LENGUA, GÉNERO Y SEXISMO: EL ESTADO DE LA CUESTIÓN

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Descripción

17º Seminario de Investigaciones Feministas de la Facultad de Filosofía y Letras. Las violencias contra las mujeres. Representaciones y resistencias en la historia, el arte, el lenguaje y el pensamiento. Universidad de Zaragoza, 17-18 de noviembre de 2016 1

LENGUA, GÉNERO Y SEXISMO: EL ESTADO DE LA CUESTIÓN Virginia Acuña Ferreira

LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES EN LOS ESTUDIOS SOBRE LENGUA Y GÉNERO Muchas de las formas de violencia de género o violencia contra las mujeres permanecen invisibles y se realizan en la comunicación, a través del uso de la lengua y de los discursos. El campo de los estudios sobre Lengua y Género viene abordando estas violencias desde sus inicios en la década de los 70, comenzando con la descripción del llamado “lenguaje sexista” o “sexismo lingüístico”.

LENGUA, DISCURSO, COMUNICACIÓN

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OBJETIVOS • Ofrecer una visión panorámica de los principales enfoques y aproximaciones que han marcado la trayectoria del campo de los estudios sobre Lengua y Género desde sus inicios hasta la actualidad. • Señalar algunas de las líneas de trabajo que se han desarrollado en relación con el sexismo y/o las formas más o menos sutiles de violencia contra las mujeres, abarcando diferentes contextos comunicativos o modalidades discursivas: conversación coloquial o informal, conversación de pareja, medios de comunicación, viñetas humorísticas, debates parlamentarios, comunicación profesional, discurso jurídico. • Partimos de la diferenciación de dos grandes bloques dentro del campo: los estudios de la “segunda ola feminista”, que marcaron las primeras etapas desde la década de los 70, y los estudios de la “tercera ola feminista”, que comenzaron a desarrollarse en la segunda mitad de la década de los 90 y representan la corriente predominante en la actualidad.

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LA PRIMERA ETAPA O LOS ESTUDIOS DE LA “SEGUNDA OLA FEMINISTA” (SECOND WAVE FEMINISM)

La década de los 70, de los 80 y primera mitad de los 90

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EL SEXISMO LINGÜÍSTICO ESTRUCTURAL

La distinción de género gramatical en los pronombres y los sustantivos de persona. Los masculinos genéricos

El léxico o vocabulario

Formas masculinas

Formas femeninas

Mancebo: mozo de pocos años o varón soltero

Manceba: concubina

Pupilo: aprendiz

Pupila: prostituta que trabaja en un burdel

Hombre de la calle: varón medio, normal, ciudadano

Mujer de la calle: prostituta barata

Golfo: varón que no trabaja

Golfa: mujer a la que le gustan las relaciones sexuales

Ejemplos de “duales aparentes” en español (De Miguel y Moyer 1987)

Las fórmulas de tratamiento asimétricas según el sexo: Señor/Señora/Señorita

Obras clave: Language and woman’s place (Lakoff 1975, 2004) Man made language (Spender 1980) En español: Lenguaje y discriminación sexual (García Meseguer 1977)

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EL PROBLEMA DE LA “LENGUA DE LAS MUJERES”

“Encontraremos, creo, que las mujeres experimentan discriminación lingüística de dos formas: en la forma en que son conducidas a usar la lengua y en la forma en que la propia lengua las trata en general” (Lakoff 2004: 39, traducción mía) Falta de asertividad

Lakoff (1975, 2004) también argumentó que las mujeres son conducidas por la sociedad a emplear un estilo de habla específico: la “lengua de las mujeres”. Su uso plantea un dilema para las mujeres, especialmente en el mundo laboral y profesional.

¿Hablar o no hablar “como una señorita”? •Uso de la “lengua de las mujeres”: imagen de incompetencia, falta de poder y autoridad, problemas para ascender en el mundo profesional. •No uso de la “lengua de las mujeres”: falta de feminidad, penalización social, las mujeres deben hablar “como una señorita”.

