Libertad de expresión y pobreza

Diario El Cronista Comercial, 16 de diciembre de 2013, p. 14 (http://www.cronista.com/contenidos/2013/12/16/noticia_0022.html) Libertad de expresión y pobreza por Juan S. Ylarri Abogado especialista en Derecho Administrativo Económico

La libertad de expresión tiene múltiples dimensiones. Un nuevo enfoque a este derecho ha sido efectuado por el Premio Nobel de Economía Amartya Sen, que en su libro “La Idea de la Justicia” señala que la libertad de expresión en general, y la libertad de prensa, en particular, resultan cruciales para evitar la pobreza y, por ende, son imprescindibles para la búsqueda de la justicia. Sen afirma que no ha habido nunca una hambruna en una democracia funcional con elecciones periódicas, partidos de oposición, libertad de expresión y medios de comunicación relativamente libres, aun cuando el país sea muy pobre y se encuentre en una situación alimentaria muy adversa. Si bien en un principio fue una idea que despertó mucho escepticismo, hoy es ampliamente aceptada. Aquella afirmación tiene sentido si se presta atención al contenido que le da al término “democracia funcional”. Una verdadera democracia no se limita a celebrar elecciones cada cierta cantidad de tiempo, sino que existen otras cuestiones centrales en una comprensión amplia de la democracia como la participación política, el diálogo y la interacción pública. El premio nobel, propone dos situaciones paradigmáticas para comprender la relación entre la libertad de expresión y la pobreza. Por un lado, se refiere a la hambruna de Bengala, ocurrida en la India en 1943 y, por otro, hace referencia a que China tuvo la mayor hambruna registrada en la historia, entre 1958 y 1961, con una mortalidad cercana a 30 millones de víctimas. Destaca que aquellas dos situaciones fueron producidas no sólo por la falta de democracia en esos países, sino también por las severas restricciones del periodismo y de la crítica que se impusieron a la prensa. El silencio de los medios evitó la discusión pública sustancial, por lo que los gobernantes no se ocuparon del problema ni consideraron políticas necesarias para hacerle frente, sino hasta mucho tiempo después. Así, aquellos gobiernos no recibieron presión alguna para cambiar sus desastrosas políticas. Un sistema democrático con libertad de expresión y crítica pública no hubiera permitido semejantes situaciones. Finalmente, cabe considerar a la libertad de prensa como un importante incentivo para que los gobernantes adopten medidas para mitigar la pobreza. Sen señala que la libertad de los medios tiene una importante función protectora de dar voz a los olvidados y desventajados. Considera que los gobernantes suelen aislarse y alejarse de la miseria de la gente común. Pueden afrontar una calamidad nacional, como una hambruna u otro desastre, sin compartir la suerte de las víctimas. Sin embargo, si tienen que encarar la crítica del público en los medios y afrontar elecciones con una prensa libre, los gobernantes también tienen que pagar un precio y esto les da un poderoso incentivo para tomar medidas oportunas que prevengan esas crisis, y realicen su mejor esfuerzo para erradicar el hambre y la pobreza. En la Argentina actual, sigue habiendo una creciente pobreza y una constante afectación de la libertad de prensa. Precisamente, comenzar por fomentar la libertad de expresión puede ser un excelente medio para que el Estado adopte las medidas necesarias para para evitar la pobreza que afecta a millones de personas.