegar a existir diferenciación entre el objeto a intervenirse y la lógica de su intervención, se terminarían confundiendo como si fueran una sola. Por lo tanto será indispensable emprender un proceso de reconceptualización que permita enmarcar el quehacer teórico – práctico. Es de resaltarse la cuestión, ciertamente tradicional, de la “imagen urbana” del sector a estudiar, que con el criterio del Proyecto Urbano se vincula a la conservación del patrimonio edificado, a la consideración de sus valores de uso y culturales. Aquí tomamos en cuenta todos los “niveles” del patrimonio, rebasando la idea de las piezas únicas o monumentales como único criterio de valoración, y nos enfocamos a sectores de ciudad, como

55

Ramón M. Bonfil Castro, “La Conservación del patrimonio cultural frente a la globalización”, XX Symposiun Internacional de Conservación del Patrimonio Monumental, en la ciudad de Campeche, Campeche, México, 18 al 22 de Octubre del 2000, p. 106. 56 Véase unesco.org/culture/laws/stockholm/html_sp/11393550.pdf. Definición de Cultura propuesta por México en la Conferencia Mundial sobre Políticas Culturales llevada a cabo en México el 6 de agosto de 1982 y que a su vez es reafirmada en la Conferencia Intergubernamental sobre políticas culturales para el desarrollo, Estocolmo del 30 de marzo al 2 de abril de 1998.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. “Centros Históricos” y “barrios tradicionales. La clave es la determinación de esa diversidad de valores y no limitarnos al estudio de las fachadas como se hace comúnmente, sino aplicar los criterios de rehabilitación integral. Cabe decir que el tratamiento de la sustentabilidad al patrimonio construido, empieza a generar interés entre los especialistas e interesados en el tema. Dentro de éste, mencionemos que otro reconocimiento del Proyecto Urbano es de considerar la continuidad histórica de la ciudad y de la necesidad de que los criterios de renovación y transformación de ésta aseguren esa continuidad, sin soslayar lo producido en el siglo XX, pese a 57 que gran parte de ello se haya realizado como una negación del “pasado”. Aquí pudiera usarse como eje para la interpretación del patrimonio de una comunidad a partir de formas de educación no formal. Sin duda alguna esto se vuelve complejo, ya que encierra e interrelaciona agentes asociados al sector y políticas que incorporen estos objetivos y una mirada a largo plazo. Así, la interpretación del patrimonio cultural se asocia a la creación de estrategias de comunicación diseñadas especialmente para revelar el sentido de espacios, lugares, objetos, etc., de interés cultural. Argumenta la necesidad de evitar la degradación y deterioro, en la medida de lo posible y fomenta su conservación, con la intención de que sean conocidos y disfrutados por las generaciones futuras. Los lugares deben sustentarse en la revalorización y refuncionalización del patrimonio en todas sus dimensiones. Esto debe vincularse a la propia comunidad, a su crecimiento, lo que implica un mejor 58 nivel en la “calidad de vida” y a su vez la necesidad de un desarrollo 59 integral que refuerce su identidad local. Dentro de este aspecto cabe mencionar:

Las actividades llevadas en los últimos años encaminadas a la protección del Patrimonio Cultural, han supuesto un gran esfuerzo para algunas administraciones, pero han permitido, en el caso del Patrimonio Histórico, preservar sobresalientes creaciones arquitectónicas y artísticas; obras señeras, testimonio de una época, ubicadas en un ente vivo como es la ciudad. El Patrimonio Cultural y la arquitectura funeraria en Culiacán

Imágenes 4 a 7. Fuente: Archivo de Walkyria Angulo.

Partiendo de la asimetría que existe entre la ciudad y el patrimonio cultural edificado en los centros históricos y de los cambios de funcionalidad que experimentan a lo largo de la historia de la ciudad, cabría hacerse la siguiente pregunta: ¿Qué ha ocurrido y qué papel cumplen las edificaciones patrimoniales en el marco de la globalización? Indudablemente han sobrellevado una muy notable transformación. Ahora las ciudades viven el fin del ciclo expansivo de la urbanización, adoptado en la segunda guerra mundial. En donde se ha llegado al límite dentro del proceso de migración del campo a la ciudad. Actualmente los individuos han adoptado el sentido de no pertenecer a la cuál vive el presente; esto ya sea porque nación en otra ciudad o región, o por qué trabaja, estudia o reside en espacios muy distintos a los que en este momento habita. Por eso, los seres humanos que cohabitan con las edificaciones patrimoniales, muchas veces no cuentan con un sentido de identidad, atracción o respeto hacia ellos. Lo cual ha originado que estos espacios

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Rafael López Rangel, Reflexiones sobre el proyecto urbano, UAM Xochimilco, CyAD, Posgrado, documento en proceso, p. 8. Lecturas realizadas como parte del Seminario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente del Programa de Maestría de la facultad de Arquitectura de la UAS. 58 Ibid., p. 5. “La calidad de vida muchas veces nos lleva al deterioro de la ciudad. La búsqueda de la sustentabilidad urbana implica, incluso para la definición de ésta, de otra noción que ahora cobra ímpetu en las acciones dirigidas a la planeación, “desarrollo” de la ciudad y naturalmente, al Proyecto Urbano.” 59 “Estamos pues viviendo un período de transición en los albores de un nuevo ciclo cuyos rasgos se van poco a poco diseñando. Tal es lo que puede observarse cuando se analiza la evolución semántica de la mayor parte de los términos utilizados por los actores urbanos. Ya sea que se trate de ideas nuevas y recientes como las de proyecto urbano, baldío industrial, arqueología industrial o patrimonio, medio ambiente, desarrollo sustentable, o bien, de conceptos más o menos tradicionales pero completamente renovados, como los de arquitectura, urbanismo, urbanidad, monumento histórico, naturaleza, paisaje, y ecología, se toma en consideración el conjunto de significados desde el momento de su aparición y evolución histórica hasta nuestros días, y descubrimos hasta qué punto se ha verificado al cabo de tres o cuatro décadas, un increíble fenómeno de actualización de ideas”, en Rafael López Rangel, El concepto de Desarrollo Sustentable, como parte de las ideas emergentes de los umbrales del siglo XX y el XXI, p. 5,

lecturas del Seminario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Programa de maestría, Facultad de Arquitectura, UAS.

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históricos sean víctimas del abandono de lo cívico y de la pérdida de su condición de espacio público. Ahora se le da más valor a la movilidad de la población que a sus propias necesidades de encuentro y esparcimiento, ya que existe la tendencia a convertir el espacio de la ciudad, más en un lugar 60 de tránsito que en un lugar de encuentro. Dentro de nuestra historia, hemos sido testigos de cómo a partir de una equivocada idea de modernidad y de una mercenaria concepción de arquitectura, se han destruido edificios de gran valor para la historia social y para el cultivo del alma y el espíritu de todos. Esta destrucción a nuestras raíces, nos ha llevado al olvido de nuestras tradiciones. La sociedad mexicana es una de las más ricas en tradiciones, destacándose sobre cualquier otra, las tradiciones funerarias, puesto que nuestras creencias religiosas nos distinguen internacionalmente. Convirtiéndose sin duda, la tradición funeraria en la de más arraigo cultural y fuerza dentro del sentimiento de los mexicanos. Sin embargo, a pesar de nuestro arraigo cultural respecto a la muerte, la arquitectura funeraria ya no es tan representativa como lo era antes, ya que actualmente se promueve un entierro estandarizado y sin muestra alguna de valor arquitectónico, aun cuando estos cementerios, forman parte de nuestras costumbres. 61 La arquitectura funeraria refleja a su sociedad, sus costumbres, modo de vida, bagaje cultural, tradiciones y creencias de los grupos sociales que dan producto a nuestra cultura. Pero a pesar de todo este valor 62 63 simbólico y de permanencia y de los paradigmas arquitectónicos que representan, nuestras edificaciones funerarias son víctimas del abandono, el olvido y el negado reconocimiento que se merecen. Para nuestra desgracia, como arquitectos y sociedad mexicana, actualmente cada vez es más solicitada la cremación, promoviendo los

entierros en nichos pequeños ya sea en templos o en parques funerarios. Lo cual nos está llevando a la perdida no solo de una de nuestras más grandes tradiciones, sino también la de nuestras raíces, de nuestra identidad, pero sobretodo de nuestro patrimonio cultural arquitectónico. 64 Como parte de nuestra cultura material local se encuentran nuestros cementerios. Este tipo de monumentos no solo trae aparejados un sinfín de simbolismos arquitectónicos, sino también caracteriza y da identidad a nuestro pueblo mexicano para los extranjeros, por ejemplo: Teotihuacán, Montealbán y Chichen Itzá por mencionar algunos recintos prehispánicos funerarios.Los panteones en Culiacán tuvieron máxima expresión, a partir de 1831 cuando el congreso constituyente legisló sobre ellos por vez primera; para lo cual se clausura el panteón que había permanecido por trescientos años, y se abre uno nuevo en la actual esquina de Obregón y Aguilar Barraza; en 1844, se abrió otro panteón, El de San Juan, en una zona alejada de la ciudad, este se ubica en la calle Benito Juárez, actualmente en uso. Este fenómeno de apertura de panteones con cierta frecuencia, se puede asociar con la presencia reiterada de grandes epidemias; se sabe que en 1833 y en 1850, atacó a los habitantes el cólera morbus, atacando a propios y extraños muriendo aproximadamente el cincuenta por ciento de la 65 población. El Panteón San Juan, es el más antiguo y aún en funcionamiento dentro de nuestra ciudad y que cuenta con la mayor riqueza en expresiones plásticas y arquitectónicas. Aparte de corresponder a las políticas modernizadoras, convirtiéndose con esto, en el primer recinto funerario civil, con características de higiene tanto en su ubicación, como en los servicios que ofrecía. No solo la magnificencia de las familias que reposan en este camposanto, es lo que dignifica este recinto; sino también sus múltiples aportaciones estilísticas y tipológicas que lo conforman. Su traza regular, su impecable iconografía y su escultura, se vuelven uno mismo, para darle el realce único e inigualable.

60

Fernando Carrión M., “Lugares o flujos centrales: Los centros históricos urbanos”, en Cepal, serie Medio ambiente y desarrollo, Chile, Naciones Unidas, División de Medio Ambiente y Asentamientos Humanos, diciembre de 2000, p. 32. 61 Arquitectura funeraria, los espacios funerarios, en general, son el depósito de diversos testimonios arquitectónicos y escultóricos, los cuales poseen un doble valor de referencia. Ante todo, son una muestra a pequeña escala de sucesivos estilos escultóricos y arquitectónicos que emergen contemporáneamente en la ciudad de los muertos, véase en http://www.uchile.cl/publicaciones/anales/6/estudios2.htm. 62 “...espacio singular determinado por cierto suceso local y las construcciones que están en aquel lugar; por la forma, la función, por ser sede de las vicisitudes antiguas y modernas: por el acontecimiento que lo ha convertido en lugar simbólico, por ser parte de la identidad y la memoria colectiva de la ciudad”, véase Aldo Rossi, La arquitectura de la ciudad, Barcelona, Gustavo Gili, 1971, p. 52. 63 “…el valor de permanencia de las estructuras espaciales urbanas y arquitectónicas se adquiere en relación directa a la presencia material, como construcción, como manufactura, en el tiempo y que sirven como elementos materiales que dan continuidad y homogeneidad al desarrollo espacial de la ciudad”. Ibid., pp. 98-105.

64

Ibid., “Cultura Material es el valor simbólico que adquieren las estructuras espaciales urbanas y arquitectónicas por su permanencia material en la ciudad, como manufacturas; por sus características formales representativas de manifestaciones culturales de un período histórico determinado”. 65 René Llanes Gutiérrez, La obra urbana arquitectónica de Luis F. Molina en Culiacán, Sin., México, tesis de maestría, 1999, p. 42.

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Imágenes 8 a 10. Fuente: Archivo de Walkyria Angulo.

Con menos pretensiones que el San Juan, posteriormente se abrió el panteón Municipal o Civil –el de los pobres- en 1883. Está ubicado por el boulevard Leyva Solano entre las avenidas Ignacio Aldama y Vicente Guerrero. Cuenta con una superficie de siete hectáreas y su capacidad es 66 de 28 mil inhumados. Este cementerio actualmente sigue prestando sus servicios al público.

Imágenes 11 y 12. Vista área del Panteón Civil. Fuente: Archivo de Alfredo Angulo.

Ya a mediados del siglo XX entran en uso los siguientes panteones: Jardines del Humaya, 21 de Marzo y La Lima, los cuales aunque con mas juventud, dan muestra viviente de lo que podría ser considerado aún, parte de nuestro pasado funerario. 66

Datos obtenidos de la Dirección de Catastro del H. Ayuntamiento de Culiacán.

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Imagen 15. Toma área del Parque Funerario San Martín. Fuente: Archivo de Alfredo Angulo.

A diferencia del Panteón, la ciudad es cambiante y variable ante el efecto de modernidad, globalización y migración, los cuales conllevan al deterioro y destrucción de su patrimonio histórico construido, provocando con esto la perdida de la variedad estilística y arquitectónica de las distintas épocas de nuestra ciudad. Contrariamente, el Panteón San Juan, presenta todo ese bagaje edificado, presumiendo, esa gran variedad arquitectónica característica de todos los procesos culturales, artísticos y políticos del Culiacán Porfirista. La riqueza en la diversidad de sepulturas, monumentos y detalles artísticos que están incluidos en este campo santo, son el vivo ejemplo de su riqueza en la producción constructiva funeraria, creaciones escultóricas y de modelos iconográficos. Actualmente Sinaloa es objeto de un boom arquitectónico funerario. A diferencia de otras ciudades marca la diferencia en las tendencias constructivas ya que influenciados por la cultura del narcotráfico, modelan una nueva perspectiva y directriz en la generación de espacios mortuorios. Dentro de los recintos funerarios contemporáneos en Culiacán, se 67 destaca el de Jardines del Humaya. Este camposanto presenta una reminiscencia hacia las edificaciones majestuosas y opulentas que nos

Imágenes 13 y 14. Vista área del Panteón Jardines del Humaya (izquierda) y 21 de Marzo (derecha). Fuente: Archivo de Alfredo Angulo.

Actualmente Culiacán, cuenta ya con recintos funerarios tipo parque, lo que es considerado “la nueva arquitectura funeraria”. Esta nueva forma de ver los entierros, tan hueca, vacía de significado, identidad y tradiciones; nos está llevando apresuradamente, a perder quizá la más grande tradición mexicana.

67

“Jardines de Humaya se encuentra a media hora del centro de Culiacán, camino a Mazatlán. Anteriormente albergaba a los fallecidos de pudientes familias de agricultores y empresarios locales. Pero desde finales de los 80 también abrió sus puertas a los poderosos del hampa. Uno de los primeros fue Lamberto Quintero, un traficante de mariguana que inspiró el primer narcocorrido”, véase en http://www.reporteindigo.com/reporte/articulo/el-velador-de-narcos.

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hacen remontarnos a la época porfirista, en donde se solía contratar a especialistas para concretar un diseño fúnebre. Las dimensiones, los materiales, los diseños, sus acabados, y sobretodo el lujo con que conviven, se vuelven un atractivo distintivo para aquellos que visiten el lugar. Al recorrer el recinto podrás percibir, los grandes mausoleos repletos de exhibicionismo en el uso de materiales aparentes, en donde bien puede verse vidrios polarizados, vitrales, nichos, cúpulas, figuras sacras de más de dos metros de altura, pisos alfombrados, iluminación, refrigeración y hasta área de juegos con estacionamiento. Pero sus dimensiones, son quienes marcan la diferencia. Ahora me resulta contradictorio decir, que me parece casi imposible el hecho de que estemos regresando a una etapa constructiva funeraria, en donde sea la tumba quién denote quién la habita. En el Panteón Jardines del Humaya, sus moradores son muy famosos y reconocidos mundialmente dentro de los carteles de la mafia. Y son ellos quienes sin quererlo ni imaginarlo, están logrando que los sinaloenses estén regresando al panteón, al diseño de sus tumbas, a nuestras tradiciones.

condenadas al fracaso. Esto supone rehabilitar la gestión pública de los centros históricos. Y que los sujetos patrimoniales logren estructurar una concertación hegemónica que permita construir una voluntad colectiva. Considerando esto, el desarrollo sustentable propone estrategias diversificadas que permitan mejorar la realidad social, política, económica y ambiental específica de cada lugar y la propia interpretación de los elementos patrimoniales.

Bibliografía – Aguado, José Carlos y Portal, María Ana, “Tiempo, espacio e identidad social”, en Alteridades, núm. 2, México, UAM Iztapalapa, CSyH, Departamento de Antropología, 1991. – Bonfil Castro, Ramón M., “La Conservación del patrimonio cultural frente a la globalización”, en X Symposiun Internacional de Conservación del Patrimonio Monumental, en la ciudad de Campeche, Campeche, México, 18 al 22 de Octubre de 2000. – Borja, Jordi, Democracia local: descentralización del Estado, políticas económico-sociales en la ciudad y la participación popular, Barcelona, Adjuntamente de Barcelona, 1988. – Carrión M. Fernando, “Lugares o flujos centrales: Los centros históricos urbanos”, en Cepal, serie Medio ambiente y desarrollo, Chile, Naciones Unidas, División de Medio Ambiente y Asentamientos Humanos, diciembre de 2000. – Fernández, Guillermina, “Turismo, Patrimonio Cultural y Desarrollo Sustentable”, en Caminos de Geografía, vol. III, 2002. – Landeros Morales, Mariana, El bagaje cultural de la identidad de los estudiantes de Arquitectura, Mérida, Yucatán, tesis de maestría, 2001. – López Rangel, Rafael, “La búsqueda de la identidad de la arquitectura latinoamericana. La polémica de los seminarios y congresos latinoamericanos de la década de los ochenta”, en Diseño y Sociedad, año 2, núm. 1, México, UAM Xochimilco, Ciencias y Artes para el Diseño, Departamento de Teoría y Análisis, mayo-julio de 1992. – __________, “Capítulo II”, en Consideraciones preliminares acerca del “Desarrollo Sustentable” y la pertinencia de su vinculación con el Proyecto Urbano, II, México, tesis de doctorado, UAM. – __________, Reflexiones sobre el proyecto urbano, México, UAM Xochimilco, CyAD, documento en proceso.

Conclusiones La globalización ha modificado el concepto de ciudad, ahora se entiende como un destino de paso para el emigrante y de coexistencia para el ciudadano, donde ya no existe el sentido de comunidad pues solo se ve como un lugar de paso o sobrevivencia. Las construcciones históricas empiezan a ser víctimas del abandono y de la pérdida de su condición pública. Ahora se valora más la movilidad poblacional que la necesidad misma de convivencia. El patrimonio histórico, al convertirse en producto de la pobreza cívica y cultural de los ciudadanos, tiende a marginarse y quedar en el olvido. Estos reductos de nuestra historia y memoria colectiva en contadas ocasiones tienden a resguardarse, gracias a la preservación o algún planteamiento de conservación de la arquitectura histórica. Por ello es imprescindible generar políticas sociales y culturales, que conjuguen primero la identificación y arraigo de la población que con el inmueble cohabite, evitando con ello la expulsión poblacional. De igual manera habrá que realizar un buen proyecto de intervención y conservación del mismo, el cual deberá de adecuarse a las nuevas exigencias que la globalización promueva. Políticas de rehabilitación urbana que no tomen en cuenta este contexto histórico de equilibrio entre preservación y desarrollo estarán

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__________, El concepto de Desarrollo Sustentable, como parte de las ideas emergentes de los umbrales del siglo XX y el XXI, lecturas del Seminario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Programa de maestría, Facultad de Arquitectura, UAS. Llanes Gutiérrez, René, La obra urbana arquitectónica de Luis F. Molina en Culiacán, Sin., Culiacán, tesis de maestría, México, 1999. Rossi, Aldo, La arquitectura de la ciudad, Barcelona, Gustavo Gili, 1971. Sandoval Bojórquez, Martín, Luis F. Molina y la arquitectura porfista en la ciudad de Culiacán, México, Talleres gráficos de creativos 7, 1987. Téllez, Germán, “Teoría y realidad del patrimonio arquitectónico y urbano” en Reunión de Directores de Patrimonio de América y El Caribe, Bogotá, Colcultura, 1995. Waisman, Marina, “El interior de la Historia. Historiografía arquitectónica para el uso de Latinoamérica”, en Escala, Colombia, 1990.

Páginas electrónicas – unesco.org/culture/laws/stockholm/html_sp/11393550.pdf. – http://www.uchile.cl/publicaciones/anales/6/estudios2.htm. – http://www.reporteindigo.com/reporte/articulo/el-velador-de-narcos.