•Afirmaciones suavizadas por el uso de las tag questions o preguntas coletilla (“La situación es terrible, ¿no?”) o ciertas partículas atenuadoras como parece, creo, supongo: (“Creo que respondió correctamente”) Frivolidad •Expresiones emocionales eufemísticas, como alternativa a las expresiones “fuertes” (“¡Qué horror!” o “¡Maldita sea!”, en lugar de “¡Joder!”). Falta de autoridad •Lenguaje indirecto. Uso más frecuente de las fórmulas de cortesía Rasgos de la “lengua de las mujeres”, según Lakoff (1975, 2004)

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•Análisis de situaciones de interacción grupal. •Departamentos universitarios (Eakins y Eakins 1976), congresos (Swacker 1976), aulas escolares (Swann y Graddol 1988). •Revisiones de estos estudios en Graddol y Swann (1989), James y Drakich (1993) y Aries (1996).

El silencio

•Análisis de conversaciones informales en general. •Estudio original de Zimmermann y West (1975), “Sex roles, interruptions and silences in conversation”. •Línea seguida por numerosos estudios. Revisión exhaustiva en James y Clark (1993) y Aries (1996).

Cantidad de habla

Interrupciones

EL CONTROL MASCULINO DE LAS INTERACCIONES MIXTAS

•Conversaciones de parejas heterosexuales. •Estudio original de Fishman (1983), “Interaction: the work women do”. •Predominio de los temas introducidos por los hombres, los de las mujeres no recibían suficiente apoyo. •Las mujeres usaron mucho más las preguntas como recurso para estimular la interacción.

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LA VISIÓN INTERCULTURAL DE LAS INTERACCIONES MIXTAS Propuesta por Maltz y Borker (1982, 1995) y aplicada a la comunicación en la pareja heterosexual por Deborah Tannen (1990, 1991) en su libro You just don´t understand.

La exclusión del poder y de la dominación en este enfoque cultural fue criticada por numerosas autoras (e.g. Henley y Kramarae 1991, Uchida 1992). Esta línea se incluye dentro de la llamada, e“aproximación de la diferencia”n contraste con la “aproximación de la dominación”, representada por los estudios sobre el control masculino de las interacciones mixtas (ver Acuña Ferreira 2009, Talbot 2010).

Segregación por sexos en la infancia y adolescencia

Aprendizaje de estilos comunicativos diferentes •Estilo femenino: cooperativo, orientado a la expresión de solidaridad y apoyo, implícito, afectivo, indirecto. •Estilo masculino: competitivo, orientado a reforzar el estatus personal dentro de un grupo, explícito, centrado en el intercambio de información, directo.

Malentendidos comunicativos en la pareja

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LA REIVINDICACIÓN DEL “HABLA DE LAS MUJERES” Corriente de estudios que tratan de contrarrestar la percepción social negativa del “habla de las mujeres”, plasmada en el trabajo de Lakoff (1975, 2004) y en numerosos estereotipos sociales. Esta línea se incluye también dentro de la “aproximación de la diferencia”. Está bien representada, por ejemplo, en los libros de Janet Holmes (1995) Women, men and politeness y de Jennifer Coates (1996) Women talk.

Estereotipos sociales negativos sobre el habla de las mujeres

Celebración de las habilidades de comunicación femeninas

Indirecta y poco asertiva, no competitiva, “débil”

Las mujeres son más sensibles a las necesidades de imagen del interlocutor, tienen más tacto con los demás

Frívola, excesiva y maliciosa (estereotipos de “la mujer chismosa”, “la mujer charlatana”)

Las mujeres priorizan las relaciones interpersonales y la comunicación •Estilo cooperativo •Habla con muchos contenidos íntimos y personales •Búsqueda de apoyo y empatía

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LA SEGUNDA ETAPA O LOS ESTUDIOS DE LA “TERCERA OLA FEMINISTA” (THIRD WAVE FEMINISM)

Desde la segunda mitad de la década de los 90

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LAS BASES TEÓRICAS: EL GÉNERO COMO UNA CONSTRUCCIÓN SOCIOCULTURAL

Se defiende el análisis contextualizado de las relaciones entre lengua, género y sexismo, desde distintas corrientes de Análisis del Discurso. El objetivo de las investigaciones se centra en el análisis de los discursos de género. Se introduce un marco teórico apoyado en el construccionismo social, la concepción performativa del género de Butler (1990, 2001) y las concepciones del discurso y del poder de Foucault (1972, 1978, 1981).

