Lengua, género y sexismo: aportaciones desde la pragmática y la sociolingüística

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Lengua, género y sexismo: aportaciones desde la pragmática y la sociolingüística

LENGUA, GÉNERO Y SEXISMO: APORTACIONES DESDE LA PRAGMÁTICA Y LA SOCIOLINGÜÍSTICA A.Virginia Acuña Ferreira Universidade de Vigo ([email protected])

Resumen – El estudio de las relaciones entre lengua, género y sexismo en España se sitúa principalmente en la línea de los trabajos sobre «lengua sexista» o «sexismo lingüístico», cuyos análisis se limitan al nivel léxico y/o gramatical en el uso de la lengua. Sin negar la importancia de estas aproximaciones, mi objetivo en esta comunicación es señalar la necesidad de complementarlas con investigaciones realizadas desde la Pragmática y la Sociolingüística, cuyas líneas de análisis nos permiten ir más allá de las palabras y/o de los usos gramaticales, para poner el foco de atención en los mensajes que las personas construyen al comunicarse y en el modo en que estos contribuyen a la perpetuación de las desigualdades de género y del sexismo. Las publicaciones recientes de Sara Mills [1] o Ana Mª Vigara Tauste [2] resaltan igualmente la relevancia de estos enfoques, por su capacidad para identificar el sexismo implícito en las diversas actividades comunicativas. Como muestra de ello analizaré tres fragmentos de una conversación coloquial entre hombres en un contexto laboral, en los que el hablante principal elabora un mensaje sexista al hablar de la relación con su pareja femenina, basado en la utilización del humor como estrategia para ridiculizar los valores de ella. Así, los fragmentos analizados son interpretados como ejemplo de las formas de micromachismo que caracterizan a la sociedad actual, según Luis Bonino [3], y se incide en la necesidad de la pragmática y de la sociolingüística como herramientas para visibilizarlas.

1.- Introducción Los estudios sobre Lengua, Género y Sexismo configuran un campo firmemente consolidado y en continua expansión dentro de los Estados Unidos y del Reino Unido, pero su situación en otros países es bien distinta. En el caso de la lingüística hispánica, 1

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es notable el esfuerzo que se ha hecho en el análisis de lo que se conoce como «lengua sexista» o «sexismo lingüístico», que trata de concienciar acerca de los problemas del llamado «masculino genérico» y de muchos aspectos relacionados con el léxico de la lengua española (véase, por ejemplo, [4] y [5]). Sin embargo, los estudios sobre las formas de habla e interacción, procedentes de la Pragmática y de la Sociolingüística, han tenido un nivel mucho menor de desarrollo, como he resaltado en publicaciones anteriores [6], [7], y ello contrasta enormemente con lo que sucede en el mundo anglófono, en donde el «habla de las mujeres» ha sido objeto de numerosas investigaciones empíricas desde los años setenta (por ejemplo, [8], [9]), mientras que en los últimos años, también el «habla de los hombres» ha comenzado a recibir una atención mucho más específica (por ejemplo, [10] y [11]). Mi principal objetivo en esta comunicación es precisamente el de resaltar las aportaciones que este tipo de investigaciones pueden hacer al estudio de las relaciones entre lengua, género y sexismo. Sin negar la importancia de los trabajos sobre «lengua sexista», creo que en los últimos años se está acentuando la necesidad de no limitarnos a los aspectos léxicos y gramaticales de uso de la lengua y de analizar igualmente los procesos comunicativos y los mensajes que se transmiten a través de ellos, puesto que pueden encerrar formas de sexismo que actualmente están pasando en gran medida desapercibidas, como ponen de relieve lingüistas como Sara Mills [1] y Ana Mª Vigara Tauste [2], o de psicoterapeutas como Luis Bonino [3].