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Plan de Manejo 

 





Panteón inglés de Real del Monte, Hidalgo hacia el nombramiento como Patrimonio de la humanidad

Aída Suárez Proceso de Planificación Integral Cementerio San Pedro

Colombia

Claudia Catalina Velásquez Los cementerios, producto cultural integrado a itinerarios culturales

Edith Valverdi María Claudia Yapura Sergio Antonio Álvarez Campos funerarios distintivos del estado de Querétaro de Arteaga susceptibles de ser suscritos en la construcción del Plan de Manejo del Camino Real de Tierra Adentro

Argentina

México

Luz de Lourdes Serna Carlos Alberto Mercado Museo Panteón de San Fernando. Un panteón vivo…

Virginia Ortega

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México

México

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Algunos de los trabajos efectuados constan de un estudio topográfico del sitio, instalación de una malla temporal en el muro perimetral y remodelación de la bodega. Otros se refieren a la restauración de 50 monumentos funerarios y 250 tumbas dañadas, así como diseño y creación de un pequeño jardín para descanso del visitante, trabajos que suman la cantidad de 80 mil dólares. Una importante donación la realizó el gobierno del estado de Hidalgo. He de decir que ya fue creado el pequeño jardín que incluye plantas de ornato que se acostumbran tanto en Inglaterra como en México, para honrar a los muertos. Es un jardín para la contemplación y descanso breve de visitantes. La restauración de los monumentos funerarios y las tumbas dañadas, ya sea por el paso del tiempo y las inclemencias, no se llevó a cabo por falta de fondos. Sin embargo, alrededor del Panteón Inglés o Panteón de los Ingleses se lograron distintas acciones por el rico legado y fusión cultural a propósito de la minería. Las investigaciones periodísticas que seguí realizando me llevaron a descubrir el dato sobre el propietario del cementerio. Saber en sí si era privado o no. Encontré que Juan Carlos Straffon Rivera fue propietario de acciones de la Compañía Minera de Pachuca y Real del Monte, lo que le permitió, después de algún tiempo prudente, solicitar sus ganancias. La Compañía le respondió que habían hecho reinversiones de capital, por lo que no era posible atender su petición. Ante su insistencia, la Compañía le propuso el siguiente convenio: en vez de dinero le otorgarán dos propiedades de 366 hectáreas cada una. Los nombres de esas propiedades eran el rancho de Agua Bendita y los terrenos del Ayuntamiento (rancho de San Pedro). Aceptó esta propuesta. Dentro de tales predios se ubicaba el terreno que ocupa el Panteón de los Ingleses. Juan Carlos, quien fue presidente municipal de Mineral del Monte de 1887 a 1888, donó al pueblo realmontense el terreno donde se ubica el cementerio, así que el propietario es Real del Monte. La información, más ampliada, la publiqué en el libro De Cornwall a Real del Monte. Una aventura eterna. From Cornwall to Real del Monte. An everlasting adventure (2008). Además de haber difundido a nivel internacional el Panteón Inglés, y dada la importancia de la cultura y espacios funerarios que comentaré más

Panteón inglés de Real del Monte, Hidalgo hacia el nombramiento como Patrimonio de la humanidad Aída Suárez Chávez México

El Panteón inglés de Real del Monte, Hidalgo, México es un museo de arte funerario al aire libre. Cuenta con alrededor de 750 tumbas con los restos de ingleses mineros que empezaron a llegar, principalmente de Cornwall, Inglaterra, a partir de 1825, a trabajar las minas que fueron rentadas por el Conde de Regla. Un monumento histórico. Han mirado hacia este sitio extranjeros, descendientes y personas interesadas en el legado de ingleses, cornish y mexicanos que empiezan una interesante etapa para su rescate y rehabilitación. Sin duda, ha sido un tema apasionante por la propia aventura que siguieron los británicos-cornish mineros para llegar a tierras mexicanas, hidalguenses, digna de un guión cinematográfico. Fue en el 2006, cuando a iniciativa de Armando Prida Huerta, presidente de la Asociación Periodística Síntesis, visité al entonces embajador del Reino Unido e Irlanda de Norte en México, Giles Paxman, quien recibió, a nombre del pueblo británico, el premio Aluxe que entrega anualmente este diario en Hidalgo. Cuando Paxman visitó por primera vez el Cementerio Británico de Real del Monte mostró interés por realizar algo más, y así, en coordinación con la British Society, se fundó el Patronato de Restauración y Conservación del Panteón Inglés y otros Monumentos Históricos de Real del Monte, AC. En ese momento Paxman era el presidente honorario; Robert Hickman, quien también es presidente de The British Society, el presidente ejecutivo; y Rafael Amador Montiel, entonces alcalde de Real del Monte, el vicepresidente. Hubo cambios en la embajada: llegó Judith Macgregor; y en la alcaldía Omar Mariano Arturo Skewes Ramírez (2009-2011). Y hasta 2011, Bridget Estavillo fue la coordinadora del proyecto que se refiere al Panteón Inglés. El proyecto constó de cuatro etapas, en las que se avanzó en un gran porcentaje mediante donativos realizados por diferentes agrupaciones e instancias preocupadas por la preservación de este patrimonio histórico. Participó el Instituto Nacional de Antropología e Historia en Hidalgo y en México para la aprobación de los trabajos realizados, apegados a las leyes de conservación del patrimonio.

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adelante, abrí un blog en internet, tal como muchos camposantos cuentan con un sitio similar. 2007. A través de este medio ha sido posible la difusión de este cementerio, desde Real del Monte, Hidalgo, a todo el mundo.

ceremonia y recordó a los antepasados ingleses, cuyos cuerpos yacen en este camposanto.

El hermanamiento y ceremonia ecuménica en el Panteón Durante catorce días, 27 integrantes de la Sociedad Cultural Cornish Mexicana en Cornwall estuvieron en nuestro país, luego de un largo viaje desde el Reino Unido. Guiados por Richard Williams, presidente de esta agrupación, los originarios de las ciudades de Camborne y Redruth, Cornwall, se hermanaron con Pachuca (firmó el entonces presidente municipal Omar Fayad Meneses) y Real del Monte (Rafael Amador Montiel), en julio de 2008, en un acto histórico que significó el fortalecimiento de los lazos que tienen a partir de la llegada de los mineros cornish en 1824. Siguieron la ruta que trajo a los aventureros desde el puerto de Veracruz, por el camino real hasta Real del Monte con mil 500 toneladas de maquinaria a cuestas. Visitaron el Panteón Inglés de Real del Monte donde yacen, en muchos de los casos, sus ancestros, y lo llenaron de flores, como nunca antes. Inauguraron el Festival de la Plata, una exposición en el Archivo Histórico y Museo de Minería y hasta una tienda de pastes; colocaron una ofrenda a los mineros; clausuraron cursos en la secundaria Maghotzi de Real del Monte; presenciaron la obra de teatro Tristán e Isolda; recibieron el libro bilingüe De Cornwall a Real del Monte. Una aventura eterna; y conmemoraron, en Veracruz, los 183 años de arribo de los primeros mineros viajeros. Comieron pastes y otros platillos hidalguenses, pulque, cerveza y tequila; visitaron el legado minero cornish de Pachuca y Real del Monte; dejaron regalos y recuerdos en su travesía. Y precisamente el 11 de julio, día del minero, presenciaron una ceremonia ecuménica en la entrada del Panteón, para después recorrerlo. Oficiaron la misa los representantes de la Iglesia metodista en Pachuca y Real del Monte, de la parroquia católica de Nuestra Señora del Rosario en Real del Monte y de la parroquia de Christ Church de la Iglesia anglicana en México. De esta última, el padre Vincent Shwahn lideró la

Foto 1 El 11 de julio del 2008, se realizó una ceremonia ecuménica y recorrido en del Panteón. Por primera vez estuvieron juntos representantes de la Iglesia metodista en Pachuca y Real del Monte, de la parroquia católica de Nuestra Señora del Rosario en Real del Monte y de la parroquia de Christ Church de la Iglesia anglicana en México, con el padre Vincent Shwahn. Foto: Carlos Sevilla

Guiados por un músico de la banda de gaitas del Batallón de San Patricio, los representantes de las distintas Iglesias bendijeron el panteón y colocaron placas conmemorativas por la visita y en recuerdo y reconocimiento a quienes en vida hicieron importantes aportaciones a la minería en México, luego de haber llegado desde el Reino Unido. Ahora sus cuerpos yacen en este sitio del pueblo mágico de Real del Monte. Participaron de manera entusiasta el gobierno del estado de Hidalgo a través de la Secretaría de Turismo, la embajada del Reino Unido e Irlanda del Norte en México, la Sociedad Británica, la Sociedad Cultural Cornish-Mexicana y el ayuntamiento de Real del Monte. Y sí, como desde la llegada de los primeros cornish, en Hidalgo y Cornwall ya no somos los mismos. Aquí los visitantes: Jean Charman. Alcaldesa de Camborne. Richard Williams. Presidente de la Sociedad Cultural Cornish-Mexicana.

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La “biografía” del sitio y todo lo que se refiere a la cultura cornish la he publicado en http://cementeriobritanicoderealdelmonte.blogspot.com a partir de marzo de 2007.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. David Evans. Tiene nexos familiares en México y avanza en sus investigaciones para establecer contacto con ellos. Elizabeth Hoskins. Directora de Idiomas de la Escuela Secundaria de Redruth. Domina perfectamente el español, ya que vivió varios años en Chile donde fungió como directora del Instituto Chileno-Británico en Viña del Mar. Trabajó con los alumnos de las escuelas de Redruth y Camborne que participaron en este viaje. Brian Hoskins. Vivió en distintos países de América del Sur, asignado al cuerpo diplomático británico como agregado militar y después como miembro del Consejo Británico. Durante sus estancias allá conoció varios sitios mineros, tanto en Chile como en Bolivia, donde anteriormente habían trabajado los mineros de Cornwall. Alan Jewell y Lynda Jewell. Alan es “pregonero público” de Redruth (cargo honorífico que data de épocas medievales) y en esta visita fue representante oficial del alcalde de esta ciudad. Con su esposa Lynda ha visitado muchos lugares en el mundo adonde llegaron los mineros de Cornwall. Ambos son músicos muy experimentados y han participado en festivales culturales cornish en varios países. Vanessa Moyle y Ronnie Moyle. Vanessa tiene profundos conocimientos de la cultura celta de Cornwall en todas sus manifestaciones y domina perfectamente el idioma celta de Cornwall. Rosemary Gillian Rifaat y Osman Rifaat. Un ancestro de Rosemary llegó a Real del Monte hacia 1840 para trabajar como capitán de la mina. Su abuela, Julia Alice Rule, fue hija de Frank (Francisco) Rule, el llamado “Rey de la Plata”, que jugó un papel tan importante en las fortunas de Pachuca y Real del Monte.

En los años sesenta trabajó en la mina de South Crofty (una de las más importantes de Cornwall) y después abrió una planta pionera en la recuperación de minerales, específicamente del estaño. El desplome del precio de este material en 1985 le obligó a dedicarse a otras cosas: estudió una maestría en patrimonio minero y luego fundó su propia consultoría para ofrecer asesoría en proyectos relacionados con la minería, tanto en Cornwall como en Portugal, España y México. Ha viajado varias veces a México, especialmente a la región minera de Hidalgo y del estado de Guanajuato, donde ha sido asesor en el área de rescate del patrimonio minero de ambos lugares. Sus primeros esfuerzos para establecer vínculos culturales entre Cornwall e Hidalgo comenzaron a finales de los años noventa. Pamela Melville. Es gerente de mercadotecnia de la mina Poldark, uno de los más exitosos sitios dentro de la región minera de Cornwall que en fechas recientes fue declarada patrimonio de la humanidad. Roger Leigh Clotworthy. Sus abuelos vivieron en México de 1895 a 1902. Su abuelo, Philip Rogers, trabajó en la mina Dolores en Pachuca. Ainsley Cocks. Trabaja en la oficina del Cornish Mining World Heritage Site (Sitio del Patrimonio de la Humanidad de la Región Minera de Cornwall) a cargo del área de Investigación e Información. Desde 2001 formó parte del equipo responsable de solicitar ante la UNESCO la designación del sitio como patrimonio de la humanidad. William John Charles Dunstan y Elizabeth Felicity Dunstan. Su padre -William Henry Dunstan-, nació en Pachuca, ya que su familia estaba involucrada en la minería. Después de estudiar en la Camborne School of Mines, William Henry regresó a Pachuca para trabajar hasta que se mudó a Colombia. Una tía, Frances Dunstan de Pengelly, se casó con Harold Pengelly de Pachuca, quien fue cónsul honorario británico en esa ciudad durante muchos años. Dr. Martin Critchley. Tiene un doctorado en geología minera por la Royal School of Mines en Londres. Es especialista en espeleología y exploración minera. Actualmente es director de ERA Maptec, una compañía de uso de sistemas de información geográfica y cartografía digital. Dra. Sharron Schwartz. Nació en el pueblo de Redruth y desde temprana edad ha tenido una fascinación por todo lo relacionado con la minería en Cornwall. Una historiadora muy calificada, Sharron empezó sus estudios de posgrado con el tema de la migración de los mineros de Cornwall a América Latina en el siglo XIX y obtuvo su doctorado en la Universidad de Exeter en 2003. Entre 2001 y 2003 fue miembro del equipo de la Cornish Mining World Heritage Site como investigadora principal.

Alfred Rodda y Jennifer Rodda. Grant Naylor y Peter Steele-Perkins, estudiantes. James Packman. Melville, (francés). Phil Brown. Les Merton. Angela Chappell. Mick Catmull, enviado de la BBC de Londres.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. En esa ocasión la paisajista Ana Ashida presentó su proyecto de creación del jardín del Panteón Inglés. La idea era sembrar plantas de ornato y flores como juníperos, jazmines, plúmbagos, lobelias y agapandos, estos últimos tradicionales de la región realmontense. Carmen, nueva vigía Real del Monte, Hgo. Desde el 1 de enero de 2008 Carmen Hernández Skewes cuida el Cementerio Británico, conocido como Panteón Inglés. Es la primera mujer que está a cargo del camposanto. Hasta el 2006 fue su papá, Inocencio Hernández, conocido como don Chencho. Don Chencho cuidó el panteón por 46 años. Todavía con dificultad para caminar y escuchar, pasó la estafeta a su hija Carmen, con el apoyo de la presidencia municipal de este lugar. Carmen conoce el cementerio desde niña. Y así lo dice: El panteón es como mi casa. Hay muchas flores silvestres. No me daba miedo, juntaba piñas, jugaba con mi hermana. Entonces lo veía como un panteón natural. Siempre lo hemos visto así. Aprendí mucho de mi papá, principalmente a querer a los difuntos que están aquí, aprender sus leyendas. He encontrado muchas cosas, he tenido visiones, alegría de contar con un ángel que me cuida. Me sorprendo pero no les tengo miedo. Le conté a mi papá, pero él me contestó que nunca vio nada extraño, más que a los vivos. Mi papá decía que es un don.

Unos 27 integrantes de la Sociedad Cultural Cornish Mexicana en Cornwall, presidida por Richard Williams visitaron la mina de San Juan, de Pachuca y el Panteón inglés entre otros lugares de interés. Foto: Carlos Sevilla.

A propósito del hermanamiento y visita de los cornish, el periódico West Briton, de Cornwall, Inglaterra, publicó esta travesía de 2008 con comentarios del periodista John Hosken, quien recordó la “aventura eterna” que empezó en 1825. Té en la embajada En la residencia de la embajada del Reino Unido e Irlanda del Norte en México, en la ciudad de México, se ofreció en el año 2010 un té estilo cornish a beneficio del Panteón Inglés de Real del Monte, Hidalgo. Con la presencia de la embajadora Judith Macgregor y la convocatoria del Patronato del Panteón Inglés y otros monumentos de Real del Monte y la Sociedad Cultural Cornish Mexicana en México, se sirvieron platillos cornish-ingleses como pastes y scones; éstos son una especie de bisquets coronados con nata (llamada clotted cream) y mermelada de fresa. Además, pastelillos butterfly cake, llamados así porque tienen encima una especie de mariposa hecha con el mismo pan. Todo, acompañado con té negro.

2008. Narra durante los recorridos, anécdotas, leyendas y mitos que conoció con su papá. Carmen Hernández Skewes, hija de Don Chencho, cuida el Panteón inglés desde enero del 2006 Foto: Aída Suárez Chávez

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En el Panteón Inglés se cuentan historias y leyendas que platicaban desde Harold Pengelly hasta don Chencho; ahora Carmen las repite. Ella ha incorporado otros elementos ricos en el cementerio: los símbolos masones, ya que también los cornish, habitantes de Cornwall, trajeron la masonería a América. Y lo comenta: Los masones me rectifican los símbolos: el de música; la cadena de unión; el obelisco, que significa que cumplieron su misión; estrellas de cuatro picos, que es la luz lejana del universo; una lira amarrada a un papel y una pluma, que significa que es músico compositor, y abajo encaje, el velo del templo. Las dos columnas que están a los costados del monumento simbolizan la entrada a amigos y familiares, y el amor.

También cuenta que la embajadora Judith Macgregor dice que los panteones cornish no son tan lujosos como el de aquí. A la muerte de don Chencho, en agosto de 2011 Carmen es apoyada por Lidia su hermana -quien regresó de Tampico- y como siempre por doña Cande, su tía, quien ha realizado, en silencio, tareas de cuidado y mantenimiento, sin mayor interés que el cariño que le profesan a este cementerio.

Don Chencho (MBE) es acompañado por la embajadora Judith Macgregor en octubre de 2010, durante la inauguración del jardín del camposanto. Foto: Aída Suárez Chávez.

Un jardín que pudo ser realidad con donativos, convocados por el Patronato del Panteón Inglés y Otros Monumentos de Real del Monte. Tanto la embajadora como Richard Williams, presidente de la Sociedad Cultural Cornish-Mexicana en Cornwall, y el alcalde de Real del Monte, Humberto Skewes, sembraron diferentes plantas. Los trabajos de mejoramiento de este camposanto estuvieron a cargo de Bridget Estavillo, y el proyecto del jardín por la paisajista Ana Ashida. Ella creó el jardín para el recuerdo, la contemplación, la reflexión. En la superficie ubicada al fondo y a la derecha del panteón, fue construido el jardín, incluyendo una hermosa banca. Suman: muerte y vida, sombra y luz, frío y calor. Fueron sembradas flores resistentes al clima frío característico de Real del Monte y coincidentemente también de Inglaterra. Son significativas para los dos pueblos: camelias, erickas, romeros, acacias y otras también con características funerarias, que se suman a la vegetación antigua, como los agapandos. Un corredor lleva a una especie de círculo donde se agregó tierra vegetal al terreno.

Jardín para el recuerdo Un nuevo jardín para llegar y contemplar el Panteón Inglés fue abierto por la embajadora Judith Macgregor en octubre de 2010. En ese momento todavía fue acompañada por don Chencho y su hija Carmen.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Todo ahí sigue guardando significados, aseguró Ashida, la paisajista, quien dijo que a través de las plantas se busca recordar a la gente que ya se fue, así como en México se celebra a los muertos. Permanecen los árboles oyameles que son vigilantes centenarios que vuelven a convivir con los agapandos que desde siempre han estado ahí, flores características de esta tierra hidalguense. He de decir que este jardín fue inaugurado en el marco del Segundo Festival del Paste.

Importante es la publicación de fotografías actuales y de antaño que muestra lo acontecido. La publicación corrió a cargo Cornish-Mexican Cultural Society, con traducción al español de Lizzie Hoskins y corrección de estilo de la versión castellana por Ricardo Ludlow, hidalguense, descendiente de ingleses. Un porcentaje de la venta del libro fue a beneficio del Panteón Inglés. Tumbas centenarias El Panteón Inglés no se quedó atrás en conmemorar el centenario de la revolución mexicana, esto básicamente por el aniversario número cien que celebraron varias tumbas, es decir, algunos de los que están ahí sepultados cumplieron cien años de haber muerto, aunque otras tumbas cuentan con más antigüedad. Las tumbas centenarias pertenecen a quienes llevaron los siguientes nombres en vida: Gene, esposa de Milton S. Booth, quien murió el 20 de junio de 1910. William Harris, murió el 5 de septiembre. James Rapson, murió el 7 de octubre. Guillermo Richards, murió el 28 de mayo. Herculano Richards, sin fecha de defunción, sólo año de nacimiento (1852) y muerte (1910). Consuelo Ripsol, murió el 15 de noviembre. Evelyn Mary, murió el 6 de mayo. Mary, esposa de Francisco Rule, murió el 11 de abril. Es a Mary Hosking a quien me quiero referir, porque sin restarle importancia a ninguno de los nombres en esta lista, los restos de Mary descansan en una de las tumbas con más hermosos monumentos, construido en mármol de carrara y un ángel de pie, que descansa en un piedra sostenida por cuatro columnas y los acompaña una escultura en pergamino.

El museo de sitio En agosto de 2011 murió don Chencho, y en octubre, durante el Tercer Festival del Paste, se le rindió tributo a este vigía del cementerio. Fue también cuando quedó abierto el museo de sitio, con el interés de resguardar información, fotografías y objetos, todo lo relacionado con la historia de la población cornish que llegó y se asentó en Real del Monte y cuyos restos descansan en el cementerio. El museo se encuentra en una pequeña construcción adjunta al panteón que antaño fue habitación para vigilantes y después bodega. Recibió trabajos de remozamiento para ser utilizado como museo de sitio. Aun cuando falta mucho por hacer, ya cuenta con algunos objetos para el recuerdo. Además, en una de sus paredes ha sido ubicado el plano de las tumbas y la lista de los nombres de los restos de quienes reposan en el cementerio, con el fin de que los visitantes y descendientes puedan ubicar los sepulcros de sus familiares. Libro sobre el pequeño Cornwall En el museo de sitio del Panteón Inglés se encuentra a la venta el libro Mining, a shared heritage: Mexico`s 'Little Cornwall'. La minería, patrimonio compartido: El pequeño Cornwall de México, de la autoría de Sharron P. Schwartz, publicado en 2011. Habla sobre la historia de Cornwall, Inglaterra, y sus habitantes mineros, la riqueza histórica y cultural que une a Pachuca y Real del Monte y la travesía que realizaron al llegar desde el 1 de mayo de 1826. También narra la visita y hermanamiento durante su visita a Hidalgo, a México, en 2008, cuando un grupo de ingleses-cornish —incluida la autora—, sobre lo que ya di cuenta en líneas previas, siguieron la ruta Inglaterra-Veracruz-Real del Monte y se hermanaron con Pachuca y Real del Monte.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. traslación del cadáver para su inhumación en el panteón de la colonia Inglesa, sito en Mineral del Monte.” Bridget, por el panteón “Mi compromiso es de por vida” aseguró Bridget Estavillo, encargada del proyecto de mantenimiento y restauración del Panteón Inglés de Real del Monte, hasta octubre del 2011. Expuso su interés porque el Panteón Inglés se conserve en buenas condiciones, que el pueblo realmontense lo preserve y los visitantes también. Hizo énfasis en que el Patronato de Restauración y Conservación del Panteón Inglés y otros Monumentos Históricos de Real del Monte, AC, al que ella pertenecía, se disuelve y pasa la estafeta al que se creó en Real del Monte: Consejo Regulador del Patrimonio Cultural de Real del Monte, AC.