Las mujeres no son un grupo homogéneo

La identidad de género no es inherente al individuo

Los significados no son inherentes a las palabras

Hay que tener en cuenta otros aspectos de la identidad social como la edad, la clase social, el origen cultural o la orientación sexual.

•Cada sociedad y cultura establece unos modelos de feminidad y de masculinidad, heterosexuales, que podemos reafirmar, modificar y/o desafiar, a través del comportamiento y del uso de la lengua. •La identidad de género se construye o se realiza (Butler 1990) en el discurso, de forma variable según el contexto comunicativo.

•Los significados se negocian en las interacciones cotidianas, dependen del contexto de uso. •Se pueden utilizar “palabras sexistas” como “pendón” o “puta” de manera no sexista y se pueden articular discursos sexistas sin emplear palabras o expresiones consideradas sexistas.

El poder no se produce solo de “arriba hacia abajo”

El poder se negocia en las interacciones cotidianas y puede expresarse en todas las direcciones. Los individuos pueden desafiar los significados o discursos (Foucault 1972, 1978, 1981) que se les imponen.

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LA REALIZACIÓN DE FEMINIDAD Y MASCULINIDAD A TRAVÉS DEL ESTILO COMUNICATIVO

Estilo comunicativo femenino

Estilo comunicativo masculino

Facilitador

Competitivo

Respuestas de apoyo

Interrupción agresiva

Conciliador

Combativo

Indirecto

Directo

Colaborativo

Individual

Poco participativo en público

Domina el habla pública

Orientado a las personas

Orientado a realizar tareas

Orientado a la función afectiva del lenguaje

Orientado a la función referencial del lenguaje

En los estudios de la tercera ola, se habla de estilos comunicativos femeninos y masculinos como recursos para realizar o expresar feminidad y masculinidad en el discurso. La caracterización de estos estilos se apoya en gran parte en los estudios de la segunda ola, con la diferencia de que ahora no se establecen correlaciones en función del sexo del hablante, sino que se destaca cómo pueden ser empleados por ambos sexos (Holmes 2006: 6).

LA HOSTILIDAD HACIA LAS MUJERES DIRECTIVAS EN EL MUNDO LABORAL

Son “retorcidas”, “liantas” e incompetentes si emplean estilos comunicativos “femeninos”, de carácter indirecto y personal Son “súper agresivas” y “mandonas” si utilizan estilos discursivos más autoritarios y “masculinos” En cambio, los jefes son valorados positivamente, incluso si emplean un estilo de comunicación estereotípicamente femenino (“entrañables”, “sensibles”) Valoración negativa de las jefas o mujeres directivas

Estudios de Martín Rojo y Garí (2002), Mullany (2007).

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LAS HOSTILIDADES EN EL MUNDO DE LA RADIO Y LA TELEVISIÓN: EL CASO DE LAS ENTREVISTAS POLÍTICAS Otros estudios han abordado el mundo de la radio y la televisión, centrándose en el papel de las entrevistas políticas en cadenas británicas. De forma similar a lo que sucede con las mujeres directivas o jefas, en este contexto se ha puesto de relieve cómo las mujeres son criticadas por ser demasiado “agresivas”, a pesar de su uso de un estilo entrevistador “femenino”, mientras que se ensalza y se elogia el estilo combativo, estereotípicamente masculino, de famosos entrevistadores como Jeremy Paxman.

La figura de Jeremy Paxman •Estilo combativo de entrevista política. •Persistencia obstinada: interrupciones y repeticiones. •Desafíos explícitos, que tratan de imponer las posibles respuestas. •Representado como “una leyenda”, como un luchador, parte esencial de la democracia. •Estudio de Higgins (2010).

