Liberación y dependencia

July 6, 2017 | Autor: Ezequiel De Souza | Categoría: Teología, Sociología
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Descripción

I CONGRESO INTERNACIONAL DE SOCIOLOGÍA SEDE: MACHALA-ECUADOR 2, 3, 4 y 5 de JUNIO DEL 2015 TEMAS: PENSADORES Y SOCIÓLOGOS LATINOAMERICANOS

LIBERAC IÓ N

Y D E P E N D E N C I A: L A L E C T U R A T E O L Ó G I C A

DE LAS CI ENC IAS DE LO SOCIAL EN

AM ÉR ICA LATI NA

Helio Aparecido Campos Teixeira1 Ezequiel de Souza2 Resumen Introducción: A inicio de la década de 1970, los movimientos sociales condujeron la teología latino-americana a un creativo proceso de desprivatización de la fe cristiana, reconfigurando desde las prácticas comunitarias de liberación y sus implicaciones holísticas el ejercicio teórico relacionado a su compromiso político y social. En consecuencia, la noción de liberación pasó a ser abordada por el equivalente opuesto de dependencia dentro del cuadro metodológico de enfoque bíblicoteológico. Objetivo: Comprender el significado de de la correlación opuesta de la liberación a la dependencia desde sus especificidades de acuerdo la con la visión de los intelectuales de la liberación, e identificar la forma por la cual la dependencia fue apropiada para responder al cuadro teórico responsivo socio-analítico de éstos intelectuales, vinculando la lectura de la realidad a la práctica comunitaria latino-americana. Métodos: Investigación histórico sistemática, de carácter exploratorio, con orientación analítico descriptiva, organizada a partir de esquemas conceptuales. Resultados: Partiendo de la constatación de la refracción teórica de la dependencia por

1 2

Teólogo y pos-doctorando en Teología/Faculdades EST. Contacto: [email protected] Teólogo, cientista social y doctor en Teología/Faculdades EST. Docente en el Instituto Federal de Educación, Ciencia y Tecnología del Amazonas (IFAM). Contacto: [email protected]

la liberación, el concepto surge como la interpretación teológica de todo un campo

teórico

tomado

indistintamente,

a

saber,

la

Teoría

de

la

Dependencia. Conclusión: La correlación opuesta entre dependencia y liberación como constatación de semejanza entre lo real teorizado (dependencia) y la conceptuación hipotética de máximas de acción (liberación), comprendida dentro de la teoría general del anti-imperialismo, resultó en un quehacer teológico interdisciplinar. Palabras claves: Teología de la Liberación, Teoría de la Dependencia, Sociología, Subdesarrollo. Introducción Con la llegada de los años 1960 y la entrada de los movimientos sociales en la agenda política de América-latina, así como la necesidad de nuevas interpretaciones relacionadas a la situación económica y política del continente, marcadas por el paradigma de la Teoría del Desarrollo, también la teología buscó establecer nuevos espacios de interpretación de los eventos sociales. Fruto de esa necesidad fue la organización de la Teología de la Liberación como un enfoque autóctono, propio a la contextualidad y fundamentado en una reflexión que toma la realidad social y política como punto de partida para la teorización relacionada a la práctica social cristiana. En el presente texto, discutiremos brevemente sobre la lectura de la Teología latino-americana de la Teoría de la Dependencia, la cual fue desarrollada en el seno de la meta-teoría del Desarrollo entre las décadas de 1930 y 1950. Veremos que la Teología de la Liberación hizo una opción estrictamente política, inmiscuida en las luchas de liberación por parte de los cristianos y cristianas de América Latina, a lo largo de las últimas décadas del siglo XX.