Así debe ser, porque nosotros éramos una bola de extranjeros que, si bien trabajamos, ahora la gente del Real puede hacerse cargo con la misma motivación.

La tumba centenaria 1910-2010, perteneciente a Mary Hosking, primera esposa de Francisco Rule, nombrado “El Rey de la Plata”. Foto: Carlos Sevilla.

Habló de cada una de las acciones realizadas, pero principalmente sobre el levantamiento del plano, en el cual, con apoyo de la tecnología, se captaron más detalles, como cada uno de los árboles y un mayor número de tumbas. En este nuevo plano, efectuado en 2007, se observó entre un siete y un diez por ciento más de tumbas, que son únicamente montículos sin lápida y sin inscripción y que no están a la vista. Han sido cubiertas por el paso del tiempo, por el crecimiento de maleza. Ante tal situación, fue necesario hacer una nueva numeración de las tumbas con relación al plano de 1947, es decir, 60 años antes. Y a diferencia del listado anterior, donde la numeración empieza por el centro, ahora la tumba número uno es la ubicada en el extremo derecho (es decir, hacia el oriente del cementerio), y así avanza hacia la izquierda (el poniente) hasta llegar a la zona moderna, el segmento que seguirá siendo utilizado para los enterramientos pero no por mucho tiempo. El terreno disponible es cada vez menor. El levantamiento del plano arquitectónico fue realizado por la Sociedad Británica AC, a través de los fondos recabados por los donativos de personas interesadas, entre ellas, descendientes mexicanos y extranjeros de quienes ahí descansan.

Mary fue la primera esposa de Francisco Rule, nombrado “El Rey de la Plata”, por la gran riqueza que tuvo. A partir de 1896 los dos vivieron junto con sus hijos en la residencia que construyeron en el centro de Pachuca, conocida como la Casa Rule. Para 1925 muere Rule, y después de un largo litigio culminó con la venta de la residencia al gobierno del estado de Hidalgo, convirtiéndose en sede del poder Ejecutivo desde 1944 hasta 1970. Después, de 1970 a 1984, el Ejecutivo cambió de sede y estas instalaciones fueron ocupadas por el poder Judicial. A partir de 1985 y hasta la fecha (2012) es sede del ayuntamiento de Pachuca. Todo ello de acuerdo con la información vertida en el libro de Sara Montes, cronista de Pachuca: La casa Rule. Sede del Ayuntamiento de Pachuca de Soto, Hidalgo. Pero regreso a Mary. Murió de asistolia, a los 70 años. Al igual que Francis Rule, fue originaria de Troon, Cornwall, Inglaterra. El acta de defunción fue suscrita por el entonces presidente municipal constitucional y juez del estado civil de Pachuca, Alfonso María Brito. El acta de defunción señala, como lo consigna Sara Montes: “A solicitud del compareciente y previos los requisitos del Reglamento de Panteones vigente, se concedió la

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Por otro lado, la relación de tumbas incluye dos columnas junto al nombre de los restos de quien está sepultado. La columna de la derecha contiene el número del plano de 1947, la lista hecha por Laura y S. Terrence Dudley en 1987 (699 sepulcros) y la hecha por quien esto escribe en 2005 (733 sepulcros). La columna de la derecha corresponde al inventario realizado en 2008 (749 sepulcros), con la finalidad de que no exista confusión. Es decir, es la misma tumba, se encuentra en la misma ubicación, pero con distinta numeración. Así, el plano de 2007 y la relación de 2008 suman los inventarios efectuados desde 1947, todos con la misma intención: darle nombre y apellido a mujeres y hombres sepultados ahí, ubicándolos en el tiempo y el espacio. Hasta el cierre de esta edición, se preparaba una página web con el contenido de dichos materiales en dos idiomas: inglés y español: el plano y la relación de las tumbas, elaborada por la misma Sociedad Británica. El interés es que a través de la web, desde cualquier parte del mundo, quien esté interesado en sus ancestros pueda consultar la lista de quienes en vida formaron parte de la aventura eterna de haber viajado desde Cornwall, Inglaterra, hasta Pachuca y Real del Monte y que no pudieron regresar a casa porque murieron por enfermedad o accidente. La misma página podrá recibir correcciones y/o actualizaciones, así como comentarios de las y los participantes.

Y sobre el museo de sitio, abierto en el 2011, Bridget Estavillo consideró que es suficiente lo que resguarda: el plano del cementerio, la foto de Inocencio Hernández “don Chencho” que cuidó el panteón por más de 40 años, y unos paneles que señalan la historia de la hazaña de los caballeros aventureros que llegaron a Real del Monte a partir de 1826. Sólo será agregado algo más en caso necesario, de acuerdo con el valor de los objetos. Seguirán solicitándose donativos. Tal vez podría cobrarse la entrada de visita a favor del mantenimiento e incluso de la seguridad, porque continúan efectuándose actos de vandalismo, principalmente por jóvenes. Tanto el gobierno del estado como el municipio y el programa federal de pueblos mágicos, podrían seguir apoyando la conservación del Panteón Inglés que reúne tanta historia como se ha contado desde hace muchos años. Richard Williams: pastes, futbol y minas Richard Williams, ingeniero inglés con maestría en patrimonio minero, realizó desde 1990 importantes esfuerzos por vincular las culturas cornish y mexicana. Y fue reconocido, a principios de 2012, como miembro del Imperio Británico (MBE, por sus siglas en inglés), otorgado por la reina Elizabeth de Inglaterra. El MBE reconoce “los logros o servicios sobresalientes en su campo hechos a una comunidad y que representa un impacto real y sostenido, además de ser un ejemplo a seguir”, señala el portal de la embajada del Reino Unido e Irlanda del Norte en México. Se le nombró al mismo tiempo que a Judith Macgregor, embajadora del Reino Unido en México, quien fue denominada comandante de la Orden de San Michael y San George (CMG, por sus siglas en inglés) en la Lista de Honores de Año Nuevo de la Corona Británica. En sus distintos viajes, acompañado de su inseparable Pam, Richard realizó distintas acciones en la valoración y reconocimiento de lo que une al pueblo cornish con la región minera de Hidalgo, específicamente de Real del Monte. Es el mismo MBE que recibieron años atrás, Charles Rule, en 1974, y don Chencho en 2006, de lo que ya comenté anteriormente.

Otros trabajos Los trabajos de mantenimiento fueron concluidos por parte del Patronato de Restauración y Conservación del Panteón Inglés y otros Monumentos Históricos de Real del Monte, AC. “No hay más fondos”, consignó Bridget Estavillo. Este organismo decidió que no restaurará las tumbas, porque no se tiene el dinero suficiente para ello, pero también, porque lo mejor es mantenerlas como están, ya que el tiempo trascurrido es aliado de los sepulcros, por el musgo que los protege. Aun así, se pretende que sea regulado el mantenimiento de las lápidas, con el fin de que los familiares utilicen cierto tipo de materiales para la limpieza y sigan el mismo criterio para conservarlas, y así evitar que salgan de contexto. El interés es que se mantenga como monumento histórico. Con relación al jardín que fue inaugurado en 2010, también espera mantenimiento.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. entre ingleses y mexicanos, al parecer como centro delantero o defensa, consignó la publicación Hidalgo sport en octubre de 2011. En esa misma ceremonia, Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca, agradeció la donación de la medalla y aseguró que es una reliquia importante para el futbol mexicano. Richard Williams, caballero británico, cumple con la tradición inglesa: puntual y de impecable vestimenta. Comparte la cultura cornish y vela porque se le siga reconociendo aquí y allá. Real del Monte, pueblo mágico El estado de Hidalgo es una de las entidades que cuenta con tres poblaciones catalogadas pueblos mágicos. La primera en ser denominada así es Huasca de Ocampo, en 2001; después, en 2004 Real del Monte, y en 2011 Mineral del Chico. Pero, ¿qué es un pueblo mágico? La Secretaría de Turismo de México, creadora de este programa, lo define de esta manera: Richard Williams (MBE) caballero británico impulsó los lazos Cornwall-Real del Monte y muy especialmente el Panteón inglés. Foto: Carlos Sevilla.

Un pueblo mágico es una localidad que tiene atributos simbólicos, leyendas, historia, hechos trascendentes, cotidianidad, en fin magia que emana en cada una de sus manifestaciones socio-culturales, y que significan hoy día una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico

Fue el principal impulsor del hermanamiento Pachuca-Camborne y Real del Monte-Redruth en 2008, para el cual acudió con 26 habitantes de Cornwall. La minería, el paste, el Panteón Inglés y el futbol, son algunas de las tareas que realizó en favor de ambos pueblos. En 2011, en el marco del Tercer Festival del Paste, recibió el agradecimiento del gobernador Francisco Olvera Ruiz por el apoyo que brindó a la preservación de la cultura e historia cornish-mexicana. Para ese año, en Pachuca, en las instalaciones del Salón de la Fama, Richard Williams donó la medalla conmemorativa del primer partido de futbol que se realizó en México en 1902, en la localidad de Real del Monte. La pieza, que es histórica en Cornwall, Inglaterra, fue recuperada en una subasta que se realizó hace unos años en el Reino Unido, ya que la presea está considerada como uno de los cien objetos más importantes de Cornwall. La medalla fue elaborada en Birmingham y está elaborada en plata, según publicó el diario Milenio en octubre de 2011. La medalla, dijo Williams, perteneció a uno de los mineros británicos de apellido Rule, posiblemente familiar de Francisco Rule, asentado en Real del Monte en el siglo XX, quien participó en el partido

Los habitantes son los reconocidos porque han sabido conservar la riqueza cultural e histórica que encierran en cada una de sus casas y sus calles. Así, denominado pueblo mágico y muy cercano a la capital del país, Real del Monte crece con su oferta turística para recibir a los miles de visitantes que acuden cada año. Algunas de sus minas y el gran legado de la cultura inglesa, son puntos de reunión del turismo. Esto incluye los escenarios naturales y la gastronomía, básicamente el paste, en esta localidad. El Panteón Inglés es otro de los sitios que es punto de atracción para nacionales y extranjeros y de gran cuidado para los habitantes del Real. En el portal de pueblos mágicos, la Secretaría de Turismo describe así al Panteón Inglés: La fusión de la cultura mestiza con la inglesa es notoria en este pueblo mágico, el Panteón Inglés es un claro ejemplo. Construido por los ingleses, cuenta con más de 200 tumbas, todas orientadas hacia Inglaterra, de

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. oriente a poniente. El ambiente misterioso y nostálgico se refleja en la entrada, con un arco de cantera que enmarca una reja forjada, se lee la fecha 1861 [sic].

principio, se trata de obras de acondicionamiento como agua, luz y baños públicos para el cementerio. Hasta 2012 el festival ha tenido tres jornadas exitosas, a las que cada vez se suman más fabricantes de pastes de Real del Monte, que es otro de sus objetivos. La idea es continuar cada año con su realización. Integran este Consejo Regulador del Patrimonio Cultural Real del Monte: Víctor Aladro Sanmartín, Armel Cerecedo Rodríguez, Juan Soto Téllez, Oscar Fuentes Ortiz, Jaime Soto Jarillo, Wilfrido Soto Jarillo, Eduardo Méndez Tejeda, Ciro Peralta Urbano, Demetrio Ordaz Arriaga, Guillermo Rodríguez, Norberto Rosales, Ricardo Ludlow, Bridget Estavillo, Richard y Pam Williams, Sofía González Alamilla, Rosa Ma. Durán Mejía y Aída Suárez Chávez.

Sin embargo, Olga Orive Bellinger, presidenta de ICOMOS Mexicano, AC, que es el Comité Nacional Mexicano del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, el organismo “A” de UNESCO de carácter no gubernamental y fines no lucrativos, comentó en entrevista por separado, en el marco del 25 aniversario del Archivo Histórico y Museo de Minería, AC, que los denominados pueblos mágicos deben cuidar su propia fisonomía y evitar trasformarse en simples ofertas turísticas comerciales. Lo de menos es que pierdan el nombramiento por no cuidar sus características, pero lo mejor es que las autoridades municipales, en conjunción con la población, vayan de la mano para la conservación del lugar expuso Orive Bellinger.

El pueblo mágico de Real del Monte tiene cada vez más visitantes. Folletos y paseos turísticos, reportajes en medios de comunicación nacionales e internacionales, portales de internet incluyen el Panteón Inglés como uno de los sitios a visitar.

Consejo por el paste y el Panteón Inglés En octubre de 2011 el Consejo Regulador del Patrimonio Cultural de Real del Monte, AC, que fue fundado en 2008 y presidido entonces por Víctor Aladro, integró a sus objetivos de preservación la custodia del Panteón Inglés. Breves pero concisos, algunos de sus integrantes de este Consejo, presidido desde 2011 por Jaime Soto, dieron a conocer que el objetivo de este organismo es:

El Panteón inglés, se yergue con sus altos y añejos árboles y espera ser nombrado como Patrimonio de la Humanidad, anexo a Cornwall, Inglaterra. Foto: Carlos Sevilla.

Es de destacarse que la región minera de Cornwall, Inglaterra fue designada Patrimonio de la Humanidad, por la UNESCO en 2007, momento en el que se hizo la petición de que otros sitios lejanos, donde cayeron los mineros cornish (de Cornwall), fueran considerados con esta distinción. Es en este año, 2013, cuando se busca que el nombramiento al Panteón inglés sea una realidad: Patrimonio de la humanidad como un asociado a la región minera de Cornwall.

preservar el patrimonio heredado por los ingleses, incluyendo y destacando básicamente el Panteón Inglés y el paste, no sin antes darle un toque especial a la renovación y consolidación en el hermanamiento de CornwallReal del Monte.

Sabedores de que es un alto compromiso y que hay mucho por hacer, tienen señaladas diferentes acciones en un plan de trabajo que, en

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Marion Symonds, originaria de Cornwall y considerada Madre del Festival del Paste en Redruth visitó el Panteón Inglés de Real del Monte para conocer más sobre este sitio y trabajar así, junto con integrantes del Consejo Regulador del Patrimonio Cultural de Real del Monte, AC. Así se inician los trabajos para buscar el nombramiento de Patrimonio de la Humanidad de este cementerio, como anexo al legado de Cornwall que ya es considerado en ese concepto. Por su herencia, por el rescate de que es objeto, por la preservación de las características que lo hacen único, singular, y todo cuanto queda por hacer para que este monumento histórico siga en pie, el Cementerio Británico de Real del Monte, en suma, es un museo de arte funerario al aire libre. Bibliografía 



Suárez Chávez, Aída. De Cornwall a Real del Monte, una aventura eterna. From Cornwall to Real del Monte an everlasting adventure. Pachuca, Hidalgo. Gobierno del estado de Hidalgo, Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (Uaeh), Consejo estatal para la cultura y las artes (Cecultah). 2008. Suárez Chávez, Aída. Cementerio británico de Real del Monte, espíritu de un pasado. Gobierno del estado de Hidalgo, Consejo estatal para la cultura y las artes (Cecultah). Pachuca, Hidalgo. 2005. Y segunda edición 2012.

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Proceso de Planificación Integral Cementerio San Pedro Propuesta integral Plan Especial de Manejo y Protección -PEMP-

Plan Maestro 2030 Cementerio San Pedro -PM2030Plan Área de Protección de Infraestructura -APIEl Plan Especial de Manejo y Protección es el instrumento de ámbito nacional que tiene por objetivo la planeación, el reordenamiento y la gestión orientada a la protección y conservación de los Bienes de Interés Cultural declarados; el PEMP permite definir las acciones necesarias para garantizar su protección y sostenibilidad en el tiempo. El Plan Especial de Manejo y Protección determina las condiciones para la articulación del BIC en su contexto físico y entorno socio-cultual, partiendo del principio de la importancia de la preservación y la salvaguarda de los valores históricos, estéticos, simbólicos, sociales y culturales de la condición urbana y arquitectónica del bien, así como la mitigación de los riesgos. Este PEMP partirá de estos principios de preservación, para formular las acciones pertinentes de carácter preventivo y/o correctivo para su conservación, definirá las condiciones para su mantenimiento y su conservación, los mecanismos para su recuperación, sustentabilidad y desarrollo; y las estrategias para propiciar el conocimiento y la apropiación social del BIC por la comunidad. Los Planes Especiales de Manejo y Protección se deben formular cuando se presenta riesgo de transformación o demolición total o parcial de los distintos tipos de desarrollos previsto en su entornos, cuando el uso del bien de interés cultural representa un riesgo o una limitación para su conservación o en caso que se requiere definir o redefinir la normativa del bien de interés cultural o de su entronco para garantizar su conservación. De acuerdo a lo determinado por la Ley, el Plan Especial de Manejo y Protección del Cementerio San Pedro, define las condiciones para la articulación del bien de interés cultural con los planes existentes y el entorno sociocultural con el fin de conservar y salvaguardar sus valores, mitigar los riesgos y aprovechar las potencialidades que posee, determina claramente el área de intervención y su respectiva área de influencia, de acuerdo a la resolución 1616 de 1999 y 2236 de 2009, precisa el nivel permitido de intervención de acuerdo a la categoría definida como bien arquitectónico y su incidencia en el contexto urbano inmediato. de manera detallada, define un Plan de acción que establece las condiciones de manejo físico-técnicas, administrativas y financieras para incorporar el Cementerio en las dinámicas economías y sociales, y finalmente integra a este plan de acción, el plan de divulgación como instrumento para la gestión social que garantice su conservación y sobre todo que genere su desarrollo, puesto que el

Claudia Catalina Velásquez Parra Colombia En vano podrían decir los poetas, decir la bella pero vieja y cansada frase, El Solitario y triste campo santo, refiriéndose al Cementerio de San Pedro. Porque éste es en verdad alegre y bonito (…) por todas partes están esparcidos los pequeños y misteriosos pinos, que bien podrían ornamentar “El Jardín de las Delicias”. Aparecen allí magníficos y ostentosos monumentos y mausoleos, La Luz, aire y vida irradian por todas partes (…) Todos los locales, con carísimas excepciones viven llenas de lores y de plantas exóticas (…) un extranjero, después de visitar nuestro cementerio, dijo al salir estas lacónicas pero significativas palaras: ¡Es un lugar donde se está bien’ Enrique Echavarría, Crónica, Topografía Industrial, Medellín, 1936 En: Presencias y Ausencias, memoria de una ciudad, una región, una época Cementerio San Pedro

Imagen 1. Plan Maestro 2030, cementerio de San Pedro. Fuente: Archivo de Claudia Catalina Velásquez Parra.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. patrimonio está vivo y cambia de acuerdo con las dinámicas sociales, políticas y económicas del territorio. Dentro de los aspectos generales se detalla seguidamente, la síntesis del diagnóstico realizado, evidenciando los riesgos que orientan la formulación del PEMP, los fundamentos normativos sobre el patrimonio, la visión del PEMP del Cementerio San Pedro, sus objetivos y el modelo de desarrollo concebido y fundamentado conceptualmente, y respaldado desde metodológicamente con el Plan de Acción Operativo. Equipo consultor ARQUITECTOS URBANISTAS A+U Director Coordinación Gestión Operativa y Social Arquitectos

Arquitecta Practicante de Intercambio Trabajadora Social Asesor en Ingeniería Estructural Asesora en Patrimonio Cultural Asesor -Tenencia y Propiedad-

Carlos Mario Rodríguez O. Juan Bernardo Gálvez V. Gabriel Esteban Duque Q. Lucía Alexandra Largo Z. María Camila Díez Leslie Pérez Marcela Peña Correa Freddy Castañeda Catalina Velásquez Parra Gonzalo Castellano

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Estamos convencidos que para que una propuesta cultural sea viable tiene que involucrar el trabajo de varios actores sociales, en nuestro caso los involucrados son los entes municipales con sus respectivas reparticiones (secretarías de cultura, deporte, patrimonio, etc.) seguido por agentes o actores concretos de la sociedad como pueden ser maestros, representantes vecinales, ONG´s u otra repartición estatal, etc. Desde esta perspectiva todos aportamos con lineamientos que permitan abordar un determinado problema en conjunto, una de las principales condiciones para lograr el desarrollo social, cultural y económico de una sociedad que ocupa un espacio y un tiempo determinado. El trabajo se encuadra dentro de un proyecto general más amplio, que surge en respuesta a solicitudes de colaboración realizadas por entes municipales de varias localidades del interior de la provincial, para poder afrontar determinados problemas culturales, debido a que la mayoría de los pedidos son coincidentes se decidió formular el proyecto con la finalidad de armar un equipo de trabajo que nos permita interactuar y dar soluciones acordes a las necesidades de cada una de las sociedades. Las comunidades quieren usar sus recursos naturales y culturales para formular propuestas turísticas que les permitirán desarrollarse en todos los niveles. No es nuestro objetivo cuestionar aquí los pro y los contras de las actividades turísticas, tan sólo nos centraremos en el aporte que realizaremos desde nuestro lugar como agentes culturales involucrados. Trabajamos con las Dirección de Cultura de tres Municipios, Puerta de Corral Quemado, Corral Quemado y Antofagasta de la Sierra (pertenecientes a los departamentos Belén y Antofagasta de la Sierra). Asimismo con directores de museos y vecinos de las localidades que están fuertemente comprometidos con el quehacer cultural. Puerta de Corral Quemado, convive con fauna extinta en sus lomadas, dichos especímenes (gliptodontes) provienen de un sitio paleontológico de la Era Cenozoica. En una primera etapa nuestra intervención consistió en: trabajos de detección y extracción de la fauna, diagramación, armado y funcionamiento del centro cultural donde se exhiben bienes culturales paleontológicos y arqueológicos. Para la ubicación de este centro se tuvo en cuenta la proximidad con rutas interdepartamentales, con la finalidad de facilitar el acceso de turistas, el centro cuenta además con información de distintos lugares que se pueden visitar. En una segunda etapa se trabajará en la elaboración de un proyecto para que se declare área o zona protegida al lugar donde se

Los cementerios, producto cultural integrado a itinerarios culturales Edith Ofelia Valverdi Sergio Antonio Álvarez María Claudia Yapura Argentina

Introducción Desde hace varios años estamos trabajando desde una institución pública, cuyo objetivo es el resguardo y cuidado del patrimonio arqueológico, paleontológico y antropológico de la provincia de Catamarca, Argentina, sus actividades se encuentran establecidas y reglamentadas por diversas leyes 2 que le permiten cumplir con dicha finalidad. El trabajar con distintas sociedades de la provincia enriqueció nuestra formación como agentes culturales, que a través del tiempo fue cambiando debido a las experiencias vividas en distintos contextos sociales. Cuando algún problema relacionado con la cultura llegaba a nosotros traído por algún referente cultural, desde nuestra institución tan sólo podíamos resolver el mismo de forma inmediata y muchas veces de acuerdo a lo que establecía la legislación al respecto. Con el tiempo fuimos madurando y entendimos que las medidas que aportábamos no resolvían los problemas de fondo. La mayoría de las sociedades acuden a los entes estatales en busca de soluciones, resabio de políticas culturales pasadas, con las cuales el estado afronta dichos problemas y establece soluciones que muchas veces no son los convenientes. Tratando de minimizar los inconvenientes de las instituciones del estado tales como falta de financiamiento para proyectos, incapacidad de gestión, entre otras. Hemos decidido trabajar desde nuestro lugar (agentes del estado) como lo que algunos autores denominan “mediadores”, entendiéndose que son aquellos que determinan el problema y aportan propuestas y soluciones apropiadas.