El caso de Susan Mc Gregor •En su autobiografía, destaca que siempre fue relegada a una posición subordinada, encargada de las “noticias suaves” en el programa Today (Mc Gregor 2002). •Su estilo entrevistador se basaba en tantear a los invitados, no entraba en disputas personales. Iniciaba la entrevista con una charla amistosa, evitaba la confrontación agresiva (estudio de Walsh 2006). •McGregor (2002) se queja de las hostilidades hacia ella durante el tiempo que permaneció en la cadena. En una ocasión le mostraron un cartel que ponía TONTA al terminar con una entrevista en directo. • A pesar de su estilo entrevistador, más cercano al estilo femenino estereotípico, explica que era criticada por “ser demasiado agresiva e interrumpir demasiado” (McGregor, entrevistada por Walsh 2006: 134).

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LAS MUJERES: MIEMBROS “ESPECIALES” DEL PARLAMENTO BRITÁNICO Según las investigaciones de Shaw (2000, 2006), basadas en grabaciones de video de los debates en el parlamento británico (1997-2001), las mujeres solían experimentar importantes dificultades para pronunciar sus discursos.

Eran especialmente presionadas para utilizar el “lenguaje correcto del parlamento”, por ejemplo, si no empleaban las fórmulas de tratamiento adecuadas para dirigirse a los demás miembros de la cámara. Sin embargo, los hombres incumplían con frecuencia las normas para el debate, imponiendo un estilo de interacción muy combativo: aplausos y abucheos, interrupciones, monopolización del turno de palabra tras una intervención no permitida, réplicas burlonas y bromas. De este modo, los debates parlamentarios representan un espacio hostil para las mujeres, que están en clara minoría y son tratadas de forma diferente, como miembros “especiales” o “novatos”.

Imagen de What is the new face of the House of Commons? BBC News http://news.bbc.co.uk/2/hi/uk_news/magazine/8672770.stm

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LA REPRESENTACIÓN DE LAS POLÍTICAS EN LA PRENSA La representación de las políticas en los medios de comunicación también contribuye a menudo a situarlas en un papel “especial” o secundario en este ámbito, al poner en primer plano su condición de mujer y trivializar su imagen, por ejemplo a través de titulares y noticias sobre su vestuario, que incluso hacen críticas hacia el mismo. Sucede en los medios británicos (Walsh 2001), pero también en los nuestros, como se ve en esta noticia del ABC, por ejemplo.

Noticia del ABC sobre el día de la Fiesta Nacional (13 de octubre de 2015). Centrada en el vestuario de las políticas que asistieron

Críticas a Manuela Carmena por ir “vestida como una funcionaria de correos de los años 40. De la sencillez a la mediocridad hay un paso”.

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Sexismo indirecto

• De carácter discursivo. • Los valores sexistas quedan implícitos, sobreentendidos. • Expresado a menudo a través del humor y la ironía: “era solo una broma”, “estaba siendo irónico/a”. • Difícil de desafiar, pues denunciarlo puede llevar a acusaciones de “falta de sentido del humor” o de “tomarse las cosas al pie de la letra”.

Lenguaje sexista

• De carácter estructural. Abordado especialmente por los estudios de la “segunda ola”. • Masculino genérico. • Vocabulario, palabras e insultos sexistas: “zorra”, “puta”, “pendón”. • Apelativos, fórmulas de tratamiento

EL CONCEPTO DE “SEXISMO INDIRECTO” En su libro Language and sexism, Sara Mills (2008) analiza otras formas en que se trivializa a las mujeres políticas en la prensa, de manera todavía más sutil o encubierta. Esta autora sostiene que, debido al éxito parcial que han tenido las campañas feministas por la reforma del “lenguaje sexista”, de tipo estructural, actualmente el sexismo en el lenguaje tiende a manifestarse de esta manera encubierta, por lo que introduce el concepto de sexismo indirecto o encubierto y analiza este fenómeno en otros tipos de discurso, como los anuncios, los programas de TV, las canciones o las viñetas humorísticas.