2. Masculinidad y sexismo en una conversación coloquial entre hombres Como ejemplo de la construcción de mensajes sexistas en la interacción, a continuación me centraré en analizar tres fragmentos que he seleccionado de una conversación coloquial que tiene lugar en un centro de trabajo, durante una pausa

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para comer1. Los participantes son dos hombres gallegos de entre veinticinco y treinta años, que son compañeros de trabajo pero también amigos. La conversación se centra en la relación de pareja que uno de ellos mantiene con una mujer. El Fragmento (1) recoge el momento en que uno de ellos, Diego, introduce este tema2:

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26

= hoxe ghanei máis puntos que dios  non pinei  pero me cagho en dios:  he he he dios  que ben me portei  con:  Roberto [e logho?] Diego [(xx)] = Roberto = e logho? = Diego = he he he barallé yo solo hoy  macho  he he he BARALLÉ  LO QUE NO BARALLÉ EN MI VIDA  MACHO  y ella  pa decirme mi chavala  {[a] [p] qué bien estás hablan:do  diego}  Diego

Fragmento (1)

En los primeros turnos, Diego anuncia que le sucedió algo muy positivo, hoxe ghanei máis puntos que dios  (línea 1), expresa su felicidad y satisfacción por ello a través de

exclamaciones de euforia y de la risa (líneas 4-5, 7), y se jacta de su «buen

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Los datos se han extraído del Corpus de Fala Bilingüe Galego/Castelán de la Universidad de Vigo, constituido por interacciones conversacionales obtenidas en situaciones «reales» de comunicación, a través de la observación participante. Las grabaciones son de audio. 2 Utilizo seudónimos para preservar el anonimato de los dos participantes. Véase el Apéndice: convenciones de transcripción. 3

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comportamiento» (líneas 8-9). Hasta este punto todavía no ha especificado que se refiere a la relación con su pareja femenina, aunque la alusión que hace al hecho de que no tuvo sexo, non pinei  (línea 3), pero me cagho en dios:  (línea 4), he he he (línea 5), permite deducirlo. Una vez que Roberto le interrumpe para preguntarle por los motivos de esta felicidad (líneas 10, 12), Diego comienza propiamente la narración de la historia, especificando que habló extensamente con su novia, entre risas (líneas 13-16); el uso de macho que recoge la línea 15 constituye una fórmula de solidaridad masculina ([12], [7]), que en este contexto adquiere la función específica de realzar el grado de intimidad con el interlocutor; este tipo de uso se hace aún más evidente a continuación, en las líneas 18-20, en las que Diego eleva el volumen de voz para declarar en tono solemne que nunca había mantenido una conversación tan extensa con su pareja, reconociendo y a la vez resaltando el carácter «extraordinario» de su comportamiento, BARALLÉ  (línea 18), LO QUE NO BARALLÉ EN MI VIDA  (línea 19), MACHO  (línea 20). En este momento, la charla adquiere un tono muy íntimo y

confidencial. En las líneas 21-26, Diego cita en estilo directo las palabras de su pareja elogiando lo «bien» que él le estaba hablando; al recrear la voz de la chica, el narrador emplea un volumen piano y agudiza su tono de voz de manera un tanto burlona (líneas 25-26). El Fragmento (2) recoge los turnos que se producen inmediatamente después; Diego continúa representando la conversación que mantuvo con su pareja: 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 4

É QUE EU FALO  MO::I BIEN  MOI BIEN  he he he y pensando en ti macho  Roberto he he he = Diego = pensei  moi bien  moi bien  y ella  {[a] [ac] por qué te ríes?} {[ac] NO  POR NADA}  Diego

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42 43 44 45 46 47 48 49

MOI BIE::N  (estoy) HABLANDO  MOI BIEN  (xx) y yo  ja ja ja ja  ja ja  Fragmento (2)