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Ley 4831, “Preservación del Patrimonio Cultural e Histórico de Catamarca”. Ley 4881, “Monumentos y Lugares Históricos de la Provincia de Catamarca”. Ley 4218, “Preservación de los vestigios, restos y/o yacimientos arqueológicos y antropológicos existentes en la provincia”, entre otras.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. encuentra la fauna extinta. De esta manera se estaría proyectando a futuro la posibilidad de diagramar circuitos turísticos integrados por bienes naturales (paisajísticos y geológicos) y culturales como iglesias, casonas antiguas, cementerios, artesanías, etc. La localidad de Corral Quemado, cuenta con una fuerte historia prehispánica evidenciada en los sitios arqueológicos emplazados en las cercanías del centro del pueblo. Algunos bienes culturales pertenecientes a estas sociedades pasadas se encuentran exhibidos en el museo del lugar. Como el anterior pueblo del que dista tan sólo a 25 km., su historia más reciente también está representada en bienes como iglesias, casas antiguas, representaciones de la vida cotidiana como artesanías, comidas, rituales, etc. Nuestro trabajo consistió en apoyar al museo local, capacitando empleados, armando guiones para muestras arqueológicas, como así también elaborando una propuesta de sendas turísticas que tendría como base a los sitios arqueológicos, históricos (casonas, iglesias y cementerio viejo) y paisajes naturales. Antofagasta de la Sierra, es una región muy conocida por sus bellezas naturales y geológicas, la sociedad de la villa y de otras las localidades vecinas: El Peñón e Incahuasi (incluidas en el proyecto) se encuentran trabajando desde hace bastante tiempo con la problemática turística. Generalmente el pedido de éstas es bien concreto en referencia a formación y capacitación de agentes culturales como así también en la formulación de circuitos turísticos arqueológicos. Debemos decir que nuestra labor se ve obstaculizada por varios factores, la distancia (más de 800 km de la capital provincial) y por problemas políticos y sociales. El trabajo se hace lento y muchas veces discontinuo lo que influye de forma negativa en el desarrollo del proyecto. Las investigaciones en los cementerios de la Villa de Antofagasta y el Peñón se encuentran más avanzadas, esto se tomó como base para comenzar nuestra labor. En la localidad de El Eje, incluida en el proyecto marco, nos encontramos en la primera etapa de trabajo, delineando estrategias de acercamiento al grupo social. Paralelamente a los trabajos realizados en las distintas comunidades, se hace necesario contar con información que nos permita contextualizar a las mismas, por lo cual se realiza la búsqueda de datos históricos y antropológicos, reforzando con informes sobre la geología y geografía de esos lugares.

El análisis de la información recabada nos permitirá conocer los distintos recursos culturales entre los que podemos señalar el paisaje natural, sitios arqueológicos, históricos y paleontológicos, las artesanías y tradiciones populares. Esta fase de la investigación nos demanda un tiempo considerable ya que las actividades deben desarrollarse tanto en el campo como en los archivos, el trabajo en archivos es más complejo, ya que las fuentes historiográficas que refieren a las comunidades en estudio no siempre se encuentran disponibles para los investigadores. En este trabajo informaremos algunos de los resultados obtenidos en las investigaciones de los campos santos que se ubican en las localidades estudiadas. Consideramos que sí rescatamos el valor patrimonial que tienen los cementerios, para las sociedades a las que pertenecen, podemos en un futuro cercano incluir a éstos dentro de rutas turísticas prediseñadas, dado que son potenciales recursos culturales a ser explotados. Propuesta de trabajo Como estrategia de investigación se planteó la realización de una exhaustiva tarea de recopilación documental histórica y de material iconográfico (litografías, planos y fotografías) de los cementerios en estudio, como así también se delineó el trabajo de campo. Con los datos obtenidos se propondrán medidas de conservación y protección de los espacios mortuorios, aportando lineamientos básicos para la reconstrucción de los que se encuentran abandonados. Se propusieron las siguientes etapas de trabajo: Localización geográfica: coordenadas geográficas, georreferenciación, determinación de las distancias desde los campos santos a rutas, poblados, sitios turísticos y otros cementerios. Delimitación del espacio funerario: mapeo de la totalidad de la superficie que comprende el cementerio, registrándose espacios verdes, calles principales y laterales, muro perimetral y lugares de inhumación. Sectorización: división del espacio interno de acuerdo a la tipología de las estructuras funerarias. Relevamiento de los sectores funerarios: utilizando fichas, previamente elaboradas, se relevarán las estructuras funerarias. Registro fotográfico: durante el desarrollo de todas las etapas planteadas se realizará registro fotográfico. Resultados. Avance

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. 1. El Eje: el cementerio de esta localidad se encuentra activo, como lo expresáramos anteriormente los trabajos todavía no se están realizando, nuestro primer acercamiento al grupo social de pertenencia fue con charlas de difusión y concientización sobre Patrimonio Cultural. 2. Puerta de Corral Quemado: el campo santo se encuentra inactivo, estamos en nuestra primera etapa de trabajo efectuando eldiagnóstico de deterioro, causado por agentes antrópicos y naturales en el sitio. Se diseñaron fichas especiales para la recopilación de datos (ambiente, plagas, vegetación, vandalismo, viento, lluvia, etc.). Asimismo se realizó el registro fotográfico de los daños observados. El campo santo se ubica a dos kilómetros del centro del pueblo, sobre la margen derecha del río principal de la localidad, para llegar se debe el cause y caminar unos cien metros. El cementerio presenta un estado de conservación regular, está rodeado por tela metálica (zaranda) sostenida por pilotes de cemento, la puerta de ingreso es de hierro y chapa. El espacio interno se puede dividir en dos áreas de acuerdo a las estructuras funerarias, de entierros directos en suelo y entierros en tumbas.

Imágenes 1 y 2. Puerta de acceso y estructuras funerarias del Cementerio Puerta de Corral Quemado. Fuente: Archivo de Edith Ofelia Valverdi, Sergio Antonio Álvarez y María Claudia Yapura (Valverdi, Álvarez y Yapura).

1Corral Quemado: este campo santo se encuentra inactivo, está ubicado sobre una lomada y como en el caso anterior para poder acceder a él se debe cruzar el cauce de un río. Este campo santo presenta graves problemas de conservación entre los que podemos mencionar, el avance de las cárcavas, deterioro de estructuras funerarias, rotura de la zaranda perimetral, etc. En una primera etapa de trabajo realizamos el diagnóstico de deterioro con el cual se formularon los lineamientos básicos para detener el 3 avance de los agentes causantes de deterioro del sitio. Paralelamente se realiza la recopilación y análisis de los asientos de Difuntos en la Iglesia Nuestra Señora de Belén, correspondiente a esta localidad, con la información obtenida está confeccionando una base de datos.

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Trabajo presentado en las I Jornadas Latinoamericanas de Humanidades y Ciencias Sociales y10a. Jornadas de Ciencia y Tecnología de la Facultad de Humanidades, Catamarca, 2012.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. perimetral sur fue destruido con la finalidad de agrandar el espacio interno en unos cincuenta metros. En el año 2012 se construyeron nuevos muros perimetrales que delimitan el espacio incorporado. También se modificó el ingreso con la incorporación de un sector rectangular de cinco metros de largo, se destruyó parte del muro perimetral norte y se reutilizó la puerta con el agregado de una tarima de madera para cerrar el ingreso. Nos encontramos realizando, el relevamiento de las estructuras funerarias como así también la recopilación y análisis de los asientos de Difuntos.

Imágenes 3 y 4: Entrada y espacio interno del Cementerio de Corral Quemado. Fuente: Archivo de Valverdi, Álvarez y Yapura.

Imagen 5: Vista general del Cementerio del Peñón. Fuente: Archivo de Valverdi, Álvarez y Yapura.

2El Peñón: Es el primer campo santo del pueblo, se encuentra activo ubicado aproximadamente a un kilómetro del centro del pueblo, sobre una lomada en una pequeña hondonada que lo invisibiliza y mimetiza con el entorno. Es muy pequeño rectangular, rodeado de un muro perimetral de piedras que no supera el metro de altura. Se ingresa al mismo por una pequeña puerta rústica realizada de madera y zaranda. Encontramos zonas de entierros en suelo de adultos, tumbas y entierros en suelo de niños. El campo santo no cuenta con calles principal o secundarias, las estructuras funerarias se encuentran distribuidas homogéneamente orientadas en dirección sur/norte. El campo santo sufrió modificaciones luego de nuestra primera visita, en esa oportunidad los pobladores nos habían contado que el cementerio no tenía espacio suficiente y que estaban considerando dos propuestas, una construir uno nuevo y otra ampliar el existente. El muro

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Este recuerdo le dedica a su padre su hija. Se identificaron 26 tumbas sencillas y un mausoleo en el sector Oeste y en el sector Este 26 tumbas sencillas, 53 tumbas complejas y un mausoleo. La mayoría de ellas están orientadas en sentido O-E a excepción del mausoleo que está emplazado de S a N… 4

Recientemente realizamos un trabajo de investigación que tuvo como objetivo el estudio las estructuras funerarias ubicadas en el sector más antiguo del cementerio. Éstas son de material crudo (adobe) que no resiste el ataque de los factores climáticos y antrópicos. Considerando que las tumbas más antiguas, de diseños únicos, representan parte del ritual mortuorio de los primeros pobladores de Antofagasta de la Sierra, se propusieron pautas para su conservación basadas en los principios arquitectónicos básicos contemplados para intervenciones en estructuras con significado cultural. Con este trabajo se rescataron las formas de las estructuras funerarias impidiendo su degradación y a la vez proteger los datos que forman parte de la historia del campo santo, ya que en él está impresa la vida del pueblo.

Imágenes 6 y7: Puerta de acceso y parte del sector entierros directos en suelo del Cementerio del Peñón. Fuente: Archivo de Valverdi, Álvarez y Yapura.

3Antofagasta de la Sierra: los primeros estudios realizados en este campo santo fueron presentados en la reunión científica, XI Encuentro Iberoamericano de Valorización y Gestión de Cementerios Patrimoniales. Para su estudio se dividió el cementerio en Sector 1 y Sector 2, estamos trabajando en el primero, dado que las estructuras funerarias presentan un mal estado de conservación: …Se realizó el relevamiento y registro fotográfico de todas las estructuras funerarias presentes, con la finalidad de rescatar toda la información posible ya que algunas de ellas se encuentran bastante deterioradas y corren el riesgo de perderse. El Sector 1 está bien zonificado, se observan un área al Oeste de entierros a los que denominamos tumbas sencillas y otro al Este de tumbas complejas y sencillas. No se observa superposición de inhumaciones, los espacios donde se localizan los entierros más viejos, con el tiempo perdieron su demarcación y no fueron reutilizados. El tipo de enterratorio en todos los casos es primario, individual y directo en suelo. Se observó un solo caso donde la estructura contenía dos inhumaciones, se encontraban ubicados en ambos extremos de la tumba, no fue posible determinar si hubo reducción.

Imagen 8: Vista panorámica del cementerio de Antofagasta de la Sierra. Fuente: Archivo de Valverdi, Álvarez y Yapura.

Los datos de los inhumados se encuentran inscriptos en cruces de maderas, pero debido a su antigüedad fue difícil relevar algunos de ellos. La tumba más antigua data de 1818, se rescató la siguiente escritura: 19/01/1818

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Sergio Álvarez, y Edith Valverdi, Cementerio de Antofagasta de la SierraCatamarca - Argentina, en XI Encuentro Iberoamericano de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, Paysandú, Uruguay, 2010.

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Imágenes 9 y 10: Estructuras funerarias más antiguas y sector de inhumación de niños en el cementerio de Antofagasta de la Sierra. Fuente: Archivo de Valverdi, Álvarez y Yapura. Imágenes 11 y12: Entrada principal y sector entierros directos en suelo Cementerio Inca Huasi. Fuente: Archivo de Valverdi, Álvarez y Yapura.

4Incahuasi: los trabajos de campo en este cementerio todavía no comenzaron, se está gestionando financiamiento para poder afrontar los gastos que devienen dicha intervención. Los avances de investigación en este campo santo consistieron recopilación de fuentes historiográficas con el objetivo de recopilar datos sobre el bien cultural.

Comentarios En estas jornadas expusimos algunos avances de las investigaciones que estamos realizando en los campos santos, somos conscientes de que todavía hay un largo camino que recorrer, que las dificultades serán menores a la medida que todos los involucrados en el quehacer cultural nos responsabilicemos del papel que cumplimos.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Creemos que nuestro primer paso es lograr que las sociedades reconozcan a los cementerios como parte de su patrimonio cultural, que los valoren y se identifiquen con ellos. Con el tiempo implícitamente lo cuidaran y resguardaran. En un futuro no muy lejano podrán reconocerlos como recursos explotables al turismo, con todos los beneficios que esto significa al interior de los grupos social de pertenencia. Los departamentos de Belén y Antofagasta de la Sierra, son muy conocidos en ámbitos nacionales e internacionales por los circuitos turísticos, cuentan con paisajes naturales únicos en el mundo. Los entes estatales y organizaciones privadas elaboran distintos paquetes turísticos en los cuales ofrecen visitas a lugares con lagunas, salares, zonas volcánicas, turismo minero y turismo cultural. El recorrido de estos circuitos turísticos involucra a las localidades donde estamos trabajando, ya sea porque cuentan con infraestructura de servicios o porque son lugares de paso. Esta situación permite que las distintas municipalidades puedan trabajar de forma conjunta en beneficio de todas, lamentablemente cada una trabaja en pos del progreso de su lugar sin considerar lo beneficioso que sería si los proyectos fueran más integrales. Con el trabajo que estamos realizando desde el proyecto marco apuntamos a sugerir cambios en las políticas culturales los cuales se lograrán a la medida que nos responsabilicemos de nuestros actos como agentes culturales y apostemos a un trabajo consiente, útil y productivo para todas las sociedades.

Iberoamericano y XI Jornadas Técnicas de Restauración Conservación del Patrimonio, La Plata, Argentina, 2013.

Bibliografía 





Álvarez, Sergio y Edith Valverdi, Cementerio de Antofagasta de la Sierra-Catamarca - Argentina, en XI Encuentro Iberoamericano de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, Paysandú, Uruguay, 2010. ----------, Rescatando parte de Patrimonio Cultural: Cementerio Viejo de Corral Quemado, Belén, en I Jornadas Latinoamericanas de Humanidades y Ciencias Sociales y 10º Jornadas de Ciencia y Tecnología, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional de Catamarca, Argentina, 2012. Valverdi, Edith O. y M. Claudia Yapura, Propuesta de conservación y protección de un campo santo. El cementerio de Antofagasta de la er Sierra, Catamarca. Resumen presentado para el 3 Congreso

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Campos funerarios distintivos del Estado de Querétaro de Arteaga Susceptibles de ser suscritos en la construcción del Plan de Manejo del Camino Real de Tierra Adentro Arq. Luz de Lourdes Serna Cerrillo Mtro. Carlos Alberto Mercado Limones México

En el marco del proyecto de investigación “Ruta iberoamericana de cementerios patrimoniales, apartado México. Espacios y tradiciones funerarios vinculados al Camino de la Plata o Real de Tierra Adentro”, se da continuidad a los avances presentados tanto en Salvador de Bahía, Brasil como en Rosario, Argentina. En seguimiento a lograr los objetivos planteados en el plan de la Ruta Iberoamericana de Cementerios Patrimoniales para establecer mecanismos que coadyuven a recuperar los cementerios patrimoniales de las regiones, así como el incentivar procesos de revitalización y desarrollo urbano en los entornos circundantes de los mismos, su revalorización e inserción de los mismos en circuitos culturales y turísticos, en escala que va desde lo local hasta lo internacional y en concordancia con esos objetivos, el Apartado México, en franca adhesión a los valores culturales reconocidos en

Ceremonia Conmemorativa en honor a Doña Josefa Ortiz de Domínguez (1975)

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la “Ruta, Camino Real de Tierra Adentro” (inscrito como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 2010) busca enlazar dentro las políticas del Plan de Manejo de la Ruta Camino Tierra Adentro, los cementerios, espacios y tradiciones funerarias que territorialmente puedan ser vinculadas con el mismo.

Para el caso correspondiente al sector que cruza por el estado de Querétaro de Arteaga, se han seleccionado en una primera etapa dos de los cuatro campos funerarios proyectados para su inserción, que por su valor testimonial, simbólico e histórico ya forman parte de las raíces culturales del pasado Queretano. Los resultados de esta investigación serán autorizados a la revisión de sus contenidos e integrados en el “Plan de Manejo y Gestión del Camino Real de Tierra Adentro, México. Lineamientos Generales que corresponde al documento complementario del Expediente Técnico de Inscripción del Camino Real de Tierra Adentro”, siendo: Panteón de los Queretanos Ilustres (s. XIX), emplazado sobre lo que fue el Cementerio de Pobres o No. 1, establecido por los frailes franciscanos en la parte oriental de la huertas del Convento de la Cruz o Primer Colegio Apostólico de Propaganda Fide en la ciudad capital;

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El Camino Real de Tierra Adentro, también conocido por el nombre de “Camino de la Plata”, comprende cinco sitios ya inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial y otros 55 sitios más situados a lo largo de 1.400 de los 2.600 km de esta larga ruta que parte del norte de México y llega hasta Texas y Nuevo México, en los Estados Unidos. Utilizado entre los siglos XVI y XIX. Este camino servía para transportar la plata extraída de las minas de Zacatecas, Guanajuato y San Luis Potosí, así como el mercurio importado de Europa. Aunque su origen y utilización están vinculados a la minería, el Camino Real de Tierra Adentro propició también el establecimiento de vínculos sociales, culturales y religiosos entre la cultura hispánica y las culturas amerindias.(UNESCO/BPI)

Panteón de Chichimequillas (s. XVII), es un recinto funerario mestizo que guarda la tallas más antiguas del estado y datan del siglo XVIII.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Está localizado en las inmediaciones de la ex hacienda de Chichimequillas. Inmueble construido originalmente como casa de frailes y posta para descanso de los que iban en tránsito a los minerales de San Luis Potosí. Fue fundada por la orden religiosa de los carmelitas descalzos. Panteón No. Uno o de los Españoles (s. XIX) en San Juan del Río, Qro. Ciudad originalmente llamada “Garganta de toda tierra adentro” y que hoy ostenta el nombramiento de “Ciudad Patrimonio Cultural Histórico Mexicano”. Por último cabe destacar en el trazado de la Ruta Iberoamericana de Cementerios Patrimoniales la inclusión de un bien del patrimonio inmaterial de la humanidad, cuya proclamación por parte de la UNESCO se realizó en el 2009, pero por su relevancia y singularidad debe ser enmarcado en esta ruta de particular significación. Las doscientas sesenta Capillas Comunitarias y Familiares, costumbres, valores y tradiciones, (s. XVII, XVIII) de los “Lugares de memoria y tradiciones vivas de los otomí-chichimecas de Tolimán. La Peña de Bernal, guardián de un territorio sagrado” En esta oportunidad se presentan los avances de la investigación documental y física de un campo funerario señalado dentro la ciudad de Santiago de Querétaro, Qro, que oriente los criterios particulares para la puesta en valor, así como la información resultante de la investigación para su catalogación.

como: hñähñu u otomís, purépechas, pames de extracción chichimeca y 6 otros de matriz náhuatl . La persistencia de restos arqueológicos dispersos en las inmediaciones de la ciudad de Querétaro y San Juan del Río revelan diferentes etapas históricas como también diversidad de rasgos culturales: en urbanística; técnicas, materiales y geometrías constructivas; prácticas rituales; formas de entierro; lenguas, etc., por señalar algunas localidades: en San Juan del Río el Cerro de la Cruz; al sur y poniente de Querétaro, Juriquilla, Tlacote el Bajo, La Magdalena, San Pedro Mártir, Balvanera, el Palacio, El Cerrito, todos estos sitios posteriormente fueron asiento de las haciendas. A menos de una década de la conquista de Tenochtitlán, la brigada 7 colonizadora incursionó los territorios circunvecinos al norte de la ciudad de 8 México, estableciendo en el territorio dos lugares con la ayuda de los capitanes otomís y los tlaxcaltecas que acompañaban la avanzada. Estos eran San Juan del Río y Querétaro que se fundaron en 1531, siendo 9 Querétaro la segunda localidad constituida en dirección al septentrión. La fundación estos pueblos de indios escalonó la avanzada española y el establecimiento de misiones evangelizadora, motivo por el que, en la ciudad de México a estos dos pueblo dio por llamarlos “la garganta y puerta hacia tierra adentro”. Conforme incrementaba el tránsito hacia las tierras del norte, los peninsulares sentaron sus reales en estos dos lugares, amen a las excelentes condiciones que estas tierras ofrecían para vivir y trabajar.