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El concepto EL CONCEPTO DE MICROMACHISMO

•Introducido por Luis Bonino en el ámbito de la pareja heterosexual, a partir de las aportaciones de Foucault sobre los “micropoderes” (Bonino 2004, 2008). •Se refiere a comportamientos machistas que todavía están normalizados o que resultan “casi imperceptibles, especialmente invisibles y ocultos para las mujeres que los padecen” (Bonino 2008: 94).

Micromachismos y violencia de género

Fuente de la imagen: http://www.betisweb.com/blogs/poker-deases-29639/micromachismos-la-violencia-de-genero-aceptada1984/

•Son formas de violencia de género no reconocidas, frente a los “grandes” procedimientos de control y dominio que se incluyen en esta categoría (insultos, humillaciones, maltrato físico, asesinato…). •Pueden ser realizados conscientemente o no, por varones “normales”, que no serían percibidos socialmente como violentos, abusadores o especialmente controladores o machistas.



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Machismo puro y duro y micromachismos se basan ambos en una creencia masculina procedente del modelo de masculinidad tradicional con el que se socializa a los varones. Esta creencia es la que supone que los varones tienen mayor valor que las mujeres, dando por sentado que ellas deben estar disponibles y al servicio de los propios deseos, placeres y razones. Y desde esa posición y para asegurarla, es lícito utilizar diversos procedimientos “grandes” o “pequeños” de control, imposición y boicot a la autonomía femenina (Bonino 2008: 95). El modelo de masculinidad tradicional como la base de los machismos y los micromachismos



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LA REPRESENTACIÓN DE LAS MUJERES EN LA CONVERSACIÓN AMISTOSA ENTRE HOMBRES En las investigaciones de la “tercera ola” se destaca la necesidad de prestar atención específica al “habla de los hombres” y a la realización de masculinidades (ver Johnson y Meinhoff 1997, Acuña Ferreira 2009, 2011). En su libro Men talk, Jennifer Coates (2003) analiza un corpus de conversaciones masculinas y mixtas, en las que participan hombres británicos de diferentes edades y clases sociales, con el objetivo de mostrar cómo el habla sociable de los hombres a finales del siglo XX obedece a las reglas predominantes para la realización de masculinidad en la sociedad británica (2003: 4).

•Los personajes femeninos suelen brillar por su ausencia. Si forman parte del mundo de la historia aparecen representados como esposas, madres o novias y de manera sexista como un objeto sexual o incluso de forma burlona y misógina. •Estas formas de representar y de excluir a las mujeres del mundo de las historias narradas por varones constituyen una forma de realizar masculinidad heterosexual, de acuerdo con los modelos dominantes de masculinidad o la llamada masculinidad hegemónica (Connell 1995). •En general, el corpus analizado muestra que las conversaciones de los hombres tienden a reproducir estos modelos dominantes de masculinidad de diversas formas. Los desafíos a la masculinidad hegemónica o la expresión de masculinidades alternativas no eran lo habitual. •En contraste, los hombres ocupan un lugar destacado en las historias que cuentan las mujeres al conversar con amigas. Las mujeres hablan extensamente de cómo son sus relaciones con ellos, tanto de forma positiva, como desde un punto de vista negativo o neutral (Coates 2003).

Las historias de los hombres en la conversación con amigos varones

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LA REPRESENTACIÓN HUMORÍSTICA DEL “LENGUAJE DE MUJERES Y HOMBRES”

Cómo entender a las mujeres. Edición de bolsillo.

Lo ven. No es difícil entender a los hombres

Memorice el manual y no cometa errores, por su salud mental

22 Mujeres

• Pese al tratamiento aparentemente igualitario, en clave de humor, este tipo de viñetas proyectan una imagen muy negativa de las mujeres y es su “lenguaje” el que se problematiza. Mientras que el “lenguaje de hombres” se presenta como sencillo y directo, el “lenguaje de mujeres” se presenta como complejo, indirecto, contradictorio, insincero, quejica, excesivamente afectivo.