La teología de la Liberación y su lectura de la Teoría de la Dependencia La Teología de la Liberación constituyó una interpretación teológica de las ciencias de lo social, específicamente condicional a la Teoría de la Dependencia, alienando, de este modo, su propia lectura de la experiencia latino-americana a una supuesta delimitación del quehacer teológico al ámbito de la fe. Esa

definición,

en

sí,

hasta

donde

alcanza

la

investigación

interpretativo-bibliográfica de la reconstrucción histórica bajo un bies de la teoría clínica del campo científico de Bourdieu, nos presenta la teología latino-americana como el epifenómeno sociocultural y político de una tentativa de delimitar el campo de acción teológica, tanto en la relación interna, contexto inmediato de la organización eclesiástica, cuanto en la relación externa, integración del contexto inmediato a la historia globalizada e unificada, cuya comprensión relativa a la historia de la salvación pasa por reformulaciones epistemológicas en el período de tránsito de la década de 1960 para la de 1970.3 Lo que aquí se debe entender, bajo la interpretación teológica de las ciencias de lo social – un concepto inmiscuido a la teoría general del antiimperialismo, mas no cualquier formulación analítico-normativa de la cual se pudiese depurar inferencias empírico-analíticas – es que tal teología resultó de un amplio y proficuo período de debate interno en los grupos intelectuales de América Latina con relación a las identidades nacionales y sus papeles en la política internacional, siendo uno de sus resultados teóricos la interpretación teológica de lo político, bien como presuposiciones a respecto de sus máximas de acción. Semejante manera de entender la teología latino-americana implica una delimitación específica de observar y comprender el fenómeno culturalpolítico que es la emersión de una teoría de alcance global desde una geografía político-periférica, por así decir. Las problemáticas referentes a la 3

BOURDIEU, Pierre. Os usos sociais da ciência: por uma sociologia clínica do Campo Científico. São Paulo: Unesp, 2004.

dogmática, a la pastoral, a la eclesiología y a la cristología pasan de una comprensión pautada por presupuestos metodológicos de fondo axiomático (geográficamente

localizados

y

convertidos

en

universales)

a

una

interpretación holística desde la práctica comunitaria de la participación político-cultural en la lucha contra una geografía del hambre y de la miseria, prácticas comprendidas a partir de lugares concretos y que tienen causas determinadas, relacionadas a tipos sociales históricamente construidos. Es verdad que la teología es un fenómeno cultural matizado por sus especificidades culturales y políticas, variando de un lugar a otro. No obstante, tal constatación ni siempre positivó el quehacer teológico donde quiera que haya sido elaborado, siendo casi siempre la pluralidad de voces autóctonas subsumidas y establecidas a partir de indicaciones norteatlánticas, por lo menos en lo que dice respecto al discurso construido desde la dogmática de la iglesia cristiana a lo largo de la modernidad. Para llegar a un conocimiento sintético del fenómeno político y sociocultural, que en este caso es la elaboración de un corpus sistemático de carácter religioso, y que sea al mismo tiempo positivo, es importante tomar nota de un método apropiado. En el caso de la teología latino-americana, se trató de un método dialectico-conflictivo. La Teología de la Liberación La teología de la Liberación intentó dar importancia a la correlación entre dependencia y liberación, denotando así un aspecto dialécticomaterialista con relación a la situación de las economías periféricas del capitalismo globalizado. La teología hasta entonces coqueteaba con vertientes estructural-funcionalistas y, muchas veces, conservadoras, las cuales mantenían modelos neoclásicos en la base de su fundamentación. Tales vertientes servían al sostenimiento de cierto status quo y vinculaban esquemas de pensamientos dominantes aún contaminados por herencias

coloniales que se reproducían en las estructuras sociales4. El paternalismo era su más evidente característica5. La teología también recibió el impacto de los movimientos sociales que emergieron en los años 1960 y 1970.6 Muchas corrientes ostentaban desarrollo en aquel período. Existían teologías del desarrollo, de la acción (de la Nueva Cristiandad),7 de la revolución8 o de la tecnología.9 América Latina estaba bajo la influencia de los cambios significativos del viejo mundo, como ejemplo podemos citar el Concilio Vaticano II y, también, las nuevas perspectivas

en

la

teología

protestante,

siendo

su

resultado

más

característico la apertura ecuménica. Con los cambios en el campo teórico relacionados a la situación geopolítica latino-americana, la teología pasó de una visión sociográfica, al decir de Dussel,10 a una visión más sociológica. Conjuntamente con los cambios en la percepción de la totalidad del capitalismo globalizado, la teología realizó un cambio epistemológico, es decir, una vuelta historicista dialectico-materialista-conflictiva. Pasó de una tendencia conservadora y mediadora de clases a una tendencia que postulaba el conflicto como característica de la propia historia del continente. A partir del conflicto entre las clases sociales, presentes en América Latina, serian organizadas las varias formas de comprender la producción teológica. Dentro del proceso capitalista dependiente y desigual las teologías serian gestadas según 4