Antecedentes y contexto históricos Hay que concederle reconocimiento a la ciudad de Santiago de Querétaro por su participación en la construcción histórica “nacional” como trascendente, desde el curso prehispánico hasta la formación del México libre y democrático. En ella se desarrollaron un sin número de eventos importantes gracias a su ubicación estratégica dentro del territorio nacional. A decir: Curso prehispánico Los estudios arqueológicos estiman que la región suroeste de los estados de Querétaro e Hidalgo operó como límites geofísicos entre los territorios ocupados por las culturas centrales y las tierras nortes de los pueblos nómadas y recolectores. Los diferentes estudios arqueológicos señalan a esta “frontera” como aquellos parajes, que en vísperas del avance hacia Tierra Adentro de los peninsulares, era una zona de confluencia de grupos con raíces culturales diversas, en ese momento ocupado en convivencia por etnias

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Existen teorías que indican que esta zona tuvo relación con Chupícuaro, Teotihuacán, Tula y Tenochtitlán. 7 221km. al noroeste de la ciudad de México y 390 km al poniente de la ciudad de Guadalajara, Jalisco. 8 El primer apostamiento establecido dentro de estos territorios fue San Juan del Río, cuatro semanas después se estableció a 13 leguas al noroeste, el de Querétaro. En origen fueron fundaciones como pueblo de indios. Este tipo de instauración formó parte de las políticas de expansión territorial dictadas en las disposiciones de las Leyes de Indias, 1973: 142 r. Tomo II, Libro V, Título Primero, Ley Primera. http://www.gabrielbernat.es/espana/leyes/index.html 9 La primera población que se estableció dentro de los territorios ocupados por los naturales fue San Juan del Río, pocos años después se fundó 13 leguas al noroeste, la villa de Querétaro.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Formación de la villa de Santiago de Querétaro Siglo XVII

Consolidación de la ciudad de Santiago de Querétaro, Siglo XVII y XVIII Tres causas hicieron que la ciudad de Querétaro evolucionara rápido y exitosamente. 10 La primera situación que enfrentó la entonces villa de Querétaro fue el hecho de que la ciudad funcionara como nodo de transferencia y enlace del Camino Real de Tierra Adentro, razón por lo que hubo que vigorizar el desarrollo comercial, de abasto, transformación, servicios y transporte para la demanda de avituallamiento para los que iban en tránsito. En el mismo sentido, los aspectos geográficos, fisiográficos, hidrológicos y climatológicos, de suelos para uso agrícola, permitieron desarrollar una vigorosa industria agropecuaria a partir de las haciendas que se convertirían al paso del tiempo en polos de desarrollo para la región. Al tiempo surgía también una nueva actividad, “los obrajes” de gran rentabilidad que utilizaban mano de obra de reos y esclavos. Este auge económico se debió a la coparticipación entre terratenientes, clero, gobierno y el trabajo de los reos, mulatos, negros, lobos y naturales en esclavitud. Los “grandes” capitales dieron como 11 resultado la conformar de una bella ciudad que fue planeada y construida a través de esa alianza.

Mapa de los alrededores del pueblo de Querétaro (1620) En la parte inferior derecha, el convento de franciscano en vísperas de sus grandes transformaciones, a la izquierda, la plaza de San Francisco, punto de partida de los caminos que llegan al pueblo de Querétaro con el exterior. (AGNM, Tierras, col. 2785, exp. 13, f. 17)

Querétaro y no así San Juan del Río, fue el punto nodal de conexión en el sistema caminero, dirección al norte y bajío comunicando a las regiones de producción metalúrgica, ciudades y zonas productivas de aquellos lares, lo que le permitió un rápido desarrollo. Sus caminos iban de: México-Querétaro; Querétaro-Guanajuato-Zacatecas-Guadalajara; Querétaro-Celaya-Valladolid-Guadalajara; Querétaro-San Luis Potosí-Monterrey; Querétaro-San Luis Potosí-Tampico.

Plano elaborado por Don Manuel Estrella y Fernández, Querétaro en 1790, anexo ordenanza de Ruiz Calado 10

Hasta el 13 de febrero de 1655 por orden real de Felipe IV se solicita la cédula, para otorgar a la villa de Querétaro los títulos de "Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Santiago de Querétaro. 11 Querétaro obtuvo durante las llamadas reformas Borbónicas la condición jurídica de 11 Corregimiento de Letras en 1793 y seguía dependiendo de la Intendencia de México, contando con una relativa autonomía política y económica.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. inventario total de inmuebles religiosos, equipamiento urbano y rural que poseyó. El siglo XIX sumó pocos edificios para el equipamiento de la ciudad, siendo la mayoría del orden civil: teatro Iturbide edificado sobre la antigua alhóndiga (hoy de la República); las estaciones de trenes (desapareció la primera); Paseo de la alameda; El Gran Hotel; 3 mercados y, la capilla de la virgen de Dolores en el cerro de las Campanas. Sin embargo, esta centuria fue responsable de la pérdida de una parte importante del patrimonio edificado a razones de diferentes eventos, a decir: el sitio de la ciudad e invasiones y saqueos por pugnas entre ejércitos conservadores, liberales y republicanos.

Brotaban como semilla en suelo fértil, conventos y más convento, iglesias y capillas de indios, hospitales y colegios, casas para recogidas; molinos, puentes, fuentes, mesones, ventas, estancias, guarniciones, garitas, casas para el comercio, grandes haciendas, ranchos casonas al mejor estilo de la metrópoli y su obra más representativa un acueducto 1726/1738- que fue costeado casi en su totalidad por uno de los marqueses que vivían en la ciudad, don Juan Antonio de Urrutia y Arana, Marqués de la Villa del Villar del Águila. La tercera causa y la más “sustancial” fue de orden moral. Si observamos que de inicio, la misma fundación en1531, se soportó en un hecho milagroso que cuenta: que sobre el cerro del Sangremal “aparecieron en lo alto del cielo de una cruz luminosa y el apóstol Santiago sobre brioso corcel para apaciguar a los bravos chichimecas y convertirlos a la fe cristiana”, haciéndose este hecho, el pretexto para modelar la formación de un pueblo de indios donde la conversión a la fe cristiana se desarrollara dócilmente. Este sería el patrón de asentamiento para los territorios norteños, aún no colonizados. Entonces se explica el raigambre religioso desarrollado por esta sociedad al mejor estilo señorial, que se esmeró en recibir a todas las órdenes del clero regular y secular costeándoles en potestad la fábrica de los edificios prodigiosos que luciría la ciudad española de Querétaro, que se construyó colateral al asiento de los barrios de indios.

Hechos históricos relevantes en Querétaro Inicio del movimiento independentista en 1810 conspirado por la corregidora Josefa Ortiz de Domínguez, dos militares del ejército realista Ignacio Allende, Juan Aldama y un párroco Miguel Hidalgo junto a otros individuos 13 del clero y civiles . También se clausura el período de la guerra de independencia el 21 de junio de 1821, cuando el general Agustín de Iturbide tomó el “último bastión del ejército imperialista acuartelado en el convento de la Cruz” e hizo capitular al brigadier Domingo Luáces. Iturbide había transitado en múltiples ocasiones por Querétaro con su tropa, porque trasladaban los cargamentos de plata entre los minerales y la ciudad de México. En 1824 en el Acta Constitutiva de la Primera República, la ciudad de Querétaro fue propuesta como capital nacional. En 1830 la Legislatura del Estado juró como su patrona a la imagen de Nuestra Señora del Pueblito. La imagen representa todo el espíritu que los misioneros evangelizadores asumieron desde la llegada en 1531 a estos lugares. La imagen de San Francisco sostiene en su espalda a la virgen y en sus manos tres esferas que representan la potestad sobre el clero regular, secular y la sociedad civil. Queda clara la relación entre el estado, la iglesia y sociedad, indudablemente una potestad asumida.

Siglo XIX México independiente 12 Terminado el siglo XVIII , en Querétaro ya se contaba con 12 conventos con templo; 9 capillas; 10 iglesias y/o parroquias; 1 hospital con templo; 1 colegio con templo; 1 hospicio; 2 escuela de bellas artes y primeras letras; 2 molinos de trigo; 1 fabrica de hilados y varios obrajes; casa del diezmo; casa real y de cabildo; 3 mesones de descanso y diligencias; una fábrica del estanco del tabaco; 1 alhóndiga y 1 pósito; 4 plazas públicas; 62 fuentes públicas; 3 puentes; un acueducto con 74 arcos, 28.5 m., en altura y 1,290 m., de longitud y 176 haciendas en las inmediaciones de la ciudad. Casi el 12 Carlos Arvizu García en su artículo PADRONES, PLANOS Y ORDENANZAS. Espacio urbano de Santiago de Querétaro 1778-1802, publicado en QUERÉTARO AL FINAL DEL SIGLO XVIII, señala que: la población aproximada mediante padrón voluntario arrojaba: 1777/25,583hab; 1778/27,337hab; 1779/29702hab; 1791/26431hab; 1793/31,576hab; y en 1803 dos datos diferente: Alejandro Humboldt señala 35,000hab. y Zelaá e Hidalgo: 50,000hab. Estos padrones registran en la conformación étnica: Españoles, indios, mestizos, castizos, negros, mulatos y lobos.

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Resulta peculiar que en Valladolid como en Querétaro se tejieron las dos principales conspiraciones del país llevaron al virreinato a perder el control; la de “los Guadalupes y la de, la Corregidora -1808/1810- respectivamente a pesar de haber sido sociedades muy conservadoras.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. oportunidad para el ejército del segundo Imperio Mexicano. Los republicanos al frente del general Mariano Escobedo sitian la ciudad durante 3 meses, ganan la plaza y obligan la abdicación del emperador, Querétaro enfrentar en junio de 1867 el fusilamiento de Maximiliano de Habsburgo y sus generales Miguel Miramón y el queretano Tomás Mejía, en el cerro de las Campanas. Donde cayeron muertos, hoy existe la capilla de la Virgen de Dolores que conmemora el acontecimiento. Aunado al malestar de la sociedad queretana por las consecuencias que dejó el sitio de la ciudad a los pobladores y el fusilamiento del emperador Maximiliano en 1867 al gobernador Arteaga le correspondió aplicar la nacionalización de los bienes de la iglesia. Querétaro vivió un período largo y difícil entre 1850 a 1867 por la aplicación de la Ley Lerdo y las Leyes de Reforma, ambas en la intención de “secularizar a la sociedad y expropiar los bienes en manos de la iglesia. Estas disposiciones afectaron directamente la competencia y potestad que por más de tres centurias ejerció el clero en la vida social y política; y con mayor rigor las reformas afectaron su interés patrimonial. Irremediable fue ejecutada la disposición nacionalizándose las propiedades del clero, esto alteró nueva el “estado de la cosa” para los ciudadanos queretanos afectando por la supresión de actividad religiosa en la que apoyaban el día a día; la exclaustración de hombres y mujeres que enfrentaban una vida civil que no conocían; y la redistribución del suelo urbano y rural. Nuevamente los inmuebles religiosos y otras propiedades entraron el desuso por largos períodos con el consecuente deterioro, saqueo o nueva destino, circunstancia que sumó, la pérdida de su patrimonio edificado. El servicio ferroviario inicia recorridos en 1879 de Querétaro a San Juan del Río y Querétaro a Celaya, tres años más tarde, recibe las corridas desde México. En 1886 por acuerdo del Ayuntamiento de Querétaro se ordenó que todos los hombres que circularan por la ciudad, debieran usar pantalones y no calzones de manta. En 1894 se conducen los restos de México de doña Josefa Ortiz de Domínguez a Querétaro para ser colocados en el panteón de los Queretanos Ilustres.

Imagen de Nuestra Señora del Pueblito

En 1848, nuevamente Querétaro fue sede provisional de los poderes de la nación. La estancia del presidente provisional Manuel de la Peña y Peña tenía como objetivo discutir junto con el Congreso Nacional los términos del Tratado de Guadalupe. A la conclusión y firma del tratado, México perdió los territorios de la Alta California, Texas y Nuevo México en indemnización sólo recibió la cantidad de 15 millones de pesos. En 1854 el Teatro Iturbide se engalana para la inauguración y gala del El Himno Nacional Mexicano. En 1876 el general Porfirio Díaz se entrevistó con el Lic. José Ma. Iglesias para que se le trasfiriera el poder como Jefe del Gobierno Nacional, iniciando la dictadura de Díaz que duró 33 años. El general José Ma. Arteaga como gobernador de dos períodos 1857/58-1860/62- actuó como defensor de la república; su gestión la ocupó en aplicar con rigor la Constitución de 1857, encomienda difícil en una sociedad indispuesta a las ideas republicanas. En febrero de 1867 Maximiliano de Habsburgo traslada la capital del imperio a la ciudad de Querétaro y se instala con su ejército, en esta

México en revolución Inicia el movimiento armado revolucionario de 1910 que altera la paz principalmente en pueblos y haciendas del estado. Venustiano Carranza jefe del Ejército Constitucionalista y encargado del Poder Ejecutivo y del Poder Ejecutivo, trasladan a Querétaro

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. los poderes de la república y es declarada capital provisional por cuarta vez. Carranza instala su residencia en Querétaro entre noviembre de 1916 a enero de 1917 para formular la Constitución Política Nacional sesionando con los congresistas quienes aprueban y firman la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos para proclamarse el 5 de febrero de 1917 en el Teatro de la República, anteriormente Teatro Iturbide. En 1920 Querétaro es ocupado nuevamente por tropas pero de las fuerzas de callistas. Entre los años de 1926 al 29 sucede en el país la Guerra de los Cristeros y Querétaro vuelve a resentir la supresión del culto religioso, por la obligatoriedad de algunos artículos constitucionales de 1917 que prohibían al clero participación en la asuntos de la política, poseer bienes raíces y ejercer el culto fuera de los templos. Plutarco Elías Calles en cumplimiento a lo señalado en la Carta Magna generó un conflicto armado entre su gobierno y milicias de laicos, presbíteros y religiosos católicos que se fue por la libre causando la persecución de todo aquel que profesara la fe cristiana. Se sucedieron graves arbitrariedades y linchamientos contra la población civil, por lo cual el servicio religioso es interrumpir o ejercido en clandestinidad. Se puede tejer más fino el relato histórico, pero no es el objetivo de esta presentación, sólo sirva en resumen lo más trascendente de la participación de Querétaro, que fue, de consideración dentro de la escena histórica nacional. Cabe decir que por los mismos motivos que en la centuria del XVII fueron propicias las condiciones para que la ciudad de Santiago de Querétaro se constituyera en una espléndida ciudad barroca con toda su sociedad miraba en la misma dirección, esas mismas condiciones le significaron en los siguientes doscientos años mucha incertidumbre, su ánimo piadoso y profundamente conservador la pusieron en la mira de los intereses de los líderes militares de cualquier posición ideológica, para que en ella, y con los recursos de ella, lograran posicionarse en el poder.

Fragmento del plano elaborado por Don Manuel Estrella y Fernández En él se observa a la derecha: el conjunto conventual del Colegio de Propaganda Fide, la desembocadura del Acueducto y el Camino Real a México. A la izquierda se aprecia la Plaza mayor y el convento grande de San Francisco.

La impronta del sitio sería la evangelización. Los primeros bautizados fueron los nativos otomíes venidos de La Cañada y aposentados en el naciente Querétaro. Un día después, el 26 de julio, como dictaba la costumbre, se ofició la primera misa y se sembró una cruz. Lego de dos décadas se fabricó de cal y canto la primera capilla “El Calvario”. Lateral a la capilla y con calle de por medio fue conformándose el conjunto de edificios (1654) para la casa de Recolección de San Buenaventura y el templo de la Santa Cruz (1566). Diez y siete años pasaron cuando por bula papal de Inocencio XI, se le instruyó a Fr. Antonio Linaz y 26 religiosos franciscanos erigir en la casa de Recolección de San Buenaventura el primer Colegio Apostólico de Propaganda Fide. La calle de por medio entre el convento de la Cruz (se le identificaría al convento con el nombre de su templo) y la capilla del Calvario continuaría el camino que venía de la ciudad de México hacia el convento grande de San Francisco –centro- de la villa española, camino al que se llamaría “Camino Real de la Plata o Tierra Adentro”. En 1726 don Juan Antonio de Urrutia y Arana, marqués de la Villa del Villar del Águila inició la obra del acueducto que iniciaba desde San Pedro de La Cañada dirección poniente y desembocaba en el muro poniente del convento de la Santa Cruz. Para 1738 ¡Querétaro tenía agua! A pesar de que la ciudad ya contaba con agua como medio de higienización, las pestes diezmaban a la población, primordialmente a los

El conjunto Conventual de la Santa Cruz Su Historia Al poniente del pueblo de La Cañada se encuentra un cerro al que los peninsulares llamaron Sangremal. En la loma de él relata la crónica, se sucedió un enfrentamiento pactado entre gentiles y cristiano, al tiempo, en el cielo apareció una cruz de luz y el apóstol Santiago montado en su corcel, acto seguido, los naturales sorprendidos ante el milagro, aceptaron el bautismo, suceso que obrar la pacificación y fundación del pueblo de indios de nombre Querétaro de fecha, 25 de julio de 1531.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. más humildes quienes eran enterrados en lugares clandestinos, en atrios de 14 iglesias o, en el mejor de los casos en el panteón del Espíritu Santo. Al ser insuficientes los espacios de entierro para pobres e indios Fray Mariano de Aguilera consideró prudente fundar un panteón en la parte sur de la huerta para dar entierro gratuito a aquella gente, sobre todo en las épocas que la peste y las guerras diezmaban a la población. Este panteón inició servicio en1847.

Fragmento del Plano Topográfico de la Ciudad de Santiago de Querétaro 1844 En él se señala el área destinada para la erección del Panteón No. Uno en la sección sur del Convento.

Transformación del predio sobre el que se asentó el convento y posteriormente un deportivo y el cementerio No.1 14

El panteón del Espíritu Santo ya está registrado en un plano elaborado por don Manuel Estrella y Fernández en 1790, ubicado contra esquina del convento de Santa Rosa de Viterbo. Lo administraba la iglesia del Espíritu Santo. En el plano se localiza en la orilla sur de la ciudad. Obsérvese su ubicación en el plano abajo de la manzana marcada con el número 83, o entre el callejón del Campo Santo/callejón de las Lagartijas y Manzanares, esta última av. Zaragoza.