Hombres

1. No = sí

2. Tengo hambre = Tengo hambre

3. Sí = No

4. Tengo sueño = Tengo sueño

5. Tal vez = No

6. Estoy cansado = Estoy cansado

7. Tú verás = Como lo hagas te mato

8. Hablemos

=

Estoy

tratando

de

impresionarte para que pienses que soy un hombre profundo y accedas a tener sexo conmigo 9. Lo siento, pero... = Lo volveré a hacer

10. Pareces tensa... Te doy un masaje? =

igual

Primero te meto mano, y después lo hacemos

11. Me quieres? = Te voy a pedir algo

12. Bailas? = Quiero sexo contigo

13. Decide tú = Pero haz lo que digo yo

14. Te gustaría ir al cine? = Quiero sexo

contigo 15. Haz lo que quieras = Pero lo pagarás

16. Quieres salir a cenar? = Quiero sexo

• Estas viñetas son, por tanto, ejemplos de sexismo indirecto o micromachismo a través del humor (Mills 2008, Acuña Ferreira 2015).

caro

contigo

• Algunas de las “frases de los hombres” expresan falta de interés por hablar con las mujeres o por escucharlas (o un falso interés), por ejemplo:

19. Te

• Qué interesante = ¿no has terminado? • Claro que te escuché = ¿estabas hablando?

• Hablemos = quiero impresionarte (estrategia de conquista). • Esta actitud guarda relación directa con los micromachismos encubiertos (Bonino 2004, 2008), que se basan precisamente en evitar la intimidad y la comunicación con las mujeres.

17. No,

no

supuesto

estoy

que

enfadada

estoy

=

Por

18. Te quieres casar conmigo? = Quiero

cabreadísima,

que sea ilegal para ti acostarte con otro

imbécil

hombre estás

durmiendo?

=

No

te

20. Qué te pasa? = Qué tipo de trama

duermas

auto-inventado te afecta hoy?

21. Esta noche estás muy cariñoso = No

22. Estás enfadada? = Me imagino que

tengo ganas de hacer el amor, pesado

esta noche nada de sexo...

23. No me mires de esa manera = Me

24. Yo

encanta que me mires con esa cara de

Contenta? Podemos empezar con el sexo

salido...

ya?

25. Estoy

gorda?

=

Dime

que

estoy

buenísima

estás!!

27. Apaga la luz = Tengo celulitis 28. Quiero cambiar estas cortinas = Y las

alfombras, y la pintura, y los muebles... 29. Necesitaríamos... = Yo quiero 30. Tenemos

26. Qué

que

quejarme de algo

hablar

=

Necesito

también

te

quiero

=

Vale?

bien te queda = Qué buena

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EL DISCURSO DE LOS “MALENTENDIDOS DE GÉNERO” EN LAS INSTITUCIONES: LOS CASOS DE AGRESIONES SEXUALES EN LOS TRIBUNALES

Ehrlich (2006) analiza un juicio por agresión sexual en Canadá. Dos estudiantes universitarias denunciaron a un compañero por este motivo en una residencia universitaria. Las estudiantes alegaron haber rechazado el encuentro sexual: “Vayámonos a dormir”. “Si las circunstancias fuesen otras, quizás”. También señalaron que tenían miedo de que él les hiciese daño y de que se montase una gran discusión o pelea. El discurso de la jueza problematizó las “señales” que dieron ellas para rechazar lo que estaba ocurriendo.

“La cuestión es, sabes, lo que nos concierne a todos es que las señales, sabes, entre las mujeres y los hombres simplemente, no se están interpretando correctamente y yo no estoy discutiendo quién está mintiendo y quién está diciendo la verdad porque no es lo que me incumbe. La cuestión es por qué, esas señales, por qué sientes en ese momento que no están siendo interpretadas correctamente?” (Discurso de la jueza en el tribunal, Ehrlich 2006: 205; traducción mía, énfasis mío). Se impuso la versión del defendido, que justificó el incremento de su agresión sexual basándose en la ausencia de expresiones vehementes de rechazo por parte de ellas. Por ese motivo, se aceptó que el denunciado pudo interpretar “consentimiento” y que el caso se produjo por un “malentendido”. Las mujeres que denunciaron fueron culpadas por su “comunicación ineficaz”. No se culpó al denunciado por no saber interpretar las intenciones de ellas, ni se plantea que pudo ignorarlas deliberadamente.