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6

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8

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Florestan Fernandes afirma que la alteración de los lazos de dependencia colonial y la sustitución del polo hegemónico de los portugueses a los ingleses no permitió cambios en las estructuras sociales significativas, los cambios ocurrieron “ex abrupto, de manera desordenada mas, bajo condiciones de relativo optimismo y cierta intensidad, constituyéndose así un sector económico nuevo y moderno, montado y dirigido, directamente a distancia, por intereses y organizaciones extranjeras”. FERNANDES, Florestan. Sociedade de Classes e subdesenvolvimento. 5 ed. São Pulo: Global, 2008. p. 25. FAORO, Raymundo. Os donos do poder: formação do patronado político brasileiro. 5 ed. Porto Alegre: globo, 1979.2 v. SADER, Emir. Quando novos personagens entram em cena: experiências e lutas dos trabalhadores da grande São Paulo 1970-1980.4 ed. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1988. p. 141-196. DUSSEL, Enrique D. Desintegración de la Cristiandad Colonial y Liberación: perspectiva latino-americana. Salamanca: sígueme, 1978. p. 124-126. SHAULL, Richard. O cristianismo e a revolução social. São Paulo: União Cristã de Estudantes do Brasil, 1953. Ver também ALVES, Rubem. Teologia da Libertação em suas origens: uma interpretação teológica do significado da revolução no Brasil – 1963. Vitória: IFTAV, Faculdade Saleciana de Vitória, 2004. DUSSEL, Enrique D. Teologia da Libertação: um panorama de seu desenvolvimento. Petrópolis: Vozes, 1999. P. 51-119. DUSSEL, 1978, p. 125.

puntos de vistas determinados por las posiciones de los actores sociales. Relacionadas al campo académico y eclesiástico, la Teología de la Liberación resultó de nuevas configuraciones. Dussel afirma que hubo una anteposición de la Teología del Desarrollo europea a la Teología de la Liberación. La teología europea y norte-americana comprendió “por mundo” apenas el centro, olvidándose de las periferias. Su mundo no fue el mundo total, ella dejó fuera de su reflexión la producción de los pobres, de los marginalizados, de las mujeres y de los pueblos indígenas, en fin, de los oprimidos y oprimidas. La Teología Latino-América, como parte de un campo mayor, las ciencias humanas, fue también transformada por los eventos sociales y contribuyó con una lectura del cristianismo de la liberación11 en la cual interpretó el resultado de una forma teórico conflictiva de la sociedad subdesarrollada, es decir, la interpretación de la Teoría de la Dependencia como lugar teológico (locus theologicus) propio al método hermenéutico.12 Esa interpretación se dio más por el abordaje teológico de los resultados de las ciencias de lo social y menos por un análisis de los datos y estadísticas que se obtuvieron a lo largo de los últimos 30 años, así como, de las expectativas de crecimiento, principalmente con el Plano de Metas del gobierno de Juscelino Kubitschek, 1956 y 1961.13 Teoría de la Dependencia Dentro del análisis de la totalidad, América-Latina se constituía en la negación europea producida por ella misma, esto es, el no-ser europeo negado por políticas de transferencia de la plus-valia de las naciones periféricas, subdesarrolladas, a las naciones del centro, desarrolladas. Por medio de esa negación, la realidad latino-americana estaba marcada por

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13

LÖWY, Michel. A guerra dos deuses: religião e política na América Latina. Petrópolis: Vozes, 2000. SOUZA, Ezequiel de. Entre a Dependência e a Libertação: mudanças epistemológicas na teologia latinoamericana a partir da apropriação da Teoria da dependência pela Teologia da Libertação. Tese. 252 f. (Doutorado) – Programa de Pós-Graduação em Teologia, Faculdades EST, São Leopoldo, 2015. FERNANDES, 2008, p. 12-13.