He citado anteriormente; que en reiteradas ocasiones el convento de la Cruz fue afectado por los conflictos políticos que vivió Querétaro. Entre los años 1850-1867, Querétaro transitó de la aplicación de la Ley Lerdo; al

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. El cementerio16 está completamente destruido y los más de sus árboles se han secado. El panteón está casi en el mismo estado en que lo dejamos, excepto la capilla de la que no hay más que las paredes y la puerta principal, y excepto también las verjas de hierro de los sepulcros de dos familias y las lápidas de mármol que faltan. (…) digo también a vuestra señoría: que desde el día 25 de julio de 1531, en que la Santa Cruz y el señor Santiago Apóstol (…) hasta el día 21 de noviembre de 1860 en que se publicó en esta ciudad el decreto de exclaustración, la comunidad de religiosos crucíferos tuvo (…) ciento cincuenta y dos años como convento de franciscanos de la provincia del Santo Evangelio de México y después como Recolección de la Santa Provincia de los Santos Apóstoles San Pedro y San Pable de Michoacán, y ciento setenta y siete años, tres meses y seis días como Colegio de Propaganda Fide. Fechado. Querétaro, 8 de julio de 1864. Fray Miguel María Zavala

sitio de la ciudad; la ejecución de Maximiliano y el cumplimiento de las Leyes de Reforma. En los tres casos las consecuencias para el espacio y la vida conventual fueron penosas. Los conventos fueron ocupados por tropas, los inmuebles y sus bienes nacionalizados y los religiosos exclaustrados. Los frailes se retiran del convento, se requisa el inmueble y en abandono es saqueado, desmantelado y por temporadas ocupación como cuartel. Durante ese período el inmueble sufrió perjuicios irreparables infringidos por órdenes del gobernador José Ma. Arteaga, perdiéndose la barda atrial y su camposanto primigenio, el acervo de su biblioteca y sus bienes suntuarios. El vaivén de los cambios políticos continuaron alterando el estado del convento, temporadas abandonado, temporadas ocupado como cuartel, hasta que en 1946 los frailes recuperan su convento. A la fecha alberga la Facultad de Filosofía para sus seminaristas. El predio del panteón fue seccionado en varias ocasiones y por diferentes intervenciones. Edificación del Panteón No. 1 o Panteón de pobres El suelo que dispusieron se ocupara para el Panteón No. Uno fue la parte sur de la huertas del convento. Cuando se erigió el panteón en 1840, su forma era irregular ocupando aproximadamente de 2 hectáreas. En ese emplazamiento duro el panteón 20 años en servicio bajo la administración de los frailes. Cuando fueron exclaustrados en 1860 quedaron abandonadas las instalaciones. Tres años después estando solo el conjunto conventual fue destruido el muro del atrio con su camposanto y saqueados los bienes de la iglesia y el claustro, hasta que, el 8 de julio de 1864 por carta respuesta de:

Al regreso de los religiosos crucíferos a su convento en febrero de 1867 hospedaron a Maximiliano de Habsburgo y su ejército durante los tres meses que duro sitiada Querétaro. Todos los espacios disponibles del convento fueron ocupados para el descanso de sus subalternos, tropa, pertrechos y caballos, por supuesto que las huertas y el panteón fueron utilizadas, es de imaginarse las condiciones de desmantelamiento en que quedaron ´la huerta y el panteón cuando terminó el conflicto., Manuel de la Llata cuenta como anécdota: “que hasta la cubierta de zinc del teatro Iturbide fue desmantelada por el ejército imperialista para fabricar balas,” (2.p.125) entonces, cuál fue la suerte que corrieron las verjas de fierro forjado de las sepulturas y los árboles de la huerta? Como toda ciudad en guerra, Querétaro tuvo que restituir el orden de la vida. En el panteón había que poner orden porque ahí se sepultaban los militares y civiles que dejó la guerra, el hambre y las enfermedades. Ya estabilizada la convivencia, las actividades del panteón disminuyeron y a los años, menos difuntos pobres eran sepultados y más familias pudientes o encumbradas pedían ser inhumados en él. Las nuevas sepulturas se fueron acomodando en una disposición ordenada y diferente a la que acostumbraban los mestizo, ya no eran enterramientos en montecillo, entonces aparecieron monumentos en cantera y mármol con tallas hermosas y cercados por verjas de forja. Tal es el caso del monumento

Fray Miguel María Zavala del convento de la Santa Cruz informa al licenciado José María de Jesús Barbosa, gobernador de la Mitra, sobre el número de religiosos de su comunidad y el estado de su templo y convento15: Guardianía del Colegio apostólico de la Santa Cruz de Querétaro. En cumplimiento de lo previsto por vuestra señoría en la circular del cinco del corriente debo decirle: que (…) La iglesia como vuestra señoría sabe está abierta y bajo mi cuidado; en la material de la fábrica nada ha sufrido después de la exclaustración; pero si ha habido algunas pérdidas de ornamentos y otros objetos.

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RAMÍREZ, Montes Mina.- QUERÉTARO EN 1864. Nota Introductoria y versión paleográfica. Archivo Histórico del Estado, Serie: Archivo Queretano. México. Primera edición.1996. pag. 30-32.

La referencia al cementerio corresponde al espacio de entierros confinado entre las bardas atriales y que fue destruido al tiempo que lo fue también la barda atrial.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. funerario que aún existe en la posterior de la capilla y que guarda los restos de la hija menor del Gral. José María Arteaga, curiosamente, quien le infringió los más severos daños al convento. El Prof. Loarca recuerda que; “cuando era niño al fondo del panteón estaba la capilla dedicada a la virgen de los Dolores,” de la que eran depositarios la venerable orden tercera de la penitencia de nuestro señor padre San Francisco. “La vieja capilla de la Virgen de los Dolores fue reconstruida cuando llegaron los restos de la Corregidora, allá por el 1894”. La portada es de estilo neoclásico; La cornisa lleva la leyenda de “Ruega por nosotros Madre Dolorosísima; en el remate de la portada arranca al centro del cornisamiento y sobre la balaustrada una espadaña de tres arcos que es coronada por una cruz esbelta. La nave está cubierto con bóvedas de crucería; se integraron en los laterales de la nave urnas cinerarias verticales y el presbiterio hay un altar de cantera de sencilla talla. En la explanada de entierros, también se le anexaron en los muros oriente y poniente columbarios

Actualmente desaparecido.

el

columbario

y

muro

oriente

han

Sepulcro de Doña Josefa Ortiz de Domínguez

Al frente de la capilla de la Virgen de los Dolores y en el centro de la explanada de entierros, fue colocado ex profeso el mausoleo para las cenizas de doña Josefa Ortiz de Domínguez, que se traerían de la ciudad de México. Termina el siglo XIX donde el porfiriano había brindado a las ciudades del país cierta calma, no así en los territorios rurales en donde el sistema del latifundio hacía germinar nuevos sentimientos beligerantes que particularmente en

Querétaro no tuvieron eco. La ciudad acogió

a la industria, el ferrocarril, el servicio electrifica, la telefónica y telegráfica, se embelleció la ciudad. No así a las políticas de estado que pedían impulsaban la educación y la enseñanza de la historia orientar al reconocimiento de las hazañas de los héroes para sembrar el sentimiento patrio, cívico y laico.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Así llegó 1930 después de otra persecución religiosa ahora implícita en el espíritu de la revolución, de Carranza, Obregón y Calles y que acometió por igual todas a las provincias del centro del país con hondas raíces clericales. El panteón a pesar de que era municipal fue clausurado se clausuraba por razones de higiene, arguyendo que las sepulturas eran superficiales y perjudicaban la salud pública (Loarca, p.17). Para 1946 el Gobierno Federal decidió reintegrar a los frailes franciscanos sólo el edificio del convento, mientras que en un sector sudoeste de la huerta se construían dos escuela de educación básica y media. Un año después los franciscanos negociaron la recuperación del sector de la huerta que colindaba con la fachada trasera del convento. Una vez más el Panteón de pobres corrió con la suerte de los otros espacios de entierro en Querétaro, fue desmantelado entre los años de 1949 y 1954, sólo se conservó el mausoleo de cantera de La Corregidora, la capilla de la Virgen de los Dolores, las gavetas laterales del muro poniente y algunas sepulturas que hasta hoy se conservan sobre el patio trasero de la capilla. El resto de zonas del panteón fue desmantelado y retiradas las sepulturas. Para 1946 el Gobierno Federal decidió reintegrar a los frailes franciscanos sólo el edificio del convento, mientras que en un sector sudoeste de la huerta se construían dos escuela de educación básica y media. Un año después los franciscanos negociaron la recuperación del sector de la huerta que colindaba con la fachada trasera del convento. Una vez más el Panteón de pobres corrió con la suerte de los otros espacios de entierro en Querétaro, fue desmantelado entre los años de 1949 y 1954, sólo se conservó el mausoleo de cantera de La Corregidora, la capilla de la Virgen de los Dolores, las gavetas laterales del muro poniente y algunas sepulturas que hasta hoy se conservan sobre el patio trasero de la capilla. El resto de zonas del panteón fue desmantelado y retiradas las sepulturas.

del convento de Santa Catalina en la ciudad de México para trasladarlos al entonces Panteón de la Cruz. Sus restos descansan en un mausoleo de Cantera rosa de estilo ecléctico desde el 23 de octubre de 1894 junto a los de don Miguel Domínguez que fueron exhumados del panteón del Tepeyac y agregados al mausoleo en 1922.

Escalinata y pórtico de ingreso al Panteón de los Queretanos Ilustres

El Gobernador Juan C. Gorráez (1955-61) preocupado por el estado de abandono del Panteón Municipal No. Uno, antiguamente de la Cruz, y del mausoleo de la Corregidora, instruye a la Dirección de Obras Públicas para que se interviniera el espacio funerario. El proyecto consideró la limpieza profunda y deshierbe del todo el conjunto; la integración de doce pedestales en torno a el mausoleo de lo Corregidores para la colocación de efigies de los personajes más representativos de la vida política, cultural, humanística, ciencia y heroísmo de Querétaro, la capilla de la Virgen de Dolores se conservó. La obra de mayor consecuencia fue la demolición del muro-lindero oriente y el columbario para habilitar en ese espacio un mirador y la bahía de estacionamiento. Recordemos que el conjunto conventual de la Santa Cruz se construyó en la cima del cerro Sangremal, por lo que esta ubicación como punto de observación ofrece una excelente perspectiva del oriente de la ciudad y del acueducto. Para entonces el panteón ya guardaba en descanso algunas personalidades. A partir de ese momento cambia el panteón su nombre

Panteon de los queretanos ilustres En el ideal de aquellos cementerios que destinan un lugar de honor para el reposo de los personajes relevantes como el caso del cementerio de “Dolores y San Fernando” en la ciudad de México, Querétaro deseaba poseer un espacio similar dedicado a la memoria de aquellos hombres y mujeres honorables. Considerando la posibilidad, en 1894 iniciaron las gestiones con la familia Iglesia Domínguez y el gobierno de la República para exhumar los restos de doña Josefa Ortiz de Domínguez “La Corregidora de Querétaro”

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. quedando consagrado como el PANTEÓN DE LOS QURETANOS ILUSTRES. Fueron inaugurados los trabajos al cumplirse los ciento cincuenta años del inicio del movimiento independentista, septiembre 16 de 1960. Nuevamente en 1984 el convento de La Cruz en la mira del interés del gobierno es afectado, esta vez el espacio de la huerta que habían recuperado los franciscanos en 1947 era expropiado por el gobierno para construir las instalaciones del Consejo Queretano de Recursos para la Atención de la Juventud, y al convento sólo le dejaron los espacio de circulación, patios y plaza. Cuatro años más tarde el gobernador Lic. Mariano Palacios Alcocer, quien en el interés de recuperar el espacio funerario del Panteón de los Queretanos ilustres como el foro ideal para conmemorar el aniversario de la promulgación de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en coincidencia los 250 años en que el acueducto llevara agua limpia a Querétaro. Prescribe la iniciativa al Ayuntamiento del Municipio de Querétaro atender:

sus vidas en la conformación cultural, científica, artística, política y social engrandeciendo nuestra entidad. Que desde siempre en México existe la noble tradición de honrar y mantener vigente la memoria de los héroes nacionales y hombres ilustres mediante la práctica de inhumar sus restos venerables en sitios decorosos y dignos para rendirles como corresponde reconocimiento permanente. Que en la ciudad de Querétaro desde el año de 1847 en que los religiosos franciscanos del convento de La Santa Cruz en la parte oriente de la Huerta construyeron un Panteón para pobres y que éste fue secularizado en 1863 pasando a poder del Ayuntamiento como Panteón Municipal No. 1 Que desde entonces se inhumaron en él personajes ilustres de esta ciudad y reconociendo su dignidad y decoro en 1894 fueron sepultados en el lugar más distinguido con gran solemnidad y honores los restos de la heroína de la independencia la señora Doña Josefa Ortiz de Domínguez, Corregidora de Querétaro. Qué posteriormente en 1922, junto a ella también fueron inhumados los restos del Sr. Lic. D. Miguel Domínguez, su esposo, que ya en el México Independiente ocupó puestos importantes en la Administración Pública como presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Que desde hace más de tres décadas se restauró y adecuó para que oficialmente se destinara al noble fin de honrar en él a los queretanos ilustres. (…) Este decreto y disposición administrativa continúa señalando ¿Qué, cómo y quiénes forman el cuerpo colegiado que en adelante determinen los procedimientos para la selección de los personajes que por méritos puedan ocupar lugar de honor en este foro funerario. H. Ayuntamiento 1985-1988

LIC. MARIANO PALACIOS ALCOCER Gobernador Constitucional del Estado Libre y Soberano de Querétaro Arteaga, a los habitantes del mismo, a saber que: EL LIC. MANUEL CEBALLOS URUETA, PRESIDENTE MUNICIPAL CONSTITUCIONAL DEL AYUNTAMIENTO DEL MUNICIPIO DE QUERÉTARO, ESTADO DEL MISMO NOMBRE, HACE SABER A SUS HABITANTES, QUE CON FUNDAMENTO (…): Que la ciudad de Querétaro ha cumplido más de cuatro y medias centurias de su fundación ocurrida el 25 de julio de 1531. Que desde su fundación hasta nuestros días en su territorio han sucedido acontecimientos relevantes a nivel nacional e internacional donde eminentes queretanos han participados. Que en tan larga vida han nacido en nuestro Municipio hombres y mujeres cuya vida ejemplar es digno de reconocimiento y cuya memoria conviene mantener viva. Que es deber del Ayuntamiento expresar en forma constante su reconocimiento a los valores históricos en cuya relación guardan estrecha vinculación los personajes que han destacado en la historia. Que además de exaltar a héroes y prohombres locales se debe reconocer públicamente a quienes contribuyeron inclusive con

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Ignacio Mariano de las Casas 1719-1773 Insigne alarife (arquitecto) queretano, constructor del Real Beaterio de Santa Rosa de Viterbo de esta ciudad, obra maestra del estilo Barroco en el siglo XVIII”

Es llamado el “Ingenio Creativo” del barroco queretano. Sus restos reposan a la Capilla del Rosario, del templo de Santo Domingo – se ignora la ubicación de su lápida-.

Columbario Votivo de los Queretanos Ilustres.

A modo de ejemplo se trascriben algunos de los epitafios que acompañan a las esculturas ubicadas en el atrio del panteón y se adjunta la lista de los Hombres y Mujeres Ilustres que ocupan un lugar en las gavetas, pedestales o jardín posterior de la capilla de la virgen de Dolores.

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Doña Josefa Vergara y Hernández 174-1809

Colofón Fueron tiempos largos y difíciles para la población civil y su edilicia sufrió grandes afectaciones y pérdidas. Sirva este ejemplo como el más lamentable: en 1863 el gobernador del estado Gral. José Ma. Arteaga autorizó la destrucción a cañonazos de las bardas atriales de los conventos de la Cruz, sus bienes y su biblioteca; la barda atrial del convento de San Antonio y la barda atrial del convento grande de San Francisco, barda que confinaba a las capillas de los hermanos del Cordón (1594) que funcionó como parroquia de indios; la de la Tercera Orden (1634) único templo en Querétaro que tenía tres naves; la Santa Casa de Loreto (1694); el santo Cristo de San Benito (1696) y la del Señor de Villaseca (1765), a ello se sumó la destrucción de escultura, pintura, joyas y mobiliario entre los que se encontraban la sillería y el facistol obra del arquitecto Francisco Eduardo Tresguerras. 17 También se perdió el camposanto , así como desapareció este espacio funerario así se demolieron “todos” los camposantos, panteones y cementerios de la ciudad y con ellos todo el patrimonio histórico y significativo funerario de la ciudad de Santiago de Querétaro y con él su memoria. Hoy sólo se conserva el emplazamiento original de lo que fue el panteón para pobres o No. Uno en la huerta del convento de la Santa Cruz, ahora ocupado por el panteón de los Ilustres Queretanos, espacio funerario razón de este trabajo. Como se refiere en la síntesis histórica, la ciudad de Querétaro fue escenario en repetidas ocasiones de acontecimientos violentos que costaron a la ciudad y sus pobladores sacrificio en vidas y patrimonio; sin embargo también es cierto, que fue escenario de prominentes hechos que definieron el rumbo del país en lo políticos, religiosos y culturales. En el caso particular de la ciudad de Querétaro es claramente sentido el culto y respeto por aquellas personas oriundas o avecindadas que trabajaron en favor de la ciudad y les reconocen los aportes que de ellas obtuvieron. De igual manera se observada, que los queretanos contemplan con indiferencia el deterioro, destrucción y desaparición del patrimonio edificado en su ciudad.

Eximia benefactora queretana, quien siendo de origen humilde legó la cuantiosa fortuna que hizo con su trabajo obras de beneficencia en favor de la niñez y la juventud queretanas que aun hoy día, siguen disfrutando sus beneficios

Sus restos reposan la capilla de la Asunción del templo de la Santa Cruz.

17

Como en cualquier ciudad en el camposanto de la iglesia principal se sepultaban las personas encumbradas, evidentemente españoles e hijos de ellos. Ocupo el conjunto del convento grande de San Francisco el punto nodal en la conformación de la ciudad española, por haber sido el primero en haber terminado de construirse 1540/1560. Su benefactor Hernando de Tapia (Connin). ocupó la superficie de lo que hoy es la Plaza Zenea o Plaza Obregón.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Ambas posturas obligan a considerar que para el caso del Panteón de los Queretanos Ilustres no basta con documentar su historia, reconocer sus valores y saber quiénes son los ilustres queretanos que se conmemora ahí e inscribirlos en Plan de Manejo y Gestión del Camino Real de Tierra Adentro, México, sino desarrollar un proyecto integral que gestione al panteón museo como aquel sitio de tal relevancia nacional que en él “suceda el acto cultural”.

POLITICOS, LEGISLADORES Y GOBERNADORES Juan Ma. Wenceslao Sánchez de la Benito Santos Zenea 1840-1875 Barquera y Morales 1779-1840 Félix Osores Sotomayor 1760-1851

José María Truchuelo 1880-1953

Ezequiel Montes Ledesma 1820-1883

José Ziurob Ramírez 1886-1965

ARTISTAS, ESCULTORES, ARQUITECTOS Y MÚSICOS Mariano Arce 1771-1822 Esperanza Cabrera Muñoz 19241979 Diego De Almaraz y Guillén 1831-? Aurelio Olvera Montaño 1939-? José Guadalupe Velázquez1856-1920

Sergio Cárdenas Tamez 1951-?

CIENTIFICOS, ANTROPOLOGOS Y FILOSOFOS Benigno Bustamante y Septién 1784Manuel Herrera Sobreyra 19051858 1983 Pedro Alcántara Escobedo y Aguilar 1798-1844

Ricardo Pozas Arciniega19121994

Leopoldo Río de la Loza 1807-1873

Elvira González de Mejía 1950-

Antonio Pérez Alcocer 1900-0990. PERIODISTAS, EDUCADORES, ORADORES Y ESCRITORES Luciano Frías Soto 1834-1899 Carlos Septiérn García 1915-1953

PATRIOTAS HÉROES Y MILITARES Josefa Ortiz de Domínguez 1768Rómulo Bautista 1838-1863 1829

Andrés Balbanera Martínez 1834-1917 Ignacio Pérez ¿-1848

Eulogio Marroquín 1844-1863

José Ma. Arteaga Magallanes 18271865

Tomás Mejía ¿-1867

Valentín Frías y Frías1862-1926 Heriberto Frías Alcocer 1870-1925

Epigmenio González

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Paula de Allende Flores 19381979 Luis Vega y Monroy1919-1983 J. Guadalupe Ramírez Álvarez 1920-1986

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PERSONAJES POPULARES Y BENEFACTORES Hernando De Tapia (Conni) 1480/1485Nicolás Campa Centeno 18281571 1890 Juan Caballero y Ocio 1644-1707

Adelaida Escamilla 1876-1910

Juan Antonio de Urrutia y Arana Marqués de la Villa del Villar del Águila 1670-1743

Manuel María de la Llata y Barceló Villagrán 1891-1994

Fray Junípero Serra 1713-1784

Francisco Gorráez Arcaute 1908-

Ma. Josefa Vergara y Hernández 17471809

Pedro “Mago” Septién 1919-

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Eduardo Loarca Castillo 1922

Bibliografía  CALDERÓN, Calderón Víctor Manuel.- MONOGRAFÍAS HISTÓRICAS DE QUERÉTARO. Archivo Histórico del Gobierno del Estado de Querétaro. México. Ed.1993.  DE LA LLATA, Manuel M.- ¡QUERÉTARO! templos, conventos, edificios y plazas de la ciudad. Así es… ¡QUERÉTARO! cronología. Colección clásicos de Querétaro. Ed. Municipio de Querétaro. México. 2013.  FRÍAS, Valentín F.- LAS CALLES DE QUERÉTARO. Colección clásicos de Querétaro. Ed. Municipio de Querétaro. México, 2013.  GÓMEZ, Pérez Baltazar.- LOS VIEJOS BARRIOS DDE LA CIUDAD DE QUERÉTARO. TESTIMONIO ORAL. Ed. CONACULTA, Dirección General de Culturas populares. México. 2003.  GUTIERREZ, Grageda Blanca.- QUERÉTARO DEVASTADO. Serie Historia. Fin del Segundo Imperio. Ed. Universidad Autónoma de Querétaro. Querétaro, Qro. México. 2007.  LOARCA, Castillo Eduardo.- PANTEÓN DE LOS QUERETANOS ILUSTRES. Ed. Privada. Querétaro, México, 1988.  MENDOZA, Muñoz Jesús.- SECULARIZACIÓN DE LA PARROQUIA DE SANTIAGO DE QUERÉTARO EN EL SIGLO XVIII. Ed. Fomento Histórico y Cultura de Cadereyta. Cadereyta, Qro. México. 2008.  RAMÍREZ, Montes Mina.- Obras de Manuel Septién y Septién. QUERÉTARO EN 1864. VERSIÓN PALEOGRÁFICA. Archivo Histórico del Estado, Serie: Archivo Queretano. México. Primera edición.1996.



