Leve caracterización de los enterramientos de Sungir (Rusia) en el contexto del Paleolítico Superior

Aitor Merino Vázquez

Los enterramientos de Sungir

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1. Caracterización general El yacimiento arqueológico de Sungir se halla a doscientos kilómetros al este de Moscú, la capital de Rusia. Está ubicado en los alrededores de Vladimir y cerca del río Klyazma. Se caracteriza principalmente por sus enterramientos. De las cuatro tumbas que se encontraron en el área de asentamiento, una pertenece a un hombre adulto y dos a unos adolescentes que, al igual que el otro individuo, gozan de un ajuar funerario impresionante en cuanto a cantidad de piezas y a la calidad de estas. Asimismo, en el mismo lugar han aparecido varios restos óseos, y fuera de este, dos esqueletos que carecen de resto funerario alguno. Análisis científicos han concluido que el primer cuerpo pertenece a un hombre de 60 años, el segundo a un joven de 13 años y el tercero a una niña de 7 años. Además, hay un adulto (que se cree que es varón, pero no está claro) sin cabeza, y la calavera suelta de un mujer adulta.

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2. Descripción del yacimiento y características generales La historia del descubrimiento de este lugar comienza a mediados del siglo XX, cuando excavaciones en busca de pozos de arcilla desenterraron el asentamiento. Entre los años 50 y 70, equipos de arqueólogos y geólogos de las universidades de Rusia, Reino Unido y Norteamérica trabajaron conjuntamente en el estudio y divulgación de la información encontrada. El primer paso en la investigación consistió en datar el yacimiento. Se le situó en el interestadio de la Edad de Hielo de Valdai (Pleistoceno tardío). Posteriormente, se llegó a la conclusión de que probablemente sólo era utilizado como asentamiento de forma estacional, debido al hecho de que únicamente en la superficie se han hallado evidencias de haber sido habitado. Los científicos creen que este yacimiento fue regularmente utilizado por el hombre a lo largo de 2.000 o 3.0000 años. Las tumbas más destacadas del yacimiento son la número 1 y la número 2. En la primera está enterrado el varón adulto, y en la segunda los dos jóvenes, que están situados cabeza contra cabeza junto con el fémur de una persona adulta recubierto de color ocre rojo (algo muy común en los enterramientos de esta época). En realidad, todos estos cuerpos estaban cubiertos con ocre. Todos los cadáveres se hallan tumbados sobre sus espaldas con las manos cruzadas a la altura de la cintura. Lo que hace este yacimiento tan interesante es, sin duda, el ajuar funerario que acompaña a estos tres individuos. Sus cuerpos estaban adornados con armas (lanzas) y joyería. Además, llevaban puestas unas vestimentas. Lo que de verdad es sorprendente son las más de 13.000 cuentas de collar encontradas. Mediante técnicas de arqueología experimental (fabricando las cuentas utilizando los instrumentos y materiales disponibles en aquella época) se ha llegado a la conclusión de que, incluso si estos antiguos individuos sólo tardaban la mitad de tiempo en fabricarlos del que tardamos nosotros (ellos eran indudablemente más hábiles en las tareas manuales), les llevaría unas 10.000 horas en total producirlas todas.

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Estas cuentas estaban fabricadas en marfil e iban colocados por docenas, de forma que se cree que podían estar enganchadas a la vestimenta de los individuos. De igual manera, los dos varones tenían sobre la cabeza un gorro con colmillos de zorro, pero además de esto el joven llevaba alrededor de la cintura lo que parecen los restos de un cinturón decorado con más de 250 dientes caninos de zorro polar. A todo esto hay que añadir múltiples collares, cuentas y engarces de capa hechos con marfil y con formas de animales como el mamut. Por último, con los jóvenes están los restos de dos lanzas, que debido a su peso parecen haber sido de adorno. Análisis de ADN han concluido que los dos niños son hijos de la misma madre. Por lo tanto, se trataría de una especie de enterramiento gemelo con propósitos rituales. Además, la buena conservación de los cuerpos (tanto de estos niños como del adulto) es rara en comparación con otros enterramientos de la época. Puede que esto signifique que dentro de la tribu ellos gozaban de un estatus privilegiado (quizás el padre fuera el líder de esta y los dos jóvenes, sus hijos y sucesores). Evidentemente, también el inmenso trabajo que conllevó la fabricación de su ajuar funerario nos habla de que no se trataban de individuos comunes. Los dos jóvenes llevaban más piezas ornamentales que el varón adulto.

