Las transformaciones poliorcéticas en la Barcelona del siglo XVII. Resultados preliminares de la intervención arqueológica en el baluarte de San Antonio

Las transformaciones poliorcéticas en la Barcelona del siglo XVII. Resultados preliminares de la intervención arqueológica en el baluarte de San Antonio Emiliano Hinojo Garcia Codex. Arqueologia i Patrimoni SCCL ehinojococodex.cat Resumen Las intervenciones arqueológicas efectuadas entre los años 2007 y 2013 en el solar donde se ubica e! mercado de San Antonio de Barcelona han permitido poner al descubierto una sección del baluarte de San Antonio y de su sistema defensivo (foso, contraescarpa, camino cubierto y glacis). Su construcción, fechada entre los años 1644 y 1647, se enmarca dentro de un programa de obras y mejoras de! recinto amurallado de época medieval. Gestionadas por e! Consell de Cent, el objetivo de dichos trabajos era, principalmente, contrarrestar e! incremento de la efectividad y potencia destructiva de la artillería pirobalística. El proyecto de remodelación del mercado incluye la conservación e integración, dentro de los nuevos espacios y usos del edificio, tanto del baluarte como de dos tramos de contraescarpa y una parte de una obra auxiliar coetánea. Palabras clave: fortificación, Barcelona, camino medieval, baluarte de San Antonio, cuartel militar.

1. Introducción Las campañas de sondeo y excavación arqueológica en extensión realizadas en el solar del mercado de San Antonio han permitido obtener nuevos datos que amplían el conocimiento sobre la evolución y transformación de este espacio entre los siglos XIV

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La construcción del baluarte significó, por un lado, la expropiación y derribo de esas propiedades y edificios, pues se ubicaban en la zona que ocuparían el camino cubierto y el glacis. Por otra parte, se obstruyó la salida directa de la ciudad, ya que a partir de entonces el paso se realizaría a través de un puente levadizo localizado entre el flanco norte del baluarte y el camino cubierto. Es interesante destacar que en dicho puente se instaló una placa de piedra conmemorativa con un escudo de armas y el año de finalización de las obras (1647)7. Las fuentes históricas reflejan que el baluarte era una estructura de morfología pentagonal que se adosaba a un ángulo saliente de la traza de la muralla. En el interior del mercado se ha descubierto un tramo de unos sesenta metros de longitud de la cara norte y veintiuno de la sur, así como también su ángulo o vértice capital. Los muros conservan una altura máxima de seis metros -aproximadamente, la mitad de su alzado origina18-, y se asientan en unos cimientos de 2,5 m de profundidad. Sus características constructivas eran las propias de la época y de este tipo de construcción: un paramento exterior formado por hileras de sillares de gres de grandes dimensiones procedentes de la cantera de Montjuic; un cuerpo central obrado mediante la superposición de capas horizontales de bloques de piedra irregulares ligados con mortero de cal, y, finalmente, un relleno macizo de tierra en el costado interior para reforzar los muros, dando un grosor total de seis metros de cada una de las caras. En el interior del baluarte, a pesar que en las representaciones gráficas se constata la presencia de compartimentaciones o edificaciones y del propio portal medieval, tan solo se han salvaguardado los restos constructivos de una especie de galería aspillera. Se trata de un pasillo muy estrecho, de unos ochenta centímetros de ancho, y realizado en sentido vertical a la proyección máxima de la fortificación. El objetivo de dicha construcción, que no aparece representada en los planos hasta mediados del siglo xvm", era la de facilitar el paso de una construcción a otra del baluarte sin ser visto y quedando protegido del fuego enemigo.