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SEPTIÉN, y Septién Manuel.- Obras de Manuel Septién y Septién. HISTORIA DE QUERÉTARO Tomo I. Ed. Gobierno del Estado de Querétaro. Santiago de Querétaro, Qro. México, 1999. SEPTIÉN, y Septién Manuel.- Obras de Manuel Septién y Septién. OBRASMONOGRÁFICAS, Tomo II. Ed. Gobierno del Estado de Querétaro. Santiago de Querétaro, Qro. México, 1999. SEPTIÉN, y Septién Manuel.- Obras de Manuel Septién y Septién. DOCUMENTOS PARA LA HISTORIA DE QUERÉTARO. Tomo III. Ed. Gobierno del Estado de Querétaro. Santiago de Querétaro, Qro. México, 1999. SEPTIÉN, y Septién Manuel.- Obras de Manuel Septién y Septién. ARTÍCULOS HISTÓRICOS SOBRE QUERÉTARO, Tomo IV. Ed. Gobierno del Estado de Querétaro. Santiago de Querétaro, Qro. México, 1999. SEPTIÉN, y Septién Manuel.- Obras de Manuel Septién y Septién. APÉNDICE CARTOGRÁFICO QUERETANA. Ed. Gobierno del Estado de Querétaro. Santiago de Querétaro, Qro. México, 1999. SUÁREZ, Muñoz Manuel y JIMÉNEZ Gómez Juan Ricardo, Compiladores.- QUERÉTARO AL FINAL DEL SIGLO XVIII. El padrón de 1791. Instituto de Estudios Constitucionales. Ed. Gobierno del Estado de Qurétaro, México. 2008. WRIGHT, David.- QUERÉTARO EN EL SIGLO XVI. Fuentes documentales primarias. Documento 23. Ed. Dirección de Patrimonio Cultural. Secretaría de Cultura y Bienestar Social. Gobierno del Estado de Querétaro. Querétaro, Qro. México, 1989. ZÁRATE, Miguel Guadalupe.- MEMORIAS QUERETANAS. Ed. Poder Ejecutivo del estado de Querétaro, Instituto de Antropología e Historia. México, 2011. CRONOLOGÍA DE QUERÉTARO EN LA ÉPOCA DE LA INDEPENDENCIA. 1810 – 1821. Diario de José Xavier Argomaniz. Historiadores Queretanos III. Ed. Asociación de libreros de Querétaro. Santiago de Querétaro, Qro. México, 2010. PERSONAJES DE QUERÉTARO. Dirección de contenidos métodos y materiales delegacionales Delegación Querétaro. Instituto Nacional para la educación de los adultos. Ed. Archivo Histórico del Gobierno del Estado de Querétaro. México. Ed.1995.

Documentos digitales  FLORES, Olague Jesús; DE VEGA Mercedes, KUNTZ, Ficker Sandra y ALIZAL, Laura. LA PLATA Y EL MEZTIZAJE. Ed. Fideicomiso Historia de las Américas. El Colegio de México. Fondo de Cultura Económica. México 1996.  http://bibliotecadigital.ilce.edu.mx/sites/estados/libros/zacateca/html/zacat eca.html

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C.  Cartografía e imágenes  Primer mapa  MAPA DE LOS ALREDEDORES DEL PUEBLO DE QUERÉTARO 1620.  (AGNM, Tierras, col. 2785, exp. 13, f. 17).  CAPITULARES DE QUERÉTARO 1655. Título de Ciudad, Atribuciones Municipales. Escuro y Primeras Actas de Cabildo.  Referencia al plano: En la parte inferior derecha del documento, el convento franciscano en vísperas de sus grandes transformaciones; a la izquierda, la plaza de San Francisco punto de partida de los caminos que ligan al pueblo de Querétaro con el exterior.  Consultado en: Apéndice Cartográfico de Querétaro. Tomo II SEPTIÉN, y Septién Manuel.     

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Segundo mapa PLANO TIPUS SEU DESCRIPTIO ZIVITATIS QUERETANENSIS 17121714. CAPITULARES DE QUERÉTARO 1655. Título de Ciudad, Atribuciones Municipales. Escuro y Primeras Actas de Cabildo. (AGI, Sevilla, Mapas y Planos. México, 533 adiciones). Referencia al plano: Perspectiva aérea de la ciudad a principios del siglo XVIII. Sobresale el convento de los franciscanos como centro del espacio; en su derredor se organiza la ciudad y se establece la jerarquía urbana de su jurisdicción que abarca ranchos, haciendas y pueblos. Consultado en: Apéndice Cartográfico de Querétaro. Tomo II SEPTIÉN, y Septién Manuel.

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Tercer mapa PLANO TIPUS SEU DESCRIPTIO ZIVITATIS QUERETANENSIS 17121714. CAPITULARES DE QUERÉTARO 1655. Título de Ciudad, Atribuciones Municipales. Escuro y Primeras Actas de Cabildo. (AGI, Sevilla, Mapas y Planos. México, 533 adiciones). Referencia al plano: Perspectiva aérea de la ciudad a principios del siglo XVIII. Sobresale el convento de los franciscanos como centro del espacio; en su derredor se organiza la ciudad y se establece la jerarquía urbana de su jurisdicción que abarca ranchos, haciendas y pueblos. Consultado en: Apéndice Cartográfico de Querétaro. Tomo II SEPTIÉN, y Septién Manuel.

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Referencia al plano por el autor: Plano anexo a la ordenanza del Lic. Don José Ignacio Ruiz Calado, atribuido a don Manuel Estrella y Fernández. Notable por su perfecta ejecución y por ser el primero que trae la nomenclatura de las calles. Consultado en: APÉNDICE CARTOGRÁFICO DE QUERÉTARO, Tomo II SEPTIÉN y Septién Manuel. PRIMERA IMAGEN NUESTRA SEÑORA DEL PUEBLITO. Patrona principal de la ciudad de Querétaro. Referencia a la Imagen: San Francisco sostiene en su espalda a la virgen y en sus manos tres esferas que representan la potestad sobre el clero regular, secular y la sociedad civil. PLANO TOPOGRÁFICO DE LA CIUDAD DE SANTIAGO DE QUERÉTARO 1844 Referencia al plano por el autor: Plano hecho en Nueva York, finamente grabado en acero, con la perspectiva de los principales edificios y conventos de la ciudad fielmente reproducidos. Consultado en: APÉNDICE CARTOGRÁFICO DE QUERÉTARO, Tomo II SEPTIÉN y Septién Manuel. PLANO TOPOGRÁFICO DE LA CIUDAD DE SANTIAGO DE QUERÉTARO 1855 Referencia al plano por el autor: Plano de la ciudad dibujado a mano e ilustrado a la acuarela. Consultado en: APÉNDICE CARTOGRÁFICO DE QUERÉTARO, Tomo II SEPTIÉN y Septién Manuel. PLANO DE LA CIUDAD DE QUERÉTARO 1919 Referencia al plano por el autor: Plano de la ciudad de Querétaro hecho por Francisco Ruiz Cabañas. Consultado en: APÉNDICE CARTOGRÁFICO DE QUERÉTARO, Tomo II SEPTIÉN y Septién Manuel. PLANO DE LA CIUDAD DE QUERÉTARO 1950. Referencia al plano por el autor: Plano de la ciudad de Querétaro, levantado por la Dirección de Catastro de esta ciudad Consultado en: APÉNDICE CARTOGRÁFICO DE QUERÉTARO, Tomo II SEPTIÉN y Septién Manuel.

Imágenes fotográficas: Ma. Fernanda Escalera S. y Luz de Lourdes Serna C.

CUARTO MAPA LAMINA III 1796

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Museo Panteón de San Fernando. Un panteón vivo…

Museo Panteón de San Fernando, es uno de los recintos históricos que reclama la atención de su propia comunidad vecina, así como también de visitantes nacionales y extranjeros, tanto por su belleza arquitectónica y artística como por la memoria histórica que se conserva y se respira en cada uno de los rincones de este emblemático espacio funerario que data del siglo XIX.

Virginia Ortega Cervantes México

Es un viejo cementerio romántico éste de San Fernando. Está impregnado de una austera tristeza. En él gustan pasear señores solitarios que leen y vuelven a leer los epitafios y continúan con su camino, lentos, graves, silenciosos, por la quieta ciudad de los muertos. Son espíritus añorantes de algún desconocido. A veces se detienen a escuchar el canto de un pájaro o el arrullo de una tórtola o se inclinan y arrancan la hoja o la ramita de una planta y la guardan con delicadeza en su cartera o en las páginas del libro que llevan bajo el brazo y siguen pensativos su paseo por entre las tumbas, a lo largo de las galerías, llenas de nichos, ensimismados en sus ideas, atentos a hombres o a paisajes de su vago mundo interior. Artemio del Valle Arizpe

2. Detalle de la entrada al panteón de San Fernando y fachada de la Iglesia del mismo nombre.

Son ya siete años desde que el Panteón de San Fernando fue declarado Museo de Sitio, y desde ese momento a la fecha, largo y sinuoso ha sido el camino de este recinto y de las personas que aquí laboramos para que esta bella muestra arquitectónica, histórica y de arte funerario se considere dentro de la escena cultural de la Ciudad de México, donde cada vez, es mayor la oferta artística y cultural que se ofrece tanto a los mexicanos , no solo citadinos, sino aquellos que vienen del interior de la República y de extranjeros y extranjeras que visitan el país en busca de la magia, el color, y la alegría que caracteriza a la cultura mexicana en general. Una historia por recordar La historia del panteón está íntimamente ligada con la Iglesia de San Fernando, llamada así en honor a Fernando VI, rey de España, cuyo relieve aún se puede admirar en la fachada de la iglesia, la cual se inauguro en el año 1755. Además del templo, se encontraban ahí el Colegio de

Lugar enclavado en plena colonia Guerrero; de aquellas colonias tradicionales e históricas de la gran Ciudad de México, que aún resguarda vestigios de un pasado que sobrevive y pide a gritos no ser olvidado. El

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Propaganda Fide, donde se preparaba a los misioneros que irían a evangelizar la Sierra Gorda de Querétaro y las Californias

Para el año 1832 el Panteón de San Fernando abre sus puertas para entierros de la población civil, con el tiempo llegó a convertirse en el lugar preferido de la clase alta para ser su última morada, por su espacio reducido, ordenado y limpio; así también de aquellos políticos, militares, presidentes, artistas que gracias a sus distinguidas acciones figuran dentro de los anales de nuestra historia como forjadores de esta gran nación. El panteón de San Fernando refleja, a través de la fastuosidad de las tumbas y mausoleos, la naturaleza ideológica del siglo XIX mexicano. Ahí se afirma la identidad nacional a través de la glorificación de los héroes nacionales y se aprecia también la idiosincrasia de aquel momento, las diferencias sociales y económicas. Cada una de las tumbas da cuenta de la labor y virtud de la persona que se encuentra ahí enterrada. El objetivo primordial en todo ello es dejar una huella de su marcha por la vida, pasar a la posteridad por los logros y así también por la belleza de la tumba donde se descansará para siempre.

3. Fachada de la Iglesia de San Fernando

De gran calidad artística, la Iglesia de San Fernando cuenta en su interior con bellas muestras de arte religioso como el retablo de estilo churrigueresco, y los óleos que alguna vez adornaron los pasillos del templo; el cual también sirvió para dar sepultura a mucha gente, como dictaba la tradición en aquellos tiempos, aún se puede ver a un costado del altar la lápida que guarda los restos del Virrey don Matías de Gálvez y Bernardo de Gálvez. Esta práctica se terminó gracias al establecimiento de los panteones atriales, donde se inhumaron a muchos de los frailes fernandinos y alguna que otra persona que pudiera costear los altos precios de ser enterrada en ese espacio, recordemos que en el México de principios y todavía de mediados del siglo XIX, la muerte con todas sus implicaciones era controlada, vendida y manejada por la Iglesia. No existía un código legislativo que regulara los entierros, los costos de los mismos, e incluso no había un registro bien establecido del número de defunciones. Así mismo, los abusos que se cometían contra aquellas personas que no tenían los medios económicos para solventar un entierro digno, un lugar en el cementerio, y mucho menos el pago por ritos funerarios como rezos, procesiones, y demás, eran excesivos y descontrolados.

4. Mausoleo de Benito Juárez y Margarita Maza e hijos

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. todo lo que se está acostumbrado a ver. Y al final, ya no se percibe lo que se tiene incluso delante de los ojos.18

RESISTENCIA AL OLVIDO… … Allí están todos los muertos de la política de tu época, todas las víctimas de las pasiones de partido, todos los inmortales de la humanidad, que ha matado la humanidad antes de tiempo… Ignacio Manuel Altamirano

Desafortunadamente este fenómeno sucede dentro de la comunidad en donde está inserto el Museo Panteón de San Fernando. La mayoría de los vecinos y vecinas no comprenden la importancia y riqueza que tienen en su comunidad, o incluso desconocen que existe un panteón histórico, testigo del tiempo y de la propia historia de México. Día a día transitan por la arcada exterior del panteón cientos de personas que viven inmersas en una serie de pensamientos y problemas cotidianos. El panteón y sus monumentos funerarios pasan desapercibidos, esto es un grave problema; aquello que está ante sus ojos como una constante visual y un referente cultural y geográfico no es más que el camino diario para llegar a un destino, lo más grave de todo esto, no es la indiferencia hacia el monumento o la invisibilidad que provoca, sino la falta de cuidado y respeto hacia este lugar, es comprensible hasta cierto punto; no se cuida ni se preserva lo que se desconoce, ¿ qué hacer entonces ? dar a conocer este lugar, su historia, su valor y su importancia actual a la comunidad vecina.

Como se mencionó anteriormente este panteón se localiza en una de las colonias más antiguas de la Ciudad de México, la Colonia Guerrero, en pleno centro histórico de la capital de este país, muy cerca de los centros financieros, comerciales, y de consumo de Paseo de la Reforma, y la avenida Insurgentes, de las sedes del poder federal y local en el primer cuadro de esta ciudad, cerca de toda la oferta turística que ofrece esta urbe a sus visitantes y residentes; pero muy a pesar de ello, la Colonia Guerrero, (será por casualidad ese nombre) que como todo un “guerrero” se resiste a entrar a estos días que transcurren como arena entre los dedos, llenos de imágenes de violencia, individualismo y consumo voraz. La colonia Guerrero guarda aún esos aires de antigüedad, de viejas tradiciones como la compra de frutas y verduras en el mercado Rafael Martínez de la Torre, de las viejas tlapalerías, tienditas de la esquina, y de lugares emblemáticos dentro del imaginario colectivo como la escuela Belisario Domínguez, ejemplo de arte neoclásico, con un hermoso nicho rematando la esquina que hace la calle Héroes con Esmeralda, donde se ubicaba la antigua Escuela de Pintura y grabado de La Esmeralda, la biblioteca pública Cervantes de Saavedra, tortillerías, cantinas, salones de baile, iglesias, como la de San Hipólito, que cada día 28 recibe a miles de fieles , viejas casonas como la de Yves Limantour, ubicada a un costado del la iglesia de San Fernando o la antigua casa de Antonieta Rivas Mercado, vecindades que aún dan cobijo a miles de familias mexicanas que día a día tejen sus historias en estos lugares de antaño. Siendo éste el entorno geográfico del panteón de San Fernando… quien también se resiste a caer en el olvido, y que enfrenta un enemigo: la “invisibilidad”

Más los cambios de actitud y atención, que pueden producirse con el tiempo y en relación con una nueva situación urbanística, van en contra del espíritu de estos monumentos producidos para proporcionar unas determinadas pautas de identificación colectiva, fijar el imaginario de una comunidad 19 cerrada e incluso establecer una conciencia de nación.

¿Será esto posible? En este punto me planteo muchas interrogantes: ¿Cómo llegar a una comunidad tan difícil como la de la colonia Guerrero, tan anegada en su dura cotidianidad? ¿Cómo hacer evidente el patrimonio histórico, artístico y cultural del panteón de San Fernando a la comunidad? ¿Cómo hacer que la propia comunidad se asimile como guardianes de este patrimonio? ACCIONES El tiempo y las condiciones climáticas no pasan en vano; muchos de los túmulos funerarios presentan graves y notorios daños, que si no se

El fenómeno de la invisibilidad es en parte, un efecto del tiempo. Con los años aumenta la habituación, mientras va disminuyendo la atención hacia

18

Ana María RABE. El arte y la creación de futuras memorias. Monumento e intervención artística en espacios urbanos, en Oncina FAUSTINO y María Elena CANTARINO. Estética de la Memoria. Pp.161. Valencia, Universitat de Válencia, 2011. 19

603

Ibid, p. 171.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. toman acciones de inmediato, gran parte de este patrimonio histórico, artístico y cultural corre el riesgo de desaparecer. Se han hecho, a lo largo de estos siete años, trabajos de restauración, el primero de ellos, el más grande y el que dio pasó a la apertura del panteón como museo de sitio, se hizo en el año 2005-2006, a cargo del Fideicomiso del Centro Histórico. […] el objetivo primordial fue poner en valor el panteón como un espacio que permita a los visitantes, en especial a las escuelas, conocer el conjunto arquitectónico y por medio de un recorrido temático, las criptas y monumentos de los importantes personajes que se encuentran en este lugar”20.

Se remodeló también el tercer patio, y se acondicionó ahí un espacio que serviría como foro cultural, así mismo se construyó una lámpara votiva, flama que se enciende en eventos especiales como una ofrenda e honor y respeto a los difuntos. Algunas otras acciones dentro de esta intervención: […] consolidación, restitución y sustitución de elementos dañados en pisos e los tres patios, restitución e instalación sanitaria, hidráulica y eléctrica restauración de nichos y monumentos21

ANÁLISIS DE LAS ACCIONES ACCIONES AÑO PROS Rescate de las tumbas Proyecto de 2005de los personajes más restauración 2006 sobresalientes del de algunas Panteón, que se tumbas encontraban en el abandono. Re-significación del espacio funerario.

ACCIONES Intervención y restauración de nichos

AÑO 20052006

PROS

CONTRAS

Limpieza y rescate de los nichos, ubicados en los muros del Panteón. Re-significación del espacio funerario.

Remozamiento del tercer patio o plaza cívica

20052006

Adecuación de este jardín como foro cultural del Museo-Panteón. Lámpara votiva

Construcción de la Sala “Leyes de Reforma”

2009

Guión curatorial

20052006

Panorama muy general sobre la obra de Benito Juárez y su grupo liberal para comprender mejor el contexto histórico del panteón. Biografías personajes

Con esta acción se perdieron muchas lápidas originales. La escritura de los nombres con tinta común. ¿Qué tan valido es ofrecer una oferta cultural y artística al público dentro del espacio funerario? ¿Hasta qué punto esto puede llegar a confundirse con un centro cultural o salón de eventos? Presenta problemas de humedad.

Restauración tumbas Felicitas González, Lino Alcorta, José Gil de Partearroyo.

2011

CONTRAS Los esfuerzos se concentraron en las tumbas de personajes importantes, dejando de lado los no “tan conocidos” y ahora presentan mayores y severos daños.

Rescate de los túmulos funerarios

No existe un eje temático, son las biografías de los personajes sin conexión alguna. Cédulas generales, no están pensadas para públicos específicos. Museografía. Mala intervención a las tumbas originales, perdida de patrimonio funerario original

Esfuerzos y resultados Hasta ahora, año 2013, el Museo Panteón de San Fernando y en especial los monumentos funerarios han sufrido las consecuencias de las inclemencias del tiempo y de la falta de un proyecto integral de restauración

20

Ethel, HERRERA MORENO. Restauraciones en el panteón de San Fernando, en Museo Panteón de San Fernando. Pág. 93. Secretaria de Cultura/ Gobierno del Distrito Federal, 2012. 21 Ibidem.

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. y conservación, y a pesar de ello continua en pie, y ha logrado convertirse en un referente dentro de la oferta museística de la Ciudad de México. Tan es así que el Museo Panteón de San Fernando, durante los últimos años ha recibido un número considerable de visitantes que se cuenta por miles, simplemente el año 2012 recibimos la cantidad de 56,321 y este 2013 llevamos contabilizadas 19,282 visitantes. Y así como los visitantes aumentan día a día, me imagino que es gracias a la curiosidad que despierta entre los y las mexicanas visitar un panteón, convertido en museo, en pleno Centro histórico de la Ciudad de México, y cuál es su sorpresa al llegar, se encuentran con este espacio funerario del siglo XIX, aun en pie, en condiciones aceptables, y además de ello con una oferta de actividades culturales, académicas y artísticas para este público ávido de cultura y de espacios que ofrezcan una visita renovadora, innovadora e integral dentro de estos días oscuros que vive el país. 5. Detalle visita guiada en Noche de Museos.

Museo de Sitio- foro cultural Así también, el Museo Panteón de San Fernando ha sido sede de festivales, obras de teatro, conciertos y demás actividades que dan nuevos aires tanto al panteón como a la misma comunidad. Dentro de este ámbito del trabajo con y para la comunidad misma, se cuenta el programa de Noche de Museos, iniciativa de la Coordinación de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural de la Secretaria de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, y a la cual pertenece este Museo Panteón. El último miércoles de cada mes, el Museo Panteón de San Fernando y más de 70 recintos de la Ciudad de México abren sus puertas por la noche para recibir a miles de visitantes. El panteón de San Fernando no es solo un bello ejemplo de la arquitectura funeraria decimonónica de estilo romántico, que sorprende, incluso a los más escépticos por el ambiente de tranquilidad, y melancolía que se respira. El panteón, ha logrado posicionarse como un foro cultural que da cabida a diversas expresiones artísticas y que permite a sus visitantes tener una experiencia integral y enriquecedora al final de su visita a este bello sitio. El Museo Panteón de San Fernando es por si solo un atractivo inusual y visitarlo por la noche resulta ser una grata experiencia. Una actriz caracterizada como mujer del siglo XIX recorre los pasillos, tumbas y nichos de este espacio a la vez que narra la historia del mismo, la vida y obra de las personas que aquí descansan. Como complemento a esta visita se ofrecen eventos artísticos que el público disfruta y agradece.

6. Dinámica con los y las asistentes al programa de talleres.

Además de lo relevante de esta actividad nocturna, lo más digno de sobresaltar es que, justo en ese día de Noche de Museos, tanto el jardín, y los alrededores del panteón están completamente iluminados, la gente que a diario está ahí en situación de calle o drogadicción al ver tanto movimiento,

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XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. gente entrando y saliendo del panteón, las luces encendidas, tanto la plaza y la arcada exterior se pueden recorrer sin problema. Con este tipo de actividades, lo afirmo y reitero, son múltiples los beneficios para la comunidad de la Colonia Guerrero y por ende al Panteón de San Fernando.