En las primeras líneas, Diego parece representar cómo respondió al elogio de su pareja, confirmándolo de manera enfática y burlona, al repetir moi bien con un volumen de voz elevado y realizando distintas entonaciones, primero final ascendente y después final sostenida, É QUE EU FALO  (línea 27), MO::I BIEN  (línea 28), MOI BIEN  (línea 29), lo que hace que estos enunciados suenen como una pequeña cantinela. A continuación se ríe (línea 31) y, tras una pausa (línea 31), se dirige expresamente a Roberto para comunicarle, entre risas, que en ese momento se estaba acordando de él, y pensando en ti macho  (línea 32); esta revelación incluye un uso de macho como un guiño de complicidad con su interlocutor, que este último confirma a través de la risa (línea 33). De este modo parece que esa cantinela podría estar relacionada con un chiste interno ([13]) de los dos participantes, es decir, con alguna broma o gracia que los dos amigos comparten habitualmente solo entre ellos. En cualquier caso, lo que resulta evidente es que en la reconstrucción de esta parte de la conversación con su pareja, Diego despliega una actitud burlona. En las líneas siguientes se da una repetición parcial de la cantinela (líneas 34-36), pero ahora el narrador-protagonista aclara que se trata de sus pensamientos durante la charla (líneas 34). La representación de la conversación continúa con la pregunta que su pareja le hace sobre las razones por las que se está riendo (líneas 38-39; véase que la voz femenina que se atribuye a este personaje es recreada nuevamente de manera burlona), a lo que él responde evasivamente (líneas 40-41), repitiendo una vez más, MOI BIE::N  (línea 42), (estoy) HABLANDO  (línea 43), MOI BIEN  (línea 44), y haciendo una representación onomatopéyica de sus carcajadas (líneas 46-48).

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En los dos fragmentos analizados hasta el momento se pone de relieve un marcado contraste entre el estilo de habla íntimo y personal que se utiliza en los primeros turnos, y el humor estereotípicamente masculino y sexista que se despliega en los siguientes. En un principio, Diego realiza una confidencia personal más o menos seria, en la que enfatiza lo «bien» que se portó con su pareja al hablar extensamente con ella, y al reconocer que nunca antes había hecho algo así. En esta confesión subyace la idea de que él hizo lo que ella quería que hiciese y que por tanto cedió a sus deseos, de ahí el elogio que recibe a modo de agradecimiento y el modo en que se refiere humorísticamente al hecho de que no hubo relaciones sexuales, como un aspecto negativo del episodio que, sin embargo, valió la pena («non pinei, pero me cagho en dios…», líneas 3-4). De este modo, el hablante alude al mismo tiempo implícitamente a un sólido estereotipo de género ligado a las relaciones de pareja heterosexual, según el cual, las mujeres valoran mucho la comunicación dentro de las mismas, mientras que los hombres valoran mucho el sexo [14]3. En la segunda mitad de la historia, Diego continúa reproduciendo el diálogo con su pareja de un modo desconcertante, ya que en lugar de centrarse en las fases de la misma que puedan explicar por qué fue tan satisfactoria, explicando los temas y cuestiones que se trataron, lo que hace es centrarse en un punto en el que comienza a burlarse indirectamente de ella con esa especie de cantinela y a reírse a carcajadas ante el desconcierto que esta reacción causa en ella. El tono íntimo y personal que se apreció en un principio desaparece totalmente en este punto y el discurso pierde toda seriedad. Ante su amigo Roberto, Diego no valora seriamente la conversación con su pareja, sino que la afronta desde un punto de vista exclusivamente humorístico, paródico, como estrategia para reafirmar su masculinidad [15]4, frente a la confidencia personal que hizo inicialmente. Así, lo que parecía anunciar una revelación de

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Aramburuzabala [14] muestra un ejemplo de cómo esta «diferencia de género» es abordada en las revistas masculinas con sorna hacia el comportamiento femenino, previniendo reiteradamente a los hombres sobre la «incontinencia verbal» de las mujeres como un obstáculo para el mantenimiento de relaciones sexuales como principal o incluso único objetivo del contacto con ellas. 4 Ervin-Tripp y Lampert [15] destacan que solo los hablantes masculinos emplearon el humor como estrategia para rebajar el tono íntimo del discurso. 6