el caudillismo y por la doctrina de la Seguridad Nacional,14 energizadas por élites burguesas liberales que se vinculaban al capital extranjero a través de las inversiones de multinacionales. Es a partir de ese contexto que nuevas cristologías pasaron a ser pensadas y articuladas. Como bien señala Assmann: “El conflicto de las cristologías no puede ser analizado ni invalidado fuera de la dialéctica de los conflictos sociopolíticos, que siempre fueron su real condicionante histórica”.15 El

contexto

latino-americano

marcó

la

nueva

elaboración

cristológica. Fueron las teorías del subdesarrollo y de la dependencia las que marcaron profundamente la nueva teología al final de la década del 60. Después de casi 30 años de desarrollo, los nuevos datos y estadísticas que estaban a disposición de los intelectuales comenzaron a ser analizados por bieses más críticos. De 1930 a 1960, Brasil vivió un enorme crecimiento económico y social.16 No obstante, el país continuaba con un dilema cruel, como era conocido, la desigualdad económica y social aún era alarmante. El país crecía a altas tasas, consolidándose como una de las economías más atractivas del continente, pero no conseguía resolver su contradicción interna, considerándose la metateoría del desarrollo como argumento explicativo.17 Esa teoría decía que para un país convertirse en desarrollado era necesario aumentar las tasas de ahorro interno y posibilitar la creación de condiciones capaces de atraer tales recursos.18 Furtado enfatiza que la idea de desarrollo posee

un

bies fundamentalmente economicista,

ignorando las aspiraciones de los grupos – en conflicto o no – que constituyen la sociedad. Él afirma que la teoría:

14

15 16

17

18

COMBLIN, José. La nueva práctica de la Iglesia en el sistema de Seguridad Nacional. ENCUENTRO LATINOAMERICANO DE TEOLOGÍA, LIBERACIÓN Y CAUTIVERIO. México, 1975. ASSMANN, Hugo. Liberación, opción de la Iglesia en la década de 70. Bogotá, [s.e], 1970. p. 37. En 1968, Brasil crecía a uma tasa de extraordinarios 8% al año. VELOSO, Fernando A.; VILLELA, André; GIAMBIAGI, Fabio. Determinantes do “milagre” econômico brasileiro (1968-1973): uma análise empírica. Revista Brasileira de Economia, Rio de Janeiro, v. 62, n. 2, abr./jun. 2008. Disponível em: . Acesso em: 08 maio 2015. MARTINS, Carlos Eduardo. Globalização, dependência e neoliberalismo na América Latina. São Paulo: Boitempo, 2011. FURTADO, Celso. Criatividade e Dependência na civilização industrial. São Paulo: Companhia das Letras, 2008. p. 106-107.

[…] Señala el simple trasplante de la civilización industrial, está concebida como un estilo material de vida originado fuera del contexto histórico de los países en cuestión. Las condiciones ideales para ese trasplante pueden confundirse con la inmovilidad social: la población pasa a ser vista por los agentes del proceso de industrialización como una masa de recursos productivos encuadrados en las leyes de los mercados. Importante prolongamiento de esa ideología es la doctrina del autoritarismo como sistema político más adecuado a las sociedades de industrialización tardía. Solamente del cuadro del autoritarismo sería posible crear las condiciones requeridas para un rápido trasplante de las técnicas industriales y, simultáneamente, intensificar la acumulación. La actividad política viene a ser vista como un esfuerzo orientado para reducir las resistencias de las estructuras sociales a la penetración de las técnicas propias a la civilización industrial. El autoritarismo, instrumento para alcanzar períodos superiores de acumulación tendería a perder su razón de ser en fase ulterior del desarrollo. También en este caso la evolución de las fuerzas productivas es presentada como catapulta para alcanzar formas sociales consideradas superiores […].19

El desencantamiento con esa metateoría permitió el surgimiento de un análisis más sintonizado con la realidad latino-americana20. Negre Rigol, al considerar los cambios sociológicos y la interpretación teológica, afirma: Para que sea la sociedad con todas sus contradicciones y provocación el lugar teológico y hermenéutico por excelencia, es necesario plantear la relación entre orden social y sociología. Empecemos por afirmar que todo hombre es un sociólogo inconsciente y que el hecho social y la sociedad no son nunca un dato inmediato para el hombre, sino que le vienen interpretados. Esta interpretación colectiva (dentro de grupos, clases y países) configura la misma esencia del ámbito social y el modo cómo los individuos se sitúan en la sociedad, la modifican, o se le adaptan, y es además la clave para comprender su proyección política e histórica en pro o en contra del futuro del hombre. La sociología latinoamericana se plantea hoy, a nivel más consciente, esta opción y compromiso como inseparable de su método de trabajo. La sociología del conocimiento se hace al fin sociología del conocimiento de la sociología. Más aún, cree que su última opción no se reduce sólo a un cambio de método especulativo (de la sociología del orden a la sociología dialéctica) o de marco teórico (del funcionalismo a la sociología conflictiva) sino que quiere llegar a la praxis como último criterio científico. La praxis liberadora como verificación sociológica no es más que la justificación de una experiencia: el hombre solamente puede comprender el mundo cuando empieza a cambiarlo. Hay que dejar a la acción su papel de