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3. Periodo de la Prehistoria y rasgos generales de este El yacimiento se encuadra dentro del Paleolítico Superior. Esta información la corroboran varios análisis de carbono, que la datan entre 28.000 y 30.000 años atrás. De hecho, dataciones recientes dan unas fechas alrededor de 1.000-2.000 años más antiguas. Esto lo situaría en el subperiodo Gravetiense oriental. Además, dentro de este rango de fechas se tratarían de los dos enterramientos más elaborados de los que se tiene conocimiento. Durante el Paleolítico Superior (30.000 AP a 10.000 AP) se logró una mejora de las técnicas de trabajo del sílex, cambiando las puntas triangulares y lascas obtenidas de los núcleos por una mayor variedad de utensilios como los buriles, raspadores, perforadores, sierras o puntas. Además, se empezaron a utilizar materiales como el hueso o el asta de animal. Esta época se divide en cuatro subperiodos: Auriñaciense, Gravetiense, Solutrense y Magdaleniense. Al principio también tenemos la industria de hojas denominada Chatelperroniense, que destaca por sus puntas curvadas. Más tarde aparece el Auriñaciense, del que existe mucho material pétreo y óseo. Este primer ciclo lo cierra el Gravetiense, en el cual predomina la técnica del dorso rebajado. Posteriormente nos encontramos con la industria Solutrense, caracterizada por sus pequeñas y delgadas puntas con forma de hoja de laurel (también se han hallado algunas de gran tamaño) que normalmente tienen un retoque en forma de escamas paralelas. Por último, en el Magdaleniense hay una reducción de todos los tipos de objetos y cierta sencillez en la industria lítica. Como rasgo general del período tenemos que retrotraernos a la llegada del Homo Sapiens, el cual mejora la forma de obtener recursos mediante el uso de unos sistemas más complejos y eficaces que los anteriores. En cuanto a las estructuras de ocupación, en esta época hay más ocupaciones de cuevas y menos al aire libre. Referente al mundo simbólico es la aparición del arte parietal (en las paredes de las cuevas) y mueble (transportable).

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Económicamente estas sociedades siguen siendo cazadoras-recolectoras, y por lo tanto, nómadas. Asimismo, sabemos que sus estructuras sociales se vuelven aquí más complejas que antes. Toda esa información está a nuestra disposición gracias al hecho de que, en comparación con el Paleolítico Medio e Inferior, en el Superior es en el que más yacimientos hemos encontrado con diferencia.

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4. Vinculación del yacimiento con el periodo e importancia dentro del contexto Estos ejemplos, además de unas de las primeras evidencias de enterramientos rituales en la Prehistoria, son muy importantes para el estudio de las prácticas funerarias del Paleolítico Superior gracias al muy buen estado de conservación de algunos de los cuerpos enterrados (de otros sólo se conservan restos diseminados), que permiten observar en qué postura fueron colocados, así como el impresionante ajuar que les acompañaba. Resulta que también se tratan de los primeros ejemplos de jerarquías sociales encontrados hasta el momento. Los antropólogos entienden que en las comunidades paleolíticas existía en general una sociedad igualitaria, pero con ciertos individuos que por sus méritos o conocimientos serían tratados de forma diferente y respetados por los otros miembros de la tribu. En este caso, un ajuar tan trabajado es imposible que pertenezca a un individuo común, puesto que para empezar no se ha encontrado tanta cantidad de piezas de artesanía en ningún otro enterramiento cercano en el tiempo. Otra opción es que al tratarse de una especie de ritual, este hombre fuese el chamán de la tribu y todo tiene un significado religioso imposible de interpretar en la actualidad. Esta es una de las múltiples teorías que existen sobre este yacimiento tan polémico e importante para intentar comprender el sistema social de la época, cambiante dependiendo de los distintos grupos de humanos repartidos por el orbe.

