LAS REVUELTAS EN EL MUNDO ÁRABE

August 21, 2017 | Autor: F. Álvarez Simán | Categoría: Saudi Arabia
Share Embed


Descripción

LAS REVUELTAS EN EL MUNDO ÁRABE

Fernando Álvarez Simán*

"Que nadie le diga lo que tiene que hacer a alguien que ya ha decidido cuál será su destino"
Proverbio Árabe

Después de algún tiempo de batallar para encontrar un trabajo que llenara sus expectativas, el tunecino Mohamed Bouazizi, universitario de apenas 26 años decide emprender un negocio informal de venta de fruta y verdura, llevándose la sorpresa de que cuando lo descubren, la policía le confisca la mercancía por carecer de autorización y según algunas versiones recibe una golpiza de pronóstico reservado. En protesta se prende fuego por lo que fallece el 4 de enero de este 2011, su inmolación marca la fecha del inicio de una oleada de protestas juveniles que dejaron un saldo cercano a 66 fallecidos según diversas fuentes pero sellaron el fin de 23 años del régimen del presidente Zine el Abidine Ben Alí y su familia exiliados, hoy en Arabia Saudita. Para el 17 de enero la revuelta tunecina hizo eco en la vecina Argelia en donde por lo menos 12 ciudadanos han intentado quitarse la vida inmolándose como lo sucedido en Túnez, en esa misma fecha en Jordania miles de gentes salen a las calles para protestar contra el gobierno del Rey Abdalá II y para exigir mejores condiciones de vida, el día primero de este mes, el gabinete entero presenta su renuncia, conformándose un gobierno de reconciliación nacional.

Cual efecto dominó, el día 25 las protestas llegaron hasta Egipto, donde el poder lo ejerce hasta la fecha Hosni Mubarak de 82 años y con 30 de ellos en el poder; aunque se tambalea y resultado de las revueltas Mubarak anuncia que no se reelegirá, que entregará el mando en las elecciones del mes de noviembre de este año y que garantiza una transición pacífica, pero hoy se resiste a dejar la presidencia siendo este el deseo de millones de egipcios que han colmado las plazas del país. Dos días después de las manifestaciones egipcias, en Yemen miles exigen la salida del gobierno de Alí Abdalá Saleh quien se ha mantenido en el poder desde hace treinta y dos años, de igual forma que en Egipto, el presidente anuncia su intención de no buscar su reelección y ofrece además que su hijo no lo sucederá al mando, pero a quienes protestan estos anuncios les parecieron insuficientes las promesas; quieren la total e incondicional dimisión.

Después de Yemen, el vértice de las protestas se traslada hasta Sudán, país dominado desde 1989 por Omar Hasan Ahmad al Bashir sobre quien pesan acusaciones de protección a terroristas, un referéndum ciudadano que triunfó buscando la separación de la región sur y una orden de captura de la Corte Penal Internacional de La Haya por crímenes de guerra relacionados con el "conflicto de Darfur", que enfrenta a la población árabe contra la de raza negra. Ya para este mes de febrero en Siria la oposición convoca a protestas masivas en apoyo de las manifestaciones de Egipto, Argelia, Túnez y Yemen, pero también hace suyas las demandas de detener la galopante corrupción gubernamental. Incluso están documentadas protestas en Albania, Libia, Jordania, Mauritania, Omán, Arabia Saudita y Marruecos aunque no ha estallado todavía la furia social y la violencia.

Como si fuera un fuego incontrolable que se expande aún más allá de su muerte, Mohamed Bouazizi prendió un polvorín en la región africana del Magreb o África del Norte, que aunque presenta mejores condiciones que sus vecinos sudsaharianos no está exenta de dictaduras, falta de libertades políticas, corrupción y grandes desigualdades sociales. Si a ello le agregamos los efectos de la crisis financiera internacional, la contracción del turismo y la crisis alimentaria mundial, el panorama que empujó a las clases sociales a salir a las calles se debió en gran medida al desempleo, a la falta de acceso a vivienda digna y a una inflación que elevó el precio de los satisfactores básicos, combinadas estas causas con férreo control político de los dictadores, con una falta de libertad de expresión y una tremenda impunidad a los actos de corrupción de los gobernantes y sus familias.

En resumen, la falta de expectativas de la población en países que las dos terceras partes son jóvenes que sufren tasas de desempleo cercanas a los 30 puntos porcentuales, hizo crisis y estalló como la más grande manifestación popular árabe de los últimos años. Por eso el eje que enarbolan en todas las protestas se refieren a libertad, democracia y más empleo, banderas de una población joven desempleada o subempleada pero que cuenta en muchos casos con estudios superiores y que hoy a diferencia de otras generaciones musulmanas cuentan con acceso a nuevas tecnologías de información, por lo que a través de las redes sociales y el internet saben lo que sucede con otros jóvenes en el resto del mundo, por ello reclaman un trato digno de sus elites y que incluso han utilizado a estas redes sociales para evadir la inicial censura gubernamental.