19 20

FURTADO, 2008, p. 108. SILVA, Márcio Bolda da. A filosofia da libertação: a partir do contexto histórico-social da América Latina. Romae: Gregorian University Press, 1998. p. 48.

determinar el pensamiento. Sólo entonces la palabra es acción y transformación del mundo.21

La nueva sociología latino-americana llevaba en consideración muchos de los aspectos de las sociedades tales como: la cultura, la política, la ideología dominante, la economía, los niveles de educación, entre otros. Negre Rigol afirma que, en este contexto, la liberación del pensamiento teológico de su colonialidad fue un paso consecuente de una politización y subversión de los parámetros conceptuales:22 Las ciencias sociales se convierten, desde esta perspectiva, en un arma valiosa para la desmitificación del lenguaje religioso, para la superación de nuevas fórmulas mágicas o slogans rituales de interpretación ingenua de la realidad y sitúan la fe y el mensaje en un terreno más científico y menos subjetivo. Si la política es hoy el lenguaje privilegiado de la teología, la sociología deberá sustituir en parte este lenguaje, ya que lo político es la morfología y epidermis de lo socio-económico.23

Es importante resaltar que el contexto inmediato de elaboración de la teología de la Liberación no es apenas el de la desventura metateórica del desarrollo, es la reacción autoritaria a los proyectos defendidos por los movimientos sociales y por los nuevos enfoques organizados por medio de la doctrina de Seguridad Nacional. Furtado afirma que la doctrina del autoritarismo de los años 1930 resurge con fuerza en los golpes civiles-militares a lo largo del período pos-Segunda Guerra Mundial, en el seno de la Guerra Fria.24 Dentro de esa situación, Negre Rigol señala que la etapa de cambio, en la cual llegaron las ciencias sociales, permitía ilaciones que situaban el futuro entre fascismo o socialismo. Importante destacar que la Teoría de la Dependencia no tuvo una única perspectiva conceptual, no fue una elaboración teórica monolítica, por el contrario, constituyese en una construcción multifacética y de bies epistémico creativamente polisémico. La Teoría de la Dependencia fue 21

22 23 24

NEGRE RIGOL, Pedro. Los cambios metodológicos de las ciencias sociales y la interpretación teológica. In: BLANQUART, Paul. Pueblo Oprimido Señor de la Historia. Montevideo: Tierra Nueva, [1972]. p. 182. NEGRE RIGOL, [1972], p. 182. NEGRE RIGOL, [1972], p. 183. FURTADO, 2011, p. 108.

gestada a partir de tesis defendidas inicialmente por la CEPAL, y que fueron duramente criticadas, buscando nuevos rumbos interpretativos y de acción política frente a los desafíos que las inconclusiones de los treinta años de gran crecimiento económico traían para América Latina. Después de la euforia del desarrollo, los intelectuales latino-americanos cuestionaban la razón de que hubiese habido una amplia y burguesa industrialización. La Teoría de la Dependencia surge para dar respuesta al dilema de la noindustrialización-nacional, pretendiendo así, dar una respuesta a esta indagación. Y los intelectuales que se ocuparon con esta cuestión lo hicieron intentando dar énfasis a aspectos no solamente económicos e imprimiendo matices variados, lo que impediría cualquier posibilidad de generalizar tal teoría como un discurso monolítico.25 La interpretación de la Teoría de la Dependencia por la Teología de la Liberación En su nacimiento, la Teología de la Liberación no hizo la misma opción hecha por gran parte de las ciencias sociales – sociología, economía, geografía, pedagogía y antropología, entre otras – es decir, tomar los datos empíricos y elaborar, a partir de ellos, su consideración analítica. La teología pautó al profetismo como el elemento cardinal de la crítica al status quo conceptuándolo como un cautiverio de la iglesia. Tal cautiverio estaría fundamentado en el período de ausencia de una construcción teológica propia al contexto colonizado y subdesarrollado. Según Leonardo Boff, […] la consciencia aguda de los mecanismos que mantienen a América Latina en el subdesarrollo como dependencia y dominación condujo a hablar de liberación. Esta categoría de liberación, correlativa con la otra de dependencia, articula una nueva actitud en el enfrentamiento con el problema del desarrollo. […] La categoría liberación implica un rechazo global al sistema de desarrollo y una denuncia de su estructura subyugadora. Urge romper con la red de dependencias.26