Panteón de San Fernando. La mayoría de estas, muestran evidentes y preocupantes daños causados por el clima, el paso del tiempo y el insuficiente presupuesto con el que se cuenta para poder llevar a cabo estos trabajos. Después de la gran restauración que se hizo en 2006, no se han hecho más. Es de vital importancia que tanto autoridades gubernamentales, instancias responsables del panteón así como la misma comunidad y gente interesada, en rescatar este patrimonio de los mexicanos y las mexicanas unamos esfuerzos para: en primera instancia dar a conocer la historia e importancia del panteón de San Fernando, con acciones dentro de la misma colonia Guerrero, en donde los vecinos y vecinas se sientan guardianes de este recinto y sean partícipes activos del rescate, cuidado y difusión del mismo.

Retos, proyectos y esperanzas… Son tres años ya, desde la primera vez que pisé y conocí el Museo Panteón de San Fernando, nunca me imaginé estar laborando en un panteón; la gente se sorprende cuando platico sobre el trabajo que realizamos acá, les resulta increíble y hasta extraño un lugar así; ¿panteón y a la vez museo? ¿Pero, aún realizan entierros ahí? ¿Y por la noche, espantan? Me parece que los dos espacios están mal conceptualizados, el primero aparece falto de reconocimiento y el segundo está sobrevalorado. ¿Cómo un panteón, que se relaciona con la muerte, la tristeza, lo grotesco, puede ser un museo, institución donde se admiran las grandes obras de arte, sin hablar, sin correr, sin tocar?

El cementerio es un patrimonio que se tiene, se disfruta, sufre mutaciones y evoluciona con el paso del tiempo; es, en definitiva, un espacio por el que transitan con peso propio las identidades de nuestras sociedades23

Cuánto mejor si entendiéramos de una vez por todas, que los cementerios monumentales son grandes “museos al aire libre”, institucionalizados como tales o no, de la arquitectura y escultura del s. XIX… ¿Hasta cuándo vamos a ignorar nuestros cementerios, escudándonos en absurdos preceptos? Vayamos a ellos y admiremos lo que contienen22

En segunda; concientizar a los gobiernos locales y nacionales de la urgencia de rescatar y conservar a través de campañas y apoyos económicos la memoria histórica y el patrimonio funerario resguardado en este panteón del siglo XIX.

El reconocimiento de los panteones como espacios de gran valor artístico, histórico, patrimonial, cultural; es gracias a la labor incansable de personas amantes de estos espacios y de todo lo involucrado con los mismos. Destaco los trabajos de la Red Mexicana de estudios de Espacios y Cultura Funerarios, precedida por la Arq. Margarita Martínez, a quien tengo el gusto de conocer recientemente y con quien me gustaría en un futuro no muy lejano poder llevar a cabo proyectos específicos y de gran alcance para el Museo Panteón de San Fernando. Algunos proyectos tengo ya, en mi mente y en mis perspectivas para este panteón, el cual disfruto, valoro y aprecio por ser un mudo y fiel testigo del paso del tiempo y de la historia de esta ciudad, de este país y de cada uno de los que formamos parte del mismo. En primera instancia me parece urgente y prioritario llevar a cabo un proyecto integral de restauración y conservación de las tumbas del

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Algunas otras consideraciones: Repensar la estructura museológica del Panteón de San Fernando. Realizar un proyecto museológico integral, innovador y alternativo que posicione al Panteón de San Fernando como un espacio funerario y a la vez museístico bien pensado y accionado. Dotar al Panteón de San Fernando de una estructura museológica bien planeada; acorde al tiempo presente y que responda a las demandas del público visitante. Brindar al público una experiencia significativa en su visita al Panteón de San Fernando. Proporcionar a la comunidad donde se encuentra el Panteón de San Fernando un espacio renovado y al mismo tiempo hacerlos partícipes del rescate, conservación y difusión.

22

Rodrigo, GUTIERREZ VIÑUALES. El patrimonio funerario en Latinoamérica. Una valoración desde la historia del arte contemporáneo, en Apuntes, revista de estudios sobre patrimonio cultural. Página 85, Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, volumen 18, número 1-2, enerodiciembre 2005.

23

606

Ibíd. pág. 84

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C. Para ellos y ellas… Los ausentes (Eduardo Galeano)

Recuerdo que hace algún tiempo un buen amigo, me comentó que cuando alguien visita una ciudad, es necesario recorrer un panteón dentro de la misma, ya que solo así se puede conocer por completo un lugar, y comprender el sentido de la vida y la muerte con todas sus implicaciones físicas, metafísicas, culturales, y patrimoniales, y así también se reconoce al ser humano como algo pasajero en este mundo. El Museo Panteón de San Fernando es una visita obligada en la Ciudad de México, espacio donde converge la arquitectura funeraria con la memoria histórica, la dualidad de la vida y la muerte. El Museo Panteón de San Fernando, cada 2 de Noviembre realiza una ofrenda Tradicional del Día de Muertos, a la memoria, al recuerdo de los que alguna vez estuvieron, a todas y todos los que descansan en el Panteón de San Fernando Esto demuestra el trabajo por la salvaguarda de las tradiciones originales del pueblo mexicano como lo es la Fiesta de los fieles difuntos y de la importancia de la resignifcación y valoración de los espacios funerarios.

El cementerio de Chichicastenango se muere de risa Mil colores luce la muerte en las tumbas florecidas. Quizás los colores celebren el fin de la pesadilla terrestre, este mal sueño, de mandones y mandados que la muerte acaba cuando de un manotazo nos desnuda y nos iguala. Pero en el cementerio no veo ni una sola lápida de mil novecientos ochenta y dos, ni de mil novecientos ochenta y tres cuando fue el tiempo de la gran matazón en las comunidades indígenas de Guatemala. El ejército arrojó esos cuerpos al mar, o a las bocas de los volcanes, o los quemó en quién sabe qué fosas. Los alegres colores de las tumbas de Chichicastenango saludan a la muerte, la Igualadora, que con igual cortesía trata al mendigo y al rey. Pero en el cementerio no están los que murieron por querer que así también fuera la vida.

Índice de imágenes 127. Panteón de San Fernando.

34567-

Para terminar quisiera leer un texto que refiere a la muerte, a la injusticia, que vive nuestra dolida América Latina, del gran escritor uruguayo Eduardo Galeano, en honor a los miles de muertos en Guatemala durante la década de los ochenta.

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Detalle de herrería en tumba de Benito Juárez. Imagen oficial del Museo Panteón de San Fernando. Detalle de la entrada al panteón de San Fernando y fachada de la Iglesia del mismo nombre. Fachada de la iglesia de San Fernando. Mausoleo de Benito Juárez y Margarita Maza de Juárez e hijos. Detalle visita guiada en Noche de Museos. Dinámica con los y las asistentes al programa de talleres. Panteón de San Fernando.

XIV ENCUENTRO DE LA RED IBEROAMERICANA DE VALORACIÓN Y GESTIÓN DE CEMENTERIOS PATRIMONIALES X REUNIÓN NACIONAL DE LA RED MEXICANA DE ESTUDIOS DE ESPACIOS Y CULTURA FUNERARIOS A.C.

Crédito fotográfico: Vicente Guijosa Aguirre. Director del Museo Archivo de la Fotografía. Excepto imágenes 1,5, 6, 7 tomadas por Francisco Cortés, trabajador del Museo Panteón de San Fernando. Junio 2013

Bibliografía  

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Gándara V, Manuel. La narrativa y la divulgación significativa del patrimonio en sitios arqueológicos y museos en Gaceta de Museos, Número 54, Diciembre 2012- Marzo 2013, pág. 18. Gutierrez Viñuales, Rodrigo. El patrimonio funerario en Latinoamérica. Una valoración desde la historia del arte contemporáneo, en Apuntes, revista de estudios sobre patrimonio cultural. Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana, volumen 18, número 1-2, enero-diciembre 2005. Del Valle Arizpe, Artemio. Por la vieja calzada de Tlacopan. México, Editorial Diana, 1980. Machuca, Jesús Antonio. Los museos como lugar de memoria, en Gaceta de Museos, México, INAH, Número 53, Agosto- Noviembre 2012. Malvido, Elsa. El Museo de la Muerte de San Juan del Rio, Querétaro, en Gaceta de Museos, México, INAH, Número 36, Octubre 2005- Enero 2006. Museo Panteón de San Fernando. México, Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, 2012. Rabe, Ana María. El arte y la creación de futuras memorias. Monumento e intervención artística en espacios urbanos en Oncina, Faustina y Catarino, Maria Elena (compiladoras) Estética de la Memoria, Universidad de Valencia, 2011. Dimensión pedagógica del patrimonio cultural funerario. Declaración de Paysandú. Red Iberoamericana de Valoración y gestión de cementerios patrimoniales. Uruguay, 2010. http://redcementeriospatrimoniales.blogspot.com/ Poema Los Ausentes, tomado de: http://www.cancioneros.com/nc/9026/0/los-ausentes-eduardo-galeanoroy-brown

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Morelia, Michoacán a 2 de noviembre de 2005

CARTA INTERNACIONAL DE MORELIA Relativa a cementerios patrimoniales y arte funerario DEFINICIONES Y OBJETIVOS Los sitios, monumentos, conjuntos y elementos funerarios constituyen un caso particular, poco valorado y menos atendido, del patrimonio cultural material, acompañado a su vez por usos, costumbres, ritos, conductas y manifestaciones de cada cultura en torno a la inevitabilidad de la muerte y la disposición de los restos humanos, lo que constituye un patrimonio cultural inmaterial de igual importancia y una de las manifestaciones de la diversidad cultural que han acompañado al género humano desde tiempos muy remotos y seguirán acompañándolo hasta su extinción. En ese contexto, la presente Carta se refiere no sólo al patrimonio actual formado por arquitectura, objetos artísticos y costumbres funerarias, sino a toda la variedad de manifestaciones de ese tipo en distintas épocas y distintas culturas, y tiene por objeto refirmar el derecho a la cultura en estos espacios funerarios y la conveniencia de combinar la preservación de su autenticidad con la gestión en el presente y el futuro. Con ese propósito, se formulan algunos principios y criterios aplicables a su conocimiento, valoración y protección en el ámbito internacional. Los firmantes de la Carta reconocen la vigencia y validez de los principios y las recomendaciones propuestos por la UNESCO, el ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) y otros organismos internacionales y multilaterales, en documentos tales como la Carta de Venecia (ICOMOS, 1964), la Recomendación relativa a la salvaguardia de los conjuntos históricos y su función en la vida contemporánea (UNESCO, Nairobi, 1970), la Recomendación sobre la Protección de Bienes Culturales Muebles (UNESCO, París, 1978), la Carta de Florencia sobre Jardines Históricos (ICOMOS, 1980) y la Carta de México sobre Políticas Culturales (UNESCO, 1982), la Declaración Universal Sobre Diversidad Cultural (UNESCO, 2001) y la Convención del Patrimonio Inmaterial (UNESCO, 2003), pero expresan al mismo tiempo el deseo de lograr principios similares para el campo específico de los sitios, monumentos, conjuntos, elementos, usos y costumbres funerarias.

INTRODUCCIÓN Los asistentes al VI Encuentro Iberoamericano y Primer Congreso Internacional de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales y Arte Funerario auspiciado por la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Xochimilco y la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, reunidos del 27 de octubre al 2 de noviembre de 2005 en los Centros Históricos de las ciudades de México y Morelia, ambos Patrimonio Cultural de la Humanidad, proponen a todos los interesados en el conocimiento, difusión, valoración, preservación y apropiación social del patrimonio cultural material e inmaterial, especialmente el relativo a sitios, monumentos, conjuntos y elementos de carácter funerario y los usos, costumbres y manifestaciones culturales a ellos asociados, la presente CARTA INTERNACIONAL DE MORELIA, Relativa a Cementerios Patrimoniales y Arte Funerario, con la que manifiestan un consenso de las reflexiones que generó la creación en el año 2000 de la Cátedra UNESCO “Gestión Integral del Patrimonio” (Universidad Nacional de Colombia, Manizales) y los otros cinco encuentros anteriores a éste celebrados en Medellín, Colombia (2000), Barquisimeto, Venezuela (2001), Cuenca y Quito, Ecuador (2002), Lima y Cajamarca, Perú (2003) y Sucre, Bolivia (2004).

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TIPOLOGÍAS E IDENTIFICACIÓN. Los sitios, monumentos, conjuntos, elementos, usos y costumbres funerarios integran una gama amplia de tipos y manifestaciones de patrimonio material e inmaterial:

Cambio de posición de los equipamientos funerarios respecto a los márgenes de la ciudad como resultado de la expansión urbana. Cambios graduales en los usos, costumbres y la normatividad relativas a lo funerario. Alteraciones o daños al patrimonio natural asociado a estos sitios. Problemas derivados de las insuficiencias en los instrumentos de normatividad, gestión, salvaguarda y financiación. Deterioros y daños súbitos a sitios, monumentos, conjuntos y elementos funerarios por desastres de origen natural (sismos, inundaciones, entre otros) o provocados por la acción humana o institucional (conflictos regionales, nacionales e internacionales).

Los sitios, porque forman paisajes y equipamientos urbanos donde la arquitectura y el arte funerario constituyen conjuntos, necrópolis, cementerios y otras manifestaciones similares, en ubicaciones con mayor o menor significado y valor urbanístico respecto al territorio donde se encuentran. Los monumentos, conjuntos y elementos arquitectónicos (abiertos, cubiertos o subterráneos, públicos o privados), la vegetación asociada y los objetos culturales y artísticos allí ubicados, porque forman géneros y tipos reconocibles según las culturas y las épocas en que fueron concebidos, materializados y utilizados al llevar incorporados mensajes, imágenes, signos y símbolos de identidad y otros atributos estrechamente ligados a los valores de las sociedades que los crearon y porque alcanzan dimensiones rituales, estéticas o expresivas verdaderamente notables. Los usos y costumbres funerarias, especialmente aquellas que mejor caracterizan la actitud de cada cultura, época o creencia ante la inevitabilidad de la muerte, porque ellas acompañan y hacen uso del patrimonio cultural material y porque cada una da distinto testimonio de la riqueza cultural y espiritual de los pueblos, así como del derecho a la cultura y su diversidad que prevalecen en distintas regiones del mundo.

MEDIDAS E INSTRUMENTOS Para contrarrestar los procesos de deterioro y destrucción del patrimonio funerario, se requiere, cuando menos: Formular estrategias que permitan elaborar y desarrollar instrumentos interdisciplinarios de identificación, ubicación y catalogación crítica de sitios, monumentos, conjuntos, elementos, objetos culturales y artísticos, vegetación, usos y costumbres funerarios existentes, asegurando la participación plena de los actores sociales involucrados. Registrar y evaluar las formas y procedimientos de intervención en el patrimonio funerario material e inmaterial. Conocer, apoyar y estimular la continuidad y evolución gradual de los usos y costumbres funerarias y sus tradiciones. Fomentar el buen uso de los espacios y sitios funerarios, particularmente cuando éstos se incorporen a rutas culturales o programas de desarrollo turístico. Actualizar y reformar si es necesario el marco legal, normativo y de gestión propicio para la preservación del patrimonio funerario material e inmaterial. Generar instrumentos de manejo y gestión que aseguren la sostenibilidad económica y social de estos lugares.

PROBLEMAS Los principales obstáculos para la adecuada preservación y uso social del patrimonio cultural funerario provienen de: Las oposiciones entre la memoria y el olvido, la vitalidad y permanencia de las culturas funerarias frente al cambio y/o el demérito de los valores culturales relacionados con la muerte. Deterioros debido al transcurso inexorable del tiempo y la falta de mantenimiento de los monumentos, conjuntos, elementos funerarios, objetos culturales y artísticos. Problemas de insuficiencia de espacio, dotación o capacidad de los cementerios y equipamientos funerarios frente al crecimiento demográfico acelerado.

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INVESTIGACIÓN, FORMACIÓN Y COOPERACIÓN INTERNACIONAL Al mismo tiempo, los firmantes de esta carta apoyan expresamente: La divulgación de este documento y de otros afines relativos a la preservación y difusión del patrimonio funerario. La inserción de contenidos sobre estos temas en los sistemas formales e informales de educación: currícula de estudios en diversos niveles, “cátedras UNESCO” en la materia, reuniones de expertos o grupos de la sociedad civil, eventos museológicos y turismo cultural. La apertura de un campo de investigación específico en la materia, suficientemente provisto de recursos, que permita la formación y mantenimiento de redes de interesados, bases de datos y otras herramientas de consulta. Propiciar mecanismos de cooperación cultural internacional para proteger el patrimonio funerario a través del intercambio de experiencias de los países adherentes, exhortando al Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO a la creación de una instancia especializada en la preservación del patrimonio funerario.

Dr. Agustí Colomines Director UNESCO Cataluña

Dr. Omar José Muñoz Ramírez Secretario Adjunto del Convenio Andrés Bello

Mtro. Fabio Rincón Cardona Titular de la Cátedra UNESCO en Gestión Integral del Patrimonio de la Universidad Nacional de Colombia en Manizales

Mtro. Luis Repetto Málaga Coordinador General de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales

Mtra. Elizabeth Torres Directora del Museo Nacional de Etnografía y Folklore de la Fundación del Banco Central de Bolivia

Comité Científico

Dra. Catalina Velásquez Parra Presidenta de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales

Dr. Alberto González Pozo Proyectista de la Carta Internacional de Morelia y profesor investigador de la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco

Mtro. Carlos Alberto Mercado Limones Secretario Académico de la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Xochimilco

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-Consideramos que las herramientas para elaborar las propuestas pedagógicas deber responder al contexto en el cual se apliquen y de acuerdo con las particularidades de cada situación específica. Sin embargo, experiencias probadas nos permiten proponer, otras actividades como las visitas temáticas, las visitas mediadas, la promoción de investigaciones, las recreaciones mediante juegos y todas aquellas acciones que una creatividad respetuosa propicie.

DECLARACIÓN DE PAYSANDÚ Dimensión pedagógica del patrimonio cultural funerario

El XI Encuentro de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales, celebrado en Paysandú, República Oriental del Uruguay del 20 al 23 de octubre de 2010 tuvo como eje temático la “Dimensión pedagógica de los Cementerios Patrimoniales”. Conscientes de que el desafío de educar y dar al mismo tiempo acceso al patrimonio cultural pasa por familiarizar a los jóvenes con las relaciones existentes entre el currículo y las diversas expresiones culturales presentes en el Cementerio, los asistentes a este Encuentro declaran:

-Estamos convencidos que la educación como proceso de concientización requiere del compromiso de los agentes e instituciones que intervienen en la salvaguarda y difusión del patrimonio funerario y que para los jóvenes una aproximación pedagógica al Cementerio representa una vivencia de profundo valor y significado que contribuye a arraigar el sentido de pertenencia, identidad y memoria colectiva.

-Estamos convencidos que el patrimonio funerario constituye una construcción colectiva y los Cementerios un espacio privilegiado de la memoria en permanente transformación y recreación de los sentidos que superan concepciones conservacionistas y tradicionales que los conciben como conjuntos estáticos.

-Proponemos que las Instituciones encargadas de la formación de los ciudadanos consideren los espacios funerarios en general y los Cementerios en particular como aulas abiertas donde pueden establecerse sinergias entre disciplinas y enseñanzas, imágenes y símbolos, valores y sentimientos, acercamientos y comunicación transformadora.

-Convencidos también que estos espacios constituyen acervos muy significativos de legados culturales, históricos, artísticos, artesanales, científicos, paisajísticos, arquitectónicos, simbólicos y de tradiciones, usos y costumbres de una comunidad viva con sus muertos.

-Proponemos también que se den las condiciones necesarias, de carácter institucional oficial y privado, para promover las propuestas didácticas orientadas a incorporar el valor y los contenidos del patrimonio cultural funerario en los currículos de enseñanza básica, media y superior.

-Consideramos que se hace necesario resaltar la importancia que los espacios funerarios y sus manifestaciones asociadas poseen y que es urgente que en todos los niveles de educación se promueva y propicie su reconocimiento y valoración.

-Expresamos nuestro respaldo a la iniciativa de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales de propiciar la revisión de la “Carta de Morelia” para actualizarla conforme a los avances alcanzados tras su suscripción e introducir la dimensión pedagógica como uno de los factores clave para la valoración y preservación del patrimonio funerario de nuestros países.

-Consideramos que los Cementerios y sus manifestaciones materiales e inmateriales ofrecen la posibilidad de construir proyectos pedagógicos integrales que fomenten el valor educativo que estos espacios contienen y potenciar así su valor patrimonial.

Firmada en señal de aprobación en Paysandú- República del Uruguay- el 23 de octubre del año 2010 por los Presidentes de las Redes Nacionales y asistentes al XI Encuentro de la Red Iberoamericana de Valoración y Gestión de Cementerios Patrimoniales.

-Entendemos que la participación activa de las comunidades que interactúan en el espacio de los Cementerios es indispensable para el desarrollo de proyectos que propendan acciones que fomenten la dimensión educativa de las manifestaciones culturales allí presentes. Esta participación puede darse de dos maneras: espontánea, por medio de la convivencia con dicha comunidad; institucional, que responda metodologías e intencionalidades con criterios de planificación y gestión.

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Se terminó de imprimir el día 25 de octubre de 2013 en los talleres de mgm Consultoría Gráfica, S. A. de C. V. Fuentes Brotantes 43-1, colonia Portales, delegación Benito Juárez, c. p. 03570, México, D. F. Teléfono: 5243 9110

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