7 PÍ 1 ARIMÓN, Andreu Avel-Ií: Barcelona antigua y moderna, Ó descripcion historia de esta ciudad desde su [undacion hasta nuestros dias. Barcelona: Impr. y Libr. Politécnica de Tomás Gorchs, 1854, pág. 333. é

8 En el documento de 1715 Explication sur la forttfication de la vil/e de BarcelOl1l1e (Biblioteca Nacional de Francia, Departamento Arsenal, MS-6434, 63 A), se detallan de forma exhaustiva las medidas del baluarte y del foso: Ce bastion est revétu de beau moilon piqué par assise reglée et les trois angles saillants armé de pierre de taille. Sa hauteur est de cino toises deux pieds, 5011parapet de trois loises dépesseur et son rempart de quatre toises. [4r] Les flanes 11(J11tpoint de parapet terrassé. ll n'i a que lépesseur de la muraille, UI1 rempart derriére et une poterne au jlanc droit. La gorge de ce bastion est de neuf pieds plus élevée que le couronnement du parapet dudit bastiono Il )' a au milieu de cette gorge une tour exagone terrassée oú il y a quatre sepropre ti mettre du Wnon. Le [ossé de ce bastion a 11 toises de largeur et 14 pieds de hauteur, seulement revétu de 12 toises de longueur, vis ti vis Iangle jlanoué. Le chemin couvert a cinq toises de largeur et six pieds de hauteur, compris les deux banquettes. 9

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GALERA et alii: Óp. cit., pág. 203.

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Figura 2. Imagen de la cara norte y del vértice del baluarte (Autor: Emiliano Hinojo).

En cuanto al foso, los datos obtenidos hasta el momento permiten afirmar que su 'profundidad oscila entre cuatro y cinco metros respecto al nivel de arrasamiento de las estructuras, aunque no podemos precisar que sea una medida constante en el conjunto de la construcción. A partir de los sondeos que se han realizado en este sector de la fortificación, se constata que los estratos de relleno están compuestos de arcillas, limos y los escombros generados durante el proceso de demolición del baluarte a partir de la segunda mitad el siglo XIX. Entre los materiales recuperados, destaca la presencia de gran cantidad de sillares y de piedras molduradas, en su mayoría, pertenecientes al cordón. Uno de los elementos de la fortificación que presenta un mejor estado de conservación es la contraescarpa o límite exterior del foso. De esta obra exterior, se ha destapado un recorrido de unos 120 m de longitud a lo largo de la superficie del mercado. En algún sector de esta pared ataludada se ha preservado prácticamente su altura original, unos cinco metros, faltando solamente una pequeña parte del coronamiento. Enfrente del vértice del baluarte, donde la contraescarpa efectúa una curvatura muy pronunciada, la parte superior del muro es tan solo de cincuenta centímetros de anchura. Constructivamente, este tramo presenta dos tipos de paramento exterior: el primer metro de la parte superior se caracteriza por el uso de grandes bloques de piedra poco trabajados y algún elemento arquitectónico reaprovechado; en cambio, la parte inferior del revestimiento, que se encuentra bien diferenciada mediante un cordón o línea horizontal de ladrillos, está formado por sillares regulares, aunque de un módulo más reducido en

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comparación a los del baluarte. Vale la pena señalar que en el costado interior del muro, concretamente en los dos extremos y la parte central del arco que forma el muro, se reforzó la estructura mediante contrafuertes para, de esta forma, evitar posibles flexiones provocadas por la presión de las tierras adosadas.

Figura 3. Imagen del coronamiento del tramo de contraescarpa situado enfrente del vértice del baluarte (Autor: Emiliano Hinojo).

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Por otra parte, el tramo de contraescarpa que se sitúa delante de la cara norte del baluarte, ambos separados entre sí por una distancia que oscila entre los veintitrés y cuarenta metros, presenta una trayectoria rectilínea y un mayor grosor del parapeto, de más de un metro. El muro, caracterizado por un paramento muy regular labrado con buena sillería, se asienta en una cimentación cuya parte superior muestra un talón o saliente.

