I CONFERENCIA INTERNACIONAL DE LA ASOCIACIÓN COLOMBIANA DE ESTUDIOS DEL CARIBE (ACOLEC) "EL CARIBE MÁS ALLÁ DEL LITORAL. EL MUNDO RURAL" Montería (Colombia), Marzo 25-27 de 2015 1. Nombres del autor(es): Carolina Velásquez Calderón Correo electrónico:
[email protected] 2. Grado Académico: Magister en Estudios del Caribe. Investigadora, Universidad Nacional de Colombia Sede Caribe. 3. Institución que representa: Universidad Nacional de Colombia – Sede Caribe. Agradecimientos: Gobernación Departamental – Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. 4. Mesa Temática No. 13: Modelos de desarrollo sostenible y sustentable. 5. Título del trabajo: Las reservas de biosfera en el Gran Caribe: Un desafío para el ordenamiento territorial. El caso de la Reserva de Biosfera Seaflower, Caribe insular colombiano 6. Resumen Los ecosistemas estratégicos de la región Caribe han venido suprimiéndose aceleradamente, para dar lugar a la construcción de infraestructura humana. Los países de la región (57%) han implementado estrategias de conservación, como las reservas de biosfera, siendo la década del 2000 la mas prolifera. Esta denominación implica importantes cambios: del modelo económico tradicional hacia un modelo de desarrollo sostenible, una responsabilidad mundial, ya que el área protegida pasa a ser una pieza clave para la sostenibilidad del planeta, y una adaptación en el ordenamiento del suelo a través de la implementación de tres zonas ambientales con diferentes funciones y grados de intervención humana. Para el caso colombiano, las reservas de biosfera han sido consideradas estrategias complementarias de conservación, pero que han tenido limitado alcance para integrarse en el ordenamiento territorial. Por el contrario, para la isla de San Andrés que hace parte de la Reserva de Biosfera Seaflower, designada en el 2001 por la UNESCO, el Plan de Ordenamiento Territorial en el 2003 incluyó la zonificación de la reserva otorgándole un nivel de superior jerarquía frente a las áreas protegidas locales que son resultado de la normatividad Nacional; pero no las articuló de manera adecuada causando varios problemas: 1) exclusión de importantes piezas del ecosistema insular, humedales, gullies, áreas de reserva forestal, áreas de protección agrícola, entre otras áreas, de importancia eco
sistémica, 2) la sobre posición de áreas, 3) deterioro de ecosistemas a partir de procesos de ocupación y 4) la desarticulación de enfoques de conservación, y 5) la dificultad del trabajo interinstitucional para el manejo, control y administración de la estructura ambiental. Finalmente, es importante anotar que es fundamental que la puesta en marcha de éstas estrategias, en especial Seaflower, se entiendan como un desafío en el que se deben contemplar, las características insulares, las metodologías de ordenamiento territorial, los contextos jurídicos, institucionales y administrativos del territorio desde el orden local, nacional y regional para su exitosa consolidación.