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sentimientos acaba transformándose en una historia divertida, en una historia de triunfo estereotípicamente masculina (Coates 2003)5, en la que el narradorprotagonista celebra, se jacta de su capacidad para satisfacer las necesidades de comunicación de su pareja femenina y al mismo tiempo para reírse o burlarse indirectamente de ella. Es importante también recordar que el personaje femenino está además representado paródicamente por el modo en que se recrea su voz dentro del diálogo [16].

3. Conclusiones En un artículo reciente, Bonino ([3]) argumenta que, frente a épocas anteriores, en las que el machismo estaba firmemente institucionalizado y se realizaba abiertamente, la sociedad actual se caracteriza por los micromachismos, que define del siguiente modo: Los mM [micromachismos] son «pequeños» y cotidianos ejercicios del poder de dominio, comportamientos «suaves» o de «bajísima intensidad» con las mujeres. Formas y modos, larvados y negados, de abuso e imposición de las propias «razones», en la vida cotidiana, que permiten hacer lo que se quiere e impiden que ellas puedan hacerlo de igual modo. Son hábiles artes, comportamientos sutiles e insidiosos, reiterativos y casi invisibles que los varones ejecutan permanentemente quizás no tanto para sojuzgar sino para oponerse al cambio femenino. (Bonino [3]: 95)

Aplicando el concepto en el análisis de las relaciones de parejas heterosexuales, Bonino identifica numerosos «comportamientos manipulativos que ocupan una parte importante del repertorio de comportamientos masculinos «normales» hacia las mujeres» ([3]: 95), es decir, de conductas que están socialmente aceptadas como características o propias de los hombres hacia las mujeres, y que generalmente no se perciben como lo que son: estrategias para ejercer poder de manera encubierta o sutil, que logran mantener la relación en una situación de desigualdad. Los fragmentos de habla aquí analizados ofrecen un ejemplo de la utilización del humor como una de estas formas de micromachismo, tanto dentro de la conversación 5

Coates [11] analiza un corpus de conversaciones entre hombres británicos de distintas edades y clase socioeconómica, y destaca la frecuencia con la que se cuentan este tipo de historias, en las que el narrador-protagonista se presenta como un héroe. 7

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que se narra y se representa, como dentro de la situación de la charla con el compañero de trabajo. En ambas dimensiones, Diego se jacta de haber logrado la felicidad y el agradecimiento de su pareja por haber cedido a sus necesidades de diálogo, pero sin valorarlo seriamente, por lo que su comportamiento puede describirse, en términos de Bonino ([3]: 101), como un «retaceo de reconocimiento hacia la mujer como persona y de sus necesidades, valores”. Sin embargo, el marco humorístico en que se sitúa la mayor parte de su discurso actúa como una poderosa estrategia para «naturalizar» su comportamiento como algo propio o característico de los hombres; como Mills [2] ha destacado, el humor constituye una de las principales estrategias que se están utilizando en la sociedad actual para fomentar estereotipos sexistas, en la medida en que ofrece la posibilidad de defenderse fácilmente ante las acusaciones de sexismo: «es solo una broma». A través de este análisis espero haber mostrado cómo puede articularse indirectamente el sexismo en nuestras prácticas comunicativas cotidianas, sin necesidad de utilizar expresiones o términos abiertamente peyorativos hacia la mujer. Desde este enfoque comunicativo, no solo podemos abordar los casos de sexismo que suelen pasar más desapercibidos por su carácter implícito, humorístico e indirecto, sino que además podemos contribuir en gran medida a una mayor concienciación social sobre los problemas del género y del sexismo y sobre el papel clave que desempeñan los usos de la lengua en su mantenimiento.

Reconocimiento Agradezco las observaciones y comentarios sobre la versión inicial de este trabajo que me llegaron a través de los informes de evaluación del Comité Científico.