Figura 4. Imagen del tramo de contraescarpa (Autor: Emiltano Hinojo)'

situado delante de la cara norte del baluarte

Entre el borde de la contraescarpa y la cresta del glacis se han registrado los restos constructivos del corredor o camino cubierto. Por lo que se refiere a los niveles de circulación o de preparación del camino, se han excavado varias capas de tierras muy compactadas, de entre diez y veinte centímetros de espesor, mientras que del límite de la parte superior de esta defensa, denominada estacada, se conservaron tres pequeños tramos de su cimentación. De forma puntual, se han documentado en dichas estructuras algunos vestigios de la banqueta del parapeto para los tiradores, la cual, a su vez, formaba la parte más elevada del glacis. En referencia al glacis o explanada, las evidencias de esta obra exterior se reducen a una serie de estratos de nivelación presentes en la mitad oeste del mercado. Estos mostraban un suave pendiente que se iniciaba en el parapeto del camino cubierto y descendía hacia el campo abierto. Se trata, básicamente, de arcillas y limos que, como

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en el caso del relleno interior de las caras del baluarte, procedían de las tierras generadas de la excavación del foso. Clasificada como una obra auxiliar, ya que no cumplía una función meramente defensiva, se ha descubierto un colector soterrado de grandes dimensiones. Situado entre el glacis y el camino cubierto, conservaba una longitud de unos veinte metros, con un ancho que oscilaba entre 1,50 m y 1,80 m y una altura de 1,30 m. La cubierta se construyó con grandes losas de piedra bien trabajadas, las paredes, con sillarejo y la base, con piedras irregulares dispuestas horizontalmente. A su paso por la zona del glacis, el desnivel de la estructura era prácticamente inexistente; en cambio, en el tramo localizado bajo el camino cubierto, desarrollaba una fuerte inclinación en dirección a la parte inferior del foso. Para acceder a él atravesaba el muro de la contraescarpa, aproximadamente en el centro de la curvatura que efectuaba esta justo delante del vértice capital del baluarte. En este punto el colector se hallaba perfectamente anulado y tapiado tanto en su interior como en el paramento exterior de la contraescarpa. De momento, y hasta que no se realice la excavación bajo la nueva losa de apeo del mercado, desconocemos cómo se recogían o trataban las aguas vertidas, más teniendo en cuenta que nos encontramos ante un foso seco. Sobre su funcionalidad concreta, en un informe de 1682 donde se detallan un conjunto de obras de mantenimiento efectuadas en el exterior de la fortificación de la ciudad, se explica que un badén localizado «ala punta del Baluarte de Sant Antoni ala Girada del Cami lo qual sea de paret per conservar una claveguera que buida la aigua del cami del a Creo Cuberta dins lo fosso»:". En 1854 una real orden dio paso al derribo de las murallas de la ciudad. Los terrenos que ocupaban pasaron a manos del Estado y se inició a partir de entonces un proyecto de reordenación urbanística. Paralelamente a este proceso, se adecuaron o se hicieron proyectos de nueva construcción para instalar cuarteles dentro de la ciudadela y los baluartes de Tallers, Ionqueres, San Pedro y San Antonio!'. En este sentido, según un plano de 185712 y los cuarterones de Miquel Garriga Roca", en un primer momento el baluarte de San Antonio fue derribado parcialmente ya que solamente se conservó su mitad sur. En su interior se construyeron nuevas compartimentaciones o edificaciones como casernas, pabellones y almacenes. Por otra parte, la demolición parcial del baluarte y el relleno del foso permitieron recuperar una salida directa de la ciudad, llamada en esta época carretera o camino de Madrid.

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AHCB, Registre de Deliberacions, 1B JI -191. El camino de la Creu Coberta equivale al del Llobregat.

11

ACA, Comandancia

de Ingenieros, caja 451, exp. 1203 (1860).

12 AHCOAC, M-2-3-17. "Plano de las defensas que se han hecho en el antiguo baluarte de San Antonio con acuartelamiento para 130 hombres de infantería y pabellones para oficiales» (autor: Juan Porcel). 13 GALERA el alii: Óp. cit., pág. 163.

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Figura S.

[1Il, Pedralbes. N.o 18 (2), 1998, pp. 539-547.

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