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5. Valoración global, debates, investigación, y aspectos positivos y negativos La mayor polémica que rodea a estos enterramientos es el tema de la datación. Después de que se realizaran 18 análisis de radiocarbono en el año 2014, todavía no ha salido ningún resultado concluyente. Se cree que el rango de entre -26.000 y -27.000 años puede ser actualmente la fecha más probable. También se han realizado espectrometrías de masa en el colágeno de los huesos hallados y análisis de la estratigrafía del terreno. Pero el mayor problema aquí presente es el hecho de que entre las dataciones de radiocarbono hechas en distintos laboratorios hay diferencias muy sustanciosas, de varios miles de años. Estos análisis se pueden extraer de los huesos de animales que hay allí o del carbón vegetal que subyace bajo las capas del suelo. Por desgracia, esta información no parece haber salido aún de Rusia y nos falta la traducción al inglés. Como cuando se hicieron los análisis del colágeno de los huesos no se realizaron comprobaciones sobre la calidad de este, no nos podemos fiar de las dataciones que obtenemos de ellos, puesto que son fechas muy distintas dependiendo de la muestra estudiada. Asimismo, aunque el tema de la contaminación de las muestras ha sido tenido en cuenta y ya se ha realizado una limpieza con etanol, tampoco podemos tener por ciertas las cronologías obtenidas por estos modos. Por otra parte, casi con total seguridad podemos decir que los tres individuos enterrados en Sungir pertenecían al mismo grupo social. Pero entre ellos hay varias diferencias encontradas en los detalles decorativos de sus cuerpos y los ajuares funerarios que les acompañan. Como ejemplo vamos a poner al individuo varón adulto, en cuyos brazos había una serie de brazaletes fabricados a partir de marfil de mamut pulido y además tenía un pequeño colgante de color rojo alrededor del cuello. Es evidente que se ha invertido mucho más trabajo en los enterramientos de cada uno de los jóvenes que en el del adulto. Basándonos en las diferencias de ajuar y en la cantidad de esfuerzo que se ha puesto en ellos podemos afirmar que en el sistema social aquí representado el cargo era heredado en vez de ganado por méritos propios, como parece ser lo común en esta época de la Prehistoria.

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La cultura material hallada en el yacimiento se encuentra en el Instituto de Etnología y Antropología de Moscú. Además de varios seminarios realizados sobre este yacimiento concreto, hay dos libros escritos que hablan de él. El primero se titula en inglés: “Upper Palaeolithic Site Sungir (graves and environment)”, y fue editado en 1998. El segundo es: “Homo Sungirensis”, y se publicó en el año 2000.

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Bibliografía Barandiarán, Ignacio; Martí, Bernat; del Rincón, María Ángeles; Maya, José Luis. Prehistoria de la Península Ibérica. Barcelona: Ariel, 2015. Fernández Martínez, Víctor M. Prehistoria: El largo camino de la humanidad. Madrid: Alianza, 2007. Navarro, Francesc; et al. Historia Universal 1: Los orígenes. Madrid: Salvat, 2004. V. Kuzmin, Yaroslav; van der Plicht, Johannes; D. Sulerzhitsky, Leopold. “Puzzling radiocarbon dates for the Upper Paleolithic site of Sungir (Central Russia Plain)”. Radiocarbon, vol. 56, nº 2 (2014), p. 451-459.

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Imágenes

Mapa del yacimiento de Sungir (Licencia libre GNU)

Restos óseos de un varón adulto con ajuar funerario (Licencia libre GNU)

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Enterramiento completo de un varón adulto (Licencia libre GNU)

Reconstrucción en escultura de uno de los individuos enterrados (Licencia libre GNU)

Recreación de la posible vestimenta utilizada por uno de los individuos enterrados (Licencia libre GNU)

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