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REFERENCIAS [1] MILLS, Sara (2008): Language and sexism. Cambridge: Cambridge University Press. [2] VIGARA TAUSTE, Ana Mª. (dir.) (2009): De igualdad y diferencias: diez estudios de género. Madrid: Huerga & Fierro. [3] BONINO, Luis (2007): «Micromachismos-el poder masculino en la pareja moderna», en: José Ángel Lozoya y José María Bedoya (compiladores). Voces de hombres por la igualdad. [Editado online por Chema Espada: http://vocesdehombres.wordpress.com] [4] GARCÍA MESEGUER, Álvaro (1994): ¿Es sexista la lengua española? Una investigación sobre el género gramatical. Barcelona: Paidós. [5] CALERO FERNÁNDEZ, María Ángeles (1999): Sexismo lingüístico. Análisis y propuestas ante la discriminación sexual en el lenguaje. Madrid: Narcea. [6] ACUÑA FERREIRA, A. Virginia (2009): Género y discurso. Las mujeres y los hombres en la interacción conversacional. Múnich: Lincom. [7] ACUÑA FERREIRA, A. Virginia (2011): «Género y discurso conversacional en el contexto hispánico: la expresión de solidaridad masculina a través del apelativo macho entre los operarios gallegos de una fábrica», Estudios de Lingüística, 25, 13-44. [8] FISHMAN, Pamela M. (1983): «Interaction: the work women do», en: Barrie Thorne, Cheris Kramarae y Nancy Henley (eds.). Language, gender and society. Rowley, Massachusetts: Newbury House, 89-101. [9] COATES, Jennifer (1996): Women talk. Conversation between women friends. Oxford: Blackwell. [10] JOHNSON, Sally y Ulrike H. MEINHOF (eds.) (1997): Language and masculinity. Oxford: Blackwell. [11] COATES, Jennifer (2003): Men talk. Stories in the making of masculinities. Oxford: Blackwell. [12] BEINHAUER, Werner (1978 [1929]): El español coloquial. Madrid: Gredos. [13] NORRICK, Neal (1993): Conversational joking. Humour in everyday talk. Bloomington: Indiana University Press. [14] ARAMBURUZABALA, Ibai (2009): «¡Somos hombres! El machismo en las revistas masculinas», en: Ana María Vigara Tauste (dir.). De igualdad y diferencias: diez estudios de género. Madrid: Huerga & Fierro, 201-230. [15] ERVIN-TRIPP, Susan y Martin LAMPERT (1992): «Gender differences in the construction of humorous talk», en: Kira Hall, Mary Bucholtz y Birch Moonwomon (eds.). Locating power. Proceedings of the Second Berkeley Women and Language Conference. Volume 1. Berkeley, CA: University of California, 108-117. [16] MCCONNELL-GINET, Sally (1978): «Intonation in a man’s world», Signs, 3, 541-559.

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APÉNDICE: CONVENCIONES DE TRANSCRIPCIÓN Letra redonda Letra negrita Línea de transcripción    ? .. o sea:: la lo-

Castellano Gallego Unidad de entonación Entonación final ascendente Entonación final descendente Entonación final más o menos sostenida Entonación típicamente interrogativa Micropausa (menos de un segundo) Pausa medida en número de segundos Sonido alargado Sonido truncado

allí es mucho eh? = = ya ves

Encadenamiento de voces

y tú te estabas [meando]

Superposición de voces

[es que está] tres horas (parece) (xx) . . . he he he LETRAS MAYÚSCULAS { } {[p]} {[ac]} {[a]} #topónimo#

10

Transcripción dudosa Segmento ininteligible Omisión de varios turnos Risa Volumen relativamente fortis Segmento al que afecta el fenómeno Volumen relativamente piano Tempo relativamente acelerado Tono más agudo Comentarios adicionales Datos confidenciales

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