25 26

SOUZA, 2015, p. 170-174. BOFF, Leonardo. Teologia do cativeiro e da libertação. 2. ed. Petrópolis: Vozes, 1980. p. 17.

Queda clara la propuesta de denuncia como aspecto praxilógico de la teología. Se va de una teología estructural-funcionalista y del desarrollo para una teología que hace del esquema denuncia-anuncio su aspecto más relevante, y lo hace desde una propuesta de pastoral que toma la realidad concreta como su fundamento epistémico. De acuerdo con Dussel, la teología europea, todavía impregnada de una consecuente crítica al status quo, tan evidente en las luchas de carácter ideológico contra las tendencias fascistas de la primera mitad del siglo XX,27 se embriagó de metafísica transformando lo contextual en universal. A partir del iluminismo, los procesos colonialistas fueron justificados a través de un esquema sujeto-objeto y no persona-persona. Eso promovió la percepción solipsista

del

individualismo,

la

experiencia

religiosa

de

la

persona

suficientemente capaz de promover un salto de fe, al decir de Kierkegaard.28 La Teología de la Liberación hizo su opción por los pobres, por las víctimas, por las comunidades pobres de América Latina. El lugar de los pobres fue asumido como lugar epistemológico privilegiado del quehacer teológico.29 Eso quiere decir que tal compromiso está vinculado a la percepción profética que permite que aquellos y aquellas que elaboran la reflexión teológica partan de una opción que es profética, esto es, una opción que se instaura en la preferencia por las víctimas de la historia. No obstante, tales víctimas, son asumidas desde el punto de vista políticoestructural y económico, se trata no de pobres en abstracto, y sí de pobres en el sentido de escases material cuya presencia remite a la pobreza espiritual en su sentido cultural más amplio.

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28 29

Sintomático de esas luchas es la elaboración de la pregunta por un nuevo lenguaje con relación a Dios, elaborado, en medio al dominio nazi-fascista en Europa, por Bonhoeffer, mártir de la iglesia moderna en la lucha contra el gobierno hitlerista. BONHOEFFER, Dietrich. Resistência e submissão. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 1968 VIALLANEIX, Nelly. Kierkegaard: El único ante Dios. Barcelona: Herder, 1977. p. 40. MO SUNG, Jung. Economia: um assunto central e quase ausente na teologia da libertação: uma abordagem epistemológica. Tese. 317 f. (Doutorado) - Instituto Metodista de Ensino Superior, São Bernardo do Campo, [s.n.], 1993. p. 8.

Conclusión En los términos de la Teología de la Liberación, la dependencia fue interpretada como conexa a la liberación, esto es, la dependencia de las naciones subdesarrolladas debería ser contrapuesta por la liberación sociopolítica a las naciones desarrolladas. Así como el pueblo de Dios, un día, había salido del cautiverio de Egipto y de Babilonia, las comunidades de fe presentes en América Latina deberían seguir el éxodo y liberarse del yugo del

subdesarrollo.

La

lectura

bíblico-teológica

de

la

situación

de

dependencia, con todas sus implicaciones socio-culturales, realizadas por los teólogos de la liberación, vinculó la realidad económico y política del continente latino-americano al mundo contemporáneo de las varias fases de la historia del pueblo de Israel y, principalmente, de la historia de Jesús. Así, las categorías teológicas como pecado, liberación, cautiverio, libertad, servicio y amor, pasaron a ser interpretadas por un bies sociológico y político.

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