Estos días de revueltas árabes han dejado un sinnúmero de lecciones al mundo, entre ellas el hartazgo a la casi eternización en el poder, el costo de la no atención a las necesidades de las mayorías en este caso los jóvenes y también las mujeres que representan uno de los sectores más combativos de las revueltas y que comienzan a organizarse desde el 2006 participando en huelgas en los sectores de la construcción, la industria de los alimentos y en el sector público.

Hasta el momento de escribir estas líneas las movilizaciones en el mundo árabe son genuinamente civiles, todo indica que la participación de los partidos políticos es casi nula o marginal, el ciudadano simple ha tomado la calle en un área del mundo donde los institutos políticos generalmente son cualquier cosa menos laicos. El peligro es que este hecho pueda cambiar en el momento del casi inminente proceso de transición de poderes, puesto que esta es el área de influencia de la asociación terrorista Al Qaeda y la anarquía que aún impera podría ser aprovechada por sus dirigentes para engrosar sus cuadros políticos y militantes.

Quizá por ello, Europa aún no termina de digerir este cúmulo de protestas teniendo tantos intereses políticos, económicos y comerciales en el área y ve con cautela el desenvolvimiento de los acontecimientos. De igual manera los Estados Unidos en voz de su primer mandatario se ha limitado a exigir a la clase política sobre todo egipcia una transición pacífica y ordenada y manifiesta también la seguridad de que los pueblos árabes encontrarán el camino adecuado al cambio democrático sin la intervención extranjera.

En ese sentido, la comunidad internacional está muy pendiente de la situación de Egipto por la influencia que mantiene en la región y por la posición estratégica que representa dominar el Canal de Suez, ya que el canal permite el comercio con Asia y el medio oriente sin necesidad de rodear África, de hecho el oleoducto Suez-Mediterráneo es la vía de tres mil millones de barriles diarios de petróleo Árabe hacia Europa y Norteamérica, esto explica el hecho de que durante los días de la revuelta el precio del oro negro se disparara.

Estos elementos quizá expliquen las dudas de occidente respecto a las revueltas árabes, para decirlo con claridad; Europa y Estados Unidos podrán apoyar el derrumbe de los regímenes totalitarios del Magreb, sin embargo el caso Egipto es diferente, la caída de Mubarak descompondría el tablero geopolítico en relación a Israel que quedaría aislado y de paso no le daría estabilidad al precio internacional del petróleo, tan necesario para las grandes potencias e incluso para las emergentes en esta época de crisis. La debilidad de las revueltas es que son precisamente eventos espontáneos que exigen la salida del tirano, empleo y el acceso a una mejor vida, pero si no existe una conducción adecuada del sentir de la población y un proceso de transición ordenado se corre el peligro de que las movilizaciones no cumplan con las expectativas de una población mayoritariamente joven. Sin embargo tienen la virtud de que por primera vez no las mueve el odio a Israel ni el fundamentalismo religioso como antaño.

Es todavía muy temprano para saber qué es lo que exactamente pasará con las manifestaciones populares en el mundo árabe, Mubarak se resiste a caer y si no lo hace la tentación de una brutal represión está latente sea del costo que sea, Israel no se ha pronunciado, Europa y Estados Unidos seguramente estarán analizando con lupa los acontecimientos y también seguramente protegerán con mucho pragmatismo sus intereses, el precio del petróleo seguirá a la alza el tiempo que duren las movilizaciones y quizá los regímenes autoritarios intenten reactivar la economía con programas asistencialistas de emergencia. Lo que sí es cierto que en la región nada volverá a ser igual y en esta nueva configuración del mundo árabe sorprendentemente no tuvieron injerencia ni los Estados Unidos, ni Europa pero tampoco el fundamentalismo, fue el pueblo que le perdió el miedo a sus elites y que salió a las calles consciente de la posible represión pero la asumió sin pánico.

Incluso esta revuelta tiene lecciones para México, puesto que desde siempre os cambios mundiales han traído transformaciones en la vida económica nacional, de entrada si las rebeliones mantienen una temporalidad mayor, el beneficio se reflejará en un mejor precio a la mezcla petrolera mexicana. Pero habrá también que ver qué pasa con Egipto y el control del Canal de Suez; no es un secreto que la tendencia del desarrollo pasa hoy por Asia (China e India) y que si occidente vía Mubarak pierde el control del canal de Suez seguramente las vías comerciales de la APEC (Foro de Cooperación Económica-Asia Pacífico) se verán fortalecidas.

Si México quiere resolver sus problemas internos tiene que revisar, estudiar y comprender que sucede en el entorno mundial, la época unipolar terminó el 11 de septiembre del 2001 hace cerca de diez años y todavía tenemos una tremenda dependencia comercial y económica con la otrora única potencia mundial. A partir de las revueltas del mundo árabe seguramente la configuración geopolítica cambiará y habrá oportunidad de encontrar nuevos socios comerciales que permitan desarrollar una agenda mexicana multilateral y ya no unilateral e inamovible como lo ha sido hasta ahora.

*Profesor-Investigador. Universidad Autónoma de Chiapas


Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.