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LAS RAÍCES DEL DISCURSO DE LOS “MALENTENDIDOS DE GÉNERO”

Estereotipos e ideales de feminidad en las relaciones heterosexuales

¿Cómo se expresan los rechazos?

Generalmente, según numerosos estudios basados en el Análisis de la Conversación, los rechazos no se hacen de forma “vehemente”, sino que van acompañados de vacilaciones y fórmulas de atenuación, que tratan de evitar ser demasiado “tajante” o “enérgico”, para no resultar descortés, tosco o grosero.

En las raíces históricas de este discurso se encuentran los estereotipos e ideologías sobre el habla femenina en general, reflejados en los textos y refranes de hace siglos (ver Lozano Domingo 1995, Acuña Ferreira 2015). En los encuentros sexuales/amorosos, cobra especial relevancia la vieja idea de que la mujer debía fingir cierto desinterés si le gustaba un hombre, “algo que no ha cambiado mucho desde el Renacimiento hasta hoy”, como ha destacado también Lozano Domingo (1995: 41-42).

“Si siempre que una mujer diga “no” se ha de interpretar como “quizá”, ¿qué opción queda a una mujer cuando realmente quiere decir “no”? (Lozano Domingo 1995: 42)

Por ello, autoras como Celia Kitzinger (2000) han argumentado en contra de las campañas del “no es no”.



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LA INSISTENCIA DE LOS EDUCADORES SEXUALES EN LA IMPORTANCIA DE DECIR SIMPLEMENTE NO ES CONTRAPRODUCTIVA EN LA MEDIDA EN QUE CONDUCE A LAS MUJERES A REALIZAR ACCIONES CONVERSACIONALES ANORMALES Y PERMITE A LOS VIOLADORES PERSISTIR EN SU POSTURA DE QUE, SI UNA MUJER NO HA DICHO REALMENTE NO (CON EL TONO DE VOZ ADECUADO Y EL LENGUAJE CORPORAL CORRECTO), ENTONCES NO HA RECHAZADO REALMENTE TENER SEXO CON ÉL Kitzinger (2000: 181, traducción mía)



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CONCLUSIONES • Los estudios sobre Lengua y Género han experimentado un gran refinamiento teórico en los últimos años, que ha permitido abordar las relaciones entre lengua, género y sexismo de forma mucho más dinámica y precisa, evitando generalizaciones excesivas y el “esencialismo” que se atribuyó a los estudios de la “segunda ola”. • No obstante, los estudios de la “segunda ola” hicieron aportaciones fundamentales, al señalar la dominación y la diferencia como elementos constitutivos esenciales del género, la problemática asociada al “habla de las mujeres” y a los estilos comunicativos femeninos y masculinos en general, así como el sesgo masculino, androcentrista y sexista que ha impregnado las lenguas desde el punto de vista estructural. • Muchas de las cuestiones abordadas en las primeras etapas del campo continúan marcando las líneas de trabajo de los estudios de la “tercera ola”, aunque las aproximaciones bajo este último enfoque se hagan de forma mucho más contextualizada. Por este motivo, estos estudios más recientes deberían entenderse como una perspectiva derivada de la anterior y dependiente de ella en gran parte, no como un movimiento que se le contrapone. • Más aún, autoras como Mills (2008) sugieren que los análisis “anti-esencialistas” que caracterizan a la “tercera ola” deberían complementarse con perspectivas características de la “segunda ola”, que permitan incidir en las grandes estructuras sociales como la causa principal de los problemas que se describen de manera localizada o contextualizada, por ejemplo mediante la combinación de métodos cuantitativos y cualitativos de análisis (Swann 2002). De lo contrario, el nivel de contextualización que caracteriza a los estudios más recientes podría convertirse en una debilidad desde el punto de vista político. Esta es precisamente una de las preocupaciones actuales, ante la trayectoria que ha tomado el campo y las perspectivas sobre su futuro y su posible influencia a la hora de impulsar y reforzar los grandes cambios sociales desde el punto de vista del género y el sexismo.

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